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CELIA HERRERA

FRANCISCO Vil.LA
ANTE LA IIISTORIA.
(QUINTA EDICION)

COSTA AMIC EDITOHI ◄ .s, S. A.


1 í-: , 1 <: () , 1 ). F.
@ 1981. Derechos rese"ados por la autora.

Primera edición, 1939.


Segunda edición, 1964.
Tercera edición, 1981. MI DEDICATORIA
Cuarta edición, 1984.
Dedico este modesto ensayo histórico a la Provincia d e
mi Patria, a la Heroica Provincia M exicana que entregó a la
Revolución de 1910 sus me¡ores hombres, sus m efores hijos.
A la Provincia Mexicana, esc enario de los actos más h eroicos
durante el estru¡ante movimiento armado de la Revolución;
a esa Provincia que sufrió los actos del bandolerismo más
bestial d e que se tenga historia; a la que p resenció los asesi­
@ 1981, Ily Celia Herrera natos en masa más crueles d e seres inocentes; la Provincia en
CARGO Apartado 105-252
donde el sufrimiento se enseñoreó por años y años, en donde
11560 México, D. F. r:l abandono y la desesperanza de¡aron su hueUa para siemp re.
fü·a Pro,:,íncia Mexicana en la qu e un número incalculable d e
11i11os sufrieron la 01fandad y como consecuencia la Pat ria Mexi­
cuna también perdió la riqueza d e realizaciones de miles de
vocaciones, de miles de talentos imvosil1ilitados JJara desarro­
llr1:·se, porque carentes ele recursos, y sin escuelas: la necesidad
hi;.o a muchos seres, niños aún, e nfrentarse al diario problema
del subsistir.
Derechos reservados conform
e a la ley
Mi dedicatoria va también a la Muf er Mexicana, a la mufer
Costa-Amic Editores S.
, A. olddada que lloró en e l pá1-amo o e n la serranía, o en la ciudad
Calle Sotu 62 - México
3, D. F. provinciana, o en el pueblo desolado. Va mi recuerdo a los
Miembro de la Cámara
Nacional de cicnt0s de muferes que sufrieron la bestialidad de aquel ser
la lndiutria Editorial.
Rrg;stro N• 313. extraño que por odio a las mujeres convi rtió a indefensas ancia­
nas en "teas humanas"; a la totalidad de las mujeres (an­
ISBN-96�400-0S6-l
cianas, niñas) que en Namiquipa (Chih.), fueron arrastradas
Impreso en Mexico
- f'rinl<'d in Me:xiw. hasta un corral6n y entregadas élurante días y noches a la más
espantosa bestialidad; a las decenas de soldaderas ametralladas
dentro de un furgón d e ferrocarril (Camargo, Chih.). . . Y a la
mujer ele estos tiempos aún no liberada de la mentira y sumisa
í7]
8 CELIA HERRERA

a "la imposición de fetiches amañados; a la mujer moderna a


la que toca su turno en la revisión y la condena... ¡Por la
Dignidad de la Patria y ele la Justicia. . . A ELLA!
A la Provincia Mexicana que dio el triunfo a la Revolución
de 1910 y la que ¡oh crueldad!. . . ha sido abandonada y olvi­
dada por todos los gobiernos que se han sucedido en el poder . . .
A mi querida Provincia Mexicana dedico mi pobre esfuerzo
al escribir estos relatos llenos de amargura, para cuyo logro he
tenido que ir paso a paso ahogando los sollozos de mi corazón: En 1939, al salir a la luz pública la primera edición de mi
con mi más hondo deseo de aue algún día a esa Benemérita libro Francisco Villa ante la Historia dije en el prólogo:
Provincia de mi Patria se le haga la justicia a que tiene de­
recho. "Cumplo ahora mi palabra empeñada a raíz de la co­
locación de la primera piedra al monumento destinado
LA AtJTORA
a glorificar al que se llamó Francisco Villa. Es un vehe­
mente deseo de que la verdad perdure a través de· los
tiempos, de que la verdad se abra paso luminoso hasta
aclarar los grandes errores en que, quizá por un delirio
de autoglorificaci6n · de algunos y por un deplorable des­
equilibrio en la apreciación de los valores morales para
juzgar la vida de un hombre, se precipitan, cuando aún
no se secan las lágrimas de los huérfanos y de las viudas
que nuestro «Genio de la Guerra» dejara al sacrificar tan
inútil como villanamente a tantos seres; es un vehemente
deseo de que se conozca la verdad histórica, el que me ha
impulsado a escribir estas líneas, en que las bellas imá­
genes y las expresiones correctas faltan; quiero contribuir
a que la reaJ.iclad de los acontecimientos ·sea conocida en
toda su vergonzosa desnudez . . . Es triste pensar que en
estos tiempos el descontrol moral de las multitudes repita
la vieja historia ele ¡glorificar a Barrabás y pedir el sa-
º
' .' . . .
• de J esus
enºficzo
"No sorprende aue los antiguos compañeros de corre­
rías de Doroteo Arango, que encontraron al lado del
«caudillo» la oportunidad de desahogar sus rencores y
viejos odios, así como de satisfacer sus más bestiales ape­
titos, traten ahora de perdurar el recuerdo de aquel a cuyo
lado pudieron desenfrenar sus pasiones; me sorprende que
la verdad, oculta a través de los apasionamientos, huya de
[9]
10 CELIA HERRERA
la mente de los historiadores y escritores cultos, hasta el
extremo de glorificar al hombre bestial.
"Las notas que continúan estas líneas son unos cuantos
datos que pintan la verdadera figura de Francisco Villa;
están recogidos directamente entre los familiares de laf
víctimas de sus «heroísmos» y en los lugares de los acon­
tecimientos. Si algún día la pluma honrada de un histo­
riador consciente quiere, amando la verdad, legar a la
posteridad la exacta expresión de sus dolorosas páginas
revolucionarias, están a su disposición las que ha recogido TERCERA EDICióN
esta mujer que por primera vez toma la pluma."
* * *
La tercera edición de este libro dista de la primera 42
En un tiempo asombrosamente corto la primera edición de años y 17 de la segunda. Al salir la primera (1939) aún vivían
mi libro fue totalmente agotada y ello es prueba inequívoca incontables testigos de la mayor parte de los hechos vor mí
para mí del deseo que existe por conocer la verdad: sin em- relatados. En la hora presente pocos sobrevivientes ha,/ ya de
1J ustes ni adornos, de lo que fue aquella espantosa epoca que aquellos años de angustia y dolor. A esta circunstancia se debe
para siempre quedó graba.da en el recuerdo de los que, siendo el que en esta tercera edición aparezcan mayor número de
muy niños, nos iocó vivirla. Mi inexperiencia para escribir, acre­ fec�, �e lugares, de nombres de personas, que entonces no
centada por un mayor entorpecimiento que en la mente pro­ mencione por no ahondar heridas.
duce el desentrañar tan horri1Jles recuerdos aumentarán, indu­ Nacieron estas mis pobres frases con el sincero deseo de
dablemente, la pobreza de mis expresiones; feliz me sentiría si ayudar a la depuración de la Historia de la Revolución; podrá
pudiera presentar a mis hondadosos lectores figuras hellas y la presente generación no tomarlas en cuenta, pero indudable­
frases hermosas que con facilidad producen mentes criltivarlas, mente servirán a las postreras.
pero puesto que no puedo dar lo que no tengo, sólo- vengo a Gentes de letras, "que saben escribir'°, pero que han perdido
ofrecer la más fiel autenticidad de mi relato de los hechos que la �onciencia y manifiestan un uzmentable comple;o de com­
encontrará el lector en las siguientes páginas. .
t�licidad moral �on el criminal, no titubean al estampar su
Por la experiencia que obtuve al comentar con diversas 11er­ firma en na"aciones plagadas de mentiras. . . Y es triste ob­
sonas la primera edición de mi libro, considero q11e ay11dard servar que j6venes interesados en "entender" lo que fue aquel
a una mayor claridad hacer la presentación de mis familiares movimiento de 1910, ocu"an a esos relatos en los que los
porque en el relato de mis recuerdos estarán mezclados detalles verdaderos actos .de Lealtad, de Valor, de Sacrificio, no se men­
infantiles de mi escuela primaria (mi única escuela), nombre.Y cfonan.
de mis progenitores y fechas y hechos espeluznantes de ar¡11ella En cuanto a la informaci6n en radio u televisión está tam­
época que como una pesadilla nos tocó vivir en el Estado de �ién a cargo de los «dictadores del micr6fono", que c�n 1a frivo­
Chihuahua 11 muy principalmente en mi querido pueblo natal: lidad reflejada en sus semb1antes ocupan el precioso tiempo
Hidale,o del Parral. en esos aparatos hablando de lo que desconocen, invirtiendo
Mi almclo paterno fue: don José dP la Luz lle.rrera. los t,alores, haciendo aparecer como "pintorescos" a criminales
Mi padre: José Concrpción Herrera, y hermanos de mi padre aue destrozaron nuestra Patria. Parecen desdeñar su privilegia­
fueron: Jesús, Luis, Maclovio, Zeferino 1/ Uelchor, hcrman�: da posici6n que les permite encauzar la mente de los niños y
Florencia y Dolores. de los fooenes hacia el reconocimiento de 1m verdaderos oolo-
[ 11)
12 CELIA HERRERA

res de aquellos que entregaron sus vidas por el ideal sagrado de


lograr un México mejor. . . Y s ea por ignorancia, por desapego
a nuestra historia, o por displicencia, lo cierto es que tratan
ocasionalmente de mentir, y ese mentir en asuntos de la His­
toria debe ser considerado como crimen de lesa Patria.
Se observa también a otras mentes juveniles que por sentir­ "FRAN< :ISCO VILLA ANTE LA HISTORIA"
se en desacuerdo con los actos gubernamentales piensan en un
"cambio de estructuras" (así dicen), y en su inexperiencia su­ (Por Celia Herrera Enríquez)
ponen que "una revolución" lograría ese cambio. . . Otros
ióvenes, los más . cándidos, al hojear páginas en donde se han Pertenece la sefiorita Celia Herrera a una
_, familia que dio
escrito hechos de nuestra Revolución y principalmente en ª. la Revol uci�n ?ravos, honestos combatiente
s. Muchos fami­
donde aparecen fotografías de aquellos combatientes "unifor­ li �res de la senonta J:Ierrera padecieron a man
. os de Francisco
mados" y cargados de cananas, se llenan de regocifo y suponen, \ 1lla; yero no e�· s u libro una represalia póstuma, sino un
seguramente, que la Revolución fue una kermesse . . . Cuán t1momo documentado, una relación con dato tes•
s de primera mano
lejos están sus mentes de imaginar el dolor que fue todo aque­ sobre los antecedentes y hazañas del famoso
_ criminal. A Villa.
llo, la destrucción de valores morales y materiales que aquello o sea Doroteo Aran?º' lo han glor ificado no pocos literatos
trajo consigo, la miseria y desolación que significó tan larga q ue p!decen complejo de complicidad mor
_ al con el criminal.
. lucha, porque la guerra es el confunto de todos los males y La senonta Herrera nos presenta la verd
ad sin pas·1o'n, pero
que esto quede fijo en esas mentes juveniles, definitivamente. tern·ble. E s c�nsolador q e a falta de verd
:, � aderos héroes, nuestra
Para quien tenga hambre de verdad estará este mi compen­ Revoluc10n siga produciendo escritores como la
_
rrera, que practican el heroísmo fecu señorita He­
dio de datos, que mantengo en la memoria y que ha sido ratifica­ ndo de la verdad.
do honesta e imparcialmente en tal forma que no existe un
solo error en él, ni una expresión excesiva que no sea justa.
José Vasconcelos
Si parto de la fuente viva y sangrante de mi memoria, no he
(Revista Timón, mayo 11 de 1940).
escatimado una sola ocasión de consultar todos los archivos
públicos y abundantes particulares, tan incuestionables como
la obra de Don Bernardino Mena Brito, uno más de los que
me han obsequiado el fruto de sus traba¡os y la emoción de
su patriotismo, todo esto respaldado por d reconocimiento y a
la par por la ministración de datos in�ditos que un pú�líco
surgido de todas las partes de la Repuhlica me ha enviado
en cerca de MIL CARTAS de respaldo ent11siasta, colaborando
espontáneamente a mi modesta obra.
Todas estas epístolas tienen el aura del entusú1smo !I lo
queja de dolor II muerte que expresan, cual si asistieran a un
Juicio Final de la Historia.
LA AUTDRA

]
11 3
ttl. VElU>ADERO VILLA?

Señor director:
Que México pasa por una etapa de inversión de los valorea Excelsior
morales está a la vista. Se puede palpar ese hecho al ver que AYER., HOY Y MARANA
mexicanos reputados de cultos parecen tener como meta de
su vida el envenenar al público con la sarta de mentiras que Por José Elguero
publican en periódicos y libros. Me refiero concretamente aJ
escritor Martín Luis Guzmán, quien parece empeñado en hacer
Nos ha enviado su último libro el
. notable escritor don
creer una serie de hechos falsos, empezando por eso de que él Martín Lms G�zmán, con una dedica
t or ia que dice: " a
fue secretario de Villa. Parte de esa inexac titud para presentar que conozca me1or a Pancho Villa ". P ra
un Villa que es otro complet amente distinto al que participó Trátase de p a�te_ de las "memo
rias" del famoso guerrillero
en la Revolución para entrar a la cual se cambió el nombre de Durango, y se m t 1tula la obra, a
sí con minúscul as' el
y sus armas. hombre
de Dorote o Aran �o por el de Francisco Villa. Todos sabemos
aquí, en Villa Oc unpo, que Doroteo, o Pancho Villa, era bien L narración es interesante, com
o que la escribió el señor
Guzm\n, muy experimentado
conocido en Dur mgo y en Chihuahua por su ferocidad, pre­ en esta literatura. Tomó los
datos y docume ntos del archiv
cisamente contra los hombres del campo, pobres. Todos sabe­ o de Villa• según él mi.smo d
clara y eso b �sta _ra ra q�e e­
mos que el 4 de mayo de 1904 as�ltó a Don Gabino Amaya y n� puedan cumplir
la cá,nd1.d 0 iró mea dedicat
ª se los fines de
a dos de sus vaqt .eros, Eugenio Molina y Fran�isco Aranda, a los oria
Nadie ignora que VIIIa com · •
cuales estranguló, cercenándoles después 1, cábeza. Los cuerpos etió feroces, crueles y abomina-
bles actos de bandolen.smo
decapitados quedaron tendidos en La Mésa del Berrendo. Sabe . en p roporción tal, que serí
a difícil
hallarle eJ:ntes pero, naturalmente, en
también Martín Luis Guzmán que a Arango le quitaron una zad a po/:� la hi tor
b s ia adere­
partida de ganado r obado, que iba arreando por Conchos y . senor uzmán, resulta casi un santo. Cu
nos r es onsab_le que
and o me­
que lo detuvieron los vecinos de ese lugar. Cuando tuvo poder, po; c�;; � � m art irizaba y asesinaba y roba
sociedad, de un medio que le ba
ya en la Revolución, asesinó uno a u no a esos vecinos y a todos le de1·aba tr:baªJar era hostil y no
sus parientes, completamente aj eno s a la captura de que quería · en paz.
P uede, sin embar º 1 ?'
ve ngar se. Ar ango siempre fue feroz con los más humildes cam­ tida llena de ep1. �erse I a obra como otra nov
ela diver-
sod 1os ptn torescos y algunos dignos de
pesinos, como pueden atestiguarlo todavía los que tuvo como raci·6' n,. pero no
lo ol vi'de qm.en I a lea, trátase adm1-.
peones en su hacienda de Canutillo. ¿Pa ra qué tantas m entiras? vI·ua, no de Pancho Villa, el de San Franc1sc •
o
ba ndolero de Durango.
Jesús Moya Campobello
Domicilio co nocido
Villa Ocampo, Dura ngo.

[14]
[15]
Avenida Morelos 44 -,.
Ciudad de Y.éxico.
18 de enero. 19\0

El Mexicano, periódico de Ciudad Juárez, del cual es propie­


tario el señor Luis Trillo, hermano de Manuel (que murió Srita
con Francisco Villa en Parral), en edición del 3 de no­ Celia Herrera,
viembre, dice: Parrali
).!uy estimada Señoritas
"FRANCISCO VILLA ANTE LA lliSTORIA" con bastante retardo•
debido a que iba dirigido a HOY, recibí su libro 9 con
Celia Herrera plasma pensamientos y se destaca como una el cheque que me per.:iito devolverle en esta, porque no
le encuentro aplic.telón, ya que yo tengo el mayor. pero
mujer de la nueva generación. Es pasional en sus escritos, pero, el más gratuito, placer en escribir la nota que también
quizás por ofensas sufridas, escribe con tal fuerza emotiva y le a�junto.
tal ánimo. De una plumada hace una frase. Es fuerte y vigorosa
en su literatura. En su libro Francisco Villa ante la Historia, Convendría, para alguna nota en HOY, que
leemos circunstancias ignoradas sobre la vida del famoso gue­ enviara usted un ejemplar a Senjamfu Ja.mé•• encargado
de la eecció:i bibliográfica. En la Semana 'Paeada que yo
rrillero de Durango, derriba el pedestal del ídolo y se apega hago, no cabe hablar do Villa por ahora.
en forma completa a los datos históricos, recopilados tras de
una concienzuda y callada labor. José Vasconcelos le dice en Encuentro au libro admirable por más de \lft
una de las cartas que le ha escrito a Celia Herrera: "Hasta concepto. Yo mismo viví en Torreón la anguet.la que uatecl.
donde llega mi conocimiento de la época relativa, creo que se Créa!lle su d�voto amigo y ad!Dirador
b
ha apegado usted a la verdad en lo substancial por lo me­ /4c2Ccv? /JAt,
nos ... "
Salvador Novo
/
P.S. ULTIMAS NOTICIAS, en donde apareció hoy el comenta­
rio que firmo con el eeudónimo A.O. (autor deaconocido),
ee un diario de la tarde, el máe importante de la capital.
Su e1rculaoión y eu prestigio aqu{ eon uayoree que los de
loe diario• matutino••

[17]
[16]
FRANCISCO VILLA ANTE � HISTORIA 19
de entre las tumbas dispersas bajo 1�
débil de mujer se alzó
imprecar. su execrable . recuerdo.
hue11a del Dorado, para .
de la fam1ha de Maclov10 Herrera,
la voz de Celia Herrera •
desde Parral, Chih.

1876 ... 1923...

DOROTEO ARANGO Como una Krimilda vengativa, Celia Herrera ha d�dicado


buena parte de s u vida a acopiar _datos sobre la vida del
Existen muchos libros sobre la vida y las hazañas de aquel "héroe" revolucionario. Le ha segmdo los pasos desde que
a quien no ha faltado quien llame "el Centauro del Norte", nació en 1876 hasta que los balas lo acribillaron en Pa�ral
.
Villa, y aun se ha hecho una película yanq ui sobre ella y al­ en 1923, con nimio cu idado, celosa de la verdad histónc�,
g u nas mexicanas. Pronto hará veinte años que murió de una empeñada en mostrarlo tal como e!la lo �o de�d� su aterron­
muerte que, dada su vida. habrá que llamar natu ral. Uno de iada niñez, cuando el nombre de Villa poma a tintar � orazones
los mejores escritores mexicanos, Martín Luis Guzmán, empleó y llenaba de cadáveres las pací�icas Y laboriosas Pº?laci�mes d� l
.
su pluma en ensalzar la figura de Villa dominicalmente, en norte. Su libro se llama Francisco Villa ante la I11stona. Ceha
u n periódico de México, de acuerdo con los datos que a su Herrera lo ha enviado a los escritores mexicanos; q uería que
fantasía proporcionó una viuda de Villa, la señora Rentería, su libro fuera conocido en el aniversario último de una Revo­
qu e vive aq uí con sus dos hijos que estudian en México. Y lución que quiere depurar. Pe�o los esc� itores mexicanos �an
conforme pasa el tiempo, la memoria de sus hazañas va per· evadido el comentario de este hbro admirable, lleno de pasión
diendo sus perfiles sangrientos y nimbando su figura de una y de realismo. P.orqu e, sin duda, la Revolución está mur con­
leyenda heroica. tenta y no tiene mayor empeño en depurarse.

Salvador NOTO
CELIA HERRERA (últimas Noticias, enero 18 de 1940.)

Para los escritores q ue en la época de Villa eran mnos, la


Revolución no tiene otro sentido experimental que el de u na
honda tragedia protagonizada por la temible figura del que
mató a sus padres, arrasó sus casas y los dejó en la miseria. La
Revolución, como tema literario, no es, en consec uencia, sino
un tema precisamente literario, esto es, falso, cuando a la
cómoda distancia de sus pu estos oficiales ensalzan sus orígenes
y pasan por alto s us horrores. La figura siniestra de Villa no
ha podido borrarse del rec uerdo de quienes padecieron bajo
sus botas, a pesar de los esfuerzos románticos de panegiristas
suyos, como su secretario Ramón Puente o como Martín Luis
Guzmán. Y cuando se habló de erigirle una estatua, una voz
(18]
FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 21
u escrito, que, a manera de prólogo adorna su trabajo, mues­
:ra no una falsa modestia, sino una sentida y sincera humil­
dad cristian a , abundan en su obra las frases felices, lo s pasajes
afortunados y las bellas figuras de retórica, en que la más
sencilla y conmovedora es la de la muerte del perro amigo,
continu ación amable ele lo s niños a quienes se les ed u caron los
FRANCTSCO VILLA sentimientos para condolerse y aún amar a los seres inferiores ,
ANTE LA HISTOR
IA que no por serlo, dejan de sentir afecto y gratitud por sus
amos. Este pasaje solo, valdría por to<lo el libro, si no se per­
Pa a el Boletín de la
� Sociedad diera entre la cadena de interesantísimos relatos que nos llevan
Ch1huahuense de Es
tudios de la mano, en alas del recuerdo a dolernos de tantos asesina­
Históricos
dos, de tantas viudas y huérfanos que aún lloran su desamparo.
i Por fin y gracias a . . Me complazco de veras en ver que nuestras mujeres del
la. .Edito n�l Polis de la Ciudad
México, D. 'F. pude ad . ·
' q � 11 I l �ste libro de de norte empiezan a despertar, empiezan a practicar la gimnasia
ríquez ' que m� tenía in . , Celia Herrera En- cerebral y que sus preocupaciones sociales y religiosas, las hacen
tngad 1s1mol y ·cóm. 0 .
f.ue nieta de don • osé · no, s1 s u a utora
J de 1a I,uz. · He' rre e·
ra'' e ¡ sacn·f ·Kado de
valientemente a un lado; q u e dicen su verdad, para dejar su
1919 y sobrin,a de 1\fac ¡ · rl testimonio de integrida d y de grandeza de espíritu que, culti­
ov10 r: crrera ' el val ' or ma, s p u ro de los
revolucion.arios de 1910 vado poco a poco, nos dejará pasmados de asombro, c1l ·aso•
?
. Libro escrito por una mu·er ' co1� -n.·Heno .
. de mu1er . marnos a e sos nidos de amor que son sus corazones, de donde
nencia dolorosa adq ' .. l
y expe- ha brotado siempre el estímulo para la pelea cuando la Patria
., uu . i d a descle nma, . L I bro esc •
rito s.m más
º
p asro n que la muy human a lo ha nece sitado, el aliento para la l u cha diari a y el aplauso
q
viac : _ t'. e todos se ntimos a l recordar el
. rucis de los seres 'a m" dos, ¡ I bro que má' s que e para seguir siempre hacia arriba, haci a la suprema conqui sta
pira mr vaho de ¡ 'Í PT • 1 e sa 1 1ogo, res- del ideal de ser grandes.
imas a1 recorda r en
'1") ,
angustias, tantos sufrim

sus p agin · as tantas ¿Qué homenaje rendirle a Celi a Herrera Enríquez mejor
ientos 11eva uos ,J elura' nte es a ep ,
de n u estra hist oria tan oca negra que el h aber leído su obrit a de un tirón, de h a ber comprado
• 11ena e1e sobresa , ltos·' época que nos
1iace sentir nos avergonzados por ya seis ejemplares para obseq u iarlos en calidad de propag,rnda
t�clo s aq u ellos que la
1 ª1 sus mas cavernario
como pre texto ¡J ara sac . . tomaron Y hablar constantemente en tierras lejanas de nuestras mujeres
,
m?.s �spantosas 1ujuria · s apet1·tos y sus
s.
L '
norteñ a s, tan amables y dulces, tan amplias de criterio y tan
Escenas de terror y de emancipad a s de tonterías que forman aún la cadena pesada
sed, cansanci
esp anto, l1ambres,
os sin lí mites, t0do _fríos, desnudeces, que llevan en la conciencia tantas mujeres c:o el m u ndo, dignas
,
E nnquez c u ando alb todo sufr IO' Ce ¡-ia
orea� ba' su v '. la, . cuando Herrera de ser grande s y admiradas por la sola virtud de su calidad
zado del pla cer de los . / debió haber go­ señorial?
uegos n anti es de la
hoga r que' aunq ue h u m� l ; l , tibieza de un ¡Vaya mi apl a uso a mi conterr.ínea parralense, exponente
i le e, tema h
om o lo es todo '·tlbergL1e san
. ' tid a d d e al go
sagrado del valimiento de la mujer chihuahucnse , mis in a cab a bks fe­
c , ,
de los padres es la antor en donc I e J;-¡ rect"itud _ de concie .
ncia licitacio nes, sobre todo en esta hora de inversiones morales. y
cha .el am , o r '_
,ti traba30 es la senda y
las manos encallecidas . sociale s, en que tan nece sarias son las luces ele conciencias tan
son 1'os mc¡orcs título
bleza. Con mano ma;s . s de la mejor pu ras como la de ella!
. ' t1·a, prn ta todas J 'a.sescenas que no-
conouclas a los hom bre , no s fueron Ignacio Chávez Franco,
s de aq u ell,a.
epoca, y a unque Celia,
en Ta xco, Guerrero.
[20]
23

ANTE LA HISTORIA
FRANCISCO VILLA
la mano
m1h
..
t ar �ex1ca . no que estrechó
ue el únic rlo , si acaso
.t nv:sora!. F
1:- a a aci ua
o
me i e nviado el
jefe nortea fre!ta �ometida en
ca no
de n
r
ma n r ve n gar
_ de algun a
pensaba
e a

rocho .
puerto p . m
.
J� nte a una
campaña elector al
p roduJO lg s periódicos
Entonces se icana. Políticos y
a o e e

r ontera mex
,
l do d e 1 f mex ica n os teni a
del tr .
a
. ál de los jefe s
nación d1scutt, an cu
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o

PANCHO VILLA PARA PRESIDENTE de toda l a m y rí d el p blo y podí a ser


I_a
el apoyo de
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. .
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nte W ilson. . ector es del


d1ano
presid c n t bl s l
de 191�, los in
e
lo
e
Por el doctor Luis Lara Pardo El 30 de' julio pefactos un artícu
o

Ne w Y or k Am erican leyeron ªestu r vV1 ·11·i m


(Enero 19, 1954) matutino firmado po
a

pr s n et n s � ag
editorial im
e o e _I �; : f;;icJ y el más poder � ­
.P r
o

d lph H ear st, d ueno dí culos n oticieros


Ra n E_n los
nsa estadounidense. .
o r
"Cuando el G obierno de Washington, a mediados de 1914, culo no
nate de la pre , o nta t m d 11 eron que ese artí
resolvió establecer abiertamente un p rotectorado sobre México, yo Arthur Brisbane., E- ra,
con quienes tem•a
e
' .
c c o
su l g ar ten 1ente,
hasta por la fuerza si era necesario, como lo h abía esta blecido
era de Hearst,
smo de . gmático, sohst1co,
u
e érg co rtante do
en Santo Domi ngo y en Nicaragua, se desataron e n todos los culo � � �· . l b a dirig ido al Presidente
en efecto, un artí
c

o editonal1st
Estados U nidos discusiones, intrigas y disputas pa ra designar d e l f m s go todavía en mi
a
como los o estos (ten
a o
el sangriento legad o de Victori ano Huert a. y ía onc epto s c m
\Vilson co nten c o

artículo):
La capital estadounidense fue inva dida p or una turba de der el re corte de ese entrome-
agentes confidenciales mexicanos o e xtranjeros, que llev a ban o
po
o d e W_ashmgton .
. intenta firmemente
gob iern quién
se a tribuían la rep resentación de alguna de las facciones que
"Si el
m e xic
tá resuelto a dictar
p l tica de la p az
1
terse en la � �;¿ �t e�:onces , en bien
en México luchaban desespe radamen te para dominar el país. c
o
s1de nte en un
Lo cu al significaba sencillamente que esos mexicanos, delegados
ha de ser yre
esc
.
a un Preside
nte fuerte y capaz. . .
y la segunda d, 9-u_ e p�y
hab .lidad fuerza de car ácter y
o a o
o age ntes, a ceptaban tácit amente el hecho de que fuera en ien te olución
hombre con sufic to, reprimir la rev
Wa shington donde se nombrara al Preside nte de México. ¡Qué rse en i e1 pues '
popular para mantene . nacionales y extr anje ros...
vergüenza para ellos! r v1·d s y p r op1ed ades de . surg 1·do
y p rote g mexicano ha
este c onfl1cto
a
.
e
El Presidente Wilson envió a todos los jefes de fa cción una h � b re q ue e n sona 1 Y
El u, mco
todos 1ºs. dem
ás por su fuerza per
o
excit ativa para .que se reunieran y convinieran e n reconocer muy por enci m de st ría en
o par , a ma' ndar ' su mae
a
un solo jefe, con lo c ual le facilitarían a él la elección. El . por s mag n eusm . . •
su capac 1dad, u
es Francisco Villa ..
ar e ccu t r
primero en contesta r fue Pancho Villa, p or medio de una nota el mando y su ag ili�ad p � 1 : �nda que no está tratando
:fvt lson pr t
firmada por él mismo y por Díaz Lombardo, a quien h abía "Es ocios o que m1ster un autóc rata. Es
nombrado su Ministro de Relaciones. En esa nota anunciaban sun tos mex icanos. Es en todo vez
de dicta . r e n a
ico c omo en l, s ° Estad;s U nidos. Tal
que iban a invitar a las otras facciones a la unión. De todos tan dictado r en Mé . x . dor militar, capaz de imp o ner sus
los jefes de facción o p a rtido que combatían en México, Panc ho Méx ic s di c ta n c es
más, pues en z estaba ento
as" . (Veracru
o e
Vill a era el más dócil a las órdenes o indicaciones del gobierno 1 r za de las arm '
1. e dic t a-
demandas por ·v i·lso n) "Siendo
, t er \AT
u r
or mis
a
norteame rica no. Cuando la toma de Veracruz, se apresuró a en vi . adas p
ocupado por tropa s .
n p a r a México
y ordena qué hom-
declarar que por ni ngún motivo lucharí a contra las fuerzas gob ier
<lor, que prescribe un I rno qu e
ordene cou
o

qué medi das deb e adoptar ese gob·e


(22] bres y
24 CELIA HERRER A FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 25
juicio· · • Que designe a Francisco Villa Presidente de
México. Hearst, que se constituía prácticamente en fiador de Villa,
Entonces habrá paz".
0 el artículo que comento, quedó anonadado después de esas
No contento con haber publicado ese artículo en su edición :atanzas. Comprendió que ya no seguiría protegiendo sus pro­
matutina, lo hizo reproducir en la vespertina The New York piedades. S� :iabía equivoc�do redondamente, de todo a todo.
,
Journal, cosa verdaderámente extraordinaria. Ese hombre que, El genio militar que le atnbma quedó opacado completamen­
con tocias las organizaciones periodísticas que poseía o contro­ te después de la derrota de Celaya. Sus dotes �e gobernante
laba, no pudo tener influencia en la política interior de su fueron invención necia del magnate norteamencano.
país, ni ganar ningún puesto de elección a los que aspiraba, Al estallar la guerra mundial, Hearst volvió a errar grave­
,
pretend1a por sus dos mayores diarios ejercer presión decisiva mente. Se hizo campeón de los Imperios Centrales en los Esta­
para gobernar a México ' sobre el Presidente de los Estados dos Unidos. Fundó en Nueva York un "Zeitung" dedicado a
Unidos. la propaganda alemana. Las oficinas estaban contiguas al New
Hearst pertenecía al Partido Demócrata, el que llevó al York American, y todo el mundo sabía que la empresa era p ro­
poder a \,Yoodrow Wilson. Sin embargo, en ese artículo le ha­ piedad del mismo individuo, pero al �ntrar los Estados �nr�?s
blaba autoritativamente, con la esperanza de que lo obedecie­ en el conflicto, tuvo que cerrar humildemente su pubhcaoon
ra. En justicia, debería haberlo instado a que abandonara la de propaganda germánica, para no caer bajo la sanción le?al.
pretensión de dar a México un gobernante al gusto personal Hearst apoyó la expedición de Pershing contra Pancho Villa,
suyo. Pero no, quería elevar a Pancho Villa. La única razón a quien había poco antes colmado de alabanzas y postulado
de ese absurdo deseo, por el cual abogaba tan audazmente, para la Presidencia de México.
era que el famoso guerrillero había defendido, con la fidelidad Todos esos hechos son reflejo de la psicosis intervencionista
de un capataz, las extensas propiedades que el magnate norte­ que en aquel tiempo predominaba en el terri�orio de la nació�
.
americano poseía en el norte de México; propiedades que justa vecina y que, afortunadamente ha desaparecido y no tiene m
y equitativamente acaba de reivindicar y reincorporar al pa­ indicios de renacer. Sin embargo, todavía ahora es exacto y
trimonio nacional el actual gobierno mexicano. aplicable el apotegma del gran cubano Manuel Márquez
Por esta razón única, no vacilaba en declarar bajo su firma Sterling: "Contra la intervención extranjera, la virtud domés­
que bajo Pancho Villa México disfrutaría de paz y seguridad tica".
para todos, cuando en realidad en ese periodo terrible de nues­
tra historia, nadie atentó con más crueldad contra vidas y pro•
piedades como el bandido duranguense. Sólo que había aten­
tentado contra mexicanos, contra españoles, de quienes fue
azote cuando eran ricos y no le servían de ;igentes en sus ope­
raciones de contrabando; contra extranjeros de otras naciona­
lidades, pero no contra norteamericanos hasta que Wilson re­
solvió designar a Carranza Presidente d� la República Mexica­
na. El rencor que ese acto produjo en Pancho Villa fue terri­
ble. Inmediatamente se lanzó contra ciudadanos de los Estados
Unidos. Vino la matanza de Santa Isabel y pocos días después,
el ataque súbito a la población de Columbus, adonde cayó
. como un ra.yo al mediar la noche, y no se retiró hasta haber
segado muchas vidas.
FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 29
Quiero referirme, desde luego, al capítulo intitulado: "En
Ca utillo", de tu citado libro: ("El día 29 de julio de 1916
n
asesi nó a Don Miguel Jurado que había ido a dicha hacienda
a recoger a sus hijos Consuelo, Carmen y Bernabé Jurado.
Antes de ser asesinado Don Miguel había sido tan cruelmente
atormentado que al momento de morir ya había perdido la
ra1ón".) Pues bien, mi querida Celia, a ello voy a referirme:
La lejanía del tiempo no me permite recordar si fue el 17
0 el 27 de julio de 1916, cuando mi padre fue detenido en los
LIC. BERNABE JURADO ÁNGEL momentos de estar desayunando en compañía de mi madre y
México, D. F. mía, en su Hacienda de Canutillo y trasladado a otra hacien­
da, la de Torreón de Cañas, colindante, propiedad del señor
12 de agosto de 1964. Dolores Aranda, quedando mi padre encerrado en uno de los
Señorita cuartos de la casa grande de dicha finca.
Celia Herrera. Villa y sus delincuentes se habían posesionado de todos los
Presente. carruajes, caballos y demás medios de transporte, pero de algún
modo pudimos salvar la distancia aproximada de 4 o 5 leguas
Muy apreciable Celia: a que se encontraba Torreón de Cañas. Mi madre llevaba en
sus brazos a Consuelo, mi hermana (recién nacida), "cabal­
He leído con Eran interés la segunda edición de tu libro gando" sobre una burra con aparejo que yo tuve que arrear.
Francisco Villa an1 e la Historia y he podido, en consecuencia, El mismo día de nuestra llegada a Torreón de Cañas, la
darme cuenta de . u enorme valor. Considero, fundadamente, suerte, fiel compañera de mi azarosa existencia, quiso que
que has enriqueci, .o el caudal de conocimientos sobre una de Villa me permitiera hablar con mi padre y entregarle, hecho
las épocas más soJ1resalientes de nuestra Historia Patria. Y, en un registro en presencia del "general" Nicolás Fernández, de
particular, me p-,rece que tu obra tiene esa rara mezcla de un alimento, no sin antes besar la mano de mi padre, no tanto
poesía e historia que caracteriza a los Girondinos de Lamartine. por nuestra costumbre arcaica, sino por el profundo respeto
Esto es: una expresión de belleza literaria sin perjuicio de la e inmenso cariño que siempre me inspiró la existencia de un
verdad de los hechos tal como ocurrieron en el pasado. hombre puro, y que aún me sigue inspirando el imperecedero
Y hasta puedo agregar que tu esfuerzo es tanto más notable recuerdo que de él guardo.
cuanto emerge de un ambiente en el que las pasiones y los Mi padre escuetamente me dijo:
intereses pretenden aún desfigurar los perfiles humanos y la -Me han encerrado, pretenden quitarme la tierra y la
naturaleza de las acciones. vida pero solo DIOS me puede arrebatar la tierra y privarme
Te felicito, pues, con todo entusiasmo. de la vida.
Al propio tiempo, deseo agregar al maravilloso relato de Luego me entregó una carta la cual, con otros documentos,
tu libro algunos hechos de los que fui testigo presencial, que conservo en mi poder.
lastimaron y conmovieron mi vida desde la más tierna infan­ A las 3 de la tarde del día siguiente, después de haber
cia y que quizá determinaron mi actitud frente a la vida, permanecido mi padre privado de su libertad en la casa grande
buena o mala, pero siempre plena de los mejores deseos para de Torreón de Cañas y después de haber entregado a Villa el
el mundo que me circunda. precio exigido a cambio de su libertad, por haberse negado a
[28]
30 CELIA HERRERA

firmar la cesión de la hacienda de Canutillo, el propio Villa


ordenó el asesinato de mi padre. Yo me abracé a su pierna
derecha y con el dntaro fui golpeado hasta sangrar para
apartarme de él, lo cual no fue óbice para que, montado en
pelo en un caballo tordillo y por dentro de la barda del
panteón siguiera al pelotón hasta el momento en que los dis­
paros privaron de la vida a José Dolores Aranda, gordo y
corpulento, en contraste con mi padre alto y espigado, quien
no admitió ser vendado al ser pasado por las armas. IGNACIO CHAVEZ FRANCO
Regresé al lado de mi tnadre, luego recogimos el cadáver y Taxco, Guerrero, México
lo velamos sobre una mesa de madera. La sangre de las heri­
das fue recogida en un lavamanos y supongo que lo mismo Abril 2 de 1941.
hicieron los. familiares de José Dolores Aranda.
Al hacer estos recuerdos la emoción y el dolor aún cierran Sefiorita
mi garganta y puedes creerme que considero vivamente el do­ Celia Herrera E.
lor que para ti ha significado el relato maravilloso de tu libro. H. del Parral, Chihuahua.
Te abrazo y te felicito nuevamente y espero que puedan
serte útiles mis modestos conceptos tan sólo porque encierran Estimada amiga:
la verdad de hechos trascendentales para nuestro querido
México. ¡Hasta hace dos días pude volver a la Ciudad de México,
Tuyo afectísimo D. F., desde la última vez que tuve el gusto de saludarla, y me
apresuré a ir a la Editorial Polis, a comprar su interesante
Lic. Bemabé Jurado ,AngeL libro que usted escribió sobre Francisco Villa ante la Historial
Realmente hacía falta una relación escrita por una mujer
que hubiera vivido intensamente aquellos días, como los vivió
usted y, sobre todo, que los captara con la precisión exacta
con que usted los captó, siendo una mujer-niña.
Su obra es veriídica; su estilo sencillo y ameno, y de aquí
que se lea de un tirón; sus expresiones a veces tienen la bel1eza
natural del momento vivido que todos recordamos, y existen
much as imágenes muy bien logradas que interesan de veras.
¡Tanto se ha escrito sobre Francisco ViJla, tanto, tanto,
tanto, que ya se va volviendo una maraña para los estudiosos
d� maña na, los que, sin escritos como los de usted, no darían
pie con bola, como vulgarmente se dice! De aquí el valimiento
de esas páginas en donde se vive el hambre, el frío, el dolor,
el espanto, las lágrimas y los sollozos; como usted muy
. bien
asienta, tcxlavía hay lágrimas que no se han secado en los
ojos
de las viudas y de los huérfanos, y de aquí que la
figura de
[3])
32 CELIA HERRERA

ese hombre que fue nuestra pesadilla nacional, adquiera, aún


a través del tiempo y la distancia, proporciones espantables.
La historia, que es la fuente de la sabiduría, como madre
de la experiencia, va a recoger celosa las páginas salidas de su
pluma sencilla y elegante, en donde abundan, como dije antes,
las bellas imágenes y las expresiones cálidamente verídicas que
son la esencia misma del relato que lo hace inestimable.
¡Mucho, muchísimo tendría que escribir sobre su interesan­
te libro, per� por ahora con esto basta; plumas mejor esgrimi­
das que la mía justipreciarán esta obra que usted aporta como Reportajes de México
ladrillo para la construcción del Monumento de la Vergüenza
Nacional, que las generaciones de· mañana verán con horror y
"LAS FIERAS DE DON PORFitIO"
con pena, elevando "in pectore", la promesa de no sacrificar
más a la nobilísima tierra que nos vio nacer, y sí, en cambio, El dictador de México durante 35 años, Porfirio Díaz, co­
trabajar unidos para engrandecerla de veras, ya que existen en nocía a fondo a su país. Llamaba a los ambiciosos del poder
ella, en potencia, gérmenes de verdadera grandeza y dignidad "las fieras"; y a las masas de campesinos "la caballada". Era
humanas! muy frecuente que recomendara a cada uno de sus amigos a
Sírvase usted aceptar mis aplausos por su magnífico trabajo, los que les había dado la gubernatura de un Estado:
mi gratitud como mexicano y como patriota por su ,valioso
aporte, y las seguridades de mi mayor estimacíón. "Ante todo: procure que no se revuelva (agite) «la
Amigo afectísimo, muy atento y seguro servidor caballada»."

Ignacio Chávez Franco Don Jesús Valdés, un estimable coahuilense amigo mío,
me refería que ya desterrado en París, el ex dictador Díaz le
dijo a uno de sus amigos, refiriéndose al movimiento revolu­
cionario que encendía en la guerra civil la Revolución:

"Ya se revolvió «la caballada»: irán apareciendo «las.


fieras», ¿quién logrará enjauladas?"

Sin duda que por experiencia propia sabía el ex dictador


que tras de un periodo de agitación aparecería un caudillo que
metería en sus jaulas a "las fieras".
Fueron hombres de Sonora: Obregón y Calles los que me­
tieron en sus jaulas a "las fieras". Ellos dieron fin a la era de·
los cuartelazos, de los complots, de los despojos, de las cruel­
dades que cometían los falsos revolucionarios.
Una de "las fieras" aludidas por el ex dictador Porfirio
Díaz' fue Francisco Villa. De él nos habla la escritora Celia

[33]
34 CELIA HERRERA FH \:"/CISCO VILLA ANTE L\ IIISTOIU.\ 35
Herrera, de Parral, Chihuahua, en su libro Francisco Villa
humildes campesinos de la región, libró a la Patria Mexicana
ante la Historia.
de los impulsos sa11gui11arios, · jam:is satisfechos, de un mons­
Es un libro que al narrar horrores y crueldades, clama, tr uo. La Patria agradecida".
grita, maldice. Es un documento valioso para la Historia de ¿l�ra Francisco Villa una de "las lieras" a las que se refería
México. El hecho de que la autora haya presenciado muchos el ex dictador Porfirio Díaz?
1-ucesos de los que narra, de que viva en su pueblo y escriba
ame millares de sus conterráneos, sin que nadie desmienta sus Joaquín Piña
afirmaciones le da al libro Francisco Villa ante la Historia un
altísimo valor histórico. Ciudad de l\Iéxico, octubre de 1961.
Habla Celia Herrera de una etapa sombría de los Estados Especial para Diario de Yucatán
de Chihuahua y Sonora, cuando ya han salido las tropas revo­ Mérida, Yucatán.
lucionarias (constitucionalistas) y sólo queda dueño de la re­
gión el "guerrillero" Villa. Ya no hay latifundistas, ni hacen­
dados, ni ricos, ni carrancistas, Ya no hay enemigo alguno al
que someter o castigar. Y sin embargo es en esta etapa en que
los crímenes de Villa se acentúan, se refinan, se convierten en
más y 1rnís terribles, se ejecutan con mayor crueldad.
Francisco Villa había vuelto a ser un asaltante de caminos
como cuando en el año de 1903 degollaba a inocentes pastor­
citos o a los que lo perseguían por haberles robado sus caba­
llos y mulas. Pero ahora mandaba quemar vivas a pobres y
honestas muje res, mataba de un balazo a un niño de 3 meses
de nacido; fijaba sumas por rehenes y cuando le pagaban el
rescate los asesinaba. a los mismos rehenes que se creían sal­
vados.
En Satevó, Chihuahua, ordena quemar a la señora LÚgar­
da Ruiz, quien, dando una prueba admirable de valor, arroja
una caja de cerillos al verdugo, diciéndole: "Toma, bandido,
no te retardes".
Centenares de personas son ejecutadas por órdenes de Villa,
fusiladas o ahorcadas. Entrega a sus seguidores a niñas de 12
y 14 años y a otras mayores que son ultrajadas y luego ase­
sinadas.
De la muerte de Villa hace referencia Celia Herrera y pide
para los que la consumaron en Parral, se fije esta placa en la
plaza pública: "Humildes héroes, hombres completos que ex­
pusieron sus vidas y las de sus familiares en noble impulso de
heroísmo que librú a Parral y a su comarca, libró a cientos de
FRANCISCO VILLA A:'\'TE LA HISTORIA 37

porcionarle multitud de. datos que me tocó vivir. .. para


una segunda edición de su libro: puedo relatarle el espanto
aquel que encontramos en Namiquipa, en donde en un corral
fueron encerradas y entregadas a las chusmas villistas todas
las mujeres del pueblo, todas, desde las niñas hasta las ancia-
nas ...
Bien, aún "duele el pensamiento" cuando se recuerda todo
esto por lo que considero pérfectamente el sufrimiento suyo,
para relatar todo lo que su libro contiene y que está muy
IGNACIO C. ENRíQUEZ bien relatado... la felicito de todo corazón y me repito a sus
Antonio Sola 14 órdenes como su amigo y seguro servidor,
Colonia Condesa
l. C. Enríquez.
México, marzo 9 de 1940.

Señorita
Celia Herrera.
México, D. F.

Muy estimada señorita Herrera:


No tiene usted idea del gusto que me ha dado recibir el
pequeño libro que usted ha escrito, gusto y vergüenza, diré,
porque deberíamos haber sido nosotros los hombres, los que
vivimos aquellos afíos de villismo, los que deberíamos haber
publicado ya la verdad y repeler tanta mentira que con tanta
frecuencia encuentra uno en diversas publicaciones.
Qué poco tiempo tuvimos que vivir para ver presentadas
al revés todas aquellas acciones, \'er transformado en héroe al
que fue autor de las mayores infamias que puedan haber su­
cedido en nuestro desdichado país, en tantos y tan largos años.
Ahora resultaremos nosocros, los que combatimos a aquel cri­
minal, los bandidos, y si así se ha escrito nuestra Historia Pa­
tria, habremos de pensar que fueron solamente falsedades lo
que se nos enseñó en nuestras escuelas.
Señorita Herrera: me da mucho gusto tener comunicación
con una nieta de don José de la Luz Herrera, mi gran amigo,
aquel buen hombre, soñador, que pensó regenerar a Villa y
convencerlo de que "no se volteara", de que no traicionara a la
Revolución... Señorita Herrera, estoy a sus órdenes para pro-
[36]
PRÓLOGO

La Revolución Constitucionalista no conoció los goces; pero


los herederos de hoy los tienen COJJiosos. Sus antecesores jamás
soñaron con ellos. Son mieses surgidas del dolor que en la
p1ácida tarde de oro de sol, no dicen nada a sus oídos ni
mueven su reflexión. . . Es para ellos un nombre: Revolución,
Revolución, como gota constante que cae sobre el surco de sus
frutos. Surco labrado con sangre y lágrimas, angustias y sinsa­
bores, hambre y desconsuelo, orfandad oscura sin esperanza . . .
Abajo de esa tierra promisoria están nuestros muertos; los que
en infatigable ideal dieron sus vidas, sacrificados )JOr la satánica
espada de un imbécil Lu:::.bel . . . que vino a destruir la esperan­
za ... Mas esos seres amados no están mue1tos de toda mue1te.
El espíritu de su lucha y sacrificio está presente. Nadie
puede silenciar su profunda voz que tiene ecos �n las concien­
cias. Los todopoderosos queman artificios de luces en la oscu­
rid ad que no cede sino que se hace más oscura. . . No hay
pirotecnia que dure. A los profetas de Israel no los han silen­
ciado los siglos . . . Por sobre los "príncipes" que hoy nos
atropellan, los que han entronizado al que ensangrentó al país,
al Traidor de la Revolución, la verdad prevalecerá y ésta será
la gran venganza del Mexicano Desamparado contra los Prín­
cipes Omnipotentes: nosotros, los oscuros cronistas, los vence­
remos.
LA AUTORA

38
DOROTEO ARANGO (a) "FRANCISCO VILLA"
Nació en el rancho El Pajarito, cerca de San Juan del Río,
Durango, el 5 de junio de 1878, de padres campesinos, Agustín
Arango y Micaela Quiñonez Arámbula.

1890-1891. El alrededor de estos años cuando empezó sus


correrías en el Estado de Durango, aun cuando� por confesión
propia ante Don Abraham González, gobernador del Estado de
Chihuahua en el año de 1912, dice haberse iniciado en el robo
a los 17 años, habiendo en esa edad apuñaleado a un mucha­
cho, su amigo, con quien tuvo un disgusto. Con Don Abraham
González también comenta que cuando le quitaron el primer
robo fue el J<? de mayo de 1910, en Conchos, consistente en
40 mulas que llevaban él y sus compañeros de la hacienda de
Torreón de Cañas, propiedad de los señores Gurza Hermanos.
La comisión para perseguirlos se formó en Conchos (hoy Valle
de Zaragoza) presidida por don Serafín Legorreta, siendo jefe
político don Francisco Chávez Zubía. El conocimiento del
robo se tuvo por los señores Tirso Domínguez y Herminio
Mendoza, que oyeron el tropel de la mulada al pasar por un
arroyo de dicho pueblo de Conchos. Dicha comisión, formada
más o menos por 18 civiles, da alcance a los bandoleros y éstos
apenas lograron escapar dejando 40 mulas, 3 caballos ensilla­
dos, caramañolas, maletas, zarapes, espuelas, etcétera.
Su aprehensión fue ordenada según se ve claramente en
la siguiente acta.

[41]
FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 43
42 5ec. 1/a
Núm. 5901
CELIA HERRERA
"Un sello q ue di ce: 1 1/14/901
Jefatura Política del Partid (Sírvase usted indagar si bandidos han
tomado otro rumbo en el tránsito o si
de la capital,
o

han hecho vent as en esos minerales.)


Durango.
Sarabia.
Ho y dirigí el s iguiente
telegrama: Al C, Jefe Político de Indé, Dgo."
Durango, noviembre 5
de 1907. (Texto tomado del origin al, apen as legible, por el tiempo trans­
C. Jefe Político del Partid currido.)
o de IN DE .
«Bandidos M atías Pa .
rra S oter 'A
Arango, Refugio Avitia Dorote'?
, Ces�eo Día� s at:��;
El periódico de Chihuahua "El Correo" en su número 3588,
Gallegos, sábese llevaro . N . Y_ J�se del 4 de mayo de 1910, comenta este suceso. Allí nació el odio
n del rancho Salais .
nes del Valle 22 best1.as a mmed1 ac10- de Villa para todos los habi tant es de C onchos , en donde años
mulada y caballar que
rrado en un corral de han ence- después ejerció horribles venganzas y precisamente Don Tirso
l a casa_ de l a Med
no ta , que tiene aloj a dos la Domínguez, quien como se menciona en líneas anteriores, fue
a Parra, Arango /��'1e!
correo mandar é reseña �s.�or quien se enteró del pas o de la partida de abigeos, cayó en
bestias · SuP Iíco 1 e persecu . ma nos del ya "revolucionario" Villa y fue asesinado sin haber
aprehensión de
,, ban dI.dos y bestia .
s .»
ción y
Me honro en trans cribi logrado sus familiares jamás encontrar su cuerpo para darle
rlo u ed
ac m añándole sepultura.
un a lista reseña�a �: 1a::
; �
a 11: e q_ue p or todos e��;;t;;��1::; Días después de dicho robo en Conch os es perseguido Aran­
los medios que estén a go muy de cerca, en la hacienda de Santa Lucía, distrito de
s ir a dictar su su 1 nc
� p rovidencias cond ucen
;e
ogr e �
_ a ap rehensión de los malhe tes pa ra \�: s: Canatlán, D urango, por la escolta de rurales y Arango, al sen­
chores y cap t ura de las tirse acorralado, da muerte a machetazos al jefe de dicha escolta
�= ma
�!
stias . Jefe Municipal de Cana
tlá n, en su parte relati- quien se acercó a él creyéndolo inerme; como consecuencia de
ni iesta que la noche de .
estas bestias fueron enc l 24 ó mo p asado, es te asesinato Arango se intern a en la sierra en donde se une
erradas en el corr�� �e1
del
Francisco pa rra, u bicad l a casa de a una partida de abigeo s capitaneada por el verdadero Fran­
• a en el r anc h
o del pozole, cisco Villa, el bandido de Zacatecas, jefe de varias gavillas que
municipio de Can atlán del
y el 30 p asaron p or Sant por largo tiempo constituyó serio pro blema para las autorida­
puent e de Co n eto rumbo L ucía
;.ío de p a al rancho de Sa des, habiend o sido perse g uido por rurales, acordadas y tropas
a

rral a l a casa de
lais, cerca del
los Medran o, bandidos federales, quienes después de difícil persecución y luego de
Estado 1 q s ale�. an por largas de ese
muchos encuentros l ograron darle muerte. Al desaparecer el
bandid�s º�e �;e, � os tempoq1das a los
" otesto a citados Arango, Parra verdadero Francisco Villa, Doroteo Arango toma su n ombre
usted mi recipr
y Galle os
ració�� oc idad y atenta
c onsfde� Y continúa con mayor éxito y en mayores proporciones el robo
de ganado, y es hacia el año de 1898 cuando llega al rancho
LIBERTAD Y CO ST "El Negro", cerca de Parral, propiedad de Miguel Baca Valles,
N ITUCION
en donde le conoce Don Sixto Terrazas, quien ve en él un "buen
Durango, noviembre elemento" para acercarlo a Baca Valles y es al domicili o de
5 de 1907.
V. G. Sarabia, rúbrica
.
E. Río L., rúbrica."
FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 45
44 C E LIA HERRER A
pero antes de llegar al mencionado panteón ya habían dego­
éste en Parral a donde ocurr�
� y a donde ocurrirá Arango llado ese mismo día a los v aqueros Eugenio Molin a y Francis­
lo sucesivo, meJ. orand o su
p
en
. . ció n, puesto qu e h asta
aquí h ab' co Aranda, casos que se conocieron bien en Parr al y en Villa
ia
osi
v1v1 do a salto de .
t • entre v1 stan,
de ganado en las �::as
dos� con los compr
adores ocam po. (El pclicí a J uan M artínez m urió años después en
d e las poblacion es, parral).
sivo llegará a "parr 1
pero en lo suce­
���ando g anado robado a En Los ruam0s, Cerr o Gordo ( ah ora Ranch o Nuevo), caen
altas h oras
a
de la noche y sus socios le tendran ·
' a b iert a las puert as d e sobre Elíseo Ló¡ ez y dos compañeros que regr esaban de San
la plaza de toros para qu . s
e encier re las bestias. Felipe, despué s e le v ender en Parral unas cargas de quesos ...
o una c�enta: !enía tratos con ¿qué pueden tem r estos hombres pobres en extremo, que incite
qui:: l���ab��::. Claro Reza, a la codicia de l os bandoleros ?. . . Es muerto López y uno de
re , carmcero en 1� c a pital
Alguien le dice a �::g del Estado.
sus comp añeros; .�I otro logra huir.
o que Reza no pie
le debía y el pr·
de Guadal upe �
a::
o d enero de 1900
ns a pag arle lo que
lo asesina en el P uente
En el cerro T >ehic son dos rancheros y c uatro v aquer os l os
que caen en poder de los facinerosos. Los primeros son dego­
u . ua, y a bate a
acud e a los pri' tiro s a un policía que
·meros disparos. llados y los últim,'ls amarrados a unos encin os donde perecen
190.2 ... en este añ o se une de hambre y sed.
por primera vez a l a p artid
d� malhechores que capitaneaba Sobre Parral. . . \.Jna t arde se dirigen a Hidalgo del Parral,
a
J osé Beltrán l
bién pert_e�ece Tomás Urbi ue 1
van a cobrar su s cuentas como ellos acostumbran : en diner o
na. Asaltan en El
a l a famil a d e Do
•;err:/:,' C���·•-
1 n Inocente Ch ávez,
� acen f� ego contra
o en s angre ... Avisado el deudor, comun ica éste al Jefe Po­
puerta del cuarto n Ia lítico (qu e lo era interinamen te el doctor Cruz López), que
u i do d ICha famiI
resulta herida una d: i a��:ñ: � ! ! � �a y
:it�: v z, go1p ean a Ia senora se ac ercan los ban di dos. Para tratar de exterminarlos son en­
en Ia bez_a co Ia pis .
� tol , queriendo forzarlas a que viados un os hombr es al ma nd o de Inocencio P alma, con el
les
a
entregu�: d mer o , n
o lo logran' y despues , de s aquear I comandante y un cabo. Dor oteo Ar ango tiene mie do de un
se r etiran Es he h • . a casa
c o p s1 nero a lo pocos golpe tan audaz y así se l o dice a Beltrán , quien lo trata de
0 � d ías Urbina y 11 �
mada Ia �eñora Ch a,ven z a que Jo identiºfiq . a
cobarde. Huye aquél de La Calera, lugar cerc ano a P arral, al
ue, ésta se niega,
p ues le h an h echO ver q · darse c uenta de la proximidad de los que s alen a ba tirlos; en
ue de esta manera
posteriores. se evita ra, daños
el encuentro c ae prisionero Gallard o, lugarteniente de Beltrán
1903... Instigado según se, .. y es muerto éste por el comandante, en el b arrio de Las Caro­
d IJO en tonces, �or otro
d e los
compradores de anad� linas, h asta donde h abían l ogr ado pene trar.
que tema cuentas pendien
fael Reyes m at} é t es con Ra­
e un a tar de er 1908 ... Unido A.rango nuevamente los forajidos; asaltan
� en el añ o de 1903,
cruzar el ;fo de P:rr;: i al
a
por e barno de las t enerías en este añ o San Isidro, municipali dad de ViJl¡ Escobedo,
' .
1904, mayo 4 · · · En este a
ñ o uel ve a um_r se a l a pa propiedad de Don Alej andro Muñoz. Le exigen una fuerte
capitaneada por J osé B rtida canti dad de dinero que éste no entrega, lo mart:riz an cortán­
eltrán de t a q ue también for
Rosendo --Galla.,··do. E ma parte dole las plantas de los pies y obligándolo a caminar, y por
. sc onden los cab
viej o pan teón f uera d .. allos en el descanso del
c último lo remata Arango a cuchilladas. M at an a un hijo de
p�a dirigirse, a l a - las once de l a _noch e,
1
cas: �:� :i;fio t�ºa :mo Amaya, vecmo de
Don Alej andro a tir os, saquean la casa y huyen.
Villa Ocampo D urang .
o, con mt enciones de asesina 1910... El 13 d e octubre de 1910 caen sobre la h acienda
Amaya (ganad�ro) r al señor
la oportuna y c
s
lo n o logr aron, por de Talamantes, m unicipalidad de Valle de Allende, Chi-
asu�l ;Jt�;: n:�ó� ;�
as
l poi:�a J uan M artmez.
47
46 CELIA HERRERA
FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA

Luis Herrera (hermano de Maclovio), era empleado de la


huahua, de la familia Soto. Penetran a la casa y encuentran
Compañía del Parral y Durango, Jefe de Estación en Mesa de
solamente a la señorita Josefa Soto. Le piden la entrega de
Sandía, desde cuyo lugar ayudaba a los revolucionarios y así
dinero, y en medio de atroces insultos, la amenazan con en­
fue como pudo prestar ayuda a Don Guillermo, �o1?bre bueno
terrarla viva si no se los da. No consiguen su propósito y
y limpio revolucionario; pero carente de conoC1miento de la
entonces la entierran hasta el cuello golpe:índola duramente:
vida en el campo, en la sierra, no era "hombre de a caballo",
Doroteo Arango, Tomás Urbina y Trinidad Rodríguez ... ¡Los
por lo que al. refugiarse cerca de �� vía del _Parral y Du��ngo,
valientes!. .. Salen huyendo y en el camino de El Mirador a
Luis Herrera pudo ayudarlo env1andole alimentos, cob1Jas y
Parral encuentran un grupo de personas que regresaban de
otras cosas hasta que la Acordada, sabiendo que Luis protegía
una fiesta habida en el rancho de ese nombre. Temerosos los
a los rebeldes, ordenó su aprehensión y fue llevado a Parral,
bandidos de que salgan a perseguirlos, advierten al grupo que dándole la ciudad por cárcel. Al cabo de 40 días pudo salir
si alguien da el rumbo que ellos llevan, tomarán venganza
e inmediatamente fue en busca de Don Guillermo y al no
contra todos: ..."Cuidado con el que hable, porque se acordará encontrarlo en el lugar conocido, pensó que se habría unido
de Pancho Villa en la Revolución ..." a alguna partida r�belde. Días después lo encontró muerto,
de lo cual dio aviso a sus familiares inmediatamente.
Pero inmediatamente, también, habría de brotar la calum­
nia, achacando a Luis la muerte de Don Guillermo y como es
ESTALLA LA REVOLUCIÓN DE 1910
bien sabido que: "calumnia, que algo queda", f'.�san los años
y los vástagos de aquellos miserables, con la poroon de veneno
Es en Puebla, el 18 de noviembre, donde Aquiles Serdán que traen en el alma y p�ostituyendo la libert�� �e pr��sa.
y sus hermanos d: n el grito de libertad y en desi gual combate
no desaprovechan oportunidad pa� a al menos msmua: lo
caen arrollados p, ir el fuego de millares de esbirros del porfi­
que "se dijo", sin que presenten m la � enor prue�a, m una
rismo. Hubo otrc s brotes rebeldes ese día en diversos puntos .
deducción que haga suponer el benehc10 que hubiera resul­
del país, como , n Culiacán, Sinaloa, capitaneados por Juan
tado de un acto tan vil, como el dar muerte a un hómbre co­
Banderas, en Par.o de Macho; Cándido Aguilar, en Río Blanco,
locado en difíciles circunstancias.
Veracruz; Rafael Tapia, Martín Triana y Jesús Agustín Castro
Dos o tres días después, fuerzas federa les, al mando del
en la Región Lagunera.
capitán Caballero tratan de localizar. a Mercedes Arroyo,_ Al­
Hidalgo del Parral, Chihuahua, m1C1an la rebelión en el bino Frías y Gregario Briviescas, conocidos como madens�as,
cerro de La Cruz (hoy cerro de La Prieta) un grupo de idealis sitian el rancho El Tarais, cerca de Parral; se entabla un tiro­
­ teo y al anochecer logran escapar los perseguidos. Francisco
tas capitaneados por Pedro T. Gómez, Gtµllermo Baca y .
Ma­ Villa todavía no ingresa al madensmo; pero tomad� de sor­

clovio Herrera.
Don Guillermo Baca, días antes de que estallara el movi- presa en ese rancho, al que acudía a visitar a una muJer, huye
miento revolucionario en Parral, debido a que lo precipitadamente, abandonando m?�tura y sombrero qu_e, com?
vigilaban trofeos son exhibidos en Parral, d1oendo que habían sido qm­
las autoridades, sabedoras de que estaba inmiscuido
en el mo­ tados a los revolucionarios por fuerzas porfiristas.
vimiento, tuvo que salir de Parral y se dirigió a La
Palmilla, Desde entonces, al grito de ¡Viva Madero!, Villa continúa
en donde Maclovio Herrera lo protegió dándole
10 hombres, su s tropelías y se dirige a Villa Ocampo, �urango, donde _ re­
que tenía a su cargo y ocultándolo en la mina
mientras He­ c luta gente entre los más conocidos bandidos de la región.
rrera iba a Parral, llevando parque y armas. Fue
en La Palmi­ Con éstos se presenta en San Andrés, cerca de Santa Isabel,
lla en donde se acordó el ataque de
los maderistas a Parral.
48 CE LIA HERRER A FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 49
Chihuahua, a Pasc,ual Orozco, a quien le ofrece unirse con su CONTRA MADERO
gente. Orozco no acepta su cooperación, lo trata con dureza
echándole en cara las fechorías que ha estado cometiendo al Su descontento tiene un pretexto: el nombramiento de don
grito de la Revolución, pero en ese momento son atacados Venustiano Carranza como Ministro de la Guerra del gabinete
por federales y Villa con su gente coopera en la defensa y el provisional. Pone cerco a la aduana en Ciudad Juárez y llega
resultado es favorable. La derrota del enemigo aparentemente con su tropa hasta el sitio mismo en donde despacha Don Fran­
unen a Orozco y Villa, pero aquel no confía en su ocasional cisco l. Madero, a quien trata de obligar a la revocación de
compañero y hechos posteriores (el robo de haberes de las ese nombramiento. Días después, estando presente en el mo­
fuerzas, el asalto al tren del noroeste, ejecutados por Villa, mento en que hay un serio altercado entre el señor Madero
entre otros), le dan la razón. y Pascual Orozco, corre Villa al cuartel de Terrazas, situado
En Bustillos, Chihuahua, encuentra Villa a Don Francisco en el antiguo correo de Ciudad Juárez y saca 50 hombres ar­
l. Madero y en breve se termina la campaña, habiendo estado
mados, llega al sitio en donde está el señor Madero ya en su
Villa también presente en las acciones de Cañón de Pederna­
automóvil, acompañado de Don Abraham González y de Fede­
les y Ciudad Juárez, Chihuahua. Allí suplica el señor Madero
que se le perdone a Villa todo lo pasado y exhorta a éste a rico González Garza, rodea el automóvil con su gente, corta
cambiar de vida. cartucho y tiende los rifles de tal manera que en un instante
más hubieran terminado allí las vidas de todos aquellos hom­
Triunfa Madero: Los tratados de Ciudad Juárez dan el bres. El motivo de tal insubordinación, además del nombra­
triunfo virtual al maderismo. El licenciamiento de las tropas miento ya mencionado, fue el acto de generosidad del señor
como consecuencia inmediata del deseo de Don Francisco l. Madero hacia el jefe federal vencido, general Juan J. Nava­
Madero de convertir el Plan de San Luis en un programa de rro, a quien Madero puso a salvo pasándolo personalmente en
partido, pone a Francisco Villa en una situación especial: su su automóvil al lado americano. (Orozco y Villa querían la
unión a los ejércitos revolucionarios le han dado la impuni­ vida del vencido. Aún viven testigos presenciales de aquel mo­
dad que él buscaba para sus crímenes, y aunque todo el mundo mento.)
sabe que Francisco Villa no es otro que Doroteo Arango, el
bandolero de Durango, el gobierno que trataba de exigirle
cuenta de sus actos había desaparecido, había caído al empuje
de un causa noble, pero al hundirse, desaparecía también la AFICIONADO A DECIR DISCURSOS
horca que hubiera dado remate a una cadena de actos fuera
de la ley. Decidido a continuar "alzado" se dirige a Conchos (hoy
Al licenciarse las tropas, todos los que habían tomado las Valle de Zaragoza) y en la plaza principal hace uso de la pa­
armas volvieron a su sjstema de vida anterior entregándose a _ labra y en largo discurso exhorta al pueblo al desconocimiento
los trabajos que les eran conocidos, por lo que Francisco Villa del nuevo gobierno, con un nuevo pretexto: exigir el cumpli­
no puede aceptar una solución que lo coloca fuera de "su me­ miento del Plan de San Luis (en este acto lo acompañaba un
dio"; tiene que escoger entre la gavilla, su vida de siempre, "su secretario" apellidado Aldama).
o la facción que toma una bandera, cualquiera que ella sea,
El general José de la Luz Soto, compañero de Pascual Oroz­
para justificar sus actos. co, con quien en Ciudad Guerrero iniciaron la Revolución el
20 de noviembre de 1910, es jefe de armas en Hidalgo <lel
50 CELIA HERRER A
FRANCISCO VILLA A TE LA HISTORIA 51
Parral. A este jefe se dirige Villa desde Conchos, exigiéndole Son hechos prisioneros el general Soto y dos o tres de su
la libertad de unos presos (hombres de Villa) y amenazándolo ado Mayor. Villa trata d e fusilarlos; quiere aho�a, c�� o
Est .
con atacar la plaza si no accede a su petición. siempre, la muerte de los vencidos; pero sin causa, sm J�ic10,
.
quiere, en fin, asesinar. Intervienen los otros Jefe� y env1an a
los prisioneros a Torreón, por la vía . de Rosario, �urango,
custodiados por gente de absoluta confianza, para evitar que
PASCUAL OROZCO
sean muertos en el camino.
Se preparan a la defensa de la población (Parral). Francisco
Don Abraham González, Gobernador entonces del Estado Villa, con 140 hombres, escoge el cerro de La Cruz; los otros
de Chihuahua, manda llamar a Villa, queriendo armonizar la jefes, con. 80, se parapetan en el cerro de El Púlpito.
situación que provoca su actitud, pero coincide esto con el le­ El 2 de abril de 1912, mil doscientos hombres de las fuer­
vantamiento en armas de Pascual Orozco contra l\Iadero y zas de Orozco atacan. No dura media hora el tiroteo, cuando
cuando llega Villa tiene un encuentro con las fuerzas orozquis­ Francisco Villa abandona sus posiciones y huye, dejando en
tas y sale derrotado. situación comprometida la defensa de la plaza. Sólo diez de
¿Ve Francisco Villa en este levantamiento la oportunidad sus hombres no pueden seguirlo, porque están copados. Los
que él buscaba de incitar a la rebelión en Valle de Zarago­ del cerro de El Púlpito se mantienen firmes.
za?. . . Indudablemente, pero puesto que no puede unirse a Es muerto casualmente el artillero de los atacantes, y la
Orozco, porque éste nunca lo aceptó ni le perdonó jamás las derrota que era un hecho por la cobardía de Villa, que retira
depredaciones que cometió antes y durante la campaña made­ la mayor parte de los defensores, se convierte en victoria.
rista, el camino que le queda es unirse a los que combatirán a Buscan a Villa después y lo encuentran escondido en el
Orozco y así es como, acabando de exhortar a la rebelión en rancho El Tarais, aquel rancho del que saliera huyendo par �
contra de Madero, las circunstancias "lo transforman" en ma­ convertirse en "revolucionario", y le hacen jurar que en el si­
derista acérrimo. Villa busca solamente una presa y un botín. guiente combate, que ya esperan, defenderá su puesto como
MaclÓvio Herrera, que al licenciarse las tropas maderistas hombre y como soldado. Vano intento: sólo se dedica a coger
había vuelto a sus labores del campo, vuelve a lanzarse a la prisioneros, a quienes quita fuertes sumas y se apodera de
lucha para combatir a Orozco, cuya actitud reprueba con todos todos los fondos. Se desprende de Rellano, Durango, una co­
sus ímpetus y con la desesperación de quien quiere evitar lumna de 4 000 hombres y ataca Parral el día 4. Villa nueva­
mayor derramamiento de sangre inocente. . . "Traidor, maldi­ mente abandona el campo y se retira rumbo a Torreón, con
to -decía frotándost:; las manos-, que me lo echen a mí solo ... " su gente y con el dinero quitado a sus prisioneros. El resto de
Es entonces cuando se da de alta en las filas revolucionarias los defensores lucha desesperadamente hasta el anochecer y
Luis Herrera. deja por fin la plaza en poder de los atacantes. Entran estos,
Luis y Maclovio Herrera, jefes maderistas, en las cercanías o sean Los Colorados. nombre con que se designaba a los oroz­
de Parral con 50 hombres armados, se disponen a combatir al quistas, porque traían en el sombrero una banda roja en donde
general José de la Luz Soto, quien en la misma población se se leía "Tierra y Justicia".
había unido con 300 hombres al movimiento encabezado por Parral, entonces centro minero de suma importancia, con
Orozco. Francisco Villa, con 81 hombres, se une a estos jefes su mina La Palmilla. cuya fama traspasó las fronteras mexica­
maderistas y ataca por sorpresa el cuartel en que se encontraba nas, cuando su feliz propietario, Dori Pedro Alvarado, hizo
el general Soto con su Estado Mayor, y los jefes Herrera con viaje a la capital para hablar con Don Porfirio y ofrecerle
25 hombres cada uno, atacan a los otros dos cuarteles. pagar la "deuda exterior". Parral, en esa época tenía un

\
52 CELIA HERRER A

comercio fuerte y próspero. Grandes almacenes estaban total­


FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 53
mente abarrotados de magnífica mercancía; se habían estable­ Mercaderes y la 14 de Julio, en donde a toda hora del día
cido bancos, había fuertes casas alemanas con la mejor ferre­ grupos de músicos y cantantes _ populares alegraban al pueblo.
tería, herramientas y aperos de labranza de lo n\ejor; había P �rral, era un _ pueblo
_ laborioso y alegre y quizás por ser la
fábricas de calzado, de manta, de jabón, de velas y esto, unido m�nena su prmc1pal
_ fuente de trabajo, habrá de presentar
a la agricultura que rodeaba a Parral y que siempre la proveyó mientra � subsista un aspecto infinitamente superior al que pre­
_
de cereales, así como las hortalizas que abarrotaban de le­ sent�n mcontables cm�a�les del centro y del sur del país. In­
gumbres los dos mercados de la ciudad, que ya existían mediatamente que el via3ero llega a Parral aprecia la limpieza
entonces; más la entrega que diariamente hacían los chinos de sus calles tortuosas y estrecl1as una actividad constante
cargando hondos canastones por los más apartados barrios, de sus habitantes, el espíritu de igi.:aldad y aún de altivez de
hacían que la vida de Parral fuese activa y fácil, a la vez que todas las clases sociales, su magnífico comercio, sus muchas es­
barata por lo que no eran frecue11tcs los espect,ículos de gente cuelas � moder �os colegios; sus muchos templos católicos, su
,
miserable. magrnf1ca y antiquísima biblioteca Franklin, sus diversos cen­
El doctor Whatle, norteamericano, tenía su atractiva casita tr?s �aciales, a la altura de los mejores de la capital de la Re­
sobre ]a loma que aún lleva su nombre. Allí tenía un magní­ p�bl1ca; pero _ sobre todo, admira el viajero lo magníficamente
fico establo y varios días de la semana bajaba en su vagón bien que viste la gente, y como prueba <le ello, se 11otó la sor­
cubierto por lonas a proveer a las familias parralenses de ex­ p��sa que fue para el arrnbispo Don Luis María Martínez que
celentes productos de la leche: verdadera mantequilla, crema v1s1tó Parral e� 1943 y que presenció un gran de;)file nocturno,
riquísima, quesos frescos preparados con la más absoluta lim­ desde un balean de la Casa_ de Stallforth, desfile en que se
pieza. Tenía también el doctor Whatle una clientela numerosa, �ezclaron todas las clases soCJales: observando e,on mucha aten­
porque agradaba la simplicidad de sus prescripciones; dia­ nón, el alto prelado preguntó: ..."Y el pueblo, ¿en dónde
riamente él personalmente ensillaba su precioso caballo y mon­ está?• • . " (los obreros mineros que en número abrumador iban
tándolo acudía a los domicilios de sus enfermos; con tpda calma en el desfile vestían perfectamente traje de casimir y calzaban
se apeaba, ataba el caballo de algún árbol o de las propias estupendamente ...)
rejas de la casa que visitaba y sin anunciarse entraba hasta dar
con el enfermo; por los más apartados rincones de Parral se
veía al médico-jinete visitando sus enfermos.
En esa época en Parral, Don Pedro Alvarado tenía estable­
cida la costumbre de lanzar puñados de monedas los sábados
en la tarde, en la esquina de su palacio, en donde se reunía no
precisamente gente menesterosa, sino niños, muchachos calle­
jeros, que gozaban pepenando las monedas del piso, o gente­
cilla ociosa, ávida de obtener dinero gratuitamente. Parral era
un pueblo alegre, con sus plazas sombreadas por bellos pinos,
araucarias y toda esa vegetación que puede resistir las tremen­
das nevadas del invierno; los atrios de sus iglesias con sus jar­
dines siempre bien atendidos en donde reventaban las flores
de cada estación: maravillas, zempoales, violetas; el centro co­
mercial de Parral siempre con gran actividad, con su calle de
"EL DIVINO MANOTEO"
(Semana Santa de 1912)

Al entrar Los Colorados, Parral presenció el saqueo más


desenfrenado de que se tenga historia; por primera vez se le
permitió al populacho abrir las casas de comercio y lanzarse
sobre sus existencias: "divino manoteo" fue el nombre con que
se designó entonces a "las ganancias" obtenidas en tal forma.
Días y noches duró el acarreo de mercancías que efectuaba el
total de los miembros de millares de familias, y como las fuer­
zas de algunos de los "acarreadores" no alcanzaran a llegar
hasta sus domicilios, abandonaban parte de su carga en las
banquetas, por lo que todo Parral parecía un gran descarrila­
miento con preciosas alfombras a media calle; pilas de telas
finísimas en las esquinas; llaves inglesas, herramienta de toda,
nuevecita, regada por las banquetas. Todavía recuerda Lupe
Barrera -amiga de quien esto escribe, cuando ella, niña que
vivía en la calle de Mercaderes frente a lo que después fue
el Foreign Club, en donde su padre tenía una pequeña fábrica
de zapatos llamada "El Fénix"- cuando por encargo de su ma­
dre fue a la calle <le El Cerro a llamar a su lavandera, todavía
recuerda la sorpresa de encontrarse en aquel "cuarto redondo",
ocupándolo todo, un piano... y con mucho regocijo le expli­
caban los moradores de aquella vivienda que entre todos...
sf... entre todos, habían cargado el piano hasta lograr tras­
poner la empinada calle de El Cerro y meterlo en su cuarto "re­
dondo"... (vivienda de una sola pieza, ele una sola puerta,
con piso de tierra apisonada, con una humildísima chimenea
en un rincón; viv lienda sm llave de agua, ni drenaje... y...
ali{ estaba un piano).

rs.sJ
56 CELIA HERRERA FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 57
Lo� jefes oroz��istas quisieron componer aquello y
borrar _ adero y hubiera colaborado al_ la�o de_ Don Venus�i�­
la pésima reputac10n que a su partido causó tal
suceso y or. senor M movimiento const1tuc1onahsta que se .m1-
denaron la devolución de todo lo robado so pena Carr,anza, en e l ,
casas, lo que ocasi.onó mayor amontonamiento
de catear las 0
.° C
cia ba. ompr
endiéndolo así Huerta, ordeno su aprehensión,
de variadas consumada por Antonio Rábago (destacado oroz­
cosas en las calles, pero el resultado que ellos (Argu la _que fue
medo, Sa­ ) conducido e n el tren rumbo a México,
lazar, Campa y otros) buscaban, no lo lograron quist a • Don Abraham, .
ya. · do
b ajado en la estación Horcas1tas, en donde fue asesma
Pocos días después de haber sido saqueada tan espant �� Jo:;é Alessio Roble s y un individuo apellidado Camarena,
osa­
mente �or los orozquistas la pequeña plaza de Parra
�entó Villa acompañado de Martín López y de Rábago, para
l, se pre­ el 28 de febrero de 1913. . .
Esta unión de Orozco y Huerta la vieron vemr los parra-
11?poner fuertes �réstamos al tan debilitado pequeño
cio y al Banco Mmero (lo que ocasio ó a éste la quieb
comer­ ]enses desde los días e n que el último lle gó a Parral, aparen­
.
Tod s es�os actos de Villa
� ra ...) tando perseg uir a Orozco. En la fiesta que en honor de Huerta
_o
fueron realizados en pleno periodo se dio en Parral, lo rodearon personas que habían sido de filia­
presidencial del señor Madero. {Rábago no aprobó
tal actitud ción abie rtamente porfirista, mismas que después fueron oroz­
y pronto se separó de él).
quistas. Huerta los halagaba, diciéndoles en voz ha ja: "¡ Viva
Pasc�al Orozco fue una figura sumamente simpá Orozcol"
tica de la
Revolución y el arrastre que tuvo entre todas las clases En Rellano, estación e ntre Torreón y Jiménez, hubo un
socia­
les �ue e norme. Su valor personal le fue bien aprec fuerte combate entre la gente de Huerta y los orozquistas,
iado y
preosamente porque se le estimó fue más dolorosa siendo derrotados éstos. De allí se dirigió Huerta a Parral, en
lá actitud
que asumió, según parece, "oyendo el canto de donde estuvo hospedado en la Casa Fuentes, estando por mu­
las sirenas",
pues muy pronto los terratenientes, hacendados chos días estacionado fuera de dicha casa un automóvil, de
feudales del
Estado de Chihuahua, quizás aprovechándose de su los primeros que se veían en Parral, que el presidente Madero
escasa cul­
tura y muy limitado talento, lograrm1 despertarle le regaló a Huerta como premio a su actuación.
ambiciones
fuera de su condición _Y lo utilizaron en provecho Fue en Ojinaga, Chihuahua, donde el huertismo presentó
personal,
logrando que desconociera al gobierno incipiente una de sus más importantes batallas. Al ser atacada la plaza,
del señor
Madero y exigiera realizaciones de la Revolución Pascual Orozco se encontraba en un banquete, de donde tuvo
en hora de­
masiado temprana. Pronto fue derrotado y el pueb que salir a "volapié", dejando abandonada hasta su espada, la
lo humilde,
que para todas sus tragedias ha tenido siempre cual cayó en manos del general Maclovio Herrera. Dicha es­
una canción
cantaba así con la tonada de "La Paloma": pada tenía esmeraldas incrustadas en su empuñadura. Muchos
años después, ya radicada la familia Herrera en la capital, hi­
"Dicen que Pascual Orozco ya se volteó cieron entrega de dicho trofeo al preside nte Obregón. Después
porque ese Don Luis Terrazas lo 'sedució'. cayó en otras manos y parece que hubo mucho interés en ha­
Le dieron muchos millones y lo compraron
cerla desaparecer, porque tenía grabados en el metal los nom­
y a redocar al gobie rno lo despacharon .. ." bre � de varios "reyo]uciona, ios", sin convicciones, mismos que
. Pa1:a complementar sus torpezas, Pascual Orozco más tarde se acomodaron en el partido contrario y lograron
se unió a escalar los más altos puestos del país.
Victoriano Huerta, cuando éste consumó su felon
ía asesinando (Los orozquistas en derrota se dirigieron a las plazas del
a Don Francisco l. Madero y al licenciado Don
José María Pino 1 orte del Estado de Durango, las que arrasaron incendiándolas
Suáre z. En Chihuahua, era Gobernador del
Estado Don Abra­ después de saque arlas, destruyendo todo lo que encontraban
ham González, quien había sido uno
de los ministros del a. su paso.)
58 CELIA HERRERA FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 59
que hubiera librado a la Revolución de su más poderoso trai­
VICTORIANO HUERTA dor: el vill ismo. . . germinaban en el destino de este hombre
Ja s atrocidadts que más tarde cometiera en nombre de la Re­
Este jefe fue nombrado comandante de la columna que vol ución.
_
debía c?mbaur a 0r ozco. Dicha columna quedó integrada con
los �eJores elementos y con el mejor material de guerra;
Rub10 Navarrete tenía el carácter de comandante de la arti­ VIENJ: EL HUNDIMIENTO DEL PAtS
llería. Francisco Villa con su gente, entre la que estaba Tomás
Urbina (el compad re), sale huyendo de Pa rr al y llega a To­ En febrero ce 1913, Victoriano Huerta usurpa el poder,
rr;eón, en donde se pone a las órdenes de Huerta. Villa es después de come :er los crímenes más nefandos de nuestra his­
nombrado jefe de las fuerzas irregula res y es así como, por toria. Habiendo sido designado por el señor Madero coman­
_ . dante militar de. la plaza, se pone en connivencia con los
pnmera vez Jefes maderistas que repudian al hombre,
. generales Blanqu �t y Mondragón, que han formado un com­
tienen que obedecer al militar. Como buenos oficiales, protes­
tan con Huerta por la designación pero acatan la ordefü Es plot, para despué; de poner en libertad a Félix Díaz y a Don
como jefe de las fuerzas i r regulares cuando está a punto de Bernardo Reyes, ¡.·resos en la penitenciaría, ocupar el Palacio
pagar sus crímenes, siendo la causa una yegua robada al doctor Nacional e investir a Don Bernardo Reyes como Presidente de
Cruz López, aquel jefe político por cuya orden fuera destruida la República. El general Lauro Villar, prestigioso Jefe del
la partida encabezada por Beltrán, a la que pertenecía Villa. Ejército Federal, se anticipó a la sucia maniobra ideada por
los traidores y ordenó el cambio total de guardias en todo el
�uando aún se llamaba Doroteo Arango; también algunos ob­ Palacio y cuando Don Bernardo Reyes llegó al frente de sus
JCtos robados al señor Russek en Jiménez.
generales y tropa gritando: "Pasa el ciudadano Presidente de
la República", una carga cerrada de fusilería fue la respuesta,
quedando el general Reyes tendido en el suelo, sin vida, ins­
LLORA EN PRESENCIA DE HUERTA, EN JIMÉNEZ­ tantáneamente.
(4 de junio de 1912) {Madero, en decreto de junio de 1912 aumentó tres centa­
vos por barril de petróleo, lo que disgustó seriamente al
Desobedecida la orden del general Huerta pa ra que devuel­ embajador de los Estados Unidos Henry Lane Wilson quien,
va tales cosas a sus propietarios, ordena sitiar el lugar en donde ayudado por Blanquet, Félix Díaz, Mondragón, etcétera forma­
se e?cuentra �cuartelado Villa, desarma a su gente y lo toman ron el llamado «pacto de la Ciudadela> que culminó con el
_ asesinato de Madero y Pino Suárez, según se reláta enseguida.)
pns10nero. Villa, el audaz, el sanguinario, el que no ha tem­
blado para herir a su víctimas, se postra hoy de hinojos ante . Los complotistas se posesionaron de La Ciudadela y
Huerta, lo abraza por las piernas, implora perdón y llora... Victoriano Huerta, simulando lealtad al presidente Madero
l�ora como se le vio llorar muchas veces en posteriores oca­ aparentaba atacar a los traidores, pero en realidad solamente
s10nes: llora con torrentes de lágrimas. . . Pero el deseo de Don P<>nía a las fuerzas maderistas a descubierto de ro.mera que las
Francis :o I: Madero de que se eviten hasta donde sea posible balas procedentes de La Ciudadela hicieran blanco sobre las
fuerzas leales. Fueron días de terror para la capital de la Re­
lo� fusilamientos como el que va a ejecutarse con Francisco
VIII �, le salva. La intercesión de Don Emilio Madero y la del pública, etapa a la que se dio el nombre de la decena trágica
Presidente de la República, con el general Huerta, quién sabe que terminó con la aprehensión de los señores Madero y Pino
Suárez que cayeron en manos de Blanquet y de la soldadesca
por qué extraños designios, impide que se consume un acto

11
FRANCISCO VILLA ANTE LA HIST ORIA 61
60 CELIA HERRERA

del 299 batallón. Al mismo tiempo, en el restaurante "Gam. presentarse a los revolucionarios en Sinaloa, cuando ya se
:eía l a potencia del Constitucionalismo y sirviéndole como
brinus" Victoriano Huerta ofrecía una comida a Don Gustavo
Madero "en prueba de lealtad" y habiendo estado todo cl tarjeta de presentación ante los revolucionarios, el hecho de
ágape adulando a la familia Madero, al final, hablando de haber estado prisionero junto con los señores Madero y Pino
suárez.
armas, pidió a Don Gustavo que le mostrara la suya y cuando
Al saberse por el país la noticia de la muerte del señor
la tuvo en sus manos le hizo saber "que era su prisionero" ... Madero, un temblor de indignación se extendió en las vérte­
De �llí fue conducido entre gritos soeces y empellones a pre­ bras de la Patria, el pueblo lloró en las Plazas, en los merca­
s�nc1a de Mondragón, quien lo entregó a los verdugos que le dos, en los cafés, en las rancherías, y en los campos, el senti­
dieron espantosa muerte.
miento invadió por igual a los jóvenes, los viejos, las mujeres
Don Francisco I. Madero y Don José María Pino Suárez
y los adolescentes. . . y los reflexivos sintieron en aquellos mo­
en compañía del general Felipe Ángeles, estuvieron presos en
mentos la honda emoción de contemplar el abismo en que se
la Intendencia de Palacio en donde eran custodiados con gran hundía la Patria.
aparato. El_ 22 d� febrero a la media noche, el mayor de ru­ La elección de Francisco I. Madero, fue un fenómeno inu­
rales Francisco Cárdenas, se hace acompañar de Don Francisco
sitado en la historia política del país. Hombre culto, rico de
I. Madero en un automóYil . Llegan a la Penitenciaría en
abolengo, abandonó su bienestar para despertar el espíritu
donde lo �acen descender del coche y por la espalda le des­ viril de un pueblo adormecido por la tiranía larga y sangrien­
carga su pistola en el cráneo. En otro coche iba el cabo de
ta; materialización de la aspiración del país, símbolo de nueva
rurales Rafael Pimienta, acompañando al licenciado Pino Suá­
libertad. Fue Francisco I. Madero lo que la Virgen del Tepe­
rez, a quien asesin L también al descender del coche en la Pe­ yac en la insurrección de Hidalgo; fue, más que símbolo,
nitenciaría.
cerebro y voluntad; ejemplo, fe y esperanza; fue como un sol
El señor Mader) había hecho viaje el día 9 a Cuernavaca
que se levanta en la noche negra y profunda, como una albo­
par_a enterar de l l situación al general Felipe Angeles, su
rada en que el pueblo une su espíritu para creer, como un
amigo personal, e· 1 quien tenía plena confianza y acordaron
conjuro al porvenir patrio, para exigir que se abra magnífico
que éste_ se trasla 1ara a la capital con tres mil hombres que en una era de dignidad humana, de civilización, de progreso,
,
tema baJo su m2ndo. Ya en la capital, Angeles se convenció
de paz que no fuese alimentada y sostenida con sangre . . . mil
de la traición de Huerta, tan sólo al observar las órdenes dadas
manos trémulas de emoción y de sinceridad lo levantaron y
por éste de atacar con caballerías La Ciudadela por la calle lo ungieron, única vez en la historia del país; pero par�ce como
de Balder�s, de donde eran barridas estas fuerzas por las balas si una ley inexorable mandase que la historia de México fuese
de los traidores encerrados en su fortaleza. Pero al insinuárse­ una historia de traiciones. . . Así cayó el apóstol, víctima tam­
Je a Ángeles que tomara alguna providencia al saber que la
bién de la traición.
gente de Blanquet había atacado Palacio Nacional, se limitaba
a contestar: "Yo soy subordinado del general Huerta, véanlo
a él para que me dé órdenes ... " No se necesita ser conoce­
dor de las . artes de la guerra para comprender que Angeles,
c?n tres mil hombres, pudo haber evitado la abominable trai­ VICTORIANO HUERTA, PRESIDENTE DE MÉXICO
ción de Huerta, quien con sólo 250 hombres del 29 batallón Consumada su felonía y después de una farsa con aparien­
<:onsumó su felonía. cia de legalidad, Victoriano Huerta es nombrado Presidente
Ya :stando Huerta en el poder, Angeles aceptó una comi­ de la República, quien da a los periódicos (El Imparcial y
. .
sión oficial de su gobierno y se trasladó a París, de donde vino
62 CELIA HERRERA FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 63
El País), una explicación de la forma en que fueron muertos Y las familias que formaban aquella sociedad "aristócrata"
el señor Madero y el licenciado Pino Suárez, tratando de que de aquella época y los eternos explotadores de las clases pobres
se crea en un "asalto" de un grupo de maderistas, mientras mexicanas, las fuerzas regresivas todas, las que se han opuesto
conducían a los dos prisioneros a la Penitenciaría, en el cual siempre a través de la dolorosa historia mexicana a los movi­
habían sido muertos los primeros ex mandatarios del país. mientos en bien del pueblo, rodearon y apoyaron abierta y de­
Pronto enmudece la prensa a este respecto y el asunto se silen­ cididamente a Victoriano Huerta.
cia, como si hubieran desaparecido dos facinerosos. Huerta ¡A ese grado de abyección cayó México ... l
se rodea de la intelectualidad del país; los feroces generales Como una excepción, ya que casi la totalidad de las publi­
Blanquet y Mondragón forman parte de su gabinete. Pascual caciones, periódicos y revistas, se aprovecharon de la libertad
Orozco (padre e hijo), llegan de Chihuahua y son agasajados de expresión que les conci�dió el propio señor Madero para
espléndidamente en banquetes en que la parte de oratoria está deturparlo y escarnecerlo, se transcribe a continuación algo de
a cargo de don Nemesio García Naranjo. Los más elocuentes lo que en defensa del maderismo escribió en enero de 1913
ttibunos de la época rodean al nuevo asesino en el poder: el periodista Rafael Martínez ("Rip Rip") y que tituló: El
José María Lozano, Querido Moheno, Francisco M. de Ola­ crimen de Madero.
guíbel; y entre sus ministros están también el destacado ciru­
jano Aureliano Urrutia, el literato Federico Gamboa y el "Efectivamente, a él, al campeón de ayer y hoy Presi­
ingeniero Rómulo Escobar. Y como directores y colaboradores dente de la República, se debe en primer término que la
en los periódicos, el gran poeta Salvador Díaz Mirón y José quietud haya sido alterada en el país. Don Francisco I.
Juan Tablada, desgranan sus preciosas "metáforas" en loor Madero será reo ante la historia de un gran crimen:.
del nuevo dictador, en cuyo día onomástico, Tablada declama: haber proclamado, heroicamente, la prensa libre, el club
libre, el comicio libre, la tribuna libre, y haber ejecutado
"Del caballero tigre mexicano cuanto le fue posible por realizar esos anhelos en su Pa­
la fiereza en tu ánimo perdura tria. La oposición, y más aún, la obstrucción, dirigiéndo­
y alza en la noche trágica tu mano, le diariamente reproches, lanzándole cargos y formulándole
fuerza y luz, una espada que fulgura. acusaciones en su contra, recorriendo toda la gama, desde
la estridente nota que produce la ira hasta el bullanguero
Si evocan de Cuauhtémoc la figura sarcasmo, no hace sino demostrar que concluyó la época
tu alma y tu faz de bronce, no es en vano, de opresión y que es un hecho la libertad de pensamiento,
pues renovaste su épica bravura, que debe obedecer los límites constitucionales, para que
al triunfar en Bachimba y en Rellano. no sean las publicaciones perjudiciales máquinas locas,
sino respetuosas y respetables órganos periodísticos.
Admirable tu genio se revela, "Entre los innúmeros cargos recojo, al azar, al princi­
del norte en tu campaña triunfadora, pal: que antes había paz y ahora no ha podido conseguirse
dejando la victoria por estela. aún en toda la República. Es verdad, en los tiempos por­
firianos había calma, la de la opresión, la de las cárceles.
Mas todo un pueblo te bendice ahora, Los periodistas hablaban poco, pero no porque tuvieran
pues la patria en tu pecho se abroquela poco de qué hablar, censurando al cesarismo, sino porque
y se acerca a tu espada triunfadora." no se permitía más, porque se quería que hasta en el mo­
vimiento de la hoja del árbol estuviera representada la
64
CELIA HERRERA
voluntad del dictador FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 65
: Hoy 1 a pren sa de obst
hasta dond e llega rmc . r ucción lleg.,.
1pal mente' ma_, s q ue " coJJlentarios más vehementes estuvo el de la señora Francisca
zón, porque uede p por o tra ra. Nava de Benítez, persona sumamente nerviosa y apasionada
orque está ex
expedición se debe 'alp pedita 1a vía. y esa
p

• . esf uerzo democrát ico, . . que decía a propósito de la muerte del señor Madero, con el
1 ecc10mstas, convocado a 1 os ant1n
s y alentados e. semblante y la mirada llenos de dolor y levantando ambos
del movimiento, or M por el qu e fuera alma
adero. br azos hacia el cielo: " ...¡¡Traicionado. . . traicion ado... Igual
ª p
"L paz habrá de cons'eg ' que a Cristo... ig ual qu e a Cristo!!..."
y libertad Será con saen u.irse y entonces se tendrá pa2
. · f 1 c10' pero · no de otro * * *
Nación habría de con . . modo la
segu1r recon
expuesta' además' a 1 quistar1 as; quedand
as degen.eraClo · nes _rev? o Y fue entonces cuando los estad os norteños de D urango,
h asta que se extinga el l uc1onarias Sonora y Chihuahua viero11 desfilar a centenares de sus hom­
bandid , a3e y la s m 1senas qu
gen como achaques en e su r­ bres ... a cientos de miles de sus hombres, miles y miles de
los p nodos de c?nvale
la grave enfermedad La � sce nc ia, tras hombres de caballería, miles y miles de hombres de infant ería,
o r �el antirreleccio
de tal pujanza que � . � nismo es perfectamente bien armados, espontáneamente salieron a luchar
e mp na aun cuand,o hubier
suc umbido tod an y formaron aquel ejército que tempestuosamen te habría de
os sus ca�1)�: s, Allí
men» de Madero habe e stá el <<Gran Cr

r e�a;o es ta obra ha arrojar del país a Victoriano Huerta y sus secuaces.
nacional, de donde es . s ta el alma
imposi ble arrancarla ya
."
(Y la noticia del asesina
to del "camp
Don Francisco I. Madero, eó? de las bberta�es",
sac udió a la N
el pensamiento de todo . ación desde sus UNA TEMPESTAD
s l os
r atees,
se ll�nó de somb os, hombres
ras ; serios, co::7 �:�o _Y m ujeres,
1

móviles, pasaban ensat adu�to, ta�Iturnos, in­ Los hombres rectos, los que ayudaron 'a Don Francisco l.
ivos largas h oras sm Madero a derrocar el porfirismo, con un verdadero sentido
bra, hasta q ue el encuen
p
articular pala­
tro de a1guna erson de responsabilidad y de justicia, elevan airadas voces de pro­
surgir el comenta
rio, s1e· mpre con voz "gr p a am iga hacía
a ve , q ed o, auguran- testa y se preparan a luchar contra un régimen que se asienta
do un fut uro negro ar a . u
la pªtna ) · • ¡L a g err en la sangre de aquellos idealistas mártires. En Coahuila el
"1 a guerra... tendremos qu
p
· u a ..." , dedan,
e ir tod�s a elear ... gobernador Don Venus tiano Carranza encabeza el nuevo mo­
Madero .. asesinado en Don Gustavo
tre los mas _crue�es t
p
más r uines ve3·aciones . ormentos y las vimiento de reivindicación y luego, de todos los ámbitos del
. . H uerta, V1ctonano país, surgen hombres armados y con la más firme deci sión de
o d er ... los asesinos se ha Huert a en el
p
Don Jos é María Pino Suáre
n ad uena _ d o del. pais. ,
•. asesi. nado vencer o morir. En los estados norteños, principalmente, gr upos
z .. . asesm .
Francisco I. Madero ... ado: el mmaculado .. de hombres bien montados, bien pertrechados, sereno el ánimo,
" . Don
el semblante adusto, dan la seguridad de que v an a la lucha
a conquist ar la victoria.
Francisco Villa, que a raíz del suceso de Jiménez fue lleva­
¡COMO A CRISTO. ..
COMO A CRISTO! . .. do a México y encerrado preso, primeramente en la peniten­
ci aría y después en la prisión de Santiago de Tlatelolco, se fuga
En Hidalgo del Parral
, cuyos ha bI.tant es estu de la prisión gracias a l a complicidad del señor Carlos .Jáure­
pre pendientes de 1 vieron siem-
.
hizo paralizar mo
o s s ucesos naciona
les, tamb1. én el estu or gui, el día 26 de diciembre de 1912. Disfrazado atraviesa el
mentá neamente sus activid
ades y entre los
p país y cruza la frontera radicando en El Paso, Texas. Entra
por Chihu ahua con unos cuantos hombres y es en este Est ado
66 CELIA HERRERA FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA
67
para recuperar �a plaza,
donde principalmente ya hay reunidos fuertes grupos de hom­ evacuaron Parral, sale n 3 000 hombres
esta capital._ Villa pro­
bres dispuesto s a l uchar. por órde nes del jefe de o peracio nes e n
egrafía al _1efe Macl o­
En pie de guerra se enco ntraban ya mucho s jefes, alguno s yecta dete nerlo s en Santa Ro salía y tel
al , que si acud� co n
de lo s cuale s ya habían librado co mbates y se habían enfrentado vio H errera, q ue tenía el mando en Parr _
tos. Macl�vio , es
al porfirismo al iniciarse l a Revolución e ncabezada por Don 500 ho mbres más, conseguirán sus propósi
co mpro metidos en
Francisco l. Madero; e ntre esos jefes estaban Macl ovio y Luis uno de los jefes a quienes Villa . dejara
Herrera, Rosalío Hernández, Manuel Oiao, To ribio Ortega, dos o portunidades, y al l legar le dice :
a u sted .el fl anco
J o sé Isabel Ro bles, Petronilo Hernández y otros, mismos que -Aquí e stoy con los 500 ho mbres, escoj
otras ocasione s .. •
formaron luego la base de la División del Norte, sin que que quiera, pero no vaya a correr co mo en
parte de su ?ente
ning uno d e ellos tuviera puesta su mira en ser JEFE de ... por tercera ve z Villa deja el campo con
dicha División, excepto Villa q ue siempre aspiró a ello y qu e sto hace que e l triunfo
en lo más encarnizado d el co mbate y e
po r desco nfianza hacia Manuel Chao, creyendo que éste se le
no se decida por co mpleto.
adelantaría y lograría tal jefatura, estuvo a punto de fusil ar!<> cisco Villa que�a en
Se retiran l as fuerzas a Parral y Fran
en Chihuah ua, d e l o que se salvó gracias a l a o po rtuna in­ se remo nta a la sier ra.
Santa Rosalia, saque a la po blación y
tervención del señor Carranza.
Se menciona la toma de Durango el 18 de junio de 1913,
po r los hermanos Mariano y Domingo Arrieta y Petro nilo
Hernández. También la toma de Chihuahua por e stos mismos
revolucionario s el 8 <le diciembre del mismo año.
(El 4 de j unio de 1913 lle ga Do n Ve nustiano Carranza a
l a ci uda d de Durango , ya co n su cargo d e Primer Jefe del
Ejército Constitucio nalista y de aqu í pasa a Parral y l ue go
al Estado de So nora.)
Me ref eriré tan sólo por l a relación q ue tienen con Fran­
cisco Vil la, a 500 ho mbres que al mando de los jefe s made ­
ristas Maclo vio y Luis Herrera, d esco nocen al go bierno de
Hue rta en el Valle de San Bu enaventura del Estado de Chi­
huahua, y se dirige n combatiendo, prim ero en Santa Rosalía
(hoy Ciudad Camargo), después en Santa Bárbara, e n cuyas
plazas derrotan a las guarniciones y, por último, co mbate n
co ntra fue rzas del general Mercado q ue en número de 3 000
se encuentran e n Hidalgo del Parral. Evacu ada e sta plaza
co mo resultado de un convenio para no atacarla, to man po­
sesión de ella y au me ntan su co ntingente hasta 1 500 ho m­
bre s. Ento nce� apare ce Francisco Vil la e n Santa Rosalía, co n
500 hombres también . . . ha e ncontrado la o portunidad de
"seguir peleando", ahora co ntra Huerta, el que en Jimén ez
estuvo a punto de fusilarlo y ant e quien lloró de rodillas. De
Chih uah ua, a donde se habían co ncentrado l as fuerzas que
LA CONVENCIÓN DE MONCLOVA, COAHUILA
En Monclova, Coahuila, en abril de 1913., representantes
de los Gobiernos de Coahuila y Sonora y algunos constitucio­
nalistas de Chihuahua, aprobaron la actitud asumida por
Don Venustiano Carranza contra. Victoriano Huerta, y le re­
conocieron el título de Primer Jefe del Ejército Constitucio-
1utlista. La legislatura de Coahuila apoyó inmediatamente l. a
Convención de i\tfonclova y en el verano de 1913, la de Sono­
ra hizo lo mismo.

LA DIVISlóN DEL NORTE

Pasa Don Venustiano Carranza rumbo a Sinaloa, agosto de


1913, llega a Parral, lo recibe el entusiasmo del pueblo que vo­
luntariamente se unirá a él; lo reciben también los niños de
todas las escuelas en formación a lo largo de la avenida Cente­
nario y como jefes revolucionarios lo reciben Manuel Chao
Y Maclovio Herrera.
En el domicilio de este último les es servido un modesto
obsequio la primera noche de su estancia en Parral, en el que
están presentes el señor Carranza y sus acompañantes, entre
ellos Jacinto B. Treviño, Alfredo Breceda, Gustavo Salinas,
Raúl Madero y otros. El Primer Jefe y sus acompañantes, para
llegar a Parral habían tenido que hacer un viaje sorteando
mil dificultades, mil peligros, viaje pesado y difícil en el que
carecieron de lo más indispensable, por lo que al arribar a
Parral, h11bo que proporcionarles la manera de que pudieran
[ó9]
70 CEL I A HERRERA FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 71
descansar. Les urgía aseo en sus personas, y aun provisión de
rop�_• por lo que los jefes Herrera procedieron a habilitarlos Se ahueca e� el �ronce de largos clarines
debidamente Y para ello fueron llamados todos los maestros Vl•ento
de montanas; .
. ndo en el viento
to, copia
sastr_ es _de la localidad,_ �uienes pronto ocurrieron a los propios surge un lamen
de puñales que rompen entrañas ..•
alopmient?s de los ��s1tantes para tomar medidas y detalles :n d esgarramiento como
tronante
d_e los umformes m1ht3:1"es que en breve tiempo estuvieron Tempesta d
�ª�ª, ores, hirvientes, rugientes, crecientes lirismos
listos, lo cual tuVIeron que trabajar días y noches. Se r de en los tamb
ero distante,
les gratifico generosamente. �orno si se oyese prim
más cerca un tumult<;> de agua resonante,
�¡ señor Carranza y _ s':1 ?rupo abandonaron -lo más pronto luego cerca ... luego bres
posi�le- Parral, para dingirse a Sinaloa y Sonora, atravesando que saltase desde las más altas cum
la Sierra Madre Occidental. a los más profundos y roncos abismos ...
,
En t�dos los punto� �ue iban tocando el Primer Jefe y sus Cual si el agua entonces reposase un punto
remanso,
a�ompanantes eran recibidos con entusiastas muestras de adhe­ cual si el río un punto se hiciese
tocan los violines el balido leve, dolorido y manso ...
si?n � aprobación. El pueblo rugía de indignación contra
V?ct�nan? J:Iuert� y contra las clases poderosas que lo soste­ Cada nota cae como paletada
difunto ...
ma1?', la mdigna?ón por los asesinatos de los señores Madero de tierra pesada, sobre el frío y grave sueño de un
Y P�no Suárez, hizo que se formara aquel Ejército Constitucio­ Un otoño enfermo luce el amarillo
nahsta ; el más numeroso en la historia de México, el más y extenuado brillo de sus aureolas .. .
espontaneo; el que se formó por, la libre decisión de los ciu­ En un árbol seco llora un pajarillo ...
dadanos. El movimiento Constitucionalista sacudió la concien­ - Brisa sin rumores y fuente sin olas ...
_
cia , �e todos I_os mexicanos por igual y llenó de bríos los Las notas dibujan un paisaje fácil, ingenuo, sencillo;
espmt?s que sm titubeos se lanzaron a la lucha. El nombre y un mariposeo bulle en las clavijas de las cuerdas solas,
. tristemente solas, ,
de Mexico tuvo significación especial en las naciones herma­
nas de_ Centro y Sudamérica; sus intelectuales y sus poeta� largamente solas ...
. Súbito. las crines
se smtieron atraídos por el movimiento... el bardo peruano
J?�é Santos Chocano, que estuvo presente en la conmemora­ de los arcos pifian sobre los cordajes;
.
cion del primer aniversario del sacrificio del presidente Ma­ Y, trágicamente, crujen los violines,
dero,_ en el Te�tro Noriega de Hermosillo, ante la presencia como si corrieran cien potros salvajes
también de� Pni:ner Jefe, pronunció la hermosa poesía épica bajo el jineteo de cien paladines ...
que a contmuaaón se transcribe: Y otra vez los parches atruenan en coro;
Y otra vez alargan su voz los clarines;
Y otra vez la orquesta levanta el orgullo de un templo sonoro,
desde cuyas torres se descuelgan hacia los vastos confines
SINFONtA HEROICA los claros y vivos repiques de muchas campanas de oro.
¿Qué dice la orquesta?
Hay en los violines Tres cuadros palpitan debajo del velo flotante de notas ...
mientras que se calÍan bronces y timbales '
súplicas que llegan desde los confines' un cuadro evangélico; uno apocalíptico, uno de protesta.
(Hay toques que, en esos tres cuadros, recuerdan edades
corno si. balaran en la lejanía corderos pascuales ... [remotas) ...
72 CE LI A HERRERA FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 73
Un pueblo que duerme seis lustros debajo urge un lamento, copiando en el viento
puñales que rompen entrañas ...
de torpes cadenas; �; desgarramiento como de
y un joven Ungido que emprende glorioso y hercúleo trabajo, , exalta en un grito fogosa protesta;
Un prócer, irguiéndose
y dice al oído del Pueblo dormido, palabras serenas ... que d� e� trañas negras de la noche, nace siempre el día.
patricia figura, sus armas apresta
Despierta en las dudas del Pueblo dormida la fe redentora.
(Tobías sonríe: quizás en las tinieblas al Angel ha visto ...) contra el monstruo. (Milton adivinaría
Y el lírico Apóstol recorre los campos.en pos de una Aurora; un combate como el de un Luzbel astuto contra un Angel
[fuerte).
y le oyen las almas humildes, las mismas que oyeron a Cristo.
El reto es olímpico. El choque es titánico. El duelo es a
De pie, como estatua viviente, predica, dictando oraciones, [muerte.
su patrio evangelio, con frases undosas, el joven Profeta: ¡Tal saltan mis versos, en nombre de toda la América míat
no en vano en sus ojos se agita un delirio de amables visiones;
y sobre sus labios, socrática y dulce sonrisa está quieta. ...Súbito, las crines
de los arcos pifian sobre los cordajes;
Hay en los violines, 'f, trágicamente, crujen los violines,
mientras que se callan bronces y timbales, como si corríeran cien potros salvajes
súplicas que llegan desde los confines, bajo el jineteo de cien paladines ...
como si balaran, en la lejanía corderos pascuales ... Y ótra vez los parches atruenan en coro;
Un monstruo que acecha (cuerpo de serpiente; y otra vez alargan su voz los clarines;
cabeza redonda de tigre; tiene alas y otra vez la orquesta levanta el orgullo de un templo sonoro,
angulosas; ojos turbios y sesgados; un tajo en la frente ...) desde cuyas torres se descuelgan hacia los vastos confines
lo,; claros y vivos repiques de muchas campanas de oro ...
Hipócritamente,
cotre resbalando sobre las alfombras * * *
de las palatinas y suntuosas salas ...
Al salir de Parral el Primer Jefe y sus acompañantes, queda
Día de traiciones, noche de tragedias. en dicha plaza como jefe de armas Manuel Chao, y el resto
Horada las sombras el monstruo taimado; de las tropas sale a atacar Torreón.
y luego que Judas le presta sus galas, Francisco Villa regresa de Santa Rosalía (Ciudad Camar­
Caín satisfecho se acuesta a su lado. o
g ) y envía una comisión compuesta de quince hombres, al
mando de un coronel Silva, a decir al general Chao que le
(Serpientes y tigres revuélvense dentro de vórtice airado,
que el monstruo prepara y abre de repente entregue quince mil pesos, y que si no los tiene, le permita
saquear la ciudad. Accede Chao a esto último, pero se entera
contra el buen Apóstol y contra su noble Discípulo Amado.)
la población civil y se forma una comisión encabezada por
Y el monstruo enroscado
de anillo en anillo por fin se endereza; los hermanos del general Herrera (Jesús y José Concepción)
y, desde la altura, deddese y saca la horrible cabeza, que enérgicamente interviene y el saqueo se evita. Fueron in­
cual gárgola echando por ávida boca copioso torrente contables las ocasiones en que los civiles, emparentados con
de sangre, que sobre los tiempos futuros caerá eternamente ... 1� revolucionarios tuvieron que influir para evitar actos de
�iolencia, en diversos puntos del país, ya que aquella situación
Se ahueca en el bronce de largos clarines •rregular por la aue atravesaba la Nación se prestaba para que
viento de montañas;
74 CELIA HERRERA FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 75
la labor de los intrigantes rematara en una orden de aprehen­ trás de sí a las c�pas más bajas del pueblo: carne de cañón.
sión o de fusilamiento para tal o cual individuo. Infinidad ¿Ven en él a �n hbe�tado� o ª un caudillo? ... Ni una ni otra
..
de civiles actuaron en circunstancias sumamente difíciles. El cosa ... Francisco Villa s1gmhca para ellos la satisfacción de
general Obregón se enteró de ello y a ello se refiere en uno todas sus venganzas y la justificación de todos los excesos ...
de los capítulos de su libro Ocho mil kilómetros en campaña. ¿Quién desconoce que las fuerzas de Francisco Villa se dedi-
Se ordena la aprehensión del coronel Silva, pero escapa. caron en todas las poblaciones al saqueo más desenfrenado? .. .
Francisco Villa se dirige entonces a Torreón, llegando cuando ¿Y quién ignora que el pueblo tenía en ellos manos libres? ...
se empezaba el ataque contra la plaza, tratando de fusilar al La División del Norte derrota a las fuerzas huertistas en
general Orestes Pereyra y otros jefes. ¿Qué le induce a esto? Ojinaga, en Tierra Blanca, en Paredón y en Torreón. El últi­
...la oposición que los mismos han manifestado, junto con mo reducto es Zacatecas, defendida por el mayor núcleo de
los generales Juan García, Martín Triana y otros, a que fue­ que disponían aquellos, engrosado por "la leva", hombres re­
ran Francisco Villa o Tomás Urbina los que mandaran en clutados por orden de Victoriano Huerta, jóvenes, casi niños,
esta ocasión. El contingente de hombres de Francisco Villa les recogidos por las noches a la salida de teatros y demás centros
hubiera impedido reducirlo y, sobre todo, los momentos eran de reunión de la capital y enviados forzadamente a las trin­
extraordinariamente delicados para el éxito del movimient o cheras. A este respecto se expresó así un revolucionario de
constitucionalista. Esta razón inclinó a muchos de los jefes aquella época, el general Madovio Herrera, que con la senci­
que después formaron la División del Norte a no oponerse l�ez qu � acompañaba siempre todos sus actos, dijo: ..."Ven­
a que Francisco Villa se apoderara del mando de ese cuerpo cimos siempre, porque a eso íbamos decididos: a vencer 0
del ejército, que estaba empeñado en la batalla. morir; y porque los soldados de Huerta no llevaban el mismo
Su sentido del deber para no provocar una escisión que propósito".
hubiera sido de graves consecuencias, se impuso a la repug­
nancia que les producía militar a las órdenes de un hombre
de tan pésimos antecedentes. Esta circunstancia, esta situación,
LA BATALLA DE TORREóN, COAHUILA
en momentos tan decisivos para la causa (el desinterés idea­
lista de aquellos hombres armados, y la absoluta certeza d� El 16 de marzo de 1914 salieron todas las tropas
todos los jefes de que si las ambiciones de Villa no eran col· que com­
ponían la División del Norte, a atacar
madas, éste entorpecería las operaciones formando un grupo la plaza de Torreón•
que
. se cons1·deraba mexpu
· gnable, defendida por el jefe huer-
rebelde dentro de los revolucionarios), todo esto lo hizo Jefe hsta, general J. Refugio Velasco.
Once días duró la encarni-
de la División del Norte, aunque dentro de la misma hubiera za d a lucha que
prmc1p1
· · ·6 el 24 de marzo y hasta el día 3 de
tantos jefes de acendrado honor, heroicos, revolucionarios pres· ª brd. a las 8 de la mañana, hicieron su entrada triunfal por
tigiosos que no hubieran arrastrado jamás a la División del e1 centro de Torreon, ' 1os genera J es Maclov10 Herrera, Orestes
Norte, como lo hizo Villa, tras el crimen más monstruoso de pereyra
d y Eugenio Aguirre Benavides y el coronel Raúl Ma-
todos sus crímenes: la lucha fratricida sin justificación alguna, . .
ero·• por la IZqmer .
Conzále da Urbma y Rodríguez y los coroneles
lucha que destruyó al país, lucha que degeneró a !os comb�­ z y Almeida por la derecha.
tientes, vergonzosa lucha sin sentido a que fue arrojada la D1· ab
� ía sido solicitada la plaza al general Velasco en escritos
visión del Norte por su jefe, en los momentos en que la qu e lev
a nt _ a ron hasta el campo huertista los cónsules ingleses y
Revolución triunfaba (septiembre de 1914) y cuando en todos ericanos, pero el Je
los espíritus sólo había el anhelo bendito de paz ... recons­ lo que · fe federal rechaz6 1 as proposiciones' por
la lucha fue sangrienta y larga...
trucción .. . Hay otra razón aún: Francisco Villa arrastra de·
76 CELIA HERRERA
FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 77
¡Once días y once noches de combates!
Al momento de escribir este relato se tie11e a la vista un ciovio Herrera, se dispersan los grupos y se evitan actos
folleto de 35 pequeñas páginas, escrito por el coronel Roque que hubiei an arrojado una mancha sobre tan gloriosa
González Garza, licenciado y coronel Porfirio Ramos Romer o jornada" (I ágina 30).
y profesor Enrique Pérez Rul, de fecha 4 de abril de 1914,
que dice ser "una relación pormenorizada de todos los acon­
_
tecimientos que precedieron a la caída de la importante plaza LA FUERZA DEL IDEAL
lagunera":
Sonoros y ent .1siastas fueron los triunfos de la División del
"El combate en Sacramento es rudo, pues se han con­ Norte; fueron lci momentos de heroísmo más puro de todo
centrado allí las fuerzas que guarnecían la importante el movimiento armado de la Revolución; el pueblo estaba
plaza de San Pedro de las Colonias y son comanda�as por poseído de una locura de valor; el rugido de los primeros ins­
el general irregular Juan Andrew Almazán (págma 6). tantes de indignación se había transformado en una alegría
"Imponente y aterrador es el espectáculo del asalto heroica; aquellos l.ombres hacían la Revolución cantando, y
a nuestros soldados al cerro de La Pila, empezó a las 8.45 surgieron, como explosión del sentimiento popular, "La Ade­
de la noche. En concepto de los que esto escriben el lita", "La Valentina", "La Cucaracha", que ejecutaban con
asalto al cerro de La Pila es la más grande de las accio­
una alegría inolvidable las mismas bandas de música arreba­
nes de guerra que se registran en nuestra historia revo· tadas al ejército federal.· Era un entusiasmo avasallador que
lucionaria desde 1910. Dos mil hombres atacan un cerro
no se detenía ni ante murallas ni ante trincheras, ni ante fosos;
no más largo que un kilómetro, con una inclinación de
en contraste con el espíritu desalentado de sus jefes, oficiales
30 grados, perfectamente afortinado en su cum�re :
Y tropa del ejército huertista, que sintió como nunca en nues­
falda y defendido por más de 500 hombres, 4 canones, tra historia el peso de la mala causa y el empuje de la razón
8 ametralladoras y sostenido por el Fuerte de Santa Rosa
Y la justicia, al grado que ni la severa disciplina militar que
y las baterías de Gómez Palacio (página 12). por tantos años lo llevó como autómata a paradas y entrena­
"Los federales se reconcentran en Torreón, y desde �ientos , fue suficiente para hacer mover a aquel ejército que
Torreón bombardean Gómez Palacio sin alcanzar buenos ste mpre esperó perezoso y negligente la acometida de los re­
resultados. Más tarde, se vino en conocimiento de_ que volucionarios; les faltó entusiasmo, les faltó convencimiento
las fuerzas de la Brigada Juárez, en un brillante asalto Para salir a disputar el triunfo, a vencer.. . Fue un ejército
que duró dos horas, lograron apoderarse de los cerros, que estuvo vencido de antemano. Los revolucio1 1arios, en cam­
registrándose entonces verdaderos actos de temeridad · Y bio, te�ían fe, iban empujados por una ansia enorme de des­
de heroísmo (página 17). tr ozar la ignominia que con apariencia de gobierno se había
"Día 23 (página 9): A las 9 de la noche la �xtrern� ªpo derad o de la dirección del país; iban atendiendo al llamado
derecha al mando de Maclovio Herrera, asalta vigorosa que tal vez alentó, en la esperanza que llenó has ·a el último
mente ; toma la plaza de Lerdo (Durango ), abril 3 7
'..,
�omento, el alma noble del señor Madero quien al caer vol­
a. m. (página 29): El pueblo de Torreón, en pequenos �16 quizás la mirada buscando un hombre que levantara su
grupos, inicia el saqueo en el ex_ cuartel General Ve Ias: andera de entre el estercolero en que se refocilaban todos los
_
co y en la estación del F�rr��il Central; pero casug: arnb·1ciosos;. .. y, ¡cómo acudían, por centenares, los mismos
.
dos severainente algunos md1viduos por fuerzas de M �ue la habían llevado triunfalmente, a través del país, en todas
as batallas, como un símbolo!.. .
FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 79
78 CELIA HERRER A
ÁLVARO OBREGóN
JUNIO DE 1914
Mientras tanto, el general Alvaro Obregón, nombrado por
lla de Za�atecas
El día 12 de este mes, poco antes de la bata _ el señor Carranza desde septiembre de 1913 Jefe del Cuerpo
se mda se inserta
recibe el general Herrera el mensaje que en � de Ejército del Noroeste con jurisdicción de mando operativo
ca:
en su parte principal y que por sí solo se exph y territorial en los estados <le Sonora, Durango, Sinaloa, Chi­
12.10 T Do huahua y Baja California, continúa su avance siempre triun­
"Núm. 4. Oficial. H. D. 10.40 A. M. H. T.
fal a lo largo del �adfico, llevando como meta final la captura
R, JN de Torreón el 12 de junio de 1914 total del Estado de Jalisco. Sus primeros movimientos habían
para Parral. tenido por objetivo expulsar al huertismo de la frontera norte
"Sr. Gral. Maclovio Herrera. capturando primeramente la importante plaza de Nogales
os al
"Transcribimos a usted las solicitudes que hacem que permitió al Constitucionalismo establecer comunicación
rmidad,
Primer Jefe; suplicamos a usted nos dé su �onf� por l'os Estados Unidos a la vez que le abrió las puertas para
er Jefe del EJé cito Cons­ la adquisición de armamentos; enseguida se capturaron las
conteste luego.-«C. Gral. Prim �
ales y Jefes de las plazas de Culiacán, Mazatlán, Guaymas, etcétera y por último,
titucionalista: Los que suscribimos gener
rte, ante usted
respectivas brigadas de la División del N� en la primera decena del mes de julio (1914) se libran las
cele­
con el respet > debido exponemos que preVIo acuerdo, definitivas batallas de . La: Venta y El Castillo muriendo en
lt
brado entre :odos los que constan al calce hemos resue_ ? esta última el destacado jefe huertista, general Mier; finalmen­
Divi­
solicitar de · Jd. el ascenso inmediato a General de te se libra la famosa batalla de Orendáin (a la que alguien ha
sión al C. G, al. de Brigada Franc isco Villa . Varia s son �a_s calificado como "La hermosa batalla de Orendáin") después
r nuest ra solici ­ de la cual los Constitucionalistas ocupan Guadalajara y de allí
razones que pudiéramos aducir para apoya
tud y que .10 se ocultarán al ilustrado crite� io de usted e� único objetivo de la Revolución triunfante es ocupar la
ra
siendo las principales la de hacerse necesario a nuest cmdad de México.
Patria que en nuestro ejército qu� actualmente cuenta con Victoriano Huerta ha renunciado ya a la Presidencia de la
de
varios generales, haya un divisionario al que deban República. .. ya el Adalid Sonorense está a un paso nada más
oría los dem s gener ales. de la capital, sus esforzadas huestes se han batido bizarramente
estar sujetos por razón de categ �
parte la Patria tiene el deber de esum ular a �us Y han alcanzado un triunfo tras otro en una larga y refulgente
Por otra
cadena de batallas, han vencido mil dificultades; sin vías de
buenos servidores y es indiscutible que el General Villa comunicación; en jornadas penosísimas, ora a pie, ora a caballo
como Jefe del Ejército del Norte se ha hecho acreedor al
han domeñado las distancias; han carecido en ocasiones aun
ascenso a que nos referimos pues _ para ello �asta tene� en
consideración los triunfos obtenidos en Cmdad Juarez, fe _lo más indispensable, han atravesado la Sierra Madre hajo
ª incle mencia de todas las temperaturas. . . pero se acerca ya
Tierra Blanca, etc.»" e � término de tanta fatiga y el sabor del triunfo y la satisfac­
16
Luego siguen otras consideraciones y des1:més los _nombres
_ � n del deber cumplido harán olvidar tal cúmulo de penali-
de las brigadas, que son numerosas, y por ulumo las hrmas �e .ªdes: el general Obregón y sus huestes deben haberse sen­
los jefes entre las que están: José Isabel Robles, Rosal�o t do felices, su espíritu debe haberse llenado de la más sana
1
Hernández, Orestes Pereyra, Trinidad Rodríguez, Eugemo a egtía, .. sólo que ... ¡Oh desventura! tal momento de dicha
Aguirre Benavides, Severiano Ceniceros, Felipe Angeles y el era fugaz porque las noticias que llegaban de Chihuahua eran
Jefe del Estado Mayor: Manuel Medinaveitia ...
FRANCISCO VILLA A",TE LA HISTORIA 81

re
80 CELIA HERRER A
rsonalmente al frente de la División, o renuncia al mando
pavorosas: la División del Norte, con todo su poderío material ella. El señor Carranza, conciliador , le indica que no es con-
y con el poderío maligno que le pr.oporci<;maba una propagan­ ·eniente ni necesaria su renuncia, pero que acate sus órdenes
da solapada y criminal hecha a su alrededor, después de la � se hag a llegar el auxilio requerido. A la segunda negativa
toma de Zacatecas, se replegaba al Norte en abierta pugna �e Villa, el señor Carranza tiene con él una fuerte discusión
contra el Constitucionalismo... tal movimiento criminal se y le quita el mando de la División, ordenando sean llevados
venía encima y la magnitud de destrucción y de matanza se a su presencia siete de sus jefes para elegir sustituto.
preveía inconmensurable. . . ¡ Y así fue! Pero nuevamente los jefes y oficiales de ese cuerpo de
Un anhelo de paz se extendía por todos los ámbitos de la Ejército del Norte se d�i:1 cuenta del peligro que si�nifica el
patria, en el corazón de civiles y de combatientes, de niños y .
que se provoque la d�v�s1ón entre sus �uerzas. Los m1s �os ra­
_,
de adultos la aspiración única era el restablecimiento de la zonamientos que se h1c1eron cuando Villa de hecho ex1g10 el
paz, de que la matanza de hermanos contra hermanos termi­ mando en Torreón, se les presentan en esta ocasión. Se impone,
nara ya, de que con el restablecimiento del orden pudiera la pues, para tomar cualquier medida, terminar la campaña
Revolución Triunfante entregarse de lleno a las reformas so­ contra Huerta con la toma de Zacatecas .. Es ya el final ...
ciale� constitucionales que la habían originado ... Pero... será la última plaza . . . Y así, gracias a la coordinación de
¡Ah!. .. fue precisamente en ese momento cuando se desenca­ todos los jefes de la División del Norte se anulan las dificul­
denó, sin razón, ideal ni motivo, la más espantosa destrucción, tades y puesto que las necesidades de la guerra los obligó a
la más horrenda matanza que haya sufrido México, la que pa­ aceptar a Villa entre sus filas, con toda la repugnancia que
reció que habría de convertir en polvo a la Nación. siempre les había inspirado, avanzan sobre Zacatecas tan
pronto como llega de Parral la Brigada Juárez ... Y cae Zaca­
tecas después de 11 días de encarnizada lucha; son 15 000
ZACATECAS hombres los que atacan, las tropas de refresco se suceden; son
17 al 26 de junio de 1914 18 trenes los que apoyan la acción. Los residentes de la ciudad
de Zacatecas que pudieron salir, lo hicieron, porque compren­
11 000 huertistas la defendían al mando d� Medina Barrón, dían que el ataque iba a ser espantoso; los que permanecieron
los atacantes ascendían a 40 000. dentro cerraron sus casas "a piedra y lodo" y no abrían ni una
Todos los jefes constitucionalistas reconocieron a Don ventana como si fuera una ciudad deshabitada; los combatien­
Venustiano Carranza, cómo Primer Jefe del Ejército, pero tes que tuvieron que dormir en la ciudad fue ra de sus cuarteles
Francisco Villa desde su rápido encumbramiento a Jefe de la lo hicieron teniendo cerca de ellos multitud de cadáveres in­
División del Norte pronto dio señales de que habría de hacer sepultos. Pilas de cadáveres hubo que formar y prenderles fuego
uso de su jefatura para lanzarse contra el movimiento consti­ porque se temía que azotara una epidemia; en la noche sola­
tucionalista, o como suelen decir: contra Don Venustiano. El mente las llamaradas de la incineración de cadáveres ilumina­
9 de junio de 1914, los generales Natera y Arrieta atacan Za· ban la espantada ciudad. Pero fue el golpe final al huertismo:
ca.tecas, en poder de las fuerzas huertistas, y no logran tomarla. Huerta quedaba vencido y su renuncia a la Presidencia de la
Sus esfuerzos se estrellan ante el número de defensores. República (julio 15 de 1914) y su huída del país , no se hicieron
Avisado Don Venustiano, ordena a Villa, que era el jefe más esperar.
próximo al lugar de la acción, que envíe 5 000 hombres en Es verdaderamente doloroso considerar a lo que fue forza­
auxilio de los atacantes. Villa se niega, pretextando que está do el pueblo mexicano, convertido en ejército voluntario por
enfermo el general Robles, a quien piensa encomendar el man· la felonía de Victoriano Huerta. Las famosas batallas de To-
do de esa columna. Por último, declara que, o marcha él
r
83
82 CELI A HERRER A FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA
la Ciudad de México
el se�or
rreón y so bre todo l a de Zaca tecas, fueron verdaderas "c arnice­ Sabia salido también de t s h
,
b1 a SJ(lo
· . ' q e h st q ll s m omen
rí as", mat anzas de mexicanos contra mexic anos, en donde
Francisco
s Carba]· al u a a a ue o o a
nsecuen . a, e1
o
cientos o miles de federales ya vencidos fueron destrozados
e p <> ·tar io inter ino del Poder Ejecutivo y en co
d
o Obregón r ecibió la au
toridad política de manos
Si
c uando y a hu ían, muertos por la retagu ardia (Z acatecas).
genera-1 Alvar · o Fed e1·a1 ,·
Un general Buelna y los fam osos D orados, dejaron una ardo Iturbide• Gobernador de1 D 1·stnt
del seno r Edu entre ga de l a ciud d d<: Mé x�· co
masa informe de cadáveres: soldados rasos, oficiales, que apenas bos firmaron el acta de
a

se adivin a ban p or los unif ormes que sobresalí an y una c antid ad ida por 33 mil h ombres y el m � nal béhco
q estaba guarnec
a e
ai:e rante
efensa de la capital du
incalcul able de sol da deras, todos ametrallad os p or l a espalda " l·ente para ha ber hecho una d
SU fiC ·
mos J_• efes mi· ¡ 1tares _ qu_: �actarO 11
cuan do h uían p or una cañada que conducía al pueblo de Jlluchos días; pero en los mis _ , ana 1de� � e
la patnouca y h um�mt --
Guadalupe. la rendición prevaleció g , vita el s ac� il 100
Estas batallas fueron muy nombra das, porque con ellas m mie nt de
evitar mayor d
san re e r
ae consigo la
a o
acto s de crueld ad que tr
erra
quedó de finitivamente ve ncido Victorian o Huerta, pero no de vidas, evitar todos los
males.
fueron ba tall as que dieran gloria a los vencedores. guen-a: conjunto de todos los
Pero mientras gran parte de la Nació n esperaba el resurg 1-
fronterizos de Chihuahua
m1. ento de . la Patria, en los estados . co v·1 1 1a con
de Francis
Sonora la unión casi manifiesta ya
�a de
CRECE EL PELIGRO
) osé M�ía Maytorena, ech�ba pore pes1 tie?"ª tod espe ran
. mo a combatientes
a

