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2tnatxmua fotometría

G42KERAL Y DESCRIPTIVA.

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TOMO I.

' f

IMPREHTA, CALLE DEL AMOR AE DIOS, H.* ij¡.


1834.

1
BIBLIOTECA U.C.M.

5309028070
Don Francisco Ramon de Espes , Fernanda de
Córdova y Alagon, dimes de Brabante, Aragon,
Batan, Martínez de Luna etc. ; Duque de Ala
gon, Baron de Espes y Alfajarin, Conde de
Castelflorido etc. , Grande de España de primera
clase ; caballero de la Insigne Orden del Toison de
Oro, Gran Cruz de la Real y distinguida Orden
Española de Carlos III y de la Real y Mi
litar de San Hermenegildo. ; caballero de Justicia
de la esclarecida Orden de San Juan de Jerusa-
len etc. ; Gentil hombre de cámara de S. M. con
ejercicio; Capitan del Real Cuerpo de Guardias de
la Persona del Rey; Capitan General de ¡os Rea- 1
les Ejércitos ; Inspector del destacamento de In
fantería Real de Marina al servicio de ¡as Falúas
de S. M. ; Protector del Real Canal de Man
zanares y de la Real Escuela de Veterinaria de
Madrid etc. etc. q o 5.¡ /k. T l V O
DE
e.DMJfcClO GARCÍA ' '
A LA BlBL'.C . -
OELAESCUEUDEVETta.. • '

lia gratitud J el respeto colocan al frente


de esta obra el aprcciable nombre de V. E.
como el mas digno de honrar la memoria de
su Autor, y como uno de los mas débiles testi
monios de los verdaderos sentimientos que ani
man á su mas reconocido subdito Q. B. L. M.
de V. E.

Excmo. Señor:

t
' "fe LA SUtiL.o':
■\ a ESCÜÍU PE iríl¿Ji.L.

Ijos inmensos progresos que ha hecho la me


dicina veterinaria de algunos años á esta parte,
han sido ciertamente debidos al estudio déla
organización de los animales y al de las cone
xiones que tienen entre sí las diferentes partes
que los forman.
Casi tóalos los autores, tanto nacionales co
mo estrangeros, se han dedicado esclusivamen-
te á manifestar la descripción de los órganos
del cuerpo del caballo , y han fijado muy poco
]a atención en el conocimiento de los demás
animales en quienes la Veterinaria ejerce su
imperio.
La anatomía veterinaria para que pueda re
cibir este nombre no debe limitarse á estos co
nocimientos, sino al de la organografia de to
dos los animales domésticos, ó á todos aquellos
donde la medicina estiende sus vastos conoci
mientos.
[ VIH ]
Por esta razón he cuidado en la formación
de este tratado de reunir á la descripción de
los órganos del caballo las diferencias mas no
tables que se observan en los demás animales;
no con aquella proligidad con que se ha hecho,
en la anatomía comparada , sino solamente del
modo mas conveniente para tomar algunas ideas
que puedan ser aplicables á otras materias.
Para redactar estos elementos me he aprove
chado de las luces de los nías célebres anatómicos,
habiendo colocado á mi entender por este me
dio la anatomía veterinaria en el alto grado de
perfección en que se halla en el día en todas las
escuelas de las ciencias de curar.
En la introducción doy ideas generales de los
séres organizados , y de algunos caracteres que
Ies son. comunes , como asimismo de los que
los hacen diferenciar ; y también manifiesto los
atributos de los animales , dando ademas una
ojeada sobre su organización.
Divido la anatomía en dos tratados diferen
tes : en el primero se comprende la general, y
en el segundo la descriptiva.
La clasificación de la primera se funda en
el conocimiento de los diferentes tejidos que
componen los órganos, en los cuales examina
mos su naturaleza, propiedades, y la diversa
organizacion que caracteriza á cada uno de ellos.
En la anatomía descriptiva adoptamos una cla
sificacion por aparatos orgánicos, la cual al pa
so que nos facilita su conocimiento por medio
de un órden seguido y metódico en la descrip
cion de los órganos , hace tambien una aplica
cion directa á la fisiologia , pues está fundada
en el órden con que se describen las funciones.
Estas clasificaciones estan adoptadas por casi
todos los anatómicos modernos , de cuya utili
dad estamos convencidos , pues así nos lo ha
demostrado la esperiencia de algunos años que
hace que tenemos á nuestro cargo esta ense
ñanza.
En una obra elemental es dificil poder abra
zar cuanto requiere una completa instruccion;
pero en nuestras esplicaciones y conferencias
aclaramos suficientemente las materias, y tene
mos el cuidado de recomendar para lo sucesi
vo á nuestros discípulos las escelentes obras ma
gistrales que hay escritas sobre ellas.
Me seria muy satisfactorio haber llenado mis
deberes, tanto en la parte científica cuanto en
[ x 1
el lenguaje y órden de materias, pues un curso
formado para jóvenes cuyos conocimientos pre
liminares son por lo comun muy limitados, re
quiere circunstancias poco comunes en las obras
magistrales.
Si mis trabajos llegasen á merecerla acepta
cion que otras infinitas obras que se han pu
blicado sobre el mismo objeto , tendria la gra
ta satisfaccion de haber contribuido á la pro
pagacion de los conocimientos de una ciencia
que me honro de profesar, y que tantas utilida
des proporciona al estado; en lo cual única
mente cifro mi recompensa.
INDICE

»E LAS MATERIAS CONTENIDAS EN ESTE TOMO.

Prólogo. Pág. VII

ANATOMÍA VETERINARIA.

Introduccion i
De los cuerpos organizados a
De los anímales 8
De la organizacion de los animales i3
De los fluidos i4
De los sólidos animales ao

TRATADO PRIMERO,

ANATOMIA GENERAL 27
Tejido celular id.
Tejido celular comun 28
Tejido celular adiposo. 33
Tejido adiposo de los huesos 34
[XII]
DEL SISTEMA VASCULAR 33
De las arterías 46
De los vasos capilares. 4-9
De las venas • 51
De los ganglios vasculares. « . 54
Del tejido erectíl. ............. 55
De los vasos linfáticos. . 56
De los ganglios linfáticos 5g
DEL SISTEMA NERVIOSO 6l
De los centros nerviosos 65
De los ganglios nerviosos 67
De los nervios cerebro -espinales 69
De los nervios ganglionarios 7a
DEL SISTEMA GLANDULAR 75
DEL sistema seroso (membranas serosas^. 80
DEL SISTEMA FIBROSO. . 86
De los ligamentos 87
De los tendones .. . . 88
De las aponeurosis. .............. 89
Delperiostio. gi
DEL SISTEMA FIBRO-CARTILAGINOSO. ... g4
DEL SISTEMA CARTILAGINOSO 96
DEL SISTEMA HUESOSO 99
De las articulaciones de los huesos 117
De la sinfisis de los huesos.. . ...... 121
DEL SISTEMA MUSCULAR. 132
De los músculos estemos ó de ¿a vida animal. 123
De los músculos internos (orgánicos de Bichat). 128
[XIII ]
BEL SISTEMA TEGUMENTARIO. ...... l3l
DEL SISTEMA mucoso (membranas mucosas). 1 3a
Del sistema tegumentario estenio 1 4°
De las dependencias del tegumento esterno. . líj
De los pelos id.
De los cascos ó uñas i49

TtlAtADÓ SEGUNDO.

ANATOMÍA DESCRIPTIVA. . . • V . ... i6l


De los órganos del aparato locomotor. > id.
Del esqueleto y sus dimisiones. 162
Del tronco. i65
Del raquis 6 espinazo. . . id.
De las vértebras en general 168
Délas vértebras en particular 170
De las vértebras cervicales. ........ id.
De las vértebras dorsales. ...... . . Iy3
De las vértebras lombares. . ....... . 174
Diferencias generales. ... . . . . . . . 175
Del torax 177
Del esternon id.
De las costillas. 180
Del cráneo. . . . . i83
Delfrontal. . . . id.
Del parietal. 186
Del occipital 188
[ xiv 1
Del esfenoides ig i
Del etmoides ... 19 3
Del temporal ig5
De la cara igg
De los huesos de la mandíbula anterior. . . id.
Del maxilar superior id.
Del maxilar pequeño 202
Del subnasal ao3
Del lagrimal ó angular 2o£
Del cigomático 206
Del palatino 207
Del terigoideo 208
Délos cornetes nasales 2 0g
Del vomer. . . 211
De la mandíbula posterior 212
De los dientes. 2i5
Del hioides 220
De la. pelvis. 222
Del hueso sacro id.
Del coxis 224.
De los huesos coxales ó de la pelvis 22 5
Délos miembros posteriores ó abdominales. . 23 1
Del muslo. . id-
De/ hueso fémur.
De la pierna. . . . . 235
Del tibia. . ... . . . . . id.
Del peroné. . 237
Dk la rótula. .......... - . • .. • 238
[XV]
Del corvejon ó tarso 2%
De los huesos tarsianos id
De la polea ó astragalo 24
Del calcaneo. id
Del grande y pequeño escafoides 24
De los huesos disforme é interhuesoso. ... id
Del metatarso. 24
De la caña 243
De los perones. 244
De los sesamoideos . 245
De los falanges ...... 246
De la cuartilla ó primer falange. ...... id
De la corona ó segundo falange. . .... 247
Del tejuelo y navicular ó tercer falange. . . 248
Del navicular 249
De los miembros anteriores ó torácicos. ... id
De la espalda id
De la escápula ú omoplato 2 5(
Del írazo 25:
Del húmero id
Del antebrazo 25
Peí radio . . 25t
Del cubito 25
De la rodilla ó carpo 25¡
De los huesos carpianos id
De los huesos metacarpianos 261
Descripcion particular de los ligamentos. ... 26
De los ligamentos de la parte central del tronco. i(
De los ligamentos de las costillas. . . . . . 264
De los ligamentos de la pelvis. ....... a65
De los ligamentos de la cabeza. ...... 266
De los ligamentos de los miembros abdominales. 267
De los ligamentos de la tibia y huesos del tar
so, de los que sujetan estos entre si, y con la
cana y los perones. 269
De los ligamentos de los miembros anteriores
ó torácicos. - .• 27 1
De los ligamentos de los huesos que compo
nen la articulacion del menudillo 275
ligamentos del primero y segundo falange. . .277
De ¡os ligamentos del segundo y tercer falange. id•
'^'^ A*LA BIBLIOTECA
IIVTRODUCtíM.£SCUEU °E mmim
(1

Ija Anatomía es aquella rama de la historia na


tural, que tieae por objeto el estudio de todas las
partes que entran en la organización de los sc^-,
res vivientes.
El estudio de la anatomía puede comprender
la de todos los animales, y se llama Zootomia.
Cuando solo abraza una especie se denomina
anatomía especial. Si esta especie es la del hom
bre, anthropotomia; y si es la del caballo hippo-
tomiaetc. Si la anatomía especial se hace com
parativamente con otra serie de animales, reci
be el nombre de anatomía comparada ; pero si
esta série la constituyen los animales domésti
cos, se llama anatomía veterinaria.
Se divide la anatomía en general y descriptiva:
la primera da á conocer los tejidos primitivos
quc\Gomponen los órganos, las propiedades, su»
difereocias, y su diversa naturaleza : y la según-
dS;examina la forma, situación, volumen, esp
tructura y conexiones que cada órgano tiene en
particular.
.La anatomía no siempre considera los órga-r-
nos de un mismo modo ; pues unas veces están
en su estado de integridad, y otras manifiestan
alteraciones morbíficas ; y de aquí la división de
anatomía sana ó lu'gyologia y anatomía morbosa
Ó patológica.
También han dividido la anatomía en médica
y quirúrgica: la primera da á. conocer el sitio y
naturaleza de las enfermedades; y la segunda de
signa los parages donde puede emplearse Ja ope
ración manual.
; Los Autores han dividido la anatomía en tan
tos tratados, cuantas son las partes que compren
de : así se divide en osteología, que trata de los
huesos , myologia de los músculos , angiologia de
los! vasos, neurología de los nervios, adenologia
de las glándulas etc^; divisiones que tienen su
apoyo únicairiente'en el método que cada uno se
promete seguir, y en la colocación de las ma
terias. « — ",; ;
- .... ..|[ .. .
Í)E LOS CUERPOS ORGANIZADOS.
i< • • . • • í ~ ••..•> ¿ <-.' . , .;
Los cuerpos organizados son todos aquellos
que se componen de parí es heterogéneas, que ere-»
cen por la introducción de moléculas reparado-i
[3]
ras en sus diferentes tejidos, y disfrutan de vida.
Estos cuerpos se dividen en dos clases princi
pales ; los anos desprovistos de sensaciones sin
movimiento voluntario y sin órganos digestivos,
á los cuales llamamos vegetales; y los otros sen
sibles, susceptibles de movimientos voluntarios
con órganos digestivos y otros muchos atributos,'
á los que damos el nombre de animales. • ■ . i
El estudio de los séres organizados vivientes
es el único objeto de la anatomía, por lo que
puede decirse que esta no es mas que la ciencia
de la organización, y que algunos han designa
do con los nombres de morfología y organologia\
de donde se infiere que la anatomía ejerce su
imperio sóbrelos vegetales y sobre los animales.)
La anatomía de los vegetales , llamada también
fitotomía, forma en el dia parte de Una ciencia es-
clusiva que llamamos Botánica, y que está sepa
rada enteramente de la Zoologia.
A pesar dé la división de esta ciencia, no po
demos menos- de convenir erfqne las diferencias
de estas dos clases de séres están muy marcadas
Cuando la organización es muy complicada; pero
son poco notables Cuando esta organización es
mucho mas sencilla; de donde se deduce que es
tos' dos" estadiós sólo están divididos porque ca-;
da'uno tiene su 'objeto determinado.'
■u-Si obéerva generalmente que estas dos gran
des clases de seres, 6 mas bien reinos de la natu
raleza, tienen entre sí relaciones tan estrechas
que parecen formados bajo un mismo plan y por
unas mismas leyes. Unos y otros estan compues
tos de partes, de las cuales unas elaboran, y otras
son elaboradas : las primeras son mas ó menos
sólidas, y las segundas generalmente líquidas. Eu
estos dos reinos se observa: i.° que mientras du
pa la vida resisten enérgicamente á la putrefac
cion : 2.° que las materias que deben servir para
la nutricion pasan antes de adquirir la suscepti
bilidad de hacerse asimilables por una serie de
fenómenos análogos: 3.° que se observan cons
tantemente secreciones y escreciones: que
la semejanza en las leyes de la reproduccion es
admirable : 5.* que los individuos que nacen de
cualquier ser se le parecen en lo esencial, de cu
ya reunion resultan las diferentes especies; de
donde podemos concluir que es tal la semejanza
que se observa en varias especies de estos seres,
que algunas veces no puede asegurarse si perte
necen al reino animal ó vegetal , por lo que al
gunos naturalistas han creído no deber admitir
mas que una sola clase que han denominado ra
no orgánico.
A pesar de la semejanza que se observa entre
estos cuerpos, hay sin embargo diferencias tan
ese nciales,que analizándolas conarreglo á los prin-.
[ S]
eipios que establecemos no pueden confundirse.
Efectivamente, una sola idea puede conducir
nos á este conocimiento; pues es innegable que
los animales están dotados de sensibilidad per
ceptible, y los vegetales desprovistos de ella; de
donde se deducen casi todas las diferencias que
se observan en estos seres.
Por estos principios vendremos en conoci
miento de que los animales sienten el dolor y el
placer, y por una acción instintiva procuran evi
tar aqusl y buscar este, lo que verifican á expen
sas de la 'facultad de moverse, sin la cual nos se
ria difícil poder conocer su sensibilidad.
Los vegetales por el contrario, no pueden
ejecutar mas movimientos que aquellos á que se
ven impelidos por la acción de agentes estemos,
ó por circunstancias particulares de su estructu
ra; de modo que estos movimientos no son vo
luntarios ni realmente locomotores como se ob
serva en los animales. Estos, dotados como he
mos dicho de la facultad de sentir y de moverse,
buscan los alimentos necesarios para reparar sus
pérdidas : unas veces lo hacen cerca de su mo
rada ó en ella misma si se hallan en un estado
de esclavitud; y otras á largas distancias si se ha
llan en el de libertad.
El vegetal por el contrario, no pudiendo ja*;
gar de lo que conviene á su existencia, tiene que
[6]
nutrirse de materias que rodean el pavimenta
de donde habita , y si estas no estan en relacion
con su organizacion y vida particular, perece re
pentinamente en medio de su lozanía.
De todo esto se deduce que los animales pue
den escoger para su alimento muchas materias
de diversas naturalezas, mientras que los vegeta
les se limitan casi siempre á unos mismos ele
mentos, estraidos por una simple absorcion, de
donde proviene la diversidad y complicidad del
aparato digestivo y de nutricion en los animales,
y la sencillez que se observa en los vegetales.
Los animales que buscan su sustento no lo en
cuentran en muchas ocasiones, y cuando le ha
llan se previenen contra la necesidad, para cuyo
fin les ha dotado la naturaleza de una ó mas ca
vidades particulares donde retienen por algun
tiempo los alimentos, cuyas cavidades llamamos
estómagos; pero los vegetales que por todas par
tes se hallan rodeados de las materias de su nu
tricion, y que no pueden mudar de lugar, care
cen de estos reservatorios alimenticios.
En los animales se deposita el nutrimiento en
una cavidad interna, á cuyo centro se encaminan
los vasos que lo han de absorver y depositar en
los órganos; pero los vegetales tienen sus vasos
absorventes en las superficies adonde se dirigen
«onstaiitemcnte : de aquí se deduce que el acre
t 7 1
centamiento de los animales tiene sos límites; y
el de los vegetales es casi indeterminado por el
continuo desarrollo de sus vasos y demás partes
componentes. •
Estos conocimientos nos suministran ideas
bastante claras para poder esplicar la causa de la
duración de los animales y vegetales ; así se ob
serva que cuando los animales no mueren de ac
cidentes imprevistos, siempre su duración es de
terminada á causa de la cesación del desarrollo
de las partes, por faltar la acción recíproca de la
circulación y de la inervación; pero en los vege
tales resulta lo contrario, pues por lo común se
desarrollan nuevos vasos que reemplazan á los
antiguos ; de donde proviene ser siempre la
muerte consecuencia de accidentes particulares
mas bien que de estremada vejez.
Aunque podríamos establecer muchas mas di
ferencias entre estas dos clases de seres, nos limi
taremos á manifestar en resumen, que las mas no
tables consisten esencialmente en que los unos
están dotados de sensibilidad y facultad de mo
verse voluntariamente, y los otros se hallan des
provistos de ellas; y que el oficio general de los
vegetales en la naturaleza consiste en elaborar
materias inorgánicas de modo que lleguen á co n-
vertirse en alimento de los animales, por cuya
razón deben ser tanto mas apreciables estas di-;
(8 ]
ferericias, cuanto que nos dan á conocer los lí
mites de la Zootomía y Fitotomía.
De lo que acabamos de decir se infiere, que
aunque las grandes bases del estudio de la ana
tomía de los animales y de la de los vegetales tie
nen entre sí relaciones numerosas é importan
tes, no por eso hemos de confundir ambas cien
cias, ni transferir la teoría de la una á la de la
otra sin un maduro y detenido examen. Todo
lo que es relativo á las generalidades de la nutri
ción y de la reproducción, y toda la teoría gene-
' .ral de las clasificaciones es común á los dos reinos ;
pero una vez que todos los órganos esenciales
de los animales están colocados en su interior,
la anatomía ocupará el lugar principal y el mas
importante en laZoologia, y no será de igual uti
lidad su estudio para el conocimiento de los ve
getales, cuyos órganos mas esenciales se encuen
tran en su esterior.

DE LOS ANIMALES.

Nada debe llamar mas la atención del hom


bre que el examen prolijo de aquellos seres que
más se le asemejan , y de los que saca mayo#es
utilidades. El conocimiento de las diferentes par
tes que entran en la organización de los anima
les, los fenómenos que se suceden y reproducen
[ 9 J
eii los Órganos, las alteraciones de estos y los me
dios de combatirlas han formado el objeto de una
Ciencia particular llamada Veterinaria.
Los animales domésticos aunque muy seme
jantes en su organización interior, tienen ÍOT~
mas particulares que los hacen distinguir unos de
otros á primera vista. . .
No es nuestro objeto formar una clasificación
zoológica tan estensa como lo exigen los conoci
mientos preliminares de una ciencia sin límites
cual es la de la anatomía comparada; pero sí da
remos á conocer de una manera sencilla aquellos
que pertenecen esclusivamente á la anatomía
veterinaria.
Los animales que forman el objeto de nuestro
estudio son los cuadrúpedos que se hallan en el
estado de dornesticidad; tales son el caballo, el
asno, el mulo, la cebra, el buey, el,carnero, la
cabra, el cerdo, el perro y el gato. (<)

(i) Algunos veterinarios han incluido entre los


animales domésticos d las aves caseras, tales como
las palmeadas y las gallináceas ; y aunque efectiva
mente lo son, es tan poco lo que la Vtterinaria tiene
observado sobre la estructura , funciones y alterada*
nes de sus órganos, que iodo cuanto digamos no pasa
de ser conjeturas mas ó menos especiosas, por lo
ipie nos abstenemos de comprenderías en este tratado.
[io-:]
La clasificación que establecemos se funda
principalmente en el número de dedos en que
terminan las estreraidades de sus miembros, y
se reducen á tres géneros principales, á saber:
l.° monodáctilos : 2.0 didáctilos: 3.° tetradáctilos.
Esta clasificación de los cuadrúpedos domés
ticos no puede formar parte de una cías ificacion
zoológica; pero la esperiencia ha acreditado su
utilidad en la veterinaria.
El caballo que nos sirve de tipo en este tra
tado, y las demás especies de su género, tie
nen una misma disposición en sus miembros.
Sus estremidades terminan por una prolonga
ción córnea, llamada casco, que encierra los úl
timos falanges, por cuya razón reciben también
el nombre de solípedos.
Los didáctilos, llamados asimismo bisulcos, tie
nen en sus miembros una disposición muy dife
rente; su terminación es por dos órdenes de fa
langes dobles y simétricos, cubiertos por dos pro
longaciones córneas llamadas pezuñas, y sepa
radas por una hendedura profunda y longitu
dinal.
Los tetradáctilos, llamados así por el número
de sus dedos, tienen una disposición particular y
muy diferente de los demás. Sus miembros ter
minan en cuatro ó cinco dedos, compuestos de
falanges y provistos de uñas prolongadas y eo-:
[Ill
corvadas, que en algunos de ellos son los instru
mentos de su defensa.
Si consideramos la colocación y distribución
de las partes que entran en la composición de los
animales , observaremos que su conformación
esterior es enteramente simétrica; que los órga
nos de las sensaciones y de los movimientos es-
tan dispuestos á los lados de una línea divisoria,
y que tienen un esqueleto dividido en tronco y
miembros. El tronco se compone de una serie de
piezas huesosas mas ó menos movibles que cons-4
tituyen el raquis, y concurren á formar las cavi-»
dades torácica, abdominal y pelviana , y á con
tener y defender las visceras que encierran. La
cabeza está situada en la parte anterior del tron
co, y se prolonga mas ó menos según las dife-1
rentes especies de animales; pero en todos con
tiene los órganos de los sentidos y la masa en
cefálica alojada en el cráneo: también se divide
la cabeza en dos mandíbulas provistas de dien
tes que trituran los alimentos y los disponen á
sufrir la primera preparación para su digestión.
Los miembros son en número de cuatro, de don
de les viene á los animales el nombre de cuadró-»
pedos: están colocados simétricamente en las
partes laterales del tronco, y constituyen unas es
pecies de columnas movibles, que ademas de sos
tener el peso del cuerpo le transportan progre
C i* 3
«ivamente de un parage á otro para buscar lo»
alimentos para su sustento.
Todos los cuadrúpedos domésticos estan pro-~
vistos de un canal alimenticio, que principia en
la boca y termina en el ano. Este canal com
puesto de varias membranas de diversa natura
leza, forman diferentes sacos dispuestos conve
nientemente para hacer sufrir á los alimentos
varias modificaciones para su digestion.
Algunos naturalistas han fundado las clasifica
ciones zoológicas en el número y disposicion de
estos órganos, y en la relacion que existe entre
la naturaleza de los alimentos,y el modo de ope
rarse las fuerzas digestivas , de donde les ha
venido el nombre de monogástricos , digástri-
cos , poligástricos , carnívoros , herbívoros y om
nívoros, etc.
En los didáctilos la disposicion de los órga
nos digestivos es diferente á la de los demas: la
mandíbula anterior está desprovista de dientes
incisivos, pero la posterior tiene ocho. El estó
mago forma un grande reservatorio que da ori-
gen á otros tres mas pequeños; cada uno de los
cuales desempeña una funcion diferente. De es
ta disposicion resulta que la digestion se efectúa
en dos tiempos con intermision y por un órden
muy particular.
Se observa tambien en estos animales un apa
I i3]
rato glandular, que tiene la propiedad -de segre
gar los humores que se mezclan con los alimen
tos para formar los elementos nutritivos de los
árganos.
Si examinamos mas detenidamente estos séres
encontraremos un aparato sensitivo dispuesto
como en el hombre á recibir y transmitir á un
centro común las impresiones que ocasionan los
cuerpos que los rodean. También están provis
tos de órganos respiratorios y circulatorios; y por
último, es tal la identidad de las partes compo
nentes de estos animales con las del hombre, que
después de este ocupan un lugar distinguido; y
de consiguiente nos abstenemos de esponer mas
detalles sobre una 'materia que tendremos que
repetir varias veces en sus respectivos lugares.

DE LA ORGANIZACION DE LOS ANIMALES.

El cuerpo de los animales está compuesto co


mo todos los séres organizados de parles sólidas
y fluidas, las cuales tienen una composición aná
loga, por lo que se observa que los sólidos se
convierten en líquidos, y estos en sólidos alter
nativamente. Aunque no es fácil de determinar
con exactitud la proporción que guardan estas
partes en la composición del animal, sin embar
go puede asegurarse que los fluidos esceden en
cantidad á los sólidos, á pesar de que esto debe
ser relativo á los diferentes individuos, á su edad,
constitución y temperamento.
Los sólidos y los líquidos están formados de
pequeños glóbulos, y de una sustancia líquida en
los unos y mas ó menos concreta en los otros.
La composición química de los sólidos y de
los fluidos del cuerpo resulta de un cierto núme
ro de principios, que combinados en el acto de
la nutrición y de la generación producen la or
ganización, y de su ejercicio la vida, que se ma
nifiesta por los fenómenos vitales, (i)

¡' ,., DE LOS FLUIDOS.

Estas materias, que se conocen también con el

(x) : Los principios elementales que entran en la


composición de los sólidos y líquidos son la gelatina,
el moco , lafibrina , la albúmina , él aceite, el agua,
el azúcar , ¡ ¡a resina , elfosfato de cal , el osmazo
mo y el carbonata de cal etc. ; pero estes materias
están, compuestas de varios elementos que también se
encuentran en el cuerpo; tales son et oxigena, el hi
drógeno, el carbono, el ázoe, el fósforo , el calcio,
el azufre , la potasa , el cloro, el sodio, et hierro y la
magnesia etc. ■ los químicos modernos dividen estos
elementas en azooetizados y no azooetizados.
C'5]
Xiombre de humores , están contenidas en los
sólidos, penetrando todas sus partes, y forman
do con ellos la organización. Los humores se
componen de moléculas venidas de afuera, las
cuales después de sufrir varias composiciones y¡
descomposiciones sirven para el mantenimien
to del cuerpo, y también salen de este como de
puratorias y nocivas. Se presentan los fluidos en
tres estados diferentes, siendo los unos gaseosos,
otros vaporosos, y otros líquidos; pero estos es
tados no son siempre la consecuencia del caló
rico y el agua como la de los fluidos inorgáni
cos , sino que depende como su composición de
la acción vital. . 11
Los %umores gaseosos son los menos numero
sos, compuestos y animalizados, y solo compren»
den el gas ácido carbónico , el gas hidrógeno y el
gas <lzoe: el primero se desenvuelve -en el animal á
poco de haber comido, ó cuando los alimentos
se indigestan , y se exhala continuamente por la
transpiración cutánea y la pulmonar. El segun
do se.encuentra en el estómago y en los intesti
nos después de algunas indigestiones ó de las des
composiciones pútridas que se' verifican después
de la muerte ; y ¡el tertero se' desenvuelve hasta
después de la muerte ó pocos momentos antes
de terminarse .la vida. (. ,
Los humores vaporosos son mas compuestos y]
mas elaborados que los fluidos gaseosos, y pro
ducidos de algunas perspiraciones ; teniendo el
agua por base de su composición. Estos humores
se separan y distribuyen bajo la forma de rocío
sobre las superficies de las cavidades y las areo
las de todos los tejidos conservando su flexibili
dad, en cuya série se encuentran la transpira
ción cutánea y pulmonar , el vapor exhalado en
las superficies de las membranas serosas y mu
cosas, y en el tejido celular.
Los humores líquidos están distribuidos, parte
en los vasos, donde esperimentan un movimien^
to continuo que mantiene su fluidez ; parte en
las celdillas y areolas de diversos tejidos, donde
sufren varias modificaciones, y los restantes ocu
pan los reservatorios membranosos particulares,
donde permanecen mas ó menos tiempo, sirvien
do para diferentes usos, ó bien para ser arroja
dos del cuerpo;
1 Cualquiera que sea el estado en que se encuen
tren estos humores animales, tienen siempre el
agua por base, y son capaces de entrar en putre
facción por el reposo. a
' Las numerosas clasificaciones que se han he
cho de los fluidos animales prueban la impor
tancia con que se ha mirado siempre el estudio
de ellos; pero en nuestro concepto será siempre
la mejor y mas sencilla aquella que esté fundada
y subordinada á las leyes de la organización; asi
distinguiremos los líquidos tales como se hallan
en el animal vivo , en los que esperimenlan la
acción de la» circulación,, y los que son. el pro?
ducto de las secreciones y de la digestión. r ,
En el primer orden de líquidos se comprende
la sangre y la linfaJLa sangre es un líquido de un
color rojo, de sabor salado y nauseoso, y de un
olor particular. Se halla contenida en el cora
zón v en los vasos sanguíneos arteriales y veno
sos, y puesta siempre en, circulación mientras
existe la "vida. La sangre se divide en roja ó
arterial, y en negra ó venosa-' la primera tiene
un color rojo escarlata,, es mas caliente, y cuan
do sale de los vasos se hace espumosa, lo que
la haGe; diferenciar de \&.: Venosa, que tiene jun
color rojo muy obscuro, y menos caliente y es
pumosa, i,' , 'KHHM'' n<- .. •■.■»?» «k\
La .sangre guando se estrae, de los vasos que
la contienen exhala,»)», vapor acuoso de un olor
particular según las diferentes especies y aun in
dividuos de estas, susceptible. ,de la descomposi
ción pútrida. Si examinamos la sangre á poco de
salir de los vasos, se observa que pierde poco á
poco su fluidez, formando una masa que se divi
de en dqs partes: una líquida llamada suero, y otra
concreta. opaca que constituye el cuajo.., i. ,
El suero es un líquido acuoso transparente, al-
tomo I. a
go rojizo, de un sabor salado, y contiene en di
solucion mucha albúmina.
El cuajo 6 parte coagulable de la sangre en
cierra la fibrina, la materia colorante, un poco
de suero y algunas sales.
Lafibrina presenta una trama complicada de
fibras tenaces y elásticas muy semejantes á la fi
bra muscular, que cuando se separa de ella la par
te colorante las fibras que la constituyen son en
teramente blancas. •
La materia colorante es siempre una mezcla de
materia roja libre de los glóbulos envueltos con
la misma materia y de suero. Es tan poco lo que
los químicos han demostrado en el analisis de la
íohematína ó materia colorante, que solo atribuí
' yen su formacion á una materia animal combi
nada con el peróxido de hierro.
La linfa es un humor acuoso, sin color , poco
conocido, que circula éh los vasos linfáticos. Es
te líquido que parece' resultar de la descomposi
cion molecular de los órganos, es muy parecido
al suero de la sangré; contiene una gran canti
dad de albúmina; esperimenta alteraciones en
todas partes , y es diferente en cualquiera que se
le examine. ' *" -'
Los humores secretorios. son todos aquellos que
salen de la sangre por secrecion ;~ySe dividen eti
transpiratorios , foliculares y glandulares.
[*9 3
Los líquidos transpiratorios se exhalan por los
diferentes vasos en las superficies de las mem
branas serosas formando la serosidad; en la su
perficie de la piel produciendo la transpiracion
.cutánea y el sudor, y en las superficies de las
membranas mucosas la perspiracion mucosa, i
Los humores foliculares destinados principal
mente á lubrificar las superficies que están mas
en contacto con los cuerpos estraños , pueden
reducirse ilanmcosidad de los órganos digestivos,
urinarios, respiratorios y generatrices : á los tñr
táceos que barnizan alguna» partes de la piel y
los órganos genitales esternas;; y á los eerumino.r
sos, como los que se encuentran en las orejas y
Jos bordes libres de los párpados.
Los humores glandulares, llamados así por ser el
producto dé la secreción glandular., son las. lágri
mas, la saliva, la bilis el jugo pancreático, la ori
na, el semen y la leche, f i, i.:„
1 Los humores producidos por la accion inme
diata de los órganos digestiros son el quima y
el quilo., "•' : : i' ". . "i ; .
El quinto resulta de la accion que imprime el
estómago en los alimentos despues de la mezcla
de la sativa y otras sustancias, constituyendo una
especie de .papilla diversamente modificada se-
gon las diferentes especies, de animales; : m ,
El quilo es un licor acuoso, lacticinoso, de sa
[a.]
bor dulzaino, y de un olor particular, que resul
ta de la mezcla del quiino , de la bilis y del jugo
pancreático. Cuando es absorvido por los vasos
qoilíferos,es blanquecino y apenas coagulable: en
los ganglios mesentericos adquiere un color ro
sado y se hace coagulable; y por' último , en el
conducto torácico, y antes de llegar á la masa de
la sangre toma un color de rosa, es mas coagula
ble, y sus glóbulos no se diferencian de los de
la sangre, sino por un color menos subido, y es
donde al parecer no tiene mas necesidad que de
someterse á la accion respiratoria para conver
tirse en sangre perfecta.

DE LOS SÓLIDOS ANIMALES. - ..•

Las partes sólidas del cuerpo forman la trama,


la base y el bosquejo de los órganos; ellos con
tienen los líquidos , los elaboran apropiándose
una parte de estos, y arrojando la otra fuera del
cuerpo como dañosa y supérflua.
Examinados los sólidos al microscopio estan
compuestos de fibras ó filamentos lineares , de
láminas ó fibras planas, largas ó cortas, de cuya
reunion , entrelaze y diverso cruzamiento resul
ta la formacion de manojos, cordones, canales,
conductos, reservatorios, celdillas, areolas, po
rosidades, tejido» filamentosos, recticulares, es
[21]
ponjosos etc. ; de donde viene la forma tan va
riada que se observa en los órganos. De este en-
trelaze particular de las fibras resulta la forma
ción de los tejidos membranoso, vascular, ner
vioso, huesoso, ligamentoso, muscular, glandu
lar, tegumentales etc.
Para dar una idea clara del modo particular
de asociarse estas partes entre sí , y conocer- su
diversa organización, es preciso esponer las par
tes mas simples y formar con ellas las mas com
puestas y complicadas. No nos detendremos en
examinar la composición química de los elemen
tos que constituyen los sólidos animales , y sí en
establecer los caracteres distintivos de los diver
sos tejidos , y la organización particular que se
observa en ellos, objeto principal de la anafo-
mía general. , •. .
Los antiguos consideraban los sólidos orgá
nicos compuestos de fibras que en su última aná
lisis se podian reducir á una fibra simple, que su
ponían formada de tierra, de aceite y de hierro.
Algunos modernos fundados en la diversa na
turaleza y propiedades de los tejidos , han conr
siderado estos formados de la reunión de cuatro
especies de fibras que han designado con los nom
bres de fibra laminar, nerviosa, muscular y albu
gínea, las que examinamos separadamente. :,. 7
. La fibra laminar está compuesta de laminitat
cortas , blancas , sobrepuestas , porosas, y se la
halla en todas las partes del cuerpo formando
celdillas de diversos tamaños.
La fibra muscular es blanda, rojiza accidental
mente, cortada en su longitud por pequeñas ar
rugas transversales, se desgarran con facilidad
tri el cadáver, pero en el animal vivo se endu
rece y se contrae con fuerza.
La fibra nervwsa es blanca , lineal, blanda, y
formada de una materia pulposa globular.
La albugínea, llamada así por su blancura , es
filamentosa, firme, resistente y poco estensible.
Estas cuatro especies de fibras tan distintas
por su naturaleza y sus propiedades, forman to
dos los tejidos que componen el cuerpo de los
animales ; pero este modo de considerar las fi
bras que han llamado elementales, es puramen
te ideal, y solo puede servirnos para hacer el es
tudio de la organización mas sencillo, sin com -
plicar la asociación de los diferentes elementos
químicos y orgánicos que entran en su compo
sición, pues de estos resultarían aun muchos mas
inconvenientes.
Cualquiera de estas cuatro fibras elementales
que acabamos de examinar analizada química
mente y empleando para ello diferentes reacti
vos , dan resultados enteramente distintos los
tinos de los otros; pero sí el examen es pura-.
t*3j
mente anatómico, solo las distinguimos por sos
caracteres físicos, siendo su composición tal, que
si la fibra muscular es objeto de nuestra investiga
ción, la encontramos con la laminar, nerval, etc.,
lo que resulta también en las demás; de donde
se infiere que los elementos orgánicos examina
dos anatómicamente no pueden ser considera
dos aisladamente aunque los químicos sean en
teramente distintos.
No hay duda que las propiedades nos submi
nistran ideas bastante claras para conocer la ín
tima naturaleza de los tejidos, de donde resulta
que cuando hay identidad en esta , la hay tam
bién en sus propiedades, y viceversa.
. Asimismo es muy cierto que la diversa orga
nización, naturaleza y propiedades resulta de la
proporción que guardan las fibras elementales
en su composición, del modo particular de aso
ciación, y del entrelace que forman unas con
otras ; resultando de aquí que donde predomina
la fibra nerval , las propiedades de vida estarán
mas desenvueltas que en aquellos donde la ana
tomía apenas puede admitirla mas que por ana
logía ; y de aquí la formación de los diferentes
tejidos simples ó elementales que consideramos
en el cuerpo , mas bien por las diferencias que
acabamos de esponer, que por su estado de sim
plicidad. .
Los tejidos resultan , conio ya hemos dicho;
de la reunion de las fibras simples, y pueden re
ducirse al colular , al nervioso , al vascular , ai
huesoso, al cartilaginoso, al ligamentoso ó fibro
so, al muscular, á'l glandular, al seroso y al tegu.
mental. Estos tejidós pueden considerarse como
primitivos y secundarios : los primeros son los'
que entran en la composicion de los demas, ta
les como el celular, el nervioso y el vascular ; y
los segundos los que reciben en su organizacion
á los primitivos como partes comunes de sU com*
posicion orgánica, tales como el seroso, el mu
coso, el glandular y el huesoso etc." "
Los sistemas resultan de partes semejantes por
su textura , como los huesos , los músculos , los
ligamentos etc. •' '. ".'
Los órganos estan formados por la reunion de
los tejidos , tienen diferentes formas ^ y ejercen
funciones que les son propias ; como que los te
jidos que concurren á la formacion de los órga-
iios son diferentes, lo son tambien estos, resul
tando que cada uno de ellos ejerce una funcion
que' le es peculiar, y la diferencia ó' analogía que
se observa en ellos , proviene siempre de la se
mejanza ó desemejanza de los tejidos que los
fcemponen; y de aqui los órganos digestivos, res•
plratoriós, circulatorios ,' ^secretorios, escrito»
tios etc. " *
t>5}
Los aparatos resultan del conjunto de los ór
ganos ; algunas veces muy distintos por su con
formacion, su situacion y estructura ; pero siem
pre ejercen una' funcion esencial á la vida. Se
ha confundido con poca razon esta reunión de
partes con la que constituye un sistema ó aa gé
nero de órganos; pero la clasificacion de los apá
ratos se apoya directamente en la consideracion
de las funciones, al paso que la de los sistemas se
funda en la semejanza de las partes entre sí.
Los aparatos que nosotros designamos y que
ños sirven de guia en la anatomía descriptiva,
son: i.» el locomotor ó de los movimientos,
compuesto de los huesos, de los músculos , liga,
mentosy de otras partes: a.* el digestivo formado
por el canal alimenticio, que principia en la boca
y termina en el ano, y sus numerosas depen
dencias: 3." el circulatorio que comprende el co
razon, su envoltura, los vasos sanguíneos y lin
fáticos, y los ganglios de estos nombres: 4.* el
respiratorio formado por las fosas nasales, larin
ge, traquea, bronquios , pulmones, diafragma y
algunos otros órganos clasificados en otros apa
ratos: 5." el sensitivo compuesto del encéfalo, sus
envolturas, médula espinal, nervios cerebro-es
pinales y ganglionarios,y los órganos de los sen
tidos: 6.* los riñones, la vejiga, los uréteres y de
más partes que constituyen el aparato secretoria
[26]
y escretorio de la orina: 7.° los órganos de la
generacion del macho y de la hembra forman el
aparato sexual; y por último, los productos de la
generacion constituyen el aparato fetal. Estos
aparatos forman el todo del animal, ejercen las
funciones de la economía, y constituyen la clasi
ficacion de la anatomía descriptiva.
TRATADO PRIMERO.

ANATOMÍA GENERAL.

TEJIDO CELULAR.

De todos los tejidos orgánicos es el celular


el que mas generalmente se manifiesta por su
grande estension , por la relacion íntima que
tiene con todas las partes, y por entrar en la
composicion de todos los demas tejidos y ór
ganos. Este tejido conocido por diferentes au
tores con los nombres de criboso, glutinoso,
mucoso, areolar, laminoso, filamentoso etc. i
puede considerarse compuesto de láminas y fi
lamentos blanquecinos, entrelazados y cruzados
en diversas direcciones que dejan entre sí di
ferentes espacios, que se comunican mutuamen
te , y que son el depósito de la serosidad y la
gordura.
. Aunque el tejido celular es de una misma
.naturaleza y conserva en todas partes las mis-
'mas propiedades, tiene sin embargo diferen
cias muy notables segun donde se le examina
r*8]
y las partes que concurre á formar, por lo que
podemos dividirlo en tejido celular común 6
general, y en tejido celular adiposo ó parti
cular.
El tejido común es aquel que tiene relación
con todos los órganos, los une y separa á un
qiisirio tiempo, penetra en el interior de todos
ellos, es común á todos los cuerpos organi
zados , y es el principal elemento de la orga
nización.
El tejido adiposo , llamado así por la gordu
ra que se deposita en sus células , pertenece
esclusivamente á ciertas partes del cuerpo, don
de ejerce diferentes usos que el tejido común,
por lo que deberemos examinarlos separada
mente.:

..!><• TEJIDO CELULAR COMUN.

