Como Empezar El "Proceso de Reevaluación": Turnarse para Escucharse
Como Empezar El "Proceso de Reevaluación": Turnarse para Escucharse
Como Empezar El "Proceso de Reevaluación": Turnarse para Escucharse
Éste es un problema que impide el manejo de todos los otros desafíos clave que el mundo
enfrenta hoy día.
Capítulo 1 - Este libro presenta una corta descripción de cómo son las personas en
términos de su respuesta al entorno.
Capítulo 2 - Con respecto a sus respuestas dinámicas al medio ambiente, las y los seres
humanos se parecen más a las otras criaturas vivientes que a la materia inerte, la cual se
caracteriza por su pasividad hacia el medio ambiente.
Capítulo 3 - Las y los seres humanos se diferencian de todas las otras criaturas vivientes
por el tipo de respuestas activas que tienen hacia el medio ambiente.
Con excepción de las y los seres humanos, las respuestas dinámicas de las criaturas
vivientes al medio ambiente se limitan a seguir patrones preestablecidos (instintos).
Las y los seres humanos tienen la habilidad de crear una respuesta nueva y única ante cada
situación nueva y única que enfrentan, y usarla (ésta es la definición de inteligencia).
4) Basado en este entendimiento, se crea una respuesta nueva y apropriada para acoplarla a
la situación actual en la medida en que la información disponible lo permita; y
5) La información nueva de la situación actual, entonces, se archiva como material útil con
el cual evaluaremos las experiencias futuras.
Capítulo 5 - Cada ser humano tiene una cantidad enorme de la inteligencia flexible aquí
descrita.
La persona que parece ser un "genio" es alguien cuyas circunstancias le han permitido
mantener funcionando una porción considerable de su inteligencia flexible mientras la
inteligencia de las personas a su alrededor estaba limitada por sus variadas circunstancias.
Capítulo 6 - En este capítulo, Harvey Jackins presenta un diagrama para ilustrar la enorme
inteligencia del ser humano.
Además de una vasta inteligencia, el ser humano tiene una forma natural de sentirse.
Lo que sentimos naturalmente las y los seres humanos es entusiasmo; nos sentimos capaces
de disfrutar mucho de la vida.
Las y los seres humanos tienen también una manera natural de relacionarse.
El resto del comportamiento y sentimiento humano que caiga fuera de lo que se pueda
describir así (por ejemplo, la irracionalidad y el dolor) no es inherente al ser humano, sino
adquirido—es el resultado de algo malo que pasó.
Capítulo 8 - Lo que suele pasar es que nos lastiman, ya sea emocional o físicamente.
En otras palabras, cuando algo en el presente nos recuerda una experiencia angustiosa del
pasado, hay una compulsión hacia tener los mismos sentimientos de angustia del pasado,
asumir las mismas actitudes y tomar las mismas acciones que las de aquel tiempo, aunque
la situación haya cambiado.
Entonces, la persona termina predispuesta a angustiarse con más facilidad, por más cosas,
con más frecuencia, más profundamente y por períodos de tiempo más largos.
Capítulo 13 - Este capítulo describe los comienzos del daño, en la vida temprana del ser
humano. Temprano en nuestra vida estamos vulnerables a ser heridos una y otra vez,
principalmente por los patrones de angustia de las y los adultos que nos rodean.
Aunque estos patrones inhiben la capacidad del ser humano y disminuyen su potencial, no
dominan el comportamiento ni los sentimientos del ser humano excepto cuando
circunstancias particulares en el entorno lo reestimulan.
Estas grabaciones no operan en la persona, sino hasta que algo en el entorno le recuerda
demasiado a una experiencia pasada de angustia.
Capítulo 15 - Para todas las personas adultas, algunas grabaciones han sido reestimuladas
tantas veces que se tornan crónicas.
Para liberar a una persona de un patrón crónico, se requiere más trabajo e ingenio que para
liberarla de un patrón intermitente.
Capítulo 16 - Esta teoría explica por qué seres humanos racionales se pueden comportar de
manera irracional.
Las personas adultas tenemos muchas angustias que interfieren con nuestra capacidad de
ayudar a la gente joven a desahogar sus heridas y evitar heridas nuevas.
No obstante, las personas adultas aun con poca información y entendimiento pueden hacer
una diferencia significativa en la vida de la gente joven.
Capítulo 18 - El proceso de daño y pérdida causado por las experiencias de angustia se
puede revertir, y se pueden recuperar la inteligencia y las habilidades perdidas.
Las y los seres humanos cuentan con un proceso de sanación natural (el desahogo de la
angustia).
Cuando la lastimasen, una persona buscaría de manera natural a un adulto con atención y
comenzaría a desahogar la angustia espontáneamente hasta que la angustia quedara drenada
completamente.
Toda la gente desahoga de estas maneras espontáneas al comienzo de su vida. Sin embargo,
el proceso requiere la atención consciente de otra persona para poder completarse.
Los patrones de interferir con el desahogo existen en todas las culturas y se transmiten de
generación en generación.
Capítulo 20 - Las personas siempre están buscando atención de las demás personas y
tratando de desahogar y sanarse, pero a menudo sus esfuerzos se ven frustrados, porque las
otras personas también buscan atención y, a veces, se les hace difícil prestar atención.
Cada paso que una persona toma en esta dirección es gratificante y vale la pena—es una
ganancia para el disfrute de la vida.
Capítulo 22 - Dos personas pueden ayudarse la una a la otra a sanar y recuperar su
inteligencia inherente y sus otras capacidades humanas.
Pueden hacerlo turnándose para escucharse la una a la otra y facilitando el proceso del
desahogo y reevaluación.
Al terminar el tiempo acordado la persona que habló toma el papel de escucha, y la que
escuchó primero ahora habla sobre el tema que desee hablar.
Es un intercambio equitativo. Ninguna de las dos personas debe nada a la otra. Luego del
encuentro en general ambos o ambas se sentirán más aliviadas/os y podrán pensar con
más claridad. También es divertido hacerlo.
Es una buena práctica para repetirla siempre que tengas una oportunidad. A medida que
practiquen escucharse de esta manera llegarán a conocerse mejor y a apreciarse
mutuamente cada vez más.
Además uno o una se vuelve mejor escucha. Todo el proceso se vuelve más efectivo
cuanto más se lo utiliza.
Los "turnos" o "sesiones" de Co-Escucha pueden ser tan largos o cortos como se desee y
según el tiempo que se disponga. Incluso unos pocos minutos compartidos con tu co-
escucha pueden marcar una enorme diferencia en tu habilidad de pensar y funcionar, y
compartir un par de horas es aun mucho mejor.
¿QUÉ OPINAS?
Esta es la idea básica del Proceso de Reevaluación-dos personas que se turnan para
escucharse mutuamente. Podemos cambiar muchas cosas en nuestras vidas tan sólo
sabiendo hacer esto.
Si estás leyendo esto junto a otra persona pueden, al llegar a este punto, dejar la lectura e
intentar escucharse mutuamente en turnos de diez minutos cada una. Luego podrán
contarse sus impresiones.
Cuando hayas "sesionado" algunas veces con la misma persona será importante que
dediquen un tiempo a hablar acerca de qué les pareció la experiencia. ¿Qué te pareció
tener a alguien escuchándote sin interrumpirte? ¿Lo disfrutaste? ¿Te gustó escuchar a
otra persona sin interrumpirla? ¿Te gustaría continuar practicando esto? Puedes continuar
leyendo este folleto si deseas más información sobre cómo hacerlo bien.
"Nuevos y buenos"
Puedes comenzar tu sesión como hablante contándole a tu escucha qué cosas buenas,
grandes o pequeñas, te han ocurrido últimamente. Puede ser la hermosa puesta de sol
que viste ayer por la tarde o tu nuevo empleo o un problema que resolviste la semana
pasada. La idea es darte a tí mismo/a la oportunidad de mirar hacia las cosas que están
funcionando bien. (Esta es una buena idea, en especial si te estás sintiendo desalentada/o.
Te ayuda a recordar que quizás las cosas no son tan malas como las sientes.) A veces la
gente dedica sesiones completas de Co-Escucha solamente contando sus "buenos y
nuevos" y al finalizar se sienten mucho más positivos/as acerca de sí mismos/as y piensan
con mayor claridad.
Contratiempos recientes
Si algo te ocurrió recientemente que te ha hecho sentir mal, una sesión de Co-Escucha es
un buen lugar para hablar de ello. Puedes contar tanto o tan poco de ello como desees, y
lo puedes relatar una vez o una y otra vez. Con toda probabilidad encontrarás que muchos
de tus problemas se empequeñecen si solamente tienes la oportunidad de hablar sobre
ellos sin que nadie esté intentando darte un consejo o solucionarlos para tí. Encontrarás,
con más frecuencia de lo que crees, que tú puedes pensar en una buena solución si tienes
a alguien cerca que te escuche y dé muestras de tener confianza en tí en tanto tú te
sientes mal y hablas sobre ello.
Si utilizas tu turno como hablante para hablar sobre algo que te está incomodando
puedes, a veces, después de haber podido hablar sobre ese contratiempo por un rato,
preguntarte (o tu coescucha puede preguntártelo), "¿A qué te recuerda esta situación o
este sentimiento? ¿Cuándo te sentiste de esta manera antes?" Casi siempre pensarás en
una situación del pasado donde te hirieron o molestaron de manera similar. Será evidente
que viejos sentimientos del pasado persisten todavía en tu mente agregando a una
situación actual más confusión y malos sentimientos de los que esa situación de hecho
tiene. Si puedes hablar sobre esa situación más temprana, qué ocurrió entonces, cómo te
sentiste y cómo te afectó algunos de esos viejos sentimientos, podrán desahogarse
quedando tú con una mirada más fresca sobre la dificultad presente.
Historias de vida
Autovalorización
A muchos y muchas de nosotros/as se nos humilló o maltrató tanto que nos es muy difícil
ahora sentirnos bien acerca de nosotros/as mismos/as. Se nos ha "echado la culpa" por
cosas cuando estábamos haciendo lo mejor que podíamos. Se nos han dicho muchas
mentiras. Nos dijeron que si gustamos de nosotros/as mismos/as somos "engreídos/as" y
que no deberíamos sentirnos satisfechos/as de nosotros/as mismos/as. Nada de esto es
verdad. La gente debe sentirse bien acerca de sí misma. Cuando nos sentimos bien acerca
de nosotros/as mismos/as tratamos mejor a los demás, no peor.
