Acerca de Este Libro
Acerca de Este Libro
Acerca de Este Libro
Esta es una copia digital de un libro que, durante generaciones, se ha conservado en las estanterías de una biblioteca, hasta que Google ha decidido
escanearlo como parte de un proyecto que pretende que sea posible descubrir en línea libros de todo el mundo.
Ha sobrevivido tantos años como para que los derechos de autor hayan expirado y el libro pase a ser de dominio público. El que un libro sea de
dominio público significa que nunca ha estado protegido por derechos de autor, o bien que el período legal de estos derechos ya ha expirado. Es
posible que una misma obra sea de dominio público en unos países y, sin embargo, no lo sea en otros. Los libros de dominio público son nuestras
puertas hacia el pasado, suponen un patrimonio histórico, cultural y de conocimientos que, a menudo, resulta difícil de descubrir.
Todas las anotaciones, marcas y otras señales en los márgenes que estén presentes en el volumen original aparecerán también en este archivo como
testimonio del largo viaje que el libro ha recorrido desde el editor hasta la biblioteca y, finalmente, hasta usted.
Normas de uso
Google se enorgullece de poder colaborar con distintas bibliotecas para digitalizar los materiales de dominio público a fin de hacerlos accesibles
a todo el mundo. Los libros de dominio público son patrimonio de todos, nosotros somos sus humildes guardianes. No obstante, se trata de un
trabajo caro. Por este motivo, y para poder ofrecer este recurso, hemos tomado medidas para evitar que se produzca un abuso por parte de terceros
con fines comerciales, y hemos incluido restricciones técnicas sobre las solicitudes automatizadas.
Asimismo, le pedimos que:
+ Haga un uso exclusivamente no comercial de estos archivos Hemos diseñado la Búsqueda de libros de Google para el uso de particulares;
como tal, le pedimos que utilice estos archivos con fines personales, y no comerciales.
+ No envíe solicitudes automatizadas Por favor, no envíe solicitudes automatizadas de ningún tipo al sistema de Google. Si está llevando a
cabo una investigación sobre traducción automática, reconocimiento óptico de caracteres u otros campos para los que resulte útil disfrutar
de acceso a una gran cantidad de texto, por favor, envíenos un mensaje. Fomentamos el uso de materiales de dominio público con estos
propósitos y seguro que podremos ayudarle.
+ Conserve la atribución La filigrana de Google que verá en todos los archivos es fundamental para informar a los usuarios sobre este proyecto
y ayudarles a encontrar materiales adicionales en la Búsqueda de libros de Google. Por favor, no la elimine.
+ Manténgase siempre dentro de la legalidad Sea cual sea el uso que haga de estos materiales, recuerde que es responsable de asegurarse de
que todo lo que hace es legal. No dé por sentado que, por el hecho de que una obra se considere de dominio público para los usuarios de
los Estados Unidos, lo será también para los usuarios de otros países. La legislación sobre derechos de autor varía de un país a otro, y no
podemos facilitar información sobre si está permitido un uso específico de algún libro. Por favor, no suponga que la aparición de un libro en
nuestro programa significa que se puede utilizar de igual manera en todo el mundo. La responsabilidad ante la infracción de los derechos de
autor puede ser muy grave.
El objetivo de Google consiste en organizar información procedente de todo el mundo y hacerla accesible y útil de forma universal. El programa de
Búsqueda de libros de Google ayuda a los lectores a descubrir los libros de todo el mundo a la vez que ayuda a autores y editores a llegar a nuevas
audiencias. Podrá realizar búsquedas en el texto completo de este libro en la web, en la página http://books.google.com
. tí f* ' •" «f . '
SI
2tnatxmua fotometría
G42KERAL Y DESCRIPTIVA.
TOMO I.
' f
1
BIBLIOTECA U.C.M.
