Untitled

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 491

1

.
Para citar algún artículo de este Libro se suguiere seguir el siguiente
formato:
Lázaro L. A., Fernández N. I. y Sánchez J. F.J. 2009. Caracterización de la
fresa de Aranjuez, primera aproximación. En: Agricultura Sostenible Vol 4.
Pérez V. A., Murguía G. J., Ruiz R. O., Ruiz B. R., Martínez D. J.P., Gallardo L.
F., Rodríguez Ch. M., Landeros S. C., García P. E., López R. G., Torres R. J.
A., López O. S., Castro R. R., Avila R. C. y Villanueva J. J.A. (eds.). …. Cap.56-
63.

AGRICULTURA SOSTENIBLE. VOL. 4: OBLIGADA ANTE LOS RETOS.


© 2009.
Arturo Pérez Vázquez Joaquín Murguía González, Octavio Ruiz Rosado,
Romeo Ruiz Bello, Juan Pablo Martínez Dávila, Felipe Gallardo López, Miguel
Rodríguez Chessani, Cesáreo Landeros Sánchez, Eliseo García Pérez,
Gustavo López Romero, José Antonio Torres Rivera, Salvador Paredes Rincón,
Silvia López Ortiz, Roberto Castro Rodríguez, Catarino Avila Resendíz y Juan
Antonio Villanueva Jiménez.

Diseño de portada: Sergio Aceval Zanatta


Imagen de portada: Cruz Gali (J. Cruz García Albarado)

2
Los artículos incluidos en este Libro son parte del IX Simposio Internacional y
IV Congreso Nacional de Agricultura Sstenible, celebrado del 19 al 21 de
noviembre del 2007 en Boca del Río, Veracruz, México.

MESA DIRECTIVA DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE AGRICULTURA


SOSTENIBLE (2006-2007)
Presidente: Dr. Arturo Pérez Vázquez
Secretario: Dr. Ernesto Castañeda Hidalgo
Tesorero: MC. Javier González Quintero
Primer Vocal: MC Blanca Alicia Bojórquez
Segundo Vocal: Dr. Juan Gabriel Rivera Martínez
Tercer Vocal: Dr. Rogelio Sosa Pérez

ORGANIZADORES Y PATROCINADORES
El Gobierno del Estado de Veracruz
Secretaria de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesca (SEDARPA)
Fundación Produce de Veracruz A.C.
Universidad Veracruzana, a través de la Facultad de Ciencias Biológicas y
Agropecuarias, Región Orizaba-Córdoba.
El Colegio de Postgraduados (Campus Veracruz y Campus Córdoba)
El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias, a
través del Centro de Investigación Regional Golfo Centro.
La Universidad Autónoma Chapingo, a través del Centro Regional Universitario
Oriente (CRUO)
Instituto de Ecología A.C. (INECOL)
El Instituto Tecnológico de Úrsulo Galván
Instituto Veracruzano para el Desarrollo Rural (INVEDER)
Secretaria de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación
(SAGARPA-Veracruz)
CONAFOR (Comisión Nacional Forestal)
COVECYT (Consejo Veracruzano de Ciencia y Tecnología)
CONACYT (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología)
Colegio Estatal de Médicos Veterinarios Zootecnistas de Veracruz, A.C.
Colegio de Ingenieros Agrónomos de Veracruz A.C.

3
CONTENIDO

CONFERENCIAS MAGISTRALES pagina

LA ESTRATEGIA MULTIUSOS, BASE DEL MANEJO SUSTENTABLE EN AGRICULTURA


ORGÁNICA ............................................................................................................................ 11
UNDERSTANDING ANIMAL BEHAVIOR TO ACCOMPLISH SUSTAINABLE LIVESTOCK
PRODUCTION ....................................................................................................................... 18
ESTADO DEL ARTE SOBRE LA EVALUACIÓN DE SUSTENTABILIDAD Y DERIVACIÓN
DE INDICADORES EN EL CONTEXTO DE LOS SISTEMAS SE MANEJO DE LOS RE-
CURSOS NATURALES .......................................................................................................... 23
PRONÓSTICO DEL IMPACTO DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN LA FERTILIDAD DEL SUE-
LO Y PRODUCTIVIDAD DE MAÍZ Y TRIGO EN MÉXICO AL FINAL DEL SIGLO XXI ......... 30
PRIME ESPERIENZE DI FLOROVIVAISMO BIOLOGICO IN ITALIA: IL PROGETTO
“PROBIORN – PRODUZIONE BIOLOGICA DI PIANTE ORNAMENTALI”............................. 39
SOIL STRUCTURAL CHANGES CAUSED BY AGRICULTURAL MACHINERY ................... 45
CARACTERIZACIÓN DE LA FRESA DE ARANJUEZ, PRIMERA APROXIMACIÓN ............ 54

AGROECOLOGIA
PRODUCCIÓN DE NOPALITO EN CAMAS CON EXCAVACIÓN SENCILLA Y DOBLE ...... 61
OBTENCIÓN DE GENOTIPOS DE SOYA CON ALTO RENDIMIENTO EN LA REGION
CENTRO DE NUEVO LEÓN .................................................................................................. 68
COMPORTAMIENTO DE GENOTIPOS DE GARBANZO EN LABRANZA DE CONSERVA-
CIÓN VS. LABRANZA TRADICIONAL ................................................................................... 73
OPTIMIZACIÓN DEL ESPACIO VITAL ENTRE PLANTAS DE TRIGO (Triticum aestivum L.)
VARIEDAD BÁRCENAS EN EL BAJÍO DE GUANAJUATO ................................................... 81
CALIDAD DE SUELO: EFECTO DE SISTEMAS DE LABRANZA, ROTACIÓN DE CULTI-
VOS Y PROFUNDIDAD ......................................................................................................... 87

AGRICULTURA ORGANICA
EFECTO DE LA HARINA DE PESCADO DIABLO (Plecostomus spp.) EN EL DESARRO-
LLO DE CALABACITA (Cucúrbita pepo L.) ............................................................................ 95
EXTRACTOS VEGETALES EN EL CONTROL DE MOSQUITA BLANCA (Bemisia tabaci
Gennadius) EN FRIJOL, ETLA, OAXACA .............................................................................. 100
THE ORGANIC MARKET IN GERMANY: DEVELOPMENT AND TRENDS IN FOOD RE-
TAILING .................................................................................................................................. 107
CONTROL HACCP EN EL CULTIVO DE LECHUGA (Latuca sativa L) ORGÁNICA ............. 115
FLORACIÓN, RENDIMIENTO Y CALIDAD DE JITOMATE ORGÁNICO (Lycopersicum
esculentum Mill) EN INVERNADERO .................................................................................... 121
LA ESTRATEGIA MULTIUSOS, BASE DEL MANEJO SUSTENTABLE EN AGRICULTURA
ORGÁNICA ............................................................................................................................ 126
PRODUCCIÓN DE LECHUGA (Lactuca sativa L.) CON DIFERENTES DOSIS DE FERTI-
LIZACIÓN ORGÁNICA ........................................................................................................... 133

4
DESARROLLO SOSTENIBLE pagina

PARTICIPACIÓN SOCIAL COMUNITARIA PARA LA COSECHA DE AGUA DE LLUVIA EN


LA MIXTECA BAJA POBLANA .............................................................................................. 141
POTENCIAL TURISTICO ALTERNATIVO EN EL MUNICIPIO DE PASO DE OVEJAS, VER... 148
LA EDUCACIÓN CIENTÍFICA EN EL CAMPO DE LAS CIENCIAS AGRÍCOLAS BAJO UN
ENFOQUE CURRICULAR PARA LA SOSTENIBILIDAD ....................................................... 155
FACTORES QUE CONDICIONAN EL DESARROLLO SUSTENTABLE DE LA GANADE-
RÍA BOVINA EN LA COSTA DE OAXACA ............................................................................. 165

SOCIOECONOMIA
SOCIEDAD, SERVICIOS AMBIENTALES Y DISPOSICIÓN A PAGAR EN SAN ANDRÉS
TUXTLA, VER. ....................................................................................................................... 177
LA MULTIFUNCIONALIDAD AMBIENTAL DE LA AGRICULTURA CAMPESINA EN LA ME-
SETA PURÉPECHA: UN ESTUDIO DE CASO ...................................................................... 187
SUSTENTABILIDAD AMBIENTAL O SOBREVIVENCIA ECONÓMICA: LAS DECISIONES
DE LOS CAMPESINOS EN TORNO AL DE USO DEL SUELO ............................................ 197
EFECTO DE UN MICROCRÉDITO EN LA CALIDAD DE VIDA DE MUJERES EN COMU-
NIDADES RURALES POBRES ............................................................................................. 208
PERCEPCIÓN DE LAS INSTITUCIONES DEL SECTOR AGROPECUARIO SOBRE LAS
LIMITANTES PARA LA PRODUCCIÓN DE CHILE HABANERO (Capsicum chinense Jacq)
EN EL CENTRO DEL ESTADO DE VERACRUZ ................................................................... 214
DISPOSICIÓN URBANA DE PAGO POR SERVICIOS HIDROLOGICOS EN LA CIUDAD
DE ACAYUCAN, VERACRUZ ................................................................................................ 223
USO DEL DIAGNOSTICO RURALPARA EVALUAR LA PRODUCCIÓN DE MAÍZ EN EL
MUNICIPIO DE JAMAPA, VERACRUZ. ................................................................................ 233
AFECTACIONES A LA SALUD POR METALES TÓXICOS EN LA POBLACIÓN DE XO-
CHITLÁN, HIDALGO, MÉXICO ............................................................................................. 241
PARTE I: CARACTERIZACIÓN Y ESTUDIO DE LA POBLACIÓN POTENCIALMENTE
EXPUESTA ............................................................................................................................ 250

IMPACTO AMBIENTAL
DIAGNOSTICO DE Perkinsus marinus EN OSTIÓN (Crassostrea virginica) DEL SISTEMA
LAGUNAR MANDINGA .......................................................................................................... 251
CONTAMINACIÓN DEL AGUA POR NITRÓGENO CAUSADA POR LA AGRICULTURA
EN ZONAS CAÑERAS DE VERACRUZ, MÉXICO ................................................................ 257
PRESENCIA DE ARSÉNICO EN CULTIVOS DE CEBADA CERVECERA (Hordeum dis-
tichon L) Y HABAS (Vicia faba) PROVENIENTES DE AGUAS Y SUELOS DE ZIMAPÁN,
HIDALGO, MÉXICO ............................................................................................................... 266
EL BORO EN LA CUENCA DEL RIO DUERO: TENDENCIAS GENERALES Y EFECTOS
AMBIENTALES ...................................................................................................................... 275
EVALUACIÓN CLIMÁTICA DEL ÁREA NATURAL PROTEGIDA “ALTAS CUMBRES” VIC-
TORIA TAMAULIPAS, MÉXICO ............................................................................................. 284
PROGRAMA PILOTO DE TRANSFERENCIA DE TECNOLOGÍA DE LABRANZA DE CON-
SERVACIÓN EN EL MUNICIPIO DE VERACRUZ ................................................................ 292

5
AGROTECNIA pagina

EFECTO DE ADITAMENTOS PARA LA SIEMBRA DE CANOLA EN LABRANZA CERO


CON MANTILLO BAJO RIEGO EN MICHOACÁN, MÉXICO ................................................ 303
RESPUESTA DEL CULTIVO DE CANOLA BAJO RIEGO A DIFERENTES METODOS DE
LABRANZA DE CONSERVACIÓN EN MICHOACÁN ........................................................... 310
REDUCCIÓN DE LA FERTILIZACIÓN NITROGENADA MEDIANTE LA LABRANZA RE-
DUCIDA Y CARBONATO DE CALCIO EN CANOLA DE TEMPORAL EN MICHOACÁN,
MÉXICO ................................................................................................................................. 317
FERTILIZACIÓN FOLIAR COMO COMPLEMENTO DE LA NUTRICIÓN QUÍMICA EN
CANOLA DE TEMPORAL BAJO LABRANZA REDUCIDA EN LA MESETA PURHÉPECHA,
MÉXICO ................................................................................................................................. 327
COMPORTAMIENTO DE GENOTIPOS DE TRIGO BAJO LABRANZA CERO VS. LA-
BRANZA CONVENCIONAL ................................................................................................... 334
DUREZA DEL GRANO DE FRIJOL GRANDE Y PEQUEÑO PRODUCIDO EN DIREREN-
TES CONDICIONES DE HUMEDAD Y FECHAS DE SIEMBRA .......................................... 341
ESTUDIO DE LA VALORIZACIÓN DE Agave salmiana (maguey pulquero) ........................ 349
INJERTACIÓN PARA PREVENIR EL DAÑO DE Hypsipyla grandella EN CEDRO Cedrela
odorata L., Y CAOBA, Swietenia macrophylla KING ............................................................ 355
EFECTO DE LA ADICION DE COMPOSTA EN EL DESARROLLO DEL TOMATE Y SUS
POBLACIONES MICROBIANAS RIZOSFÉRICAS EN UN SUELO ARCILLOSO ................ 363
PRODUCCION DE TRES GENOTIPOS DE ALFALFA CON APLICACIÓN DE ESTIERCOL
BOVINO ................................................................................................................................. 370
COMPORTAMIENTO DE UN FULVATO DE FIERRO EN LA CALIDAD DE TOMATE CHE-
RRRY EN UN CALCISOL ...................................................................................................... 378
CARACTERIZACIÓN Y GERMINACIÓN IN VITRO DE SEMILLAS DE HELICONIAS ........ 384
ACTIVIDAD NEMATICIDA DEL QUITOSAN Y EXTRACTO DE GOBERNADORA (Larrea
tridentata) SOBRE Nacobbus aberrans ................................................................................. 391
RELACIONES HÍDRICAS DIURNAS EN CUATRO ESPECIES VEGETALES DEL MATO-
RRAL ESPINOSO TAMAULIPECO, NORESTE DE MÉXICO .............................................. 398
RESPUESTA DEL TRIGO AL FERTILIZANTE NITROGENADO BAJO LABRANZA DE
CONSERVACIÓN .................................................................................................................. 406
CONTROL MICROBIOLÓGICO DEL NEMATODO FALSO NODULADOR, Nacobbus abe-
rrans, EN CONDICIONES DE CAMPO ................................................................................. 415
CONTROL BIOLÓGICO DE LA COCHINILLA ROSADA DEL HIBISCO Maconellicoccus
hirsutus GREEN (HEMIPTERA: PSEUDOCOCCIDAE), EN MÉXICO .................................. 422
PRODUCCIÓN DE FRIJOL EJOTERO (Phaseolus vulgaris L.) CON APLICACIÓN DE
REGULADORES DE CRECIMIENTO .................................................................................... 428
ACTIVIDAD LARVICIDA DE HIPPOCRATEA EXCELSA (HIPPOCRATEACEAE) SOBRE
Culex quinquefasciatus (DIPTERA: CULICIDAE) .................................................................. 432
DESCRIPCIÓN DE VARIEDADES CRIOLLAS DE AYOCOTE (Phaseolus coccineus L.)
MEDIANTE CARACTERES DE LA SEMILLA ........................................................................ 438
FERTILIZACIÓN NITROGENADA Y ACTIVIDAD INSECTICIDA DEL EXTRACTO ACUO-
SO DE Carica papaya SOBRE Spodoptera frugiperda EN MAÍZ ......................................... 446
PRODUCCIÓN SOSTENIBLE DE GIRASOL (Helianthus annuus L.) EN VALLES ALTOS .. 453

6
GANADERÍA SOSTENIBLE pagina

COMPACTACIÓN EN DIFERENTES SISTEMAS DE MANEJO DEL SUELO EN EL RAN-


CHO AGROECOLOGICO “LAS CAÑADAS”, HUATUSCO, VERACRUZ .............................. 457
EL FORRAJE VERDE HIDROPONICO: UN ALIMENTO PARA UNA GANADERIA SOSTE-
NIBLE EN ZONAS ARIDAS ................................................................................................... 464
IDENTIFICACIÓN CUALITATIVA DE TANINOS EN ARBUSTIVAS FORRAJERAS EN LA
MIXTECA BAJA OAXAQUEÑA .............................................................................................. 474
ESTUDIO DE UN SISTEMA PRODUCTIVO CAPRINO MEDIANTE ANÁLISIS MULTIVA-
RIADO PARA IDENTIFICAR FACTORES QUE AFECTAN SU SUSTENTABILIDAD ........... 480

7
8
9
10
LA ESTRATEGIA MULTIUSOS, BASE DEL MANEJO SUSTENTABLE EN AGRICULTURA
ORGÁNICA

1
Rubén Ángel Mandujano Barrios

RESUMEN

Una parcela de cultivo tiene un mayor índice de sustentabilidad en la medida en que se parece
mas al ecosistema original, es decir, al tener un alto grado de diversidad biológica. Este
conocimiento lo poseen en forma empírica los campesinos de ciertos enclaves cuyas
actividades comunes son parte de una estrategia multiusos que les permite, en la misma
parcela e independientemente de su tamaño, obtener durante todo el año productos de cultivos
básicos, frutícolas, hortícolas, plantas medicinales, de ornato, ganado mayor y menor, aves de
corral, recolección, extracción forestal, pesca, caza, artesania, por citar lo mas usual e
importante. De acuerdo a lo expuesto, en el presente trabajo se pretende socializar una
experiencia acerca del manejo orgánico de una huerta en donde el elemento vegetal mas
importante es el litchi, Litchi chinensis Sonn y el elemento animal, borregos pelibuey. Se explica
como han interaccionado estos elementos a favor del manejo de las hierbas adventicias y del
aporte directo de materia orgánica, logrando rendimientos satisfactorios en los dos
componentes. También se destaca la presencia de otros vegetales como son mas de 40
especies frutícolas tropicales, zacate de corte, mas de 10 especies hortícolas en rotación,
cercos vivos, cortina rompevientos, leguminosas de cobertera, especies de ornato, así como un
módulo de gallinas. Otros elementos de importancia ecológica, social y económica son
compostas, lombricomposta y captación de humus líquido, que se producen en el rancho el
cual tiene una superficie de un poco menos de cuatro hectáreas. Respecto al manejo del litchi,
explica el control del tamaño del árbol a través de diferentes tipos de podas, la producción
forzada mediante el anillado de ramas, la incorporación de altas tasas de materia orgánica por
el pastoreo rotativo de borregos, los arropes, la adición semestral de lombricomposta y el
reciclaje de nutrientes. En el control de plagas y enfermedades juegan un papel importante el
árbol del neem, Azadirachta indica, y la leguminosa Tephrosia sp., así como preparados
minerales a base de azúfre, cal y cobre.

Palabras clave: sustentabilidad, biodiversidad, litchi orgánico

INTRODUCCIÓN

En pocas décadas, el uso indiscriminado de agroquímicos en la agricultura ha traído mas


perjuicios que beneficios, tales como la contaminación del suelo, la atmósfera, los acuíferos,
así como toxicidad hacia plantas, animales, trabajadores del campo y consumidores que
presentan con mas frecuencia y severidad, enfermedades graves. Por ello, la humanidad poco
a poco va tomando conciencia de la urgente necesidad de cambiar a otro modo de producción
agrícola y pecuario que sea respetuoso de los ciclos de la naturaleza y que sea sustentable en
el tiempo, sin comprometer a las generaciones futuras.
La agricultura orgánica sustentable es una opción para lograr lo anterior por lo que se escogió
éste modo de producción para establecer y manejar una huerta de litchi, Litchi chinensis Soon,
en la comunidad de Lechuguillas, perteneciente al municipio de Vega de Alatorre, Estado de
Veracruz, México, localizada en la parte costera central. A lo largo de diez años, se han tenido
que enfrentar una serie de retos y problemas apoyándose en la aplicación de tecnología de
base biológica que se ha generado en el ámbito agronómico. Se considera importante
socializar estas experiencias con el afán de fomentar un intercambio de conocimientos que
permita enriquecer el proceso.

1
Facultad de Ciencias Agrícolas, Campus Xalapa, Universidad Veracruzana, México
[email protected]

11
Sin embargo, con el conocimiento de que un modo de producción orgánico no necesariamente
va a ser sustentable si solamente se apoya en una sustitución de insumos, el manejo de la
huerta referida se basa en la diversidad biológica, el aporte constante de materia orgánica, la
cubierta vegetativa como medida efectiva de conservación del suelo y el agua, cultivos con
arropes, leguminosas de cobertera, eficientar los mecanismos del reciclaje de nutrientes
mediante las rotaciones de cultivos y la integración animal-vegetal, la regulación de plagas
mediante la actividad estimulada de los agentes de control biológico a través de la
manipulación de la biodiversidad y por la conservación de los organismos naturales (Altieri,
1995). Se trata con ello, de asimilar y reproducir el conocimiento empírico que poseen muchos
campesinos y hacer una agricultura diversificada a través de una estrategia multiusos (Toledo,
1981).
Es importante en este punto, recordar cuales son las características que debe reunir la
agricultura para lograr altos índices de sustentabilidad o sostenibilidad (Gipd, 1986; Reijntjes et
al., 1992).

- Ser ecológicamente válida. Que mantenga la calidad de los recursos naturales y la


mejora de la vitalidad del ecosistema global (personas, animales, plantas,
microorganismos, fertilidad del suelo, etc.), a través de la autorregulación
mantenida por procesos biológicos, uso de recursos renovables y su
implementación en el mantenimiento de la biodiversidad ecológica, incluyendo la
identidad sociocultural.
- Ser económicamente viable. Producir suficiente para autoconsumo y venta. Que los
ingresos garanticen retornos suficientes que cubran los gastos y dejen ganancias.
- Ser socialmente justa. Que el poder y los recursos estén justamente distribuidos
para que permitan cubrir las necesidades básicas de todos los miembros de la
sociedad y que los agricultores implicados tengan asegurado su derecho al uso de
la tierra, cuenten con capital adecuado y dispongan de asistencia técnica y
oportunidades de mercado necesarias para el mantenimiento de la identidad
ecológica, incluyendo la identidad sociocultural.
- Ser humana. Que todas las formas de vida de personas, animales y vegetales sean
respetadas. La dignidad debe ser reconocida y las relaciones sociales e
instituciones incorporadas en los procesos productivos han de respetar los valores
y derechos humanos implícitos en el universo sociocultural concreto. Así, sus
concepciones de la honestidad, respeto mutuo, cooperación y solidaridad deben
estar presentes en cada forma de agricultura, aceptándose así, junto a la diversidad
biótica, la sociocultural, derivada de la integridad espiritual, forjada históricamente
en cada cultura cuya preservación forma parte de la sostenibilidad del
agroecosistema.
- Ser adaptable a los constantes cambios de las condiciones de la agricultura: el
crecimiento de la población, las distintas políticas agrarias implementadas y la
demanda cambiante de los mercados obliga a que, aceptando las anteriores
características, los sistemas agrarios tengan que adaptarse a las innovaciones
tanto en términos sociales como culturales. Sin embargo, ésta ultima característica
requiere la integración de las innovaciones a cada universo sociocultural específico
y, en caso de que estas rompan la identidad del agroecosistema, debe rechazarse.

El objetivo del presente trabajo es socializar y destacar el manejo orgánico sustentable que se
ha realizado en una huerta de la costa veracruzana.
Los aspectos que mas se destacan en el manejo de la huerta son: la biodiversidad (existen
mas de 40 especies frutícolas, mas de 15 especies hortícolas, mas de tres especies utilizadas
como cercos vivos y como cortinas rompevientos, mas de 10 especies florícolas y de ornato,
mas de tres leguminosas de cobertera, una especie de zacate de corte, mas de tres especies
pecuarias y mas de 10 hierbas adventicias. También y como componente importante de la
biodiversidad existen organismos plagas, organismos benéficos, patógenos, microorganismos
benéficos. Todos ellos interaccionando favorablemente). Esta biodiversidad permite un
eficiente equilibrio en el agroecosistema y en consecuencia bajos niveles de adventicias,
plagas y enfermedades. Asimismo, la estrategia multiusos, derivada de la misma, logra la
obtención de diversos productos para autoconsumo familiar, de la parcela y para la
comercialización de excedentes (Altieri, 1991 y 1995; FAO, 1993). En el mejoramiento del

12
suelo , la nutrición de los cultivos, la conservación de la humedad y el manejo de las
adventicias juegan papeles importantes el reciclaje de nutrientes a través de la incorporación
de residuos de podas, arropes, leguminosas de cobertera, pastoreo rotativo de borregos,
movimientos libres de gallinas, altas tasas de incorporación de lombricomposta y adición de
humus líquido en aspersión y al suelo (Kale et al., 1985; Guerrero, 1990; Núñez, 1993; Ferrera
y Santamaría, 1995; Ruiz, 1996; Doran et al., 1996; Salazar, 2004). Actualmente se aplican
aproximadamente 45 kg. de lombricomposta a los árboles adultos de 10 años de edad en dos
ocasiones, después de la cosecha y en el amarre de frutos. En general se sigue el criterio de
aplicar cuatro veces mas en relación a la edad de los árboles, ejemplo: a árboles de dos años
de edad se les aplica 8 kg. de lombricomposta divididos en dos aplicaciones por año, lo cual
resulta suficiente para recuperar los nutrientes que salen del agroecosistema por conceptos de
cosecha y ramas gruesas de podas y para mejorar las condiciones físicas y bioquímicas del
suelo (Galán, 1987).
Para el control del tamaño del árbol del litchi, el manejo de altas densidades y los rendimientos,
se destacan las podas de despunte, de aclareo y de rejuvenecimiento, las cuales permiten:
recuperación económica temprana, altos rendimientos por hectárea, ventilación y captación de
luz solar, fácil manejo en cosecha y aspersiones, entre otras ventajas (Yee, 1972; Menzel et al.,
2000). Otro factor de manejo con una respuesta notable en la producción forzada, temprana y
constante ha sido el anillado que se realiza en el 50 % de las ramas de cada árbol en edad
productiva. Esta práctica se lleva a cabo anualmente en el mes de septiembre y ha demostrado
experimental y comercialmente, ser de amplia utilidad en esta huerta para prácticamente
desaparecer el fenómeno de la alternancia de producción, tan común en el litchi. En septiembre
del año 2000 se realizó un experimento sobre anillado de ramas que permitió evaluar su efecto
sobre el rendimiento en la cosecha de mayo de 2001; el resultado fue que en el 98 % de las
ramas anilladas hubo floración y producción de frutos y éstas produjeron 24 veces mas frutos
que las ramas sin anillar, es decir, en ese año no hubiera habido producción de no ser por el
anillado (Hernández y Hernández, 2001). Otros estudios realizados han demostrado también
las ventajas del anillado en litchi a favor de la inducción floral, el rendimiento y el contenido de
carbohidratos (Young, 1977; Menzel et al., 1984; Koo y Subhadrabandhu, 1987; García et al.,
2007).
Respecto al manejo de plagas, la mas incidente ha sido la tuza o rata de la raíz, la cual ha
ocasionado perdida de árboles hasta del 15%. Se ha manejado en principio con trampeos sin
ser este tratamiento muy efectivo. Recientemente se ha establecido la leguminosa Tephrosia
sp., la cual sintetiza rotenona en sus raíces principalmente, sustancia que es un potente
rodenticida y ocasiona mermas en la población de esta plaga y también actúa como repelente
de la misma. Este tratamiento ha mostrado ser de gran efectividad (CIAT Uganda, 2002). Otros
problemas menores de ácaros y hongos se han manejado exitosamente con productos a base
de azúfre, cal y cobre (Restrepo, 1998). Los extractos elaborados a base de hojas y semillas
molidas del árbol del neem (Azadirachta indica) también son parte importante del manejo de
plagas y enfermedades.
Por lo que toca al componente animal, el elemento mas importante lo constituyen los borregos
los cuales han tenido una interesante interacción con el suelo, las adventicias y los litchis,
permitiendo un bajo nivel de las hierbas adventicias al alimentarse de ellas y el mejoramiento
de la fertilidad del suelo a través de sus excretas sólidas y líquidas, favoreciendo también a las
plantas. Además, el tiempo en que permanecen estabulados permite la acumulación y
utilización del estiércol para, junto con restos vegetales y cachaza de caña, elaborar composta
que sirve para alimentar a las lombrices de tierra Eisenia andrei, otro importante elemento
animal, para producir la lombricomposta.
Existe un módulo de producción de germinados de maíz el cual proporciona en un tiempo
promedio de 12 días, un excelente alimento para los borregos y para las gallinas. Los otros
elementos que complementan la alimentación de los borregos son el zacate de corte king
grass, zacate pangola en pacas y alimento balanceado. A las gallinas se les complementa con
maíz en grano. Las gallinas ponedoras también intervienen favorablemente al aprovechar lo
que excretan los borregos en los corrales y al estar libre en la plantación, ayudando en la
regulación de las poblaciones de las plagas localizadas en el suelo y con sus aportes de
materia orgánica.

13
MATERIALES Y METODOS

Ubicación del huerto. Lechuguillas es una congregación que pertenece al municipio de Vega de
Alatorre, Veracruz y esta situado geográficamente a los 20º 02’ latitud norte y 96º 57’ longitud
oeste en la región costera central del estado de Veracruz. Tiene una altitud de 10 m.s.n.m. y
está a solo 800 metros de la playa.
Se adquirieron dos parcelas contiguas, la primera en el año de 1997 con una extensión de 2.3
ha en las que se establecieron 630 árboles de litchi. En media hectárea adjunta se
establecieron frutales diversos para autoconsumo familiar tales como mangos, chicozapotes,
limas ácidas, limas dulces, naranjos, toronjos, mandarinas, tangelos, tangores, aguacates,
caimitos, cocoteros, guanábanas, lama y chincuya. Como cercos vivos se utilizaron palo mulato
y cocohite y como cortinas rompevientos, casuarina. En un principio y durante los dos primeros
años, se intercalaros plantas de papaya, jamaica y fríjol, constituyendo un vistoso policultivo.
Posteriormente se adquirieron 1.4 hectáreas con una casa de campo. En esa sección se tiene
actualmente: 100 árboles de litchi de dos años de edad y entre ellos zacate king-grass el cual
se está retirando paulatinamente para permitir una buena formación de la copa de los litchis y
tambien para poder incrementar la biodiversidad intercalando árboles frutales de porte medio y
bajo en un arreglo de cinco de oros. En esa misma parcela se tienen algunas plantas
leguminosas como canavalia, clitoria y tefrosia. En la periferia se cuenta con cocoteros y cercos
vivos de las especies antes mencionadas.
En otra sub.-parcela se estableció un policultivo frutícola conformado por: mangostán,
rambután, longán, guaya, calamondín, zapote mamey, zapote domingo, carambolo, jaca, árbol
de pan, carisa, jaboticabo, guayabo, capulin, marañon, anono, caimito, nanche, maracuyá,
naranjo agrio, noni y neem.
Características edáficas. El suelo es profundo, aluvial y tiene textura migajón arenosa con pH
de 6.8, el uso anterior del suelo era de potrero ya que en esa zona predomina la actividad
ganadera. El contenido de materia orgánica era bajo por lo que se le han agregado durante 10
años, cantidades crecientes de materia orgánica a través del pastoreo rotativo de borregos,
reciclaje de material vegetal, arropes, intercalación de leguminosas y en los últimos 6 años,
muchas toneladas de lombricomposta producida en el mismo rancho a base de estiércol de
borrego, restos vegetales y cachaza de caña.
El clima es cálido con inviernos frescos, lo cual permite la inducción floral del litchi. La
precipitación pluvial es de un promedio de 1369 mm anuales, distribuidos principalmente en los
meses de junio a octubre, seguida de un periodo de menos precipitación entre noviembre y
febrero y de otro periodo relativamente seco de marzo a mayo. La temperatura es cálida la
mayor parte del año con una media anual de 23.9º C. En los meses de noviembre a febrero la
temperatura desciende favorablemente hasta los 10ºC en algunos días, esto hace que, a pesar
de estar al nivel del mar y muy cerca de él, existan condiciones favorables que promueven la
inducción floral. Hay dos tipos de vientos fuertes en la región: los que vienen del norte, los
cuales son fríos, y los que vienen del sureste, los cuales son cálidos. Ello hace indispensable el
establecimiento de cortinas rompevientos, con mayor justificación para el litchi el cual es muy
sensible en sus ramas que se desgajan con facilidad.
Por lo que respecta a lo pecuario, se tienen borregos: 60 hembras pelibuey y 2 sementales:
Damara y F1 (Dorper x Kathadin), varios corderos. Estos en un principio se pusieron en
pastoreo rotativo en la huerta de litchis, cuando los arbolitos tuvieron entre 2 y 8 años de edad.
Últimamente ya no pastorean porque el sombreado que producen los árboles ha disminuido
notablemente la población de hierbas adventicias y porque recientemente se han establecido
replantes de litchi y plantas de tephrosia. Durante el tiempo mencionado, se mantuvo por los
borregos un bajo nivel de adventicias y aportes directos de excretas sólidas y liquidas. Ahora
se tienen semi estabulados y sus excretas se recogen cada semana en la galera y se utilizan
para hacer una composta al combinarla con los restos vegetales que no se comen los borregos
y con cachaza de caña que se trae de un ingenio cercano.
Lombricomposta y Humus liquido. Con la composta mencionada se alimentan a las lombrices
de tierra de la especie Eisenia andrei. Se cuenta con ocho camas lombricomposteras bajo
techo de 8 m de largo por 1.5 m de ancho y 0.5 m de alto. Estas tienen una leve inclinación y
cuentan con piso de cemento lo que permite el escurrimiento de líquidos ricos en nutrientes
vegetales, fitohormonas, aminoácidos, ácidos húmicos y fúlvicos, así como una fuerte carga de
microorganismos benéficos. Este liquido se recoge en unos tanques, se fermenta, se madura y
se enriquece con extracto de algas marinas. La Lombricomposta se aplica dos veces por año

14
en la zona de goteo de todas las plantas del rancho y el humus líquido varias veces al año al
follaje de las mismas.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Con el manejo descrito, se han obtenido a la fecha siete cosechas de litchi, de acuerdo a como
se muestra en la figura 1.

Figura 1. Rendimientos por hectárea durante siete cosechas de litchi

La biodiversidad existente en el agroecosistema y la estrategia multiusos derivada de la misma,


hacen posible generar varios productos a lo largo del año, reduciendo de esta forma los riesgos
ambientales y económicos. En el Cuadro 1, se consignan los productos generados en
promedio durante un año.

Cuadro 1. Otros productos obtenidos para autoconsumo y venta por la empresa mandumed,
granja ecológica.

Producto Cantidad anual generada

Arbolitos de litchi 1,500 unidades


Arbolitos de neem 3,000 unidades
Arbolitos de noni 2,000 unidades
Lombricomposta 144 ton
Fertihumus enriquecido con extracto de algas 1,500 litros
Borregos 72 unidades
Pulpa congelada de: lítchi (pulpa, helado) 1,000 kg
Hojas deshidratadas de neem 50 kg
Capsulas de neem 500 frascos
Semillas de neem 250 kg
Semilla de canavalia 100 kg
Semilla de frijol terciopelo 30 kg
Semilla de clitoria 10 kg
Zacate de corte 37 ton
Germinados de maíz 2,160 charolas de 7 kg
Otros diversos para autoconsumo (frutas tropicales, hortaliza, 1 ton
huevo de rancho, etc.)

15
Los resultados obtenidos concuerdan con lo consignado por Toledo (1981) y Altieri (1995)
quienes destacan que la biodiversidad y la estrategia multiusos son claves para lograr la
sustentabilidad y para generar diversos productos, haciendo la actividad agropecuaria
económicamente rentable, además de ecológicamente sana y socialmente justa.

CONCLUSIONES

La agricultura orgánica no debe basarse solamente en la sustitución de insumos. La


biodiversidad es clave para lograr la sustentabilidad. La estrategia multiusos en una parcela
diversificada disminuye los riesgos ambientales y económicos y provee productos durante todo
el año. La agricultura sustentable es fuente permanente de trabajo sano.

LITERATURA CITADA

Altieri, M. A. 1991. Por que estudiar la agricultura tradicional. En: Agroecología y desarrollo.
Año I no. 1.
Altieri, M. A. 1995. El “Estado del Arte” de la Agroecologia y su Contribución al Desarrollo Rural
en América Latina. En: Cárdenas M. A. (ed.). Agricultura y Desarrollo Sostenible. Madrid.
MAPA. Serie Estudios.
CIAT-Uganda’s Tephrosia Extensión Material. 2002.
http://ppathw3.cals.cornell.edu/mba_project/CIEPCA/exmats/tephrosia.html
Doran, J. W.; Sarrantonico, M. And Liebig, M. A. 1996. Soil Health and Sustainability. In:
Advances in Agrónomy. Vol 56. copyright. Academic Press, Inc.
FAO. 1993. La diversidad en la naturaleza: Un Patrimonio Valioso. Roma, Italia.
Ferrera, C. R. y S. Santamaría R. 1996. La biotransformación de la materia orgánica y el uso
de microorganismos en la agricultura. En: Zapata A. y Calderón, A. R. (eds.). Memoria del
Primer Foro Nacional sobre Agricultura Orgánica. Colima, Col., México.
Galan Sauco V. 1987. El Litchi y su cultivo. FAO.
García, P. E., G. A. B. Martins y C. Avila-Resendiz. 2007. Influencia del Anillado de Ramas
sobre Floración y Concentración de Nitrógeno, Carbono y relación C/N en Hojas de Litchis, en
dos Localidades. Memoria del II Simposio Internacional de Fruticultura Tropical y Subtropical.
Fruticultura 2007. La Habana, Cuba.
Gipd, J. 1986. GAT is sustainable agriculture. En: P. Allen and Divan Susen (eds.). Globel
Perspectives on Agroecology and sustainable Agricultural System. Santa Cruz. University of
California. Vol I.
Guerrero, G. A. 1990. El suelo, los abonos y la fertilización de los cultivos. Ediciones
Mundiprensa. Madrid, España.
Hernández, H. M. A. y Hernández R. 2001. Anillado en Árboles Jóvenes de Litchi, Litchi
Chinensisi Sonn., para Inducir Floración y Fructificación.
Kale, R. D.; B. C. Mallesh; K. Bano y J. D. Bagyaraj. 1985. Influence of vermicompost aplication
on the available macronutrients and selected microbial populations in a paddy field. Soil Biol.
Biochem.
Koo D. A.; Subhadrabandhu, S. 1987. Kasetsart Journal, Natural Sciences 21 (2): 132-141
Effect of branch girdling on total non structural carbohydrate content in relation to flowering of
two lychee (Litchi chinensis Soon.) cultivars.
Menzel, C. M., Wil, B. W. And Paxton, B. 1984. The effect of cincturing at different stages of
flush maturity on flowering in lychee. In: Maroochy Horticultural Research Station Research
Report No. 3 1981-1983. queensland Department of Primary Industries: 58-59.
Menzel, Ch.; Trevor O.; Cameron M.C.; Neil W.; Yan D. and Chris W. 2000. Lychee, Longan
and Rambutan. Optimising Canopy Management. Rural Industries Research Development
Corp. Kingston, Australia.
Núñez-Escobar. 1993. Los fertilizantes organo minerales en la agricultura sostenible. En:
Ferrera-Cerrato y R. Quintero L. (eds.). Agroecología.
Reijntjes, C.; 1992. Bertus Hayerkort and Ann Waters-Bayer. Farming for the Future. An
Introduction to Low-External Input and Sustainable Agriculture. London: McMillan.
Restrepo, J. J., 1998. La idea y el arte de fabricar los abonos orgánicos fermentados y como
aprender a hacer caldos minerales fungistáticos para enfermedades e los cultivos.

16
Ruiz, Figueroa, J. F. 1996. Los fertilizantes y la fertilización orgánica bajo la óptica de un
sistema de producción orgánica. En: Zapata, A. y Calderón, A. R. (eds.) Memoria del primer
Foro Nacional sobre Agricultura Orgánica. Colima, Col. México.
Salazar, R. F. 2004. Revisión Bibliográfica sobre Lombricomposta y Aspectos Técnicos para su
Producción, a través de una Experiencia Práctica.
Toledo, V. M. 1981. Intercambio ecológico e intercambio económico en el proceso productivo
primario. En: E. Leff (ed.). Biosociología y Articulación de las ciencias . México. UNAM.
Yee, W. 1972. The lychee in Hawai. University Of Hawaii, Cooperative Extension Service.
Circular 366.
Young, T. W. 1977. Effect of branch girdling of yield of severely pruned Brewster Lychee trees.
Proceedings Florida State Horticultural Society, 90: 251-253.

17
UNDERSTANDING ANIMAL BEHAVIOR TO ACCOMPLISH SUSTAINABLE
LIVESTOCK PRODUCTION
1
Karen Launchbaugh

INTRODUCTION

Grazing management is an incredibly challenging profession that requires keeping grazing


animals healthy and productive in a foraging environment filled with plants that vary from highly
nutritious to deadly. Furthermore, the forage value of grazing resources varies from morning to
evening, day to day, season to season, and year to year. Under these changing and variable
conditions, the impacts of grazing on animal production on plant communities must be
managed. Our grazing management tools are generally restricted to selecting a kind or class of
animal, setting stocking rate, and choosing season of grazing. An often overlooked approach to
grazing management is to modify the behavior of individual grazing animals. With a clear
understanding of animal behavior we could create herds and flocks of livestock with specific
grazing habits. The benefits of improved ecological condition of grazing lands and increased
livestock production could be gained from the careful modification of animal behavior.

BEHAVIOR DEPENDS ON CONSEQUENCES

Foraging is an immensely complex behavioral process, but at the heart of this process is the
simple idea that animals learn based on the consequences of their actions ! positive
consequences increase the future likelihood of the behavior, whereas aversive consequences
decrease the likelihood of the behavior. This fundamental and well-tested principle of animal
behavior allows livestock managers to manage how animals behave by controlling the
consequences of actions. A skilled livestock manager is observant of conditions under which
desirable and undesirable behavior increase or decrease.

“Good” Consequence “Bad Consequence”

Add or Behavior Increases Behavior Decreases


Apply (Positive Reinforcement) (Positive Punishment)

Remove Behavior Decreases Behavior Increases


(Negative Punishment) (Negative Reinforcement)

In terms of managing grazing livestock, this principle translates to having clear management
objectives and then paying attention to the consequences that animals experience when they
are grazing specific plants in specific habitats. There are many ways that managers can alter
the consequences of behavior and obtained desired grazing patterns. This idea of consequent-
driven behavior is captured in a common rule of animal trainers as “make the right things easy
and the wrong things hard”.

FORAGING PREFERENCES AND AVERSIONS DEPEND ON CONSEQUENCES

When a plant is eaten, it provides feedback during digestion and metabolism. The flavor of a
plant becomes more or less pleasing to the animal depending on its digestive consequences.
Grazing animals form preferences for plants that are satisfying in terms of energy enhancement,
maintaining nutrient balance, or recovery from illness.
Eat food (flavor) " Positive Consequences " Preference

If consumption of the plant yields illness or digestive malaise, the flavor becomes aversive and
distasteful.
Eat food (flavor) " Negative Consequences " Aversion
1
Chair of Rangeland Ecology and Management, University of Idaho, Moscow, ID, United States
of America

18
These flavor-consequence relationships form the basis for dietary likes (preferences) and
dislikes (aversions). Once the palatability, or hedonic value, of a plant is established, the animal
uses its senses of smell and sight to differentiate between plants and seek foods with high
hedonic value and avoid aversive foods. The resulting behavior patterns lead to increased
consumption of foods that are likely to yield nutritional benefit and limited consumption of toxic
or low quality plants.

Figure 1. Digestive consequences of foraging influence aversions to or preferences for foods.


Adapted from Launchbaugh and Howery. 2005. Rangeland Ecol. Manage. 58:99–108

Grazing animals tend to avoid unfamiliar foods and places in favor of familiar ones. This natural
avoidance or “fear” of novel items is called “neophobia.” This habit of avoiding novelty reduces
the likelihood that an animal will eat excessive amounts of a novel toxic plant and suffer severe
toxicosis or death. Animals also distinguish between novel and familiar plants when relating
digestive feedback to specific plants in the diet. Conditioned food aversions can be easily
created offering an animal a single novel food and inducing gastro-intestinal illness (with a drug
or compound such as lithium chloride) immediately following ingestion. In this case animals
“blame” a novel food or plant for making them ill and continue to eat familiar plants. When
consuming mixed meals of familiar and novel foods, herbivores preferentially form aversions or
preferences to novel dietary items. When foraging bouts include several novel plants, plants
that dominate the diet are ‘weighted’ more than plants consumed in smaller quantities, even if
the minor foods were responsible for more positive or negative consequences. Grazing
livestock on rangelands are usually quite familiar with the forage resource and may seldom
encounter truly novel plants. This allows greater opportunity to ‘sort out’ feedback from
individual or similar groups of plant species. Collectively, these mechanisms enable herbivores
to discriminate among beneficial or detrimental foods within a meal.

CONSEQUENCES ALSO AFFECT WHERE TO FORAGE – HABITAT SELECTION

Just as consequences affect what plants grazing animals select or avoid, so do consequences
affect where animals decide to forage. Grazing animals learn about the satisfying or aversive
characteristics of the places in their environment. Herbivores form preferences for habitats that
have good forage resources, available water, low risk of predation, and appropriate thermal
regimes. Foods and places that make the animal feel ill or uncomfortable or in which they
experience pain become aversive and are subsequently avoided. Individual experiences and
interactions with peers form the foundation of adaptive foraging decisions where animals seek
foods and places that improve their well-being and avoid plants and habitats that will likely lead
to illness, discomfort, or death.

19
Figure 2. Consequences of foraging in specific habitats affect animal preference for or
avoidance of habitats.

SOCIAL INFLUENCES - LEARNING FROM MOTHER AND PEERS

Livestock live in multi-generational groups in which dietary information can be easily passed
from experienced to inexperienced animals. Young livestock therefore do not require perfect
and complete dietary or habitat information at birth. Learning from mother may even begin
before young herbivores, take their first bites. Flavors in uterine fluid can influence food
aversions. Mother's milk is also a source of information for young livestock. Once animals start
eating, they quickly learn to avoid foods their mother avoids and to consume alternatives
consumed by mother. Young livestock can also learn appropriate food choices from other adult
animals.
As livestock grow older they are less influence by mother and more influenced by their own
experiences and peers. Peers even influence the power of individual experiences. For
example, animals form stronger aversions to food if they are around peers that also do not eat
the aversive food. Weaker aversions are formed if animals are foraging around other animals
that are readily consuming the food that made them ill.

MANAGING FORAGING BEHAVIOR

A livestock manager’s role is to facilitate and exploit an animal’s abilities to efficiently convert
forage into animal products and modify what and where animals eat to meet landscape
management goals. This feat of animal husbandry can be accomplished with three basic
management practices: 1) select a kind and type of animal with natural foraging behaviors that
can efficiently use the available forage; 2) selectively breed animals that meet the challenges of
the foraging environment or management goals; and, 3) provide animals the opportunity to
“learn” about foraging situations.

Selecting Appropriate Animals

Animals are born with physical abilities, physiological competencies, and behavioral
predispositions that affect the consequences of behavior and therefore direct foraging
decisions. For example, cattle have large rumens, wide mouths, and large tongues that are well
adapted to efficiently harvest grass. Cows can learn to eat fairly significant amounts of shrubs,
however they will never eat browse plants as efficiently as goats with their narrow mouths and
smaller rumens. Many forage plants contain deleterious compounds such as alkaloids, tannins,
or essential oils that limit the amount of these plants that can be eaten before the animal
experiences illness or other negative consequences. Different species of grazing animals vary
in their metabolic ability to process consumed allelochemicals. For example, goats generally
have a larger liver mass (per unit body mass) than cows or sheep and because the liver is a
major site of detoxification, goats can often consume larger quantities of plants containing
tannins, essential oils, or other phytochemicals.

20
Changes in diet selection can also be accomplished by careful selection of livestock breed
within species. For example, goats have long been used to manage invasive shrubs, such as
juniper, on rangelands. Research has revealed that Spanish goats eat more juniper than
Angora goats. Likewise, anecdotal evidence suggests that Brahman cattle breeds willfully eat
more shrubs than their Herford or Angus counterparts. Even within a breed, individual animals
have different forage preferences that can be affected by their age and body condition. Animals
in low body condition have been shown to eat greater quantities of lupine (containing alkaloids)
and juniper (containing essential oils) than their counterparts in average body condition. It is
therefore apparent that groups of livestock with specific dietary preferences could be assembled
by careful selection of species, breed, and individual.

Breeding Animals with Desired Foraging Characteristics

Many ecological and livestock production goals could be met by assembling groups of livestock
with specific foraging habits. Selection and breeding of animals with desired habits could be
used to improve managed grazing as tools more effectively use the foraging environment
available. Livestock managers have selected animals for desired characteristics and culled
undesirable animals since the beginnings of livestock husbandry. Early selections gave us
breeds of animals specifically designed to produce milk, meat, or fiber. Different breeds have
resulted from selection of characteristics including, behavior, color, size, and resistance to
disease, pests, or environmental extremes. Animals within a herd or flock that consume greater
than average amounts of a specific plant could be identified and bred to create successive
generations with exceptional preferences for the plants available or the plants of concern. For
example, groups of animals selected specifically for weed control could constitute a viable
method for plant suppression and offer an alternative to chemical or mechanical control
techniques. Genetic research has revealed that 28 to 50% of the variation in dietary
preferences can be attributed to inheritance. It is not clear exactly what is inherited to create
diet preferences. But, it is likely that inherited morphological, physiological, and neurological
attributes would affect diet selection and that selective breeding strategies could be used to
manage foraging preferences.
This principle of selective breeding could also be applied to manage where animals graze on
the landscape. Animals that naturally use steep terrain could be bred to other animals with
these habits to manage the spatial distribution of grazing. Several livestock producers have
tried this approach by identifying animals that frequent riparian areas or other excessively used
areas and “culling the culprits” that engage in this behavior.

Facilitating Animal Learning

As animals grow, they learn which plants to eat, which to avoid, and where to graze. This
knowledge is gained through thousands of behavior-consequence interactions every day. The
challenge for livestock managers is to ensure that animals have positive experiences when
eating desirable foods and negative experiences when eating foods that should be avoided.
“Diet training” procedures have been employed to get lambs to seek and devour wheat straw
when the consumption of straw was followed by doses of a soluble energy source (i.e., corn
starch in water). Cattle have also been trained to avoid a poisonous plant (larkspur and
locoweed ) when consumption was followed by a dose of a compound that creates nausea (i.e.,
lithium chloride). Conditioned preferences and aversions created by diet training procedures
can be effective but difficult to maintain because grazing animals have a natural propensity to
sample plants causing the natural reinforcing or aversive properties of plants to override the
compounds administered by human trainers.
Grazing livestock are gregarious creatures generally living in multi-generational groups that
provide many opportunities for social transmission of information about the value of foods and
habitats and models of foraging skills. Social interactions with mother and peers play a key role
in the development of grazing preferences. Young livestock learn what to eat and avoid from
their mothers. They also learn where to find forage and water. As animals grow, peers become
increasingly important sources of foraging information. Experiences of youth profoundly affect
an animal’s ability to select nutritious diets and adapt to changing environments.
Early life experiences can also affect foraging habits for a lifetime. Animals raised in level or
gently rolling terrain may never learn to use steep and rough mountain hillsides. Cows in
swamps and bayous learn early in life to wade out into the wetlands and eat emergent grasses.

21
Mature animals introduced into theses saturated foraging environments may require years to
readily graze the bayou grasses. Cattle in the desert shrublands learn to eat shrubs as calves
and will eat more shrubs throughout their life than animals that were raised in grasslands.
These patterns follow the old saying that “you can’t teach old dogs new tricks.” Given that
foraging habits learned in youth can be difficult to change, livestock managers should use care
when selecting replacement stock and should strategically plan the foraging environments to
which they introduce there herds and flocks.

MANAGEMENT IMPLICATIONS

Grazing management is founded on the control of grazing season and stocking rate. Beyond
this basic application of grazing management, there are many ecological and livestock
production goals that could be accomplished by modifying foraging behavior. Animals well
adapted to a particular forage resource could be identified and selectively bred to other animals
that display desired foraging habits. These “desirable” animals could then be given strategically
determined grazing experiences to learn about their foraging environment. These flexible,
opportunistic, and adaptive management strategies could undoubtedly improve livestock
production and the sustainability of land and livestock in grazed ecosystems.

FOR ADDITIONAL INFORMATION

Launchbaugh, K.L, K.D. Sanders, and J.C. Mosley (eds.). 1999. Grazing Behavior of Livestock
and Wildlife. Idaho Forest, Wildlife, and Range Exp. Sta. Bull. #70. Univ. of Idaho, Moscow, Ida.
Available online at: <www.cnr.uidaho.edu/range/Projects/GrazingBehaviorofLivestock.htm>.
Accessed, October 2007.
Launchbaugh, K.L. and L.D. Howery. 2005. Understanding Landscape Use Patterns of
Livestock as a Consequence of Foraging Behavior. Rangeland Ecology and Management
57:58:99-108.
Launchbaugh, K.L., F.D. Provenza, and J.A. Pfister. 2001. Herbivore Response to Anti-quality
Factors in Forages. Journal of Range Management, 54:431-440.
Launchbaugh, K. L., R.J. Daines, and J.W. Walker [Eds.]. 2006. Targeted Grazing: A Natural
Approach to Vegetation Management and Landscape Enhancement. Published by the
American Sheep Industry Association. Centennial, CO. Available online at:
<www.cnr.uidaho.edu/rx-grazing/Handbook.htm>. Accessed, October 2007.
Provenza, F.D. 1995. Postingestive Feedback as an Elementary Determinant of Food
Preference and Intake in Ruminants. Journal of Range Management, 48:2-17.
Provenza, F.D. 2003. Foraging Behavior: Managing to Survive in a World of Change.
Publication of BEHAVE (Behavioral Principles for Human, Animal, Vegetation, and Ecosystem
Management )
Available online at: <http://www.behave.net>. Accessed, October 2007.

22
ESTADO DEL ARTE SOBRE LA EVALUACIÓN DE SUSTENTABILIDAD Y
DERIVACIÓN DE INDICADORES EN EL CONTEXTO DE LOS SISTEMAS SE MANEJO DE
LOS RECURSOS NATURALES
a
Marta Astier

LA AGRICULTURA SUSTENTABLE Y SU EVALUACIÓN

La agricultura sustentable se define a nivel internacional como la práctica que satisface las
necesidades de alimento y fibra a través de la conservación de los recursos para así mantener
los servicios y funciones del ecosistema además del desarrollo humano en el largo plazo. Se
menciona el mantenimiento de la diversidad biológica, productividad, capacidad de
regeneración para satisfacer hoy y en el futuro las funciones ecológicas a escala local, nacional
y global de lso agro-ecosistemas (Lewandowski et al.,1999).
1
El equipo MESMIS la define como el manejo y la utilización del socio-ecosistema agrícola de
tal manera que éste tenga la capacidad de producir bienes auto-regulándose y
transformándose continuamente para el día de hoy y en el futuro. Sistemas que puedan ofrecer
funciones ecológicas, económicas y sociales a escala local, nacional y global y que no dañen a
otros ecosistemas. Cuando se presentan cambios coyunturales, son resilientes; cuando existen
cambios estructurales, pueden adaptarse y/o transformarse. En específico, existen las
condiciones especiales que afectan resultados clave del sistema como son los retornos, la
eficiencia, la diversidad, la conservación de los recursos naturales, la distribución de costos y
beneficios, la participación, la capacidad de cambio e innovación, la autosuficiencia o
autonomía, la organización y toma de control.
Se presume que los agroecosistemas que aplican principios agroecológicos tienden a la
sustentabilidad ambiental, social y económica. De hecho, existen muchas experiencias de
manejo alternativo en Latino América que le apuestan a la sustentabilidad socio-ambiental
pero, ¿Lo han logrado? ¿Cómo sabemos de manera sistemática cuáles son los factores que
hacen que estas propuestas estén cerca o lejos del objetivo de sustentabilidad?
La implementación y evaluación de la agricultura sustentable se ha convertido en un reto
importante para la investigación, práctica y política (Van Caunwenbergh et al., 2007). Es un
reto porque los análisis de sustentabilidad en la agricultura conllevan interacciones complejas
entre tecnologías, medio ambiente y sociedad, además de que constan de diferentes
componentes, atributos y prioridades a diferentes escalas; global, nacional, regional y local.
Todos los enfoques o métodos para la evaluación de la sustentabilidad implican la utilización
de indicadores e índices.

DE LISTA DE INDICADORES A MARCOS DE EVALUACIÓN

Las evaluaciones de sustentabilidad de los sistemas productivos evolucionaron en los años 90s
de listas de indicadores a propiamente marcos de evaluación. Esto constituyó un avance
significativo, ya que permitió dar mayor coherencia al proceso de derivación y el monitoreo de
indicadores. Simultáneamente, se dieron también avances importantes en las técnicas gráficas
de integración de resultados basados en criterios múltiples –aunque todavía no
necesariamente ligadas a las evaluaciones de sustentabilidad (Galván-Miyoshi et al., 2007). Sin
embargo, la mayor parte de las metodologías inicialmente propuestas, concebían a la

1
Marco para la Evaluación de Sistemas de Manejo incorporado Indicadores de Sustentabilidad
(MESMIS). El equipo interinstitucional Evaluación de la Sustentabilidad (MESMIS) reúne hoy
en día a investigadores de 6 universidades y una ONG (www.gira.org.mx/mesmis). Desde el
año 1994, se han publicado una serie de libros y artículos científicos internacionales y de
divulgación sobre el tema además de haber coordinado varios cursos nacionales e
internacionales. Para este trabajo se han recibido financiaciones por parte del CONACYT-
SEMARNAT (2004-2006) y CONACYT-Ciencia Básica (2007-2009).
__________________________
a
Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental, UNAM, Campus Morelia, Mich., México
[email protected] , [email protected]

23
evaluación como un proceso lineal, sin un sustento teórico sólido para la derivación de los
indicadores. Asimismo, se enfatizaban evaluaciones rápidas y con énfasis en una calificación
final –fuera esta numérica u ordinal- entre opciones tecnológicas y de manejo, en lugar de
buscar un cambio en las prácticas de manejo o un análisis conjunto con los productores. Varias
de estas metodologías se quedaron en artículos científicos y nunca fueron validadas en campo
(López-Ridaura et al., 2002).

Listas de indicadores e índices compuestos

Estos esfuerzos están básicamente enfocados principalmente en aspectos ambientales,


económicos y, en menor medida, social e institucional. Además estas listas carecen de una
base teórica sólida para la selección de indicadores específicos. No se realizan esfuerzos por
integrar los resultados de los indicadores, por lo que aportan pocos elementos para la
planeación y la toma de decisiones (Galván-Miyoshi et al., 2007).
Cuando se utiliza un índice se agrega o sintetiza la información de los indicadores en un solo
valor numérico. No ofrecen un marco analítico sólido para la derivación de indicadores y son
poco aceptados por la comunidad en general. Requieren decisiones arbitrarias en cuanto a la
selección, la ponderación y la agregación de los indicadores (Morse y Fraser 2005) y ofrecen
una pobre retroalimentación al simplificar el análisis en un solo valor numérico (Galván-Miyoshi
et al., 2007).

Los marcos

Los marcos son propuestas metodológicas flexibles que permiten guiar el proceso de
evaluación a través de diferentes etapas o pasos. Son la base lógica para facilitar la
formulación de un conjunto de indicadores y asegurarse de que sea coherente y consistente
para el sistema en particular. Existen los marcos basados en el sistema, que proveen
principalmente de indicadores sistémicos que describen atributos clave (funciones generales o
procesos) de los sistemas como un todo (Smith y Dumansky, 1994; Masera et al.,1999; Bossel,
2001; López-Ridaura et al.,2002) y los marcos basados en un contenido disciplinario específico
los cuales proveen de indicadores específicos que caracterizan las partes (relacionadas con
funciones o procesos específicos) del sistema bajo estudio (ej. CIFOR, 1999).
Se requiere trabajar más en lo marcos que en los indicadores de forma aislada además que la
formulación de los indicadores no debe ser un fin en si mismo, debe ser parte de un proceso.

Contribución del Marco para la Evaluación de Sistemas de Manejo incorporado


Indicadores de Sustentabilidad (MESMIS)

No existe un marco único ni la necesidad de aplicación especifica por tanto de una única
metodología para la resolución o el abordaje de un determinado problema. Los marcos actúan
de una manera integradora y permiten por tanto alcanzar una lectura de la sustentabilidad a
nivel de finca o regional que facilitan un proceso de comprensión de lo que esta sucediendo en
el territorio analizado (Astier et al., 2007).
Van Cauwenbergh et al., (2007) hacen una comparación de cuatro marcos: el FESLM, Bossel
2
(2002) o el de Presión-Estado-Respuesta de la OECD (1997,1999 y 2001) el MESMIS . El
método FESLM fue designado por la FAO en 1993 y plantea una serie lógica de pasos para la
toma de decisiones con respecto y solamente para el manejo de tierras. Aunque se basa en las
propiedades generales de los recursos naturales el contenido es indefinido y la escala nacional
lo hace inapropiado para la escala agroecológica. El marco Estado-Presión-Respuesta se
desarrolla por la OECD con el fin de derivar indicadores ambientales para la agricultura.
Aunque muestra una forma muy directa para formular indicadores temáticos le falta el enfoque
holístico para poder realizar evaluaciones de sustentabilidad del agro-ecosistema como un
todo. El MESMIS se observa como un análisis multicriterial a través de seis pasos, está
diseñado para escalas pequeñas de evaluación y se transfiere fácilmente al dominio agro-
ecosistema (Van Cauwenbergh et al., 2007). Los atributos básicos planteados en el MESMIS
requieren que los actores y/o el equipo de evaluación entiendan bien los principios sistémicos,

2
Masera O., M. Astier y S. López-Ridaura., 1999: Sustentabilidad y manejo de recursos
naturales: El marco de evaluación MESMIS. México: Grupo Interdisciplinario de Tecnología
Rural Aplicada A.C. (GIRA) y Mundi-Prensa.

24
los criterios y fortalezas-debilidades de los sistemas que se están evaluando para así poder
formular un conjunto robusto de indicadores. Esto último también aplica al marco de Bossel
(2001).
En el desarrollo del MESMIS, se propusieron varios cambios e innovaciones fundamentales
con respecto a los métodos vigentes. El MESMIS es una propuesta más jerárquica que trata de
en ordena la discusión de sustentabildad. Tiene como valor agregado que se plantea como
proceso cíclico, con un enfoque participativo, sistémico y multi-escalar, validado mediante
estudios de caso, que tiene como meta fundamental aportar elementos concluyentes para
mejorar los sistemas de manejo de recursos naturales. De esta manera, se busca entender de
manera integral las limitantes y posibilidades para la sustentabilidad de los sistemas de manejo
que surgen de la intersección de procesos ambientales con el ámbito social y económico.
Presenta una estructura flexible para adaptarse a diferentes niveles de información y
capacidades técnicas disponibles localmente y un proceso de evaluación participativo que
enfatiza dinámicas de grupo y una retroalimentación constante del equipo evaluador (Masera et
al., 2007).
3 4
Cuando el MESMIS se compara con otros marcos como el IICA , CIFOR , Presión-Estado-
6 4 3
Respuesta , FESLM y SAFE , se aprecia que tanto la escala como la unidad de análisis en
muchos de éstos abarcan cientos de miles de hectáreas. Se observa también que las
evaluaciones se ejecutan después de la intervención o del establecimiento del sistema. En la
mayoría de los casos es un consultor externo, con o sin la participación de los actores sociales
locales, el que realiza la evaluación. Es poco frecuente el hacer un esfuerzo para integrar los
resultados y no en todos los casos existe una validación del marco a través de su aplicación y
sistematización en estudios de caso (Cuadro 1).

3
De Camino, V. R., y S. Muller. 1993. Sostenibilidad de la agricultura y los recursos naturales:
Bases para establecer indicadores. Serie Documentos de Programas 38. Instituto
Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), San José, Costa Rica.
4
CIFOR (Center for International Forestry Research), 1999. The Criteria & Indicators Toolbox
Series. CIFOR, Jakarta, Indonesia. Multiscale methodological framework to derive criteria and
indicators

25
Cuadro 1. Comparación de los distintos marcos de evaluación. (Adaptado de Galván-Miyoshi et al., 2007)

Énfasis en Experiencia en
Tipo de Derivación de ¿Quién
Marco Enfoque las áreas de Escala Integración estudios de
evaluación Indicadores evalúa?
evaluación caso
No se incorpora Consultor
parcela-
Orientado a Ambiental explícitamente pero externo
FESLM ex-post región Bottom-up Alta
objetivos Económico es fácil de Actores
(tierras)
implementar locales
Presión-Estado- comunidades Consultor Alta, poca
Sistémico Ambiental ex-post Bottom-up Índice agregado
Respuesta -nación externo sistematización
Ambiental Consultor
IICA Sistémico ex-post institucional Top-down No integra Baja
Económico externo
Consultor
Orientado a Ambiental cientos a Top-down externo Alta, con
CIFOR ex-post No integra
objetivos Económico miles de ha. Bottom-up Actores sistematizacion
locales
Consultor
Ambiental
ex-post Finca- Gráfica externo Muy alta, con
MESMIS Sistémico Económico Bottom-up
ex-ante comunidad Modelos Diversos sistematización
Social
sectores
Consultor
Ambiental
Evaluación de comunidades externo Media, con
Sistémico Económico ex-post Bottom-up Gráfica
satisfactores -nación Diversos sistematización
Social
sectores
Consultor
Ambiental Parcela-
Top-down externo
SAFE Sistémico Económico ex-post finca-paisaje- No se inclye Nula, reciente
Bottom-up Actores
Social región
locales

26
DISTINTIVOS DEL MESMIS

El concepto de “sistemas dinámicos” y los “atributos de sustentabilidad”

Concebimos la sustentabilidad de manera dinámica, multidimensional y específica a un


contexto socio-ambiental y espacio-temporal determinado. Los sistemas de manejo
sustentables son aquellos que “permanecen cambiando”, para lo cual deben tener la capacidad
de ser productivos, de autoregularse y de poder transformarse sin perder su funcionalidad
(García-Barrios et al., 2007). Estas capacidades pueden a su vez ser analizadas mediante un
conjunto de atributos o propiedades sistémicas fundamentales, que son: productividad,
resiliencia, confiabilidad, estabilidad, autogestión, equidad y adaptabilidad. Estos y otros
atributos para la evaluación de la sustentabilidad, han sido propuestos por diversos autores en
la literatura internacional. López-Ridaura et al., (2000 y 2002) hacen una revisión de la literatura
y descubren que muchos de los atributos considerados en el marco MESMIS, de hecho, son
también reportados por estos autores (Cuadro 2). Es importante tener en cuenta que estos
principios inciden en todas las escalas (biofísicas e institucionales) pero que los SMRN no
necesariamente los alcanzan de manera simultánea (Masera et al.,1999; López-Ridaura et
al.,2002).

Cuadro 2. Principios o atributos que guían la formulación de indicadores en la literatura


internacional (adaptado de López-Ridaura et al., 2002).

La Integración de los resultados

El proceso de integración deberá sintetizar los resultados de la evaluación de manera que no


pierdan su multidimensionalidad, ya que éstos son el reflejo de los atributos de sustentabilidad
y de una amplia participación social. Por lo mismo, este proceso debe apoyarse en
herramientas que permitan una comunicación efectiva, ágil y transparente de los resultados de
todos los indicadores (Galván-Miyoshi, 2007). En la literatura se encuentran dos métodos
principales para integrar los resultados: los índices agregados y los mapas multicriterio.
Los índices agregados presentan varios problemas que limitan su relevancia y eficacia como
herramientas para la integración de indicadores en el contexto del manejo sustentable de
recursos naturales. Estos inconvenientes son: (a) es difícil distinguir los indicadores, el método
de evaluación y el método de agregación utilizados; (b) se esconde la importancia relativa de

27
27
los indicadores; (c) se asume que los dominios son mutuamente sustituibles; (d) Es difícil que
en el sistema de manejo se cumpla con el principio de independencia mutua entre indicadores
y, (e) es difícil ver lo que hay detrás de una medida agregada, por lo que se reduce la
transparencia del proceso de evaluación (Galván-Miyoshi, 2007).
Una alternativa a los análisis agregados son los mapas multicriterio. Éstos son herramientas de
comunicación que permiten una visión integrada y el establecimiento de una base para la
comparación de sistemas de manejo a partir de la cual es posible priorizar los aspectos que
requieren mayor o menor atención. Además nos permiten incorporar a la discusión a los
atributos de la sustentabilidad y a los diferentes actores sociales, con sus diferentes
perspectivas y preferencias, las cuales no son reducibles ni equivalentes (Galván-Miyoshi,
2007)

Análisis de “trade offs”

Después de integrar los resultados de los indicadores es importante observar si existe o no


interacción entre ellos o “trade offs” o “contraprestaciones”. Los efectos entre indicadores
“ganar –ganar” o relaciones sinérgicas. Los efectos ganar-perder o “ganar a costa de perder” o
las relaciones de competencia. Este tipo de análisis permite poder tener un conocimiento más
profundo, por un lado, sobre la sustentabilidad de los sistemas de manejo y, por otro, sobre la
capacidad de los sistemas para poder satisfacer diversos objetivos de sustentabilidad de
manera simultánea.

Mecanismo para la presentación de resultados y toma de decisiones multiagentes y


multi-escalares

Los socio-sistemas de manejo de los recursos naturales se expresan en escalas o dimensiones


espaciales, bio-físicas, sociales e institucionales diferentes. Cada actor social involucrado, ya
sea por que toma decisiones que inciden en el manejo o es el manejador directo del sistema,
tendrá su objetivo e interés específico en relación a la sustentabilidad del SMRN. De ahí que se
formulen indicadores a diferentes escalas. Se ve también cómo los agroecosistemas – la
unidad de análisis que se estudia en la agroecología- es el reflejo de la intersección de
diferentes niveles bio-físicos y sociales.
El último paso del marco MESMIS, después de que se han presentando los resultados de
manera integrada, representa el momento de recapitular los resultados del análisis con el fin de
emitir un juicio de valor para comparar entre sí a los distintos sistemas en cuanto a su
sustentabilidad. Es también el momento de reflexionar sobre el proceso mismo de evaluación y
de plantear estrategias y recomendaciones que permitirán dar inicio al nuevo ciclo de
evaluación de los sistemas de manejo en un estado cualitativamente diferente.
Para conseguir los objetivos planteados, el equipo evaluador deberá hacer uso de técnicas
participativas con los productores, técnicos, investigadores y demás individuos involucrados en
la evaluación. Es vital en este paso incorporar herramientas que ayuden a incorporar los
distintos puntos de vista (y pesos relativos) de los actores sobre los indicadores y resultados.
En este punto de la evaluación es normal que afloren los conflictos entre sectores (ej. Entre
investigadores, agricultores y gobierno) y haya que negociar y escoger la estrategia de manejo
consensuada a realizar en el corto y mediano plazo en la cual, muy seguramente, algunos
aspectos (intereses) cederán su lugar a otros.

La validación del marco MESMIS


A través de cursos y talleres se concretaron los esfuerzos para aplicar el marco en diferentes
sistemas de manejo de los recursos naturales. Los estudios se han dirigido a los sistemas de
manejo tipo en Latinoamérica, con énfasis en varios proyectos dirigidos a mejorar las
condiciones del manejo de recursos naturales en el contexto campesino. Los equipos de
evaluación han incluido personas de instituciones de investigación y ONG’s trabajando
directamente con comunidades y con diferentes niveles de participación campesina.
El proceso de evaluación ha sido un intenso ejercicio teórico y práctico que ha enriquecido la
discusión. A diez años después de la publicación del MESMIS, se han implementado más de
cuarenta estudios de caso en América Latina y Europa, siendo México el país donde se
concentran más estudios.

28
28
CONCLUSIONES

Así como no existe una definición universal de Sustentabilidad tampoco existe el conjunto
universal de indicadores. De hecho, se requiere trabajar más a profundidad en los marcos en
vez de los indicadores de forma aislada. La lista o el conjunto de indicadores seleccionado no
debe ser un fin en si mismo debe ser parte de un proceso. Es este proceso, y los resultados
generados en él, es lo más interesante que plantea la metodología MESMIS. En particular, los
mecanismos para asegurar una participación efectiva de los involucrados para la selección de
los indicadores de sustentabilidad; la medición e integración de sus resultados; la presentación,
interpretación y discusión sobre éstos. Integrar y juzgar los resultados bajo la óptica de los
diferentes actores sociales (y sectores) involucrados. Esto implica, por un lado, tomar en
cuenta los diferentes intereses y valoraciones que pueda tener cada agente social. Por el otro
lado, se requiere llegar a un consenso para la toma decisiones. El objetivo final no es obtener
una “calificación” si no un planteamiento (o programa de acción) para mejorar los sistemas de
manejo.

LITERATURA CITADA

Astier M., Walter A. Pengue y León Darío Vélez. 2007. Taller. Economía Ecológica e
indicadores de Sustentabilidad. Resúmenes del Congreso Científico de Agroeocología.
Sociedad Científica Latinoamericana de Agroecología (SOCLA). Medellín. 19 de Agosto de
2007.
Checkland, P. and J. Scholes. 1999. Soft Systems Methodology in Action. John Wiley and
Sons, Chichester. pp. 329.
Churchman, C.W. 1979. The systems approach and its enemies. Basic Books, New York. pp.
221.
DeLind, L.B. 2002. Place, work, and civic agriculture: Common fields for cultivation.
Agric.Human Values 19:217-224.
Francis, C., G. Lieblein S. Gliessman, T.A. Breland, N. Creamer, R. Harwood, et. al. 2003.
Agroecology: The ecology of food systems. J. Sustain. Agric. 22:99-118.
Galván-Miyoshi Y., Omar Masera y Santiago López-Ridaura.2007. Las Evaluaciones de
Sustentabilidad. En: Astier M., Y. Galván y O. Masera. La evaluación de Sustentabilidad: un
enfoque dinámico y multidimensional (libro en proceso).
Galván-Miyoshi Y. 2007. Integración de indicadores en la evaluación de sustentabilidad: de los
índices agregados a la representación multicriterio. En: Astier M., Y. Galván y O. Masera. La
evaluación de Sustentabilidad: un enfoque dinámico y multidimensional (libro en proceso)
García-Barrios L., O., Masera y R. García-Barrios. 2007. Contrucción y uso de modelos
dinámicos sencillos para evaluar estrategias de manejo productivo de recursos bióticos. Una
guía básica ilustrada. En: Astier M., Y. Galván y O. Masera. La evaluación de Sustentabilidad:
un enfoque dinámico y multidimensional (libro en proceso)
Lewandowski I, Hardtlein M, Kaltscmitt M. 1999. Sustainable crop production: defi nition and
methodological approach for assessing and implementing sustainability. Crop Science 39: 184-
193.
Lopez-Ridaura, S., O., Masera, y M. Astier. 2002. “Evaluating the Sustainability of Complex
Socio-Environmental Systems. The Mesmis Framework”. Ecological Indicators 2 (2002): 135-
148
Masera O., M. Astier, S. López-Ridaura, Y. Galván- Miyoshi, T. Ortíz- Avila, Luis, et. al. 2007. El
Proyecto de Evaluación de Sustentabilidad MESMIS. En: Astier M., Y. Galván y O. Masera. La
evaluación de Sustentabilidad: un enfoque dinámico y multidimensional (libro en proceso)
Van Cauwenbergh, N., Biala, K., Bielders, C., Brouckaert, V., Franchois, L., Garcia Cidad, et. al.
SAFE – A hierarchical framework for assessing the sustainability of agricultural systems,
Agriculture, Ecosystems & Environment 120(2-4): 229-242

29
29
PRONÓSTICO DEL IMPACTO DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN LA FERTILIDAD DEL
SUELO Y PRODUCTIVIDAD DE MAÍZ Y TRIGO EN MÉXICO AL FINAL DEL SIGLO XXI
1
Iourii Nikolskii-Gavrilov
2
Marcial Castillo-Álvarez
1
Oktiabrina Bakhlaeva-Egorova
1
Sergio Herrera-Gómez

RESUMEN

Los pronósticos de vulnerabilidad del rendimiento de cultivos en relación con los escenarios de
cambio climático durante el siglo XXI se realizan generalmente sin considerar la alteración de la
fertilidad del suelo por el cambio climático. El objetivo del presente trabajo es estimar el papel
de ese factor en el pronóstico del cambio en la productividad del maíz y trigo en varias zonas
de referencia de México, utilizando los escenarios existentes para el caso de duplicación de la
concentración de dióxido de carbono en la atmósfera al final del siglo XXI. Para estimar la
alteración de la fertilidad del suelo se estableció una relación cuantitativa entre el índice integral
de fertilidad del suelo F (para un grupo de suelos geomorfológicamente homogéneos, y el
índice climático IHT. Se pronosticó cambio en la productividad potencial en el índice F y en la
disponibilidad hídrica para los cultivos. Los resultados muestran cambios significativos en la
productividad de cultivos en función del escenario del cambio climático y de la ubicación del
sitio. La alteración de la fertilidad del suelo se estima que incide hasta en 20-30% del
rendimiento final, y en mayor medida en los sitios con clima tropical húmedo, semihúmedo y
semiárido (o donde 0 < IHT < 3). Análisis de los datos sobre fertilidad de los suelos regados
señala que en las zonas climáticas donde 0 < IHT < 3 las practicas de riego por lo general
empeoran la fertilidad de los suelos agrícolas, lo que reduce la productividad agrícola. Para
prevenir empeoramiento posible de la fertilidad de los suelos regados es necesario verificar las
láminas de riego considerando no solamente los requerimientos de los cultivos agrícolas sino la
necesidad de conservación del suelo.

Palabras clave: Índice hidrotérmico local, índice integral de fertilidad del suelo, índice de
disponibilidad de agua, rendimientos de cultivos.

SUMMARY

The vulnerability of agricultural crops productivity predictions in relation with existed scenarios
of climate change during XXI century is realized usually without taking into account the effect of
soil fertility alteration because of climate change. The goal of presented paper is to assess the
role of this factor in the maize and wheat productivity in different referenced sites of Mexico
using the climate change scenarios for the case of atmosphere carbon dioxide doubling up to
the end of XXI century. The relationship between integral soil fertility index F (for one
geomorphologically homogeneous group of soils) and climatic index IHT was established in
order to assess the alteration of soil fertility. The potential productivity, F index and crop water
availability index change were predicted. The results show significant changes in agricultural
crops productivity depending on climate change scenario and the site location. The role of the
soil fertility alteration due to the climate change is assesses up to 20-30% of final, principally in
sites with humid, semihumid and semiarid climate where 0 < IHT < 3. The analysis of soil fertility
of irrigated lands shows that the irrigation practice in the climatic zones with 0 < IHT < 3
generally causes decrease of soil fertility and reduction of agricultural crop productivity. In order
to prevent possible soil fertility deterioration, it is necessary to verify irrigation requirements
considering not only plant requirements but necessity of soil conservation also.
1
Campus Montecillo, Colegio de Postgraduados, Montecillo, Carretera México-Texcoco Km.
36.5, Edo. México, México.
+52-58045937, [email protected]
2
Universidad Autónoma Chapingo, Km. 38.5 Carretera México-Texcoco, Edo. México, México.
[email protected]
Key words: Integral soil fertility index, crop yield, local hydrothermal index, water availability
index.

30
30
INTRODUCCIÓN

Investigaciones realizadas en el mundo señalan que, en caso de duplicación de la


concentración de CO2 en la atmósfera, se espera para cultivos de grano con mecanismo
fotosintético C3 un incremento promedio en el rendimiento de 20 a 30% (Allen, 1990) y de -60 a
-6% para plantas C4 como el maíz (Liverman y O’Brien, 1994), dependiendo de la región. En
México hay pocas publicaciones relacionadas con la vulnerabilidad de los cultivos al cambio
climático (Conde et al., 1998; Gay, 2003). Estos pronósticos corresponden solamente al cultivo
de maíz y no consideran alteración de fertilidad del suelo atribuible al cambio climático.
Para pronosticar rendimientos de los cultivos en función de los escenarios de cambio se
utilizan, generalmente, modelos matemáticos que consideran el efecto de la concentración de
CO2 en las plantas, la radiación fotosintéticamente activa (RFA), temperatura del aire (T) y
precipitación (Pr). Los factores anteriores son los principales responsables de la productividad
potencial (o máxima) del cultivo, y la precipitación es el factor limitante del rendimiento real
pronosticado. Se sabe que el cambio climático puede causar alteración de la fertilidad del suelo
agrícola lo que debe afectar adicionalmente la productividad agrícola en función de los
escenarios del cambio climático. Lamentablemente el efecto de alteración de fertilidad del suelo
prácticamente no se toma en consideración en las estimaciones existentes de vulnerabilidad de
los cultivos al cambio climático (Boote et al., 1996; Conde et al., 1998). La predicción de la
alteración, a largo plazo, de las propiedades de los suelos en función del cambio climático es
un problema difícil. El uso de modelos matemáticos tiene poca confiabilidad (Young, 1994) y
ésta disminuye cuando el período considerado aumenta (Ruelle, 1989). Una alternativa para
obtener pronósticos confiables consiste en utilizar el método distinto de la modelación
matemática. Durante los últimos años se han publicado varios trabajos dedicados a la
metodología de pronóstico de la alteración de la fertilidad de los suelos agrícolas atribuible al
cambio climático basada en la ley geográfica de zonificación del suelo y otros recursos
naturales (Tetumo et al., 2001; Nikolskii et al., 2002; Contreras et al., 2002; etc.). El objetivo del
trabajo presente es de estimar papel de alteración de fertilidad de los suelos agrícolas atribuible
al cambio climático en los pronósticos de vulnerabilidad de maíz y trigo en transcurso del siglo
XXI en diferentes zonas climáticas de México.

MATERIALES Y MÉTODOS

Según la metodología de la FAO (2000) y Pegov y Jomyakov (1991), los rendimientos de maíz
y trigo de temporal se calculan con la ecuación siguiente:

(1)
donde es la productividad agrícola en un sitio de referencia para los escenarios climáticos
en el principio del siglo XXI (j=2000) o en su final (j=2100); es el rendimiento potencial
máximo dependiente de los valores mensuales de la temperatura del aire, radiación
-1
fotosintéticamente activa y características propias del cultivo (kg ha ) en el escenario j;
es un índice que caracteriza la disponibilidad de agua para los cultivos (adimensional) en el
escenario j, y varía de cero a uno; es el índice integral de fertilidad del suelo agrícola
(adimensional) en el escenario j, y varía de cero a uno. Los pronósticos de los rendimientos
para finales del siglo XXI ( ) se realizaron utilizando las salidas interpoladas de dos
modelos: GFDL-R30 y CCC para un escenario de duplicación de CO2 (Gay, 2003). Para
calcular los rendimientos en los mismos sitios de referencia para las condiciones
climáticas existentes (1xCO2) al final del siglo XX se utilizaron las normales climatológicas
obtenidas de la información publicada (ERIC II, 1999). Con la ecuación (1) se calcularon los
rendimientos de cada cultivo para el final del siglo XX ( ) y el final del siglo XXI ( ).
Los cambios relativos de rendimiento de los cultivos, !Y (en %), en algunos sitios geográficos
de referencia, se calcularon con la siguiente ecuación:

(2)

31
31
donde y son los rendimientos potenciales máximos calculados para los finales y
el principio del siglo XXI, respectivamente; y son los índices hídricos calculados
para los ciclos de los cultivos en el fin y el principio del siglo XXI, respectivamente; y
son los índices integrales de fertilidad del suelo agrícola estimados para el fin y el
principio del siglo XXI. En caso de los terrenos de temporal este índice posteriormente se
escribe como o y en caso de los terrenos regados como o .
-1
La productividad potencial o rendimiento máximo, (kg ha ), se calculó con el método de
la FAO (2000), que se basa en la estimación de la producción de asimilados brutos como
función de las propiedades fisiológicas del cultivo como la ruta fotosintética y la radiación
fotosintéticamente activa y la temperatura del aire promedios durante el ciclo completo del
cultivo. Este valor obtenido es corregido por pérdidas de asimilados debidos a la respiración. La
información para aplicar el método que permite estimar la productividad potencial se obtuvo de
fuentes bibliográficas, principalmente de Cure y Acock (1986), Acock (1990), Allen (1990) y
FAO (2000).
El índice de la ecuación (1) se calcula con:

, y cuando > 1 se considera =1

(3)
Donde son los valores mensuales del índice hidrotérmico durante los ciclos vegetativos
de cada cultivo con duración de i = m meses en el escenario j (j = 2000 o j = 2100). Estos
valores se calculan así:

Para los terrenos de temporal y

(4)

Para los terrenos regados

(5)
-2 -1
Donde: " = 2.512 MJ m mm es el calor latente de evaporación; Rn, Pr y Lr son valores medio
-2 -1 -1 -1
de la radiación neta (MJ m mes ), precipitación (mm mes ) y lámina de riego (mm mes ) en
caso de los terrenos regados, respectivamente. Las láminas mensuales de precipitación
y se obtuvieron a partir de la estadística climatológica ERIC II (1999) y de los
resultados de pronósticos climáticos (Gay, 2003). Las láminas de riego se obtuvieron de
los datos de CNA y las láminas pronosticadas en función de los pronósticos climáticos
de precipitación anual (Gay, 2003) considerando la proporción:

= cuando

(6)
Cuando
(7)
De aquí se puede concluir que en caso de aumento en la precipitación anual (es decir, cuando
2100 2000
Pr > Pr ) se espera un pequeño cambio del índice de disponibilidad de agua . Pero
2100 2000
en caso de reducción de la precipitación anual (es decir, cuando Pr < Pr ) se espera que
los valores .

La radiación neta y se calculó a través de datos mensuales de la radiación


solar global y (Contreras et al., 2002; Nikolskii et al., 2006).

32
32
Para estimar el efecto del cambio climático sobre la fertilidad del suelo agrícola, se asumió que
la proporción entre los índices integrales de fertilidad del suelo virgen , al final e inicio del
siglo XXI correspondía a la proporción entre los índices integrales de fertilidad del suelo

agrícola :

(8)
El efecto directo del aumento de la concentración creciente de CO2 en la atmósfera al final del
siglo XXI sobre el cambio de fertilidad no es significativo y puede ignorarse (Bazzaz y
Sombroek, 1996; Knorr et al., 2005).
El pronóstico de la alteración en la fertilidad del suelo virgen, en relación con el cambio
climático, se realizó utilizando la metodología descrita en (Nikolskii et al., 2006). Con esta
metodología se ha pronosticado la alteración de la cantidad de materia orgánica MO, de fósforo
P, potasio K y del valor de pH para grupos de suelos ubicados en terrenos
geomorfológicamente homogéneos en altitudes de 0 a 2500 m, con pendientes menores de 3%
y formados sobre subsuelos con textura y mineralogía semejantes. El índice integral de
fertilidad se calculó con la ecuación de Pegov y Jomyakov (1991):

(9)
Donde MO, P, K y pH son los valores modales típicos para suelos vírgenes; MOmax, Pmax y Kmax
son valores modales máximos observados en toda el área de estudio (México). La gráfica
( ) fue utilizada para pronosticar el valor correspondiente al final del siglo
XXI. Con base en los pronósticos existentes del cambio climático en diferentes partes de
j
México al final del siglo XXI (Gay, 2003), se calcularon los valores promedio anuales de IHT =
j j 2100 2100 2100 -2 -1
Rn / ("Pr ), utilizando los valores promedio anuales de Rn , Rg y Rb en MJ m año y
2100 -1
de Pr en mm año .
Si se tiene los valores y calculados para cualquier sitio de referencia (dentro
del grupo homogéneo de los terrenos seleccionados), entonces con la gráfica ( )

se puede obtener los valores modales del índice de fertilidad y representativos


para la zona climática donde se ubica este sitio en el inicio y final del siglo XXI. Utilizando los

valores de y se puede estimar la proporción con la ecuación (8).

Utilizando los datos sobre propiedades de los suelos regados ubicados en diferentes zonas
climáticas con diferentes índices IHT se puede establecer relación cuantitativa entre los valores
modales del índice integral de fertilidad correspondiente a los terrenos bajo riego y el
2000
IHT . Esa relación se puede utilizar posteriormente para pronosticar cambio de la fertilidad
del suelo al final del siglo XXI, es decir determinar los valores de o determinar la

proporción .

RESULTADOS Y DISCUSIÓN
2000
Los cálculos del IHT a nivel promedio anual señalan que en México este índice varía dentro
del intervalo de 0.5 a 8. Los valores menores de 1 corresponden a la zona húmeda tropical con
precipitación promedio anual Pr > 1500 mm, de 1 a 2 a la zona semihúmeda con 1000 < Pr #
1500 mm, de 2 a 3.5 en la zona semiárida con 300 < Pr # 1000 mm, y los mayores de 3.5 a la
zona árida con Pr # 300 mm (Contreras et al., 2002). En la Figura 1 se presentan gráficas que
relacionan con valores modales de las propiedades de los suelos de México. Estas
gráficas corresponden a los suelos vírgenes y no usados en la agricultura de temporal, a los

33
33
suelos minerales automorfos, formados in situ y geomorfológicamente homogéneos y son más
representativas para México en comparación con las publicadas anteriormente (Tetumo et al.,
2001; Nikolski et al., 2001; Contreras et al., 2002) porque para su establecimiento se utilizó la
información edáfica con mayor cubrimiento en el territorio nacional (80% en lugar de 40%) y
mejores métodos de tratamiento de la información. El análisis preliminar mostró ausencia de la
diferencia significativa entre los contenidos de materia orgánica, K, P y de pH en los suelos
vírgenes y de temporal (Nikolskii et al., 2006). Por esta razón en la Figura 1 se presentan las
gráficas , correspondientes a conjunto de los terrenos vírgenes y de temporal y
para los terrenos bajo riego.

Figura 1. Dependencia del índice integral de fertilidad de los suelos de temporal ( ) y bajo
2000 2000
riego ( ) en función del IHT en el principio del siglo XXI. IHT se calcula para los
terrenos de temporal sin lámina de riego. Los puntos corresponden a los valores modales.
2000
También se muestran los intervalos de confianza donde se ubica 95% de los valores de F
para diferentes sitios geográficos.

Según la Figura 1, los suelos de los terrenos vírgenes y agrícolas de temporal mas fértiles en
México se encuentran en las zonas con el clima semihúmedo donde la precipitación promedio
anual es alrededor de 1300 mm y el IHT de 0.75 a 3 (regiones de los estados de Guanajuato,
Michoacán, Chiapas, Veracruz, Campeche y Colima). En estas regiones el índice varía
entre 0.4 y 0.8. Los valores del índice de fertilidad varían de 0.23-0.4 en las zonas áridas donde
> 3 y de 0.35-0.4 en las zonas húmedas donde < 0.75. Los suelos regados
2000
son un poco mas fértiles que los suelos de temporal en las zonas áridas donde IHT >3y
2000
menos fértiles que los suelos de temporal en las zonas semiáridas y húmedas donde IHT <
2000
3. Los suelos regados mas fértiles se ubican en las zonas áridas donde 3 < IHT < 4. En
comparación con los suelos de temporal, la fertilidad de los suelos regados no tanto depende
2000
del cambio del índice IHT .
En el Cuadro 1 se presentan los resultados de los pronósticos existentes de cambio en las
variables climáticas: de la radiación global (!Rg), temperatura (!T) y precipitación (!Pr) en
algunos sitios de referencia durante el siglo XXI durante la estación de crecimiento de maíz y
trigo de temporal según los modelos de la circulación atmosférica más confiables: GFDL-R30
de EUA y CCC de Canadá (Gay, 2003). Aquí también se presentan los resultados de nuestro
pronóstico de cambio de los componentes de la productividad agrícola en los terrenos de
temporal de acuerdo con las ecuaciones (1) y (2). Según el Cuadro 1, existe gran diferencia
(hasta en el signo: incremento o decremento) e incertidumbre en los escenarios de cambio de
precipitación, calculados con los modelos. Esta incertidumbre sugiere realizar los pronósticos
de rendimientos considerando los escenarios climáticos con diferentes grados de probabilidad,
los cuales todavía no están disponibles en la bibliografía; por esta razón el presente trabajo
refleja una aproximación al problema de los pronósticos de cambio de rendimientos debidos al
cambio climático. El Cuadro 1 muestra que durante la estación de crecimiento del cultivo se

34
34
esperan pequeños cambios negativos en la radiación global en casi todos los sitios de
referencia e incrementos significativos en la temperatura del aire.

Cuadro 1. Cambio en las variables climáticas (!Rg, !T y !Pr) durante la estación de


crecimiento de maíz y trigo de temporal, y de los componentes de la productividad agrícola en
los terrenos de temporal.
Estado Modelo Cambio climático (Gay, 2003) (!Ymáx)t (!F)t (!Khidr)t (!Y)t
Climático
!Rg (%) !T(%) !Pr(%) (%)
Áreas de producción de maíz
México GFDL-R30 -2.0 14.6 27.1 4.2 8.3 21.0 36.5
CCC -0.2 12.3 -18.4 6.0 -15.3 -21.9 -29.9
Veracruz GFDL-R30 -1.7 13.0 27.2 -1.2 -14.0 0.0 -15.0
CCC 1.4 9.6 -13.6 2.6 16.3 0.0 19.3
Sonora GFDL-R30 -2.0 7.9 37.2 -0.8 20.6 42.5 70.3
CCC -4.4 9.12 7.2 -3.7 -20.6 14.4 -12.5
Áreas de producción de trigo
Guanajuato GFDL-R30 -2.5 14.4 28.0 21.0 15.3 19.4 66.5
CCC 2.7 11.1 -24.9 26.2 -20.3 -28.9 -28.6
S.L.P. GFDL-R30 -2.2 13.3 27.0 19.0 13.6 17.5 58.9
CCC 0.6 10.7 -16.9 22.6 -15.9 -21.8 -19.4
B.C.N. GFDL-R30 0.0 25.3 -16.1 26.0 -16.1 -1.0 4.6
CCC 0.0 23.4 -24.9 26.7 -19.4 -8.3 -6.3

Nota: Los símbolos 2000 y 2100 corresponden al inicio y final del siglo XXI, respectivamente.
2100 2000 2000 2100 2000 2000 2100 2000 2000
!Rg = (Rg – Rg )100/Rg ; !T = (T – T )100/T ; !Pr = (Pr – Pr )100/Pr ;
2100 2000 2000 2100 2000 2000 2100
!Ymax = (Ymax – Ymax )100/ Ymax ; !Fa = (Fa – Fa )100/ Fa ; !Khidr= (Khidr –
2000 2000 2100 2000 2000
Khidr )100/ Khidr ; !Y = (Y –Y )100/ Y .

Por lo general, el modelo GFDL-R30 pronostica mayores incrementos en la temperatura que el


modelo CCC. Como respuesta al crecimiento de la temperatura los cambios en los
rendimientos tienden a ser positivos principalmente en los sitios ubicados en valles altos, donde
los incrementos en las temperaturas mejoran los regímenes térmicos durante el desarrollo de
los cultivos y disminuyen el riesgo de pérdida de cosecha por bajas temperaturas.
Los pronósticos contradictorios en la precipitación tienen influencia directa sobre la estimación
de F y el Khidr, provocando diferencias en el signo del cambio de estos índices. Lo anterior trae
como consecuencia cambios totales en la productividad ("Y) de efecto contrario, que puede
interpretarse como un margen de incertidumbre inducido por un pronóstico deficiente de la
precipitación por uno o ambos modelos climáticos. Según Gay (2003), el modelo GFDL-R30
tiene mayor confianza porque este modelo reproduce mejor la climatología regional actual de
México. Posiblemente esto implicaría mayor confiabilidad de los valores !Y obtenidos con el
modelo GFDL-R30.
Los pronósticos de rendimientos modelados con GFDL-R30 indican aumentos en los
rendimientos de maíz y trigo (mayores de 30%) en las zonas semiáridas y áridas de México,
-1
donde el IHT es mayor de 2 y la precipitación actual es menor de 1000 mm año . En las zonas
semihúmedas y húmedas tropicales con IHT menor de 2 y precipitación mayor de 1000 mm
-1
año se espera una pérdida relativamente pequeña de productividad de maíz de grano (de 5 a
10%) y un aumento en la productividad del trigo (del orden de 5%).
La comparación de la vulnerabilidad de los cultivos de maíz y trigo al cambio climático señala
mayor crecimiento de rendimiento del trigo que del maíz, lo que se debe a la mayor respuesta
de fotosíntesis del trigo a las altas concentraciones de CO2 en la atmósfera (Cure y Acock,
1986). Por lo general, los resultados de los pronósticos sobre el cambio en los rendimientos del
maíz y trigo, son congruentes con lo reportado en la literatura (Conde et al., 1998; Gay, 2003).
Acock (1990) supone que se puede esperar una respuesta positiva promedio para plantas C4
en el mundo como respuesta a las mayores concentraciones de CO2 en la atmósfera. Para
maíz y trigo se espera un crecimiento en su productividad del 5% y 30%, respectivamente.
Del análisis del Cuadro 1 se aprecia que, el índice de fertilidad del suelo Ft, como factor
influyente en el rendimiento de cultivos, es susceptible al cambio climático. Su aportación al
cambio de la productividad de maíz puede ser hasta 40%.

35
35
En los terrenos bajo riego la alteración de fertilidad del suelo (!F)r se pronostica
significativamente menor: hasta ± (10-15)%. La aportación del componente (Khidr)r en los
terrenos regados será aproximadamente igual al mismo componente en los terrenos de
temporal: (!Khidr)r $ (!Khidr)t, y va a depender de los pronósticos de cambio de precipitación.
Entonces, este factor todavía no se puede pronosticar con confianza. El cambio de la
productividad potencial !Ymáx será igual a los terrenos de temporal: (!Ymáx)r $ (!Ymáx)t.
Entonces en los terrenos regados no es indispensable considerar alteración de fertilidad del
suelo al cambio climático en los pronósticos de vulnerabilidad de los cultivos agrícolas.
Uno de los productos de la investigación presente está relacionado con la necesidad y
posibilidad de verificar las láminas promedio anuales de riego a través de estimación del
impacto de riego en forma indirecta a largo plazo a fertilidad del suelo. Como se sabe en caso
de buena calidad del agua y en ausencia de problema de salinidad, las láminas de riego se
determinan considerando únicamente la demanda de los cultivos agrícolas. Sin embargo, como
señalan las fuentes bibliográficas (Tetumo et al., 2001; Contreras et al., 2002: etc.) y las
gráficas en la Figura 1 la práctica de riego puede causar deterioro de fertilidad del suelo
aunque se utiliza el agua de buena calidad. Esto se explica por deterioro posible de las
condiciones hidrotérmicas de formación del suelo en los campos agrícolas bajo riego. Para
verificar las láminas de punto de vista de formación del suelo en la publicación de Tetumo et al.
(2001) fue propuesta una metodología. Esta metodología considera el uso de la gráfica Ft(IHTt)
mostrada en la Figura 1 para pronosticar cambio posible del índice de fertilidad del suelo
regado. Con este objetivo con las ecuaciones (4) y (5) se calculan dos índices microclimáticos:
IHTt y IHTr para las condiciones de temporal y de riego respectivamente, considerando las
condiciones climáticas (Rn y Pr) y láminas de riego (Lr) promedio anuales al inicio del siglo XXI.
Después, en la gráfica Ft(IHTt) se determinan y comparan los valores modales del índice de
fertilidad Ft correspondiente a estos índices microclimáticos: Ft(IHTt) y Ft(IHTr). En caso si
Ft(IHTt) % Ft(IHTr) la practica de riego mejora fertilidad del suelo. Lo que es una de las
condiciones de la agricultura sustentable. Caso de Ft(IHTt) < Ft(IHTr) significa degradación
paulatina del suelo lo que no corresponde a la condición de la agricultura sustentable. En este
último caso la lámina de riego debería ser corregida aun sacrificando un poco la productividad
agrícola. Los datos existentes utilizados en pronósticos de los rendimientos de los cultivos eran
aplicados para calcular los índices IHTt y IHTr y posteriormente determinar los índices Ft(IHTt) y
Ft(IHTr). En el Cuadro 2 se presentan algunos resultados de tal evaluación de las prácticas de
riego en algunos sitios de referencia.
Como se ve, en la mayoría de las regiones climáticas de México con diferentes índices IHTt se
observa similitud cualitativa (es decir coincidencia de los signos) de los cambios del índice de
fertilidad en los terrenos bajo riego en comparación con los terrenos de temporal (o antes de
aplicación de irrigación) determinados utilizando comparación de los datos medidos (!Fr-t =
r t
Fmod - Fmod ) y aplicando el método del IHT (!FIHT). La diferencia cuantitativa entre !Fr-t y !FIHT
posiblemente se explica por:
– relativamente grandes dosis aplicación de fósforo en los terrenos regados en
comparación con los terrenos de temporal (mas de 80-100 kg/ha/año en los terrenos
bajo riego versus menos de 20-30 kg/ha/año de P2O5 en los terrenos de temporal más
0 kg/ha/año en los terrenos vírgenes (FAO, 2004) y acumulación de fósforo en los
suelos bajo riego;
– poca cantidad de datos sobre las propiedades de los suelos regados lo que no permite
r
obtener los valores modales Fmod representativos para diferentes índices climáticos
IHTt;
– los errores posibles en estimación de las láminas promedio anuales de riego
representativas para los distritos de riego y para los cultivos de referencia (trigo y
maíz);
– errores posibles en cálculos de la radiación neta y del IHT para cada sitio de referencia
en las condiciones de temporal y de riego;
– otros factores no considerados en el método del IHT tales como: composición química
de las aguas de riego, aplicación posible de los fertilizantes orgánicos y mejoradores
químicos (por ejemplo, de yeso), etc.

36
36
Cuadro 2. Comparación de los resultados de predicción de cambio del los valores modales del
índice integral de fertilidad del suelo en los terrenos de bajo riego utilizando el método del IHT
(!FIHT) con los datos observados en el campo (!Fr-t)
t r
IHTt IHTr Fmod Fmod !Fr-t !FIHT
2.00 0.65 0.60 0.37 - 0.23 - 0.21
2.50 0.4 0.52 0.40 - 0.12 - 0.13
3.00 1.44 0.42 0.41 - 0.01 + 0.36
3.50 1.30 0.37 0.45 + 0.08 + 0.37
4.0 1.03 0.33 0.40 + 0.07 + 0.35
5.5 1.18 0.25 0.36 + 0.09 + 0.48
7.25 1.26 0.23 0.36 + 0.07 + 0.23
Nota: IHTt = Rn/"Pr – índice climático promedio anual correspondiente a los terrenos de
temporal; IHTr = Rn/["(Pr + Lr)] – índice climático promedio anual correspondiente a los
t
terrenos bajo riego; Fmod – valor modal del índice integral de fertilidad del suelo de temporal;
r
Fmod – valor modal del índice integral de fertilidad del suelo bajo riego.

Sin embargo, el análisis del Cuadro 2 permite concluir que el método del IHT se puede aplicar
por lo menos a nivel cualitativo para verificar las láminas promedio anuales de riego.

CONCLUSIONES

1. La alteración de la fertilidad del suelo agrícola atribuible al cambio climático puede causar
errores significativos en las estimaciones de los rendimientos de los cultivos de temporal hasta
en un 30-40%, si no se considera en los pronósticos de la productividad agrícola. En caso de
los cultivos bajo riego factor del cambio de fertilidad del suelo por el cambio climático no es tan
importante. Su aportación al cambio de la productividad agrícola está dentro de 10-15%.
2. Para prevenir empeoramiento posible de la fertilidad de los suelos regados es necesario
verificar las láminas de riego considerando no solamente los requerimientos de los cultivos
agrícolas sino la necesidad de conservación del suelo.
3. El método del IHT permite pronosticar cambio de fertilidad del suelo y de rendimiento de los
cultivos agrícolas en función de los escenarios del cambio climático y verificar las láminas de
riego para prevenir empeoramiento de la fertilidad de los suelos regados.

LITERATURA CITADA

Acock, B. 1990. Effects of carbon dioxide on photosynthesis, plant growth, and other processes.
In: Impact of carbon dioxide, trace gases, and climate change on global agriculture. Kimball, B.
A., N. Rosenberg, and L. H. Allen (eds.). 1990. ASA, Special Publ. No. 53. pp. 45-60
Allen, L. H. 1990. Plant responses to rising carbon dioxide and potential interactions with air
pollutants. J. Environ. Qual. 19:15-34
Bazzaz, F., and W. Sombroek (eds.). 1996. Global climate change and agricultural production.
Direct and indirect effects of changing hydrological, pedological and plant physiological
processes. FAO Publ., Italy. 146 p.
Boote, K. J., J. W. Jones and N. B. Pickering. 1996. Potential uses and limitations of crop
models. Agron. J. 88:704-716
Contreras B., J. A., I. Nikolskii G., L. A. Aceves N., R. Arteaga R., M. Escalona M. y D.
Fernández R. 2002. Pronóstico del cambio en algunas propiedades de los suelos agrícolas al
modificarse las condiciones microclimáticas. Agrociencia 36: 267-277
Conde, C., D. Liverman, M. Flores, R. Ma. Ferrer, and R. Araújo. 1998. Vulnerability of rainfed
maize in Mexico to climate change. Clim. Res. 9(3): 17-23
Cure, J. D., and B. Acock. 1986. Crop responses to carbon dioxide doubling: a literature survey.
Agric. Forest Meteorol. 38: 127-145
ERIC II. 1999. Extractor rápido de información climatológica de México v.2.0. Publ. CNA-IMTA
en CD.
FAO (Food and Agriculture Organization). 2000. Global agroecological zones. Methodology and
results of the global agro-ecological zones model. CD-ROM. Versión: 1.0. http://www.fao.org
(acceso: 5 febrero 2006)
FAO. 2004. Tendencias actuales y perspectivas en los fertilizantes en el mundo. FAO
UNESCO, Roma, 56 p.

37
37
Gay, C. (ed.). 2003. Una visión hacia el siglo XXI. El cambio climático en México. Publ. UNAM,
México. 220 p
Knorr, W., I. C. Prentice, y E. A. Holland. 2005. Long-term sensitivity of soil carbon turnover to
warming. Nature 433: 298-301
Liverman, D. M., y K. L. O'Brien. 1991. Global warming and climate change in Mexico. Global
Environ. Change 1(5): 351-364
Nikolskii Yu.N., Bakhaeva O.S., Contreras-Benitez A and V. Ordaz-Chaparro. 2002. Assesment
of changes in soil properties as dependent on Hydrothermic conditions of plowlands (by thee
example of Mexico). Eurasian Soil Science, v. 35, No. 10: 1031-1036.
Nikolskii Y.N., M. Castillo-Alvares y O.S. Bakhlaeva. 2006. The Influence of the possible global
climate change on the properties of Mexican soils. Eurasian Soil Science, 39 (11):1164-1169
Pegov, C. A., y P. M. Jomyakov. 1991. Modelación del desarrollo de los sistemas ecológicos.
Ed. Gidrometeoizdat, San Petersburgo, Rusia. 223 p (en ruso)
Ruelle, D. 1989. Chaotic evolution and strange attractors. The statistical analysis of time series
for deterministic nonlinear systems. Cambridge University Press, UK. 96 p
Tetumo G., J., I. Nikolskii G., C. A. Ortiz S., L. Tijerina Ch., y R. Arteaga R. 2001. Evaluación
del impacto del riego sobre algunas propiedades de suelos a través del índice hidrotérmico.
Agrociencia. 35: 137-147
Volobuyev V., R. 1974. Introducción a la energía de formación de suelos. Nauka Publ., Moscú,
URSS, 127 p (en ruso)
Young, A. 1994. Modelling changes in soil properties. In: Soil Resilience and Sustainable Land
Use. CAB International Publ., Bristol, UK. pp. 423-447.

38
38
PRIME ESPERIENZE DI FLOROVIVAISMO BIOLOGICO IN ITALIA: IL PROGETTO
“PROBIORN – PRODUZIONE BIOLOGICA DI PIANTE ORNAMENTALI”
1
Gianluca Burchi
1
Antonio Grassotti

IL PROGETTO PROBIORN

Il Progetto “Produzione Biologica di Piante Ornamentali - ProBiOrn è nato da una proposta


presentata da un gruppo di ricercatori ed operatori del settore floricolo ad un bando di ricerca
dell’A.R.S.I.A.-Regione Toscana, in applicazione del D.R. n. 54 del 18.02.03 (Carrai, 2004). Lo
scopo del Progetto è stato quello di attuare iniziative di ricerca e di sviluppo nel campo della
innovazione tecnologica in agricoltura, volte a mettere a disposizione degli operatori nuove
possibilità di applicazione dei metodi di coltivazione biologica nel settore delle piante
ornamentali (Burchi, 2004).
Il ProBiOrn, di durata biennale, si è avviato nel 2004 e si è concluso nel giugno 2006. Al fine di
rispondere agli obiettivi sopra menzionati, il ProBiOrn si è proposto di realizzare, attraverso
cinque sottoprogetti, alcune azioni prioritarie (Grassotti, 2004):
1. Indagini di mercato tendenti a valutare gli spazi per fiori e piante “biologiche” sul mercato
europeo, ad individuare le tipologie produttive suscettibili di uno sviluppo interessante in
direzione di tale tipo di coltivazione, a verificare le aspettative dei consumatori ed a valutare
il valore aggiunto di questo tipo di produzioni;
2. Confronto tra diverse tecniche agronomiche, analizzando quelle tradizionali del comparto
florovivaistico e proponendo adattamenti agronomici, fitoiatrici e gestionali per la
conversione al biologico, secondo quanto previsto dal Regolamento CE 2092/91,
realizzando prove pratiche di confronto tra metodo tradizionale, integrato e biologico;
3. Analisi e proposte di soluzione di diversi problemi relativi alla coltivazione dell’albero di
Natale secondo metodi di coltivazione biologica, in particolare diserbo e produzione di
materiale di propagazione, con trasferimento delle nuove tecniche alle aziende del settore
sul territorio toscano;
4. Prove dimostrative di impiego di substrati alternativi alla torba impiegata per la coltivazione
in contenitore, in vista di possibili limiti alla utilizzazione di tale materiale, con studio di
soluzioni economiche adottabili nel breve, medio e lungo periodo;
5. Divulgazione dei risultati tramite Seminari, Giornate tecnico-dimostrative e Convegni.
Realizzazione di pagine web dedicate al Progetto, all’interno delle quali raccogliere e
mettere a disposizione dell’utenza le informazioni agronomiche, fitoiatriche e legislative
relative alla produzione biologica di fiori e piante ornamentali.

UNITÀ OPERATIVE PARTECIPANTI AL PROGETTO

Il ProBiOrn si è svolto sotto la Responsabilità Scientifica di Antonio Grassotti (C.R.A.-Istituto


Sperimentale per la Floricoltura di Pescia), con il Coordinamento amministrativo del Consorzio
per la valorizzazione dell’Albero di Natale del Casentino (C.A.N.C.). Nell’attività del ProBiOrn
sono stati coinvolti dieci partner operativi (Grassotti, 2004):
1. Impresa Verde di Arezzo (resp. Marco Roselli);
2. C.R.A.-Istituto Sperimentale per la Floricoltura di Pescia (C.R.A.-I.S.Flo., resp. Gianluca
Burchi)
3. Centro Regionale di Sperimentazione e Assistenza Agricola di Albenga (Ce.R.S.A.A., resp.
Andrea Minuto)
4. Centro Sperimentale per il Vivaismo di Pistoia (Ce.Spe.Vi., resp. Paolo Marzialetti)
5. Istituto Nazionale di Economia Agraria, Università di Firenze (I.N.E.A., resp. Silvia
Scaramuzzi)
6. C.R.A.-Istituto Sperimentale per la Zoologia Agraria di Firenze (C.R.A.-I.S.Z.A., resp.
Giovanna Del Bene)
7. Dipartimento di Scienze e Tecnologie Agrarie e Forestali, Università di Firenze (Di.S.T.A.F.,
resp. Orazio La Marca)
1
C.R.A.- Unità di Ricerca per il Vivaismo e la Gestione del Verde Ambientale ed Ornamentale,
Via dei Fiori 8, 51012 Pescia (PT), Italia
Tel. 0572.451033. e-mail: [email protected]

39
39
8. Dipartimento di Biologia delle Piante Agrarie, Università di Pisa (D.B.P.A., resp. Alberto
Pardossi)
9. Associazione Italiana per l’Agricoltura Biologica della Toscana (A.I.A.B., resp. Salvo Di
Napoli)
10. Associazione Produttori Biologici della Toscana (A.P.B.T., resp. Sandro Stoppioni)

All’attività del ProBiOrn hanno anche collaborato, in qualità di aziende interessate, la


FLORATOSCANA di Pescia (PT), il COMICENT-Mercato dei Fiori di Pescia (PT), la UNICOOP
di Firenze e la N.T.I. di Casalmaggiore (CR), mentre hanno partecipato come sponsor le
aziende Turco Silvestro di Bastia di Albenga (SV) e la CIFO di S.Giorgio di Piano (BO).
Si può certamente affermare che il ProBiOrn sia stato il primo tentativo, a livello nazionale, di
organizzare attività di ricerca e sperimentazione rivolte alla risoluzione delle problematiche che
ancora impediscono una vera diffusione delle tecniche biologiche e a basso impatto ambientale
nel settore florovivaistico (Burchi, 2004).
Questo Progetto ha affrontato molteplici aspetti della produzione biologica: dallo sfruttamento
della torba alla difesa fitosanitaria, dalle tecniche agronomiche fino alla valutazione dei mercati
ed alla diffusione dei risultati (Grassotti, 2004).
Di seguito si espongono brevemente alcuni dei più rilevanti risultati conseguiti nell’ambito delle
attività del ProBiOrn.

PROVE DI LOTTA BIOLOGICA CONTRO LA FUSARIOSI E DI COLTIVAZIONE BIOLOGICA


DI CALENDULA E GERBERA

Presso il C.R.A.-I.S.Flo. di Pescia, l’attività sperimentale ha riguardato da un lato la messa a


punto di protocolli di coltivazione biologica di piante ornamentali da vaso fiorito, come gerbera e
calendula, mediante limpiego di substrati, fertilizzanti e prodotti antiparassitari ammessi in
coltivazione biologica, dall’altro lo screening di isolati di Trichoderma in relazione alla loro
attività antagonistica contro Fusarium oxysporum f. sp. Dianthi, patogeno del garofano. In
collaborazione con il C.R.A.-I.S.Z.A. di Firenze, sono state valutate anche diverse tecniche di
lotta biologica ai principali parassiti delle due colture sopra menzionate, dall’impiego di predatori
all’utilizzo di prodotti naturali ad attività pesticida.
La prova su gerbera ha consentito di individuare solo un substrato biologico, tra i 4 testati,
idoneo a questo tipo di coltivazione. La prova ha anche messo in evidenza notevoli difficoltà nel
garantire una concimazione fosfatica a pronto effetto e nel controllare i principali fitopatogeni
della gerbera nella stagione primaverile-estiva (Cacini et al., 2006a).
Le prove effettuate su calendula hanno evidenziato come, durante la stagione più fredda, sia
possibile ottenere una produzione biologica paragonabile a quella convenzionale, mentre nella
stagione primaverile il divario tra la produzione bio e quella tradizionale è risultato incolmabile. I
trattamenti sperimentati nella prova hanno permesso di ottenere risultati positivi dal punto di
vista del controllo dei fitoparassiti e della qualità della produzione, per lo meno durante la
coltura invernale, mentre nella stagione più calda non si sono riusciti a risolvere i problemi
relativi alla concimazione, in particolare quella fosfatica. Le condizioni climatiche invernali,
infatti, hanno comportato un ciclo di produzione più lungo durante il quale il processo di
mineralizzazione dei fertilizzanti organici è risultato più efficace nell’approvvigionare le piante
degli elementi nutritivi, consentendo uno sviluppo delle stesse paragonabile al testimone
tradizionale (Cacini et al., 2006b).
Lo screening di isolati di Trichoderma, effettuato allo scopo di valutare l’effetto antagonista di 92
isolati di Trichoderma su Fusarium oxysporum in una coltura di garofano, al termine delle
valutazioni effettuate sia in serra che in cella climatica, ha permesso di individuare 8 ceppi in
grado di contenere l’infezione in tutte le repliche (Sarrocco, 2005).

PROVE DI CONFRONTO TRA TECNICHE AGRONOMICHE TRADIZIONALI, INTEGRATE E


BIOLOGICHE

Presso il Ce.R.S.A.A. di Albenga, è stata effettuata la messa a punto di tecniche di difesa nei
confronti di Phytophtora su lavanda e di muffa grigia su geranio e fucsia, mediante l’impiego di
mezzi chimici, agronomici, fisici, genetici e mediante l’impiego di substrati a diversa
composizione fisica. E’ stata poi valutata l’efficacia di fertilizzanti ammessi in agricoltura

40
40
biologica, di vasi realizzati con materiale biodegradabile, di tecniche di coltivazione biologica
della margherita in confronto con tecniche convenzionali, di substrati a ridotto contenuto in torba
o di compost vegetali di qualità per il florovivaismo in vaso, di materiali biodegradabili per il
contenimento delle infestanti sia per le piante allevate a terra, sia per la coltivazione in
contenitore.
Su lavanda, le prove di tecniche di difesa nei confronti di Phytophtora nicotianae var. parassitica
hanno messo in evidenza la limitata efficacia dei mezzi chimici, quando impiegati in coltivazioni
prive di ombreggiamento e su piante allevate su substrati scarsamente drenanti. Il patogeno,
infatti, si avvantaggia di temperature elevate del substrato e di scarse condizioni di drenaggio.
L’impiego di cultivar tolleranti può ridurre la diffusione del patogeno e la gravità dei danni sulla
coltura.
Su geranio e fucsia le prove di contenimento biologico della muffa grigia (Botrytis cinerea)
mediante la gestione ed il controllo dei parametri ambientali hanno messo in evidenza
l’importanza della riduzione del numero di ore di bagnatura fogliare e di condizioni di elevata
umidità nell’ambiente di coltivazione a meno di 6-8 ore. L’impiego di antagonisti naturali sortisce
solo risultati limitati, almeno nelle condizioni di esecuzione delle diverse prove.
Relativamente alla valutazione di compost di qualità per il florovivaismo in vaso, anche qui, così
come a Pescia, si è osservato che solo pochi prodotti in commercio sono utilizzabili in campo
florovivaistico. I parametri limitanti sono risultati principalmente la conducibilità elettrica, il pH, il
contenuto in NH3 e il grado di attività microbica ancora presente (produzione di CO2).
Il contenimento delle infestanti è stato possibile per colture a ciclo medio-breve. In questo caso,
l’uso di film a base di amido termoplastico in sostituzione del polietilene è apparso possibile dal
punto di vista tecnico e sostenibile dal punto di vista economico (Minuto et al., 2004). Per
esempio, film di pacciamatura di spessore 15 µm utilizzati su colture ornamentali da reciso
(salvia) hanno fornito risultati confrontabili con quelli ottenuti con polietilene 40 µm, ad un costo
2
pressoché identico per m di terreno pacciamato (Minuto, 2005). Di applicazione non
immediata, invece, è apparso l’uso di film di pacciamatura per il contenimento delle infestanti su
albero di Natale. In questo caso i film di lunga durata non appaiono ancora in grado di
mantenere coperto il terreno per l’intero ciclo colturale.
L’introduzione di contenitori (vasi) biodegradabili per il florovivaismo ha evidenziato il buono
stato di avanzamento della ricerca in questo settore. E’ infatti possibile utilizzare vasi in
materiale compostabile in grado di garantire il corretto allevamento delle piante in campo, la
commercializzazione e l’uso ornamentale in appartamento. Gli stessi, una volta avviati al
compostaggio, subiscono l’attacco della microflora e si degradano correttamente assieme al
resto del materiale organico. Attualmente solo il costo di questi materiali innovativi limita la loro
applicazione su larga scala, ma si ipotizza, nel breve periodo, una riduzione dello stesso, anche
grazie alla progressiva diffusione dell’uso.

PROVE DI PROPAGAZIONE E DI DISERBO SULL’ALBERO DI NATALE

Presso il Di.S.T.A.F. dell’Università di Firenze, in collaborazione con il C.A.N.C. di Arezzo, sono


state eseguite prove di radicazione di talee di abete rosso, prove di messa a punto di tecniche
di coltivazione biologica di abete rosso per via generativa, prove di coltivazione con
combinazioni di serra-esterno e prove di controllo delle infestanti in campo con metodi
tradizionali (diserbo meccanico) e con pacciamanti biodegradabili. A questa attività ha
collaborato anche l’A.P.B.T. di Firenze che ha effettuato campionamenti di terreno nel
Casentino, sotto coltivazione di abete, ed ha analizzato i dati relativi agli esami di laboratorio
(Roselli, 2004).
Relativamente alle prove di propagazione generativa, la produzione di postime di abete rosso in
contenitori di dimensioni medio-piccole è risultata effettivamente attuabile. Per quanto riguarda
invece la propagazione vegetativa, la risposta rizogena è risultata fortemente influenzata
dall’età e dallo stadio di sviluppo della pianta madre: la percentuale maggiore di radicazione è
stata ottenuta soltanto dalle talee semilegnose prelevate dagli apici terminali delle piante più
giovani. In linea generale, la propagazione vegetativa per talea a partire da un genotipo
selezionato potrebbe da un lato preservare particolari genotipi, dall’altra soddisfare la richiesta
sempre crescente di avere alberi di Natale d’elite.
Relativamente alle prove per il controllo delle infestanti, i migliori risultati di crescita sono stati
osservati nelle parcelle in cui è stato utilizzato un telo antialga (Rinaldi and La Marca, 2006). Gli
effetti della pacciamatura sono risultati maggiormente evidenti quando è stato preso in esame
l’incremento di altezza registrato nel secondo anno dall’impianto, quando ormai l’effetto della

41
41
crisi da trapianto può considerarsi esaurito. L’impiego di pacciamanti ha fatto registrare
incrementi di altezza maggiori rispetto al diserbo tradizionale. Anche la qualità (stato
vegetativo) delle piante è risultata correlata positivamente alla pacciamatura. Tenuto conto dei
trend di crescita, qualora anche per il futuro fossero confermate le tendenze in atto, la
pacciamatura potrebbe comportare un anticipo nei tempi di maturazione del prodotto. Da un
punto di vista ecologico, l’impiego di pacciamanti riciclabili scongiura il rischio di impiego di
diserbanti chimici oggi frequentemente impiegati dai produttori di alberi di Natale. Detto obiettivo
ha rilevanza notevole se si considera che la coltivazione dell’albero di Natale avviene spesso in
montagna, in ambienti particolarmente sensibili all’impiego di prodotti chimici (Rinaldi and La
Marca, 2006).

PROVE DI SUBSTRATI ALTERNATIVI ALLA TORBA

Presso il D.B.P.A. dell’Università di Pisa, in collaborazione con il Ce.Spe.Vi di Pistoia, sono


state effettuate prove finalizzate alla valutazione di diversi substrati a base di compost, con
aggiunta di torba, pomice o fibra di cocco in diverse percentuali, nella produzione in contenitore
di arbusti ornamentali (Photinia e Viburnum). Non sono state riscontrate differenze significative
tra le varie tesi a confronto nel caso del Viburnum, mentre su Photinia si è notata una riduzione
della crescita (evidenziata da un minore sviluppo fogliare ed un minor accumulo di sostanza
secca) nel caso dei miscugli contenenti compost.
Delle ulteriori prove effettuate su piante in vaso di geranio “francesino” (Pelargonium x
peltatum) o su semenzali di pomodoro (Lycopersicun esculentum), calendula (Calendula
officinalis) e agerato (Agerato houstonianum), nelle quali si è usato un compost certificato di
diversa provenienza rispetto a quello usato a Pistoia, non si sono riscontrate differenze tra i vari
substrati. Questi risultati, quindi, evidenziano la possibilità di sostituire (almeno in parte) la
torba, nella preparazione dei substrati di coltivazione, con la fibra di cocco o con il compost,
purché sia di qualità e, quindi, certificato.

PROVE DI COLTIVAZIONE BIOLOGICA DI GERANIO E DI STELLA DI NATALE

L’A.I.A.B. Toscana ha condotto delle prove comparative tra il metodo convenzionale ed il


metodo biologico per produzione di piante in vaso di pelargonio e di stella di natale, effettuando
anche rilievi economici relativi al costo unitario della pianta testimone e di quella biologica.
La prova sul pelargonio ha dato due indicazioni fondamentali: la prima riguarda la concreta
possibilità di produrre talee radicate con metodo biologico, non essendo stati necessari
interventi con fitormoni o con mezzi tecnici non consentiti dal Reg. Cee 2092/91 e successive
modifiche e integrazioni. La seconda indicazione conferma la concreta possibilità di ottenere
una produzione biologica di piante in vaso di pelargonio zonale. Le piante coltivate sono
risultate paragonabili, in termini di tempi di accrescimento, numero di steli fiorali, qualità
complessiva dei fiori e aspetto della vegetazione, alle piante coltivate con metodo tradizionale,
tanto da essere commercializzate senza alcuna difficoltà nei canali convenzionali, tramite
vendita diretta al pubblico e presso negozi al dettaglio (Di Napoli and Scavo, 2006).
Anche i risultati ottenuti con la stella di Natale sono stati buoni e significativi. Il substrato
organico utilizzato ha garantito uno sviluppo delle piante compatto ed omogeneo. La mortalità
post-trapianto è stata ridotta e non dissimile dal testimone. Attacchi di marciumi del colletto o di
botrite sono stati prevenuti con interventi a base di propoli mentre la presenza iniziale di
Trialeurodes vaporariorum è stata efficacemente contenuta effettuando tre interventi ripetuti con
un prodotto a base di Beauveria bassiana. Eventuali attacchi di tripidi sono stati prevenuti con
l’utilizzazione di trappole cromotropiche blu. Degni di nota sono i positivi effetti commerciali,
riscontrati presso i clienti attraverso comunicazioni personali, derivati dalla buona longevità
delle piante e dal prolungato mantenimento della fioritura anche in fase post-vendita, in
conseguenza, a nostro avviso, della buona dotazione in humus del substrato di coltivazione.

STUDI DI CARATTERE ECONOMICO ED INDAGINI DI MERCATO

L’ I.N.E.A.–Università di Firenze, responsabile di questa attività, ha effettuato indagini di


mercato e ricerche di carattere socio-economico. In particolare, gli argomenti trattati hanno
riguardato studi sull’attrattività dei principali mercati europei, analisi delle caratteristiche
strutturali ed evolutive dei canali commerciali dei prodotti florovivaistici biologici, individuazione
delle variabili rilevanti per i consumatori nella scelta dei prodotti biologici ornamentali, analisi dei

42
42
canali commerciali dei prodotti florovivaistici e dei prodotti biologici freschi, individuazione delle
principali specie suscettibili di ottenere spazi di mercato nel segmento biologico, analisi dei costi
di produzione delle specie studiate.
Le indagini hanno confermato come i mercati a maggiore attrattività per i prodotti florovivaistici
biologici siano rappresentati da quei mercati in cui sia i consumi di prodotti floricoli, sia quelli di
prodotti biologici sono ad un elevato stadio di sviluppo (Germania, Olanda, Svizzera, Regno
Unito e Francia in Europa, oltre agli Stati Uniti).
Relativamente ai canali distributivi, la distribuzione organizzata non specializzata non sembra
manifestare interesse specifico per i prodotti florovivaistici biologici. Maggiore interesse viene
palesato dai canali dedicati al biologico e dalle catene di garden center e, in maniera non
trascurabile, dal canale del commercio elettronico (utilizzato sia nella fase dell’ingrosso, che nel
dettaglio finale).
Tra le possibili cause di fallimento dell'introduzione dei prodotti florovivaistici biologici sul
mercato l’I.N.E.A. ha individuato: la possibilità di un supporto insufficiente da parte dei canali
distributivi; un'errata previsione delle vendite; ritardi nell'ingresso sul mercato; l'eventuale
reazione rapida della concorrenza che spiazzi la produzione nazionale; l'evoluzione rapida dei
gusti del consumatore; il basso tasto di ripetizione dell'acquisto per la scarsa produzione.
L'analisi dei costi di produzione ha evidenziato un incremento non rilevante per le specie
oggetto di sperimentazione e potenzialmente compensabile dai maggiori prezzi spuntatabili sul
mercato che si registrano all’estero in una maggiorazione variabile intorno al 20%-30%. Fa
eccezione l’abete per albero di Natale, per il quale costi rilevanti sono legati all’eliminazione
delle infestanti per tutte le metodologie bio-compatibili sperimentate. Tuttavia si deve
evidenziare come non vadano trascurati nel calcolo della redditività i costi aggiuntivi legati alla
certificazione del prodotto, sia per la necessità di una consulenza specializzata, sia per i costi
diretti di certificazione legati all’intervento dell’ente terzo.

CONCLUSIONI

In conclusione si può dire che questa prima esperienza di un Progetto sulla coltivazione
biologica di piante ornamentali condotta in Italia (seppur in una sola Regione) ha se non altro
messo in luce alcune delle maggiori problematiche che questa nuova tipologia produttiva dovrà
affrontare prima di divenire significativamente apprezzabile nel panorama produttivo
ornamentale.
Uno dei principali problemi da risolvere sarà quello di avere una normativa efficace: nel caso
della coltivazione biologica ornamentale, infatti, i protocolli utilizzati (mutuati fondamentalmente
da quelli relativi ai prodotti alimentari) sono abbastanza restrittivi e, in ogni caso, in sede di
redazione della norma è mancata una considerazione specifica relativa ai prodotti ornamentali.
Da ciò consegue che utilizzare i disciplinari attualmente disponibili per le produzioni vegetali ad
uso alimentare è quanto mai problematico da mettere in pratica nelle produzioni ornamentali
che, per ora, sono basate prevalentemente su disciplinari privati volontari.
Dal punto di vista tecnico, poi, si sono evidenziate problematiche che vanno dalle difficoltà di
fornire una concimazione (soprattutto fosfatica) opportuna utilizzando solo prodotti organici, a
quelle riscontrate nel controllo dei parassiti, cosa invece assolutamente necessaria per avere
un prodotto qualitativamente perfetto, requisito fondamentale dei prodotti ornamentali.
Anche le problematiche di tipo economico (legate ai maggiori costi di produzione della pianta
biologica) e quelle di carattere commerciale (legate a diversi aspetti, non ultimo la disponibilità
del consumatore a sobbarcarsi un costo maggiore solo per il desiderio di acquistare un prodotto
maggiormente rispettoso dell’ambiente) si pongono come ostacoli allo sviluppo di questa
tipologia produttiva.
Tuttavia, nell’ambito del ProBiOrn sono anche emersi numerosi aspetti positivi: diverse tipologie
produttive sperimentate nel Progetto hanno fornito risultati agronomici e qualitativi del tutto
comparabili con quelli ottenuti mediante tecniche di coltivazione tradizionali e, inoltre,
l’esperienza favorevole riscontrata in altri Paesi un po’ più sensibili di noi riguardo alle
problematiche ambientali lascia ben sperare per lo sviluppo del settore florovivaistico biologico
anche in Italia.
Rimane certamente da superare un notevole divario tecnologico rispetto a quei Paesi che
hanno avviato già da tempo questo tipo di sperimentazioni, ed anche un grave ritardo di
intervento in questo settore rispetto a quello agroalimentare, tuttavia si spera che questa prima
esperienza italiana, di cui bisogna dar merito all’A.R.S.I.A.-Regione Toscana quale soggetto
proponente, trovi al più presto un seguito in un Progetto più ampio di portata nazionale.

43
43
RINGRAZIAMENTI

Il Progetto “ProBiOrn – Produzione Biologica di Piante Ornamentali” è stato finanziato dalla


A.R.S.I.A.-Regione Toscana, in applicazione del D.R. n. 54 del 18.02.03

LITERATURA CITADA

Burchi, G. 2004. Coltivazione biologica e tecniche colturali a basso impatto ambientale nel
florovivaismo. Flortecnica 11:25-26.
Cacini, S., M. Maletta, G. Del Bene, B. Ruffoni and G. Burchi. 2006a. Coltivazione biologica -
Prove sperimentali su Gerbera jamesonii da vaso fiorito. Clamer Informa 9:63-75.
Cacini, S., M. Maletta, C. Pasini, A. Pardossi and A. Grassotti. 2006b. Calendula officinalis - La
fertilizzazione biologica. Colture Protette 10:67-74.
Carrai, C. 2004. Florovivaismo e salvaguardia dell’ambiente: le azioni dell’A.R.S.I.A. Flortecnica
11:28-29.
Di Napoli, S. ed N. Scavo. 2006. Sapere per fare: le piante ornamentali. - L’esempio del geranio
in vaso. Bioagricoltura 101:47-50.
Grassotti, A. 2004. ProBiOrn: linee guida di un progetto sul florovivaismo biologico. Flortecnica
11:30-31.
Minuto, G., A. Frumento, M. Versari, S. Guerrini and A. Garibaldi. 2004. Efficacia di film a base
di amido termoplastico per il contenimento delle infestanti su basilico. Flortecnica 11:87-89.
Minuto, G. 2005. Film biodegradabili contro le erbe infestanti. Terra e Vita 46 (18):71-73.
Rinaldi, L. M. R. and O. La Marca. 2006. Weed control in Norway Spruce Christmas Trees with
applied films. Hortscience 41 (4):1035.
Roselli, M. 2004. Produzione dell’albero di natale biologico e rintracciabilità nel comprensorio
casentinese: una opportunità di comunicazione commerciale mirata nei confronti dei
consumatori per la tutela di una coltivazione strategica per le zone montane. Flortecnica 12:68-
71.
Sarrocco, S. 2005. La difesa biologica del garofano da Fusarium oxysporum f. sp. Dianthi:
studio di un caso. Clamer Informa 7-8:15-17.

44
44
SOIL STRUCTURAL CHANGES CAUSED BY AGRICULTURAL MACHINERY
1
Andrey Guber
1
Yakov Pachepsky

SUMMARY

Effects of tractor traffic with high axle load on the aggregate size distribution, the total soil
porosity, and the aggregate porosity were studied in a field experiment on a silty clay loam
Greyzem soil. One and three tractors passes were made at pre-irrigated and non-irrigated
10x10 m plots. The value of mass fractal dimension was derived from density-size relationships
in air-dry aggregates. Tractor passes compacted soil at both plots to the depth of 40 cm. At the
pre-irrigated plot, one and three tractor passes increased the percentage of the largest
aggregate fraction '7 to 10 cm' in 0-5 cm and 0-15 cm soil layers, respectively. On the contrary,
at the non-irrigated plot, compaction did not affect the aggregate size distribution. The increase
in the number of passes caused the progressive compaction resulting in decrease of the total
soil porosity to the depth of 40 cm. The porosity decrease was more pronounced in the 0-15 cm
layer at the pre-irrigated plot. Dependencies of the specific pore volume of aggregates on the
gravimetric water content (aggregate swelling) and the aggregate mass-size scaling showed
that the compaction altered the aggregate porosity. This implies that these characteristics show
promise for soil compaction diagnostics.

Keywords: compaction, aggregate porosity, total porosity, swelling, fractal dimension.

INTRODUCTION

Concerns about soil compaction have grown during last several decades. Over 33 million ha of
farm land has been reported irreversibly degraded by soil compaction in Europe (Van den Akker
and Canarache, 2000). Worldwide more than 80 million ha of agricultural and forest land are
deformed as a result of current management practices (Horn et al., 2000). Soil compaction
alters soil structure and causes a deterioration of soil thermal, air, water, and nutrient regimes.
Properties of soil aggregates are commonly used to characterize soil structure. Determining
aggregate size distributions is one way of characterizing aggregate properties. Changes in
aggregate size distributions have been related to various management practices (Truman and
Franzmeier, 2002) or to soil compaction (Liebig et al., 1993). Information about soil structure
can also be derived from examining the relationships between aggregate mass or density and
aggregate size. Wittmus and Mazurak (1958) were the first to report that the dry-aggregate
density decreases as the aggregate size increases. This decrease appeared to follow the mass
fractal model (Bartoli et al., 1991; Perfect and Kay, 1991; Rieu and Sposito, 1991; Young and
Crawford, 1991). Parameters of the mass fractal model for air-dry aggregates are sensitive to
tillage and reflect tillage practices (Young and Crawford, 1991; Eghball et al., 1993; Perfect and
Blevins, 1997; Filgueira et al., 1999; Gimenez et al., 2002). To our knowledge, however, the
effect of soil compaction on mass-size relationships in soil aggregates has not been studied.
Shrinkage of soil clods was recently shown to be sensitive to soil compaction (Boivin et al.,
2006). The decrease in differences between swelling curves of aggregates of different size due
to aggregate compaction was also observed in aggregate re-wetting experiments with four soils
of contrasting texture (Chang and Warkentin, 1968). However, no attempt was made to assess
effect of compaction on shrinkage of aggregates of different size. The objective of this study
was to assess the effect of soil compaction on aggregate size distributions, aggregate mass-
size relationships, soil total porosity, and aggregate porosity at water content ranging from air-
dry to saturation.

1
USDA-ARS, Beltsville Agricultural Research Center, Bldg. 173, BARC-EAST, 10300 Baltimore
Ave., Beltsville, MD 20705, United States of America
+1-301-5045656, [email protected]

45
45
MATERIALS AND METHODS

The study was conducted in the Vladimir Region of Russia (56.421N, 44.441 E). The soil was a
silty clay loam Grey Forest Soil or Greyzem (FAO, 1974). Selected soil properties are shown in
Table 1. Two adjacent field plots (10x10m) were each divided into three subplots. At each plot,
two of the three subplots were subjected to soil compaction while the third subplot remained
untreated.
Compaction treatments consisted of one tractor pass or three tractor passes using a tractor with
530 mm wide tires having the inflation pressure of 120 kPa. The tractor mass was 8,000 kg; the
mass distribution between the front and rear axle was 5,600 kg and 2,400 kg, respectively. One
of the field plots was pre-irrigated one day prior the compaction experiment. Sprinkler irrigation
-1
was applied for four hours at a rate of 4.5 cm h .

Table 1. Selected physical properties of Grey Forest soil

Texture (%) Particle Organic Atterberg limits (%)


Soil Depth
density carbon
horizon (m) Sand Silt Clay -3
plastic liquid
(g cm ) (%)
Ap 0 - 0.2 8.9 74.0 17.1 2.502 1.34 0.237 0.314
EB 0.2 - 0.4 12.9 58.2 28.9 2.540 0.71 0.222 0.366

Plots were covered with a plastic film to prevent water evaporation from the soil. Soil was
3
sampled one week after the compaction treatments. Undisturbed 49-cm soil cores were taken
from the 0-0.4 m soil layer at incremental depths of 5 cm. Cores were taken from the middle of
untreated subplots and under tractor tracks in compacted subplots in triplicate. The bulk density
and the gravimetric water content were measured in the cores. The total soil porosity was
calculated from the bulk density and the particle density. Particle size distribution, bulk density,
particle density, and organic carbon content were measured in triplicate. Texture was measured
using the pipette method (Gee and Bauder, 1986) after dispersion with sodium pyrophosphate.
Particle diameter ranges were <0.001 mm, 0.001-0.005, 0.005- 0.01, 0.01-0.05, 0.05-0.25, and
>0.25 mm. Particle densities were measured using the pycnometer method (Blake and Hartge,
1986). Organic carbon contents were measured using the dry combustion method (Nelson and
Sommers, 1996). Aggregate size distributions were measured in triplicate for the diameter
ranges less than 0.25 mm, 0.25 to 0.5 mm, 0.5 to 1 mm, 1 to 2 mm, 2 to 3 mm, 3 to 5 mm, 5 to
7 mm, 7 to 10 mm and greater than 10 mm.
Additional soil samples were collected at all treated and untreated plots to study the aggregate
mass-size relationship. Soil was air-dried and sieved to separate aggregates into size fractions
with diameters 3 to 5 mm, 5 to 7 mm, and 7 to 10 mm. Aggregates were air-dried for 24 hours
and placed on the ceramic plate for capillary saturation. Volumes of individual aggregates were
measured using the kerosene method (McIntyre and Stirk, 1954) at air-dry water contents, at
two water contents between saturation and air-dry, and at saturation. Water contents of
aggregates were determined gravimetrically. The mass and the volume of aggregates in each
size range were measured at the four water content in five replications. The specific aggregate
porosity ! was computed as
(1)

where !a is the aggregate bulk density, and !s is the solid particle density.
The fractal model of incomplete fragmentation (Rieu and Sposito, 1991) was used to calculate
the mass fractal dimension of air-dry aggregates using the equation:
Dm
m=ad (2)
where d is aggregate size at air-dry water content, g, Dm is the mass fractal dimension, a is the
mass of the solid phase of the unit-size aggregate, g, m is the mass of the solid phase of
aggregates in the size range 3-10 mm, g. The equation (2) was fitted to data on pairs (m, d)
from measurements at air-dry water contents to find values of the parameter Dm at different
depths for all treatments.

46
46
RESULTS

Water contents were smaller in the profile of the non-irrigated plot compared with the pre-
irrigated plot before the compaction experiment (Table 2). Tractor passes affected differently
soil structure at non-irrigated and pre-irrigated plots. Aggregate size distributions (ASD)
changed noticeably with compaction at the pre-irrigated plot but not at the non-irrigated plot
(Figure 1).

Table 2. Soil water content at plots before the compaction experiment

Depth (m)
0.025 0.075 0.125 0.175 0.225 0.275 0.325
Gravimetric water content at non-irrigated plot (average±st.dev)
0.136±0.014 0.288±0.023 0.290±0.008 0.283±0.016 0.298±0.020 0.292±0.023 0.308±0.014
Gravimetric water content at pre-irrigated plot (average±st.dev)
0.239±0.017 0.330±0.015 0.346±0.016 0.346±0.017 0.346±0.012 0.333±0.013 0.329±0.009

Figure 1. Aggregate size distribution at non-irrigated (hollow symbols) and pre-irrigated (filled
symbols) plots.

A similarity between ASDs was observed at depths 0 to 5, 5 to 10, 10 to 15 and 15 to 20 cm at


the non-irrigated plot. The ASDs at the pre-irrigated plot without compaction were close to the
ASD at the non-irrigated plot. The one-pass compaction in the pre-irrigated plot changed the
ASD in the 0 to 5 cm layer, but did not affect deeper layers. The three-pass compaction
changed ASDs in 0 to 5, 5 to 10, and 10 to 15 cm layers. Compaction increased the percentage
of largest aggregate fraction '7 to 10 cm' (Fig.1). These observations are supported by the
application of the Kolmogorov-Smirnov test to the aggregate size distributions (Table 3).

47
47
Table 3. Probabilities of the absence of differences between aggregate size distributions
computed using the Kolmogorov-Smirnov test

Depth (m)
Compared treatments
0.0 - 0.05 0.05 – 0.10 0.10 – 0.15 0.15 – 0.20
Non-irrigated plot
Control -1 pass - 3 passes 1.000 1.000 1.000 1.000
Pre-irrigated plot
Control - 1 pass 0.034 1.000 1.000 1.000
Control - 3 passes 0.001 0.352 0.730 1.000
1 pass - 3 passes 0.126 0.352 0.730 1.000

Compaction changed the soil porosity distribution in soil profiles of both plots. The increase in
the number of tractor passes led to the decrease in total soil porosity in both irrigated and non-
irrigated plots at depths from 0 to 40 cm (Fig. 2). The decrease in porosity occurred mostly in
the upper 20 cm layer at pre-irrigated plot. At the non-irrigated plot, a noticeable decrease in
total porosity was observed above the depth of 30 cm. Analysis of variance showed that the
depth, the number of passes and the pre-irrigation were all significant factors (P>0.99,data not
shown).

Figure 2. Distribution of total soil porosity at non-irrigated and pre-irrigated plots.

Tractor passes dramatically changed aggregate porosity. The decrease in porosity of air-dry
aggregates was more pronounced at depths from 5 to 25 cm, compared to the 0-5 cm layer or
to depths below 25 cm, and at the pre-irrigated plot compared to that at the non-irrigated plot
(Fig.3). Reductions of 4% to 19% and of 5% to 12% in the aggregate porosity were observed in
the 5-25 cm layer at the pre-irrigated and the non-irrigated plots, respectively. The number of
tractor passes affected the aggregate porosity differently at the two plots. No difference in
values of the aggregate porosity was observed between one and three tractor passes at the
non-irrigated plot. Such difference was observed below the depth of 20 cm at the pre-irrigated
plot. Three tractor passes led to 17% reduction in the aggregate porosity in the 20-25 cm layer.
Only 5% reduction was observed after one tractor pass at the pre-irrigated plot.

48
48
Figure 3. Distribution of aggregate porosity at air-dry water content for non-irrigated and pre-
irrigated plots.

Changes in the specific pore volume of aggregates as a function of water content are shown in
Fig. 4. The specific pore volume ! of fully saturated aggregates did not depend on the
aggregate size in all treatments, and was numerically equal to the gravimetric water content w.
The specific pore volume !
of partially saturated aggregates depended on the aggregate size. These dependencies were
distinctly different for the three size fractions at non-compacted subplots. Larger unsaturated
aggregates were less dense; the maximum difference was observed in air-dry aggregates.
Compaction resulted in smaller differences in specific pore volumes between different size
aggregate fractions. In the pre-irrigated plot, compaction caused a decrease of ! values for all
fractions below values observed at the non-compacted subplot.
Applicability of the mass fractal model (2) was tested for each treatment and depth separately.
2
The model fitted the data on air-dry aggregates in a satisfactory manner with R =0.99; the root-
mean-square error of aggregate mass calculations was in the range between 0.005 and 0.029
g. Values of mass fractal parameter Dm for each treatment are shown in Fig. 5. Mass fractal
dimension of dry aggregates was sensitive to compaction. One tractor pass caused a shift in
values of Dm from the range 2.90-2.93 to the range 2.96-2.99 in the 0-20 cm soil layer, while
additional tractor passes had no effect. Compaction affected deeper soil layer at non-irrigated
than at pre-irrigated plot (Fig.5).

DISCUSSION

The progressive compaction affected total soil porosity in the whole soil profile (Fig. 2). The pre-
irrigation caused a relatively larger change in porosity of the plough layer due to the
compaction, whereas compaction affected porosity below plough layer at non-irrigated plot.
These changes in soil porosity were similar to those observed by several authors (Alakukku,
1996a,b; Arvidsson and Hakansson, 1996; Richard et al., 2001; Schaffer et al., 2007a,b). These
authors used different technique to measure pore-size distributions and demonstrated that soil
compaction affects mostly large interaggregate pores, and may increase the volume of small
interaggregate pores. The use of the kerosene method in our study allowed evaluation of
aggregate porosity in aggregate size range from 3 mm to 10 mm in the water content range
from air-dry to saturation. Results demonstrated (Fig. 4 and 5) that compaction also decreased
aggregate porosity at both pre-irrigated and non-irrigated plots.
Compaction caused an increase in the percentage of the largest aggregates and an increase in
the median aggregate diameter (Figure 3). Such changes were earlier observed as a result of
tillage treatments (Eghball et al., 1993, Liebig et al. 1993, Arvidsson and Hakansson, 1996).
The effect of compaction treatments on aggregate size distributions decreased with depth. Such
a trend has also been observed for tillage treatments (Liebig et al., 1993). Combining data in

49
49
Fig. 3 with data on aggregate swelling in Fig. 5 allowed us to suggest that different mechanisms
cause aggregate density changes in aggregates of different size. There were no significant
changes in aggregate size distribution at the non-irrigated plot. Specific pore volumes of the
largest aggregates (5 to 7 mm and 7 to 10 mm) approached the specific pore volume of
aggregates 3 to 5 mm in the water content range

Figure 4. Dependencies of the specific pore volume of aggregates on the gravimetric water
content at 0-5 cm depth for non-irrigated and pre-irrigated plots.
from air-dry to saturation. Particles within larger aggregates were probably rearranged without
the aggregate breakup. Assuming the existence of aggregate hierarchy with the smallest

50
50
structural unit size of about 2 mm (Tisdall and Oades, 1982), we can suggest that (i) structural
units of 1 to 3 mm are not readily compressible with loads used in this study, and (ii) aggregates
including these structural units, i.e. 5 to 7 and 7 to 10 mm, are compressible so that the
compression leads to the loss of the intraaggregate pore space between the structural units of 1
to 3 mm and smaller. At the pre-irrigated plot, we observed an increase in the proportion of the
largest aggregates in ASD, and a decrease in

Figure 5. Distribution of aggregate mass fractal dimension at non-irrigated and pre-irrigated


plots.

the specific pore volume for all aggregate fractions. This implies that at higher soil water
contents at the pre-irrigated plot (Figure 1), 2-mm structural units appear to be compressible
due to the loss of the pore space between structural units of the lower hierarchical level (Dexter,
1988). The increase of the largest aggregate fraction 7 to 10 mm was probably caused by
aggregate welding by external stress to form larger aggregates (Or and Ghezzehei, 2002), so
that the specific pore volume of the largest units appeared to be close to the specific pore
volume of smaller structural units.
In air-dry aggregates, compaction treatments caused an increase in fractal dimension values.
The increase of the aggregate mass fractal dimension after tillage treatment was noted by
Young and Crawford (1991) who reported mass fractal dimension values Dm of 2.75 and 2.93-
2.95 before and after cultivation, respectively, for a sandy loam soil. Perfect and Blevins (1997)
found mass fractal dimension values Dm of 2.88, 2.94 and 2.99 from mass-size data of air dry
aggregates in no-till, moldboard-plowed, and moldboard-plowed and harrowed soil loam,
respectively. In this work, values of Dm increased from 2.92 to 2.99 as compaction progressed.
Therefore, both tillage in previous studies and compaction in this study have lead to equalizing
bulk densities of aggregates of different sizes as Dm approached three.
Parameter Dm of the mass-size scaling model (2) appeared to be very sensitive to compaction.
Unlike the total porosity which gradually responded to the increase in the number of tractor
passes (Figure 2), the fractal dimension Dm changed significantly after one tractor pass (Fig. 5).
Three tractor passes resulted in parameters values that were not distinguishable after one pass
treatment. Unlike the changes in aggregate size distributions that were quite different for pre-
irrigated and non-irrigated plots (Figure 1), dependencies of the fractal parameters on depth
were very similar for pre-irrigated and non-irrigated plots. A singe soil property such as the
aggregate size distribution, the total soil porosity, or the aggregate porosity at different water
content may not diagnose changes in soil structure due to complexity of the soil compaction
phenomenon.

51
51
CONCLUSIONS

1. One tractor pass on pre-irrigated and non-irrigated plots compacted Grey Forest soil to the
depth of 40 cm.
2. At the pre-irrigated plot, one and three tractor passes increased the percentage of largest
aggregate fraction '7 to 10 cm' in 0-5 cm and 0-15 cm soil layers, respectively. Compaction
did not affect aggregate size distribution at the non-irrigated plot.
3. An increase in the number of passes caused a progressive compaction and resulted in
sequential decrease in the total soil porosity to the depth of 40 cm. The decrease in porosity
was more pronounced in the 0-15 cm layer at the pre-irrigated plot.
4. Dependencies of the specific pore volume of aggregates on the gravimetric water content
(aggregate swelling) and the aggregate mass-size scaling showed that the compaction
altered the aggregate porosity. This implies that these characteristics show promise for soil
compaction diagnostics.

REFERENCES

Alakukku, L., 1996a. Persistence of soil compaction due to high axle load traffic. I. Short-term
effects on the properties of clay and organic soils. Soil Tillage Res. 37: 211–222.
Alakukku, L., 1996b. Persistence of soil compaction due to high axle load traffic. II. Long-term
effects on the properties of finetextured and organic soils. Soil Tillage Res. 37: 223–238.
America Journal 55:1552-1558.
Arvidsson, J., and I. Hakansson. 1996. Do effects of soil compaction persist after ploughing?
Results from 21 long-term field experiments in Sweden. Soil Tillage Res. 39: 175–197.
Bartoli, F., R. Philippy, M. Doirisse, S. Niquet, and M. Dubuit. 1991. Structure and self-similarity
in silt and sandy soils: the fractal approach. J. Soil Sci. 42:167-185.
Blake, G.R., and K.H.Hartge. 1986. Particle density. In: Methods of soil analysis. Part 1.
Physical and Mineralogical Methods. Klute, A. (editor): 377-382.
Boivin P., B. Schaffer, E. Temgoua, M. Gratier, and G. Steinman. 2006. Assessment of soil
compaction using soil shrinkage modelling: Experimental data and perspectives. Soil Tillage
Res. 88: 65–79.
Chang, R.K., and B.P. Warkentin. 1968. Volume change of compacted soil aggregates. Soil Sci.
105: 106-111.
Dexter, A.R. 1988. Advances in characterization of soil structure. Soil Tillage Res. 11: 199-238.
Eghball, B., L.N.Mielke, G.A.Calvo, and W.W.Wilhelm. 1993. Fractal description of soil
fragmentation for various tillage methods and crop sequences. Soil Sci. Soc. Amer. J. 57: 1337-
1341.
FAO-UNESCO.1974. Soil Map of the World 1:5,000,000. Volume 1. Legend. UNESCO, Paris.
Filgueira, R.R. Fournier, L.L. Sarli, G.O. Aragon, A. Rawls, W.J. 1999. Sensitivity of fractal
parameters of soil aggregates to different management practices in a Phaeozem in central
Argentina. Soil & tillage research, 52: 217-222
Gee, G.W., and J.W. Bauder. 1986. Particle-size analysis. In: Methods of soil analysis. Part 1.
Physical and Mineralogical Methods. Klute, A. (editor): 399-404.
Gimenez, D., J.L.Karmon, A.Posadas, R.K.Shaw. 2002. Fractal dimensions of mass estimated
from intact and eroded soil aggregates. Soil Tillage Res. 64: 165-172.
Horn, R., J.J.H. van den Akker, and J. Arvidsson. 2000. Subsoil Compaction - Distribution,
Processes and Consequences. Advances in Geoecology 32, 462 p.
Liebig, M.A., A. J. Jones, L.N. Mielke, and J.W. Doran. 1993. Controlled wheel traffic effects on
soil properties in ridge tillage. Soil Sci. Soc. J. 57: 1061-1066.
McIntyre, D.S. and G.B.Stirk, 1954. Method for determination of apparent density of soil
aggregates. Australian J. Agric. Res., v.5, No.2: 291-296.
Nelson, D.W., and L.E.Sommers. 1996. Total carbon, organic carbon, and organic matter. In:
Methods of Soil Analysis. Part 3. Chemical Methods., Sparks, D.L. (editor): 961-1011.
Or, D., and T. A. Ghezzehei. 2002. Modeling post-tillage soil structural dynamics: a review. Soil
& Tillage Research 64 (2002) 41–59.
Perfect, E. and R.L.Blevins. 1997. Fractal characterization of soil aggregation and fragmentation
as influenced by tillage treatment. Soil Sci. Soc. Amer. J. 1997: 896-900.
Richard, G., I. Cousin, J.F. Sillon, A. Bruand, and J. Guerif. 2001. Effect of compaction on the
porosity of a silty soil: influence on unsaturated hydraulic properties. Eur. J. Soil Sci. 52: 49–58.

52
52
Rieu, M., and G. Sposito. 1991. Fractal fragmentation, soil porosity, and soil water properties: I.
Theory, II.Applications. Soil Sci. Soc. Amer. J. 55:1231-1244.
Schaffer, B., M. Stauber, R. Muller, and R. Schulin. 2007. Changes in the macro-pore structure
of restored soil caused by compaction beneath heavy agricultural machinery: a morphometric
study. Eur. J. Soil Sci. 58: 1062–1073.
Schaffer, B., W. Attinger, and R. Schulin. 2007. Compaction of restored soil by heavy
agricultural machinery—Soil physical and mechanical aspects. Soil Tillage Res. 93: 28–43.
Tisdall, J.M. and J.M.Oades. 1982. Organic matter and water-stable aggregates in soils. J Soil
Sci. 33: 141-163.
Truman, C. C, and D. P. Franzmeier. 2002. Structure, pedologogical concepts and water flow.
P. 1263-1268. In: Encyclopedia of soil science, R. Lal -Ed. Marcel Dekker, New York, Basel.
Van den Akker, J.J.H., Canarache, A. 2000. Concerted actions on subsoil compaction in
European countries and on subsoil compaction in Central and Eastern European countries. in
nd
Proc. 3 workshop of the Concerted Action “Experience with the impact of subsoil compaction
on soil, crop growth and environment and ways to prevent subsoil compaction”, 14-16 June
2000, Uppsala, Sweden, pp.7-19.
Wittmuss, H.D., and A.P. Mazurak. 1958. Physical and chemical properties of aggregates in a
Brunizem soil. Soil Sci. Soc. Am. Proc., v.22: 1-5.
Young, I.M., and J.W. Crawford. 1991. The fractal structure of soil aggregates: its measurement
and interpretation. J. Soil Sci. 42:187-192.

53
53
CARACTERIZACIÓN DE LA FRESA DE ARANJUEZ, PRIMERA APROXIMACIÓN
5
Almudena Lázaro Lázaro
1
Isabel Fernández Navarro
1
Francisco Javier Sánchez Jiménez

RESUMEN

La variedad local más antigua de fresa (Fragaria vesca L.) que se conoce en España es la
fresa de Aranjuez. Felipe V, primer Borbón español, importó los mejores estolones de Versalles
e inició en el Real Sitio madrileño la producción de este cultivo. Los archivos de la Corona,
(Caja 1231-exp-1), recogen, a partir de 1751, los “Beneficios de la venta de los productos de la
huerta. Espárragos, fresas y legumbre” y es D. Félix Antonio Tocados (pagador interino) quien
anota la primera reseña de fresa en la contabilidad de palacio. Se ha procedido a su
caracterización morfológica, físico química y agronómica, comparándola con la única variedad
de fresa de fruto pequeño que se cultiva, la Reina de los Valles, y tres poblaciones silvestres de
F. vesca recogidas en bosques de montaña: Urbión, Rioja y Pirineos. Los datos morfológicos
indican que la tradicional fresa de Aranjuez tiene un hábito de crecimiento globoso y una planta
de gran vigor. Produce gran cantidad de estolones, como sus parientes silvestres. Es
refloreciente. Su fruto es cónico, pequeño (15 x 13 mm) y puede ser también cordiforme,
reniforme u ovalado. De color rojo oscuro por fuera y blanco por dentro, blando, poco adherido
al cáliz y con una cavidad central. Destaca por su excelente aroma y sabor. Se cultiva hoy en
día en pequeñas producciones y comparte rasgos morfológicos con las poblaciones silvestres.
Su contenido en los principales nutrientes (azúcares y vitaminas) es similar, aunque
ligeramente menor, a los de la única variedad mejorada. Aranjuez es conocido en toda España
desde hace siglos por la calidad de sus fresas. Con el tiempo la fresa se ha convertido en una
seña de identidad de la población de Aranjuez y, por este motivo es un cultivo que se debe
conservar.

Palabras clave: Fragaria vesca, variedad tradicional, colección.

INTRODUCCIÓN

La fresa cultivada es una Rosacea del género Fragaria. (Rosaceae, subfamilia Rosoideae, tribu
Potentilleae). Hay cuatro grupos básicos de fertilidad en Fragaria, que se distinguen por su
nivel de ploidia o número de cromosomas. Fragaria vesca L. es diploide: contiene 14
cromosomas. Vegeta espontáneamente en los bosques de Europa. Su consumo comenzó en
la antigüedad y se tiene constancia de ello gracias a escritos de autores romanos. Las primeras
fresas se domesticaron hace 2000 años y la primera fresa comercial se introdujo hace 250
años (Hancock, 1999). Su cultivo comenzó en los jardines de Europa transportando las plantas
silvestres o recogiendo sus simientes en los bosques. El cultivo de las fresas de fruto pequeño
se extendió en Europa hasta el final del siglo XIX. Fue entonces cuando empezó a difundirse el
cultivo de los híbridos de fruto grande conocidos como fresones. Los primeros fresones fueron
obtenidos por botánicos del siglo XVIII que cruzaron distintas especies europeas y americanas
(Darrow, 1966). Así, Fragaria x annanasa Duch, híbrido de F. virginiana y F. chiloensis, es la
fresa de fruto grueso (fresón) más cultivada en la actualidad.
Existen notables diferencias entre los frutos de las fresas diploides y los fresones cultivados en
la actualidad. No solo en tamaño y aspecto del fruto, sino en sabor y aroma (Asaph et al.,
2004).
Como ocurre con otros sectores agrarios, los consumidores demandan continuamente
productos de alta calidad, seguros y a un precio razonable. Históricamente, la mejora genética
de plantas ha tenido como objetivos principales el aumento de la productividad, la obtención de
resistencias a plagas y enfermedades o la mejora de características agronómicas, esto ha
producido grandes aumentos en las cosechas de los cultivos más importantes. En los
mercados abastecidos de la Europa Occidental, las oportunidades de crecimiento económico,

5
Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural Agrario y Alimentario (IMIDRA) Autovía
de Aragón km 38,200 28880 Alcalá de Henares, Madrid, España
[email protected]

54
54
en concreto en el subsector de frutas y hortalizas, vienen necesariamente de la mano de
productos de calidad. La calidad en productos agroalimentarios, es un concepto que puede ser
abordado desde distintos aspectos. La calidad sensorial considera atributos como la apariencia
(p. ej. Color, aspecto exterior, forma, tamaño…) sabor (p. ej. dulzura, acidez, aroma…) textura
(firmeza, jugosidad, fibrosidad,…). La calidad nutricional se relaciona con el contenido de
azúcares y otros macronutrientes, y también con el contenido de antioxidantes, vitaminas y
otros micronutrientes. La calidad industrial o post cosecha la presencia o no de tallo, dureza de
piel, facilidad de desprendimiento del pedúnculo, proporción de jugo en la fruta, etc.
Una vez establecida para los fitomejoradores la importancia de la mejora genética de la calidad
(Llacer et al., 2006), conviene definir los atributos de calidad para cada producto y forma de
consumo, los métodos de evaluación y los objetivos concretos. Para implementar un programa
de mejora hay que aprovechar la variabilidad natural de los cultivos u obtenerla por diferentes
técnicas. Las fuentes más importantes de variabilidad se hallan en las colecciones de
germoplasma, y son las colecciones regionales donde se conservan tipos locales adaptados a
condiciones particulares. En el caso de los cultivares tradicionales o variedades locales,
además del componente ambiental existen múltiples componentes antropológicas que han
influido en los procesos de domesticación, y entre ellos cabe destacar las preferencias
organolépticas de los consumidores de la zona.
La conservación y el estudio de las variedades tradicionales aparecen en este punto, por un
lado como tareas imprescindibles para afrontar los nuevos retos de la agricultura y la
alimentación; y por otro como labores inexcusables para evitar la pérdida definitiva de
biodiversidad.
En el caso de la fresa, la variedad local más antigua que se conoce en España es la fresa de
Aranjuez. Felipe V, primer Borbón español, importó los mejores estolones de Versalles e inició
la producción de las desde entonces afamadas fresas de Aranjuez en el Real Sitio madrileño,
unos 50 km al sur de la Villa de Madrid. En “El tratado de la huerta, o método de cultivar toda
clase de hortalizas” escrito en 1801 por los hermanos Claudio y Esteban Boutelou, el primero
destinado en el Real Jardín Botánico de Madrid, y el otro, jardinero mayor del Real Sitio de
Aranjuez (Boutelou y Boutelou, 1801), se describe el cultivo de Fragaria vesca “según se
practica en los Reales jardines de Aranjuez”.
La Dirección General de Agricultura de la Comunidad de Madrid creó en 1995 el Campo de
Variedades Tradicionales de la Comunidad de Madrid. En el IMIA, hoy IMIDRA (Instituto
Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural Agrario y Alimentario), en sus instalaciones de la
Finca El Encín, se conserva una colección de variedades hortícolas entre las que se encuentra
la fresa de Aranjuez, F. vesca L., cultivada hoy en día tan sólo por un agricultor.
Los objetivos del presente trabajo son:
1. Recabar datos históricos del cultivo de la fresa en Aranjuez desde sus inicios.
2. Caracterizar la variedad tradicional de fresa de Aranjuez obteniendo datos
morfológicos, físico-químicos y agronómicos, comparándola con variedades
comerciales de fruto pequeño y poblaciones silvestres.

MATERIALES Y MÉTODOS

En primer lugar, se han consultado los fondos bibliográficos del Palacio Real de Madrid, y el
Archivo de la Corona con el fin de recabar datos históricos del cultivo de la fresa en las
posesiones reales de Aranjuez (Real Hacienda de Aranjuez).
Se ha procedido a su caracterización morfológica siguiendo el descriptor internacional de
UPOV (UPOV, 1995), comparándola con la única variedad de fresa de fruto pequeño que se
cultiva, la Reina de los Valles, y tres poblaciones silvestres de F. vesca recogidas en bosques
de montaña: Urbión, Rioja y Pirineos (Cuadro 1). Los ensayos se han realizado las campañas
agrícolas de 2005 y 2006 en la Finca “El Encín” en Alcalá de Henares – Madrid (40º31’15’’N;
3º17’27”W, 600m altitud), tomando medidas en 10 plantas de cada población.

55
55
Cuadro 1. Material vegetal estudiado de la especie Fragaria vesca

Tipo de Nombre Altitud Año de


material común Origen Provincia Longitud Latitud (m) colecta
Fresa de
Variedad local Aranjuez Aranjuez Madrid 400205N 0033605W 489 1995
Variedad Reina de Viveros
cultivada los Valles Planasa - - - - 2005
Población Fresa Brieva de
silvestre silvestre Cameros La Rioja 421076N 0024738W 1058 2005
Población Fresa
silvestre silvestre Urbión Soria 420017N 0025323W 1900 2005
Población Fresa Valle de
silvestre silvestre Hecho Huesca 424418N 0004513W 739 2006

En los frutos de cada una de las dos variedades cultivadas, usando al menos cinco muestras
por variedad, se realizaron los siguientes análisis físico-químicos:
Firmeza de frutos por compresión medida en dos ciclos. Mediante un texturómetro TA-XT2, con
sonda plana cilíndrica de ebonita, de 50 mm de diámetro, se ha medido la fuerza para deformar
el fruto, la capacidad de recuperación y la fuerza para aplastar definitivamente el fruto.
Contenido en carotenos y clorofilas. Medido en espectrofotómetro a tres longitudes de onda
distintas: 663nm, 646nm y 470nm según el método de Nagata y Yamashita (Nagata y
Yamashita, 1992)
Contenido en azúcares totales o carbohidratos solubles por el método de la antrona basado en
el método de Spiro (1966): Grados Brix con refractómetro.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Aranjuez está situado a 50 km de Madrid en la confluencia de los ríos Tajo y Jarama. Dichos
ríos forman un valle con exuberante vegetación y un microclima más suave que el duro clima
de la Meseta Castellana circundante. Estos factores, la abundancia de agua y la infrecuencia
de heladas lo convierten en un lugar muy apto para la horticultura. Además la proximidad a un
mercado importante, como la ciudad de Madrid, favoreció el florecimiento de numerosas
huertas durante los siglos XVIII, XIX y XX. Los archivos de la Corona, (Caja 1231-exp-1),
recogen, a partir de 1751, los “Beneficios de la venta de los productos de la huerta.
Espárragos, fresas y legumbre” y es D. Félix Antonio Tocados (entonces pagador interino de la
Real Hacienda de Aranjuez) quien anota la primera reseña de fresa en la contabilidad de
palacio. De ello se deduce que, al menos desde entonces, la fresa se explotó como cultivo
hortícola.
Pascual Madoz, en su Diccionario, Geográfico - Estadístico - Histórico de España y sus
Posesiones de Ultramar (1850) cita la fresa como uno de los cultivos importantes de Aranjuez.
En esta época el cultivo de fresas se extendía a localidades vecinas como Villaviciosa de
Odón. Posteriormente, durante el siglo XX debido a la mejora de los medios de transporte y los
sistemas de refrigeración para conservar alimentos, la ventaja que suponía la proximidad a
Madrid se desvaneció. Muchos cultivos que demandaban gran cantidad de mano de obra, entre
ellos la fresa, fueron sustituidos por otros fácilmente mecanizables como el maíz o la patata. En
la actualidad solo se conoce a un agricultor que sigue produciendo la tradicional fresa de
Aranjuez.
De los datos morfológicos (Cuadros 2, 3 y 4) se deduce que la tradicional fresa de Aranjuez
tiene un hábito de crecimiento globoso y es una planta de gran vigor. Produce gran cantidad de
estolones, en esto se parece a sus parientes silvestres. Es refloreciente. Su fruto es pequeño
(15 x 13 mm), como él de la variedad cultivada, pero algo mayor que él de poblaciones
silvestres de F. vesca (Labokas y Bagdonaitë, 2005) y puede ser cordiforme, reniforme u
ovalado, aunque normalmente es cónico. De color rojo oscuro por fuera y blanco por dentro,
blando, poco adherido al cáliz y con una cavidad central. Destaca por su excelente aroma y
sabor. Las poblaciones silvestres son de hábito aplastado mientras que las domesticadas son
más bien globosas. El tamaño de la hoja es menor en las silvestres y el tamaño del fruto es
ligeramente mayor en las domesticadas. En definitiva, presenta las características propias de la

56
56
especie (Sargent et al., 2004) en un estado intermedio de domesticación: compartiendo rasgos
con la variedad mejorada y con las poblaciones silvestres.

Cuadro 2. Datos morfológicos cualitativos de las poblaciones de Fragaria vesca L. estudiadas


según descriptor IPGRI

Reina de los Aranjuez Rioja Urbión Valle de


Valles Hecho
(Huesca)
Planta: Hábito Globoso Globoso Aplanado Aplanado Aplanado
aplanado
Planta: Densidad Débil Fuerte Fuerte Media Débil
Planta: Vigor Fuerte Fuerte Fuerte Débil Débil
Hoja: Color de la parte Verde claro Verde claro Verde medio Verde oscuro Verde medio
superior
Hoja: Forma de la Fuertemente Ligeramente Ligeramente Fuertemente
sección transversal cóncava Cóncava cóncava cóncava cóncava
Hoja: Abollonado Fuerte Medio Medio Débil Medio
Hoja: Brillo Medio Medio Medio Débil Medio
Hoja: Forma de la base
del foliolo terminal Puntiaguda Puntiaguda Puntiaguda Obtusa Puntiaguda
Hoja: Forma del margen
del foliolo terminal Aserrada Aserrada Aserrada Aserrada Crenada
Hoja: Porte de los pelos Casi Casi Perpendicular Perpendicular
del pecíolo perpendiculares perpendiculares Perpendiculares es es
Hoja: Coloración
antociánica de la Ausente o muy Ausente o muy Ausente o Ausente o
estípula débil Media débil muy débil muy débil
Estolón: Número ninguno muchos muchos ninguno ninguno
Estolón: Coloración
antociánica - Media Media - -
Estolón: Pubescencia Media Media
Flor: Posición respecto Dentro/Al
al follaje nivel/Por encima Por encima Por encima Al nivel
Flor: Tamaño del cáliz
relativo a la corola Igual Igual Igual Más grande
Flor: Posición relativa de
los pétalos (solo en
flores primarias de 5 ó 6
pétalos) Libres Libres Solapándose Libres
Cónica/Cordiform
Fruto: Forma e/
predominante Reniforme/Ovala
Cónica do Cónica
Fruto: Banda sin Ausente/Estrech
aquenos a Ausente Ausente
Fruto: Irregularidades de
la superficie Ausente/Débiles Ausente/Débiles Ausente
Rojo oscuro/
Fruto: Color
Rojo/ Rojo/Rojo oscuro Rojo oscuro
Naranja rojizo
No uniforme/Casi Casi
Fruto: Desigualdades
uniforme/Uniform No uniforme/Casi uniforme/Uniform
del color
e uniforme e
Fruto: Brillo Débil/Medio Medio Medio
Fruto: Inserción de los
aquenos en relación con
la superficie Por encima Por encima Por encima
A nivel del En una
Fruto: Inserción del cáliz fruto/Sobresalien depresión/A nivel
do del fruto A nivel del fruto
Fruto: Disposición de los Extendidos/Curv Extendidos/Curv
segmentos del cáliz ados hacia atrás ados hacia atrás Extendidos
Fruto: Adherencia del Débil/Media/Fuer Débil/Media/Fuer
cáliz te te Fuerte

57
57
Reina de los Aranjuez Rioja Urbión Valle de
Valles Hecho
(Huesca)
Muy
Fruto: Firmeza
Media/Blando blando/Blando Muy blando
Blanquecina/Ros
Fruto: Color de la carne
a pálido Blanquecina Blanquecina
Fruto: Cavidad central Pequeña/Grande Pequeña Pequeña
Fruto: Distribución del
color rojo de la carne Solo marginal Solo marginal Solo marginal

Cuadro 3. Datos morfológicos cuantitativos de las poblaciones de Fragaria vesca L. estudiadas


según descriptor UPOV (1º año)

Reina de los Aranjuez Rioja Valle de Hecho


Valles (Huesca)
Media Desv. St. Media Desv. St. Media Desv. St. Media Desv. St.
Hoja: Longitud 7,9 0,663 8,85 0,923 5,125 0,25 6,875 1,931
Tamaño
(cm)(Foliolo) Anchura 4,83 0,408 5,15 0,55 3,125 0,25 5,75 1,756
Flor:
Diámetro cm 1,65 0,163 1,72 0,147 1,875 0,05
Flor: Longitud 7,165 0,623 6,552 0,617
Tamaño de
los pétalos
(mm) Anchura 6,887 0,477 6,839 0,579
Fruto: Diámetro 15,42 2,282 15,01 2,411
Tamaño
(mm) Altura 16,85 2,346 13,81 2,825
Fruto:
Diámetro del
cáliz mm 15,78 1,518 16,82 2,712

Cuadro 4. Datos morfológicos cuantitativos de las poblaciones de Fragaria vesca L. estudiadas


según descriptor UPOV (2º año)

Reina de los Valles Aranjuez Rioja Urbión Valle de Hecho


(Huesca)
Media Desv. St. Media Desv. St. Media Desv. St. Media Desv. St. Media Desv. St.
Hoja: Tamaño Longitud 8,31 1,543 8,71 0,67 6,5 0,5 1,88 0,25 3,83 0,289
(cm)(Foliolo) Anchura 5,35 1,134 5,8 0,38 4,6 0,1 1,78 0,26 2,93 0,115
Flor: Diámetro cm 1,8 0,191 1,79 0,16 1,8 0 1,8 0
Flor: Tamaño Longitud 7,5 0,957 7,5 0,71 7 1 0,7 0
de los pétalos
(mm) Anchura 7,5 1,258 7,7 0,95 7 1 0,6 0
Fruto: Tamaño Diámetro 14,2 3,059 15,7 1,95 13,5 1,5
(mm) Altura 16,2 1,6 16,5 2,68 15,5 0,5
Fruto: Diámetro
del cáliz mm 17,6 1,497 18,9 1,66 17 1

Del análisis de su contenido en clorofilas, carotenos y azúcares (Cuadro 5) se deduce que tiene
unos niveles parecidos a los de la variedad comercial. Los datos sugieren que la mejorada es
algo más productiva, y su fruto más dulce. No existen aún datos suficientes que permitan
comparar la calidad del fruto de la variedad local con los frutos de las poblaciones silvestres.
Los resultados del análisis de textura indican que la fresa de Aranjuez necesita una media de
12,8 g/cm2 (±! 5,7) para deformarse, y otros 9,9 g/cm2 (±! 4,5) para chafarse del todo. Los datos
sugieren que tiene una textura comparable a la de otras variedades del mercado internacional
actual (Cordenunsi et al., 2003).

58
58
Cuadro 5. Contenido en nutrientes de las dos variedades de Fragaria vesca estudiadas

Variedad comercial Variedad local


Reina de los Valles Aranjuez
Clorofila a (mg/100gr fruta) 0,16993 0,225914
Clorofila b (mg/100gr fruta) 0,11796 0,16908
B-caroteno (mg/100gr fruta) 0,20044 0,19944
Grados Brix 12,2 10,9
gr/l azúcar 213,5 190,75

CONCLUSIONES

1) La fresa (Fragaria vesca L.) se cultiva en España, al menos desde 1751. Y fue en el
palacio de Aranjuez donde se empezó a explotar como hortícola.
2) La variedad local de Aranjuez, que se cultiva hoy en día en pequeñas producciones,
comparte rasgos morfológicos con las poblaciones silvestres.
3) Su contenido en los principales nutrientes (azúcares y vitaminas) es similar, aunque
ligeramente menor, a los de la única variedad mejorada.
4) Aranjuez es conocido en toda España desde hace siglos por la calidad de sus fresas.
Con el tiempo la fresa se ha convertido en una seña de identidad de la población de
Aranjuez y, por este motivo es un cultivo que se debe conservar.

AGRADECIMIENTOS

Financiación: Comunidad de Madrid. Proyecto IMIDRA (FP05-AGR3-FRESA).

LITERATURA CITADA

Asaph, A., P. G. Ashok, F. W.A. Verstappen, C. M. Bertea, R. Sevenier, Z. Sun, et. al., 2004.
Gain and Loss of Fruit Flavor Compounds Produced by Wild and Cultivated Strawberry Species
The Plant Cell, Vol. 16, 3110–3131.
Boutelou, C. y E. Boutelou.1801. Tratado de la Huerta o Método de cultivar toda clase de
hortalizas. Madrid. Imprenta de Villalpando. Reimpresión de Librerías París-Valencia S.L:
Valencia. España.
Cordenunsi, B.R, J.R.O. Nascimento and F.M. Lajolo. 2003. Physico-chemical change related
to quality of five strawberry fruit cultivars during cool-storage. Food Chemistry 83: 167-173.
Darrow, G. 1966. The strawberry. History, Breeding and Physiology. New England. USA.
Hancock, J.F. 1999. Strawberries. (Wallingford, UK: CABI Publishing).
Labokas, J. and E. Bagdonaitë. 2005. Phenotypic diversity of Fragaria vesca and F. viridis in
Lithuania. Biologija 3:19-22.
Yacer, G.; M.J. Díez, J.M. Carrillo y M.L. Badenes. 2006. Mejora Genética de las Calidad en
Plantas. Sociedad Española de Ciencias Hortícolas. Sociedad Española de Genética. Editoral
de la UPV. Valencia. España.
Madoz, P. 1846-1850 Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico Diccionario de España y sus
posesiones de ultramar 2ª ed. Madrid: [s.n.] (Establecimiento tipográfico de P. Madoz y L.
Sagasti).
Nagata, M. and Yamashita I. 1992. Simple method for simultaneous determination of
chlorophyll and carotenoids in tomato fruit. J. Japan Soc. Food Technol. 39(10): 925-928.
Sargent, D. J., M. Geibel, J. A. Hawkins, M. J. Wilkinson, N. H. Battey and D. W. Simpson 2004.
Quantitative and Qualitative Differences in Morphological Traits Revealed between Diploid
Fragaria Species. Annals of Botany 2004 94(6):787-796.
Spiro, R. G. 1966. Analysis of sugars found in glycoproteins. Methods Enzymol 8, 3–26.
UPOV. 1995. Guidelines for the conduct of tests for distinctness, uniformity and stability.
STRAWBERRY. Revision TG/22/6.

59
59
60
60
61
61
62
62
PRODUCCIÓN DE NOPALITO EN CAMAS CON EXCAVACIÓN
SENCILLA Y DOBLE
Fidel Blanco-Macías6&
1
Ricardo David Valdez-Cepeda
1
Raúl René Ruiz-Garduño
1
Miguel Márquez Madrid
Rigoberto E. Vázquez Alvarado7
Rafael Magallanes Quintanar8

RESUMEN

Se conoce que la dieta humana es ahora más diversa y requiere de más verduras y frutas. El
consumidor urbano demanda calidad en los productos alimenticios. La calidad es considerada
como el atributo más importante de aceptabilidad. Así, nuestra habilidad futura de satisfacer las
necesidades de alimento de la creciente población humana requiere de cultivos y de sistemas
de producción más eficientes por unidad de superficie y agua. En este contexto, los alimentos
en los países en vías de desarrollo pueden ser proporcionados por plantas más productivas
que los cereales (arroz, maíz, trigo, etc.), como el nopal (Opuntia sp.). En este trabajo se
presenta la experiencia que se ha adquirido en la producción de nopalito con excavación doble
y sencilla, sin la aplicación de productos químicos (fertilizantes sintéticos, herbicidas y
pesticidas). En ese sentido, se establecieron dos experimentos. Uno en el Centro Regional
Universitario Centro Norte (CRUCeN) de la Universidad Autónoma Chapingo y otro en la
Comunidad de Ojo Seco, Genaro Codina, ambos en el estado de Zacatecas, México. El
primero se estableció en abril de 2004, en camas con excavación doble; y el segundo en abril
de 2005 en camas con excavación sencilla. En ambos experimentos fueron utilizadas cuatro
variedades de nopal (‘Copena V1’, ‘Copena F1’, ‘Villanueva’ y ‘Jalpa’) para verdura. Los
resultados del 2005 y 2006 en el experimento del CRUCeN-UACh mostraron que es posible
obtener rendimientos promedio de nopalito de 195.44, 179.10, 160.44 y 157.47 t ha-1 año-1
para las variedades, ’Copena V1’, ‘Villanueva’, ‘Jalpa’ y ‘Copena F1’, respectivamente. En el
experimento de Ojo Seco se obtuvieron rendimientos promedio de 103.13, 87.25, 84.75 y 69.25
-1 -1
t ha año para las variedades, ‘Villanueva’, ’Copena V1’, ‘Jalpa’ y ‘Copena F1’,
respectivamente. Por lo tanto, se obtuvo un mejor rendimiento en camas con excavación doble.

PALABRAS CLAVE: Opuntia ficus-indica, rendimiento, producción intensiva.

INTRODUCCIÓN

De un total aproximado de 104 especies de Opuntia y 10 de Nopalea, en nuestro país se


utilizan para forraje 15 especies, por su fruta cinco y como verdura cuatro (tres de Opuntia y
una de Nopalea) (Bravo, 1978). Para producir nopalito (hortaliza) únicamente se cultivan en
México (10,500 ha) y en Estados Unidos de América (200 ha).
Se sabe que la dieta humana es ahora más diversa y requiere de más verduras y frutas. El
consumidor urbano demanda calidad en los productos alimenticios (Valdez-Cepeda et al.,
2004). La calidad es considerada por los consumidores como el atributo más importante de
aceptabilidad (Figura 1) (Traill, 1999). La población crecerá predominantemente en los países
menos desarrollados, en donde las personas consumen de tres a cuatro veces menos calorías
primarias (de plantas) por día que las personas de los países desarrollados (Fedoroff y Cohen,
1999). Así, nuestra habilidad futura para satisfacer las necesidades de alimento de la creciente
población humana requiere de cultivos y de sistemas de producción más eficientes por unidad
de superficie o de agua, según sea el caso como factor limitativo de producción.

6
Universidad Autónoma Chapingo, Centro Regional Universitario Centro Norte, Apdo. Postal 196, CP98001, Zacatecas, Zac.,
México.
&
Programa de doctorado en la Universidad Autónoma de Nuevo León, Facultad de Agronomía. Marín, Nuevo León, México.
[email protected]
Teléfonos: (492) 924-61-47 Extensión: 123 y (825)248-01-01
7
Universidad Autónoma de Nuevo León, Facultad de Agronomía, Marín, N. L., México.
8
Universidad Autónoma de Zacatecas. Unidad Académica de Ingeniería. Cuerpo Académico de Computación, Cuerpo
Académico de Sistemas Complejos. Ave. R. López Velarde 801, CP 98000. Zacatecas, Zac., México.

63
63
De acuerdo con Escobar (2003), la agricultura industrializada; que responde fundamentalmente
al empleo de abonos químicos y pesticidas, a la producción de nuevas variedades de aspecto
más atractivo y a la progresiva mecanización del monocultivo; ha experimentado durante los
últimos años una etapa de crisis debido a factores como la disminución en los niveles de
productividad, el alto costo energético, la pérdida de la fertilidad de los suelos y su erosión, el
monocultivo y la contaminación de los recursos naturales y ambiente, la pérdida en la calidad
de los alimentos y los altos costos en la inversión en maquinaria, combustible y productos
químicos. Todos estos factores de una forma u otra han llevado al deterioro del beneficio
económico real del productor. En este trabajo se pretende presentar la experiencia que se ha
adquirido en la producción de nopalito con excavación sencilla y doble sin la aplicación de
productos químicos (fertilizantes sintéticos, herbicidas, pesticidas, etc.), preocupados por lo ya
expuesto.

MATERIALES Y MÉTODOS

Establecimiento del experimento


En el Centro Regional Universitario Centro Norte (CRUCeN) de la Universidad Autónoma
Chapingo (UACh), ubicado en El Orito, Zacatecas, México y en la Comunidad de Ojo Seco,
Genaro Codina, Zacatecas, México se establecieron dos experimentos (uno en cada lugar) con
cuatro variedades de nopal para verdura en el mes de abril del 2004 y 2005, respectivamente.

Calidad
(25.1%)

Precio
(16.5%)
Reputación
(14.4%)

Frescura
(9.4%)
Garantía
(9.4%)

Otros 9
(25.2%)

Figura 1. Importancia relativa de los atributos de los alimentos en la


aceptabilidad por los consumidores (Traill, 1999).

Material genético Utilizado


Las cuatro variedades de nopal para verdura usadas fueron ‘Copena V1’, ‘Copena F1’, ‘Jalpa’ y
‘Villanueva’: Las pencas que se plantaron tenían un año de edad; las de las primeras tres
variedades fueron colectadas en el predio propiedad del Ing. Guillermo Viramontes Alvarado,
productor cooperante de Chalchisco de Arriba, Municipio de Jalpa, Zacatecas, México;
mientras que las de la variedad ‘Villanueva’ se colectaron en Villanueva, Zacatecas, México.

Diseño experimental
Las variedades se distribuyeron en el campo en cuatro bloques al azar (cuatro camas). Se dejó
que las pencas cicatrizaran a la sombra durante un mes antes de plantarlas. Cada unidad
experimental consistió de nueve hileras y seis columnas; en cada nodo se plantó una penca;
2
así que se plantaron 54 pencas por unidad experimental (3 m ). La parcela útil consistió de las
2
28 plantas de las siete hileras y las cuatro columnas centrales (1.6 m ). La distancia entre
hileras fue de 25 cm y entre columnas de 20 cm.

64
64
Manejo
Las pencas se enterraron hasta 1/3 de su longitud. Previamente, se adicionó una capa de 10
cm de estiércol, el cual se mezcló con el suelo superficial (20 cm). En el caso del experimento
en la comunidad de Ojo Seco, Genaro Codina, Zacatecas, el suelo se volteó con un paso de
arado de discos hasta 30 cm de profundidad (excavación sencilla). En el experimento del
CRUCeN-UACh el suelo se aflojó con zapapico hasta 60 cm de profundidad (excavación
doble), de acuerdo con algunos de los principios del método biointensivo (Jeavons, 1991),
mismos que por su sencillez han sido ampliamente asimilados y aplicados por individuos y
comunidades en mas de 130 países en el mundo, y que se describen en la siguiente sección.

Principios del método biointensivo


La excavación doble
En condiciones favorables, las raíces de los cultivos penetran en el suelo en busca de
nutrimentos a profundidades no conocidas por el común de los agricultores. En el Cuadro 1 se
indican ejemplos de la profundidad radical de varios cultivos.

Cuadro 1. profundidad radical de algunos cultivos.


Cultivo Profundidad que alcanzan las raíces (m)
Coliflor 0.90
Maíz 1.20
Lechuga 1.20
Jitomate 1.20
Zanahoria 2.60
Betabel 3.00
Alfalfa 30.00

La maquinaria y las herramientas agrícolas penetran hasta 30 cm del suelo superficial, en


promedio, poca profundidad si consideramos las cifras del Cuadro 1. El método Biointensivo
prefiere el cultivo en “camas” de 1.20 a 1.50 m de ancho por 10 m de largo y 60 cm de
profundidad. La doble excavación es una técnica que facilita la preparación del suelo a 60 cm
de profundidad y da a las plantas la oportunidad de un mayor desarrollo sin el gasto extra de
energía para explorar el suelo. Esa energía que ahorran, la usan para nutrirse y crecer sanas,
con mayor resistencia a insectos y plagas. La técnica está diseñada para lograr el máximo
desempeño con el mínimo esfuerzo, considerando el procedimiento siguiente:
• Se traza la cama y se dejan estacas permanentes en sus cuatro esquinas; cuando el
terreno es seco y/o arcilloso se remoja el tiempo necesario para humedecerlo y facilitar
la excavación.
• Se inicia cavando, en un lado de la cama, una zanja del ancho de la cama por 30 cm y
30 cm de profundidad. El suelo que se extrae se pone en cubetas.
• Se afloja la tierra del fondo de la zanja otros 30 cm, sin sacarla.
• Si la tierra es muy pobre (poco fértil), se puede poner en la zanja un poco de estiércol o
composta y, si la tierra está seca, se humedece el fondo de la zanja.
• En los siguientes 30 cm de la cama se excava otra zanja, la tierra que se extrae de ella
se usa para tapar la anterior.
• Se repiten los pasos anteriores hasta terminar la cama.
• Se nivela la cama con un rastrillo una o dos veces durante la excavación.

La doble excavación es uno de los pasos más importantes del método Biointensivo, equivale a
construir los cimientos de la cama de cultivo, incorpora aire al suelo y lo deja “flojo”, ideal para
que las raíces de las plantas lo penetren sin mucho esfuerzo. Aunque puede usarse cualquier
herramienta disponible, la pala recta y el bieldo facilitan mucho el trabajo, una vez doble
excavada la cama no se vuelve a caminar sobre ella, por eso a este método los Irlandeses lo
conocen como de las “camas flojas”.

El uso de la composta (estiércol de bovino)


Con la composta Biointensiva se intenta asemejar la manera en que la naturaleza fertiliza los
bosques y los campos: imagine a las hojas de los árboles, a las ramitas seca, a los insectos, a
los cadáveres de pequeñas aves y a otros animales que son cubiertos con polvo por efecto del

65
65
viento, humedecidos por el agua de lluvia y mineralizados por microorganismos. Este es un
ciclo continuo e interminable de auto fertilización, solo roto por la intervención del hombre.
Las ventajas de la composta son muchas, pero las principales que se derivan de su uso
continuo son:
• Mejora la estructura del suelo
• Retiene la humedad
• Limita la erosión
• Contiene micro y macro nutrimentos
• Estabiliza el pH del suelo
• Neutraliza las toxinas del suelo
• Sus ácidos disuelven los minerales del suelo haciéndolos disponibles
• Propicia, alimenta y sostiene la vida microbiana
• No contamina al suelo, ni al aire, ni al agua, ni a los cultivos.

La siembra cercana
Con la cama doble excavada y abonada sería un dispendio de nutrimentos, esfuerzo, espacio y
agua sembrar en surcos; además, los surcos permiten la circulación excesiva de aire en la
tierra, lo que debilita las raíces, hace a la planta más sensible a plagas e insectos y, al caminar
entre los surcos se compacta el suelo, lo que dificulta el desarrollo de las raíces.
El método Biointensivo, en cambio, imita a la naturaleza y aprovecha mejor el espacio; esta es
una de las razones de sus altos rendimientos (Jeavons, 1991).
La regla para la siembra cercana es muy sencilla: se siembran las semillas o las plántulas en
un patrón de distribución hexagonal. Las distancias recomendadas son diferentes a las usadas
en la agricultura tradicional, pues permiten que las hojas de las plantas se toquen cuando son
adultas, sin dejar ningún espacio de la cama descubierto.
La siembra cercana tiene innumerables ventajas, entre las principales están:
1. Se limita la evaporación del agua
2. La producción es mayor
3. Se limita el crecimiento de hierbas indeseables
4. Se crea un microclima bajo las plantas
5. Se reducen los ataques de insectos y
6. Las raíces aprovechan mejor los nutrimentos.
Con los anteriores principios tratamos de no depender de la aplicación de productos químicos,
para así obtener un producto (nopalito) sin residuos químicos.

Control de malezas
La maleza se controló en forma manual. Se aplicaron riegos cada 10 días, desde la primavera
hasta el otoño (regularmente 30 litros por unidad experimental en cada riego), reduciendo la
cantidad considerablemente en el periodo de lluvias (a mediados de julio hasta mediados de
agosto).

Podas
En el primer año se realizó la eliminación de los primeros brotes durante los tres meses
siguientes a la plantación, para que la planta fortaleciera su raíz y, posteriormente, iniciara la
cosecha de los brotes que emitió la penca madre. Así se pudo mantener productiva a la penca
madre tres o cuatro años. Otra opción fue que en el segundo año se le permitió a la planta
mantener dos pencas por lo menos, sobre las que se cosechó en ese mismo año; en el tercer
año se permitió un piso más como máximo. En los años posteriores se realizarán las cosechas
en todas sus pencas. Los riegos han estado aplicando con cintilla para optimizar el uso y la
productividad del agua.

Variables
Se realizaron muestreos cada 10 días, cortando todos aquellos nopalitos que alcanzaron
longitud >10 cm de largo; los cortes se hicieron en el punto de unión entre la penca madre y el
brote tierno (nopalito); de manera que para cada parcela útil se registraron, en cada una de las
fechas de corte (17 y 20 durante 2005 y 2006, respectivamente en el experimento del
CRUCeN; y 10 durante cada uno de los dos años en el experimento de Ojo Seco), las
siguientes variables: peso total en fresco de nopalitos (g), largo de 10 nopalitos (cm), número
de nopalitos cosechados, ancho de 10 nopalitos (cm) y número total de brotes en crecimiento.

66
66
Análisis estadístico
Se hizo un análisis de varianza para la variable rendimiento, considerando el diseño de bloques
al azar. También se realizó la comparación de medias con base en la prueba de diferencia
mínima significativa (DMS), usando el programa de cómputo SAS para Windows, versión 6.11.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Estadísticas descriptivas
Año 2005
En el experimento del CRUCeN, los rendimientos medios fueron de 222.88, 201.00, 181.88 y
-1
177.38 t ha para las variedades, ‘Copena V1’, ‘Villanueva’, ‘Copena F1’ y ‘Jalpa’,
respectivamente. Para ello se consideraron 17 cortes (del 27 de abril al 29 de octubre del
2005). En el experimento de Ojo Seco, los rendimientos medios fueron de 113.94, 100.94,
-1
97.75 y 79.5 t ha para las variedades, ‘Copena V1’, ‘Villanueva’, ‘Jalpa’ y ‘Copena F1’,
respectivamente. Para ello se consideraron 10 cortes (del 2 de junio al 22 de octubre del 2005).

Año 2006
En el experimento del CRUCeN, los rendimientos medios fueron de 168.00, 157.19, 143.50 y
-1
132.94 t ha para las variedades, ‘Copena V1’, ‘Villanueva’, ‘Jalpa’, y ‘Copena F1’,
respectivamente. Para ello se consideraron 20 cortes (del 15 de marzo al 9 de noviembre del
2006). En el experimento de Ojo Seco, los rendimientos medios fueron de 106.19, 71.75, 60.56
-1
y 59.00 t ha para las variedades, ‘Villanueva’, ‘Jalpa’, ‘Copena V1’, y ‘Copena F1’,
respectivamente. Para ello se consideraron 10 cortes (del 2 de mayo al 1 de octubre del 2006).

Análisis de varianza y prueba de medias para rendimiento


Año 2005
En el experimento del CRUCeN no hubo diferencias significativas entre las variedades para
rendimiento. El modelo utilizado para el análisis fue consistente con un CV=18.67% (Cuadro 1).
‘Copena V1’ fue la variedad con mayor rendimiento, seguida de ‘Villanueva’ y ‘Copena F1’. La
variedad ‘Jalpa’ fue la que produjo menos biomasa en términos de nopalito.
En el experimento de Ojo Seco hubo diferencias significativas entre las variedades para
rendimiento. El modelo utilizado para el análisis fue consistente con un CV=14.38% (Cuadro 2).
‘Copena V1’ fue la variedad con mayor rendimiento, seguida de ‘Villanueva’ y ‘Jalpa’. La
variedad ‘Copena F1’ fue la que produjo menos nopalito (Cuadro 3).

Cuadro 1.
Análisis de varianza para rendimiento en nopalito. CRUCeN-UACh. 2005.
FV GL CM F P>F
Variedad 3 44208468 1.292 0.335
Repetición 3 14851413 0.434 0.736
Error 9 34205696
CV=18.67

Cuadro 2.
Análisis de varianza para rendimiento en nopalito. Ojo Seco, Genaro Codina, Zac. 2005.
FV GL CM F P>F
Variedad 3 20665344 4.063 0.044
Repetición 3 15962112 3.138 0.079
Error 9 5086777
CV=14.38%

Cuadro 3.
Prueba de medias para rendimiento en nopalito. Ojo Seco, Genaro Codina, Zac. 2005.
Variedad Rendimiento DMS0.05 DMS0.01
-2
(kg' 1.6 m ) (3.61 kg) (5.18kg)
‘Copena V1’ 18.23 A A
‘Villanueva’ 16.14 AB AB
‘Jalpa’ 16.64 AB AB
‘Copena F1’ 12.71 B B

67
67
Año 2006
En el experimento del CRUCeN no hubo diferencias significativas entre las variedades para
rendimiento. El modelo utilizado para el análisis fue consistente con un CV=15.84% (Cuadro 4).
‘Copena V1’ fue la variedad con mayor rendimiento, seguida de ‘Villanueva’ y ‘Jalpa’. La
variedad ‘Copena F1’ fue la que produjo menos nopalito.
En el experimento de Ojo Seco hubo diferencias significativas entre las variedades para
rendimiento. El modelo utilizado para el análisis fue consistente con un CV=12.37% (Cuadro 5).