Pero Francisco Villa, ad emás de su insu bordinación antes paz y llenaba de desesperacion y � .
m1s
rela tada, que cuest a a N atera y a Arrieta l a vida de centenares
m1e nto s.
y civiles enterados de los acontec1
de sus hombres, no se detiene allí, sino que ordena l a aprehen­
sión del Tesorero General y otros oficiales administrativ os del
Gobierno C onstituci onalista y se apodera de los fondos de la
REGOCIJO POPULAR
Tesorería.
re gocijo p opul ar era
A raíz de l a toma de Zacatecas, el
d l as gentes m� h u­
desbordante. En el campo y en l a ciuda
y a ellas se u ma la
TRIUNFA LA REVOLUCIÓN
(Agosto de 1914) mildes gritaban su alegría incontenible
t arios Y r elatos de
clase media ; en calles y plazas los come�
dos guerreros que
A mediados de 1914 renunció Victoriano Huerta a la Pre­ hechos h eroicos realizados po r l os imp rovisa
imos,_ infl amaban
sidencia d e México y h uyó a Esta dos Unid os . Con su huida habí an surgido, los más, de hogares modestís
s y amigos que los
renació la es pe ra nza en el ánimo de todos los mexic anos y se
de satisfacción el ánimo de sus familiare
a, alentad os p or _una
fortaleció el anhelo de una p ronta r econstrucción de la nación; habían visto partir a los campos de bat all
lugares de_ origen
se cre yó q ue allí ter minaría el martirio a que había sido some­ idea fija: vencer o morir. Volvían a sus
después de J ornadas
tida la Pa tria. P oc o más d e un añ o h abía logrado sost enerse el muchos de aquellos improvisados soldad os de
o caer en el campo
go bierno espurio d e Huerta y el Ejército Constitucionalista, penosísimas, tristes, porque h abí an vist llos c
chos d
el más numeroso y espontáneo ejé rcito que haya t enido Méxi­ batalla a m uch os compañeros; volvían mu
e e on

me di _ s a r; otros, muy m�l


co , recibía la capital de l a nación a mediados de agosto (1914) h uellas de h eridas en el cue rpo a o na
superando _ 1� tns-
y con su rendición se daba p or termina do el m ovimiento ar­ h eridos eran internados en sanatorios; pero
manos ongmaba,
mado. teza q ' 1a matanz a de hermanos contra her
ue
}"RANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 85
64 CELIA HERRERA
�o, n las má.s bellas canciones mexicanas. Las notas del vals
estaba la satisfacción enorme, inigualable, de haber hecho huir ")losalía", ejecutado hasta veinte veces consecutivas . (para sa-
de la patria a Victoriano Huerta. . Herrera) por tan excelente
osfacer el gusto del general Luis .
En Hidalgo del Parral los vencedores habían llevado co111 0 banda militar embelesaba a la c �ncurrenc_ia. Una �u1tttu . d
trofeo preciadísimo la Banda de Mú sica compuesta de 80 de señoritas portando macana y kepi, con traJe de dos piezas de
profesores, que habían arrebatado al ejército de Huerta en la gran saco tres cuartos y ancho cinturón de piel eran "los po­
batalla de Paredón; los parralenses disfrutaban de las audici o­
licías": ellas se pasaron la mayor parte de la tarde corrien�o
nes cle tan magnífico co njunto en las diversas platas de la tre los surcos y las hortalizas tras del general Maclov10
por en
pequeña, laboriosa ciudad, a diferentes horas del día: los 80 Her rera, . .
hasta hacer1o pns1onero y encerrar1o en 1a "c árcel"
profesores se ganaron la más franca simpatía del pueblo a en donde permanecía s ólo unos in stante s porque pronto con
la que correspondían haciendo vibrar todos los ámbitos de la golpe ar las endebles paredes de madera el pri�� onero obte�ía
ciudad con los sones guerreros de aquella epopeya: "La Adeli­ su libertad y volvían las carreras y la persecuc10n entre gntos
ta" ... "La Valentina" ... sones que en la excelente ejecución y exclamaciones de júbilo casi infantil de la sencilla y honesta
de tan numeroso conjunto adquirían una categoría nunca ima­ sociedad parralense que en aquella "Jamaica", como en cual­
ginada. quier otra reunión dejaba desbordar la íntima felicidad q u e
Guitarras y violines callejeros, la s murgas todas y los "te­ cada uno de sus miembros sentía por los sucesos notables del
nores" populares entonaban el popurrí que se formaba con paí s. que se comentaban libremente, a voz en cuello, en cual­
la emotiva mezcla de sones, valses y polkas populares. quier sitio, eran sucesos que estremecían de felicidad: la �mída
.
de Victoriano Huerta del país, el triunfo de la Revoluc10n, el
retorno a sus hogares de aquellos improvisados guerreros .. .
VERBENAS ... MúSICA ... JúBILO DESBORDADO se creía. . . se soñaba . .. ¡qué la guerra allí terminaría! ...
Súbitamente el general Maclovio suspendió su juego, su
Era el mes de agosto de 1914. En Hidalgo del Parrai la broma, y aislándose, sentado en una banca permaneció largo
Junta Patriótica, bajo la presidencia de don Rafael Tarín rato, silencioso... ¡ la realidad sombría. . . pavorosa... de la
org�nizaba festivales para allegarse fondos para las fiestas de situación que él adivinaba, que él ya esperaba, nulificaba
septiembre. Una de tales fiestas fue una "Jamaica" (años des­ la justa alegría que sólo momentáneamente saborearon aquellos
pués a este tipo de fiesta se le llamó kermesse), en la entonces esforzados, heroicos revolucionarios!
bell � :8uerta de Botello; bajo sus frondas la siempre alegre y
_
bulhc10sa sooedad parra!ense improvisó puestos profusamente
ado�nados en donde vendían confetti, serpentinas, refrescos,
mene1:das, etcétera. Había también un "telégrafo" y niñas SE ACERCA LA TRAIClóN
mensat:ªs que entregaban los telegramas llenos de piropos
, Era la Brigada Beni to Juárcz la que guarnecía Parral; sus
que dmg1an los varones a las clamas; había también señoritas
jefes, Madovio y Luis Herrera participaban de aquella alegría
perfectamente ataviadas de "gitanas" (éstas entre su atavío
llevaban pieles de víboras de cascabel ceñidas al talle), gitanas que llenaba la ciudad; pero en silencio, en el fondo de su
espíritu, aquella alegría estm·o, en el mismo momento del
que mediante el pago correspondiente decían "la buena ven·
triunfo, ensombrecida por la actitud que anticipadamente se
tura" a la mayoría de los concurrentes. La banda militar con
sus 80 profesores amenizaba la fiesta: cientos de parejas se advirtió en Franci sco Villa.
entregaron al baile jubilosamente, otras cantaban a todo pul-
86 CELIA HERRERA FRANCISCO . VILLA ANTE LA HISTO�IA 87
También Francisco Villa advirtió que su actitud no iba a
\ ,
orque el triunfo l� había decidido un "�allo pelón" que del
ser secundada por la Brigada Juárez y después de hacer muchos �ontón había escogido el general Maclovio, cuya buena suerte
esfuerzos para ganarse la voluntad de los jefes Herrera, en­
comentaba todo Parral en el atardecer de ese domingo, con
viando mensajeros ante ellos con proposiciones halagadoras
el júbilo ingenuo del pueblo.
para mentes codiciosas, con las que siempre fracasó, decidió ir Pocos días después pasó Tomás Urbina, también en tren
él personalmente a Parral a probar su propia suerte ante los peci al, de la ciu��d de Chihú� hua rumbo a R<?sario y Las
es
jefes de la Brigada Juárez. �ieves. El tren militar se aproximaba a Parral y �e su paso
no había recibido ningún aviso el general Maclov10, por lo
que al darse cuenta de su proximidad supuso que aq�el mo­
vimiento ya sería en plan de guerra y en consecuencia, con
UN GALLO PELóN...
una rapidez extraordinaria mandó emplazar su artillería por
el rumbo del Ptesón de San Rafael y en el mismo rumbo hizo
Un domingo, a principios de septiembre de 1914, inespe• fortificar su infantería ... de un momento a otro se esp�raba
radamente, en tren· especial, llega Villa a Parral. Con excep­ ya el choque, dadas las -circu�stancias ante_r�ores y la situación .
ción de Tomás Urbina todos. sus "puntales" vienen con él y tan tensa.. . Pero no fue asi: el tren militar abarrotado de
a todos se les sirve la comida en el domicilio del general soldados, disminuyó su velocidad al entrar en la curva del
Maclovio Herrera. En · ella Villa está muy locuaz, de muy Presón, por lo que la gente de la Brigada Juárez _rerm�neció
buen humor, haciendo recuerdos dé los incidentes de la en suspenso y el tren pasó sin que se escuchara m el disparo
lucha,. pero sin fijar la mirada en nada ni en nadie, mi­ de un fusil. . . Cambiado ya también el · ánimo_ del general
rando de reojo a medida que suelta con rapidez un to­ Maclovio, se dirigió solo, a pie, a la estación y se plantó frente
rrente de palabras. . . De pronto cambia el tema d e la al tren en medio de la vía, haciendo señales con su sombrero
conversación, cambia el tono de la voz y de pl�no toca que sostenía en la mano derecha tratando de detener
el punto de su decisión �e avanzar en pla.,n de guerra _ el con­
�qy ... El maquinista, que reconoció a Herrera, hizo esfu�r­
hacia 'el sur. . . semblantea a los hermanos Herrera, quie­ zos inauditos para "amarrar" la locomotora, logrando por fm
ne; permanecen impasibles, silenciosos. . . al cabo de una hacerlo. El general Maclovio subió al carro en donde iba Ur­
pausa Villa les propone, entre otras ofertas: "ordenar que les bina con su Estado Mayor, quienes, sorprendidos, ni siquiera
sean escrituradas la o las haciendas que ellos escojan_.. ." a lo dejaron sus asientos y el jefe de la Brigada Juárez se dirigió a
que inmediatamente cont�sta el general Luis Herrera ... ellos haciéndoles ver lo que iba· a significar para el país el mo­
"¡No! . . . no piense usted en eso ... · esas haciendas están inter­ vimiento criminal de Villa, que se iba a traicionar al Consti­
venidas, pero tienen sus propietarios y nosotros no hemos en• tuc ionalismo, que aquella traición iba a envolver al país otra
trado a la Revolución con el fin de enriquecernos con los vez en una matanza fratricida ... Urbina y los suyos lo escu­
bienes de los vencidos, como lo hicieron los porfiristas ..." charon sin pronunciar palabra, sin, hacer el menor movimien­
Siente Villa la firmeza de la contest�ción y pronto d a otro giro to.. .' Minutos después el general Herrera descendió del tren
a la conversación, vuelve a la broma, no le queda más que y éste reanudó su marcha hacia Rosario. .. (Quizás alguno de
decir, se remolinea en el asiento, se termina la comida y salen aquellos razonamientos quedaría grabado en la mente de To­
todos para dirigirse a la plaza de gallos cuyas "peleas" eran tnás Urbina, porque meses después, cuando en compañía de
entonces la diversión preferida de los hombres de Parral, do­ Manuel Chao atacó El Ébano, se dijq que trataba de pasarse
mingo a domingo. Tampoco en las apuestas tuvo fortuna Villa al lado carrancista) -sus ataques a El Ébano fueron siempre
ese domingo y con rabia mal disimulada, hubo qe retirarse infructuosos- y en septiembre de 1915, cuando finalizaba el
88 CELIA HERRERA FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 89
empuje arrollador de las fuerzas del general Obregón en aque­ un en acciones en que él no había tomado parte directa o aun
lla serie ininterrumpida de derrotas sobre el villismo, con toda :n aquellas en que había sido derrotado. Y tal fue la novele­
premeditación tomó buena delantera Villa para llegar a Las ría que creó la prensa norteamericana alrededor de Villa, que
Nieves, Durango, y asesinar a su compadre Urbina, como se éste acabó por creerla y hasta se dijo entonces que enviados de
relatará en páginas posteriores. periódicos de Nueva York le habían pedido su opinión acerca
Inmediatamente después de la toma de Zacatecas, Villa de la estrategia alemana en la batalla del Mame, y Villa
trata de dirigirse a México. Intenta, como parecen indicarlo contest ó condenándola y sus palabras fueron conocidas en todo
los sucesos alrededor de la toma de Zacatecas, oponer la fuerza Es ta dos U nidos.
de la División del Norte al prestigio del Constitucionalismo. En todo el Estado de Chihuahua esa preponderancia del
Hechos posteriores lo confirman. El señor Carranza detiene nombre de Villa fue total porque a ella contribuían solapa­
aquel viaje impidiendo que le pasen carbón y municiones. damente los que se anticipaban a usar de ella en beneficio
Villa regresa a Chihuahua. propio, Felipe Angeles principalmente, cuya influencia al lado
de Villa en el momento en que éste avanzó al sur en son de
guerra contra el Constitucionalismo, fue decisiva. Las clases
del pueblo más modestas y las más bajas, principalmente, es­
GUILLERMO BENTON
taban sobrecogidas de aquella admiración hacia Villa, por
aquella propaganda tan intensa, pues ningún nombre se oía
Los asesinatos de Cosme Bengoechea, Clemente Navarro, sonar en todo el estado de Chihuahua, más que el de Villa y
Dámaso Perea, Conrado Alcalá y otros acaecidos misteriosa­ el movimiento terrible de trenes militares abarrotados de sol­
mente en la zona comandada por Villa, constituían serios dados contribuía a que su fuerza y poderío se pensara in­
problemas sobre la dirección general del movimiento, princi­ destructible ... apenas cuando empezaron a llegar a la ciudad
palmente el asesinato del inglés Guillermo Benton, asesinado de Chihuahua trenes en cuyos vagones se leía: "Primera Jefa­
personalmente por Villa en el momento en que aquel se tura".. . "Ejército Constitucionalista" ... se pensó en la exis­
presentó a reclamar que le habían robado fuertes partidas de tencia de otros personajes, de otros jefes militares y civiles y
ganado. Eran los años en que cualquier ataque a ciudadanos algunos sectores de la opinión tuvieron otra idea de la situa­
extranjeros se tomaba como pretex.to intervencionista. Todos ción general del país.
estos actos habían ya provocado los primeros distanciamientos
entre Villa y el señor Carranza. Este último hace grandes es· En Sonora el gobernador Maytorena asume una actitud
iuerzos para calmar la inquietud que ya reinaba en la opinión francamente rebelde, pretextando que el coronel Plutarco Elías
nacional y extranjera, con la preponderancia de Villa en el Calles, comandante militar en Sonora, es hostil a su gobierno,
Norte. Para destruir este pretexto es nombrado en su lugar el general
A esa preponderancia contribuyó grandemente la prensa Benjamín G. Hill, amigo de Maytorena. Don Venustiano Ca­
de los Estados Unidos, en donde les parecía muy gracioso que rranza queriendo consolidar el ejército por medio de la ar­
el Napoleón-Bandido (como le llamaban allá), un hombre mo nía , comisiona a los generales Obregón y Villa, dándoles
fuera de la ley, peleara por la legalidad. La prensa de Estados
amplias facultades para que procuren un aneglo pacífico en
Unidos, que necesita dar a sus lectores diariamente algo de Sonora, evitando choques entre la gente de Maytorena y la de
"aventura··, de "romance" tomó al Napoleón,-Bandido como Eií as Calles. Llega a Chihuahua el general Obregón y en
al héroe obligado en todos sus relato� lo retrataban y publi­ co mpañía de Villa van a Sonora y tienen un arreglo con May­
torena, mismo que se hace constar en un acta levantada con
Gtban sus fotografías de mil maneras e incluían su nombre
90 CELIA HERRERA

fecha 29 de agosto de 1914 en Nogales, Sonora; acta que firman


Obregón, Villa, Maytorena, José María Acosta y Luis Aguirre
Benavides. El arreglo consiste en que Maytorena quede como
gobernador del Estado y comandante militar, que deponga su
actitud y reconozca como jefe de la jurisdicción militar al
general Obregón (comandante de la División del Noroeste),
retirándose el coronel Elías Calles de Sonora. Maytorena no
cumple lo convenido y desconoce la autoridad militar de Obre­ SEGUNDA VISITA DE OBREGóN
gón haciendo que lo injurien sus subalternos. Obregón y Villa A CHIHUAHUA
nulifiean lo pactado y acuerdan que Villa amenace batir a (Septiembre de 1914)
Maytorena, si mantiene su insubordinación. Villa, q ue en rea­
lidad está de acuerdo con Maytorena, trata de tender una Dejemos qut. :1os relate el propio general Obregón cómo
celada a Hill, a quien ordena que, de conformidad con indi­ estuv? lo d� su st�unda visita a Chihuahua, viaje al que se
caciones del general Obregón, debe dirigirse con sus fuerzas a opoma termmanten•ente el señor Carranza, quien considerába
Chihuahua, donde se encuentra la División del Norte. Hill que toda esperanza de que Villa depusiera su actitud estaba
le contesta que no atenderá más órdenes que las del general perdida.
_ <?tros amigos del general Obregón también le acon­
Alvaro Obregón y entonces Villa manda fuerzas de Chihuahua seJaban vivamente que no volviera a Chihuahua porque iSe•
a Sonora a combatir a Hill, en vez de a Maytorena, como había gu :aban qu� Villa lo asesinaría; pero Obregón, que también
prometido. ve1a la realidad de tener que batir al jefe de la División del
Maytorena, ya en franca rebeldía y traicionando todos los Norte, dijo que si era él quien iba a pelear contra Villa, tenía
acuerdos, procede a la aprehensión de connotados jefes revo­ que conocer a qué clase de enemigo iba a enfrentarse.
lucionarios como Salvador Alvarado y hasta civiles que erán Obregón dice así:
abiertamente adictos a la Revolución. Más aún: abre las puer•
tas de la prisión a miles de prisioneros del ejército huertista "Al entrar en la habitación en que Villa se encontraba, ,
que estaban detenidos en Hermosillo y los da de alta con él, éste se levantó de su asiento, sin ocultar su indignación,
reconociéndoles sus grados que tenían como huertistas. y desde luego me dijo:
-El gener-al Hill está creyendo que conmigo va a
.
Jugar ... Es usted un traidor a quien voy a mandar pasar
por las armas en este momento ... Y dirigiéndose ent9n­
ces a su secretario, señor Aguirre Benavidu, que estaba
en la pieza contigµa presenciando estos hecb os, le dijo:
-Telegrafíe usted al general Hill, en nombre de
Obregón, que salga inmediatamente para Casas Grandes.
Luego se dirigió nuevamente a mí y me preguntó:
-¿Pasamos este telegrama?
A lo que contesté:
-Pueden pasarlo.
[91]
92 CELIA HERRERA

En seguida de obtener mi respuesta, Villa se dirigió a


FRAl',CISCO VILLA ANTE LA HISTOIUA 93
uno de sus escribientes, ordenándole: La f uria de aquel hombre lo estaba haciendo perder
�Pida por teléfono veinte hombres de la escolta de 1 co nt rol de sus nervios, y a cada momento hacía movi­
"Dorados", al mando del mayor Cañedo, para fusilar a �ien tos que denunciaban su excitación.
este traidor. A mí no me quedaba más recurso que llevar al ánimo
Entonces me dirigí a Villa diciéndole: de Vill a la idea de que me causaría un bien con asesi•
-Desde que puse mi vida al servicio de la Revolución, n arme, y con este propósito, cada vez que él me decía:
he considerado que será una fortuna para mí perderla. -Ahorita lo voy a fusilar -yo le contestaba:
Aguirre Benavides, que había previsto los aconteci­ -A mí, personalmente, me hace un bien, porque con
mientos, había llamado violentamente al general Madero, esa muerte me van a dar una personalidad que no tengo,
y éste se encontraba ya también en la pieza contigua. y el único perjudicado en este caso será usted.
dándose cuenta de los hechos relatados. La escolta había llegado ya.
A propósito del mayor Cañedo, que debía mandar la A mis oficiales los tenían detenidos en la pieza que
escolta para mi ejecución, debo consignar que, anterior­ se me había preparado como recámara, y sólo faltaba la
mente había pertenecido al Cuerpo de Ejército de mi última palabra de Villa.
mando, del que, por disposición mía, fue dado de baja, Éste continuaba a mi lado, paseándose por la pieza,
expulsándolo de Sonora, por indigno de pertenecer a cuando repentinamente se separó dirigiéndose hacia el
nuestro ejército. interior de la casa. Al cuarto contiguo, donde se encon­
En los m, ,mentos en que yo replicaba al amago de traban al principio Aguirre Benavides y el general Ma­
Villa, y cuam lo quizás estuve en peligro de ser asesinado dero, habían llegado Fierro y algunos otros satélites de
por él mismo como en muchos casos llegó a hacerlo con Villa, de los que -como Fierro- se distinguieron siempre
otros, se intn dujo en la pieza contigua el llamado gene­ por su afición al crimen.
ral � doctor Felipe Dussart -individuo a quien yo en El tiempo transcurría y nuestra situación no variaba
Sonora había destituido de nuestras filas, por indigno de en nada. Cuando todo estaba listo para nuestra ejecución,
pertenecer , l Ejército Constitucionalista-, quien hacien­ llegó el agente especial del gobierno de los Estados Uni­
do a Villa una señal, empezó a aplaudirlo, dando algunos dos, míster Canova, seguramente con intención de entre­
saltos, para demostrar su regocijo por mi próxima eje­ vistar a Villa, pero tuvo que regresarse sin hacerlo, porque
cución, y exclamando: no le permitieron franquear la puerta de entrada. La
-¡Bravo, bravo, mi general ... 1 Así se necesita que noticia de la orden para nuestro fusilamiento había cun­
obre usted. dido ya por toda la ciudad, y grupos de curiosos se reunían
Fue tal la indignación que Villa experimentó contra en los contornos de la casa de Villa para presenciar las
aquel ser despreciable que iba a festejarse con mi eje­ ejecuciones.
cución, que llevó sobre él su furia, diciéndole: Había transcurrido una hora, cuando Villa hizo re­
-¡Largo de aquí, bribón, fantoche!, ¡porque lo corro tirar la escolta y levantar la guardia que teníamos a la
a patadas! puerta.
Mientras se registraba aquel sainete entre Villa y Como a las 18:30 horas, entró en la pieza y, tomando
Dussart, yo continuaba paseando a lo largo del cuarto. asiento, me invitó a que me sentara a su lado.
Cuando lo hubo lanzado fuera, volvió a mi compañía Nunca había estado yo más consecuente en atender
y los dos seguimos dando vueltas por la pieza. Una invitación. Enseguida tomé asiento en el sofá que
Villa me señaló al invitarme.
94 CELIA HERRERA FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 95
Villa, con una emoción que cualquiera hubiera creído reparó para demostrar a Obregón la potencia de dicho ejér­
real, en tono compungido, me dijo: �it o. El desfile duró tres horas, pues se hizo con impresionante
-Francisco Villa no es un traidor; Francisco Villa no Jen titu<l, pero la misma lentitud ·permitió a Obregón llevar
mata a hombres indefensos, y menos a ti, compañerito, una cuenta casi precisa del número de hombres de caballería
que eres huésped mío. Yo te voy a probar que Pancho que eran alrededor de 6 000 así como de la artillería allí pre­
Villa es hombre, y si Carranza no lo respeta, sabrá cum. sente, consistente en 43 cañones.
plir con los deberes de la Patria. El día 21 (después del intento de fusilamiento), salió
Aquella emoción tan bien fingida continuó en cre­ Ob reg ón de regreso a México, acompañado por el coronel
ciente, hasta que el llanto apagó su voz por completo, Roque González Garza; pero antes había ordenado Villa la
siguiéndose a esto un silencio prolongado, el que vin o salida de un tren militar al mando de su general Almanza
a turbar un mozo, que de improviso entró en la habita­ con órdenes personales de detener su tren en el camino, esperar
ción y dijo: al de Obregón, detenerlo y asesinarlo con todo su Estado Mayor
-Ya está la cena. y la escolta que los acompañaban.
Villa se levantó y, enjugando su llanto, me dijo:
-Vente a cenar, compañerito, que ya todo pasó ...
Confieso que yo no participaba de la opinión de Villa
de que todo había pasado, pues en mí no sucedía lo LA ESTRELLA DE OBREGóN
mismo, porque el miedo ni siquiera empezaba a declinar.
Inmediatamente después de la cena, los oficiales co­ Sucedió que el tren de Almanza tuvo que detenerse para
misionados por la mañana de ese día para preparar el enfriar sus chumaceras y allí lo alcanzó el tren de Obregón y
baile, y que habían sido ya puestos en libertad, así como lo pasó y de ello no se enteró Almanza porque en ese momento
los que formaban la comisión de recepción, se trasladaron estaba dormido y nada más él sabía las órdenes que llevaba
al salón del Teatro de los Héroes, para que princip_iara de Villa.
la fiesta. Cuando despertó le informaron que otro tren los había
Villa se excusó de asistir al baile, diciendo estar in­ ad elantado y entonces telegrafió a Villa pidiéndole ordenara
dispuesto, y yo me presenté en el teatro a las nueve de se regresara ese tren para poder ejecutar sus órdenes. Así lo
la noche. hizo Villa y Obregón que ya había llegado a la estación Co­
La fiesta estuvo muy animada, y bailamos hasta la� rr alitos, comprendió lo que le esperaba porque se enteró que
primeras horas de la mañana del siguiente día. el tren de Almanza se aproximaba, y saltó a tierra ordenando
La mayor parte de los concurrentes estaba al tanto de fueran rotas las líneas telegráficas y que se apresara al tele­
los acontecimientos que habían tenido lugar durante la grafista, único individuo que se encontraba en la estación;
tarde, y se formaban mil conjeturas al vernos entregados J>ero al ir a aprehenderlo éste estaba recibiendo otro mensaje
al baile sin hacer ningunos comentarios." de Villa autorizando que el tren de Obregón siguiera adelante,
Orden a la que se vio forzado Villa porque los generales Aguirre
El general Obregón había llegado a Chihuahua el 16 de Benavides y Robles que estaban en Torreón estuvieron pen­
septiembre de 1914 y en compañía de Villa había presenciado dientes de ese viaje, ya que antes de salir estos jefes de Chi­
desde el balcón del Palacio de Gobierno el desfile de las huahua le manifestaron que ellos lo abandonarían y lo batirían
caballerías de la División del Norte que intencionalmente se Con sus fuerzas si él no respetaba la vida de Obregón. Todavía,
'
,,

1
1
L
I
1
Sentados: Lic. Jesús Acuña, Manuel Chao, Don Venustiano Carranza,
1 Maclovio Herrera y Jacinto V. Treviño. Entre los de pie están: a la de­
1
1 recha del señor Carranza, Luis Herrera, a la izquierda, Julio Madero,
1 Trinidad Rodríguez, Ramón Domínguez, Sóstenes Garza, Coronel
I
I
Bujanda, Mayor Ernesto García, Lic. Gustavo Espinoza Mireles, Jesús
Vaidez Leal (telegrafista del Sr. Carranza), Gustavo Salinas G., Sr.
Cu tiérrez (ferrocarrilero), Adán Galindo, Sr. Dávila, Parral, Chih.,
agosto 1913.
1
'
f

General Manuel Sobano, Mayor Francisco Valladares bajo la s


muerto en la defensa de órdenes del General Maclovio He·
Parral el 8 de julio de 1917 rrera en sus últimos días en Nuevo
(on ejemplo de pundonor Laredo, Tams. Presenció la discU·
y de valor). sión entre Antonio l. vmarre al,
quien auguraba el triunfo de l
villismo, y el General Herre ra,
quien sin sombra de duda aseg u·
raba la victoria para el Constitucio­
nalismo. . . ¡La discusión fue aes·
torada. .. violenta ... !
I

FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 97

cJespués del asesinato frustrado en Corralitos, dio Villa una nne­


\'ll orden al jefe militar en Gómez Palacio, Durango, de que ni
uegar Obregón y sus oficiales los fusilara y en esta estación
estaba una fuerte escolta, pero el jefe que subió al tren !le
encon u·ó con los oficiales de Aguirre Beoavides y Robles, con
quien es habló y bajando luego del tren, se retiró con i;us
hombres.
Obregón siguió su viaje de regreso a la capital por Zaca­
te cas, porque tenía interés de pulsar el :ínirno del general
pánfilo Natera y tratar de inclinarlo a iavor del Constitucio­
nalismo, lo que no logró, pues también Natera estaba decidi­
do a seguir a Villa.

EL CAOS
(Y se pasó de ]a luz a las tinieblas)
Al hui1 Victoriano Hue1ta del país, como c;i una enorme
ave negra hubiese soltado de sus garras el espíriLU martirizado
de la Patria, se extendió pleno de esperanzas un horizonte de
paz, repitiéndose al fin el día bíblico en que después de 40
días y 40 noches de horror y devastación por el diluvio,
brillara el arco iris. La Patria estrujada, llena de sufrimientos,
de amarguras y de dolores infinitos, que había €sperado cru­
zara su cielo la paloma portadora de la rama de olivo, símbolo
de paz, ve dibujarse una nueva ave negra, sedienta de sangre,
que revolotea hambrienta, para clavar sus garras en su co­
razón.
Esa ave negra es Francisco Villa, el que no comprendió
nunca el libertador impulso del campesino al empuñar
el fusil ... Esa ave negra es Francisco Villa, el insaciable, el
t�aidor a los principios del pueblo que había ofrendado su
\'Je.la por un ideal ... .Era Francisco Vil1a, el "revolucionario''
sin convicciones, ni principios, sin na<la... Era Doroteo Arango,
el vagabundo de la serr::inía, el ladrón de ganado mezclado a )a
fllltltitud de luchadores por principios, el bandolero analfa­
beto que al fragor de la I ucha se había conve1tido en general
"(¡ue lo �eguía un ejército; pero era el mismo, impulsado por
la pasión perversa, por el odio, sin tjmón, sin bandera, sin
98 CELIA HERRERA

princ1p1os ... él no puede refrenar sus instintos rebosantes de FRANCISCO VILLA ANTE LA IIJSTORIA 99
sangre y de maldad; él no puede gozar la tranquilidad después
de la victoria, porque sus deseos no están ni estarán jamás permita que volvamos a pelear con nuestros hermanos.
satisfechos, como están ya cumplidas las primeras aspiraciones Yo propongo a usted, y conmigo todos los jefes y oficiales
de la Revolución ... la monstruosidad de su soberbia, su de mi brigada, que 110s retiremos LOdos a la vida privada,
ambición sin límites no le permitirán jamás escuchar la VOL antes que llevar a la deshonra y desprestigio a la heroica
angustio�a de la Patria que, anhelante de paz, grita a sus División del Norte. Tenga usted presente que yo no
oídos : ¡Detente! 11evaré más a la muerte a mis soldados, que en este caso
Vano� son todos los esfuerzos que en mensajes diversos son inocentes; no, es preferible que antes de hacer esto,
�on enviados a Villa. De Parral, el jefe de la Brigada Benito nos retiremos todos los generales y dem,ís jetes que niili­
.J uárez, general Maclovio Herrera, le telegrafía con fecha 2fi tamos en 1a División <le! Nonc; de lo contrario, ni somo,
de septiembre de 1914: mexicanos, ni tenemos derecho a <le, ir que somos patrio­
tas. .Espero que, dando usted unn muestra ele patriotii1mo
"En nombre de los oficiales y tropa que componen
manclc suspender todo movimiento sobre nuestros Iier­
mi brigada, lo exhorto a que en nombre del patriotismo,
manos del Sur y nos entendamos con ellos por medio de
en recuerdo de toda la sangre derramada desista de su
Ja ra1ón, pues de Jo contra1 io a mí. junto con 1ocJo,; mis
actitud. Sea usted un buen mexicano, un patriota, y sa­
hombr�. nos borra mtcd del e-;calaíó11 del .Ejército Cons­
crifique toda la humillación qt1e dice haber recibido de
titucíonaJista, porque YC!,tido de luto, rnn todo� cllós.
parte del Primer Jefe en bien de la Patria. Es preferible
me remonta1·é a una !-.ÍCITa y allí lloraremos juntos la
que haciendo un esfuerzo supremo, le diga usted al señor
desventura de 1mcslra Patria que1jda."
Carranza que reciba la División de su mando, que usted
se retira a la vida privada. En nombre de todo lo bueno El padre de los general es i\ladovio y Lui!, Herrera, Don
y lo noble que en el mundo existe y que a mí me faltan José de la Luz, decide salir a ChiJ1uahua creyendo que con Ja-..
palabras para expresarlo, yo lo exhorto para que desista rnzoncs que él expondrá pen,onalmemc a Villa Jo har,i <lc­
de esa actitud propia solamente de los Elizondos, los poner su actitud de insubor<l.inación. Mm.has veces ha hablado
Santanas y los Orozcos, pero jamás de patriotas constitu· l�n él. Es Don José de Ja Lu1. un viejo campesino c1uc en su
cional istas." vida en el campo en mud1as ocasiones ha tenido que vérsela:,
con malhechores <le diversos tamaíios. No les teme , C'i en <:I Jl,l·
Y no es que el general Herrera desconozca que Francisto
tura} externar las opiniones que nacen ele su esp ititu limpio,
Villa sea incapaz de posponer su ambición personal al interés leaJ y recto, en tono del viejo tiue aconseja el buen camino
de la nación; es un esfuerzo el suyo que de antemano sab e
perdido; pero considera un deber ineludible tratar de detener
ª l os jóvenes que siempre lo han cs c.:uchado respetuosos, sol�1 t
el torrente de sangre que se desencadena; no quiere luchar t�idos con su presencia que cn<.arna la respetabil1dacl. Va :i
�1huah ua, 1abJa con Villa, ex a
contra sus compañeros de armas sin antes intentar que corn· ! u c de su_ i11tcligencia lodo,
_
OS razona01Jentos que c.01btclcra
prenda la monstruosidad de aquel movimiento que no tiene den mc1or result:1clo para
ain
� ! • iar la actitud criminal de :H[Ucl jefe. l'.'.ntrc otra<; rns:1s
bandera ni principios ... Todavía el 27 de septiembre le tele·
e dice:
grafía de Parral:
"Confirmo en todas sus partes mi mensaje de ayer " ...el destino es generoso cou usted; lo ha < oloc:ido en u 11
para insistirlc una vez más en que no quiero que us ted lu gar en que tan sólo hace falta \11 voluntad para ckg11
entre dos caminos opuestos ... usted p:t�:'lr.i :i l;1 hi\toria
co mo un hombre excepcional ... es é�Lc el momento que
100 CELIA HERRERA 101
FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA
se le presenta para que su vida primera quede olvi.
la nación lágrimas de sangre, pero que muy pronto
dada ..."
ª
seria vencido porque si no era hombre, menos era mili­
Todo fue en vano, inútiles Lodas las tentativas para q e ta r - • · que la brigada Juárez no secundaba bandidos ..."
aquel ho1�1�re desistiera de su cmpefio de l anzarse a aque� Este tele grama fue recibido por �l secret�io de �illa q_uc
�uch � -�stcnl que no t<:nía más propósito (para él), que s� o era entonces Luis Aguirre Benav1des (Lu1S1to), qmen coro­
a1�1b1c1on ) su pers o�al1smo, que no tenía más origen que e l J diendo el peligro que aquello representaba para Don José
_
n�tsmo que lo prcetpttarn a su desconocimiento de Don Fra1. �:fa Luz, y aprovechando la �usencia �omentánea de Villa de
cisco I. Madero en Ciudad Juircz, Chihuahua; a su Iuch� casa. acompañado del senor Enrique Pérez Rul fue en
c �n lr� Pascu�� Or?zco, a su unión con los ejércitos que corn :usca del señor Herrera a quien mostraron el telegrama de
_
b,LLI�rnn a \ 1ctonano Huerta. En cuanto a los que estaban su hijo ... Con toda calma Sf_! en��ró de su contenido Don José
deLras ele él, s61o que1�í.m ver realizadas sus ambiciones pei­ de la Luz y como comentario d1Jo solamente:
son�tles. sobre Lod_o Felipe Angeles, que vio aquel movimiento -¡Ah, qué mi hijo, tan hombre ...1
._
como su opo1turndad para llegar a ser Presidente de México. Aguirre Benavides y Pérez Rul le h�c1eron ver el peligro
.
Y se prolongó la lucha, clcgcnerán<lola, convirtiéndola en que corría su vida si permanecía en Chihuahua y le mstaron
u1�a ansia insaciable de maw1 ... matar ... Seguido de veinte a que se fuera a Parral lo más pronto posible, cosa que se
mil hombres Villa traiciona a la Rc\'olución, viró hacia sus logró, regresando con los haberes que para la Brigada había
�-iejos
-
instintos�<:bandolero de caminos. de capitán de foia­ ido a gestionar a Chihuahua.
J1dos ... a !>U HCJO afán de quebrantar la ley )' el orden ... (Cabe hacer mención aquí que los secretarios que Villa
y el porfirismo, el cientificismo, el huertismo, el orozquismo, tuvo, fueron: Luis Aguirre Benavídes, hasta enero de 1915;
todos los "ismos" que derrotados y rencorosos se enconu·a9an después fue Enrique Pérez Rul y por último, ya amnistiado
en los Estados Unidos, aplaudieron su movimiento, todos lo� Villa en Canutillo, fue su secretario Miguel Trillo. Esta acla­
elemeqLos bien conocidos en la historia de México por enemi• ración deshace la mentira de Martín Luis Guzmán que en
gos de las libertades del pueblo respaldaron a Francisco Villa sus escritos y relatos se hace aparecer como su secretario a raí1.
seguros de que con el poderío de 1a División del Norte vol­ de consumada la traición de éste hacia el Constitucionalismo).
vería al poder la fuerza política que la Revolución habfo Y días después, estanao Villa en Jiménez y Maclovio H�­
destrozado. .. Viró Francisco Villa hacia el Doroteo Arango, ) trera en Parral, sostienen una conferencia telegráfica a través
viraron con él todos sus generales ... menos uno: de los telégrafos de los ferrocarriles. Tirado de espaldas so�re
_
Una mesa de la oficina, el general Herrera dicta al telegraf 1sta
Maclovio Hen-era: este jefe, sin esperar a que don José de señor Monsivais, frases durísimas para Francisco Villa recor­
la Luz regresara de Chihuahua, ) desoyendo las insinuaciones <Undole l as ocasiones en que por cobarde ha huido de diversos
de todos sus hermanos que le hadan ver el peligro en que se combates y que sólo la voz aduladora de quienes lo rodean lo
encontraba su padre, contestándoles: han hecho creerse un "genio de la guerra" sin siquicia enLcn­
-¡ Pues si papá es tan hombre que se las espante co rno �er la burla que encierra el calificativo que le han ciado de
pueda! ... -y envía de Parral a Villa un telegrama contenido Napole ón-Bandido". El azorado empleado de telégrafos trans­
en 11 pliegos, en que le hace saber abiertamente: ltlite estas frases inmediatamente ... y Villa contesta de Jimé­
nez ...
"Que la brigada Juárez continúa y continuará sien1pre
so steniendo a la Revolución ... que puesto que no había -cálmese, cálmese caporal; no se violente . .. no es que yo
quiera derramar, etcétera -por lo que el general Herre-
manera de contenerlo, se lanzara a la lucha que costai ía
102 CELIA HERRERA FRANCISCO VILLA ANTE V\ HISTORT \ 103

ra le propone que pr uebe sus palabras resolviendo el mom e El general comandante de la brigada
to en un encuentro entre Villa y 50 de sus hombres y él n. "Benito Juárez",
otros 5 0, diciéndole que lo espera en Ja estación Doradocoa Maclovio Herrera
_
pero Villa ya no contesta ...
Agotados todos los razonamientos que Madovio HeT!"era General brigadier jefe de armas.
presentó a Villa queriendo detene r aquella hecatombe q Luis Herrera."
venía sobre la nación, decide salir de Parral y para expli::r:
_
al pueblo la realidad, lanza la sigu iente:
Con esta proclama amanecie ron Lapizados los muros de
Parral y la hez de la sociedad (el "lumpen") r ugió contra los
"PROCLAMA
hermanos Herrera, calilicándolos de "t aidores". . . (considera•
r

ban que se andaba peleando por Villa o por Carranza; de la


"Al Pueblo Parralense y a los he roicos soldados
Revolución solamente entendían las "manos libres" que tenían
ele la Br igada Benito Juárez:
en los saqueos al Jado del que llamaban "el padre de los
"Cuando la Pat ria ensangrentada pensaba llegaJ· a rea­ pobres"). . . ¡Y todo fue villismo ... !
·.
li � r �us de �os de paz y de prosperidad, el ex general
Fra, �c �sco Villa, d�shonrando sus antiguos servicios y Días después celebra el general Herrera una junta con su
prefmendo el cammo del desp restigio y de Ja ambición oficialidad, en el teatro Hidalgo, de Parral, pal'a hacerles sabc1
al amor a 1a Pat ria, ha desconocido la autoridad del la resolución que ha tomado y dejar a sus subalternos en
.
Pr ime r Jefe de la Revolución, ciudadano Veoustiano Ca· libertad de tomar el partido que gustasen; les dirigió la pa­
rranza, actualmente jefe supremo de la República. labra el capitán primero de caballena Eduardo Artalcjo. Con
"Nosotros, que siempre hemos estado del lado del excepción hecha de los oficiales Perfecto, Petronilo y RaJV.ón
puebl � Y de la legalidad, no podemos continuar al Jado del Val, todos apoyaron la resolución de los jefes hermano!S
de _qwen hoy está _ �ometiendo con su política torcida el Herrera. Dichos hermanos del Val manifesLaron que ellos no
dellto de lesa tra1c1ón a la Patria ... Proclamamos con deseaban ya seguir con ningún pa rtido, que se retiraban a su
t�a la fuerza de nuest ro derecho de mexicanos que se· tierra (Ba11e:ta) y que te rminarían así su vida militar. Dos
guiremos la misma conducta que hasta hoy hemos ob· meses después (el 28 de noviembre de 1914) de haber perma
:.cr :ado, h�ta derramar la última gota de nuestra sangre. necido 30 días la br igada Juárez en Mesa de Sandía, de donde
, _
Companeros, compatriotas: os invitamos por medio pasó a Cerro P r ieto; punto en que el general Maclovio se
de la prese �te a que no desconozcáis al Jefe Supremo de separó con 50 hombres para dirigirse a Sinaloa, porque le
_
la �evoluc1on y nos prestéis vuestra ayuda personal y �tgía informarse de quiénes seguían leales al Constituciona­
m01 al para lograr el fm que perseguimos que no es otr o lismo, el 28 de noviembr e, decimos, la Brigada Juárez al man­
q�e el de legar a nuestros hijos la Patria de Cuauhtémoc, do del general Luis Herrera, en vez de encaminarse por Atas­
Hidalgo, Juárez y Francisco l. Madero, en las manos del caderos también rumbo a Sinaloa, decidió hacer un r odeo para
man�atan � que el pueblo �uiera elegir sin que medien llegar a Balleza, porque era importante no dejar tiradores a
la
la v1olenc1a, la fuerza, m la traición. ¡Viva México! retaguardia (dijo el jefe), ya que se tuvo conocimiento de 'f UC
¡Muera el bandolero traidor Francisco Villa! ac¡ucllos hermanos del Val habían reclutado gente y se prc­
p;:: aban para atacar a la Brigada Juárez con intenciones de
H. del Parral, septiembre 28 de 1914•
101, CELI A HERRER A JóRA:'\CISCO VILLA A!IITE LA HISTORIA 105
matar al menos a sus jefes. Efectivamente, parapetados en l a "De Chihuahua, 4 de agosto de 1914 para Parral.
iglesia y en las azoteas de diversas casas hicieron fuego sobre
"Señor general l\Iaclovio Herrera.
la brigada y ésta sobre aquéllos, los cuales perdieron la vida
en su totalidad. Los hermanos del Val se hicieron fuertes en '1:.Jllerado su atento mensaje hoy manificstole mi sa­
la azotea de su propio domicilio, y allí quedaron muertos, e 0. tisfactión por patrióticas frases que expresa y el deseo
niendo su sangre por Jas canales de su propia casa. de que encuémrase animado para soluciona1 de una
manera conveniente y decorosa las d1hcultades que des­
graciadamente han surgido entre ust�d y �l gene�al Cl�ao
de ninguna manera tomaré en cons1deraa611 rnsmuac16n
EN MESA DE SAND1A, DURANGO que háceme de abandonar usted el mando de su brigada
pues aparte de que sería insustituible en ese a�t? pue�to.
Pero volvamos al momento en que sale la B1igada Juárez la Patna todavía necesita de sus buenos serv1c1os hasta
de Parral a Mesa de Sandía, estación sobre la \Ía del t1en concluir la obra en que encontrámonos empeñados. Ya
"Parral ) Durango" (tren de vía angosta que siempre se co­ sabe usted que siempre estoy del lado de la justicia, tenga
noció con el nombre de "el piojo" por la lentitud de su mar­ usted confianza en mi procedimiento y esté seguro que
cha). En Mesa de Sandía, diariamente era llamado el general todo arreglaráse de una manera satisfactoria para ambos;
Herrera por el teléfono del ferrocarril, por muchos de los je(� aunque comprendo razones que usted expone y estoy de
que se habían quedado con el villismo y que comisionados acuerdo con eJlas, circunstancias especiales verdaderamen­
por Villa pretendían hasta el último momento hacer desistir te imprescindibles hanme obligado a dejarle al general
a los hermanos Herrera de su actitud de lealtad hacia el Chao la gente del mayor Sarabia, pues sé muy bien que
Constitucionalismo; en esas insistentes invitaciones les reite• si fuérase con usted dada la animosidad que existe ac­
raba Villa sus múltiples ofrecimientos de cuantiosas dádirns. tualmente, sería origen de mayores y más serias dificul•
Esas llamadas telefónicas eran contestadas personalmente por tades. Esto de ningún modo debe preocupar a usted pues
los generales Herrera quienes con toda energía hacían ver a si quiere aumentar efectivo de sus fuerzas con gusto pro­
aquellos jefes (Angel Ocón, Manuel Chao, Rosalío Hern:'111· porcionaréle medios de hacerlo dándole gente hasta de mi
dcz, etcétera), la monstruosidad del movimiento que emprendía brigada si fuese necesario pan dejarlo satislecho, pues
Villa y les anticipaban que no les esperaba sino la detrota. mi mayor anhelo es que sigamos unidos como hasta ahora
recor<h\ndoles las ocasiones en que Villa había "corrido" y lo\ para dar fin a nuestra empresa. Por allá nos veremos muy
había dejado en situaciones muy comprometidas. Manuel pronto en compañía de su papá a quien saludé aquí hoy,
Chao anticipadamente había he�ho labor traicionera entre la para arreglar todos estos asuntos. Entretanto reciba el
gente de la Brigada J11,Íle1 minando o comprando la voluntad sincern aprecio de su amigo y compañero.-El general en
de algunos de sus miembros muy solapadamente, al mismo jefe, Francisco Villa."
tiempo que hizo creer al general Maclovio que él no füa "
seguir a ViJla, engaño en que cayó también días después el (Era el secretario de Villa en esa época el señor Luis Agui-
tre Be
general Obregón, como se relatará en páginas posteriores. �I navides.)
momento de escribir este libro se tiene a la vista un mensaje l..:_ la labor intrigante que entre la gente de la Bri da u árez
� � _
que dirigió Villa al general Maclovio Herrera, en fecha en qqo Manuel Chao, ocasionó como era natural serias d1fu:ul­
que la g1 avedad de la situación hace contraste con ]a suavidad �
lituac entre éste y el general Herrera. Con relación a �sta
de su contenido. ión, hay un telegrama que a continuación se transcribe:
FRANCISCO VILLA ANTE LA IUSTORI.\
106 e; E L 1 \ H f; tt R F. R .\ 107
"�úm 6 11 A.l\I. de Chihuahua, el 2 de agosto de 1914 "Núm. 10 Oficial H. D. 6.00 H. T. 8.10
para Panal. de Ciudad Juárez el 18 de agooto de 1914
para Parral.
Señor general Maclovio llerre1a
Urgente. "General Madovio Herrera.
Refiéromc telegrama de ayer. La gente de Sarab ia, "At1:"que no se ha servido informarse por mi salud Je
la c¡ue yo tengo como la mayor parte de la que u�ted comunico que ya estoy complementamente bien después
tiene, le dio nombre y p1estígio y ahora contirma su cerca de dos meses en cama, el miércoles salgo para Los
ingratitud al querer tom.1rse por la fuerza gente que e� Angeles a restablecerme y a mi regreso tendré el gusto
mía y que no está dispuesta a continuar bajo sus órdenes. de verlo. Cariñooamente, el general Eugenio Aguirre
Usted sabe las órdenes que dicta un jefe de Estado :\fayor Benavides."
son por disposición superior y al enterarme del telegrama
que dirigió el coronel Payán lo hice mío y esta virtud (Los generales Aguirre Benavides, Lucio Blanco, José
le retorno sus frases ofensivas para lo que a bien tenga Isabel Robles y Mateo Almanza se quedaron con el Ejército
resolver. El general Manuel Chao." de la Convención, del cual fue nombrado Villa General en
Jefe. Huyendo de Villa, el Gobierno de la Convención, como
En el reveno del mensaje antes inserto, con puño )' letra ae verá en páginas posteriores, los generales primeramente ci­
del general Maclovio, está la contestación que éste dio, segu­ tados, custodiaron al mencionado Gobierno, al abandonar éste
ramente para que lo escribiera un,l segunda persona en forma la Ciudad de México en enero de 1915).
de telegrama, o quizás parn que lo transmitiera así el tele­
grafista. Dice así:
"La gente de la Brigada Benito JuáreL de la que
aparentemente usted era jefe, es la que me prestigió, y 23 DE OCTUBRE DE 1914
no su gente <:omo usted dice, porque lejo� de ayudar ha
estorbado } la p1 ueba que ni para gobernar sirvió w,tcd Pero la bandera de piUaje que Villa enarbola ya se veía
por inepto. Como nunca sirvió para la guerra creí que que era la que iba a �ener un atractivo poderosísimo; los gene­
como político serviría v ya ve que para lo único que sirve ra)� Henera desconfiaban mucho de Ja gente que llevaban al
es para hacerme política a mí. En cuanto al retorno de lahr de Parral y para "limpiarla" deciden regresarse de Mesa
las ofensas que me hace lo creo por la distancia que no, de Sandía y atacar Parral, Jo que hacen en la madrugada del
separa, pero voy a proba.de quién ha sido usted de:.<�� 23 de oclubre; en efecto, allí se vol Lea principalmente toda
mil novecientos diel a esta parte y es mejor que se deje aquella gente que se había acogido a la amnistía que el ge­
de contestar porque Ja opinión pública dirá quién tiene neral Herrera les había ofrecido, soldados que habían sido
la razón. Mándeme mi gente y se acabó, pues yo �o) .
:uert1stas, y que días antes habían "jurado bandera". Entonces
quien ha trabajado con ella y no usted." • rode�dos los jefes Herrera, de hombres verdaderamente
1e�es, . s111 haber logrado que alguno de los otros jefes se
El general Eugenio Aguirre Benavides era de los mierobr��
más prestigiosos de Ja División del Norte, amigo de �faclo,·• 0 re �1raran del villismo, se dirigen rumbo a Sinaloa llegando
Herrera; se esperaba que coordinaría algún movimiento coJl Ptunero a Paraje Seco, de allí a Cerro Prieto, luego a Balleza.
éste en el momento en que el villismo desconocía a la Primera C:0 1110 ya se dice antes; atraviesan la Sierra Madre Occidental
entr e mil penalidades principalmente por el frío intensísi-
Jefatura. Hay un telegrama que se transcribe a continuaciótl:
108 CEL I A BERRERA FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 109
mo entre tempestades de nieve, hasta que llegan a Barranca de MIGUEL BACA VALLES
San Fernando en donde el clima es Lropical y por últimQ ,t
Culiacán. Antes de ocupar esta plaza la brigada J uárez s e Recordará. el lector que en las primeras páginas de este
detuvo en Tepuchi con objeto de lograr un buen descanso, f'bro e informa que las primeras visitas que Doroteo Arango
asearse, alimentarse bien para luego uniformados desfilar por �izo a Parral, , ntcs de estallar la Revolu<:ión de 1910, fue
Culiacán. cuando a.rreand, ganado robado, hizo amistad con Miguel
_
En la página 259 del libro Ocho mil kilómetros en campaña Baca Valles y oct rría y se hospedaba en el domicilio de él. Esa
dice el general Alvaro Obregón que el dfa 19 de enero de 1915, amistad fue bien utililada al resultar que Dorotc� Ara�go cr�
recibió un enviado del general Ramón F. !turbe, quien le "revolucionario", y cuando convertido en Frannsco Villa fi.
informó que el general Luis Herrera se había incorporado a guró como jefe e e la Di\lsión del Norte y ést� avanzó al su_ r
los leales de Sinaloa con 700 hombres de la Brigada Benito de Ja nación en .cptiembre de 1914 dcsconoc1endo a la Pri­
Juárez para cooperar en la defensa del Estado, en el que spla­ mera Jefatura, to las las plazas del norte que�aron baj� la
mente quedaban en poder de los constitucionalistas las plazas jefatura militar dt. los amigos de mayor conllanza de Villa:
de Culiacán y Mazatlán. La Brigada JuáreL fue a pelear deno­ Parral quedó bajo el mando de Miguel Baca Valles y alh
dadamente en Sinaloa contra los villistas capitaneados por todavía se recuerda d suceso que en seguida se narra:
Landeros, Carlos Real, Pimienta y Buelna en las batallas de El domingo 5 de junio de 1915 Jesús Arciniega Aponte,
Cerro Bola, La Muralla, Mazatlán, Villa Unión, cooperando joven de uno:> 20 año , esperaba tranquilamente a su novia
en esta última el general Juan Carrasco con su infantería que la adolescente se1ionta Paz Cedillo, en la banqueta cerca de
atacó sobre la vía del ferrocarril; la Brigada Juárez se abrió su domicilio, pan dirigibe luego a la iglesia a oir Misa. Acom­
en dos alas, el combate duró 4 horas; días después fue el pañaba a dicho joven su primo hermano, el mño de 14 años
segundo combate de La Muralla y después en Acaponeta en Refugio l\fartínez Duartc en cuya casa vivía Arciniega, quien
donde el jefe Buelna apenas pudo salir a volapié. Luego qui· había llegado a Parral en busca de trabajo procedente de Villa
sieron hacerse fuertes en Santiago Escuintla los jefes del Ocampo en donde radicaban sus pad1es y hermanos; sus padres
gobernador Riveros mientras la caballería pasaba el río de eran Don Antonio Arcimega y Doña Francisca Aponte de Ar­
Santiago que iba sumamente caudaloso, por lo que la derrota ciniega. Los dos primos en la mañana mencionada, platicaban
que recibieron fue mortal. Después fue la batalla de El Fuerte de asu ntos casi infantiles, sin la menor preocupación y mientras
y luego la de Tasajeras en la que fue sorprendido Riveros )' hablaban por momentos se apoyaban en un poste que había
apenas alcanzó a huir en paños menores, dejando abandona do en la misma banqueta y en el cual estaba adherido un papel
hasta su sombrero tejano que tenia un águila de oro. Tepic que contenía un áviso o edicto o a1go por el estilo, suscrito
fue tomado sin combatir. En el mes de julio de 1915 obtuvo por el jefe de armas Miguel Baca Valles ... Los jóvenes Arci­
permiso el general Luis Herrera de regresar a Chihuahua }' niega y 1\fartínez, mientras esperaban, platicaban úistraidamen­
allí llegó en los días en que pasaban rumbo a Sonora los villis· te, picaban con el dedo aquel papel, luego volvían a apoyar
tas y en La Junta, Chihuahua, fue atacado por 4 000 hombres el cuerpo en el poste, por momentos se cruzaban de brazos,
capitaneados por los llamados generales villistas Julio Acost:t 1>e1manec1an en silencio, en calma, mientras t1anscurrian lo.,
y Julián Granados. Días después llegó la Brigada Juáre1. 3 minutos de la espera. . . Seguramente alguno de los secuaces
Parral, sosteniendo un refíido combate en San Alberto con tra del jefe de armas pasó frente a los jóvenes, observó lo que
las fuerzas villistas al mando de Miguel Baca Valles, cayen do hacía n sobre el papel del poste y dispuso que aquello era
éste prisionero y conducido a Santa Rosalfa, donde fue fusilado- Una falla premeditada hacia la autoridad, o un delito y corrió
110 rRANClSCO "ILL\ ANTE L<\ HISTORIA 111
CELIA HERRERA
a dar aviso al superior. Miguel Haca Valles, con la rapide1 d�I "Ch ihuahua, septiembre �2 de 1914.
relámpago, ord enó la aprehemión de los dos in0<emes mu. Scúor \ enustiano Garrama.
chachos, orden que se obedeció al m omento, y llevados al )léxico, D. F.
rnartel f ueron fusilados Pº: aquella soldadesca bestial, suce.
··En contestación a su mensaje. k manifiest� _que el
diendo estos actos de barbarie en el término de unos c uanto-, n, sa-
minutos. . . La señora madre del niño, Doña Carl ota Duarte gener,,• l Obregón ) otros generales de esta d1v1S16
lieron anoche pata esa capital con el �bJet · � de tratar
de Martínez e staba en Misa y alH fue avisada de que s u hijo general
· t>ortantcs asuntos relacionados con la sit uación
im .
acababa de ser detenido; pronto abandonó la iglesia y se dio d "
1rn1 ntos el('
a buscar quien la auxiliara en compañía de s u esposo Don de la Repúblita; pero en vista de los proce e

Otón Martfnez; mientras los desolados padres de aq uel niño u.,ted, yue re\elan un des�o pre"_l.ed 1taclo de pone1_ .º�s­
torrían en busca del jefe de armas, tratando de que se les diera các ulos para el arreglo sausfacton o de todas las d1hcu 1
siquiera una explicación, pero sin imaginar aún el resultado cadcs y llegar a la pa1 que tJ.nto deseamos. he ordenado
de suceso tan inesperado, los inocente� jóvenes eran asesina­ que suspendan su viaje ) se deteng�n. �n Torre ón. E�
dos por orden de aquel jefe Baca VaJles que en c-,os días. consecuencia, le participo que esta D1ns16n n o concun,
junio de 1915, estaba siendo enterado día con día, de la des­ rá a la Convención que ha convocado, � desde Juego le
bandada en que se replegaban al norte <lel país los "invcn• mani(iesto su desconocimiento como Prnner Jefe de la
Repu'bl"ca1 , q u edando usted en libe rtad • de proceder co
mo
cibles", que al m� ndo de su compañero de abigeato, el otrora V"ll ,
Doroteo �go, veruan de huida después de destrozar. el le convenga. El gene1 al en jefe, Francisco 1 a.
centro del país y le con\'ertir el Bajío G uanajuatense en enor­
me cementerio i ' uminado por macabros hacinamientos de
cadáveres en llarr as. . . era la hora de la desbandada y aquel LA JUNTA EN TORREoN
domingo 5 de junio tenían prisa de embriagarse con sangre
de inocentes... A instancias del general Pablo González y demás jetes de
• • • la División del Noroe ste, se 1 cúnen en Torreón estos y lo s
. . . volvamos a septiembre de 1914. de la División del Norte, qu eriendo qu e la defección de Villa.
su insubordinación y clara h ostilidad para el señor Carranza,
no co mprometieran la su erte de la Revolución. En tal re unión,
entre otro s acuerdos, se toma el de que el señor Carranza re
VILLA INCREPA A CARRANZA co no zca a Villa de nuevo como Jefe de la División del ;,..; ortc,
) que éste y su División se sometan a las órdenes del seño 1
El señor Carranza.. a pesar de que Villa trata de ocultar su Carr ama como P1imer Jefe del F.jército.
proceder, se entera de s u conducta y toma medidas de defensa,
Pe ro el set1or Carranza y todos lo s jefes de antemano com
o rdenando la suspensión del tráfico al norte de Aguascalientes.
Pr e ndí an que todos los esfuerzos iban a resu ltar infr uct uosos
Villa toma este prelexto para asumir una actitud insoleptc Y el pesimismo que atormentaba el ánimo de todos ellos n o
y dirige un telegrama al señor Carranza pidiéndole cuenta de era sin
tal medida, al que contesta éste que debe explicarle los ataques fundamento : el Lriunfo de la Revolución que en ago sto
de 191-1 era ya u n he cho . la nueva Constitución que desde
de s us fuerzas a las del general Hill en Sonora y su conducta _ �
con el general Obregón. No contesta VilJa ni se j ustifica, sino
lllisntas fechas hubiera sido promulgada, tO<lo f ue frustración
q ue dirige un mensaje al Primer Jefe: P<>rqu e }'rancisco Villa avanzaba ya en son de g uerra hacia d
FRA'iCISCO VILLA A "iTE L.\ HISTORIA 113
112 CELIA HERRERA e o encuentros en El Bajío . Por eso fue tan espantosa l.1
d l s
sur ... y ¡la matanza se desató ... 1 y entonces fue el verdade. 11101 tandad en esas batallas que el general Obregón, en su deso­
ro cataclismo que destruyó a la nación ... �e s�tr a norte y de
. Jadél victoria, temiendo que se desarrollara una epidemia, or­
este a oeste el vilfümo dominó todo el terntono mexicano ... den<> Ja incineración de miles ) miles de cadáveres que ap1lados
la Convención no fue sino villismo . . . los "conuairevolucio. humeab an tétricamente de día y de noche en aquellos campos
narios" supusieron que siendo Villa el fuerte sería "el bueno" ante!'> fértilcs, de cultivo, ahora convertidos en cementerios.
para recuperar la preeminencia �1ue por tanto� ª�?� habían �e . y el afiltarse al villismo sólo se debía a que todo México
tentado, y a Villa respaldaron. Solo alguna pequenmma porción babia caído en la fama "orquestada" en Estados Unidos de la
de revolucionarios combatientes o civiles continuaron lealc al "jp\'cncibilidad de Villa".
Constitucionalismo, contados grupos de gente de la clase media En cuanto a las creencias y prácticas católicas, ni el menor
y del pueblo aún comprendiendo la superioridad en número, respeto le merecieron a Villa, ya que en Zacatecas martirizó
. }lodolfo Fierro a dos clérigos francese:., los sefiores Quilleré y
en fuerza, en elementos de aquel bandolerismo que se ababa
altanero y amenazante, perseveraron llenos de fe en la Revolu, Lagrce, encerrándolos y simulando luego que los mataba, que­
. riendo arrancarles millones de pesos. Por tin, humillados y
ción y esperaron a que ésta encontraría quizá como milagro, el
camino al anhelado triunfo. golpeados, fueron embarcados en una carreta con 1 umbo a El
Paso, Texas .
En Zacalecas, asesinó Villa a dos clérigos franceses, señores
Astru y Gilles, maestros de la escuela francesa en Zacatecas.
Y TODOS FUERON VILLISTAS ... Por todos estos atropeJJos presentaton reclamaciones Jos re
presentantes de la embajada francesa, señores Jusseiand y Clau­
...los hacendados, los terratenientes que en el principio de sse. (D:itos tomados de Foreign Relations of the United States,
la Revolución calificaban con gran desprecio de "bandidos" :t p'ginas 867 y 868, junio de 1914).
los Revolucionarios, porque a la Revolución se había incorp<r Mister Gibsons era el cardenal de los Estados Unidos que
rado Villa con su grupo de malhechores (Urbina, Rod�í? uez, con_ mayor autoridad dirigía al elemenlo católico de aquella
Fierro etcétera). A todos los "ismos" derrotados (porfmsmo. nació n y que estaba en comunicación con dirigentes en México,
huerti�mo, orozquismo, etcétera), ya no les i:n�recía Villa el tod os de acuerdo en que solamente la intervención armada de
calificativo de bandido y hasta donde su op1016n podía dar Es tad os Unidos solucionaría la anarquía en que había caído
fuerza a la contranevoluci6n ayudaban voluntariamente. Fueron nuest10 país.
villistas los hermanos del señor Madero, fue villista el clc�·o h Y esas gentes, ese pueblo, que en todas sus tragedias siempre
mexicano que, antirrevolucionario desde la época en que Vic· a encontrado, tal vez como un respiro a su estado de ánimo
toriano Huerta asesinó a los señores Madero y Pino Suárc7 } una canción que acomodar al momento, con una tonadilla
que en honor de aquel celebró un Tedéum en la Catedral Me; Parecida a la que años después se conoció como "Siete leguas",
tropolitana "por haber restaurado la paz", ahora ayudaba 3. cantaba así:
villismo lanzando volantes por millares incitando a los ho inhrC'
a tinirse a la contrar.revolución. ?)'e , tú Francisco Villa, vergüenza es lo que no tienes,
•Ya no te acuerdas bandido ... ay . . ay .. . ay ...
En 1915 era el cura párroco de Parral Chihuahua, do� cuando robaste los trenes!
Ramón J. Gutiérrez, de allí pac;ó a una parroquia de ?iud: l\'a no te acuerdas, cobarde, cuando lloraste en J iménez . ..r
Juárez, en cuya sacristía tenla un enorme retrat� de � i1•�. J'l
\
cu}·a base se leía "el impertérrito general Francisco Villa · ·
· • • •
ello se debió el gran número de combatientes v1·11·1stas a la }lof3
11-1- CELIA HERRERA FRANCISCO VlLI A A :-.TE L,\ HISTORI .\
ll5
Pero pow antes de salir de la ciudad de Chihuahua hacia el uJI periódico se enteró del suceso regjstrado en Santa Rosalía;
sur, Villa �e ditige a Santa Rosalía (Ciudad Camargo), pon1uc 8, como cualquier otro ser humano, reprobó el hed10
"le dijeron·· que una mujer vecina de dicha ciudad era, d1gan:ios, y segu­
ra01ente externó alguna opinión, la que pronto llegó
espía del canancismo y que informaba_ de todos l�s. mov1m 1en a oídos
de Villa. El licenciado, quien en esa época era Magi
tos del villismo. El nombre de esta mu1er era: Fehc1ana Goniá. strado de
lez de Quiñonez. . . Villa se presentó en Santa Rosalía, mandó la T ercera Sala del Supremo Tribunal de Justicia del Estado,
� a Chihuahua, se encamina a la olicina de Villa inst,1l,1da
llc\at a su presencia a la mujer, quien lo hizo llevando en .su,
eD palacio de Gobierno, va a informarlo del resultado de su
braws a su pequeña hija de seis meses de edad. �n 1 rapidez
� ,ia je a Sonora. Allí está Villa rodeado de sus incondicionales,
<lcl relámpago la juzgó, sentenció y ejec�tó a la rndef��sa vic..
1yanza el licenciado hasta la mitad de la sala y entonces Villa
Lima a la que le vació una lata de gasolina y le prend10 fuego
con la rapidez que le fue conocida para sacar la pistola, abate
muriendo la madre y la niña.
1 tiros al licenciado, ante el silencio de todos los que lo 1odcan
¿Qué hicieron sus generales que se enteraron de esos
asesi­
DIIOS?. . . ¿Qué hizo Felipe Angeles?. .. Se menciona esto aquí
parque a Felipe Angeles diversos articulistas y escritores
y OBRABAN POR CUENTA PROPIA han
pretendido presentarlo como el individuo que al lado de Villa
inOufa sobre éste para que desistiera de sus actos bestiales ...
Envalentonados por saberse aliados de Villa y g�zando de ¿� hizo Angeles ... ? Angeles era el hombre culto, el cabal
impunidad en todos sus crímenes, sucedían casos horribles como lero,
el militar de carrera, el artillero, que al quedarse al
el habido en "La labor de Gray", cerca de Villa Escobedo (en· lado de
VDla en esta traición contribuyó con su reputación a
que el
tonces llamado este punto Minas Nuevas, Chihuahua). Yillilmo adquiriera mayor fuerza y que en realidad domin
ó
Don Carlos Gray era un modesto indusuial, hombre de tra el país de un extremo a otro.
bajo y completamente apartado de toda política. Tenía un es ¿Qué hizo Felipe Angeles ante aquellos asesinatos consu
ma­
tablo de donde salían leche y productos de suprema calidad. dos, puede decirse en su presencia?. . . ¡Ah!.. . No
hizo sino
que se entregaban a las familias parralenses. "8nzar al lado de Villa al sur del país para auxiHar al vmism
o
Una noche fue asaltada la modesta vivienda del señor Gra) '81 Ja Convención, en el momento en que
éste se presentaba
por un malhechor apellidado Quintana. Don Carlos pudo hacet dfbil ... velozmente salió Angeles
al Estado de Morelos y de
uso de su carabina y disparar hiriendo al asaltante. :Este tenía un � regresó con 26 zapatistas para reforzar al villismo... (Y
hermano que era oficial villista a quien recurrió y que pro�co � "Convención" fue decir "villismo·•.)
. . 11
encontró aliados que ocurrieron a la casa del .m dustn·al, qu1e
sintiendo cerca el peligro se ocultó en una mma de d01�de f •
i1 ,

efl
sacado y atado del cuello, fue �rrastrado a cabeza de silla
contrando horrible muerte, a (males de 1914. CONCHA DEL HIERRO