Este tejido considerado en los diferentes


órganos que concurre á formar, está diversa
mente modificado; su color y consistencia va
rían notablemente en todas las partes donde se
examina; la figura y estension de sus celdillas
es también muy diversa , y tiene por último
la propiedad de identificarse y tomar el aspec
to de los tejidos y órganos á cuya formación
contribuye, de lo que resulta que para estudiarlo
[*S3
metódicamente es preciso considerarlo según
los principios que acabamos de establecer.
El tejido celular en los vasos sanguíneos, lin
fáticos, y conductos escretorios, se presenta de di
verso modo , forma una capa densa , apretada
y resistente en las arterias, algo menos en las
venas, y mas gruesa en los conductos escreto-
rios ; pero con una disposición análoga en estos
tres órdenes de conductos.
Examinada la membrana celular de las arte
rias y de las venas, se observa en ellas dos teji
dos diversos: el primeroí y mas interno forma
una cubierta que se adhiere íntimamente á la
túnica media por prolongaciones celulares muy
finas ; y el segundo mucho mas flojo y estensi-
ble, mantiene sujetos los vasos á las partes cir
cunvecinas. • .n. >!>•.« . • .' i •••
Los conducos escretorios salivares , hepáti
co, pancreático etc. , están cubiertos por una ca
pa análoga á la de los anteriores ; pero tiene
mas densidad que la de las venas , y los fila
mentos no son tan manifiestos.
En ei sistema nervioso el tejido celular forma
una parte integrante en su- cubierta, ó sea ea
el neurilema; pero en su superficie esterna se
observan muchos filamentos que los atan á las
partes inmediatas. Estos filamentos no se en
cuentran en la cavidad del cráneo y conducto
í3o]
vertebral; pero en las demás partes no soló los
cubre, sino que penetra en su interior y los su
jeta entre sí, resultando que en aquellos ner
vios menos espucstos á ser comprimidos, es
muy flojo el tejido celular, y mucho mas apre
tado y resistente donde debe resguardar á los
nervios de las compresiones de los músculos y
del batimiento dé las arterias.
En el sistema muscular es muy abundante, en
vuelve y une todas las fibras, manojos y haces
de los músculos, separa. al mismo tiempo todas
estas partes, y las mantiene sujetas, entre sí. Es
te tejido es muy fino en las fibras y manojos,
y es mas flojo y abundante en los haces mayo
res, y por último da á cada músculo una espe
cie de cubierta común que en algunas partes
tiene mucha gordura. Las prolongaciones celu
lares que se desprenden de estas cubiertas se
reúnen, resultando que después de envolver un
solo músculo, envuelven un paquete, ó todo»
aquellos que están descansando sobre el hueso,
de donde resulta la unión íntima de todos los
músculos, la comunicación de su tejido celular
y el enlace que tiene con las partes vecinas. Las
libras de los músculos involuntarios deben mas
bien su reunión al entrelace particular que for
man entre sí, que á la cantidad y disposición
<de este tejido, como se observa en la túnica
t 3i ]
carnosa del estómago , intestinos , vejiga etc.-
En los órganos fibrosos el tejido celular es su
mamente corto y apretado, y adquiere la resis
tencia de sus fibras, á las cuales se une íntima
mente, de cuya disposición resulta la densidad y
la poca estensibilidad de estos tejidos. A pesar
de esta disposición une los órganos fibrosos con
las demás partes, los envuelve esteriormente, y
facilita sus movimientos.
Los tejidos cartl/ago-ligamentoso , cartilaginoso
y huesoso, son acaso los que reciben menor can
tidad de tejido celular. En el primero tiene casi
la misma disposición que el tejido fibroso, pe
ro en menos cantidad; y en sus células solo se
observa una especie de vapor seroso. En el se
gundó y el tercero *s ta» poca la cantidad de
tejido celular, *jue solé se manifiesta en algunas
afecciones morhosas, ó Separando de los hue
sos el fosfato de cal por medio de los ácidos
concentrados.' 5, »<■•->'•<*
En el sistéifia 'glandular tiene el tejido celular
formas apropiadas á Ja disposición de las glán
dulas': así se obáerVa que aquellas que están com
puestas de varios lobulillos, como las parótidas^;
maxilares etc. i' él tejido celular es 'sumamente
ábundante, flojo y muy grasiento';'pert) en las
glándulas cuyas superficies son lisas y su tejido
muy denso y apretado , como el hígado, riño
t 3* J
nes etc.,' el tejido celular es corto, en poca can
tidad y sin gordura.
En las membranas serosas el tejido celular cons
tituye su parénquima, y en aquellas que tienen
que resbalar sobre su misma superficie es flojo,
particularmente en las de la cavidad abdominal,
siendo mas fino y resistente en el pericardio,
pleura y envoltura de los testículos. •\
Las membranas mucosas tienen también por
|>ase de su organización una . gran cantidad: de
tejido celular que sirve para enlazar los muchos
yasos sanguíneos que penetran en su estructu
ra , y las ramificaciones nerviosas que se «Jis-*
tribuyen en ellas, y para dar la conformación á
los folículos mucosos. • , r. , ,
Estas membranas tienen también un tejido
celular llamado sub-mucoso que se interpone en
tre su 'superficie esterna y la interna de las mus
culares, sirviendo de medio de unión por los
muchos filamentillos que pasan de unas á otras.
., En aquellos órganos compuestos de muchas
membranas sobrepuestas , „sg interpone entre
«Has un tejido celular mas ó menos apretado se
gún las partes que ocupa, siendo mas flojo y
estensible el que hay entre la,s túnicas del tubo
digestivo , que el que se encuentra en las arté-
orias y demás vasos y conductos., . , : .i..,."
Entre la cara interna del dermis y la super
C 33 1
ficie esterna del animal , se observa una capa
de tejido celular que comunica con el de la piel
llamado subcutáneo. Este tejido , cuya cantidad
y densidad varian en los diferentes sitios , en,
las diferentes especies de animales, y aun en
las diferentes edades, comunica con el de tcfrr
do el cuerpo aunque diversamente modificado;
así se observa que en unos parages forma lami-
nitas ó filamentos de mayor ó menor espesor
que sirven para unir las partes entre sí: en
otros constituye vexículas membranosas llenas
de gordura: en otros sus láminas son tan finas y
sus células tan poco notables, que siempre estan,
llenas de alguna serosidad ¡ y por último, entra
en la composicion de todos los órganos forman
do su trama esencial, de cuyas deposiciones re
sultan las denominaciones detej'io filamentoso,
adiposo, recticular , laminar y parenquimatoso.

TEJIDO CELULA5L ADIPOSO. I

Este tejido, llamado tambien por los autores


membrana grasosa , tela , túnica , vexículas adi
posas etc., se manifiesta diferente segun el órga
no que envuelve. Su cantidad es considerable en
las axilas y en las bragadas, en las fosas tempo
rales, alrededor de algunas articulaciones, en
la region sub-lombar alrededor de los riñones
tomo i. 3
y cápsulas subrenales , y en otros muchos pa-
rages. ' ,;
Si examinamos detenidamente este tejido, en
contramos que su naturaleza y propiedades son
las mismas que las del tejido comun, y solo se
diferencia en que este forma cavidades ó celdi
llas muy notables donde se aloja uua gran can
tidad de gordura. •. .

TEJIDO ABIPOSO BE LOS HUESOS. .

Se presenta este tejido bajo la forma de una


membrana que algunos han creido ser una con
tinuacion del periostio ; mas puede asegurarse
que existe aislada, y. 'solo tiene comunicacion
con los vasos y nervios que penetran por los
agujeros de los huesos , con los cuales se asocia
para formarla. Esta membrana 'adherida por su
cara esterna á la sustancia reticular de los hue
sos y á la esponjosa , forma un saco sin abertu
ra donde contiene la médula que exhala al tra
ves de los poros que contienen sus vasos.
La médula y aceite medular ocupan el interior
de esta membrana y las celdillas que dejan en
tre sí las láminas del tejido esponjoso de los
huesos : este aceite muy semejante á la gordura
es mas blanco y consistente dentro de la mem
brana, y mas líquido y rojizo en las demás par
[ 35]
tes, por lo que al primero se le designa con los
nombres de médula ó tuétano , y al segundo con
el de aceite medular.
La gordura, llamada tambien grasa ó aceite arii.r
mal, se encuentra, como ya hemos dicho , en
las celdillas que dejan entre sí las láminas del
tejido adiposo. Su cantidad y consistencia varian
segun la edad y las diferentes especies de ani
males en quienes se examina : en algunos para-
ges es tal la aglomeracion de la gordura , que
se la conoce con los nombres de manteca, se
bo, enjundias etc., segun los animales en quienes
se observe. f •
En las cavidades del tejido celular comun se
encuentra tambien una cierta cantidad de sero
sidad muy semejante k, la que subministran en
otras partes los exhalantes y chupan los absor-
ventes. La cantidad de esta serosidad no guar
da la misma proporcion en todas partes, y así
se observa que es mucho mas abundante en
aquellas en que hay poco tejido celular adipo
so y por consiguiente poca gordura.'
Es tal la diversidad de opiniones que hay
acerca de la naturaleza y composicion del tejido
celular , que dilatariamos demasiado este artí
culo si nos detuviésemos á examinarlas ; pero
siguiendo el parecer de Haller, Bichat, Beclard,
y Brainville etc., así como la mayor parte de
136]
anatómicos ingleses é italianos, podemos con'
cluir que el tejido celular tiene una textura lami
nosa y filamentosa, de la que resulta la existen
cia de areolas permanentes , irregulares , varia
bles y con comunicacion entre sí , y que estas
láminas se hallan atravesadas por una multitud
de vasillos capilares, sanguíneos, y de exhalan
tes y absorventes que deponen y substraen al
ternativamente la gordura y serosidad de las cé
lulas que dejan entre sí sus láminas.
En la historia de este tejido hemos detallado
los usos particulares que tiene, y que dependen
por lo comun de las formas particulares que ad
quiere en los órganos; pero los usos generales
son : i.° reunir las fibras para formar los teji
dos, y á estos para constituir los órganos y apa
ratos : 2.a dar á todas las partes del cuerpo la
firmeza y estabilidad segun sus usos : 3.° cubrir
todos los órganos por sus superficies y penetrar
en su interior: 4-* mantener las adherencias de
los órganos formando la parte principal de su
estructura : 5.° formar la base de muchas mem
branas estableciendo conductos y reservatorios:
6.* dar y mantener la figura de los órganos: j."
servir como de almohadilla en muchos parages
para que resbalen los órganos é impedir que el
frote continuo pueda ocasionar trastornos mas ó
menos considerables; y 8.° mantener en los pe
quecos receptáculos la grasa y serosidad que de*
ponen los exhalantes.
La estensibilidad es muy manifiesta en el .te
jido celular, pues solo basta observar que los en
fisemas naturales y artificiales , las anasarcas é
hidropesías de las cavidades son siempre la con
secuencia secundaria de esta propiedad. La con
tractilidad del tejido se distingue muy bien des
pues de dar salida á estas colecciones de aire ó"
serosidad, volviendo el tejido celular á su estado
primitivo.
La sensibilidad de este tejido es muy obscu
ra en el estado de salud: la contractilidad es
bastante manifiesta.
En los primeros tiempos de la concepcion,
cuando el feto solo presenta una masa homogé
nea y mucosa, parece predominar el tejido ce
lular. Esta sustancia que está entre los órganos,
y que es el origen del tejido celular , se separa
tanto mas del estado fluido cuanto mas se ade
lanta el acrecentamiento del feto; de modo que
á la época del parto se dejan entrever lamini-
tas sumamente finas que sucesivamente se hacen
mas manifiestas. , . ^
En los adultos se condensa y se afirma el te
jido celular, y sus láminas adquieren una estruc
tura mas apretada.
En la vejez se hace mas compacto, consisten
[ 38 J
te y duro', y muy difícil de desgarrar ; y en Ja
última edad se aumentan considerablemente es
tos estados, y aun parece se identifica con los te
jidos que concurre á formar.

DEL SISTEMA VASCULAR. . ;

El sistema vascular resulta de la reunión de


una infinidad de conductos que comunican en
tre sí y mantienen en circulación todos los lí
quidos, que son el producto de los alimentos, y
las diferentes absorciones que se verifican en las"
superficies tegumentales y en las membranas se
rosas.
Este sistema se divide en dos géneros de va
sos por razón del líquido que conducen , y se
denominan vasos sanguíneos y vasos linfáticos:
los primeros se dividen en arteriales y venosos,
y los segundos, llamados también absorventes,
en linfáticos propiamente dichos , y en qui-
líferos.
Estas dos clases de vasos forman una comu
nicación tan directa que reunidas con el cora
zón en la parte central del cuerpo constituyen
él aparato circulatorio. Examinado el sistema
vascular de una manera general, podemos com
pararle con un árbol cuyo tronco corresponde
al corazón, de donde parten Jas ramas que des
t 39 ]
pues se dividen en ramos , ramitos y ramifica
ciones estremadamente finas y delicadas.
Algunos anatómicos han distinguido los vasos
sanguíneos por el modo de ramificarse y por la
sangre que conducen; pero esta distincion tie
ne sus escepciones, pues se observa que la vena
porta despues de formarse por los ramos que
vienen de las visceras del vientre , penetra en la
sustancia del hígado donde se ramifica al modo
de las arterias. Tambien se observa que la ar
teria pulmonar conduce la sangre de las venas
cavas á los pulmones, mientras que las venas
pulmonares toman la sangre arterial en estos
órganos para conducirla á la auricula izquierda
del corazon. v.
Si consideramos la disposicion anatómica de
los vasos sanguíneos, se verá que las arterias y
las venas tienen su origen en el corazon, de
donde parten á distribuirse por todas las par
tes del cuerpo; pero si los consideramos con
arreglo al modo con que verifican su funcion,
las artérias tendrán su origen en el corazon,
mientras que las venas lo tienen donde termi
nan, aquellas.
Este modo de considerar los vasos sanguí
neos, proporciona la ventaja de conocer el me
canismo de la circulacion con solo observar su
disposicion; pues desde luego se comprende que
í 4o í
tomando las artérias la sangre en el corazon, y
conduciéndola á las diferentes partes del cuer
po, las venas debe n volverla al centro de don
de partió, de lo que resolta que las arterias y
las venas forman dos conos, cuyas bases estan
en las estremidades de sus ramificaciones y los
vértices en el corazon.
Los troncos de los vasos estan situados pro
fundamente é inmediatos al corazon, de donds
nacen los mas principales: las ramas son las que
salen inmediatamente de ellos y se alojan en las
cavidades; los ramos ocupan los espacios que
dejan entre sí los órganos ; los ramitos se in
terponen entre las fibras y tejidos membrano
sos; las ramificaciones penetran la sustancia de
los órganos donde van á distribuirse, hasta que
por último se hacen tan sumamente finos que es
muy dificil poderlos percibir , y entonees se lla
man cap ilares.
Los vasos absorventes tienen una disposicion
diametralmente opuesta á la de los sanguíneos:
su origen está en la superficie esterna de la piel,
en las de las cavidades de las membranas, y en
todas las demas partes del cuerpo. Los linfáti
cos propiamente dichos conducen la linfa á las
venas , y los quilíferos que solo se encuentran
én la superficie de la membrana mucosa intesti
nal, donde se abren, conducen tambien el quilo
ti

t una vena determinada, de donde se infiere


que los vasos linfáticos son unos apéndices de
los venosos.
Cualquiera que sea el modo con que se con
sideren los vasos, siempre estan formando con
ductos cilindricos desde su origen hasta su ter
minacion; pues aunque un ramo se divide en
otros infinitamente menores, siempre conser
van la misma disposicion y el mismo diámetro
hasta el sitio de su division.
Es muy dificil calcular la proporcion que
guardan estos órdenes de vasos; pero si atende
mos al líquido que conducen y á las divisiones
que forman, puede asegurarse que las venas es
ceden en número y en calibre á las arterias, y
que el calibre de estos vasos y el líquido que
conducen, no puede tampoco graduarse con los
linfáticos, pues estos no forman troncos tan con
siderables, pero su número es infinito, y termi
nan en las venas de una manera muy obscura
para poder apreciar su proporcion.
Tampoco en el sistema vascular se observa
la simetria de otros sistemas, pues se nota que
el corazon y los gruesos troncos no ocupan la
línea media, y los vasos que se corresponden,
no se separan todos del mismo modo; sin em
bargo aunque en los órganos interiores haya mas
irregularidad en la distribucion vascular, no es
[ 4* J
tanta en los que ocupan la parte esterna, y pue
de decirse en general, que la simetria de los va
sos depende de la que guardan los órganos.
No todos los órganos reciben la misma can
tidad de vasos sanguíneos, pues estan muy lejos
de presentar todos el mismo grado de vascula-
ridad: así se observa que los pulmones, el te
gumento esterno, las membranas mucosas, las
glándulas, los ganglios sanguíneos y los múscu
los reciben una cantidad mucho mas conside
rable que las demas partes. Del mismo modo
se observa que los linfáticos se distribuyen con
profusion en los glanglios de este nombre, en
las membranas serosas, en los cuerpos glandi-
formesy en el tejido celular.
Los vasos sanguíneos y linfáticos tienen re
laciones entre sí; pero cada uno de estos géne
ros las tiene tan íntimas que se comunican di
rectamente, de donde resulta, que aunque se
intercepte por la ligadura de un vaso ó por un
accidente cualquiera el círculo del líquido que
conduce , continúa por los mas inmediatos. Es
tas relaciones vasculares, llamadas anastomosis,
son mucho mas numerosas en los linfáticos y
en las venas que en las arterias : en los prime
ros siempre se hacen por ramificaciones deli
cadas: en las venas por ramos muy nobles, y
en las arterias unas veces por ramos de un
[43]
mismo calibre, otras por un ramo y un rami-
to, lo que se verifica cuando las arterias se ale
jan del corazon, en cuyo caso las anastomosis
se multiplican considerablemente.
Cuando los vasos se reunen unos á otros for
man ángulos muy variables; por lo comun en los
gruesos troncos son mas ó menos rectos; en las
ramas son mas obtusos ; pero en los ramos y
ramitos cási siempre son agudos, particularmen
te en los que se distribuyen en los miembros.
Se observa tambien en estas divisiones que cuan
do los vasos que se separan no tienen un mis
mo calibre , el mayor sigue siempre la direc
cion del tronco principal, mientras que el mas
pequeño toma una direccion mas ó menos
oblicua.
Los vasos estan adheridos por su superficie
esterna al tejido celular subyacente, que por la
comun se endurece y les da una vaina que los
sujeta á las partes inmediatas. La superficie in
terna es lisa y lustrosa, y lubrificada segun al
gunos anatómicos por un humor seroso, y en
el sitio donde se dividen los vasos se observan
unas protuberancias ó pequeños tubérculos mas
ó menos salientes.
Las paredes de los vasos estan formadas de
varias membranas cilindricas sobrepuestas, cu
yos caracteres y estructura son diferentes segun
[ 44 J
la especie de vaso que se examina, como vere
mos al hablar de cada una en particular. El es
pesor de las paredes es tanto mayor cuanto me
nor es el diámetro del vaso.
Todos los vasos reciben otros muchos meno
res, que hasta cierto punto pueden disecarse;
conviniendo en que su distribución es la misma
que en las demás partes del cuerpo. También
reciben los vasos algunos filetes nerviosos, pro
cedentes por lo común de los ganglios.
La formación y desarrollo del sistema vascu
lar no puede manifestarse del mismo modo en
todos los animales : por lo común se observa en
los ovíparos antes de salir del huevo ; en los
cuadrúpedos no se percibe tan exactamente, y
mucho menos en los'fetos de la especie humana.
Se observa comunmente que las venas de la
vcxícula umbilical se forman antes que el cora-*
zon y Jas arterias : también se cree suceda lo
mismo con los vasos de la alantoidea y cordón
umbilical, pero no está aun demostrado; y es
muy probable que en el cuerpo del feto las arté-
rias se formen antes que las venas.
En los primeros tiempos del desarrollo del
embrión se muestran los vasos en el espesor de
la membrana umbilical bajo la forma de peque
ñas vexículas redondas separadas unas de otras;
estas vexículas aumentan en número y se incor-.
U5]
poran unas con otras formando una red vascu-;
lar muy delgada. Estos primeros vestigios care
cen en un principio de paredes propias, y se re
ducen á una sustancia algo concreta que se acu
mula cada vez, mas hacia su circunferencia, y
forma sus membranas; pero la textura y la com
posición de estas paredes ne se desarrollan sino
en el transcurso de algún tiempo.
Después que los vasos se perciben exactamen
te , su número y diámetro dependen relativa
mente de la masa del cuerpo, y son tanto mas
considerables cuanto mas se aproxima el indivi
duo al momento de su completo desarrollo.
Algún tiempo después del nacimiento pre
domina el numero de ramos arteriales á los ve
nosos ; pero cuando se desarrollan completa
mente los órganos, disminuyen aquellos y se
aumentan estos de una manera manifiesta; de
donde se deduce que en la primera edad de los
animales la sangre arterial se halla en mayor
cantidad que la sangre venosa; época en que
conduce los elementos que deben servir para
la nutrición y acrecentamiento , mientras que
en los adultos solo atiende á la reparación de
las pérdidas que continuamente están esperi-
mentando.
No puede asegurarse si los vasos linfáticos se
desarrollan al mismo tiempo que los sanguí-!
U6J!
neos; pero si atendemos á que contribuyen simul
táneamente al ejercicio de una misma funcion,
es de creer se desarrollen á una misma época y
de un mismo modo.
DE LAS ARTERIAS.
Las arterias son unos conductos cilindricos
que llevan la sangre del corazon á todas las par
tes del cuerpo. Estos vasos tienen su origen en
los ventriculos del corazon; pero el tronco mas
considerable llamado arteria aorta, conduce la
sangre roja arterial, mientras que el otro que solo
tiene conexion con los pulmones, conduce sangre
venosa, y se llama arteria pulmonar; de lo que
se infiere que la artéria aorta envia la sangre á
todas las partes del cuerpo, mientras que la pul
monar se limita á conducir la sangre que lle
van al corazon las venas cavas á los lóbulos
pulmonares.
Los troncos que nacen del corazon se co
munican con este órgano por sus membranas.
La interna tapiza las superficies de los ventri
culos comunicándose entre sí; la membrana me
dia está dividida en varios festones que se iden
tifican con las porciones ligamentosas del cora
zon; pero la esterna se confunde con la sustan
cia de este órgano.
Si consideramos el calibre de las arterias en
su origen, trayecto. y terminacion, es preciso
convenir en que en sus terminaciones resulta
ser infinitamente mayor que en el trayecto, y
en este mayor que en su origen; de aquí han
deducido los fisiólogos que la sangre camina de
un espacio menor á otro mayor, y que su ím
petu debe irse disminuyendo desde su origen
hasta su terminacion.
En la organizacion de las arterias entran va
sos, nervios y tejido celular; pero ellas estan
compuestas de muchas capas sobrepuestas. Son
muchas las cuestiones que se han suscitado acer
ca del número de membranas que forman el te
jido de las arterias; pero segun el parecer de los
mas célebres anatómicos y lo que manifiesta la
inspeccion de los cadáveres, solo pueden consi
derarse tres,divididas en esterna,media é interna.
. La membrana esterna está compuesta de un
tejido celular, denso y apretado , sembrada de
un gran número de nervios y de algunas rami
ficaciones arteriales y venosas muy delicadas; y
forma una envoltura propia para robustecer la
arteria, siendo aquella tanto mas fuerte cuan
to mas gruesa es estaú
La túnica media es la que propiamente cons
tituye el cuerpo de la arteria : esta membrana
compacta y compuesta de fibras de un color
amarillento muy parecidas á las que su encuen
tran en los ligamentos de las vértebras , presen-;
ta una multitud de anillos fibrosos circulares dis
puestos por capas concéntricas unidas las unas
á las otras sin tejido celular, pero con mucha
elasticidad.
Algunos anatómicos han creido ser esta mem
brana de naturaleza carnosa; y aunque en efec
to parece serlo, particularmente en el origen de
los troncos en los grandes cuadrúpedos, no con
serva sus caractéres en las ramas, ramos y ra-
mitos, y tanto en los unos como en los otros
tiene mas bien una estructura fibrosa . Cualquie
ra que sea la naturaleza de esta membrana , dis
minuye de espesor á medida que se separa del
corazón , de modo que es sumamente delgada
■en las pequeñas ramificaciones, y apenas se no
ta en los vasos capilares. . '. '■ ó
La membrana interna es fina , transparente,
blanquecina, bastante delgada, eminentemente
frágil, lisa y tersa por su superficie interna, y ad
herida por la esterna á la túnica media. Esta
membrana , llamada también común, porque se
continúa en las cavidades del corazón, es mas
densa en las arterias procedentes de la aorta que
en la pulmonar y sus ramificaciones, y no pre
senta fibras aparentes. A la entrada de cada ven
trículo forma esta membrana varios repliegues
adhejridos á toda la superficie, de tres lengüetas
í 49 1
que la membrana media ofrece en este sitio , y
cuyo borde libre, dirigido segun el curso de la
sangre, constituye las válvulas sigmoideas ó se
milunares.

DE LOS VASOS CAPILARES.

Considerados estos vasos segun lo indica su


denominacion, debe suponerse ser las ramifica
ciones mas tenues y delicadas de las arterias,
las primeras raicillas de las venas y de los vaso*
linfáticos.
Por mucha que sea 'la importancia que se ha
dado á los esperimentos de varios anatómicos y
fisiólogos sobre la naturaleza, disposicion y pro
piedades de los capilares, es mucha mas aun la
ignorancia en que estamos acerca de estos atri
butos; y los que han pretendido con alguna apa
riencia de razon poder «splicar el mecanismo
de la mayor parte de funciones, solo han con
seguido convertir la fisiología en un caos da
ideas hipoteticas. La que nosotros tenemos de
los capilares es: i .* que no todos tienen un mis
mo calibre , el cual está en razón de las par
tes donde se distribuyen: 2.* los capilares for
man dos grandes sistemas, uno arterial y otro
venoso : 3." estos vasos se comunican por sus
estremidades como lo prueban hasta la eviden
tomo I. 4.
[ 5o ] '
cía las inyecciones : í-0 'n 'os capilares arteria- -
les la sangre es roja y conduce los elementos
nutritivos hasta que los órganos se los apropian
de una manera desconocida: .5." cuando los ca
pilares arteriosos se convierten en venas, solo
puede conocerse por el color de la sangre , ó
cuando en el cadáver se hace pasar la inyec
ción : 6.* los vasos capilares tienen sus paredes
muy delgadas, blancas y transparentes ; pero su
textura es muy poco conocida á pesar de que la
membrana interna de los arteriales es idéntica á
la de los venosos: 7.0 los capilares parece tener
propiedades diferentes y csclusivas de las que ca
racterizan á las arterias y venas; pero se prueba
mas bien esto con deducciones fisiológicas que
con hechos anatómicos : 8.° la existencia de los
capilares es evidente en todos los órganos, teji
dos y fibras mas simples, según se demuestra por
las inyecciones, y donde no pueden hacerse, la
analogía da á conocer su existencia,esceptuándo-
se sin embargo las partes epidérmicas, pilosas y
córneas; y por último, puede sospecharse que
los capilares arteriales den origen á los vasos
exhalantes, y que los venosos reciban los ab»
sorventes.
Estas ideas son el resultado de lo que única
mente manifiesta la inspección anatómica , de-J
jando á los fisiólogos el examen de la multitud
de opiniones que se han manifestado acerca de
los vasos capilares , y de Ja importancia que les
han dado para el ejercicio de varias funciones.

ÜE LAS yEN¡4.S..

Las venas estan destinadas, como queda .di


cho, á volver la sangre de los sistemas, capila-,
res al corazon. El origen de estos vasos está en
el sistema capilar arterial, desde donde acom
pañan á las arterias en todos sus trayectos y
casi por todas partes. El niímero de venas es in
finitamente mayor que el de las arterias, y las hay
profundas ysuperficiales: las primeras estan acom
pañadas dfr las arterias, á las cuales se unen
por un tejido celular mas ó ¡únenos abundante;
y las segundas serpentean, por las superficies ¿de
los órganos, y nías particularmente, por la,,pie)
donde estan mas ó menos separadas de, las ar
térias. ..((,:„; ; ... ,.. .:. ;r .., 0¡.ls T
Consideradas las venas desde su origen, j^asta
su terminacion, se observa que de pequeñas ra
mificaciones se hacen troncos mayores^ hasta
que por último forman las venas cavas y las
pulmonares, de las cuales las primeras deponen
la sangre venosa en la auricula, derecha del co
razon, y las segundas conducen la sangre de los
pulmones, despues de haber suf/wda^yarias alto
f 5*]
raciones en este órgano, á la auricula izquier
da para continuar su curso por el ventriculo de
este lado y la arteria aorta.
Las paredes de las venas mas delgadas que las
de las arterias, estan compuestas como estas de
tres membranas cilindricas sobrepuestas.
La capa esterna es celular, pero menos densa
y sólida que la de las arterias, y cuando se la
separa no conserva su forma cilindrica como
lo hace en aquellas. La union de esta membra
na es muy íntima Con la membrana media, por
cuyo espesor envia prolongaciones celulares que
llegan hasta la interna.
La membrana media tiene al parecer tan po
co espesor, que algunos anatómicos han nega
do abiertamente su existencia; pero se distingue
en aquellas venas en que el curso de la sangre
es mucho mas lento y dificil. Esta membrana
está compuesta de fibras longitudinales blandas
y algo rojizas, particularmente en los troncos in.,-
mediátos al corazon, donde parece evidente
mente' carnosa. ' -' "
Im membrana interna, llamada tambien membra
na ¿omun, es delgada, lisa y tersa, mucho mas
esteiísible y resistente que la de las arterias, y
'dey nftá textura filamentosa, la cual se continúa
en ¿t ventrículo derecho del corazon. Esta mem
brana forma en''su superficie interna una serie
G 53 };
de pliegues Hamados válvulas, cuyo borde libre
se abre hácia el lado del corazon. Estas válvu
las, de figura semilunar, estan mas ó menos
separadas las unas de las otras ; algunas veces
existen aisladas, otras dispuestas de dos en dos;
pero rara v¡ez se encuentran tres. Su numero
es mucho, mayor en los. vasos pequeños,, sqt
bre todo en los de los miembros; no se hallan
en, el sistema de la vena, porta, ni.en. el de la
vena pulmonar, ni en todas aquellas donde la
sangre desciende, por. su gravedad específica. L3.
existencia de las válvulas favorece esencialmente
la circulacion venosa oponiéndose al movimien,;.
to retrógrado de la sangre; pero no llenan, en.
algunas partes tan completamente este uso que
puedan imposibilitar. el reflujo, de la sangre en
donde ellas existen.
Las arterias tienen una. elasticidad . considera
ble que deben á su túnica media, la que sin ein,-
bargo.es muy frágil, particularmente en.elcadár
ver. Esta propiedad elástica de su tejido es mas
perceptible en el sentido de la longitud que eft
el de la circunferencia, y en las arterias glandes
mas que en las pequeñas, ' , ,.' ', ¡,;
La sensibilidad de las arterias es muy obscur
ra , y la contractilidad á pesar de las muchas
opiniones que se han suscitado sobre este pun^
¡ío,,'na podemos menos de convenir según los
. tui
esperimentos de algunos célebres anatómicos y
fisiólogos, que se verifica manifiestamente con
más*particularidad en aquellos vasos de poco
cálibfell1¡' ' • ¡" ' ' '• '
En los vasos capilares varian la sensibilidad se
gun los' órganos dónde se hallan; pero la con
tractilidad es mucho mayor que en el resto del
sistema vascular.. ""'
L'as' i,ehas sorí iriuy estensibles y 'susceptibles
3e a^qxiirir un : calibre 'considerable ; su elasti
cidad es muy inferior á la de las arterias: la
sensibilidad es muy obscura en estos vasos; pe
ro la contractilidad se manifiesta principalmen
te' en los gruesós troncosí '•' nluni ei; ■ i ;
. f ''." '•. i"i•K ¡ ¡¡ii.. . 4 ¿r.ii,
''"> DE LOS GANGLIOS VASCULARES,
'i • '.:.['. i y
' " 'Estos' cuerpos feohíondidos por mucho tiem-
~pó ' coíi las glándui'as" cuya denominacion han
'recibidoy son partes donde las terminaciones y
comunicaciones de los vasos afectan disposicio
nes especiales; •'• '.''•• 'ifcfii' •• i' ' . :. •
'^"'La' situacion dé estos cuerpos es siempre en
el trayecto de la circulacion venosa y linfática
"doiíde al parecer 'deben hacer sufrir algunas ela
boraciones á las sustancias absorvidas, y prepa-
fi 'ñe! este modo su asimilacion. ' p *'".'i'i. .'
Lá estructura de éstos cuerpos resulta de la
t 55 f
reunion de otros muchos tejidos, particularmen
te de un tejido celular modificado de muchos
vasos sanguíneos y linfáticos , y de nervios^ y
cubiertos de una especie de membrana que se
une á las partes inmediatas por las prolonga-*
ciones que desprende; observando en su centro,
una cavidad cerrada, llena de un líquido ama
rillento, i .• '. . •, •
Se consideran como tales ganglios sanguíneos
la tiroide, el timus , el bazo y las cápsulas sub-
renales. ;'• " • . ' s. .
DEL TEJIDO ERECTIL.
El célebre Beclard nos ha dado una idea mas.
clara que los anatómicos que le ban precedida,
sobre la naturaleza y disposicion de este te
jido. Consiste en las terminaciones de los vasos
sanguíneos, principalmente en raices venosas, que
en lugar de ser tan tenues como los capilares
arteriales tienen mas amplitud; son muy esten
sibles, y estan reunidas á muchos filetes, ner
viosos. . . .i • i ' ' i / .•
Este tejido se observa en el pene, eniel.clí-
toris, los labios de la vulva, en el pezon , ea el
contorno de la boca, en las papilas de las mem
branas tegumentales y en el bazo etc. ; y es tal
el volumen que adquiere en ciertas ocasiones,
que se prolonga y esponja considerablemente'*
E 56 ]

DE LOS VASOS LINFÁTICOS. \

Lo» vasos linfáticos, llamados así por el líqui


do que conducen , y absorventes por el uso que
tienen, son mas numerosos y pequeños que los.
sanguíneos. Estos vasos nacen.de todas las su
perficies de las cavidades, de la sustancia de los.
órganos y de la periferia de la piel, los cuales
se reunen para formar muchos troncos mayo
res que van á terminar en el sistema venosa
general.
Se distinguen comunmente estos vasos en
quilíferos y linfáticos ; pero esta distinción que
solo marca el líquido que conducen, no presta
ninguna utilidad , puesto que todos tienen una
misma disposicion y textura, siendo ademas sus.
funciones las mismas.
En su origen los vasos linfáticos forman ve
llosidades y poros, lo que se observa á favor del
microscopio en los intestinos, en la superficie
del peritoneo y de la pleura etc. ''.•
Guando los linfáticos se separan de los pun
tos de donde nacen , componen innumerables
ramillos capilares de una estrema tenuidad; es
tos se reunen, se enlazan y forman. varios teji
dos capilares muy anastomosados,que concurren
i la formacion de la superficie misma de don-
[57]
áe nacen. De estos tejidos capilares salen ra
mos que serpentean por debajo de los tegumen
tos de las membranas en el tejido celular, y
reuniéndose sucesivamente con los que vienen
de otras partes, van engruesándose formando ra
mos mas considerables que acompañan á las ve
nas, dirigiéndose comoj ellas hácia el centro de
la circulacion.
Considerados los linfáticos en todas las par
tes del cuerpo, forman dos planos, uno superficial
y el otro profundo, los cuales contraen frecuen
tes anastomosis, atraviesan muchos ganglios y se
terminan unos inmediatamente en las venas, y
otros corriendo distancias mas considerables van.
á terminar al reservatorio suhlombar ó al con
ducto torácico. ' i
Los vasos linfáticos en su trayecto son tor-
tuosos, forman varias corvaduras, se hacen con
frecuencia retrógrados, pasan algunas veces por
los ganglios sin penetrarlos, se dividen con fre
cuencia en dos ó mas ramos para reunirse de
nuevo, y por último, se van convergiendo há
cia los ganglios, tomando antes de penetrarlos
el nombre de vasos linfáticos aferentes. Luego
que estos vasos se confunden con los ganglios,
¿e hacen imperceptibles hasta que se les ve por
el lado opuesto aparecer de nuevo, en 1 cu
yo caso reciben el nombre de vasos eferentes.
[58]
Despues de haber atravesado uno ó muchos
ganglios, los linfáticos se terminan como ya he
ñios dicho en el conducto torácico, que es et
tronco mas principal , el cual conduce mucha
parte de la linfa y el quilo á la vena axilar iz
quierda, no siendo infrecuente ver. su termina
cion en la cava anterior yugulares etc.
Los linfáticos se comunican en todo su tra
yecto los unos con los otros, formando nume
rosas anastomosis entre sí , observando que la
hacen los superficiales con los profundos, los
superiores con los inferiores, los derechos con
los izquierdos etc. Esta multitud de anastomo
sis forma otros tantos caminos que puede se
guir la linfa para llegar al centro de la circula
cion, y esplica ademas las relaciones de los ór
ganos, de donde se deducen algunos fenóme
nos patológicos, 'i.'.u í ...i
Las paredes de Jos vasos linfáticos se com
ponen de dos membranas, sin contar la especie
de vaina que les subministra el tejido celular que
se condensa alrededor de ellos. La túnica es
terna es bastante resistente; su textura filamen
tosa ha hecho creer que se componia de fibras
musculares, lo que no está aun demostrado. La
membrana interna es sumamente fina , y forma
muchas válvulas que tienen la misma disposicion
que hemos indicado en las venas, pero mas nu
[ 59 T
merosas y siempre dispuestas de dos en dos.
Los vasos linfáticos tienen mas resistencia
en sus paredes, que las arterias y venas: la es-
tensibilidad está muy marcada; y aun después de
la muerte son susceptibles de retracción , de
donde se deduce su elasticidad.
La contractilidad de los linfáticos está bas
tante manifiesta : la sensibilidad solo se hace pa
tente en el estado inflamatorio ; pero según al
gunos autores gozan los linfáticos de una toni
cidad muy enérgica que se observa en muchas
ocasiones, y aun parece que subsiste después de
la muerte; y esta propiedad será acaso la cau
sa de encontrarse vacíos los linfáticos á poco
de terminarse la vida. ■; • I • ■ ¡> , . * -j

DE LOS GANGLIOS LINFÁTICOS.

Estos cuerpos ljamados también glándulas con


globadas son pequeños, oboideós colocados es-
clusivamente en el trayecto de los vasos linfá--
ticos, cuyo volúmen' y figura varían considera
blemente. Los ganglios resultan del enlace y aglo
meración de una multitud de vasos linfáticos, y
Cohliénen un jugo glutinoso envuelto por un te
jido celular particular, atravesados también por
ramificaciones arteriales y nerviosas,!.:. ■■
Los ganglios, cuyo número es muy difícil de
[6o].
terminar, estan en la misma relación con tos var.
sos linfáticos, que los nerviosos con los nervios;
su color y consistencia varian, mucho en las di
ferentes épocas de la vida, y aun en muchas en
fermedades.
Por lo comun los ganglios estan colocados
en las áxilas, en las ingles , en la parte inferior
del raquis, en la pelvis, en el mesenterio, en el,
mediastino , alrededor de los bronquios , á lo.
largo del cuello, en los pliegues del corvejon y.
en la rodilla etc. ' (*
Cualquiera que sea el tamaño , color y lugar
que ocupen los ganglios, estan siempre sumer-.
gidos en un tejido celular abundante , flojo y
estensible , que les permite mudar ele lugar. En
todas las regiones en que se hallan, se encade
nan mutuamente por una multitud: de ramifica
ciones que pasan de un ganglio á otro formanr
do una comunicacion continua.
En los animales jóvenes tienen los ganglio?
un color rojizo., en los adultos son mas peque
ños y agrisados, y en la vejes disminuyen mas
de volumen, se endurecen y toman un colo?
amarillento. ' ', , í,.i .' ...
Se sabe muy poco acerca de los usos de es
tos cuerpos; pero no puede dudarse que concur
ren de una manera especial á la elaboracion, d?
la linfa, haciéndola mas homogénea é impri
[6,]
raiéndola ademas alguna propiedad particular.
Las propiedades físicas de los ganglios linfá
ticos quedan detalladas en la historia que aca
bamos de hacer. Las vitales son tan obscuras
que es difícil poderlas apreciar en el estado hi-
giológico.

DEL SISTEMA NERVIOSO.