Cuadro 4.
Análisis de varianza para rendimiento en nopalito. CRUCeN-UACh. 2006.
FV GL CM F P>F
Variedad 3 24160256 1.6636 0.243
Repetición 3 7312725 0.5035 0.692
Error 9 14522823
CV=15.84%

Cuadro 5.
Análisis de varianza para rendimiento en nopalito. Ojo Seco, Genaro Codina, Zac. 2006.
FV GL CM F P>F
Variedad 3 49291008 22.7506 0.000
Repetición 3 2465194 1.1378 0.386
Error 9 2166585
CV=12.37%

El rendimiento de nopalitos es diferente entre variedades (Cuadro 6). ‘Copena V1’ fue la
variedad con mayor rendimiento, seguida de ‘Villanueva’ y ‘Jalpa’. La variedad ‘Copena F1’ fue
la que produjo menos nopalito (Cuadro 6).

Cuadro 6.
Prueba de medias para rendimiento en nopalito. Ojo Seco, Genaro Codina, Zac. 2006.
Variedad Rendimiento DMS0.05 DMS0.01
-2
(kg' 1.6 m ) (2.35 kg) (3.38 kg)
‘Villanueva’ 16.99 A A
‘Jalpa’ 11.48 B B
‘Copena V1’ 9.69 B B
‘Copena F1’ 9.44 B B

Los rendimientos obtenidos en ambos experimentos son mayores a los reportados por Flores
-1
(1997) como rendimientos medios (53 t ha ) estatales para las entidades productoras de
nopalito verdura, pero coinciden con lo reportado por Blanco-Macías (1999) y Blanco et al.,
(2004), quienes trabajaron con el mismo esquema experimental, pues reportaron que en 1997,
2002 y 2003, la variedad con mejor rendimiento fue ‘Copena V1’. Los del experimento de Ojo
Seco fueron menores a los reportados por Olivares et al., (2004), quienes estudiaron la
producción de nopal verdura en invernadero al considerar las mismas variedades (excepto
‘Jalpa’) y obtuvieron nopalitos del 16 de octubre de 2003 al 27 de mayo de 2004 (29 cortes):
-1
159.5, 153.0 y 147.8 t ha para las variedades ‘Villanueva’, ‘Copena F1’ y ‘Copena V1’,
respectivamente.

CONCLUSIONES

En el experimento del CRUCeN-UACh fue posible obtener, en camas con excavación doble,
-1 -1
rendimientos promedios de: 195.44, 179.10, 160.44 y 157.41 t ha año para las variedades
‘Copena V1’, ‘Villanueva’, ‘Jalpa’ y ‘Copena F1’, respectivamente; mientras que en el
experimento de Ojo Seco, Genaro Codina, Zacatecas se obtuvieron, en camas con excavación
-1 -1
sencilla, rendimientos promedio de 103.13, 87.25, 84.75 y 69.25 t ha año para las
variedades ‘Villanueva’, ‘Copena V1’, ‘Jalpa’ y ‘Copena F1’, respectivamente. Por lo tanto, es
mayor el rendimiento en camas con excavación doble que con excavación sencilla.

68
68
La variedad ‘Copena V1’ es la que presenta mejores posibilidades productivas en camas con
excavación doble y sencilla en las cercanías de la ciudad de Zacatecas), ya que es la que
muestra mejor estabilidad productiva en cuanto a tiempo.
En los dos experimentos, en el año 2005, las variedades con mayor rendimiento fueron:
‘Copena V1’ y ‘Villanueva’; pues la variedad ‘Jalpa’ presentó menor rendimiento en el
experimento del CRUCeN-UACh, mientras que la ‘Copena F1’ hizo lo mismo en el experimento
de Ojo Seco, Genaro Codina, Zacatecas. Sin embargo, en el experimento de Ojo Seco, en el
año 2006, las variedades ‘Villanueva’ y ‘Jalpa’ tuvieron rendimientos mayores que ‘Copena V1’
y ‘Copena F1’. Este comportamiento diferente del rendimiento entre experimentos,
probablemente se debe a la diferencia de clima entre los dos sitios experimentales, en especial
con respecto a temperatura y disponibilidad de humedad. En este contexto, González et al.
(2003) encontraron que los mejores rendimientos se presentan durante el período de lluvias
aún en parcelas con diferentes dosis de estiércol. Por consiguiente, se sugiere que este tipo de
experimentos se ejecuten durante un mayor tiempo (años o ciclos de crecimiento).
AGRADECIMIENTOS
Al Comité de Servicio de la UACh por el financiamiento parcial del proyecto clave PSCRU0112.

BIBLIOGRAFÍA

Blanco-Macías, F. 1999. Producción de nopal para verdura en microtunel en Zacatecas. Tesis


Profesional. Facultad de Agronomía-UAZ. Zacatecas, Zac., México. 61 p.
Blanco, M. F., R. D. Valdez C., R. R. Ruíz G. y M. Márquez M. 2004. Producción intensiva de
nopalito en planta de una sola penca en Zacatecas. Memorias del VII Foro de Servicio
Universitario. Universidad Autónoma Chapingo. Chapingo, México. Pp. 226-232.
Bravo H., H. 1978. Las cactáceas de México. Vol. 1, Universidad Nacional Autónoma de
México. México, D. F. 743 p.
Escobar, H. 2003. Análisis de costos para hortalizas ecológicas. Escobar, H. (Editor). Bogota:
Fundación Universidad de Bogotá “Jorge Tadeo Lozano. 40 p.
Fedoroff, N.V. and J.E. Cohen. 1999. Plants and population: Is there time? Proc. Natl. Academ.
Sci. USA 96: 5903-5907.
Flores-Valdez, C. 1997. La producción de nopalito en México. In: Vázquez, R. E., C. Gallegos,
N. Treviño y Y. Díaz (Comps.). Conocimiento y Aprovechamiento del Nopal. Memorias del 7°.
Congreso Nacional y 5° Internacional. Facultad de Agronomía. Universidad Autónoma de
Nuevo León, Monterrey, N. L. México. pp. 28-38.
González-López, M. M., A. Fierro-Álvarez, M. A. Martínez-Pérez, F. Rodríguez-Abundis, D.
Montiel-Salero, J. Olivares-Orozco, P. Zavaleta-Berckler y D. M. Soto-Ortíz. 2003. Variación
Estacional en el Tamaño y Peso de Nopalitos en (Opuntia ficus-indica L. Miller) Cultivados en
Bancales, en el Sur del D. F. In: Esparza-Frausto, G., M. A. Salas-Luevano, J. Mena-
Covarrubias y R. D. Valdez-Cepeda (Editores). Conocimiento y Aprovechamiento del Nopal.
Memorias del 9°. Congreso Nacional y 7° Internacional. Zacatecas, Zacatecas. México. Pp.
175-177.
Jeavons, J. 1991. Cultivo Biointensivo de alimentos. Dirrick J. (Ed.). Ecology Action the Hid-
Penninsula, Willits, CA-EUA. 204 p.
Olivares-Sáenz, E., A. Villasan, N. García-Treviño y R. Vázquez-Alvarado. 2004. Producción de
nopal de verdura en invernadero: evaluación de tres variedades. Pp. 16-121. En: Vázquez-
Alvarado, R. E. y E. Gutierrez-Ornelas (Comps.).”Producción y Aprovechamiento del Nopal en
el Noreste de México”. Facultad de Agronomía, Universidad Autónoma de Nuevo León. Marín,
N. L., México.
Traill, W. B. 1999. Prospects for the future: Nutritional, environmental and sustainable food
production considerations–changes in cultural and consumer habits. FAO/WHO/WTO Conf. on
Int. Food Trade beyond 2000. Melbourne, Australia, 11-15 Oct. 1999.
Valdez-Cepeda, R. D., F. Blanco-Macías, B. Murillo-Amador, J.L. García Hernández, R.
Magallanes-Quintanar y F.J. Macías-Rodríguez. 2004. Advances in Cultivated Nopal (Opuntia
spp.) Nutrition. pp. 155-166. In: Esparza-Frausto, G., R.D. Valdez-Cepeda y S.J. Méndez-
Gallegos. 2004. El Nopal: Tópicos de Actualidad. SEDAGRO-Gobierno del Estado de
Zacatecas; Fundación Produce Zacatecas, A.C.; Patronato para la Investigación Agropecuaria
y Forestal en el Estado de Zacatecas, A.C.; Colegio de Postgraduados y Universidad
Autónoma Chapingo. 303 p.

69
69
OBTENCIÓN DE GENOTIPOS DE SOYA CON ALTO RENDIMIENTO
EN LA REGION CENTRO DE NUEVO LEÓN
Efraín Acosta Díaz9
Ismael Hernández Torres1
Juan Martínez Medina1

RESUMEN

En la región centro del estado de Nuevo León predomina el patrón de cultivo trigo-sorgo bajo
condiciones de riego, en donde la sustentabilidad del sistema de producción tiene problemas
relacionados con plagas de campo, enfermedades y salinidad de los suelos. En estas
condiciones, la soya representa un cultivo potencial para la conversión de cultivos agrícolas. Se
realizaron dos ensayos preliminares de rendimiento durante el ciclo primavera-verano del 2006,
uno en terrenos del Campo Experimental General Terán y otro en San Isidro en el municipio de
Los Ramones, Nuevo León. Se evaluaron 25 genotipos de soya en un diseño de látice 5 x 5
con cuatro repeticiones. Se cuantificaron características fenológicas, respuesta a la clorosis
férrica y rendimiento de grano. Los genotipos presentaron características fenológicas similares
a las variedades comerciales: Huasteca 100, Huasteca 200, Huasteca 300 y Huasteca 400. Los
genotipos H02-1367 y H98-1070 mostraron resistencia a clorosis férrica en la localidad de San
Isidro. Se detectaron ocho genotipos con un potencial de rendimiento superior a las variedades
comerciales. Estos genotipos serán evaluados en un Ensayo Regional de Rendimiento (ERR) y
una Parcela de Validación (PAVAL) en el período de 2007-2008.

Palabras clave: Características fenológicas, clorosis férrica, rendimiento.

INTRODUCCIÓN

Las áreas de riego ubicadas en la región centro del estado de Nuevo León están consideradas
como de alto potencial productivo, en donde predomina el sistema de producción de gramíneas
de grano pequeño sorgo-trigo. El sorgo se puede cultivar en siembras tempranas, intermedia y
tardías, mientras que el trigo se siembra a finales del año, durante meses de octubre y
noviembre. La producción de sorgo se destina en la elaboración de alimentos balanceados
para consumo animal, en tanto que la de trigo es para la industria harinera. Desde el punto de
vista productivo, este sistema ha funcionado adecuadamente durante varios años; sin
embargo, en la actualidad presenta problemas que coadyuvan a disminuir la sustentabilidad del
sistema, entre los cuales se encuentran las plagas, enfermedades y acumulación de sales en el
suelo debido a la fuente de agua para riego y al sistema de riego por inundación. Ante estas
circunstancias, en diferentes foros de consulta, los productores han externado la necesidad de
buscar alternativas mediante la reconversión de cultivos como las leguminosas de grano, que
contribuyan a mejorar la productividad, rentabilidad y sustentabilidad del sistema de producción
de gramíneas. La salinidad de los suelos es un problema principalmente en los municipios de
Pesquería y los Ramones, en donde se siembran en promedio alrededor de 6 mil ha con el
patrón de cultivo sorgo-trigo, con rendimiento promedio de 3.0 y 2.5 ton/ha, respectivamente.
La salinidad del suelo se refiere a la presencia de niveles excesivos de solutos inorgánicos
disueltos; los suelos salinos se caracterizan por presentar una baja actividad iónica de los
+ +2 + + +2 +2 - -
nutrimentos y altas relaciones iónicas de Na /Ca , Na K , Ca /Mg y Cl /NO3 , las cuales
provocan desórdenes nutrimentales (Grattan y Grieve, 1994), principalmente por una
+ - +2 +2
disminución de iones de K y NO3 , y en menor medida de Mg y Ca . La baja en la absorción
- - +
de NO3 se debe a la competencia del Cl , mientras que la de K es ocasionada por
+
competencia con el ión Na (Greenway y Munns, 1980). Bajo estas condiciones, el crecimiento
es el primer proceso de las plantas afectado por la salinidad, antes que otros procesos como la
fotosíntesis o translocasión de nutrimentos (Delane et al., 1982).
En los cultivos, la resistencia genética a la salinidad generalmente se expresa en términos de
disminución del rendimiento asociado con incrementos de la salinidad del suelo, y puede ser
es
estimada con la función propuesta por Maas y Hoffman (1977): Y = 100-b (CE -SU), donde Y

9
Campo Experimental General Terán, Apdo. Postal No. 3, km 31 Carr. Montemorelos – China,
General Terán, N. L. C. P. 67400. Autor para correspondencia: [email protected]

70
70
= rendimiento relativo (%), CE = salinidad media espacial y temporal, expresada como la
-1
conductividad eléctrica del extracto de saturación (dS.m ); b = reducción del rendimiento (%)
por cada incremento unitario en salinidad y SU = salinidad umbra a la cual el rendimiento
empieza a ser afectado.
El problema de la salinidad se acentúa porque los suelos son de origen calcáreos con un pH
superior a 7.5. Los antecedentes sobre la evaluación y adaptación del cultivo de soya en el
estado de Nuevo León han sido prácticamente mediante ensayos establecidos tanto a nivel
experimental como comercial, en condiciones de temporal y de medio riego en la región centro
del estado de Nuevo León. Los resultados indican que es posible establecer el cultivo de soya
con rendimientos variables, a partir de los cuales se recomienda la siembra de las variedades
comerciales de soya Huasteca 100 y Huasteca 200 (Martínez, 2004). Por otra parte, el
Programa Nacional de Mejoramiento de soya con sede en el Campo Experimental Sur de
Tamaulipas, del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias es el
responsable de generar variedades mejoradas para las regiones productoras de México,
producto del cual se han desarrollado Huasteca 100, Huasteca 200, Huasteca 300 y Huasteca
400 (Maldonado, 1994; Maldonado y Ascencio, 2005a; Maldonado y Ascencio, 2005b).
Con base en lo anterior, el Programa de Investigación de Cultivos Básicos del Campo
Experimental General Terán, con el apoyo financiero de la Fundación Produce Nuevo León, A.
C., se implementó el proyecto: introducción y selección de líneas élite de soya con alto
potencial de rendimiento en el centro de Nuevo León, cuyo objetivo es obtener genotipos con
adaptación a las condiciones agroecológicas de esta región.

MATERIALES Y MÉTODOS

Se realizaron dos ensayos preliminares de rendimiento (EPR) durante el ciclo primavera-


verano de 2006, uno en terrenos del Campo Experimental General Terán y otro en San Isidro
en el municipio de Los Ramones, Nuevo León. Los ensayos se establecieron después de la
preparación del terreno que incluyó barbecho, rastreo y surcado. Se evaluaron 25 genotipos de
soya, de los cuales 21 son líneas mejoradas y cuatro son variedades comerciales utilizadas
como tratamientos testigo, H-100, H-200, H-300 y H-400. Las líneas mejoradas se
seleccionaron en una Prueba Preliminar de Rendimiento (PPR) realizada en 2005, con base a
su alto potencial de rendimiento y sus características agronómicas, tales como: fenología, días
a inicio de floración y madurez fisiológica, altura de la planta, altura de las vainas inferiores
para su cosecha mecánica y reacción a enfermedades foliares y del sistema radical. La
siembra se realizó manualmente en tierra húmeda el 29 de junio en el Campo Experimental
General Terán, y el 26 de julio en la localidad de San Isidro; la distancia entre surcos fue de 76
-1
cm y 5 cm entre plantas, con lo que se obtuvo una densidad de 270,000 plantas ha . Se
-1
fertilizó al momento de la siembra con el tratamiento 25-40-00 kg ha de N-P-K, se utilizó como
fuente al nitrato de amonio y el y superfosfato de calcio triple, respectivamente. El cultivo se
mantuvo libre de malezas y de plagas, mediante dos escardas mecánicas y aplicaciones
preventivas de insecticidas. Se aplicaron cuatro riegos, uno de presiembra a los seis días antes
de la siembra y tres riegos de auxilio, el primero en la etapa vegetativa, el segundo en la etapa
inicial de floración y el tercero en la etapa inicial de llenado de grano, de acuerdo con la guía
para cultivar soya en las Huastecas (Maldonado et al., 1991).
En los dos EPR se utilizó un diseño experimental de látice simple 5 x 5 con ocho repeticiones.
La parcela experimental consistió en un surco de 5 m de longitud y 0.76 cm de separación
entre ellos. Durante el desarrollo del cultivo, se registraron datos de fenología, tales como: días
a floración (DF), definidos como los días transcurridos después de la siembra hasta cuando el
50% de las plantas presentaron al menos una flor abierta; días a la madurez fisiológica (DMF),
los cuales se definieron como los días transcurridos después de la siembra hasta cuando el
90% de las vainas en el 50% de las plantas perdieron su pigmentación verde, y el período
reproductivo (DMF-DF). En el EPR establecido en la localidad de San Isidro, además de las
variables anteriores, se evaluó la reacción de los genotipos a la clorosis férrica durante la etapa
de floración, para lo cual se utilizó la siguiente escala del 1 al 9: en donde: 1 = ausencia de
daños; 2 y 3 = daños leves; 4, 5 y 6 = daños intermedios, y 7, 8 y 9 = daños severos.

71
71
RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Características fenológicas
Se observaron diferencias altamente significativas (p#0.001) entre localidades, genotipos e
interacción localidad x genotipo para los días a inicio de floración, días a madurez fisiológica y
período reproductivo (datos no presentados). En general se observó que los valores promedio
de los genotipos de soya para las características fenológicas fueron más altos en la localidad
del Campo Experimental General Terán que en San Isidro, debido a que la fecha de siembra se
realizó con un mes de anticipación en la primera localidad, tiempo con el que se favoreció la
expresión del desarrollo del cultivo (Cuadro 1). Las características fenológicas de las líneas
fueron muy diferentes en las dos localidades de prueba, lo cual indica que éstas tuvieron una
respuesta diferencial; sin embargo, la mayoría de las líneas mejoradas mostraron una fenología
similar que las cuatro variedades comerciales, Huasteca 100, Huasteca 200, Huasteca 300 y
Huasteca 4000, lo cual indica que el mayor número de líneas mejoradas tienen características
fenológicas deseables para su posible producción a nivel comercial. En el Campo Experimental
General Terán, las líneas más tardías fueron: H02-2251, H98-1028, H02-1223 y H02-1148l,
con sólo un día más que el testigo comercial Huasteca-200, mientras que las líneas más
precoces, tanto por los días madurez fisiológica como por el período reproductivo, fueron: H02-
0050, H02-1367 y H02-1991.
Cuadro 1. Características fenológicas de 25 genotipos de soya evaluados en dos localidades
de la región centro de Nuevo León. Primavera-verano de 2006.

DF DMF DMF-DF
CEGET San Isidro CEGET San Isidro CEGET San Isidro
Genotipo
H02-1105 55 51 126 122 71 70
H02-0050 55 52 123 120 68 68
H02-1367 55 52 125 120 69 67
H02-0960 55 50 128 120 73 70
H96-0510 55 52 126 122 71 70
H02-0302 56 54 128 122 72 68
H02-2251 57 52 131 121 74 68
H02-1991 55 51 125 119 69 67
H98-1617 55 50 134 121 79 70
H98-1028 57 52 135 125 77 73
H98-1192 55 50 135 120 80 70
H02-1223 57 53 134 124 76 71
H98-1365 62 51 131 116 68 65
H02-0544 55 49 132 119 77 70
H98-1521 55 51 132 118 77 67
H02-1198 55 54 130 125 75 71
H98-1281 55 49 128 116 73 66
H02-1148 57 52 135 121 78 69
H98-1076 55 49 132 119 77 70
H02-1656 55 52 136 124 80 71
H02-1034 55 52 127 116 72 64
H-100 (T) 55 51 136 123 80 71
H-200 (T) 56 50 135 115 79 71
H-300 (T) 55 55 133 127 77 65
H-400 (T) 55 49 126 115 71 65
Media 56 51 131 120 74 69
DMS (0.05) 1.28 0.84 2.04 1.96 2.51 1.86
DF: Días a inicio de floración, DMF: Días a madurez fisiológica, DMF-DF: Período reproductivo
(Días)

72
72
Respuesta a la clorosis férrica
En la localidad de San Isidro se tuvieron problemas de salinidad, debido a la acumulación de
sales totales en el suelo, las cuales afloraron inmediatamente después de aplicar los riegos de
auxilio. Estas condiciones permitieron que el material genético de soya incluido en el EPR
mostrará su respuesta per se a la clorosis férrica, obteniéndose tres grupos: el primero
compuesto por dos líneas con daños leves, HO2-1367 y H98-1070; el segundo por 9 líneas y
dos variedades comerciales utilizadas como testigos comerciales con daños intermedios, H02-
1105, H02-0050, H02-1991, H02-1223, H98-1365, H02-0544, H02-1198, H02-1148, H02-1034,
H-300 y H-400 y el tercero por las 10 líneas restantes y las otras dos variedades comerciales
H100 y H200 con daños severos (Cuadro 2). En esta localidad se observó una correlación
negativa (r = -0.54) altamente significativa (p # 0.001) entre la reacción a clorosis férrica
cuantificada en la etapa inicial de floración y la altura de planta determinada a los 100 días
después de la siembra, lo cual indica que a medida que el daño de la clorosis férrica aumentó
la altura de la planta disminuyó.
Rendimiento de grano
Se observaron diferencias altamente significativas (p#0.001) entre localidades, genotipos e
interacción localidad x genotipo para el rendimiento de grano (datos no presentados). En
general se observó que el rendimiento promedio de los genotipos de soya fue superior en la
localidad del San Isidro aún cuando la siembra se realizó un mes después que en la localidad
del Campo Experimental General Terán, en donde se obtuvo una mayor expresión del
desarrollo del cultivo (Cuadro 2). Estos resultados indican que los genotipos mostraron una
respuesta diferencial en las dos localidades de prueba; sin embargo, la mayoría de las líneas
mejoradas exhibieron un alto potencial de rendimiento en comparación con las variedades
comerciales Huasteca-100, Huasteca-200 y Huasteca-400. Entre las líneas que lograron
superar estadísticamente en rendimiento a las tres variedades comerciales citadas, están:
HO2.0050, H98-1617, H98-1192, H98-1365, HO2-0544, H98-1281, H02-1148 y H98-1076 en la
localidad del Campo Experimental General Terán, y H02-1367, H02-2251, H98-1617, H98-
1365, HO2-0544, HO2-1148, H02-1076 y H02-1034 en la localidad de San Isidro.

Cuadro 2. Reacción a la clorosis férrica y rendimiento de grano de 25 genotipos de soya


evaluados en dos localidades de la región centro de Nuevo León. Primavera-verano de 2006.
-2
Reacción a Rendimiento (g m ) Rendimiento
la clorosis CEGET San Isidro promedio
-2
Genotipo San Isidro (g m )
H02-1105 6 118 257 187
H02-0050 6 311 190 250
H02-1367 3 198 386 292
H02-0960 7 146 248 197
H96-0510 8 250 118 184
H02-0302 7 200 278 239
H02-2251 7 211 374 292
H02-1991 6 213 261 237
H98-1617 7 365 315 340
H98-1028 8 161 171 166
H98-1192 8 379 200 289
H02-1223 5 156 274 215
H98-1365 5 318 395 356
H02-0544 5 339 345 342
H98-1521 8 261 118 189
H02-1198 6 155 220 187
H98-1281 7 303 275 289
H02-1148 5 311 407 359
H98-1076 3 278 430 354
H02-1656 8 211 130 170
H02-1034 5 186 390 288
H-100 (T) 8 224 192 208

73
73
H-200 (T) 4 198 217 207
H-300 (T) 8 349 333 341
H-400 (T) 4 168 283 225
Media 6 240 272 256
DMS (0.05) 0.95 40.23 52.72

CONCLUSIONES

La mayoría de los genotipos de soya presentaron características fenológicas y agronómicas


similares a que las variedades comerciales: Huasteca 100, Huasteca 200, Huasteca 300 y
Huasteca 400, tanto en Campo Experimental General Terán como en la localidad de San
Isidro.

Las genotipos de soya H02-1367 y H98-1070 mostraron resistencia a clorosis férrica en la


localidad de San Isidro.
Se detectaron ocho genotipos de soya con un rendimiento superior a las variedades
comerciales: Huasteca 100, Huasteca 200 y Huasteca 400. Estas genotipos constituirán un
Ensayo Regional de Rendimiento (ERR) y una Parcela de Validación (PAVAL) para su
evaluación en el período 2007-2008.

AGRADECIMIENTOS

Se agradece a la Fundación Produce Nuevo León, A. C. por su financiamiento, mediante el


proyecto: Introducción y selección de líneas élite con alto potencial de rendimiento para el
centro de Nuevo León.

LITERATURA CITADA

Delane, R., H. Greenway, R. Munns, and J. Gibbs. 1982. Ion concentration and carbohydrate
status of the elongating leaf tissue of Hordeum vulgare growing at high external NaCl. I.
Relationship between solute concentration and growth. J. Exp. Bot. 33: 557-573.
Grattan, S.R. and C.M. Grieve. 1994. Mineral nutrient and response by plants growth in saline
environments. In: M. Pessaraki (ed). Handbook of Plant and Crop Stress. Marcel Decker Inc.
New York. pp 203-226.
Greenway, H. and R. Munns. 1980. Mecahanisms of salt tolerance in nonhalophytes. Ann Rev.
Plant Physiol. 13: 149-190.
Maas, E. V. and G.J. Hoffman. 1977. Crop salt tolerance. Current assessment. J. Irrigation and
Drainage Division. ASCE. 103: 115-134.
Maldonado, M. N. 1994. Huasteca 100 y Huasteca 200 nuevas variedades de soya para el sur
de Tamaulipas. Folleto Técnico Núm. 1. SARH-INIFAP-CIRNE-Campo Experimental Sur de
Tamaulipas. 21 p.
Maldonado, M. N., J. G. Garza L. y A. P. Terán V. 1991. Guía para cultivar soya en las
huastecas. Folleto para Productores No. 1. SARH-INIFAP-CIFAP de la Región Pánuco-Campo
Experimental Sur de Tamaulipas. 52 p.
Maldonado, M. N. y G. Ascencio L. 2005a. Huasteca 300, nueva variedad de soya para el sur
de Tamaulipas. Folleto Técnico Núm. 17. Instituto nacional de Investigaciones Forestales,
Agrícolas y Pecuarias. Centro de Investigación Regional del Noreste. Campo Experimental Sur
de Tamaulipas. Folleto Técnico Núm. 17. 18 p.
Maldonado, M. N. y G. Ascencio L. 2005b. Huasteca 400, nueva variedad de soya para el sur
de Tamaulipas. Folleto Técnico Núm. 17. Instituto nacional de Investigaciones Forestales,
Agrícolas y Pecuarias. Centro de Investigación Regional del Noreste. Campo Experimental Sur
de Tamaulipas. Folleto Técnico Núm. 18. 18 p.
Martínez, M. J. 2004. Cacahuate y soya, dos oleaginosas con potencial para el estado de
Nuevo León. Desplegable para Productores Núm. 16. SAGARPA-INIFAP-CIRNE-Campo
Experimental General Terán.

74
74
COMPORTAMIENTO DE GENOTIPOS DE GARBANZO EN LABRANZA
DE CONSERVACIÓN VS. LABRANZA TRADICIONAL
10
Miguel Hernández Martínez

RESUMEN

Una necesidad imperante en El Bajío de México es bajar costos y disminuir el consumo de


agua en los cultivos que se siembran en el ciclo de invierno. Una estrategia para disminuir el
consumo de agua es la siembra de cultivos alternativos que demandan menor cantidad de
agua como el garbanzo blanco para el consumo humano. Como estrategia para disminuir
costos es sembrar bajo labranza cero, la cual permite ahorrar de un 20 a un 30 % en la
inversión por no realizar el barbecho, rastra y la nivelación, además, si se dejan en el suelo los
residuos del cultivo anterior, se evita la erosión del suelo, se conserva la humedad por un
período mayor y a largo plazo se mejora la fertilidad, la cual ha disminuido en las últimas tres
décadas por la rotación cereal-cereal y la quema de residuos, de esta manera, el contenido de
materia orgánica ha disminuido de 2.5% a 1.5%. El objetivo del presente estudio fue evaluar y
comparar el comportamiento de las variedades de garbanzo bajo los sistemas de labranza cero
y convencional. Los resultados fueron: a) El comportamiento de las variedades de garbanzo
bajo labranza cero con 100% de residuos fue muy ventajosos, ya que el rendimiento de grano,
superó en un 6% (111 kg), a los rendimientos obtenidos en labranza convencional. b) Las
mejores variedades fueron S-9314-S-5, Evora, Ciénega y Surutato; las cuales superaron
numéricamente en un 40 % (805 kg), 20% (384 kg), 20% y 12.0% (276 kg) respectivamente a
la variedad testigo (Quilantán Intermedio) bajo los dos sistemas de labranza. c) Durante el ciclo
del cultivo, el contenido de humedad en el suelo en la profundidad 0-30 cm fue mayor (2 a 4 %)
o
y la temperatura en la profundidad 0-6 cm fue menor (3.6 C) en la labranza cero. d) Fue
altamente significativo la alta población por metro cuadrado de malezas en labranza cero en
comparación con la labranza convencional.

PALABRAS CLAVE: Ahorro de agua, rentabilidad, fertilidad del suelo.

INTRODUCCIÓN
En todos los acuíferos del estado de Guanajuato, por la deforestación casi total de las áreas de
captación y la alta tasa de erosión de las mismas, se estima que únicamente el 22% de la
precipitación logra infiltrarse hasta los mantos freáticos. El restante 78%, es aprovechado en
parte por los cultivos (temporal y riego) y por la vegetación nativa, pero la mayor cantidad se
pierde por escorrentías y evaporación (Casillas, 1999). Estudios recientes hechos por la
Comisión Estatal del Agua de Guanajuato (CEAG, 2001) indican un balance negativo
3 -1
aproximado de 1,277 Mm año en los acuíferos del Estado, ya que la extracción calculada
3 -1 3 -1
asciende a 4,116 Mm año mientras que la recarga es de tan sólo 2,838.4 Mm año ; esto ha
-
provocado que el nivel freático de los acuíferos se abata, en promedio, alrededor de 3.0 m año
1
. En general todo el estado cuenta con mantos acuífero, que por las diferentes demandas se
han visto intensamente explotados. La zona del Bajío por contar con un gran asentamiento
poblacional, así como el gran desarrollo de la actividad agropecuaria e industrial, es la zona
con mayor déficit. En la zona norte del estado se presentan profundidades al nivel freático del
orden de 280 metros, aproximadamente, lo cual hace muy costosa su extracción, dificultando
además el desarrollo de los municipios que se encuentran asentados en la zona (PEHG, 1999).
Para abastecer una superficie agrícola de riego de 416,690 ha, el consumo de agua
subterránea representa aproximadamente el 66% y de aguas superficiales el 34%. En la
actualidad, se considera que casi toda el agua superficial del estado esta aprovechada;
existiendo sólo pequeños volúmenes disponibles (PEHG, 1999; Galván et. al., 1989). Es
importante recalcar que de acuerdo a García (1998), el 26% de los pozos, tienen una eficiencia
menor al 40%, por lo que es urgente la rehabilitación de equipos de bombeo y accesorios. En
el 74% restante, la eficiencia promedio es de 54% y tan solo el 23% del total presenta una
eficiencia superior al 60%. Esto indica que es urgente el apoyo a los usuarios del agua

10
Campo Experimental Bajío – INIFAP. E-mail: [email protected]

75
75
subterránea para rehabilitar sus pozos, así como el equipo electromecánico, para aumentar la
eficiencia tanto en el uso del agua subterránea como en el consumo de energía eléctrica. Con
la finalidad de mejorar la eficiencia en el uso del agua subterránea, el gobierno del estado de
Guanajuato ha implementó algunas acciones para asesorar a los usuarios del agua
subterránea, como el Programa de Asesoría en Riego (PAR), que ofreció entre otros servicios
el diagnóstico de equipos electromecánicos, levantamiento del área agrícola beneficiada por el
pozo, asesoría en la forma de riego de acuerdo al tipo de suelo presente en la parcela; dicha
asesoría se da en forma particular para cada una de las parcelas beneficiadas por el pozo. En
lo referente al agua superficial, esta es manejada en gran parte por el DR 011 “Alto Río Lerma”,
que cubre una parte más amplia del área del Bajío y cuenta con un área de control de
alrededor de 112,772 hectáreas, siendo abastecido por cuatro presas en tierra con una
3
capacidad combinada de almacenamiento de 2,140 Mm que sirven a 77,697 ha de cultivo, las
restantes 35,075 ha son regadas mediante 1,714 pozos profundos. Las presas que abastecen
al distrito son las presas Tepuxtepec, Solís, La Purísima y laguna Yuriria; que mediante cinco
presas derivadoras: Chamácuaro, Reforma, Lomo de Toro, Santa Julia y Markazuza, alimentan
una red de canales principales de 465 km y 1,183 km de canales laterales (Kloezen, 2000;
INEGI, 1998; PEHG, 1999). Además del agua de gravedad, el Distrito de Riego “Alto Río
Lerma” se abastece también de 1,714 pozos profundos que suministran agua a 35,075
hectáreas. El manejo del agua dentro del DR 011 “Alto Río Lerma”, presenta una eficiencia
media del 62% en conducción, 54% en distribución, 65% en aplicación y una eficiencia media
global de 22% (PEHG, 1999), esta baja eficiencia se debe entre otros factores a las pérdidas
por llenado de canales, a las pérdidas por infiltración debido al estado de los canales, y de
manera muy importante a las pérdidas por aplicación a nivel parcelario, y es precisamente a
nivel parcelario donde se tiene menos control en el manejo de agua.

La labranza de conservación: una alternativa para reducir la degradación del suelo y las
pérdidas de agua en la región
En el país, la mayoría de los agricultores hacen esfuerzos por eliminar el “mantillo” mediante
quemas, exportación para alimento del ganado, y una minoría lo incorporan al suelo, con el
único afán de dejar sus terrenos “lo más limpio posible” (Power y Varyel 1987). Esta práctica es
altamente degradante en el manejo de los suelos, ya que disminuye la fertilidad de los mismos,
haciéndolos cada vez más dependientes de los fertilizantes químicos. Actualmente, la
producción de cultivos con labranza tradicional implica un laboreo intensivo, moviendo el suelo
varias veces con el propósito de formar una cama de siembra, eliminar malas hierbas o arrimar
tierra a la base de las plantas. En el estado de Guanajuato, la labranza usada comúnmente con
los cultivos en surco, como son trigo y cebada, involucra un barbecho, uno o varios pasos de
rastra y una o varias escardas después de haber emergido las plantas (Galván et al., 1989).
Para el cultivo de sorgo o maíz, donde se emplea la siembra directa, se disminuye entre 10 a
20 % del costo de producción de los cultivos; durante el ciclo PV algunos productores también
realizan de manera ocasional una o varias rastras antes de la siembra y una o varias escardas
al emerger las plantas. Aún son muy pocos los agricultores que practican la siembra directa
para los cultivos del ciclo OI, una de las causas principales es la poca disponibilidad de las
sembradoras de grano fino (trigo, cebada), ya que su costo es mucho más elevado que el de
las sembradoras de grano grueso (maíz, sorgo), otro factor importante es la tradición, pues la
gran mayoría de los agricultores comenta “hemos sembrado así desde los abuelos y los
campos no producen lo mismo sino se barbecha, además las parcelas se ven muy sucias con
tanta paja” (Mendoza et. al., 1999). Otra práctica aún muy común entre los productores de
granos básicos bajo riego en el Bajío, es la quema de la paja o rastrojo, utilizada principalmente
para limpiar el terreno y facilitar las labores de preparación del suelo para el siguiente cultivo,
reduciendo el desfasamiento en las fechas de siembra con respecto a aquellas que se han
establecido como óptimas desde el punto de vista de rendimientos por superficie. Actualmente,
las campañas para la reducción del uso del fuego, la introducción de sembradoras de Labranza
Cero o Reducida y el empacado de los rastrojos han generado una marcada reducción en la
quema de pajas (en el Bajío, el trigo produce en promedio 1.2 toneladas de rastrojo por
tonelada de grano cosechada), pero aún persiste como práctica entre ciertos agricultores
(CIMMYT-CIRAD, 2000). Uno de los inconvenientes de la quema de rastrojos es dejar
descubierto el suelo, lo que incrementa el riesgo de erosión, disminuye la capacidad de
retención de humedad del suelo y la disponibilidad de nutrientes (Walters, 1980). Una
necesidad imperante en El Bajío de México es bajar costos y disminuir el consumo de agua en
los cultivos que se siembran en el ciclo de invierno en la región. Una estrategia para disminuir

76
76
el consumo de agua es la siembra de cultivos alternativos que demandan menor cantidad de
agua como el garbanzo blanco para el consumo humano. Como estrategia para disminuir
costos es sembrar bajo labranza cero, la cual es una alternativa viable que permite ahorrar de
un 20 a un 30 % en la inversión por no realizar el barbecho, rastra y la nivelación (De la Fuente
y Peña 1988), además si se dejan en el suelo los residuos del cultivo anterior se evita la
erosión del suelo, se conserva la humedad por un período mayor y a largo plazo mejora la
fertilidad, la cual ha disminuido en las últimas tres décadas por la rotación cereal-cereal y la
quema de residuos, con ello el contenido de materia orgánica ha disminuido de 2.5% a 1.5%
(Grageda, 2002). Por esta razón, el Grupo de Investigación de Agricultura Sostenible (GIAS)
del INIFAP, en base a la siembra directa inició sus estudios del comportamiento de genotipos
de diferentes cultivos bajo labranza cero vs. labranza convencional o tradicional. El objetivo del
presente estudio fue comparar el comportamiento de las variedades de garbanzo bajo los
sistemas de labranza cero y convencional o tradicional.

MATERIALES Y MÉTODOS
Manejo de genotipos
En el Campo Experimental Bajío, en un lote de blanqueo con maíz surcado a 0.75m y con el
100% de residuos de paja sobre el suelo, se sembraron el 21 de diciembre de 2001, las
variedades de garbanzo a hilera sencilla en tierra “a punto” sobre el surcado del ciclo anterior a
-1
una densidad de 14 plantas m , para comparar los sistemas de labranza cero (L.C.) vs.
labranza convencional o tradicional (L.T.=barbecho, rastra, empareje y siembra), bajo diseño
de parcelas divididas en donde los sistemas de labranza fueron las parcelas grandes y las
veinte variedades de garbanzo las parcelas chicas, las cuales se arreglaron en un diseño de
bloques al azar con cuatro repeticiones. El tamaño de parcela fue de cinco surcos de 5 m de
longitud a 0.75 m de separación entre éstos y la parcela útil fueron dos surcos de 5 m de
longitud. Se determinó el efecto de tipo de labranza sobre el comportamiento de los genotipos.
-1
Las variables medidas por variedad fueron: rendimiento de grano (RG) en kg ha , días a
-1
floración (DF), número de plantas por metro lineal (NP m ), índice de área foliar en floración
completa (IAF), altura total de planta (AP cm) en cuatro plantas por repetición, número de
vainas por planta (NVP) en cuatro plantas por repetición, peso total de las vainas (PTV g) y
materia seca por planta (MSP g). La fertilización fue la 40-60-00, depositando todo el nitrógeno
y todo el fósforo antes del riego de presiembra.
Manejo de Agua
Se aplicó el riego de presiembra el siete de diciembre y dos semanas después se sembró en
“tierra a punto” y dando una la lámina en cada riego de 10 cm, distribuida en tres riegos con
calendario 0-55-114 vs. 0-55-110 lo recomendado, dando una lámina total de 30 cm. La
humedad se midió una vez que se colocaron los tubos de aluminio (29/01/02), los cuales se
ubicaron en el genotipo testigo (variedad Quilantán Intermedio) haciendo un total de nueve
fechas de muestreos; en cada muestreo se realizaron dos lecturas por sistema de labranza
(una por tubo, dos tubos por sistema de labranza) con el dispersor de neutrones en 3
profundidades (0-30, 30-60, 60-90 cm), dichas mediciones están en proceso de análisis, por lo
que sólo se considera el comportamiento de la humedad en la profundidad 0-30 cm. También
se midió la temperatura de suelo (TS) cada semana durante los primeros cuatro meses del año
(en total fueron 16 muestreos) a la profundidad 0-6 cm, en cada muestreo se realizo la lectura
en el fondo del surco en cada tipo de labranza, siempre a la misma hora (12.00 a.m.) y
siempre en una misma parcela, donde estaba sembrada la variedad testigo (Quilantán
Intermedio), para su análisis estadístico se aplicó una prueba de Student (t).
Manejo de malezas
Se realizó un muestreo después de la siembra que constó de 16 submuestras tomadas al azar
en cuadros de 25 cm registrando: especies de malezas y su población para cuantificar las
especies se presentaron, y así definir si hay diferencias entre los sistemas de labranza. Para el
análisis estadístico de la presencia de malezas se aplicó una prueba de Student (t).

77
77
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Comportamiento de genotipos
El análisis de varianza mostró diferencias significativas para tipos de labranza y para el efecto
de genotipos en las variables RG, IAF y MSP (Cuadro 1). Para el resto de las variables (DF,
NP, AP, NVP y PTV) no fue significativo el efecto de la labranza, solo las diferencias entre
genotipos.

Cuadro 1. Grados de libertad (gl) y significancia estadística de los cuadrados medios para las
variables rendimiento de gramo (RG), número de plantas por metro lineal (NP), índice de área
foliar (IAF), altura de planta (AP), número de vainas por planta (NVP), peso total de vainas
(PTV) y materia seca por planta (MSP) medidas en los genotipos (G) bajo sistemas de
labranza (S.L.). CEBAJ-INIFAP.
F. de V. gl RG DF NP IAF AP NVP PTV MSP
S. L. 1 5.9 * 2.9 3.9 53.1** 0.31 1.7 3.1 10.3**
G 19 5.8** 6.0** 6.6** 69.5** 4.16** 5.8** 4.9** 5.6**
S. L. x G 19 2.7 1.8 1.9 1.5 1.8 0.6 0.7 0.5
C. V. % 12.7 10.2 14.2 5.22 10.7 18 18.4 16.8
2
R 0.80 0.85 0.78 0.95 0.80 0.72 0.71 0.70
* Significativo (P # 0.05) ** Altamente significativo (P # 0.01)

La interacción tipo de labranza por genotipo no fue significativa en variable alguna. Con base
en la prueba de Tukey (p # 0.05), en el Cuadro 2, se muestra la separación de medias para los
tipos de labranza de las variables RG, IAF y MSP. Destaca el comportamiento de las
variedades bajo labranza cero para la variable RG la cual supero en un 6% (poco más de 100
kg) el rendimiento de las variedades bajo labranza convencional o tradicional. Es importante
hacer notar que más que detectar diferencias estadísticas, es aún más impactante que el
cultivo de garbanzo haya prosperado bien bajo labranza cero, ya que es un cultivo muy
susceptible a cualquier exceso de humedad y al ataque de enfermedades como la rabia de la
raíz. Sin embargo es importante manejar los residuos del cultivo anterior ya que algunos
cultivos como el garbanzo después del maíz en Jalisco no logran establecerse debajo de un
mantillo del 100% de residuos del cultivo previo, pero si con un tercio de ellos (Mendoza et al.
1992). La literatura de investigaciones sobre labranza cero en el cultivo de garbanzo son
escasas, similares estudios se han hecho pero sobre otras leguminosas como frijol y soya.
Existen numerosos antecedentes que indican este efecto benéfico de las leguminosas sobre el
cultivo de cereales (Power y Varvel, 1987; Walters, 1987). Sin embargo, el uso de leguminosas
en las rotaciones ha decrecido drásticamente debido al bajo costo de los precios de garantía de
las leguminosas de granos.

Cuadro 2. Separación de medias entre sistemas de labranza para las variables rendimiento de
-1 -1
gramo (RG, kg ha ), número de plantas por metro lineal (NP m ), índice de área foliar (IAF),
altura de planta (AP, cm), número de vainas por planta (NVP), peso total de vainas (PTV) y
materia seca por planta (MSPM, g). CEBAJ-INIFAP.
-2
Sistema labranza RG DF NP m IAF AP NVP PTV MSP
Labranza cero 2003 a 60 a 14 a 0.90 b 55.0 a 37.4 a 17.8 a 12.3 a
Labranza 1892 b 59 a 16 a 1.00 a 55.6 a 35.1 a 15.8 a 10.5 b
convención
DMSH0.05 174 5 4.0 0.07 5.0 7.5 3.7 1.4
Medias con diferente letra en cada columna son estadísticamente diferentes (Tukey # 0.05)

Para el factor genotipos en el Cuadro 3, se muestra el comportamiento de cada genotipo por


sistema de labranza y la separación de medias, observándose un comportamiento muy similar
bajo los sistemas de labranza por lo que apoya la no interacción sistema de labranza x
genotipo. Destaca que los mejores genotipos fueron los primeros cuatro: S-9314-S-5, Evora,
Ciénega y Surutato; los cuales superaron numéricamente en un 40.0 (805 kg) , 20.0 (384 kg),
20.0 y 12.0% (276 kg) respectivamente a la variedad testigo (Quilantán Intermedio) bajo los dos

78
78
sistemas de labranza. Los resultados anteriores nos muestran que efectivamente hay
genotipos que rinden mejor que la variedad usada en la región (Quilantán Intermedio) pero
como no se han evaluado difícilmente se podrá detectar cuales son esas variedades, así como
cuales son aquellas que rinden menos.

Manejo de agua
El calendario de riego aplicado fue 0-55-114 vs. 0-45-55-110 que fue el planteado,
considerándose prácticamente similar a lo planeado, con una lámina total de 30 cm. En el
Cuadro 4 se da una muestra de lo que ocurrió a lo largo del ciclo del cultivo de garbanzo en
cuanto al porcentaje de humedad a la profundidad 0-30 cm, encontrándose diferencias en el
contenido de humedad en el suelo entre un 2 hasta un 4 % entre los sistemas de labranza una
semana antes de aplicar el siguiente riego. En cuanto a temperatura en el Cuadro 4 destaca la
o
significancia de una mayor temperatura (18.86 C) en la labranza convencional en comparación
o
con la labranza cero (15.20 C).

Cuadro 3. Separación de medias entre genotipos para la variable rendimiento de grano


–1
promedio (RG, kg ha ) y rendimiento de grano en los sistemas de labranza cero y
convencional. CEBAJ-INIFAP.
Variedades RG en L. Cero RG L. Convencional RG promedio
20 S-9314 -S-5 2,834 2,728 2,781 a
19 Evora 2,388 2,368 2,378 ab
12 Ciénega 2,360 2,360 2,360 ab
4 Surutato 2,652 1,852 2,252 ab
18 Blanco Criollo Gde. 2,091 2,071 2,081 ab
17 Cuga 425-4 2,091 2,053 2,072 ab
15 Flip 96-139C 2,271 1,801 2,036 ab
7 Aura 2,157 1,821 1,989 ab
2,276 1,676 1,976 ab
8 Q I testigo
6 Q PO 2,039 1,871 1,955 ab
16 Cuga 409-4 1,924 1,866 1,895 ab
11 Desierto 98 2,179 1,603 1,891 ab
14 Flip 97 – 13C 1,505 2,235 1,870 ab
13 Sinaloa 1,674 1,886 1,780 ab
9 Progreso 1,725 1,779 1,752 ab
5 Mocorito 1,984 1,430 1,707 ab
10 Tequi Bco. 98 1,645 1,579 1,612 ab
3 Lerma 1,091 2107 1,599 ab
1 Q-C2 Acriollada 1,668 1,492 1,580 ab
2 Q-C2 1,505 1,577 1,541 a
Media 2003 A 1892 B 1947
DMSH 0.05 1,232
Medias con diferente letra en cada columna son estadísticamente diferentes (Tukey # 0.05).

79
79
Cuadro 4. Porcentaje de humedad y temperatura de suelo, antes y después de los riegos en la
profundidad 0-30 cm y 0-6 cm respectivamente.
Número de Actividad % humedad a 0-30 cm Temperatura a 0 –6 cm prof.
semana / Mes prof.
o o
L. cero L. conv. L. cero C L. conv. C
1ª. / Diciembre 1º riego
4ª. / Enero antes del 2 riego 27.91 24.08 14.0 15.9
1ª. / Febrero 2º riego
2ª. /Febrero después del 2 riego 34.55 38.00 16.2 19.7
3ª. / Marzo antes del 3 riego 16.10 13.77 16.8 19.4
4ª. / Marzo 3º. riego
2ª. / Abril 13.90 10.00 19.2 21.7
2ª. / Mayo Cosecha
Medias 15.20 b 18.86 a
tc 3.145 **
t 0.05 2.145
Medias con la misma letra en cada hilera, son estadísticamente iguales (t # 0.05).

Las anteriores diferencias son atribuibles a un mejor ambiente de producción en L.C., dado
principalmente por una mayor conservación de la humedad lo que ocasiona una temperatura
0
de suelo más fresca (3.6 C menor) en la profundidad 0-6 cm, lo cual favorece a desarrollo del
cultivo en general.

Manejo de malezas
Actualmente no hay un control de malezas para hoja ancha en este cultivo por lo que sólo se
-1
aplico Faena ultra 1.8 kg ha antes de la emergencia para eliminar las malezas de hoja ancha
y angosta que germinaron en 14 días antes de la siembra. En el Cuadro 5 y 6 se observa los
resultados del muestreo realizado antes de aplicar Faena, destacando que bajo labranza cero
se tuvo una mayor población de malezas por metro cuadrado dentro de cada especie de
maleza de hoja angosta y de hoja ancha.
-2
Cuadro 5. Separación de medias entre sistemas de labranza del número de plantas por m
-2
(NP m ) para cada tipo de especie de maleza.
Malezas de hoja angosta Nombre científico L. cero* L. conv.* tc t0.05
Pegarropa Setaria spp. 147 a 9b 2.451** 2.131
Maíz Zea maydis 21 0 3.516** 2.131
Trigo Triticum aestivum 103 a 41 b 2.221** 2.131
Grama Cynodon dactylon P 0 n.a.
Tota maleza h. angosta 4 especies
Medias con la misma letra en cada hilera, son estadísticamente iguales (t # 0.05).
-2
*NP m ; P = presencia; n.s. = no significativo; n.a. = no analizado por considerarse no
significativa la población que se presento.

80
80
-2
Cuadro 6. Separación de medias entre sistemas de labranza del número de plantas por m
-2
(NP m ) para cada tipo de especie de maleza.
Malezas de hoja ancha Nombre científico L. cero* L. conv.* tc t0.05
Quelite cenizo Chenopodium album 7 9 0.460n.s. 2.131
Borraja Sanchus oleracea 7 0 1.962n.s. 2.131
Malva Malva parviflora 2 5 1.280n.s. 2.131
Trebol Melilothus indicus P 0 n.a.
R. Amarilla Melampodium P 0 n.a.
divaricatum
Camalote Panicum spp. P 0 n.a.
Tomatillo Physalis spp. P 0 n.a.
Tota maleza h. ancha 7 especies
Medias con la misma letra en cada hilera, son estadísticamente iguales (t # 0.05).
-2
*NP m ; P = presencia; n.s. = no significativo; n.a. = no analizado por considerarse no
significativa la población que se presento.

CONCLUSIONES
a) El comportamiento de las variedades de garbanzo bajo labranza cero con 100% de residuos
fue exitoso, ya que el rendimiento de grano, superó en un 6% (111 kg), a los rendimientos
obtenidos en labranza convencional.
b) Las mejores variedades fueron S-9314-S-5, Evora, Ciénega y Surutato; las cuales
superaron numéricamente en un 40 % (805 kg) , 20 % (384 kg), 20 % y 12.0% (276 kg)
respectivamente a la variedad testigo (Quilantán Intermedio) bajo los dos sistemas de labranza.
c) Durante el ciclo del cultivo, el contenido de humedad en el suelo en la profundidad 0-30 cm
o
fue mayor (2 a 4 %) y la temperatura en la profundidad 0-6 cm fue menor (3.6 C) en la labranza
cero que en la labranza convencional.
d) Fue altamente significativo la alta población por metro cuadrado de malezas en labranza
cero en comparación con la labranza convencional.

LITERATURA CITADA
Casillas, G., J.A. 1999. Visión del gobierno de Guanajuato para rehabilitar microcuencas
hidrográficas. En: IX Congreso Nacional de Irrigación – Simposio 4. Manejo Integral de
Cuencas Hidrológicas. Culiacán, Sinaloa, México, 27-29 de Octubre de 1999.
CEAG. Comisión Estatal del Agua de Guanajuato. 2001. Estudios Hidrogeológicos y Modelos
Matemáticos de los acuíferos del Estado de Guanajuato. CD.
CIMMYT-CIRAD. 2000. Diagnóstico integral rápido sobre adopción presente y perspectivas
futuras en torno a labranza de conservación en el bajío. Texcoco, México
De la Fuente, M., J. M. y J.J. Peña C. 1988. Dinámica poblacional desnitrificante en el Bajío
Guanajuatense. Rev. Lat-amer. Microbiol. 30:335-340.
Galván, C. F., M. Guisar F. y V. Vázquez A. 1989. La reducción en la Labranza como solución
al problema del desfasamiento de las fechas de siembra en el patrón trigo-sorgo.
García, G., E. 1998. Diagnóstico electromecánico de los sistemas de bombeo de aguas
subterráneas en el estado de Guanajuato: Alcance y beneficios. En: Memoria del Simposio
Internacional de Aguas Subterráneas. León, Guanajuato, México, 7-9 de Diciembre de 1998.
Grageda, C., O. A. 2002. Influencia de la rotación de cultivos y sistemas de labranza sobre la
eficiencia en el uso de fertilizantes nitrogenados. Informe Técnico CONACYT-SIGHO Clave
19980206001.
INEGI. Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática. 1998. Estudio hidrológico
del estado de Guanajuato. INEGI. Aguascalientes, México.

81
81
Kloezen, W. H. 2000. La viabilidad de los arreglos institucionales para el riego después de la
transferencia del manejo en el Distrito de Riego Alto Río Lerma, México. IWMI. Serie
Latinoamericana No. 13. México: Instituto Internacional del Manejo del Agua.
Mendoza, M. S., M. V. Nieuwkoop, L. Harrington, y R. Tripp. 1999. Diagnóstico sobre el
potencial de la labranza de conservación en el Valle de Ameca, Jalisco. México D.F. INIFAP-
CIMMYT.
PEHG. Plan Estatal Hidráulico de Guanajuato 2000-2025. 1999. Fase I: Diagnóstico de la
situación hidráulica del estado de Guanajuato, Fase II: Estrategia estatal en materia de agua.
Power, J.F. and G. E. Varvel. 1987. The use of legumes in conservation systems. In: Optimum
erosion control at least cost. Proceedings of The National Symposium on Conservation
Systems. Amer. Soc. of Agr. Eng., Chicago, Illinois.
Walters, D. T. and S. E. Crothers. 1980. Measuring soil nitrogen mineralization under condition.
Agron. J. 72:1009-1012.

82
82
OPTIMIZACIÓN DEL ESPACIO VITAL ENTRE PLANTAS DE TRIGO
(Triticum aestivum L.) VARIEDAD BÁRCENAS EN EL BAJÍO DE
GUANAJUATO
11
Alfredo Arévalo Valenzuela
RESUMEN

La determinación del espacio entre plantas e hileras en los diferentes cultivos en los cuales se
manejan una diversidad de genotipos es un aspecto importante que sirve de base para diseñar
los métodos de siembra, la maquinaria y manejo del cultivo. En el trigo existe bastante
controversia al comparar la siembra de trigo tradicional contra el trigo en surcos y el agricultor
indica que se desperdicia espacio y rendimiento, sin embargo con los nuevos genotipos es
factible compensarlo con la capacidad de amacollar y mayor rendimiento que se tiene con las
nuevas variedades. El objetivo fue definir la capacidad de amacollamiento y rendimiento en
función del espaciamiento entre plantas e hileras de trigo. Los resultados indicaron: a) El menor
número de macollos productivos por planta se tiene al sembrarse a 10 cm entre hileras y 2 cm
entre plantas y estas se incrementan conforme se separan las plantas e hileras; b) similar
tendencia se observa con el rendimiento promedio por espiga; c) al simular un método de
siembra en cama de 1.40 m con las diferentes separaciones entre hileras y plantas se tienen
que a mayor población se tiene el mayor rendimiento por hectárea, lo cual nos lo da el método
de siembra de 11 y 9 hileras separadas a 10 cm y entre planta de 2 cm con lo cual se tienen
-1
poblaciones de 3’905,000 y de 3’195,000 plantas ha ; d) al aumentar la separación entre
plantas e hileras los rendimientos tienden a disminuir por tener una menor población cuyo
número de macollos y rendimiento promedio por planta no compensa el rendimiento obtenido
con una mayor población por hectárea.

Palabras clave: Bioespacio, diseño de siembra, incremento de rendimiento.

INTRODUCCIÓN

La determinación del espacio entre plantas e hileras en los diferentes cultivos en los cuales se
manejan una diversidad de genotipos es un aspecto importante que sirve de base para diseñar
los métodos de siembra, la maquinaria y manejo del cultivo durante su ciclo de desarrollo, para
poder establecer la población óptima con la cual se maximiza el rendimiento, definir la calidad
del producto, aprovechar al máximo la superficie del suelo y establecer una mayor competencia
del cultivo hacia la maleza con un mejor arreglo de plantas en el terreno.

Definición de la competencia entre las plantas


Donde quiera que las plantas crecen en extrema proximidad, unas con otras sean de la misma
o de diferente especie se observan diferencias en el crecimiento vegetativo, producción de
semillas o frutos y de mortalidad, a ello, Darwin en 1859 lo denomino como un sinónimo de “la
lucha por la existencia”. Clements et al., en 1929 aclara el concepto de unión de los factores
por los cuales hay competencia y asegura que toda la ventaja y lucha de las especies se
resumen en cantidad y proporción de las nuevas que tienen las semillas y los rizomas con lo
cual se tiene éxito en la competencia debido a la rapidez del crecimiento de raíces y brotes así
como de bifurcación de tallos, mayor número de tallos y área foliar. Estos mismos autores
describen la competencia como una variación en la distribución de las plantas en la cual al
haber competencia entre dos plantas la reacción de una afecta la respuesta de la otra por
limitación y una de ellas tiene ventaja inicial sobre la otra por la asimilación de energía.
Proporcionarían una valiosa información sobre la interacción de la competencia y describen la
habilidad que tienen las plantas para competir en cuatro puntos que son: 1. La duración o
permanencia: Por efecto de ocupación y altura. 2. Proporción de crecimiento: Expresado por
expansión y densidad de brote y sistema radicular. 3. Velocidad y cantidad de germinación:
Una ventaja esencial. 4. Vigor y resistencia: La cual facilita la supervivencia bajo tensión.
Pavlychenko y Harrington en 1934 indican que la competencia es ejercida por una fuerza
poderosa natural introducida en una comunidad de plantas que trae como consecuencia la
limitación o extinción del competidor débil. Así mismo en 1935 señalan que el desarrollo del

11
Campo Experimental Bajío. INIFAP e-mail: [email protected]

83
83
sistema radicular es más importante que una germinación temprana siendo más efectivo aquel
que ésta más cerca de la superficie. Salisbury en 1942 observó que bajo una cierta densidad
específica hay un incremento en el rendimiento debido a la disminución de población y por
arriba de una cierta densidad se reduce el efecto de competencia entre las plantas. Donald en
1951 discute la relación entre la densidad de una comunidad y el rendimiento de materia seca y
señala la importancia de hacer estudios que determinen la óptima proporción de siembra, la
cual determinará la relación que hay entre densidad y rendimiento. Hodgson y Blackman en
1957 en un detallado análisis de la respuesta a la densidad de Phaseolus vulgaris (Frijol),
concluyeron que frecuentemente ocurre una gran diferencia de las respuestas de crecimiento a
las densidades en el número de ápices de floración formados y en otros cultivos como girasol y
especies sembradas responden más por cambios en el volumen de las partes formadas.
Aspinal y Milthorpe en 1959 al analizar la competencia entre cebada Hordeum vulgare L., y
Polygonum lapathifolium indica que con densidades moderadamente altas se mantiene el
rendimiento de materia seca por unidad de superficie y generan una pregunta decisiva, si es
posible en una unidad determinada de suelo producir un incremento fijo de crecimiento y
rendimiento con un ambiente prevalerte o si la competencia influye en una reducción en
rendimiento en los cultivos anuales. Definen la competencia como la interacción entre planta y
medio ambiente, e indican que durante el crecimiento este último se modifica alrededor de ellas
e influye en el crecimiento de los componentes de la planta. Para los fisiólogos los cuales
normalmente se refieren a agua, luz y nutrientes; mientras que los agrónomos añaden que la
competencia también existe entre plantas o partes de la misma planta. Sakai, en 1961 indica
que la habilidad competitiva que tienen las plantas está relacionada con características
genéticas como los poli genes, cuya acción es influenciada por la interacción del medio
ambiente y puede ser medida usando la velocidad de propagación. Harper y Gajic en 1961 al
estudiar la respuesta de Agrostema githago al incrementar la densidad especularon que las
plantas pueden responder de dos maneras: a) Aumentando su mortalidad, y b) Aumentando su
plasticidad en tamaño y en su capacidad reproductiva individual. En 1960 Harper propone el
concepto de plasticidad de la planta en respuesta a la competencia e indica que con una
adecuada proporción de siembra el rendimiento no se ve afectado cuando las plantas quedan
muy cercanas unas de otras debido a que aprovechan su potencial biológico al máximo.
Bleasdale en 1960 señala que la competencia encontrada por una planta individual depende de
la densidad de población, distribución, duración y especies de los competidores y las
condiciones climáticas y edafológicas sirven como modificadores. Indica también que dos
plantas están en competencia cuando el crecimiento de cada una o de ambas se reduce en
comparación cuando estás se encuentran aisladas. Bunting en 1960 menciona que la
competencia tiene un significado diferente en cualquiera de las dos formas, una planta o un
animal pueden reaccionar al incrementarse su densidad y de ésta forma la población alcanza
su autorregulación. Donald en 1963 expuso que las plantas muestran una excepcional
plasticidad respondiendo notablemente en tamaño y forma a condiciones del medio ambiente
subraya que la presencia de una planta vecina constituye una fuerza poderosa exterior que
puede limitar el tamaño de la planta y el rendimiento. Sus resultados fueron concentrados
sobre la inter e intra competencia de las plantas en la cual en una plantación poco densa no
hay competencia durante las primeras etapas de crecimiento cuando se origina el primordio
floral. Sin embrago al seguir creciendo la planta la inter-competencia (competencia entre
plantas) se volvió progresivamente fuerte. Pues en la formación de las flores y las semillas el
número total de inflorescencias es tan grande que ocurre competencia entre ellas. Al haber un
mayor espacio entre las plantas hay una mayor producción de semillas y el de estas es menor.
Por lo tanto en densidades bajas la intra-competencia (competencia en la misma planta)
prevalece. Con densidades de población extremadamente altos la inter e intra-competencia
funcionan continuamente y con densidades moderadas la inter-competencia opera al mismo
tiempo de la iniciación del primordio floral reduciendo el número de ellos que se forman
teniendo un equilibrio en la combinación de la competencia entre plantas y en la misma planta
produciendo el máximo rendimiento de semillas por planta. Greme en 1973 indica que donde
quiera que las plantas crecen en estrecha proximidad unas con otras sean de la misma o de
diferentes especies se observan diferencias en crecimiento vegetativo, producción de semillas
y mortalidad, y define la competencia como la tendencia de plantas vecinas a utilizar la misma
cantidad de luz, la unión de cierto nutriente mineral, de una molécula de agua o de un volumen
de espacio. Así mismo señala que los factores externos que limitan la cantidad de materia
vegetal en cualquier hábitat se clasifican en dos categorías que son las restrictivas que se
refieren a los fenómenos que limitan la producción fotosintética como son la falta de agua, luz,

84
84
nutrientes o temperaturas sub-óptimas y la perturbación asociada con la destrucción de la
biomasa por patógenos, herbívoros, humanos o por fenómenos climatológicos. La capacidad
competitiva es una función del área, la actividad y determinación en especies y tiempo de las
superficies de las plantas a través de las cuales se absorben los nutrientes y como tal
dependen de una combinación de características de cada genotipo.

Factores más importantes involucrados en la competencia entre plantas:


Competencia por agua
La deficiencia de este elemento restringe el desarrollo de los cultivos y se presenta
simultáneamente con otros factores de competencia especialmente por nitrógeno y por la luz
solar. La aptitud de una planta para competir por agua depende de su capacidad para hacer
uso del agua disponible en el suelo y se apoya en atributos tales como cantidad relativa de
crecimiento, calidad y evolución del sistema radical.

Competencia por nutrientes


Clements et al., en 1929 señala que la importancia de los nutrientes radica principalmente en
los procesos fisiológicos y en la síntesis de compuestos orgánicos dentro de la planta y en la
naturaleza su importancia puede ser menos crítica que el agua o igual o más crítica que la luz.

Competencia por luz


La radiación solar es el factor que observa la producción de los cultivos y si el agua y los
nutrientes no son limitantes entonces el principal factor limitante será la luz. La competencia
por luz puede establecerse entre plantas o dentro de la misma planta cuando una hoja
sombrea a la otra. Donald en 1963 menciona que la competencia por luz difiere de la del agua
y nutrimentos en que no hay una reserva donde la planta la absorba sino que la luz es
interceptada instantáneamente y concluye que las mejor adaptadas para captar la luz no son
aquellas que tienen más follaje sino las que tienen este en una posición ventajosa con respecto
a sus competidores.
Para tratar de comprender las relaciones de la competencia por luz se ideo el concepto de
índice de área foliar (IAF) que es básicamente el área foliar de las plantas por unidad de
superficie. La intensidad de la luz cae rápidamente conforme penetran en la cobertura vegetal y
a medida que aumenta el IAF no llega a un punto en el cual las hojas inferiores están en el
punto de compensación o por arriba de este.
Kasanaga y Monsi en 1954 al extender la transmisión de luz en 80 especies encontraron
valores de 5 a 10% con un valor de 9% para la maleza y gramíneas o comparada con las de
maíz que tienen un 6% de transmisión.
Winter y Ohlrogge en 1973 con maíces que tienen una posición vertical e IAF bajos (3 a 4)
tienden a reducir la producción y aquellos con IAF altos (5 en adelante) lo incrementaron. Pero
también observaron que aquellos que no tenían una posición vertical el rendimiento fue mucho
menor.

En el cultivo de trigo existe bastante controversia al comparar la siembra de trigo tradicional


contra el trigo en surcos y el agricultor indica que se desperdicia espacio y rendimiento, sin
embargo con los nuevos genotipos es factible compensarlo con la capacidad de amacollar y
rendimiento que se tiene con las nuevas variedades.

Objetivo
Definir la capacidad de amacollar y el rendimiento en función del espaciamiento entre plantas e
hileras de trigo.

MATERIALES Y MÉTODOS

El experimento se estableció en el Campo Experimental Bajío, en ciclo otoño invierno (2006-


07) bajo diseño de parcelas divididas con cuatro repeticiones, en donde las parcelas grandes
fueron las hileras y como parcela chica las distancias entre plantas. El tamaño de parcela de
cuatro hileras de siembra, con una longitud de dos metros. La separación entre plantas fue de
2, 4, 6 y 8 cm y entre hileras de 10, 15, 20 y 25 cm. La fertilización de base fue de 45-45-0,
aplicada al inicio antes de la siembra y se complemento el nitrógeno antes del segundo riego
con 195 unidades al primer riego de auxilio. La variedad empleada fue INIFAP-Bárcenas S2002

85
85
recomendada para el Bajío y se manejo con tres riegos, con calendario de riegos de 0-45-75.
La maleza se controló con el herbicida 2,4-D-amina aplicado al amacollar el trigo.

Las variables cuantificadas fueron: a) capacidad de amacollar de la variedad y b) el rendimiento


promedio por espiga.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

El Cuadro1, muestra el número de macollos productivos en los diferentes espaciamientos entre


plantas e hileras en el cual se observa que hay diferencias significativas en la separación entre
hileras y entre plantas. El menor número de macollos productivos por planta se tiene al
sembrarse a 10 cm entre hileras y 2 cm entre plantas y estas se incrementan conforme se
separan las plantas e hileras. El mayor número de macollos se obtiene en hileras de 25 cm y
entre plantas de 8 cm.

Cuadro 1. Número de macollos productivos en la separación entre hileras y plantas de trigo de


la variedad Bárcenas S-2002. Campo Experimental Bajío. Ciclo otoño-invierno 2006-07.
Separación Separación entre plantas Medias Tukey 0.05%
entre hileras 2 4 6 8
10 2.80 2.85 3.85 4.24 3.43 C
15 2.98 3.71 4.11 4.99 3.94 B, C
20 2.95 4.08 4.70 5.09 4.20 A, B
25 3.49 4.31 4.98 6.06 4.70 A
Media 3.05 3.73 4.40 6.06
Tukey 0.05% d c b a
C. V.=14.1

La misma tendencia se observa en el rendimiento con el peso promedio por espiga (Cuadro 2)
y el rendimiento por planta (Figura 1), sin embargo el análisis no indica diferencia en cuanto a
la separación entre hileras pero si hay una tendencia a tener un mayor peso por espiga
conforme hay una mayor separación entre plantas e hileras y solamente indica diferencia entre
la separación entre plantas teniéndose el mayor peso promedio en la separación entre hileras
de 25 cm, lo cual indica que existe una menor competencia al separar las hileras de trigo a 20 y
25 cm.

Cuadro 2. Peso promedio por espiga en la separación entre hileras y plantas de trigo de la
variedad Bárcenas S-2002. Campo Experimental Bajío. Ciclo otoño-invierno 2006-07.
Separación Separación entre plantas Medias Tukey 0.05%
entre hileras 2 4 6 8
11 1.34 1.27 1.32 1.31 1.31 B
15 1.22 1.49 1.47 1.43 1.40 B
20 1.46 1.44 1.64 1.40 1.48 A, B
25 1.54 1.63 1.68 1.61 1.61 A
Media 1.39 1.43 1.45 1.52
Tukey 0.05% a a a a
C. V.=14.98

Al simular un método de siembra en cama de 1.40 m con las diferentes separaciones entre
hileras y plantas se tienen los siguientes resultados (Figura 2) en la cual se puede observar que
a mayor población se tiene el mayor rendimiento por hectárea, lo cual nos lo da el método de
siembra de 11 y 9 hileras separadas a 10 cm y entre planta de 2 cm con lo cual se tienen
poblaciones de 3’905,000 y de 3’195,000 plantas/ha. Al aumentar la separación entre plantas e
hileras se puede observar que los rendimientos tienden a disminuir por tener una menor
población cuyo número de macollos y rendimiento promedio por planta no compensa el
rendimiento obtenido con una mayor población por hectárea.

86
86
Figura 1. Rendimiento de trigo por planta en la determinación del espacio vital.

Figura 2. Rendimiento simulado en siembra de trigo en cama de 1.40 m.

87
87
CONCLUSIONES

Los resultados de este trabajo nos dan una perspectiva para diseñar el mejor método de
siembra, y para manejar poblaciones de trigo que nos permitan incrementar el potencial de
rendimiento y cerrar los espacios vacíos que favorecen el desarrollo y crecimiento de maleza.
Así como del espacio abierto a la evaporación del agua en el suelo.

BIBLIOGRAFÍA

Aspinal, D. y F. L. Milthorpe. 1959. An análisis of competition between barley and white


persicaria. Ann Appl. Biol. 47: 156-172.
Bleasdale, J. K. A. 1960. Studies on plant competition, pp. 133.142. The Biology of Weed ed J.
L. Harper. Blackwell Sci. Publ., Oxford, Eng. 256 p .
Bunting, A. H. 1960. Some reflections on the ecology of weed. In: The Biology of Weed. ed. J. L
Harper. Blackwell Sci. Publ., Oxford, Eng. 256 p.
Clements, F. E., J. E. Weaver y H. C. Hanson. 1929. Plant competition an analysis of
community function. Publ. No. 389. Carnegie Institute, Wash., D. C. 340 p.
Darwin, C. 1959. The origin of especies by means of natural selection or the preservation of
favored races on the atruggle for life. Murray, Londres.
Donald, C. M. 1951. Competition among pasture plants. I. Intraespecific. competition among
annual pasture plants. Australian J. Agr. Res. 2: 355-376.
Donald, C. M. 1963. Competition among crop and pasture plants. Advances in Agron. 15: 1-
118. Acad. Press, N. Y.
Greme, J. F. 1982. Estrategias de adaptación de las plantas y procesos que controlan la
vegetación. Ed. Lamusa, México. 291 p.
Harper, J. L. 1960. Factors controlling plant numbers. pp. 119-132 In: The Biology of Weed ed.
J. L. Harper. Blackwell Sci. Pub., Oxford. 256 p.
Harper, J. L. y D. Gajic. 1961. Experimental studies of the mortality and plasticity of the a weed.
Weed Res. 1: 91-104.
Hodgson, G. L. y G. E. Blackman. 1957. An analysis of the influence of plant density on the
growth of Vicia faba L. II. The significance of competition for light in relation to plant
development at different densities. J. Exp. Bot. 8: 195-219.
Kasanaga, H. and O. Monsi. 1954. On the light assimilation of leaves, and its meaning for the
production of matter in plant communities. Ja. J. Bot. 14: 304-324.
Pavlychenko, T. K. y J. B. Harrington 1934. Competitive efficiency of weeds and cereal crops.
Canadian J. Res. 10: 77-94.
Sakai, K. 1961. Competitive ability in plants: its inheritance and some related problems.
Mechanisms in Biological Competition. Soc. For. Exp. Biol. Symp. XV. Academic. Press, N. Y.
15: 254-263.
Salisbury, E. J. 1942. The Reproductive Capacity of Plants. G. Bell and Sons. London.
Winter, S. R., and A.J. Ohlrogge. 1973. Leaf angle, leaf area and corn (Zea mayz L.) Yield
Agro. Jour. 65: 395-397.

88
88
CALIDAD DE SUELO: EFECTO DE SISTEMAS DE LABRANZA,
ROTACIÓN DE CULTIVOS Y PROFUNDIDAD
12
J. Joaquín Bonilla Bada
1
Santos G. Campos Magaña
1
Valentín A. Esqueda Esquivel
1
Oscar H. Tosquy Valle
1
Sergio M. Jácome Maldonado
1
José A. Cruz Ballado
1
Marco A. Reynolds Chávez
RESUMEN
La baja productividad del maíz en Veracruz es consecuencia de la erosión, baja fertilidad del
suelo y laboreo intensivo. De 500 mil hectáreas con maíz sembradas en la entidad, sólo 12,000
utilizan el sistema de labranza de conservación como alternativa para reducir el problema, pero
se desconoce su efecto sobre la calidad de suelo. El objetivo de este trabajo fue determinar el
efecto de tres sistemas de labranza, dos rotaciones de cultivos y tres profundidades de suelo
en algunas características físicas, químicas y biológicas. El trabajo se desarrolló durante los
ciclos primavera-verano de 2005 y 2006 en el Campo Experimental Cotaxtla del INIFAP,
ubicado en Medellín de Bravo, Ver., en un Fluvisol de textura migajón arenoso. Se
determinaron indicadores físicos (densidad aparente, resistencia a la penetración y velocidad
de infiltración), químicos (pH, porcentaje de materia orgánica, nitrógeno total y capacidad de
intercambio catiónico) y biológicos (número de lombrices). Se realizaron análisis de varianza y
se aplicó la prueba de DMS (0.05). Para sistemas de labranza, se detectó significancia en el
porcentaje de materia orgánica, de nitrógeno total, capacidad de intercambio catiónico y
número de lombrices. En rotación de cultivos, sólo se encontró significancia en la última
variable. A su vez, la profundidad de suelo, fue altamente significativa en las variables densidad
aparente, pH, porcentaje de materia orgánica y de nitrógeno total. Únicamente se encontraron
interacciones significativas en sistemas de laboreo x rotación de cultivos, en las variables
porcentaje de nitrógeno total y número de lombrices. Con los sistemas de cero y mínima
labranza se tienen mejores características químicas y biológicas del suelo, que con el sistema
tradicional. Con la rotación maíz-pica pica mansa se incrementa la población de lombrices en el
suelo. En general, las mejores características físicas y químicas del suelo se tienen en la capa
superior.

Palabras Clave: labranza, rotaciones, profundidad de suelo, indicadores

INTRODUCCIÓN

En el estado de Veracruz se siembran cada año 500 mil ha de maíz en labranza tradicional,
-1
cuyo rendimiento medio es de sólo 1.8 t ha , y es reflejo de problemas de erosión, baja
fertilidad del suelo, lluvia escasa y laboreo intensivo. El 34% de la superficie de la entidad
presenta alto riesgo de erosión, con pérdidas potenciales de suelo mayores a las 320 t/ha/año,
principalmente en las regiones de Huayacocotla, Totonacapan, Las Grandes Montañas y Los
Tuxtlas; un riesgo de medio a alto, con pérdidas potenciales de suelo de 180 a 320 t/ha/año, se
registra en la región del Istmo, y de medio a bajo con pérdidas potenciales entre 40 y 180
t/ha/año, en las Llanuras de Sotavento (Uresti y Cadena, 1992). Los factores asociados al alto
riesgo de erosión son: la erosividad de las lluvias, el escurrimiento superficial y la pendiente.
Los resultados de investigación en todo el mundo han sido consistentes en demostrar que el
uso del arado y la rastra para preparar la tierra, acelera la pérdida de materia orgánica, lo cual
reduce la capacidad del suelo para resistir la compactación, deteriorando así su estructura, lo
que a su vez reduce la tasa a la cual el agua se infiltra en el mismo y provoca pérdida de agua,
suelo y materia orgánica. Adicionalmente, la pérdida de materia orgánica genera una reducción
de la fertilidad del suelo y de su capacidad de retención de humedad (Matson et al., 1997;
Gliessman, 1998). Paradójicamente, estos efectos hacen necesario un mayor laboreo del suelo

12
Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) Campo
Experimental Cotaxtla. Apdo. Postal 429 Veracruz, Ver. México Tel. y Fax (01229) 9-34-29-26
E-mail [email protected]

89
89
y aplicaciones de dosis mayores de fertilizantes, lo cual conduce a mayor degradación y menor
rentabilidad.
El empleo de la labranza cero es una forma de reducir la pérdida de suelo casi por completo y
conservar mayor humedad en el suelo en los terrenos maiceros con mediano y alto riesgo de
erosión, lo cual permite la obtención de rendimientos iguales o superiores a los obtenidos con
la labranza convencional de barbecho y rastreo, además de que los costos de producción de
maíz se reducen hasta en 25% (Campos et al., 2005).
En teoría, el sistema de labranza de conservación es apto para todos los suelos y cultivos. Sin
embargo, también se reconoce que la tasa o velocidad de los cambios en las propiedades del
suelo en respuesta a sistemas de labranza conservacionistas varía por tipo de suelo, clima y
cultivos (Blanco-Canqui et al., 2004). Por otro lado, también se ha reconocido que para que el
sistema de labranza de conservación sea adoptado exitosamente, es necesario que sea
flexible, y corresponda a las particularidades del sistema agrícola al que busca impactar (Lal,
1982). En México, las investigaciones realizadas por el INIFAP a partir de 1992 han generado
conocimientos y tecnologías en temas relacionados con la labranza de conservación y sus
efectos en la reducción de las pérdidas de suelo y agua; así como de su interacción con la
fertilización, variedades, manejo de residuos, control de plagas y maleza, rentabilidad y
mecanización (Claverán et al., 1997; CENAPROS, 1999; Claverán y Rulfo, 2001; Rosales et
al., 2000; Fregoso et al., 2002).
En 2001, la agricultura bajo labranza de conservación era practicada en cerca de 58 millones
de hectáreas en el mundo; los países con mayor superficie bajo este sistema de cultivo incluían
a los Estados Unidos con alrededor de 20 millones ha, Brasil con 13.5 millones ha, Argentina
con 9.5 millones ha, Canadá con 4 millones ha y Paraguay con 800 mil ha (Environment, 2001).
La estimación sobre la superficie de México bajo la labranza de conservación hechas por FIRA
es de aproximadamente 650 mil ha (Ochoa, 1999), lo cual representa aproximadamente 3.25%
de la superficie cosechada anualmente en el país en los ciclos primavera-verano y otoño-
invierno. La mayor superficie bajo labranza de conservación está concentrada en el centro
occidente del país 79.9%, en la región sur 8.9%, en el sureste 10%, en el norte 15% y
solamente 0.2% en el noreste. El maíz ocupa aproximadamente 57% de la superficie sembrada
con labranza de conservación, le sigue el sorgo con 37.8%, el trigo con 8.4% y otros cultivos,
entre los que se encuentra el brócoli con 0.8%. Con respecto al estado de Veracruz, se estima
que el maíz con labranza de conservación cubre apenas 12 mil ha (Campos et al., 2005).
Fragoso (2004) menciona que para la a aplicación del concepto de Calidad de Suelo S CS a
fin de conocer la salud del mismo, incluye el trabajo sobre sitios con labranza de conservación por
al menos tres años consecutivos, y además que tengan incorporada alguna otra práctica
conservacionista, como son: uso de cultivos de cobertera/abonos verdes, rotaciones, aplicaciones
de fuentes de carbono (estiércoles, compostas, etc.), manejo integrado de plagas, etc. En lo que
respecta a las rotaciones Figueroa y Morales (1992) indican que para tener un programa exitoso
de labranza de conservación es necesario utilizar rotaciones que permitan el control de
enfermedades, malezas e insectos, la rotación ideal de cultivos alterna cereales y oleaginosas
o leguminosas de un año a otro. Sin embargo, el modelo de agricultura conservacionista
imperante está generando una serie de problemas que ponen en duda su viabilidad para
satisfacer estas demandas y que al mismo tiempo se puedan conservar tales recursos. En
forma creciente, la sociedad está demandando que los impactos ambientales de la agricultura
sean mínimos. Sin embargo, a pesar de que los principios de la agricultura conservacionista
están identificados, la magnitud de sus beneficios son específicos y diferenciales de acuerdo al
ambiente agro-ecológico y agro-ecosistema en cuestión. Por lo anterior es necesario la
integración y aplicación de un conjunto de indicadores de sostenibilidad que sean útiles para
guiar las políticas de manejo de estos recursos. El objetivo de este trabajo fue determinar el
efecto de tres sistemas de labranza, dos rotaciones de cultivos y tres profundidades de suelo
en algunas características físicas, químicas y biológicas, indicadoras de la calidad del suelo.

MATERIALES Y MÉTODOS

Durante los ciclos primavera-verano de 2005 y 2006, se realizó un trabajo de investigación


sobre indicadores de calidad de suelo, en terrenos del Campo Experimental Cotaxtla, del
Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), localizado a
18°55´49” de latitud norte y 96°11´32” de longitud oeste, a una altitud de 14 m en el municipio
de Medellín de Bravo, Ver., México.

90
90
El suelo del sitio experimental es Fluvisol, de textura migajón arenosa en el espesor 0-30 cm de
profundidad y tiene más de 50 años de estar incorporado a la agricultura intensiva. El clima de
la localidad es cálido subhúmedo, Aw (w)(g), de acuerdo a la clasificación de Köppen
o
modificada por García (1987). La temperatura media anual es de 25.4 C, con una máxima de
o o
42.5 C y una mínima de 7.0 C, con precipitación pluvial anual de 1400 mm.
Uno de los terrenos del sitio experimental ha sido utilizado durante más de tres años con
labranza cero (sin movimiento de suelo), otro con labranza mínima (con un paso de cincel
previo a la siembra) y un tercero con labranza tradicional, que incluye barbecho, rastreo,
surcado y cultivos; en los tres terrenos se han realizado rotaciones de maíz-maíz y de maíz-
pica pica mansa (Mucuna pruriens).
En cada ciclo agrícola se determinaron los siguientes indicadores: a) Físicos: 1. Densidad
aparente mediante el método barrena de volumen conocido; 2. Resistencia a la penetración,
por medio del penetrómetro de golpe; 3. Velocidad de infiltración (I), con el método de doble
cilindro; b) Químicos: 1. pH, con el método del potenciómetro; 2. Porcentaje de materia
orgánica, con el método de digestión húmeda; 3. Nitrógeno total, con el método de Kjeldahl-
Gunning; 4. Capacidad de intercambio catiónico, con acetato de amonio 1 N y c) Biológicos: 1.
Número de lombrices existentes en un perfil de suelo de 40 x 40 x 40 cm. Las variables a1, b1,
b2, b3 y b4 se determinaron a tres profundidades: 0 a 5 cm, 6 a 15 cm y 16 a 30 cm, tal como
lo indican Aveldaño y Claverán (1994).
Para realizar los análisis de varianza se utilizó el paquete estadístico de la Universidad
Autónoma de Nuevo León, versión 2.5 (Olivares, 1994); las variables a1, b1, b2, b3 y b4 se
analizaron en diseño estadístico de bloques completos al azar con arreglo de tratamientos en
factorial completo irregular 3 x 2 x 3, considerando la información obtenida en ciclo agrícola
como repeticiones. Los factores y niveles de estudio fueron: a) Sistema de labranza: cero,
mínima y tradicional (testigo); b) Rotación de cultivos: maíz-maíz y maíz-pica pica mansa y c)
Profundidad de muestreo: 0 a 5 cm, 6 a 15 cm y 16 a 30 cm. Las variables a2, a3 y c1 se
analizaron en diseño estadístico de bloques al azar con dos repeticiones y arreglo de
tratamientos en factorial completo irregular 3 x 2, siendo los factores a) Sistemas de labranza y
b) Rotación de cultivos, ambos a los mismos niveles indicados anteriormente. En las variables
en que se detectó significancia se aplicó la prueba de Diferencia Mínima Significativa (DMS) al
0.05 de probabilidad de error, para darle validez estadística a las medias obtenidas por cada
factor en estudio y su efecto conjunto (Gomez y Gomez, 1984).

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

En los análisis de varianza, para el factor sistemas de labranza, se detectó significancia en el


porcentaje de materia orgánica, de nitrógeno total, en la capacidad de intercambio catiónico y
en el número de lombrices. En el factor rotación de cultivos, sólo se encontró significancia en la
última variable. A su vez, la fuente de variación profundidad de muestreo, fue altamente
significativa en las variables densidad aparente, pH, porcentaje de materia orgánica y de
nitrógeno total. Esto señala que las características referidas en cada factor, varían con el
sistema de laboreo, rotación de cultivos y con la profundidad del suelo. Con respecto a las
interacciones, únicamente se encontraron diferencias significativas en sistemas de laboreo x
rotación, en las variables porcentaje de nitrógeno total y en el número de lombrices. En el resto
de las interacciones, los factores actuaron de manera independiente, por lo que los efectos
simples de un solo factor, son los mismos para todos los niveles de los otros factores dentro de
una variación aleatoria, medida por el error experimental (Little y Hills, 1998).
Con el sistema de labranza cero y mínima, el contenido de materia orgánica, el porcentaje de
nitrógeno total y la capacidad de intercambio catiónico fueron significativamente mayores que
con el sistema tradicional de labranza (Cuadro 1). Lo anterior señala que un menor laboreo de
suelo mejora sus características químicas, esto es coincidente con lo expresado por Etchevers
(2001). También se observa que el número de lombrices fue significativamente mayor, cuando
el suelo no se removió, lo cual es concordante con lo expresado por el mismo autor en el
sentido de que la labranza cero junto con la retención de residuos afecta positivamente la
biomasa microbiana.

91
91
Cuadro 1. Efecto del sistema de labranza en algunas de las características químicas y
biológicas del suelo.
Sistema de Materia orgánica Nitrógeno CIC Número de
labranza (%) total (%) (meq/100 g) lombrices

Cero 2.693 a 0.135 a 68.105 a 5.00 a
Mínima 2.577 a 0.129 a 56.269 a 2.75 b
Tradicional 2.056 b 0.108 b 50.870 b 3.00 b
Comparador 0.255 0.013 12.362 1.77

Las medias de los tratamientos con letras similares, son estadísticamente iguales, de acuerdo
a la Diferencia Mínima Significativa (DMS, 0.05).

Con el sistema de rotación maíz-pica pica mansa (Cuadro 2), se tuvo una mayor población de
lombrices que con el sistema de maíz-maíz, lo cual esta fundamentado en lo expresado por
Uribe et al, al estudiar la contribución del mantillo en el sistema de labranza de conservación y
que señala que la más alta población de lombrices se presenta cuando se incluyen
leguminosas. Lo anterior es importante, ya que al tener una mayor población de lombrices, se
mejoran las características de aireación y de estructura del suelo.

Cuadro 2. Efecto del sistema de rotación de cultivos en la población de lombrices del suelo.
Rotación de cultivos Número de lombrices

Maíz-Pica pica mansa 5.17 a
Maíz-Maíz 2.00 b
Comparador 1.45

Las medias de los tratamientos con letras similares, son estadísticamente iguales, de acuerdo
a la Diferencia Mínima Significativa (DMS, 0.05).

En el Cuadro 3, se muestra que la densidad aparente y el pH del suelo se incrementaron con la


profundidad de muestreo, mientras que los porcentajes de materia orgánica y de nitrógeno total
se redujeron. A excepción del pH, las mejores condiciones agronómicas del suelo se tienen en
el estrato superficial, lo que es coincidente por lo señalado por Etchevers (2001) en cuanto a
que los cambios en los indicadores químicos por parte del tipo de rotación y la naturaleza de la
labranza se ubicaron en la profundidad de 0 a 5 cm. Una densidad aparente superior a 1.3 g
-3
cm , indica que el suelo está compactado, como consecuencia principalmente del uso
intensivo de maquinaria Singh et al., citado por Uribe (2003).

Cuadro 3 Efecto de la profundidad del muestreo en algunas de las características físicas y


químicas del suelo.
Profundidad Densidad Materia Nitrógeno
-3 pH
(cm) aparente (g cm ) orgánica (%) total (%)

0-5 1.313 b 5.892 b 2.841 a 0.143 a
6-15 1.396 a 6.037 a b 2.432 b 0.125 b
16-30 1.452 a 6.213 a 2.053 c 0.104 c
Comparador 0.061 0.182 0.255 0.013

Las medias de los tratamientos con letras similares, son estadísticamente iguales, de acuerdo
a la Diferencia Mínima Significativa (DMS, 0.05).

La interacción sistema de labranza x rotación (Cuadro 4), mostró, que al utilizar el sistema
tradicional de labranza con rotación maíz-maíz, el suelo presentó un porcentaje de nitrógeno
total significativamente menor que en el resto de las combinaciones. A su vez, la población de
lombrices fue significativamente mayor, cuando el suelo no se removió y se efectuó rotación de
maíz con pica pica mansa.

92
92
Cuadro 4. Efecto de la acción conjunta sistema de laboreo y rotación de cultivos en el
porcentaje de nitrógeno total y la población de lombrices del suelo.
Nitrógeno total
Labranza/Rotación Población de lombrices
(%)

Cero/Maíz-Maíz 0.138 a 2.00 b
Mínima/Maíz-Maíz 0.138 a 1.50 b
Cero/Maíz-Pica pica mansa 0.131 a 8.00 a
Mínima/Maíz-Pica pica mansa 0.121 a 4.00 b
Tradicional/Maíz-Pica pica mansa 0.119 a 3.50 b
Tradicional/Maíz-Maíz 0.098 b 2.50 b
Comparador 0.019 2.50

Las medias de los tratamientos con letras similares, son estadísticamente iguales, de acuerdo
a la Diferencia Mínima Significativa (DMS, 0.05).

CONCLUSIONES

Con base a los resultados obtenidos se concluye:


1. Con los sistemas de cero y mínima labranza se tienen mejores características químicas
y biológicas del suelo, que con el sistema tradicional.
2. Con la rotación maíz-pica pica mansa se incrementa la población de lombrices en el
suelo.
3. En general, se tienen mejores características físicas y químicas del suelo en la capa
superior.
4. El sistema de labranza tradicional con rotación de maíz-maíz afecta negativamente el
contenido de nitrógeno en el suelo, mientras que el sistema de cero labranza con
rotación maíz-pica pica mansa propicia condiciones favorables para incrementar la
población de lombrices.

LITERATURA CITADA

Aveldaño S., R. y R. Claverán A. 1994. Manual de variables y presentación de resultados del


proyecto “El sistema de labranza de conservación en maíz de temporal Ensayo uniforme”.
Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos. Instituto Nacional de Investigaciones
Forestales, Agrícolas y Pecuarias. Centro de Investigación Regional del Centro. 48 p.
Blanco-Canqui, H.; C.J. Gantzer; S.H. Anderson, and E.E. Alberts. 2004. Tillage and crop
responses on physical properties for an Epiaqualf. Soil Sci. Soc. Am. J. 68:567-576.
Campos, M. S., J. A. Cruz, S. M. Jácome, J. J. Bonilla, M. A. Reynolds. 2005. Programa de
siembra de maíz en labranza de conservación en el estado de Veracruz. Memoria Curso Taller
de Capacitación Técnica. INIFAP-CIRGOC. Campo Experimental Cotaxtla, Medellín de Bravo,
Veracruz. 99 p.
CENAPROS. 1999. Programa Nacional de Agricultura Sostenible (Labranza de Conservación).
Centro Nacional de Investigación para Producción Sostenible, INIFAP.
Claverán A., R., J. Velázquez, J. A. Muñoz, M. Tiscareño, J.R. Salinas, M. B. Nájera. 1997.
Avances de Investigación en labranza de conservación I. SAGAR-INIFAP-CENAPROS.
Claverán, A. R. y F. O. Rulfo (ed.). 2001. Productividad y Conservación Suelo y Agua. Avances
de Investigación en Agricultura de Conservación II. Centro Nacional de Investigación para la
Producción Sostenible. Libro Técnico 2. INIFAP.
Etchevers, J. D., R. A. Fischer, I. Vidal, K. A. Sayre, M. A. Sandoval, K. Oleschko y S. Roman.
2001. Labranza de conservación, indices de calidad de suelo y captura de carbono en:
Productividad y Conservación Suelo y Agua. Avances de Investigación en Agricultura de
Conservación II. Centro Nacional de Investigación para la Producción Sostenible. Libro Técnico
2. INIFAP, pp.273-286
Environment, 2001. Conservation Agriculture Called Next Green Revolution, Madrid, Spain. In
line: http://www.ecaf.org/Congress/Latest_news.htlm
Figueroa, S. B. y F. J. Morales. 1992. Manual de producción de cultivos con labranza de
conservación. SARH. Colegio de Postgraduados. Salinas, San Luis Potosí, México. 273 p.
Fregoso, L.E., J.R. Salinas, J.M. Cabrera, A. Flores, J. E. Morrison y W. A. LePori. 2002. Efecto
de sistemas de labranza sobre la calidad de vertisoles en El Bajío. Publicación Técnica No 1.
CENAPROS-INIFAP. 40 p.

93
93
Fregoso, L. E., F. Bahena, M. Bravo, J. de J. Velásquez, R. Paredes, R. Aguilar, J. Salinas, E.
Rosales, S. G. Campos. 2004. Indicadores para la evaluación de sostenibilidad de
agroecosistemas en tres ambientes agroecológicos de México. INIFAP. México D. F. 13 p.
García, E. 1987. Modificaciones al sistema de clasificación climática de Köppen (para adaptarlo
a las condiciones de la República Mexicana). Instituto de Geografía de la Universidad Nacional
Autónoma de México. 4ª ed. Universidad Nacional Autónoma de México. México, D. F. 130 p.
Gliessman, S.R. 1998. Agroecology: Ecological processes in sustainable agriculture. Chelsea,
MI, Ann Arbor Press.
nd
Gomez, K. A. and A. A. Gomez. 1984. Statistical procedures for agricultural research. 2 ed.
Wiley, New York, USA. 680 p.
Lal, R. 1982. Tillage research in the tropics. Soil and Tillage Research, 2:305-309.
Little, T. M. and F. J. Hills. 1998. Métodos estadísticos para la investigación en la agricultura. 2ª
ed. Trillas. México, D. F. 270 p.
Matson, P.A., W.J. Parton, A.G. Power and M.J. Swift. 1997. Agricultural intensification and
ecosystem properties. Science 277(July 25): 504-509.
Ochoa, G. 1999. (FIRA) Comunicación personal.
Olivares, S. E. 1994. Paquete estadístico de diseños experimentales [computer program].
Versión 2.5. Facultad de Agronomía de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Marín, N. L.,
México.
Rosales Robles, E., T. Medina Cazares, E. Contreras de la Cruz, L.M. Tamayo Esquer. 2000.
Manejo de maíz, sorgo y trigo bajo labranza de conservación. INIFAP-CIRNE, Campo
Experimental Río Bravo. Folleto Técnico Núm. 24. Tamaulipas, México. 80 p.
Uresti G. J. y M. Cadena Z., 1992. Efecto de la cobertura vegetal sobre la pérdida de suelo bajo
dos sistemas de labranza en condiciones tropicales. En: Memoria del XXV Congreso de la
Sociedad Mexicana de la Ciencia del Suelo.
Uribe, G. S., Campos, M. S., Vázquez, H. A., Barois B. I. y Uresti G. J. 2003. Contribución del
mantillo a la fertilidad sostenible del suelo manejando labranza de conservación. Informe
Técnico INIFAP-CIRGOC. 12 p.

94
94
95
95
96
96
EFECTO DE LA HARINA DE PESCADO DIABLO (Plecostomus spp.) EN EL
DESARROLLO DE CALABACITA (Cucúrbita pepo L.)
1
Isidro Monares Gallardo .,
2
Luis Fernando Ceja Torres .,
2
Carlos Escalera Gallardo .
RESUMEN

Se estudió el efecto de diferentes niveles de harina de pescado (Plecostomus spp.) por su alto
contenido de nitrógeno (7.8 %), como complemento de fuentes nitrogenadas inorgánicas (urea,
46 % N), en calabacita (Cucúrbita pepo L.). El experimento se desarrolló en Jiquilpan,
Michoacán, en condiciones de invernadero con un sistema de riego por goteo. La harina se
aplicó en dosis de 0, 2.5, 5.2, 7.8, 10.3, 12.9, 15.5, 18.0, 20.6, 23.2 y 25.8 g, complementada
con 4.3, 3.9, 3.4, 3.0, 2.6, 2.2, 1.7, 1.3, 0.8, 0.4 y 0 g de urea en bolsas de plástico negro con
capacidad de 20 L con arena de tezontle como sustrato. Las variables respuesta fueron, el
número de hojas, altura de la planta, producción, la materia fresca y seca, medidas durante el
período de crecimiento vegetativo y productivo. La adición de 12.9 g de harina por maceta (1.3
-1 -1
t ha ) más 2.2 g de urea (0.2 t ha ) tuvieron un efecto significativo (p # 0.05) en el desarrollo
de las plantas. Proporciones subsecuentes con mayor contenido de materia orgánica y menor
de urea, disminuyeron significativamente (p # 0.05) los valores de las variables respuesta.

Palabras clave: Materia orgánica, fertilidad, abono, hortalizas.

INTRODUCCIÓN

En México, la horticultura de exportación tiene gran importancia en la actividad agrícola en


general, tanto en el plano social por la generación de empleos, como en el económico por la
captación de divisas; siendo los principales productores Sinaloa y el sur de Sonora, por las
grandes extensiones sembradas con alta tecnología; sin embargo, las regiones calientes de
Michoacán y Guerrero, también forman parte de las 40 regiones donde se cultivan con éxito
hortalizas como la calabacita de la familia Cucurbitaceae, cuyas variedades pertenecen a la
especie Cucúrbita pepo L. (Maroto, 1989; Mendoza, 1996). Esta especie prospera en muchos
tipos de suelo, aunque prefiere los profundos con alto contenido de materia orgánica que
conserva la fertilidad, mantiene y mejora sus características físicas y químicas (Gros, 1981;
Maroto, 1989; Turchi, 1990). Entre la materia orgánica usada para producir hortalizas se
encuentran los abonos como el estiércol, gallinaza, compost, algas, paja, turba, sangre seca,
cuernos, huesos y harinas a base de pescado, que pueden ser utilizadas como fertilizante
simple o como constituyente de fertilizantes compuestos por su rápida descomposición y alto
contenido proteínico (47.9 %) y de cenizas (34.7 %), que proporcionan valiosos contenidos de
nitrógeno (7.8 %) y fósforo (4.7 %) (Paterson, 1970; Turchi, 1990; Escalera, 2006). Por lo
anteriormente expuesto, se planteó el presente trabajo con la finalidad de valorar la respuesta
de la calabacita a la aplicación de harina a base de pescado diablo (Plecostomus spp.) y darle
un valor agregado a este recurso natural que está siendo desaprovechado, porque no tiene
ningún interés comercial. Los objetivos específicos fueron evaluar el desarrollo y la producción
de calabacita con diferentes proporciones de harina de pescado como abono orgánico
nitrogenado y determinar proporciones óptimas como complemento de fertilizantes inorgánicos.

_____________________________
1 2
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Centro Interdisciplinario de Investigación
para el Desarrollo Integral Regional –IPN – U – MICHOACÁN. Justo Sierra No. 28, Jiquilpan,
Michoacán. C.P. 59510. Tel: (353) 53 3 02 18 [email protected]

97
97
MATERIALES Y MÉTODOS
Descripción del área de estudio
La investigación se desarrolló de octubre de 2006 a febrero de 2007 en el invernadero del
CIIDIR-IPN-MICHOACÁN, localizado en Jiquilpan al noroeste del estado de Michoacán,
delimitado por los paralelos 20° 03´ 02” y 19° 52´ 54” de latitud norte y los meridianos 102° 39´
33” y 102° 56´ 16” de longitud oeste.

Diseño experimental y tratamientos


El experimento se llevó a cabo con la utilización de plantas de calabacita variedad “Grey
Zuchini”. Se utilizó un diseño completamente al azar con 12 tratamientos y cinco repeticiones.
Los tratamientos se conformaron con diferentes proporciones de harina de pescado,
combinada con fertilizante nitrogenado (urea) y un testigo absoluto (Cuadro 1). Se utilizó arena
de tezontle como sustrato en bolsas de plástico negro con capacidad de 20 L. La fórmula base
de fertilización fue 200-200-200 utilizando como fuentes de N, P y K, Urea (46 %), Superfosfato
triple de calcio (46 %) y Cloruro de Potasio (60 %) respectivamente. Se aplicaron tres riegos
diarios equivalentes a 250 ml de agua por planta en cada riego.

Cuadro 1. Proporción de urea y harina de pescado utilizada en el experimento.


Proporción de urea (g) Proporción de harina de pescado Proporción urea / harina
(g) (%)
4.3 0.0 100 / 0
3.9 2.5 90 / 10
3.4 5.2 80 / 20
3.0 7.8 70 / 30
2.6 10.3 60 / 40
2.2 12.9 50 / 50
1.7 15.5 40 / 60
1.3 18.0 30 / 70
0.8 20.6 20 / 80
0.4 23.2 10 / 90
0.0 25.8 0 / 100

Características bromatológicas de la harina


La harina que se utilizó contenía 1.14% de humedad, 34.70% de cenizas, 12.13% de grasas,
47.90% de proteínas y 4.10% de carbohidratos. El contenido de nitrógeno de la harina se
determinó a partir del contenido de proteínas, con base en la norma mexicana (NMX-F-068-S-
1980).

Variables en estudio
Para evaluar la eficacia de los tratamientos se consideró la altura de la planta (cm), número de
hojas, producción (g), la materia fresca y seca (g). La altura de la planta y el número de hojas
se evaluaron quincenalmente con el propósito de monitorear el crecimiento y desarrollo de la
planta. Para evaluar la producción, se contó el número de frutos, se midió su tamaño y se pesó
individualmente. Al final del ciclo de cultivo, se extrajeron las plantas de calabacita, sus raíces
se lavaron con agua potable, se secaron al ambiente y se pesaron para determinar materia
fresca. Posteriormente estas plantas se dejaron deshidratar por varios días hasta obtener peso
constante y valorar materia seca.

Análisis estadístico
Se hizo un análisis de varianza para el diseño estadístico utilizado y una comparación de
promedios mediante la prueba de Tukey con un nivel de significancia de 0.5. Estos análisis
estadísticos se realizaron en computadora con el programa Statiscal Análisis System (SAS
Institute, 1988).

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Altura de la planta de calabacita


Las plantas tratadas con diferentes proporciones de urea y harina de pescado, no tuvieron
efectos significativos al inicio de la etapa fenológica de floración (Cuadro 2). Sin embargo, si se

98
98
presentaron diferencias estadísticas (p # 0.05) hacia el final del ciclo de cultivo. La adición del
abono orgánico con niveles de 5.2 a 12.9 g incrementó el desarrollo de las plantas de
calabacita en relación con aquellas fertilizadas exclusivamente con urea, mientras que los
tratamientos con mayor proporción de harina de pescado (15.5 a 25.8 g) mostraron ligeramente
atraso en su crecimiento, resultado que concuerda con lo señalado por Tamhane (1978) en
relación a los efectos causados en los cultivos sembrados inmediatamente después de la
adición de grandes cantidades de residuos orgánicos. Los mejores tratamientos
numéricamente, fueron aquellos que lograron alturas mayores de 27 cm (Cuadro 2).
Cuadro 2. Altura promedio de plantas de calabacita al inicio y al final del ciclo de cultivo.
Tratamientos Altura promedio al inicio de la Altura promedio al final del
Proporción urea/harina (g) floración (cm) ciclo de cultivo (cm)
4.3/0 11.88 a* 26.86 ab*
3.9/2.5 11.98 a 27.66 ab
3.4/5.2 13.38 a 29.92 a
3.0/7.8 13.40 a 30.06 a
2.6/10.3 11.46 a 27.50 ab
2.2/12.9 13.62 a 29.40 a
1.7/15.5 13.02 a 24.56 abc
1.3/18.0 13.86 a 26.34 ab
0.8/20.6 13.50 a 26.70 ab
0.4/23.2 13.70 a 22.74 bc
0/25.8 12.68 a 19.54 c
0/0 7.32 b 11.06 d
* Letras diferentes en las columnas indican diferencias significativas estadísticamente (Tukey,
0.05%)

Número de hojas
En relación con este parámetro se observó un comportamiento similar en todos los
tratamientos tanto al inicio de la floración como al final del ciclo de cultivo, excepto en el
tratamiento absoluto que fue significativamente inferior (p # 0.05). Sin embargo, el tratamiento
con proporciones similares de urea/harina en cuanto al contenido de nitrógeno (2.2/12.9 g),
tuvo entre 3 a 5 hojas más que el resto de los tratamientos (Cuadro 3). Cabe señalar que en
plena floración se presentó una notable clorosis en las hojas de plantas que tuvieron mayores
cantidades de harina de pescado (15.5 a 25.8 g) (Cuadro 3), debido posiblemente a
deficiencias de N; lo cual pudo deberse a que el nitrógeno de este abono orgánico, no fue
asimilado tan rápido como suele suceder con el N de los fertilizantes inorgánicos (Gros, 1981).

Cuadro 3. Número promedio de hojas en tratamientos con diferentes proporciones de urea y


harina de pescado.
Tratamientos Promedio de hojas al inicio de Promedio de hojas al final del
Proporción urea/harina (g) la floración ciclo de cultivo
4.3/0 6.82 ab* 17.0 ab*
3.9/2.5 6.66 ab 16.46 ab
3.4/5.2 7.14 a 17.20 ab
3.0/7.8 6.80 ab 17.22 ab
2.6/10.3 5.88 b 15.58 abc
2.2/12.9 6.40 ab 17.64 a
1.7/15.5 6.94 ab 15.80 abc
1.3/18.0 6.54 ab 15.06 abc
0.8/20.6 6.66 ab 15.36 abc
0.4/23.2 6.52 ab 14.54 bc
0/25.8 6.10 ab 13.20 c
0/0 4.12 c 9.80 d
* Letras diferentes en las columnas indican diferencias significativas estadísticamente (Tukey,
0.05%).

Producción de fruto
La producción de frutos de calabacita inició mes y medio después de la siembra, la cual fue
escasa debido a que durante la mayor parte del ciclo de cultivo la temperatura mínima estuvo
por debajo de los 15 °C, lo cual pudo propiciar una marcada diferencia en cuanto a la

99
99
proporción de flores masculinas (89 %) y femeninas (11 %), siendo las óptimas para su
desarrollo entre los 18 y 24 °C (Maroto, 1989). Las plantas fertilizadas con 100 % de urea (4.3
g) y con 50 % de urea y 50 % de harina de pescado respectivamente (2.2/12.9 g), registraron el
mayor peso de fruto de la escasa producción (152.94 y 152.26 g,), siendo estadísticamente
superiores (p # 0.05) (Cuadro 4). Estos resultados sugieren que la aplicación de abonos
orgánicos en dosis adecuadas, puede ser una buena alternativa para complementar el
nitrógeno que requiere la planta. Mayores proporciones de harina de pescado y menores de
fertilizante inorgánico pudieron influir en la pobre asimilación de nitrógeno por la planta y por lo
tanto en la menor producción, ya que los microorganismos que descomponen la materia
orgánica necesitan nitrógeno que lo toman tanto del suelo como del fertilizante químico (Potash
& phosphate Institute, 1988).

Cuadro 4. Producción promedio de calabacita con base en diferentes proporciones de urea y


harina de pescado.
Tratamientos Producción promedio de calabacita (g)
Proporción urea/harina (g)
4.3/0 152.94 a*
3.9/2.5 83.88 abc
3.4/5.2 104.48 ab
3.0/7.8 96.32 ab
2.6/10.3 88.98 ab
2.2/12.9 152.26 a
1.7/15.5 49.80 bc
1.3/18.0 32.40 bc
0.8/20.6 38.12 bc
0.4/23.2 35.34 bc
0/25.8 16.44 bc
0/0 0.0 c
*Letras diferentes en las columnas indican diferencias significativas (Tukey, 0.05%)

Materia fresca y seca


Los tratamientos con mayor biomasa fresca y seca, fueron los que se fertilizaron con
proporciones entre 2.6 y 4.3 g de urea complementada con 7.8 g de harina de pescado, los
cuales fueron estadísticamente superiores (p # 0.05) a los que tuvieron mayor contenido de
harina (Cuadro 5). Es probable que los tratamientos con estas características (mayor contenido
de abono orgánico), hayan limitado la disponibilidad del nitrógeno para la planta durante su
proceso de descomposición; por consiguiente, cuando el suplemento de N es escaso, el
crecimiento es retardado (Greenwood et al., 1980). Asimismo, la menor asimilación de
nitrógeno tiene que ver con menor producción de compuestos orgánicos nitrogenados como
aminoácidos y proteínas, lo que explicaría también, su menor producción de biomasa (Sánchez
et al., 2006).

Cuadro 5. Peso fresco y seco de plantas de calabacita en relación con diferentes proporciones
de fertilizante químico y harina de pescado.
Tratamientos Peso promedio de materia Peso promedio de materia
Proporción urea/harina (g) fresca (g) seca (g)
4.3/0 182.80 a* 21.50 a*
3.9/2.5 61.50 ab 18.88 ab
3.4/5.2 149.60 ab 17.20 ab
3.0/7.8 180.20 a 21.08 a
2.6/10.3 137.70 abc 15.52 abc
2.2/12.9 151.80 ab 17.48 ab
1.7/15.5 113.88 abc 12.82 abc
1.3/18.0 124.56 abc 13.42 abc
0.8/20.6 119.46 abc 13.04 abc
0.4/23.2 (J) 91.20 bc 9.56 bcd
0/25.8 63.40 cd 6.68 cd
0/0 9.10 d 1.00 d
* Letras diferentes en las columnas indican diferencias significativas estadísticamente (Tukey,
0.05%)

100
100
EXTRACTOS VEGETALES EN EL CONTROL DE MOSQUITA BLANCA (Bemisia tabaci
Gennadius) EN FRIJOL, ETLA, OAXACA

1
Echeverría-Pérez Eric ;
2
Carrillo-Rodríguez J. Cruz ;
2
Jerez-Salas M. Patricia ,
2
Villegas Aparicio Yuri ;
3
Perales-Segovia Catarino .
RESUMEN

Debido a las consecuencias desfavorables que el uso irracional de plaguicidas ha traído


consigo, la tendencia actual es descubrir y utilizar productos alternativos con modo de acción
diferente, selectivos, poco persistentes y que presenten baja toxicidad a mamíferos. Por ello, el
presente trabajo se enfocó a la evaluación de tres extractos vegetales y un combinado a base
de epazote (Chenopodium ambrosiodes), albahaca (O. basilicum) y diente de león (T.
officinale) a cinco diferentes concentraciones (1, 3, 5,10, 20%), comparados con un tratamiento
químico con Endosulfan para el control de mosquita blanca (B. tabaci) en frijol con franjas de
maíz. Los resultados analizados estadísticamente señalan una reducción en la dinámica
poblacional de mosquita blanca en el cultivo a la concentración de 20%. Esto demuestra las
propiedades insecticidas de esta especie, obteniendo así un método de control para el manejo
integral de plagas agrícolas.

INTRODUCCIÓN

La mosquita blanca (Bemisia tabaci Genn.) y la mosquita blanca de la hoja plateada (Bemisia
argentifolli B), en su conjunto constituyen uno de los grupos de plagas más importantes en el
mundo, por los daños que ocasionan mediante la acción indirecta en la transmisión de virus,
parte en los cultivos en campo como en invernadero. Además el insecto excreta una mielecilla
sobre las hojas que favorecen el desarrollo de una fungosis negra (Mycosphaerella horril Hars)
conocida como fumagina o mancha grasienta (Davidson et al., 1994).
Los cultivos con mayor incidencia de mosquita blanca son: el fríjol y jitomate. Es común que
todas las plantas se infecten, a pesar del uso de insecticidas, aún cuando la incidencia del
vector sean bajas (Cubillo et al., 1994).
Una de las especies vegetales reconocidas en el mundo científico del occidente es el nim
(Azadirachta indica A. Juss), vegetal de importancia potencial relevante, en virtud de sus
características muy distintivas. Esta especie arbórea, ha despertado la atención del mundo
científico biológico, por sus múltiples propiedades y usos; también se le reconoce como la
botica del pueblo en la India. Por ese motivo, en los últimos años ha ido en aumento el interés
de la ciencia por esta especie, ya que dos decenios de investigación revelan resultados
prometedores en tantos campos, que esta especie pudiera aportar enormes beneficios a la
humanidad (Estrada 2007, Sanjuán et al., 2005).
Algunas investigaciones han demostrado que las hojas y semillas en forma de extractos,
polvos, pastas y aceites de nim han sido efectivos en el control de plagas, en granos
almacenados como palomilla de las almendras (Cadra cautella), gorgojo del caupí
(Callosobruchus maculatus), gorgojo sureño del frijol (Callosobruchus chinensis), gorgojo del
maíz (Sitophilus zeamais), gorgojo castaño (Tribolium castaneum), gorgojo comun (Tribolium
granarius), gorgojo confuso de la harina (Tribolium confusum), gorgojo de los cereales
almacenados (Rizopertha dominica), etc. La aplicación de productos de nim en granos
almacenados ocasiona una mejor emergencia de adultos, incrementa la tasa de mortalidad de

!"#$%&'(")$"*%+$,&-./0-(%$,"1234-0/,56%-+$',-)/)"72&8%(4/")$9"$,&/)(")$":-)/9.(5";"#$%&'("
)$"*%+$,&-./0-(%$,"<-(98.-0/,5"6%-+$',-)/)"72&8%(4/")$9"$,&/)(")$":-)/9.(5"
='-$&(.>2/$?5'$)2/$?5"@!A"B,&2)-/%&$")$"9/"C/$,&'3/"$%"#-$%0-/,"$%"D'()20&-+-)/)")$"
7.'($0(,-,&$4/,")$9"*EFGH"I/J/'$%("K(L(0(&9M%H"G/L5"@;A"D'(N$,('"*%+$,&-./)('")$9"
D(,.'/)(")$9"*EFG";OH"I/J/'$%("K(L(0(&9M%H"G/L5"@OA"D'(N$,('")$9"*E7";PH"B9"Q9/%(H"
7.2/,0/9-$%&$,

101
los insectos, causa repelencia a la alimentación, lo que permite una protección que varía entre
seis y doce meses (Cruz, 2001). Existen otras especies como el cempazuchilt, albahaca,
cebolla, epazote, entre otras que se han utilizado como extractos vegetales con diferentes
dosis en la producción hidro-orgánica de jitomate (Carrillo y Perales, 2007).
En nuestro país y especialmente en los Valles Centrales del estado de Oaxaca, el frijol negro
es un cultivo básico para la alimentación familiar, sin embargo existen vectores como es el
caso de mosquita blanca que afectan el rendimiento. Para el control de ésta plaga se utilizan
agroquímicos caros, de alto impacto ambiental y humano, esto ha propiciado que esta plaga
desarrolle resistencia contra estos productos. Ante esta disyuntiva, los extractos vegetales
podrían ser una alternativa para el manejo integrado de la mosquita blanca y contribuir en el
cuidado del medio ambiente.
El objetivo fue evaluar el efecto de extractos vegetales con diferentes concentraciones y
aplicaciones alternadas para el control de la mosquita blanca en frijol.

MATERIALES Y MÉTODOS

En el ensayo se evaluaron diferentes concentraciones y aplicaciones alternadas, de los


extractos de epazote (Chenopodium ambrosiodes L.) al 1, 3, 5, 10 y 20%, albahaca (Ocimum
basilicum L.), al 1, 3, 5, 10 y 20%, diente de león (Taraxacum officinale) al 1, 3, 5, 10 y 20%,
para el control de la mosquita blanca, en el cultivo de frijol en franjas de maíz (Cuadro 1 y 2).
Se realizó en la Comunidad de Santiago Suchilquitongo, Etla, del Distrito de la Villa de Etla y de
acuerdo a la división territorial del Estado de Oaxaca se localiza a los 17º 15 de latitud Norte y
96º 52´ 30” de Longitud Oeste con una altitud de 1670 m. El material genético utilizado fue el
fríjol, conocido etnobotánicamente como fríjol delgado, originario de Santiago Suchilquitongo,
Etla. La siembra se realizó de manera tradicional depositando en el fondo del surco entre 2 y 3
semillas de frijol a cada 40 cm, con éste sistema se tuvo una densidad de población de 45, 000
plantas por hectárea.
Aunque el experimento fue diseñado para el ciclo de temporal, hubo necesidad de aplicar dos
riegos por problemas de sequía. La fórmula de fertilización recomendada fue 40- 40- 00,
aplicando el 50% de nitrógeno y todo el fósforo al momento de la siembra. La aplicación se
realizó a chorrillo en el fondo del surco y el 50% restante del nitrógeno se aplicó durante la
escarda sobre las hileras de las plantas, cubriéndose inmediatamente con una capa de tierra.
Como fuente de nitrógeno se utilizó urea y 18-46–00 para el fósforo. El deshierbe se realizó
con la ayuda de una yunta. El grano de frijol se cosechó cuando las vainas alcanzaron su
madurez fisiológica (secas), esto ocurrió a los 90 días después de la siembra, la cosecha se
hizo de forma manual.
Se utilizó un diseño en bloques completamente al azar para los 21 tratamientos, con 5
repeticiones cada uno, donde la unidad experimental fue una planta de frijol, cubierto con
bastidores de madera forrado con malla antiácida, con dimensiones de 0.50 x 0.50 x 0.50 m
infestada de mosquita blanca. Así también, cada tratamiento constó de un testigo blanco para
obtener la mortalidad corregida y aplicar la ecuación de Abbott (1925) citado por Pérez (2002).
Para éste bioensayo se evaluaron tres de las especies vegetales más sobresalientes ó
prometedoras de otro experimento realizado por Sanjuán et al., (2005), utilizándose toda la
planta (Cuadro 1).

Cuadro 1. Nombre común, científico, familia y parte empleada.

Nombre común Nombre científico Familia

Epazote Chenopodium ambrosiodes Chenopodicea


Albahaca Ocimum basilicum Labiatae
Diente de León Taraxacum officinale Apocynacea
Extracto alternado (aplicar primero epazote, luego albahaca y el diente de león)

102
Testigo químico (Endosulfan)

Los tratamientos fueron tres especies vegetales, la aplicación alternada de los mismos
extractos y un testigo con agroquímico (Endosulfan) que se utiliza comúnmente en esta
comunidad para el control de dicha plaga, con tres repeticiones cada uno, resultando 21
tratamientos para éste bioensayo (Cuadro 2).
Cuadro 2. Tratamientos con sus especies y dosis utilizados

Especie usada Dosis en (%) No. de tratamientos


Epazote Chenopodium ambrosiodes 1, 3, 5, 10, 20 T 1, T 2 , T 3, T 4, T 5
Albahaca Ocimum basilicum 1, 3, 5, 10, 20 T6, T7 , T8, T9, T10
Diente de León Taraxacum officinale 1, 3, 5, 10, 20 T11, T12 , T13, T14, T15
Extracto alternado 1, 3, 5, 10, 20 T16, T17, T18, T19, T20
Testigo químico (Endosulfan) 2 ml/L de agua T21

Las plantas de albahaca, epazote y diente de león se recolectaron en los campos de


Suchilquitongo, Etla, lugar donde se llevó a cabo la investigación, éstas crecen de manera
silvestre en los traspatios de las casas en forma natural. El proceso del secado fue a la sombra
durante dos semanas, la pulverización del material vegetal se realizó utilizando un molino
manual.
Para la obtención de la solución madre al 10%, se pesaron 100 gr de materia seca a la que se
aforó a un litro con 800 ml de agua potable más 200 ml de alcohol etílico de 96º. Este se dejó
reposar durante 24 horas, para su posterior aplicación. Este mismo procedimiento se utilizó
para las demás especies.
Las dosis empleadas como tratamientos de los extractos vegetales en ésta investigación fueron
1, 3, 5, 10 y 20% de los cuales la equivalencia a su aplicación se describen a continuación:
1% = 10 ml de solución madre más un litro de agua corriente
3% = 30 ml de solución madre más un litro de agua corriente
5% = 50 ml de solución madre más un litro de agua corriente
10% = 100 ml de solución madre más un litro de agua corriente
20% = 200 ml de solución madre más un litro de agua corriente

Las aplicaciones se realizaron por la mañana (7:00 am) a los 30 días posteriores a la siembra.
Antes de las aplicaciones se realizó un conteo, posteriormente se colocó los bastidores de
madera para cubrir las plantas y se procedió con las aplicaciones de los tratamientos con una
mochila aspersora manual de 15 L de capacidad. Después de 10 horas de su aplicación se
procedía el conteo de cada tratamiento.
Las variables evaluadas fueron la mortalidad y el rendimiento de grano, estas se describen a
continuación.

Mortalidad: Esta variable se obtuvo, contando los insectos muertos por cada tratamiento
aplicado, posteriormente con la relación del número de insectos muertos y vivos se determinó
la mortalidad sin corregir.

Para determinar la mortalidad corregida a los datos obtenidos de esta variable se corrigieron
mediante la ecuación de Abbot (1925) citado por Lagunes, (1993) y Pérez (2002), para obtener
la mortalidad real del experimento. Posteriormente se realizó un análisis de varianza y la
comparación de medias a través de la prueba de Tukey (p=0.05).

MC = [(X-Y)/(100-Y)](100)
Donde:
MC = Mortalidad corregida en (%)
X = Porcentaje de mortalidad en el tratamiento
Y = Porcentaje de mortalidad en el testigo

103
RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Variable mortalidad
Con base en el análisis de varianza hubo diferencia significativa entre tratamientos evaluados
Tukey (p=0.05), la cual se observa más a detalle en la comparación de medias (Cuadro 3).
Cuadro 3. Porcentajes de mortalidad de la mosquita blanca (Bemisia tabaci ).
Especie vegetal Dosis (%) No. de tratamiento Mortalidad (%) Tukey (P =0.05)*
-1
Químico (2ml ) 21 72.0 a
Epazote 20 5 61.2 ab
Albahaca 20 10 60.6 ab
Albahaca 10 9 60.4 ab
Epazote 5 3 59.2 ab
Diente de león 20 15 55.6 abc
Albahaca 1 6 54.6 abc
Epazote 10 4 54.2 abc
Alternados 20 20 53.0 abcd
Epazote 3 2 46.0 abcde
Alternados 5 18 38.4 abcde
Epazote 1 1 36.4 abcde
Diente de león 3 12 34.0 abcde
Diente de león 10 14 33.8 abcde
Alternados 3 17 27.6 bcde
Albahaca 3 7 25.6 bcde
Alternados 10 19 24.4 bcde
Alternados 1 16 14.2 cde
Diente de león 5 13 11.2 de
Diente de león 1 11 10.2 e
Albahaca 5 8 8.2 e
* Las medias con las mismas letras dentro de columnas son iguales de acuerdo a la prueba de
Tukey a una P< 0.05.

El tratamiento más sobresaliente fue el 21 (químico) presenta diferencias altamente


significativas e igual estadísticamente a los tratamientos 5, 10, 9, 3, 15, 6, 4, 20, 2,18, 1, 12 y
14 correspondientes a los extractos de epazote al 20, 10, 5 y 3%, albahaca al 20, 10, y 1%,
diente de león al 20% y la aplicación alternada de los mismos al 20%, tienen efectos similares
con el producto químico (Endosulfan) que comparte el mismo rango estadístico.
En cambio los tratamientos que presentaron una mortalidad menor al 30% y que corresponden
a las especies de albahaca y diente de león a las concentraciones de 1, 3 y 5%, a pesar de
tener efecto insecticida como extracto vegetal, no se consideran competitivos para el control de
la mosquita blanca.
En investigaciones realizadas por Domínguez et al., (1988), evaluaron la toxicidad de los
extractos de cebolla (Allium cepa L.), cempasúchil (Tagete erecta) y epazote (Chenopodium
ambrosiodes L.) para determinar la mortalidad de huevecillos y estadios adultos. El extracto
más sobresaliente fue el epazote al causar la mortalidad general en huevecillos y adultos de
mosquita blanca.

104
Martínez (2003), encontró que los extractos etanólicos de diente de león (Taraxacum
offcicinale) y la artemisa (Artemisia vulgar L.) logró una mortalidad corregida mayor del 40%,
además, se han aislado varios compuestos químicos que pertenecen a los grupos que poseen
propiedades insecticidas, como son alcaloides, flavonoides y alcoholes. De esta manera, Pérez
et al., (1996), reportan que los extractos de diente de león (Taraxacum. officinale) y rabanillo
(Raphanus raphanistrum L.) son efectivos para el control de la mosquita blanca, por lo que se
consideran como una alternativa viable para el manejo integrado de este insecto. Estas
especies vegetales presentan una ventaja dentro de las tendencias ecologistas que buscan
alternativas de control de insectos plaga, aunque este método no es tan rápido y letal como los
agroquímicos pero si es efectivo porque tienen la ventaja de que los productos son
degradables en el medio ambiente y no presentan efectos residuales en la cosecha
(Rodríguez, 2001).

Rendimiento
El análisis de varianza para la variable rendimiento mostró diferencias significativas entre los
tratamientos, esto indica el efecto de la aplicación de los extractos vegetales a las diferentes
concentraciones (Cuadro 4).

Cuadro 4. Efecto de los extractos vegetales en el rendimiento en frijol.


-1
Tratamiento Descripción kg planta Tukey (!=0.01)*
5 Epazote al 20% 0.60 a
21 Químico 0.55 ab
4 Epazote al 10% 0.52 ab
10 Albahaca al 20% 0.50 ab
9 Albahaca al 10% 0.43 abc
3 Epazote al 5% 0.41 abcd
1 Epazote al 1% 0.41 abcd
2 Epazote al 3% 0.40 bcd
8 Albahaca al 5% 0.40 bcd
7 Albahaca al 3% 0.40 bcd
6 Albahaca al 1% 0.38 bcde
20 Combinado al 20% 0.36 bcde
19 Combinado al 10% 0.30 cde
18 Combinado al 5% 0.27 cde
16 Combinado al 1% 0.27 cde
17 Combinado al 3% 0.27 cde
22 Testigo 0.27 cde
15 Diente de león 20% 0.25 cde
13 Diente de león 5% 0.22 de
14 Diente de león 10% 0.22 de
11 Diente de león 1% 0.20 e
12 Diente de león 3% 0.19 e
* Las medias con las mismas letras dentro de columnas son iguales de acuerdo a la
prueba de Tukey a una P< 0.05.

Los mejores rendimientos se obtuvieron en las parcelas tratadas con el extracto vegetal de
epazote a la concentración del 20%, obteniéndose 0.6 kg por planta, presentando diferencias

105
altamente significativas e igual estadísticamente al tratamiento químico con 0.55 kg por planta,
y a los tratamientos 4, 10, 9, 3 y 1, que corresponden a las especies de epazote y albahaca a
sus diferentes concentraciones.
En el cultivo del frijol la incidencia de mosquita blanca se presenta desde la emergencia y si las
poblaciones llegan a presentarse de manera elevada se afecta directamente al periodo de
floración y por consiguiente a la deformación del ejote, en cambio si la plaga es tratada de
manera adecuada, los rendimientos suelen incrementarse hasta en un 40% más (Pacheco,
1999).

CONCLUSIONES
1. Las especies vegetales evaluadas en campo, mostraron efecto insecticida contra la mosquita
blanca en estado adulto, tal es el caso del epazote (Chenopidun ambrosioides) a las
concentraciones del 20, 10, 5 y 3% controló del 46.0 al 61.2% de mortalidad del vector, la
albahaca (Ocimun basilicum) al 20 10 y 1% obtuvieron una mortalidad del 54.6 al 60.6%, y el
diente de león (Taraxacum officinale) al 20%, obtuvo el 55.6% de mortalidad de mosquita
blanca.
2. El tratamietno alternado que consideró la aplicación de los extractos vegetales de epazote,
albahaca y diente de león al 20% de su concentración, presentó un 53.0% de mortalidad de la
mosquita blanca.
3. El rendimiento por planta osciló de 0.41 a 0.60 kg representativo de los mejores
tratamientos, sobresaliendo el extracto vegetal de epazote con sus diferentes concentraciones
1, 3, 5, 10 y 20% y el extracto de albahaca al 10 y 20%.

LITERATURA CITADA

Carrillo Rodríguez J. C. y Perales Segovia C. 2007. Los sistemas de producción hidro-


orgánicos de tomate. Revista AGROproduce, órgano informativo de Fundación Produce
Oaxaca A.C. 31-32.
Cruz F. M. 2001. El neem (Azadirachta indica A. Juss), su uso contra insectos de almacén. En
“XXX aniversario del Campo Experimental Todos Santos, potencialidades y manejo del neem”.
Memoria técnica Num. 1. INIFAP. Campo Experimental, Todos Santos. La Paz, BCS, México.
p.70
Cubillo D, Larriva, W., Qujije, R.; Chacon, A.; Hilje, L. 1994. Evaluación de la repelencia de
varias substancias sobre la mosca blanca, (Bemisia tabaci) (Homóptera: Aleyrodidae). Manejo
integrado de plagas (Costa Rica) No. 33:26-28.
Davidson, E. W., B. J. Segura, T. Steele y D. L. Hendrix. 1994. Microorganisms influence the
composition of honeydew produced by the silverleaf whitefly, Bemisia argentifoli J. Insect.
Physiol. 40: 1069-1076.
Domínguez R., y R. Bustamante, A. M. Córdoba, G. 1988. Efecto de Extractos vegetales en
poblaciones de mosquita blanca Bemisia tabaci G. XXIII Congreso Nacional de Entomología.
Resúmenes. Morelia Mich. 245-246.
Estrada Ortíz J. 2007. El nim, una alternativa agroecológica sostenible. Manual Técnico,
Instituto de Investigaciones Fundamentales en Agricultura Tropical (INIFAT), Habana Cuba.
P.26.
Lagunes A. T. 1993. Uso de extractos y polvos vegetales y polvos minerales para el combate
de plagas del maíz y del frijol en la agricultura de subsistencia. Memoria. Colegio de
Postgraduados. Montecillo Estado de México. p.35.
Martínez D. 2003. Manejo integrado de mosquita blanca-virosis en tomate (Lycopersicum
esculenum Mill.) en Valles Centrales de Oaxaca. Tesis de maestría en ciencias. ITAO. No. 23.
Nazareno Xoxocotlán Oaxaca. p.105.
Pacheco, A. A. 1999. Plantas con propiedades insecticidas de las familias apocináceas y
euforbiáceas en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca. Tesis Profesional de Ing. Agron.. ITAO No.
23. Ex- Hacienda de Nazareno Xoxocotlán, Oaxaca. p.112.
Pérez, P. R. 2002. Control de mosquitos con nemátodos y extractos vegetales. Tesis para
obtener el grado de Doctor en Ciencias, Colegio de Posgraduados, Montecillo, Texcoco, Edo.
de México.p.124.
Pérez, P. R.; García, G. J. y Martínez, S. 1996. Control de plagas y enfermedades en jitomate y
chile con extractos vegetales acuosos. In: Resultados de Investigación y Desarrollo
Tecnológico. CIIDIR-IPN-OAXACA. Oaxaca, Oax. 23-26.

106
Rodríguez, H. C. 2001. Memorias del II Simposio Internacional sobre substancias vegetales y
minerales en el combate de plagas, realizado en el 16 de julio, Querétaro, Qro. Méx. p. 8.
Sanjuán Lara F., Carrillo Rodríguez J. C., Perales Segovia C., Aragón Robles E. 2005.
Extractos vegetales como una alternativa para el control de la mosquita blanca (Bemisia
tabaci Gennadius) en Calabacita (Cucurbita pepo). Revista Mexicana de Agroecosistemas Vol.
1, No. 1. 2005. p. 5.

107
THE ORGANIC MARKET IN GERMANY: DEVELOPMENT AND TRENDS IN FOOD
RETAILING
1
María Isabel Juárez Hernández .
2
Achim Spiller .

ABSTRACT

Germany is the largest European organic market in terms of total turnover. In contrast to other
European countries, Germany has developed a different market structure for organic products.
The study of the German market is of special interest because organic food retailing was not
developed under a commercial scheme but encouraged by ideological and political movement.
This in turn determined that small-specialized shops were to be the main marketing channels
until the early 2000s. After reviewing the literature, we analysed the changes in the total
turnover by different marketing channels.
Recently with the boom of organic products, the so-called “Bio-boom” niche market for organic
produce has risen steadily into the mainstream. Food retailers, conventional supermarkets, and
discounters started to offer an organic assortment alongside foodstuffs produced by
conventional farming. The “conventionalisation” of the organic sector represents significant
changes in social, economical, and agricultural aspects for the organic sector.
Moreover, changes in the market structure and new roles for the small organic specialized
shops are becoming more established altering the origin, the principals and ideological
objectives of modern organic farming. These changes left traditional channels and concerned
consumers in the margins and represented new trends for pioneering small shops. In this
context, the “embededdness theory” in a local and regional context, is an alternative orientation
to strengthen production, distribution, and consumption in small-specialized shops and direct
sales outlets.
Keywords: organic products, market structure, marketing channels, food retailing,
conventionalisation.

RESUMEN

El país que registra el mayor número de ventas de productos orgánicos en Europa es Alemania
el cual en contraste con otros países Europeos con una estructura de mercado caracterizada
por centralizar la venta de productos orgánicos en canales convencionales en Alemania se ha
desarrollado una estructura de mercado donde la venta de estos productos se realiza
principalmente por canales de venta tradicionales.
Por lo tano el estudio del mercado para productos orgánicos en Alemania es de especial
relevancia porque a diferencia de otros mercados en Europa fue influenciado en sus orígenes
por un movimiento ideológico y político más que comercial, lo que determinó que por mucho
tiempo las tienda especializadas fueran los canales de venta más importantes. Mediante una
revisión literaria y un análisis de las cifras de ventas en los canales de distribución, resalta el
hecho de que con el boom de productos orgánicos “bio-boom”, los productos orgánicos
emergieron de un nicho de mercado a un nuevo mercado con lo que más supermercados y
tiendas de descuento comenzaron a ofrecerlos, surgiendo con ello el fenómeno de la
“convencionalización” en el sector orgánico.
Dicho fenómeno implica cambios en los aspectos social, económico y agrícola que más allá de
alterar la estructura de mercado establece un nuevo rol para las tiendas epecializadas, puede
modificar los orígenes, principios y objetivos ideológicos que fundamentaron la agricultura
orgánica moderna en Alemania, dejando a los primeros canales de venta y consumidores
conscientes en una posición marginal. En este contexto, la teoría de la inserción (“the
embededdness theory”) en un contexto local y regional son alternativas orientadas a fortalecer
la producción, distribución y consumo en pequeñas tiendas especializadas y venta directa.

1
Georg August University of Goettingen. e-mail: [email protected]
2
Georg August University of Goettingen.

108
INTRODUCTION

In terms of per capita consumption of organic food, Switzerland and Denmark are the leading
European countries but in total turnover Germany is the largest European market for organic
products followed by the UK and France. In Switzerland, Norway, Finland, Denmark and the
United Kingdom the market is characterized by a few large-scale retailers dominating the
distribution of organic products.
In contrast, the Netherlands, Italy, and Germany developed a different market structure where
small-specialized shops, i.e., health food shops, and organic specialized outlets held a
dominating position. Although the organic market is still growing in total turnover, the structure
distribution is changing. Since the outset, Germany has developed a special market structure
because an ideological and political movement influenced this market, more than a commercial
one. In comparison to Germany, the distribution of organic products in other countries is
concentrated on conventional supermarkets and multiple retailers. Changes in traditional
marketing channels appeal to the trends in the market structure. This challenge to the traditional
channels is of concern to consumers when the phenomenon of conventionalisation of the
organic sector is on the rise. In this sense, the aim of this paper is to provide an overview of the
development of the organic market in food retailing and its trends in Germany.
Different marketing channels for organic products exist in Germany: direct selling, bakeries,
butchers shops, specialized shops and organic supermarkets, health food shops, conventional
supermarket, discounters, and others such as drug stores, gas stations, and the internet (see
appendix). It is relevant to explore the trends because in the early 2000s small-specialized
shops (direct selling and health food shops) have lost their position as the main channels of
sales. In the meantime, organic supermarkets, multiple retailers, conventional supermarkets
and discounters have started to introduce organic food. This paper explores the changes in
distribution and their implications for the pioneer channels and concerned consumer.
Through a literature review, we provide an overview of the development of the organic market in
Germany. Next, we discuss the recent Bio-boom, and the relationship between private label and
conventionalisation and the “embededdness theory” proposed to strengthen the regional and
local distribution chains as a form to overcome the conventionalisation of the organic sector.
Finally, we express our conclusion about the trends in food retailing and alternatives strategies
in the organic market.

METHOD

A literature review of distribution channels and retailing development, based on official


published sources. Constructed a table with the most important historical events in progress of
the organic sector. The analysis of qualitative and quantitative information from the internet of
some retailers as well as the analysis of the total turnover by each marketing channel.

Results and discussions

Food retailing structure in Germany


From a historical view, the retailing sector in Germany was developed in three major phases.
Firstly, after 1945 with a strong influence from the US, retailing introduced self-service into the
food sector. Thereafter, the boom in supermarkets and neighbourhood shops took place.
Secondly, in the 1960s the design of various types of retailing satisfied the different needs of
consumers. These newly developing market segmentations and new formats consolidated the
sector. Between the 1970s and 1980s, new store formats such as hypermarkets, and
superstores for food and the first discounters appeared (Dawson, 2006) Thirdly, between 1990
and 2000 with the common market in the European Union, the internationalisation of the sector
started (Dawson, 2006).

Since 2000, food retailing has changed. Attempts have been made to develop a more
integrated view of productivity of the firm including non-foodstuffs and leisure (KPMG, 2006;
Dawson, 2006). For instance, in 2000 the top 10 companies in food retailing in Germany
represented a market share of around 84%, according to the total turnover pointed out in the
Table 1 in 2005, discounters represented a market share around of 52% following this the
expectation in 2010, is that only five key players will generate this percentage accelerating a
high concentration in the food-retailing sector (KPMG, 2006).

109
Table 1. The top 10 companies in German food retailing 2005 (Total turnover in
Mio ")
Rank Total turnover
1. Edeka Group 30.895
2. Rewe Group 22.274
3. Schwarz Group 18.420
4. Aldi Group 17.360
5. Metro Group 13.100
6. Tengelmann 8.133
Group
7. Leckerland 6.144
8. Schlecker 5.225
9. Norma 2.338
10. dm Drugstore 2.175
Source: KPMG & EHI 2006

Since 1995, new preferences to buy by each format represent changes in the total turnover by
the channels of sales and because in the structure of the market shifting the small retailers as
we pointed out in table 2. Recently, the German market is characterized by discount and price
orientations which have a strong influence in the preference of consumption. In this context,
changes in preferences of consumption draw five scenarios of trends in food retailing: 1) Strong
price orientation, 2) Experience in trading, 3) Trends addressed to individualise the offer, 4)
Changes in the traditional concept of retailing, and 5) Value orientation (KPMG, 2006). Here,
organic produce and fair trade products by discounters have special relevance in consumer´s
questions relating to environmental protection or respect for the basic social conditions of the
workers in the countries of origin. Nevertheless, the relationship between organic products and
convenience suffer no apparent contradiction.

Table 2. Development of total turnover, total of outlets and sales area for store formats in
Germany in 1995 and 2005 (in Mio ")
Channel of Total area Total turnover Total of outlets Sales area
sales m! 1995 2005 1995 2005 1995 2005
Hypermarkets >4000 27,1 33,00 2.038 2.880 4,31 5,80
Discounter 800-2000 32,6 51,75 10.630 14,610 4,92 9,48
Supermarkets 4000 32,2 29,30 9.635 8.770 6,80 6,83
Small retailers <400 19,6 13,40 54.100 35.200 7,70 6,46
Source: KPMG & EHI 2006.

Overview of the organic market development in Germany


Most of the European countries consolidate organic markets because the distribution of organic
products is concentrated in a few conventional supermarkets. Germany has a completely
different market structure with traditional channels in a dominating position (Wier 2002; Jonas
2005; Hamm et al., 2002). Although this organic market is the largest market in total turnover in
Europe, and is still growing, the percentages of sale by the distribution channels are changing
(Hamm, 2007).
Three aspects are important to acknowledge: production, distribution and marketing. In
production, modern organic agriculture was first recognized when Rudolf Steiner started
biodynamic agriculture in the early 1920s, after which the marketing and distribution of organic
products began with direct promotion and direct selling (Haccius, 2000) and the first health
shops were opened. Health food shops were one of the main distribution channels until the
early 2000s. In the 1970s, organic farming grew as social movement appealing for a conscious
consumption in lifestyle, environmental benefits and social justice for farmers and producers.
The first specialized organic shops were opened in the 1970s (Kreuzer, 1996; Jonas, 2005) and
its growing acceptance caused the establishment of a Common Basic Standard for organic
products in 1984 (Haccius, 2000). In 1985, some conventional supermarkets started to offer
organic assortments (Richter, 2003). In 1987, the first organic supermarket was opened

110
(Alnatura, 2007). In addition, more multiple retailers started to offer a small choice of organic
produce. In the 1990s, organic farming became a part of the EU Common Agricultural Policies
and the common regulation for organic farming 2092/91 was developed (Kreuzer, 1996). In
2001, the national German umbrella label “Bio-Siegel” was introduced (Oekolandbau, 2007 and
the boom of organic products swiftly followed.

Bio-boom
In the early years of the new millennium, because of several food scandals (Bovine Spongiform
Encephalopathy (BSE), commonly known as Mad-Cow Disease (MCD) in 1999, and the
Nitrogen scandal in summer 2002 when residues of nitrogen of forbidden pesticides in Germany
and the European Union were found in organic eggs in Germany, consumers lost confidence in
the food industry sector. Political efforts to open the organic market increased the participation
of multiple retailers who developed different marketing strategies including convenience and
competitive prices.
These were determinants in an emerging market where lower prices attracted more of the
irregular buyers and the massive introduction of organic products in multiple retailers began.
With the boom of the organic products, “Bio-boom” (ZMP 2007) multiple retailers and
discounters have become dominant distribution channels (Willer, 2006), most of them launching
their own organic private labels and even recently their own organic supermarkets.
As different consumer’s studies in Europe and Germany have shown, buyers in specialized
shops are characterized as having high incomes and as being educated (Wier, 2002; Bolten,
2006; Hamm et al., 2002).Therefore, distribution of organic products by discounters can be
interpreted as a “democratisation” of organic products in relation to the price extending
convenience and consumption.
However, smaller health food shops, specialized shops and direct sellers were left out. If we
follow the experience of other organic markets in Europe, e.g. Switzerland, where the multiple
retailers Coop or Migros opened the bio segment or Tesco and Sainsbury in the UK, price
orientation on these channels is stronger than in Germany (Gerlach, 2006). Although small
specialized shops are not yet a discharged model, their success takes place in non tangible
goods such as personal service, face-to-face communication, freshness, and high quality
(Bolten, 2006; Kratochvil, 2005).

Private Labels and Conventionalisation


The Conventionalisation theory proposed by Buck et al (1997) and recently continued by
Guthman (2004), refers to the fact that “the most high-value crops and the most lucrative
segmented of organic commodity chains were being appropriated by agribusiness firms, many
of which were abandoning the more sustainable agronomic and marketing practices associated
with the principals and objectives of organic agriculture”.
In 2004, Guthman argues that the participation of agribusiness firms in organic agriculture
commandeering organic label defining the rules of certification. Therefore, the differences in
who and which kind of products can participate in the production. As well as a general tendency
for capital in favour of the most easily and profitably crops, marginalizing the profits of organic
farmers, and creating scale economies left out to producers who cannot adopt industrial
production methods founding the conventionalisation of the organic sector (Guthman, 2004).
In this way, the conventionalisation alters two aspects of the organic sector. First, the principals
and methods of producing and the direct marketing strategy and second, the ideological
commitment related to small size of production (Guthman, 2004).
At this time, the conventionalisation of the organic sector was in the Anglo-American Countries
in discussion, the Bio-boom in Germany showed an average of two digits growth rate in total
turnover and in real terms, the structure of distribution channels was undergoing a process of
change.
Food retailers distinguish themselves from competitors by using private labelling and at the
same time improving branding positioning by selling premium products as organic produce. The
private label represents changes in two aspects of the organic market.
On one hand, it alters the interactions and relationships among the actors in the supply chain
because of retailers linking manufacturer and consumer. Food retailers can increase the
contractual obligations of manufacturers, encouraging them to become more dependent on
these reasons for concessions in price, quality, quantity, demands, and flexibility on payments
(Jonas, 2005).

111
On the other hand, small manufacturers who cannot engage on this scheme left out increasing
the oligopoly structure of the market and changing the traditional market structure; there
emerged therefore the conventionalisation of the organic sector. For instance in 2005,
discounters, such as Aldi and Lidl, selling organic products with their own private label entered
into the market and imitation effects were released. Lidl mentioned an approximate. 20% share
of the total market in Germany as an objective to increase the organic market, and similar
dynamics resulted in the US market from the incorporation of Wall Mart into the “organic
segment” (Spiller, 2006) all before mentioned is resumed in Table 3.

Regional and Local Alternatives


Even though the idea of “conventionalisation” arose, it was mainly discussed in the Anglo-
American countries e.g. in the US (Buck et al., 1997; Guthman, 2000; Guthman, 2004), Canada
(Hall, 2001), New Zealand (Campbell, 2001), and Australia (Lockie et al., 2002). The discussion
of the conventionalisation of the organic sector in the German speaking countries was opened
creating special interest to scientists.
Furthermore, to recognize the “conventionalisation” and their implication in the development of
the organic “embededdness theory” as form to understand the locally oriented organic product
chain, characterized by trust, transparency, connectivity, reciprocity and communication was
proposed. In order to strengthen the organic production, distribution and consumption in a local
and regional context strengthening social interactions, face-to–face communication, confidence
and loyalty between the different actors in the distribution chain in local communities are
important (Granovetter, 1985; Kratochvil, 2005; Seyfang, 2005). The proposal of these
initiatives represents the possibility to insert smaller actors into the distribution chain such as
farmers, producers, retailers, and concerned consumers, which cannot or do not want to
participate in a scheme of private labelling and price competition.
The promotion of the consumption of organic products by multiple retailers without information,
as well as the excessive importation of seasonal or “exotic” products in order to offer a wide
assortment, was in part the trap of the conventionalisation. Moreover, to recognize the reasons
for conventionalisation, the “embededdness theory” proposes the promotion of a conscious
consumption emphasizing the social interaction between the actors in the distribution chain

112
incorporating the small shops in a regional context. Even if organic products from regional
farmers are not the first idea for buying, it is still a potential market segment (Stockebrand,
2007).
Nevertheless, changes in this market structure in Germany displays the coexistence of two
parallel markets attracting different target groups who are not completely disconnected. In this
case, different marketing strategies should be developed for each target group.

CONCLUSION

Germany has developed one of the most mature markets for organic products in Europe. In
terms of total turnover two digits reflects the growth of the total market. With the “Bio-Boom”, the
phenomenon of conventionalisation on the organic sector has emerged, altering the interaction
in the relationships between the actors in the supply chain.
Convenience, more diversity of choice and lower prices were basic marketing strategies that
made organic products with private labels accessible in conventional supermarkets. Organic
products with private label arose from a niche of market and restored confidence in the food
industry sector. Meanwhile intrinsic profits for food retailers increase their branch positioning
and consumer loyalty altering the market structure, developing new trends and challenges for
small specialized shops.
Since the early 2000´s, conventionalisation has threatened the principals, commitments, and
ideological objectives that originated modern organic farming in Germany. With private labels
food retailers could offer premium products within their own branches and lower prices when
price was an obstacle to buying organic products; a strong price policy, convenience,
promotions, and advertising, leave out most of the small shops that cannot adopt similar or
alternative strategies but preserving non-tangible goods, which are still important for concerned
consumers. However, new and non-committed consumers are still buying organic products from
multiple retailers and discounters where it is possible to buy premium products with lower
prices.
In addition, this situation determines new conditions in the organic market for small specialized
shops in a European country where nowadays the market structure is still considered as
different. Nevertheless, consumer behaviour has changed. Whereas fifteen years ago,
attributes of public concern, such as environmentally friendly sustainable practices, animal
welfare, social justice and fair trade were a motivation to buy organic products, nowadays it is
private considerations such as wellness, lifestyle, fitness, health, and taste that are the main
motivations to buy organic products for these new consumer segments.
Under conventionalisation and private labelling different aspects are brought into question. In
production, aspects such as sustainable practices, quality, and guarantee are paramount; in the
point of view of the farmers, producers, and manufacturers, aspects such as contractual
obligations, elasticity of production, and flexibility to satisfy the demand and prices carry more
concerns. In the point of view of the concerned consumers, ecological and environmental issues
such as animal welfare, climate change, global warming, and wildlife protection take a distinct
precedence.
From an economical and social point of view, aspects such as regionalism and localism,
fairness, working conditions, social justice, and fair trade are in question, since price
competition in conventional channels has emerged. Even so, embededdness in a local and
regional context are alternative orientations to insert the small specialized shops and direct
sellers advertising, strengthening and concerning the actors in production, distribution, retailing,
and consumption whereas trust, and loyalty strengthen the sustainability of the distribution
chains.

Embededdness in a local and regional context are alternative orientations to insert the small
specialized shops and direct sellers into the market through methods as advertising and market
positioning. By involving all the participants in the organic-retail chain, the relation between the
actors in production, distribution, retailing, and consumers is strengthened, while the
sustainability of the distribution chain is itself strengthened through the important perceptions of
trust and loyalty.

113
REFERENCES

Bolten, J., Kennerknecht, R., & Spiller, A. 2006. Perspectives of small retailers in the organic
market: Customer satisfaction and customer Enthusiast. p. 1-12. In: 98th EAAE Conference
Marketing dynamics within the global trading system. Chania Crete, Greece.
Buck, D., Getz, C., & Guthman, J. 1997. From farm to table: the organic vegetable commodity
chain of northern California. Sociologia Ruralis 37(1): 3-20.
Campbell, H. & Liepins, R. 2001. Naming Organics: Understanding organic standards in New
Zealand as a discursive field. Sociologia Ruralis 41(1): 21-39.
Dawson, J. 2006. Retail trends in Europe. p. 41-58. In Krafft, M. & Mantrala, M. (eds.) Springer.
Berlin-Heidelberg Germany.
Duchateu, K. 2003. Organic farming in Europe. A sustainable growth over the period 1998-
2000. Statistics and focus. Environment and energy. European Communities.
http://www.safonetwork.org/publications/ws1/wp1pub/ws1_pro.pdf (Cited in 2007 Aug 10)
Granovetter, M. 1985. Economic action and social structure: the problem of embeddedness.
American Journal of Sociology 91(3): 481-510.
Guthman, J. 2000. Raising organic: An agro-ecological assessment of grower practices in
California. Agriculture and Human Values (17): 257-266.
Guthman, J. 2004. The trouble with “organic Lite” in California: a Rejoinder to the
“Conventionalisation” Debate. Sociologia Ruralis 44(3): 301-316.
Gerlach, S., & Spiller, A. 2006. Bio-Fachhandel: Auslaufmodell oder Wertebasis der Branche?.
p. 129-144. In: Karl-Werner Brand (Hrsg.) Die neue Dynamik des Bio-Markts. SÖF. München.
Germany.
Haccius, M. & Lünzer, I. 2000. Organic agriculture in Germany. p. 109-128. Dis.
http://www.organic-europe.net (cited 2007 August 10).
Hall, A. & Mogyorody, V. 2001. Organic farmers in Ontario: an examination of the
conventionalisation argument. Sociologia Ruralis 41(4): 399-422.
Hamm, U., Gronefeld, F., Halpin, D. 2002. Analysis of the European market for organic food.
Organic Marketing Initiatives and Rural Development (OMIaRD) Vol. 1, University of Wales
Aberystwyth, UK.
Hamm, U., Rippin, M. 2007. Umsätze und Umsatzanteile für Öko-Lebensmittel in Deutschland
nach Absatzebenen. In Biopress. 51(7): 63.
Jonas, A., & Roosen, J. 2005. Private Labels for premium products the example of organic food.
International Journal of Retailing and Distribution Management 33(8): 636-653.
Kreuzer, K. 1996. Bio-Vermarktung Vermarktungswege für Lebensmittel aus ökologischer
Erzeugung. Darmstadt, Germany. 256 p.
Kratochvil, R. & Leitner, H. 2005. The “Trap of conventionalisation”: organic farming between
vision and reality. In: XXI Congress of the ESRS, Keszthely, Hungary.
KPMG Deutsche Treuhand-Gesellschaft & EHI Retail Institute. 2006. Status quo und
Perspektiven im deutschen Lebensmittel-einzelhandel 2006. Germany 56 p.
Lockie, S., Lyons, K., Lawrence, G., & Mummery, K. 2002. Eating greens motivation behind
organic food consumption in Australia. Sociologia Ruralis 42(1): 23-40.
Richter, T. & Hempfling, G. 2003. Supermarket Study 2002 Organic products in European
supermarkets, FiBL, Frick, Switzerland.
Seyfang, G. 2005. Local Organic Food: The social implications of sustainable consumption.
Centre for Social and Economic Research on the Global Environment (CSERGE).University of
East Anglia, Norwich. UK. In press.
Spiller, A. 2006. Zielgruppen im Markt für Bio-Lebensmittel: Ein Forschungsüberblick.
Diskussionsbeitrag 0608. Georg-August Universität Göttingen. p. 32.
Stockebrand, N. & Spiller, A. 2007. Regional marketing for organic retailers: Status quo and
capabilities. In press.
Wier, M. & Calverley, C. 2002. Market potential for organic food in Europe, British Food Journal
104(1): 45-62.
Willer, H. & Yussefi, M. 2006. The world of organic agriculture statistics & trends 2006. IFOAM
& FiBL, Germany-Switzerland.
Willer, H. & Yussefi, M. 2007.The world of organic agriculture statistics and trends 2006 IFOAM &
FiBL, Germany-Switzerland. 213 p
Web-sites:
Alnatura Produktions und Handels GmbH. Bickenbach. (cited in 2007 Jul 3)
http://www.alnatura.de/geschichte

114
Lebensmittel Zeitung. Frankfurt am Main. (cited in 2007 Aug 27) http://www.lz.de
Geschäftsstelle Bundesprogramm Ökologischer Landbau in der Bundesanstalt für
Landwirtschaft und Ernährung (BLE). Bonn. Oekolandbau (cited in 2007 Aug 10)
http://www.bundesprogramm-oekolandbau.de/
ZMP, 2007. ZMP GmbH. Bonn. (cited in 2007 Aug 18) http://www.zmp.de

115
CONTROL HACCP EN EL CULTIVO DE LECHUGA (Latuca sativa L) ORGÁNICA

1
Areli Flores Morales
1
Daniel Torres Nava
2
Engelberto Sandoval Castro
3
Ernesto Castañeda Hidalgo

RESUMEN

El obtener productos agrícolas o alimentos inocuos, implica el establecimiento de mecanismos


y métodos que permiten identificar y evaluar los riesgos potenciales de contaminación de los
alimentos en el lugar de su producción. Para esto es necesario que la producción orgánica,
deba seguir las disposiciones que se enmarcan en las disposiciones de prácticas operacionales
nacionales e internacionales; como es examinar las prácticas agrícolas que favorecen la
producción de frutas y hortalizas frescas e inocuas. En el presente trabajo se realizó una
evaluación en el cultivo de lechuga con diferentes dosis de fertilización orgánica, la aplicación
de las buenas prácticas agrícolas para el aseguramiento de la inocuidad alimentaría del
producto y se evaluó el rendimiento de producción.

Palabras Clave: HACCP, biofetilizante, Latuca sativa L

INTRODUCCIÓN

La agricultura orgánica, ecológica o biológica utiliza insumos de origen animal ya sea como
excretas o sus productos derivados para ser utilizados como fuente de fertilización. Estudios
reportados en la literatura han demostrado que el proceso orgánico no es tan inocuo como
parece ya que cuando el estiércol, si no es manejado adecuadamente y no pasa por un
proceso optimo de fermentación o composteo o son parcialmente tratados, puede llegar a
contaminar a los productos con bacterias patógenas como Escherichia coli (Uruchurtu, 2005).
Así mismo, es importante considerar que en toda la cadena de producción se puede llegar a
contaminar por diversas fuentes de contagio, como es el manejo del cultivo, agua para uso
agrícola, zonas aledañas contaminadas, el terreno o el mismo ambiente puede ser el origen de
la contaminación. Existen tres tipos de riesgos que afectan la inocuidad de las hortalizas y
frutas: físico, químico y biológico (Bancomext, 2000).
Las hortalizas frescas se cultivan y cosechan bajo una amplia gama de condiciones climáticas
o ambientales, utilizando diversas prácticas de producción y manejo, lo que puede ocasionar
contaminaciones de distinto orden a lo largo del cultivo (Carabias, 2005).
De acuerdo a Bancomext, 2000 y Cañet, 2003 se consideran como principales agentes de
contaminación de los productos alimenticios a los siguientes agentes:
1. El agua
2. El estiércol animal
3. La higiene de los trabajadores
4. Las condiciones de sanidad en el campo y empaque
5. El trasporte
Las hortalizas en toda la producción primaria están expuestas a peligros biológicos, químicos y
físicos que pueden variar considerablemente de un tipo de producción a otro. Para cada zona
de producción es necesario establecer las prácticas agrícolas adecuadas a la región y sistema
de producción para favorecer la inocuidad de las hortalizas. Las buenas prácticas agrícolas
(BPA) ayudan a prevenir la ocurrencia de errores o, al menos detectarlos en cuanto se hagan
evidentes, antes de representar mayores costos que también comprenden el mantenimiento de
registros precisos (Codex Alimentarius CAC/RCP 53-2003).
Las BPA han de corresponder al tipo de agricultura que un agricultor considere de estén
acordes a la región, incluyendo la legislación sobre medio ambiente que perfile (Leguen, 2003).
1
Instituto Tecnológico del Altiplano de Tlaxcala, México. Km. 7.5 Carretera Fed. Sn.
Martín Texmelucan – Tlax. Tel y fax: (01248) 4842819. [email protected]
2
Colegio de Posgraduados, Campus Puebla. [email protected]
3
Instituto Tecnológico del Valle de Oaxaca. [email protected]

116
Análisis de peligros y puntos críticos de control (HACCP)
Para aplicar con éxito el sistema Análisis de Riesgos y Control de Puntos Críticos (HACCP,
siglas en ingles), es imprescindible mantener un sistema de documentación y registro de forma
eficaz y exacta (Agro, 2000). Estos métodos pueden incluir toma de muestras y análisis de las
mismas, examen de desviaciones y del destino del producto, confirmación de que los PCCs
(Puntos Críticos de Control) se mantienen bajo control, etc. La frecuencia de la verificación
deberá ser suficiente para confirmar que el sistema HACCP está funcionando eficazmente. Las
revisiones son necesarias en caso de fallo del sistema o incorporación de cualquier
modificación en el proceso.
En la Figura 1 se muestran las etapas necesarias a implementar para garantizar la inocuidad
de frutas y hortalizas frescas en la producción primaria.

Figura.1 Pirámide que muestra los niveles de inocuidad en la producción primaria de frutas y
hortalizas frescas de acuerdo a OIRSA (2001).

Así, para lograr la inocuidad en los alimentos, es necesario contar con sistemas que aseguren
reducir al mínimo estos tipos de riesgo, considerando que hoy en día, estos no pueden ser
eliminados, pero si minimizados a un nivel que no dañen la salud humana (Bancomext. 2000).
El cultivo de hortalizas por este sistema de producción es sin duda el aseguramiento de una
producción libre de contaminantes. Lo que comprende a hortalizas que se consumen en estado
fresco, la lechuga se ha convertido en uno de los productos importantes y más utilizados ya
que se encuentra en la preparación de platillos tanto tradicionales como exóticos. Esta
pertenece a la familia de las Compositae. A pesar de ser de una gran familia, tiene sólo unos
pocos representantes utilizados como hortalizas (Whitaker, 1965). La lechuga es una hortaliza
pobre en calorías; sin embargo, posee un buen contenido de minerales y vitaminas (Hernández
y Burgués, 1983).
La adopción de un sistema HACCP es esencial para mejorar a largo plazo la producción de
frutas y hortalizas frescas. Si se tiene que mantener la confianza del consumidor y de los
diferentes mercados de productos frescos, estándares de buenas prácticas agrícolas tienen
que ser adoptados, al mismo tiempo que los ejemplos de prácticas inadecuadas o deficientes,
tienen que eliminarse de la producción (OIRSA, 2001).
De esta forma, en una evaluación de un cultivo de hortalizas se hace necesario asegurar la
inocuidad de la producción, la cual esta comprometida con la salud humana, por lo tanto en el
presente trabajo se realizo un sistema de control HACCP en un cultivo de lechuga, en el cual
se adicionaron diferentes dosis de fertilización orgánica y química y se aplicaron las buenas
prácticas agrícolas para el aseguramiento de la inocuidad alimentaría del producto y de evaluar
el rendimiento de producción.

MATERIALES Y METODOS

Localización
El presente trabajo se realizó en la localidad de San Manuel Tlalpan, perteneciente al municipio
de Hueyotlipan, Tlaxcala, colindando al oeste con el municipio de Sanctórum de Lázaro
Cárdenas. Sus coordenadas geográficas son latitud norte 19°28’ y la longitud oeste es de
98°21’ y una altura media sobre el nivel del mar de 2,560 m (INEGI, 1998).

117
Buenas prácticas agrícolas. Se realizo un plan HACCP para implementar las buenas
prácticas agrícolas de manejo para mejorar la producción e inocuidad de lechuga. Las buenas
prácticas agrícolas que se siguieron para la realización del trabajo fueron las siguientes:

1. Agua para uso agrícola. El agua utilizada para aplicaciones de riego fue sometida a
un análisis microbiológico y se tomó como referencia lo establecido en la NOM-127-
SSA1-1994. Se realizó una inspección a las tuberías y conexiones del sistema de riego
y distribución de agua, con el fin de que estuvieran libres de fugas. Se lavaron los
contenedores para el traslado del agua antes y después de su uso. Las actividades a
realizar de los trabajadores se efectuaron de una manera adecuada y propia.
2. Uso del biofertilizante. Los materiales (toneles, cubetas, palas, etc.) que se utilizaron
para la preparación del Biofertilizante (estiércol animal) se lavaron previamente. Los
productos usados para la preparación, fueron identificados respecto a su procedencia.
El Biofertilizante Supermagro utilizado paso por un proceso de fermentación adecuado.
Se realizaron registros de las aplicaciones del Biofertilizante donde se incluyó
información sobre la fecha de aplicación,del producto utilizado (biofertilizante), el
cultivo rociado, la concentración, método y frecuencia de la aplicación. Así mismo, Los
aspersores y los recipientes que se utilizaron para la biofertilización se lavaron antes y
después de su utilización. Se verificó que el equipo (aspersor) de aplicación estuviera
en buenas condiciones y no presentara un deterioro que pudiera resultar en riesgos
para la inocuidad del producto.
3. Cosecha del producto. Todos los trabajadores implicados en esta operación debieron
seguir las prácticas de buena higiene y limpieza (buenas practicas de manufactura). Se
lavaron los recipientes así como el material que se utilizó, antes y después de la
cosecha. Se depositaron cuidadosamente las lechugas frescas en el recipiente de
cosecha o recipiente definitivo y no se arrojó, golpeo ó presiono o fue frotado.
4. Trasporte. Los vehículos donde se transportaron los productos fueron debidamente
desinfectados con productos libres de sustancias que pudieran poner en peligro la
inocuidad. La unidad de transporte se inspeccionó antes de ser cargada, para verificar
que cumpliera con las condiciones de higiene adecuadas para el mantenimiento de la
inocuidad del producto.

Variables Evaluadas. Las variables evaluadas fueron cualitativas (presencia de


microorganismos) y cuantitativas (cuenta microbiana), con la finalidad de identificar el mayor
número de aquellas que estén involucrados y tengan relación con el rendimiento e inocuidad de
la lechuga.
Análisis de laboratorio del biofertilizante Supermagro. Para conocer el contenido de
microorganismos de los biofertilizantes utilizados fueron llevados al laboratorio para su análisis
microbiológico.
Contenido de Microorganismos en el producto. Estos se determinaron mediante un análisis
microbiológico (cuenta estándar) de las lechugas en el laboratorio de acuerdo a la NOM-127-
SSA1-1994. Fue necesario comparar con el codex alimentario la parte del producto a la que se
aplican los límites máximos para residuos (Codex Alimentarius, 1993).
Análisis de riesgos y control de puntos críticos (HACCP)
Se realizó un análisis de riesgos y control de puntos críticos (HACCP), como un medio efectivo
y racional de asegurar la inocuidad alimentaria, de acuerdo a la metodología propuesta por el
Codex alimentarius.

Plan HACCP
Se realiza mediante el llenado de la hoja de descripción del producto aplicable a la producción
(Cuadro 1).

Cuadro 1. Hoja de descripción de producción de lechuga bajo un sistema orgánico.


Actividad Procedimiento
Elaboración del biofertilizante El biofertilizante se elabora con base a heces fecales
de bovino pasando por un proceso de fermentación
controlada.
Producción primaria La producción se lleva bajo condiciones de agricultura
orgánica en transición.

118
Cosecha La cosecha se realiza de forma manual un día antes de
poner en exhibición el producto para su venta.
Trasporte Trasporte del producto en cajas de plástico.
Descripción del producto Las lechugas son cortadas en fresco y presentadas al
consumidor de forma natural y fresca.
Uso El producto está orientado hacia el público en general
en un tianguis orgánico de la ciudad de Tlaxcala.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Análisis de riesgos y control de puntos críticos (HACCP)


Para asegurar la inocuidad del producto se realizó el Análisis de Riesgos y Control de Puntos
Críticos (HACCP, siglas en ingles), como un medio efectivo y racional de asegurar la inocuidad
alimentaria del producto (lechuga). De acuerdo a la metodología propuesta por el Codex
alimentarius, se estableció un esquema desglosado en etapas, el cual permitió analizar y
registrar el seguimiento del cultivo de lechuga hasta su distribución al mercado consumidor.
Este plan de análisis se desglosa en las etapas señaladas en la metodología, las cuales
conducen a determinar que las buenas prácticas agrícolas pueden ayudar a controlar los
peligros de contaminación microbiológica, química y física asociados con la etapa de
producción primaria. En donde se pone particular atención a reducir al mínimo los peligros de
contaminación microbiana. Se reconoce que algunas de las disposiciones del código de
prácticas de higiene para las frutas y hortalizas frescas (Codex Alimentarius. CAC/RCP 53-
2003) pueden ser difíciles y flexibles de aplicar en zonas donde la producción primaria se lleva
a cabo en pequeñas unidades como en nuestro caso.
Los contaminantes físicos y químicos se evitaron a partir de la instalación del cultivo, proceso
realizado a lo largo del cultivo por los productores, evitando la presencia de basura o la
utilización de agroquímicos. Se puso especial interés en evitar la contaminación biológica
generada por las heces de los animales principalmente.
En el Cuadro 2, se presentan los valores de los análisis microbiológicos efectuados al agua,
suelo y biofertilizante empleados en el cultivo de lechuga.
De los análisis microbiológicos efectuados a los principales parámetros que juegan un papel
primordial en el cultivo de lechuga orgánica podemos determinar que, en función al reporte de
la cuantificación microbiana, el agua de pozo utilizada para riego, cumple con la NOM-127-
SSA1-1994, incluso se observan valores por a bajo de esta.

Cuadro 2. Análisis microbiológico de agua, biofertilizante y el suelo del terreno del cultivo
orgánico de lechuga en la localidad de Hueyotlipan, Tlaxcala*.
Análisis Parámetros evaluados
Agua NOM 127 Suelo NOM-005 Fertilizante COFE
Microorganismos SSA1- ECOL PRIS
1994 2000
Mesofílicos 41 100 23 - 8,000 -
(UFC/g)
3
Coliformes Totales N.D 2 UFC/100 15 - 22 N.0 X 10
(mo/100 g) ml UFC/ ramo
3
Colonias Fecales 0.4 0 1200 < 1,000 N.D 1.0 X 10
(mo/100 g) NMP/g
Hongos y N.D 0 2 - 77 -
Levaduras
(UFC/g)
N.D: No detectado. mo: Microorganismos. UFC: Unidades formadoras de colonias. *INBIOMIC
L. P. Laboratorio (Unidad Tlaxcala)

En el análisis microbiológico practicado a muestras de suelo, se observan altos índices de


coliformes fecales incluso superando a los establecidos por la norma. Esto se debe a que no se
realizó al suelo un tratamiento previo de desinfección para disminuir la cantidad de coliformes,
aun sabiendo de antemano que los suelos son ricos en coliformes; además, la maquinaria
utilizada en las prácticas agrícolas no se trató con soluciones desinfectantes especiales. Por lo
tanto, es posible que esto haya sido una fuente de contaminación previa al suelo o también que

119
el suelo haya sido abonado previamente con materiales orgánicos no desinfectados. Sin
embargo, se sabe que el suelo en sí es un material que presenta una gran variedad de flora
microbiana, misma que ayuda a la fijación de algunos nutrientes en las plantas, por lo que se
considera no como un foco de infección a la planta.
Se observa que para el fertilizante supermagro empleado, muestra altos índices de contenido
mesofílico propios de un sistema de fermentación, el contenido de coliformes totales es inferior
al valor registrado por la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios
(COFEPRIS). En el caso de los coliformes fecales, el valor es aceptado por la norma, para los
hongos y levaduras el contenido es relativamente alto pero aceptable tratándose de suelo que
por sus características generalmente son ricos en este tipo de flora microbiana Sin embargo,
SENASICA y SAGARPA en sus lineamientos en materia de inocuidad de alimentos establecen
parámetros microbiológicos que deben ajustarse a normas oficiales para disminuir riesgos de
contaminación por presencia gérmenes como Shigella, Cyclosora, Escherichia coli y
principalmente Salmonella y virus de hepatitis A que constituyan un importante problema de
salud publica (Del barrio, 2005 y Vélez 2002).

Contenido de microorganismos en lechuga


Una muestra representativa de lechuga de cada uno de los tratamientos fue analizada
microbiológicamente. Los resultados del análisis se muestran en el Cuadro 3. En el cuadro
observamos altos índices de mesofílicos en todos los tratamientos donde se realizó la
fertilización orgánica, debido a que la adición del fertilizante estimula el crecimiento de la flora
microbiana presente en el suelo y su reproducción por adición del biofertilizanate lo cual se
constató en el presente estudio.

Cuadro 3. Análisis microbiológico a las muestras de lechuga obtenidas de los diferentes


tratamientos de fertilización en la localidad de Hueyotlipan, Tlaxcala.

Parámetros Mesofílicos Coliformes Coliformes Hongos y


UFC/g Totales Fecales Levaduras
Fertilización m.o./100/g m.o./100/g m.o./100/g
5
5 por ciento 5.6 X 10 5.2 0 1
6
8 por ciento 4.2 X 10 5.7 0 4
6 3 3
10 por ciento 6.4 X 10 1.6 X 10 5.2 X 10 12
6
Nitrogenada 1.1 X 10 16 16 N.D.
6
Testigo 1 X 10 5.2 0 N.D.
Valores 150 000 UFC/g - 100/g
Sugeridos
NOM-093-
SSA1-1994

m.o: Microorganismos. *INBIOMIC L. P. Laboratorio (Unidad Tlaxcala)

Los resultados muestran que la cantidad de mesofílicos presentes, los tratamientos con mayor
cantidad son los de más alta fertilización, incluyendo la fertilización química. Para los coliformes
totales, los tratamientos con menos cantidad son el testigo y el tratamiento de fertilización
química, mientras que a los que se les aplicó fertilizante orgánico, presentan mayor cantidad de
estos. En relación a los coliformes fecales, los tratamientos donde hubo una fertilización
química y una fertilización orgánica del 10 % presentan los más altos índices, lo que no sucede
con los restantes tratamientos en donde no fueron detectados los coliformes. Los valores de
microorganismos encontrados cumplen con la Norma, lo que indica que en el sistema de
producción evaluado por un análisis de control HACCP apoya el aseguramiento de reducir o
minimizar riesgos que no dañen al producto y por ende a la salud humana (Bancomex 2000).
Por otro lado, es probable que la contaminación microbiológica detectada en la lechuga pueda
tener origen por el medio ambiente que rodea a la parcela experimental. En las aproximaciones
de la misma se encuentra un camino que sirve de tránsito para los agricultores y animales, esto
concuerda con lo descrito por Cañet (2003), quien realizo estudios similares y muestra la
influencia de posibles contaminaciones en plantíos debido a las vías de acceso. Así mismo
menciona que la ubicación del lugar de producción es uno de los principales problemas que
afectan a la calidad e inocuidad del producto.

120
Rendimiento por hectárea (PHA)
Para el rendimiento de producción de lechuga por hectárea, el análisis de varianza muestra
diferencias significativas entre fertilizaciones (p 0.01), con una media de 19,328 ton/ha y un
coeficiente de variación de 7.70 %. En la prueba de medias (Tukey), se encontró un rango de
16.3 a 23.0 ton/ha expresándose que los mejores resultados se obtienen con una
concentración de biofertilizante de 10% (p/v). Restrepo (2002) recomienda que la fertilización
para hortalizas debe ser en una dosis del 3 al 5% de abono, resultando que a estas
concentraciones en el trabajo experimental son las que presentan un menor rendimiento.
Teniendo en cuenta que la calidad y rendimiento de la lechuga son afectados principalmente
por una fertilización deficiente en nitrógeno (Valadez, 1989).

CONCLUSIONES
1) Es importante identificar las fuentes de contaminación que afectan la producción de un
cultivo orgánico como son; suelo, agua y fertilizante orgánico e incluso el medio que
rodea a la parcela, para asegurar la inocuidad del producto alimenticio de acuerdo a
lineamientos establecidos (Normas).
2) Los análisis de suelo, agua y fertilizante orgánico, mostraron la presencia de
microorganismos en índices acordes a la norma, sin encontrar organismos patógenos
que dañen la salud humana.
3) Los mejores rendimientos en lechuga fueron cuando se aplica fertilizantes orgánicos en
cantidades suficientes, que pueden ser comparados con la aplicación de fertilizantes de
origen químico. La producción de lechuga total fue de 19,328 ton/ha.

LITERATURA CITADA

Agro Revista Industrial del Campo. 2000. Mayo-Junio, No. 10. p. 20-28.
Bancomext. 2000. Alimentos Frescos. Guía de Exportación Sectorial. 2da edición. Banco
Nacional de Comercio Exterior. México, D.F. 11-28.
Cañet, F. M.; Gordillo, M. y Vega, M. 2003. Aseguramiento de la calidad y la inocuidad en la
producción orgánica de frutas y hortalizas frescas. En: Izquierdo, J. y Rodríguez, A (Editores)
Manual técnico sobre agricultura orgánica sostenible en América Latina y el Caribe. 14-28.
Carabias, J. y Landa R., 2005. Agua, medio ambiente y sociedad. Primera Edición. Offset
Rebosan, S. A. de C. V. México, D. F. p. 219
Codex Alimentarius. CAC/RCP 53-2003. 2003. Código de prácticas de higiene para las frutas y
hortalizas frescas.
Codex Alimentarius CAC/GL 41-1993. 1993. Parte del producto a la que se aplican los límites
máximos del Codex para residuos y que se analiza.
Del Barrio L. y Vargas M. 2005. Salud publica veterinaria e inocuidad de los alimentos en
America Latina y el Caribe. I Global Feed & Food Congress.
Hernández, C. y Burgués. 1983. Valor Nutritivo de algunos alimentos y combinaciones. Boletín
Instituto Nacional de la Nutrición. México D. F. 27-34
INEGI (Instituto Nacional de estadística y geográfica). 1998. Cuaderno Estadístico municipal
Hueyotlipan estado de Tlaxcala. 32 p.
Leguen de Lacroix E. 2003. La agricultura y medio ambiente. Comisión Europea. Dirección
General de Agricultura. 7-34.
OIRSA, 2001. Manual para el control y aseguramiento de la calidad e inocuidad de frutas y
hortalizas frescas. San Salvador, El Salvador. 122 p.
Restrepo R.J. 2002. Agricultura orgánica biofertilizantes preparados y fermentados a base de
mierda de vaca. Fundación Juquira candiru. 105 p.
Valadéz, L. A. 1989. Producción de hortalizas en México. ED. LIMUSA. México, D. F.
Vélez M.A. 2002. Foro Mundial FAO/OMS de autoridades de reglamentación sobre inocuidad
de los alimentos Marrakech, Marruecos, comunicación y participación de la experiencia de
México, 10 p.
Uruchurtu, G. 2005. ¿Orgánico es mejor? ¿Cómo Ves? Revista de Divulgación de la Ciencia de
la UNAM. México, D. F.20-32.
Whitaker, W.; Ryder, E. J. y Hikks, O. A. 1965. La lechuga y su producción. Manual de
Agricultura No. 221. U.S.D.A. Centro Regional de Ayuda Técnica. A.I.D. México, D. F. 221-233.

121
FLORACIÓN, RENDIMIENTO Y CALIDAD DE JITOMATE ORGÁNICO (Lycopersicum
esculentum Mill) EN INVERNADERO

Efraín de la Cruz-Lázaro,
Carlos A. Pérez-Cabrera,
Maximiano A. Estrada-Botello,
Nancy P. Brito-Manzano,
Rodolfo Osorio-Osorio,
Juan de D. Mendoza- Palacios,
Ulises López Noverola,
Julio C. Álvarez-Rivero.
RESUMEN

La producción orgánica de alimentos es una alternativa para los consumidores que prefieren
alimentos libres de pesticidas y fertilizantes sintéticos y con alto valor nutricional. Se evaluó el
desarrollo de jitomate (Lycopersicum esculentum Mill) híbrido SUN 7705, bajo condiciones de
invernadero, utilizando diferentes mezclas de sustrato/arena. Se evaluaron cuatro sustratos con
distintas combinaciones de arena (0, 25 y 50 %) bajo condiciones de invernadero. Los
principales resultados indican que las mejores mezclas fueron: composta CMZE 75:25
-1
(sustrato/arena) y vermicomposta VPET 100:0 y 50:50, con media de 39.811 ton ha .

Palabras clave: Lycopersicon esculentum Mill, composta, vermicomposta

INTRODUCCIÓN

La tendencia en los consumidores es preferir alimentos libres de agroquímicos, inocuos y con


alto valor nutricional, en especial los consumidos en freso; una opción para la generación de
este tipo de alimentos es la producción orgánica, método agrícola en el que no se utilizan los
fertilizantes ni plaguicidas sintéticos (Alvajana et al., 2004). Para atender la creciente demanda
de alimentos, se ha establecido como alternativa al manejo de sistemas de producción
sustentables, que además, promueven la preservación los recursos naturales y la biodiversidad
(Porter, 2000).
El uso de sustratos orgánicos ha cobrado gran importancia por diversas razones; desde el
punto de vista económico, el uso de sustratos orgánicos (abonos y productos), se ha
fomentado por la agricultura orgánica; que finalmente también es una respuesta a una mejoría
en las prácticas agrícolas (Nieto et al., 2002). Dentro de los sustratos orgánicos sobresalen la
composta y la vermicomposta; los procesos de elaboración de la composta y la vermicomposta
son métodos biológicos que transforma restos orgánicos de distintos materiales en un producto
relativamente estable (Claassen y Carey, 2004). Se ha comprobado que la composta mejora
las características de los suelos, tales como fertilidad, capacidad de almacenamiento del agua,
mineralización del nitrógeno, fósforo y potasio, mantiene valores de pH óptimos para el
crecimiento de las plantas y fomenta la actividad microbiana (Nieto et al., 2002). Desde el punto
de vista económico es atractivo su uso, ya que el costo a granel de la composta representa
aproximadamente el 10 % menos que el uso de fertilizantes químicos (Trápaga y Torres, 1994).
En tanto que la vermicomposta es el producto de una serie de transformaciones bioquímicas y
microbiológicas que sufre la materia orgánica al pasar a través del tracto digestivo de las
lombrices (Edwards et al., 1984). Por lo anterior el objetivo del presente trabajo fue evaluar el
efecto de cuatro sustratos orgánicos sobre el rendimiento y calidad de jitomate bajo
condiciones de invernadero.

_______________________
División Académica de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Juárez Autónoma de
Tabasco. Carretera Villahermosa-Teapa. Km 25. R/A La Huasteca. Centro, Tabasco.
México. efraí[email protected]

122
MATERIALES Y MÉTODO

El experimento se estableció en el área de Invernaderos y Viveros de la División Académica de


Ciencias Agropecuarias (DACA) de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT),
ubicada en el kilómetro 25 de la carretera Villahermosa-Teapa, entre las coordenadas
geográficas de 17° 46´ 56” latitud norte y 92° 57´ 28” longitud oeste.
La siembra de las semillas de jitomate se realizó el 15 de noviembre de 2006, en charola de
polietileno de 200 celdillas, empleando como sustrato comercial Peat Moos humedecido. El
genotipo de jitomate utilizado fue la variedad híbrido SUN 7705, de hábito de crecimiento
indeterminado. La bandeja se ubicó dentro del invernadero y se aplicó un riego cada tercer día.
El transplante se realizó 29 días después de la siembra (dds), colocando una plántula por
maceta. Como maceta se utilizaron bolsas de polietileno negro de 40 x 45 cm con capacidad
de 18 litros, llenadas con base en el volumen.
En el presente trabajo se evaluaron cuatro compostas, tres se generaron por la
descomposición durante un período de 120 días de los siguientes residuos orgánicos: 1)
Estiércol bovino + residuos de pasto remolino (Paspalum notatum Flüggé) + tierra negra (1:1:1,
v:v:v); 2) Rastrojo de maíz (Zea mays L.) + estiércol bovino + tierra negra (1:1:1, v:v:v); 3)
Rastrojo de maíz + residuos zacate gigante (Pennisetum purpureum Schumacher) + estiércol
bovino + tierra negra (1:1:1:1,v:v:v:v); y una vermicomposta generada por la acción de la
descomposición de las lombrices Eisenia foetida (Savigny) durante un período de 120 días,
sobre los residuos de rastrojo de pasto remolino (P. notatum Flüggé) + estiércol bovino + tierra
negra (1:1:1,v:v:v), precomposteados previamente por 60 días. Después de la descomposición
de estas compostas (C) y vermicompostas (V) se identificaron como CEPT, CEMT, CEMZ y
VEPT, respectivamente. La composición química de las cuatro tipos de sustratos utilizados se
presenta en el Cuadro1.
Se utilizó un diseño completamente al azar con cinco repeticiones en un arreglo factorial 4x3,
la unidad experimental estuvo constituida por dos macetas. Los factores y niveles estudiados
fueron 1) compostas: CEPT, CEMT, CEMZ y VEPT y 2) niveles de composta 100, 75 y 50 %.
Para cubrir el 100% del volumen del contenedor se empleo arena como medio inerte; lo que
generó un total 12 tratamientos. Como testigo se utilizó tepetzil con fertirrigación, tomado como
base la solución nutritiva universal de Hogland y Arnon (1938); para el riego del testigo se
utilizó un sistema de riego por goteo que varió de 0.5 a 1.5 litros por planta, según la etapa
fenológica del cultivo. A los sustratos no se les aplicó ningún tipo de fertilización, por tanto, sus
necesidades nutricionales se cubrieron con los diferentes tipos de sustratos. Para regar las
macetas con las mezclas sustrato/arena se utilizó agua de pozo aplicando un volumen de 0,5 L
-1 -1
maceta d .Las variables evaluadas fueron días a floración (DAF), grados brix (° BRIX) y
-1)
rendimiento (REND ha , a las cuales se les aplicó un análisis de varianza y en su caso la
prueba de comparación de medias (Tukey, 5%).

Cuadro 1. Características químicas de tres tipos de composta y una vermicomposta (peso


seco)
Componentes y concentración*
Sustrato MO N P K Ca CIC
-1 -1
% Mg kg Cmol(+)kg
CEPT 6.22 0.35 510 7.52 16.8 20.30
CEMT 11.96 0.48 328 5.22 17.0 20.30
CEMZ 23.33 1.26 704 10.69 23.4 22.83
VEPT 8.93 0.48 528 10.69 20.2 39.07
*MO: Materia orgánica C = Composta, V = vermicomposta, E = estiércol, P = pasto remolino
(Paspalum notatum Flüggé), T = tierra negra, M = rastrojo de maíz (Zea mays L.), Z = zacate
gigante (Pennisetum purpureum Schumacher). Los análisis se realizaron de acuerdo a la
Norma Oficial Mexicana NOM-021-RECNAT-2000.

123
RESULTADOS Y DISCUSIÓN

En el Cuadro 2 se presentan los efectos de los cuadrados medios del análisis de varianza de
las variables floración, rendimiento y grados brix, en donde se observa que para días a
floración y grados brix, sólo se encontraron diferencias estadísticas (P#0.05 y P#0.01) en la
fuente de variación sustrato, lo que indica que al menos los sustratos presenta diferencias en la
floración y en el contenido de grados brix, al respecto Atiyeh et al., (2000) reportaron que los
sustratos orgánicos incrementan el crecimiento de las plantas, el rendimiento y el contenido de
sólidos solubles. Para rendimiento se encontraron diferencias estadísticas (P#0.01) en las
fuentes de variación sustrato, arena e interacción sustrato x arena, lo que indica que el
rendimiento estuvo influenciado por el tipo de sustrato y la cantidad de arena y que hay una
combinación sustrato x arena que presenta el mayor rendimiento.

Cuadro 2. Cuadrado medios del análisis de varianza para tres parámetros estudiados en
cultivo de jitomate en condiciones de invernadero en sustratos orgánicos.
-1
FV GL REND Ton ha DAF ° BRIX
Repetición 4 1.602 0.975 0.20
Sustrato (Sus) 3 72.811** 12.594* 1.00**
Arena (Are) 2 51.769** 0.600 0.13
Sus x Are 6 56.323** 2.911 0.20
Error 44 8.461 137.300 0.20
CV 8.34 3.31 1.00
FV = fuentes de variación, GL = grados de libertad, DAF = días a floración, CV =
coeficiente de variación, REND = rendimiento, ° BRIX = grados brix.

El tratamiento testigo, registro rendimiento del 45.29 % superior a la media general de los
-1
tratamientos, con rendimiento de 51.488 ton ha (Cuadro 3). Destacando con rendimiento
-1
promedio de 39.811 ton ha los tratamientos (8, 10 y 12) VEPT 50:50 y 100:0 %, y CEMZ
75:25 %, que fueron los de mayor rendimiento de jitomate. Los resultados promedios obtenidos
con las mezclas de sustrato/arena de mayor rendimiento, son similares a los resultados
obtenidos por Atiyeh et al. (2000), quienes señalan que los sustratos orgánicos favorecen el
crecimiento de los cultivos en invernadero, cuando estos se utilizan como sustratos de
crecimiento. Por otro lado, las diferencias detectadas en las variables evaluadas se pueden
deber al contenido de elementos nutritivos y a la naturaleza de sus comunidades microbianas
de cada uno de los sustratos orgánicos utilizados en el presente trabajo (Moreno et al., 2005).

Cuadro 3. Comparación de medias para el rendimiento de jitomate en sustratos


orgánicos
-1
Sustrato % Sustrato % Arena REND Ton ha DAF ° BRIX
ab a abc
1. CEPT 100 0 35.536 53.2 4.7
b a c
2. CEPT 75 25 31.130 52.8 4.1
b a abc
3. CEPT 50 50 31.236 53.8 4.4
ab a abc
4. CEMT 100 0 34.550 54.4 4.4
b a bc
5. CEMT 75 25 30.802 54.4 4.2
ab a bc
6. CEMT 50 50 34.764 55.0 4.2
ab a abc
7. CEMZ 100 0 35.047 53.6 4.6
a a ab
8. CEMZ 75 25 39.174 51.6 4.9
ab a ab
9. CEMZ 50 50 34.174 52.0 4.8
a a abc
10. VEPT 100 0 39.666 52.6 4.7
b a abc
11.VEPT 75 25 31.130 53.8 4.6
a a a
12. VEPT 50 50 40.594 53.0 5.0
Testigo Fertirriego 52.488 61.6 4.5
Media Mezclas 36.147 54.4 4.5
Columnas con la misma letra son estadísticamente iguales según la prueba
de Tukey (0.05%).

Las tres mezclas (tratamientos) sobresalientes, e iguales estadísticamente fueron (8,10 y 12)
VEPT 50:50 y 100:0 %, y CEMZ 75:25 % presentaron diferencias altamente significativas e
-1
iguales a los tratamientos (1, 4, 6, 7, y 9) (Cuadro 3) con media de 39.811 ton ha , es decir
37.20 % más, al rendimiento reportado en producciones de jitomate en campo en el trópico

124
húmedo Tabasqueño (Pardo, 2003). Al respecto Moreno et al. (2005) mencionan que una
mezcla sustrato/arena de 50:50, logró satisfacer la demanda nutritiva del cultivo de jitomate
orgánico en condiciones de invernadero. Lo anterior difiere de lo reportado por Atiyeh et al.
(2000), quienes señalan que usar más del 20 % de sustrato, provoca un decremento en el
rendimiento de la planta. Las diferencias encontradas en el presente trabajo se pueden deber a
la carga de microorganismos, la tasa de mineralización y a las características de cada uno de
los sustratos utilizados, al respecto McGinnis et al. (2004) menciona que las posibles variables
asociadas al incremento en el crecimiento y rendimiento de los cultivos, son la fertilidad, las
propiedades físicas del sustrato, la actividad microbiana, los componentes de la materia
orgánica y la procedencia de los materiales utilizados en la elaboración de los mismos.
Para días a floración no se encontraron diferencias significativas entre tratamientos, lo que
indica que la cantidad y el tipo de sustrato no influyen sobre la floración. Sin embargo, al
comparar la media de los tratamientos de 54.4 días y la del testigo de 61.6 días, se observa
que los tratamientos promovieron una precocidad promedio de 7.2 días, lo que indica un
adelanto en el inicio de la cosecha y en algunos casos implica un mayor precio (Márquez y
Cano, 2005). El contenido de grados brix, es importante para definir la calidad de los frutos
maduros de jitomate, en el presente trabajo se encontró que todos los tratamientos tuvieron
valores mayores de 4.0 grados brix, al respecto Santiago et al. (1998) mencionan que valores
mayores de 4.0 grados brix se consideran como buenos para consumo en fresco. Se puede
destacar que el tratamiento (12) VEPT 50:50 presentó diferencias significativas, pero que fue
estadísticamente similar a ocho de los restantes tratamientos.

CONCLUSIONES

1. Los resultados permiten considerar que el contenido de elementos nutritivos en los


sustratos orgánicos puede satisfacer las necesidades del jitomate producido en
invernadero.
2. En las condiciones en las que se desarrollo el presente trabajo, las mezclas
sustrato/arena con los niveles de 75:25 de la composta elaborada de maíz + zacate +
estiércol y la vermicomposta elaborada de pasto + estiércol + tierra negra con las
mezclas de 100:0 y 50:50, se obtuvieron los mayores rendimientos de jitomate con
-1
media de 39.811 ton ha .
3. Con la mezcla de sustrato/arena de 50:50 de vermicomposta (VEPT) se puede obtener
el mayor rendimiento de jitomate con el mayor contenido de grados brix.

AGRADECIMIENTOS

Al Fondo Mixto CONACYT – Gobierno del Estado de Tabasco por el apoyado otorgado al
proyecto FOMIX-TAB-2005-C06-1436.

LITERATURA CITADA

Alvajana, M. C. R., J. A. Hoppin and F. Kamel. 2004. Health effects of chronic pesticida
exposure: cancer and neurotoxicity. Ann. Rev. Public Health 25:155-197.
Atiyeh, R. M., J. Domínguez , S. Subler and C. A. Edwards. 2000. Changes in biochemical
properties of cow manure during processing by earthworms (Eisenia andrei, Bouché) and the
effects on seedling growth. Pedobiologia. 44:709-724.
Claassen, V. P., and J. L. Carey. 2004. Regeneration of nitrogen fertility in disturbed soils using
composts. Compost Sci. & Util, 12(2):145-152.
Edwards, C.A., I. Burrows, K. E. Fletcher and B. A. Jones. 1984. The use of earthworms for
composting farm wastes. p. 229-241. In: JKR Gasser (Ed.). Composting of agricultural and
other wastes. Els. App. Sci. Publ. London and New Cork.
Hogland, D.R., and D. I Arnon. 1938. The water culture method for growing plants without soil.
Circ. Calif. Agro. Exp. Sta. 347. Univ. California, College of Agric., Barkeley, California,USA. pp.
347-461.
Pardo, U. G. 2003. Producción comercial de tomate en Tabasco. Gobierno del Estado de
Tabasco. Instituto para el Desarrollo de Sistemas de Producción del Trópico Húmedo de
Tabasco. Villahermosa, Tabasco, México. 39 p.
Porter Humpert, C. 2000. New trends in sustainable farming build compost use. BioCycle.
41:30-35.

125
Márquez, C., P. Cano. 2005. Producción orgánica de tomate cherry bajo invernadero. Actas
Portuguesas de Horticultura. 5(1): 219-224.
McGinnis, M., S. Warren and T. Bilderback. 2004. Vermicompost – Potential as pine bark
amendment for the nursery. p. 8-10. In: Nursery Short Course. North Carolina State University.
Moreno, R. A., T Valdés P., T Zarate L. 2005. Desarrollo de tomate en sustratos de
vermicompost/arena bajo condiciones de invernadero. Agricultura Técnica. 65(1):26-34.
Nieto-Garibay, A., B. Murillo-Amador, E. Troyo-Diéguez, J. A. Larrinaga-Mayoral, J. L. García-
Hernández. 2002. El uso se compostas como alternativa ecológica para la producción
sostenible del chile (Capsicum annuum L.) en zonas áridas. Interciencia. 27(8):417-421.
Trápaga, Y., F. Torres. 1994. El mercado internacional de la agricultura orgánica. UNAM, IIES,
Fac. Economía. DGPADA, JP. 221 p.
Santiago, J., M. Mendoza, F. Borrego. 1998. Evaluación de tomate (Lycopersicon esculentum
Mill.) en invernadero: criterios fenológicos y fisiológicos. Agronomía Mesoamericana. 9(1): 59-
65.

126
LA ESTRATEGIA MULTIUSOS, BASE DEL MANEJO SUSTENTABLE EN AGRICULTURA
ORGÁNICA
Mandujano Barrios Rubén Ángel (1)

RESUMEN

El presente trabajo pretende socializar una experiencia acerca del manejo orgánico de una
huerta en donde el elemento vegetal mas importante es el litchi, Litchi chinensis Sonn y el
elemento animal, borregos. Se explica como han interaccionado estos elementos a favor del
manejo de las hierbas adventicias y del aporte directo de materia orgánica, logrando
rendimientos satisfactorios en los dos componentes. También se destaca la presencia de otros
vegetales como son: más de 40 especies frutícolas tropicales, zacate de corte king grass, más
de 10 especies hortícolas en rotación, cercos vivos, cortina rompevientos, leguminosas de
cobertera, especies de ornato, así como un módulo de gallinas criollas. Otros elementos de
importancia ecológica, social y económica son compostas, lombricomposta y captación de
humus líquido, los cuales se producen en el rancho, mismo que cuenta con una superficie de
un poco menos de cuatro hectáreas. Respecto al manejo del litchi, se explica el control del
tamaño del árbol a través de diferentes tipos de podas, la producción forzada mediante el
anillado de ramas, la incorporación de altas tasas de materia orgánica por el pastoreo rotativo
de borregos, los arropes, la adición semestral de lombricomposta y el reciclaje de nutrientes.
En el control de plagas y enfermedades juegan un papel importante el árbol del neem,
Azadirachta indica, y la leguminosa Tephrosia sp., así como preparados minerales a base de
azúfre, cal y cobre.