5309028070
Don Francisco Ramon de Espes , Fernanda de
Córdova y Alagon, dimes de Brabante, Aragon,
Batan, Martínez de Luna etc. ; Duque de Ala
gon, Baron de Espes y Alfajarin, Conde de
Castelflorido etc. , Grande de España de primera
clase ; caballero de la Insigne Orden del Toison de
Oro, Gran Cruz de la Real y distinguida Orden
Española de Carlos III y de la Real y Mi
litar de San Hermenegildo. ; caballero de Justicia
de la esclarecida Orden de San Juan de Jerusa-
len etc. ; Gentil hombre de cámara de S. M. con
ejercicio; Capitan del Real Cuerpo de Guardias de
la Persona del Rey; Capitan General de ¡os Rea- 1
les Ejércitos ; Inspector del destacamento de In
fantería Real de Marina al servicio de ¡as Falúas
de S. M. ; Protector del Real Canal de Man
zanares y de la Real Escuela de Veterinaria de
Madrid etc. etc. q o 5.¡ /k. T l V O
DE
e.DMJfcClO GARCÍA ' '
A LA BlBL'.C . -
OELAESCUEUDEVETta.. • '
Excmo. Señor:
t
' "fe LA SUtiL.o':
■\ a ESCÜÍU PE iríl¿Ji.L.
ANATOMÍA VETERINARIA.
Introduccion i
De los cuerpos organizados a
De los anímales 8
De la organizacion de los animales i3
De los fluidos i4
De los sólidos animales ao
TRATADO PRIMERO,
ANATOMIA GENERAL 27
Tejido celular id.
Tejido celular comun 28
Tejido celular adiposo. 33
Tejido adiposo de los huesos 34
[XII]
DEL SISTEMA VASCULAR 33
De las arterías 46
De los vasos capilares. 4-9
De las venas • 51
De los ganglios vasculares. « . 54
Del tejido erectíl. ............. 55
De los vasos linfáticos. . 56
De los ganglios linfáticos 5g
DEL SISTEMA NERVIOSO 6l
De los centros nerviosos 65
De los ganglios nerviosos 67
De los nervios cerebro -espinales 69
De los nervios ganglionarios 7a
DEL SISTEMA GLANDULAR 75
DEL sistema seroso (membranas serosas^. 80
DEL SISTEMA FIBROSO. . 86
De los ligamentos 87
De los tendones .. . . 88
De las aponeurosis. .............. 89
Delperiostio. gi
DEL SISTEMA FIBRO-CARTILAGINOSO. ... g4
DEL SISTEMA CARTILAGINOSO 96
DEL SISTEMA HUESOSO 99
De las articulaciones de los huesos 117
De la sinfisis de los huesos.. . ...... 121
DEL SISTEMA MUSCULAR. 132
De los músculos estemos ó de ¿a vida animal. 123
De los músculos internos (orgánicos de Bichat). 128
[XIII ]
BEL SISTEMA TEGUMENTARIO. ...... l3l
DEL SISTEMA mucoso (membranas mucosas). 1 3a
Del sistema tegumentario estenio 1 4°
De las dependencias del tegumento esterno. . líj
De los pelos id.
De los cascos ó uñas i49
TtlAtADÓ SEGUNDO.
DE LOS ANIMALES.
ANATOMÍA GENERAL.
TEJIDO CELULAR.
ÜE LAS yEN¡4.S..
i
[75]
de asegurarse qne transmiten la fuerza nerviosa
á los órganos de las funciones involuntarias, sin
que puedan conducir al centro de percepcion las
impresiones recibidas por estos órganos, al me
nos que una enfermedad no estimule su accion.
DE LOS LIGAMENTOS.
. .. DE LOS TENDONES.
.. . DE LAS APONEUROSIS.. .. , .
DEL PERIOSTIO.
'',.!.' • »
Se da este nombre á una membrana fibrosa
que cubre toda la superficie esterna de los hue
sos, acomodándose á la figura que estos presen
tan. Esta membrana no es continua por todas
partes; su continuidad no está interrumpida si
no en las articulaciones de movimiento; pero
cuando llega á las inmóviles pasa de un hueso
á otro sin interrupcion cubriendo las articula
ciones.
lía adherencia del periostio con los huesos
es débil en los animales jóvenes; pero muy
íntima en los adultos, sobre todo en las estre-
midades de los huesos largos , y en los huesos
COrtOS. • " 9iir' i .' ... i.