Casi todos los anatómicos han considerado


este sistema bajo un mismo punto de vista, has
ta que el célebre Bichat hizo un estudio mas
exacto de él , y Con sus muchas observaciones
proporcionó grandes adelantos á la fisiología y
medicina. Algunos que le han sucedido se se
paran de sus ideas, pero convienen por lo co
mún en la esencia de los principios , aunque
diversamente modificados. Cualquiera que sea
el modo de considerar este sistema, no podre
mos menos de confesar que es muy poco lo que
se sabe acerca de él; pero basta examinarlo ana
tómicamente para convencerse del gran papel
que representa en todos los fenómenos de la
vida. • i , ,. .. • . , , •
El sistema nervioso es un conjunto de partes
continuas, formadas por una sustancia que hemos
llamado nerval. Estas partes están formando unas
veces masas mas ó menos considerables, otras
[62]
constituyen hacecillos y cordones, de los cuales
unos establecen la comunicacion de las masa»
entre sí, y los otros se estienden desde estas á
las diferentes partes del cuerpo. ,
Aunque son muchos los modos como se con.:
sidera en el dia el sistema nervioso, sin embar
go la pluralidad está de parte de Bichat, por lo
que adoptaremos la division de sistema cerebro
espinal y ganglionario.
. El sistema nervioso está esparcido por todas
las regiones del cuerpo : sus partes centrales es-
tan situadas interiormente, sus cordones gruesos
son mas superficiales, y las divisiones de estos
se aproximan mas y mas á la periferia; sin em
bargo se observan algunas diferencias en las di
visiones de este sistema. • ,
' La disposicion general del sistema nervioso
Representa una gran red cuyos hilos estan in
terrumpidos por las dilataciones ganglionarias;
pero reunidos por comunicaciones frecuentes.
Estos hilos van caminando siempre desde la pe
riferia del cuerpo á las masas contenidas en las
cavidades del cráneo y de la espina, en cuyo
trayecto disminuyen considerablemente de¡ ñu*.
mero, pero aumentan de grueso observando mas
simetria en las inmediaciones de. la línea divi
soria del cuerpo que en todas las demas partes.
, Este modo de considerar el sistema nervioso no
[63]
'estan absoluto como comunmente se cree, pues
se observa que en las masas centrales se presen
tan los nervios formando raicillas sumamente
finas, de donde se infiere que es dificil asegu-1
rar si es donde tienen su origen, ó donde peal'
mente terminan.
En la organizacion del sistema nervioso se
distinguen dos sustancias diversas , una blanca
y otra mas ó menos agrisada : la primera es la
que constituye la fibra nerviosa, está rodeada por
la sustancia gris, y aunque se la conoce comun
mente con el nombre de medular, forma sin
embargo un todo continuo donde se manifies
tan diferentes libras formando manojos parale
los ú oblicuos, dejándose percibir muchos vasos
sanguíneos.
La sustancia gris llamada tambien cortical, no
forma como la blanca un todo continuo , y sí
se la encuentra siempre en porciones aisladas,
particularmente en los puntos de donde nacen
gruesos cordones nerviosos, y sobre todo en los
centros cerebro-espinales. Esta sustancia no
manifiesta como la precedente una textura fi.1.
brosa ; pero recibe mayor cantidad de vasos, y
muchos mas en unas partes que en otras.
Toda sustancia nerviosa examinada con el mi
croscopio, parece compuesta de globulillos reu-
ñidos1 por una; sustancia viscosa, dispuestos de
[64]
diferentes modos según donde se los examina*
Estos glóbulos admitidos generalmente tienen al
parecer un tejido celular sumamente fino que en
la superficie esterna se condensa y les da una
capa membranosa que difiere en las dos seccio
nes, pero en ambas es muy vascular.
Las dos sustancias de que se componen los
órganos nerviosos presentan en todas partes
variedades en sus colores respectivos t la corti
cal es principalmente la que varía de tal modo
bajo este respecto, que se la ha distinguido en
amarilla , en cenicienta y en negra ; pero estas
diferencias de coloración dependen únicamen
te del mayor ó menor número de vasos que en
tran en su composición. La consistencia de la
sustancia blanca no es la misma en todo el sis
tema nervioso, pero siempre es mayor que la de
la gris; una y otra, y especialmente la blanca,
son un poco clásticas retráctiles y mas resisten
tes en el sentido de la distribución de sus fibras.
Apenas se sabe nada de positivo acerca del
momento en que el sistema nervioso empieza á
aparecer, ni sobre lo que viene á ser en su orí-
gen : lo que sí. parece es que se desarrolla si
no el primero, al menos uno de los primeros!
sus diversas partes no se lorman simultánea
mente sino de un modo sucesivo, y aunque los
autores no están de acuerdo sobre el órden de
[65 ]
esta sucesión; sin embargo, parece que los nér-
tíos y sus ganglios aparecen los primeros, que
después se manifiesta la médula , siendo el en
céfalo el último que se desarrolla.
Los autores están muy divididos acerca de las
propiedades y funciones del sistema nervioso;
pero por lo que toca á nosotros solo diremos
que son los órganos esenciales de la sensibili
dad y de la inervación, dejando á los fisiólogos
la facultad de analizar este punto mas deteni
damente.

DE LOS CENTROS NERVIOSOS.

Bajo esta denominación comprenderemos


con la mayor parte de los autores modernos
la masa de sustancia nerviosa contenida en el
cráneo y en el conducto vertebral.
Cualquiera que sea el modo de considerar es
tas partes, observamos que todos los cuadrúpe
dos domésticos tienen una masa encefálica que
se continúa con la prolongación raquidiana y. los
nervios, cuyas partes son muy semejantes, pues
sus principales diferencias solo dependen de su
mayor ó menor volumen
No haremos una descripción de todas estas
partes por corresponder á la anatomía descrip,--
Uva, pero sí daremos á conocer su organización;
^OJMO I. 5
[66]
y algunas otras particularidades que deben exa
minarse de una manera general.
En la masa cerebral se observan constante
mente las dos especies de sustancia nerviosa,
blanca y gris de que hemos hablado : sus rela
ciones de situacion y de cantidad varian en las
diversas partes de esta masa; así en la médula
espinal la sustancia gris es interior y está ro
deada por la blanca. En el encéfalo se encuen
tra la sustancia gris formando la capa esterior
y cortical de los hemisferios del cerebro y del
cerebelo, al paso que la blanca ó medular com
pone todo el interior de estas partes. Tambien
se observa que en algunas partes estan interpo
ladas estas dos sustancias, como se ve en los
cuerpos estriados ó acanalados y en el cerebelo.
De todo esto se deduce que la sustancia me
dular es continua con el encéfalo y médula es
pinal, al paso que la cortical existe aislada en
las diferentes partes donde se la encuentra. Las
fibras de la sustancia blanca son menos percep
tibles en la masa cerebro- espinal que en los ner
vios: en la prolongacion raquidiana tienen una di
reccion paralela en los doscordones que la forman,
y dan algunas fibras transversales que los mantieT
nen unidos. Esto mismo sucede respecto de las
de la médula oblongada , solamente que estas
empiezan á hacerse mas divergentes en los dos.
[ ]
manojos anteriores donde se entrecruzan sobre
la línea media.
Las propiedades físicas de estas partes solo se
diferencian de las de los nervios en su menor
consistencia.
El encéfalo y la médula espinal poseen en el
mas alto grado la fuerza nerviosa. ■• .

DE LOS GANGLIOS NERVIOSOS.

Se conocen bajo la denominación de ganglios


unas pequeñas- masas nerviosas, mas ó menos
regularmente redondeadas y situadas en el tra
yecto de los nervios. , ,
Los ganglios pueden dividirse en dos espe
cies: la primera comprende los que pertenecen
á los nervios cerebro-espinales , y la segunda
los que.se hallan en la dirección del nervio
trisplánicó. . ,■ , '. ,
Los ganglios se encuentran por lo común en
la cabeza, en el cuello, en las cavidades to
rácica, abdominal y pelviana, sin que se hayan
podido manifestar en los miembros. , . ,<>|.;; ,
Los de la primera especie se encuentran céri
ca de la estreihidad central, ú origen de algu
nos nervios encefálicos, y de todos los espina,
les. Los ganglios del nervio trisplánicó están
situados lateralmente en dos filas á los lados
[68]
de la columna vertebral, y reciben diferentes
nombres según la región donde se hallan.
La forma y volumen de los ganglios no pue
den determinarse con exactitud ; pero por lo
común son oblongos, y su tamaño puede gra
duarse desde un grano de trigo hasta una judía, j
á veces mas.
Son muchas las opiniones que ha habido en-»
tre los autores acerca de la organización de los
ganglios; pero si analizamos las de Scarpa Lan-
cisio, Mekel y Haller etc., observaremos que to
das son contradictorias, por lo que nos adheri
mos á las mas recibidas en el dia.
El tejido de los ganglios parece al principio
homogéneo cuando se les divide; pero después
de sometido á la «laceración , se ve que entran
dos sustancias en su composición ; una blanca
medular dispuesta en filamentos como en los
nervios , y otra de un gris rojizo , pulposa , di
ferente de la sustancia gris de la masa encéfalo-
espinal, depositada en unas especies de células, y
muy adherida á los filetes medulares, mas con
sistente en los ganglios del simpático que en
los espinales. Los filetes medulares son conti
nuación de los que constituyen los nervios en
cuya dirección se encuentran los ganglios. Es
tos filetes nerviosos se reúnen , y al parecer for
man los ganglios ; pero como salen después por.
[69 1 .
diferentes parages del ganglio , es muy difícil
conocer si los nervios forman los ganglios , ó
si estos dan origen á aquellos. Los ganglios
están envueltos por una membrana mas ó menos
densa ; la de los espinales tiene la solidez del
tejido fibroso , mientras que la de los demás
ganglios no es mas que una capa de tejido ce
lular. Los ganglios reciben numerosos vasos, y
la mayor parte antes de entrar en estos cuer
pos se ramifican en su cubierta. .
Los ganglios son de un color gris rojizo mas
marcado en los del trisplánico , las. cuales soa
también mas duros que los otros- ' r.
La fuerza nerviosa está repartida en los gan
glios del mismo modo que en las demás porcio
nes del sistema que nos ocupa. • iu'í:." <
Los autores no están tampoco de acuerdo
acerca del papel que desempeñan los ganglios;
y es tal la obscuridad en que nos hallamos so
bre este punto, que nos abstenemos de mani
festar sus diferentes opiniones, pues es una ma
teria puramente fisiológica.

BE LOS NERVIOS CEREBRO-ESPINALES.

Estos nervios son unos cordones blancos, re


dondos por lo común, que se continúan con
^ encéfalo y médula espinal por una estremi
dad, mientras que por la parte opuesta van á
ramificarse á ciertos órganos mas ó menos
inmediatos á la periferia del cuerpo.
I>a estremidad que corresponde á los centros
nerviosos está situada en las cavidades del crá
neo y de la espina, desde donde parten á ra-r
mificarse á las diferentes partes del cuerpo, ó bien
á formar diversos ganglios y plexos. Esta es
tremidad se confunde en el encéfalo con la
médula oblongada, de donde salen todos los pa
res cerebrales, y de las partes laterales de los dos
cordones que forma la espinal , sitio donde se
apoyan los espinales. En el encéfalo aparecen
formando muchas raicillas que antes de salirdel
cráneo se reúnen y forman un solo cordón que
camina un trecho mas ó menos largo, conservan
do siempre el mismo espesor hasta el sitio don
de principian á dividirse, disposición que afec
tan todos los nervios. Los espinales salen de la
sustancia gris de la médula, formando un solo
cordón que á poco trecho se divide en dos ,
los cuales atraviesan los agujeros de conjun
ción y van á ramificarse á diversas partes, pero
del mismo modo que los del encéfalo. Ni los
nervios encefálicos ni los espinales, se cruzan
al salir de las cavidades huesosas como se ha
creido. ; ■,• ,■ „t ■>■ : ,- , ',
Los nervios cerebro-espinales tienen una
f7'l
forma tanto mas simétrica en sus dos mitades
laterales cuanto mas próximos se hallan á los
centros nerviosos. < . ' ; : ,'.> ¡ .¡;i
Todos los nervios á medida que se alejan
del centro, se dividen sucesivamente en ramas,
ramos y filetes, por medio de una simple se
paración de los hacecillos y de los 'cordones,
cuya reunión compone su tronco. En sus tra
yectos se anastomosan los nervios entre sí ó con
los inmediatos, formando entrelaces de mayor
ó menor estension, á los cuales damos el nom
bre de plexos. Las anastomosis se efectúan jun
tándose dos nervios, los que se unen por con
tinuidad de sustancias, y caminan después con
fundidos en uno salo.
Los plexos resultan de la reunión de varios
nervios en un solo punto, de donde salen des
pués tomando rumbos diversos, ya sea para for
mar otros , ó ya para ramificarse en diferentes
partes. ' .' ,:' - ■
Todos los nervios cerebro -'espinales termi
nan en los órganos de los sentidos, en los te
gumentos, en los músculos esteraos etc. por fi
letes sumamente finos, que según el parecer úe
algunos anatómicos, se despojan de su túnica ó
neurilema, y se distienden sensiblemente. 11 ■
Cualquiera de los cordones rieTviosos que se
examine se le ve compuesto de muchos filetes
[7* 3
de una grande tenuidad, los cuales se mantienen
unidos por otros filetes de comunicacion. Cada
uno de estos pequeños filetes tiene su neurile-•
má particular, pero reunidos toi'.os para formar
el cordon tienen otro neurilema general. , •. '
¿El neurilema parece no ser otra cosa que un
tejido celular muy denso y apretado, y que al
gunos han colocado en la clase de los tejidos
fibrosos. . ¡, • .., . „ . .•
Los nervios cerebro-espinales se cree estan
destinadas á transmitir al centro de percepcion
las impresiones que reciben en los órganos en
que se distribuyen, y llevan á estos mismos ór
ganos el influjo nervioso para producir el sentid
miento y movimiento. ,.'
* Di LOS NERVIOS GANGLIONARIOS.
Estos nervios son los que constituyen el sis
tema del nervio gran simpático ó trisplánico, ó
los que forman con los ganglios de que hemos
hablado, segun el célebre Bichat, el sistema ner
vioso de la vida orgánica, .,
_,;Lqs nervios de la vida orgánica son unos
cordones blancos muy semejantes á los prece
dentes que tienen su origen al parecer en los
ganglios, y van á comunicarse á todos los ór>.
ganos que no estan subordinadas al imperio de
la voluntad. . 0# ;¿ • . i
[731
Estos nervios establecen una comunicación
entre los ganglios , forman un intermedio entre
estos y los nervios cerebro-espinales, y se dis
tribuyen sin ninguna de estas conexiones en los
órganos , resultando de aquí un entrelace tan
confuso, que no puede asegurarse en la mayo*
parte cual es su origen ni su terminación.
Si atendemos á la disposición del gran sim
pático , la obscuridad de su origen, los ganglios
que concurre á formar, y las conexiones tan ínr
timas que contrae con los nervios cerebro-es
pinales, parece que no puede formarse un sis
tema esclusivo, ni menos separarse su historia
de las demás porciones nerviosas.
No nos detendremos en examinar si estos
nervios nacen de los cerebro-espinales, como
quieren algunos, ó si deben considerarse los
ganglios como sus centros de. origen, como ase
guran otros; pero sí daremos una idea de su dis
posición general. ... f
Los nervios que establecen la comunicación
de los ganglios, lo hacen directamente sin ofre
cer nada de particular , lo que sucede también
con los que salen de estos y van á enlazarse con
los nervios cerebro-espinales; pero los que sa
len de los ganglios con dirección á los órganos,
;se ramifican en su curso y forman plexos mas
ó menos complicados, bien sea antes de lié
[743
gar á su destino, ó ya después de haber llegado
á él ; lo que se verifica en muchas arterias so
bre cuyas paredes se ven entrelazar filetes que
proceden directamente de los ganglios. Estos fi
letes nerviosos se unen en su curso con algu
nos plexos y con diferentes ramos procedentes*
de los nervios encefálicos, y particularmente
con los del par vago.
Estos últimos nervios se terminan en las mem
branas de las arterias de grueso calibre que
ocupan las cavidades torácica, abdominal y pel
viana, en el corazón , en los órganos digestivos
abdominales y en los órganos genitales y uri
narios. , '•■ . <
' A pesar de las diferencias que acaban de no
tarse entre estos nervios y los del: sistema cere
bro-espinal, unos -y otros tienen sin embarga
relaciones de forma, de color y estructura.
Aunque los nervios gangliónicos son blan
cos como hemos dicho, se observa esta propie
dad mas rigurosamente en los que forman el
intermedio entre los ganglios y los cerebro
espinales: no son tanto en los que unen los gan
glios entre sí, y aun son mucho menos los que se
distribuyen en los órganos que por lo común
afectan un color mas ó menos rojizo.
: Son muchas las 'opiniones que hay acerca del
uso de los nervios gaoglionarios; pero solo pue1-

i
[75]
de asegurarse qne transmiten la fuerza nerviosa
á los órganos de las funciones involuntarias, sin
que puedan conducir al centro de percepcion las
impresiones recibidas por estos órganos, al me
nos que una enfermedad no estimule su accion.

DEL SISTEMA GLANDULAR. ',. •

Este sistema se diferencia de todos los demas


en que el tejido propio de los órganos que le
componen no es enteramente el mismo en to
dos ellos; y si hay alguna identidad es por cier.i
tos atributos generales que esperimentan muchas
escepciones. ' : v¡ . !• ..:.' • n:• :ii .:'. .—• —,;i
Se han considerado por muchos anatómicos
como glándulas , órganos que aunque al parecer
se les asemejan , ni tienen su estructura , ni la.
misma naturaleza y propiedades que ellas. Entre
estos cuerpos se distinguen el tímus, el bazo, la
tiroides , las cápsulas subrenales y los ganglios
mesentericos; nosotros consideramos á los cua
tro primeros como ganglios sanguíneos , y á los
últimos como linfáticos : así daremos estricta
mente el nombre de glándulas á todos aquellos
órganos provistos de conductos ramificados que
se reunen en uno 'ó en mas, y se abren en va-i
rías cavidades donde vierten un líquido partieu-*
lar que separan de la sangre. Se consideran coi•
1 76 ü
mo tales las salivares, la lagrimal, las mamas,
los testículos, el hígado, los riñones, el pancreas,
las prostatas y las que pertenecen á las mem-,
branas mucosas.
Estas glándulas estan situadas, unas debajo de
la piel y otras en lo interior de las cavidades:
entre las primeras se encuentran las parótidas,
mamas etc., y entre las segundas los riñones,
pancreas y otras.
Todas las glándulas pueden reducirse á dos
clases, designadas con los nombres de conglome
radas y mucosas. ■ •
Las glándulas conglomeradas son todas aque
llas que estan compuestas de muchos granitos
V glandulosos; pero en unas forma un solo cuer
po como en el hígado, testículos etc., y en otras
constituyen diferentes porciones que estan uni-.
das unas á otras por el tejido celular. '
Las glándulas mucosas solo se asemejan á las
conglomeradas por la funcion que ejercen; pero
su estructura es muy diferente. Estas glándulas
son unas especies de receptáculos membrano
sos que segregan la mucosidad y la deponen en
las superficies de las membranas mucosas.
Las glándulas situadas profundamente estan
cubiertas por uña membrana, y solo deja un li-
bre paso á los vasos, por un parage determina
do; pero en las superficiales solo se halla te
[77]
jido celular que las ata á las paredes inmedia
tas y penetran los vasos indistintamente por sus
superficies.
En la organización de las glándulas entra un
tejido propio, y otros que concurren á formar
las como partes comunes.
El tejido propio se diferencia de todos los
demás en que carece enteramente de fibras, y
están situados sus granitos , los unos al lado de
los otros, siguiendo direcciones irregulares; re
sultando que se apiñan unos á otros, y se ad
hieren débilmente entre sí por un tejido celular,
de donde resulta que estos órganos no tienen'
ninguna resistencia , y se rompen al menor es
fuerzo. • /
El tejido celular que entra en la composi
ción de las glándulas es muy abundante en unas,,
y muy poco en otras. Las glándulas salivares,
el páncreas y todas las demás de parénquima,
blanquecino lo reciben en mucha cantidad; pe
ro en las restantes abunda muy poco y es mu
cho mas fisto. ■ A t • • ■ •'
•Los vasos de las glándulas son numerosísi
mos, y penetran en ellas por un solo lado <S
por muchos; pero luego que se introducen en
su parénquima, se ramifican hasta lo infinito,
de modo que cada granito glandular recibe un
pequeño vaso ■ . o. ■>■■ ;
[78 1
Las glándulas reciben dos especies de ner
vios : las de la cabeza los toman de los cere
bro-espinales; los testículos, las prostatas y el
hígado de los pares cerebrales y de los gan
glios ; pero los ríñones y la mayor parte de las
mucosas estan casi penetradas por los ganglio-
narios. ' . '• .
Todas las glándulas estan provistas de con
ductos escrelorios: estos conductos comienzan
por raicillas sumamente tenues de los granitos
glándulosos, los cuales se reunen entre sí á la
menera de los linfáticos y de las venas para
formar troncos mayores; en unas glándulas com
ponen uno solo, pero en otras dan origen á
varios por los que terminan en las cavidades.
Luego que los escretoríos salen de la sustancia
de la glándula , terminan los unos en una ca
vidad, como sucede en los riñones, donde dan
origen á otro considerable que camina un lar
go trecho hasta su terminacion : otros se abren
á corto trecho en las cavidades, como se obser
va en los eyaculatorios y los de las glándulas
amígdalas y submaxilares , y otros por último,
son únicos , y despues de caminar en una di
reccion mas ó menos recta. ó mas ó menos tor..<
tuosa, se abren en las superficies de las mem
branas mucosas. .,. .'. '..¡), •.,,¡ tí)
Los escretorios se componen de dos mem-
[ 79 ]
branas: la interna es mucosa y continuacion de
la que tapiza las cavidades donde se abren. Es
ta membrana es bastante gruesa en su origen;
pero á medida que se acerca á la glándula, se
adelgaza de modo que cuando penetra en su
sustancia es muy delicada. La membrana es
terna es celular, y su densidad varia segun en
los conductos que concurre á formar. En el con
ducto deferente tiene mucho espesor, y es de
una naturaleza desconocida. En los uréteres,
en los conductos hepáticos y pancreáticos y en
los salivares es muy parecida á la membrana
esterna de las venas.
Algunos anatómicos aseguran haber obser
vado entre las dos membranas de los escreto-
rios fibras musculares, lo que' no está aun bien
comprobado.
Todos los escretorios tienen sus vasos y ner
vios que vienen de los ramos inmediatos. . i
El color, la densidad y la consistencia de las
glándulas, varian en cada una de ellas, y no se
pueden determinar de un modo general ; pero
esto se indicará en la descripcion que hacemos
de cada una de ellas.
Las glándulas son generalmente poco sensi
bles en su estado sano , y solo los testículos
son los que manifiestan una sensibilidad bas
tante viva cuando se los comprime. La con
[8o]
tractilidad animal no existe en las glándulas,'
pero sí la orgánica.
£1 sistema glandular está muy demarcado en
el feto, aunque las secreciones son poco acti
vas : el hígado tiene un volumen considerable,
y los ríñones esceden en volumen comparati
vamente á los del adulto. Todas las salivares y
el páncreas son á proporción mas gruesas que
en lo sucesivo.
Guando se verifica el nacimiento del feto es
mayor la energía del sistema glandular; pero
no se observa ninguna alteración en su tejido,
á pesar de que los vasos conducen mayor can
tidad de sangre , y esta circula con mas cele
ridad ; mas esto no sucede en los testículos y
próstatas hasta la época de la pubertad.
Desde esta época las glándulas se van hacien
do mucho mas densas, aumentándose esta pro
piedad hasta que el animal sucumbe.

del SISTEMA SEROSO (membranas serosas).

Los órganos de este sistema toman el nom


bre del fluido que lubrifica una de sus superficies1.
Estos órganos membranosos ocupan por lo
común las grandes cavidades, y tapizan los ór
ganos en un sentido inverso á las membrana»
mucosas. . ;., , -....I
[8f]
Este sistema no es continuo sino que se ka-
Ha siempre aislado en sus diferentes divisiones,
las cuales pocas veces comunican entre sí; pe
ro casi siempre cubriendo órganos esenciales á
la vida, como se observa con el cerebro, pul
mones etc. : i .• '„. .
Se consideran en este sistema la araenoidea,
la pleura, el pericardio, el peritoneo y otras va
rias. A estas membranas las damos el nombre
de espianiáis, porque ocupan las cavidades de es
te nombre ; pero hay tambien otra clase que
comprenderemos en este sistema, á las que lla
mamos membranas sinoviales.
Todas las membranas serosas tienen por ca
rácter distintivo el formar un. saco sin abertura
que se desplega sobre sus respectivos órganos,
los cuales existen unas veces en gran número
como sucede en el peritoneo J y otras se hallan
solos como se observa en el pericardio, y los en
vuelve de tal suerte que no estan contenidos en
su cavidad.' ,.;, ihvi "
La idea de un 'gorro doble nos suministrará
la disposicion de estas membranas. Suponga
mos por ejemplo , el corazon, cubierto por el
pericardio. Esta membrana está pegada por su
cara esterna al corazon , lo envuelve por todas
sus partes, y cuando llega al origen de los gran
des rasos se reflecta en ellos y sube del mismo
tomo r. 6
[ 82 ]
modo presentando su cara esterna y dejan
do una cavidad entre sus dos hojas que contiene
la serosidad. .
Esta disposición nos marca la que tienen to
das las membranas de esta clase, que también
indicaremos en la descripción de cada una de
ellas, y que desde luego nos da á conocer que
estas membranas no forman jamas aberturas pa
ra dar paso á vasos, nervios, ni ningún otro
órgano. >
Esta idea general nos manifiesta que las mem- .
branas serosas tienen dos láminas: una interna
que se adhiere al órgano que envuelve , y otra
esterna que lo hace con la cavidad donde se h«j-
11a, por cuya razón se consideran dos pleuras,
una costal y otra pulmonar , y una porción de
pericardio que cubre el corazón, y otra libréete.
El espesor de las membranas serosas varía,
no solamente encada una de ellas, sino también
en algunos puntos de su estension ; así se ob
serva que el pericardio y peritoneo tienen mu
cho mas que la aracnoidea y la pleura, y el pe
ritoneo tiene mas espesor en las partes por don
de cubre al hígado y á los intestinos , que por
lo restante. '
En la organización de las membranas sero
sas entra como tejido primitivo el celular, va
sos exhalantes, absorventes y sanguíneos.
£8S]
El tejido celular forma la base de estas mem
branas, cuya textura es tanto mas apretada cuan
to mas cerca de la superficie libre se la exami
na; pero se observa en él una modificacion y
composicion que no son comunes al tejido ce
lular propiamente dicho.
Los vasos exhalantes se abren en sus superfi
cies en una cantidad muy considerable, los cua
les deponen continuamente una abundante se
rosidad que lubrifica las partes donde se hallan.
Los absorventes guardan la misma disposi
cion y chupan el líquido que contienen las mem
branas, cuya funcion debe estar en un perpetuo
equilibrio. .:
Los vasos sanguíneos existen en gran número
en las inmediaciones de las membranas serosas,
y aunque se ramifican por su superficie esterna,
penetran al parecer pocos en su tejido, i ¡
Las cápsulas sinooiales tienen la misma dispo
sicion que las membranas serosas, y aun su na
turaleza es muy idéntica; como tambien la fun
cion que ejercen, por cuya razon las conside
ramos en este sistema. . • *.
Estas membranas ocupan las articulaciones
con movimiento , y las vainas de algunos ten
dones. Forman tambien sacos sin abertura que
se adhieren á las superficies articulares, á los li
gamentos laterales y á los capsulares de las ar
[84]
ticulaciones escápulo-humeral y fémoro-coti-
loidea. . •
En algunos tendones se encuentran estas
membranas ; pero unas veces se unen á una
cara del tendon, y por la otra parte á las cor
rederas de los huesos como se observa en el
tendon del músculo éscápulo-radial; otras veces
envuelven todo el tendon, tapiza por un lado el
periostio que cubre el hueso , y por el otro el
canal fibroso , de modo que forma dos sacos
distintos y sin comunicacion.
Las propiedades del tejido en estas membranas
son bastante manifiestas; pero la estensibilidad
no es tan considerable como á primera vista
parece por las grandes dilataciones de que en
ciertos casos son susceptibles , lo que depende
mas bien de los muchos pliegues que tienen que
de su disposicion: \r' : :);.:•• ,;
La sensibilidad y contractilidad animal no se
manifiestan en el estado de salud; pero las pro
piedades orgánicas existen en alto grado.
En el feto son sumamente finas las superfi
cies serosas, aunque hay algunas mas gruesas que
otras; pero su desarrollo está siempre en razon
del que se verifica en los órganos, que envuelve.
En el adulto permanece mucho tiempo el
sistema seroso sin esperimentar mudanza algu
na sensible; pero en la vejez se hacen las mem
t 85 ]
brasas mas densas y apretadas , y sus adheren
cias con las demás partes son mucho mas fuertes.
El uso de las membranas esplánicas es el de
exhalar , contener y absorver la serosidad. Este
líquido es muy escaso en el estado de salud pues
no hace mas que humedecerlas; se coagula muy
fácilmente por sola la presencia del aire, lo que
depende de la albúmina que entra en su com
posición; pero la parte incoagulable es una es
pecie de moco gelatinoso. Este fluido lubrifica
las superficies de los órganos á quienes en
vuelven las membranas esplánicas , facilitando
ademas los diferentes movimientos que ejecu
tan. Fortifican también las paredes de algunos
órganos membraniformes como el estómago y
los intestinos , y las de un gran número de va
sos que suelen revestirlos por una de sus caras.
Las membranas sinooiales tienen también el uso
de exhalar , contener y absorver la sinovia.
Algunos anatómicos han creido que la sinovia
era separada de la sangre por un aparato glan
dular que creian existia én las articulaciones
conmovimiento. Efectivamente se observa en
algunas árticulaciones unos: cuerpecitos mas ó
menos abultados y redondeados que á primera
vista tienen una textura glandiforme; pero exa
minados con mas detención se advierte no ser
masque unos pelotoncillps.de tejido adiposo- que
[ 86 J
llenan los espacios interarliculares de algunas
articulaciones. ¡ -
El humor exhalado llamado sinovia es visco
so, espeso, amarillento y compuesto de albú
mina y moco; pero tanto en sus caractéres físi
cos como en su composición química, hay algu
na; modificación en el que se encuentra en las
cápsulas articulares , y en el de las vainas ten
dinosas. Este humor sirve para facilitar los mo
vimientos de las articulaciones. ....

. b '■''!'-, DEL SISTEMA FIBROSO.


:it >{: : .-'.i. ni ;• ' i- "ÍT ■
El tejido que constituye los órganos de este
sistema se ha denominado también albugíneo,
tendinoso , aponeurótico y destnoideo é liga
mentoso. .'(.?"! . i . •¡•ip «
Aunque las fibras dé estos órganos tienen una
misma naturaleza y unas mismas propiedades,
sin embargo afectan diferentes formas, de las
Cuales resulta que los usos son muy diversos.
Dos formas principales hallamos en los ór
ganos fibrosos: la una constituye manojos de
fibras de mayor ó menor volumen unidas para
lelamente^ reciben los nombres de ligamen
tos y tendones; y la otra formando cubiertas mas
ó menos estensas, y se llaman menibranési
Los ligamentos y los tendories ';sSló 'fiénen
[«7 3
conexiones con los huesos y con los múscu
los : los primeros los unen entre sí, y los segun
dos alan los músculos á los huesos transmitién
doles el movimiento. Las membranas que cor
responden á los músculos se llaman aponewo-
sis , y las que pertenecen á los huesos y cartíla
gos reciben el nombre de periostio y perícondrio;
sin embargo se observan otras varias como la
dura mater , le albugínea y la esclerótica , cuya
disposición la manifestaremos en la descripción
de los órganos á que pertenecen.
Las diferentes formas de todos estos órganos
dependen esencialmente del modo particular
con que se distribuyen sus fibras , de donde re
sulta la diferencia de los que acabamos de in
dicar, y que examinaremos separadamente.

DE LOS LIGAMENTOS.

Los ligamentos están destinados á sujetar unos


huesos con otros y facilitarles por su flexibilidad
el que puedan ejercer diferentes movimientos.
La forma de los ligamentos es muy diferente,
pues en unos están las fibras unidas en una di
rección paralela formando cordones mas ó me
nos gruesos de diferentes figuras, y en otros
están entrecruzados en distintas direcciones forr
mando membranas.
1 88 ]
Los ligamentos compuestos de fibras parale' *
tas corresponden á las articulaciones ; pero hay
sin embargo algunos que no tienen conexion
con ellas. Tanto los unos como los otros te~
ciben sus nombres como los músculos por ra.?
zpn, de sus ataduras. • ,¡
Los ligamentos membraniformes se dividen
por razon de su figura en capsulares. y en anu
lares: los primeros corresponden á las articula
ciones .'movibles y forman una cápsula abierta
por sus dos estrenaos , por los cuales se atan á
1a circunferencia de las superficies articulares
de los dos huesos que se articulan rodeando de
este modo la articulacion; y los segundos for
man medios anillos mas ó menos anchos, fijos
por sus estremos á los huesos por cuya conca
vidad pasan muchos tendones.
Ademas de estos ligamentos hay varias fi^
bras esparcidas por algunos huesos, los cuales no.
pueden clasificarse. ,

. .. DE LOS TENDONES.

Los tendones son unos cordones fibrosos su


mamente resistentes que unen los músculos á
los huesos ó á los cartílagos, ó bien se inter
ponen entre las porciones de un mismo músculo.
Los tendones estan situados en las estremir
[&)]
dades de los músculos, con los que se adhieren
fuertemente por un estremo, y por el otro se
radican á los huesos, ó Lien forman espansio-
nes aponeuróticas'
Las formas de ios tendones és muy variada;
por lo comun son aplanados ; pero tambien
los hay cilindricos. Algunas veces se * dividen
en otros menores que van á radicarse á dife
rentes huesos. .Tambien se encuentran muchas
veces las fibras tendinosas interpoladas con las
carnosas, lo que se observa en aquellos mús
culos que se componen de dos planos car
nosos. ' • '
Algunos tendones estan cubiertos por vainas
fibrosas, que forman unas especies de con
ductos , por los que pasan uno ó muchos lo
que se observa en los músculos de los miem
bros y particularmente en los flexores.

.. . DE LAS APONEUROSIS.. .. , .

Las aponeurosis son unas membranas fibrosas


de mayor ó menor estension, que resultan de
la espansion de los tendones ó de las fibras
tendinosas de los músculos. >...;.
Las aponeurosis estan formadas por el en'-
trelace de. las fibras tendinosas, las cuales se
distinguen perfectamente , y es tal la adheren.
[9°]
cia de unas con otras que las hacen sumamen
te resistentes. • : •• i
Estas mambranas envuelven muchas veces
los músculos , y otras los atan á los huesos, por
cuya razon se dividen en aponeurosis de envol
tura y en aponeurosis de insercion.
Las aponeurosis de envoltura tienen dos caras:
la esterna se une al músculo subcutáneo y á la
piel por un tejido celular muy corto , y la in
terna está en contacto con los músculos, á los
que envuelve por un solo lado ó en toda so es-
tension. Muchas veces las aponeurosis envuel
ven uno, dos ó tres músculos, y oiras todos los
de una region 6 los de todo el miembro, como
se observa con la fascialata, por lo que se
dividen en aponeurosis de envoltura general, y
aponeurosis de envoltura particular.
Las aponeurosis de envoltura son siempre
dependientes de un músculo particular, de mo
do que cuando las fibras musculares se contraen,
las aponeurosis se ponen tensas y comprimen
suavemente los músculos, impidiendo que estos
puedan dislocarse en los grandes y reiterados
movimientos que ejecutan.
Las aponeurosis de insercion resultan por lo
comun de la esp&nsion de un tendon, y siguen
constantemente sus fibras la misma direccion
hasta su radicacion en los huesos.
Í9']
Algunas de estas aponeurosis tienen en va
rios pantos de su estension ciertas aberturas á
manera de arcos, por las que pasan vasos, ner
vios y aun algunos músculos como se observa
en las de la region abdominal y en la del diafrag
ma. En estas aponeurosis las fibrascarnosas estan
colocadas á modo de rayos en la parte opuesta
de la abertura, resultando que cuando Jas fibras
carnosas se contraen, la abertura se hace mayor,
y los vasos tienen un libre paso.

DEL PERIOSTIO.
'',.!.' • »
Se da este nombre á una membrana fibrosa
que cubre toda la superficie esterna de los hue
sos, acomodándose á la figura que estos presen
tan. Esta membrana no es continua por todas
partes; su continuidad no está interrumpida si
no en las articulaciones de movimiento; pero
cuando llega á las inmóviles pasa de un hueso
á otro sin interrupcion cubriendo las articula
ciones.
lía adherencia del periostio con los huesos
es débil en los animales jóvenes; pero muy
íntima en los adultos, sobre todo en las estre-
midades de los huesos largos , y en los huesos
COrtOS. • " 9iir' i .' ... i.
En los puntos en que el hueso tiene muchos
[9>]
poros y agujeros la adherencia es muy íntima,
y suelta prolongaciones que acompañan á lo»
vasos hasta que atraviesau los agujeros donde
se repliega. " > ¡
- Algunos anatómicos han creido que el pe
riostio cuando llega á los agujeros por donde
penetran los vasos de primer orden en lo»
huesos largos, los acompaña hasta la cavidad
medular donde forman el periostio interno; pe
ro solo basta para probar lo contrario tener pre
sente la naturaleza de la membrana medular y
del periostio como igualmente stís propiedades.
Cuando el periostio envuelve á los cartílagos,
recibe el nombre de perícondrio; pero su ad
herencia es menos íntima que con los huesos,
y no envia en los cartílagos tantas prolonga
ciones como en los huesos.
Los usos del periostio son: i." defender los
huesos de la acción de los órganos que se mueven
en su superficie : a .■• robustecer las paredes de
los vasos que atraviesan por él : 3.° favorecer
la regularidad con que se distribuyen los sucos
nutricios; y 4-° servir de inserción á los liga
mentos, tendones y aponeurosis.
La organización de los tejidos fibrosos es con
corta diferencia 3a misma en todos ellos, á pe
sar de las diversas formas que presentan como
ya hemos indicado. - ■ tt-ti'j * -l • >í
[93]
Estos tejidos se componen de una fibra pro
pia y del tejido celular y algunos vasos. Esta
fibra llamada albugínea es blanca , dura , algo
elástica, insensible y poco ó nada contráctil; pe
ro su resistencia es mayor que la de todos los
demás tejidos.
El tejido celular existe en los órganos fibro
sos ; pero es muy corto y resistente, y su can
tidad está en razón de la mayor ó menor re
unión de las fibras.
Los vasos son poco numerosos en los tejidos
fibrosos; sin embargo , son mucho mas y éstan
mas desarrollados en la dura mater y el» el
periostio que en los demás tejidos donde apenas
te perciben. . . ■» ; '•■ ; •
Los nervios y vasos absorventes no se han
demostrado por la disección, y solo puede juz
garse de su existencia por fenómenos particulares.
La blancura, la resistencia y la poca elas
ticidad de estos tejidos los dan á conocer á sim
ple vista.
La estensibilidad del tejido y la contractili
dad son poco manifiestas; aunque se observan
en la dura mater y en otras membranas; pero
para que esto se verifique es preciso se haga
gradualmente y con mucha lentitud.
- : En el sistema fibroso no existen nunca la
contractilidad animal ni la orgánica sensible;
[g4]
pero tiene como todos los órganos la sensibi
lidad orgánica y la contractilidad orgánica in
sensible.
En el primer estado del embrion se confun
den estos tejidos con las demas partes, y solo
cuando estan formados otros muchos órganos
es cuando se perciben los vestigios de aquellos;
pero cuando estos se distinguen , se observa
mucha mas resistencia en sus fibras que en las
demas partes , la cual se aumenta á medida que
el desarrollo continúa sus progresos.
Segun los animales crecen en edad, es mas
fuerte y apretado el sistema fibroso; pero en
los adultos llega á ser mucho mas, de modo
que en la vejez es tal la consistencia y la re
sistencia que ofrece este tejido , que se presta
con dificultad á la maceracion , y resiste á la
putrefaccion.

DEL SISTEMA FIBRO-CARTILAGINOSO.

Casi todos los anatómicos han considerado


los órganos de este sistema, ya entre los cartí
lagos, ya entre los ligamentos, porque efectiva
mente participan de la naturaleza de unos y de
otros. ; .. i • ¡ j'
Podemos distinguir estos órganos en dos ór
denes: el primero comprende aquellos que están
libres por sus dos caras, como se observa en
los interarticulares; y el segundolos que se ad
hieren por sus dos caras á los huesos sirviéndo
les de medio de union. ...
Los fibro-cartílagos interarticulares se en
cuentran en las articulaciones femoro-tibial,y
la que forman los cóndilos de la mandíbula pos
terior con los temporales.
Los fibro-cartílagos adheridos por sus dos
caras se hallan situados entre dos superficies
huesosas á las que sirven de medio de union, y
su forma está determinada por la de sus super
ficies; tales son los que se encuentran en el cuer
po de las vértebras. . '.• ,
Hay ademas otros fibro-cartílagos cuyas forj.
mas no pueden ser tan determinadas; así se ob
serva que unas veces forman especies de vainas
en las correderas de los huesos para que los
tendones no puedan rozarse ; pero estos fibro-
cartílagos dependen mas bien del endurecimien
to del periostio. Otros estan en forma de rode
tes colocados en los bordes de las cavidades
glenoidea y cotiloidea: y otros, por último, for
man medios anillos que dan paso á los tendo
nes, ó vienen á formar un agujero cerrando
un borde escotado de algun hueso.
Los tejidos fibro-cartilaginosos no tienen to
dos la misma consistencia , lo que depende de
[96]
la mayor ó menor cantidad de gelatina que con
tengan, resultando de aquí que hay algunos que
solo tienen esta naturaleza en los animales jó
venes , adquiriendo con la edad mayor dureza,
pudiendo en este caso compararlos con las ter
nillas.
Los fibro-cartílagos sirven en general para
facilitar los movimientos.
La blancura es una propiedad física de estos
tejidos ; la tenacidad es idéntica á la de los te
jidos fibrosos, á los que deben tambien un po
co de flexibilidad.
Esta especie de órganos no manifiestan en
el estado sano ni sensibilidad ni contracti
lidad.
En su desarrollo se observa que la parte ho
mogénea de los fibro-cartílagos predomina en
la infancia, y al mismo tiempo son estos bastan
te blandos; pero á proporcion que aumentan es
tos su consistencia se distinguen mejor sus fibras.

DEL SISTEMA CARTILAGINOSO.

