Las 3 M
Las 3 M
Las 3 M
humana.
Los suelos afectan a los alimentos que comemos, al agua que bebemos, al aire que respiramos, a nuestra salud y la de todos
los organismos del planeta.
Sin suelos sanos no podríamos producir nuestros alimentos, 95 % de los alimentos provienen directa o indirectamente de él.
La contaminación del suelo provoca una reacción en cadena. Altera la biodiversidad del suelo, reduciendo la materia orgánica
que contiene y su capacidad para actuar como filtro. También se contamina el agua almacenada en el suelo y el agua
subterránea, provocando un desequilibrio de sus nutrientes
• suelos sanos son la clave para la seguridad alimentaria y para un futuro sostenible. Ayudan a mantener la producción de
alimentos, a mitigar y adaptarse al cambio climático, filtrar el agua, mejorar la resiliencia ante inundaciones y sequías y
mucho más
• la gran mayoría de los contaminantes son resultado de la acción humana significa que somos directamente responsables de
realizar los cambios necesarios para garantizar un futuro con menos contaminación y más seguro.
La contaminación del suelo afecta a todos los ámbitos. Los alimentos que comemos, el agua que bebemos, el aire que
respiramos, nuestra salud y la de todos los organismos del planeta dependen de un suelo sano
https://www.fao.org/fao-stories/article/es/c/1126977/?platform=hootsuite
La contaminación de los suelos está contaminando nuestro futuro
1. La contaminación del suelo afecta a todos los ámbitos. Los alimentos que comemos, el agua que bebemos, el aire que
respiramos, nuestra salud y la de todos los organismos del planeta dependen de un suelo sano.
2. La contaminación del suelo es invisible. Hoy en día, un tercio de nuestros suelos están moderadamente o muy degradados
debido a la erosión, la pérdida de carbono orgánico, la salinización, compactación, acidificación y la contaminación química.
Se necesitan aproximadamente entre 300 y 1000 años para formar 1 cm de capa arable superficial
3. La contaminación del suelo afecta a su capacidad de filtrado. Los suelos actúan de filtro y amortiguador para los
contaminantes. Pero su potencial es limitado. Si se supera la capacidad del suelo para protegernos, los contaminantes se
filtrarán (y se filtran) a otros elementos del entorno, como nuestra cadena alimentaria.
4. La contaminación del suelo afecta a la seguridad alimentaria al reducir el rendimiento y la calidad de los cultivos Unos
alimentos inocuos, nutritivos y de buena calidad solo pueden producirse si nuestros suelos se mantienen sanos.
5. La contaminación del suelo puede ser resultado de malas prácticas agrícolas. Las prácticas agrícolas insostenibles reducen la
materia orgánica del suelo, comprometiendo su capacidad para degradar los contaminantes orgánicos. Esto aumenta el
riesgo de que los contaminantes se liberen al medio ambiente. En muchos países, la producción agrícola intensiva ha agotado
los suelos, poniendo en peligro nuestra capacidad para mantener la producción en estas áreas en el futuro.
6. La contaminación del suelo puede poner en riesgo nuestra salud. Una parte importante de los antibióticos –utilizados
ampliamente en la agricultura y en el ámbito de la salud humana– se liberan en el medio ambiente tras ser excretados del
organismo al que se les administró. Estos antibióticos pueden filtrarse en los suelos y propagarse en el ambiente. Esto
produce bacterias resistentes a los antimicrobianos, lo que disminuye la eficacia de los antibióticos.
La agroecología no es solo una técnica agrícola. Es una práctica socioeconómica que valora a las personas y al
medio ambiente sobre las ganancias. Valora la equidad, la solidaridad y la producción y el consumo responsables,
creando espacio para que los pueblos indígenas, así como las mujeres, las personas de color y lxs jóvenes tengan
voz y asuman roles de liderazgo. https://www.fao.org/fao-stories/article/es/c/1126977/?platform=hootsuite
https://liquenaustral.cl/aplicar-3m-en-el-suelo/
El suelo es como un sistema digestivo, por lo que debemos alimentarlo para que esté sano y
nos provea de salud a nosotros mediante alimentos nutritivos. Cómo dicen por ahí, “suelos
saludables, plantas saludables, personas saludables”. Para poder hacerlo, se deben recordar
las 3M, Materia orgánica, microorganismos y minerales, que componen el eje fundamental
para la salud de nuestros suelos y que siempre deben estar presentes para lograr un huerto
productivo
¿Cómo incorporar las 3 M en mi suelo?
Existen varias formas e insumos para incorporar las 3M en el suelo, todas válidas y compatibles
entre sí, si se hacen con dedicación, de manera sistemática y siguiendo los principios de la
naturaleza. Se puede aplicar estiércol de animales, guano de las aves o abonos como el bokashi,
compost o vermicompost.
Para decidir cual opción ocupar se debe tener en cuenta lo siguiente: los estiércoles y guanos
poseen una gran fracción lábil por lo que su aporte será rápido (El concepto lábil hace
referencia a la facilidad que tiene un compuesto o material para ser transformado,
generalmente por actividad biológica), pero su permanencia en el suelo será menor en
comparación con abonos más estabilizados y maduros como los mencionados anteriormente,
los cuales permitirán aumentar la fertilidad del suelo de manera progresiva y acumulativa.