En los puntos en que el hueso tiene muchos
[9>]
poros y agujeros la adherencia es muy íntima,
y suelta prolongaciones que acompañan á lo»
vasos hasta que atraviesau los agujeros donde
se repliega. " > ¡
- Algunos anatómicos han creido que el pe
riostio cuando llega á los agujeros por donde
penetran los vasos de primer orden en lo»
huesos largos, los acompaña hasta la cavidad
medular donde forman el periostio interno; pe
ro solo basta para probar lo contrario tener pre
sente la naturaleza de la membrana medular y
del periostio como igualmente stís propiedades.
Cuando el periostio envuelve á los cartílagos,
recibe el nombre de perícondrio; pero su ad
herencia es menos íntima que con los huesos,
y no envia en los cartílagos tantas prolonga
ciones como en los huesos.
Los usos del periostio son: i." defender los
huesos de la acción de los órganos que se mueven
en su superficie : a .■• robustecer las paredes de
los vasos que atraviesan por él : 3.° favorecer
la regularidad con que se distribuyen los sucos
nutricios; y 4-° servir de inserción á los liga
mentos, tendones y aponeurosis.
La organización de los tejidos fibrosos es con
corta diferencia 3a misma en todos ellos, á pe
sar de las diversas formas que presentan como
ya hemos indicado. - ■ tt-ti'j * -l • >í
[93]
Estos tejidos se componen de una fibra pro
pia y del tejido celular y algunos vasos. Esta
fibra llamada albugínea es blanca , dura , algo
elástica, insensible y poco ó nada contráctil; pe
ro su resistencia es mayor que la de todos los
demás tejidos.
El tejido celular existe en los órganos fibro
sos ; pero es muy corto y resistente, y su can
tidad está en razón de la mayor ó menor re
unión de las fibras.
Los vasos son poco numerosos en los tejidos
fibrosos; sin embargo , son mucho mas y éstan
mas desarrollados en la dura mater y el» el
periostio que en los demás tejidos donde apenas
te perciben. . . ■» ; '•■ ; •
Los nervios y vasos absorventes no se han
demostrado por la disección, y solo puede juz
garse de su existencia por fenómenos particulares.
La blancura, la resistencia y la poca elas
ticidad de estos tejidos los dan á conocer á sim
ple vista.
La estensibilidad del tejido y la contractili
dad son poco manifiestas; aunque se observan
en la dura mater y en otras membranas; pero
para que esto se verifique es preciso se haga
gradualmente y con mucha lentitud.
- : En el sistema fibroso no existen nunca la
contractilidad animal ni la orgánica sensible;
[g4]
pero tiene como todos los órganos la sensibi
lidad orgánica y la contractilidad orgánica in
sensible.
En el primer estado del embrion se confun
den estos tejidos con las demas partes, y solo
cuando estan formados otros muchos órganos
es cuando se perciben los vestigios de aquellos;
pero cuando estos se distinguen , se observa
mucha mas resistencia en sus fibras que en las
demas partes , la cual se aumenta á medida que
el desarrollo continúa sus progresos.
Segun los animales crecen en edad, es mas
fuerte y apretado el sistema fibroso; pero en
los adultos llega á ser mucho mas, de modo
que en la vejez es tal la consistencia y la re
sistencia que ofrece este tejido , que se presta
con dificultad á la maceracion , y resiste á la
putrefaccion.
\
1 104]
vertebral etc., que son las que están destinadas
á alojar los órganos mas esenciales de la vida.
Las cavidades reciben sus nombres por compa
raciones vulgares de otros cuerpos , y algunas
por su situación, dirección y magnitud , y así
se llaman fosas, senos, canales etc. Hay también
en los huesos cavidades que los atraviesan de
fuera adentro, las cuales dan paso á los vasos
sanguíneos. Estas cavidades llamadas por algu
nos de nutrición, son muy diminutas en los hue
sos cortos y en las estremidades de los largos;
pero en los que tienen cavidad medular solo se
encuentra uua en su cuerpo y en algunos dos,
que dan paso á los vasos de mayor calibre, que
penetran en lo interior y se ramifican en el
órgano medular.