En una sesión de Co-Escucha, cuando tú eres hablante, puedes contarle a tu escucha qué
te gusta acerca de tí misma/o. Cuéntaselo en un tono de voz que suene a que estás muy
orgullosa/o de tí misma/o (no "superior," solamente orgullosa/o). Cuénta-selo a tu
escucha una y otra vez. Podrás encontrar que es difícil hacerlo, pero sigue haciéndolo. No
suprimas tu risa o tu llanto o cualquier otro tipo de desahogo. Intenta apreciarte a tí
misma/o en todo (EN TODO). Cuando notes algunas cosas que te cuestan más trabajo
apreciar (por ejemplo, tu aspecto o tu inteligencia), concéntrate en trabajar apreciando
ésas. Es probable que recuerdes incidentes en tu vida temprana donde te criticaron o te
culparon o maltrataron. Será útil hablar de estos incidentes durante tu sesión cuando es
tu turno ser hablante.
Objetivos
Ayuda a que tu vida funcione mejor si fijas objetivos para tí misma/o o consideras cómo
estás evolucionando en la dirección de las metas que te ya hayas fijado. Esto es algo muy
útil de hacer cuando eres hablante en la sesión de Co-Escucha. Considera cada período
futuro de tu vida, decidiendo tentativamente qué metas deseas alcanzar mañana, la
semana próxima, este año, los próximos cinco años, los próximos veinte y toda tu vida. Al
hablar de cada período futuro podrás pensar qué pasos necesitarás dar para alcanzar tus
metas.
En ocasiones, revisar tus objetivos y los obstáculos que existan en tu camino te ayudará
para llegar a ellos.
Si cuando es tu turno hablas sobre algo que se expresa en un relato animado, risas,
lágrimas, temblores, sudor o bostezos (todas ellas formas de desahogo), no te apures por
intentar hacer algo diferente. Intenta repetir varias veces lo que decías o hacías hasta que
se te haya agotado el desahogo. Vale la pena hacer esto una y otra vez todo el tiempo que
sea necesario. El mayor beneficio de la práctica de Co-Escucha resulta luego de esta
liberación de tensión. Ello hace posible que podamos pensar y actuar en modos que hasta
ese momento estaban inhibidos.
Terminar la sesión
GRUPOS DE APOYO
También funciona reunir un pequeño grupo de gente y turnarse para escucharse entre
todos. (En Co-Escucha denominamos a esto "grupo de apoyo.") A cada persona se le da
aproximadamente el mismo tiempo para hablar en tanto el resto del grupo presta
atención.
Una persona actúa como líder del grupo para ayudar a los miembros a decidir cuánto
tiempo trabajará cada persona, quién irá primero, etc. Cuando cada persona tuvo su turno
como hablante puedes cerrar el grupo haciendo que cada persona tenga la oportunidad
de decir qué le gustó del grupo o hablar de algo que esté esperando hacer.
Los grupos de apoyo se pueden reunir con tanta frecuencia como sus miembros lo deseen.
El grupo puede estar formado por amigos/as, compañeros/as de trabajo, vecinos/as o por
gente con un interés o procedencias comunes. Compartir algo en común con el grupo
ayuda a la gente a sentirse más segura para hablar acerca de los temas que necesita
hablar. Por ejemplo, existen grupos de apoyo para mujeres, hombres, madres y padres,
gente joven, gente de clase trabajadora, gente del mismo grupo étnico o religión,
discapacitados, artistas y muchos otros.
Los grupos de apoyo son una buena estructura para que gente con historias de vida o en
situaciones similares pueda hablar acerca de lo que sienten por poseer esa particularidad
y porqué están orgullosos/as de ello. Los grupos de apoyo son también buenos para
hablar de porqué ha sido difícil pertenecer a ese grupo humano, qué cosas les gustaría
que los demás comprendieran sobre ellos/as, y qué cosas les gustaría hacer en relación
con ese grupo particular.
Por ejemplo, en un grupo de apoyo de mujeres, cada una usará su turno para compartir
con las demás qué le gusta de ser mujer, qué le resultó difícil como mujer, qué le gustaría
que los hombres comprendiesen sobre ellas, de qué manera le gustaría que mejorasen las
vidas de las demás mujeres y de qué maneras ella se va a acercar a otras mujeres.
El lado humano de los seres humanos (la teoría del Proceso de Reevaluación),
Manual para la práctica de Co-Escucha (la práctica básica para comenzar Co-Escucha)
También hay disponibles grabaciones en audio y video. (Están todos en inglés, pero
tenemos diferentes formatos de video para diferentes países así como transcripciones
escritas a máquina para cada video.) Alguna persona en nuestras oficinas podrá orientarte
acerca de cuáles te serán útiles para comenzar.
Si no puedes pagar las publicaciones podrás explicar esto a quien te atienda y, de ser
posible, nuestros Fondos de Extensión cubrirán parte de los costos para que puedas
comenzar.
Existe una página Web del Proceso de Reevaluación que contiene mucha información y
artículos. Si estás en un área donde todavía no se enseñan clases de Co-Escucha puede
que te ayude utilizar la "clase" on-line que ofrecemos en esta página Web.
La gente que usa del Proceso de Reevaluación encuentra que éste la ayuda a pensar
mejor, mejorar sus relaciones, defender las causas que considera justas, y disfrutar más de
la vida. Las personas co-escuchas en general "recuperan" su inteligencia en tanto usan del
proceso y mejoran en su manera de utilizarlo. Ellas enseñan Co-Escucha a otras personas y
les enseñan cómo enseñar a otra gente de modo que en algunos lugares hay mucha gente
usando Co-Escucha, enseñando en clases y talleres, aprendiendo la una de la otra, y
apoyándose y animándose mutuamente.
Tenemos publicaciones en unos treinta idiomas diferentes, escritas por co-escuchas de
todos el mundo, con historias sobre cómo utilizan Co-Escucha y con mucha información
sobre gente de diversas edades, procedencias y situaciones.
Tenemos algunas reglas básicas y unas "Guías de las Comunidades de Co-Escucha" que
nos ayudan a las personas escuchas a tener todo bien organizado.
Buena suerte.
Bienvenidos, de todos modos, usted ha llegado aquí. Me llamo Tim Jackins y yo soy parte
de este operación. Se llama coescucha o el proceso de re-evaluación. Hay muchas partes de
este proceso, la mayoría que no son aparentes en esta aula. Coescucha empezó con unas
personas en los años 50 con unas ideas sobre cómo somos los seres humanos, dónde nos
confundimos y nos perdimos, y cómo cambiar cosas para guardar las mentes con más
capacidad, disfrutar la vida, y tener vidas más largas. Durante estos cincuenta y tal años,
hemos involucrado muchas personas y hemos descifrado mucho. Hemos publicado muchas
revistas. Grupos diferentes tienen sus propias revistas de cómo han usado estas ideas en sus
circunstancias.
Puedo darle un resumen de las ideas básicas. Pienso que no van a ser desconocidas. Quizás
suenan un poco raras en unas maneras, pero va a querer que son precisas, si las cree o no,
porque son una colección de ideas llenas de esperanza – estas cosas que asumimos de los
seres humanos. Todo nuestro trabajo las apoya, pero son suposiciones porque no las
podemos probar en ninguna manera definitiva.
Inteligencia enorme y extensa
Primero, asumimos que usted es tremendamente inteligente, que tiene más inteligencia que
nunca ha soñado tener. La tiene. La tiene. La tiene. Aparentemente, cada ser humano nace
con una inteligencia enorme, a menos que un daño físico se haya pasado con el cerebro. Si
éste no le ha ocurrido, usted es tremendamente inteligente. No podemos decir si es más o
menos inteligente que otra persona, pero si hay diferencias, son tan pequeñas en
comparación a la inteligencia que tiene y por eso no importan. Las personas estás
confundidas cuando luchan con “quién es más inteligente que quién” porque éste no
realmente tiene nada de ver con los seres humanos y su inteligencia, sino una confusión.
Pensamos que la inteligencia humana es única, que los seres humanos piensan en una
manera diferente de otras criaturas. Unos de nuestros primos se nos parecen en muchas
maneras, incluyendo poder hacer cosas que otros animales no pueden. Sin embargo, ningún
otro animal es exactamente como nosotros. Se ve este por observar – ningún otro especie
construye cosas como nosotros o tiene ventanas de vidrio o ha podido rehacer el ambiente
como hemos hecho. Ningún otro especie ha podido viajar por todo el mundo y sobrevivir y
tener vidas buenas en todos los ambientes diferentes. Requiere algo para hacer esto y
obviamente lo tenemos. Éste no indica que somos inteligentes todo el tiempo o que no
cometimos errores o estropeamos grandes partes del mundo, pero sí tenemos cierta
habilidad de pensar y descifrar las cosas.
Pensamos que todo esto es natural para cada uno de nosotros, que es la manera en que
personas vivirían naturalmente. Sin embargo, sospecho que haya momentos en la vida que
no son así, momentos en que usted no sea inteligente, entusiasta, o cooperativo. Momentos,
sólo momentos. Pequeñas excepciones. Quizás hay alguien con quién usted no disfruta
estar o con quién es difícil comunicar. O, quizás despertarse esta mañana no ha sido tan
lleno de alegría. O, tal vez no ha salido bien en arreglar otra manera de existir en el mundo-
que la casa que ha construído se ha caído, o ha decidido mudar a un lugar donde siempre
hace frío. Hacemos malas decisiones y nos atascamos. Tenemos dificultad entre nosotros.
Errores
Tener nuestra inteligencia no significa que no cometimos errores. Significa que aprendemos
de estos errores. Un error es solamente un error- algo no pasó como lo queríamos pasar.
Mire a los jóvenes. Si aprenden lanzar una pelota a otra persona, van a lanzar la pelota y la
pelota se va a otra dirección porque no tienen el control. A los niños, éste no les importa.
Los mira intentar y intentar otra vez, y la pelota llega más cerca de la otra persona con cada
esfuerzo. Aprenden de cada intento. Cuando los adultos cometen errores, se rinden. O,
hacemos el mismo error muchas veces. Quizás quemamos los huevos de la misma manera,
o golpeamos la pierna en la misma mesa, o no recordamos abrir la puerta. Una y otra vez,
cometemos errores y no aprendemos. Cometemos errores en las relaciones.
Tenemos problemas en las relaciones. Los padres – los vemos como un ejemplo? Hay
lugares donde atascamos con los padres. Cada vez que volvemos a casa (sólo necesitamos
caminar por la puerta y escuchar el tono de voz o oler el olor de la casa), todas las viejas
dificultades entran en nuestras mentes. Éste es porque cuando se nos hace daño, las cosas
congelan en la mente. Las cosas no son bien pensadas como en las mentes no heridas.