Calidad de los abonos orgánicos: Cuando se habla de calidad de un abono orgánico se hace referencia a dos conceptos:
La estabilidad y madurez. La estabilidad de un abono se asocia a la actividad microbiana y el grado de descomposición de la
materia orgánica, mientras que la madurez indica el grado de descomposición de los compuestos fitotóxicos orgánicos
producidos durante el proceso de compostaje, así como la presencia o ausencia de semillas viables de malezas y patógenos.
Se debe favorecer la abundancia de microorganismos, especialmente de hongos y sus micelios, los cuales tienen múltiples
beneficios para nuestro suelo, y en la medida que la relación hongo: bacteria aumenta, nuestro suelo es cada vez más
productivo.
Por otra parte, para mantener las 3 M en nuestro suelo, es importante evitar algunas prácticas como lo son el “volteo del
suelo” o “picar la tierra”.
Existen varias formas para incorporar las 3M en el suelo, la principal es siguiendo los principios de la naturaleza: “trabajar en
armonía con el sistema viviente, transformación natural de la materia, reciclaje, flujo y circulación de energías”.
• Se pueden aplicar de manera directa estiércol de animales,
• Incorporar coberturas o acolchados naturales (hojarasca, paja o rastrojo),
• Abonos verdes (leguminosas en plena floración), manejo de arvenses (hospederos de insectos benéficos),
• Elaboración de abonos orgánicos (sólidos) o biofertilizantes (líquidos) con residuos de cosecha y desperdicios de cocina.
• Enriquecer los suelos con diversos microorganismos y minerales que contienen los biofermentos como: bocashi,
compostas, lombricomposta o vermicomposta, bioles (fermentos), microorganismos de montaña o bosque (micelios,
rizobios, micorrizas, levaduras, etc.),
• Uso de plantas alelopáticas, extractos vegetales; y un concurrido repertorio para recuperar la biodiversidad macro y
microbiológica del suelo.
AGRICULTURA DE LAS TRES S
«El caos es la ley de la naturaleza; el orden el sueño del hombre» • Clima de temperatura alta, sombrero, cobertura,
Henry Adams • Arte de cosechar el sol
• Cuanto más rápido crece algo, más rápido se descomponen
• Cómo amortiguar los elementos de degradación del suelo,
https://www.adncultura.org/las-3m-de-la-agricultura-para-regenerar-la-vida-del-suelo
La actividad microbiológica logra la transformación constante de la materia orgánica, y es conquistada por los
microorganismos que la transforman en minerales.
Es decir, lo que hacen es una recirculación de la vida microbiana y se fundamenta en la simbiosis de las 3M, los minerales se
van animando en todo un proceso evolutivo.
“la vida surge a partir de los minerales, recirculan y se transforman”.
Entonces, a medida que aumentamos suelos sueltos, blandos y profundos, se transforma en humus, se genera una esponja o
caldo de cultivo que reactiva la microflora y la microfauna en la superficie de la tierra.
Microorganismos:
Realizan la degradación de residuos orgánicos,
solubilizan nutrientes,
simbiosis con vegetales para mejorar la absorción de nutrientes,
control de parásitos, nematodos y patógenos, degradación de sustancias contaminantes (desintoxicación),
estabilización del humus, inclusive otras diversas bondades.
Algunas fuentes alternativas de nitrógeno son la harina de sangre (cocida al vapor), harina de pescado, harina de alfalfa
y soya. Una fuente de fósforo es la harina de hueso, roca fosfórica y la ceniza de madera, esta última también es una
excelente fuente de potasio y silicio, ayudan a repeler plagas de suelo, además neutraliza su acidez, y tiene la
característica de estimular la actividad de las bacterias que fijan el nitrógeno. Asimismo, las cáscaras de huevo
trituradas o molidas tienen un alto contenido en calcio. En este sentido, las harinas o polvos son aplicadas desde 1 hasta
7 kg por cada 10m2 sobre el suelo, dependiendo de las propiedades y necesidades del suelo. Otros minerales muy
utilizados en las diferentes agriculturas son las harinas de rocas y algas marinas, que son excelentes suministradoras de
minerales que incluyen: sodio, calcio, potasio, cloro, sílice, hierro, magnesio, fósforo, manganeso, cobre y zinc.
Algunas fuentes alternativas de nitrógeno son:
• la harina de sangre (cocida al vapor), harina de pescado, harina de alfalfa y soya.
Una fuente de fósforo es la harina de hueso, roca fosfórica y la ceniza de madera, esta última también es una excelente fuente de
potasio y silicio, ayudan a repeler plagas de suelo, además neutraliza su acidez, y tiene la característica de estimular la actividad
de las bacterias que fijan el nitrógeno.
En este sentido, las harinas o polvos son aplicadas desde 1 hasta 7 kg por cada 10m2 sobre el suelo, dependiendo de las
propiedades y necesidades del suelo.
Otros minerales muy utilizados son las harinas de rocas y algas marinas, que son excelentes suministradoras de minerales que
incluyen: sodio, calcio, potasio, cloro, sílice, hierro, magnesio, fósforo, manganeso, cobre y zinc.