Estas cavidades mas pequeñas son mucho mas
numerosas en el feto que en los jóvenes, y mu-i
cho mas que en los adultos y viejos, á causa de
que cuando se verifica la osificación desapare-r
cen obliterándose, y por consiguiente dejan de
dar paso á los vasos.
La densidad del tejido huesoso es considera
ble, pero relativa á las diferentes especies de
huesos que examinamos; así se observa que en
los huesos largos es mayor la densidad, parti
cularmente en^su cuerpo; en los planos en su
parte media t y es muy poca en los cortos , de
[ io5 ]
donde se deduce que será tanto mayor la den
sidad en los huesos, cuanto estos tengan mas
tejido compacto , lo que se? verifica de prefe
rencia en los animales viejos mas que en los
jóvenes.
El espesor de los huesos es mayor en los ani
males viejos; pero hay algunos en que es mas
considerable en los animales jóvenes y aun en
el feto, lo que se verifica en aquellos que tienen
cavidad medular y senos que no se forman
hasta que el hueso se desarrolla completamente.
. El tejido de los huesos así como el de la
mayor parte de los demas órganos, se presenta ba
jo el aspecto de fibras, cuya naturaleza es en to
das partes la misma , pero sin embargo tiene
dos modificaciones principales por la diversa
disposicion en que se hallan: así es que estas fi
bras estan mas ó menos separadas y presentan
una multitud de células en una parte del hue
so formando un tejido esponjoso , y en la otra
estan apretadas unas con otras , y componen
una sustancia compacta en la cual es dificil dis
tinguirlas: de aquí proviene la division del teji
do huesoso en esponjoso ó celular, y en com
pacto : tambien se admite otro que llaman re
ticular ; pero esto no es mas que una modifi
cacion del primero , y solo se le encuentra en
la parté media de la cavidad medular.
El tejido esponjoso 6 celular no existe en los
primeros periodos de la osificacion, pues su for
macion es debida á la época en que el fosfato'
calcáreo se agrega á la gelatina .del cartílago.
primitivo, con lo que adquiere el hueso la na
turaleza de tal. . '. ,.
Cuando se desarrolla enteramente este tejido
se presenta formando pequeñas cavidades que?
se manifiestan á simple vista; pero estas estan
formadas de pequeñas láminas sumamente fi
nas, que forman un entrelace tan confuso que
es muy dificil determinar donde principia á ma
nifestarse esta disposicion y donde finaliza. . ..:
La cantidad del tejido esponjoso y el número
de cavidades que forma son relativas á la espe-
cie de hueso que se examine y á las diferente*
partes en que estos se dividen.
En los huesos largos ocupa las estremidades
y los estremos de la cavidad medular, donde
forma la figura de una esponja, y á medida que
se aproxima hácia la superficie esterna, las cavi-;
dades son mas y mas pequeñas, y sus láminas
tienen mas espesor. .':
En los huesos planos abunda poco este teji^
do, y solo se observa en la circunferencia ó don
de el hueso tiene mas espesor.
En los huesos cortos es mucha la cantidad de
este tejido, y en todos conserva la mismá dispo
[ i°7 3
sicion. Se puede decir por regla general que en
todos los huesos, sea cualquiera la clase á que per
tenezca, el tejido esponjoso es mas abundante
donde hay eminencias muy salientes , ó donde
tienen mucho espesor.
El tejido compacto está compuesto de fibras
duras y muy apretadas , de modo que no dejan
entre sí las cavidades que el esponjoso, de cuya
aproximacion resulta la densidad tan notable que
distingue á los huesos de los demas tejidos. La
dirección de las fibras es longitudinal en los hue
sos largos , en forma de rayos en los planos , y
estan entrecruzados en los cortos. Estas tres dis
posiciones de las fibras del tejido compacto pa
rece que dependen enteramente del modo de
verificarse la osificacion, y en efecto, en el ór-
den de formacion de sus cartílagos primitivos se
ve que estos órganos se agregan el fosfato cal
cáreo en la misma forma.