Decimos que se forma un patrón de angustia. Todo en este incidente horrible se junta y está
sin digerir. Las mentes no lo pueden dar sentido y respondemos de una manera sin pensar
bien. Nos damos la vuelta y salimos pisando fuerte por la puerta – o lo que sea el hábito en
la familia para resolver trastornos. Es mal porque perdemos la oportunidad a descifrar algo,
pero también la herida nos causa problemas en el futuro, cuando estamos en una situación
semejante. Cada vez que volvemos a casa, es más difícil. Nos perdemos más rápidamente.
Dónde todos estos sentimientos viejos y difíciles vienen en esta manera, lo llamamos
reestimulación.
Enseñé en una universidad de comunidad por unos 30 años y fue muy claro que los
estudiantes habían recibido una colección de patrones de angustias relacionados a aprender
en escuelas. Volvieron a la escuela porque querían. Habían cosas que querían aprender.
Pero, los podía ver caminar por la puerta e ir más lentos por todas las memorias de las
dificultades anteriores en la escuela. Buscarían un asiento y se sentarían y un porcentaje se
dormiría. Todos los sentimientos viejos de estar derrotados, aburridos, de no entender,
volverían a la memoria y literalmente los estudiantes se desmayaron con dormir. Si usted
asistió mucho a la escuela, seguro que ha tenido este tipo de experiencia – abrir un libro de
texto, mirarlo, y quedarse dormido. Algo así ha pasado a casi todos. Es un resultado de la
manera en que nuestra inteligencia se interrumpe por patrones de angustias.
Se ocurre mucho. Cuántas cosas lo molestaron? Cuatro mil trescientos diez y siete, hoy?
Unas lo dan vergüenza. Otras le dan miedo. Unas le dan tristeza. Muchas le hacen sentir
sólo. Unas le hacen sentir aburrido. Enfermarse o estar herido crea patrones de angustias
también. Usted ha notado como casi siempre se enferma en la misma manera? Con el
mismo picor el la garganta o con el mismo dolor de cabeza? Unas cosas siguen volviendo.
Sólo lo que requiere es una circunstancia semejante a la que hizo daño la primera vez y la
mente revive todas las cosas que no tenían sentido antes. Luego se confunde mucho. Por
ejemplo, las relaciones. Usted tiene una relación con alguien. Cuánto parece esta persona
como otra persona que conocía antes? Cuando una relación se rompe, muchas personas se
van y buscan a otra persona que tiene mucho en común con la persona con quien tuvo otra
relación. Tienen relaciones con una serie de personas que son reactivamente atractivas a
ellos porque hay algo semejante que antes, y la misma dificultad ocurre cada vez.
Conseguimos la mejor vista del proceso con observar los niños. Cuando un niño pequeño
recibe una herida, busca a alguien que puede escuchar. Acerca a esta persona, habla de lo
que ha pasado, y llora. Llora y llora. Casi siempre, nadie puede dejar de llorar los niños.
“Está bien o cálmate o toma la botella.” Cuando crecemos, es una pastilla o una bebida que
nos impide mostrar cómo nos sentimos.
Lágrimas son partes de este proceso de curación. Son un señal exterior. Son una indicación
fiable de lo que llamamos el proceso de desahogos. No le puedo decir que pasa en la mente.
Pero puedo decir que si se permite a una persona que llore suficiente, se nota un efecto, y
otras personas se notan un cambio también. (Niños pequeños lloran por 15 minutos y
después no se nota que nada hiriente les han pasado). Si otra persona se nos permite llorar,
si nos escucha, y no nos aconseja, ni nos silencia, si solamente nos escucha, vamos a llorar
y llorar y la tensión del incidente herido saldrá. Luego, estamos mucho más relejados de lo
que ocurrió. Podremos pensar en el incidente sin trastornarnos y un patrón de angustia no se
forma.
Debía haber tenido esta oportunidad cuando cosas hirientes le ocurrieron, empezando con
el nacimiento. He propuesto que creamos una nueva posición que se llama “receptor del
bebé,” cuyo trabajo completo es estar allí en el nacimiento y poner atención al bebé si el
bebé necesita llorar. Sería todo lo que haría. No preocuparía del salud del bebé ni nada.
Otras personas harían esto – existen profesionales. Pero la idea de actualmente escuchar a
alguien no está bien entendida. Y las heridas que adquirimos por no haber estado
escuchados suficientemente nos dan confusión y problemas.
Aquí se sienta con una gran colección de cosas dolorosas que no se olvida y otro grupo que
no se acuerda que ha pasado. Y todos nos afectan. Sin embargo, el proceso de curación
funciona toda la vida. Las maneras en que nos hemos sido heridas son accesibles al proceso
para siempre. He trabajado con personas con 80 años que hablan de crecer en una granja y
con lo antipático que era su papá cuando tenían seis años, y se enojan con él y lloran y
gritan y algo cambia en sus mentes. Algo que les prohíbe por sesenta años a relejar, algo se
alivia para que piensen mejor. Se sienten mejor también, que es interesante, pero no es lo
que más me importa. Actualmente piensan mejor y empiezan a decidir cosas
diferentemente y vivir vidas más grandes.
Coescucha
No hemos encontrado ningún patrón de angustias que no empieza a mover cuando
trabajamos en él usando el proceso natural de curación. Una gran parte del proceso de re-
evaluación/coescucha es descifrar cómo poner en acción este proceso en nuestras mentes, y
aprender a escuchar y apoyar a alguien mientras usa este proceso. En una sesión de
coescucha, se usa el tiempo que tiene, una hora o dos horas, y se divide en dos partes. En la
mitad suya, habla de lo que necesita hablar. Decide de qué quiere hablar. Y, puede hablar
en generalidades o con detalles precisos, depende de la seguridad que se siente con el
consejero. Cuando se conocen mejor, se siente más seguro y habla más. Habla por la mitad
de la sesión, y después, cambia papeles y la otra persona habla y usted escucha.
Por las primeras sesiones, el maestro de la clase de fundamentales aconseja que “se calle y
escuche. No diga nada. No dé consejos. No cuente un cuento semejante de si mismo.
Tendrá su turno. No hagas nada para interrumpir. Sé interesado en el cuento de la persona.”
Luego, cuando no se siente como usted quiere interrumpir, aprende a preguntar preguntas
que animan el consejero. No son para su información, sino para que el consejero siga
hablando, porque muchos de nosotros no tememos a nadie que esté interesado. Muchos
también tenemos miedo de que nadie entienda, y por eso, hablamos con cuidado por un
rato.
Es interesante. Muchas veces es una sorpresa. Nos damos cuenta de que alguien nos
escucha y de lo raro que es. Estamos estupefactos de lo poco que fuimos escuchados y de lo
poco escuchamos a otros. Y claro es parte de cómo el proceso de curación no ha sido
podido operar. (las condiciones por interferir con el proceso llegaron a ser parte de la
sociedad hace mucho tiempo. Solamente nos las heredamos). Entonces es realmente
interesante solamente hablar, estar libres a proponer los pensamientos en nuestras mentes a
otra persona. Muchas veces es todo lo que pasa en las primeras sesiones. Si continua tener
sesiones con la misma persona, se preocupa menos. Cuenta los mismos cuentos, pero los
cuentos cambian. La primera vez que los cuenta es como si los dijera en la tercera persona.
Es un “había una vez” tipo de cosa. Luego después de que haya contado una vez los
cuentos, y los haya revisitado, cuenta con el consejero un poco más. Incluye un poco más
de si mismo. Y luego un poco más.
Aumentar la seguridad
Mientras establece la relación, algo interesante ocurre. No lo planea. La mente asume el
control. Al principio, maneja la sesión cuidadosamente y no revela demasiado y no se
arriesga. En un punto cuando la mente se siente segura, la mente hace una decisión que
usted no intentó hacer. Asume el control de las preocupaciones y empieza contar el cuento
cómo fue. Recuerda como se sintió.
Cuando antes solo tenía una lágrima pequeña en la mejilla, vienen más. Es como sí
regresara allí y estás luchando para si mismo en vez de ser víctima. Se ve un vistazo de no
ser empujado de lo que le ocurrió. A este punto, el proceso funciona como debía haber
funcionado en el principio, cómo esperaba funcionar todos estos años. Se ve algo mover en
la mente.
Hay un grupo de nosotros que hemos hecho éste por cincuenta y siete años. Sabemos
mucho del proceso, pero no sólo se puede aceptar lo que decimos o que lee. El proceso no
funcionará a menos que lo piense y lo pruebe. Tiene que pensar sobre el proceso porque no
es rígido. Es sobre recuperar la mente. Tenemos guías para ayudarle no cometer los mismos
errores que hicimos en descifrarlo, pero es muy importante que piense y que lo pruebe por
si mismo.
Las personas que están luchando o que no pueden salir de las angustias, frenan a todos.
Entonces personas que usan estas ideas, después del trabajo preliminar, tratan de involucrar
más personas. Acelera también su propio uso del proceso de desahogo.
Pensamos que todos pueden ser un líder, y hacer muchas otras cosas también. No pensamos
que los lideres son especiales, excepto tal vez tuvieron unas oportunidades antes de otras
personas. Tuve una oportunidad temprano porque mi padre trabajaba con coescucha. Hace
cuarenta y nueve años, me involucré y tuve muchas sesiones, cometí muchos errores,
comprendé unas cosas y traté de alcanzar a mucha gente. Con hacer esto, mejor se entiende
el proceso. Le funciona mejor mientras involucra otras.
Va a trabajar en heridas que no podía desahogar. Por una parte, se necesita hablar de las
heridas, poner la mente en las heridas. Hay otras cosas que ayudan también. Por ejemplo,
hay DVDs de mi padre hablando o trabajando con personas. Cuando tenía trece años,
aprendí por mirar a mi papá trabajar y hablar. Estudié qué hizo, por qué preguntó una
pregunta particular, cómo ayudó a la mente de una persona ir a un sitio dónde no podía ir
sólo. Por eso, hacemos preguntas en el proceso de reevaluación – dejar que las personas
sepan que somos interesados y a ayudarlas guardar la mente en el lugar dónde necesitan
trabajar. Es difícil hacerlo sólo. Siempre es útil tener otra persona pensando con si mismo.