• • • ,
� muy cerca de celebrarse Ja Convención se acerca Villa
. .. . . ht, lt . con gran parte de sus fuerzas, porque ya ha sabid
El licendado Aurchano Gonzálcz, ongmano de Te oca ltiº' , 1ldad de Aguascalie o q lié
: ntes se ha considerado "neutral" y qm
Jalisco. c,taba cerca de Villa en calidad de instructor ll� bÍ�do de Convención deberán asistir solamente los representan
un mandato de aquel ante s 3 1 3 tes
�alido ,\ Sonora a cumplir a
el gobernador ;\1a) torena y a su regreso, en El Paso, Te:as F°'
� jefe militar con objeto de que cada hombre vote libre•
· sin presiones de ninguna especie.
Pero Villa se acerca
116 CELIA HERRERA
FRANCISCO VILLA A'\TE LA HISTOIUA )17
'
decidido a no respetar la neutralidad de la plaza sino qu
e perdida; pero una actitud de aquellos muchos h�mbre:;
inv�dirá con_ �us fuerzas '! de la pres_i�n que éstas hagan r� la l O
(IJPC Jes hubiera hecho sentirse desligados y no cómpltecs ,le
lara Ja eleccwn del presidente provmonal que se ha pens:
4 tan canalla; actitud probatoria de hombres bien nacidos.
U
nombrar. Avanza hacia el Sur, y en Guadalupe, Zacatecat adº rocedencia limpia, hombres de masculinidad fuera de e.luda.
detiene unas semanas teniendo su cuartel general en su pr� �
nen, en la estación.
pto de�ud de protesta a que los hubiera empujado un saldo, el
: pequeño, de hombría que aún quedara en ellos_. .. Pero
En su permanencia en esta plaza, una tarde ordena a un
o todos, al bajar la cabeza propiciaron la consumación <le la
<le sus más allegados, el coronel 1\.fartín López, que enganch =�nía y la desdichada joven_ sucumbió e�tre ayes las�ii_neros
un carro a una locomotora y vaya a Jiménez y "le lleve" a une
señorita honorable de aquella ciudad: Concha del Hierro, jove�
de unos 20 afios, ajena por completo a lo que se le esperaba.
r, 1úplicas y ruego:; que el v1emo se llevo... Su fanulia no
abandonó jamás, no podía hacer más por ella. Había li!�lo l:_t
falllilia del Hierro amiga de �uz Corral, la _ esposa q�e iiguro
El acto de obediencia de parte de aquel "puntal" de Villa, COIDO "legítima" al lado <le V1l1a en los primeros anos de la
(uc perfecto, porque pronto regresó al tren con la desdichada División del Norte, por cuya circunstancia visitaban con frecuen­
p1·isionera que fue entregada en el carro "pu.liman" de Villa. cia el hogar de esa familia en Jiménez. En ella hacía de "ca­
Aquella noche, la describen los allí presentes, no pudo ser m� beza" la señorita Carlota, prima de Concha. .tsta era huérfana.
espantosa, algo infernal, inconcebible, la indefensa joven, loca Posteriormente, en un viaje del "generalísimo" a Ciudad
de espanto, lloró en alta voz toda la noche, pedía que la auxi­ Ju.irez se consiguió mediante. un médico, que �u�o que aten?er
liaran, imploraba clemencia, le rogaba "al general" que mejor la salud casi perdida de la 1oven, el consent1m1ento de Villa
descargara su pistola sobre ella ... para que la enferma fuese trasladada a El Paso, Texas, en donde
El lector de este relato deseará enconlrar en este momento inmediatamente procedió la señorita Carlota a ponerse bajo la
la relación de un hecho de verdadero heroísmo, de caballerosi­ protecc.;ión de las autoridades norteamericanas, quienes las am­
dad, de hombría verdadera, un hecho de esos que con emo ción pararon y les pusie1 on guardias en la puerta de su domicilio
hemos óído relatar, y que realmente han sucedido, ademá! de p or mucho tiempo. La señorita Carlota, ya en El Paso tomó
los que en cuentos y leyendas nos informan de indefensas mu· un teléfono y llamó a Villa diciéndole que si era tan hombre
jeres que, cautivas, están a punto de ser vejadas por monstruos fuera allí a recogerlas, cosa que debe haber originado al •'ge­
descalificados, y que se salvan gracias a la intervención de neral" uno de sus conocidos estallidos de rabia con bocanada-,
varones que llevando su corazón como 'Único escudo, se la nzan de esp uma y torrentes de lágrimas.
. _
contra la iniquidad en un estallido de nobleza. .En El Paso, 1adicaron muchos años las seiíontas Del H1erio
Pero en Guadalupe, Zacatecas, aquélla horrenda noche 110 Y fue hasta que murió Villa que volvieron a _Torreón en _donde
como modistas hicieron frente a sus necesidades econorn1ca-;.
hab1 ía de consumarse más que el triunfo de l a canallada .··
Es lógico pensar que en aquellos momentos no estaba sola con Conchita del Hierro vistió de negro por el resto de sus días
Villa la desventurada joven. En su tren estaban en gran número Y no lrccuemó ni a sus familiares, ya que sólo salía de su dom,
Cilio p
todos aquellos que formaban la plana mayor de los emplcadoS ara asistir a la iglesia.
de "sus oficinas" además de muchos otros, que de seguro tenla1
1

toda clase de armas, pudieron idear alguna manera para .eJI: 4

frentarse a Villa, alguna actitud que revelara su indigna e1_ó1 • l:I es critor (novelista) l\lartín Luís Gu11n.in, cuando t1 :1t:1
1

actitud con probabilidades, una entre un millón, de que hub1e� tite su


ceso en su libro El águila y la serpiente, dice haber c�tado
tenido éxito, o aunque hubiese resultado estéril o contraprod0 le
c
� n ompañía ele Villa y observó cbmo:
118 119

;n
CELIA HER);{ER A FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA

"Villa acompañaba a una mujer que había 1Jegad0 e ¡niles de madres de familia y la orfandad de millones de niños;
ción lacerante de todo buen mexicano por la amenaza
el tren de Juárez. A juzgar por el porte y la silueta , la situa
invasión a nuestro territorio por parte del poderoso
mujer era joven acaso hermosa, y enlazando a la DlUjeª
t de una
por el talle el general la conducía a su tren ..." .eci no del norte, por el ataque de Villa a Columbus con la
c;OJDpl icida d de petroleros norteamericanos queriendo forzar a
Así fue como Martín Luis Guzmán, novelista de acucio sas su gobi erno a intervenir para impedir la promulgación de la
letras, imaginativo (él mismo confiesa no ser historiador), no. c.onstitución de 1917 que nacionalizaba el subsuelo; y luego,
veló la fama de Villa. d urante cuatro años en poder de Villa todo el estado de Chihua­
Cuando se refiere al caso de la señora francesa que saca ron hua, en donde asesinaba en masa a campesinos inermes y en
arrastrando por la escalera del Hotel• Palacio, Guzmán dice donde ametrallaba y quemaba mujeres de todas edades.
que aquel fue: La iniciativa de las letras de oro en la Cámara fue aplaudida
" ...magno escándalo a ojos de unos cuantos timoratos y Por los diputados puestos todos de pie (excepto el sonorense
don Juan de Dios Bojórquez), estando entre los "aplaudidores"
para gente sencilla que sabe poco del corazón femenino el generalísimo Juan Barragán, autor de las Memorias de don
en general y menos todavía del femenino y francés en Venustiano Carranza y considerado casi como su hijo adopti­
particular ..." vo ... Y así quedó coronada la obra de Martín Luis Guzmán ...
Llegó Guzmán a muy altos puestos deruzándose siempre * * *
en las esferas oficiales y hasta consiguió la concesión del libro
de texto en las escuelas, Jo que seguramente le produjo fabu­ - Extrañe al lector la simpatía reciproca entre el novelista
loso capital, sin importar a quienes lo prohijaron el futuro de Martín Luis Guzmán y su persona je en el libro El aguila y la
una niñez envenenada con tanta mentira. aerpiente, en los encuentros ocasionales que tuvieron con ra ra
Su enfermiza admiración por Villa fue en aumento al grado ide ntilicación ... Dice que:
de que Jquién lo hubiera imaginado!... La autora de esto5 "Villa me tomó en sus brazos, levantado en vilo a dos
relatos al colocar en diversas librerías ejemplares de la segunda cuartas del suelo, metido en una atmósfera donde su
edición de su libro, colocó también cartulinas con publicid ad, aliento y el mío se mezclaban.. . luego me depositó en
mismas que fueron desapareciendo paulatina y misteriosamente el suelo y me tomó de las solapas, fija en los míos la
y al pregunlar a alguno de los libreros qué había pasado con mirada de sus ojos siempre movibles, luego me echó el
ellas, fue informada de que un enviado de don Martín Luis brazo sobre los hombros y me empujó hacia el saloncito
Guzmán las había solicitado (urdiendo seguramente alg un a de su tren ... luego echó su brazo alrededor de mi cuello
mentira). y me empujó hacia su gabinete ... allí hablamos más de
Pero don Martín Luis fue de triunfo en triunfo, hasta lograr una hora ... Cuando concluyó de cenar tomó su sombrero,
inscribir con letras de oro en la Cámara de Diputados Uunto al su canana y al colocársela la cadera viril mostró su juego
nombre de Belisario Domínguez), el nombre del más renombrado en plena fuerza ..." (¿Androfilia?) ...
traidor de la Revolución, traición que colocó al Movimiento .Ar·
mado ConstitucionaJista aJ borde de su extinción ... traición qoe También pudo don Martín Luis extasiarse ante la figura de
costó a México la muerte de aproximadamente un millón d e llodolfo Fierro, de quien dice que un periodista americano lla­
mexicanos, a más de la total destrucción de toda la nación: Jo� maba "la bestia hermosa", y así le parecía a don Martín Luis
campos de cultivos convertidos en cementerios, el abandono de cuando, sentado Fierro,
120 CELIA HERRER A FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 121
" ...cruzadas las piernas beBas y hercúleas, puesto el COd .5mo y a ellos pudo haber enaltecido el Gobernador Mayagoi­
sobre la rodilla, inclinado el busto hasta la mano, le afl: r� 3. pero prefirió engañar a las nuevas generaciones y traicionar
ti•
raban el carácter preciso, la luz propia, la irradiación su pueblo ...
exacta ...» ª Confunden estas actitudes de individuos que han cursado
hasta universidades ... (aunque quizás sólo sean casos raros de
Con mucha sue �te se movió don Martín Luis entre aquellas
. androfilia que tocará a los estudiosos explicarse y explicarnos ... )
figuras tenebrosas mcrustadas en el movimiento revolucionario
y si d�bemos cree� �� la suerte, la que acompaña aún al qu�
fuera Jefe de la D1vm6n del Norte, es algo excepcional.
En años recientes, un joven Gobernador del Estado de Du. Y sin embargo, habría de suceder algo más sobresaliente,
rango, Héctor Mayagoitia, tomó especial empeño en glorificar puesto que vino de la voluntad de un Presidente de la Repú•
la siniestra figura de quien nació en ese Estado y se le conoció blica (Echeverrfa) ... Este Primer Magistrado de la Nación dis­
con el nombre de Doroteo Arango en sus hechos delictuosos puso que una comisión iormada nada menos que por cadetes
en pequeños poblados del Estado (robo de ganado, asesinatos del Heroico Colegio Militar, viajara hasta Parral y exhumara
de pastores en 1904). los restos, si aún quedaban algunos, del que fuera jefe de la
El Gobernador logró su propósito, puesto que en nuestra División del Norte ...
desdichada Patria mexicana, un Gobernador o un Presidente Excavaron y encontraron un fémur de alguna tumba vecina,
de la República es quien posee la más absoluta autoridad v el cual, colocado en un ataúd, mereció que le rindieran home­
puede realizar sus más raros caprichos sin que se tome en cuent� naje más o menos tan solemne como el que hubo en el sepelio
la opinión de nadie ni menos la de las personas que bien del Presidente J ohn F. Kennedy. Los cadetes firmes, siJenciosos,
piensan. Si el señor Mayagoitia ignora (porque no le haya solemnes, colocados convenientemente, presentaron armas ::tl
interesado), la realidad de nuestra Revolución armada de 1910, tiempo que se escuchaba un melancólico toque de clarín.
pudo haber consultado a infinidad de personas que vivieron o Los cadetes del Colegio Militar acudieron por disciplina;
sufrieron Ja angustia y los horrores que aún duele recordar ... pero como un acto antípoda a la gloria de sus antecedentes
Al regresar derrotada en El Bajío, la que fuera fuerte Di· limbados de patriotismo, de pureza y honor, tuvieron que rendir
visión del Norte, llega su jefe a la ciudad de Durango , misma un homenaje silencioso, simulado, obligado, como un sacrificio
que saquea e incendia, incluyendo en ese incendio el edificio en favo1 del bandido que Lraicion6 a la Revolución y a Ja
de los almacenes DAM que había tomado de cuartel; ordena Patria. Fue una injuria al Ejército Nacional, fue una burla a
la aprehensión de un grupo de.civiles destacados en el me dio la memoria de los revolucionarios ... Fue un doloroso escar­
durangucnse, entre ellos a los señores Antonio Bracho, Pedro nio a la Historia.
Torres y Juan Paura, quienes caen asesinados al llegar a Ja El ataúd fue llevado a la ciudad capital con inicuo despil­
presencia de Villa. farro y colocado en el Monumento a. la Revolución, precisa­
tnrnte por el Presidente de la Rept'1blica. .. Se utilizó para
Fue esta la única ocasión en que el vilJismo pudo entrar a
la ceremonia el admirable invento de la televisión y allí se
esta ciudad, cuya opinión pública siempre le fue adversa, ya
que esta plarn s1empre fue defendida por los heroicos her rna· PUdo ,,er al Mandatario rodeado de decenas de hijos del ar­
nos Arrieta, valerosos, modestos combatientes que estuvier oJI que tipo de la traición.
wn D011 Venusliano Carranza en sus primeras acciones. .EJ pueblo de Parral, la ciudadanía, no concurrió en lo ab­
SOlu to, solamente alguno que otro curioso. Las personas mayo­
Hombres del pueblo, Mariano y Domingo Arrieta, con ser1·
tido de honor y de dignidad, jamás transaron con el bandole- res, testigos de muchas de las infamias de años no olvidados,
122 CELI \ HtHRER.\

de s<lefiaron la farsa y los jóvenes carecen de int erés en anos


de los gobernantes.
�1 día era lluvios o y frío, como frío es ya el espíritu de lo\
ve cinos de las pequeñas ciudade s del país, desencantados por
o bservar du rante largos años, tanta faramalla, tanta d emagogia,
_
tanta mentJra.
En años recientes vivía en Can utillo una mujer (tal vt.,
todavía allí re sida), ya no mu y joven, que g uardaba las llav es
de la Capilla de la Hacienda (misma que Villa convirtió e n LA CONV �NCióN DE AGUASCALIENTES
cárce l para sus peon es) y era esa señora la encargada de moc;
or Carranza princ�p iu.
trar dicha capilla a lo s visitantes, con quienes e lla trataba dt· La Convenció1 a que convocara el señ
conversar, seguramente queriendo e xplicarse (porque tenía e n tal, en la Cámara de Dipu­
celebrando sus se. iones en la capi
su rostro una expresión de repugnancia y de confusión), a quf n a presentarse a �lla
tados; pero los jeies de Villa se rehusaba
er J efe d�sconocién­
se debía todo aquel movimiento de glorificación, ya que hasta dado que ya éste h ,bía telegrafiado al Prim
anza accediera a que
Canutillo e l Gobernad or Mayagoitia hizo llegar a la instalación dolo. Entonces se k �6 que el señor Carr
e s, plaza que por
de "mus eos" en los q ue se exhiben fotograffas del latifundista dicha Convención se trasladara a Aguascalient
a la .q ue debian
en diversas épocas, rifles, cananas, etcétera y esa mujer relataba
principio de cuentas se consideró ne utral y
diversos cuer­
que : presentarse únicamente los representantes· de los
ipi d e cuentas no
" ...Villa, en sus años de hacendado de Canutillo, además pos armados, punto que también por princ o
ntes con
de haber asesinado a una joven mujer, Maria Arreola, respetó Villa, sino que invadió la ciudad de Aguascalie
ntes
madre de un hijo de Villa, Mig uel, había abusado de todas sus fuerzas y éstas hicieron tal presión sobre l os representa
h ch n lifica ron el
las muje res de sus peon es, mediante a alejar a estos orde­ del Primer Jefe, a mano armada, q ue d e e o u

objeto de dicha Convención, llegando hasta a asesin ar al coro


nándoles tal o cual comisión e n puntos distantes de la
hacienda ..." nel Manzanares, re presentante del general Domingo Arrieta,
1
porque dicho militar se negó terminantemente a secundar �
traición de Villa. Los generales Maclovio y Lu is H e rr era, anti­
Seguramente a eso se debió la multiplicación de vástagos
que en crecido núme ro, como se dice en líneas arriba, se vio cipándose a los aconte cimientos al negarse a asistir a la Con­
e n la tel evisión y que rodearon al Pr esidente e n e l momento
vención , habíari dicho :
imPoner
de la consu mación de tal indignidad. -¿A qué vamos?, ya Villa avanza con su gente a
su voluntad en la Convención; ésta no va hacer más que lo
que él quiera ...
Esta�d o en Aguascalientes se encontró e l gene.tal Obregón
con Felipe Angeles a quien le echó en cara su proi:eder al n o
le contestó q ue
respetar la ne utralidad de la plaza. Angeles
"s6lo se trataba de vestir a la tropa ..."
a
~¿A los cañones también se trata de vestirlos? -volvió
Pregu ntar Obregón.
fl231
124 CELIA HEHRERA FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 125

Los acuerdos J?rincípalc� de la Convención fueron: que el ra y otros le exponían; se disponía el señor Carranza a dictar
_ un mensaje para Villa, a su secretario señor Alfredo Breceda.
senor_ c:=:uranza deJara 1a Primera Jefatura y que Francisco Villa
Y E13:11I 1ano Zapata dejaran el mando de sus fuerzas. Se nombró cuando intempestivamente entra al salón en que estaban dichas
Presidente �rovisional a Eulalio Gutiérrez. Los comisionados personas, nada menos que el general Eulalio Gutiérrez, con
para dar aviso a Villa de la resolución que con respecto a él uaje más o menos de charro y sobre todo con un so-ubrero
había tomado la Convención fueron José Vasconcelos, José Isabel enorme, más grande que los c1ue usaba Emiliano Zapata...
, Se enteró de la actitud triste y pesimii.ta en que estaba Don
Roble� Y Raul Madero. En uno de sus libros, Vasconcelos dice
que V11la les contestó: Ve nustiano y de que se disponía a telegrafiar a Villa, ) de pronto,
con voz franca y fuerte, acompafiada ele ademanes norteños,
"Está bien -dijo después de una pausa larga- está dice:
• _
b1en... D1gales -expresó sin mirar a sus generales- dí­ -¡No, señor Carranza...! Qué telegramas ni qué telegra­
gales �s�e� que Pancho Villa se va ... les dejo todo ... mas, no se preocupe usted... ese. .. (Villa). . . no es más que
esta D1vmón que yo he formado... No me llevaré sino un bandido cobarde.. . no faltaba más. . . yo se lo traigo
veint� hombres... Or�anicen ustedes su gobierno, pero aquí... ese no entiende de telegramas.. . no entiende más que
eso s1, ya saben ... Presidente Municipal que caiga en mis a balazos... pero no se preocupe usted, señor Carranza. . . Yo
manos ... ¡Lo cuelgo!" se lo traigo aquí... fácil y pronto...
Al oír aquello, el licenciado Cabrera le dice a Don Venus­
Y añade Vasconceros: tiano:
-Ya ve, señor Carranza, lo que nosotros le estábamos
"Rápidam, nte se le inyectaron al general los ojos en diciendo, los verdaderos revolucionarios tendrán medios para
1a forma que ya me habían dicho era habitual en él someter a ese bandolero...
cuando le acc metía furia homicida ... " El ánimo del señor Carranza cambió por completo; las pa­
labras de Eulalio Gutiérrez, hombrote del norte, con reputación
Pero.•. ¡oh, ,.sombro! ... encima de todos estos sucesos de hombre limpio y valiente, disiparon el nubarrón de negro
V�oncel �s ya n ini �tro de Gutiérrez, buscó con éste la pr;
'. pesimismo que minutos antes atormentaba al Primer Jefe ...
tección md1tar de Villa. Más aún, el domingo 27 de diciem­
_ Pero de all { sale a lAguascalientes Eulalio Gutiérrez, llega con
bre _ de 1914, Villa, después de poner sitio a la residencia que
los mismos ánimos; se entera el general Villarreal y le sopla
habita �a Eulalio Gutiérrez, penetró en ella hasta donde estaba
al oído...
el Pf"�s1 ?ente putativo y pistola en mano le echó en cara que
-Déjate de esas ideas contra Villa ... cálmate.. . lo más
no habJa mandado matar a determinados miembros de Ja
probable es que en la sesión de hoy tú seas nombrado Presi•
,..onv�nción ... (como se ,·erá más adelante).
dente... sí. . 7 tú serás Presidente...
_DJas ames, cu�ndo todavía estaba Ja C..onvención en Aguas­ Y en efecto: fue nombrado Presidente Provisional Eula­
calJe �tes, en México, en Palacio Nacional, una mañana estaba
. lio Gutiérrez -y éste nombra a Villa C.Omandante General
el senor Carranza en compaiiía del licenciado Luis Cabrera,
. del Ejército... Y el ministro, licenciado Vasconcelos, encima
Fliseo Arredondo y ou·os, comentando la terrible situación <lel
m01_nento con �a amenaza del villismo cuya traición se ,·eía de todos los sucesos narrados, organiza para el día último del
_ año un banquete en Palacio Nacional, en donde a la derecha
�emr mcontenible, q ue originaría destrucción y matanza
. _
rncalculahle,_ el pes1m �smo del señor Carranza era total y no de Villa se sienta Vasconcelos y a la izquierda del Presidente,
_ Emiliano Zapata.
lo hadan reaccJonar nmguno de los razonamientos que Cabre-
126 CELIA HERRERA rR.\NCJSCO \ lLI. \ A '-TE LA HISTORlA
127
La explicación suprema de todo esto es que Francisco V , sólo que al anulat el presi�eme Eulalio Gutié­
illa
era el _fuerte y su fuerza ª?mentaba cada dí� ... un mes despu6;, sen•or Carranza
¡)alísimo del retiro de Villa, punto que Gu­
. rrez el ¡)unto princi ·
· .
al sahr �I llamado Gobierno _C-onvenc1om sta, custodiado por el resto de Joi, Je · fes, quedó
. rrez conocía quidts meJor que
nueve mil_ de caballería de Lucio Blanco, de la capital, al llega,· ve
la Com ención en sí. Los elementos m1·¡·1tares .se a
• ivt-
an Ulad a .
a San Lms Potosí apenas quedaban unos novecientos hombr es. facciones: carranc1smo, convenoomsmo
el resto se había "volteado". .. ¡Todo era villismo ...1 dieron y resultaron tres
y villismo. no
Un �nado fracaso resultó la tan mencionada C-onvención de El presidente Gutiérrez pretendió es�a�lecer _su . gobier
Aguascaltc?tes a 1� qu� se citó con los propósitos esenciales o desisur el smn 1?ero de_
en la capital y no lograban hacerl �
de normalizar la situaoón del país, mediante el nombramieu­ s de armas le dIT�gían, _m
comunicaciones que sus ex compañero
general Luis G�ué­
t� de un Presideme Provisional, mientras se convocaba a elec­ Jas exhortaciones de su propio hermano, el
ciones; y propósitos también esenciales eran la destitución de rrez, que con su actitud exc� pcion almen t� _honrosa contmuú
que mgía a su herman o
Zapata y ViJla, lo que lejos de conseguirse resultó en contrario siempre fiel al Constitucionalismo y _ � _
n se trans cribe :
pues po� la criminal determinación de Eulalio Gutién:ez, aÍ cartas y mensajes como el que a contmuac1ó
dar _ a Villa un nombramiento superior al que antes había
te�1do, éste quedó investido de legalidad y entonces, lejos de "Saltillo, Coahuila, diciembre 2 de 1914.
reurarse de la División del Non� lo� buenos elementos con que Señor general Eulalio Gutiérrez.
ésta �ontaba, no solamente lo s1gweron todos, sino que se Je
. México, D. F.
adhmeron otros que nada tenían que ver con la División del
�o�te, como Pánfilo Natera que con toda su gente se unió al "Tu mensaje de ayer: no es exacto el informe de Emilio
vilhsmo y al lado de éste combatió en todas las batallas del Madero, pero en vista de que pareces obedecer órdenes
re­
Bajío, habiendo solicitado amnistía hasta después de uno de lo� de toda esa gente, no obstante de haberme ofrecido
sional, retirá ndon os ambo s
últimos desastres del villismo: en Agu ascalientes. nunciar a la Presidencia Provi
te dije que mien tras
Imposible sería enumerar siquiera los jefes que en esos dfas a la vida privada, recordarás que
n,
y en muchos _ días pos�eriores, defeccionaron, quizás algunos de obedecieras órdenes de Villa, y de todos los que te rodea
actitu d.
ellos en realidad eqmvocados o confundidos por la situación; no te daría cuenta de mis actos ni tampoco de mi
de
pero los más, atraídos por la bandera de latrocinio que les En tal virtud, he determinado desconocer los actos
, _ crea"?
ofreaa V1�. El gobe:nador de Sinaloa, Felipe Riveros, después la Convención, para que tomen las medidas que
ano. El coma ndan te mi­
de larga actitud enganosa, también se sumó al villismo, actitud convenientes. Te saluda tu herm
que unida a la ya antigua alianza del gobernador de Sonora, litar del Estado, general Luís Guti érrez."
Maytorena, con Villa, dio a éste el dominio importantísimo
e ge­
sobr: la fronter� con Estados U nidos. De hecho quedó Vill:1 'todavía con fecha 12 de diciembre de 1914, dirig el
d�eno de Ja Naaó� y en su amplia superficie ejerció el bandi­ neral Obregón a Eulalio Gutiérrez la carta que a continuación
daje _como en sus primeros años de vida lo ejercía en ]as pro­ se transcribe y que por sí sola se explica:
fundidades de la sierra, en Durango y Chihuahua.
_ �ir "C,onvención" fue en realidad, lo mismo que decir
D "Veracruz, diciembre 12 de 1914.
◄ �
'V11l� ; una vez más había impuesto éste la fuerza bruta y por Señor general Eulalio Gutiérrez, México, D. F.
la nusma resultaba nuevamente "jefe", había también triunfa­
do su objetivo de que la C-onvención acordara el retiro del "Qm la pena que me causa v�r. que continúa_ usted
ha-
sirviendo de instrumento a la tra1c1ón, me permito
128 C F. L 1 ,\ H •: 1t I{ E R A

cerle las pregunta) siguientes, que ya publico, a rese,·\'a


de publicar también su contestación:
"Diga w,ted si es cierto que en \guasuliente, decLtrci
usted varias veces, en presencia de los generales Robles>
Chao, ,\guiire Benavides, \ illaneal y el ,uscrito, que cÍ
general Villa era un bandido, asesino, del que había que
librar al país, poi cualquier medio.
"Diga usled si es cieno que no-; criticaba los esfuei,os
que hacíamos por solucionar pacíficamente las dificul ta­
des, diciéndonos que los bandidos como Villa entendían
solamente a balazos.
"Contestadas estas pregunta,, suplkoJc explicarml. el
fenómeno que se ha efectuado: ... ¿Dejó, en concepto de
usted, de set Villa bandido, al utilizarlo para hac.er la
guena a los hombres honrados, que no quisimos pactar
ron él ...? ¿Renunció usted a su calidad de hombre hon­
rado, pactando con Villa. para hacer la guerra a sus com­
pañeros de armas ) convicciones? Son dos cosas igua.lmentl'
imposibles; y los que conocimos al general Gutiérre,.
im¡_.,ecablc revoluc.ionario, de honorabilidad insospecha­
ble, sólo podemos explicarnos este fenómeno de la mane1a
siguiente: GutiéneL no es dueño de su acción, o ha
subalternado a su vanidad, halagad'.\ con la Preside11cia,
todas sm vittude).
"General Gutiéne,: ¡Nunca es tarde para reparar un
mal! Reure!>e usted de esa atmósfera, que ha neutrali­
La<lo sus energías y su honradeL, y vuelva al campo de
la lucha con sus hermanos, donde volvería a aparecer
grande y querido, y 1enuncie usted a.l papel ridículo que
est,\. haciendo, el que le sen irá para conquistarle la ·mal­
dición que la historia tendrá para todos los que pacten
ron la maldad, legítimamente representada por Francis­
co Villa.-Genera.l Alvaro Ob1egón."

Y hubo además otros teleg1amas dirigidos a Villa y a Euk·


Jio Cmiérrez por dt\'enos jefes militares con el vehement e
de�o. todos, de desba1atar aquel movimiento de muerte )'
desolación que encabezaba Villa.
El San tu ario de en Parral, Chih.
AJvarado.

.,, . Hidalgo, la Parroquia y al fondo el cerro <le La C'ruz.


•W'MP,.� - �.i...�·
.... z,g..-,N
Parral, Chilt.
La nevada de Parral en 1907.
FRANCISCO \'ILLA A�1'E LA HISTORIA 129
o,n fecha 11 de noviembre de 1914, el general Obregón
e:
Je cUc
"Señor general Francisco Villa.
J\guascalientes.
"He tenido conocimiento de que la División del orte
ha emprendido su avance al sur de Aguascalientes. Jc's
el momento en que usted, con hechos, pueda probar a la
Nación que es un patriota. Si usted se retira de manera
absoluta, ausentándose temporalmente del país, no se
disparará un solo cartucho, y el señor Carranza entregará
el poder al ser ratificado o rectificado el nombramiento
de Presidente en esta capital, el día 20. No será sacrificio
para usted salvar al país de una nueva lucha, y esto lo
colocaría entre los grandes hombres, que tanto escasean
en nuestro desventurado país. Si usted se obstina en que
la lucha se incendie, recibirá la maldición de la Patria,
y de nada le servirán las glorias que ha conquistado ni
las continuas protestas de patriotismo que a cada momento
repite. Ruégolc consultar solo con su conciencia, sm que
nadie intervenga, y estoy seguro que se ahorrará mucha
sangre. Lo saludo. General Alvaro Obregón."

Telegrama a Eulalia Gutiérrez:

"�léxico, noviembre 11 ele 1911.


Señ or general Eulalio Gutiérrez.
Aguascalientes.

. "Si separa usted a Villa como jefe del Cuerpo de Ejér­


cito de Operaciones de la Convención, estaré a sus órde•
n�s con todos mis elementos; pero si usted insiste en que
Villa no debe separarse, seré el primero en bati1 lo con
l�as mis energías, pues no seré yo quien abandone al
&enor Carranza para apoyar a un hombre como Villa. Lo
saludo afectuosamente. General Álvaro Obregón."

Melitón Losoya con uno de sus pequeños hijos. li6Q¡.or su parte el general Pablo Gonzále1, Jele de la Divi-
de} Nores te telegrafía a la Convención:
no C:ELIA HERRERA FRANCISCO VILLA ANTE LA HJSTORJA 131
"Convención Militar de Aguascalientes: sea desatendida nuestra demanda de que se retire de
hecho y absolutamente el general Villa, nos compromete­
de esa
"Cumple a nuestro d:ber e'.'-citar el pat�ot_ismo mos, los que abajo firmamos, a batir a éste hasta red u­
d1ata ment e eh ne d � una
Convención, para que mme �� cirl � al orden, y confiamos en que usted, por ningún
de toda m1er enc a
� po­
manera efectiva al general Villa, motivo, pospondrá a sus pasiones personales los alto;;
Conv enció n, y
lítica y militar. Nosotros estamos con la intereses de la Patria. (Mismas firmas que el anterior.)"'
con los
por eso queremos que se cumpla honradamente
acuerdé'.>s de ella. Otro mensaje a Eulalio Gutiérrez:
abso-
"Debe retirarse el general Villa de una manera
1 uta, y en lo5' mismos términos debe retira rse a la ve,.,
"General Eulalio Gutiérrez.
el general Venustiano :Carranza. _ Aguascalientes. Noviembre 14 de 1914.
n,
"Que la Convenció p ara cons_ c guir ese resultado sal­
vador, labore cerca del gene ral Villa , en tanto 9-ue no<;­ "Le transcribimos los telegramas que hemos dirigido
otros influimos en el ánimo del gener al Venu stiano Ca- a la Convención y al general Venustiano Carranza. In­
rranza. vitamos a usted para que se una a nosotros en el esfuerzo
a. patriótico que estamos haciendo. A pesar de que se ase­
"Un esfuerzo más y seguiremos teniendo Patri
gura que el general Villa ha abandonado el mando de
"Respetuosam�nte, :• general _de división, Pablo Gon­ sus fuerzas, hay muchos que se resisten a creerlo, debi<lo
al de a que aquel continúa en Aguascalientes, en el mismo
zález; el general de brigada, Lucio Blanc�; el_ gener
diere s Edua r­ lugar en que están sus fuerzas. Además, el 7 apareció un
brigada, Antonio l. Villareal; �enerales briga
Pablo despacho de la Prensa Asociada que lo suscribía el gene­
do Hav, Francisco de P. Mane!, Andrés Saucedo,
ral Villa, como jefe de la División del Norte. Para que
A. de ia Garza, Abelardo Menchaca."
nosotros sostengamos con toda conciencia los acuerdos de
Mensaje al señór Carranza: esa Convención, es preciso que se cumpla de verdad con
uno de los principales de esos acuerdos: el cese del ge­
"General Venustiano &rranza. neral Villa.
Córdoba, Veracruz. "Trabaje porque esa determinación sea un hecho, a la
vez que nosotros trabajaremos porque, en la misma forma,
en
''En vista de las angustiosas circunstancias porque cese el general Carranza.
teneI D0
estos momentos atraviesa el país, de las cuales
5
"De usted depende que se aclare este asunto. Confiera
per(ecto conocimiento, y en P:evisi�n de que _ las misID_�� una comisión al general Villa fuera de México, y si
i
se agraven, consideramos de imperiosa necesidad patr obedece a usted, como debe obedecerlo, nosotros nos obli­
tira el que usted se separe, desde luego, de los puestos gamos a que el general Carranza se retire del país, pues
que desempeña. _, creemos están ya satisfechas Jas condiciones que dicho
'"Al mismo tiempo nos dirigimos a la Convenc1on 1•Y señor Carranza puso para su retiro." (Mismas firm.as que
bl
:1l :-,<reneral Eulalio Gutiérrez, demandánd9les que o los anteriores y además: tenientes coroneles, Julio Ma­
guen al general Villa se retire por completo de .l o_s as -jo
u11·
dero, Marciano González, Manuel García Vigil, Alfredo
tos políticos y militares del paí�. Nos es sa:1sfacto\0 Rodríguez, Federico Silva, Tomás Marmolejo, mayor /IJ­
oti
participar a usted que, en caso de que por algun m fredo Jaime Vera, A. Betamo, Clemente Osuna).
132 CEL IA HERRER A FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 133
paz, hechos pot zanca das llegó hasta la habitac �ón de la señora y pisto la en
Fracasados to do s lo s intentos en pro de la
za del Constitu. mano tomó p or_ un -�razo a la mdefensa mujer y ayudado de
diverso s jefes, según queda expl icado , la cabe
cio nalismo se traslada a Vera
cruz. 1115 hombres, auastrand .
ola fue llevada fu era del ect1·c·1c10 · y
JDeti u
:..1
a ep e l aut om ó vil de Vil l a que emprendió su marcha
)lasta el tren de éste en Tacuba.
La Convención, trasladada de Agu ascalientes a 1 a cap1ta · 1,
ZAPATA Y VILLA . _
,e •
11 o na b a aun , Y c :a secretar i o el J o ven profesor David Ber-
apo deran de:
,anga. c ul to ��ahuilense que unía u na fácil y fogosa oratoria
Es entonces cuando estos dos "caudil lo s" se a un valor civil a todo �rueba que l o l levaba a exponer con
la Nación; ocupan la capital y entre ello s hay
una vo luntaria
Zapata al general
,tod_a _entereza su pensanuento. El j oven Berlanga después de
alianza y canje de víctimas: Vill a entrega a ,eob1�0 �e _mae�tro prestó su servicios a la escuel a '"Horncio
García Aragón, ex miembro de la Convenció
n a quien Zapata
ino Martínez,
11�?º , <lisunguiéndose por su carácter, talento y energía. Co-
don Paul
<la muerte y Zapata entrega a Vil la a mis 1onado p�r l � S_ecretaría de Educación Pública iue a Eu-
periodista, a quien Villa asesina. fÍDPª � CSt�cltar psico lo gía aplicada", asistió a estos c ursos a
estación de Ta­
Vill a establece su cuartel en su tren en la la Umvermlad de Berlín, desp u és en Leipzig, donde fue dis:
e indefenso s civile�
cuba, a donde son llevados por la noch �ul � de Wundt; más tarde a la de Strasburg. Después a
nad o s al l ado del tren,
de todas las clases sociales, que son asesi Fran c1a a la Sorbona c�ncurriendo al laboratorio experimental
s por las de s us su­ _ , _ _
unos por órdenes del propio Villa, otro de pSic ol og1 a que ding1a Dinet. Fue esto precisamente en
anillos, fistoles.
ba! terno s; las víctimas son despojadas de 1 910 cuand o estalló la Revolución Mexicana en la que se da
iamente se reparten
relojes, todo lo que llevan de valo r y diar de alta p or lo qu e regresa de E uropa.
Tacuba. Las órdenes
el botín la gente de Villa en la estación de Ea secretario de la Convención cuando se entera del se-
en lo absoluto y de
del presideme G u tiérrez no eran ac atadas cue �ro �e la dama francesa cometid o p or Villa, y en la sesión
en Palaci o Nacional. de � a sig uiente _
hecho el Presidente era prisionero de Villa tarde, en l a tribuna, ante el estupor de l a
angu stia terrible,
Los días que pasó la capital fueron de una AsambIe�, �elata el hecho y termina diciendo : "ViHa ha sido
entro s a balazos a _
las grupos zapatistas y villistas tenían encu y leguira siendo un bandido".
cualq u ier hora del día o de
la noche en l as alueras de la Con sus palabras queda de hecho firmada su sentencia de
ciudad y aún en céntricos resta
urantes; atropellos de t o da clase m Uerte. Horas después, c uando en c ompañía de varios amigo s
se encerraban en sus
eran co metido s y las famil ias horrorizadas es se sentaba alrededor de una mesa en el restaurante "Sylvam, · "
casas evitand o en todo Jo
posible andar por las calles; jef situad0 entonces en la . .
avenida 16 de Septiembre, fue apreheu-
unidad para com eter
y subalternos gozaban de la may or imp dido por uno de l os "puntales" de Villa, el más apreciado de
to da clase de abusos. � el
sanguinario Rodolfo Fierro. Entre los ac ompañ-rntes
'
no che, después ·.
El General en .fefe, francisco Villa, una . íl le � .oerlanga esta ba e l cor onel p neto ·
lía vi:nsió_ n por considerarla un atropello, puesto que se esta­
qu 1en se oponía a aquella
mesero que conduJef
de cenar en el Hotel Imperial ordenó al ra francesa esposa de1 "1-eh
a su mesa a la joven cajera, una seño tJl. landa el fuer o de un Delegado. Pero Fierro no iba más
l a que dicha da �
propietario del h o tel. El mesero indicó a Vil er�
� cumpl ir las órdenes de Villa. El coronel .Berlanga fue
l e habl a el gen ;�a:0 al
era l a esposa del patrón. .. "Dil e que a3 panteón de Dolores, donde Jue fusil ado.
s..1 puesto en la c �
Villa ... " Enterada la señ ora abandonó
nes en l a piar ta alca de l cd
ilic1º •=--
.;,ate
_ asesm ato y l as protestas presentadas ante el go bierno
y se dirigió a su s hab itar.i o de C Ut iér
do Villa a grandes rez p or el Cuerpo Dipl o mático que constituyó um1
tratando de ponerse a salvo . . . Indigna
131 C.ELI \ IIERREltA
F'R.\NClSCO \'ILLA ANTE LA Hl:-T
ORI \ l ,.>
verdadera tormenta, por el secuestro de la dama francesa.
diilriarnente por fu':rtes contingenLes armados que llegaban
p1ecipit6 el rompimiento definitivo enu·e el Presidente Prn­ a sumar hasta 20 mil hombres, la enua<la de ,·h·c1es se
visional y Villa. hacia
sumamente difícil y los que habían denu o fueron esco
H 27 de diciembre, Villa, con Urbina, Rodolfo Fierro y ndidos
por los acaparadores, quienes con las dases de 1,obr
otros, sitian con 2 000 hombres de caballería la casa del pre­ a conoci­
das por opresoras a través de la Historia de J\Jc':xi co .
sidente Gutiérrez. y llegan hasta él pistola en mano, insultán ho,tili nu on
trem�n<lamentc las disposiciones del general Ofn eg<'>n
dolo y echándole en cara no haber matado a algunos miem­ pai a
soluc10na r aquella situación que pesaba espcual
rn cnte suh i e
bros de la Convención. las clases desheredadas de la población.
El 16 de enero de 1915, salió el general Eulalio Gutiérrez Estas hostilidades se debían principalme
de la capital rumbo a San Luis Potosí acompañado de algu­ nte a I J. bien iu 11
dad� duda q�e. se tenía de que las fuerzas del
nos de sus ministros como Eugenio Aguirre Benavides y Lucio ge11c1 al Obrcg,in
pudieran resisllr los ataques de lac¡ fuerzas de
Blanco. Los restos de la llamada Convención, que para esas Villa y ZapaLa.
pucsto_quc grabada e1>taba en Ja mcm01ia de lm <.1pi
fechas era abiertamente villista nombraron entonces Presi- t,dinoc. t,1
potencia dcmos?"ada en el Magno Desfile que
dente Provisional de la República al señor Roque GonzáleL de: 10 mil in­
fantes Y 10 mil dragones habían presenciado
Garza, que en la Convención había sido representante de en diciemhre
de 1911.
Villa.
Antes, el 6 de diciembre de 1914 habían desfilado por las
principales avenidas de la capital ( San Francisco, hoy Madero,
etcétera ), las deslumbrantes caballerías de la División del APUESTAS Y AUGURIOS
Norte, intencional y deliberadamente perfectamente presen­
tadas por disposición de Felipe Angeles; atónitos contemplaron �fectivamente, de Jos pronósticos que poi
todos lados se
los residentes de la capital el desfile de 10 mil dragones per­ hac,an del encuentro que se veía veni
r entre las tuerzas de
fectamente trajeados, yendo a la cabeza de las caballerías Obregó? y l�s el� Villa, todo mundo
esperaba, augur;1ha, que
Francisco Villa, Emiliano Zapata y Felipe Angeles; siguiendo �esultau_an v1ctonosas la, vilfot,ts. Ln la h olllcra d e:
as facnones derrotadas, siempre rcxas
a las caballerías desfilaron 40 mil infantes. El recorrido de rencorosas, sonreían lllalino­
este ej ército, jamás visto en la capital, duró de las 9 de la ma­ sas al emerarse de la pote11,ia
del villismo y cerraban apuel)ta'i
ñana a las 4 de Ja tarde. Al llegar frente a Palacio Nacional a favor de Villa. El mismo gc11
eral Obregón debe haber temí­
Villa y Zapata subieron al balcón central; días antes Villa había �� ni�cho por su tri�ufo al salir de la capital,
audita, a buscar a Villa c11 wn audacia
aparentado dejar el mando de sus fuerzas y había acompañado · 1:.1 Ba j ío ; en su viaJ · c a Chihuahtn•
hab· ·
,'3 v�sto l as exis · de parque que
a Palacio al presidente Gutiérrez y a su Ministro de Guerra, tencias tan sólo e11 ''rcsen a·
general José Isabel Robles. tenia Villa; había visto
tambic':n l>US caballe1 ias' su artillería · ·
IAl' · ·
Mientras tanto, el señor Carranza permaneda en Veracruz • 1., pero había tamllJén ob!ic1vado de cerca al cn\a
nen clu
de donde expidió nombramiento de comandante en jefe del tfe_ de Ja_ J?ivisión del Norte; ,e percat6 de
su ígnoi ancia. de
Ej ército Constitucionalista al general Obregón, quien después u 1 mpuls1v1smo Y ( uan<lo en
_ _ _ <..:elaya se entc1ó de que VdLi
de ocupar Puebla se incorporó a la capital que había sido rt�onalmcntc d111gia el combate, así lo iníormú
.d Prirm:t
totalmente evacuada, habiendo salido a Cuernavaca los restos ;fe, añadiendo: ..."afortuna<lamcme ..." Aiío�

¡ entando con Obregón su <lci.p ué5 < 0


de la llamada Convención. victoria sobre Villa, dec í.i: "Sucedi,r
La Ciudad de México atravesó entonces por una situación 11e la bestia vino y se
_ ensartó en el estoque sin que el torero
de hambre de enormes proporciones, porque al verse asediada rnov1cra ... "
136 CELIA HERRERA FRA "iCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 137
Jll'-'mentos tan desesperantes ordena a sus oilciales proveer a
SALIDA AL NORTE Jos soldados de parque que se les ha agotado totalmente po1
)laber tenido que resistir el ataque toda la noche y toda la
El general Obregón, atendiendo órdenes del teñor Carran. maña na de ese día 7. Ordena asimismo que soldados de
za se dispuso salir al norte y u·atar de tener un combate tormal otros batallones llenen la línea de fuego y él personalmente
con las fuerzas villistas. La Ciudad de México estaba defendida distribuye a los defensores. Toma un trompeta, un niño de
por 9 mil hombres de las tres armas, y aunque el entusiasmo JO años, Jesús Martínez, le ordena tocar diana y esto hace que
que se despertó hacia los constitucionalistas era muy grande, las fuerzas villistas contengan su avance, creyendo que la
el general Obregón carecía de armamento para poder aceptar diso:únución del fuego obedezca a un plan estratégico para
los servicios de gran número de voluntarios; contaba además hacerlos acercarse. La vacilación en este ataque por parte de
con l 3 cañones y con l 800 hombres de caballería en Pachuca. los villistas, la llegada de rcfuerzos y el parque pedido, así
al mando del general Maycotte; aumentadas las infanterías como las cargas de caballería que inmediatamente fueron or­
del general Obregón con 4 mil hombres que lograron equip ar denadas sobre los flancos, ponen en desbandada a los villista$
con 'armas que venciendo incontables dificultades remitía el que en esa ocasión lograron salvar su artillería debido a que
Primer Jefe desde Veracruz. el terreno en que estaba reconcenu·ada y por donde se efectuó
El día 10 de marzo de 1915, quedó evacuada la Ciudad de la persecución basta las 6 de la tarde, en una distancia de
México y. venciendo también las dificultades ocasionadas por 15 kilómetros, estaba cruzado por infinidad de acequias que
las lluvias torrenciales que prematuramente se presentaron y impidieron fuera capturada.
que dejaron las vías férreas casi inservibles para el paso de los El campo quedó totalmente cubierto de cadáveres cuya
trenes, sobre todo para las máquinas de gran potencia, por lo cuenta ascendió a 1 800; aproximadamente 500 prisioneros. Los
que los trenes frecuentemente descarrilaban, el ejército cons­ villistas utilizaron cinco trenes para transportar sus heridos
titucionalista lograba recuperar pequeñas plazas, aunque aisla­ rumbo al norte por lo que se calculan estos en número de 3 000.
das, por lo cual su situación era terriblemente comprometida, Desde la noche del día 6 las cargas de caballería fueron en tan
porque no podían combinar movimientos y auxiliarse oportu· crecido número, que el campo quedó también cubierto de ca­
namente, en tanto que los villistas, con el dominio total en el ballos muertos, los cuales impedían el paso de las últimas
norte, tenían las fronteras a su alcance y fácil la movilización cargas que resistieron las infanterías constitucionalistas el dfa
al punto en que necesitaran refuerzos. El }Q de abril, en la 7 en la mañana.
mañana, el general Obregón ocupó Querétaro.

SEGUNDA CELAYA
PRIMERA CELAYA
Pasada una semana de la primera derrota en Celaya, Villa
El día 7 de abril se combate ferozmente en esta plaza. 1,3s anunció al general Obregón su segundo ataque a la misma
fuerzas constitucionalistas tienen que abandonar constantern et1· plaza y como primera providencia, creyendo quizás atemori­
te sus posiciones para Íl en busca de municiones. Como a JaS zar a su enemigo, le dirige una nota que dice así:
9 de la mañana, el general Obregón se dirige con su Est a�º
Mayor a la línea de fuego; se da cuenta, de que parte de el a "Este cuartel general de mi cargo, deseando poner a
ha sido abandonada y con la premura que el caso requiere efl salvo las vidas e intereses de los no combatientes, e ins-
138 e: r. J. I A H r R R E n ,\ FRANCISCO \'TLLA ANTE l�.\ HISTOIU \ 139

pirándose en el sentimiento de humanitarismo que deb te vestidos y los JO mil jinetes montando grandes, her­
existir en todo ser humano, invita a usted a que salg� � caballos, desfile efe�tuado en diciem�re, ante el asom-
_
a combatir con nuestras tuerzas fuera de la ciuda d d" de la Ciudad de México, ha hecho el unpacto que de él
Cclaya, pu_cliendo usted elegir el sitio del combate, puc� bfOe speraba ...) y todo mundo duda. mucho del triunfo del
..
nosotros lo atacaremos en donde usted se encuentre, v al ,i eral Obregón de cuya tropa se opmaba que: les ganarían
hacerle esta invitación no uene más objeto, ni más miia r:Orrer" (porque era lo que auguraban aquellos soldaditos
que la antes indicada; pero si usted, desoyendo nuestia, ..,a l presentados y peor montados).
indicaciones, pretende hacerse fuerte en la plaza de Ce.
laya, supongo que estará a la altura de las circunstanci,h El gener�l Obregón contesta a los cónsules:
y sabrá poner a las familias en lugar seguro y a salvo de l as "Enterado de la nota de ustedes, en la que se sirven
los proyectiles del Ejército del Pueblo, y de sesenta boca, su p licarme que, en caso de un combate en la población,
de fuego que harán llover lumbre y sembrarán la mina permita a los no combatientes ponerse fuera del alcance
y la desolación en sus trincheras. Al dirigir a usted esta .
de los proyectiles del enemigo; permítome marufest�les.
nota, ceo haber cumplido con mi deber, como hombrr que considero innecesaria la intervención de extran1eros
y como mexicano, y hoy mismo me he dirigido a los re­ para que nosotros, los mexicanos, cumplamos con nuestros
presentantes y cónsules extranjeros, haciéndoselos saber deberes. En cuanto a la nota de Villa, creo que sólo es.
así, para evitarme toda responsabilidad en el asalto gene• una disculpa tardía, que pretende dar para ocultar la
ral que emprenderé sobre esa ciudad de Celaya, dent1 o vergonzosa derrota que le infligieron nuestras tr�pas; en
de tres días, en caso de que usted se haga fuerte en ella. cuanto al lugar para librar la batalla, es él quien debe
Lo que comunico a usted, para su conocimiento y fiuc, elegirlo, puesto que nosotros avanzamos . en. su pers Cl.�­
consiguientes. 'Constitución y Reformas . Cuartel gen<'· 7
ción. Respecto a los sentimientos humamtanos que ultt•
ral en Salamanca, abril 9 de 1915. El general, je{e de mamente se han despertado en Francisco Villa, me
operaciones, Francisco Villa." parecen muy poco sinceros: el que asesinó a Benton y
a Bauch, y sacó arrastrando a una dama francesa del
Los representantes y cónsules extranjeros que mencio11.1 Hotel Imperial en México, no puede abrigar ningún
Villa en la nota anterior, también se dirigen al general Obre· sentimiento noble; y, por último, no creo que Villa se
gón en una nota que envían ron un individuo procedente atreva siquiera a venir a atacar a un Ejército que acaba
_ _
de C.Ortázar, Guanajuato, nota concebida más o menos en 10, de inCligirle una derrota, haaéndole más de tres mil
mismos términos que la de Villa en lo relacionado a "pon c1 muertos y gran número de heridos, muchos de los cuales
a salvo a los no combatientes, y en los sentimientos de hum a· dejó abandonados, y hubieran perecido en el campo, a
nitarismo, etcétera". La firman G Brunei, cónsul de Francia� no ser por los auxilios prestados a ellos en nuestro ser­
_
Wm. Ilislop, agente consular de la Gran Bretaña; E. Langen, vicio sanitario... Cuartel general en Celaya, Guana1ua­
cheidt, vicecónsul alemán; John B. Clono, agente consula r to a 11 de abril de I 915. General en jefe Alvaro Obre­
americano. gón. A los señores cónsules de Francia, Inglaterra, Ale·
C.Omo se ve, Villa trata de congraciarse con los represen mania y Estados Unidos."
tantes de países extranjeros y en estos a la vez se nota la
impresión que tienen de que se1 ,i. Villa quien triunfe ... (EL A la población civil de la ciudad de Celaya se le hizo saber
desfile de 40 mil infantes perfectamente armados, impecabll' '- a pesar de no tener tropas en la ciudad, cosa que Villa
141
140 C ELIA HERRERA
FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA

sabía, había �l peligro de q ue tal como Jo había éste anun cfas inteligememcme _ e�tre los �rigales, tomaron por asalto
c·•n 11a p0sicio 1es tle los v1l11stas batiéndose denodadamente. La
do, la población f u ese bombardeada, p ues era de sobra
135 s cución hecha por las caballerías terminó hasta Jas 6 de
cido el impulsivismo de Villa, por lo que se les dieron tº�0- re
a cit¡. dirigida por el general Maycotte, q uien no pudo
dades a los no combatientes para que abandonaran la c· d pe ta rde,
JU a(! ·
. .. vía iel ferrocarril porque se lo impidieron la,;
El UJa
..J' } 3 pnnc1p1ó el combate, orden que fue dada p o
r eJ �truir la
acequia5 que cr uzan esa región, pero por ambos
general Obregón, mediante un cañonazo que ordenó dis dive rsas
r, atacó los trenes villistas, haciendo n u merosos estragos
a las 4 de la tarde. Antes había hecho circular entre sus /ª
lO p�, oancos
tropa q 1e iba en los techos de los carros y en los
una exc1tat1va, q ue entre otras cosas decía: entre la
. . 1,

estribos.
el número de
"El próximo combate secá probablemente el últi mo
., El número de villistas muertos [ue de 4 mil;
q ue p ueda res1sur en trene s e trasladados
. . 1 a reacc1on encabezada por Franci·sco heridos se calculé en 5 mil que
fu ron
v·u .
1 a, a quien se consideraba invencible con s us hordª' on más o menos 6 mil prisioneros;
a ciudades norteñ ts; se hicier
ensillados, 32 cañones
e
d v alentones de cantma; · para presentar este nuevo se recogió un bo ín de 1 000 caballos
cofres y granadas;
combate el band?lero Villa reunirá todos los elemento, de grueso calibre en perfecto estado con
valiosos.
de que puede disponer, y de un solo golpe, podremos 5000 armas, telém�•tros e infinidad de objetos
acabar con esas chusmas de inconscientes, que pretenden Para dirigir este combate Francisco Villa se colocó a buen
es
llevar al pais a la más ignominiosa de las tiranías. u�­ recaudo, desde la ha<.ienda de Trojes estuvo dando sus órden
tede�, que no han sido vencidos en ninguna parte de Ja s de cabal lería eran
_ de "cargar y cargar". Las primeras carga
e
Repubhca, y q ue la han recorrido de uno a otro extre­ barridas por la fusilería de las infanterías obregonistas q u
mo, espero q ue esta vez sabrán dar el golpe de gracia a metidas en sus loberas marcaban la victor ia . . . Pero desde
la traición, acabando con ella, para que p uedan volver Trojes se repetían las órdenes "caballunas". .. más y más car­
a su s hogares llevando en el alma la satisfacción in­ gas... ¡hasta reventar los cinchos!. .. allá está el General en
mensa de haber f undado los cimientos de una Patria Jefe ordenando ... ¡Jamás en la cruel historia de México ha­
libre. El general en jefe, Alvaro Obregón." bían alfombrado los campos tal número de cadáveres de seres
�umanos . .. y de caballos. . . los primeros caballos m uertos
Efectivamente, Vill � tenía reconcentrados en Irapu ato unposibilitaron el paso a las cargas posteriores . .. Estupefacto
3� 000 hombres, pu es hizo sacar todas las guarniciones de Jas contempló el general Obregón el ímpetu de aquellas cargas..
diversas plazas que tenía dominadas en el Norte y asimi smo ...
reconcentró 36 cañones perfectamente equipados, cañone s de � caballería que él mismo declara nunca antes había visto
J�netes y bestias sin vida c ubrieron los campo s de Celaya .
g��eso calibre. Con este poderío aseguraba dar el golpe defi· Sd ao, León, Trinidad, Nápolcs, El Resplandor. La Laja, et•
mttvo al Constit_ ucionalismo.
El general Obregón al salir de Querétaro llevaba 6 JJ1i l cétera... y l uego, ante la amenaza de pestes y epidemias, con
jinetes y 5 mil de infantería, 13 cañones y 86 ametralladoras, Premu1a, en medio de aqu ella "desolada victoria" no hay tiem­
En Celaya, en el segundo combate se peleó los días 13 , 14 po pata dar sepultma a tal número de muertor y hay que
•n_cine1arlos . . y las llanuras se pueblan de centenares de
�5. En la tarde del día 15 la desbandada de los villistas efll
P•rámide-s en llamas formadas por miles y miles de ,lespojos ...
y
total, perseguidos por los � mil de caballería q ue por órden�s
del general Obregón estuvieron en completo descanso al cu1· los he1idos también suman millares, alg unos son abandonados
<lado del general Cesáreo Casuo, escondidos entre unas ar bo· tn el campo <le combate, pero los más son embarcados
ledas que hay entre Celaya y Apaseo. Las infanterías diserni· th t enes rumbo al Norte, los mismos "puntales" del General en
r
112 CELIA Hf:RRl.:RA 1-'R\:',Cl:>CO \'ILLA ANTE LA HlSTORIA 113
J e fe. sus más dc.,almados as�in o,;, c;ale
n c on el cu e rpo el jefe se in te rnó en la sierra chihuahu e nse, de d onde
vesad o por buen núme ro d e l>al.t!).. atr· (11� 0d
. Sólo Francisco Vi t saha u � nicame ntc para asaltar pequ eños pobla do s d espreve•
sale ileso, sin u frir ni un rasguño l
, sin el menor daño
de aquella s torm e ntas de fusilería, d aq \at 0¡do s.
e uellas tempestades d:
matanza que, a quien o bservó sus El grueso conting ent e de indios y aquis con que conto
preliminares le dieron
<.ree ncia de que seria e l mome nt o fina
l de Ja Patria. Y se hic .
la Obr eg ón fueron tal vei la pa:te iu ert e para el lo_gro de estas
ron realidad las palabras que Obregó
n le había dicho a Vill
ie sombr osas victorias; los yaqm!t sembr aron el p�111co e �tre l os
en Chihuahua, el día 16 de septiem a :mist as. Sup ervi� ient es de aquellas b a tallas aun plaucan el
bre de 1914, al desfila
J as caba llerías con el preconcebid o ; t error que les causa ba e scuchar, aun de lejos, e l acomp asado
o bj eto de impresio nar
ánimo de Obregón: en
el salón de Palacio de Go bierno el sonar de l os tambor es y e l ruid o ta mbién acompasad o de l
· .
Chihua hua, atrás del balcón desde d onde de d
"trotecito" de estos indios g uerreros; esos so m os, icen, eran
d
cont emplaron el d
file, se ha bía colocado una mesa co n re es­ penetrantes qu e perdurab an dentro de lo s oídos de l os
fr escos, pasteles, e tcétera·
en fin, algo de obsequio en día tan seña ��istas en de nota, aun cuando ya se hub � ese n a pa�ado. Y
lado. Al terminar eÍ
d esfil e, Villa le repe tía a Obregón: la persecución que llevaban a efect os l os yaqms en-a conti nua .••
-Ya ves, compañerito.. . mis caball e implacable. ..
rías .. . Quién me las
d e tiene ... aj ... aj ... Mira, compa ñerit Fue en el mismo septiembre cu ando des de H1·ctalg o de1
o , qué caball erías ...
Quién puede con e llas ... Parral, l\Iacl ovio Herrera, en uno de su s m u ch?s tel_e�amas
Obregón guardó silencio much os instant dirigidos a Villa, convenciéndose de que nada m nadi� 1mpe•
es, pe ro a tánto
J·ep etir y repetir Villa las mismas frases, diría que éste se !a mara sobr e la i\ a ción y la env olvi era en
contestó:
-¡Nad a m ás r ,is inf anterías, general . .. 1 nueva ola de sangre, le ha bí a dich o: "re cuerd e que p ronto va
Palabras que ><:asionaron en Villa una usted a ser de rrotado, p orque si no es hombre _ menos es
altera ción tal, que
su bien do el tono de l a v o
z y pronunciando palabras gruesas y «m1·¡ 1tar»
· . . . " Con esa' mi!tma convicción, con ese ánimo, con el
dando tan fue rte, puñetazos s obre la mesa optimism o caracterí stico de su buen es píritu, Macl ov10 · H errera
, refrescos y ador­
n os, todo cuant o había allí se vino abaj o . había llega do a Veracruz y se había pue st o a las órd enes de_l
Primer J e fe. Le acompañ aban 50 hombres, el rest o de la bn·
gada Juárez había que da do en_ Mazatlán a las órdenes del
_
Toda esta c orrería del villismo se debió a que no hubo gene,al Luis Herrera qu ien se in co rp oró en enero de 191 5 •1
_
-quien detuviera en su huída al G e ne ral e n Jefe , porque eo las fu erzas del gene ral !t urbe, como y a que da dich o e n p ág ina-.
est e largo trayect o de derrotas ininterrumpidas, tuvieron 1� ant eriores .. .
bandol eros, que eran e n número abrumador, jncontables oPor· · 1 crribl e, a ctiva, e fectiva, habí a sid o l a tr eme� d. ª. p ropa ·
tunidades para haber derrotado a las tuerzas del general
r
ganua hecha alre dedo r d el villismo, pr op aganda di�i�ida Pº1
Obregón, principalmente al colocarse éstas e n la "Barranca de lo� c1 ue querían utili,ar al .J e fe en s u pr opio benef1c10 �ue
Calvillo", la �ición para los constitucionalistas fue peligro­ logra, on cincel ar en la m ent e de la� m ayorías la convi_cc1ón
sísima; pero e l General e n Jefe huía y allí no hubo, cotnO de la invencibilidad de l vi111smo; ahanza ban es a cree�ci a la'i
había habido antes contra el hu ertismo e n Ojinaga y e n Tierra sol apadas man iobras pro ducidas po r l a mente de Feh pe A 11
gel<:,. la r ue11a q ue la adh esión de l os element o s m1htar _ _
Blanca, quien obligara al generalísimo a de tene rse, quien lo �s Y
obligara a volver a atacar, con lo qu e la División del Norte
civ iles del p orfirismo y del huertismo proporc� onaron al v1l� .1s
antes había logrado sonados triunfos qu e después Villa creyó 1110, y el deslu mbran te desfile militar que la _c�udad de Méxi co
que eran propios: la huida principió e n Celaya y te rminó habí a presenciad o, a tónita, el día 6 de dic1 embre d e 1914,
111 CELJ\ HERRER A FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 145
exposición patente de aquella fuerza material, des{i!e inol .· l"· Por ellas se comprende que la única esperanza que
,_d
dable para la población civil de la capital de México, diez in,,
'�· ila el Constitucionalismo en el norte del país eran: los
.. . . cer
Jllletes y 40 mil infantes, a cuya cabeza iba Francisco Villa ... )lel1llanos generales Luis y Maclovio Herrera en la pequeña
todo hacía que la leyenda de su invencibilidad arraigara cri ais lada ciudad de Hidalgo del Parral, Chihuahua, y en So­
. y
1as m ás a�aita das regwnes del país, regiones casi sin vías de: oora, el general Ramón F. Iturbe.
_
comumcac1ón ... Por eso, cuando se oyó decir, muy débilme11t1
en el otro confín de la nación, que allá en Hidalgo del Pan al 11 Dictamen", 26 de noviembre de 1914
pequeño pueblito aislado al sur del estado de Chihuahua'
sólo uno �� los jefes de la División del Norte no seguía a Vill; "Los generales legalistas Herrera e lturbe inician la
en su tralClón, y se supo que ese jefe era Maclovio Herrera, el campaña. Por noticias que hemos recogido en fuentes
_ oficiales, podemos asegurar "que el general Maclovio
asombro paralizó la mente de muchos observadores. El mismo
señor Carranza escuchó estupefacto el retrato auténtico de Vi lla Heraera, después de un brillante ataque, tomó Ciudad
que hada verbalmente el general Herrera y la exposición d� Guerrero, Chihuahua, desalojando de ella a la guar­
las razones por las que éste anticipaba que muy pronto �e nición villista. El general Ramón F. !turbe tomó la esta­
tendrla en la mano el triunfo definitivo del Constituciona- ción de Cruz de Piedra, cercana a Guaymas, en el Estado
lismo. de Sonora. y marcha a atacar a las fuerzas mayteronistas".
Don Venustiano Carranza en Veracruz, salió a recibir al
muelle al general Herrera, después de saludarlo lo tomó de! "11 Dictamen", IC? de diciembre de 1914
brazo y lo condujo a Faros en donde conversaron a solas J:u­
gamente. La sorpresa era enorme: un jefe con 50 hombre\ "Serán reforzadas las tropas del general Maclovio He­
negaba a Verac1 uz, por toda la costa del Pacífico desde Chi• rrera. Nuevo Laredo, noviembre 28. Se han recibido
hualwa. Sólo un jefe se separaba de aquel ejército que cada noticias de El Paso, Texas, comunicando que el Primer
día aumentaba su poderío con la adición de jefes, oficiaks ) Jefe del Ejército Constitucionalista y encargado del Po­
tropa que momento a momento defeccionaban y se unían a der Ejecutivo, C Venustiano Carranza, ha dictado ór­
los que p1esagiaban el uiunfo ... con Villa iban al triunfo ... denes a fin de que de Sinaloa le sea enviado un respetable
el villismo dominaba la nación. . . los periódicos fronteriz os refueno de tres mil hombres, así como armas, municiones
norteamericanos le habían dado e] calificativo de "Genio de y dinero en efectivo, al señor general Maclovio Herrera,
la Guerra"... (de Napoleón-Bandido) al jefe de la División quien como se sabe se encuentra operando en el sur del
del Norte . .. La propaganda había enraizado en la mente ele Estado de Chihuahua.
las mayorías... siguiendo a Villa en aquel movimiento sin "Se tiene conocimiento de que el general Herrera sólo
bandera ni motivo, iban a triunfar... ¡así lo esperaban to· esperaba la llegada de dicho refuerzo para inmediata­
dos ...1 mente disponerse al ataque de vaiias poblaciones del Es•
tado de Chihuahua, actualmente dominadas por las fuerzas
villistas. En estos momentos el número de hombres con
que cuenta dicho general es de cerca de ocho mil, los
''EL DICTAMEN", P:ERJóDICO DE VERACRUZ cuales se encuentran perfectamente municionados y equi­
pados. En la presente semana ha combatido - varias
A continuación !e transcribe parte de las informaciones partidas de villistas, log1 ando que muchos de ellos pasen
que en esos días daba la prensa local de Veranuz: El Dicta· a incorporarse a sus filas."
146 CEL I A HERRER A FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 147