Los órganos que componen este sistema, ó


los cartílagos, son unas partes duras , blanque
cinas, quebradizas, mas flexibles que los huesos,
pero menos que los fibro-cartílagos.
Los cartílagos estan independientes unos de
t 97 I
otros; pero generalmente tienen conexion con
el sistema huesoso.
Se pueden dividir los cartílagos en articula
res y no articulares: los primeros corresponden
á las articulaciones movibles é inmovibles; y los
segundos ocupan partes mas ó menos distantes,
por lo que formaremos dos séries que examina
remos separadamente. ' .
Los cartílagos diartrodiales, 6 los que corres
ponden á las articulaciones con movimiento,
ocupan las estremidades de los huesos. Estos
cartílagos tienen una cara escabrosa que corres
ponde á la estremidad del hueso, y otra cara
lisa y libre que pertenece á la otra libre del otro
cartílago, de modo que se corresponden el uno
al otro sin mas intermedio que las cápsulas si-
noviales.
Los cartílagos de las articulaciones Inmóviles
estan unidos á los bordes de los huesos por sus
dos caras, de modo que no tierffn ninguna sus
tancia intermedia : se encuentran en los huesos
del cráneo y de la cara y en otras partes, pero
siempre se osifican con la edad.
El tejido de estos cartílagos está compuesto de
fibras, cuya direccion varia en casi todos ellos;
y cuando estan puestos en maceracion por mu
cho tiempo se convierten en una trama 'ce
lulosa.
tomo I. 7
í 98 ]
Los vasos no se distinguen en estos cartílagos;
pero no puede dudarse estan penetrados de los
líquidos que conducen sus elementos nutritivos.
Tampoco se han demostrado los nervios en es
tos órganos.
Los cartílagos son menos densos que los hue
sos, pero tienen mucha elasticidad á pesar de
que si la distension es muy forzada se verifica
su rotura.
La vitalidad de estos cartílagos es muy obs
cura, y su nutricion se efectúa cou mucha len
titud.
En los primeros tiempos de su desarrollo se
presentan bajo la forma de un mucílago espeso,
pero poco á poco van adquiriendo el grado de
solidez que se advierte en ellos e.n la edad adulta.
Esta última época es la de su mayor elasti
cidad, propiedad cuya condicion se halla en el
estado intermedio á la dureza que adquieren mas
tarde, yásu blandura primitiva.
Los cartílagos articulares sirven para amorti
guar los efectos de la reaccion por su elasticidad,
y para facilitar los movimientos de las articula
ciones por la lubricidad que reciben de las cáp
sulas sinoviales. • •..
Los cartílagos que no corresponden á Jas ar
ticulaciones forman ¡a segunda serie. Estos tie
nen por carácter distintivo el formar una por
[99 ]
clon ó la totalidad de la armazon de ciertas
partes, y de estar revestidos por el pericon-
drio. Se comprenden en esta serie los cartíla
gos de las orejas , de las costillas , de los omo
platos, de los tejuelos , de la laringe, traquea y
bronquios, el divisorio de las narices, y el de su
ollares, los tarsos y los de las costillas.
La forma de estos cartílagos es sumamente va
riada, como tambien sus diferentes usos, lo que
espondremos en la descripcion de los aparatos
á que pertenecen.
Generalmente estos cartílagos son mas flexi
bles que los de las articulaciones; pero entre ellos
los hay unos mas que otros. Esta propiedad es
únicamente la que los hace diferenciar, lo que
depende sin duda de la proporcion que guar
dan los principios que los constituyan. , i, .

DEL SISTEMA HUESOSO.

Este sistema resulta de la reunion de muchas


piezas, que colocadas convenientemente forman
un todo que llamamos esqueleto. . t i> . .
Los huesos estan formados de una sustancia
compuesta de fibras, cuya resistencia, .densidad
y blancura en comparacion de los demás tejidos
animales, constituyen sus caracteres distintivos,
siendo por estos atributos los que dan la forma
I
[ loo]
al cuerpo, los que contienen los órganos, y los.
que sostienen su gravedad específica.
La forma de los huesos depende principal
mente dela distribucion de susSbras, de consi
guiente unos son simétricos entre sí , y otros en
sí: los primeros son huesos pares que son los
mas numerosos, y los segundos comprenden los
impares que ocupan la línea media del esquele
to, como .las vértebras, el occipital, el esfenoi-
des etc.
La distribucion de las fibras huesosas no es
la misma en todos ellos: en unos son longi
tudinales, en otros parten á modo de radios desde
el centro á la circunferencia , y en otros son
muy cortas y se distribuyen sin órden ni regu
laridad, de donde resulta que los huesos no tie
nen unas mismas dimensiones, y se dividen por
estas en largos, cortos y planos.
Los huesos largos llamados así porque la lon
gitud escede á la latitud y espesor, corresponden
principalmente á los miembros donde forman
palancas de diversas especies que contribuyen á
ejecutar los movimientos locomotores. El nú
mero de estos huesos en los miembros se au
menta á medida que se aproximan á la parte
inferior , pero disminuye considerablemente la
longitud ; se componen de dos estremidades y
un cuerpo : las primeras son por lo comun grue
C 101 ]
sas y voluminosas, donde se notan apófisis de
inserción y eminencias y cavidades articulares:
el cuerpo llamado también diafisis, tiene una for
ma mas ó menos cilindrica; pero por lo común
están retorcidos y sembrados de líneas, cavidad-
des y eminencias mas ó menos proeminentes. ,
Los huesas planos son aquellos cuya longitud y
latitud esceden á la profundidad; se encuentran
estos huesos en el tronco formando cavidades
donde se alojan los órganos mas esenciales á,
la vida: la figura de estos huesos no conviene
con la división que hacemos , pues hay algunos
como las costillas que por sus dimensiones son
largos, y por su figura y usos participan del ca
rácter de huesos planos, de donde se- infiere,que
la, forma de los huesos no puede determinarse
con exactitud. • , • : ■ i .n
Los huesos cortos resultan de la reunión de- fi
bras Icortas y distribuidas irregularmente efl' va?
rias direcciones: sus dimensiones son casi igua
les, y están situados en la columna vertebral y
en algunas articulaciones formando por su-coa-
junto partes sólidas y movibles. • r><;'
Algunos han admitido una clase de huesos
mixtos, y efectivamente hay varios como el oc-^
cipital, el esternón, el - esfénoides etc., que. no
pueden colocarse en ninguna de las clases qué
hemos establecido, yasí tienen diferentes formas.
[ i°a ]
Los huesos por sus figuras particulares tienen
caras, bordes y ángulos : son mas ó menos en
corvados , cilindricos , aplanados , prismáticos,
angulosos , cuadriláteros etc. No todos estos
huesos tienen una misma posicion ; pues cada
uno ocupa en el esqueleto el lugar que le per
tenece segun los usos que tiene que ejecutar en
eu colocacion respectiva.
Los huesos forman y determinan las regiones
del cuerpo, y se fundan particularmente en la
situacion, figura y estension que tienen.
Los huesos considerados segun sus formas es-
teriores afectan en unas partes desnivelaciones
con relacion á su todo, unas veces separándose
algo del centro de la línea paralela, y otras
aproximándose mas que el resto del hueso, for
mando por consiguiente eminencias y cavidades.
Las eminencias de los huesos se distinguen en
apófisis y epífisis. Las primeras son aquellas que
se han endurecido, y convertido en la misma
sustancia del hueso, resultando una. diversidad
eli sus formas sumamente variada , de donde
han recibido los nombres de cabezas, cóndilos,
tuberosidades, crestas, líneas, asperidades etc.:"
las segundas son aquellas que aunque formadas
no se han endurecido , y su formacion depende
del desarrollo sucesivo de los huesos.
. Las eminencias corresponden unas á las arti.1
[ io31
dilaciones, y otras no: las primeras son diar-
trodiales, y sinartrodiales, y las segundas ocupan
las superficies de los huesos para ejercer dife
rentes usos.
Por lo comun las eminencias sirven para dar
insercion á los músculos, tendones, ligamentos
y aponeurosis : tambien hay otras, aunque en cor
to número, que desvian los tendones de la línea
paralela aumentando el brazo de la palanca y
la fuerza muscular.
Las cavidades se distinguen tambien como las
eminencias en articulares y no articulares, y las
primeras pueden ser diartrodiales ó sinartrodia
les. Las cavidades pueden dividirse en internas
y esternas , y en simples y compuestas.
Las cavidades internas son las medulares de
los huesos largos y las que dejan entre sí las
láminas del tejido esponjoso de los huesos; y
las esternas las que se encuentran en las super
ficies de los huesos, que sirven para dar inser
cion á los ligamentos, tendones etc. lo mis
mo que los huesos.
Las cavidades simples son las que estan forma
das en el espesor de los huesos como la gle-
noidea y todas las de insercion : y las compues
tas aquellas que para su formacion concurren
dos ó mas huesos, tales como la orbitaria, la
cotiloidea y aun la del cráneo, pecho, conducto

\
1 104]
vertebral etc., que son las que están destinadas
á alojar los órganos mas esenciales de la vida.
Las cavidades reciben sus nombres por compa
raciones vulgares de otros cuerpos , y algunas
por su situación, dirección y magnitud , y así
se llaman fosas, senos, canales etc. Hay también
en los huesos cavidades que los atraviesan de
fuera adentro, las cuales dan paso á los vasos
sanguíneos. Estas cavidades llamadas por algu
nos de nutrición, son muy diminutas en los hue
sos cortos y en las estremidades de los largos;
pero en los que tienen cavidad medular solo se
encuentra uua en su cuerpo y en algunos dos,
que dan paso á los vasos de mayor calibre, que
penetran en lo interior y se ramifican en el
órgano medular.
Estas cavidades mas pequeñas son mucho mas
numerosas en el feto que en los jóvenes, y mu-i
cho mas que en los adultos y viejos, á causa de
que cuando se verifica la osificación desapare-r
cen obliterándose, y por consiguiente dejan de
dar paso á los vasos.
La densidad del tejido huesoso es considera
ble, pero relativa á las diferentes especies de
huesos que examinamos; así se observa que en
los huesos largos es mayor la densidad, parti
cularmente en^su cuerpo; en los planos en su
parte media t y es muy poca en los cortos , de
[ io5 ]
donde se deduce que será tanto mayor la den
sidad en los huesos, cuanto estos tengan mas
tejido compacto , lo que se? verifica de prefe
rencia en los animales viejos mas que en los
jóvenes.
El espesor de los huesos es mayor en los ani
males viejos; pero hay algunos en que es mas
considerable en los animales jóvenes y aun en
el feto, lo que se verifica en aquellos que tienen
cavidad medular y senos que no se forman
hasta que el hueso se desarrolla completamente.
. El tejido de los huesos así como el de la
mayor parte de los demas órganos, se presenta ba
jo el aspecto de fibras, cuya naturaleza es en to
das partes la misma , pero sin embargo tiene
dos modificaciones principales por la diversa
disposicion en que se hallan: así es que estas fi
bras estan mas ó menos separadas y presentan
una multitud de células en una parte del hue
so formando un tejido esponjoso , y en la otra
estan apretadas unas con otras , y componen
una sustancia compacta en la cual es dificil dis
tinguirlas: de aquí proviene la division del teji
do huesoso en esponjoso ó celular, y en com
pacto : tambien se admite otro que llaman re
ticular ; pero esto no es mas que una modifi
cacion del primero , y solo se le encuentra en
la parté media de la cavidad medular.
El tejido esponjoso 6 celular no existe en los
primeros periodos de la osificacion, pues su for
macion es debida á la época en que el fosfato'
calcáreo se agrega á la gelatina .del cartílago.
primitivo, con lo que adquiere el hueso la na
turaleza de tal. . '. ,.
Cuando se desarrolla enteramente este tejido
se presenta formando pequeñas cavidades que?
se manifiestan á simple vista; pero estas estan
formadas de pequeñas láminas sumamente fi
nas, que forman un entrelace tan confuso que
es muy dificil determinar donde principia á ma
nifestarse esta disposicion y donde finaliza. . ..:
La cantidad del tejido esponjoso y el número
de cavidades que forma son relativas á la espe-
cie de hueso que se examine y á las diferente*
partes en que estos se dividen.
En los huesos largos ocupa las estremidades
y los estremos de la cavidad medular, donde
forma la figura de una esponja, y á medida que
se aproxima hácia la superficie esterna, las cavi-;
dades son mas y mas pequeñas, y sus láminas
tienen mas espesor. .':
En los huesos planos abunda poco este teji^
do, y solo se observa en la circunferencia ó don
de el hueso tiene mas espesor.
En los huesos cortos es mucha la cantidad de
este tejido, y en todos conserva la mismá dispo
[ i°7 3
sicion. Se puede decir por regla general que en
todos los huesos, sea cualquiera la clase á que per
tenezca, el tejido esponjoso es mas abundante
donde hay eminencias muy salientes , ó donde
tienen mucho espesor.
El tejido compacto está compuesto de fibras
duras y muy apretadas , de modo que no dejan
entre sí las cavidades que el esponjoso, de cuya
aproximacion resulta la densidad tan notable que
distingue á los huesos de los demas tejidos. La
dirección de las fibras es longitudinal en los hue
sos largos , en forma de rayos en los planos , y
estan entrecruzados en los cortos. Estas tres dis
posiciones de las fibras del tejido compacto pa
rece que dependen enteramente del modo de
verificarse la osificacion, y en efecto, en el ór-
den de formacion de sus cartílagos primitivos se
ve que estos órganos se agregan el fosfato cal
cáreo en la misma forma.
La cantidad de tejido compacto es mucho ma
yor en la parte media de su cuerpo, y á medi
da que se aproxima á sus estremidades disminu
ye y adelgaza de modo que forma una capa muy
delgada donde el tejido esponjoso abunda mas.
En los huesos planos forma el tejido compac
to dos láminas separadas en algunos parages
por el tejido esponjoso, y su espesor es mayor
en el centro del hueso que en su circunferencia.

/
[ m8>
En los huesos cortos abunda muy poco el te
jido compacto, pues estos tienen Ja misma dis
posición que las estremidades de los huesos lar
gos. Se puede pues concluir, que estos dos teji
dos están diametralmente opuestos, pues donde
uno abunda el otro está en poca cantidad y vi
ceversa.
Aunque los tejidos de que acabamos de hablan
tengan formas diferentes,, están compuestos de
fibras de una misma naturaleza, pero diversa
mente modificadas, de modo que mientras en.
uno las fibras están enrarecidas , en el otro se
condensan y se hacen mas compactas , y anali
zándolas químicamente constan de unos mismos,
elementos.
Ademas del tejido propio que entra en la for
mación de los huesos, entran otros como par
tes comunes: efectivamente, aunque los antiguos
colocaban á los huesos entre las partes blancas,,
frías y espermáticas, se ve á simple vista que es
tos órganos reciben mucha cantidad de vasos
sanguíneos. Estos forman tres órdenes que pe
netran por las cavidades de nutrición en la sus
tancia de los huesos y en sus cavidades internas.
Los vasos de primer orden llamados así por
su mayor calibre están destinados esclusivamen-
le á la cavidad medular de los huesos largos;
su número es igual al de las cavidades, y así
1 1°9 ]
*}ue penetran en ellas se dividen en dos ramos,
de los cuales el mayor sigue la dirección del hue
so, y el otro se dirige al lado opuesto: estos
ramos se dividen y subdividen en otros meno
res que se ramifican en la membrana medular
y en el tejido esponjoso donde se anastomosan
con los de segundo orden.
Los vasos de segundo orden pertenecen á las
estremidades de los huesos largos, y á toda la
estension de los cortos ; su número es bastante
considerable, y se reparten por entre las lámi
nas y cavidades del tejido «sponjoso.
Los de tercer orden son aquellos que pene
tran por el tejido compacto del cuerpo de los
huesos largos. En el feto son muy numerosos;
pero á medida que se va absorviendo la gela
tina y depositando el fosfato de cal, desapare
cen las cavidades , se obliteran los vasos, y el
hueso se hace mas denso y compacto.
Se ignora hasta el dia si los huesos tienen va
sos absorventes y exhalantes ; pero si se verifica
en ellos la nutrición no puede dudarse su exis
tencia.
" El tejido celular se encuentra en poca can
tidad, y aun esta no se manifiesta sin alguna
preparación ó enjertas afecciones morbosas.
Tampoco puede probarse que existen nervios
en los huesos , pero si estos son susceptibles de,
[no] y
padecer enfermedades, debe suponerse tengan
vida y por consiguiente los fenómenos de sus
propiedades.
Las propiedades físicas de estos órganos son
las que mas los dan á conocer y establecen las
diferencias con los demás tejidos.
El color de los huesos es de un blanco ama
rillento; pero este es relativo en las diferentes
edades, en las varias especies de animales, en
los diversos huesos y aun en las partes en que
estos se dividen, de modo que el color de los
huesos depende de la mayor ó menor cantidad
de sangre que reciben y de humores que los lu
brifican; pues se observa que cuando estos hu
mores se separan de Ios-huesos se quedan ente
ramente blancos.
La solidez y la dureza, que son el distintivo
particular de los huesos, provienen de la canti
dad de fosfato calcáreo que los penetra, y así es
que á medida que los huesos van desarrollán
dose, también se van aumentando estas propie
dades, porque cada vez predomina mas esta sus
tancia. La elasticidad es otra de las propiedades
físicas de los huesos, pero se halla en un ór-
den inverso con respecto á las dos anteriores;
pues como esta depende de 13 sustancia gelati
nosa, es tanto mayor cuanto mas abunda este
principio; de modo que la elasticidad se va dis
«iinuyendo á proporcion que los animales avan
zan en edad, y en la vejez pierden enteramente
la flexibilidad y la elasticidad.
Las propiedades del tejido son muchas veces
muy manifiestas á pesar de la gran solidez y
densidad del tejido huesoso. La estensibilidad
huesosa se observa en algunas afecciones mor
bosas como las dilataciones de los senos maxi
lares en las escrecencias poliposas, en el hidra1.
céfalo etc. La contractilidad del tejido es muy
manifiesta en los huesos luego que ha cesado la
causa que distendía sus fibras.
Los huesos carecen casi de propiedades de vi
da. La sensibilidad es enteramente nula, pues
se cortan, sierran etc. sin que den señales de
sentir; pero en «1 estado patológico se desar
rolla esta propiedad en un alto grado. La con
tractilidad animal es nula en el sistema huesoso.
Las propiedades orgánicas existen en los huesos,
mientras se verifica en ellos la nutricion y cir-
culacion de los humores.
" Los huesos reunidos y colocados en sus situa
ciones naturales, forman el esqueleto ó armazon,
contribuyen pasivamente á la locomocion ha
ciendo unos el oficio de palancas que los mús;.
culos ponen en movimiento, otros dan insercion
á varios tendones, músculos, ligamentos etc¿,
forman muchas cavidades que alojan órganos
[na] f> I
interesantes á lá vida, y los defienden de la ac-»
cion de los cuerpos estemos; sostienen todas las
partes blandas, concurren al ejercicio de algunas
funciones orgánicas ; son en algunos animales
instrumentos de su defensa, y también nos dan
á conocer la edad por los cambios sucesivos que
esperimentan.
La formación de los huesos , la osificación ó
la osteogenesia es un fenómeno que en todos
tiempos ha ocupado la atención, y que en efec—
to es muy digno de notarse.
Los huesos esperimentan en su desarrollo
mutaciones tanto mas notables cuanto mayor
es la correspondencia que hay éntrelos diversos
estados, por los que pasan, y otros análogos pe
ro permanentes que se observan en los ani
males.
Desde que los huesos principian á delinearse
hasta su completo desarrollo presentan muchas
modificaciones; así se observa que en su prin
cipio están formados de una sustancia entera
mente líquida , después se hace mucosa ó gelatir
nosa, cartilaginosa , y algunas veces fibro-carti-
laginosa, hasta que por último se convierte en
propia sustancia huesosa. ¡. ^
■ Es muy difícil marcar las épocas en que se
verifican estas metamorfosis; pues solo se ob
servan mas bien por los caracteres físicos de la
f ii3]
sustancia que forma los huesos, que por su na
turaleza y modo de formarse.
Al principio todos los huesos presentan 'una
sustancia homogénea algo fluida , que poco á
poco se va concretando; sin embargo, es trans
parente y sin color, crece entonces mas bien
por vegetación, y forman un todo continuo que
se divide mas tarde, y á esto es á lo que llamamos
estada mucoso. Este estado es en esta época idén
tico al que presentan todas las demás partes, de
suerte que no puede distinguirse con especialidad
á las demás ni á los huesos; pero no podemos
rigurosamente considerar como estado mucoso
mas que aquel que se manifiesta en una época
mas adelantada de la nutrición huesosa, en la
cual se distinguen ya los huesos al través de la
transparencia que conservan las demás partes,
y tienen mayor consistencia que todas ellas , de
modo que aquí concluye ya la apariencia de este
estado, y se presenta el ternilloso.
Difícil es poner una línea de demarcación: en
tre estos dos estados, y determinar la época en
que se verifica su cambio; pero sí es el resul
tado de la actividad en la circulación y la acu
mulación de mucha sustancia gelatinosa en es
tos órganos. En este estado los huesos van ad
quiriendo mayor consistencia por la mucha can
tidad de gelatina que se apropian , la cual se
tomo i. 8
deposita en la misma direccion en que ha de de
positarse en lo sucesivo el fosfato de cal, ob
servándose constantemente que la cantidad es
mayor en el centro del cuerpo de los huesos
largos , en el centro de los planos y en la cir
cunferencia de los cortos, sitios en que deben
presentarse mas tarde los puntos de osificación*
En el estado de cartílago carecen los huesos
de cavidad medular; pero se observa el vestigio
de ella que sucesivamente se va ensanchando y
adelantando hácia sus estremidades, en cuyo ca
so adquiere una forma cilindrica, se desenvuel
ve la membrana medular y penetran ya los va
sos en este órgano. •
La formacion de esta cavidad parece ser de
bida á la absorcion de la gelatina y á la exha
lacion del fosfato calcáreo que principia á ma
nifestarse en las demas partes del hueso, y sobre
todo en aquellas que se convierten mas pronto
en sustancia huesosa, y es cuando cesa el esta
do ternilloso y aparece el óseo.
Este estado particular de los huesos es el que
les da sus caracteres distintivos; pero en los ani
males se .observan estos cambios con mas rapidez
que en el hombre. En esta época el hueso ad
quiere mas densidad, despues un color mas ba
jo, y por último se presenta de un amarillo que
es muy perceptible en su parte media, es decir,
en aquel parage donde debe empezar ta osifica
ción. Los rasos que solo conducian glóbulos
blancos, reciben los rojos de la sangre y se pre
senta un punto rojizo en los parages de su osi
ficación primitiva.
Generalmente hablando son siempre insepa
rables los estados cartilaginoso y huesoso, pues
los fenómenos que se observan en la absorción
de la gelatina y exhalación del fosfato calizo no
tienen un término medio, y mientras en unas
partes se aumenta la absorción de una sustancia
sé disminuye la exhalación de la otra , repro
duciéndose estos fenómenos alternativamente y
sin intermisión.
La osificación no se verifica á un mismo tiem
po én todos los huesos, ni en todas las partes
de uno mismo.
En los huesos largos es donde primero se ad
vierte estefenómeno,con especialidad en su parte
media, donde se forma una especie de cilindro
compuesto de fibras muy delgadas que se van
engruesando y alargando poco á poco hacia sus ,
estremidades que por lo común tienen aun un
aspecto cartilaginoso.
En los huesos aplanados se observan casi
siempre dos puntos de osificación á los lados
de la línea media; pero hay algunos en que solo
se nota uno, y otros donde se encuentran mu
Oi6]
chos distribuidos sin órden ni regularidad. Por
lo comun los huesos que mas pronto se desen
vuelven son los del cráneo ; pues aunque son
muy delgados y flexibles en los primeros tiem
pos, se endurecen con mucha rapidez y adquie
ren una consistencia mas considerable que los
demas huesos. Los cortos se osifican mas tarde
que los precedentes. El cuerpo de las vértebras
se osifica antes que el resto de estos huesos, y
es donde se presenta el punto amarillento que
se estiende despues á toda la superficie.
La osificacion en estos huesos se verifica del
mismo modo y á la misma época que en las
estremidades de los huesos largos y las eminen
cias que participan de su carácter. Poco despues
del nacimiento se acumula el fosfato calizo en
os huesos en tanta cantidad que hasta los car
tílagos diartrodiales tienen sus caracteres, de mo
do que no quedan mas que los cartílagos inter
articulares y los que participan de un carácter
fibroso.
Cuando los huesos pueden recibir el nombre
de tales dejan de estenderse en su longitud;
pero su incremento en espesor continúa por mu
cho tiempo siguiendo la ley general de los de-
mas órganos hasta su fin.
DE LAS ARTICULACIONES DE LOS HUESOS.

Todos los huesos tienen conexiones entre sí


aunque no estan continuos, y su íntima union'
es debida á varias sustancias intermedias.
La union ó ensamble que tienen unos huesos
con otros se llama articulacion, y el modo como
estan unidos por otros tejidos shifisis.
Las articulaciones son móviles ó inmóviles:
las primeras se verifican por una disposicion
conveniente de las superficies articulares , dis
posicion que falta en las segundas.
Los huesos se tocan por superficies lisas y
ternillosas , y constituyen la contigüidad; ó bien
por una sustancia intermedia que les permite
algun movimiento formando entre sí la conti
nuidad.
Las articulaciones móviles contribuyen á la
ejecucion de los movimientos locomotores y á
los que se verifican para el ejercicio de alguna
funcion interior.
Las articulaciones inmóviles solo estan des
tinadas á impedir la separacion de los huesos
por la osificacion de sus cartílagos intermedios, y
forman por lo comun cavidades á manera de
bóvedas para alojar órganos esenciales á la vi
da. Las primeras se encuentran en todos los hue
[m8]
«os de los miembros, en la columna vertebral,
en las costillas por su parte superior, en la union
de la cabeza con la primera vértebra cervical y
en la mandíbula posterior con los temporales. Las
articulaciones inmóviles las constituyen los hue
sos del cráneo entre sí, los de la cara y el esternon.
Las superficies articulares de los huesos que
forman articulaciones móviles ó presentan emi
nencias mas ó menos salientes y redondeadas y
cavidades mas ó menos profundas, ó bien se to
can por caras mas ó menos aplanadas. En el
primer caso reciben el nombre de enartrosis, y en
el segundo el de artrodias.
De esta disposicion de los huesos resulta que
los movimientos son mas ó menos libres y ma
nifiestos, ó mas ó menos obscuros é impercep
tibles, resultando que unos se verifican en muchas
direcciones, y otros en pocas.
La enartrosis ejecuta movimientos numerosos
y estensos, y se verifican á la vez los de oposi
cion vaga, de circunduccion y de rotacion.
Los movimientos de oposicion son los que se
hacen en dos direcciones opuestas, como de la
flexion á la estension y viceversa. Si el movi-. .
miento puede ejecutarse en todas direcciones
le llamamos de oposicion vago, y si se hace solo
en dos direcciones opuestas, decimos de oposi
cion limitado.
E«9)
La circunduccion se verifica cuando el miem
bro describe un cono cuya cúspide está en el
eje del movimiento y la base en el area que des
cribe. Este movimiento que se tace con mucha
facilidad en el hombre , no se verifica en los
cuadrúpedos de una manera tan perfecta, pues
la disposicion de las superficies articulares y la
insercion de los músculos es. muy diferente, y se
oponen á esta clase de movimiento.
La rotación se verifica cuando un hueso gira
sobre un eje que conserva su posicion y se apo
ya siempre en un punto determinado. Este mo
vimiento puede hacerse hácia dentro ó hácia
fuera. ' - • '
Los movimientos de oposicion vaga, de cir
cunduccion y de rotacion se verifican esclusiva-
mente en las articulaciones escépulo-humeral y
fémoro-cotiloidea .
La oposicion vaga y circunduccion resultan de la
enartrosis, cuyos huesos forman cóndilos apla
nados y cavidades bastante superficiales , como
sucede en la articulacion que forman los tempo.•
rales con la mandíbula posterior.
La oposicion vaga se observa en aquellas ar
ticulaciones formadas por cóndilos prolongados
que entran en cavidades algo profundas; el occi
pital con la primera vértebra del cuello consti
tuye esta articulacion.
[ w ]
La enartrosis puede ser alternativa y dirigir
el miembro lateralmente ó en otra dirección
formando ángulos mas ó menos agudos , lo que
se observa en las articulaciones fémoro-tibial, hú
mero-radial , y en la que forma la segunda vér
tebra del cuello con la primera.
La artradia la constituyen huesos sumamen
te cortos y sujetos por muchos ligamentos que
impiden se muevan con bastante estension y
libertad. El número de estas articulaciones es
muy corto, y solo se encuentran en los corvejo
nes y rodillas, cuyas articulaciones ejecutan mo
vimientos mas bien por la flexibilidad de la sus
tancia intermedia que por la disposición de las
caras articulares.
Las articulaciones inmóviles pueden ser de tres
especies: la primera cuando los huesos presentan
en sus bordes eminencias y cavidades á manera
de dentellones que se reciben mutuamente y
forman una sutura, por lo que reciben también
el nombre de sutura ó endentadura. Estas especies
de costuras pueden ser muy manifiestas, ó poco
perceptibles, y entonces reciben el nombre de
sutura verdadera ó endentadura profunda , ó de ar
monía 6 endentadura superficial.
Cuando los huesos tienen sus bordes cortados
en bisel ó al sesgo, y el uno carga sobre el otro,
se llama articulación por yusta posición, llamada
[121 ]
por algunos sutura falsa ó escamosa , y consti
tuye la segunda especie.
Estas dos clases de articulaciones se obser
van en los huesos del cráneo y de la cara.
La tercera especie es cuando un hueso enca
ja profundamente en otro al modo de una cla
vija, lo que se observa en los dientes y cavida
des alveolares de las dos mandíbulas , cuya ar
ticulacion recibe el nombre de gónfosis ó encaje.
La sínfisis ó union de los huesos se verifica de
varios modos y por diversas sustancias, de don
de resultan sus especies denominadas syncondro-
SM, syndesmosis, sysarcosis y meningosis.
Syncondrosis es la union de dos huesos por me
dio de cartílagos como sucede en los huesos del
cráneo y de la cara.
Syndesmosis es la union de los huesos por
medio de ligamentos. Esta sínfisis se encuentra
en todas las articulaciones móviles y en algunas
inmóviles, como se observa en el pubis y en el
ileon y el sacro; aunque esta articulacion tiene
algun movimiento en la primera edad.
Sysarcosis ó sínfisis carnosa se verifica cuan
do los huesos se unen por medio de músculos,
como se verifica en el omoplato con las vérte
bras dorsales y las costillas.
Meningosis es la union de dos huesos por me
dio de membranas; tal es la articulacion de los
[ 132 ]
dientes con las cavidades alveolares de los maxi
lares donde una membrana se interpone entre
estos huesos y los sujeta fuertemente.

DEL SISTEMA MUSCULAR.

El sistema muscular es un conjunto de ór^


ganos formados de fibras rojizas , blandas , irri
tables y muy contráctiles que afectan distintas
disposiciones, y son conocidos bajo la denomi
nacion de músculos.
Los músculos se diferencian en sus formas,
composicion orgánica, y mas particularmente en.
sus usos, pues al paso que los unos influyen en.
la vida animal ó de relacion , los otros ejercen
su accion sobre las funciones orgánicas.
Este modo de considerar los músculos ha dado,
márgen á la division (segun Bichat) de dos sis
temas diferentes que llamó músculos de la vida
animal y músculos de la vida orgánica ; pero si
atendemos á que estos dos sistemas tienen re
laciones entre sí muy importantes bajo el pun
to de vista de su organizacion y de sus propie
dades, parece no poderlos separar de una ma
nera tan absoluta, aunque pueden formarse dos
clases diferentes y conservarlas los mismos nom
bres, ó bien los de músculos estemos y múscu
los internos.
[123]

DS LOS MÚSCULOS ESTERAOS Ó DE LA VIDA ANIMAL,

Estos músculos estan compuestos de fibras ra.


jizas sumamente tenues que reunidas forman ha-
cecitos de mayor volumen hasta que por último
se asocian entre sí y constituyen el músculo.
Las fibras de estos músculos son mas ó me
nos largas y estan situadas paralelamente, pero
muchas veces en direcciones opuestas, de don
de resulta que no todos tienen unas mismas
formas.
Los músculos estemos pertenecen á los hue
sos, donde tienen su insercion ; son macizos y
se contraen voluntariamente.
Con respecto á sus formas los podemos di
vidir en largos, planos y cortos: los primeros
pertenecen mas particularmente álos miembros,
los segundos al tronco, y los terceros se encuen
tran principalmente en la cabeza , en el cuello,
y alrededor de algunas articulaciones; pero exa
minada cada una de estas especies de músculos
varia mucho en sus formas. La mayor parte de
ellos tienen en sus estremidades tendones ó apo-
neurosis por los que se radican en los huesos.
Se considera en los músculos su origen, su
parte media y su terminacion. El origen llama
do tambien cabeza pertenece al punto fijo del
C»41
hueso. La parte media, llamada tambien vientre,
es ta que propiamente forma el músculo y la
que se contrae. La terminacion corresponde al
hueso que se ha de mover, por lo que dividie
ron los antiguos los músculos en cabeza, vien
tre y cola, substituyendo á estos nombres los de
origen, parte medida y terminacion.
Se observa muchas veces que esta disposicion
en los músculos no es constante , pues unas ve
ces tienen su origen por dos cabezas ó mas, otras
tienen dos vientres separados por un tendon, y
otras terminan por dos colas, de donde Ies vie
nen los nombres de bíceps, tríceps, digástrícos,
y bicornis ó bicoüis. Tambien reciben sus nom
bres por su origen y terminacion, y así se llaman
miloioideos , geniosdeos, esterna -tiroideos etc.; por
razon de sus usos, flexores, estensores, depresores,
elevadores etc. ; por algunas formas y propiedades
particulares serratos , complexos, obturadores etc.
Los músculos son simétricos en cada uno de
los lados de la línea media, pues hay muy po
cos impares; y muchos que nacen de un mismo
hueso y terminan en otro, por lo que se han reu
nido en grupos para formar las regiones.
Cuando los músculos tienen unos mismos usos
se llaman congéneres ; pero cuando unos se con
traen y otros se relajan alternativamente se de
nominan antagonistas.
[ «5 ]
Si examinamos detenidamente estos múscu
los, observamos que su composición orgánica es
debida á la reunión de fibras; estas reunidas for
man haces mayores , y estos se unen para com
poner otros de mayor magnitud, de modo que
algunas veces parecen estos ser otros tantos mús
culos. Las fibras presentan recíprocamente di
recciones variadas, y ó bien son paralelas unas á
otras, que es lo mas común , ó bien están dis
puestas en forma de rayos : en el primer caso
los músculos son bastante largos y tienen una
dirección constante; y en el segundo siguen di
versas direcciones y tienen por lo común una
forma mas ó menos aplanada. . • . .
Las fibras carnosas se interpolan de tal modo
con las tendinosas que algunos anatómicos han
creido ser una verdadera continuación ; pero
cualquiera se convencerá de lo contrario si ob
serva su separación por solo la simple macera-
cíon. Estas fibras se implantan en los tendones
de varios modos, de suerte que cuando un ten-
don tiene la figura de un canon de pluma y
recibe las fibras carnosas por un solo lado ó
por los dos toman el nombre de semipeniformes
y pemformts. ■ ■ ■
Los músculos estemos reciben mucha canti
dad de tejido celular que sujeta las fibras y los
manojos entre sí. • ;
t "6]
Los vasos sanguíneos son muy numerosos, y
se ramifican en ellos como en todas las demas
partes, penetrando hasta las fibras mas simples.
Los linfáticos existen tambien en los múscu
los en bastante cantidad.
Los nervios son gruesos y en gran número!
se dividen y distribuyen del modo que los vasos;
casi todos proceden del cerebro y de la médula
espinal , y si reciben algunos filetes de los gan
glios van por lo comun acompañados de nervios
cerebro-espinales.
Los músculos no pueden confundirse con los
demas órganos por su color de rosa vivo, el que
conservan en el cadáver hasta la disolucion ó pu
trefaccion; pero este color lo reciben déla sangre,
pues siempre que los músculos permanecen por
algua tiempo en maceracion pierden su color
rojo y adquieren otro mas ó menos blanquecino.
La densidad y la fuerza de resistencia de estos
órganos estan en razon directa del número de
sus fibras. . ,. '.¡ , ; ,,
La sensibilidad 4e los músculos, voluntarios
es poco notable en su estado de salud; pero la
contractilidad la disfrutan en un alto grado con
preferencia á todos los demas tejidos. .
Sea cualquiera la forma, disposicion , figura
y composicion de los músculos, ejercen á es-
pensas del influjo nervioso contracciones y re.*
[ »*7 1
lajaciones alternativamente, de donde resultan los
movimientos de los huesos, de los órganos de la
voz, de la deglución y respiración etc. etc.
Los músculos esteraos presentan muchas di
ferencias desde que se verifica el desenvolvi
miento del feto hasta su completa formación.
En el primer mes del feto estau confundidos
los músculos con los demás órganos, de modo
que aun no se distingue línea alguna de demar
cación. Poco tiempo después se van distinguien
do por un color mas obscuro qué les da la mu
cha cantidad de sangre que afluye á ellos, cuyo
«olor se va aumentando hasta la época del na
cimiento. /■ ■ . I
Cuando nace el feto esperimentan los múscu
los así como los demás órganos una modificación
dependiente del color rojo que adquiere la san
gre en los pulmones por la entrada del aire en
sus vexículas , en cuya época están enteramen
te detallados y se distinguen perfectamente;
Luego que los músculos adquieren todo su
incremento en longitud, lo que se verifica mas ó
menos pronto según que sea el desarrollo de las
diferentes especies de animales mas precoz ó
mas lento; principia el incremento en espesor,
lo que se observa en los músculos con prefe
rencia a' los demás órganos cuya disposición con
servan hasta Ja vejez. En esta época es cuando
£ "8]
el tejido muscular sufre alguna modificación: sus
fibras son muy resistentes , lo que hace que las
contracciones sean menos enérgicas, resultando
que los movimientos parciales y generales son
menos estensos y firmes. El color se modifica
en los músculos y se pierde poco á poco, y en
la decrepitud le adquieren algo amarillento.
de los músculos interkos (orgánicos de Bichat).
El número de estos músculos es muy corto;
su situación es también diferente, ocupan la par
te media del tronco, y están colocados en las ca
vidades torácica, abdominal y pelviana.
Las formas de estos músculos son muy dis
tintas de las que afectan los músculos preceden
tes. Todos ellos son huecos y constituyen re-
servatorios mas ó menos grandes según la parte
que concurren á formar.
Estos músculos no tienen su origen y termi
nación en los huesos ni pueden dividirse en ca
beza , vientre y cola , ni menos se interpolan
sus fibras con las de los tendones como se ob
serva en los músculos estemos.
Los orgánicos se presentan bajo la forma de
membranas estendidas, y tienen relación con el
tubo alimenticio y otras partes ; pero estas for
mas no son generales ni es fácil poderlas de
terminar.
[ I29 ]
Los que corresponden al tubo alimenticio
forman en el esófago una membrana cilindri
ca que es susceptible de mucha dilatación. Esta
membrana se prolonga hasta el estómago don
de Se ensancha considerablemente , pero con
servando la misma disposición en la distribución
de sus fibras.
Cuando continúa en los intestinos adquiere
tantas formas cuantas son las que afectan estos
órganos, de modo que solo pueden determinar
se en la descripción que hacemos de ellos.
El coraion es el único músculo de la clase de
los orgánicos que tiene una forma muy diferen
te, pero apropiada á la función que ejerce.
Las fibras que componen estos músculos es-
tan "unas veces yustapuestas, y otras entrecruza
das y reunidas en manojos aplanados, en cuyo
último caso suelen formar anillos casi comple
tos como sucede en muchas parles de los intes
tinos. Estas fibras son generalmente corlas, y
aun las que componen los manojos longitudina
les del esófago y de los intestinos gruesos, le
jos de tener toda la eslension de estos órga
nos se terminan de trecho en trecho para ha
cer lugar á otras.
Entre las fibras de estos músculos se encuen
tra muy poco tejido celular, y mas bien depen
de su íntima unión del entrelace que forman
tomo I. 9
[ i3o]
entre sí que de la que les puede proporcionar es
te tejido.
Los vasos son al parecer mucho mas numero
sos en estos músculos que en los esternos; pero
puede creerse que los que se dirigen á estos ór
ganos pertenecen la mayor parte á las membra
nas mucosas con las que estan contiguos.
Los nervios que van á estos músculos son mas
delgados y menos numerosos que los de los mús
culos de la vida animal: Ja mayor parte proce
den de, los ganlios , pero se reunen en algunos
órganos con nervios cerebro-espinales como se
observa en el esófago , estómago etc.
Las fibras de los músculos internos son de un
color pálido y como pardusco , escepto las del
corazon que son de un rojo mas subido que el
que presentan los músculos esternos.
La estensibilidad es propiedad muy manifies
ta en estos músculos y la contractilidad guarda
proporcion con la primera.
La sensibilidad animal está muy poco mani
fiesta , y la contractilidad de este género no
existe.
La sensibilidad orgánica es bastante percep
tible ; pero la contractilidad orgánica sensible
es una propiedad dominante en este órden de
músculos.
El desarrollo en estos se verifica diametral
[i3i]
mente opuesto al de los de la vida animal, pues
mientras en estos apenas se percibe el menor
vestigio de su existencia, en aquellos se hace el
acrecentamiento con mas rapidez.
En el feto el corazon es uno de los órganos
formados desde los primeros momentos de la
eoncepcion. Los de la cavidad abdominal son
mas tardíos, pero se forman mucho antes que
los que componen las paredes de esta cavidad.
En el momento 'de nacer el feto se conoce el
completo desarrollo de estos músculos , porque
todos principian á ejercer sus funciones ; pero
la resistencia y solidez de sus fibras se adquieren
poco á poco hasta que el animal avanza en edad,
siendo ya en la vejez mucho menor la energía
de estos músculos , pero mayor comparada con
la que presentan las demas partes.

DEL SISTEMA TEGUMENTARIO.

Este sistema se compone de una ancha mem


brana que cubre la superficie esterna del cuerpo,
y penetra dentro de este para tapizar todas las
cavidades que comunican con los objetos este-
riores. Se divide en otros dos secundarios, á sa
ber ; el mucoso 6 tegumentario interno , y el
cutáneo ó tegumentario esterno que examinare-
naos separadamente.
[i3a]

DEL SISTEMA mucoso (membranas mucosas).