Palabras claves: sustentabilidad, biodiversidad, litchi orgánico.

INTRODUCCION

Una parcela de cultivo tiene un mayor índice de sustentabilidad en la medida en que se parece
más al ecosistema original, es decir, al tener un alto grado de diversidad biológica. Este
conocimiento lo poseen en forma empírica los campesinos de ciertos enclaves cuyas
actividades comunes son parte de una estrategia multiusos que les permite, en la misma
parcela e independientemente de su tamaño, obtener durante todo el año productos de cultivos
básicos, frutícolas, hortícolas, plantas medicinales, de ornato, ganado mayor y menor, aves de
corral, recolección, extracción forestal, pesca, caza, artesanía, por citar lo más usual e
importante.
En pocas décadas, el uso indiscriminado de agroquímicos en la agricultura ha traído más
perjuicios que beneficios, tales como la contaminación del suelo, la atmósfera, los acuíferos,
así como toxicidad hacia plantas, animales, trabajadores del campo y consumidores que
presentan con mas frecuencia y severidad, enfermedades graves. Por ello, la humanidad poco
a poco va tomando conciencia de la urgente necesidad de cambiar a otro modo de producción
agrícola y pecuario que sea respetuoso de los ciclos de la naturaleza y que sea sustentable en
el tiempo, sin comprometer a las generaciones futuras.
La agricultura orgánica sustentable es una opción para lograr lo anterior por lo que se escogió
éste modo de producción para establecer y manejar una huerta de litchi, Litchi chinensis Sonn
en la comunidad de Lechuguillas, perteneciente al municipio de Vega de Alatorre, Estado de
Veracruz, México, localizada en la parte costera central. A lo largo de diez años, se han tenido
que enfrentar una serie de retos y problemas apoyándose en la aplicación de tecnología de
base biológica que se ha generado en el ámbito agronómico. Se considera importante
socializar estas experiencias con el afán de fomentar un intercambio de conocimientos que
permita enriquecer el proceso.
Sin embargo, con el conocimiento de que un modo de producción orgánico no necesariamente
va a ser sustentable si solamente se apoya en una sustitución de insumos, el manejo de la
huerta referida se basa en la diversidad biológica, el aporte constante de materia orgánica, la
cubierta vegetativa como medida efectiva de conservación del suelo y el agua, cultivos con
arropes, leguminosas de cobertera, eficientar los mecanismos del reciclaje de nutrientes
mediante las rotaciones de cultivos y la integración animal-vegetal, la regulación de plagas

127
mediante la actividad estimulada de los agentes de control biológico a través de la
manipulación de la biodiversidad y por la conservación de los organismos naturales (Altieri,
1995). Se trata con ello, de asimilar y reproducir el conocimiento empírico que poseen muchos
campesinos y hacer una agricultura diversificada a través de una estrategia multiusos (Toledo,
1981).
Es importante en este punto, recordar cuales son las características que debe reunir la
agricultura para lograr altos índices de sustentabilidad o sostenibilidad (Gipd, 1986; Reijntjes et
al, 1992).

- Ser ecológicamente válida. Que mantenga la calidad de los recursos naturales y la


mejora de la vitalidad del ecosistema global (personas, animales, plantas,
microorganismos, fertilidad del suelo, etc.), a través de la autorregulación
mantenida por procesos biológicos, uso de recursos renovables y su
implementación en el mantenimiento de la biodiversidad ecológica, incluyendo la
identidad sociocultural.
- Ser económicamente viable. Producir suficiente para autoconsumo y venta. Que los
ingresos garanticen retornos suficientes que cubran los gastos y dejen ganancias.
- Ser socialmente justa. Que el poder y los recursos estén justamente distribuidos
para que permitan cubrir las necesidades básicas de todos los miembros de la
sociedad y que los agricultores implicados tengan asegurado su derecho al uso de
la tierra, cuenten con capital adecuado y dispongan de asistencia técnica y
oportunidades de mercado necesarias para el mantenimiento de la identidad
ecológica, incluyendo la identidad sociocultural.
- Ser humana. Que todas las formas de vida de personas, animales y vegetales sean
respetadas. La dignidad debe ser reconocida y las relaciones sociales e
instituciones incorporadas en los procesos productivos han de respetar los valores
y derechos humanos implícitos en el universo sociocultural concreto. Así, sus
concepciones de la honestidad, respeto mutuo, cooperación y solidaridad deben
estar presentes en cada forma de agricultura, aceptándose así, junto a la diversidad
biótica, la sociocultural, derivada de la integridad espiritual, forjada históricamente
en cada cultura cuya preservación forma parte de la sostenibilidad del
agroecosistema.
- Ser adaptable a los constantes cambios de las condiciones de la agricultura: el
crecimiento de la población, las distintas políticas agrarias implementadas y la
demanda cambiante de los mercados obliga a que, aceptando las anteriores
características, los sistemas agrarios tengan que adaptarse a las innovaciones
tanto en términos sociales como culturales. Sin embargo, ésta última característica
requiere la integración de las innovaciones a cada universo sociocultural específico
y, en caso de que estas rompan la identidad del agroecosistema, debe rechazarse.

Con las consideraciones anteriores, el objetivo del presente trabajo es resaltar y socializar la
estrategia multiusos que se ha llevado a cabo en una huerta diversificada, orgánica y
sustentable de la costa media del Estado de Veracruz para lograr resultados positivos en
aspectos ecológicos, sociales y económicos.

MATERIALES Y METODOS

Ubicación del huerto


Lechuguillas es una congregación que pertenece al municipio de Vega de Alatorre, Veracruz y
esta situado geográficamente a los 20º 02’ latitud norte y 96º 57’ longitud oeste en la región
costera central del estado de Veracruz. Tiene una altitud de 10 m.s.n.m. y está a solo 800
metros de distancia de la playa.
Se adquirieron dos parcelas contiguas, la primera en el año de 1997 con una extensión de 2.3
ha en las que se establecieron 630 árboles de litchi. En un tercio de hectárea adjunta se
establecieron frutales diversos para autoconsumo familiar tales como mangos, chicozapotes,
limas ácidas, limas dulces, naranjos, toronjos, mandarinos, tangelos, tangores, aguacates,
caimitos, cocoteros, guanábanas, Ilama y chincuya, . Como cercos vivos se utilizaron palo
mulato y cocohite y como cortinas rompevientos, casuarina y neem. En un principio y durante
los dos primeros años, se intercalaron plantas de papaya, jamaica y fríjol, constituyendo un
vistoso policultivo.

128
Posteriormente se adquirieron 1.4 hectáreas con una casa de campo. En esa sección se tiene
actualmente: 100 árboles de litchi de dos años de edad y entre ellos zacate king-grass el cual
se está retirando paulatinamente para permitir una buena formación de la copa de los litchis y
también para poder incrementar la biodiversidad intercalando árboles frutales de porte medio y
bajo en un arreglo de cinco de oros. En esa misma parcela se tienen algunas plantas
leguminosas como canavalia, clitoria y tefrosia. En la periferia se cuenta con cocoteros, cercos
vivos y cortina rompevientos de las especies antes mencionadas.
En otra sub-parcela se estableció un policultivo frutícola conformado por: mangostán,
rambután, longán, guaya, calamondín, zapote mamey, zapote domingo, carambolo, jaca, árbol
de pan, carisa, jaboticabo, guayabo, capulín, marañón, anono, caimito, nanche, maracuyá,
naranjo agrio, noni y neem.

Características edáficas
El suelo es profundo, aluvial y tiene textura migajón arenosa con pH de 6.8, el uso anterior del
suelo era de potrero ya que en esa zona predomina la actividad ganadera. El contenido de
materia orgánica era bajo por lo que se le han agregado durante 10 años, cantidades
crecientes de materia orgánica a través del pastoreo rotativo de borregos, reciclaje de material
vegetal, arropes, intercalación de leguminosas y en los últimos 6 años, muchas toneladas de
lombricomposta producida en el mismo rancho a base de estiércol de borrego, restos vegetales
y cachaza de caña.

Clima
Es cálido con inviernos frescos, lo cual permite la inducción floral del litchi. La precipitación
pluvial es de un promedio de 1369 mm anuales, distribuidos principalmente en los meses de
junio a octubre, seguida de un periodo de menos precipitación entre noviembre y febrero y de
otro periodo relativamente seco de marzo a mayo. La temperatura es cálida la mayor parte del
año con una media anual de 23.9º C. En los meses de noviembre a febrero la temperatura
desciende favorablemente hasta los 10ºC en algunos días, esto hace que, a pesar de estar al
nivel del mar y muy cerca de él, existan condiciones favorables que promueven la inducción
floral. Hay dos tipos de vientos fuertes en la región: los que vienen del norte, los cuales son
fríos, y los que vienen del sureste, los cuales son cálidos. Ello hace indispensable el
establecimiento de cortinas rompevientos, con mayor justificación para el litchi el cual es muy
sensible en sus ramas que se desgajan con facilidad.

Componente pecuario
Se tienen borregos: 60 hembras pelibuey y 2 sementales: Damara y F1 (Dorper x Kathadin),
varios corderos. Estos en un principio se pusieron en pastoreo rotativo en la huerta de litchis,
cuando los arbolitos tuvieron entre 2 y 8 años de edad. Últimamente ya no pastorean porque el
sombreado que producen los árboles ha disminuido notablemente la población de hierbas
adventicias y porque recientemente se han establecido replantes de litchi y plantas de
tephrosia. Durante el tiempo mencionado, se mantuvo por los borregos un bajo nivel de
adventicias y aportes directos de excretas sólidas y liquidas. Ahora se tienen semi estabulados
y sus excretas se recogen cada semana en la galera y se utilizan para hacer una composta al
combinarla con los restos vegetales que no se comen los borregos y con cachaza de caña que
se trae de un ingenio cercano. Se cuenta también con un gallinero con 30 gallinas criollas para
producir huevo de rancho para autoconsumo y venta de excedentes. Es importante también
mencionar la presencia de dos perras que cuidan eficientemente el rancho, una de la raza
Rottweiler y otra Basset Hound.

Lombricomposta y humus liquido


Con la composta mencionada se alimentan a las lombrices de tierra de la especie Eisenia
andrei. Se cuenta con ocho camas lombricomposteras bajo techo de 8 m de largo por 1.5 m de
ancho y 0.5 m de alto. Estas tienen una leve inclinación y cuentan con piso de cemento lo que
permite el escurrimiento de líquidos ricos en nutrientes vegetales, fitohormonas, enzimas,
aminoácidos, ácidos húmicos y fúlvicos, así como una fuerte carga de microorganismos
benéficos. Este líquido se recoge en unos tanques, se fermenta, se madura y se enriquece con
extracto de algas marinas. La lombricomposta se aplica dos veces por año en la zona de goteo
de todas las plantas del rancho y el humus líquido varias veces al año al follaje de las mismas.

129
RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Después de 10 años de manejo, en la actualidad se tiene un nivel importante de biodiversidad


(existen más de 40 especies frutícolas, más de 10 especies hortícolas, cuatro especies
utilizadas como cercos vivos y como cortinas rompevientos, más de 10 especies florícolas y de
ornato, más de tres leguminosas de cobertera, una especie de zacate de corte, más de tres
especies pecuarias y más de 10 hierbas adventicias. También y como componente importante
de la biodiversidad existen organismos plagas, organismos benéficos, patógenos,
microorganismos benéficos. Todos ellos interaccionando favorablemente). Esta biodiversidad
permite un eficiente equilibrio en el agroecosistema y en consecuencia bajos niveles de
adventicias, plagas y enfermedades. Asimismo, la estrategia multiusos, derivada de la misma,
logra la obtención de diversos productos para autoconsumo familiar y para la comercialización
de excedentes (Altieri, 1991 y 1995; FAO, 1993). En el mejoramiento del suelo , la nutrición de
los cultivos, la conservación de la humedad y el manejo de las adventicias juegan papeles
importantes el reciclaje de nutrientes a través de la incorporación de residuos de podas,
arropes, leguminosas de cobertera, pastoreo rotativo de borregos, movimientos libres de
gallinas, altas tasas de incorporación de lombricomposta y adición de humus líquido en
aspersión y al suelo (Kale et al., 1985; Guerrero, 1990; Núñez, 1993; Ferrera y Santamaría,
1995; Ruiz, 1996; Doran et al., 1996; Salazar, 2004). Actualmente se aplican anualmente
aproximadamente 45 kg. de lombricomposta a los árboles adultos de 10 años de edad en dos
ocasiones, después de la cosecha y en el amarre de frutos. En general se sigue el criterio de
aplicar cuatro veces más en relación a la edad de los árboles, ejemplo: a árboles de dos años
de edad se les aplica 8 kg. de lombricomposta divididos en dos aplicaciones por año, lo cual
resulta suficiente para recuperar los nutrientes que salen del agroecosistema por conceptos de
cosecha y ramas gruesas de podas y para mejorar las condiciones físicas y bioquímicas del
suelo (Galán, 1987).
Para el control del tamaño del árbol del litchi, el manejo de altas densidades y los rendimientos,
se destacan las podas de despunte, de aclareo y de rejuvenecimiento, las cuales permiten:
recuperación económica temprana, altos rendimientos por hectárea, ventilación y captación de
luz solar, fácil manejo en cosecha y aspersiones, entre otras ventajas (Yee, 1972; Menzel et al.,
2000). Otro factor de manejo con una respuesta notable en la producción forzada, temprana y
constante ha sido el anillado que se realiza en el 50 % de las ramas de cada árbol en edad
productiva. Esta práctica se lleva a cabo anualmente en el mes de septiembre y ha demostrado
experimental y comercialmente, ser de amplia utilidad en esta huerta para prácticamente
desaparecer el fenómeno de la alternancia de producción, tan común en el litchi. En septiembre
del año 2000, cuando los árboles tenían tres años de establecidos, se realizó un experimento
sobre anillado de ramas que permitió evaluar su efecto sobre el rendimiento en la cosecha de
mayo de 2001; el resultado fue que en el 98 % de las ramas anilladas hubo floración y
producción de frutos y éstas produjeron 24 veces más frutos que las ramas sin anillar, es decir,
en ese año no hubiera habido producción de no ser por el anillado (Hernández y Hernández,
2001). Otros estudios realizados han demostrado también las ventajas del anillado en litchi a
favor de la inducción floral, el rendimiento y el contenido de carbohidratos (Young, 1977;
Menzel et al, 1984; Koo y Subhadrabandhu, 1987; García et al., 2007).
Respecto al manejo de plagas, la más incidente ha sido la tuza o rata de la raíz, la cual ha
ocasionado perdida de árboles hasta del 15%. Se ha manejado en principio con trampeos sin
ser este tratamiento muy efectivo. Recientemente se ha establecido la leguminosa Tephrosia
sp., la cual sintetiza rotenona en sus raíces principalmente, sustancia que es un potente
rodenticida y ocasiona mermas en la población de esta plaga y también actúa como repelente
de la misma. Este tratamiento ha mostrado ser de gran efectividad (CIAT, 2002). Otros
problemas menores de ácaros y hongos se han manejado exitosamente con productos a base
de azúfre, cal y cobre (Restrepo, 1998). Los extractos elaborados a base de hojas y semillas
molidas del árbol del neem (Azadirachta indica) también son parte importante del manejo de
plagas y enfermedades.
Por lo que toca al componente animal, el elemento más importante lo constituyen los borregos
los cuales han tenido una interesante interacción con el suelo, las adventicias y los litchis,
permitiendo un bajo nivel de las hierbas adventicias al alimentarse de ellas y el mejoramiento
de la fertilidad del suelo a través de sus excretas sólidas y líquidas, favoreciendo también a las
plantas. Además, el tiempo en que ahora permanecen estabulados permite la acumulación y
utilización del estiércol para, junto con restos vegetales y cachaza de caña, elaborar composta

130
que sirve para alimentar a las lombrices de tierra Eisenia andrei, otro importante elemento
animal, para producir la lombricomposta.
Existe un módulo de producción de germinados de maíz el cual proporciona en un tiempo
promedio de 11 días, un excelente alimento para los borregos y para las gallinas. Los otros
elementos que complementan la alimentación de los borregos son el zacate de corte king
grass, zacate pangola en pacas y alimento balanceado. A las gallinas se les complementa con
maíz en grano. Las gallinas ponedoras también intervienen favorablemente al aprovechar lo
que excretan los borregos en los corrales y al estar libre en la plantación, ayudando en la
regulación de las poblaciones de las plagas localizadas en el suelo y con sus aportes de
materia orgánica.
Con el manejo descrito, se han obtenido a la fecha siete cosechas de litchi, de acuerdo a como
se muestra en la Figura 1

Figura 1. Rendimientos por hectárea durante siete cosechas de litchi.

La biodiversidad existente en el agroecosistema y la estrategia multiusos derivada de la misma,


hacen posible generar varios productos a lo largo del año, reduciendo de esta forma los riesgos
ambientales y económicos. En el Cuadro 1 se consignan los productos generados en promedio
durante un año.

CUADRO 1. Otros productos obtenidos para autoconsumo y venta por la empresa


MANDUMED, Granja Ecológica, S.P.R. de R.L.
- PRODUCTOS - CANTIDAD ANUAL
- Arbolitos de litchi - 1,500 unidades
- Arbolitos de neem - 3,000 unidades
- Arbolitos de noni - 2,000 unidades
- Lombricomposta - 96 toneladas
- Lixiviados (FERTIHUMUS ENRIQUECIDO) - 1,500 litros
- Borregos - 72 unidades
- Pulpa congelada de litchi - 200 kg
- Helado de litchi - 2,000 litros
- Mermelada de litchi - 2,000 frascos de 330 g
- Hojas deshidratadas de neem - 1,800 bolsas de 30 g
- Cápsulas de polvo de hojas de neem - 500 frascos de 90 cápsulas
- Semilla de neem - 250 kg
- Semilla de canavalia - 100 kg
- Semilla de frijol terciopelo - 30 kg
- Semilla de clitoria - 10 kg
- Zacate de corte king grass - 37 ton
- Germinados de maíz - 5,110 charolas de 7 kg
- Otros diversos para autoconsumo (frutas - 1 ton
tropicales, hortalizas, huevo de rancho, etc.)

131
Los resultados obtenidos concuerdan con lo consignado por Toledo (1981) y Altieri (1995)
quienes destacan que la biodiversidad y la estrategia multiusos son claves para lograr la
sustentabilidad y para generar diversos productos, haciendo la actividad agropecuaria
económicamente rentable, además de ecológicamente sana y socialmente justa.

CONCLUSIONES

La estrategia multiusos en una parcela diversificada disminuye los riesgos ambientales y


económicos y provee productos durante todo el año. La biodiversidad es clave para lograr la
sustentabilidad. La agricultura sustentable es fuente permanente de trabajo sano. La agricultura
orgánica no debe basarse solamente en la sustitución de insumos.

LITERATURA CITADA

Altieri, M. A. 1991. Por que estudiar la agricultura tradicional. En: Agroecología y desarrollo.
Año I no. 1.
Altieri, M. A. 1995. El “Estado del Arte” de la Agroecología y su Contribución al Desarrollo Rural
en América Latina. En: Cárdenas M. A. (ed.). Agricultura y Desarrollo Sostenible. Madrid.
MAPA. Serie Estudios.
CIAT-Uganda’s Tephrosia Extensión Material. 2002.
http://ppathw3.cals.cornell.edu/mba_project/CIEPCA/exmats/tephrosia.html
Doran, J. W.; Sarrantonico, M. And Liebig, M. A. 1996. Soil Health and Sustainability. In:
Advances in Agrónomy. Vol 56. copyright. Academic Press, Inc.
FAO. 1993. La diversidad en la naturaleza: Un Patrimonio Valioso. Roma, Italia.
Ferrera, C. R. y S. Santamaría R. 1996. La biotransformación de la materia orgánica y el uso
de microorganismos en la agricultura. En: Zapata A. y Calderón, A. R. (eds.). Memoria del
Primer Foro Nacional sobre Agricultura Orgánica. Colima, Col., México.
Galan Sauco V. 1987. El Litchi y su cultivo. FAO.
García, P. E., G. A. B. Martins y C. Avila-Resendiz. 2007. Influencia del Anillado de Ramas
sobre Floración y Concentración de Nitrógeno, Carbono y relación C/N en Hojas de Litchis, en
dos Localidades. Memoria del II Simposio Internacional de Fruticultura Tropical y Subtropical.
Fruticultura 2007. La Habana, Cuba.
Gipd, J. 1986. What is sustainable agriculture. En: P. Allen and Divan Susen (eds.). Globel
Perspectives on Agroecology and sustainable Agricultural System. Santa Cruz. University of
California. Vol I, pp. 63 – 74.
Guerrero, G. A. 1990. El suelo, los abonos y la fertilización de los cultivos. Ediciones
Mundiprensa. Madrid, España.
Hernández, H. M. A. y Hernández R. 2001. Anillado en Árboles Jóvenes de Litchi, Litchi
chinensis Sonn., para Inducir Floración y Fructificación.
Kale, R. D.; B. C. Mallesh; K. Bano y J. D. Bagyaraj. 1985. Influence of vermicompost aplication
on the available macronutrients and selected microbial populations in a paddy field. Soil Biol.
Biochem.
Koo D. A.; Subhadrabandhu, S. 1987. Kasetsart Journal, Natural Sciences 21 (2): 132-141
Effect of branch girdling on total non structural carbohydrate content in relation to flowering of
two lychee (Litchi chinensis Soon.) cultivars.
Menzel, C. M., Wil, B. W. And Paxton, B. 1984. The effect of cincturing at different stages of
flush maturity on flowering in lychee. In: Maroochy Horticultural Research Station Research
Report No. 3 1981-1983. Queensland Department of Primary Industries: 58-59.
Menzel, Ch.; Trevor O.; Cameron M.C.; Neil W.; Yan D. and Chris W. 2000. Lychee, Longan
and Rambutan. Optimising Canopy Management. Rural Industries Research Development
Corp. Kingston, Australia.
Núñez-Escobar. 1993. Los fertilizantes organominerales en la agricultura sostenible. En:
Ferrera-Cerrato y R. Quintero L. (eds.). Agroecología.
Reijntjes, C.; 1992. Bertus Hayerkort and Ann Waters-Bayer. Farming for the Future. An
Introduction to Low-External Input and Sustainable Agriculture. London: McMillan.
Restrepo, J. J., 1998. La idea y el arte de fabricar los abonos orgánicos fermentados y como
aprender a hacer caldos minerales fungistáticos para enfermedades de los cultivos.
Ruiz, Figueroa, J. F. 1996. Los fertilizantes y la fertilización orgánica bajo la óptica de un
sistema de producción orgánica. En: Zapata, A. y Calderón, A. R. (eds.) Memoria del primer
Foro Nacional sobre Agricultura Orgánica. Colima, Col. México.

132
Salazar, R. F. 2004. Revisión Bibliográfica sobre Lombricomposta y Aspectos Técnicos para su
Producción, a través de una Experiencia Práctica.
Toledo, V. M. 1981. Intercambio ecológico e intercambio económico en el proceso productivo
primario. En: E. Leff (ed.). Biosociología y Articulación de las Ciencias . México. UNAM.
Yee, W. 1972. The lychee in Hawai. University of Hawaii, Cooperative Extension Service.
Circular 366.
Young, T. W. 1977. Effect of branch girdling of yield of severely pruned Brewster Lychee trees.
Proceedings Florida State Horticultural Society, 90: 251-253.

133
PRODUCCIÓN DE LECHUGA (Lactuca sativa L.) CON DIFERENTES DOSIS DE
FERTILIZACIÓN ORGÁNICA

3
Areli Flores Morales
1
Daniel Torres Nava
4
Engelberto Sandoval Castro

RESUMEN

La agricultura orgánica en los últimos años ha tenido un gran auge debido a la remuneración
obtenida de la calidad del producto y beneficios que se generan al medioambiente, ya que se
evita el uso de productos de síntesis química, como; fertilizantes, herbicidas, hormonas,
reguladores de crecimiento así como organismos genéticamente modificados. Los sistemas de
producción orgánica se basan en normas específicas y precisas, cuya finalidad es lograr
agroecosistemas óptimos, que sean sostenibles desde el punto de vista social, ecológico y
económico. Los principales objetivos del uso de abonos orgánicos son para mejorar y mantener
el valor de un fertilizante en términos de productividad, incrementar la actividad biológica del
suelo, presentan una influencia positiva sobre la calidad del vegetal, minimizan gastos
energéticos en el proceso y disminuyen perdidas de nutrientes durante su aplicación y
aprovechamiento. Generalmente estos biofertilizantes han sido empleados por pequeños
productores en la producción de sus cultivos. El presente trabajo se realizó en Hueyotlipan,
Tlaxcala, consistió en establecer un experimento de cultivo de lechuga (Lactuca sativa L.)
empleando diferentes dosis de fertilizante de tipo orgánico, supermagro, producto usado por los
campesinos de la región, comparando los niveles de producción al utilizar una fertilización
química. Para su desarrollo se evaluó el rendimiento de producción en función al diámetro de
cabeza y peso de lechuga. Se observó que los mejores rendimientos de producción de lechuga
se obtienen con una fertilización del 10% de concentración del fertilizante orgánico y con la
fertilización química.

Palabras clave: Agricultura orgánica, biofertilizante, Lactuca sativa L.

INTRODUCCIÓN

La agricultura orgánica presenta varios argumentos a su favor entre los que se puede
mencionar: que ofrece una agricultura responsable con el medio ambiente, donde se evita el
uso de pesticidas, fertilizantes de uso sintético, donde se reducen considerablemente los
insumos externos utilizando los de la región y con precios aceptables para el productor. Este
sistema de producción agricola donde predomina el aspecto ecológico ha tenido un gran
desarrollo en los últimos años ha registrado un mayor crecimiento, en donde la inocuidad
alimentaria juega un papel importante ya que entre los principales motivos por los que se
compran productos orgánicos están los beneficios a la salud, la preocupación por el medio
ambiente, el sabor y la frescura que caracteriza a estos alimentos, aunque esto varía
sustancialmente por regiones y país (Gómez y col., 2003).
En general, los productos orgánicos han tenido un crecimiento de producción y demanda de
más de 20 por ciento anual y tiene la particularidad de no cubrir la demanda como pasa en
Japón, Europa y América del Norte (Gómez y col., 2003).
La aplicación de un sistema de cultivo orgánico en aumento es en la producción de hortalizas,
cuya superficie de producción nacional es de 24,724.86 ha. Teniéndose como principal
mercado Estados Unidos, Canadá, Japón, Inglaterra e Italia (Carabias, 2005).
Los que comprende a hortalizas que se consumen en estado fresco, la lechuga se ha
convertido en uno de los productos importantes y más utilizados ya que se encuentra en la
preparación de platillos tanto tradicionales como exóticos.

3
Instituto Tecnológico del Altiplano de Tlaxcala, México. Km. 7.5 Carretera Fed. Sn.
Martín Texmelucan – Tlax. Tel y fax: (01248) 4842819. [email protected]
4
Colegio de Posgraduados, Campus Puebla. [email protected]

134
En cuanto a la calidad y rendimiento de la lechuga, estos son afectados principalmente por una
fertilización deficiente en nitrógeno (Valadéz, 1989). Cuando la fertilización es deficiente, se
desarrollan plantas raquíticas, pequeñas y cloróticas; por el contrario, si es excesiva, provoca
un rápido crecimiento, alargándose el tallo y por consiguiente no se forman cabeza o, estas son
suaves y livianas (Álvarez, 1956). La lechuga no tiene exigencias particulares en cuanto al
abono pero no soporta la materia orgánica insuficientemente descompuesta (Aubert, 1997).
La lechuga, hortaliza de mayor venta en el tianguis orgánico de la ciudad de Tlaxcala, motivo
por el cual, se decidió realizar el trabajo de producir lechuga bajo un sistema de agricultura
orgánica, en la comunidad de Hueyotlipan, Tlaxcala, zona que se caracteriza porque los
productores de la región participan activamente en el tianguis orgánico de la ciudad. El trabajo
consistió en evaluar el comportamiento en la producción del cultivo de lechuga con diferentes
dosis de fertilización orgánica y química. Para esto, se estableció un experimento de un diseño
de bloques al azar con diferentes aplicaciones de fertilizante orgánico (supermagro), utilizado
por los productores de la región, comparando los tratamientos con la fertilización química
convencional de la región.

MATERIALES Y MÉTODOS

Ubicación y Desarrollo Experimental


El área de estudio donde se llevó a cabo la investigación fue en la localidad de San Manuel
Tlalpan, perteneciente al municipio de Hueyotlipan, Tlaxcala, colindando al oeste con el
municipio de Sanctórum de Lázaro Cárdenas. Completar las colindancias. Sus coordenadas
geográficas son latitud norte 19°28’ y longitud oeste Es de 98°21’. La altura media sobre el
nivel del mar es de 2560 m (INEGI, 1998).
Se estableció el experimento de lechuga (Lactuca sativa L.), en el terreno de un productor de la
Organización Centro Campesino para el Desarrollo Sustentable, A.C.
Se aplicaron diferentes tratamientos de fertilización orgánica. Las concentraciones de
fertilizante fueron: 5, 8 y 10% p/v., tomando como referencia a Restrepo (2002), un tratamiento
con urea (tratamiento químico) y un testigo sin fertilizante (Cuadro1).

Cuadro1. Porcentaje de fertilizante utilizado en el cultivo


Tratamientos Dosis de fertilizante orgánico, % (p/v)
1 5
2 8
3 10
4 Urea
5 0

Los tratamientos se distribuyeron en la parcela bajo un diseño experimental de bloques al azar


con tres repeticiones, utilizando cuatro surcos de 10 m. Los surcos centrales fueron utilizados
para la evaluación del rendimiento y análisis de las variables de estudio y parámetros de
medición. La distribución de los tratamientos se presenta en Figura 1.

135
Figura 1. Distribución de las unidades experimentales en la parcela,
de acuerdo a los tratamientos: 1 (F1), 2 (F2), 3 (F3), 4 (F4) y 5 (F5).

La lechuga como la mayoría de las plantas necesitan las mejores condiciones del suelo, esto
se logró barbechando el terreno a una profundidad no inferior a 25 cm, continuando con un
paso de rastra, esta tarea se realizó para aportar al terreno un mejor sostén para las plantas y
como último paso fue el trazo de surcos. Al suelo no se le realizó ninguna desinfección ni
tratamiento previo para el control de plagas y enfermedades.
La siembra se realizó en un almacigo, después de 40 días se trasplantaron las plántulas en la
parcela experimental, inmediatamente después se aplicó un riego ligero.
La fertilización en los tratamientos con biofertilizante se realizó cada quince días, utilizando el
abono orgánico supermagro compuesto por 50 Kg de heces fecales de vaca, 70 L. de agua, 2
L. de leche y 1 L. de melaza, proporciones de acuerdo a la concentración por cada tratamiento.
La fuente de fertilización química que se empleó fue urea (3 g) aplicándose al momento de la
escarda, aproximadamente tres semanas después del trasplante de las plantas en campo.
Para la cosecha, se identificaron cuatro plantas de lechuga de cada unidad experimental como
muestras representativas de la unidad a evaluar, en las cuales se cuantificaron las diferentes
variables que posteriormente se describen una a una.

Variables Evaluadas
Diámetro de cabeza (DCz): Para tomar el dato cuantitativo del diámetro de cabeza se tomaron
las cuatro plantas de lechuga representativas de cada unidad experimental para obtener una
media del diámetro ecuatorial por planta.
Peso fresco de cabeza (Wcbz): Para determinar el peso de cabeza de lechuga se realizó
pesando la cabeza comercial ya sin las hojas que la cubren cuando se cosecha.
Rendimiento por hectárea: Se determinó pesando las cabezas de lechuga que representaban a
la unidad experimental, expresando los resultados en unidades de peso por hectárea.
Se tomaron estas variables para evaluar, debido a que son las que nos pueden determinar el
valor comercial.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Peso fresco de cabeza de lechuga (Pcbz)


Los resultados del análisis de varianza para evaluar el peso fresco de cabeza de lechuga de
los tratamientos de fertilización empleados, muestran niveles significativos entre todos los
tratamientos (p 0.01), como se observa en el Cuadro 2.

136
Cuadro 2. ANAVA de peso fresco de cabeza de lechuga
F:V. G.L. S.C. C.M. F.C. PR
TRATAMIENTOS 4 128824.66 32206.16 25.17** 0.0001
BLOQUES 2 16704.93 8352.46 6.53 0.0208
ERROR 8 10237.73 1279.71
TOTAL 14 15576.32
** Altamente significativo, CV= 10.35 %

La prueba de Tukey, para analizar la comparación entre las medias de tratamientos y encontrar
cuáles son diferentes y de mayor peso, se encontró un rango de 494.67 a 259.3 gramos en
peso, siendo estadísticamente iguales para los tratamientos donde la dosis de fertilización es
del 10% de biofertilizante orgánico con la del tratamiento químico (urea) (Figura 2). Esto
muestra que la fertilización de tipo orgánico genera rendimientos de producción similares que
cuando se emplea una fertilización química. Sin embargo, los resultados obtenidos no
concuerdan con las recomendaciones propuestas en la literatura (Restrepo, 2002), quien
propone utilizar una dosis del 3 al 5% de abono orgánico para generar buenos resultados en la
producción de hortalizas.

Peso fresco de cabeza de lechuga (gr)

Figura 2. Peso fresco de cabeza de lechuga (Gramos) en función a los tratamientos


de fertilización evaluados de fertilización orgánica (1-3), química (4) y el testigo (5).
DMS=100.91, Tukey 5%.

Diámetro de cabeza de lechuga (DCz)


Para la variable diámetro de cabeza de lechuga el análisis de varianza muestra diferencias
significativas entre tratamientos, con una media de 31.6 cm y un coeficiente de variación de
7.97 (Cuadro 3).

Cuadro 3. ANAVA de diámetro de cabeza de lechuga.


F:V. G.L. S.C. C.M. F.C. PR
TRATAMIENTOS 4 290.65 72.64 11.40** 0.002
BLOQUES 2 67.41 33.57 5.27 0.034
ERROR 8 50.97 6.37
TOTAL 14 408.77
**Altamente significativo, CV= 7.97 %

La prueba de Tukey presenta un rango de 27.90 a 38.90 cm de diámetro de cabeza de


lechuga mostrando una tendencia en donde el diámetro de la cabeza de lechuga es
ligeramente superior a una concentración alta de abono orgánico (10%) superando a las de
baja concentración (Figura 3), donde se encuentran lechugas de menor diámetro. De acuerdo
con Valadéz (1989), la calidad y rendimiento de la lechuga son afectados principalmente por
una fertilización deficiente en nitrógeno.

137
Diámetro de cabeza de lechuga (cm)

Figura. 3. Diámetro de cabeza de lechuga (centímetros) en relación a los


tratamientos evaluados de fertilización orgánica (1-3), química (4) y el testigo (5).
DSM=7.12, Tukey 5%.

Rendimiento por hectárea (PHA)


Para el rendimiento por hectárea el análisis de varianza muestra diferencias significativas entre
los tratamientos (p 0.01), con una media de 19,328 ton/ha y un coeficiente de variación de
7.70% (Cuadro 4). En la prueba de medias (Tukey) se encontró un rango de 16.3 a 23.0
ton/ha., lo que indica que los mejores resultados se obtienen con una concentración de
biofertilizante del 10% (p/v).

Cuadro 4. ANAVA de rendimiento producción de lechuga.


F:V. G.L. S.C. C.M. F.C. PR
TRATAMIENTOS 4 85.23 21.30 9.60** 0.0038
BLOQUES 2 77.64 38.82 17.49 0.0012
ERROR 8 17.76
TOTAL 14 180.64
**Altamente significativo, CV= 7.70%

Al final del cultivo, la mayor producción en toneladas por hectárea se encontró en los
tratamientos donde se emplearon, urea como fertilizante químico y en el tratamiento adicionado
del 10% (T3) de la concentración del biofertilizante supermagro, sin que entre éstos se
encontraran diferencias apreciables. Los tratamientos que recibieron 5 y 8 por ciento de
concentración de biofertilizante fueron estadísticamente los menos productivos. En la Figura 4,
se observa claramente cómo la dosis de fertilización con concentración alta de abono orgánico
(10%) supera a las de menor concentración, sobresaliendo por encima de todas la fertilización
con urea

Rendimiento de lechuga (TON/HA).

Figura 4. Rendimiento de
lechuga (TON/HA) en
relación a los tratamientos
evaluados de fertilización
orgánica (1-3), química (4) y
el testigo (5). DMS=4.20,
Tukey 5%.

138
Los mejores rendimientos se presentaron donde se empleo la aplicación de fertilizante químico
(T4), esto es debido a la disponibilidad inmediata de los nutrientes para el cultivo y de igual
forma en el tratamiento 3, el cual tiene el 10% de biofertilizante supermagro. Esto, como se ha
mencionado anteriormente no se encuentra acorde a lo reportado en la literatura (Restrepo,
2002), quien recomienda utilizar menos dosis de abono en los cultivos orgánicos de hortalizas.
Uno de los beneficios que tiene el productor de un sistema de cultivo orgánico es sin duda el de
obtener un mejor precio de la hortaliza en el mercado. Además de los beneficios que el
biofertilizante aporta al suelo (Valadéz, 1989).

CONCLUSIONES

Los mejores rendimientos en la producción de lechuga en función de las características de las


variables estudiadas (peso y diámetro de la cabeza de lechuga) fue cuando se aplica
fertilizante orgánico en cantidades suficientes (10%, p/v), valores comparados con la utilización
del fertilizante químico (urea), esto conduce a rechazar lo propuesto por Restrepo (2002), el de
utilizar concentraciones de abono entre el 3 y 5%. En la agricultura orgánica se requieren de
grandes dosis de fertilización orgánica para suplir las necesidades nutrimentales del cultivo,
para este caso.

LITERATURA CITADA

Álvarez L. E. y Richardson R. W. 1956. La lechuga, indicaciones generales para su cultivo.


Oficina de Estudios Especiales. México, D.F.
Aubert, C. 1997. El huerto biológico cómo cultivar todo tipo de hortalizas sin productos
químicos ni tratamientos tóxicos. Edit. Integral. 129 p.
Carabias, J. y Landa R., 2005. Agua, medio ambiente y sociedad. Primera Edición. Offset
Rebosan, S. A. de C. V. México, D. F. p. 219
Gómez C., Tovar G. y Schwentesius R. 2003. México y los productos orgánicos. Comercio
Exterior, 53 (2):12-24
INEGI (Instituto Nacional de estadística y geográfica. 1998. Cuaderno Estadístico municipal
Hueyotlipan estado de Tlaxcala. 32 p.
Restrepo R. J. 2002. Agricultura Orgánica. Biofertilizantes preparados y fermentados a base de
mierda de vaca. Fundación Juquira Candiru. 105 p.
Valadéz, L. A. 1989. Producción de hortalizas en México. ED. LIMUSA. México. 148 p.
FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación). 1999. Comité
de Agricultura 15º período de sesiones, Roma, Italia. 5p.

139
140
141
PARTICIPACIÓN SOCIAL COMUNITARIA PARA LA COSECHA DE AGUA DE LLUVIA EN
LA MIXTECA BAJA POBLANA
1 2 2 1
Antelmo Gutiérrez Aragón ; Ignacio Ocampo Fletes ; Filemón Parra Inzunza ; Ismael Ballinas Tapia
1 2
ARRAIGO de la Mixteca, A. C. [email protected]; Colegio de Postgraduados, Campus Puebla.
2 1
[email protected]; Colegio de Postgraduados, Campus Puebla. [email protected]; ARRAIGO de la Mixteca,
A. C. [email protected]

RESUMEN

Las comunidades campesinas se caracterizan por su alto grado de participación social en


actividades sociales y productivas de su interés. No así en procesos innovadores introducidos
por agentes externos. La introducción de innovaciones tecnológicas requiere de un proceso
participativo lento. Con el objeto de conocer la respuesta de participación de las familias en la
construcción de cisternas de ferro cemento, con el propósito de cosechar agua de lluvia, y
responder a una de las necesidades básicas de las comunidades, se le dio seguimiento a un
proceso participativo en el marco del programa especial para la seguridad alimentaria (PESA-
FAO) en la región mixteca baja de Puebla, en 30 comunidades de 9 municipios. Se realizó una
investigación adaptativa, con el objeto de hacer ajustes a la nueva tecnología de acuerdo al
conjunto de factores ambientales, y se realizaron demostraciones con el fin de que los
productores la adoptaran. Se aplicó la Investigación Acción Participativa y se utilizó la
observación participante. Se construyeron 5 cisternas demostrativas y de validación en el nivel
regional, como la ecotécnia innovadora a introducir en un proceso participativo “aprendiendo-
haciendo”. El proceso mostró una alta participación de los grupos comunitarios. La propia gente
construyó 521 cisternas con capacidades de entre 12,500 y 40,000 litros. Participaron personas
de diferentes edades y resaltó el papel de la mujer. Se logró formar a 80 promotores
comunitarios (productores) entre ellos algunas mujeres. Se logró una alta participación social
en todas las comunidades de la región, mostrando con ello, que cuando una innovación que es
de utilidad a la gente, ésta la adapta y la adopta involucrándose en el proceso.

PALABRAS CLAVE: Participación, autogestión, pluvial

INTRODUCCIÓN

El agua es un recurso indispensable para todo tipo de vida en este planeta; sin agua no es
posible la existencia de un ser vivo. No obstante a que nuestro planeta está constituido por más
agua que tierra, su distribución y acceso no es igual para todos los ecosistemas,
agroecosistemas y para cada ser vivo. Para la región Mixteca baja del estado de Puebla,
aunque se reporta una precipitación media anual de 600 mm, la mayoría de las familias tienen
bajo acceso al agua para todos los usos (personal, doméstico, agrícola y pecuario). Para esta
población al igual que para muchas en el mundo, disponer de este recurso es el tesoro más
valorado. Su poca disponibilidad obliga a los pobladores a hacer un uso eficiente y racionado
para poder satisfacer las necesidades básicas de higiene personal, preparación de los
alimentos, producción de alimento y para consumo de sus animales. Para muchas
comunidades rurales de esta región, las fuentes superficiales y subterráneas de agua son
escasas y la única alternativa es cosechar el agua de las lluvias, práctica que ya realizan
algunas familias utilizando diferentes materiales de la región.
Con la implementación del Programa Especial para la Seguridad Alimentaria (PESA-FAO), en
nueve municipios de la región de la Mixteca baja del estado de Puebla, el grupo de facilitadores
de la Agencia de Desarrollo Rural y del Colegio de Postgraduados Campus Puebla, en un
proceso de participación comunitaria identificaron como principal problema la necesidad de
agua para todos los usos. Este problema tiene su origen en las pocas o escasas fuentes
superficiales y subterráneas de agua; la presencia de un período de lluvias errático; la poca
cultura sobre la cosecha de agua y la necesidad de tecnologías sencillas para captar y
almacenar el agua de lluvia como una de las principales fuentes.
El análisis realizado por las familias y los técnicos, concluyó que, la única alternativa es captar
el agua de los techos de las casas con el propósito de aprovechar el agua de lluvia (cosecha
de agua), y disponer de agua para el hogar, para el establecimiento de huertos familiares y
para los animales del traspatio. Sin embargo, es necesario buscar algunas ecotécnias sencillas
que les permitiera captar y almacenar el agua. Se decidió que una alternativa es la cisterna de
ferrocemento, validada en otras regiones del estado de Puebla y en otros estados de la

142
república mexicana. No obstante la pregunta planteada por el grupo de técnicos fue: ¿las
familias campesinas de las comunidades están dispuestas a participar y realmente tienen
interés en aprender una técnica para captar agua de lluvia?. Nos planteamos como hipótesis
que el desarrollo de capacidades en las personas de las comunidades rurales participantes y
su disposición a aprender una tecnología nueva apropiada a sus condiciones de vida, para
avanzar en la solución de una de sus principales restricciones que enfrentan y les impide
producir alimentos para la familia acelera el proceso innovador. De aquí que el objetivo del
estudio fue conocer la respuesta de participación de las familias en la construcción de cisternas
de ferro cemento.

MATERIALES Y MÉTODOS

El trabajo se realizó en la parte sur del estado de Puebla (parte de la Mixteca baja poblana), en
una extensión de 9 municipios considerados para desarrollar el Programa Especial para la
Seguridad Alimentaria. La región se localiza entre los paralelos 17° 53´ 36” y 18° 26´ 36” de
Latitud Norte y 97° 51´ 52” y 98° 33´ 15” de Longitud Oeste, y comprende una superficie de
2
1,844.56 Km . La región se encuentra dentro de la Zona Ecológica Trópico Seco; se presentan
tres tipos de climas el BS1(h´)w(w) que corresponde al clima semiseco muy cálido, con
temperatura media anual mayor de 22 °C y régimen de lluvia en verano. El Aw0(w) clima cálido
subhúmedo con lluvias en verano. También se encontraron pequeñas porciones de A(C)w0(w)
clima semicálido, subhúmedo con lluvias en verano. Los suelos que conforman la región
Mixteca poblana son principalmente: regosol, litosol, feozem y vertisol. Son considerados
suelos jóvenes, ya que en ellos han sido pocos los cambios y la diferenciación (INEGI, 2000).
El proceso de trabajo inició en agosto de 2005 y está en marcha actualmente en 30
comunidades de 9 municipios. Se diseño un plan para construir 5 cisternas de ferro cemento en
comunidades estratégicas de la región de operación del PESA-Mixteca, que sirvieron como
unidades demostrativas y donde se reunieron diferentes familias a recibir la capacitación en un
proceso de “aprendiendo-haciendo”, con el objetivo de que a su regreso a sus comunidades
aplicaran la nueva técnica. Cada cisterna sirvió como un módulo demostrativo en manos del
productor, para que éste difunda la técnica a otros productores en un intercambio de productor
a productor. Es decir, se trató de introducir en la región una ecotécnia para la cosecha de agua,
que sirviera de demostración y validación por la misma gente y al mismo tiempo desarrollar sus
capacidades.
Se trata de una investigación adaptativa, que como señala Bonte-Friedheim (1996, citado por
Hagmann, 2004), esta diseñada para hacer ajustes de la nueva tecnología a un conjunto de
factores ambientales, y se realizan demostraciones con el fin de que los productores la
adopten. Es una Investigación Acción Participativa. De acuerdo a la perspectiva de la
investigación, se aplicó la perspectiva dialéctica que plantea la intervención y articulación del
investigador con el objeto investigado, tratando de trascender las relaciones de poder de
investigador a investigado para apropiarse de su conocimiento, y así explicar y predecir el
fenómeno estudiado, e incidir en forma crítica en el curso de su transformación. Su técnica
paradigmática es la Investigación Acción Participativa (IAP), pero también se aplicó la
observación participante. Con este modo de aproximarse a la realidad se pretende actuar
desde dentro (Guzmán et al., 2000) ya que, esta técnica permite además de adquirir
conocimientos (investigar), llegar a la acción, como aplicación de los conocimientos
investigados (Park, 1992, citado por Guzmán et al., 2000). Con el conocimiento adquirido se
debe plantear una estrategia de cambio (acción) y el grupo afectado debe adquirir poder
político para hacer posible el cambio.

Ubicación y datos del proceso de construcción


Las cisternas se construyeron en 5 comunidades distribuidas estratégicamente en el territorio
(Figura 1).

144
143
Figura 1. Distribución de las primeras cisternas de ferrocemento de para su
validación en la región Mixteca baja del estado de Puebla.

Los datos de cada una de las cisternas de ferro cemento se citan a continuación:

Comunidad: Cuatecontla, municipio de Chinantla, Puebla.


Fecha: Del 13 al 15 de marzo de 2006.
Facilitadores: Grupo del Proyecto de Desarrollo Rural Integral Vicente Guerrero A. C. de
Españita, Tlaxcala.
Participantes: 60 productores por día representantes de 23 comunidades de la región
Técnica de capacitación: Aprendiendo-haciendo
Capacidad de la cisterna: 17,500 litros
Responsables: Incubadora y ADR región Mixteca

Comunidad: Los Hornos de Zaragoza, municipio de Tehuitzingo, Puebla.


Fecha: Del 19 al 21 de abril de 2006.
Facilitadores: Facilitadores y promotores de la ADR
Participantes: 20 productores de la comunidad
Técnica de capacitación: Aprendiendo-haciendo
Capacidad de la cisterna: 17,500 litros
Responsables: Incubadora y ADR región Mixteca

Comunidad: Quicayan, municipio de Tecomatlan, Puebla.


Fecha: Del 15 al 18 de mayo de 2006.
Facilitadores: Facilitadores y promotores comunitarios de la ADR.
Participantes: 10 productores de la comunidad por día y asistieron 5 productores de Xantoxtla,
Mixquiapan e Ilamazingo.
Técnica de capacitación: Aprendiendo-haciendo
Capacidad de la cisterna: 12,500 litros
Responsables: Incubadora y ADR región Mixteca

Comunidad: Gabino Barreda (Cañada Sandía) municipio de San Jerónimo Xayacatlán, Puebla.
Fecha: Del 18, 19, 20 y 21 de mayo de 2006.
Facilitadores: Facilitadores y promotores de la ADR
Participantes: 20 productores de la comunidad
Técnica de capacitación: Aprendiendo-haciendo
Capacidad de la cisterna: 12,500 litros
Responsables: Incubadora y ADR región Mixteca

Comunidad: Loma Bonita municipio de Piaxtla, Puebla.


Fecha: En construcción

145
144
Facilitadores: Facilitadores y promotores de la ADR
Participantes: 10 productores de la comunidad
Técnica de capacitación: Aprendiendo-haciendo
Capacidad de la cisterna: 12,500 litros
Responsables: Incubadora y ADR región Mixteca

Materiales y costo
Los costos en materiales para una cisterna de ferro cemento de 12,500 litros fue de $5,376.40.
El trabajo lo realizó el grupo de la comunidad. Los materiales y su costo se presentan en el
Cuadro 1.

Cuadro 1. Materiales y costos para una cisterna de ferro cemento de 12,500 litros.

Costo Costo
No. Concepto Unidad Cantidad
Unitario Total
II Material para el Tanque de Ferrocemento
Electromalla 66/44 o 66/66 2.5 m de 16
1.- alto (tela electro soldada) Metro L. 2 13.00 520.00
(40m )
2.- Cemento bulto 18 68 1,224.00
3.- Alambre recocido Kilo 5 10.80 54.00
4.- Un rollo de teflón Pieza 1 2.60 2.60
Malla de gallinero 1.70 o 1.75 m altura
5.- metro 48 25 1,200.00
(hexágonos 22 o 25x25mm)
6.- Tapa para cisterna 50 x 60 cm Pieza 1 182.60 182.60
Un niple de ! x 30 cm. de Fo.
7.- Galvanizado con rosca externa. Pieza 1 26.00 26.00

8.- Un cople reducción de ! a " pulgada. Pieza 1 8.00 8.00


Una llave de nariz de " pulgada con
9.- rosca externa (también que sirva para Pieza 1 21.00 21.00
conectar manguera).
Una válvula de compuerta (o de globo)
10.- Pieza 1 70.00 70.00
de 1 pulgada con rosca externa.
Un niple de 1 pulgada x 10 cm. de
11.- Pieza 1 17.00 17.00
largo.
3
12.- Arena m 1.6 500.00 800.00
Hojas de triplay de 3 mm x 1.22 m x
Pieza 4 95.80 383.20
13.- 2.44.
14.- Hojas de lamina lisas Pieza 2 217.00 868.00
Total $5,376.4
Fuente: Elaboración a partir de la información de campo.

La cisterna de ferro cemento de 17,500 litros generó un costo de $6,135.40. El trabajo lo realizó
el grupo de la comunidad. Los materiales y su costo se presentan en el cuadro 2.

Proceso de construcción
La construcción de la cisterna de ferro cemento tardó entre tres y cuatro días dependiendo el
número de participantes (promedio de 10 participantes). Lo importante fue que la gente
aprendió a hacer el trabajo, ya que se trata de una técnica fácil.
La primera etapa consistió en limpiar el lugar donde se construyó la cisterna, cerca a un
techado que permita captar agua. Luego se excavó, haciendo una circunferencia. La cisterna
puede hacerse sobre el piso o enterrada según las condiciones del terreno. La profundidad de
la excavación fue variable. En algunos casos de 10 cm., y en otros de 0.5 metros de
profundidad con un diámetro de 2.5 m para la cisterna de 12,500 litros y de 3 metros para
17,500 litros. La altura es de 2.40 metros para las dos.
La segunda etapa consistió en el tejido de la malla. Primeramente se tiró en el piso plano el
alambre de gallinero, sobre éste se tiró la electromalla (tela electro soldada) y sobre ambos
nuevamente se tiró alambre de gallinero. El objetivo es que la electromalla quede entre el
alambre de gallinero. Luego se buscó que entre ambas caras del alambre de gallinero formaran

146
145
hexágonos pequeños para hacer el amarre, quedando cuatro amarres por cada cuadro de la
electromalla. Terminado el tejido se cortó el alambre para separar la parte de la base y la tapa.
La tercera etapa consistió en formar un cilindro (de 2.5 m de diámetro para la cisterna de
12,500 litros y de 3 metros para 17,000 litros, con altura de 2.40 metros para las dos). El
amarre del cilindro se hizo con alambre requemado. Formado el cilindro se fijó en el lugar
preparado y excavado anteriormente cuidando que quedara bien asentado y nivelado.

Cuadro 2. Materiales y costos para una cisterna de ferro cemento de 17,000 litros.

Costo Costo
No. Concepto Unidad Cantidad
Unitario Total
II Material para el Tanque de Ferrocemento
Electromalla 66/44 o 66/66 2.5 m de alto (tela 18
1.- electro soldada) Metro L. 2 13.00 585.00
(45m )
2.- Cemento bulto 20 68.00 1,360.00
3.- Un rollo de teflón Pieza 1 2.60 2.60
4.- Alambre recocido Kilo 5 10.80 54.00
Malla de gallinero 1.70 o 1.75 m altura
5.- metro 54 25.00 1,350.00
(hexágonos 22 o 25x25mm)
6.- Tapa para cisterna 50 x 60 cm. Pieza 1 182.60 182.60
Un niple de ! x 30 cm. De Fo. Galvanizado
7.- Pieza 1 26.00 26.00
con rosca externa.
8.- Un cople reducción de ! a " pulgada. Pieza 1 8.00 8.00
Una llave de nariz de " pulgada con rosca
9.- externa (también que sirva para conectar Pieza 1 21.00 21.00
manguera).
Una válvula de compuerta (o de globo) de 1
10.- pulgada con rosca externa. Pieza 1 70.00 70.00

11.- Un niple de 1 pulgada x 10 cm. De largo. Pieza 1 17.00 17.00


3
12.- Arena m 1.8 500.00 900.00
13.- Hojas de triplay de 3 mm x 1.22 m x 2.44. Pieza 4 95.80 383.20
14.- Hojas de laminas galvanizada lisas Pieza 4 217.00 868.00
15.- Tijera de hojalatero Pieza 1 128.00 128.00
16.- Cortaperno con mangos Pieza 1 180.00 180.00
Total $6,135.40
Fuente: Elaboración a partir de la información de campo.
Proyecto de Desarrollo Rural Integral Vicente Guerrero A. C. de Españita, Tlaxcala, como capacitadores y
cobraron $6,500.00.

La cuarta etapa consistió en hacer la cimbra para la estructura del cilindro. Para ello se
utilizaron hojas de triplay y hojas de lámina galvanizadas lisas amarradas con alambre
requemado. También se utilizó cartón para tapar los espacios que quedaron sin cimbra.
La quinta etapa fue el repellado. Se preparó la mezcla de arena cernida y cemento en
proporción de 4:1 (cuatro botes de arena por cada bulto de cemento) y agua. Se preparó una
mezcla cruda-seca, no muy aguada. El repellado se hizo de abajo hacia arriba con una llana
iniciando por la cara de adentro del cilindro previo mojado de la cimbra. La técnica utilizada
como le llamaron los técnicos fue la de “untar”, es decir, no aventar la mezcla. Con la cimbra
puesta se aplicaron dos capas. En este proceso se fijó la llave de salida del agua en la parte de
abajo.
Posteriormente, estando seco el repellado de adentro, se quitó la cimbra y se dio la repellada
exterior. Terminado el repellado se dio el acabado de ambas caras con mezcla más aguada.
Del lado de adentro un acabado rústico y por fuera liso. El espesor de la superficie fue de 5 a 6
cm.
La sexta etapa consistió en hacer la base de la cisterna. Se colocó un pedazo de alambre tejido
y se fijó a la estructura del cilindro. Luego se agregó una capa de cemento de unos 8 cm. Se
dio tiempo a que fraguara.
Finalmente, en la séptima etapa se hecho la tapa de la cisterna. Primeramente se puso la
cimbra utilizando polines, tablas, láminas galvanizadas y cartón. Sobre ésta se puso el resto del
alambre tejido. Se le cortó una superficie de 50x60 cm. para poner la tapa. Puesta la cimbra se

147
146
puso una capa de mezcla de 5 a 6 cm. de espesor. La cimbra se dejó 8 días y durante este
tiempo se regó toda la superficie de la cisterna. Se quitó la cimbra y quedó lista para instalar el
sistema de captación de agua de los techos de la casa.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Desarrollo de la experiencia: La estrategia de operación


El grupo de técnicos realizó diferentes acciones paralelas para avanzar conjuntamente. Las
acciones fueron las siguientes: Primeramente se elaboró el proyecto general donde se
definieron las comunidades estratégicas para construir las cisternas de ferrocemento. Con el fin
de que los técnicos y los productores recibieran la capacitación, se hizo contacto con los
productores del grupo del Proyecto de Desarrollo Rural Integral Vicente Guerrero A. C. de
Españita, Tlaxcala. Los promotores campesinos solo participaron en la construcción de la
primera cisterna; en el resto de las cisternas, los facilitadores de la ADR acompañaron el
proceso. Se hicieron invitaciones por escrito a los productores de otras comunidades y
autoridades municipales y de las instituciones locales. Así mismo, se entregó un croquis de
ubicación de la comunidad donde se construyó la cisterna. Se dio a conocer en los Consejos
Municipales de Desarrollo Rural Sustentable de cada municipio. Además se elaboró un tríptico
sobre la cisterna de ferro cemento y se cotizaron y compraron los materiales. Con las familias
seleccionadas para construir la cisterna, se definieron: lugar de construcción, herramientas
disponibles, disponibilidad de agua y elaboración de alimentos.

Impacto inicial (antes de la construcción)


• Todos los productores desconocían totalmente el procedimiento para construir la cisterna y
la cisterna misma, bajo este proceso.
• Muchos de los productores no creían en la resistencia de la obra, sobre todo con paredes
delgadas.
• Los productores con experiencia en albañilería rechazaron totalmente el proyecto, y
sugirieron cisternas con block y varillas.
• Algunos expresaron que no aprenderían la técnica porque no son albañiles. Sugirieron que
esa técnica la deberían aprender solo los albañiles.

Impacto final (al terminar la construcción de las cinco cisternas)


• Los productores participantes señalaron que aprendieron una nueva técnica (desarrollaron
sus capacidades) para construir cisternas de ferro cemento. Expresaron que construirían
una cisterna en su casa. Se propusieron cosechar el agua de lluvia para su uso en casa,
para sus animales y siembra de algunas verduras.
• Algunos se convencieron de que la técnica no es solo para los albañiles, y que todos pueden
aprenderla.
• Algunos productores continúan con la desconfianza de la resistencia y señalaron que
esperarían ver el funcionamiento.
• Algunos de los albañiles se convencieron de la obra, y vieron el aprendizaje de la nueva
tecnología como una alternativa en su trabajo.
• Actualmente, las comunidades disponen de productores capacitados en el manejo de la
técnica del ferro cemento para que a futuro, ellos puedan capacitar a otras familias que
estén interesadas en construir sus propios sistemas de almacenamiento de agua.

Participación social comunitaria


Después del proceso de capacitación regional, los técnicos continuaron la capacitación a nivel
comunidad. Se seleccionó una familia, y en su traspatio se construyó una cisterna siguiendo
todos los pasos, con la participación de todas las familias participantes en el PESA-FAO.
Cada comunidad mostró su capacidad autogestiva de cooperación y participación para
construir las cisternas de ferro cemento. En algunas comunidades se construyeron entre todos,
en un proceso de ayuda mutua (siguiendo un programa); en otras, el tejido se realizó por todos
los participantes, y para la construcción se formaron grupos; otras decidieron un trabajo familiar
desde inicio a fin. Se dieron casos de contratación de albañiles en familias con integrantes de
edad avanzada o por ausencia del hombre. En este proceso participaron personas de todas las
edades de ambos sexos. En cada paso de la construcción se mostró la edad y sexo de los
participantes. Los niños y mujeres mostraron alta habilidad para tejer el alambre. Algunas
mujeres realizaron todo el proceso de construcción; es decir, realizaron el trabajo completo.

148
147
Cada comunidad estableció tiempos de trabajo en función a sus actividades cotidianas y
respetando la división del trabajo familiar. No obstante, en algunas comunidades se
presentaron personas que por alguna causa prorrogaron la conclusión de la cisterna. Sin
embargo, cada familia y cada comunidad experimento un proceso diferente que caminó de lo
desconocido a lo real, de lo inexistente a la apropiación hasta llegar a la aplicación de la
ecotécnia.

Impacto actual
A nivel región se han construido 521 cisternas de ferro cemento, con capacidades entre 12,500
y 40,000 litros, que están almacenando agua de lluvia, agua potable, agua de pozo y agua que
se recibe en carros pipa. El uso del agua está en relación a sus necesidades: para el hogar, los
animales y la producción de plantas. Se capacitaron 80 promotores campesinos de diferentes
comunidades incluyendo algunas mujeres. Algunos de los promotores han iniciado un proceso
de capacitación a nivel regional y fuera de la región. El proceso llamó la atención de
comunidades vecinas que han iniciado a construir sus cisternas de ferro cemento, lo que
muestra la aceptación de la ecotécnia.
La experiencia adquirida en la construcción de cisternas permitió a la gente incorporar detalles
y facilitar el proceso. Ejemplo de ello es que comunidades con cultura mixteca han incorporado
su cosmovisión indígena.

CONCLUSIONES

La construcción de la cisterna de ferro cemento resultó ser una tecnología nueva en la región
mixteca donde opera el PESA-FAO y de gran interés para todos los participantes. Al no
disponer de otras fuentes de agua, tienen la posibilidad de captar y almacenar agua para el uso
doméstico, para sus animales y para establecer pequeños huertos.
La capacitación con el método “aprendiendo-haciendo” dio confianza a los participantes.
Fueron ellos los que construyeron las cisternas de ferro cemento con el acompañamiento de
los técnicos, y ahora están capacitados y han construido la cisterna en su casa.
La distribución de las cinco cisternas en forma estratégica en el territorio, está permitiendo la
difusión de la ecotécnia en forma rápida entre la población de la región.
La construcción de las cisternas permitió un proceso social comunitario importante, aflorando la
cooperación, solidaridad y participación atesoradas por las comunidades campesinas e
indígenas.
Se dio un proceso de apropiación de la ecotécnia pasando por un proceso de aprendizaje,
aplicación, adaptación y adopción.

AGRADECIMIENTOS

Agradecemos al Programa Especial para la Seguridad Alimentaria (PESA-FAO), implementado


en la región de la Mixteca Baja del Estado de Puebla, en coordinación con el Colegio de
Postgraduados Campus Puebla, la FAO, la Secretaría de Desarrollo Rural y la SAGARPA, que
nos permitieron operar el programa y vivir esta experiencia.

LITERATURA CITADA

Guzmán, C. G., M. González de Molina y E. Sevilla. 2000. Introducción a la agroecología como


desarrollo rural sostenible. Ediciones Mundi-Prensa. España. 535 p.
Hagmann, J. 2004. Aprendiendo juntos para el cambio. Red de estudios para el desarrollo rural
A. C. Fundación Rockefeller, México. 153 p.
INEGI. 2000. Enciclopedia digital de la síntesis geográfica del estado de Puebla. INEGI,
México.

149
148
POTENCIAL PARA TURISMO ALTERNATIVO EN EL MUNICIPIO DE PASO DE OVEJAS,
VER.
1 1 1 1 2
Itzel Díaz Juárez ; Martha Elena Nava Tablada ; Felipe Gallardo López ; Pernilla Fajersson ; José Cruz García Albarado

1 2
Colegio de Postgraduados Campus Veracruz, Colegio de Postgraduados Campus Córdoba

RESUMEN

Al igual que otras áreas rurales del país, en el municipio de Paso de Ovejas las principales
actividades económicas son las agropecuarias, sin embargo, se observa escaso desarrollo
socioeconómico de la población que depende de ellas y altos índices de emigración, dado que
cada vez son menos redituables. En contraste, Paso de Ovejas, cuenta con importantes
recursos naturales y culturales, que pueden ser aprovechados para el turismo alternativo, como
opción de empleo e ingreso extra para los productores, al mismo tiempo que se conserva el
patrimonio natural. Sin embargo, existe poco conocimiento de los recursos turísticos del
municipio y escasa valoración local de los mismos. En este contexto, el objetivo de la
investigación fue identificar, caracterizar y evaluar los sitios con potencial para el desarrollo de
rutas de turismo alternativo en Paso de Ovejas y las principales limitantes para su
implementación. Para identificar los sitios con potencial turístico se entrevistó a informantes
clave. Posteriormente se visitó cada sitio, caracterizándolo en una ficha previamente
seleccionada. El potencial turístico de los sitios agrupados por comunidad, se evaluó mediante
indicadores propuestos en una matriz y se diseñaron siete rutas de turismo alternativo que
fueron evaluadas para determinar su potencialidad. Se identificaron 19 sitios con potencial
turístico en 6 localidades, de las cuales dos registraron alto potencial, tres mediano y una bajo.
De las rutas, seis presentaron alto potencial y una potencial medio. Se concluye que en el
municipio existe potencial para implementar rutas de turismo alternativo, pero esto implica la
rehabilitación de algunos sitios, inversión en infraestructura turística mínima y apoyo de las
autoridades municipales para vincular las rutas a los circuitos turísticos de la ciudad de
Veracruz, pues a corto plazo, Paso de Ovejas no cuenta con el acceso al mercado turístico, la
difusión, ni la infraestructura necesaria para operar independientemente dichas rutas.

Palabras clave: desarrollo, sustentable, turismo, evaluación

INTRODUCCIÓN

Actualmente México vive una situación económica, política y social difícil, donde 24.2% de la
población se encuentra bajo el umbral de pobreza (Romani, 2006). Sobre todo en las áreas
rurales, actividades agrícolas económicamente importantes (tales como el cultivo del café,
caña, maíz, ganadería, entre otras) enfrentan crisis severas. Ante esta problemática, se han
buscado otras alternativas de desarrollo rural, entre las que se encuentra el turismo.
El turismo es una actividad que se remonta a la época colonial, pero que en México no se ha
sabido potenciar para lograr que realmente constituya una fuente alterna de generación de
divisas al producto interno bruto. Por otra parte, la actividad turística ha experimentado cambios
y modificaciones en sus enfoques, dado que los turistas ya no quieren acudir a los lugares
convencionales de descanso y recreación que generalmente son los destinos de playa que
cuentan con una fuerte infraestructura hotelera y de servicios. Aunado a esto, la crisis
ambiental que enfrenta el mundo, plantea también la necesidad de desarrollar nuevas formas
de actividad turística, que enfaticen la conservación de los recursos naturales y el medio
ambiente, así como el fomento de la educación y concientización ecológica de los turistas,
dado que bosques, mares, ríos, flora y fauna se ven amenazados por el uso irracional que le ha
dado la actividad turística convencional. En este contexto, surge el turismo alternativo, el cual
trata de conjugar diversión y esparcimiento con la conservación ecológica y la educación
ambiental de los turistas.
El estado de Veracruz tiene gran potencial para las actividades turísticas alternativas, dado que
cuenta con una diversidad de atractivos naturales y gran número de manifestaciones culturales.
Sin embargo, son pocas las regiones que han implementado proyectos de turismo alternativo
como una opción viable de desarrollo sustentable.
En el municipio de Paso de Ovejas, localizado en el centro del estado de Veracruz, las
principales actividades económicas son las agropecuarias, sin embargo, se observa escaso

150
149
desarrollo socioeconómico de la población que depende de ellas y altos índices de emigración,
dado que la ganadería y la agricultura son cada vez menos redituables. En contraste, Paso de
Ovejas, cuenta con importantes recursos naturales, vestigios prehispánicos y un patrimonio
histórico relevante que pueden ser aprovechados para el turismo alternativo, como opción de
empleo e ingreso extra para los productores, al mismo tiempo que se promueve la
conservación del patrimonio natural y cultural; sobre todo porque actualmente la demanda
turística busca preferentemente el contacto con la naturaleza, un paisaje no contaminado y
sentirse parte de la comunidad anfitriona. Sin embargo, existe poco conocimiento de los
recursos turísticos del municipio, así como escasa valoración por parte de los pobladores del
patrimonio natural, histórico y cultural local, por lo que actualmente los sitios con potencialidad
turística se encuentran subutilizados, deteriorados, contaminados o en completo abandono.
Aunado a lo anterior, aunque existen algunos trabajos que han estudiado los recursos
naturales, históricos y culturales del municipio (Escamilla, 2001; González, 1999; Cruz-
Carretero, 2002; Romero, 2001), éstos analizan por separado cada ámbito y sin la orientación
explícita hacia el turismo alternativo. Por ello, puede afirmarse que no existen investigaciones
que registren y evalúen de manera integral el potencial natural, histórico y cultural de Paso de
Ovejas, como base para plantear actividades turísticas alternativas que detonen procesos de
desarrollo sustentable a nivel municipal.
En el contexto expuesto, el objetivo de la presente investigación fue identificar, caracterizar y
evaluar los sitios con potencial para el desarrollo de rutas de turismo alternativo en el municipio
de Paso de Ovejas y las principales limitantes para su implementación. Con ello se pretende,
además de contribuir al conocimiento del potencial turístico del municipio, también plantear
propuestas para impulsar un mejor aprovechamiento del patrimonio natural, histórico y cultural
por parte de los pobladores.

METODOLOGÍA

El trabajo fue realizado en el municipio de Paso de Ovejas, Ver., el cual se localiza en el centro
del estado de Veracruz, en las coordenadas 19° 17” latitud Norte y 96° 26” longitud Oeste, a
una altura de 40 msnm, en una zona tropical semiárida. Limita al Noreste con La Antigua; al
Este con Veracruz, al Sureste con Manlio Fabio Altamirano; al Sur con Soledad de Doblado, al
Suroeste con Comapa; al Oeste y Noroeste con Puente Nacional; su distancia aproximada de
la capital del Estado por carretera es de 67 Km (Gobierno del Estado de Veracruz, 2006).
Para identificar los sitios con potencial turístico, se realizaron diez entrevistas a informantes
clave, siguiendo una guía diseñada previamente, que contemplaba preguntas referentes a los
lugares de mayor atractivo turístico en Paso de Ovejas. Posteriormente, se realizó un inventario
de recursos turísticos, con el objeto de conocer las características de los sitios identificados,
para ello se visitaron los sitios y con ayuda de expertos o gente del lugar, se obtuvo la
información requerida en la ficha de registro. Dicha cédula fue retomada de Sandoval (2006) e
incluye datos como: nombre con el que se identifica el sitio, localización, atractivo principal,
actividades turísticas que podrían desarrollarse, temporada de visitas, limitantes y
requerimientos para echar a andar, entre otros.
Los resultados se analizaron a través de un modelo de matriz para potencialidad turística,
propuesto por Sandoval (2006), en donde se evalúan 10 indicadores de potencialidad (Cuadro
1) en base a un cuadro de valoración de indicadores (Cuadro 2). Finalmente, la suma de los
indicadores clasifica a los sitios y comunidades en 3 categorías de potencialidad, según la
escala de evaluación numérica propuesta por dicho autor: alto potencial (30-25), mediano
potencial (24-15) y bajo potencial (14-10). De esta forma se determinó la potencialidad para
cada sitio y comunidad visitados.

Cuadro 1. Matriz de potencialidad para la selección de destinos turísticos (Sandoval, 2006)

Sitios
Indicadores de potencialidad
a b c
1. Cercanía con aeropuertos o centros urbanos importantes
2. Características del trayecto hacia el área
3. Posibilidades de desarrollo de actividades del turismo naturaleza

151
150
4. Presencia de atractivos desde el punto de vista faunístico
5. Características de la observación de fauna
6. Características de interés ofrecidas por la zona
7. Interés de la zona desde el punto de vista cultural
8. Características intrínsecas de la zona
9. Potencialidad escénica de los alrededores de la zona
10. Potencial para integrar la zona a otros sitios de interés turístico
Suma de la evaluación de potencialidad

Cuadro 2. Valoración de indicadores de potencialidad turística (Sandoval, 2006)


Valor Numérico
Indicador
3 2 1
Cerca de las áreas con aeropuerto o centros Cerca Relativamente Lejos
urbanos importantes cerca
Características del trayecto hacia el área Cómodo Fácil Peligroso
La zona ofrece posibilidades de desarrollar Varias actividades Algunas Pocas
atractivos desde el punto de vista faunístico actividades actividades
La observación de la fauna es … Garantizada Frecuente Depende de la
época
La zona ofrece… Varias Mas de una Una sola
características de característica característica
interés. de interés.
Ofrece la zona… Gran interés Algunos lugares Pocos lugares
cultural de interés de interés
cultural cultural.
Las características de la zona son… Únicas Algo diferentes Similares a
otras zonas
Los alrededores de la zona son De una gran Un verdadero De poco interés
belleza paisajística. atractivo
La cercanía de la zona con sitios de interés Gran potencial para Potencial Poco potencial.
turístico confiere… integrarla a un moderado
circuito turístico

Con toda la información recabada se diseñaron siete rutas de turismo alternativo en base en la
temática de los sitios, tiempos de recorrido y actividades que es posible realizar.
Posteriormente se evaluó la potencialidad para turismo alternativo de cada ruta, siguiendo la
misma metodología que se planteó para la evaluación de sitios y comunidades.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

En el municipio de Paso de Ovejas se identificaron 19 sitios con potencial turístico, agrupados


en 6 comunidades (Cuadro 3).

Cuadro 3. Localidades y sitios con potencial turístico en el municipio de Paso de Ovejas


Veracruz
Localidades Sitios
Cabecera municipal 1. Santuario de la Virgen de Guadalupe
2. Monasterio Franciscano
3. Los Portales
4. Puente Colonial
5. Poza El Manguito
6. Cueva de la Higuera
7. Zona arqueológica de Higuera Prieta
Acazónica 8. Barranca de Acazónica
9. Hacienda de Acazónica
10. Iglesia de San José Acazónica

152
151
11. Cueva de los Leprosos
12. Zona arqueológica de Acazónica
Angostillo 13. Iglesia de Nuestra Señora de la Ayuda
Perpetua
14. Hacienda Angostillo
15. Cueva de los Muñecos
Tolome 16. Rancho Guadalupe
17. Viveros Tolome
Cerro Guzmán 18. Finca Las Hortalizas
Tierra Colorada 19. El Manantial

Tomando como base la caracterización de los sitios por localidad (inventario de recursos
turísticos), la evaluación de la potencialidad se realizó considerando en conjunto los sitios
agrupados por localidad, encontrándose que Tierra Colorada tiene bajo potencial, Tolome,
Angostillo y Cerro Guzmán tienen mediano potencial y la Cabecera Municipal y Acazónica tiene
alto potencial (Cuadro 4).

Cuadro 4. Evaluación de la potencialidad para turismo alternativo de las comunidades


identificadas en el municipio de Paso de Ovejas, Ver.
Indicadores de potencialidad / Comunidad * CM AC AN TO CG TC
Cercanía del área con aeropuertos o centros urbanos 3 2 2 3 3 3
importantes
Características del trayecto hacia el área 3 2 2 3 2 2
Posibilidades de desarrollo de actividades del turismo 3 3 2 3 2 1
naturaleza
Presencia de atractivos desde el punto de vista faunístico 2 3 2 2 3 1
Características de la observación de fauna 2 3 2 3 3 1
Características de interés ofrecidas por la zona 3 3 2 2 1 1
Interés de la zona desde el punto de vista cultural 3 3 3 1 1 1
Características intrínsecas de la zona 2 3 2 1 2 1
Potencialidad escénica de los alrededores de la zona 3 3 2 3 1 1
Potencial para integrar la zona a otros sitios de interés 3 3 3 3 3 2
turístico
1
Suma de indicadores = Potencial turístico 27 28 22 24 21 14
A A M M M B
* CM: Cabecera municipal, AC: Acazónica, AN: Angostillo, TO: Tolome, CG: Cerro Guzmán,
TC: Tierra Colorada.
La información concentrada en el inventario de recursos turísticos y la evaluación de la
potencialidad turística por localidad, dieron la pauta para el diseño de las posibles rutas
turísticas, las cuales se elaboraron teniendo como criterios: la unidad temática de la ruta, el tipo
de actividades a realizar, el tipo de turista a la que va dirigida y los tiempos de recorrido. Cabe
señalar que no existen “recetas” para el diseño de rutas, pero se retomaron las guías
propuestas por algunos autores (SECTUR, 2004; Zamorano, 2002; Dredge y Gómez, 1996) y
se elaboraron sobre todo en base al conocimiento previo adquirido en la etapa de investigación
de campo, así como en la revisión bibliográfica relativa a ejemplos de rutas diseñadas en otros
lugares (Comisión de Fomento al Turismo, 2007; Gobierno del Estado de Chiapas, 2007;
Berzunza y Mejía, 2003).
También, se identificaron los diferentes tipos de turismo y actividades que se pueden realizar
en cada uno de los sitios y localidades, como parte de la información necesaria para “combinar”
los sitios a visitar para constituir una ruta. En base a esto se diseñaron siete rutas, donde se
trataron de incluir todos los sitios identificados y valorados (Cuadro 5). Cabe señalar que se
dejó fuera de las rutas el sitio El Manantial, localizado en Tierra Colorada por estar muy

1
Para determinar la potencialidad se retoma la escala de evaluación numérica propuesta por Sandoval
(2006), donde puntajes de 30 a 25 se consideran con alto potencial (A); 15 a 24 con mediano potencial
(M) y de 14 a 10 con bajo potencial (B).

153
152
contaminado y en mal estado, dado que se encuentra rodeado por la periferia urbana y
requiere de una fuerte inversión económica para limpiar y rescatar el sitio.
Las rutas abarcan medio día de recorrido, tomando en cuenta que actualmente el municipio de
Paso de Ovejas no cuenta con la afluencia turística requerida para ofertar las rutas y su
infraestructura de hospedaje y servicios turísticos anexos resulta insuficiente, por lo que las
rutas están pensadas para ofertarse y captar los flujos turísticos del Puerto de Veracruz, que
pueden trasladarse al municipio por la mañana, realizar el recorrido y regresar por la tarde.

Cuadro 5. Características de las rutas de turismo alternativo en Paso de Ovejas, Veracruz


Ruta Localidades Sitios que incluye Tipo de Actividad
Aves Rapaces Acazónica Barranca de Acazónica Observación de aves
Extrema Acazónica Barranca de Acazónica, Deportes Extremos
Cueva de los Leprosos
Nuestra Historia Cabecera Los Portales, Monasterio Turismo cultural y rural
municipal Franciscano, Santuario de la
Cerro Guzmán Virgen de Guadalupe, zona
arqueológica Higuera Prieta,
Cueva de La Higuera, Finca
Las Hortalizas
Naturaleza y Acazónica Barranca de Acazónica, Ecoturismo y turismo
Cultura Cabecera Hacienda de Acazónica, cultural
municipal Iglesia de San José, Poza El
Manguito, Los Portales,
Monasterio Franciscano,
Santuario de la Virgen de
Guadalupe
Aventura Angostillo Cueva de Los Muñecos, Ecoturismo
Acazónica Barranca de Acazónica,
Cabecera Cueva de Los Leprosos, Poza
municipal El Manguito, Cueva de la
Higuera
Senderos Cabecera Los Portales, Monasterio Turismo cultural
Coloniales municipal Franciscano, Santuario de la
Angostillo Virgen de Guadalupe, Puente
Acazónica Colonial, Hacienda de
Angostillo, Iglesia de Nuestra
Señora de la Ayuda Perpetua,
Iglesia de San José y
Hacienda de Acazónica
Agroecoturística Tolome Rancho Guadalupe, Viveros Agroecoturismo
de Tolome

Finalmente, se analizó el potencial turístico de cada ruta, utilizando la matriz propuesta por
Sandoval (2006), ocupada anteriormente para la evaluación de localidades. Comparando la
potencialidad de las siete rutas en el Cuadro 6, elaborado a partir de las matrices de
potencialidad por ruta, se observa que todas tienen alto potencial turístico y sólo la ruta
“Senderos Coloniales” presenta potencial medio. Sin embargo, es necesario señalar que la
implementación de las rutas propuestas implica la rehabilitación de algunos de los sitios
incluidos, así como la inversión en la infraestructura mínima para recibir y atender a los turistas
(señalización, mantenimiento de caminos, limpieza de sitios, servicios sanitarios, etc.).

154
153
Cuadro 6. Evaluación de la potencialidad para turismo alternativo de las rutas diseñadas en el
municipio de Paso de Ovejas, Ver.

2 Ruta Ruta Ruta Ruta Ruta Ruta Ruta


Indicadores de potencialidad/ Rutas
AR EX NC NH AV SC AG
Cercanía del área con aeropuertos o 2 2 2 3 3 2 3
centros urbanos importantes
Características del trayecto hacia el área 2 2 2 3 3 2 3
Posibilidades de desarrollo de actividades 3 3 3 3 3 1 3
del turismo naturaleza
Presencia de atractivos faunísticos 3 3 3 3 3 1 3
Características de la observación de fauna 3 3 3 3 3 1 3
Características de interés ofrecidas por la 3 3 3 3 3 3 3
zona
Interés de la zona desde el punto de vista 1 1 3 3 3 3 3
cultural
Características intrínsecas de la zona. 3 3 3 3 3 3 3
Potencialidad escénica de los alrededores 3 3 3 3 3 3 3
de la zona
Potencial para integrar la zona a otros 3 3 3 3 3 3 3
sitios de interés turístico
3
Suma de indicadores = Potencial turístico 26 26 28 30 30 22 30
A A A A A M A

CONCLUSIONES

En cada una de las localidades visitadas pueden implementarse actividades de turismo


alternativo en sus diferentes modalidades, por lo que se constata el supuesto de que en el
municipio de Paso de Ovejas existen recursos naturales, históricos y culturales con un alto
potencial para el turismo alternativo y consecuentemente fue posible diseñar algunas rutas con
alta potencialidad. De las localidades estudiadas, la comunidad de Acazónica es la que cuenta
con más sitios turísticos naturales, históricos y culturales, por ello representa el lugar con
mayor potencial para turismo alternativo en el municipio. Sin embargo, la implementación de
las rutas propuestas implica la rehabilitación de algunos de los sitios, la inversión en la
infraestructura mínima para atender a los turistas, así como el apoyo de las autoridades
municipales para que las rutas diseñadas puedan vincularse a los circuitos turísticos de la
ciudad de Veracruz, dado que a corto plazo y de manera aislada, el municipio de Paso de
Ovejas no cuenta con el acceso al mercado turístico, la difusión, ni la infraestructura necesaria
para operar con éxito dichas rutas.

LITERATURA CITADA:
Berzunza, G. A. y M. N. Mejía. 2003. Puesta en valor del patrimonio de San Pedro Cholula a
través de rutas turísticas culturales. Universidad de las Américas. México.
http://catarina.udlap.mx/u_dl_a/tales/documentos/lhr/berzunza_g_ac/. (Consultada: 24 de
febrero. 2007).
Cruz-Carretero, S. 2002. Desarrollo histórico de una hacienda del Veracruz Central: Acazónica
(1750-1821). México. En prensa.
Comisión de Fomento al Turismo. 2007. Turismo en Sonora.
http://www.sonoraturismo.gob.mx/rutas-turisticas-sonora.htm. (Consultada. 25 de enero, 2007).

2
Aves Rapaces (AR), Extrema (EX), Naturaleza y Cultura (NC), Nuestra Historia (NH), Aventura (AV),
Senderos Coloniales (SC), Agroecoturística (AG)
3
Para determinar la potencialidad se retoma la escala de evaluación numérica propuesta por Sandoval
(2006), donde puntajes de 30 a 25 se consideran con alto potencial (A); 5 a 24 con mediano potencial (M)
y de 14 a 10 con bajo potencial (B).

155
154
Dredge D. D. y Gómez G. O. 1996. Planeación y manejo sustentable. Proyecto CO24. México.
http://www.conabio.gob.mx/institucion/proyectos/resultados/InfC024%20primera%20parte.pdf.
(Consultada: 18 de mayo. 2007)
Escamilla, O. J. 2001. El factor histórico como generador del desarrollo municipal bajo un
enfoque multidisciplinarío, Paso de Ovejas, Ver. SIGOLFO y Universidad Veracruzana. México.
Gobierno del Estado de Chiapas. 2007. http://www.turista.com.mx/chiapas/chiapas-s-9.html.
(Consultada: 16 de marzo. 2007).
Gobierno del Estado de Veracruz. 2006. Enciclopedia de los municipios de México: Estado de
Veracruz: Paso de Ovejas. http://www.e-
mexico.gob.mx/work/EMM04/Veracruz/mpios/30126a.htm. (Consultada: el 2 de enero, 2006).
González, M. V. 1999. Acazónica. México. En prensa.
Romani, M. 2006. América Económica. Editorial Asesores de Publicaciones S.L. México.
Romero, Q. F. 2001. Trabajo de estudio-diagnóstico para la elaboración del plan de desarrollo
cultural de Paso de Ovejas. Ver. . México. En Prensa. pp. 7-14
Sandoval, S. E. 2006. Ecoturismo: Operación técnica y gestión ambiental. Editorial Trillas.
México. 237 p.
SECTUR (Secretaría de Turismo). 2004. Directorio de prestadores de servicios. México.
Zamorano, C. F. 2002. Turismo Alternativo. Editorial Trillas. México. 336 p.

156
155
LA EDUCACIÓN CIENTÍFICA EN EL CAMPO DE LAS CIENCIAS AGRÍCOLAS BAJO UN
ENFOQUE CURRICULAR PARA LA SOSTENIBILIDAD
i
Manuel Villarruel Fuentes
1
Instituto Tecnológico de Úrsulo Galván. [email protected]

RESUMEN
Partiendo de la premisa que señala que la enseñanza de la ciencia debe ser un imperativo
estratégico de los países, sobre todo de aquellos cuyo desarrollo se encuentra comprometido
por sus políticas sociales, es que se busca insistir, a la entrada del nuevo siglo, en la necesaria
alfabetización científica y tecnológica que demanda el paradigma dominante. Sin embargo,
habrá que asumir que una postura de esta índole precisa de un sustrato ideológico-cultural que
de entrada faculte esta visión, el cual suele estar ausente en los modelos educativos que
operan en estos países. Es así como el mayor problema que se enfrenta es el de concebir una
ciencia unívoca y omnipresente en sus formas y usos, "una ciencia para todos". Algo similar
enfrenta la tecnología, la cual lleva en sí misma la impronta de su inaccesibilidad, al diseñarse
para ser empleada por personas sin una previa formación, llegando incluso a pensarse de que
se trata de "ciencia aplicada", asumiendo que con ello se está dotando a la ciencia de
aplicación práctica. En este sentido la solución tampoco es única, aunque en mucho
contribuiría el revisar los contenidos de los planes de estudio, los que actualmente están
cargados de aforismos a los que llaman ciencia. Es así como en el presente documento se
exponen las experiencias adquiridas en la enseñanza-aprendizaje de la ciencia, vinculadas a la
alfabetización científica del estudiante de las ciencias agrícolas, las cuales han sido
documentadas a lo largo de 10 años de trabajo docente en dicha área. La propuesta curricular,
sustentada en la pedagogía sistémica, la gestión de los aprendizajes y el constructivismo,
documenta las estrategias y metodologías empleadas en el logro efectivo del aprendizaje
significativo, a partir del desarrollo de metahabilidades de pensamiento reflexivo, crítico y
creativo, componentes torales del pensamiento científico y de una educación para la vida.

Palabras clave. Alfabetismo científico, metacognición, metahabilidades, aprendizaje.

INTRODUCCIÓN

Bajo los actuales modelos educativos definidos como necesarios para el nivel superior en el
mundo, tanto a nivel universitario como tecnológico, se destaca por su amplio consenso
internacional la vertiente que señala como ineludible la formación científica del educando,
sobre todo ahora que la humanidad se encuentra inmersa en la llamada Década de la
Educación Para el Desarrollo Sostenible, cuyo objetivo es que toda la educación, tanto formal
como informal, proporcione invariablemente atención a la caótica situación en el mundo y
favorezca una percepción correcta de los diversos problemas que ésta enfrenta, así como
permita encontrar posibles soluciones y promueva actitudes y conductas favorables para el
logro de un verdadero futuro sostenible. De acuerdo con Vilchez et al., (2005) no se puede
seguir atendiendo la amplia gama de problemas pensando sólo en el ámbito local, ya que es
bien sabido que existen profundas interacciones entre los fenómenos (sistemas); pero son los
propios autores quienes plantean una pregunta que resulta clave para entender el presente
enfoque: ¿En qué medida la educación científica y tecnológica está contribuyendo a esta
educación para un futuro sostenible?
Esta, al parecer simple interrogante, pone en la mesa de análisis el hecho de que la
educación científica no se trata tan sólo de un requisito emanado de simples modas de inicio
de milenio, sino como una verdadera política de cobertura mundial, cuyo sustento centra sus
cimientos en amplios consensos internacionales, tales como el alcanzado en la Conferencia
Mundial sobre la Ciencia para el siglo XXI, auspiciada por la UNESCO y el Consejo
Internacional para la Ciencia, donde se hace hincapié en lo importante de atender las
necesidades de la población, dotándolos de los medios e instrumentos que les lleven a lograr
una verdadera alfabetización científica, la cual por sí misma logre potenciar su desarrollo
humano (Gil y Vilches, 2006), asumiendo a este como un imperativo estratégico (Declaración
de Budapest, 1999). La idea central gira en torno a una añeja aspiración que desde fines del
siglo pasado continúa como una asignatura pendiente: la estructuración y el fomento de
diseños curriculares holistas para la formación educativa integral, conducidos a través de
procesos de enseñanza-aprendizaje de las ciencias y la tecnología.

157
156
Referentes anteriores señalan la necesidad de transformar la realidad actual de los
países en desarrollo, los cuales durante la última mitad del siglo XX centraron sus modelos
educativos exclusivamente en el adiestramiento de sus ciudadanos para el uso de la
tecnología, quedando la ciencia reducida a una retórica de aforismos que fueron repetidos en el
discurso educativo oficial y plasmado en cartas descriptivas denominadas “programas de
estudio”. En este sentido se destacan los planteamientos de la National Science Education
Standards, auspiciados por el National Research Council (1996), donde se enfatiza en la
natural libertad y derecho que tiene toda persona de usar la información científica disponible,
de entender desde sus auspicios y marcos referenciales lo que ocurre en su entorno mediato e
inmediato, de comprometerse con la transformación que sus enfoques conlleva, dejando de ser
un simple espectador de una realidad (cuya constante suele ser el cambio), para convertirse en
protagonista de su tiempo.
Sin embargo, pese a todos los esfuerzos por hacer de la educación superior un espacio
propicio para el desarrollo de los conocimientos, las habilidades y destrezas que permitieran
consolidar la alfabetización científica y tecnológica requerida (International Association forthe
Evaluation of Educational Achievement– a través del SISS –Second International Science
Study–, el TIMSS –Third International Mathematics and Science Study–, el TIMSS Repeat y el
TIMSS Trends, así como por la OECD – Organization for Economic Cooperation and
Development– mediante el PISA – Programme for International Student Assessment), estos
iniciativas solo han servido para evidenciar de manera clara y contundente el enorme rezago
que se padece (Vázquez-Alonso et al., 2005).
La explicación a dicho fracaso ha sido enfocada desde varias perspectivas, habiendo
quien sitúa la génesis del fenómeno en una educación básica deficiente (Fourez, 1997, 2002).
Pese a esto, se debe considerar que aunque las mayores dificultades se localizan en los
países en vías de desarrollo, la problemática persiste aun en aquellos catalogados como
altamente industrializados (Vázquez-Alonso et al., 2005). Dicha crisis en la educación científica
global no puede ser explicada en coordenadas simples, dado que involucra diversos
componentes de carácter político, económico, social, e incluso cultural que brindan matices al
contexto de ejecución y concreción de los modelos curriculares en operación.
Entre los factores que más se vinculan con la problemática se destacan los siguientes:

1. Una proporción importante de docentes con escasa formación científica, los cuales se
encuentran a cargo de impartir los cursos o asignaturas relacionadas con la ciencia.
Esto suele llevar a la percepción de que no se requiere una alfabetización científica
para incursionar en dicha área.
2. Docentes con sólida formación científica-tecnológica, con experiencia suficiente, pero
sin actitud para la función docente (Villarruel, 2002).
3. Planes de estudio sin una sólida estructura curricular y sin la transversalidad que el
currículum científico requiere.
4. Desarrollo de una práctica educativa sustentada en posturas conductistas y
enciclopédicas, desligadas de la realidad y centradas en el paradigma de la enseñanza
(repetición de hechos y eventos científicos, leyes y teorías).
5. Fomento de una imagen de la ciencia dogmática y rutinaria, construida desde ingenuas
posturas epistemológicas, las cuales convierten el proceso de aprendizaje en un
evento aburrido e irrelevante.
6. Estrategias didácticas que llevan a la desarticulación de los grupos de estudiantes,
quienes no cultivan el aprendizaje cooperativo.
7. Evidencia de factores culturales, los cuales suelen constituirse como limitantes
ideológicos y sociales que obstaculizan la continuidad en los procesos de formación
científica-tecnológica. Un ejemplo lo representa el hecho de que las jóvenes suelen
tener actitudes más negativas respecto a la ciencia y tecnología que los jóvenes
(Acevedo, 2005; Sjoberg, 2004, Sjoberg y Schreiner, 2005).
Todo esto trae como consecuencia que los estudiantes no logren relacionar el aprendizaje
de la ciencia con sus formas y modos de vida, llegando incluso a pensar que nada tienen que
ver con las demás asignaturas que cursan en su carrera (ética, desarrollo sustentable, lenguaje
y redacción, administración, etc.), fijándose en ellos la idea de que sólo sirve para poder
investigar.
Al referir a la educación científica como una necesidad que sobrepasa el ámbito de las
Instituciones de Educación Superior (IES), para situarse en el seno de la propia cultura,
necesariamente se tiene que traer a la escena los objetivos de la corriente denominada

158
157
Ciencia, Tecnología y Sociedad, la cual supone ampliar el espectro de sus propósitos,
debiendo pensar su articulación curricular en torno a la discusión permanente de problemas
socio-técnicos reales (Vázquez y Manasero, 2006) y al nivel de su impacto en la sociedad y la
educación; para lo cual se debe explicitar en términos de su desarrollo histórico, su fundamento
epistemológico y su perfeccionamiento cognitivo y metacognitivo, procedimental (prácticos) y
actitudinal (axiológico). En este último aspecto debe recaer el mayor peso didáctico, ya que en
él se concreta la conducta del futuro investigador, evitando con ello el desinterés que los
estudiantes suelen manifestar, motivándolos a que mantenga la curiosidad y mejoren su
rendimiento con el fin de generar apego y vinculación hacia la educación científica, no sólo a lo
largo del período escolar, sino también a lo largo de toda la vida (Fensham, 2004).
Finalmente, el tránsito hacia un paradigma que privilegia “la ciencia para todos”, deberá
considerar los siguientes componentes (Fensham, 1985; Garritz, 2006):

a) Los contenidos revestirán una obvia e inmediata relevancia social y personal para los
aprendices, partiendo de lo que ya saben, así como de su experiencia previa a la
escuela.
b) Las habilidades prácticas y el conocimiento tendrán criterios de logros que todos los
aprendices puedan alcanzar hasta algún nivel.
c) Los temas, tópicos o secciones serán visibles constantemente para poder elucidar las
partes componentes del aprendizaje.
d) La pedagogía explotará las demostraciones y las prácticas que son inherentes a las
ciencias y al aprendizaje cultural que se obtiene en forma previa o fuera de la escuela.
e) El aprendizaje de habilidades prácticas y cognitivas surgirá como consecuencia fluida
de la relevancia y significancia de los tópicos de la naturaleza de la ciencia, más que
como motivo primario del aprendizaje.
f) La evaluación reconocerá tanto los conocimientos previos que los aprendices tienen
sobre la ciencia, como sus logros subsecuentes en el resto de los criterios que
componen el currículo.
Los incisos b, d y e dejan abierta la posibilidad de prestar una especial atención a los
abordajes experimentales, los inciso a, c y f ponen en relieve la individualidad y la necesaria
integración de los grupos.
Tomando como referencia lo señalado por Garritz (2006), la presente propuesta de
innovación educativa se asume depositaria de los preceptos del constructivismo, asumiendo
una visión que trasciende la simple definición psicologista que lo define como una teoría del
aprendizaje, para aceptar que se trata además de una filosofía de la ciencia y de la educación,
una verdadera concepción del mundo (weltanschuung) “al ofrecer una perspectiva global del
significado de la aventura humana, sobre el modo en que los seres humanos imparten
significado a la totalidad de su existencia en orden a sobrevivir y adaptarse” (Pépin, 1998).
Siendo el contructivismo una percepción de la realidad, la cual se integra por visiones
disímbolas y a veces encontradas (el cognoscitivismo, la psicología genética, la psicología del
aprendizaje significativo o la escuela socio-histórica, sin descartar a Vigotsky), asume que el
conocimiento no es algo dado y listo para ser usado, sino que se integra a partir de la
interacción socio-cultural, de la sinergia colectiva, donde la negociación de significados cobra
radical importancia. En suma, una teoría del conocimiento que da cuenta de la constitución de
la ciencia, donde la producción de los conocimientos individuales y la práctica de las ciencias
son procesos integrantemente sociales.
Es así como se acepta que la mejora de los procesos de aprendizaje en el aprendiz de
ciencia requiere de la ayuda educativa que el maestro-facilitador le puede ofrecer al estudiante,
con el objetivo de potenciar su trabajo autónomo y autorregulado, cuya finalidad es mejorar la
red de significados y las conexiones conceptuales que suelen ponerse en juego cuando se
construye el conocimiento. Ambos elementos se consideran que están íntimamente
relacionados y que son mutuamente interdependientes (Coll et al., 2006). Este apoyo
proporcionado tiene la meta de traspasar el control y la responsabilidad sobre el aprendizaje
del maestro al estudiante (Coll et al., 1995), lo cual conlleva a la promoción de su autonomía y
autorregulación.
La ayuda al aprendizaje del estudiante, de acuerdo con Coll et al., (2006), debe estar
basado en el seguimiento sistemático y continuado del proceso que él desarrolla, y tiene,
necesariamente, que incluir formas de apoyo y soporte muy diversas en función del momento
del proceso y de las necesidades de los estudiantes (no siempre las mismas).

159
158
Bajo esta concepción del trabajo educativo, la concreción del objetivo precisa de un
diseño acorde a cada contexto de actuación, donde el trabajo cooperativo sea privilegiado.
Para lograrlo se debe propiciar en el trabajo cotidiano una interdependencia positiva entre los
miembros del grupo, una interacción directa "frente a frente", una enseñanza de competencias
sociales en la interacción grupal, un seguimiento constante de la actividad desarrollada y una
evaluación individual y grupal (Johnson, Johnson y Holubec, 1994), dirigidas a lograr que los
estudiantes se sitúen frente a las demandas típicas que recibe un profesional de parte de su
profesión y campo de acción natural, psicológico y social.
Un aspecto que se incluye en la presente propuesta es la de potenciar la motivación
dentro del grupo de trabajo, buscando que la calidad de la relación entre los miembros, la
ayuda mutua, la estima y el afecto (modulado por el capital emocional de los protagonistas) y el
éxito alcanzado, sean los que determinen una motivación intrínseca y correlativa de todos los
aprendices.
Las estrategias didácticas empleadas buscan conceptuar el aprendizaje como un proceso
de construcción de significados y de atribución de sentido a los contenidos y tareas realizadas,
lejos de la simple rutinización a la que ordinariamente son sometidos los estudiantes. Dichas
tareas didácticas y prácticas pedagógicas atenderá el análisis de casos y resolución de
situaciones-problema in situ e in vivo. Para ello se propone articular la teoría con la práctica,
pero no en el sentido tradicional, sino imbricando la enseñanza y el aprendizaje de contenidos
conceptuales, procedimentales y actitudinales. Esto exige que se supere el arreglo
instruccional propio de los programas de estudio tradicionales (currículum institucional), los
cuales hacen una clara diferenciación de las horas teoría y horas prácticas, convirtiendo en
este caso a todas en teórico-prácticas, abordando el conocimiento teórico a partir de su uso en
la resolución de casos y situaciones problemáticas. El sentido de la negociación de saberes
propio de la estrategia se aborda como una habilidad (unidad) de competencia a desarrollar.
En lo concerniente a la metacognición, el abordaje de la propuesta recupera los
planteamientos de Flavell (1979), en el sentido de brindar atención a la persona, la tarea y las
estrategias, y la forma cómo estos factores interactúan durante el proceso cognitivo y el de
“aprender a aprender”. Sin embargo, es conveniente agregar un componente más: los
materiales (Brown et al.,1981), los que en materia de ciencias agrícolas son de importancia
toral, ya que en ellos recae la actividad cognoscitiva y metacognoscitiva. En este punto cabe
destacar la necesidad de propiciar en el estudiante el conocimiento declarativo orientado al
saber qué, el conocimiento procedimental encaminado al saber cómo (Flavell, 1985), y el
conocimiento condicional encauzado al saber cuándo y para qué utilizar una determinada
estrategia (Paris et al.,1983). No perder de vista que una cosa es el conocimiento
metacognitivo y otra la actividad metacognitiva, esta última aludiendo a la relación entre
conciencia y metacognición (Peronard, 1999), la cual lleva en una primera instancia al
monitoreo o supervisión del proceso (en el subconsciente) y su regulación, la cual incluye la
aplicación de estrategias antes, durante y después de la actividad o tarea. Aunque se acepta
aquí que es probable que una parte de la actividad cognitiva se efectúe a un nivel no-
consciente, no se debe pasar por alto que los sujetos más efectivos en su adaptación al medio
son los que tienen un mayor nivel de conciencia de sus propios procesos mentales, es decir
tienen un nivel mayor de habilidades metacognitivas (Reeve y Brown, 1985). Adicionalmente se
tiene que considerar que una creciente habilidad del sujeto para controlar sus procesos
cognitivos determina el incremento de sus habilidades de adaptación (Alcalay y Simonetti,
1992), lo cual faculta entre otras cosas la integración del sujeto dentro del colectivo,
propendiendo a la composición de comunidades de aprendizaje.
Es fácil identificar que en los esquemas de trabajo tradicional, los esfuerzos están
encauzados al “dominio de contenidos”, suponiendo de entrada que un sólido capital de
saberes garantiza por sí mismo el desarrollo potencial de la persona. Sin embargo, aunque el
conocimiento es esencial para el desarrollo del pensamiento (Nickerson, 1988), no existe
evidencia confiable que demuestre que acumular conocimiento garantice el desarrollo del
pensamiento crítico. Así lo demuestran los resultados de las investigaciones realizadas por
Glaser (1984), Perkins (1985), y Whimbey (1985) (citado por Ponce Torres, 2006), quienes
afirman que existe una gran cantidad de personas que aun cursando estudios formales, incluso
universitarios, no logran desarrollar un pensamiento crítico.
Para lograr lo anterior, se requiere diseñar estrategias y conducir acciones dirigidas al
logro efectivo de los tres niveles de habilidades cognitivas y metacognitivas a saber, buscando
que éstas estén presentes en cada una de tareas didácticas y prácticas pedagógicas
diseñadas y coordinadas por el maestro-facilitador. Dichas habilidades reconocidas e incluidas

160
159
en la operación de la presente propuesta son: 1) Habilidades para recopilar y recordar
información (datos de ingreso): completar, contar, definir, describir, identificar, listar, comparar,
nombrar, observar, recitar, examinar, seleccionar; 2) Habilidades para dar sentido a la
información adquirida (procesamiento de información): analizar, categorizar, clasificar,
comparar, contrastar, distinguir, experimentar, expandir, agrupar, deducir, hacer analogías,
organizar, ordenar en serie, sintetizar; y 3) Habilidades para aplicar y evaluar acciones en
situaciones reales o hipotéticas (resultados): aplicar un principio, evaluar, extrapolar,
pronosticar, generalizar, formular hipótesis, imaginar, juzgar, construir modelos, predecir,
especular
La inclusión permanente del estudiante a tareas conceptuales, procedimentales
(heurísticas) y actitudinales (axiológicas, valores) estrechamente vinculadas a estas
habilidades, permite el transito inteligente y creativo, de un pensamiento pasivo o receptivo,
hacia uno activo o reflexivo, eje principal de la propuesta como proceso.

OBJETIVO

Operar una propuesta curricular de corte constructivista sustentada en aprendizajes


significativos y orientada a la consolidación de una cultura científica en el estudiante, que
privilegie la importancia de los procedimientos metodológicos dentro del proceso virtuoso que
significa la ciencia, la naturaleza y complejidad del conocimiento y disciplina de aplicación, así
como de las técnicas empleadas, lo que asegure una educación para la vida (sostenible).

MATERIALES Y MÉTODOS

Diseño instruccional

Las actividades que a continuación se describen se sustentan en los siguientes postulados


teórico-metodológicos: 1) En el modelo instruccional de experto-aprendiz (novato). El experto
modela y promueve a través de ello determinados saberes en el aprendiz; 2) En el modelo de
descubrimiento individual y cooperativo (colaborativo). Centrado en las actividades que realiza
el aprendiz a partir de las tareas y prácticas propuestas por el facilitador, mismas que le
estudiante realiza en forma individual o en grupos pequeños, los que son orientados hacia el
aprendizaje por descubrimiento, así como a la solución de problemas abiertos (aprendizaje
basado en problemas: habilidades de cuestionamiento y prueba sistemática de conjeturas de
parte de los estudiantes.); 3) En las comunidades de aprendizaje. Cuyo enfoque sociocultural-
lingüístico lleva a la participación conjunta de los estudiantes, quienes exponen y negocian sus
experiencias socioculturales y colectivas (relevantes y auténticas). Se acentúa en el trabajo
cooperativo y la desarticulación y reconstrucción del conocimiento; 4) En la cognición situada.
Esto se concreta en una reorganización de representaciones y procesos cognitivos y del
pensamiento, centrados en procesos psicológicos individuales, los que se sitúan frente a
procesos sociales y culturales específicos (contextos significativos). Esto conlleva implicaciones
dentro del modelo (y el diseño) instruccional que engloban situaciones de enseñanza
presencial, asistida por materiales y recursos didácticos (tanto artefactos físicos como
instrumentos semióticos o signos).

Diseño de la investigación

La presente investigación se realizó en el Instituto Tecnológico de Úrsulo Galván (ITUG),


Veracruz, México, el cual es una institución de nivel superior, dependiente de la Dirección
General de Educación Superior Tecnológica (DGEST). El periodo de evaluación se efectuó de
1996 al 2006. La población objeto de estudio fueron el total de alumnos que estudiaron el
quinto semestre de la carrera Ingeniería Agronómica ( =35 por ciclo escolar), quienes
cursaron la materia de Diseños Experimentales, la cual se ubica dentro de un plan de estudios
en culminación para 2009.

161
160
Cuadro 1. Diseño instruccional y estrategias didácticas empleadas en la enseñanza-
aprendizaje de las ciencias agrícolas.

Estrategias
Conceptuales Procedimentales Axiológicas
Identificación de los canales Encuadre. Dinámica de reconocimiento y Elaboración de un contrato social.
de aprendizaje. acercamiento. Establecimiento de las “reglas de oro”.
Presentación de material didáctico (escrito).
Análisis y reflexión en torno a Intercambio de experiencias. Proceso de Identificación de percepciones y
los principios de la retroalimentación. vivencias previas en torno al objetivo de
experimentación agrícola. Evaluación de conocimientos, habilidades y la asignatura.
Preguntas eje: ¿Qué sabes? actitudes previas en torno a la
¿Qué piensas? ¿Qué experimentación.
esperas?
Identificación de saberes
previos.
La estrategia de mantener la Los estudiantes al manipular objetos, Los estudiantes se integraron en un
dinámica interrogativa como exploran ideas y van adquiriendo una colectivo o comunidad de aprendizaje y
base de la didáctica experiencia común y concreta. A los trabajaron en grupos pequeños. En un
empleada, supuso una intensa estudiantes se les pidió que establecieran primero momento se mantuvo la
negociación de saberes e relaciones, observaran constitución general del grupo, a fin de
intercambio de códigos patrones, identificaran variables y clarificaran generar el sentido de pertenencia,
lingüísticos, redefiniendo a su comprensión de conceptos y destrezas generando el aula colaborativa, para
partir de la cognición situada importantes, necesarias para el abordaje después dividir el grupo en segmentos
sus conceptos base, bajo la metodológico de las prácticas pedagógicas. funcionales, sin perder de vista la meta,
premisa de “que nada cambie Las cuales fueron: las tareas y la identificación del
para propiciar el cambio”. a. Identificación de fuentes de variación en contexto. La previa tipificación de los
Dentro del contexto de las campo. saberes previos y la integración de los
ideas y b. Trazado y diseño de una parcela estudiantes permitió conjugar
experiencias que tuvieron experimental. habilidades personales en torno al
durante la fase exploratoria y c. Determinación del tamaño y forma de las grupo y sus deberes académicos
de análisis efectuado en cada unidades experimentales. (aprendizaje cooperativo)
práctica, se mantuvo una d. Diseño de tratamientos
intensa actividad de apoyo e. Aplicación de tratamientos en campo.
(aprendizaje guiado) a través f. Manejo uniforme de las unidades
de clases expositivas y experimentales
demostrativas, de apoyo g. Determinación del efecto de orilla y parcela
bibliográfico mediante el uso útil.
de material didáctico, software h. Aplicación de la técnica de muestreo
y otros medios audiovisuales, sistemático
buscando que los estudiantes i. Determinación y toma de variables de
refinaran sus concepciones respuesta.
iniciales y construyeran j. Identificación de los criterios prácticos y
nuevos conceptos. científicos para determinar el uso del diseño
Estas actividades, más adecuado en campo.
guiadas por preguntas claves k. Toma de datos y análisis estadístico de los
(secuencia de preguntas que mismos.
pueden guiar la reflexión de l) Realización y entrega de un informe de
los estudiantes). investigación.
que se hacen por parte del
maestro-facilitador, ayudaron Se pidió en cada caso a los estudiantes que
a que los estudiantes se aplicaran lo que habían aprendido al tratar de
cuestionaran sus creencias y predecir los resultados en una nueva
clarificaran concepciones situación (transpolar). Estas “actividades de
equivocadas o difíciles de aplicación” también
“entender”. permitieron al maestro y al estudiante,
El uso de analogías y establecer el grado de dominio de los
metáforas resultó de suma conceptos, procesos y destrezas definidos en
importancia como estrategia los objetivos y metas de aprendizaje
de modelado metacognitivo. (incluyendo elementos de auto-evaluación y
coevaluación), a partir de la continua
exploración y manipulación .

El estudio fue de corte longitudinal. La investigación se catalogó como un Estudio de Caso, ya


que se trató de una descripción y análisis detallado de una unidad social o entidad educativa, lo
que supuso a su vez una comprensión profunda de la realidad singular, cuyo valor estriba en
su capacidad para generar hipótesis y descubrimientos, así como su flexibilidad y aplicabilidad
a situaciones naturales (Pérez-Serrano, 1994). Con base en esta perspectiva metodológica la
técnica empleada para recabar datos fue la Observación Participante y el Análisis Situacional
centrado en los principios de la Investigación-Acción. Con la finalidad de reducir las fuentes de
invalidez propias de este tipo de estudios, se consideró cada etapa del proceso como una

162
161
medición y se llevaron Bitácoras de Trabajo y Guías de Observación. En este sentido,
siguiendo el modelo de Hodson (1992) quien señala que la investigación en didáctica de las
ciencias muestra que la comprensión significativa de los conceptos exige superar el
reduccionismo conceptual y plantear la enseñanza de las ciencias como una actividad, próxima
a la investigación científica, que integre los aspectos conceptuales, procedimentales y
axiológicos, a continuación se presentan las estrategias desarrolladas sistemáticamente
durante el proceso de desarrollo y evaluación (Cuadro 1), las cuales se basan en la
metodología indagatoria como herramienta coherente con la alfabetización científica (Buzzo-
Garrao, 2007), sustentada en los criterios de Exploración, Conceptualización-Generalización,
Aplicación, a partir de la experiencia concreta, que comienza con la observación y el análisis
(¿Qué sucede actualmente? ¿Cuál es la relación entre el proceso y el resultado final?), se
continúa con la conceptualización y luego la generalización (¿Por qué es relevante? ¿Qué se
puede aprender de eso?) y concluye con el pensamiento acerca de como aplicar o aprendido
(¿Cómo y cuándo lo puedo utilizar?).
La secuencia ordenada de las prácticas pedagógicas y tareas didácticas de los
estudiantes intentaron en todo momento responder, a través de la investigación establecida
mediante un módulo experimental (escenario de aprendizaje), a un dinámica de reflexión, la
cual los llevó a contrastar sus preconcepciones acerca del fenómeno investigado y los datos
empíricos recogidos en la investigación de campo y gabinete. Dicho módulo permitió recrear
continuas situaciones de aprendizaje, modificando el concepto tradicional de aula.
Las actividades dentro del grupo buscaron asegurar el equilibrio entre la producción
grupal y la indispensable responsabilidad individual en el trabajo colaborativo y cooperativo
(dos de los principios básicos del constructivismo).
Aunque la evaluación fue continua, sustentada en los productos y procesos, se aplicaron
tres exámenes escritos, a fin de atender los requerimientos institucionales en este sentido,
sirviendo sólo como una parte de la evaluación total.
Cabe destacar que el modelo de trabajo estuvo cimentado en el aprendizaje basado en
problemas (ABP), el cual tiene como objetivo derivar el desarrollo de metahabilidades de
pensamiento, estrategias heurísticas y de comunicación, así como la adecuada integración de
los grupos en torno al trabajo colaborativo.
Como parte de las estrategias didácticas, los estudiantes asistieron periódicamente al
Encuentro Estatal de Investigación y Desarrollo Tecnológico Agropecuario de la DGETA en
Veracruz o a la Reunión Científica Agropecuaria y Forestal de Veracruz, donde los estudiantes
tuvieron la oportunidad de conocer acerca de la aplicación práctica de los distintos diseños
experimentales, analizarlos y discutirlos con los investigadores del estado (modelo experto-
aprendiz).

Proceso de evaluación, coevaluación y autoevaluación

Planeación de actividades: 1) Se dividió el grupo en tres colectivos académicos. Para ello se


seleccionó a tres estudiantes destacados, quienes por su desempeño y liderazgo dentro del
grupo actuaron como “monitores” dentro de cada colectivo. Buscando ampliar el margen de
acción y guía de éstos estudiantes, se permitió que cada uno de ellos eligiera a un
“colaborador”, con quien compartió responsabilidades en la conducción del colectivo.
Posteriormente, se les pidió al resto de los alumnos se sumaran a cada colectivo, siendo ellos
quienes eligieron con qué grupo trabajar. Esto permitió asegurar el sentido de pertenencia e
identidad tan necesario para el éxito de la estrategia. Logrando además un mayor nivel de
empatía; 2) Paso siguiente, se sortearon los contenidos temáticos a desarrollar, buscando no
sesgar dicha asignación, logrando que cada colectivo asumiera con agrado las tareas
encomendadas; y 3) A continuación, se pidió a cada colectivo realizará la planeación de sus
actividades. Esto permitió dar orden y sentido a sus acciones, así como identificar los objetivos
y metas a alcanzar; adicionalmente mediante ella se logró supervisar el accionar de cada
colectivo, buscando seguir paso a paso el proceso de aprendizaje.
Una estrategia considerada como básica y de cierre dentro de la secuencia didáctica, es la
entrega de un informe pormenorizado de las actividades desarrolladas a los largo de cada
curso-taller. Este informe, definitorio para la evaluación, se ajustó en su estructura a los
lineamientos del Método Científico y estuvo basado en el acopio continuo de evidencias de
desempeño por parte de los estudiantes, las cuales se complementaron con la resolución
constante de problemas de estadísticas planteados y registrados por el maestro (portafolio o
carpeta de evidencias).

163
162
RESULTADOS

En todos los casos se alcanzó con éxito la hipótesis de trabajo, al poder integrar al
colectivo (grupo) en torno a intereses y metas comunes, vinculadas a su formación científica.
Las estrategias desplegadas dentro del módulo permitieron promover los siguientes
aprendizajes: a) Definir términos y conceptos, identificar “pistas” y delimitar el problema; b)
Identificar necesidades de aprendizaje individual y colectivo sobre lo que se iba a investigar; c)
Identificar las necesidades individuales en objetivos de aprendizaje, los cuales debían tener
relación con los objetivos del grupo y del programa de estudios; d) Desarrollo de habilidades de
pensamiento crítico y creativo; e) Toma de decisiones en situaciones inéditas; f) Desarrollar el
aprendizaje auto-dirigido y autónomo; g) Buscar, identificar, seleccionar y analizar información
necesaria para el abordaje del problema; h) Desarrollo de habilidades comunicativas; i)
Habilidad para trabajar de manera colaborativa y cooperativa; j) Desarrollo de la capacidad de
empatía y tolerancia; k) Confianza para expresarse en público; l) Habilidad para identificar las
propias fortalezas y debilidades (inteligencia emocional). Aprender a autoevaluarse y
coevaluarse.
La participación dentro del módulo se mantuvo siempre constante (95 por ciento de los
integrantes del grupo), realizándose el 100 de las actividades programas.
El informe final en torno a las actividades realizadas dentro del módulo experimental
permitió verificar los avances alcanzados en cuanto a la cognición y metacognición lograda, a
la postura reflexiva y al pensamiento critico. El informe contuvo además el análisis,
interpretación y conclusiones, extraídas de las prácticas efectuadas, dejando entrever el grado
de negociación de saberes alcanzado por cada colectivo. Esto en la medida en que se permitió
cierto nivel de libertad en el formato, manteniendo el rigor metodológico en el formato de la
escritura científica.
La visita a los eventos científicos permitió reforzar los conocimientos adquiridos,
permitiendo que los estudiantes accedieran a un escenario de aprendizaje más amplio e
incluyente, donde fue posible apropiarse de nuevos constructos y conceptos vinculados a la
ciencia y la tecnología, convirtiendo la experiencia académica en una vivencia que dio
significado a los aprendizajes adquiridos. Adicionalmente se debe destacar la integración de
nuevos códigos lingüísticos y semánticos, los cuales fueron reforzados a través del grado de
socialización alcanzado dentro de estos eventos.
Se destaca el hecho de que posteriormente al curso, el 70% de los estudiantes se
relacionaron, de alguna manera, con las actividades científicas (servicio social, residencias
profesionales, posgrados). Hecho que da significado a la presente propuesta de innovación.
El nivel de reprobación fue ampliamente reducido, alcanzado entre el 5 y 10 por ciento al
final del curso taller.
La estrategia de “acompañar” todo el proceso, en calidad de maestro facilitador, permitió
romper con el tradicional esquema conductista que suele orientar la formación científica del
aprendiz de ciencia; sin que ello signifique abandonar la responsabilidad de conducir
eficazmente las dinámicas de aprendizaje, respetando el esquema de experto aprendiz.

CONCLUSIONES

1. Las estrategias y acciones didácticas diseñadas durante el semestre resultaron exitosas


en términos de permitir el autoaprendizaje y el aprendizaje cooperativo.
2. Se logró un alto nivel de compromiso y dedicación por parte de los estudiantes, los que
en todo momento mantuvieron una actitud proactiva. Cabe destacar que la integración e
interacción alcanzada por el grupo puede ser catalogada como excelente, mostrando un
alto compromiso con todas las tareas didácticas y las prácticas pedagógicas.
3. La calidad de los productos logrados deja en claro que el modelo de evaluación
empleado es adecuado, toda vez que permite trascender las pruebas objetivas, las
cuales deben tener un menor peso dentro de la evaluación.
4. Los contenidos incluidos en el programa de estudios de la materia fueron completados y
cabalmente vistos, alcanzándose los objetivos informativos, además de los formativos.
5. Se aplicaron tres exámenes escritos durante el curso, finalizando el programa con las
estrategias antes descritas, sin que ello sugiriera alguna forma de violencia simbólica.
Los estudiantes dispusieron de todo el tiempo que consideraron necesario para

164
163
responder dichos exámenes, contando en todos los casos con la asesoría requerida
durante el proceso.
6. Se emplearon 14 horas de trabajo extraclase (fuera del horario establecido), para
cumplir tanto con las prácticas como con los exámenes. En todo momento los
estudiantes aceptaron de buena manera las jornadas extras de trabajo académico.
7. El nivel reflexivo y crítico, propio de la metacognición, se expresó con claridad tanto en
el trabajo escrito como en su participación en el foro científico (congreso).
8. Se alcanzó un alto nivel de negociación de saberes y construcción de significados,
contribuyendo además a mejorar su capital emocional y de personalidad.
9. Las diferencias propias de los grupos en proceso de integración fueron dirimidas en
términos de destacar la importancia de las metas y objetivos comunes, dejando para un
segundo lugar las diferencias personales, privilegiándose el debata académico de nivel.

BIBLIOGRAFÍA CITADA

Alcalay, L. y Simonetti, F. (1992). VSU: Un programa para incrementar habilidades de


razonamiento deductivo a través de experiencias cognitivas. Revista Psykhe UC, 11, 81-90.
Acevedo, J.A. (2005a, en prensa). Proyecto ROSE: relevancia de la educación científica.
Revista Eureka sobre Enseñanza y Divulgación de las Ciencias, 2(3). Disponible en:
http://www.apac-eureka.org/revista/Larevista.htm.
Buzzo-Garrao, 2007. Proyecto MECIBA. La metodología indagatoria como herramienta
coherente con la alfabetización científica. Instituto de Física, Pontificia Universidad Católica de
Valparaíso, CHILE. Disponible en: http://www.efis.ucr.ac.cr/varios/ponencias/
4proyecto%20meciba.pdf.
Brown, A. L., J.C. Campione y J.D. Day. (1981) "Learning to learn: on training student to learn
from texts", Educational Research ,10. 14-21.
Coll, C., T. Mauri, J. Onrubia. Análisis y resolución de casos-problema mediante el aprendizaje
colaborativo. Revista de Universidad y Sociedad del Conocimiento. Vol. 3 - N.º 2 / Octubre de
2006. ISSN 1698-580X.
Coll, C., R. Colomina y J. Onrubia. (1995). Actividad conjunta y habla: una aproximación al
estudio de los mecanismos de influencia educativa. En: Pablo Fernández Berrocal, M.a
Ángeles Melero Zabal (comps.). La interacción social en contextos educativos. Madrid: Siglo
XXI.
Declaración De Budapest. (1999). Marco general de acción de la declaración de Budapest.
Disponible en: http://www.oei.org.co/cts/budapest.dec.htm.
Fourez G. (1997). Scientific and Technological Literacy. Social Studies of Science, 27, 903-936.
Fourez, G. (2002). Les sciences dans l’enseignement secondaire. Didaskalia, 21, 107-122.
Fensham, P. J. (1985). Science for all: a Reflective Essay, en: Journal of Curriculum Studies,
n.º 17, 4, pp. 415-435.
Flavell, J. H. (1985) Cognitive Development, London: Prentice Hall. (Primera Impresión 1977).
Fensham, P. J. (2004): «Beyond Knowledge: other Scientific Qualities as Outcomes for School
Science Education», en R. M. Janiuk y E Samonek-Miciuk. (eds.): Science and Technology
Education for a Diverse World - Dilemmas, Needs and Partnerships, International Organization
for Science and Technology Education (IOSTE) XITH Symposium Proceedings, pp. 23-25,
Lublin, Polland, Maria Curie-Sklodowska University Press.
Flavell, J. H. (1979) "Metacognition and Cognitive Monitoring", American Psychologist, 34, 10,
906-911.
Garritz, A. Naturaleza de la ciencia e indagación: cuestiones fundamentales para la educación
científica del ciudadano. Revista Iberoamericana de Educación. N.º 42 (2006), Pp. 127-152.
Gil-Pérez D. y A. Vilches. Educación ciudadana y alfabetización científica: mitos y realidades.
Revista Iberoamericana de Educación. N.º 42 (2006), Pp. 31-53.
Hodson, D. (1992). In search of a meaningful relationship: an exploration of some issues
relating to integration in science and science education. International Journal of Science
Education, 14(5), 541-566.
Johnson, D. W., R.T Johnson y E. J. Holubec. (1994). Cooperative learning in the classroom.
Alexandria, VA: Association for Supervision and Curriculum Development.
National Research Council. (1996). National Science Education Standards, Washington, D.C.,
National Academy Press.

165
164
Pépin, Y. 1998 Practical Knowledge and School Knowledge: A Constructivista Representation
of Education. En Laroche, M.; N. Bernarz & J. Garrison Constructivism and Education, op. cit
:173-192.
Pérez-Serrano, G. (1994). Investigación cualitativa. Retos e interrogantes. Métodos, Madrid. pp.
10-45.
Peronard, M. (1999) «What children know about reading before they learn to read». Presentado
en la IX Reunión Anual de la Sociedad del Texto y del Discurso, Universidad Simon Fraser,
Vancouver, Canadá.
Paris, S. C., Lipson, M. Y. y Wixson, K. K. (1983) "Becoming a Strategic Reader",
Contemporary Educational Psychology, 8, 293-316. Reimpreso en Rudell, Rudell y Singer
(Eds.) Theoretical Models and Processes of Reading, Delaware: I.R.A. 788-810.
Reeve, R.A. y Brown A.L.(1985). Metacognition Reconsidered: Implications for intervention
research. Journal of Abnormal Child Psychology, 13(3), 343-356.
Ponce Torres, 2006. Disposición para pensar críticamente. Red Maestros de Maestros. 4 p.
Disponible en: www.rmm-cl/infex_portales.php?id_categoria=9. consultada: 15 de agosto de
2007.
Sjøberg, S. (2004). Science Education: The voice of the learners. Contribution to the
Conference on Increasing Human Resources for Science and Technology in Europe. Bruselas,
Unión Europea (2 de abril de 2004). En http://europa.eu.int/comm/research/
conferences/2004/sciprof/pdf/sjoberg.pdf.
Sjøberg, S. y Schreiner, C. (2005). Young people and science. Attitudes, values and priorities.
Evidence from the ROSE project. Keynote presentation at EU’s Science and Society Forum
2005. Session 4: How to foster diversity, inclusiveness and equality in science. Bruselas, Unión
Europea (9-11 de abril de 2005). Disponible en: http://europa.eu.int/comm/research/
conferences/2005/forum2005/docs/progr_sjoberg_en.pdf. También disponible en
http://www.ils.uio.no/forskning/rose/documents/presentations/.
Vilches, A., A. Segarra, L., Redondo., I. Mira., A. López., J. M. H. González., D. Gil-Pérez., C.
Ferreira-Gauchía., M. Calero. (2005). Contribución a un futuro sostenible. Una dimensión
necesaria y posible en toda acción e investigación educativa. Revista Enseñanza de las
Ciencias. Número extra. VII Congreso. Universidad de Valencia. 5p.
Vázquez-Alonso, A., J. A. Acevedo-Díaz y M. A. Manassero Mas. Revista Electrónica de
Enseñanza de las Ciencias Vol. 4 Nº 2 (2005). 30 p.
Vázquez, A., Manassero, M. A. y Acevedo, J. A. (2006). An Analysis of Complex Multiple-
Choice Science-Technology-Society Items: Methodological Development and Preliminary
Results. Science Education, 90(4), 681-706.
Villarruel. F.M. La Investigación Científica como actividad social y su impacto en los espacios
académicos. Revista Mexicana de Pedagogía. Año XIII. No. 66. pp 10-15.

166
165
FACTORES QUE CONDICIONAN EL DESARROLLO SUSTENTABLE DE LA GANADERÍA
BOVINA EN LA COSTA DE OAXACA
1 2 3
Pedro Cisneros Saguilán ; Sabás Vásquez Agustín ; Jorge Alberto Saltijeral Oaxaca ;Arturo Felipe Santés
2
Pérez
1
Instituto de Capacitación y Productividad para el Trabajo del Estado de Oaxaca. [email protected]
2
Universidad Autónoma de Guerrero. [email protected] , [email protected]
3
Universidad Autónoma Metropolitana – Xochimilco. [email protected]

RESUMEN

La investigación se realizó con el objetivo de caracterizar los factores que condicionan el


desarrollo sustentable del sistema de producción bovinos de doble propósito en el Municipio de
Pinotepa Nacional, Oaxaca. La información se obtuvo mediante encuesta por muestreo
aleatorio estratificado; las variables evaluadas fueron: Factores biofísicos (integración
agricultura-ganadería, manejo de desechos, deforestación y percepción ambiental), Factores
tecnológicos (sistema de manejo, uso de fertilizantes, método de control de malas hierbas,
manejo del ganado, uso adecuado de los recursos y manejo preventivo de la salud) y Factores
socioeconómicos (nivel de escolaridad, organización social, acceso a factores de producción y
nivel de ingresos). Para el análisis de los datos se utilizó estadística descriptiva, coeficientes de
correlación, comparaciones medias y múltiples y la metodología de los valores índices. Se
encontró que el promedio del valor índice de desarrollo sustentable respecto a factores
biofísicos (0.47) es bajo y no presentó diferencia significativa entre estratos (P#0.05), reflejando
que las prácticas para la conservación de los recursos naturales son mínimas. El promedio del
valor índice de los factores tecnológicos (0.56) es diferente entre estratos (P#0.05) y presentó
correlación positiva con el tamaño del hato, que indicó que el nivel tecnológico respecto a la
normatividad orgánica aumenta conforme aumenta el número de bovinos en posesión (r=
0.403, P#0.01). El promedio del valor índice de los factores socioeconómicos también presenta
diferencia significativa (P#0.05) entre estratos y se correlaciona con el tamaño del hato,
revelando que conforme aumenta el tamaño del hato mejoran las condiciones socioeconómicas
de los productores (r= 0.610, P#0.01). Se concluye que los factores socioeconómicos limitan en
mayor grado el desarrollo sustentable del sistema de producción bovinos de doble propósito en
el municipio de Pinotepa Nacional Oaxaca, principalmente en los pequeños y medianos
productores.

Palabras clave: Pinotepa Nacional, Bovinos de doble propósito, Enfoque de sistemas.

INTRODUCCIÓN

El sistema de producción bovinos de doble propósito es utilizado en el trópico de América


Latina; en México este tipo de hato lechero representa el 68% del total nacional y aporta el 20%
de la producción de leche del país, este sistema se desarrolla en condiciones tecnológicas,
agroecológicas y socioeconómicas heterogéneas, caracterizados regionalmente por la
variación de las condiciones climatológicas y por la tradición y costumbres de la población
(Osorio, 1996; SAGARPA, 2001). El Estado de Oaxaca cuenta con 2.3 millones de hectáreas
dedicadas a la ganadería, destacando las regiones de la Costa, Istmo y Papaloapan con la
explotación de los bovinos de carne y de doble propósito (SAGARPA, 2003).
Existe información científica que caracteriza al sistema de producción bovinos de doble
propósito y que menciona diversas causas que influyen en la baja rentabilidad y la problemática
general del sistema, así como los problemas ambientales y socioeconómicos globales; por
ejemplo, Juárez et al. (1999) mencionan que la ganadería bovina de doble propósito presenta
problemas de producción debido a la variabilidad en calidad y cantidad de los pastos tropicales
en ciertas épocas del año. Osorio (1996) manifiesta que en el caso del trópico mexicano una
causa básica de la baja productividad en el campo, es la falta de integración de sus
actividades, por la implantación de esquemas de producción no acordes con el entorno
bioclimático, ni con el socioeconómico.
Reafirmando lo anterior, Doorman et al. (1991) mencionan que esta problemática está
influenciada por los factores limitantes de carácter agroecológico, socioeconómico y político,
tales como los actuales suelos degradados, la dependencia de insumos externos, los altos
costos de producción, los precios inestables de los productos, la falta de asistencia técnica y
las políticas agropecuarias mal orientadas que impiden el logro de metas redituables
económicamente para el productor, quien para contrarrestar éstos factores se adapta a las

167
166
condiciones de producción realizando conscientemente algunas prácticas insostenibles que
deterioran el suelo y contaminan el agua y el ambiente (Murgueitio, 2003; Macedo et al., 2003;
Tamminga, 1996).
El desarrollo sustentable surge como una forma de atender las necesidades básicas del
desarrollo sin afectar el entorno ecológico; enfatiza una visión integral en el que intervienen tres
rubros principales de igual importancia entre sí: protección ambiental, eficiencia económica e
igualdad social (Flamant et al., 1999; Heitschmidt et al, 2004). A pesar de las preocupaciones
por escépticos y críticos con respecto a la vaguedad conceptual y operacional, así como a las
dificultades para la implementación del desarrollo sustentable, la noción de este es
ampliamente aceptada como una guía y paradigma ideal de desarrollo (Briassoulis, 1999). El
enfoque de sistemas agrícolas (ó estudios integrales) es considerado por diversos autores
(Kunkel y Hagevoort, 1994; Grusenmeyer y Cramer, 1997; Flamant et al., 1999; Thompson y
Nardone, 1999; COLPOS et al., 2003; Torres et al., 2004, Brunett, 2004) como el adecuado
para promover el desarrollo sustentable de la ganadería bovina.
En el municipio de Pinotepa Nacional Oaxaca no existe información científica que caracterice al
sistema de producción bovinos de doble propósito e identifique la problemática real de las
unidades de producción respecto a los factores biofísicos, tecnológicos y socioeconómicos, así
también que proyecte el futuro escenario de sustentabilidad que se pudiera lograr a partir de la
implementación y fomento de tecnologías y practicas adecuadas. Para esto, resulta necesario
caracterizar los factores que podrían propiciar el desarrollo sustentable de este sistema de
producción, así como plantear alternativas y tecnologías congruentes con el uso racional de los
recursos naturales que mejoren la eficiencia del sistema para mantener la productividad en el
tiempo.
En realidad se conoce la situación general de la actividad ganadera y la contribución de ésta al
deterioro ambiental mediante las diversas prácticas y tecnologías de producción
implementadas, pero el detalle está en que ¿se debe generalizar esta situación para todas las
regiones o unidades de producción bovina del mundo y proponer alternativas de solución
iguales para todas?, además de la problemática planteada anteriormente ¿serán las mismas
condiciones socioeconómicas en todas las regiones ó unidades de producción ganaderas?,
¿utilizarán todas las regiones ganaderas el mismo nivel tecnológico en su sistema de
producción?; para esto se plantea la siguiente pregunta de investigación: ¿Cuáles son los
factores estratégicos potenciales que caracterizan al sistema de producción bovinos de doble
propósito del municipio de Pinotepa Nacional Oaxaca, que posibilitan su desarrollo
sustentable?.
Por lo anterior y partiendo de la premisa de que el desarrollo sustentable implica el uso de
tecnologías adecuadas que conlleven a la protección ambiental, la eficiencia económica y la
igualdad social en los sistemas de producción; así también considerando al enfoque de
sistemas como una metodología para evaluar y promover el desarrollo sustentable de la
ganadería, se realiza la presente investigación con el objetivo de caracterizar los factores que
condicionan el desarrollo sustentable del sistema de producción bovinos de doble propósito en
el Municipio de Pinotepa Nacional Oaxaca. Así mismo se planteó la hipótesis de que el
desarrollo sustentable del sistema de producción bovinos de doble propósito en el municipio de
Pinotepa Nacional Oaxaca, está en relación a sus factores socioeconómicos, más que a los
factores biofísicos o tecnológicos.

MATERIALES Y MÉTODOS

Localización y descripción del área de estudio

La presente investigación se realizó en el Municipio de Santiago Pinotepa Nacional, el cual


pertenece al Distrito de Jamiltepec en la Región Costa del Estado de Oaxaca. Este municipio
se localiza geográficamente en las coordenadas 98° 03’ de Longitud Oeste y 16° 20’ de Latitud
Norte, con altitudes variables entre comunidades que van desde 4 a 500 msnm. El tipo de clima
que se presenta en la zona es el cálido subhúmedo con lluvias en verano y una precipitación
pluvial media anual de 1,237.5 mm con lluvias menores en el periodo de noviembre a mayo y la
mayor precipitación se presenta en el periodo de junio a octubre; la temperatura media anual
es de 26.2 ºC, siendo el mes de junio el más cálido y febrero el menos cálido; la dirección del
viento es de sur a oeste y de sur a norte, con un 60 – 70% de frecuencia y velocidades de 20 –
179 km/h. El municipio está ubicado en terreno plano, ligeramente accidentado, no tiene

168
167
montañas y toda la jurisdicción la atraviesan lomas y barrancas; es regado por los afluentes de
dos ríos, dos lagunas y cinco arroyos.

Variables e indicadores

Para efectos de este estudio se consideraron las variables y su respectivo factor de


ponderación que se describen en el cuadro 1, para determinar el índice de desarrollo
sustentable del sistema de producción bovinos de doble propósito en el municipio de Pinotepa
Nacional. Estas variables se seleccionaron con base en otras investigaciones realizadas
(Cepeda, 2004; Murgueitio, 2003; Olivares et al., 2005), además se realizó un análisis
estadístico previo de correlación entre variables del amplio conjunto de variables de estudio.

Cuadro 1. Variables y factor de ponderación por componente, utilizados en la investigación.


Componente Variable FP*
Integración agricultura - ganadería. 0.20
Factores Manejo de desechos. 0.25
Biofísicos Deforestación. 0.25
Percepción ambiental. 0.30
Sistema de manejo. 0.30
Uso de fertilizantes. 0.10
Factores Método de control de malas hierbas. 0.10
Tecnológicos Manejo del ganado. 0.10
Uso adecuado de los recursos. 0.20
Manejo preventivo de la salud. 0.20
Nivel de Escolaridad. 0.25
Factores Organización social. 0.25
Socioeconómicos Acceso a factores de producción. 0.30
Nivel de ingresos. 0.20
* Factor de ponderación.

Proceso de la recolección de datos

Para la recolección de datos se utilizó una encuesta estructurada por muestreo, el estudio de
fuentes secundarias y la observación directa; se utilizó un Muestreo Aleatorio Estratificado con
asignación proporcional (Rojas, 1985; Doorman et al., 1991). El cuestionario fue diseñado de
acuerdo al conocimiento previo de los productores de la zona, obtenido de las visitas
preliminares a algunos ranchos, así también tomando como base los aplicados en otros
estudios (Cepeda, 2004; Murgueitio, 2003; Olivares et al., 2005) y con la ayuda del cuerpo de
asesores de la investigación. El cuestionario consistió en 98 preguntas distribuidas en cinco
rubros: características del productor, características de la unidad de producción, factores
biofísicos, factores tecnológicos y factores socioeconómicos. El periodo en que se realizó la
encuesta fue del 29 de diciembre de 2005 al 13 de mayo de 2006.

Diseño del muestreo

La población de la cual se obtuvo la muestra corresponde a 24 localidades del Municipio de


Santiago Pinotepa Nacional que participaron en la Campaña de erradicación de las
enfermedades Brucelosis y Tuberculosis que coordinó la Unión Ganadera Regional de la Costa
de Oaxaca (UGRCO) en el año 2004. Para calcular el tamaño de la muestra se consideró como
marco muestral el padrón de ganaderos del municipio (N= 877) que participaron en dicha
campaña y como variable asociada de muestreo el número de bovinos que posee cada
productor. Para esto se utilizó la siguiente fórmula (Rojas, 1985):

169
168
Donde:
n = Tamaño de muestra.
N = Población total.
2
$ = Varianza del número de bovinos que posee cada productor.
Z = Percentil de la distribución normal estándar (0,1).
B = Precisión del estimador.

Finalmente se obtuvo un tamaño de muestra real n= 114 productores, con una varianza del
2
número de bovinos que posee cada productor ! = 847.83, una precisión para el estimador B= 5
y un nivel de confianza del 95% (Z= 1.96).

Sistematización y análisis estadístico

La información obtenida mediante las encuestas se capturó y codificó en una base de datos del
paquete estadístico SPSS ver. 10 (Statistical Package for Social Sciences) para su
procesamiento y análisis. El análisis estadístico de los datos se realizó mediante estadística
descriptiva, comparación de medias entre estratos mediante la prueba F de Fisher (Análisis de
varianza) y comparaciones múltiples con la prueba de Tukey. Se calculó un análisis de
correlación por el método de Pearson y Spearman entre algunas variables y el tamaño del
hato, que indicó el grado de asociación entre ellos.
La metodología final fue obtener valores índices (Olivares et al., 2005; Rómulo, 2005) en cada
uno de los factores en estudio (biofísicos, tecnológicos y socioeconómicos). Esta metodología
consiste en asignar una calificación y un factor de ponderación a cada variable, de tal forma
que la sumatoria sea 1. El valor índice para cada uno de los factores en estudio se determinó a
partir de la asignación de una calificación (en escala de 0 - 10) a cada variable con sus
respectivos indicadores, determinando posteriormente un promedio de la calificación de los
indicadores para cada variable y multiplicar el resultado por su respectivo Factor de
Ponderación (FP), una vez obtenido esto, se realizó la sumatoria para el valor índice.
La calificación asignada para cada indicador y cada variable estuvo en función de la mejor
práctica realizada que conlleve a la conservación de los recursos naturales, a la productividad y
la igualdad social en el sistema de producción; el FP se asignó en base a la importancia de la
variable para contribuir al desarrollo sustentable y a la complejidad para su modificación.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Características de los productores

Los resultados obtenidos en la presente investigación muestran que la edad promedio de los
ganaderos del área de estudio es de 53.1 años y ésta aumenta ligeramente conforme se
incrementa el tamaño del hato en la unidad de producción (r= 0.213, P#0.05). Así también, la
escolaridad y la antigüedad promedio (4.7 y 21.1 años respectivamente) aumenta conforme se
incrementa el tamaño del hato (r= 0.355 y 0.455 respectivamente, P#0.01), sin embargo se
observa que en el estrato de productores de >100 bovinos la antigüedad promedio disminuye
ligeramente en relación a la de los productores de 41 - 100 bovinos (cuadro 2). Con estos
resultados se puede inferir que los ganaderos que tienen mayor cantidad de ganado, son
aquellos de mayor edad, escolaridad y antigüedad en la actividad. El 70.2% de los productores
encuestados sabe leer y escribir, mientras que el 29.8% no lo hace; en este aspecto también
se observa que conforme se incrementa el tamaño del hato, la proporción de analfabetas
tiende a desaparecer.

170
169
Cuadro 2. Datos generales de los ganaderos del municipio de Pinotepa Nacional, Oaxaca.

Edad Escolaridad Años de


Tamaño de Productores
promedio promedio** experiencia
hato* Categoría
N % (años) (años) (promedio)
1 - 20 Pequeño 65 57.0 51.2 3.5 16.5
21 - 40 Mediano 24 21.1 55.2 5.0 24.2
41 - 100 Grande 20 17.5 55.8 7.0 30.8
> 100 Muy grande 5 4.4 56.0 9.4 28.6
Total 114 100.0 53.1 4.7 21.1
* Número de bovinos.
** A partir del 1º de primaria.

Características de las unidades de producción


El giro principal de las unidades de producción bovina en el municipio de Pinotepa Nacional es
la producción de carne (45.6%) mediante la cría y venta de becerros y vacas de desecho; así
como la producción de leche y carne mediante el sistema de doble propósito (54.4%). Esta
información concuerda con SAGARPA (2003) quien afirma que la región Costa del Estado de
Oaxaca respecto a ganadería, participa con la explotación de bovinos de carne y de doble
propósito. En las unidades de producción bovina del área de estudio, predomina la tenencia de
la tierra de tipo ejidal (91.2%), mientras que la pequeña propiedad predomina en el 8.8%
restante, cabe aclarar que en algunas unidades productivas se combinan tierras ejidales y
pequeña propiedad.
Los indicadores productivos de las unidades de producción de doble propósito en el municipio,
se consideran bajos y son aproximados a los reportados por Juárez et al. (1999), COLPOS et
al. (2003) y Hernández et al. (2006) como característicos de la ganadería de doble propósito a
nivel nacional. Los resultados para esta característica se presentan en el Cuadro 3, en donde
se observa que los mejores parámetros productivos los tienen los productores de los estratos
de 41–100 y >100 bovinos, para lo que se encontró correlación positiva entre el tamaño del
hato y los siguientes parámetros: número promedio de vacas en producción por hato,
-1 -1
producción de leche semana hato y la producción anual de crías (r= 0.874, 0.684 y 0.941
respectivamente, P<0.01).

Cuadro 3. Productividad del ganado de doble propósito en el municipio de Pinotepa Nacional


Oaxaca.

VPPH PLVD PLSH PAC EPD MBND


Tamaño de hato
(kg) (kg) (meses) (%)
1 - 20 3.0 4.7 72.9 4.1 8.0 12.0
21 - 40 7.7 5.5 140.4 8.3 8.3 7.9
41 - 100 15.0 5.6 408.4 20.7 7.7 10.9
> 100 41.0 8.0 2067.0 60.4 8.4 4.0
Promedio 9.8 5.3 385.1 10.3 8.0 8.9
-1 -1
VPPH= Vacas en producción promedio por hato; PLVD= Producción de leche vaca día ; PLSH= Producción de leche
-1 -1
semana hato ; PAC= Producción anual de crías; EPD= Edad promedio al destete; MBND= Mortalidad de becerros del
nacimiento al destete.

Cabe reflexionar en la baja productividad de los hatos ganaderos en estudio mediante las
siguientes observaciones: el 49. 5% de los productores encuestados no ordeña, el 13.2%
ordeña diariamente sólo en el temporal, el 12.1% ordeña tres veces por semana sólo en el
temporal, el 7.7% ordeña 3 veces por semana durante todo el año y únicamente el 17.6%
restante ordeña diariamente durante todo el año, este último porcentaje de productores en su
mayoría pertenece a los estratos de 41–100 y >100 bovinos. La frecuencia discontinua en la
ordeña para la ganadería de doble propósito en el área de estudio es similar con la reportada
por Hernández et al. (2006) para la ganadería de doble propósito de la Costa Chica de
Guerrero.

171
170
Factores biofísicos

De manera abstracta se muestra en la Figura 1 la calificación por concepto de factores


biofísicos en cada uno de los estratos de productores (Pequeño=0.47, Mediano=0.44,
Grande=0.48 y Muy grande=0.56); para esta característica no existe diferencia significativa
estadísticamente (P#0.05), es decir, no importa el estrato en que se encuentre el productor, la
calificación media se comporta de manera similar, lo que indica que todos los productores en
cierto grado realizan prácticas sustentables de integración agricultura - ganadería, manejo de
desechos, bajo índice de deforestación y tienen un nivel considerable de percepción ambiental.
Sin embargo, el valor promedio general (0.47) se considera bajo, ya que en base a la
ponderación asignada el valor óptimo es de 1.00, por lo tanto se puede inferir que las prácticas
para la conservación de los recursos naturales (agua, suelo y vegetación) son mínimas en las
unidades de producción bovina del municipio de Pinotepa Nacional.

Figura 1. Comportamiento del valor índice de los factores biofísicos por estrato.

Este valor índice de los factores biofísicos difiere ligeramente del índice para la dimensión
ambiental (0.358) encontrado por Hernández et al. (2006) en la ganadería de doble propósito
de la Costa Chica de Guerrero, al determinar su índice de sustentabilidad; esta diferencia
puede ser debido a que no son las mismas variables estudiadas para este componente, así
tampoco la metodología empleada; sin embargo, ambos resultados reflejan que las prácticas
realizadas para la conservación de los recursos naturales en el sistema de producción bovinos
de doble propósito en las dos áreas de estudio son mínimas, así también de manera general, el
nivel de percepción ambiental de los productores se considera bajo.

Factores tecnológicos

Los resultados respecto al valor índice promedio de los factores tecnológicos en la ganadería
de doble propósito del área de estudio, muestran diferencias significativas (P#0.05) entre
estratos, respecto a las prácticas tecnológicas para propiciar el desarrollo sustentable; estas
diferencias se dan principalmente entre los productores de 1 – 20 y 21 – 40 bovinos, en
comparación con aquellos ubicados en los estratos de 41 – 100 bovinos según los resultados
de la comparación de medias. En la figura 2 se detalla esta información, encontrándose una
correlación positiva (r= 0.403, P#0.01) que refleja que conforme aumenta el tamaño del hato
mejora el sistema de manejo, el uso de fertilizantes, el método de control de malas hierbas, el
manejo del ganado, el uso adecuado de los recursos y el manejo preventivo de la salud en la
unidad de producción bovina.
El valor índice general promedio de los factores tecnológicos (0.56) encontrado en este estudio,
difiere del índice de sustentabilidad en el nivel técnico (0.367) determinado por Hernández et al.
(2006) en la Costa Chica de Guerrero; la falta de similitud puede ser debido a las diferentes
variables empleadas y metodología usada; sin embargo, se aproxima al rango del Índice de
Cumplimento de la Normatividad Orgánica (ICNO= 0.55 – 0.75) de la mayoría de los

172
171
productores (76%) estudiados en el Estado de Tabasco por Olivares et al. (2005) utilizando la
misma metodología de valores índices para determinar el potencial de conversión de
explotaciones ganaderas convencionales a sistemas de producción orgánicos, quienes
concluyeron que los productores que se encuentran en este rango del ICNO pueden lograr la
conversión a sistemas orgánicos en un periodo no mayor de cuatro años, al instrumentar
algunas modificaciones en sus unidades de producción.

Figura 2. Comportamiento del valor índice de los factores tecnológicos por estrato.

Factores socioeconómicos

En la Figura 3, se representa el comportamiento general del valor índice de los factores


socioeconómicos en los diferentes estratos, en donde se observa diferencia significativa entre
la media de los estratos (P#0.05), así también correlación positiva (r= 0.610, P#0.01) que indica
que conforme aumenta el tamaño del hato, mejoran considerablemente las condiciones
socioeconómicas de los productores respecto al nivel de escolaridad máximo en algún
integrante de la familia, la organización social, el acceso a factores de producción y el nivel de
ingresos en la unidad de producción por concepto de la venta de leche y carne.

Figura 3. Comportamiento del valor índice de los factores socioeconómicos por estrato.

173
172
Finalmente para caracterizar los factores que condicionan el desarrollo sustentable del sistema
de producción en estudio, en la Figura 4 mediante un mapa de sustentabilidad, también
conocido como “diagrama de amiba”, se representa el comportamiento de cada variable
independiente con respecto a valor óptimo y las diferencias entre estratos de productores; ya
que mediante este gráfico es posible identificar los indicadores que requieren de mayores
modificaciones para mejorar su estatus, así como aquellos que es preciso fortalecerlos
(Brunett, 2004).

Figura 4. Comportamiento de los factores que condicionan el desarrollo sustentable de la


ganadería bovina en el Municipio de Pinotepa Nacional, Oaxaca.

Se observa que las variables más alejadas al óptimo son el método de control de malas
hierbas, uso de fertilizantes, percepción ambiental, integración agricultura – ganadería, manejo
de desechos, uso adecuado de recursos y el acceso a factores de producción, para la mayoría
de los productores. Por otro lado, se observa marcada diferencia entre estratos de productores
respecto al nivel de ingresos, acceso a factores de producción, nivel de escolaridad y manejo
del ganado. Así también, se encontraron correlaciones positivas entre el valor índice promedio
de desarrollo sustentable y el valor índice promedio de los factores biofísicos, tecnológicos y
socioeconómicos (r= 0.584, 0.740 y 0.888 respectivamente, P#0.01), lo que indica que el
desarrollo sustentable de la ganadería bovina en el área de estudio está en relación a los
factores socioeconómicos, más que a los factores biofísicos ó tecnológicos.

CONCLUSIONES

Las prácticas agroecológicas que se realizan en el sistema de producción bovinos de doble


propósito del área de estudio se consideran mínimas, resultado que se puede atribuir a un bajo
nivel de percepción ambiental y escaso acceso a capacitación y asesoría técnica que presenta
la mayoría de los ganaderos del municipio. El nivel tecnológico del sistema de producción
bovinos de doble propósito, con respecto al cumplimiento de la normatividad orgánica se
considera medio, esto fundamentado en el valor índice promedio de los factores tecnológicos
estudiados; sin embargo, se señala que se está haciendo una sobreutilización de los recursos
suelo y praderas, así también la fertilización de éstos últimos es casi nula y la gran mayoría de
los productores utiliza agroquímicos de alta toxicidad para controlar malas hierbas. Las
condiciones socioeconómicas de las unidades de producción bovina del municipio son
ampliamente heterogéneas, reflejadas en que el nivel de escolaridad máximo en algún
integrante de la familia, el nivel de ingresos en el rancho, la organización social y el acceso a
factores de producción es contrastante entre los pequeños y medianos productores en
comparación con los grandes y muy grandes.

174
173
Aunque en los resultados de la investigación se presentan como variables limitantes algunas
prácticas tecnológicas y agroecológicas, se considera que los factores socioeconómicos son
los que limitan en mayor grado el desarrollo sustentable del sistema de producción bovinos de
doble propósito, debido a que para adoptar las tecnologías orgánicas ó sustentables, la
mayoría de los productores debieran mejorar sus condiciones socioeconómicas y en particular
el acceso a factores de producción. Los productores que tienen mayor posibilidad de desarrollo
sustentable en la ganadería bovina de doble propósito del municipio de Pinotepa Nacional
Oaxaca, son aquellos con mayor número de bovinos y extensión de tierras.

LITERATURA CITADA

Briassoulis, H. 1999. Sustainable development and the informal sector: An uneasy relationship?
Journal of Environment & Development 8:213-237.
Brunett, P. L. 2004. Contribución a la evaluación de la sustentabilidad: estudio de caso dos
agroecosistemas campesinos de maíz y leche del Valle de Toluca. Tesis de doctorado.
Universidad Nacional Autónoma de México. México. 198 p.
Cepeda, G. C. 2004. Análisis de los factores que determinan la adopción de la agricultura
orgánica en la producción de café en Huatusco, Veracruz. Tesis de licenciatura. Universidad de
las Américas, Puebla, México. 105 p.
COLPOS (Colegio de Postgraduados), FUNPROVER (Fundación Produce de Veracruz) y
SAGARPA. 2003. Necesidades de investigación y transferencia de tecnología de la cadena de
bovinos de doble propósito en el estado de Veracruz. Tepetates, Ver. México. 131 p.
Doorman, F., Miranda R. F., De Nie C., Ooijens J., Ovares R. L., Ramírez A. C. et al. 1991. La
metodología del diagnóstico en el enfoque “investigación adaptativa”. Universidad Nacional
Heredia – IICA . San José Costa Rica. Pp. 42-43.
Flamant, J. C., C. Beranger and A. Gibon. 1999. Animal production and land use sustainability –
An approach from the farm diversity at territory level. Livestock Production Science 61:275-286.
Grusenmeyer, D. C. and T. N. Cramer. 1997. A systems approach. Symposium: Manure
management. J. Dairy Sci. 80:2651-2654.
Heitschmidt, R.K., L.T. Vermeire, and E.E. Grings. 2004. Is rangeland agriculture sustainable?.
J. Anim. Sci. 82(E. Suppl.):E138-E146.
Hernández, V. D., José G. H. H., Jorge P. P. y Sabás V. A. 2006. Índice de sustentabilidad
para el sistema bovino de doble propósito en Guerrero, México. Revista Electrónica de
Veterinaria. http://www.veterinaria.org/revistas/redvet/n090906/090606.pdf (citada Enero 8,
2007).
Juarez, L.F.J., D.G. Fox, R.W. Blake and A. N. Pell. 1999. Evaluation of tropical grasses for milk
production by dual-purpose cows in tropical Mexico. J. Dairy sci. 82:2136-2145.
Kunkel, H. O. and G. R. Hagevoort. 1994. Construction of science for animal agriculture. J.
Anim. Sci 72:247-253.
Macedo, R., M. A. Galina, J. M. Zorrilla, J. M. Palma y J. P. Guerrero. 2003. Análisis de un
sistema de producción tradicional en Colima, México. Archivos de zootecnia 52:463-474.
Murgueitio, R. E. 2003. Impacto ambiental de la ganadería de leche en Colombia y alternatives
de solución. Livestock Research for Rural Development. 15(10). Consultado: Julio 24 de 2006
en: http://www.cipav.org.co/lrrd/lrrd15/10/murg1510.htm
Olivares, P. R., Manuel A. G. C. y María R. M. A. 2005. Potencial de conversión de
explotaciones ganaderas convencionales a sistemas de producción orgánicos en el estado de
Tabasco. Tecnica Pecuaria en México 43(3):361-370.
Osorio, A. M. M. 1996. El sistema de producción bovina de doble propósito en el trópico, “la
rejeguería”. En: Manual de producción bovina de doble propósito (carne y leche) en el trópico.
“la rejeguería”. Vol. 1:1-9.
Rojas, S. R. 1985. Guía para realizar investigaciones sociales. 8ª edición. Imprenta
Universitaria. Universidad Nacional Autónoma de México. 280 p.
Rómulo, A. J. 2005. Tipología de productores pecuarios del estado de Guerrero – Una
aplicación del análisis de conglomerados. Tesis de licenciatura. Universidad Autónoma de
Guerrero, México. 86 p.
SAGARPA, 2001. Situación actual y perspectivas de la producción de leche de ganado bovino
en México 1990-2000. Centro de Estadísticas Agropecuarias. www.sagar.gob.mx/cea
SAGARPA, 2003. Características físicas del distrito de desarrollo rural 106 (Costa de Oaxaca).
http://www.oax.sagarpa.gob.mx/ganaderia/archivos/nota02.php

175
174
Tamminga, S. 1996. A review on environmental impacts of nutritional strategies in ruminants. J.
Anim. Sci. 74:3112-3124.
Thompson P. B. and A. Nardone. 1999. Sustainable livestock production: Methodological and
ethical challenges. Livestock Production Science 61:111-119.
Torres, L. P., Luis R. S. y Oscar S. J. 2004. Evaluación de la sustentabilidad del desarrollo
regional - El marco de la agricultura. Región y sociedad 16(29):109-144.

176
175
177
176
178
177
SOCIEDAD, SERVICIOS AMBIENTALES Y DISPOSICIÓN A PAGAR EN SAN ANDRÉS
TUXTLA, VER.
1
Ana Lid del Angel Pérez
1
Andrés Rebolledo Martínez

RESUMEN

Se realizó investigación en el municipio de San Andrés Tuxtla, Ver., México, durante el 2006. El
objetivo del trabajo fue obtener el valor que ambiente y naturaleza tiene para la población,
reflejado en su disposición a pagar (DAP) por mantener el dosel en el volcán de San Martín,
área que actualmente recibe Pago por Servicios Ambientales Hidrológicos, si esto significara
para los entrevistados, cierta calidad de vida. Se partió de la consideración teórica que la
valoración que la sociedad otorga a naturaleza representa una selección relacionada con su
percepción de la calidad de vida que el estado del ambiente le proporciona. La investigación se
fundamentó en trabajo de campo y metodología de valoración contingente. Se aplicaron 241
encuestas sobre muestreo al azar estratificado, empleando además una serie de fotografías
para ilustrar paisajes municipales y obtener preferencias y percepciones sobre ambientes en
función de su importancia para la economía y para la conservación. El eje conductor del trabajo
fue la cobertura del suelo, aceptando que la cubierta preferentemente forestal proporciona
mejores productos y servicios ambientales. Los resultados mostraron que existe un segmento
de población que reconoce los bienes y servicios ambientales que se generan y observa cierta
disposición al pago, asociado a su vez a ingreso y ocupación de los entrevistados. Las
percepciones sociales de valor, están vinculadas a edad, escolaridad e ingreso.

Palabras Clave: Calidad de vida, valoración contingente, ambiente, disposición a pagar.

INTRODUCCIÓN

Los agroecosistemas ubicados en el Volcán de San Martín, son de gran importancia en cuanto
a la provisión de servicios ambientales (SA), indispensables para el desarrollo en las zonas
bajas del municipio de Andrés Tuxtla y algunos de la cuenca baja del Papaloapan; lo anterior
se fundamenta en el hecho de que se considera que la vegetación es esencial para la
protección de los recursos hidrológicos (mantenimiento de la calidad y cantidad de agua para
diferentes usos), para la mitigación de impactos causados por desastres naturales, belleza
escénica, protección de la biodiversidad, del suelo, así como la mitigación de las emisiones de
gases de efecto invernadero. La aplicación de un mecanismo de pago por servicios
ambientales (PSA) que el gobierno mexicano ha implementado a través de la Comisión
Nacional Forestal desde el 2003, trata de asegurar que los productores que intervienen en la
provisión de estos servicios sean retribuidos y se vean estimulados a adoptar sistemas de
producción sostenibles para conservar el dosel y/o mejorar de forma sostenible el uso del suelo
(CONAFOR, 2006; Diario oficial de la federación, 2006). Se espera que los estímulos generen
un interés en los demás productores y que se lleve a cabo un proceso de difusión
intrarregional, que asegure un flujo permanente de servicios ambientales; así mismo se
pretende lograr la detonación del mercado de SA a través del reconocimiento de los usuarios
mediante un pago. Uno de los elementos importantes en el diseño de un sistema de PSA es la
determinación de la disposición a pagar (DAP) por parte de los beneficiarios representando de
mucha utilidad estimar el valor percibido de los beneficios que tales servicios le proporcionan,
lo cual, teóricamente incide en los montos a pagar por la existencia o mejoramiento de la
cubierta forestal o vegetal, la cual deberá impactar de forma positiva en la calidad de SA y
proporcionar mayor calidad de vida. Se parte del principio de que los Servicios Ambientales son
bienes públicos, y la percepción de valor que la sociedad tenga sobre los mismos genera un
mercado apreciativo, donde el interés representa una demanda, de tal manera que el producto
demandado debe contener ciertas características de calidad diferenciadas (Spash, 2000).
La cubierta del suelo, y en especial el dosel, constituyen una condición deseada del entorno
ampliamente difundida como una de las vías para recuperar los valores ecológicos; por

1
Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, Veracruz.
Mail: [email protected]

178
cubierta del suelo se entiende principalmente, al conjunto de vegetación que ocupa un sitio, y
que para fines de su estudio se agrupa en categorías de acuerdo con el tipo de asociación
florística al que corresponda. Estas coberturas suelen ser asociaciones naturales, pero también
se incluyen otras, producto del cultivo de la tierra como son los terrenos agropecuarios debido
a que cuentan con vegetación, así como las cubiertas desarrolladas como producto de
convivencia y protección humana como el caso de las urbanas (Del Angel et al, 2006); las
asociaciones señaladas anteriormente son las coberturas del municipio y metodológicamente
son entendidas como paisajes. El presente estudio tuvo como finalidad estimar el valor que
para la sociedad tiene la actual cubierta del suelo en función de calidad de vida, y suficiente
para mantener la calidad de los Recursos Hidrológicos de los actuales paisajes comunes que
existen en el Volcán de San Martín, municipio de San Andrés Tuxtla, Ver, valor obtenido por
percepciones y disposición a pagar.

MATERIALES Y MÉTODOS

Se realizó trabajo de campo en el municipio de San Andrés Tuxtla, Ver, durante 2006,
combinando herramientas etnográficas (Nanda, 1999) y de economía ambiental (Saz et al.,
1998, Turpie, 2003), como el uso del método de valoración contingente, además de
información secundaria y de primera mano obtenida a través de encuestas por muestreo y uso
de fotografías ilustrativas. La combinación de diferentes métodos tuvo como objetivo capturar la
complejidad de los valores y el paisaje cultural de la zona de investigación (Clark et al., 2002;
Pouta et al., 2002). El objetivo del estudio fue efectuar un análisis comparativo de las
percepciones de valor sobre naturaleza y ambiente en una población de un área que recibe
pago por Servicios Ambientales Hidrológicos (PSAH) en el Volcán de San Martín Tuxtla (Figura
1) de la zona de los Tuxtlas. En este sentido, se buscó que la sociedad emitiera sus opiniones
respecto sus preferencias por diferentes tipos de cubiertas, incluidas las urbanas, las
manejadas y las naturales que existen en la región de pago, para determinar el valor de cada
una de ellas en función de lo que consideran mejor en términos económicos y de conservación.
Se aplicaron cedulas de entrevista directa a 241 personas mayores de 18 años, en un
muestreo al azar estratificado, utilizando una estructura proporcional similar a las estadísticas
de INEGI (2005), para el municipio, en relación a género, edad, educación, lugar de residencia
e ingresos de acuerdo a sugerencia de Turpie, 2003.

Figura 1. Polígono del área de Pago por Servicios Ambientales Hidrológicos en el municipio de
San Andrés Tuxtla, Ver., México. Fuente. CONAFOR, 2003.

179
Se diseño un cuestionario tipo referéndum que incluyó presentación y datos generales del
entrevistado, valoración de paisajes contrastantes de las coberturas características del
territorio, inquiriendo sobre conocimiento, valor y preferencias con relación a ambientes
regionales; en éste apartado se mostró a los entrevistados una selección de fotografías
(ciudad, área sin vegetación, cultivo de maíz, rancho, río, bosque, y pastizales), las cuales se
solicitó fueran calificadas en una escala del uno al cinco (pésimo, malo, regular, bueno y
excelente) en función de valores económicos y naturales, habiéndose explicado antes en que
consistía cada concepto y que se esperaba de ellos. Finalmente se consultó la opinión con
relación a ejecución de los programas de pago sobre la materia, así como las preferencias
respecto el mantenimiento de la cubierta vegetal o su modificación por medio de un cambio de
uso del suelo y la disposición a pagar (DAP), a productores de las partes altas para la
conservación del dosel y/o modificación de prácticas de uso del suelo; lo anterior en el
entendido que sería para fomentar la conservación de los servicios ambientales hidrológicos,
es decir, para mantener el dosel suficiente que permita al ecosistema cumplir con las funciones
hidrológicas regionales. Este caso implicó considerar la importancia del dosel forestal para la
provisión del servicio, es decir la vegetación como valor de existencia (Hannon 2001; Turpie,
2003).
Se trabajo con individuos mayores a 18 años, asumiendo que son personas enteradas y con un
juicio propio e independiente sobre el ambiente, el uso de la tierra y las circunstancias locales.
En forma adicional, debido a que este grupo poblacional es el que aporta la mayor parte de los
impuestos. Los cuestionarios se aplicaron en San Andrés Tuxtla, representando el segmento
de mercado o consumo más importante para los bienes y servicios que proporcionan los
productores que tienen predios en el volcán de San Martín. La valoración sobre preferencias
sociales de preservar ciertos niveles de bienestar generados por los beneficios de la
conservación del dosel y su uso sostenible, estuvo estrechamente ligada con los procesos
culturales y sociales de la región en estudio. Se utilizó el método de valoración contingente
(MVC), como herramienta para valorar bienes públicos ambientales ya que permite cuantificar
recursos naturales que no tienen mercado, o cuyo mercado es irregular, de tal forma que no
existe un precio establecido (Tisdell, 1993, Turpie, 2003; Whittington, 1996). El MVC permitió
cuantificar preferencias expresadas y cambios de bienestar, en expresiones de valor por parte
de las personas entrevistadas, marcando aumentos o disminuciones específicas en la cantidad
o calidad de vida proporcionada por el servicio ambiental en cuestión. Este método también
permitió calcular la disponibilidad social a pagar (DAP) por la protección y conservación del
dosel y los agroecosistemas de la cuenca alta del volcán, si esto les supone el suministro de
calidad de vida, entendida como una percepción individual (Carpenter, 2003.
Por lo tanto, no se buscó valorar las existencias de la cubierta vegetal, sino cómo los cambios
en la características o atributos de la misma (calidad de dosel), inciden en la función de
bienestar de los individuos (Ruijgrok, 2001), mediante expresiones cuantitativas sobre
preferencias y percepción de valores (Manski, 2000; Turpie, 2003, Mitchell y Carson, 1989;
Costanza, et al., 1997); las estimaciones del valor económico obtenidas por este método son
“contingentes” porque los valores estimados se derivan de una situación hipotética que es
presentada a los entrevistados. En el cuestionario se preguntó directamente que establecieran
sus preferencias, por el mantenimiento y conservación de los bienes ambientales donde los
fondos recabados serían invertidos como pagos para que los dueños de predios en las partes
altas del volcán, conserven el dosel y/o realicen un manejo sostenible. De esta manera, los
individuos hicieron una evaluación monetaria de su disponibilidad a pagar por los beneficios
que ofrece la cubierta vegetal, y lo que el ambiente representa en sus niveles de bienestar (Zas
et al., 1998). La disponibilidad a pagar (DAP), se obtuvo por el puntaje que los individuos
otorgaron a escenarios posibles y reconocidos por ellos, y refleja la preferencia individual por
los beneficios que genera. El valor aparece en unidades ligadas con el valor económico y
establece posiciones jerárquicas secuenciales de valor económico real de estos recursos
(Chiesura y de Groot, 2003, Zhongwei et al., 2001; Zhongmin, 2003). La información de los
cuestionarios fue analizada estadísticamente de forma descriptiva y análisis de varianza, así
como con elementos de análisis multivariado en este caso con análisis de correspondencias
múltiples, usando el programa X-Lstat, 2007.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

La región de los Tuxtlas se caracteriza por su abundancia de recursos hidrológicos, lo cual se


explica por su ubicación dentro de una de las Cuencas más importantes del país, la del Río

180
Papaloapan; específicamente el Volcán de San Martín Tuxtla, constituye un recurso natural
muy importante debido a que conserva un dosel de importancia económica para la población
que habita en la faldas o bien para aquellos que poseen predios ejidales o en propiedad; sin
embargo, el volcán también posee una gran importancia ecológica debido a que mantiene flora
y fauna endémica, además de que su alta precipitación, observada (de 2500 a 3500 mm
anuales) en la cara norte, noreste y noroeste, y lo accidentado de su topografía, permite que
los ríos descarguen hacia diferentes vertientes beneficiando a varias localidades (INE, 2000).
De acuerdo a estimaciones de la CONAPO con base en el II Conteo de Población y Vivienda
2005, y la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) 2005, IV Trimestre; la población
total de San Andrés Tuxtla es de 143,243 habitantes; mientras que el grado de marginación es
alto (0.34), y el 79.6 % de la población recibe menos de dos salarios mínimos. Una de las
principales actividades económicas es la explotación de maderas preciosas, principalmente
cedro y caoba, y la fabricación artesanal de muebles; por otra parte, existen 13, 206 hogares
3
que consumen leña con un gasto anual de 11,472.4 m .
Con relación al consumo de agua, existen varios tipos de usuarios, domésticos, industriales,
agrícola, comercial y otros; en total la Comisión de Agua potable del municipio consideró un
3
gasto de 162, 136 m por mes solo para la cabecera municipal, sin embargo las cifras
constituyen un estimado, ya que se reportan 17,144 tomas para los diferentes tipos de usuarios
y solamente 9,957 contratos con medidor, es decir, 7,187 tomas son directas y el flujo no es
controlado.

Preferencia por ambientes


Un aspecto de primer orden en la aplicación de la cédula de entrevista fue lograr que los
entrevistados conocieran los ambientes/paisajes comunes en el municipio mediante fotografías,
así como sus funciones económicas, y ecológicas. Lo anterior permitió que las respuestas
generaran un acercamiento preciso a las preferencias y el nivel de satisfacción que obtienen
por el uso del suelo y la existencia de la vegetación, considerando los paisajes actuales con los
que cuenta la zona. Se partió del hecho que el valor es un término relativo, que refleja el
contexto en el cual la valoración tuvo lugar, y la percepción que la población asignó a los
valores establecidos; cada asignación es una indicación del valor y la importancia que el bien
en cuestión tuvo para el entrevistado (Brown, 1984; Turpie, 2003).
El cuestionamiento sobre preferencias estuvo orientado a obtener las percepciones de valor de
cada uno de los paisajes más importantes en el área de estudio, en función de dos enfoques:
desarrollo económico y conservación. Para tal efecto se utilizaron las fotografías más
representativas de cada uno de los paisajes; los resultados se observan en el Cuadro 1.

Cuadro 1. Preferencias por ambientes, calificados de manera independiente, con enfoques de


desarrollo económico y de conservación en San Andrés Tuxtla, Veracruz, 2007.
Ambiente Enfoque Enfoque
Económico Conservación
Rancho 3.68 a 3.68 c
Bosque 3.55 ab 4.28 a
Río 3.51 b 4.09 b
Pastizal 2.76 c 3.27 d
Maíz 2.74 c 3.09 e
Ciudad 2.35 d 2.32 f
Sin vegetación 1.59 e 1.51 g
Media total 2.88 3.17
C. V. (%) 32.9 24.9
Significancia estadística ** **
**Diferencia estadística altamente significativa. Medias con la misma letra son estadísticamente iguales dentro de cada
enfoque de opinión (Tukey, p!0.05). CV, coeficiente de variación. Los valores son las medias dentro de una escala de uno a
cinco; donde 1=pésimo ; 2=malo ;3=regular; 4= bueno; y 5=excelente.

De cierta forma los paisajes más importantes para la población fueron rancho y bosque
a los que se otorgaron las mayores calificaciones - de regulares a buenas – en función de lo
mejor o más deseable para el desarrollo económico, además, también mostraron superioridad
significativa al resto de los ambientes. Aunque el río fue superado por rancho y bosque, este
fue superior al resto de los ambientes (Cuadro 1). Para el enfoque de conservación, bosque y
río obtuvieron las calificaciones más altas; bosque fue estadísticamente mejor que los demás,

181
siguiendo en orden de importancia río y rancho, ambos estadísticamente diferentes entre sí
pero superiores al resto.
En cierta forma bosque y río constituyen los ambientes que idealmente se consideran más
importantes para que un agroecosistema cumpla con ciertas funciones ecológicas, por lo que
también lógicamente se espera que los entrevistados enfoquen sus preferencias sobre ellos
(Van Rensburg et al., 2002), es notorio que en relación al enfoque sobre lo mejor para el
desarrollo económico, las personas señalaron a rancho. Las entrevistas mostraron que la
población considera a rancho como equivalente a cultivo, ganadería e ingresos.

Cuadro 2. Correlación de las características de la población con los diferentes paisajes


orientados al enfoque de Desarrollo Económico. San Andrés Tuxtla, Ver. 2007.
Paisaje Ingreso Edad Escolaridad
Pastos -0.0294 0.02159 0.13097
Maíz -0.1224 0.03561 0.13885
Bosque 0.0599 0.09058 0.03149
Río 0.0364 0.12786 0.07443
Ciudad -0.260** 0.02571 0.10476
Rancho 0.1252 0.03771 0.02979
Sin veget. -0.292** 0.03014 0.00574
** Correlación altamente significativa; valores sin asteriscos no hay correlación, n=241

El Cuadro 3, muestra, en función de desarrollo económico una fuerte relación entre las
preferencias por ciudad y paisajes sin vegetación con el ingreso. No existiendo diferencias en
las variables de edad y escolaridad, contrario a lo que se esperaba y a lo que señala la
literatura (Turpie, 2003, Zhongwei et al., 2001).

Cuadro 3. Correlación de las características de la población con los diferentes paisajes


orientados al enfoque de Conservación. San Andrés Tuxtla, Ver. 2007.
Paisaje Ingreso Edad Escolaridad
Pastos -0.0620 0.11397 - 0.01857
Maíz -0.0904 0.07393 0.01099
Bosque 0.0312 - 0.12010 0.07755
Río 0.0382 - 0.11700 0.08417
Ciudad -0.248* 0.04647 - 0.13078
Rancho 0.239* 0.05315 - 0.01294
Sin veget. -0.226* 0.10276 0.01094
** Correlación altamente significativa; valores sin asteriscos no hay correlación, n=241

En el Cuadro 3, se puede observar que en función de conservación, existe una correlación


fuerte entre las preferencias por ciudad y rancho, con ingreso, en oposición negativa a paisajes
sin vegetación. No se encontró correlación con edad o escolaridad.
Turpie, (2003); Mainwaring, (2001) y Zhongwei et al., (2001) en trabajos efectuados sobre
valoración contingente, señalaron altas correlaciones de las variables ingreso, edad y
escolaridad con las preferencias, selección de paisajes, pero también con la disposición a
pagar.

Disposición a Pagar (DAP)


La disponibilidad a pagar (DAP) se obtuvo mediante el puntaje otorgado a la conservación del
dosel, en diferentes escenarios posibles y reconocidos por ellos, mismos que reflejan
preferencias individuales por los beneficios que genera un producto con una serie de atributos,
según lo describen Haddad (2003) y Hernández (1998).
La Figura 2, muestra los valores incrementales de la DAP, por un cambio en el uso del suelo,
demandado por la población muestreada, incorporando dos elementos: el mantenimiento del
dosel y el manejo sostenible. Los resultados fueron ajustados a través de un modelo de
regresión donde la variable dependiente fue el valor otorgado o la DAP, y la independiente la
población, obteniéndose el mejor ajuste con un polinomio de tercer orden o cúbico.
La Figura también señala que la porción de la población que ocupa el área positiva sombreada
posee disposición a pagar positiva y que representa el 83 % de la población muestreada,
donde la media total de los que están dispuestos a pagar fue de $ 4.20, la población que
calificó con valores menores a la media, constituye la mayoría del total de la población que se
localiza en el área positiva, es decir su DAP es menor. Cabe agregar que los entrevistados con

182
disponibilidad a pagar por los beneficios que ofrece el cambio de uso del suelo en la Volcán de
San Martín Tuxtla, señalaron la percepción de una necesidad de cambio, orientada a la
provisión de agua. Por otra parte, debido a que la mayor parte de los entrevistados pertenecen
a un sector económico de bajo nivel de ingreso, las referencias monetarias de lo que el dosel
representa en sus niveles de bienestar es impactada por su disposición de efectivo, así como
por su ocupación; lo anterior es similar a Raje et al., 2002.

160
0
140
2
0 Y= 1425-13.75X + 0.0329X
120 DAP
2
R = 0.997
0
1000

80 MEDI
0 A
60
0
40
0
20
0
0
1 1 2 3 4 5 6 7 8 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 21 22 23
- 2 3 4 5 6 7 8 9 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 0 1 2
valo
200 Población
r
Figura 2. Disposición a pagar por conservación de la cubierta forestal. San Andrés Tuxtla, Ver.
2007.

La figura 3, señala las cantidades monetarias que las personas señalaron estar en disposición
de pagar en forma mensual, por la conservación del dosel en beneficio de los recursos
hídricos. Se puede observar que aunque las principales cantidades de pago señaladas fueron
$3.00 y $6.00, los cuestionarios arrojaron cantidades mayores truncadas hasta los $ 18.00 por
selección libre. La mayoría, el 83 % muestra disposición positiva al pago, contrastando con la
minoría (17%) que no está dispuesta a desembolsar efectivo para este fin; en las entrevistas se
encontró que este segmento consideró que es obligación del gobierno a través de programas
de conservación y sociales, efectuar el pago a través utilizando recursos fiscales.

%
25

20

15

10

0
$1.00 $3.00 $6.00 $9.00 $12.00 $15.00 $18.00 No

Figura 3. Tarifas señaladas por los entrevistados parar mantenimiento de la cubierta forestal en
forma de pago a productores de SA del volcán de San Martín. San Andrés Tuxtla, Ver. 2007.
Es necesario aclarar que los cuestionarios mostraron una tendencia sobre las posibilidades del
aporte ciudadano no como pago único, sino aunado a fondos fiscales, es decir, los
entrevistados señalaron la necesidad de compartir el riesgo junto con el gobierno.

183
También, se puede considerar que los entrevistados mostraron en su voluntad de pago y en la
selección de cierta cantidad monetaria, el reconocimiento de los servicios que los productores
de las partes altas del Volcán de San Martín Tuxtla prestan en beneficio de la hidrología
regional, pero también su demanda para conservar el dosel, exigiendo un manejo sostenible
del suelo que implicaría modificar las prácticas de uso del suelo. Situación similar fue
observada por Del Angel et al (2006a) en investigación efectuada en la Cuenca del río San
Juan, municipio de La Antigua sobre el valor de los bienes y servicios que proporcionan las
áreas de pastizales a la sociedad.
Cabe aclarar que se le pidió a los entrevistados que la selección de la cantidad de pago
incorporara el argumento de incluir la modificación de las formas de uso del suelo y
mantenimiento del dosel para favorecer la conservación de la hidrología regional. Por otra
parte, gran parte del discurso a favor de ambientes naturales (bosque y río) y su importancia
para la economía regional y la conservación, específicamente en función de la vegetación, y la
disponibilidad a aportar en efectivo, por parte de la población tiene su fundamento en el hecho
de que el municipio representa un destino turístico estatal importante, pero con vías de
incrementar su importancia; además fue las declaratorias de conservación y de área de
Reserva de la Biosfera en límites del volcán, así como el mismo programa de Servicios
Ambientales de la CONAFOR han constituido factores de influencia en la posición de la
población ante la naturaleza.
La Figura 2 muestra la agrupación de las variables edad, escolaridad e ingreso y su distancia
respecto la disposición a pagar por mantener el dosel en beneficio del mantenimiento de la
hidrología regional.

3
!"#$%&'()%*+,"%&'
-./.)(01(2(034(56786(9:

Ed -Supe
1 u r
In -NI In -M
g In -Ag
Se -F g
x
Eda -Adu 1
Ed -si Eda -Adu 2 Eda -J d l
< u n Ed dDAP-l d DAP-
-Pri
NO Si
u m
In -Ma
g r Ed -Me
Eda -Adu 3 u Sed-M
d l
x
Eda -senio
; d r
1
In -B
g

01(-=1733(9:
;
3 ; ; ; ; < 1 3 > =
= > 3 1

Figura 2.- Dimensiones y distancia de las variables Educación, Ingreso, Edad y Sexo en
relación a disposición al pago (DAP). San Andrés Tuxtla, Ver. 2007.

Considerando la Figura 2, se puede observar que dentro de la población que señaló una
disposición positiva a pagar por conservar el dosel, las variables más cercanas a la variable
independiente disposición positiva a pagar (DAP-Si) muestra una distancia menor con las
variables explicativas edad adulto joven (Edad-adul1, 26-35 años), con educación media y
superior, así mismo con la variable ingresos medios (Ing-M, $4001-7000) y altos (Ing–A, >
$7001) y con entrevistados del sexo masculino. Las personas con ingresos bajos ($2,001 -
4,000) también mostraron disposición a pagar, sin embargo, esto obedece a que carecen de
agua en ciertas temporadas debido a la localización alejada de sus domicilios, considerando

184
que normalmente el bombeo de agua en México privilegia a las zonas residenciales y
comerciales. En oposición, no existe disposición al pago (DAP-NO), en las personas que no
cuentan con ingresos (NI) o tienen ingresos marginales (Ing-Mar< $2000), así como jóvenes (J,
18-25 años), Adult2, Adult3 y senior (edades > a 36 años), y personas con educación primaria
(Edu-Prim) o sin educación (Edu-sin).
Se observó que la población en general está dispuesta a pagar para mantener el dosel en el
Volcán de San Martín, sobre todo aquellas personas con mayores ingresos; situación similar
ocurrió con la edad, el ingreso familiar, el tamaño de familia y el estado civil, variables que
están correlacionadas con la disposición a pagar, situación que refuerza los comentarios
vertidos anteriormente. Los resultados son similares a los observados en estudios efectuados
en varios lugares del mundo (Lewan & Sodersqvist,2002, Van Rensburg et al., 2002).

Vehículos de Pago
Los principales vehículos de pago o vías que los entrevistados seleccionaron para canalizar los
fondos fiscales o voluntarios se observan en el siguiente Cuadro 5.

Cuadro 5. Vehículos de pago seleccionados para hacer llegar las aportaciones a productores
de SA en el municipio de San Andrés Tuxtla, Ver. 2007.
Vehículo de pago % de población

Recibo de agua 51
Recibo de Luz 14
Conafor 6
Municipio 7
Fideicomiso 3

El Cuadro anterior también señaló que la población consideró que el pago a través del recibo
de agua como el principal medio de pago para las aportaciones ciudadanas, seguido del recibo
de luz.

CONCLUSIONES

Los resultados mostraron que la población entrevistada valora la naturaleza, lo cuál se observó
en la alta disposición a pagar, en términos de proporción entrevistada con disposición positiva.
Sin embargo la disposición al pago consideró no solo el mantenimiento del dosel actual sino su
mejoramiento expresado a través de una demanda para modificar el actual uso del suelo
mejorando las prácticas de uso.
Los entrevistados otorgaron valores altos a coberturas del suelo que poseen valores
económicos así como aquellos con ciertos valores naturales; las coberturas naturales fueron
las mejor calificadas.
La DAP positiva esta correlacionada al ingreso que los entrevistados perciben (medio y alto), a
la escolaridad (media y superior), así como a personas con edades de 26 a 25 años. Sin
embrago, la valoración también incluyó aspectos subjetivos que incorporan pautas culturales
como apreciación de valores naturales interiorizados a partir de los programas de conservación
y protección, que han sido fomentados por el gobierno dentro del mismo municipio, el cual
constituye un destino turístico debido a esos mismos valores naturales, además de las
declaratorias de conservación y área natural protegida, así como el mismo programa de PSAH.
Por otra parte, los resultados mostraron la importancia de incorporar en cualquier programa de
pago por servicios ambientales el peso de las características de la población partiendo de la
consideración de que ésta no es homogénea y que en la decisión de pago influyen el ingreso,
la escolaridad y la edad.
Los resultados sólo muestran el análisis de un segmento de mercado de bienes público que es
el doméstico, por lo que futuras investigaciones deberán considerar los segmentos industriales,
comerciales y uso agrícola.

185
LITERATURA CITADA

Addinsoft TM. 2007. XLSTAT your data analysis solution. Versión 2007, Barcelona, España.
Brown, T. C.1984. “The concept of value in Resource allocation”. Land Economics 60 (3): 231-
246.
Carpenter J.P. and Seki, E. 2006. “Competitive Work Environments and Social Preferences:
Field Experimental Evidence from a Japanese Fishing Community” Contributions to Economic
Analysis & Policy. Volume 5, No. 2: 1-25.
Clark J., J. Burgess and C.M. Harrison. 2002. “I struggled with this money business:
respondents’ perspectives on contingent valuation”. Ecological Economics 33: 45–62.
Comisión Nacional de Población (CONAPO) 2005. Población total, indicadores
socioeconómicos, índice y grado de marginación, lugar que ocupa en el contexto nacional y
estatal por municipio Cuadro B30).pp 290, 294.
http://www.conapo.gob.mx/publicaciones/margina2005/AnexoB.pdf Consultado el 12 de enero
de 2007.
Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), 2006. Bosque y Desarrollo. Servicios Ambientales
Forestales. http://www.conafor.gob.mx/portal/index.php?s1=3&s2=9 Consultado 8 de abril de
2007
Costanza, R., R. d'Arge, R., R. de Groot, S. Farber, M. Grasso, M.. Bannon, K. Limburg, S.
Naeem, R. O'Neill, J. Paruelo, R. Raskin, P. Sutton and M. van den Belt ,1997. “The value of
the world's ecosystem services and natural capital”. Nature 387: 253-260.
Chiesura A. and R. de Groot 2003. “Critical natural capital: a socio-cultural perspective”.
Ecological Economics 44: 219-231.
Diario Oficial de la Federación 2006. Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales
(SEMARNAT) Acuerdo que establece las Reglas de Operación para el otorgamiento de pagos
del Programa de Servicios Ambientales Hidrológicos. Viernes 3 de octubre. pp6 -23
Del Ángel P., A.L., Mendoza B., M.A., Rebolledo, M. A. 2006. “Población y Ambiente en
Coatepec: valor social de la cubierta vegetal”. Espiral, Vol. XII, No. 36: 163-196, Mayo –
Agosto. Guadalajara.
Del Ángel P., A.L., Villagómez C., J.A., Mendoza B., M.A., Rebolledo, M. A. 2006. “Valoración
de Recursos Naturales y ganadería en la zona Centro de Veracruz, México”. Madera y
Bosques 12 (2): 29-48.
Haddad, B Nacional. M. 2003. "Property rights, ecosystem management, and John Locke´s
labor theory of ownership" Ecological Economics 46 (2003) 19-31.
Hernández, S. 1998. "Valoración económica de los servicios ambientales de un programa de
arborización - Programa Hojas Verdes - en el parque Simón Bolívar". Documento Técnico,
Instituto Alexander von Humboldt - Cámara de Comercio de Bogotá.
Hannon, Bruce. 2001. “Ecological pricing and economic efficiency”. Ecological Economics 36:
19–30; http://www.elsevier.com/locate/ecolecon Consultado el 10 de enero de 2007.
Instituto de Ecología (INE). 2000. Programa de manejo de la reserva de la Biosfera de Santa
Martha, México. Unidad Coordinadora de áreas Naturales protegidas. México, D.F. 268 p
Instituto Nacional de Estadística, Geografia e Informática, INEGI. (2005).
http://www.inegi.gob.mx/prod_serv/contenidos/espanol/biblioteca/Default.asp?accion=1&upc=7
02825006414
http://www.inegi.gob.mx/est/contenidos/espanol/sistemas/conteo2005/localidad/iter/default.asp
Lewan, L. and T. Sodersqvist. 2002. “Knowledge and recognition of ecosystem services among
the general public in a drainage basin in Scania, Southern Sweden”. Ecological Economics 42:
459-467.
Mainwaring, L. 2001. “Enviromental values and the frame of reference”. Ecological Economics
38: 391-402.
Mansky, C. F. 2000 “Economics Analysis of Social Interactions”. The Journal of Economics
Perspectives. Vol 14 (3): 115-136.
Mitchel, R.C. and R.T. Carson. 1989. Using surveys to value public goods. The contingent
valuation method, Resources for the future, Washington D.C. USA.
Nanda S., 1999. Antropología Cultural, Grupo Editorial Iberoamericana, México. 168 p.
Pouta E., M. Rekola, J. Kuuluvainen, L. Chuan-Zhong and O. Tahvonen. 2002. “Willingness to
pay in different policy-planning methods: insights into respondents’ decision-making processes”.
Ecological Economics 40: 295-311.
Raje, D.V., Dhobe, P.S., Deshpande, A.W. 2002. Consumer´s willingness to pay more for
municipal supplied wter : a case study. Ecological Economics 42 : 391-400.

186
Ruijgrok, E.C.M. 2001. “Transferring economic values on the basis of an ecological
classification of nature”. Ecological Economics 39:399–408.
http://www.elsevier.com/locate/ecolecon. Consultado el 10 de enero de 2007.
Spash, Clive L. 2000. “Ecosystems, contingent valuation and ethics: the case of wetland re-
creation”. Ecological Economics 34: 195-215.
Tisdell, C.A. 1993. “Economics of Environmental Conservation”. Economics for Enviromental &
Ecological management. Elsevier Science Publications. Amsterdam. 233 pp.
Turpie, K.J. 2003. “The existence value of biodiversity in south Africa: how interest, experience,
knowledge, income and perceived level of threat influence local willingness to pay”. Ecological
Economics 46(2003) 199-216.
Whittington, D. 1996. Administering Contingent Valuation Surveys in Developing Countries.
Economy and Enviroment Program for South East Asia (EEPSEA) International Development
Researh Centre. Regional Office for Southeast and East Asia. Singapore, 25 p.
Zas Z., S. Pérez P., L.; Barreiro H., J. 1998. Valoración Contingente y protección de espacios
naturales. RVEA 23, 144 pp. Madrid.
Van Rensburg, T., Mill, G.A., Common, M., Lovett,J. 2002. Preferences and multiple use forest
management. Ecological Economics 43: 231-244.
Zhongmin X., C. Guodong, Z. Zhiqiang, S. Zhiyong, and J. Loomis. 2003. “Appling contingent
valuation in China to measure the total economic value of retoring ecosystem services in Ejina
region”. Ecological Economics 44: 345 -358.
Zhongwei Guo, X. Xiao, Y. Gan, and Y. Zheng. 2001. “Ecosystem functions, services and their
values: a case study in Xingshan County of China”. Ecological Economics 38:141-154

187
LA MULTIFUNCIONALIDAD AMBIENTAL DE LA AGRICULTURA CAMPESINA EN LA
MESETA PURÉPECHA: UN ESTUDIO DE CASO
2
Dante Ariel Ayala Ortiz
3
Raúl García Barrios

RESUMEN

Recientemente la agricultura empieza a considerarse como proveedora de otras funciones más


allá de su papel como productora de alimentos y materias primas reconociéndosele, por
ejemplo, su contribución a la seguridad alimentaria, la conservación del medio ambiente y del
paisaje rural, y a la viabilidad de las áreas rurales, entre otras, a lo que en conjunto se le ha
llamado Multifuncionalidad de la Agricultura (MF). Éste trabajo es sobre la MFA campesina y
toma como estudio de caso la región Meseta Purépecha, en el occidente de México. El
presente reporte es el primero de una investigación más amplia, por lo que el nivel de análisis
es de carácter exploratorio y descriptivo con el objetivo central de identificar algunos
componentes de la MF ambiental presentes en la práctica agrícola campesina de la zona y
someter a prueba una metodología propia para su valoración. Se hace análisis comparativo a
nivel descriptivo entre un sistema de producción campesino indígena con respecto a un
sistema campesino no indígena aplicando la Prueba U de Mann-Whitney. Los resultados
confirman la existencia de la multifuncionalidad ambiental de la agricultura campesina para el
caso de estudio. La evidencia empírica muestra que a pesar de su reducida dimensión
comercial, las unidades campesinas juegan un importante papel en el mantenimiento de la
agrobiodiversidad y sustentabilidad de las áreas rurales tradicionales, llegando a la conclusión
que éstas son más importantes por el mantenimiento y la viabilidad del desarrollo rural, que por
su contribución al volumen y el valor de la producción agrícola.

Palabras clave: externalidades, bienes públicos, política agrícola.

INTRODUCCIÓN

Las funciones de la agricultura se reconocen tradicionalmente en términos de


encadenamientos de mercado como la provisión de alimentos, fibras y otras materias primas, el
impacto en los precios de éstos, la aportación de trabajo y capital y la constitución de mercado
para el consumo de bienes no agrícolas (Valdés y Foster 2004:3). Sin embargo, desde hace
algunos años se considera a la agricultura como proveedora o prestadora de otras funciones,
por ejemplo, la seguridad alimentaria, la conservación del medio ambiente y del paisaje rural,
así como contribuyente a la viabilidad de las áreas rurales al proveer fuentes de ocupación y
favorecer un desarrollo territorial equilibrado (Crecente 2002).

La multifuncionalidad se refiere a las propiedades específicas de un proceso de producción y al


hecho de que, en tanto actividad económica, como la agricultura, pueda tener múltiples
productos y con ello contribuya en la realización de múltiples objetivos (OECD 2001:6, Losch
2002). En el caso de la agricultura campesina la multifuncionalidad (MFA) se relaciona con la
variedad de funciones que desempeña esta actividad allende su papel primario como
proveedor de alimentos y materias primas (Bartra 2003:52), centrándose en los roles el
mercado que no capta.

Éste es un trabajo sobre la agricultura campesina y las múltiples funciones ambientales de las
unidades de producción tradicional en México, tomando como estudio de caso a la región
conocida como Meseta Purépecha, en el occidente de México. El presente reporte es de
carácter exploratorio y descriptivo con el objetivo central de identificar algunos componentes de
la MFA presentes en la práctica agrícola campesina de la zona y someter a prueba una
metodología propia para su valoración. El análisis correlacional y explicativo en cuanto a la

2
Facultad de Economía “Vasco de Quiroga”, Universidad Michoacán de San Nicolás de
Hidalgo. [email protected]
3
Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias, Universidad Nacional Autónoma de
México. [email protected]

188
operación y determinantes endógenos y exógenos de la MFA será presentado en un segundo
reporte de esta investigación.

Siendo la multifuncionalidad una cuestión de grado, es preciso contar con el punto de


referencia para comparar distintas funciones entre sistemas de producción con características
propias, por lo que se analiza la MFA del sistema campesino indígena con respecto a un
sistema campesino no indígena, ambos presentes en la Meseta Purépecha.

Un elemento esencial en el estudio de la multifuncionalidad es la conceptualización de la


agricultura como un proceso de producción conjunta, es decir, un proceso en el que existen
dos o más productos técnicamente interdependientes, como son la producción de bienes
comerciales (v.gr. alimentos y materias primas que constituyen la motivación central de la
actividad) y productos no comerciales que se generan conjuntamente a los primeros (OECD
4
2001:27). Es en el contexto de estos últimos que se generan diversos bienes públicos y
5
externalidades . Entre las funciones que la agricultura cumple o debe cumplir, se destacan las
señaladas en el Cuadro 1.

Cuadro 1. Funciones y roles múltiples de la agricultura por ámbito de incidencia.