La cantidad de tejido compacto es mucho ma
yor en la parte media de su cuerpo, y á medi
da que se aproxima á sus estremidades disminu
ye y adelgaza de modo que forma una capa muy
delgada donde el tejido esponjoso abunda mas.
En los huesos planos forma el tejido compac
to dos láminas separadas en algunos parages
por el tejido esponjoso, y su espesor es mayor
en el centro del hueso que en su circunferencia.
/
[ m8>
En los huesos cortos abunda muy poco el te
jido compacto, pues estos tienen Ja misma dis
posición que las estremidades de los huesos lar
gos. Se puede pues concluir, que estos dos teji
dos están diametralmente opuestos, pues donde
uno abunda el otro está en poca cantidad y vi
ceversa.
Aunque los tejidos de que acabamos de hablan
tengan formas diferentes,, están compuestos de
fibras de una misma naturaleza, pero diversa
mente modificadas, de modo que mientras en.
uno las fibras están enrarecidas , en el otro se
condensan y se hacen mas compactas , y anali
zándolas químicamente constan de unos mismos,
elementos.
Ademas del tejido propio que entra en la for
mación de los huesos, entran otros como par
tes comunes: efectivamente, aunque los antiguos
colocaban á los huesos entre las partes blancas,,
frías y espermáticas, se ve á simple vista que es
tos órganos reciben mucha cantidad de vasos
sanguíneos. Estos forman tres órdenes que pe
netran por las cavidades de nutrición en la sus
tancia de los huesos y en sus cavidades internas.
Los vasos de primer orden llamados así por
su mayor calibre están destinados esclusivamen-
le á la cavidad medular de los huesos largos;
su número es igual al de las cavidades, y así
1 1°9 ]
*}ue penetran en ellas se dividen en dos ramos,
de los cuales el mayor sigue la dirección del hue
so, y el otro se dirige al lado opuesto: estos
ramos se dividen y subdividen en otros meno
res que se ramifican en la membrana medular
y en el tejido esponjoso donde se anastomosan
con los de segundo orden.
Los vasos de segundo orden pertenecen á las
estremidades de los huesos largos, y á toda la
estension de los cortos ; su número es bastante
considerable, y se reparten por entre las lámi
nas y cavidades del tejido «sponjoso.
Los de tercer orden son aquellos que pene
tran por el tejido compacto del cuerpo de los
huesos largos. En el feto son muy numerosos;
pero á medida que se va absorviendo la gela
tina y depositando el fosfato de cal, desapare
cen las cavidades , se obliteran los vasos, y el
hueso se hace mas denso y compacto.
Se ignora hasta el dia si los huesos tienen va
sos absorventes y exhalantes ; pero si se verifica
en ellos la nutrición no puede dudarse su exis
tencia.
" El tejido celular se encuentra en poca can
tidad, y aun esta no se manifiesta sin alguna
preparación ó enjertas afecciones morbosas.
Tampoco puede probarse que existen nervios
en los huesos , pero si estos son susceptibles de,
[no] y
padecer enfermedades, debe suponerse tengan
vida y por consiguiente los fenómenos de sus
propiedades.
Las propiedades físicas de estos órganos son
las que mas los dan á conocer y establecen las
diferencias con los demás tejidos.
El color de los huesos es de un blanco ama
rillento; pero este es relativo en las diferentes
edades, en las varias especies de animales, en
los diversos huesos y aun en las partes en que
estos se dividen, de modo que el color de los
huesos depende de la mayor ó menor cantidad
de sangre que reciben y de humores que los lu
brifican; pues se observa que cuando estos hu
mores se separan de Ios-huesos se quedan ente
ramente blancos.