Se conoce bajo el nombre genérico de mem


branas mucosas todas las partes del sistema tegu
mentario que siendo continuacion de la piel, se
introducen en lo interior del cuerpo y tapizan
las cavidades que comunican con el esterior, pro
longándose ademas por algunos conductos.
Para conocer exactamente la disposicion de
estas membranas, la/dividiremos en gastro-pul-
monar, y génito-urinaria, las cuales forman dos
partes continuas por medio del tegumento es
tenio.
La gastro-pulmonar recibe este nombre por
la conexion que tiene con el aparato gástrico y
con los pulmones. Esta membrana en la boca se
continúa con la piel de los labios , reviste esta
cavidad y las partes contenidas en ella escep-
to los dientes. En este sitio da varias prolonga
ciones que tapizan los conductos escretorios de
las glándulas salivares , forma la membrana del
paladar y su velo , y cuando llega á la posboca
se divide en cuatro porciones. La primera se
reflecta hácia atras para tapizar las fosas nasa
les constituyendo la pituitaria; en este sitio pe-
- netra por el conducto nasal , le tapiza , y sube
cubriendo los órganos secretorios y escretorios
[i33]
de las lágrimas, se continúa ademas con los pár
pados, y pasa adhiriéndose á la parte anterior
del globo del ojo en cuyos sitios forma la con
juntiva. La segunda porcion penetra por la trom
pa de Eustaquio, y sube á tapizar la cavidad tim
pánica. La tercera se continúa desde la parte
inferior de la faringe con la cavidad laringea, en
cuyo sitio forma dos receptáculos laterales, Si
gue despues por la traquea. arteria, los bronquios
y las muchas ramificaciones que estos forman en
los pulmones. La cuarta porcion desciende por
la faringe y esófago, donde se continúa con el
estómago é intestinos dando tambien prolonga
ciones que revisten los escretorios hepático y
pancreático hasta que por último se continúa con
el tegumento esterno del ano.
La génito- urinaria llamada así por la relacion
que tiene con los órganos de la generacion tan
to del macho como de la hembra y con los uri
narios, principia en el balano, reviste la uretra
y los escretorios de las prostatas, vesículas se
minales y conductos deferentes, se continúa por
el euello de la vejiga, reviste este órgano y se
prolonga por los uréteres hasta los riiíones don
de tapiza la pelvis renal. En la hembra cubre
la superficie interna de los labios de la vulva y
el clítoris, y en su fondo una porcion sigue por
la uretra haciendo lo mismo que en el macho,
[ i34 ]
y otra reviste la vajina y llega al cuello del úte
ro donde algunos anatómicos opinan se replie
ga, y otros la hacen continuar revistiendo este
órgano y las trompas uterinas (i).
La forma de estas membranas está en razon
de la que presentan los órganos que tapizan ;
pero esta forma se modifica en razon de los mu
chos pliegues que tienen en diferentes parages.
De estos los mas considerables forman unas es
pecies de válvulas compuestas de dos hojitas de
membrana mucosa contiguas por su cara adhe
rida , y en Cuyo intervalo se encuentra tejido
celular, vasos y fibras musculares: el velo del
paladar y la válvula ileo.cecal, son unos ejem
plos de estas. duplicaturas. En los intestinos del
gados se encuentra un gran número de pliegues
permanentes, aunque mas pequeños que los ante
riores, conocidos con el nombre de válvulas con
niventes. Tambien se hallan varios pliegues en el
estómago y en la vejiga y aun en la vajina que

(i) Ademas de estas membranas se encuentran


otras pequeñas prolongaciones que tapizan los con
ductos lactíferos de las mamas; y en el ganado la
nar revisten un pequeño canal llamado miflexo que
se encuentra en el ángulo de las pezuñas. Tambien
hay otra prolongacion mucosa en una pequeña fosa
situada debajo del ángulo nasal del ojo.
• [i35]
favorecen las distensiones que en muchas oca
siones sufren estos órganos.
Las membranas mucosas tienen dos superfi
cies, una interna libre y otra esterna adherida:
la primera presenta unas pequeñas desigualda
des formadas unas por ciertas eminencias cono
cidas con los nombres de papilas y de vellosida
des, y otras por unos hoyitos ó depresiones que
constituyen principalmente los folículos mucosos-
Las papilas son perceptibles solo en algunas
partes de los tegumentos internos, principal
mente en la lengua, en el balano y en el clíto-
ris. Las vellosidades pertenecen esclusivamente
á la membrana gastro-intestinal , y son espe
cialmente notables en el estómago del caballo
y mucho mas en la panza del buey donde tie
nen un color negruzco. Las depresiones foli
culares de las membranas mucosas son unos sim
ples orificios ó unas especies de hoyuelos ó de
presiones que en el segundo estómago de los ru
miantes constituyen cavidades y células bastan
te considerables. . .
La superficie adherida de las membranas mu
cosas presenta uuas eminencias formadas por las
depresiones foliculares de estos órganos, y está
íntimamente unida á una capa bastante densa
de tejido celular llamado submucoso y que al
gunos han denominado impropiamente tímica
T
[.36] •
nerviosa. En algunos parages se adhieren con las
membranas fibrosas como se observa en el con
ducto deferente y en el nasal , y es tan íntima
esta adherencia que es muy dificil separarlas, lo
que dio motivo á Bichat para formar la clase de
membranas compuestas llamadas fibro-mucosas.
Este célebre anatómico formó tambien la de las
membranas sero-mucosas, y designó al estómago
é intestinos como parages donde existian ; pero
desde luego se deja conocer que habiendo en
tre estas dos membranas otra muscular, y el te
jido submucoso como queda dicho, parece inú
til esta clasificacion y poco conforme con los
detalles que dió sobre esta materia.
En la estructura de las membranas mucosas
se notan grandes diferencias segun en las di
versas partes donde se las examina : así es que
estas membranas no presentan en ninguna parte
de un modo evidente todas las capas que se cuen
tan en las diferentes porciones. Así se observa
que no presentan un cuerpo reticular distinto,
y que jamas pueden reconocerse en su compo
sicion mas que dos capas diferentes , el dermis y
la epidermis, y aun esta última parece no existir
' en muchos parages.
El dermis de estas membranas llamado tam
bien chorion mucoso constituye por sí solo toda
la mucosa gastro-intestinal, la de las vias uri
«arias en su totalidad, escepto en la inmediación
del orificio esterno de la uretra , la de la con
juntiva ocular, y la de todos los conductos es-
cretorios. Se presenta bajo el aspecto de una
sustancia blanda y esponjosa, escepto en las in
mediaciones de la piel donde tiene mas espesor
y consistencia, disminuyéndose estas propieda
des á medida que se aleja del tegumento ester
no, de modo que cuando se examina en los con
ductos escretorios es sumamente fino y delicado.
El dermis mucoso recibe mucha cantidad de
vasos sanguíneos, lo cual está en proporcion del
número de folículos, de papilas y de vellosida
des que presenta en los diferentes órganos. Es
de creer que la falta de tejido reticular en las
membranas mucosas depende principalmente de
la disposicion de sus folículos y del modo par
ticular de ramificarse los vasos.
Los nervios aunque no pueden demostrarse
mas que en ciertas partes, entran en la compo- t
sicion de esta membrana y concurren con los va
sos capilares sanguíneos á formar el tejido ma
milar ó papilar. '.:
La epidermis mucosa no se encuentra sino en
ciertas partes de las membranas mucosas, y par
ticularmente en las inmediaciones de los parages
donde se une con la piel , en los cuales se la
puede separar con facilidad.
[i38]
Los folículos ó glándulas mucosas estan forma
dos por la depresion del tegumento interno, y
representan unas especies de quistes muy peque
ños, de cuello sumamente angosto que se abren
en la superficie libre de la mucosa por un ori
ficio pequeño. .:. .
Los folículos no tienen todos el mismo tama
ño ni se encuentran en igual número en to
das partes. En unos parages estan hacinados y
juntos, y en otros apenas se perciben, por lo
general los que estan muy reunidos se abren en
la membrana mucosa por separado , ó bien se
abocan á uno ó muchos hoyitos ó depresiones,
en cuyo caso se les da el nombre de lagunas mu
cosas: los que existen aislados se abren cada uno
por su orificio indistintamente.
El tejido celular submucoso ocupa la superficie
esterna de las mucosas y la interna de la túnica
carnosa, el cual las mantiene íntimamente adhe
ridas. Este tejido recibe mucha cantidad de va
sos en aquellos parages donde los folículos son
muy numerosos. Tambien se encuentran en él
algunos ramitos nerviosos.
• El color de las membranas mucosas es el de
. rosa algo vivo en las partes inmediatas á la piel,
como en la conjuntiva, pituitaria, labios, encías
etc. ; pero á medida que se separa de estos pa
rages se hace su color mucho mas bajo.
[ .39 ]
El espesor y densidad de las mucosas varian
en sumo grado ; por lo comun son mayores
estas propiedades en las partes inmediatas al
tegumento esterno, escepto la conjuntiva que es
sumamente delgada.
Las membranas mucosas son generalmente
sensibles; pero esta propiedad es bastante obscu
ra en la mayor parte de su estension, al paso que
en las inmediaciones de la piel como en los la
bios, narices, lengua, batano etc. está muy mar
cada. El tejido mucoso es algo contractil ; mas
la propiedad que le distingue es la erectibilidad
que se observa en muchas partes de su estension.
En el feto son las membranas mucosas su
mamente finas , su color es mas bien violado
que rubicundo, y estan poco adheridas á los te
jidos subyacentes. El tegumento de los intesti
nos contiene en esta época una materia negruz
ca llamada mecoráo.
Despues del nacimiento adquieren las mucosas
el color rosado que conservan hasta la vejez,
en cuya época se vuelven pálidas y se aumenta
su densidad.
Las membranas mucosas son órganos absor-
ventes, particularmente en los intestinos. Son
tambien órganos sec rctorios y perspiratorios:
lo primero es debido á los folículos mucosos
que segregan el moco ; y lo segundo á los poros
[ 4o]
del tejido que deponen la perspiracion mucosa.
El moco es mas abundante y consistente en unos
parages que en otros.

DEL SISTEMA TEGUMENTARIO ESTERNO.

Este sistema le constituye la piel y sus nume


rosas dependencias. La piel está formada de
cuatro partes distintas que examinaremos sepa
radamente, y se denominan dermis ó culis, cuer
po mucoso ó reticular, cuerpo papilar y epidermis
ó cutícula.
El dermis ó cutis es el que constituye la ba
se del tegumento esterno , cubre toda la super
ficie esterna de los animales, y adquiere la fi
gura de estos penetrando por las aberturas na
turales en su interior para continuar con las
membranas mucosas.
El cutis tiene dos superficies , una esterna y
otra interna. La superficie esterna es lisa, y está
por lo comun humedecida por la transpiracion
cutánea; se observan en ella unas pequeñas emi
nencias papilares y depresiones de muchas es
pecies. Las eminencias estan aisladas en Inu-
chos parages y son muy abundantes en otros,
• como se observa en la piel de los labios y ba
larlo. Las depresiones no son mas que los orifi
cios de los folículos ó criptas sebáceas, las cuales
[ li* ]
son mas numerosas y manifiestas en las axilas,
bragadas y cara interna del prepucio.
La superficie interna está en contacto con to
da la esterna del animal : su adherencia es muy
íntima en unas partes y muy floja en otras, de
donde resulta que resbala con facilidad donde
conviene facilitar los movimentos locomotores,
y se mantiene adherida donde no contribuye á
estos usos.
El dermis presenta muchas arrugas ó pliegues,
y los tiene en los parages donde los movimien
tos son mas estensos, como se observa en las ar
ticulaciones de los miembros. En otros parages
resultan de la contracción del músculo subcutáneo,
ó bien de la disminución de gordura ó de los
órganos que cubre.
El tejido propio del dermis parece participar
del carácter del fibroso y celular , y se aproxi
ma tanto mas á estos , cuanto la adherencia la
contrae con uno ó con otro. Por lo común es
muy denso y resistente en aquellos parages mas
espuestos al choque de los cuerpos esteraos.
El cuerpo mucoso ó reticular no es una capa
membranosa como se ha creido, sino una sus
tancia mucosa bastante consistente que se amol
da exactamente á las papilas, á las que mantiene
humedecidas y flexibles como igualmente á la
cara interna de la epidermis. Bichat y Mr. Chaus
sicr confiesan no haber podido percibir, á pesar
de las disecciones mas escrupulosas , semejante
capa mucosa ; pero otros anatómicos de mucha
reputación no solo la admiten sino que la, con
sideran formada de otras varias.
El cuerpo papilar tampoco puede separarse de
la superficie esterna del dermis; se presenta for
mando pequeñas eminencias papilares que por
lo común son muy numerosas donde los anima
les poseen un fino tacto. Se observa también
que donde las papilas son mas proeminentes y
en mayor número, la sensibilidad es mas esqui-
sita, lo que prueba que los nervios las penetran
en todas sus partes.
La epidermis ocupa la superficie esterna de la
piel y forma una capa membranosa muy delga
da que se acomoda exactamente sobre las partes
precedentemente descritas á quienes se adhie
re exactamente. La adherencia de esta membra
na se hace á espensas de los pelos que la atra
viesan , á los cuales suministra una cubierta," y
por unos filamentos que se perciben entre la epi
dermis y el dermis , los cuales han creído unos
ser vasos exhalantes y absorventes, y otros con
mas razón unas prolongaciones mucosas forma
das por la sustancia que existe entre el dermis
y la epidermis.
La epidermis cubre como una especie de bar
[ 43]
niz seco toda la superficie de la piel, y penetra
adelgazándose en los folículos sebáceos.
El espesor de la epidermis es muy variable
segun las diferentes reglones en que se la exa
mina; así se' observa que es mayor en la cerviz,
en el dorso y lomos, y en la piel de los miem
bros; y es mas fina y delicada en las axilas, bra
gadas, balano etc. \
Los anatómicos estan muy divididos acerca
de la estructura de esta membrana: unos la han
atribuido una organizacion mas ó menos com
plicada; otros la han creído formada de escamas
sobrepuestas; pero examinada con el microsco
pio no se observa en ella la menor apariencia
de organizacion, pues solo parece deber su for
macion á una sustancia exhalada y concretada en
la superficie del cuerpo mucoso constituyendo
la parte mas esterna de este.
Tampoco estan los anatómicos de acuerdo en
si la epidermis es porosa ó no lo es. A primera
vista parece no quedár duda de la existencia de
los poros al ver salir por ella las gotas de sudor
en diferentes puntos de su estension ; pero los
muchos y reiterados esperimentos que se han
practicado en este particular por varios anató
micos de nota , prueban hasta la evidencia que
semejantes poros no existen ; y lo que se obser
va es que en los parages donde mas comunmen
.[IttJ
te se presenta el sudor , la epidermis es suma
mente delgada y transparente.
En un tratado mas estenso manifestaria las
muchas opiniones que hay acerca de la disposi
cion de las partes componentes del tegumento,
y la discordancia que se observa en todas ellas;
mas en un tratado elemental no podemos esten
dernos demasiado sin separarnos de nuestro ,
principal objeto. Por lo que respecta á nosotros
hemos tenido lugar de observar la piel de dife
rentes modos y con diversos procedimientos, y
aun en varios animales; pero jamas hemos ob
servado mas capas distintas que el dermis y la
epidermis, una especie de mucosidad que tiene
por lo comun el color del pelo, las papilas de
que hemos hablado , y un tejido reticular com
puesto de vasos sanguíneos estremadamente fi
nos que se dejan percibir por la superficie es
terna del dermis despues de haberlas inyectado
convenientemente. En la estructura de la piel
entran ademas un gran número de folículos se
báceos y bulbosos, y muchos vasos exhalantes
y absorventes.
El conjunto de las diferentes partes que en
tran en la composicion de la piel, suele ser muy
variado, de modo que la hacen presentar un co
lor muy diverso en las diferentes especies de
animales y aun en las diversas partes de uno
[ «45 ]
solo. Es mas flexible, elástica y gruesa en unos
animales que en otros, pero en casi todos tie
ne una misma disposición y unos mismos usos.
La mucha cantidad de nervios que se distri
buye en este órgano le hace disfrutar de una
sensibilidad muy manifiesta , la cual es mayor
en aquellos parages donde abundan las 'papilas
como queda dicho, y en igualdad de circunstan
cias en aquellos en que la epidermis y el cuerpo
mucoso tienen menos espesor.
El cutis según algunos anatómicos es sucepti-
ble de contracciones vitales muy sensibles : esto,
sin embargo, parece ser mas bien debido á las
que ejecuta el músculo subcutáneo ó á la hor
ripilación que sufre por el escesivo frío , que á
una propiedad inherente á su tejido.
El desarrollo del tegumento esterno en los
cuadrúpedos domésticos se hace por un mismo
orden; pero como la gestación se prolonga mas
en unos que en otros, por eso la formación de
la piel está en razón de su duración.
En los primeros tiempos de la concepción no
es la piel mas que una especie de barniz visco
so que se condensa poco á poco y forma una
cubierta transparente, en cuyo estado permane
ce poco tiempo, de modo que su consistencia va
siempre aumentándose.
Cuando el tegumento esterno pierde el esta-
tomo I. 10
I 46 ]
do mucoso principian á distinguirse sus fibras,
el tejido celular disminuye por una parte mien
tras aumenta la resistencia de las fibras del
dermis.
Las arrugas de que hemos hablado no se dis
tinguen en el feto en esta época, sin duda por la
falta de contracciones musculares, y en particu
lar las del músculo subcutáneo.
Apenas hay órgano en que penetren mayor
cantidad de vasos que en la piel del feto, los
cuales no guardan proporcion con los que se ra
mifican en las edades sucesivas. Los nervios es-
tan como en las demas partes mas manifiestos,
pero las papilas estan poco desenvueltas. ..
La piel es un órgano en el que los animales
esperimentan las sensaciones táctiles, particular
mente en los labios y en el balano. Esta mem
brana exhala dos especies de líquidos que salen
por su superficie libre ; uno es el líquido sebá
ceo, y el otro un fluido mas tenue que constituye
la transpiracion cutánea cuando sale en forma
de vapor, y el sudor cuando lo hace en forma
de gotas. ' : '• " •'. ."
Tambien se verifica en este órgano la absor
cion de los fluidos puestos en contacto con ella,
pero con lentitud y en corta cantidad; por con
siguiente es infundado el creer que este órgano
disfruta de esta prerogativa en uil alto grado.
t «4-7 1

1ȃ LAS DEPENDENCIAS DEL TEGUMENTO ESTERNO.

Se conocen bajo esta denominación ciertas


partes del cuerpo procedentes del órgano cutá
neo, ó bien de la epidermis á quien se asemejan
enteramente. Entre las primeras Comprende
mos las que tienen Conexión con el cutis y la
epidermis, tales como los pelos, los cascos y los
cuernos : entre las segundas las que solo depen
den de la epidermis, como son los espejuelos y
los espolones. .

DE LOS PELOS.

Desde los primeros meses del desarrollo del


feto se cubre la piel en todos los cuadrúpedos
domésticos de un sinnúmero de filamentos de
naturaleza córnea que llamamos pelos.
Estos filamentos cuya longitud y finura no so
lamente varían en las diferentes especies de ani
males, sino también en las diversas partes de
uno mismo, por lo que reciben varios nombres.
Así en el carnero se llama lana , en el puerco
cerda etc.
En los solípedos reciben también diferentes
nombres por el lugar que ocupan : así se llaman
cejas los que se encuentran en el borde superior
m t »48 J
de la órbita, pestañas los del borde de los pár
pados, crines los que corresponden á la cerviz,
cerdas los que pertenecen á la cola, y cernejas
aquellos que se encuentran detras de la articu
lación del menudillo.
Cualquiera que sea la disposición que presen
tan los pelos, sil estructura es siempre la misma.
En los pelos se consideran dos partes distin
tas, una mas ó menos organizada que corres
ponde á su origen, y otra puramente inorgánica
que está flotante fuera de la piel formando di
ferentes tallos cónicos y separados los unos de
los otros.
El origen del pelo está encerrado en un bul
bo que no es mas que una pequeña depresión
mas ó menos oblicua del cutis , en la cual se
encuentran todas las capas de este y la materia
que le da el color al pelo, y su nutrición. Dentro
de este bulbo tiene el pelo una raíz formada
de una sustancia pulposa, en cuya circunferen
cia se observan algunos vasillos , pero cuando
tale de él se confunde con la epidermis y parti
cipa de todos sus caracteres.
El color del pelo varia en casi todos los ani
males y aun en uno mismo, y aunque esta cau
sa es enteramente desconocida , se observa sin
embargo que guarda mucha identidad con el
que afecta el cuerpo mucoso.
El aso del pelo es diferente segun las partes
que ocupa; pero en general todos amortiguan
los efectos de la impresion que producen los
cuerpos esteraos , y moderan la que ocacionan
en el órgano cutáneo.

DE LOS CASCOS Ó UNAS.

Se da este nombre á unas prolongaciones


córneas que se encuentran en las estremidades in
feriores de los miembros, las cuales aunque pre
sentan diferente figura en la mayor parte de
animales , tienen sin embargo una misma orga
nizacion. . .. . . "¡V, ,
No haremos una descripcion de estas partes
por corresponder á otro tratado particular de la
ciencia; pero sí daremos á conocer su íntima or
ganizacion bajo de un punto de vista muy dife
rente de aquel en que lo han considerado los
veterinarios antiguos y algunos modernos.
El mayor número de estos profesores se han
contentado con hacer sucintas descripciones de
estas partes, de modo que sus conocimientos
no han influido demasiado en los adelantos del
arte de herrar.
Algunos modernos , tales como Brac-Clarck,
Lafosse , Girard , Valois etc. , han manifestado
con mas estension, y claridad la monografia de
L 'So ]
los cascos de los solípedos; perú aun falta exa
minar mas detenidamente su organización. ■
Si nos detuviésemos á hacer un exámeo críti-
co de cuanto han dicho en sus escelentes obras
pobre este punto, nos separaríamos de nuestro
principal objeto, y solo conseguiríamos en vano
llamarla atención de nuestroslectores; mas nues
tra idea solo se limita á manifestar nuestra opi
nión sobre una materia sumamente interesante.
Dos son las partes que constituyen la organi-t
zacion de los cascos i la primera depende de la
epidermis, y forma la parte córnea é insensible;
y la segunda procede del cutis y de algunas ra
mificaciones vasculares y nerviosas que entrela
zadas con un tejida celular modificado consti
tuyen dentro del casco dos tejidos diversos que
designamos por su disposición con los nombres
de tejido laminar y tejido reticular, los cuales dis
frutan de una sensibilidad muy manifiesta.
Cuando la piel llega al origen del casco for->
ma una especie de rodete que ge reflecta há-
cia abajo y adentro , y se acomoda sobre un
borde sesgado que forma el casco en este sitio.
En este borde la epidermis se separa del dermis
y continua hácia abajo y afuera para formar la
capa mas esterna de la sustancia córnea, mien
tras que el cutis continúa hacia abajo y adentro
adquiriendo la forma de un tejido laminar.
[ i5i }
Este tejido es el mismo cutis modificado que se
presenta formando láminas longitudinales en to
da la superficie interna de la sustancia córnea, cu
ya disposición adquiere también esta superficie.
Los vasos del tejido laminar parece ser los mis
mos del cutis, pues ejercen en este sitio una
función análoga á la de estos vasos como ve
remos mas adelante.
En la cara cóncava del último falange existe
también este tejido; pero no forma láminas
longitudinales, pues sus fibras se entrecruzan de
un modo particular para continuarse con el de
la circunferencia de la superficie interna del
casco. -. .
- i Ef tejido reticular está formado de todas las ra
mificaciones vasculares y nerviosas que proce
den de los vasos y nervios, profundos de los
miembros , los cuales se entrelazan de diversas
maneras y se mantienen unidos por un tejido
celular muy resistente. Este tejido llamado así
pqrque forma una especie de red , rodea toda
la circunferencia de los últimos falanges á los
que se adhiere, como igualmente á las estremida-
des de los tendones que se radican en estos hue-
jsos, y á las aponcurosis plantares.
Aunque el tejido reticular es m uy diferente
del laminar, tienen sin embargo conexiones muy
íntimas, las cuales se manifiestan por las di
1 152 ]
ferentes prolongaciones celulares que pasan de
uno á otro tejido, por las anastomosis de sus
vasos y por algunos filetes nerviosos. Esta dis
posicion ha hecho creer á los anatómicos que
dentro del casco solo existe el tejido reticular
del que han hablado con alguna estension atri
buyéndole las funciones que nosotros con mas
idion concedemos al tejido laminar.
Tambien han creído que el casco recibe su
nutricion de los'vasos del rodete esclusivamen-
te, y que crece en longitud y aumenta de espe
sor á espensas de este orden de nutricion; pero
esta idea estan errónea como la primera, se
gun vamos á probar en seguida.
Las repetidas inyecciones que se han practi
cado con este objeto, las maceraciones, las de
secaciones y otros muchos procedimientos, con
algunas observaciones y un detenido racioci
nio serán los comprobantes .de nuestras aser.*
ciones. .• .' : • -pi il ' >
Guando se practica una inyeccion fina en las
arterias femorales ó en las humerales se obser
va que esta toma dos caminos diversos: el plo
mero forma una continuacion entre los vasos del
cutis , del rodete y los del tejido laminar del
casco , y el segundo le constituyen las ramifica
ciones de las arterias de los falanges que comu
nican con la sustancia de los huesos y con los
[i53]
del tejido" reticular anastoraosándose los de un
tejido con los del otro. .
La maceraeion ha demostrado diferentes ve
ces despues de hecha una inyeccion, que cuan
do la caja córnea del casco se desprende , que
da pegado á su superficie interna el tejido lami
nar, mientras que el reticular permanece íntima
mente adherido á la superficie de los tendones
y aponeurosis y toda la cara convexa de los fa
langes, observándose entre los vasos de ambos
tejidos como una línea de demarcacion. , . ¡ .
Despues que el casco permanece un largo tiem
po al aire libre y se desprenden de él todos sus
jugos, se observa que su parte córnea se com
pone de muchas capas sobrepuestas, de las cua
les las mas esternas son continuacion de la epi
dermis, en tanto que las internas proceden de
la escrecion de los vasos del tejido laminar, lo
que supone un segundo orden de nutricion../: '
Todas estas observaciones nos demuestran
hasta la evidencia: i.° que dentro del casco exis
ten dos tejidos diferentes tanto por la disposi
cion orgánica cuanto por la funcion que ejer
cen: 2.0 que el tejido laminar es una continua
cion del dermis y se pega á toda la superficie
interna de la sustancia córnea : 3.° que el reticu
lar resulta de los vasos y nervios mas profundos
del miembro, los cuales estan entrelazados y su
[i5¿]
jetos á los falanges y espansiones tendinosas por
un tejido celular muy resistente; y 4.° <lue estos
dos tejidos parecen uno solo por las conexiones,
celulo-vasculo-nerviosas que contraen, de don
de ha resultado haberlos confundido.
El orden constante que se observa en la nu
tricion del casco corrobora tanto mas lo que de
jamos dicho. Esta nutricion no se verifica co
mo se ha creído hasta el dia de arriba abajo
en toda la sustancia córnea, por la cual debia
crecer en longitud y aumentar en espesor, sino
que se efectúa de dos modos diferentes , pero
bajo unas mismas leyes. . '
La nutricion del casco se verifica de arriba
abajo en las capas esternas , y de dentro afuera
en las internas, como vamos á probar, , .
Cuando en el animal, vivo se hace la extraccion
de las primeras capas formando una especie de
concavidad, se observa, que el centro de esta ad
quiere sucesivamente mucho espesor por las ca
pas que se forman de dentro afuera, pero nunca
se iguala su superficie hasta que las capas ester
nas no se regeneran en el rodete y bajan basta
la escavacion. , .¡ . .,, , . . '•■.,,
En las soluciones de continuidad del casco,
se observa tambien un fenómeno contrario, pe
ro que comprueba lo que acabamos de decir;
Cuando la herida interesa, la sustancia córnea y
[i55]
el tejido laminar hasta el punto de desorganizar
lo, la cicatrización jamas se verifica aunque ba
jen las capas esternas hasta la herida mientras
no se corrija el desorden del tejido laminar y se
restablezca la nutrición de esta parte.
Esto prueba también la semejanza que hay
entré el dermis y el tejido laminar, pues al pa
so que vemos á la epidermis regenerarse en el
rodete para formar las capas esternas del casco,
observamos también que el tejido laminar pro
duce otras que le hacen aumentar considerable
mente de espesor por una nutrición ejecutada
inversamente, pero enteramente análoga. . \ '
El tejido reticular dentro del casco ofrece dU
ferentes formas pero, con mucha regularidad;
así se observa que en la cara inferior del últi
mo falange ó sea el tejuelo, se aglomera y for
ma un cuerpo bastante saliente piramidal y ahor
quillado posteriormente, cuyas ramas de lahorr
quilla siguen la dirección de las dos porcio
nes laterales del tejuelo. Este cuerpo llamado
impropiamente ranilla carnosa se continúa por
sus ramas con otras dos protuberancias del mis
mo tejido que corresponden á los talones del
casco. En todas las demás partes se acomoda á
sus superficies adhiriéndose de una manera tan
íntima que cuesta mucho trabajo poderlo se-
parar. , t
>
1 156 ]
£l tejido laminar ya hemos dicho que ocupa
toda la superficie interna de la sustancia córnea,
y que forma láminas longitudinales y entrelaza
das en varias direcciones. Esta disposicion le
hace adquirir á la sustancia córnea pues toda ella
está llena de láminas longitudinales, dejando en
tre sí muchos espacios donde se pega fuertemen
te el tejido laminar y donde desprende una
multitud de vasos que penetran por otros tantos
poros que á simple vista se perciben en las ho
juelas ó láminas córneas de esta parte.
En la cara cóncava del hueso tejuelo el te
jido laminar tiene conexiones mas íntimas con
el reticular, de quien es muy dificil separarle;
pero esto depende de que el tejido laminar no
tiene en este sitio un punto de apoyo tan á pro
pósito como en los restantes para quedarse ad
herido cuando se hace la estraccion de la pal
ma córnea. . .
La forma esterior del casco guarda un órden
regular y constante con la que afectan¡ los últimos
falanges y los tejidos vivos que contiene en su
interior , de donde proviene la uniformidad en
•el órden de su nutricion , tanto de arriba abajo
como de dentro afuera ; pues se observa que
cuando se corta el casco transversalmente ó se
adelgazan sus láminas esternas, la nutricion ja
mas se altera y siempre conserva sus formas na
1 157 ]
turales; pero si se le deja crecer mas allá de los
límites que le prescribe la naturaleza, lo hace de
una manera imperfecta, y adquiere formas irre
gulares. . , .
Muchas son tambien las cuestiones que se han
suscitado sobre el modo de formarse estas sus
tancias puramente insensibles, pero con alguna
apariencia de organizacion. Mas es indudable
que la sustancia córnea de los cascos es de la
misma naturaleza que la epidermis, como lo prue
ba la analogía de estructura y la composicion de
sus elementos químicos ; de donde puede infirir-
se que las sustancias epidermoicas se forman á
espensas de una funcion desconocida, pero so
metida á un orden particular de vasos comun á
todas estas producciones.
Parece probable que la sustancia córnea del
casco y todas las 'demas se formen á espen
sas de una exhalacion ó escrecion de los vasos
que rodean el órgano cutáneo; que bajo una
forma líquida la depositen en sus superficies, bien
sea para crecer ó bien para regenerarlas cuando
esten destruidas. •
La observacion que vamos á esponer, y que
apenas habrá veterinario que no haya tenido
ocasion de hacer, parece estar de parte de esta
opinion. • ¡ . , . .
Cuando se estrae la palma á un animal vivo
[ i58]
corre todos los períodos para su nueva forma-,
cion lo mismo que lo hacen las demas partes
en su desarrollo primitivo. Se observa comun
mente en la superficie del tejido laminar de esta
parte á muy poco tiempo una sustancia pulposa
que se arrolla con facilidad, la cual si se destruye
aparece de nuevo. Esta sustancia en su principia
es mas líquida , despues se va condensando su
cesivamente hasta que por último adquiere mu
cha consistencia y forma diferentes capas sobre
puestas, de modo que en pocos dias se ve reem
plazada la palma estraida por la que se ha ido>
desarrollando nuevamente, de donde se prueba
cuanto llevamos dicho. •
En la epidermis es muy dificil observar este
fenómeno por su mucha tenuidad y por la rapi
dez con que se regenera; pero es de creerse ha
ga por un mismo orden de vasos y por unas mis
mas leyes. .'• ¡.•.'
Los cuernos, que no son mas que unas pro
longaciones de la misma naturaleza que la epi
dermis y los cascos , tienen una misma organi
zacion interior, y su formacion se efectúa por
el mismo orden, . ., , , „ L. ;
Sus formas . son apropiadas á la que tienen las
prolongaciones huesosas del frontal ; pero sus
superficies son mas ó menos lisas 6 mas ó me
nos escabrosa*: • '
Los espejuelos y espolones son unas escrescen-
cias córneas que dependen del engruesamiento
de las capas de la epidermis, las cuales se encuen
tran en la parte interna del antebrazo, en la su
perior é interna de las cañas posteriores y en los
menudillos en medio Ae las cernejas.
En todas estas producciones epidermoicas se
observa que su flexibilidad está en razón de la
regularidad con que se verifica su nutrición, re
sultando que las capas mas inmediatas á los te
jidos vivos son mas jugosas y flexibles que las
mas distantes, donde por lo común son muy ári
das y quebradizas.
Consideradas en general las sustancias cór
neas tienen todas el uso de oponerse al choque
que producen los cuerpos estemos y modificar
la sensibilidad cutánea ; pero en particular tie
nen usos que les son peculiares.
Así observamos que los cascos están destina
dos á servir de sustentación al cuerpo de los ani
males ; encierran y defienden las estremidades
huesosas de los miembros , y contribuyen de
una manera especial á los movimientos locomo
tores.
Los cuernos de los animales son por lo co
mún los instrumentos ofensivos y defensivos.
Los espejuelos y espolones no ejecutan nin
gún uso conocido hasta el dia; y lo único que se
[ i6o ]
observa es que su espesor es mas considerable
en las razas bastas de caballos en los países sep
tentrionales , y mucho menor en los que viven
en los meridionales, en los que el órgano cutá
neo es sumamente fino é irritable. . .
TRATADO SEGUNDO.

anatomía descriptiva*

DE IOS ÓRGANOS BEL APARATO LOCOMOTOR.

Considerados estos órganos segun la diversa


naturaleza de sus tejidos, su composicion orgá
nica y su modo de accion, los podemos dividir en
órganos pasivos y en árganos activos de los movi
mientos. Los primeros constituyen el armazon del
cuerpo, forman entres! cavidades para alojar ór
ganos esenciales á la vida, y dan Insercion á va
rias partes blandas; tales son los huesos y sus
dependencias : y los segundos, formados de fi
bras rojizas y contráctiles, producen los diferen
tes movimientos que se ejecutan en el cuerpo
del animal : á estos damos el nombre de múscu
los. Antes de hacer la descripcion particular de
.estos órganos, daremos á conocer el esqueleto,
las partes que le forman, y las divisiones y sub-
•divisiones que hacemos de él.

tomo i. IX
[ i6a]

DEL ESQUELETO Y SUS DIVISIONES.

Se da el nombre de esqueleto á la unión 6


ensamble de todos los huesos de un animal, su
jetos por vínculos flexibles y resistentes , y dis
puestos de modo que puedan conservarse largo
tiempo. Estos huesos en su estado de integridad,
determinan la conformación general del cuerpo,
sostienen su gravedad específica, encierran y man
tienen todos los órganos que entran en la com
posición de un individuo, y le transportan de un
parage á otro.
La forma del esqueleto está en razón de 1%
especie del animal á que pertenece; así será di
ferente el de los cuadrúpedos monodáctilos del de
los didáctilos, y este de los tetradácti/os etc., cuyas
diferencias dependen del mayor ó menor nú
mero de huesos que cada uno tiene, y de la dis
posición de su conformación esterna.
Los esqueletos pueden obtenerse de varios
modos : unas veces se conservan unidas las pie
zas huesosas con ligamentos que hay en las ar
ticulaciones , y reciben el nombre de esqueletos
naturales : otras se substituye á la falta de liga
mentos, vínculos mecánicos , y se llaman artifi
ciales: y otras, por último, se conservan por am
bos medios , y se denominan esqueletos mistos¡
[iG3]
que son los que comunmente se encuentran en
los gabinetes y anfiteatros de anatomía.
Sea cualquiera la clase de esqueleto que se exa
mine, le dividiremos en tronco y miembros.
El tronco, parte principal y esencial del cuer
po, está sostenido por los miembros, y presen
ta tres grandes cavidades donde se alojan las
víseeras principales. Se divide en parte central
ó media , en estremidad anterior que forma la
cabeza, y en estremidad posterior que consti
tuye la pelvis.
La parte central del tronco comprende el ra
quis y el torax, formado el primero por treinta
y una vértebras, y el segundo por treinta y seis
costillas y el esternon.
La cabeza se subdivíde en cráneo y cara 6
mandíbulas. El cráneo está formado por siete
huesos , que son el frontal , el parietal, el occipi
tal, elesfenoide, el etmoide, y dos temporales.
La cara está compuesta de dos mandíbulas,
una anterior, y otra posterior: la mandíbula an
terior se halla formada por diez y nueve huesos,
que son : dos maxilares superiores , dos maxilares
inferiores, dos subnasales , dos lagrimales, dos ci-
gomdticos , dos palatinos, dos terigoideos , cuatro
cornetes nasales , y un vomer. La mandíbula pos
terior la forma un solo hueso llamado maxilar
posterior. Tanto una mandíbula como otra estan
1 164]
guarnecidas «le dientes molares, caninos, é in
cisivos. Los primeros son en número de doce
en cada mandíbula, seis en cada lado; los segun
dos dos en cada mandíbula, y los terceros seis
en la mandíbula anterior, y seis en la posterior.
La pelvis constituye la estremidad posterior
del tronco, y forma la cavidad pelviana ; se com
pone de los huesos coxales, el sacro, y las pri
meras piezas del coxis.
Los miembros, en número de cuatro, dos pos
teriores abdominales, y dos anteriores ó torácicos,
pueden considerarse como apéndices del tronco,
y estan destinados á sostener el peso del animal
y llevarle de un lado á otro.
Cada miembro abdominal se subdivide en
muslo, que se halla formado por el femur; en
pierna que la forma el tibia, el peroné y la rótula;
el corvejon ó tarso formado por la polea , el cal
cáneo , el grande y pequeño escafoides, el disforme,
y el interhuesoso ó interarticular ; el metatarso que
está formado por la canay los perones, que son
los huesos metalarsianos : desde este sitio conti
núa la region digital formada por los sesamoideos,
cuartilla, corona, tejuelo, y navicular, que equiva
len á los falanges del hombre.
Los miembros torácicos se subdividen en espal
da que se halla formada por la escápula, brazo
formado por el húmero, el antebrazo le constituye
[i65 3
el radio y el cubito : la rodilla ó carpo está com
puesto de siete huesos colocados en dos filas:
en la primera se encuentran el irregular, el trian^
guiar, el semilunar y el corvo; los de la segunda
fila son, el grande cuneiforme, el trapezoides y «l
pequeño cuneiforme, los cuales reciben el nombre
de huesos carpianos. Desde este sitio abajo se
encuentran los huesos metacarpianos , y los falan
ges del mismo modo que en los miembros pos
teriores.
Ademas de los huesos enumerados en la di
vision del esqueleto, 6e encuentran otros en la
parte posterior de la rodilla, particularmente en
el caballo, llamados pisiformes que no se conser
van en el esqueleto , lo que sucede igualmente
con el hioides y los pequeños huesos del oido.
Las divisiones y subdivisiones que hemos esta
blecido en el esqueleto, dan una idea exacta del
número de huesos que entran en su composicion.

DEL TRONCO.
El tronco comprende el raquis, el torax., ol
cráneo, la cara, y la pelvis.

DEL RAQUIS Ó ESPINAZO.


El raquis, llamado comunmente espina 6 co
lumna vertebral, es un compuesto de una serie de
t 166]
huesos, que unidos los unos á los otros, ocupan
el plano medio ó divisorio del esqueleto , y se
estiende desde la cabeza hasta la pelvis.
Se divide en tres regiones: la primera se ha
lla formada por las vértebras cervicales, y se
llama cervical: la segunda por las dorsales, y se
denomina dorsal ; y la tercera por las lomba-
res y constituye la lombar. El número de vér
tebras que forman la espina es el de treinta y
uua, divididas en siete cervicales , que forman la
base del cuello ; diez y ocho dorsales que cons
tituyen el dorso; y seis lombares formando los
lomos.
La columna vertebral considerada aisladamen
te, se compone de dos estremidades , una ante
rior y otra posterior ; dos caras, una superior y
o tía inferior ; dos partes laterales, una derecha
y otra izquierda; y un conducto en so interior lla
mado raquidiano ó vertebral donde se aloja la
médula espinal. La estremidad anterior' forma con
el occipital una articulación ligamentosa, y eje
cuta movimientos muy libres : la estremidad pos
terior del raquis se articula con el hueso sacro,
cuya unión se hace por ligamentos y cartílagos
fibrosos.
La cara superior llamada espinal tiene una se
rie de eminencias poco prolongadas en las vér
tebras cervicales , mucho mas en las dorsales y
[ i67 1
no tanto en las lombares , las cuales forman la
espina del raquis.
En esta misma cara se encuentran tambien
dos filas de eminencias una á cada lado , poco
elevadas y tuberosas. La cara inferior de la co
lumna vertebral está guarnecida de eminencias
situadas anterior y posteriormente, y tienen una
forma arredondeada que ocupan la parte céntri
ca de estos huesos.
En las partes laterales se observan en toda la
estension del raquis dos filas de eminencias de
forma regular interrumpidas por otros tantos
agujeros llamados intervertebrales ó de conjun
cion, por donde pasan los pares nerviosos de la
médula espinal.
El conducto interior del raquis, que se estiende
desde el occipital hasta los primeros huesos de 1
coxis , no conserva el mismo diám etro y figura
en toda su longitud. Este conducto es cóncavo en
su parte superior, y aplanado en la inferior. En
las vértebras cervicales tiene bastante diámetro;
en las primeras dorsales disminuye, y su forma
es triangular, y continúa aumentando en las lom
bares bajo la misma figura para disminuir de
nuevo en el sacro y coxis. Forma la columna
vertebral dos grandes corvaduras, de las cuales
la una se halla en la base del cuello , y la otra
en el dorso y lomos.
[ i68]

DE LAS VÉRTEBRAS EN GENERAL.