La regla de no socialización
Tenemos guías que resumen lo que hemos descifrado sobre crear una comunidad del
proceso de reevaluación con personas que funcionan bien juntas. Una cosa que se requiere
es, si va a tomar una clase del proceso de reevaluación, que no tiene ningún otro tipo de
relación con las personas que conoce en coescucha – sólo se puede tener una relación de
coescucha. Hay muchas razones importantes para esta regla y se entiende mejor cuándo
tiene más experiencia. La razón grande es que muchos de los patrones de angustias son de
relaciones y tratamos mantener aparte la relación de coescucha y los patrones de angustias
y no enredarse. Cuando se conoce a alguien en coescucha, va a ser consejeros, si quieren, y
nada más. Es un requisito. Se hace seguro estar en la relación de coescucha. Su consejero
no puede requerir o esperar nada sino ser un consejero. Todos tenemos expectaciones raras
que esperamos en otras personas y se confunden las cosas. Estamos aquí para hacer un
trabajo particular juntos y usamos esta relación para hacerlo. No vamos al cine juntos o
vender seguros ni dormirnos juntos. No desayunamos ni tomamos café. Podemos ser
consejeros de coescucha. Ésta llega a ser una relación grande. Se puede querer mucho uno
al otro sin tratar de hacer el resto de las cosas que no se hace bien en otras relaciones. La
relación de coescucha es separada y limpia. Es una buena idea. Me gustaría que esté de
acuerdo, pero es así.
Va a querer otras relaciones con los consejeros de coescucha. Los consejeros van a ser
inmensamente atractivos, mayormente por sus patrones de angustias. Va a tener deseos del
pasado y los conecta a personas. Predicho que va a pasar. Va a jurar que no le va a pasar,
pero ocurre, y está bien con tal de que no se confunda. Es una buena manera de trabajar en
cómo salió lastimado en otras relaciones.
La regla se protege. También, evita mucho trabajo en la comunidad en limpiar los líos. Va a
tener patrones de angustias que se conectan a alguien y está bien. Entiende lo que son, tener
sesiones, y habla con la maestra. Es imprescindible que se mantenga esta regla. Es lo que
hace seguro la comunidad por muchas personas. Pueden sentarse y tener una sesión sin
luchar con muchos incertidumbres. Es importante.
Adicciones
Otra guía es de adicciones. Cada mente quiere el desahogo y unas químicas interfieren con
el proceso. Cualquiera cosa que afecta la mente y el sistema nervioso central puede
interferir. Alcohol lo hace mal. Si se va a tener sesiones y estar en una clase de coescucha,
no vale la pena si se bebe alcohol porque prohíbe el desahogo. Sugiere que no se beba
alcohol antes o después de practicar el proceso de reevaluación. Eventualmente, todos de
coescucha deciden que alcohol no es útil y lo abandonan completamente, pero para que
funcione el proceso del desahogo, no puede beber alcohol por lo menos alrededor de las
sesiones y clases.
Confidencialidad
Confidencialidad es muy importante también. Qué va a decir a alguien sobre la vida? Cómo
reservado va a ser? Depende de la confianza. Tenemos una guía que dice que todo lo que
digo en una sesión nunca se dice a otra persona, punto. (a menos que le doy la permisión) e
igual para todo lo que me dice. Este entendimiento es el base de cada relación de
coescucha, cada sesión. Si no se puede hacerlo, nadie va a tener sesiones con usted. Quizás
puede tener sesiones pequeñas en heridas menores, pero no son las cosas que arruinaron la
vida. Las cosas que destruyeron la vida son las de que no pueden hablar fácilmente, y que
cuentan con usted para poder hablar de ellas. Confidencialidad es un requisito.
Hay una colección de otras guías y reglas pero estos son las grandes: no socializar, evitar
adicciones, mantener confidencialidad. Si se puede decidir seguir las guías, bienvenidos.
Queremos que tenga todo que sabemos. Pero tiene que trabajar. Saber no es suficiente.
Tiene que ponerlo en práctica en su vida, en sus sesiones.
Queremos que la gente sepa de estas ideas y que las personas usen las ideas porque hacen
una diferencia en las vidas. Eventualmente queremos cambiar la sociedad para que las
maneras en que recibimos heridas por ejemplo por racismo, sexismo, y clasismo, no
ocurren más – para que tengamos una sociedad en la que personas no actúan de avaricia ni
explotan a otras personas. Primero, necesitamos hacer más claras muchas mentes. Estamos
en este punto. Somos nosotros. Bienvenidos.
Comencé a liderar dentro de mi Comunidad RC hace siete años. Lo hice con muy poca
experiencia y comprensión de lo qué era realmente Co-Escucha. Contaba con mi
entusiasmo, mi sabiduría, y con el apoyo cercano y experimentado de “veteranos/as” líderes
de mi Comunidad. Pero no solamente, también tenía algo fundamental, un gran tesoro: un
montón de información escrita en castellano sobre la teoría básica de RC.
Entre nosotros/as cuatro personas de las que mantenían un compromiso firme con la
Comunidad eran “traductores para todo.” Si queríamos ir a un taller internacional
necesitábamos coordinarnos con ellas por el asunto del idioma. Ocurría parecido cuando
queríamos la traducción de algún artículo aun sin traducir al castellano.
Mis comienzos como líder me llevaron a conocer las publicaciones de RC, Young and
Powerful y Present Time mayormente. Recuerdo que ojeaba ambas muy a menudo,
buscando sentir que todo iba bien, y buscando más comprensión acerca del proyecto en que
me había metido. Me detenía en las fotografías, las cuales conocía de memoria, pues me
inspiraba observar los rostros y gestos de la gente que aparecía ahí. También leía los
titulares, los cuales con la ayuda de un diccionario se podía entender. Algo muy útil me
resultaba mirar quiénes eran los firmantes de los artículos y su lugar de origen, y también la
lista de Comunidades internacionales, personas de referencia, y áreas de liderazgo que se
encuentra en las últimas páginas del Present Time—eso me hacía sentir que formaba parte
de una amplia organización.
En seguida decidí que yo debía recuperar todo el inglés que tenía olvidado y aprender hasta
poder entender cada uno de esos artículos. ¡Se convirtió en un gran y apasionante plan! Ello
me exigía desahogar sistemáticamente sobre mis angustias referidas al aprendizaje, a los
efectos del imperialismo anglosajón, al ser líder, y al relacionarme. También durante este
tiempo he tomado diversas decisiones que me han empujado desahogar sobre estos temas.
Decidí convivir con una comunidad holandesa, hacer sesiones de tiempo especial
traduciendo yo inglés con la atención de algún escucha de esos que se dominaban esta
lengua, y suscribirme al Present Time (aunque sólo entendiera los títulos y las últimas
páginas).
Actualmente lidero un grupo de apoyo en mi Area para trabajar sobre el tema “lectura”,
incluyendo el apoyarnos en la lectura de los artículos recomendados para la comunidad
internacional de RC. He traducido yo mismo varios artículos referentes a la realidad de la
gente joven adulta y a su liberación, lo cual me ha requerido un trabajo sistemático durante
casi un año. Gracias a esto, ahora puedo comparar cómo era liderar en una área sobre la que
tenía información muy escasa y que a menudo no podía entender, y cómo es trabajar
contando con una fuente de información completa y suficiente en mi propia lengua. Por fin
entiendo de qué se trata este trabajo después de años construyendo mi comunidad de
jóvenes adultos.
En este último mes disfruto de mi sueño hecho realidad, por fin después de ocho años: leo
los artículos del Present Time que a mi me da la gana y cuando yo quiero, y así mi
reemergencia acelera su ritmo notablemente. ¡Qué sentimiento de liberación!
La realidad que vivimos en mi región me ha ayudado mucho para avanzar en este proceso
de liberación: existe una lengua minoritaria oprimida por otras (el castellano y francés
sobre el vasco o “euskera”). Esta situación a llevado a los y las miembros de mi Comunidad
RC a hacer un difícil y sistemático trabajo acerca de lenguas e integración. Formar parte de
esta Comunidad te obliga a desahogar acerca de este tema y a pensar y escuchar mucho
sobre ello. Todos y todas formamos parte de un proceso muy cuidadoso alrededor del
trabajo de traducción, y en consecuencia ello nos provoca sentimientos que hay que
enfrentar con inteligencia.
EL PROCESO DE REEVALUACIÓN
Reevaluación es un proceso a través del cual personas de todas las edades y de todo origen
pueden aprender a intercambiar ayuda eficaz para poder liberarse de los efectos de
experiencias angustiosas pasadas.
Por otro lado, desde la época desde que se publicó el artículo “Quién está a cargo?” nos
hemos ajustado al precepto general de que cada persona está a cargo de todo, como la única
actitud racional possible por los seres que poseen inteligencia. También la gente han
aplaudido y admirado una prácticafuerte y exigente que pudo aclarar las dificultades del
hablante.
Si miramos al proceso de la sesión como un todo, pienso que es inevitable reconocer que
dos (o más) inteligencias involucradas en ello es el aspecto central de una práctica efectiva.
Hemos subrayado que la poca efectividad en gran parte de la práctica realizada en el pasado
se debió a que el escucha tenía su atención centrada en su angustia en lugar de concentrada
sobre la del hablante durante la sesión. Tenemos ahora un compromiso que ha tenido muy
buenos resultados en los últimos tres años para terminar con este antiguo patrón-hábito.
EL HABLANTE
El hablante está a cargo de anticipar y planear su desempeño en la session; está a cargo de
combatir las 3 tendencias de los patrones de: confundir, persistir y hacer olvidar; está a
cargo de recordar y mantenerse en contacto con direcciones escritas, marcos, y
compromisos que hayan funccionado bien; está a cargo de pensar cuál puede ser el factor
crucial para su propia re-emergencia si esto puede ser trabajado con éxito. El hablante está
a cargo de recordar y repasar (antes de la sesión o al comienzo de la misma) la importancia
de la decisión, no necesariamente la decisión luego del desahogo, pero mucho más
poderoso la decisión que precede y amplifica el desahogo. El hablante está a cargo de
pensar acerca de ese escucha en particular y sobre cuál angustia, si es que existe,
posiblemente no podrá ser manejada con mucho éxito por ese escucha. El hablante puede
elegir trabajar sobre las angustias que puedan llegar a ser manejadas con cierto éxito y no
tomar un criterio irrealista y mostrar un tipo de anqustia a ese escucha, que él o ella no
pueda manejar bien, acumulando desilusión y debilite la relación entre ambos.
Es la responsabilidad del hablante elegir ser un hablante exitoso que tan lejos el rol del
haplante le lleva. El hablante está a cargo de probar cada dirección que el escucha le
ofrece por lo menos una vez o dos antes de discutir o dramatizar la angustia que la
dirección, se supone, va a contradecir. El hablante está a cargo de pensar y recordar que el
escucha es otro ser humano con total bondad, poder y libertad de decisión. El hablante está
a cargo de no dar de baja a su escucha o de “sentirse decepcionado” por él o ella.
El hablante está plenamente a cargo de llegar siempre a tiempo, ser cortés con su escucha,
ser apreciativo y revisar la sesión una vez terminada, asegurandose que subraye los
aspectos positivos de la sesión, de cómo fue escuchado y de cómo fue el escucha antes de
hacer ninguna sugerencia sobre cómo podría haber sido mejor.