Carácter • Proveer servicios ambientales valiosos: v.gr. abastecimiento regular de agua limpia,
ambiental reducción de riesgos por sequías, inundaciones o avalanchas, y preservación de la
diversidad biológica.
• Asegurar la diversidad del paisaje y preservar el patrimonio natural.
• Favorecer prácticas agrícolas respetuosas con el medio ambiente.
• Contribuir a proporcionar al ciudadano una red de espacios naturales.
Carácter • Proteger las unidades de producción familiares de pequeña escala.
sociocultural • Salvaguardar la riqueza cultural y las múltiples identidades regionales.
• Mantener paisajes rurales tradicionales.
• Mantener productos, costumbres y cultura rural tradicionales.
• Mantener el empleo y el ingreso adecuados en el medio rural.
• Proporcionar identidad y sentido de pertenencia a escala local y regional.
Carácter • Proveer de bienes intercambiables con otros sectores, así como generar excedentes
económico- exportables que aporten divisas a la economía.
productivo • Asegurar que los alimentos sean sanos y saludables.
• Mantener un adecuado grado de autoabastecimiento alimentario.
• Fortalecer la economía contra los riesgos externos.
Carácter territorial • Garantizar la soberanía del país y el fortalecimiento del mercado interno.
• Contribuir a la viabilidad de las áreas rurales y a un desarrollo territorial equilibrado
interactuando con otras actividades.
• Ofrecer un espacio sano para que allí resida una importante parte de la población y se
descongestionen las ciudades.
Fuente: Kallas y Gómez-Limón (2005), Ramírez (2003), Niño de Zepeda y Miranda (2004), Valdés y Foster (2004),
OECD (2001) y Beatriz De la Tejera (com. pers.).
MATERIALES Y MÉTODOS

Sitio de estudio

4
De forma genérica los bienes públicos son aquellos que, no obstante ser de interés común de
la sociedad, no cuentan con un mercado propio que garantice la asignación óptima de los
recursos involucrados para su provisión, por lo que se requiere la intervención pública del
Estado para regular y garantizar su flujo.
5
Se dice que una externalidad se presenta cuando una persona impone, intencionadamente o
no, costos o beneficios a terceros afectando su bienestar (Edwards et al. 2000). Por ejemplo,
una externalidad existe cuando una compañía o un individuo que genera contaminación carga
este costo sobre otros agentes en la sociedad que se ven afectados por tal actividad. Cuando
la empresa invierte en tecnología para reducir la contaminación o cuando repara el daño
causado a terceros se dice que “la externalidad se internaliza” (en la estructura de costos de
producción).

189
La Meseta Purépecha central está ubicada en la porción centro occidente del estado de
Michoacán (Figura 1), es una zona bordeada por serranías que forman parte del sistema
volcánico transversal, cuenta con extensos bosques de pino y encino que dan lugar a un clima
templado de húmedo a subhúmedo, con suelos principalmente andosólicos (Escobar et al.
1997:66) que por su origen cenizo limitan su uso agrícola a ciertas variedades de cultivos
localmente desarrolladas. La mayoría de las familias en la región se dedican principalmente a
la producción de maíz de temporal asociada a la engorda de algunos animales, con un
promedio de 5 ha por agricultor (aunque la moda es 2 has, con base en información
proveniente de la base de datos de productores inscritos en el programa Procampo y
observaciones propias), que siembran primordialmente bajo el régimen de propiedad social
(aunque existen otras parcelas con superficies entre 20 a 30 ha en régimen de pequeña
propiedad privada) y utilizan casi invariablemente la semilla criolla por ellos seleccionada.

De acuerdo al régimen de humedad en el que se cultiva y la altitud media de los valles


agrícolas de la zona (2300 msnm), la agricultura practicada en la mayor parte de la Meseta
Purépecha central es bajo el sistema temporal de humedad residual (Romero 1995:71), que se
caracteriza por que el suelo conserva gran parte de la humedad acumulada durante la época
fría del año, lo cual permite que la siembra se realice antes de la llegada de las lluvias del
temporal.

Figura 1. Localización del sitio de estudio: La Meseta Purépecha central.

Hace medio siglo esta región se distinguía aún por su relativo grado de autosuficiencia para
proveerse de los elementos materiales y culturales necesarios para dar sostén y viabilidad a su
tradicional modo de vida comunitario, con el maíz como la base de su actividad y su vínculo a
otras labores productivas (Beals 1992:60), haciendo uso múltiple y sustentable de su entorno
natural.

Empero, su creciente interrelación con la sociedad no purépecha y su inclusión en los


esquemas desarrollistas gubernamentales probablemente han transformado esta cultura,
conduciéndola tentativamente hacia la pérdida de su ancestral capital social, ambiental,
económico y cultural. Es de suponer que al romperse la producción de maíz como eje
articulador de las actividades económicas en la región (Alarcón 2001:223) se han ido
reduciendo muchas de las funciones que otrora cumplía la agricultura campesina en la zona
purépecha.

190
Métodos
Se combinaron herramientas y perspectivas analíticas de tres distintas fuentes: (i) el marco
teórico-metodológico sobre MFA de la OECD (2001, 2003), (ii) el instrumental básico del
llamado diagnóstico y desarrollo rural participativo, impulsado por el Instituto Interamericano de
Cooperación para la Agricultura (Geilfus 1997), y (iii) el Marco para la Evaluación de Sistemas
de Manejo incorporando Indicadores de Sustentabilidad –MESMIS–, propuesto por el Grupo
Interdisciplinario de Tecnología Rural Apropiada –GIRA,A.C. – (Masera et al. 2000).
Siendo la MF Ambiental el concepto clave del estudio, éste fue analizado identificando en cada
uno de sus componentes a las funciones o roles que se consideraron significativos por evaluar
desde el inicio. A su vez, cada una de estas funciones fue identificada con un atributo cuyo
efecto resultara de particular relevancia para el sistema (v.gr. agrobiodiversidad,
sustentabilidad y conservación de recursos genéticos). En total fueron identificados tres
atributos relevantes, mismos que fueron desglosados en un total de siete variables de impacto,
es decir, aquéllas con las cuales se evaluaría el sistema integral. Finalmente, cada variable fue
operacionalizada a través de un indicador o un conjunto de indicadores. Debe señalarse que en
la mayoría de los casos, esto último se hizo a partir de indicadores empíricos construidos
expresamente en esta investigación, cuidando la facilidad de cálculo y medición, así como su
sensibilidad al cambio en la propiedad que se mide.
Se realizaron entrevistas a informantes clave (representantes de la comunidad o de sus
organizaciones, líderes naturales, regidores de agricultura, entre otros), así como con la
aplicación de una encuesta dirigida a productores campesinos de cuatro comunidades de la
Meseta Purépecha central (dos indígenas y dos no indígenas).
Con el propósito de determinar si hay diferencias estadísticamente significativas entre los
sistemas de producción comparados (i.e. sistema campesino indígena vs. sistema campesino
no indígena), y dada la naturaleza del esquema de muestreo, tamaño del mismo y tipo de
variables incluidas en el estudio (muchas de ellas categóricas), se optó por la utilización de un
método estadístico no paramétrico conocido como Prueba U de Mann-Whitney (Ude M-W)
(Mendenhal y Reinmuth 1999:590-599).

RESULTADOS

A continuación se presentan los resultados encontrados, analizando cada una de las funciones
6
consideradas relevantes del componente ambiental . Es preciso señalar que los atributos y
variables aquí incluidos no son de ninguna forma exhaustivos con respecto al amplio concepto
de la MFA y que, además, por las limitaciones de espacio de este documento únicamente
serán destacados los más relevantes (para el análisis completo del estudio ver Ayala 2007:116-
162).

Multifuncionalidad ambiental
En la interacción continua entre agricultura y medio ambiente existen cuantiosas relaciones que
desencadenan en la formación de un importante número de bienes públicos (v.gr. preservación
de la biodiversidad, prevención de riesgos naturales, captura de gases de efecto invernadero,
etc.) y en la generación de externalidades negativas (v.gr. contaminación y agotamiento de
cuerpos de agua, erosión y pérdida de la fertilidad del suelo, fragmentación del hábitat, etc.).
En este caso, el análisis se concentra fundamentalmente en la provisión de los servicios
ambientales y bienes públicos que se consideran positivos para el entorno y la sociedad,
puesto que, como ha sido demostrado por Kallas y Gómez-Limón (2005:11), quienes realizaron
un estudio de caso sobre multifuncionalidad en Castilla y León, España, se ha encontrado que
las externalidades ambientales negativas son “cuantitativamente mucho menos significativas
que las positivas”, estando muy localizadas en aquellas zonas de agricultura altamente
intensiva como la de riego (sistema no presente en el sitio de estudio).
Aquí se propone una concepción propia de la multifuncionalidad ambiental definiéndola como la
capacidad del sistema para proveer diversos servicios, bienes públicos y externalidades de
índole ambiental a partir de la actividad agrícola campesina. En el Cuadro 2, se observan los
resultados de tres funciones que se consideraron relevantes de análisis en este componente:
(1) preservación de la diversidad biológica del sistema agrícola, (2) empleo de prácticas
agrícolas sustentables y (3) autosuficiencia de recursos genéticos y energéticos.

6
Las funciones relativas a los componentes sociocultural y económico serán presentadas en
reportes por separado.

191
Función 1: Preservación de la diversidad biológica del sistema agrícola
Dos variables integran este atributo: la diversidad agrobiológica del maíz y la diversidad
agroambiental. En el caso de la primera, se implementó el Índice de Diversidad de Shannon
(H’), el cual está basado no solamente en la riqueza sino también en la abundancia de las
especies encontradas en una determinada unidad de estudio (Magurran 1988:34). Para
aplicarlo a la medición de la diversidad biológica del maíz criollo, se consideró la superficie de
cultivo de cada variedad como una variable proxy de la abundancia.

Cuadro 5.2
Resultados comparativos de funciones y variables ambientales.
Función y Promedio por comunidad U de M-W
atributo Variable Indicadores p
Indígena No Indígena

Diversidad biológica del Índice de diversidad de Shannon


1. Preservación de diversi-dad

maíz (variedades maíz) 0.577 0.537 0.724


biológica .agrícola

Diversidad de hábitat
( diversidad)

maicero 0.790 0.675 0.041 *


Riqueza
Diversidad agro-ambiental
total 0.411 0.367 0.273
Fragmentación del hábitat agrícola
(inverso de) 0.608 0.623 0.794
0.579 0.544 0.563

Conservación de recursos Disposición a sembrar maíz criollo


(DAS_criollo) 0.644 0.611 0.175
agrícolas sustentables
2.Empleo de prácticas

genéticos
(sustentabilidad)

Sustentabilidad de la unidad Índice de


productiva sustentabilidad total 0.587 0.402 .003*
Sinergismo
Sinergismo
total 0.557 0.569 0.597
0.937 0.883 0.012*
Autosuficiencia en semilla de maíz __ __ __
Autosuficiencia genética ** criollo
3.Autosuficiencia de recursos
genéticos y energéticos

Autosuficiencia en
(Autosuficiencia)

energía doméstica 0.879 0.743 0.008*


Autosuficiencia en
Autosuficiencia energética
energía laboral 0.652 0.478 0.003*
Autosuficiencia en
energía cinética 0.564 0.384 0.001*
0.702 0.536 0.001*
* Diferencia estadísticamente significativa con un = 0.05.
** Esta variable finalmente se excluyó ya que los resultados de campo mostraron que, en este caso, todos los
productores seleccionan y conservan su propia semilla, como “la variable es constante”, carece de sentido compararla
entre las muestras.

Usualmente los valores del Índice de Shannon fluctúan entre 1.5 a 3.5 unidades; en este caso,
los resultados hallados fueron de 0.57 y 0.53 para los sistemas indígena y no indígena,
respectivamente. Lo anterior, puede deberse al gran peso relativo que tiene la siembra de las
variedades de maíz criollo blanco con respecto a las variedades de color, de allí que siendo
éste un índice que pondera significativamente la proporcionalidad (eveness) en la
representación de las especies, el valor de H’ haya salido relativamente bajo.
Además se debe destacar que no se ha encontrado diferencia estadísticamente significativa
entre estos valores según la Prueba U de M-W, lo cual refleja que, con respecto a la variable
diversidad agrobiológica del maíz, los productores campesinos tanto de las comunidades
indígenas como de las no indígenas se comportan bajo un patrón similar de siembra de
variedades criollas.
Por otra parte, dos de los tres indicadores que componen la variable diversidad agroambiental
(riqueza total y fragmentación del hábitat) no observaron diferencias notables, únicamente el
indicador diversidad de hábitat maicero, el cual considera la práctica de técnicas agrícolas que
dan sustento a una mayor diversidad agroambiental como el policultivo, resultó significativo (p <
0.05).
En general, los sistemas de policultivos son comunes entre los productores campesinos y se
practican en diferentes composiciones vegetales, siendo mucho más frecuentes en las

192
comunidades de tipo indígena (58.2%), en cuyo caso lo usual es que el maíz se asocie
predominantemente con calabaza, frijol y habas (Cuadro 3).
En el caso de las comunidades no indígenas existe una mayor tendencia hacia el monocultivo
(64.8%), en virtud de haber sido más abiertas a la adopción de los modelos agronómicos
productivistas de la revolución verde y a que en ellos existe también una mayor inclinación
hacia la producción orientada al mercado.

Cuadro 3. Porcentaje de unidades con práctica de policultivo por tipo de comunidad.


Policultivo
No Sí Total
Comunidad Indígena 41.8 58.2 100%
No indígena 64.8 35.2 100%

También debe señalarse que paulatinamente la práctica del policultivo está quedando recluida
solamente a los solares y huertos familiares (llamados localmente ekuaros), dado el creciente
hurto en las parcelas de las región. En tal caso, es menester observar que la utilización del
ekuaro para la producción maicera es relativamente baja como lo reporta Alarcón (2001:167).
En su conjunto, no se advirtieron diferencias significativas entre las comunidades indígenas y
no indígenas en la función “preservación de la diversidad biológica del sistema agrícola”
(Cuadro 2).

Función 2: Empleo de prácticas agrícolas sustentables (atributo: sustentabilidad)


En este estudio, la sustentabilidad hace referencia a la capacidad del sistema agrícola para
hacer frente a perturbaciones y cambios mayores en el transcurso del tiempo regresando a su
estado de estabilidad original, haciendo uso renovable y múltiple de los recursos naturales y
tecnológicos disponibles, propiciando su conservación y uso sinérgico.
Para evaluar la realización de prácticas sustentables, se emplearon tres variables definidas
internamente. La conservación de recursos genéticos del maíz fue estimada a partir de un
esquema de valoración contingente que permitió conocer la disposición a sembrar (diferentes
variedades de maíz), bajo el supuesto hipotético de disponer con 10 ha de tierra para este
cultivo.
En la región purépecha es posible encontrar una enorme diversidad de variedades de maíz que
se distinguen por su color azul (tziri uaroti), negro o morado (tziri turipiti), amarillo (tsiri
tsipambiti), rojo (tziri charapiti), blanco (tziri urapiti), pinto azul (huapaz), pinto rojo (chochu),
pinto negro y rojo (jaripo), entre otros. Las pruebas realizadas demostraron que no existen
diferencias estadísticamente significativas en la disposición a sembrar variedades de maíz
criollo blanco, azul, amarillo y rojo entre las comunidades indígenas y no indígenas (p < 0.05)
excepto para el caso de la siembra del maíz morado o negro (tziri turipiti) al cual las
comunidades indígenas le asignaron una mayor superficie disponible a sembrar (Cuadro 4).
Este resultado es consistente con el hecho de que este tipo de maíz es muy valorado dentro de
la gastronomía autóctona purépecha y, por tanto, se presenta una mayor proclividad a su
siembra en estas poblaciones. La alta disposición a sembrar las variedades de maíz blanco
(59.5% y 55.6%) es atribuible a que la mayoría de los platillos gastronómicos de la región
toman como base al maíz de esta coloración, y a que, de existir la posibilidad de vender
excedentes de la cosecha, la principal demanda que se encontrará será por maíz de este color.

Cuadro 4. Disposición a Sembrar Maíz Criollo (DAS_Criollo): promedio sobre una base de 10 ha.
Variedad de maíz DAS_Criollo Desviación U de M-W
Comunidad (Has prom/10) estándar p
Blanco Indígena 5.95 1.55 0.856
No indígena 5.56 2.24
Azul Indígena 2.10 1.22 0.868
No indígena 2.36 1.85
Amarillo Indígena 1.00 0.96 0.098
No indígena 1.49 1.54
Morado/negro Indígena 0.76 0.46 0.015*
No indígena 0.52 0.43
Rojo Indígena 0.21 0.42 0.109
No indígena 0.08 0.25
* Diferencia estadísticamente significativa con un ! = 0.05.

Tanto el maíz azul como el negro son variedades que se mezclan en bajas proporciones dentro
del mismo cultivo del maíz blanco; en el caso del maíz azul se observó que en las

193
comunidades no indígenas (particularmente en Pomacuarán) existe una mayor disposición a
sembrarlo, dado que han encontrado un mercado regional importante y mejor pagado, en virtud
que este maíz es señaladamente apreciado para su consumo en elote (se estimó que la venta
del producto en esta presentación puede triplicar el ingreso del producto con respecto a su
venta en grano).
En general, el maíz criollo amarillo no es muy demandado en la región, siendo solamente
preferido por aquellos productores que asocian su actividad agrícola con la cría de cerdos o la
engorda de vacunos, ya que se le reconocen cualidades apropiadas para ello: más aceitoso o
ceroso, pesado y resistente a la incidencia de plagas. Es probable que esta baja preferencia
para el consumo humano directo esté también asociada al extendido descrédito que tiene el
maíz amarillo de importación, cuya calidad es sólo apta para el uso agroindustrial y forrajero.
Por otra parte, la valoración de la sustentabilidad de la unidad productiva se estimó a partir de
la integración de cuatro áreas: (i) la calidad y cantidad de insumos para la producción; (ii) el tipo
de maquinaria e implementos agrícolas empleado; (iii) el manejo agronómico del sistema
agrícola; y (iv) el manejo organizacional de la unidad productiva. En las cuatro áreas evaluadas
se observaron valores de mayor sustentabilidad para el caso de las comunidades indígenas a
un grado significativamente mayor que en las no indígenas (p < 0.05; Cuadro 5).

Cuadro 5. Índices de sustentabilidad promedio por área de evaluación.


Área de Comunidad Índice de Desviación U de M-W
Sustentabilidad Sustentabilidad estándar P
Evaluada Promedio
Insumos Indígena 0.1558 0.09247 0.000*
No indígena 0.0574 0.10878
Equipo e implementos Indígena 0.4062 0.33372 0.032*
No indígena 0.2628 0.34209
Manejo agronómico Indígena 0.7065 0.17899 0.001*
No indígena 0.5370 0.21351
Manejo organizacional Indígena 0.5905 0.09127 0.001*
No indígena 0.5051 0.11476
* Diferencia estadísticamente significativa con un ! = 0.05.

Ambos grupos de comunidades resultaron bajos en la sustentabilidad de los insumos


aplicados, pues comparando el tipo de abonos, fertilizantes o controladores de arvenses, en
todos los casos fue frecuente el carácter fuertemente degradante como los fertilizantes y
herbicidas agroquímicos.
En el caso del área de equipo e implementos, aunque también son bajos los promedios en
ambos grupos de comparación, las comunidades indígenas observaron un mejor resultado
obedeciendo a que en ellas es aún más común el uso de equipo e implementos asociados a la
tracción animal que técnicamente son considerados menos degradantes del suelo que los de
tracción mecánica.
Para el análisis del manejo agronómico se consideraron la forma de cultivo, el mejoramiento de
la fertilidad del suelo, el control de arvenses, la cosecha y el almacenamiento; mostrando las
comunidades indígenas nuevamente un manejo más sustentable en este rubro. Resultados
similares se observaron en el área del manejo organizacional que evaluó aspectos como la
complementariedad de la actividad agrícola con otras labores, el empleo y aprovechamiento de
la mano de obra y la transferencia del conocimiento de la práctica agrícola. Por todo lo anterior,
la segunda variable de esta función 2 fue significativamente mayor para las comunidades
indígenas (Cuadro 2).
Una tercera variable asociada a la sustentabilidad fue el sinergismo que considera la
participación de la unidad de producción campesina en actividades agrícolas, pecuarias y
forestales bajo relaciones de interdependencia y sustentabilidad entre éstas. Los resultados no
mostraron diferencias significativas entre las comunidades comparadas (Cuadros 2 y 6).

Cuadro 6. Unidades campesinas que participan en diferentes actividades sinérgicas (%).


Sinergismo
a. Agro- b. Agro- c. Silvo- d. Agro-silvo- e. Ninguno
pecuario forestal pecuario pecuario (sólo
agricultura)
Comunidad Indígena 34.9% 7.0% 0.0% 20.9% 37.2%
No indígena 37.8% 8.1% 0.0% 24.3% 29.7%

194
A partir de estos resultados, se observa que la función empleo de prácticas agrícolas
sustentables en su conjunto sí existen diferencias estadísticamente significativas (p < 0.05) que
pueden ser asociadas a la naturaleza indígena o no de las comunidades en comparación
(Cuadro 2), aunque esta asociación no debe interpretarse como determinación.

Función 3: Autosuficiencia de recursos genéticos y energéticos


En este trabajo autosuficiencia se refiere al potencial del sistema campesino para proveerse a
sí mismo las semillas e insumos energéticos necesarios para la actividad agrícola, siendo cada
uno de estos rubros las variables que se contemplaron para medir esta función.
La autosuficiencia genética se propuso particularmente para la siembra del maíz, considerando
la selección de semillas a partir de granos producidos en cosecha propia como el valor
deseado frente a la obtención de este insumo a través de fuentes externas a la unidad de
producción (valor no deseado). En la práctica, los datos colectados mostraron que en la
totalidad de las unidades muestreadas se utiliza semilla criolla seleccionada a partir de la
cosecha propia, por lo que evidentemente este concepto no mostró variabilidad dentro de la
muestra, comportándose como una constante y limitando su uso para fines estadísticos. No
obstante, se considera que este concepto podrá mostrar comportamientos significativos cuando
se use para la comparación entre sistemas de producción menos similares y tradicionales que
los aquí considerados.
En el caso de la autosuficiencia energética se incluyeron tres áreas de evaluación: (i) energía
doméstica; (ii) energía laboral (i.e. para preparar terreno, siembra, laboreo, etc.) y (iii) energía
cinética (i.e. para transporte familiar y laboral). En los tres casos los resultados (Cuadro 2)
muestran valores de mayor autosuficiencia en las comunidades indígenas a un nivel de
diferencia estadísticamente significativo (p < 0.05). Esto es explicable por que si bien tanto en
las comunidades indígenas como no indígenas predomina el uso de leña para las labores
domésticas de cocción y calefacción, en el caso de las primeras lo común es que se
abastezcan mediante la recolecta directa, mientras que en las segundas es frecuente recurrir a
la compra de leña para su abasto. Algo similar sucede en la autosuficiencia energética para el
trabajo (laboral) y el transporte (cinética), dado que en ambos rubros es común que los
campesinos de comunidades no indígenas utilicen tracción mecánica a base de gasolina, lo
que implica la compra de este insumo energético, mientras que en las comunidades indígenas
aún prevalece la tracción animal y humana para estos propósitos. Es importante destacar que
en la interpretación de la autosuficiencia, la otra cara de la moneda (i.e. su inverso) es la
variable dependencia, por lo que es factible interpretar una mayor autosuficiencia como una
menor dependencia en estos rubros.

CONCLUSIONES

La agricultura es una actividad compleja en la cual la producción de alimentos, fibras y otras


materias primas, son solamente su parte más conspicua y que existen otros bienes públicos y
externalidades generadas conjuntamente a la actividad agrícola. Los resultados aquí discutidos
confirman la existencia del carácter multifuncional de la agricultura campesina en términos
ambientales para el caso de la Meseta Purépecha, Michoacán.
El instrumental metodológico propuesto permitió identificar y describir una serie de atributos
considerados relevantes en la conformación de la multifuncionalidad: diversidad,
sustentabilidad, autosuficiencia, los cuales dan cuerpo y cumplimiento a roles asociados a la
actividad agrícola.
Agrupar tal multiplicidad de funciones en el componente ambiental es, en efecto, una
clasificación artificial que permite identificar áreas de acción en donde determinados
productores con características peculiares (v.gr. campesinos indígenas y no indígenas), llegan
a tener mejor desempeño en términos de bienes públicos y externalidades ambientales. Este
hecho es destacable puesto que desde la perspectiva de la “producción conjunta” de la
agricultura se observa que ciertas funciones del sistema (que en sí mismas entrañan un bien
público o externalidad) se asocian preferentemente con la producción del maíz, como el bien
básico o central que constituye la motivación principal de esta actividad productiva.
En esta investigación se ha encontrado que en la variación de la producción conjunta de estos
bienes no centrales, importa no sólo cuál es el producto central, sino la forma en la cual se
desarrolla el proceso productivo para su obtención. Así se identificó, por ejemplo, que
funciones como la preservación de la biodiversidad, el sostenimiento de la diversidad
agroambiental, la conservación genética del maíz, la sustentabilidad de la unidad productiva y

195
la autosuficiencia energética (todas del plano ambiental), se asocian más a la forma de
producción campesina tradicionalmente desarrollada en comunidades indígenas, en donde el
maíz tal vez es visto como un sistema generador de bienes múltiples.
En general, el conjunto de indicadores propuestos para evaluar los componentes de la
multifuncionalidad mostraron suficiente robustez estadística y sensibilidad al cambio, por lo que
se pueden considerar apropiados. Sin embargo, hay que observar que en la medida que se
hace una mayor agregación de la información (i.e. conjuntar a varios indicadores para construir
una variable o diversas variables para integrar un atributo), las diferencias muestrales se van
diluyendo y hacen que cada vez los resultados tiendan a mostrar valores de diferencia
estadística no significativos.
También se ha aportado evidencia empírica en el sentido de que a pesar de la reducida
dimensión comercial de las unidades de producción campesina, éstas juegan un importante
papel en el sostén de las áreas rurales; de hecho, podría considerar que tales unidades
campesinas son más importantes por la preservación de la agrobiodiversidad y los recursos
naturales y la viabilidad del desarrollo rural, que por su contribución al volumen y el valor de la
producción agrícola.
Finalmente, el hecho de que existan numerosos roles o funciones que en la práctica realizan
los productores campesinos de la Meseta Purépecha y que no son capturados por el mercado,
significa que son más las aportaciones de la producción campesina que los beneficios que ésta
recibe; entonces, se deben realizar esfuerzos por reconocer este hecho e incrementar los
beneficios que estos productores reciben con medidas que compensen al campesino su
aportación a la viabilidad del sector primario, la preservación de la diversidad del maíz, al
mantenimiento del empleo y la soberanía alimentaria en el medio rural y en sí al desarrollo local
y nacional.

LITERATURA CITADA

Alarcón C., P. 2001. Ecología y Transformación Campesina en la Meseta Purépecha. Una


tipología socio-ecológica de Productores Rurales de Nahuatzen, Michoacán. 1ª. Ed. Ed.
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. México. 261 pp.
Ayala O., D. A. 2007. Entre la desestructuración y la multifuncionalidad: la paradoja de la
agricultura campesina en México. Tesis de Doctorado. Centro de Investigaciones
Económicas, Sociales y Tecnológicas de la Agricultura y la Agroindustria Mundial,
Universidad Autónoma Chapingo. Chapingo, Mex. 313 pp.
Bartra V., A. 2003. El campo mexicano ante la globalización. Conferencia magistral dictada en
la Universidad Autónoma de Chapingo. 22 de febrero de 2003. Mimeo.
Beals, R. L. 1992. Cherán un Pueblo de la Sierra Tarasca. 1ª. ed. El Colegio de Michoacán, 1ª.
Edición en español. 600 pp.
Crecente, R. 2002. Ordenación del espacio rural como instrumento de la multifuncionalidad.
Jornada Autonómica de Galicia. España.
http:/www.libroblancoagricultura.com/libroblanco/jautonómica/galicia/
ponencias/crecente/crecente3.asp
Escobar M., D. A., J. Romero P., J. A. Agustín, M. A. Núñez V., J. Vence G. y D. Rivera M.
1997. Las Regiones Agrícolas de Michoacán. Ed. Universidad Autónoma Chapingo.
Centro Regional Universitario Centro-Occidente.
Geilfus, F. 1997. 80 herramientas para el desarrollo rural participativo: diagnóstico,
planificación, monitoreo, evaluación. IICA-SAGAR, México. 208 pp.
Kallas, Z. y J.A. Gómez-Limón. 2005. Multifuncionalidad de la agricultura y política agraria: una
aplicación al caso de Castilla y León. Universidad de Valladolid. 18 pp.
Losch, B. 2002. Documento presentado en el SFER Meeting “The multifunctionality of
agricultural activity and its recognition by public policies.” Paris. Marzo 21-22 del 2002.
Magurran, A. E. 1988. Ecological Diversity and its Measurement. 1 ed. Princeton University
Press. New Jersey, EEUU. Pp:7-47.
Masera, O., M. Astier y S. López-Ridaura. 2000. El marco de evaluación MESMIS. En:
Sustentabilidad y Sistemas Campesino: Cinco Experiencias de Evaluación en el México
Rural. Masera y López-Ridaura (eds). 1ª edición. Grupo Interdisciplinario de Tecnología
Rural Apropiada (GIRA A.C.) México. Pp:13-46.
Mendenhal, W. y J. E. Reinmuth. 1999. Estadística para administración y economía. 3ª. Ed.
Grupo Editorial Interamericano. México. Pp:583-624.

196
Niño de Zepeda, A. y M. Miranda L. 2004. BPA como Mecanismo de Internalización de las
Externalidades. 1ª ed. Ed. Fundación Chile y Subsecretaría de Agricultura del Gobierno
de Chile. 48 pp.
Organization for Economic Co-operation and Development. 2001. Multi-functionaliy: Towards
an Analytical Framework. OECD, Paris, 159 pp.
Organization for Economic Co-operation and Development. 2003. Multi-functionaliy: the policy
implications. OECD, Paris, 106 pp.
Ramírez M., C.A. 2003. El Campo No Aguanta Más: nuevas políticas para el desarrollo rural
agrícola. En: De la Tejera, B. (coord.) Dimensiones del Desarrollo Rural en México. 1ª
ed. Ed. por la Universidad Autónoma Chapingo, Centro de Investigaciones y Desarrollo
del Estado de Michoacán y la Secretaría de Urbanismo y Medio Ambiente del Gobierno
de Michoacán. México. Pp:134-152.
Romero P. Jorge. 1995. Configuración agrícola regional y zonas agrícolas. En: Pulido S.,
Romero P. y Núñez V. (eds.) “La producción agropecuaria y forestal de la región Sierra
Purépecha, Michoacán. Ed. Universidad Autónoma Chapingo. Pp:69-82.
Valdés, A. y W. Foster. 2004. Externalidades de la Agricultura Chilena. Síntesis del Estudio
ROA para Chile. http://www.rimisp.org.seminariotrm/doc/valdes-y -foster.pdf

197
SUSTENTABILIDAD AMBIENTAL O SOBREVIVENCIA ECONÓMICA:
LAS DECISIONES DE LOS CAMPESINOS EN TORNO AL DE USO DEL SUELO
7
Nicola Maria Keilbach Baer
RESUMEN
Las consecuencias ambientales de las prácticas agrícolas tanto modernas como
convencionales han sido cuestionadas ampliamente en México, ya que las actividades
agrícolas y ganaderas contribuyen en conjunto al 82% del deterioro de la superficie nacional.
En el país coexisten dos modelos de agricultura, la industrial y la campesina, que difieren en
sus determinantes sociales, económicas y ambientales. La agricultura campesina en la
actualidad se extiende sobre más del 50% del territorio de México y contribuye con el 53% del
PIB agrícola y el 34% del ganadero a nivel nacional. Existen datos que permiten suponer que
los campesinos logran un uso más sustentable de su medio toda vez que poseen un
conocimiento preciso de las características agroecológicas de su medio y que la maximización
de la ganancia no constituye el objetivo principal de la producción para ellos. Sin embargo, en
las decisiones sobre el uso del suelo los campesinos también tienen que incorporar decisiones
derivadas de la política económica nacional, así como aspectos ligados a la tenencia de la
tierra. En este sentido también se han discutido ampliamente los efectos ambientales que en
México han tenido las medidas de ajuste de corte neoliberal implantadas en el campo en los
últimos veinte años. A través del análisis de paisaje, basado en transectos extensos, análisis
fisicoquímico comparativo de suelos expuestos a distintos usos, la consulta de archivos y
entrevistas a profundidad con campesinos y funcionarios, se reconstruyen los cambios en el
uso del suelo correspondientes al territorio de un ejido ubicado en el centro-norte de Veracruz a
lo largo del siglo pasado. Iniciando su historia como parte de un latifundio ganadero,
transformado después de la reforma agraria, en ejido, con dominancia de la milpa y recolección
de productos forestales, hoy se puede hablar de una completa ganaderización del territorio. Se
analizan los factores que influyeron en esta alternancia, destacando los cambios en la tenencia
de la tierra así como los factores relacionados directamente con los precios del mercado de los
productos agrícolas, como los de mayor impacto. Aunque los campesinos aún poseen el
conocimiento sobre la aptitud agroecológica de sus tierras, bajo una visión de corto plazo, la
necesidad de garantizar la sobrevivencia económica de su unidad familiar se prioriza en la
toma de decisiones. Es necesario impartir estructura y soporte institucional a las capacidades
ambientales de los campesinos, en el marco de proyectos de desarrollo apoyados en un fuerte
estímulo social y político encaminado a garantizar la sustentabilidad de las actividades
agropecuarias y forestales en las comunidades rurales.
Palabras clave: Veracruz, paisajes, ganaderización.

INTRODUCCIÓN
Como parte fundamental del debate sobre la sustentabilidad ambiental del modelo de desarrollo
implantado por los países del norte, se cuestionaron ampliamente las consecuencias ambientales
de las prácticas agrícolas tanto modernas como convencionales. En México y gran parte de
América Latina la agricultura aún presenta una estructura bimodal, integrada por una agricultura
industrial y una agricultura campesina, las cuales se rigen por dimensiones productivas y sobre
todo por objetivos sociales contrastantes (Schejtman 1999). El manejo ambiental en ambas
agriculturas también es diverso y diversos autores atribuyen a la agricultura campesina un mayor
potencial de sustentabilidad frente a la agricultura industrial (Toledo et.al. 1998, Pretty 1995 y
Bellón, 1993). En los últimos años en México la brecha (económica) entre estas dos agriculturas
se ha profundizado notablemente (USDA 2006).
La supremacía tecnológica de la revolución verde en el agro mexicano se aceptó como un hecho
en las décadas de la postguerra, mientras se difundió también la idea de que sin agroquímicos,
semillas mejoradas y riego, sería imposible alimentar a los 6 mil millones de seres humanos que
habitan el planeta (Nigh y Ozuna 1997, Colby 1989). En este contexto la resistencia de los
campesinos a incorporar paquetes tecnológicos modernos llenos de semillas mejoradas,
agroquímicos y monocultivos, se interpretó como una prueba de su atraso cultural o la
imposibilidad estructural para modernizarse. Sin embargo, aunque la participación de la
producción campesina en la revolución verde de los años cincuenta nunca se sometió a una

7
Centro de Estudios Rurales. El Colegio de Michoacán A.C. [email protected]

198
evaluación sistemática, hoy se puede afirmar de manera general que la transferencia de
tecnología agropecuaria a los campesinos fue parcial y los esquemas de transferencia no
plantearon resolver y superar de fondo los problemas tecnológicos del sector (Rubio 1998; Pretty
1995; Mohar 2000). Por lo general, los métodos y contenidos de la transferencia de tecnología no
consideraron las especificidades productivas y desestimaron las consideraciones y dificultades de
los productores para incorporar las nuevas tecnologías (Rhoades 1993).
En oposición a esta postura, tanto la antropología ecológica como las diversas etnociencias, que
estudian las relaciones de la sociedad y la naturaleza en las distintas culturas, han insistido en la
necesidad de revalorar a las diversas formas en que los pueblos campesinos e indígenas
perciben su territorio y establecen una relación entre su trabajo agrícola y la naturaleza (Boege
1996; Lazos y Paré 2000), nutriendo un debate que se continúa hasta la actualidad: la discusión
en torno a los aportes ambientales y socioculturales de la economía campesina en el marco del
modelo de desarrollo actual de México y Latinoamérica en conjunto (Pérez 2000).
Este debate se intensificó cuando se comenzó a discutir el probable efecto ambiental derivado de
la implantación de políticas de corte neoliberal al campo mexicano. Contrastantes fueron las
posturas sobre los efectos ambientales de las medidas. Los defensores del esquema económico
neoliberal atribuyeron a la propiedad privada la capacidad de actuar como la mano invisible del
libre mercado que guía las acciones egoístas (selfish) hacia un mayor bienestar social (social
good). Sus ideólogos consideraban que la falta de propiedad privada lleva a un caos y desorden
embrutecedor (Klooster 2000). Este fue el argumento ambientalista que justificó los cambios en el
artículo 27 constitucional sobre la propiedad social de la tierra. A su vez, el recorte de subsidios
llevaría, según la interpretación neoliberal, a un cambio hacía la mayor sustentabilidad en el uso
del suelo agrícola, ya que se argumentaba que los subsidios mantenían artificialmente la
rentabilidad de algunos cultivos y promovían el uso indiscriminado de agroquímicos así como la
agricultura en tierras marginales muy susceptibles a la erosión. Sin embargo es un hecho
innegable, como lo señala Toledo (1993), que en la nueva Ley Agraria se omitió
completamente incluir un análisis ecológico de los de valores culturales asociados a la
8
conservación (Bellón 1993).
Evidentemente subyace a esta discusión un reto fundamental: definir un proyecto de desarrollo
en la agricultura en el cual la atención a conservación ambiental sea prioritaria, tan importante al
menos, como lo es en la actualidad la atención a índices macroeconómicos, y compatible con la
función primordial de la agricultura de garantizar la soberanía alimentaria del país. La urgente
atención de las consecuencias ambientales procesos productivos rurales.
En el otro extremo, los opositores al neoliberalismo y defensores del modo campesino de
producir, argumentaron que la agricultura campesina posee elementos intrínsecos que la hacen
más sustentable que la industrial, concretamente la falta de un impulso hacia la optimización de
la ganancia en la explotación de los recursos naturales y la conservación del conocimiento
ambiental diferenciado y
de la agricultura se deriva del trabajo titulado Evaluación de la Degradación del Suelo causada
por el Hombre, que llevó a cabo la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales
(SEMARNAT) en 2002. Resalta aquí que el 47.7% de la superficie nacional presenta algún tipo
de degradación. Las actividades agrícolas contribuyen al 42% y el sobrepastoreo en la ganadería
al 40% de esta degradación, las actividades forestales son responsables del 14%.
En México más de la mitad de la producción agropecuaria y forestal esta en manos de
campesinos. La mayor parte de la producción campesina se encuentra localizada en el sector de
la producción social, los 29,959 núcleos agrarios (incluyen a ejidos y comunidades), que ocupan
un total de 103 millones de hectáreas (más del 50% del territorio nacional) y contribuyen con el
53% del PIB agrícola nacional y el 34% del PIB generado por la ganadería (INEGI 2000).
La capacidad de las comunidades campesinas de lograr la gestión ambiental de sus territorios ha
sido objeto de un debate intenso, en el que destacan la controvertida tesis de Hardin (1968) sobre
la tragedia de los comunes, los trabajos de Ostrom (2000) sobre el gobierno de los bienes
comunes. También se cuenta con una referencia abundante a partir de estudios empíricos

8
Hay que añadir que los argumentos a favor de una participación activa y estructural de la producción
campesina en la economía nacional no solo son de corte ambiental, sino que se derivan también de la
necesidad de reducir los niveles de marginación, y por ende los de la migración rural-urbana, así como de la
urgencia de recuperar la soberanía alimentaria a nivel nacional.

199
realizados en distintas regiones y comunidades campesinas de México y otros países, que
9
documentan el conocimiento ambiental de los productores.
Sin embargo, las comunidades campesinas no constituyen entidades encerradas en si mismas,
produciendo solo para el propio consumo y con un contacto marginal con los mercados, sino que
están integradas en grado y forma diversa al sistema económico, social y legal regional y
nacional. ¿Hasta dónde entonces los campesinos pueden lograr la gestión ambiental de sus
territorios? ¿Cuáles son los factores de orden social y económico que influyen en las decisiones
sobre el uso del suelo, el qué y cómo sembrar, que toman los campesinos? ¿Hasta dónde estos
factores se sobreponen al conocimiento campesino sobre la aptitud agroecológica de los suelos
cuando se toman las decisiones sobre su uso? Estas fueron las preguntas que guiaron la
presente investigación. Se buscó responder a ellas a partir de un estudio etnográfico iniciado en
1997 en un ejido del municipio de Misantla (Veracruz), a través de la reconstrucción histórica y el
seguimiento actual de los cambios en el uso del suelo del territorio que hoy ocupa el ejido a lo
largo del siglo XX hasta el presente (2007).
MATERIAL Y MÉTODOS
Se diseñó un estudio etnográfico, que integra datos de orden cuantitativo (ambientales) y
cualitativos. La unidad de análisis en este estudio es la comunidad, tomando como base todo el
territorio perteneciente al ejido Arroyo Frío. Para analizar la relación entre el medio ambiente y la
sociedad, y concretamente poder evaluar la capacidad que tienen los habitantes rurales para
conservar, valorizar y enriquecer su medio ambiente desde el punto de vista tanto ecológico
como económico, social y cultural, se optó la metodología de análisis del paisaje agrario,
partiendo que este es el resultado, la expresión visible, de la relación entre el medio ambiente y la
acción humana que actúa sobre él para la producción de satisfactores primarios. Esta acción
humana, inscrita siempre en una formación social y económica específica, no se articula con el
entorno natural a través de una relación simple y directa entre las características propias del
medio ambiente y la instrumentalidad tecnológica de los procesos de producción agropecuaria,
sino es producto de la compleja interacción de la cultura comunitaria, los factores de orden
político, legal y económicos, y la configuración natural del medio ambiental. Es por ello que el
estudio de los paisajes agrarios involucra recursos tanto cuantitativos, tangibles o visibles
(derivados de la geografía, agronomía y biología), como recursos cualitativos derivados de las
ciencias sociales, concretamente de la etnometodología (entrevistas a profundidad, observación
participante, diario de campo). Para este estudio, el análisis del paisaje abarcó tres niveles:
El primer nivel consistió en un inventario de lo existente, su expresión visual, desde el punto de
vista de su potencial y de sus límites, es decir, desde la perspectiva de la sustentabilidad
ambiental. Es una superposición de las distintas formas de uso que se han sucedido a lo largo del
tiempo y lleva la huella de los conocimientos y de las inversiones de varias generaciones, así
como la marca de los flujos económicos locales. El segundo nivel correspondió a la relación física
real que se da entre los campesinos y el medio ambiente, es decir, los sistemas de explotación y
las prácticas de cultivo. La observación directa y las entrevistas fueron el punto de partida para
reconstruir los sistemas de producción más importantes, la milpa y la finca de café, así como la
explotación forestal y la ganadería bovina. Finalmente, en el tercer nivel se buscó conocer las
normas que fijan las modalidades la relación de los productores y los paisajes agrícolas, sobre
todo los derechos de propiedad y los derechos de uso. Este aspecto se expone aquí solo de
manera resumida, a partir también de las entrevistas y la observación participante.
Para el análisis del paisaje se partió además de las siguientes fuentes de información:
a. Transectos a través de los terrenos de la comunidad, guiados por campesinos de cada lugar,
donde se registraron datos referentes a la vegetación (particularmente especies forestales) y
usos del suelo, actuales y del pasado, y de las características geográficas visibles de cada
terreno (tipo de suelo de acuerdo a la clasificación campesina, orografía e hidrografía).
b. Fotointerpretación: de los terrenos correspondientes a cada comunidad, con pares
estereoscópicos, a una escala de 1:80,000, identificando unidades espaciales de manejo y
cambios entre dos años 1980 y 1995.

9
Al respecto se pueden señalar las revistas de la red LEISA (Network of magazines on low external input
and sustainable agriculture) que documentan el conocimiento ambiental de los campesinos en distintas
regiones del mundo, así como a nivel nacional, trabajos de Victor M Manuel Toledo y David
Barkin, entre otros.

200
c. Consulta en bancos de datos sobre vegetación de la región estudiada, provenientes del
Instituto de Ecología de Jalapa.
d. Análisis químico y físico (compactación, infiltración, densidad aparente) de suelos tomados en
distintas áreas del ejido.
e. Consulta de archivos municipales (Registro Público de la Propiedad y archivo histórico
(muerto) del Ayuntamiento de Misantla).
f. Entrevistas abiertas a 40 campesinos y a funcionarios de la Secretaría de Agricultura y
Ganadería (SAGARPA) y del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática
(INEGI), encargados de llevar a cabo el Proceso de Certificación de Derechos Ejidales
(PROCEDE) en la región.

RESULTADOS
La presentación de los resultados está organizada de la siguiente manera: primero se hace una
breve descripción de la ubicación de la comunidad de estudio y de sus descriptores
socioeconómicos, para después ahondar en aspectos de su historia agraria y finalmente en su
historia ambiental.
Arroyo Frío (AF) se sitúa en las llanuras costeras de Veracruz, es un ejido fundado en 1923
sobre un latifundio ganadero. Entre 1990 y 2007 la población ha descendido de 550 habitantes
a solo 450 (INEGI, Censos de población). El ingreso de las familias actualmente proviene de
actividades manufactureras (carpintería y artesanías), comercio, ganadería bovina y porcina y a
partir de 1997 crecientemente de las remesas de migrantes. La comunidad además se
distingue por un alto nivel de capital social entre los habitantes, donde por ejemplo coexisten
pacíficamente 5 grupos religiosos, y los conflictos potenciales son resueltos a través del diálogo
y acuerdos en asambleas comunitarias.
Al igual que la mayoría de los ejidos de Veracruz, AF se parceló (1970) entre 43 ejidatarios, a
cada uno de ellos le correspondieron 10 hectáreas, quedando establecida un área de 30
hectáreas de bosque como reserva natural para uso común (La Savana). En 1988 esta reserva
también se repartió entre los ejidatarios, para evitar a toda costa que la obtuvieran los
avecindados de AF, que ya habían iniciado gestiones en este sentido frente a la Secretaría de
la Reforma Agraria. En marco del Procede (Programa de Certificación de Derechos Ejidales y
Titulación de Solares Urbanos) se determinaron 74 propietarios de terrenos en la comunidad,
con un promedio de 5.8 hectáreas cada uno, y la reserva de bosque común quedó reducida a 1
hectárea. La tenencia ejidal limitó (aunque no evitó del todo) la pulverización de la propiedad.
En un primer nivel de análisis del paisaje de la comunidad y de su aptitud agroecológica
(resumida en el Cuadro 1) se pueden identificar factores limitantes específicos tanto para la
agricultura como para la ganadería. Las principales limitaciones están determinadas por el
factor suelo, concretamente su baja profundidad, la alta pedregosidad en general, la textura
arcillosa y el mal drenaje de algunas áreas. Otras limitaciones se derivan de los factores
climáticos, en particular los meses secos y la alta proporción de días nublados en el invierno.
En algunos potreros de mayor pendiente existen importantes riesgos de erosión. (En 1997 se
determinó que el 5% de la superficie del ejido mostraba grados de erosión moderados
asociados al sobrepastoreo; diez años después esta superficie se había triplicado.)
De acuerdo a lo anterior, desde el punto de vista del uso sostenido y económicamente rentable
de los terrenos, en AF prácticamente no existen terrenos aptos para cultivos anuales. En los
terrenos con pendiente hasta de 15%, se pueden cultivar árboles frutales y café. El pastoreo
extensivo de ganado se podría establecer en terrenos con pendientes menores de 20%, y en
pendientes mayores sólo se podría realizar una producción forestal extensiva.
Se detectó una gran variabilidad en los resultados de los análisis de suelo, relacionada no sólo
con el uso del suelo como tal, sino con la microzonas en que se encuentran los terrenos (que
condicionan variaciones en la textura, pendiente, subsuelo, etc.) y con el manejo específico que
han recibido dichos terrenos (uso intensivo o barbecho, aplicación o no de fertilizantes químicos,
carga animal en el caso de potreros, etc.). Los resultados del análisis físico-químico del suelo
encontraron su correspondencia en la descripción y clasificación propia que manejan los
campesinos en cada lugar. En la gran mayoría de los terrenos los productores podían indicar y
argumentar un uso teóricamente más apropiado (sostenible), aunque este no correspondiera
siempre al uso real que se estaba haciendo en este momento.
Las señales de degradación física fueron evidentes en los potreros, ya que éstos presentaron los
mayores niveles de compactación y una capacidad para filtrar agua muy reducida. Las fincas de

201
café y el bosque de AF presentaron menores señales de degradación. En conjunto, las señales
de degradación se pueden clasificar como moderadas y la pérdida de fertilidad del suelo no
alcanza niveles tan severos que se pudiera considerar irreversibles y derivados de una
explotación irracionalmente extractiva del suelo. Los sistemas de producción que los campesinos
han establecido parecen enfocarse ante todo a evitar una degradación acelerada de sus suelos,
aceptándose cierto nivel de degradación inevitable. No se identificaron acciones encaminadas
directamente a conservar o mejorar las características del suelo (barreras, uso de abono
orgánico, leguminosas, etc.).

Cuadro 1: Arroyo Frío: Orografía, recursos hidrológicos, suelos, vegetación y clima

Característica Ejido Arroyo Frío

Extensión (hectáreas) 490


Altura (msnm) 150-400
Microrelieve Ondulado suave a moderado
Terrenos con:
< 10% pendiente: 50%
10-30% pendiente: 35%
> 30% pendiente: 15%
Hidrología Situado a orilla del río Misantla;
8 arroyos atraviesan los terrenos de la comunidad, la mitad de
ellos sin agua durante los meses secos
Vegetación original
Selva de Brosimum alicastrum (ojite) (75%)
(según Gómez Pompa,1966)
Suelos:
Profundidad: Suelos delgados (50-70 cm), con materiales fragmentarios en
altas proporciones en el subsuelo ("tepetate")
Textura: Franco arcillosos, arcillosos
PH: Neutro o ligeramente ácido
Pedregosidad Pedregoso a Muy Pedregoso
(las piedras cubren 8% - 50% del área, con presencia de
gravilla entre 40 y 80%)
Clima: AW2
(clasific. de Koeppen, (cálido subhúmedo con lluvias en verano)
modificada por García)
Precipitación total anual: 2000-2500 mm
Meses secos abril/mayo
Particularidades del clima Se registran 20-40 días de tempestad al año, con lluvias
cortas pero de gran intensidad
Fuente: Investigación propia
En un segundo nivel del análisis del paisaje se refieren los sistemas de producción y cambios
en las prácticas agrícolas. Cuatro son los sistemas productivos principales en AF; milpas,
fincas de café y agostaderos y la explotación forestal. Por razones de espacio, aquí solo se
describirán tres de ellos, la milpa y los agostaderos y el uso forestal.
La milpa: Durante las primeras décadas después de su fundación el maíz criollo fue el cultivo de
mayor importancia en el ejido AF. La propiedad comunal permitía inicialmente que cada familia
cultivara la superficie necesaria para su subsistencia y algunos excedentes comercializables, en
los terrenos más aptos para hacer milpa. Se trabajaba bajo el sistema de roza-tumba-quema. El
uso de la yunta se popularizó, algunos campesinos llegaron a mantener hasta 3 yuntas. Con el
parcelamiento del ejido (1967-70) se inició un aprovechamiento más intensivo de los terrenos. La
disminución de la fertilidad del suelo fue enfrentada mediante la introducción progresiva de
fertilizantes, promovidos y subsidiados por el gobierno. La carretera construida en 1970 facilitó la
venta del grano en el mercado de Misantla. Hasta mediados de los años ochenta AF se
caracterizó como una comunidad exportadora de maíz. En promedio se guardaba una tercera
parte de la cosecha para autoconsumo (humano y ganado de traspatio) y semilla; el resto del
grano se vendía fuera de la comunidad. A partir de 1985 las milpas fueron desapareciendo
progresivamente de los paisajes de AF. La introducción de actividades manufactureras (para

202
familias sin acceso a tierra) encareció la mano de obra, los jornales con yunta se volvieron
incosteables, el precio de los agroquímicos se incrementó drásticamente y el grano perdió valor
en el mercado, mientras la acelerada emigración de los jóvenes redujo adicionalmente la mano
de obra disponible. Al reducirse los rendimientos, los campesinos optaron por abandonar el
cultivo o bien, reducir la inversión en trabajo de preparación y limpia del terreno. Los rendimientos
en consecuencia han caído en un 50% , llegando a apenas 0.8 ton/ha en la actualidad.
Ganadería bovina de doble propósito En AF se ha pasado de una presencia marginal de
ganado, que permanecía en acahuales y barbechos aprovechando diversas planas arvenses y
gramíneas nativas, a la dominancia de la ganadería como sistema de producción. Los potreros
con pastos mejorados o gramíneas nativas caracterizan hoy los paisajes del ejido. En los años
ochenta amplias líneas de crédito barato contribuyeron a ganaderizar al ejido. Tras la crisis
económica de 1994/95, durante la cual los productores de ganado cayeron en carteras vencidas
y tuvieron que vender gran parte de los animales (e incluso parte de sus tierras), el ejido ha ido
recuperando sus hatos, generalmente iniciando con contratos de aparcería. La actividad pecuaria
en la medida que requiere muy poca mano de obra, permite la pluriactividad de las familias
campesinas y constituye una inversión privilegiada por los migrantes.
Aprovechamiento forestal: El ejido se extendió sobre tierras ocupadas por bosques tropicales
y su economía siempre ha dependido en cierta medida del aprovechamiento forestal, un
aprovechamiento en lo fundamental extractivo a lo largo de todo el siglo XX. Los árboles se
valoran sólo como un producto de recolección ocasional, la pérdida de especies se comenta,
pero nunca se han emprendido acciones dirigidas para recuperar especies útiles. Actualmente
los árboles se usan principalmente como cercas vivas (cocuite, chaca), postes (amarillo, rabo de
lagarto, espino prieto, colorín) y sombra en potreros (amarillo, cedro, cítricos, palma), madera
para construcción (cedro, bambú) y muebles (cedro), leña y frutas (cítricos, capulín de mayo,
10
mangos, zapotes).
No obstante, la percepción respecto al valor de los árboles ha ido cambiando lentamente. Hasta
hace algunos años esto no se había traducido más que en el intento débil de conservar los
raquíticos recursos forestales que aún existen. Ante la falta de otros cultivos rentables, algunos
campesinos han iniciado la plantación de árboles maderables, principalmente el cedro. Más que
una convicción ambiental o económica, por ahora estas plantaciones tienen el carácter de
experimento, por lo que aún abarca superficies muy reducidas (7 hectáreas del ejido).
Cambios en el uso del suelo
En AF el uso del suelo ha cambiado significativamente durante este siglo. La comunidad pasó de
una agricultura orientada hacia la autosuficiencia en maíz, una importante contribución de
productos de recolección a la economía familiar y una producción marginal de cultivos
comerciales, a una agricultura dominada por los productos comerciales, concretamente el ganado
bovino. Esta tendencia a la especialización comercial y la pérdida de la autosuficiencia en granos
básicos se agudizó durante la década pasada, cuando se manifestaron plenamente los efectos
de una severa crisis económica, las consecuencias de la desregulación del mercado de
productos agrícolas expuesto a las leyes del libre comercio y la puesta en marcha del TLCAN.
En la figura 1 se presentan resumidos los cambios en el uso del suelo a partir de cinco cortes
históricos: el primero en 1900 cuando existía el latifundio ganadero: el segundo, en 1923
cuando se transformó en ejido. El tercer corte corresponde a 1945 cuando se puede ubicar el
auge de la producción agrícola (milpa). Un siguiente corte corresponde a 1975, después del
parcelamiento y cuando se consume el declive de la agricultura maicera e inicia la
ganaderización de las tierras. Los dos últimos cortes corresponden a 1998, después de la
realización del Procede y el más actual, realizado en abril de 2007, momento en el cual se
puede hablar ya de una completa ganaderización de las tierras ejidales y de débiles intentos de
iniciar plantaciones forestales.

10
Pimienta (Pimienta dioica), ojoche (Brosimum alicastrum), hule (Castilla elástica), cocuite (Gliricidia
sepium), chaca (Bursera simaruba), amarillo (Diphysa suberosa), rabo de Lagarto (Zanthosylim
riedelianum), espino prieto (no se pudo determinar el nombre científico); cedro (Cedrela odorata), Capulín
de mayo (Ardisia compresa), bambú (Bambusa sp), colorín (Eritrina spp.).

203
Figura 1. Arroyo Frío: Cambios en el Uso del Suelo (1900-2007)
(Porcentaje de la superficie total del ejido)

Fuente: Investigación propia

En el tercer nivel de análisis del paisaje se buscó conocer las causas que subyacen a los
cambios en el uso del suelo. Se describen aquí algunos aspectos relacionados con la cultura e
historia de la comunidad, y se analiza la importante determinación que ejerció el tipo de
tenencia de la tierra (ejidal comunal y después ejido parcelado) sobre la conformación de los
paisajes. El acceso a mercados agropecuarios y los precios de los productos se mencionan
como el factor de mayor importancia en el cambio de uso del suelo.
Cultura campesina: La cultura campesina, expresada como arraigo a la tierra y
particularmente al cultivo del maíz, y como conocimiento diferenciado del medio ambiente en
AF es relativamente pobre. Entre los años cuarenta y sesenta del siglo pasado esta cultura
alcanzó su mayor desarrollo. Posteriormente la apertura de la carretera, la introducción masiva
y subsidiada de agroquímicos, el desarrollo de la ganadería bovina extensiva (altamente
subsidiada) y de la carpintería como alternativas de ingreso, además del establecimiento de
una tienda CONASUPO (Compañía Nacional de Subsistencias Populares), distribuidora de
granos básicos, redujeron marcadamente la necesidad de los habitantes de AF de confrontar y
solucionar los problemas del medio ambiente para conservar su auto-subsistencia en alimentos
básicos. Es decir, el incremento de la presión sobre la tierra y paralelamente la reducción del
rendimiento de los cultivos no fueron enfrentados perfeccionando el conocimiento del medio
ambiente para lograr la sobre-vivencia económica a partir de la agricultura, sino incorporando
de manera creciente las actividades no agrícolas a la economía del hogar, disminuyendo así la
dependencia de la milpa. Por su parte, la extensión de la ganadería bovina no se construyó
sobre una cultura ganadera bien arraigada, sino fue adoptada como alternativa de ingreso que
requería menor intensidad de trabajo y ofrecía rendimientos menos azarosos que los agrícolas.
El conocimiento diferenciado del manejo productivo de los animales o de detalles relacionados
con un manejo óptimo y sustentable de los potreros es relativamente pobre.
Aunque existe la conciencia del creciente deterioro ambiental, que para los campesinos de AF
se expresa fundamentalmente en la pérdida de la fertilidad del suelo, la reducción del nivel de
agua en los arroyos, la pérdida de productos de recolección (la pesca en los arroyos, pimienta,
barbasco), esto no se traduce en general en una acción dirigida a la protección del ambiente.
Así, en 1989 no fue posible defender la reserva forestal común (La Savana) de la ambición de
dominio de una mayoría de ejidatarios, aún conociendo la nula aptitud agrícola de los terrenos
involucrados. Tampoco se ha cuestionado durante los últimos años en la asamblea ejidal la
venta de algunas parcelas o parte de ellas a un empresario ganadero de Misantla.

204
Cada vez son menos los campesinos jóvenes que se empeñan en consolidar un conocimiento
detallado de su entorno ambiental y de seleccionar los terrenos de cultivo de acuerdo a su
aptitud específica.
Tenencia de la tierra y mercados de tierra: La modalidad de tenencia de la tierra, ejidal o
pequeña propiedad privada, ha tenido como consecuencia transformaciones muy distintas en el
paisaje agrícola de México debido, en buena parte, a las formas de transferencia de la parcela
familiar de una generación a otra que de ella se derivan.
Entre 1967 y 1970 en AF el paso de la propiedad comunal a una forma de propiedad individual,
la parcela ejidal, que tuvo un impacto fundamental en la transformación del paisaje de esta
comunidad.
En AF la decisión de parcelar obedeció ante todo al temor de los ejidatarios frente a la
incipiente movilización de un grupo de avecindados para obtener derechos sobre los terrenos
comunales. Si hasta entonces el uso de los terrenos se había podido establecer en gran parte
de acuerdo a la aptitud agroecológica que le asignaban los campesinos, ya que se disponía de
una amplia superficie de dónde escoger (430 hectáreas), ahora cada productor tenía que
sembrar milpa y finca dentro de los límites de su parcela de 10 hectáreas, fueran de monte o
planicie. La extensión de acahuales, es decir, de terrenos en descanso, se redujo
significativamente como consecuencia del parcelamiento.
La historia ya referida de La Savana ilustra la contradicción entre el conocimiento ambiental de
los campesinos y las decisiones tomadas por ellos en materia de uso del suelo de su
comunidad. El terreno se mantuvo como reserva boscosa común después del parcelamiento,
considerando ante todo su escasa aptitud agrícola y ganadera, ya que además no cuenta con
fuentes de agua cercanas. Sin embargo, ante la creciente presión de los avecindados por
obtener una fracción de tierra, los ejidatarios se apresuraron a repartirse esta reserva de
bosque. Para tomar posesión legal de su pedazo, todos derribaron el monte. Algunos
intentaron sembrar maíz o café, con poca convicción y menos éxito. Diez años después, todos
critican esta decisión apresurada y consideran que llevó a una irreparable pérdida de recursos
naturales, terminando tanto con las aspiraciones de los avecindados a integrarse al ejido, como
con el único reducto de bosque del ejido.
Acceso a mercados y precio de productos agropecuarios: Hasta el inicio de los años
sesenta, la producción del ejido fue fundamentalmente de autoconsumo y en menor proporción
para el intercambio. Hoy la situación es inversa, con una producción escasa y decreciente de
autoconsumo frente a una producción creciente y dominante para el mercado. El abasto de la
comunidad con maíz dejó de depender de la propia cosecha del grano, al incrementarse la
posibilidad de importarlo de Misantla a través de la tienda Conasupo y los comercios locales.
Esto permitió a los campesinos reducir su superficie de milpa para ampliar la superficie de
potreros o fincas cafetaleras. En el caso de AF la creciente ganaderización y transformación de
las tierras agrícolas de AF en potreros no se basó en análisis y búsqueda de alternativas de
uso ambiental sustentable por parte de los productores, sino constituyó una respuesta directa a
las presiones y condiciones impuestas por los mercados. En su momento, los créditos baratos
aceleraron este proceso, al promover directamente la introducción de animales y el
establecimiento de potreros. Pero a partir de los años noventa, la expansión de la ganadería
obedece a un proceso más de tipo endógeno de la comunidad, gracias a la interacción de una
serie de factores. Primero, los bajos precios de maíz en el mercado y la escasez de mano de
obra llevaron al rápido abandono del cultivo y la liberación de superficies agrícolas para el
establecimiento de potreros (con pastos mejorados, o bien, simplemente la parcial
reconstitución de la vegetación original formando acahuales con gramas nativas). La ganadería
permite una inversión muy variable en mano de obra, ajustándose con ello a las posibilidades
del productor. A la vez, los mercados locales para ganado (becerros de engorda,
particularmente) se encuentra en expansión y los precios al productor han sido estables, lo que
ha impulsado aún más la expansión de la actividad. Finalmente, existen diversas instituciones
establecidas entre los campesinos, (particularmente diversas modalidades de aparcería)
propietarios de tierra y medianos o grandes ganaderos en la región, que favorecen la
integración de campesinos a la actividad, aún cuando estos carecen de potreros propios o
capital financiero inicial. La producción de maíz para ganado bovino (engorda) es reciente, pero
cobra mayor importancia en la medida en que aumenta el hato ganadero y la necesidad de
suplementar la dieta tradicionalmente basada sólo en el pastoreo.

205
DISCUSIÓN
El estudio deja claro que, para los campesinos, la gestión ambiental de sus territorios es una
tarea sumamente compleja en la que predomina una racionalidad adaptativa y económica. Es
decir, los campesinos están mucho más preocupados por resolver día a día la precariedad de su
economía, que por pensar en la sustentabilidad a largo plazo de sus prácticas agrícolas. Los usos
del suelo se establecen, en primer lugar, de acuerdo a las necesidades de la familia y después de
acuerdo a la aptitud ecológica de los terrenos. En la investigación se identificaron dos factores
que han condicionado los principales cambios en el uso del suelo y las consecuentes
transformaciones de los paisajes: la modalidad de tenencia de la tierra y el mercado (tanto de
productos agropecuarios como de insumos para la producción).
Por las características intrínsecas de la economía campesina, en las decisiones de los
productores subyace la necesidad de asegurar en primer lugar la sobre-vivencia y no la de
obtener ganancias. La sobre-vivencia significa en este caso no sólo lograr ingresos suficientes
para sostener la unidad doméstica, sino también conservar la calidad de vida que proporciona el
territorio en que se vive. En este sentido, ciertamente se invierten esfuerzos en la conservación
del territorio, pero por lo general se trata de acciones individuales y esporádicas, supeditadas al
(escaso) tiempo que queda disponible después de haber trabajado para obtener el sustento de la
familia (Álvarez Icaza 1996).
La influencia del mercado sobre la capacidad de los campesinos para valorar su medio ambiente
y dar un uso sustentable al mismo es errática, pero tiende a ser negativa. Los campesinos
buscan constantemente cómo adaptarse y producir lo que promete mejores precios, o por lo
menos, precios estables. Algunos argumentos de la economía neoliberal que consideran que al
no ser rentables algunos cultivos tradicionales de acuerdo a la economía de mercado, los
campesinos los abandonarán y dejarán crecer los acahuales y recuperarse las selvas, no pueden
tomarse en serio en el marco paradigma alguno de gestión ambiental sustentable.
Frente a este argumento hay que valorar el impacto ambiental negativo que ha significado la
importante reducción en la variedad de cultivos que ha ocurrido a lo largo de las últimas décadas,
dado que su producción por su bajo valor en el mercado ya no es redituable. Tal es el caso de
diversos cultivos (chile, verdolagas, cacahuate, distintas variedades de calabaza, caña de azúcar)
que se producían en el pasado.
Otro resultados importante del estudio es la forma en que la tenencia de la tierra ha influido sobre
la conformación del paisaje. Aquí, también a diferencia de la política neoliberal que considera a la
propiedad individual y privada como propiciadora de prácticas ambientales más sustentables, se
constata que el paso de la propiedad colectiva a la individual ha significado un aumento de
presión sobre el medio ambiente. Los campesinos de mayor edad participaron de esta
transformación al final de los años sesenta, y en sus relatos dejan claro que el uso colectivo no
significó la falta de responsabilidad tanto individual como colectiva sobre los terrenos. Más bien,
el uso colectivo en AF implicó también la sanción colectiva a prácticas ambientales inadecuadas
o indeseables (de acuerdo a los criterios prevalecientes en esta época). Cuando se practicaba un
uso colectivo, se podía escoger, es decir, las milpas se establecían en las mejores tierras, las
más aptas para la agricultura de cultivos anuales, de preferencia con un mínimo de pendiente.
Las tierras regulares, más delgadas y situadas en pendientes, se dejaban para finca de café,
mientras que las tierras de menor calidad aún, por su fuerte pendiente o mal drenaje debido al
alto contenido de arcillas, no se intervenían. Al parcelar, a cada ejidatario le tocó tierra por sorteo
y ahí inició sus cultivos, desde luego al margen de la aptitud agrícola de su parcela, si era preciso.
La cultura campesina influyó de manera distinta en la capacidad de los campesinos para valorar
su medio ambiente. En AF estos retos ambientales (pérdida de la fertilidad, erosión, etc.)
prácticamente no se atendieron, ya que pronto se logró desarrollar la generación de ingresos
extraprediales, con lo que se redujo drásticamente la dependencia de la agricultura.
Al igual que muchos sectores de la sociedad mexicana, también estas comunidades rurales han
ido cuestionando y transformando su relación con el medio ambiente. Los temas relacionados
con la problemática ambiental, deforestación, erosión, pérdida de fertilidad del suelo, reducción
de mantos acuíferos son comentados con frecuencia. La interpretación de la sustentabilidad de
las prácticas ambientales hecha por los campesinos no siempre coincide con la interpretación de
los técnicos y científicos, lo cual no significa automáticamente que sean incorrectas, ya que
también estos últimos han ido reinterpretando y corrigiendo muchas de sus opiniones a lo largo
del tiempo. Sin embargo, se constata que el conocer las consecuencias ambientales negativas de
una práctica agrícola no redunda necesariamente en poder o querer evitarla. Asimismo se
percibe que el conocimiento ambiental diferenciado va quedando en pocas manos y mentes: las

206
de los campesinos y campesinas de mayor edad. Además selvas, bosques o montes han sido
enfrentados por los campesinos tradicionalmente como fuentes de peligro potencial, toda vez que
albergan especies animales que pueden llegar a amenazar la salud y la vida humana. La
estimación del peligro que significan algunos animales en particular (felinos, víboras, insectos
ponzoñosos) comúnmente no se basa en experiencias vividas, sino en mitos y en una buena
dosis de sensacionalismo.
Es preciso concluir que los campesinos de esta comunidad han podido valorar sólo
parcialmente su medio ambiente y en consecuencia, asegurarse un uso sustentable. Sin
embargo, hay que aclarar que la preocupación ambiental siempre está presente en sus
decisiones, aunque por lo general subordinada a la visión de asegurar la subsistencia
económica de los hogares. Ni las fuerzas del mercado ni la cultura y conocimiento ambiental de
los campesinos actúan como mecanismos independientes y eficaces que llevan a una mayor
sustentabilidad del uso del suelo y los recursos ambientales. Se considera que la valoración del
medio ambiente rural para las comunidades debe estar apoyada en un fuerte estímulo social y
político, encaminado no sólo al establecimiento de usos del suelo potencialmente sustentables,
sino sobre todo a la conservación de la riqueza cultural, biológica y recreativa que subyace en
ellos. Se requiere de un proceso a través del cual se imparta estructura y soporte institucional a
las capacidades ambientales descritas, en el marco de proyectos modernos de desarrollo rural.
LITERATURA CITADA
Alvarez-Icaza P. 1996. La perspectiva ambiental campesina en México. p. 55-88. En: Solleiro
JL, del Valle MC y E. Moreno (coord.) Posibilidades para el desarrollo tecnológico del campo
mexicano. UNAM, CIT, IIE, PUAL, Editorial Cambio XXI. México.
Bellón M. 1993. Conocimiento tradicional, cambio tecnológico y manejo de recursos: saberes y
prácticas productivas de los campesinos en el cultivo de variedades de maíz en un ejido del
estado de Chiapas, México. p. 297-328. En : Leff E y J. Carabias (coord.) Cultura y manejo
sustentable de los recursos naturales). CIIH-UNAM, Miguel Angel Porrua, PNUMA. México.
Boege E. 1996. El desarrollo sustentable y la producción campesina e indígena: una
aproximación agroecológica. p. 215-230. En: Mackinlay H. y E. Boege (coord.) El acceso a los
recursos naturales y el desarrollo sustentable (Volumen 3) INAH, UAM, UNAM,Plaza y Valdés.
México.
Colby M. 1989. The evolution of Paradigms of Environmental Management in Development.
Policy, Planning and Research Working Papers WPS 313. The World Bank. Washington, USA.
Gómez-Pompa A. 1966. Estudios Botánicos en la Región de Misantla, Veracruz. Ediciones del
Instituto Mexicano de Recursos Naturales Renovables A.C. México.
Hardin G. 1968. The Tragedy of the Commons. Science, 162:229-248. USA.
INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geogafía). Censos de población 1990, 2000.
Conteos de población 1995 y 2005.
INEGI. 2000. Comunicado de Prensa. Número 128/2000 del 17 de octubre 2000.
Klooster D. 2000. Institutional Choice, Community and Struggle: A case Study of Forest Co-
Management in Mexico. World Development 28:1-20.
Lazos E y L. Paré. 2000. Miradas Indígenas sobre una Naturaleza Entristecida. Percepciones
del deterioro ambiental entre nahuas del sur de Veracruz. UNSM-IIS, Plaza y Valdés Editores.
México.
Mohar A. 2000. La nueva institucionalidad rural. El caso de México. FAO-Centro de Estudios
para la Reforma del Estado. Roma, Italia.
Nigh R.B. y S. Ozuna. 1997. Cambio tecnológico y cambio político. La propuesta de la
agricultura orgánica para el campo mexicano. p.57-66. En: Paré L, Bray D.B., Burstein J. y S.
Martínez (compiladores) Semillas para el cambio en el campo. Medio ambiente, mercados y
organización campesina. UNAM-IIS, Sociedad de Solidaridad Social “Sansekan Tinemi” y
Saldebas. México
Ostrom E. 2000. El Gobierno de los Bienes Comunes. La evolución de las instituciones de
acción colectiva. FCE, CRIM-UNAM. México.
Perez E. (2000). Hacía una nueva visión de lo rural. p.16-29 En: Giacarracca N.(compiladora)
¿Una Nueva Ruralidad en América Latina? Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales.
Buenos Aires.
Pretty J. 1995. Regenerating Agriculture. Policies and Practice for Sustainability and Self-
Reliance. p. 26-58. Earthscan Publications Ltd. London, U.K.

207
Rhoades R. 1993. The role of farmers in the creation of agricultural technology. p.3-8. In:
Chambers R, Pacey A, y LA. Thrupp (eds.). Farmers First. Farmer Innovation and Agricultural
Research. Intermediate Technology Publications. United Kingdom.
Rubio B. 1998. Globalización, Reestructuración productiva en la agricultura latinoamericana y vía
campesina 1970-1995. Tesis de Doctorado. México. Facultad de Economía. UNAM.
Schejtman A. 1999. Las dimensiones urbanas del desarrollo rural. Revista de la CEPAL 67:15-
32. Santiago de Chile.
SEMARNAT (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales) 2002. Evaluación de la
Degradación del Suelo Causada por el Hombre en la República Mexicana (2000-2001). México.
Toledo C. 1996. Propuestas globales para el desarrollo rural sustentable. p. 81-91. En: Calva
JL. Sustentabilidad y desarrollo ambiental. México. Tomo II. ADE, SEMARNAP, PNUD, Juan
Pablos Editor. México
Toledo VM, Barón L. y P. Alarcón. 1998. Espacios, producción, naturaleza: una tipología
económico-ecológica de los productores rurales de México. Revista de Geografía Agrícola
Numero 26:49-66. Universidad Autónoma Chapingo. México
Toledo VM. 1996. Saberes indígenas y modernización en América Latina: Historia de una
ignomia tropical. México. Etnoecológica (3): 135-148. México.
Toledo VM. 1993. Ecología y nueva Ley Agraria en México: preludio y fuga de una
modernización obsoleta. p. 31-43. En: Calva JL (coord). Alternativas para el campo mexicano.
Tomo 2. Fontanamara, Pual-UNAM, Friedrich Ebert Stiftung. México
USDA (United States Department of Agriculture). 2006. Mexico, NAFTA, and Agriculture, A
Snapshot. GAIN Report Numer MX6060. USDA Foreign Agricultural Service. Washington,
USA.

208
EFECTO DE UN MICROCRÉDITO EN LA CALIDAD DE VIDA DE MUJERES EN
COMUNIDADES RURALES POBRES
11
Mayo Itzel Suárez Román
12
Ramón Soriano Robles
13
Israel Villaseñor Garrido

RESUMEN

Se determinó el impacto que ha tenido la aplicación de un microcrédito en el mejoramiento en


la calidad de vida (CV) de mujeres en una comunidad rural. El desarrollo de esta investigación
se estructura en tres etapas: La primera fase evaluó la calidad de vida durante al formación del
grupo productivo, la segunda evalúo la calidad de vida después de haber pagado el monto del
microcrédito y la tercera durante la etapa de venta del producto (huevo de gallina). Se planteo
un conjunto de matrices de evaluación en donde la calidad de vida estuvo en función de cinco
factores (incluyendo 15 variables): impacto fisiológico, impacto psicofisiológico, desarrollo
cultural, estado psicosocial y dependencia ecológico-ambiental. Bajo las condiciones de este
estudio las variables: estabilidad ecológico ambiental (2.27) y participación activa de la
comunidad (2.41), fueron las peor valoradas en la etapa inicial “A”. Por otra parte, las variables
mejor valoradas en la segunda etapa “B” y tercera etapa “C” fueron las relaciones humanas e
interpersonales (3.33 y 3.34) y criterios de uso de los recursos naturales (3.45 y 3.47). En
términos globales las valoraciones más bajas se obtuvieron en el análisis de los impactos del
factor A (fisiológicos) con 14.71% de aumento de CV, mientras que las valoraciones más
positivas fueron para el factor D (psicosocial) con 27.79% de aumento. Se concluye que la
obtención y operación del microcrédito contribuyeron a mejorar la calidad de vida de las
mujeres rurales que participaron en este estudio.

Palabras clave: microempresas pecuarias, desarrollo rural, sustentabilidad, pobreza

INTRODUCCIÓN

El término calidad de vida ha sido ampliamente utilizado en los últimos tiempos por los
especialistas de las más diversas disciplinas, como filósofos, economistas, sociólogos y
personal de salud. En su aspecto más general la calidad de vida es una categoría social,
económica y política, que se sustenta en un determinado desarrollo económico, cultural,
jurídico, ético y en un sistema de valores que por consenso acuerda la sociedad (García,
2005). Constituye un concepto dinámico de asociaciones causales diversas y que tiene, por
tanto, un carácter multidimensional (Gómez y Sabeh, 2001; Velarde y Ávila, 2002; Peredo y
Paz, 2005) e interdisciplinario (Casas et al., 2001). En teoría, se asume que hay un valor
verdadero de la calidad de vida y que puede medirse indirectamente por medio de escalas o
indicadores (Duorojeanni, 2000; Sirgy, 2001; Durán et al., 2003), y las mediciones pueden
usarse para planear programas de desarrollo a corto plazo y evaluar grupos con diagnósticos
específicos (Shalock, 2001; Velarde y Ávila 2002; Delgado et al., 2003).
La perspectiva socioeconómica pasó de ser la base para considerar y evaluar la calidad de
vida, a identificarse como un componente más del tema complejo de la calidad de vida (Ardón,
2002). Se ha observado que a medida en que se impulsan procesos autogestionados, los
cuales desarrollen las capacidades individuales y comunales, permitiendo a la población
identificar no sólo sus necesidades prioritarias sino también participar constructivamente en la
búsqueda de satisfactores, se potencializan las posibilidades de alcanzar niveles más efectivos
de calidad de vida (Pichardo, 2000; Mariani, 2003).
Una herramienta accesible, potencialmente barata y políticamente factible para el desarrollo de
capacidades y por ende, para mejorar las condiciones de vida de los trabajadores del campo y

11
Maestría en Ciencias Agropecuarias en la Universidad Autónoma Metropolitana plantel Xochimilco.
[email protected]
12
Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa. División de Ciencias Biológicas y de la Salud. Departamento de
Biología de la Reproducción. Área de investigación en Desarrollo Agropecuario Sustentable. Av. San Rafael Atlixco
186. Colonia Vicentina, Iztapalapa. México, DF. 09340. Tel (55) 58044600 ext 2721. Fax: (55) 58044930. correo-e:
[email protected]
13
Consultor independiente. [email protected]

209
fomentar el desarrollo rural son los microcréditos (Sharma, 2001); pero sin la participación
social de la organización de los campesinos difícilmente serían exitosos (Meza, 2005).
Si bien es cierto que todas las pequeñas unidades productivas presentan problemas comunes
derivados de la escasez de recursos con que operan y su inserción marginal en el mercado,
estas dificultades adquieren especificidad propia en el caso de las microempresas de mujeres
(Valenzuela y Venegas, 2001). El éxito de las actividades empresariales de mujeres rurales
requiere definitivamente una política pública de microfinanciamiento con perspectiva de género
(Muñoz, 2001), que integre aspectos tales como apoyo económico, capacitación y asesoría
técnica necesaria en la actividad productiva elegida, para fomentar la inserción de la mujer en
el desarrollo (Bayes, 1998; Reyes, 2004).
Dada la utilización de las microfinanzas en México como estrategia de desarrollo y reducción
de la pobreza, es importante conocer sus efectos en la población objetivo (Hidalgo et al., 2005).
Por lo anterior el objetivo de esta investigación fue evaluar el impacto de un microcrédito
productivo agropecuario, en la calidad de vida de un grupo de mujeres agropecuario. Se
plantea como hipótesis que el microcrédito aplicado a la formación de una microempresa
pecuaria contribuye a mejorar la calidad de vida de las mujeres que viven en zonas rurales.

MATERIALES Y MÉTODOS

El estudio se llevó a cabo en los pueblos de San Miguel y Santo Tomas Ajusco, pertenecientes
a la delegación de Tlalpan, a las orillas de la ciudad de México. Las coordenadas de ubicación
del lugar de estudio son latitud 19° 14' 19" y longitud de 99° 14' 22. La altitud sobre el nivel del
mar es de 2950 msnm. El clima esta clasificado como Cw, templado con lluvias en verano, la
temperatura máxima es de 26°C y la mínima de -3°. La vegetación se caracteriza por ser un
bosque de pino, encino y oyamel.
La formación del grupo de trabajo se inició convocando a las mujeres de ambos pueblos que
tuvieran el perfil requerido para la investigación, donde principalmente se buscaba que fueran
mujeres del sector rural, amas de casa, con disposición de tiempo y espacio para la producción
agropecuaria, así como la disponibilidad para pedir un préstamo e iniciar una microempresa.
Se recopiló información de distintas micro financiadoras, se registraron los requisitos, montos
del préstamo, tiempo de pago, tasa de interés, etc., obteniendo así distintas opciones de
crédito.
La obtención de los datos se realizó aplicando un cuestionario cerrado a las amas de casa
involucradas en tres etapas (A, B y C). El primer cuestionario se aplicó al término de la primera
etapa, es decir, cuando ya se había conformado del grupo de trabajo. El segundo cuestionario
se aplicó cuando se terminó de pagar el microcrédito, y la tercera etapa “C” fue tomada durante
el proceso de producción de huevo.
El análisis de la información obtenida y la asignación de los puntajes estuvieron orientados por
un esquema de trabajo denominado “Modelo para la evaluación de la calidad de vida en
comunidades” planteado y desarrollado por Contreras y Cordero (2005). Este modelo plantea
un conjunto de matrices de evaluación en donde la calidad de vida está en función de cinco
factores (fisiológico, psicológico, cultural, psicosocial y ecológico-ambiental) y 15 variables.
Cada una de las variables, que explican los cinco factores, debe evaluarse a través de rangos
predefinidos según una escala de valores que establece cinco categorías de evaluación para
cada variable donde: 5 es “excelente”, 4 “bueno”, 3 “regular”, 2 “malo”, y 1 “muy malo”; los
resultados se sometieron a sistema de cálculo cualitativo discreto (Contreras y Cordero, 2005).
Para evaluar la sensibilidad al cambio de la calidad de vida se aplicó un análisis estadístico de
datos apareados, debido al pequeño tamaño de la muestra (n=15), se utilizó una prueba no
paramétrica denominada suma de rangos de Wilcoxon.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Se organizó el grupo de trabajo denominado “Mujeres Rurales de Lomas de Tepemecatl del


Ajusco D.F.” (MURLOTA) adoptando la figura jurídica de Sociedad de Solidaridad Social
compuesto por 15 mujeres. Posteriormente se obtuvo el microcrédito, otorgado por la
Secretaria de Desarrollo Económico dentro del marco del Fondo para el Desarrollo Social de la
Ciudad de México, en el programa de microcréditos para el auto empleo. El monto del crédito
fue de $ 3,000.00 pesos por cada integrante, lo que totalizó $45,000.00 pesos, reembolsable
en un periodo de cuatro meses.

210
El microcrédito fue aplicado para la compra de aves de postura, comederos, bebederos e
instalaciones rústicas en algunos de los casos, debido a que la mayoría contaba con el espacio
de producción.
Como ya se mencionó, el grupo estuvo formado por 15 mujeres, y todas finalizaron el estudio
que tuvo una duración de dos años. La figura 1 resume los resultados de calidad de vida según
los 5 factores analizados, desglosados en sus 15 variables analizadas en sus tres etapas (A, B
y C).

Figura 1. Resultados de calidad de vida de acuerdo a los 5 factores analizados (A,B,C,D Y E),
sus 15 variables y sus tres etapas.

En los cinco factores estudiados (fisiológico, psicofisiológico, psicosocial, cultural y ecológico-


ambiental), se encontró diferencia estadísticamente significativa (p<0.05), en el cambio de la
puntuación de calidad de vida entre la etapa A con la etapa B y la etapa A con la etapa C, sin
embargo no existe diferencia significativa entre la etapa B y la etapa C.
El factor valorado con la menor expresión en la puntuación inicial fue el ecológico-ambiental
(2,50), donde se observa que el equilibrio y productividad de los ecosistemas, así como la
estabilidad ecológico-ambiental y el uso apropiado de los recursos naturales no eran muy
favorables en la comunidad en la etapa inicial; y el mejor valorado fue el factor psicosocial
(2.53), en el cual se destaca las buenas relaciones humanas que existían en el grupo.
El aspecto psicosocial obtuvo el promedio más alto (3.24) en la segunda medición de calidad
de vida, el cual refleja que la armonía comunal y las relaciones entre las amas de casa se
vieron favorecidas con la aplicación del microcrédito. El factor valorado bajo en la segunda fase
fue el psicológico (2.84), sin embargo mejoró en un 14.29% la puntuación inicial al final, esto
significa que el microcrédito incrementó las relaciones humanas dentro de la comunidad y en
consecuencia se favoreció la seguridad individual y colectiva.

Impacto fisiológico (Factor A)


El impacto fisiológico agrupa a lo que afecta biológicamente al organismo del individuo y
aquello que le permite o limita el disfrute de su vida. Este factor reúne las variables que
representan necesidades prioritarias que se reflejan, principalmente, en la salud física del
grupo en estudio. Ellas son alimentación, salud y sanidad ambiental. En cuanto a la primera A1,
mejoró en un del 8.61% de la etapa “A” (2.59) a la etapa “B” y “C” (2.81). Por otra parte la
salud (A2), que evaluó de forma práctica el estado o nivel de bienestar físico y mental de la
población, aumento un 22.17% de la etapa “A” (2.21) a la etapa “B” y “C” ( 2.91). Por otra parte,
A3, sanidad ambiental, mejoró un 13.92% de la etapa “A” (2.53) a la etapa “B” y “C” (2.88).
En los resultados obtenidos para el factor fisiológico se observa que hubo diferencia
estadísticamente significativa (p<0.05) en la calidad de vida del grupo completo de la etapa A
(2.50) a las etapas B y C (2.87), habiendo mejorado su calidad de vida en un 14.7%.

211
Impacto psicofisiológico (Factor B)
El impacto psicofisiológico reúne las variables cuyo efecto es simultáneo en los aspectos
fisiológicos y psicológicos. Estas son: B4 vivienda, que considera aspectos como la superficie
de construcción útil, estabilidad, protección contra agentes externos, aislamiento y privacidad,
confort, funcionalismo, iluminación y ventilación. En ésta se obtuvo poca mejoría: 8.72% de la
etapa “A” (2.48) a la etapa “B” y “C” (2.69). La variable B5 “estética ambiental”, que reunió un
conjunto de cualidades que son percibidas por el ser humano, creando en él satisfacción por la
sensación de armonía, un sentimiento de agrado y placer, un deleite espiritual y de admiración
por los valores de hermosura; este rubro aumentó considerablemente un 27.02% de la etapa
“A” (2.27) a la etapa “B” y “C” (3.02); y B6 descanso y recreación, que constituyen dos formas
de recuperación de la energía física y/o mental; aumentaron un 10.75% de la etapa “A” (2.55) a
la etapa “B” y “C” (2.82).
En el aspecto psicofisiológico se puede observar que hubo diferencia estadísticamente
significativa (p<0.05) de la etapa “A” (2.46) a la etapa “B” y “C” (2.84) en la calidad de vida del
grupo completo, el cual mejoró 15.29%, logrando involucrar a las participantes en la práctica de
deportes como actividad física y recreativa, motivando la asistencia a programas y
espectáculos, así como el disfrute de vacaciones y paseos en donde, efectivamente, se
consiguió romper la rutina.

Impacto en desarrollo cultural (Factor C)


El desarrollo cultural considera la participación del individuo en la comunidad e incluye
potencialidades culturales y de acción comunitaria. Las variables que reúne este factor son: C7
desarrollo de las aptitudes y capacidades, que consideran elementos de naturaleza material
como los años de escolaridad, porcentaje de analfabetismo, la disponibilidad de casa-
habitación establecimiento y medios materiales, así como el incentivo, oportunidad para el
estudio y satisfacción del nivel de aspiraciones individuales; esta variable aumentó 17.77% de
la etapa “A” (2.43) a la etapa “B” y “C” (2.86,2.85); C8 participación efectiva en la comunidad,
variable que abarca elementos como el tipo, nivel, frecuencia, intensidad, significado,
independencia y libertad en la participación; la cual mejoró considerablemente: 24.45% de la
etapa “A” (2.14) a la etapa “B” y “C” (3.00); y C9 trabajo adecuado a las aptitudes individuales,
que analizó las características del trabajo y sus efectos en el individuo; este rubro aumentó
19.17% de la etapa “A” (2.50) a la etapa “B” y “C” (2.98).
En este factor se encontraron diferencias significativas (p<0.05) en el grupo, aumentando
globalmente el factor cultural un 20.44% de la etapa “A” (2.44) a la etapa “B” y “C” (2.94).

Impacto Psicosocial (Factor D)


Un cuarto factor de análisis es el condicionamiento psicosocial, en donde se consideraron
aquellos elementos de la conducta social y su efecto en la comunidad. Las variables que se
incluyeron fueron: D10 relaciones humanas, en las que se analizó el conjunto de valores,
prejuicios y premisas que condicionan la forma de razonar y la conducta del individuo en la
comunidad; esta variable mejoró considerablemente: 28.98% de la etapa “A” (2.59) a la etapa
“B” y “C” (3.33 y 3.34); D11 seguridad individual y colectiva, donde se interpretaron las
circunstancias probables para las cuatro situaciones de seguridad/inseguridad más frecuentes
(acontecimientos bélicos, violencia social, delincuencia y accidentes); este rubro aumentó
21.87% de la etapa “A” (2.61) a la etapa “B” y “C” (3.18); y D12 estima sociocultural, la cual se
refiere al grado de conocimiento que una comunidad tiene de sí misma y de la forma en que
ella se aprecia o estima; en este ámbito se observó un incremento de 32.90% de la etapa “A”
(2.42) a la etapa “B” y “C” (3.0221).
Este factor registró el cambio positivo más alto con un aumento del 27.79% de la etapa “A”
(2.53) a la etapa “B” y “C” (2.94), encontrándose una diferencia estadística (p<0.05) en la
comparación de las puntuaciones inicial y final.

Impacto ecológico-ambiental (Factor E)


Por último, la dependencia ecológico-ambiental, refleja la relación del hombre con su entorno,
tanto en su aporte de recursos energéticos y alimentarios como en su fenomenología dinámica
natural y antropogénica. Las variables que se incluyeron son E13 sustentabilidad y
productividad de los ecosistemas, que se refiere al potencial productivo de los ecosistemas, el
capital biológico y el grado de conservación de los mismos; la cual mejoró 9.76% de la etapa
“A” (2.49) a la etapa “B” y “C” (2.73); E14 estabilidad ecológico-ambiental, que alude al riesgo
de deslizamientos y derrumbes, inundaciones, avalanchas e incendios; esta variable aumentó

212
15.67% de la etapa “A” (2.27) a la etapa “B” y “C” (2.63); y E15 criterio de uso de los recursos
naturales, que consideró la flora, la fauna, el suelo, el grado de cultura ecológica de la
comunidad, su aplicación tecnológica y el uso de los recursos comunes; ámbito que registró el
mayor incremento con 37.57% de mejora de la etapa “A” (2.51) a la etapa “B” y “C” (3.45 y
3.74).
Dentro de este factor se valoraron aspectos como el potencial de producción del ecosistema,
criterios de uso de la tierra, grado de cultura ecológica, uso del ambiente y de recursos
comunes, entre otros, los cuales son variables que destacan la importancia de la ecología y el
medio ambiente que lo rodea. La diferencia que se obtuvo fue estadísticamente significativa
(p<0.05) entre la valoraciones inicial y final de CV de un 21.20 % de la etapa “A” (2.42) a la
etapa “B” y “C” (2.93), estimando así beneficios en el aspecto ecológico-ambiental de la
comunidad derivados del microcrédito.

CONCLUSIONES

Bajo las condiciones de este estudio, en su mayoría, son positivos los impactos del
microcrédito sobre la calidad de vida de las mujeres de la comunidad estudiada. Las variables
E14 Estabilidad ecológico ambiental (2.27) y C8 Participación activa de la comunidad (2.41)
fueron las peor valoradas en la etapa inicial “A”. Por otra parte, las variables mejor valoradas en
la segunda etapa “B” y tercera etapa “C” fueron D10 Relaciones humanas e interpersonales
(3.33 y 3.34) y E15 Criterios de uso de los recursos naturales (3.45 y 3.47).
En términos globales las valoraciones más negativas se obtuvieron en el análisis de los
impactos del factor A (fisiológicos) con 14.71% de incremento, mientras que las valoraciones
más positivas fueron para el factor D (psicosocial) con 27.79% de incremento. Esto sugiere,
que aquellos elementos de las relaciones humanas e interpersonales, seguridad personal y
colectiva, fueron las que indicaron más claras mejoras en la calidad de vida de las mujeres.
Desde el punto de vista metodológico, la propuesta de Contreras y Cordero (2005) constituye
una herramienta apropiada para el estudio integral de esquemas de desarrollo rural, por su
carácter multidimensional, ya que a la par de ser interdisciplinaria es una herramienta accesible
en cuanto a su aplicación. No obstante, se realizaron algunas adaptaciones para adecuar dicha
metodología a las condiciones locales y específicas de la zona de estudio, que mejoraron su
efectividad.
Finalmente, el proyecto de microfinanciamiento implementado, mejoró la calidad de vida de las
mujeres participantes y también contribuyó a mejorar la sustentabilidad económica y social del
grupo de mujeres. Por lo tanto, iniciativas de este tipo convertidas en políticas públicas
generalizadas pueden contribuir a un desarrollo rural sustentable nacional, regional, estatal y
municipal.

LITERATURA CITADA
Ardón, N. 2002. Análisis del debate actual sobre las diferentes perspectivas de calidad de vida.
Calidad en salud. Gerencia Salud. 1(3):11.
Bayes, A. 1998. Microcredit and empowerment the women. The Journal Developing Areas
Bwinter. 32:221-236.
Casas, F., González, M., Senders, G., Aymerich, M., Domingo, A. y Del Valle, A. 2001.
Indicadores sociales y psicosociales de calidad de vida de las personas mayores en un
municipio. Intervención Psicosocial. 10: 355-378.
Contreras H, Cordero A (2005) Ambiente, desarrollo sustentable y calidad de vida. Ed. García,
Caracas, Venezuela. 269p.
Delgado, M., Quincha, M. y Méndez, M. 2003. Valoración de la calidad de vida, mediante la
aplicación del test SF-36v2 en pacientes de la fundación de psoriasis de la ciudad de Quito.
Dermatología Peruana 13:172-184.
Duorojeanni, A. 2000. Procedimientos de gestión para el desarrollo sustentable. División de
Recursos Naturales de Infraestructura. Publicaciones de las Naciones Unidas. CEPAL Serie
Manuales 10: 133-138
Durán, P., Soriano, E., Martínez, M., Correa, E. y Mendoza, V.M. 2003. Calidad de vida en
mayores de 50 años con residencia en un área urbana vs. Rural. Archivo Geriátrico 6:109-113.
García, J. 2005. Apuntes sobre la calidad de vida. Su carácter socioeconómico y su relación
con la salud. Revista Cubana. Investigación Biomedica 24:72-76

213
Gómez, M. y Sabeh, E. 2003. Calidad de vida. Evolución del concepto y su influencia en la
investigación y la práctica. Instituto universitario de integración en la comunidad. Facultad de
Psicología. Universidad de Salamanca. 1-7p.
Hidalgo, N., Altamirano, R., Zapata, E. y Martínez, B. 2005. Impacto económico de las
microfinanzas dirigidas a mujeres en el estado de Veracruz, México. Ensayo. Agociencia
39:351-359.
Mariani, S. 2003. Cría de pollos para autoconsumo. Una experiencia en Camilo Aldao. Estudio
de Caso. Agricultura Urbana y Alimentación de las ciudades de América Latina y el Caribe.
PGO-ALC, HABITAT, PNUD. 1-2.
Meza, M. 2005. Liberación financiera, financiamiento y desarrollo rural en el estado de
Guerrero. Tesis. Universidad Autónoma Metropolitana. México. 184 p.
Muñoz, M. 2001. Mercados en instituciones financieras rurales, hacia una nueva arquitectura
financiera rural para México. Tesis. Centro de Investigaciones Económicas, Sociales y
Tecnológicas de la Agroindustria y la Agricultura Mundial. Universidad Autónoma Chapingo.
México 341 p.
Peredo, S. y Paz, C. 2005. El impacto de proyectos de desarrollo en la calidad de vida de una
comunidad rural Mapuche en la región de la Araucania (Chile). Un análisis agroecológico.
Revista de Antropología Experimental, Nº 8 Texto 5. Universidad de Jaén España. 90 p.
Pichardo, A. 2000. La calidad de vida como meta última del desarrollo humano sostenible y no
únicamente como el derecho de algunas minorías. Contribución especial al proyecto estado de
la nación. CINPE. Universidad Nacional. Heredia. 19 p.
Reyes, C. 2004. Microfinanciamiento para microempresas de mujeres rurales. Hitos de
Ciencias Económico Administrativas. 28:137-139
Shalock, R. 2001. Calidad de Vida en la evaluación y planificación de programas: Tendencias
Actuales. IV Jornadas científicas de investigación sobre personas con discapacidad. Instituto
Universitario de Integración en la Comunidad INICO. Facultad de Psicología. Universidad de
Salamanca, España. 1-9.
Sharma, M. 2001. Microfinanciamiento, llegando a las mujeres pobres en áreas rurales. La
agenda inconclusa. Perspectivas para superar el hambre, la pobreza y la degradación
ambiental. 31:197-201.
Sirgy, J. 2001. Medición y método de evaluación de la calidad de vida de la comunidad.
Intervención Psicosocial 10:71-84
Valenzuela, M. y Venegas, S. 2001. Microempresas de mujeres: necesidades de política para
su empoderamiento económico. CEM. Preposiciones 32:243-260
Velarde, E. y Ávila, C. 2002. Evaluación de la calidad de vida. Salud Pública Mexicana 44:349-
361.

214
PERCEPCIÓN DE LAS INSTITUCIONES DEL SECTOR AGROPECUARIO SOBRE LAS
LIMITANTES PARA LA PRODUCCIÓN DE CHILE HABANERO (Capsicum chinense Jacq)
EN EL CENTRO DEL ESTADO DE VERACRUZ
1
Romeo Ruíz Bello
2
Cesáreo Landeros Sánchez ,
2
Martha Elena Nava Tablada ,
2
Octavio Ruiz Rosado
3
Modesto Carlos Castillo Guerrero
2
Lorenzo Armando Aceves Navarro
1
Héctor López Moctezuma

RESUMEN

Entre las hortalizas de importancia en México se encuentran los chiles, específicamente


especies como el habanero (Capsicum chinense Jacq) que tiene un alto precio de mercado, y
que representan una alternativa de producción rentable. En el estado de Veracruz se cultiva
principalmente chile jalapeño (C. annum L), pero no otras variedades o especies, con mejor
precio de mercado como el chile habanero (C. chinense Jacq), que podría representar una
opción de diversificación para los productores que actualmente enfrentan severas crisis en
cultivos como la caña de azúcar y el café. En este contexto, el objetivo de la investigación fue
conocer la opinión de los representantes institucionales responsables del desarrollo
agropecuario en el estado de Veracruz, acerca del potencial y limitantes para la producción de
chile habanero (C. chinense Jacq) en el estado de Veracruz, con énfasis en la zona centro del
estado. Para ello, se realizó una encuesta exploratoria en la que se aplicaron 37 cuestionarios
a representantes de instituciones federales, estatales y municipales encargados de acciones de
desarrollo agropecuario en la región de estudio. El cuestionario se aplicó mediante entrevistas
personales. Los datos se analizaron con el paquete estadístico Software: Statistica versión 98.
Y para fundamentar más el estudio, también se realizaron 46 entrevistas a comercializadores y
a 82 productores. En base a los resultados se concluye que a pesar de que casi el 60% de los
representantes institucionales entrevistados conocen plantaciones de chile habanero (C.
chinense Jacq) en el estado y en la región centro del mismo, este cultivo no se percibe como
opción de diversificación productiva viable a corto plazo, debido sobre todo a limitantes
técnicas referidas a la falta de investigación tecnológica en su proceso productivo y
comercialización. En contraparte, tanto representantes institucionales, como comercializadores
y productores confieren menor importancia a las limitantes económicas, sociales y ambientales.

Palabras clave: Capsicum chinense, Jacq., opinión, encuesta, limitantes.

INTRODUCCIÓN

Entre las hortalizas de importancia en México se encuentran los chiles, específicamente


especies como el chile habanero (Capsicum chinense Jacq) que tiene un alto precio de
mercado, y representan una alternativa de producción rentable Poot-Matu et al (2006). En el
estado de Veracruz se cultiva principalmente chile jalapeño (Capsicum annum L), según lo
reportaron Díaz-Padilla et al (1995) y Arcos-Cavazos et al (1998), pero no otras variedades o
especies con mejor precio de mercado como el chile habanero (C. chinense Jacq), que podría
representar una opción de diversificación para los productores que actualmente enfrentan
severas crisis en cultivos como la caña de azúcar y el café, entre otros.

1 2 3
Universidad Veracruzana, Colegio de Postgraduados, Campus Veracruz, INIFAP-Xalapa.

215
Respecto a la producción de chile jalapeño (Capsicum annum L), el Sistema de Información
Agropecuaria de Consulta (SIACON) (2007), reportaron que en Veracruz en el año 2004 sólo
se sembraron 309 hectáreas con chile jalapeño bajo el régimen de temporal, con una
producción de 800 toneladas en total, lo que proporcionó un rendimiento por hectárea de 2.59
toneladas, con un valor de la producción de $ 4 416 000.00, o sea $ 5 520.00 por tonelada,
obteniendo un ingreso por la cosecha de $ 14 296.00 por hectárea, en 5 o 6 meses de
actividad, lo cual indica una muy baja productividad. En contraste, Lujan-Favela (2007), reportó
que en Chihuahua, se siembran 30 mil hectáreas con chile jalapeño (2.1% de la superficie
agrícola), las cuales generan un valor de 1,484 millones de pesos (14% del valor total agrícola),
lo que proporciona un rendimiento en pesos de $49 466.66 por hectárea. Por otra parte Pozo-
Campodónico (2007), menciona que para los principales estados productores de chile
(Capsicum spp) la relación beneficio costo es diferente, pero siempre mayor de 1; así reportó
para Jalisco 1.29 mientras para Nuevo León 4.5, y los demás estados productores como
Campeche, Tamaulipas, Zacatecas, Aguas Calientes, Chihuahua, Baja California Sur y San
Luís Potosí, fluctúan entre estos valores, sin embargo, Veracruz no se menciona como
productor importante de chile jalapeño.
El pensamiento sistémico según Herrscher (2005), es de alguna manera, una mirada desde la
cima de algo más alto que permite ver más allá de lo circunstancial y de las apariencias y
respirar el aire puro de las relaciones humanas honestas y constructivas. La mirada sistémica
capta el conjunto y las funciones de sus partes. Coloca cada objeto del conocimiento en su
contexto y lo relaciona con los otros. Para ella cada parte adquiere sentido dentro del sistema
más amplio, por lo tanto y de esta manera, en cuanto a la situación problemática regional,
Gallardo-López (2002) menciona que existen diferentes componentes de los agroecosistemas
de la región centro de Veracruz, siendo los más frecuentes el cultivo de maíz, la ganadería
bovina, los cultivos de papaya, piña, fríjol, mango y chile. Agregando que estos componentes
tienen diferentes productividades con relación al uso de la tierra, la energía, el trabajo y el
capital, pero que los sistemas producto chile, piña y papaya fueron los que presentaron las
mejores relaciones, siendo los dinamizadores económicos regionales, además de que a mayor
diversificación de cultivos se observó un mejor desempeño productivo y económico de la finca
en conjunto. Por ello, se considera que los agroecosistemas productivos de la zona se
reforzarían con alternativas de diversificación altamente productivas como el chile habanero (C.
chinense Jacq), sin embargo se desconoce cuál es la percepción de los actores involucrados
en la toma de decisiones respecto a promover e incorporar este cultivo alternativo (productores,
comercializadores y agentes institucionales). En este contexto, se planteó como objetivo de
investigación, conocer la opinión de los representantes de instituciones responsables del
desarrollo agropecuario, sobre las limitantes y potencialidad para la producción de chile
habanero (C. chinense Jacq) como una opción de diversificación productiva en los
agroecosistemas del estado de Veracruz, con énfasis en la zona centro, sin excluir las
opiniones de los comercializadores y sobre todo la de los productores.

MATERIALES Y MÉTODOS

De acuerdo con Hernández-Sampieri (2003), el presente trabajo es de tipo exploratorio, dado


que su finalidad es el conocimiento inicial de las limitantes para la siembra de chile habanero
(C. chinense Jacq) en el estado de Veracruz, con énfasis en la zona centro; encontrar qué
perciben los actores institucionales principalmente, qué dicen los comercializadores y los
agricultores. El presente trabajo forma parte de una investigación más amplia sobre la
potencialidad y limitantes técnicas, económicas, sociales y ambientales para la producción de
chile habanero (C. chinense Jacq) en los agroecosistemas del estado de Veracruz con énfasis
en la zona centro del mismo. El estudio se llevó a cabo primeramente, mediante una encuesta
exploratoria en la que se aplicaron 37 cuestionarios, dirigidos a representantes de instituciones
federales, estatales y municipales encargados de acciones del desarrollo agropecuario en el
estado, principalmente en municipios de la zona centro del estado de Veracruz. El cuestionario
se aplicó mediante entrevistas personales. En el cuestionario se incluyeron preguntas cerradas
y abiertas, orientadas a indagar sobre la existencia de plantaciones de chile habanero (C.
chinense Jacq) en el Estado y en los municipios de acción, las razones por las que no se
cultiva en sus regiones, la importancia conferida a las limitantes técnicas, económicas, sociales
y ambientales, entre otras. Así mismo se realizaron entrevistas a 46 comercializadores y a 82
productores. Los datos obtenidos fueron registrados y tabulados en la hoja de cálculo EXCEL y
analizados con el paquete estadístico Software: Statistica versión 98’.

216
Con esta metodología cualitativa no hay que perder de vista que para explicar el propósito
sobre la intención de saber qué perciben los actores que intervienen en el desarrollo
agropecuario, con respecto a las limitantes técnicas, económicas, sociales y ambientales que
no permiten que se decidan por sembrar chile habanero (C. chinense Jacq), primero se puede
tomar en cuenta que nuestros sentidos nos proveen de datos del mundo exterior pero sin
procesarlos, estos datos iniciales carecen por completo de significado por lo que se requiere de
un proceso de interpretación para poder encontrar la relación que tienen con quien los procesa.
Así se llega a plantear que la percepción es el proceso por el cual el individuo connota de
significado al ambiente, y proporciona significado al mismo; para lo cual se requiere de una
integración de la información sensorial con elementos cognitivos como por ejemplo, con
nuestros recuerdos, con nuestras presunciones básicas de lo que es el mundo, con nuestros
modelos ideales, entre otras cosas, con el fin último de construir el mundo que nos rodea;
todos estos aspectos se han pretendido captar en las entrevistas con los cuestionarios.
Es ampliamente sabido que la percepción comprende principalmente dos procesos:
1. La recodificación o selección de toda la información que nos llega del exterior, reduciendo la
complejidad y facilitando su almacenamiento en la memoria, así por ejemplo, el productor
siembra pequeñas áreas con chile habanero (C. chinense Jacq), obtiene experiencias que le
muestran cómo se comporta este cultivo y decide cultivarlo o no en extensiones mas amplias.
2. Sin embargo un intento de ir más allá para predecir acontecimientos futuros y de este modo
reducir sorpresas, lo impulsa a seguir el proceso de investigar más, generándose así una
investigación participativa. Estos dos procesos le dan una mayor estructura al proceso
perceptivo, en el sentido que nuestra percepción no constituye un continuo procesamiento de
estímulos caóticos que se almacenan en la memoria sin orden; sino por el contrario, al percibir
una persona o un objeto o una experiencia, se crea un orden en todo ese caudal de
información, y así es como el productor toma sus decisiones. De esta manera queda claro que
este orden permite poder reexaminar la información para poder adicionar más información de
interés para el tomador de decisiones y poder inferir comportamientos y situaciones. Otro
elemento involucrado en el proceso perceptual es el conductual, en el sentido de que la
percepción es capaz de generar conductas, dependiendo de cómo el individuo perciba una
situación manifestará una determinada conducta, ya sea si la persona percibe la situación
como potencialmente peligrosa o no, en el presente caso seria percibir si es rentable y
sustentable o no, asuntos que se procuraron quedaran plasmados en los cuestionarios como
herramientas, mediante la encuesta y la entrevista como estrategias.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Opinión de representantes institucionales, estatales y municipales


El 41 % de los entrevistados, laboran en instituciones federales, como el Instituto Nacional de
Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y el Fideicomiso de Riesgo
Compartido (FIRCO); el 27 % trabajan en instituciones estatales como INVEDER (Instituto
Veracruzano para el Desarrollo Rural) y SEDARPA (Secretaria de Desarrollo Agropecuario,
Rural, Forestal, Pesca y Alimentación); y el 32 % restante, correspondieron a representantes
de los municipios de Actopan, Paso de Ovejas y Puente Nacional. De tal manera que al
analizar las encuestas se encontró que un 56% de los entrevistados se desempeñan como
personal técnico contratado, otro 22 % son profesionistas con un puesto fijo y finalmente el 22
% restante tiene un alto nivel o cargo en la dependencia, institución o municipio. Esto nos
indica el grado de responsabilidad que desempeñan los entrevistados para tomar decisiones.
El 59 % de los encuestados conoce superficies sembradas con chile habanero (C. chinense
Jacq) en el estado, un 19 % aseveró que no existen sembradíos de este cultivo, y el 22 % dice
que no sabe si existen.
Los representantes estatales son los que registran mayor conocimiento de la siembra del
cultivo (90 %), probablemente porque tienen más contacto con el trabajo de campo en el
ámbito regional del centro del Estado. En contraparte, sólo un 73 % de los funcionarios
federales y un 17 % de los representantes municipales conocen plantaciones de chile habanero
(C. chinense Jacq) en la región (Figura 1).

217
Figura 1. Conocimiento de superficies sembradas con chile habanero (C. chinense Jacq) en el
estado de Veracruz, con énfasis en la zona centro, según tipo de representantes de
instituciones y municipios.

En cuanto a las limitantes en orden de importancia, el 63% de entrevistados opina que los
principales obstáculos para la producción de chile habanero (C. chinense Jacq) son problemas
técnicos como la falta de investigación y transferencia de tecnología, aunado al
desconocimiento de las prácticas de cultivo por parte de los productores. Las limitantes
económicas fueron consideradas por los entrevistados como poco importantes, a pesar de ser
un cultivo que requiere bastante inversión. Mientras, los aspectos sociales y ambientales fueron
identificados como los menos importantes (Figura 2).

Figura 2. Opinión de los representantes de instituciones nacionales, estatales, y municipales


sobre las limitantes de la producción de chile habanero (C. chinense Jacq) en el estado de
Veracruz, con énfasis en la zona centro.

Cuando se solicitó a los entrevistados que expresaran libremente y sin orden de importancia
las principales limitantes, la falta de asistencia técnica se mencionó como el principal obstáculo
para la producción de chile habanero (C. chinense Jacq), pero también se hizo alusión a otras
limitantes como su baja producción debido a que se siembra principalmente en traspatio para

218
autoconsumo; la desorganización de los productores; la falta de fuentes crediticias; el bajo
consumo regional debido a que los consumidores prefieren el chile serrano y jalapeño (C.
annum L), y la consecuente falta de mercado para el chile habanero (C. chinense Jacq) (Figura
3). Cabe resaltar que sólo un 3 % de los entrevistados comentó que falta investigación
tecnológica para el cultivo.

Figura 3. Limitantes para el cultivo de chile habanero (C. chinense Jacq) en el estado de
Veracruz, con énfasis en la zona centro, según la apreciación de los entrevistados en
instituciones nacionales, estatales y municipales.

Los entrevistados resaltaron algunas oportunidades que hacen posible impulsar la producción
de chile habanero (C. chinense Jacq) en el estado de Veracruz, con énfasis en la zona centro:
46 %, comentaron que la región cuenta con las características edafoclimáticas que requiere el
cultivo, 20 % considera que el chile habanero (C. chinense Jacq) sería un cultivo alternativo
para diversificar los sistemas productivos existentes; 31 % comentó que este chile tiene
demanda en el mercado local; y 3 % manifestó que el chile habanero (C. chinense Jacq)
cultivado en el estado y/o en la zona centro el estado de Veracruz, cuenta con buenas
características organolépticas, destacando el sabor, tamaño y color de los frutos, por lo que es
factible competir en calidad con las producciones obtenidas en otros estados de la república
como Yucatán (Figura 4).

219
Figura 4. Oportunidades para la producción del cultivo de chile habanero (C. chinense Jacq),
en el estado de Veracruz, con énfasis en la zona centro, según la apreciación de los
entrevistados de instituciones nacionales, estatales y municipales.

Opinión de comercializadores en la zona centro del estado


Para explorar la opinión de los comercializadores en un transecto de la zona centro del Estado
comprendida entre Xalapa, Coatepec, Rinconada, Ídolos, Actopan, Cardel y la Ciudad y Puerto
de Veracruz, se realizó una encuesta, donde se encontró que el chile habanero (C. chinense
Jacq) si se comercializa en esta zona; pero solo un 35% de los encuestados tiene conocimiento
de la época en que escasea este producto; de los cuales un 15% de ellos atribuye dicha
escasez a consecuencia de las sequías principalmente, entre los meses de marzo a mayo; otro
13% de los entrevistados dice que escasea cuando aparecen las lluvias, ciclones y nortes entre
los meses de junio a octubre, finalmente el 7% atribuye a las bajas temperaturas registradas
entre los meses de noviembre a febrero como la principal época de escasez del producto. El
65% restante comentó que nunca escasea o desconoce en qué épocas del año es difícil
encontrar el producto (Figura 5), por lo tanto económicamente es factible su comercialización
en la zona centro.

220
Figura 5. Percepción de los comercializadores sobre las épocas del año en que escasea la
presencia de chile habanero (C. chinense Jacq) para su comercialización.

Opinión de los productores


Es ampliamente reportado que el encarecimiento de los alimentos en los mercados mundiales
ha provocado una caída del 50% en el poder adquisitivo de comida para la población que
habita en zonas rurales, y esto significa que su ingesta nutricional, que de por sí ya es pobre,
se reduzca. Por eso se advierte de los riesgos de una profundización de la crisis alimentaria
que ya ha existido desde hace varios años en las zonas rurales del país y en particular en las
áreas tropicales, por eso es importante investigar qué idea poseen los productores del campo,
sobre alternativas rentables de producción como lo es el sistema producto chile (Capsicum
spp).
Así, al entrevistar a 82 productores de chile (Capsicum spp) en el estado de Veracruz con
énfasis en la zona centro, se encontró que entre los ocho sistemas productos, cultivados por
ellos en combinación con el sistema producto chile: el 100 % reportó al chile, 85 % al maíz, 44
% al papayo, el 35 % al frijol, el 16 % al tomate, el 12 % la calabaza, el 9 % la sandía, el 5 % el
cilantro, y el resto mencionó otros cultivos como pipían, pepino, caña de azúcar, paja, quelite,
mango, cacahuate y camote, (Figura 6). Entre ellos se encontró que los productores del sur en
los municipios de Cosoleacaque, Minatitlán y Catemaco; en el centro Actopan, Cotaxtla y
Medellín de bravo; y en el norte en el municipio de Ozuluama, existen agricultores que son
productores de chile habanero (C. chinense Jacq), y lo reportan como un sistema producto
rentable.

221
Figura 6. Orden de importancia de los cultivos principales sembrados en el ciclo anterior por
los productores de chile (Capsicum spp), entrevistados en el estado de Veracruz, con énfasis
en la zona centro.
Entonces, se demuestra en este estudio que los productores practican alternativas
diversificando sus agroecosistemas, coincidiendo con lo que se indica en la literatura donde se
reporta que buscan mayor rentabilidad para poder solventar las crisis que se mencionaron
anteriormente; por tanto, puede observarse la Figura 7, donde se muestra que al indicar cuál
de los cultivos son más rentables que el chile habanero (C. chinense Jacq), el 44 % contestó
que ninguno, el 27 % dijo que el papayo, el 12 % mencionó que otros chiles, el 9 % indicó que
el maíz, el 5 % dijo que el tomate y el 3 % mencionó que el cilantro.

Figura 7. Percepción sobre el cultivo más rentable que la variedad de chile (Capsicum
spp), que cultivan los productores entrevistados en el estado de Veracruz, con énfasis en
la zona centro.

222
Hasta aquí, se ha podido encontrar que el sistema producto chile habanero (C. chinense Jacq)
se cultiva en varias regiones del estado, pero hace falta estudiar mas a fondo su adaptación y
tecnología. En la zona centro del estado de Veracruz se cultiva el chile habanero (C. chinense
Jacq) en áreas de traspatio para el autoabastecimiento familiar y la venta artesanal de
excedentes comerciales. Sin embargo, también existe un desconocimiento general por parte de
los productores, comercializadores y de los representantes institucionales tanto nacionales,
estatales como municipales, acerca del potencial productivo de dicho cultivo en la región, no
obstante hay una percepción generalizada de que se necesita investigación para desarrollar un
paquete tecnológico regional que haga posible implementar el cultivo con una base técnica
apropiada.

CONCLUSIÓN

A pesar de que casi el 60% de los representantes institucionales entrevistados conocen


plantaciones de chile habanero (Capsicum chinense Jacq) en el estado de Veracruz y en
particular en la región centro del mismo, este cultivo no se percibe como opción de
diversificación productiva viable a corto plazo, debido sobre todo a limitantes técnicas referidas
a la falta de investigación tecnológica en su proceso productivo. En contraparte, tanto
representantes institucionales, como comercializadores y productores confieren menor
importancia a las limitantes económicas, sociales y ambientales.

AGRADECIMIENTO: a CONACYT y a la Universidad Veracruzana por el PROMEP; Colegio de


Postgraduados, Campus Veracruz; y a instituciones del sector agropecuario: SAGARPA,
FIRCO, INIFAP, SEDARPA, INVEDER y Departamentos Agropecuarios de los municipios de
Actopan, Paso de Ovejas y Puente Nacional, Ver., por la información y facilidades prestadas.

LITERATURA CITADA
Arcos-Cavazos, G., Hernández-Hernández, J., Uriza-Ávila, D. E., Pozo-Campodónico, O.,
Olivares-De los Santos, A. 1998 Tecnología para producir chile jalapeño en la planicie costera
del golfo de México. Editado por INIFAP-Fundación Produce de Tabasco y de Veracruz-
SAGARPA. pp. 1-190.
Díaz-Padilla, G., González-Lauck, V. W. 1995 Catálogo de tecnología y servicios ´95, Veracruz
y Tabasco. INIFAP-CIRGOC, Veracruz, Ver. México. pp. 49-52.
Doorman-Heredia, F. 1991 La metodología del Diagnóstico en el enfoque “Investigación
Adaptativa”. Guía para la ejecución de un diagnóstico con énfasis en el análisis de finca del
pequeño productor agropecuario. Universidad Nacional Agraria, Instituto Interamericano para la
Cooperación para la Agricultura. San José Costa Rica, C. A. pp. 56-67, 75-104.
Gallardo-López, F. 2002 Los Agroecosistemas de la subprovincia llanura costera veracruzana:
una propuesta para la caracterización y el análisis tipológico de la agricultura regional. Tesis
presentada como requisito parcial para obtener el grado de Doctor en Ciencias Campus
Veracruz, programa en agroecosistemas tropicales Veracruz, México. pp. 34-36.
Herrscher, Enrique G. 2005. Pensamiento sistémico: caminar el cambio o cambiar el camino.
1ª. Edición, 2ª. Reimpresión. Buenos Aires: Granica pp. 191-226.
Hernández-Sampieri, R., Fernández-Collado, C., Baptista-Lucio, P. 2003 Metodología de la
Investigación. 3ª. Edición. Editorial Mc-GRWHILL/INTERAMERICANA EDITORES, S. A. de C.
V., México, D. F. pp. 270-273.
Lujan-Favela, M. 2007 Generación de Variedades y manejo del cultivo del Chile. Segunda
Reunión Nacional de Innovación Agrícola y Forestal. INIFAP-Fundación Produce Jalisco-UACh-
Universidad de Guadalajara- Otras. Guadalajara, Jalisco, México. (Versión electrónica).
Poot-Matu, J. E., Gómez-Souza, J. R. Grillo-Ravelo, V. H. 2006 Alternativas ecológicas y
sustentables para producción de chile habanero (C. chinense Jacq) en comunidades, rurales
de Tabasco, México. 1ª RNIAF-INIFAP. Editado por varias Instituciones. Mérida, Yucatán; p:
63.
Pozo-Campodónico, O. 2007 Estado del Arte en el Sistema Producto (Chile). Segunda Reunión
Nacional de Innovación Agrícola y Forestal. INIFAP-Fundación Produce Jalisco-UACh-
Universidad de Guadalajara- Otras. Guadalajara, Jalisco, México. (Versión electrónica).

223
DISPOSICIÓN URBANA DE PAGO POR SERVICIOS HIDROLOGICOS EN LA CIUDAD DE
ACAYUCAN, VERACRUZ
14,2
Nereida Rodríguez Orozco
15
Octavio Ruiz Rosado
2
Juan Pablo Martínez Dávila
RESUMEN

En México la mayor disponibilidad de agua superficial y manantiales se ubican en zonas de


bosques y selvas, dónde la población en su mayoría es indígena que depende directamente de
los recursos naturales para su alimentación y actividades económicas. La deficiencia de una
educación ambiental, la inadecuada planeación y políticas ambientales han dado como
consecuencia la sobreexplotación de las selvas, bosques, contaminación de acuíferos y el
agotamiento de los recursos naturales. De aquí que se requiere determinar la percepción y
valoración que los seres humanos tienen sobre la importancia de la relación hombre-
naturaleza, con el fin de diseñar y operar mecanismos orientados a lograr un Desarrollo
Sustentable en las regiones que presentan esta problemática. El objetivo de la investigación
fue el conocer la percepción que tienen los usuarios del agua de la ciudad de Acayucan, sobre
el aprovechamiento y conservación de la misma; así como, su disposición a pagar por servicios
hidrológicos. Se realizó una encuesta de opinión para conocer la percepción de los usuarios
respecto al consumo, calidad, derecho de propiedad y cuidado del agua, y se aplicó el método
de valoración contingente para conocer su disposición a pagar por servicios hidrológicos. Los
resultados obtenidos fueron que el 81% de los entrevistados manifestaron su disposición a
pagar y la correlación canónica significativa de 0.7398 comprobó la relación entre la percepción
de los usuarios y su disposición a pagar. Los resultados sugieren analizar la pertinencia de un
sistema de pago por servicios hidrológicos como mecanismo para el desarrollo sustentable de
la Microcuenca en beneficio de los usuarios del agua en la ciudad de Acayucan, Veracruz.

PALABRAS CLAVE: Percepción, valoración del agua, consumo, conservación

INTRODUCCIÓN

La situación del medio ambiente comenzó a ser un tema de gran importancia para la población
a mediados del siglo XX, como consecuencia de los cambios climatológicos, la deforestación,
pérdida de biodiversidad, contaminación del aire y la reducción, en muchos países, de los
acuíferos; llevando a investigadores, académicos y organizaciones gubernamentales y no
gubernamentales a realizar acciones orientadas a conocer la situación de los recursos
naturales; así como, al diseño y aplicación de estrategias orientadas a su conservación.
Tales acciones han sido realizadas con base en el estado que guardan los recursos naturales y
en la cultura, políticas, recursos y factores económicos de cada país o región. Sin embargo, la
situación es compleja, dado que existe una alta relación entre el desarrollo económico de las
poblaciones y la degradación del medio ambiente como consecuencia de políticas y modelos
económicos orientados a la maximización de la riqueza y la producción de satisfactores para
una población cada vez más creciente. Así también, la falta de una educación ambiental por
parte de la población urbana y la deficiente planeación y políticas ambientales ha llevado a la
sobreexplotación de las selvas y bosques, la contaminación del aire y acuíferos y al uso
irracional de los mismos, provocando el agotamiento de los recursos naturales y a la
desaparición de muchas especies animales y vegetales (Jiménez, 2001). La forma e intensidad
en que se ha modificado la cubierta vegetal ha determinado la persistencia de los ecosistemas
y por tanto de los recursos y servicios que proporcionan.
Los ecosistemas de bosques y selvas tienen un papel importante en el ciclo hidrológico a nivel
mundial, ya que captan casi el 50% de la lluvia terrestre del planeta (Myers, 1997);
proporcionando servicios hidrológicos que contribuyen en la regulación de la calidad y cantidad
de agua, minimizan los ciclos de inundación y sequía; generan, protegen y mantienen los
suelos y sus nutrientes, regulan el clima a escalas locales y regionales, y estabilizan el paisaje
con el fin de evitar deslaves y azolve de los ríos (Manson, 2004); así mismo, ofrecen los
servicios ambientales de secuestro de carbono, biodiversidad, paisaje, captación y filtración de
agua (hidrológicos); todos ello indispensables para la conservación y preservación de la vida en

14
Facultad de Ingeniería en Sistemas de Producción Agropecuaria, Universidad Veracruzana.
15
Programa de Postgrado en Agroecosistemas Tropicales del Colegio de Posgraduados, Campus Veracruz

224
el planeta. Ahora bien, por su compleja estructura, los múltiples estratos de vegetación de los
bosques y selvas tropicales interceptan el agua de lluvia, canalizándola lentamente por sus
hojas, ramas y troncos hacia el suelo; deteniendo con ello el escurrimiento pluvial y la
saturación del suelo; así también, y como consecuencia de la densa hojarasca en el suelo y su
alto porcentaje de porosidad y materia orgánica, se permite una lenta infiltración hacia el
subsuelo y la recarga de los mantos acuíferos (Bruijnzeel, 1990).
Por lo anterior, la remoción de los bosques y las selvas, tiene una repercusión tanto a nivel
local como a nivel mundial, por lo que el manejo de este tipo de ecosistemas, orientado a su
rehabilitación y restauración, es un reto para el hombre ya que se tiene la necesidad de
aprovechar los recursos y servicios de éstos, y al mismo tiempo, conservarlos para su futuro
aprovechamiento.
En México, el Gobierno Federal ha priorizado la protección de la cobertura vegetal del país y el
incremento de la superficie bajo esquemas de protección y de manejo sustentable que
coadyuven en la atención a los problemas de marginación y pobreza, buscando generar
desarrollo y expansión económica a partir de la valoración y aprovechamiento sustentable de
los recursos naturales; teniendo como una de sus estrategias el diseñar e instrumentar
mecanismos para el pago de servicios ambientales a las comunidades que protejan sus
bosques y selvas, con el propósito de mantener la cobertura vegetal para generar servicios
ambientales como la conservación de la biodiversidad, la captura de carbono y la infiltración del
agua al subsuelo (Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012); siendo éste último uno de los retos
ambientales más importantes a enfrentar como consecuencia de un deficiente manejo del agua
en nuestro país, el cual es acentuado por altas tasas de deforestación y la pérdida de los
servicios hidrológicos proporcionados por los bosques y selvas.
La creación de mercados por servicios hidrológicos está siendo una de las alternativas más
viables para promover el manejo integral y sustentable del agua, desde una perspectiva de
cuenca y en dónde, la percepción de los usuarios del agua sobre la importancia de un
aprovechamiento racional y su conservación para las futuras generaciones, es esencial para la
creación del mercado y la implementación del pago por servicios hidrológicos.

Pago por Servicios Ambientales


La creación de mercados y el concepto de pago por servicios ambientales representa una
nueva estrategia de valoración económica que se traduce en un mecanismo para detener el
deterioro ambiental y promover el desarrollo sustentable; identificando al servicio ambiental
como la retribución por la mitigación del deterioro, restauración y/o incremento, en forma
consciente, de los procesos ecológicos esenciales que mantienen las actividades humanas a
través de la producción de alimentos, la salud, la generación de energía eléctrica, el
mantenimiento del germoplasma con uso potencial para el beneficio humano, el mantenimiento
de valores estéticos y filosóficos, la estabilidad climática, la generación de nutrientes y en
general el aprovechamiento de los recursos naturales; y el pago ocurre como una transacción
mediante la cual los poseedores de las tierras son retribuidos por los usuarios de los servicios
ambientales (Burstein, et al., 2002). Dentro del pago por servicios ambientales se incluye el
pago por servicios hidrológicos de los ecosistemas forestales los cuales son aquellos
relacionados con las diversas formas en que los bosques afectan los flujos de agua en la
biosfera, tales como, la regulación del régimen hídrico, el mantenimiento o mejora de la calidad
del agua, el control de la erosión y sedimentación, la reducción de la salinización en los suelos,
la infiltración y percolación de agua en el suelo y sub-suelo y el mantenimiento de los hábitat
acuáticos. (fonamperu.org., 2007).
El concepto de pago por servicios hidrológicos identifica dos actores básicos: a) Los
beneficiarios o usuarios, que pueden ser residentes, productores y empresas del sector público
o privado que utilizan el servicio; y b) el productor de los servicios hidrológicos, los cuales son
los dueños de predios cuya cobertura boscosa ayuda a regular la cantidad y la calidad del
agua, y se ubican principalmente en las partes altas de las cuencas (Manson, 2004). Así
también, tiene implícito dos aspectos esenciales: 1) la aceptación a ser retribuido, en el caso
del productor; y 2) la disposición a pagar, por parte del usuario. En ambos casos la percepción
sobre el uso y conservación de los recursos hidrológicos juega un papel importante para su
implementación.

225
El concepto de Percepción
A lo largo de la historia de la filosofía occidental el significado de los términos cuya asignación
es la noción de percepción ha oscilado entre dos extremos: la percepción como percepción
sensible y, últimamente, como sensación, y la percepción como percepción nocional o mental
(Ferrater, 2004). De tal forma que la percepción es biocultural, por un lado, depende de los
estímulos físicos y sensaciones involucrados y, por otro, de la selección y organización de
dichos estímulos y sensaciones.
La Psicología define a la percepción como el proceso cognitivo de la conciencia que consiste
en el reconocimiento, interpretación y significación para la elaboración de juicios en torno a las
sensaciones obtenidas del ambiente físico y social, en el que intervienen otros procesos
psíquicos entre los que se encuentran el aprendizaje, la memoria y la simbolización;
involucrando mecanismos vivenciales que ponen en juego referentes ideológicos y culturales
que reproducen y explican la realidad y que son aplicados a las distintas experiencias
cotidianas para ordenarlas y transformarlas (Vargas, 1994).
La percepción ofrece la materia prima sobre la cual se conforman las evidencias, a través de
estructuras significantes que sirven de base para que el perceptor se apropie de porciones de
realidad ubicándolas dentro de una gama de posibilidades aprendidas, integradas y
reconocidas socialmente con base en una estructura de valores vigentes (Vargas, 1994).
Por lo que se puede definir como Percepción a la comprensión del sujeto sobre el mundo que
le rodea, de tal forma que éste pueda actuar en él; lo que lleva a plantear que el sujeto
aprehende la realidad (a través de los sentidos), la incorpora en su proceso cognitivo (con un
nivel de conocimiento: cotidiano, académico o científico) y afectivo (escala de valores y
16
creencias) y actúa en consecuencia (actitudes ).
Es por ello de gran importancia conocer, en el análisis de la percepción sobre el
aprovechamiento y conservación del agua en el Manantial de Platanillo en el Municipio de
Soteapan, Veracruz, los juicios que los usuarios elaboran sobre la calidad, cantidad, derecho
de propiedad y cuidado del agua, de tal forma que se identifiquen los valores que los respaldan
y su relación con las disposición de pago por servicios hidrológicos.

La distribución del agua en la Ciudad de Acayucan y la problemática de la Microcuenca


de Soteapan
La fuente de abastecimiento de agua para la ciudad se localiza en el Municipio de Soteapan,
Veracruz, en el Manantial denominado “El Platanillo” a una distancia de 38 kilómetros al norte
de la misma. De acuerdo con la información proporcionada por la Comisión Municipal de Agua
Potable y Saneamiento de Acayucan (CMAPS), el manantial tiene una capacidad de 496 litros
por segundo, de los cuales se captan 175 litros por segundo que se transportan por gravedad a
través de un acueducto a cielo abierto. A lo largo del acueducto se tienen tomas que
distribuyen agua a las localidades del Municipio de Acayucan y de Soteapan, el abastecimiento
para las comunidades de este Municipio es parte del convenio de concesión del Manantial
razón por la cual los usuarios no realizan un pago por el consumo del agua (Cuadro 1), ante
ello en la ciudad de Acayucan sólo se distribuyen 90 litros por segundo.

Cuadro 1. Comunidades que se abastecen de agua del Manantial de Platanillo


Comunidades del Municipio de Soteapan Comunidades del Municipio Comunidades del Municipio
de Acayucan de Mecayapan
Nuevo Cuilonia Florida Tecuanapa San Andrés Chamilpa
Las Palomas Reforma Agraria Ixhuapan
Cerro Español Kilómetro 10 Monte Grande
Cerro Colorado Platanillo Comején
Estribera Santa Rita Laurel
Fuente: CMAPS de Acayucan, 2005.

En algunas ocasiones, el servicio se interrumpe por el cierre de las válvulas de distribución


como medida de presión, por parte de los pobladores del Municipio de Soteapan a las
autoridades Municipales de Acayucan o del Gobierno Estatal, por la falta o deficiencia en sus
vías de comunicación y su alto nivel de marginación, lo que ocasiona la interrupción o
insuficiencia del líquido a los habitantes y usuarios de la ciudad de Acayucan.

16
Una actitud es una postura expresiva que corresponde a una cierta disposición del ánimo. Esta postura es producto
del contraste de la percepción cognitiva de un fenómeno con nuestros valores y creencias establecidos. (Ludevid,
1998)

226
El suministro y administración de la red se realiza a través de la CMAPS, la cual ha tenido que
enfrentar deficiencias en el servicio como consecuencia de reparaciones y mantenimiento de la
red que presenta una antigüedad de casi 50 años. La CMAPS registra, para la ciudad de
Acayucan, 10 429 tomas domiciliarias clasificadas en los siguientes 8 tipos de usuarios:
doméstico popular, domestico interés social, doméstico urbano, doméstico residencial,
comercial bajo consumo, comercial alto consumo e industrial-agropecuario (Cuadro 2).
La red primaria de agua presenta un diámetro de 18” que al introducirse en las primeras calles
de la ciudad se reduce a 10” en dónde se conecta con redes de diámetros menores a 8”,
identificándose como red secundaria; sin embargo, existen colonias que no cuentan con la
infraestructura necesaria para la distribución de agua y otras cuya infraestructura es deficiente
para la distribución y registro de consumo, lo que impacta en el cobro del servicio para su
mantenimiento. Así también, se tiene un tanque de almacenamiento superficial, en la ciudad de
Acayucan, de dónde se bombea agua a las localidades de Oluta y Soconusco.

Cuadro 2. Clasificación de los usuarios del agua y consumo aproximado en la ciudad de Acayucan
Tipo de Usuario No de Usuarios Consumo diario
3
m
Doméstico Popular 440 237.27
Doméstico Interés Social 54 9.07
Doméstico Urbano 7,096 3583.13
Doméstico Residencial 469 300.73
Comercial Bajo Consumo 1,783 1116.13
Comercial Alto Consumo 485 682.8
Industrial-Agropecuario 102 271.67
Total 10429 6200.8
Fuente: CMAPS de Acayucan. 2006

En lo que respecta al costo por el derecho de uso o aprovechamiento de las aguas nacionales,
la Ley Federal de Derechos 2007, ubica a la ciudad de Acayucan en la zona de disponibilidad 9
con un costo de $1.3002 el metro cúbico, correspondiendo el costo más bajo por el derecho de
17
uso o aprovechamiento .
Considerando que la ciudad de Acayucan, se ubica geográficamente en una región con una
alta disponibilidad de agua, ésta depende al 100% del agua del Manantial de Platanillo ubicado
en la Microcuenca de Soteapan, Veracruz para el consumo doméstico y comercial; Además,
entre 1967 y 1991 desapareció la mayor parte de selvas en la región como consecuencia de la
deforestación por cambios de uso de suelo para la implementación de cafetales, maíz y
pastizales, actividades productivas de los pobladores de la región, los cuales presentan
características de alta marginación; así como, por incendios accidentales por las prácticas
agrícolas de rosa, tumba y quema; impactando con la disminución en el volumen de los
ecosistemas acuáticos cuya recarga depende de la parte alta de la Sierra de Santa Marta
(García, et al., 2002), lugar dónde se ubica la microcuenca, afectando en temporada de calor el
abastecimiento de la ciudad, poniendo en riesgo el abastecimiento futuro. Es por ello
importante conocer la percepción que los habitantes y usuarios tienen sobre el uso racional del
agua, la conservación del manantial y su disposición a pagar por servicios hidrológicos como
una estrategia que permita apoyar a los productores de la Microcuenca con ingresos
económicos destinados a la producción de especies forestales, reforestación de las zonas de
importancia ambiental y la implementación de técnicas de producción sustentables.
El presente trabajo describe la percepción que tienen los usuarios del agua de la ciudad de
Acayucan, Veracruz, sobre el aprovechamiento y conservación de la misma; así como, su
disposición a pagar por servicios ambientales para analizar la pertinencia de un sistema de
pago por servicios hidrológicos como mecanismo para el desarrollo sustentable de la
Microcuenca en beneficio de los usuarios del agua en la ciudad de Acayucan.

MATERIALES Y MÉTODOS

Área de estudio
La ciudad de Acayucan se localiza en las coordenadas 17°56’54” de latitud norte y 94°56’48”
de longitud oeste a una altitud promedio de 100 sobre el nivel medio del mar, de clima tropical
con régimen térmico cálido-regular y temperatura media anual de 25°C, con lluvias abundantes

17
Ley Federal de Derechos 2007. Art. 223

227
en verano y a principios de otoño y una precipitación pluvial de 1,107 milímetros anuales
(Veracruz.gob.mx, 2007), con una superficie de 913.2 ha que representan el 1.26% de la
superficie del Municipio de Acayucan. Es la cuarta localidad en importancia en la región
Olmeca del Estado de Veracruz, por su población y actividades económicas que desarrolla; y
está ubicada en una de las zonas de mayor potencial hidrológico en el ámbito nacional en
cuanto a la disponibilidad de agua, tanto superficial como subterránea, puesto que el Municipio
se ubica en el parteaguas de las dos cuencas más importantes del Sur del Estado, por la parte
norte y oeste pertenece al sistema hidrológico de las subcuenca del río San Juan ubicado en la
cuenca del río Papaloapan, y en el sur y oriente a la subcuenca del río Calzadas perteneciente
a la cuenca del río Coatzacoalcos (Veracruz.gob.mx, 2002). La ciudad cuenta con una
población total de 49 945 habitantes que habitan en 12696 viviendas particulares con un
promedio de 3.9 ocupantes; y el 82.92% tiene acceso al agua entubada de la red pública, por lo
que un promedio de 41055 habitantes se benefician de este recurso. La población tiene un
grado de marginación y desarrollo humano medio (Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo, 2005), el 32.3% de la población es económicamente activa, y de ésta el 98.4% se
encuentra ocupada, el 61.22% de la población obtiene un ingreso de hasta dos salarios
18
mínimos diarios ; de la población ocupada, el 56.4% pertenece al sector terciario (comercial y
servicios), el 16.6% al sector secundario y un 25.7% al sector primario preponderantemente
ganadero en bovinos de doble propósito y bovinos para leche (Inegi.gob.mx, 2005).

Métodos y técnicas de estudio


La percepción de los usuarios del agua y su disposición a pagar se identificó a través de una
encuesta de opinión con entrevista directa domiciliarias a una muestra de 230 usuarios, se
diseñó un cuestionario integrado con: a) Datos generales del usuario respecto a la colonia y
zona de la ciudad dónde se ubica, tipo de usuario, edad, género y años de escolaridad b)
características socioeconómicas referentes a la actividad del usuarios; frecuencia y tiempo en
el abastecimiento del agua para dos temporadas, lluvias y calor; cantidad consumida; monto de
pago y capacidad de almacenamiento, c) percepción sobre el consumo, costo, calidad, derecho
de propiedad y cuidado del agua, y d) disposición a pagar por servicios hidrológicos,
considerando con ello el consumo, calidad y cuidado. Dicha estructura permitió conocer los
juicios y valores que los usuarios del agua hacen sobre calidad, cantidad, derecho de
propiedad y cuidado del agua, comprobar la validez de las respuestas, analizar los datos e
interpretar los resultados.
2 2 2
El tamaño de la muestra se calculó a través de la fórmula de Neyman-Sheaffer n=Z s /B , con
una disposición de error (B) del 8.2% de la media (0.05894), en un 95% de nivel de confianza y
una varianza en la disposición de pago de 0.2887 obtenida mediante una encuesta piloto. El
número y tipo de usuarios a entrevistar se determinó a través de la estratificación de la muestra
mediante la siguiente fórmula "fh = n/N = ksh (Sampieri, et al., 2006). El resultado de la
fórmula fue una fracción constante de 0.02205 que permitió calcular el tamaño de cada estrato
(Cuadro 3).
La selección de los usuarios se realizó mediante muestreo por conglomerados para su
ubicación en la ciudad, tomado como base a las colonias existentes, para ello se utilizó un
mapa de la ciudad, que se dividió en cuatro zonas para ubicar las colonias: 1° cuadro de la
ciudad, 2° cuadro de la ciudad, popular y fraccionamiento; buscando contar con la mayor
representatividad (Cuadro 4). Los criterios utilizados para realizar la entrevista en cada una de
las zonas fueron: tipo de usuario, características de la vivienda o comercio; así como la
disposición a ser entrevistado.

Cuadro 3. Tamaño de la muestra por estratos


Estrato Tipo de usuario Total de población por Muestra por estrato
estrato (Nh) Nh(fh)=nh
(fh)=0.02205
1 Doméstico popular 440 10
2 Doméstico de interés social 54 2
3 Doméstico urbano medio 7096 156
4 Doméstico residencial 469 10
5 Comercial 2370 52
Totales de población y muestra 10429 230

18
Con base en la clasificación de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, la ciudad de Acayucan pertenece a
la zona geográfica “C” con un SMG de $47.60 en el 2007.

228
La disposición a pagar se determinó mediante la metodología de valoración contingente en
dónde se plantearon tres escenarios hipotéticos sobre la calidad y disminución en el
abastecimiento de agua, como consecuencia del: a) incremento de la población, b) impacto
negativo por la deforestación y malas prácticas agrícolas, y c) contaminación de los acuíferos.
Los escenarios fueron planteados en la última parte de la entrevista, una vez realizadas las
preguntas sobre la percepción de los usuarios, permitiendo con ello enmarcar las decisiones de
valoración de los entrevistados.

Cuadro 4. Ubicación de las colonias


1° Cuadro 2° cuadro Popular Fraccionamiento
Salvador
Centro Barrio Nuevo La Palma Allende Chichihua Rincón del Bosque
Zapotal Zapotal Zapotal Lombardo Benito Juárez Santa Rosa
Hilario C. Emiliano
Villalta Villalta Salas Zapata La Malinche Villas Acayucan
San Diego Tamarindo Tamarindo Francisco Villa Revolución

La captura y el análisis de los datos se realizó en dos fases: la primera mediante el programa
Excel, lo que permitió categorizar las respuestas de las preguntas abiertas, codificar las
variables para su análisis y elaborar las gráficas circulares; y la segunda fase se realizó a
través del programa Statistica (versión 6) con el que se elaboraron las tablas de frecuencia y el
análisis multivariado de correlación canónica para establecer la relación entre la percepción de
los usuarios sobre la importancia del agua y su disposición a pagar por servicios hidrológicos.

RESULTADOS

Del total de entrevistados, el 2.61% no fueron usuarios del sistema de agua potable de
Acayucan, Veracruz, y se abastecen de agua a través de pozos artesanales, por lo que el
análisis se realizó con los datos obtenidos de 224 usuarios registrados (97.39%) en 19 colonias
de la ciudad, teniendo los siguientes resultados.

Características generales de los usuarios entrevistados


El 47% de los entrevistados corresponden a la zona popular, en dónde se ubican el 53% de las
colonias consideradas en la muestra; el 79% fueron usuarios domésticos de los cuales el 61%
correspondió a la categoría de urbano medio (Figura 1). El 71% de los usuarios entrevistados
fueron mujeres; la edad promedio fue de 36 años, con un mínimo de 14 y un máximo de 76
años; la escolaridad promedio fue de 10 años, equivalente a primer año de bachillerato.

Figura 1. Distribución por tipo de usuario

Características socioeconómicas
Con referencia a la actividad de los entrevistados, el 37% fueron amas de casa (Figura 2),
debido al horario y días en que se realizaron las entrevistas; así como, por ser las responsables
de las actividades en dónde se consume la mayor parte del agua que se abastece en la ciudad

229
(uso doméstico). La frecuencia de abastecimiento de agua en temporada de lluvias el 87%
recibe agua 7 días a la semana y el promedio de distribución de agua fue de 20 horas diarias;
mientras que en la temporada de calor sólo el 62% manifestó recibir agua los 7 días de la
semana, y el promedio de distribución de agua fue de 16 horas diarias de abastecimiento; el
43% de los usuarios no conocen la cantidad de agua que consumen por pagar cuotas fijas o no
revisar el recibo del agua, y el 57% que reportó el consumo en metros cúbicos, éstos no
coincidieron con los montos de pago actual, de los cuales el mínimo es de $16.00 y el máximo
es de $2500.00, con un promedio de $211.00 en usuarios comerciales y $62.00 en usuarios
domésticos; el 85% cuenta con almacenamiento de agua, de los cuales el 53% lo realiza a
través de tinacos, y el promedio de almacenamiento es de 1116 litros.

Figura 2. Actividad económica de los usuarios

Percepción sobre el consumo, calidad y cuidado del agua


En lo que respecta a la percepción sobre la importancia del agua, el 87% de los entrevistados
opinaron que el pago que realizan es por la cantidad de agua que reciben y un 7% identificó el
pago por cantidad y servicio de distribución a pesar de que este servicio no se considera entre
19
las tarifas de cobro ; el 92% consideró que la cantidad que recibe es suficiente para la
realización de sus actividades diarias.
El 71% de los entrevistaron consideran como regular el costo actual de la tarifa que pagan por
el agua y un 18% lo considera alto, relacionando el costo con la cantidad consumida. El 48%
de los usuarios opinan que la cantidad de agua que reciben ha disminuido como consecuencia
del incremento de la población (25%), disminución en el abastecimiento (12%), problemas de
deforestación en la zona donde se ubica la fuente de abastecimiento (7%) y el mal uso del
agua (4%); mientras que un 47% consideran que la cantidad permanece igual al percibir que
siempre reciben la misma cantidad (42%), se ubican en una zona estratégica (4%) y existe
suficiente agua en el manantial (1%).
Respecto a la calidad del agua el 61% la considera buena, el 26% regular, el 8% muy buena, el
3% excelente y un 2% como de mala calidad, relacionando la calidad a la fuente de
abastecimiento, un manantial, (11%) y por ser clorada, limpia y sin olor (54%). El 88% de los
entrevistados manifestaron conocer la fuente de abastecimiento y lo identificaron como
“Platanillo” o “Soteapan”, este último por ser el municipio dónde se ubica el manantial.
El 59% de los usuarios entrevistados opinaron que el derecho de propiedad del Manantial de
Platanillo corresponde al gobierno en sus distintos niveles de autoridad, argumentando que
éste es responsable de los ciudadanos, está establecido en la ley y es quien cobra el servicio
de distribución; así, un 21% le asignó la propiedad al Gobierno Federal, un 20% al Gobierno
Municipal y pobladores Soteapan, un 8% al Gobierno Municipal y usuarios de Acayucan, un 7%
al Gobierno Estatal y el 3% restante distribuyó la propiedad entre el Gobierno Federal, Estatal,
Municipal de Soteapan y Acayucan; así como de pobladores y Usuarios. Un 39% opinó que el
Derecho de Propiedad del Manantial es de todos por ser un recurso natural propiedad de la
nación.

19
La Comisión municipal de Agua Potable sólo considera cobros por concepto de consumo leído, drenaje, cuota fija,
materiales, conexión, entre otros.

230
Los entrevistados que asignaron el derecho de propiedad al Gobierno Municipal y pobladores
de Soteapan relacionaron la respuesta a la ubicación geográfica del manantial considerando
que está dentro de su territorio (18%) y que los pobladores controlan el servicio (2%) (Figura 3).

Figura 3. Percepción sobre el derecho de propiedad

Con relación a la obligación del cuidado del agua el 57% opinó que es responsabilidad de
todos y un 24% asignó la responsabilidad a los usuarios de la ciudad de Acayucan, el 19%
restante consideró que la obligación corresponde al gobierno en sus distintos niveles de
autoridad: federal, estatal y municipal; así como a los pobladores del Municipio de Soteapan.
La designación de la obligación del cuidado de agua se basó en la responsabilidad del buen
uso del agua, la importancia del recurso para la vida, el conocimiento de la ley, la ubicación
geográfica del manantial, la autoridad y poder del gobierno; así como, el beneficio que obtiene
la ciudad de Acayucan con su distribución (Figura 4)

Figura 4. Percepción sobre la obligación del cuidado del agua

El 99% de los usuarios opinó que es necesaria la realización de campañas orientadas a la


concienciación sobre el uso racional del agua, cuidado de la misma y difusión de su
importancia y valor para evitar su disminución y escasez.

Disposición a pagar por servicios hidrológicos


El 81% de los entrevistados están dispuestos a pagar por el consumo, calidad y cuidado del
agua, encontrando que la diferencia entre lo que actualmente pagan y lo que están dispuestos
a pagar varía dependiendo del tipo de usuario. El monto expresado por los usuarios
domésticos no es superior a los $200.00 y el incremento disminuye conforme aumenta el
monto actual de pago (Cuadro 5).

231
Cuadro 5. Montos promedio de pago de los usuarios
Tipo de usuario Monto actual promedio Monto promedio Incremento sobre el
de pago dispuesto a pagar monto actual
Doméstico popular $46.00 $97.50 111.96%
Doméstico de interés $66.00 $118.33 79.29%
social
Doméstico urbano medio $55.18 $91.63 66.06%
Doméstico residencial $84.85 $150.38 77.23%
Comercial $150.31 $228.67 52.13%

A los usuarios que manifestaron su disposición a pagar se les preguntó ¿en qué situaciones no
estarían dispuestos a pagar un monto mayor al que actualmente realizan?, teniendo como
resultado que el 27% relacionara su respuesta a insuficientes recursos económicos, 17%
insuficiente abastecimiento, 14% mala calidad, 12% contaminación del agua, 10% deficiente
servicio de abastecimiento y un 3% al incremento injustificado del precio.
La asociación de las variables independientes y dependientes (Cuadro 6), en el análisis de
Correlación Canónica dio como resultado una correlación positiva considerable de 0.7398, con
una Chi#(140)=453.36 y una p=0.0000

Cuadro 6. Variables consideradas en el análisis de Correlación Canónica.


Variables Independientes Variables Dependientes
Ubicación geográfica Motivo de pago Valoración del costo
Tipo de usuario Cantidad de abastecimiento Valoración de calidad
Actividad económica Conocimiento de la fuente de Valoración de cantidad
del usuario abastecimiento
Género Percepción de calidad Valoración del derecho de propiedad
Edad Percepción de cantidad Valoración del cuidado del agua
Años de escolaridad Percepción de derecho de Valoración de realización de campañas
propiedad
Capacidad de Percepción del cuidado del agua Disposición a pagar
Almacenamiento
Monto dispuesto a pagar

CONCLUSIONES

Con base en los resultados obtenidos se concluye que la disposición de pago de los usuarios
del agua en la ciudad de Acayucan para el consumo y calidad de la misma; así como su
cuidado en la microcuenca de Soteapan, Veracruz, se relaciona con la percepción que ellos
tienen sobre la importancia de un consumo y aprovechamiento racional, la cantidad actual de
abastecimiento, la calidad y la identificación del derecho de propiedad de la fuente de
abastecimiento, influyendo en su valoración, disposición y monto de pago, la ubicación
geográfica de las viviendas, el tipo de usuario y su actividad económica, la edad y los años de
escolaridad.
La comprensión de los usuarios sobre la importancia del agua, para su consumo, calidad y
cuidado los lleva a manifestar su disposición a pagar por su conservación en la Microcuenca de
Soteapan, Veracruz; lo que lleva a evaluar la pertinencia de establecer un esquema de pagos
por servicios hidrológicos como un mecanismo que permita apoyar las actividades
agropecuarias de los productores de la Microcuenca con manejo eficiente de sus unidades de
producción para convertirlos en agroecosistemas sustentables buscando la conservación de las
selvas y los acuíferos para las generaciones presentes y futuras.

LITERATURA CITADA

Bruijnzeel, L. A. 1990. Hydrology of moist tropical forests and effects of conversion: a state of
knowledge review. Program UNESCO. Países bajos. 5-11p.
Burstein, J., G. Chapela y Mendoza, J. Aguilar y E. de León. 2002. Informe sobre la propuesta
de pago por servicios ambientales en México. P 5-6. In: Rosa, H. y S. Kandel (Coordinadores)
Proyecto de la fundación Ford “Pago por Servicios ambientales en Las Américas”. Fundación
PRISMA. El Salvador.
CMAPS (Comisión Nacional de Agua Potable y Saneamiento de Acayucan). 2006. Censo
actualizado de las comunidades y cabeceras municipales que se abastecen de agua del

232
manantial Platanillo perteneciente al municipio de San Pedro Soteapan, Veracruz. Croquis.
Acayucan.
Ferreter, M. J. 2004. Diccionario de Filosofía. Ariel Filosofía. Barcelona. 2741p.
Fonamperu.org. 2007. Perú: Fondo Nacional del Medio Ambiente. Servicios Hidrológicos. [7
diciembre de 2007]. http://www.fonamperu.org
García, C. H., S. Cruz R., y L. Tehuitzil V. 2002. Bases de educación para educadores
ambientales de los Tuxtlas y la Sierra de Santa Marta. Universidad Veracruzana. Xalapa,
Veracruz, México. 62-63 p.
Inegi.gob.mx. 2006. Instituto Nacional de Estadística y Geografía: II Conteo de Población y
Vivienda 2005. Sistema de consulta, principales resultados por localidad.
http://www.inegi.gob.mx
Jiménez, H. L. M. 2001. Desarrollo sostenible y economía ecológica. Integración medio
ambiente-desarrollo y economía-ecológica. 2nd ed. Síntesis. España. 36 p.
Ley Federal de Derechos 2007. Disposiciones aplicables en materia de aguas nacionales. Art.
223.
Ludevid, A. M. 1998. El cambio global en el medio ambiente. Introducción a sus causas
humanas. Alfaomega. México. 169 p.
Manson, R. H. 2004. Los servicios hidrológicos y la conservación de los bosques de México.
Madera y Bosques 10(1):6, 11
Myers, N. 1997. The world’s forests and their ecosystem services. p.215. In: Daily, G. (ed)
Nature Services: societal dependence on natural ecosystems. Island Press. Washington, D. C.
Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012. Eje 4. Sustentabilidad ambiental. Protección del medio
ambiente. Presidencia de la República México. 245-247 p.
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. 2005. Informe sobre el Desarrollo
Humano 2004. Mundi-Prensa. México. 49-56 p.
Sampieri, H. R., C. Fernández-Collado y P. Baptista L. 2006. Metodología de la Investigación.
Cuarta edición. Mc Graw Hill. México. 247-249 p.
R
Statistica (computer program) versión 6. StatSoft . United States.
Vargas, M. L. M. 1994. Sobre el concepto de percepción. Alteridades. 4(8):48-49, 51.
Veracruz.gob.mx. 2002. Gobierno del Estado de Veracruz: Programa de Desarrollo Urbano
para el Centro de Población de Acayucan. [Noviembre 2007]. http://www.veracruz.gob.mx
Veracruz.gob.mx. 2007. Gobierno del Estado de Veracruz: Municipio de Acayucan. [Noviembre
2007]. http://www.veracruz.gob.mx

233
USO DEL DIAGNOSTICO RURALPARA EVALUAR LA PRODUCCIÓN DE MAÍZ EN
EL MUNICIPIO DE JAMAPA, VERACRUZ.
1
Ángel Capetillo Burela
1
Catalino Jorge López Collado
1
José López Collado
2
Ricardo Cruz Balcázar

RESUMEN

En el municipio de Jamapa, Veracruz, la producción de maíz ha disminuido notablemente


debido a factores como uso ineficiente de fertilizantes químicos, degradación y erosión de los
suelos, baja rentabilidad del cultivo por altos costos de producción, migración de hombres y
mujeres rurales al extranjero y cambio de uso del suelo agrícola por actividades secundarias
como ganadería y plantaciones forestales. Para tal fin, se realizó un Diagnóstico Rural
mediante una encuesta en los ejidos donde a la fecha se ha sembrado maíz, con el objetivo de
identificar los factores que influyen directa e indirectamente en la baja producción del maíz; ya
que se cree que su rendimiento se debe en gran medida a los factores antes mencionados.
Esta investigación se llevó a cabo en 13 ejidos del municipio de Jamapa, Veracruz, en los
meses de julio-octubre del 2006 mediante la aplicación de una encuesta a productores de
maíz. Se solicitó información al presidente municipal y al director de fomento agropecuario del
municipio en cuestión, con la finalidad de localizar en un croquis los ejidos donde actualmente
se siembra maíz; también, se consideró la relación de comisariados ejidales de cada uno de los
ejidos que integran a ese municipio. En total se encuestaron 54 productores en 13 ejidos. Los
resultados se graficaron mediante tablas de frecuencias realizados con excel y analizados con
SAS versión 8.0 para Windows. Se encontró que los principales factores que inciden
directamente en la baja producción y productividad del cultivo de maíz en Jamapa, Veracruz,
fueron: 1) bajo nivel académico, 2) falta de productores jóvenes en las parcelas, 3) inadecuado
manejo agronómico y 4) mal uso de los fertilizantes químicos.

Palabras claves: Cuestionario, agroecosistema, diagnóstico.

INTRODUCCIÓN

El maíz es uno de los cereales más importantes del mundo, ya que cada año, en promedio de
cosechan alrededor de 129.1 millones de hectáreas (Castro, 2004). Su relevancia histórica se
remonta a la época prehispánica, cuando las culturas Totonacas y Olmecas que habitaron en el
sureste del territorio mexicano, lo utilizaron como un alimento principal y le dieron un significado
divino, ya que creían que los dioses habían empleado el maíz para crear al hombre (Etchevers
et al., 1990).
El maíz forma parte de los ingredientes básicos que constituyen el alimento para aves, cerdos,
algunos tipos de ganado y principalmente para el ser humano (Palafox et al., 2003). También
es importante en la elaboración de alimentos consumidos en diferentes modalidades por los
mexicanos (Bolaños et al., 1993). Desde el punto de vista alimenticio, este cereal sobresale por
el consumo per-cápita que va de 180 a 200 kg por habitante por año (Galvis et al., 1993). Este
cultivo representa una de las principales actividades productivas desarrolladas en México, tanto
por agricultores de autoconsumo como por empresariales; lo anterior destaca la importancia
histórica, social y económica de esta gramínea (FAO, 1991).

_______________________________________________________
1
Colegio de postgraduados, Campus, Veracruz. [email protected]
2
Instituto Tecnológico de Úrsulo Galván, Veracruz. [email protected]

234
El sureste de México, es una zona productora de maíz destacando entre una de ellas el estado
de Veracruz, donde en los ciclos primavera-verano y otoño-invierno del 2001 se sembraron
660,330 ha. Esta superficie representa el 8% del área sembrada con esta gramínea a nivel
Nacional (Tinoco et al., 2004).
El municipio de Jamapa, cuenta con una superficie total de 16,380 hectáreas, de las cuales
1,201 son de maíz, 79 de fríjol, 25 de sandia, 40 de chile verde, 850 de mango y 30 de piña, y
el resto de la superficie es dedicado a la producción ganadera y forestal. Desde hace
aproximadamente 25 años, la producción de maíz en este municipio, ha disminuido
notablemente debido al uso ineficiente de fertilizantes químicos, degradación y erosión de los
suelos, baja rentabilidad del cultivo debido a altos costos de producción, migración de hombres
y mujeres rurales al extranjero y abandono total o cambio de uso del suelo agrícola por
actividades secundarias (Capetillo, 2007. Observación personal).
Se cree que la baja rentabilidad del cultivo, se debe en gran medida a los factores antes
mencionados, aunque no con la certeza que tanto influye cada uno de ellos en la producción;
por lo tanto, se realizó un diagnóstico rural mediante encuestas en el municipio de Jamapa,
Veracruz, con el objetivo de identificar algunos indicadores que influyen directa e
indirectamente en la baja producción de maíz.

MATERIALES Y MÉTODOS

Características del área de estudio


El presente trabajo de investigación se llevó a cabo en 13 ejidos del municipio de Jamapa,
Veracruz. Los ejidos fueron: Jamapa, Paso Real, El Rincón, Las Puertas, El Zapotal, La Javilla,
La Brecha, La Matamba, El Yagual, El Jilguero, La Zapilla, La Lajilla y El Zacatal.
Jamapa Veracruz, se localiza en las estribaciones de las llanuras de sotavento
aproximadamente a 30 km del puerto de Veracruz entre las coordenadas 19°01´45´´ a
19°03´53´´ Latitud Norte y 96°15´10´´ a 96°17´ 21´´ Longitud Oeste, a una altura de 57 msnm.
Limita al noroeste con Manlio Fabio Altamirano; al noreste con Medellín de Bravo; al sur con
2
Tlalixcoyan y Cotaxtla y al oeste con Soledad de Doblado. Tiene una superficie de 163.8 km ,
cifra que representa el 0.22% del total del Estado y su distancia aproximada al sureste de la
capital del Estado por carretera es de 100 km (Instituto de Meteorología Náutica).
El clima del área de estudio es cálido subhúmedo con lluvias en verano (temperatura media del
mes más frío mayor a 18ºC y temperatura media anual mayor a 22ºC). La temperatura y
precipitación pluvial media anual son de 25ºC y 1,108 mm respectivamente (Instituto de
Meteorología Náutica)
Determinación del número de ejidos y productores
Para el desarrollo de la presente investigación, se diseñó un cuestionario que permitiera
generar información sobre aspectos técnicos y socioeconómicos sobre la producción de maíz
en el municipio de Jamapa, Veracruz (Cuadro 1). Asimismo para determinar el tamaño de la
muestra se utilizó la ecuación A), propuesta por Chambers, (1994). El marco de muestreo lo
constituyó un total de 54 productores de acuerdo con información

A) Donde:
n= tamaño de muestra
N= tamaño de la población
2
D= precisión deseada = B /4
B= error de estimación
S= varianza exploratoria teórica

Se solicitó información al presidente municipal y al director de fomento agropecuario del


municipio Jamapa, Veracruz; con la finalidad de localizar en un croquis (Figura 1), los ejidos
donde actualmente se siembra maíz; así como la relación de comisariados ejidales y agentes
municipales de cada uno de los ejidos que integran al municipio. Estos fueron identificados
como informantes claves para la ejecución de las encuestas. Con base en lo anterior se
determinó que tipo de información que se tenia que obtener. Consecuentemente, se inició con

235
el trabajo de campo (ejecución de encuestas), el cual tuvo una duración de cuatro meses (julio-
octubre 2006). En promedio se encuestaron cinco personas por día de trabajo debido a la
distancia existente de los encuestados y a su disponibilidad de horario.
Seguimiento a encuestas
En total se encuestaron 54 productores en 13 ejidos del municipio de Jamapa, Ver., con una
duración promedio de 40 minutos por cuestionario y cuya relación se indica en el Cuadro 2. Los
resultados obtenidos fueron graficados mediante tablas de frecuencias realizados con excel y
analizados con SAS versión 8.0 para Windows.

Cuadro 1. Indicadores considerados durante la aplicación de encuestas en 13 ejidos del


municipio de Jamapa, Veracruz

Aspectos generales del productor Componentes tecnológicos del cultivo de maíz


1. Nombre del productor 1. Labores de preparación del suelo para la siembra
de maíz
2. Edad 2. Fecha de siembra
3. Sexo 3. Material sembrado: variedad, híbrido o criollo
4. Escolaridad 4. Distancia entre surco y planta
-1
5. Tenencia de la tierra 5. Kg de semilla que utiliza por ha y método de
siembra
6. Superpie física en ha 6. Días al atierre y ciclo del cultivo
7. Superficie sembrada con maíz 7. Tipos de fertilizantes, dosis y número de
aplicaciones al cultivo
8. Otros cultivos sembrados 8. Control de plagas y enfermedades
9. Tipos de tierra en la parcela y como las diferencia 9. Métodos de cosecha, rendimiento por ha y precio
de venta por kg.

Cuadro 2. Ejidos del municipio de Jamapa, Veracruz y número de productores encuestados en


el periodo julio-octubre del 2006.

Nombre del ejido Productores encuestados


Jamapa 10
Paso Real 2
Rincón 7
Puertas 3
Zapotal 1
Javilla 1
Brecha 4
Matamba 13
Yagual 3
Jilguero 1
Zapilla 1
Lajilla 1
Zacatal 7
Total 54

236
N

O E

Figura 1. Mapa del municipio de Jamapa, Veracruz, que indica los ejidos donde se realizaron
las encuestas.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Indicadores Socioeconómicos
En relación con la edad y escolaridad (Figura 2), se observa que la mayoría de los productores
encuestados son personas mayores de edad con un promedio de 54 años; asimismo en cuanto
a la escolaridad de los mismos, ésta fluctúa en promedio con tercero de primaria; aunque cabe
señalar que existen productores que no han tenido escolaridad alguna, pero hay otros que
tienen estudios de preparatoria.

En lo que respecta al indicador sexo, se encontró que del total de productores encuestados, el
16% (9 productores) son mujeres y el 84% restante (45 productores) son hombres, lo cual
refleja que debido a la escasa población joven en el campo, se tiene la necesidad que el sexo
femenino realice labores agrícolas para obtener un ingreso por la venta de sus productos y
para su subsistencia.

237
Figura 2. Relación entre edad y escolaridad de 54 productores encuestados en al zona de
estudio.

Otro indicador socioeconómico primordial que se detectó durante el desarrollo del trabajo de
campo y que influye directa e indirectamente en la producción y productividad del maíz, es la
superficie física de terreno que tiene cada productor contra la superficie que siembran de maíz
por ejido (Cuadro 3). Esto es, porque en el municipio de Jamapa, los ejidos que lo integran
presentan una gran diversidad de superficie por agricultor; es decir, la cantidad de terreno que
tiene cada uno de ellos no es uniforme; ya que se encontró que algunos de los encuestados
cuentan con 2 hectáreas, mientras que otros tienen 25, lo cual hace la diferencia entre cada
uno de ellos. También, existen productores que siembran éste cultivo para autoconsumo (0.25
ha), mientras que otros lo utilizan no tan sólo para el fin anterior, si no también para
comercializarlo y en consecuencia de ello, obtener un ingreso extra para subsistir. En promedio
siembran 1.6 ha de este cultivo, lo cual los hace poco competentes contra los grandes
agricultores por la pequeña superficie que siembran y en algunos casos su bajo rendimiento.

Indicadores técnicos
Uno de los indicadores técnicos que integran los componentes tecnológicos del cultivo de maíz,
es la preparación que le hacen al suelo para establecer la siembra. Al respecto, se identificó
que el 22% de los encuestados realizan labores adecuadas, tales como barbecho, doble paso
de rastra y surcado con maquinaria agrícola (tractor) y el 78% restante solamente da un doble
paso de rastra y prosigue a la siembra del maíz.

238
Cuadro 3. Superficie física y superficie destinada a la siembra del cultivo de maíz en ejidos de
Jamapa, Veracruz.
Ejido Superficie física de hectáreas que Superficie destinada a la siembra de maíz
tienen los productores
Jamapa 5.75 1.47
Paso Real 5.75 1.75
Rincón 5.75 1.10
Puertas 5.75 1.75
Zapotal 5.75 1.00
Javilla 8.00 2.00
Brecha 8.00 1.62
Matamba 8.00 1.92
Yagual 12.00 1.50
Jilguero 10.00 2.00
Zapilla 10.00 2.00
Lajilla 10.00 2.00
Zacatal 14.00 1.71

Respecto a la época de siembra, el 98% de los encuestados siembran en temporal y el 2%, lo


hace bajo riego rodado. El 99% siembran una variedad comercial y solamente el 1% siembra
maíz híbrido. En relación con la distancia entre surcos y plantas que siembran el cultivo, a
pesar que en promedio siembran 20 kg de semilla de maíz por hectárea, se observó que sí
existen algunas diferencias mínimas en estos indicadores, ya que el 6% de productores
siembran con tracción animal y espeque; mientras que el 94% restante, lo hacen totalmente
con maquinaria agrícola. Esto hace variar considerablemente la distancia entre planta y surco
durante el establecimiento del cultivo. El tipo de fertilizante que utilizan los productores para
nutrir el cultivo es la urea (46-0-0); es decir, aplican solamente nitrógeno, no tomando en
cuenta que también el fósforo y el potasio son importantes como nutrimentos para la planta, ya
que estos influyen considerablemente en el rendimiento del maíz; además aunado a eso, el 3%
aplica nitrógeno a su cultivo dos veces durante el ciclo del mismo (a los 15 y 40 días después
de la siembra) y el 97% restante lo hace una sola vez a los 35 días después de la siembra. Las
dosis que aplican son variables desde 138 a 460 kg de urea ha (Cuadro 4). Al aplicar dosis
excesivas ocasiona un gasto adicional innecesario; además que causa daño al ambiente. Sin
embargo los productores no tienen conocimiento al respecto a esto último. El problema se
incrementa debido que lo hacen en una sola aplicación en forma manual; y por lo tanto no todo
el fertilizante es aprovechado por la planta.

Cuadro 4. Frecuencia de productores encuestados y kg de urea (46-0-0) que aplican por


hectárea al cultivo de maíz.
Dosis promedio (kg) de urea que
Número de productores aplican por hectárea
1 138
14 184
23 230
10 276
4 368
2 460
Total 54

-1
En el Cuadro 5, se indica el rendimiento del grano en t.ha que obtienen los productores por
ejido, así como el precio de venta al público por kilogramo de maíz. En lo que respecta al
primer indicador, se observa que en promedio los productores obtienen 4.5 toneladas de maíz,
lo cual de acuerdo con la zona y el manejo, se considera un rendimiento bajo del grano;
-1
aunque cabe decir que existen ejidos que tienen un rendimiento hasta de 7 t.ha , lo cual se
debe a un mejor manejo agronómico del cultivo. Además de lo anterior, se encontró que los
ejidos Jilgüero y Zapilla siembran maíz exclusivamente para producción de forraje de maíz
(silo) para alimentación de ganado y no para grano comercial.

239
Cuadro 5. Rendimiento promedio y precio de venta por kilogramo de maíz en ejidos de
Jamapa, Veracruz.
-1
Ejido t. ha Precio de venta por kilogramo de maíz
Jamapa 5.58 1.2
Paso Real 4.2 1.3
Rincón 3.9 1.3
Puertas 5.3 1.2
Zapotal 5.5 1.3
Javilla 7 1.4
Brecha 5.25 1.3
Matamba 2.9 1.3
Yagual 4.3 1.2
Jilgüero (silo) (silo)
Zapilla (silo) (silo)
Lajilla 3 1.2
Zacatal 3.5 1.3

CONCLUSIONES

Se lograron identificar cinco indicadores socioeconómicos que influyen en gran medida en la


baja producción de maíz en el municipio de Jamapa, Veracruz; los cuales son: la edad,
escolaridad, sexo, superficie física que tiene cada productor y la superficie que destinan al
cultivo de maíz. De estos indicadores los de mayor impacto es la edad y escolaridad, ya que
se pudo observar que en el campo solamente existe gente de edad avanzada (45 y 60 años en
promedio) y la mayoría de ellos sin estudio académico. En segundo término se encuentra la
superficie física y la superficie sembrada con maíz, lo cual también es importante comentar
que la mayoría de ellos, solamente destinan en promedio una cuarta parte de todo su terreno
para sembrar maíz; ya que no es rentable para la venta, solamente lo siembran para
autoconsumo.
De los doce indicadores técnicos, el mas importante es el tipo de fertilizante y la dosis que
utilizan los productores; ya que se pudo observar que ningún productor tiene conocimiento de
la función de los fertilizantes químicos en la planta y suelo; además que nadie aplica a su
cultivo fósforo y potasio, solamente nitrógeno y lo hacen de una forma inadecuada
posiblemente por desconocimiento de los efectos negativos que presenta este tipo de
fertilizante al ambiente.
El diagnóstico rural, es una herramienta que permite tomar decisiones sobre la situación de
algún cultivo y región en particular; así como conocer a detalle los componentes tecnológicos y
socioeconómicos de que influyen directa e indirectamente en la producción y productividad del
mismo.

LITERATURA CITADA

Bolaños J. y Edmeades, G. O. 1993. La fenología del maíz. En Síntesis de resultados


experimentales del PRM 1992, volumen 4, pp. 251-261.
Castro B. R. 2004. Nutrición nitrogenada en tomate de cáscara (Physalis oxicarpa Brot.). Tesis
de Doctor en Ciencias del Colegio de Postgraduados. pp. 5-6.
Chambers, R. 1994. Participatory Rural Appraisal (PRA): Analysis of experience. World
development. Vol. 22, No. 9. pp. 1253-1268.
Etchevers B. J. D; Rodríguez, S. J. y Galvis, S. A. 1990. Generación de recomendaciones de
fertilización mediante un enfoque sistémico racional. Terra 9:3-10.
FAO. 1991. Report on population. Vol. 45. Statistic series. World resources report. Rome.
Galvis S. A; Etchevers, B. J. D. y Rodríguez, S. J. 1993. Estimación de rendimientos máximos
alcanzables de maíz en áreas de temporal del estado de Tlaxcala. Terra 11:226-234.
Instituto de Meteorología Náutica. S/F. Medio siglo de datos climáticos. 1917-1966 en
Veracruz, Ver., Centro de Previsión del Golfo de México. México.
Palafox C. A., Tosquy, V. O. H., Sierra, M. M., Turrent, F. A., y Espinosa, C. A. 2003.
Respuesta de híbridos de maíz normales y de alta calidad de proteína a la fertilización química.
Terra Latinoamericana. 23. p. 129-130.

240
Tinoco A., C; Rodríguez M., F; Sandoval R., J; Barron F., S; Palafox, C., A; Sierra M., M;
Esqueda E., V; y Romero M., J. 2004. Manual de producción de maíz para los estados de
Veracruz y Tabasco. Folleto Técnico número 9, INIFAP. 159 p.

241
AFECTACIONES A LA SALUD POR METALES TÓXICOS EN LA POBLACIÓN DE
XOCHITLÁN, HIDALGO, MÉXICO.
PARTE I: CARACTERIZACIÓN Y ESTUDIO DE LA POBLACIÓN POTENCIALMENTE
EXPUESTA

1
Roberto García Monroy
1
Francisco Prieto García
2
Griselda Pulido Flores
2
William Scott Monks
1
Armida Zúñiga Estrada

RESUMEN

En una primera parte, se realiza una caracterización de la comunidad de Xochitlán, Hidalgo,


México. Población potencialmente expuesta a afectaciones a la salud por la presencia de
metales tóxicos en aguas de riego, suelos y cultivos de consumo sistemático. Los objetivos del
estudio son caracterizar, evaluar y determinar niveles de bioacumulación de metales pesados
en tejidos y fluidos corporales de los habitantes de esta población, con vistas a realizar
valoraciones de riesgo y determinar la magnitud del daño a la salud de sus pobladores.
Primeramente es preciso una caracterización sociodemográfica de la población expuesta. Se
toman las muestras y se evalúan las concentraciones de Cd, Cr y Pb en tejidos y fluidos
corporales en un estudio de corte transversal de pobladores seleccionados con edades entre 6
y 90 años. Como criterios de exclusión se consideró pobladores con malformaciones
congénitas, padecimientos inmunosupresivos y con menos de cinco años de residencia en la
localidad. Como criterio de eliminación, casos de cambio de residencia, muerte, negación a la
toma de muestras y que los individuos se nieguen a continuar el estudio, una vez empezado.
Se obtuvo la base de datos sociodemográficos, distribución de la población por edades y
sexos, pirámide poblacional, tasa de crecimiento, natalidad, morbilidad y mortalidad entre otros.
Se presentó una pirámide poblacional invertida (forma de rombo), población total de 1947
habitantes, la población de 10 a 19 años ocupa la base de la pirámide que adelgaza en los
extremos de la vida <5 años y >60 años. Más de la mitad de la población son mujeres
(51.82%); 55 personas/año de la población económicamente activa migra a los Estados
Unidos. Se espera una relación entre estudios previos de acumulación de metales en aguas,
suelos y cultivos con los que se encuentren en pobladores para establecer criterios de
vigilancia epidemiológica y ambiental.

Palabras Clave: bioacumulación, metales tóxicos, afecciones a la salud, riesgos de salud,


vigilancia epidemiológica.

INTRODUCCION

Los metales pesados poseen una gran capacidad para unirse con muy diversos tipos de
moléculas orgánicas; los procesos de bioacumulación son debidos básicamente a la
imposibilidad, por parte del organismo afectado, de mantener los niveles necesarios de
excreción del contaminante, por lo que sufre una retención en el interior del mismo. El proceso
se agrava a lo largo de las cadenas tróficas, debido a que los niveles de incorporación sufren
un fuerte incremento a lo largo de sus sucesivos eslabones, siendo en los superiores donde se
hallan los mayores niveles de contaminantes. Sus efectos tóxicos específicos sobre un sistema
biológico, dependen de reacciones con ligandos que son esenciales para la función normal de
ese sistema. Los metales muestran gran afinidad por grupos sulfhidrilos y en menor medida,
por radicales amino, fosfato, carboxilo, imidazol e hidroxilo, pertenecientes a enzimas y otras
proteínas esenciales. Los ácidos nucleicos también resultan afectados por los metales
pesados. Éstos ocasionan un efecto genotóxico que puede ser catalogado en las siguientes
categorías: (a) mutaciones genéticas; (b) aberraciones cromosómicas; (c) alteraciones en la
síntesis y reparación de ácidos nucleicos; y (d) transformaciones celulares (Codina,1993).

242
Los metales que tienen el mayor potencial de causar enfermedades, son aquellos que se
bioacumulan en el cuerpo. Entran en forma de sales disueltas a los sistemas biológicos, se
disocian fácilmente en medios acuosos permitiendo su transporte a las membranas biológicas
en forma de iones metálicos. La absorción es mayor cuando la ingestión gastro-intestinal
ocurre durante el ayuno; además, los metales que se unen fuertemente a los tejidos, su
eliminación es lenta (Corey et Galvao, 1989 a, b y c). Potencialmente son varios los efectos en
la salud de individuos expuestos, pero son dos los que generan más preocupación social: el
cáncer y las malformaciones congénitas. Si bien en muchos sitios los contaminantes superan la
concentración crítica para generar cáncer, se ha estimado el valor de dicha concentración para
un incremento de un caso de cáncer en un millón de habitantes. Es evidente la enorme
dificultad que implica contar con suficiente población para realizar un buen estudio
epidemiológico; por lo tanto “la ausencia de evidencia no es evidencia de ausencia”. En
México, los estudios acerca de los efectos sobre la salud en poblaciones expuestas a tóxicos
ambientales son mínimos. Los más relevantes son los trabajos sobre plomo (contaminación
atmosférica y cerámica vidriada); arsénico (contaminación natural); plaguicidas (exposición
ocupacional) y flúor (contaminación natural y exposición ocupacional), estudios relevantes,
pero que no abordan la problemática en toda su magnitud, lo que demuestra lo escaso que
son los estudios en este aspecto (Díaz, 1996).
Más del 75% de la superficie de México, está catalogada como semiárida o árida por lo que el
agua residual de algunas ciudades se utiliza para el riego de tierras agrícolas. El distrito de
riego 03 (DR03) tiene 48 mil hectáreas que son regadas con aguas residuales o negras. La
3
Ciudad de México desaloja alrededor de 60 m /s de aguas residuales mediante tres colectores
que la conducen hasta el Valle del Mezquital donde irriga 85,000 hectáreas de los DR03 y
DR100 (Cortés et Romero Álvarez, 1993; Lucho et al., 2005; Prieto et al., 2005). Uno de los
problemas que se suscitan con el riego con aguas residuales, es el relacionado con metales
pesados, que pueden contaminar suelos, provocar alteraciones en el desarrollo de los
productos agropecuarios, y por lo tanto introducirse en las cadenas alimenticias. Estudios
realizados en zonas del DR03, han reportado niveles elevados de plomo, cadmio y cromo en
suelos, aguas, cultivos y hatos ganaderos, por lo tanto es latente la posibilidad de producir
afectaciones a la salud en humanos (Prieto et al., 2005). Por todo lo anterior, se hace necesario
caracterizar, evaluar y determinar los niveles de bioacumulación de metales pesados en
habitantes de poblaciones aledañas a esta zona de riego, potencialmente afectados por el
consumo de productos agropecuarios y agua de la región. Esto resulta de gran utilidad con
vistas a realizar valoraciones de riesgo y determinar la magnitud del daño a la salud de
pobladores de ésta región. Se espera que haya una relación entre estudios previos y los de
vigilancia epidemiológica y ambiental (sistemas de información de salud).

MATERIALES Y MÉTODOS

Se obtuvo los permisos y anuencias de los organismos oficiales que norman y sancionan la
investigación en seres humanos (Comité de Bioética del Instituto Mexicano del Seguro Social,
delegación Hidalgo; Comisión Estatal de Los Derechos Humanos en Hidalgo, Jurisdicción de
Progreso de Obregón de la Secretaría de Salud y Subdelegación local de Xochitlán). Se
seleccionó la comunidad del DR03 Xochitlán (figura 1), donde se tratará de evidenciar el
comportamiento de las concentraciones de metales Cd, Cr y Pb en tejidos y fluidos corporales
de sus habitantes, con la finalidad de hacer un estudio comparativo con el panorama de salud.
Se realizó un estudio de corte transversal en pobladores seleccionados con edades entre 6 y
90 años, con factores de exposición presentes. El tamaño de muestra se tomó a partir del
criterio de cálculo (Mûnch, 1998; Tamayo et Tamayo, 1998):

donde: n es el tamaño de la muestra a tomar; p la probabilidad a favor; q la probabilidad en


contra; Z el nivel de confianza; N como universo o población total y e nivel de error de
estimación.
Como criterios de exclusión se tomaron en cuenta a pobladores que presentaron
malformaciones congénitas, padecimientos inmunodepresivos o tratamientos y con menos de
cinco años de residencia en la municipalidad. Se consideraron como criterio de eliminación
casos que se presentaron cambio de residencia, casos de muerte, negación de la madre a la
toma de muestras sanguíneas de los niños y/o de adultos y causas ajenas que ocasionen que
los individuos se nieguen a la continuación del estudio, una vez empezado.

243
Distrito de riego 03 (DR03)

9
8
°
5
5

9
9 Figura 1. Mapa de la zona de estudio poblado de Xochitlán, perteneciente al Distrito de Riego
°
203 (DR03). A la izquierda una vista del DR03. Los tiempos de irrigación con aguas negras para
5 la zona son de un tiempo promedio de 99 años (Prieto et al., 2005). A la derecha una vista
’ ampliada del poblado de Xochitlán.

Se aplicó una encuesta que contempló diez apartados (I: Datos de identificación del
participante; II: Hábitos y costumbres; III: Antecedentes hereditarios; IV: Antecedentes
laborales del entrevistado; V: Antecedentes personales patológicos; VI: Esfera psicológica;
VII: Antecedentes gineco-obstétricos; VIII: Antecedentes del escolar; IX: Signos vitales y X:
Somatometría). Se procesaron los grupos de encuestas, dirigidas a conformar un criterio de
validación para una buena selección de individuos a incorporar al estudio y conformar
expedientes de cada uno y su seguimiento posterior. Se evaluó la relación entre los resultados
en la determinación de metales (Cd, Cr, Pb) en agua-suelo-cultivos que indican el grado de
bioacumulación en las zonas, obtenidos de estudios previos (Lucho et al., 2005; Prieto et al.,
2005; Maples, 1990; Ramos 1997; Domínguez, 2002). Se obtuvo información sobre hábitos y
estilos de vida. Se elaboró un diagnóstico situacional que incluyó el tipo de alimentación de la
comunidad (contemplados en los apartados de la encuesta).
El estudio está planificado para cuatro etapas ejecutivas (Etapa I. Investigación documental;
Etapa II. Construcción del escenario para evaluar el riesgo de exposición; Etapa III.
Caracterización de la población y Etapa IV. Toma de muestras, análisis e interpretación de los
resultados). Ya se han realizado las Etapas de la I a la III y se trabaja en la Etapa IV. Se
construye el escenario para la evaluación de riesgos.
La toma de muestras de sangre se realizó por punción venosa en tubos vacutainer con
anticoagulante (heparina 0.2 ml), se refrigeraron en termos para muestras hematológicas para
su transporte al laboratorio. Fueron tomadas en condiciones de ayuno de los participantes.
Para evaluar los niveles de Cd, Cr y Pb en sangre se tomó como referencia la Norma Oficial
Mexicana (NOM-199-SSAl-2000). Fueron digeridas (2-10 ml de muestra) en horno de
microondas modelo Marx 5 con adición de 10 ml de HNO3 concentrado y según programa del
equipo (1200 watt, presión de 150 psi, temperatura de 210°C durante 10 minutos). Los
digestatos una vez fríos, se aforaron a 50 ml con agua desionizada y reservados para las
determinaciones de metales. La toma de muestra de orina se llevó a cabo bajo la Norma Oficial
Mexicana (NOM-136-SSAl-1995). Las muestras, preferentemente de 24 horas (con restricción
de líquidos a partir de la tarde del día anterior), se tomaron en frascos de polietileno

244
conteniendo 0,5 ml de ácido nítrico al 4%v/v. Hasta el momento de efectuar el análisis, las
muestras se conservaron refrigeradas. Fueron digeridas (10 ml de muestra) en horno de
microondas en condiciones similares a las ya descritas e igualmente aforados con agua
desionizada a 50 ml y reservados para las determinaciones de los metales en estudio.
Las muestras de cabello fueron previamente pesadas en rangos entre 0.05 a 0.50 g, en
dependencia de la cantidad que se logró obtener por cada individuo. Se llevaron a vasos de
teflón del horno de microondas y se les adicionaron 5 ml de HNO 3 y se digestaron según
programa (similares condiciones que las descritas). De manera análoga se colectaron las
muestras de uñas que fueron cortadas en el momento de la toma de las muestras de cabello.
Fueron igualmente procesados por digestión en horno microonda.
Se determinó el contenido de Pb, Cd y Cr, por espectrofotometría de absorción atómica con
llama, en equipo Varian 1300. La exactitud de los métodos de análisis se comprobó mediante
la evaluación de muestras de participantes (controles negativos, supuestamente no expuestos
a la contaminación por metales) tomadas en otro territorio (Municipio Pachuca). Se valoraron
los criterios estadísticos de medias de las réplicas (n=5) y porcentaje de desviación estándar
(%DRE), considerándose que todos los valores de % DRE < 10 son aceptables. La
determinación de los factores asociados se realizó mediante el análisis de tablas de
contingencia; como medidas de riesgo se hallaron los Odd Ratio (OR) y su intervalo de
confianza para los factores que tuvieran una asociación estadísticamente significativa con los
metales tóxicos en estudio, tanto en sangre como en orina, cabellos y uñas. Basados en la
Norma Oficial Mexicana (NOM-048-SSAl-1993) se realizó la evaluación de riesgos a la salud
como consecuencia de agentes ambientales.
Con posterioridad se realizará un análisis bivariado, con lo que se pretende estructurar un
modelo matemático de regresión logística, cuya variable dependiente será el nivel de Pb, Cd, y
Cr en sangre, uñas, orina y cabellos, que permitirá valorar el grado de riesgo de una población
determinada, ya sea la expuesta laboralmente a los agentes, como la que por diversos motivos
permanecen un tiempo prolongado en la vecindad donde se generan los factores de riesgo y
que por ello pueden verse afectados en su salud. En la expresión de los resultados se utilizarán
medidas de frecuencia absoluta y de frecuencia relativa (%). Así mismo se utilizará la prueba
de Chi cuadrada de Mantel y Haenzel para determinar el nivel de significación estadística de
los resultados (http://www.bvs.sld.cu/revistas/hie).

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Se obtuvo en esta primera parte del trabajo la base de datos sociodemográficos, distribución de
la población según censos por edades y sexos, tasa de crecimiento poblacional, natalidad,
morbilidad, mortalidad y otros. Xochitlán es considerada una de las principales localidades del
municipio de Progreso de Obregón, ubicada entre las coordenadas latitud norte a 20° 17´ 47” y
longitud oeste a 99°11´15´´, a una altitud de 2000 metros sobre el nivel del mar. Respecto a la
población se observó una pirámide poblacional invertida con forma de rombo, con una
población total de 1947 habitantes, de los cuales la población de 10 a 19 años ocupa la base
de la pirámide y ésta se va adelgazando hasta hacerse más pequeña en los extremos de la
vida que es en los menores de 5 años y los mayores de 60 años. Se observa que más de la
mitad de la población son mujeres (51.82%) (Cuadro 1). Se estimó que el 2.82% (55
personas/año) de la población económicamente activa migra a los Estados Unidos.

Su tasa de crecimiento en el período Agosto 2004-Julio 2005 fue de 2.88 por 100 habitantes.
La natalidad promedio entre los años 2000-2005 fue de 47 niños nacidos. La tasa de
fecundidad expresa que en promedio, para igual período, es de 1.54 por 100 mujeres en edad
fértil. Se puede decir que se ha incrementado paulatinamente la esperanza de vida; en 1940
fue de 36 años para el hombre y de 39 años para la mujer, para 1993 fue de 64 y 70 años,
respectivamente, y para el 2002, 72 y 76 años, respectivamente. Porcentualmente significa
incrementos de 76.4% para mujeres y hombres de la población. La esperanza de vida muestra
un notable incremento, lo que indudablemente refleja un mejor nivel de salud en el municipio
(SISPA, SUIVE, 2005); para 2010 se estimó que se mantendrá entre 74 y 78 años.

De acuerdo a los índices de marginación, la comunidad de Xochitlán es considerada de baja


marginalidad ya que existe un pobre desarrollo de infraestructura de servicios, sin embargo
cada vez más se incrementan los apoyos para infraestructura de servicios y medios de
comunicación.

245
Cuadro 1. Pirámide de población de la localidad de Xochitlán
Rango de edad Hombres % Mujeres % Total %
< 1 año. 9 0.46 15 0.77 24 1.23
1 a 4 años. 87 4.47 74 3.80 161 8.27
5 a 9 años. 109 5.60 107 5.50 216 11.09
10 a 14 años. 121 6.21 127 6.52 248 12.74
15 a 19 años. 106 5.44 118 6.06 224 11.50
20 a 24 años. 83 4.26 98 5.03 181 9.30
25 a 29 años. 73 3.75 75 3.85 148 7.60
30 a 34 años. 63 3.24 88 4.52 151 7.76
35 a 39 años. 68 3.49 70 3.60 138 7.09
40 a 44 años. 52 2.67 53 2.72 105 5.39
45 a 49 años. 41 2.11 46 2.36 87 4.47
50 a 54 años. 30 1.54 39 2.00 69 3.54
55 a 59 años. 26 1.34 35 1.80 61 3.13
60 a 64 años. 29 1.49 19 0.98 48 2.47
65 a más años. 41 2.11 45 2.31 86 4.42
Total. 938 48.18 1009 51.82 1947 100.00
Fuente: Micro-diagnóstico de la comunidad de Xochitlán (SISPA, SUIVE, 2005).

Las características de las viviendas son diversas; se observó que de un total de 433 viviendas
habitadas, el 85.45% de la población cuenta con casa propia, mientras que 7.62% rentan una
propiedad y el 5.77% vive en una casa prestada. Además por el tipo de vivienda se encontró
que la mayoría de la población construyó su vivienda de tipo individual y en manzana; de
manera que el 96.77% de la población cuenta con vivienda de tipo individual, el 1.39% cuenta
con vivienda semi aislada, el 0.23% tiene vivienda aislada y el 0.46% vive en vecindad; se
desconoce el 1.15%. No todas las viviendas cuentan con el mismo tipo de combustible para
cocinar, el 97.46% utilizan gas y el 1.39% todavía cocina con leña.
El 100% de las viviendas cuentan con agua potable; se encontró que el 67.21% de la
población dispone de agua entubada fuera de la vivienda y el 31.64% restante la dispone
dentro de su casa. Se cuenta con una fuente de abastecimiento de agua, a través de un pozo
2
localizado dentro de la comunidad, el cual cuenta con 25 m de manto de agua y 108 m de
profundidad, a su vez se encuentra conectado a través de tuberías a tres cisternas que se
limpian cada seis meses.
Existen un total de 7 descargas de agua residual pero no cuenta con canal de aguas negras ni
plantas de tratamiento de aguas residuales. La eliminación de basura en la localidad es un
problema de salud pública, se encontró que el 79.21% de la población tira su basura en el
camión recolector, el 0.92% la tiran a cielo abierto, el 18.48 la queman, el 0.23% la entierran y
se desconoce el 1.15%.
Los resultados de los hábitos alimenticios (según resultados analizados de la encuesta),
reflejaron una baja calidad de nutrimentos, es decir, alimentación no es balanceada, no es
adecuada, no es suficiente y no es variada. Se observó que está influenciada por normas de
conductas y costumbres, educación, ingresos monetarios y el número de integrantes de la
familia. La mayoría de la población basa su dieta en alimentos derivados del maíz, como son la
tortilla, los elotes, el pan, sopas de pasta, alimentos derivados de la leche como el queso,
crema, algunos vegetales que se cosechan en el campo como flor de calabaza, col,
zanahorias, cebolla, betabel, jícama, papa y chile. Por lo menos dos veces a la semana
consumen carne ya sea de pollo o carne roja e incluyen el huevo dos veces por semana o más
ya que la mayoría de los pobladores cría aves.
En cuanto a los frutos no toda la población tiene presupuesto para comer fruta todos lo días
por lo que por lo menos las consumen una vez a la semana y de un solo tipo, ya sea mango,
sandía, melón, piña, plátano. Como leguminosas se consumen las lentejas en poca cantidad,
al igual que las habas pero lo que no puede faltar son los frijoles a cualquier hora del día o el
arroz y lo que tampoco puede faltar en una comida es el pulque o la cerveza de acuerdo a la
costumbre de cada familia. Por lo regular la mayoría de la población realiza mínimo dos
comidas al día o tres y en el desayuno y la cena se acostumbra sólo pan y leche o un taco de
frijoles con salsa.
En el periodo Enero - Julio 2006, se encontró que la tasa de morbilidad es del 49.37%. Las 10
principales causas de morbilidad general que afectan la salud en la comunidad de Xochitlán,
se presentan en el Cuadro 2. Cabe destacar que entre las primeras cinco causas de mobilidad
en la población, resaltan las IRA (infecciones respiratorias agudas), las IVU (infecciones en
vías urinarias) y las enfermedades intestinales. Todas ellas pueden estar asociadas a los
niveles de bioacumulación de metales tóxicos en fluidos y tejidos corporales de los pobladores,

246
lo cual a su vez, puede estar relacionado a la proximidad de los pobladores a los canales de
riego de aguas negras y a la relativa cercanía al río Tula, área de mayor contaminación.

Cuadro 2. Morbilidad general por edades. Diez principales causas (enero-julio 2006) en
Xochitlán.

CAUSA TOTAL <1 1-4 5-14 15-49 50-64 >65 TASA

1.IRA 549 51 168 158 132 25 15 28.19

2.Caries dental 190 0 13 160 14 3 0 9.75

3.Gingivitis 63 0 0 12 39 10 2 3.23

4.IVU 38 0 1 7 26 2 2 1.95
5.Enfermedades
32 4 11 12 4 1 0 1.64
intestinales
6.Gastritis 31 0 0 2 20 4 5 1.59

7.Conjuntivitis 24 7 7 5 3 2 0 1.23

8.Varicela 15 1 3 8 1 0 0 0.77

9.Heridas 11 0 2 4 4 1 0 0.56

10.Mordeduras de
9 0 3 2 3 1 0 0.46
perro

TOTAL 962 63 208 370 246 49 24 49.37


FUENTE: SUIVE 2005 (TASA POR 100 HABITANTES).
IRA: infecciones respiratorias agudas; IVU: infecciones vías urinarias

Las encuestas realizadas y procesadas fueron en total 329 (Cuadro 3), lo que representa el
18.7% de la población de Xochitlán. A su vez representan 17.5% y 19.8% de hombres y
mujeres, respectivamente.

Cuadro 3. Resultados de encuestas realizadas en el Municipio de Xochitlán.