Las vértebras son huesos impares muy celu~


losos y tuberosos, y cada uno contiene en su
centro un grande agujero , que reunidos for
man el conducto raquidiano. Estos huesos estan
íntimamente unidos los unos á los otros, y
sujetos por ligamentos y cartílagos interarticu
lares.
Se distinguen en las vertebras dos partes; una
inferior llamada cuerpo , y otra superior anular
guarnecida de eminencias. El cuerpo forma la
base del hueso, y presenta en su parte anterior
una cabeza bastante deprimida por donde mira
al conducto vertebral, la que disminuye á me
dida que se acercan á sn parte posterior; en es
ta se observa una cavidad proporcionada al vo
lumen de la cabeza que recibe , resultando una
articulacion cuyos huesos se hallan sujetos por
una sustancia fibro-cartilaginosa intermedia. La
cara inferior del cuerpo de las vertebrales se
halla sembrada de pequeños agujeros nutricios;
esta cara es redonda en las vértebras que ocu
pan la parte media del raquis , y en las demas
CS disigual, y presenta varias eminencias de me
diana longitud que constituyen la cresta inferior
de estos huesos. Sus partes laterales son mas ó
menos elevadas y divididas, y presentan dos ti
las de apófisis llamadas transversas.
La cara superior del cuerpo forma la parte
aplanada del conducto vertebral, y ofrece en su
parte media una ligera cresta prolongada. Sobre
la cara esterna y superior de la porcion anular,
se observa en su parte media unas filas de apó
fisis llamadas espinosas , las cuales son.muy pro
longadas en las vértebras dorsales y lombares, y
terminan en una especie de cabeza : en las cer
vicales solo presentan unas especies de crestas'
escabrosas. A las partes laterales de las apófisis
espinosas se notan dos apófisis articulares, di
vididas en anterior y posterior. Cada una de
estas eminencias tiene una carita diartrodial, pla
na, situada encima de la apófisis articular ante
rior , y otra debajo de la posterior. Estas caras
constituyen las articulaciones por las cuales se
unen las vértebras entre sí. La cara inferior é
interna forma la porcion anular del grande agu
jero vertebral, que la separa del cuerpo de este
hueso, y concurre á formar el conducto raqui
diano. A los lados del agujero vertebral tanto
anterior como posteriormente , se ven dos es
cotaduras una derecha y otra izquierda, las cua
les anteriormente estan situadas entre las apófi
sis articulares y la cabeza, y posteriormente en
tre las apófisis articulares y la cavidad. Estas es-
[ *7° 1
coladuras, que concurren á establecer la línea de
separación de la vértebra en dos mitades, for
man los agujeros intervertebrales. •
Conexiones. Cada vértebra se articula con su
convecina por tres puntos de contacto; dos por
sus apófisis articulares, y uno por su cuerpo, cu
yas articulaciones se verifican por medio de li
gamentos en sus apófisis articulares, y por su
cuerpo por cartílagos intervertebrales que man
tienen la continuidad entre sí ; de cuya dispo
sición resulta, que los movimientos son muy obs
curos escepto las dos primeras vértebras cervi
cales que los ejecutan muy manifiestos con la ca
beza y entre sí. La última vértebra loiubar se
articula con el sacro , y las diez y ocho dorsales
con las costillas.

DE LAS VÉRTEBRAS EN PARTICULAR.

VÉRTEBRAS CERVICALES.

Se diferencian de las otras por la mayor


longitud de su cuerpo ; porque las apófisis es
pinosas no forman mas que unas especies de
crestas ; las apófisis articulares tienen mas espe
sor , y sus caras articulares son muy prolonga
das; las apófisis transversas se estienden por él
[*7i3
lado de la cara inferior, y se llaman traquelianas ;
tienen un agujero en su base, y dos prolonga
ciones, una anterior y otra posterior.
Los caracteres distintivos de las vértebras cer
vicales entre sí se toman de sus nombres , y
de algunas particularidades que las hacen distin
guirse. Las dos primeras y la última tienen nom
bres especiales , denominándose la primera ut-
loydea, la segunda axoidea , y la séptima proemi-
nente por razon de su apófisis espinosa.
La atluydea tiene una configuracion particular,
y difiere de las otras en que carece de apófisis
articulares y espinosa, su cuerpo es muy peque
ño, el canal vertebral tiene mucho diámetro, y
sus apófisis traquelianas son largas, anchas y ter
minan en un borde grueso y escabroso. En su
parte anterior ofrece, en lugar de la cabeza, dos
cavidades articulares, proporcionadas á los dos
cóndilos del occipital con quien se articula; pos
teriormente la cavidad del cuerpo es reemplaza
da por una superficie diartrodial estendida, en
la que se distingue: i.° una cavidad situada en
su medio hasta la que se prolonga en eje la
apófisis adontoídes: 2.0 dos convexidades laterales
sobre las cuales giran otras dos que se hallan á
los lados de dicha apófisis. Delante de esta su
perficie se encuentra en el agujero vertebral una'
eminencia transversal escabrosa donde se radi-
t »7-2 1
ca el ligamento que sujeta la apófisis adonloi-
des. La cresta inferior de esta vértebra forma
una protuberancia redondeada , poco elevada,
y destinada á la inserción de fibras musculares.
La axoidea es la mas larga de todas las vér
tebras, y presenta anteriormente una eminencia
articular llamada apófisis odontoides, que se pro
longa hasta el canal de la primera , en donde se
fija por dos ligamentos muy cortos y fuertes. Se
diferencia esta vértebra de las demás, por ca
recer de apófisis articulares anteriores ; porque
la apófisis espinosa es muy larga y elevada, y
termina en un borde grueso y escabroso bifur
cado posteriormente.
Las cuatro siguientes son muy semejantes;
pero la séptima difiere mucho mas en sus for
mas. La tercera se diferencia en que las apófisis
articulares están separadas por una especie de
cuello deprimido, que hace que esta vértebra sea
mas estrecha. La cuarta tiene su apófisis espi
nosa delgada por los estreñios, y elevada y grue
sa en su medio.
La quinta se distingue en que tiene escavado
el estremo posterior de la cresta, resultando dos
bordes laterales.
La sesta tiene por cresta una línea poco sa
liente.
La séptima , dicha proeminenle , tiene la apó
fisis espinosa muy elevada y termina en punta;
las apóGsis traquelianas no tienen agujeros ; en
la parte posterior del cuerpo tiene en cada la
do una pequeña cara articular cóncava, que uni
da á otra de la primera vértebra dorsal, forma
una cavidad para alojar la primera costilla.

de las vertebras dorsales.

Se diferencian de las precedentes y de las


lombares, en que son en número de diez y ocho,
en que sus apólisis espinosas son aplanadas por
sus partes laterales terminando en su parte su
perior en una eminencia bastante gruesa. Estas
eminencias aumentan de longitud desde la pri
mera hasta la quinta, desde cuyo sitio disminu
yen hasta la parte media del dorso; en este si
tio aumentan de nuevo de longitud, hasta donde
finaliza esta region. Las primeras vértebras del
dorso forman la base de la cruz.
Tienen ademas otras particularidades muy1 no
tables. Sus apófisis articulares posteriores son
poco preeminentes , y las anteriores presentan
dos pequeñas caras que se hacen cóncavas á me
dida que se acercan á la parte posterior. Las apó
fisis transversas son gruesas y cortas , y en su
parte inferior presentan una cara para articu
larse con la tuberosidad de la costilla. En fin,
['74]
el cuerpo presenta lateralmente, tanto en su par
te anterior como en la posterior, una cara diar-
trodial cóncava, destinada á formar la cavidad
que recibe la cabeza de la costilla, y en su fon
do una escavacion que da insercion á un liga
mento interarticular.
Las diferencias particulares de las vértebras
dorsales son poco numerosas é interesantes , y
dependen principalmente de la disposicion par
ticular de sus apófisis espinosas, y de la forma
de su cuerpo. La primera de estas vértebras se
diferencia en que su apófisis espinosa termina
en punta, y se asemeja bastante á la última
cervical, cuya conformacion es menos sensible
hasta la tercera, y así sucesivamente hasta las úl
timas. La última vértebra de esta region difiere
de las demas en que está desprovista en su parte
posterior de caras articulares para alojar la ca
beza de la costilla.

DE LAS VÉRTEBRAS LOMEARES.

Estas vértebras tienen alguna semejanza con


las últimas vértebras del dorso, y sus principales
diferencias consisten en que las apófisis trans
versas son muy prolongadas y aplanadas, y ter
minan en un borde escabroso.
La primera vértebra tiene sus apófisis trans
[i75]
versas vueltas hácia airas, y son estrechas y pun
tiagudas.
La segunda se diferencia en que sus apófisis
transversas tienen una dirección recta, y son
iguales en casi toda su estension.
La tercera tiene sus apófisis Iransversas desde
su origen encorvadas hácia adelante , y en su
medio están como deprimidas.
La cuarta se distingue en que su cresta infe
rior apenas se percibe.
La quinta tiene en la parte posterior de sus
apófisis transversas una cara articular cóncava
y prolongada transversalmente , que se articula
con otra de la sesta. Y por último , la sesta tie
ne anterior y posteriormente en sus apófisis
transversas dos caras articulares para articular
se con la quinta vértebra y con el sacro.

DIFERENCIAS GENERALES.

En los didáctilos el raquis no consta mas que


de veinte y seis vértebras, divididas en siete cer
vicales, trece dorsales y seis lombares. Las vér
tebras cervicales son generalmente mas cortas y
mucho mas gruesas ; sus eminencias son mucho
mas elevadas y tuberosas, y particularmente las
apófisis espinosas que se distinguen por su mu
[ i76l
cha longitud, y por terminar en tuberosidades.
Sus apófisis traquelianas se distinguen en que su
prolongacion anterior forma una eminencia con
siderable aplanada, particularmente desde la ter
cera hasta la sesta inclusive. La apófisis trans
versa de la primera vértebra cervical es mucho
mas encorvada que en los demas animales. La
segunda vértebra tiene mas longitud que en el
caballo y sus especies. La séptima vértebra se
asemeja mucho á las primeras vértebras del dor
so en sus formas, y particularmente en su apó
fisis espinosa que termina en una tuberosidad.
Las vértebras dorsales difieren sobre todo en
que las apófisis espinosas son mas gruesas, en
corvadas por detras, y que estan muy unidas las
unas á las otras , y los agujeros intervertebrales
son dobles.
Las lombares generalmente son mas gruesas
que las del caballo, sus apófisis transversas mas
largas y anchas, y tienen mas espesor en su par
te media que en sus estremidades ; y se observa
ademas que las dos ó tres primeras vértebras
tienen los agujeros intervertebrales dobles , lo
mismo que las de la region dorsal. En el car
nero y oveja no son tan notables estas diferen
cias; pero sí se observa que los agujeros inter-.
vertebrales no son dobles como en el buey•: ;
t *77 1
El raquis del cerdo se compone de veinte y
ocho vértebras, divididas en siete cervicales, ca
torce dorsales y siete lombares, las cuales se
asemejan mucho á las del buey.
El del perro y galo no tienen mas que veinte
y siete vértebras, que son siete cervicales, trece,
dorsales y siete lombares.

DEL TORAX.

El torax ó cavidad torácica forma una espe


cie de cono aplanado por sus partes laterales, y
truncado anteriory posteriormente, cuya direc-:
clon es oblicua de arriba abajo y de delante
atras. Esta cavidad está sostenida por los miem
bros anteriores , y encierra los principales ór—
ganos de la respiracion y circulacion. Esta par
te del tronco está formada superiormente por
las vértebras dorsales ; inferiormente por el es
ternon, y en sus partes laterales por las costillas.

DEL ESTERNON.

Este hueso es bastante prolongado y muy es-;


ponjoso, situado oblicuamente de arriba abajo
y de delante atras, en la parte inferior de la ca
vidad torácica, y sujeto por los cartílagos de las.
costillas esternales con quienes se articula. . . a
tomo I. kl
[.78]
Se consideran en el esternon tres caras, dos
laterales y una superior : tres bordes, dos late*
rales articulares, y uno inferior escabroso; y
dos estremidades, una anterior y otra posterior.
Las dos caras laterales son desiguales y áspe
ras, y se bacen inferiores en la parte posterior
del bueso , y dan insercion á diferentes mús
culos.
La cara superior es lisa y piramidal , y for
ma la pared inferior de la cavidad del pecho, ter
mina anteriormente por una punta que se pro
longa hasta mas arriba de las dos primeras cos
tillas.
Cada borde lateral ofrece una sucesion alter
nativa de eminencias y cavidades ; las primeras
estan formadas por las piezas óseas de que se
compone este hueso ; y las segundas que son en
número de ocho, se hallan en el espesor de la
sustancia cartilaginosa que sirve de medio de
union á dichas piezas, en cuyas cavidades se
unen ios cartílagos de las costillas, esceptuán-
dose de esta regla la última pieza huesosa que
presenta tres cavidades para recibir los Cartíla
gos de las tres últimas costillas esternales.
El borde inferior grueso, escabroso y conve
so en toda su longitud, da insercion á diferentes
músculos que van á radicarse á los miembros
anteriores. '
.1 -79 3
De las dos estremidades, la anterior, mas ele
vada que la posterior, termina por una prolon
gacion aplanada , lateralmente encorvada hácia
arriba y airas llamada traqueliana , ó pico del es
ternon, el cual da insercion á varios músculos,
y se considera, aunque impropiamente, parecido
á la quilla de un barco. La estremidad posterior
presenta una prolongacion cartilaginosa palmi-
forme, flexible, que recibe el nombre de cartí
lago si/oides , ó prolongacion abdominal, la cual
contribuye á formar la pared inferior de la ca
vidad abdominal.
El esternon en su organizacion presenta seis
piezas huesosas muy esponjosas, unidas por
una sustancia Cartilaginosa que se interpone en
tre ellas, y se estiende por su parte inferior des
de una estremidad á la otra formando un borde
cortante. Esta sustancia cartilaginosa se endure
ce con la edad, pero no llega á osificarse.
Diferencias. En los cuadrúpedos rumiantes la
prolongacion abdominal del esternon constitu
ye un apéndice mas largo y aplanado. En los
carnívoros tiene mucha mas longitud, es casi ci
lindrico, y el apéndice anterior termina en una
punta obtusa.
v [ 180 ]

DE LAS COSTILLAS.

Las costillas son en nümero de treinta y seis,


diez y ocho derechas y diez y ocho izquierdas;
ocupan las partes laterales del toras , dejando
entre sí uuos espacios llamados intercostales.
Se dividen las costillas en esternales y asterna-
Ies: las primeras son en número de nueve , y se
articulan con el esternon; y las restantes se unen
ínferiormente por sus cartílagos. Se consideran
en estos huesos dos estretnidades, una supe
rior y otra inferior. La estremidad superior ter
mina en dos eminencias articulares; la mas vo
luminosa está en la parte anterior y se llama ra
heza, y la otra mas pequeña se denomina tube*
rosidad. La primera de estas apófisis ofrece dos
convexidades diartrodiales , separadas por una
escotadura áspera , y se articulan con la cavidad
formada por la union de las dos vértebras, fi
jándose fuertemente por un ligamento interar
ticular. La tuberosidad presenta tambien una ca
ra articular para articularse con otra de la apó
fisis transversa de la última vértebra de las dos
que reciben la cabeza.
La cabeza se halla mas ó menos separada de
la tuberosidad por una escotadura destinada á
dar paso á los vasos y nervios intercostales.
[ i». ]
La estremidad inferior tiene un borde esca
lado para articularse con un cartílago, cuya
union se verifica por un ligamento corto y flexi
ble, formando con dicho cartílago un ángulo
mas ó menos abierto.
Los cartílagos de las costillas pueden consi
derarse como unos huesos esponjosos, cuya du
reza se aumenta á medida que el animal avanza
en edad. Los cartílagos de las costillas esternales
aumentan de longitud desde la primera hasta la
última, y se articulan con el esternon por una
eminencia diartrodial. Los de las osteniales son
redondeados, terminan en punta, y se mantie
nen unidos los unos á los otros; disminuyen de
espesor desde el primero basta el último , y
mantienen sujetas las costillas por sus estremi-
dades inferiores.
En las costillas que tienen mas longitud se
observa en su cara esterna un canal longitudinal,
lituado cerca del borde anterior donde se radi
can los músculos intercostales esternos.
La cara interna de las costillas es cóncava y
lisa en toda su estension, y se halla tapizada por
la pleura.
El borde anterior está vuelto hacia fuera y es
cóncavo en toda su estension; el posterior es
convexo y redondeado , y en el lado interno
presenta un canal que solo se estiende 'desde la.
[ 183 ]
parte superior hasta el medio de la costilla, por
cuyo canal pasan los vasos y nervios intercosta
les internos.
Conexiones. Las costillas se articulan superior
mente con las vértebras dorsales por su cabeza
y tuberosidad, é inferiormente con el esternón
y los cartílagos. Estas articulaciones permiten
que las costillas ejecuten un movimiento de airas
adelante y de adentro afuera, el cual es menos
estendido en las costillas esternales que en las
paternales.
Consideradas las costillas en su disposición
general, presentan diferencias relativas á su di
rección, corvadura y longitud. Las dos prime
ras, derecha é izquierda, se unen al esternón
casi perpendicularmente, cuya dirección cambia
en las siguientes, dirigiéndose hacia fuera en una
línea perpendicular , de manera que en las últi
mas esta dirección es casi horizontal-
Las costillas son generalmente mas curvas en
su parte superior que en la inferior ; la curvatu
ra que describen se prolonga mas ó menos so
bre su estension, de tal modo que la convexidad
la tienen en la parte posterior y esterna, mien
tras que la concavidad está en el borde anterior
y vuelto hácia dentro. Esla disposición se obser
va con particularidad en las primeras costillas as-
ternules.
t i83 ]
La longitud de las costillas aumentan sensi
blemente desde la primera hasta la novena, des
de cuyo sitio disminuye hasta la última.
Diferencias. En los didáctilos las costillas son
en número de trece en cada lado, ocho ester
nales y cinco asternales: son generalmente mas
anchas que en los monodáctilos.
En el cerdo son en número de catorce, divi
didas en seis esternales y ocho asternales.
El perro y el gato tienen trece costillas en.
cada lado , de las cuales nueve se articulan con
el esternon. Estas son generalmente redondea
das, y mucho mas encorvadas que en los demas
animales domésticos.

BEL CRANEO.

El cráneo es ana grande cavidad ovalada , si


tuada en la parte superior y posterior de la ca
beza, destinada á contener la masa encefálica.
Esta cavidad se halla formada por varios hue
sos, cuya forma la determinan como vcremo»
en la descripcion de cada una de ellos.

DEL FRONTAL.

Este es un hueso aplanado en su medio , en


corvado hácia sus partes laterales, situado entra
[ iU ]
Jos parietales, los huesos de la nariz, y en la
parle anterior del esfenoides.
Presenta dos caras, una interna y otra ester
na, y cuatro bordes, dos superiores llamados pa
rietales, y dos inferiores nasales.
La cara esterna es lisa en su medio y algo es
cavada en sus partes laterales, en las cuales pre-
centa una apófisis llamada orbitaria , que se pro
longa de adentro afuera sobre la arcada orbi
taria, y separa la cavidad del mismo nombre de
la fosa temporal.
En la base de esta apófisis se encuentra un
agujero, llamado orbitario ó superciliar que pene
tra en la órbita, y da paso, al nervio órbito-rfron-
tal. Debajo y detras de la arcada se encuentra
la porción de fosa que constituye la parte interna
de la órbita, en la que se observa: i.° encima y
cerca del agujero superciliar una pequeña fosa
llamada lagrimal, cuyos bordes dan implantación
á un cartílago fibroso que constituye un anillo
que da paso al músculo grande oblicuo del ojo:
a.0 en el fondo de esta porción de fosa se ve
un agujero que penetra en el cráneo , el cual se
halla formado por una pequeña escotadura del
frontal, y otra del etmoide , y recibe el nombre
de agujero orbitario posterior.
La cara interna es cóncava, y se halla dividi
da en dos porciones desiguales por una cresta
t i85 ]
llamada frontal.'La. porción superior es la mayor,
y está llena de cavidades mas ó menos profun
das, y de surcos vasculares, en las que se aloja
la parle anterior é inferior del cerebro, y los
vasos que se ramifican en su superficie esterna.
En la parte media se ve un canal longitudinal,
en cuyo fondo se observa la sutura de las dos
piezas de que se compone este hueso en los
animales jóvenes.
En esta cara y cerca de la cavidad orbitaria
se nota una cavidad estrecha y profunda destina
da á recibir el estremo de las alas del etmoides.
La porción inferior forma dos grandes cavi
dades llamadas senos frontales, y se hallan sepa
rados por un tabique formado de dos láminas
huesosas.
Los bordes superiores son semicirculares, y
forman varias laminitas huesosas para articular
se con los parietales. Los inferiores están sosla
yados para recibir los huesos de la nariz.
Conexiones. Se articula el frontal con los tem
porales, con el parietal, con el etmoide, con los
lagrimales, con los huesos subnasales y con los
palatinos, cuyas articulaciones se hacen por yus-
ta posición.
En los animales jóvenes este hueso se divi-
vide en dos simétricos , de cuya unión resulta
una sutura que se percibe aun en los adultos des
[ .86]
pues de su osificacion. Este hueso como todos,
los del cráneo, es muy compacto en toda su es-
tension.
Diferencias. El frontal de los didáctilos es muy
estendido , y de sus partes laterales salen dos
prolongaciones huesosas cónicas y encorvadas
que forman parte de los senos maxilares: los
agujeros superciliares tienen mucho diámetro, y
atraviesan las prolongaciones dichas.
En el cerdo tiene un espesor considcrahle, y
forma dos grandes senos: la arcada orbitaria se
completa por un pequeño ligamento que con la
edad se osifica.
En el perro presenta en su medio una depre
sion longitudinal ; su apófisis orbitaria es muy
corta; el arco de este nombre está formado por
un ligamento, y las dos piezas de que consta este
hueso estan separadas por mucho tiempo en los
jóvenes,

DEL PARIETAL.

El parietal es un hueso impar, cuadrilátero y


encorvado hácia atras por sus partes laterales;
recibe la parte anterior y superior del cerebro,
y está situado entre el occipital y el frontal , y
en la parte anterior de los temporales.
La cara esterna es convexa, cubierta por sus
[i87]
lados por el músculo témporo-mavilar: está se
parada en dos porciones laterales por una cresta
poco elevada y bifurcada inferionneiite , cuya
cresta forma dos ramas que se separan y dejan
en su medio una separacion de figura triangular.
Las dos partes laterales concurren á formar la
fosa temporal, y al lado esterno presentan una
superficie escabrosa sembrada de depresiones
musculares y de varios surcos que forman con
el temporal agujeros de mayor ó menor diá
metro.
La cara interna es cóncava y tiene una su
cesion de eminencias y cavidades, y está sepa
rada en dos partes por una cresta media. Esta
cresta termina superiormente en una gruesa
eminencia llamada protuberancia parietal, ó apó
fisis falciforme , de la cual salen otras dos obli
cuamente que se unen , dan insercion al septo
de la duramater. Entre esta eminencia y el bor
de occipital bay un conducto llamado tempo
ral , que se continúa por sus partes laterales , y
da paso á una vena en la parte media del cuer
po del esfenoide, y debajo de la cresta, y en la
parte media de este hueso se nota un canal lon
gitudinal. Los bordes del parietal estan guarne
cidos de dentellones y pequeñas cavidades pa
ra articularse con los huesos con quienes tiene
conexion. „ •
[ '88 ]
Conexiones. Se articula este hueso con el oc
cipital por su borde superior, lateralmente con
los temporales, por su parte inferior con el fron
tal, y con el esfenoide posteriormente.
Diferencias. En los didáctilos está situado el
parietal detras de la cerviz ; es muy estrecho y
prolongado de un lado al otro; presenta dos se
nos , y se osifica con los demas huesos poco
tiempo despues del nacimiento.
El parietal del cerdo tiene mucho espesor, y
forma la parte mas elevada de la cabeza. En el
perro la superficie esterna de este hueso está
provista de una cresta en su parte media muy
elevada, y sus fosas temporales son profundas y
escabrosas,

DEL OCCIPITAL.

El occipital es un hueso de mucho espesor,


situado en la parte superior de la cabeza; es tu
beroso y de figura irregular, cóncavo y convexo
en las diferentes partes de su superficie. Presen
ta este hueso en su parte media y posterior un
grande agujero que da paso á la prolongacion
raquidiana. Se distinguen en el occipital dos ca
ras, una esterna y otra interna, y cuatro bordes.
La cara esterna es disigual, y está guarneci
da de eminencias y agujeros de diferentes diá—
[i8g]
metros, y se halla separada en dos porciones
desiguales por ana línea transversal.
Ofrece esta cara en su parte superior una pro
tuberancia transversal bastante elevada , de cuya
parte posterior se prolonga una eminencia lla
mada apófisis cervical, que dá insercion al liga
mento de este nombre. A las partes laterales de
este apófisis hay dos cavidades que dan insercion
á varios músculos , y en la parte posterior se
encuentra otra muy escabrosa limitada por dos
líneas que tienen el mismo uso. Debajo del agu
jero occipital se observa una prolongacion lla
mada sub-octipital ó apófisis basilar , que se une
al cuerpo del esfenoide. En las partes laterales
del grande agujero occipital se encuentran dos
grandes eminencias que se articulan con la pri
mera "vértebra del raquis , y se llaman cóndilos.
Delante y á los lados de estos cóndilos se pro
longan dos eminencias largas y encorvadas há-
cia atras, llamadas estiloidcs, y entre estas y los
cóndilos una grande escotadura á cada lado lla
madas estilo-condilnideas. Encima y delante de
los cóndilos se observan dos fosas llamadas con-
diloideas, y debajo otras dos, en cuya parte in
ferior hay dos agujeros que dan paso á los ner
vios. En fin, á las partes laterales de la prolon
gacion sub-occipital existe una abertura cuyo gran
dor está en relacion de la estension de esta apó
[ i9° 1
fisis, y recibe el nombre de abertura occipito-.
temporal ó agujero rasgado.
La cara interna es convexa y desigual , y en
su parte media presenta una grande fosa donde
se aloja el cerebro y el origen de la prolonga
cion raquidiana.
En la parte posterior de esta fosa bay otra
mas pequeña que se estiende basta las abertu
ras occipito -temporales , y dos cavidades lisas y
prolongadas, destinadas á contener el bulbo de
la prolongacion raquidiana.
Los bordes del occipital estan guarnecidos de
diferentes dentellones para articularse con los
huesos con que tiene conexion.
Conexiones. Las tiene con la primera vérte
bra por doble enartrosis, y por yusta posicion
y sutura con el parietal, temporal y esfenoide.
Diferencias. En los didáctilos la apófisis basi
lar tiene mucho espesor, es mas corta y tube
rosa, y los agujeros condiloides son dos en cada
lado, uno interno y otro esterno , y las abertu
ras sub-occipitales son reemplazadas por muchos
agujeros.
En los tetradáctilos ofrece las mismas consi
deraciones que en el buey. El occipital del cerdo
tiene una configuracion particular, sus apófisis es.
tiloides son muy largas, y su protuberancia trans
versal larga y elevada forma dos alas laterales.
[,9,] < ;,.
DEL ESFENOIDES* ^ i.^ „j . : J/jj j •

El esfenoides es un hueso impar, situado en- ^^fHH/iy^


tre el occipital y el etmoide : es cuadrilátero y
encorvado hácia delante por sus partes laterales.
Se consideran en este hueso un cuerpo y dos
porciones laterales; el cuerpo tiene dos caras y
dos bordes: la cara posterior y esterna es con
vexa en toda su cstension, y presenta cerca del
Larde superior algunas escavaciones musculares,
y concurre también á formar la pared superior
de la cavidad gutural.
La cara interna es cóncava, y sostiene la ma
sa cerebral; y en su parte media presenta una
fosa llamada esfenoidal, ó pituitaria porque aloja
la glándula de este nombre. El borde superior
es grueso y escabroso, y está dividido en su par
te media y anterior por una pequeña cresta que
se articula con la apófisis basilar. El borde in
ferior es escabroso, y se articula con el etmoides.
Las dos porciones lalarales, una derecha y
otra izquierda, son simétricas, y tienen dos caras
y dos bordes.
La cara posterior presenta en su parte inferior
dos apófisis llamadas terígoides , que se obser
van en ellas : i .° en su base el orificio superior
del conducto terigoideo que se abre en su cara in
[ iga 3.
terna : a." en su parte media una sinuosidad por
donde resbala el músculo psristafüíno estenio: 3.° .
por el lado que mira al cuerpo una cara esca
brosa que recibe el bueso terigoideo: 4..° en el
lado interno se observa una gran parte del con
ducto esfeno-etmoidal posterior^ y encima se ad-.
vierte el orificio esterno del conducto esjenoidat
separados ambos por una hojuela delgada.
La cara anterior ó interna presenta al lado
del cuerpo de este bueso dos canales llamados
cavernosos por alojar los senos de este nombre,
y á las partes laterales hay una concavidad en la
cual se ven (ios pequeños surcos arteriosos.
El borde superior de estas porciones forma
una grande escotadura que contribuye á formar
el agujero rasgado, y el lateral se une con la por
cion escamosa de los temporales.
Diferencias. En los didáctilos es generalmente
mas pequeño , las apófisis terigoideas muy pro
longadas y el agujero terigoideo penetra en el
cráneo.
Tiene conexion este hueso con el occipital,
con el etmoides, con los temporales, con el pa
rietal, con los palatinos, con los terigoideo» y
con el vomer. , .
t '933

. . DEL ETMOIDE.

Este es un hueso laminoso y cavernoso, si


tuado en el interior de la cabeza en la parte
posterior é inferior del cráneo, entre el fron
tal y el esfenoides , y separa las fosas nasales.
Se consideran en el etmoides tres partes: una
media que forma el cuerpo, y dos laterales que
constituyen las alas.
El cuerpo es compacto y sólido y forma una
especie de pilar medio, que en la parte que mi
ra al cráneo presenta la cresta etmoidal, y forma
las dos láminas cribosas.
Presenta ademas el cuerpo del etmoides una lá
mina vertical llamada perpendicular del etmoides que
constituye la base del tabique delas fosas nasales.
Tiene ademas en su parte interna una hen
dedura transversal que da origen á los agujeros
ópticos , y es donde al parecer se cruzan los
nervios de este nombre.
Cada una de las partes laterales de este hueso
tiene una porcion de células oblongas dispues
tas á manera de pequeños cornetes colocados los
t unos al lado 'de los otros; las cuales estan sus
pendidas por su estremidad superior á la láraiua
cribosa del etmoide, y fijas al frontal por su su
perficie esterna. Estan compuestas estas células
tomo i. i3
[«941
de láminas muy delgadas y separadas las unas
de las otras por un espacio que se comunica con
los cornetes interiores. Esta disposición parti
cular multiplica las superficies sin aumentar el
volumen del hueso. ■■ •
La cara superior del etmoide es cóncava y
está tapizada por la duramáter, y en su parte
media presenta la cresta etmoidal que termina
en la cresta media en la convexidad del cere
bro. A las partes laterales se encuentran dos fo
fas , una en cada lado, formadas por la lámina
cribosa, en las cuales se observan una multitud
de pequeños agujeros , y sobre el lado esterno
se percibe el agujero orbitario que se continúa
por dos cisuras que se hallan sobre la base del
cornete anterior.
La cara inferior está separada por la lámina
perpendicular en dos parles cóncavas y escabro
sas en donde terminan las fosas nasales, y ta
pizadas por ia membrana nasal.
Diferencias. En el perro y gato las células et-
moidales son mas contorneadas y numerosas. En
los didáctilos tiene mas espesor y es menos que
bradizo. ' ;. .'
: 1 195 ]

t>EL TEMPORAL.

Nómbrase así este hueso porque forma lá sied¡


es de figura irregular , simétrico entre sí , y
concurre á formar la cavidad del cráneo, la fo
sa temporal y la cavidad orbitaria. Se divide es
te hueso en dos porciones, una escamosa y otra
tuberosa. La porcion escamosa está situada de
bajo de la órbita, al lado esterno del parietal;
presenta la figura de una escama, y constituye
la estremidad superior del arco cigomdtico. Esta
porcion tiene dos caras , una esterna y otra
interna.
La cara esterna es convexa, y ofrece una lar
ga apófisis llamada clgomática , que se prolonga
perpendicularmente de la parte media del hue
so encorvándose sobre el cigomáiieo, cuya apó*
fisis tiene en su base dos caras , una superior
cóncava que concurre á formar la fosa temporal,
mientras que la inferior presenta una superfi
cie articular que se une á la mandíbula pos
terior.
Sobre esta cara articular se distingue una emi
nencia que en los movimientos de la mandíbu
la sirve de punto de apoyo , debajo del cual
se observa una cavidad sinovial llamada gie-
noidea.
[ i96]
Se observa ademas en esta cara una eminen
cia destinada á formar la articulacion maxilo—
temporal; detras de esta eminencia articular se
encuentra el orificio esterno del conducto tem
poral. En el borde de la apófisis cigomática hay
otra pequeña llamada orbitaria.
La cara interna de la porcion escamosa es
ligeramente cóncava, y forma una pequeña parte
de las paredes laterales del cráneo , cuyos bor
des se hallan cortados en bisel á espensas de la
lámina interna.
La porcion que se une á la roca es de figura
triangular, y en su cara esterna presenta una
cresta que divide en dos porciones desiguales di
cha cara. Su cara interna presenta una gotera que
unida á otra del parietal forma el conducto tém
pora-parietal.
Tiene conexion la porcion escamosa con eL
occipital, con el frontal, con el esfenoides, con
el etmoldes, con el maxilar y con el cigomático,
cuyas articulaciones se hacen por yusta posicion,
y por armonía con la porcion tuberosa: porenar*
trosis vaga con la mandíbula posterior.
La porcion tuberosa del temporal es irregular,
y está sembrada de asperezas en toda su esten-
sion, en cuya parte interna se encierran los prin
cipales órganos de la audicion. Ofrece esta por
cion dos partes distintas por su densidad, posi
[>97l
cion y usos. La roas esterna se llama mastoidea,
y la interna petrosa.
Sobre la parte mastoidea se encuentra la apó
fisis mastoides, la cual es oblonga y tuberosa;
en la que se distingue una base inferior y una
cresta superior que se une con la protuberancia
occipital.
Un poco mas abajo y adelante se encuentra
el agujero mastoideo , que es el orificio esterno
del conducto de Fattopio, y al lado de este está e|
conducto auditivo esterno que sale á la superficie
esterna del hueso. En la parte anterior de este
conducto se ve una prolongacion con una es-
cavacion que recibe el pequeño cartílago de la
grande rama del hioides. Al lado de esta prolon
gacion se observa una gruesa protuberancia es
férica, cavernosa, que contiene las células ca
vernosas, y mas abajo la apófisis estiloidea, en
cuya base se nota el conducto que continúa con
la trompa de Eustaquio, y un agujero que da
paso al nervio tímpano-lingual.
La parte petrosa, dicha así por su mucha den
sidad, forma en su parte interna varias cavidades
que constituyen el laberinto, en el cual termina
la expansion pulposa del séptimo par de nervios
encefálicos. La superficie que mira al cerebro
es muy escabrosa, y presenta en su medio un
agujero dividido en dos ramos ; el uno termi
[ '98 ]
na formando una pequeña cavidad llamada cara
col, que se comunica por pequeños poros con las
cavidades del laberinto; el otro ramo forma el
conducta de Fallopio que atraviesan el hueso y
constituye el agujero mastoidep.
Esta porcion solo tiene conexion con el oc
cipital y con la porcion triangular con quien rara.
Tez se osifica. ' .
En el interior de estas porciones se encierran
dos cavidades diferentes, destinadas á la propa
gacion y percepcion del sonido, y se distinguen
en timpánica y laberíntica.
La cavidad timpánica es la mas grande de
las dos, está situada hácia afuera entre la par
te mastoidca y la petrosa, y esencialmente des
tinada á la propagacion del sonido, encerran
do la membrana del tímpano , y cuatro huese-
cillos, dos aberturas laberinticas, una de las cua
les comunica con el caracol , y la otra de figura
oval lo hace con el vestíbulo; las células mastoi-
deas , y por último, el conducto gutural. La ca
vidad laberintica situada en el interior de la par
te petrosa, sirve para percibir los sonidos, y pre
senta un vestíbulo, un caracol y tres canales se
micirculares, cuya descripcion haremos al ha
blar de este órgano.
Diferencias. En los didáctilos y tetradáctilos
las dos porciones del temporal se osifican y unen
[ i99 ]
con facilidad, la apófisis mastoidea es puntiagu
da y corta; ademas en los tefradáctilos la fosa
temporal es muy profunda.
F.n el cerdo la apófisis mastoides y el cóndi
lo de la porcion escamosa, solo forman dos cres
tas transversales. En el perro y gato la protu
berancia mastoidea constituye una gruesa emi
nencia esférica formada por una lámina delgada.
4. •
. DE LA CARA.

La cara está situada debajo y delante del crá


neo , forma la mayor parte de la eabeza , y se
divide en mandíbula anterior y mandíbula pos
terior.

DE LOS HUESOS DE LA MANDÍBULA ANTERIOR.

DEL MAXILAR SUPERIOR.

Este es un hueso voluminoso situado en la


parte lateral y media de la cara; recibe los dien
tes molares superiores, concurre á formar las
paredes de la boca , las cavidades nasales, el
fondo de la órbita, y los senos maxilares.
Tiene este hueso tres caras; una esterna, otra
nferior ó palatina , y otra interna ó nasal ; dos
[ apo ]
estremidades , una superior y otra inferior , y
tres bprdes distinguidos en alveolar, palatino y
pasal.
La cara esterna presenta superiormente una
espina escabrosa llamada sub-maxilar que termir
na y se une con la cresta cigomática : delante
y encima se nota el agujero maxilar que es e]
orificio ipferior del conducto maxilar anterior,
La cara palatina es ligeramente cóncava , y
ofrece á lo largo del borde alveolar una cisura,
longitudinal , y en su estremidad inferior se en
cuentran las aberturas llamadas incisivas. La ca
ra nasal es igualmente cóncava, y forma las pa
redes laterales é inferiores de las fosas nasales
y contiene los cornetes. En la parte inferior se
nota una larga gotera que se estiende desde el
orificio estenio al orificio gutural de la nariz. En
cima y entre los dos jornetes se encuentra otra
gotera longitudinal que comunica con la parte
interna de dichos cornetes, cuya base penetra en
los senos por una abertura estrecha pero siem
pre abierta. En la estremidad inferior de esta
última gotera Se encuentra el orificio nasal del
conducto lacrimal.
La estremidad superior del maxilar presenta
delante del fondo de la órbita una gruesa protu
berancia redondeada , y mas adentro una fosa
en cujo fondo se distingue: i.c el agujero na
[ 201 ]
sal que penetra en la nariz: a." el orificio su
perior del conducto palatino ; y 3." la abertura
del conducto submaxilar.
La estremidad inferior está cortada en bisel,
y se articula con el pequeño maxilar. El borde
alveolar recibe los seis dientes molares en otras
tantas cavidades que presentan la misma forma,
diámetro y figura que la raiz de la muela que de
ben alojar, y encima de la última muela en este
mismo borde se encuentra una tuberosidad po
co elevada llamadas alveolar, que da insercion á
las fibras del músculo esfeno- maxilar.
El borde palatino está dentellado para unirse
al maxilar opuesto, y forma una sutura longitu
dinal, que separa la bóveda ósea del paladar en
dos partes iguales.
El borde nasal es delgado, y se articula con
los huesos subnasales.
En el espesor de este hueso se encuentran dos
senos que se forman despues de los senos fron
tales, aumentan con la edad y adquieren un des
envolvimiento considerable.
Conexiones. Las tiene con los huesos de la
nariz, con los angulares, cigomáticos, tempora
les , palatinos , maxilares inferiores , vomer , y
con los dientes molares.
Diferencias. En los didáctilos la espina sub
maxilar está reemplazada por una serie de pe
[ aoa 1
queños tubérculos unidos los unos á los otros.
El cerdo carece de protuberancia orbitaria y
tuberosidad alveolar. . ; , . . •..,':.
..' El maxilar del perro no ofrece ni espinat
submaxilar ni protuberancia orbitaria , no for
mando la tuberosidad alveolar mas que un pe
queño tubérculo escabroso.

DEL MAXILAR PEQUEÑO Ó INFERIOR.

Este hueso ocupa la parte inferior de la man


díbula debajo del maxilar grande , y presenta
una base y una prolongacion superior-
La base es gruesa , recibe los dientes incisi
vos, y está cubierta por el labio anterior ; y la
prolongacion está sesgada para unirse al maxi
lar superior.
Tiene tres caras; una anterior llamada labial
que es lisa y está cubierta por la membrana mu
cosa : la cara palatina presenta dos largas pro
longaciones que salen de los dos huesos, las
cuales completan la bóveda huesosa del paladar,
y concurren á formar las aberturas incisivas:
la cara nasal está al lado opuesto de la prece
dente , y se halla tapizada por la membrana de
la nariz. • ' •
El borde anterior está libre, es redondeado,
y da implantacion al tejido muscular del ala in
[ 3o3 I
ferior de la nariz: el posterior ó alveolar pre
senta las cavidades alveolares destinadas á rec i-
bir los dientes incisivos, y concurre á formar
el espacio interdentario : el borde interno se une
al del lado opuesto , y presenta una gotera que
con la del otro hueso forma el agujero incisivo
por el cual penetra la arteria patato- labial.
Conexiones. Con el maxilar superior, con el
del lado opuesto y con los dientes incisivos.
Diferencias. En los didáctilos el agujero inci
sivo está reemplazado por una larga abertura: en
el cerdo tiene este hueso bastante estension, y
el agujero incisivo está completado por un cartí
lago: en el perro y gato es muy pequeño este
hueso, y se osifica muy pronto con los huesos
con quienes se articula.

DEL SUBNASAL.

