Plan de Monografía - Argentina Ii
Plan de Monografía - Argentina Ii
Plan de Monografía - Argentina Ii
Facultad de Humanidades
Departamento de Letras
Seminario de Literatura Argentina II
Alumna: Montenegro, Mariela Alejandra
Profesora: Caminada Rosetti, Lucía
Chicas muertas es una novela que narra tres femicidios ocurridos en distintas
localidades del interior de Argentina en la década los 80’. En torno a estos hechos, la
obra expone la disfuncionalidad del estado en relación a estos tres casos particulares de
femicidios en los que no hubo imputados. Cabral (2018) propone que Chicas muertas
“inicia el diálogo con aquel corpus literario y testimonial en dos planos, un plano formal
o de las elecciones estéticas, y otro que atiende a los focos temáticos de reflexión” (p.
1). Además, señala, que en el plano referido a los focos temáticos de reflexión,
relacionados a los casos de femicidios investigados, la cronista sigue la huella de las
continuidades con las estructuras de poder que conformaron el aparato represivo del
estado.
En cuando a aspectos genéricos, se puede encasillar a la novela en el género
testimonial. Dicho género comparte una serie de recursos con el género policial y la
crónica (García, 2018). En cuanto a la relación entre testimonio y ficción que introduce
la discusión sobre los límites entre el discurso narrativo factual, en referencia al mundo
real, y ficcional, sin referencias al mundo real (García 2018). Almada, utiliza recursos
como las entrevistas, los testimonios y las trascripciones de documentos en un discurso
en el que prevalece lo literario. De esta manera, se produce una ficción no ficcionalizada
que atribuye matices de realidad acerca de los asuntos sociales donde peligra la
seguridad de las mujeres. Es importante reivindicar señalar que el género testimonial da
una forma a la representación de los aspectos sociales y políticos que se vislumbran en
la obra.
A través del relato testimonial hay una búsqueda de instaurar memoria “de las
otras”, es decir, de aquellas mujeres que han muerto en manos del machismo. No
obstante, la obra también pone tela de juicio las irregularidades del estado en torno a la
garantía de la seguridad de las mujeres, además de llevarnos a pensar acerca del estado
de la cuestión en nuestros días y la lucha que sigue existiendo con respecto a esta
problemática.
En tal sentido, se puede hipotetizar que en Chicas Muertas el género testimonial
es una herramienta para poner en evidencia la violencia machista y las falencias del
estado con respecto a los femicidios no resueltos en zonas periféricas de la Argentina.
Para llevar a cabo la investigación se partirá de la noción teórica de “novela-
testimonio”, ya que se considera un punto central que da forma a la crítica y a la
denuncia que se propone en la obra literaria. Miguel Barnet (1969), define al género de
la siguiente manera: “(…) la novela- testimonio debía ser un documento a la manera de
un fresco, reproduciendo o recreando aquellos hechos sociales que marcaron verdaderos
hitos en la cultura de un país” (p. 287). De acuerdo con esto, podemos analizar de
manera crítica Chicas Muertas, relacionado con este posicionamiento, ya que, trata
acerca de casos particulares de feminicidios en nuestro país. Por otro lado, podemos
analizar el papel que juega la autora-narradora, ya que, “el gestor de la novela-
testimonio tiene una sagrada misión y es la de develar la otra cara de la medalla. Para
eso, lo primero que tiene que hacer es una labor previa de investigación y sondeo.
Descubrir lo intrínseco del fenómeno, sus verdaderas causales y sus verdaderos
efectos.” (p. 291). En este sentido, se puede decir que a partir de “la investigación y el
sondeo” que realiza Almada, se busca descubrir el papel que juega el estado y sus
organismos en la causalidad de los hechos ocurridos en Chicas Muertas.
Por otro lado, Garcia (2018) propone que la literatura de los 80’ se denomina
literatura posdictatorial, dicha literatura
“Se trata de una serie de textos que, de distintas maneras, representan el vínculo
entre testimonio y ficción en su materialidad narrativa. Por un lado, incluyen un
componente testimonial manifiesto: declaran o insinúan frente a los lectores que son
relatos de hechos reales y exponen que han surgido de la experiencia de los autores
o de testimonios recogidos por ellos.” (García, 2018, p. 375)
Si bien la obra en cuestión no tiene como contexto de producción los años 80’,
se observa que está ambientada en esta época. Los hechos relatados pertenecen a la
década de los 80’ en los que la autora cursaba su juventud escuchando a través de los
medios de comunicación los casos de femicidios que trata en su narrativa. Por tal
motivo, podemos hablar de una narrativa de no-ficción, es decir, una integración entre la
ficción y el testimonio. Sin embargo, esta articulación entre testimonio y ficción “ se
derivan de las características complejas de la experiencia social que estos textos se proponen
representar: esto es, la violencia de Estado” (García, 2018, p. 376)
Tema o Tópico
Fundamentación
Hipótesis
Marco teórico
Bibliografía (provisoria)