Grupo Rangos Hombres Mujeres Total Total N Muestra Hombres Mujeres
edades N N N grupo Total “n” “n”
“n”
Grupo 5-9 109 107 216
A 10-14 121 127 248
688 128 62 66
15- 19 106 118 224
TOTAL 336 352 688
Grupo 20-24 83 98 181
B 25-29 73 75 148
480 90 35 55
30-34 63 88 151
TOTAL 219 261 480
Grupo 35-39 68 70 138
C 40-44 52 53 105
330 62 29 33
45-49 41 46 87
TOTAL 161 169 330
Grupo 50-54 30 39 69
D 55-59 26 35 61
261 49 21 28
>60 70 64 131
TOTAL 126 138 261
Gran total 842 920 1762 1762 329 147 182
% 47.8 52.2 100 100 18.7 17.5 19.8

N= Tamaño de la población; n= tamaño de la muestra

247
Se aprecia como la población fue dividida en cuatro niveles de edades: de 5 a 19 años, niños y
adolescentes; de 20 a 34 años, adultos en edades fértiles; de 35 a 49, adultos mayores y de 50
y más, como adultos en edades superiores.
Ya se inició el procesamiento de la información para obtener la muestra significativa de
participantes que presenten el mayor número de factores de riesgo, en número proporcional de
acuerdo a los cuatro grupos de edad, género, así como al criterio de las áreas urbana,
periurbana, suburbana y rural. Los resultados de los encuestados se procesan en estos
momentos y se cotejan con las tablas ponderales de crecimiento y desarrollo del grupo de edad
escolar (Grupo A); el coeficiente intelectual para este grupo se realiza con datos de rendimiento
escolar y también con el diagnóstico de salud que informa la Secretaria de Salud en el estado y
para este Municipio. Para los Grupos B y C igualmente se coteja con el diagnóstico de salud;
en estos Grupos se estiman o evalúan los coeficientes de intelectualidad y psicológicos
mediante la aplicación del Test denominado Minimental (Folstein et al., 1975).

Paralelamente se realizan las determinaciones de metales en tejidos y fluidos corporales,


cuyos resultados se cotejarán según procedan, como parte del escenario de riesgos a la salud.
Con respecto a la bioacumulación de los metales evaluados hasta estos momentos (más del
50% de las muestras), destaca que todos los elementos metálicos han estado presentes (o al
menos detectables y medibles) en todos los fluidos y tejidos valorados (Cuadro 4).

Cuadro 4. Resultados promedios encontrados por cada metal evaluado en los fluidos y tejidos
corporales muestreados en pobladores del Municipio de Xochitlán.

UÑAS µg/kg)
CADMIO CROMO PLOMO ALUMINIO
Media 4,95 0,032 0,037 0,133
Máximo 7,09 0,073 0,082 0,318
Mínimo <0,024 <0,002 <0,002 <0.009
Des Est 0,01 0,03 0,07 0,46
n 244 244 244 244
SANGRE (µg/L)
CADMIO CROMO PLOMO ALUMINIO
Media 1,18 12,05 4,76 31,31
Máximo 6,45 81,00 44,00 210,00
Mínimo <0.024 <0.002 <0.002 <0.009
Des Est 0,27 0,28 0,11 0,38
n 253 253 253 253
ORINA (µg/g de creatinina)
CADMIO CROMO PLOMO ALUMINIO
Media 4,55 1,79 <0.002 11,16
Máximo 16,55 6,55 0,36 67,27
Mínimo <0,024 <0.002 <0.002 <0.009
Des Est 0,18 0,02 <0.002 0,21
n 237 237 237 237
CABELLO (µg/kg)
CADMIO CROMO PLOMO ALUMINIO
Media 2,99 43,56 0,27 3,88
Máximo 3,18 71,00 1,59 33,00
Mínimo 0,03 7,00 <0.002 <0.009
Des Est 0,16 0,25 0,40 0,39
n 240 240 240 240

Comparados estos resultados con los obtenidos en muestras de fluidos y tejidos de los testigos
(pobladores de otra zona no contaminada, Municipio de Tulancingo), se puede decir que
resultan de 5 a 20 veces más elevadas las concentraciones de Cd y Cr en fluidos de sangre y
orina y de 2 a 5 veces más elevadas en tejidos de uñas y cabellos. Esto hace evidente y

249
248
demuestra que existe un riesgo potencial de salud en las personas que habitan estas zonas
contaminadas, ya sea por el uso y reuso de las aguas negras, como por otros factores de tipo
antropogénico que posibilitan la contaminación por metales de estos medios. Esto se
corresponde también con lo señalado por algunos autores (González et al., 1997) que indican
que el Cr por ejemplo, está presente en cabellos de niños y jóvenes como una referencia a la
fortaleza de los mismos. Por otro lado no se puede definir que estas concentraciones
encontradas de Cr resulten elevadas o dañinas, toda vez que se conoce también que el cromo
es un mineral indispensable sobre todo para todas aquellas personas que padecen de diabetes
o arteriosclerosis así como elevadas cifras de triglicéridos y colesterol (Rinehart et Gad, 1986).
No necesariamente es un indicativo de contaminación por este metal.

Sobre los resultados de Cd se puede decir que los niveles en sangre indican exposición
reciente a Cd; por su parte, los niveles en la orina indican tanto exposición reciente como
pasada. Los exámenes de Cd en orina pueden detectar incluso, daño a los riñones (González
et al., 1997). Por otra parte el Cd no pasa fácilmente de la mujer preñada al feto, aunque una
cierta porción puede cruzar la placenta y además puede llegar a encontrarse en la leche
materna. En crías de animales expuestos a altos niveles de Cd durante la preñez se
observaron cambios de comportamiento y en la capacidad de aprendizaje (Secretaría de Salud,
2005). El Cd también puede perjudicar el peso al nacimiento y el esqueleto de animales en
desarrollo. Aunque nada de esto ha sido evaluado en seres humanos, este estudio puede
sentar bases para los inicios de este tipo de evaluaciones en México. La presencia de Cd en
orina, puede estar asociada a una contaminación por exposición tanto reciente como pasada
(González et al., 1997); debe señalarse que los valores encontrados como promedios, no son
elevados o al menos mayores que los establecidos como LTB (>10 µg/g creatinina); solamente
se han encontrado dos casos de la zona rural con valores excedidos (12,42 y 16,55 µg/g
creatinina). Estos dos casos serán monitoreados de forma sistemática y como parte de
seguimiento de este trabajo.

CONCLUSIONES

De manera general, se ha podido encontrar una relación preliminar entre los resultados
obtenidos en estudios previos de acumulación de metales en aguas, suelos y cultivos con los
niveles de metales (Cd, Cr y Pb, no tanto así con el Al) que se han encontrado en fluidos
corporales y tejidos en los pobladores de Xochitlán. Aunque no se han concluido los análisis de
las muestras de fluidos y tejidos, es posible de forma parcial intuir que se podrán establecer
criterios de vigilancia epidemiológica y ambiental para la zona y dar seguimiento sistemático a
patologías por ejemplo renales, retrasos escolares, autismo, entre otras. El tratamiento de
eliminación de metales pesados normalmente involucra la eliminación de la fuente de metal
pesado o el tratamiento de los pacientes con agentes quelantes.

LITERATURA CITADA

Codina. M. 1993. Arch. Environ. Contam. Toxicol. 25: 250-254.


Corey, G; Galvao, L. 1989 (a). Serie Vigilancila 4. Cadmio, Centro Panamericano de Ecología
Humana y Salud, México.
Corey, G; Galvao, L. 1989 (b). Serie Vigilancia 5. Cromo, Centro Panamericano de Ecología
Humana y Salud, México.
Corey, G; Galvao, L. 1989 (c). Serie Vigilancia 8. Plomo, Centro Panamericano de Ecología
Humana y Salud, México.
Cortés, J. E. y H. Romero Álvarez. 1993. "Aprovechamiento de aguas residuales en agricultura:
situación actual en México", Cuernavaca, Morelos, Comisión Nacional del Agua, (MS).
Díaz-Barriga F. 1996. Los residuos peligrosos en México. Evaluación del riesgo para la salud.
Salud Pública Méx.; 38:280-291.
Domínguez Soto, Julia M. 2002. Determinación de metales pesados en cultivos de riego
sistemático en el Distrito de Riego 03 (DR03) del Valle del Mezquital. Tesis de Licenciatura,
UAEH, México.
Folstein, M.F., Folstein, S.E., Mc Hugh, P.R. 1975. Minimental state: a practical method for
grading the cognitive state of patients for the clinician. J Psychiatr Res, 12, 189 – 198.

250
249
González M, Banderas JA, Raya C, Báez A, Belmont R. 1997. Cuantificación de plomo,
cadmio y cromo mediante sialoquímica. Salud Pública México.; 39:179-186.
http://www.bvs.sld.cu/revistas/hie/vol41_01_03/hie02103.htm
Lucho-Constantino, C. A., Prieto Garcia F., Del Razo L. M., Rodríguez Vázquez R., Poggi
Varaldo H. (2005). Chemical fractionation of boron and heavy metals in soils irrigated with
wastewater in central Mexico. Agriculture, Ecosystems and Environmental, 108, p.p. 57-71.
Maples, Vermeersch Mireya. 1990. Antecedentes Físicos, Históricos y socioeconómicos del
Distrito de Desarrollo Rural 063, Estado de Hidalgo. Memorias del1er Simposio Nacional de
Degradación del Suelo, UNAM, México.
Mûnch, L.; Angeles E. 1998. Métodos y Técnicas de Investigación. Segunda Edición. Ed.
Trillas. México.
Norma Oficial Mexicana NOM-048-SSAl-1993 que establece el Método Normalizado para la
Evaluación de Riesgos a la Salud.
Norma Oficial Mexicana NOM-136-SSAl-1995, que establece las especificaciones sanitarias de
las bolsas para la recolección de orina.
Norma Oficial Mexicana NOM-199-SSAl-2000, Salud Ambiental. Niveles de plomo en sangre y
acciones como criterios para proteger la salud. de la población expuesta no ocupacionalmente.
Prieto García, F.; Lucho Constantino C. A.; Poggi Varaldo H.; Alvarez Suárez M.; Barrado
Esteban E. 2005. Caracterización fisicoquímica y extracción secuencial de metales y elementos
trazas en suelos de la región Actopan-Ixmiquilpan del distrito de riego 03, Valle de Mezquital,
Hidalgo, México. Revista de Ingeniería Sanitaria y Ambiental. Argentina. Vol 83 (6). p.96-102.
Ramos L. D. 1997. Determinación de Niveles Sanguíneos de Plomo, en la población humana
residente en el margen Noroeste del Lago de Yojoa. Tegucigalpan, Honduras, 1997.
Rinehart, W.E.; Gad, S.C. 1986. Current concepts in Occupational Health: Metals-Chromium.
Am. Ind. Hyg. Assoc. J., 47(11):696-699.
Secretaría de Salud. 2005. Microdiagnóstyico de Salud. Sistemas Integral der Salud Estatal.
SISPA, SUIVE, 2005
Tamayo R. y Tamayo, M. 1998. El Proceso de la Investigación Científica. Tercera Edición. Ed.
Limusa. México.

251
250
252
251
253
252
254
253
DIAGNOSTICO DE Perkinsus marinus EN OSTIÓN (Crassostrea virginica) DEL SISTEMA
LAGUNAR MANDINGA

20
Dalia Nóhpal Rodríguez
2
Fabiola Lango Reynoso
3
Ma. Del Refugio Castañeda Chávez

RESUMEN

La pesquería del ostión es una actividad ribereña con gran tradición entre los pobladores de las
lagunas costeras del Golfo de México. El Estado de Veracruz es el segundo productor ostrícola
a nivel nacional con una capacidad de extracción de 25, 000 toneladas en peso vivo por año,
por tal motivo se han realizado estudios de calidad sanitaria y recuperación económica para el
aprovechamiento del ostión Americano Crassostrea virginica, sin embargo no se ha realizado
estudios ni evaluaciones sobre la presencia de parásitos en este recurso. En el presente
estudio se evaluó la presencia del endoparásito Perkinsus marinus que es uno de los
principales parásitos que afecta de forma negativa la abundancia y la productividad del ostión
en las zonas de cultivo. Los organismos fueron colectados de los bancos ostrícolas del Sistema
Lagunar de Mandinga, Ver; estos mismos fueron analizados empleando la técnica del Caldo
Tioglicolato o Prueba de Ray del Tioglicolato, para detectar la presencia de zoosporas en el
sistema digestivo de C. virginica, determinando la prevalencia, abundancia e intensidad del P.
marinus. Los resultados reportaron que en el mes de mayo del 2007, que corresponde a la
época de secas se presentó la mayor abundancia de P. marinus así como los registros más
altos de temperatura y salinidad que alcanzaron los 29.3 ºC y 29.8 ppm respectivamente en el
Sistema Lagunar Mandinga.

Palabras clave: Hospedero, endoparásito, prevalencia, abundancia.

INTRODUCCIÓN

El Perkinsus marinus es un parásito intracelular de 2-4 µm que infecta a los hemocitos (células
sanguíneas) del ostión Americano Crassostrea virginica. Es uno de los principales factores que
afecta negativamente a la productividad y la abundancia de esta especie; su distribución va
desde la costa este de Massachussets en Estados Unidos a todo lo largo del Golfo de México,
Venezuela, Puerto Rico, Cuba y Brasil (Andrews y Ray 1988). El impacto económico y
ecológico de la Perkinsiosis en la industria ostrícola y el medio ambiente de la costa Atlántica
de Estados Unidos desde la primera mitad de los años 40, ha supuesto cuantiosas inversiones
en investigaciones (Robledo et al., 1994). En 1996, el programa de investigación en
enfermedades del ostión de la Administración Nacional de Océano y Atmósfera (NOAA), invirtió
más de 6 millones de dólares para estudiar y combatir a esta enfermedad. Actualmente se
sabe que el agente causal es Perkinsus marinus, del cual se conocen diversos aspectos de su
ciclo de vida y de su efecto en el hospedero, se han desarrollado varios métodos de
diagnóstico y se han establecido medidas para su control. Dicha enfermedad ha sido declarada
por la Norma Oficial Internacional de Epizootias como una enfermedad tipo B, es decir de
importancia socioeconómica y de salud pública. En la legislación nacional. La Perkinsiosis
también se conoce comúnmente como ‘Dermo’ y esta considerada en la NOM-010-PESC-1993
como enfermedad certificable de declaración obligatoria. El ostión Americano C. virginica es la
especie más afectada. Experimentalmente se han logrado infecciones de P. marinus en el
ostión japonés Crassostrea gigas y en C. ariakensis los cuales parecen ser menos susceptibles
a la enfermedad (Calvo et al., 2001).
Los efectos de la infección del P. marinus en C. virginica son una apariencia pálida de la
glándula digestiva, y una reducción del índice de salud, hasta una grave emaciación, apertura
del molusco, retracción del manto desde el borde de la concha, interrupción del desarrollo de la
gónada, retraso en el crecimiento y aparición ocasional de abscesos. La enfermedad
provocada por el P. marinus ha llegado a producir hasta un 95% de mortalidad en algunas
explotaciones de C. virginica (OIE, 2000).

20
Instituto Tecnológico de Boca del Rio. E-mail: [email protected]

255
254
En México, se registro un evento de mortalidad de C. virginica en 1995, que se asoció
originalmente con la contaminación por petróleo, lo que permitió determinar la presencia de P.
marinus en el Estado de Tabasco, y actualmente se sabe de su presencia en todo el Golfo de
México. Aunque no se conoce cómo llegó la enfermedad a la región se sospecha que vino por
la importación de semillas de Estados Unidos la que se introdujo sin un previo estudio sanitario.
El diagnóstico de P. marinus va desde las observaciones a simple vista hasta la aplicación de
técnicas moleculares; en la revisión de primera instancia se puede observar que los ostiones
muestran un severo adelgazamiento y encogimiento del manto. También a nivel histológico es
posible detectar una reducción en el desarrollo gonadal y una destrucción del epitelio digestivo
(Cáceres, 2007).
En el Golfo de México los casos por Perkinsiosis son muy frecuentes en el Estado de Tabasco
en los meses de marzo, abril y mayo de cada año, porque existe una mayor incidencia en el
incremento de la temperatura y la salinidad ocasionada por la evaporación. El P. marinus,
produce proteínas extracelulares, especialmente proteasas, que son importantes para el
establecimiento de la infección. A niveles bajos de temperaturas y salinidad, el ostión C.
virginica presenta altos niveles de lisosoma en el plasma lo cual puede resultar desfavorable
para el desarrollo del parásito o debilitar su actividad. Esto ayuda a explicar, el porqué del
efecto del parásito es mayor durante los meses cálidos, cuando hay un aumento de
temperatura y de salinidad (Tolley, 2004). De acuerdo a estudios que reflejan la presencia de
este parásito en ostión de los sistemas lagunares del Estado de Tabasco se planteo como
objetivo de esta investigación, identificar la presencia de Perkinsus marinus en el ostión que se
captura en los bancos ostrícolas del Sistema Lagunar de Mandinga, Veracruz.

MATERIALES Y MÉTODOS

La zona de estudio se ubico en los bancos ostrícolas del sistema lagunar de Mandinga, éste
sistema se localiza entre los 19° 00' y 19° 06' de latitud norte y los meridianos 96° 02' y 96° 06'
de longitud oeste. El sistema lagunar tiene una orientación norte-sur en tanto que la costa
cercana adopta una dirección noroeste-sureste, conformando la punta de Antón Lizardo. Hacia
el noroeste las lagunas se separan del mar por una barrera de médanos. La laguna está
asociada al río Jamapa, el cual nace con los deshielos del Pico de Orizaba, recorre 150 km;
corre de oeste a este y recibe varios afluentes de los ríos Huatusco, Cotaxtla, Totolapan,
desemboca en el Golfo de México, en el lugar conocido como Boca del Río, próximo a la
Ciudad de Veracruz. Esta zona alcanza una extensión territorial de 3,250 hectáreas (Figura 1).

256
255
Figura 1. Sistema Lagunar Sistema Lagunar de Mandinga, Veracruz (INEGI, 2003).

Se ubicaron ocho bancos ostrícolas en el sistema lagunar de acuerdo a su producción. Las


muestras de ostión Americano Crassostrea virginica se tomaron mensualmente durante las
épocas de secas, lluvias y nortes durante el año 2007. Las colectas consistieron en 30 ostiones
talla comercial (7 ± 3 cm) por banco, obtenidos por buceo libre y extraídos por debajo la
superficie del agua para remover desechos y algas adheridas, después fueron transportados al
laboratorio en hieleras aisladoras de acuerdo al procedimiento estándar de la NOM-109-SSA1-
1994. Se tomaron los parámetros de salinidad y temperatura en agua, con la ayuda de una
sonda multíparametros YSI-85.
En el laboratorio se preparo el medio de cultivo de Tioglicolato con la adición de 30 g de este y
20 g de Cloruro de Sodio a 1000 ml de agua destilada. Se calentó a ebullición agitando
constantemente hasta un cambio de color rojo púrpura a un color amarillo. Se vacío en cada
tubo la cantidad de 9.5 ml de medio, para cerrarlos cuidadosamente. Se colocaron los tubos en
la autoclave durante 15 minutos a 15 lb de presión. Se aseguró perfectamente el tapado de los
tubos y se incubaron a temperatura ambiente, evitando el contacto con la luz hasta al momento
de ser utilizados.

Procedimiento para preparar la solución de Lugol


Se disolvieron 6 g de Yoduro de Potasio y cuatro g de Yodo en 100 ml de agua destilada.
Además de una solución de trabajo mezclando 15 ml de la solución patrón con 30 ml de agua
destilada antes de cada análisis.

Procedimiento para la diagnosis de Perkinsus marinus en ostiones


Para realizar esta diagnosis ha cada ostión se le cortó una pequeña fracción del manto,
branquias y el recto. Se colocó una porción del tejido en el tubo de Tioglicolato y se empujo el
tejido por abajo de la capa de oxidación que se formó en la parte más alta del tubo. Se Lavó y
flameó el mechero y los instrumentos de disección entre cada análisis de muestra tomada para
prevenir la contaminación cruzada.

A cada uno de los tubos se les adicionó 0.5 ml de la solución Penicilina/Estreptomicina, los
tubos se incubaron siete días evitando la luz y a una temperatura ambiente; a los tubos se les
tomo la lectura hasta siete días después de sembrados. Tomando los tejidos que se sembraron
en los tubos, se colocó cada muestra sobre un portaobjetos agregándole unas gotas de
solución de Lugol; se procedió a cortar en trozos más pequeños la muestra, y se colocó la
muestra inmediatamente sobre el cubreobjetos. Se examinó al microscopio con objetivo de
10X.
Se calcularon los parámetros de infección para prevalencia, abundancia e intensidad promedio,
para prevalencia se relacionó el número de organismos infectados entre el número de
organismos examinados y se expreso el resultado en porcentaje (%). La abundancia se
relaciono con el número total de parásitos entre el número total de hospederos examinados.
Para obtener la intensidad promedio se relacionó el número de organismos parásitos
encontrados entre el número de organismos infectados.

RESULTADOS Y DISCUSION

En la época de secas los resultados demostraron que de los ocho bancos ostrícolas dos
bancos presentaron de acuerdo a los parámetros de infección a partir de 30 ostiones
colectados en cada uno de los bancos (Cuadro 1).

Cuadro 1. Parámetros de infección en Perkinsus marinus en la época de secas.


Ostiones Zoosporas Prevalencia % Abundancia Intensidad
Infectados Promedio
22 533 73.3 17.76 24.22

Para la época de lluvias se presentó el porcentaje de prevalencia así como los parámetros de
abundancia e intensidad de uno de los bancos de acuerdo al Cuadro 2.

Cuadro 2. Parámetros de infección en Perkinsus marinus en la época de lluvias.

257
256
Ostiones Zoosporas Prevalencia % Abundancia Intensidad
Infectados Promedio
27 551 45 9.18 20.40

Para la época de nortes se presentó el porcentaje de prevalencia así como los parámetros de
abundancia e intensidad de uno de los bancos de acuerdo al Cuadro 3.

Cuadro 3. Parámetros de infección en Perkinsus marinus en la época de nortes.


Ostiones Zoosporas Prevalencia % Abundancia Intensidad
Infectados Promedio
5 18 16.6 0.6 3.6

La presencia de P. marinus en la época de secas es mayor, de acuerdo a lo indicado por los


parámetros de infección reportados en el Cuadro 1, aunado a esto la temperatura en el
Sistema Lagunar de Mandinga alcanzó os 29.3 ºC, mientras que la salinidad reportó un
aumento considerablemente de 24.2 ppm registrados en la época de secas a 29.8 ppm
anotadas en el mes de mayo (Figura 1). En este intervalo de 2 meses, la abundancia es del
9.18, sin embargo la prevalencia se encuentra representada por un 45%, lo cual quiere decir
que la producción ostrícola se encuentra en peligro que puede ser controlado si se llevan
adecuadamente las medidas de prevención y de control para la extracción de los organismos
que estén en los bancos infectados. Y que la proliferación de Perkinsus efectivamente esta
muy relacionada con los cambios de salinidad y temperatura, además dichos patógenos
prevalecen más en la estación de secas que en la estación de lluvias por aumento de la
temperatura y salinidad, mientras que en época de nortes se encontraron valores mínimos de
los parámetros de infección así como de temperatura y salinidad en los bancos ostrícolas, se
espera que la prevalencia sea más alta en individuos expuestos al patógeno durante más de un
año. De la Costa Este de Norteamérica en EE.UU. hasta el Estado de Tabasco, México la
infección es frecuentemente letal para C. virginica; la muerte ocurre, por lo general, 1 o 2 años
después de la infección. La muerte ocurre durante o inmediatamente después de los periodos
con mayor temperatura de las aguas (Villalba, 2004).

Figura 1. Valores máximos de temperatura y salinidad en los bancos ostrícolas durante las
épocas de lluvias y secas en el sistema lagunar Mandinga, Veracruz.

No obstante es importante que cuando se ha detectado la Perkinsiosis sobre la producción


ostrícola, sea dada de alta la infección ante el Programa Nacional de Sanidad Acuícola y la
Red de Diagnósticos, quienes han desarrollado un plan de manejo ante la aparición de esta
enfermedad ocasionada por P. marinus. Se recomienda al ostricultor no sembrar semilla de
ostión en el periodo marzo a mayo, meses en los cuales la temperatura y salinidad son lo

258
257
parámetros fundamentales para la proliferación e infección por zoosporas biflageladas
(Cáceres, 2002).
En la producción de ostión del Estado de Veracruz surge la necesidad de establecer un
laboratorio de producción de postlarvas o semillas para evitar la introducción de larvas
infectadas por P. marinus, ya que el cuadro de Perkinsiosis que se presenta en el sistema
lagunar de Mandinga, pudo haber sido ocasionado por la introducción de semillas de C.
virginica extraídas de la Laguna de Mecoacán de Tabasco, con la finalidad de sembrar y
repoblar (Villalba, 2004).
El apoyo al crecimiento y desarrollo de los bancos ostrícolas se hace mediante la práctica de
semicultivo, en la que se instalan bastidores de madera en los cuales se cuelgan sartas o
colectores para captar larvas de ostión y la semilla captada se siembra en los fondos
acondicionados con concha seca a fin de desarrollar los bancos (CONAPESCA, 2004).
Los casos por Perkinsiosis son muy frecuentes en el Estado de Tabasco en los meses marzo,
abril y mayo de cada año, porque existe una mayor incidencia en el incremento de temperatura
y los niveles de salinidad ocasionada por la evaporación. Instituciones como el Laboratorio de
Patología CINVESTAV- Unidad Mérida, llevan un monitoreo anual sobre la abundancia y
prevalencia de P. marinus sobre las lagunas de Tabasco y Mérida. A pesar de que la
producción ostrícola en el Golfo de México históricamente ha sido muy importante, apenas hay
registros formales sobre eventos de mortalidad. Si bien el desarrollo petrolero en la zona ha
sido motivo de un sin número de problemas ambientales y también ha sido culpado de efectos
negativos en la producción ostrícola, no se tienen evidencias del posible efecto de la
Perkinsiosis (Burreson et al., 1994).
El Impacto económico y/o productivo de la enfermedad: Perkinsus marinus ha causado graves
pérdidas de C. virginica en las Bahías Chesapeake y Delaware, las bahías costeras de
Carolina del Norte y en el Golfo de México, el patógeno constituye aún un serio problema en
esas áreas durante los años de sequía. El retardo en el crecimiento y la pérdida de las
condiciones generales preceden a la muerte y afectan en la comercialización (Casas et al.,
2002).

CONCLUSIONES

En México, hay apenas unos cuantos estudios al respecto, a pesar de que dicho parásito se ha
detectado en lagunas costeras de los Estados de Tabasco, Veracruz y Tamaulipas y de que la
producción ostrícola de México, descansa en buena parte en los cultivos extensivos de esa
región. La recomendación más importante para evitar la dispersión de la Perkinsiosis, es no
trasladar ostiones de áreas con registros de la enfermedad o sin certificación sanitaria de
aquellas áreas en donde no se tenga certeza de la presencia o ausencia de estos registros, a
zonas libres de Perkinsiosis. En México se debe evitar el traslado del ostión Americano,
Crassostrea virginica de la costa este de Estados Unidos en cualquiera de sus fases de
desarrollo, larva, semilla o adultos. También se debe evitar el traslado de ostiones entre las
lagunas del Golfo de México y por supuesto, no deben trasladarse ni al Pacífico, Mar de Cortés
y Caribe. Es necesario un programa de investigación en la zona que genere la información
necesaria para optimizar este tipo de medidas y capacitar y apoyar al productor. Entre los
métodos de manejo para reducir el impacto comercial de la Perkinsiosis están la reducción de
la densidad de ostiones en cultivo, el traslado de los mismos a zonas de baja salinidad (menos
de 9 ppm) y cosecha de la producción antes del incremento de temperatura del verano (de 15 a
20ºC). Es importante validar este tipo de medidas en México en donde las condiciones de
salinidad y temperatura en el verano pueden ser dramáticamente diferentes a lo que ocurre en
la costa este de Estados Unidos. Indudablemente es necesario identificar correctamente a
Perkinsus marinus en aguas mexicanas y buscar razas o subespecies adaptadas a la zona.
La pesquería del ostión es considerada como un recurso reservado para la explotación del
sector ostrícola, por lo tanto es la principal generación de fuentes económicas que sostiene a la
comunidad que habita en la población de Mandinga, este recurso es vendido recién extraído, el
cual tiene un precio de $2.35/kg, sus presentaciones en el mercado local son en concha,
desconchado y envasado cuando ha sido sometido a procesos de depuración, como los que
brinda la única depuradora localizada en Mandinga conocida como MANDINGA OYSTERS.
Por tal motivo es de vital importancia realizar estudios de calidad sanitaria por banco ostrícola
del sistema lagunar para evitar que la producción de ostión descienda por efecto de la
Perkinsiosis, esto a su vez rompería el estatus del aprovechamiento del recurso en las

259
258
pesquerías, generando un problema a la comunidad, si llegase a prescindir del recurso como
fuente de ingresos económicos en el lecho familiar.

LITERATURA CITADA

Andrews J. D., Ray S.M., 1988. Epizootiology of the disease caused by the oyster pathogen
Perkinsus marinus and its effects on the oyster industry. Amer. Fish Soc. Spec. Publ. 18, 47-63.
Burreson, E. M., R. S. Álvarez, V. V. Martínez, and L. A. Macedo, 1994. Perkinsus marinus
(Apicomplexa) as a potencial source of oyster Crassostrea virginica mortality in coastal lagoons
of Tabasco, México. Dis. Aquat. Organisms 20:77-82.
Cáceres-Martínez J., 2002. Algunas enfermedades infecciosas en moluscos. Boletín del
Programa Nacional de Sanidad Acuícola y la Red de Diagnóstico. 2:18-9.
Cáceres-Martínez J., 2007. Acerca de las enfermedades emergentes en moluscos. Boletín del
Programa Nacional de Sanidad Acuícola y la Red de Diagnóstico. I: 37-4.
Calvo, G. W; M. W. Luckenbach; S. K. Allen Jr. and E. M. Burreson. 2001. A comparative field
study of Crassostrea ariakensis (Fujita, 1913) and Crassostrea virginica (Gmelin, 1791) in
relation to salinity in Virginia. Journal of Shellfish Research 20: 221-229.
Casas S. M., Villalba A. & Reece K. S. 2002. Study of the perkinsosis of the carpet shell clam
Tapes decussatus in Galicia (NW Spain). I. Identification of the etiological agent and in vitro
modulation of zoosporulation by temperature and salinity. Dis. Aquat. Org., 50, 51–65.
CONAPESCA (Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca. México), 2004. Carta Nacional
Pesquera.URL:!""#$%%&&&'()*)+#)'*,-'./%0,1)#2(0)%,+321).421",%0)+")51)04,1)65#2(782+)%01#'
!".
INEGI (Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática México), 2003. Anuario
estadístico del Estado de Veracruz. 784.

NOM-109-SSA1-1994. Que establece el procedimiento para determinar las épocas y zonas de


veda para la captura de las diferentes especies de la flora y fauna acuáticas, en aguas de
jurisdicción federal de los Estados Unidos Mexicanos.
NOM-010-PESC-1993.que establece los requisitos sanitarios para la importación de
organismos acuáticos vivos en cualquiera de sus fases de desarrollo, destinados a la
acuacultura u ornato, en el territorio nacional.
OIE (World organization for animal health), 2000. Aquatic Animal Disease Cards, September 2.
Robledo, J. A. F., Cáceres-Martínez, J. Sluys & A. Figueras, 1994. The parasitic turbellarian
Urastoma cyprinae (Platyhelminthes: Urastomidae) from blue mussel Mytilus galloprovincialis in
Spain: occurrence and pathology. Dis. Aquat. Org 18: 203-210.
Tolley, S. 2004. Parasitic and Synbiotic fauna in oysters (Crassostrea virginica) collected from
the Caloosahatchee River and Estuary in Florida 17. Gregory journal of shellfish Research.
Villalba A, 2004. Perkinsosis in mollusks: Aquatic Living Resource A review 17, 411-432.

260
259
CONTAMINACIÓN DEL AGUA POR NITRÓGENO CAUSADA POR LA AGRICULTURA EN
ZONAS CAÑERAS DE VERACRUZ, MÉXICO

21
Cesáreo Landeros-Sánchez
22
María del Refugio Castañeda Chávez
2
Fabiola Lango Reynoso
1
Juan Carlos Moreno Seceña
1
Martín Palomarez García

Resumen

Las fuentes de contaminación se clasifican en puntuales y no puntuales. La agricultura es una


de las fuentes de contaminación más importantes, clasificada como una fuente no puntual. El
objetivo de la presente investigación fue estimar la pérdida de nitrógeno (N-NO3) proveniente
de fertilizantes aplicado en zonas cañeras y conocer el efecto de dicha pérdida sobre la calidad
del agua del acuífero somero y de cuerpos receptores como ríos y sistemas lagunares. El
estudio se realizó en dos etapas; la primera contempló la selección de cuatro predios
sembrados con caña de azúcar, dentro de la zona de abasto de los Ingenios La Gloria y El
Modelo. La superficie de cada predio osciló entre 2.5 y 3 hectáreas y la variedad dominante fue
la Q-96. Las dosis de fertilización estudiadas en cada uno de los predios fueron las siguientes:
100-51-51, 150-51-51, 220-51-51 y 300-51-51. Se realizaron muestreos mensuales de suelo,
planta y agua del manto freático para estimar la cantidad de nitrógeno lixiviado hacia este
último. La segunda etapa se realizó en la cuenca del rió Jamapa durante un periodo de un año
en las épocas siguientes: lluvias, secas y norte; así como en dos sistemas lagunares del
Estado de Veracruz, es decir, La Mancha y Alvarado. Se encontró que el 57% de la fertilización
nitrogenada fue aprovechado por el cultivo y el 43% restante pudo haber sido aprovechado por
microorganismos del suelo, desnitrificado, volatilizado y lixiviado hacia el manto freático. En
cuanto a las concentraciones de nitratos en el acuífero somero, se observó que las mayores
concentraciones ocurrieron en el mes de junio, oscilando entre los 100 y 500 ppm. Las
concentraciones de nitratos en ríos y sistemas lagunares oscilaron entre 250 y 550 ppm; las
concentraciones más altas ocurrieron en la época de lluvias.

Palabras clave: contaminación, fertilizantes, caña de azúcar.

INTRODUCCIÓN
Las fuentes terrestres de contaminación que ocurren cerca o en las franjas costeras y en el mar
deberían ocupar hoy en día uno de los temas de mayor interés en la temática ambiental como
la tiene la preocupación por el cambio climático. Los impactos de la contaminación como lo son
la alteración y destrucción de los hábitat, los efectos en la salud humana, la eutroficación, la
disminución de las poblaciones de peces y otros recursos vivos, y cambios en el flujo de
sedimentos, son aspectos vinculados a las fuentes puntuales (o localizadas) y no puntuales (o
no localizadas) de contaminación, causada por actividades que tienen lugar en la tierra. Las
fuentes de contaminación puntuales (FCP) en tierra representan aquellas actividades cuyos
desechos son vertidos directamente a los cuerpos de agua receptores y el sitio de vertimiento
es fácilmente distinguible. Las fuentes de contaminación no puntuales (FCNP) terrestre son
conocidas también como “fuentes difusas”, se generan por una gama amplia de actividades
humanas en la que los contaminantes producidos por ellas, y contenidos en sus descargadas,
no tienen un punto obvio de entrada a los cuerpos de agua receptores (Ongley, 1997). Ambas
fuentes se suman al llegar a los ríos y todo llega a desembocar a los mares en puntos de alta
concentración.

Las principales fuentes de contaminación puntuales corresponden a las plantas industriales,


desechos municipales y sitios de extracción, explotación y construcción (aprovechamientos

21
Campus Veracruz, Colegio de Postgraduados, Carr. Fed. Veracruz-Xalapa Km. 26.5, predio Tepetates.
Veracruz, México. E-mail: [email protected]
22
Instituto Tecnológico de Boca del Río, Boca del Río, Veracruz.

261
260
forestales, minería, etc.). Las fuentes industriales aportan, en general, contaminantes como son
nutrimentos, metales pesados, compuestos orgánicos específicos y propiedades físico–
químicas específicas como pH, salinidad, demanda de oxígeno, dureza, etc. Entre los
desechos se encuentran componentes como los microorganismos patógenos, nutrimentos y
carbono orgánico, combinándose con aceites, grasas y productos químicos derivados de las
industrias, los cuales entran en las corrientes de desechos domésticos a través de los sistemas
de alcantarillado y la escorrentía pluvial. Los desechos industriales contienen además
cantidades altas de materia orgánica provenientes de las plantas procesadoras de alimentos y
bebidas, y de la industria del cuero y de la madera. Las fuentes de contaminación no puntuales
corresponden a la agricultura, por el uso de pesticidas e insecticidas, así como el aporte de
residuos de insumos agrícolas y restos de vegetales y animales, produciéndose de esta
manera también la contaminación de las corrientes de agua y acuíferos. La actividad forestal
intensiva, sobre todo de plantaciones, es también una fuente de contaminantes difusa y
produce, al igual que la actividad agrícola, cargas de nutrimentos, pesticidas y sedimentos. El
efecto principal de la agricultura y la actividad forestal se manifiesta en una mayor movilización
de sedimentos, nutrimentos y material en forma de partículas (GESAMP, 2001).
La contaminación del agua superficial y subterránea, causada por fuentes no-puntuales, se ha
convertido en un tema de gran importancia y controversia en los últimos años, señalándose a la
agricultura como uno de los contribuyentes principales. No obstante que el aprovechamiento de
las aguas subterráneas ha contribuido de manera significativa a la producción de alimentos y
agua potable a la población, su planificación y control no se han atendido debidamente. En
algunos lugares esto ha dado lugar a extracciones incontroladas, provocando problemas tales
como la intrusión marina en zonas costeras (García et al., 1996).
Durante muchas décadas se ha reconocido que, en caso de ser posible, el uso conjunto de
aguas superficiales y subterráneas es la mejor alternativa de suministro. Sin embargo, los
lugares en los que se realiza este uso conjunto son muy escasos. En muchos países las
personas que tienen a su cargo la planificación hidráulica padecen “hidroesquizofrenia”, esto es
una “enfermedad” o actitud que les hace separar totalmente las aguas superficiales de las
subterráneas, normalmente ignorando estas últimas (Llamas, 1999).
Los recursos hídricos subterráneos para el abastecimiento de agua son incuestionablemente
importantes. A finales de la década de los 80’s más de 140 millones de personas de América
Latina y el Caribe utilizaban las aguas subterráneas como fuente prioritaria. Las grandes
metrópolis como la Ciudad de México, Buenos Aires, Santiago y Lima confirman que los
recursos subterráneos son una alternativa viable de abastecimiento de agua, no restringida a
comunidades pequeñas o áreas rurales (Camargo, 2007).
En los próximos años el uso de las aguas subterráneas aumentará, tanto por las necesidades
que imponen el crecimiento y la concentración demográfica, como por la expansión económica
y por sus relativas ventajas sobre las aguas superficiales. La situación de la exploración es
todavía crítica debido a la visión inmediatista del uso del recurso y a la falta de control y
carencia de mecanismos legales y normativos. En estas condiciones, los acuíferos en
diferentes áreas del continente están sujetos a impactos por la exagerada explotación de los
pozos y la ocupación no planificada del suelo. Todo ello pone en riesgo la excepcional calidad
natural de las aguas subterráneas (CNA, 2007).
La contaminación por nitratos en aguas para beber fue hasta hace pocos años uno de los
problemas asociados con áreas rurales; sin embargo, hoy en día grandes centros
poblacionales están siendo afectados por concentraciones excesivas de nitratos, las que
generalmente están relacionadas con la naturaleza del terreno, condiciones climáticas,
disposición inadecuada y ciertas prácticas agrícolas (Pacheco, 1999).
Por otra parte, la ingestión de agua que contiene grandes cantidades de nitratos puede causar
afecciones a la salud humana, como la metahemoglobinemia infantil (cianosis) y cáncer en
niños mayores y adultos. Las aguas de norias contaminadas con nitratos y organismos
coliformes no son confiables para consumo humano, ya que contienen grandes
concentraciones de los mismos, los cuales provocarían enfermedades graves en el organismo
(Sasson et al., 1993).

Justificación
Es urgente y necesario emprender acciones en los ámbitos correspondientes para reducir las
pérdidas de nitrógeno (N-NO3) provenientes de fertilizantes en las zonas de abasto de los
Ingenios La Gloria y El Modelo, y en general en las zonas cañeras del Estado de Veracruz.

262
261
Este fenómeno afecta, sin lugar a duda, la calidad del agua del acuífero somero, los
ecosistemas acuícolas, la salud humana y la economía de los productores.
Algunos de los factores asociados con las pérdidas de nitrógeno proveniente de los fertilizantes
en las áreas cañeras, son la falta de cultura en torno al manejo y uso de agua de riego, lo que
se manifiesta en las bajas eficiencias de riego que se tienen en la zona de abasto de los
ingenios La Gloria y El Modelo. Asimismo, la pérdida de nitrógeno en estas áreas está también
asociada con el manejo tradicional de los fertilizantes nitrogenados que hoy en día siguen
practicando los productores. Así por ejemplo, los ingenios entregan en general vía crédito a
cada productor cañero la cantidad de 200 kg de Nitrógeno por hectárea (esto equivale en
fertilizante comercial a 434.8 kg de Urea por hectárea). Tradicionalmente, esta cantidad de
fertilizante es en general aplicada al cultivo por los productores cañeros de la forma siguiente:
la mitad al momento o pocos días después de la siembra y la otra mitad del fertilizante 2 o 3
meses después de la siembra. Dadas las bajas eficiencias de riego que se tiene en las zonas
cañeras de riego, es de esperarse que los volúmenes de agua que se pierden por
escurrimiento y percolación hacia el manto freático, como resultado de esta baja eficiencia de
riego, también transporten con ellos considerables cantidades de nitrógeno y en consecuencia
se tengan pérdidas de este nutrimento por escurrimiento superficial, lixiviación y
desnitrificación, además del que se pierde por volatilización.
De lo anterior, es evidente que el cultivo de la caña de azúcar no ha estado aprovechando una
parte considerable del fertilizante aplicado en estas zonas de cultivo. En consecuencia, la
concentración de nitrógeno, en forma de nitratos (N-NO3), en el agua del manto freático o
acuífero somero de las zonas de abasto de dichos ingenios puede estar incrementándose muy
significativamente. Por lo que el resultado de lo anterior parecería bastante lógico, es decir: la
contaminación del manto freático y de las corrientes naturales.
En consideración a lo antes mencionado, los objetivos planteados en este estudio fueron:
estimar la pérdida de nitrógeno (N-NO3) proveniente de fertilizantes que ocurre en zonas
agrícolas sembradas con caña de azúcar y conocer el efecto de dicha pérdida sobre la calidad
del agua del acuífero somero y de cuerpos receptores como ríos y sistemas lagunares.

MATERIALES Y MÉTODOS
Este estudio se realizó en dos etapas. La primera etapa contempló la selección de cuatro
predios dentro del área cañera dominada por los ingenios La Gloria y El Modelo, estudiándose
los ciclos de plantilla y primera soca de la caña de azúcar. La superficie de cada predio osciló
entre 2.5 y 3 hectáreas y la variedad dominante fue la Q-96. Se procuró que los suelos en
estos predios fuesen representativos de la zona cañera. Las dosis de fertilización estudiadas
en cada uno de los predios fueron las siguientes:

Parcela Dosis Ubicación


1 300-51-51 Campus Veracruz
2 220-51-51 Salmoral
3 150-51-51 Salmoral
4 100-51-51 ITA No. 18

Se realizaron muestreos de suelo, planta y agua del manto freático de las cuales se
determinaron las concentraciones de nitratos y nitrógeno total. Para el caso de nitratos en suelo
y manto freático se usó un electrodo portátil específico y para el nitrógeno total en tejido vegetal
se empleó el método de macro-kjeldahl. Tomando como base la información anterior, se hizo la
estimación del porcentaje de nitrógeno que aprovecha el cultivo de caña de azúcar, así como
del porcentaje restante que de manera global pudo haberse perdido vía micro-organismos del
suelo, desnitrificación, fijado, lixiviado hacia el manto freático y volatilizado. Asimismo, se hizo
un muestreo de las aguas del manto freático de 19 norias, localizadas dentro de las zonas de
abasto de los ingenios La Gloria y El Modelo, para determinar la concentración de nitratos en
las mismas y su variación con el tiempo.

263
262
La segunda etapa se realizó en los sistemas lagunares de La Mancha y Alvarado (Figura 1) del
estado de Veracruz, y en la cuenca del río Jamapa, en cuyas aguas se hizo el monitoreo de la
concentración de nitratos mediante un electrodo de referencia con una sonda multiparamétrica
modelo YSI 600. Tal monitoreo se realizó durante un año y en las tres épocas siguientes:
lluvias, secas y nortes.

Figura 1. Sistemas lagunares La Mancha y Alvarado en el estado de Veracruz.

RESULTADOS

En la Figura 2 se muestra la concentración de nitrógeno total en el tejido vegetal (hojas, vainas


y tallos). La Figura 3 muestra la concentración de nitratos en el manto freático de la parcela del
Campus Veracruz y la concentración de nitratos en cada capa del perfil de suelo de esta
parcela se presenta en la Figura 4. Las concentraciones de nitratos observadas durante los
meses de mayo y junio en el manto freático de las 19 norias, localizadas dentro de las zonas
de abasto de los Ingenios La Gloria y El Modelo, se muestran en la Figura 5.

264
263
Figura 2. Concentración de nitrógeno total en el tejido vegetal de la parcela del Campus
Veracruz.

Figura 3. Concentración de nitratos del manto freático respecto al tiempo en la parcela del
Campus Veracruz.

264
Figura 4. Concentración de nitratos, respecto al tiempo, en el perfil de suelo de la parcela del
Campus Veracruz.

Las concentraciones de nitratos observadas durante los meses de mayo y junio en el manto
freático de las 19 norias, localizadas dentro de las zonas de abasto de los ingenios La Gloria y
El Modelo, se muestran en la Figura 2.

Figura 5. Concentración de nitratos en los meses de mayo y junio del manto freático de las 19
norias monitoreadas.

En la Figura 6, se muestra la concentración promedio de nitratos que se presentó en el río


Jamapa y los sistemas lagunares de Alvarado y La Mancha durante el periodo anual 2005 en
sus tres épocas del año.

265
Figura 6. Concentración de nitratos en el río y sistemas lagunares La Mancha y Alvarado.

DISCUSIÓN
Para conocer la concentración de nitrógeno absorbida por el cultivo de caña de azúcar, se
utilizaron los datos de peso seco de las hojas y vainas; para el caso de tallos se consideró la
producción en toneladas reportada por el ingenio. Al multiplicar el peso por hectárea de tallos,
vainas y hojas por las concentraciones de nitrógeno total observadas antes de la cosecha se
obtiene la cantidad de nitrógeno absorbido por la planta. De esta manera se obtuvo que la
parcela del Campus Veracruz absorbió el 57% de la cantidad de nitrógeno aplicado y el 43%
restante pudo haber sido aprovechado por microorganismos del suelo, desnitrificado,
volatilizado y lixiviado hacia el manto freático (Hernández et al., 1999).
A fin de ilustrar la relevancia de los resultados obtenidos en este estudio, y aplicándolos a la
situación que prevalece en el ingenio La Gloria, se obtiene lo siguiente: en este ingenio se
aplican anualmente 200 kg de nitrógeno por hectárea y de acuerdo a este estudio se encontró
una pérdida del 43% de este nitrógeno aplicado. Asumiendo que esta pérdida de nitrógeno está
ocurriendo en los predios cañeros del ingenio La Gloria, se tiene que dicha pérdida es igual a
86 kg de nitrógeno por hectárea (esto es, 200kg Nx0.43). Considerando que la superficie
sembrada anualmente en el ingenio es de 12,000 hectáreas, esto da como resultado una
pérdida total anual de 1’032,000 kg de Nitrógeno.. Esta pérdida equivale, en fertilizante
comercial, a 2’243,478.26 kg de urea, lo que a su vez representa una pérdida económica anual
en pesos para los productores cañeros de $ 4’172,869.50.
En cuanto al nitrógeno en el perfil de suelo, se observa un incremento gradual de nitrógeno
hacia las capas inferiores (Figura 4); esto ocurre cuando las aguas de riego o de lluvia se
infiltran, transportando así con ellas parte del nitrógeno aplicado como fertilizante. El
comportamiento de la concentración de nitratos en el agua del manto freático muestra que
precisamente alrededor de los meses en los que se observan altas concentraciones de este
compuesto en las capas inferiores del suelo, también se observa un incremento en la
concentración de nitratos del agua del manto freático. Esto indica que una cantidad
considerable del nitrógeno que se pierde en los predios cañeros de los ingenios La Gloria y El
Modelo, es transportada eventualmente por el agua de riego o de lluvia hacia el manto freático
o acuífero somero. Esto, se corrobora al observar las concentraciones de nitratos determinadas
en las aguas freáticas de las 19 norias monitoreadas, lo que se presenta en la Figura 5. En
esta figura se puede ver que las concentraciones de nitratos en ppm (o mg/l) rebasan
considerablemente los parámetros de calidad de agua para el uso humano señalados por
Malleville y Chambolle (1990) y los Criterios Ecológicos de calidad del agua para uso potable
(según el Diario de la Federación, 1989), los cuales indican como concentraciones límites los
valores de 1.5 y 5.0 ppm o mg/l respectivamente.
En los ríos que desembocan en el mar se origina cerca del 80% de la contaminación que afecta
las franjas costeras. Los ríos tienen la característica de concentrar los contaminantes, por lo

266
que existen ecosistemas acuáticos altamente sensibles para la reproducción de especies tanto
de agua dulce como salada. Los efectos de este fenómeno son básicamente los siguientes:
contaminación del agua, alteración de las funciones ecológicas, reducción de la diversidad
biológica, daño al hábitat acuático, contaminación de los ecosistemas marinos e impactos
negativos en la salud humana. Lo anterior se traduce en una importante pérdida de especies
(Vollenweider et al., 1992).
Se puede decir que la actividad agropecuaria es una fuente de contaminación en crecimiento y
es responsable de la introducción de fertilizantes (nutrimentos), pesticidas y sedimentos a las
aguas costeras a través de los ríos. Una vez que los contaminantes son depositados en el mar,
éstos afectan de la siguiente manera: cambian la luminosidad de las aguas, alteran la
temperatura y acidifican las aguas; con lo cual se altera el ciclo biológico y, por ende, el
ecosistema. No obstante, es necesario precisar que no siempre la acción antropogénica es la
responsable de los impactos antes mencionados; la hidráulica de los cursos de agua provoca el
desarrollo de una energía que arrastra de manera natural sedimentos y causa la lixiviación de
contaminantes que, de manera natural, van a terminar en el mar (Altieri, 2002).

CONCLUSIÓN

Con base en los resultados obtenidos en este estudio se concluye que el agua del manto
freático de estas zonas cañeras se encuentra contaminada por nitratos, situación que
constituye un riesgo a la salud de las familias que estén utilizando el agua de las referidas
norias para uso domestico. Se reporta en la literatura que la presencia de altas
concentraciones de nitratos en el agua para uso doméstico causa enfermedades como la
metahemoglobinemia infantil (cianosis) y cáncer en niños mayores y adultos (Sasson et al.,
1993).
La concentración de nitrógeno en los sistemas lagunares de Alvarado y La Mancha refleja el
volumen de nitrógeno que las diversas fuentes de contaminación aportan a ríos y corrientes
naturales que eventualmente descargan en estos sistemas. Es claro que los grandes
volúmenes de fertilizante nitrogenado que se aplican en zonas agrícolas donde se cultiva caña
de azúcar tiene una importante influencia en este fenómeno. Otra importante fuente de
contaminación son las descargas de los efluentes líquidos urbanos vertidos directamente al
cauce de los ríos y a los sistemas lagunares. Además, otros de los aportes a los ecosistemas
acuáticos podrían ser la fijación biológica del nitrógeno atmosférico en la superficie de los
acuíferos y la salida del nitrógeno del sistema por el proceso de desnitrificación (Simojoki y
Jaakkola, 2000).

AGRADECIMIENTOS

Al Sistema de Investigación del Golfo de México (SIGOLFO-CONACyT), por el financiamiento


recibido a través del proyecto “Desarrollo Tecnológico Sostenible en Cultivos Tropicales en la
Costa Central de Veracruz: El Agroecosistema Caña de Azúcar”, con clave 97-01-005-V, con el
cual se realizó parte de este estudio.

LITERATURA CITADA
Altieri, M. A. 2002. Agroecology: the science of natural resource management for poor farmers
in marginal environments. Agriculture, Ecosystems and Environment 1971:1–24.
Camargo, J. A., Alonso, A. 2007. Contaminación por nitrógeno inorgánico en los ecosistemas
acuáticos: problemas medioambientales, criterios de calidad del agua e implicaciones del
cambio climático. Ecosistemas. 2007/2

Comisión Nacional del Agua, 2007. Estadísticas del Agua en México. Segunda reimpresión
2007. Editado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. México, D.F. ISBN
978-968-817-852-2.
Contreras, E. F. y O. Castañeda L. 1993. Contribución del nanofitoplancton en la cantidad de
clorofila a de dos sistemas lagunares del estado de Chiapas, México. Inv. Mar. CICIMAR 7: 61-
73.
García-Aróstegui, J.L., Hidalgo, M.C. y Cruz-Sanjulián, J.J. 1996. Impact de l’agriculture sur la
qualité des eaux dans un aquifère détritique côtier du sud de l’Espagne (Río Vélez, Málaga).
ESRA’96: L’EAU SOUTERRAINE EN REGION AGRICOLE, Poitiers, Francia, I (S-3):9-12.

267
GESAMP (IMO/FAO/UNESCO–IOC/WMO/WHO/AIEA/UN/UNEP- Joint Group of Experts on the
Scientific Aspects on Marine Environmental Protection). 2001. Protecting the Oceans from
Land-based Activities GESAMP Reports and Studies (71): p.162.
Hernández R. S., M. C. López V., A. Ortega L. 1999. Medición en campo y laboratorio de
algunos componentes del balance hídrico y de nitrógeno en caña de azúcar (Saccharum ssp)
en la zona centro de Veracruz. Tesis de Licenciatura. Instituto Tecnológico agropecuario No.
18. Veracruz, México. 89 p.
Llamas M. R. 1999. La inserción de las aguas subterráneas en los sistemas de gestión
integrada. Boletín geológico y minero. Número 4. Volumen 10. 104 p.
Malleville y Chambolle T. 1990. Calidad del agua. Mundo Científico. No. 104. Julio-Agosto. 7-9
p.
Ongley, E.D. 1997. Lucha contra la contaminación agrícola de los recursos hídricos. Estudio
FAO Riego y Drenaje No 55. FAO, Roma, Italia.
Pacheco, A. J. G. 1999. Nitratos en agua subterránea, un caso de estudio. Ciencia y
Desarrollo. Enero-Febrero. Vol. XVII, Núm. 102. 104 p.
Sasson, A. 1993. La alimentación del hombre del mañana. UNESCO. Reverté S.A.
Simojoki A. y A. Jaakkola 2000. Effect of nitrogen fertilization, cropping and irrigation on soil air
composition and nitrous oxide emision in a loamy clay. European Journal of Soil Science,
51:413-424.
Vollenweider, R. A., R. Marchetti y R. Viviani (eds.). 1992. Marine coastal eutrophication.
Elsevier Sci. Pub. 1310 p.

268
PRESENCIA DE ARSÉNICO EN CULTIVOS DE CEBADA CERVECERA (Hordeum
distichon L) Y HABAS (Vicia faba) PROVENIENTES DE AGUAS Y SUELOS DE ZIMAPÁN,
HIDALGO, MÉXICO

1
Francisco Prieto García
1
Judith Callejas Hernández
1
Alma D. Román Gutiérrez
1
Judith Prieto Méndez
1
Rosa I. Beltrán Hernández

RESUMEN

La contaminación por arsénico en aguas, suelos y cultivos de Zimapán, México, tiene un origen
geomorfológico dado la presencia de materiales arsenicales. Los cultivos que se cosechan en
esta región, presentan concentraciones apreciables de Arsénico. Cultivos de habas y cebada
fueron evaluados bajo condiciones controladas, por siembra en macetas y suelos que
presentaron texturas, conductividades y concentraciones de As diferentes; resultaron similares
en pH, potencial redox y contenidos de materia orgánica. Se cuantificó la concentración de As
bioacumulada por los diferentes órganos de ambos cultivos y en diferentes etapas de su
desarrollo. El cultivo de habas presentó mayor bioacumulación de As, comparado con el cultivo
de cebada; esto está directamente relacionado por el tiempo de exposición (mayor período
vegetativo) y mayor número de riegos necesarios. En la raíz de ambos cultivos se presentaron
las más altas concentraciones de As acumuladas, seguidas del tallo y las hojas. En bioensayos
de haba, se observó la inducción de micronúcleos (MNs) en células meristemáticas de raíz, por
presencia de As en aguas de Zimapán con respecto al grupo control. La frecuencia de células
en división, la distribución de éstas por etapa del ciclo celular y el número de MNs encontrados
en las muestras, presentaron diferencias significativas. Esto es indicativo de que no existe sólo
un daño genotóxico, sino que el compuesto sea más tóxico que mutágeno y el efecto
mutagénico esté encubierto por el efecto tóxico. El índice mitótico como criterio para evaluar el
daño fisiológico que provoca el As, demostró que produce inhibición de la división celular,
debido a un efecto citotóxico.

Palabras clave: micronúcleos, arsénico, bioacumulación, cebada, habas.

INTRODUCCIÓN

Los niveles de concentración de elementos metálicos que se encuentren acumulados en


suelos, así como las concentraciones bioacumuladas en tejidos vegetales, pueden llegar a
provocar daños genotóxicos en sus células y su incorporación en seres humanos y animales a
través de productos de consumo. La absorción de elementos traza por las plantas depende de
la disponibilidad específica del cultivo en cuestión y otros factores del suelo. Entre los más
significativos se pueden señalar el pH, potencial redox (Eh), contenido de materia orgánica
(M.O.), capacidad de intercambio catiónico (CIC), régimen del agua (riegos), contenido de
arcilla (textura del suelo), balance y concentración de nutrientes. También las condiciones
climáticas parecen influir en la absorción, la temperatura ambiental influye en una mayor
absorción de elementos traza en la planta (Kabata-Pendias and Pendias, 2000). El índice de
bioacumulación (IBA) se expresa por la relación entre la cantidad de un contaminante en un
organismo vivo y la concentración de ese contaminante en el suelo o el medio circundante.
Algunos elementos son más susceptibles a ser fitodisponibles que otros (Kabata-Pendias and
Pendias, op cit.). En este trabajo se evaluaron los IBA para dos cultivos: habas y cebada.
Debido a su toxicidad, el arsénico es también un importante contaminante de cultivos, ya que
algunos autores señalan que puede ser absorbido por las plantas en concentraciones similares
a la de sus suelos (O'Neill, 1990). La captación del As es mayor en raíces, que en semillas y
frutos. En algunos casos, niveles de As tan bajos como de 0.7 ppm pueden reducir el
rendimiento de los cultivos en un 50% (Peterson and Girling, 1980).

La cebada es el segundo cultivo en importancia socioeconómica del Estado de Hidalgo,


México; representada por dos importantes especies cultivadas: Hordeum distichon L., y

269
Hordeum hexastichon L., su período vegetativo comprende de 100 a 110 días (Agricultural
Research Service, 1968). El haba, Vicia faba L., tiene un período vegetativo de hasta de 7
meses dependiendo del tipo de variedad. Se distinguen tres variedades botánicas por el
tamaño de sus semillas (Bianco and Pimpini, 1990): Vicia faba L. var. Minor, semillas de
tamaño pequeño de forma elipsoidal; Vicia faba L. var. equina Pers., semillas de tamaño
mediano, de forma aplastada y Vicia faba L. var. major, la más usada para consumo en verde;
semillas de tamaño grande.
La ciudad de Zimapán pertenece a la región hidrológica RH-26 del Pánuco, Norte de la Cuenca
del Valle de México, Sub-cuenca del Río Moctezuma. Los contenidos de As resultan evidentes,
debido a la presencia de minerales arsenicales: arsenopirita, FeAsS (Núñez, 1999); Rejalgar,
As2S2; Oropimento, As2S3; Loellingita, FeAs2 y Tennantita, Cu12As4S13, entre otros (Cárdenas,
1992). También, las actividades mineras de extracción de Pb, Zn, Cu, Fe, Ag y Au en la zona
(Galvão y Corey, 1989), trajeron como consecuencia un incremento en el contenido de As en
las aguas de los pozos, norias y manantiales de la región, rebasando los límites máximos
permitidos (0.01 mg/L) por la Normativa Oficial Mexicana (NOM-127-SSA1-1994), por lo que la
población que actualmente se estima cercana a los 42,000 habitantes (Pérez-Moreno, 2004),
están afectadas por este elemento.

MATERIALES Y MÉTODOS

Se tomó una muestra de suelo del Municipio de Zimapán (SZ), con contenidos de As que
-1
oscilan entre 10.45-13.58 mg.Kg (Prieto-García et al., 2005). Se tomó la muestra en un área
2
de 600 m , considerando una profundidad de 30 cm. de suelo (capa arable). En iguales
cantidades, se tomaron muestras de suelo del Municipio Actopan, considerado como no
contaminado (SA). Ambas muestras de suelos fueron sometidas a secado, homogenización y
cuarteo para el llenado de 50 macetas donde fueron sembradas semillas de cebada y habas
(25 macetas por cada cultivo). Las semillas de cebada utilizadas fueron de la variedad
Esmeralda D-130, y las semillas de haba, de la variedad Major. A las semillas en evaluación se
les determinaron concentración de As inicial. Las aguas utilizadas para el riego de macetas
fueron del distribuidor general de agua potable del Municipio de Zimapán (AZ) y agua de pozo
de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, en Pachuca (AP); las primeras, con
contenidos de As de 0.40 mg/L y las segundas con concentraciones menores que el límite de
detección. A los suelos se les realizó los análisis según la Norma Oficial Mexicana (NOM-021-
RECNAT-2000) y a las aguas se les realizaron los análisis según NOM-127-SSA1-1994 [9].
Los riegos se realizaron dos veces al mes con adiciones de 500 ml de agua por maceta. El
montaje en maceta se realizó según el esquema de la Figura 1. Se colocaron 5 réplicas de
macetas por cada serie de experimentos (de la A a la E); cada una de éstas conteniendo 5
semillas de cada cultivo. En el Cuadro 1 se indican las condiciones experimentales de cada
serie.

Figura 1. Esquema representativo del estudio de bioacumulación de arsénico en macetas para cultivos de cebada y
haba.

Los subíndices que aparecen en las letras A a la E significan, c: Cebada; h: Habas. Las cinco series fueron:
Ac o h: SZ-Suelo de Zimapán (Salitre), regado con AZ–Agua de Zimapán (Distribuidor). EXPERIMENTO I. (A)
Bc o h: SZ-Suelo de Zimapán (Salitre), regado con AP-Agua de Pachuca (Pozo UAEH). EXPERIMENTO II. (B)
Cc o h: SA-Suelo de Actopan (Huaxtho), regado con AZ-Agua de Zimapán (Distribuidor). EXPERIMENTO III.
(C)
Dc o h: SA-Suelo de Actopan (Huaxtho), regado con AP-Agua de Pachuca (Pozo UAEH). CONTROL
NEGATIVO. (D)

270
Ec o h: SZ-Suelo de Zimapán (Salitre), regado con AC-Agua contaminada con arseniatos. CONTROL
POSITIVO. (E)

Cuadro 1. Condiciones experimentales para los ensayos en macetas.

Serie
Ac Bc Cc Dc Ec Ah Bh Ch Dh Eh
Réplicas
1 1SZ/AZ 1SZ/AP 1SA/AZ 1SA/AP 1SZ/AC 1SZ/AZ 1SZ/AP 1SA/AZ 1SA/AP 1SZ/AC
2 2SZ/AZ 2SZ/AP 2SA/AZ 2SA/AP 2SZ/AC 2SZ/AZ 2SZ/AP 2SA/AZ 2SA/AP 2SZ/AC
3 3SZ/AZ 3SZ/AP 3SA/AZ 3SA/AP 3SZ/AC 3SZ/AZ 3SZ/AP 3SA/AZ 3SA/AP 3SZ/AC
4 4SZ/AZ 4SZ/AP 4SA/AZ 4SA/AP 4SZ/AC 4SZ/AZ 4SZ/AP 4SA/AZ 4SA/AP 4SZ/AC
5 5SZ/AZ 5SZ/AP 5SA/AZ 5SA/AP 5SZ/AC 5SZ/AZ 5SZ/AP 5SA/AZ 5SA/AP 5SZ/AC
c: Cebada; h: Habas
Ac y/o h: SZ-Suelo de Zimapán (Salitre), regado con AZ–Agua de Zimapán (Distribuidor). EXPERIMENTO I. (A)
Bc y/o h: SZ-Suelo de Zimapán (Salitre), regado con AP-Agua de Pachuca (Pozo UAEH). EXPERIMENTO II. (B)
Cc y/o h: SA-Suelo de Actopan (Huaxtho), regado con AZ-Agua de Zimapán (Distribuidor). EXPERIMENTO III. (C)
Dc y/o h: SA-Suelo de Actopan (Huaxtho), regado con AP-Agua de Pachuca (Pozo UAEH). CONTROL NEGATIVO. (D)
Ec y/o h: SZ-Suelo de Zimapán (Salitre), regado con AC-Agua contaminada con arseniatos. CONTROL POSITIVO. (E)

Muestras de los cultivos obtenidos durante cada etapa de desarrollo, fueron sacadas
cuidadosamente de sus respectivas macetas y se lavaron con abundante agua para eliminar el
polvo. Luego se dejaron secar a temperatura ambiente por 24 horas en platos de aluminio,
posteriormente se secaron en un horno, durante 72 horas a 65-75°C. Una vez secados los
cultivos, fueron separados en sus órganos (raíz, tallo, hojas, flores, fruto) para ser triturados en
un mortero de ágata, para su posterior digestión en horno microondas Mars-X pesando 0.2 g
de muestra en vasos de teflón, con adición de 5 ml de ácido nítrico concentrado.
Posteriormente las muestras fueron filtradas y aforadas a 50 ml con agua desionizada. Las
determinaciones de As se realizaron por espectroscopía de emisión con ICP con generación de
hidruros (GH); se realizó una prerreducción con KI al 5%, HCl 5 M y adición de ácido ascórbico
al 5%. Para la GH se preparó una solución de NaBH4 al 0.6 % en NaOH al 0.05 %.
La bioacumulación de As se evaluó como índice relativo al contenido en suelos y aguas. Se
tomó en cuenta la concentración media bioacumulada por cada parte del cultivo en cada etapa
del desarrollo, con relación a la cantidad en aguas y suelos mediante la ecuación:

IBAs = ;
-1
Donde, [As]pc, es la concentración de As, en mg.kg en la parte del cultivo en evaluación y
-1
[As]a+s es la concentración total de As en mg.kg como suma de agua y suelo. La
prueba de inducción de micronúcleos y el índice mitótico para evaluar el daño
fisiológico en la división celular, debido a un efecto citotóxico, se realizó según Prieto-
García (2005).

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Del análisis físico-químico de suelos en fase inicial se observó que ambos presentaron pH
moderadamente alcalinos, son reductores intermedios (Eh) y presentaron contenidos medios
de materia orgánica (MO). Difieren en sus valores de salinidad (CE), humedades, texturas y
contenidos de As (Cuadro 2), clasificación de acuerdo con Boulding (1995). Los contenidos de
-1
As en las semillas fueron menores de 0.02 mg.Kg (Ver Cuadro 3), válidas para los ensayos.
Los resultados de los análisis de las aguas reflejaron características similares para los dos
tipos utilizados, sólo difieren en contenidos de As (Ver Cuadro 4); el AZ presentó 20 veces más
concentración de As que la norma permisible.

Cuadro 2. Resultados de análisis fisicoquímicos de los suelos. Los valores entre paréntesis indican desviación
estándar (n=5 réplicas).
pH Eh CE % MO % N total [As] % Humedad Textura
-1 -1
Suelo (mV) (dS.m - 1 ) (mg.Kg - 1 ) %Arcilla %Arena
Actopan 8.1450 -81.84 2.38 2.2753 0.7790 1.6583 19.0816 26.00 42.00
(0.0520) (1.2661) (0.1950) (0.2202) (0.3150) (0.1073) (0.1876) (2.00) (2.00)
Zimapán 7.9006 -70.34 0.22 1.7046 0.1450 12.7353 6.3313 7.3333 72.67
(0.0348) (2.1755) (0.0179) (0.1682) (0.0350) (0.3183) (0.1045) (0) (3.05)

271
Cuadro 3. Concentración de As en semillas al inicio de los ensayos.
Los valores entre paréntesis indican desviación estándar (n=5 réplicas).
-1
Semilla [As] mg.Kg
Cebada 0.0137 (0.0019)
Haba 0.0138 (0.0020)
-2
LD=0.0028 mg.kg

Cuadro 4. Características físicas de la cebada en la etapa final “Llenado de granos”. A) Cultivo de cebada, B) Cultivos
de habas.
Condiciones
A) Cultivo de
A B C D E típicas del
cebada
cultivo
Ramificación en Abundante
Media Abundante Media Abundante Baja
raíz 0.5 m
Altura 22 cm 25 cm 22 cm. 35 cm 21 cm. 60-150 cm
N° de Macollos 3 4 3 4 3 3-5
Rizadas largas y
Rizadas largas y Rizadas Rizadas largas y Rizadas angostas Rizadas
Hojas angostas largas y angostas largas y Amarilleaban y largas y
Amarilleaban angostas Amarilleaban angostas secaron angostas
rápidamente
N° Espigas 3 4 4 5 2 3-5
Llenado de
Uniforme Uniforme Uniforme Uniforme Uniforme Uniforme
granos
Tamaño de
6-7mm 6-7 mm 5-6 mm 7-8 mm 5 mm 8 mm
granos
Condiciones
B) Cultivo de
A B C D E típicas del
haba
cultivo
Altura del tallo
60-70 60-70 55-60 75-85 ! 80-120
(cm)
Macollos 4 3-4 3-4 4 ! 4
N° de
2 3 2 4 ! 3-5
Granos/vaina
Ramificación en
Media Abundante Media Abundante ! Abundante
raíz
Vestigiales
Vestigiales Vestigiales Vestigiales lanceoladas Vestigiales
lanceoladas y lanceoladas y lanceoladas y y lanceoladas y
Hojas !
abundantes abundantes abundantes abundantes abundantes.
Amarilleaban Verdes Amarilleaban Amarilleaba Verdes
n
2-3 x nudo a 90 2-3 x nudo a 2-3 x nudo a 85 3-4 x nudo a 3-4 x nudo a 75
Floración !
días 85 días días 75 días días
No. Chícharos
4(4) 3(4) 5(4) 7(4-5) ! 6-8(4-6)
(vainas/nudo)
! Muerte

En las Figuras 2 y 3 se indican los niveles de bioacumulación de As por etapas del desarrollo y
órganos de cebada y haba, respectivamente. En la figura 4 a y b, se muestran los IBA de As
donde se aprecia que los mayores niveles se alcanzaron en raíces, hojas y tallos.

272
-1
Figura 2. Bioacumulación de As (mg.kg ) en las diferentes etapas del desarrollo del cultivo de
la cebada.
A: SZ-Suelo de Zimapán (Salitre), regado con AZ–Agua de Zimapán (Distribuidor); B: SZ-Suelo de Zimapán (Salitre),
regado con AP-Agua de Pachuca (Pozo UAEH); C: SA-Suelo de Actopan (Huaxtho), regado con AZ-Agua de Zimapán
(Distribuidor); D: SA-Suelo de Actopan (Huaxtho), regado con AP-Agua de Pachuca (Pozo UAEH). CONTROL
NEGATIVO.
S: Semilla; R: Raíz; H: Hoja; T: Tallo; E: Espiga; G: Grano. Los números 1-5 indican las diferentes etapas en las cuales
se presentan los órganos a evaluar.

-1
Figura 3. Bioacumulación de As (mg.kg ) en las diferentes etapas del desarrollo del cultivo de
haba.
A: SZ-Suelo de Zimapán (Salitre), regado con AZ–Agua de Zimapán (Distribuidor); B: SZ-Suelo de Zimapán (Salitre),
regado con AP-Agua de Pachuca (Pozo UAEH); C: SA-Suelo de Actopan (Huaxtho), regado con AZ-Agua de Zimapán
(Distribuidor); D: SA-Suelo de Actopan (Huaxtho), regado con AP-Agua de Pachuca (Pozo UAEH). CONTROL
NEGATIVO.
S: Semilla; R: Raíz; H: Hoja; T: Tallo; F: Flor; G: Grano. Los números 1-5 indican las diferentes etapas en las cuales se
presentan los órganos a evaluar.

En el Cuadro 5 se pueden apreciar los resultados de la frecuencia de células en división por


etapas del ciclo celular y de inducción de MNs en raíces meristemáticas de Vicia faba. En el
Cuadro 6 se muestra la frecuencia de las células en división por etapas del ciclo celular
evaluando por índice mitótico.

273
Cuadro 5. Análisis fisicoquímicos de las aguas utilizadas en los riegos. Los valores entre paréntesis indican
desviación estándar (n=5 réplicas).

Agua de Pachuca Agua de Zimapán


Parámetros
[16] [12]
pH 8.35 (14.53) 7.5(1.0)
Eh (mV) -86.2 (1.55) -61.6 (3.09)
Conductividad
-1 0.69 (10.91) 0.52 (6.0)
(dS•cm )
[As]mg•L-1 <LD 0.40 (0.05)
-1
LD=0.0028 mg.L

Los pH moderadamente alcalinos tanto de los suelos (SZ y SA) como de las aguas (AZ y AP)
pueden favorecer la absorción, tanto del As que lixivie como el ya disuelto en aguas. Así
mismo, los contenidos medios de materia orgánica favorecen su migración al formar complejos
organometálicos estables en medios acuosos; esto se corresponde con lo así indicado por
algunos autores (Boulding, 1995).

Cuadro 6. Frecuencia de células en división por etapas del ciclo celular y de inducción de MNs. (+) Indica diferencia
2
significativa por prueba de X .
Frecuencia de células Células en división por etapa del ciclo celular
Micronúcleos
en división Interfase Profase Metafase Anafase Telofase

Control 55/1000 15 19 1 15 4 1
Experimental 37/1000 (+) 7 7 4 4 4 11

Los resultados de [As] en las semillas indican que están prácticamente libres de este
contaminante, por tanto válidas para el experimento. En México no está normado el contenido
de As permisible en granos de estas especies, pero según normatividad Argentina (límite
permisible en granos y semillas <0.2 mg As/Kg), se pueden considerar libres de As. Los
análisis de las aguas muestran que ambas son similares en pH, potencial redox (Eh) y
conductividad, pero se diferencian en contenidos de As, donde el AZ rebasa la norma oficial
mexicana 20 veces (NOM-021-RECNAT-2000; Báez-Ramírez et al., 2004) y unas 40 veces la
establecida por la OMS (Pérez-Moreno, 2004).
Se resaltan los niveles de acumulación de As en raíces, hojas y tallos, así como los efectos de
concentración de As que provocan los contenidos en AZ y sistema AZ-SZ, especialmente en
los ensayos A (efectos combinados del As presente en AZ y lixiviable del SZ), B (efecto
solamente del As lixiviable del SZ) y C (sólo el efecto del AZ). Además tanto en granos de
cebada como habas se observó que los niveles de bioacumulación fueron de 0.8 y 1.5 mg de
As/Kg de grano respectivamente, lo cual sobrepasa 4 y 8 veces los índices normados como
límites máximos permisibles para As en granos, según norma argentina. La comparación final
de las características físicas de los dos cultivos se puede apreciar en la tabla 5 A y B (cebada y
haba, respectivamente). Respecto al desarrollo de la raíz en el cultivo de la cebada en los
experimentos A y B fue abundante debido a las características de textura del suelo de Zimapán
(arenosa) sin embargo en el experimento E que tenía el mismo tipo de suelo fue más bajo,
atribuible al efecto secundario de la contaminación tanto del suelo como del agua contaminada.

274
Figura 4. Índice de Bioacumulación (IBA) de As a) Cultivo de cebada; b) Cultivo de haba.
A: SZ-Suelo de Zimapán (Salitre), regado con AZ–Agua de Zimapán (Distribuidor); B: SZ-Suelo de Zimapán (Salitre),
regado con AP-Agua de Pachuca (Pozo UAEH); C: SA-Suelo de Actopan (Huaxtho), regado con AZ-Agua de Zimapán
(Distribuidor); D: SA-Suelo de Actopan (Huaxtho), regado con AP-Agua de Pachuca (Pozo UAEH). CONTROL
NEGATIVO. E: SZ-Suelo de Zimapán (Salitre), regado con AC-Agua contaminada con arseniatos. CONTROL
POSITIVO.
S: Semilla; R: Raíz; H: Hoja; T: Tallo; E: Espiga; F: Flor; G: Grano. Los números 1-5 indican las diferentes etapas en las
cuales se presentan los órganos a evaluar.

De la evaluación del daño genotóxico y la inducción de micronúcleos en raíces meristemáticas


de habas (Vicia faba) se pudo apreciar (Cuadro 6) una inhibición en la división celular en sus
diferentes etapas del ciclo por presencia de As, sin poder definir en cual etapa del ciclo celular
se produce. Así mismo un efecto de aparición de MNs que pone de manifiesto el efecto
citotóxico del As pero a su vez un cierto efecto mutagénico tal vez encubierto por ser más tóxi
co este elemento (Figura 5). Según la valoración del índice mitótico se apreció diferencia
significativa y se corroboró que el efecto citotóxico actúa de forma independiente a la etapa de
división celular (Cuadro 7).

A) B)
Figura 5. Células meristemáticas de habas en etapas de división celular. Presencia de MNs por presencia de As
en aguas. A) En agua de Pachuca, B) En agua de Zimapán.

275
Cuadro 7. Frecuencia de células en división por etapas del ciclo celular por índice mitótico. (+) Indica diferencia
2
significativa por prueba de X .
Frecuencias de
Interfase Profase Metafase Anafase Telofase
Células en división
Control 46/1000 15 2 1 9 1
Experimental 17/1000(+) 4 6 0 6 1

CONCLUSIONES

De todo este estudio se ha podido concluir que el cultivo de habas presenta mayor
bioacumulación entre sus etapas de desarrollo comparado con el cultivo de cebada, por tener
un período vegetativo mayor que la cebada. En la raíz de los dos cultivos se presentan las más
altas concentraciones de As acumuladas, seguidas por las hojas y el tallo; éste último órgano
es el de valores de IBA más altos. La frecuencia de células en división, su distribución por
etapa del ciclo celular y el número de MNs en las muestras control y experimentales indican
que la frecuencia de aparición de MNs en los grupos experimentales difiere del grupo control,
presentando pequeñas diferencias significativas desde el punto vista estadístico. Esto sugiere
la idea que no existe un daño genotóxico, sino que el compuesto es mas tóxico que mutágeno
y éste se encuentra encubierto por el efecto tóxico. El índice mitótico como criterio para evaluar
el daño fisiológico que provoca el As, demostró que produce inhibición de la división celular,
independientemente de la etapa de división celular, debido al efecto citotóxico.

LITERATURA CITADA

USDA. 1968. Barley: Origin, botany, culture, winterhardiness, genetics, utilization, pests.
Agriculture handbook Nº 338. Agricultural Research Service, US Department of Agriculture,
Washington, D.C., EUA.
Báez-Ramírez, A., F. Prieto-García y C. A. Galán-Vidal. 2004. Bioacumulación y daños
genotóxicos en Pez Cebra (Danio rerio) por arsénico en aguas de Zimapán, Hidalgo (México).
Ensayos en cortos plazos. Revista AquaTIC, España, v.21: 62-70.
Bianco, V. V. and F. Pimpini. 1990. Orticultura. Pàtron Editore, Bologna, Italia.
Boulding, R. J. 1995. Description and Sampling of Contaminated Soils. Second Edition. Lewis
Plublisher. USA.
Cárdenas, V. J. 1992. Geological-Mining monograph of the State of Hidalgo. Secretaria de
Energía Minas e Industria Paraestatal, Subsecretaria de Minas e Industria básica. Consejo de
recursos Minerales. México. Pub. M-3e.
Galvão, L. A. C. y G. Corey. 1989. Arsénico. Serie Vigilancia 3. Ed. Centro Panamericano de
Ecología Humana y Salud. Organización Panamericana de la Salud y Organización Mundial de
la Salud, pp. 70.
Kabata-Pendias, A. and H. Pendias. 2000. Trace elements in Soils and Plants, CRC Press LLC,
Third Edition, USA.
NOM-021-RECNAT-2000. Norma Oficial Mexicana. Establece las especificaciones de fertilidad,
salinidad y clasificación de suelos. Estudios, muestreos y análisis. Diario Oficial de la
Federación del 14 de febrero de 2001.
NOM-127-SSA1-1994. Norma Oficial Mexicana (Revisión 2000). Salud ambiental, agua para
uso y consumo humano. Límites permisibles de calidad y tratamiento a que debe someterse
para su potabilización. Diario Oficial de la Federación del 18 de enero de 2001.
Núñez, B. J. 1999. Evaluación Hidrológica de la Cuenca de Zimapán y sus implicaciones con la
presencia de Arsénico. Informe final. IICT-Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo,
México. Inédito.

O'Neill, P. 1990. Arsenic. Heavy Metals in Soils. Part. B. Alloway, ed. London: Blackie Press.
Pérez-Moreno, F. 2004. Lixiviación y Precipitación de Arsénico en aguas y lodos de pozos del
distribuidor general de Zimapán, Hidalgo. Tesis Doctoral. Universidad Autónoma del Estado de
Hidalgo. Pachuca, México.
Peterson, P. and C. Girling. 1980. Other Trace Metals. Impact of Heavy Metal Pollution on
Plants. Volume 1: Effects of Trace Metals on Plant Function, N. Lepp, ed. London: Applied
Science Publishers.

276
Prieto-García, F., M. de los A. Lechuga, M. A. Méndez-Marzo, E. Barrado-Esteban y J. Callejas-
Hernández. 2005. Daños tóxicos en tejidos vegetales sensibles producidos por aguas
contaminadas con arsénico en Zimapán, Hidalgo, México. BIOAGRO. Vol. 17(3): 137-141.

277
EL BORO EN LA CUENCA DEL RIO DUERO: TENDENCIAS GENERALES Y
EFECTOS AMBIENTALES
1
Martha A. Velázquez Machuca
2
José Luis Pimentel Equihua

RESUMEN

La distribución de boro (B) en las aguas subterráneas de la cuenca y el río Duero, así como su
relativa contribución en fuentes naturales y antropogénicas es poco conocida, por lo que
durante el presente estudio se analizó su distribución y su potencial efecto tóxico en los cultivos
de la zona y en la salud humana, con el propósito de plantear medidas para el uso sustentable
de los recursos hídricos de la zona de estudio. Trabajos previos muestran que el B se adiciona
a las aguas superficiales de la cuenca a través de las aguas residuales, en tanto que las aguas
subterráneas pueden ser una fuente de B de origen geotérmico. Se seleccionaron 49 sitios de
muestreo: pozos agrícolas y urbanos, norias, manantiales y río Duero, en un área aproximada
2
de 2500 km . Los parámetros químicos de las muestras de agua que se determinaron fueron:
pH, CE, Ca, Mg, Na, Cl, SO4, HCO3, Pb, Fe, Cu, Zn, Mn, P y B. Los parámetros de calidad de
agua variaron significativamente entre los puntos de muestreo (conductividad de 152-1518
!S/cm y concentración de B de 0-11268 !g/l) debido posiblemente a que las aguas discurren
sobre una extensa área que se conforma por acuíferos basálticos y acuíferos libres con
influencia de diversas formaciones geológicas: basaltos volcánicos terciarios y cuaternarios y
sedimentos calcáreos en zonas geotérmicas. La concentración media de B fue de 13, 54 y 850
!g/l en los manantiales, aguas del río y aguas subterráneas, respectivamente. La relación B/Cl
fue de 1.6 en los manantiales, 13.9 en el río y 27.7 para los pozos indicando un
enriquecimiento con B en las fuentes de agua en ese orden y una relación con la salinidad del
agua. En la parte sur y centro de la cuenca las aguas de pozo no presentaron concentración
apreciable de B, mientras que en la parte norte fue alta (365-3802 !g/l), con extremo de 11268
!g/l en el géiser de Ixtlán. El uso de esta agua en el riego agrícola puede causar toxicidad en
cultivos sensibles y derivar en una acumulación de B en los suelos de la región, los cuales
favorecen la adsorción del B a los minerales del suelo. 6 pozos urbanos presentaron
concentraciones de B mayores a 1000 !g/l y debe evitarse el uso de esta agua en el consumo
humano, de acuerdo con la norma NOM-SSA1-1996.

Palabras clave: Boro, calidad del agua, río Duero.

INTRODUCCIÓN

El estudio del boro (B) en el agua para riego agrícola y consumo humano es de relevancia
debido a que altas concentraciones de este elemento (> de 1000 !g/l) pueden causar toxicidad
en plantas y derivar en efectos adversos a la salud humana (Elefteriou, 2001). A pesar de su
importancia ambiental, a la fecha no se tienen trabajos sobre la distribución de B en el río y
aguas subterráneas de la cuenca del río Duero; no se cuenta tampoco con datos sobre el
aporte relativo de B a las aguas subterráneas y superficiales a partir de fuentes naturales y
antropogénicas. En trabajos previos se encontró que el B se adiciona a las aguas superficiales
del río Duero a través de las descargas de aguas residuales en la red hidrográfica, en tanto que
las aguas subterráneas pueden contener altas concentraciones de B de origen
geotérmico(Velázquez y Pimentel, 2006). El presente trabajo tiene como objetivo analizar la
distribución del B en las aguas subterráneas y superficiales de la cuenca del río Duero, y su
potencial efecto tóxico en la salud humana, así como su posible acumulación en los cultivos.

1
Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional-IPN-Michoacán.
E-mail: [email protected]
2
Colegio de Postgraduados

278
MATERIALES Y MÉTODOS

Zona de estudio
2
La zona de estudio comprendió un área aproximada de 2500 km en una extensión de ocho
municipios de la cuenca del río Duero: Chilchota, Tangancícuaro, Jacona, Zamora, Ixtlán,
Pajacuarán, Vista Hermosa y Briseñas. Se seleccionaron dos fuentes de agua para el estudio:
aguas subterráneas (pozos y norias) y aguas superficiales (río y manantiales) y
correspondieron a un total de 49 sitios de muestreo distribuidos en una franja cercana a la
corriente del río Duero. Los sitios de muestreo incluyeron 8 manantiales (uso urbano y
recreativo), 27 pozos (4 de uso agrícola, 22 de uso urbano y 1 de uso acuícola), 2 norias (una
de uso agrícola y otra de uso doméstico) y 12 sitios de la corriente del río Duero. La
profundidad de los pozos varió de 100 a 200 m y de las norias de 5 a 10 m. Los sitios de
muestreo en el río fueron: Carapan, Ichán, Huáncito, Santo Tomás, Chilchota, Etúcuaro, Las
Adjuntas, Los Espinos, Dren A, San Simón, San Cristóbal e Ibarra. La distancia entre estos
sitios de muestreo osciló de 2.3 a 18.9 km, ubicándose el primer sitio en el lugar del nacimiento
del río (Carapan) y el último en el poblado de Ibarra; el desnivel topográfico entre el punto de
inicio y de terminación es de 469 m.

Muestreo y análisis de agua


Las muestras de agua se colectaron entre el 25 de febrero y 7 de marzo de 2007. En los pozos,
las muestras se tomaron directamente de los sistemas de extracción y antes de que el agua se
derivara al dispositivo de cloración para mantener las condiciones iniciales del agua
subterránea. Para evitar la posible alteración de la muestra, se dejó correr el agua de la llave
de paso durante unos 30 segundos antes de disponer el agua en el recipiente. En las norias se
tomó la muestra directamente con una cubeta. Para el agua de río y de manantial la muestra se
obtuvo de la parte central del cuerpo de agua, a una profundidad máxima de 20 cm y con
ayuda de un recipiente previamente lavado.
Las muestras de agua se colectaron y transportaron en botellas de polietileno de 1 l de
capacidad, las cuales se lavaron previamente con agua destilada y bidestilada. Las botellas se
llenaron completamente y se evitó en lo posible, la introducción o formación de burbujas de aire
para reducir la alteración de las muestras. Las muestras de agua se trasladaron al día siguiente
al laboratorio donde se analizaron las variables: pH, conductividad eléctrica (CE), calcio (Ca),
magnesio (Mg), sodio (Na), potasio (K), cloruros (Cl), sulfatos (SO4), carbonatos (CO3),
bicarbonatos, (HCO3), plomo (Pb), fierro (Fe), cobre (Cu), zinc (Zn), manganeso (Mn) y fósforo
(P) de acuerdo a métodos estándar (Eaton et al., 2005); el B se analizó por el método de la
azomethina (Bingham, 1982).

Producción hídrica
Para determinar la producción hídrica de la cuenca, expresada como caudal generado por
2
unidad de superficie (l/m .día), se tomaron como base los dos sitios que tiene marcados la
Comisión Nacional del Agua sobre el río para la medición de los caudales: 1) Las Adjuntas,
utilizado para calcular la producción hídrica generada en las dos sub-cuencas localizadas
aguas arriba (sub-cuenca Cañada de los Once Pueblos y sub-cuenca valle de Guadalupe), y 2)
San Cristóbal, que sirvió para el cálculo de la producción hídrica de la sub-cuenca valle de
Zamora-Jacona. Los datos sobre los caudales mensuales en esos puntos fueron tomados de
los archivos de CONAGUA (2007) y se promediaron por día para dos meses de los años 2005
y 2007; los datos sobre superficie de las dos regiones estudiadas fueron obtenidos a través de
sistemas de información geográfica (SIG).
Los valores de la producción hídrica en la cuenca se relacionaron con la dilución de los
contaminantes como el B.

Relación B/Cl
En el estudio de las aguas subterráneas, es de utilidad la relación B/Cl debido a que por su
carácter conservativo, las concentraciones de cloruro (Cl) reflejan con cierta aproximación las
condiciones iniciales del agua de recarga y permite analizar la relación existente entre salinidad
y contenido de boro. En las aguas superficiales esta relación geoquímica puede ser de utilidad
en la comprensión de los procesos de enriquecimiento de los flujos con B, razón por la cual se
incluyó este indicador en las aguas de los manantiales y del río.

Análisis estadístico

279
El análisis estadístico incluyó la descripción estadística de los parámetros de calidad de agua
(media, desviación estándar y rango) y análisis de correlación. Con el propósito de agrupar los
pozos a partir de propiedades similares de estas aguas, se recurrió al análisis de
conglomerados o análisis tipo cluster jerárquico utilizando las variables pH, CE, Ca, Mg, Na, K,
HCO3, Cl, SO4, B y P. El proceso de agrupamiento se realizó tanto para los pozos (cluster de
pozos) como para las variables analíticas determinadas (cluster de variables). En el primer
caso se hizo uso del cálculo del cuadrado de la distancia auclídea (suma del cuadrado de las
distancias entre todas las variables consideradas); de manera que a menor distancia entre las
variables mayor es su similitud o proximidad. El cluster de variables determinó la similitud entre
las distintas variables (datos analíticos) mediante el uso del coeficiente de Pearson. Los
cálculos fueron realizados con el paquete estadístico XLSTAT (Addinsoft, Inc.).

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Generalidades
Los valores de conductividad eléctrica oscilaron de 152 a 1952 !S/cm. Los menores valores se
detectaron en los manantiales y en la parte alta del río, en tanto que los mayores
correspondieron a los pozos profundos; sin embargo, algunos de los pozos mostraron también
baja conductividad eléctrica (152-260 !S/cm), lo que indica la influencia basáltica sobre los
acuíferos asociados a estas aguas y una edad reciente de los flujos. En el centro de la zona
geotérmica (géiser Ixtlán) la conductividad eléctrica alcanzó valores de 1952 !S/cm (Cuadro 1).
Esta amplia variación en la concentración electrolítica de las aguas subterráneas y superficiales
se debe a que éstas discurren sobre una extensa área conformada por acuíferos basálticos y
acuíferos libres con influencia de diversas formaciones geológicas: basaltos volcánicos
terciarios y cuaternarios y sedimentos calcáreos en zonas geotérmicas. Adicionalmente, las
aguas residuales que se vierten al río influyen en la concentración electrolítica del agua,
mientras que los drenajes agrícolas también aportan sales y otros contaminantes a la corriente
del río.

Cuadro 1. Estadística de los parámetros de calidad del agua en diversas fuentes de agua en la
cuenca del río Duero.

Parámetro Manantiales Río Pozos


Rango Media SD* Rango Media SD Rango Media SD
pH 6.6-7.4 6.86 0.244 6.7-7.2 6.95 0.231 6.7-8.0 7.14 0.287
CE !S/cm 152-499 198.2 122.3 152-390 244.08 83.0 152- 635.8 469.9
Ca meq/l 0.47- 0.60 0.43 0.47- 0.73 0.21 1952 1.5 1.0
Mg meq/l 1.67 0.90 0.45 1.02 0.98 0.39 0.47- 1.8 1.0
Na meq/l 0.56- 0.42 0.33 0.28- 0.61 0.26 3.98 2.7 3.5
Cl meq/l 1.95 0.25 0.09 1.67 0.33 0.09 0.76- 1.0 1.3
SO4 meq/l 0.3-1.2 0.07 0.11 0.2-1.13 0.13 0.11 3.45 0.5 0.8
B !g/l 0.2-0.4 13.0 14.7 0.2-0.6 54.0 187.3 0.1-16.7 850.1 2184
P mg/l 0.02- 0.15 0.03 0.02- 0.40 0.37 0.2-5.3 0.191 0.266
Pb !g/l 0.34 56.1 52.4 0.34 78.2 48.2 0.02- 69.2 47.9
Fe !g/l 0-32 0 0-649 15.7 41.2 3.26 14.2 51.9
Cu !g/l 0.12- 50.7 7.8 0-1.18 61.9 11.3 0-11268 59.5 16.5
Zn !g/l 0.22 22.1 25.9 0-202 21.5 25.1 0-1.28 80.2 90.7
Mn !g/l 0-149 27.9 3.0 0-138 38.0 16.7 0-181 161.3 339.1
0 46-79 0-268
43-64 0-93 40-107
3-85 25-68 0-276
24-32 25-1414

*SD= desviación estándar.

El valor medio de pH fue de 6.86, 6.95 y 7.14 en las aguas de los manantiales, río y pozos,
respectivamente. El mayor pH en las aguas de pozo se ha relacionado con la mayor saturación

280
de CO2 en las aguas subterráneas y al incremento de la solubilidad del CaCO3 en las rocas y
minerales asociados (Baird, 2001).
Las aguas subterráneas presentaron un incremento en la concentración de sales y un cambio
en las relaciones catiónicas en la dirección de flujo SE-NW. La mayor proporción de aguas
subterráneas del tipo sódico-bicarbonatadas se ubicó en la parte baja de la cuenca (NW),
mientras que en la porción inicial de la cuenca (SW) predominaron las aguas del tipo
magnésico-bicarbonatada y mixta-bicarbonatada. Este cambio en la composición iónica
corresponde a una evolución geoquímica normal (Cabrera et al., 2001) debido a las reacciones
reversibles de intercambio de bases donde el Ca y Mg de las aguas que se infiltran en el
subsuelo desplazan al Na de las arcillas. Además de esto, durante la fase de ascenso de las
soluciones salinas ocurren procesos de reequilibrio y precipitación de los iones de Ca que
disminuyen su concentración en solución.
La menor concentración de Ca en las aguas subterráneas frente al Na se ve acentuada
fuertemente en dirección NW a causa también de los flujos salinos con alta concentración
relativa de Na que se generan en la zona geotérmica. El factor más importante en esta
evolución en la composición catiónica fue la distancia recorrida en la dirección SW-NW, aún
cuando se observaron variaciones locales (i.e. aguas sódico-bicarbonatadas y magnésico-
bicarbonatadas en pozos vecinos) que pueden ser atribuidas a cambios litológicos y al relieve
del área.
El Mg predominó sobre los otros cationes en las aguas de los manantiales y río como
consecuencia del discurrimiento de las aguas meteóricas a través de las formaciones rocosas
basálticas ricas en este elemento y que se encuentran ampliamente distribuidas en la cuenca
(CONAGUA, 2002).
El Na se encontró en exceso sobre el Cl en todas las aguas bajo estudio (media de la relación
Na/Cl = 1.6, 2.5 y 3.1 en manantiales, río y pozos, respectivamente). En los manantiales, el
origen del Na se vincula con la alteración de feldespatos de composición sódica asociados a
los basaltos, encontrándose en una concentración todavía en equilibrio o en estado de
subsaturación con estos minerales.
En general, la concentración de los iones Ca, Mg, Na, K, HCO3, Cl y SO4 fue en el orden: agua
de manantial < agua de río < agua de pozo.
Los metales pesados observaron las siguientes tendencias: el Pb, Cu, Fe y Mn incrementaron
ligeramente sus concentraciones en el río en relación con la concentración detectada en los
manantiales; estos cambios pueden estar relacionados con la incorporación de aguas
residuales y drenajes agrícolas al río, los cuales se reconocen como fuentes de metales
pesados (Cervantes y Moreno, 1999). La concentración de Zn y Mn fue significativamente
mayor en las aguas de los pozos que en los manantiales y río. En la corriente del río se
distinguen dos zonas en relación con la concentración de Zn y Mn: i) la parte alta, que incluye
los sitios Huáncito, Ichán, Chilchota, Etúcuaro, Las Adjuntas y Central de Abastos; ii) la parte
baja, con los sitios Los Espinos, Dren A, San Simón, San Cristóbal, El Capulín e Ibarra. La
concentración media de Zn fue de 8.3 y 34,7 !g/l en la parte alta y baja del río,
respectivamente, mientras que el Mn fue de 27.5 y 48.5 !g/l. Esta mayor concentración de Zn y
Mn en la parte baja del río puede estar asociada con el incremento de materiales orgánicos
provenientes de las aguas residuales, mismas que se vierten en mayor cantidad en la parte
media y baja del río. Adicionalmente, la descomposición de los materiales orgánicos derivados
de las aguas residuales disminuye la concentración de oxígeno disuelto en la corriente del río y
se desarrollan condiciones de reducción que pueden estar influyendo en un aumento en la
solubilidad de los minerales que contienen Mn (Stumm and Morgan, 1996).

Distribución del B

1. Manantiales
El B de las aguas de los manantiales alcanzó una media de 13 !g/l, mientras que en el río fue
de 54 y en los pozos de 850 !g/l, las cuales fueron significativamente diferentes (prueba de
Kruskall-Wallis con P= 0.05). El B en los manantiales se origina posiblemente del intemperismo
de los silicatos asociados a los basaltos, rocas ampliamente distribuidas en la zona de recarga
de los acuíferos de la cuenca (CONAGUA, 2002). De los ocho manantiales bajo estudio, cuatro
de ellos mostraron una concentración de B de 16 a 32 !g/l (Manantiales Carapan, Cuinio,
Chilchota y Camécuaro); en los cuatro restantes (Manantiales Tanaquillo, Los Nogales,
Cupátziro, Ojo de Agua) no se detectó este elemento. La concentración de B en los
manantiales es inferior al límite establecido por la norma mexicana NOM-SSA1-1996 (1000

281
!g/l) para agua de uso y consumo humano; lo mismo ocurre para su aplicación en el riego de
cultivos (Ayers y Westcot, 1989). Estas fuentes pueden, por tanto, catalogarse como seguras
para estos usos.

2. Corriente del río Duero


Las aguas del río presentaron una concentración media de 54 !g/l de B y un rango de 0 a 649
!g/l. En general se observó una marcada disminución del B en la corriente en relación con el
año 2005, cuando se detectaron valores promedio de 274 !g/l en los mismos sitios (Velázquez
y Pimentel, 2006). Tanto en el año 2005 como en el año 2007, las mayores concentraciones de
B se encontraron en la parte baja de la cuenca, corriente abajo del sitio San Cristóbal y dentro
de la Ciénega de Chapala. El B en las aguas del río Duero tiene un origen múltiple, donde
intervienen la geología del lugar, los vertidos de las aguas residuales y las emanaciones
geotérmicas que discurren superficialmente en la parte baja de la cuenca.
El efecto de la dilución de los contaminantes en el sistema hidrográfico del Duero se analizó a
través del calculó de la producción hídrica (Debels, 1998) en dos tramos del río y su relación
con la concentración media de B en dos fechas de muestreo (abril de 2005 y febrero de 2007).
Cuadro 2.
La mayor producción hídrica se detectó en febrero de 2007, en relación con abril de 2005, lo
cual indica procesos de dilución que pudieron afectar negativamente la concentración de B en
aquella fecha. Se observa que la parte baja de la cuenca (sitio San Cristóbal, Cuadro 2) se
caracteriza por una baja producción hídrica la cual disminuye conforme se acentúa la
temporada de sequía; este dato es relevante si se toma en cuenta que en esta zona se
detectaron las más altas concentraciones de B de la cuenca. Estos dos factores, baja
producción hídrica y altas concentraciones de B, pueden incrementar el riesgo potencial de
contaminación de las aguas del río con este elemento.

Cuadro 2. Producción hídrica para dos sitios de la cuenca del río Duero y concentración media
de B.
Caudal promedio Producción hídrica Concentración
2
3 (l/m .día) media
Área (m /s)
de B (!g/l)
Sitio drenada
2
(km )
Abril Feb. Abril Feb. Abril Feb.
2005 2007 2005 2007 2005 2007
Las 1225.77006 7.18 8.51 0.51 0.60 204.3 0.0
Adjuntas

San 735.5114 2.49 5.17 0.28 0.61 345.5 108.2


Cristóbal

3. Aguas subterráneas
En las aguas subterráneas el B se encontró en 10 de los 29 aprovechamientos estudiados,
ubicados éstos en la parte baja de la cuenca (Ciénega de Chapala), y corresponden a 6 pozos
de uso urbano, 1 de uso acuícola, 2 de uso agrícola y a la surgencia del géiser de Ixtlán.
El promedio de concentración de B en las aguas de pozo fue la más elevada (850 !g/l) con
respecto a las aguas de manantial y del río. Los pozos se clasificaron en: 1) pozos sin
concentración detectable de B, ubicados en la parte alta (sur y centro de la cuenca); y 2) pozos
con altas concentraciones de B (365-11 268 !g/l), localizados en la parte baja de la cuenca
(Ciénega de Chapala). En esta última área, el B se relaciona fundamentalmente con la
actividad geotérmica local cuyo epicentro lo constituye el géiser de Ixtlán; aquí los fluidos
geotérmicos distribuyen el B en una amplia porción de la Ciénega de Chapala, desde el
poblado de El Limón hasta el poblado de Ibarra, en la confluencia del río Duero con el río
Lerma.

282
La relación geoquímica B/Cl
La correlación entre B y CE fue positiva (r = 0.69), indicando un origen parcial del B asociado a
depósitos salinos. Las máximas concentraciones de B se detectaron en las aguas más salinas
y correspondieron a pozos que se localizan en la zona geotérmica de la Ciénega de Chapala.
La alta concentración de B en áreas geotermales está relacionada con el efecto de la
temperatura sobre la liberación de este elemento por interacción agua-roca (Arnorsson and
Andresdottir, 1995).
Considerando las concentraciones de B y Cl en unidades de !g/l y mg/l, respectivamente, los
valores promedio de la relación B/Cl fueron de 1.6, 13.9 y 9.6 para los manantiales, río y pozos,
respectivamente. En el caso de los pozos, si se incluyen solamente las 10 surgencias donde
fue detectado el B, la relación adquiere un valor de 27.7. Estos valores son significativamente
diferentes (prueba de Kruskall-Wallis con P= 0.05) y posiblemente son indicativos de distintos
orígenes del B en estas fuentes. En los manantiales y río el B puede asociarse a procesos
termales que liberan B de los minerales de las rocas y que coinciden con bajas
concentraciones de Cl (7-32 mg/l). En las aguas del río se suma el efecto de las aguas
residuales sobre la concentración de B, aumentando el valor de la relación B/Cl con respecto a
las aguas de manantial. El B de las aguas residuales se deriva de los residuos de detergentes
y diversos productos de limpieza (Martínez et al., 1999). Los máximos valores de B y de la
relación B/Cl coinciden con los pozos situados en la zona geotérmica de Ixtlán. En esta zona el
enriquecimiento de las aguas subterráneas con B puede estar relacionado con el origen termal
y con la influencia de materiales evaporíticos, mismos que se han asociado con altas
concentraciones de B. Los valores de la relación B/Cl indican un enriquecimiento de las fuentes
de agua con el B en el orden: manantiales < río < pozos. En la parte norte de la cuenca
(Ciénega de Chapala) se conjugan las más altas concentraciones de B y sales detectadas
tanto en las aguas de pozo y corriente del río Duero.

El B y sus efectos sanitarios, agrícolas y ambientales


El B es un micronutriente esencial para el desarrollo de las plantas (Havlin et al., 2005) y su
presencia en las aguas de riego en concentraciones menores a 1000 !g/l es benéfica para los
cultivos; no obstante, puede ser tóxica en concentraciones mayores a ese valor (Ayers y
Westcot, 1989).
El uso de las aguas subterráneas de la parte baja de la cuenca (Ciénega de Chapala) en el
riego agrícola representa un peligro de toxicidad a cultivos sensibles como la fresa, cebolla,
trigo y frijol; estas plantas soportan una concentración límite de B de 500-1000 !g/l (Ayers y
Westcot, 1989). Dado que las aguas de algunos aprovechamientos subterráneos en la zona
exceden esos valores (pozos 20, 21, 22, 23, 24, 25, 27 y 29), los rendimientos de esos cultivos
potencialmente pueden disminuir con el uso de estas aguas en el riego. Adicionalmente, la
irrigación histórica de estos terrenos agrícolas con flujos de alta concentración de B puede
causar una acumulación excesiva de este elemento en el perfil del suelo y, con el tiempo,
liberar el B a la solución del suelo. El alto contenido de arcilla y el pH alcalino de los suelos
favorecen la adsorción del B a los minerales del suelo (Communar and Karen, 2007),
condiciones que se cumplen en los suelos agrícolas de la Ciénega de Chapala (Venegas et al.,
1991).
En la Ciénega de Chapala 5 pozos de uso urbano presentaron concentraciones de B
superiores a 1000 !g/l, límite permitido para el consumo humano (WHO, 2006; NOM-127-
SSA1-1994). La ingesta de esta agua podría causar severos problemas de salud en los
pobladores de las comunidades de El Limón, El Valenciano, El Capulín y La Luz, donde se
ubican estos pozos y que pertenecen al municipio de Ixtlán. Los problemas sanitarios
potenciales por consumo de agua cuya concentración de B es superior a 1000 !g/ incluyen
daños al estómago, los intestinos, el hígado, los riñones, el cerebro y, en casos extremos,
pueden derivar en la muerte (Selinus, 2004).

Análisis estadístico multivariado para las aguas subterráneas

1. Agrupamiento de pozos
El método separa de manera general las aguas subterráneas de la parte alta de la cuenca,
regularmente de baja concentración electrolítica y bajos contenidos de B, de aquellas que se
encuentran en la parte baja, con mayor concentración de sales y de B. En total se formaron 7
agrupamientos de interés hidrogeológico.

283
El primer agrupamiento se formó con 16 pozos (pozos 1-5, 7-12, 15-17, 19 y 27) y se
encuentran en su totalidad en lo que denominamos parte alta de la cuenca. El segundo
agrupamiento separa las aguas de los pozos 6,13 y 14 del grupo anterior, aun cuando
presentaron distancias euclídeas muy bajas y también se localizan en la parte alta de la
cuenca. Las aguas de los pozos 18, 21, 22, 25 y 26 conforman otro conglomerado relacionado
con el grupo 2. Los pozos 28 y 29, ubicados en las cercanías del final del río, constituyen un
cuarto conglomerado. Las aguas de los pozos 20, 23 y 24 constituyen otros tres
conglomerados independientes y sin relación implícita con ninguno de los anteriores; sin
embargo, la ordenación de las clases tiende a aproximar los pozos 20 y 23 preferentemente al
grupo 4. El pozo 24 no guarda relación con ninguno de los anteriores grupos, puesto que es la
surgencia del géiser principal en la zona geotérmica circundante; estas aguas se caracterizan
por la mayor concentración de sales y de B encontrada en los pozos analizados.

Figura 1. Cluster de los casos estudiados (pozos) de la cuenca del río Duero.

2. Agrupamiento de variables
Las variables usadas en el análisis cluster fueron: pH, CE, Ca, Mg, Na, K, HCO3, Cl, SO4, B y
P. En el Cuadro 3 y Figura 2 se puede observar que las variables tienden a conformar tres
agrupamientos principales, dos de ellos con coeficientes de correlación superiores a 0.66; se
exceptúa el pH, el K (de muy baja concentración) y el P. Este último no guarda una relación
significativa con ninguna de las variables debido probablemente a que procede de infiltraciones
de las aguas superficiales que recogen drenajes agrícolas y vertidos domésticos.

Cuadro 3. Matriz de proximidad o similitud (valores absolutos del coeficiente de Pearson) para
11 variables de las aguas subterráneas de la cuenca del Duero. Muestreo 2007.

pH CE Ca Mg Na K HCO3 Cl SO4 B P
pH 1 0,48 -0,03 -0,12 0,65 0,54 0,43 0,45 0,51 0,64 0,06
CE 0,48 1 0,68 0,57 0,91 0,70 0,96 0,83 0,92 0,69 0,28
Ca -0,03 1 0,91 0,33 0,45 0,74 0,44 0,44 -0,01 0,39
Mg -0,12 0,57 0,91 1 0,19 0,28 0,63 0,39 0,28 -0,10 0,34
Na 0,65 0,91 0,33 0,19 1 0,68 0,82 0,81 0,96 0,89 0,15
K 0,54 0,70 0,45 0,28 0,68 1 0,74 0,42 0,64 0,59 0,18
HCO3 0,43 0,96 0,74 0,63 0,82 0,74 1 0,64 0,80 0,59 0,37
Cl 0,45 0,83 0,44 0,39 0,81 0,42 0,64 1 0,87 0,63 0,05
SO4 0,51 0,92 0,44 0,28 0,96 0,64 0,80 0,87 1 0,82 0,12
B 0,64 0,69 -0,01 -0,10 0,89 0,59 0,59 0,63 0,82 1 0,00
P 0,06 0,28 0,39 0,34 0,15 0,18 0,37 0,05 0,12 0,00 1

284
Figura 2. Cluster de variables para los pozos estudiados de la cuenca del río Duero. Muestreo
2007.
-
El primer agrupamiento lo constituye las variables pH, K, B, Cl , CE, HCO3, Na y SO4. De estas,
los pares Na-SO4 y CE-HCO3 son las mejor correlacionadas (r=0.96), seguidas de la
conductividad (CE-SO4, r=0.92; CE-Na, r=0.91). Este grupo de variables está influenciado
fundamentalmente por los flujos geotérmicos, con un marcado gradiente SW-NW en la cuenca.
El segundo agrupamiento relaciona las variables Ca y Mg, presentando una alta correlación
Ca-Mg (r=0.91). Estos iones se encuentran en esta agua en proporciones similares, con
valores promedio de las relaciones Ca/cationes y Mg/cationes de 0.26 y 0.38, respectivamente.
Esta característica de las aguas subterráneas refleja la composición de las rocas basálticas y
basalto-andesitas que constituyen el basamento geológico de los acuíferos en la zona
(CONAGUA, 2002) e indica un origen similar del Ca y Mg.

CONCLUSIONES

De acuerdo con los valores promedio de CE, iones mayores y B, las aguas superficiales y
subterráneas de la cuenca del río Duero presentan un deterioro en su calidad química en el
orden siguiente: manantiales < río < pozos. Para el caso de la corriente del río, los años con
alta precipitación contribuyen, a través de procesos de dilución, a disminuir apreciablemente las
concentraciones de B. El análisis de las aguas superficiales y subterráneas mostró un
decremento en su calidad en un gradiente SW-NW, con los más altos niveles de contaminantes
en la zona NW. Algunos aprovechamientos subterráneos utilizados para consumo humano en
esta zona no son adecuados para este uso por su alto contenido de B, el cual procede de flujos
geotérmicos. Es recomendable la sustitución de estas fuentes de agua de uso urbano por otras
de mejor calidad química o eliminar el B a través de membranas de intercambio u otra
tecnología disponible. La problemática ambiental derivada de las altas concentraciones de B en
las aguas subterráneas en la parte baja de la cuenca se acentúa por el vertido de las aguas
residuales; estos vertidos adicionan más B a la corriente del río e incrementan los peligros
potenciales de toxicidad para las plantas cultivadas que son irrigadas con esta agua.

AGRADECIMIENTOS

Los autores agradecen el apoyo otorgado por el CONACyT a través del proyecto “Patrones
históricos de uso y manejo del agua en la Cuenca Lerma-Chapala-Santiago”, coordinado por El
Colegio de Michoacán, A.C.

285
LITERATURA CITADA

Arnorsson, S. and Andresdottir, A. 1995. Process controlling the distribution of boron and
chlorine in natural waters in Iceland. Geochimica et Cosmochimica Acta. 59 (20):4125-4146.
Ayers, R.S. y D.W. Westcot. 1989. La calidad del agua y su uso en la agricultura. Estudio FAO
Riego y Drenaje 29 Rev. 1. Trad. Al español por J.F.Alfaro (Water Quality and use in agriculture).
174 p.
Baird, C. 2001. Química ambiental. Trad. Dómenech, X. Ed. Reverté S.A., Barcelona, España. pp.
458-462.
Bingham, F.T. 1982. Boron. In: A.L. Page (ed.) Methods of soil analysis. Part 2. Chemical and
microbiological properties. Second Edition. SSSA, Inc. Madison, WIS USA. pp.431-447.
Cabrera, A.; Blarasin, M. and G. Villalba. 2001. Groundwater contaminated with arsenic and
fluoride in the Argentine Pampean Plain. Journal of Environmental Hydrology 9 (6) March 2001:
1-9.
Cervantes, C. y R. Moreno. 1999. Contaminación ambiental por metales pesados. Impacto en
los seres vivos. AGT Editor, S.A. México. pp. 4-10.
Communar, G. and R. Karen, 2007. Effect of transient irrigation on boron transport in soils. Soil
Sci. Soc. Am. J. 71:306-313
CONAGUA (Comisión Nacional del Agua). 2002. Determinación de la disponibilidad de agua en
el acuífero Zamora, Estado de Michoacán. Documento Interno. México, D.F. 25 p.
CONAGUA (Comisión Nacional del Agua). 2007. Caudales registrados en las Estaciones de
aforo “Las Adjuntas”, “Camécuaro” y “San Cristóbal”. Años 2005 y 2007. Distrito de Riego 064
Zamora, Mich. México. Documento Interno. 4 p.
Debels, P. 1998. Características hidrológicas y producción hídrica. En: Diagnóstico de la
a
calidad del agua del río Damas, X Región. Lineamientos para un Plan de Prevención y/o
descontaminación. Centro EULA-CHILE. Universidad de Concepción, Chile. 85 p.
Eaton, A.D., Clesceri L.S., Rice E.W. and Greesberg A.E. (eds.). (2005). Standard Methods for
st
the examination of water and wastewater. 21 . Edition. American Public Health Association,
Washington, DC. 1207 p.
Elefteriou, P. 2001. Boron in groundwater of the island of Cyprus. J. Environm. Hydrology 9: 1-
5.
Martínez, J.L., de la Fuente M.M. y E. Muñoz. 1999. El boro en los vertidos industriales.
Ingeniería Química 9: 163-169.
NOM-127-SSA1-1994. Norma Oficial Mexicana. Salud Ambiental. Agua para uso y consumo
humano. Limites permisibles de calidad y tratamientos a que debe someterse el agua para su
potabilización. DOF 20/oct/2000.
WHO (World Health Organization). 2006. Guidelines for drinking-water quality [electronic
resource]. Incorporating first addendum. Vol. 1, Recommendations. – 3rd ed. 536 p.
Selinus, O. 2004. Geología médica: una especialidad emergente. Terre 1(1): A1-A8.
Stumm, W. and J.J. Morgan. 1996. Aquatic Chemistry. Chemical Equilibria and rates in natural
waters. Third Edition. John Wiley & Sons, Inc. New York. pp. 465-489.
Velázquez, M. y J.L. Pimentel. 2006. “Salinidad, P, B y E. coli en el río Duero, Michoacán”.
Memorias XV Congreso Nal. FEMISCA, A.C. pp.1-8.
Venegas, J.; M. Velázquez y J.L. Pimentel. 1991. Respuesta del maíz al fósforo en la Ciénega
de Chapala. Terra 9(2):197-203.

286
EVALUACIÓN CLIMÁTICA DEL ÁREA NATURAL PROTEGIDA “ALTAS CUMBRES”
VICTORIA TAMAULIPAS, MÉXICO

1
Pedro Almaguer Sierra !
1
Ludivina Barrientos Lozano
1
Miguel Ángel Cruz Reyes
2
Humberto Rodríguez Fuentes
3!
Fidel Blanco Macías

RESUMEN

En el Área Natural Protegida “Altas Cumbres” Victoria, Tamaulipas, México, al igual que en
otras áreas de protección de la biodiversidad, coincide en la falta de información histórica
puntual de los parámetros del clima que prevalece, debido a que es un área de reciente
creación, y de difícil acceso, entre otras causas, por lo que es necesario estimar los,
parámetros mediante modelos estadísticos. Se aprovechó la información histórica de más de
25 años de las estaciones meteorológicas más cercanas al área de estudio. Para estimar
radiación global, se aplicaron los métodos de duración de la insolación y de la nubosidad a la
información de la estación de Ciudad Victoria. Los datos anteriores permitieron establecer que
2 -1 -1
en la zona de estudio la duración de la insolación media anual es de 438 cal (cm ) día . Para
estimar la temperatura del área de estudio, se aplicó una regresión a los datos de altitud
º
(msnm) y temperaturas medias anuales ( C) de 30 estaciones cercanas, obteniéndose como
2
modelo anual, T = 24.8220 – 0.004162h con una R =0.92. Para las horas frío, se aplicaron los
modelos de Da’Mota y Weinberger, a los datos de siete estaciones, resultando como modelo
2
promedio, N = 164.72–0.328h, con una R = 0.91. Para el periodo de crecimiento se aplicó la
metodología del proyecto de zonas agro ecológicas de la FAO, a la información histórica de
cuatro estaciones, encontrando dos periodos de crecimiento normales y dos intermedios y para
la evapotranspiración, se usaron las ecuaciones; ETP = 0.8 Ev y un programa para una ficha
climática, obteniéndose valores de 1,330.2 mm para Ciudad Victoria; 1,410.3 mm para
Güemez; 1,452.2 mm para San Vicente y 1,262.2 mm, para Jaumave.

Palabras clave: Temperatura, radiación solar, horas frío, periodo de crecimiento.

INTRODUCCIÓN

La presión sobre los recursos naturales en las últimas cinco décadas ha obligado a las
naciones a enfrentar la problemática de extinción de la biodiversidad, desde diferentes
enfoques, todos ellos encaminados a conocer la función de los ecosistemas naturales, y los
límites de aprovechamiento que aseguren un uso sustentable, para preservar la diversidad
biológica y cultural como patrimonio de generaciones futuras (Torres, 1987). Al final de la
década pasada, México administraba 111 Áreas Naturales Protegidas (ANP´s), en donde
Tamaulipas con siete de ellas: El Cielo, Colonia Parras de la Fuente, Laguna la Escondida,
Bernal de Horcacitas, La Vega Escondida, Rancho Nuevo y Altas Cumbres (Sánchez, 2005).
Estas áreas presentan una transición de ecosistemas semidesérticos a tropicales y de
tropicales a templados, con una gran diversidad de especies animales y vegetales propias de
cada ecosistema.
El ANP “Altas Cumbres”, fue decretada en la categoría de zona especial, sujeta a conservación
ecológica el 19 de noviembre de 1997, ubicada en la cuenca alta del Río San Marcos, dentro
de la provincia fisiográfica de la Sierra Madre Oriental, al poniente de Ciudad Victoria, entre las
coordenadas 460000-490000 E y 2610000-2630000 N, UTM, con altitudes entre 450-2100
msnm (INEGI, 1990). Además de representar la cuenca de recarga de los acuíferos que
suministran agua a La Ciudad de Victoria y sus alrededores, tiene una gran importancia
ecológica y paleontológica, en donde el basamento de La Sierra Madre Oriental lo forma el
anticlinorio huizachal peregrina del precámbrico y paleozoico, con rocas metamórficas como:
gneis y el esquisto, expuestas por las corrientes superficiales, que aunado al conjunto de rocas
sedimentarias de origen continental, que ponen en contacto rocas del cretácico superior con las
del cretácico inferior, conforman en una corta distancia una columna estratigráfica completa del
tiempo geológico muy interesante. Su hidrología la conforman los arroyos o cañones de Juan
Capitán, El Novillo, San Marcos, Calamaco y Los Troncones “San Felipe”, INEGI (1983). Sus

287
suelos mas abundantes son los litosoles, suelos literalmente de roca con espesores de 10 cm o
menos, formando asociaciones con rendzinas, ricos en materia orgánica ligeramente arcillosos
de espesor de 25 cm, regosol calcárico, ricos en cal los más fértiles de los regosoles, luvisol
órtico de fertilidad moderada, fluvisol calcárico y feozem (INEGI, 1982). La vegetación del área
esta representado por bosque de pino-encino, bosque de encino, bosque mesófilo de montaña,
matorral submontano, matorral rosetófilo, selva baja subcaducifolia, vegetación riparia y
acuática, pastizal y palmar (INEGI, 1985).
Uno de los problemas de las ANP´s es la falta de información, lo es sin duda, la caracterización
de sus componentes físico y biótico entre otros, generalmente por la falta de vías de
comunicación debido a lo apartado que se encuentran de la comunidad económicamente
activa. En parte, a eso se debe su atractivo natural y el valor de su diversidad biológica, social y
cultural. Su mantenimiento y mejor aprovechamiento, dependerá en gran medida del
conocimiento que se tenga de sus ecosistemas y sus interrelaciones El objetivo de este trabajo
fue estimar los parámetros climáticos de radiación global, temperatura, horas frío, periodo de
crecimiento y evapotranspiración, usando para ello la información histórica de mas de 25 años
de 30 estaciones meteorológicas cercanas al área de estudio que permitan comprender mejor
sus componentes estructurales para la planificación de las actividades de manejo de esta área
de conservación de la biodiversidad.

MATERIALES Y MÉTODOS

El área de estudio se ubica en la cuenca alta del Río San Marcos, dentro de la provincia
fisiográfica de la Sierra Madre Oriental, al poniente de Ciudad Victoria, entre las coordenadas
460000-490000 E y 2610000-2630000 N, UTM, con altitudes entre 450-2100 msnm (INEGI,
1990), para este estudio se consideró la información de 30 estaciones meteorológicas con mas
de 25 años de datos, dentro y fuera del ANP “Altas Cumbres”:

Radiación global
Se estimó a través de dos modelos, con la Fórmula 1.

Duración de la insolación Rg/RA = a+b(n/N). Ángstrom, (1924). Fórmula 1

2 -1 -1
Donde: Rg, es la radiación global en mm de agua evaporada o cal (cm ) día , RA, es la
radiación teórica (en ausencia de la atmósfera) usando los valores propuestos por Argot, a y b,
son coeficientes de regresión, n, es el número real de horas de insolación y N, es la duración
astronómica de la radiación de acuerdo con la latitud y la Fórmula 2.

La nubosidad Rg/RA = a+bC. Frére et al., (1975). Fórmula 2

Donde: a y b son coeficientes de regresión, C, es la cantidad de nubes (nubosidad) expresada


en octavos o décimos, y se obtuvo con la Fórmula 3.

, Fórmula 3

Donde: dd, es días despejados, dmn, es días moderadamente nublados y dnc, es días
nublados o cerrados.
El número real de horas de insolación (n), se obtuvo del historial de la estación meteorológica y
la duración astronómica de la insolación (N) a la latitud 23.7° Norte según Ortiz (1987). Los
valores de los coeficientes a y b, se obtuvieron de acuerdo con Glover y MacCulloch (1958)
citado por Ortiz (1987); a = 0.29 cos " y b = 0.52, en donde " es la latitud de la estación, por lo
que; a = cos de 23.7° = 0.27.

288
Para el cálculo de este parámetro se usó la información de 30 años de la estación
meteorológica de Ciudad Victoria, Tamaulipas, ubicada en la latitud 23° 44’ 07’’Norte y longitud
99° 06´ 48´´ Oeste a 330 msnm.

Temperatura
Se estimó en función de la altitud (Fórmula 4), Para ello corrió un programa en Excel, con los
datos de altura y temperatura de cada una de 30 estaciones meteorológica. Se generaron
2
modelos mensuales y se usó el estadístico R para conocer su valor de estimación.

T = b 0 + b 1h Fórmula 4

Donde: T, es la temperatura en ºC, b1, representa el gradiente altotérmico geográfico, b0, a la


temperatura al nivel del mar y h, es la altitud en metros sobre el nivel del mar de cada estación
meteorológica.

Horas frío
Se estimaron al aplicar los modelos: de Da’Mota y de Weinberger, citados por Ortiz (1987),
representados en las Fórmulas 5 y 6 respectivamente.

N = 485.1–28.52Tm Fórmula 5

Donde: N, es el número de horas frío mensuales, Tm, es la temperatura media mensual (se
aplica solo a noviembre, diciembre, enero y febrero).

N = 2124.85–125.23T Fórmula 6

Donde: N, son las horas frío acumuladas, T, es el promedio de las temperaturas medias
mensuales de diciembre y enero.

Periodo de crecimiento
De acuerdo con el proyecto de Zonas Agroecológicas de la FAO (1978), el periodo de
crecimiento se define, como el número de días durante el año en que existe disponibilidad de
agua y una temperatura favorable para el desarrollo de los cultivos. El cálculo se basa a un
modelo simple de balance de agua (Ortiz, 1987).

Evapotranspiración
Se obtuvo al aplicar la Fórmula 7(García, 1979).

ETP = 0.8Ev Fórmula 7

Donde: ETP es la evapotranspiración en mm de agua evaporada, y Ev es la evaporación


potencial del tanque de evaporación de la estación meteorológica en mm de agua evaporada.

Análisis estadístico
Las regresiones lineales para relacionar las temperaturas con la altitud así como la elaboración
®
de las figuras, se elaboraron al usar el programa de cómputo Microsoft Office Excel 2003
2
(Microsoft Corp., 2003). Se uso el coeficiente de determinación (R ) para seleccionar el mejor
modelo con una probabilidad de (p#0.05).

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Radiación global y duración de la insolación


Al aplicar el modelo de la Fórmula 1 (Ángstrom, 1924) se genero el Cuadro 1, para obtener los
valores de n/N, y Cuadro 2, para obtener la radiación global expresada en mm de agua
2 -1 -1 2 -1 -1
evaporada y cal (cm ) día . Con un promedio anual de 447.69 cal (cm ) día .

Cuadro 1. Relación entre el número real de insolación (n) y la duración astronómica de la


insolación (N) en horas y décimos (Ortiz, 1987).

289
Meses (n) horas (N)horas Relación n / N
Enero 5.0 10.8 0.46
Febrero 6.0 11.4 0.53
Marzo 6.6 12.0 0.55
Abril 6.0 12.7 0.47
Mayo 6.4 13.2 0.49
Junio 7.8 13.6 0.57
Julio 7.8 13.4 0.58
Agosto 7.7 12.9 0.60
Septiembre 7.0 12.3 0.57
Octubre 6.6 11.6 0.57
Noviembre 6.2 10.0 0.56
Diciembre 6.6 10.7 0.62

Cuadro 2. Radiación global mensual para la estación meteorológica de Ciudad Victoria,


Tamaulipas.
Meses a+b(n/N) RA Rg Rg
Valores de Angot
(mm de agua evaporada) {cal (cm2)-1 día-1}
Enero 0.51 10.45 5.3 314.4
Febrero 0.55 12.1 6.6 342.9
Marzo 0.56 14.0 7.8 463.7
Abril 0.51 15.4 7.8 465.5
Mayo 0.53 16.3 8.6 511.0
Junio 0.57 16.5 9.4 555.7
Julio 0.57 16.4 9.3 552.2
Agosto 0.58 15.8 9.1 540.4
Septiembre 0.57 14.5 8.2 489.1
Octubre 0.57 12.8 7.3 430.7
Noviembre 0.56 10.9 6.1 360.7
Diciembre 0.59 9.9 5.8 346.0
2 -1 -1
Nota: para convertir mm de agua evaporada a cal (cm ) día , se multiplicó por 59, (son las calorías
necesarias para evaporar un mm de agua) (Ortiz, 1987).

Valor que se encuentra comprendido dentro del ámbito reportado por Ortiz (1987), quien
trabajó con información de 25 observatorios de todo el país y elaboró un mapa con isolíneas de
radiación global media anual, y encontró que por el estado de Tamaulipas cruzan las isolíneas
2 -1 -1
de 400 y 450 cal (cm ) día . El modelo de Ångstrom (1924) es uno de los más utilizados en la
actualidad por su sencillez (Contreras, 2000).

Radiación global y la nubosidad


Con la información de la misma estación meteorológica, se calculó el valor de la nubosidad
(Fórmula 3) para cada mes (Cuadro 3) y los valores de radiación global (Cuadro 4),
2 -1
encontrando los valores de Rg mensual expresados en mm de agua evaporada y en cal (cm )
-1
día , valores que se muestran en las columnas cuatro y cinco (Cuadro 4).

Cuadro 3. Información para el cálculo de la nubosidad (C) de la estación meteorológica de


Ciudad Victoria, Tamaulipas.
Meses dnc dmn dd
Enero 11.6 12.7 6.5
Febrero 9.3 12.1 6.7
Marzo 9.1 15.5 6.6
Abril 10.1 14.3 5.5
Mayo 10.4 16.0 4.5
Junio 7.4 16.4 6.0

290
Julio 5.5 17.0 8.0
Agosto 5.1 16.5 9.2
Septiembre 8.4 14.1 7.4
Octubre 9.5 13.5 7.9
Noviembre 8.11 12.4 9.4
Diciembre 11.3 11.8 7.7

2 -1 -1
El promedio anual de la radiación global por este método, es de 428.4 cal (cm ) día , valor
con las mismas características del calculado con la Fórmula 1. El uso de estos modelos
climáticos, han sido recomendados para México y otras regiones (Romo, 1985; Torres, 1995;
Soriano y Pons, 2004).

Cuadro 4. Valores de la radiación global para la estación meteorológica de Ciudad Victoria,


Tamaulipas, usando datos de nubosidad.
RA Rg Rg
Meses Nubosidad (C) 2 -1 -1
(Valores de Argot) (mm de agua evaporada) {cal (cm ) día }
Enero 0.54 10.2 5.6 334
Febrero 0.52 11.9 6.4 381
Marzo 0.51 13.9 7.4 440
Abril 0.54 15.4 8.5 502
Mayo 0.55 16.4 9.1 539
Junio 0.50 16.4 8.73 516
Julio 0.45 16.3 8.2 488
Agosto 0.43 15.7 7.79 460
Septiembre 0.49 14.4 7.5 450
Octubre 0.50 12.6 6.7 400
Noviembre 0.46 10.7 5.4 322
Diciembre 0.52 9.7 5.2 309

Temperatura
Los modelos obtenidos al relacionar la altitud con la temperatura media mensual, presentan
2
valores de R del orden de 0.71 a 0.94 (Cuadro 5), contradiciendo lo expuesto por Núñez y
Pérez, (1977) según Pons, (1996). De la misma manera se calculó un modelo anual, con el
cual se estimaron isotermas en altitudes (cotas) predeterminadas (Cuadro 6), que pueden ser
trazadas en mapas topográficos del área de estudio. (Ortiz, 1987). Estos modelos son muy
parecidos a los obtenidos por Almaguer, (1992) para la Reserva de la Biosfera “El Cielo” en
Tamaulipas.

Cuadro 5. Modelos para calcular la temperatura media mensual y anual del Área Natural
Protegida “Altas Cumbres”, Ciudad Victoria, Tamaulipas.
2
Mes Modelo R
Enero T = 17.2423 - 0.002323h 0.71
Febrero T = 19.5675 – 0.002978h 0.79
Marzo T = 22.8310 – 0.003395h 0.84
Abril T = 26.5903 – 0.004377h 0.91
Mayo T = 28.6666 – 0.004761h 0.92
Junio T = 29.6420 – 0.005282h 0.94
Julio T = 28.9500 – 0.005237h 0.93
Agosto T = 29.4900 – 0.005570h 0.93
Septiembre T = 28.0010 – 0.004992h 0.93
Octubre T = 25.5110 – 0.004475h 0.93
Noviembre T = 22.2630 – 0.003823h 0.83

291
Diciembre T = 19.1077 – 0.002724h 0.76
Modelo anual T = 24.8220 – 0.004162h 0.92

Cuadro 6. Temperatura media anual para cuatro altitudes del Área Natural Protegida “Altas
Cumbres”, Ciudad Victoria, Tamaulipas.
Modelo anual °C
T = 24.8220–0.004162(500) 22.7
T = 24.8220–0.004162(1000) 20.6
T = 24.8220–0.004162(1500) 18.57
T = 24.8220–0.004162(2000) 16.49

Horas frío
Como resultado de la aplicación de los modelos: de Da’Mota y de Weinberger, citados por Ortiz
(1987), (Fórmulas 5 y 6) respectivamente, a los datos de seis estaciones meteorológicas, se
obtiene los resultados (Cuadros 7 y 8). Al relacionar el número de horas frío de las estaciones
2
estudiadas con sus altitudes (h), el modelo que se obtuvo fue N = 240.92–0.34 (h), con una R
= 0.94.

Cuadro 7. Horas frío para siete estaciones meteorológicas cercanas al ANP “Altas Cumbres” de
Tamaulipas.
Estación Altitud Horas frío mensuales
Meteorológica msnm Noviembre Diciembre Enero Febrero Total Anual
Bustamante 1600 45.9 97.2 120 91.5 354.6
Los Uvalle 1560 26.1 85.8 115.5 60.1 287.5
Magdaleno Aguilar 1430 25.9 34.5 102.9 54.5 217.8
Tula 1140 -28.3 31.6 65.9 23.1 92.3
Jaumave 750 -42.5 40.2 63 -2.6 58.1
San Vicente 630 -53.92 14.52 35.19 -8.29 -12.5
Ciudad Victoria 350 -96.7 -11.1 14.52 -42.52 -135.84

Por otra parte, empleando el modelo de Weinberger (Fórmula 6), se generan los resultados
para las mismas seis estaciones meteorológicas anteriores (Cuadro 8). Al relacionar el número
2
de horas frío con sus altitudes, se obtuvo el modelo; N = 88.53–0.31h, con una R = 0.88, que
2
promediando los dos modelos, se tiene el modelo N = 164.72–0.328h, con una R = 0.91.

Cuadro 8. Horas frío para siete estaciones meteorológicas cercanas al ANP “Altas Cumbres”
de Tamaulipas.
Estación Altitud Temperatura media mensual
Horas frío
Meteorológica msnm Diciembre Enero Promedio
Bustamante 1600 13.6 12.8 13.2 471.81
Los Uvalle 1560 14 13.1 13.55 427.98
M. Aguilar 1430 15.8 13.4 14.6 296.49
Tula 1140 15.9 14.7 15.3 208.83
Jaumave 750 15.6 14.8 15.2 221.35
San Vicente 630 16.5 15.6 16.05 114.9
Cd. Victoria 350 17.4 16.5 16.95 2.2

Periodo de crecimiento
Los resultados mostraron para Victoria y Güemez, periodos de crecimiento normal, con 251 y
214 días de crecimiento durante el año, respectivamente. Y para San Vicente y Jaumave con
periodos de crecimiento intermedios, es decir que P < ETP pero P > 0.5ETP, con 84 y 80 días
de crecimiento durante el año, respectivamente (Figura 1).

292
Figura 1. Periodo de crecimiento para la estación meteorológica de Ciudad Victoria,
Tamaulipas. (L23º43'00" N, L99º10'00" W, A350 msnm).

Evapotranspiración
Los resultados para le estación meteorológica de Ciudad Victoria, con la ficha climática de
Thornthwaite fue del orden de 1,455 mm al año, mientras que con la ecuación ETP = 0.8Ev fue
de 1,330 mm, valores muy cercanos por lo que ambas metodologías son recomendables.

CONCLUSIONES

Se determinan para el Área Natural Protegida “Altas Cumbres” en Tamaulipas, los parámetros
2 -1 -1
climáticos: radiación global 438 cal (cm ) día , temperatura media anual para el área de
2
estudio es de 16.5 ºC a 22.7 ºC. el modelo anual T = 24.8220–0.004162h con una R = 0.92, es
un buen estimador de la temperatura para el área de estudio. Por otra parte, las horas frío que
corresponden al ANP, son: 150 en la cota 1,000 msnm, 330 en la cota 1,500 msnm y 500 en la
cota 2,000 msnm. El periodo de crecimiento favorable para el desarrollo de los cultivos durante
el año es de 250 días en la parte oriente (Barlovento) del ANP y de 80 días al poniente
(Sotavento) y. La evapotranspiración potencial (ETP) para cuatro estaciones fue: 1,330.2 mm
para Ciudad Victoria; 1,410.3 mm para Güemez; 1,452.2 mm para San Vicente y 1,262.2 mm,
para Jaumave.

AGRADECIMIENTOS

Al Instituto Tecnológico de Cd. Victoria y al CoSNET por el financiamiento al proyecto: CoSNET


402.04–P, denominado: Estudio sobre la diversidad faunística y micológica del Área Natural
Protegida estatal “Altas Cumbres” en los municipios de Victoria, Güemez y Jaumave,
Tamaulipas.

LITERATURA CITADA

Almaguer, S. P. 1992. Uso de modelos predictivos en la evaluación del clima de la Reserva de


la Biosfera “El Cielo”, en Tamaulipas, Reporte Científico, No. Especial 12 II Simposio Regional,
Facultad de Ciencias Forestales de la UANL, Linares, N. L. 196 p.

293
Contreras, T. E. A. 2000. Evaluación y calibración del modelo de Ångstrom para estimar la
radiación solar global. Tesis de Ing. Agrónomo Fac. De Ciencias Agrarias. Talca, Linares,
Chile.45 p.
Food and Agriculture Organization. 1978. Report on the Agro–ecological Zones Proyect. Vol. 1.
Methodology and Results for Africa. World Soil Resources Report 48. Rome. 250 p.
Frére, M. y J. Q. Rijks y J. Rea. 1975. Estudio agroclimatológico de la zona Andina. Proyecto
Inter-institucional FAO/UNESCO/OMM en agroclimatología. Roma .Informe técnico 230 p.
García, B. J. 1979. Estructura metodológica para la caracterización agroecológica de áreas por
procedimientos cuantitativos de análisis y su posterior zonificación. Tesis de Doctorado en
Ciencias. Colegio de Postgraduados, Chapingo, México. 380 p.
Instituto Nacional de Estadística y Geografía Informática. 1990. Carta topográfica, escala
1:250,000 Ciudad Victoria. F14-2. Secretaria de Programación y Presupuesto. Instituto
Nacional de Estadística Geografía e Informática. México, D. F.
Instituto Nacional de Estadística y Geografía Informática. 1985. Carta de uso de suelo y
vegetación escala 1:250,000 Ciudad Victoria. F14-2. Secretaria de Programación y
Presupuesto. Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática. México, D. F.
Instituto Nacional de Estadística y Geografía Informática. 1982. Carta climatológica. Escala
1:1,000,000 Ciudad Victoria. F14-2. Secretaria de Programación y Presupuesto. Instituto
Nacional de Estadística Geografía e Informática. México, D. F.
Instituto Nacional de Estadística y Geografía Informática. 1983, Síntesis geográfica del estado
de Tamaulipas. Secretaria de Programación y Presupuesto. Instituto Nacional de Estadística
Geografía e Informática. México, D. F. pp. 15-18.
Ortiz, S. C. A. 1987. Elementos de agrometeorología cuantitativa con aplicaciones en la
a
República Mexicana. 3 Edición. 327 p.
Pons, X. 1996. "Estimación de la Radiación Solar a partir de modelos digitales de elevaciones.
Propuesta metodológica". A: VII Coloquio de Geografía Cuantitativa, Sistemas de Información
Geográfica y Teledetección. Juaristi, J. I Moro, I. (eds.) Vitoria-Gaste.
Romo G, J. R. 1985. Zonas con potencial agroclimático para la producción de cinco
oleaginosas bajo temporal en la República mexicana. Tesis de Maestría en Ciencias agrícolas.
Centro de Hidrociencias, Colegio de Postgraduados. Chapingo, México. 285 p.
Sánchez, M. A.D. 2005. Parámetros climáticos del área natural protegida “Altas Cumbres” en
Victoria, Tamaulipas. Tesis de Licenciatura en Ciencias en Biología. Instituto Tecnológico de
Cd. Victoria, Tamaulipas México. 160 p.
Soriano, S. M. D y V. Pons M. 2004. Prácticas de edafología y climatología. Universidad
Autónoma de Valencia Editorial Alfaomega. pp. 86- 87.
Torres, G. J. J. 1987. Ecología y uso de los recursos naturales renovables de la cuenca del río
San, Marcos, Tamaulipas, México. Tesis de Maestría en Ciencias. Universidad Nacional
Autónoma de México, D. F. 290 p.
Torres, R. E. 1995. Agrometeorología. Universidad Autónoma Agraria “Antonio Narro”-Trillas.
México, D. F. 154 p.

294
PROGRAMA PILOTO DE TRANSFERENCIA DE TECNOLOGÍA DE LABRANZA DE
CONSERVACIÓN EN EL MUNICIPIO DE VERACRUZ
2
Sergio M. Jácome Maldonado
1
José A. Cruz Ballado
1
José J. Bonilla Bada
1
Marco A. Reynolds Chávez
1
Santos G. Campos Magaña

RESUMEN

El programa piloto inició en el municipio de Veracruz en el año 2001. Se planteó un programa


de transferencia de tecnología en labranza de conservación para productores de maíz que
incluyera al municipio como un gestor y facilitador de los factores de desarrollo para que los
agricultores adoptaran con mayor rapidez la tecnología propuesta. La transferencia de
tecnología ha sido necesidad prioritaria del sector agropecuario; sin embargo los esfuerzos
realizados han dado resultados limitados, la mayoría de los productores de subsistencia,
continúan utilizando métodos de producción tradicional. La metodología identificó necesidades
tecnológicas, de capacitación y apoyos económicos adecuados para que grupos de
productores organizados incrementen su ingreso. La estrategia identificó a los productores
líderes tecnológicos y productores asociados, se organizaron módulos de 100 hectáreas y se
estableció una parcela modelo denominada “Vitrina Tecnológica”, con una superficie de 10
hectáreas manejada por el productor líder, la cual se usó para capacitación y demostración de
los métodos y resultados. Los resultados obtenidos mediante esta estrategia participativa
fueron: el productor líder adoptó el 100% de tecnología y el productor asociado adoptó el 85%,
considerando en ambos casos un punto de partida de 59%. La producción inicial para los dos
-1 -1
tipos de productores fue de 3 t ha pasando a una producción el productor líder de 8 t ha y el
-1
productor asociado a 5 t ha ; además, se redujeron los costos de producción en 30% para
ambos casos, la tasa de retorno al capital fue: 98% para productores asociados y 167% para el
productores líder. Actualmente el programa cuenta con una superficie de 1300 hectáreas,
nueve productores líderes 113 asociados directos y 250 seguidores. Se concluye que la
velocidad de adopción de la tecnología está en función del tipo de productor, de la subvención,
crédito y del conocimiento del sistema.

Palabras clave: erosión, costos, maíz, productores, municipio.

INTRODUCCIÓN

El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) ha generado


tecnologías tales como: variedades e híbridos de maíz, paquetes tecnológicos para la
producción de estos materiales en el sistema de labranza de conservación, modelo de vitrinas
tecnológicas, estudios de potencial productivo que delimitan ambientes óptimos para la
producción de este cereal, entre otros; y a la fecha desarrolló un modelo de transferencia de
tecnología con participación municipal para implementar programas productivos de labranza de
conservación utilizando equipos de siembra directa para labranza de conservación en sus
modalidades de mecánicas, neumáticas y de tracción animal.
A la labranza de conservación los estudiosos del tema le han dado un sinnúmero de
definiciones de las cuales nosotros la definimos como cualquier sistema de laboreo que
contribuya a reducir la pérdida de suelo y el agua. Sin embargo, lo esencial de la tecnología
consiste en conservar suficientes residuos como mantillo para mantener el suelo cubierto.
La cobertura de residuos mínima que el suelo requiere se puede establecer en términos de
área cubierta o de cantidad de residuos por unidad de superficie. Cuando 35% de la superficie
del suelo está cubierto por residuos esparcidos de manera uniforme, la erosión por
“salpicamiento” puede reducirse hasta en 85%, comparado con el suelo desnudo (Shaxon et
al., 1989). Para obtener una cobertura de 35% del suelo se requieren aproximadamente dos

2
Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) Campo
Experimental Cotaxtla. E-mail: [email protected]

295
toneladas de rastrojo por hectárea; esta cantidad ha quedado establecida como el umbral
mínimo para reducir considerablemente la erosión relativa. El momento preciso para satisfacer
este umbral es inmediatamente después de la siembra (Erenstein, 1997). Por otra parte, para
agro-sistemas tropicales este umbral toma valores de tres toneladas de rastrojo por hectárea
para cubrir entre 40 y 50% del área del suelo (Uresti et al., 1992).
En México, la labranza de conservación se considera como tecnología de gran visión, aplicable
en una gran diversidad de condiciones agro-ecológicas; sin embargo, se deben considerar
algunos requisitos mínimos para la aplicación de esta tecnología y ellos son:
1. Eliminación de compactaciones del suelo originadas por pisos de arado.
2. Corrección de pH.
3. Eliminación de maleza perenne.
4. Conocimiento del uso y manejo de herbicidas.
5. Aplicación balanceada de fertilizantes (FIRA, 1996).
6. Conocimiento del manejo de equipos de siembra directa mecánicos, neumáticos.

En el estado de Veracruz anualmente se siembran alrededor de 500,000 ha de maíz, de las


cuales el 78% se producen en condiciones de temporal en el ciclo de Primavera-Verano y el
resto se siembra en humedad residuales el ciclo Otoño- Invierno. Los rendimientos promedios
-1
son del orden 1.5 a 2.0 t ha (INEGI, 2002). Este bajo nivel de productividad se debe entre
otros factores a: la erosión y baja fertilidad del suelo, errática e insuficiente precipitación pluvial
y uso de métodos tradicionales de producción. Indirectamente la productividad también se ve
afectada por factores externos como son: altos costos y mínima organización de productores
para acceder a beneficios que ofrecen programas productivos gubernamentales.
En la entidad se estima una superficie aproximada a las 12,000 ha que se siembran con maíz
en labranza de conservación (INEGI, 2002) aunque este sistema representa una alternativa de
solución a algunos de los problemas descritos, no ha sido adoptado en forma masiva por los
productores, debido al grado de desconocimiento de su aplicación y al escaso apoyo
institucional para operar estrategias de transferencia para promover la adopción de este
método de siembra. El sistema de producción de maíz en labranza de conservación, reduce la
erosión hasta prácticamente cero y conserva mayor humedad en el suelo, lo cual permite la
obtención de rendimientos iguales o superiores a los obtenidos con labranza tradicional de
barbecho y rastreo (Uresti et al., 1992). Además de lo anterior, los costos de producción de
maíz en cero labranza se reducen hasta en un 30%. En cuanto al riesgo potencial de erosión,
se conoce que en el estado de Veracruz el 34% de la superficie presenta alto riesgo de
-1
erosión, con pérdidas potenciales de suelo mayores a las 320 t ha por año, principalmente en
las regiones serranas de Huayacocotla, Totonacapan, Las Grandes Montañas y Los Tuxtlas.
-1
Un riesgo de medio a alto, con pérdidas potenciales de suelo de 180 a 320 t ha por año, se
registra principalmente en la región del Istmo, y de medio a bajo con pérdidas potenciales entre
-1
40 a 180 t ha por año, en las Llanuras de Sotavento (Uresti et al., 1992).

La problemática que se observa en este entorno es:


1. Grave deterioro del recurso suelo en fertilidad y productividad.
2. Aumento de la superficie con problemas reales y potenciales de erosión del suelo.
3. Arraigo a los métodos de cultivos tradicionales que favorecen la degradación del suelo.
4. Bajo nivel de aplicación de tecnología en el cultivo de maíz.
5. Escaso apoyo institucional (créditos, equipo mecanizado, asistencia técnica, etc.) para
favorecer la utilización de sistemas de labranza de conservación (Samaniego, 2000).
6. Carencia de planes y estrategias de transferencia de tecnología para favorecer la adopción
de técnicas de labranza de conservación.
7. Desconocimiento de los productores de maíz de los sistemas de labranza de conservación.
8. Falta de conciencia de los productores de maíz de la importancia de conservación del
recurso suelo.

Además, la tecnología existente en el mercado (maquinaria y equipos agrícolas) en su mayoría


es de procedencia extranjera, por lo que no se adaptan a las necesidades de los productores,
ya que están diseñadas para diferentes condiciones socio económicas. También los sistemas
actuales de investigación-validación y transferencia de tecnología en el área agrícola para el
estado de Veracruz no responden a la dinámica de la demanda de los diferentes estratos de
productores de cultivos básicos.

296
Por lo anteriormente mencionado urgió la difusión y transferencia de tecnología disponible en
labranza de conservación para la zona tropical de México (Jácome et al., 2003), pero no sólo
para dar a conocer los beneficios de la misma en la preservación del recurso suelo y su
productividad, sino para demostrar y capacitar en su implementación. Es reconocido que
muchas prácticas de labranza de conservación no son implementadas y adoptadas porque se
desconoce la disponibilidad y el manejo de las herramientas y maquinaria que requieren para
su aplicación. En este sentido, se justificó ampliamente el establecimiento de los módulos
(vitrinas tecnológicas) para transferir tecnología en mecanización para labranza de
conservación. Sin embargo, el uso mínimo de prácticas de labranza de conservación y la
continuación de los sistemas de manejo de suelo tradicionales se debe presumiblemente a que
los productores no han tenido acceso adecuado a la información técnica y a las innovaciones y
equipos que se han generado recientemente (Campos, 1998). La incorporación de estas
tecnologías puede contribuir a la solución de los problemas descritos de baja productividad del
cultivo de maíz y de erosión del suelo en el estado de Veracruz.

MATERIALES Y MÉTODOS

El proyecto inició en el año 2001 en el estado de Veracruz estableciéndose de la siguiente


manera: zona central de Veracruz en los municipios de Veracruz, Tlalixcoyan, Manlio Fabio
Altamirano, Cotaxtla, Medellín de Bravo y Jamapa; y zona sur en los municipios de Acayucan,
Sayula de Alemán y San Andrés Tuxtla. En la Zona norte en el municipio de Ozuluama. En
cada uno de los municipios se estableció una “VITRINA TECNOLOGICA” la cual se considera
un sitio permanente de capacitación, validación y transferencia de tecnología en superficies
comerciales mínimas de 5.0 ha manejadas por el productor líder con la mejor tecnología
recomendada por el INIFAP, donde se realizaron las siguientes actividades:

1. Capacitación: a través de cursos-talleres en tecnologías de labranza de conservación y en


calibración de equipos de siembra y fertilización para labranza de conservación dirigidos a
técnicos, asesores y productores líderes.
2. Establecimiento de la Vitrina Tecnológica: para demostrar y difundir la tecnología
generada y recomendada por el INIFAP a través del campo Experimental Cotaxtla en lo
referente a labranza de conservación y paquete tecnológico para producción de maíz.
3. Soporte Tecnológico a Técnicos y Productores Líderes:
a) Aplicación del método de establecimiento de la VITRINA TECNOLÓGICA mediante
GESTIÓN MUNICIPAL como sistema de transferencia de tecnología sostenible.
b) Asesoría técnica de campo en las etapas críticas del cultivo.
c) Realización de eventos demostrativos, recorridos y reuniones técnicas en campo que
provocaron discusión y retroalimentación del método aplicado.
También se midió el impacto en superficie sembrada con el sistema, rendimiento obtenido del
cultivo bajo el sistema y nivel tecnológico.
4. Medición de la Adopción de la Tecnología: se cuantificó la superficie inicial del proyecto
contra la superficie al final del mismo para contrastar los objetivos propuestos y medir el grado
de participación de los municipios y costeo del sistema versus el sistema tradicional y se
identificó a los productores líderes de cada localidad.
La medición del grado de adopción tomó como base el paquete tecnológico óptimo
recomendado por el INIFAP y se dio un valor ponderado a cada uno de los componentes del
mismo. Asimismo: a) se consideró lo que el productor hacia inicialmente del total del paquete
tecnológico optimo recomendado; b) en cada ciclo de cultivo se midieron los componentes que
se adoptaban del paquete tecnológico recomendado; y c) así se continuó a lo largo de la vida
del proyecto para concluir el grado de adopción.
Se estableció un sistema de estrecha relación entre los investigadores, agentes de cambio,
autoridades municipales y productores que permitió cubrir las deficiencias en la capacitación a
técnicos in situ. La obtención de un diagnóstico dinámico vía técnicas de requerimientos de
validación-investigación y el establecimiento de parcelas modelos, módulos o "VITRINAS"
(Figura 1).

297
Figura 1. Diagrama de vitrina tecnológica.

Paquete tecnológico
El paquete tecnológico implementado por el INIFAP considera dos escenarios que constan de
un paquete básico y un complementario dependiendo de las características del terreno donde
se va a implementar la labranza de conservación.
Los componentes del paquete tecnológico en ambos casos son:
a) Cobertura vegetal del suelo
b) Semillas mejoradas
c) Equipos de siembra directa
d) Fertilización química
e) Control de malezas
f) Control de plagas de suelo y follaje

Fases desarrolladas del proyecto:


Primera fase
Se consolidó el modelo en el sitio piloto de Veracruz, documentación de la estrategia de
transferencia de tecnología con participación municipal con el sistema de labranza de
conservación en maíz así como la evaluación de los métodos empleados en los diagnósticos,
métodos y acciones de transferencia, mediciones de adopción y niveles de impacto.
Para lo anterior, fue necesario medir los componentes tecnológicos incorporados en parcelas de
productores asociados, en comparación con la vitrina tecnológica: variedades mejoradas, nivel
de fertilización, nivel de mecanización, método de siembra, control de malezas. También se
midieron las siguientes variables: número de productores adoptantes de tecnología; número de
componentes incorporados por productores asociados (nivel tecnológico); número de productores
en talleres de capacitación y eventos de difusión; número de productores asociados por productor
líder; superficie incorporada; rendimiento; costo de producción; impacto socioeconómico (grado
de adopción del paquete tecnológico e incremento de la tasa de retorno por peso invertido en la
tecnología); y evaluación general del modelo que midió el nivel tecnológico adoptado y la
rentabilidad de la tecnología de labranza de conservación contra la tecnología tradicional, así
como el efecto que ejerce la subvención y el crédito en el proceso y velocidad de adopción.

Segunda fase
En esta fase se realizó la verificación del modelo en los municipios de Cotaxtla, Medellín de
Bravo, Jamapa, Manlio Fabio Altamirano, Tlalixcoyan y Sayula de Alemán, todos pertenecientes al
estado de Veracruz. Las actividades básicas desarrolladas en los módulos comunitarios de
adopción de tecnología fueron: presentación y discusión del proyecto ante autoridades
municipales y comunidades beneficiarias; diagnóstico municipal; formación de grupo de
adopción de tecnología; diagnóstico preliminar de productores asociados; cursos-talleres de
capacitación en labranza de conservación para el cultivo de maíz; establecimiento de módulos;

298
reuniones de asesoría y capacitación técnica; demostraciones de campo de métodos y
resultados; y evaluación de la estrategia de transferencia en módulos comunitarios.

Tercera fase
En relación al modelo semi-empírico, se definieron los componentes (coeficientes) y sus
factores e indicadores, los cuales dieron las bases para la creación de un software amigable
dirigido a los tomadores de decisiones y productores líderes para definir dónde deben incidir los
apoyos económicos para detonar la adopción de la tecnología de labranza de conservación.
Estos fueron: Tecnología Disponible de Alta Productividad (TD); Asesoría y Capacitación
Permanente (Dominio de tecnología por el productor) (DTP); Subvención de Agro-Insumos-Equipo
(SIE); Crédito-Seguro Agrícola (C); Índice de Rentabilidad de Cultivo (IRC) (Precios sostén
remuneradores); y Comercialización Asegurada (Agricultura por contrato-AC). Para verificar el
modelo se evaluaron nueve grupos comunitarios con los siguientes parámetros:

Numero de grupos Parámetros


3 DTP + SIE + C
2 DTP + SIE
2 DTP + C
2 DTP

Para validar el modelo semi-empírico de transferencia de tecnología (MOSEMAT) se elaboró,


probó y aplicó una encuesta sobre una muestra del 35% del marco lista de 122 productores
líderes y asociados, a fin de medir las variables de adopción de la tecnología de labranza de
conservación.

Cuarta fase
Se evaluó el proceso de adopción de la tecnología por el grupo de productores seguidores, en un
periodo de seis años se hizo un muestreo del grupo de productores que continúan practicando el
sistema de labranza de conservación, asistentes a las demostraciones de métodos y resultados
organizadas en la vitrina tecnológica del productor líder y de los productores que se inscribieron en
el programa de apoyo municipal. Los registros por productor fueron los siguientes: tiempo de
utilización de la tecnología de labranza de conservación, incremento de la producción sostenida de
los rendimientos (productividad), sostenibilidad del sistema. Los datos anteriores se identificaron
mediante encuestas sobre la etapa del proceso de adopción (conocimiento, interés, consideración,
prueba y adopción) en que se ubican los productores no asociados al programa, así como el uso
de componentes tecnológicos de producción.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

El número de productores adoptantes de la tecnología fueron nueve líderes y 113 asociados


(Cuadro 1). Los componentes tecnológicos incorporados fueron: remoción de suelo, cobertera
de residuos, control químico de maleza, método de siembra, uso de semillas mejoradas y
fertilización. El porcentaje de uso de estos componentes por los productores asociados en
comparación con productores líderes, se presenta en el Cuadro 1.

Cuadro 1. Número de productores adoptantes y porcentaje de uso de los componentes


tecnológicos.
Concepto Productores líderes Productores
asociados
Número de productores 9 113
Componentes tecnológicos % %
Nivel de remoción de suelo:
Cero remoción 35 20
Mínima 65 80
Cobertura con residuos 100 100
Control químico de maleza 100 100
Método de siembra
Mecánica 100 90
Manual 0 10
Uso de semillas mejoradas 100 100
Nivel de fertilización recomendada 100 85

299
Se establecieron 12 vitrinas tecnológicas del 2001 al 2006 en los sitios: ejido El Maguey,
municipio de Cotaxtla, ejido Jamapa, municipio de Jamapa, ejido El Refugio, municipio de
Sayula de Alemán, ejidos El Espinal y San Martín del Yagual, municipio de Manlio Fabio
Altamirano, ejido Rancho del Padre, municipio de Medellín de Bravo y ejidos Santa Rita y
Santa Fe, municipio de Veracruz. Se impartieron 46 cursos-talleres de capacitación y asesoría
técnica donde se dio a conocer el sistema de labranza de conservación y su paquete
tecnológico; uso, manejo, calibración y mantenimiento de los equipos de siembra directa en sus
modalidades mecánicas y neumáticas, así como la estrategia de transferencia de tecnología
con participación municipal y 39 demostraciones a productores líderes y asociados y técnicos
municipales en las siguientes Municipios: Cotaxtla, Sayula de Alemán, Jamapa, Medellín de
Bravo, Manlio Fabio Altamirano, Veracruz y Paso del Macho (Cuadro 2).

Cuadro 2. Participación de productores en talleres de capacitación y eventos de difusión.


Concepto 2001 2002 2003 2004 2005 2006 eventos Participantes
Cursos 2 3 9 11 9 12 46 650
Demostraciones 2 2 9 10 9 7 39 1100
Total de eventos 4 5 18 21 18 19 85 1750

Como parte del desarrollo de la investigación sobre la estrategia, se realizaron reuniones de


trabajo y promoción del proyecto con autoridades, personal técnico y productores líderes de las
localidades beneficiarias en los municipios de Veracruz, Medellín de Bravo, Jamapa, Manlio
Fabio Altamirano, Tlalixcoyan, Cotaxtla y Sayula de Alemán. Esta actividad fue parte de la
estrategia propuesta y se tuvo la necesidad de repetirla en todos los municipios, debido a los
cambios de administración municipal. Se conformaron nueve grupos comunitarios con
productores en las localidades de El Refugio y Oriente del municipio de Sayula de Alemán,
Cabo Verde y Santa Fe, municipio de Veracruz, Rancho del Padre, municipio de Medellín de
Bravo, Jamapa, Colonia Espinal municipio de Manlio Fabio Altamirano, Santa María municipio
de Tlalixcoyan, y El Maguey municipio de Cotaxtla.
En el sitio piloto que inició en el año 2001 en el municipio de Veracruz, el nivel tecnológico
alcanzado por los productores líderes, pasó del 59 al 100% en los primeros dos años de
aplicación de la estrategia, mientras que el de los productores asociados, pasó del 59 al 85%
en los primeros cuatro años de estudio. En el periodo de estudio 2001 al 2006 la superficie con
el uso de labranza de conservación pasó de 0 a 1300 hectáreas. La producción por hectárea
del productor líder con labranza de conservación, se incrementó de 3 a 8 toneladas, es decir un
167%, mientras que con los productores asociados, ésta se incrementó de 3 a 5 toneladas, lo
que representa sólo un 67%. Los costos de producción para el sistema de labranza de
conservación, tanto para los productores líderes, como asociados, fueron menores que los que
tuvieron los productores líderes con labranza tradicional (Cuadro 3).

Cuadro 3. Impacto socioeconómico (grado de adopción del paquete tecnológico e incremento


de la tasa de retorno).
Ciclo P-V Ciclo P-V Ciclo P-V Ciclo P-V Ciclo P-V Ciclo P-V Ciclo P-V
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006

Concepto
Nivel
Tecnológico (%) 59 85 100 100 100 100 100
Productor líder
Productor asociado 59 75 83 84 85 85 85
Superficie (ha) 0 213 300 449 750 1000 1300
Rendimiento (t/ha)
Productor líder* 3 6 7 8 8 8 8
Productor asociado 3 4 5 5 5 5 5
Costo paquete
tecnológico ($/ha)
Productor líder L.C. - 4600 4900 5000 5400 6000 6000
Productor asociado - 3450 4067 4200 4590 5100 5100
Productor líder L.T. - 7040 7852 7856 8520 8760 8760
Precio de venta ($/t) - 1450 1550 1650 1900 1700 2000
Ingreso bruto ($/ha)

300
Productor líder L.C. - 8700 10850 13200 15200 13600 16000
Productor asociado - 5800 7750 8250 9500 8500 10000
Productor líder L.T.** - 8700 10850 13200 15200 13600 16000
Utilidad $/ha
Productor líder L.C. - 4100 5950 8200 9800 7600 10000
Productor asociado - 2350 3683 4050 4910 3400 4900
Productor líder L.T.** - 1660 2998 5344 6680 4840 7240
Comparación Tasa
de retorno (%)
Productor líder L.C - 89 121 164 181 127 167
Productor asociado - 68 90 96 107 67 98
Productor líder L.T. - 23 38 68 78 55 83
NOTAS:
* Rendimiento por ha para el productor líder con labranza de conservación y con labranza tradicional.
** El ingreso bruto de labranza tradicional considera el mismo rendimiento por hectárea que el obtenido
con labranza de conservación y mismo precio de venta.
L.C. = labranza de conservación, L.T. = labranza tradicional

Como se puede observar en el Cuadro 3, la tasa de retorno del productor líder de maíz bajo el
sistema de labranza de conservación, se incrementó del 89 al 167% en el período de aplicación
de la estrategia y la del productor asociado con labranza de conservación paso del 68 al 98%.
Por su parte, para el productor líder de maíz con labranza tradicional, la tasa de retorno cambió
del 23 al 83%, lo que demuestra que la labranza tradicional es menos rentable que la labranza
de conservación. El análisis nos indica que el sistema tradicional siempre es más caro que el
sistema de labranza de conservación y el productor asociado de labranza de conservación es
más eficiente que el productor líder de labranza tradicional pues aunque su producción es
menor, su tasa de retorno es mayor debido a que sus costos de producción son más bajos.
En el caso municipio de Veracruz, el apoyo para los productores líderes y asociados (subsidio)
se ha incrementado a partir del año en que se inició el uso de la tecnología de labranza de
conservación; los montos se pueden observar en la Figura 2.

Figura 2. Evolución de la subvención para las siembras de maíz con labranza de conservación
en el municipio de Veracruz.

En lo referente a la velocidad de adopción de los componentes tecnológicos de labranza de


conservación por parte de los productores líderes y asociados, todos tuvieron un nivel
tecnológico de inicio del orden del 59%, los productores líderes alcanzaron el 100% en el uso
de todos los componentes en un tiempo de dos años a partir del cual se estabilizó la curva de
adopción, a diferencia de los productores asociados que su nivel máximo de uso de los
componentes tecnológicos llegó al 85% en un período de tiempo de cuatro años donde también
se estabiliza la curva de adopción (Figura 3).

301
Figura 3. Velocidad de adopción de la tecnología de labranza de conservación en el área de
estudio.

Se documentó el diagnóstico de los municipios de Cotaxtla, Medellín de Bravo, Jamapa,


Veracruz, Manlio Fabio Altamirano, Tlalixcoyan y Sayula de Alemán, donde se tomaron los
siguientes datos: superficie total del municipio, superficie dedicada a la siembra de maíz,
rendimiento promedio, superficie dedicada a la ganadería, número de bovinos, número de
tractores y número de animales de tiro como fuentes de potencia. Los factores de diagnóstico
por municipio se indican en el Cuadro 4.

Cuadro 4 Factores de diagnóstico por municipio.


Municipio Sup. Sup. Rend. Sup. No. No. No. No.
total maíz prom. gan. bovinos tractores animales ejidos
(ha) (ha) (t/ha) (ha) tiro
Cotaxtla 49107 3115 2.6 28515 21377 108 2520 14
Medellín de 31609 1132 2.6 8976 25193 142 1674 34
Bravo
Jamapa 10682 874 2.6 1666 8879 39 1159 12
Veracruz 17879 795 2.7 3857 17747 76 1342 18
Manlio Fabio 21234 4375 2.7 4852 11201 113 4101 28
Altamirano.
Tlalixcoyan 81576 6288 3.4 32883 56198 309 3225 47
Sayula de 65392 4610 2.3 33482 49099 142 774 33
Alemán
1 2 3 4 5 6 7 8
Fuentes: 1) tomo i INEGI 1991 pág. 35; 2) Siacon 2002 INEGI; 3) Siacon 2002 INEGI; 4) tomo i INEGI
1991 (pasto natural, agostadero o enmontada); 5) tomo iv INEGI (datos al 30 sep. 1991); 6) tomo vii
INEGI 1991; 7) tomo vi INEGI 1991; 8) anuario estadístico 1988 -1989.

El 100% de los productores encuestados manifestó conocer el sistema de labranza de


conservación y actualmente el 80% de ellos lo sigue aplicando. Con respecto a los métodos de
aprendizaje del sistema, el 72% indicaron que los medios por los que aprendieron esta
tecnología, fueron las reuniones de capacitación y demostración realizadas por personal del
INIFAP. El 92% de los productores señaló que cuenta con asesoría técnica; de éstos, el 84% la
recibe del INIFAP, cuyo enfoque es en el manejo del cultivo y calibración, manejo y
mantenimiento de equipos de siembra directa.
La encuesta mostró que el 84% de los productores cuenta con tractor y el 36% con equipo
sembrador para labranza de conservación. En lo que respecta al crédito, el 68% cuenta con
este apoyo y consecuentemente, cuenta también con seguro agrícola.
De los productores que iniciaron el programa en el año 2001, actualmente el 80% sigue
aplicando el sistema de labranza de conservación, debido a que este sistema les ofrece bajos
costos de producción y buen rendimiento; además de que estar en este programa les permite
obtener una subvención municipal que aplican para completar el paquete tecnológico
recomendado por el INIFAP. El 20% que ya no aplica el sistema, no lo hace, debido a que no
tienen acceso a un equipo propio o rentado de siembra directa, además de que los precios de
venta del grano son bajos; la comercialización no es segura y existe escasez de mano de obra
rural y no perecen a ninguna agrupación de producción. En relación con el modelo semi-
empírico se definieron los componentes (coeficientes) y se determinaron los indicadores de

302
cada uno de los coeficientes. De esta forma, los componentes del modelo son: remoción de
suelo, cobertura de residuos, control químico de maleza, siembra y fertilización. Lo anterior dio
como resultado la información necesaria para crear un software amigable dirigido a tomadores
de decisiones, técnicos y productores líderes que les oriente como transferir la tecnología de
labranza de conservación y cuándo y cómo hacer las actividades para tener los rendimientos
máximos del sistema a un menor costo de acuerdo al modelo diseñado por el INIFAP.

CONCLUSIONES

Se lograron incluir 1300 hectáreas sembradas de maíz bajo el sistema de labranza de


conservación con nueve maquinas sembradoras fertilizadoras de precisión y nueve productores
lideres, 113 productores asociados directos y 250 productores seguidores lo que le da
sustentabilidad al proyecto.
El efecto de la utilización de la estrategia de vitrinas tecnológicas con participación municipal
-1 -1
incrementó el rendimiento de 3 a 8 t ha para los productores lideres y de 3 a 5 t ha para
productores asociados y redujo los costos de producción en ambos casos en un 35 % y por
ende los productores lideres obtuvieron una tasa de retorno de 167%. y de los productores
asociados del 98% comparado con la tasa de retorno de los productores de maíz con labranza
tradicional que fue solo del 83%.
La velocidad de adopción de la tecnología está en función del tipo de productor, de la
subvención, crédito y del conocimiento del sistema.
La autoridad municipal juega un papel determinante en este modelo ya que es el gestor de los
factores detonadores del desarrollo.
Este modelo de transferencia de tecnología con participación municipal se puede extrapolar a
otros municipios para propiciar una adopción acelerada de la tecnología de labranza de
conservación. Para esto, es necesario tomar como base la experiencia ganada en su aplicación
en el municipio de Veracruz, donde se llevó a cabo el estudio piloto y se comprobó su
funcionalidad, a fin de realizar los ajustes pertinentes en el mismo para su aplicación posterior.

LITERATURA CITADA

Campos, M. S. G. 1998. Desarrollo de Equipos Modernos de Siembra para Labranza de


Conservación Acoplados a Equipos Multiusos de Tracción Animal. Informe Final del Proyecto
CONACYT-SIGOLFO 96-05-015-V. INIFAP. CIRGOC. Campo Experimental Cotaxtla, Veracruz.
Erenstein, O. 1997. ¿Labranza de conservación o conservación de residuos? Una evaluación
del manejo de los residuos en México. NRG Reprint Series 97-02.: CIMMYT. México, D. F.
Fideicomiso Instituido en Relación con la Agricultura (FIRA). 1996. Centro de Desarrollo
Tecnológico Villadiego. Día Demostrativo Anual. Valle de Santiago, Guanajuato.
Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) 1991. Anuario Estadístico de
la Producción Agrícola (CD-Rom computer file). México, D.F.
Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) 2002. Anuario Estadístico de
la Producción Agrícola (CD-Rom computer file). México, D.F.
Jácome, M. S. G., M. Campos y J. Cruz. B. 2003. Vitrinas tecnológicas de transferencia de
tecnología con participación municipal. In: Memoria del XXV Congreso de la Sociedad Mexicana
de la Ciencia del Suelo.
Samaniego, G. J. A. 2000. Limitantes para el desarrollo y transferencia de tecnología agrícola
en la Región Lagunera. Rev. Mex. Agroneg.4 (6) 486-497.
Secretaria de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA).
1989. Anuario Estadístico de la producción agrícola (CD-ROM Computer file). México, D. F.
Shaxon, T. F., N. W. Hudson, D. W. Sanders, E. Roose, and W. C. Moldenhauer. 1989. Land
husbandry: A framework for soil and water conservation. Ankeny, Iowa: Soil and Water
Conservation Society. Pág.120-125.
Uresti, G. J. y M. Cadena Z. 1992. Efecto de la cobertura vegetal sobre la pérdida de suelo bajo
dos sistemas de labranza en condiciones tropicales. In: Memoria del XXV Congreso de la
Sociedad Mexicana de la Ciencia del Suelo.

303
304
305
EFECTO DE ADITAMENTOS PARA LA SIEMBRA DE CANOLA EN LABRANZA CERO CON
MANTILLO BAJO RIEGO EN MICHOACÁN, MÉXICO
3
Mario Alberto Cepeda Villegas
1
Blanca Leticia Gómez Lucatero

RESUMEN

En el ciclo otoño invierno en Michoacán, el cultivo de canola es una opción viable, la cual
manejada bajo labranza de conservación permite su establecimiento en fecha adecuada y
permite incrementar la rentabilidad por hectárea. En Álvaro Obregón, Michoacán en el ciclo
otoño–invierno 2004/2005, en el régimen de riego se uso la sembradora Dobladense OLU-2N
modificada, se evaluaron los tratamientos de la combinación de los aditamentos discos
-1
sembradores y cinceles con mantillo de maíz en cantidades de 6, 10, 14 y 25 t ha , con el
-1
híbrido de canola Hyola 401 en un densidad de 3.5 kg ha de semilla donde las mayores
cantidades de planta oscilaron entre 50 a 65 y se obtuvieron con el aditamento de cincel con
-1
los cuatro niveles de cobertura y en el nivel de 14 t ha con discos; la descomposición del
-1
mantillo en un periodo de 70 días fue mayor en los tratamientos de 10 t ha con un valores del
38 al 40%, en tanto la altura fue afectada solo en las siembras con cinceles y cantidades bajas
de residuos entre 20 y 22 cm y en lo que respecta a la variable rendimiento las mayores
-1
producciones fueron en las siembras con cinceles y las coberturas de 25 y 14 t ha con 3,480 y
-1
3,120 kg ha por lo que con los aditamentos de cinceles en las diferentes cantidades de
residuos de maíz en la siembra de canola en seco no se afectó la emergencia de planta.

PALABRAS CLAVE: rendimiento, labranza conservación, cincel, discos.

INTRODUCCIÓN

Considerando que solamente el 19% del territorio mexicano es apto para la agricultura y menos
del 24% de esa superficie tiene posibilidades de irrigación, la superficie cultivable nacional es
de 22 millones 109 mil hectáreas, de la cual, 16 millones 743 mil hectáreas, son de cultivo de
temporal, mientras que la superficie agrícola de riego corresponde a 5 millones 366 mil
hectáreas. Esta superficie considera los ciclos agrícolas primavera-verano y otoño-invierno así
como los cultivos perennes durante el mismo ciclo (INE, 1999). En México, aproximadamente
30% de las tierras irrigadas tiene uno o más procesos de degradación. La compactación
superficial o subsuperficial (conocida como piso de arado) es causada por efecto de la presión
ejercida por la maquinaria agrícola. La excesiva utilización de dicha maquinaria ha ocasionado
que el 30% de los suelos del país presente problemas de compactación y encostramiento
(INEGI-SEMARNAP, 1997). En México, existen regiones donde se realizan dos cultivos por
año y el cultivo principal es maíz establecido en primavera, que requiere un periodo de 7
meses, lo que reduce el tiempo disponible para el cultivo a establecer en invierno, por lo que
las alternativas de cultivo para este ciclo deben ajustarse a un tiempo de 5 meses. En la región
templada del centro de México, en el ciclo otoño–invierno (O.I.), el principal cultivo ha sido el
trigo, el cual requiere de 4 a 5 riegos para completar su ciclo y obtener rendimientos
satisfactorios (Cepeda et al., 2001) La canola, es un cultivo que debido a sus requerimientos
edáfico–climáticos y que con un calendario de tres o cuatro riegos completa su ciclo, se le
considera como una alternativa viable para los productores de la región (Cepeda et al., 2006).
En segundos cultivos la labranza de conservación permite tener una mejor oportunidad de
siembra. En Kentucky, el interés por la producción de granos pequeños en labranza de
conservación se ha incrementado debido a que los equipos permiten hacer siembras en surcos
de 10 pulgadas o menos y con esto es posible depositar la semilla entre el residuo de los
cultivos (Grove et al., 1992). La canola es una opción viable para establecer en este sistema de
producción. La siembra directa, consiste en el uso apropiado de los residuos de la cosecha
anterior; dejando sobre el suelo una cobertura del 30% y con el menor movimiento de suelo
posible, que disminuye los costos de producción, preserva los recursos suelo-agua y permite
que la agricultura de granos siga siendo negocio (Derpsch, 2000). En varios cultivos se ha

3
INIFAP C.E. Uruapan. Av. Latinoamericana Nº 1101, Col. Revolución, Uruapan, Michoacán, México.
(452)5-23-73-92 [email protected]

306
tenido problemas de germinación cuando la capa de residuos es muy gruesa y se sugieren
nuevos tipos de sembradoras para estos casos (Onstad y Voorhees, 1987).
Para mantener y mejorar la fertilidad del suelo, es necesario dejar de prepararlo y mantenerlo
bajo cobertura permanente, agregando cantidades adecuadas de residuos vegetales al sistema
-1 -1 -1
(más de 6 t ha año de materia seca en clima semiárido como es el Chaco y más de10 t ha
-1
año de materia seca en clima húmedo como en la Región Oriental del Paraguay (Derpsch et
al., 2000). La cobertura con rastrojos sobre la superficie establece una barrera que provoca una
reducción de la tasa de evaporación del suelo. Cuanto más rastrojo haya y cuanto menos se
haya movido el suelo, tendremos una mejor oportunidad de siembra, y se conserva mejor la
reserva de agua del suelo para que sea aprovechada por el cultivo, especialmente en los
períodos críticos (FAO, 2000, Shaxson y Barber, 2003). Para obtener las bondades de la
labranza de conservación un requisito fundamental es la protección del suelo mediante la
cobertura de por lo menos el 30% de la superficie con los residuos del cultivo anterior (Unger et
al., 1995). Uno de los principales problemas de los sistemas de cero labranza es el manejo de
rastrojos que quedan sobre el suelo después de la cosecha. Si éstos no se eliminan o se
manejan de forma adecuada para reducir su cantidad, pueden constituir un problema para el
cultivo siguiente, ya sea por alelopatía o bien por reducción de la calidad de la siembra por
exceso de material sobre el suelo (García, 2003). Cuando el cabezal de la combinada para la
cosecha de maíz no se baja en forma adecuada hasta cerca del suelo, deja partes del tallo muy
altas, lo que retiene el mantillo ocasionando una inadecuada distribución y dificultando la
siembra. Si la combinada no esta equipada con un distribuidor de pajas, es necesario utilizar
una desvaradora antes de sembrar y dejar los tallos a una altura no mayor de 6 a 8 pulgadas
(Murdock et al., 2000). La cantidad necesaria de rastrojo de maíz para alcanzar 30% de
-1
cobertura del suelo después de siembra oscila entre 1500 y 2700 kg ha para las regiones
productoras del estado de Michoacán (Velázquez et al., 2003). La cantidad de residuos sobre
la superficie del suelo se puede reducir con cualquier clase de laboreo que se realice. Cuando
se quema y ara la mayoría del residuo de cultivo y hojas se pierden y dejan el terreno
descubierto, en tanto, cuando se ara con cinceles, entre el 70 a 90 porciento de las hojas cubre
la superficie, pero cuando se da un paso con cinceles mas un rastreo el residuo se reduce en
por lo menos una tercera parte y cuando la siembra es en cero labranza casi todo el residuo
permanece cubriendo el suelo (Rasnake, 1999). Utilizando residuos de trigo y fibra de coco en
-1 -1
cantidades de 4 t ha en 1994 y 6.7 t ha en 1995 aplicados en la etapa de 3 hojas de maíz, en
estos niveles en 1994, no se tuvo efecto sobre componentes de rendimiento, índice de área
foliar y el rendimiento, en tanto en 1995, el efecto del mantillo sobre el rendimiento fue un
incremento del 17% y en la producción del biomasa fue del 19% (Tolk et al., 1999). La siembra
de soya y maíz bajo labranza cero después de trigo bajo el mismo sistema, presentaron
incrementos del 8.6 y 3.3% respectivamente comparados con los obtenidos en siembras
después de trigo bajo labranza convencional. Los cambios que tuvieron lugar no son claros
pero parece ser que los resultados fueron en una mayor humedad aprovechable para los
cultivos (Murdock et al., 2000). A pesar de las ventajas del mantillo, se observó una menor
tasa de germinación y largo de raíces cuando se tuvo presencia de rastrojos de avena y trigo,
lo que se atribuyo a productos químicos presentes en estos rastrojos, que afectaron el
establecimiento del siguiente cultivo (Días ,1991). El picado y esparcido de los residuos resulta
una ventaja pues contribuye a tener una distribución mas uniforme sobre el terreno facilitando
las cosas en lugares donde el volumen de residuo producido es considerable. Para tener
cobertura del 90% con residuos enteros se requieren de 10 t y para esta misma cobertura con
-1
residuos picados se necesitan 6.7 t ha . La relación existente entre la cantidad de residuo
después de la siembra y después de la cosecha se le denominó “porcentaje de residuo
descompuesto” o cantidad de residuos mineralizados. La temperatura es un factor importante
para la velocidad de descomposición del residuo. En regiones templadas frías, la
descomposición es mas lenta que en regiones tropicales de tierra caliente donde existen altas
tasas de mineralización (Velázquez et al., 2003). El equipo para siembra en sistemas de
labranza conservacionista debe permitir poner la semilla en contacto con el suelo con la
presencia de cobertura muerta o viva (Friedrich, 1998). Pocas veces los fabricantes de
cosechadoras han entendido los requerimientos de la siembra directa, por lo que el resultado
de la cosecha es una distribución despareja de los residuos, con un exceso de material en el
centro y poco o nada en los extremos. Esto resulta en un mal desempeño de los herbicidas y
de las máquinas sembradoras (Derpsch, 1999). Las sembradoras diseñadas para operar en
condiciones de suelos desnudos y muy roturados no funcionan cuando hay residuos vegetales,
ya que estos se aglomeran en los carros de siembra impidiendo la colocación de las semillas

307
(Erbach et al., 1983). En 1975 fueron construidas las primeras máquinas para siembra directa
en Brasil, de tal forma que muchos agricultores se iniciaron en este sistema, transformando sus
máquinas convencionales. Las primeras máquinas construidas en el Brasil, basadas en el
azadón rotativo Howard Rotacaster eran lentas y los agricultores quedaron muy contentos
cuando máquinas más rápidas y perfeccionadas, basadas en el triple disco aparecieron en el
mercado en 1976 (Derpsch, 2001). Mas de 10 modelos de sembradoras de labranza de
conservación fueron derivadas del prototipo ‘Gralha Azul’, el cual tenía un disco para cortar los
residuos de las plantas y cultivos de cobertura con depósitos para semilla y fertilizante (Ribeiro
et al., 2000). Las sembradoras para cero labranza de granos pequeños están equipadas con
discos para cortar los residuos de cultivos y tener la certeza de depositar la semilla a una
profundidad adecuada en el suelo de entre 1 a 1.5 pulgadas. Sin embargo cuando el suelo se
empieza a secar las sembradoras de menor peso necesitan un peso adicional para incrementar
la penetración. Si el suelo y los residuos están húmedos o si la cantidad de mantillo no es
uniforme, la unidad de corte puede no deslizarse adecuadamente a través de los residuos y
cortar los residuos de cultivos lo que ocasiona que la semilla no sea depositada en el suelo,
teniendo como resultado que se disminuya la germinación y emergencia de plantas (Murdock
et al., 2000). Un elevado peso para permitir la penetración en suelos pesados y alto precio son
características comunes a todas las sembradoras para labranza cero con tracción motriz
(Friedrich, 1998). Las siembras de maíz bajo labranza de conservación requieren que la
sembradora sea capaz de depositar la semilla a una profundidad de 15 cm después de cortar
los residuos del cultivo anterior por lo que requiere tener un mecanismo destinado a la apertura
de surcos. El sistema abre surco es el que depositará la semilla a un profundidad determinada,
para lo cual el elemento mas utilizado son los discos planos en forma de V y en menor
frecuencia son el cincel y el chuzo convencional. El primero es el apropiado para terrenos con
alto contenido de residuos pero requiere una considerable fuerza vertical para su penetración
(Del Toro, 1997). En otro trabajo no fue posible utilizar el cincel en la siembra directa ya que los
residuos se acumulan entre el disco de corte y el cincel, impidiendo el buen funcionamiento de
la sembradora (Reinaldo et al., 1995). Este trabajo se realizo con el objetivo de determinar el
efecto de los cinceles y discos sembradores sobre la siembra, emergencia de plantas,
descomposición del mantillo y rendimiento de canola en labranza cero en el estado de
Michoacán.

MATERIALES Y MÉTODOS

En la parte baja de la cuenca hidrológica de Cuitzeo se encuentra el Valle Morelia–Queréndaro


donde en el ciclo otoño–invierno bajo el régimen de riego en el municipio de Álvaro Obregón,
Michoacán, México, en un suelo clasificado como arcilloso representativo del área, con dos
años manejado bajo labranza de conservación y después de la cosecha de maíz, el 18 de
enero de 2005, se sembró canola en terreno seco bajo el método de siembras en camas de
-1
1.60 m con el híbrido Hyola 401, en una densidad de siembra de 3.5 kg ha , donde se
evaluaron en la siembra los aditamentos de discos sembradores y cinceles en la maquina
Doblandese OLU-2N , a la cual se le sustituyeron los discos cortadores (Ribeiro et al., 2000) y
suministradores de energía para el movimiento de los cuerpos de la sembradora por ruedas
metálicas anchas con tracción de oruga (Cepeda et al., 2004) para evitar la formación de
surcos por el corte del terreno con los discos ondulados y que la semilla se deslice a una
profundidad mayor a 3 cm. Las cantidades de mantillo utilizadas fueron 25, 14, 10 y 6
toneladas (Derpsch et al., 2000) de residuos de maíz picado (Días, 1991) con el paso de una
desvaradota (Murdock et al., 2000) y el manejo del agua fue con la aplicación de cuatro riegos
totales. La fertilización utilizada fue 160-80-60 NPK fraccionando el nitrógeno en dos
aplicaciones. Se evaluaron las variables de: número de plantas emergidas por metro lineal,
porcentaje de descomposición de mantillo, altura de planta y rendimiento de grano. El diseño
experimental utilizado fue completamente al azar con cuatro repeticiones.

308
RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Las condiciones climatológicas que prevalecieron durante el ciclo del cultivo fueron favorables
para la canola donde la temperatura mínima estuvo dentro del rango de 3 a 5 ºC en las
primeras etapas de desarrollo y la máxima rebaso los 30 ºC hasta cuando el cultivo estaba en
la etapa fenológica de madurez y las precipitaciones que se presentaron no fueron
significativas con solo un evento que llego a los 10 mm (Figura 1).

Figura 1. Principales parámetros climáticos que se presentaron en Álvaro Obregón, Mich., en el


ciclo O.I. 2004/2005.

En la variable de número de plantas emergidas se detectaron diferencias estadísticas al 0.01,


donde en general se tuvieron mas plantas en la siembra con los aditamentos de cinceles aún
con altos niveles de mantillo donde se depositaba la semilla en el suelo al ir moviendo el
mantillo picado lo que concuerda con lo reportado por Onstad y Voorhees (1987) que para la
siembra con altas cantidades de mantillo se necesitan maquinas con aditamentos adecuados,
en tanto que en la siembra con discos algunas semillas quedaban sobre los residuos de maíz
(Murdock et al., 2000) (Cuadro 1). Debido a que la siembra de canola se hace depositando la
semilla que tiene un diámetro promedio de 2 a 3 mm a una profundidad no mayor de 2 a 3 cm
para permitir una buena emergencia (Friedrich, 1998), por lo cual a la sembradora se le aplicó
una fuerza vertical ligera lo que no permitió que los discos sembradores pudieran cortar los
residuos utilizados como mantillo contrario a lo que se recomienda para la siembra directa de
gramíneas como maíz y sorgo donde se requiere aplicar una fuerza vertical alta para cortar el
residuo utilizado como cobertura y dejar el grano a una profundidad deseable (Del Toro, 1997;
Friedrich, 1998), además por el poder germinativo de la canola, algunas de las semillas que
fueron depositadas correctamente quedando en contacto con el suelo no pudieron emerger
entre los residuos cuando se tenían altos niveles de cobertura.

Cuadro 1. Número de plantas emergidas de canola a la siembra con diferentes aditamentos y


niveles de mantillo de maíz. INIFAP O.I. 2004/2005.
Plantas
Mantillo (t
Tratamiento Aditamento -1 emergidas Tukey (0,01)
ha )
(pl/m lineal)
6 Cincel 10 65 A
3 Disco 14 60 AB
2 Cincel 25 58 AB
8 Cincel 6 56 ABC
4 Cincel 14 50 ABC
1 Disco 25 49 BC
5 Disco 10 47 BC
7 Disco 6 40 C

309
Aunque estadísticamente el “porcentaje de residuo descompuesto” o cantidad de residuos
mineralizados (Velásquez et al., 2003) no fue significativo, en la evaluación hecha en un
periodo de 70 días (4 de marzo al 13 de mayo) donde las temperaturas máximas oscilaron
entre 25 y 32 ºC (Figura 1). La descomposición del mantillo en forma numérica varió del 18 al
40% (Rasnake, 1999), con mayor porcentaje en el tratamiento de 10 toneladas por hectárea sin
importar el aditamento utilizado para la siembra de canola (Cuadro 2).

Cuadro 2. Descomposición del mantillo de rastrojo de maíz en el cultivo de canola. Álvaro


Obregón, MIch. O.I. 2004/2005.
Descomposición
Mantillo (t Tukey
Tratamiento Aditamento -1 de mantillo
ha ) (0,01)
(%)
5 Disco 10 40 A
6 Cincel 10 38 A
4 Cincel 14 37 A
2 Cincel 25 31 A
8 Cincel 6 27 A
3 Disco 14 22 A
7 Disco 6 22 A
1 Disco 25 18 A

En la variable altura de planta, se detectaron diferencias significativas al 0.01 y el mayor


desarrollo se tuvo en los niveles altos de mantillo donde se conservaba mas la humedad, con
una tendencia a la disminución del desarrollo de la planta hasta de 22 cm en los tratamientos
de siembra con cincel y niveles bajos de mantillo (Cuadro 3), debido a que con el movimiento
de los residuos al momento de la siembra se dejaba un espacio sin cobertura donde incidía una
mayor radiación provocando valores mas altos de evaporación (FAO, 2000 y Shaxson y
Barber, 2003)

Cuadro 3. Comportamiento de la altura de planta de canola como respuesta a la siembra con


dos aditamentos y cuatro niveles de mantillo. INIFAP O.I. 2004/2005
Mantillo (t
Tratamiento Aditamento Altura (cm) Tukey (0,01)
ha-1)
1 Discos 25 110 A
4 Cinceles 14 110 A
2 Cinceles 25 108 A
3 Discos 14 108 A
5 Discos 10 108 A
7 Discos 6 105 A
6 Cinceles 10 90 B
8 Cinceles 6 88 B

Días (1991) mencionó que los residuos en la siembra directa deben ser bien manejados para
evitar se conviertan en problema al momento de depositar la semilla y afectar el rendimiento
-1
aspecto que se cumplió en los mejores tratamientos de siembra con cinceles con 25 y 14 t ha
-1
de mantillo con rendimientos de 3.4 y 3.1 t ha que estadísticamente fueron los superiores
seguidos por las siembras con discos en combinación con las diferentes cantidades de
cobertura y las menores producciones fueron con el aditamento de cinceles y niveles bajos de
mantillo (Cuadro 4). Los mayores rendimientos se vieron asociados con el número de plantas
que fluctuaron entre 50 y 58 plantas por metro lineal y con el micro barbecho que realizó el
cincel al abrir el suelo, en tanto los cuatro tratamientos de discos con los diferentes niveles de
-1
mantillo presentaron un rendimiento similar con una diferencia máxima de 180 kg ha .

Cuadro 4. Rendimiento de grano de canola en respuesta a dos aditamentos de siembra y


cuatro niveles de mantillo O.I. 2004/2005

310
Mantillo Rendimiento Tukey
Tratamiento Aditamento
(kg ha-1) (kg ha-1) (0,01)
2 Cinceles 25 3480 A
4 Cinceles 14 3120 A
3 Discos 14 2640 B
7 Discos 6 2540 B
1 Discos 25 2460 BC
5 Discos 10 2460 BC
8 Cinceles 6 2140 CD
6 Cinceles 10 2040 D

CONCLUSIONES

1. Con los aditamentos de cinceles, las cantidades de residuos de maíz en la siembra de


canola en seco no afectaron la emergencia de planta.
2. La descomposición del mantillo se incrementó en los niveles medios de cobertura con cerca
del 40%.
3. Los cinceles fueron el mejor aditamento para la siembra al permitir depositar el fertilizante en
el suelo para el mejor aprovechamiento por la planta e incremento en rendimiento de grano.

AGRADECIMIENTOS
A la Asociación Nacional de Industriales de Aceites y Mantecas Comestibles A.C.( ANIAME)
por el financiamiento para la realización de esta investigación.

LITERATURA CITADA

Cepeda, V.M.A., E. Venegas G. y B.L. Gómez L. 2001. Inducción de resistencia a sequía:


Comportamiento fisiológico de la planta de trigo bajo estrés hídrico. Productividad y
Conservación: Suelo y Agua: Productividad y Conservación: Suelo y Agua: Avances de
Investigación en Agricultura Sostenible II. Libro Técnico N° 2. INIFAP-CENAPROS.
Cepeda, V.M.A., B.L. Gómez L. y E. Venegas G. 2004. Modificaciones a la sembradora
neumática OLU-2N para la siembra de canola. Agenda técnica Nº 5. INFAP-CENAPROS.
Morelia, Michoacán, México. 12p.
Cepeda, V.M.A., B.L. Gómez L., E. Venegas G y H.E. Martínez F. 2006. Efecto de la fecha de
siembra sobre el rendimiento y contenido de aceite de canola (Brassica napus L.) bajo riego en
la región templada de México. Folleto técnico Nº 5. INIFAP.C.E. Uruapan. Uruapan, Michoacán,
México. 20p.
Del Toro, M.J.A. 1997. Sembradora INIFAP para labranza de conservación. In: Claverán et al.,
(eds) Avances de investigación en labraza de conservación I. SAGAR. INIFAP. CENAPROS.
Morelia Mich. México. pp 181-198.
Derpsch, R. 1999. Expansión mundial de la siembra directa y avances tecnológicos.
Proceedings, 7° Congreso Nacional de Siembra Directa de AAPRESID, Mar del Plata, 17. - 20.
8 1999, p.79 – 97
Derpsch, R., M. Florentín y K. Moriya. 2000. Importancia de la siembra directa para alcanzar la
sustentabilidad agrícola. Proyecto Conservación de Suelos MAG - GTZ, DEAG, San Lorenzo,
Paraguay, 40 pp
Derpsch R. 2001. Conservation Tillage, No-tillage and related technologies. In: Conservation
Agriculture, a Worldwide Challenge, L. García-Torres, J. Benites, A. Martínez-Vilela Ed.
Proceedings First World Congress on Conservation Agriculture, Madrid, 1-5 October, 2001,
Volume 1: Keynote Contributions, p 161
Días, L. S. 1991. Allelopathic activity of decomposing straw of wheat and oat associated soil on
some crop species. Soil Till. Res. 21:113-120.
Erbach, D.C., J.E. Morrison y D.E. Wilkins. 1983. Equipment modification and innovation for
conservation tillage. J. Soil and Water Cons. Special issue 38:182-185.
FAO, 2000. Manual on integrated soil management and conservation practices. FAO. Soil and
Water Bulletins. Rome, Italy. 230 p.
Friedrich, T. 1998. Potencial y aspectos de la mecanización agrícola en la agricultura
conservacionista. In: Claverán A., R y F.O. Rulfo V. (eds). Memorias de la IV Reunión Bienal de

311
la Red Latinoamérica de Labranza Conservacionista. Morelia, Michoacán, México.
CENAPROS. INIFAP. SAGAR. pp. 47-55.
García de, C.G.V. 2003. Simulación de la dinámica de los rastrojos sobre el suelo en cero
labranza In: Sustentabilidad en cultivos anuales cero labranza manejo de rastrojos. Universidad
de Chile Seria Ciencias Agronómicas Nº 8: 99-110p.
Grove, J.H., L.W. Murdock, J.H. Herbek and D.C. Ditsch. 1992. Factors to consider in no-till
small grain production. Plant and Soil Sciences Publications. University of Kentucky .College of
agriculture. AGR-113
INE. 1999. Calidad del suelo. SEMARNAT
http://www.ine.gob.mx/ueajei/publicaciones/libros/312/suelopres.html
INEGI-SEMARNAP, 1997. Estadísticas del Medio Ambiente, pág.186
Murdock, L., J. Herbek, J. Martin, J. James, and D. Call. 2000. No tillage wheat long term
effects. 2000 Agronomy Research Report. Grain Crop Research. PR-432.
Onstad, C.A. and W.B. Voorhees. 1987. Hydrologic soil parameters affected by tillage. In
Logan, T.J. et al. (Eds.) Effects of conservation tillage on groundwater quality, nitrates and
pesticides, Lewis Publishers, p: 95-112.
Rasnake, M. 1999. Tillage and crop residue management. Plant and Soil Sciences Publications.
University of Kentucky. College of agriculture. AGR-99.
http://www.ca.uky.edu/agc/pubs/pr/pr432/grain.htm
Reinaldo, G.L. y A. Albornoz. 1995. Adaptación experimental de una sembradora para siembra
directa. Agronomía Tropical 45(1): 73-84. 1995.
Ribeiro, M.F.S., E.P. Gomes and G.M. Miranda, 2000. From Conventional to No-Tillage
Systems: The Transition to Conservation Agriculture for Small Farms in the Southern Brazilian
State of Paraná. World Bank Study Tour to Brazil, Nov. 2000.
Shaxson, F. and R. Barber. 2003. Optimizing soil moisture for plant production. Soil Bulletin 79.
FAO, Rome, Italy.
Tolk, J.A., T.A. Howell and S.R. Evett. 1999. Effect of mulch, irrigation and soil type on water
use and yield of maize. soil tillage Res. 50 (2): 137-147
Unger, P.W., O.R. Jones y K.B. Larrea. 1995. Sistemas de labranza y prácticas de manejo de
suelos en diferentes condiciones de tierras y climas. Pp 82-117. In: S.I. Pla y F. Ovalles(eds)
Memorias de la Segunda Reunión Bienal de la Red Latinoamericana de Labranza
Conservacionista. Guanare, Aricagua, Venezuela.
Velázquez, G. J. de J., J.R. Salinas G., M. Gallardo V. y F. Caballero H. 2003. Manejo de
residuos de maíz de temporal en labranza de conservación en el Estado de Michoacán. Folleto
técnico Nº 7. CENAPROS-INIFAP-SAGARPA 52 p.