EL ESCUCHA
El escucha está completamente a cargo de venir a la sesión determinado para dirigir (y
habiendo practicado en dirigirlas) su atención afuera de sus propias angustias pasadas
(usando el compromiso contra el antiguo patrón-hábito o el compromiso de no prestarle al
patrón nuestro propio poder o influencia).
El escucha está a cargo de revisar sus propios recuerdos del hablante y lo que ha escuchado
acerca del hablante de otros escuchas o de maestros. El escucha está a cargo de llegar a la
sesión con una clara expectativa de prestar la suficiente atención al hablante para ver con
claridad las angustias, pensar en todas las posibles contradicciones a ellas, y ayudarlo a
contradecirlas lo suficiente como para producir el desahogo del hablante. El escucha estea a
cargo de darse cuenta que un buen escucha piensa acerca de su hablante, no solamente para
esta sesión, sino para la entera existencia del hablante. El escucha no sólo piensa sobre qué
actitudes, direcciones o compromisos producirán el desahogo en ese momento, sino
también cuál serie de acciones o perspectivas van a movilizar al hablante hacia una
continua re-emergencia. El escucha necesita pensar sobre el cliente desde la perspectiva del
resto de la vida del mismo y pensar en dejar en el hablante actitudes, compromisos,
direcciones y relaciones que magnifiquen y mejoren la continua re-emergencia del hablante
luego de la session, para que tenga más sesiones y para que realice buen trabajo en las
próximas sesiones.
El escucha está a cargo de dejar de lado cualquier otro sentimiento para poder amar a su
hablante con profundidad, apoyándose, si es necesario, sobre las suposiciones teóricas
acerca de cómo es verdaderamente un ser humano bajo la capa de angustia. Teniendo en
mente a ese ser humano sin angustias y amándolo, los pensamientos del escucha habrán
mejorado. El escucha stá a cargo de tener expectativas sobre el hablante sin tensiones pero
altas al mismo tiempo. El escucha supone que este hablantetiene la plena capacidad para
ser el mayor pensador que el mundo ha conocido y funcionar de la manera más cariñosa y
totalmente cooperativa hacia los otros seres humanos, el mundo de vida y las tendencia
escendente del universo. El escucha supone que el hablante tiene total libertad para tomar
decisiones y llevarlas a cabo; y además el hablante tiene sentido inherente de total poder
que solamente necesita ser desafiado y descubierto para que comience a funcionar.
El escucha stá a cargo de recordar y mantener las siete actitudes hacia el hablante de:
aprobación, deleite, respeto, confianza en y por el hablante, altas expectativas relajadas,
compromiso con el hablante y amor hacia el hablante.
El escucha está a cargo de desafiar cualquier actitud rígida y angustiosa con respecto a: ser
hablante que se hayan acumulado sobre el hablante.
Encuentro, por ejemplo, a menudo trabajo en talleres con hablantes que, ante la ausencia de
un apoyo efectivo por parte de sus escuchas, han desarollado una costumbre de “dirigir sus
propias sesiones” en un esfuerzo para hacer que su práctica funccione sin contar con mucho
apoyo. A menudo ellos, inconcientemente, dramatizan su angustia una y otra vez y piensan
que las están contradiciendo.
Confrontados con un buen escucha tenderán a cometer uno de estos dos tipos de errores: 1)
sintiendo que ahora tienen apoyo contra sus angustias abandonarán los esfueros para
contradecir su angustia ellos mismos. Esto deja que la situación siga más o menos como
había estado previamente (donde el hablante intentaba contradecir él solo sus propias
angustias). Otra vez, uno solo del equipo está contribuyendo. Ahora es el escucha, solo
tratando de contradecir las angustias del hablante, mientras el hablante dramatiza su
angustia una y otra vez. 2) La otra tendencia es que el hablante quien está acostumbrada a
arreglarse sola continue en la rígida rutina de escucharse a sí misma, discutiendo toda
dirección que el escucha le ofreca antes de intentarla. En estos casos yo creo que es parte
mi rol como escucha volver a entrenar al hablante para reasumir el rol de hablante,
ofreciéndolo información acerca de la teoría, por persuación, formulando buenas
direcciones o compromisos que definan la contradicción del hablante a la angustia (las
direcciones y compromisos son básicamente herramientas para ayudar al hablante a
funcionar bien en su rol).
Una buena sesión tendrá tanto al hablante como al escucha contradiciendo las angustias del
hablante. Cada uno en su rol.´
Escuchar estas cuestiones en privado es realmente algo de lo más fácil y más efectivo que
puedes hacer. Siempre intento conseguir que la gente me eche encima toda su basura en
privado, mientras sonrío cálidamente.
Y después de que lo hayan repetido varias veces y quieran parar, continúo haciendo
preguntas o insistiendo de algún modo para que continúen una y otra vez con lo mismo -
hasta que el sonido de todo ello finalmente penetra y pueden oír la basura que estaban
diciendo. Luego intento encontrar algo que les haga empezar a desahogar. Salen de ahí
amándome para toda la vida, y es mucho más fácil que contraatacar o que soportar que te
sigan echando la culpa.
Harvey Jackins
Present Time No. 163, p. 39
De una carta escrita en 1980
Traducido por Andrea Aja Maruri
Interrumpiendo un patrón
De una charla de Harvey Jackins en La Scherpa,
California, EEUU, Diciembre de 1977
Si una persona está actuando un patrón sin desahogo, es bueno interrumpirlo, pero no de la
forma en que usualmente pensaríamos en hacerlo, que es a través de la manipulación o
invalidación o algo parecido. Interrumpirlo por una cálida atención que inicie el desahogo.
Esta es la mejor manera. Imagina otras maneras cálidas. Generalmente, la mejor manera es
dando más apoyo, más atención, más calidez. A veces dices, “no más”, solo, “no más”. A
veces dices “Shhhhh” y detienes el parloteo de a mil por minuto. Pero piensa un largo rato
antes de que sigas estos pasos manipuladores: Casi cada interrupción puede ser mejor
hecha, siendo más cálido, mas amorosos, más atento, sosteniéndolos mejor, mirándolos mas
amorosamente.
Quizá todas sepamos cómo hacerlo mejor, pero así y todo tenemos alguna dificultad que
superar. Saber cuál es la dificultad cambia la dificultad en sí, pero no la quita. Todavía nos
confundimos acerca de las demás personas y acerca de nosotras mismas. Que alguien
muestre esa confusión no es motivo para que nos sintamos molestas; lo que nos molesta son
nuestras propias grabaciones de angustia. Cualquier cosa en nuestra mente que nos aleja de
otra persona es nuestra angustia. Por supuesto que hay angustia también en la mente de la
otra persona, pero es nuestra la angustia sobre la que tenemos el control de desahogo y de la
que podemos liberarnos.
En especial, es difícil para la mayoría cuando alguien representa o actúa “nuestra” angustia.
Podemos sentir como insoportable que alguien muestre lo que suena en nuestra mente,
cuando estamos intentando con tanto empeño no actuarlo. Esa persona muestra esa pequeña
llamita de angustia restimulada y a nosotras nos gustaría abrasarla de un golpazo con
nuestros sentimientos: “tienes la versión mini de esa angustia; ¡ya te contaría yo! ¡Déjame
mostrarte lo que tú podrías haber tenido!” (Risas de grupo)
Podríamos tener una pequeña competición, ¿no? ¿Quién puede mostrar la angustia de
manera más clara? De alguna manera, sería útil; es útil mostrar de manera abierta lo que
ruge en nuestra mente –al menos, mientras no nos lo creamos.
Hemos aprendido a cubrirlo. A menudo, nos parece que es lo mejor que podemos hacer. No
podemos pararlo en nuestra mente –la furiosa batalla con nuestra angustia-, pero nos
abstenemos de pasarla a otras personas. Controlamos el contagio de la angustia. No se la
causamos a otras personas. Tomamos la decisión de no pasarlo. Esto es extraordinario de
verdad. El hecho de que tomemos esta decisión de manera regular es un reflejo de cómo es
la mente humana. Es una decisión importante. Para el contagio y nos da espacio para
trabajar juntas.
Sin embargo, hay un lado desafortunado en ello: no sabemos cómo mostrar por completo la
angustia en sesiones. La ponemos freno por todas partes y luego en sesión intentamos abrir
por una esquina y desahogar. Es difícil así. Ya sabes cómo intentas desafiar a tu
participante a que muestre por completo sus dificultades y cómo ella o él parece pasar
raspando y regatear un poco. Sabes lo que ocurre ahí dentro. Hay veces en las que
consigues de alguna manera crear suficiente seguridad. Quizá se necesite un grupo de
cuarenta personas sólidas que presten atención para que sea suficientemente seguro como
para sacarlo fuera; pero cuando ocurre, es extraordinario el espacio que le puede dar a una
persona para no creerse esa angustia por mucho tiempo después.
A causa de que no hemos descubierto cómo desahogar de manera constante sobre nuestras
angustias difíciles, aún nos alejamos de otras personas cuando muestran sus angustias fuera
de sesión. Nos restimulamos. Sentimos que alguien nos ha decepcionado y fallado. Nos
restimula que esa persona muestre “nuestra” angustia. Esto es parte de lo que la opresión
internalizada hace de manera constante para impedirnos ser buenas aliadas entre nosotras.
No obstante, podemos decidir que independientemente de la restimulación que tengamos,
nos sentaremos juntas y lucharemos a través de ella.
Tenemos que seguir desahogando lo que nos pasó en el pasado. No es suficiente trabajar
sobre lo que nos ocurre en la actualidad. Debemos mirar a lo que cargamos –los efectos de
los viejos daños. Si bien intentamos con empeño no extenderlos, si no los desahogamos,
nos debilitan en nuestras relaciones: nos separan y nos alejan.
Esto cambiará si nos atrevemos a animarnos mutuamente a desahogar de manera cada vez
más abierta y completa las angustias que nos infligieron.
Técnicas
Tim Jackins respondiendo a una pregunta durante un
taller de maestros y líderes en Israel, octubre, 2004
Los compromisos en pares fue una técnica que desarrolló mi papa. El desarrolló muchas
técnicas. Esta era sobre dos personas comprometiéndose uno al otro, y era dirigido contra
el aislamiento con lo cual se viste la gente. El hizo algún trabajo sobre esto en talleres, y
hay un video sobre esto. En el video, podemos ver a personas luchando en contra este
aislamiento para comprometerse uno al otro. Es una cosa maravillosa que ustedes pueden
ver y intentar. Muchas personas lo hacen.
