La Trinidad y Los Pioneros Adventistas
La Trinidad y Los Pioneros Adventistas
La Trinidad y Los Pioneros Adventistas
La Trinidad
Hay un sólo Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo, una unidad de tres Personas coeternas. Dios es
inmortal, omnipotente, omnisciente, encima de todo, y siempre presente. (Deut. 6:4; 29:29;
Mat. 28:19; II Cor. 13:13; Efes. 4:4-6; I Pedro 1:2; I Tim. 1:17; Apoc. 14:6 y 7).
1.“Todos nuestros pioneros, incluyendo a Elena White fueron anti-trinitarios”. (Fred Allaback,
No New Leaders... No New Gods)
• Hubo un tiempo, en la eternidad, cuando Cristo no existió. • Cristo recibió la Deidad del
Padre y por lo tanto era inferior a Él. • El Espíritu Santo no es la tercera persona de la Deidad,
sino es el poder o la influencia de Dios y Cristo.
A- En 1846, Jaime White se refirió al antiguo credo trinitario no Escritural que Jesús es el
eterno Dios,( The Day Star, enero 21, 1846). Pero en 1876 escribió que: “los adventistas del
séptimo día mantienen la Deidad de Cristo tan cerca con los trinitarios que nos paramos de
juzgar aquí”.( Review & Herald, octubre 12, 1876).
Y un año después declaró su creencia de la igualdad del Hijo con el Padre y condenó cualquier
posición como errónea que “hace a Cristo inferior al Padre”. (Review & Herald, noviembre 29,
1877).
Esto claramente derrumba la idea de que los pioneros siempre fueron anti-trinitarios, pero hay
más ejemplos.
B - Originalmente, Urías Smith y otros enseñaban que Cristo fue el primer ser creado. Luego
adoptó la posición de que Cristo era el unigénito no creado.
C - En 1896, W.W. Prescott escribió: “Como Cristo nació dos veces, una vez en la eternidad, el
unigénito Hijo del Padre, y otra vez en la carne, de este modo, uniendo lo divino con lo
humano en el segundo nacimiento, así que nosotros que hemos nacido una vez ya en la carne,
estamos para tener el segundo nacimiento habiendo renacido en el espíritu”.( Review &
Herald, abril 14, 1896).
23 años después en la Conferencia Bíblica de 1919 durante una discusión sobre la Deidad de
Cristo admitió: “Yo estaba en el mismo lugar que el hermano Daniels y había enseñado las
mismas cosas (que Cristo era el principio de la obra creadora de Dios, que hablar de la tercera
persona de la Deidad o Trinidad era herética) por autoridad y sin hacer mi propio pensar o
estudio, yo supongo que estaba en lo correcto, pero encontré algo diferente”. Transcripciones
de la Conferencia Bíblica, julio 6, 1919.
Cuando hizo la pregunta ¿Podemos creer en la deidad de Cristo sin creer en la eternidad de
Cristo? Uno de los participantes contestó: “Me la he hecho por años”. A esto Prescott replicó:
“Esa es la misma posición que hemos usado en términos en que acomodando el sentido no hay
realmente armonía con las enseñanzas de las Escrituras. Creímos por mucho tiempo que Cristo
era un ser creado, a pesar de lo que dicen las Escrituras. Yo digo esto que pasando por alto la
experiencia que ha pasado por mí en este asunto, este uso acomodaticio de términos que hace
la deidad sin eternidad, no es mi concepto ahora del evangelio de Cristo. Pienso que queda
corto toda la idea expresada en las Escrituras y nos deja, no con la clase de Salvador que creo
ahora, sino una especie de un ser semihumano. Como lo veo, la deidad envuelve la eternidad.
La misma expresión la involucra, tu no puedes leer las Escrituras y tener la idea de la deidad sin
eternidad.”( Transcripciones de la Conferencia Bíblica, julio 6, 1919).
Podemos observar que los pioneros cambiaron su posición con el correr del tiempo y no
mantuvieron una mente cerrada al asunto. Uno de los factores que condujeron al principio al
rechazo de la trinidad fue conceptos erróneos de la misma como por ejemplo, enseñaban que
la Trinidad era 3 personas en una, o de que Jesús y el Padre eran uno y el mismo.
