Cmg71 09
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Anticoncepción hormonal
Miguel Lugones Botell, Tania Yamilé Quintana Riverón y Yolanda Cruz Oviedo
Introducción
Sin embargo, no es hasta finales del siglo XIX en que comienza la investigación acerca
de la utilización de sustancias esteroideas para la anticoncepción, al observarse que los
folículos ováricos no se desarrollaban durante el embarazo.
En 1897, John Beard en Edimburgo sugirió que el cuerpo amarillo era la causa de este
efecto2-3 y un año siguiente Auguste Prenant, profesor de histología, sugirió una función
endocrina del cuerpo lúteo. Dos décadas más demoraría la demostración de que la
anticoncepción hormonal era posible, lo cual aparece por primera vez en el trabajo de
Ludwig Haberlandt, fisiólogo de la Universidad de Innsbruck, quien publicó muchos
trabajos sobre este tema desde 1921 y fue quien señaló en 1927 que la progesterona
era capaz de inhibir la ovulación; sin embargo, el método no resultó entonces porque la
actividad hormonal era muy baja.4-5
Fundamentos
La inhibición de la ovulación
Los esteroides anticonceptivos inhiben la ovulación por su acción sobre el hipotálamo y
sobre los centros nerviosos superiores, interrumpiendo así la producción de hormonas y
la norma rítmica de la secreción de gonadotropina que usualmente hace que la
ovulación no ocurra. Con las fórmulas combinadas y secuenciales que detallaremos
más adelante, el ovario se torna inactivo por falta del estímulo de las gonadotropinas. El
componente estrogénico inhibe la ovulación, los progestágenos puros disminuyen la
frecuencia de ésta; ambos actúan sinérgicamente sobre el hipotálamo. Podemos
resumir que la inhibición de la ovulación se logra por diferentes vías: los estrógenos
pueden inhibir directamente la secreción de la hormona liberadora de gonadotropinas
(GnRH); los estrógenos hacen que la hipófisis responda menos a la GnRH; y los
progestágenos pueden impedir el pico de LH a mitad del ciclo.6-7
Los anticonceptivos hacen que el moco cervical se espese y se vuelva más viscoso,
pues las concentraciones de ácido siálico se alteran; esto hace impenetrable a los
espermatozoides.3 Este efecto es producido por los progestágenos, pues los
estrógenos tienen el efecto contrario.
1. Anticonceptivos.
2. Hemorragia uterina disfuncional.
3. Miomas uterinos sangrantes, previo al tratamiento quirúrgico.
4. Dismenorrea.
5. Tensión premenstrual.
6. Síndrome menopáusico.
7. Endometriosis.
8. Opsomenorreas.
9. Infertilidad (como factor de rebote).
10. Cáncer de endometrio.
En esta entidad debemos conocer que para imponer tratamiento es necesario tener el
diagnóstico, sobre todo en aquellas mujeres en edades del climaterio, para lo cual
resulta necesario, el legrado diagnóstico. Ya descartada la afección maligna se usa:
DISMENORREA
ENDOMETRIOSIS
SITUACIONES ESPECIALES
EFECTOS SECUNDARIOS
1. Náuseas y vómitos: Las náuseas tienen relación con la dosis de estrógeno.
Suelen surgir al principio y pueden ceder con el transcurso del tiempo. Se
recomienda ingerir la píldora al acostarse, de tal forma que la mujer esté
durmiendo cuando en sangre existan las concentraciones máximas. Debe
tenerse en cuenta que el vómito puede hacer que disminuya la eficacia
anticoncepcional y sería conveniente repetir la dosis si la paciente vomitó durante
la fase de absorción (en término de 2 horas). Las pacientes con menor peso del
ideal tienen más náuseas y vómitos que aquéllas con exceso de peso.22 Lo
mismo sucede con las molestias en las mamas.
2. Sangramiento intermenstrual: Es uno de los efectos más comunes y cuando
ocurre debe investigarse lo siguiente: si no se ingirió la píldora a la misma hora,
si se olvidó su ingestión durante un día, si se tomaron otros fármacos
concomitantes, así como disminución de la absorción. Cuando ocurre el
comienzo de su uso, cederá sin ningún otro tipo de tratamiento en el 50 % de las
pacientes. En la actualidad no se considera conveniente duplicar la dosis de las
píldoras para controlar el sangramiento, pues se incrementa el impacto atrófico
en el endometrio por el estímulo progestacional.
3. Ausencia de sangrado: Es motivo de gran preocupación por temor al embarazo.
El tratamiento, después de descartar una gestación, consiste en tranquilizar a la
paciente y cambiar a otra píldora con mayor actividad de estrógenos.
4. Cambios en el peso: Un número pequeño de pacientes bajan o aumentan unas
pocas libras de peso cuando comienzan a tomar las píldoras. Estos cambios son
mucho menores cuando las tabletas contienen cantidades bajas de hormonas. El
peso generalmente se estabiliza después de los primeros ciclos.22
5. Otros efectos: Las principales preocupaciones sobre el uso de los
anticonceptivos se han centrado en los posibles efectos neoplásicos. Expertos
de la OMS23 han analizado estos aspectos y sus conclusiones se basan en una
revisión exhaustiva de todos los trabajos publicados al respecto. En la mayoría
de los trabajos se ha hallado un riesgo relativo disminuido (efecto-protector de
los anticonceptivos) de padecer de: cáncer endometrial, cáncer ovárico epitelial,
quiste benigno del ovario; el riesgo de fibromas uterinos se reduce un 17 % por
cada 5 años de uso de anticonceptivos combinados.24 También hay una
incidencia menor de afecciones mamarias benignas. No se ha demostrado
asociación entre los contraceptivos y el cáncer de vesícula ni los tumores
hipofisarios ni el melanoma maligno.6 No existe conclusión aún entre la relación
que puedan tener con el cáncer ovárico no epitelial y el cáncer colorrectal.
Si se considera que aproximadamente 500 mil mujeres mueren cada año como
consecuencia del embarazo, el parto o el aborto, se debe advertir que la fiabilidad de la
anticoncepción es en realidad una ventaja importante para la salud,30 además de los
importantes efectos benéficos que tienen que no son de índole anticonceptiva, lo que
contribuye a definir una imagen muy positiva de los anticonceptivos. Debido a su uso se
previenen más de 100 mil hospitalizaciones y se evitan más de 12 mil muertes cada
año.6,24-25
Al ser los anticonceptivos sustancias muy activas, es lógico pensar que su utilización
debe ser iniciada con un buen examen médico previo. El estado actual de las ciencias
médicas exige una serie de pautas que se deben tener en cuenta para su prescripción:
Durante el tratamiento
Contraindicaciones
Las pacientes que tienen o han tenido enfermedad maligna de la mama o en el tractus
genital, tromboembolia venosa, accidente cardiovascular, jaqueca focal o hiperlipemia
familiar no deben usar anticonceptivos hormonales. En sentido general, las
contraindicaciones suelen resumirse en absolutas y relativas:
ABSOLUTAS
RELATIVAS
1. Cefalea migrañosa.
2. Síndrome depresivo.
3. Mujeres fumadoras mayores de 35 años.
ANEXO. Algunos efectos colaterales de los anticonceptivos hormonales
Efecto Causa Manejo
Referencias bibliográficas
Dr. Miguel Lugones Botell. Calle 25 No. 5414 e/ 54 y 56, Playa, Ciudad de La Habana,
Cuba.