No hablo mucho de esto. Hay cientos de estas técnicas de las cuales no hablo mucho.
Muchas de estas son dirigidas hacia las mismas angustias. Tienen éxito las personas con
estas técnicas por un rato, y de vez en cuando no pueden seguir con estas con el mismo
éxito. Cuando ocurre esto, creo que frecuentemente las personas dejan de pensar
claramente en las técnicas. Tratan de emplearlas como algo que han memorizado. Desean
que ocurra un cambio no más por practicar y repetir las palabras. Es un poco similar como
lo que ocurre en muchos de los sistemas educativos, y hemos adquirido hábitos y
costumbres de estos sistemas. Por supuesto, no trabaja ninguna técnica si no se envuelve la
mente.
Una técnica es útil solamente si tu mente recuerda de lo que estás tratando de hacer. Una
técnica no es la meta de una sesión, y no te realiza nada automaticamente. Pienso que
algunas personas desean que esto ocurra. Desean que si no más dicen las palabras que han
oído – sea de una maestra de RC, o de mi papá, o de otra persona – que esas palabras van a
tener el mismo efecto como cuando dijo las palabras la otra persona. Pero frecuentemente
los detalles de la técnica no fueron lo importante. La técnica ofreció una guía para que la
mente del hablante pudiera seguir hacia la meta de enfrentarse a sus angustias, y para este
proceso hay miles de maneras de usar estas técnicas.
Debemos pensar de nuevo en lo que mi papá trataba de hacer con estas técnicas. Así no se
van a perder y disminuir. Las personas quienes participan en RC en el futuro habrán
llegado muy tarde para haber visto muchas de estas técnicas. Hace 28 años, alguna idea
maravillosa fue inventada, y se escribió un artículo en Present Time sobre esta idea, pero
los que llegaron aquí hace 23 años nunca fueron informados. Ingenuamente, creemos que
las nuevas personas adquieran esta información en alguna manera.
Nosotros quienes tienen experiencia olvidamos que tanto sabemos. Olvidamos que tanto
podemos enseñar a los demás. Sería útil repensar y mostrar a las nuevas personas todas
estas técnicas, todos estos modos de pensar en un ser humano y sus luchas. Hay pocas
personas que vuelven a leer antiguos números de Present Time, aun si inglés es su idioma
nativo, y es menos probable si inglés no es su idioma nativo. Entonces, todas estas buenas
ideas están esperando para que alguien deduzca como platicarlas y usarlas en una manera
nueva.
Sería interesante escoger 20 de estas técnicas y enseñar una clase para los co-escuchas
quienes tienen experiencia pero todavía no han participado suficiente tiempo para conocer
estas técnicas y se puede presentar videos de estas técnicas, donde existen.
Hay cosas maravillosas como los compromisos en pares que nos esperan entenderlos
mejor. Una manera para recuperar una técnica vieja es ofrecer un grupo en este tema en un
taller. Traer tu video, si quieres, y simplemente trabajar con personas, o hacer que trabajen
el uno con el otro. Casi no importa si ellos pueden hacer este trabajo con la técnica. Lo
importante es pensarlo y intentarlo.
Entonces, los compromisos en pares es una idea maravillosa, y se debe usar cuando puedes
deducir el contexto correcto.
Nuestros Trabajos como Escuchas y
Hablantes
Como hablante, nuestro trabajo es desahogar más y más plenamente y abiertamente, sin
esperar que alguién nos lo haga posible o más fácil.
Como escucha, nuestro trabajo es ofrecer más recursos que hayan esperado nuestros
hablantes, es asombrarlos para que no sigan trabajando en esa manera tan lenta sobre sus
angustias, para que no sigan haciéndolo del mismo modo como acostumbran hacerlo por si
mism@s.
Tu sabes como trabajar con tus angustias por ti mism@. Tal vez lo haces mucho. Tu sabes
el caminito complicado que sigues, y como ignoras a tus escuchas la mayor parte del
tiempo. Frecuentemente, no les dices lo que haces, y entonces no más pueden ofrecer
ayuda en general. Y pues, de vez en cuando un escucha te mira en la manera apropiada, y
te dice las palabras apropiadas con el tono apropiado, y trabajas en una manera muy
distinta.
Este es nuestro trabajo como escucha – deducir ese tono, deducir lo que nuestros hablantes
no pueden deducir por si mism@s. Nuestro trabajo como hablante no es esperar que
nuestros escuchas lo deduzcan sino hacer lo mejor que podamos, y darles toda la
información que podamos, para que tengan una oportunidad a deducir lo que puedan hacer
especificamente, y que ellos no no más estén satisfech@s, aunque un poco confundid@s,
por lo que hemos trabajado.
Tim Jackins
Present Time No. 140, p. 9
Los usos y limitaciones del dar seguridad[1]
De una charla de Tim Jackins en el Taller de líderes de la
costa este de Estados Unidos, en Warwick, New York, en
Diciembre del 2005
En tu primera clase inicial de Co-Escucha, se te dice que como escucha debes ser un apoyo
que proporcione contradicciones a las angustias de tu participante. Si no se te ocurre
ninguna contradicción, deberás darle un giro de 180 grados al mensaje angustioso, lo que
será una suficientemente buena primera aproximación a lo que es una contradicción.
Probablemente funcionará, porque es probable que tus participantes nunca hayan intentado
enfrentarse a su material[2] antes.
Intentas proporcionar seguridad de alguna manera. Quizás con una gran frase llena de
alabanzas o una pequeña que intentas colar bajo sus defensas. Estos esfuerzos resultan ser
asombrosamente útiles. Tus participantes lloran y lloran con la primera palabra de tu
intento de consuelo. No entienden cómo supiste hacerlo. ¡Dijiste exactamente lo que
desearon que sus madres hubieran dicho hace 50 años! ¿Cómo lo supiste?
Es muy útil, pero en algún momento deja de ser tan efectivo. Aun así, sigues intentando ser
de tranquilizador. Funcionó la primera vez -lloraron. Así que lo haces otra vez y sus ojos se
llenan de lágrimas. Y lo haces aún una vez más, y te miran sin comprender. No funciona-
no porque no hayas visto aquello con lo que está luchando, sino porque estás intentando
hacer algo por ellos y ellas, algo de lo que necesitan responsabilizarse ellos y ellas. Y
también están intentando que tú lo hagas por ellos. Como participantes, seguimos
esperando que alguien nos proporcione la contradicción a nuestro material que nos permita
desahogar sin gran esfuerzo. Porque ya lo hemos intentado tanto y nos parece que no ha
funcionado, estamos esperando los esfuerzos de otra persona para ayudarnos a avanzar.
La seguridad puede usarse como arma para ir tras nuestras angustias y desahogarlas. Sin
embargo, no podemos simplemente sentarnos y escucharlo y esperar que ello haga el
trabajo. Es posible tranquilizarse o sentir seguridad - ya que alguien ha visto nuestra lucha y
hablado contra ella- y desahogar, y entonces, cuando las lágrimas dejan ya de salir de
nuestros ojos, tomar la iniciativa y usar lo que nuestros y nuestras escuchas nos han
[
proporcionado para ir en busca del lugar donde apenas podemos sentirlo. “¿Te gusto?
Dijiste que te gustaba y no lo puedo sentir. Ésa no puede ser tu limitación como mi
escucha. Quizá tenga alguna angustia contra la que necesito luchar, con el fin de darme
cuenta por completo de tu buena intención.”
Esto es lo que tenemos que desafiar a la gente a hacer. Por ejemplo, hay una lucha concreta
que J- está llevando. La ha frenado repetidamente a lo largo de su vida hasta el punto que
asusta a todo el mundo, y las personas asustadas no son el mejor recurso. Intento entenderla
a través de esa angustia, pero ella no puede ver que lo hago. Así que le digo que en esa
lucha de hace tanto tiempo, me tiene que decir donde está. Tiene que reclamarme a voz en
grito y no esperar pasivamente a que yo la encuentre.
Tengo que tomar lo que mi escucha dice y volver a mirar a mi material con eso. Tengo que
atacar mi material. Alguien dijo que yo le gustaba y no lo puedo sentir. No es su defecto –
es este material. ¿Por qué estoy dejando la batalla cuando la angustia no se disuelve de
inmediato? Puedo tomar el esfuerzo que esa persona hizo de mi parte y buscar modos de ir
tras mi angustia.
Como participantes, tenemos un papel vital que jugar en la lucha contra nuestras angustias -
un rol que nadie más puede jugar. No podemos dejarla batalla en las manos de nuestras y
nuestros escuchas. Tenemos que decidir lucharpor nosotras y nosotros, aunque parezca que
alguien más debería hacerlo.
Nos dañaron en un tiempo (temprano) en el cual otra gente debería haber hecho cosas por
nosotros y nosotras. Deberían haber hecho todo tipo de cosas y no estaban en condiciones
de hacerlas, así que ahora tenemos grabaciones que dicen que alguien debería hacer estas
cosas por nosotras y nosotros. Nos confundimos y esperamos que esto pase, y dejamos de
luchar por nosotros y nosotras tan duro como sabemos hacerlo.
Cada cual va a tener que luchar por su vida -aunque nos avergoncemos de esto, aunque
pensemos que no podemos ganar. Vamos a tener que hacerlo todavía. Nadie más puede
luchar esta batalla. Habrá apoyo de afuera y gente que se alzará con nosotras y nosotros
cada vez mejor, pero todavía tendremos que luchar. Tenemos que tomar lo que se nos
ofrece del exterior y usarlo contra nuestro material. Tenemos que decidir liderar la batalla.
Sin la decisión de luchar por nosotros y nosotras, no podemos llegar al lugar que queremos.
No podemos esperar a mejores condiciones. No podemos esperar a que alguien lo haga por
nosotras y nosotros. ¿Habrá mejores condiciones en el futuro? Si. ¿Queremos esperar? En
esto no hay una lógica muy sólida. Tenemos que comenzar la batalla ahora y ver lo que
podemos hacer. Siempre es inmenso lo que podemos hacer. Habrá más recursos en el
futuro, estará más claro todo, avanzaremos más rápido, pero nos avanzaremos aún más
rápido si hemos hecho algo del trabajo antes de que pase.
Quiero que penséis en oír de verdad lo que nuestros y nuestras escuchas están ofreciendo y
en tomarlo como un arma en nuestras manos. Tus escuchas te están dando algopara usar en
la batalla. No van a pelear tu batalla por ti. No pueden -está en tumente, no en las suyas. A
menos que tomes la iniciativa, seguirásconfusa o confuso. Parecerá que no puedes tomar la
iniciativa y mandar la angustia a paseo-y sí puedes.