"El Dictamen", l'? de diciembre de 1914 enviarnos el elocuente y enérgico artículo que acaba de
escribir sobre la personalidad de Francisco Villa, que en
"Se dice que el general Herrera se dirige a Ciudad esta misma edición publicamos. El macyor interés de esta
Juárez. La.redo, Texas, noviembre 26. Procedente de El publicación consiste en que el general Herrera estuvo
Paso, Texas, se ha recibido un mensaje anunciando que en todas las jornadas de la División del Norte y conoce
el general Maclovio Herrera, que hasta hace poco tenía el perfectamente bien tanto la obra de Villa como su con­
grueso de sus tropas en Mesa de Sandía. libró ayer ducta en el actual conflicto interior.
las órdenes conducentes para la movilización de dichas "Saludamos al patriota general Maclovio Herrera, de­
tropas hacia el norte a fin de atacar Ciudad J uárez ... " seándole una grata permanencia en Veracruz y que co­
(etcétera). rone nuevamente el éxito su nueva lucha contra el
espíritu reaccionario al frente del cual se ha puesto
Solamente la situación tremendamente angustiosa de aque­ la División del Norte."
llos momentos, podía sugerir la publicación de noticias tan
erróneas... La brigada Juárez apenas si contaba con mil -El Dictamen", sábado 5 de diciembre de 1914
hombres y de la lealtad de gran número de ellos dudaban
mucho los jefes, hermanos Herrera ... avanzar hacia el Norte "Sabemos que se está organizando para hoy una ma­
de Chihuahua era completamente imposible, no tuvieron otra nifestación popular en honor del general Maclovio He•
salida que la Sierra Madre Occidental, rumbo a Sinaloa, sólo rrera, quien por su actitud frente a la deslealtad de la
para '1impíar su gente" atacaron Parral, y, en efecto, la mayor División del Norte, ha aumentado su crédito como revo­
parte "se volteó". . . todo era villismo ... todo era "bancli· lucionario de ideales y de principios.
dismo" ... "El pueblo veracruzano corresponde con su actitud a
la justa fama de que goza como liberal y patriota el ge­
"'El Dictamen", diario de VeraCl'U.Zt en su edición del 5 de neral Herrera."
diciembre de 1914, dice:
811 Dictamen", domingo 6 de diciembre de 1914
"Se encuentra en Veracruz el general Maclovio He·
rrera. Procedente del Norte, en donde ha estado desarro­ "La manifestación de ayer en honor del general
llando su campafia contra el villismo, con la pujanza en Maclovio Herrera resultó muy lucida. Concurrieron a
'él característica y el éxito que ha seguido sie mpr e eUa numerosos gremios obreros, etcétera. A las 5 de la
en sus campañas, se encuentra en Veracruz el ameritado tarde del día de ayer partió la manifestación desde el
general Maclovio Herrera. parque Ciriaco Vázquez, lugar donde se reunieron los
"Ayer abandonó el pullman en que está hospedado, distintos gremios y el pueblo entusiasta que no dejó un
para celebrar una conferencia con el Ministro de 1• sólo instante de vitorear al héroe de Zacatecas, general
1

Guerra, general Pesqueira. Hoy debe entrevistarse �o fl Maclovio Herrera.


el Primer Jefe, después de lo cual este distinguido J CÍ� "Lo que más se admira en el general Herrera es su
constitucionalista volverá al Norte, con el objeto de reª. actitud tan digna y tan enérgica durante la Convención
nudar al frente de sus aguerridas tropas, su valiosa cafll1 de Aguascalientes, durante el juego y la farsa política de
paña contra la reacción. El general Herrera, cuya Je �lt�� la famosa Asamblea, el general Herrera dirige enér­
COllTe pareja con su valor y pericia militares, se s1f" gico mensaje a los generales Domingo y Mariano Arrieta,
1
148 CE LI A HERRER A FRANCISCO VILLA ANTE LA HIST ORIA 149
tan honrados como él, y declaran la gue rra sin cuart lientes y patriotas resue ltos como nosotros a probar a
e
a Villa y su s traidores, colocándose aquellos al lado d � Jas hordas vandálicas de Francisco_ Villa, �ue �o se vence
Primer Jefe, enarbolando la bandera de la legalida� lo mismo a los soldados mercenarios de Vtc�onano H uer·
pero debe considerarse que los generales Maclovio y L� ta. qu e a los viriles defensore s de la legalidad y de los
Herrera, como los hermanos Arrieta, asumían tan 'VÍtil derechos de l P ue blo Me xicano. Maclovio Herrera."
actitud en un me dio completamente hostil, rodeados de
enemigos poderosos porque contaban con mucho materia¡ (A continu ación se transcribe el articu lo mencionado
de guerra ... El Primer Jefe debe sentirse complacido al en líneas anteriore s).
estrechar la mano del ge neral Herre ra, de ese hombre que
no ha nacido en me dio de las grandezas de la vida y que, "¿Quién es Francisco Villa ... ? El que le conoce , por­
por lo mismo, identificado con el dolor del pueblo op ri­ que estu vo en todas las campañas �el Norte, respon�e
mido, lucha sin tregua por s u libertad." categóricamente.-El general Ma�lovio H�rr�ra h¡¡�e m­
tere santes declaraciones a la nac1ón.-Patnot1sroo simula•
do y ambición efe ctiva.-Rasgos que perfilan al hom�re .
''El Dictamen", Verac;ruz, domingo 6 de diciembre de 1914
"Desde que It urbide fue e levado al trono de México,
"Fue un acontecimiento la Confere ncia de ayer en el en pre mio de su traición a España, postergando con la
«Dehesa». A una cita del orador Jesús Urue ta son adama­ ele vación del falso héro e de Ig u ala a los verdade ros hé­

dos los generales l eales al Ejército Constitucionalista. roes de la Inde pendencia Nacional: G uerrero, Bravo Y
Alvaro Obregón, Madovio Herrera y Cesáreo Castro Guadalu pe Victoria, el pueblo mexicano como todos los
suben al escenario en medio de las ovaciones de la �on­ pueblos jóvenes, ha venido siendo presa de héroes orope•
currencia. La conferencia del distinguido orador licen­ lescos, de fantoches ridículos surgidos en cada conmoción
política, para aprovechar en su favor los esfue rzos Y
ciado Jesús Urueta, que ayer tarde se verificó en el «De­
sacrificios de los hombres honrados, de los verdade ros
hesa», por la fuerza d e su trascendencia re volucionaria
patriotas que a última hora, a la hora del triunfo, que­
fue un verdadero acontecimiento que la prensa debe
dan relegados a un seg undo término por haber _h� cho
recoger y divulgar por todos los ámbitos de la nación.
labor honrada e n vez de formar camarillas de �b1oosos
El conocido tribuno tuvo momentos d e prof unda inspi· que les hagan bombo y trabajen por su elevación.
ración y f ue interr umpido con aplausos en s u elocuente .
"En cada una de las revoluciones que el pyeblo mexi­
y sugestiva conferencia .. . e tcétera ..., «Fi esta de la Pa· cano ha tenido que sostener contra los enemigos de su
tria», como la llamara el gran tribuno ... " libertad, se ha repetido este caso. Enfrente de cada hom·
bre que ha luchado con temeridad y honradez a la cabeza
''El Dictamen", Veracruz, martes 15 de diciembre de 1914 de su partido por el triunfo _d� una causa, se ha levantado
"Se despide e l patriota y digno general Maclovio He· siempre un Judas, un amb1c1oso q ue pretende arrebatar
la gloria del triunfo y pospone rl_o e� e l cora �ón de sus
rrera del pueblo veracr uzano ... Vamos al Norte seguro5
partidarios. G uerre ro, Bravo y V1ctona sostu v�eron once
de que no seremos los únicos que tendremos q u� lucha!
años la guerra contra España, para qu e It urb1de, en u n
resueltamente contra los nuevos e nemigos de la Revolu· día y a costa de una traición, ganara para su cabeza un�
ción; seguros de que en el Centro, en e l Sur, en el Oeste corona imperial. Juárez, después de sosten�r c�n tenac1-
y en este Heroico Estado, quedan hombres enérgic os , va· dad y heroísmo, sin ejemplo e n nuestra historia, las fa-
150 CE LIA HERRERA FRANCISCO VILLA ANTE LA IllSTORIA 151
mosas guerras de Re forma y de Interve
nción Fr
a que el bo mbo de los aduladores ambiciosos les ha ior­
tuvo que lu0ar ¡t
. brazo partido contra alguno c mado, por la exhibición de su personalidad en la pre nsa,
.
prop10s part idarios, Porfirio Día d� es.i.,
tr otros' qu s1.1, tal cual es, y como pret ende ser, y castigándo os t an s e­
ga ban para 1· ust1·r1ca
· r su insu J l
rr ección, que el célebr e a e
z,
veramente que el castigo forme época en la Historia
en e

del Partido Liberal no había he


. . cho más que apro ve J.nefe Nacional y deje un ejemplo que sirva de freno a las
las VlCtona s de lo� otros, de los militare e a
s, puesto uce t ambiciones malsanas de los hombres. Un segundo Cerro
estos se debía el trmnfo
de la causa liberal, y no a j a de las Campanas acabará con los Napoleones de paco tilla.
que nunc� empu ñó el fusil . Mader
_ o, vencedor de Po como acabó el primero con las pretensiones monárquicas
Díaz, por e l peso d e la opm �tf0
ión pública, indinada de los reaccionarios.
a su favor, más que por el esfu t
erzo de sus parti "El que suscribe luchó al lado de Francisco Villa en
d�
�m_a?os, tuvo a Pascual Orozco, que no en todas las bat allas que éste sostuvo contra los huer t ist as.
J USttÍlcada la preeminencia de Ma contrando
de r o' porque ést
e no desde la primera toma de Torreón hasta la de Zacatecas,
tema en su hoJa d e setV1c10
, .
s m. una sola acción de ar y sabe bien a qué atenerse respecto a los méritos mili­
. .
levantó la bandera de la contrar
revolución para to: tar es d e este jef e . Sabe que consiguió apoderarse del
p�r la fuerza de las armas el
puesto que la opinión pu. mando del cuerpo del Ejército del Norte, por un golpe
blica l e n egaba.
de audacia, al que no quisi eron oponerse m uchos jefes
"Tuvo también a Victoriano que ahora forman esta División, por no provocar una
Huerta, el vencedor de
Rellano y de .Bachímba, que
j uzgándose único y mere• escisión en momentos tan difíciles para la Revol u ción
cedor d el poder porque había
hecho huir como gamos Con stitucionalista, a pesar de la repugnancia que a todos
a l� hordas infelices de Pascua
l Orozco, en los llanos de nos producía e l ser ma ndados por un hombre de sus
°:1ihuahua, no va�ló en lJegar hasta
la traición y el antecedentes. Sabe que las importantes victorias de la
crimen par a despojar de su ele
vada investidura al que División del Nor te sobr e los ejércitos de Huer ta , no se
habla puesto en s us manos los
mejores elementos con deben ni a su astucia, ni a su gen io, ni a su valor, pues
que contaba el país pa ra la defe
nsa de sus In stituciones. no es ni siquiera valiente, sino al empuje de sus jetes
"En los momentos actuales, Venu
stiano Carranza, re­ de Brigada, de la oficialidad y de los soldados, todos un i­
conocido Y acatado como Jefe
de la Revolución contr.l dos con el propósi to firme de vencer o morir . Vencim os
H�erta, por t �os l s ] efes Con
� _ stitucionalistas de Ja Repú· siempre, porqu e ni los soldados ni los oficiales de Huerta
bltca, con méntos mdiscu tibles y con derechos emanado�
de �n PI� que fue aceptado tenían igµal propósito; no porque el genera l Villa sea
por todos para ocupar Ja un genio militar.
Pres1denc1a y permanecer en
e lla el tiempo n cesar io "En la bat alla de Tierra Blanca, Villa había inicia do
para rest�blecer el orden y la
Constitución, tiene en· ya la ret irada, y fue d ebido a la resiste ncia que opu so la
e

�re nte, dtspu t�dole esos m éritos y


ese derecho, a UJl Br igada de mi mando al avance del enemigo, y a la s
Jefe que no tien e otros méritos
que las vic torias de sus reitera das instan cias del su scrito pa r a que se diera una
fuerzas, ni otro derecho para disp
utarle el poder que el nueva carga, el qu e se convirt iera en una brillante vic­
derecho de la fuerza.
t oria lo que ya era un desastr para la Divis !ón del �0 ;1te.
"Es t iempo ya de que todos los hom �
bres ho nrados de E n Ojinaga y en Zacatecas, Villa se presento en la ul tima
la República, hagamos un esfuerzo
común para Jibrarno� fase de los combates, sólo a r ecoger los lauros de la vic•
de estos héroes de cartón, derru
m bándolos d el pedest:il toria, obtenida por el esfuerzo de sus soldados.
FRANCISCO VILLA ANTE LA HlSTOtUA 153
152 CELIA HERRERA
, en fin, en un tirano sober­
"Y si como militar vale me nos, m ucho me nos de 10 un sultán, y convirtiéndote
que Terrazas y que
que prclenden sus paniaguados y de lo q ue él ha acabad bio de Chihuahua, peor mil veces
han pesado sobre
de �re�r. como ciudadano, como hombre, val e menos qu� cualquiera otro de los muchos que
e l ult1mo de s us soldados. Lamento sinceramente n uestra desgraciada Patri a.
n
haber estado prese nte en la Convención de Aguascalie:. "Esto y mucho más q ue haré público por medio de la
la Convención
tes, para habe rlo conf undido y confundir con él a los prensa, en otra ocasión, hubiera dicho en
· de Villa, sin qu éste se h ubiera
J'f
e es q ue l o h
� seg u ido con s u misión indigna de hom. para abatir la soberbia e
la verda d pesa como
bres que se estiman, en u na avent ura q ue va a costar au·evido a contradecirme, porque
ncia
a Ja República lágrima s d e sangre . una plancha de plomo, y para sustraer de la influe
ón
"Allí le hubiera gritado con toda la fu erza de mis pu}. perniciosa de este jefe a mis compañeros de la Divisi
yo d sus ant c d nt s, y
del Norte, tan ente rados, como e e e e e
mon es, para q�e lo oyera la Convención, para que Jo
ll vará a la
oyera Agua scahe ntes, para q ue lo s u piera la R epública tan convencidos como yo de que este hombr e e
por
e me ra: Francisco Villa, tu verdadero nombre no es éste Revol ución a su completa ruina; pe ro faltos de valor,
desgracia, para se g u ir sus impulso s honrado s, q ue no
q ue has tomado para cubrir una época ve rgonzosa de tu
vida. Tu nombre es Doroteo Arango, inscrito ya va1·ias p ue den haber sido otros que los que nos apartaron de
vec�s en los registtos de las prisiones de Chih uahua, por él en Parral, al iniciar s u avance al sur la División del
dehtos que las le yes castigan con la horca; e s bien cono­ Norte a fines de se ptiembre. Esto es, desnudo de los
cido en las s ierras de Chihuah ua y D u rango, q ue fueron falsos oropeles con q ue lo han vestido aduladores am­
d urante mu chos afios el teatro de tus fechorías de ladrón biciosos q ue desean su e ncumbramiento para medrar a
de camino real y d e ases ino desalmado. La Revolución de su sombra, el hombre q ue se ha p uesto frente a Carran­
1910, que salvó a la República de la tiranía ominosa de za, el l uchador incansable y modesto q ue desde Coahuila
Porfirio Dfa�, te libró también a ti, por desgracia para hasta Sonora y des de Sonora hasta la capital de la Re­
nuesu·a patn�, ?e tener el único fin que convenía a tu pública, llevó e n alto la bandera de la Legalidad, sin
_
v1da de latrocrn1os: el patíb ulo. Pero ni la R evolu ción de desmayar un p unto, predicando en todas partes, con fa
1910 ni la Revol ución de 1913, p urificaron t u espíritu, palabra y con el ejemplo, la constancia de la lucha sa­
pu es como revol ucionario, robaste a Pascual Orozco una grada contra la traición y el crimen de Huerta, el respe�o
f uerte cantidad de dinero de los habe res de la fuerza, te a la ley, y procurando en todas partes r efrenar y suavizar
rebelaste contra Made ro en Ciudad J uárez, robaste desea· los procedimientos de la g u erra. No cabe comparación
entre las personalidades de Villa y Carranza. El primero
radame nte en Hidalgo del Parral, saqueaste a Ci u dad Ca•
ma rgo, y como je fe de la División del Norte has seg uido fue y sig ue siendo un bandido; el s egundo f ue y ,igue
usando los mismos procedimientos a qu e estabas acos­ siendo un hombre 11onrado. Los hombres honrados hace n
t u mbrado como jefe de bandole ros, es decir, has seg uid o los gobernadores honrados . Los hombres faltos de probi­
robando. ah ora en gran escala, asesinando de spiadada­ dad hacen los gobernantes tiranos y rapaces. Villa, go­
bernante de México, convertiría a la R epública en un
mente, no a t us e nemigos políticos, sino a t us enemigos
intnenso campo de rapiña. G utiérre z o cualquiera otro
personales y a los q ue t uvieron la de sgraciada oc u rrencia
elegido bajo la presión de Villa, sería el instr umento de
de pe1 seg u irte cuando e ras Dorote o Arango; violando
las rap iñas de Villa y de los s uyos o sería depue sto para
clonccllas, burlándote de la ley y d e la sociedad con xna·
llevar al pod er a otro q ue se dejara manejar dócilmente.
u·imonios múltiples que te han dado más esposas que a
154 CELIA HERRERA

"No hay que vacilar: si no queremos la ruina d


Revolución y de la patria, déjense ya de perseguir Clet la
tas
y monjas, Villa: he allí el enemigo.
"Invito en mi nombre y en el de mis compañeros d
e
Brig�d� Benito Juárez, que es a mis órdenes, único s �a
.
la D1vmón del Norte que fuimos bastante honrados p e
opo?ernos a I_a �bici_ón desenfrenada de Villa, a tod�
los Jefes const1tuoonahstas de la República, al elemen MAS TRAICIONES
. to
c1v1·1 , a �odos los hom�res ho�ados, en fin, que prefie-
ran el bien de la patria al bienestar propio, a los hozn. El desastre de Ramos Arizpe, Coahuila, fue de una resonan­
bres que no esperan medrar con el triunfo de la traici6 cia enorme y de c�1nsecuencias desastrosas por la desmoralización
a los que no tiemblan ante las amenazas bufas del Nap; que causó entre 1 a tiropa y la oficialidad que aumentó enor­
león bandido, a que nos unamos como un solo hombre memente la creenc. ;a que se tenía de que la potencia de Villa
p�ra luchar contra el único obstáculo para la paz y el era incontrastable. El general Antonio I. Villarreal, jefe de
bienestar de la República: Francisco Villa. )as fuerzas que deb'an defender la plaza de Ramos Arizpe,
que había oído sonar su nombre como "presidenciable" en la
El general Maclovio Herrera. Convención de Aguascalientes, andaba, como suele decirse,
moviéndose en "dos aguas". . . a eso se debió su desvergonza­
Diciembre 6 de 1914, Veracruz, Ver." da actitud en Ramos Arizpe, en donde ni siquiera bajó sus
tropas de los trenes y de hecho las puso en anticipada derrota,
procediendo inmediatamente después a dispersarlas en "gue­
rrillas". En esos días habían llegado a la capital tres individuos
enviados por Villa: Martín Luis Guzmán (a quien Félix Pa­
lalicini había dado el mote de ''Rigoletto"), C.arlos Domín­
lllez y Luis Malváis, con la consigna de "conquistar" al general
�o Blanco para el partido de Villa. El señor Carrarua
informado del caso ordenó las averiguaciones debidas que
Pl'acticaron los señores Roberto Pesqueira y Alfonso Alatorre,
Cite último jefe de policía. Teniendo las pruebas en la mano
� señor Carranza ordenó la detención en la cá:cel de dichos
uv
:l iduos y días después ordenó que fueran enviados fuera
país embarcándolos en el tren a Laredo; pero al llegar a
Afonterrey el general Antonio 1, Villarreal los bajé y entrando

tPor la zona villista pudieron volver a la Convención. Según


ha escrito en relatos en diversos periódicos, el general Pablo
llzález a raíz del desastre de Ramos Arizpe, maltrató du­
l'llnente a Villareal diciéndole que debido a que era su fami-

155
156 CELIA HERRERA
FRANCISCO VILLA ANTE LA IIJSTORIA 157
liar no or �enaba su fusilamiento. Villarreal rápidamente pro. •ca racterístico" de Angeles, los demás soldados no opusieron
_
ced1ó a salu a Estados Unidos, llegó a Matamoros, Tamaulipas ,esistencia a dejar salir al secretario; afuera estaba formada la
_ gente del general Manzo y a éste de pasada y precipitadamente
y sm detenerse cruzó la línea divisoria escapándose apenas d
que lo hiciera prisionero el general Navarrete que iba en se le dijo Breceda:
�No vayas a obedecer ninguna orden de Villa voy co­
�ersecución. Las tropas de Villarreal quedaron tan desmor:
hzadas que se consideraron peligrosas para unirlas a las del rri e ndo a avisar al señor Carranza lo que sucede ...'
general Obregón al salir éste a batir a Villa. Do n Venustiano intervino en el a.cto, mandó llamar a Villa
En noviembre de 1914, el general Lucio Blanco traicionó a quien echó en cara su proceder y lo reconvino con dureza.
definitivamente a la Primera Jefatura, habiendo estado mucho Ma nuel Chao salvó su vida.
tiempo antes engañando hasta a sus jefes subalternos. Se unió Meses después, en la Convención de Aguascalientes, estan­
a las llamadas fuerzas convencionistas y fue de los que acom­ do el general Obregón hospedado en el hotel París, llegó
pañaron al presidente Eu1alio Gutiérrez en su huida hacia M anuel Chao a hablar con él "confidencialmente". Hablaron
San Luis Potosí. largo rato de los problemas del momento y éste con energía
El triunfo que creían tener asegurado al lado del villismo ma nifestó a Obregón que ni él ni los generales Herrera iban
Y la bandera de �trocinio que éste les asegurnba, era la prin­ a seguir a Villa en su traición, que porque éste no era más
. que un asesino, un hombre primitivo, sin freno, en fin: un
cipal causa del sinnúmero de defecciones que a diario se
sucedían y que hadan al general Obregón no confiar en nadie. felón ...
Todo el país J abía sabido que en Chihuahua, en 1913, Sabedor Obregón del frustrado asesinato de Cho a en Qii­
siendo Manuel Ch o Gobernador del Estado., ordenó Villa su huahua, creyó lo que allí le estaba diciendo el ex gobernador
íusilamiento porq-i.: e éste se negó a pagar un vale contra la y le preguntó:
Tesorería del Esta, lo, visado por una "señora" a quien Chao -Muy bien, general; qué le falta, dígame ...
no conocía. En rf alidad el disgusto era porque Villa temía Se puso pensativo Chao, y luego dijo:
que Chao le q�itua e� mando de la División del Norte, jefa ­ -Mire, general, tenemos gente, tenemos armamento, tene­
tura a la que V1lh aspuó desde el primer momento de formada mos víveres . . . Sólo nos falta dinero ...
ésta, lo cual logró por todos los medios a su alcance. Esa -Ah, no se preocupe, general --«>ntestó Obregón . .. y
mañana estaba en Chihuahua el señor Carranza, quien envió vaciando dos cajones grandes de cajeta de Celaya que en esa
a su secretario, señor Alfredo Breceda a invitar a Chao a que � se vendían conteniendo cuatro grandes paquetes de
pasara a tomar el desayuno con él. Llegó Breceda en el mo­ dicho producto, respondió:
mento en que se estaba "juzgando" a Chao, quien al ver entrar -Mire, general, váyase a su hotel y yo al rato le mando
al secretario de Don Venustiano, le dijo: l'ega]ar "estas cajetas de Celaya" ...
-¿Ya sabe la noticia? Mire, lo que dice el periódico de Así lo hizo Obregón y al tener Chao en sus manos los
hoy ... tajones aquellos llenos de dinero, los tomó y fue a presentár­
Se acercó Breceda junto a Chao y éste, aparentando qu e lelos a Villa diciéndole:
leía en el periódico le dijo en voz casi imperceptible: -Mire general, lo que me mandó Obregón tratando de que
-Me van a fusilar en unos minutos más, avísele a Don Yo lo deje a usted...
Venustiano, aunque no creo que ya Jo dejen a usted sal ir 1 Así se sucedían las traiciones en aquel momento de su­
de aquí... Ptema angustia para la patria!. . . asf era la clase de ''gente"
En el acto Breceda se retiró y como afuera estaba Felipe Con que se contaba... las defecciones. .. los "volteados" era
Angeles, quien saludó de mano a "Brecedita" con aquel afecto
158 CELIA HERRER A FRANC1SCO VILLA ANTE LA HIST ORJA 159
cosa de todos los días, el general Obregón tenía que d� J,I operaciones en el sector de Nuevo Laredo. El día 12 de abril
1915, hizo resistencia al general villista Orestes Pereyra,
fiar de muchos y era sin duda su mayor preocupación al s��­
lt dc:oe su gruesa columna, en su mayor parte de i�fantería, que
de México rumbo al Bajío con aquellos sus hombres que e n
· n
Ias "apues ta s" se aseguraba que ganarfan a Ios vi·111stas "s6lo avanzaba a paso de carga sobre el tren, procurando capturarlo,
a correr ... " pues éste, a propósito y obedeciendo las órdenes que tenía,
¡ Y considerar que a Manuel Chao sus mismos compañer ,etrocedía paulatinamente. Como a las 9 de la mafíana enfrentó
de �as le habían dado siempre cierta distinción porque � tas posiciones de Huizachito, siendo recibido primeramente
_
valonzaban su mediana cultura, ya que había sido maestro � r la caballería que en línea de tiradores comenzó el fuego
_ IC)bre los infantes villistas y momentos después, las ametralla­
de escuela antes de estallar la Revoluoón ...1 Los hermanos
Herrera, que por su rudimentaria cultura se consideraron a 6¡ doras del frente constitucionalista comenzaron a hacer fuego
mismos siempre como soldados de la Revolución, únicame nte 111ordfero sobre ellos. Intentaron los villistas abrirse en dos
creían ser debidamente representados en muy especiales oca'. ala s y avanzó su caballería a proteger a ]os infantes y la lucha
siones eu la persona de Manuel Oiao. A raíz del frustrado que fue tremenda, se generalizó desde las 9 de la mañana a
fusilamiento antes relatado, varios jefes revolucionarios le )as 4 de la tarde, en que las fuerzas de Orestes Pereyra que­
proponían al señor Carranza aprehender y fusilar a Villa. daron envueltas totalmente con resultados terribles, pues eJ
entre ellos muy principalmente Eugenio Aguirre 'Benavides botín recogido fue de 600 rifles, 12 000 cartuchos, 7 a.metra.
quien le decía al primer jefe: Dadoras, 16 carros de transporte, 8 carretas y 400 caballos en­
-Sí, señor Carranza; autorícenos usted, yo aquí tengo toda lillados, quedando en el campo 300 muertos y 75 heridos que
fueron atendi_dos en Nuevo La.redo, quedando aniquilada la
mi Brigada Zaragoza... etcétera -pero don Venustiano se columna villista que se replegó a Candela, donde al día si­
opuso diciendo: guiente recibió otra derrota por el mismo general Herrera,
�o, no hagamos eso. . . porque lo hacemos héroe. quien ese día recibió aviso de que el general villista Rosalío
Hernández, que estaba en posesión de Piedras Negras y el
Dorte de Coahuila, a marchas forzadas se dirigía con una
gruesa columna de caballería, con objeto de atacar la plaza
MACLOVIO HERRERA EN NUEVO LAREDO de Nuevo Laredo, razón por la que se regresó el general He­
rrera, sin continuar la persecución de Orestes Pereyra, en su
De Veracruz pasó por mar a Tampico el general Maclov io base de operaciones.
Herrera en el mes de diciembre de 1914, zona dominada par
el general de división Pablo González, con la División del 1 . Se transcribe a continuación un fragmento del parte ren­
Nordeste, que tuvo como principal objetivo la defensa de El � en Nuevo Laredo por el general Maclovio Herrera, con
. � 29 de marzo de 191_5 al C. Primer Jefe del Ejército Cons­
tbano, que por su importancia en la zona petrolera, estuvo ti tuc1 onalista, Venustiano Carranza:
asediada durante 75 días por las fuerzas villistas al mando de
Tomás Urbina, y defendida por el general Jacinto B. Trev iii0• "Aprovecho la salida para ese puerto del señor Fran­
El general Herrera fue nombrado subjefe de la Divsió�
i
cisco Treviño, administrador de la Aduana de Piedrac;
del Bravo que capitaneaba el general Antonio I. vmarr�al, Negras, para enviarle el siguiente informe de las opera­
pero después del conocido desastre de Ramos Arizpe, eoa1tu11 ª¡ ciones militares de Coahuila, durante el tiempo que tengo
que se epilogó con la huida a Estados Unidos del genera de haberme hecho cargo de la Comandancia Militar de
Antonio l. Villarreal, tomó Maclovio Herrera el mando de dicho Estado, de principios de este mes a la fecha, por
160 CEL IA HERRER A FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 161
orden del C. General en Je Ce del Cuerpo del Ejércit o e bardes y ladrones, sean dados de baja públicamente. Aquí

Noreste. hice publicar el manifiesto que le acompaño, para pre•
"Cuando llegué a Coahuila, las fuerzas del general 4t· ve nir nuevas deserciones y en todo caso, para que los que
Gutiérrez comenzaban a evacuar Hermanas y a conce�� se pasen al acercarse el enemigo, sepan que no volverán
trarse en Sabinas por haber avanzado el enemigo rurnl>Q a ocupar sus puestos en nuestras fuerzas al triunfo de la
a la primera de dichas posiciones. Inmediatamente pro Revolución. Ruego a usted me preste su apoyo en esta
puse al general Gutiérrez que llamara todas las fuerzas disposición. El portador, señor Treviño, le explicará con
destacadas a lo largo de la frontera a fin de comp let ar un más detalles de la situación en Coahuila y le hablará
núcleo que pudiera igualar al efectivo con que avanzaba también del siguiente asunto: sé que el cónsul nuestro en
el enemigo, m� mperior al nuestro, y a pesar de que Eagle Pass, señor Guillermo Seguín. es padre político de
se hizo así, el avance de los villistas fue tan rápido, que un señor Belden, agente villista en la misma población ...
no tuvimos tiempo para concentrar dichas fuerzas ... (et­ etcétera.. . por tal motivo me permito sugerirle la con­
cétera ... ) veniencia de que dicho empleado sea cambiado a otro
"Para terminar me veo en el caso de decir a usted que consulado y sustituirlo por persona que ofrezca completa
entre las fuerzas que operaban en Coahuila a mi llegada garanúa.
a aquel F..5tado, reinaba una completa desorganización. Las "Protesto las seguridades de subordinación más res­
había en número suficiente y con elementos bastantes petuosa.
para limpiar el Estado de los invasores viilistas, si desde "Constitución y Reformas.
principios de enero se concentran, equipan y organizan, General Maclovio Herrera."'
poniendo la multitud de fracciones que guarnicionaban
los pueblos, bajo una mano enérgica que los hubiera (Por todas estas informaciones podrá el lector enterarse de
obligado a aceptar la unidad de mando militar en el la realidad de aquella situación, de la verdadera posición del
Estado. La mayor parte de estas fracciones al ver pró­ Constitucionalismo y de cómo, al caer más y más bajo la moral
ximo el peligro, pretextando que sus jefes estaban en de multitud de jefes y soldados revolucionarios que no vaci­
Tamaulipas o Nuevo León, comenzaron a salir del laban en pasarse al bando villista, dieron a éste una fuerza
Estado y no pocos del país, abandonando sus fuerzas Y tal. que los enemigos de la Revolución cifraron en él su firme
perdiéndose por este último motivo muchos hombres que "Peranza de una victoria definitiva: los elementos regresivos
abandonaron las filas al ver que sus jefes huían al ��­ �os del país, elementos bien conocidos que han entorpecido
tranjero. Cuando me hice cargo de la Comandancia Mth· �pre los impulsos de libertad del pueblo mexicano, toda
tar de aquel Estado, no pude reunir más de mil ho mbres reacción, respaldó al villismo ...1)
incluyendo los del general Gutiérrez. En la vecina pabl3•
ción de La.redo, Texas, hay algunos jefes y oficiales de;
sertores de Coahuila y algunos enviados en comisión ª
interior del Estado, que enviaron a sus hombre s soJos, MUERE MACLOVIO HERRERA
viniéndose ellos a dicho lugar por el lado am erical1°·
Creo necesario, para moralizar el ejército en el No rte J de lJn tren explorador con una ametralladora hada el servicio
hacer justicia a los que luchan empeñosamente por exploración varias veces al día por el rumbo de La Jarita,
triunfo de nuestra causa, que estos jefes y oficia les , ,o- Ci1le era por donde se esperaba que atacara la fuerte columna
162 CELlA HERRERA FRANCISCO VILLA ANTE LA HJSTORIA 163

de Rosalío Hernánde1.; el mayor Celestino Villarreal era el ae rrera, horas antes de morir, supo que su pronóstico el día
�efe de la escolta. El genei-al Herrera había celebrado un 15 se había cumplido en C,elaya, y esa alegl'fa debe haber
JU�ta con sus compa �eros: ingeniero Vicente Dáviia, Benja�
_ Ue\fado en su alma en los últimos momentos de su vida.
�10 C?�rza, Alfredo R1caut, etcétera, con objeto de decidir el Se tranSCribe en las páginas siguientes el contenido exacto
d1spos1t1vb del combate. Ya había habido algunas confus1one de un folleto que se imprimió entonces, que contiene el relato
_
debido a que también los villistas llevaban contraseñas trico� fiel de la muerte y funerales de Maclovio Herrera. Tanto esta
lores, por lo que el general Herrera ordenó que se cambiar uanscripción como infinidad de datos que en este Hbro se
de_ comrascña, usando desde ese momento un listón color ama� 111.encionan, obedecen al deseo de pintar con la mayor exactitud
. Jo-1 hechos de aquellos años y dar la más clara idea del am­
rillo con un disco en medio.
La tarde del día l 7 de abril de 1915, ol oirse el silbato de l biente aquel. Las personas que pronunciaron las oraciones fú­
tren explorador que re�esaba, el general Herr era recordó que nebres no eran oradores, no eran tribunos, simplemente eran
no se le había dado aviso a la escolta del cambio de distintivo compañeros del desaparecido que con el alma transida de
y con la precipitación propia de su carácter, montando u� dolor rendían su sincero y postrer homenaje a su querido jefe,
caballo tordillo que ese día le había sido regalado, caballo que a quien más que jefe, había sido para ellos un amigo, un
no le conocía s? gente, corrió al encuentro del tren explorador compañero. . . un hermano.
cuya escolta hizo fuego precisamente sobre el jinete del caba­
llo tordillo, al mismo tiempo que la avanzada hacía fuego
contra el tren que con la contraseña tricolor, Jo creyeron tren
enemigo. "MUERTE Y FUNERALES DEL GENERAL
Maclovio Herrera cayó herido de muerte, pues además de MACL<>VIO HERRERA"
un� �erida en la espina dorsal que le atravesó un pulmón,
"Nuevo Laredo, Tamaulipas - 1915
rec1b1ó cuando caía, una coz de su propio caballo, en la sien
der�c�a, cuando éste_ también se desplomaba por los impactos
"Caía la tarde del día 16 de abril de 1915, la sombra
rec1b1dos. El subteniente Ignacio Marúnez lo levantó en brazos,
extendiéndose cubría con su manto la población de
sus compañeros desesperadamente corrieron a su lado, que­
Nuevo La.redo que tranquila se entregaba al sueño en
riendo evitar lo ya consumado.
la confianza que nada turbaría su calma, puesto que
En 1961, más o menos en el mes de junio, quien estos
decididos defensores de una causa justa, estaban al frente
relatos escribe, se encontró casualmente en el tren de Laredo
con el general Crescenciano López Zuazua, quien le dijo que de su defensa: en el cuartel general esa misma tarde se
el 17 de abril de 1915, en la mañana, temprano, salió de su había recibido aviso de las avanzadas que habían salido
alojamiento Maclovio Herrera, con un ·mensaje en la mano en la mañana que el enemigo, en número de mil qui­
que levantó en alto y exclamó: nientos, había pernoctado esa tarde en la Villa de Co­
-¡Viva mi patria... aquí me avisan que ya el general lombia, con el propósito de avanzar y con el fin de tomar
Obregón derrotó mortalmente al villismo en Celaya ... 1 la imponame población; esa misma tarde el general
Él había asegurado al Primer Jefe, al encontrarlo en Ve• Madovio Herrera dispuso que u11a columna al mando
racruz, sin la menor sombra de duda, que el triunfo sobre el del coronel Rogelio Cepeda, saliera costeando el río e
villismo muy pronto lo tendrían en la mano . . . él conocía al hiciera alto en el pulllo indicado por él; la mañana del
criminal je{e de aquella traición y sabía que no ganaría ni día 17 y cuando el primer rayo de la aurora daba su
una batalla al enfrcnt:i.rse al general Obregón. . . Maclovio beso de luz a la tierra, era saludado por los toques de
164 CELI A HERRER A FRANCISCO VILLA ANTE LA HIST ORIA 165
los clarines llamando a reunión en los distintos cuarteles• terminadas sus últimas disposiciones montó un caballo
violentamente se hacían todos los preparativos para sa1¡; tordillo q�e en esos momentos le había regalado el ge­
al encuentro del enemigo que amagaba la plaza. neral Ben1amín Garza, y acompañado en parte por su
"Cuando el sol con su disco luminoso inundó por com. Estado Mayor, salió personalmente a hacer un reconoci­
pleto la tierra, todas las brigadas se poruan en marc ha miento de la línea de combate.
para sus respectivos puntos en el plan preconcebido con "El general Herrera, acompañado de los generales Ríos
anterioridad. Zertuche y Garza, y parte de su Estado Mayor, recorría
"La Brigada Garza marchaba con su general al frente las posiciones y dejaba a cada fuerza en su lugar. Em­
por el ala derecha, la izquierda la defendía la brigada pezó a recorrer la línea por la orilla del río a la derecha,
Ricaut, por sobre la línea del Ferrocarril Nacional que va y cuando llegaba a la vía lérrea de ésta a Monterrey
a Monterrey, la que era ocupada y utilizada por una llegó a todo correr un soldaclo de una avanzada que se
máquina con varias góndolas en las que iba la infantería hallaba sobre la vía, preguntando si el tren que regre­
de ambas brigadas, el centro lo ocupaba el general Ma­ saba era enemigo o el explorador salido en la madrugada;
clovio Herrera, jefe de las operaciones, por el general el general Herrera, con la premura que requería 1a pre­
Vicente Dávila, Daniel Ríos Zertuche y Reinaldo Garza, gunta ordenó que el soldado saliera a escape y dijera a
que al frente de sus respectivas fuerzas marchaban ani­ su jefe que no hiciera fuego, que el tren que regresaba
mosos a conquistar un laurel más a los ya conquistados era nuestro.
en las batallas de Candela y Huizachito. Se había acorda­ "Pocos minutos después se escuchaban nutridas descar­
do que como contraseña se llevara en el brazo derecho gas sobre el tren por no haber llegado a tiempo el correo
una cinta color naranja y cada escuadrón un guión de a dar el parte; tan luego como el general se dio cuenta
color rojo con una estrella blanca en el centro, para de de que se estaban tiroteando por un lamentable error,
esa manera no lamentar incidente que viniera a perjudi­ se dirigió al lugar a todo escape, seguido de la gente que
car; en los anteriores combates así como el que se espe­ le acompañaba para hacer cesar et luego, llegando al
raba, no se usaba ta Bandera Tricolor, porque esa enar· lugar del suceso al mismo tiempo que el tren enfrenaba
bolaba el enemigo y, al hacer otro tanto, no podría reco­ a toda máquina y abría el fuego sobre la avanzada y
nocerse fácilmente una gente de la otra. el grupo que formaba el general y su gente, a los que
"La madrugada de ese día, había salido un tren con confundieron con el enemigo.
parte de la infantería, para hacer un reconocimiento "¡Lamentable equivocad6n en la que perdió la vida
sobre la vía y con órdenes de avanzar hasta donde se uno de los grandes lud1acloresl, uno de los hijos más
encontrara el enemigo y tirotearse con él; de la salida queridos de la patria y a quien la fama con sus sonoras
de este tren casi nadie se dio cuenta, lo cual vino a trompetas lo proclamaba héroe ...
causar el incidente que aún lamentamos, porque en la "Una bala fratricida atravesó el pulmón derecho alo­
góndola de adelante y tal vez sin intención ninguna , jándose en la región intercostal; el general, con el dolor
izaron una bandera tricolor, principal motivo para oca· que le produjera la herida estiró iuenemente la brida
sionar la más grande de las desgracias. del c3ballo, y éste, sintiéndose '>U jeto, '>e levanti'> de manos
"El general Herrera, con la actividad que le caracteri· cayendo !lara atrás sobre el n�erpo del general y en cuya
_
zaba, daba las últimas disposiciones de su plan de ataque ca1da rec1b1ó un golpe en la sien derecha que co11tribuyr,
y muy especialmente recomendaba que saliera el otro par a que aquella alma respetada en cien combates elevar�•
tren de las infamerías para que explorara sobre la línea , el vuelo a las regiones ignoradas ...
166 CELIA HERRERA FR.\:-.'CISCO \ ILL.\ ANTE LA HISTORIA 167
"Los generales que acompañaban al general Herrer lo creía y todos eran comenta, íos hasta que dos sonoras
se lanzaron precipitadamente sobre él, y con el ansia q/ notas de los clarines, tocando a reunión, vinieron a sacar
es de suponer registraron aquel cuerpo tan querido par: de los dudas a los que ansiaban tener noticiac; ciertas;
todos; el inteligente doctor y general Daniel Ríos 7-e r. todos los regimientos que estaban atrincherados esperan­
tuche comprendió que todo lo que se hiciera sería inútil do al enemigo, se reunieron con sus respectivas fuerzas,
y así lo anunció a los miembros del Estado Ma.yor que se el darín de órdenes tocó atención y todos con el mayor
encontraban presentes. Una pausada respiración an un. silencio escucharon por labios de sus respectivos genera­
ciaba la proximidad del fin, y así, sin un gesto de dol or les la infausta nueva: el general Madovio Herrera había
aquel gran espíritu que por tantos años habfa animad¿ muetto víctima del destino ...
aquel cuerpo abandonaba éste para inmortalizarlo en el "C...omprimidos sollozos se dejaron oir, y todos, como
Templo Augusto de la Historia. movidos por un solo sentimiento, por sus bronceados ros•
"Un grito de dolor, una cristalina lluvia de Jágrim1s de tros quemados por el sol, escapaban cristalinas higri•
todos los presentes era el primer tributo a aquel que mas que iban a perderse en el encanecido bigote del
había servido no como jefe, sino como padre de todos anciano, en el naciente bozo del joven y en el labio riel
los que a él se habían acercado. Pasados los primeros adolescente ...
momentos se dio aviso de lo ocurrido a los generales que "Un rayo con todos sus estragos, una catástrofe ron
estaban en las posiciones que momentos antes les habla todos sus horrores no hubiera causado la pena que causó
indicado el General en Jefe, el desaparecido para siempre la muerte del general Madovio Herrera.
En esos momentos, todos, con la violencia del rayo, se: "La tarde del día 17 y mañana del día 18 se empleó
precipitaron al Jugar de los acontecimientos, y olvidando en embalsamar el cadáver, cuya operación fue cncomen•
por un momento su alta jerarquía, vertían silenciosas dada al doctor Converz, de Laredo, Texas. Terminada la
lágrimas sobre el cuerpo de aquél que había sabido lle· operación fue colocado el cadáver en lujosísimo ataúd,
varlos a la victoria en las batallas de Candela y Huiza· abullonado de seda negra con agarraderas doradas, des­
chito ... tinándose para cámara mortuoria la habitación que como
"Mirando la necesidad de nombrar un jefe que asu mie­ recámara ocupaba el general Alfredo Ricaut en su casa
ra el mando del que acaba de caer víctima del deber, por habitación, desplegándose sobre el ataúd el pabellón na
unanimidad se nombró al general Vicente Dávila. quien cional mexicano, cubriendo en parte los mortales restos
juró ante el cadáver del general Herrera vencer o morir, del que fuera preciado hijo de la Patria Mexicana.
puesto que ese era el lema del desaparecido. "Terminados otros pequeño') preparativos y colocada
"En el potente automóvil del general José E. Sant�, la guardia de honor se dio acceso a la oficialidad de la
fue conducido el cadáver deJ general Herrera del punto Brigada Herrera y los cuales, muchos, no habían visto el
de la catástrofe a la ciudad de Nuevo Lareao, para h a· cadáver de su jefe, por haber salido en comisión la víspera
cerle los honores correspondientes a su jerarquía. de su muerte; cuando penetraron a la cámara se desarro
llaron escenas que laceraban el alma de los allí presentes.
"Se da 1a noticia en el campamento "De cuando en cuando dejábase oír \Ul sollo10 ahoga•
do, 5alido del bronceado perho de algún soldado que,
"Un rumor insistente circulaba en cada campamento Y muda y contraída la fa1., contemplaba lleno de amargura
se aseguraba que el general había muerto. La mayoría JlO el cuerpo inanimado de su querido jefe a cuyo lado había
oído silbar las balas que dejaban tendidos en el campo
168 CELIA HERRERA FRANCISCO VlLLA ANTE ·LA IDSTORIA 169
de batalla a muchos compañeros de armas, a cuyo lad fuerzas. Las guardias continuaron el resto de la noche y la
había hecho largas caminatas, sufriendo penalidades i
0 mañana del día 19, en que fue conducido el cadáver a
decibles y a cuyo lado había apurado el acib� de la d�: la capilla ardiente que para el efecto se había preparado
rrota, así como saboreado las dulzuras de la victoria. en el Palacio Municipal.
"Un mayor villista que había sido prisioner o en el
combate de Sabinas y que ya formado el cuadro para ser "Día 19
fusilado, fue indultado por el general Herrera, recon o.
"A las primeras horas de la mañana se dieron las ór­
ciéndole su grado, se acercó al inanimado cuerpo y con
denes necesarias por el jefe de la columna, general Vicen­
voz ahogada por los sollozos, pronunció estas palabras: te Dávila, para rendfr el homenaje que correspondía a
"-A ti que me salvaste la vida no tengo con qué pa­ la alta jerarquía del cadáver del general Herrera en su
garte esta deuda más que con esta humilde ofren­ traslado de la cámara mortuoria a la capilla ardiente en
da .. . -e inclinándose pausadamente depositó un sile n­ el Palacio Municipal. La orden del día fue extraordina­
cioso beso en la helada frente de su salvador ... ria y en ella tomó parte el elemento militar que de­
"Otro de los oficiales que le acompañaban desde Oii­ fendía la plaza de Nuevo Laredo.
huahua, al mirar el cuerpo inanimado exclamó: "A las cuatro de la tarde en punto fue sacado el ataúd
"-Mi general, ¿qué le voy a decir a Luis cuando lo en hombros de los generales Vicente Dávila, Alfredo
vea si yo le juré que donde murieras t-ú, moriría yo ... ? Ricaut, Reinaldo Garza y José E. Santos. Las bandas de
"Un grupo de los que le habían acompañado desde crespón que pendían de la caja eran sostenidas por los
Parral, al despedirse de su jefe, juraron combatir hast.i coroneles Federico Chapqy. Tomás Marmolejo, Marcial
derramar la última gota de su sangre al ejemplo de su Cavazos y J. Hernández. El duelo lo presidían el general
valiente general y entrar a la batalla al grito de ¡Viva Daniel Ríos Zertuche y los sefiores Jesús, Cef erino y
Herrera ... l José Concepción Herrera, hermanos del extinto general.
"Pocos momentos después que salió el Estado Mayor "La procesión desfiló en el siguiente orden: descubierta
de la brigada Herrera de despedir c1 su general, se abr ie­ de caballería por miembros del Estado Mayor de la Bri­
ron las puertas de la cámara mortuoria para dar pas o :, gada Herrera; banda de clarines tocando marcha de ho­
la interminable procesión de personas que iban a <lepo· nor; banda militar tocando el Himno Nacional Mexicano;
sitar ofrendas florales, como un merecido tributo de ad· ataúd conducido por los generales antes mencionados,
miración y cariño hacia el valiente soldado, y pue d? cubriéndolo la bendita enseña nacional. Autoridades ci­
asegurar sin temor a equivocarme que más de cinco rn 11 viles, empleados de la Aduana, de los Telégrafos Naciona­
personas desfilaron ante los restos del héroe en el apo­ les, de la Oficina del Timbre, de la Oficina de Correos, de
teosis de su gloria. los Ferrocarriles Nacionales, representantes de la prensa,
"A las cuatro cuarenta de la tarde, se presenta· empleados del Consulado Constitucionalista, principales
ron los generales Vicente Dávila, Alfredo Ricaut, D�­ vecinos de Nuevo Laredo, comisiones de Laredo, Texas;
niel Ríos Zertuche y Reinaldo Garza, los que vinicro11 banda de clarines tocando marcha de honor; resto del
del campo donde se hallaban Jas fuerzas constitucio u:i.· Estado Mayor de la Brigada Herrera; banda militar to­
listas en espera del avance del enemigo, para hacer guar cando la marcha fúnebre de Wagner y brigadas Garza,
día de honor a su compañero de armas; terminado 5t1 Sa ntos. Dávila y Ricaut; a derecha e izquierda del ataúd,
5 Y conducidos por dos oficiales,, eran llevados los caballos
turno, regresaron a ponerse al frente de sus respectÍ''ª
170 CELIA HERRERA FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 171
que habían servido al valiente luchador en los cien coQl. "La capilla ardiente
bates donde siempre había salido vencedor; el joven
escritor Alvaro Pruneda, con un gran cesto de mati zada� "La inteligente señora Leonor V. de Magnon fue la
flores pavimentaba el trayecto, dándole un aspecto a la comisionada para arreglar la capilla ardiente donde se
vez que hermoso, imponente. Al llegar el cortejo fún ebre colocaron los restos del general hasta que fueron condu­
frente al Palacio, se colocó el ataúd sobre un cat af alco cidos al panteón. En esta labor le ayudaron parte de los
adornado con bandas tricolor entrelazadas con crespones miembros de la Cruz Blanca Nacional y algunas damas
negros y grandes coronas de flores naturales; una banda de ésta y Laredo, Texas.
de clarines se colocó a la derecha y otra a la izquierda "En los bajos del Palacio Municipal, en la pieza de la
del ataúd; detrás del mismo se levantó la tribuna do nde izquierda, fue el lugar escogido; el techo fue cubierto
se pronunciaron sentidísimas alocuciones por los señores con bandas tricolor y finísimo crespón blanco que, re­
general Vicente Dávila, que con voz entrecortada por la cogido graciosamente por el centro, simulaba compl�ca­
emoción y con sentidas frases juró seguir el ejemplo del das alas de mariposa. En los cuatro ángulos de la pieza
ilustre desaparecido para llegar al triunfo del Constitu­ se colocaron artísticas jardineras que cubiertas con finí­
cionalismo; el general José E. Santos con florido lenguaje simo género blanco, servían de columnas donde se colo­
expresó la pena que le causaba la desaparición del que caron grandes macetones con exquisitas plantas y flores
naturales; los balcones y puertas fueron tapizados con
siempre había querido y respetado aun antes de conocer­
lo; en seguida habló el señor Gonzalo Cárdenas, expre­ bandas tricolor, entrelazadas con hojas de palma de 1�
India; 12s paredes fueron cubiertas materialmente por
sando que si era verdad que había muerto un luchador.
hermosas coronas de flores naturales, y las cuatro osten­
en cambio empezaba a vivir un héroe; el señor Gustavo
taban sentidas dedicatorias. En las cuatro esquinas del
Solano, director del 'Progreso', con galanas frases dijo
catafalco se colocaron en jarrones de Sebres, lirios blan­
que la muerte de un héroe, como la del general Herre­
cos y guirnaldas de laurel; cuatro arbotantes de cien
ra, debería ser un estimulo para llevar adelante con más
bujías, cada uno fueron colocados en enlutados candela­
fe la causa por la cual había sacrificado su vida el gene ­ bros con significativas coronas de 'tuya' y listones blancos.
ral Herrera. El señor Francisco Flores Santos dio lectura Grandes hojas de palma oriental con macetas de lirim
un vibrante discurso en el que ensalzaba las virtudes del rojos fueron colocadas en los laterales del ataúd entrela­
desaparecido y maldecía a los enemigos del pueblo. La zados entre sí por bandas de crespón negro; multitud de
señorita Jovita Idar, con emocionada voz y a nombre de bouq uets tapizaron el suelo completamente; del centro de
la mujer mexicana, dio lectura a un sentido discurso de· la pieza pendían cuatro bandas de listón blanco que
positando una gran corona de flores naturales en el ataúd, prendidas de las cuatro esquinas de la caja ostentaban
"Terminadas las oraciones fúnebres desfilaron ante el un pequeña tarjeta con esta inscripción: 'Queridos com­
cadáver, presentando armas, más de dos mil quinien t�5 pañeros, no me lloréis que no estoy muerto; duermo;
soldados con enlutadas banderas; acabado el desfile nu· en el cielo os espero'.
litar, el féretro fue colocado en la capilla ardiente pre· "En la puerta de entrada y a � era de pabel�ón se
parada con anterioridad. destacaba la Bandera Nacional recogiendo en sus phegues
"Todos los concurrentes a esta ceremonia, jefe s , ofi· co ronas de 'siempre viva' y crespones negros; el Aguila
ciales, soldados y particulares, ostentaban en el brazo Nacional en actitud de emprender el vuelo, coronada por
izquierdo, una banda de crespón negro en señal de d uel 0• el gorro de la libertad, fue colocada en el fondo, en me-
172 CELIA HERRERA FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 173
dio de multitud de coronas de porcelana, y cuando 1 escucha un himno de gratitud al hombre patriota, porque
con ."lis humildes conceptos y débiles palabras jamás
ataúd quedó instalado en el catafalco, fue rodeado pe º" po dré untar los triunfos de tan nobles sentimientos, pero
grandes coronas de flores naturales, predominando ¡
que estaban hechas de ramas de laurel. Las guardias d� me anima el sentimiento patrio que conmueve las fibras
honor, presentando armas, completaban aquel cuadro del coraz61 mexicano, y hace brotar del pueblo raudales
donde reposaban los restos de un héroe .. . y mirando de inspíra -ión y de armonía. .. y héme aq ui, ante la
aquel grandioso espectáculo, venía a mi memoria lo del espléndida aureola de gloria que circunda la frente del
poeta que exclamaba: 'Asf estaba en su elegante ataúd, patricio. .. ¿Qué puede expresar mi labio que sea dign o
entre una gloria de luces y un perfume de flores' ... de su me1 loria? ¿Qué manifestación será bastante para
significar l. i gratitud eterna a que se hizo merecedor el
"Día 20 humilde h ·roe ... ?: aquella fe inquebrantable, aquellas
energías sir límites que se conquistaron la gratitud del
"En la tarde de ese día, a las cuatro cuarenta, y a ini­
pueblo, el i·espeto y la admiración.
ciativa de la señora Leonor V. de Magnon, presidenta de
''Con gmto el pueblo habría elevado al héroe un mo­
la Oruz Blanca Nacional de Nuevo Laredo, tuvo verifi.
numento, coi. gusto habrían mandado modelar su estatua
cativo una solemne ceremonia ante el cadá.ver del gene­
con los mejo1 �s mármoles del mundo, pero ¡ahl, es po­
ral, tomando parte todos los miembros de la benéfica
bre, demasiado pobre el pueblo para erogar un gasto así,
institución y las familias de los generales residentes en
pero es suficientemente noble, suficientemente abnega­
ésta.
do para dejar a su héroe predilecto algún recuerdo y he
"�eunidos en la pieza conti gua a la capilla ardiente,
allf nuestros esfuerzos, la humildad de nuestra labor; es
desfilaron ante el elegante féretro que guardaba los res•
humilde pero digno y severo sin mármoles suntuosos.
tos del ilustre desaparecido, cantándose un himno fúne·
bre dedicado al que fue el primer general chihuahuense "¡Ohl, gran hombre, héroe feliz que respiras en una
que �esconociera los actos de aquel cuyo nombre no pro atmósfera saturada de paz. Fuiste sublime y el pueblo
nuncio por no manchar estas páginas que están dedicadas te ama; te ama la humanidad, la libertad y la patria
a la veneración de un héroe. colocan en tu frente en este día de recuerdos la inmor­
"La señorita Soledad Peña, con la modestia que le tal corona de laurel, símbolo de grandeza.
caracteriza, arrancaba al piano las notas profundas que "¡Duerme en paz, héroe grandioso; la patria que tanto
cual contenidos sollozos, semejaban suspiros de una tris· amamos está hoy postrada en tu ataúd, repasando el gran
teza eterna. Acto continuo fueron colocados sobre el ataúd proceso esplendoroso de tu vidal. ..
finísimos bouquets de flores naturales por las señoritas Alic · a c.avazos."
hermanas del general Santos, señoritas hijas del general
Garza, y la señorita hija del general Osuna. La señorita "El sol se ocultaba en el horizonte con s1 ! majestad de
Alicia Cavazos, con emocionada voz, pronunció la i;i· rey muerto; sus postreros rayos doraban las copas de los
guiente oración fúnebre: árboles; una suave brisa haciendo estremecer los cipresec;
Y los rosales les arrancaba tristísimos gemidos; las damas
"Ante los restos del general Herrera
asistentes a la ceremonia abandonaban la capilla ardien­
"El apoteosis del héroe ha 1Jegado y verdaderamente te enjugándose una lágrima, lágrima de mujer, digno
conmovida me siento en los solemnes momentos qu e se tri buto al desaparecido.
175
.FU \.\'CISCO VILL,\ ,\"TE
174 CELIA JIERRERA L \ HISTORIA
vanclo un� gran corona que
formaba un a lira, la ue
fue clcpos1tada a nombre de
io­
"Día 21
las escueJ;s de aqu
blac,ón; éstas, como las anterio ella
"A las ocho de la noche, y a inicialiva de J a señora res, con profundo respeto
María G. de Reyes, varias señoras y señoritas de Nuevo con.�emp1�ban al que luchan
do cayó venciendo.
Laredo acompañadas por varios empleados de la Adua. �ndtta la niñez que desde
sus primeros años sabe
na, det' corone] Fuentes, del mayor F. l. Galván, capitin adm!rar los sacrificios de los
que mueren por darnos
Antonio Seresero, y miembros del cuerpo médico de la Pa tr1a, bendao
· s esos sacerdotes ignorados
el templ o del saber; ensefia que ofician en
columna Herrera, se reunieron en la capilla ardiente ndo cómo se honra a Jo
para tributar un homenaje al des aparecido. hér�s; algún día, cuando la pa
tria deje de sufrir las con­
"La ceremonia consistió en un himno fúnebre con vulsiones que la agitan, su obr
a será reconocida y s u.,
acompañamiento de violín y piano a cargo de la seño­ desvel os coronados por la más
justa de las recompensas
rita Carlota Comourlin y el señor. Antonio Vázquez, rc!r
pectivamente. "Día 23
"Las tristísimas notas del violín, acompañadas por las
sonoras del piano, semeja ban tristes lamentos por la "A las tres de la tarde, y por
el fen-ocarril de El Paso
desaparición de un ser querido. Los contenidos soUozos llegó la familia a Nuevo La
redo; en la estación de La�
de los concurrentes imponían más severidad a aquel redo, _Te�as, 1� esperaba el
coronel Chapoy y el Cónsu
Const1�uc10n al1sta; en seguid l
cuadro; la señorita de la Garza pronunció una sentida a se dirigieron en
rápido au­
oración fúne >re, ensalzando la vida de aquel luchador; tomóvil a la capilla ardien
te.
en.seguida to ios los concurrentes depositaron hermosa, "¿Cómo describir aJ escena
que tuvo lugar en estos mo
memos? ¿Cómo r eseñar el -­
coronas de fJ ores naturales con sentidas dedicatorias. dolor de una anciana ma
q�e . abraza el cuerpo inanim dre
"La luna ·on su tenue claridad plateaba las arenas de a do de su hij o?
¿Cómo des­
la calle. Los concurrentes salían de tan sentida ceremo­ cribir el dolor de una herm
ana que contempla con mi
nia silencimos y meditabundos, pens ando tal vez en la da Uena de a ngustia al qu ra­
e fuera el más amable de
herm�nos? ¿Cómo describir 1
hora suprerJa en que el espíritu abandonando la mate ria el dolor de la esposa qu�s
era conducido por el ángel de las naciones y presen·
deposnando un casto beso •
en la frente helada del
tándolo ante el Señor Supremo Je diría 'Señor, ha cuJJl· c u rda _las horas felices y
� e� � endito pasajeras cuando a la s�::�

plido s u misión sobre la tierra, volved vuestros diVlllOS . h�gar nada turbaba su dicha? ¿Cómo desci­
ojos al planeta, mirad, Señor, cómo lloran los humanos fr el sentmuento de
unos pequeñuelos que día
y oíd cómo dicen en sus plegarias'. te��a n padre_ y en ese s antes
momento sólo contempla
cue�po marumado sin ban un
"Sólo por los buenos, sólo por los buenos se llora ..• recibir el postrer beso
J ab1os? de sui;
"Día 22 "Corramos u� ve_l_o a este esc
ena; respetemos
de una madre sm htJ el dol or
O, de una esposa que pie
"En la tarde de ese día, a las cuatro y media, una co­ a rn �_? te de los esp rde al más
c osos, de una humana qu
misión de 25 niñas a nombre del profesorado de Nue� r mo e pierde t•I
a so h ermano y de
quedan huérfano hiJ· OS que tan pequeñ
La.redo, depositó una corona de flores naturales con s•S s, sin pa:1:.s.. os
nificativas palmas de laurel; pocos momentos despué, se
presentó otra comisión de niñas de Laredo, Texas, Jlt

t
176 CELIA HERRER A FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 177
trayecto del atrio a la puerta principal i-egando hojas de
"Día 24
'siempre viva' y flores de rosal; el ministro, con sus impo­
"Todo ese día fue empleado en hacer los preparativos nentes vestiduras, recibió el cadáver cantando los tristes
para las últimas ceremonias del día siguiente que se iba salmos de la Cruz.
a sepultar el cadáver en el cementerio de Nuevo Laredo, "El interior del templo presentaba un aspecto severo
lo cual para el efecto se había preparado la bóveda que e imponente. Las grandes columnas de la nave principal
guardaría los restos. fueron revestidas con imponentes bandas negras, rema­
''Varias comisiones se encargaron de repartir elegantes tando en pabellones de hilo de oro. En el centro se le­
esquelas fúnebre'>, invitando a todos los civiles a una vantó el catafalco cubierto de peluche negro y iranjas
solemne Misa de Réquiem, por haberlo deseado así la doradas; gran número de coronas de llores de porcelana
señora viuda de Herrera. fueron colocadas convenientemente; gruesos cirios con
"Las tarjetas tenían la siguiente redacción finos moños de crespón negro, que con sus amarillas
flamas alumbraban el crucifijo, completaban el cuadro;
"HOY el altar mayor fue revestido con paños negros, con coro­
"A las 11 a. m. será sepultado en el panteón de esta nas de flores blancas y ramas de espárrago; finas bandas
ciudad el cadáver de crespón entrelazadas con hojas de laurel simulaban
interminables guirnaldas que se confundían en los pabe­
"del señor general MACLOVIO HERRERA llones de las columnas.
"Colocado el ataúd en el catafalco dio principio la
"fallecido trágicamente en esta población el día 17 Misa; las graves notas del órgano invadieron las naves
del actual. Su familia, los jefes, oficiales y soldados que, cual tristes lamentaciones, transportaban el espíritu
de la guarnición, invitan a usted al sepelio del a las meditaciones del drama sangriento del Gólgota; el
cadáver y a las exequias religiosas que tendrán lugar coro entonaba los salmos del Cantar de los Cantai-es y
a la hora indicada en la iglesia católica de la ciudad. sus voces repercutían cual ecos de sollozos; en el momento
supremo, en que el ministro levantando la inmaculada
"Nuevo Laredo, Tamaulipas, abril 25 de 1915." hostia, la cual represema al soñador de Galilea, murien­
do por el inmenso amor de los hombres, el silencio pro­
"Día 25 fundo era interrumpido por las plegarias de los concu­
"Por disposición de la señora viuda de Herrera se ve· rrentes que invadían el recinto, las cuales se confundían
rificó una ceremonia civil consistente en una Misa de con las blanquísimas nubes de incienso que en fantásticas
Réquiem. A las 11 a. m. en punto fue sacado el cadáver espirales se elevan hasta el cielo ...
de la capilla ardiente y conducido en elegante carro "Terminada la ceremonia religiosa a las 12 en punto,
fúnebre al templo católico; prominentes vecinos de La· fue colocado el cadáver en le carroza y conducido al Pa­
redo, Texas, así como de Nuevo Laredo, acompañaro:o lacio Municipal para marchar de allí al panteón y al
al cadáver. mismo tiempo hacer los últimos honores que correspon­
"En el pórtico del templo, y en doble valla, se enco:o· dían al elevado grado del extinto militar.
traban distinguidas señoritas con grandes ramos de flores "Del Palacio Municipal hasta la avenida Libertad fue­
de lis y hojas de espárrago; cuatro niñitas tapizaban el ron colocadas fuerzas de caballería a derecha e izquierda,


lí8 C: •: L 1 \ 11 E R R E H -\ FRANClSCO VILLA ANTE LA HISTORIA 179
l.1, < u ..tlcs, al pasar el cortejo iúnebrc, presentaban a11nas se cristaliza en el torrente diamantino de nuestras lá­
La columna estaba distribuida de la siguiente manera; grimas.
Brigada �1aclo, io llerrc1a, Brigada Vicente Dávila, Bt¡. "Si cantar al heroísmo de los buenos hijos de la Pa�fa.
gacla .Benjamín Cal7a, Brigada Daniel Ríos Zertu che hecho epopeya, constituye un derecho; glorificar la me
Brigada Alfrcdo Ri(aut. moria de los que por ella sacrificaron la vida es un deber
"El desfile se organizó de Ja siguiente manera: clescu. ineludible.
bicrta ele Caballc1 ía, banda de clarines de Caballería "Yo hubiera querido eternizar el nombre de este ilus­
banda militar, banda de clarines de infantería, carro 2� tre peregrino, cuya despedida lamentamos, en los glorio­
fúnebre; haciendo guardia de honor estaban los gene1ales sos templos del arte; arrojé en derredor una mirada
Vicente Dávila, Alfredo Ricaut y coronel Federico Cha­ escrutadora y no encontré mármol suficientemente ala­
poy a la derecha; general Reinaldo Garza, Daniel Río bastrino para esculpir en él la brillante carrera militar
Ze1 tuche y coronel Fernando Rodríguez a la izquierda. de tan denodado paladín de la ley; pensé inmortalizarlo
Seguían e.le la ca1roza los señores Zeferino y Melchor en el bronce, mas no encontré uno que produjera las
Herrera, acompañados del Estado i\[ayor del general He­ sonoridades de la trompa guerrera con que el ilustre
rrera, alumnas de la escuela oficial «Josefa Ottiz de Domm­ general Maclovio Herrera condujo a sus heroicas falan­
guez.», un grupo de particulares, grupo de principales se­ ges hacia el combate y hacia la gloriosa conquista de la
fioritas de Nuevo Laredo con ramos de flores, autoridades victoria.
civiles, autoridades militares, automóvil del Cónsul Cons­ "No admiré al marino que en los momentos de peli­
titucionalista, automóvil de la familia Carranza, automó­ gro siente en su organismo convulsionar el poderoso
vil de la señora de Magnon, automóvil del cónsul ame­ instinto de conservación y se lanza en busca de una tabla
ricano en Nuevo Laredo, tres automóviles más con co­ de salvación, no; admiro, y mucho, al otro que fija
mi,iones de Larcdo, Texas, veinticuatro carruajes de la pupila en el sol del deber, se abalanza sobre el timón
ar.nbas poblaciones y 500 hombres de caballería. A la de su acorazado, abre ancha brecha por el oleaje enfu­
entrada del panceón se encontraba toda la infantería recido de los mares dejando tras de sí una estela lumino­
que servia de guarnición a la plaza con enlutadas ban­ sa que se elida hecha de las olas inclinadas para rendir
deras. Puesto el cadáver sobre un improvisado catatalco. homenaje al heroísmo: por eso admiré y veneré al general
el talentoso señor Gonzalo González dio la despedida en Maclovio Herrera; porque en medio de la tormenta que
sentimentales frases a los restos del que dentro de breves emborrascó el iris de la conCraternidad en el cielo de la
momentos descansaría en su última morada. El señor
patria, sólo escuchó el grito angustioso del deber, a cuyo
Rafael E. Guevara, secretario del ayuntamiento, dio lec·
servicio puso el patriotismo de su gran corazón, trazando
tura a la oración fúnebre, que transcribimos:
con su espada fulminantes apóstrofes sobre la frente macu­
lada de los reaccionarios.
"Al general Maclovio Herrera en sus últimos funerales
"Con la precisión inalterable de una J:>fH_�la cine� a­
"Cuando el espíritu dimite la supremacía de an i· tográfica, aparece ante los arca.nos de � v1S1ón la_ v1da
mar a la materia, y ésta, carente de tan poderoso impul· militar de este defensor incansable de la hbertad nacional.
so se desorganiza para confundirc;e con el univers o Vedlo, inmovilizado por justa c�>nsternación, recibir e#
infinito de los átomos, el vacío que se efectúa con ese la frente cargada de sueños subhm�_ s, el ósculo am� ro�
motivo engendra en nuestros corazones el dolor, y éste de la esposa y de los pequeños h11os; vedlo de pie, la
180 CEl.IA 1-IERRERA FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 181
cerviz en actitud religiosa, recibir Ja bendición de rroquen, o pretendan derrocar a los mandatarios elegidos
1
anciana madre, en cuyo corazón debe germinar en es a del pueblo; mientras se inicien, con ese motivo, esas
momentos la última de as tristezas, el último de los t0s formidables contiendas civiles cuya majestad aten oriza
sares, el último de los grcU1des dolores de Ja vida; des pu�· a los pusilánuues }' hac.e crujir el pedestal <le iango de
rotos ya los sagrados lazos de Ja familia, contérnp loi ' Calígula; mientras se manilieste sobre la tierra la natural
a la cabeza de sus valientes compañeros de armas e 0 tendencia de las masas para remontarse hasta el vértice
Torreón, en Ojinaga, en Paredón, en Tierra Blanca .n de la Libertad, de la Igualdad y de la Confraternidad;
en Zacatccas, confundirse en el torbellino de la luchf mientras la humanidad se impulse casi intuitivameute
veo después el ángel de la victoria ceñir con inmarcesi'. hacia todo Jo que engrandece, dignifica y sublima, el
bles laureles las sienes del luchador hecho caudillo. general Maclovio Herrera tendrá que vivir, y su nomb1c
"Después, todo es confusión, misterios, desaparición vibrará como clarinada de combate en los labios de los
La sangre suspende en momento fatal su gira circulatori a soldados de la República y los laureles conquistados por
en las arterias, Calla la energía vital y el héroe se des­ su genio caerán como una lluvia de astros, en meuio de
ploma. la tormenta, sobre los héroes que sucumban en defensa
"¿Por qué el destino inclemente destruye así de un de la ley, de la justicia y del derecho.
solo golpe la preciosa existencia de este batallador heroic.o "¿Qué significa esa agitación epiléptica que, a seme­
de la grandiosa causa de la libertad? janza de una convulsión sísmica sacude de uno al otro
"¿Por qué permite que los apóstoles en cuyas grandes confin a la República? ¿Por qué esa oleada de odio re­
almas se refugian las justificadas esperanzas de un pueblo, concentrado que así hunde en la desaparición y en la
rueden así silenciosamente, sin el estrépito que produce muerte a los hijos de una misma estirpe? ¿Por qué los
la calda <le los colosos, en la vorágine desmesurada de la combatientes que caen en el furor de los conflictos, ape­
desaparición y de la muerte? nas restañadas sus heridas se escapan furtivamente <le los
"¿Que ha muerto, dije? Pues he dicho mal; los hoJ:11bres hospitales de sangre para continuar en la línea de
que con original esfuerzo se han iniciado en los sao·o· fuego la espartana defensa de sus derechos? ¿Por qué 1a
santos misterios <le la grandeza no pueden morir: la mujer, que en cualesquiera esfe�a es la sacerdotisa, es
potente encina que ha desafiado inconmovible el recio la soberana del hogar, renaciendo en su corazón como
ave Fénix el fuego patrio de nuestros antecesores primi­
azotar de mil tormentas no puede morir mientras palpite
tivos, abandona sus tareas domésticas para Janzarsc a los
el germen de Ja vida en el último de los frutos que pro·
campos de la lucha en persecución de sacrosantos ideales
duce. de emancipación? ¿Por qué los niños, renunciando pre­
"Mientras predomine sobre la tierra la inclinac ión maturamente a los fruto!> eucarísticos que se recogen cu
abusiva de los fuertes para aplastar a los débiles, mientras los templos del saber, se larwm fusil en mano, a fmti­
haya abortos fatídicos del crimen que laboren en la gar los lomos ele la Bestia sanguinaria de Dur:mgo?
sombra para sumergir a las masas en las gemoni�S "En que la fuerza se repele con la fucrrn, y t\Ut �L· ha
malsanas de la esclavitud; mientras el misticismo trabaje proclamado soberana cmpcratri, a travó, de los tic111po�.
en los templos de la (e, entre melodías de salmos inútiles ella llamó a fatídica'. hora en las puenas de La Jt1s1iila
y de plegarias estériles para encauzar la conciencia ht1· y el pueblo francés se veng6 en una hora 11,igica del
mana por al vía tortuosa de envilecida corrupci6t1; gravamen de una dinastía de siglos. ha<..icndo 1 odar l.1
mientras exista la escoria fangosa de esbirros que de- cabeza imperial de Luis XVI; ella pu,;o en el h1t110 in<'r
182 CELIA HERRERA FRANCISCO \'lLLA ANTE LA HISTORIA 183
me de don Miguel Hidalgo el estandarte que salvó a nice en el alma de nuestra cara patria; cuando en l:ls
nuestro pueblo de la férula de una secular monarquía; altas etapas de la rcalitación germine el filosófico analema
_ _
ella baJó una vez, águila audaz, de las cumbres de nues. que abrazó los labios proféticos del apóstol galileo, )' se
tras �ontañas para encadenar con sus potentes ga diademe con un campo de luz la frente de los héroes
rras
�l áspid asqueroso del fanatismo; ella desafió el poderlo hechos dioses; cuando esta marejada estruendosa de odios
u_isolente de la momia de Chapultepec con el verbo �n­ haya pasado y vuelva a su cauce el extraviado torreme
cillo de Aquiles Serdán y se refugió en la ecuanimidad de la fraternidad; entonces, <le la misma manera que
d� don Francisco l. Madero, para continuar la decapita. Wellington trazó en las estériles rocas de Sama Ele11a la
c1ón de Ner6n y César. batalla de Waterloo con las cenizas de Napoleón el
"Es que ha comenzado tan espantosa catástrofe el Grande; de la misma manera que el general Ignacio
amor desbordante de una raza hacia la libertad; es la Zaragoza escribió con la punta de su espada la balalla
voz de las clases desheredadas de la fortuna, humillada� de Puebla sobre la frente de Napoleón III; de la misma
y escar�ecidas por la insolencia de los grandes; es la pro­ manera que Don Benito Juárez escribió con la sangre
testa digna de los obreros, de esos geniales artífices del azulosa de Maximiliano, entre el estrepitoso rodar de ce­
progreso humano que han saciado con la preciosa herencia tros y coronas el sitio de Querétaro, sobre el Cerro de
de sus energías, la avaricia desenfrenada de los poderosos; las Campanas que aún se yergue imponente como 1111
es el clamor de venganza de las multitudes ignoradas. reto viril al despotismo, de la misma manera que la His­
�nsadas de la esclavitud secular trasmitida a la genera­ toria, inspirada por el patriotismo de un continente,
ción; es el gemido de las viudas desamparadas y de lo� recogió en actitud amorosa los nombres de los Constitu­
huérfanos sin abrigo y sin pan, víctimas inocentes de la yentes de 1857, así la Historia mojará su pluma en la
fatal hecatombe. 1 fuente inagotable de la Gloria y de la Fama y escribirá
"Y la solución de tan sangriento problema social será sobre el firmamento pmísimo de la lmnortalidad, como
un homenaje y una consagración, tres palabras símbolo
halagador o desconsolador para el p11eblo mexicano; ha ­
de las sacrosantas libertades palrias: general Maclovio
lagador si terminada la lucha queda firmemente estable­
Herrera.
cido un gobierno del pueblo y para el pueblo, democráti­
co, representativo y popular; desconsolador, tristemente "Rafael E. Guevara.
desconsolador, si el pueblo mexicano, apostatando de su
soberanía, se resigna a soportar de una vez y para siempre "Ocupó dc!>pués la t1 ihuna el joven .Ju;111 José ele la
la mansedumbre de Ja bestia de carga, la dinastía más Garza, quien, con sonora voz, dio lectura a la s1guicmc
insolente, la monarquía más vil, la dictadura más insul· Olación fúnebre:
tante, el despotismo más cruel. la tiranía más bochornosa,
"Ante la tumba del general Maclo,·io Herrera
la oligarquía más corrompida, más criminal y más pros·
tituida que haya ahogado jamás las libertades de un
pueblo: la oligarquía del militarismo.
"La muerte 110 es la nada
,i110 pa1;1 1:, d1i,pa uamitori.,,
"Cuaoc.lo en las paredes de inmundos serrallos, lo s
cuya luz ignorada,
matricidas celebren sus efímeros triunfos en una orgía
pasa, sin 1ctihi1 una 111ir:1da
de sangre, aparezca el dístico fulminante c¡uc enloqueció .
ele la pupila augw,ta de la Jl1!)to11a.
a Baltazar de Babilonia; cuando la Democracia se entro·
184 CEL IA HERRER A FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 185
"Este es el pensamiento del poeta que hoy vengo a "Surgió de los de abajo, de �os buenos ... de en medio
recordar ante la tumba del gran desaparecido. de esas masas ignoradas que han ido al sacrificio y al
. "La muerte no es la nada para él, que
tras su paso trab ajo, siempre explotadas, siempre esclavizadas. ,
de1ara algo así como una estela luminosa que trasciende "Surgió, y puso su espada al servicio de la Patria,
a heroísmos y a glorias. cua ndo esta madre querida reclamó sus servicios.
"La muerte no es noche sin luceros, no es el mar sin "Su grito de combate fue el rugido del océano, que
p layas del olvido para el gran batallador que llevara resonó con vibración de fino acero, en la empedernida
_
siempre alzada su bandera y escritas en ella, con letras conciencia de los tiranos, y en su bandera, roja, como
de fuego, estas palabras: Honor y justicia. la sangre que derramó por su patria, llevaba escrita con
"La tumba no se abre al dar paso a su cuerpo de letras de fuego, la protesta de todos sus oprimidos her­
luchador excelso, para encerrar también en ella la fam a manos, en estas palabras: igualdad, justicia, libertad.
del guerrero, cuyo nombre cabalgará sobre el lomo "Su brazo fue invencible. Su espada fue heroica y su
de las edades, como un símbolo hermoso de una raza de alma grande, su alma de héroe, jamás acobardada en la
bravos. derrota, nunca envanecida cuando el triunfo, fue siempre
"La tumba se abre para dar paso a la materia del alma de luchador y de patriota.
hombre, en tanto que las hojas de oro de la Historia se "Su espada, que con vibraciones heroicas escribió con
abren también, grandemente, para recibir en ellas el ondulaciones de fuego sobre el cielo purísimo de la pa­
nombre del héroe. trja sus numerosas victorias.
"Todos los corazones se estremecen, hondamente im­ "Su espada, que azotó tantas veces la espalda maldita
presionados por la muerte del valiente; pero todos los de la bestial manada de Judas Iscariotes y traidores; su
cerebros, todas las conciencias se entreabren, para grabar espada como su convicción y su conciencia fue siempre
_
en ellas, mdelebJemente, el nombre del patricio. fiel, siempre victoriosa, siempre honrada, por eso es que
"Ante la tumba en que descansarán sus restos se indi­ nunca pudieron inclinarla la ambición ni la dádiva.
nan reverentes todas las almas par.- deshojar sobre ella "Y si el destino quiso cortar el hilo de su hermosa
las flores perfumadas del amor. vida cuando la patria esperaba aún muchos servicios de
"Alli, donde pagarán tributo a la Madre Naturaleza ese hijo mimado, también plugo al destino entregarlo a
sus restos sagrados, se levanta, magnífico, el monumento la muerte con el dulce placer del deber cumplido. Es
a�gusto de su gloria, monumento de gratitud y admira­ el único orgullo que debió haber sentido el insigne cau­
ción que supo él conquistarse con su vencedora espad.a dillo, éste es el más grande orgullo de los suyos y nuestros.
y su corazón valiente. "Por eso es que no vengo a derramar lágrimas de
"Pasó �obre la tierra no como la chispa fugaz que dolor ante la tumba del patriota admfrado , sino, como
apenas dep huella de su paso, sino como una irradia­ todos vosotros, a derramar con mi prosa las fJores per­
ción, como un astro que vertiera deslumbrantes chorro� fumadas de la gratitud y del recuerdo sobre la losa que
de luz sob1e la frente y 1a conciencia de los que lo si­ se abre para dar paso al pedestal de su gloria ...
.
g�1eron en la lud1a; como un manantial de luz que ilu­ "Dejemos, pues, descansar al batallador excelso en­
m111ara la senda recta de toda esa cJase oprimida que vuelto en la bandera por la que luchó ardientemente )'
estuvo cerca de su lado, para llevarla decidida y triun· derramó su sangre ... Dejémosle en paz, no turbemos
fanLe a la conquista del derecho y del ideal. más su sueño, que las generaciones y la historia preparan
186 C:r.LIA HERRERA FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 187
para él el monumento grandioso que hablará de su glo 1 i.1 ción; capitán Adolfo Martínez; Ignacio G. Treviño, ins­
e inmortalizará su nombre. pector de la oficina impresora de estampillas y billetes;
enfermo• dd Hospital Civil; Departamento de Oficiales,
"Juan José de la Garz a. Hospital G vil; banda libre de Nuevo León; banda de la
Brigada Ri< mt; personal de la Administración de Correos;
"Acto continuo. el son010 toque del clarín <le órdenes G. Maede r.ieno; oficinas del Progreso; familia Ozuna;
anunciaba que el cadáver descendía a su última morada Ezequiel R ·yes y esposa; Juan Flores y familia; señora
por manos de los generales Dávila, Ricaul, Garza ) Ríos Libe.rata M de Garza, señora Rafaela S. de Jaime y D,,.
Zertuche. Las sonora'> notas del I111nno Nacional despe­ lores Bobad 'lla; Félix Guzmán y familia; Eligio Guajardo
dían al desaparecido. Un agudo grito salido de los labio� y familia; ••rnulfo de los Santos y familia; A. Herrera
del señor �felchor Hcn era, diciendo: "Hermano mío, en y esposa; , alentín Villarreal; A. Zardeneta y familia;
el ciclo nos veremos", ern la ti iste despedida de 1.111 Trinidad A varado y familia; Francisco Chapa, señorita
miembro de la familia; una cristalina nul>e cubrió los Carlota E. l :amurlin, Adolfo H. Puente y esposa; seño­
ojos de todos los concurrentes; comprimidos sollozos hi­ rita Josefa Villarreal; Nicolás G. Vargas; Inocente M.
riendo los pechos ... eran el último tributo al que des­ viuda de Za¡ ata, señorita Sanjuana Zapata; José Trevi­
apareciera de nuestra vista, pero la historia recogerá su ño y familia; señorita Inocente Guajardo; José María
nombre grabándolo con letras de oro y el inmarcesible Flores y esposa Jacinto Pedro Rubén Nava y hermana.
lauro de los héroes perdurará mientras exista un palmo
de tierra mexicana sintetizado en esta frase: ¡ Maclovio "Garza y familia, Encarnación López, Nicolás Guiller­
Herrera ha muerto .. ! ¡Viva 1\faclovio Herrera! mo Vargas, Teodoro García y familia; José María Mun­
guía y esposa, señora Andrea R. de Villarreal, teniente
"Las ofrendas florales Victoriano Cardona, Macedonio Garza, Francisco Trevi­
"Las personas que mandaron coronas de flores a la ño y familia, Sabás Ramfrez y familia, Vilcen Peña, Ra­
capilla a1diente fueron las siguientes: món Mascorro y esposa, Ladislao Avila y familia, úrsula
G. viuda de Trev1ño, A. M. Plata, Jerónimo R. Jiménez.
"Venustiano Carranza, primer jefe del Ejército Cons· Félix de Anda, Migyme, Alfredo Marcón y familia, Eus­
titucionalista; general Pablo González, general Plutarto tolia E. de Alarcón, señoritas Josefina y Soffa Benavi­
Elías Calles, Nicéfo10 Zambrano, tesotero ele la Fede· des, Zeferino Espinosa y familia, familia del licenciado
ración; general Benjamín Gana, general Reynaldo M. D. González, Tomasa Vela viuda de Treviño, Rafael
_
Garza, general i\lfredo Ricaut, general Vicente Dáv1la, Peña Garza y familia, Adolfo Benavides y familia, Ma­
Bernardino Bal<leras. inspector de la Tesoreda de la Fedc· nuel Farías y familia, Cristóbal Villarreal. Reyes Ortiz,
ración '\Jelquiades; García, Cónsul Qmstitucionalista: Pedro Treviño, José E. Pérez, Jnocenci,> Guevara y
Bartolo Zamora, Vicecónsul; oficiales ele la Brigada familia, señorita Clara Treviño, señora Prisca Flores,
Benjamín Garza; Estado M"l,or de la Brigada Benjamín familia Peña, Abraham Flores y familia, Manuel Pérez,
Garza; coronel Tomás ).f :u mol e jo: oficiales y soldad�s Macedonio S. Tamez, Bernardino :Martínez, señora María
de la Brigada 7uvu:\; ofi< iales v soldadoc; de la �1_i· A. de Deandar, señorita Vicenta Ramón, Cipriano Valle
gada Ricaut; teniente coronel Carlos S. Fieiros; fam1h,1 y familia, Rafael Rendón y familia, señora Josefa de
del teniente coronel Jesús Soto, Refugio Alvarez. supc 1 Pérez, familias Cruz Tames, señoritas Esther, Ignacia y
intendente del ferrocar1 il; jefe , empleados de Inmigra· G. Almendares; señoritas Concepción Pérez. Emilia G.
188 CELIA HERRERA FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 189
de León, Juan de Garza, señorita Crescenciana Villarrea des L. Peña, señorita Elvira MartíneL, Ninfo Herrera,
l Federico Fernández y esposa, señorita Ignacia Almenda­
Pablo Rendón y familia, Manuel Barajas, E. G. G ard '
Felipe de Ja Peña, Narciso Alaniz y hermano, Margar¡:· res, Inocencio Guerrero y esposa, señora de Jesús Carran­
G. viuda de Pérez y familia, señorita Herminia Ca rri lloª za, Emeterio Flores y familia, Santiago Martinez y fa.
Antonio Barragán y familia, señorita Manuela Pérez' roilia, J. J. García, hermanas Carranza y Manuel Dávila."
María G. de Hinojos.i, señorita Josefa Villaneal, Ma ri�
Junco de la Vega, Felipe c.epeda y familia, Jacinto Gar za EMISióN ESPECIAL
y familia, señorita Adelna García, Josefa P. viuda de
Camacho y familia, Faustino Salinas y familia, señora Como homenaje póstumo a la memoria de Maclovio He­
Prrisca F. viuda de Treviño y familia, Isabel C. Cárdenas, rn:ra, la Dirección General de Correos ordenó una emisión
nario desapa-
señorita Faustina Treviño, Jesús Sáinz y familia, señor especial de timbres con la efigie del revolucio
Geo C. Alexander y esposa, Dolores Zaragoza , Celsa ,ecido.
García y familia, señora Santos Villarreal, Francisc:1
Aradilla, familias de Lassaulx y Zapata, Santiago Ca­ (Fin del folleto)
nales y familia, niñas Aurora y Andrea Sosa, Emique
Rigal y familia, María de los Angeles Ireguas y familia,
Beatriz R. viuda de Martínez y familia, Luis G. Caotú y
familia, Vicerote C. Noyola y familia, Peoquinto Bena- ·
vides y famil a, Felipe Cisneros y familia, O. L. Longo­
ria y familia, Vida] Garza Zuvia y familia, Emilio Reyes,
Eduardo Gar a y familia, Tomasa V. viuda de Treviño
y familia, Jo�! Benavides y familia, Tomasa Martínez y
familia, Federico Alexander y esposa, señorita Gregoria
Garza; Leon,,r, Jaime, Ernestioa López, Jerónimo- Ochoa
y familia; Catalina F. de Flores Santos, señorita Josefa
Alderete, Josefa González, Josefina Canales, Faustino
Salinas y familia, Agapito Herrera, Julio García, Dan iel
Cárdenas, doctor Garza González, Matero Ruiz, Man uela
Viña P. González, Marcelina Flores y familia, Juan
Cavazos y familia, Ezequiel Ruiz y esposa, miembros de
la Cruz Blanca Nacional.
"De Laredo, Texas, se recibieron las siguientes coro­
nas: de la señora Leonor V. de Magnon, presidente de
la Cruz Blanca, señorita María Villarreal, Elvira G.
de García, Juan Briseño y familia, Pedro Rosales y faroili.i ,
señora Isabel B. de Arce, señora Salomé U. de Zepeda,
Ascensión D. de Luna, señora María R. Flores. Fr an·
cisco Fierros y familia, profesoras y alumnas de la escuel:i
«La Luz», Miss Bessie Moore, señora G. Zamora, Merce·
EL PRESIDENTE EULALIO
Mienu·as en El Bajío se desarrollaban las asombrosas bata­
llas conocidas con el nombre de "Batallas de Celaya", en
uevo León el Presideme provisional, nombrado por la
C.Onvención, general Eulalio Gutiérrez, lanzaba su manifiesto
que por ser de suma importancia se transcribe a continuación
y que por sí solo aclara la situación de aquellos momentos;
dice así:

"Conciudadanos: nadie igno:ra el origen de mi gobierno


y su indiscutible legalidad, puesto que la Convención de
Aguascalientes estuvo integrada por todos los elementos
revolucionarios del país: carrancistas, villistas y zapatis­
tas; de allí, de la reunión de todos esos jefes, emanó mi
nombramiento como Presidente Provisional de la Re­
pública. Si bien es cierto que mi designación al principio
sólo fue por veinte días, después, y antes de que se reti­
raran los convencionistas de la ciudad de Aguascalientes,
me fue ratificada para que subsistiera hasta que se reu­
nieran los nuevos delegados, lo que ya no pudo verificarse
debido a los asesinatos cometidos por Villa en las perso­
nas del general García Aragón y coronel David G. Ber•
langa, vicepresidente y secretario respectivamente de la
Convención, y del periodista Paulino Martfnez, cuyos
asesinatos motivaron la desintegración absoluta de ella.
(Yo mismo aconsejé a algunos de los miembros marcha­
ran a la ciudad de San Luis Potosí, donde contaba con
la indiscutible lealtad de los generales Herminio Alvare1.
y Matías Ramos y hasta les proporcioné mi carro especial
[191]
192 CELIA HERRERA FRANCISCO VILLA ANTE LA UlSTORIA 193
para que hicieran el vi.aje). Así es que, no habiéndo se "Por las circunstancias en que me encuentro, todavía
podido reunir la Convención por falta de g�ant.á.as, tlli convaleciente de mi herida, ocasionada por Ja traición de
cargo ha subsistido hasta hoy, sin que yo debiera renun . Carrera Torres, nada puedo hacer como Gobierno; he
ciarlo mientras tuviese a mis órdenes algún jefe c on analizado y considero serenamente mi situación y Ja del
mando de fuerzas, ya no para hacerme respetar, sino 8¡. país, y después de meditarlo bien y de acuerdo con lor,
quiera para defenderme y conservar el poder hasta en pocos compañeros que hasta hoy me son leales, creo que
tanto había a quien entregarlo legalmente; pero hoy rne es patriótico hacer mi dimisión de la Presidencia Pro­
encuentro reducido sólo a una pequeña escolta, que no visional de la República, ante el Pueblo Mexicano, ya
quiero sacrificar c.onmigo sin provecho práctico para e l que no puedo hacerla ante la Convención, por haberse
país; todos me han abandonado: unos por falta de Valor disgregado sus miembros; unos declarándose francamente
para arrostrar una situación digna y honrada y otros por villistas, zapatistas o carrancistas y otros porque residen
mera conveniéncia política, entusiasmados con los recien­ en el extranjero, apartados completamente de los asun­
tes triunfos del general Alvaro Obregón. tos políticos del país..
"Cuando se creyó que mi gobierno era fuerte; cuando "Al hacer en esta lacónica forma mi renuncia, hago
se creyó que contaba con el apoyo material de fuerza� formal promesa de publicar en mejor oportunidad u11
suficientes para hacerme obedecer, todos me protestaban manifiesto detallando extensamente las consideraciones
adhesión y lealtad y ningún jefe militar, como hoy, se que me han obligado a tomar la presente determinación,
atrevió a discutir la legalidad de mi nombramiento; pero y dando también cuenta de mis actos administrativos con
apenas abandoné la capital de la República, �r los la publicación de documentos que la Nación debe tomar
robos, los plagios, los asesinatos, el atentado cometido en en cuenta para el conocimiento de sus hombres y sobre
mi persona por Villa y porque en realidad ya no podía todo, para que la Historia nos juzgue y dé a cada quien
gobernar con la injustificada intromisión de este ho?1bre lo que le corresponde. Constitución y reformas. Ciénega
en todos mis actos administrativos, comenzaron a d1sgre · del Toro, Nuevo León, a 2 de junio de 1915. Eulalio
garse hasta los miembros de mi gabinete: desaparece del Gutiérrez."
villismo la fuerza moral y legal que yo representab�; 5�
exhibe a su líder por todas partes como un excepc1�na. Con esta actitud del "Presidente Putativo de la Convención"
ejemplar lombrosiano¡ los representantes diplom_áuco� pudieron al menos definir su actitud los grupos de fuerzas que
, le llamaban "convencionistas", que en muchas oportunidades
del extranjero lo conocen en su vida pública y privada
con · atacaban a las fuerzas que dirigía el general Obregón, aunque
informan a sus respectivos gobiernos de su inmoral también en ocasiones los villistas atacaban a los conveocionis­
ducta y todo aquel falso prestigio de esa facción que �
pretendió cobijar con el manto de la legalidl'-d de Jll;
tas, como en el encuentro habido en el punto llamado San
Felipe Torres Mochas y por todo esto se verá la anarquía y
gobierno, cae por tierra; se troca en odios y temores Y � la angustia que reinaba en el país.
ve en ella una amenaza P":"ª. el p�s, que es nec�� .
dl
_
con1·urar; se orienta la opm1ón publica. _ Yo me. Per e
J:'��· 1 o comun,car
tll
entre las montañas, con nadie . he n,vt·d
rt e�
ni nadie se ha comunicado conmigo; por toda s. P dO�
ª

celadas y traiciones, quedando sólo a la luz púbhCa


partidos y dos hombres: Villa y Carranza.
MÁS DERROTAS

Aunque las tremendas derrotas que el vi!lismo recibió en


Celaya, <le hecho significaron su aniquilamiento, es preciso
hacer mención <le las posteriores batallas libradas para que el
ljfr<.iLo CoHstitucionalista recuperara la ciudad de León, lo
cual se logró el día 7 de mayo, al terminar la cual, los villistas
huyeron en completa desbandada, dejando en poder de los
Constitucionalistas 300 000 c.11 tuchos, '.l 000 rifles. 20 ametra­
lladoras, 6 cafioncs y gran cantidad de provisiones de boca.
por lo que el general Obregón, con su habitual buen humor
decía: "Son müs sustanciosas las remesas que nos hacen los
bandoleros que las que nos hace el sciíor Cananza desde
Veracruz". Días antes hablan tomado Estacic'>u Trinidad y el
día 3 de junio de J!) 15, el general Obregón hahía percudo
el brazo derecho, en la hacienda de El Conde, por la cxplo'iión
de una granada que estalló en el momento en tpie en com•
pañía de miembros de su 1-:�tado i\fayo1, aLrnvc�aba un patio
para dirigirse a las tlincheras, explosión que den ihú a todos
por tierra. Al tener que dejar el mando del cjt'-rc ito el gc:nc1 al
Obregón, tomó su lugar el general HcnjanlÍ11 <:. 1 lill.
La plaza de Aguascalientcs fue tom;\cla < 1 día 10 ele julio
de 1915. Los villistas al huir dejaron: 8 uc11c,, e uar10 millo­
nes de cartuchos, nueve cai'íoncs, 2� :nnctralladoras. < u,tll o mil
fusiles. Se les hicieron 2 000 prisioncn,c;. Cabe hacc1· notar que
ti parque que dejaban abandonado lm hanclokros le luc dc­
CJ:an utilidad al general Obrcgún, pon¡uc M1pcrvivic11tcs vi­
lhstas de aquellos comhatcs, todavía tratan ,le ha<c1 ercer cp,c
Perdieron porque su pan1uc era "de salva".

J l'J:51
FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 197
196 CE LIA HERRER A
vías férreas y lelegráficas estaban destruidas en Cazadero,
� situac!ón de las fuerzas de Obregón era muy compro. Ahorcado y cerca de Tula; León, en poder del enemigo
met1da en diversos puntos; antes de lograr capturar las diver. y nuesLras comunicaciones interrumpidas de esa a l.eóu.
sas plazas mencionadas, los combates duraban tres y cuatro el combustible agotado completamente, y nueve trcnc-,
días en los que eran atacados por un número abrumador de en Encarnación, con aceite para sólo unas cuantas horai.
villiSLas. Las provisiones de boca se les agotaban totalmente de movimiento, apenas suficiente para regresados a .__.s,1.
e igualmente el armamento, pues las remesas, que venciendo Para consolidar nuestra retaguardia, sólo contábamos con
mil dificultades les enviaba el señor Carranza desde Veracruz los elementos que allí teníamos, pues habia dirigido
(custodiadas por el entonces coronel Ignacio C Enríque1., repetidos telegramas al jefe, pintándole la gravedad clt­
joven de 25 años de edad), se demoraban en forma desespc­ nuestra situación y encareciéndole ordenar a los jefes
' ante, ya que los zapatistas, unidos siempre a Villa, destruían a nuestra retaguardia restablecer la comunicación y man­
la única vía de comunicación que había con Veracruz. Además, dar combustible, sin que esto pudiera tener resultado.
antes de enuar en Aguascalientes, dos de los hombres de más dado que los sucesos inmediatos posteriores, la repentina
con(ia11La de Villa: el más famoso de sus "puntales", Rodolfo aparición de la columna de Reyes y Fierro, a retaguar­
Fierro, así como Canuto Reyes, se habían desprendido del grueso dia y su avance al sur, destruyendo las comunicaciones,
de las (uerzas villistas y, metiéndose en la retaguardia de los imposibilitaban toda accton combinada. Regresamos
constitucionalistas, procedían con actividad diabólica, destru­ era del todo imposible, pues teníamos_ provisiones apena1-,
yendo la vía del C-entral, pretendiendo restablecer comuruca­ para seis días, y la cuestión del parque era para usted
ción desde San Luis Potosí al sur, hasta tener contacto con la bien conocida, sólo teníamos el suficiente para librar un
Ciudad de �léxico, y ponerse en comunicación con las fuerLa� combate, y no había esperanzas de recibir nuevas reme­
de Zapata, para poder mover gente del norte al sur, librcmcn· sas de éste, ni provisiones, ni combustible. En estas cir­
te. La siluación era verdaderamente crítica, pues se carcd:t cunstancias, resolví devolverlo a usted, por el estado de su
totalmente de víveres, ya que los villistas hacían ::;iemprc un herida, así como los trenes, y emprender este movimiento
saqueo completo de provisiones de boca antes de abandonar por tierra, para atacar Aguascalientes por Ja retaguardia
uua ciudad, por lo que al entrar las fuerzas de Obregón tenía 11 del enemigo. í.ste comenzó a resistir desde nuestra salida
que hacerse cargo no sólo de la tropa, s1no también de J.1 de Encarnación y llevamos tres días de combates. Tene­
situación desesperada de la población no combatiente, par,t mos provisiones solamente para mañana, y el parque est.1
cuya solución había que ordenar remesas de provisiones, como muy escaso, sólo el indispensable para atacar una plaza
suced16 aJ entrar a Aguascaliemes, ciudad que encontrarou por asalto. A cuatro leguas de Aguascaltemes; imposib,
totalmente saqueada, } a la que hubo que proveer con mer· litado para retirarme, por falta de parque y provisione-..
candas remilidas <lesde Guadalajara. Una comunicación diri­ y porque hacerlo sería muy inconveniente; conociendo
gida por el general Obregón al general Ditguez, quien se re­ perfectamente el peligro que corro en esta situación, ma­
cuperaba de una gra"e herida en Lagos de Moreno, explic.t ñana, al amanecer, emprenderemos el avance sobre Agua-.
perfectameme Ja crítica situación de aquellos momentos. Pi­ calientes, con todos mis elementos, teniendo esperanzas,
ce así: aunque poca seguridad -<lada nuestra escasez de p,11-
que- de ocupar dicha plaza mañana mismo, lo que co
"Al salit de Encamación, considerando el estado de· municaré a usted inmediatamente; pero si este aviso no
licado de su salud, no quise comunicar a usted las causas Je llegare en el tiempo que usted Juzgue mdispcnsahlc.
c¡ue me obligaron a seguir este plan; pero ahora juzgo deberá tomar en cuenta todo esto, para que adopte fas
necesario manifestarle que nuestra situación era así: Jas
198 C:ELl-' llERREll,\
FR,\NCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 199
debidas precauciones, y en su oportunidtld, se servir;¡_ los pri:,ioncros que hemos capturado. El campo de batalia
comunicar al Primer Jefe lo que sea del caso. Lo saludo ha tenido 20 kilómetros de extensión. Varias veces el
muy afectuosamente. Campamento de San Sebastián, " enemigo ha pretendido escaparse por Palo Alto, rumbo
9 de julio de 1915. Al General de División �fanuel ¡,.f. a San Luis, y allí ha sido vigorosamente batido por la-,
Diéguez, Lagos, Jalisco." brigadas 'Agustín Estrada' y 'Bañuelos', y muy principal­
mente por la soberbia escolta de 'Dorados'. Lagos y E:n­
Lo anterior, que pinla la verdadera situación en que se camación han quedado completamente solos. El enemigo
cncomraba Obregón con su gente, coincide exactamemc rnn se encuentra reducido a una zona su mamente estrecha,
un parte que rindi6 el día 9 de julio el secretario particular en lugares donde carece de agua y de toda clase de ele­
de Villa, un coronel Pérez Rul, al hermano de aquél, Hipó­ mentos. Para que se forme usted una idea del hambre
lito, que se encontraba en Ciudad Juárez como elemento prin­ que reina en el campo carrancista, debo manifestarle que,
palísimo de Villa en la frontera. Dicho parte es el siguiente: a muchos muertos del enemigo, se les ha encontrado en
los bolsillos de los pantalones semillas de calabaza y pe­
"Aguascalicntcs, julio 9 de 1915, coronel Hipólito Villa,
dazos de nopal. En su campamento también es muy es­
Ciudad Jmírez, Chihuahua. Como manifesté a usted e11
casa el agua, en tanto que, por nuestra parte, hacemo,¡
mi boletín anterior, el combate de ayer fue el mJs rudo
toda clase de esfuerzos por llevar abundantes provisiones
y terrible porque el enemigo atacó con resolución y en­
a la línea de fuego. Pasan de tres mil los carrancistas que
tereza. Hoy continuó el combate, con intermitencias, por
se han dispersado en todas direcciones, siendo principal­
casi todo el día; pero a pesar de haberse luchado con ar­
mente de caballería. Ayer, en la tarde, el general Isaac
dimiento, fue de menor intensidad que el de ayer. 11
Arroyo, se apoderó de la hacienda de San Bartolo, qui•
enemigo atacó cou todas sus fuerzas, formadas de infante-
tando al enemigo ocho canos de harina, dos de frijol,
1 ía, artillería y caballería; y de nuestra parte solamente
algunas otras provisiones, una vaciada y una gran canti­
entraron en acción unos diez mil hombres de caballería;
dad de reses, siendo tan vigorosamente batido el enemigo
varias brigadas de caballería permanecieron inactivas v
que nuestras fuerzas les quitaro1� hasta la ordeña, y_ el
toda la infantería ha estado cruzada de brazos, en sus
personal de ordenañores que tra1a Obregón . Al senurse
magníficos atrincheramientos, por no haber sido necesa­ el enemigo atacado por retaguardia, ha hecho esfuerzos
ria su cooperación. La artillería tampoco tomó parte desesperados por romper el cerco, y no ha podido conse­
ayer, pero sí el <lía de hoy; entraron en juego cuatro ��te­ guirlo. Es imposible darse cuenta del número de muer­
rías, reservándose todas las otras para un ataque dec1sn-o. tos y heridos del enemigo, porque la lucha no ha dado
Toda esa artillería funcionó con muy buen éxito, asl tiempo para levantar el campo; pero puedo asegurar que
como dos secciones de ameu·alladoras. El resultado n o es inmenso el número de bajas que han tenido los carran­
pudo haber sido más brillante para nuestras fuerzas: en cistas. Han perdido muchos caballos, coches, vaciadas,
estos momentos, el enemigo se encuentra muy destrozado provisiones y otros muchos elementos, encontrándose en
y sitiado, así como en plena desmoralización; mientras estos momentos en una situación muy crítica, por el ham­
tanto, crece el ánimo de nuestros soldados, que en este bre y por haber muerto el general canancista Martín
combate han venido a desquitarse dignamente de los re­ Triana y otro que no fue identificado. Han sido recha­
veses sufridos. La columna de Obregón venía con la zados vigorosamente en todos sus asaltos. Creo que en
plena seguridad de que para el día de ayer podría comer uno o dos días más habrá terminado esta batalla, de tan
en esta plaza de Aguascalientes; así lo manifestaron todos inmensas proporciones, con el exterminio completo o la
200 CELI-' HERRERA FRAIIJCISCO VILLA ANTE LA HlSTORIA 201
dispersión de la principal columna carrancista. Por ahota columna carrancista no podrá recibir refuerzos de nin­
las inlamcrías del enemigo quedan en muy difíciles :ir: guna parte, por tener destr� idas hast� las bombas, ti�a­
cunstan<.ias, poi falca de elementos y agua, así como de cos y cambios. El general Fierro, valiéndose de astucias,
parque. A cada momento, tienen mayor número de fuei·. se apoderó del telégrafo en Pedrito, y tomando el nom­
Las convcnc1onistas que los asedian y Jos ponen en sitt1a. bre de Alvaro Obregón, dio órdenes a todas las fuerza�
ción muy apurada. i\f uy pronto espero tener el gusto de que se encontraban hacia el s�r, causán_doles el �ayo�
comunicarle que ha terminado, del modo más brillante daño posible. Esta labor de Fierro ha sido muy mteh­
esta batalla, que marca una de las páginas más gloriosa� gente y audaz, produciendo resullad� s _trasc� ndentales para
en la historia de la División del Norte. Para comp letai el enemigo. Esta columna expedicionaria se propone
esta información, me doy el gusto de manifestarle qt1r. llegar hasta la Ciudad de México. Atentamente, el coro
la columna expedicionaria de cinco mil hombres que des. nel del Estado Mayor, Enrique Pérez Rul."
prendió el general Villa hacia el sur, al mando de lo�
generales Canuto Reyes, Rodolfo Fierro, José Ru1z ) Saltillo, Coahuila, fue tomada por las fuerzas de Obregón
Cesáreo Moya, ha hecho una brillante campaña. En esto, más O menos el cUa 4 de septiembre; dfas después, atravesando
momentos, acaba de llegar un correo que mandó el Ge­ todo el desierto de Coahuila en marchas suma.mente penosas,
neral Reyes de lrapuato, con fecha 6 del actual. Lo) tomaron Torreón y luego Parral, a donde días antes habían
i11formcs verbales del correo y los pliegos que trae, no, llegado trenes con el producto del saqueo villista efectuad�
hacen saber que, sucesivamente, nuestras fuerzas han ido en Torreón, de donde se llevaron, además de todos los comes­
recorriendo las poblaciones de Lagos, Loma, Pcdrito, San tibles, todo el instrumental médico de los hospitales y sana­
Francisco del Rincón, Silao, Villalobos e lrapuato, en torios y todo el mobiliario del colegio Villa Matel, las camas
todo ese tramo tan extenso, han levantado la vía férrea del internado útiles escolares, etcétera... Pero muchos días
y destruido completamente la línea telegráfica, ayuda dos antes de esto� sucesos ya andaba Villa a buen¡1 distancia de
en esta labor por los vecinos pacíficos de todo el trayecto,
esta zona, porque el dfa 8 de septiembre de 1915, se supo e11
que los han recibido con aplausos y gritos de entusiasmo.
Parral lo sucedido en Las Nieves, Durango.
Comunica el general Reyes que en e�tos puntos del sur
solamente se acepta el papel villista y rechazan el cxpc
dido por Carranza y Obregón; que, por todas partes, Jo�
reciben con demostraciones de entusiasmo; que han des· EL COMPADRE URBINA
truido las comunicaciones a tal grado, que aun en el
caso de que el enemigo pudiera repararlas tranquilame 0: El cUa 6 de septiembre a altas horas de la noche, llamó
te y sin ser hostilizado, no podrá lograr su objetivo n• Villa al domicilio del jefe de telégrafos de Parral, señor Abe­
en dos meses de constantes trabajos. El general Re.ye� lardo Ronquillo, para ordenarle que transmitiera un telegra­
desprendió una fracción al destruir la vía de Irapuat� �
'lll a a La Rueda, y de allí fuese llevado a Las Nieves, dirigido
Guadalajara, y los pocos trenes que tenía el ene n1'.gc
ll Tomás Urbina, pero haciendo aparecer que �cho telegr�a
tuvieron que salir rumbo a Celaya. Con esta destrUcciófl
había sido depositado en Aguascalientes. El Jefe telegrafista
de la vía férrea, se han quedado copados catorce t rcne� no tuvo más que obedecer la orden de Villa, quien con su
que, próximamente, van a quedar en poder del gener:i tro pa llegó a Las Nieves, Durango, casi al mismo tiempo que
Villa, y se obtiene el aislamiento completo de Obregót llegaba el telegrama. Tomás Urbina había sido de sus más
3
de su base de aprovisionamiento. Por mucho tiemp<>
202 <: f. L l A H le: lt H E 1t ,\
FRA�CISf.O \'ILLA ,·\NTE LA IllSTORJ . .\ 203
allegaJos compar1cro'l desde mucho anLcs de iniciarse la R.(!. RUMBO A SONORA
volución de 1910, cuando "Doroteo Arango" con su p at tid:i
de malhcch01cs, asallaba los ahcdedores de Panal y asesi nah:i Hecha ai'iicos lo que fueia la podero:;a División del .Notte,
humildes campesinos y pasto1es indefemos; era "el c-omp.1 !re después de una sc1 ic ininterrumpida de derrotas en una sc1 ic
Urbina" el jefe que por más de dos meses estuvo atacando F.! tambitn de combates de enouncs proporciones, Francisco Villa
J::bano, con 1esultado'l siempre negativos y entonces se dijo con< ibe el plan de atta\csar de Chihuahua a Sonora pretcn•
cfi cndo capturar la rn-;ta del P.tdlico, (OH el sue1io que sicm­
que había manifesLado voluntad de pasa1sc al partido contr a.
rio; esta circunstancia u otia obraría para que estuvieran dis.
pr:c tu\"O cl� ,olverª. tomar contacto c.on Emiliano Zapata, su
aliado de siempre. Entrando por Casas Grandes, Chihuahua,
tanciados pdncipalmenLe Urbina y Rodollo Fierro. !ste, acorn.
atr.l\·iesa el vi !lisn_io la sien-a. Obligó Villa a sus tropas a hacer
pafümdo a Villa, cnda la-, fuc11as qut: pol' '-0tpresa caen sobre
aquella tra :-cs1�. sm Lomar en considerac.ión el sacrificio que
Jas de Urbina, quien resulta herido... momentos despu és para ell.ts s1g111f1caba, dada la condición física de sus hombres,
llega Villa disculpándose de aquella ",·onfm,ión", lo abra,a, mudios <le ellos con heridas a medio cicatrizar, etcétera. Al
llora con to1 rentes de lágrima, y Je pide lo ayude dadas atar ar Agua Prieta sufrió otra completa derrota por las fuerzas
las circunstancias a que ha llegado después de un sinnúmero al mando del general Plutarco Elías Calles, en 1a cual, como
de derrotas . . . Urbina accede inmedialamente a ayudar a "su en �odas las batallas del Bajío, se le hicieron gran número de
_
compadre" y de uno de los cuartuchos en que habita saca pr1S1oneros y allí muchos de sus hombres pudieron ponerse a
varias caJas de "puros" que tiene llenas de precwsbimas alha­ lalvo cruzando la frontera. Nuevamente fue derrotado al pre­
jas, monedas ele oro y piedra'> preciosas y emrega todo aquello cendcr ocupar Hermosillo, defendido por el general Manuel
a Villa, quien horas después, ordena a Fierro que acompañe al M. Diéguet y colaborando el entonces joven coronel Lázaro
compadre a Chihuahua "para que se at ienda su herida"... Salc:n Cárdenas, con I 500 hombres de caballería.
de Las Nieves. dizque rumbo a Chihuahua, )Cndo atrás un ca.__1e Fue en esLa travesía a Sonora cuando Rodolfo Fierro el
que conduce a la mujer de Urbina; al llegar a Catarinas, "puntal" má-; ªP:eciado de Villa fue devorado por el grt; eso
Fierro asesina a Urbina en presencia de la muje1 y deja aban• fango que cubna la Laguna de Guzmán, cerca de Casas
donado el cuerpo en el camino. Grandes, Otihuahua, la que pretendió cruzar a caballo en
Como se menciona en capítulo anterior, días antes y por cuya montura llevaba gran cantidad de monedas de oro. Jinc­
única vez, había eslaclo Villa en la ciudad de Durango. � Y caballo quedaron �pultados y de sus compañeros que
plaza a la que nunca antes pudo llegar porque estuvo sie1n· Vieron cuando desapareaa, no hubo uno que le lanzara al
pre defendida por los hermanos Domingo y Mariano Arriet a, lllenos una reata para intentar salvarlo. Se dijo entonces que
ti lodo de la laguna aún se sacudía, ho1 as después, porque el
valientes revoluciona1ios que siempre repudiaron al villismo, al
caballo tardó en morir.
igual que la opinión pública de esta ciudad capital, qt'.e
siempre le fue adversa. Al llegar Villa a Durango cstablec1cí Los días 21 y 22 de noviembre de 1915, tuvo lugar el
su cuartel en los almacenes Dam e inmediatamente ordenó la :a ue a Hermosillo por Jas fuerzas al mando personal de
q
aprehensión de un grupo de civiles destacados en el medio lla. La plaza fue defendida heroicamente por los constitu­
c/ a _
duranguense, entre ellos estuvieron los señores Antonio B1.t· .;n hstas al mando de los generales Diéguez y Angel Flores.
cho, Pedro Torres y Juan Paura, quienes llevados a su pre· batalla � uró 30 horas y fue en extremo dura y sangrienta.
sencia, fueron asesinados inmediatamente. Et heroico general Angel Flores (admirado y querido en•
ltañablemente, principalmente en Sinaloa y Sonora), se batió
204 CELIA HERRERA
FRANCISCO VILLA ANTE LA JIJSTORJA 205
bizarramente, habiendo pei-dido casi Ja totalidad de su gent •
e
pero puso en huida al villismo. El parte que rindió el gen erai fie'Tº (cr�,, �� e era general)... Conociendo _ las características
Diéguez lo recibió el general Obregon el día 27. � dicho md•v1duo me alarmé fuertemente sm tener la menor
Un día antes, el día 26, los constitucionalistas habí an lo. ¡dea del motivo de su Jlamado ... pero no tuve mis remedio
grado capturar la plaza de Nogales, según parte que rindió al q ue salir y recil irlo ... Pronto me indicó que me buscaba
general Plutarco Elías Calles el coronel Lázaro Cárd enas ,arque suponía llue yo tenía para la venta cosméticos euro­
quien con sus caballerías logró tomar contacto con el enemig� �- .. a Jo que contesté afirmativamente ...
y como al medio dfa entró el resto de la columna a la p laz.., "Entramos 11 almacén y me compró lápiz para los labios
de Nogales. (que no fuera m 1y rojo, un tono suave)... se lo entregué y
Días después fue enviado el coronel Cárdenas como van . act o continuo ap icó un poco a sus labios ... Luego me pre-
guardia de la columna que debería tomar contacto con las guntó si tenía 'al �o· para un lunar que me mostraba en una
fuerzas del general Diéguez, que permanecían en Hermos1llo. de sus mejillas ... Se lo d1 y pronto también lo aplicó sobre
el lunar ... Lueg,,, con voz amenazante me anticipó que no
debía )O decir a mdie nada de aquello... ¡No, le aseguré! ...
SE LE CANSó EL DEDO ... ¡Pierda usted cuid.1do!.. . ¡Yo no diré ni una palabra! .. Y
respiré tranquilo al momento en que se alejaba de mí aquel
De los "puntales" fue siempre Rodolfo Fierro el más csu­ individuo ... aquelfa expresión de lascivia tan impresionan­
mado de Villa; entre los hechos "sobresalientes" ejecutado� te... y durante horas estuve luchando por quitarme de mis
por Fierro, estuvo el muy conocido realizado en el pueblito de ofdos aquella voz aUautada tan repugnante ..."
Avilés, Durango, en 1913, después del combate en que perdió • • •
la vida el general huertista Alvirez... Fierro puso en forma•
ción a los prisioneros y sentado en medio de un corraJ611 Siempre derrotado el villismo, no tenía otra salida de So•
estuvo ejercitando el tiro al blanco sobre cada uno de aquell os, Dor a para regresar a Chihuahua que los pequeños pueblos de
teniendo a su lado a su asistente quien Je estuvo cargando ;a Batuc y San Pedro de la Cueva cuyos habitantes estaban sufrien•
pistola. . . cuando llevaba asesinados 82 prisioneros le dijo a do depredaciones constantes por las frecuentes incursiones de
su asistente: PIJ'tidas de villitas. Resueltos a terminar con aquella situación,
-Ahora sigue tú .. . porque a mí ya se me cansó el dedo .• · decidi eron armarse los habitantes del pueblito de San Pedro y
En esos momentos entró al corralón el teniente cor onei en nú mero de 60 pretendieron impedir la entrada del villismo
Porfirio Talamantes, pistola en mano, tratando de suspen dc 1 que s e aproximaba en número de dos mil. El l Q de diciembre
aquella bestialidad; al verlo, Fierro palideció, y todo turba�º de 1915 se entabló tan desigual combate, habiéndose sosteni­
no hizo sino extender los brazos hacia los lados y dar haCJ" � aquellos heroicos defensores sólo unos cuantos momentos.
atr.is, dos o tres p.uos lentamente ... -:OS villistas entraron al pueblito de San Pedro, hicieron pri­
líoneros a todos los civiles emparentados o no con aquellos
El señor don Enrique Picard, propietario que fue de Jo� : defensores que habían tenido que huir al preter .der hacerle
almacenes "Las tres BBB" en la ciudad de Chihuahua, en 11ª ° ente a sus atacantes. En la pJacita del lugar fuer:>n asesina­
dos lodos aquellos inocentes prisionero:,, principiando por el
grata reunión que tuvimos en 19S.l, nos relató entre fum ar01ª
y fumarola de su pipa, que en el mes de julio de 1914, ••es­ �a párraco don Andrés Avelino Flores, quien se presentó a
tando yo en mi oficina, me avisaron que me buscaba Rod0 1 'º � a rogar por los prisioneros y a quien éste derribó por
a de fuerte puñetazo, disparando en seguida sobre él.
'FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 207
206 CELIA HERRERA