La solidez y la dureza, que son el distintivo
particular de los huesos, provienen de la canti
dad de fosfato calcáreo que los penetra, y así es
que á medida que los huesos van desarrollán
dose, también se van aumentando estas propie
dades, porque cada vez predomina mas esta sus
tancia. La elasticidad es otra de las propiedades
físicas de los huesos, pero se halla en un ór-
den inverso con respecto á las dos anteriores;
pues como esta depende de 13 sustancia gelati
nosa, es tanto mayor cuanto mas abunda este
principio; de modo que la elasticidad se va dis
«iinuyendo á proporcion que los animales avan
zan en edad, y en la vejez pierden enteramente
la flexibilidad y la elasticidad.
Las propiedades del tejido son muchas veces
muy manifiestas á pesar de la gran solidez y
densidad del tejido huesoso. La estensibilidad
huesosa se observa en algunas afecciones mor
bosas como las dilataciones de los senos maxi
lares en las escrecencias poliposas, en el hidra1.
céfalo etc. La contractilidad del tejido es muy
manifiesta en los huesos luego que ha cesado la
causa que distendía sus fibras.
Los huesos carecen casi de propiedades de vi
da. La sensibilidad es enteramente nula, pues
se cortan, sierran etc. sin que den señales de
sentir; pero en «1 estado patológico se desar
rolla esta propiedad en un alto grado. La con
tractilidad animal es nula en el sistema huesoso.
Las propiedades orgánicas existen en los huesos,
mientras se verifica en ellos la nutricion y cir-
culacion de los humores.
" Los huesos reunidos y colocados en sus situa
ciones naturales, forman el esqueleto ó armazon,
contribuyen pasivamente á la locomocion ha
ciendo unos el oficio de palancas que los mús;.
culos ponen en movimiento, otros dan insercion
á varios tendones, músculos, ligamentos etc¿,
forman muchas cavidades que alojan órganos
[na] f> I
interesantes á lá vida, y los defienden de la ac-»
cion de los cuerpos estemos; sostienen todas las
partes blandas, concurren al ejercicio de algunas
funciones orgánicas ; son en algunos animales
instrumentos de su defensa, y también nos dan
á conocer la edad por los cambios sucesivos que
esperimentan.
La formación de los huesos , la osificación ó
la osteogenesia es un fenómeno que en todos
tiempos ha ocupado la atención, y que en efec—
to es muy digno de notarse.
Los huesos esperimentan en su desarrollo
mutaciones tanto mas notables cuanto mayor
es la correspondencia que hay éntrelos diversos
estados, por los que pasan, y otros análogos pe
ro permanentes que se observan en los ani
males.
Desde que los huesos principian á delinearse
hasta su completo desarrollo presentan muchas
modificaciones; así se observa que en su prin
cipio están formados de una sustancia entera
mente líquida , después se hace mucosa ó gelatir
nosa, cartilaginosa , y algunas veces fibro-carti-
laginosa, hasta que por último se convierte en
propia sustancia huesosa. ¡. ^
■ Es muy difícil marcar las épocas en que se
verifican estas metamorfosis; pues solo se ob
servan mas bien por los caracteres físicos de la
f ii3]
sustancia que forma los huesos, que por su na
turaleza y modo de formarse.
Al principio todos los huesos presentan 'una
sustancia homogénea algo fluida , que poco á
poco se va concretando; sin embargo, es trans
parente y sin color, crece entonces mas bien
por vegetación, y forman un todo continuo que
se divide mas tarde, y á esto es á lo que llamamos
estada mucoso. Este estado es en esta época idén
tico al que presentan todas las demás partes, de
suerte que no puede distinguirse con especialidad
á las demás ni á los huesos; pero no podemos
rigurosamente considerar como estado mucoso
mas que aquel que se manifiesta en una época
mas adelantada de la nutrición huesosa, en la
cual se distinguen ya los huesos al través de la
transparencia que conservan las demás partes,
y tienen mayor consistencia que todas ellas , de
modo que aquí concluye ya la apariencia de este
estado, y se presenta el ternilloso.