Como escuchas, quiero que proporcionéis una dosis de seguridad más fuerte que aquélla
con la cual os sintáis cómodas y cómodos. Luego quiero que insistáis en que vuestros y
vuestras participantes la usen -no para que se regodeen en ella, ni para disfrutarla, ni
refugiarse en ella para siempre, sino para usarla para luchar en contra desus angustias.
Cuando la y el participante entiende esta idea, escuchas uncambio en su tono -del
sufrimiento y la espera al enfado. Seconvierte en algo vivo. Deja de actuar como una
desconsolada víctima que espera que alguien lo/la salve.
No necesitamos que nadie nos salve ya. Tampoco lo necesitamos entonces, porque de lo
contrario no estaríamos aquí. Debería haber sido mejor de lo que fue, pero fue lo
suficientemente bueno como para que llegáramos hasta aquí. Y es cierto que no
necesitamos que nadie nos salve ahora. Lo que necesitamos ahora es gente aliada que nos
ayude a ver la batalla con la claridad suficiente como para que podamos seguir luchando.
Cuanto más gente aliada consigamos, mejor.
Tenemos mucha gente aliada. Tan solo en esta habitación tenemos más que suficiente, eso
sin mencionar al resto que se encuentran en nuestras comunidades locales y en varias partes
del mundo. No es ahí donde hay escasez; no es ahí donde se nos frena el avance. Las que
nos frenan son nuestras confusiones acerca de cómo usar el recurso de luchar por nosotras y
nosotros y avanzar.
También estamos asustadas y asustados como escuchas. Nos asusta que la sesión no vaya a
funcionar y nos asusta ver de una sola vez una gran parte del material de nuestra o nuestro
participante.Tenemos sentimientos ambivalentes acerca de cada una de las dos
alternativas.Queremos una amable sesión llena de lágrimas. Queremos que la sesión
progrese, pero nos preocupamos si se vuelve demasiado pesado o comienza a parecer poco
amistosa. Como mejor escucha realizamos es cuando nuestras y nuestros queridos
participantes nos quieren y necesitan de manera desesperada. Entonces, podemos recordar
intentar casi todo. Si hacen algún progreso decisivo y no nos parecen de tal manera, es un
poco más difícil mantenerse pensando. Es un poco más difícil intervenir y ser todo el
recurso que tenemos la intención de ser y podemos ser. Si tranquilizamos a nuestras y
nuestros participantes con la intención de obtener un resultado cómodo, en lugar de
desafiarles a enfrentar y desahogar material con el que se sienten incómodas e incómodos
(y con el cual también nosotros y nosotras sentimos incomodidad al escucharlo) –material
que requiere que luchen y se enfaden y no toleren lo que han tenido que aguantar toda su
vida-, entonces eso les puede distraer de enfrentar esa batalla.
El punto en el que nos asusta luchar por nosotras y nosotros es justo lo que nos impide ser
un gran recurso para otra persona que está intentando hacerlo. Es ahí donde tenemos que
luchar para imaginar cómo puede co-escucha avanzar para cada uno y una, de manera
individual, y para todos, de manera colectiva. Creo que es ése el desafío. ¿En qué momento
observas que tus palabras tranquilizadoras han dejado ya de proveer contradicción?
Traducción: Oscar Argumosa, Sonia Niño y Emilen Castro (Cantabria y País Vasco). Junio
2.006
[1] Reassurance es un concepto que significa “dar seguridad”, “hacer que desaparezcan los
miedos de alguien”, “tranquilizar”.
[2] Material significa angustia
Luchando contra las derrotas y el
desánimo
Una charla de Tim Jackins en el taller para líderes y
profesoras en Los Países Bajos en septiembre 2010
Estoy feliz de volver a estar aquí. Contento de ver a muchas personas a las que ya había
visto antes, y es bueno ver que habéis añadido más gente. Esta Comunidad parece en buen
estado, y como sabéis, eso no sucede automáticamente. Significa que habéis hecho trabajo
para vosotras mismas y también para otras personas –suficiente trabajo para extender la
mano a personas que han sido capaces de permanecer.
Para cualquiera que crezca en nuestra sociedad, es difícil sentirse parte de algo. Todas las
presiones de la sociedad se dirigen a separarnos cada vez en grupos más pequeños. Con
frecuencia el mayor grupo de gente por el que se te permite trabajar es tu familia. En esta
sociedad se supone que debes trabajar para ti misma. Así que cada vez que logras que la
gente vuelva a una clase de iniciación del Proceso de Reevaluación la segunda semana es
un gran triunfo. Si la mitad de esas personas está durante todo el ciclo de clases, eso es
bueno. Y si un cuarto de ellas asisten a la siguiente clase, eso es bastante bueno. Has visto
durante años como el desgaste sucede a tu alrededor. Pero has conseguido mantenerte, y
has permanecido, echándole una mano suficientemente efectiva a alguna gente de tal modo
que algunas personas pudieron quedarse contigo. Con frecuencia la gente siente que debería
haberlo hecho mejor. “Tendría que haber mantenido a todo el mundo en mis clases de
iniciación. Todas ellas son buenas personas y se marcharon.” Hemos tendido a auto-
culparnos en lugar de intentar entender que es lo que está ocurriendo. Lo que está
ocurriendo es que todas las fuerzas en la sociedad están empujando a estas personas a estar
solas. Cuando están en clase nos miran y saben que las cosas podrían ser distintas. Entonces
vuelven a casa, y les entran las dudas. Y si su Co-escucha cancela una sesión, puede que no
sean capaces de pensar qué hacer. Muchas no hacen nada. Y nos sentimos tan heridas por
ellas que no hacemos nada tampoco.
Uno de los mitos de nuestra sociedad es que las personas deben tomar sus propias
decisiones. Si no comprendes las angustias, te crees eso. Pero sabemos que mientras
cargamos con todas estas angustias, casi nunca somos capaces de usar nuestra mente y
tomar nuestras propias decisiones debido a que las angustias interfieren. Seguimos los
sentimientos de nuestras angustias durante una gran parte del tiempo.
La mayoría de las personas siente que nadie les quiere. Tú sientes eso, ¿no? Venga, sé
honesta. Levanta la mano si sientes eso. Mira a tu alrededor. No te ocurre sólo a ti.
Recuerda esto. Si es que a todo el mundo le ocurre, no puede ser un fallo tuyo, y no puede
ser un accidente. Tiene que ser parte de lo que le ocurre a todo el mundo. Una vez que
entiendes esto, puedes ver porqué la gente no puede volver. Les has ofrecido la mejor cosa
que podrían tener para hacer que sus vidas mejoren, y no pueden volver. Es una situación
extraña. Les gustas. No discuten contigo. Creen que tienes razón. Es sólo que no logran
saber cómo ir en contra de sus angustias. Y no hemos podido darles suficientes recursos, lo
suficientemente rápido, como para conseguir que regresen.
De lo que tienes que darte cuenta es de que puede que hayas llegado todo lo lejos que
puedes. Sobre la base del patrón, has ido casi tan lejos como puedes. Has ido así de lejos
(un gesto indicativo), y la correa por la que te agarra tu patrón tiene esta longitud (gesto), lo
cual significa que vas a tener que mirar a la angustia y no sólo intentarlo en serio toda tu
vida. Vas a tener que mirar al sitio en el cual sientes desánimo todo el tiempo y donde
simplemente sigues yendo hacia delante. Tratas de parecer feliz, pero no es demasiado
convincente –aunque pareces mejor que casi todas las demás personas, porque has podido
desahogar muchas de tus angustias y enseñas más de tu verdadero ser. Nos has conocido a
algunas de estas personas personas durante diez, veinte, treinta años. Nos has visto cambiar
mucho, de manera importante. También ves algunas cosas de nosotras que no han
cambiado. Algunos de nuestros patrones tienen la misma apariencia que hace veinte años.
Nos hemos rendido con otras personas, y nos hemos rendido con nosotras mismas. Cuando
recibimos esos daños en el pasado, nos resultaba demasiado fuerte. Las condiciones no nos
permitieron ganar. Nadie comprendía a los niños y niñas, o la idea de estar en contacto
humano. Todas las personas adultas cargaban con el resultado de sus propios daños y
opresiones. A todas ellas las maltrataron duramente durante su infancia. No era algo que
nosotras pudiéramos haber cambiado. Tuvimos que perder. Esas fueron las condiciones. A
veces perdemos. Somos derrotadas por las circunstancias. La derrota no habría sido tan
mala si hubiéramos podido desahogar sobre ello, pero no nos permitieron hacer eso, así que
los sentimientos de derrota se hicieron cada vez más fuertes y más fuertes.
Hemos sido incapaces de deshacernos de ellos. Y tal como sucede con cualquier otra
angustia, si no podemos eliminarlos nos confunden, de modo que los sentimientos siguen
ahí siempre. No sólo sentimos que nos derrotaron, sentimos que estamos derrotadas, y
actuamos como si lo estuviéramos. Personas de mucho éxito, tú incluida, se sienten
vencidas.
Los sentimientos de derrota no nos dejan intentar muchas cosas y rápidamente detienen
nuestros esfuerzos. Son igual que nuestros sentimientos de desánimo. Tenemos muchas
grabaciones de sentimientos de desánimo. La mayoría de las personas estamos desanimadas
crónicamente. Nos despertamos desanimadas. De alguna manera comenzamos el día, pero
no felices. Puede que sepamos como seguir adelante, pero nuestros sentimientos de
desánimo nos van frenando todo el tiempo. Vosotras sois de las personas que no habéis sido
paradas por el desánimo. Conoces personas que sí lo han sido. Lo muestran todo el tiempo.
No te gusta estar con ellas; simplemente son demasiado re-estimulantes. Si estás aquí es
porque has aprendido cómo ir en contra de sentirte desanimada. Sabes cómo seguir
intentándolo y como parecer positiva para otras personas. Pero probablemente tengas
todavía todo ese desánimo.
Tenemos esa angustia en común, y nos impide hacer muchas cosas en nuestras vidas. En
especial se interpone en nuestro camino aquí, en Co-Escucha. Nos impide ser un Co-
escucha o una Co-escucha de un modo tan completo como podría ser, y también nos impide
confiar en nuestros Co-escuchas y utilizarles plenamente.
Da la impresión de que no puedes cambiar de idea. Así es como funcionan las angustias.
Pero puedes cambiar de idea, incluso cuando la angustia está todavía ahí. Puedes decidir
cambiar tu idea. Eso es lo que quiero que intentes hacer. Quiero que vuelvas atrás, detrás de
aquella puerta cerrada, agarres la manilla y digas ‘he cambiado de idea. Ahora puedo
cambiar de idea y lo he hecho’ y empieces a tirar.