312
RESPUESTA DEL CULTIVO DE CANOLA BAJO RIEGO A DIFERENTES METODOS DE
LABRANZA DE CONSERVACIÓN EN MICHOACÁN
4
Mario A. Cepeda Villegas
Blanca L. Gómez Lucatero

RESUMEN

En las áreas de riego en el centro del país el cambio al sistema de labranza de conservación
requiere que los productores tengan el conocimiento para el buen manejo y los riesgos de
producción al no realizar las actividades en forma adecuada, este trabajo tiene como objetivo
determinar el desarrollo, rendimiento y rentabilidad del cultivo de canola bajo diferentes
sistemas de labranza en riego en un terreno que normalmente se trabajó la labranza
convencional. Para ello, después del cultivo de maíz en primavera–verano con 30% mantillo de
maíz, se evaluaron los tratamientos de 1. labranza mínima (desvare y 1a escarda), 2. labranza
reducida (rastreo, surcado y 1a escarda), 3. labranza reducida (desvare, surcado, 1a y 2a
escarda), 4. labranza reducida (desvare, surcado y 1a escarda) y 5. labranza reducida (desvare
1a y 2a escarda). La siembra en labranza mínima disminuyó la población de plantas entre 42 y
-1
66%, lo que se reflejó en perdidas de rendimiento hasta de 605 kg ha . El mayor costo de
cultivo fue con todas las practicas culturales de desvare, surcado y dos escardas con un valor
de $ 6,304.00. El análisis económico, arrojó como mejor tratamiento a la labranza reducida con
desvare, levantado de surco y primera escarda con ingreso neto de $ 1221.00 con una tasa de
retorno del 20 % por cada peso invertido para lo que se requiere de una producción de
-1
amortización de 1744 kg ha

PALABRAS CLAVE
Rendimiento, rentabilidad, costo cultivo.

INTRODUCCIÓN

En el 2006, la Industria Aceitera importo principalmente de Canadá y Estados Unidos de


Norteamérica 1.2 millones de toneladas de grano de canola como materia prima, lo que
ocasiono una fuga de divisas superior a los 360 millones de dólares (CONASIPRO, 2007). Se
estima que de las 200 millones de hectáreas del territorio nacional, entre el 15% al 20% están
erosionadas con daños que son irreversibles, y 150 millones presentan algún grado de
degradación (Gallegos, 2006). Los inevitables efectos negativos de la preparación del suelo, en
regiones tropicales y subtropicales sobre la materia orgánica, erosión, estructura, temperatura,
humedad, infiltración de agua, flora y fauna (biología del suelo), y pérdida de nutrientes,
resultan en la degradación química, física y biológica del suelo. Es evidente la rápida
degradación de los suelos y el uso no sostenible de la tierra, particularmente en países en
-1
desarrollo (Duval, 1982). La tasa máxima permisible de pérdidas de suelo es de 10 t ha ,
mayores pérdidas significan degradación (SAGARPA, 1995). En México, aproximadamente
30% de las tierras irrigadas (43 millones de hectáreas) tiene uno o más procesos de
degradación (Williams y Balling, 1996; Middleton y Thomas, 1997). La labranza es una parte
integral de la agricultura moderna que puede modificar las propiedades físicas, químicas y
biológicas de un suelo (Zahangir, 2005). Desde 1987 al 2002 la tecnología de labranza de
conservación ha aumentado 59 veces en América Latina, de 670,000 ha a 40.6 millones ha
contra un aumento de apenas 5.6 veces en EE.UU. Las razones más importantes del por qué
los agricultores cambian a este nuevo sistema de producción son: menos trabajo, más ingreso
neto, control de la erosión y mejora del nivel de vida. Los requisitos para obtener una
agricultura sostenible son: cero erosión, cero quema, cero labranza, rotación de cultivos, uso
de abonos verdes, cobertura permanente del suelo, uso racional de fertilizantes y correctivos,
diversificación y aumento de la biodiversidad, integración de ciclos biológicos y control natural
(Derpsch, 1997).
Recientemente se ha estudiado la diversificación de cultivos en el norte de las Grandes
Planicies en Canadá y su relación con el manejo integrado de plagas (Derksen et al., 2002), así
como la fertilidad de los suelos con énfasis en no utilizar cereales en las rotaciones, donde la

4
INIFAP C.E. Uruapan. Av. Latinoamericana Nº 1101, Col. Revolución, Uruapan, Michoacán, México. (452)5-23-73-92
[email protected]

313
canola es parte central en las rotaciones en las áreas con suelos negros y grises así como en
regiones secas (Larney et al., 2004), también han encontrado aun bajo labranza de
conservación que la sunola tiene menor potencial de rendimiento de grano y eficiencia en el
uso del agua que canola y mostaza en condiciones secas (Miller et al., 1998). En suelos
arcillosos café oscuro de la región semiárida de Saskatchewan, en Canadá, el rendimiento de
trigo en cero labranza se incremento por arriba de un 7% por las rotaciones barbecho-
oleaginosa-trigo y trigo-oleaginosa-trigo, donde el mayor rendimiento de grano redujo la
concentración de proteína en el grano por efecto de la dilución. En este sitio se requirieron más
-1
de 23 kg ha de fertilizante nitrogenado en cero labranza que en labranza convencional, pero la
eliminación de la labranza incrementó el nitrógeno orgánico en los primeros 7.5 cm del suelo y
en la superficie de los residuos (McConkey et al., 2002). En la región del Peace River en
Canadá, los bajos rendimientos obtenidos en canola con cero labranza, fueron atribuidos a la
pobre emergencia de plantas por una dura cama de siembra con terrones no desbaratados y la
competencia de la reemergencia de festuca en el tercer año después de que esta maleza había
sido removida (Soon et al., 2005). En Alberta, Canadá, la siembra directa y labranza reducida
incrementaron los rendimientos en un 9 % y 8% sobre el testigo de labranza convencional en
los años 1999-2001 (Thomas, 2003). En canola la cama de siembra promueve una rápida
germinación (Herbek y Murdock, 1992a), sin embargo bajo siembra directa se retarda la
emergencia y crecimiento de los cultivos que se inician en la primavera, lo que es benéfico para
las especies y cultivares mas sensibles a las bajas temperaturas (García, 1998). La labranza
(mínima o cero), la cantidad del nitrógeno, la fuente de fertilizante y el lugar de la aplicación no
tuvieron un efecto consistente sobre la productividad del canola (O’Donovan et al., 2005).
Daños por calor en las plantas pueden ocurrir a los 30º C y que provocan la disminución de
o
rendimiento (Morrison y Stewart, 2002). Si la temperatura del aire es alrededor de 90 F
o
(32.2ºC) y la temperatura del suelo es de 100 F (37.7ºC) (Herbek y Murdock, 1992b). Este
trabajo se realizo con el objetivo de determinar el desarrollo, rendimiento y rentabilidad del
cultivo de canola bajo diferentes sistemas de labranza en riego en suelos arcillosos y con
mantillo de maíz en el estado de Michoacán.

MATERIALES Y MÉTODOS

En el municipio de Queréndaro, Michoacán que presenta un clima templado, en un predio


ubicado a los 19º 48´ latitud norte y a los 100º 54´ longitud oeste y a 1843 msnm cuyas
principales características edáficas son pH de 6.2 ligeramente ácido, con contenidos
moderadamente alto para nitrógeno y fósforo, y un valor medio para potasio, con bajo
contenido de materia orgánica (1.1 %), el cual siempre se había manejado bajo el sistema de
labranza convencional y con la quema de los residuos de cultivo principalmente el de otoño –
invierno que normalmente es trigo y el de primavera - verano, primero se realiza un empacado
y el resto es quemado. El trabajo de investigación se llevo a cabo en el ciclo otoño – invierno
2005/2006 bajo el régimen de riego, después del cultivo de maíz, utilizando para la siembra la
máquina para maíz OL-U2N modificada para la siembra de canola a una densidad de siembra
-1
de 4.0 kg ha del híbrido Hyola 401 con un 90 % de germinación el 12 de diciembre de 2005.
Por el manejo del suelo el trabajo se estableció en franjas, bajo un diseño completamente al
azar y se evaluaron los tratamientos descritos en el cuadro 1, donde se estimó una cantidad de
-1
mantillo de 8 ton ha lo que permitió una cobertura mayor al 30% dado que previamente se
realizó el empacado para la alimentación del ganado vacuno.

Cuadro 1. Tratamientos de labranza evaluados en canola de riego en Queréndaro, Mich. O.I.


05/06.

Nº Tratamientos labranza Abreviaturas


1 Labranza mínima (desvare, 1a escarda) (LM: D.1aE)
2 Labranza reducida (rastreo, lev. surco y 1a escarda) (LR: R. LS.1aE)
3 Labranza reducida (desvare, lev. surco, 1a y 2a escarda) (LR: D. LS.1a y 2aE)
4 Labranza reducida (desvare, lev. surco y 1a escarda) (LR: D. LS.1aE)
5 Labranza reducida (desvare, 1a y 2a escarda) (LR: D.1a y 2aE)

La fertilización utilizada fue 160-80-60 de NPK, aplicando 1/3 de N, todo el fósforo y el potasio
en la siembra y el complemento de N en el primer riego de auxilio a los 55 días. El manejo del

314
agua fue en el calendario 0-55-85-105 días después de la siembra mediante el método de riego
por gravedad por surco, con una lámina total de 76.8 cm. En dos etapas de desarrollo del
cultivo (inicio de floración y formación de silicua) se realizaron aplicaciones del insecticida
-1
Pirimicarb para el control del pulgón Brevicoryne brassicae (L.) a una dosis de 400 gr ha . Se
registraron las variables de altura de planta, numero de plantas, peso volumétrico y
rendimiento. A la cosecha el 14 de mayo de 2006, se obtuvieron cuatro muestreos como
2
parcela útil de 9 m . El rendimiento de grano por hectárea se ajusto al 8 % porciento de
humedad. Se realizó el análisis estadístico correspondiente para cada variable, prueba de
comparación de medias de Tukey y análisis económico.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

La temperatura mínima que prevaleció a partir de la emergencia de plantas de canola, en más


del 95 % de los días fue superior a la temperatura base determinada como punto crítico que es
de 5º C, en tanto el período reproductivo la temperatura máxima solo en once días (Figura 1)
fue superior a los 30º C que es el límite en el cual la planta sufre daños de disminución de
rendimiento (Morrison y Stewart, 2002), aunque se puede hablar de que la planta en este
periodo de desarrollo puede llegar a tolerar temperaturas dependiendo de las condiciones de
manejo dentro de un rango de 30º a 32.2ºC, ya que se puede considerar la temperatura del aire
en la que sufre daños por calor a los 90º F (32.2 ºC) (Herbek y Murdock, 1992b), y en este ciclo
solo tres días superaron esta temperatura en el periodo reproductivo, por lo que las
condiciones climatológicas que prevalecieron fueron favorables para el desarrollo del cultivo.

PREC. T.MAX T.MIN

40 40
P. MADURACIÓN
P. REPRODUCTIVO
PERÍODO VEGETATIVO

30 30

mm
°C
20 20

10 10

0 0
13 21 29 6 14 22 2 10 18 26 3 11 19 27 5 13 21

ENERO FEBRERO MARZ ABRI MAY


O L O
Figura 1. Condiciones de temperaturas mínimas, máximas y precipitación que prevalecieron
durante el desarrollo fenológico del cultivo de canola en Queréndaro, Mich., ciclo O.I. 05/06
La humedad de suelo determinada por el método de muestreo físico, mostró que la aplicación
del segundo riego se retrazo por lo que el contenido de humedad bajó del punto de marchitez
permanente y la planta sufrió de estrés, los siguientes riegos se dieron de forma oportuna,
manteniendo la humedad del suelo entre la capacidad de campo y punto de marchitez
permanente (PMP). (Figura 2).

315
CC
1° R 2° R 3° R 4° R
29.4 cm 15.2 cm 15.6 cm 16.6 cm

PMP
%

Figura 2. Riegos, láminas de riego y muestreos de humedad realizados durante el desarrollo


fenológico del cultivo de canola en Queréndaro, Mich., ciclo OI 05/06.

El análisis estadístico para la variable altura no mostró diferencias estadísticas significativas


entre tratamientos al 0.05 con un coeficiente de variación del 4.02 %, con valores entre 97 a
102 cm. Para la variable número de plantas se detectaron diferencias estadísticas significativas
entre tratamientos al 0.01 con un coeficiente de variación del 20.01%, presentando la menor
densidad de plantas el sistema de siembra en labranza mínima, donde no se realizó ningún
movimiento de suelo lo que es atribuido a una dura cama de siembra con terrones no
desbaratados (Herbek y Murdock, 1992a; Nyakatawa y Reddy, 2000; Soon et al., 2005) antes
de la siembra con una disminución promedio del 42 % respecto al mejor tratamiento, debido a
que el surco del cultivo anterior estaba bajo lo que provoco que alguna semilla se recorriera a
la raya del surco y otra no tuvo tierra que la cubriera para germinar adecuadamente. Los
tratamientos con el mayor numero de plantas fueron a los que antes de la siembra se realizó el
desvare de los residuos del ciclo anterior y se revivió el surco con una cultivadora, en tanto el
tratamiento con rastreo antes de levantar el surco presentó una población similar al de labranza
mínima con dos escardas (Cuadro 3)

316
Cuadro 3. Prueba de medias para el número de plantas de canola a la cosecha en los
tratamientos de tipos de labranzas. Queréndaro, Mich. O.I. 05/06
Tukey
N° Tratamiento Nº Plantas
(0.05)

4 LR: D. LS.1aE 217 A


3 LR: D. LS.1a y 2aE 174 A
2 LR: R. LS.1aE 167 A B
5 LR: D.1a y 2aE 157 A B
1 LM: D.1aE 95 B

Para rendimiento de grano de canola se detectaron diferencias estadísticas significativas al


0.01 entre tratamientos con un coeficiente de variación del 13.44%. En base a esta variable, los
mejores tratamientos fueron labranza reducida con desvare, levantado de surco y 1ª escarda,
seguido por labranza reducida con desvare 1ª y 2ª escarda, con rendimientos medios de 2093
-1
y 2047 kg ha , respectivamente y concuerda con tres practicas culturales teniendo como base
el desvare del cultivo anterior. Aun cuando la prueba de medias agrupo cuatro tratamientos en
el primer grupo (Cuadro 4), donde se incluyeron los manejos bajo labranza reducida con
levantado de surco, primera y segunda escarda; así como el de rastreo, levantado de surco y
primera escarda, los que presentan como característica principal que tuvieron tres practicas
culturales que involucran movimiento de suelo, lo que provoca mayor disturbio en el sustrato e
incrementan los costos de producción, sin embargo la menor producción fue con el labranza
mínima con solo una practica de movimiento de suelo donde se reflejo que en el primer año de
implementar la labranza de conservación en sus conceptos mas extremos como labranza cero
-1
y labranza mínima el rendimiento disminuyó en 605 kg ha respecto al mejor tratamiento
(Grant et al., 2002) lo que fue debido a que por el bajo contenido de materia orgánica derivado
del manejo del terreno en años anteriores, en los tratamientos con menor manejo de suelo y
disminución del mantillo (Blevins, 1981) se tenían agrietamientos que incrementaban la perdida
de humedad y exposición a condiciones adversas y ruptura de las raíces.

Cuadro 4. Rendimiento medio de grano de canola obtenido en los tratamientos de tipos de


labranza bajo riego. Queréndaro, Mich. O.I. 05/06

Rendimiento (kg Tukey


N° Tratamiento
ha-1) (0.05)
4 LR: D. LS.1aE 2093 A
5 LR: D.1a y 2aE 2047 A B
3 LR: D. LS.1a y 2aE 1911 A B
2 LR: R. LS.1aE 1714 A B
1 LM: D.1aE 1488 B

El incremento en los costos de producción están ligados con el numero de practicas culturales
desarrolladas en el ciclo del cultivo (ISTRO, 1997) De los cinco tratamientos evaluados, el
costo de cultivo mas elevado fue en el que se realizaron las practicas culturales de desvare,
levantar surco y dos escardas con un valor de $ 6,304.00. Al correr el análisis económico de los
tratamientos, considerando como determinante el costo de cultivo y el rendimiento, el mejor
tratamiento fue labranza reducida con desvare, levantando surco y primera escarda con un
ingreso neto de $ 1221.00 con una tasa de retorno del 20 % por cada peso invertido y para
-1
cubrir este costo de cultivo se requiere de una producción de amortización de 1744 kg ha
(Cuadro 5)

317
Cuadro 5. Análisis económico de los tipos de labranza evaluados en canola de riego en
Queréndaro, MIch. O.I. 05/06.
Valor Costo Ingreso Ingreso Tasa Producción
Rendimiento
N° Tipo labranza producción cultivo Bruto ($ neto rentabilidad amortización
(kg ha-1)
($ kg-1) ($ ha-1) ha-1) ($ ha-1) (%) (ton)
4 LR: D. LS.1aE 2093 3,5 6104 7326 1221 20 1744
5 LR: D.1a y 2aE 2047 3,5 6304 7165 860 14 1801
3 LR: D. LS.1a y 2aE 1911 3,5 6304 6689 384 6 1801
2 LR: R. LS.1Ae 1714 3,5 6104 5999 - 105 -2 1744
1 LM: D.1aE 1488 3,5 5854 5208 - 646 - 11 1673

CONCLUSIONES

En el cambio de labranza convencional a cualquier tipo de labranza de conservación, en el


primer año los rendimientos disminuyen debido a la competencia por los nutrientes entre el
cultivo y los residuos dejados como mantillo.
El realizar la siembra directa en suelos arcillos manejados bajo riego provoca una disminución
en el número de plantas emergidas.
En el primer año de siembra bajo labranza de conservación, el realizar labranza reducida con
un paso de rastra y surcado posterior, provoca que la semilla de canola se profundice y la
plántula emergida disminuya entre un 4 a 29 %.
El disminuir prácticas culturales que involucren movimiento de suelo favorecen el incremento
en rendimiento.
En el cultivo de canola el implementar la labranza de conservación (l. reducida) debe ser en
forma gradual, con la eliminación de las practicas culturales mas agresivas como barbecho y
rastreo.

AGRADECIMIENTOS
A la Asociación Nacional de Industriales de Aceites y Mantecas Comestibles A.C.( ANIAME)
por el financiamiento y al productor C. Manuel Vázquez Cortés por participar con su terreno y
maquinaria para realizar esta investigación.

LITERATURA CITADA.

Blevins, R .L. 1981. Cover Crops and Crop Residues, Soil Science News & Views, Univ. of Ky.
Coll. of Ag., Dept. of Agronomy, Vol. 2, No. 9, Sept. 1981
CONASIPRO (Comité Nacional del Sistema Producto Oleaginosas). 2007. Programa nacional
de producción de oleaginosas 2007-2012. Presentación al C. Secretario de SAGARPA Ing.
Alberto Cárdenas. 9 mayo 2007. Distrito Federal.
Derksen, D. A., R. L., R.E. Anderson. and B. Maxwell. 2002. Weed dynamics, and management
strategies for cropping systems in the northern Great Plains. Agron. J. 94: 174–185.
Derpsch, R. 1997. Importancia de la Siembra Directa para obtener la
Sustentabilidad de la Producción Agrícola. Anales del "V Congreso Nacional de Siembra
Directa de AAPRESID", Mar del Plata, 20.- 30.8.1997
Duval, R. 1982. Land degradation in a world perspective. J. Soil Water Conservation. 37:345 –
349.
Gallegos, T.A. 2006. Alertan sobre climas extremos por erosión. Lunes 04 de diciembre de
2006. http://www.eluniversal.com.mx/estados/vi_63183.html
García, P, F.1998. Fundamentos de la siembra directa, Fac. de Agronomía de la UDELAR, Un.
de Ed. Permanente, p: 73-86.
Herbek, J. and L.I. Murdock 1992a. Plant and Growth Characteristics pp 2-16 In: Murdock L., J.
Herbek and S. K. Riggins. Canola production & Management
http://www.ca.uky.edu/agc/pubs/id/id114/id114.htm
Herbek, J. and L.l. Murdock. 1992b. Cultural Practices In Canola production & management
issued: 9-92. Univ. Kentucky. 10 – 16.

ISTRO, 1997. Siembra directa. International Soil Tillage Research Organization (ISTRO), INFO-
EXTRA, Vol. 3 N° 1, enero 1997

318
Larney, F.J., H. H. Janzen, E. G. Smith and D. W. Anderson. 2004 Dryland Agriculture on the
Canadian Prairies:Current Issues and Future Challenges in Rao, S.C. and Ryan, J. (eds.)
Challenges and Strategies for Dryland Agriculture. CSSA Spec. Publ. No. 32, 2004. Crop
Science Society of America/American Society of Agronomy, Madison, WI.
McConkey, B.G., D. Curtin, C. A. Campbell, S. A. Brandt, and F. Selles. 2002. Crop and soil
nitrogen status of tilled and no-tillage systems in semiarid regions of Saskatchewan. Can. J. Soil
Sci. 82: 489-498
Middleton, N. and D Thomas. 1997. World Atlas of Desertification (2nd edn), 182 pp. London:
Edward Arnold.
Miller, P. R., A. M. Johnston, S. A. Brandt, C. L. McDonald, D. A. Derksen and J. Waddington.
1998. Comparing the adaptation of sunola, canola, and mustard in three soil climatic zones of
the Canadian prairies. Can. J. Plant Sci. 78: 565–570.
Morrison, M.J. and D. W. Stewart. 2002. Heat stress during flowering in summer Brassica . Crop
Science 42:797-803
Nyakatawa, E.Z., and K.C. Reddy. 2000. Tillage, cover cropping, and poultry litter effects on
cotton: I. Germination and seedling growth. Agron. J. 92:992–999
O’Donovan, J.T., J. Otani, G. W. Clayton and Y.K. Soon. 2005. Effect of fall and spring seeding
on canola productivity in the Peace River region of northern Alberta. Can. J. Plant Sci. 85: 641-
644.
SAGARPA (Secretaria de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación). 1995. Estimación de
la erosión del suelo.
http://www.sagarpa.gob.mx/sdr/apoyos/publicaciones/Archivos%20de%20Apoyo%20al%20Cur
so/ARCHIVOS%20PDF/01.pdf
Soon, Y. K., H. W. Klein-Gebbinck and M. A. Arshad. 2005. Residue management and crop
sequence effects on the yield and brown girdling root rot of canola. Can. J. Plant Sci. 85: 67-72
Thomas, P. 2003. Canola growers manual. Canola Council of Canada. Pp 706-715
Williams, M.A.J. and R.C. Balling Jr. 1996. Interactions of Desertification and Climate. dward
Arnold, London, United Kingdom, 270 pp.
Zahangir, K. 2005. Tillage or no-tillage: Impact on mycorrhizae. Can. J. Plant Sci. 85: 3-29

319
REDUCCIÓN DE LA FERTILIZACIÓN NITROGENADA MEDIANTE LA LABRANZA
REDUCIDA Y CARBONATO DE CALCIO EN CANOLA DE TEMPORAL EN MICHOACÁN,
MÉXICO.
5
Blanca Leticia Gómez Lucatero
6
Mario Alberto Cepeda Villega

RESUMEN

La agricultura en la Meseta Purhépecha, constituye una actividad fundamental, sin embargo,


diversos factores han conducido a un proceso de deterioro de sus recursos. El suelo evidencía
una alta erosión por el uso de la labranza convencional y una baja fertilidad por el inadecuado
uso de fertilizantes. Por esta razón, es necesario en el sistema de producción “año y vez”
introducir cultivos alternativos como la canola en el año de descanso, así como usar técnicas
de laboreo reducido para ayudar a evitar el riesgo de erosión y pérdida de nutrientes. Además,
manejar de forma balanceada la nutrición de los cultivos, para incrementar su eficiencia y
reducir la pérdida por lixiviación o escorrentía. El calcio es importante para mantener las células
unidas e incrementar el desarrollo radical y crecimiento celular, además regula la absorción de
nitrógeno y la translocación de los hidratos de carbono. Para contribuir a resolver esta
problemática, se estableció un ensayo de canola en Nahuatzen, Mich., con el genotipo Hyola
401, bajo labranza reducida, evaluándose tres épocas de aplicación de carbonato de calcio
(inicio, plena y fin de floración), con una dosis de 4000 ppm y una fertilización de 80-60-80 de
NPK, con un testigo bajo labranza convencional (TLC) y fertilización de 120-60-80 de NPK. Los
resultados indicaron que el TLC se vio superado por todos los tratamientos en las siguientes
variables: IAF (54-97 %), NSP (9-134 %) y RGR (42-86 %). Para el NGS, solo la aplicación en
FF superó al TLC en un grano. Para el P1000, la aplicación en PF y FF fueron mejores que el
TLC en 0.1 g. El mayor RGR correspondió a los tratamientos fin y plena floración con
ganancias sobre el TLC del 86 y 79 %, respectivamente, así como la mejor relación Beneficio-
Costo de 1.89 y 1.83.

PALABRAS CLAVE: Meseta Purhépecha, Brassica napus L., componentes de rendimiento,


rendimiento de grano, relación beneficio-costo.

INTRODUCCIÓN

La Meseta Purhépecha se encuentra en el estado de Michoacán, entre los paralelos 19°15' y


19°50 de latitud norte y 101°15' y 102°25' de longitud oeste, con una altitud promedio de 2700
m. Lo conforman los siguientes municipios: Charapan, Cherán, Nahuatzen, Paracho,
Erongarícuaro, Quiroga, Tzintzuntzan, Pátzcuaro y parte de Los Reyes, Peribán, Tancítaro,
Nuevo Parangaricutiro, Uruapan, Tingambato, Salvador Escalante, Tangamandapio,
Tangancícuaro, Chilchota y Zacapu. El clima predominante es templado y en algunas áreas es
semifrío. Con una temperatura media anual que varía de 11 a 18 °C y precipitaciones desde
800 a más de 1500 mm anuales (DIGETENAL, 1985). La mayoría de los suelos son de textura
franco arenosa; presentan alto contenido de humus, mientras que la materia orgánica es de
media a muy baja (9.6 a 0.4%). La reacción de los suelos (pH) es de acidez fuerte a neutra (4.9
a 6.9) y los suelos de acidez moderada (6.3) predominan. La retención de fósforo en el 50% de
los suelos es >33%. Los Andosoles presentan alta capacidad de retención de fósforo (Shoji et
al., 1996).
La agricultura constituye la principal actividad económica de los ejidos y comunidades agrarias
existentes en la región. Los sistemas agrícolas más importantes son: sistema de humedad
residual de temporal en tierras planas, sistema de humedad residual de temporal en laderas y
sistema de temporal, orientadas principalmente al cultivo de maíz y forrajes (avena, berza-
avena). El primer sistema se practica en ciclos de “año y vez”, en el “año” con monocultivo de
maíz, sin rotaciones y en el “vez” permanece en descanso. En sus cultivos utilizan prácticas
agrícolas convencionales, lo que ha ocasiona problemas severos de erosión y fuga de

5
Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias
[email protected]
6
Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias
[email protected]

320
nutrientes, dando como resultado suelos con baja fertilidad, lo que asociado a la inadecuada
aplicación de nutrientes, conlleva a un deficiente desarrollo y crecimiento deficiente del cultivo y
a un rendimiento de grano bajo, por lo tanto, la agricultura en general es de subsistencia.
Actualmente, los agricultores deben ser capaces de producir a bajo costo para mantener una
adecuada competitividad y rentabilidad, pero mejorando al mismo tiempo la protección del
ambiente. Los altos rendimientos de cualquier cultivo no solo significan mayores ganancias,
sino que son también un claro indicativo de que se utilizan prácticas de manejo que promueven
la sostenibilidad del sistema (Roberts, 2002). Además, la incorporación de nuevas especies a
los sistemas de producción, enriquecen los agroecosistemas regionales, proporcionando
beneficios al productor.
El cultivo de canola, dada sus características de rusticidad, es una alternativa viable para los
productores, partiendo de que su ciclo vegetativo es mucho más corto que el del maíz, lo que
permite que los productores realicen sus siembras de maíz en el “año” y de canola en el “vez”;
además no tiene problemas de comercialización debido a que la Industria Aceitera importa al
año a nivel nacional en promedio un millón de toneladas y se maneja bajo el sistema de
agricultura bajo contrato (Cepeda et al., 2006).

La labranza de conservación
La ciencia y la investigación han hecho grandes esfuerzos por lograr que los agricultores
dispongan de una mejor tecnología para el uso y manejo de sus suelos. Existe un notable
avance en conservación de suelos, genética, control de plagas y enfermedades, fertilización y
riego. Sin embargo, todo este desarrollo tecnológico en favor de la conservación no se hace
presente en el campo, observándose los serios trastornos que genera una agricultura intensiva
en el manejo de los suelos como son la erosión, sedimentación, salinización y acidificación
(Novelo, 2000).
Se han propuesto diferentes alternativas para conservar y proteger el suelo. Una de ellas es el
empleo de la labranza de conservación (LC), y en México esta es una necesidad tecnológica,
considerando que más de 60 % de nuestro territorio sufre de un moderado a severo grado de
desertificación por efectos de la erosión (Galeana et al., 1999). El principio fundamental de la
Labranza de Conservación es la cobertura o mantillo del suelo con los rastrojos de las
cosechas de los cultivos anteriores. La LC tiene un efecto determinante en la disminución de la
erosión, en el incremento en la humedad del suelo, en la reducción de la temperatura del suelo,
en la preservación de la fertilidad del suelo, en el incremento de la materia orgánica y actividad
microbiana; además, los sistemas radicales se modifican y la estructura, así como la densidad
del suelo evolucionan. El único inconveniente es que la superficie se empobrece en calcio y
magnesio y el pH desciende en los suelos pobres en bases (González, 2007).
Existen diferentes tipos de labranza de conservación entre los que se encuentran la labranza
mínima que consiste en un menor número de pasos de maquinaria (González 1990). En lo que
se refiere al uso de fertilizantes en LC, lo ideal serán seleccionar el tipo de producto comercial
a usar, tomando en cuenta su naturaleza, volatilidad, tipo de suelo, pH, régimen de humedad y
cultivo entre otros (Figueroa et al., 1992). El manejo de la Labranza de Conservación implica un
nuevo enfoque integral de la agricultura orientado a la competitividad y preservación de los
recursos, partiendo de un cambio de mentalidad para dejar el viejo paradigma del arado
(Novelo 2000).

Nutrición mineral
La adecuada nutrición mineral de un cultivo está influenciada por el conocimiento de los
requerimientos de la planta y por la cantidad e intensidad de nutrimentos del suelo en donde se
tiene el cultivo. Cuando el suelo no puede suplir adecuadamente los nutrimentos para un
normal desarrollo de las plantas, se hace necesaria su adición en las cantidades y formas
apropiadas (Salas, 2002a). Los nutrimentos minerales esenciales para las plantas son aquellos
necesarios para la ocurrencia de un ciclo de vida completo, involucrados en funciones
metabólicas o estructurales en las cuales no pueden ser sustituidos y cuya deficiencia se
asocia a síntomas específicos. Se han reconocido al menos 16 elementos minerales que son
esenciales para la nutrición de las plantas. De ellos el carbono, hidrógeno y oxígeno son
suministrados a través del agua y el aire. El suelo contiene cantidades variables del resto de
los elementos, y cuando hay deficiencias o desbalances de uno o más de estos elementos es
necesario utilizar fertilizantes para su corrección (Molina, 2002b).
El flujo de nutrimentos en el sistema suelo-planta está en función del ambiente, la planta,
manejo, factores socioeconómicos, y esta gobernado por una serie de complejas interacciones

321
entre las raíces de las plantas, microorganismos, reacciones químicas y diferentes vías de
movimiento. El movimiento de nutrimentos en la planta depende de la capacidad de absorción
y de la demanda del nutrimento, de tal manera que este movimiento tiene diferentes procesos
metabólicos (Shaviv et al., 1993) interconectados como son: la liberación del suelo a la solución
del mismo, el transporte hacia las raíces para su absorción y translocación, así como su
utilización dentro de la planta. El transporte de nutrimentos hacia la raíz, la absorción y
translocación de los mismos ocurre simultáneamente; por esta razón, si se produce un cambio
en uno de estos procesos se afectarán los demás.
Los nutrimentos han sido caracterizados por tener alto, bajo o intermedio movimiento en el
floema, lo cual ha sido determinado claramente por medio del empleo de isótopos. Los
elementos que son muy móviles en el floema desde las hojas son el nitrógeno, fósforo, potasio
y en menor proporción el magnesio (Marschner, 1995). Elementos como el calcio, boro,
manganeso y hierro, son prácticamente inmóviles en el floema desde las hojas. Cuando el
suministro desde la raíz de estos elementos disminuye, su contenido disminuye en las hojas
jóvenes, mientras que en las hojas viejas e incluso las senescentes, la concentración se
mantiene alta. La aparición de deficiencia de calcio y boro en las hojas jóvenes se presenta
cuando el suministro externo es inadecuado (Haynes et al., 1947).
Además, de todo lo anterior, los elementos minerales en la planta están directamente
relacionados con todos los mecanismos de defensa de la planta al ser componentes de las
células, sustratos, enzimas, acarreadores de electrones, o como activadores, inhibidores y
reguladores del metabolismo (Huber, 1980; Piening, 1989). Por ejemplo, el nitrógeno aumenta
la resistencia a patógenos facultativos en tejidos tiernos, pero aumenta la susceptibilidad a
patógenos obligados (Kiraly, 1976). El fósforo está relacionado con procesos vitales para la
planta, sin embargo su papel en la resistencia a enfermedades es muy variable y un poco
inconsistente (Kiraly, 1976). El potasio tiene una relación estrecha con la resistencia a
enfermedades; mientras que el calcio, ofrece resistencia contra enfermedades como Pythium,
Sclerotium, Botrytis y Fusarium; además, diversos problemas de desórdenes fisiológicos en
frutas, vegetales, raíces y follaje tierno están relacionados con el contenido de calcio (Graham,
1983). El magnesio en altas cantidades disminuye el contenido de calcio y predispone a la
planta a enfermedades tales como Rhizoctonia y Pythium (Huber 1980).

Fertilizantes foliares
El uso correcto de la fertilización foliar constituye una alternativa eficaz para el suministro de
micronutrientes. En el caso de macronutrientes tales como el nitrógeno, fósforo y el potasio, se
reconoce que la fertilización foliar solo puede complementar, pero en ningún momento sustituir
la fertilización al suelo. Esto se debe a que las dosis a aplicar vía foliar son muy pequeñas en
comparación con las dosis aplicadas al suelo para obtener buenos rendimientos, además no
producen efectos fitotóxicos (Salas, 2002a). La fertilización foliar se ha convertido en una
práctica importante en muchos sistemas de producción agrícola porque permite la corrección
rápida, económica y oportuna de deficiencias nutricionales, favorece el crecimiento y desarrollo
de las plantas, y mejora el rendimiento y calidad de la cosecha (Molina, 2002a).
La aplicación foliar es efectiva debido a que la penetración de nutrientes en la superficie de las
hojas y demás partes aéreas de las plantas está regulada por las células epidermales de las
paredes externas de las hojas. Estas paredes estás cubiertas por una capa de ceras, pectinas,
hemicelulosa y celulosa que protegen a la hoja de una excesiva pérdida de solutos orgánicos e
inorgánicos por la lluvia. Una gradiente de carga se produce en esta capa cuticular de la parte
externa hacia el interior de pared, permitiendo la penetración de iones a lo largo de la
gradiente, favoreciendo la efectividad de los nutrientes y controlando las pérdidas por lixiviación
(Yamada et al., 1964).
Una vez que se ha realizado la absorción, las sustancias nutritivas se mueven dentro de la
planta utilizando varias vías: a) la corriente de transpiración vía xilema, b) las paredes
celulares, c) el floema y otras células vivas y d) los espacios intercelulares. La principal vía de
translocación de nutrimentos aplicados al follaje es el floema. El movimiento de célula a célula
ocurre a través del protoplasma, por las paredes o espacios intercelulares (Salas, 2002a). La
tasa de absorción de cada elemento es diferente, así el nitrógeno se destaca por su rapidez de
absorción necesitando de 0,5 a 2 horas, el calcio de 10 a 24 horas y el fósforo hasta de 10 días
para que el 50% de lo aplicado penetre en la planta (Bertsch, 1995). Obviamente, la respuesta
de la planta a la nutrición foliar dependerá de varios factores tales como la especie, la fuente
del fertilizante, la concentración, la frecuencia de aplicación, los factores climáticos, sistema de

322
aplicación, así como el estado de crecimiento de la planta. La combinación más apropiada de
todos ellos se obtendrá a través de la experiencia y condiciones del medio (Salas, 2002b).
En lo que respecta a las fuentes de fertilización foliar, estas deben ser muy solubles en agua y
que no causen efecto fitotóxico al follaje. Las fuentes se pueden dividir en dos grandes
categorías: sales minerales inorgánicas, y quelatos naturales y sintéticos, que incluye
complejos naturales orgánicos. Las principales fuentes inorgánicas son yacimientos o minas
naturales de óxidos, carbonatos y sales metálicas como sulfatos, cloruros y nitratos. Las sales
fueron los primeros fertilizantes foliares que se utilizaron y están constituidos principalmente
por cloruros, nitratos y sulfatos. En comparación con otras fuentes, las sales son de menor
costo, pero deben tomarse precauciones para su aplicación por el riesgo de causar quema o
fitotoxicidad al follaje (Molina, 2002a).

Calcio
+2
El Calcio (Ca) es un elemento que normalmente es absorbido por las plantas como Ca . La
cantidad total de Ca en el suelo fluctúa entre 0.1 hasta alrededor de 25%. Los suelos arcillosos
contienen más Ca que los suelos arenosos. El Ca como catión, está gobernado por los
fenómenos del intercambio catiónico al igual que los otros cationes, y se mantiene adherido
+2
como Ca intercambiable en la superficie de los coloides cargados negativamente.
Generalmente es el catión dominante en el suelo, aun a valores de pH bajos, y ocupa normal-
mente el 70% o más de los sitios en el complejo de intercambio. El Ca es parte de la estructura
de varios minerales del suelo como la dolomita, calcita, apatita y feldespatos. En realidad estos
minerales son las fuentes principales de Ca en el suelo (Agropecstar, 2007).
Es requerido por la planta para mantener la integridad de la membrana y se encuentra en las
paredes celulares en forma de pectatos de Ca, este material hace al tejido altamente resistente
a la degradación por la Polygalacturonasa; además, ayuda a mantener la integridad de la célula
y la permeabilidad de la membrana celular, favorece el crecimiento y la germinación del polen,
y activa gran cantidad de enzimas que intervienen en la mitosis, división y elongación celular.
El Ca interviene en la síntesis de proteínas y la transferencia de carbohidratos, y ayuda a
desintoxicar la planta de la presencia de metales pesados (Calderón, 1997; Molina, 2002b).
La carencia de oxígeno, dificulta la asimilación del calcio; la carencia de boro reduce el
transporte de calcio desde las raíces a los meristemos apicales. En suelos ricos en calcio pero
carentes de hierro (Fe) en forma asimilable, pueden presentarse carencias de calcio, debido a
que la deficiencia de hierro induce una drástica reducción en la absorción de calcio. La
deficiencia de Ca disminuye el crecimiento de la planta y del sistema radical, debilita los tejidos
foliares haciéndolos más susceptibles al ataque de patógenos (Hidalgo, 2007; Izumi et al.,
1994). La absorción de Ca puede ser afectada también por exceso de K y Mg en el suelo, o
por el uso de fertilizantes nitrogenados amoniacales. La absorción de Ca por la raíz es un
proceso pasivo que depende del movimiento del agua a través del xilema. Las aplicaciones de
Ca al suelo no han sido tan efectivas para incrementar la concentración del elemento en las
hojas y frutos debido a las dificultades de movilización que tiene este mineral en la planta
(Lonstroth, 1994). El suministro de Ca a través de la fertilización foliar se convierte en una
herramienta importante para los cultivos. Las aspersiones foliares de Ca han resultado muy
efectivas para prevenir los desórdenes que se producen en los frutos, debido que la aspersión
del nutrimento llega directamente a las hojas jóvenes y los frutos en formación que son los que
demandan en mayor grado el elemento (Molina, 2002b).
Las fuentes de sales foliares más comunes que suministran calcio y magnesio son: nitrato de
calcio, nitrato de magnesio y sulfato de magnesio, así como el carbonato de calcio. Para lograr
un efecto positivo, se aplican en dosis más altas que los quelatos. Entre sus ventajas están su
costo más económico comparado con los quelatos, y su mayor concentración de nutrimentos
(Molina, 2002a; Calderón, 1997). La aplicación de calcio soluble, puede mejorar la producción
de los cultivos; debido a que aumenta la absorción de amonio, potasio y fósforo, estimula la
fotosíntesis y aumenta el tamaño de las partes comerciables de la planta. La aplicación de
calcio soluble también promueve un uso eficiente del nitrógeno, lo que mejora los aspectos
económicos de la producción y reduce la contaminación del medio ambiente por nitrógeno
(Fenn et al., 1995). Al agregar el calcio como suplemento nutricional, se aceleró en un 100 % la
velocidad con que las plantas absorben el amonio. A medida que parte del amonio se convierte
en nitrato, el calcio previamente precipitado se vuelve a solubilizar gradualmente, aumentando
la concentración del calcio soluble disponible que aumenta el rendimiento (Fenn et al., 1994).
Por todo lo anterior, se concluye que la aplicación del calcio es una excelente herramienta
ambiental y agronómica.

323
Objetivo. Determinar la época de aplicación del carbonato de calcio que permita disminuir en
un 30 % la fertilización nitrogenada en canola bajo labranza reducida.

MATERIALES Y MÉTODOS

La siembra del ensayo se realizó el 22 de junio de 2003 en el municipio de Nahuatzen, Mich., a


2388 m.s.n.m., bajo labranza reducida (rastreo, surcado y escarda), con la sembradora
Dobladence modelo OL-U2N (adecuada al cultivo de canola por investigadores del INIFAP-C.E.
-1
Uruapan) a una densidad de 3.5 kg ha . Antes de la siembra la semilla fue tratada con
Carbofuradan 300 TS a razón de 400 ml por 3.5 kg de semilla, para evitar la perdida por una
plaga del suelo de la Familia Carabidae. La fertilización fue con NPK; aplicándose un tercio del
N, así como todo el P y K al momento de la siembra, el resto del N se adicionó a la escarda, a
los 48 DDS. Los tratamientos evaluados se presentan en el Cuadro 1. El diseño experimental
fue de bloques completos al azar con cuatro repeticiones.

Cuadro 1. Tratamientos de carbonato de calcio (46 % de Ca) evaluados en canola durante el


ciclo PV 2006, en Nahuatzen, Mich.

No. Dosis Fertilización


Trat. Tratamiento -1
(ppm ha ) Química
1 Inicio de floración (IFL)** 4000 80-60-80
2 Plena floración (PFL)** 4000 80-60-80
3 Fin de floración (FFL)** 4000 80-60-80
4 Sin aplicación (TSA) 80-60-80
5 Testigo bajo LR (TLR) 120-60-80
+
6 Testigo bajo LC (TLC) 120-60-80
** Fenología basada en la escala de Lascashire et al., 1991
+
Labranza convencional (barbecho-rastreo-surcado-escarda)

El control de malezas de hoja angosta se realizó a los 27 días después de la siembra (DDS),
-1
con el producto Sethoxydim a una dosis de 1.5 L ha . La cosecha se realizó a los 160 días
después de la siembra.
Se tomó una muestra compuesta de suelo, antes de establecer el ensayo en un perfil de 0-25
cm, para su análisis químico y se tomaron datos climáticos (temperatura máxima, mínima y
precipitación) durante el ciclo fenológico del cultivo (22 de junio al 29 de noviembre de 2006).
Se determinó: índice de área foliar (IAF) en plena floración (estado fenológico 65 de acuerdo a
la escala de Lascashire et al., (1991), número de silicuas por planta (NSP), número de granos
por silicua (NGS), peso de mil granos (P1000) y rendimiento de grano (RGR). Se realizó un
análisis de varianza y las diferencias de los tratamientos se evaluaron al 5 % a través de la
comparación de medias de Tukey. Además se efectuó un análisis económico para determinar
la relación beneficio costo de cada uno los tratamientos.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Las temperaturas máximas de julio a octubre fluctuaron entre los 20 y 22 °C (Figura 1),
mientras que las mínimas se presentaron entre un rango de 9 a 11 °C. Considerando que el
cultivo de canola requiere temperaturas entre los 5 y 30 °C, ideales entre los 22 y 24 ° C
(Thomas 2003); las temperaturas prevalecientes del período vegetativo hasta el de maduración
beneficiaron el desarrollo de la canola, ya que las temperaturas que dañan al cultivo que son
por arriba de 30 °C y por debajo de 0 °C, se presentaron del 8 al 9 de noviembre, cerca de la
cosecha y no mostraron efecto negativo sobre el cultivo; sin embargo, durante el período de
floración se presentó una tormenta de granizo y esta si afectó el rendimiento de grano en un 5
%. La precipitación acumulada del 22 de junio al 29 de noviembre de 2006 fue de 1187 mm,
con una distribución uniforme, esta cantidad es superior a las necesidades del cultivo que son
entre los 400 y 500 mm. En el desarrollo fenológico no se presentaron diferencias, todos los
tratamientos en general germinaron a los 13 días después de la siembra (DDS), mientras que

324
el inicio de floración, fin de floración y madurez de corte ocurrió a los 50, 94 y 160 DDS,
respectivamente.

P. MADURACIÓN
P. REPRODUCTIVO
PERÍODO VEGETATIVO

GRANIZO

HELADAS

710
mm

JU JU AG SE OC NO DI
N L O P T V C
Figura 1. Condiciones climáticas prevalecientes en Nahuatzen, Mich., ciclo PV 2006.

El análisis físico de suelo indicó una textura franco arenoso, con un pH de 6.1 (moderadamente
ácido). El químico mostró alto nivel de materia orgánica, así como los valores más altos para el
silicio y aluminio; valores moderados para el hierro y valores bajos para el nitrógeno, sodio,
manganeso, fósforo, potasio, calcio, azufre y cobre (Cuadro 2). Además la relación de bases
fueron bajas para Mg/K, Ca+Mg/K y Ca/K.
El análisis de varianza mostró diferencias altamente significativas para el IAF, NSP y RGR,
mientras que para el NGS y P1000 fue no significativo; los coeficientes de variación oscilaron
entre el 2 y 14 %, aceptables para experimentos manejados en temporal (Cuadro 3 y 4).
Los tratamientos con CC para la variable IAF (Cuadro 3), obtuvieron los valores más altos con
incrementos sobre el TLC entre 58 y 120 %, el mejor tratamiento fue la aplicación de CC en
plena floración con una ganancia sobre el TLC de 2.27, esto se convertirá en incremento en el
rendimiento de grano. Estas ganancias en el IAF se explican con lo reportado por Bartlett
(1965), ya que él aplicó calcio soluble en col, melón, chile, rábano, calabacita y tomate,
logrando incrementos en la fotosíntesis, debido a que la planta absorbió cantidades mayores
de dióxido de carbono del aire, lo que aumentó los componentes orgánicos básicos de la
planta; además, incrementó la absorción de amonio. Menciona también, que el exceso de
nitrógeno que absorben, las plantas lo guardan y lo utilizan para estimular el crecimiento
durante toda la temporada. Por último, señala que tal vez el efecto más beneficioso de aplicar
calcio fue que las plantas cambiaron sus patrones normales de deposición de reservas de
energía (carbohidratos, metabolitos).

325
Cuadro 2: Análisis mineral del suelo, realizado mediante la técnica de espectroscopia de
energía dispersiva de rayos X, con la microsonda INCAxSIGHT Modelo 7373,
acoplada a microscopio electrónico de barrido JEOL JSM 6480 LV, realizados por el
Dr. Edgar Quero en el laboratorio del Instituto Tecnológico Superior de Uruapan.
Los resultados de minerales que componen el suelo se expresa en % de la muestra
seca.

ELEMENTO CANTIDAD (%)


CARBONO C 6.78
OXIGENO O 53.52
SODIO Na 0.69
MAGNESIO Mg 0.64
ALUMINIO Al 11.37
SILICIO Si 17.57
FÓSFORO P 0.17
POTASIO K 0.46
CALCIO Ca 1.89
HIERRO Fe 6.38
AZUFRE S 0.14
COBRE Cu 0.16

pH 6.10

Cuadro 3: Separación de medias para las variables el índice de área foliar y el número de
silicuas por planta para los tratamientos evaluados en canola bajo labranza
reducida. Nahuatzen, Mich., ciclo PV 2006.

Época
No. Fertilización No.
Aplicación IAF NSP
Tratamiento Química Tratamiento
CaCO3
2 PFL 80-60-80 4.03 a 3 856 a
1 IFL 80-60-80 3.46 ab 2 735 ab
3 FFL 80-60-80 2.78 b 4 555 bc
4 TSA 80-60-80 2.73 b 1 473 cd
5 TLR 120-60-80 2.72 b 5 342 d
6 TLC 120-60-80 1.76 c 6 314 d

Media Gral. 2.91 546


C.V. (%) 12 14
Significancia ** **
** = Significativo al 1 %

En el NSP, los tratamientos con CC aplicados en fin de floración y plena floración mostraron los
valores más altos, superando al TLC con 542 y 421 silicuas por planta, respectivamente; la
aplicación al inicio de floración fue la que obtuvo la menor ganancia sobre el TLC, con 159
silicuas (Cuadro 4). Aunado a esto en el número de granos por silicua y peso de mil granos,
pese a que no se presentaron diferencias significativa, la ganancia del tratamientos con CC en
fin de floración sobre el TLC fue de 3 granos por silicua, mientras que en el peso de mil granos
las aplicaciones en plena floración y fin de floración superaron al TLC con o.4 g (Cuadro 4), lo
cual numéricamente es significativo; ya que con la aplicación de CC en fin de floración se
incrementa en 542 silicuas por planta, dos granos por silicua y en 0.4 g en el peso de mil
granos, la ganancia total es de 1084 granos por planta, que equivale a 0.43 g por planta. Estos
resultados coinciden con los obtenidos por Sung et al., (1990), ya que ellos mostraron que al
agregar calcio soluble al agua del arrozal se logra que hasta un 15 por ciento de la producción
de energía de la hoja bandera se transfiera a la formación y llenado de la semilla. Además,
menciona que el peso del arroz aumentó el 14 por ciento cuando se aplicó calcio durante el
llenado del grano. Estos mismos resultados se obtuvieron en betabel, cebolla, trigo, avena y
cebada.

326
Cuadro 4: Separación de medias para las variables número de granos por silicua, peso de mil
granos y rendimiento de grano para los tratamientos evaluados en canola bajo
labranza reducida. Nahuatzen, Mich., ciclo PV 2006.

Época
No. Fertilización No. P1000 No. RGR
Aplicación NGS -1
Tratam. Química Tratam. (g) Tratam. Kg ha
CaCO3
3 FFL 80-60-80 33 2 4.2 3 2385 a
5 TLR 120-60-80 32 3 4.2 2 2306 a
6 TLC 120-60-80 32 6 4.1 5 2001 b
2 PFL 80-60-80 31 1 4.0 1 1847 b
4 TSA 80-60-80 31 4 4.0 4 1827 b
1 IFL 80-60-80 30 5 3.8 6 1285 c

Media Gral. 31 4.0 1942


C.V. (%) 7 5 4
Significancia ns ns **
** = Significativo al 1 %
ns = No significativo

Las componentes directas de rendimiento antes descritas, se reflejan en el rendimiento de


grano, es por esto que los mejores tratamientos para esta variable fueron la aplicación de CC
en fin de floración y en plena floración con incrementos del 86 y 80 % sobre el TLC,
respectivamente. Ganancia similares en rendimiento obtuvieron Fenn et al., (1994) ya que ellos
incrementaron hasta en un 50 % el peso de los bulbos de cebolla y betabel, sobre los bulbos
sembrados únicamente con nitrato, después de haber transcurrido 30 horas de la aplicación de
calcio.
Al realizar el análisis económico, los tratamientos con la mayor relación beneficio costo de 1.89
y 1.83 fueron la aplicación de CC en fin de floración y plena floración, respectivamente; con
ganancia económica sobre el TLC de $ 4474.00 y $ 4198.00, respectivamente (Cuadro 5).

Cuadro 5: Relación beneficio costo para las épocas de aplicación de CaCO3 evaluados en
canola cv. Hyola 401 bajo labranza reducida en Nahuatzen, Mich., durante ciclo PV
2006.

Época Costo Rend. Valor Ingreso ($)


No. Fertilización Relación
aplicación Cultivo Grano Prod.
Trat. Química -1 Bruto Neto B/C
CaCO3 ($) Kg ha ($ /kg)
1 IFL 80-60-80 4423 1847 3.50 6465 2042 1.46
2 PFL 80-60-80 4423 2306 3.50 8072 3649 1.83
3 FFL 80-60-80 4423 2385 3.50 8348 3925 1.89
4 80-60-80 4303 1827 3.50 6395 2091 1.49
5 120-60-80 4647 2001 3.50 7004 2357 1.51
6 120-60-80 5047 1285 3.50 4498 - 549 0.89

CONCLUSIONES

En el cultivo de canola bajo labranza reducida, es posible reducir en 30 % la fertilización


nitrogenada con la aplicación de 4000 ppm de carbonato de calcio en fin de floración o en
-1
plena floración e incrementar el rendimiento y la ganancia económica hasta en 1,100 kg ha y
$ 4474.00, respectivamente con respecto al testigo bajo labranza convencional.

Agradecimientos. ANIAME. Asociación Nacional de Industriales de Aceites y Mantecas


Comestibles A.C.

327
BIBLIOGRAFÍA

Agropecstar, 2007. Calcio. El papel del calcio en la planta.


http://www.agropecstar.com/portal/doctos/agronomia6.htm . [ Revisado el 5 de octubre de
2007].
Bartlett, R. J. 1965. Importance of carbon dioxide in uptake of calcium by plants receiving only a
nitrate source of nitrogen. Soil Sci. Soc. Am. Proc. 29:555-558.
Bertsch, F. 1995. La fertilidad de suelos y su manejo. 1ra ed. ACCS. San José, Costa Rica. 125
p.
Calderón, S.F. 1997. Todo sobre los quelatos. Walco, S.A. Santafé de Bogotá - Colombia. 16 p.
http://www.drcalderonlabs.com/. [ Revisado el 3 de octubre de 2007].
Calderón, Z., G.J. Rodríguez A., A.E. Becerril R., M. Livera M. y M.T. Colinas L. 1997.
Fertilización foliar nitrogenada en la fotosíntesis y el desarrollo de durazno en producción
forzada. Agrociencia 31: 291-296.
Cepeda, V.M.A., B.L. Gómez, L y E. Venegas G. 2006. Investigación y validación de tecnología
para la producción sostenible de canola de temporal en suelos andosoles. P.V. 2006. Informe
Técnico. INIFAP, C.E. Uruapan. 65 p.
DIGETENAL (Dirección de Geografía y Estadística del Territorio Nacional). 1985. Carta Estatal
de Climas de Michoacán. México, DF.
Fenn, L. B., B. Hasanein and C. M. Burks. 1995. Calcium-ammonium effects on growth and
yield of small grains. Agron. J. 87:1041-1046.
Fenn, L. B., R. M. Taylor and C. J. Burks. 1994. Calcium stimulation of ammonium absorption
and growth by beets. Agron. J. 86:916-920.
Figueroa, B. y F. Morales. 1992 Manual de producción de cultivos con labranza de
conservación. Colegio de Postgraduados. SAHR. 273 p.
Galeana, C.M., S.A. Trinidad, C.N.E. García y R.D. Flores. 1999. Labranza de conservación y
fertilización en el rendimiento de maíz y su efecto en el suelo. TERRA Latinoamericana.
Universidad Autónoma Chapingo. Chapingo, México. 14: 325-335.
González, F. P. 2007. La fertilización en el laboreo de conservación. Departamento Suelos y
Riegos. Consejería de Agricultura y Pesca. Junta de Andalucía, España. 8 pp. http://aeac-
sv.org [Revisado el 28 de septiembre de 2007].
González, L. 1990. Labranza de conservación una alternativa para aumentar la producción y
productividad del agro mexicano. FIRA. Boletín Informativo 222. 44 p.
Graham, R.D. 1983. Effects of nutrient stress on susceptibility of plants to disease with
particular reference to the trace elements. Adv. Bot. Res. 10:221-226.
Haynes, J.L., W.R. Robins. 1947. Calcium and boron as essential factors in the root
environment. J.Amer. Soc. Agron. 40:795-803.
Hidalgo, L. 2007. Problemas de cultivo. Los nutrientes.
http://www.spannabismagazine.com/digital/index.php?option=com_content&task=view&id=44&I
temid=44. [Revisado el 4 de junio de 2007].
Huber, D.M. 1980. The role of mineral nutrition in defense, pp. 381-406. In: J.G. Horsfall and
E.B. Cowling (eds.). Plant Pathology. An advance treatise. Academic Press, New York.
Izumi, H. and A.E. Watada. 1994. calcium treatments effect storage quality of shedded carrots.
Journal of Food Science. 59: 106-109.
Kiraly, Z. 1976. Plant disease resistance as influenced by biochemical effects on nutrients
fertilizer, pp. 33-46. In: International Potash Institute (eds.). Fertilizer use and plant health. Bern,
Switzerland.
Lascashire, P. D., and H. Bleiholder, R. Langeluddecke, T. Status, E. Vandenboom-Weber, and
A. Witzen-Berber. 1991. An uniform decimal code stages of crops and weeds. Ann. Appl. Biol.
119: 561-60.
Lonstroth, M. 1994. Calcium bitter pit management in apples. The Great Lakes Fruit Growers
News 33(5) http://www,msue,edu/vanburen/bitpit,htm. [Revisado el 18 de septiembre de
2007].

Marschner, H. 1995. Mineral nutrition of higher plants. 2da ed. Academic Press, New York.
USA. 543 p.
Molina, A. E. 2002a. Fuentes de fertilizantes foliares. pp 26-34. In: Meléndez, G y E. Molina
(eds).2002. Fertilización Foliar: Principios y Aplicaciones. Memoria. Universidad de Costa Rica.
Centro de Investigaciones Agronómicas. Laboratorio de suelos y foliares.

328
Molina, A.E. 2002b. Fertilización foliar de cultivos frutícolas. pp 82 – 100. In: Meléndez, G y E.
Molina (eds). 2002. Fertilización Foliar: Principios y Aplicaciones. Memoria. Universidad de
Costa Rica. Centro de Investigaciones Agronómicas. Laboratorio de suelos y foliares.
Novelo, G.M. 2000. La labranza de conservación en México y apoyos de FIRA para su
adopción. Transferencia de tecnología y asistencia técnica de FIRA. Morelia, Mich. 9 p.
Piening, L.J. 1989. Fertilizer can reduce plant diseases, pp. 18-20. In: PPI (eds.). Better Crops
with plant food. Summer 1989. Atlanta, Georgia.
Roberts, T.L. 2002. Fertilidad del suelo, altos rendimiento y rentabilidad. Informaciones
Agronómicas. 46: 6-11.
Salas, E.R. 2002a. Herramientas de diagnóstico para definir recomendaciones de fertilización
foliar. pp 7-17. In: Meléndez, G y E. Molina (eds). 2002. Fertilización Foliar: Principios y
Aplicaciones. Memoria. Universidad de Costa Rica. Centro de Investigaciones Agronómicas.
Laboratorio de suelos y foliares.
Salas, E. R. 2002b. Fertilización foliar de plantas ornamentales. pp 67-76. In: Meléndez, G y E.
Molina (eds). 2002. Fertilización Foliar: Principios y Aplicaciones. Memoria. Universidad de
Costa Rica. Centro de Investigaciones Agronómicas. Laboratorio de suelos y foliares.
Shaviv, A., R.L. Mikkelsen. 1993. Controlled-release fertilizers to increase efficiency of nutrient
use and minimize environmental degradation-a review. Fert. Res. 35:1-12.
Shoji, S., M. Nanzio, R.A. Dahlgren y P. Quantin. 1996. Evaluation and proposed revisions of
criteria for Andosols in the World Reference Base for Soil Resources. Soil Sci. 161: 605-615.
Sung, F. J. M. and W. S. Lo. 1990. Growth responses to rice in ammonium-based nutrient
solution with variable calcium supply. Plant Soil. 125:239-244.
Thomas, P. 2003: Canola growers manual. Canola Council of Canada. pp 502-514.
Yamada, Y., M.J. Bukovac and S.H. Wittwer. 1964. Ion binding by surfaces of isolated cuticular
membrane. Plant Physiol. 39, 978-982.

329
FERTILIZACIÓN FOLIAR COMO COMPLEMENTO DE LA NUTRICIÓN QUÍMICA EN
CANOLA DE TEMPORAL BAJO LABRANZA REDUCIDA EN LA MESETA PURHÉPECHA,
MÉXICO.
7
Blanca Leticia Gómez Lucatero
8
Mario Alberto Cepeda Villega

RESUMEN

La agricultura en la Meseta Purhépecha se realiza bajo labranza convencional en el sistema


“año y vez” con monocultivo de maíz, en terrenos con pendientes del 4 al 16 %, lo que ha
provocado erosión hídrica y fuga de nutrientes. Además, los suelos son andosoles, donde la
acidez limita el desarrollo de las plantas, debido a que bloquea la disponibilidad de nutrimentos
como el fósforo (P) y el nitrógeno (N), lo que propicia suelos con baja fertilidad. Ante estas
condiciones de deterioro se deben buscar alternativas que favorezcan la protección,
conservación y uso adecuado de los recursos naturales. La introducción de sistemas agrícolas
que involucren el uso de pocos insumos (fertilizantes, pesticidas y laboreos) y que estos sean
de origen orgánico o biológico puede contribuir a revertir la degradación de los recursos. Con el
objetivo de valorar la respuesta de conola a la fertilización foliar y química en labranza
convencional y reducida, se estableció un experimento en Nahuatzen, Mich., durante el 2006.
La siembra se realizó con el híbrido Hyola 401, bajo labranza reducida con una fertilización de
80-60-80 NPK. Se evaluaron los fertilizantes foliares: Actifol, Guanofol, Liquifertidol y la
-1
Algaenzims, a una dosis de 1.0 L ha , aplicándose en plena floración; además, se incluyó un
testigo sin aplicar, así como el testigo regional bajo labranza reducida y labranza convencional
con la fertilización 120-60-80 NPK. Con la aplicación de fertilizantes foliares es posible
disminuir la fertilización nitrogenada en un 25 %, en canola bajo labranza reducida con
incrementos en rendimiento de grano entre el 33 y 75 %. Además, las variables con mayor
influencia sobre el rendimiento de grano fueron el índice de área foliar y el número de silicuas
por planta; y el mayor rendimiento, así como la mejor relación beneficio-costo correspondieron
al Actifol y Guanofol.

PALABRAS CLAVE: Brassica napus L., índice de área foliar, número de silicuas por planta,
rendimiento de grano, balance nutrimental.

INTRODUCCIÓN

Las características topográficas y la intensidad de las lluvias que predominan en el país


caracterizan un alto riesgo de erosión (Zuñiga et al., 1993), especialmente en terrenos de
-1
ladera donde se pierden 2.87 t ha al año. Turrent (1986), estimó que el 61% del área dedicada
a cultivos anuales en el país se encuentra en pendientes mayores a 4%. La pérdida de suelo
existe en todos los estados de la Republica Mexicana, donde Tlaxcala ocupa el primer lugar
con una pérdida del 73.94 %, mientras que Baja California Sur se encuentra en el último lugar
con el 4.48 %; Michoacán esta en el puesto 13 con una pérdida del 55.03 % (Ramos, 2007). En
la Meseta Purhépecha, el 91 % de los ejidos y comunidades se dedica a la agricultura de
temporal y el sistema que se practica en el 80 % de la superficie es el de “año y vez”, en el
“año” con monocultivo de maíz y en el “vez” permanece en descanso. En esta región el
deterioro ecológico provocado por la agricultura tiene diversas causas: 1) manejo inadecuado
de los recursos naturales; 2) utilización de labranza convencional en parcelas con pendientes
del 4 al 16 %, 3) los dos aspectos anteriores han influido en la pérdida de la biodiversidad
(Astier, 2007), además, los suelo son andosoles con pH ácido (pH # 6.0) y su principal limitante
química es la capacidad para inmovilizar (fijar) fósforo (Espinoza, 2004). Aunado a lo anterior,
el uso agrícola del suelo ha provocado el desequilibrio de nutrientes contenidos en el suelo,
dado que una parte significativa es removida por la producción de grano, el desarrollo
vegetativo del cultivo y la maleza; mientras que otra parte se pierde por lixiviación y erosión
eólica e hídrica.

7
Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias
[email protected]
8
Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias
[email protected]

330
Los agricultores en la actualidad deben ser capaces de producir a bajo costo para mantener
una adecuada competitividad y rentabilidad; para lograr esto, es necesario incrementar los
rendimientos y reducir los costos de producción, pero mejorando al mismo tiempo la protección
del ambiente. El manejo eficiente de cualquier cultivo se basa en el conocimiento adecuado de
las diferentes etapas de crecimiento durante el ciclo de vida, ya que estas son determinadas
por la constitución genética de la planta, así como por las condiciones climáticas y edáficas
prevalecientes en el entorno; además, del conocimiento de la dinámica de nutrientes, ya que es
una de las funciones fundamentales del metabolismo vegetal y determina en gran medida la
productividad y las respuestas de las plantas a los cambios en los factores ambientales
(Rengel, 2002); así como el origen de los nutrimentos, los cuales pueden ser químicos,
orgánicos o biológicos. En los últimos años, la labranza de conservación y el uso de
fertilizantes de origen orgánico, se han promovido como una alternativa viable para contribuir a
revertir la degradación de los recursos naturales (Roberts, 2002) y al cultivo de canola para
ayudar a incrementar la biodiversidad. Estas actividades agrícolas se lograrán con un manejo
apropiado de suelos, cultivo, nutrimentos, humedad y biomasa microbiana, tendientes a
fomentar el desarrollo de una agricultura sostenible en al región (Bocco et al., 2000).
La implementación de prácticas como la labranza de conservación y el manejo balanceado de
la fertilidad del suelo, jugar un papel muy positivo al secuestrar C de la atmósfera en los
cultivos para luego retenerlo en el suelo. Los resultados experimentales han mostrado las
ventajas significativas de la labranza de conservación (LC) sobre la labranza convencional
(LO). Bajo condiciones de ladera y andosoles se encontró en los primeros años diferencias de
400 % mayor erosión en labranza convencional comparada con labranza de conservación
(Tiscareño et al., 1997). En la cuenca hidrográfica de Pátzcuaro, Michoacán se midió una
pérdida de nitrógeno por ciclo en el cultivo de maíz 2.5 más alta con LO que con LC (Velásquez
et al., 1997). Más de cien experimentos, efectuados en el programa nacional durante 5 años,
mostraron que la LC reduce la tasa de erosión en aproximadamente 80 % en el maíz y 95% en
el caso de trigo comparado con labranza convencional. A medida que se continúa aplicando la
labranza de conservación, la tendencia es aumentar aún más la protección del suelo (Osuna,
1997; Velásquez et al., 1997).
Por otro lado, una fertilización balanceada incrementa la eficiencia del uso de nutrientes y por
esta razón, existe menor probabilidad de que los nutrientes se pierdan al ambiente por
lixiviación o escorrentía superficial. También afecta positivamente la eficiencia del uso del agua,
debido a que un cultivo bien nutrido produce un sistema radicular extenso y saludable que es
capaz de extraer agua y nutrientes más eficientemente que un cultivo deficiente en nutrientes
(Maringa et al., 2000). El calentamiento global es otro factor ambiental que puede ser
influenciado positivamente con la fertilización. Los suelos agrícolas pueden actuar como un
significativo sumidero de carbono (C). El incremento de los contenidos de carbono orgánico en
el suelo, puede ayudar a mitigar el efecto invernadero causado en parte por el enriquecimiento
de la atmósfera con dióxido de carbono (CO2).
La demanda de un nutrimento por un cultivo está dada por su producción de biomasa y la
concentración del nutrimento en la planta. El requerimiento interno es independiente del
rendimiento potencial que se alcanza en distintas condiciones del suelo y clima, siempre que
no existan limitaciones de manejo (Obrador, 1994). La eficiencia nutrimental se ha definido
como la capacidad de una planta para producir la mayor cantidad de biomasa seca por unidad
de nutrimento suministrado (Solórzano, 2003; Rengel, 2002). Una fertilización balanceada
incrementa la eficiencia del uso de los nutrientes y disminuye la probabilidad de que estos se
pierdan al ambiente por lixiviación o escorrentía superficial, (Maringa et al., 2000).
La forma más utilizada para suministrar alimento a los cultivos es la fertilización química, pero
existen características químicas, físicas y biológicas que pueden limitar la disponibilidad de
dichos nutrimentos en el suelo. Bajo estas condiciones, la fertilización foliar es particularmente
útil y es mejor que la fertilización al suelo en las siguientes situaciones: a) cuando se presentan
condiciones de severas deficiencias nutricionales con la presencia de agudos síntomas de
deficiencia en los tejidos; b) cuando existen bajas temperaturas, compactación, falta de
oxigeno, sequía, alta salinidad o pH extremo; c) en suelos con extrema capacidad de fijar o
precipitar nutrientes; d) requerimientos altos de nutrientes en etapas específicas del
crecimiento de la planta y e) cuando la calidad de los productos cosechados está determinada
por el contenido de nutrientes o micronutrientes (Romheld et al., 2002).
En las condiciones antes mencionadas, la fertilización foliar como suplemento de la aplicación
de fertilizantes químicos tiene efectos muy positivos en el crecimiento y rendimiento de los
cultivos, además es barata y no contamina el ambiente. La aplicación foliar proporciona las

331
siguientes ventajas: el nutriente se aplica en la etapa fenológica requerida, llega directamente a
la zona de demanda (hojas), su absorción es rápida y requiere poca energía (Gómez, 2003).
Los fertilizantes foliares, actúan sobre algunas enzimas y proteínas que a través de rutas
metabólicas intervienen en los procesos fisiológicos de la planta para incrementar la absorción
de nutrientes; también, incrementan la resistencia de la planta a las plagas y enfermedades,
con lo cual contribuyen en la reducción del uso de pesticidas (Trinidad et al., 1999) y resultan
más baratos que la fertilización al suelo, por las bajas cantidades de producto utilizado (Eibner,
1986).
En lo que respecta al problema de la biodiversidad, la incorporación de nuevas especies a
los sistemas de producción, además de enriquecer los agroecosistemas regionales,
proporcionan beneficios al productor y a la sociedad en general. El cultivo de canola, dada sus
características de rusticidad, es una alternativa viable para los productores de la región en el
año de descanso, partiendo en primer lugar de que su ciclo vegetativo es mucho más corto que
el del maíz que tradicionalmente siembran, lo que permite que los productores realicen sus
siembras de maíz, además no tiene problemas de comercialización, debido a que es muy
demandado por la Industria Aceitera y se maneja bajo el sistema de agricultura bajo contrato.
De todo lo expuesto anteriormente, se resume que existen prácticas de manejo agronómico
que promueven la sostenibilidad en los agroecosistemas y contribuyen a cuidar los recursos
naturales (Roberts, 2002). Este estudio, pretende contribuir a disminuir el riesgo de perdida de
suelo, nutrientes y rendimiento, además de incrementar la relación beneficio-costo del cultivo
de canola al establecer su potencialidad para las condiciones de la región; con los siguientes
objetivos: 1) identificar el o los fertilizantes foliares que bajo labranza reducida permitan
disminuir en un 25 % la fertilización nitrogenada sin afectar el rendimiento y 2) evaluar la
rentabilidad de la aplicación de los fertilizantes foliares en el cultivo de canola en temporal.

MATERIALES Y MÉTODOS

El experimento se estableció en Nahuatzen, Mich., durante el ciclo Primavera-verano 2006. El


sitio se ubicó entre los 19° 38’ N y 101° 55’ O, con una altura sobre el nivel del mar de 2388 m;
el clima es templado húmedo y un suelo franco arenoso con un pH ligeramente ácido de 6.0.
La siembra se realizó el 22 de junio de 2006 con el genotipo Hyola 401, bajo labranza reducida
(rastreo, surcado y escarda), con la sembradora Dobladense modelo OL-U2N a una densidad
-1
de 3.5 kg ha . La semilla fue tratada con Carbofuran 300TS (400 ml/3.5 kg semilla) para evitar
el daño de la plaga del suelo (Familia Carabidae). La fertilización fue la 80-60-80 de NPK y el
control de malezas se realizó a los 27 días después de la siembra con la aplicación de
-1
Sethoxydim (1.5 L ha ) que es sistémico y selectivo para hoja angosta, en forma total. La
cosecha se realizó el 29 de noviembre de 2006.
Durante el desarrollo fenológico del cultivo se tomaron datos climáticos y se cuantificaron las
siguientes variables: días a emergencia, índice de área foliar (IAF) en plena floración (estado
fenológico 65 de acuerdo a la escala de Lascashire et al., 1991), número de silicuas por planta
(NSP), número de granos por silicua (NGS), peso de mil granos (P1000) y rendimiento de grano
(RGR). Se uso un diseño de bloques completos al azar con siete tratamientos y cuatro
MR
repeticiones, los tratamientos fueron: Actifol, Guanofol, Liquifertidol y Algaenzims , a una
-1
dosis de 1.0 L ha , aplicándose en plena floración (estado fenológico 65 de acuerdo a la escala
de Lascachire et al., 1991); y un testigo sin aplicar fertilizante foliar, con una dosis de
fertilización química de 80-60-80, así como el testigo regional bajo labranza reducida (TLR) y
labranza convencional (TLC) con la fertilización 120-60-80 NPK. Se hizo también un análisis
económico de cada tratamiento.
La composición de los fertilizantes foliares se describe a continuación:

Actifol
Abono foliar en forma quilatada, lo que le permite la aportación controlada y adecuada a las
necesidades de la planta y contiene: carbono (10.29 %), nitrógeno (15.97 %), sodio (0.09 %),
fósforo (14.49 %), azufre (0.40 %), boro (0.100 ppm), potasio (5.0 %), calcio (1.55 %),
magnesio (2.0 %), zinc (0.200 ppm), hierro (0.200 ppm), cobre (0.100 ppm), manganeso (0.100
ppm), ácidos húmicos (1.50 %), ácidos fúlvicos (1.25 %).

Guanofol
Fertilizante líquido a base de guano de murciélago y contiene: nitrógeno (1.29 %), fósforo (2.06
%), potasio (2.73 %), calcio (2.71 %), magnesio (1.07 %), azufre (0.80 %), carbono (14.11 %),

332
materia orgánica (5.87 %), ácidos húmicos (1.93 %), ácidos fúlvicos (1.40 %), boro (85 ppm),
hierro (189 ppm), zinc (114 ppm), cobre (80 ppm), manganeso (37 ppm).

Liquifertidol
Fertilizante orgánico mineral y contiene: silicio (15 %), hierro (16 %) y potasio (22 %).
MR
Algaenzims
Producto puro, orgánico, natural, viable (vivo) elaborado a base de algas marinas del genéro
Sargassum y contiene 27 reguladores de crecimiento, micro algas cianofitas, 5000 enzimas no
desnaturalizadas, agentes quelatantes, ácidos orgánicos, sustancias biocidas, elementos
mayores y menores en ppm (potasio: 14800, nitrógeno: 14500, sodio: 13660, magnesio: 130,
fósforo: 750, calcio: 620, zinc: 505, fierro: 440, cobre: 147, manganeso: 72 y silicio: 4).

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

En la Figura 1, se muestra la distribución de lluvias y temperaturas prevalecientes durante el


desarrollo fenológico del cultivo de canola en el ciclo primavera-verano 2006. De acuerdo a los
requerimientos climáticos, la canola necesita temperaturas entre 5 y 30 °C, ideales entre 20 y
22 °C (Thomas, 2003); en éste aspecto el desarrollo de la canola se vio favorecido, ya que
desde el período vegetativo hasta el de maduración (160 días), las temperaturas máximas
oscilaron entre 21 y 26 °C (junio a noviembre), mientras que, las mínimas fluctuaron entre 8 y
14 °C; no se presentaron temperaturas superiores de 30 °C y las inferiores o iguales a 0 °C
sucedieron del 22 al 26 de noviembre, casi para la cosecha, por lo tanto, ya no tuvieron efecto
sobre el cultivo. Lo que causó una disminución del 5 % en el rendimiento de grano, fue la
tormenta con granizo ocurrida el 16 de agosto. En lo referente a la precipitación, el cultivo
requiere de 400 a 500 mm y se acumularon 1187 mm, con una distribución uniforme, lo que
indica que el cultivo tuvo suficiente agua durante todos sus estados fenológicos. Durante el
desarrollo fenológico no se presentaron diferencias, todos los tratamientos en general
germinaron a los 13 días después de la siembra (DDS), mientras que el inicio de floración, fin
de floración y madurez de corte ocurrió a los 50, 94 y 160 DDS, respectivamente.

Figura 1. Condiciones climáticas prevalecientes en Nahuatzen, Mich., ciclo PV 2006.

En el Cuadro 1 se tienen los resultados del análisis de varianza, con alta significancia para el
IAF, NSP y RGR, sin embargo para el NGS y P1000 no hubo diferencias significativas; los
coeficientes de variación fueron aceptables, con un rango entre el 5 y 24 % En el IAF, el TLC

333
fue superado entre el 39 y 77 % por todos los tratamientos, los mejores fueron el Actifol (3.11) y
la Algaenzims (3.01). En el NSP todos los tratamientos superaron al TLC con ganancias entre
29 y 412 silicuas; los valores máximos correspondieron al Actifol y Guanofol con 726 silicuas
por planta. En la variable NGS el Liquifertidol obtuvo 33 granos por silicua y fue el único que
superó al TLC que mostró 32 granos; el resto de los tratamientos perdieron de uno a tres
granos con respecto al TLC. En el P1000, el TLC (4.1 g) solo fue superado por el Liquifertidol en
0.3 g, mientras que el resto de los tratamientos fue inferior de 0.1 a 0.2 g.
-1
En el RGR, el más bajo con 1285 kg ha fue para el TLC y el más alto para el Actifol con 2253
-1 -1 -1
kg ha , seguido por el Guanofol (2161 kg ha ) y Liquifertidol (2094 kg ha ). Se observa que los
tratamientos con mayor IAF, obtuvieron el mejor RGR, esto se debe a que la producción de
materia seca es la responsable del rendimiento de grano final y ésta se realiza a través de la
actividad fotosintéticamente activa (PAR) interceptada por la cubierta vegetal, la cual está en
función del área foliar (Gómez, 2002).

Cuadro 1: Separación de medias para las variables morfológicas evaluadas en diferentes


fertilizantes foliares en canola bajo labranza reducida. Nahuatzen, Mich., ciclo PV
2006.

No. Fertilizante Fertilización P1000 RGR


IAF NSP NGS -1
Trat Foliar Química (g) Kg ha
1 Actifol 80-60-80 3.11 a 726 a 31 3.9 2253 a
2 Guanofol 80-60-80 2.35 b 726 a 31 3.9 2094 abc
3 Liquifertidol 80-60-80 2.69 b 579 abc 33 4.0 2161 ab
4 Algaenzima 80-60-80 3.01 a 462 abc 31 4.0 1710 d
5 80-60-80 2.45 b 618 ab 31 4.3 1896 cd
6 TCR 120-60-80 2.72 ab 343 bc 29 3.9 1938 bc
TLC + 1285
7 120-60-80 1.76 c 314 c 32 4.1
e

Media Gral. 2.59 538 31 4.0 1905


C.V. (%) 9 24 5 7 5
Significancia ** ** ns ns **
+
= Labranza convencional
**= Significativo al 1 %
ns= No significativo

Los resultados del análisis económico (Cuadro 2) mostraron que el Actifol obtuvo la mayor
relación beneficio costo con 1.75, seguida del Guanofol (1.63), Actifol (1.54) y Liquifertidol
(1.54), además la ganancia económica en el ingreso neto sobre el TLC ($ -549.00) fue de $
3929.00, $ 3394.00, $ 2882.00 y $ 3208.00, respectivamente.

334
Cuadro 2: Relación beneficio-costo para los fertilizantes foliares evaluados en canola cv. Hyola
401 bajo labranza reducida en Nahuatzen, Mich., durante ciclo PV 2006.

Fertilizació Costo Valor Ingreso ($)


No. Bioactivad RGR Relación
n Cultivo -1 Prod.
Trat. or Kg ha Bruto Neto B/C
Química ($) ($ /kg)
1 Actifol 80-60-80 4503 2253 3.50 7884 3380 1.75
2 Guanofol 80-60-80 4483 2094 3.50 7328 2845 1.63
3 Liquifertidol 80-60-80 4903 2161 3.50 7563 2659 1.54
Algaenzim 80-60-80
4 4648 1710 3.50 5986 1338 1.29
a
5 80-60-80 4303 1896 3.50 6636 2333 1.54
6 TLR 120-60-80 4647 1938 3.50 6781 2134 1.46
120-60-80
7 TLC + 5047 1285 3.50 4498 - 549 - 1.11
+
= Labranza convencional

Los resultados indican que los incrementos de rendimiento debidos a la fertilización foliar
pueden ser atribuidos al agregado de macronutrientes, micronutrientes o a la estimulación del
crecimiento producida por las fitohormonas y demás compuestos orgánicos adicionados.
Ventimiglia et al., (2000) reporta diferencias de rendimiento por fertilización foliar en trigo cuya
magnitud no sería explicable por la dosis de macroelementos aportados, y lo atribuyen a un
efecto promotor del crecimiento producido por los compuestos orgánicos presentes en el
fertilizante foliar.
Los resultados expuestos anteriormente coinciden parcialmente con los reportados por Ferraris
et al. (2004), ya que él menciona que el fertilizante foliar aplicado en trigo provocó un
incremento del área foliar y alargó el llenado de los granos, lo cual se tradujo en un incremento
en el rendimientos de manera significativa. Además, mencionó que la dosis de macroelementos
-1
aportados en el ensayo (0,82 kg N ha ) es claramente insuficiente para producir aumentos en
-1
la productividad de entre 621 y 815 kg ha ; por este motivo, hipotetiza que gran parte de estos
incrementos del rendimiento fueron atribuibles a la micronutrición o a un efecto de estimulación
del crecimiento.

CONCLUSIONES

1. Es posible disminuir la fertilización nitrogenada en un 25 % e incrementar el


rendimiento de grano desde un 33 % hasta un 75 % con la aplicación de fertilizantes
foliares bajo labranza reducida.
2. Los mejores fertilizantes foliares fueron el Actifol, Liquifertidol y Guanofol aplicados en
-1
plena floración con rendimientos de 2253, 2161 y 2094 kg ha , respectivamente.
3. Las variables con mayor influencia sobre el rendimiento de grano fueron el índice de
área foliar y el número de silicuas por planta.
4. El Actifol y Guanofol aplicados en plena floración bajo labranza reducida presentaron el
mayor ingreso neto de $ 3380.00 y $ 2845.00, respectivamente; mientras que el testigo
regional bajo labranza convencional perdió $ 549.00.

Agradecimientos. ANIAME. Asociación Nacional de Industriales de Aceites y Mantecas


Comestibles A.C.

BIBLIOGRAFÍA

Astier, C. M. 2007. Fortalecimiento de una metodología de evaluación de sustentabilidad a


través de un estudio de caso en la Región Purhépecha, México. Proyecto de investigación.
Grupo Interdisciplinario de Tecnología Rural Apropiada (GIRA A.C.). Pátzcuaro, Michoacán.
[Revisado el 15 de junio de 2007] http://www.rimisp.cl/webpage.php?webid=451
Bocco, G., A. Velásquez y A. Torres. 2000. Ciencia, Comunidades indígenas y manejo de
recursos naturales. Un caso de investigación participativa en México. INTERCIENCIA. 25 (2):
64-70.

335
Eibner, R. 1986. Foliar fertilization, importance on prospects in crop production. p. 3-13. In: A.
Alexander (eds.). Foliar fertilization. Proceedings of the First Intenational Symposium of Foliar
Fertilization by Schering Agrochemical Division. 1985. Berlin, Germany.
Espinoza, J. 2004. Fijación de fósforo en suelos derivados de cenizas volcánicas.
Informaciones Agronómicas. 55: 5-8.
Ferraris, G. y L. Couretot. 2004. Efecto de la fertilización foliar complementaria sobre el
rendimiento de trigo en siembra directa. http://www.elsitioagricola.com/articulos/ferraris.asp
[Revisado el 8 marzo 2007].
Gómez, L.B.L. 2002. Simulación de granizo en trigo (Triticum aestivum L.). Tesis de Doctorado.
Universidad Politécnica de Madrid. Madrid, España. 323 p.
Gómez, N. 2003. Cambios en la duración de las etapas vegetativa y reproductiva en respuesta
al fotoperíodo en colza-canola. Servicio de Información Agronómica (Virtual). Facultad de
Agronomía. UBA. http://www.agro.uba.ar/catedras/cul_indus/investi.htm [Revisado el 8 marzo
2007].
Lascashire, P. D., H. Bleiholder, R. Langeluddecke, T. Status, E. Vandenboom-Weber and A.
Witzen-Berber. 1991. An uniform decimal code stages of crops and weeds. Ann. Appl. Biol.
119: 561-60.
Maringa, I.K., M. Jonga and O.A. Chivinge. 2000. The effect of timing of application of basal and
topdressing fertilizers on maize (Zea mays L.) yield at two rates of basal fertilizers. Crop
Research Hisar. 20(3): 372-380
Obrador, O.J.J. 1994. Validación de parámetros de planta y clima que se utilizan en un modelo
simplificado destinado a determinar dosis de fertilización de nitrógeno, fósforo y potasio para
maíz. Tesis de Maestría en Ciencias. Colegio de postgraduados, Montecillo, Méx., México. 280
p.
Osuna, E. 1997. Investigación de erosión y labranza de conservación en la región norte-centro
de México. p.199-214 En: Claverán et al,. (eds.) Avances de Investigación en Labranza de
conservación. Libro técnico N° 1. Morelia, Mich. INIFAP. CENAPROS.
Ramos, A. 2007. Urge un programa para frenar erosión. Periódico Reforma. Noticia 54. México.
Rengel, R.L. 2002. Crecimiento y dinámica de acumulación de nutrientes en maíz (Zea mays
L.) en Venezuela. Informaciones Agronómicas. 53: 5-8.
Roberts, T.L. 2002. Fertilidad del suelo, altos rendimiento y rentabilidad. Informaciones
Agronómicas. 46: 6-10.
Romheld, V. and M. El-Fouly. 2002. Aplicación foliar de nutrientes: Retos y límites en la
producción agrícola. Informaciones Agronómicas. 48: 10-13.
Solórzano, P.R. 2003. Crecimiento y nutrición del arroz (Oryza sativa L.) en Venezuela.
Informaciones Agronómicas. 51: 1-4.
Thomas, P. 2003: Canola growers manual. Canola Council of Canadá. pp 502-514.
Tiscareño, M., M. Gallardo y M. Velásquez. 1997. Impacto de los sistemas de labranza en las
laderas. p. 107-122. En: Claverán et al. (eds.) Avances de Investigación en Labranza de
conservación. Libro técnico N° 1. Morelia, Mich. INIFAP. CENAPROS.
Trinidad, S.A. y M.D. Aguilar. 1999. Fertilización foliar, un respaldo importante en el rendimiento
de los cultivos. TERRA. 17: 247-255.
Turrent, F.A. 1986. Estimación del potencial productivo actual de maíz y fríjol en la República
Mexicana. Colegio de Postgraduados, Chapingo. México.
Velásquez, M., M. Tiscareño, R. Claverán y M. Gallardo. 1997. Erosión y productividad bajo
labranza de conservación I. Avances de investigación en suelos de ando de Michoacán.
INIFAP-CENAPROS. Folleto Técnico N° 1. 34 p.
Ventimiglia, L., H. Carta y S. Rillo. 2000. Soja: Mejorando el rendimiento con la estimulación. p.
114-121. En: Experimentación en campos de productores. Cosecha gruesa, campaña 1999/00.
UEEA 9 de Julio, INTA. Buenos Aires, Argentina.
Zuñiga, G. J. L., R. Camacho C., S. Uribe G., N. Francisco N. y A. Turrent F. 1993. Terrazas de
muro vivo para sustentar la productividad en terrazas agrícolas de ladera. Folleto técnico No. 6,
SARH, INIFAP. 29 p.

336
COMPORTAMIENTO DE GENOTIPOS DE TRIGO BAJO LABRANZA CERO VS. LABRANZA
CONVENCIONAL
9
Miguel Hernández Martínez.
1
Víctor Pecina Quintero.

RESUMEN

En la región del Bajío de México urge bajar costos y disminuir el consumo de agua en el trigo,
que junto con la cebada son los dos principales cultivos bajo riego durante el invierno. La
superficie potencialmente regada por gravedad es de 60,000 ha de las cuales sólo se siembran
aproximadamente 40,000 ha con bombeo, lo cual incrementa los costos y reduce la relación
beneficio-costo, la labranza cero es una alternativa viable que permite ahorrar de un 20 a un 30
% en la inversión. El objetivo de la presente investigación fue determinar que genotipos de trigo
son los más apropiados que contribuyan para un mejor aprovechamiento de los recursos suelo
y agua en los sistemas de labranza cero y convencional. Se comparó la labranza cero (LC) vs.
labranza convencional (LT), bajo diseño de parcelas divididas en donde los sistemas de
labranza fueron las parcelas grandes y los genotipos de trigo las parcelas chicas, las cuales se
arreglaron en un diseño de bloques al azar con cuatro repeticiones. El tamaño de parcela fue
de cinco surcos de 5 m de longitud a 0.75 m de separación entre éstos y la parcela útil fueron
dos surcos de 5 m de longitud. Se evaluó el efecto de tipo de labranza sobre el comportamiento
de los genotipos. Los resultados fueron: el comportamiento de los genotipos bajo labranza cero
para las variables rendimiento de grano y peso total de granos por espiga, superó en un 7%
(300 kg), a la labranza tradicional y presentaron un mejor desarrollo vegetativo. Las mejores
variedades fueron E-1R-V-2, Gracia (liberada con el nombre de Bárcenas S2001), E-1R-V-20
(liberada posteriormente con el nombre de Gema) y Cira; los cuales superaron numéricamente
en un 13.9, 10.6, 10.0 y 8.0% respectivamente a la variedad testigo (Salamanca) bajo los dos
sistemas de labranza.

Palabras Clave: Ahorro de agua, manejo de residuos, trigos suaves y duros.

INTRODUCCIÓN

La alta tasa de degradación de los suelos agrícolas en zonas de producción intensiva, así
como la subutilización del recurso agua (Castellanos et al., 1998), ha generado la necesidad de
que tomen conciencia de la problemática y que adopten tecnologías que permitan aminorar las
pérdidas de suelo (De la Fuente y Peña, 1988) y agua, haciendo un uso más adecuado de
estos recursos. El sistema de producción en el área del Bajío guanajuatense, ha propiciado la
erosión de los recursos suelo (Figueroa, 1975; Figueroa y Morales, 1996) y agua (Chávez,
1998), por lo cuál, la iniciativa por parte de instituciones de gobierno y empresas particulares es
el impulso de la labranza de conservación, como una tecnología alternativa para aminorar los
efectos de la agricultura tradicional en el suelo y agua de la zona y mejorar sus condiciones, de
tal manera que permitan un uso más racional de dichos recursos. La alternativa de uso de la
labranza de conservación (Alquino, 1998) cuyos principios son: 1) Evitar la quema de los
residuos de la cosecha, 2) No invertir el perfil del suelo y 3) Conservar suficientes residuos
como mantillo, siendo este último punto, básico (Erenstein, 1999) en dicha tecnología, ya que
ofrece muchas ventajas, como un mejor aprovechamiento de los recursos suelo y agua,
reduciendo el efecto de la lluvia y los escurrimientos de las partículas del suelo, incrementa la
infiltración, reduce las pérdidas de agua por evaporación, manteniendo de esta manera la
humedad del suelo, incorporando materia orgánica y mejorando así las condiciones nutritivas
del perfil. Una necesidad imperante en El Bajío de México es bajar costos (FIRA, 1997a) y
disminuir el consumo de agua en el cultivo de trigo (Armendáriz, 1997) que es junto con la
cebada los dos principales cultivos de grano que se siembran bajo riego durante el invierno en
la región (FIRA, 1996, 1997). La superficie regada por gravedad es de 60,000 ha las cuales
prácticamente ya no se siembra por falta de agua en las presas de almacén (CNA-SAGARPA,
1999), sólo se siembran aproximadamente 40,000 ha de riego con bombeo (Vuelvas y Arriola,
1993a y 1993b), lo cual incrementa los costos y se reduce la relación beneficio-costo, por lo
que la labranza cero es una alternativa viable que permite ahorrar de un 20 a un 30 % en la

9
INIFAP – Campo Experimental Bajío e-mail: [email protected]

337
inversión por no realizar el barbecho, rastra y la nivelación (Grageda, 2002), además, si se
dejan en el suelo los residuos del cultivo anterior se evita la erosión del suelo, conserva la
humedad del suelo (Tiscareño et. al., 1999) por un período mayor y a largo plazo mejora la
fertilidad del suelo (Tiscareño et. al., 1997), la cual ha disminuido en las últimas tres décadas
por la rotación cereal-cereal y la quema de residuos, así el contenido de materia orgánica ha
disminuido de 2.5% a 1.5% . Por esta razón, el Grupo de Investigación de Agricultura
Sostenible del INIFAP, en base a la siembra directa (GIAS) realiza estudios del
comportamiento de genotipos de diferentes cultivos bajo labranza cero vs labranza
convencional. El objetivo de la presente investigación fue determinar que genotipos de trigo son
los que reúnen las características más apropiadas que contribuyan para un mejor
aprovechamiento de los recursos suelo y agua en los sistemas de labranza cero y
convencional.

MATERIALES Y MÉTODOS

Manejo de genotipos
En el Campo Experimental Bajío, después de un lote de blanqueo con maíz surcado a 0.75m y
con el 100% de residuos de paja sobre el suelo, se sembraron el 14 de diciembre de 2001, los
genotipos de trigo a doble hilera sobre el surcado del ciclo anterior a una densidad de 120 kg
-1
ha . Se comparó la labranza cero (L.C.) vs. labranza convencional (L.T.=barbecho, rastra,
empareje y siembra), bajo diseño de parcelas divididas en donde los sistemas de labranza
fueron las parcelas grandes y los diecisiete genotipos de trigo las parcelas chicas, las cuales se
arreglaron en un diseño de bloques al azar con cuatro repeticiones. El tamaño de parcela fue
de cinco surcos de 5 m de longitud a 0.75 m de separación entre éstos y la parcela útil fueron
dos surcos de 5 m de longitud. Se evaluó el efecto de tipo de labranza sobre el
comportamiento de los genotipos. Las variables medidas por genotipo fueron: rendimiento de
-1
grano (RG) en kg ha , altura total de planta (AP) en cuatro plantas por repetición, longitud
-1
promedio de todas las espigas en un metro lineal (LPE m ), número de espigas por metro
-1
lineal (NE m ), número promedio de hijos por planta (NH) en una muestra de 16 plantas totales
(4 por repetición), número de granos por espiga (NGE) en una nuestra de 8 espigas por
repetición (32 en total), peso total del número de granos por espiga (PTGE), medición del
índice de área foliar en floración (IAF) y calificación de agrietamiento en el suelo en cada
genotipo usando la escala de 0 a 5, en donde 0 = corresponde a no agrietamiento y 5 = 100%
de la longitud de la parcela con grieta, esto se realizo a la cosecha. La fertilización fue la 240-
60-00, depositando la mitad de nitrógeno y todo el fósforo a la siembra y la antes del segundo
riego el resto de nitrógeno.

Manejo de Agua
Se aplicó y se midió la lámina de cada riego que fue de 10 cm, distribuida en cuatro riegos con
calendario 0-49-78-105 vs. 0-45-75-100 lo recomendado, dando una lámina total de 40 cm. La
humedad se midió una vez que se colocaron los tubos de aluminio (29/01/02), los cuales se
ubicaron en el genotipo testigo (variedad Salamanca) haciendo un total de nueve fechas de
muestreos; en cada muestreo se realizaron dos lecturas por sistema de labranza (una por tubo,
dos tubos por sistema de labranza) con el dispersor de neutrones en 3 profundidades (0-30,
30-60, 60-90 cm), dichas mediciones están en proceso de análisis, por lo que sólo se considera
el comportamiento de la humedad en la profundidad 0-30 cm. También se midió la temperatura
de suelo (TS) cada semana durante los primeros cuatro meses del año (en total fueron 16
muestreos) a la profundidad 0 - 6 cm, en cada muestreo se realizo la lectura en el fondo del
surco en cada tipo de labranza, siempre a la misma hora (12.00 a.m.) y siempre en una misma
parcela, donde estaba sembrado el genotipo testigo (variedad Salamanca), para su análisis
estadístico se aplicó una prueba de Student (t).

338
Manejo de malezas
Para el control de malezas en el experimento, se realizó un muestreo que constó de 24
submuestras tomadas al azar en cuadros de 25 cm x 25 cm registrando: especies de malezas y
su población para cuantificar que especies se presentaron, que población por especie y así
definir y en base a lo anterior que tipos de herbicidas aplicar. Posteriormente después de la
aplicación del control químico nuevamente se muestreo para cuantificar el grado de control de
maleza existente después de la aplicación. Para el análisis estadístico de la presencia de
malezas se aplicó una prueba de Student (t) para detectar diferencias entre sistemas de
labranza.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Comportamiento de genotipos
El análisis de varianza mostró diferencias significativas para tipos de labranza y para el efecto
de genotipos en las variables RG, AP, PTGE, MSPM, IAF y CGS (Cuadro 1). Para el resto de
las variables (LE, NP, NH y NGE) no fue significativo el efecto de la labranza, solo las
diferencias entre genotipos.

Cuadro 1. Grados de libertad (gl) y significancia estadística de los cuadrados medios para las
variables rendimiento de gramo (RG), altura de planta (AP), longitud promedio de espigas por
metro lineal (LPE), número de plantas por metro lineal (NP), número promedio de hijos por
planta madre (NH), número de granos por espiga (NGE), peso total de granos por espiga
(PTGE), materia seca de planta madre (MSPM), índice de área foliar (IAF) y calificación de
grietas en el suelo (CGS), medidas en los genotipos (G) bajo sistemas de labranza (S.L.).
CEBAJ-INIFAP.
F. de V. gl RG AP LE NP NH NGE PTGE MSPM0 IAF CGS
S. L. 1 7.6** 153** 4.5 5.1 0.4 0.1 12.3** 41.3** 69** 73**
G 16 3.9** 25** 36.7** 8.1** 0.9 37.9 27.8** 26.1** 26** 1.3
S. L. x G 16 1.05 1.6 2.0 1.7 1.1 2.8 2.6 3.8 2.3 0.6
C. V. % 13.2 4.2 8.1 18.0 9.4 8.3 106 11.2 8.6 8.2
2
R 0.84 0.86 0.87 0.67 0.82 0.88 0.85 0.86 0.9 0.6
**Altamente significativo (P " 0.01)

La interacción tipo de labranza por genotipo no fue significativa en ninguna variable


cuantificada. Con base en la prueba de Tukey (p " 0.05), en el Cuadro 2, se muestra la
separación de medias para los tipos de labranza de las variables RG, AP, PTGE, MSPM, IAF y
CGS. Destaca el comportamiento de los genotipos bajo labranza de conservación para las
variables RG, PTGE y para las variables AP, MSPM y IAF, ya que las dos primeras variables
superaron en un 6.8% al rendimiento de grano y peso de espiga que se obtuvo en labranza
tradicional, y las otras tres variables están totalmente relacionadas con un mayor desarrollo
vegetativo del cultivo superando al desarrollo vegetativo que se presentó en labranza
tradicional.

Cuadro 2. Separación de medias entre sistemas de labranza para rendimiento de gramo (RG,
–1
kg ha ), altura de planta (AP, cm), longitud de espiga (LE, cm), número de plantas por metro
-1
lineal (NP m ), número de hijos por planta madre (NH), número de granos por espiga (NGE),
peso total de granos por espiga (PTGE, g), materia seca de planta madre (MSPM, g), índice
de área foliar (IAF) y calificación de grietas en el suelo (CGS). CEBAJ-INIFAP.
-
Sist. Labr. RG AP LE NP m NH NGE PTGE MSPM IAF CGS
L. cero 5,340 a 93 a 7.68 a 216 a 3.0 38.2 a 1.71 a 1.83 a 1.5 a 4.0 b
a
L. conv. 5,046 b 85 b 7.45 a 196 a 3.2 39.0 a 1.60 b 1.61 b 1.2 b 4.5 a
a
DMSH 0.05 274 4.9 0.67 26 1.0 3.1 0.05 0.05 0.03 0.04
Medias con diferente letra en cada columna son estadísticamente diferentes (Tukey " 0.05)

Esto concuerda con los resultados de Etchevers et al., (1995) quienes evaluaron sistemas de
labranza (cero y convencional), monocultivos de trigo y maíz y rotaciones de éstos entre si y
con leguminosas forrajeras (mezcla veza-avena y una alfalfa), manejo de residuos (se dejan o
se retiran), en el estado de México, y sólo presenta los resultados de trigo, señalando que el

339
sistema de labranza cero con retención de residuos de la cosecha anterior, resulto ser una
alternativa adecuada para mantener altos rendimientos de trigo (8% más), particularmente por
el impacto positivo de dicha práctica en el régimen hídrico del suelo y en el rendimiento. En el
caso CGS resalta que la labranza tradicional presentó mayores calificaciones de agrietamiento
en comparación con la labranza de conservación, debido entre otras cosas a la falta de
residuos que podrían mejorar la estructura del suelo, sin embargo es necesario realizar
observaciones más a detalle en donde se cuantifique la profundidad de grieta ya que alcanzan
a llegar a más de un metro, la longitud de la grieta, la cual se extiende de tres a cinco metros y
el número de grietas por determinada superficie para posteriormente hacer una cuantificación
por hectárea. Lo anterior concuerda con lo encontrado por Lal et al., (1990), quienes indican
que en la labranza cero se tiene un mejor desarrollo del cultivo y un mejor rendimiento en
relación con la labranza tradicional ya que la labranza cero, está influenciada principalmente
por mejores propiedades del suelo, agua y microclima.
En el Cuadro 3 se muestra el comportamiento de cada genotipo por sistema de labranza y la
separación de medias, observándose un comportamiento muy similar bajo los sistemas de
labranza por lo que apoya la no interacción sistema de labranza x genotipo.

Cuadro 3. Separación de medias entre sistemas de labranza y entre genotipos para la variable
–1
rendimiento promedio de grano (RG, kg ha ), rendimiento de grano en los sistemas de
labranza cero y convencional. CEBAJ-INIFAP.
Variedades RG en L. Cero RGen L. Convencional RG promedio
E-1R-V-2 5,883 5,983 5,933 a
Gracia 6,288 5,234 5,761 a
E-1R-V-20 5,934 5.540 5,737 a
Cira 5,928 5,390 5,659 a
Altar C-84 5,801 5,173 5,487 ab
Nahuatl F2000 5,574 5,328 5,451 ab
Cortazar S-94 5,893 4,923 5,408 ab
Ambar C-97 5,885 4,769 5,327 ab
Salamanca S-75 Testigo 5,608 4,808 5,208 ab
E-1R-V-21 5,333 4,951 5,142 ab
Aconchi C-89 4,964 5,118 5,041 ab
Topacio C-97 4,844 5,070 4,957 ab
Temporalera M87 4,637 5,229 4,933 ab
Eneida F-94 4,965 4,889 4,927 ab
Tlaxcala F2000 4,577 4,771 4,674 ab
Rebeca F2000 4,548 4,572 4,560 ab
Juchi F2000 4,118 4,048 4,083 b
Media 5,340 A 5,046 B 5,193
DMSH 0.05 1,430
Medias con diferente letra en cada columna son estadísticamente diferentes (Tukey " 0.05).

Destaca que los mejores genotipos fueron los primeros cuatro: E-1R-V-2, Gracia (liberada con
el nombre de Bárcenas), E-1R-V-20 (liberada con el nombre de Gema) y Cira; los cuales
superaron numéricamente en un 13.9, 10.6, 10.0 y 8.0% respectivamente a la variedad testigo
(Salamanca) bajo los dos sistemas de labranza. Los resultados anteriores nos muestran que
hay genotipos que rinden mejor que la variedad Salamanca, la que en mayor superficie se
siembra y que es deseable que dichas variedades estén en manos del productor a fin de
incrementar la relación beneficio-costo tanto en labranza cero, como en labranza convencional
debido a un incremento en el rendimiento al usar estas variedades.

Manejo de agua
El calendario de riego aplicado fue 0-49-78-105 vs 0-45-75-100 (Solís et. al., 1996) que fue el
recomendado, considerándose prácticamente similar a lo planeado, con una lámina total de 40
cm. En el Cuadro 4 se da una muestra de lo que ocurrió a lo largo del ciclo del cultivo de la
cebada en cuanto al porcentaje de humedad a la profundidad 0-30 cm, encontrándose
diferencias en el contenido de humedad en el suelo entre un 2 hasta un 5 % entre los sistemas
de labranza una semana antes de aplicar el siguiente riego. En cuanto a temperatura en el
o
Cuadro 4 destaca la significancia de una mayor temperatura (17.86 C) en la labranza
o
convencional en comparación con la labranza cero (14.98 C).

340
Cuadro 4. Porcentaje de humedad y temperatura de suelo, antes y después de los riegos en la
profundidad 0-30 cm y 0-6 cm respectivamente.
Númerode Actividad % humedad a 0-30 cm Temperatura a 0 –6 cm prof.
semana / Mes prof.
o o
L. cero L. conv. L. cero C L. conv. C
2ª. / Diciembre 1º riego
4ª. / Enero antes del 2 riego 19.26 17.98 14.4 16.2
1ª. / Febrero 2º riego
2ª. /Febrero después del 2 riego 29.00 30.00 16.2 17.7
4ª. / Febrero antes del 3 riego 18.98 15.77 16.3 18.4
1ª. / Marzo 3º. riego
2ª. / Marzo después del 3 riego 32.66 30.67 16.1 18.5
3ª. / Marzo antes del 4 riego 14.34 12.94 16.9 19.4
4ª. / Marzo 4º. riego
2ª. / Abril 14.81 10.34 18.2 20.7
2ª. / Mayo Cosecha
Medias 14.98 b 17.86 a
tc 2.945 **
t 0.05 2.145
Medias con la misma letra en cada hilera, son estadísticamente iguales (t " 0.05).

Las anteriores diferencias son atribuibles a un mejor ambiente de producción en L.C., dado
principalmente por una mayor conservación de la humedad y una temperatura de suelo más
0
fresca (2.9 C menor) en la profundidad 0-6 cm, lo cual favorece a una mejor expresión del
potencial de rendimiento de los genotipos.

Manejo de malezas
En el Cuadro 5 y 6 se observa los resultados del muestreo realizado antes de realizar el control
químico, destacando que bajo labranza cero se presento una mayor población de malezas por
metro cuadrado dentro de cada especie de maleza de hoja angosta y de hoja ancha.

Cuadro 5. Separación de medias entre sistemas de labranza del número de plantas por metro
-2
cuadrado (NP m ) para cada tipo de especie de maleza de hoja angosta.
1
Malezas de hoja angosta Nombre científico L. cero* L. conv. tc t0.05
Avena Avena sativa 147 a 53 b 2.087** 2.069
Pegarropa Setaria spp. 274 a 9 b 2.47** 2.069
Maíz Zea mays 18 a 0b 2.55** 2.069
Alpistle Phalaris spp. 1 0 1.5 n.s. 2.069
Total maleza h. angosta 4 especies 440 62

Cuadro 6. Separación de medias entre sistemas de labranza del número de plantas por metro
-2
cuadrado (NP m ) para cada tipo de especie de maleza de hoja ancha.
1
Malezas de hoja ancha Nombre científico L. cero* L. conv. Tc t0.05
Quelite cenizo Chenopodium album 3b 21 a 3.35** 2.069
Borraja Sanchus oleracea 54 a 5b 2.37** 2.069
Malva Malva parviflora 4 13 2.42** 2.069
Chayotillo Xanthium strumarium 1 0 n.a.
Mostaza Brassica spp. 2 2 n.a.
Trebol Melilothus indicus P 0 n.a.
Lengua de vaca Rumex crispus P P n.a.
Total maleza h. ancha 7 especies 64 41
1 -2
Medias con la misma letra en cada hilera, son estadísticamente iguales (t " 0.05). NP m ; P =
presencia; n.s. = no significativo; n.a. = no analizado por considerarse no significativa la
población que se presento.
-1
En base al muestreo se determino aplicar para hoja ancha 2, 4, D-amina 1.5 L ha a los 35
-1
días después de la siembra y para hoja angosta se aplico Grasp 1.5 L ha aplicado a los 21
días después de la siembra (15 días después de la nacido el cultivo).

341
CONCLUSIONES

El comportamiento de los genotipos bajo labranza cero para las variables rendimiento de grano
y peso total de granos por espiga, superó en un 7% (300 kg), a la labranza tradicional.
Los genotipos bajo labranza cero presentaron un mejor desarrollo vegetativo ya que asi lo
demuestran la significancia de las variables, altura de planta, materia seca en planta madre y el
índice de área foliar.
Las mejores variedades fueron E-1R-V-2, Gracia, E-1R-V-20 y Cira; los cuales superaron
numéricamente en un 13.9, 10.6, 10.0 y 8.0% respectivamente a la variedad testigo
(Salamanca) bajo los dos sistemas de labranza
Durante el ciclo del cultivo, el contenido de humedad en el suelo en la profundidad 0-30 cm fue
o
mayor (3 a un 5%) y la temperatura en la profundidad 0-6 cm fue menor (3 C) en la labranza
cero que en la labranza convencional.
Fue altamente significativo la alta población por metro cuadrado de malezas en labranza cero
en comparación con la labranza convencional, no obstante se tubo un buen control químico
tanto de malezas de hoja ancha como angosta.

BIBLIOGRAFÍA

Alquino, P. 1998. La adopción del método de siembra de trigo en surcos en el valle del Yaqui,
Sonora, México. Informe Especial del Progerama de Trigo No. 17b. CIMMYT. Abril de 1998. 45
p.
Armendáriz, A. 1997. Como producir trigo a menor costo. Revista Agro-síntesis. Mayo 31,
1997. México. pp 20-23.
Castellanos, J. Z., B. Hurtado y S. Villalobos. 1998. Cambios en la calidad del agua
subterránea debido al abatimiento de los niveles piezométricos en el estado de Guanajuato.
En: Castellanos, J. Z.;Carrillo, J. J. y Hernández Y., C. (eds.). 1998. Memoria del simposio
Internacional de Aguas Subterráneas. Sociedad Mexicana de la Ciencia del Suelo. León, Gto.,
México. 7-9 de diciembre de 1998. pp. 137-152.
CNA-SAGAR.1999. Anuario Estadístico de la Producción agrícola de los Estados Unidos
Mexicanos. Información en CD.
Chávez, G., R. 1998. Estado actual del conocimiento del agua subterránea en el estado de
Guanajuato. En: Castellanos, J. Z.; Carrillo, J. J. y Hernández Y., C. (eds.). 1998. Memoria del
simposio Internacional de Aguas Subterráneas. Sociedad Mexicana de la Ciencia del Suelo.
León, Gto., México. 7-9 de diciembre de 1998. pp. 19-28.
De la Fuente-Martínez, J. M. y J.J. Peña-Cabriales. 1988. Dinámica poblacional desnitrificante en
el Bajío Guanajuatense. Rev. Lat-amer. Microbiol. 30:335-340.
Etchevers, B. J. D., P.I. Vidal. y R. A. Fischer. 1996. Efectos de la labranza en la dinámica del
nitrógeno en el suelo. In: Memorias de la cero labranza de conservación, los rastrojos y la
fertilización de los suelos. FIRA: 4° Foro Internacional de Labranza de Conservación. |
Erenstein, O. 1999. La conservación o de residuos en los sitemas de producción de maíz en
Ciudad Guzmán y San Gabriel, Jalisco. Documento del NRG Reprint Series 99-01. México,
D.F.: CIMMYT.
Figueroa, S., B. 1975. Pérdidas de suelo y nutrientes y su relación con el uso del subsuelo en
al cuenca del río Texcoco. Tesis de Maestría en Ciencias. Colegio de Postgraduados-ENA.
Chapingo, Méx. 209 p. En: Figueroa, B. y F. J., Morales. 1996. Manual de producción de
cultivos con labranza de conservación. SAGAR-CP. México, SLP.

Figueroa, B. y F. J., Morales. 1996. Manual de producción de cultivos con labranza de


conservación. SAGAR-CP. México, SLP.
FIRA. 1996. Labranza de Conservación para una agricultura sustentable: Experiencias y logros
de FIRA. FIRA Boletín Informativo Núm. 281, Vol. XXIX. 30 de Abril de 1996.
FIRA. 1997. Nutrición balanceada en el sistema de Labranza de Conservación. Centro de
Desarrollo Tecnológico “Villadiego”, Gto., México. 49p.
FIRA. 1997a. Rentabilidad de 15 cultivos anuales financiados en el ciclo agrícola PV/1996-96.
FIRA Boletín Informativo Núm. 293, Vol. XXIX. 30 de Abril de 1997.
Grageda, C. O. A. 2002. Influencia de la rotación de cultivos y sistemas de labranza sobre la
eficiencia en el uso de fertilizantes nitrogenados. Informe Técnico CONACYT-SIGHO Clave
19980206001.

342
Lal, R., D. J. Eckert, N. R. Fausey and W. M. Edwards. 1990. Conservation tillage in
sustainable agriculture, In: Sustainable agricultural systems. Soil and Water Conservation
Society, Ankeny, Iowa. pp. 203.225.
Solís, M.E., C.G. Díaz, A. Arévalo V., J.G. Díaz De León T., M.A. Vuelvas C. 1996. Tecnología
de producción de trigo en el Bajío. Desplegable para productores Num. 1 . SAGAR-GOB EDO
GTO-FGP.
Tiscareño, L. M., M. Gallardo V., M.A. Velázquez V. 1997. Impacto de los métodos de labranza
en agricultura de laderas. In: Avances de investigación en labranza de conservación I.
CENAPROS-INIFAP-SAGAR. Libro Técnico No. 1. Eds.: Claverán, A.R., Velázquez, G. J.,
Muñoz, V.J.A., Tiscareño, L.M., Nájera, R.B.M. Octubre 1977. p. 107-122.
Tiscareño, L. M., A.D. Baéz G., M. Velázquez V., K.N. Potter, J.J. Stone, M. Tapia V., R.
Claverán A. 1999. Agricultural research for watershed restoration in central Mexico.Journal of
soil and water conservation. Vol. Núm. 54 No.4.pp.686-692.
Vuelvas, C. M.A., J.M. Arreola T. 1993a. Informe final del proyecto Estrategia Integral del Uso
Racional del Agua. Primer ciclo. GOB.EDO.GTO./SARH/CNA/INIFAP/FIRCO/PIAFEG. 147 p.
Vuelvas, C. M.A., J.M. Arreola T. 1993b. Cuando y cuanto regar. Folleto para productores No.3.
Estrategia Integral para el uso racional del agua. PIAFEG/SARH/INIFAP/CNA/FIRCO/GOB
EDO. Julio 1993. 12 p.

343
DUREZA DEL GRANO DE FRIJOL GRANDE Y PEQUEÑO PRODUCIDO EN DIRERENTES
CONDICIONES DE HUMEDAD Y FECHAS DE SIEMBRA.
10
Arnulfo Pajarito Ravelero
11
Oscar H. Velasco González
2
Susana Echavarría Almeida
1
Adán Castillo Rosales

RESUMEN

En el ciclo primavera verano de 1997 y 1998, se estableció en Durango, Dgo., un trabajo en


riego y temporal con 36 genotipos de frijol en tres fechas de siembra (FS). De los cuales, se
seleccionaron las variedades Pinto Villa (PV) y Azufrado Tapatío (AT) por ser de diferente tipo
de grano y origen, con el objetivo de evaluar la dureza del grano de diferente tamaño producido
en diferentes condiciones de humedad (CH) y fechas de siembra (FS). Se utilizó un diseño en
Látice 6x6 con cuatro repeticiones, de las cuales dos fueron en riego y dos en temporal. La
parcela experimental fue de cuatro surcos de 6 m de largo y 0.76 m de ancho. Al grano
cosechado de los surcos centrales, se le determinó la dureza (resistencia al corte) después de
18 h de remojo mediante un Texturómetro Universal Instron en una muestra de 100 granos a
los cuales se les midió el largo, ancho y espesor formando el Cluster 1(Grano grande) y el
Cluster 2 (Grano pequeño). El análisis de varianza detectó diferencias altamente significativas
para la dureza del grano para los factores: variedades (A), CH (B) y sus interacciones y solo
significativas para la interacción B x C (Cluster). En promedio, la dureza del grano de la
-1 -1
variedad PV fue mayor (1.16 kg grano ) que el AT (0.96 kg grano ). Entre CH, la dureza del
-1 -1
grano fue mayor en temporal (1.20 kg grano ) que en riego (0.92 kg grano ) y entre Cluster, la
-1 -1
dureza fue mayor para el grano grande (1.11 kg grano ) que para el pequeño (1.01 kg grano ).

Palabras Clave: Phaseolus vulgaris L., dureza del grano, tamaño, condiciones de humedad,
fechas de siembra.

INTRODUCCIÓN

La calidad del grano de frijol es un fenómeno que incluye características de tipo físico y
nutricional. Entre estas características, la dureza del grano medida a través del tiempo de
cocción es una de las más importantes para el consumidor. La dureza se define como el
fenómeno en el cual los cotiledones no son fácilmente suavizados durante la cocción debido a
la dificultad de entrada de agua al grano (Vindiola et al., 1986; Reyes, 1992), característica que
puede ser propia de la variedad (Rodríguez et al., 1984) e influenciada también por el medio
ambiente (Taylor, 1988). Al respecto, Reyes (1988) sugirió que la concentración de calcio en el
suelo es una de las causas de la dureza del frijol; Stanley y Aguilera (1985) señalan que la
humedad en el suelo durante la formación del grano influyen en la microestructura de la testa y
su impermeabilidad, fenómeno característico de las variedades adaptadas al altiplano templado
semiárido de México (Castellanos et al., 1995). Castillo et al., (1998) reconocieron que los
efectos mas notorios en el tiempo de cocción fueron de tipo ambiental seguido por el genético
de lo cual; el 75 por ciento de esa respuesta fue explicado por el grado de absorción de agua
después de 18 horas, encontrando una correlación negativa altamente significativa (r = -0.72**)
entre ambas características y una relación positiva significativa (r = 0.66**) en condiciones de
riego y temporal, por lo que las líneas de grano más pequeño fueron más suaves como lo
determinaron también Tapia et al., (1985) y Jacinto y Fernández (1993) en cultivares diferentes.
El objetivo de este trabajo es evaluar la dureza del grano de frijol de diferente tamaño
producido en diferentes condiciones de humedad y fechas de siembra.

10 1
Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias. Apdo. Postal 186. C.
P. 34000. Durango, Dgo. México. Tel: (618) 8260433 Ext. 214. e-mail:
[email protected]
11 2
CIDIIR–IPN Unidad Durango, Dgo.

344
MATERIALES Y MÉTODOS

Durante el ciclo primavera verano del año 1997 y 1998 se estableció un trabajo con 36
genotipos de frijol en los Campos Experimentales de Francisco I. Madero Dgo. (CEFIM), y Valle
del Guadiana (CEVAG), pertenecientes al Instituto Nacional de Investigaciones Forestales,
Agrícolas y Pecuarias (INIFAP). El CEFIM está ubicado en el Km 3 de la carretera Francisco I.
0 0
Madero-San Juan del Río (24 20’ latitud N, 104 20’ longitud O), 1932 msnm, precipitación
0
media anual 474 mm, temperatura media anual 17 C y suelo de textura migajón arcillo
0
arenoso. El CEVAG se encuentra en el Km 4.5 de la carretera Durango-El mezquital (24 01’
0
latitud N, 104 44’ longitud O), 1989 msnm, precipitación media anual 412 mm, temperatura
0
media anual 16 C y suelo de textura migajón arcillosa. De las 36 variedades evaluadas, se
seleccionaron Pinto Villa (PV) y Azufrado Tapatío (AT) por ser de diferente origen genético para
determinar su dureza. La primera variedad fue liberada por el INIFAP en el año 1990, es de
grano tipo pinto, habito indeterminado postrado tipo III, tiempo de cocción de 104-113 minutos y
sensible al fotoperiodo. El AT también fue liberado en el año 1990 por el INIFAP, su grano es
tipo azufrado color amarillo , habito indeterminado postrado tipo III, tiempo de cocción 61-80
minutos y neutral al fotoperíodo (Rosales, 2004). Las siembras fueron el 16 de julio de 1997 y
el 1 de julio de 1998 en el CEFIM y el 10 de agosto de 1998 en el CEVAG. Se utilizó un diseño
experimental en Látice de 6x6 con dos repeticiones con riegos de auxilio y dos condiciones de
temporal natural. En el CEFIM, la parcela experimental fue de dos surcos de 6 m de largo y
0.76 m entre surcos y en el CEVAG fue de cuatro surcos de 6 m de largo y 0.81 m entre surcos
por variedad, las mediciones se hicieron en el grano cosechado de los surcos centrales. Se
hicieron las labores de cultivo recomendadas por el CEVAG; se buscó que no faltara agua en el
cultivo, para lo cual se aplicaron dos riegos de auxilio en cada fecha de siembra que variaron
de acuerdo a la precipitación registrada durante el ciclo del cultivo. En todas las fechas, se
sembró con suficiente humedad en el suelo, se fertilizó con la dosis 35-50-00, la maleza se
controló mediante la aplicación de herbicida preemergente así como una escarda a los 22 días
después de la siembra y otra más 20 días después de la primera. Se tomaron datos de
floración y de madurez fisiológica; en esta última etapa, las plantas se cortaron y se trillaron
una vez que estaban secas. Al grano obtenido se le determinó la dureza (resistencia al corte)
después de 18 horas de remojo mediante un texturómetro Universal Instron modelo 1132, con
-1
una celda de carga de 50 kg, utilizando una velocidad de cabezal de 20 cm min y velocidad de
-1
carga de 5 cm min ; la resistencia al corte se expresa en kg fuerza. La muestra utilizada fue de
100 granos físicamente sanos y completos por repetición de los cuales se tomaron 10 granos al
azar por repetición, variedad, condición de humedad y por fecha de siembra. A los granos de
cada muestra, se midió el largo, ancho y espesor con un vernier electrónico. La resistencia al
corte fue determinada cortando cada uno de los 10 granos de frijol por la parte media del hilio.
También se registró la temperatura y la precipitación pluvial durante el ciclo de las variedades
en cada fecha de siembra, a través de una estación climatológica ubicada en el sitio
experimental. Los datos se analizaron como un arreglo factorial, en donde el factor A fue la
variedad, el factor B la condición de humedad (CH) y un factor C fue los conglomerados
observados (Cluster 1 y Cluster 2).

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Los cuadrados medios y las significancias de los factores de variación en estudio se muestran
en el Cuadro 1. Las interacciones indican que hubo influencia de las condiciones ambientales
que se presentaron en cada FS, en la respuesta de las variables evaluadas, principalmente la
condición de humedad sobre el tamaño del grano.

345
Cuadro 1. Cuadrados medios para dureza del grano en dos variedades de frijol cultivadas en
diferentes fechas de siembra y condiciones de humedad. Durango, Dgo. México. 1997.
Fuente de GL 1/Julio/1998 16/Julio/1997 10/Agosto/1998
variación CM CV (%) CM CV (%) CM CV (%)
Repetición 10 0.075 24.9 0.571* 32.4 0.010 18.8
Variedades (A) 1 3.053** 0.914* 0.013
Condición de 1 0.557** 10.371** 1.683**
humedad (B)
AxB 1 0.562** 0.497 0.012
1
Cluster (C) 1 0.005 0.744* 0.299**
AxC 1 0.037 0.297* 0.866**
BxC 1 0.669** 1.500** 0.450**
AxBxC 1 0.405* 0.036 0.043
1
(* = P # 0.05, ** = P # 0.01), Cluster 1= Grano grande y Cluster 2= Grano pequeño.

Los valores de dureza de grano entre variedades, condiciones de humedad y conglomerados


se observan en el Cuadro 2.
-1
Cuadro. 2. Prueba múltiple de medias (DMS) para la dureza del grano de frijol (kg grano )
remojado por 18 horas para dos variedades, condiciones de humedad y tamaño. Durango,
Dgo., México. 1997 y 1998.
Factor Fechas de siembra
1/ julio 1998 16/ julio 1997 10/ agosto 1998
Variedades (A)
Azufrado Tapatío 0.86 b 1.09b 0.94a
Pinto Villa 1.23a 1.30a 0.96a

Condiciones de humedad (B)


Riego 1.12a 0.85b 0.81b
Temporal 0.96b 1.54a 1.09a

Cluster (C)
Cluster 1 (Grano grande) 1.03a 1.29a 1.01a
Cluster 2 (Grano pequeño) 1.05a 1.10b 0.89b
Medias con letras iguales no son estadísticamente diferentes (DMS, 0.05)

Las diferencias en dureza del grano entre variedades, pueden deberse a las características
intrínsecas de cada variedad como lo indica Rodríguez et al., (1984) debido en parte a su
origen. Castellanos et al., (1995) y Jacinto et al., (2002) señalaron que algunas variedades de
frijol requieren de tiempos mas largos de cocción debido a que su testa es mas impermeable y
sus cotiledones mas duros, característica importante de las variedades del altiplano templado
semiárido como fue el caso del presente estudio con la variedad PV. Iniestra et al., (2005) en
un estudio sobre factores antinutricios en frijol, observaron una amplia variación en contenido
de taninos, las variedades de tipo azufrado mostraron cantidades mas bajas, en comparación
-1
con las de tipo Pinto; para la variedad PV reportaron 94.6 ± 6.50 mg g y para el Azufrado
-1
Namiquipa de 5.9 ± 2.4 mg g : Cabe mencionar que la comparación puede ser válida debido a
que la variedad Azufrado Namiquipa y el AT son variedades isogénicas.
También mencionan que el contenido de taninos se ha relacionado con la dureza del grano al
cocimiento, por lo que se espera que las variedades con alto contenido, sean más duros como
ocurrió en el presente trabajo con la variedad PV. Los resultados entre las variedades aquí
estudiadas, también concuerdan con lo documentado por Rosales (2004), en relación al tiempo
de cocción entre estas variedades.
La mayor dureza del grano en la condición de temporal, evidencia la importancia de la
humedad en el suelo sobre esta característica, como lo señala Stanley y Aguilera (1985) y
Castellanos et al., (1995). Estos últimos autores indican que el problema de la testa
impermeable es debido al estrés hídrico durante el llenado del grano. En el presente trabajo, la
dureza del grano entre las variedades en estudio, fue estadísticamente igual en la FS del 10 de
agosto y entre CH fue mayor en riego en la FS del 1 de julio, por lo que se infiere que otras
variables ambientales también tienen influencia en la dureza del grano. La dureza mayor en el
grano grande probablemente es debido a la mayor impermeabilidad y contenido de su testa
que dificulta la entrada del agua, características importantes en el tiempo de cocción como lo

346
señalan Castellanos et al., (1995) y Jacinto et al., (2002) y Pérez et al., (2002). Estos últimos
autores, también observaron la asociación negativa entre la absorción y el tamaño del grano.
Iniestra et al., (2005) muestran mayor contenido de testa en la variedad PV (9.5 ± 0.29 %) que
el Azufrado Namiquipa (8.2 ± 0.98 %). Los datos que muestran la menor dureza del grano
pequeño obtenidos en el presente trabajo, concuerdan con los resultados reportados por Tapia
et al., (1985) y Jacinto y Fernández (1993) quienes mencionaron que los materiales de frijol de
grano más pequeño fueron más suaves al cocimiento debido a la mayor cantidad y velocidad
de absorción del agua.
La dureza del grano de las dos variedades de frijol en estudio, fue afectada por la humedad del
suelo. Estos resultados indican que la impermeabilidad del grano a la absorción del agua esta
presente en las variedades independientemente de la condición de humedad. Dichas
interacciones confirman los resultados reportados por, Taylor (1988) y Castillo et al., (1998)
reconocieron que los efectos mas acentuados en el tiempo de cocción fueron de tipo ambiental
seguido por el genético y que el 75 % de esa respuesta fue explicado por el grado de absorción
de agua después de 18 h de remojo.

-1
Cuadro. 3. Prueba múltiple de medias (DMS) para la dureza del grano de frijol (kg grano )
remojado por 18 horas para dos variedades, condiciones de humedad y tamaño. Durango,
Dgo., México. 1997 y 1998.
Factor Fechas de siembra
1/ julio 1998 16/ julio 1997 10 / agosto 1998
Interacción A x B
Az. Tapatío x Riego 0.85 c 0.82 c 0.79 b
Az. Tapatío x Temporal 0.86 c 1.36 b 1.09 a
Pinto Villa x Riego 1.38 a 0.87 c 0.84 b
Pinto Villa x Temporal 1.07 b 1.71 a 1.09 a

Interacción A x C
Az. Tapatío x Grano grande 0.87 b 1.24 a 0.89 bc
Az. Tapatío x Grano pequeño 0.84 b 0.94 b 0.98 b
Pinto Villa x Grano grande 1.20 a 1.33 a 1.12 a
Pinto Villa x Grano pequeño 1.26 a 1.26 a 0.81 c

Interacción B x C
Riego x Grano grande 1.02 bc 0.81 c 0.94 b
Riego x grano pequeño 1.21 a 0.89 c 0.68 c
Temporal x Grano grande 1.04 b 1.76 a 1.08 a
Temporal x Grano pequeño 0.88 c 1.31 b 1.10 a
DMS 0.05 0.156 0.236 0.109
Medias con letras iguales no son estadísticamente diferentes (DMS, 0.05)

Estos resultados evidencian la dureza del grano de la variedad PV independientemente de su


tamaño en algunas FS; también es importante subrayar que la dureza del grano grande fue
mayor en ambas variedades en diferente FS. Resultados que sugieren la influencia del origen
de cada variedad y de otras variables ambientales sobre el tamaño del grano además de las
condiciones de humedad. En cuanto al origen, se reconoce que la variedad PV es de la Raza
Durango y la variedad AT de la raza Jalisco. Tapia et al., (1985), Jacinto y Fernández (1993)
indicaron que los granos de menor tamaño absorben más rápidamente el agua; Pérez et al.,
(2002), encontraron que las variedades con semilla más grande tuvieron mayor capacidad de
absorción de agua. En el presente trabajo, se enfatiza que tanto el grano grande como
pequeño fueron estadísticamente iguales en dureza después de 18 h de remojo.
En riego, aunque se observaron diferencias estadísticas, la dureza del grano fue menor en
relación a la condición de temporal. Tales diferencias reflejan la variabilidad en dureza del
grano independientemente de la condición de humedad y tamaño del grano. Esto refiere que la
impermeabilidad del grano a la absorción de agua se hace presente tanto en riego como en
temporal. Resultados un tanto contrastantes con los encontrados por Castellanos et al., (1995)
quienes hacen referencia solo al estrés hídrico como causante de la dureza.
En el Cuadro 4 se presentan los efectos de la interacción de los tres factores en estudio. En
términos generales, la dureza del grano grande y pequeño de la variedad AT fue menor en la

347
condición de riego independientemente de la FS y mayor en la condición de temporal como lo
indican los valores promedio. Por el contrario, la dureza del grano de la variedad PV fue mayor
tanto en riego como en temporal comparado con la variedad AT.
-1
Cuadro. 4. Prueba múltiple de medias (DMS) para la dureza del grano de frijol (kg grano )
remojado por 18 horas para diferentes variedades, condiciones de humedad y tamaño.
Durango, Dgo., México. 1997 y 1998.
Factor Fechas de siembra Promedio
1/ julio 16 de julio 10/ agosto
1998 1997 1998
Interacción A x B x C
Az. Tapatío x Riego x Cluster 1 0.85 c 0.82 b 0.84 cd 0.83
Az.Tapatío x Riego x Cluster2 0.86 c 0.82 b 0.74 de 0.80
Az. Tapatío x Temporal Cluster 1 0.89 c 1.66 a 0.95 bc 1.16
Az.Tapatío xTemporal x Cluster 2 0.82 c 1.06 b 1.22 a 1.03
Promedio 0.85 1.09 0.93 0.95
Interacción A x B x C
P. Villa x Riego x Cluster 1 1.20 b 0.80 b 1.04 b 1.01
P. Villa x Riego x Cluster 2 1.57 a 0.95 b 0.63 e 1.05
P. Villa x Temporal x Cluster 1 1.20 b 1.86 a 1.20 a 1.42
P. Villa x Temporal x Cluster 2 0.94 c 1.57 a 0.98 bc 1.16
Promedio 1.23 1.29 0.96 1.16
DMS 0.05 0.223 0.333 0.154
Medias con letras iguales no son estadísticamente diferentes (DMS, 0.05)

Estos resultados fueron altamente influenciados por los valores de dureza encontrados en la
-1
FS del 16 de julio (1.19 kg grano ) sobre todo en la condición de temporal, los cuales fueron
-1
más altos en comparación con la FS del 1 de julio (1.04 kg grano ) y del 10 de agosto (0.96 kg
-1
grano ). La menor dureza del grano promedio de ambas variedades en todos los tratamientos
en la FS del 1 de julio, en comparación con la FS del 16 de julio probablemente se debe a que
las condiciones de humedad y temperatura que se presentaron durante el ciclo, fueron más
óptimas para cubrir los requerimientos del cultivo (Figura 1, promedio de cada cinco días).

348
(A)

(B)

(C)

Julio Agosto Septiembre Octubre


Meses

Figura 1. Condiciones climáticas durante el ciclo primavera verano: A)


Durango, Dgo. 1998 y Francisco I. Madero, Dgo. México: B) Año 1997 y C)
En la condición de riego se registraron 422 mm, en temporal 322 mm, cantidad que fue bien
Año1998. 0 0
distribuida durante el desarrollo de las variedades; la temperatura osciló entre 14 C y 26 C. Al
respecto, Doorembos y Kassan (1979) indican para el cultivo de frijol entre 300 -500 mm de
0 0
agua y de 10 C a 27 C. En la FS del 16 de julio, la cantidad de agua en riego fue de 340 mm y
0
en temporal de 240 mm. La temperatura máxima promedio fue de 28 C y la mínima en la
0
etapa reproductiva descendió hasta 0.8 C, lo cual afectó el desarrollo normal del cultivo al no
permitir que llegara a su madurez fisiológica. Probablemente la falta de humedad y la baja
temperatura fueron los factores que incrementaron la dureza del grano en ambas variedades
de frijol como lo sugiere Paredes et al., (1989).
En la última FS, no obstante que la precipitación pluvial fue más escasa (221 mm) en relación a
las otras FS, la dureza del grano fue menor. Cabe señalar que en ésta última FS, la
0 0
temperatura fluctúo entre 13 C y 28 C, por lo que probablemente la temperatura baja afecte
mas aún la dureza del grano que la falta de humedad. También cabe destacar que
probablemente, la mayor dureza del grano de PV se debe a que es una variedad altamente
adaptada a las condiciones del altiplano templado semiárido de México y tolerante a la sequía.

349
El rendimiento de esta variedad fue 22 % en promedio más alto que el de AT, (datos no
mostrados) en condiciones de temporal. Resultados que concuerdan con los de otros autores
(Castellanos y Acosta, 1992; Jacinto et al., 1993 y Castellanos y Guzmán, 1994).

CONCLUSIONES

Fueron significativas las diferencias para dureza del grano, entre variedades, condiciones de
humedad y tamaño de grano.
La dureza del grano de la variedad Pinto Villa fue mayor que la dureza del Azufrado tapatío,
tanto en riego como en temporal.
La condición de humedad afectó la dureza del grano grande y pequeño tanto en riego como en
temporal.
La falta de humedad y la temperatura baja incrementaron la dureza del grano.

LITERATURA CITADA

Castellanos, J. Z. y J. A. Acosta G. 1992. Calidad de coción y contenido de proteína de 154


genotipos de frijol provenientes del altiplano semiárido. Agociencia S. Fitociencia 3:55-64.
Castellanos, J. Z., S. H. Guzmán M. 1994. Effect of hard shell in cooking time of common beans
in the semiarid highland of Mexico. Bean Improv. Coop. 37:103-105.
Castellanos, J. Z., M. Guzmán H., J. A. Acosta G. y J. D. Kelly. 1995. Effects of hardshell on
cooking time of common beans grow in the semiarid highland of Mexico. J. Sci. Food. Agric. 69:
437-443.
Castillo, R. A., P. Fernández H., B. Cáceres E., F.J. Ibarra P. y J.A. Acosta G. 1998. Dureza del
grano en la cocción de un grupo de líneas de frijol tipo pinto, del Altiplano Semiárido de México.
XVII Congreso de Fitogénética. Memorias. Acapulco, Gro. México. 177 p.
Doorembos, J., A.H. Kassan (1979). Efectos del agua sobre el rendimiento de los cultivos.
Estudio FAO: Riego y Drenaje No. 33. FAO. Roma 212 p.
Iniestra, G. J. J., F. J. Ibarra P. y J. A. Gallegos I. 2005. Factores antinutricios y actividad
antioxidante en variedades mejoradas de frijol común (Phaseolus vulgaris L.). Agrociencia 39:
603-610.
Jacinto, H. C. y P. Fernández H. 1993. Efecto de las heladas sobre factores nutrimentales y de
calidad de fríjol. Fitotecnia Mexicana Vol. 16, Núm. 2. 91-101 pp.
Jacinto, H. C., J. A. Acosta G. y A. J. Ortega. 1993. Caracterización del grano de variedades
mejoradas de frijol en México. Agric. Téc. Méx. 19:167-179
Jacinto, H. C., S. Hernández H., S. Azpíroz R., J. A. Acosta G. y I. Bernal L. 2002.
Caracterización de una población de líneas endogámicas de frijol común por su calidad de
cocción y algunos componentes nutrimentales. Agrociencia 36: 451-459.
Michaels, T. E. y D. W. Stanley. 1991. Stability and inheritance of storage-induced hardening in
20 Common bean cultivars. Can J. Plant. Sci. 71: 641-647.
Paredes, L. O., C. Reyes M., R. Montez R., y A. Cárabez T. 1989. Hard-to-cook phenomenon in
common beans influence of growing location and hardening procedines. International J. Food
Sci. and Teach., 24: 535-542.
Pérez, H, P., G. Esquivel E., R. Rosales S. y J. A. Acosta G. 2002. Caracterización física,
culinaria y nutricional de frijol del altiplano subhumedo de México. Arch. Latinoam. Nutr. 52:
172-180.
Reyes, M, C. 1988. Influencia de la localidad de siembra sobre la calidad de cocción y
propensión al endurecimiento del frijol común. MSc thesis, Unidad Irapuato, CIEA-IPN and
Universidad Autónoma de Queretaro, México.
Reyes, M, C. 1992. Endurecimiento del frijol común. Desarrollo de procedimientos para su
prevención y cambios fisicoquímicos durante la reversibilidad del fenómeno. Tesis de
Doctorado. Centro de Investigación y de estudios Avanzados del IPN-Unidad Irapuato,
Irapuato, México.
Rodríguez, S. E. J., I. B. Caloni, J. R. Cruz, and C.J. Badillo 1984. Hydration and cooking
properties and dry beans. Journal of Agricultural of the University of Puerto Rico. 68(3): 259-
267.
Rosales, S., R. 2004. Variedades mejoradas de frijol del Instituto Nacional de Investigaciones
Forestales Agrícolas y Pecuarias. (Libro técnico No. 6). SAGARPA, INIFAP, CIRCE. Campo
Experimental Valle de México. Chapingo, Edo. de Méxic, Mex. 37-127 pp.

350
Stanley, D.W. y J. M. Aguilera. 1985. A review of textural defects in cooked reconstituded
legumes. The influence of structure and composition. J. Food. Biochem. 9:277.323.
Tapia, B. H., J. López S. y J. Estrada B. 1985. Evaluación de un método para reducir el tiempo
de cocción en frijol común. XXXI Reunión Anual del PCCMCA, San Pedro Sula, Honduras.
Taylor A, G. 1988. Susceptibility of semi-hard snapbean seed to imbibitional chilling injury. Hort
Science 23(3) 813.
Vindiola, O.L., P.A. Seib and R.C. Hoseney. 1986. Accelerated development of the hard-to-
cook state in beans. Cereal Foods World, 31:538-541.

Julio Agosto Septiembre Octubre

351
ESTUDIO DE LA VALORIZACIÓN DE Agave salmiana
(maguey pulquero)
12
Areli Flores Morales
13
Manuel Jimenez Estrada
14
Ernesto Castañeda Hidalgo

RESUMEN
México es considerado como el principal centro de origen de la biodiversidad del género
Agave. Miembros de la familia agavacea son distribuidos y bien adaptados en regiones áridas y
semiáridas en el país. El Agave salmiana (maguey pulquero) ha sido utilizado desde épocas
pasadas para la producción de la bebida alcohólica “pulque”, bebida tradicional en México. Las
plantas son cosechadas a la edad de 8 años cuando el contenido de azucares (aguamiel) es
elevado. Después las hojas de las plantas son cortadas y la planta muere. Se nota que el
empleo de las fibras de las plantas es una línea disponible a desarrollar. Este trabajo tiene dos
propósitos: uno de tipo ambiental y el segundo de explotación económica. Este estudio se basa
en la caracterización físico-química del residuo de la planta. Es sabido que las fibras de las
plantas consisten de polímetros naturales como la celulosa, hemicelulosa y lignina y no pueden
ser procesadas para la obtención de plásticos por el grado de cristalinización de la celulosa
pero estos desechos pueden ser usados para la producción de alcohol, poli alcohol y ácidos
orgánicos por fermentación, para la producción de azucares residuales por vía biotecnológica,
para la industria de pulpa de papel, como soporte para el crecimiento de hongos para la
producción de aglomerados y materiales compuestos. El principal resultado obtenido es la
valorización de estos residuos.

PALABRAS CLAVE: Agaves, residuos ligno-celulósicos, azucares, fermentación alcohólica,


materiales compuestos.

INTRODUCCIÓN
Los Agaves presentan una gran importancia económica y social en nuestro país, los cuales han
sido utilizadas desde la época prehispánica. Su importancia cultural y socioeconómica entre
las diferentes etnias de nuestro territorio radica en que los han incorporado de diversas
maneras en su vida diaria como es en su alimento, vivienda, utensilios domésticos, etc. El
Agave salmiana (maguey pulquero), cultivado en los estados de Tlaxcala, Puebla e Hidalgo
principalmente, el cual es utilizado para la elaboración rústica y semiindustrial del pulque, es
por ello que los Agaves son las plantas silvestres mas utilizadas que ninguna otra hasta la
fecha (Ramírez, 1982; Sánchez, 1978).
El maguey pulquero es una de las especies botánicas mejor conocidas y empleadas en
algunos de los estados de la República Mexicana, denominado científicamente como Agave
salmiana, perteneciente al grupo salmianae dividido en cuatro variedades (maguey penca
larga, manso, chalqueño y xamini). Se distribuye principalmente en los estados de Puebla,
Querétaro, Michoacán, en el Valle de México y Tlaxcala, crece en regiones frías a templadas
en forma silvestre y cultivada generalmente ocupan elevaciones entre 2300 a 2460 msnm y
una precipitación de 360 a 1000 mm anuales. El grupo salmianae muestra una gran diversidad
genética fomentada por el hombre el cual es, en parte, causa de sus modificaciones (Ramírez,
1982; Rocio, 1993).
El principal producto que se ha obtenido hasta la fecha de esta planta es el aguamiel,
destinado exclusivamente a la elaboración de pulque el cual es una bebida alcohólica nutritiva.
Actualmente el maguey pulquero es considerado como una especie en peligro de extinción y
sin aprovechamiento (Ramírez, 1982).
La industria pulquera es marginal, el consumo ha decaído considerablemente debido a la
erosión cultural, la falta de higiene en el proceso de fermentación y la nula propaganda en
contraste con otras bebidas como el tequila, el mezcal, la cerveza, el brandy, o el vino, que son

12
Instituto Tecnológico del Altiplano de Tlaxcala, México. Km. 7.5 Carretera Fed. Sn. Martín
Texmelucan – Tlax. Tel y fax: (01248) 4842819. [email protected]
13
Instituto de Química, UNAM., Ciudad Universitaria, México D.F. [email protected]
14 3
Instituto Tecnológico del Valle de Oaxaca. [email protected]

352
objeto de un mayor aparato comercial. Entre otros usos vigentes del maguey se encuentra el
empleo de la cutícula de la hoja (penca) y la inflorescencia (quiote) en la elaboración de
algunos platillos culinarios regionales, así como la parte central de la planta es utilizada en la
elaboración de dulces. A pesar del estado actual que guarda su cultivo y los beneficios que
aportan los Agaves a los pobladores de áreas marginales, la importancia agroindustrial del
maguey es aun extensa, no obstante de factores limitantes como son largo periodo de cultivo,
las pobres practicas culturales de los vástagos para renovar las poblaciones y sobre todo el
deterioro genético de material elite (Ramírez, 1982). A pesar de ello en la actualidad algunos
productores de pulque lo siguen cultivando dado que es el sostén económico familiar y que por
tradición lo siguen explotando de manera semiindustrial. Debido al gran interés de los
productores por dar alternativas de explotación integral a la planta es importante impulsar el
cultivo del Agave e industrializarlo el aguamiel de una forma diferente a la realizada
actualmente (Sánchez y Hop, 1953).
En años recientes los compuestos poliméricos de plantas han presentado un gran interés de
utilización en la formulación de tecnología desde un punto de vista energético y ecológico, ya
sea en la obtención industrial de alcohol (nuevos combustibles), o en la producción de
materiales compuestos poliméricos. Se conoce que las fibras vegetales están constituidas de
polímetros naturales principalmente celulosa, hemicelulosa y lignina. La cristalinidad de los
biopolímeros principalmente la celulosa presenta asociación con la lignina, permitiendo
accesibilidad intramolecular susceptibles a ser modificados químicamente mediante una
síntesis para la obtención de materiales compuestos, o bien, a través de un proceso de
hidrólisis de los compuestos naturales bio-poliméricos (celulosa), y para producir azucares de
fácil acceso para el crecimiento microbiano (Xun et al., 2002; Mekki al., 2003). Por otra parte,
existe el interés de generar otras vías de transformación y aprovechamiento de los residuos
agroindustriales, en este caso de los agaves, es por ello que se hace necesario conocer la
estructura física y composición química del agave para determinar cuales es su composición e
identificar los compuestos potenciales de utilización principalmente en la industria alimentaria,
de fermentación y de la construcción.

MATERIALES Y METODOS

Colecta del residuo


La colecta del residuo de agave se realizó en una zona productora y representativa del cultivo
de agave, el Rancho “Los Fernández”, propiedad del Sr. Salome Fernández, ubicado en la
comunidad de Ocotitla, municipio de Villa Altzayanca de Hidalgo, Huamantla, Tlaxcala. Este
rancho se localiza en la zona oriental del estado y posee un clima semi-seco y una altitud de
2,600 m.s.n.m.

Análisis físico-químicos
Las pencas de maguey fueron molidas con la ayuda de un molino de martillos y pasadas por un
tamis de dos tipos de malla, una de 0.5 mm y otra de 0.25 mm de diámetro.
Los análisis físico-químicos efectuados a las muestras del residuo, se realizaron por triplicado
para obtener datos confiables. Las pruebas realizadas físicas fueron: Color, largo de la fibra,
diámetro de la fibra por microscopia electrónica, textura y absorción de agua y las químicas
son: humedad, cenizas (métodos gravimétricos), azucares totales y reductores (se utilizó la
técnica de DNS) y de cromatografía de alta resolución, determinación para proteína (método
Kjeldall), determinación de celulosa, hemicelulosa y lignina por el método de reducción acido-
básico de Van Soext y Wine, las pectinas por un proceso de extracción acida complementado
con un proceso de extracción básica (Gaset, 1992).
A continuación se presentan los procesos realizados para las determinaciones antes
señaladas:
Análisis de las características físicas:
a). Determinación de color. Se realizo por observación directa.
b). Textura: Se efectúo por contacto del residuo.
c). Largo de la fibra: Dada la heterogeidad del residuo se tomo una muestra representativa de
las fibras y se midieron con la ayuda de un microscopio estereoscópico y de barrido.
d). Diámetro de la fibra: Con la ayuda de un microscopio estereoscópico y de barrido se
procedió a medir el diámetro de una muestra de fibras.

353
e). Absorción de agua: Se realizo en función del peso del residuo. En un vaso de precipitados
se colocaron 10 g de residuo en peso seco, a este se fueron agregando agua hasta lograr la
saturación del residuo, es decir hasta el momento en el que el residuo no absorbiera mas agua.
Tomando como unidad de medida para el reporte la cantidad de agua utilizada en relación al
peso del residuo.
Análisis de las características químicas:
a). Determinación de humedad y cenizas.
Se realizó por diferencia de peso. Se colocó una muestra de 5 g en un crisol de porcelana y se
mantuvo a peso constante en una estufa de secado. Posteriormente se coloco en una mufla a
una temperatura 550 ºC durante cuatro horas hasta reducir a cenizas. Por diferencia de peso
se obtuvieron los valores de humedad y cenizas.
b). Determinación de proteínas.
Para la determinación de proteínas se utilizó el método Kjeldall de acuerdo al siguiente
procedimiento:
Se colocaron 10 ml de aguamiel en un matraz de digestión y se adicionaron 10 ml de acido
sulfúrico y el catalizador. Los matraces fueron colocados en el digestor durante tres horas.
Posteriormente, la solución se dejó enfriar para realizar la destilación y titulación de las
muestras y al final poder calcular el contenido de proteína presente (% de proteína = % N x
6.25).
c). Determinación de azucares reductores.
Para ello se empleó el reactivo de DNS para la cuantificación de azucares. Se realizaron
-1
curvas patrón de sacarosa, glucosa y fructosa con una concentración de 0.0 a 10 mg ml ., con
-1
un intervalo de 0.2 mg ml .
Para realizar el tratamiento a la muestra, se realizo una hidrólisis acuosa a 80 °C por 3 horas
con agitación. Después se filtro y se preparó una dilución 1:25. En los tubos de ensaye se
colocó 1.0 ml de la muestra diluida y 1.0 ml del reactivo de DNS, se agitó vigorosamente,
después los tubos fueron colocados en una baño María durante cinco minutos. Finalmente se
procedió a enfriar en un baño de hielo y se adicionaron 10 ml de agua destilada, para su
posterior lectura en un espectrofotómetro (Spectronic 21) a una longitud de onda de 540 nm.
Para el análisis de cromatografía, el filtrado obtenido de la hidrólisis se concentro en un
rotavapor y al concentrado obtenido se realizó el análisis cromatográfico empleando una
columna Dionex y como eluyente se utilizo NaOH, utilizando estándares internos.
d). Las pectinas fueron extraídas por dos métodos: El primero; consiste de una hidrólisis acida
o
con HCl 0.2 N y una temperatura de 50 C por un periodo de 4 horas. Posteriormente se filtro a
vació y las pectinas fueron precipitadas en alcohol. El segundo método se realizo la hidrólisis
en medio básico con oxalato de amonio en las mismas condiciones y de igual forma las
pectinas fueron precipitadas en alcohol, secadas y pesadas.

RESULTADOS Y DISCUSION.

Caracterización física.
Los resultados de la caracterización física del resudo de agave muestra que el material es
heterogéneo compuesto de forma mayoritaria de la cutícula de la hoja la cual presenta cierta
resistencia pues a pesar de que las hojas de agave están secas, esta cutícula no se mezcla
con las fibras. Las fibras son igual resistentes y fácilmente de separar del resto del residuo ya
sea por tamaño o longitud de la fibra. Se nota que fácilmente absorben agua sin embargo
inicialmente presentan cierta resistencia al poder de penetración del agua al interior del
material. En las figuras 1 y 2 muestran la heretogéneidad del residuo notándose que el
contenido de fibras es predominante.
La microscopia electrónica de barrido muestra la morfología del residuo (figura 4), cuando este
es compactado por presión mecánica, se observa que presenta poros capilares lo que indica
que no se compacta y puede sufrir fracturas en la superficie. Esto es posible sea debido a su
textura la cual es totalmente heterogénea y no se presente una unificación estructural
molecular entre el residuo de la cutícula y las fibras, sin embargo las fibras si presentan una
mejor compactación cuando estas son ensambladas a presión. En el cuadro 1 se presentan los
resultados de las características físicas de las fibras de agave.

354
Cuadro 1. Características físicas del residuo de agave seco (5 % de humedad)

Textura Poco rígida


Color Café oscuro
Largo de la fibra (cm.) 2 - 10
Diámetro 0.3 – 0.5
-1
Absorción de agua (ml g ) 5

Figura 1. Fotografía del residuo de agave Figura 2. Características aparentes de


la fibra de agave.

Figura 3. Material heterogéneo 4. Residuo de agave compactado.


(cutícula y fibras)

Caracterización química
La caracterización química muestra los componentes mayoritarios más importantes para ser
valorizados o utilizados; Principalmente los azucares, el material péctico, la celulosa,
hemicelulosa y ligninas (Cuadro 2). La valorización del residuo de agave se dividen en dos
tipos: la valorización directa e indirecta. La primera consiste en realizar transformaciones físico-
químicas o biológicas simples como son tratamientos térmicos, básicos o biológicos para
mejorar la digestibilidad del residuo enfocado principalmente para una alimentación animal, o
bien como soporte (medio de cultivo sólido) para el crecimiento de hongos comestibles, esto es
debido a la presencia de material celulósico.
La valorización indirecta es cuando se efectúan operaciones de refinamiento de los
componentes ligno-celulósicos por medio de extracciones fraccionadas y secuenciales para la
obtención y separación de los constituyentes valorizables o utilizables. Como son azucares
libres utilizados para fermentaciones de interés industrial, principalmente en la producción de
alcohol, la fibra celulosíca para aplicaciones químicas o como fuente de obtención de
materiales celulósicos en la fabricación de aglomerados celulósicos o materiales compuestos.

355
Cuadro 2. Características químicas del residuo de Agave seco (5 % de humedad)

Componentes % materia seca


Celulosa 56 ± 3
Lignina 4±1
Hemicelulosa 9±3
Pectinas 20 ± 3
Nitrógeno total 3±2
Azucares reductores 5±2
Cenizas 2 ± 0.2
Grasas 0.2 ± 0.1
Otros 0.8 ± 0.1
0.5 % error experimental
Uno de los propósitos de realizar la caracterización físico-química al residuo de agave fue la de
cuantificar la cantidad de azucares presentes, para tal fin se realizo una hidrólisis acida y se
cuantifico fructosa y glucosa (Cuadro 3)

Cuadro 3. Cuantificación de los azúcares extraídos del residuo de agave seco (5 % de


humedad) por Hidrólisis ácida

Tiempo Reductores Glucosa Fructosa


-1 -1 -1
(min) (mg L ) (mg L ) (mg L )
0 53.2 1.2 52
5 70.8 1.8 69
10 94.5 2.5 92
15 115.0 4.0 111
20 134.5 4.5 130
30 159.0 4.0 152
40 165.7 8.7 157
45 168.0 9.0 159

Los resultados nos indican que existe una cantidad suficiente de azucares en el residuo, lo cual
es interesante para la industria del alcohol a través de una fermentación controlada. El proceso
de hidrólisis podría mejorarse debido a que existe una cantidad considerable de celulosa que
podría ser hidrolizada completamente y obtener una mayor cantidad de azucares los cuales
pueden ser aprovechados. Finalmente, estos resultados son interesantes y pueden servir de
base para el desarrollo de otras investigaciones más específicas.

CONCLUSIONES.
En general y de acuerdo a los resultados de la caracterización físico-química obtenidos del
residuo de agave, observamos que las fibras de agave presentan cierta resistencia mecánica
por lo que pueden emplearse como matriz polimérica en materiales compuestos en la industria
de la construcción o en la producción de aglomerados.
La cantidad de azucares presentes en este residuo podría utilizarse en la obtención de alcohol
por vías biotecnológicas, mismo que presenta una gran aplicación industrial.
En si, el residuo de agave puede ser valorizado por medio de procesos químicos y
biotecnológicos para la elaboración de diversos productos o subproductos de interés
económico en la industria química y alimentaría.

LITERATURA CITADA

Gaset, A. 1992. Document de travaux Practiques. ENSIACET/ IPN. Toulouse Francia. Murat,
M. 1981. Valorisation des déchets et des Sous-produits Industrielles. Paris, France.

Ramírez, P. G. 1982. El maguey: árbol de las maravilla. Editado por el Museo Nacional de
Culturas Populares. México, D. F.
Rocio, J. J. 1993. El crecimiento y las practicas culturales de los Agaves pulqueros del Valle de
México. Tesis profesional. Universidad Nacional Autónoma de México. ENEP-IZTACALA.
México. México, D. F.

356
Sánchez, A., V. M. G. 1978. Estudio de productos industriales derivados del maguey. Tesis
profesional. Universidad Femenina de México. México. 70 p.
Sánchez, M., A. and H.P. Hop. 1953. Agave juice. Fermentation and chemical composition.
Studies of some species. Agricultural and Food Chemistry. Vol. 1. 246-249.
Mekki, H., A. Emma, A. Michael and B. Mourad. 2003. Recyclage des dechets de la trituration
des olives dans les briques de construction. Ann. Chim. Sci. Mat. Vol. 28, 109-127.
Xun, L., M. Qiu Z., M. Zhi R., G. Shi and G. Cheng Y. 2002. All plant fiber composites. I:
Unidirectional Sisal Fiber Reinforced Benzylated Wood. Polymer Composites. Vol. 23, 4, 624-
633.

357
INJERTACIÓN PARA PREVENIR EL DAÑO DE Hypsipyla grandella EN CEDRO Cedrela
odorata L., Y CAOBA, Swietenia macrophylla KING
1
Julián Pérez Flores

RESUMEN

Cedrela odorata L. y Swietenia macrophylla, especies susceptibles al barrenador de las


15
meliáceas Hypsipyla grandella (Zeller), se injertaron en las especies resistentes Khaya
senegalensis y Toona ciliata. Las plantas injertadas, sus injertos recíprocos y plantas
autoinjertadas y no injertadas fueron comparadas en cuanto al daño por H. grandella. Se
realizaron dos experimentos, usando un diseño completamente aleatorizado e inoculando la
yema apical de las plantas con huevecillos o con larvas de H. grandella de estadio III. El daño
fue evaluado con base en el número de montículos de deshecho, el número y longitud de
perforaciones, el número de hojas dañadas y el daño a la yema apical. El desarrollo larval fue
evaluado con base en el tiempo requerido para alcanzar el estado de pupa y en el peso y la
longitud de pupa. En ambos experimentos, el daño en las plantas fue diferente entre
tratamientos (P # 0.03). Los patrones resistentes confirieron resistencia a los injertos
susceptibles. La injertación por sí misma, independientemente de la combinación patrón injerto
también disminuyó el daño causado por las larvas de H. grandella. Los injertos de las especies
susceptibles autoinjertadas mostraron resistencia similar a los injertos de especies susceptibles
injertados en patrones de especies resistentes. Pocas larvas alcanzaron el estado de pupa, y el
peso y la longitud de pupa fue similar entre tratamientos. La injertación podría usarse para
prevenir el daño de H. grandella en plantas de C. odorata y Swietenia macrophylla.

Palabras clave: Cedrela; Swietenia; Khaya; Toona; Injertación; Barrenador de las Meliáceas.

INTRODUCCIÓN

Depués de más de ocho décadas de investigación, aún no hay propuestas de manejo viables
para prevenir el daño de Hypsipyla grandella a caoba Swietenia macrophylla y cedro Cedrela
odorata (Cornelius & Watt, 2003), y establecer plantaciones comerciales considerando que
dichas especies son de las maderables más valiosas de Latinoamérica (Navarro & Hernández,
2004). El manejo de la plaga debería basarse en la acción combinada de tácticas como el
desarrollo de plantas resistentes, poda y propagación vegetativa mediante injertación o
micropropagación de árboles tolerantes o resistentes, así también como otros enfoques
promisorios (p.e. extractos vegetales y diversidad genética) actualmente investigados (Hilje &
Cornelius, 2001).
Considerando que: a) las especies de Hypsipyla prefieren especies endémicas de Meliaceae
en sus respectivos centros de origen (Cunningham et al., 2005); b) la injertación parece mejorar
la resistencia en Cedrela spp. colocada en Toona ciliata (Grijpma, 1976; De Paula et al., 1997;
Da Silva et al., 1999; Bygrave & Bygrave, 2005); c) Los experimentos de injertación en
Meliaceas a la fecha no han considerado especies importantes como caoba y khaya (Khaya
senegalensis) aunque éstas especies tienen alta importancia económica como C. odorata and
T. ciliata, y enfrentan el mismo problema con Hypsipyla spp.; y d) se desconocen los efectos de
la injertación recíproca y de la autoinjertación de estas cuatro especies en el daño causado por
Hypsipyla grandella; el objetivo del presente trabajo fue determinar el efecto de la injertación de
C. odorata y S. macrophylla en T. ciliata y K. senegalensis sobre el daño de larvas de instar I y
III de H. grandella, así como en el desarrollo y la mortalidad larval.

MATERIALES Y MÉTODOS

Descripción del sitio


La investigación se realizó en la Estación Experimental Cabiria, del Centro Agronómico Tropical
de Investigación y Enseñanza (CATIE), en Turrialba Costa Rica. El CATIE está localizado en la
region Caribe de este país, a 602 m de altitude, dentro de la zona de vida de bosque húmedo

15
Colegio de Postgraduados - Campus Tabasco, Periférico Carlos A. Molina S/N Km. 3.5, H.
Cárdenas, Tabasco, México, 86500. Fax. 01 (937) 3722297. [email protected]

358
premontano (Tosi, 1969). Los valores promedio anuales para las variables climáticas son 2600
0 -2
mm de precipitación, 22 C, 88% HR, y 17 MJ m de radiación solar (Salas, 2000).

Material vegetal y tratamientos de injertación


Las cuatro especies seleccionadas para el studio pertenecen a la subfamilia Swietenioideae
(Pennington y Styles, 1975). Las semillas de las especies suceptibles C. odorata y S.
macrophylla de Pococí, Costa Rica, así también como las semillas de las especies resistentes
K. senegalensis de Burkina Faso, Africa, y T. ciliata de Australia, fueron donadas por el Banco
de Semillas Forestales del CATIE.
Las semillas fueron sembradas en el vivero del CATIE, y las plantas se mantuvieron dentro de
un invernadero con paredes y falso techo de malla sombra usado para aclimatar plantas de
café. Cuando las plantas tenían de 6 a 12 meses de edad se hicieron los injertos usando la
técnica de lengüeta (Hartmann et al., 2002). La unión del injerto fue a 20-30 cm arriba de la
superficide del suelo. Los patrones tenía menos de 1 cm de diámetro y los injertos eran
ligeramente más delgados. Las plantas injertadas se mantuvieron en el invernadero hasta que
desarrollaron al menos 10 hojas (aprox. 4 meses después de injertar).
Las especies susceptibles a H. grandella fueron injertadas sobre las especies resistentes.
También se hicieron las combinaciones recíprocas (injertos resistentes sobre patrones
susceptibles) y los autoinjertos (injerto y patrón de la misma especie). Las plantas intactas (no
injertadas) y autoinjertadas fueron usadas como controles. Se trató de tener un set completo de
todas las combinaciiones de injerto, pero algunas combinaciones (C. odorata en K.
senegalensis, K. senegalensis en C. odorata, o S. macrophylla en T. ciliata) no tuvieron éxito o
no estuvieron listas cuando se hicieron los experimentos.

Experimentos
Se desarrollaron dos experimentos (uno con huevecillos y otro con larvas de estadio III)
inoculando el brote principal de las plantas. Con los huevecillos se evaluaron los primeros tres
estadios luego de la eclosión y al inocular con larvas de estadio III, se evaluaron los últimos
estadios larvales de H. grandella.
Los huevecillos y las larvas fueron tomados de una colonia mantenida en el Laboratorio de
Entomología del CATIE, la cual fue estabelcida en 1998 a partir de larvas colectadas en campo
y alimentadas en C. odorata, y que está en constante renovación. Las larvas de los primeros
tres estadios, en esta colonia, se alimentan con hojas tiernas de C. odorata, y luego se colocan
en una dieta artificial (Vargas et al., 2001) hasta la pupación. Las pupas se cambian a una caja
con marco de metal y cubierta de malla fina y se mantienen en un invernadero donde los
adultos emergen, se aparean y ovipositan. Los huevecillos son colectados y llevados al
laboratorio para mantener la colonia.
El experimento con huevecillos de H. grandella se realizó del 23 de Abril al 15 de Junio del
2004. Las plantas fueron cuidadosamente revisadas para evitar depredación por hormigas,
avispas o arañas. La predación por aves se evitó con una malla plástica (50-60% de sombra)
en las paredes y techo del invernadero. Las hormigas e insectos terrestres se evitaron
colocando Tanglefoot, una sustancia pegajosa (The Tanglefoot Co., Grand Rapids, MI)
alrededor de los tallos y 10 a 15 cm arriba del sustrato.
Los huevecillos de H. grandella de 4 días de edad se colocaron en el brote principal de la
planta usando un pincel No. 2, entre las 16:30 y 17:00 h, que es la hora natural de oviposición
(Ramírez Sánchez, 1964). La edad de los huevecillos se calculó por la coloración, ya que ellos
son inicialmente blancos y se tornan rojizos antes de eclosionar al quinto día (Taveras et al.,
2004).
El diseño experimental fue completamente aleatorizado, con 3 a 6 repeticiones dependiendo de
la disponibilidad de plantas. La unidad experimental fue una planta individual con 3 huevecillos
de H. grandella; se usaron 3 huevecillos para asegurar la presencia de al menos una larva por
planta.
El daño fue evaluado diariamente del día 2 al 15 después de establecido el experimento
contando el número de montículos de deshechos de la larva (montículos de excremento,
aserrín y seda), número y longitud de perforaciones en la yema principal o en las laterales y en
el brote, número de hojas dañadas por alimentación de la larva (en foliolos o peciolos) y daño
en la yema apical (reportado como 0 para yema intacta y 1 para yema parcial o completamente
consumida). Al día 15 las yemas y brotes fueron cortados para medir la longitud de todas las
perforaciones hechas por las larvas y calcular una longitud promedio, y se contaron las larvas
sobrevivientes para transferirlas individualmente en viales con dieta artificial (Vargas et al.,

359
2001). Los viales se mantuvieron en una cámara ambiental (Percival I-35L, Boone, Iowa) a
0
25 C, 80-90% HR, y 12:12 L:O), donde se observó el tiempó al estado de pupa (días de
oviposición a pupa), la longitud (mm) y el peso (mg) de pupa. La pupación se consideró
completa cuando las pupas eran de color café obscuro, asegurando que pudieran ser pesadas
y medidas sin estresarlas o dañarlas.
El experimento con larvas de H. grandella de estadio III se realizó del 25 de Noviembre, 2004 al
18 de Enero, 2005. Se usaron plantas de 16 meses de edad incluyendo los 4 meses
posteriores a la injertación. Como en el experimento anterior, se previno la depredación y se
inocularon las plantas, esta vez con dos larvas de estadio III. El diseño y la unidad
experimental, así como las variables evaluadas y los métodos usados fueron similares a los del
primer experimento.

Análisis estadístico
Dado que el número de huevecillos o larvas de H. grandella era más alto que el requerido para
causar daño, el número de larvas sobrevivientes fue considerado como una covariable para
todas las otras variables. En ambos experimentos, los datos fueron examinados para confirmar
los supuestos requeridos para el análisis de covarianza (ANCOVA) y donde fue necesario, se
hizo una transformación de datos [Y = sqrt(Y + 0.5)]. El ANCOVA fue realizado usando el
procedimiento GLM en SAS (SAS, 2001) y fue seguido por una prueba de contrastes
ortogonales. Los contrastes para ambos experimentos fueron: 1) especies susceptibles no
injertadas vs. especies resistentes no injertadas; 2) especies susceptibles autoinjertadas vs.
especies resistentes autoinjertadas; 3) especies susceptibles autoinjertadas vs. especies
susceptibles injertadas en especies resistentes; 4) especies resistentes autoinjertadas vs.
especies resistentes injertadas en especies susceptibles.
El daño apical fue analizado mediante una prueba de Chi-cuadrado para probar la hipótesis de
que el daño era similar entre las especies en estudio.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

El número de montículos de deshecho, la longitud de perforaciones y el número de hojas


dañadas fueron estadísticamente diferentes al inocular las plantas con huevecillos o larvas,
mientras que el número de perforaciones fue diferente solo al inocular con huevecillos (Cuadro
1). Por la alta mortalidad de larvas, muy pocas alcanzaron el estado de pupa y no fue posible
realizar un análisis estadístico con las variables del desarrollo larval.

Efecto de las especies de Meliaceae


En los dos experimentos, las especies exóticas K. senegalensis y T. ciliata fueron parcial o
totalmente resistentes al daño causado por larvas de instar I y III de H. grandella, mientras que
las especies nativas C. odorata y S. macrophylla fueron susceptibles al ataque de las larvas
(Cuadro 1, Figs. 1 a 5). Todas las larvas de instar I y III no causaron daño, fueron
negativamente afectadas o murieron cuando se expusieron durante 15 días en plantas
completas o posteriormente a la exposición en T. ciliata y K. senegalensis (Figs. 1 a 5). Estos
resultados fueron consistentes con bioensayos usando discos foliares (Pérez, 2007). En dichos
bioensayos K. senegalensis y T. ciliata disminuyeron en diferente grado la alimentación y el
desarrollo de las larvas y aumentaron la mortalidad comparados con las especies nativas C.
odorata y S. macrophylla. Noventa porciento y 100% de las larvas alimentadas con discos de T.
ciliata intacta y autoinjertada murieron. Además, las larvas consumieron menos tejido foliar o no
consumieron nada, y menos larvas sobrevivieron en los discos foliares de éstas dos especies
comparadas con las especies susceptibles.
Las plantas completas de K. senegalensis usada como patrón, o como injerto o autoinjertada
permitieron que algunas larvas desarrollaran a adultos, pero todos los tratamientos que
incluyeron K. senegalensis causaron el desarrollo anormal de alas en algunos adultos de H.
grandella. La toxicidad de T. ciliata no permitió el desarrollo de adultos en la mayoría de las
larvas, impidiendo evaluar el efecto de esta especie en el desarrollo de las alas.
Los resultados anteriores podrían indicar la falta de coevolución entre H. grandella,insecto del
Nuevo Mundo y T. ciliata y K. senegalensis, especies de Meliaceae del Viejo Mundo, como
también se indicó para neem Azadirachta indica A. Juss., cuyos metabolitos mostraron
propiedades insecticidas directas o detención del crecimiento en H. grandella (Mancebo et al.,
2002).

360
Cuadro 1 Valores de probabilidad de contrastes ortogonales y análisis de covarianza para las
variables evaluadas en experimentos con H. grandella y cuatro especies de Meliaceae
injertadas y no injertadas

No. de Perforaciones
No. de hojas
Contraste entre especies montículos de
No. Longitud dañadas
deshecho
Experimento I: Huevecillos colocados en plantas
Probabilidad
Especies susceptibles no injertadas vs.
especies resistentes no injertadas 0.0009 0.0681 0.0053 0.0020
Especies susceptibles autoinjertadas
vs. especies resistentes autoinjertadas 0.0004 0.0566 0.1502 0.4416
Especies susceptibles autoinjertadas
vs. especies susceptibles injertadas en
especies resistentes 0.3869 0.6174 0.4018 0.5486
Especies resistentes autoinjertadas vs.
especies resistentes injertadas en
especies susceptibles 0.5959 0.3416 0.9521 1.0000

ANCOVA Estadístico P 0.0001 0.0384 <0.0001 0.0001

valor F 4.12 2.03 4.78 4.16

Experiment II: Larvas de estadio III colocados en plantas


Especies susceptibles no injertadas vs.
especies resistentes no injertadas < 0.0001 0.3727 < 0.0001 0.0002
Especies susceptibles autoinjertadas
vs. especies resistentes autoinjertadas 0.0309 0.8880 0.0035 0.0486
Especies susceptibles autoinjertadas
vs. especies susceptibles injertadas en
especies resistentes 0.9040 0.1891 0.2282 0.4603
Especies resistentes autoinjertadas vs.
especies resistentes injertadas en
especies susceptibles 0.8485 0.9949 0.9223 0.6650

ANCOVA Estadístico P <0.0001 0.3382 < 0.0001 0.0134

valor F 4.21 1.17 3.90 2.28

La covariable para cada una de las variables fue el número promedio de larvas vivas por tratamiento. g.l. = 12,
1 y 14, 1 para el experimento I y II, respectivamente. Experimento I, especies susceptibles no injertadas:
Cedrela odorata (C), Swietenia macrophylla (S); especies resistentes no injertadas: Khaya senegalensis (K),
Toona ciliata (T); especies susceptibles autoinjertadas: C/C, S/S; especies resistentes autoinjertadas: K/K,
T/T; especies susceptibles injertadas en especies resistentes: C/T, S/K; especies resistentes injertadas en
especies susceptibles: K/S, T/C, T/S. Experimento II, mismos tratamientos más C/K, K/C.

La autoinjertación de especies susceptibles indujó resistencia a H. grandella


Las plantas autoinjertadas de C. odorata y S. macrophylla inoculadas con huevecillos o larvas
de instar III, exhibieron alguna resistencia contra H. grandella observada en la alimentación y
sobrevivencia reducidas de larvas expuestas a hojas de plantas autoinjertadas. Esta resistencia
puede ser parcialmente inducible y dependiente de las especies usadas como patrón e injerto.
Estos resultados podrían ser atribuídos a las defensas inducidas en las plantas resultado del
daño mecánico (cortes para injertar) o del daño del insecto (herbivoría), e indicar que los
químicos translocados estaban más activos en los tejidos de tallo o que ellos fueron lábiles y se
desintegraron en los tejidos foliares.
El daño en plantas autoinjertadas de C. odorata fue intermedio entre el daño de C. odorata no
injertada e injertada en T. ciliata inoculadas con huevecillos o larvas. La autoinjertación
disminuyó la longitud del tunel causado por las larvas de H. grandella en los brotes de C.
odorata pero no tuvo efecto en S. macrophylla (Fig. 2). Las plantas intactas de S. macrophylla
son menos susceptibles que las de C. odorata (Speight & Wylie, 2001) probablemente
haciendo más difícil de detectar el efecto de la autoinjertación.

361
Figura 1 Número promedio de montículos de deshecho en plantas injertadas y no injertadas de especies
de Meliaceae después de la inoculación con huevecillos (A) o con larvas de estadio III (B) de H. grandella.
Plantas no injertadas: C = Cedrela odorata, S = Swietenia macrophylla, K = Khaya senegalensis, T =
Toona ciliata; plantas injertadas: C/K, C/T, S/K, K/C, K/S, T/C, T/S, C/C, S/S, K/K, T/T. Las barras indican
error estándar (n = 3 a 6).
Figura 2 Número promedio de perforaciones por planta injertada y no injertada de especies de Meliaceae
después de la inoculación con huevecillos (A) o con larvas de estadio III (B) de H. grandella. Plantas no
injertadas: C = Cedrela odorata, S = Swietenia macrophylla, K = Khaya senegalensis, T = Toona ciliata;
plantas injertadas: C/K, C/T, S/K, K/C, K/S, T/C, T/S, C/C, S/S, K/K, T/T. Las barras indican error estándar
(n = 3 a 6).

La autoinjertación pareció también limitar la cantidad de daño apical más marcadamente en


plantas completas inoculadas con huevecillos (Fig. 5), lo cual es importante dado que este tipo
de daño en la mayoría de las plantas resulta en el rompimiento de la dominancia apical,
aspecto que induce la brotación lateral y causa que el árbol pierda su valor comercial.
Los patrones resistentes mejoraron la resistencia al insecto en los injertos susceptibles
Las plantas de K. senegalensis y T. ciliata usadas como patrón de C. odorata y S. macrophylla
disminuyeron la alimentación y el desarrollo de las larvas además de aumentar su mortalidad
comparadas con las larvas colocadas en plantas no injertadas de C. odorata y S. macrophylla.
Estos resultados indicaron que las sustancias responsables de la resistencia en las especies
usadas como patrón son translocadas a los injertos. El que los patrones resistentes confirieran
resistencia a los injertos susceptibles se determinó por la alimentación y sobrevivencia de H.
grandella en el follaje de las plantas injertadas. Por tanto, la transmisibilidad de resistencia a
través de la unión del injerto indicó que hay defensas químicas translocables involucradas.
Además, para las plantas completas inoculadas con huevecillos o larvas de instar III, el efecto
de la injertación de especies susceptibles en las resistentes se detectó principalmente en C.
odorata injertada en T. ciliata, donde se redujó el daño en las hojas y en el brote principal (Figs.
4 y 5). Un bioensayo con discos foliares (Pérez, 2007) confirmó los resultados de los
experimentos con plantas completas. Más aún, hubo un 75% y 100% de mortalidad de las
larvas alimentadas con discos de S. macrophylla o C. odorata injertadas en T. ciliata. Con base
en estos resultados, los injertos de C. odorata en T. ciliata tuvieron la misma resistencia que las
plantas intactas de T. ciliata a H. grandella.

362
Figura 3 Longitud promedio de perforación por planta injertada y no injertada de especies de Meliaceae
después de la inoculación con huvecillos (A) o con larvas de estadio III (B) de H. grandella. Plantas no
injertadas: C = Cedrela odorata, S = Swietenia macrophylla, K = Khaya senegalensis, T = Toona ciliata;
plantas injertadas: C/K, C/T, S/K, K/C, K/S, T/C, T/S, C/C, S/S, K/K, T/T. Las barras indican error estándar
(n = 3 a 6).
Figura 4 Número promedio de hojas dañadas por planta injertada y no injertada de especies de
Meliaceae después de la inoculación con huevecillos (A) o con larvas de estadio III (B) de H. grandella.
Plantas no injertadas: C = Cedrela odorata, S = Swietenia macrophylla, K = Khaya senegalensis, T =
Toona ciliata; plantas injertadas: C/K, C/T, S/K, K/C, K/S, T/C, T/S, C/C, S/S, K/K, T/T. Las barras indican
error estándar (n = 3 a 6).

Los patrones susceptibles no afectaron las propiedades de los injertos resistentes


Lo anterior se determinó por la alimentación y sobrevivencia de H. grandella en el follaje de
plantas injertadas. Las plantas resistentes no injertadas y las plantas injertadas usando T.
ciliata o K. senegalensis como injerto en C. odorata y S. macrophylla, tuvieron muy pocas
perforaciones y éstas fueron superficiales (Figs. 1 y 2, respectivamente), y por tanto sanadas
rápidamente por la planta. Estos resultados sugirieron que las sustancias que dan la resistencia
en las plantas exóticas pueden ser producidas en el follaje (injerto) e inhibir cualquier sustancia
translocada de los patrones susceptibles que pudieran conferir susceptibilidad a H. grandella.
Sin embargo, Bygrave y Bygrave (1998) reportaron transferencia de susceptibilidad hacia C.
odorata contra H. robusta, pero no hacia C. fissilis cuando estas especies se injertaron en
patrones de T. ciliata.
La susceptibilidad a insectos plaga depende de la composición química (Cunningham & Floyd,
2004) y de las características físicas de la planta tales como pubescencia (tricomas) y dureza
(fibrosidad) (Lucas et al., 2000). La dureza foliar es más típica en K. senegalensis que en T.
ciliata mientras que los tricomas están presentes en T. ciliata y ausentes en K. senegalensis.
Aunque estas características físicas del follaje pudieron haberse mantenido en los injertos
resistentes después de injertarlos en las especies susceptibles, y así conservar su resistencia a
las larvas de H. grandella, es necesaria una caracterización morfológica de estos injertos
recíprocos para un mejor entendimiento del efecto neutral de las especies de Meliaceae
susceptibles usadas como patrón para especies resistentes.

363
Figura 5 Porcentage de daño apical en plantas injertadas y no injertadas de especies de Meliaceae
después de la inoculación con huevecillos (A) o con larvas de estadio III (B) de H. grandella. Plantas no
injertadas: C = Cedrela odorata, S = Swietenia macrophylla, K = Khaya senegalensis, T = Toona ciliata;
plantas injertadas: C/K, C/T, S/K, K/C, K/S, T/C, T/S, C/C, S/S, K/K, T/T.

CONCLUSIONES

Los patrones resistentes confirieron resistencia a los injertos susceptibles. Las plantas de las
especies susceptibles autoinjertadas mostraron resistencia similar a los injertos de especies
susceptibles injertadas en patrones de especies resistentes. Es decir, la injertación por sí
misma, independientemente de la combinación patrón injerto también disminuyó el daño
causado por las larvas de H. grandella. La injertación también afecto el desarrollo larval ya que
pocas larvas alcanzaron el estado de pupa.

AGRADECIMIENTOS

Se agradece el apoyo económido al CONACYT y a la University of Idaho para el desarrollo de


la presente investigación; a Carlos Castro y Arturo Ramírez por apoyar en la logística del
trabajo y a Gustavo López por ayudar en el análisis estadístico.

LITERATURA CITADA

Bygrave, F.L. and Bygrave, P.L. 1998. Cedrela species are attacked by the tipmoth Hypsipyla
robusta when grafted onto red cedar Toona ciliata. Australian Forestry, 61, 45-47.
Bygrave, F.L. and Bygrave, P.L. 2005. Growing Australian red cedar and other Meliaceae
species in plantation. RIRDC Publicaction no. 04/135, Camberra, 59 p.
Cornelius, J.P. and Watt, A.D. 2003. Genetic variation in a Hypsipyla-attacked clonal trial of
Cedrela odorata under two pruning regimes. Forest Ecology and Management, 183, 341-349.
Cunningham, S.A. and Floyd, R.B. 2004. Leaf compositional differences predict variation in
Hypsipyla robusta damage to Toona ciliata in field trials. Canadian Journal of Forest Research,
34, 642-648.

364
Cunningham, S.A., Floyd, R.B., Griffiths, M.W. and Ross Wylie, F. 2005. Patterns of host use by
the shoot-borer Hypsipyla robusta (Pyralidae: Lepidoptera) comparing five Meliaceae tree
species in Asia and Australia. Forest Ecology and Management, 205, 351-357.
Da Silva, M.F.G.F., Agostinho, S.M.M., Paula J.R., Neto, J.O., Castro-Gamboa, I., Filho, E.R.,
Fernandes, J.B. and Vieira, P.C. 1999. Chemistry of Toona ciliata and Cedrela odorata graft
(Meliaceae): chemosystematic and ecological significance. Pure and Applied Chemistry, 71,
1083-1087.
De Paula, J.R., Vieira, I.J.C., Da Silva, M.F. Das G.F., Rodríguez, F.E., Fernandes, J.B., Vieira,
P.C., et al. 1997. Sesquiterpenes, triterpenoids, limonoids and flavonoids of Cedrela odorata
graft and speculations on the induced resistance against Hypsipyla grandella. Phytochemistry,
44, 1449-1454.
Grijpma, P. 1976. Resistance of Meliaceae against the shoot borer Hypsipyla grandella with
particular reference to Toona ciliata M.J. Roem var. Australis (F. vv. Muell) C.D.C. Tropical
trees: variation, breeding and conservation, (ed. by J. Burley and B.T. Styles), Academic Press,
London, England, pp. 69-78.
Hartmann, H.T., Kester, D.E., Davies, F.T. and Geneve, R.L. 2002. Hartmann and Kester’s
Plant propagation. Principles and practices. 5th ed. Prentice-Hall, Englewood Cliffs, NJ., pp.
411-461.
Hilje, L. and Cornelius, J. 2001. ¿Es inmanejable Hypsipyla grandella como plaga forestal?
Hoja Técnica No. 38. Manejo Integrado de Plagas (Costa Rica) 61: i-iv.
Lucas, P.W., Turner, I.M., Dominy, N.J. and Yamashita, N. 2000. Mechanical defenses to
herbivory. Annals of Botany, 86, 913-920.
Mancebo, F., Hilje, L., Mora, G.A. and Salazar, R. 2002. Biological activity of two neem
(Azadirachta indica A. Juss., Meliaceae) products on Hypsipyla grandella (Lepidoptera:
Pyralidae) larvae. Crop Protection, 21, 107-112.
Navarro, C. and Hernández, G. 2004. Progeny analysis and population differentiation of
Mesoamerican mahogany (Swietenia macrophylla King). Agronomía Costarricense, 28, 37-51.
Pennington, T.D. and Styles, B.T. 1975. A generic monograph of the Meliaceae. Blumea, 22,
419-540.
Pérez, F.J. 2007. Inducing resistance of spanish cedar Cedrela odorata L. and mahogany
Swietenia macrophylla King against Hypsipyla grandella (Zeller) by grafting. Ph. D. Dissertation.
Tropical Agricultural Research and Higher Education Center – University of Idaho.132 p.
Ramírez-Sánchez, S.J. 1964. Investigación preliminar sobre biología, ecología y control de
Hypsipyla grandella (Zeller). Boletín del Instituto Forestal Latino Americano de Investigación y
Capacitación (Venezuela), 16, 54-77.
Salas, S.A. 2000. Resumen acumulado de datos agroclimáticos. CATIE. Turrialba, Costa Rica.
SAS Institute. 2001. SAS user guide: Statistical Analysis System, version 8.2. SAS Institute Inc.
Cary, NC, USA. 949 p.
Speight, M.R. and Wylie, F.R. 2001. Insect pests in tropical forestry. CABI Publishing, New
York. pp. 75-138, 261-265.
Vargas, C., Shannon, P.J., Taveras, R., Soto, F. and Hilje, L. 2001. Un nuevo método para la
cría masiva de Hypsipyla grandella. Hoja Técnica No. 39. Manejo Integrado de Plagas (Costa
Rica) 62: i-iv.

365
EFECTO DE LA ADICION DE COMPOSTA EN EL DESARROLLO DEL TOMATE Y SUS
POBLACIONES MICROBIANAS RIZOSFÉRICAS EN UN SUELO ARCILLOSO
16
Rogelio Sosa-Pérez
1
Ingrid Sosa Cornejo

RESUMEN

Se valoró el efecto de la adición de composta en el desarrollo del tomate y sus poblaciones


microbianas rizosféricas, en razón de la fertilización N,P,K en macetas con suelo arcilloso del
valle de Culiacán. El diseño al azar constó de 6 tratamientos y 4 repeticiones, considerando
niveles en kg de nitrógeno (N), fósforo (P), potasio (K) y composta. Ellos fueron T1 (N 0, P 0, K
0, composta -), T2 (N 0, P 0, K 0, composta +), T3 ( N 150, P 150, K 50, composta -), T4 (N
150, P 150, K 50, composta +), T5 (N 300, P 300, K 100, composta -) y T6 (N 300, P 300, K
100, composta +) . Se sembró un número de 10 semillas de tomate (Lycopersicon esculentum,
Mill) “variedad Río Colorado” por maceta y al inicio del experimento se aplicaron las diversas
concentraciones de fertilizantes y composta, directamente al suelo. A los 40 días de desarrollo
fenológico de la planta, se evaluó altura en centímetros, peso seco de follaje, peso seco de
3
raíz, volumen radicular en cm de agua desplazada y poblaciones microbianas rizosféricas
totales de hongos, actinomicetos, bacterias y pseudomonas por el método de diluciones en
placa con los medios correspondientes. Se realizó análisis estadístico de los diversos
parámetros por comparación de medias de tratamientos utilizando la prueba DMS en el nivel
de $: 0.05. Se presentaron mejores valores fenológicos significativos y no significativos en el
tratamiento de la dosis más alta de fertilización donde se utilizó composta (T6). Los valores de
las poblaciones microbianas fueron no significativos para los cuatro grupos evaluados. Estos
datos corresponden con información indicada de que algunas compostas cuando se adicionan,
mejoran significativamente el crecimiento de las plantas, pero no inciden en los números
microbianos.

Palabras clave: composta, fenológico, poblaciones microbianas

INTRODUCCION

La agricultura de Sinaloa, como principal línea económica, por su importancia en la generación


de empleos y divisas y por las nuevas tecnologías utilizadas, ha enfrentado una serie de
problemas producto del uso indiscriminado de agroquímicos, debido a practicas inadecuadas
en el manejo del suelo que han propiciado una disminución de su biodiversidad y alteración de
la estructura de las comunidades biológicas del mismo, lo que como consecuencia se ha
reflejado en pérdidas de la fertilidad y aumento de problemas en la salud y ambientales (Sosa-
Pérez, 1997). Con el uso excesivo de productos químicos para satisfacer la nutrición de
nitrógeno, fósforo y potasio entre otros o para el combate de hierbas, plagas y enfermedades
de nuestros cultivos para mejorar los índices de productividad y producción de alimentos y con
las dificultades que ello conlleva, se hace necesaria la búsqueda constante de alternativas que
permitan manejar la fertilidad del suelo, un mejor rendimiento y buena calidad de producción,
sin ocasionar ningún riesgo para el entorno y de bajo costo. Una de ellas pudiera ser el uso de
abonos orgánicos frescos y procesados, provenientes de las explotaciones agrícolas,
ganaderas y agropecuarias intensivas, así como de zonas urbanas (Ramírez-Santoyo et al,
1997), que son productos específicos para la estimulación de poblaciones microbianas y
promotores del crecimiento de las plantas (Sosa-Pérez, 1995).

16
Centro de Ciencias de Sinaloa. Tel. y Fax: 016677599019. e mail:
[email protected]

366
La aplicación de la composta es muy variada, abarcando desde el uso como mejorador de
suelos de parques y jardines, su aplicación en horticultura orgánica para la creación de fuentes
de trabajo y alimentos de mejor calidad que los que se obtienen con los tradicionales abonos e
insecticidas químicos; el mejoramiento de suelos agrícolas y la remediación de suelos
contaminados (Vidal, 2000). La principal hortaliza cultivada en el estado de Sinaloa es el
tomate (Lycopersicum esculentum), ocupando alrededor de un 30% de la superficie canalizada
a las siembras de hortalizas. Dicho cultivo requiere de balance nutricional adecuado y también
se ve afectado actualmente por plagas y enfermedades, que en mayor y menor grado afectan
los rendimientos y la calidad de su producción, (CAADES, 1999). Debido al uso indiscriminado
de agroquímicos para satisfacer las necesidades de nutrición y protección de este cultivo, se
contempla como respuesta a esa problemática los lineamientos de la agricultura sostenible
que consisten en manejar la fertilidad del suelo y protección del ambiente, combinando los
fertilizantes orgánicos con productos químicos de una manera racionalizada.

Antecedentes
Actualmente hay mucha información sobre los beneficios que se obtienen por las aplicaciones
de materia orgánica; residuos de cosechas, compostas, estiércoles, etc. en las características
físicas y químicas de los suelos y en los rendimientos de los cultivos (Nishio, 1998).La
aplicación de composta implica una de las maneras más fáciles de retornar materia orgánica
del suelo, condicionándolo y mejorando el crecimiento de las plantas. Además de ayudar a
reducir las cantidades de materia orgánica destinadas a sitios de relleno (Silguy, 1994).
El estudio de las actividades microbianas que se dan en la rizosfera, se hace con el fin de
comprender la serie de fenómenos que gobiernan la colonización de esta área biológica y de la
raíz; los cuales están relacionados con el crecimiento y salud de las plantas, ya que
específicamente estas poblaciones contribuyen con el crecimiento de las semillas, germinación
alargamiento y desarrollo de los pelos de la raíz y la toma de nutrientes de las diferentes capas
del suelo (Foster, 1988). Se ha mencionado que algunas practicas agrícolas positivamente
afectan la actividad microbiológica del suelo, por ejemplo, la aplicación de fertilizantes
orgánicos tales como abonos o compostas incrementan la actividad microbiana (Filimonova,
1997).La productividad y estabilidad del suelo como un medio para el crecimiento de las
plantas dependerá ampliamente del balance entre los componentes vivos y no vivos, de ahí la
importancia de considerar la movilidad de las sustancias químicas en el suelo y la dinámica de
las entidades biológicas (Jordan et al, 1995).

Justificación

En la actividad agrícola actual la búsqueda de alternativas menos dañinas al ambiente y salud,


son una prioridad. Por lo que el desarrollo de prácticas que permitan la conservación de los
recursos naturales de la agricultura, nos aproximarán más a los criterios de la sostenibilidad
agrícola.
El uso de composta en los sistemas de cultivo agrícolas, permite la restitución de los niveles de
materia orgánica en los suelos, la potenciación y reducción de los efectos de los fertilizantes
químicos y la mejora en la calidad del suelo y de los cultivos. Motivo por lo anterior en este
trabajo se propuso realizar ensayos considerando un tipo de composta relacionada con los
nutrientes mayores (nitrógeno, fósforo y potasio) para visualizar sus efectos en el desarrollo de
la planta de tomate y sus asociados microbianos rizosféricos.

Objetivo
Valorar el efecto de la adición de composta en relación a la fertilización N, P, K en el desarrollo
del tomate y sus poblaciones microbianas rizosféricas en un suelo arcilloso.

METODOLOGIA

El presente trabajo se realizó en el laboratorio de Biotecnología para un Desarrollo Sostenible


(BIDAS) de la Dirección de Investigación y Desarrollo del Centro de Ciencias de Sinaloa.

Diseño experimental
Suelo arcilloso colectado en terrenos del campo experimental del INIFAP en el valle de
Culiacán, carretera Culiacán-El Dorado km 16.5, fue utilizado para el montaje de un
experimento en macetas.

367
Se corrió el experimento utilizando un diseño completamente al azar a nivel de invernadero,
utilizando macetas con el suelo mencionado y sembrado con tomate, para describir
tratamientos, realizar las valoraciones de los parámetros de desarrollo fenológico y las cuentas
de las poblaciones microbianas. El diseño experimental constó de 6 tratamientos y 4
repeticiones, considerando niveles de nitrógeno (N), fósforo (P), potasio (K) y composta, con
base al nivel de fertilización regional recomendado para tomate de N 300, P 300, K 100
(Mascareño-Castro,1994); la lista de tratamientos(T) fue la siguiente: T1= N 0, P 0, K 0 y
composta (-); T2= N 0, P 0, K=0 y composta (+); T3= N 150, P 150, K 50 y composta (-); T4= N
150, P 150, K 50 y composta (+); T5= N 300, P 300, K 100 y composta(-); T6= N 300, P 300, K
100 y composta (+). Para ello se sembró un número de 10 semillas de tomate (Lycopersicon
esculentum, Mill) “variedad Río Colorado” por maceta y al inicio del experimento se aplicaron
las diversas concentraciones de fertilizantes y composta, directamente al suelo; se otorgaron
riegos en presiembra y 2 veces por semana hasta al momento del muestreo y análisis.
La composta utilizada fue del tipo de vermicomposta producida en el laboratorio BIDAS, cuyas
características físicas y químicas (Cuadro 1) previamente fueron descritas (Corrales-Escobosa,
2003).

Cuadro 1. Propiedades físicas y químicas de la vermicomposta utilizada (Corrales-Escobosa,


2003).