2.Sólo después de la muerte de Elena White, fue que se introdujo a la iglesia la doctrina de la
Trinidad. (Fred Allaback, No New Leaders... No New Gods, pág. 11).
En 1897 y 1898, Elena White enseñó que “En Cristo hay vida original, que no proviene ni deriva
de otra”. (Mensajes Selectos, tomo 1, pág 348).
La cita es clara, Cristo no fue creado y tiene vida original, contradiciendo así lo que sostienen
los anti-trinitarios hoy día.
Con relación al Espíritu Santo, enseñó a los estudiantes de Avondale Collage en 1899 lo
siguiente:
Necesitamos comprender que el Espíritu Santo, que es una persona así como Dios es persona,
anda en estos terrenos (Manuscrito 66, 1899. [Extracto de un discurso dado a los alumnos del
Colegio de Avondale, Australia.]).
El Espíritu Santo es una persona, porque testifica en nuestros espíritus que somos Hijos de
Dios. Cuando se da este testimonio lleva consigo su propia evidencia. En esas ocasiones
creemos y estamos seguros de que somos los Hijos de Dios. . .
El Espíritu Santo tiene una personalidad, de lo contrario no podría dar testimonio a nuestros
espíritus y con nuestros espíritus de que somos Hijos de Dios. Debe ser una persona divina,
además, porque en caso contrario no podría escudriñar los secretos que están ocultos en la
mente de Dios. “Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del
hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios”
(1 Cor. 2: 11) (Manuscrito 20, 1906).
El príncipe del poder del mal puede ser mantenido en jaque únicamente por el poder de Dios
en la tercera persona de la Deidad, el Espíritu Santo (Special Testimonies, Serie A, No 10, pág.
37. Año 1897). (El Evangelismo, págs. 447-448)
En el contexto de la crisis de Kellog en 1905 Elena White escribió una advertencia a los obreros
conectados con la obra médica en la cual ella, sin ambigüedad apoyaba la doctrina de la
Trinidad (Evangelismo, pág. 446):
El Padre es toda la plenitud de la Deidad corporalmente, y es invisible para los ojos mortales.
El Hijo es toda plenitud de la Deidad manifestada. La Palabra de Dios declara que él es “la
imagen misma de su sustancia” (Heb. 1: 3). “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha
dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida
eterna” (Juan 3: 16). Aquí se muestra la personalidad del Padre.
El Consolador que Cristo prometió enviar después de ascender al cielo, es el Espíritu en toda la
plenitud de la Deidad, poniendo de manifiesto el poder de la gracia divina a todos los que
reciben a Cristo y creen en él como un Salvador personal. Hay tres personas vivientes en el trío
celestial; en el nombre de estos tres grandes poderes -el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo- son
bautizados los que reciben a Cristo mediante la fe, y esos poderes colaborarán con los súbditos
obedientes del cielo en sus esfuerzos por vivir la nueva vida en Cristo (Special Testimonies,
Serie B, No 7, págs. 62, 63. Año 1905).
M. L. Andreasen recuenta: “Recuerdo cuan asombrado estábamos cuando fue publicado por
primera vez el Deseado de Todas las Gentes, porque contenía algunas cosas que creíamos eran
increíbles. Entre otras cosas, la doctrina de la Trinidad, la cual no era generalmente aceptada
por los adventistas de entonces”. (The Doctrine of the Trinity in the Seventh Day Adventist
Denomination, pág. 20).
Durante el año 1909, Andreasen pasó 3 meses en Elmshaven donde pudo mirar los
manuscritos escritos por ella. El escribió: “En su propio manuscrito ví las declaraciones que yo
estaba seguro que ella no había escrito, que no podría haber escrito. Especialmente cuando fui
golpeado con la nueva cita, ahora familiar del Deseado de Todas las Gentes pág. 489 “En Cristo
hay vida original, que no proviene ni deriva de otra.”
Esta declaración en ese tiempo fue revolucionaria y me obligó a una completa revisión de mi
posición y de la denominación sobre la Deidad de Cristo.” (Testimony of M.L Andreasen,
octubre 15, 1953).