Busca a alguien para hacer una mini-sesión de seis minutos para cada persona
¿Cómo nos atrevemos a recuperar nuestro ánimo? ¿Cómo nos atrevemos a enfrentarnos a
batallas que hemos perdido, teniendo todavía ahí todos los sentimientos de haberlas
perdido? Una de las cosas maravillosas de una mente humana es que las angustias no
frenan su capacidad de tomar decisiones. Las angustias nos confunden, pero no nos privan
de nuestra capacidad de decidir. Podemos decidir enfrentarnos a estas luchas. Podemos
decidir intentarlo otra vez en el punto en que nos rendimos. Podemos decidir recuperar
nuestras mentes esta vez. Para hacerlo, tenemos que comprender que las cosas son distintas
ahora a como eran entonces.
Mirad a la gente que os rodea. Mira a alguien a los ojos. Hay personas aquí que conocerás
el resto de tu vida. Ya las has conocido durante algún tiempo –diez, veinte, treinta años-.
Algo ha cambiado. Ya no estás solo, ya no estás sola nunca más. Objetivamente, no estás
sola, aunque aún te sientas sola. Tu mundo es diferente, aún cuando tus angustias no te
permitan sentirlo. No eres pequeña y comprendes las cosas mucho mejor que antes.
Entiendes la cuestión de los patrones de angustia. Entiendes de donde proceden los
sentimientos y porque se sienten tan creíbles. Y sabes que puedes cambiarlos.
Todas estas cuestiones que no teníamos hace tiempo, cuando nos rendimos, las tenemos
ahora. Y comprendemos esto suficientemente bien, de tal modo que pienso que podemos
ganar estas batallas ahora. No creo que esto fuera cierto hace cinco años. Creo que todo el
trabajo que hemos hecho en RC nos ha conducido a esta capacidad. No podíamos hacerlo
antes. Era demasiado confuso y estábamos demasiado solos, demasiado solas. Realmente
ahora es diferente, aunque resulte difícil percibirlo. Nuestro mundo ha cambiado, y ahora
tenemos que adaptarnos.
QUIERO QUE LUCHES POR TI MISMA, POR TI
MISMO
Podemos ganar esta batalla, estoy seguro. La cuestión es ‘¿cuánto tiempo llevará?’. Cuanto
más podamos hacer este trabajo juntas, más rápido irá. Escuchar a otra persona enfrentarse
a esta angustia hace que nuestras sesiones funcionen mejor. Ver como otra gente se atreve a
luchar por si misma nos da un poder inmenso. Es mucho más fácil luchar si tenemos a
nuestro alrededor todo el apoyo y conciencia que podamos reunir. Así que quiero que
luches por ti misma. Hay muchos lugares donde hacerlo. Este sólo es uno de ellos.
Algo que las sociedades opresivas nos quitan es nuestra capacidad de luchar cada persona
por nosotras mismas. Esto no te pasa sólo a ti. Se trata de nosotras y de nuestra capacidad
para luchar lo suficientemente fuerte como para cambiar la sociedad. Debe empezar por que
seas capaz de luchar por ti mismo, por ti misma. No hay nada egoísta en ello. Quieres que
cada niño o niña siga luchando por si misma. Es exactamente lo mismo en tu caso.
Tienes que atreverte a hacer esto por ti, no por aquello que vayas a hacer por otras
personas, no por lo que hayas hecho, sino simplemente porque vale la pena luchar por ti,
porque eres un ser humano. Esa es toda la motivación que necesitas. Cuando ves a bebés,
sabes que merece la pena luchar por estas personas. No han hecho nada, y son ‘inútiles’
durante algún tiempo, pero sabes que simplemente porque son seres humanos, merecen
todos los esfuerzos. Es exactamente lo mismo en tu caso. Te mereces todos los esfuerzos.
Te mereces todos los desafíos. Te mereces que todas estas personas estemos apoyándote.
Todo el universo puede estar apoyándote. Te lo mereces. Comprender esto te permite
enfrentarte al punto en el que fuiste derrotada.
Tienes que cambiar de idea. No tuviste elección en aquel momento. Ahora tienes elección.
Ahora sabes lo que eres, y sabes que estas personas que te rodean están de tu parte.
Es el momento de comenzar a retirar nuestras mentes de las derrotas que hemos sufrido.
Una derrota antigua es el lugar donde nos rendimos y empezamos nuestra andadura en
solitario. Es tiempo de comenzar a tirar de esa puerta todo lo fuerte que podamos. No con
cuidado o en silencio, sino con toda la energía que tenemos.
Tim: Pienso en ello más como una variación. Intento describir distintas posibilidades.
Ninguna vía de acceso funcionará en todas las situaciones. Se me vienen dos cosas a la
cabeza: una es que a medida que desarrollamos conexiones más cercanas entre nosotras,
nos convertimos en mejores escuchas para las otras personas. Nos recordamos la realidad
mejor, lo cual nos hace posible trabajar sobre angustias tempranas y no perdernos del
mismo modo. Cuando hablo de llevar a tu escucha contigo, se trata de mantener viva
contigo la memoria de la realidad presente. Tu escucha puede ser la mejor contradicción a
muchos de los antiguos patrones de angustia –el de estar solo, el de estar indefenso, el de
estar atrapado allí para siempre.
Pero también quiero que tú, la persona participante, seas poderosa. Quiero que pienses en
luchar en ambos lados. No regresas a sacar al niño o la niña de esa situación. Regresas para
rematar la lucha de un modo que no se podía rematar en aquella ocasión. No puedes
cambiar lo que sucedió, pero puedes cambiar el efecto de lo que sucedió. Lo imagino como
regresar para hacer que sea del modo que debía haber sido. Te marchas, no porque te tengas
que marchar, sino porque está rematado, porque regresaste y desahogaste y lo completaste.
Es una perspectiva un poco diferente. Todas estas cosas son útiles.
Recientemente intenté hacer algo por alguien que marcara una gran diferencia para esa
persona, y falló. Estoy orgullosa de haberlo intentado, hacerlo era algo correcto, pero el
resultado no fue el que yo en última instancia quería.
Después, surgieron todos los sentimientos negativos sobre mí misma. En el pasado, habría
pensado que había algo realmente malo en mi vida. Sin embargo, esta vez comprendí que
había perdido temporalmente mi punto de vista y que nada malo estaba sucediendo. En el
pasado, cada vez que he perdido mi perspectiva basada en la realidad, he esperado a que
pasara el tiempo y yo sintiera que las cosas iban bien de nuevo. Esta vez luché activamente
por recuperar mi perspectiva –teniendo sesiones extras, leyendo literatura de Co-Escucha y
escuchando las charlas de Tim Jackins.
Estaba escuchando una de las charlas que él dio en nuestro reciente taller para tres regiones,
en la que explicaba cómo podíamos oírle decirnos que no debíamos sentirnos mal con
nosotros y nosotras mismas, y que podíamos pensar sobre ello; sin embargo, se nos hace
difícil decidir de hecho no sentirnos mal sobre nosotros y nosotras mismas y observar lo
qué tendríamos que sentir si tomáramos esa decisión. Hasta que escuché la charla por
segunda vez nunca entendí realmente la diferencia entre pensar sobre no sentirme mal
conmigo misma y decidir no sentirme mal conmigo misma. Siempre había pensado que
tenía que entender lo que significaba no sentirme mal conmigo misma antes de que pudiera
decidir hacerlo, y ahora veo que eso era debido fundamentalmente a mi clasismo y sexismo
internalizado y a las heridas tempranas por ser católica. Me di cuenta de que ya tenía
inteligencia y capacidad para tomar la decisión, y que no había nada que yo tuviera que
intentar entender antes de hacerlo. (La charla a la que me estoy refiriendo fue publicada
también en el Present Time de octubre de 2007, en las páginas 9 a 10).
Después de semana y media, todavía me sentía como con ganas de querer ser dura conmigo
misma por haber fracasado en mi intento de conectar con otra persona. Pero como estaba
sedienta de nuevas ideas sobre cómo enfocar la situación y como sabía que nunca lograría
una idea nueva sobre nada sintiéndome mal conmigo misma, decidí que decidiría no
sentirme mal conmigo misma en lugar de solo pensar sobre ello. Estaba en el metro en mi
trayecto a casa desde el trabajo, cuando tuve este pensamiento. El viaje a casa tiene unos
cuarenta y cinco minutos de distancia y los malos sentimientos sobre mí misma emergían
con fuerza. Tuve que tomar la decisión de no sentirme mal conmigo misma cada cuarenta y
cinco segundos a dos minutos –¡más de cuarenta veces en el curso de mi viaje de cuarenta y
cinco minutos!-.
Cuando enseño a la gente en mis clases de profundización de Co- Escucha acerca de las
adicciones, dejo claro que no necesitamos ser duros o duras con nosotros y nosotras si
fallamos cuando intentamos eliminarlas y que es nuestro derecho como seres humanos
volver a empezar y decidir nuevamente terminar con una adicción tantas veces como sea
necesario. Podríamos terminar tomando la decisión y haciendo el esfuerzo de poner fin a
una adicción cientos, si no miles, de veces, a la par que desahogamos, antes de que la
adicción desaparezca definitivamente. Al final, fui capaz de aplicar la misma línea de
pensamiento al hecho de no sentirse mal con una misma, y me gustó ver que podía tomar la
decisión más de cuarenta veces, si fuera necesario.
Al comienzo de la siesta tuve que tomar la decisión de que, mientras estuviese allí tumbada
intentando descansar, estaba bien que no fuera a conseguir hacer ningún trabajo y que no
sería dura conmigo misma.
Pude desahogar fuerte mas tarde, esa misma noche. Después, esa misma tarde, fui capaz de
desahogar profundamente. Estuve pensando sobre la niña que yo misma fui y le decía: “No
puedo dejarte atrás. Tienes que venir conmigo”. Creo de verdad que este nuevo
pensamiento de rescatar a la niña que fui surgió por el hecho de que esa tarde decidí tantas
veces no sentirme mal conmigo misma.
Han pasado tres o cuatro semanas desde la experiencia que acabo de describir. Como
esperaba, los sentimientos negativos sobre mí misma han aparecido de nuevo, pero las
cosas parecen diferentes. Haber sido capaz de decidir una y otra vez no sentirme mal
conmigo misma me ha ofrecido una percepción mejor del poder que tengo sobre mi propia
mente. Esto me ha ayudado también a pensar sobre como prepararme para la siguiente
batalla.
Janet Vukic
Nueva York, Nueva York,
Estados Unidos
Present Time No. 151, p. 8
Traducido por
Sara Lopategui
País Vasco
Junio del 2008