Determinaciones

-1 CIC
% M. O. %N P(mg/L) pH CE(dSm ) PSB
meq/100g
9.13 0.47 23.27 7.47 3.83 58.12 77.72
INTERCAMBIABLES meq/100g
Ca Mg Na K
26.40 13.50 2.81 2.11
SOLUBLES meq/L
Ca Mg Na K
25.01 16.23 0.47 0.27
composta de papel + estiércol + lombriz de tierra

Valoraciones
A los 40 días de desarrollo fenológico de la planta (Figura 1), se colectaron cuatro
especímenes por tratamiento y se evaluó altura en centímetros, peso seco de follaje, peso seco
3
de raíz y volumen radicular en cm de agua desplazada (Andrade et al, 1994). Las valoraciones
microbianas rizosféricas consistieron de la colecta asépticamente de cuatro muestras
radiculares (una por cada repetición), y las cuentas totales se realizaron por el método de
diluciones en placa utilizando los siguientes medios: Martín para hongos (dextrosa 10 g,
peptona 5 g, fosfato monobásico de potasio 1 g, sulfato de magnesio 0.5 g, rosa de bengala
5
1/3x10 g, agar 18 g, estreptomicina 0.3 mL, agua destilada 1000 mL), Czapek para
actinomicetos (sacarosa 30 g, nitrato de sodio 3 g, fosfato dipotásico 1 g, sulfato de magnesio
0.5 g, cloruro de potasio 0.5 g, sulfato ferroso 0.01g, agar 15 g, agua destilada 1000 mL), Agar
extracto de suelo para bacterias heterotróficas (agar 15 g,glucosa 1 g, fosfato dibásico de
potasio 0.5 g, extracto de suelo 100mL, agua destilada 900mL, pH 6.8-7.0) y el medio Flo-Agar
para pseudomonas (caseína digerida por enzimas pancreáticas 10 g, tejido animal digerido por
enzimas pépticas10 g, fosfato dipotásico 1.5 g, sulfato de magnesio 1.5 g, agar 14 g) (Félix
Soto et al., 1994; Pramer y Schmidt, 1965).
Se realizó un análisis estadístico de los diversos parámetros que consistió en un análisis de
varianza (anova) y comparación de medias de tratamientos utilizando la prueba de DMS en el
nivel de $: 0.05 (Little y Hills, 1983).

368
Figura 1. Detalle comparativo de las plantas de tomate al momento del muestreo y análisis en
razón de los tratamientos T1 (N 0, P 0, K 0 y composta(-)), T2 (N 0, P 0, K=0 y composta (+)) y
T3 (N 150, P 150, K 50 y composta (-)).

RESULTADOS

En el Cuadro 2, se presentan los resultados de los promedios de desarrollo fenológico de la


planta de tomate en razón de los tratamientos otorgados. La altura y el peso seco de follaje
mostraron valores no significativos muy próximos, correspondiendo el mejor valor para ambos
parámetros al tratamiento T6 (N 300, P 300, K 100 y composta +), con 15.50 cm para altura y
9.8 g para follaje; los valores más bajos se obtuvieron con el tratamiento T1 (N 0, P 0, K 0 y
composta -). El peso seco de raíz presento valores altos significativos en los tratamientos T2 (N
0, P 0, K=0 y composta +) y 6 (N 300, P 300, K 100 y composta +), respectivamente; el valor
más bajo se tuvo en el tratamiento T1 (N 0, P 0, K 0 y composta -). Las determinaciones de
volumen radicular proporcionaron el valor más alto significativo en el tratamiento T2 (N 0, P 0,
K=0 y composta) y el más bajo en los tratamientos T3 (N 150, P 150, K 50 y composta - ) y T5
(N 300, P 300, K 100 y composta -).

Cuadro 2. Promedios de altura, peso seco de follaje, peso seco de raíz y volumen radicular, de
plantas de tomate sometidas a 6 tratamientos de fertilización con cuatro repeticiones.

Tratamiento Altura cm Peso seco Peso seco de raiz g Volumen


de follaje g radicular cc

T1* 11.07a** 6.90a 3.12b 10.10ab


T2 14.75a 9.08a 7.66a 10.22a
T3 11.27a 7.07a 4.45ab 10.05b
T4 12.50a 8.95a 6.42ab 10.10ab
T5 12.85a 8.57a 5.63ab 10.06b
T6 15.50a 9.48a 7.05ab 10.15ab

*T1= N 0, P 0, K 0 y composta (-); T2= N 0, P 0, K=0 y composta (+); T3= N 150, P 150, K 50 y
composta (-); T4= N 150, P 150, K 50 y composta (+); T5= N 300, P 300, K 100 y composta(-);
T6= N 300, P 300, K 100 y composta (+).
** Valores seguidos de la misma letra no son significativos en el nivel ! 0.05 de la prueba DMS

369
Los valores de las poblaciones microbianas fueron no significativos en los cuatro grupos
evaluados (Cuadro 3).

Cuadro 3. Promedios de las poblaciones microbianas (hongos, actinomicetos, bacterias y


-1
pseudomonas) expresados en unidades formadoras de colonia (ufc g ) de rizosfera de plantas
de tomate sometidas a 6 tratamientos de fertilización con cuatro repeticiones.
3 -
Tratamiento Hongos ufc x 10 g Actinomicetos Bacterias ufc x Pseudomonas
1 6 -1 7 -1 3 -1
ufc x 10 g 10 g ufc x 10 g
T1* 3.69a** 7.01a 6.09a 1050a
T2 2.25a 6.97a 5.90a 1022a
T3 3.62a 6.43a 6.32a 452.5a
T4 4.07a 6.29a 4.59a 3015a
T5 3.00a 6.01a 6.24a 500.4a
T6 3.90a 6.75a 5.47a 285.0a

* T1= N 0, P 0, K 0 y composta (-); T2= N 0, P 0, K=0 y composta (+); T3= N 150, P 150, K 50 y
composta (-); T4= N 150, P 150, K 50 y composta (+); T5= N 300, P 300, K 100 y composta(-);
T6= N 300, P 300, K 100 y composta (+).
** Valores seguidos de la misma letra en cada columna no son
significativos en el nivel ! 0.05 de la prueba DMS

DISCUSION DE RESULTADOS

En este trabajo con respecto a los parámetros de desarrollo fenológico, se obtuvieron los
mejores valores en el tratamiento de la dosis más alta de fertilización donde se utilizó composta
presentándose valores no significativos en altura y peso seco de follaje y significativos en
peso seco de raíz y volumen radicular (Cuadro 2).
Estos datos corresponden con la información indicada por Mckinley y Vestal (1984) de que
algunas compostas cuando se adicionan, mejoran significativamente el crecimiento de las
plantas.
La determinación de la microflora en experimentos de solario y campo sobre plantas o suelo
sometido o no a tratamientos, es esencial para el entendimiento adecuado de las interacciones
entre los mismos (Bowen, 1980). En relación a las poblaciones microbianas, se reportaron
valores variados no significativos entre los tratamientos, sin mostrarse una tendencia marcada
(Cuadro 3).
Según Bashan et al., (1996), indican que son las bacterias, que están asociadas con las raíces,
las que promueven el desarrollo en ciertas plantas. De igual manera, Richards (1987), concluye
que el crecimiento de las plantas esta determinado en gran medida a la actividad planta-
microbio.
Chen et al, (1988), reportaron que la adición de compostas incrementa la incidencia de las
bacterias benéficas en la rizosfera de tomate.Sin embargo, por los datos aquí obtenidos,
observamos una variación microbiana espacio-tiempo en la rizosfera del tomate respecto a los
incrementos de fertilización y a las adiciones o no adiciones de composta, sin mostrar una
incidencia destacada en las poblaciones de un tratamiento en relación a los otros, como
previamente fue señalado (Brito et al, 1995).

370
CONCLUSIONES

En los parámetros de desarrollo fenológico de la planta de tomate, se encontraron los valores


más altos significativos y no significativos en el tratamiento T6 (N 300, P 300, K 100 y
composta +).
Se obtuvieron los valores más bajos en los parámetros de desarrollo fenológico del tomate, en
el tratamiento T1 correspondiente a 0 fertilización N, P, K, y no adición de composta.
Respecto al tamaño de las poblaciones microbianas, se presentaron valores no significativos
entre los tratamientos, sin mostrar una tendencia; síntoma indicativo de la poca influencia de
los niveles de fertilización y composta adicionados en este trabajo.

BIBLIOGRAFIA

Andrade, D.E.G.T.; A.M.A. Gómez; E.B.Silva; A.R. Peixoto; A.S. Ferreira; S.J. Michereff and
R.L.R.
Mariano.1994. Bean seed bacterization with Bacillus spp. and fluorescent pseudomonads for
Rhizoctonia
solani biocontrol. In: Ryder, M.H.; P.M. Stephens and G.D. Bowen (eds). Improving Plant
Productivity with Rhizosfhere Bacteria. CSIRO/Australia.77-79.
Bashan, Y; G. Holguin y R. Ferrera-Cerrato. 1996. Interacciones entre plantas y
microorganismos benéficos. II Bacterias Asociadas de la Rizosfera. TERRA. Número 2. Vol.
14. Órgano Científico de la Sociedad Mexicana de la Ciencia del Suelo, A.C. México. 227 p.
Bowen, G.D. 1980. Miss conceptions, concepts and approaches in rhizosphere biology. In:
Ellwood, D.C; J.N. Hedger; M.J. Latham; J.M. Lynch and J.H. Slater (eds). Contemporary
Microbial Ecology. Academic Press, London. 283-304.
Brito, A.M.; S. Gagne and H. Antoun. 1995. Effect of compost on rhizosphere microflora of the
tomato and the incidence of plant growth promoting rhizobacteria. Appl. Environ. Microbiol.
American Society of Microbiology. Canadà.194 –199.
CAADES (Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa). 1999. Exportación
mensual de hortalizas por la frontera de Nogales. Temporada 1998-1999. Boletín de
Información de CAADES. Culiacán, Sinaloa. 20 p.
Chen, W.; H.A.J. Hoitink; A.F. Schmitthenner and O.H. Tuovinen. 1988. The role of microbial
activity on the suppression of damping-off caused by Pythium ultimum. Phytopathology 78: 314-
322
Corrales-Escobosa, A.R. 2003. Cambios físicos, químicos y microbiológicos en composteo y
vermicomposteo de algunos residuos orgánicos. Memoria del Servicio Social Uniprofesional,
Universidad Autónoma de Sinaloa. Culiacán, Rosales. Sinaloa, México. 51 p.
Félix-Soto, J.N.; T. Gutierrez-Castrejón; G.S. Hernández Sánchez; M.A. Ortiz Jiménez; N.L.
Pescador Elizondo y L. Varela Fragoso. 1994. Manual de laboratorio de biología de bacterias y
virus. ENCB – IPN. México. 84 – 87.
Filimonova, M. 1997. Microbiological activity in native soil. Newsletter 23 (24): 1-2
Foster, R.C. 1988. Microenviroment of soils microorganisms. Biol. Fertil. Soil. 189-203.
INEGI (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informatica). 2000. Anuario de
estadísticas por entidad federativa. INEGI / Aguas Calientes, Ags; México. 305-310.
Jordan, D.; R.J. Kremer; W.A., Bergfield; K.Y. Kim and V.N. Cacnio. 1995. Evaluation of
microbial methods as potential indicators of soil quality in hystorical agricultural field. Biol. Fertil,
Soil 19: 297-302.
Little, T.M. y F. J. Hills. 1983. Métodos estadísticos para la investigación en la agricultura, Ed.
Trillas, México. 270 p.
Mascareño-Castro, F. y O. Bueno-Barraza. 1994. Problemas nutrimentales del tomate en el
valle de Culiacán. CEVACU-CIRNO-INIFAP-SARH, Culiacán, Sinaloa, México. 12 p.
Mckinley V.L. and J.R. Vestal.1984. Biokinetic analyses of adaptation and succession: microbial
activity in composting municipal sewage sludge. Appl. Environ. Microbiol. 47: 933-94.
Nishio, M. 1998. Utilization for effective microoganisms for agriculture and their industrial
potential. Farming Japan. Tokyo. 34 (Pt.-4):10-14.
Ramírez-Santoyo, L.F.; E. Salazar-Solís y R. Díaz-Serrano. 1997. Establecimiento de un
módulo de vermicomposteo. En: Memorias III Simposio Internacional y IV Reunión Nacional
sobre Agricultura Sostenible: SOMAS, CP y U de G. Montecillo. Edo. Méx., México. 143 p.

371
Richards, B.N. 1987. The microbiology of terrestrial ecosystem. Ed. Longman Scientific and
Technical. New York. 394 p.
SAGAR. 1998. Delegación Estatal. Subdelegación de Agricultura y Anuarios Estadísticos del
Estado de Sinaloa. 25 p.
Silguy, C. 1994. La Agricultura biológica. Ed. Acribia, S.A. Zaragoza, España. 129 p.
Sosa-Pérez, R. 1995. Informe académico anual, proyecto de investigación: cepas de
pseudomonas fluorescentes aisladas en la rizosfera del tomate, con capacidad de control hacia
hongos fitopatógenos. Centro de Ciencias de Sinaloa, Culiacán, Sinaloa, México.
Sosa-Pérez, R. 1997. Los microorganismos del suelo como alternativa ambiental favorecedora
de la producción agrícola sinaloense. En: Moran Angulo, R.; S. Santos Guzmán y G. Izaguirre
Fierro (eds.), Ambiente y Ecología en Sinaloa; Diagnostico y Perspectivas. Universidad
Autónoma de Sinaloa. Consejo Ecológico de Mazatlán. A. C. Mazatlán, Sin. 45-52.
Vidal,C. 2000. Jornada nacional del reciclado. “Composteo”.http://
www.arpet.org/en_linea/temas.htm.

372
PRODUCCION DE TRES GENOTIPOS DE ALFALFA CON APLICACIÓN
DE ESTIERCOL BOVINO
1
Manuel Fortis Hernández
1
Leopoldo García Galindo
2
José Cruz Rodríguez Ríos
1, 3
Enrique Salazar Sosa
3
Cirilo Vázquez Vázquez
3
Ignacio Orona Castillo
1
José Antonio Chavarría Galicia

RESUMEN

En la Región Lagunera se siembran aproximadamente 39,259 ha de alfalfa, este forraje es un


componente importante en las raciones alimenticias del ganado bovino lechero, ya que es un
forraje de alto rendimiento de proteína (19.5 %). Encontrar la dosis adecuadas de estiércol para
utilizarlo como fertilizante orgánico es importante dada la diversidad de los diferentes tipos de
suelo que existen en la región, El objetivo del presente trabajo fue obtener la mejor dosis y su
interacción con genotipos de alfalfa que mejor respuesta tengan en el rendimiento y calidad de
forraje. El experimento se realizo en los años 2003 y 2004, en el Municipio de Horizonte, Durango.
Se evaluó un tratamiento testigo con fertilizante químico (30-100-00) y cinco niveles de estiércol: 0,
-1
40, 80, 120 y 160 ton ha , utilizando un diseño experimental de bloques al azar con tres
repeticiones. Se llevo a cabo la medición de la dinámica nutrimental de los materiales CUF 101,
Sundor y Altaverde. Se realizaron muestreos de suelo y análisis bromatológico. Se evaluó el
rendimiento de forraje por corte y la respuesta del estiércol aplicado. Los resultados muestran que
-1
la aplicación de 160 ton ha de estiércol incrementa la producción de forraje en verde, siendo el
genotipo Sundor el de mejor respuesta. Respecto a la calidad del forraje los genotipos mostraron
una similitud muy alta en cuanto a su contenido bromatológico; el genotipo Altaverde mostro
una superioridad significativa en proteína cruda y para fibra (FAD, FND) y energía, el genotipo
Sundor fue mejor. En lo que respecta a las aplicaciones de estiércol los mejores tratamientos
-1 -1
fueron los de 80, 120 y 160 ton ha con una producción de 19.8, 19.1 y 20.7 ton ha de forraje
-1 -1
fresco respectivamente. La extracción de nitrógeno por la planta fue de alrededor de 180 kg ha
-1 -1
en los tratamientos de estiércol y de 130 kg ha en el tratamiento de fertilizante químico y el
testigo.

Palabras Clave: Estiércol, extracción, bromatológicos, orgánico.

INTRODUCCIÓN

En la Región Lagunera de Coahuila y Durango, ubicada al Norte de México, el cultivo de la


alfalfa (Medicago sativa L.) es el forraje al que mayor superficie agrícola se destina 39,259
hectáreas (SAGARPA, 2006) en virtud de ser un cultivo perenne de gran aceptación por el
ganado lechero, debido a sus atributos bromatológicos, que elevan su valor forrajero, por su
contenido de proteína cruda (19.5 %) así como su disponibilidad como forraje fresco durante
todo el año y en especial para la producción láctea, por ser esta Región una de las principales
Cuencas Lecheras del país. El principal factor limitante de la producción de alfalfa es el agua y
sus altos costos de energía eléctrica por su extracción, además, del manejo deficiente del
cultivo que acorta su vida útil. Una de las actividades más importantes es la práctica de la
fertilización relacionada directamente con la calidad del forraje que se ve reflejada en los
niveles de producción del ganado. Una limitación que afecta la capacidad productiva del cultivo,
es la disponibilidad de los nutrientes en el suelo, principalmente el fósforo y el potasio, debido a
que las características de los suelos dominantes en la región, son de origen calcáreos
(Santamaría et al., 2000). Sin embargo, es importante considerar que la fertilidad natural del
suelo puede ser incrementada aplicando racionalmente los estiércoles generados en la región
(Castellanos, 1986). Por lo que buscar las cantidades más adecuadas de cualquier producto
orgánico que se aplique al suelo es determinante en la producción agrícola y en la protección
y/o disminución de la contaminación del medio ambiente, además, la aplicación del estiércol

1
DEPI – Instituto Tecnológico de Torreón (ITT). Km 7.5 Antigua Carr. Torreón – San Pedro.
2
Torreón, Coahuila. E-mail: [email protected]. Tecnológico de Bahía de Banderas,
3
Nayarit. Facultad de Agricultura y Zootecnia (FAZ-UJED).Gómez Palacio, Dgo. México.

373
debe hacerse considerando los diferentes tipos de suelo que existen en la región (Salazar et
al., 2003). En este sentido, el objetivo del trabajo fue obtener la dosis óptima de abono orgánico y
su interacción con tres genotipos para incrementar el rendimiento y calidad de la alfalfa.

MATERIALES Y MÉTODOS
La Región Lagunera se localiza en la parte central de la porción norte de los Estados Unidos
Mexicanos, se encuentra ubicada en los meridianos 102°22‘ y 104°47‘ longitud Oeste, y los
paralelos 24°22‘ y 26°23‘ latitud Norte. La altura media sobre el nivel del mar es de 1,139 m.
Según la clasificación de Köppen modificado por García (1981), el clima es seco desértico o
estepario cálido con lluvias en el verano e inviernos frescos. La precipitación pluvial es de 258
mm y la temperatura media anual es de 21º C con rangos de 33.7 como máximo y 7.5 como
mínimo. La evaporación anual media aproximadamente es de 2,000 mm. El experimento se
desarrollo durante los años 2003 – 2004, en la localidad de Horizonte, Durango.

Espacios de exploración estudiados. Se probaron tres genotipos de alfalfa, los más importantes
en cuanto a superficie sembrada por los agricultores de la región. Se evaluaron cuatro
tratamientos de estiércol, un testigo con fertilizante químico (30-100-00) y un control con cero
aplicaciones (Cuadro 1).

Cuadro 1. Factores y niveles de estudio, Localidad de Horizonte, Durango.


Factor A (variedades) Factor B (estiércol)
-1
CUF 101 E1 = 0 ton ha
-1
Sundor E2 = 40 ton ha
-1
Altaverde E3 = 80 ton ha
-1
E4 =120 ton ha
-1
E5 = 160 ton ha
E6 = 30-100-00

Diseño experimental. Para obtener la mayor información de campo posible y comparar la


efectividad de los tratamientos, desde el punto de vista estadístico, se utilizó un diseño de
bloques al azar con arreglo en franjas con tres repeticiones. El modelo matemático es:

YijK= µ+ !i + tj + "ij + !K + "ik + (t!)jK + "ijK

Donde;

µ = Media General
! = Efecto de los Bloques
t = Efecto de los tratamientos
i, j, k = Tratamientos, repeticiones
"ij, "ik, "ijK= Efecto de los errores

Análisis Estadístico. El análisis estadístico fue llevado a cabo utilizando el modelo de bloques
al azar mediante el paquete SAS (1998) y utilizando la prueba de medias (DMS), para
jerarquizar tratamientos.

Labores culturales y fecha de siembra. Previo a las labores culturales se tomaron dos
muestras compuestas de suelo a la profundidad de 0-30 cm para determinar sus características
físicas y químicas La preparación del terreno consistió en subsoleo, barbecho, rastreo doble,
nivelación con rayo láser, bordeo y trazo de melgas. Se sembraron los genotipos CUF 101,
-1
Sundor y Altaverde a una densidad de 40 kg ha , en febrero de 2003.

Aplicación de estiércol. La aplicación del estiércol fue un mes antes de la siembra en una
sola ocasión, se colocó la dosis correspondiente al centro de cada parcela y se distribuyó
uniformemente con un rastrillo, con la finalidad principal de que el estiércol se mezclara con el
suelo y así tener a una profundidad de 20 cm una cama de siembra con el estiércol

374
incorporado, para poder iniciar con las mediciones correspondientes (que se mencionan más
adelante) y así iniciar con la cuantificación de la biodegradación correspondiente. El estiércol
que se utilizó fue estrictamente de bovino y con un 10 % humedad.
Aplicación del agua. El riego fue aplicado a través del Sistema de Riego por Goteo
Subsuperficial (Phene, 1999 y Claude, 1995), instalado previo a la fecha de siembra. El criterio
de riego fue en base a la evaporación de un tanque evaporímetro y al factor de desarrollo de la
alfalfa con un Kc promedio de 0.8. La conducción del experimento en cuanto al desarrollo del
cultivo se baso en el paquete tecnológico de la alfalfa recomendado por el INIFAP-CIRNOC-
CELALA (2000).
Variables evaluadas: Se llevo a cabo la medición de la dinámica nutrimental de los materiales
CUF 101, Sundor y Altaverde, por medio de muestreos de planta para determinar la extracción por
el cultivo. Así mismo, se realizaron muestreos de suelo y se evaluó el rendimiento de forraje por
corte.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Características físico-químicas del estiércol. Los Cuadros 2 al 4 muestran las


características físicas y químicas encontradas en cuatro muestras de estiércol bovino tomadas
-1
a diferentes profundidades de una pila de 1 m . de alto.
Como el estiércol en su composición no solo lleva la parte sólida que desecha el animal, sino
también otras sustancias como la orina, paja, etc., es importante tener una referencia lo más
completa posible de todos los elementos solubles e intercambiables y así estar en condiciones
de explicar los posibles cambios físicos, químicos y biológicos que ocurrirán en el suelo
después de la aplicación del estiércol.

Cuadro 2. Características físicas del estiércol bovino (2003)

Número de Profundidad Temperatura Densidad aparente Humedad


3
muestra cm ˚C grs/cm %
1 0-15 32 0.44 50.3
2 15-30 44 0.46 28.7
3 30-45 45 0.49 28.5
4 45-60 44 0.46 22.4
Fuente: Resultados de laboratorio y campo

Cuadro 3. Características químicas (intercambiables) del estiércol bovino (2003).

Prof. NT P K Ca Mg Na Mn Fe Zn Cu Bo
Muestra
Número

cm % % % % % % ppm ppm ppm ppm ppm

1 0-15 1.51 0.356 3.27 3.38 0.71 0.97 560 10960 200 49 390
2 15-30 1.39 0.388 3.32 3.47 0.76 1.02 620 12300 198 45 450
3 30-45 1.30 0.344 3.40 3.41 0.72 1.07 600 11250 206 53 410
4 45-60 1.27 0.358 3.30 3.31 0.71 0.98 590 11200 198 47 400
Fuente: Resultados de laboratorio

Los resultados de laboratorio muestran que el por ciento de sodio intercambiable que es alto y
rebasa los límites permisibles en el suelo (15%) (Cuadro 4). La conductividad eléctrica está en
-1
un rango de 5.52 a 7.72 dsm , rebasa también los límites permisibles en el suelo, esto indica
que la concentración salina del estiércol es alta debido a las dietas que se les da a los animales
la cual es muy rica en sales, resultados similares fueron obtenidos por Salazar et al., (2003).

Cuadro 4. Características químicas (solubles) del estiércol (2003).

375
Número Profundidad Ph Ca Mg Na RAS PSI C.E.
-1
Muestra cm Meg/l Meg/l Meg/l dSm

1 0-15 8.09 4.04 0.74 31.52 20.4 22.4 6.87


2 15-30 8.2 4.11 0.68 32.17 20.8 22.7 7.72
3 30-45 8.27 4.1 0.61 31.35 20.4 22.4 7.76
4 45-60 8.04 3.96 0.67 32.87 21.6 23.4 5.52
Fuente: Resultados de laboratorio

Temperatura del suelo

En la localidad de Horizonte, Dgo., la temperatura tuvo un comportamiento apropiado para el


desarrollo de las bacterias que participan en la biodegradación de la materia orgánica tal y
como lo mencionan Matus et at., (2000). Los valores oscilan de 16 hasta 29ºC en verano y
15ºC en invierno (Figura 1 y 2). Los Cuadros 5 y 6 indican que no existen diferencias
significativas para variedades ni para tratamientos de estiércol, sin embargo, si existe
significancia estadística para profundidades.

Figura 1. Temperatura del suelo según fechas de muestreo a dos profundidades (Horizonte,
Dgo., 2004).

376
Figura 2. Temperatura del suelo según tratamiento de estiércol a dos profundidades (Horizonte,
Dgo., 2004).

Producción de forraje. La producción de forraje verde mostró diferencias estadísticas para los
tratamientos de variedades, no así para estiércol (Cuadro 5).

Cuadro 5. Suma de cuadrados de ocho cortes de alfalfa en la localidad de Horizonte, Dgo. (2003).
er
Fuente de GL 1º 2º 3 4º 5º 6º 7º 8º
variación corte corte corte corte corte corte corte corte
Repetición 2 552.20 *164.94 17.369 *71.954 140.075 121.611 140.163 126.043
Variedades 2 637.77 2.352 *94.946 19.151 162.556 *260.95 *275.36 *204.36
Rep*Variedades 4 226.46 54.597 32.302 17.095 109.541 38.549 48.776 67.596
Estiércol 5 163.53 50.465 330.097 *134.49 64.277 187.539 166.618 112.112
Rep*estiércol 10 1156.98 60.981 240.603 93.353 379.195 331.388 346.086 340.992
Var*estiércol 10 749.06 *181.60 418.802 119.573 143.775 395.566 200.330 224.397
Error 20 1602.02 155.198 709.365 193.824 510.886 641.900 569.716 516.909
Total 53 5088.04 670.143 1843.48 649.446 1510.31 1977.51 1747.06 1592.42

R-cuadrada 0.68514 0.76841 0.61520 0.70155 0.66173 0.67539 0.67390 0.67539


C.V. 30.2201 18.5550 51.2973 19.0823 26.1636 23.9898 20.7332 27.5331
* Significancia estadística al 0.05%

Rendimiento de Forraje. Las producciones más altas en el genotipo CUF 101 fueron en los
-1
cortes 1, 6, 7 y 4 con producciones de 24.8, 19.9, 16.8 ton ha , respectivamente. Para el
-1
genotipo SUNDOR en el primer corte se obtuvieron 32.10 ton ha , y en el tercero se obtuvo la
menor producción (10.9). Para Altaverde en el corte 1º, 6º, 4º y 7º, se obtuvieron los
-1
rendimientos mayores de 32.1, 23,7, 20.1 y 20 Mg ha , respectivamente. Siendo el 5º corte el
de menor producción (Cuadro 6), estos resultados contrastan con los obtenidos por Quiroga
(1986).

Respecto a los tratamientos de estiércol, el tratamiento E1, en el primer corte, se obtuvo el


-1
rendimiento de 28.9 ton ha . Sin embargo, para este primer corte el tratamiento E2 fue el de
mayor rendimiento (32.1). En el segundo corte, el tratamiento E3 obtuvo una mejor respuesta a
-1
la aplicación de 80 ton ha , ya que el rendimiento obtenido fue de 16.5, siendo el tratamiento
E1 el de menor respuesta. Para los cortes 3º, 4º, 5º, 6º, 7º y 8º el tratamiento E2 fue el que

377
-1
presento una mejor respuesta, con 15, 21, 17.3, 24, 20.9 y 18.9 ton ha de forraje en verde,
-1
respectivamente. De igual manera, el tratamiento E1 (O ton ha de estiércol) genero los
menores rendimientos de forraje (Cuadro 6).

-1
Tratamiento Forraje verde Mg ha
er
Variedad 1º corte 2º corte 3 corte 4º corte 5º corte 6º corte 7º corte 8º corte
CUF 101 24.8 a 14.9 a 10.4 a 16.7 b 14.0 b 19.9 a 16.8 b 15.5 a
Sundor 32.1 a 15.3 a 10.9 a 19.4 a 15.2 b 23.4 a 19.4 a 17.3 a
Altaverde 32.1 b 14.8 a 13.4 b 20.1 a 10.1 a 23.7 a 20.0 a 17.9 b
DMS 6.96 3.41 2.63 1.91 4.84 2.87 3.23 3.80
Estiércol
-1
0 Ton Ha 28.9 a 13.8 a 7.2 b 16.7 b 12.6 b 21.4 a 16.8 b 14.7 c
-1
40 Ton Ha 32.1 a 15.9 a 15.0 a 21.0 a 17.3 a 24.0 a 20.9 a 18.9 a
-1
80 Ton Ha 28.7 a 16.5 a 11.0 b 18.7 b 15.4 b 22.6 a 18.8 b 17.2 a
-1
120 Ton Ha 26.8 a 14.8 a 12.0 b 17.8 b 14.9 b 20.8 a 17.7 b 16.4 b
-1
160 Ton Ha 31.2 a 15.2 a 13.8 a 20.1 a 16.4 a 23.2 a 20.0 b 18.1 a
30-100-00 29.9 a 14.0 a 10.7 b 18.2 b 14.3 b 21.4 a 18.1 b 16.2 b
DMS 11.29 2.59 5.15 3.20 6.46 6.05 6.18 6.13

Cuadro 6. Rendimientos medios por corte de alfalfa (Horizonte, Dgo.)

Extracción de Nutrientes. Las Figuras 3, 4 y 5 muestran la extracción de Nitrógeno, Fósforo y


Potasio a través del tiempo según el tratamiento de aplicación de estiércol. Los resultados
muestras cierta similitud con los reportados por Castellanos et al., (1996) y Haby et al., (1990).

En relación a la extracción de Nitrógeno, en el 8º corte se presento su mayor valor. En este


corte el tratamiento E2 fue el de mayor extracción de N.

Figura 3. Extracción de Nitrógeno por tratamiento de estiércol y por fecha de corte (Horizonte,
2003).

Para el caso de Fósforo en la fecha de corte número ocho se presento la mayor extracción de
F, siendo en el tratamiento E2 donde se presento este comportamiento (Figura 4).

378
Figura 4. Extracción de Fósforo por tratamiento de estiércol y por fecha de corte (Horizonte,
2003).

En relación al Potasio, la mayor extracción de este nutriente se presento en el 8º corte, de igual


manera en el tratamiento E2 fue donde se presento esta mayor extracción.

Figura 5. Extracción de Potasio por tratamiento de estiércol y por fecha de corte (Horizonte,
2003).

379
CONCLUSIONES

Se presento un ligero incremento medio en la producción de alfalfa en la variedad Sundor en


-1 -1
comparación con Altaverde, 19.13 y 19 ton ha , respectivamente. El genotipo CUF 101 tuvo un
-1 -1
rendimiento medio de 17.13 ton ha . En lo que respecta al estiércol los mejores tratamientos
-1 -1 -1 -1
fueron los de 40, 80 y 160 ton ha con una producción de 20.6, 18.6 y 19.75 ton ha de forraje
-1 -1
fresco, respectivamente. La extracción de nitrógeno por la planta es de alrededor de 180 kg ha
-1 -1
en los tratamientos de estiércol y de 130 kg ha en el tratamiento de fertilizante químico.

LITERATURA CITADA

Castellanos, J. Z. 1986. Evaluación de estiércol de bovino y gallinaza como fuente de fósforo


en el cultivo de alfalfa. Agric. Tec. Mex. 12:247-258.
Castellanos, J.Z., J. Etchervers B., A. Aguilar Santelisis y R. Salinas J. 1996. Efecto de largo
plazo de la aplicación de estiércol de ganado lechero sobre el rendimiento de forrajes y las
propiedades del suelo en una región irrigada del norte de México. Terra 14: 151-158.
Claude, J.P. 1995. The sustainability and potential of subsurface drip irrigation. Microirrigation
for a changing world: Conserving Resources/Preserving the Environment. ASAE publication 4-
95.
García E. 1981. Modificaciones al sistema de clasificación climática de Köppen. Editorial Larios.
México.
Haby, V.A., Russelle, M.P., skogley, E.O. 1990. Testing Soil for Potassium, Calcium and
Manganesium. Soil Testing and Plant Analysis. Third Edition. Soil Science Society of America
Inc. Madison, Wisconsin, U.S.A. p. 181-190.
INIFAP-CIRNOC-CELALA. 2000. Producción y utilización de la alfalfa en la zona norte de México.
Primera edición. Libro técnico No. 2. Impresora Colorama S. De R.L. de CV. Torreón, Coah.
México.
Matus, Francisco J., MAIRE G., y Christian R. 2000. Relación entre la materia orgánica del
suelo, textura del suelo y tasas de mineralización de carbono y nitrógeno. Rev. Agric. Téc.,
vol.60, no.2, p.112-126.
Phene C. J. 1999. Surface drip irrigation. Rev. Irrigation Journal. 48:1-8.
Quiroga. G.H.M. 1986. Efectos del estado de madurez al corte sobre la producción de calidad y
persistencia de la alfalfa. Forrajes y su aprovechamiento. Reportes de investigación
PRONAPA. Gómez Palacio, Durango México.
Santamaría C. J., G. Núñez H., G. Medina G., J. A. Ruiz C. 2000. Potencial productivo de la
alfalfa en México. In Producción y utilización de la alfalfa en la zona norte de México. Libro
Técnico No 2, SAGDR-INIFAP pp. 1-6.
Salazar S. E, Vásquez V., H. I. Trejo E. O. Rivera O. 2003 Aplicación, manejo y
descomposición del estiércol de ganado bovino. En: Agricultura orgánica. Editorial UJED-
SMCS AS-COCYTED. pp. 18-36.
Secretaria de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA). 2006.
Anuario estadístico de la producción agropecuaria y forestal de Cd. Lerdo, Durango.
Sistema de Análisis Estadístico (SAS). 1998. SAS for Windows Release 6-12, versión 4.0.1111.
SAS Institute Inc. Compus Drive. North Carolina. U.S.A.

380
COMPORTAMIENTO DE UN FULVATO DE FIERRO EN LA CALIDAD DE TOMATE
CHERRRY EN UN CALCISOL
1
Rubén López Cervantes
2
María del Rosario Zúñiga Estrada
1
Edmundo Peña Cervantes
3
Guillermo González Cervantes

RESUMEN
Para determinar el comportamiento de un fulvato de fierro en la calidad de tomate cherry, en
macetas de plástico con el horizonte Ap de un Calcisol, se trasplantó tomate cherry cv. “Red
cherry” y agregaron 1, 2 y 3 ml de ácidos fúlvicos extraídos de un compost por litro de agua,
mezclados con 4 g . litro de FeSO4 (AFM); como testigo comercial, el ácido fúlvico
denominado K-tionic (KT) y agua como testigo absoluto (TA). A los 30, 60 y 90 días, se
midieron el N, P, K, Ca y Fe, del tejido vegetal de follaje; altura de planta (AP) y número de
racimos florales (NRF). Al fruto: diámetro polar (DP) y ecuatorial (DE), firmeza (FI), sólidos
-1
solubles totales (SST) y producción total (PT). El N aumentó con 2 ml.litro del AFM. En el P no
-1 -1
hay efecto de los tratamientos; el K, acrecentó con 2 ml.litro del KT; con 3 ml.litro de KT el
-1
Ca sobresalió y con 1 ml.litro del AFM, el Fe. En el TA la AP sobrepasó en 83 % a la
-1 -1
aplicación de 2 ml.litro del KT. Con 3 ml.litro de AFM el NRF, superó al TA en 30 %. En los
-1
DP y DE, al agregar 1 ml.litro del KT, se adelantó al TA en 50 y 69 %, respectivamente. La
-1
mayor FI fue al adicionar 2 ml.litro del KT, porque sobrepasó al TA en 80 %. En los SST,
-1 -1
cuando se aplicaron 2 ml.litro del KT, superó en 86 % al TA. Al aplicar 3 ml.litro del AFM, la
PT adelantó en 39 % al TA. Se concluye que en AP, NRF y PT, el AFM realizó un efecto
positivo; mientras que en el DP, DE, FI y SST, lo efectuó el KT.

Palabras clave: Lycopersicon esculentum, fertilización.

INTRODUCCIÓN
Los principales sistemas agrícolas de producción en el sureste de Coahuila, son los dedicados
al cultivo de la papa y el manzano, sin embargo, los problemas de sanidad, de manejo de agua
y del suelo, sobre todo las grandes cantidades de fertilizantes empleadas, hace que los costos
de producción sean elevados y los beneficios no son los esperados por los productores,
además, a causa del tratado de libre comercio (TLC) con América del Norte (Estados Unidos
de América y Canadá), induce la necesidad de que estos productos sean de una mayor
calidad, lo cual no está sucediendo.
Los suelos agrícolas de Noreste de México son Calcisoles, los cuales se caracterizan por
poseer pH de 7.8 a 8.7, menos de uno por ciento de materia orgánica, la fracción arcilla está
dominada por illitas y montmorillonitas y más del 25 por ciento de carbonatos de calcio
(FAO/UNESCO, 1994); lo anterior provoca la insolubilidad del calcio (Ca) y la fijación de los
micronutrientes metálicos como el fierro (Fe), el cobre (Cu) y el zinc (Zn).

1
[email protected] Departamento de Ciencias del Suelo, Universidad Autónoma
2 3
Agraria “Antonio Narro”, UAAAN. INIFAP-Campo Experimental Saltillo. CENID-RASPA,
INIFAP, Gómez Palacio, Durango.

381
La fertilización tradicional, es decir al suelo, provoca que los elementos nutrimentales no sean
de provecho en su totalidad por las plantas, porque pueden seguir algunas vías como ser
fijados por las arcillas, lixiviados del perfil del suelo y/o ser transformados en otros compuestos
no asimilables.
Los métodos de producción de los tomates son muy variados y en los últimos 15 años, ha
tomado gran auge producirlos con fertirriego para obtener mayor rendimiento y calidad,
además, principalmente en Europa se emplean substancias húmicas (SH) originadas de
minerales fósiles. Las SH son los ácidos húmicos (AH), los ácidos fúlvicos (AF) y las huminas
residuales (HR) y son definidas como una mezcla heterogénea de macromoléculas orgánicas,
con estructura química muy compleja, distinta y más estable que su forma original y provienen
de la degradación de residuos de plantas y animales, gracias a la actividad enzimática de los
microorganismos (Schnitzer, 2000) y por metamorfismo de residuos orgánicos, sepultados por
arcillas después de millones de años en deltas de ríos, es decir generación de minerales fósiles
(Escobar, 2002, comunicación personal).
Los AH y los AF pueden complejar y/o quelatar cationes, debido a su alto contenido de grupos
funcionales libres oxigenados. En los primeros dominan los grupos funcionales carboxilos (-
COOH) y para los segundos, los grupos oxhidrilos fenólicos (-OH) porque más del 80 % de la
estructura molecular de dichos ácidos, está formada por los grupos funcionales mencionados
(Schnitzer, 2000), sin embargo, contrario a lo anterior encontró López (2002), al analizar
compuestos húmicos extraídos de compostas.
En la actualidad, existen diferentes productos para corregir las carencias de fierro los que
pueden aplicarse vía foliar o riego por goteo; a estos productos se les conoce como quelatos
de hierro, esto es, una molécula orgánica sintética (DTPA, EDTA, EDDHA, etc.) que rodea y
enlaza por varios puntos a un ion metálico, de manera que lo protege de cualquier acción
desde el exterior, al evitar su hidrólisis y precipitación (Cadahia et al. 1997). Sin embargo,
aunque estos son muy efectivos, se requieren dosis muy altas y su costo de adquisición es
elevado, por lo que se requiere la búsqueda de métodos económica y ecológicamente factibles,
es decir, alternativas amigables con el medio ambiente.
Los grupos funcionales libres oxigenados, son los principales agentes que pueden adsorber o
quelatar a los cationes, en función de la naturaleza de éstos, así, los AH quelatan con mayor
facilidad los cationes metálicos, mientras que los AF los alcalinos y alcalino-térreos (Orlov,
1995), además, la complejación y/o quelatación de cationes, es probablemente el más
importante papel de las SH con respecto a los seres vivos, porque al quelatar a los elementos,
se facilita su disponibilidad (López, 2002), sin embargo, el proceso anterior podría no ser
explicado con el incremento en la disponibilidad de elementos nutrimentales, sino que otros
mecanismos podrían ser considerados tales como la oxidación-reducción (Salisbury y Ross,
1994) y el de transporte activo de cationes (Marschner, 1995).
Con base en lo anterior, el Objetivo de este trabajo fue determinar el comportamiento de un
fulvato de fierro en la calidad de tomate cherry, en un Calcisol.

MATERIALES Y MÉTODOS

Ubicación del Área Experimental

El presente trabajo se realizó en el área experimental del Departamento de Ciencias del Suelo,
del Campus principal de la Universidad Autónoma Agraria “Antonio Narro” (UAAAN), ubicada
en la Ex – Hacienda de Buenavista, Saltillo, Coahuila, México, la cual se encuentra a los 25º
23’ de latitud norte, los 101º 00’ de longitud oeste y una altitud de 1742 m. s. n. m.

Metodología
En charolas de poliestireno de 200 cavidades, con la mezcla de peat moss con “perlita” como
sustrato, se sembraron semillas de tomate “cherry”, variedad ”Red cherry” de hábito de
crecimiento indeterminado para la producción de plántula. Cuando la plántula contenía dos
pares de hojas verdaderas (ocho centímetros en promedio), se trasplantaron en macetas de
plástico que contenían 8 kg del horizonte Ap de un Calcisol. Al momento del trasplante y
después, cada 10 días hasta la primera floración, al suelo se le agregaron los tratamientos: 1, 2
y 3 ml. litro de AF extraídos de un compost (Miyaorganic ) (AFM), mezclados con 4 g.litro
de sulfato ferroso (Fe SO ); como testigo comercial se empleó el K – tionic (AF del mineral
fósil denominado leonardita) (Grupo Bioquímico Mexicano) (KT), el cual es un promotor de

382
acumulación de nutrientes con no menos de 25 % de ácidos fúlvicos y agua como testigo
absoluto (TA). Algunas características de las substancias húmicas se presentan en el Cuadro
1.
A los 30, 60 y 90 días, después del trasplante, se midieron el nitrógeno total (NT) (micro-
Kjeldalh), el fósforo (P) (colorimetría) y el potasio (K), el calcio (Ca) y el fierro (Fe)
(espectrofotómetro de absorción atómica), del tejido vegetal de follaje.
El trabajo se estableció de acuerdo a un Diseño Experimental Completamente el Azar, donde
hay un total de siete tratamientos y tres repeticiones. Las variables evaluadas a la planta
fueron: altura (AP) y número de racimos florales (NRF); al fruto: diámetro polar (DP) y
ecuatorial (DE), firmeza (FI) (penetrómetro), sólidos solubles totales (SST) (ºBrix) y producción
total (PT).
El análisis estadístico consistió en el análisis de varianza (ANOVA) y la prueba de medias de
Tukey (P"0.05), para las cuales se empleó el paquete para computadora MINITAB, versión 14
para Windows.

Cuadro 1. Acidez total (AT), grupos funcionales libres carboxilos (-COOH) y grupos funcionales
libres oxidrilos fenólicos (-OH) de diversos compuestos orgánicos, adicionados a un suelo
calcisol.

Material AT -COOH -OH Porcentaje


-1 -1 -1
(cmolc kg ) (cmolc kg ) (cmolc kg )

AFM 702 530 172 14.0

K-tionic 182 74 108 25.0

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

En la altura de planta (AP) no hay efecto estadístico significativo de los tratamientos y donde no
se adicionó ningún compuesto orgánico, la AP sobrepasó en 83 por ciento a la aplicación del K-
-1
tionic a razón de 2 ml.litro de agua. Cuando se aplicó el fulvato de fierro a la cantidad de 3
-1
ml.litro de agua, el número de racimos florales (NRF), superó al testigo absoluto (TA) en 30
por ciento. En los diámetros polar (DP) y ecuatorial (DE), al agregar el K-tionic a la cantidad de
-1
1 ml.litro de agua, se adelantó al TA en 50 y 69 por ciento, respectivamente. En los sólidos
solubles totales (SST), no hay efecto estadístico significativo de los tratamientos, sin embargo,
-1
cuando se aplicaron 2 ml.litro de agua del K-tionic, superó en 86 por ciento al TA. La mayor
-1
firmeza (F), fue al adicionar 2 ml.litro de agua del K-tionic, porque sobrepasó al TA en 80 por
ciento. Aunque ningún tratamiento realizó efecto estadístico significativo sobre la producción
-1
total (PT) del tomate cherry, al aplicar el fulvato de fierro a la cantidad de 3 ml.litro de agua,
adelantó en 39 por ciento al TA (Cuadro 2).
Entre las variables medidas y el peso del fruto, se estableció una correlación y se encontró que
2
esta última variable, depende en 86 por ciento (R = 0.866), de todas las otras variables
medidas, con la ecuación de regresión: Peso = - 3267 + 15.4 A. Planta + 468 R. Florales + 38
D. Polar + 455 D. ecuatorial - 16 ºBrix + 3.87 Firmeza.

383
Cuadro 2. Variables medidas a tomate cherry a la adición de un fulvato de fierro, en un
Calcisol.

Tratamiento Altura de Racimos Diámetro Diámetro Sólidos Firmeza


Peso de
2
Planta Florales polar ecuatorial Solubles (g cm )
fruto
-
(%) (Nº) (cm) (cm) (ºBrix) (Ton ha
1
)
AFM1 70.6 3.7 2.2 2.5 4.4 116.4 11.7
AFM2 77.5 2.9 2.8 3.2 4.5 140.7 14.3
AFM3 73.7 4.0* 2.7 2.9 4.7 158.1 16.1
KT1 69.6 2.4 3.0** 3.2** 5.1 126.2 11.0
KT2 64.8 3.2 2.9 3.0 5.2 200.5* 13.4
KT3 73.7 2.1 2.1 2.3 4.2 128.1 4.9
TA 78.1 3.1 2.0 1.9 4.5 111.1 6.2
*Las medias resultaron significativamente diferentes (P<0.05), según la prueba de Tukey.

El contenido de nitrógeno total (NT) del tejido vegetal del follaje, a los 30 y 90 días del ciclo del
-1
cultivo, fue superior cuando se agregó el fulvato de fierro, a la cantidad de 2 ml.litro de agua
-1
(AFM2); a los 60 días cuando se aplicó el fulvato de fierro a razón de 1 ml.litro de agua
-1
(AFM1) y el K-tionic a 3 ml.litro de agua (KT3), no hay efecto significativo, esto es: con los
demás tratamientos si hay efecto de los compuestos orgánicos. En la cuantía de fósforo (P),
-1
solo hay efecto significativo cuando se aplicó el K-tionic a razón de 1 ml.litro de agua (KT1) a
los 60 días de desarrollo del cultivo. Al agregar este mismo tratamiento, solo que a la cantidad
-1
de 2 ml.litro (KT2), el potasio (K) aventajó a los demás tratamientos a los 30 y 90 días del
-1
establecimiento del cultivo; pero cuando se agregó el fulvato de fierro a 3 ml.litro de agua
(AFM3), a los 60 días, la cantidad de este elemento adelantó a la adición de los demás
tratamientos. A los 30 y 90 días de muestreo del tejido vegetal de follaje, el contenido de calcio
-1
(Ca) superior, se presentó al adicionar el K-tionic a la cantidad de 3 ml.litro y a los 30 y 60
días de muestreo, la cantidad mayor de fierro (Fe), se mostró en el tejido vegetal de follaje del
-1
tomate cherry, al aplicar el fulvato de fierro a razón de 1 ml.litro de agua (AFM1) (Cuadro 3).

Cuadro 3. Elementos nutrimentales medidos al tejido vegetal de follaje de tomate cherry, con la
adición de un fulvato de fierro, en un Calcisol.

Trata- NT P K Ca Fe
mientos (%) (ppm) (%) (%) (ppm)
Días 30 60 90 30 60 90 30 60 90 30 60 90 30 60 90
AFM1 2.5 3.3 2.5 27 25 27 1.1 1.8 1.1 10.0 13.3 10.0 159** 198** 112
AFM2 3.1** 3.5** 3.1** 22 28 22 0.9 1.6 0.9 8.3 12.5 8.3 106 148 106
AFM3 2.1 3.5** 2.1 27 30 27 1.0 2.0* 1.0 10.0 8.3 10.0 133 179 133
KT1 2.7 3.6** 2.7** 29 34* 29 1.1 1.7 1.1 8.3 12.5 8.3 135 160 135
KT2 2.6 3.6** 2.6 24 28 24 1.4** 1.6 1.4** 10.0 9.1 10.0 134 139 134
KT3 2.1 2.7 2.1 23 27 23 1.2 1.8 1.2 14.2* 12.5 14.2* 156** 161 156
TA 2.6 3.5** 2.5 28 35** 28 1.3 1.9 1.3 10.0 10.0 10.0 125.0 181 125
*Las medias resultaron significativamente diferentes (P<0.05), según la prueba de Tukey.

Como discusión, se tiene que al adicionar el fulvato de fierro, el contenido de nitrógeno total, de
fierro, el número de racimos florales y el peso del fruto aumentó, lo cual quiere decir que al
agregar el compuesto orgánico mezclado con el fierro, realizaron un efecto positivo en las
variables mencionadas. Los contenidos de fósforo, potasio, calcio, los diámetros polar y
ecuatorial y la firmeza, fueron superiores cuando se agregó el K-tionic. Así, de forma general se
puede establecer que la clorosis férrica fue controlada eficazmente, excepto en el testigo

384
absoluto, el cual presentó signos visuales de clorosis severa, sin embargo, el análisis de tejido
vegetal de follaje arrojó valores de fierro considerados por Castellanos et al. (2000) como
deficientes, donde se adicionaron todos los demás tratamientos. Marschner (1995), afirma que
el contenido de fierro en hojas cloróticas es similar o incluso superior al de las hojas verdes, lo
que se puede presentar por la inactivación de este elemento nutrimental en la planta, a causa
de un alto suministro de fósforo. Lo anterior concuerda con lo establecido con Cuevas (2001),
al establecer que el fierro fue más abundante en tejido vegetal de follaje de tomate, cuando se
agregó un fulvato de fierro. Además, Adani et al. (1998), al estudiar el comportamiento de
ácidos húmicos comerciales, provenientes de leonardita (mineral fósil de carbón) en el
crecimiento y desarrollo de plantas de tomate, confirmaron que al adicionarlos al suelo, el
contenido de fierro del tejido vegetal de raíz, incrementó significativamente, se mejoró el
contenido de nitrógeno, calcio y fósforo en el tejido vegetal de follaje y concluyen que el
3+ 2+
incremento en la concentración de fierro podría deberse a la oxidación de Fe a Fe por la
presencia de las substancias húmicas.
Aquí, se puede establecer que los grupos funcionales libres carboxilos (–COOH) de los
compuestos orgánicos actuaron como ligantes naturales del fierro y posteriormente lo
colocaron disponible para las plantas. Esto quiere decir que las substancias húmicas están bien
polimerizadas y bien oxidadas. También, es necesario considerar el número de cargas
eléctricas negativas (de 1 a n: donde n es el número total de sitios aniónicos disponibles) de las
moléculas orgánicas, las cuales pudieron ser equilibradas por cargas positivas de los cationes
(Fründ et al. 1994). Mientras que para Evangelou et al. (2004), todas las moléculas que sirven
como agentes quelatantes, sin importar su origen, tiene una capacidad limitada de unir
moléculas o iones, dependiente de la cantidad de sitios de unión (cargas eléctricas negativas),
aunque los ácidos fúlvicos (AF) siempre estarán mas oxidados que los ácidos húmicos (AH),
independientemente de la fuente de origen (Pettit, 2004).
La gran importancia de precisar la química de la unión de metales traza con las substancias
húmicas, radica en la extensión de la complejación, la estabilidad de los complejos y el efecto
de la formación de los complejos en propiedades como su solubilidad, pero, esto es un tema de
bastante controversia. La acidez total es generalmente considerada como la que provee una
adecuada medida de la habilidad de las substancias húmicas para unirse con metales, sin
embargo, existe la posibilidad de que grupos funcionales no oxigenados podrían estar
involucrados (Schnitzer, 2000), además, aquí es necesario considerar la capacidad de
intercambio catiónico de la raíz (Marschner, 1995).

CONCLUSIÓN

No hay diferencia estadística entre tratamientos. Sin embargo, el fulvato de fierro tiene efecto
positivo en el contenido de nitrógeno y fierro del tejido vegetal de follaje, el número de racimos
florales y el peso; mientras que el k-tionic lo realizó en el fósforo, potasio, calcio, los diámetros
polar y ecuatorial y la firmeza del tomate cherry, en un Calcisol.

AGRADECIMIENTOS

A la Empresa Miyamonte Méx. S.A. de C.V. por su valiosa colaboración en parte del
financiamiento del presente trabajo.

LITERATURA CITADA

Adani, F., P. Genevini, P. Zaccheo, G. Zocchi. 1998. The effect of commercial humic acid on
tomato plant growth and mineral nutrition. J. Plant Nutrition 21 (3):561-575.

Cadahía L, C., A. E. Eymer, J. J. Lucena, M. 1997. Materiales fertilizantes utilizados en


fertirrigación. En: Fertirrigación, Cultivos hortícolas y ornamentales. Ed. Cadahia L, C.
Ediciones Mundi-Prensa. España-México. Pp. 99-111.
Castellanos, J. Z., J. X. Uvalle, B., A. Aguilar S. 2000. Manual de Interpretación de Análisis de
Suelos y Aguas. Segunda Edición. México. D. F.
Cuevas, P. A. 2001. Control de la Clorosis Férrica en el Tomate por Fulvato de Hierro. Tesis de
Maestría. Departamento de Horticultura. UAAAN, Buenavista, Saltillo, Coahuila, México.

385
Evangelou, M. W. H. Hactice, D. Andreas, S. 2004. The Influence of Humic Acids on the
Phytoextraction of Cadmium from Soil. Chemosphere. 57 207—213.
FAO/UNESCO. 1994.World Reference Base for Soil Resources. Wageningen/Rome.
Fründ, R., K. Güggenberg, K. Haider, H. Knicker, I. Kögel-Knaber, H.-D. Lüdeman et al. 1994.
Recent advances in the spectroscopic characterization of soil humic substances and their
ecological relevance. Z. Pflanzenernähr. Bodenk. 157: 175-186.
López, C. R. 2002. Comportamiento de substancias húmicas de diverso origen en la física de
un suelo limo-arcilloso y en la fisiología del tomate. Tesis Doctoral en Sistemas de Producción.
Universidad Autónoma Agraria “Antonio Narro”, Buenavista, Saltillo, Coahuila, México.
nd
Marschner, H. 1995. Mineral nutrition of higher plants. 2 Edition. Academic Press Inc.
London.
Orlov, D. S. 1995. Humic substances of the soil and general theory of humification. A. A.
Balkema, Publishers, Old Post, Road, Brookfield, VT, USA.
Pettit. 2004. Organic matter, Humate, Humic acid, Fulvic acid and Humin: Their Importance in
Soil Fertility and Plant Health. Huma Tech. Inc. Makers of Promax. http://www.humate.info/
Salisbury, F. B. y C. W. Ross. 1994. FISIOLOGÍA VEGETAL. Grupo Editorial Iberoamérica.
México, D. F.
Schnitzer, M. 2000. Life Time Perspective on the Chemistry of Soil Organic Matter. D. L. Sparks
(Ed.). Advances in Agronomy, Academic Press. 68: 3-58.

386
CARACTERIZACIÓN Y GERMINACIÓN IN VITRO DE SEMILLAS DE HELICONIAS
2 1 1
Jesús Ramón Solís Tlazalo , Fernando C. Gómez-Merino , Libia I. Trejo-Téllez , Lizeth
1 2 1
Benítez Domínguez , Joaquín Murguía González , J. Cruz García Albarado

RESUMEN

Las heliconias son plantas tropicales pertenecientes al género Heliconia, muy apreciadas por
las inflorescencias que producen. La propagación de estas especies normalmente se hace por
rizomas, por lo que se ha dejado a un lado la reproducción sexual por semillas, la cual resulta
difícil debido a los bajos porcentajes de germinación que presentan en condiciones naturales.
En esta investigación se probaron cuatro diferentes tratamientos de escarificación de semillas
de tres especies de heliconias con la finalidad de evaluar su impacto en el porcentaje de
germinación in vitro, tomando como testigo semillas intactas sin escarificar. Se estudiaron
semillas de las especies H. bourgaeana Petersen, H. rostrata Ruiz y Pavón y H. spissa Griggs.
En las semillas de estas especies se probaron los siguientes tratamientos de escarificación:
testigo, ácido sulfúrico por 100 min, remoción del opérculo y extracción del embrión. La
caracterización de las semillas indica que provienen de drupas de diferente tamaño, siendo H.
rostrata la especie que produce frutos de mayor peso y tamaño. En H. bourgaeana, el
tratamiento de escarificación que mejor resultados arrojó fue el que utiliza ácido sulfúrico,
logrando con ello porcentajes de germinación mayores a 90. De la misma manera, tanto en
semillas de H. rostrata como de H. spissa el tratamiento con ácido sulfúrico también produjo los
porcentajes más altos de germinación (cercanos a 35). En las tres especies evaluadas, las
semillas intactas muestran germinación nula o muy marginal. La contaminación por hongos,
bacterias y necrosis es más frecuente en semillas intactas de H. bourgaeana. Se concluye que
H. rostrata es la especie que produce frutos más pesados y semillas de mayor longitud,
mientras que las semillas de H. bourgaeana son las que logran los porcentajes más altos de
germinación cuando son tratadas con ácido sulfúrico.

PALABRAS CLAVE: Heliconia, escarificación, ácido sulfúrico, opérculo, embrión

INTRODUCCIÓN

Las heliconias son especies neotropicales, distribuidas desde México hasta Argentina y
algunas islas del Pacífico Sur. Debido al crecimiento abundante de sus vástagos y al desarrollo
extenso de sus rizomas, las heliconias desempeñan una función muy importante en la
estabilidad de los ecosistemas tropicales donde se presentan fuertes precipitaciones, al evitar
la erosión de los suelos y mantener la humedad de los mismos. Muchas de ellas son
aprovechadas para producir insumos útiles en la preparación de alimentos y en la construcción
de viviendas, o cultivadas como ornamentales (para flor de corte, producción de follaje, plantas
de macetas o de jardín). Al mismo tiempo las inflorescencias mantienen una fauna muy rica,
que contribuye a su polinización. Las heliconias pertenecen al género Heliconia, el cual incluye
aproximadamente 200 especies de plantas monocotiledóneas de tamaño medio a grande
(Berry y Kress, 1991). El género Heliconia es el único de la familia Heliconiacea, la cual se
encuentra en el orden de los Zingiberales. A nivel comercial, las heliconias son apreciadas por
sus inflorescencias de vistosos colores en los mercados tanto nacionales como internacionales.
En poco tiempo la producción y comercialización de las inflorescencias de estas especies se ha
convertido en una actividad muy rentable (Kress et al., 2004). Esta creciente demanda ha
provocado que las plantaciones comerciales no sean suficientes para abastecer el mercado,
por lo que las poblaciones naturales están siendo perturbadas. Año con año son extraídos
miles de rizomas para su comercialización, y debido a que la forma común de reproducción de
estas especies es vegetativa a través de la emisión de rizomas, las poblaciones naturales se
ven seriamente disminuidas, con las consecuentes repercusiones en la estabilidad de sus
ecosistemas. Ante esta problemática es necesario desarrollar nuevas formas de propagación
de estas especies, siendo la reproducción por semillas una alternativa viable. Las semillas de
las heliconias sin embargo, presentan un bajo porcentaje de germinación, larga latencia y
dureza de la testa (Montgomery, 1986). Además, las plantas obtenidas por semilla son de lento
crecimiento y presentan gran variabilidad aún cuando provienen de un mismo lote (Sosa,
2004). A pesar de ello, las plantas obtenidas por semillas son sanas y genéticamente puras, y
pueden mejorar su desempeño si se les ofrecen las condiciones óptimas para su crecimiento y

1
Colegio de Postgraduados. Carretera México-Texcoco km 36.5. Montecillo, Estado de
México. C. P. 56230. Tel: 01 (55) 58045911. Correo electrónico: [email protected].
2
Universidad Veracruzana. Facultad de Ciencias
387
Biológicas y Agropecuarias. Domicilio
conocido Carretera Peñuela – Amatlán, Córdoba, Veracruz. Tel: 01 (271) 71 6 61 29
desarrollo. La biotecnología, a través del cultivo in vitro, representa una alternativa para mejorar
el crecimiento y producir plántulas sanas y vigorosas, ya que ofrece las condiciones nutritivas y
ambientales ideales para ello. Las investigaciones básicas y aplicadas sobre la conservación y
el aprovechamiento de heliconias en nuestro país son escasas, por lo que existe la necesidad
de generar información que pueda ser útil para la toma de decisiones en torno a la producción
de estas especies. Por lo tanto, el objetivo de esta investigación es generar datos importantes
en el ámbito de la caracterización semillas de tres especies de heliconias, y hacer uso del
cultivo in vitro para germinar semillas escarificadas que puedan ofrecer un mayor número de
nuevas plantas sanas en un menor tiempo, con la finalidad sentar las bases para desarrollar
una tecnología que en un corto plazo pueda ser útil para de abastecer un mercado creciente
demandante de nuevos productos. Para ello se ha realizado una descripción de las semillas
heliconias y se han evaluado métodos físicos y químicos de escarificación que permitan romper
la latencia de las mismas para su posterior germinación in vitro, evaluando también el
porcentaje de contaminación por hongos, bacterias o necrosis en cada uno de los tratamientos

MATERIALES Y MÉTODOS

Localización y descripción del área de estudio


El estudio se realizó en el Colegio de Postgraduados Campus Córdoba, el cual se localiza a
646 msnm, 96° 51´ latitud norte, y 18°51´ longitud oeste. La colecta de las semillas se hizo en
plantaciones del mismo Campus Córdoba y del parque Tropical World, mismos que se ubican
en la zona de transición ecológica entre el clima intermedio de las estribaciones de la Sierra
Madre Oriental y el cálido húmedo y subhúmedo de la Llanura Costera del Golfo de México,
representados en la clasificación de los climas de García (1964) como A (C)f, Am y Aw2.

Caracterización de las semillas de heliconias


Utilizando una balanza analítica y un vernier milimétrico se midieron los pesos de frutos y de
semillas tanto frescos como secos, así como sus longitud y diámetro, producidas por las
especies H. bourgaeana, H. rostrata y H. spissa. El peso de las semillas secas se determinó
después de 72 h de secado en estufa de aire forzado a 72 °C.

Manejo y tratamiento de las semillas de heliconias


Semillas de las tres especies de heliconias (H. bourgaeana, H. rostrata y H. spissa) fueron
colectadas en ambos sitios de estudio. Para la eliminación de la pulpa que envuelve la semilla,
éstas fueron lavadas con agua destilada y detergente por 20 minutos en agitación previa, para
eliminación de residuos. Posteriormente se trataron con fungicida (Captan al 18 %) para evitar
la proliferación de hongos. Para incrementar el porcentaje de germinación se probaron tres
tratamientos de escarificación (uno químico y dos mecánicos) y se compararon contra un
tratamiento testigo en el cual se conservaron las semillas intactas. El tratamiento T1 fue el
testigo. En el tratamiento T2 se probó la inmersión de las semillas en ácido sulfúrico (H2SO4) al
98 % por 100 min. El tratamiento T3 comprendió la remoción del opérculo y el T4 la extracción
de embriones y su establecimiento en medio de cultivo in vitro. Para cada tratamiento se
utilizaron 50 semillas (Cuadro 1). Los experimentos fueron repetidos de forma independiente
tres veces.

388
Cuadro 1. Tratamientos de escarificación de semillas de heliconias.
Tratamiento Método de No. de semillas tratadas
Escarificación
T1 Testigo 50
T2 H2SO4 al 98 %, 100 minutos 50
T3 Remoción del opérculo 50
T4 Extracción de embriones 50

Establecimiento aséptico del cultivo


Posterior a los tratamientos de escarificación, las semillas fueron nuevamente sometidas a un
proceso de desinfección. Todas las semillas fueron lavadas con una solución a base de Captan
al 18 % en un periodo de 20 minutos. En seguida se lavaron con agua estéril, continuando con
un lavado con hipoclorito de sodio al 30 %, con un tiempo de inmersión de 20 min. Para el caso
de los embriones, el tiempo de inmersión fue de 10 min.

Medio de cultivo básico


El medio de cultivo utilizado para la germinación de las semillas fue el MS (Murashige y Skoog,
1962). Después de los tratamientos de escarificación y de asepsia, las semillas fueron
depositadas en frascos con 20 mL, conteniendo 4 mL de medio de cultivo cada uno y fueron
puestos bajo condiciones controladas en un cuarto de crecimiento a una temperatura de 25 ± 2
-2 -1
ºC, a una densidad de flujo fotosintético de fotones de 25 µmol m s y un fotoperiodo de 16 h
-1
de luz día .

Determinación del porcentaje de germinación y contaminación


El porcentaje de germinación se determinó por número de semillas germinadas de cada
especie y tratamiento realizado. Así mismo se evaluó el número de semillas contaminadas para
establecer el porcentaje de contaminación (por hongos y/o bacterias) y dañadas (por necrosis).

Diseño experimental y análisis estadístico de los datos


Cada tratamiento constó de 25 frascos con dos semillas o embriones depositados en cada uno.
El diseño fue completamente al azar con cuatro tratamientos. Los resultados obtenidos en cada
uno de los experimentos fueron analizados estadísticamente utilizando la prueba de
comparación de medias t de Student (* p " 0.05), empleando el paquete estadístico SAS
(Statistical análisis System, 2000).

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Caracterización de frutos y semillas


A continuación se presentan las características de los frutos y las semillas de las tres especies
de heliconias analizadas en este estudio.

Cuadro 2. Caracterización de los frutos y semillas de tres especies de heliconias.


Especie Peso fresco Número de Peso seco Diámetro de Longitud de
del fruto, mg semillas por de la semilla, la semilla, la semilla,
fruto mg mm mm
H. bourgaeana 0.57 3 0.070 0.81 1.07
H. rostrata 0.78 3 0.086 0.76 1.15
H. spissa 0.60 3 0.090 0.48 0.82

El fruto de las heliconias es una drupa que produce hasta tres semillas por fruto. La testa de las
semillas es muy dura. Del Cuadro 2 se desprende que H. rostrata es la especie que produce
los frutos de mayor peso fresco, los cuales llegan a pesar en promedio 0.78 mg. H. bourgaeana
y H. spissa produce drupas de menor, alcanzando 0.57 y 0.60 mg, respectivamente. En
general, todas las especies logran producir de manera normal tres semillas por fruto, lo cual
coincide con la literatura (Berry y Kress, 1991; Gutiérrez-Báez, 2000). El peso seco de las
semillas muestra que H. spissa y H. rostrata desarrollan semillas más pesadas, con 0.086 y
0.090 mg en promedio, respectivamente, los cuales son superiores a los encontrados en

389
semillas de la especie H. bourgaeana. En cuanto a las dimensiones de las semillas, es H.
bourgaeana la que presenta semillas de mayor diámetro, superior a 0.80 mm. Las semillas de
H. rostrata presentan diámetros intermedios, en promedio de 0.76 mm, mientras que H. spissa
desarrolla las semillas de menor diámetro (0.48 mm). En H. bourgaeana y H. rostrata se
encuentran las semillas de mayor longitud, con 1.07 y 1.15 mm en promedio, respectivamente.
Estas longitudes no presentan diferencias estadísticas significativas entre sí, pero si respecto a
las que muestran las semillas de H. spissa, de apenas 0.82 mm. Los pesos y las dimensiones
de las semillas aquí reportadas coinciden con las de otras investigaciones (Gutiérrez-Báez,
2000; Berry y Kress, 1991).

Porcentajes de germinación de semillas y embriones de heliconias


En el Cuadro 3 se presentan los resultados del porcentaje de germinación in vitro de semillas
de H. bourgaeana sometidas a diferentes tratamientos de escarificación. Se observa que esta
especie logra un porcentaje de germinación superior a 90 cuando las semillas son expuestas a
ácido sulfúrico concentrado por 100 minutos (T2). La sola remoción del opérculo (T3) o la
extracción de embriones de las semillas (T4) no tienen el mismo efecto positivo en la
germinación, pues en ninguno de los dos casos se logran porcentajes de germinación
superiores a 26. Es importante notar que las semillas del tratamiento testigo no germinaron,
por lo que se hace evidente que las semillas de esta especie necesitan ser tratadas para
germinar y que el ácido sulfúrico tiene un efecto positivo sobre dicha variable respuesta. El
análisis estadístico de los datos demuestra que existen diferencias significativas entre
tratamientos (p " 0.05), observándose tres grupos de respuestas. En el primer grupo se ubican
los resultados de germinación del tratamiento de escarificación con ácido sulfúrico al 98 % por
100 minutos (T2), que alcanzó el 91.07 % de germinación. Un segundo grupo se encuentran
los datos correspondientes al tratamiento T3 (remoción del opérculo) y T4 (extracción del
embrión), con promedios de germinación de 28.21 y 26.07, respectivamente. El tratamiento
testigo (T1) mostró el porcentaje más bajo de germinación, inferior al 1 %. Estos resultados
indican que la sola escarificación química de semillas de H. bourgaeana por 100 minutos es
suficiente para lograr porcentajes de germinación mayores a 90, y muy superiores a los que
podrían alcanzar las semillas que de manera natural se desprenden de la infrutescencia para
caer al suelo y tratar de germinar, que en este experimento serían equiparables al 0.2 % del
tratamiento testigo. Los tratamientos físicos de remoción del opérculo y extracción del embrión
aumentan el porcentaje de germinación respecto al testigo, pero fueron muy inferiores a los
niveles que alcanzan cuando las semillas son tratadas con ácido sulfúrico. Para el caso de la
remoción del opérculo, el porcentaje de geminación observado posiblemente sea indicador de
que dicho tratamiento no logró hacer que el agua y los gases alcanzaran el embrión para que
éste germinara. En el caso de la extracción del embrión, posiblemente haya habido un daño
físico de éste órgano, lo cual haya impedido que más semillas germinaran. Pierik (1990)
menciona que las principales razones de una baja germinación de embriones se deben a
pérdidas por infección, embriones demasiado pequeños en el momento de aislamiento,
interrupción del desarrollo embrionario, daños físicos a los tejidos y condiciones desfavorables
del medio nutritivo (pH, desbalance iónico y hormonal) entre otros. Sobre H. bourgaeana no
existen reportes en la literatura que analicen el efecto de la escarificación sobre la germinación
de semillas. En otra especie de este género, H. collinsiana, Vidal-Morales (2007) reporta
resultados positivos en el porcentaje de germinación cuando se extraen los embriones, lo cual
podría ser debido al tipo de manejo al momento de la extracción. Resultados similares también
reporta Castañeda-Castro (2002). De ahí que será necesario hacer estudios más profundos
sobre la micromorfología de la semilla de las distintas especies de heliconias con la finalidad de
hacer un manejo más adecuado de los embriones.

390
Cuadro 3. Porcentajes de germinación de semillas de tres especies de heliconias sometidas a
diferentes tratamientos de escarificación y establecidas in vitro.

Especie Porcentaje de germinación


T1 T2 T3 T4
H. bourgaeana 0.2c 91.07a 28.21b 28.07b
H. rostrata 0.0c 29.78a 29.71a 11.07b
H. spissa 0.0c 32.07a 15.57b 4.00c
T1: Tratamiento testigo; T2: H2SO4 por 100 min; T3: remoción del opérculo; T4: extracción del embrión.
Letras distintas en la misma hilera indican diferencias significativas entre tratamientos para una misma
especie (p " 0.05).

En el caso de las semillas de la especie H. rostrata sometidas a diferentes tratamientos de


escarificación, se observa que esta especie logra un porcentaje de germinación de 29.78 %
cuando las semillas son expuestas a ácido sulfúrico concentrado por 100 minutos (T2). La sola
remoción del opérculo (T3) presenta un porcentaje de 29.71 % y la extracción de embriones de
las semillas (T4) presenta un 11.07 %. Las semillas testigo (T1) no germinaron. Del análisis
estadístico de los datos se desprende que los tratamientos T2 y T3 no presentan diferencias
estadísticas entre sí (p > 0.05), pero diferentes a los demás, y muestran los porcentajes más
altos de germinación. El tratamiento T4 muestra los porcentajes más bajos de las semillas
germinadas y forma un segundo grupo respuesta. En el tratamiento testigo T1 no se observa
germinación de semillas y forma en si un tercer grupo respuesta estadísticamente diferente a
los demás.
Las semillas de la especie H. spissa presenta un porcentaje de germinación de 32.07 %
cuando las semillas son expuestas a una concentración de ácido sulfúrico al 98 % por un
periodo de 100 minutos (T2). En el tratamiento T3 se observa un porcentaje de germinación de
15.57. La extracción de embrión (T4) ocasiona apenas 4 % de semillas germinadas.
Finalmente en el tratamiento testigo (T1) no hubo germinación, lo que indica que el ácido
sulfúrico presenta un efecto positivo en la escarificación de las semillas. En esta especie el
análisis estadístico demuestra que existen diferencias significativas entre tratamientos (p "0.05)
observándose las siguientes respuestas. Con la utilización de ácido sulfúrico al 98 % por 100
minutos (T2) en semillas de H. spissa se observa una germinación del 32 %. La remoción del
opérculo (T3) ocasionó un porcentaje de germinación del orden 15.57. En el tratamiento de
extracción de embrión (T4) se observa un porcentaje de germinación bajo, posiblemente
debido a un daño físico del órgano, o a una baja viabilidad de las semillas utilizadas.
En un estudio similar, Vidal-Morales (2007) encuentra que la escarificación física puede
mejorar el porcentaje de germinación de H. collinsiana y H. latispatha, mientras que H.
psittacorum y H. bihai no aumentan su germinación con ningún tratamiento evaluado y su
germinación es muy marginal. En esta investigación es posible aseverar que en general los
tratamientos químicos y algunos físicos mejoran la germinación en tres especies de heliconias
y que sin tratamientos de escarificación la germinación de estas especies puede ser nula.

Presencia de necrosis y patógenos en semillas germinados in vitro


En el Cuadro 4 están representados los porcentajes de contaminación por hongos y bacterias y
la presencia de necrosis en tejidos de semillas y embriones de las tres especies de heliconias
sometidos a diferentes tratamientos de escarificación. Por lo que respecta a la especie H.
bourgaeana, se observa que solo ocurrió contaminación por hongos y bacterias en el
tratamiento testigo con un porcentaje promedio de 24.99, posiblemente debido al tipo de
manejo durante la fase de establecimiento aséptico. En la fase de desarrollo del experimento
esta contaminación fue evidente a partir de las dos primeras semanas después de establecidos
los ensayos. No hubo presencia de necrosis en ninguno de los tratamientos ensayados.

391
Cuadro 4. Porcentajes de contaminación por hongos y bacterias y de presencia de necrosis en
semillas de tres especies de heliconias sometidas a diferentes tratamientos de escarificación y
establecidas in vitro.

Especie Tratamientos
T1 T2 T3 T4
Porcentajes de semillas contaminadas o dañadas
H. bourgaeana H: 28.57a H: 00.00b H: 00.00b H: 00.00b
B: 21.42a B: 00.00b B: 00.00b B: 00.00b
N: 00.00 N: 00.00 N: 00.00 N: 00.00
H. rostrata H: 00.00b H: 01.78a H: 00.00b H: 00.00b
B: 21.42a B: 00.00b B: 14.28a B: 00.00b
N: 00.00b N: 00.00b N: 05.35a N: 00.00b
H. spissa H: 14.28a H: 00.00b H: 14.28a H: 00.00b
B: 14.28a B: 00.00b B:00.00b B: 00.00b
N: 00.00b N: 01.78a N: 00.00b N: 00.00b
T1: Tratamiento testigo; T2: H2SO4 por 100 min; T3: remoción del opérculo; T4: extracción del embrión. H:
hongos; B: bacterias; N: necrosis. Letras distintas en la misma hilera indican diferencias significativas
entre tratamientos para una misma especie y una misma variable (H, B o N) (p " 0.05).

La especie H. rostrata presenta contaminación por bacterias en los tratamientos testigo (T1)
con 21.42 %, seguido de un 14.28 % en el tratamiento de remoción de opérculo (T3). Los
hongos se hicieron presentes en 1.78 % de las semillas cuando éstas fueron sometidas a
tratamientos con ácido sulfúrico (T2). La presencia de necrosis se observó en un 5.35 % de las
semillas a las que se les removió el opérculo (T3). En el tratamiento de extracción de
embriones no se observaron daños por patógenos ni presencia de necrosis.
En H. spissa el tratamiento testigo condujo a presencia de hongos y bacterias en poco más del
14 % de las semillas. De manera similar, la extracción del opérculo ocasionó un 14.28 % de
semillas contaminadas por hongos. La presencia de necrosis en semillas de esta especie fue
evidente en semillas tratadas con ácido sulfúrico por 100 min, lo que representó el 1.78 % de
las semillas sembradas. La presencia de hongos y bacterias en los tratamientos antes
mencionados probablemente se deba a un uso de semillas muy contaminadas desde su origen
o al tipo de establecimiento aséptico. Por su parte la necrosis presentada pudo ser ocasionada
por un agotamiento de las cantidades de oxigeno contenidas dentro del frasco o un
agotamiento rápido de nutrimentos en el medio de cultivo, así como a los posibles daños
sufridos durante su manipulación.

CONCLUSIONES

Del análisis de frutos y semillas de las tres especies de heliconias en estudio se desprende que
H. rostrata es la que produce los frutos de mayos peso fresco, los cuales pueden alcanzar
hasta 0.78 mg. En cada una de las especies estudiadas se encontraron tres semillas por drupa.
El peso seco de las semillas muestra que H. spissa y H. rostrata desarrollan semillas más
pesadas, con 0.086 y 0.090 mg en promedio. Por su parte, H. bourgaeana produce semillas de
mayor diámetro (p " 0.05), superior a 0.80 mm. En H. bourgaeana y H. rostrata se encuentran
las semillas de mayor longitud, con 1.07 y 1.15 mm en promedio, respectivamente.
Las semillas de heliconia respondieron de manera favorable cuando fueron tratadas con ácido
sulfúrico como método de escarificación química. En el caso de escarificación física sobresale
la remoción de opérculo sobre la extracción de embriones; éste ultimo presentando los
porcentajes de germinación más bajos, pero por arriba del testigo que generó una respuesta
inferior al 1 % (H. bourgaeana), o incluso nula germinación en algunas especies (H. rostrata y
H. spissa). No obstante que en la mayoría de los casos el tiempo de exposición de las semillas
ante el acido sulfúrico al 98 % de 100 minutos (T2) fue determinante, para el caso de H.
bourgaeana la germinación fue de mas del 90 %, sucediendo algo muy similar en la especie H.
spissa al tener un porcentaje de 32 y para H. rostrata con un porcentaje de 29.78 utilizando el
mismo tratamiento (T2).
Respecto a la contaminación y daños de las semillas y embriones establecidos, se puede decir
que la presencia de hongos fue más evidente en el tratamiento testigo en las especies H.
bourgaeana y H. spissa en ese orden. Las bacterias estuvieron más presentes en los

392
tratamientos testigo de las especies H. bourgaeana, H. rostrata y H. spissa, en ese orden. La
presencia de necrosis fue evidente en porcentajes menores a 6 en todos los casos y su
presencia fue independiente a los tratamientos. La única especie cuyas semillas estuvieron
libres de necrosis una vez establecidas en el medio de cultivo fue H. bourgaeana. Para reducir
los niveles de contaminación por hongos y bacterias es pertinente realizar un riguroso control
de las semillas antes y durante la fase de establecimiento.

LITERATURA CITADA

Berry, F. and Kress, W. J. 1991. Heliconia: an identification guide. Smithsonian Institution


Press. Washington. 334 p.
Castañeda, C. O. 2002. Germinación in vitro de heliconias (Heliconia collinsiana Griggs. var.
Collinsiana). Tesis de Licenciatura. Universidad Veracruzana. 31 p.
García, E. 1964. Modificaciones al sistema de clasificación de Koeppen. Instituto de Gografía,
UNAM. México, D. F. 246 p.
Gutiérrez-Báez, C. 2000. Heliconiaceae. In: V. Sosa y A. Gómez-Pompa (Eds.). Flora de
Veracruz. Fascículo 118. Instituto de Ecología - Universidad de California. Xalapa, Veracruz. 30
p.
Kress, W. J., Betancour J. y Echeverri, B. 2004. Heliconias: Llamaradas de la selva
colombiana. Editorial Cristina Uribe. Bogotá, Colombia. 200 p.
Montgomery, R. 1986. Propagation of heliconia from seeds. Bull. Heliconia. Soc. Inter. Brazil: 1:
6-7.
Murashige, T. and Skoog, F. 1962. A revised medium for rapid growth and bioassays with
tobacco cultures. Physiologia Plantarum 15: 473-497.
Pierik, R. L. M. 1990. El cultivo de tejidos en las plantas superiores: micropropagación. UACH,
AMEHOAC. Ed. Mundi Prensa. España. 26 p.
SAS, 2000. SAS´s users guide: Statistics. Versión 8.1. Statistics Analysis System Institute Inc.
Cary, N. C., USA. 1290 p.
Sosa R., F. M. 2004. Propagación in vitro de Heliconia standleyi Macbride. Tesis de Master en
Ciencias Agrícolas. Universidad Agraria de la Habana “Fructuoso Rodríguez Pérez”.
Cienfuegos, Cuba. 79 p.
Vidal-Morales, B. 2007. Germinación in vitro y nutrición de heliconias. Tesis de Maestría en
Ciencias. Campus Montecillo. Colegio de Postgraduados. 133 p.

393
ACTIVIDAD NEMATICIDA DEL QUITOSAN Y EXTRACTO DE GOBERNADORA (LARREA
TRIDENTATA) SOBRE NACOBBUS ABERRANS
2
Daniel Torres-Díaz
1
Damaris Godinez-Vidal
3,
Francisco Franco-Navarro *

RESUMEN

Nacobbus aberrans es un nematodo fitopatógeno de importancia en hortalizas el cual se ha


reportado en jitomate, frijol y chile, ocasionando pérdidas significativas en su producción. El
control biológico del nematodo se ha enfocado principalmente en la aplicación al suelo de
abonos, residuos vegetales y organismos antagonistas. Existen pocos estudios sobre el uso de
extractos vegetales para su control, de ahí que en el presente estudio se establecieran dos
experimentos bajo condiciones de laboratorio para probar si la aplicación de diferentes dosis de
formulaciones de Quitosán, extracto de gobernadora (Larrea tridentata) y algunas mezclas de
ambos, ejerce un efecto inhibitorio tanto en la eclosión de huevos como en la movilidad de
juveniles infectivos de este nematodo. En ambos experimentos se probaron ocho tratamientos
en los cuales se variaron las dosis de ambas sustancias, así como de su mezcla; además, se
contó con un testigo químico utilizando carbofuran y un testigo absoluto sólo con agua
destilada. En el primer experimento se probaron las diferentes dosis sobre masas de huevos y
se evaluó el porcentaje de eclosión cada 24 h durante ocho días; en el segundo experimento,
el efecto se observó sobre la movilidad de juveniles infectivos a intervalos de 24 h durante tres
días. Los resultados indican que la formulación Quitosán-Larrea 2000ppm/1000ppm, seguido
de Quitosán 2000ppm y Quitosan 1000ppm, inhibieron de manera significativa (Tukey, #= 0.05)
la eclosión de huevos de N. aberrans en mayor grado (99.61%, 96.53% y 93.21%,
respectivamente). En el caso del porcentaje de movilidad de los juveniles infectivos, bajo todas
las dosis se presentaron diferencias significativas respecto al testigo, aunque no entre ellas. La
aplicación de Quitosán 2000ppm y Quitosán-Larrea 1000ppm/1000ppm redujo la movilidad de
juveniles hasta niveles de 0.46% y 1.05%, respectivamente, ambos muy cercanos a los
alcanzados con la aplicación de carbofurán (0%).

Palabras clave: gobernadora, Larrea tridentata, Nacobbus aberrans, nematodo falso nodulador,
quitosan.

INTRODUCCIÓN

Los nematodos fitopatógenos son agentes biológicos que dañan los cultivos, limitan su
potencial y ocasionan graves pérdidas en los mismos. Debido a la multiplicidad de síntomas
que ocasionan en las plantas y a consecuencia de ciclos de vida muy bien adaptados al
fitoparasitismo, los nematodos se han convertido en un reto para los agricultores y los
especialistas en fitosanidad. Entre las especies de mayor importancia económica se
encuentran Meloidogyne spp., Globodera rostochiensis (Wollenweber, 1923) Behrens, 1975 y
el nematodo "falso nodulador de la raíz" Nacobbus aberrans (Thorne 1935) Thorne y Allen,
1944, una especie que en las últimas dos décadas se ha observado que afecta seriamente
varias solanáceas de importancia agrícola en el país (Cid del Prado et al., 1995). Dada la
amplitud, tanto en su distribución como en el rango de hospedantes, N. aberrans se ha
considerado como uno de los nematodos potencialmente más agresivos en cultivos como
jitomate, chile e inclusive frijol en México, así como en papa en Sudamérica. La distribución del
género Nacobbus abarca países como Estados Unidos, Inglaterra, Holanda, India, Rusia,
diferentes países del Sur de América y México (Jatala, 1985); en México se le ha reportado en
10 estados (Cid del Prado et al., 1995). Nacobbus aberrans afecta a un número importante de
plantas cultivadas y arvenses, en las cuales induce la formación de agallas en las raíces muy
similares a las producidas por las especies del género Meloidogyne. Nacobbus aberrans causa
grandes reducciones en la producción de jitomate en nuestro país, ya que induce la

2
Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco. Calz. del Hueso 1100. Coyoacán, 04960,
Mexico D. F.
3
Programa de Fitopatología. Colegio de Postgraduados-Campus Montecillo, Texcoco, 56230,
*
Estado de México. E-mail: [email protected].

394
enfermedad conocida como “jicamilla”, una de las más importantes en jitomate y chile en el
municipio de Tecamachalco, Puebla (Cid del Prado et al., 1997); en dicho municipio, este
nematodo se distribuye en aproximadamente 300 ha, causando pérdidas en producción
cercanas al 83% (Cristóbal, 2001).
El método de control más usado para contrarrestar los efectos dañinos que causan nematodos
fitopatógenos como N. aberrans es el químico, debido a su alta efectividad a bajas dosis y en
corto tiempo; sin embargo, los nematicidas se caracterizan por su efecto dañino al medio
ambiente y a la salud humana, además del costo elevado que esto representa. Ante la
necesidad de atender los requisitos cada vez más estrictos en materia de inocuidad alimentaria
por parte de los consumidores y exportadores, así como de implementar opciones de control
compatibles con el medio ambiente y la sanidad de los ecosistemas, el control biológico de
plagas y enfermedades, además del uso de pesticidas orgánicos no contaminantes han tomado
fuerza en las últimas décadas.
El uso de extractos vegetales y animales es una opción viable ante el uso indiscriminado de
plaguicidas organosintéticos. Actualmente existen productos comerciales de origen natural que
poseen propiedades fungicidas y nematostáticas, como lo es el Quitosán. Éste es un
biopolímero no tóxico, de origen natural que se obtiene de la desacetilación de la quitina,
siendo considerado el segundo biopolímero natural más abundante en la naturaleza (Lira et al.,
2003). El Quitosán es el principal componente del exoesqueleto de muchos de los animales
marinos, tales como cangrejos, langostas, jaibas y camarones. Este biopolímero se utiliza
también para adsorber iones metálicos (Cd++, Cr++, Pb++) y así descontaminar efluentes
acuosos provenientes de la industria química o la minera; además, puede inhibir el crecimiento
de contaminantes presentes durante la elaboración de bebidas alcohólicas y el almacenaje de
alimentos. Se sabe además que plantas de tomate sometidas a la presencia de Phytophthora
capsici y Fusarium oxysporum, suelen presentar mayor crecimiento y tolerancia a la presencia
de ambos hongos al tratarse con Quitosán que cuando se no se aplica (Ortega et al., 2002).
También existen plantas cuyos extractos poseen propiedades nematicidas o bien
nematostáticas (Insunza et al., 2001; Mojumder et al., 2002), documentándose efectos en los
nematodos como: alteración del desarrollo y crecimiento, inmovilización de fases juveniles,
toxicidad en juveniles y adultos, suspensión de la oviposición, etc. (Gutiérrez, 2004). Un
ejemplo de este tipo de plantas es Larrea tridentata o gobernadora (Familia: Ziygophyllaceae).
La gobernadora es un matorral micrófilo, perenne y ecológicamente dominante en las zonas
áridas de Chihuahua, Sonora, Baja California y también en las regiones semiáridas del centro
de México (González y Sosa, 2003). Esta planta se caracteriza porque sus hojas y tallos
contienen una espesa resina que le protege de la excesiva radiación solar y le ayuda a reducir
la transpiración, lo que la hace muy resistente a la sequía. La resina está compuesta
principalmente de una mezcla del ácido nordihidroguaiarético, fenoles, lignanos, saponinas y
flavonoides, los cuales resultan ser defensas bioquímicas que repelen la agresión de insectos,
hongos, bacterias, virus y nematodos (Lira, 2003). En algunos estudios se han comprobado las
propiedades fungicidas y en general biocidas de L. tridentata. De Anda (2003), evaluó el efecto
nematicida del extracto etanólico hidrosoluble de la resina de L. tridentata en condiciones in
vitro, contra nematodos fitopatógenos de géneros como Pratylenchus, Meloidoyine, Xiphinema,
Heterodera y Globodera, encontrando un claro efecto nematicida. Uno de los pocos estudios en
lo que se han probado diferentes dosis de formulaciones tanto de Quitosán como de extracto
de gobernadora para el control de N. aberrans es el de Peña (2003).
Considerando la importancia que representa N. aberrans en la producción de hortalizas y el
potencial tanto del Quitosán como del extracto de gobernadora para mantener bajo control a
diferentes nematodos fitopatógenos, los objetivos planteados para el presente trabajo fueron: i)
estudiar en condiciones de laboratorio el efecto biológico de diferentes dosis de formulaciones
de Quitosán, extracto de gobernadora y mezclas de ambos, sobre algunos estadios biológicos
de N. aberrans, y ii) estimar el porcentaje de inhibición de la eclosión de huevos y de
inmovilidad de juveniles infectivos de N. aberrans, luego de aplicar las diferentes dosis.

395
MATERIALES Y MÉTODOS

Ambos experimentos se llevaron al cabo en dos etapas: la primera en el laboratorio de


Nematología Agrícola del Colegio de Posgraduados-Campus Montecillo (extracción de masas
de huevos del nematodo) y la segunda en el laboratorio de Fitopatología de la UAM-Xochimilco
(establecimiento y evaluación de experimentos).

Inhibición de la eclosión de huevos


Para evaluar el porcentaje de inhibición de la eclosión de huevos, se colocaron cuatro
microsiracusas de vidrio (repeticiones) en una caja de Petri de 9 mm de diámetro, destinándose
una caja de Petri por tratamiento. Se establecieron ocho tratamientos con distintas dosis de
formulaciones, un testigo absoluto y un testigo químico, todos ellos arreglados en un diseño
completamente al azar. Los tratamientos probados fueron: TA= Testigo absoluto, TQ= Testigo
químico (carbofuran), L60= L. tridentata al 60%, L80= L. tridentata al 80%, L100= L. tridentata
al 100%, L8000= L. tridentata 8000ppm, Q1000= Quitosán 1000ppm, Q2000= Quitosán
2000ppm, QL 1000/1000= Quitosán 1000ppm-L. tridentata 1000ppm, y QL 2000/1000=
Quitosán 2000ppm-L. tridentata 1000ppm.
A cada microsiracusa se le colocaron 3 masas de huevos, a las cuales se le añadieron
posteriormente 700 #l de la dosis respectiva. Cabe mencionar que las masas de huevos fueron
extraídas de raíces de jitomate cv. Río Grande agalladas por el nematodo, y mantenidas en
invernadero.
Todos los microsiracusas se incubaron a 26° C por 24hrs; transcurrido este tiempo, se
extrajeron con cuidado las formulaciones de cada microsiracusa y se sustituyeron por agua
destilada esterilizada para lavar el exceso de las formulaciones aplicadas. Cada 24 h, durante
ocho días, se observaron los microsiracusas con el fin de cuantificar los nematodos que iban
eclosionando bajo cada tratamiento. Durante su revisión, los microsiracusas se mantuvieron en
incubación a 26° C.

Inmovilización de juveniles del segundo estadio


En este experimento se evaluó el efecto inhibitorio de las mismas dosis utilizadas en el primer
experimento, sólo que ahora sobre la movilidad de juveniles infectivos (J2) de N. aberrans. El
diseño experimental fue similar al del anterior experimento, sólo que en este caso se
establecieron cinco repeticiones por tratamiento.
Para la colocación de juveniles en cada microsiracusa se preparó una solución madre con
juveniles recién eclosionados, los cuales provenían de masas de huevos colocadas
previamente para su eclosión, a 26° C durante una semana. De la solución madre se tomaron
tres alícuotas de 1ml para estimar la concentración de juveniles y así calcular el volumen a
añadir en cada microsiracusa con el fin de garantizar un número aproximado de 30 a 35
juveniles por repetición. A cada microsiracusa se le añadieron 200 µl de la solución madre y
luego se agregaron las diferentes dosis según cada tratamiento.
Todos los microsiracusas se incubaron a 26° C durante 24h; transcurrido este tiempo, se
extrajeron con cuidado las formulaciones de cada microsiracusa y se sustituyeron por agua
destilada esterilizada, ello para lavar el exceso de las formulaciones aplicadas. Cada 24 horas,
durante tres días, se observaron los microsiracusas con el fin de cuantificar los nematodos
móviles bajo cada tratamiento. Los microsiracusas también se mantuvieron en incubación a 26°
C durante su revisión.
Los datos de ambos experimentos se analizaron mediante un Análisis de Varianza y con base
en él se procedió a hacer una Comparación de medias utilizando la prueba de Tukey (#=0.05).
Se hizo un análisis adicional para el caso del progreso en la eclosión de los huevos a lo largo
del período de evaluación, y para ello se utilizó el concepto del Área Bajo la Curva. Todos los
análisis y procedimientos estadísticos se hicieron utilizando el programa de cómputo Statistical
©
Analysis System (SAS ).

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Inhibición de la eclosión de huevos


En la Figura 1 se observan los porcentajes de eclosión de huevos de N. aberrans, a los 8 días
posteriores a la exposición de las diferentes dosis probadas. El carbofuran inhibió la eclosión
de huevos en un 99.75%, la más alta y seguida de las formulaciones QL 2000/1000 (99.61%),
Q2000 (96.53%), y Q1000 (93.21%). En el caso de las formulaciones L100 y L80 también se

396
presentaron porcentajes altos de inhibición de la eclosión, con un 84.49% y un 79.36%,
respectivamente. En el caso de los tratamientos QL 1000/1000 y L60, no sólo no se redujo la
eclosión de huevos, sino que al parecer la incrementaron en un 72.27% y un 56.75%,
comparado con el testigo absoluto (52.24 %). Estos resultados indican que las formulaciones
con Quitosán sólo o en combinación con extracto de L. tridentata (Q2000 y QL 2000/1000),
presentan un efecto inhibidor de la eclosión; dichos resultados concuerdan con la actividad
dañina hacia nematodos reportada en otros estudios (De Anda, 2003; Ortega et al., 2002;
Peña, 2003).
Con relación también a la eclosión de huevos, en la Figura 2 se presenta el progreso en el
porcentaje de eclosión a lo largo de ocho días de evaluación. En dicha figura se observa que
las formulaciones QL 2000/1000, Q2000 y Q1000, así como L80 y L100, lograron inhibir la
eclosión de huevos durante la evaluación del experimento; por tal motivo, las curvas del
progreso en el porcentaje de eclosión fueron bajas y con un área debajo de ellas menor a la de
otros tratamientos, entre ellos el testigo absoluto.
En el caso de L60, se obtuvo la mayor área bajo la curva (100%) y un porcentaje de eclosión
que se dispara a partir del tercer día de evaluación; este último comportamiento también se
observa para los tratamientos L8000 (63.92%) y QL 1000/1000 (86.93%). Para éste último
tratamiento, el área bajo la curva fue menor en relación a L60, sin embargo, presentó el mayor
porcentaje de eclosión en el octavo día. En el caso del testigo químico (carbofuran), la eclosión
fue nula durante todo el período del experimento.

Inmovilización de juveniles del segundo estadio


Respecto al porcentaje de inmovilidad de los juveniles infectivos de N. aberrans, el Cuadro 1
muestra que los tratamientos fueron estadísticamente iguales entre sí, pero no con relación al
testigo absoluto. Al comparar los datos a nivel numérico, se tiene que el testigo químico (100%)
y Q2000 (99.54%), presentaron los mayores porcentajes de inmovilidad, seguidos de QL
1000/1000 (98.95%). Mientras que quizá el tratamiento con carbofuran inmovilizó totalmente a
los juveniles infectivos por la absorción del nematicida a través de la cutícula, la formulación QL
1000/1000 presentó una efectividad significativa como consecuencia del efecto aditivo de
ambas sustancias, ello a pesar de su poca eficacia para inhibir la eclosión de huevos del
nematodo.

Cuadro 1 Comparación de medias del porcentaje de inmovilidad de juveniles infectivos de N.


aberrans a 72 h de aplicadas diferentes dosis de formulaciones de Quitosán, L. tridentata y
mezclas de ambos.
Formulación Porcentaje de inmovilización de
juveniles infectivos
Testigo absoluto 72.61 a
Testigo químico 100.0 b
L. tridentata 60 % 88.46 b
L. tridentata 80 % 97.83 b
L. tridentata 100 % 95.06 b
L. tridentata 8000 ppm 94.37 b
Quitosan 1000 ppm 97.22 b
Quitosan2000 ppm 99.54 b
QL1000ppm/1000ppm 98.95 b
QL2000ppm/1000ppm 97.19 b
Valores seguidos por la misma letra, son estadísticamente iguales entre sí (Tukey, !<0.05).

397
a

ab

abc

bcd

cd
d
d

d d
d

Figura 1. Porcentaje de eclosión de huevos de N. aberrans al final del período de evaluación (8


días) bajo cada dosis aplicada de quitosán, extracto de L. tridentata y mezclas de ambos. TA=
Testigo absoluto. TQ= Testigo químico. L60= L. tridentata 60%. L80= L. tridentata 80%. L100=
L. tridentata 100%. L8000= L. tridentata 8000ppm. Q1000= Quitosán 1000ppm. Q2000=
Quitosán 2000ppm. QL 1000/1000= Quitosán 1000ppm-L. tridentata 1000ppm. QL 2000/1000=
Quitosán 2000ppm-L. tridentata 1000ppm. Barras con la misma letra son estadísticamente
iguales (Tukey, !<0.05).

En un estudio previo, Peña (2003) obtuvo que el Quitosán a 1000 y 2000ppm, así como la
combinación Quitosán-Larrea 1000ppm/1000ppm y 2000ppm/1000ppm, fueron las mejores
formulaciones al reportarse un 100% de inmovilización de juveniles infectivos de N. aberrans.
En un segundo bioensayo, Peña (2003) probó sólo extractos sódicos de gobernadora y
observó la mayor inmovilización de juveniles infectivos con las formulaciones del extracto al 60,
80 y 100%.
Por su parte Insunza et al. (2001), al evaluar la actividad nematicida de extractos acuosos de
diversas plantas sobre el nematodo Xiphinema americanum, también encontraron una
inmovilización significativa de nematodos, principalmente con extractos de Tagetes erecta, T.
patula y Zinnia elegans.

CONCLUSIONES

1) El menor porcentaje de eclosión de huevos de N. aberrans, se obtuvo al aplicar las


formulaciones Quitosán-Larrea 2000ppm/1000ppm, seguido de Quitosán 2000ppm y
Quitosan1000ppm. Los tratamientos que mostraron porcentajes de eclosión similares al testigo
absoluto fueron Quitosán-Larrea 1000ppm/1000ppm y Larrea al 60%.
2) En el caso del porcentaje de inmovilidad de los juveniles infectivos (J2) de N. aberrans,
todos los tratamientos evaluados de Quitosán y L. tridentata fueron muy similares entre sí, pero
en general lograron reducir la movilidad en comparación con el testigo absoluto.
3) El uso de Quitosán y L. tridentata puede considerarse como una alternativa a la aplicación
de nematicidas como el carbofuran, ello sin dejar de reconocer la necesidad de establecer
experimentos a mayor escala y conocer los efectos de las mejores formulaciones a nivel de
invernadero y campo.

398
Figura 2. Progreso de la eclosión de huevos de N. aberrans durante el período de evaluación
del efecto de diferentes dosis de Quitosán, extracto de L. tridentata y mezclas de ambos. TA=
Testigo absoluto. TQ= Testigo químico. L60= L. tridentata 60%. L80= L. tridentata 80%. L100=
L. tridentata 100%. L8000= L. tridentata 8000ppm. Q1000= Quitosán 1000ppm. Q2000=
Quitosán 2000ppm. QL 1000/1000= Quitosán 1000ppm-L. tridentata 1000ppm. QL 2000/1000=
Quitosán 2000ppm-L. tridentata 1000ppm.

AGRADECIMIENTOS

Los autores agradecemos al Dr. Hugo Lira-Saldivar del Centro de Investigación en Química
Aplicada (CIQA-CONACYT) de Saltillo, Coahuila, el haber proporcionado las diferentes
formulaciones probadas en el presente estudio, así como su asesoría en el manejo de las
mismas.

LITERATURA CITADA

Cid del Prado, V. I., R. H. Manzanilla L., J. Cristóbal A. y G. E. Franco A. 1995. Evaluación de
algunas estrategias para el manejo de Nacobbus aberrans en el cultivo de jitomate
(Lycopersicon esculentum Mill.). p. 175-177. In: Avances en la investigación. Instituto de
Fitosanidad. Colegio de Postgraduados 1995. Montecillo, México.
Cid del Prado, V. I., J. Cristóbal A., G. E. Franco A. y R. H. Manzanilla L. 1997. Manejo de
poblaciones de Nacobbus aberrans en el cultivo de jitomate (Lycopersiconsculentum Mill.). pp.
171-173. In: Avances en la investigación. Instituto de Fitosanidad. Colegio de Postgraduados
1997. Montecillo, México.
Cristóbal, A. J. 2001. Estudios epidemiológicos, alteraciones nutrimentales y estadios de
sobrevivencia en el patosistema Lycopersicon esculentum-Nacobbus aberrans. Tesis
Doctorado en Ciencias. Colegio de Postgraduados. Montecillo, Edo. de Méx. 90 p.
De Anda, V. J. 2003. Biofumigación con solarización y extracto de resina de Larrea tridentata:
una alternativa tecnológica para el control de malezas y nematodos en el cultivo de Brócoli
(Brassica oleracea var. Itálica). Tesis de Licenciatura. Universidad Autónoma Agraria Antonio
Narro. Saltillo, Coah., México. 93p.

399
González, P. A. y M. Sosa C. 2003. Análisis de la vegetación del área de protección de flora y
fauna de Santa Elena (Desierto Chihuahuense, México), utilizando Modelos Digitales de
Elevación. Ecosistemas 2003. México. 37 p.
Gutiérrez, A. 2004. Determinación de toxicidad y bioactividad de cuatro insecticidas orgánicos
recomendados para el control de plagas en cultivos hortícolas. Benson. Agriculture & Food
Institute Corporation. Guatemala. 24 p.
Insunza, V., E. Aballay and J. Macaya. 2001. In vitro nematicidal activity of aqueous plant
extracts on chileand populations of Xiphinema americanum sensu lato. Nematropica 31:47-54.
Jatala, P. 1985. El nematodo falso nodulador de la raíz: Nacobbus spp. p. 47-55. In: Marbán,
M. N. e I. J. Thomason (eds.) Fitonematología Avanzada I. Colegio de Postgraduados,
Montecillo, México.
Lira, S. R. H. 2003. Estado actual del conocimiento sobre las propiedades biocidas de la
gobernadora Larrea tridentata (D. C.) Coville. Rev. Mex. Fitopatol. 21:215-223.
Lira, S. R. H., F. Balvatin G., F. D. Hernández C., D. Jiménez and D. Jasso de R. 2003.
Evaluation of resin content and the antifungal effect of Larrea tridentata (Sesse and Moc. Ex.
DC) Coville extracts from two Mexican deserts against Pythium sp. pringsh. Rev. Mex.
Fitopatol. 21:115-119.
Mojumder, V., A. Karma and P. Dureja. 2002. Effect of neem extracts on activity and mortality of
second-stage juveniles of Meloidogyne incognita. Nematol. Medit. 30:83-84.
Ortega, O. H., C. S. Alonso y M. A. Benavides. 2002. Uso de los complejos polielectrolíticos de
poli acido acrílico quitosán como inductores de tolerancia de estrés en hortalizas. p. 575- 576.
In: II Simposium Iberoamericano de Quitina y VIII Simposium Latinoamericano de Polímeros.
Acapulco, Gro., México.
Peña, R. F. 2003. Actividad nematicida in vitro e in vivo de formulaciones de Quitosán-Larrea
tridentata (D. C.) Coville, contra el nematodo falso nodulador Nacobbus aberrans (Thorne,
1935) Thorne y Allen, 1944. Tesis de Licenciatura. Universidad Autónoma Agraria Antonio
Narro. Saltillo, Coah., México. 54 p.

400
RELACIONES HÍDRICAS DIURNAS EN CUATRO ESPECIES VEGETALES
DEL MATORRAL ESPINOSO TAMAULIPECO, NORESTE DE MÉXICO
4
Iván Alexander Molina Camarillo
1
Humberto González Rodríguez
1
Israel Cantú Silva
5
Roque G. Ramírez Lozano
Marco V. Gómez Meza6

Resumen
Con el fin de entender como los potenciales hídricos ($w) se relacionan al contenido
gravimétrico del suelo y a los componentes de demanda evaporativa atmosférica, las
relaciones hídricas diurnas de cuatro especies arbóreas nativas del Matorral Espinoso
Tamaulipeco (MET) (Cordia boissieri, Condalia hookeri, Diospyros texana, y Bumelia celastrina)
fueron investigadas a intervalos de dos horas entre las 06:00 hrs y las 18:00 hrs de los días 10,
20 y 30 de Julio de 2007 en el Noreste de México. Para llevar a cabo lo anterior, se
seleccionaron cinco plantas aleatoriamente de cada especie en una parcela experimental de 20
m x 20 m sin disturbio y representativa del MET. Los datos obtenidos fueron sometidos a un
diseño de mediciones repetidas. Adicionalmente, se realizó un monitoreo de las condiciones
ambientales prevalecientes (temperatura del aire, humedad relativa y déficit de presión de
vapor) a cada hora y fecha de muestreo. Los resultados indicaron diferencias significativas
(P<0.01) entre especies vegetales, horas del muestreo y la interacción especie x hora del
muestreo. En general, las cuatro especies vegetales mostraron el patrón típico diurno de
variación en el $w. Esto es, el $w disminuyó gradualmente de los valores máximos
observados al amanecer (06:00 hrs) para alcanzar los valores mínimos al mediodía (14:00 hrs),
y posteriormente recuperarse entre las 14:00 y 18:00 hrs. Los valores máximos fluctuaron de –
0.74 MPa (D. texana) a –1.29 MPa (C. boissieri). En cambio, los valores mínimos en el $w
variaron de –1.81 MPa (B. celastrina) a –3.19 MPa (D. texana). Para las tres fechas de
muestreo, los valores del $w se correlacionaron negativamente y significativamente (P<0.001)
con la temperatura del aire (el valor r varía de –0.6537 (B. celastrina) a –0.9328 (D. texana)) y
con el déficit de presión de vapor atmosférico (el valor de r fluctúa de –0.5548 (B. celastrina) a
–0.8934 (D. texana)). Por otro lado, una asociación positiva y significante (P<0.001) fue
encontrada entre el $w y la humedad relativa; el valor r oscila de 0.5637 (B. celastrina) a
0.9107 (D. texana). Los resultados señalan que la habilidad de las especies para controlar su
estado hídrico depende del patrón de absorción de agua y la capacidad para controlar la
pérdida de agua a través del flujo transpiracional, el cual depende, en parte de los
componentes de demanda evaporativa.

Palabras clave: Potencial hídrico, Matorral Espinoso Tamaulipeco, Sequía

INTRODUCCIÓN

La gran diversidad vegetal de plantas nativas (arbustivas y arbóreas) en el Estado de Nuevo


León con potencial forrajero y forestal les ha permitido adaptarse a lo largo de su estación de
crecimiento y ciclo de vida a factores abióticos adversos, particularmente a condiciones
limitantes de humedad en el suelo o sequía edáfica. Aunque se ha documentado variación
genética de mecanismos fisiológicos para evadir la deshidratación del tejido vegetal por el
estrés hídrico en cultivos básicos, es escasa la información disponible sobre el comportamiento
de las relaciones hídricas en plantas nativas del Matorral Espinoso Tamaulipeco (MET), las
cuales tienen una diversidad de usos múltiples en la región Noreste de México (Reid et al.,
1990). En base a lo anterior, el propósito del presente estudio fue caracterizar las relaciones

4
Facultad de Ciencias Forestales, Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL). Apartado
Postal 41, Linares, NL 67700 México. Correspondencia: E-mail: [email protected]
5
Facultad de Ciencias Biológicas, UANL.
6
Facultad de Economía, UANL.

401
hídricas diurnas en cuatro especies arbóreas del MET partiendo de la hipótesis de que el
principal factor que controla el crecimiento vegetal es la disponibilidad de agua.

MATERIALES Y MÉTODOS

Sitio de estudio
El presente estudio fue realizado en la Estación Experimental de la Facultad de Ciencias
o o
Forestales de la Universidad Autónoma de Nuevo León (24 47’N; 99 32’W; elevación 350
msnm) localizada a 8 km al sur del Municipio de Linares, en el Estado de Nuevo León, México.
El tipo de clima según Köppen (1938), modificada por García (1981) citado por González 2004,
que se presenta en dicha localidad es Bsh1, el cual corresponde a un clima subtropical y
semiárido con verano cálido. La temperatura promedio varía entre 14.7°C en enero a 22.3°C en
o
agosto, aunque temperaturas de hasta 45 C son registradas durante el verano. La precipitación
promedio anual es de 805 mm con una distribución bimodal, Los suelos mas comunes que se
pueden identificar son vertisoles y éstos son profundos de una coloración gris-obscuro; son
arcillo-limosos con altos contenidos de montmorillonita, los cuales se expanden y contraen en
respuesta a cambios en los contenidos de humedad en el suelo. El pH y densidad aparente del
–3
suelo a una profundidad de 0-20 cm es 6.5 y 0.8 Mg m , respectivamente. El tipo de
vegetación predominante en el sitio de estudio es el Matorral Espinoso Tamaulipeco (MET)
(SPP-INEGI, 1986).

Material vegetal
Cuatro especies arbóreas fueron aleatoriamente seleccionadas en una parcela de 50 m x 50 m
sin disturbio y representativa del MET. Las especies vegetales arbóreas fueron: Cordia boissieri
A. DC. (Boraginaceae), Condalia hookeri M. C. Johnston (Rhamnaceae), Diospyros texana
Scheele (Ebenaceae), Bumelia celastrina H. B. K. (Sapotaceae).

Procedimientos de muestreo
Ramillas terminales con tejido foliar maduro de cada especie arbórea fueron colectadas el 10,
20 y 30 de julio de 2007 para determinar el potencial hídrico (MPa) a las 06:00, 08:00, 10:00,
12:00, 14:00, 16:00 y 18:00 hrs. En una parcela experimental (50 m x 50 m) del MET sin
disturbio, ubicada en el Campo Experimental de la Facultad de Ciencias Forestales de la
UANL, cinco plantas de cada especie fueron seleccionadas aleatoriamente para determinar el
potencial hídrico.

Medición del potencial hídrico ($w)


Para cada fecha y hora de muestreo, las mismas cinco plantas de cada especie arbórea fueron
utilizadas para determinar el Yw usando la cámara de presión tipo Scholander (Modelo 3005,
SoilMoisture Equipment Corp., Santa Barbara, CA, USA) (Ritchie y Hinckley, 1975). Las
mediciones del Yw se efectuaron entre 10 y 25 segundos después de recolectar las muestras.
–1
Posteriormente, se aplicó presión a la cámara a una tasa de 0.05 MPa seg .

Variables ambientales
Variables ambientales tales como temperatura ambiente (ºC) y humedad relativa (%) fueron
obtenidas (base horaria) en cada fecha de muestreo usando sensores automatizados tipo
HOBO (Familia H8; Forestry Suppliers, Inc., Jackson, MS, USA). El déficit de presión de vapor
atmosférico (DPV, KPa) fue derivado a partir de los datos de temperatura y humedad relativa
(Rosenberg et al., 1983). La cantidad diaria de precipitación pluvial (mm) que se registró
durante el periodo experimental fue cuantificada usando un pluviómetro automatizado marca
HOBO. Adicionalmente, en cada fecha de muestreo se determinó el contenido gravimétrico de
-1
humedad del suelo (kg·kg ; base seca) en muestras extraídas a una profundidad de 0-10, 10-
20, 20-30, 30-40, y 40-50 cm. Para estas determinaciones se consideraron cuatro repeticiones
por profundidad.
Análisis estadísticos
Con el fin de comparar las diferencias en los Yw entre las especies arbóreas a las diferentes
horas del día de cada fecha de muestreo, los datos de Yw se sometieron a un análisis de

402
varianza de acuerdo al modelo del diseño experimental de mediciones repetidas (Potvin et al.,
1990). En este modelo estadístico, las especies arbóreas están representadas entre sujetos, y
las horas de muestreo y la interacción especies x hora se consideraron dentro de los sujetos
como factores de medición repetida. Cuando se detectaron diferencias en los valores del Yw
entre las especies en cada hora del muestreo de cada fecha, la comparación de medias se
efectuó de acuerdo a la prueba de Tukey con un nivel de probabilidad de P=0.05 (Steel y
Torrie, 1980). Con el fin de evaluar la relación diurna entre el Yw de cada especie a variables
ambientales (temperatura, humedad relativa y déficit de presión de vapor), los valores
individuales correspondientes a cada hora y fecha de muestreo se sometieron a un análisis de
correlación de Pearson (Steel y Torrie, 1980). Todos los procedimientos estadísticos se
llevaron a cabo de acuerdo al paquete estadístico SPSS (Statistical Package for the Social
Sciences, versión 9.0 para Windows, SPSS Inc., Chicago, IL, USA).

RESULTADOS

Condiciones ambientales
El comportamiento de la temperatura, humedad relativa y déficit de presión de vapor a cada
hora del muestreo del $w para las fechas del 10, 20 y 30 de Julio de 2007 se ilustran en la
Figura 1. Con respecto al 10 de Julio, la variación en la temperatura, humedad relativa y déficit
o
de presión de vapor entre las 06:00 y 18:00 hrs fue de 23.6 a 33.2 C, del 94 al 40% y de 0.17 a
3.04 KPa, respectivamente, (Figura 1(a)). Para el 20 de Julio, la fluctuación de las variables
o
anteriormente descritas fue de 22.8 a 31.5 C, 98.1 a 54% y de 0.05 y 2.08 KPa,
o
respectivamente, (Figura 1(b)). El 30 de Julio, la variación fue de 22.8 a 33.1 C, de 94.8 a
48.7% y de 0.12 a 2.52 KPa, respectivamente, (Figura 1(c)).
Los valores del contenido gravimétrico de humedad en el suelo a diferentes perfiles de
profundidad para las tres fechas de muestreo se ilustran en el Cuadro 1. Los resultados indican
que los contenidos de humedad en el suelo para el perfil 0-10 cm fluctuó del 18.6 a 25.6%,
para el perfil 10-20 cm los valores de humedad variaron del 16 al 20% y para los perfiles de 20-
30 cm a 40-50 cm oscilaron entre el 11 y el 16%. En general, los contenidos más altos se
registraron para los perfiles 0-10 cm y 20-30 cm.

Cuadro 1. Contenido gravimétrico de la humedad en el suelo (%) a diferentes perfiles de


profundidad determinado en tres fechas de muestreo en el sitio de estudio.
Fecha de Perfil de profundidad del suelo (cm)
Muestreo 0-10 10-20 20-30 30-40 40-50
10 Julio 2007 18.66 16.06 13.83 13.40 11.17
20 Julio 2007 25.57 20.34 16.07 13.81
30 Julio 2007 22.13 17.61 15.31

Variación diurna del $w y su relación a variables ambientales


En las tres fechas de muestreo, el análisis de la varianza del diseño de mediciones repetidas
detectó un efecto altamente significativo entre las especies vegetales (P<0.01), horas del
muestreo (P<0.01), y la interacción especie x hora del muestreo (P<0.01); indicando que las
diferencias en los valores del $w entre especies varió entre las horas del muestreo (Cuadro 2).

403
(a)
(a)

(b)

(c)

Figura 1. Temperatura del aire, humedad relativa (HR) y déficit de presión de vapor (DPV) a
diferentes horas del día 10 (a), 20 (b) y 30 (c) de Julio de 2007 en el sitio de estudio.

Cuadro 2. Resumen del análisis de varianza de acuerdo al diseño de mediciones repetidas


para detectar diferencias en los potenciales hídricos ($w) diurnos entre especies vegetales y
horas de muestreo. El valor de la media, el error estándar (EE) y el coeficiente de variación
(CV, %) son proporcionados. Los análisis estadísticos corresponden a las fechas de muestreo
del 10, 20 y 30 de Julio de 2007 en el sitio de estudio.

404
Fecha de
Muestreo Fuente de Variación gl Cuadrado Medio Valor-F Valor-P
10 Julio 2007 Entre-Sujetos
Especies 3 5.0734 16.88 0.001
Plantas (Especies) 16 0.3006
Dentro-de Sujetos
Hora del Muestreo 6 8.8121 107.50 0.001
Especies x Hora 18 0.3325 4.06 0.001
Error 94 0.0820
Media ± EE = –1.911 ± 0.0244 MPa CV (%) = 14.93

20 Julio 2007 Entre-Sujetos


Especies 3 1.2090 4.00 0.027
Plantas (Especies) 16 0.3024
Dentro-de Sujetos
Hora del Muestreo 6 3.6496 94.88 0.001
Especies x Hora 18 0.1050 2.73 0.001
Error 96 0.0385
Media ± EE = –1.507 ± 0.0166 MPa CV (%) = 13.02

30 Julio 2007 Entre-Sujetos


Especies 3 0.9354 5.34 0.010
Plantas (Especies) 16 0.1751
Dentro-de Sujetos
Hora del Muestreo 6 5.0147 131.75 0.001
Especies x Hora 18 0.0975 2.56 0.002
Error 96 0.0385
Media ± EE = –1.605 ± 0.0165 MPa CV (%) = 12.16

El patrón diurno del $w para cada especie vegetal entre las 06:00 y 18:00 hrs correspondiente
al 10, 20 y 30 de Julio de 2007 se ilustra en la Figura 2. En general, la dinámica del $w en las
cuatro especies estudiadas disminuye de las 06:00 a las 14:00 hrs, posteriormente, se
recupera gradualmente de las 14:00 a las 18:00 hrs. Con respecto a la fecha de muestreo del
10 de Julio (Figura 2(a)), B. celastrina mostró significativamente (P=0.05) los valores más altos
en el $w (–0.87 y –1.91 MPa) a las 06:00 y 14:00 hrs, respectivamente, que aquellos valores
observados por C. boissieri (–1.29 MPa) y D. texana (–3.0 MPa) detectados a las mismas
horas del muestreo. Adicionalmente, a cualquier hora del muestreo entre las 06:00 y 18:00 hrs,
B. celastrina mostró los valores más altos (P=0.05) en el $w con respecto a C. boissieri. La
dinámica en el $w para la fecha del 20 de Julio mostró el siguiente patrón (Figura 2(b)): el valor
más alto (–0.74 MPa) y más bajo (–1.22 MPa) a las 06:00 hrs fue registrado en D. texana y B.
celastrina, respectivamente. En cambio, a las 14:00 hrs, el valor máximo (–2.0 MPa) y mínimo
(–2.51 MPa) en el $w fue observado en D. texana y C. boissieri, respectivamente. En general,
el comportamiento del $w para esta fecha de muestreo, la especie D. texana mostró los
valores más altos (P=0.05) en el $w con respecto a C. boissieri a cualquier hora del muestreo
entre las 06:00 y 18:00 hrs. Con relación al patrón del $w correspondiente a la fecha del 30 de
Julio (Figura 2(c)), el valor más alto (–0.76 MPa) y más bajo (–1.23 MPa) registrado a las 06:00
hrs fue observado en D. texana y C. boissieri, respectivamente. En cambio, a las 14:00 hrs, el
$w fluctuó de –1.86 MPa (B. celastrina) a –2.40 MPa (C. bossieri). En general, a cualquier hora
del muestreo para esta fecha, los valores más altos en el $w fueron detectados en B.
celastrina y D. texana y los más bajos en C. boissieri.

405
(a)

(b)

(c)

Figura 2. Curso diurno del potencial hídrico ($w) a diferentes horas del día 10 (a), 20 (b) y 30
(c) de Julio de 2007 en cuatro especies vegetales del Matorral Espinoso Tamaulipeco, Linares,
NL. México.

Las tres fechas de muestreo, los valores del $w se asociaron negativamente y


significativamente (P<0.001) con la temperatura del aire (el valor r varía de –0.6537 (B.
celastrina) a –0.9328 (D.texana)) y con el déficit de presión de vapor atmosférico (el valor de r
fluctúa de –0.5548 (B. celastrina) a –0.8934 (D. texana)). Por otro lado, una correlación positiva

406
y significante (P<0.001) fue encontrada entre el $w y la humedad relativa; el valor r oscila de
0.5637 (B. celastrina) a 0.9107 (D. texana) (Cuadro 3).

Cuadro 3. Coeficientes de correlación (n=35) entre variables ambientales y el potencial hídrico


($w) en cuatro especies vegetales del Matorral Espinoso Tamaulipeco, Linares, NL. México.
HR=Humedad Relativa; DPV=Déficit de Presión de Vapor.
Fecha de Variable Especie Vegetal
Muestreo Ambiental C. boissieri C. hookeri D. texana B. celastrina
o
10 Julio 2007 Temperatura ( C) –0.8651*** –0.8496*** –0.9328*** –0.6537***
HR (%) 0.8022*** 0.7622*** 0.8523*** 0.5673***
DPV (KPa) –0.7824*** –0.7439*** –0.8369*** –0.5548***
o
20 Julio 2007 Temperatura ( C) –0.8106*** –0.8427*** –0.7985*** –0.6550***
HR (%) 0.7461*** 0.7794*** 0.7158*** 0.5768***
DPV (KPa) –0.7358*** –0.7763*** –0.7098*** –0.5759***
o
30 Julio 2007 Temperatura ( C) –0.8360*** –0.8548*** –0.9211*** –0.8185***
HR (%) 0.8236*** 0.8200*** 0.9107*** 0.7969***
DPV (KPa) –0.8004*** –0.7782*** –0.8934*** –0.7662***
***Indica correlación significante al nivel P<0.001.

DISCUSIÓN

El contrastante patrón diurno de la fluctuación en el $w de las especies vegetales estudiadas a


las diferentes horas y fechas del muestreo estuvo fuertemente influenciado por el curso diurno
de los componentes de demanda evaporativa atmosférica (temperatura del aire, humedad
relativa y el déficit de presión de vapor atmosférico) tal como se ilustra en la Figura 1. De
hecho, una relación altamente significante y negativa entre el $w con la temperatura y el déficit
de presión de vapor fue demostrada a través del análisis de correlación (Cuadro 3). Estos
resultados concuerdan con estudios previos (Oathman, 1997; Le Roux y Bariac, 1998; Kolb y
Stone, 2000; González et al., 2004). Esta relación de causa-efecto tiende a exhibir la curva
Tipo I (Ritchie y Hinckley, 1975), el cual se refiere a que las especies vegetales estudiadas,
bajo condiciones de alta disponibilidad de humedad en el suelo, mostraron los máximos valores
en el $w al amanecer (06:00 hrs) y los mínimos al mediodía (14:00 hrs), con una concurrente
recuperación en el $w al atardecer debido a la baja demanda evaporativa, tal como se ilustra
en la Figura 1(c). Este enunciado puede ser confirmado por la interacción especies x hora del
muestreo. Adicionalmente, el porcentaje de recuperación de los valores del $w a partir del
mediodía (14:00 hrs) hasta las 18:00 hrs para la fecha del muestreo del 10 de Julio fluctuó del
7% (C. boissieri) al 41% (B. celastrina) de los valores observados en el $w a las 06:00 hrs
(Figura 1(a)), mientras que para la fecha del 20 de julio la recuperación del $w varió del 34%
(C. boissieri) al 59% (B. celastrina) de los valores observados al amanecer (Figura 1(b)). Estas
cifras, en general, pueden representar la plasticidad que las especies vegetales estudiadas
poseen para controlar no únicamente la mecánica en el uso eficiente del agua sino que
también, las tasas de absorción de agua bajo condiciones favorables de humedad en el suelo.
Si se asume que al amanecer (06:00 hrs) los valores en el $w representan un verdadero
equilibrio (lo suficientemente cercano) con el $w del suelo (no determinado en el presente
estudio), las diferencias en el $w detectadas a esta hora del muestreo entre B celastrina y C.
boissieri (de –0.87 a –1.29 MPa, respectivamente) para la fecha del 10 de Julio (Figura 2(a)),
por ejemplo, puede ser explicada, en parte, por la resistencia entre el medio radicular o
substrato y la superficie radical y por la resistencia hidráulica de la planta (raíz, tallo y hojas).
Mientras que al mediodía, la diferencia en los valores del $w entre las especies para cualquier
fecha del muestreo, se relaciona a la capacidad transpiracional del tejido foliar y a las
condiciones ambientales prevalecientes. No obstante, se puede inferir que la resistencia
hidráulica del tallo y raíz, la conductancia estomatal de la hoja, el número de elementos
conductores del sistema vascular, la densidad estomatal y los atributos morfológicos y
anatómicos de las hojas y estomas pudieron haber ejercido un importante papel en las

407
relaciones hídricas diurnas del tejido foliar (Castro-Díez et al., 2000; Aasamaa et al., 2001;
Bussotti et al., 2002). Peláez y Bóo (1987) explican que un amplio rango en los valores del $w
entre el amanecer y el mediodía tal y como se demuestra para las tres fechas de muestreo
podría indicar un alto grado de plasticidad o una alta capacidad fisiológica del tejido foliar,
incluyendo la habilidad para usar los solutos en la disminución del potencial osmótico y por
tanto, regular la pérdida de agua para mantener un $w alto. Por el contrario, un rango estrecho
de valores en el $w sugiere condiciones desfavorables tales como baja disponibilidad de
humedad en el suelo o altos valores en el déficit de presión de vapor, condición en el cual la
tasa de absorción no podría compensar la tasa de transpiración.

AGRADECIMIENTOS

La presente investigación fue financiada, en parte, por el International Foundation for Science
(IFS, clave D/2610-1), el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT, clave 4074-N)
y la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL, proyecto PAICYT clave CT1375-2006).
Adicionalmente, deseamos agradecer la asistencia técnica de campo brindada por Manuel
Hernández Charles.

LITERATURA CITADA

Aasamaa, K., Sõber, A. y Rahi, M. 2001. Leaf anatomical characteristics associated with shoot
hydraulic conductance, stomatal conductance and stomatal sensitivity to changes of leaf water
status in temperate deciduous trees. Australian Journal of Plant Physiology, 28:765–774.
Bussotti, F., Bettini, D., Grossoni, P., Mansuino, S., Nibbi, R., Soda, C. y Tani, C. 2002.
Structural and functional traits of Quercus ilex in response to water availability. Environmental
and Experimental Botany, 47:11–23.
Castro-Díez, P., Puyravaud, J.P. y Cornelissen, J.H.C. 2000. Leaf structure and anatomy as
related to leaf mass per area variation in seedlings of a wide range of woody plants species and
types. Oecologia, 124:476–486.
González Rodríguez, H., Cantú Silva, I., Gómez Meza, M.V., y Ramírez Lozano, R.G. 2004.
Plant water relations of thornscrub shrub species, northeastern Mexico. Journal of Arid
Environments, 58:483$503.
Kolb, T.E. y Stone, J.E. 2000. Differences in leaf gas exchange and water relations among
species and tree sizes in an Arizona pine-oak forest. Tree Physiology, 20:1–12.
Le Roux, X. y Bariac, T. 1998. Seasonal variations in soil, grass and shrub water status in a
West African savanna. Oecologia, 113:456–466.
Oatham, M.P. 1997. Water relations of Zygophyllum hamiense, Heliotropium kotschyi and
Panicum turgidum and their response to rangeland management techniques in Abu Dhabi.
Journal of Arid Environments, 35:95–110.
Peláez, D.V. y Bóo, R.M. 1987. Plant water potential for shrubs in Argentina. Journal of Range
Management, 40:6–9.
Potvin, C., Lechowicz, M.J. y Tardif, S. 1990. The statistical analysis of ecophysiological
response curves obtained from experiments involving repeated measures. Ecology, 71:1389–
1400.
Reid, N., Marroquín, J. y Beyer-Münzel, P. 1990. Utilization of shrubs and trees for browse,
fuelwood and timber in the Tamaulipan thornscrub, northeastern Mexico. Forest Ecology and
Management, 36:61$79.
Ritchie, G.A. y Hinckley, T.M. 1975. The pressure chamber as an instrument for ecological
research. Advances in Ecological Research, 9:165–254.
Rosenberg, N.J., Blad, B.L. y Verma, S.B. 1983. Microclimate; the biological environment John
Wiley & Sons. pp170-172 (2nd Edn), New York, NJ.
SPP–INEGI. 1986. Síntesis geográfica del estado de Nuevo León. Secretaría de Programación
y Presupuesto, Instituto Nacional de Geografía e Informática, México.
Steel, R.G.D. y Torrie, J.H. 1980. Principles and procedures of statistics: a biometrical
approach. McGraw-Hill Book Company, 632 p (2nd Edn). New York, NY.

408
RESPUESTA DEL TRIGO AL FERTILIZANTE NITROGENADO BAJO LABRANZA DE
CONSERVACIÓN

1§7 1 1
José Luis Aguilar-Acuña , Marco Antonio Vuelvas-Cisneros , Tomás Medina-Cázares , Oscar
1 1
Arath Grageda-Cabrera , Miguel Hernández-Martínez .

RESUMEN

El incremento del rendimiento de los cereales en general y del trigo en particular debe ir acorde
con una intensificación agroecológica y con el uso eficiente de fertilizantes de una manera
sustentable y sostenible. Los productores que practican la labranza de conservación en el
estado de Guanajuato, México, dejan el 30% de residuos sobre la superficie de la parcela, y
aplican fertilizantes que representan del 10 al 30% de los costos de producción, con una
eficiencia de uso de N (EUN) baja. Con el objetivo de evaluar dosis, fuentes, proporción y etapa
de aplicación de N, con manejo de residuos en labranza de conservación y riego superficial,
sobre el rendimiento de trigo y eficiencia de uso de N, se realizó un ensayo a mediano plazo en
labranza de conservación y riego por gravedad. Se utilizó un arreglo en parcelas divididas con
tres repeticiones. Los factores fueron: cobertura de residuos (30 y 100%) y fraccionamiento de
N (30-70 y 50-50 por ciento de N a la siembra y primer riego, respectivamente) en parcelas
grandes (PG); en parcelas chicas (PCh) los factores: dosis y fuentes de fertilizantes
nitrogenados (SA, U y ULC, éste último es un fertilizante a base de urea de liberación
-1
controlada), se utilizó una densidad de 120 kg de semilla ha de trigo cv. Bárcenas. Los
resultados a manera de conclusión indican que el fertilizante de liberación controlada ULC+U
-1
produjo el mismo rendimiento estadístico que SA y U con 300 kg N ha , pero con una dosis de
N 40 a 60% menor. ULC+U produjo el mayor ingreso neto, mayor tasa de retorno al costo
variable, y mayor relación beneficio costo, que con SA y U. ULC+U duplicó la eficiencia de uso
de N con respecto a SA y U. A pesar de haber sido desarrollado para cultivos redituables como
las hortalizas ha demostrado que se puede utilizar en cultivos de grano como es el trigo,
siempre y cuando se aplique todo a la siembra y debajo de la semilla.

Palabras Claves: Fertilizante de liberación controlada, eficiencia de uso de N.

INTRODUCCIÓN

Entre los cereales, el trigo es el segundo cultivo estratégico para la alimentación humana en
México. Sin embargo, la superficie triguera se ha estado reduciendo a nivel nacional, de
1,217,000 pasó a 518,000 ha en el período 1985 – 2004 con una tasa de disminución anual de
31,171 ha, en contraparte el rendimiento se ha estado incrementando con una tasa anual de 60
-1 -1
kg ha , al pasar de 1.7 a 4.5 t ha en el período 1961 – 2004 (FAO, 2007). Este incremento se
debe a la genética y al manejo agronómico. De acuerdo con Stewart et al. (2005) del 30 al 50%
del rendimiento de los cultivos es atribuible a los nutrimentos aplicados por medio de
fertilizantes comerciales. Aún cuando el consumo total anual de fertilizantes en los cereales ha
ido en aumento (IFA, 2007). El incremento del rendimiento de los cereales en general y del
trigo en particular debe ir acorde con una intensificación (Cassman, 1999) agroecológica y con
el uso eficiente de fertilizantes (Dobermann, 2005).
En Guanajuato se cosecharon 684,477 t de trigo y cebada, en 140,213 ha, bajo condiciones de
-1 -1
riego en el ciclo OI 2002/2003, con rendimientos promedios de 5.0 t ha , 4.9 t ha ,
respectivamente (SAGARPA, 2004). Los productores que practican la labranza de
conservación en el estado, comúnmente empacan el 70% (generalmente lo venden) y dejan el
30% de residuos sobre la superficie de la parcela.
Las prácticas de manejo de residuos como la quema, empacado e incorporación al suelo con el
arado y la rastra en el sistema de rotación cereal-cereal, han contribuido a reducir el contenido
de materia orgánica (MO) del suelo de 2.6 a 0.6% durante los últimos 35 años y al incremento
-1
de las dosis de fertilización de 150 a 320 kg N ha en el cultivo de trigo en el Bajío (Grageda,
2003), con riesgos de contaminación a los acuíferos e incremento del calentamiento global.

7
Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias - Campo Experimental
§
Bajío. Autor para correspondencia: [email protected]

409
Por lo tanto, La producción agrícola no puede ser sostenida si los nutrimentos removidos
durante la fase de cultivo no son repuestos, y si las prácticas agrícolas apropiadas no son
implementadas para mantener la MO del suelo.
La labranza de conservación juega un papel importante en la restauración de la fertilidad del
suelo, consiste en la siembra directa sin preparación previa del terreno ni labores mecanizadas
durante el ciclo del cultivo, dejando cubierto con residuos de cosecha al menos un 30% de la
superficie del suelo (Erenstein, 1995). Reduce la erosión hídrica y eólica del suelo, e
incrementa paulatinamente el contenido de materia orgánica de la capa superficial del suelo
(Grageda, 2003), lo que permite un mejor aprovechamiento del agua de riego y de lluvia.
Con respecto a los fertilizantes, estos representan del 10 al 30% de los costos de producción, y
-1
con una eficiencia de uso de N (EUN) de 40 a 70 kg de grano kg de N aplicado (Dobermann,
2005). La EUN varia con la especie de cultivo, prácticas de manejo, propiedades y condiciones
ambientales del suelo, con la dosis, fuente y forma de aplicación del fertilizante (Shaviv, 2001).
El N no recuperado por los cultivos genera, aparte de grandes pérdidas económicas,
problemas de contaminación de acuíferos y atmosféricos. El continuo incremento en los precios
de los fertilizantes ha creado un incentivo adicional para el uso económico de los nutrimentos.
El objetivo fue evaluar dosis, fuentes, proporción y etapa de aplicación de N, con manejo de
residuos en labranza de conservación y riego superficial, sobre el rendimiento de trigo y
eficiencia de uso de N.

METODOLOGÍA

Factores de Estudio y Diseño Experimental


En el ciclo OI 2006/2007 se condujo un experimento de fertilización en el Campo Experimental
Bajío.
Previo a la siembra se sacaron muestras de suelo de 0-5, 5-15, 15-30 y 30-45 cm de
profundidad para caracterizar el suelo donde se instaló el ensayo. Se utilizó un arreglo en
parcelas divididas analizado como un bloques completos al azar con tres repeticiones. En este
ensayo se probaron los factores: cobertura de residuos (30 y 100%) y fraccionamiento de N
(30-70 y 50-50 porciento de N a la siembra y primer riego, respectivamente) en parcelas
grandes (PG); en parcelas chicas (PCh) se probaron los factores: dosis y fuentes de
fertilizantes nitrogenados (SA, U y ULC, éste último es un fertilizante a base de urea de
-1
liberación controlada de Haifa), se utilizó una densidad de 120 kg de semilla ha de trigo cv.
Bárcenas.

Variables evaluadas
Las variables evaluadas fueron: rendimiento de grano, paja y biomasa total, extracción de N, P
y K en grano, paja y biomasa total. Se evaluó la eficiencia de uso de N (EUN) aplicado
(Casmann et al., 2002), para propósitos de enfatizar la respuesta del rendimiento del cultivo a
N, mediante el siguiente modelo: EUN = (Rendimiento en kg del tratamiento fertilizado / N
aplicado en kg).
Los análisis estadísticos, como son los análisis de varianza, y las pruebas de comparación de
medias por Tukey (p<0.05), se realizaron en el programa SAS (Statistical Analysis System,
1996).

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

A continuación se presentan los resultados preliminares obtenidos en el cultivo de trigo durante


su primer ciclo de prueba OI 2006/2007 en Labranza de Conservación.

Análisis de suelos
En el Cuadro 1 se muestran los resultados de los análisis de suelo a cuatro profundidades
antes de la siembra del ciclo OI 2006/2007. La MO presentó contenidos medianos a
moderadamente alto, N inorgánico o mineral fluctuó de moderadamente bajo a mediano, P
Olsen de bajo a moderadamente bajo, K intercambiable resultó alto, y C orgánico de mediano a
moderadamente alto.

Rendimiento
El rendimiento de grano, paja y biomasa fueron afectados en forma diferente por los factores
principales estudiados: cobertura de residuos, fraccionamiento del N, fuente de fertilizante

410
nitrogenado y dosis de N (Cuadro 2). Entre los tratamientos de parcela grande (PG), la
cobertura de residuos con el 100% y el fraccionamiento 50 – 50 de N (50% a la siembra y 50%
al primer riego a los 45 días después del riego de siembra) incidieron en el mayor rendimiento
de trigo. Este resultado para el primer ciclo de prueba en labranza de conservación, sugiere
que en los primeros 45 días, el cultivo requiere más N de lo que la planta demanda para que el
excedente lo utilicen los microorganismos en la descomposición de los residuos.

Cuadro 1. Análisis de suelo inicial en el experimento de fertilización. INIFAP-CEBAJ, Ciclo OI


2006/2007.

Determinación Profundidad (cm) Acumulado


0-5 5-15 15-30 30-45 0-45 cm
3
Densidad aparente (g cm ) 1.18 1.21 1.26 1.26
MO (%) 2.60 2.55 2.31 2.15

N inorgánico (kg) 6.25 10.47 16.35 22.68 55.7


P Olsen (kg) 6.37 15.49 14.42 9.34 45.6

K intercambiable (kg) 607.11 1242.67 1782.27 1642.41 4674.1

Entre los tratamientos de parcela chica (PCh), la fuente urea de liberación controlada más urea
normal (ULC+U), y la dosis media de N tuvieron un efecto significativo sobre el rendimiento de
grano, paja y biomasa de trigo (Cuadro 2). Los rendimientos medios para el primer ciclo de
trigo en labranza de conservación se consideran buenos.

Cuadro 2. Respuesta del rendimiento del grano, paja y biomasa de trigo a factores principales
en el experimento de fertilización. INIFAP-CEBAJ Ciclo OI 2006/2007.
(1)
Rendimiento
Tratamiento por Factor IC Grano Paja Biomasa
-1 -1 -1
(t ha ) (t ha ) (t ha )
Residuos (%):
30 0.474 7.24 b 8.04 a 15.28 a
100 0.484 7.62 a 8.11 a 15.74 a
Tukey DSH0.05 0.28 0.35 0.62
Fraccionamiento de N (%S - %1erR):
30-70 0.478 7.22 b 7.88 b 15.10 b
50-50 0.481 7.65 a 8.26 a 15.91 a
Tukey DSH0.05 0.30 0.26 0.56
Fuente de N:
SA 0.464 7.18 b 8.30 a 15.47 a
U 0.471 7.23 b 8.11 ab 15.34 a
ULC+U 0.502 7.89 a 7.82 b 15.71 a
Tukey DSH0.05 0.35 0.37 0.71
(2)
Dosis de N :
Baja 0.498 7.43 b 7.50 b 14.93 b
Media 0.491 8.02 a 8.32 a 16.34 a
Alta 0.449 6.85 c 8.40 a 15.25 b
Tukey DSH0.05 0.35 0.37 0.71
(1)
Letras distintas en la misma columna indican diferencias estadísticamente significativas entre
tratamientos (P"0.05) por la Diferencia Significativa Honesta (DSH) de Tukey.
(2) -1
Para SA y U las dosis baja, media y alta son: 225, 300, 375 kg N ha ; Para ULC+U las dosis
-1
baja, media y alta son: 120, 180, 240 kg N ha .

411
Durante el primer ciclo del ensayo de trigo en labranza de conservación la respuesta del cultivo
-1
a la dosis de N fue con 300 kg ha , (Cuadro 3). Aún cuando SA resultó con mayor rendimiento
-1
a la fuente U no hubo diferencias estadísticas entre ellas con 300 kg N ha , pero al utilizar
-1
ULC+U con una dosis menor, 120 a 180 kg N ha , el rendimiento fue estadísticamente igual,
esto significa que ULC+U resultó más eficiente que las otras fuentes. La redistribución de
fotosintatos puede estimarse por la relación entre el rendimiento de grano y la biomasa total o
índice de cosecha (IC), el cual fluctuó de 0.412 a 0.544, valores más altos a los obtenidos por
Grageda-Cabrera et al., (2004), quienes al comparar fuentes de fertilizante nitrogenado
encontraron que SA>NA>U en el rendimiento de trigo.

Cuadro 3. Respuesta del rendimiento del grano, paja y biomasa de trigo a la interacción de
factores de parcela chica en el experimento de fertilización. INIFAP-CEBAJ Ciclo OI 2006/2007.
-1
Tratamiento de Parcela Chica Rendimiento (t ha )
PCh Fuente Dosis de N IC Grano Paja Biomasa
-1
No. de N (kg ha )
1 SA 225 0.474 7.26 bc 8.07 ab 15.33 abc
2 300 0.501 8.24 a 8.22 ab 16.46 ab
3 375 0.412 6.03 d 8.60 ab 14.63 c
4 Urea 225 0.478 7.15 bc 7.81 b 14.96 bc
5 300 0.494 7.70 ab 7.91 b 15.60 abc
6 375 0.443 6.85 c 8.61 ab 15.46 abc
7 ULC+U 120 0.544 7.89 ab 6.61 c 14.50 c
8 180 0.479 8.12 a 8.84 a 16.96 a
9 240 0.489 7.67 ab 7.99 ab 15.67 abc

Tukey DSH0.05 0.81 0.85 1.65

-1
Al realizar el análisis económico resultó que con 120 kg N ha y ULC+U se obtuvo el mayor
Ingreso Neto (IN = $12,132), Tasa de Retorno al Costo Variable (TRCV = 114) y Relación
Beneficio Costo (RBC = 1.31) (datos no mostrados).

Extracción de N en grano, paja y biomasa

Todos los tratamientos mostraron diferencias visuales con respecto al testigo absoluto (sin
fertilizante) el cual fue más clorótico y de menor altura. El N extraído de grano, paja y biomasa
fueron afectados en forma diferente por los factores principales estudiados: cobertura de
residuos, fraccionamiento del N, fuente y dosis de N (Cuadro 4). El índice de cosecha de N
(ICN), indica la proporción de N en el grano con respecto al N acumulado en toda la planta, el
cual fue alto y fluctuó entre 0.773 y 0.811, comparado con los valores de 0.54 a 0.69
reportados por López et al, (2001).
La combinación de ULC + U en una proporción de 50-50, aplicado todo a la siembra y con el
100% de residuos resultó con el mayor rendimiento de grano y extracción de N (Cuadro 9). Es
importante denotar que con esta fuente el N extraído por el grano y la biomasa resultó mas
-1 -1
alto, 190 y 231 kg ha , respectivamente, a la dosis promedio aplicada de 180 kg ha , el N
restante lo aportó el suelo, esto significa que hubo mayor eficiencia del fertilizante y menor
pérdida del mismo, comparado con SA o con U cuyas extracciones fueron menores a la dosis
-1
promedio aplicada, 300 kg ha , lo que indica que esta dosis fue excesiva y por lo tanto parte
del N se lixivió a capas más profundas o se volatizó a la atmósfera en forma de gas (Grageda-
Cabrera et al., 2004). Según datos de Sullivan et al. (1999) en el noroeste del pacifico en USA,
-1
el trigo extrae en la biomasa 150 kg N ha aproximadamente, cantidad inferior a la obtenida en
el Cuadro 4.
El P extraído de grano, paja y biomasa fueron afectados en forma diferente por los factores
principales estudiados: cobertura de residuos, fraccionamiento del N, fuente y dosis de
fertilizante nitrogenado (Cuadro 5). El alto índice de cosecha de P (ICP) fluctuó entre 0.91 y

412
0.93, se debe a que el P se acumula en los órganos reproductivos como la semilla y a que el
cultivo estaba lo suficientemente fertilizado con P.
-1
El N influyó en la extracción de P, la aplicación de 120 kg de N ha , 50% de ULC + 50% U,
todo a la siembra y 100% de residuos resultó con la mayor extracción de P en el grano, con
-1 -1
34.4 kg P ha , esto equivale a 78.7 kg P2O5 ha .
Dado que en el sistema de labranza de conservación el producto económico es el grano de
trigo y éste extrae del campo agrícola cantidades considerables de N y P2O5 es importante
regresarle al suelo cuando menos la misma cantidad como fertilizante a manera de
mantenimiento y evitar la disminución de la fertilidad.

Cuadro 4. Respuesta del N extraído en grano, paja y biomasa de trigo a factores principales.
INIFAP.

N extraído(1)
Tratamiento por Factor ICN Grano Paja Biomasa
-1 -1 -1
(kg ha ) (kg ha ) (kg ha )
Residuos (%): Re
30 0.795 159 b 41 b 200 b
100 0.795 167 a 43 a 210 a
Tukey DSH0.05 6.5 1.8 8.1
Fraccionamiento de N (%S - %1erR): Fr
30-70 0.796 160 a 41 b 201 b
50-50 0.795 167 a 43 a 210 a
Tukey DSH0.05 7.1 1.8 8.1
Fuente de N: FN
SA 0.790 162 b 43 a 205 ab
U 0.789 157 b 42 ab 199 b
ULC+U 0.811 172 a 41 b 212 a
Tukey DSH0.05 7.7 1.0 9.6
(2)
Dosis de N : DN
Baja 0.811 159 b 37 b 196 b
Media 0.801 177 a 44 a 221 a
Alta 0.773 154 b 45 a 199 b
Tukey DSH0.05 7.6 1.9 9.6
(1)
Letras distintas en la misma columna indican diferencias estadísticamente significativas entre
(2)
tratamientos (P"0.05) por la Diferencia Significativa Honesta (DSH) de Tukey. Las dosis baja, media
-1 -1
y alta para SA y U son: 225, 300, 375 kg N ha ; Para ULC+U son: 120, 180, 240 kg N ha .

Cuadro 5. P extraído en grano, paja y biomasa de trigo afectado por factores principales.
INIFAP.

P extraído(1)
Tratamiento por Factor ICP Grano Paja Biomasa
-1 -1 -1
(kg ha ) (kg ha ) (kg ha )
Residuos (%): Re
30 0.910 23.4 b 2.2 a 25.7 b
100 0.928 25.8 a 1.9 b 27.8 a
Tukey DSH0.05 0.8 0.1 0.8
Fraccionamiento de N (%S - %1erR): Fr
30-70 0.926 23.9 b 1.9 b 25.8 b
50-50 0.917 25.3 a 2.3 a 27.6 a
Tukey DSH0.05 1.0 0.1 1.0
Fuente de N: FN
SA 0.921 23.6 b 2.0 b 25.6 b

413
U 0.908 23.8 b 2.3 a 26.2 b
ULC+U 0.930 26.4 a 2.0 b 28.4 a
Tukey DSH0.05 1.1 0.1 1.2
(2)
Dosis de N : DN
Baja 0.920 25.3 b 2.1 a 27.5 b
Media 0.927 26.7 a 2.1 a 28.8 a
Alta 0.916 21.9 c 2.0 b 23.9 c
Tukey DSH0.05 1.1 0.1 1.2
(1)
Letras distintas en la misma columna indican diferencias estadísticamente significativas entre
(2)
tratamientos (P"0.05) por la Diferencia Significativa Honesta (DSH) de Tukey. Las dosis baja, media
-1 -1
y alta para SA y U son: 225, 300, 375 kg N ha ; Para ULC+U son: 120, 180, 240 kg N ha .

La exportación del grano de la parcela y la extracción alta de N y P por el grano es la razón por
la que el cultivo responde a la aplicación de fertilizantes nitrogenados y fosfóricos.
El K extraído de grano, paja y biomasa fueron afectados en forma diferente por los factores
principales estudiados: cobertura de residuos, fraccionamiento del N, fuente y dosis de
fertilizante nitrogenado (Cuadro 6), la fuente ULC+U con dosis baja y media influyeron en la
mayor extracción de K en el grano. El K tuvo bajo ICK, entre 0.081 y 0.091, ya que se acumula
en los tallos para darle fortaleza al cultivo y evitar el acame (Tisdale et al., 1993).
El 30% de cobertura, el fraccionamiento de N en 50-50 (siembra y 1er riego), el SA y la dosis
-
alta de N favorecieron la extracción de K en la paja, con fluctuaciones entre 233 y 244 kg K ha
1
.
-1
El N influyó en la extracción de K, la aplicación de 120 kg de N ha , 50% de ULC + 50% U,
todo a la siembra y 100% de residuos resultó con la mayor extracción de K en el grano, con 26
-1 -1 -1
kg ha , aunque resultó menor la extracción en paja (139.6 kg K ha ) y biomasa (166 kg K ha )
-1
con respecto a otros tratamientos. La extracción de K en la paja equivale a 167.5 kg K2O ha , y
como los productores acostumbran sacar el 70% y dejar el 30% de los residuos en sus
-1
campos, con esta acción y al mineralizarse la paja regresan solo 50 kg de K2O ha , esto es
menos de la tercera parte del K extraído, aún cuando el suelo está bien abastecido de K, es
importante regresarle al menos la cantidad extraída en la paja a manera de mantenimiento.
Aunque grandes cantidades de N y P son removidas del suelo por el grano de trigo, cantidades
significativas de K permanecen en los residuos después de la cosecha (Prasad y Power, 1991;
-1
Kumar y Gog, 2000). Los rangos de N, P, K, fueron de 4.5 a 6.2; 0,1 a 0.7; 16.9 a 32.8, kg t
residuo, respectivamente, de los cuales la paja extrae cantidades importantes de K.

414
Cuadro 6. K extraído en grano, paja y biomasa de trigo afectado por factores principales.
INIFAP.

K extraído(1)
Tratamiento por Factor ICK Grano Paja Biomasa
-1 -1 -1
(kg ha ) (kg ha ) (kg ha )
Residuos (%): Re
30 0.082 20.2 a 225.4 a 246.4 a
100 0.089 21.0 a 214.0 b 235.0 b
Tukey DSH0.05 0.8 9.4 10.1
Fraccionamiento de N (%S - %1erR): Fr
30-70 0.088 20.6 a 212.6 b 233.3 b
50-50 0.086 21.3 a 226.8 a 248.2 a
Tukey DSH0.05 0.8 7.0 7.9
Fuente de N: FN
SA 0.081 20.7 b 233.6 a 254.4 a
U 0.089 20.4 b 208.2 b 228.6 b
ULC+U 0.091 21.9 a 217.3 b 239.3 b
Tukey DSH0.05 1.0 10.3 11.2
(2)
Dosis de N : DN
Baja 0.099 21.4 a 194.4 c 215.8 c
Media 0.091 22.1 a 220.9 b 243.2 b
Alta 0.074 19.5 b 243.8 a 263.3 a
Tukey DSH0.05 1.0 10.3 11.2
(1)
Letras distintas en la misma columna indican diferencias estadísticamente significativas entre
(2)
tratamientos (P"0.05) por la Diferencia Significativa Honesta (DSH) de Tukey. Las dosis baja,
-1 -1
media y alta para SA y U son: 225, 300, 375 kg N ha ; Para ULC+U son: 120, 180, 240 kg N ha .

Eficiencia de uso de N
Según Raun y Jonnson (1999) la fuente amoniacal como SA es más eficiente que la U, sin
embargo, no se presentaron diferencias significativas entre estas fuentes en el estudio. La EUN
-1
más alta fué de 77.4 kg kg y se obtuvo en el tratamiento con el 100% de cobertura de
-1
residuos, con ULC+U en proporción de 50% de cada fuente con dosis de 120 kg N ha y todo
el fertilizante aplicado a la siembra (Cuadro 7). Según Dobermann, (2005) una alta EUN como
este caso, se obtiene cuando se combina dosis bajas de N, buen manejo agronómico y alto
rendimiento. A mayor eficiencia, como este caso, menor pérdida por lixiviación (Barak et al.,
2006).

Cuadro 7. Respuesta de la Eficiencia de uso de N en el cultivo de trigo a la interacción de


factores de parcela grande x parcela chica en el experimento de fertilización. CEBAJ Ciclo OI
2006/2007.

Parcelas Grandes Parcelas Chicas Eficiencia de uso de N


Residuos Fraccto de N Fuente de N Dosis de N EUN DE ±
-1
% (%S - %1erR) (kg ha ) (kg kg-1)

30 30 - 70 SA 225 29.5
5.6
30 30 - 70 SA 300 25.4
1.6
30 30 - 70 SA 375 16.3
0.0
30 30 - 70 U 225 31.8 2.3
30 30 - 70 U 300 25.8 1.7
30 30 - 70 U 375 18.3 0.6

415
30 30 - 70 ULC+U 120 65.6
4.7
30 30 - 70 ULC+U 180 41.2
2.6
30 30 - 70 ULC+U 240 30.6
0.0
30 50 - 50 SA 225 30.2
0.0
30 50 - 50 SA 300 29.1
2.6
30 50 - 50 SA 375 18.5
1.1
30 50 - 50 U 225 32.2 1.2
30 50 - 50 U 300 25.6 3.2
30 50 – 50 U 375 19.0 2.0
30 50 - 50 ULC+U 120 57.6 4.1
30 50 - 50 ULC+U 180 39.7 0.7
30 50 - 50 ULC+U 240 28.8 1.8
100 30 - 70 SA 225 34.1 1.2
100 30 - 70 SA 300 26.8 2.4
100 30 - 70 SA 375 13.9 0.5
100 30 - 70 U 225 25.6 1.7
100 30 - 70 U 300 24.0 0.9
100 30 - 70 U 375 16.9 1.9
100 30 - 30 ULC+U 120 62.2 5.0
100 30 - 30 ULC+U 180 49.3 4.2
100 30 - 70 ULC+U 240 35.5 5.8
100 50 - 50 SA 225 35.2 3.5
100 50 - 50 SA 300 28.4 0.9
100 50 - 50 SA 375 15.6 1.1
100 50 - 50 U 225 37.5 1.2
100 50 - 50 U 300 27.1 0.4
100 50 - 50 U 375 18.7 1.8
100 50 - 50 ULC+U 120 77.4 5.6
100 50 - 50 ULC+U 180 50.0 2.0
100 50 - 50 ULC+U 240 32.9 2.3

CONCLUSIONES

El fertilizante de liberación controlada ULC+U produjo el mismo rendimiento estadístico a SA y


-1
U con 300 kg N ha , pero con una dosis de N 40 a 60% menor.
ULC+U produjo el mayor ingreso neto, mayor tasa de retorno al costo variable, y mayor
relación beneficio costo, que con las fuentes convencionales SA y U.
El fertilizante de liberación controlada ULC+U duplicó la eficiencia de uso de N con respecto a
las fuentes SA y U, y por lo tanto redujo la pérdida de N y dio mayor protección para el agua y
aire.
A pesar de haber sido desarrollado para cultivos redituables como las hortalizas ha demostrado
que se puede utilizar en cultivos de grano como es el trigo, siempre y cuando se aplique todo a
la siembra y debajo de la semilla.

BIBLIOGRAFÍA

Barak, E., O. Achilea, A. Shaviv, J. Nolasco, L. Aubertin and M. Thomas. 2006. Haifa Multigro
for continuos and highly efficient nutrition in cash crops. IFA Agriculture Conference, Kunming,
China, 27 february – 2 march 2006.
Cassman K.G. 1999. Ecological intensification of cereal production systems: Yield potential, soil
quality, and precision agriculture. Proc. Natl. Acad. Sci. (USA) 96:5952-5959.

416
Dobermann, A. 2005. Nitrogen use efficiency – state of the art. In: IFA International Workshop
on Enhanced-Efficiency Fertilizers Frankfurt, Germany, 28-30 June 2005.
Dobermann A. and K.G. Cassman 2002 Plant nutrient management for enhanced productivity in
intensive grain production systems of the United States and Asia. Plant and Soil. 247: 153-175.
Erenstein, O., 1995. The economics of productivity Embancing Resource Conserving (PERC)
Technologies in the Tropics: The Case of Conservation Tillage in Maize- based Farming
Systems in México, Mexique: CIMMYT Economics Program, 1995, 25p.
FAO. 2007. FAOSTAT database. [cited 2007 august 7]. http://apps.fao.org/.
Grageda-Cabrera, O.A., T. Medina-Cázares, J.L. Aguilar-Acuña, M. Hernández-Martínez, E.
Solís-Moya, G. Aguado-Santacruz y J.J. Peña-Cabriales. 2004. Pérdidas de nitrógeno por
emisión de N2 y N2O en diferentes sistemas de manejo y con tres fuentes nitrogenadas.
Agrociencia 38:625-633.
Grageda-Cabrera, O. A., Mora, M., Castellanos, R.J.Z., Follet, R.F., and Peña-Cabriales, J.J.
2003. Fertilizar nitrogen recovery under different tillage treatments and cropping sequences in a
Vertisol in Central México. IAEA-TECDOC. 1254:39-55.
IFA (International Fertilizer association). 2007. IFADATA. [cited 2007 august 8].
http://www.fertilzer.org/ifa/statistics/ifadata/dataline.asp
Kumar, K., and K.M. Goh. 2000. Crop residues and management practices: Effects on soil
quality, soil nitrogen dynamics, crop yield, and nitrogen recovery. Adv. Agron. 68:197-319.
Prasad, R., and J.F. Power. 1991. Crop residue management. Adv. Soil Sci. 15: 205-239.
Raun, W. R., and G.V. Johnson. 1999. Improving nitrogen use efficiency for cereal production.
Agron. J. 91:357-363.
SAGARPA. 2004. SIAP Anuario estadístico. México, D.F.
SAS. 1996. Statistical Analysis System for windows. Release 6.12. CD room. SAS Institute Inc.
Cary, NC., USA.
Shaviv, A. 2001. Improvement of fertilizer efficiency – Product Processing, Positioning and
Application Methods. Proc. - Int. Fert. Soc. (2001), 469: 1-23.
Sullivan D.M., J.M. Hart, and N.W. Christensen. 1999. Nitrogen uptake and utilization by pacific
northwest crops. PNW 513. A Pacific Northwest Extention publication. Oregon State University.
Sumner, E. 2000. Handbook of soil science. CRC Press, Washington, D.C.
th
Tisdale, S. L., W.L. Nelson, J.D. Beaton y J.H. Havlin. 1993. Soil Fertility and fertilizer. 5 ed.
MacMillan. New York, USA. 855 p.

417
CONTROL MICROBIOLÓGICO DEL NEMATODO FALSO NODULADOR, NACOBBUS
ABERRANS, EN CONDICIONES DE CAMPO
8,
Francisco Franco-Navarro *
1
Ignacio Pérez-Rodríguez
9
Rafael Acosta-Hernández

RESUMEN

El nematodo falso nodulador, Nacobbus aberrans, afecta a un número importante de plantas


cultivadas, induciendo la formación de agallas y reduciendo significativamente su rendimiento.
En México está presente en 10 estados, causando pérdidas en jitomate, chile y frijol. En suelo,
los nematodos interaccionan con otros organismos, los cuales pueden fungir como especies
antagonistas o bioreguladoras, lo que ha llevado a explorar esta rama del control biológico con
el fin de incorporarlo como un elemento más en el manejo integrado de éste tipo de
nematodos. El presente trabajo da cuenta de un experimento conducido para probar la
eficiencia de un aislamiento mexicano del hongo nematófago Pochonia chlamydosporia sobre
N. aberrans, en combinación con un esquema de rotación de cultivos. Este experimento se
realizó bajo un sistema de riego por goteo y en un terreno naturalmente infestado con el
-1
nematodo. El hongo se aplicó (7500 clamidosporas g suelo + vermicomposta a dosis de 10
-1
ton ha ), una semana antes del transplante de col (no susceptible) y chile (susceptible),
respectivamente. Cada 30 días se registró la dinámica poblacional del hongo y del nematodo;
también se registraron el número de agallas en raíces de chile y el parasitismo de huevos
durante el ciclo con chile. En col no se encontraron nematodos, pero el hongo alcanzó un
número elevado de UFC en suelo y raíces hacia el final del ciclo. Antes del transplante de chile,
-1
hubo 13,833 UFC g de suelo, y 45,500 a los 90 días posteriores al transplante; el número de
-1
nematodos y de agallas g de raíces, fueron menores donde se aplicó el hongo en
comparación con el testigo absoluto y la aplicación de carbofuran. Durante el ciclo con chile, el
parasitismo de huevos a 60 y 90 días posteriores al transplante fue del 37% y 58%,
respectivamente.

Palabras clave: control microbiológico, chile, hongos nematófagos, nematodos fitopatógenos.

INTRODUCCIÓN

El interés por las enfermedades provocadas por nematodos en distintos cultivos agrícolas ha
aumentado a consecuencia de las pérdidas económicas que éstas producen; tal es el caso del
nematodo falso nodulador, Nacobbus aberrans, el cual causa pérdidas importantes en cultivos
como el chile (Capsicum annum L), jitomate (Lycopersicon esculentum Mill), y frijol (Phaseolus
vulgaris L.) (Cristóbal, 2001). En la República Mexicana, se ha detectado a Nacobbus aberrans
en 10 entidades (Cid del Prado et al., 1996), siendo el jitomate el cultivo más afectado y en el
cual induce la enfermedad conocida como “jicamilla”, debido al tipo de agallas que éste
produce en las raíces de las plantas. Entre los estados en los cuales ha sido reportado este
patógeno se encuentran: Oaxaca (Montes-Belmont, 1986), Hidalgo, Puebla, Estado de México,
San Luis Potosí, Guanajuato, Morelos, Tlaxcala, Coahuila y Zacatecas (Cid del Prado y García,
1991). Los daños encontrados principalmente en los cultivos de jitomate, frijol y chile son
cuantiosos al reducirse significativamente la producción; en Hidalgo por ejemplo, se le atribuye
el abandono del cultivo y en Tecamachalco, Pue., las pérdidas a nivel de campo son del 50-
70% (Cid del Prado et al., 1997). Cristóbal (2001), trabajando con tres diferentes condiciones
de manejo en un predio infestado con N. aberrans en Tecamachalco, Pue., estimó las pérdidas
de producción de jitomate cv. Río Grande en un 11.7% bajo un control integrado, de un 29.4%
haciendo uso de prácticas regionales y de un 83.1% sin control alguno.
El nematodo falso nodulador es sin duda un problema en los campos agrícolas, ya que donde
está presente afecta no sólo a plantas cultivadas sino también parasita a plantas arvenses;

8
Programa de Fitopatología. Colegio de Postgraduados-Campus Montecillo, Texcoco, 56230,
Estado de México.
9
Programa de Hidrociencias. Colegio de Postgraduados-Campus Montecillo, Texcoco, 56230,
*
Estado de México. E-mail: [email protected].

418
además, posee un amplio rango de hospedantes, sobrevive aún en ausencia de plantas y tiene
una alta capacidad reproductiva, convirtiéndose así en una plaga difícil de controlar.

De manera general, existen diversos métodos de control de nematodos fitopatógenos, aunque


el más utilizado es el químico. A pesar de que el costo por las aplicaciones de productos
químicos es muy elevado, se realiza de manera constante. Un agravante más de estos
productos es el hecho de que en la actualidad existen restricciones ambientales que han
provocado la salida de varios productos con propiedades nematicidas, entre los que resalta el
bromuro de metilo. Ante estas circunstancias, desde hace varios años ha comenzado la
búsqueda de nuevas formas de control, tales como la utilización de mejoradores de suelo o la
utilización de enemigos naturales que regulen de manera permanente el desarrollo de
nematodos fitopatógenos en el suelo. Entre los diversos organismos que pueden ser
antagonistas de nematodos se encuentran: las bacterias, los nematodos depredadores, los
protozoos, los ácaros y los hongos; los dos grupos más estudiados respecto al control de
nematodos fitopatógenos han sido las bacterias y los hongos. De los microorganismos más
estudiados y que poseen la capacidad de regular poblaciones de nematodos fitopatógenos en
suelo se encuentran Arthrobotrys spp. Corda y Paecilomyces spp. Bainier. Hoy en día se sabe
que otro hongo con potencial para el control biológico de nematodos, principalmente
agalladores (Meloidogyne spp.) y el nematodo falso nodulador (Nacobbus aberrans) es
Pochonia chlamydosporia (Goddard) Zare & Gams (= Verticillium chlamydosporium) (Zare et
al., 2001).
Pochonia chlamydosporia es un parásito facultativo que se presenta naturalmente en suelos
supresivos y que es considerado en la actualidad como uno de los agentes más prometedores
en el control biológico de nematodos fitopatógenos (Atkins et al., 2003; Kerry, 1997). Este
hongo que habita en el suelo, puede sobrevivir en fase de clamidospora o bien, desarrollarse
como saprófito sobre materia orgánica; además, puede proliferar en el rizoplano y la rizosfera
de varias plantas sin causar lesiones o afectar su crecimiento, e infecta los huevos depositados
por los nematodos formadores de agallas en masas gelatinosas que se ubican sobre las raíces
de las plantas hospedantes (Hirsch et al., 2001). El hongo suele aplicarse al suelo en forma de
una suspensión de clamidosporas con el fin de reducir las poblaciones de nematodos y sus
efectos negativos en plantas susceptibles; de hecho, para el control integrado de nematodos
agalladores, se han desarrollado diferentes estrategias que han permitido maximizar el
potencial de control biológico de P. chlamydosporia (Kerry and Hidalgo, 2004).
En México, los primeros antecedentes sobre el estudio de este hongo tienen que ver con la
obtención y prueba contra Nacobbus aberrans (Thorne, 1935) Thorne & Allen 1944, de cinco
aislamientos nativos de P. chlamydosporia var. chlamydosporia provenientes de los estados de
Puebla, Estado de México y Tlaxcala (Flores, 2003). A raíz de este primer trabajo, en los
últimos tres años se han venido realizando diferentes estudios encaminados a conocer el
potencial parasítico de dichos aislamientos sobre el nematodo, ello con el fin de incorporarlos
dentro de un esquema de control integrado de este nematodo en el mediano plazo. En un
estudio realizado por Pérez (2004), se encontró que al poner a competir varios aislamientos
mexicanos del hongo en jitomate parasitado por N. aberrans, sólo uno en particular contribuyó
a que las plantas crecieran más, mostraran poco daño y además pudo ser reaislado al final del
experimento. La siguiente fase de trabajo implica escalar los experimentos a campo y llevar ahí
los mejores aislamientos para que en competencia con otros microorganismos del suelo pueda
ser probada su capacidad no sólo para parasitar huevos del nematodo, sino también para
sobrevivir en condiciones adversas cuando no hay plantas y el nematodo se encuentra en
estado de latencia.
Ante la necesidad de estudiar el potencial de los aislamientos mexicanos de P. chlamydosporia
que se van obteniendo, y así determinar su posible incorporación al control integrado de N.
aberrans en condiciones de campo, en el presente trabajo se plantearon los siguientes
objetivos: i) probar la efectividad de una estrategia de biomanejo del nematodo falso nodulador
que incluya la aplicación de P. chlamydosporia en combinación con la rotación de cultivos, y ii)
Determinar la dinámica poblacional del hongo en dos ciclos de cultivo, tanto en suelo como en
raíces, y el efecto de su presencia en la dinámica poblacional del mismo nematodo.

419
MATERIALES Y MÉTODOS

Establecimiento del experimento


En un terreno naturalmente infestado con N. aberrans, se establecieron dos tratamientos: 1)
-
Testigo químico, que consistió en la aplicación de Furadan –i. a. carbofuran- a dosis de 4 L ha
1 3 -1
, y 2) la aplicación de P. chlamydosporia a dosis de 7.5 X 10 clamidosporas g de suelo una
semana antes del transplante de los cultivos a rotar; la materia orgánica utilizada como
vehículo para aplicar al hongo al suelo fue vermicomposta a base de estiércol de cabra a dosis
-1
de 10 ton ha . A ambos tratamientos se les sumó un Testigo absoluto en donde no se aplicó
nada al suelo. El diseño del experimento en campo fue en bloques al azar con tres repeticiones
o parcelas por tratamiento. El experimento se llevó a cabo bajo un sistema de riego por goteo.
Todos los tratamientos fueron colocados durante dos ciclos de rotación: uno con un cultivo no
hospedante (col) y otro con un cultivo muy susceptible (chile). Cabe mencionar que luego de la
cosecha de la col, los residuos fueron incorporados en las parcelas donde se aplicó el hongo
con el fin de probar el efecto de la interacción hongo-enmienda orgánica (residuos de
crucíferas).

Dinámica poblacional del nematodo


A lo largo de los dos ciclos de rotación, y cada 30 días, se estimó la dinámica poblacional del
nematodo mediante la cuantificación de estadios vermiformes en suelo y de dichos estadios +
-1
hembras maduras g de raíces . Para la cuantificación de nematodos en suelo, se procesó una
muestra compuesta de suelo -cinco submuestras- por repetición de cada tratamiento, y la
extracción de nematodos se llevó a cabo mediante el método de Tamizado-Centrifugado.
Respecto a la cuantificación de nematodos en raíces, en cada fecha de muestreo se tomaron
tres plantas por repetición de cada tratamiento, de las cuales se cuantificó el número de
nematodos por gramo de raíces; para tal fin, las raíces se fragmentaron, se mezclaron, se
tomaron tres muestras de 1g y se procesaron mediante la técnica de tinción de raíces con
fucsina ácida para evidenciar la presencia de los nematodos dentro de los tejidos. Una vez
teñidas las raíces, éstas se contrastaron con glicerina deshidratada por espacio de dos
semanas y posteriormente se revisaron y disectaron bajo un microscopio de disección.

Dinámica poblacional del hongo


Del hongo también se estudió su dinámica poblacional mediante la cuantificación de Unidades
Formadoras de Colonias (UFC) por gramo de suelo y de raíces. En el caso de las raíces, de la
misma muestra compuesta de raíces destinada a tinción, se tomaron tres muestras de 1g, las
cuales se fragmentaron, luego de maceraron por separado en un mortero y se hicieron
-2
diluciones en Agua-Agar (AA) 0.05% hasta obtener una de 10 . De esta dilución se tomaron
0.2 ml y se vaciaron a cajas Petri con medio Semiselectivo a base de Papa-Agar (PA) (Kerry,
1997). De cada repetición se sembraron tres cajas, las cuales se incubaron durante 10 días a
27ºC. Para la detección del hongo en suelo, se tomaron tres muestras de 1g de suelo, el cual
previamente se aireó por espacio de 12 a 24 horas a temperatura ambiente. De las tres
-2
muestras se hicieron también diluciones en AA 0.05% y de la de 10 se tomaron 0.2 ml para
luego vaciarlos en cajas Petri con medio semiselectivo a base de PA (Kerry, 1997). Tres cajas
por repetición también se incubaron durante 10 días a 27ºC.

Número de agallas y parasitismo de huevos


En la planta también se cuantificó el número de agallas por gramo de raíces y hacia los 60 y 90
días posteriores al transplante (dpt) del chile, se cuantificó el porcentaje de parasitismo de
huevos del nematodo por parte del hongo. Para evaluar el parasitismo se colectaron diferentes
masas de huevos del nematodo en un microsiracusa y se enjuagaron en tres ocasiones con
agua destilada esterilizada para luego deshacerlas con dos agujas; en condiciones estériles, la
suspensión de huevos resultante se depositó en un tubo de ensaye con AA 0.05% y se aforó a
un volumen conocido para luego contar y calcular la concentración de huevos por mililitro; una
vez ajustada la concentración, se vació un volumen definido de dicha suspensión, de tal
manera que se garantizara un mínimo de 300 huevos por caja de Petri con AA sólido (Kerry,
1997). Por repetición se sembraron tres cajas y todas se ellas se incubaron a 27ºC durante
72hrs para posteriormente revisar las cajas y cuantificar el número de huevos parasitados y
sanos bajo el microscopio óptico.
Los datos del experimento se analizaron mediante un Análisis de Varianza y con base en él se
procedió a hacer una Comparación de medias utilizando la prueba de Tukey (#=0.05). Los

420
análisis estadísticos se hicieron utilizando el programa de cómputo Statistical Analysis System
©
(SAS ).

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Aunque durante el ciclo de col no se encontraron nematodos en las raíces, el hongo presentó
un elevado número de UFC en suelo y raíces al final del cultivo (51,833 y 15,167
respectivamente). Con base en estos resultados, se observa que el hongo pudo establecerse
en campo durante la rotación de cultivos, aún en ausencia del nematodo (ciclo de col), siendo
más prevalerte en suelo que en raíces, y a pesar de la incorporación previa de residuos de col,
los cuales son conocidos por liberar sustancias ricas en compuestos azufrados con
propiedades biocidas durante su descomposición. El hongo se desarrolló durante el ciclo con
chile y muy probablemente la sinergia entre la presencia del hongo y la liberación de
compuestos biofumigantes provenientes de los residuos de col contribuyó a reducir
sensiblemente la población del nematodo en dichas parcelas. La presencia del hongo en suelo
y raíces luego de un ciclo de cultivo, confirma información obtenida en invernadero con el
mismo aislamiento e indica que éste tiene potencial para ser aplicado en campo y no depender
en un momento dado de repetidas aplicaciones en subsecuentes ciclos de producción de
hortalizas.
-1
El número de UFC del hongo g de suelo , luego de 90 días de establecido el chile, incrementó
-1
de 13,833 a 45,500. En ese mismo momento el número de nematodos y agallas g de raíces
fueron significativamente menores (Tukey, #= 0.05) donde se aplicó el hongo en comparación
con los testigos absoluto y químico; durante el ciclo con chile, el parasitismo de huevos del
nematodo a los 60 y 90 días posteriores al transplante fue del 37% y 58%, respectivamente. En
todos los casos donde se evaluó la dinámica poblacional del hongo, los resultados obtenidos
fueron significativamente mayores (Tukey, #= 0.05), ya que en ninguna parcela de los otros
dos tratamientos se encontraron UFC del hongo.
Con relación a algunos estudios anteriores al presente trabajo, se puede mencionar que Pérez
(2004) obtuvo en condiciones de invernadero un aislamiento que contribuyó a la obtención de
plantas de otra solanácea hospedante de N. aberrans -el jitomate-, con mayor biomasa, un
menor daño en raíces por el nematodo falso nodulador y la menor densidad poblacional de
éste en raíces; además, dicho aislamiento pudo reaislarse a partir de suelo y raíces, tal y como
sucedió en campo con el aislamiento probado. De hecho, el aislamiento utilizado por Pérez
(2004), fue el que se utilizó en este trabajo con el fin de corroborar dichos resultados y
determinar el potencial como agente de control biológico del nematodo falso nodulador a una
escala mayor que el invernadero.
En otro estudio, De Leij y Kerry (1991) encontraron que tres aislamientos de P. chlamydosporia
sobrevivieron en suelo aunque solamente uno logró reducir significativamente la población de
Meloidogyne arenaria. Ambos descubrieron que resultaba más apropiado utilizar las
clamidosporas, debido a que éstas no necesitan una fuente de energía adicional comparada a
la necesaria cuando la aplicación es empleando micelio; además, no encontraron evidencia de
que la presencia del hongo restringiera el desarrollo del cultivo. Por su parte Bourne et al.
(1994) realizó pruebas con aislamientos obtenidos de suelo infestado por Meloidogyne spp. y
Heterodera spp., ello con el fin de determinar la capacidad de cada uno para colonizar la
rizosfera en condiciones estériles y su habilidad parasítica en suelo no infestado; sus
resultados mostraron que entre aislamientos puede presentarse una gran variabilidad, y que un
aislamiento cuyo comportamiento en laboratorio resulte exitoso no necesariamente se
comportará igual en suelo no estéril; esto puede deberse a una débil capacidad para competir
con el resto de la biota del suelo. Por otro lado, y en un experimento más integrador, Verdejo
et. al. (2003) usaron a P. chlamydosporia y el nematicida oxamil (solos y combinados), contra
una especie de Meloidogyne; en su estudio encontraron que la combinación de ambos
provocaba mayores efectos sobre el nematodo que su empleo por separado. También se
observó que el hongo mantuvo densidades bajas en el suelo durante el tiempo que duró el
experimento, tal y como sucedió en ciertas fechas de muestreo durante ambos ciclos de
rotación en el presente experimento.

421
Figura 1. Dinámica poblacional en suelo y raíces del hongo nematófago P. chlamydosporia
durante los ciclos de col (no hospedante) y chile (susceptible). C= Cosecha de col. T=
Transplante del cultivo

422
Figura 2 Dinámica poblacional de N. aberrans en raíces y fluctuación en el número de agallas a
lo largo del experimento. C= Cosecha de col. T= Transplante del cultivo. PH60= Parasitismo de
huevos a los 60 días posteriores al transplante de chile. PH90= Parasitismo de huevos a los 90
días posteriores al transplante de chile.

CONCLUSIONES

1) Durante el ciclo con col, el hongo se estableció en campo aún en ausencia del nematodo y al
final del mismo. Además, el hongo fue más conspicuo en suelo en comparación con las raíces.
2) Una vez establecido el chile en campo, el número de UFC en suelo y raíces también se
incrementó hacia el final del mismo.
3) Donde se aplicó P. chlamydosporia, el número de nematodos y agallas por gramo de raíces
fueron menores, además de manifestarse parasitismo de huevos del nematodo a los 60 y 90
días posteriores al transplante.

423
AGRADECIMIENTOS

Este trabajo forma parte del proyecto “Microbial Pest Control for Sustainable Peri-urban/Urban
Agriculture in Latin America (Cuba and Mexico) -MiCoSPA-“ (ICA4-CT-2002-10044), financiado
por la Unión Europea y administrado por Rothamsted Research (UK).

LITERATURA CITADA

Atkins, S. D., L. Hidalgo-Diaz, H. Kalisz, T. H. Mauchline, P. R. Hyrsch and B. R. Kerry. 2003.


Development for a new management strategy for the control of root-knot nematodes
(Meloidogyne spp.) in organic vegetable production. Pest Management Science 59:183-189.
Bourne J. M., B. R. Kerry and F. A. A. M. De Leij. 1994. Methods for the study of Verticillium
chlamydosporium on the rhizosphere. Journal Nematol. 26 Suppl. 1:587-591.
Cid del Prado, V. I. y J. García T. 1991. Determinación de razas de Nacobbus aberrans
(Thorne, 1935) Thorne y Allen, 1944 presentes en México. p. 131. In: Avances en la
investigación. Colegio de Postgraduados, Montecillo, México.
Cid del Prado, V. I., R. H. Manzanilla L., J. Cristóbal A. y G. E. Franco A. 1995. Evaluación de
algunas estrategias para el manejo de Nacobbus aberrans en el cultivo de jitomate
(Lycopersicon esculentum Mill.). p. 175-177. In: Avances en la investigación. Instituto de
Fitosanidad. Colegio de Postgraduados 1995. Montecillo, México.
Cid del Prado, V. I., J. Cristóbal A., G. E. Franco A. y R. H. Manzanilla L. 1997. Manejo de
poblaciones de Nacobbus aberrans en el cultivo de jitomate (Lycopersiconsculentum Mill.). pp.
171-173. In: Avances en la investigación. Instituto de Fitosanidad. Colegio de Postgraduados
1997. Montecillo, México.
Cristóbal, A. J. 2001. Estudios epidemiológicos, alteraciones nutrimentales y estadios de
sobrevivencia en el patosistema Lycopersicon esculentum-Nacobbus aberrans. Tesis
Doctorado en Ciencias. Colegio de Postgraduados. Montecillo, Edo. de Méx. 90 p.
De Leij, F. A. A. M y Kerry B. R. 1991. The nematophagus fungus Verticillium chlamydosporium
Goddard, as a potencial biological control agent for Meloidogyne arenaria (Neal) Chitwood.
Revue Nematologie 14:157-164.
Flores, C. R. 2003. Búsqueda y aislamientos de algunos hongos nematófagos para el control
de Nacobbus aberrans (Thorne, 1935) Thorne y Allen, 1944 en México. Tesis Maestría en
Ciencias. Colegio de Postgraduados, Montecillo, Edo. de Méx. 99 p.
Hirsch, P. R., S. D. Atkins, T. H. Mauchline, C. O. Morton, K. G. Davies and B. R. Kerry. 2001.
Methods for studying the nematophagous fungus Verticillium chlamydosporium in the root
environment. Plant and Soil 232: 21-30.
Kerry, B. R. 1997. A workshop manual for research on Verticillium chlamydosporium as a
biological control agent for root-knot nematodes. Integrated Approach to Crop Research,
Rothamsted Long Ashton Brooms Barn, UK, 90 p.
Kerry, B. R. and L. Hidalgo-Díaz. 2004. Application of Pochonia chlamydosporia in the
integrated control of root-knot nematodes on organically grown vegetable crops in Cuba.
Multitrophic Interactions in Soil and Integrated Control. ROBC-WPRS Bulletin 27:123-126.
Montes-Belmont, R. 1986. Especies de Meloidogyne y Nacobbus presentes en Oaxaca, sus
niveles de daño y su rango de hospederos. p. 56. In: Memorias XIII Congreso Nacional de la
Sociedad Mexicana de Fitopatología.
Pérez, R. I. 2004. Eficiencia de cinco aislamientos del hongo nematófago Pochonia
chlamydosporia Goddard para el control de Nacobbus aberrans Thorne & Allen 1944 en tomate
(Lycopersicon esculentum Mill). Tesis de Licenciatura. ITa 29. Xocoyucan, Tlax. 64 p.
Zare R., W. Gams and H. C. Evans. 2001. A revision of Verticillium section Prostata. V. The
genus Pochonia, with notes on Rotiferophthora. Nova Hedwigia 73:51-86.

424
CONTROL BIOLÓGICO DE LA COCHINILLA ROSADA DEL HIBISCO Maconellicoccus
hirsutus GREEN (HEMIPTERA: PSEUDOCOCCIDAE), EN MÉXICO
10
Félix García-Valente
1
Laura Delia Ortega-Arenas
1
Héctor González-Hernández
2
Juan Antonio Villanueva-Jiménez
2
José López-Collado
3
Alejandro González-Hernández
4
Hugo Cesar Arredondo-Bernal

RESUMEN

La cochinilla rosada del hibisco (CRH), Maconellicoccus hirsutus, se detectó en el 2004


en Bahía de Banderas, Nayarit. Debido a su importancia cuarentenaria se implementó un
programa de combate basado en la introducción y liberación del depredador Cryptolaeumus
montrouzieri y el parasitoide Anagyrus kamali, enemigos naturales utilizados con éxito en
programas de control biológico. En el presente trabajo se estimó la densidad poblacional de la
CRH en plantaciones frutales, se evaluó el impacto de las liberaciones de los agentes de
control y se colectaron los enemigos naturales nativos presentes en la región. El trabajo se
realizó en guanábana, guayaba, naranja, carambolo, jaca, ciruela y mango, de la zona de
Bahía de Banderas. Se realizaron muestreos quincenales de ninfas y adultos de la CRH, larvas
y adultos del depredador, y momias del parasitoide en 50 brotes y frutos de diferentes árboles
por plantación. Se realizó la colecta de depredadores asociados con la CRH en los cultivos y
otros hospederos silvestres, y se colectaron momias, las cuales se aislaron en capsulas de
gelatina para la emergencia de parasitoides. La máxima densidad poblacional de la CRH por
brote se registró en guayaba, mango y ciruelo (31.5, 31.4 y 31.0), y en frutos fue mayor en
guanábana (50.7), donde también se presentaron las mayores densidades del depredador y el
parasitoide. El depredador disminuyó las poblacionales de la CRH de 63.7 a 97.9%, y el
parasitoide A. kamali logró reducciones cercanas al 100% en brotes y frutos, excepto para
guanábana. Los coccinelidos depredadores colectados se ubican en los géneros Diomus,
Hyperaspis, Olla, Azya, Cycloneda y Scymnus, y los parasitoides se encuentran en proceso de
identificación. La actividad combinada del depredador C. montrouzieri y el parasitoide A. kamali
proporcionaron un excelente control de las poblaciones de la CRH.

Palabras clave: Maconellicoccus hirsutus, Anagyrus kamali, Cryptolaemus montrouzieri,


enemigos nativos.

INTRODUCCION

En la naturaleza no existen plagas, sólo consumidores que viven a expensas de


productores. El término plaga es un concepto creado por el hombre para referirse a cualquier
organismo que perjudica su alimento, vivienda, vestido y salud; las plagas sólo se encuentran
en sistemas modificados por el hombre, como áreas urbanas y agroecosistemas (Del Bosque
et al., 2000). Los factores que contribuyen a que un organismo se convierta en plaga son: a)
cambio del ambiente del organismo (modificar el medio a favor y beneficio del organismo), b)
dispersión (cuando el hombre transporta el organismo fuera de su lugar de origen, hacia un
sitio nuevo, libre de sus enemigos naturales), c) cambios genéticos en el organismo (cambiar
de forma innata y genética el hábito alimenticio), d) destrucción de los enemigos naturales por
acción de los plaguicidas (Badii et al., 2000).
Este es el caso de la cochinilla rosada del hibisco (CRH), Maconellicoccus hirsutus
Green (Hemiptera: Pseudococcidae), la cual en su lugar de origen (sur de Asia o Australia)

1
Campus Montecillo, Colegio de Postgraduados, 56230. Montecillo, Edo. de México.
[email protected], [email protected].
2
Campus Veracruz, Colegio de Postgraduados, 91700. Veracruz, Ver.
3
Facultad de Ciencias Biológicas, Universidad Autónoma de Nuevo León. 66450. San Nicolás
de los Garza, Nuevo León.
4
Centro Nacional de Referencia de Control Biológico.28120. Tecomán, Colima.

425
(Roltsch et al., 2000) se mantiene en niveles bajos, sin llegar al nivel de daño económico, por la
acción eficiente de enemigos naturales (Goolsby et al., 2002). Sin embargo, su desplazamiento
a otras áreas ha favorecido su establecimiento convirtiéndose en plaga de primer orden. En el
hemisferio occidental se detectó primero en Hawai en 1984, y en 1994 en la isla caribeña de
Grenada (Roltsch et al., 2000; Michaud y Evans, 2000) de donde se extendió a más de 22 islas
del Caribe, la costa de Guyana en América del Sur, y áreas urbanas de California (Zettler et al.,
2002). En México, se detectó en 1999 en Mexicali, Baja California (Roltsch et al., 2000), y en el
2004 en Bahía de Banderas, Nayarit (NAPPO, 2004) y Puerto Vallarta, Jalisco.
Esta plaga succiona savia de las plantas hospedantes e inyecta saliva tóxica que provoca la
malformación de ramas, hojas, botones y frutos en crecimiento. Cuando incrementa sus
poblaciones causa el acortamiento de entrenudos, enrollamiento de hojas y puede provocar la
muerte del hospedero (USDA-APHIS, 1998). El exceso de mielecilla que excreta durante el
proceso de alimentación llega a cubrir el follaje, creando condiciones favorables para el
desarrollo de fumagina, la cual reduce la capacidad fotosintética de la planta.
Los métodos de combate físico, mecánico, legal y químico, aplicados de manera integrada
pueden ayudar a disminuir las poblaciones de esta plaga, sin embargo, tienen un éxito limitado
(Cermeli et al., 2002; Persad y Khan, 2002), y el control biológico representa la mejor opción
para su manejo a largo plazo.
El control biológico tiene como fundamento el manejo de las plagas de manera sustentable y
no contaminante, y se basa en el hecho de que la mayoría de los cultivos toleran en forma
natural densidades aparentemente considerables de diferentes especies de organismos sin
alguna perdida apreciable del rendimiento (Luckmann y Metcalf, 1975) y en que existe un
balance natural que regula el tamaño de las poblaciones de todas las especies (Trujillo, 1990).
Asimismo, el análisis del origen de las plagas indica que la solución está en el manejo de los
sistemas agrícolas, para conservar los enemigos naturales y reconectar a éstos con sus presas
u hospederos. Los métodos para alcanzar estas metas y proteger las especies y los
ecosistemas nativos del impacto de las especies exóticas agresivas, mediante la conservación,
el aumento y la introducción de los enemigos naturales son los objetivos del control biológico
aplicado (Badii et al., 2000).
El complejo de enemigos naturales de la CRH incluye al menos 30 especies de depredadores
de 11 familias en los ordenes Hemiptera, Neuroptera, Lepidoptera, Diptera y Coleoptera; el
complejo de parasitoides comprende unas 16 especies en seis familias de Hymenoptera (Kairo
et al., 2000; Meyerdirk et al., 2003). Las especies más importantes de parasitoides son
Anagyrus kamali Moursi, Giranusoidea indica Shafee, Alam y Agarwal, Anagyrus dactylopii
Howard, Anagyrus aegyptiacus Moursi, Leptomastix phenacocci Compere (Hymenoptera:
Encyrtidae) y Allotropa sp. nr. mecridae Walker (Hymenoptera: Platygastridae); entre los
depredadores destacan Cryptolaemus montrouzieri Mulsant, Scymnus coccivora Ramakrishna
Ayyar, Scymnus sp. nr. nubilis Mulsant, S. conformis Jordan y Brumoides suturalis Fabricius
(Coleoptera: Coccinellidae) (Kairo et al., 2000).
Los programas de control biológico de la CRH se iniciaron en 1922, en Egipto, con la
introducción del depredador C. montrouzieri, y entre los años de 1934-1938 se introdujeron los
parasitoides L. phenacocci y A. kamali, y el depredador S. conformis, con resultados exitosos
debido principalmente a la actividad de A. kamali (Bartlett, 1978). En la década de 1970 la
liberación de C. montrouzieri, en viñedos de la India, logró un control efectivo de las
poblaciones de la CRH, además, en esta región los parasitoides A. kamali y A. dactylopii
alcanzaron tasas de parasitismo de 60 a 70% (Mani, 1989). En la década de 1990, se
introdujeron en la región del Caribe los parasitoides A. kamali y G. indica, y los depredadores
C. montrouzieri y S. coccivora para el combate de la CRH (Kairo et al., 2000; Gautam, 2003).
C. montrouzieri y A. kamali se establecieron y dispersaron de los sitios iniciales de liberación y
proporcionaron un control efectivo de la CRH (Sagarra y Peterkin, 1999). Roltsch et al. (2006)
reportan resultados exitosos de control en California, EUA, mediante la liberación de los
parasitoides A. kamali, G. indica y A. mecridae, sin embargo, A. kamali fue el parasitoide
dominante.
Debido a los antecedentes exitosos en el control de M. hirsutus, el gobierno Mexicano
implementó un programa de combate basado en la introducción y liberación del depredador C.
montrouzieri y el parasitoide A. kamali. Por lo tanto, los objetivos del presente trabajo fueron
conocer la densidad poblacional de la CRH en diferentes plantaciones de frutales y evaluar el
impacto de las liberaciones del depredador C. montrouzieri y el parasitoide A. kamali, así como
identificar los enemigos naturales nativos presentes en la región.

426
MATERIALES Y MÉTODOS

El trabajo se realizó en plantaciones de guanábana (Annona muricata L.), guayaba (Psidium


guajava L.), naranja (Citrus sinensis L.), carambolo (Averrhoa carambola L.), jaca (Artocarpus
heterophyllus Lam.), ciruela (Prunus domestica L.) y mango (Mangifera indica L.), localizadas
en Bahía de Banderas, Nayarit.
El depredador C. montrouzieri se obtuvo de los laboratorios Bug Factori de Canadá y
Associates Insectary de California, EUA, y el parasitoide A. kamali fue donado por un
laboratorio establecido en Belice, dentro del programa de combate contra la cochinilla rosada
en ese país.
En las plantaciones de frutales de la región el Programa de Control Biológico de la CRH en
Nayarit liberó, de abril de 2004 a marzo de 2006, la cantidad de 165,500 especimenes de C.
montrouzieri y 80,600 de A. kamali. Las liberaciones se realizaron por la mañana o tarde, para
evitar temperaturas altas. Los organismos se colocaron sobre los rebrotes, troncos y frutos
infestados, en diferentes puntos de los predios.
La densidad poblacional de la CRH y los insectos entomófagos se estimaron mediante
muestreos quincenales, los cuales consistieron en cuantificar las ninfas, hembras adultas y
ovisacos de la CRH, larvas y adultos del depredador C. montrouzieri y momias del parasitoide
A. kamali, en un brote tierno de 5 cm por árbol, a una altura de 1 a 1.5 m.
En guanábana y carambolo se realizaron muestreos en frutos de 8 a 10 cm (en la parte del
fruto no expuesta al sol, para guanábana), y en ciruela se seleccionaron frutos de 2 a 3 cm.
Para el caso de los frutos de yaca se seleccionó un área de 15 x 10 cm.
El tamaño de muestra fue de 50 brotes y frutos por plantación.
El impacto de los agentes de control biológico se evaluó comparando las densidades
poblacionales de la CRH antes y después de las liberaciones. También se realizaron colectas
de los enemigos naturales nativos asociados con la plaga en los predios y hospederos
silvestres infestados. Los depredadores se colectaron en frascos con alcohol al 70%, y los
parasitoides se obtuvieron mediante la colecta de momias, las cuales se colocaron en capsulas
de gelatina, y los parasitoides emergidos se colocaron en alcohol.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Densidad poblacional de la cochinilla rosada y agentes de control biológico


En las plantaciones de guayaba, mango y ciruelo, se registró la mayor densidad de CRH por
brote, con promedios de 31.5, 31.4 y 31.0, respectivamente, las plantaciones de guanábana,
jaca, naranja y carambolo presentaron promedios de 29.2, 26.9, 22.1 y 14.6, durante los
primeros muestreos, en los meses de agosto a noviembre de 2004. En frutos, la densidad más
alta se registró en guanábana con 50.7 cochinillas por fruto, en noviembre de 2005, lo cual
indica fuerte preferencia de la plaga por este frutal. En los otros cultivos los promedios de CRH
en fruto fueron: carambolo 9.2, ciruelo 5.4, jaca 4.2 y mango 1.1. Pocos son los reportes sobre
densidad poblacional de piojos harinosos (o cochinillas harinosas) en frutales. Roltsch et al.
(2000) mencionan que en el Valle Imperial de California se presentaron densidades
poblacionales de CRH en árboles de mora con promedios de 250 cochinillas por brote terminal,
sin embargo, en las plantas de obelisco, Hibiscus rosa-sinensis L, hospedero principal de esta
plaga, se registraron densidades mayores a 500 cochinillas por brote.
Los registros en Nayarit se obtuvieron 6 meses después de ser detectada la plaga, e
inmediatamente El Programa Emergente de Control y Erradicación de la Cochinilla Rosada del
Hibisco en Nayarit (DGSV-CESAVENAY), realizó acciones de combate (podas, quemas y
aplicación de químicos), por lo tanto, no se puede establecer que la densidad registrada sea la
máxima posible en estos hospederos. Sin embargo, es importante mencionar la capacidad
devastadora de esta plaga, que en altas infestaciones puede causar la muerte de los árboles, y
no obstante que en Nayarit los árboles infestados presentaban un fuerte daño en brotes, con
mucha mielecilla y desarrollo de fumagina, no se observó la presencia de árboles muertos por
efecto de las altas infestaciones.
El depredador C. montrouzieri presentó su mayor actividad sobre las poblaciones de la CRH
poco tiempo después de las liberaciones. La cantidad más alta de este depredador en brotes
se registró en guayaba con un promedio de 1.3 individuos (adultos y larvas); sin embargo, su
máxima densidad se presentó en frutos de guanábana donde alcanzó un promedio de 4.6
individuos, producto de la alta densidad de la CRH presente. Sadof (1995) reporta que las
hembras de C. montrouzieri depositan sus huevos entre los ovisacos algodonosos de los piojos

427
harinosos, por lo tanto, el incremento de la población plaga en los frutos proporcionó las
condiciones adecuadas para el desarrollo del depredador. Además, Malais y Ravensberg
(1991) señalan que el número total de huevos depositados depende mucho de la dieta,
constituida principalmente de huevos de piojos harinosos, y la escasez de alimento reduce la
fecundidad de la hembra. En el resto de los cultivos el número de ovisacos fue bajo, lo cual
explica la baja actividad del depredador.
El parasitoide A. kamali se registró en las plantaciones 8 meses después de iniciados los
muestreos. Las mayores densidades se presentaron en guanábana y ciruela con promedios de
11.7 y 5.6 momias por fruto, y en brotes alcanzaron 3.6, 2.0, 1.4, 1.3 y 0.06 momias en ciruela,
naranja, guayaba, guanábana y jaca, respectivamente.