Este es un hueso largo, delgado, situado de


bajo del frontal entre los dos maxilares, y for
ma las paredes anteriores de las fosas nasales.
La cara esterna es lisa y ligeramente cóncava
de un lado á otro , y mucho mas deprimida
en el lado esterno: la cara interna es cóncava,
y recibe el cornete anterior.
El borde interno es dentado para unirse al
del lado opuesto , y dejan una abertura longi
[ *o4]
tudinal que recibe el tabique nasal ó cartílago
divisorio : el esterno es muy delgado, y se ar
ticula con los maxilares.
La estremidad superior que es la mas ancha
tiene su borde soslayado para articularse con
el frontal: la inferior termina en punta, no se
une á la del lado opuesto , y se la da el nom
bre de espina nasal.
Se articula este hueso con los maxilares, coa
los angulares, y con el frontal por yusta posición
y ;por armonía entre sí con el cornete anterior
y el cartílago divisorio.
Diferencias. En los animales rumiantes son
mas pequeños que en los monodáctilos, y no se
osifican enteramente con los otros huesos : en
el buey la prolongación nasal está bifurcada : en
el cerdo se encuentra otro pequeño hueso suh-
nasal .

DEL LAGRIMAL Ó ANGULAR.

Este hueso es par, de figura irregular, ocupa


el ángulo nasal del ojo, aloja el reservatorio y
conducto lagrimal, y concurre á la formación de
la fosa orbitaria.
La cara esterna tiene dos porciones, una que
ocupa una gran parte de la órbita, y la otra
parte de ja cara: la primera es cóncava y forma
J
[ ao5 ]
las paredes inferiores de la órbita, y ofrece cer
ca del borde orbitario una fosa que da implan'
tacion al músculo pequeño oblicuo del ojo « ángu
lo esclerótico" y recibe el nombre de Josa la
grimal. Se encuentran tambien una fosa mayor
que la precedente que aloja el saco lagrimal,
en cuyo fondo se ve el orificio superior del con
ducto lagrimal, el cual camina por la parte in
terna de este hueso , y termina en la nariz en
tre los dos cornetes, en donde deposita las lá
grimas. La porcion que corresponde á la cara
tiene poca estension , y en su medio presenta,
un tubérculo llamado apófisis angular, que da
implantacion á las fibras del músculo orbicular de
los párpados. , . '. '
La cara interna concurre á formar los senos
frontales.
Los bordes estan dentados en toda su circun
ferencia para articularse con los huesos que los
rodean.
Conexiones. Con el frontal, subnasal, maxilar
superior, y con el cigomático.
Diferencias. El lagrimal de los didáctilos se pro
longa mucho mas, y presenta una pequeña fosa:
en el cerdo la fosa que tiene este hueso es de
mas estension y mucho mas profunda que en
el carnero , el agujero lagrimal es doble, y se
halla en el borde mismo de la órbita; los dos
[ 206 ]
agujeros lagrimales situados uno al lado del otro,
se reunen en el interior del hueso para formar
el conducto lagrimal. Las diferencias de este
hueso en el perro y gato son de poca conside-
raciom

BEL CIGOMÁTICO.

El cigomático es un hueso pequeño, par, d«*


figura triangular, situado al lado esterno del la
grimal y de la órbita , forma la base del arco
cigomático y el lado esterno de la cavidad or
bitaria.
La cara esterna es la mayor, y se halla divi
dida en dos porciones por un borde semicir
cular que concurre á la formacion de la circun-"
ferencia orbitaria. En la parte esterna de la ór
bita presenta una cresta escabrosa y longitudi
nal llamada cigomdtica.
La cara interna contribuye á que los senos
de la cabeza tengan mas estension.
La estremidad inferior es mayor que la supe
rior, y tiene un borde con dentellones irregu
lares : la superior se prolonga hácía arriba , y
se une con la apófisis cigomática del temporal.
Se articula este hueso con el lagrimal, con el
maxilar superior y con la apóGsis cigomática del
temporal. .• .
1 207 ]
Inferencias. En los didáctilos el cigomátíco es
generalmente mas grande que en los monodác
tilos, se bifurca superiormente y forma dos por
ciones, de las cuales la mas corta se articula con
la apófisis orbitaria del frontal, y la otra con el
temporal.
El cigoinático del cerdo, perro y gato tiene
una pequeña eminencia destinada á la implanta
cion del cartílago fibroso que completa la arca
da orbitaria.

DEL PALATINO.

Este hueso es par, delgado y encorvado hácia


dentro para unirse al del lado opuesto, y formar
«1 orificio gutural, y la parte superior de la bó
veda palatina. Cada uno de estos huesos presenta
dos caras, una esterna y otra interna; dos es—
tremidadeS) una superior y otra inferior.
. La cara esterna se prolonga desde la bóveda
del paladar hasta el fondo de la órbita, y ofre
ce un borde que la divide en tres porciones;
una palatina , otra nasal , y otra orbitaria. La
porcion palatina constituye la estremidad supe
rior de la bóveda del paladar, y presenta al la
do del borde alveolar del maxilar superior el
orificio inferior del conducto palatino. La por
cion nasal forma las paredes superiores v late
[ ao8 ]
rales de las cavidades nasales. La porcion orbi
taria concurre á formar el fondo de la órbitaT
y presenta el agujero nasal, y el orificio superior
del conducto palatino. ,,
El borde longitudinal qiie separa la abertura
gutural de las narices del fondo de la órbita,
forma una cresta escabrosa llamada palatina.
La cara interna tiene poca estension, y pre
senta dos partes, una superior que Concurre á la
formacion de los senos esfenoidales, y otra in
ferior guarnecida de pequeños dentellones con
una cisura longitudinal que junta con otra del
maxilar forma el conducto palatino. La estre-
midad superior se .encuentra sobre el esfenoide,
y la inferior tiene una carita que se une á la del
lado opuesto. , . ' • . , -.
Se articula este hueso con su compañero , con
el maxilar, con el vomer, con el esfenoide y
el terigoideo. ¡ • .
Diferencias. En los animales rumiantes el con
ducto palatino se halla formado por este hue
so : en el cerdo la cresta palatina termina en una
grue sa tuberosidad. . . .¡ ; j . •
-•'". : :;, .•'•!-> •• jciiiií .'. . . '.. . ••
; . . BEL TERIGOIDEO. . ..
i: . . .. '
Es Un hueso pequeño i simétrico con el del
lado opuesto , y está recostado sobre el palatino,
[ 2og 1
teniendo en su estremidad inferior una apófisis
saliente llamada terigoidea, la cual tiene una pe
queña polea cartilaginosa por la que resbala el
tendón de la rama inferior del músculo perista-
filino esterno (estilo-palatino esterno).
Se articula este hueso por armonía con el
palatino, con el esfenoide y el vomer.
Las diferencias en los didáctilas y tetradáctilos
consisten en su mayor estensfoñ>-■ ..'* •

DE LOS CORNETES

Los cornetes son unos huesos laminosos, que


bradizos, oblongos y cavernosos interiormente:
son dos en cadanariz, uno á cada lado, uno su
perior anterior, y otro inferior posterior, ocu
pan las paredes laterales esternas de las narices,
y sirven para aumentar las superficies de las fo
sas nasales.
Cada uno de estos huesos está formado por
una hoja laminosa, contorneada de fuera aden
tro en forma de pequeños cuernos , encerran
do ademas en su interior pequeñas células com
puestas de láminas aun mas delgadas y cribosas.
Los cornetes no difieren entre sí sino en que el
superior es el mas grande , y su lámina se con
tornea hácia dentro por el borde inferior del
hueso, mientras que el cornete inferior tiene la
tomo i. i4
[ aio ]
capa huesosa fija á todo lo largo del borde in
ferior y se repliega hácia adelante por el borde
superior.
La superficie esterna convexa de arriba aba
jo es rugosa y escamosa , y se esparcen en ella
algunos surcos arteriosos. La interior es cónca
va, y forma una especie de cavidad laberintica
que contiene algunas células.
La mitad superior de la cara interna del cor
nete anterior co'ncurre á la formacion de los
senos frontales.
La estremidad superior constituye la base del
cornete, y la inferior se bifurca formando dos
prolongaciones cartilaginosas llamadas apéndices,
que se estienden por cada una de las alas de la
nariz. La base del cornete superior presenta una
prolongacion ó apéndice superior, que se estien
de hasta el etinoide.
Se articula el cornete anterior superior con
el etmoide , y los huesos subnasales, y el infe
rior posterior con los maxilares grandes.
Forman estos huesos tres goteras principales:
la primera sigue la direccion de los huesos de
la nariz, y liega hasta la base de las células de
la lámina cribosa del etmoide: la gotera que
ocupa la parte media penetra en la cavidad la
berintica de estos huesos, y termina superior
mente por una abertura estrecha y oblonga, que
f2II]
comunica con lo* senos maxilares; la gotera Ui^
ferior se estiende en línea recta desde la aber
tura esterior á la bertura gutural de las narices,
y llega hasta la bóveda ósea del paladar.
Diferencias. En los didáctilos el cornete pos
terior es mayor que el anterior. Los cornetes
del perro son generalmente mas grandes , for
man un gran número de repliegues , y tienen
muchos mas senos que en los monodáctilos.

/yDEL VOMEfc.

Es un pequenokkUeso impar, de bastante lon


gitud, que se ¿estrende desde el esfenoide basta
las aberturas incisivas, y forma el tabique pos
terior de las fosas nasales.
Las caras de este hueso son lisas, y estan ta
pizadas por la membrana mucosa de las narices.
La estremidad superior está ahorquillada , y
presenta en su union con el cuerpo del esfenoi-
des una separacion por donde pasan los vasos
y nervios que van al tabique cartilaginoso de Jas
narices. La estremidad inferior termina por una
punta delgada y aplanada.
El borde anterior presenta una ranura á ma
nera de mortaja , que recibe el borde posterior
del cartílago divisorio de las narices. El poste
rior ofrece dos partes , una superior libre y re
[ 213 ]
Jondeada, que divide la abertura gutural de las
narices en dos mitades, mientras que la porción
inferior está guarnecida de pequeñas escabrosi
dades para articularse con la ranura que dejan
- las dos apófisis palatinas de los maxilares.
Se articula este bueso con el esfenoide , con
los palatinos, con los maxilares superiores, y con
el tabique cartilaginoso de las narices.
Diferencias. El vomer tiene una figura parti
cular en cada especie de cuadrúpedos domés
ticos, y generalmente es mas corto y ancho en
los didáctilos y tctradáctilos que en los solípedos.
DE LA MANDÍBULA POSTERIOR Ó MAXILAR POSTERIOR.
Es un hueso impar simétrico en sí , y deja
entre sus dos brazos un espacio triangular lla
mado intervalo intermaxilar. Aloja este hueso los
dientes incisivos , colmillos y molares posterio
res , y da inserción á un gran número de mús
culos. Se divide en parte media , y dos-brazos.
La parte media la constituyen la reunión de
los dos brazos, aloja los dientes incisivos y el
labio posterior. Su cara esterna es convexa, for
ma la barba, y tiene en su medio un surco lon
gitudinal que manifiesta la separación de las dos
piezas de que se compone este hueso en los ani
males jóvenes, y recibe el nombre de sínfisis de
la baria.
[2l3]
En la reunion de los dos brazos se obser
va una depresion circular llamada cuello, en cu
jas partes laterales se ven dos agujeros que son
la terminacion de un largo conducto que se es
tiende por entre las dos láminas de que se com
pone este hueso.
La cara interna es lisa, y ligeramente cóncava,
y da insercion al frenillo de la lengua, obser
vándose entre sus dos brazos una pequeña emi
nencia escabrosa llamada apófisis geni, y da in
sercion al músculo genihioides.
Los brazos de la mandíbula , uno derecho y
otro izquierdo , son estrechos por su parte in
ferior, y mucho mas anchos por la superior, y
presentan dos caras, una interna y otra ester
na; dos bordes , uno anterior y otro posterior,
y dos estremidades superiores.
La cara esterna es ancha y escabrosa en su
parte superior , y está sembrada de impresio
nes musculares, estrechándose, redondeando y
deprimiendo hacia su parte inferior y posterior.
La cara interna forma las paredes del inter
valo intermaxilar , es ancha y escabrosa en su
parte superior, y da insercion á diferentes mús
culos. En esta cara y encima de la última mue
la se ve el orificio superior del conducto maxi
lar posterior, el cual se subdivide en otros me
nores que se abren en los alveolos, y euando
llega á la primera muela se divide en dos, uno
que se subdivide en otros mas pequeños que se
introducen en las cavidades de los dientes in
cisivos y caninos, y otro que termina en el agu
jero de la barba. En la parte anterior y á lo
largo del borde dentario se observa la línea mi-
la que da insercion al músculo milohioides.
El borde anterior presenta seis cavidades al
veolares para recibir las raices de las muelas,
cuyo borde se adelgaza en su parte inferior, y
deja un espacio interdentario al que se da el
nombre de barras. Desde la última muela se adel
gaza este borde , y se continúa con la apófisis
coronoides, presentando en su parte anterior
un canal que se dirige al lado esterno, y dos la
bias, uno interno y otro esterno.
El borde posterior ó parotideo es redondea
do y grueso en su parte anterior, y en la parte
mas ancha de la mandíbula aumenta de espe
sor, y recibe el nombre de tuberoso, después se
adelgaza y termina en el cóndilo maxilar. Cer
ca de la union de estos dos bordes se observa
una fosa llamada digústrica, que da insercion al
músculo digástrico « estilo maxilar interno."
Cada estremidad termina en dos eminencias,
nna anterior aplanada llamada coronoides, y otra
posterior ovalada transversalmente , y cubierta
de una ternilla diartrodial denominada condiloi.
[3l5]
dea, las cuales estan separadas por una escota
dura semilunar.
Tiene conexion este hueso con los dientes y
con los temporales ; la primera articulacion se
hace por gónfosis ó encaje , y la segunda por
enartrosis vaga.
Diferencias. En los didáctilos la sínfisis de la
barba no se suelda jamas, de modo que consta
este hueso de dos piezas; la apófisis coronoides
es muy encorvada hácia atras, el cóndilo maxi
lar tiene mucha mas estension, y en su parte
media presenta una cavidad.
En el cerdo tiene este hueso mucho mas es
pesor: el agujero de la barba es doble, y á los
lados de la apófisis geni se observan dos agu
jeros, uno derecho y otro izquierdo.
En el perro y gato no se osifican las dos pie
zas hasta la vejez, y tiene debajo de cada cón
dilo una apófisis elevada.

DE LOS DIENTES.

Los dientes son los huesos mas duros y com


pactos de los animales, y se hallan encajados
mas ó menos profundamente en las cavidades al
veolares de los huesos maxilares, y sirven para
incidir, cortar y triturar los alimentos de que
[ 2'6 ]
hacen uso las diferentes especies de animales.
Ocupan todo el borde alveolar de los maxila
res, y estan situados los unos al lado de los otros,
cuya situacion favorece estraordinariamente su
permanencia. Los de la primera denticion se
llaman dientes de leche, y los que los reempla
zan reciben el nombre de dientes permanentes,
época en que se verifica el desarrollo comple
to de los órganos.
Su número es el de cuarenta ordinariamente
en el caballo , aunque no es frecuente existan
mas particularmente de los incisivos, en cuyo
caso recííc n el nombre de sobredientes ó super
numerarios . /En las yeguas solo se encuentran
treinta y seis, pues les faltan los colmillos; sin
embargo algunas estan provistas de ellos. Se dis
tinguen los dientes en incisivos, colmillos y mo
lares : los primeros son en número de seis en
cada mandíbula, y reciben los nombres de pin
zas ó palas, que son los primeros que se desar
rollan, y ocupan la parte media y anterior: los
segundos se llaman medianos, y estan al lado de
los primeros ; y los terceros esiremos, que son
los últimos que se presentan.
Los colmillos son en número de cuatro, dos
en cada mandíbula, uno á cada lado : y los mo
lares en número de doce en cada mandíbula, seis
en cada lado , son los mas voluminosos, y tie-'
p
[217]
lien formas tan diferentes , que á simple vista
pueden distinguirse de los demás.
La organización de los dientes es muy dife
rente de la que comunmente tienen los demás
huesos : la parte flotante ó la que se halla fuera
del alveolo está provista de una sustancia muy
dura, blanca y resistente, que recibe el nombre
de esmalte, y que no puede compararse con el
tejido compacto de los demás huesos. La parte
que está encajada en el alveolo, llamada raiz,
tiene en su centro una cavidad por donde pe
netran los vasos y nervios dentarios, y que con
tiene una sustancia pulposa, que es su centro de
vitalidad y de nutrición.
Los dientes en casi todas las épocas de la vi
da modifican sus formas, en cuyo cambio se fun
da el conocimiento de la edad de los animales.
Los dientes incisivos de leche son mucho mas
pequeños y blancos que los permanentes, y tienen
en su superficie esterna unas pequeñas estrías ó
líneas longitudinales, y en la base de su parte
libre presentan una especie de cuello ó depre
sión bien marcada. Estos dientes son reempla
zados por los de la segunda dentición, aunque se
observa que algunas veces varían de dirección, -
en cuyo caso se hallan también los de leche.
Los Incisivos en los animales viejos son muy
prolongados y encorvados hácia atrás, y los de

1
[w8]
la mandíbula anterior cargan sobre los de la.
posterior haciendo variar sus formas , y adquie
ren tambien un color algo amarillento.
Los colmillos estan implantados en los espa
cios interdentarios; su parte libre presenta una
forma piramidal ligeramente aplanada de fuera
adentro , y en su parte interna presentan un
canalito mientras que la esterna tiene algunas li
geras líneas, cuya forma la pierden con la edad,
quedando entonces mas corto y redondeado.
La raiz de estos dientes implantada en los
alveolos, difiere muy poco de la de los dientes
incisivos.
Los molares son mas gruesos que los prece
dentes, y los de la mandíbula anterior mucho
mas que los de la posterior: tanto los unos co
mo los otros tienen en sus caras laterales algu
nos surcos y líneas bastante salientes , y en las
caras en que se rozan los unos con los otros,
presentan algunos pequeños tubérculos entre
cortados por varias ranuras transversales que se
desgastan con la edad, y quedan perfectamente
lisas. Las caras por donde se unen las muelas de
delante con las de atras, presentan una sucesion
de eminencias y cavidades que se reciben mutua
mente presentando la misma figura aunque en
sentido inverso la circunferencia y paredes in
ternas de las cavidades alveolares.
[219 J
Las muelas anteriores tienen tres ó cuatro
raices de poca longitud, y están encerradas en
otras tantas cavidades de los alveolos. Las cua
tro muelas del medio son mayores que las dos
de los estremos, y su figura es casi la misma,
escepto la^primera que es triangular.
Las cinco primeras muelas de la mandíbula
posterior solo presentan dos raices, y la sesta
tiene tres; su figura es la misma que las anterio
res, menos la primera que es mas pequeña y trian
gular.
Ademas de la disposición de los dientes para
estar implantados por sus raices en los alveolos,
están sujetos por una membrana mucosa que
procede de la encía á las paredes internas y á
toda la circunferencia de los alveolos.
Diferencias. En los didáctilos el número de
dientes es de treinta y dos, pues solo tienen ocho
dientes incisivos en la mandíbula posterior, dis
tinguidos con los nombres de pinzas ó palas que
son los dos primeros, cuatro medianos y dos es
tremos. Estos dientes son menos largos y grue
sos que en los monodáctilos, y tienen un cuello
sensible revestido por la encía.
Los molares tienen las mismas disposiciones
que en los monodáctilos , solo que son mas
cortos.
En los tetradáctilos son generalmente mas
[ 222 ]
y gato los cartílagos fibrosos que fijan las gran
des ramas al temporal y á las pequeñas, son lar
gos y muy flexibles.

DE LA PELVIS" Ó ESTREMIDAD POSTERIOR DEL TRONCO,

La pelvis es una cavidad formada por el hue


so sacro, el coxis, y los huesos coxales. Se di
vide esta cavidad en pelvis grande ó anterior,
y en pequeña ó posterior, cuya división se ha--
ce por una línea semicircular y poco percep
tible.

DEL HUESO SACRO.

Este hueso está situado entre la última vér


tebra lombar, la primera del coxis, y entre los
huesos coxales: es de figura triangular, y for
ma la parte superior de la cavidad pelviana.
La cara superior presenta en su parte media
cinco apófisis prolongadas y muy unidas las unas
á las otras, y terminan en una cabeza muy es
cabrosa: las anteriores son mas largas, y todas
forman la espina del sacro. A las partes late
rales de esta apófisis se notan cinco agujeros
llamados sacros superiores. Al lado interno de es
tos agujeros se observa una fila de eminencias
que parecen ser las apófisis articulares antes de
[3*3]
verificarse la osificacion de las piezas de que se
compone este hueso en los animales jóvenes.
La cara inferior es ligeramente cóncava de
adelante atras, forma la pared superior de la ca
vidad pelviana, y presenta á los lados los agu
jeros sacros inferiores, mucho mayores que los de
la cara superior, y en numero de seis en cada
lado.
La estremidad anterior del sacro mucho mas
gruesa que la posterior, forma la base del hue
so y presenta dos ramas laterales, en cuya paF-
te media tiene una cara articular para unirse á
la última vertebra lombar, y en sus lados dos
escotaduras que concurren á formar los prime
ros agujeros sacros superiores é inferiores. Al
lado y debajo de estas se notan dos eminencias
articulares, que tienen el mismo uso que las apó
fisis de las vértebras. Cada rama lateral presen
ta dos caras articulares, una anterior que se une
con la apófisis transversa de la última vértebra
lombar , y otra posterior y superior que se une
á otra del hueso ileon. La estremidad posterior
se articula con la primera pieza del coxis.
Los bordes laterales son gruesos y tuberosos,
y tienen superior é inferiormente dos crestas
que dan insercion á los músculos sacro coxígeos.
En el centro de este hueso se observa el ca
nal sacro de figura triangular, y mas ancho en
[»4]
su parte anterior que en la media y posterior,
y en sus lados se ven los orificios de los agu
jeros sacros superiores é inferiores. Se conti
núa este canal con el raquidiano , y contiene
una porcion de la médula espinal.
Conexiones. Se verifican por ligamentos carti
laginosos con la última vértebra lombar , con la
primera del coxis y con los huesos ileos.
Diferencias. En los didáctilos es generalmen
te mas grande y encorvado hácia arriba, y las
ramas de la estremidad anterior no se articulan
con la última vértebra lombar.
En los tetradáctilos difiere principalmente
porque las apófisis espinosas son poco elevadas
y forman una especie de cresta escabrosa.

DEL COXIS.

El coxis está formado generalmente de cator


ce á diez y ocho huesos tuberosos colocados de
tras del sacro con quien se articulan. Esta série
de huesos articulados entre sí forman la base de
la cola, y ofrecen varios puntos de insercion á
los músculos coxígeos , terminando ademas en
los primeros el canal raquidiano.
Estos huesos llamados tambien vértebras coxí-
geas por la semejanza que tienen con ellas, par
ticularmente las primeras, estan unidas por me
[ 225 ]
dio de un cartílago flexible y laminoso en su
medio y fibroso en la circunferencia , que las
permite ejecutar movimientos en casi todas di
recciones.
Las primeras piezas son mucho mayores, v
siguen un orden sucesivo hasta la última. Las
tres primeras tienen un agujero vertebral para
la terminación del canal raquidiano, y las si
guientes una escotadura que suple la falta de este
Conducto.
Se articula el coxis con la eslremidad pos
terior del sacro , y contribuye con su primera
pieza á aumentar la estension de este hueso
cuando se osifica. El número de piezas que com-
ponen el coxis es muy variable en las diferen
tes especies de animales, y aun en una misma;
pues no es infrecuente encontrar en el caballo
veinte y una, siendo lo mas común que tenga de
trece á quince. .

I>E LOS HUESOS COXALES Ó DE LA PELVIS.

Los coxales son dos huesos simétricos, ín


timamente unidos entre sí por su parte media
é interna, y forman las paredes laterales é infe
riores de la cavidad pelviana.
En el feto cada hueso está compuesto de trej
piezas separadas por los cartílagos de osificación;
tomo I. i5
[a36]
pero como esta se verifica á poco tiempo, de su
desarrollo, y solo se forma un hueso cuya unión
no se distingue en el adulto, haremos su descrip
ción dividiéndole entres piezas conocidas con
los nombres de ileon, isquion y pubis.
El ileon forma la región iliaca; está situado en
Uparte anteriory superiordelcoxal, y se estiende
hasta la cavidad cotiloidea, la que concurre á for
mar. Es de figura triangular, y tiene dos caras,
tres bordes y tres ángulos.
La cara esterna es cóncava transversalmen-
te, y forma una grande fosa llamada iliaca, la
cual está sembrada de impresiones musculares.
La cara interna es convexa y forma la entrada
de la cavidad pelviana : tiene una superficie ar
ticular transversal y escabrosa que se articula con
las ramas del sacro , y ademas algunas desigual
dades ó escabrosidades que sirven de inserción
á varios músculos, y muchos surcos , de los cua- i
les los mas manifiestos residen cerca del ángu
lo posterior de este hueso.
El borde lomhar ó anterior es muy grueso, y
permanece largo tiempo en estado de epífisis,
formando dos labios que dan inserción al mús
culo ileo-espinoso. El borde isquidtico ó superioí
interno es cóncavo, y da implantación al liga
mento sacro-isquidtico. El borde iliaco ó inferior
tiene algunas cisuras , y un grande agujero de
[»71 es de arriba abajo.
nutrición , cuya dirección ,t
El ángulo anterior esterno é inferior constitu
ye una gruesa tuberosidad oblonga que ofrece
cuatro eminencias, dos anteriores y dos poste
riores, y forma la punta de la anca.
El ángulo interno superior es mas pequeño y
contorneado hácia arriba, constituye una protu
berancia convexa y escabrosa que sirve de bare
á la grupa.
El ángulo posterior es grueso y prismático,
y establece la unión con el isquion y el pub-s,
y concurre á formar la cavidad cotiloidea. Há
cia el bordé isquiático se prolonga anteriormen
te una cresta oblonga escabrosa, en cuya super
ficie esterna presenta diversas impresiones mus.
culares. Delante de la cavidad cotiloidea se notan
dos escavaciones bastante considerables, una su
perior y otra inferior para dar inserción al ten-
don del músculo üeo-rotular.
El pubis segunda porción del coxal, es la mas
pequeña, de figura triangular, y forma la parte
inferior de la cavidad pelviana.
Su cara esterna es convexa , y está guarne
cida de impresiones que dan inserción á varios
músculos, mientras que la interna es lisa, lige
ramente cóncava, y sostiene la vejiga cuando se
encuentra en un estado medio de plenitud.
El borde anterior ó abdominal está guarnecido
[aa8]
de muchas tuberosidades para la implantación
de los mdsculos abdominales , y ofrece por el
lado de la cara esterna una sinuosidad que se es
tiende hasta la escavacion de la cavidad cotiloi-
dea, la cual da paso á un grueso ligamento.
El borde posterior forma una grande escota
dura semilunar, que concurre á formar el aguje
ro ovni.
El borde interno se articula con el pubis del
lado opuesto por medio de un cartílago que con
la edad se osifica y constituye la sínfisis pubial.
El ángulo interno no presenta nada de parti
cular : el esterno ó rama transversal es el mas
largo de los tres, concurre a' formar la cavidad
cotiloidea reuniéndose con el ileon y el isquion,
y el posterior ó rama horizontal se continúa con
el ángulo anterior é interno del isquion.
El isquion es la tercera porción del coxal, y
constituye el fondo de la cavidad pelviana, for
mando el ángulo de la nalga. La cara esterna es
convexa en varios puntos de su estension, y sem
brada de impresiones musculares; mientras que
la interna es lisa y cóncava de un lado á otro,
concurriendo á formar las paredes inferiores de
la cavidad pelviana.
El borde anterior está escotado para formar
la abertura oval, en el que se nota el agujero
nutricio de este hueso.
[ «O, ]
El borde posterior tiene mucho espesor , y se
nota en él una cresta llamada isquiática que da
insercion á varios músculos.
El borde lateral esterno es redondeado, y pre
senta una cavidad: el interno se articula con el
del lado opuesto, y concurre á la formacion de
la sínfisis isquio-pubial.
El ángulo anterior estern o, ó rama superior,
es mas largo y grueso , y se prolonga hasta la
cavidad cotiloidea, donde se reune con el ileon
y el pubis , tiene superiormente una cresta que
da insercion á varios músculos. El ángulo an
terior interno, ó rama inferior, es corto, y se
reune con el posterior del pubis. De los dos án
gulos posteriores el esterno presenta una grue
sa tuberosidad oblonga y transversal llamada tu
berosidad isquiática, que se continúa por su par
te interna con la cresta de este nombre formando
por el lado esterno una cresta prolongada llama
da isquiática. Detras de la sínfisis se nota una es
cotadura triangular.
Conexiones. El coxal se articula con el} sacro,
con el del lado opuesto y con el femur. La pri
mera articulacion se hace por medio de una sus
tancia fibro-cartilaginosa que une estos dos hue
sos fuertemente, permitiendo en los animales
jóvenes que ejecuten movimientos muy obs
curos.
[ a3o ]
Por la descripción de las tres porciones se
Tiene en conocimiento que concurren á formar
la cavidad cotiloidea y el agujero oval.
La cavidad cotiloidea es grande , profunda , y
está cubierta de un cartílago diartrodial, consti
tuyendo una abertura vuelta hácia abajo y afue
ra , cuyo borde mas elevado está guarnecido de
una sustancia fibro-cartilaginosa, que ofrece en
el lado interno una grande escotadura. En el
fondo de esta cavidad articular se observa una
fosa escabrosa destinada á dar inserción al liga
mento pubio -femoralt en medio de la cual se no
tan dos canales, de los cuales uno se dirige hácia
el agujero oval, y otro al bordo abdominal del
pubis.
El agujero oval formado por la reunión de
las porciones isquiática, pubial é iliaca, tiene
una dirección oblicua de arriba abajo, y de de
lante airas, con dos estremos, el uno que corres
ponde á la cavidad cotiloidea, y el otro al medio
de la síufisis isquio-pubial, y sus bordes están
provistos de impresiones musculares y algunos
surcos arteriosos.
Diferencias. En el buey el coxal tiene una fi
gura particular ; es generalmente mas ancho y
estendido que en el caballo. La sínfísis pubial
se osifica mucho mas tarde , y sobre su lado
esterno se nota una tuberosidad que termina
[23i ]
por una cresta escabrosa; y la cavidad cotiloidea
es mas superficial. En el ganado lanar el coxal
se distingue en una eminencia que se estiende
por la cara esterna del ileon , y divide la fosa
iliaca. En el cerdo se encuentra también la emi
nencia dicha ; en el perro la fosa iliaca es muy
profunda, y en el gato no existe.
DE LOS MIEMBROS POSTERIORES Ó ABDOMINALES.
Los miembros abdominales son dos, uno de
recho y otro izquierdo, y se divide cada uno en.
muslo , pierna , corvejon ó tarso , metaiarso y fa
langes. ,

DEL MUSLO.

El muslo está situado entre el anca y la


pierna, y tiene por base un solo hueso llamado
femur.

DEL HUESO FEMUR.

Es el hueso mas voluminoso que existe en los


animales; en su medio es casi cilindrico, y sus
estremidades estan provistas de gruesas tubero
sidades; su direccion es oblicua de arriba abajo
y de atras adelante, y está situado entre el coxal
y el tibia.
[ a3a 3
Se consideran en este hueso uu cuerpo ó par
te media , y dos estremidades, una superior y
otra inferior.
El cuerpo está provisto de diversas impresiones
musculares mas elevadas y numerosas en la su
perficie posterior. En el lado esterno y cerca de
la estremidad superior se observa una eminen
cia longitudinal que hace parte del trocanter, 7
en su medio ofrece una tuberosidad encorvad*
Licia delante, que recibe el nombre de eminenr
cia contorneada. Hacia la estremidad inferior y
en la superficie posterior se ve una larga fosa
escabrosa destinada á la implantacion de los m üs
culos fémoro calcanoidco , y fémoro falangia
no, debajo de la cual se nota un grande aguje
ro de nutricion que se dirige oblicuamente de
abajo arriba en el espesor del hueso.
La estremidad superior se articula con el coxal,
y da implantacion á los músculos que hacen vol
ver el muslo sobre su eje. Se observan en esta es
tremidad tres eminencias voluminosas, una ca
beza, y. dos tuberosidades, una esterna llamada
trocanter, y otra interna dicha trocantín. La ca
beza ocupa la parte interna de la estremidad;
está cubierta de una ternilla diartrodial, y tiene
en su parte interna una cavidad escabrosa para
la implantacion de los ligamentos que sujetan el
femur á la cavidad cotiloidea.
[ 233 ]
El trocanter es una gruesa eminencia áspe
ra y de mucha estension , que termina en una
punta obtusa; la parte esterna es convexa, y la
interna cóncava con una cavidad llamada trocan-
tim'iina : los bordes son gruesos y escavados en
algunos puntos de su estension.
El trocantín, situado en la parte interna , es
una tuberosidad escabrosa, oblonga y poco ele
vada, y en algunos puntos se observa el perios-
teo bajo de una forma cartilaginosa , mientras
que en la superficie esterna se nota un hundi
miento pequeño. Estas tres eminencias estan se
paradas por otras tantas escotaduras.
La estremidad inferior por la cual se apoya este
hueso en el tibia y le transmite el peso de la pel
vis , presenta tres gruesas eminencias articulares
cubiertas de cartílagos diartrodiales; una ante
rior que forma una polea para articularse con
la rótula , y dos posteriores llamadas cóndilos,
uno interno y otro esterno. Estos dos cóndilos
separados el uno del otro por una escotadura
profunda , son convexos en su parte posterior
y aplanados en la inferior, y el interno es mas
pequeño y menos saliente hacia su parte posterior.
En las partes laterales de la cavidad que se
para los dos cóndilos, se notan dos escavaciones
que da insercion á los ligamentos que fijan el ti
bia con el femur. La circunferencia de estas
eminencias articulares es tuborosa, y da implan
tacion á varios músculos y ligamentos. En la ba
se y delante del cóndilo esterno se nota una es-
cavacion en la cual se ata el tendon del mús
culo fémoro -tibio-canillar.
Conexiones. Se articula el femur con el coxal,
y ejecuta movimientos en todas direcciones con
el tibia y con la rótula.
Diferencias. La longitud del femur está siem
pre en razon inversa de la del pie ; por esta
razon el gato en los cuadrúpedos domésticos
es el que le tiene mas. largo.
En los didáctilos el hueso del muslo tiene una
conformacion particular que establece varias di
ferencias : así el estremo del trocanter constitu
ye una gruesa tuberosidad, su fosa es mas pro
funda, y la cresta está reemplazada por dos pe
queñas tuberosidades.
En el perro y gato es corvo hácia adelante
en toda su longitud, y en lugar de la fosa situa
da en la parte inferior y posterior del cuerpo
de este hueso, se observa una pequeña tubero
sidad á corta distancia de los cóndilos.
En el femur de los tctradáctüos se encuentra
comunmente á los lados de cada cóndilo un hue-
secillo supernumerario que en razon de su situa
cion 'sobre los tendones y ligamentos puede
considerarse como un verdadero sesamoideo.
DE LA PIERNA.

Está formada por tres huesos llamados tibia,


peroné y rótula, que ocupan el espacio que hay
entre el muslo y el corvejon.

DEL TIBIA.

El tibia es un hueso grande prismático , in


clinado mas oblicuamente que el femur pero en
sentido opuesto, cuya direccion es de arriba
abajo y de delante atras.
Este hueso que forma la base de la pierna se '
divide en cuerpo ó parte media, y dos estremi-
dades, una superior y otra inferior.
La cara esterna del cuerpo es lisa, la ante
rior interna es mas corta y está sembrada de
impresiones musculares, y la posterior que es
aplastada tiene varias líneas y surcos longitudi
nales, en cuya parte superior se observa el agu
jero nutricio de este hueso, que se dirige obli
cuamente de arriba abajo. Estas tres caras es-
tan separadas por dos bordes escabrosos, de los
cuales el anterior forma la parre inferior de la
cresta tibial.
La extremidad superior ó femoral mucho mas
gruesa que la inferior , se termina por una su
[ >36 ]
perficie articular incrustada de un cartílago , y
dividida por una escotadura escabrosa en dos
partes laterales^ovaladas, que corresponden á los
cóndilos del fémur. En la circunferencia de es
ta superficie se distinguen tres tuberosidades,
una anterior, otra esterna, y otra interna.
La primera de estas eminencias es la mas
gruesa , tiene una forma piramidal, y ofrece en
su medio una fosa escabrosa que se prolonga in-
feriormente por una cresta llamada tibial , la
cual desciende oblicuamente para reunirse al bor
de que separa las dos caras anteriores del cuer
po del hueso.
La tuberosidad lateral esterna da atadura al
ligamento lateral esterno, y presenta una esca-
vacion en la cual se fija la cabeza del peroné.
La tuberosidad interna menos elevada pero
mas estendida que la esterna, da inserción al li
gamento lateral esterno ; y un poco mas abajo
de esta tuberosidad se ve una cisura que concur
re á formar el arco tibial.
La tuberosidad anterior está separada de la
esterna por una grande corredera que da paso
al tendón del músculo fémoro- tibio-canillar.
La estremidad inferior del tibia presenta en
su medio una superficie articular diartrodial for
mada por tres eminencias y dos cavidades, cu
yas eminencias laterales reciben el nombre de
r
[ a37 ]
maleolos , se articulan con los huesos del corve
jon, y en sus partes laterales se nota una tube
rosidad. Esta superficie articular constituye una
doble polea que se introduce en la del corve
jon, en cuyo borde intermedio se nota una es-
ca vacio n para alojarse la membrana sinovial y
la sinovia. La tuberosidad lateral esterna me^
nos gruesa que la interna, esta dividida por una
corredera ; y la tuberosidad interna tiene una
protuberancia redondeada.
Conexiones. Con. el femur, la polea , el pero
né y los huesos del corvejon. .
Diferencias. En los cuadrúpedos que compara
mos á los monodáctilos, el tibia está torcido so
bre sí mismo, y encorvado en dos sentidos di
ferentes. En los didáctilos es mucho mas grueso,
por lo que carecen de peroné y la eminencia
anterior no está escavada.
DEL PERONÉ. .. •

Este hueso es largo y está fijo á manera de


apéndice en la parte esterna de la tibia, y no se
prolonga hasta el corvejon sino por medio de
un ligamento. Su parte superior mas gruesa que
la inferior se termina por una protuberancia á
manera de una cabeza aplanada y escabrosa, que
se articula por su parte interna y anterior cou
[ a38]
la escavacion de la tuberosidad esterna del tibia.
Desde la cabeza va este hueso disminuyendo
de grueso y redondeándose hasta su parte infe
rior que termina en una punta, y se une un po
co mas abajo de la parte media del tibia, desde
cuyo sitio se estiende un ligamento hasta el cor
vejon.
Diferencias. En los didáctilos está reemplaza
do este hueso por un largo ligamento, y en los
tetradáctilos tiene la misma longitud que el ti
bia. En el cerdo es mucho mas grueso que en
el perro , y presenta dos articulaciones parti
culares.

DE LA RÓTULA.

Este hueso destinado á aumentar la esten-


sion de los movimientos de la pierna, es corto,
de figura irregular , y situado en la parte ante
rior de la polea de la estremidad inferior del
femur. Se distinguen en él dos superficies, una
esterna áspera que ofrece en su parte superior
una protuberancia saliente y una superficie trans
versal circunscripta por un borde escabroso.
La superficie interna diartrodial presenta dos
caras separadas por una eminencia, que se6 ar
ticulan con la polea del femur. ,
Toda la circunferencia de este hueso está for
mada de bordes sumamente gruesos, y de pro
tuberancias mas ó menos agudas y obtusas, de
las cuales la interna es la mas saliente.
Conexiones. Se articula con el femur por ar-
trodia alternativa, y por su disposicion hace ale
jar los musculos estensores de la pierna de la lí
nea paralela, aumentando de este modo su fuerza.
Diferencias. En los didáctilos y tetradáctilos
tiene la rótula una forma piramidal, y en la su
perficie interna no tiene las caras que en los
monodáctilos.

DEL CORVEJON Ó TARSO.

Esta articulacion formada de una serie de hue


sos cortos, designados con el nombre colectivo
de huesos tarsianos, es el centro de los movimien
tos que ejecuta la caña con el tibia y este con la
caña , segun las diferentes posiciones y actitu
des del cuerpo.

DE LOS HUESOS TARSIANOS.

Estos huesos en número de seis son cortos, y


se diferencian entre sí por su forma , su espesor
y su posicion: se distinguen con los nombres de
polea , calcáneo , grande y pequeño esfenoides , dis
forme é interarticular.
[ 240 ]

DE LA POLEA Ó ASTRAGALO.

Este hueso es muy irregular, está guarnecido


de eminencias y cavidades , situado en la parte
superior y anterior del corvejon, y encajado en
los maleolos y cavidades que presenta la super
ficie articular del tibia. Se consideran en este
hueso varias superficies, unas diartrodiales , y
otras muy desiguales y escabrosas. Las diartro
diales que presentan la figura de una polea, ocu
pan la parte anterior y superior y se articulan
con el tibia. Las otras superficies articulares cor
responden posteriormente al calcáneo, é infe-
riormente al escafoides grande. Las superficies
escabrosas sirven para la implantacion de los
ligamentos laterales ó interarticulares. En la
parte superior de la superficie que constituye la
polea , se nota una pequeña fosa que da inser
cion á un tendon.

DEL CALCANEO.

Es el mas grande y prolongado de los huesos


tarsianos , y ocupa la parte superior lateral es
terna y posterior del corvejon. Presenta dos es-
tremidades, una superior y otra inferior, y dos
caras distinguidas en interna y esterna.
[ ait ]
La cstremidad superior forma una gruesa tu
berosidad que da atadura á varios músculos, y
forma la punta ó ángulo del corvejon; y la in
ferior mas gruesa y escotada se articula ante
riormente con la polea, é inferiormente con el
grande escafoides y con el disforme.
La cara interna forma una grande corredera
por donde resbala el músculo profundo ó perfo~
rante; y la esterna es convexa y escabrosa,

DEI. GRANDE Y PEQUEÑO ESCAFOIDES.

Estan estos dos huesos íntimamente unidos


entre sí, presentan casi la misma figura, y ocu
pan el espacio que hay entre la polea y la caña.
Se distinguen en superior ó inferior; el prime
ro es algo mayor y menos triangular que el se
gundo, que es la única diferencia que se obser
va en ellos.

DE LOS HUESOS DISFORME É INTERHUESOSO.