Esto, claramente tomó lugar mucho antes de la muerte de Elena White (la cual fue en 1915).
De este modo, la acusación de que sólo después de la muerte de Elena White fue introducida
en la iglesia la doctrina de la Trinidad, no tiene fundamento.
Necesitamos comprender que el Espíritu Santo, que es una persona así como Dios es persona,
anda en estos terrenos (Manuscrito 66, 1899. [Extracto de un discurso dado a los alumnos del
Colegio de Avondale, Australia.] ).
Identifica al Espíritu Santo con Cristo, luego identifica al Espíritu Santo con el Padre, y más
adelante identifica al Espíritu Santo con los ángeles.
La Inspiración dice:
El Padre es toda la plenitud de la Deidad corporalmente, y es invisible para los ojos mortales.
El Consolador que Cristo prometió enviar después de ascender al cielo, es el Espíritu en toda la
plenitud de la Deidad, poniendo de manifiesto el poder de la gracia divina a todos los que
reciben a Cristo y creen en él como un Salvador personal. Hay tres personas vivientes en el trío
celestial; en el nombre de estos tres grandes poderes -el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo- son
bautizados los que reciben a Cristo mediante la fe, y esos poderes colaborarán con los súbditos
obedientes del cielo en sus esfuerzos por vivir la nueva vida en Cristo (Special Testimonies,
Serie B, No 7, págs. 62, 63. Año 1905).
En esta cita, Fred Allaback dice que significa que hay un trío de 3 dioses vivientes en la familia
divina. Es triste ver cuán perfectamente simple es la oración en español reinterpretándola con
un sentido diferente a lo que realmente dice.
Otro de los argumentos favoritos de los anti-trinitarios. El registro histórico nos da un cuadro
diferente. Aunque el concepto de la Trinidad es Escritural, la doctrina fue formulada en el
Concilio de Nicea en el año 325 d.C.
El Concilio convocado por el emperador Constantino, se reunió en Nicea (Asia Menor) para
tratar con la controversia arriana.
De los 318 obispos, sólo 6 venían del occidente, y el resto venían de las iglesias orientales
donde el obispo de Roma tenía muy poca influencia. El mismo obispo de Roma no estuvo
presente, pero envió dos sacerdotes que lo representaran. Esto claramente contradice el
reclamo de que la Trinidad es una doctrina de origen católico.
Conclusión
Los primeros pioneros adventistas fueron antitrinitarios. A finales del 1890, Elena White
publicó artículos y libros donde hizo fuertes declaraciones apoyando el concepto de la
Trinidad, aunque nunca usó la palabra “Trinidad”.
Ya que muchos en la iglesia se opusieron a ello, más de 3 décadas se tomaron para que la
iglesia en general aceptara la doctrina.
En 1980 en Dallas, las creencias fundamentales fueron reiteradas de que hay un Dios: Padre,
Hijo y Espíritu Santo, una unidad de 3 personas coeternas.
Los adventistas modernos que se oponen a la Trinidad buscan recuperar la herencia de sus
pioneros con referencia a la Trinidad.
Creen que sólo después de la muerte de Elena White, la doctrina de la Trinidad entró a la
iglesia y que sus libros fueron manipulados y cambiados.
“No es esencial para nosotros ser capaces de definir con precisión qué es el Espíritu Santo... La
naturaleza del Espíritu Santo es un misterio. Los hombres no pueden explicarla, porque el
Señor no se la ha revelado. Los hombres de conceptos fantásticos pueden reunir pasajes de las
Escrituras y darles interpretación humana; pero la aceptación de esos conceptos no fortalecerá
a la iglesia. En cuanto a estos misterios, demasiado profundos para el entendimiento humano,
el silencio es oro” (HA, 43-44, 1911).
Mientras que la Trinidad es un misterio divino y ningún mortal podrá entenderla plenamente,
las Escrituras claramente indican la igualdad y la coexistencia eterna de las 3 personas de la
Deidad. Mientras que la razón humana no puede entenderlo, por fe podemos creerlo.