Discapacidad Intelectual
Discapacidad Intelectual
Discapacidad Intelectual
EJES TEMATICOS:
- DEFINICION
- CLASIFICACION
- CAUSAS
- APOYO
- SINTOMAS
- DIAGNOSTICO
- TRATAMIENTO
DEFINICION
• Es una alteración en el desarrollo del ser humano caracterizada por
limitaciones significativas tanto en el funcionamiento intelectual como
en las conductas adaptativas y que se evidencia antes de los 18 años de
edad. Afecta alrededor del 2% de la población general.
• Sin embargo, la mayoría de los niños con discapacidad intelectual (DI) no presentan síntomas perceptibles
hasta el periodo preescolar. Los síntomas se manifiestan a edad temprana en los más gravemente afectados.
Por lo general, el primer problema que notan los padres es un retraso en el desarrollo del lenguaje. Los niños
con discapacidad intelectual son lentos para usar palabras, unir palabras y hablar con frases completas. Su
desarrollo social es a veces lento debido al deterioro cognitivo y a las deficiencias del lenguaje. Los niños con
discapacidad intelectual pueden ser lentos para aprender a vestirse y a alimentarse por sí mismos. Algunos
padres no consideran la posibilidad de una deficiencia cognitiva hasta que el niño está en la escuela o en un
centro preescolar y se demuestra una incapacidad para mantener las expectativas normales para su edad.
• Los niños con discapacidad intelectual son más propensos que otros a tener problemas de comportamiento,
como crisis explosivas, rabietas y comportamiento físicamente agresivo o autolesivo. Estas conductas se
relacionan frecuentemente con situaciones frustrantes específicas, desencadenadas por la incapacidad de
comunicarse y de controlar los impulsos. Los niños mayores, que suelen ser ingenuos y crédulos para su edad,
son fácilmente víctimas de otros que se aprovechan de ellos o se dejan llevar a comportamientos y conductas
improcedentes.
• Entre el 20 y el 35% de las personas con deficiencia intelectual (DI) también presentan trastornos de la salud
mental. Son frecuentes sobre todo la ansiedad y la depresión, especialmente en los niños que son conscientes
de ser distintos de sus compañeros o que son acosados y maltratados debido a su discapacidad.
DIAGNOSTICO
• Detección prenatal
• Pruebas de cribado del desarrollo
• Pruebas formales intelectuales y de habilidades
• Pruebas de diagnóstico por la imagen
• Pruebas genéticas y de laboratorio
• Se pueden realizar pruebas de cribado antes del nacimiento (cribado prenatal) para determinar si el feto
presenta ciertas anomalías, incluyendo ciertos trastornos genéticos, que pueden causar discapacidad
intelectual.
• Cuando los médicos sospechan una discapacidad intelectual, los niños son evaluados por equipos de
profesionales, incluyendo personal de intervención temprana o personal escolar, un médico de atención
primaria, un neurólogo pediátrico o un pediatra del desarrollo, un psicólogo, un logopeda, un terapeuta
ocupacional o un fisioterapeuta, un educador especial, un trabajador social o un profesional de la enfermería.
Cuando existe sospecha de discapacidad intelectual, estos profesionales evalúan al niño mediante pruebas de
funcionamiento intelectual y búsqueda de una causa.
• Aunque la causa de la deficiencia intelectual del niño sea irreversible, la identificación del trastorno causante
permite predecir la futura evolución del niño, evitar otras pérdidas de habilidades, planificar cualquier
intervención que pueda aumentar el nivel de funcionamiento y asesorar a los padres por si existe riesgo de
tener otro hijo con el mismo trastorno
TRATAMIENTO
• Apoyo multidisciplinario
• La mejor atención para un niño con discapacidad intelectual es la que proporciona un equipo multidisciplinario compuesto por:
• Hay que tener en consideración el conjunto global de aspectos débiles y fuertes de la persona para determinar el tipo de apoyo
necesario. Deben tenerse en cuenta todos los factores relativos a la discapacidad física, problemas de personalidad,
enfermedad mental y habilidades interpersonales. Los personas con discapacidad intelectual y afectadas por problemas de
salud mental concomitantes, como depresión, han de recibir medicación apropiada en dosis similares a las administradas a
personas sin discapacidad intelectual. De todos modos, administrar medicamentos a estos niños sin proporcionarles terapia
conductual y sin realizar cambios en su entorno no suele ser eficaz.