Difícil es poner una línea de demarcación: en
tre estos dos estados, y determinar la época en
que se verifica su cambio; pero sí es el resul
tado de la actividad en la circulación y la acu
mulación de mucha sustancia gelatinosa en es
tos órganos. En este estado los huesos van ad
quiriendo mayor consistencia por la mucha can
tidad de gelatina que se apropian , la cual se
tomo i. 8
deposita en la misma direccion en que ha de de
positarse en lo sucesivo el fosfato de cal, ob
servándose constantemente que la cantidad es
mayor en el centro del cuerpo de los huesos
largos , en el centro de los planos y en la cir
cunferencia de los cortos, sitios en que deben
presentarse mas tarde los puntos de osificación*
En el estado de cartílago carecen los huesos
de cavidad medular; pero se observa el vestigio
de ella que sucesivamente se va ensanchando y
adelantando hácia sus estremidades, en cuyo ca
so adquiere una forma cilindrica, se desenvuel
ve la membrana medular y penetran ya los va
sos en este órgano. •
La formacion de esta cavidad parece ser de
bida á la absorcion de la gelatina y á la exha
lacion del fosfato calcáreo que principia á ma
nifestarse en las demas partes del hueso, y sobre
todo en aquellas que se convierten mas pronto
en sustancia huesosa, y es cuando cesa el esta
do ternilloso y aparece el óseo.
Este estado particular de los huesos es el que
les da sus caracteres distintivos; pero en los ani
males se .observan estos cambios con mas rapidez
que en el hombre. En esta época el hueso ad
quiere mas densidad, despues un color mas ba
jo, y por último se presenta de un amarillo que
es muy perceptible en su parte media, es decir,
en aquel parage donde debe empezar ta osifica
ción. Los rasos que solo conducian glóbulos
blancos, reciben los rojos de la sangre y se pre
senta un punto rojizo en los parages de su osi
ficación primitiva.
Generalmente hablando son siempre insepa
rables los estados cartilaginoso y huesoso, pues
los fenómenos que se observan en la absorción
de la gelatina y exhalación del fosfato calizo no
tienen un término medio, y mientras en unas
partes se aumenta la absorción de una sustancia
sé disminuye la exhalación de la otra , repro
duciéndose estos fenómenos alternativamente y
sin intermisión.
La osificación no se verifica á un mismo tiem
po én todos los huesos, ni en todas las partes
de uno mismo.
En los huesos largos es donde primero se ad
vierte estefenómeno,con especialidad en su parte
media, donde se forma una especie de cilindro
compuesto de fibras muy delgadas que se van
engruesando y alargando poco á poco hacia sus ,
estremidades que por lo común tienen aun un
aspecto cartilaginoso.
En los huesos aplanados se observan casi
siempre dos puntos de osificación á los lados
de la línea media; pero hay algunos en que solo
se nota uno, y otros donde se encuentran mu
Oi6]
chos distribuidos sin órden ni regularidad. Por
lo comun los huesos que mas pronto se desen
vuelven son los del cráneo ; pues aunque son
muy delgados y flexibles en los primeros tiem
pos, se endurecen con mucha rapidez y adquie
ren una consistencia mas considerable que los
demas huesos. Los cortos se osifican mas tarde
que los precedentes. El cuerpo de las vértebras
se osifica antes que el resto de estos huesos, y
es donde se presenta el punto amarillento que
se estiende despues á toda la superficie.
La osificacion en estos huesos se verifica del
mismo modo y á la misma época que en las
estremidades de los huesos largos y las eminen
cias que participan de su carácter. Poco despues
del nacimiento se acumula el fosfato calizo en
os huesos en tanta cantidad que hasta los car
tílagos diartrodiales tienen sus caracteres, de mo
do que no quedan mas que los cartílagos inter
articulares y los que participan de un carácter
fibroso.
Cuando los huesos pueden recibir el nombre
de tales dejan de estenderse en su longitud;
pero su incremento en espesor continúa por mu
cho tiempo siguiendo la ley general de los de-
mas órganos hasta su fin.