Impacto de los agentes de control biológico


Los enemigos naturales liberados disminuyeron las poblaciones de la CRH de manera efectiva.
El depredador C. montrouzieri presentó su mayor impacto sobre la CRH, en un periodo de 1.5
a 5 meses después de las liberaciones iniciales, con reducciones poblacionales de la CRH de
63.7 a 97.9%, por su parte, el parasitoide A. kamali impacto de manera significativa de 8 a 10
meses después de iniciados los registros, con reducciones de CRH cercanas al 100% en
brotes y frutos, excepto para los frutos de guanábana en donde la población de CRH disminuyó
83.9%. McComie et al. (1996) reportan que la liberación de C. montrouzieri en plantas de
obelisco ocasionó la disminución de la CRH en 87.2% en un tiempo de 2 a 5 meses después
de la primera liberación; mientras que Gautam et al. (1996) registraron una disminución de 80 a
90% en 38 días, después de la liberación de los depredadores C. montrouzieri y S. coccivora.
En relación a la actividad de A. kamali, Kairo et al. (1996) mencionan que en plantas de
obelisco de la isla de Trinidad, este parasitoide ocasionó una consistente disminución en la
población de la CRH, después de su introducción, y en 6 meses redujo la población en más de
99%. Roltsch et al. (2000) reportan disminuciones de 83.8 a 94% en el Valle Imperial de
California, EUA, por el uso de este parasitoide en un período de un año.

Manejo de los cultivos


Las liberaciones de los enemigos naturales disminuyeron las poblaciones de la CRH, sin
embargo, la actividad de éstos debe ser complementada con prácticas culturales como podas
fitosanitarias, eliminación de malezas dentro y alrededor de los cultivos, etc., para mantener
densidades bajas de la plaga por periodos más largos. Esto se comprobó al comparar el
impacto del control biológico en dos plantaciones de guanábana y guayaba. En ambas
plantaciones donde se realizaron acciones culturales, la mayor disminución en la población de
la CRH en brotes y frutos fue de 99.9%, y se logró mantener densidades bajas de la CRH por
períodos más prolongados, en cambio, donde no se realizaron acciones las máximas
disminuciones fueron de 94.2% en guayaba y 83.7% en frutos de guanábana.
Además, las altas poblaciones de la CRH provocaron la presencia de altas densidades de
hormigas, las cuales se alimentan de la mielecilla excretada a la vez que la protegen,
interfiriendo con la actividad de control de los enemigos naturales, por lo tanto, para un mejor
manejo de los cultivos se debe considerar como un punto primordial el manejo de las hormigas.

Enemigos nativos
Los géneros de depredadores presentes en la zona fueron Diomus, Hyperaspis, Olla, Azya,
Cycloneda y Scymnus (Coleoptera: Coccinellidae). Michaud y Evans (2000) reportan la
presencia de Cycloneda, Diomus, Scymnus en zonas infestadas con CRH en Puerto Rico.
Los parasitoides colectados se encuentran en proceso de identificación, sin embargo no se
descarta que algunos sean hiperparasitoides de A. kamali.

CONCLUSIONES

La CRH presentó durante los primeros registros, en los meses de agosto a noviembre de 2004,
densidades altas en brotes de guayaba, mango, ciruelo, guanábana, yaca y naranja. Asimismo,
la densidad más alta del depredador y el parasitoide se presentó en los frutos de guanábano.
El depredador C. montrouzieri disminuyó las poblaciones de la CRH en un período de 1 a 1.5
meses después de las liberaciones iniciales; mientras que el parasitoide A. kamali logró las
mayores reducciones de la CRH en un periodo de 8 a 10 meses.
La actividad combinada del depredador C. montrouzieri y el parasitoide A. kamali
proporcionaron un excelente control de las poblaciones de la CRH. El depredador fue efectivo

428
cuando se presentaron altas densidades poblacionales, mientras que el parasitoide presento
mayor actividad en bajas densidades. Las practicas culturales en los cultivos (podas, limpieza
del dosel de árboles y lienzos, etc.), permiten mantener bajas las poblaciones de la CRH por
períodos prolongados.
Los enemigos naturales nativos colectados se ubican en seis géneros, y los más abundantes
fueron Diomus e Hyperaspis. Asimismo, se encontraron seis especies de parasitoides, aún en
proceso de determinación, de las cuales algunas pueden ser hiperparasitoides.

AGRADECIMIENTOS

A la Dirección General de Sanidad Vegetal (DGSV) y al Comité Estatal de Sanidad Vegetal de


Nayarit (CESAVENAY), por el apoyo otorgado para la realización de este trabajo.

LITERATURA CITADA

Bartlett, B. R. 1978. Pseudococcidae. p. 137–170. In: Introduced Parasites and Predators of


Arthropod Pest and Weeds: A world review. C. P. Clausen (Ed.). U.S. Dep. Agric.
Handb. No. 480.
Badii, H. M., L. O. Tejada, A. E. Flores, C. E. López, E. R. Cancino y H. Quiróz. 2000. Historia,
fundamentos e importancia. p. 3–18. In: Fundamentos y Perspectivas de Control
Biológico. Badii, M. H., A. E. Flores, y L. J. Galán W. (eds). Universidad Autónoma de
Nuevo León. México.
Cermeli, M., P. Morales V., F. Godoy, R. Romero, y O. Cárdenas. 2002. Presencia de la
cochinilla rosada de la cayena Maconellicoccus hirsutus (Green) (Hemiptera:
Pseudococcidae) en Venezuela. Entomotropica 17(1):103–105.
Del Bosque, R. L. A., M. H. Badii y A. E. Flores. 2000. Bases ecológicas del control biológico. p.
19–32. In: Fundamentos y Perspectivas de Control Biológico. Badii, M. H., A. E. Flores,
y L. J. Galán W. (eds). Universidad Autónoma de Nuevo León. México.
Gautam, R. D., W. De Chi, M. Lessey, R. Ali, and P. Phagoo. 1996. A note on the economics of
chemical control versus biological control of the hibiscus mealybug, Maconellicoccus
hirsutus (Green). p. 37–43. In: Management strategies for the control of the hibiscus
nd
mealybug. Persad C., and Johnston D (eds). Proceedings of the 2 seminar on the
hibiscus mealybug. University of the West Indies, St. Augustine, Trinidad and Tobago.
Gautam, R. D. 2003. Classical biological control of pink hibiscus mealybug, Maconellicoccus
hirsutus (Green) in the Caribbean. Plant Protection Bulletin 55:1–8.
Goolsby, A. J., A. Kirk A., and D. E. Meyerdirk. 2002. Seasonal phenology and natural enemies
of Maconellicoccus hirsutus (Hemiptera: Pseudococcidae) in Australia. Florida
Entomologist 85(3):494–498.
Kairo, M. T. K., G. V. Pollard, D. D. Peterkin, and V. F. López. 2000. Biological control of the
hibiscus mealybug, Maconellicoccus hirsutus Green (Hemiptera: Pseudococcidae) in
the Caribbean. Integrated Pest Management Reviews 5:241–254.
Kairo, M. T. K., M. Morais, and B. L. Cooper. 1996. Field release and establishment of
Anagyrus kamali Moursi (Hymenoptera: Encyrtidae), a parasitoid of the hibiscus
mealybug Maconellicoccus hirsutus (Green) (Hemiptera: Pseudococcidae) in Trinidad.
p. 44–53. In: Management strategies for the control of the hibiscus mealybug. Persad
nd
C., and Johnston D (eds). Proceedings of the 2 seminar on the hibiscus mealybug.
University of the West Indies, St. Augustine, Trinidad and Tobago.
Luckmann, W. H., and R. L. Metcalf. 1975. The pest-management concept. p. 3–35. In:
Introduction to insect pest management. Metcalf R. L., and W. H. Luckmann (eds). John
Wiley & Sons, Inc. New York, EUA.
Malais, M., y W. J. Ravensberg. 1991. Conocer y Reconocer: La biología de las plagas de
invernadero y sus enemigos naturales: Las cochinillas y sus enemigos naturales. p. 73–
79. Koppert: Biological systems.
Mani, M. 1989. A review of the pink mealybug – Maconellicoccus hirsutus (Green). Insect Sci.
Applic. 10:157–167.
McComie, D. L., S. Gosine and P. Siew. 1996. Preliminary field assessment of the impact of the
Australian ladybird Cryptolaemus montrouzieri Mulsant on hibiscus mealybug
Maconellicoccus hirsutus (Green) populations in Trinidad. p. 54–69. In: Management
strategies for the control of the hibiscus mealybug. Persad C., and Johnston D (eds).

429
nd
Proceedings of the 2 seminar on the hibiscus mealybug. University of the West Indies,
St. Augustine, Trinidad and Tobago.
Meyerdirk, D. E., R. Warkentin, B. Attavian, E. Gersabeck, A. Francis, M. Adams, and G.
Francis. 2003. Manual del proyecto para el control biológico de la cochinilla rosada del
hibisco. USDA. APHIS. EUA. Traducción al español por el IICA en acuerdo con el
USDA.
Michaud, J. P., and G. A. Evans. 2000. Current status of pink hibiscus mealybug in Puerto Rico
including a key to parasitoid species. Florida Entomologist 83(1):97–101.
NAPPO. 2004. Detección de la cochinilla rosada del hibisco (Maconellicoccus hirsutus Green),
en el municipio de Bahía de Banderas del estado de Nayarit, México. Dirección General
de Sanidad Vegetal. NAPPO Phytosanitary Alert System.
http://www.pestalert.org/espanol/Pestnews.cfm.
Persad, A., and A. Khan. 2002. Comparison of life table parameters for Maconellicoccus
hirsutus, Anagyrus kamali, Cryptolaemus montrouzieri and Scymnus coccivora.
BioControl 47:137–149.
Roltsch, W. J., D. E. Meyerdirk and R. Warkentin. 2000. Pink hibiscus mealybug biological
control in Imperial Valley. p. 14–18. In: Biological control program. Woods D. M. (Ed.)
California Department of Food and Agriculture, Plant Health and Pest Prevention
Services, Sacramento, California. USDA.
Roltsch, W. J., D. E. Meyerdirk, R. Warkentin, E. R. Andress, and K. Carrera. 2006. Classical
biological control of the pink hibiscus mealybug, Maconellicoccus hirsutus (Green), in
southern California. Biological Control 37:155–166.
Sadof, C. 1995. Know your friends: Mealybug destroyer. Midwest Biological Control News
Online, II: 5. http://www.entomology.wisc.edu/mbcn/mbcn205.html
Sagarra, L. A., and D. D. Peterkin. 1999. Invasion of the Caribbean by the hibiscus mealybug,
Maconellicoccus hirsutus Green (Homoptera: Pseudococcidae). Phytoprotection
80:103–113.
Trujillo, A. J. 1990. Control biológico de plagas agrícolas para México. p. 49–52. In: Control
biológico de plagas y enfermedades. Montes R. J. (ed). Programa de Tecnología
Apropiada (Praxis). Guadalajara, México.
USDA-APHIS. 1998. Pink hibiscus mealybug Maconellicoccus hirsutus (Green). International
Institute of Tropical Forestry. Rio Piedras, Puerto Rico. 14 p.
Zettler J. L., Follett A. P., and Gill F. R. 2002. Susceptibility of Maconellicoccus hirsutus
(Hemiptera: Pseudococcidae) to methyl bromide. Journal of Economic Entomology
95(6):1169–1173.

430
PRODUCCIÓN DE FRIJOL EJOTERO (Phaseolus vulgaris L.) CON APLICACIÓN DE
REGULADORES DE CRECIMIENTO
1
J. Alberto Escalante Estrada
Ma. Teresa Rodríguez G.
Jesús R. Torres G.

Resumen

El consumo de frijol ejotero (Phaseolus vulgaris L.) se ha incrementado en los últimos años. Sin
embargo, la producción en México no es suficiente para abastecer la demanda nacional por lo
que es necesario incrementar las áreas de siembra y el rendimiento de este cultivo. Una opción
para lograr esta meta es la aplicación de reguladores de crecimiento (RC). El objetivo de este
estudio fue determinar la concentración y etapa de aplicación más apropiada de un RC
comercial para lograr incrementos en el rendimiento del frijol ejotero (Phaseolus vulgaris L.). El
estudio se realizó en invernadero en Montecillo Méx. (19º N y 98º O y 2250 msnm) durante el
verano del 2006 con el frijol ejotero cv “Strike” de hábito de crecimiento determinado. El diseño
experimental fue completamente al azar con siete tratamientos, resultado de la aplicación de 0,
-1
5 y 10 mL L de RC en etapa vegetativa (Veg), al inicio de la floración (I. Flor.) y la aplicación
en ambas etapas (Veg + I. Flor). La fenología no mostró diferencias con la aplicación de RC.
En contraste, se incrementó el área foliar y la producción de ejote con aspersiones al l. Flor y
-1 -1
en Veg+I.Flor. El mayor rendimiento de ejote (70 g planta ) y 19 ejotes planta se logró con 5
-1 -1
ml L-1 de RC al I. Flor. . El testigo mostró 55 g planta y 15 ejotes planta . El máximo
incremento en el área foliar se logró con la aplicación en Veg.. Estos resultados sugieren que
con los RC se puede lograr una mayor producción de frijol ejotero bajo condiciones de
invernadero .

Palabras clave: fenología, área foliar, rendimiento, número de ejotes

Introducción

El frijol ejotero (Phaseolus vulgaris L.) es uno de los principales componentes en la dieta del
mexicano, de acuerdo al estudio sobre los hábitos de compra de frutas y verduras realizado por
el Consejo Nacional Agropecuario (2004) el ejote se encuentra en el lugar cuatro dentro de las
preferencias de consumo. Esta tendencia se ha ido incrementando en los últimos años, pues el
-1
consumo de ejote per capita ha subido de 0.9 a 1.1 kg año (Esquivel et al., 2006).
Sin embargo, la producción nacional no es suficiente para satisfacer la demanda del país por lo
que se recurre a la importación. Por ésta razón, deben incrementarse las áreas de siembra de
éste cultivo y la producción de las mismas. Una opción para incrementar la producción de frijol
ejotero es el uso de reguladores de crecimiento (RC), pero es necesario conocer la
concentración y etapa fenológica más apropiada para lograr esta meta. Antecedentes en haba
(Vicia faba L.), indican que la aspersión de AIA al inicio de la floración incrementa el número de
vainas (Hassanien et al., 2000). En soya (Glycine max) la aspersión de RC en forma pura (10
ppm de 2,4-D y 2 ppm de NAA) y comerciales con base de triacontanol (miraculan, mixtalol y
vipul) al inicio de la floración y en la etapa de llenado de grano incrementaron el rendimiento
entre 19 y 39% , respectivamente (Chaplot et al., 1992).
El objetivo de este estudio fue determinar el efecto de la concentración y etapa de aplicación de
un regulador de crecimiento comercial que contiene auxinas, citocininas y giberelinas sobre el
crecimiento y rendimiento del frijol ejotero (Phaseolus vulgaris L.).

____________________________
1
Botánica, Colegio de Postgraduados, Campus Montecillo, Montecillo Méx. Mpio de Texcoco
Méx., 56230.correo electrónico: [email protected];[email protected]
Materiales y Métodos

431
El estudio se realizó bajo condiciones de invernadero en el Colegio de Postgraduados, campus
Montecillo (19º 29’ N y 98º 53’ O y 2250 msnm) durante el verano del 2006. El cultivar de frijol
ejotero utilizado fue “Strike” de hábito de crecimiento determinado y de ciclo crecimiento
intermedio (40 días a floración y 100 días a madurez fisiológica) se sembró en macetas de 24
cm de altura y 28 cm de diámetro. El regulador de crecimiento utilizado fue una mezcla
®
comercial de nombre Vitarise , la cual tiene como componentes principales a las giberelinas,
auxinas, y citocininas, además de otros compuestos activos como se muestra en el Cuadro 1.
®
Cuadro 1. Composición porcentual del reguladores de crecimiento comercial Vitarise . Según
la etiqueta del producto

Compuestos activos % peso


Giberelinas 500 ppm
Auxinas 500 ppm
Citocininas 200 ppm
Cisterna 500 ppm
Tiamina 1100 ppm
Inositol 200 ppm
Nitrógeno total 9.0%
Calcio 0.8%
Zinc 2.0%
Azufre 0.8%
Ácidos cítricos 0.4%
-1
Los tratamientos consistieron en la aspersión a las 8 am de 0, 5 y 10 mL L de RC en la
etapa vegetativa (Veg, tercera hojas trifoliolada ,28 dds), al inicio de la floración (I. Flor., cuando
se presentaron los primeros botones florales ,42 dds) y en ambas etapas (Veg + I. Flor). Las
etapas fenológicas fueron determinadas con base al criterio presentado en la clasificación
propuesta por Escalante y Kohashi (1993) para frijol de grano. El diseño experimental fue
completamente al azar con cinco repeticiones. Se registró la emergencia, el inicio de la
floración y los días después de la siembra a los cortes de ejote. El área foliar por planta, el
rendimiento (peso fresco) y número de ejotes por planta. A las variables registradas se les
aplicó un análisis de varianza (P%0.05) y a las que resultaron con diferencias significativas la
prueba de comparación de medias de Tukey (P"0.05).

Resultados y Discusión

Las condiciones de temperatura máxima y mínima registradas en el invernadero durante el


desarrollo del estudio fluctuaron entre los 10 y 33 ºC.
La fenología no mostró cambios con la aplicación de RC. Así, la emergencia ocurrió a los 10
dds, el inicio de la floración a los 41 dds y los cuatro cortes de ejotes a los 62, 70, 75 y 98 dds.
En cuanto al rendimiento de ejote (peso fresco) y número de ejotes por planta (figura 1A y
1B,respectivamente), la aplicación de RC mostró diferencias significativas por efecto de los
1
tratamientos. Así, el frijol con 5 ml L- de RC al inicio de floración mostró el rendimiento más
-1 1
alto (70 g planta ) con 19 ejotes planta- . Tendencias similares se han observado en haba
(Hassanien et al., 2000) y en frijol (Medhi y Borbora, 2002). Seguido de la aspersión de RC en
las etapas Veg + I. Flor. , en la etapa vegetativa y el testigo (sin aspersión) el cuál mostró el
rendimiento más bajo (figura 1A). Estos resultados sugieren que la aspersión de RC durante la
etapa reproductiva puede incrementar el rendimiento del frijol ejotero debido en parte a un
mayor “amarre” de frutos (Medhi y Borbora, 2002).
El área foliar por planta acumulada hasta 98 dds mostró diferencias significativas por efecto de
tratamientos. En la figura 2 se observa que la mayor área foliar se encontró con aspersiones en
la etapa vegetativa, seguida de las aspersiones al inicio de la floración y en ambas etapas. Al
testigo correspondió el área foliar más baja. Dicho comportamiento posiblemente esté
relacionado con una estimulación en la expansión foliar generado por las giberelinas (Bultynck
y Lambers, 2004). El más bajo aumento con aspersiones al inicio de floración posiblemente se
debió a que la mayor parte del área foliar ya se encontraba formado en ésta etapa fenológica.

432
Tukey
(P"0.05)
B

Figura 1. (A) Rendimiento de ejote (peso de la materia fresca en g) y (B) número total de ejotes
en frijol ejotero (Phaseolus vulgaris L.) cv “Strike” de hábito de crecimiento determinado en
función de la aplicación de reguladores de crecimiento. Montecillo, Méx. Verano 2006.

433
2
Figura 2. Área foliar (dm ) por planta de frijol cv. Strike en función de la época de aplicación de
reguladores de crecimiento. Montecillo Méx.2006.

Conclusiones

Con la aplicación de RC se logra una mayor área foliar, número y rendimiento de ejotes en
-1
frijol. La mayor producción de ejote se logra con la aspersión de 5 ml L al inicio de la
floración. La ocurrencia de las etapas fenológicas no es afectada por la aplicación de
reguladores de crecimiento.

Literatura Citada

Bultynck, L, y Lambers H. 2004.Effects of applied gibberellic acid and paclobutrazol on leaf


expansion and biomass allocation in two Aegilops species with contrasting leaf elongation rates.
Physiologia Plantarum 122: 143–151.
Chaplot, P. C.; Bhatnagar, G. S. y Porwal, M. K. 1992. Effect of plant growth regulators on black
gram, green gram and soybean. International Journal of Tropical Agriculture, , Vol. 10, No. 1,
pp. 72-74
Escalante E., J. A. y Kohashi, J. 1993. Rendimiento y crecimiento del frijol. Manual para la toma
de datos. Colegio de Postgraduados. IRENAT. Montecillo, México. 84 pp.
Esquivel-Esquivel G.; Acosta-Gallegos, J. A.; Rosales-Serna, R.; Pérez-Herrera, P.;
Hernández-Casillas, M.; Navarrete-Maya, R.; Muruaga-Martínez, J. S. 2006. Productividad y
adaptación del frijol ejotero en el valle de México. Revista Chapingo. Serie Horticultura, enero-
junio, año/vol 12 número 001. Universidad Autónoma Chapingo, México pp 199-126
Hassanein, M. S.; Shalaby, M. A. F. y Rashad, E. M. 2000. Improving growth and yield of some
faba bean cultivars by using some plant growth promoters in newly cultivated land. Annals of
Agricultural Science.Vol. 38, No. 4, pp. 2141-2155
Medhi, A. K. y Borbora, T. K. 2002. Effect of growth regulators on the dry matter production,
flower initiation and pod setting of French bean (Phaseolus vulgaris L.). Research on Crops.
Vol. 3, No. 1, pp. 119-122

434
ACTIVIDAD LARVICIDA DE HIPPOCRATEA EXCELSA (HIPPOCRATEACEAE) SOBRE
Culex quinquefasciatus (DIPTERA: CULICIDAE)
1
Rodolfo Figueroa-Brito
2
Juan Sánchez Arriaga

Resumen

Culex quinquefasciatus especie vector que transmite la enfermedad encefalitis, fiebre amarilla
entre otras. Hippocratea excelsa se una planta que tiene amplio espectro de acción sobre
insectos y que puede usarse como infusión, macerado y polvo para el combate de Cx.
quinquefasciatus. El objetivo de este trabajo fue analizar los efectos larvicidas de los extractos
vegetales de H. excelsa sobre Cx. quinquefasciatus. Los extractos: hexánico, acetónico y
metanólico a concentraciones a 20 y 200 ppm en un volumen de 250 ml. Estas
concentraciones fueron incorporadas homogéneamente en vasos de plástico. Estos
contuvieron como indicadores biológicos larvas del tercer estadio de Cx. quinquefasciatus con
un tamaño de muestra/tratamiento de n=25. Cada vaso fue considerado como una replica y se
realizaron tres replicas por tratamiento. El insecticida Abate® a una concentración de 4 ppm (1
mg/250 ml de agua) se uso como referencia y como testigos cada uno de los solventes. La
variable de respuesta fue la mortalidad larval a las 12, 24, 48, 72 y 96 h de los mosquitos.
Todos los datos fueron transformados a arcoseno antes de ser sometidos a análisis de
varianza (ANOVA). El nivel de significancia fue de p= 0.05. La separación de medias se realizó
mediante la prueba de medias de Tukey. El programa estadístico fue Sigma Stat 3.0. En este
insecto no se encontraron diferencias significativas entre el tallo y fruto-semilla a 20-200 ppm
en todos los tiempos de observación. Respecto a los extractos, los realizados con hexano
seguidos de la acetona son los más activos en la mortalidad de este insecto, por presentar
diferencias significativas con el metanol. En la interacción (parte-solvente) los extractos
hexánicos de fruto-semilla y tallo fueron los más tóxicos en ambas concentraciones (20 y 200
ppm) con un 90% de mortalidad del insecto a las 24 h.

Palabras clave: Cancerina, extractos, tóxicos mosquito

Introducción

En el mundo existen unas 3450 especies de mosquitos y varias especies tienen gran
importancia para el hombre ya que son vectores de enfermedades (Kettle, 1995). Los
mosquitos se encuentran presentes en todas las zonas climáticas y su proliferación esta
relacionada con los factores climáticos y geográficos que determinan la existencia de depósitos
de agua naturales o artificiales, la densidad de mosquitos puede descender considerablemente
bajo condiciones de estrés como también puede aumentar notablemente bajo condiciones
climáticas favorables (Sazonova, 1992).
Los mosquitos Aedes aegypti Linneaus y Culex quinquefasciatus Say son especies vectores
que transmiten diversos agentes patógenos para el humano, causantes de enfermedades
como es la dengue y fiebre amarilla entre otras (Ibáñez y Martínez, 1994).
El control de las poblaciones de mosquitos vectores se realiza por insecticidas químicos y
forman parte importante de los programas de salud de los países afectados, incluyendo a
México (SCSPEP, 1996). La resistencia a piretroides apareció rápidamente después de que se
introdujeron pabellones impregnados (Rivet et al., 1994).
La frecuente exposición al rociamiento de insecticidas químicos han expuesto al hombre y los
animales, aun alto riesgo de toxicidad, también han ocasionado una elevada contaminación
ambiental por su elevado poder residual y el problema de tipo económico cuyo costo hace que
se encarezcan los programas de control (OMS, 1990).
11

1
Departamento de Interacciones Planta-Insecto Centro de Desarrollo de Productos Bióticos del Instituto Politécnico
Nacional. Becario COFAA–EDI. Carretera Yautepec-Jojutla Km. 8.5, A. P. 24, 62731 San Isidro, Yautepec, Morelos,
México. Tel-Fax (735)394-1896. Correo electrónico: [email protected].

435
Todo lo anterior, pone en manifiesto que la estrategia tradicional de combatir vectores por un
método único de aplicaciones de insecticidas químicos no es lo más recomendable (IPK, 1995).
Las plantas constituyen una rica fuente de bioactivos químicos (Harbone, 1988, Lagunes,
1993). Como una alternativa viable destacan los insecticidas vegetales, opción que no es
nueva y que ahora resurge con la moda ecológica (Rodríguez, 1990a) y Rodríguez (1990b)
menciona que la cancerina Hippocratea excelsa H. B. K. es una planta que tiene amplio
espectro de acción sobre insectos y que puede usarse como infusión, macerado y polvo para el
combate de Culex quinquefasciatus, entre otras plagas. La determinación del uso de esta
planta a evaluar fue a través del análisis de varias investigaciones (Villar, 1988, Rodríguez,
1990b, Gutiérrez, 1994, Rodríguez y Machado, 1995, Sánchez-Arriaga et al., 2005). Por lo
antes mencionado es necesario analizar los efectos insecticidas de los extractos vegetales de
Hippocratea excelsa sobre la mortalidad larval del mosquito Culex quinquefasciatus.

Materiales y Métodos

Pie de cría de Culex quinquefasciatus. Se realizaron colectas de larvas en cuerpos de agua


en Iguala, Guerrero. Todas las larvas fueron llevadas al cubículo de botánica de la Unidad
Académica de Ciencias Agropecuarias y Ambientales, colocadas en palanganas con agua
potable para que posteriormente se alimentaran con alimento para peces Wardley, este se
trituro con ayuda de un mortero hasta dejar un polvo muy fino, se alimentaron varios días hasta
que se obtuvieron pupas y después adultos. Los adultos fueron alimentados con sangre de
aves de corral para mantener la colonia. Al copular los adultos se obtuvieron los huevecillos,
que fueron colocados en palanganas con agua para su eclosión. También para la prueba
biológica se utilizaron larvas del tercer-cuarto estadio de este insecto (SS, 1997).
Colecta de la planta. La colecta de la planta: Hippocratea excelsa (fruto-semilla y tallo) fue de
árboles de la localidad del Naranjo, Municipio de Iguala, Guerrero. Se prepararon ejemplares
de la planta para que fueran identificados por el Dr. Cesáreo Catalán Heverastico y
depositados en el herbario de la Unidad Académica de Ciencias Agropecuarias y Ambientales
de la Universidad Autónoma de Guerrero para su colección.
Obtención de extractos vegetales. Todo el material vegetativo fue secado a temperatura
ambiente durante 15 días bajo sombra para que no perdiera sus propiedades químicas. Una
vez secas las partes del árbol se trituraron con las manos las partes duras y con ayuda de un
molino eléctrico. Las extracciones del material vegetal se realizaron por maceración secuencial
en oscuridad con tres tipos de disolventes: hexano, acetona y metanol (rango amplio de
polaridad) desde lo más apolar por el hexano hasta lo más polar con el metanol. El material
vegetal fue depositado en matraces Erlenmeyer de 2 & agregando hexano suficiente para cubrir
todo el material, el matraz se agito ligeramente y se dejo reposar durante 72 h a temperatura
ambiente y después de este tiempo, la mezcla fue filtrada al vació usando papel filtro Whatman
No. 2, los restos vegetales se dejaron secar y se les agrego el segundo disolvente (acetona),
siguiendo el mismo procedimiento, y esto mismo para el tercer disolvente (metanol).
Finalizando esta etapa y eliminados los restos vegetales de los disolventes, los extractos se
concentraron con un rotavapor y fueron expuestos a condiciones de medio ambiente hasta
sequedad para ser guardados en refrigeración a una temperatura de 4º C (Heraso, 1998).
Bioensayo de toxicidad aguda con Culex quinquefasciatus. La prueba consistió en realizar
diluciones de todos los extractos a concentraciones a 20 y 200 ppm en un volumen de 250 ml.
Estas concentraciones fueron incorporadas homogéneamente en vasos de plástico. Estos
contuvieron como indicadores biológicos larvas del tercer estadio de Culex quinquefasciatus
con un tamaño de muestra/tratamiento de n=25. Cada vaso fue considerado como una replica
y se realizaron tres replicas por tratamiento. El insecticida Abate® a una concentración de 4
ppm (1 mg/250 ml de agua) se uso como referencia y como testigos cada uno de los solventes.
La variable de respuesta fue la mortalidad larval a las 12, 24, 48, 72 y 96 h de los mosquitos.
Todos los datos fueron transformados a arcoseno antes de ser sometidos a análisis de
varianza (ANOVA). La separación de medias se realizó mediante la prueba comparación
múltiple de medias (Tukey %= 0.05). El programa estadístico fue Sigma Stat 3.0.

Resultados

2
Jurisdicción Sanitaria 02 Norte. Madero 125, Col. Centro, Iguala, Guerrero, CP. 40000. Tel 01 733 30471 y 33 30472.

436
En este estudio, se compararon los porcentajes de mortalidad del insecto con la prueba de
medias de Tukey. Estas comparaciones se realizaron de tres maneras, 1) en base a los
promedios de mortalidad que presento cada parte de la planta (tallo o fruto-semilla), con el fin
se saber cual de ellas, era la más efectiva; 2) en base a la mortalidad promedio que presentó
cada solvente utilizado, para saber con cual de ellos eran más activos los extractos; y 3)
comparando todos los extractos, para conocer el más letal para el insecto.
Culex quinquefasciatus. En la concentración a 20 ppm, el fruto-semilla fue el más activo al
provocar los valores más altos de mortalidad del insecto a las 12 (F(4,18)= 1.31, P<0.2732,
Figura 1) y 24 h (F(4,18)= 4.37, P=0.0374, Figura 1) con respecto al tallo.

a a a
F= 4.37
b a

F= 1.31
b a

(
Figura 1. Mortalidad de Culex quinquefasciatus producida por el tallo ' y fruto-semilla de H.
excelsa a 20 ppm. Promedios que comparten la misma letra dentro de cada tiempo, no son
significativamente diferentes.

En cambio en la concentración a 200 ppm, la parte tallo fue el más activo que el fruto-semilla
en todo la prueba experimental (12 h: F(4,18)= 2.53, P<0.1371, 96 h: F(4,18)= 0.7786, P=0.3949,
Figura 2).

F= 0.7786
a b a b a b a b

F= 2.53
a b

(
Figura 2. Mortalidad de Culex quinquefasciatus producida por el tallo ' y fruto-semilla de H.
excelsa a 200 ppm. Promedios que comparten la misma letra dentro de cada tiempo, no son
significativamente diferentes.

Respecto a los extractos, los realizados con hexano seguidos de la acetona son los más
activos en la mortalidad de este insecto, por presentar diferencias significativas con el metanol
(F(4,18)= 95.19, P<0.0001, Figura 3 a,b).
En la interacción (parte, solvente) los extractos hexánicos de fruto-semilla y tallo fueron los más
tóxicos en ambas concentraciones (20 y 200 ppm) con un porcentaje de mortalidad del insecto
del 90% a las 24 h respectivamente (F(4,18)= 4.37, P<0.0374, Tabla 1), seguidos de los
extractos acetónicos (20 y 200 ppm) como metanólicos a 20 ppm con un 90% de mortalidad del
insecto a las 48 h.

437
a)

a a a a
b

b)

a a a a a
b b
b

Figura 3. Mortalidad de Culex quinquefasciatus producida por los extractos hexánicos '
(
acetónicos y metanólicos ) de H. excelsa. a) 20 ppm y b) 200 ppm. Promedios que
comparten la misma letra dentro de cada tiempo, no son significativamente diferentes.

Tabla 1. Porcentaje de mortalidad de S. frugiperda en los extractos a concentraciones de 20-


200 ppm.

EXTRACTO TIEMPO
HIPPOCRATEA EXCELSA 12 h (%) 24 h 48 h 76 h 92 h
ppm
Hexánico tallo 20 68.47 90 --- --- ---
200 90 --- --- --- ---
Hexánico fruto-semilla 20 80.24 90 --- --- ---
200 81.92 90 --- --- ---
Acetónico tallo 20 49.54 84.52 90 --- ---
200 49.4 86.15 90 --- ---
Acetónico fruto-semilla 20 56.11 82.11 90 --- ---
200 53.49 84.52 90 --- ---
Metanólico tallo 20 47.69 76.83 90 --- ---
200 43.07 86.15 86.15 86.15 86.15
Metanólico fruto-semilla 20 49.25 90 --- --- ---
200 45.38 76.48 76.48 77.76 80.67
Testigo hexano 6 10 10 12.5 12.5
Testigo acetona 8 10 10 10 10
Testigo metanol 0 5 5 5 5
Testigo químico (Abate® 1%) 0 98.66 100 --- ---

438
Discusión

Los extractos hexánicos junto con el extracto metanólico de fruto-semilla a 20 ppm resultaron
ser los más activos (90% de mortalidad a las 24 h) sobre Culex quinquefasciatus. Los extractos
acetónicos son considerados en segundo orden por causar el 90% de mortalidad a las 48 h.
Por lo que los extractos, los hexánicos deben ser considerados para el control de estos
insectos por que causaron el mismo porcentaje de mortalidad que el insecticida químico, con la
ventaje que son memos contaminantes que el químico. El necesario realizar la purificación de
los compuestos puros de estos extractos y evaluarlos sobre larvas de este insecto para
determinar el principio activo causante de la actividad tóxica sobre Culex quinquefasciatus.
Los resultados muestran que los extractos hexánicos de tallo y fruto-semilla de H. excelsa
causaron un 90% de mortalidad con 24 h de exposición 24 h en Culex quinquefasciatus.
Monzon et al., (1994) mencionan que los extractos registraron su máxima actividad insecticida
a las 48 h de exposición de los cuales Annona squamosa fue la más activa sobre larvas de Cx.
quinquefasciatus. Eso mismo sucedió con el extracto acuoso de semillas (0.5 mg/ml) de
Annona muricata al provocar el 100% de mortalidad a las 24 h (Bobadilla et al., 2005).

Conclusiones

Como parte botánica, el fruto-semilla (20 ppm) como el tallo (200 ppm) provocaron un 90% de
mortalidad del insecto a 24 h de exposición. De los extractos, los realizados con hexano
seguidos de la acetona son los más activos. En la interacción (parte, solvente), los extractos
hexánicos de fruto-semilla y tallo fueron los más tóxicos (90% de mortalidad) a 20 y 200 ppm a
las 24 h de exposición.

Agradecimiento

Los autores agradecen al gobierno del estado de Guerrero el 1er lugar otorgado del Premio
Estatal de Investigación en Salud 2007 en el área Paramédica, por el trabajo de investigación
“Actividad larvicida de Hippocratea excelsa (Hippocrateaceae) sobre larvas de mosquitos
Aedes aegypti, Culex quinquefasciatus y Anopheles albimanus (Diptera: Culicidae)” del cual
forma parte de este trabajo.

Literatura Citada

Bobadilla, M., F. Zavala, M. Sisniegas, G. Zavaleta, J. Mostacer y L. Taramona. 2005.


Evaluación larvicida de suspensiones acuosas de Annona muricata Linnaeus “guanábana”
sobre Aedes aegypti Linnaeus (Diptera: Culicidae). Rev. Peru. Biol. 12(1):145-152.
Gutiérrez, T. A. 1994. Uso de plantas para el control del gorgojo pinto del fríjol Zabrotes
subfasciatus Boheman (Coleoptera: Bruchidae). Tesis de Licenciatura. Escuela Superior de
Agricultura Universidad Autónoma de Guerrero. Iguala, Gro. México.
rd
Harbone, J. B. 1988. Introduction to ecological biochemistry. 3 . Ed. Academic Press, London,
356 p.
Heraso, C. C. 1998. Evaluación de las actividades biológicas (insecticidas y citotóxicas) de
extractos crudos de Vitex trifolia L. (Verbenaceae). Tesis de Licenciatura. Facultad de Ciencias
Biológicas. Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Cuernavaca, Mor. México. 19 p.
Ibáñez, B. S. y C. C. Martínez. 1994. Claves para la identificación de larvas de mosquitos en
las áreas urbanas y suburbanas de la República Mexicana (Diptera: Culicidae). Fol. Entom.
Mex. 92:43-73.
IPK. 1995. Novedades en control biológico de mosquitos, grupo de control biológico. Dpto.
Control de Vectores. 300 p.
Kettle D. S. 1995. Medical and veterinary entomology. Cambridge, United Kingdom, University
Press. 109-151 p.
Lagunes, T. A. 1993. Uso de extractos y polvos vegetales y polvos minerales para el combate
de plagas de maíz y del fríjol en la agricultura de subsistencia. C. P. USAID, CONACYT y
BORUCONSA. México. 31 p.
Monzon R. B., J. P. Alvior, L. L. Luczon, A. S. Morales and F. E. Mutuc. 1994. Larvicidal
potencial of five Philippine plants against Aedes aegypti (Linnaenus) y Culex quinquefasciatus
(Say). J. Trop. Med. 25(4):755-759.

439
er
OMS. 1990. Química y especificaciones de los plaguicidas: 13 informe de expertos de la OMS
en biología de los vectores y lucha antivectorial. Serie de informes técnicos. NI 798 83 p.
Rivet, Y., M. Raymond, J. A. Rioux, A. Delaibre and N. Pasteur. 1994. Resistance monitoring in
Culex pipiens (Diptera: Culicidae) from central-eastern France. J. Med. Entom. 31:231-239.
Rodríguez, H. C. 1990a. Perspectivas en el uso de plantas con propiedades insecticidas. EN: II
simposio nacional sobre sustancias vegetales y minerales en el combate de plagas. XXV
congreso nacional de entomología. Oaxaca, Oax., México. pp. 176-187.
Rodríguez, H. C. 1990b. Actividad insecticida de cancerina Hippocratea excelsa
(Hippocrateaceae) en siete especies de insectos de importancia económica. p. 38-47. In: II
Simposio sobre Substancias Vegetales y Minerales en el Combate de Plagas. XXV Congreso
Nacional de Entomología. Oaxaca, Oax., México.
Rodríguez, H. C. y C. M. H. Machado. 1995. Actividad insecticida de Hippocratea spp
(Hippocrateaceae) en larvas de Aedes aegypti, Culex quinquefasciatus (Diptera: Culicidae) y
Spodoptera frugiperda (Lepidoptera: Noctuidae). p. 89. In: VI Encuentro de Investigadores en
Flora y Fauna de la Región Centro–Sur de la República Mexicana. Tlaxcala, Tlax., México.
Sánchez-Arriaga J., R. Figueroa-Brito y H. J. C. Lanz-Mendoza. 2005. Vegetales sobre larvas
de Aedes (Diptera: Culicidae). p. 78. In: 3er Congreso Nacional de la Sociedad Mexicana de
Medicina Tropical. Acapulco, Gro. México.
Sazonova, O. N. 1992. The role of bloodsuc king mosquitoes ecosystem. Entomo. 71:48-49.
Servicios Coordinados de Salud Pública en el Estado de Puebla. 1996. Reporte del programa
estatal de prevención y control del Paludismo.
Secretaría de Salud. 1997. Entomología con énfasis en control de vectores. Dirección general
de medicina preventiva. Organización panamericana de la salud. México, D. F.
Villar, M. C. 1988. Utilización de infusiones y extractos acuosos vegetales en el combate del
gusano cogollero del maíz Spodoptera frugiperda, (J. E. Smith) (Lepidoptera: Noctuidae) en
San Luís Potosí. Tesis de Maestría en Protección Vegetal. Departamento de Parasitología
Agrícola, Universidad Autónoma de Chapingo. Montecillos, México. 104 p.

440
DESCRIPCIÓN DE VARIEDADES CRIOLLAS DE AYOCOTE (Phaseolus coccineus L.)
MEDIANTE CARACTERES DE LA SEMILLA

Ana Rosa Ramírez Pérez


1
Ramón Díaz-Ruiz

Resumen

Los cultivares de ayocote (P. coccineus L.) que cultivan los agricultores fue descrito con base a
caracteres de la semilla con el objeto de conocer la diversidad que poseen. Los materiales
pertenecen a los estados de Puebla, Tlaxcala, Oaxaca y Guerrero. La descripción se realizó en
la semilla original utilizando la Guía P. coccineus Descriptores. Los caracteres estudiados
fueron el color, la forma, el peso, volumen y las dimensiones largo, ancho y espesor. Los
colores de semilla encontrados fueron ocho: mezclas, amarillo mostaza, negro, violeta, blanco,
crema, castaño oscuro y gris con manchas romboides. Las mezclas fueron las más frecuentes
(60%), las cuales se componen de dos a seis colores. En colores individuales fue más común
el amarillo mostaza (13%). Con base a la relación longitud/ancho de la semilla se registraron
las formas globular y aovada y mediante la relación largo/espesor fueron la aovada, aplanada y
muy aplanada. En el primer caso la forma más frecuente fue la aovada y en el segundo caso la
forma muy aplanada. El peso de semilla frecuente fue menor a 109 g (73%) y el volumen más
común se ubicó en el rango entre 74 y 124 ml (55%). Las dimensiones de las semillas fueron
largo entre 1.57 y 2.57 cm como valor mínimo y máximo respectivamente, el ancho presentó
0.94 mínimo y 1.44 cm máximo, en espesor el valor mínimo y máximo fue igual a 0.71 y 0.94
cm respectivamente. La mayor concentración de colores se registró en el rango de peso de
semilla considerado menor a 109 g, el volumen fue más frecuente en el rango de peso entre
109 y 151 g. De igual forma los colores de semilla se concentraron en el rango de peso menor
a 109 g. La diversidad encontrada es indicio de la existencia de variabilidad en otros caracteres
que serán objeto de estudios futuros.

Palabras clave: Diversidad, cultivares, Phaseolus coccineus L.

Introducción

La diversidad de las especies cultivadas in situ expresan la variabilidad producto de la


influencia del ambiente y el genotipo, aunado la incidencia de los agricultores con la aplicación
de los métodos tradicionales que han estado utilizando por miles de años y transmitidos de
generación a generación. Esto aplica a las diferentes especies que forman parte de los cultivos
que siembran los agricultores. El conocimiento de la diversidad de una especie brinda la
posibilidad de identificar los caracteres potenciales de los cultivares para aprovecharlos
mediante la aplicación de una estrategia que permita mantener la diversidad sin dañarla y
visualizar la falta de caracteres que son deseados por los agricultores que pueden ser parte del
valor agregado de la especie.
El género Phaseolus, cuenta con alrededor de 52 especies descritas de las cuales
aproximadamente 40 son originarias de México (Sousa y Delgado, 1998). Entre las cinco
especies cultivadas del género, se encuentran el frijol común (P. vulgaris L.) y el frijol ayocote
(P. coccineus L.) que junto con el maíz han sido parte de los alimentos consumidos por los
pueblos nativos de América. De acuerdo a Zavala et al. (2000) los frijoles P. vulgaris y P.
coccineus son los más importantes en la alimentación en México. El ayocote representa un
cultivo de interés en las regiones rurales como parte de su alimentación cotidiana y en días de
fiesta locales.

___________________________________
1
Colegio de Postgraduados, Campus Puebla. Km 125.5 Carr. Fed. Méx.-Pue. C.P. 72760,
Puebla, Pue. Apartado Postal 2-12, Colonia la Libertad C.P. 72130. Tel: + 52 222 2850013,
Fax: + 52 222 2851444. [email protected].

441
El ayocote ha sido cultivado durante generaciones en México, en latitudes entre los 1000 a
2800 msnm (Hawkes, 1991). La especie se encuentra distribuida en la Sierra Madre Oriental,
Sierra Madre Occidental, Sierra Madre del Sur, Eje Volcánico Transversal y Sierra de San
Cristóbal de las Casas, Chiapas (Miranda, 1990). Por lo que en estas regiones el ayocote es
una alternativa como cultivo agrícola bajo los sistemas unicultivo y asociado. Es considerada
una especie de día corto, sensible a heladas y con tolerancia a la sequía. Los órganos
consumibles del ayocote son las vainas, semillas y otras partes de la planta (raíces, brotes
jóvenes y hojas). Sus flores e inflorescencias son utilizadas como ornamentales en Europa y
Estados Unidos, en los estados mexicanos Hidalgo, Oaxaca y Chiapas se utiliza en la
preparación de tamales (Delgado, 1988). A pesar de los múltiples usos de la especie, su
consumo y utilización es poco difundido.
El conocimiento de la diversidad de ayocote debe ser en las diferentes etapas fenológicas de la
especie, partir con la descripción de los caracteres morfológicos de la semilla original que
utilizan los agricultores, la cual almacenan año con año y representa la forma de uso principal.
La descripción de caracteres permitirá detectar las potencialidades de la especie, no solo en
rendimiento de grano, sino también como un cultivo diverso para adaptarse a diferentes
regiones, para control biológico de plagas como la tuza, y analizar sus desventajas como la
susceptibilidad al gorgojo.
Por dichas razones, se planteó el objetivo de describir la diversidad de un grupo de variedades
nativas de ayocote mediante caracteres de la semilla colectadas en distintas regiones de los
estados de Puebla, Tlaxcala, Oaxaca y Guerrero. Es importante una adecuada identificación o
caracterización de los cultivares ya que permite el uso y aprovechamiento óptimo por los
agricultores, para un mejor control del comercio de semillas donde el atributo de calidad en los
mercados es básico, debido a que lo determina en su mayor parte el genotipo (Keefe y Draper,
1986). Por lo tanto es factible describir la biblioteca genética natural con los genes que pueden
ser utilizados en el momento indicado en trabajos de investigación o para la formación de
variedades con caracteres específicos.

Materiales y Métodos

Los cultivares fueron colectados en 26 comunidades de los estados de Puebla, Tlaxcala,


Guerrero y Oaxaca. La semilla se compró a los agricultores y en algunos casos fue
proporcionada a razón de 0.5 a 1 Kg. La descripción de caracteres morfológicos de la semilla
se realizó directamente de las colectas originales. Se reunieron en total 45 cultivares que
fueron descritas mediante los siguientes caracteres:
Color de la semilla: El patrón de colores de la semilla fue determinado visualmente sin
separar las diferentes tonalidades y de acuerdo a los colores presentados en la Guía P.
coccineus (1983).
Forma de la semilla: Este carácter se determinó de dos maneras con base a la relación
largo/ancho y a largo/espesor según las escalas propuestas en la Guía P. coccineus
Descriptores (1983). La escala para largo/ancho fue 1.3 a 1.4 globular, 1.7 a 1.8 aovada y 2.1 a
2.2 aplanada. De acuerdo a la relación largo/espesor se estableció la escala menor a 1.4
globular, 1,7 a 1.8 aovada, 2.1 a 2.2 aplanada y mayor a 2.5 muy aplanada.
Peso: Se registró el peso de 100 semillas de cada cultivar con una balanza granataria. La
escala establecida fue de acuerdo a la diferencia entre el peso máximo y mínimo dividido entre
tres. Se establecieron tres rangos.
Volumen: Cien semillas sanas fueron colocadas en una probeta con cantidad de agua
conocida y por desplazamiento se determinó el volumen en ml. De igual forma que en peso de
semilla se determinó una escala para diferenciar los volúmenes en tres rangos.
Tamaño: Fue determinado en 15 semillas en tres dimensiones largo, ancho y espesor
mediante un vernier.

Resultados y Discusión

Color de la testa de semilla


En las 26 comunidades colectadas se encontraron ocho colores (Figura 1). El 60% de colectas
fueron mezclas compuestas por diferentes colores desde dos hasta seis colores diferentes. El
ayocote color amarillo mostaza fue el más abundante, representó el 13% del total de
variedades. Entre los colores con predominancia intermedia se encuentran el negro y el violeta
con el 6.5% cada uno, el blanco y el crema representan el 4.3% cada uno. Los colores menos

442
predominantes son el castaño oscuro y el gris con manchas oscuras cada uno con el 2.2%. En
la región oriente del Estado de México se reportan mezclas de colores conocidas como
ensaladillas y predominancia de ayocote color morado (Castillo, 2006).
La cantidad de colores registrados no pueden ser definidos como los únicos existentes, son
reportados también los colores rojo y café (Miranda, 1991) que no fueron registrados en los
cultivares colectados. En el caso de cultivares con semilla blanca y roja se consideran
domesticados ya que no se encuentran entre las poblaciones silvestres (Miranda, op cit).
Las mezclas de colores representan un grupo de variedades con diferentes ciclos biológicos lo
cual le da características especiales y forman parte de una estrategia utilizada por los
agricultores, de esta forma aseguran la producción durante un ciclo de cultivo al enfrentar de
esta manera las irregularidades que pueda presentar el ambiente. En condiciones de temporal,
cuando el agricultor siembra un cultivar de ayocote identificado por un color el riesgo aumenta
principalmente cuando el ciclo biológico del cultivar no se adapta a la distribución de la lluvia,
sin embargo puede obtener considerable producción cuando existe coincidencia entre el
genotipo y la distribución de las lluvias.
% de genotipos de ayocote

Colores

Figura 1. Porcentaje de colores de las semillas encontrados en los cultivares de ayocote.

Formas de la semilla
Las formas de semilla encontradas con base a la relación largo/ancho fueron globular y aovada
siendo esta última la más predominante (Cuadro 1). Las formas de semilla registradas de
acuerdo a la relación largo/espesor fueron aovada, aplanada y muy aplanada (Cuadro 2). Las
predominantes fueron muy aplanada (51%) y aplanada (47%). En frijol común se considera la
forma globular o esférica como parte de las variedades cultivadas, sin embargo en ayocote
esta forma puede encontrarse en poblaciones silvestres y cultivadas (Miranda, 1991).

443
Cuadro 1. Forma de la semilla de cultivares de ayocote con base a la relación largo/ancho.
Frecuencia
Forma Absoluta Relativa (%)
Globular 18 40
Aovada 27 60
Total 45 100

Cuadro 2. Forma de la semilla de cultivares de ayocote con base a la relación largo/espesor.


Frecuencia
Forma Absoluta Relativa (%)
Aovada 1 2
Aplanada 21 47
Muy aplanada 23 51
Total 45 100

Peso de semillas
De acuerdo al peso de la semilla, se definieron tres grupos, denominándolas de peso pequeño
inferior a 109 g, mediano entre 109 a 151 g y grande con un peso superior a 151 g. La semilla
pequeña fue predominante con frecuencia igual a 73%, seguido de la semilla grande que
correspondió al 16%, las semillas medianas fueron las menos abundantes (11%) (Cuadro 3). El
peso fluctuó en el intervalo 27.4 a 194.0 g, por su parte Castillo et al. (2006) registró el intervalo
61.9 a 145.5 g en ayocotes colectados en el Estado de México. Este carácter es de mayor
atención para los agricultores por estar directamente relacionado con el rendimiento final de la
semilla. El peso de las semillas está relacionado con las dimensiones largo (r=0.76), ancho
(r=0.77) y espesor (r=0.73). La semilla que crece en estas tres dimensiones tiende a obtener
peso alto.

Cuadro 3. Peso de 100 semillas de cultivares de ayocote definidos en tres rangos de peso.
Frecuencia
Peso de 100 semillas (g) Absoluta Relativa (%)
Inferior 109 33 73
Entre 109 y 151 5 11
superior 151 7 16
Total 45 100

Volumen de la semilla
El volumen intermedio fue el más predominante (55%) seguido del volumen inferior (29%)
(Cuadro 4). Los volúmenes de semilla superior a 124 ml fueron menos frecuentes. En
comparación con el peso de la semilla donde predominaron pesos inferiores, en el volumen
abundaron los intermedios, lo cual indica existencia de semillas voluminosas que no siempre es
indicativo de semilla con peso alto. El peso de semilla y volumen son caracteres
correlacionados (r=0.93) aunque se llega a cumplir lo mencionado anteriormente.

Cuadro 4. Volumen de 100 semillas de cultivares de ayocote agrupados en tres rangos.


Frecuencia
Volumen de 100 semillas (ml) Absoluta Relativa (%)
Inferior 75 13 29
Entre 74 y 124 25 55
Superior 124 7 16
Total 45 100

Dimensiones de la semilla
La longitud de las semillas fluctuó entre 1.57 y 2.57 cm (Cuadro 5), el ancho máximo de las
semillas no superó al valor mínimo de largo, sin embargo el valor mínimo de ancho llegó a ser
igual al valor máximo de espesor (0.94 cm). Miranda (1990) reporta para largo de la semilla el
rango 0.8 a 2.0 cm, ancho de semilla 0.6 a 1.4 cm y espesor entre 0.43 a 1.0 cm. Por su parte
Castillo et al. (2006) encontró los intervalos 1.65-2.30, 1.03-1.42 y 0.67-0.88 para largo, ancho

444
y espesor respectivamente. Existe la probabilidad de que los agricultores estén considerando el
carácter largo de semilla en la selección, lo cual ha contribuido a que no se registrara
longitudes menores a 1.0 cm pero si, mayores a 2.0 cm. Las dimensiones largo, ancho y
espesor son de los primeros caracteres que observa el agricultor al momento de seleccionar la
semilla para su siembra ya que la selecciona a la cosecha o al final del ciclo agrícola como lo
reporta para frijol Latournerie et al., (2005). Las dimensiones de la semilla están relacionadas
con el volumen debido a que determinan el espacio que puede ocupar, sin embargo, no implica
que las semillas largas y anchas presenten pesos altos. El largo de la semilla se correlacionó
significativamente con el ancho (r=0.94) y espesor (r=0.85). Los parámetros de la semilla largo
y ancho estuvieron correlacionadas significativamente (r=0.86).

Cuadro 5. Dimensiones de las semillas de cultivares de ayocote.


Largo Ancho Espesor
Valores (cm) (cm) (cm)
Máximo 2.57 1.44 0.94
Mínimo 1.57 0.94 0.71
Promedio 1.92 1.19 0.79

Distribución de los colores de semillas en los rangos de peso establecidos


En el rango de peso de semilla inferior a 109 g se concentraron los colores a excepción del
color crema ubicado en el rango de peso superior a 151 g (Cuadro 6). Las mezclas de colores y
el color amarillo mostaza presentaron cultivares en los tres rangos de peso establecidos.
Posiblemente el peso pequeño (menor a 109 g) es considerado adecuado por los agricultores
ya que le proporciona a las semillas buen aspecto. Las semillas color blanco fueron poco
frecuentes y de peso bajo, de acuerdo a Zeven et al., (1993) observaron que las plantas
provenientes de semillas blancas con manchas oscuras producen semillas con peso alto.

Cuadro 6. Colores de las semillas de cultivares de ayocote distribuidas en los rangos de peso
establecidos.
Peso de semilla (g)
Color Superior a
Inferior a 109 Entre 109-151 151
Amarillo mostaza 4 1 1
Blanco 2 0 0
Castaño oscuro 0 0 1
Crema 1 0 1
Gris-manchas romboide 1 0 0
Mezcla 20 4 3
Negro 3 0 0
Violeta 2 0 1
Total 33 5 7

Distribución de las formas de la semilla en los rangos de peso establecidos


Las dos formas registradas fueron más frecuentes en el peso inferior a 109 g, siendo la forma
globular más abundante (18) (Cuadro 7). Sin embargo, la forma aovada se registró en los tres
rangos de peso, lo cual no ocurrió con la globular.

445
Cuadro 7. Distribución de la forma obtenida mediante la relación largo/ancho por peso de la
semilla
Forma de la semilla Peso de semilla (g)
Inferior a 109 Entre 109-151 Superior a 151
Globular 18 0 0
Aovada 15 5 7
Total 33 5 7

Las diferentes formas de semillas registradas se concentraron en el peso de semilla inferior a


109 g (Cuadro 8). La forma aplanada fue la más frecuente (25). La forma aovada fue muy
escasa bajo este criterio (1) y solo se encontró en el peso inferior. Las formas aplanada y muy
aplanada se distribuyeron en los tres rangos de peso de semilla establecidos, ambas formas
presentaron más cultivares con semilla superior a 151 g en relación al rango de peso
intermedio.

Cuadro 8. Distribución de la forma obtenida mediante la relación largo/espesor por peso de la


semilla.
Forma de semilla Peso de semilla (g)
Inferior a 109 Entre 109-151 Superior a 151
Aovada 1 0 0
Aplanada 25 1 3
Muy aplanada 7 3 5
Total 33 4 8

Distribución del volumen de semilla en los rangos de peso establecidos


En el peso de semilla intermedio se concentraron los volúmenes inferior a 75 y entre 75-124 ml
(Cuadro 9). Los cultivares con volumen superior a 124 ml se ubicaron en el peso mayor a 151
g. Esto indica que existe una tendencia entre volúmenes altos pesos altos, como lo muestra la
correlaci.

Cuadro 9. Volumen de semillas registrado en los cultivares de ayocote.


Peso de semilla (g)
Volumen de 100 semillas (ml) Inferior a 109 Entre 109-151 Superior a 151
Inferior 75 15 19 0
Entre 75- 124 0 4 1
Superior 124 0 0 6
Total 15 23 7

Características de cultivares colectados


El cultivar AyoPue-15 representa una de las mezclas registradas compuesta por seis colores,
con las características siguientes: forma de semilla aovada-aplanada, pesa 127.5 g, volumen
igual a 115 ml, largo de semilla 2.0 cm, ancho 1.24 cm y espesor igual a 0.85 cm.

446
El cultivar AyoOax-45 es color gris con manchas romboides, presenta forma globular de
acuerdo a la relación largo/ancho y aplanada producto de la relación largo/espesor, pesa 100.3
g, volumen igual a 88 ml, las dimensiones de la semilla son largo 1.85 cm, ancho 1.18 y
espesor 0.77.

El cultivar AyoPue-22 presenta color de testa amarillo mostaza, con base a la relación
largo/ancho se ubica en la forma aovada y con la relación largo/espesor se define de forma
muy aplanada, peso 161.9 g, volumen 148 ml, sus dimensiones son largo 2.34 cm, ancho 1.37
y espesor 0.86 cm.

447
Conclusiones

Existe diversidad de colores de frijol ayocote en las diferentes comunidades de los estados de
Guerrero, Oaxaca, Puebla y Tlaxcala, la cual quedó representada por 8 colores. La mezcla de
colores fue predominante en las colectas compuestas por dos a siete colores, los colores de
abundancia intermedia fueron el negro y violeta, seguido de los colores blanco y crema. Los
colores menos abundantes fueron el castaño oscuro y le gris con manchas oscuras. Se
registraron las formas de semilla globular y aovada con base a la relación longitud/ancho de
semilla y las formas aovada, aplanada y muy aplanada con base a la relación longitud/espesor
de la semilla. Respecto al tamaño de las semillas las más abundantes fueron las de tamaño
pequeño. Las mezclas de colores son importantes para los agricultores, ya que de acuerdo con
ellos es una forma de enfrentar las irregularidades de la distribución de la lluvia a través de los
años. La variabilidad en color, forma y tamaño encontrada en el ayocote es un indicio de la
posible variación en otros caracteres de la especie que serán objeto de estudios futuros.

Literatura Citada

Castillo, M. M. 2006. Diversidad genética entre poblaciones de Phaseolus vulgaris y P.


coccineus nativas del Estado de México. Tesis de Maestría en Ciencias. Colegio de
Postgraduados. Montecillo, Texcoco, Edo. de México. 122 p.
Castillo, M. M., Ramírez V. P., Castillo, G. F. y Miranda, C. S. 2006. Diversidad morfológica de
poblaciones nativas de frijol común y frijol ayocote del oriente del Estado de México. Rev.
Fitotec. Mex., 29 (2): 111-119.
Delgado, S. A. 1988. Variation, taxonomy, domestication and germplasm potentialities in
Phaseolus coccineus. p. 441-463. In: Genetic Resources of Phaseolus Beans. Gepts, P. (ed.).
Klewer Academic Publishers. Dordrech, Holland.
Hawkes, J. G. 1991. Centros de diversidad genética vegetal en Latinoamerica. Diversity. 7 (1
y2): 7-9.
International Board for Plant genetic resources Descriptors for Phaseolus coccineus. 1983.
IBPGR Secretariat. Rome.
Keefe, P. D. and Draper, S. R. 1986. The measurement of new characters for cultivar
identificación in wheat using machine vision. Seed Sci. and Technnol. 14: 715-724.
Latournerie, M. L., M. E. de la C. Yupit, J. Tuxill, E. M. Mendoza, R. L. M. Arias, N. G. Castañón
et al. 2005. Sistema tradicional de almacenamiento de semilla de frijol y calabaza en Yaxcabá,
Yucatán. Rev. Fitotec. Mex., 28 (1): 47-53.
Miranda, C. S. 1990. Infiltración genética de Phaseolus vulgaris en P. coccineus. Colegio de
Postgraduados, Centro de Genética. Montecillo, México. 58 p.
Miranda, C. S. 1991. Evolución de Phaseolus vulgaris y P. coccineus. p. 83-89. In:
Contribuciones al conocimiento del frijol (Phaseolus) en México. Engleman E. M. (ed.). Colegio
de Postgraduados. México.
Sousa, S. M. and Delgado, S. A. 1998. Leguminosas mexicanas: fitogeografía, endemismo o
orígenes. P. 449-500. In: Diversidad Biológica de México: Orígenes y Distribución.
Ramamoorthy, T.R., R. Bye, A. Lot and J. Fa (eds). Instituto de Biología, UNAM. México.
Zeven, A. C., Mohamed, H. H., Waninge, J. and Veurink, H. 1993. Phenotypic variation within a
Hungarian landrace of runner bean (Phaseolus coccineus L.). Euphytica, 68:155-166.
Zavala, O. J. A., Vargas, V. and Muruaga, M. 2000. Comparación del desarrollo de tres
variedades de frijol común (Phaseolus vulgaris) y una de frijol ayocote (P. coccineus).
Agricultura Técnica en México, 26 (2): 173-181.

448
FERTILIZACIÓN NITROGENADA Y ACTIVIDAD INSECTICIDA DEL EXTRACTO ACUOSO
DE Carica papaya SOBRE Spodoptera frugiperda EN MAÍZ
1
Rodolfo Figueroa-Brito
2
Ramón Díaz Ruiz
2
Arturo Huerta de la Peña

Resumen

El maíz es atacado por Spodoptera frugiperda y con altas tasas de fertilización nitrogenada
aumenta el daño de este insecto. Por otro lado, las semillas de Carica papaya son tóxicas
sobre el insecto. El objetivo fue estimar el daño del gusano cogollero en maíz durante la etapa
vegetativa de plantas tratadas con extracto acuoso de papaya y aplicación de fertilizantes
nitrogenados y lombricomposta. En invernadero, plantas de maíz fueron desarrolladas en
bolsas de plástico que se llenaron con 6 Kg de suelo agrícola (SAG) y SAG-lombricomposta
(LC) en proporción 3:1. Los tratamientos fueron diferentes fuentes de fertilizantes nitrogenados
(sulfato de amonio, urea y fosfonitrato) y LC, con n=30 plantas (5 plantas por repetición/6
repeticiones por tratamiento). Estas plantas fueron infestadas con larvas de L1 de S. frugiperda
y 15 plantas de cada tratamiento fueron asperjadas con extracto acuoso de semillas de C.
papaya var. Maradol al 20% (EASCPM). Los testigos fueron SAG, SAG+EASCPM y
SAG+malation (M). Las variables estudiadas fueron: longitud de la hoja 2 y 5, altura de planta y
estimación de daño del maíz. Las larvas de S. frugiperda causaron mayor daño en plantas que
no fueron asperjadas con el EASCPM. Entre los tratamientos con EASCPM los fertilizados con
urea y fosfonitrato fueron los más dañados. Entre los testigos el malation protegió más a la
planta de S. frugiperda. Las plantas con fertilización nitrogenada presentaron mejor desarrollo
que las plantas sin fertilización y/o lombricomposta, siendo mejor el tratamiento con sulfato de
amonio seguido de la urea. Este mismo efecto se presentó en las plantas con fertilización +
EASCPM, donde el sulfato de amonio continúo siendo el mejor tratamiento, seguido de la urea.

Palabras claves: Maíz, fertilizantes, cogollero, daño

Introducción

El maíz (Zea mays L.) es un cereal adaptado a diversas condiciones ecológicas y ocupa el
tercer lugar en la producción mundial de cereales después del trigo y arroz. Se utiliza en la
alimentación humana y animal, también tiene uso industrial (Anónimo 2003; Poehlman & Allen,
2003). En México, es el cultivo de mayor importancia económica y social, debido a que forma
parte de la dieta de la mayoría de los mexicanos, principalmente, los de escasos recursos que
viven en áreas marginales (Reyes, 1990). En nuestro país, el consumo per cápita es de 330 g
d$1, con una aportación a la nutrición de 32 a 55% de proteína (Anónimo 2003). A nivel
mundial se siembran 150 millones de hectáreas de maíz, con una producción de 550 a 580
millones de toneladas anuales (Vasal, 1999). Dentro de los principales países productores de
maíz se encuentran Estados Unidos de América (EUA) y China; México ocupa el sexto lugar,
con una producción de 19,200.000 toneladas (Umaran, 2006).
Para su producción, se utilizan grandes cantidades de fertilización nitrogenada. Pero, a
menudo grandes cantidades de nitrógeno permanecen en el suelo después de la cosecha, las
cuales afectan la calidad del agua del suelo mediante la percolación de nitratos y la calidad del
aíre por la emisión del oxido nitroso (Añez y Espinoza, 2002) y/o amoniaco (Houghton et al.,
1990), los cuales están involucrados en la lluvia ácida, destrucción de la capa de ozono
estratosférica e incremento del efecto invernadero (Duxbury, 1994). Resultando un mal manejo
del cultivo porque al fertilizar la planta no se toma en cuenta el manejo del hábitat arriba y abajo
del suelo, hoy en día se reconoce que los componentes de la biodiversidad de arriba y abajo
del suelo están íntimamente relacionados, los cuales a pesar de estar separados están
conectados biológicamente por el maíz.

Al mismo tiempo, el maíz es atacado por una serie de insectos plagas, de los cuales
Spodoptera frugiperda, es su principal plaga por que ataca durante la etapa vegetativa,
prefiriendo el cogollo de la planta. Este insecto puede causar perdidas considerables hasta el
abandono del cultivo por el daño del insecto al maíz. Para su control ha predominado el uso de

449
los insecticidas químicos, los cuales además de eliminar a las plagas, también disminuyen las
poblaciones de insectos benéficos (depredadores y/o parasitoides) de esta plaga y con el uso
continuo se induce a la resistencia de las plagas a estos insecticidas, aunado a todo eso se
ocasiona una contaminación al medio ambiente.
Luna (1988) demostró que con altas tasas de fertilización nitrogenada se exhibe un incremento
de S. frugiperda como otras poblaciones de insectos. Por otro lado, se han evaluado extractos
vegetales, de los cuales, el polvo de las semillas de Carica papaya var. Mamey (Figueroa,
2002) como las variedades Amarilla, Hawaiana y Maradol (García, 2004, Franco, 2006) fueron
altamente tóxicas sobre las larvas de este insecto.
Altieri y Nicholls (1999) mencionaron que a pesar de los vínculos potenciales de la fertilidad del
suelo y la protección de los cultivos, la evolución de los conceptos del Manejo Integrado de las
Plagas (MIP) y el Manejo Integrado de Fertilidad de Suelos (MIFS) han procedido
separadamente. Puesto que ya se conocen que muchas prácticas de manejo de suelo influyen
en el manejo de plagas, no tiene sentido ecológico con enfoques reduccionistas (Altieri y
Nicholls, 2006).
El uso de insecticidas de origen vegetal para el control de este insecto son una alternativa
viable con nuevos modelos de acción, los cuales pueden ser una herramienta más del
programa MIP y compatibles con la agricultura sostenible por ser de baja o nula persistencia,
mínimo impacto en el ambiente y enemigos naturales, obtención fácil y bajo costo. Por lo
anterior, en el presente trabajo se estimo el daño del gusano cogollero en maíz durante la
etapa vegetativa del cultivo en plantas tratadas con extracto de papaya y aplicación de
fertilizantes químicos nitrogenados y lombricomposta.

Materiales y Métodos

Colecta y cría de S. frugiperda. Se realizaron colectas de larvas de S. frugiperda en cultivos


de maíz en Yautepec, Morelos durante el mes de Julio del 2007. Con ayuda de pinceles y
pinzas entomológicas se colectaron 153 larvas de diferentes estadios del insecto del cogollo
del maíz (aproximadamente 15 días de crecimiento). Las larvas colectadas fueron llevadas al
laboratorio y alimentadas de manera individual con la dieta artificial (Burton y Perkins, 1987)
contenida en viales de plástico con tapa de 3 x 3.5 cm de altura y diámetro, respectivamente.
Las larvas puparon en estos mismos viales, y al emerger los adultos fueron colocados en
bolsas de papel encerado que contenían una caja Petri de plástico de 10cm de diámetro con un
algodón humedecido con una solución azucarada (10 %) para su alimentación. Estos adultos
se aparearon entre si al azar. Larvas del primer estadio de la F2 se usaron en el ensayo.
Obtención del extracto acuoso de semilla de C. papaya. Se obtuvieron frutos de papaya
var. Maradol de donde se extrajeron sus semillas que se dejaron secar en la sombra durante
15 días. Una vez secas las semillas se trituraron con un molino eléctrico lka Wearke (modelo
MF 10 Basic, GMBH & Co. Germany) con una malla de 0.25 mm. De este polvo se pesaron 20
g que fueron colocados en un matraz de Erlenmeyer de 2 & con 1 & de agua para la maceración.
Obtenida la mezcla se agitó el recipiente ligeramente y se dejó en extracción durante 12 hrs. a
temperatura ambiente. Después, la mezcla se filtró al vacío usando papel filtro Whatman® No.
5, los restos fueron eliminados. La solución al 20% fue usada inmediatamente en la prueba
biológica.
Obtención de los sustratos y semillas de maíz. Se utilizó tierra negra y lombricomposta. El
maíz utilizado fue la var. San Juan recomendada para regiones con poca lluvia. En el caso de
la lombricomposta, se preparó a razón de 3:1 mezclada con tierra negra.
Bioensayo. Se llenaron 270 y 60 bolsas de plástico de 33 x 33 (6 kg) con tierra negra (=TA)
y/o lombricomposta + tierra negra (1:3) respectivamente, a las cuales se les sembraron dos
granos de maíz. Dos semanas después de la emergencia se realizó el aclareo dejando una
planta por bolsa. De esta manera fueron colocadas en grupos de 30 bolsas en un invernadero
de plástico de dos aguas de 12 x 3 x 3 m de largo x ancho x altura respectivamente. A la
siguiente semana, 60 plantas desarrolladas con tierra negra fueron fertilizadas con sulfato de
amonio (13.6 g/bolsa), urea (6 g/bolsa) ó fosfonitrato (6.56 g/bolsa). El resto de las bolsas con
tierra negra y/o lombricomposta no fueron fertilizadas. Dos semanas después se preparo el
extracto acuoso de las semillas de Carica papaya al 20% (20g x 100 & agua) el cual se asperjo
en 30 plantas fertilizadas con sulfato de amonio, urea, fosfonitrato ó lombricosposta. Con esto
se definieron los tratamientos: 1. Tierra Negra (= TN) + Sulfato de Amonio (=SA); 2. TN + S. A.
+ Extracto Acuoso Semillas Carica papaya al 20% (=EASCP); 3. Lombricomposta (=LC); 4. LC
+ EASCP, 5.- TN + urea (=U); 6.- TN+ U + EASCP, 7.- TN+ fosfonitrato (=FN); 8.- TN+ FN +

450
EASCP. Como testigos positivos se utilizaron: 9.- TN + EASCP y 10.- TN + Malatión® (2 µ&/14
m&) y como testigo negativo solo se utilizo: 11.- TN. Los tratamientos fueron distribuidos bajo un
diseño completamente al azar y cada tratamiento fue repetido 6 veces utilizando una muestra
n= 5 plantas por repetición. Posteriormente el cogollo de todas las plantas fue infestado con
larvas del primer estadio de S. frugiperda con ayuda de un pincel. Las variables de respuesta
fueron el porcentaje de germinación (dos semanas después de la siembra), longitud de la
segunda y quinta hoja, diámetro de tallo y la estimación de daño a través de una escala
arbitraria propuesta por Mihn (1984) (a los 14 días de la fertilización) para la cual se realizaron
observaciones cada semana para determinar cual o cuales tratamientos protegían mejor a las
plantas de maíz. Los substratos fueron humedecidos con agua cada vez que fue necesario
para mantener el vigor de las plantas de maíz durante todo el desarrollo del experimento. El
análisis de los resultados fue sometido a un ANOVA seguido de una separación de medias
(Tukey, 0.05) mediante el paquete estadístico SAS (versión 9.1).

Resultados y Discusión

Los resultados indicaron que el mejor porcentaje de emergencia (100%) se obtuvo en las
plantas de maíz que fueron sembradas en lombricomposta + tierra negra a la semana de la
siembra, en cambio, se obtuvo un 80% de germinación de las plantas sembradas en solo tierra
negra a las dos semanas de la siembra (Figura 1).

A a

B
b a

Figura 1. Porcentaje de germinación de semillas de maíz San Juan con tierra negra y con
lombricomposta (3:1). A) 1 semana. B) 2 semana.

Esto ocasiono un mejor crecimiento y desarrollo inicial de las plantas de maíz con
lombicomposta. Sin embargo cuando las plantas que fueron abonadas con los fertilizantes
químicos, estas aumentaron su tamaño y vigor, siendo igual a la semana y mayor a las dos
semanas posteriores que las plantas con lombricomposta (Figuras 2 y 3). Además las plantas
con lombricomposta mostraron evidencia de deficiencia de nitrógeno (Figura 4).
Esto se corrobora con el crecimiento de la hoja dos del maíz, donde se presento un efecto
significativo entre las plantas fertilizadas y no fertilizadas. En las plantas tratadas con sulfato de
amonio con y sin aplicación del EASCP la longitud (105 cm) de la hoja dos fue mayor en
relación a los demás tratamientos. Esto no sucedió con los demás fertilizantes porque resulto
ser igual el efecto con y sin aplicación del EASCP (Figuras 2 y 3), incluso con el fertilizante
fosfonitrato la hoja 5 presentó mayor longitud sin el EASCP (Figura 3).

451
a
b
( c c
c
de
e
e

Figura 2. Longitud de la hoja 2 de plantas de maíz tratadas con o sin fertilizantes y extracto
acuoso de semillas de Carica papaya al 20%.

a
b
c

d d
e
e
e

Figura 3. Longitud de la hoja 5 de plantas de maíz tratadas con o sin fertilizantes y extracto
acuoso de semillas de Carica papaya al 20%.

Respecto a diámetro del tallo, las plantas de maíz fertilizadas con sulfato de amonio y
fosfonitrato presentaron mayor diámetro. Con sulfato de amonio el diámetro del tallo fue mayor
en el tratamiento con EASCP que el efecto de la lombricompostas fue similar estadísticamente
al efecto de la urea con y sin aplicación de EASCP (Figura 4).
Un efecto similar se observo con la altura de planta donde el sulfato de amonio con y sin
EASCP fueron los tratamientos mas significativos (Figura 5) destacando el tratamiento con
aplicación de EASCP. La lombricomposta, urea y fosfonitrato fueron estadísticamente iguales
pero superaron a los testigos.

452
a
b b
bc

d
d d
de

Figura 4. Diámetro del tallo de plantas de maíz tratadas con o sin fertilizantes y extracto acuoso
de semillas de Carica papaya al 20%.

b
c c
c
d

de
e

Figura 5. Altura de plantas de maíz tratadas con o sin fertilizantes y extracto acuoso de semillas
de Carica papaya al 20%.

Las larvas de S. frugiperda causaron mayor daño en plantas que no fueron asperjadas con el
EASCP (Cuadro 1) a excepción de los testigos con agua y malation donde el daño causando
fue similar. Los tratamientos con urea y fosfonitrato fueron los que presentaron mayor daño con
aplicación y sin aplicación EASCP. Entre los testigos, el malation protegió más a la planta de S.
frugiperda.

453
Cuadro 1. Estimación de daño de larvas de S. frugiperda en maíz.
Daño (%)
Tratamientos Sin extracto Con extracto
Urea 70.00 a 56.66 a
Fosfonitrato 62.22 b 35.11 b
Lombricomposta 51.88 c 29.66 c
Testigo agua 46.22 cd 46.22 b
Sulfato amonio 32.22 e 31.11 bc
Testigo extracto 11.77 d
Testigo malatión 8.66 f 8.66 e

El daño causado por S. frugiperda tendió a se más fuertes en plantas fertilizadas con fuentes
nitrogenadas específicamente el tratamiento con urea con o sin EASCPM. Estos resultados
concuerda con lo reportado por Luna (1988), quien menciona tendencias similares en
susceptibilidad con fertilización nitrogenada.
Obando et al., (1999) de 288 líneas puras de maíz realizaron 120 cruzamientos, en los cuales
se les determino la estimación de daño del achaparramiento, cogollero y barrenador (escala 0-
9, Minh, 1984). Los resultados indicaron que los tratamientos que presentaron los mejores
rendimientos de grano entre 5.49 y 4.34 ton/ha, también presentaron los daños menores de
achaparramiento, cogollero y barrenadores: entre cero y 22.7%, entre uno y dos y entre uno y
cuatro por ciento, respectivamente. En el presente trabajo, el mejor tratamiento fue el sulfato de
amonio con EASCP porque obtuvo mayor crecimiento y desarrollo de la planta y el menor daño
del cogollero.

Conclusiones

El daño provocado por S. frugiperda en maíz se reduce con aplicaciones de EASCP. Las
plantas fertilizadas con urea y fosfonitrato fueron más susceptibles al daño causado por S.
frugiperda. Sin embrago la aplicación de EASCP redujo el daño significativamente.

Agradecimientos

Este trabajo se realizo con financiamiento de CONACYT, COFFA y EDI de R. Figueroa.

Literatura Citada

Altieri, M. A. y C. Nicholls. 1999. Biodiversity, ecosystem function and insect pest management
in agricultural systems. 69-84 p. In: Collins W. W. (ed.) Biodiversity in Agroecosystems. Qualset
Co. CRC Press, Boca Raton. USA.
Altieri, M. A. y C. Nicholls. 2006. Optimizando el manejo agroecológico de plagas a través de la
salud del suelo. Agroecología 1:29-36.
Anónimo. 2003. El maíz en la nutrición humana. (citado 2003 Nov 18).
http:www.fao.org/docrep/T03955s/T0395S02.htm
Añez, B. y W. Espinoza, 2002. Fertilización química y orgánica. ¿Efectos interactivos o
independientes sobre la producción de la zanahoria?. Revista Forestal Venezolana 46(2):47-
54.
Burton, L. R. and W. D. Perkins. 1987. Rearing the corn earworm and fall armyworm for maize
resistance studies. Proc., Intl. Symp. on metodologies for developing host plant resistance to
maize insects. CIMMYT. México. 37-35 p.
Duxbury, J. M. 1994. The significance of agricultural sources of greenhouse gases. Fert. Res.
38:151-163.
García, R. R. 2004. Efectividad de polvos de cuatro variedades de Carica papaya (Caricaceae)
contra Spodoptera frugiperda (Lepidoptera: Noctuidae) Tesis de licenciatura. Universidad
Autónoma de Guerrero. Unidad Académica de Ciencias Agrícolas y Ambientales. Iguala, Gro.
México. 2 p.
Figueroa, B. R. 2002. Evaluación de extractos vegetales contra el gusano cogollero Spodoptera
frugiperda Smith (Lepidoptera: Noctuidae) en maíz. Tesis de maestría. Facultad de Ciencias.
Universidad Nacional Autónoma de México. México, D. F. 14-24 p.
Franco, A. S. L. 2006. Evaluación del efecto tóxico de semillas de cuatro variedades de Carica
papaya (Caricaceae) contra Spodoptera frugiperda (Lepidoptera: Noctuidae). Tesis de

454
licenciatura. Facultad de Ciencias Biológicas. Universidad Autónoma del Estado de Morelos.
Cuernavaca, Mor. México. 38 p.
Houghton, J. T., G. J. Jenkins and J. J. Ephraum. 1990. IPPC (intergovernmental panel on
climate changes) climate changes. Cambridge University Pres. Cambridge, U. K. p. 36-37.
Luna, J. M. 1988. In global perspectives on agroecology and sustainable agricultural systems.
589-600 p. Proc. Sixth. Int. Conference of IFOAM Santa Cruz, CA.
Mihn, J. 1984. Técnicas eficientes para la crianza masiva e infestación de insectos, en la
selección de las plantas hospederas para la resistencia al gusano cogollero (Spodoptera
frugiperda). Centro internacional para el mejoramiento del maíz y trigo (CIMMYT). México.
Folleto técnico.
Obando, S. S. R., G. A. Oyervides, C. H. de León, B. A. López y M. O. García. 1999. Selección
de genotipos de maíz con resistencia múltiple a acaparamiento, cogollero y barrenador. Agraria
15(1):21-38.
Poehlman, J. M. and S. D. Allen. 2003. Mejoramiento genético de las cosechas. Traducido por
Guzmán, O. M. 2da edición. Limusa. México, D. F. 509 p.
Reyes, C. P. 1990. El maíz y su cultivo. 1er edición. AGT. México. 640 p.
Umaran, I. 2006. Producción del maíz 2006. (citado 2007 Jun 4) http://www.sagpya.mecon.
gov.ar/new/0-0/nuevositio/agricultura/cultivos/granos/pdf/Indicador-es%20del%20sector%20mai
cero%200506%20IU%20_F_%202410.06.pdf.
Vasal, S. K. 1999. Quality protein maize story. Improving human nutrition through agriculture:
The role of international agricultural research. CIMMYT. México. 16 p.

455
PRODUCCIÓN SOSTENIBLE DE GIRASOL (Helianthus annuus L.) EN VALLES ALTOS

J. Alberto Escalante E.
1
Ma. Teresa Rodríguez G.

RESUMEN

El girasol (Helianthus annuus L.) por su uso integral es un recurso genético potencial para
valles altos. Diversos estudios indican que los cambios en la producción están ligados al
manejo del cultivo y las condiciones ambientales. El objetivo de este estudio fue determinar la
variación de la fenología, biomasa total , rendimiento de semilla ,contenido de aceite de la
semilla y la evapotranspiración de 1992 a 2001.El girasol cv. Victoria se sembró en Montecillo
Méx (clima BS1 y 2240 m de altitud) bajo condiciones de temporal, a la densidad de 5 plantas
2
m- en surcos a 80 cm y con orientación este-oeste en las fechas siguientes: (I) 20/V/1992; (II)
01/V/1995; (III) 18/V/1996 ; (IV) 13/V/1997; (V) 01/VI/1998; (VI) 26/V/1999; y (VII) 22/V/2001. La
fenología mostró cambios por fecha de siembra. La biomasa total mostró mayor variabilidad
(cv=46%), seguido del rendimiento de semilla (cv=37%), el contenido de aceite de la semilla
2 2
(7%)y la evapotranspiración de cultivo (cv=6%) siendo en promedio de 1224 gm- , 256 gm- ,
38% y 360 mm, respectivamente. Los cambios en la biomasa total y rendimiento de semilla se
relacionaron con la evapotranspiración del cultivo.

Palabras clave: Biomasa total, rendimiento de semilla, contenido de aceite,


evapotranspiración.

Introducción

El girasol (Helianthus annuus L.) es un recurso genético cuyas semillas son ricas en aceite
para consumo humano (como aceites para cocina, elaboración de margarinas y confitería).
Tiene también usos industriales (producción de ceras, fosfatina, lecitinas y tocoferoles),
ornamentales y alimento del ganado (Alba y Llanos, 1990) y aves. Además de uso potencial
como biocombustible. Se estima que por hectárea se pueden producir 890 L de biodiesel
(Biodiesel Uruguay, 2007; Kavalov y Jensen, 2000), Rodríguez et al., (1998) señalan a los
residuos de girasol aplicados al suelo para el controlan la maleza que de manera natural
emergen en los cultivos. No obstante el uso integral de la planta y que las condiciones de clima
y suelo no parecen ser limitantes para el girasol en México, su cultivo no es muy extensivo y
solo se siembra en pocos estados del país (Baja California, Tamaulipas, Nayarit, Jalisco y
-1
Durango) con un rendimiento medio de semilla de 0.8 ton ha (SAGARPA, 2000) y donde el
manejo del cultivo es crucial para la producción de girasol. Así, el objetivo del presente estudio
fue determinar el grado de variación de la fenología, biomasa total, rendimiento de semilla, su
contenido de aceite y evapotranspiración del girasol de temporal en valles altos durante el
período 1992-2001.

Materiales y Métodos

El estudio se realizó en Montecillo Méx., (clima BS1, el menos seco de los áridos y 2240 m de
altitud) bajo condiciones de temporal donde una reproducción del cv. Victoria se sembró bajo
2
condiciones de temporal, a la densidad de 5 plantas m- en surcos a 80 cm con orientación
este-oeste y fertilización de 100-100-00 de NPK en las fechas siguientes: (I) 20/V/1992; (II)
01/V/1995; (III) 18/V/1996 ; (IV) 13/V/1997; (V) 01/VI/1998; (VI) 26/V/1999; y (VII) 22/V/2001 en
un suelo Fluvisol mólico (Flm) de textura arcillosa, 2% de materia orgánica, pH 7.5-8.0 y sin
problemas de salinidad. En cada año se evaluó la fenología de acuerdo con el criterio de
2
Schneiter y Miller (1981), biomasa total (materia seca, gm- ), rendimiento de semilla (materia
2
seca, g m- ), el índice de cosecha (IC) como una medida de eficiencia de la acumulación de

_________________________
1
Postgrado en Botánica, Colegio de Postgraduados, Campus Montecillo. Montecillo Méx. Mpio
de Texcoco 56230. Méx. Correo electrónico: [email protected], [email protected]

456
materia seca en la semilla en relación a la total , el contenido de aceite en la semilla (%)
mediante resonancia magnética nuclear (Granlund y Zimmerman, 1975), utilizando un
analizador modelo MKTIIA (Newport Instruments Bucks G. B.), la evapotranspiración del cultivo
(ETc) como una medida que estima el requerimiento hídrico para el crecimiento, mediante la
evaporación del tanque de tipo A (Ev), utilizando 0.6 como coeficiente de tanque (Kt) y 0.8
como coeficiente de cultivo (Kc) y el planteamiento: Etc= Ev*Kt*Kc (Doorenbos y Pruitt, 1986).
A cada variable en estudio se le determinó la media y el coeficiente de variación (cv %) y un
análisis de regresión entre la biomasa total, rendimiento de semilla y la ETc.

Resultados y Discusión

La fenología del girasol cv. Victoria mostró cambios entre años de estudio. Así, la emergencia
(Ve) ocurrió entre los 7 a 12 días después de la siembra (dds), el inicio de floración (R5) entre
los 77 y 84 dds y la madurez fisiológica (R9) entre los 113 y 120 dds (Ve,R5 y R9 son etapas
fenológicas, Schneiter y Miller, 1981). En el Cuadro 1, se observa que durante el período de
estudio, la biomasa total mostró mayor variabilidad (cv=46%),seguida del rendimiento de
semilla (37%), el contenido de aceite de la semilla ( cv=7%) y la ETc (cv= 6%). El índice de
cosecha (IC) mostró valores entre 11 y 23 % (cv=23%), donde los valores más bajos de IC son
indicativos de una posible limitada disponibilidad de agua durante el período reproductivo que
generó una menor acumulación de materia seca en la semilla (Escalante, 1999). El cambio en
biomasa total y rendimiento de semilla se relacionó con cambios en la evapotranspiración
(Figura 1). En promedio de biomasa total, rendimiento de semilla y contenido de aceite durante
2 2
el período de estudio en al región fue de 1430 g m- , 256 g m- y 38%, respectivamente. La
más baja variabilidad en el contenido de aceite en la semilla, sugiere que para lograr
incrementos en la producción de aceite a nivel de superficie, se requiere buscar incrementos en
la acumulación de materia seca en a semilla. Además, estos resultados sugieren que la ETc
puede ser un estimador apropiado de la producción de biomasa y el rendimiento de semilla
(Escalante, 1992).
-2 -
Cuadro 1. Biomasa total (g m ), índice de cosecha (IC), rendimiento de semilla (g m
2
),contenido de aceite (%) y evapotranspiración (ETc, mm) en girasol cv. Victoria en Montecillo
Méx. de 1992 a 2001.

Experimento Biomasa Rendimiento IC (%) Aceite ETc


-2 -2
gm gm semilla (%) (mm)
(I) 20/05/1992 1050 120 11 36 329
(II) 01/05/1995 1675 336 20 42 380
(III) 18/05/1996 1840 370 20 41 393
(IV) 13/05/1997 1511 352 23 39 367
(V) 01/06/1998 1075 151 14 36 331
(VI) 26/05/1999 1403 271 19 37 358
(VII) 22/05/2001 1456 191 13 37 362
Media 1430 256 17 38 360
des 290 102 4 2 24
cv (%) 20 40 23 6 6

des=desviación estándar; cv= coeficiente de variación.

457
Conclusiones

Durante el período de 1992 a 2001 en a región de influencia de Montecillo Méx., la ocurrencia


de las etapas fenológicas es variable. Asimismo la variablidad en la biomasa total es mayor que
en el rendimiento de semilla. El contenido de aceite de la semilla muestra mayor estabilidad.
Los cambios en evapotranspiración, en la biomasa total y rendimiento de semilla presentan
una relación alta, de manera que la ETc puede considerarse como un estimador apropiado de
la producción de materia seca y rendimiento del girasol cv Victoria en la región.

Literatura Citada

Alba O. J., M. Llanos C. 1990. El cultivo del girasol. Agroguías Mundiprensa Ediciones
Mundiprensa. Madrid España.160 p.
Biodiesel Uruguay. 2007. Rendimiento de cultivos oleaginosos por hectárea aptos para
biodiesel (en línea). Consultado 27 octubre 2007. www.ergomix.com.
Doorenbos J. and W.O. Pruitt.1986. Las necesidades de agua por los cultivos. Estudio FAO:
Riego y Drenaje. Manual 24.Roma Italia.
Escalante Estrada J. Alberto S. 1992.Interacciones entre el nitrógeno y densidad de siembra
en el cultivo del girasol (Helianthus annuus L.) bajo suministro limitado de agua. Tesis de
Doctor Ingeniero agrónomo. Universidad de Cordoba. Córdoba España.
Escalante Estrada J. Alberto .1999. Área foliar, senescencia, y rendimiento del girasol de
humedad residual en función del nitrógeno. TERRA 17 (2):149-157.
Granlund M. y D. C. Zimmerman. 1975. Oil content of sunflower seeds as determined by
wideline nuclear magnetic resonance (NMR).Proc. N. D. Acad. Sci. 27:128-133.
Kavalov B. y P. Jensen 2000. Potencial de producción de biocombustibles en los países
candidatos a la Unión Europea (en línea). Consultado el 27 octubre 2007. www.jrc.es.
Rodríguez G Ma. Teresa, J A Escalante E. y L. Aguilar (1998). Control de maleza con
productos de girasol (Helianthus annuus L.). Memorias del XIX Congreso Nacional de la
Ciencia de la Maleza. Mexicali BC. México. pp:24-26.
SAGARPA 2000. Anuario estadístico de la producción agrícola de los Estados Unidos
Mexicanos. pp:358-359.
Schneiter A.A. and J. Miller ( 1981). Description of sunflower stages. Crop Sci. 21: 901-903.

458
459
460
COMPACTACIÓN EN DIFERENTES SISTEMAS DE MANEJO DEL SUELO EN EL RANCHO
AGROECOLOGICO “LAS CAÑADAS”, HUATUSCO, VERACRUZ
1
Susana Madrigal Reyes
12
Hugo Ávila Yánez
1
Víctor Sánchez Hernández
13
José Antonio Torres Rivera

RESUMEN

La compactación es un importante proceso de degradación del suelo que tiene impactos negativos
tanto ecológicos como económicos a escala local, nacional y mundial. Los factores que ocasionan
dicho problema son principalmente el transito continuo de maquinaria, personas y animales. En la
menor de sus consecuencias, la compactación reduce el espacio poroso del suelo, pero en casos
extremos, afecta la productividad de las plantas al obstruir la elongación de raíces. Para
contrarrestar o revertir tales efectos indeseables, la agroecología plantea implementar sistemas de
producción que se asemejen a los ecosistemas naturales, algo que en el estado de Veracruz está
insuficientemente documentado. Por ello, el presente trabajo tuvo como objetivo hacer una
evaluación de la compactación del suelo en un rancho que desde 1995 adoptó prácticas de manejo
agroecológicas. Siendo la resistencia a la penetración un indicador del grado de compactación del
suelo, se realizaron determinaciones en seis diferentes sistemas de manejo: bosque caducifolio
natural; parcelas de cultivos agrícolas anuales, con labranza mínima y abonos orgánicos; huerto de
frutales; bancos de proteína con morera o gigantón; y potreros arbolados, con mezcla de pastos
entre callejones de ilite para el pastoreo de bovinos Jersey. Se concluye que la menor
compactación se encuentra en suelos del bosque caducifolio, y por el contrario, los suelos más
compactados son los de los bancos de proteína; asimismo que el uso agrícola con cultivos anuales
compacta menos que los potreros arbolados. En ningún caso la resistencia a la penetración
alcanzó niveles citados como críticos.

Palabras clave: Degradación, resistencia, penetración, bosque caducifolio, ganadería.

INTRODUCCIÓN

Por su importancia como fuente de alimentos, fibras y otros productos para el bienestar de las
sociedades rurales y urbanas, hoy en día la agricultura y la ganadería son actividades
imprescindibles; y se espera que así sigan, impulsadas por el crecimiento demográfico que se
prevé llegará en México a los 132 millones de habitantes para el año 2050 (Partida, 2006). En el
pasado, el modelo que se impulsó para garantizar la seguridad alimentaria y el abasto a las
industrias fue sustituir los sistemas de producción tradicionales por otros más intensivos y
especializados.
En Veracruz como en otros estados del Sureste de México, el desarrollo de la sociedad transformó
el paisaje forestal original en un mosaico de campos de cultivo, potreros y remanentes de bosques,
selvas o matorrales (Melgarejo-Vivanco, 1980; Guevara et al., 1997); lo cual de unos años a la
fecha está siendo cuestionado, entre otras cosas por sus efectos negativos en los recursos
naturales. El gran desafío entonces, es la manera de garantizar los bienes y servicios que se
obtienen de las actividades agropecuarias, sin deteriorar más la base de recursos naturales
formada por el suelo, el agua, el aire y la diversidad biológica. Para ello, la agroecología promueve
implementar prácticas agroforestales como vía para suplir las deficiencias de los sistemas
convencionales de uso de la tierra, alcanzando la armonía entre las practicas agrícolas, la
población y el ambiente; logrando así la seguridad alimentaria, generación de ingresos y
conservación del ambiente (Altieri, 1999).

12
Centro Regional Universitario del Sureste, Universidad Autónoma Chapingo. Teapa, Tabasco.
13
Centro Regional Universitario Oriente, Universidad Autónoma Chapingo. Huatusco, Veracruz.
[email protected]

461
De todos, el suelo es quizá el recurso natural que ha sufrido el mayor impacto de las actividades
agropecuarias, a pesar de ser el que suministra la mayor cantidad de alimentos y requerimientos
diarios de nutrición para la humanidad (Amézquita, 1998). La degradación del suelo se define como
una disminución en su potencial o utilidad actual, con pérdida en su habilidad para soportar
ecosistemas funcionales (Poch, 2002). La degradación del suelo no puede ser expresada por una
sola propiedad, sino por diferentes y numerosos procesos, siendo uno de los más importantes la
compactación superficial y subterránea; otros son: pérdida de la estructura, endurecimiento,
reducción en la capacidad de infiltración del agua, inundación, anaerobiosis, erosión acelerada,
desertificación, acidificación, disminución en el contenido de materia orgánica, pérdida de la
fertilidad, disminución en la biodiversidad y aumento en la población de patógenos del suelo (Lal,
1994; Lal et al., 2003).
El uso y manejo de los suelos está limitado por sus características naturales, el clima y por las
condiciones socioeconómicas prevalecientes. Para el desarrollo y manejo de los suelos disponibles
es indispensable conocer y entender sus potencialidades y limitaciones a nivel local y regional.
Muchas de las áreas explotadas agrícolamente y, en especial, las de posible expansión, presentan
una combinación de limitaciones climáticas, edáficas y topográficas que afectan su potencial para
producción agrícola sustentable y dificultan su desarrollo. En muchos casos, los suelos presentan
tendencia a la compactación o fácilmente se puede conducir a esta condición si se hace un manejo
inadecuado de los mismos (Wagner y Medina, 1998).
La compactación del suelo se refiere a un aumento de su densidad como resultado de presiones o
cargas aplicadas al mismo. Este fenómeno se debe a la compresión de partículas sólidas, la
compresión de líquidos y gases dentro del espacio poroso, al reacomodo de las partículas y a
cambios en el contenido de líquidos y gases (Paz y Vidal, 2005). La resistencia a la penetración,
definida como la capacidad de un suelo de resistir o sostener una fuerza, es un índice integrado de
su compactación, contenido de humedad, textura y tipo de mineral arcilloso (Agüero y Alvarado,
1983). Varios autores coinciden en afirmar que el contenido de humedad edáfico es el factor más
importante que influencia los procesos de compactación, y que para todos los niveles de
compactación, la resistencia a la penetración aumenta a medida que disminuye el potencial hídrico
del suelo (Soane y Van Ouwerkerk, 1994; Lipiec et al., 2002).
La compactación de los suelos es importante porque reduce el rendimiento de cultivos, debido a
una disminución del volumen de suelo a explorar por las raíces, una disminución del diámetro de
los haces vasculares y un impedimento a la emergencia de plántulas en el caso de costras
superficiales (Soane y Van Ouwerkerk, 1994). Las principales fuerzas de compactación son: la
lluvia, la maquinaria agrícola y la carga animal (Agüero y Alvarado, 1983).
Varios autores han empleado la resistencia que ofrece el suelo a la penetración de objetos rígidos
como indicador de compactación en terrenos agropecuarios. La resistencia a la penetración, por lo
tanto, se define como la capacidad de un suelo de resistir o sostener una fuerza. Es un índice
integrado de su compactación que varía de acuerdo al contenido de humedad, textura y tipo de
mineral arcilloso.
Por su facilidad y rapidez, la penetrometría es una de las herramientas más utilizada en estudios
de la calidad física del suelo. Para determinar la resistencia a la penetración se utiliza el
instrumento conocido como penetrómetro, de los cuales existen diferentes modelos. La norma
internacional establece como unidad de medida los megapascales (mPa), no obstante en algunos
instrumentos la lectura es en libras por pulgada cuadrada (psi). No existe acuerdo en los límites
críticos de compactación para el crecimiento de diferentes plantas, pero la recopilación de varios
estudios demuestra que a menos de 50 psi crece bien cualquier tipo de planta, de 50 a 100 psi
puede haber limitaciones mecánicas para las herbáceas más sensibles, de 100 a 200 psi se
obstaculiza el crecimiento de las herbáceas más resistentes y algunas leñosas, de 200 a 300 psi es
limitativo para los árboles (Taylor, 1971; Materechera et al., 1992; Vogel, 1992; Fassbender, 1993;
Plá, 1993; Paz y Vidal, 2005).
Por lo antes expuesto, se realizo el presente trabajo con el objetivo de cuantificar el efecto que
tienen diferentes sistemas agrícolas y ganaderos sobre la compactación de los suelos en un
rancho agroecológico, en comparación con la vegetación natural de bosque caducifolio.

462
MATERIALES Y METODOS

El estudio se realizo en terrenos del rancho agroecológico y ecoturístico “Las Cañadas”, el cual
tiene un área total de 306 ha de temporal, repartidas en: bosque caducifolio natural o en
recuperación (85.0 %), potreros (9.8 %), cultivos agrícolas (2.3 %) e infraestructura (2.9 %). Se
localiza en el municipio de Huatusco, Veracruz; entre las coordenadas geográficas: 19° 10’ 35.2’’ a
19° 11’ 47.0’’ de latitud Norte, 96° 58’ 17.8’’ a 96° 59’ 59.8’’ de longitud Oeste y altitud de 1 300 a 1
o
500 msnm. El clima es semicálido, con temperatura media mensual de 17 C y precipitación total
anual de 1 964 mm. Los suelos son en general originados de cenizas volcánicas, clasificados como
Andosol molico + Luvisol crómico, con textura franca, color oscuro, poco pedregosos, ácidos y
medianamente fértiles (SARH, 1981; Cisneros, 2000).

Descripción de sistemas
Bosque caducifolio natural. Se encuentra en un área compacta de 40 ha, que desde 1995 fue
excluida de toda intervención humana. Es una comunidad densa de unas 200 especies de plantas
vasculares, entre las que destacan como elementos arbóreos distintivos las siguientes: encino
(Quercus xalapensis Humb. & Bonpl.), helecho arborescente (Cyathea spp), ixpepel (Trema
micrantha [L.] Blume), ocozote (Liquidambar styraciflua L.), pipinque (Carpinus caroliniana Walter)
y zapotillo (Styrax glabrescens Benth). El relieve es de lomerío, con pendiente promedio de 45 %;
suelo de textura migajosa, muy húmedo y con abundante acumulación de materia orgánica en la
superficie.
Potreros arbolados. Se trata de diferentes fracciones de terreno, sembradas con gramíneas,
introducidas o nativas, para el pastoreo rotacional con ganado bovino de la raza Jersey; cubiertas
en un 90 % por mezcla de pastos señal (Brachiaria decumbens Mill.), estrella de Africa (Cynodon
plectostachyus [K. Schum.] Pilger) y nandi (Setaria Anceps cv. Narok); el restante 10 % tiene pasto
kikuyo (Pennisetum clandestinum Hochst ex Chiov.) o gramas nativas (de los géneros Axonopus,
Panicum y Paspalum). Por varias décadas, estos terrenos fueron utilizados como potreros de un
sistema convencional de doble propósito, pero a partir del año 2003 se le sembraron árboles de
ilite (Alnus acuminata Kuntz) para establecer un sistema silvopastoril en callejones. Los árboles
están sembrados con una separación entre ellos de 4 a 5 m y callejones de 8 a 10 m. Además hay
algunos árboles de huisache (Acacia pennatula [Schlecht. & Cham.] Benth) y acacia negra (Acacia
decurrens Willd.) dispersos en los potreros o en las cercas. Se encuentra ocupando terrenos
relativamente planos o cóncavo-convexos, con pendiente máxima de 12 %; suelo de textura
migajón arcillo-limosa y ligera humedad. La carga animal promedio ha fluctuado entre 1.5 y 2.6
-1
cabezas ha ; con tiempo de ocupación de 2 a 3 días sin distinción por época del año. Se utiliza
alambre electrificado para el pastoreo rotacional intensivo.
Banco de proteína con morera. Es un área compacta de 0.1 ha, sembrada con alta densidad de
arbustos de la especie Morus alba L. cvs. Cubana y Tigreada. Fue establecida en el año 2003, por
medio de estacas sembradas a 1.0 m entre hileras y 0.4 m entre plantas. En los espacios libres hay
presencia de algunas hierbas como: malva (Sida rhombifolia L.), manto (Ipomoea spp), pasto señal
(Brachiaria decumbens Mill.) y salvia (Salvia occidentalis Sw.). El terreno es casi plano, con
pendiente menor del 8 %; suelo de textura franca y ligera humedad. El manejo consiste en
-1 -1
aplicación de 0.5 kg de estiércol de vaca semicomposteado mata año . Se realizan 3.0 a 3.5
-1
podas con machete año , a una altura de 0.5 m sobre el nivel del suelo. El forraje cosechado se
acarrea al establo para darse como alimento a las vacas de ordeña durante la época de estiaje.
Banco de proteína con gigantón. Es un área de 0.1 ha, contigua al banco de proteína antes
descrito por lo que fisiográficamente es similar y ha recibido el mismo manejo desde el año de
2003 que fue establecida. Está sembrada con la especie Tithonia diversifolia (Hemsl.) y tiene
algunos árboles intercalados de leucaena (Leucaena leucocephala [Lam.] de Wit.), originalmente
sembrados a 2 x 2 m. En el espacio libre están presentes las mismas hierbas en combinación con
cacahuate forrajero (Arachis pintoi Krap. & Greg.).
Parcelas de cultivos agrícolas anuales. Es un espacio destinado a la producción asociada de frijol
de mata o guía (Phaseolus vulgaris L.) con maíz jazmín (Zea mays L.) y soya (Glicine max L.) en
monocultivo; en alternancia con abonos verdes, de especies tales como: avena (Avena sativa L.),
2
higuerilla (Ricinus communis L.) y otras. Son parcelas de unos 200 a 400 m que se cultivan con
labranza mínima. La distancia entre plantas es de unos 20 cm y entre hileras de 80 cm. Por cada

463
ciclo de cultivo, se hace un deshierbe, un aporque, aplicación de 0.5 kg de composta por mata y
ocasionalmente biofertilización foliar con estiércol de vaca. El terreno es una ladera cóncava con 1
a 28 % de pendiente, con barreras vivas en curvas a nivel construidas con gigantón. El suelo es de
textura limo-arenosa a franca y ligeramente húmedo.
Huerta de frutales. Es una parcela de aproximadamente 0.2 ha, establecida el año de 2003 en un
potrero sensiblemente perturbado por el pastoreo. Se encuentra sembrada con diferentes árboles
frutales y ornamentales, tales como: colorín (Erythrina spp), guayaba (Psidium guajava L.),
macadamia (Macadamia integrifolia Maiden & Betche), nance (Byrsonima crassifolia [L.] Kunth),
naranja (Citrus sinensis [L.] Osbeck) y plátano (Musa sapientum L.); plantados a distancia de 5 x 5
m. La cubierta de plantas herbáceas está dominada por pasto estrella de Africa (Cynodon
plectostachyus [K. Schum.] Pilger), que se corta con machete y acarrea para alimentar cabras en
estabulación. El terreno es relativamente plano, presenta una pendiente menor al 5 %; con suelo
de textura migajón arcillo-arenosa y humedad ligera.

Procedimiento de muestreo y análisis


Para cada uno de los sistemas de manejo del suelo, en julio de 2007, se hicieron de 30 a 90 puntos
de medición, tratando de cubrir las variaciones morfológicas del terreno y los cambios de la
cobertura vegetal. La recomendación es que se realicen de 3 a 15 puntos de muestreo por área
homogénea para lograr significancia estadística en el análisis (Mercante et al., 2003; Iaia et al.,
2006), de manera que la representación lograda en el presente estudio es aceptable. En cada
punto de medición se tomaron datos de resistencia a la penetración a diez profundidades (3.5,
11.1, 18.7, 26.4, 34.0, 41.6, 49.2, 56.8, 64.5 y 72.1 cm.), utilizando para ello un penetrómetro de
punta cónica estática de 30° Spectrum®. La varilla del instrumento se introdujo a una velocidad
promedio de tres centímetros por segundo y en caso de toparse con algún obstáculo, por ejemplo
raíz gruesa o piedra, que impidiera introducirla completamente, se cambio el punto de muestreo a
unos 50 cm de distancia. En caso de volver a encontrar el mismo obstáculo y marcando el
manómetro 300 psi, se registraron las subsecuentes mediciones del punto con ese valor máximo.
A los datos obtenidos se les efectuó un análisis de varianza y comparación múltiple de medias
(Tukey, p=0.05) con el paquete estadístico SAS (SAS Institute, 1993). Cabe aclarar que las
lecturas obtenidas del penetrómetro son en libras de presión por pulgada cuadrada (psi), por lo que
fueron transformadas para su presentación a megapascales (MPa), unidad de presión reconocida
internacionalmente.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

En el Cuadro 1 se muestra la comparación de resistencia a la penetración del suelo por tipo de uso
del terreno y profundidad en el perfil, encontrándose diferencias significativas entre usos. La
resistencia a la penetración del suelo fue en promedio menor (p!0.01) en el terreno cubierto con
vegetación natural de bosque caducifolio. Le siguió en orden ascendente las parcelas con cultivos
agrícolas anuales, la huerta de frutales, los potreros arbolados y por último los bancos de proteína.

Cuadro 1. Comparación de resistencia a la penetración del suelo (MPa) bajo diferentes sistemas de
manejo en el rancho “Las Cañadas”, Huatusco, Veracruz (2007).

Sistema de manejo del suelo


Profundidad Bosque Parcelas Huerta Banco Banco Potreros
(cm) caducifolio agrícolas frutales Gigantón Morera arbolados
3.5 0.026 f 0.166 e 0.337 d 0.704 b 0.841 a 0.520 c
11.1 0.227 e 0.567 d 0.729 c 1.015 ba 1.102 a 0.904 b
18.7 0.407 c 0.858 b 1.037 ba 1.034 ba 1.097 a 1.012 ba
26.4 0.534 b 0.991 a 1.104 a 1.073 a 1.122 a 1.096 a
34.0 0.586 b 1.035 a 1.041 a 1.104 a 1.176 a 1.063 a
41.6 0.681 b 1.031 a 1.106 a 1.155 a 1.164 a 1.067 a
49.2 0.780 b 1.049 a 1.091 a 1.158 a 1.213 a 1.069 a

464
56.8 0.876 b 1.065 a 1.070 a 1.113 a 1.169 a 1.069 a
64.5 0.998 a 1.079 a 1.062 a 1.120 a 1.120 a 1.046 a
72.1 1.003 a 1.063 a 1.138 a 1.076 a 1.066 a 1.032 a
Promedio 0.612 d 0.890 c 0.972 bc 1.055 ab 1.107 a 0.988 bc
Medias con distintas letras en la misma fila, para cada profundidad, son diferentes (Tukey, P!0.05).

En todos los sistemas de manejo se encontró como coincidencia la menor compactación en los
primeros 3.5 cm de profundidad, en los siguientes niveles, el grado de compactación fue irregular y
no muestra un patrón único. Sin embargo, en la mayoría de sistemas de manejo hubo una capa de
suelo más compactado alrededor del segundo y quinto nivel de profundidad. Los resultados
coinciden con lo encontrado por otros autores, en cuanto a la capa superficial menos compactada
seguida de otra de más compactación (Venialgo et al., 2002; May et al., 2006). En ningún sistema
de manejo, ni tampoco en algún nivel de profundidad en el suelo, la compactación fue mayor o
cercana a los límites de 2 a 3 MPa, señalados como restrictivos para el crecimiento radical de la
mayoría de plantas herbáceas y leñosas, respectivamente (Taylor, 1971; Materechera et al., 1992;
Vogel, 1992).
Considerando que los efectos de las actividades antrópicas sobre las propiedades físicas del suelo
se manifiestan más directamente en las capas superficiales del perfil (Agüero y Alvarado, 1983;
Venialgo et al., 2002), a continuación se presenta un análisis del promedio de los primeros 26.4 cm
superficiales (Figura 1). El resultado fue que el tipo de uso del suelo que presentó la mayor
resistencia a la penetración fue el banco de proteína con morera, 1.041 MPa; siguiéndole en orden
descendente el banco de proteína con gigantón, 0.957 MPa; los potreros arbolados, 0.883 MPa; la
huerta de frutales, 0.802 MPa; las parcelas de cultivos agrícolas anuales, 0.646 MPa; y
consecuentemente el bosque caducifolio fue el menos compactado, 0.299 MPa.

Figura 1. Comparación de resistencia a la penetración del suelo (MPa), hasta los 26.4 cm de
profundidad, bajo diferentes sistemas de manejo en el rancho “Las Cañadas”, Huatusco, Veracruz
(2007).

465
En estudios similares realizados un año antes en terrenos del Centro Regional Universitario Oriente
(CRUO) cercano al rancho “Las Cañadas”, también se encontró que el bosque caducifolio natural
es el sistema donde el suelo ofrece la menor resistencia a la penetración. En esos otros estudios,
el suelo de los potreros con bovinos estuvo más compactado (0.945 MPa) que en “Las Cañadas”
(0.883 MPa), probablemente debido a que los potreros casi no estaban arbolados. Sin embargo, en
el banco de proteína con morera la compactación en “Las Cañadas fue mayor que en el CRUO,
1.041 y 0.503 MPa, respectivamente; probablemente porque en esos otros estudios la conversión
de potrero a sistema agroforestal tenía el doble de tiempo (Castro y Torres, 2006; May et al., 2006).
Por su parte, autores como Vzzotto et al., (2000) afirman que la compactación originada por el
pisoteo animal se limita solo a los 5 a 10 cm de profundidad. En el análisis de las primeras dos
capas del presente estudio, la compactación en el sistema de potreros arbolados fue más alta que
en bosque caducifolio natural, parcelas de cultivos agrícolas anuales y huerta de frutales pero
menor a los bancos de morera o gigantón.
Los resultados del presente trabajo coinciden en general con el estudio realizado por Sadeghian et
al. (1999) en Colombia, donde el la ganadería extensiva con bovinos por más de 20 años tuvo casi
el doble de compactación que el bosque nativo en los primeros 20 cm de profundidad. Asimismo,
ambos trabajos coinciden en cuanto a que al nivel de 20 cm de profundidad el suelo de terrenos
con ganadería está más compactado que en el nivel de 10 cm.

CONCLUSIONES

En las condiciones del presente estudio y para la época del año en que se realizo, se concluye que
la compactación es diferente en cada sistema de manejo del suelo. El área de bosque caducifolio
natural es la menos compactada por ofrecer la menor resistencia a la penetración, en los demás
sistemas, la degradación del suelo se refleja en mayor compactación pero sin llegar a niveles
críticos. El uso silvopastoril de potreros con callejones de ilite ha permitido mayor compactación del
suelo que el uso agrícola con cultivos anuales de frijol, maíz y soya con manejo agroecológico. La
ocupación del terreno con huerta de frutales tiene un impacto intermedio entre los dos usos
anteriores. El cambio tecnológico de potreros a bancos de proteína con gigantón o morera no
revierte la compactación, por el contrario, la aumenta significativamente respecto a las demás
alternativas de uso. Se recomienda repetir el estudio en la época seca del año, incluyendo otros
factores que condicionan de manera importante la compactación.

AGRADECIMIENTO

Al Ing. Ricardo Romero González, propietario y director del rancho agroecológico y ecoturístico
“Las Cañadas”, por el permiso y facilidades otorgadas para la ejecución del presente estudio en su
propiedad.

LITERATURA CITADA

Agüero, J. M. y A. Alvarado. 1983. Compactación y compactibilidad de suelos agrícolas y


ganaderos de guanacaste, Costa Rica. Agronomía Costarricense 7(1/2):27-33.
Altieri, M. 1999. Agroecología. Bases científicas para una agricultura sustentable. Editorial Nordan-
Comunidad. Montevideo, Uruguay. 338 p.
Amézquita, E. y A. Pinzón. 1991. Compactación de suelos por pisoteo de animales en pastoreo en
el piedemonte amazónico de Colombia. Pasturas Tropicales 13(2):21-26.
Castro, R. y J. A. Torres. 2006. Algunos parámetros de la vegetación herbácea y arbórea en un
potrero convertido en silvopastoril. In: Memoria de la III Reunión Nacional sobre Sistemas Agro y
Silvopastoriles. México, D.F. UAM/UACH/ECOSUR. 317 p.
Cisneros, V. 2000. Ambientes y agricultura en la zona central del estado de Veracruz. Tesis
Maestría en Ciencias. FES-Cuautitlán, UNAM. México. 214 p.
Cuanalo, H. 1981. Manual para la descripción de perfiles de suelo en campo. Centro de Edafología,
Colegio de Postgraduados, Chapingo, México. 40 p.
Fassbender, H. 1993. Modelos edafológicos de sistemas agroforestales. 2ª. Edición. CATIE.
Turrialba, Costa Rica. 490 p.

466
Guevara, S., J. Laborde, D. Liesenfeld y O. Barrera. 1997. Potreros y ganadería. En: González, E.,
R. Dirso y R. Vogt (eds.). Historia natural de los Tuxtlas. UNAM/ Instituto de Ecología, A.C./
CONABIO. México. p 43-58.
Lal, R. 1994. Data analysis and interpretation. In: Methods and Guidelines for Assessing
Sustainable Use of Soil and Water Resources in the Tropics, R. Lal (Ed.). Soil Management
Support Services Technical. Monograph. No. 21. SMSS/SCS/USDA, Washington D.C. p 59-64.
Lal, R., T. M. Sobecki, T. Livari and J. M. Kimble. 2003. Soil degradation in the United States.
Extent, Severity and Trends. Lewis Publishers. Boca Raton, USA. 204 p.
Iaia, A., J. Maia and K. Michely. 2006. Use of an electronic penetrometer to evaluate resistance of a
soil cultivated with sugarcane. Rev. Bras. Eng. Agríc. Ambient. 10(2):523-530.
Lipiec, J., A. Ferrero, V. Giovanetti, A. Nosalewicz and M. Turski. 2002. Response of structure to
simulated trampling of woodland soil. Advances in Geoecology 35:133-140.
Materechera, S. A., A. M. Alston, J. M. Kirby and A. R. Dexter. 1992. Influence of root diameter on
the penetration of seminal roots into compacted subsoil. Plant Soil 144:297-303.
May, V. N., M. Fernández, J. A. Gaytán, B. Mayorga, J. A. Torres. 2006. Compactación en
diferentes sistemas de manejo del suelo en el C.R.U.O. (época de lluvias). In: Memoria de la XIX
Reunión Científica, Tecnológica, Forestal y Agropecuaria Veracruz 2006, realizada del 6 al 11 de
noviembre. Boca del Río, Veracruz, México. Consulta en CD.
Melgarejo-Vivanco, J. L. 1980. Historia de la ganadería en Veracruz. Ediciones del Gobierno de
Veracruz. Xalapa, Veracruz, México. 240 p.
Mercante, E., M. A. Uribe-Opazo and E. G. Souza. 2003. Spatial and temporal variability of the soil
mechanical resistance to penetration in areas with and without site-specific chemical application.
Rev. Bras. Ciênc. Solo. 27(6):1149-1159.
Paz, A. y Vidal, E. 2005. Compaction and erosion: effects on soil ecology and soil quality.
Mosquera-Losada, R., A. Riguerio and J. McAdam (eds.). Proceeding of an International
Conference on Silvopastoralism and Sustainable Land Management held in Lugo, Spain in April
2004. CABI International. Wallingford, UK. p. 223-230.
Partida, V. 2006. Proyecciones de la Población de México 2005-2050. Consejo Nacional de
Población (CONAPO). México. 30 p.
Plá, I., Ovalles F.1993. Efectos de los sistemas de labranza en la degradación y productividad de
los suelos. FONAIAP. 35 p.
Poch, R. M. 2002. Degradation. In: Lal, R. (ed.) Encyclopedia of Soil Science. Marcel Dekker. New
York, USA. p. 260-263.
Sadeghian, S., E. Murgueitio y J. M. Rivera. 1999. Características de suelos en sistemas
agropecuarios y forestales para el ordenamiento territorial en el Departamento del Quindío
Colombia. [citado 2007 Ago 29]. http://www.cipav.org.co/redagrofor/memorias99/Siavosh.htm
SARH. 1981. Mapa de unidades de suelo del estado de Veracruz, escala 1: 250 000. Dirección
General de Conservación del Suelo y Agua, Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos.
México.
SAS Institute. 1993. SAS/STAT User’s Guide. Ver. 6. 4th ed. SAS Institute Inc. NC, USA. 1686 p.
Soane, B. D. and C. Van Ouwerkerk. 1994. Soil compaction in crop production. Developments in
Agricultural Engineering Series, vol II. Elsevier Science. Amsterdam, The Netherlands. 622 p.
Taylor, H. M. 1971. Effects of soil strength on seedling emergence, root growth and crop yield. In:
Compaction of Agricultural Soils. American Society of Agricultural Energy Monograph. St. Joseph,
MI, USA. p. 292-305.
Venialgo, C., N. Gutierrez, A. Corrales, D. Drganc y A. Asselborn. 2002. Estabilidad de agregados y
resistencia a la penetración en series de suelos con distintos usos en el Sudoeste del Chaco,
Argentina. [citado 2007 Ago 29]. http://www.unne.edu.ar/cyt/2002/05-Agrarias/A-056.pdf
Vogel, H. 1992. Morphological and hydrological characteristics of gleyic granitic soils and their
potential for crop production. A case study from Zimbabwe. Soil Technology 5:303-317.
Vzzotto, V. R., E. Marchezan and T. Segabinazzi. 2000. Effect of cattle trampling on lowland soil
physical properties. Ciencia Rural 30:965-969.
Wagner, M. y G. Medina. 1998. Técnicas de evaluación de compactación de suelos. Fondo
Nacional de Investigaciones Agropecuarias. Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias.
Maracay, Venezuela. 36 p.

467
EL FORRAJE VERDE HIDROPONICO: UN ALIMENTO PARA UNA GANADERIA SOSTENIBLE
EN ZONAS ARIDAS
14
Raúl López-Aguilar
1
Bernardo Murillo-Amador
1
Guadalupe Rodríguez-Quezada
1
Rodrigo Muñoz-Herrera

RESUMEN

Las zonas áridas y semiáridas presentan características marginales para el desarrollo comercial y
competitivo del sector agropecuario como son; escasez de agua, alta evaporación, y terrenos y
aguas de riego de baja calidad. El Forraje Verde Hidropónico (FVH) es una técnica de producción
de alimento para el ganado que permite evadir las limitantes naturales encontradas en estas zonas
para el cultivo convencional de especies forrajeras. Por tanto, en este estudio se evaluaron tres
2
densidades de siembra (1.5, 2.0 y 2.5kg de semilla/m de bandeja) en el rendimiento de FVH de
maíz (Zea mays L.), uso de agua y el efecto de la calidad del alimento en la ganancia de peso en
cabras. Para evaluar el rendimiento de cada tratamiento, el FVH fue cosechado y se les determino
su peso fresco y seco. La cuantificación del uso de agua incluyó la utilizada para lavar bandejas,
lavado y desinfección de semillas, humedecimiento de semillas germinadas y riegos de plántulas
en las bandejas. Los análisis químicos que se realizaron para determinar la calidad del forraje
fueron : PC, EB, EM, FDA, lignina, celulosa, cenizas, humedad y minerales (Ca, Mg, K, Na, P, Fe,
Zn, Cu). Para evaluar el efecto de la inclusión del FVH en la alimentación de cabras y determinar
cambios en su peso corporal se elaboraron tres dietas balanceadas en contenido proteico (15%) y
-1
EM de 2.8 a 3.3 Mcal·kg MS. Los rendimientos de FVH y MS fueron similares al de las principales
especies forrajeras tradicionalmente cultivadas, pero en una superficie 100 veces menor, sin uso
de agroquímicos y utilizando volúmenes de agua de riego 30-50 veces menores. El FVH tiene las
características suficientes para ser considerado como un alimento de buena calidad para alimentar
diversos tipos de ganado y cuando es incluido en la dieta de cabras, la ganancia en peso se
incrementa significativamente.

Palabras clave: Contaminación, ganadería, nutrición, forraje, desarrollo sostenible.

INTRODUCCION

La producción de Forraje Verde Hidropónico (FVH) es una técnica de producción de alimento para
el ganado propicio para evadir las principales dificultades encontradas en las zonas áridas y
semiáridas en la producción convencional de forraje.
A través de la historia, las zonas áridas han sido consideradas como terrenos marginales para el
desarrollo del sector agropecuario. Las razones principales para esta consideración son la escasez
permanente de lluvia, alta evaporación y terrenos de baja calidad por su contenido elevado de
sales, pobres en nitrógeno por la escasa materia orgánica y su baja capacidad de retención de
humedad. No obstante estas limitaciones, la creciente demanda de productos agropecuarios ha
propiciado que la agricultura y ganadería se encuentren introducidas en los ecosistemas frágiles de
zonas áridas y semiáridas, los cuales son muy susceptibles a la degradación y en donde es
complicado sostener altos rendimientos para intentar satisfacer las necesidades demandadas
(Cassman, 1999; Young, 1999). En los últimos años, la actividad agropecuaria en estas zonas se
ha incrementado notablemente, sin embargo su expansión ha sido sin control ecológico y las
tecnologías comúnmente utilizadas no son las apropiadas ocasionando problemas de
contaminación de suelos y mantos acuíferos (Endo et al., 2000), agotamiento de agostaderos y la
extinción de especies de flora nativa (Martínez-Balboa, 1981). Un sistema de producción animal
sostenible debería de mejorar o al menos mantener los recursos naturales sin devaluarlos, como
por ejemplo, evitar la contaminación. Consecuentemente, la búsqueda de tecnologías alternativas

14
Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, La Paz, BCS, México. [email protected].

468
2
de producción de forraje en las cuales se considere el ahorro de agua, altos rendimientos por m
ocupado, calidad nutricional, flexibilidad en la transferencia y mínimos impactos negativos sobre el
medio ambiente es de particular importancia.
Considerando los puntos anteriores, se puede decir que el FVH puede constituirse en una opción
alternativa a las técnicas convencionales de producción de forraje que contribuya a una actividad
agropecuaria sostenible en las zonas áridas y semiáridas. No obstante las ventajas que presenta el
FVH en comparación con otras tecnologías de producción de alimento para el ganado, persisten
aun dudas y falta de conocimientos sobre su técnica y la calidad del alimento producido. Por
consiguiente, el presente estudio evalúa la densidad de siembra en la producción de FVH de maíz
(Zea mays L.), el uso de agua y el efecto de la calidad del forraje en la alimentación de cabras.

MATERIALES Y METODOS

Evaluación del Rendimiento


Para evaluar el rendimiento y calidad del FVH, y efectuar comparaciones con otras especies
forrajeras, se utilizaron semillas de maíz (Zea mays L.) con un alto porciento de germinación (95%)
y de buena calidad física (sin impurezas y solo 3% de quebradas) para producir FVH mediante el
siguiente procedimiento:
1) Densidad de siembra: Las semillas fueron pesadas con la finalidad de tener tres densidades de
-2 -2 -2
siembra; a) 1.5 kg·m , b) 2.0 kg·m y c) 2.5 kg·m
2) Lavado y desinfección de semillas: Las semillas se depositaron en botes de plástico de 20l de
capacidad perforados tanto en el fondo como en las paredes laterales y se colocaron en una
pileta de concreto. Se vertió agua corriente a la pileta de tal manera que el nivel subiera al
doble del ocupado por las semillas. Se agitaron suavemente las semillas dentro de los botes
para su lavado y retiro de impurezas y fragmentos de semillas utilizando un cedazo. El agua
de lavado fue desechada y remplazada por un volumen de agua limpia igual al anterior. Para
escarificar y eliminar patógenos adheridos a la semilla se agrego cal (CaOH) en una
concentración de 1g de cal·l de agua utilizada. Las semillas fueron mantenidas bajo estas
condiciones durante 24 horas.
3) Germinación de semillas: Para iniciar el proceso de germinación (emergencia de la radícula) se
levantaron los botes perforados para desechar el agua con cal y las semillas que quedaron en
ellos se vertieron en cajas de madera y fueron cubiertas con una tela negra para mantenerlas
bajo condiciones de oscuridad durante 48 horas. En esta etapa, las semillas fueron
humedecidas con agua a intervalos irregulares con el propósito de evitar deshidrataciones.
4) Siembra en bandejas: Cuando la radícula de las semillas de las cajas de madera alcanzaron
aproximadamente una longitud de 1.5-2.0 cm, fueron transferidas a bandejas de plástico
-2
(30!60!10cm de profundidad) en las cantidades equivalentes a 1.5, 2.0 y 2.5 kg de semilla·m
de bandeja. Las bandejas con las semillas se regaron con agua corriente utilizando regadora
manual a intervalos irregulares para evitar deshidrataciones y promover el crecimiento de las
plántulas.
5) Crecimiento y cosecha: Las plántulas obtenidas se regaron diariamente con agua corriente hasta
su cosecha que se realizo a los 14 días después del lavado y desinfección de las semillas.
Para evaluar el rendimiento de las diferentes densidades de siembra, el FVH de 8 bandejas de
cada tratamiento fue cosechado y se les determino su peso fresco. Posteriormente, el FVH de cada
bandeja fue identificado y se colocaron en el interior de un invernadero de plástico para iniciar su
proceso de deshidratación. Después de una semana bajo estas condiciones, el FVH se colocó en
bolsas de papel y se metieron en una estufa de aire forzado a 70ºC durante tres días para finalizar
su deshidratación y determinar su peso seco.

469
Calidad nutricional del FVH
La calidad nutricional del FVH se determinó a partir de muestras de materia seca obtenidas en
cada tratamiento y molidas (Mr.Coffee Products, Model IDS57) suficientemente para pasar una
criba de 1mm. Posteriormente se efectuaron análisis proximales y minerales.
Los análisis proximales se realizaron de acuerdo a las normas establecidas por la Association of
Analytical Chemistry (A.O.A.C., 1990). Las determinaciones que se realizaron fueron proteína
cruda (PC), energía bruta (EB), energía metabólica (EM), fibra detergente ácida (FDA), lignina,
celulosa, cenizas y humedad. En la determinación de minerales, los cationes y fosforo fueron
extractados mediante una mezcla ácida de H2SO4:HNO3:HClO4 (proporción 1:10:4). El Ca, Mg, K,
Na, Fe, Zn y Cu fueron estimados por espectrofotometría de absorción atómica (Shimadzu HIC-6A,
Shimadzu, Kyoto, Japan), mientras que el contenido de P fue estimado por el método azul de
molibdeno midiendo la absorbancia a 660 nm en un espectrofotómetro (Hitachi U-1100).

Determinación del uso de agua


La cuantificación del uso de agua en el proceso de producción de FVH incluyó la destinada al
lavado de bandejas, lavado y desinfección de semillas, humedecimiento de semillas germinadas y
riegos de plántulas en las bandejas. El consumo de agua fue medido diariamente.

Evaluación del FVH en la alimentación de cabras


En esta evaluación se cuantificó el efecto de la inclusión del FVH en la alimentación para
determinar los cambios en el peso corporal de cabras. Se seleccionaron 12 cabras hembras
cruzadas de raza nubia, desparasitadas y vitaminadas antes de iniciar el experimento y fueron
distribuidas aleatoriamente en corrales individuales con comederos y bebederos de lámina de 10 y
20l de capacidad, respectivamente. Durante las 7 semanas que duró el experimento, se les
proporcionó agua fresca a consumo libre. Se elaboraron tres dietas, en dos de las cuales se
incluyó el FVH (Cuadro 1). Las dietas fueron balanceadas en contenido proteico (15% PC) y la
-1
energía metabolizable varió de 2.8 a 3.3 Mcal·kg MS. Los ingredientes de las dietas fueron
molidos utilizando una criba de 5 mm para minimizar la selectividad. Cada dieta fue proporcionada
de manera aleatoria a 4 cabras para tener experimentalmente tres tratamientos con cuatro
repeticiones.

Cuadro 1. Composición de las dietas utilizadas para evaluar el efecto del FVH de maíz en
variaciones de peso corporal en cabras.
1
Tratamiento Ingredientes Proporción (%) PC(%) EM (Mcal·kg MS)
Heno de alfalfa 62 21.0 2.35
D1 Maiz blanco 20 8.5 3.00
Ensilaje de maiz 18 2.2 1.30
FVH de maiz 70 14.0 3.90
D2
Heno de coquia* 30 17.4 2.00
FVH de maíz 25 14.0 3.90
D3 Heno de coquia 65 17.4 2.00
Ensilaje de maíz 10 2.2 1.30
*Coquia (Kochia scoparia L.) planta halofita con buenas características forrajeras

El peso de las cabras antes de iniciar tratamientos (AT) fue de 31.3±2.1, 33.7±1.3 y 36.2±2.9kg en
los tratamientos D1, D2 y D3, respectivamente. Las dietas fueron proporcionadas diariamente
ajustando las cantidades ofrecidas de manera individual, con base en el peso corporal y el alimento
rechazado se determinaba al día siguiente a las 8:00h. Los animales se pesaron cada 7 días
(Bascula digital CARDINAL SHCD, Capacidad 99.95±0.05kg) a las 8:00h, para lo cual se les retiró
el agua y alimento a las 17:00h del día anterior.

470
Diseño experimental y análisis estadístico
Para evaluar rendimiento y calidad nutricional del FVH se utilizo un diseño experimental
completamente al azar. En el experimento cada bandeja fue considerada como una unidad
experimental y cada tratamiento fue repetido 8 veces. El diseño utilizado para evaluar el efecto del
FVH en el peso de cabras fue completamente al azar. Los datos de los experimentos fueron
analizados por ANOVA, seguido de la prueba de Tukey para comparar medias a p<0.05, utilizando
el paquete estadístico STATISTICA Ver. 7.0 (SPSS, 1996).

RESULTADOS Y DISCUSION

En el Cuadro 2 se presenta el rendimiento de FVH utilizando las tres densidades de siembra (DS).
También se incluye el rendimiento esperado en un invernadero de plástico (6!15m) equipado para
producir FVH cuyas características permite utilizar 750 bandejas de plástico (60!40!10cm de
2 2 -1
profundidad) o lo que es equivalente a 180 m (15 m ·día ) para utilizarse en la producción de
FVH.

Cuadro 2. Rendimiento de FVH de maíz utilizando tres densidades de siembra. Los valores
presentados son el promedio de 8 repeticiones±desviación estándar.
Densidad de Rendimiento anual
Rendimiento Conversión
siembra (DS) (Invernadero 6!15m)
-2 -2 -2
(kg·m ) (kg FVH·m ) (kg MS·m ) (FVH/DS) (ton FVH) (ton MS)
1.5 12.95±0.75 a 2.68±0.32 a 8.63 a 69.93 14.47
2.0 18.75±1.05 b 3.92±0.44 b 9.37 b 101.24 21.16
2.5 21.20±0.95 c 4.62±0.37 c 8.48 a 114.48 24.95
Letras diferentes en cada columna indican diferencias significativas para p<0.05

El rendimiento de FVH y la producción de MS aumentaron significativamente con el incremento de


-2
la DS. Utilizando una DS de 2.5kg de semilla·m de superficie de bandeja sembrada se obtuvieron
los rendimientos mas altos tanto en FVH como en MS, pero la mas elevada conversión de kg de
-2
semilla utilizada a kg. de FVH fue registrada en la DS de 2.0kg de semilla·m de superficie de
bandeja. Utilizando la metodología de producción de FVH se pueden cosechar anualmente de 15 a
25 ton MS. Este rendimiento es equivalente al de la alfalfa, sorgo o maíz (Urbano y Dávila, 2003;
Saeed y El-Nadi, 1998; Lauer et al., 2001), pero en una superficie 100 veces menor y sin utilización
de agroquímicos. Para obtener de 1 a 8kg de MS de alimento para el ganado cultivando especies
3
mediante métodos convencionales se usa 1m de agua de riego, mientras que utilizando este
mismo volumen de agua en la producción de FVH se obtienen alrededor de 100kg de MS de forraje
(Cuadro 3) de buena calidad nutricional para alimentar diversos tipos de ganado (FA0, 2001).
Aunque se han evaluado métodos de riego recientemente incorporados a los sistemas agrícolas,
como el riego por goteo subterráneo, para producir pasturas con menores cantidades de agua
(Ayars et al., 1999; Alam et al., 2002; Godoy-Avila et al., 2003) la realidad es que el uso eficiente
-3
del agua (UEA) aun sigue manteniendo valores bajos de 1.6 a 1.9kg MS·m en comparación con
los calculados para el sistema de producción de FVH. Debido a que el agua se utilizó en la misma
cantidad para las tres DS, el UEA se elevó significativamente con el incremento en el rendimiento
-2
(kg MS·28 m ) en los tratamientos que tuvieron las DS mas altas.

471
Cuadro 3. Consumo de agua en el proceso de producción de FVH y Uso Eficiente del Agua
(UEA) calculado en las densidades de siembra evaluadas.
Densidad de siembra
-1
Actividad Ld D1 D2 D3
-2
Lavado de bandejas 20 kg MS·28 m 75 110 129
2)
Lavado y desinfección de semillas 155 Uso de agua 1166 1166 1166
Humedecimiento de semillas 15 UEA 64 95 111
Riego de bandejas 60
1)
TOTAL 250
1)
Se refiere al uso por los tres tratamientos, ya que en cada densidad se utilizó la misma
cantidad de agua.
2)
Uso en 14 días por cada tratamiento

En el presente estudio se encontró que la mayoría de los parámetros relacionados con la calidad
del forraje están dentro de los rangos de los alimentos considerados nutritivos para el ganado
(Cuadro 4). Dentro de los factores que influyen en el valor nutricional del FVH se encuentran la
calidad del agua de riego (Amorim et al., 2005), el tiempo de cosecha y densidad de siembra
(Müller et al., 2005). Desde el punto de vista cuantitativo, dentro de los componentes alimenticios
para el ganado, los energéticos y proteínicos son los más requeridos. Los resultados de este
-1
estudio indican que el contenido de PC (13-14%) y EM (2.4-2.6Mcal·kg MS) del FVH es suficiente
para satisfacer los requerimientos de diversos tipos de ganado. Por ejemplo, cuando se alimentan
vacas lecheras utilizando dietas con menos de 6% de PC, se ha encontrado que el consumo de
alimento se reduce y ocasiona una deficiencia combinada de proteína y energía (Perkins, 1957), y
cuando las cabras sufren de una deficiencia prolongada de proteína el desarrollo fetal se retrasa,
disminuye el peso de los cabritos al nacimiento y la producción de leche se reduce (Singh y
-
Sengar, 1970; citado por Roig, 2003)). Un forraje de buena calidad aporta alrededor de 2Mcal·kg
1
MS de EM. Cuando se alimentan cabritos recién destetados o cabras lecheras de alta producción
-1
es indispensable incrementar el contenido de energía de la dieta a 2.5 o 3.0Mcal·kg MS utilizando
concentrados (Morand-Fehr y Sauvant, 1980). Sin embargo, estos suplementos alimenticios
formulados en base a granos y pastas de oleaginosas generalmente se importan de países
desarrollados elevando los costos de producción y propiciando también la competencia con el
hombre por alimentos. El FVH es un alimento con el suficiente valor nutricional para considerarlo
como un suplemento alimenticio ideal para elevar la condición nutricional del ganado,
principalmente en zonas áridas y semiáridas donde es común que los animales pasen por periodos
de subnutrición en diferentes etapas de su vida (Espinoza et al., 2007).
Otro criterio comúnmente utilizado para determinar la calidad del forraje es la digestibilidad. En las
paredes celulares de los vegetales existe una fracción digestible y otra indigestible. El contenido de
FDA es una cuantificación de la fracción indigestible. En el FVH la FDA varía con el tiempo de
cosecha, observándose valores menores en la etapa inicial y valores mayores en la etapa final.
Este comportamiento es similar a otras plantas forrajeras en las cuales se ha reportado que
conforme la planta madura, su contenido de FDA aumenta, y la ingestión y digestibilidad por los
animales se reduce (Van Soest et al., 1978). Los requerimientos de fibra por el ganado es un factor
importante en diversos procesos fisiológicos. La FDA es el mejor indicador de los requerimientos
de fibra para una fermentación saludable en el rumen. El NRC (1989) indica que las raciones del
ganado lechero deben contener entre 19 y 27% de FDA. Si el suplemento es menor, el contenido
de grasa en la leche puede disminuir.

472
Cuadro 4. Valor nutricional del FVH de maíz utilizando tres densidades de siembra.
Los valores presentados son el promedio de 8 repeticiones ± desviación estándar.
-2
Densidad de Siembra (kg·m )
Variable Unidad 1.5 2.0 2.5
PC (%) 14.5±0.5 a 15.2±0.6 b 15.8±0.9 b
-1
EB (Mcal·kg MS) 3.9±0.3 a 4.1±0.5 a 4.2±0.6 a
-1
EM (Mcal·kg MS) 2.4±0.3 a 2.5±0.5 a 2.5±0.6 a
FDA (%) 31.6±2.1 b 28.7±1.9 a 28.5±1.5 a
Lignina (%) 6.9±1.3 a 6.4±1.2 a 6.1±1.8 a
Celulosa (%) 22.6±2.9 a 21.8±1.7 a 22.1±3.2 a
Materia seca (%) 20.7±1.9 a 20.9±2.1 a 21.8±2.0 a
Cenizas (%) 6.8±1.4 a 6.7±1.2 a 6.9±2.2 a
1)
DMS (%) 64.3±3.1 a 66.5±2.8 a 66.7±2.6 a
Letras diferentes en las hileras de cada densidad de siembra indican diferencias
significativas a p<0.05
1)
DMS = 88.9 – (%FDA " 0.779)

La PC del FVH de maíz se incrementó significativamente en las DS mas altas, sin embargo se
-2
encontró que la concentración de PC del FVH producido con 2.0 y 2.5kg·m de bandeja fue
estadísticamente igual. En las otras variables presentadas, con excepción de la concentración de
-2
FDA en la DS de 1.5kg·m , no fueron detectadas diferencias significativas. En las tres DS fue
observado que la concentración de PC fue menor en la etapa inicial de crecimiento del FVH,
registrándose su mayor concentración a los 14-16 días para posteriormente iniciar su descenso
-1
(Figura 1). Los valores promedios de EM variaron de 2.4 a 2.5 Mcal·kg MS en las tres DS sin
detectarse diferencias significativas ni entre DS como tampoco entre días de muestreo. Hasta los
14 días, la FDA varió de 27 a 31%, pero a partir de este tiempo de muestreo se encontró que la
concentración de FDA se incrementó significativamente alcanzando valores de 38 a 43%.

473
Figura 1. Concentración de proteína cruda, energía
metabólica y fibra detergente ácida en el FVH de maíz
utilizando tres densidades de siembra.

474
La composición mineral del FVH de maíz y los requerimientos para mantenimiento y desarrollo de
rumiantes (ARC, 1980; NRC, 1996; NRC, 1989) se muestra en el Cuadro 5. Los niveles
encontrados en todos los minerales son considerados como satisfactorios para la nutrición de
ganado. Unicamente podría existir la necesidad de ajustar la relación Ca:P ya que se recomienda
como importante mantenerla 2:1.

Cuadro 5. Requerimientos minerales por rumiantes y composición mineral del FVH de maíz
(en base a MS) cosechado a los 14 días después del lavado y desinfección de semillas
utilizando tres densidades de siembra. Los valores presentados son el promedio de 8
repeticiones ± desviación estándar.
-2
Requerimiento de Densidad de Siembra (kg·m )
rumiantes 1.5 2.0 2.5
Mineral (%) ----------------------------(%)----------------------------
Calcio 0.15 – 0.40 0.18±0.07 a 0.20±0.06 a 0.26±0.09 b
Magnesio 0.12 – 0.18 0.21±0.03 a 0.25±0.03 b 0.28±0.04 b
Potasio 0.50 – 1.20 0.83±0.07 a 0.79±0.09 a 0.82±0.06 a
Sodio 0.07 – 0.20 0.26±0.07 a 0.22±0.05 a 0.24±0.08 a
Fósforo 0.13 – 0.26 0.32±0.09 a 0.33±0.03 a 0.38±0.07 a
(ppm) ---------------------------(ppm)--------------------------
Hierro 40 – 50 95±23 a 102±19 a 98±31 a
Zinc 30 – 50 42±12 a 48±17 a 52±14 a
Cobre 5 – 20 16± 9 a 11± 8 a 15± 9 a
Letras diferentes en las hileras de cada mineral indican diferencias significativas a p<0.05

La inclusión del FVH de maíz en la alimentación de ganado caprino manifestó efectos positivos en
la ganancia de peso (Figura 2). Las tres dietas ocasionaron que el peso de las cabras se
incrementara significativamente en el periodo de tratamiento. Sin embargo, en las dietas que
-1
incluyeron FVH fueron las que registraron las mayores ganancia de peso con 134.7 y 144.3g·dia ,
para D2 y D3, respectivamente. Las cabras alimentadas con D1 obtuvieron una ganancia de peso
-1
de 95.5g·dia , la cual fue significativamente menor en comparación con D2 y D3. El rechazo de las
dietas fue mínimo y solamente en algunos días se registró un rechazo estimado de 10% y no fue
específico para ninguna dieta en particular.

Figura 2. Evolución del peso corporal de cabras alimentadas


con dietas que incluyen FVH de maíz.

475
CONCLUSIONES

La producción de FVH es una metodología que puede utilizarse como un componente importante
en el desarrollo sostenible del sector agropecuario, principalmente en ecosistemas frágiles como
los que caracterizan a las zonas áridas y semiáridas. Los rendimientos de FVH y MS son similares
al de las principales especies forrajeras tradicionalmente cultivadas, pero en una superficie 100
veces menor, sin uso de agroquímicos y utilizando volúmenes de agua de riego 30-50 veces
menores, en comparación con otras especies forrajeras, para producir 1kg de MS. El FVH tiene las
características suficientes para ser considerado como un alimento de buena calidad para alimentar
diversos tipos de ganado y cuando es incluido en la dieta de cabras, la ganancia en peso se
incrementa significativamente.

AGRADECIMIENTOS

Los autores agradecen el apoyo de Arturo Naranjo Murillo en el trabajo de campo y a Sonia Rocha
y Mario Benson Rosas por los análisis químicos. Este trabajo fue financiado con fondos del
Proyecto 905-3 de FUNDACIÓN PRODUCE, B.C.S.

LITERATURA CITADA

Alam, M., T. P. Trooien, T. J. Dumler and D. H. Rogers. 2002. Using subsurface drip irrigation for
alfalfa. J. American Water Resources Association 38:1715-1721.
Amorim, D. M. B., I. A. Notaro, D. A. Furtado, H. R. Ghey e J. G. V. Baracuhy. 2005. Avaliaçáo de
diferentes níveis de salinidade da agua utilizad ana produção de forragem hidropónica de milho. R.
Bras.Eng. Agric. Ambiental 104:339-342.
Agricultural Research Council (ARC). 1980. The nutrient requirements of ruminant livestock.
Technical review. CAB. London. 351 p.
Association of Official Analytical Chemists (AOAC). 1990. Official methods of analysis. 15th ed. Vol.
1. Arlington, VA. USA. 807 p.
Ayars, J. E., C. J. Phene, R. B. Hutmacher, K. R. Davis and R. A. Schoneman. 1999. Subsurface
drip irrigation of row crops: a review of 15 years of research at the Water Management Research
Laboratory. Agric. Water Management 42:1-27.
Cassman, K. G. 1999. Ecological intensification of cereal production systems: yield potential, soil
quality, and precision agriculture. Proc. Natl. Acad. Sci. USA 96: 5952-5959.
Endo, T., S. Yamamoto, T. Honna, M. Takashima, K. Limura, R. López et al. 2000. Behaviour and
distribution of salts under irrigated agriculture in the middle of Baja California, México. Jpn. J. Soil
Sci. Plant Nutr. 71:18-26.
Espinoza, J. L., A. Palacios, N. Avila, A. Guillén, R. De Luna, R. Ortega et al. 2007. La ganadería
orgánica, una alternativa de desarrollo pecuario para algunas regiones de México: una revisión.
Interciencia 32:385-390.
Godoy-Avila, C., A. Pérez-Gutiérrez, C. A. Torres-E, L. J. Hermosillo y I. Reyes-J. 2003. Uso de
agua, producción de forraje y relaciones hídricas en alfalfa con riego por goteo. Agrociencia 37:
107-115.
Lauer, J. G., J. G. Coors and P. J. Flannery. 2001. Forage yield and quality of corn cultivars
developed in different eras. Crop Sci. 41:1449-1455.
Martínez-Balboa, A. 1981. La ganadería en Baja California Sur. Vol. I. Editorial J.B. La Paz, B.C.S.,
México. 229 p.
Morand-Fehr, P. and D. Sauvant. 1980. Composition and yield of goat milk as affected by nutritional
manipulation. J. Dairy Sci. 63:1671-1680.
Müller, L., P. A. Manfron, O. S. Santos, S. L. P. Medeiros, V. Haut, D. N. Neto et al. 2005. Produção
e composição bromatológica da forragem hidropónica de milho, Zea mays L., com diferentes
densidades de semeadura e datas de colheita. Zoot. Trop. 23:105-119.

476
th
National Research Council (NRC). 1989. Nutrient requirements of dairy cattle. 6 rev. Ed.
Washington, D.C. National Academy Press. 157 p.
th
National Research Council (NRC). 1996. Nutrient requirements of beef cattle. 7 rev. Ed.
Washington, D.C. National Academy Press. 242 p.
Perkins, A. E. 1957. The effect of rations excessively high and extremely low in protein content on
dairy cows. Ohio Agric. Exp. Stn. Res. Bull. 799.
Roig, C. A. 2003. Alimentación del ganado caprino. Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria
(INTA). Chaco, Argentina. 22 p.
Saeed, I. A. M. and A. H. El-Nadi. 1998. Forage sorghum yield and water use efficiency under
variable irrigation. Irrig. Sci. 18:67-71.
SPSS Institute. 1996. Statistical Package for the Social Sciences. Ver. 7.0 for Windows 95. SPSS
Institute Inc. USA.
Urbano, D. y C. Dávila. 2003. Evaluación del rendimiento y composición química de once
variedades de alfalfa (Medicago sativa) bajo corte en la zona alta del estado de Mérida, Venezuela.
Rev. Fac. Agron. 20:97-107.
Van Soest, P. J., D. R. Mertens and B. Deinum. 1978. Preharvest factors influencing quality of
conserved forage. J. Anim. Sci. 47:712-720.
Young, A. 1999. Is there really spare land? A critique of estimates of available cultivable land in
developing countries. Environ. Dev. Sustainability 1:3-18.

477
IDENTIFICACIÓN CUALITATIVA DE TANINOS EN ARBUSTIVAS FORRAJERAS EN LA
MIXTECA BAJA OAXAQUEÑA
15
Frida Rubí Maldonado Rivera
1
Ladislao Arias Margarito
1
Ramón Soriano Robles

RESUMEN

Los recursos naturales locales son un componente importante para lograr sistemas de producción
más sustentables. Se llevó a cabo un muestreo participativo a lo largo de las cuatro estaciones del
año durante tres años. Se determino la importancia de 25 especies debido a sus niveles
reconsumo (alto medio y bajo) por parte de caprinos. Dada la importancia de las especies
identificadas, se decidió analizar su contenido cualitativo de taninos en hojas y vainas con la
finalidad de establecer un conocimiento básico en cuanto a estas especies. Se utilizó un método
colorimétrico para determinar el nivel de contenido de taninos en las diferentes épocas del año.
Con base en los datos Pithecollobium acatlense puede ser considerada como la leguminosa con
menor contenido de taninos en comparación con las demás leguminosas analizadas en
contraparte con las determinaciones de saponinas donde mostró alto contenido. Acacia couteri y
Mimosa fasciculata cuyo contenido de taninos es alto, en vainas y altamente consumidas se
recomienda hacer un análisis cuantitativo Brickellia veronicaefolis, Pithecollobium dulce y
Leucaena esculenta, puede utilizarse tanto como alimentación para las cabras y cocina regional.
Las especies analizadas de la Mixteca Baja Oaxaqueña contienen taninos y requieren mayor
atención en cuanto a sus posibles propiedades antinutricionales.

Palabras clave: Leguminosas, caprinos, sustentabilidad, zonas áridas.

INTRODUCCIÓN

La ganadería de las zonas áridas y semiáridas tiene como base alimentaría los pastos junto con
arbóreas y arbustivas, cuya mayor producción de biomasa se da en la época de lluvias. Sin
embargo en la temporada de sequía, los pastos y los forrajes ven reducidos drásticamente sus
contenidos nutritivos siendo bajos en materia orgánica disponible y proteína cruda. Presentan
además mayores concentraciones de fracciones fibrosas con altos contenidos de lignina, son
deficientes en fósforo y presentan baja digestibilidad. Esto ocasiona serios problemas de
alimentación en los rumiantes y por lo tanto afecta la sustentabilidad de los sistemas de producción
que depende de estos recursos, principalmente los de rumiantes pero también de la fauna
silvestre. El conocimiento y manejo adecuado de estos recursos puede contribuir a mejorar la
sustentabilidad de los sistemas de producción animal dada su producción local y de bajo costo. Por
otra parte, las arbóreas y arbustivas poseen más de 1200 clases de metabolitos secundarios
muchos de los cuales le sirven como medio de defensa. Estos factores, llamados antinutritivos, en
la alimentación de rumiantes son de dos tipos: Compuestos que inhiben la digestión, compuestos
de efecto toxico para el animal (Palo, 1987). Los metabolitos secundarios con mayor importancia
son los taninos, los cuales pueden tener efectos positivos y negativos en la digestibilidad de la
proteína, los carbohidratos y la fibra del alimento para el animal (Redd, 1995). Los metabolitos
secundarios están influenciados por el genotipo de la planta (la especie y la variedad), las
características ambientales (radicación solar y disponibilidad de agua), la velocidad de crecimiento,
la madurez, la condición nutricional del suelo, la depredación y las enfermedades (Waterman y
Mole, 1995).
La utilización de arbóreas y arbustivas en la región de la Mixteca Baja representa una alternativa
que puede ser aprovechada, en los sistemas silvopastoriles para la producción de rumiantes,
principal aporte económico y de autoconsumo para las comunidades rurales (Vázquez-Yanes y
Batis, 1996). Por otra parte, Arias et al., (2005) han reportado una serie de plantas y arbustos con

15
Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa. [email protected]

478
potencial para su uso silvopastoril en la Mixteca Baja Oaxaqueña. Debido a esto es importante
conocer de los arbóreas y arbustivas que factores antinutricionales poseen, para mejorar su uso
en la alimentación de los animales. Dado que no existen reportes previos en la literatura sobre los
contenidos de factores antinutricionales en las plantas reportadas por Arias et al. (2005) es
necesario determinar, en primera instancia, la presencia de taninos, mediante pruebas rápidas
cualitativas El objetivo del presente trabajo fue identificar de forma cualitativa la presencia de
taninos en arbóreas y arbustivas con potencial forrajero de la Mixteca Baja Oaxaqueña.

MATERIALES Y MÉTODOS

Ubicación
El estudio se llevó a cabo en el en el municipio de Cosoltepec, situada en territorio semiárido
oaxaqueño conocida como la región cultural Mixteca Baja. Sus coordenadas geográficas son 18°
08´00” de latitud norte y 97° 45´ de longitud oeste del meridiano de origen. El clima es semicálido
º
subhúmedo, la temperatura media anual es de 27 C. La precipitación pluvial anual es de 300mm,
la altura sobre el nivel del mar 1825m. La vegetación esta compuesta principalmente por matorral
xerófilo, (Cervantes, 2002) Arbóreas y arbustivas (Vidal, 2005; Martínez, 1994). Esta asociación
incluye cactáceas, arbustivas leguminosas y agaves. La altura de este matorral va desde 15cm,
hasta cuatro metros (Rzedowski, 1978).

Recolección y preparación de las muestras


El muestreo de hojas y vainas de arbóreas y arbustivas se llevó a cabo con la colaboración
participativa de los comuneros, por medio de recorridos a través de las rutas de pastoreo de sus
caprinos. Las plantas fueron recolectadas en 5 rutas diferentes para identificar cuales eran las de
mayor preferencia en el consumo por los caprinos así como lo indicado por los productores.
Las muestras fueron obtenidas en diferentes épocas del año: en agosto y diciembre de 2003
(invierno y verano), diciembre de 2004 (solo inviernos) marzo y agosto de 2005 (primavera y
verano), en consecuencia se trata de muestreos a diferente edad de corte, las muestras de
biomasa comestibles (hojas y vainas), provienen de aproximadamente de 25 árboles y arbustivas.

Análisis de las muestras obtenidas


Al material colectado se le determinó en campo la materia seca (MS) en una estufa de rayos
infrarrojos (OHAUS MB200). Posteriormente las muestras fueron secadas en una estufa de aire
forzado por 48 horas a una temperatura de 50 a 55 ºC. Para los análisis químicos, las muestras
fueron molidas en un molino tipo Wiley, a través de una malla de un 1mm, se almacenaron en
frascos de vidrio e identificados según el año y el mes en que se recolectaron. La determinación de
taninos hecha fue de acuerdo a la técnica propuesta por Díaz et al. (2001). Se pesaron 2.0g de
muestra seca pulverizada y esta se colocó en un vaso de precipitados Berzelius. Se agregaron
200ml de solución de ferrocianuro de potasio 0.004M y se agitó. Se agregaron luego 15ml de la
solución de cloruro férrico 0.008M en ácido clorhídrico 0.008M y se observaron los cambios de la
coloración tomando en cuenta la siguiente tabla colorimétrica: Verde Claro: baja o nula cantidad de
taninos, Verde oscuro: contenido medio de taninos y Azul: Alto contenido de taninos. (Tejada
1992). Para obtener un patrón se llevó a cabo un ensayo usando muestras de cáscara de plátano
verde. Todas las muestras se hicieron por duplicado.
En cuanto al consumo de vainas y follaje se clasifico en “muy alto”, “alto” y “bajo” de acuerdo al
conocimiento de los pastores. Durante los recorridos se les fue preguntando que especie comían
más las cabras, que especie consideraban regular y que especie poco, en función de esto y de las
veces mencionadas en las 5 rutas de pastoreo es que se dio esta clasificación.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Las vainas enteras y las hojas de arbóreas y arbustivas acumulan en su pared celular nutrimentos
en forma de carbohidratos, minerales, proteínas (Roncallo et al.,1996), así como compuestos

479
secundarios (Granados et al., 1989), cuyos metabolitos permiten relacionar a las plantas con
microorganismos para su polinización, competencia y principalmente para su defensa. En el
caso de la zona de la región de la Mixteca Baja, sus matorrales xerófilos y pastizales (Cervantes,
2002) representan las únicas fuentes de sustento animal para la época de intensa sequía. Estas
especies son de alto consumo para el caso de todas las especies forrajeras que logran sobrevivir
en la época de estiaje, como las Acacias, Mimosas y Prosopis entre las más importantes. La
presencia de taninos en las vainas y en las hojas consumidas por los rumiantes puede disminuir el
consumo de las mismas por actuar sobre la palatabilidad de las especies y afecta la digestión,
porque se combinan con las proteínas (Waghorn et al., 1994) Por otro lado se ha reportado que el
efecto antinutricional de los taninos esta asociado a cambios en la estructura y función de las
micro-vellosidades de la mucosa intestinal (Robins y Broker, 2005). Desde este análisis se puede
apreciar la importancia de conocer que factores afectan la nutrición animal y por lo tanto, la
sustentabilidad de los sistemas de producción. En este sentido, los resultados de los taninos
observados de manera cualitativa en las vainas de las arbóreas y arbustivas son presentados en
el Cuadro 1.

Cuadro 1. Épocas de muestreo, presencia de taninos en vainas de 10 especies de arbóreas y


arbustivas forrajeras y consumo de estas por los caprinos.

Nombre científico Nombre común Dic-03 Dic-04 Mar-05 Ago-05 Consumo


Nivel de taninos de la vaina
Acacia farnesiana Huizache alto alto alto muy alto
Acacia coulteri Palo blanco alto alto muy alto
Leucaena esculenta Huaje rojo alto muy alto
Mimosa fasciculata Palo herrero alto muy alto
Cassia Pringlei Rompe Botas alto muy alto
Pithecellobium dulce** Guamúchil alto muy alto
Acacia cymbispina Cubata medio alto alto muy alto
Prosopis laevigata*** Mezquite alto medio medio muy alto
Mimosa sp. Uña de gato medio muy alto
Pithecollobium acatlense Barba de chivo bajo bajo bajo muy alto

***Muestreo realizado en julio, en los años 2003 - 2005


** Solo tiene vainas en mayo

La determinación cualitativa de los taninos para el caso de Acacias (farnesiana y coulteri) mostró
niveles altos. Lo mismo sucedió para Leucaena esculenta, Mimosa fasciculata, Cassia pringlei,
Pithecellobium dulce. Solo en el caso de Acacia cymbispina y Prosopis laevigata su contenido fue
de medio a alto, determinado por la coloración verde oscuro al azul. Por otra parte Mimosa sp.
refleja un contenido medio de taninos en todas las determinaciones y por ultimo Pithecollobium
acatlense su contenido es bajo cuya coloración es verde limón.
La característica de Acacia farnesiana es que tanto la corteza como las vainas son ricos en taninos
(Seigler et al., 1986), y es utilizado tanto en cercas vivas o como especie forrajera. Para el caso
de las vainas, todas las especies reportadas en este trabajo fueron reportadas con consumo muy
alto a pesar de las diferencias colorimétricas de taninos que nos indicaron si el consumo fue muy
alto, alto o bajo (Cuadro 1). Por otra parte, los datos proporcionados por los productores respecto
al consumo de las hojas de arbóreas y arbustivas van de bajo a muy alto, en contraste con el
consumo de las vainas que es muy alto (Cuadro 2). Los niveles de taninos reportados para las
hojas fueron en su mayoría altos aunque en algunas especies como Acacia farnesiana contrasta el
nivel de bajo a alto en las hojas, mientras que en las vainas siempre se reporta como alto. En el
caso de Pithecollobium acatlense la presencia de taninos en hojas y vainas es similar.
Podemos observar que el contenido varia entre las especies analizadas. Para el caso de las
acacias (Acacia coulteri, Acacia bilimekii), el consumo es bajo, en cambio el contenido de taninos
es alto. Para el caso de Acacia farnesiana el contenido que va de alto a bajo, en cambio Acacia
cymbispina su contenido es medio y su consumo muy alto.

480
Por otra parte, Brickellia veronicaefolis, así como los llamados chilaco Caguasanche, Venenillo y
chintoto, (nombres comunes), la Hymenqea coubaril y Liquidambar styraciflua su concentración de
taninos fue alta sin embargo para este caso la ventaja para las cabras es que su consumo es bajo
a diferencia de Acacia coulteri y Mimosa fasciculata cuyo contenido de taninos y consumo es alto.
Sin embargo los taninos pueden prevenir, en algunos casos, la formación excesiva de espuma
(timpanismo) en los rumiantes y reducir la influencia de las miasis en los ovinos (ectoparásitos)
pero a su vez disminuye la concentración de proteína en el rumen.
En el análisis para el caso de Quercus sp. y Lysiloma divaricatum tanto su contenido de taninos
como su consumo es alto, por lo que también se recomienda el estudio cuantitativo, en el caso de
Cassia Pringlei y Wigandia caracasana su contenido va de medio a alto, sin embargo el consumo
de Cassia Pringlei es alto y de Wigandia caracasana es bajo. Porophyllum sp, Eysenhadrtia
polystachya., Prosopis laevigata, Mimosa sp. y Mimosa pudica su contenido va de medio a bajo y
su consumo también varia por lo que creemos que no representan gran problema para los
caprinos. Por ultimo Pithecollobium acatlense, Bunchosia sp, Tuyalssi (nombre común) y
Pithecellobium dulce representan entre las hojas las de menor concentración de taninos, aunque
también son las especies de menor consumo.
En general se observa que el contenido de taninos en las hojas como en las vainas para las
mismas especies es similar, excepto para Pithecellobium dulce que en caso de sus vainas tiene un
contenido alto y para hojas bajo.
Es importante destacar que Pithecollobium acatlense es la especie con menor contenido de taninos
y consumo muy alto para hojas y vainas, por lo que representa una alternativa viable para los
sistemas silvopastoriles caprinos en la zona de la Mixteca Baja Oaxaqueña.
En general puede decirse que la presencia de taninos no afecta los niveles de consumo de las
hojas arbustivas y sus vainas. Mientras que los consumos en las hojas fueron variables, esto bien
pudiera depender de factores ajenos a la presencia o no de factores anti nutricionales, tales como
la abundancia de la planta, el sitio de pastoreo u otros. En el caso de las vainas, los contenidos de
taninos fueron siempre altos, en contraste con lo mencionado por Velázquez et al. (2005) quien
sugiere que la presencia de taninos en especies como Acacia farnesiana pudiera no encontrarse
en las vainas, sino en las hojas. De igual manera que con las hojas, el consumo de vainas pudiera
estar asociado más a la necesidad del animal, a la presencia del recurso y a la adaptación de los
animales a consumos elevados de factores antinutricionales. La presencia más alta de taninos en
las vainas bien pudiera explicarse por la necesidad de la planta de preservar la vaina, que contiene
a la semilla, unidad reproductiva fundamental, del consumo y ataque de herbívoros y de insectos.

481
Cuadro 2. Meses de muestreo y niveles cualitativos de taninos en hojas de 26 especies de arbóreas y arbustivas forrajeras.

Nombre científico Nombre común Ago-03 Dic-03 Dic-04 Mar- Ago- Consumo
05 05
Acacia farnesiana Huizache medio bajo alto Muy alto
Acacia cymbispina Spregue Cubata Medio medio Muy alto
Prosopis laevigata Mezquite Medio medio bajo bajo Muy alto
Pithecollobium acatlense Benth Barba de chivo Bajo bajo bajo Muy alto
Quercus sp. Encino Alto alto alto alto Alto
Lysiloma divaricatum Tlahuitol alto alto Alto
Cassia Pringlei Rose Rompebotas bajo alto alto Alto
Mimosa sp. Uña de gato medio bajo medio Alto
Mimosa pudica Vergonzosa medio Alto
Acacia coulteri Benth Palo blanco alto alto alto Bajo
Arctostaphylos sp. Manzanita alto alto alto Bajo
Acacia bilimekii Tehuiztle alto alto alto alto alto Bajo
Brickellia veronicaefolis Orégano de campo alto alto alto alto Bajo
Chilaco alto alto Bajo
Chintoto alto alto Bajo
Hymenqea coubaril Silvato alto alto bajo
Mimosa fasciculata Palo herrero alto alto alto Bajo
Liquidambar styraciflua. Estoraque alto alto alto Bajo
Caguasanche alto Bajo
Venenillo alto Bajo
Wigandia caracasana San Pablito bajo bajo alto alto Bajo
Porophyllum sp Pápalo de venado medio Bajo
Eysenhardtia polystachya. Palo dulce medio Bajo
Bunchosia sp Nanche bajo bajo Bajo
Colubrina Greggi Hierba de guajolote bajo bajo Bajo
Pithecellobium dulce Guamúchil bajo bajo Bajo

482
CONCLUSIONES

Las vainas de las diferentes especies analizadas tuvieron mayores niveles de taninos, esto en
función de su prueba colorimétrica. La presencia de taninos no pareció afectar el consumo ni
de follaje ni de vainas. Esto pudiera revelar un gran grado de adaptación de los caprinos al
consumo de factores anti nutricionales en las arbustivas forrajeras de Cosoltepec. La presencia
de taninos en las plantas no fue negativa para los caprinos en términos de intoxicaciones,
muertes u otro evento similar. Acacia couteri y Mimosa fasciculata cuyo contenido de taninos
es alto, en vainas y altamente consumidas se recomienda hacer un análisis cuantitativo.
Brickellia veronicaefolis, Pithecollobium dulce y Leucaena esculenta, puede utilizarse tanto
como alimentación para las cabras y cocina regional.

LITERATURA CITADA

Arias, L., R. Soriano, C. González y E. Sánchez. 2005. Entorno social técnico y ambiental de la
caprinocultura en un municipio de la Mixteca Oaxaqueña. Quinto congreso de la Asociación
Mexicana de Estudios Rurales. Mayo 25 al 28. Oaxaca, Oaxaca.
Cervantes, M. C. 2002. Plantas de importancia económica en las zonas áridas y semiáridas de
México. Instituto de Geografía, UNAM. México. 155 p.
Díaz, Y., C. Sánchez, H. Diego, D. Prokopiuk y G. Gilibota. 2001. Avances en la determinación
de la composición química y nutricional de las harinas de los frutos de Prosopis alba. Facultad
de Agroindustrias- UNNE. Instituto de Tecnología de los alimentos – Universidad Nacional del
Litoral- Santa Fe- Argentina, www.unne.edu.ar/Web/cyt/cyt/2001/7-Tecnologicas/T-076.pfd.
Granados, D., A. Castañeda y O. Mendoza. 1989. Ecología vegetal. Apoyos Académicos No.9.
Universidad Autónoma de Chapingo. México. 85 p.
Martínez, M. 1994. Monografía de Cosoltepec. Breve Historia de mi pueblo. Colección Glifo,
Secretaria de Desarrollo Económico y Social. Dirección General de Educ. Cultura y Bienestar
Social del Gobierno del Estado de Oaxaca.
Palo, R. 1987. Phenols as defensive compounds in Birch (Betula sp) implications for digestion
and metabolism in browsing mammals Uppsala Sweden. Sveriges Lantbruks Universitet. 110 p.
Pinto, R., H. Gómez, F. Hernández, B. Medina, V. Martínez, I. Aguilar et al. 2003. Preferencia
ovina de árboles forrajeros del centro de Chiapas, México. Pastos y Forrajes, 26:329-334.
Redd, J. 1995 Nutritional toxicology of tannins and related polyphenols in forage legumes.
Journal Animal Science 73:1516-1528.
Robins, C. and J. Brooker. 2005. The effects of Acasia aneura feeding on abomasal and
intestinal structure and function in sheep. Animal Feed Science and Technology 121:205-215.
Roncallo, B., A. Navas y A. Garibella. 1996. Potencial de los frutos de plantas nativas en la
alimentación de rumiantes. In: Silvopastoreo Alternativa para mejorar la sostenibilidad y
competitividad de la ganadería colombiana. Compilación de las memorias de dos seminarios
internacionales sobre sistemas silvopastoriles. Corporación Colombiana de Investigación
Agropecuaria (CORPOICA). p. 231-244.
Rzedowski, J. 1978. Vegetación de México. Limusa. México, D.F. 432 p.
Seigler, D., S. Seilheimer, J. Keesy and H. Huang. 1986. Tannins from four common Acacia
species of Texas and northeastern Mexico. Economic Botany 40(2):220-232.
Tejada, I. 1992. Control de calidad y análisis de alimentos para animales. Sistema de
Educación Continua en Producción Animal, A.C. México D.F. 397 p.
Vázquez-Yanes, C. y A. Batis. 1996. La restauración de la vegetación, árboles exóticos contra
árboles nativos. Revista Ciencias. Facultad de Ciencias, UNAM. México. 43:16-23.
Velázquez, J., R. Perezgrovas, M. Velasco, L. Zebadúa, G. Zaragoza y G. Rodríguez. 2005.
Evaluación de vainas de quebracho (Acacia farnesiana) en alimentación de ganado lanar.
Archivos de zootecnia 54:535-540.
Vidal, R. 2005. Las regiones climáticas de México. Instituto de Geografía, UNAM. México. 213
p.
Waghorb C., Shelton G., McNabb W and McCutcheon S. 1994. Effects of condensed tannins in
Lotus pedunculatus on its nutritive value for sheep. 2. Nitrogene aspects. Journal of Agricultural
Science, Cambridge 123:109-119.
Waterman, P. and S. Mole. 1995 Extrinsic factors influencing production of secondary
metabolites in plants. p. 107-134. In: Bernays, E. (ed.) Insect-plant interactions. CRC Press, Inc.
Boca Raton Florida, USA.

483
ESTUDIO DE UN SISTEMA PRODUCTIVO CAPRINO MEDIANTE ANÁLISIS
MULTIVARIADO PARA IDENTIFICAR FACTORES QUE AFECTAN SU SUSTENTABILIDAD
16
Ramón Soriano Robles
1
Ladislao Arias Margarito
1
Leydi Rivera Sánchez
1
Ricardo Martínez Martinez

RESUMEN

A partir de los datos obtenidos de una encuesta estructurada se analizaron los datos obtenidos
en esta por medio de dos herramientas del análisis multivariado: componentes principales y
conglomerados. En el primer caso, se escogieron los primeros cuatro componentes principales
que explicaron el 51.26% de la varianza interna de los datos. Respecto a los conglomerados,
se formaron grupos caracterizados por el manejo del pastoreo, la época de nacimientos de los
animales, el tamaño del rebaño y el manejo reproductivo. Un análisis de la dieta, que fue una
de las características distintivas para cada uno de los grupos formados, se encontró 11 dietas
distintas y compuestas por 27 especies de plantas de las distintas familias mencionadas. La
producción caprina del municipio de Cosoltepec mostró una gran heterogeneidad en cuanto al
manejo, su relación con la agricultura así como con la percepción sobre el ambiente y el
manejo de los recursos. El manejo reproductivo y sanitario también fueron variables
importantes En cuanto a la formación de conglomerados, se obtuvieron tres que se
distinguieron entre si por variables como el número de animales en el de rebaño y el manejo
reproductivo. El análisis multivariado, además de contribuir al conocimiento y caracterización
de los sistemas de producción agropecuarios, y en particular a la caprinocultura oaxaqueña,
también puede aportar datos sobre que factores influyen en la sustentabilidad de los sistemas
productivos. Una variable recurrente en el análisis de componentes principales y en los
conglomerados fue la dieta. Por lo tanto, se puede concluir que esta fue la variable más
importante influenciando la sustentabilidad del sistema de producción. Se encontró que se
manejaron 11 diferentes dietas y que los productores que manejaron un mayor número de
especies tendrían más condiciones favorables para tener un sistema de producción más
sustentable basado en el conocimiento de los productores que manejaron más especies así
como la disponibilidad de las mismas.

Palabras clave: Conglomerados, componentes principales, caprinocultura, mixteca.

INTRODUCCION

El estudio de los sistemas de producción animal es una materia importante ya que nos permite
conocer su dinámica y funcionamiento. Este conocimiento sirve para entender sus
adaptaciones al medio circundante, sus relaciones con el entorno económico. Adicionalmente,
el conocer la dinámica y funcionamiento de los sistemas de producción agropecuaria puede
servir para implementar políticas públicas, programas y tecnologías adecuadas en términos
sociales, económicos y ambientales. Esta paliación de mejoras a los sistemas de producción
puede contribuir a mejorar su sustentabilidad. La metodología más usual para conocer
sistemas de producción es su descripción a través de encuestas cuyos resultados son
expresados con medidas de tendencia central y de dispersión (estadística descriptiva) y la
expresión de proporciones y porcentajes. En términos de investigación básica, este ha
demostrado ser un enfoque adecuado y pertinente ya que nos permite una primera
aproximación al conocimiento de los sistemas de producción agropecuarios. Una segunda
forma de empezar a profundizar y sistematizar el conocimiento sobre los agroecosistemas es el
uso de métodos de análisis multivariados. Los métodos multivariados (MMV) son un conjunto
de técnicas que permiten al investigador interpretar y visualizar conjuntos grandes de datos
(tanto en individuos como en variables). Los MMV son realmente un conjunto de técnicas que
en su gran mayoría tienen un carácter exploratorio y no tanto inferencial. Los MMV se clasifican
en: 1) Dirigidos o motivados por las variables: se enfocan en las relaciones entre variables.
Ejemplos: matrices de correlación, análisis de componentes principales, análisis de factores,

16
Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa. [email protected]

484
análisis de regresión y análisis de correlación canónica. 2) Dirigidos o motivados por los
individuos: se enfocan en las relaciones entre individuos. Ejemplos: análisis discriminante,
análisis de conglomerados y análisis multivariado de varianza (Nieto, 2006). Como se
mencionó antes, uno de los métodos usuales para caracterizar sistemas de producción
agropecuarios es la encuesta estructurada (Bonilla et al, 2006). Una encuesta estructurada
puede darnos datos no solo de las cualidades del sistema de producción estudiado, sino
darnos indicios primarios de las características que lo pueden hacer sustentable. Al igual que el
conocimiento descriptivo, el análisis multivariado puede contribuir al conocimiento de los
sistemas de producción agropecuarios y a su sustentabilidad. Dadas las características de los
datos obtenidos a través de encuestas como son: contiene variables discretas y continuas,
reúnen un gran número de variables, la varianza interna de la base de datos es muy grande y
la relación entre individuos de la muestra es difícilmente detectable. De los métodos
mencionados con anterioridad, destacan dos que nos pueden servir para reducir la dimensión
de la base de datos y por ende la varianza interna de esta y entonces generar nuevas
variables. Este método es el de componentes principales (Nieto, 2006 y Pérez, 2004). Otro
método, el de conglomerados, puede aplicarse después de haber reducido la dimensión de la
base de datos y entones encontrar relaciones entre individuos. Esto permitirá al investigador
formar grupos con comportamientos, calidades o características similares. La variedad de
sistemas de producción que existen en México es grande y tan compleja que se requeriría de
mucho trabajo para describirlos todos en sus especificidades. Un grupo muy importante y
numeroso de estas formas de producción son los llamados sistemas de producción tradicional
y de pequeña escala. Un grupo de sistemas de producción importantes en el país lo integra la
producción caprina que se distribuye en zonas áridas y semiáridas y centro del país. Uno de los
estados con una producción caprina muy importante es el de Oaxaca, ya que posee el segundo
lugar nacional, (Servicio de información agroalimentaria y pesquera. (SIAP) 2008), la ganadería
caprina de este estado es de las menos estudiadas y la de menos atención en investigación y
extensión pecuaria, a pesar de representar casi el 9% del PIB pecuario del estado con un valor
estimado en 191.5 millones de pesos anuales que a su vez son una parte importante del
ingreso de familias campesinas de zonas semiáridas (OEIDRUS. 2006). Una forma de estudiar
los sistemas de producción caprina del estado de Oaxaca, con un poco más de profundidad
pudiera ser el uso del análisis multivariado, lo cual nos daría por resultado el conocimiento con
un poco más de profundidad, que variables son las más importantes en términos de la
variabilidad que aportan al sistema de producción y posibles grupos de productores con
manejos similares, además de darnos pistas sobre cuales son los factores que estarían
aportando a la sustentabilidad de la producción caprina. El objetivo de este estudio fue
estudiar la producción caprina de un municipio de la Mixteca Baja Oaxaqueña desde el punto
de vista del análisis multivariado para conocer las variables de mayor importancia, conocer
sistemas de manejo y que factores influyen en su sustentabilidad.

MATERIALES Y MÉTODOS

Localización
El estudio se llevó a cabo en el municipio de Cosoltepec, situado en territorio semiárido
oaxaqueño conocido como la región cultural Mixteca Baja, localizado entre en las
coordenadas 97°47´ longitud oeste, 18°08´ latitud norte. El clima es semicálido subhúmedo, la
º
temperatura media anual es de 27 C. La precipitación pluvial anual es de 300mm, la altura
sobre el nivel del mar 1825m. La vegetación esta compuesta principalmente por matorral
xerófilo, (Cervantes, 2002) arbóreas y arbustivas (Vidal, 2005; Martínez, 1994). Esta asociación
incluye cactáceas, arbustivas leguminosas y agaves. La altura de este matorral va desde 15cm,
hasta cuatro metros (Rzedowski, 1978).

Diseño y aplicación de la encuesta


Se diseñó un cuestionario de 102 preguntas, para determinar las características sociales de los
productores, así como los aspectos técnicos y de manejo de rebaños caprinos por parte de
estos caprinocultores. Para aplicar la encuesta a una muestra representativa y aleatoria, se
dividió el municipio en cuatro sectores a los que se les dio tratamiento de estratos y dentro de
cada estrato fue escogida una muestra de manera aleatoria usando un listado de 53
productores caprinos recabado durante la investigación. Aunque el tamaño de muestra ideal
era de 11 productores, se decidió tomar en cada estrato 5 productores, excepto en uno donde
se tomaron 4, para tener una mejor confiabilidad de los datos. El cuestionario fue probado en

485
campo, corregido y aplicado extensivamente a 19 productores caprinos del municipio de
Cosoltepec.

Análisis de los datos


Una vez obtenida la información, se elaboró una base de datos en la hoja de cálculo Excel y los
registros fueron ahí vaciados. Una vez ordenados los datos, estos fueron codificados para el
análisis multivariado. Para el análisis de componentes principales se llevó a cabo primero un
proceso de data mining consistente en un análisis de coeficiente de correlación de todas las
variables contra todas. Aquellos pares de variables con un coeficiente de correlación menor a
0.5 fueron eliminadas para quedarnos inicialmente con una base de datos de 71 variables. Ante
esta situación, se decidió subir el nivel de correlación para dejarlo en 0.6 y entonces eliminar
las variables que no llenaran este requisito. La base de datos que integrada por 49 variables. A
partir de esta última se llevó a cabo el procedimiento de componentes principales utilizando el
paquete estadístico Minitab versión 10.0. Una vez obtenida la base de datos de 49 variables
codificadas y reducidas, se procedió a formar conglomerados utilizando el método de Ward y la
similitud midiéndola a través de distancia euclidiana (Pérez, 2004). Se utilizó también el
paquete Minitab versión 10.0.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Componentes principales
De acuerdo a la teoría, se tiene un nivel aceptable de reducción de datos cuando los dos
primeros componentes principales (CP) ayudan a explicar el 50% o más de la varianza interna
de la base de datos. Sin embargo, esto solo es posible alcanzarlo con bases de datos muy
reducidas, cosa que no aplica para este estudio y para otros en los que el número de variables
obtenidas es realmente grande. Dada esta situación, se recurrió a los primeros cuatro
componentes. El componente principal 1 ayudó a explicar la variabilidad en la base de datos en
un 15% mientras que el 2 explicó el 13.8%, el 3 un 11.9% y el 4 un 10.5%, para totalizar un
51.26%. El CP 1 tuvo como variables más importantes “quien le enseño a cuidar sus animales,
que animales sacan a pastorear, causas de muerte de los cabritos, alimentación de adultos,
que parte de las plantas proporcionan más nutrientes (hojas o vainas) y cuando siembra. Se
podría decir que este componente principal se formó en relación a aspectos de manejo del
rebaño y por ende crea una nueva súper variable relacionada al manejo de los animales como
factor de varianza interna y que nos revela una gran heterogeneidad en este aspecto, para el
caso de la producción caprina de Cosoltepec.
Por otra parte el CP2 tuvo como variables más importantes a la época en que terminan las
lluvias, de que están construidos sus corrales, cuantos días dura el celo, solicita ayuda si se
enferma el cabrito, cuando siembra, si vende o no productos de la cosecha, si las pitayas
representan aporte económico y que abono utiliza. El CP 3 estuvo relacionado a cuestiones
ambientales como la construcción de los corrales así como a aspectos agrícolas.
El CP 3 estuvo definido por variables relacionadas a las lluvias y los recursos vegetales
destinados a alimentar a los caprinos (cuando terminan las lluvias, como construye sus
corrales, que forrajes son suplementados en la sequía, cuando siembra, vende productos de
cosecha y que abono usa). Pudiera decirse que esta nueva variable o componente principal
tres estuvo relacionado al medio ambiente y al manejo de los recursos naturales, lo que estaría
revelando cierto grado de heterogeneidad en como se percibe al naturaleza y por tanto como
se manejan los recursos naturales.
El CP4 tuvo relación con variables referentes a la composición del hato y a su manejo
reproductivo (mortalidad total, total de hembras, total de machos, espacio de las corraletas,
cuantos sementales tiene, cuando elimina estiércol y si utiliza remedios caseros), por lo que
podríamos decir que esta nueva supervariable seria la de manejo reproductivo y sanitario.
La figura 1 uno muestra los componentes principales 1 y 2. Podemos observar que ambos
componentes demuestran una dispersión importante de los datos aunque el componente 1 es
el más disperso de ambos por la ubicación de los puntos. Esto confirma que fue el componente
que más dispersión o heterogeneidad aporto y que fue el que contó con las variables más
disímbolas y que conforme nos vamos moviendo hacia los componentes 2, 3 y 4, las variables
son más fácil de agrupar en temas específicos. El componente principal 1 nos muestra
también que hay una gran variedad de conocimiento y de manejo entre productores. Esto
pudiera deberse a la variedad de ambientes que existen dentro de Cosoltepec y a las
tradiciones propias e cada productor. Este dato de variabilidad pudiera sugerir que la

486
sustentabilidad de sistemas como el caprino de Cosoltepec pudiera tener un pilar importante en
esa diversidad y no en una uniformidad que ignora las condiciones ambientales particulares en
las que cada productor vive y cría a sus cabras, particularmente en ambientes tan accidentados
geográficamente como el de la mixteca baja.
Una de las cuestiones planteadas es como el análisis multivariado puede contribuir al
conocimiento de los sistemas de producción animal y la descripción hecha anteriormente así lo
demuestra. Otra cuestión planteada es la de la sustentabilidad. Por los resultados obtenidos
podemos decir que la heterogeneidad del sistema pudiera ser un factor en contra de la
tecnificación y por ende no contribuir a la sustentabilidad. Sin embargo, la heterogeneidad
significa conocimiento y sistemas de manejo adaptados a las condiciones locales que a veces
se tornan microclimas o microecosistemas, además del conocimiento particular de un productor
en relación al manejo particular de sus animales. Esto incluye no solo el manejo técnico, sino
también el manejo económico y la estrategia de vida del productor. Como pudimos observar, se
formaron cuatro súper variables que en términos prácticos habría que tomar en cuenta al
momento de tomar medidas para mejorar la sustentabilidad del sistema de producción caprino
de Cosoltepec y entonces habría que conciliar los aspectos de manejo, considerar la
importancia de la agricultura, la relación de los productores con el medio ambiente y el uso de
sus recursos con la sustentabilidad del sistema de producción. Un aspecto más a tomar en
cuenta sería el del manejo reproductivo y el de la sanidad animal, aspectos en los que se
podría mejorar mucho. Por otra parte, se observa en los cuatro componentes un aspecto
recurrente que es el de manejo del pastoreo o de la dieta y que se manifestó en variables como
el tipo de plantas usadas.

Segundo
component
e
0

-
5
- - 0
10 5
Primer
componente
Figura 1. Gráfico de dispersión de los componentes principales 1 y 2.

Conglomerados
Considerando el número de variables originales (71) esta propuesta reduce el número a 49 a
partir de los cuales se realizó el análisis de conglomerados. Se formaron tres grupos (figura 2).
Los grupos 1 y 2 se caracterizaron por que los productores tuvieron tendencia a pastorear
rumiantes y pocos equinos. El grupo 3 se distinguió por el número de cabras que tuvieron
entre sus inventarios, que fue el más alto.
Los productores del grupo1 si supieron los pesos aproximados de sus animales mientras que
los de los grupos 2 y 3 no. Para los productores del grupo 1 sus animales nacieron entre junio y

487
octubre, algunos en diciembre y también en mayo. Los animales del grupo 2 nacieron en
octubre-noviembre a febrero y en mayo.

Figura 2. Dendograma que muestra los grupos formados a partir del análisis

En el grupo 1 hubo mas presencia de cabras en octubre y septiembre. El número de machos


por rebaño fue de los 3 a los 15. Mientras que el número de hembras en el grupo 1 fue de 10
hasta 60. el número promedio de sementales fue de 3.3 en este grupo. Este grupo pastoreo un
promedio de 6 especies distintas de árboles forrajeros.
En el grupo 2 hubieron más cabras de septiembre a diciembre y en mayo, el número de
machos vario de 5 a 30 y el de hembras de 4 a 60. En este grupo el promedio de machos fue
de 2.3 por rebaño y fueron pastoreadas 5 especies de árboles forrajeros por unidad de
producción.
En el grupo 3 las épocas de nacimiento de las cabras fueron agosto a noviembre y abril. El
número de machos por rebaño fue de 1 a 32 (el menor) y de hembras entre 4 y 20. Este grupo
registro los rebaños más pequeños y solo hubo un semental por rebaño. En este grupo se
pastorearon 6 especies y también hubo mucha variabilidad en cuanto a la composición de
especies en la dieta.
Las diferencias generales entre grupos formados fueron el número de animales en el rebaño, el
manejo reproductivo y la riqueza de la dieta: Cada uno de estos factores definió y caracterizo a
cada uno de los grupos formados. Como ya se propuso anteriormente, es un avance
importante conocer que dentro de una misma región geográfica pequeña hay diversidad en el
manejo de los animales y que por lo tanto habría que matizar las medidas de avance
tecnológico que se propongan para mejorar el sistema y por lo tanto su sustentabilidad.
Podríamos decir que los grupos 1 y 2 tuvieron ciertas similitudes como el tipo de animales que
pastorearon, rebaños más grandes, épocas de nacimientos y presencia de animales, y el
número de especies forrajeras pastoreados. El grupo 3, se diferencio del 1 y 2 en que los
productores no supieron los pesos de sus animales, y aunque tuvieron números similares de
animales, el número de hembras fue menor y por ello solo mantuvieron un semental en
promedio. Este grupo tuvo con el 2 la similitud en cuanto que los productores no supieron los
pesos de sus animales y a la época de nacimiento de sus cabritos. Fueron el grupo que
promedio mayor número de especies pastoreadas y además el que presento mayor variabilidad
en la composición de la dieta pastoreada. Esto nos pudiera hablar de dos sistemas de
producción similares en estrategias y que gracias a estas logran su sustentabilidad. Por otra
parte, el grupo 3 centro su estrategia en el número de especies pastoreadas. Dado que la dieta
ha sido recurrentemente encontrada como factor importante a lo largo de este análisis pudiera
decirse que es una de las variables más significativas en el sistema de producción caprino de

488
Cosoltepec y que en este sentido, pudiera ser la variable de mayor peso en la sustentabilidad
del sistema de producción.

Un aspecto a resaltar en este sentido de la información obtenida y como puede ayudar o dar
pie un análisis multivariado lo obtuvimos al detener nuestro análisis en la diversidad de la dieta
en cada uno de los grupos. Ahí observamos que cada grupo pastoreaba un número diferente
de especies y además diferentes tipos de plantas. En lugar de entrar al detalle de que especies
eran pastoreadas en cada grupo, se decidió hacer un análisis distinguiendo primero el número
de dietas utilizadas, basadas en el pastoreo, tipo y numero de especies utilizadas por cada
productor o grupo de productores. Como puede observarse en el cuadro 1, el número de
dietas diferentes fueron 11, de entre 19 productores entrevistados. El promedio de plantas
manejadas por cada productor fue de 6.3, con un mínimo de 3 y un máximo de 9. Para saber
las especies consumidas se consulto nuevamente la base de datos original. Se encontró que
los caprinocultores mencionaron 27 especies diferentes entre leguminosas, herbáceas,
arbórea, pastos y cactáceas. Del cuadro 1 se desprende que la especie más utilizada por todos
los productores fue el huizache (Acacia farnesiana), seguido en orden de importancia, de
acuerdo a las veces mencionado, por la cubata (Acacia cymbispinsa Spregue), pastos,
mezquite (Prosopis laevigata), barba de chivo (Pithecollobium acatlense Benth), estoraque
(Liquidambar styraciflua), encino (Quercus sp.), palo dulce (Eysenhardtia polystachia), tehuistle
(Acacia bilimeki) y palo blanco (Acacia coultei Benth). A partir de esta especie, las
subsecuentes mencionadas tuvieron una sola mención y casi no se repitieron entre dos o más
productores. Fue evidente que un sustento importante de la producción se basa en la
diversidad de recursos naturales utilizados, esto nos da pie para proponer líneas de
investigación a seguir para profundizar sobre el conocimiento de estas especies, de su manejo
en el pastoreo, sus cualidades químicas, su manejo a adecuado y por lo tanto su contribución
posible a una mejora sustentable del sistema e producción. Por otra parte, pudiéramos decir
que los productores que manejaron un mayor número de especies en su dieta pudieran ser los
que tiene mayores condiciones para la sustentabilidad de su sistema ya que esta estaría
soportada por la variedad de recursos, un conocimiento mayor y en consecuencia una
estabilidad mas grande.
Cuadro 1. Análisis e las dietas de las dietas de pastoreo utilizadas por los grupos de productores
D1 D2 D3 D4 D5 D6 D7 D8 D9 D10 D11
Huiza Hojas y Hojas y huizac huizach Huiza Huiza Huiza Huiza Huiza Hojas y
che vainas de vainas de he e che che che che che vainas de
huiza huiza huiza
che che che
cubata cubata Hojas hojas y hojas cubata Hojas y cubata cubata cubata
y vainas y vainas de
vainas de vainas cubata
de cubata de
cubata cubata
pasto pasto Pasto Pasto Pastos Pasto pasto
Hojas y mezqu mezqu Hojas y Hojas y
vainas ite ite vainas de vainas de
de mezquite mezquite
mezquit
e
barba barba barba de hojas y barba de
de chivo de chivo vainas de chivo
chivo barba de
chivo
estoraque estoraque estoraque
hojas de hojas de encino
encino encino
palo hojas palo Hojas de
dulce dulce palo dulce
tehuistle hojas de Tehuistle
tehuistle
palo palo
blanco blanco
,
guamúc cáctus y quelite uña de garambull pochote casahuate
hil sus flores gato os
hojas de hojas de hojas de pitayos
clavito nanche san
pablito,
oregáno hierba jiotillas
mora
eucalipto Verdo Huaje
laga

489
CONCLUSIONES

La producción caprina del municipio de Cosoltepec mostró una gran heterogeneidad en cuanto
al manejo, su relación con la agricultura así como con la percepción sobre el ambiente y el
manejo de los recursos. Una variable recurrente en el análisis de componentes principales y en
los conglomerados fue la dieta. Por lo tanto, se puede concluir que esta fue la variable más
importante influenciando la sustentabilidad del sistema de producción. Se encontró que se
manejaron 11 diferentes dietas y que los productores que manejaron un mayor número de
especies tendrían más condiciones favorables para tener un sistema de producción más
sustentable basado en el conocimiento de los productores que manejaron más especies así
como la disponibilidad de las mismas. El manejo reproductivo y sanitario también fueron
variables importantes.

LITERATURA CITADA

Bonilla, O., R. Soriano, G. Mendoza y M. Hernández. 2006. Características sociales y técnicas


del sistema de producción ovino de Santa Catarina tayata, Oaxaca. In: Memoria del XXX
Congreso de nacional buiatría. Centro internacional de convenciones. Acapulco, Guerrero. p.
55-57.
Cervantes, C. 2002. Plantas de importancia económica en las zonas áridas y semiáridas de
México. Instituto de Geografía, UNAM. México. 325 p.
Martínez, M. 1994. Monografía de Cosoltepec. Breve Historia de mi pueblo. Colección Glifo,
Secretaria de Desarrollo Económico y Social. Dirección General de Educ. Cultura y Bienestar
Social del Gobierno del Estado de Oaxaca.
Nieto, B. 2006. Curso de estadística. Módulo 6. Análisis multivariado. Descargado el 20 de julio
de 2007 de http://allman.rhon.itam.mx/~lnieto/index_archivos/Modulo61.pdf
OEIDRUS. 2006. Oficina Estatal de Información para el Desarrollo Rural sustentable.
Información pecuaria del estado de Oaxaca Del Año 2006. Descargado de: http://www.oeidrus-
portal.gob.mx/oeidrus_oax/ el 25 de julio de 2008.
Pérez, C. 2004. Técnicas de análisis multivariante de datos. Aplicaciones con SPSS. Pearson
Prentice Hall. México-Madrid. 672 p.
Rzedowski, J. 1978. Vegetación de México. Limusa. México, D.F. 432 p.
Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera. (SIAP). 2008. Estadística básica.
Población Ganadera 1996-2005. Caprino. Tomado de: http://www.siap.sagarpa.gob.mx/.
Descargado el 25 de julio de 2008
Vidal R. 2005. Las regiones climáticas de México. Instituto de Geografía, UNAM. México. 213
p.

490

También podría gustarte