Cap. VI - Controles Intraórganos
Cap. VI - Controles Intraórganos
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CONTROLES INTRAORGANOS
La organización colegiada
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los diferentes grupos dominantes, y que no podrá ser más impuesta por
una sola persona, aunque su potencial de poder sea muy grande. El hecho
de que Jruschov detente las facultades oficiales de Stalin no significa, en
absoluto, que posea el mismo poder que Stalin. Visto externamente, su
posición en la jerarquía gubernamental del partido es como la del primer
ministro británico que, como ya se dijo, detenta al mismo tiempo la je
fatura del gobierno y del partido, y que, según sea su personalidad, esta
rá limitado por el carácter colectivo del gabinete. Esto significa que el
poder, hasta un cierto grado, está distribuido. Las técnicas propias de la
estructura colegiada parecen haber atenuado de una manera considerable
la estructura jerárquica, necesaria, por otra parte, para el funcionamien
to de una potencia tan gigantesca como la Unión Soviética.
La interpretación de este cambio tan importante en la autocracia más
poderosa^He liuestro tiempo, sólo puede ser de carácter hipotético. En
primer lugar, es comprensible psicológicamente que el nuevo grupo domi
nante quieraj^rotegerse a sí mismo contra las vicisitudes a las que estaba
sometido el destino de las altas jerarquías en el régimen estaliniano. En
segundo lugar, profundas transformaciones de la estratificación social en
la sociedad estatal soviética han podido hacer aconsejable, y hasta nece
sario, la apertura y ampliación del acceso al poder político. No solamente
ha surgido una nueva generación y una nueva clase media, sino que el
nuevo estrato social constituido por profesionales, técnicos, empresarios,
managers y científicos, han podido adquirir tal peso que, en virtud de la
competencia global en la que se encuentra el régimen comunista, no se ha
podido seguir manteniendo a estos elementos de la sociedad radicalmente
excluidos del proceso del poder y privados de su correspondiente partici
pación en él. El observador, que es consciente del acontecer histórico, se
acordará del régimen napoleónico: los doctrinarios de la Revolución fue
ron sustituidos por los profesionales y los técnicos, los Saint-Just y Ro
bespierre por los Cambacércs y Mol liens. I^a descstalini^ación y el.des-
mantelamicnto del «culto ^ la personalidad»— la historia, de todas
mañeras, se preocupará de corregir las exageraciones propagandísticas de
estos acontecimientos— son como corolarios de los fenómenos de desper-
sonalización e institucionalización del poder actualmente en curso en la
Unión Soviética. Todos estos objetos apuntan a la consolidación del regi
men en el cual las dominantes fuerzas sociales y políticas representadas
por el partido, los tecnocratas, la burocracia y ejercito se equilibran, aun
que precariamente, en la organización colegiada del diréctorio^^góEerñam
advenimiento de una nueva generación, el sistema político
soviético, quizás, ha alcanzado un punto en el cual puede permitirse un
cierto grado de liberalización. Nuevamente, se puede pensaren Napoleón:
el aparente restablecimiento de un mínimo de seguridad personal y lega
lidad en el Estado soviético recuerda el fenómeno paralelo del régimen
242 LA CONSTITUCIÓN Y SUS CONTROLES HORIZONTALES
6. Una excelente investigación sobre las técnicas del pro ced im ien to p arlam enta
rio es «Le travail parlem entaire en France, aux États-U nis, en G rande B retagne et en
Suisse», en Revue iran^aise de science politique, IV (1954), 673-868, que ha sido
publicado tam bién com o libro bajo el m ism o título (P arís, 1956).
CONTROLES INTRAÓRGANOS 245
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gobierno como del parlamento o del electorado, y hasta se espera de ellos
que.estén por encima de cualquier influencia de la opinión pública. Pero
los jueces también son hombres y, como todos los mortales, están ex
puestos a las tentaciones del poder ilimitado. Aquí surge la necesidad
imperativa de montar unos medios técnicos que autolimiten la función
judicial protegiendo así de la arbitrariedad de los jueces a los individuos
que se sienten ante un tribunal de justicia. Todas las civilizaciones con
una estructura de Estado de derecho poseen, por lo tanto, ciertos contro
les intraórgano en la función judicial.
& En primer Jugar, hay que citar la organización colegiada de los tribu
nales. Existe menos peligro de un error judicial o de una violación de
la ley, si varios jueces tienen que decidir un caso por unanimidad, o tan
sólo por mayoría, que cuando un solo juez es el encargado de dictar sen
tencia. Por esta razón, en la organización judicial francesa los tribunales
están compuestos de varios miembros, así como en los Estados influidos
por el derecho romano de los códigos franceses y, también, los Estados
de ámbito soviético. En los países anglosajones, sin embargo, un juez
solo, generalmente, dicta sentencia por lo menos en la primera instancia.
Pero hasta un tribunal compuesto de diversos miembros puede equivo
carse en la apreciación de la situación de hecho, o en la aplicación de la
proposición jurídica a dicha situación. Este peligro es evitado en todas
las civilizaciones con una estructura de Estado de derecho, al otorgar un
medio jurídico contra la sentencia dictada en primera instancia. Frecuen
temente será posible, por lo menos en cuestiones de derecho, un examen
s posterior a través de un tribunal de casación o tribunal supremo.. Sola
mente se dará la sentencia en única instancia en casos extraordinarios
de crímenes graves contra la seguridad del Estado; en estos casos, el acu
sado estará siempre protegido a través del control intraórgano que yace
en el hecho de ser dictada la sentencia por un tribunal compuesto de
diversos miembros. La práctica anglosajona del tribunal de jurados, que
en los países influidos por el derecho romano no está considerada como
un requisito esencial de un proceso judicial conformado según las exigen
cias del Estado de derecho, y que en Inglaterra está considerablemente
limitada, sirve al mismo objetivo de control intraórgano y distribución
de la función judicial; al acusado se le concede el privilegio de ser juzga
do por sus iguales en lugar de serlo por jueces profesionales. Controles
intraórganos son, por lo tanto, tan esenciales para una administración de
justicia de acuerdo con la ley, como suelen ser habituales.