Estos huesos llamados tambien irregulares, es-


tan situados el uno al lado del otro. El primero
es mayor y se prolonga de delante atras, ocu
pa la parte esterna del corvejon , y se articula
entre el calcáneo y el peroné esterno de la ca
ña. El segundo está situado en la parte posterior
tomo I. 16
del corvejon al lado interno del precedente , y
se articula con los escafoides, con la caña y el
peroné interno.
Todos estos huesos unidos entre sí se articu
lan con el tibia , la caña y los perones , for
mando una articulacion muy complicada y guar
necida del ligamento capsular, los laterales é
interarticulares.
Considerados estos huesos en todos los cua
drúpedos bisulcos presentan algunas diferencias
sensibles. El calcáneo es generalmente menos
grueso; la polea está dividida en dos, una su
perior anterior y otra inferior posterior. Los es
cafoides se asemejan mucho. Los dos irregula
res son muy pequeños y estan situados en la ca
ra posterior del corvejon; el mas pequeño se
encuentra en el lado interno , y el mas grande
en medio de la cara posterior contiguo con la
caña.

DEL METATARSO.

Se compone esta region de cinco huesos, de


los cuales el mayor recibe el nombre de caña, los
medianos de perones, y los pequeños de sesa-
moideos.
DE LA CAÑA.

Es un hueso largo casi cilindrico, muy com


pacto , articulado superiormente con los huesos
tarsianos, é inferiormente con la cuartilla ó pri
mer falange.
La superficie anterior del cuerpo es lisa y re
dondeada de un lado al otro; la posterior lige
ramente deprimida ofrece superiormente un
grande agujero nutricio que se dirige de arriha
abajo, y penetra en la cavidad del hueso: sobre
sus lados en la parte posterior se observan dos
caras escabrosas longitudinales que ocupan mas
de la mitad superior del hueso, y se articulan con
los perones. ■
La estremidad superior presenta una superficie
diartrodial aplanada é interrumpida en su medio
por otra escabrosa que se articula con el pe-j
queño escafoides. En la parte anterior un poco
al lado interno, se encuentra una tuberosidad
que da inserción al músculo flexor de este hue
so. Sobre los lados de la cara posterior de esta
misma estremidad se observan varias carillas
articulares que corresponden á otras de los pe
rones.
. La estremidad inferior presenta una grande su
perficie articular convexa de delante atrás, sepa
rada en su medio por una eminencia circular.
Las partes divididas por esta eminencia reciben
el nombre de cóndilos, uno interno y otro es-
terno algo menor, y ambos tienen en su parte
esterna una fosa escabrosa que da inserción á los
ligamentos laterales.
Diferencias. En los didáctilos la caña está di
vidida por un surco longitudinal en dos partes
iguales que terminan por uno y otro estremo en
un agujero de nutrición, y en la estremidad in
ferior se nota una grande y profunda escotadu
ra que divide la superficie articular en dos par
tes simétricas, cada una de las cuales forma una
polea que corresponde á la cuartilla con quien
debe articularse.

DE LOS PERONES.

Son dos huesos prolongados piramidales, si


tuados á manera de apéndices á los lados de la
cara posterior de la caña, y se distinguen en es
tenio é" interno. Estos dos huesos solo se dife
rencian entre sí en que el esternoes mas grueso,
mas corto, y solo tiene cuatro caras articulares;
y el interno mas delgado y largo presenta cinco.
Se distinguen en los perones dos partes , la
una superior mucho mas gruesa que termina en
una eminencia llamada comunmente cabeza, la
[=.45]
cual está provista de caritas articulares tanto su
periores como laterales internas, para articular
se con los huesos tarsianos y con la caña.
La otra parte principia debajo de la cabeza, y
disminuye sucesivamente de arriba abajo , ter
minando en una pequeña tuberosidad redondea
da llamada boton del peroné.
En su parte anterior presentan una cara es
cabrosa que se une á otra de la caña, las cuales
con la edad se osifican escepto en la parte infe
rior que siempre se nota una pequeña separa
cion. Estos huesos juntos con la caña se arti
culan superiormente con los del corvejon.
Diferencias. En los didáctilos no existen las
perones.

DE LOS SESAMOIDEOS.

Son dos huesos cortos, trapezoides, fijos el


uno en el otro, y unidos á la cara posterior de la
articulacion de la caña con la cuartilla por me
dio de fuertes ligamentos. Estos huesos dejan en
su parte posterior una sinuosidad por donde
resbalan los tendones de los músculos flexores
del pie; y por su cara interna completan la gran
de cavidad articular de la cuartilla que recibe los
cóndilos de la caña.
Diferencias. En los didáctilos se encuentran
[ 246 1
tres fetamoideos, uno supernumerario pequen»
y muy irregular sujeto por debajo de los ten
dones flexores.
i
DE LOS FALANGES.

Son en número de tres, formados el i.* por


la cuartilla, el a.° por la corona, y el 3.» por el
tejuelo y navicular.
DE LA CUARTILLA Ó PRIMER FALANGE.
Es un hueso corto, aplanado de delante atras,
compacto, y mas grueso superiormente que por
su parte inferior. Está situado entre la caña y la
corona. La cara anterior de su cuerpo es con
vexa, la posterior aplanada, y ofrece superior
mente una superficie triangular escabrosa, limi
tada por dos líneas convergentes hácia abajo»
que da atadura á un fuerte ligamento que ter
mina en la corona.
La estremidad superior presenta una superfi
cie diartrodial, formando tres cavidades separa
das por dos líneas , de las cuales la inedia es
nias estrecha y profunda, y la interna mucho mas
ancha que las demas: sobre los lados de la par
te posterior de esta superficie articular se notan
dos tuberosidades salientes destinadas á dar in
sercion á los ligamentos.
La estremidad inferior termina en dos cóndi
los separados por una cavidad, el interno es ma
yor que el esterno, y ambos presentan en la
parte esterna varias impresiones ligamentosas,
y en la media y posterior un hoyo bastante
profundo.
Diferencias. En los didáctilos es doble este
hueso, y forma dos falanges; y en los tetradác-
tilos está compuesto de cuatro que forman otros
tantos falanges.
DE LA CORONA Ó SEGUNDO FALANGE.
Este hueso es corto , muy compacto , y está
situado entre la cuartilla y el hueso del pie.
Se distinguen en él cuatro caras ; una superior
diartrodial cóncava de delante atras , que se ar
ticula con el primer falange: cu la parte anterior
de esta superficie articular se encuentra ana pro
longacion mas elevada en el centro que en sus
lados ; posteriormente y al lado opuesto se ob
serva una especie de tuberosidad transversal sa
liente formando una corredera que aleja los ten
dones del centro de la circulacion.
La cara inferior es tambien diartrodial , está
dividida en dos cóndilos por una cavidad media:
el cóndilo interno es mayor que el esterno, y
tanto estos como la cavidad se articulan con el
hueso del pie.
1 348 J
La cara anterior convexa de un lado á otroy
presenta diversas impresiones ligamentosas , y
la posterior aplanada y deprimida inferiormen-
te, ofrece en la parte superior una eminencia.
Considerados estos huesos en los demas cua
drúpedos no presentan diferencias importantes,
pues solo estan divididos lo mismo que toda esta
region.

DEL TEJUELO I NAVICULAR Ó TERCER FALANGE.

El tejuelo ocupa la concavidad que forma el


casco, y tiene casi la misma figura. Se conside
ran en él tres caras : la anterior es convexa, y
está sembrada de agujeros de varios diámetros:
la posterior inferior es cóncava y se halla sepa
rada en dos porciones por una línea; la porcion
anterior es mas cóncava y Hsa , y la posterior tie
ne una escavacion que da insercion á la apo-
neurosis del músculo profundo. A los lados
de la escavacion se nota un agujero desde
donde se estiende un canal que comunica con
otro de la cara superior. Esta cara es diartrodial,
y se articula con la corona , y posteriormente
con el navicular. En las partes laterales tiene este
hueso dus eminencias prolongadas que se unen
á los cartílagos laterales de él.
Diferencias. En los didáctilos es doble, y los
t¿49 3
agujeros que en los monodáctilos existen en la
cara inferior se encuentran en los primeros en
la cara anterior.

DEL NAVICULAS.

Este hueso está situado transversalmente en


tre la corona y el tejuelo, sirve para cerrar es
ta articulacion , y separa ademas el tendon del
músculo perforante. Estos dos huesos, los te
jidos que los cubren y el casco constituyen el
pie en los miembros posteriores, y la mano en
los anteriores.
DE LOS MIEMBROS ANTERIORES Ó TORACICOS.
La estension de cada miembro anterior se di
vide en partes distintas por su forma y modo
de articularse, y se llaman espalda, brazo, an
tebrazo, rodilla ó carpo, desde cuyo sitio empie
za el metacarpo y falanges, que equivalen al me-
tatarso y falanges de los miembros posteriores.

DE LA ESPALDA.

La espalda está fija sobre el turas, sirve de


centro al movimiento del brazo, y se halla com
puesta de un solo hueso llamado escápula y co
munmente omoplato.
[ 25o]

DE LA ESCÁPULA Ú OMOPLATO.

Es un hueso plano, de bastante estension, de.


figura triangular, situado oblicuamente de arri
ba abajo y de atras adelante en las partes late
rales del torax, encima del brazo, sujeto y uni
do al tronco por músculos y ligamentos.
Su cara esterna está dividida por una emi
nencia longitudinal llamada apófisis acromion , y
por algunos veterinarios espina del omoplato. En
la parte anterior de esta eminencia hay una
gran fosa llamada anti—acromian a ; y en la
posterior se encuentra otra denominada posti-
acromíana. La apófisis acromion es muy pro
longada de arriba abajo, principia en el borde
superior por una línea que á poco trecho se en
sancha y forma una tuberosidad donde se radi
can algunos músculos.
Las fosas anterior y posterior estan provistas
de diversas impresiones musculares mas salien
tes en la fosa posterior; esta última mucho mas
grande que la anterior ofrece un grande agujero
de nutricion cuya situacion suele variar.
La cara interna ó subscapular da atadura á di
versos músculos que vienen la mayor parte del
tronco. En esta cara se nota una fosa oblonga
mas ancha y superficial por su parte superior que
[aSi J
por la inferior, encima de la cual y cerca del
borde superior se nota una superficie áspera que
se estiende inferiormente á los lados de la parte
superior de la fosa , y da implantación á varios
músculos. £1 borde superior,- ó dorsal está pro
visto de un gran cartílago flexible en los anima
les jóvenes, que después se osifica con la edad,
el cual termina superiormente en un borde muy
delgado inclinado hácia dentro. El borde anterior
delgado y escabroso termina superiormente en
una tuberosidad que constituye el ángulo cervi
cal de la escápula. El borde posterior tiene bas
tante espesor, está redondeado hácia el lado in
terno, y presenta algunas cisuras que se dirigen
hácia la parte inferior. De la unión de este bor
de con el superior resulta el ángulo dorsal de la
escápula , que es obtuso y manifiesta bastantes
asperidades. El ángulo inferior 6 estremidad hume
ral presenta una cavidad articular redondeada,
poco profunda, cubierta de un cartílago diartro-
dial escotado en el lado interno , llamada gle-
noidea , que sirve de centro á los movimientos
del brazo. Delante de esta cavidad se encuentra
una gruesa eminencia escabrosa llamada apófisis
coracoides, en la cual se distingue una tuberosidad
prolongada. En la base de la cavidad glenoidea
se observa una depresión llamada cuello de la es
cápula» El intervalo que hay entre la tuberosidad
[ a5a ]
coracoide y la cavidad glenoidea , forma una
sinuosidad profunda destinada á dar paso á un
grueso tendon.
Conexiones. El omoplato está fijo al torax por
medio de muchos músculos, y por dos láminas
ligamentosas, y ademas se articula con el húme
ro por enartrosis vaga de la primera variedad.
Diferencias. En los didáctilos generalmente es
mas aplanado este hueso, y la apófisis acromion
termina inferiormente en una tuberosidad ele
vada.
Los tetradáctilos tienen un pequeño hueso si
tuado entre la prolongacion traqueliana del es
ternon y la articulacion escápulo .humeral, el cual
puede compararse cou la clavícula del hombre.

DEL BRAZO.

Está situado el brazo entre la espalda y el an


tebrazo en la parte lateral del torax, y tiene por
base un solo hueso llamado húmero.

DEL HÚMERO.

Este es un hueso largo, contorneado sobre sí


mismo, situado oblicuamente en direccion opues
ta á la escápula , entre esta y el radio, dejando
un espacio triangular en la parte posterior de la
[ a53 ]
articulación escápulo-humeral, ocupado por los
músculos que se atan en la apófisis olecranon.
Su cuerpo está deprimido sobre el lado ester-
nO, y presenta una grande gotera longitudinal
cubierta por el músculo húmero-cubital. En la
parte superior de este mismo lado se ve una tu
berosidad oblonga elevada é inclinada de delan
te atrás, llamada eminencia contorneada. La su
perficie interna está sembrada de impresiones
musculares, y en ella se observa una pequeña tu
berosidad, debajo de la cual se halla el agujero
de nutrición que se dirige oblicuamente de ar
riba abajo, y penetra en el interior del hueso.
La estremidad superior es muy voluminosa , y
presenta cinco eminencias. La mayor llamada
cabeza, está cubierta de una ternilla diartrodial,
ocupa la parte posterior, y es mucho mayor que
la cavidad glenoidea que la recibe. La segunda
eminencia está en la parte esterna de la cabeza,
y termina en una punta obtusa. La tercera es
tá delante de la cabeza al lado de la tuberosidad
esterna , tiene bastante espesor , y en algunos
puntos se endurece el periostio.
La eminencia anterior está situada delante de
la cabeza entre la grande y pequeña tuberosidad,
en su parte inferior se estrecha, y forma un pe
queño tubérculo redondeado.
La pequeña tuberosidad está hácia el lado inter
[254 ]
no del húmero, y presenta dos escavaciones y
muchas asperezas.
Las tres eminencias anteriores estan separa
das por dos sinuosidades, la esterna mas ancha
y profunda que la interna. En la parte superior
del húmero entre la cabeza y las tuberosidades,
hay una cavidad que contiene algunos pelotones
de tejido celular adiposo.
La estremidad inferior termina en una grande
superficie diartrodial convexa de delante atras,
dividida en dos partes; una esterna que consti
tuye una polea , y otra interna que forma un
cóndilo. Sobre los lados de estas dos eminencias
articulares se observan dos tuberosidades , una
interna y otra esterna : la interna es redondeada
y mas gruesa que la esterna, y en la parte infe
rior presenta una pequeña escavacion ligamento
sa: la esterna es ancha y aplanada, y tiene en
el lado esterno una especie de borde delgado y
escabroso. Entre estas dos tuberosidades se no
ta una fosa profunda destinada á recibir la apó
fisis coronoides del cubito en los movimientos
de estension que ejecuta el antebrazo sobre el
brazo.
En las partes laterales del cóndilo y de la po
lea, se notan dos hoyos; el interno es mas pe
queño, y en su margen se observan impresio
nes ligamentosas: el esterno es bastante ancho y
ta55]
profundo, y da tambien insercion á ligamentos
laterales.
Se notan ademas en la estremidad'inferior del
húmero dos cavidades : una que se halla encima
del canal que separa el cóndilo de la polea , y la
otra que es mas pequeña se encuentra encima de
la misma polea.
Conexiones. Se articula con la escápula por
cnartrosis vaga de la primera variedad , y por
enartrosis alternativa con el radio.
Diferencias. En los didáctilos las tuberosidades
de la estremidad superior del húmero son mas
gruesas y mas elevadas; la corredera anterior no
se encuentra dividida como en el caballo. El
húmero del cerdo se distingue en que la grande
tuberosidad es mucho mas gruesa : en el perro
y gato este hueso tiene mucha longitud, y no se
halla contorneado.

DEL ANTEBRAZO.

El antebrazo es la tercera parte del miem


bro anterior, y está compuesto de dos huesos
distintos llamados radio y cubito.
[ a5G ]

DEL RADIO.

Es un hueso de mucha longitud, convado, si


tuado entre el húmero y los huesos de la ro
dilla con quienes se articula.
El cuerpo de este hueso es liso y convexo
en su parte anterior, y algo cóncavo en su par
te posterior, y se notan en varios puntos de su
estension algunos pequeños tubérculos, y el agu
jero de nutricion que existe en el tercio supe
rior delante del cubito.
La estremidad superior presenta una superfi
cie diartrodial para recibir el cóndilo y polea
del húmero con quien se articula, y en su cir
cunferencia tiene dos puntas obtusas que en el
acto de la flexion entran en las dos cavidades
del húmero.
Debajo de la superficie articular se notan dos
tuberosidades: la interna es mayor, y se estien
de hasta la parte posterior del radio, y la ester
na es mas pequeña, está escavada y ocupa la
parte lateral de dicho hueso.
En la parte posterior de dicha estremidad se
notan dos caritas articulares que corresponden i
otras dos del cúbito.
La estremidad Inferior del radio termina en una
superficie articular convexa de delante atras, é
[ 357 ]
incrustada de un cartílago diartrodial ; en sus
lados ofrece Jos tuberosidades , de las cuales la
esterna forma una pequeña sinuosidad; y en su
pafte anterior se notan tres sinuosidades forma
das por cuatro pequeñas tuberosidades.
Conexiones. Se articula superiormente con el
húmero , inferiormente con los huesos de la
rodilla formando una enartrosis alternativa an
gular, y posteriormente con el cubito.

DEL CUBITO.

El cubito en los solípedos puede considerarse


como una prolongacion del radio ; pero en los
tetradáctilos son dos huesos distintos.
Este hueso situado en la parte posterior y su
perior del radio forma la punta del codo. Se
consideran en él una parte superior que es la
mas gruesa, y otra inferior ó prismática. La por
cion superior tiene dos apófisis, una posterior
convada de afuera adentro que forma la punta
del codo y se llama olécranon , y otra anterior
mucho mas pequeña , que en los movimientos
de flexion entra en la cavidad posterior del hú
mero y se llama coronoides.
La porcion prismática comienza debajo de di
chas apófisis disminuyendo sensiblemente de
grueso hasta su parte inferior.
TOMO I. 17
C'58]
La cara anterior de esta porción es escabro
sa para unirse á otra del radio; y salen de sus
partes laterales dos especies de aletas con dos
caras articulares que corresponden á otras dos
del radio : en esta misma cara se encuentra el
agujero de nutrición que penetra oblicuamente
en la sustancia de este hueso.
Diferencias. En los didáctilos el cubito cons
tituye un peroné perfecto, y se estiende basta los
huesos de la rodilla.
En los tetradáctilos el radio y el cubito no
se osifican, y la apófisis olécranon está aplastada
y deprimida hácia la parte inferior. En el gato
el radio es mas perfecto que en el cerdo y
perro.

DE LA RODILLA Ó CARPO.

La rodilla ó carpo está formada de seis ó sie


te pequeños huesos designados bajo la denomi
nación de huesos carpianos.

DE LOS HUESOS CARPIANOS.

Estos huesos son cortos é irregulares, y for


man dos articulaciones muy sólidas pero poco
movibles. Están colocados en dos filas, la pri-
mei a tiene cuatro designados con los nombres
[ *59 ]
de semilunar, triangular, irregular y corvo; y la se
gunda solo tiene tres llamados pequeño cuneifor
me , trapezoide , y grande cuneiforme. Los huesos
dela primera fila se articulan con el radio, en
tre sí, y con los de la segunda fila; todos ellos
tienen caras, bordes y ángulos mas ó menos ir
regulares que se unen mutuamente. Los de la
segunda se articulan entre sí con las caras in
feriores de la primera , con la caña y con los
perones.
El hueso primero de la fila superior está si
tuado en el lado interno, el segundo en la par
te media, el tercero en el lado estenio, y el cuar
to en la parte esterna y posterior.
Los huesos de la segunda fila estan situados,
el primero en la parte interna, el segundo que
es el mayor de todos en la parte media, y el
tercero en la parte esterna. Ademas de estos sie
te huesos suele encontrarse otro ó mas en el
caballo que por su figura se llaman pisi/ormes;
ocupan generalmente la parte interna y posterior
de los huesos de la segunda fila, y se ignora
enteramente su uso.
Diferenciasen los didáctilos no se encuentran
mas que seis huesos carpianos , cuatro en la fila
superior y dos en la inferior, ademas carecen
de pisiformes, y el hueso corvo es mas peque
ño y no se articula con ej cubito.
[ a6o ]

DE LOS HUESOS METACARPIANQS.

Estos son los mismos que en los miembros


posteriores, y solo se diferencian en ser mas cor
tos, menos cilindricos y un poco aplanados de
adelante atras.
En los didáctilos se observa un rudimento de
peroné situado en el lado esterno de la cara
posterior de la caña.
La cuartilla , corona , tejuelo y navicular que
forman los falanges , no presentan diferencias
dignas de la mayor atencion, por lo que omiti
mos su descripcion.
[ 26t ] ,

DESCRIPCION PARTICULAR DE LOS LIGAMENTOS.

DE LOS LIGAMENTOS DE LA PARTE CENTRAL DEL TRONCO.

Todas las vértebras están sujetas entre sí


por varios ligamentos que impiden su separa
ción, y las mantienen en una posición conve
niente. Ademas están íntimamente unidas á la
cabeza por un fuerte y robusto ligamento llama
do impropiamente cervical. Este ligamento que
podia llamarse según sus conexiones occipito ra
quidiano por corresponder al raquis y al occipi
tal, se compone de dos porciones unidas entre
sí, las cuales forman un cordón que se radica
en las apófisis espinosas de toda la columna ver
tebral, y termina en los boyos que hay debajo
de la apófisis cervical del occipital. En el coxis
y en el sacro es delgado , y á medida que se va
acercando á las vértebras lombares y dorsales
aumenta considerablemente su grueso ; de mane
ra que en las cervicales es donde tiene su ma
yor espesor. En esta región desprende de cada
una de sus porciones una hoja ancha con las fi
bras muy aparentes y unidas paralelamente, que
ocupan el espacio triangular que queda entre el
cuello y la cruz, y van á radicarse á las apófisis
[ a6a ]
espinosas délas seis últimas vértebras cervicales,
dejando entre la tercera y el occipital un peque
ño espacio, y por último termina por fibras muy
fuertes en el occipital como queda dicho.
Este ligamento ademas de sujetar las vérte
bras, permite que la cabeza ejecute movimien
tos con estos huesos.
En la parte inferior del cuerpo de las vérte
bras dorsales y lombares se observa otro liga
mento que las mantiene sujetas. Este ügamen -
to llamado también impropiamente infraespina-
to es mas ancho en su parte posterior que en lo
restante , y en los animales jóvenes está tan po
to desarrollado que parece mas bien un replie
gue membranoso. * ,
En los espacios que dejan las apófisis espi
nosas de las vértebras dorsales, lombares y sa
cras, hay también una porción considerable de
fibras ligamentosas que impiden por esta parte
la separación de estos huesos. Estos ligamentos
llamados interespinosos por el lugar que ocupan,
varían de espesor según el mayor ó menor nú
mero de puntos de inserción que dejan los bor
des de las apófisis espinosas. Todas las vértebras
por su cuerpo se hallan íntimamente unidas por
doshojas^í/io- cartilaginosas, que cada unade ellas
corresponde á una vértebra, y están pegadas
por una sustancia muy análoga á la sinovia , y
t'63]
unidas entre sí por varias fibras ligamentosas,
las cuales impiden la separacion de las vérte
bras , y por su mucha flexibilidad facilitan el
movimiento. Ademas de los ligamentos dichos,
hay otros que sujetan la segunda vértebra á la
primera, los cuales son en número de tres, uno
superior, otro interno, y otro inferior.
El superior se adhiere fuertemente al múscu
lo axoideo adlantoi/Jeo, y se ata á la parte pos
terior de la apófisis espinosa de la primera vér
tebra, y á la anterior de la misma apófisis de la
segunda. El interno es el mas ancho de los tres,
tiene su origen en la eminencia transversa que
está dentro del grande agujero de la primera
vértebra, se dirige hácia atrás, pasa por enci
ma de la apófisis adontoides , y termina en la
escavacion de esta misma apófisis. El ligamen
to inferiores mas delgado que el anterior, nace
detras del tubérculo de la primera vértebra, y
termina en la cavidad desigual de la segunda. To
das las vértebras por sus apófisis articulares estan
provistas de una ternilla diartrodial, de una mem
brana sinovial particular, y de su cápsula fibrosa,
que al paso que por su mucha flexibilidad favore
celos limitados movimientos de estos huesos, é
impide su dislocacion sea cualquiera la direccion
en que se hagan aquellos.
DE LOS LIGAMENTOS DE LAS COSTILLAS.
Las costillas tienen por su estremidad supe
rior conexion con las vértebras dorsales pordos
puntos de contacto que forman dos articulacio
nes distintas, una con su cabeza, y otra con la
tuberosidad. Estas articulaciones estan afianza
das por cuatro ligamentos , uno llamado interar-
ticu/ar, otro superior, otro medio, y otro inferior.
El primero se ata por un estremo al hoyo de la
cabeza de la costilla, y por el otro á las medias
caritas del cuerpo de las vértebras. El segundo
se radica en la escavacion de la tuberosidad de
ía costilla por un estremo, y por el otro en el
borde de la apófisis transversa de la vértebra.
El tercero ó ligamento medio es el mas ancho,
tiene su origen en la cavidad que hay entre la
tuberosidad y la cabeza de la costilla, y termi
na en la cara articular de la apófisis transversa
de la vértebra. El cuarto ó inferior nace de la
parte anterior del cuello de la costilla, y termi
na en la carita articular de la vértebra que cor
responde.
Las costillas esternales estan sujetas por su es-
tremidad inferior con el esternon por varias
fibras ligamentosas que se estienden desde los
cartílagos de las primeras hasta las caras articu
lares del esternon.
[ 265 ]

DE LOS LIGAMENTOS DE LA PELVIS.

Los huesos pelvianos solo tienen conexión


con el hueso sacro, con el fémur y entre sí: los
movimientos de la primera articulación son tan
obscuros, que solo pueden admitirse en la prime
ra edad de los animales ; pero los de la segunda
son tan libres y tan estensos, que permiten al
miembro moverse en todas direcciones.
La recíproca unión del ileon con el sacro se
verifica á espensas de cuatro ligamentos; dos lla
mados sacru-Macus, uno superior y otro lateral,
y dos denominados Üeo-sacro-ist/ufáticos; uno in
terno y otro esterno. El sacro-iliaco superior es
bastante fuerte, tiene su origen en el ángulo in
terno y parte superior del borde del mismo la
do del ileon , y termina en el estremo de las
cuatro primeras apófisis espinosas del sacro. El
ligamento lateral es mas delgado y aplanado, de
figura triangular, nace delborde interno del ileon,
se dirige hácia atrás disminuyendo de ancho, y
finaliza en el estremo de las apófisis transversas
de las mismas piezas.
El ligamento ileo-sacro-isquiático-interno es
delgado y ancho , pero bastante resistente : se
ata por su borde superior á las cinco últimas
apófisis transversas del sacro, ypor su borde in
[a66]
ferior al de la escotadura iliaca interna , y á la
cresta anterior del isquion.El ligamento estenio
está situado en la parte esterna del precedente,
se ata por su borde superior á los mismos para-
ges que el interno, y á los primeros huesos del
coxis, y se fija por el borde inferior en el inter
no del ileon , y en la cresta anterior de este
hueso.
La articulacion de los huesos pelvianos con
el femur está afianzada por un ligamento corto
y muy robusto. Este ligamento llamado pubio-
femoral, se ata en la escavacion de la rama trans
versal del pubis, se introduce en la cavidad coti-
loidea, y termina en el hoyo escabroso de la
cabeza del femur. Los huesos isquios y pubis
estan sujetos entre sí por varias fibras ligamen
tosas que desaparecen con la edad, y quedan es
tos huesos enteramente osificados.

DE LOS LIGAMENTOS DE LA CABEZA.

Ademas del ligamento occipito-raquidiano,


tiene la cabeza otros ligamentos que la mantie
nen unida al occipital ; estos ligamentos son en
número de dos, uno superior y otro lateral. El li
gamento superior se ata por un estremo á la lí
nea que circunda los hoyos que hay dentro del
occipital; se dirige hácia atras y afuera, y ter
[a67]
mina en la parte esterna de la apófisis transver
sa de la primera vértebra cervical cerca de la
escotadura superior. El lateral es mas corto y
ancho que el anterior, tiene su origen en el es
tremo de la apófisis estiloides del occipital ; se
dirige de adelante atras, y termina al lado ester-
110 del precedente. Los cóndilos de la mandíbu
la posterior y el temporal estan sujetos por dos
ligamentos ; uno posterior y otro lateral : el pri
mero es mas delgado y estrecho, tiene su origen
en la base de la apófisis mastoidea del temporal
en la fosa de este nombre; se dirige hacia abajo
y atras, y termina en el hoyo del cuello de la
mandíbula.
El ligamento lateral es mas ancho que el an
terior, tiene su insercion en la apófisis cigomá-
tica del temporal, se dirige de adelante atras , y
se fija en la parte esterna del borde del cóndilo
de la mandíbula. Ademas de estos ligamentos
hay en esta articulacion una ca'psula fibrosa que
favorece su accion sujetando fuertemente estos
dos huesos.

DE LOS LIGAMENTOS DE LOS MIEMBROS ABDOMINALES.

El femur por su estremidad inferior se articu


la con la tibia y la rótula: la primera de estas ar
ticulaciones está provista de cuatro ligamentos,
[ a68)
dos laterales, uno estenio y otro interno, y otros
dos llamados ligamentos cruzados: el primero de
estos ligamentos se ata por su estremo superior
en la tuberosidad del cóndilo estcrno del femur,
y por el inferior en la cabeza del peroné del ti
bia, íll segundo es muy corto, toma origen en
el cóndilo interno del femur , y finaliza en el
de la tibia. Los ligamentos cruzados tienen su
insercion en las desigualdades de los cóndilos
del fcmur, y terminan en la eminencia truncada
de la tibia y en el tubérculo de este hueso, y cuan
do estos ligamentos se cruzan vuelve el animal
el fcmur de dentro afuera.
La segunda articulacion que forma el femur
está sujeta por el tendon del músculo ileo-fémo-
ro-tibial, por la parte superior de la rótula, y por
la inferior por tres ligamentos anteriores con la
tibia. El primero de estos ligamentos es el mas
largo y fuerte de los tres ; tiene su origen en el
borde interno de la rótula, resbala por la polea
del femur, y termina en la cresta de la tibia. El
segundo guarda un medio entre los tres.; se ata
en el ángulo inferior de la rótula por un estre
mo , y por el otro en la cavidad que separa la
cresta de la tibia. El tercero es el mas corto, tie
ne su insercion en el borde esterno de la rótula,
y se radica en la rama esterna de la cresta del
tibia. .
[>69]

DE LOS LIGAMENTOS DE LA TIBIA Y HUESOS DEL


TARSO, DE LOS QUE SUJETAN ESTOS ENTRE SÍ, Y
CON LA CANA Y LOS PERONES.

Ademas de las ternillas diartrodiales de que


estan provistos estos huesos, se hallan sujetos
por ligamentos bastante fuertes.
La tibia está sujeta á la polea por tres ligamen
tos laterales situados en la parte interna, los cua
les se dividen en largo, delgado y corto.
El primero es robusto y plano, se atasuperior-
mente en la parte posterior de la tuberosidad in
terna del tibia, se dirige hácia adelante, cruza al
ligamento delgado, y termina en la mamila gran
de de la polca y en el hueso escafoides. El se
gundo tiene poca longitud, se ata á la parte me
dia de la tuberosidad del maleolo interno , baja
¡uclftiado hácia delante, y se fija en el hoyo y
en el tubérculo de la parte interna de la polea.
El tercero se ata á la escavacion del maleolo in
terno, y termina en la cavidad de la parte inter
na de la polea.
Se halla ademas sujeta la tibia con el calcáneo
por cuatro ligamentos, uno interno y tres ester-
nos. El interno es grueso, nace de la parte infe
rior de la tuberosidad del maleolo interno , se
dirige hácia atras, y termina en la parte inferior
[ 27° 1
de la tuberosidad del calcáneo. De los estemos,
el primero es el mas delgado , se ata superior
mente en la tuberosidad anterior del maleólo
esterno, y termina en el tubérculo de la parte
esterna del calcáneo: el segundo es el mas largo;
nace de la pequeña tuberosidad posterior del ma
leólo eslerno, y termina en la tuberosidad ester
na del calcáneo: el tercero es mas ancho y grue
so, tiene su origen en la punta del maleólo es
terno, y termina con el primero en el tubérculo
de la parte esterna del calcáneo.
Los huesos restantes del tarso tienen muchos
ligamentos que los sujetan; pero como la mayor
parte son interarticulares y sumamente cortos,
y los restantes aunque se perciben á simple vis
ta están confundidos por varias fibras que se
desprenden de ellos y se interpolan con las de
los tendones de los músculos que se radican en
estas partes, nos parece inútil hacer su descrip
ción.
La articulación del corvejón está provista de
una cápsula fibrosa que se radica fuertemente en la
superficie esterna de los huesos de esta articula
ción , cubre todos los ligamentos de que hemos
hablado, los sujetay mantiene unidos á los huesos,
y se confunde en varias partes con ellos. Desde
el corvejón abajo hay los mismos ligamentos
que describiremos en los miembros torácicos.
[ *7l 3

l>E LOS LIGAMENTOS BE LOS MIEMBROS


ANTERIORES, Ó TORÁCICOS.

La estremidad inferior de la escápula y la


superior del húmero forman la articulación es-
cápulo-humeral. Esta no tiene ningún ligamen
to de fibras paralelas ; pero está provista del
capsular que se radica fuertemente en toda la
circunferencia de los dos cartílagos diartrodiales
que corresponden á la cavidad glenoidea y á
la cabeza del húmero.
Los huesos de la articulación húmero- radial
tienen tres ligamentos que los sujetan entre sí,
de los cuales uno está situado en la parte ester
na y dos en la interna. El ligamento csterno es
el mas grueso ; nace en el hoyo del cóndilo es
tenio y eu la tuberosidad del mismo lado , y
termina en la escavacion de la tuberosidad su
perior y esterna del radio.
El ligamento interno mas largo se ata por
arriba en el hoyo del cóndilo interno del hú
mero , se adhiere al tendón del músculo escá-
pulo-radial , y termina en la pequeña eminencia
del borde interno del radio.
El ligamento mas corto tiene su origen en la
tuberosidad interna del húmero , baja adherido
á la membrana sinovial , y termina en la parte
[ 273 ]-
posterior de la tuberosidad interna y superior
del radio. En la tuberosidad esterna del húmero
se radica un ligamento que se dirige oblicua
mente de delante atras, y despues de dar paso
al tendon del músculo húmero peroneo esterno,
termina en la parte esterna del olécranon.
Los huesos de la articulacion radio-cubital
estan sujetos por dos ligamentos, uno interno
y otro esterno. Se atan cada uno por su lado á
los bordes laterales de la apófisis coronoides, á
los de. la porcion prismática del cubito , y á las
asperidades de la parte posterior del radio. El
ligamento esterno es mas estrecho , y tiene me
nos estensiori que el interno.
El radio está sujeto á los huesos de la prime
ra fila del carpo y á los del metacarpo por nueve
' ligamentos. Los tres primeros corresponden al
semilunar, y se distinguen en largo, corto y del
gado : el primero se radica en la grande tubero
sidad del radio, y termina en el hoyo del semi
lunar: el segundo tiene su origen en la tubero
sidad interna del radio , y termina en la parte
interna del semilunar; y el tercero se ata por cL
estremo superior en el cóndilo interno del ra
dio , y por el inferior en•la pequeña cavidad del
semilunar. El cuarto ligamento de los nueve que
sujetan estos huesos se ata en la cavidad que
hay encima de la eminencia media del radio , y
[ 373 ]
termina en la escavacion del hueso triangular.
El quinto se ata por un estrerao en la parte
esterna de la tuberosidad grande del radio , y
por el otro en la escavacion esterna del hueso
irregular. El sesto se radica superiormente en
la parte esterna del cóndilo esterno del radio, y
por sa parte inferior en el borde esterno del
hueso corvo. El séptimo es bastante fuerte, tie
ne su origen en la escavacion de la tuberosidad
interna del radio , y termina en la impresion
ligamentosa de la caña. El octavo se radica en
el espacio triangular del radio , se dirige hácia
atras, y termina en la escavacion del peroné
interno donde se une al tendon del músculo ra
dio peroneo interno. El noveno es el mas ro*-
busto de todos, se ata á las tuberosidades grande
y esterna del radio , se dirige hácia atras , y fi
naliza en la escavacion de la cabeza del peroné
esterno. Este ligamento cierra la sinuosidad es
terna del radio, y da paso al tendon del músculo
«tensor lateral del pie. .
La caña está sujeta al trapezoides por dos li
gamentos, uno anterior y otro posterior: el pri
mero se ata á la tuberosidad anterior del trape
zoides por su estremo superior, y por el inferior
á la tuberosidad de la caña ; y el segundo tiene
su origen en la apófisis del trapezoides y termi
na en la parte superior y posterior de la caña.
tomo i. 18
Ademas de estos ligamentos hay otros tres, uno
entre el semilunar y el peroné interno, y los
otros dos entre este hueso y el pequeño cunei
forme. £1 primero se ata en la escavacion de la
tuberosidad baja del semilunar por detras del
pequeño cuneiforme , y termina con el tendón
del músculo radio peroneo interno. De los dos
del cuneiforme pequeño , uno es lateral y otro
posterior: el primero se fija en la parte esterna
del cuneiforme y en la cabeza del peroné inter
no, y el segundo nace de la porción áspera de la
parte posterior de este hueso, y finaliza en la
parte posterior de la cabeza del peroné interno.
El peroné esterno tiene también tres ligamen
tos; uno que pertenece al hueso corvo , y dos
al grande cuneiforme. £1 primero se ata en la
parte media de la cara esterna del corvo , y en
la posterior de la cabeza del peroné esterno.
Los ligamentos del grande cuneiforme se dis
tinguen en anterior f posterior: el primero se
radica en la impresión del cuneiforme, y va á
terminar en la parte lateral de la cabeza del pe
roné esterno ; y el segundo nace del hoyo del
tubérculo del cuneiforme , y termina en la parte
posterior de la cabeza del peroné esterno.
Los huesos de la primera fila de la rodilla es-
tan sujetos entre sí y con las de. la segunda por
varios ligamentos que facilitan los movimientos
V
[37.51.
de la articulación, é impiden su separación.
Hay ademas varias fibras ligamentosas que
sujetan los huesos del carpo al radío , y á los del
metacarpo por toda su superficie esterna.
Tanto los huesos del carpo como los ligamen
tos que los sujetan están cubiertos por una ban
da fibrosa , ancha y muy fuerte llamada cápsula
común de la rodilla, la cuál se estiende desde la
parte posterior é inferior y algo interna del ra -
dio , hasta la superior de la caña , y ademas de
sujetar fuertemente los huesos forma un arco
ligamentoso que da paso á varios tendones.

DE LOS LIGAMENTOS DE IOS HUESOS QUE COM


PONEN LA ARTICULACION DEL MENUDILLO.

El gran hueso del metacarpo y el primer fa


lange están sujetos por dos ligamentos en cada
lado , uno vertical y otro oblicuo. El primero
se ata por un estremo en la pequeña tuberosi
dad de la estremidad inferior del hueso grande
del metacarpo , y por el otro en las asperezas
del estremo superior del primer falange. El
oblicuo, mas grueso y corto que el precedente,
tiene su origen en la pequeña cavidad de la es
tremidad inferior de dicho hueso del metacar
po, se dirige hacia atrás, y finaliza en el tubér
culo del primer falange.
[a7frí
Los huesos sesamoideos estan sujetos á la ca
ña por tres ligamentos; dos laterales, esterno é
interno , y otro posterior : los dos primeros se
atan á las tuberosidades de la caña , se dirigen
hácia abajo y atras , y terminan en la parte me
dia de la cara esterna del sesamoideo que l e
corresponde: el tercero es bastante largo, grue
so y robusto , cuyo origen es tan obscuro , que
no puede asegurarse si lo tiene en la parte su
perior y posterior de la caña , ó en los huesos
de la rodilla , por estar mezcladas sus fibras con
Otras muchas que se hallan en estas partes. Cual
quiera que sea el origen de este ligamento , se
dirige hácia abajo por la parte posterior de la
caña , y en su parte media se divide en dos ra
mas que van á radicarse cada una por su lado en
tacara esterna de los sesamoideos. Entre estos
y el primer falange hay un ligamento triangular
que tiene su origen por tres pequeñas porciones
de la base de los sesamoideos, las cuales se reu
nen y forman un solo cuerpo delgado y aplana
do que finaliza en la pequeña eminencia del pri
mer falange.
Los dos huesos sesamoideos estan sujetos en
tre sí por un gran número de fibras ligamentosas
sumamente fuertes. Tambien se unen estos hue
sos al primer falange por dos ligamentos que se
radican en la cara posterior de los sesamoideos,
(.377 1
se dirigen hácia abajo, cierran la escotadura
triangular del primer falange, y terminan en los
tubérculos de este hueso despues de cruzarse en
su trayecto, ;, .

LIGAMENTOS DEL PRIMERO Y SEGUNDO FALANGE.

Estos ligamentos son en número de seis ; dos


laterales , uno interno y otro esterno , y dos
posteriores en cada lado.'
Los laterales se atan superiormente en las pe
queñas tuberosidades del primer falange , y se
fijan en el borde posterior y superior del se
gundo. , v. *
De los posteriores los mas largos tienen su
insercion en las líneas de la cara posterior del
primer falange , y terminan al lado de los late
rales. Los otros dos se fijan en las desigualdades
posteriores del primer falange , y terminan reu
nidos á los precedentes.

de los ligamentos' del' segundo y tercer


Falange.

La corona y el tejuelo estan sujetos por dos


ligamentos laterales, uno interno y otro esterno;
se atan cada uno por su lado en los hoyos de las
partes laterales de la corona; se dirigen hácia
atras , y se radican cerca de las eminencias la
terales del tejuelo.
El. navicular está sujeto al tejuelo por varias
fibras ligamentosas ; superiormente está sosteui-.
do por una porcion tendinosa que procede del
tendon del músculo flexor del pie que se radica
en todo el borde superior de este hueso. AJe-
mas está sujeto al primer falange por dos liga
mentos que se atan superiormente en las pe
queñas tuberosidades del primer falange , é in
teriormente en los ángulos del navicular.

FIN DEC, TOMO PRIMERO.

::

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