DE LAS ARTICULACIONES DE LOS HUESOS.
DE LOS PELOS.
anatomía descriptiva*
tomo i. IX
[ i6a]
DEL TRONCO.
El tronco comprende el raquis, el torax., ol
cráneo, la cara, y la pelvis.
VÉRTEBRAS CERVICALES.
DIFERENCIAS GENERALES.
DEL TORAX.
DEL ESTERNON.
DE LAS COSTILLAS.
BEL CRANEO.
DEL FRONTAL.
DEL PARIETAL.
DEL OCCIPITAL.
. . DEL ETMOIDE.
t>EL TEMPORAL.
DEL SUBNASAL.
BEL CIGOMÁTICO.
DEL PALATINO.
DE LOS CORNETES
/yDEL VOMEfc.
DE LOS DIENTES.
1
[w8]
la mandíbula anterior cargan sobre los de la.
posterior haciendo variar sus formas , y adquie
ren tambien un color algo amarillento.
Los colmillos estan implantados en los espa
cios interdentarios; su parte libre presenta una
forma piramidal ligeramente aplanada de fuera
adentro , y en su parte interna presentan un
canalito mientras que la esterna tiene algunas li
geras líneas, cuya forma la pierden con la edad,
quedando entonces mas corto y redondeado.
La raiz de estos dientes implantada en los
alveolos, difiere muy poco de la de los dientes
incisivos.
Los molares son mas gruesos que los prece
dentes, y los de la mandíbula anterior mucho
mas que los de la posterior: tanto los unos co
mo los otros tienen en sus caras laterales algu
nos surcos y líneas bastante salientes , y en las
caras en que se rozan los unos con los otros,
presentan algunos pequeños tubérculos entre
cortados por varias ranuras transversales que se
desgastan con la edad, y quedan perfectamente
lisas. Las caras por donde se unen las muelas de
delante con las de atras, presentan una sucesion
de eminencias y cavidades que se reciben mutua
mente presentando la misma figura aunque en
sentido inverso la circunferencia y paredes in
ternas de las cavidades alveolares.
[219 J
Las muelas anteriores tienen tres ó cuatro
raices de poca longitud, y están encerradas en
otras tantas cavidades de los alveolos. Las cua
tro muelas del medio son mayores que las dos
de los estremos, y su figura es casi la misma,
escepto la^primera que es triangular.
Las cinco primeras muelas de la mandíbula
posterior solo presentan dos raices, y la sesta
tiene tres; su figura es la misma que las anterio
res, menos la primera que es mas pequeña y trian
gular.
Ademas de la disposición de los dientes para
estar implantados por sus raices en los alveolos,
están sujetos por una membrana mucosa que
procede de la encía á las paredes internas y á
toda la circunferencia de los alveolos.
Diferencias. En los didáctilos el número de
dientes es de treinta y dos, pues solo tienen ocho
dientes incisivos en la mandíbula posterior, dis
tinguidos con los nombres de pinzas ó palas que
son los dos primeros, cuatro medianos y dos es
tremos. Estos dientes son menos largos y grue
sos que en los monodáctilos, y tienen un cuello
sensible revestido por la encía.
Los molares tienen las mismas disposiciones
que en los monodáctilos , solo que son mas
cortos.
En los tetradáctilos son generalmente mas
[ 222 ]
y gato los cartílagos fibrosos que fijan las gran
des ramas al temporal y á las pequeñas, son lar
gos y muy flexibles.
DEL COXIS.
DEL MUSLO.
DEL TIBIA.
DE LA RÓTULA.
DE LA POLEA Ó ASTRAGALO.
DEL CALCANEO.
DEL METATARSO.
DE LOS PERONES.
DE LOS SESAMOIDEOS.
DEL NAVICULAS.
DE LA ESPALDA.
DE LA ESCÁPULA Ú OMOPLATO.
DEL BRAZO.
DEL HÚMERO.
DEL ANTEBRAZO.
DEL RADIO.
DEL CUBITO.
DE LA RODILLA Ó CARPO.
::