Y así cayeron familias completas: tan sólo de l a fa.mil· Para esas fechas, las fuerzas constitucioualistas ya habían
Noriega murieron: Edwigis, Cruz, Alberto, Jesús R. Deme tr/ª amnistiado a muchos de Jos hombres de Villa; a raíz de la
Jes�s P., P�s:ual, Jesús O., Nic�sio, Mauricio, Tomás, Ana�'. toma de Aguascalientes, pidió su amnistía, con toda su gente,
tasio, Abems10, Gonzalo y Mariano. De la familia Encin . el general Pánfilo Natera, y en Sonora se rindió incondicio­
Francisco, Pablo, Refugio, Heriberto y José. De la fam¡� · nalmente el general Urbalejo, que fuera de los más allegados
Vázquez: Eleuterio, Gregorio, Juan. De la familia Básac� al gobernador Maytorena, brazo fuerte del villismo en 1914,
Juan, Guadalupe y Juan E. De la familia Rivera: Francisc · par tratarse del estado fronterizo de Sonora.
y Francisco C. Rivera. De la familia Moreno: María Carme1� En Ciudad Juárez se aceptó la rendición de los jetes vi­
Cruz, Conrado e Higinio. De la familia Núñez: Andrés, Fio'. Jlistas Fidel Avila, J. Terrazas y otros, con su gente, a Ja que
rencio y Donaciano. De la familia Silva: Jesús María, José , se le recogie1on armas y municiones; intervino en esto con
Eduardo. De la familia Chino: Jesús, Rafael y Federico. mucho éxito el cónsul en El Paso, Texas, señor Andrés G.
También cayeron asesinados: Pedro Perúñuri, Angel Nú­ García, por cuyo conducto se rindiernn los jefes Banda y
ñez, Angel Duarte; Miguel, Francisco, Florencio y Miguel E. Limc,n, Andalón y Pali,a con cuatro mil hombres (¡todavía en
Calles� Maximiliano Ahuesta, Vicente Romero, Inocente Ochoa, talci. fechas tal número de hombres traía el villismo!), pron­
Francisco Andrade, Conrado Monge, Alejandro Posada, Car­ to se entregó la guarnición de la ciudad de Chihuahua, en
men Carrillo, Manuel Soto . .. y muchos más. donde se recogieron 85 locomoloras y 2 000 carros de ierro­
Al mismo tiempo c¡ue en la placita del Jugar se asesinaba rarril.
a todos estos civiles, se les prendía fuego a las casas del pue­ Poco tiempo antes, al llegar Villa a la ciudad de Chihua­
blo, por lo que las familias de todas aquellas víctimas, míen hua, todavía en su poder, encontró en la estación de los
tras escuchaban las detonaciones que momento a momento fen-ocarriles al general José Delgado y a Aspiroz (artilleros del
quitaban la vida a algún miembro de su familia, considerando buertismo admitidos después en el villismo), haciendo prepa­
unos que en ese momento caía asesinado su padre; otro, que rativos de viaje hacia los Estados Unidos, lógica solución que
su hijo, etcéten, tuvieron que salir huyendo hacia el monte encontraban para aquella su situación de derrota (en vez de
familias complHas, enloquecidas de espanto y llevando a ni· amnistiarse), pero Villa los asesinó en el acto con su propia
ños pequeños o_ue pasaron todo género de penalidades, ya que pistola.
carecían absolutamente de todo, y atormentados por tempe· Así terminó aquella impresionante demostración de fuerza
raturas bajo cero. que tantos adictos logró para la traición de Francisco Villa
que costó a México millares y millares de vidas; un año antes.
Por muchos años la miseria más espantosa se enseñoreó en diciembre de 1914, había sido el fastuoso desfile militar en
en aquel desventurado pueblo de San Pedro y principalmente la Ciudad de México, que tanto impacto hizo en la opinión
de todas aquellas familias cuyos miembros varones desapare· ge neral a favor del villismo.
cieron; carecieron de alimentos, de ropa, aún de lo más indis·
Felipe Angeles y Dfaz Lombardo, que habían representado
pensable y no fue sino hasta 1917 que el general Plutarco la parte "intelectual" al lado de Villa, seguramente a raíz del
Elías Calles visitó esa miserable región, que se les proporcionó desastre de Aguascalieutes, partirían rumbo al extranjero.
escuela a todos los huérfan.os y se les asignó una modest.l
José Santos Chocano, el poeta peruano que había venido
pensión a las viudas desamparadas por aquella barbarie. a cantar las glorias de Villa, debe haber observado algo muy
En tales condiciones de derrota, no le quedó al vi1Jisrtl0 sospechoso en el "bandolero divino", porque separándose de él,
otro camino que dispersarse, y a�í lo dispuso Villa al llegar íl huy ó también a El Paso, Texas, desde donde en agosto d�
BustiJlos, Chihuahua.
208 CELIA HERRERA FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 209
1915. dirigió la siguiente carta a don Manuel Bonilla, quien desorbitadas. Los siquiatras estudiando la maravillosa
se encontraba en Washington con el carácter de representante inteligencia de este hombre sin cultura, pensarían: «pue­
de Villa. de ser un gran hombre:i>; pero penetrando las tendencias
de una voluntad exccsiya que procede siempre .. . siem­
pre ... siempre con violencia, esto es, por "impresiones"
"Señor ingeniero don Manuel Bonilla, y no por reflexiones, pensarían definitivamente, como
Washington, D. C. pienso yo ahora: es un epiléptico.
"Un gobierno apoyado sobre este hombre sería una
"Muy estimado don Manuel: inocencia dormida sobre un peligro.
"A nadie escucha, a nadie atiende, y, Jo que es más
"Uno de los pocos hombres de la Revolución que se ha grave, a nadie cree. No necesito empeñarle a usted mi
percatado de mi interés en un orden superior de princi­ palabra de honor, para que esté usted seguro de la rigu­
pios, es usted; y estoy, por otra parte, seguro del aprecio rosa exactitud de tres frases que este hombre me ha dicho
personal con que me distingue usted, correspondiendo al confidencialmente y que lo exhiben iluminado por un
que le tengo. Todo ello me hace esperar que acoja usted relámpago de sinceridad:
estas líneas con la deferencia que han de merecerle, sin
duda, mi sinceridad revolucionaria -en lo que a princi­ "l: Díaz Lombardo no es inteligente ... es un ... (aquí
pios universales toca- y mi efusiva amistad hacia usted. una palabra rural ...)
Sospecho que nadie. o casi nadie, le dirá lo que paso a
"Comentario: este hombre desautori1a ante mí toda
decirle. La serenidad de su criterio me garantiza que
la situación internacional que está creando.
pesatá usted mis palabras en lo que valen, por veraces
y honradas. "2: Hágase usted, amigo, ciudadano mexicano, y lo
"No sé, ni quiero saber la situación en \Vashington: nombro jefe militar de todo el suroeste.
sí sé -y me duele saberlo- la situación en el Norte de "Comentario: este hombre no se percata de mis in­
México. Suponiendo que, aunque \Vashington ha de co· tenciones, ni siquiera de mis aptitudes.
nocer tanto como yo esta última, el problema se resuelv a "3: Hoy no podemos hablar, amigo, porque estoy «tras­
de conformidad con los intereses que usted represen ta, tornao» ...
nada se habrá avanzado. El Presidente interino que pu• "Comentario: a confesión de parte ... etcétera.
diese sobrevenir «reconocido» y si quiere usted «apoyado,
por Washington, desempeñará su papel sintiéndose "¿Cabe· pensar en el establecimiento de una simulación
permanentemente «en capilla»: podrá sacrificarse a sus siquiera de gobierno sobre el apoyo -llamaréle así- de
principios o a sus amigos, pero es absurdo suponer que tal desequilibrio psicológico? Inútil relatar hechos com­
pueda -cualesquiera que sean sus aptitudes- dominar la probatorios que ilustren el criterio de usted. Una locura
situación. El enemigo más formidable de ese gobierno de fusilamientos, una borrachera de atropellos, una deses­
«artificial» no sería Carranza, sino Villa. Villa no sabe peración de fiera en medio del incendio de un bosque ...
obedecer, sino mandar. Las circunstancias han desnuda· Villa, en la actualidad, no necesita ministros, sino simples
do a mis ojos totalmente su espíritu rudimentario; culti· verdugos- y vaya si los tiene a 3u clisposici6n: los famo
vado, parecería un Genio; renuente a la cultura, sól o sos «puntales», como él dice. Entre una indicación de Día,:
parece un loco. Sus facultades son exuberantes, pero Lombardo y una contraria de Fierro, no vacila: procede
210 C E L 1 ,\ lJ E lt Jt E H A
211
lulminantcmeme <le acuerdo con el último. Con decirle .
usted que ya ahora me expluo lo <le Eulalio Gut iúre"
Lurio Blanco, José Isabel Robles y Aguitre Benavidcs . _'-· OIUA
Flto\.NCISCO \ILL\ ANTE l.\ lllST
"Ahora bien; la base política contr a Carranza ha sido;
conCío �e sugerirá
es �ólo ésLa: «¡Abajo el dict ador!» Muy bueno, pero . ·se ''Madure usted las re{lexioncs que
no �engo t1�ulos para
trata de cambiar solamente la dictadura de Carra;za esta carta ; nada le aconsejo, po1que
Me siento aun dcsrnn•
poi la dioadura de Villa?. . . 11Iorrorl Yo estoy so� pe. ello, ni persigo ningún propósito.
chanclo que los que hemos sido sinceros amigos de Villa.
tenemos en cualquier momento más garantías con el
���
"Pienso ir a WashinglOn donde da�
é un.a sene c'?n-
. d e_
ra s1tu ac16 n de Mcxito.
propio Carranza que con Villa tal como es. Conle ar lo ferencias públicas sobre la verdade ntonces
y tal vez par a
AlH tendré el gusto de ver a usted,
e
es doloroso, pero honrado.
este respc< to, _q ue le
"¿Es posible, por ventura, la eliminación de Villa para se me habrá ocurrido alguna idea a
ahora, l _e escnbo .
hacer un gobierno serio, respetable y respetado, sólido :. . expondré con la sinceridad con que
afcctJSJmo Y seguro
¡No! Porque entonces, ¿quién afronta la lucha armada "Ya usted sabe que soy su amigo,
contra Obregón? Villa es el único que quiere pelear, sus servidor.
fuerzas 110 han sido vencidas por las de Obregón, sino "José Santos Chocano.
por el «cansancio», para no decir de una veL, por el «pá­
nico» . . . ¿Acaso Angeles? Nuestro amigo Angeles, tan "P. S. Sería indiscreto que me conte� tase u��ed, lo com­
culLO, tan fino, tan hábil, está muy lejos de ser y de po­ prendo. Hablaremos en Washsngton.
derse hacer un «caudillo militar» ... Y para seguir la lucha
armada hay necesidad más que de un «organizador» de
tropas, de un caudillo que les levante el ánimo, que los
entusiasme, que los arrastre a la pelea: nadie quiere
pelear. En el momento que VilJa desaparezca (si se des
cuenta a los «puntales» que son peores que él) los rifles
tendrán que disparar solos. Todos, militares y civiles,
sielllen la urgencia de la paz: el único que me ha hablado
de seguir peleando es VilJa. Quiere decir que para que el
Gobierno «artificial» que saliese de las conferencias proyec·
tada, llega,;e a c;ostenen;e, sería necesario -he aquí el
conLra�enti<lo- que Villa se fuese y que Vi11a se qued ase;
es un peligro para la situación civil y es una necesidad
para la resistencia militar. El problema no tiene solución,
como mted fácilmente apreciará. ¿La intervención? fn·
tone-es, la rendición incondicional a Carranza, cosa segur:t,
rnsa rc,uelta. El mi'>mo Ángeles lo ha anunciado en una
<leda, a< H'i11 p1'il,lica. vma también me lo ha dicho, aun·
que )º 110 creo nada de lo que promete hacer.
MIS RECUERDOS PERSONALES
¡Allá... en mi lejana infancia ...1

Nosotros regresamos a Parral a principios de 1916. Hab1a•


m os radicado en El Pa1io, Texas, desde finales de 1914.
Recuerdo aquella ciudad atestada de lamilias mexicanas; unas
se habían expatriado voluntariamente para salvar sus vidas e
intereses al principiar la Revolución de 1910; otras, porque
había sido derrotado el oro,quismo; otras, por huertistas. Di­
fícil era encontrar habitación en El Paso; familias parralcnscs.
modestas, pero que nunC'a se imaginaron verse forza<lac; a ha­
bitar en los llamados "presidios", horribles y pestilentes, tu
vieron que resignarse a ello. Mi papá fue afortunado, alquiló
la última de un grupo de "ca�itas c:n serie" en la esquina de
la calle Pi-imera y '1 ays, en el desprestigiado "segundo barrio··.
Tenía al frente un ''porchecito" de madera y enseguida dos
o tres habitacio11es (como un tranvía con varios carros), un
bañit o, una toc.ina: poi lucra 11n "barandal" de madera bajno.
aislando una ango.,ta y larga l ;i ja de tc1 reno en donde crecían
algunas planta-; y c11 do11dc li;1hía una morc1,1 que nos reg.tlaha
<"On abundantes y dul, c., Ji tllm. Atravc,ando la calle Pi imera,
habi,1 una gr.111 cxtcnsi/111 ele tc1-rc110 <,111 e ado ele rieles en cloncl<·
J>ermanc:<ian csLa< iom1do, largos tn.:11c.,; estas \'Ías t<·níamo"
yue atra\'CS,11 l.1, a pie cuatro \'Cccs al cita para llc�ar .• l 1
('a.lle San Antonio, en uondc nu1b,1 d lmutuLO llltt·1 11a, io11:d
en el que no'> imcrihió mi pup;i pon1111· no se n.:c;ig1nl>a a que
est uviéramos -.in <''-< uda. J·.ra el di< ho Imtit11lo c:st,d,k< 1mit:1110
ele los profesores hermanos F'ic oha1 (.u11 i-maclcri.,Las y 1 ueg(I
0rozquisLas), y su uc,,1g1 a<lo poi lo, ,11< c:,o\ en :'\1éxico se Je,;

213
ORJ \ 215
FRANCISCO \'ILL\ \NTE LA IIIST
21,1.
e Ch.i-
nos al abandonar la zona vilhsta �
C:t.:LIA H�;HHERA

trasl ucí�_ en el semblante siempre adusto, el ceño fruncidO todos sus herma avi dac l no
de scptiemb1e de 191·1. Para la
la man1f1esta antipatía hacia los niños, hiJ·os de revoJuc1ona.1 4' ahua, a finales mos deslu m-
. . ,
1 '.�s. - - ¡Has_ta alla lleg�ba Ja pasión del momento!... los
JlUbia ab u ndancia en mi casa pero sí contempla
11' ciudad extranjera: como
muos que asistían al Instituto unos eran: hiJ os <le mader1s · tas dos las fest-ividades en aquella
s OJO'i aque11 os escap,n aLes
º
· •
.
1,ra
celestial era n par a nue stro
rición
o lros de por (.instas,
-
o de lmertistas' o de "colorados" • - • otros
<.1 e carranc1stas ... etcétera. Las opiniones que los niños 01• f las magníficas tiendas de
ropa y de J u gueLes qu e ya tenía
adornos, los cant?s y to�a la aleg �
_rí q u e
<."n Mis hogares las repetían en cualquier oportunidad en ª� El p aso, y l uego los mas l�umilde s, cstt vJdades
te desbordaba aun de las casitas
f
csc.ucla y _había discusiones infantiles, pero acaloradas, y hab:: ecesanos, pero de � que 1
' '.llcrvenc1ón d� los _Pt ?fesores, d.isgmLos y ojerizas, etcétera. lin ostentación , sin derroches mn ciudad
familias más modestas. Toda la
, a uella casita mmuscula soportamos las indemencia
Ln s d disfrutaban hasta las ar m,is
q perfume de "lruit-cake" y el hog
q lla temperat ra pascña, tan distinta la de Parral: e� estuvo envuelta en un én ! �11ea­
10
� � aroma de pastelillos reci
humilde exhalaba un
u u de
u�v1erno fue Lremendo, con tempestades de nieve q ue duraban de compotas ... Asmusmo.
citas Y n oc�es y q ue obligaban a quemar leña en el "calemón•· �. olor a mieles, olor de frutas, ora;
_ de una atmósfera tibia, acoged
q ue tema mstalado la casita. M.ís aún nos hizo sufrir el \er.in Ja casita m,ís pobre gozaba pro pio de
plementaba el ornato
sof ?cance, en aquellas habitaciones dimin utas y con Jos techo� su chimenea encendida com mo de
de paz los espíritus. Con
la fiesta au gusta que llenaba
<as1 al alcance de la mano. Por las noches no<; "comían" t os s pertenecientes a una di,e1 ·
moscos � porque quel 'iendo q ue soplara algo de viento dejába­ nción y sencillez miles de familia
ban el nacimiento de Cristo
mos �b1e1 tas a u n las p uertas de alambre (screens). A m ucha <li�­ aidad de sectas protestantes celebra
l �i�c,a estaban todavía los tiempos en que se usaran los insec.­ Jesús ...
t1cidas.
...I"
�cm la avaland1a de familias solicitando casas de alquiler, "¡YO SOY DE ZACATECAS
sub,cion ��s rentas . ��estro casero, bajo, gordo y rozaganlc
< omo un Santa Claus , JJegaba puntuaJísimo cada día prime­ nuestra vecina la familia
Por el lado de la calle Tays era
ro ele mes y sin anunciarse entraba y se acomodaba en la s.1la; él era mexicano. Nos­
_ de un doctor de apellido alemán, pero
no hablaba �• �na palabra de español. Cobraba, sonreía ) se porqu€ _había muchos
otros q u isimos hacer amistad con ellos,
a�sc�Haba. 1 remta dólares era la renta y para mí era un su­ , mu1er corpulenta
niños, pero pronto supimos que la esposa
f�·1m1ento ver que mi papá tenía que pagarlos, porque con­ nción po�que ? eclamos
que a los chiquillos nos llamaba la ate
<;idcraba yo que cada d<>lar eran . . . ¡dos pesos de los mu.'!>· todo el vecmdano )_ un a
que "tenía bigote", tenía "a raya" a
e allá en su tierra,
lrOS ... !
\'ez que los visitamos platicó la señora qu
sé quién.
habían tenido u n altercado callejero con no
o -decía, al mismo tiempo
-Yo soy de Zacatecas y no me dej
en se prepara a dar pu•
PALUDISMO que se enrollaba las mangas romo qui
ada ele recordar el
ftetazos. .. y luego agregaba todavía aIter
La tirantez de n uestra economía se agravó rada dí a de altercado:
llevaba en aquel momento
n u c-,11,1 estancia en FI Pa'io, por la constante atcnriün méditJ -Y yo que por un descuido no
q�ic hubo de b usrnrsc, pues mi papá rc'>t;lt<'> atacado de pah.J• ll1 i navaja ... . .
nto que se pud o ter min ó m1 mamá su visita y
clm '.10, cnfe1 mcdad endónic"a en la costa del Pacífico, zona que Lo más pro
d ..
hah,.111 at1aH''>,1do lo� jdc'> ele la Brigada .Ju;íre7 en compa1ií:t nos retiramos para siempre de aquella amista
216 CELIA HERRERA FRANC ISCO YILLA ANTE LA HISTORIA 217
-¡Válgame el cielo -<leda mi
mamá-, entre qu
llemos venido a caer ... ! é e FIESTAS PATRIAS
g nte
La vecina de la calle Primera
era una señora de
y 1 �10dal s finos; también era fa El 16 de septiembre nos dimos el l ujo de pasar al lado
� milia expatriada por 1aª?::10
J uc1ón, siempre vestía de negro y exica uo, lo c ual era fácil; no había entonces el embrollo de
se le notaba siempre tr·
(¿q u ,"én no J o estaba?). . . una tarde oímos grit lSte o. :� pasaportes que establecieron a ños despu és.. . los p�bres
.
c a sa de esa vecma. . . sa11mo os y ll ant os ·e··n
· s todos alarmados patriados tení amos ganas de escuchar, al menos el Himno
· "
<leJ "porc 1 1ec1to se daban de p
mente Jos dos J"óvenes h..
: a f uera'
u ñetazos y se insu lt
ab an 5
ªbªJo ;f acional . . . si hubiera sido ya la edad '.'del ra dio". con h��er
_
130s de l a señora, u no q ue 0ei- escu chado una tr ansmisión en casa �u b1éramos te �ido mus1ca
había cr uzado el puente intern ese d'·1 exi cana y ecos de algu na ceremoni a conmemor a tiva. .. pero
acional y que era vill
otro, que ya tem. 1em . ista,
po en El P aso y q u e era orozqu Y el
ª : 1915 t u vimos q u e ir "al otro lado", Ciuda� J uái�e� ¡qué
� � ist _
_ 1d
a fl1g _ a madre, p alida y des a: pueblo más sucio en esos df as... I S u s calles �1� mdmos de
encajada trataba de separarlo la
sus d ébiles f uerzas.. . s con pavimento, todo lleno de tierra, de i_ �m undtcia. .. aqu�lla
Mi papá terció entre los rijosos _
soldadesca ebria y desgobernada mvad1éndolo todo; mu3er­
y calmó los ánimos. Tenia zuelas pintarrajea das da n do espectác ulos en plena ca lJe - - .
la pobre s�ñor a, también en su
casa, a un hermano enfermo d
t uberculosis: como los m uros
en la generalidad de las cons­
e gritos, insolencias, horror }' mugre por todos lados . .. Nada
tr ucciones amerí'canas son m uy grato encontramos; y descorazona�os, tristes, infinitamente
delgados, en nu estra casa ola­
mos de día y de noche la tos del tristes. regresamos todos los expatri ados otra vez a El Paso,
pobre enfermo, y los mayores llenando a reventar los tranvías eléctricos. . . Asi, lleno de
temían e l cont agio.
Entonces la menor de mis herm sombras g uardo todavía en mi memoria el �ño aqu el q ue
anitas aprendió a repetir radicamos allá. .. "en el otro lado"... también allá, en el
la frase aq uella de la m ujer de Zac
atecas, y simulando t mbi mes de abri l habí amos recibido la noticia de la muerte de mi
q ue se enrolJ aba las mangas, la a én
repetía con todo el ademán tfo Maclovio; de Parr al llegaron su madre, su esposa, s u her­
de franca pelea. . . lo q ue des
ternillaba de risa a q uienes la mana y mu chos f amiliares más, quienes salieron r u mbo a
esc uchaban.
Nuevo Laredo, a los funerales. Por única vez en mi vida yo vi
a mi padre Uorar.. .

LAS APUESTAS
CHARLES CHAPLIN
J\[i papü y mi tío Jesús est ableciero
n un pequeño negocio
de pasturas en la calle Stanton Sur Sólo un p unto de alegría gua1do en mi �ec�erdo de aqt 1c.­
; allí conocieron a los se·
liv!.<'"; �i'.mhrano ) Orramia con qui Jl;i vida paseña; el diario regreso del establecun1ento comerci_ al
_ enes clisnllían y opinaban
<le pohuca mexKan a; cuando estaba muy próximo de mi papá, q uien :,iempre nos encaminaba hacia uno de los
u o de Jas fuerzas de Obregón y las el encu en·
villistas, la discusión y los tines cercanos en q u e nos solazábamos con alguna película de
áti i 1110,; subicron dC' tono; pero
u11a ··ap uesta·::
_ ?ºº. la agresividad se sofocó con
<l6Jares a que ganaba Obregón,
m1 ¡,all'.c y 011 t10 ; igual suma a favo apostaro n
Char les Chaplin, entonces en su apogeo. Noche a noch� era
Chaplin en patines, diminuto, pasándose por entre las piernas
r del villismo apostaron Jos de un policía gigantón que lo perseg uía ... ca<la noche...
<.:omrano, . No pagaron... ¡pero
perdieron ...! Ch aplin, los mil percances de Charles Chaplin ...
218 C: r; L 1 \ 11 f: 1( HE H \
FRA..�CISCO VILLA ANTE LA HISTORTA 219
ra partir ,a el tren, los señores caminaban a uno y otro lado
RUMBO A MtXICO
bO la estac10n, entablando conversación c�n el fogonero, �on
� maquinista, inquiriendo informes ... ninguna contestaoón
Apenas hubo comunicación por Coahuila, mi papá dec iu t()
e {irroe . . . y ningún movimiento del tren. Seguramente en
regresar a México ; no quería ni pensa r que sus hijos, sob re
todo los varones , crecie ra n en a quel a mbiente, habland o aquel a madrugada sal mos por fin de Piedras Negras, Y al amane­
eP
Jcer, al aclarar e dfa, volvió a detenerse el tren por �oras Y
idioma que no era ni inglés ni español y adquiriendo costuin.
bres raras. En tren hicimos el via je de regreso. Atraves ando �� e n pleno llano• no había estación ni construcción al-
avenidas limpísimas y maravillosamente il uminadas , una ottna ., alU perm;, necimos no menos de cuatro horas ... ¿qué
. forma-
<
e- ba .. _? nadie sabía nada y la tr1pulac1"6n na da_ in

noche, en raudo automóvil, ll egamos a la estación de El Pa,o.
� . por fin, d, spués de u n sinnúmero de detenc1on� s, du­
Seguramente por ser una f amili a con muchos niños, los mís­
mos empleado:; de la estación se es meraron en atendernos; rante minutos ca ninando el tren en reversa, lue�o hacia ade:
Iante "a vuelta e e rueda", con la misma v�loc1dad que los.
pronto se hiciero n cargo de nue stros velices, y nos acomodaron
tefiores viajeros q ue sin preocuparse de subir a los furgones
con todo géne10 de atenciones en l os magníficos coches con
cabuses ca mina! an a pie al lado del tren. . . llegamos a
a si ent os acojinad os d e te rci op el o rojo, limpísimo y amplio
iaredón. .. allí s1 nos avisaron que íb� os a perma� ece�
todo, con abundante y fres ca agua para beber; con abundante
provisión de vasos de cartón, limpios y perfectamente bien cinco horas ... f uqpnes y cabuses s e vaoaron, lo� pasa1 ero,
surtidos los sanitari os ; todo en perfecto orden y precisión se laruaro n en disti1 tas dire cciones en busca de alu�entos · - ·
Ya para esas horas la abundante provisión de comestibles que
absoluta en la salida del tren; sonrisas y atencíone s de la tri­
pulación para todos los pasajeros . .. Mu y pronto llegamo\ a habíamos traídos desde El Paso se nos había agota do Y p�a
Eagle Pass: seguramente se celebraba alguna fiesta porque la ese medio d1a no teníamos ni un p edazo de pan d e qué dis ­
pequ eña ciudad estaba refulge nte de luz, con hileras de f ocos poner. . . pero por una "loca fortuna" logramos que nos ven­
dieran una gallina. Estas preciadas aves de corral eran y� raro
a lo largo de sus limpias calles. Unas cuantas horas pe rmane•
cimos allí, pronto cruzamos la línea diviso ria pata tomar ... hallazgo en lo s campos mexicanos , pue s el abrumador numero
de combatientes de todas las facciones, había echa do mano
1ay!. . . nues tro tren mexicano-revoluciona rio ... Con mil di­
ficultades llegamos a l a estación: Piedras N egras estaba en de todo s los gallineros a s u pas o por tocias las reg�o nes _ del
una oscuridad tenebrosa. .. nos gui amos p or las l uce cita s de
país y hasta era conocido un general "Gallinas", y un hcennado
los "aparatos de peu·óleo" que l as vendedoras de infusión de "Gallinas" cu yo m ote obedecía a una marcada hab�i?ad que
habían demostrado, m ediante malas mañas, para adqmr1r dichas. .
hojas de naranjo o de café tenían cerca de la estación a donde
preciadas aves de las qu e milagrosamente lograban dispo ner en
llegamos casi a tientas, cargando nu estras mal etas y a lo!> .
lllome mos en qu e el hambre apretaba pavorosament�.
niños ya dormidos. El carro d e ferrocarril en que nos metimos
no era ni de primera, ni de segunda, ni pullman .. . era u? Pues bien, aquella gallina que nosotros , btuv1mos en
Paredón, se o freció a cocinarla una miserable mu1er _
can-o con camas "de palo" fijas alrededor, pero sin recubrt· que ha­
bitaba un jacal d e a dobes , y al me dio día os pre ")ará.bamo s a
miento de ninguna especie, muchos vidrios de l as ventanillas r:i
rotos e igualmente colga ndo rotas l as cortinillas. El frío e r3 C:Omer sentados a ras del piso, dentro del peal, formando un
circulo. A ca da uno de nosotros no s fue servido un plato de
tremendo y pronto las s eño ras improvisaron camas pa ra Jos tald o... no habíamos tomado la primera cucharad� cuando
pe queños con co bertores y colchas y también cubrieron l:t�
lopló un viento tan fuerte que me 66 dentro del p�al una
ventanillas con lo que tuvieron a mano. radie sabía a que tantidad eno rme de tie rra y de es tiércol que nos cubrió to ta l-
FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 221
220 CELIA HERRERA

meme y convirtió en Jodo nuestro humilde puchero ... iAvl TORREóN


qu é desesperación. . . mi pobre madre rompió a llorar . . · · ·
encontró ou·o camino más que el de las lágrimas en a· un� Al día siguiente llegamos a Torreón, ciud a d nueva, aún
fracaso, en aquella desolación, ar.te a quel panorama a<lde, 'fi·• de trazo moderno, con hiler as de casas b ajitas, pero muy
J1onendo de las 11 an u ras de Coahuila ... 1
°· 111 "
,rasada a (m en 1915; el pavimento todavía no asomaba por
ª·nguna de sus calles, y Ja tierr a suelta, una tierra con l a cali­
:d del polvo de talco, se levantaba con sólo transita r por la
ciudad, envolviendo a las personas y a la ciudad entera, porque
"LAFA GAFALLIFINAFA" las enredaderas y demás plantas de sus pocos jardine� se v�ían
siempre de color gris, como todo el resto de la poblaaón. heno
Año � después, en 1�22 o 1924, en un periódico de la capital de tierra, siempre sucia. Tenía tamhién Torreón 1.m:1 cantidad
se pubhcaba q de dommgo a domingo relatos de "todos sabo­ pavorosa de "rateros'; principalmente por el rumbo d� la cs­
res" de sucedidos durante la Revolución. Uno de ellos se re. taeión; como consecuencia, lo-, torreonenscs cerraban sus rnsa-.
feri a a una ocasión en que miembros de las tropas del general totalmente, Jo que daba un aspecto desolador a la ciu <lttd.
Pa blo González, ca reciendo por varios días de a limentos, lle­
ga ron a un poblado y decidieron tener un a regula r cena una
noche, por lo que atra paron una atrevid a gallina que se
acercó al tren miJitar, la cu al metieron debajo de una tina, JIMÉNEZ, CffiHUAUU..\, ENERO Dr. 1916
mientras la dispor ían par a el platillo. Pronto la dueña de la
preciada a ve se p esentó ante el jefe del dest a camento recla­ En un fmgón del primer tren que salió p a ra JiméPcz, via•
m ando vigorosam �nte su gallina, con acres expresiones y jamos nosotros; muy temprano, y con m u cho frío nos alej a­
palabras gruesíts � no desistí a de su reclamación con ninguno mos del polvoriento Torreón; iba et tren a "vuelt a de rueda"
po rque las vías no inspir a ban mu cha confianza, pues acababan
<le los argumento:- que se le d ab an, iracunda en sumo grado ...
de ser reparadas. El villismo, a l .ir huyendo de todas las
Uno de los que •.:st aban en "el secreto", q ueriendo informar a
ciudades, hacía a ñicos las vías férreas y se proveía de comes­
un compa ñero que ignoraba el origen de t al reclam a ción, qui so
tibles saqueando tota lmente todos los pueblos que abando­
hacer uso del modismo de h ablar "con la efe'' que en esos día s
naba, replegándose más y más al norte del país. Esrastl de
-estaba en boga. pero tal individuo no tení an ningún dominio comestibles 110 sufrimos en ese tr ayecto a Jiménez po:·que pre­
sobre tan novísimo idioma y dijo: cisamente porque se sabía q ue todas las ciuda des ca.r�cian de
-Debajofo de Ja tina.fa está escondida la gallina.fa . ..
lodo, los comerciantes se esforz aban en hacer JJegar los pro­
¡Como de rayo! Ja iracund a propieta ria recuperó su dullos a su a lca nce. En el mismo tren en que nosotros viaj:\ba­
ave y se desató en improperios e insultos contra sus rap­ ltlos iba un furgón lleno de plátanos, limas, cañas; en las in­
tores, q uienes desconsolados, vieron marchitarse sus iJu· terminables hora s de ese viaje ocurrimos mil veces con los
siones de 1a opípara cena que sólo en su mente sabo·
Pi-opietarios de aquellas frutas, quienes nos pruveyeron ahun­
rea.ron, desquitándose sólo con un chapa rrón de insulcos Y da11tc:mente. . . J iméncz tenía entonces para los 11iños el en­
<le malos tratos para el aprendiz de idiom as que ha bía f rus·
tanto del tranvía de mulita que hacía su recorrido todo el día,
trado los pl anes de los hambrientos secuestradores. desde la estación a lo largo de su bella calzada, hasta el
222 CELlA HERRERA FRANCISCO VILL/\ ANTE LA HISTORIA 223
cenuo. Su conduc.tor, un viejecito de presencia enca nt ado chachos, ya fuera del templo, al mismo tiempo que se
IOS mu
personalmente desenganchaba la mansa bestia al llegar a ca�ª e gaban a sus forcejeos y juegos jocundos, contestaban con
· en tr

t
una de las terminales y la enganchaba en el lado opuesta ,od as sus fuerzas:
listo para emprender otro recorrido sobre sus paralelas
acero; los jubilosos muchachos Jlcnaban el pequeño tranv ía e "Adiós. . . adiós. . . adiós.. . "
ª
toda hora del día.
El canto infantil llenaba de dulzura el amplio barrio <le
sa J uan de Dios; se saturaba el ambiente de ternura y ale­
n
ján dos e por las diversas calles, los niños despreocupadamente
PARRAL rep etían una y mil veces:

El ramal de ferrocarril que une a mi tierra natal con "Adiós, oh, Madre mía. . . adiós. . . adiós. . . adiós ..."
Jiménez ya estaba en servicio y pronto llegamos y nos radica­
mos en donde menos debíamos haberlo hecho, en la "boca
del lobo": Parral. Hidalgo del Parral fue la tierra de mis
abuelos, de mis padres; en Parral y en sus alrededores (Santa EL SANTUARIO
Bárbara, Minas Nuevas, Conchos) radicaron por generacionrs
nuestros humildes amepasados. En Parral, mi padre y sus her­ Era el templo de moda en aquellos días. Años antes haL.J.1
manos formaron sus familias; allí trabajaron y se rehtcionaron sido una iglesia sumamente modesta, de una sola nave, pero
entre sí, tan estrechamente, que formaban una sola unidad; al ser reparada se le adicionaron dos naves más, se colocaron
allí crecimos juntos aquel enjambre de primos, yendo a las en ella altares de madera bellamente labrada, se le puso piso
mismas escuelas oüciales, como se les llamaba entonces a la� de mosaico, se le dotó de amplio portal, sostenido por cinco
públicas; juntos íbamos a los mismos paseos, a la misma iglesia grandes arcos de medio punto; aún así no era una iglesia
lujosa, sino sencillamente un templo tipo "Misión" sumamen•
"El Santuario", en donde se explicaba la doctrina a las 3 de
la tarde, los domingos, a no menos de mil niños. Al terminar, te grato.
de todas las puertas del templo brotaban, apretujándose, ,en· Parece que el total de la reparación corrió por cuenta de
tenares de niños luchando todos por alcanzar la calle �ju dejar Don Pedro Alvarado y que todavía en el momento de inaugu­
de cantar a todo pulmón: rar las nuevas obras con una gran Misa Solemne se encontraron
con que no había bancas. . . ¡Ah!, pero enterado de ello Don
"Adiós Reina del Cielo, madre del Salvador. Pedro, ordenó al momento que fueran llevadas sillas de bejuco,
Adiós, oh, Madre mía. .. adiós. .. adiós. . . adiós ... " americanas, de las mejores que hubo en Parral, y las docenas
que de ellas se necesitaran. . . No faltaba más. . . lo que el
Era el capellán de la iglesia el padre Manuel Mor eno nuevo Santuario necesitara ... allí estaba Don Pedro AJvarado
(español), gran persona, gran predicador, con su bien timbr�ct1 co n su fabulosa mina "La Palmilla", ¡qué podía suceder! Y
voz y su pronunciación tan castiza jamás cansaba a su audito­ lu ego, a oír Misa con devoción ... en los primeros asientos
rio. :tl dirigía a los niños en la doctrina, y cuando su voz se Don Pedro y su esposa Doña Virginia .. . una gran señora,
oía ya lejana, terminando una de las estrofas del himno: lllodcs ta en sus modales, en sus vestidos, en sus actitudes. ..
antes del hallazgo minero, y después; siempre moderada y se­
"pennfteme que vuelva tus plantas a besar ... " rena. Por la puerta lateral del palacio de Don Pedro salía la
22t. CELIA HEJlRt:RA f'JlANCISCO VILLA AlWE L.\ HISTORIA 225
calesa titada por un tronco de hc1 mo-;os caballos, conducien do o-ando la columna que llegaba tra formada por indios yaquis
Doña Virginia y a Don Pedro. casi únicamente para dir igii t eranza subía de tono. . . ¡ -\hora sí!, 1 ahora sil, decían
a la iglesia; poca afición tenían por los paseos. El palacio hab¡ e­ lí esp gría
tlJII ale todas las gentes . .. Esa esperanza fue la que puso
sido construido, como por arte de magia, ante los asombra<!�: an os del villismo a tanta gente mdefensa cups vidas
d i ro
ojos de los parralenses, que atónicos escuchaban los mar avi ll o. -,¡, con todo lujo de crueldad. En poblados de poca impor­
sos relatos de aquello que parecía fábula, y que era realidad: can cia, en rancherías, realizaron aquellas hordas de malhecho­
"La Palmilla" ... Poco tiempo sobrevivió doña Virginia a tal\ .., sus más horrendas carnicerías, en contra de los más hu­
extraordinario suceso, pronto se observaron muestras de qtie aail des e indefensos campesinos.
su salud decaía, enfermó y murió. La pue1La principal del Para los jefes que tenían a su cargo la persecución de Villa,
palacio de Don Pedro se abrió por última vez para dar pa50 la campaña contra el villismo fue "la gallina de los huevos
al cortejo fúnebre; luego se cerró para siempre; Don Pedro no ele oro" que costó al gobierno carrancista enormes sumas de
permitió jamás que se abriera de nuevo, por ningún motivo ... �ro, y a la nación la pérdida de incontables vidas, ya que
jamás . . . jamás .. par centenares morían los más humildes soldados en los fre­
cuentes choques de chusmas antagónicas, que tal fue la reali­
dad de aquellas matanzas. Los jefes militares a los que el
Gobierno del centro encomendaba la campaña contra Villa tu­
PROFUNDA RAIGAMBRE mon buen cuidado de no matar el filón de oro que tanto les
flOduóa. Y la esperanza, ¡ahl, siempre la esperanza, retuvo en
A Parral volvimos por el amor al terruño, por el conod­ aquellas regiones a tanta gente de trabajo, tanta gente de bien,
micnto de sus gentes, por la experiencia ya adquuida en la dia­ tintos campesinos humildes, aquellos que en el campo habían
ria lucha para ganar el sustento. También porque había la llcido y en el campo esperaban sacar el sostén de sus fami­
creencia ... la esperanza ... de que una verdadera paz habría lia... sólo encontraron la muerte.
de conseguirse ya, y con ello se restablecieran todas las fuen·
Les de trabajo ... Con esa confianza, con ese anhelo, volvieron
cientos de personas a ponerse al frente de las pequeñas pro·
piedades agrícolas o mineras que poseían, o que arrendaban, SANTA ISABEL
o cuyo funcionamiento conocían y ello les proporciona ba
medios para subsistir con sus familias ... Agricultores en pe· C.Omo se dice en otras páginas de este libro al quedar el
queño, mineros en pequefio, volvieron cientos de ellos y se '8lism0 aniquilado a fines de 1915, regresaron al Estado de
radicaron en Parral, y en sus cercanías, con ánimo enérgico a Claihuahua, infinidad de hombres de trabajo que confiaron en
emprender de nuevo sus labores conocidas ... Mi padre n<> lllla verdadera pacificación del país. Ent1e esos hombres de
tenía ninguna clase de bienes; su trabajo era el comercio, Y �ajo predominaban los mineros, ya que Parral, Santa
al comercio volvió ... �bar a, El Oro, etcétera, son puntos en donde !)iempre han
Se fortalecía Ja esperanza de que el villismo no adqui ória '-istido fundos mineros c:n gran número.
nueva fuerza con la llegada a Parral, y su región, de fuertC"­ .El día 10 de enero de 1916, en un tren de pasajeros, se
columnas, a la cabeza de las que vimos desfilar generales de thigían a Cusihuiriachic 18 norteamericanos, empleados de
renombre como Amaro, Lozano, Chávez, Diéguez, Murgui:t, una co mpañia minera, de las muchas que por -;iglos han dado
Jacinto B Treviiio, Fabela, José Gonzalo Escobar, Amarillas. trab ajo a nules de familias, a milla1 es de obreros mcxit,tnos en

,.
226 CELIA JIERHERA FRANCISCO YlLLA ANTE L\ HlSTOJUA 227

el Eswdo ele Chihuahua. El tren fue asaltado por una pa rtid "Artículo 29-Quedan fuera de la ley los cabecillas
de villisLa'i, de lac¡ muchas que poi años quedaron merodeanctª reaccionarios, ex general Rafael Casu·o y ex coronel Pa­
0 blo López.
en aquel dcwemurado EsLado, partida ésta que era capit ane
da por Pablo López y Rafael Castro. Los indefensos nort:: "Articulo 39�Cualquier ciudadano de la República
americanos fueron bajados del tren y asesinados allí mism o, e puede aprehender a los cabecillas Francisco Villa, Rafael
presencia del aterrorirndo pasaje. Este incidente ocasionó � Castro y Pablo López, y ejecutarlos sin formación de
gobierno mexicano serias dificultades con el gobierno de Es. causa, levantando un acta en que haga constar su identi­
1ados Unidos. ficación y su fusilamiento.
El gobierno norteamericano exigía una indemnización en
"Dado en la ciudad de Querétaro a los catorce días del
dólares para los deudos de sus ciudadanos asesinados, per o
roes de enero de 1916.-V. Carranza."
�ometiclo el asunto a un eminente internacionalista suclameri
cano, doctor Rodrigo Octavio, se falló a· favor de México, adu.
riendo que aquel acto era solamente un atraco de bandoleros,
1 ucra de toda responsabilidad del gobierno mexicano. Como COLUMBUS
consecuencia, el seííor Carranza puso a Villa y a los suyos
fuera de la ley con un Decreto que dice: En seguid:i, partiendo de Las Cruces, Chihuahua, Villa
reun.ió más o meuos a 300 hombres, que hacia poco había él
"Venustiano Carranza, Primer Jcle del Ejército Cons, mismo dispersado en Bustillos, y a los que les había anticipado
titucionalista y encargado del Poder Ejecutivo de la que los llamaría en el momento conveniente, y con ese grupo
Unión, en uso de las facultades exu·aordinarias de que asaltó en la noche del 9 de marzo de 1916, el u·anquilo y des­
me encuentro investido, y considerando: que la frecuen· prevenido pueblo de Columbus, Nuevo México, siéndole fácil
tia con que están repitiéndose los atentados por las ga· penetrar hasta el centro, saquear e incendiar, mientras una
villas de bandidos que han quedado dispersos en diversos parte de los bandoleros asaltaban a la pequeña guarnición
lugares del país, después de que el Ejército Constituciona· que se encontraba dormida y que fue muerta. Los bandoleros
]isla aniquiló a la reacción a1mada, reclama enérgica s trataron ele ultrajar a unas damas norteamericanas que se
medidas de represión y un severo castigo para los respon· encontraban en el mismo hotel en que estaba hospedado el
sables de tales uímenes; y en visla del último al oeste se ñor José Pere}Ta (parraJense), quien hizo fuego contra los
de Santa Isabel del Estado de Chihuahua, los forajidos asa ltantes para proteger 1a salida de aquelJa familia, lo cual
que capitanean los cabecillas Rafael Castro y Pablo Ló�ez, ae logró; pero hecho prisionero fue llevado ante Villa, quien
pertenecienLes a las fuerzas de Francisco ViJla, de quien Jo asesinó personalmente. La situación en nuestro pafs era
reciben órdenes, asaltando un tren de pasajeros y da ndO comprometida en extremo, la angustia, el sobresalto de .--::lo
·
muerte a 18 <.iuuadano� norteamericanos, :.cgún el precc lllexicano se pintaba vivamente en su semblante, se creía que
dente establecido poi el Gobierno Conc;titucionalista eJl no iba a se1· posible evitai una intervención armada de Estados
casos análogos registrados anteriormente he tenido a biefl lJnidos sobre nuestra patria y no !te necesitaba ser profeta
expedir el siguiente decreto: }>ara augurar el resultado: nuestro país, pobre, miserable,
hecho pedazos, en guerra desde 1910 y débil en extremo, en
"Artículo 19-Que<la fuera de la ley el cabecilla reacciO' ruinas, sobre todo por el movimiento gigantesco, costosísimo.
mu io, ex general Francisco Villa. tlolorosísimo, que hubo de lograrse para couseguir el aniquila-
228 CELIA HERRERA f'RANCISCO VILL A ANTE L.\ HISTORIA 229
miento del villismo, destrozadas todavía sus vías de comun ica. c;olumbus. Las auto1 idades noneame1 icanas estaban ente­
ción; quemados, convertidos en eriales sus campos de cultivo­ ,.c1as de que Villa se aproximaba a esta pequeña ciudad, según
prueban I os siguient�s c�mun1cados: tomados del Re•
las minas, las fábricas, todos los centros de trabajo paralizad� to com _
aún... qué iba a ser de nuestro México con una intervención ¡istr o de la Marrna y del Ejército de los Estados Unidos:
armada de tan poderoso país vecino ... la amargura lle naba
el corazón de todos los mexicanos, hasta los niños, en las e�. "El Paso, Texas, 3 de marzo de 1916.
cuelas se percataban de la situación y tenían siempre pre�ente Secretario de Estado.
Washington.
en el recuerdo la actitud heroica de los Niños Héroes de
Chapultepec. "Villa abandonó el punto Pacheco, cerca de \fa<lera,
Como consecuencia del ataque a Columbus, los habitantes miércoles, con 300 hombres düigiéndose hacia Columbus,
de Texas y Nuevo México quedaron profundamente enarde. Nuevo México. Hoy se informó que se encuentra al oe!>te
cidos, y esta actitud se reflejó en un desprecio aún más mar. de Casas Grandes. Hay motivos para creer que intenta
cado para todos los mexicanos, los más pobres, los más hu­ pasar a los Estados Unidos y espera continuar a ,vash­
mildcc; en el vecino país. Yo conocí en El Paso, Texas, 'l un ington. Favor de considerar esta posibilidad y la necc·
policía apellidado Encontrías, quien me mostró su pistola en sidad de que se nos den instrucciones en la frontera.
cuya cacha había once marcas correspondientes a once mex1- (Firmado, C.Obb.)"
canos, a los que, con jactancia, decía haber dado muerte, por•
que después de Columbus "matar a un mexicano era menos "El Paso, Texas, marzo 6 de 1916.
grave que matar a un perro". Secretario de Estado.
Consumado su delito de lesa patria, Villa y sus forajidos Washington.
huyeron. Huyeron siempre, jamás pretendieron siquiera in• "Mi telegrama de 3 de marzo parece confirmarse. El
tentar enfrentarse a los norteamericanos, sino que, al aume ntar comandante general Gabira , en Ciudad Juárez, comunicó
sus hordas, buscaban la manera de atacar a las fuerzas constitu· a la prensa esta mañana que Villa se dirige a la fronte1 a
cionalistas que en los momentos aquellos, sin poder evit a: y que había pedido a las autoridades americanas que
c:ho c¡ues sangrientos como en El Carrizal, se colocaban en s1· tu vieran cuidado con él. Mis informes son que Villa debe
tuaciones sumamente difíciles. Sin embargo, fuerzas mexic:inas llegar esta noche o mañana. He dado instrucciones al
al mando del coronel José Cava10s lograron acercarse a los administrador de la aduana en Columbus para que urgen­
bandoleros que huían por San Andrés o Guerrero, y en la temente telegrafíe cualquiera información."
huída una bala alcanzó a herir en la pierna derecha a Villa ,
quien deshanda nuevamente a su gente y se refugia en la "El Paso, Texas, 7 de marzo de l!:.116.
sieira, que conoce palmo a palmo ... ¡ha andado 2 6 años de Secretario de Estado.
hanclolcro...! y en una cueva permanece durante meses, cu· Washington.
rándose Ja herida .. . Ya sanar á. . . y ya volverá a llamar ª
sus imondicionales y seguiiá cayendo sobre hombres de catll· "El administrador de la aduana, en Columbus, tcklo
nea que Villa, con aproximadamente 400 hombres, ,e
po. mujc es o niño-. 1nclcftn,os ... antes de la Revolución su
partida se componía de otho o diez crim inales ... ahora scráfl encuentra en el río al sureste de Columbus, 15 milla-. al
oeste y como a 50 millas al 'iUl, donde hicieron alto para
trc.-. o cuatro mil dc<;alma dos los que ocurran a su Ua rnad0
robar el ganado de los empleados ele la compaiiia Palo•
ton !>u ii rcsistihle bandera <le saqueo y matanza...
2:{0 C ELIA
FRANCISCO VlLLA ANTE LA HISTORIA 2:31
H J:: ll R ¡,; ll A

mas Land an<l Cattle Co., los cuales, a excepción de un0 confian,a entre . nosolros. Y como prueba inequívoca de
según informes, salieron violentamente para los Estado� su estado de á111mo me entregó un cobe1tor de lana muy
Unidos. (Firmado: Cobb.)" suave, que goza de fama en México, con la súplirn de
hacerlo Jlega1 al general Hughes Lenox 5< ott, a \Vash­
ington, haciéndole presente sus felicitaciones por el
"El Paso, Texas, 8 de marzo de 1916. ascenso que le dieron como ayudante en Jefe del Estado
Secretario de Estado. �fayor . ."
Washington.
"Se informa que el general Villa se encuentra en Ran. D�I 18 de junio de 1914, hay ol10 telegrama del agenu;
cho Nogales, situado como a 25 millas de la frontera y e sp al Carothers al Senetario de Estado, :\fi�te1 Lansing
eci
a 65 de Hachita, Nuevo México. Los <latos que se tienen que se explica por sí solo:
son de que se dirige al oeste para Sonora. (Firma: Ca. "Fue materialmente imposible e, itar u11 iom¡,imiento
rothers.)" .
entre Villa y Carra111a, pero si Jo., planc, de Villa se
(Tomado de Foreign Relations of the United States, llevan ª. cabo, esto no inte1 ferir:i rn11 el pi og1 e,o de l.t
página 485). � evolución. Sus tropas abandonaron 1 orrcún I umbo a
Zaca�ecas, en un empuje rápido hacia la Ciudad tic
(Carothers, gran amigo de Villa, en un carro agregado .i. m J\féxi�o. Donde quiera y cuando encuentre alg1111o<, olros
tren, acompañó a éste en su entrada a la capital de .México a cabecillas rev_olucionat ios, Villa les dará Ja oportunidad
finales de 1914.) d� .P�!car baJo sus ótc.lenes o dü igirsc a < uafquiera otr;i
dms1011, la de GonálcL o la de Obregón. Villa dice que
Al asaltar Villa a Columbus, llevaba doble propósito: cap·
cuando él y sus tro1�as lleguen a I\féxico, (-1 se doblegará
turar al licenciado Luis Cabrera, a Roberto Pesqucira y a
Aarón Sáenz, que en tren, pasaban hacia El Paso, Texas, pro­
al de sco e.le
_ !º" <le�as gc11e1ales y que entregará la presi­
dencia a �u1en quiera que fuese y que sea nombrado en
cedentes de Douglas, momentos antes del asalto. Milagrosa­
un comCJO de generales, aunque se tralc de Carrama.
mente se escaparon de morir.
Le prcgumé a�crca �e su ¡.1osici6n como med i ador } me
George C. Carothcrs (agente especial de los Estados Uni�� s),
c?nLesló c¡ue st los _Eslados Unidos le recomiendan �cguir
estuvo siemp1 e cerca de Villa. Este agente, Carothers, dirige
c1c1 to turso, él (Villa) lo tomaría en c.omidc1 acióu con
el 21 de abril de 1914 un comunicado al Secretario de Est ado, .
to�o mtcrés, }ª que sabe de la amistad que exl'>te hacia
haciéndole saber que acaba de cenar con Villa, quien le .
Mcx1co y que los .Estados Unidos 110 �c1:i 11 l:tpacc, de
asegu1 ó que no habría guerra entre los Estados Unidos Y lOS
rc�omcndarlc algo que pudiese hac.cr dalio , 1 �u paíc-,.
c.onstitucionalistas.
( E· 11 ma: Carothers.)"
" ... que él (Villa) es un buen amigo ele nosotros Y (Tomado de Forci�n Relarions of thc Unitcd Statc'>,
que nos consideraba a su vez sus buenos amigos; que et1 página 542.)
Jo que a Villa se refiere, podíamos conservar VeracruL Y
[1 csuitor no1 tcamericano John Turne1 <,tlllaa de "uc
hloquearlo en tal forma que las tropas de Huerta 1��
pudieran ni siquiera proveerse de agua, pe� lo cual
lai . _cnmma
11
rg __enc •a, · · . I" e 1 hec.ho de que, enterado, <omo c,tab.111
u
'-c1·ª to11da,lc!) norteamerirnnas e.le la proxim1d,1d de Villa
(�i�a) no_ guardaría ningún resenti�icnto y que ;�
na1e a Cmda<l Juárez tenía por obJeto restablecer
ª Columbus, se Jiera orden a la guarnición de cl 1c.ho pe•
232 CE L I A 11ERRERA FRANC ISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 233
queño pueblo, de salir fuera con el pretexto de persegu t
i a TREMENDOS MOMENTOS
unos abigeos.
(Además de los intereses de) trust petrolero que que ri
a Hubo conferencias en El Paso o Ciudad Juárez, entre el
to do trance evttar
. la promulgación de la Cbnstitución del a
de febrero de 1917, había pugna entre Jos partidos Demó 5 gen eral Alvaro Obregón, como representante del gobierno del
. cr �
Y Repu bl1cano, con la mira de escalar el poder en el ve · señ or Carranza y el general Scott, por parte del gobierno de
a�
pa1s.
. ) 1� Estados Unidos. El gobierno mexicano permitió la e�­
p-ada de la Expedición Punitiva (nombre con que se conoaó
* * * d ejército que entró a Chihuahua en persecución de Villa),
al II1ando del general Pershing, tomando en consideración que
Cuand � en !939, la autora de estos relatos ocurrió al dom.i. años atrás, cuando eran frecuentes las incursiones de indios
.. salv ajes en ambos países, se había permitido mediante conve­
c �ho del licenciado Luis Cabrera pa ra hacerle entrega de un
e1empJar del pequeño libro de la primera edición, el señor nios, que indistintamente fuerzas de un país o de otro pasaran
Cab�era se mostró sumamente sorprendido y gratamente im­ en su persecución. La condición que se puso a los norteameri­
presionado, porque dijo: canos fue que no entraran a ningún poblado, sino que perma­
-Esto tiene para mí un valor enorme porque voy a ente• necieran alejados unos kilómetros para evitar fricciones que
� arme de lo "que sucedió después"... de tantas cosas que Je temía sobrevendrían, como en efecto sucedió en Parral; una
ignoramos la mayor parte de los que en una u otra forma de esas fricciones tuvo lugar el día 12 de abril de 1916, en que
fuim �s actores en aquel sinnúmero de encrucijadas en que­ un grupo de más o menos 70 soldados, la mayor parte ameri­
estuvimos colocados. canos, unos pocos negros, entró a la ciudad.
Ojeaba el libro rápidamente, leyendo en voz baja algunos Estos soldados, cuyo jefe era el capitán Tompkins, habían
párrafos y decía con voz apenas perceptible: perdido su camino, y en completa desorganización, cansados,
-¡Ay.•.! ¡Ay ...1 Qué de recuerdos ... qué de sucesos ... sedientos y hambrientos, hechos una piltrafa, llegaron a Pa­
No sé cómo algunos quedamos con vida ... Cuando Villa atacó rral, dejaron sus caballos alrededor de la plaza Guillermo
Columbus yo acababa de pasar en el tren de Dougla¡ a El Baca y se tiraron sobre el jardín, en el momento en que
Paso, y años después me encontré en Nueva York con el saUan los nifios de la escuela oficial número 99 que está frente
sen�dor texano Hon �- Bee, quien me aclaró que a Villa J e a la mencionada plaza. (Eran las 12 horas).
_
h�b1an mformado llllembros del Partido Republicano, IDe· Al ver los muchachos a los soldados "gringos" empezaron
d1ante una n�ta de Felipe Angeles, que yo pasaba en ese tr en a lanzarles piedras y a provocarlos; los americanos no hablaban
y que debía Villa capturarme y ¡asesinarme! ... ¡Villa y Angeles! ni una palabra de español ni comprendían aquella actitud;
Qué mancuerna �e hipócritas: uno por su innata esquizofrenia sorprendidos se pusieron de pie y se semblanteaban unos a
Y e! otro por su mnata maldad, qué daño hicieron a la Revo· otros queriendo adivinar lo que pasaba. Como sucede sieir.pre
lución y qué destrozo hicieron del país ... en todo acto escandaloso, en donde no hay quien se responsa­
Repetidamente me dio sus agradecimientos, repitiendo qu: bilice de nada, fue agrupándose la gente que casualmente
aqu�llo �ra "un tesoro para él", sin darle importancia a Ill1 pasaba por allí y el alboroto fue en aumento. La gente pad­
-
exphcac1on de que era algo escrilo por una persona impr epa· fica se sobresaltó, el comercio ,.erró precipitadamente sus es•
rada Y que sólo por haber sido testigo de aquellos hechos, tablecimientos y un grupo bastante numeroso de escandalosos
había sentido Ja obligación de publicar ese trabajo. se amolinaron en la Presidencia Municipal pidiendo armas.
231 CELIA HERRERA 1-'RANCISCO \'ILLA ANTE LA HISTOIUA 235
La autOJ iclad civi1 que Jo era don José de l:l Lu, Herrei-,
pero ellas fueron contadísimas, como contadísimas serí�n, tal
(Presidente Municipal) trató de calmar los ánimos, y prontol ,ez, las personas que lo siguieron en esa época al gnto de
a�ompañado ele un iutérprete se acercó hasta el mayor To mp: "vamos a matar gringos ... " (De Parral nadie lo siguió).
_
krns haciéndole ver que, de acuerdo con la autorización del
gobierno del centro, no teman derecho a entrnr a nin gu1 n
población; iguales razonamientos presentó el general Lozano
que era el Jefe Militar en ausencia· del general Luis Herrera, PARRAL, 1916
quien se encontr=tha en h capital :i donde había ido ::t sohcit 1r
armamento para la Brigada Juáre,. Francisco Villa ataca ParraJ los días 9 y 10 de julio de
El jefe norteamericano inmediatamente accedió a retirarse, )916. Viene herido y viaja en un coche tirado por bestias. Lo
pero los alborotadores no <lesisuan y el zafarrancho era a ca da a<.ompaña una mujer. A hora temprana da principio el com­
momento mayor; hubo g1 itos, insultos sin cuento y descargas de bate. Defiende a Parral la Brigada Juárez, c.uyo jefe es Luis
fusilería, resultando muerto uno ele los n01 teamericanos poi el Herrera. Las distintas cargas villistas son rechazadas y, por
rumbo de la estación. Los alborotadores tomaron - el cadá,er, último, huyen los bandoleros rumbo al Valle de Allende, al
lo despojaron de cuanto traía de valor, lo desnudaron y le rn- 5er atacados por la retaguardia por Ignacio Gurrola al frente
baron hasta los casquillos de oro de la dentadura; luego le de unos cuantos hombres. Villa está a punto de caer prisionero
acomodaron un puro entre las mandíbulas y, desnudo, cru1.1do y tiene que abandor,�r el coche para tomar las ancas del ca•
de piernas, lo sentaron al borde del pres6n de S,111 Rafael ballo de uno de los suyos. Al llegar a Ciénaga de Mata, se
El grupo ele soldados norteamericanos se retiró rumbo a Santa encuentra jugando en una huerta a dos nifios, hijos de don
Cruz de Villegas, desde donde eswvicron enviando memajero� a Ignacio Montoya, José de la Luz y Antonio, a quienes trata
comprar provisiones ele boca a Pat I al. Entre el g1 upo de mexi­ de obligar a decir dónde está su padre; no logra su intento }
canos alborotadores cstm•o la sefiorila Elisa Griensen, per�ona asesina a aquellos pequeños.
que sufría un desequiJib1 io nenio�o. quien comiguió empu­ El sobresalto en Parral se agudiza; se saben las fechorías
ñar un rifle entre el tumulto , quien meses después. en no· de las hordas villistas en los alrededores, y es constante la
,iembre 5' de 191G, al tomar Villa posesi<'>n de Parral, esturn amenaza de un nuevo ataque. Baudelio Uribe (un carnicero
muy cerca de él, c;eguramente por su ideología "anti-gringa·· de Ciudad Jiménez), el "mocha-orejas" es un nuevo elemento
p que Villa entró a caballo lentameme por la calle princip�tl del villismo y su barbarie regocija a aquellas chusmas. Pre­
del pueblo, calle de Mercaderes, } seguido de ,us hordas gri­ tendiendo restarle "elementos" al villismo, o como prueba de
taba: la existencia del "mocha-orejas", son éstas exhibidas en Parral,
-¡Vamos a matar gringos .. 1 en un aparador de la ferretería "La Palma", cuando esta­
(Al dejar Parral en esta ocasión, Villa se dirigió a la ciudad tie nda ocupaba el local que después se llamó "El Porvenir'>
de Chihuahua, plaza que estaba guarnecida por fuerzas del en la antigu a calle de Mercaderes. En Valle de Allende, Cht·
general Jacinto B. Treviño All.í llegó el 23 <le 110\iembre huahua, residía dos años después el doctor Palafox, quien
de 1916 ... Llevaba un objetivo p1 imordial: asesinar =i. la 1n· sufrió esta barbarie, así como muchos que sobrevivieron mu­
signe Margarita Guerra . . la señorita profesora Guena. di­ chos años.
rectora de una escuela municipal en Parral, por mucho� El 5 de noviembre del mismo año, encontrándose la Briga�
años ... ) da Juárez en Torreón, a donde tuvo que reconcentrarse por
El 12 de abril titado antes, hubo. por supuesto, }Jet.)011;1!> carecer de parque, entró Villa a Parral, montado a caballo,
de buena fe que estuvieron entre el tumulto descrito en Pa11 al� por la calle de Mercaderes, gritando:
236 CELIA HERRER A
FRANCISCO VILLA ANTE LA HIST ORIA 237
-¡Vamos a matar gringos! . .. (Como se dijo antes.)
yedcrico l,fartínez ("el sordo) que estaba una ma�ana en�e
En marzo de ese año había asallado Columbus. Segura men.
te suponía que con ese grito levanta.ría gente de más o menos la Cormació1. de los que les iban a mochar las oreJas, le d1Jo
al que estaba jt nto a él: . .
valer que lo secundaría; no sucedió tal cosa. En esa perma nen. -Mire, coja •ste consejo: tállese las oreps mucho con sali­
cia de Villa en Parral, puso su cuartel en la Casa de Hamilton,
va como yo lo .!stoy haciendo, porque yo creo que así se nos
y muy cerca de él estuvo la sefiorita Elisa Griensen, quien se­
ad�rmccen y no nos dolerá tanto ahorita que nos las corten...
guramente pudo presenciar alguno d.e los horrendos casos de
inocentes víctimas que fueron cintareadas brutalmente, como (Y mientras, �nfrente de los allí formados, Baudelio Uribe
afilaba su cuchi lo ...)
más adelante se relata. Al no lograr Villa engrosar sus chusmas
con voluntarios, mandó detener a todos los hombres que se Para poner •n libertad a los presos, Villa exige fuertes
atrevieron a salir de sus casas, los cuales fueron "arreados" al cantidades de diJ ero, y para cor��guirlo, los martiriza en forma
brutal, golpeánd ,los con el sable; Don Melesio Loya, Don
<:uartel de la casa de Hamilton. Entre ellos estuvieron los
Jerónimo Soto, l •on Teódulo Talamantes, Don Everardo Es­
señores: Evera.rdo Escárcega, Jesús San Martín, Jerónimo Soto,
cárcega y el ingeniero Gustavo L Talamantes, son b'árb �a­
Rodolfo Torres, Teódu1o Talamantes, Justo y Manuel Lozo­
mente cintareados, al grado que su espalda era una masa in­
ya, Rodrigo Chávez, Domingo Silva, Julio Ronquillo, Domin­ forme cuando [ue1 1n puestos en libertad mediante el pago
go García, Jesús Reza Ochoa, José Gámez, Joaquín Ponce, el de crecidas sumas. 1)on Jerónimo Soto, que al igual que los
presbíter6 Genaro Bejarano, Federico Martínez (conocido por "el <lemás era sacado diariamente para ser cintareado, pudo enviar
sordo Martfnez"), sombrerero que entonces residía en Parral, y un re�ado a su familia indicándole que en cualquier forma,
-el ingeniero Gustavo L Talamantes (que años después fue go­ aunque fuera pidiendo de casa en casa, consiguieran la m�y_or
bernador de Chihuahua y siendo gobernador ocurrió a Parral, cantidad de dinero, porque no creía sobrevivir a otro martrr10;
bautizando con el nombre de Villa uno de los puentes de esta más de veintidós mil pesos fue el precio de su rescate.
simpática ciudad). Durante 5 o 6 días permanecieron detenidos; Don Jerónimo Soto fue encerrado en la c�sa que se c_onoce
les quitaron dinero, relojes, anillos, todo cuanto llevaban .
por "Molino de don Pedro Máynez"; allí lo vio un fam1har de
de valor, y sus familiares llevaban a Villa todo el dia cuanto _
otro de los prisioneros, precisamente cuando e�a cintareado, y
dinero podían conseguir. Una mañana, cuando había reunido
teniendo enfrente colgad\) el cuerpo de un chino. En esa �ca­
en la Quinta Hamilton gran número de familiares de los sión, tanto en Parral como en Torreón, la matanza de chmos.
detenidos implorando que los diera libres, les dirigió Vi1Ia la que ordenó Villa fue espantosa: eran arrastrados a cabeza de
palabra, pues conocida fue de todos su afici6n a decir discursos: silla y colgados por docenas en los álamos que están en las
márgenes del río de Parral. En Torreón, mientras dos de sus
"Oyes, Carmel (Carmen su asistente), ven tú también hombres sostenían de los bra10s a Villa, éste a p mtapiés empu­
para que oigas lo que les voy a decir a estas mujeres jaba desde la azotea del ediíicio de un hotel a los indefensos
que no son patriotas, porque si ellas jueran buenas e inocentes chinos, que así encontra.rnn la muerte. En Parral,
mexicanas, ellas mismas me traerían a sus hijos para que éste fue uno de los tormentos dados a los detenid Js: colgar en
me ayudaran a combatir a los gringos, pero me dejan su presencia chinos todos los días.
solo, como si nomás yo debiera desfender a mi Patria ..."
Don Alejandro Ricaud, de nacionalidad francesa, persona
por todos conceptos estimable, de 44 años, pero que por su
Hubo entonces también un detalle quizás chusco, como con stitución raquítica representaba muchos más, fue muerto
iucede con frecuetic.1a en los momentos de mayor angustia:
a palos y sepuJtado antes que expirara. A este señor, Villa
238
239
CELIA llERHERA
FR \ �CISCO \"ILI.A \ �TE LA lIISTORJA
ni siquiera Jo conocía. Fue detenido varias veces y otras ta
pierna. Los \-Codajes, medicinas y ag�as desinfec-
puesto en libertad; la última vez, cuando creyó que defiOllt- n�� Villa en la
vam �nle se l e t1ep
º .
. ba l1b re, illlpulsado por su natural educació 1 ntes q
ª ue mandaba lle, ar el doctor de la bouca. no eran
.
Villa le ordenab a que uu·1·JZara agua de l a
c�ns1deró un deber dar sus agradecimientos personalmente n, utiliza<los, porque
y1lla; al oír éste �us palabras quizás observó su acento extran� ua,·e y pedazos ele manta, Lemeroso de ser envenenado.
Jero, pregumó qmén era. se le informó, y acto seguido oi<lc no J:J doctor De Lille también atend1a a los cintareados que
azadas, al grado de que no po­
que fuese asesma · do. salían con la!. espaldas desped
o, más tarde, el doctor pudo
Cuando doña Mercedes Franco de Loya llegó al cuartel dían bajar los brazos. Cuand
alguna persona se ex­
busca de su es1,oso, escuchó desde el "porche'· ruido de golp� rerobrar su libertad, decía, al oír que
alguno que tu­
y lamentaciones dolorosas. presaba en el sentido de que pudiera haber
desistir <le un
-¿Qué es eso? -preguntó. ,·,ct a ascendiente sobre Villa, para hacerlo
-Están �atando a don Alejandro -contestó Salazar, uno crimen:
<le los de Villa. -A Villa no lo convence nadie ... es una hiena ...
El d? tor José de 1:ille s� puso de pie, arrugó el entrecejo Era el doctor De Lille galeno muy conocido y querido en
� o médico,
y mord,endose los labios, dio unos pasos conteniendo la res- Parral y sus alrededores, por su reconocido talent
o111's.
piración ... En_�se momento llegaba la esposa de don Alejan­ que en tantas ocasiones había logrado maravillosas curaci
person al deriva do
dro con sus nmos y su canasta con alimentos; llevaron los y también por su extraordinario atractivo
al
soldados la canasta dcn �o, p�ro volvieron luego diciendo que de ese misterio que se llama "personalidad" y que traen
la había rehusad,• el senor R1caud. Cuando la señora comple­ nacer seres privilegiados. Era el dQctor De LiIIe también un
tó la suma que V lla pedía, pidiendo de puerta en puerta, hizo médico generoso y altruista que en muchas ocasiones atendía
e�trega de eJJa y le fue recibida ... enfermos pobres sin retribución alguna, teniendo anunciauo
Don Rodolfo Torres relataba como algo "infernal" el aspec­ en su consultorio que los días martes los dedicaba a las co11-
to del lugar en 11ue estaban los prisioneros, decía: sulLas gratuitas para los pobres de solemnidad, por lo que en
dichos días su consultorio se veía pletórico de enfermos pe1-
tenecientes a las clases más humildes.
_ ".. . al mismo tiempo que se ofan los golpes de Jos En noviembre de 1916 sorprende Villa a la guarnición <lC'
-cmtarazos y los ayes dolorosos de las víctimas, se escuchaba
la ciudad de Chihuahua, comandada por el general Jaci11Lo
el ruido del dinero que vaciaban de bolsas, entregándo­
e B. Treviño y logra entrar al centro de la ciudad. Las fuerzas
�elo a Villa, los familiares de los presos; las blasfemias gobiernistas salen precipitadamente dejando abandonadas 13
msultos de los verdugos y demás soldadesca y la músi ra
que producían los acordeones o 'celestinas' instaladas piezas de artillería (cañones sin cerrojo), que los villistas se
fuera del cuartel ... " Jle,an y los esconden en unas cuevas, según parece cerca <le
Satcbó, en donde fueron encontradas en 1919, al hacer prisio-
Habiéndoseles escapado quitarle su reloj de oro a Jon 11c1 o .t Felipe Angeles.
Rodolfo Torres, él voluntariamente lo entregó al momento Estas 13 piezas de artillería fueron llevadas a Parral por
en que iban a cintarear a uno de Jos piesos, evitando ese tie1 ra y los parralenses las vieron "desfilar" por sus calles
iuplicio. (plaza de San Juan de Dios y avenida Centenario) hasta la
En esa ocasión, el doctor José de Lille fue obligado a se guir estación de los ferrocarriles y ser depositadas en el mi�mo
a las hordas villistas para que aLendiera la herida que tenía tren en que Felipe Angeles fue llevado prisionero a Parral y
luego conducido a la ciudad de Chihuahua.
24.0 CELIA HERRERA FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 241
,angrienta que amenazó en sus principios destruir para
AIQ'OS DE ANGUSTIA EN CHIHUAHUA ,¡ernpre a la nación, aquella lucha que hizo pedazos la Patria
ai ex.ícana, sería tal vez debido al sinnúmero de problemas
La vida en el Estado de Chihuahua por años fue de cons­ que se le presentaban al gobierno, lo cierto es que el estado
tante zozobra, de tensión nerviosa, esperando siempre, y siem. d e Chihuahua quedó a merced de las chusmas villistas, y las
pre temiendo que Francisco Villa se acerque. Las poblacion es a pequeñas guarniciones, como la Brigada Juárez en Parral, de
merced de las chusmas que Jo siguen, a merced de sus ven. la que era jefe el general Luis Herrera, no recibía municiones
gamas y de sus represalias. La más pequeña alarma hace qu e de la Ciudad de México, ni haberes, ni recursos ninguno. El
los aterrorizados habitantes se encierren y que por las noches propio general Herrera hizo viaje a la capital en demanda de
no sintiéndose tranquilas las familias en sus propias casas, parque. Después fue en su representación su padre, el señor
acudan a las de otras en busca de refugio. N adic sale, ca� 1 Don José de la Luz Herrera, en octubre de 1916, y cuando
no se atreven a hablar. Talleres, minas, todo abandonado, po­ regresaba a finales de noviembre, ya la Brigada Juárez había
blaciones incomunicadas constantemente, asaltos a trenes. La tenido que salir de Parral a reconcentrarse en Torreón, en
asistencia a las escuelas es casi nula, las madres, acudiend o donde estaban las fuerzas del general Severiano Talamante
presurosamente en busca de sus hijos a la más leve inquietut.l, y la caballería de Maycotte.
y el terror pintado en los semblantes de todos los nifios que
huyen despavoridos en todas direcciones.
Y así transcurre el tiempo, los años, enseñoreándose el
terror. Sólo una pregunta en todos los labios: MUERE LUIS HERRERA
-¿Y Villa? (Diciembre de 1916)
...y Villa siempre como una maldición, como una espad,t
sobre todas las cabezas. En diciembre atacó Villa a Torreón con 1 200 hombres y
Al terminar la cadena de derrotas y quedar Villa internado bien armado, pues había "desenterrado" sus provisiones de
en la sierra después de dispersar a sus últimos hombres, el parque que tenía en la sierra, principalmente en un punto
Gobierno Constitucionalista o el general Obregón quizás con· lla mado "Echevarrfa". Para entonces, ya la moral de los jefes
sideraron que ya había terminado el problema del villismo, tarrancistas había caído muy bajo y a ello se debía que los
sin considerar que los hombres que Villa había dispersa do, encuentros con grupos villistas que siempre eran numerosos
muchos de los cuales se acogieron a la amnistía que se concedió por las causas que antes se expresan, resultaran como choques
en Chihuahua y en Ciudad Juárez y que eran de las más bajas de chusmas antagónicas . . . En este ataque a Torreón, el ge­
capas del pueblo, la hei de la sociedad que siempre tuvo rna· neral Talamante abandonó la plaza dejando comprometida
nos libres en el saqueo e impunidad en todas sus depredacio­ ª. la Brigada Juárez, cuyo jefe, el general Luis Herrera, murió
nes, constituían un contingente fuerte de hombres que en cual• •in haberse enterado de la huida de los generales Talamante
quier momento le daban fuerza a Villa. l'_ Maycotte. Cayó muerto por el rumbo de la Alameda y sus
Seria también por las difíciles circunstancias económica-. � eles soldados, queriendo rescatar su cuerpo, se lanzaron a la
porque atravesaba el Gobierno incipiente del C.Onstituciona· Ucha cuerpo a cuerpo, sacaron el cadáver y lo llevaron a una
lismo como reflejo de la situación de miseria, de ruina total �hitación del hotel Francia. Cuando por fin Villa se pose­
en que quedaron los campos del Bajío, en que quedó la nadóll liolló de la plaza, sus hombres entraron a dicho hotel, ataron
entera como resultado de aquella lucha feroz, aquella }uch 3 ton una cuerda el cuerpo yerto del general Herrera y arras-
242 CELIA HERRERA FRANCISCO VILLA. ANTE LA HISTORIA 243
trándolo, lo bajaron por las escaleras, oyéndose el golpe
a.
Jlevolución) por campesinos a los que le.s robaba su ganado
lel cráneo � descender cada uno de los escalones. Despu r que luego entregaba en el rastro de Parral. Traían los villis­
iue suspendido de un poste de donde, al huir Villa, fue r e és taS de Torreón todo el prod1Jctc dd saqu�c h;!.bido en aque­
co.
g1'do por su esposa, q u1en
. 1 e d'10 sepultura. lla ciudad: toda clase de mercancías y gran cantidad de dine­
También en el hotel Francia fueron asesinados el coron ro que almacenaron como en "troje" en la casa del señor
Manuel Orozco y el capitán Juan Balderrama, miembros :1 pedro Baca.
la Brigada Juárez, quienes habían sido encamados allí poe Tomó también la casa del señor Genaro Alvidrez en donde
r
encontrarse heridos. ate ndían a los "mejores hombres", entre los que estaban José
El saqueo y las depredaciones de las chusmas villistas en María Gutiérrez (hijo), y Salvador Valdés; allí les estuvieron
Torreón, son el resultado de la toma de la Plaza, con los con. proporcionando hospedaje y alimentos y Don Genaro perso­
siguientes asesinatos. nalmente atendía en lo que podía ...
El general Talamante se movilizaba rumbo a Saltillo, y sus Repentinamente hacen prisionero a Don Genaro y junto
subalternos, y hasta las soldaderas, le echaban en cara su con sus hermanos don Rafael, Don Procopio Alvídrez y tam­
cobardía; personas no combatientes que iban en el mismo bién Don Ismael G. de las Casas (empleado de gobierno),
tren oyeron cuando las soldaderas, con el tono habitual de su los obligan a caminar hasta el rancho El Velduque en donde los
voz que por el Norte resalta tanto y se oye gracioso, le gri­ uesinan. La caminata fue un suplicio horrible para Don Ra­
tahan al general: fael debido a que acababa de ser operado de una hernia,
-Ora, viejo rajao ... por qué corre ... y con el esfuerzo, al caminar tan larga distancia, los intestinos
Ante tanta humillación, y con la conciencia de su respon­ se le vinieron fuera. Fueron asesinados el 8 de enero de 1917,
s�bilidad absoluta en aquel fracaso, el general Talamante, po• después de obligarlos a cavar su fosa.
méndose en el paladar su pistola 45, se suicidó ... También en Conchos hicieron prisioneros al señor Antonio
Un día antes del ataque villista a Torreón, el general Luis Portillo y a su joven. hijo Manuel; los hicieron caminar fuera
Herrera, hablando con .c;u hermano José Concepción, le dijo: del pueblo, y les dieron muerte ahorcándolos.
Hubiera corrido la misma suerte el señor Joaquín Casas,
" ...yo estoy completamente decepcionado; este ban·
pero Villa se conformó con ultrajar a su hija Manuela Casas, con
dolerismo no va a tener fin, tuve que reconcentra rme
quien vivió años más tarde en Parral, ya amnistiado en Ca­
porque nunca recibí el armamento pedido en Parral;
nutillo, y de cuya casa salió la mañana en que fue muerto
aquí están Maycotte y Talamante, pero ninguno in spira
el 20 de julio de 1923 en Parral.
confianza ... yo lo que deseo es que en este com bate
La familia de don Genaro Alvídrez abandonó Concho.e;
una bala me , atraviese aquí ..." dijo, señalándose el
dirigiéndose a Parral; a pie cruzaron el río Conchos, cu.vas
corazón.
aguas estaban congeladas, pues la temperatura era de muchos
* * * grados bajo cero.
Al regresar de Torreón, después de haber tomado la pJaza A poco andar divisaron un automóvil (robado en Torreón)
por haberla abandonado los llamados generales Talamaote Y en donde iba Villa acostado sobre un colchón ...
Maycotte, dejando éstos comprometida a la Brigada Juárez, El resto de los villistas también abandonó Conchos y esa
llega Villa con buen número de seguidores al pequeño pueb�º misma tarde empezaron a llegar las fuerzas del general Fran­
de Conchos (hoy Valle de Zaragoza), en donde siempre ejerc16 cisco Murguía, que iban en su persecución, pero ya Villa Jle­
horribles venganzas por haber sido él perseguido (antes de Ja nba mucho terreno ganado.
21-1, CELI A HERRERA

FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 245


PARRAL ENJABONADO las hordas villistas, que recibieron
su primer encuentro con
un gran número di! prisio­
Al sentir cerca las fuerzas carrancistas' los villistas a ban. una derrota tremenda, resultando pavoroso de
donaron Torreon
, } se replegaron hasta Parral, a donde llegaro neros, gran número de muertos y un número
nces numerosos trenes, pero
con no menos de doce trenes cargados totalmente del prod UCton heri"dos ... A Parral llegaron ento
on llevados al Hospital de
del saqueo q ue hahían efectuado en Torreón • Los pr·1mero s aho ra repletos de heridos que fuer
entonces, pero como fue insufi­
.
d.1as, ellos mism os, usando las "carruchas" de la hasura, an. Jesús, único en el Parral de s,
, pte, los heridos
cien restantes fueron entregados, diseminado
·
duv1ero1 � tratando de vender, a precios irrsorios, aqu ellas
i
por el bar no de
mercanc1 as: (saco de café con 100 kilos, a diez pesos, etcéter a entre los "cua..t·tos redondos", principalmente
colocando en cada
Y la� gentes empezaron a comprar, pero sorprendidas por j; la Segunda del Rayo, y en los prostíbulos,
,.- ,..rro cuatro o cinco heridos. Pero se dejó sentir la
cuarto
proximi
4

p��c10 q�e se Jcs pedía, indaga.ton cuál era la fuente de apro­ movimientos
v1Stonam1ento y al quedar informados se echaron sobre lo� dad de la gente de Murguía y una mañana (sus
heridos más
fu �go�1es en la estación y empezaron a acarrear a manos llenas; los hadan durante la noche) amanecieron los
lio Arroyo (una gran
pn !lapalmente harinolina y jabón; éste iba en mru-queta.� grav ves, trasladados a la casa de Don Emi
ietario, ciudadano
sumamente grandes, sin cortar, y las gentes para podérselo cons trucción de cantera en la cual su prop
ica de calzado;
Hevar metían palas con las que arrancaban pedazos grandes español, tenía. antes de la Revolución una fábr
tomada para cuar­
que luego tenían que sujetar con los dos brazos para cargar­ pero o intervenida o confiscada la finca, fue
se los llevaron
los, tesultand � que cada "cargador" se untaba el jabón de la tel).). Los heridos que calcularon que sanarían dos los disemi­
cabeza a los pies y en la precipitación daba con su humanidad con el grueso de las chusmas villistas; estos heri
s eran elementos
en el suelo, pues con el jabón untado en la calle y en las ban­ nab ban por las rancherías y al quedar sano
siempre hstos para lortalecer ;11 , illism o.
quetas se resbalaban; pero se volvían a poner de pie y con
nuevos bríos proseguían en su afán. Principalmente la aveni­
_
da Centenano quedó totalmente cubierta de jabón. Pero no
fue precisamen�e en Parral en 'donde quedó el grueso de aquel
LOS "NEUTRALES"
gran saqueo, smo que a la estación llegaban individuos con
grupos de cinco y ocho burros y libremente cargaban cuanto
No únicamente hombres armados tenía a su disposición el
querían y tomaban luego el rumbo de sus ranchos; con el
-.iUismo en el momento conveniente, también tuvo siempre
resultado que en todos esos ranchos el villismo tenía siempre
dviles dentro de las pequeñas dudadcs como Parral, que le
hombres que se le unían y le daban fu�
ayudaron constituyendo un servicio de espionaje eíectivísimo.
Llamaba la atención que individuos de <.ierta comodidad eco
nómica nunca tuvieron que huir al accrcar-.c.; lo� lJ.1ncJolc1 os,
ni se vieron obligados a rclugiarsc o "esconderse". Esto� uti­
FRANCISCO MURGUlA lizaban a los atricros 4ue <lia1 iame11tc llcgal>a11 a Pa11al y 11ur.
�o!vlan a sus rancho,¡ para inlotmar a Villa ,1ccna de la
Pero apareció en el escenario chihuahuense el general exacta posición de la gente c¡ue guarncda el pueblo. Otro
�urgufa, bravo entre los bravos, audaz, temerario. Pronto, el tipo de "ncunaks", de "gente hono1ablc", de "ge nte p,u í11ca·•
I de enero de 1916, cerca de Jiménez, en "Reforma", tuvo que detestaba la Revoluci6n, y que M: \Cntía m:iy por en, ima
de las familia, de los revolucionarios, no !>alían di1ectamcmc
246 CELIA HERRERA
a saquear cada vez q lle '. ,la entraba
a Parral' pero Ue
sus �odegas de las me?" .ndas ue el naba11
�pu1 acho J�s ofrecf a
precios irrisorios, o f' �iaban s�s me a
nsa1er os especiales a <1ue
Jes acarrearan.

LA VIDA EN PARRAL... TENEBROSA


"T� .F.. ALVARADO MINING COMPANY" PESADILLA
Parral, Chihuahua. Para pintar vivamente la angustia con que se vivió en
F J o este nombre t rabajaba una em aquellos años en Parral, para lograr que las personas que tan
am t6lo oyeron desde lejos contar estos horrores, puedan compren­
la .tina La PalmiUa y la hacienda a/ :: ��:e erican�
r
e (que ori. der siquiera hasta cie rto límite, la angustia, la ince rtidumbre,
r .1almente había pertenecido a D on
. Pedro Alvarado) y fue el desconsuelo que por tantos años atormentó a los habitantes
.a única unidad m mera que nunca suspe
ndió sus tra bªJ0s
• y de toda esta región, sería necesario que cada persona esc ribiese
cuyos jefes norteamericanos jamás pe ·
1 •graron al ocupar Pan al sus detalles personales .. . En cada familia hubo una histo­
los villistas y era que dich e pr
entr egaba mensualmeme ria ... En octubre de 1916, quedamos mis hermanas menoref
a ViJJa u�a cier ta cantid:d � : r
nv�d-t a y yo, con dos de mis pequeños primos al cuidado de mis dos
determinado punto de la sierra, :ien:: :i
:;1e':� : on uccor abuelitas y de mi tía Dolores, hermana de mi papá, porque
�n ��or apellidado Heredia (Rafael
· o Blas) El ca careado mis padres, con mis dos hermanos mayores y los dos más pe·
a ntrgnnguis mo " de Villa aJH se desvanecía ...
queiios (en total éramos siete hermanos) salieron a México. en
compañía de mi abuelo José de la Lu1, quien iba en busca de
parque para la Brigada Juárcz; est o fue en octubre. En no­
viembre 5 eutr6 Villa a Parral, y nosotros, al igual que muchas
ou as familias, no sintiéndonos ,;eguras en nuestras propias
casas buscamos otro alojamiemo, co n una familia V,i,quez
que estaba encargada de cuidar la casa del I icenciado Del
Avellano, en la calle Ojinaga, hoy propieclacl de la familia
Góme1. Allí pasamos algunos días (semanas), cuando un
día como a las cuatro ele la tarde se metieron a la casa, por
la puerta falsa, un villisla medio borrach o con otro a quien
nombraba "asislcnte". Cuando los vieron entrar las personas
mayores, pemaron que sería más conveniente aparentar sere­
nidad, naturalidad ) discurrieron que las tres chiquillas siat';J·
!,hemos estar jugando con canicas, sobre una cobija, en una
<le las recámaras de la casa, y así lo hici_mos, pero todo fue
(247)
248 CELIA HERRERA FRANCISCO \"ILLA A::"<"TE LA HISTORIA 249
que los bandidos aqueJlos llegaron hasta nosotras y la más )feJéndez, directora de la escuela oficial N9 l 00). . . tocamos
pequeña de mis hermanas, Beatriz, se soltara llorando sia po. )a put'tta alarmantemente; pronto se nos dió el paso y en
derse contener, temblando y extendiendo su mirada de espa11• un as cuamas palabras le explicamos nuestra situación. Casi
to en todas direcciones. Pronto el bandido empezó a exigir no s en seguida llamaron a la puerta, eran los bandidos; exigían que
dinero y ordenó al otro que cateara la c�a, para ver si había se Jcs dejara entrar porque a11i acababan de entrar unas mu­
a1 mas y hombres escondidos, amenazándonos con que si no jeres con unas niñas.
le dábamos no sé qué suma. nos llevaría ante su general -Aquí no ha entrado nadie, ni entran ustedes tampoco
Villa... (al oír esto nos sentíamos desfallecer). Por fin pidió -contestó la seiíorita Meléndez-; lárguense, majaderos ... -y
comida, y pronto alguien hizo café y se lo dieron con queso ca. si los empujó con la puerta, al cerrarla.
añejo y frijoles. La señorita Meléndcz tenía refugiada también a la familia.
El "asistente" que había cateado la casa no lo habla hecho de Don Antonio Shaar, quienes después nos han platicado que
muy bien puesto que no encontró a un chino que tambicu al scntu que alguien entraba, guardaron silencio profundo y
estaba refugiado allí y que la familia había ocultado precipi­ corrieron hasta el último rincón de la casa (tocio mundo quería
tadamente debajo del altar, en el oratorio, al momento de estar verdaderamente oculto). Villa, en esta ocasión, habí:\
entrar los bandidos. Cuando éstos se disponían a salir después dado orden a José María Gutiérrez, a quien obligó a segairlo,
de habernos quitado el poco dinero que teníamos y luego de que le "llevara a Don Antonio Shaar", y al contestarle que no
haber hecho que algunas de las señoras se arrodillaran estaba en Parral, dijo:
suplicándole que no nos llevara con Villa, y desputs de un -Entonces, tráiganme a su hijo -un niño de 13 años de
momento de tormento que tuvimos al ver salir de la casa ) edad, de quien José María era padrino.
caminar rumbo al cuartel a mi mamá grande, aunque pronto Pronto la señorita Meléndez nos contagió de su serenidad
fue devuelta por contraorden del mismo borracho; cuand�l empezamos a sentirnos tranquilas, protegidas; lloramos mud1J,
ya éste se disponía a irse, sale corriendo el chino a la calle, descansamos. Mientras, élla decidió qué hacer con nosotras.
pero huyendo como se ven a veces los venc1.dos en el mome Después de damos un trago de café negro, nos dio la salida
al sentir muy de cerca a los cazadores, salió volando, como hacia la calle del Cerro; la casa no tenía puerta falsa, sino
una exhalación ... que tuvimos que hacer uso de una escalera alta, sumamente
Al verlo, el borracho, que ya se había moderado y estaba alta, pero no era propiamente una escalera, sino que era un
muy satisfecho por la comida que había tomado muy lema• tabl ón y en él clavados pedacitos de madera que sólo permi­
mente, se tornó en furioso, salió tras del chino con la pistola tfan apoyar la punta del pie; con el peso de nuestros cuerpos,
en la mano, gritando blasfemias y vulgaridades atroces. Pero la tal: Ja aquella te cimbtaba como cuna, y en la precipitación,
no lo pudo alcanzar, ni siquiera se pudo dar cuenta de quién todas queríamos salir al mismo tiempo. Ya en la calle del
se trataba (después supimos que el chino se metió en la casa Cerro, fuimos a dar a casa de una señora, Dofia Jesús María,
de la familia Huemoeller). El borracho entonces se volvió 1 qu ien no wnocíamo.) y que nos d10 albergue por algunas
contra nosotros, apuntándonos con la pistola, insultándonos, ltrnanas.
hecho una furia ... Nuestra habitac.ión fue allí una gran galera en la que
Pasó un rato y por fin se decidieron a salir, ordenándono:. '-bían las camas de todos, y hasta tuvimos espacio para poner
a nosotro., no salir de alll mientras avisaban a su general 'n altar de regular tamaño, ante el cual rezábamos horas y
Villa. Un minuto después salimos corriendo por la calle Oj i• lloras, todas las tardes; rezábamos el Rosario de Cinco Misterios,
naga, hasta llegar a la casa de la señorita Meléndez (Conc.hita de quince; el triduo al Sagrado Corazón de Jesús; en la mafia-
CELIA HERRERA
FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 251
250
ndo, y en 1� tarde el �ercero; y entre aqu ella llora dera apenas se escuchab a la voz calmada,
na el pt imero, a mediodía, el segu
las ámmas benditas, l a serena, lenta , de la señorita Me léndez, que deda :
la s letanías mayores, oraciones por -C alma , niñ: LS, calma ...
y c mo h asta nuestro •:es­
Magnífica, las Tres N ecesidades ... . � En menos de un minuto se vacia ba l a escue l a, las uiacstJ:a.s
oti cias de qu� habla sido
condite" nos llegaban las negras n .
ésta aqu pe r so na, al finalizar nuestros presu rosas tambifo se dirigían a sus hogares, y ce rrado, aban­
hecha p risione ra o ella
a Ju li a Baca donado, qu edab: el edificio por muchos días ... a veces prin­
re Nuestr o por d oñ
rezos agregábamos un Pad t cipiaba la balaa ra luego, a veces resultaba sol amente "borre-
la mandaba l_leva r has a su
viuda de López, dama a quien Vil u 1"'·, pero e l a tr¡ <;o en todos los órdenes era general.
c arro en la estación, ca
da mañana, y por cuya libertad obt vo Cuando las t husma.e: villistas dejaron Parral, en noviem­
o de esta señ o com­
una gran suma de dinero . El peligr
ra lo

niñas no entendíam o s a q uel bre de 1916, ve tvimos a nuestra casa. Durante esta a usen­
prendían las personas m ayores; las �ia y �n otras p, ;ste riores, nuestra imaginación y sentimientos
riesgo. . . mfanules no pod an olvidar a un fiel amigo abandonado sólo
di to l a escuela ofmal
La señor ita Meléndez era la rec ra de
Dios sabe en dónde: nuestro perro, e l "Voydoy", fiel compa ñe­
a permanecía cerra da p or tempora
das
a la que yo asistía. t.st ro de travesuras, � erro grande, corriente, con tipo de perro de
interr umpida s con toda fre­
largas, de meses. Las cla ses eran as veces res� �taban
rancho, blanco con manchas c afés, qu e nosotros ded amos era
es alarmas que_ much
cuenci a por l as constant el perro más bonito y más int eligente que podía existir; y que
s dio el nombre de borre­
(alsas· a est as falsas alarmas se le decíamos que era el único perro que sabía "sonreír". Cuando
la escuela alguna señora en
gos";' y sucedía que l legaba a después de estas ausen cias lo encontrábamos tan maltratado y
busca de sus hijas: O�o, al grado de que se le podían contar las costillas, de
porque hay mucha alar�a,
-Señorita, vengo por mis niñas, lejos abríamos los brazos y le silbábamos en el modo habitual;
idos, ya toda la gente_ empieza
se dice que ya vienen esos band endas• · · �mP: zaba a reconoc ernos, echaba las orejas haci a adel ant e,
a comprar provisiones
. .. ya ;inda� cer_rando las ti •�chnaba la cabeza (así nos parecía hermoso) y cuando por
e mis criaturas ...
por favor, señorita, p ronto, dé� te�blor fm se ase�ª?ª de que éramos nosotros, se "destapaba" en una
contener un fuerte
y decía todo aquello sin poder un� ansiedad,
carrera vert1gmosa, nos encontraba, brincaba a l alto de nues­
cu rp , on l os labios pálidos, con !1as cabezas, nos derrib aba por tierra y a veces no lográbamos
en t o c
odo el e
as 1uaes
con tal mirada de espa
nto, que contagiaba a las mism impedir que °:ºs besara en la boca. Añ os después, la terce ra
s se d ba n cuenta las demá
s educandas, erupe· l'U_ que le dieron venen o (le dieron "yerba", decimos en
tras. y ap e n a a
Chihuahua), mi he rmano, al entrar al patio de la casa y
zab an: lai1a'
la m amá de la niña fu que enco ntrarlo en los e stertores de la mu erte, lo levantó en brazos
-Señorita• señorita ' ya vino ·
alarma ... déjeme ust
ed ir, Y llorand o, señaland o a l cielo, dijo :
p or ella ... yo creo que hay
. i·¡¡ -Allá nos vemos, Voydoycito ...
yo vivo muy lejos... , se esp arc ía la no u
c
o p e t i i . Sufríamos mucho también por tener que dejar encerrados

t
y al momento' com
dad
�e
or el c r c
nrra•..
y mp eza b an los llantos, las lág _ en la casa a todos los demás animales que tant� queríamos;
Por toda la s u a, e
1t,1' _
a sus herm an
e c el
as m yor s b sc... b an gatita �ue. nos había ganado el carifio al d,;:mostrar sus
venían a torrentes, l a e u
0
os huy endo, unas por l as
ventanas, n� sent1InJe�t� mate rnales, �n una ocasión en que proba-
más peq u e ñas y sa l íam e 1 u 1 ble ente se s mt1ó
cábamos 1.sta d
J
a sca ra, o bri •
n � e nferma y sm leche para alimentar a seis
nos atropellábamos n r 1e
e l e le
úti s s qu aba n r egados Pº tl' �� os r ecién nacid os, y bajaba con cada uno de ellos en el
solo salto. .. y todos los _ .
le e ed

a rab a sus cofres con cu


,<lad o · 1c o, prendiéndose con sus uñ.as de una escalera, desde un
en la precipitació n nin gun cer
252 C E J. 1 A H ER RE R A FRANCISCO VILLA ANTE LA lliSTORIA 253
tapanco alto, y metía la cabecita del recién nacido en la leche -Chole. .. tocan...
que para ella poniamos en un plato. Una mañana, mientras hacían el aseo a su periquera, la
También dejábamos abandonados los canarios que en nú. p u ron en la llave del agua; seguramente vio reflejada su
sie
mero de doscientos más o menos tenía mi mamá en una gr,tn figura en el agua del barril y se dejó ir y se ahogó ...
canarera en forma de Catedral, con sus dos altiv as torres; pues ¡Cuánto nos hizo sufrir este incidente! Por la tarde le
no era fácil que las buenas personas que nos �rind ban ayuda d os sepultura entre la pimpinela del jardín , y el cortejo,
_ � im
hicieran el cambio de todos ellos, con la prec1p1taoón que los 111uy largo, se formó con todas las muñecas vestid as de negro,
casos requerían, ya que las alarmas o "borregos" se esparcían IJevadas a lo largo del patio en jaulas vacías, engalanad as con
rápidamente. de un momento a otro. _ _,. 111oños negros. Luego, el 13 de diciembre de 1916, estando
Una buena mujer, Doña Carmen, que traba1aba en _rm casa Parr� incomunicado desde noviembre, porque Villa estaba en
lavando ropa y cuyas dos hijas mayores ayudaban a nu mamá pasesión de toda esa zona. las vías de ferrocarril hechas añicos
en otros quehaceres, nos ayudó siempre, junto con todos sus v sin esperanzas de que las fuerzas del gobierno dieran auxilio
hijos, de mil maneras; en una ocasión en que no hubo :'1arma (nada se ofa decir acerca de ellas), dispusieron innumerables
previa y empezó el combate cuando todos nosotro_s estabamo$ familias de Pan-al irse por tierra a Jiménez, para de allí buscar
en la casa, envió a uno de sus dos niños que estuviese pasando la salida al Norte o al Sur. Yo creo que todos los coches de sitio
por nuestra banqueta y en cada vuelta nos dijera una o dos de Parral fueron alquilados (coches tirados por caballos) , por­
palabras, hasta explicarnos que ellos nos esperaban por la calle que era una caravana larguísima; iba también un automóvil
del Cerro, que saliéramos uno par ,uno par la -�uerta falsa que ocupaba un matrimonio árabe. Fungía como jefe de
hasta juntarnos tod 'lS en su casa; y as1 lo hizo el mno, pasando aquella expedición Don Rodolfo Chávez; recuerdo, además,
muchas veces, al p1 •ncipio arrastrando fuertemente en la ban­ a °?ña Lola Amparán de Chávez, al doctor Ernesto Quiroz, a
queta sus huarad1it-1S hasta llamarnos la atención; nuestr � c�a, Enrique Hemández Gómez, a la familia Jurado Torres, a la
igual que todas, ce Tada a piedra y lodo, las calles solitarias, sefiorita Josefina Torres Molinar.
solamente de vez et cuando descargas de fusilería, detonacion es Sal�os de �arral como a las diez de la mañana; llegamos
aisladas y algún t•,que de clarín que aumentaba nuestra ner· ª. Estación Monta ya noche, nos refugiamos los más que pu­
viosidad y sobresa~to. dim os en la caseta de la estación, cuyo piso, recuerdo, estaba
o
Esta Doña Carmen, con sus hijos, también sufrieron, com alto de periódicos y otros papeles como hasta una cuarta parte
pu er·
nosotros, zozobras y sustos ; cuando alguien llamaba a su de las paredes; entre aquellos papeles nos enterramos l os niños
ta, la encargada de salir a ver quién llamaba era Chole, l: � sent � menos el frío, que era intensísimo; no cro yo haber
e
d
mayor, por lo que al oír tocar, todos le decían en un tono lent1do ru antes ni después en mi vida un frío tan tremendo·
voz sigilosa: era diciembre, y estábamos prácticamente a la intemperie, e�
-Chole... tocan ... iquella desolada estación en una negrura de noche.. . algo
na
Sucedió que a su casa se llevaron por mucho tiempa u espantoso ... l as paredes de la caseta eran solamente tablones,
cotorrita que teníamos en mi e-asa, que habíamos compra d os
o ª llluchos de eUos separados entre sí y por las rendijas se enca-
en los priID er
una soldadera. por cuya razón su lenguaje 1:.�ba el viento frío como el hielo; el techo, formado por unas
meses "no se podía escuchar"; pero poco a poco fue olvi d�· inas agujereadas, mal clavadas, no nos protegía nada.
dolo hasta que después su mejor grada era tocar con su pcii·
i
Tengo presente haber visto entre nosotros a un anciano,
n
quit� en Ja madera de su periquera y luego decir, tambié �
lt n Canuto Bolívar, c �n l arga barba blanca; parecía un pa­
tono sigiloso: .
iar ca, de pie, en un rmcón de la caseta aquella, que se ilu-
¡·
CELIA HERRERA FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 255
254
aradas de las hog ueras que
minaba a intervalos por las llam
los viajeros, haciendo una
habían puesto afuera el resto de ¡LOS VILLISTAS· · · LOS VILLISTASI
n cantidad de papeles que
con pedazos de durmientes y gra
e ntarse un poco.
había en la caseta, queriendo cal C.Omo a las dos de la ta rde llegamos a Sailaces, a el cora­
ezó a rezar en voz alta
La señorita Carmelita Torres emp so. zón no; saJ _ta�a de gozo porqu e nos decían que está;amos m uy
el rosario, y el resto
de las mujeres le contestaban; las per . cerca e Jim n�z. El único automóvil que iba en la caravana
los niños, seguramente arru
nas mayores no durmieron; sólo y a c uyos pasajeros tanto envidiábamos por la s uperio ridad
unas dos horas; como a la
Hados con el re zo, dormiríamos alg de su ve hículo, hada buen rato que se nos había ade lanta d.º
taron porque habían deci­
una o dos de la mañana nos desper y ya hasta lo creíamo s en Jiméhe z · · · cu ando lo vemos verur
e r recibido noticias d
e que
dido continuar el viaje por hab s h ac1a · nos otros corriendo a una velocidad espantosa , I oo �•
arado del re sto de las horda .
partidas de vill istas se habían sep 1. e:os casi"de pie , e n los estr ib os de l auto y g ritándono�, des de
e andaban por allí cerca
que iban a atacar Torreón y qu leJOS:
aban. C.Omo a las seis de 1�
asaltap.do al pasajero que encontr para -Los villistas, los villistas están e n J.rm éne z ...
e n donde hicimos alto
mañana llegamos a El Pneblito,
de desayunar. R ecuerd qu e o N o se detuvie_ron ni a dar explicaciones, entre una n ube
tratar de conseguir leche o algo s y de polvo s� perdió e n el camino. ante la mirada atónita de
era tal el frío que nos
era imposible bajar de los coche t odo s los v1a1e ros..
los lados d ésto s; esta ban .
tuvieron que poner lumbradas a
e

entumidos. Los coches de La comitiva n uestra se de shuo, · . 1 as pe rsonas rnayo res no


nuestros miembros perfectamente . me n­
n contra las temperaturas. sabían qué hacer, creían q ue los villistas vendrían allí• sig
caballos no tenían ninguna protecció
de toros, único sitio en que do al automóvil' _Y,. por l o tanto , cada quien tomó camino
Abajo, en la. semiderruida plaza lumbra­ dis°:J�º•. . unos dec1d1eron re gresar hasta Parral, otros a Valle
emás viajeros, ponían
encontraron "hospedaje" los d
m ucho humo, por lo que luego de e n de, otros a El Pue blito; nosotras nos que damos allí
das con cañas secas, que hadan .
manchadas de time, porque pa ,
r
:: �a1lac�s, consiguiendo que nos diera alojamiento la famili�
se empezaron a ver sus caras ueras
l a inclemencia del frío
se acercaban demasiado a las hog ndo . as se nor� �agdalena Bue no y Heraclia Fuentes. Despu és
J urado de Rodríguez llor a ..su�1� :e .. ona Lola �\mparán había ido a parar al rancho
Recuerdo haber visto a María por que :r�
osísima niña en braz.os, :nont� Josefina To rres, quien se pasó
mucho, con Carmelita, su herm erdaderaIIlen· los días "d:sfr:a:;.� e muJer del rancho, simulando e star
ca nta rse . Al salir el sol el frío era v
no logr aba le

te insoportable ... dije·


en
rn �:!ada aª los quehacer�s de la casa, hincándose de trás del
gra n cos a d alim entos, porque nos t e ca a vez que sent1an acercarse gent e u oían oces ex-
No conseguimos e
y temprano ra ñas.,
nas t nía n par a e llos y que era mu
q ape
ron de Don Rodolf
ue e 0
o d ñas ; sólo a r epetidas instancias N osotras pasamos tres días e: �'ail aces, que nos parecieron
para las r e 3
deíi • . .
tieron en un corral de or f1l t res ete rnidades 1 . El m1e d o m ás ornble nos acompañaba todo
Olávez y de otros qu e se me seó�
che que urgía p ar a la el día ' y por as noches apenas si dormíamos alguna hora de
consiguieron un jarrito de le ª
e llevaba a Cai·melita, su OÍÍÍ dia
María J urado de Rodríguez, qu os ..q n era p Y de noche llega�an los villistas a caballo, ya busc�do
d. Después supim ue o
asturas o con cualqwer motivo.
de unos cuantos meses de eda perroS
, ain o q n E l Pue blito hasta los
cierta tal esca sez ue e e Tengo presente hab er visto a un ranchero qu e decí e ª
al ladrar, dedan: Jcucap oral de la hacienda, ir y venir tod o el día a c::a1 : 1
O pa do en las labores del campo• qu e tra1a si.e mpre un pa-
-¡Viva Villa ...1
256 CELIA HERRER A FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 257
ñuelo grande amarrado en media cabeza que le pasaba debaj
o ¡ejos nos pareda la figura de hombres armados; por instantes
de la barba, y dedan que andaba así porque era de los mut¡. ,uspendíamos la respiración creyendo escuchar voces de hom•
lados por Daudelio Uribe, el "mocha-orejas". a,res o rui�os de espuelas. Cuando nos acercábamos a algún
Juga r medio boscoso ! le ordenaba Don Rodrigo al chino que
,e apeara, y que haciendo un pequeño rodeo a aquel sitio, nos
,aliera en el camino más adelante, pues que si nos encon­
UN QU1 JOTE DE VERDAD craban los villistas, serla más comprometida nuestra situación
con la compañía de él. También se apeaba el chino en las
Todos los clias, muy de mañana, nos sentábamos en la ori­ c uestas empinadas para ayudar al coche en la subida, o a
lla del camino, esperando que pasara alguien que nos hiciera fustigar a las bestias.
la caridad de "levantarnos" y llevarnos a Parral, y algunos Era el �hino un hombre chico, menudo; seguramente de­
pasaron, pero con motivo o sin él, se rehusaron, sin que nos bido al miedo que llevaba no hablaba ni una palabra, sólo
valiera ofrecerles poco o mucho dinero. nos dijo algo cuando le preguntamos de las matanzas que con
Pero pasó Don Rodrigo Chávez Máynez, a quien entonces ellos hada Villa:
conocimos, con su coche grande, estilo diligencia, cubierto por -Alla en Torreón, muchos compañelos.... muchos ....
todos lados con gruesas lonas blancas. Con él no hubo necesi­ muchos ...
dad de insistir ni de ofrecerle pago alguno; inmediatamente Cuando brincaba del coche lo hada muy rápidamente;
se ofreció a llevarnos. Traía de acompafiante a un chino (ese parecía de goznes, y muy rápidamente también se volvía a
año fue la matanza de chinos) que había encontrado en el subir y se sentaba al lado de Don Rodrigo, encogido, mudo,
camino y a quien también había brindado ayuda. Era Don listo tan sólo para volver a brincar cuando se necesitara, sin
Rodrigo Chávez un hombre muy alto, sumamente delgado, esperar nueva orden de Don Rodrigo.
cara !ara, nariz grande, afilada, bigote grande y caído, manos Queriendo calmar nuestra angustia, Don Rodrigo volteaba
huesosas, ojos café claro, de mirada bondadosa que expresaba a cada rato a vernos y nos decía:
fielmente la nobleza de su alma; extraño parecido físico con _,No nos pasa nada ... ahora llegamos ... ahorita ... ya
el inolvidable Caballero de la Mancha: ¡Sólo de ellos son mero ... ya merito ...
propias acciones de esta talla! En un momento estuvie�on Y esto nos lo decía desde el momento en que emprendimo�
nuestras maletas en el coche. y lo más rápidamente posible el viaje.
emprendimos el viaje, empezándose a oír en el mismo instante
en que las ruedas se ponían en movimiento un murmullo de
oración dentro del carruaje:
-Recen, recen -decía mi mamá grande; y de los labios de EN SANTA ANA
uno salían las palabras de "El Magnificat"... y de otros e�
Padre Nuestro ... o bien rezábamos el rosario en coro; y aque Al oscurecer llegamos al rancho Santa Ana; allí nos dio
murmullo fue constante durante todo el camino. . albergue una familia ranchera en su vivienda de dos piezas;
Una angustia profunda nos llenaba el alma; el más u1sig; apenas entramos empezamos a rezai· en grupo el rosario; cuan­
nificante ruido que escuchábamos nos sobresaltaba; traíarn°_ do terminamos era numerosa Ja concurrencia; todas las ran­
la mirada clavada constantemente en el camino, alargándofl; cheritas se hablan hincado detrás de nosotros. Por merienda.
por detrás de la cabeza de Don Rodrigo; cualquier bulto e llna viejecita nos dio a beber infusión de tila y azahar, con la
HISTORIA 259
258 CELIA HERRERA FRANCISCO VILLA ANTE LA
a su madre, que_ estaba
que dijo que nos tranquilizaríamos y dormiríamos bie n. Entró Don Rodrigo a su casa y dijo
e a sala con una visi ta, que allí le llevaba a una mu1�r en-
guramente les inspiró lástima aquel grupo de cinco niñ os" S. l enfermena era
. . .
tres m�Jeres tiradas en el cammo real, caminando por aquell� que quería que la atendiera luego. La
lo que seguramente no
andurriales, expuestos a todas las depredaciones de indi vidUo profesión de Doña Antonia, por que p�onto se de�:
. . . .
armados, sm freno m conc1enc1a. Como "precaución" se os
s pertó ninguna sospecha en la visitante, deslizamos a -lo�
·ó y se retiró. Rápidamente nosotros n�s
había recomendado que en ninguna parte diéramos nuettto a preguntándonos.
os interiores; allí llegó Doña Antom
ape11"1do "Herrera " y con nombre supuesto nos presentábamos,. pasa ...? ¿Cuál es la
.
después supimos que aquel rancho era propiedad de Nicol'as -¿Quiénes son, hijas .. _.? ¿Qué les
,, erma ... ?
Fernan, dez, uno de los jefes de Villa cuyo nombre más , blanca, de esas per-
Era Doña Antonia una señora gruesa
conoda en la desdichada región de Parral y sus alrededor� es, tegida quien a ellas
cariñosas a cuyo lado se siente pro
hasta nos decian ' .
ctespu és que nos habíamos ido a mete r e llaman "hijos" a todo
"la boca del lobo". . . pero sería porque no dimos nuestrn acerca, porque hablan con dulzura y
do.
apellido verdadero, o porque no nos conocieron, o porque 1� ena vol�tad nos
gentes de aquella vivienda eran buenas, lo cierto es que el Explicamos la verdad, y con la mejor b� constn ur en el
o
on a unas piezas que tenían a m�d�
ttato que nos dieron todavía llena de gratitud nuestro re­ do con muchas
. Allí pasamos como dos meses, vivien
cuerdo .. Los cinco chicos nos acostamos en el piso de la "sala" ar en voz alta,
uciones para no ser descubiertas; sin hab! entraban �
anas
de tierra apison�da, sobre un cuero grande de res que crujió ndiéndonos cada vez que personas ex.tr .
de la �:mulla
toda la noche al menor movimiento nuestro. Muy de madru­ sin entr ar par a nad a a las hab i� cion cs
nalón, _ nuestro _escon-
gada, cuando empezamos a oír los primeros ruidos en el vez por temor de que fuera descub1ert? ntando Jueg os
as inve
rancho, nos levantamos, fuimos al corral de ord�ña y nos "te". Los niños mitigábamos nuestras pen , naturalmente,
regalaron un jarro grande de leche, que tomamos en el al­ aquel gran corralón, y estos juegos eran
a otro que formá­
muerzo con costillas de puerco perfectamente asadas en las vanas de coches saliendo de una rancho
o de "l?s villis-
brasas, y café recién preparado. Pronto volvimos a ocupar el os con lodo, y asaltos en el camino al grit
un columpio; pero
coche de don Rodrigo y. éste se puso en movimiento. Como a ... los villistas ..." Pusimos también
diversión; quien
las �inco de la_ �arde llegábamos a Parral por el nimbo del servía éste de motivo de disputas que de
panteón; al11, h1cnnos alto porque no sabíamos a qué decidir· primo, hijo de
lo controlaba era Salvador (Chávalo), mi
o dándose vuelo
nos, si llegábamos con el coche tan cubierto, despertaríamos • tfo Luis. y una tarde que estaba muy ufan
sospechas. La espera frente al panteón se hizo larga, y para ceo el columpio cantaba en voz alta:obligado a tomar cerveza
mí ;�ern �, pue � el miedo más espantoso llenaba por entero mi -Todo fiel cristiano, está muy
esp1ntu mfanttl; cada hombre que pasaba al lado del coche, � aunque sea de fiado ...
ente llegó hasta el
pensaba yo que sospecharía algo y que nos haría prisioneras, Lo oyó mi mamá Florencia y c�lada�
uno o do� golpe­
que llamando a otros procederían a detener nuestro carruaje llluchacho y con la correa de un vehz le dio
columpio gran­
y que descubrirían quiénes éramos y allí nos matarían ... Por cilios en la espalda que lo hicieron brincar del
fin, después de mucha� cavilaciones, decidió Don Rodrigo demente sorprendido.
enseñado esas can-
· Jlegar hasta la casa de su madre, en la calle de las Golond ri· -Muchacho irrespetuoso, ¿quién te ha
úas, procurando llegar hasta ella por las calles menos transi· ciones ... ? -fue el regaño ...
las personas, y con
tadas; por entre las lonas del coche veíamos que las ge ntes Los alimentos escaseaban para todas
las noches nuestra me-
se quedaban inspeccionando atentamente la "diligencia". lllayor razón para nosotros; las más de
260 CELI A HERRER A 261
FRANCISCO VILLA ANTE LA JllSTORlA
r ien da era atole de maíz cocido con pan ocha; c afé casi uun
tripulac�ón que actuaba
!ª _
se co nse guía o f altaba azúcar; ésta era sustituida por lar,t ente por actitud criminal de
al vtlhsmo. Mis_ � ennano:,_ te­
te mp oradas por la panocha o "pirivanos", o por miel de abe :u �ntenciones de favorecer e ro'i, po1 quc
·1
los días de ba nquete para n osotros eran aquellos en que a 1¡ ; .,,_ d la alanna que so brecogió a todos los v1a1
,:ad an alcance a su ucn,
hora de comer, recibíamos de la familia Chávez, como rega1 ª ªºspe raba que los bandoleros dier
º• diatamente se d1-.c­
un platón con sabroso pipián con car ne seca. 1' � \ue la escolta de indios }aquis inmern
tada ente cavar�n. sus
Con esta familia Chávez estu vieron también uno s día s su� P"! 6 alrededor del convoy )' npryecipi
° se prepararon � resistir el
familiares Octavio, Julio y Mario Chávez Montes. tOiD ras en las que se enterraro
la inmu table seremdad de su
Por varios días estuvimos muy alarmados con la noticia :!:ue, fir mes, se renos, con
que n os llegó de que an dab an cateando las cas as los bandole. -Wm� con
nitos más pe que1_1os Y
ros, y una mañan a nos dijeron que ya "iba el cateo muy cer­ Mi mamá, con mis dos h erma g e� na
es, encon tró rel
tro O cinco señoritas parralen s
u
ca··, que es e día llegaría hast a nosotros.
u io

n , e n Jiménez, que had


a tiempo
Todo el día estuvimos prevenidas par� salir, teniendo "cen. OJ8 del señor J osé Lujá
y día� sin hacer 1� men or
t�neJas·• para que nos avisaran si llegaban por la puerta prin­ :ba deshabitada; allí pasar�n. días e­
o nudo q ue pudiera d
cipal o por la puerta falsa de la casa; ese día Don Rodrigo se deJnosnación1 el menor mov1m1ento as d la. s
n l os días e n 1:15 aLOte
llevó a casa de su esposa a mi hermana menor, BeatriL, en­ latarlas. Las jóvenes se pasaba
e

vecinas (de la fam1


vuelta como fardo rnn algunas co bijas, e chán dosela al hom­ listas para "dejarse caer" a las casas
stas irrumpieran a s u
b10 simu lando que Jleva ba solamente ropa. La intención era �ightbourn) en caso de que los villi
q ue en su casa pasara como hija de él entre sus chiquillas. "'escondite".
lto s soeces en la calle
Pocos días después supimo s que los viUistas preparaban }•• Una mañana escucharon gritos e insu
puerta se asom�ron :
su huida y luego llegó el tren explorador o reparador de la y ruido d e golpes; par una ,ien_dija de la
a u�o de sus_ J efes,
vía, con Ja gen te del general Francisco Mu rguía. En ese tren Era Villa ... Villa que bab ia ido a �acat
hab1a cumphdo su
vin ieron muchas personas vecinas de Parral, que les había Agustín García, a cintarazos, porque no
e scapa r a forreón ,
tocado estar lejos al interru mpir Villa las comu nicac,one!t orden de detener el tre n que había logrado
haciendo añicos la vía entre Panal y Jiménez, y en tre J1mé- oomo queda dicho antes. .. _ .
g de la fanu ha <le Do n� Franosca
11 e1. y Torreón . Hasta entonces nos volvimos a reunir con Agu stín García ra ami
Aguilera, y las
o

Vázquez de Aizpuru y de la de Don Rayo


e

nue stros padres y hermanos y otros familia res, qu iene s a su


énez c on la� chmma� de
vez había n pasado días horrible s en Jiménez, a donde lle· 'V isitaba cada vez que llegaba a J1m
la casa conugua
garon del s ur casi en el momento en que llegaban los villi s· 'Villa; estas familias vivían p1e cisamente en
tas, por lo que las familias buscaron refugio c on algunas per· a la que ocupaban m is familiares. Ga_rda se enconu·:iba d�sa
uid�
sonas de Jiménez y el tren en e l que iban in contables señores yunando y platicaba alegremente. Villa se presento seg
Gar na ,;alto
de Parral (los Fieno !barra, e ntte otros), de los más perseg ui· de 15 ho mbres. Desde afuera de la e.asa lo llamó y
dos por el villismo, retroce dió a Torr eón, llevando buena en el acto :
tuchera,
escolta de indios yaquis. -1•Desármese'. . . . -v • ch• • dcsabrod1ándose la car
, c,,n
Recue 1da Carlos mi hermano, quien también iba en dich? la dejó caer.
de To rreón Y no lo
tr en, que apenas se movió éste, suspendió su marcha sin rnotJ· -Le orde n é que detuviera el ucn · )' cnu e
on
vo nin guno. Esta detención , como muchas otras en esa époCª hizo ... ahora va usted solo y me toma Torre · · -o , .
Oca mp •1u ·t·
de movimientos irregulares de trenes, eran origin adas delibC- insultos y cintar azos lo lle vó poi toda la .calle
\'esaron la pl aza, la ca.liada, hasta la cstanón.
262 CELIA HERRERA

Al sentir a ViJla, los señores Rayo


y Joa quín A .
brincaron las paredes y fueron a caer
a casa de la ���
Llghtbourn. �..
No faltaban los detalles chuscos o grac
iosos en mediO
ta�ta amarga u a de aquellos años de terr
� . or. En una de de
huidas de pac1f1cos ciudadanos parr
alenses, un numeros�ta.a
grupo Jlegó a Jiménez y fueron a para
r al hotel de Don i:tno MURGU.tA DERROTADO
Martínez, centro m uy frecuentado y
conocido por todos· ón
como casa de familia. La gran sala esta
. ba llena de los fu .'.eta (Mano, 1917)
q u 1�ne� se arrebat ban la palabra plat �b-
� icando con viveza las
penpec1as de la huida. relatando cada Pero fue derrotado Murguía el 12 de marzo de 1917, al
quien sus detalles
n�es de peligro inaudito. De pronto caer en u na emboscada en Piloncillos, Durango. Recuerdo que
entra a la sala una : ta,
h1Ja de don León, la cual dijo en alta voz atibamos merendando en mi casa, con algunas chiqtúllas com­
:
-Que dice mi mamá que con mucho pafteras de escuela, cu ando llegó mi papá visiblemente exci­
disimulo se vayan
yendo a cenar uno por uno los de la lldo, m uy preoc upado. Comprendimos que algo pasaba y
casa, porque con tanta
gente que llegó no va a alcanzar la cena lllimos a la calle; pasaban por allí muchas soldaderas cami-
...
Entre ellos estaban la señorita Elvira Mén 11111do precipitadamente, corriendo, hablando en voz alta y llo•
dez y el licenciad
Alberto de la Peña Borja. Una espontán nodo. Le preguntamos a una qué pasaba y nos contestó con
ea carcajada rubr�
los relatos de la huida. el tono de voz "su reano" de la gente del pueblo, que por el
norte llama tanto la atención:
-Pues que derrotaron a mi general Murguía en Piloncillos
J que está herido mi teniente coronel Solís ...
La diezmada columna pasa por Parral para concentrarse
en Chihuahua. Se ponen a disposición de los civiles los carros
de caja (f u rgones), por órdenes de Murguía. En poco tiempo
1111 gran número de familias estaban ya en la estación, listas
)>ara salir, temerosas de los atropellos que suceden en todas
las poblaciones qu e caen en poder de Villa. Las que tienen
alg una relación o parentesco con los jefes constitucionalistas
le ven obligadas a permanecer oc u ltas constantemente, y hubo
al gunas que se refugiaron en norias d urante largos días. Sin
tlnb argo, no salió el tren sino hasta la una de la mañana.
Porque estu vieron esperando que llegaran con la mayor parte
de los heridos que res ultaron en la derrota que sufrió Murguía.
'Hicimos tres días a Chihuahua (300 kilómetros). Iba pri­
lbcr o un tren con heridos y tropa; luego el que ocupaban las

263
264, CELI A HERRER A FRANCISCO VILLA A.'ITE LA HISTORIA 265
iba, _los �os
familias y que también llevaba soldados, y atrás el que oc
u taforrn as, y como en ese trecho es una cuesta a.i::
entre los pasa1 1 ba
ba el resto de la columna y donde iba el general Mu rg �a.­ se fueron hacia atrás, y sólo por que
eros
u a, .
en t hizo
.
a oportunam .
he rido. un ex ferrocarrilero que se dió cuent
...
e e
y, evitando. la
En Estación Dorado, no sé qué percanc e pasó al tren señales debidas se logró detener al convo .
iba delante, y ello motivó que se suspendiera la marcha �e Jlteatombe que ya era inminente. En su lengu
a1e tan part1cu-
horas, durante las cuales momento a momento crecía la • t Jar, lo� ferrocarrileros creo llaman a e sto "chorrearse los
. d, porque suponían que las chusmas villistas darí'�
qmetu a c,rros". . .
papá,
alcance a nuestros trenes. De pronto se divisó a lo lejos un� En las plataformas iban los sacos d e harma de m1
fue emba cada
polvareda y se dio por hecho Jo que se estaba t emiendo; se q u e era entonces su negocio en Parral y que
r

escuchó la voz de "enemigo al frente" y todos los hombres .,


s,u1m· os, en " carru c11as" (pe
precipitadamente la noche que
uno de ellos mi papá, se pusieron en linea de tiradores. La¡ unos cuantos
queños carros tirados por un caballo), pero sólo
muj eres y los niños, en los furgones, nos tiramos boca abajo; to entre la
aacos se logró embarcar, porque en el corto u·ayec
algunas rezaban. El terror no tenía límites; la angustia no
bodega y la estación (solamente atravesar una calle ), soldados
e ncontraba ya expresión, aquello e ra el final . . . "de,­
y aoldaderas, también preci�i�damente, se e�1cargaron de
Pero de pronto la polvareda se desvaneció y pudieron per­ cargar" en su propi o be nef100, el tan apreciado producto.
cibirse los pañuelos blancos que agitaban Jos jinetes y sus
Las soldaderas, en cada lugar en que el tren s e detenía
contraseñas; eran dispersos del desastre de Piloncillos que
largos ratos, se bajaban y en un momento improvisaban sus
v enían a reunirse con sus compañeros. ..cocinas". En bateas de madera preparaban 1 ápidamente masa
Y así, d espués de largas, larguísimas horas de espera, sin con harina y agua y en un momento cocían sus "gordas" en
saber nadie la causa de aque1los "paros" tan prolongados, se los comales que colocaban sobre piedras, en lumbradas, ante
ponía el t ren e n movimiento sumamente despacio, a vuelta de la mirada de admiración de todos los niños que las rodeába­
rueda, pero de cualquier manera nuestro á nimo mejoraba ... mos, azorados, silenciosos, pero pronto teníamos que retirar•
Pronto volvía a detenerse la marcha, se desprendía la máqu i· nos, porque las rencillas que se traían unas con otras, las
na, después de largo rato volvía a engancharse, lo cual moti• palabras provocativas qúe les decían los soldados al pasar
nba unas sacudidas espantosas a todos los carros (carros de cerca de ellas, encocorá.ndolas; sus rivalidades, sus celos, esta­
carga en su mayoría) al grado de que los ocupantes de fur· llaban de repente en una caterva de insultos, obscenidades,
gones íbamos a dar de un extr emo al otro, o se nos venían blasfemias espantosas, que acompañaban con señales con los
encima los colchones, cajones, etcétera, que iban atrincherados dedos.
en los extremos de los carros; y cuando ya esperá bamos volver
Por fin, después de tres días de viaje (300 kilómetros),
a emprender la marcha, resultaba que ésta era hacia atrás, 7 llegamos a Chihuahua, hospedándonos en hoteles y casas de
así continuaba para atrás, de reversa, por muchos, muchos rn 1• huéspedes. (En el hotel en que se hos�d6 la familia Darancou
nutos, durante los cuales nuestro desconsuelo no tenía líroite5, estaba Antonia Gonzá.lez, que poco tiempo antes había con­
la desesperación llevaba hasta el llanto a muchas señoras q ue traído matrimonio con Jesús Ba.zán, ex carrancista, quienes
perdían toda esperanza. también huían de Villa, en esos días. )
A la llegada a Bachimba hubo otro momento terrible, allf, Y en medio de toda aquella irregularidad y de tanta cir­
porque la máquina se despre ndió del resto del tren, que er3 cunstancia angustiosa, y no obstante � corta edad, recuerdo
larguísimo, compuesto de muchísimos furgones, cabuses y plit· que la ciudad de Chihuahua me hizo buena impresión, me
266 CELIA HERRERA
FBANCSCO VILLA ANTE LA BJSTORIA 267
pareció bonita, principiando por el cochecito que ocu parn
para ir de la estación al centro, cochecito limpio y fuerte, coo,
dos faroles grandes de bonito cristal a los lados, tirado pon VIERNES DE DOLORES
un solo caball �; el cochero en un asiento mucho más alto qu; Abril, 1917
el de los pasaJeros; seguramente algunas de las calles de la
capital del Estado ya tendrían pavimento, porque recuerdo El viernes de Dolores de 1917, ataca Villa a Oúhuahua Y
que no se oía el rodar de las ruedas, po rque éstas estaban cu. derrota.do en forma contundente, como lo habia sido antes
biertas de hule y solamente se oía el golpear de la� pez uñas ;:..1as mismas fuerzas de Murgufa en Reforma. cerca de Jimé­
del caballo que producían un sonido grave, solemne, que a mi oez, como lo fue en todas las ocasiones en que no pudo recu­
me pareció elegante. Nos hospedamos en el Hotel Robinso11 rrir a la emboscada o al engaño. o que la cobardía y la des­
frente a la plaza de armas .. . pronto mi mamá grande nos fellÜenza de los jefes encargados de la defensa de las plazas
llevó a visitar la Catedral ... ¡Ah!. . qué majestuosa y qué her­ Jas entregaron. Entre los prisioneros que 1� hacen en . �ta
mosa me pareció... tánto la admiramos por dentro y por ocasión, cae el general Miguel Saavedra, qwen en la pns1ón
fuera que al salir lo hicimos por la puerta contraria a la calle acribe a su esposa:
Libertad, en donde estaba nuestro hotel, y caminamos en rum­ "Te encargo a mis hijos, no llores por � pues has
·bo opuesto, perdido s en fila india... aquella abuelita seguida dicho que al que sea perro que lo ahorquen."
de sus nietos ... en su primer paseo por la capital . .. En años
posteriores he vuelto muchas veces a Chihuahua y siempre (Se dijo entonces que la esposa se oponía enérgicamente a
me parece una ciudad bonita, armoniosa, elegante, limpia; .que Saavedra se diera de alta con Villa y que, recordándolo
pero me parece siempre, también, impresionantemente triste, el prisionero, había escrito estas últimas frases).
como si en sus alrededores, de todos los bonitos cerros que Después de esta derrota Villa se dirige a Parral, por donde
la rodean, se agitaran enormes crespones negros, indicando un pasa rápidamente hacia Ciénega de Olivos, en donde o�
luto perenne, una tristeza eterna, un aliento de muerte y de quemar a doña Luz Portillo viuda de Carda, de 80 anos. y
desolación siempre latente. a III nieta Luz García viuda de Sánchez, con el pretexto de
Pronto dejamos el Hotel Robinson y ocupamos una casita que tramaban envenenarlo ... Jesús Sánchez, nieto de la se­
que rentó mi papá, situada exactamente frente a la Escuela ftora García, era uno de los jefes villistas.
de Artes y Oficios, en la calle Jiménez. Allí pasamos tres El general Ernesto Garda, último jefe de la Brigada Juárez,
meses, viviendo con muchas incomodidades, pues no teníamos y que en esos dJas formaba parte de la guarnición de Parral.
más mobiliario que los colchones que extendíamos todas las dice:
noches sobre el piso de ladrillo, y en la mañana los enrollá· "Cuando recibí órdenes de mi general Murguia de
bamos contra las paredes: ni una silla, ni una mesa. Apenaba trasladarme a la Ciénega. salf a marchas forzadas; cuando
en aquellas condiciones recibir al doctor (apellidado Gama). llegué, los villistas ya habían huido; en m� dos manos
que diariamente atendía a mi mamá y a la hermanita má s recogí las cenizas en que quedaron convertidas aque11as
pequeña, gravemente enfermas. Todos los días llevaba yo a infortunadas mujeres."
surtir la receta a la Farmacia Ocampo, de un señor profesor
Pedro de Lille. Dos meses después de la derrota contundente que sufrió
Villa en Chihuahua el viernes de Dolores. la via del ferroca­
tri] volvió a quedar reparada y regresamos a Parral, otra vez
268 CELIA HERRER A
FRANCISCO VILLA ANTE I.A. HISTORIA 269
en "furgones", moviéndose también el tren lentamente. .R
e • nos re(ugiaba, vimos pasar el sepelio del valiente general
cuerdo que veníamos sentados en la puerta del carro, con 1�
pies colgando hacia afuera, cuando recibimos una impresió )laJlUe1 Solarzo·
,il,t1 , las bandas de guerra tocaban marchas ... los
n ,
>a.I> como nmos ..•
horrible: en los postes había cuerpos de hombres colgad eficiales llora
seguramente de pocos días antes, porque no parecían estai'.
as
cua ndo pasó el sepelio por la call� Coronado, _ el doctor
muy descompuestos; solamente el abdomen algo elevado; en Lille, que se encontra ba en la cantina-club Ibena, se aso­
� y al ver q• e sólo acompañaban al cadáver <lel general
el semblante de uno de ellos se veía una mueca de risa . . . .
sc,barzo, que co \ su actitud heroica aca?aba de l�b�ar al
pueblo de Parra de una vandálic a incursión, su:r ofmales Y
..
unos cuantos ind os yaquis, d110:
PARRAL -;Acompañan 11 general unos cuantos soldados y la cobat·
día del pueblo d ! Parral. .
8 de julio de 1917 ¡Cuántas vida¡ útiles, de hombr�s de nob�e� cualidades,
perdidas inútilme 1te en una lucha siempre estéril, contra un
Llegamos a Parral; aquí nos tocó el combate del 8 de julio.
bandolerismo agig 'lntado por los vendavales de la Revolu-
La plaza estaba defendida por fuerzas yaquis del general Ma­
dón... l .
nuel Sobarzo. Sabedor éste, pues había andado con el general
y mis hermanos, acompañados de infinidad de aJIUgos de
Obregón en el Bajío, de que Francisco Villa no entra a los mi papá, buscábanh desesperadamente, corne_ndo jadeantes
combates y que ni siquiera se acerca a tiro de riíle, sale per•
de cerro a cerro, y tornando sudorosos a casa, sm encontrarlo;
sonalmente, como a las siete de la mañana, cuando principia
unos dedan que había salido en una comisión a yaue de Allen­
el tiroteo para tratar ele localizarlo, pero su arrojo le cuesta
de; otros, que le habían visto bajar a una casita de las que
la vida. Se oculta la noticia a la tropa, formada casi en su
están en la falda del cerro... Después de 24 horas de dolo­
totalidad por indios yaquis, con el fin de no debilitar su en­ rosa búsqueda, unos amigos lo encontraion muerto, entre las
tusiasmo en el combate, y cominúa éste durante todo el
rocas del cerro de la Cruz, bañada la cara de sangre coagula­
día; como a las 5 de la tarde huyen los villistas en desbandada: da, en donde se adhería la tiena, con la corbata negra exten­
& enviado Jesús José Bailón a estación Zenzontle (entre Parra l dida. cubriéndole la cara. Fue conducido a casa, y en breves
y Santa Bárbara) a avisar lo ocurrido al joven coronel Lázaro instantes ésta se vio llena de leales amigos, algunos de los
Cárdenas, quien se hace cargo de la guarnición de Parral. cuales no podían contener las lágrimas; ellos lo llevaron pre­
Mi papá., aunque nunca fue militar, siempre se reunía con cipitadamente al panteón, ante el temor de que los bandidos
la guarnición de la plaza, al igual que muchos otros civiles.
ae rehicieran de nuevo y regresasen ...
para ayudar a defenderla o sufrir junto con los soldados, la
Y allí quedamos, llorando, siete huérfanos más.
suerte que les toca�, cuidándose principalmente de no caer
prisioneros de Villa. Recuerdo que al final de este combate
Antero Torres gritaba a su familia (que estaba en casa de
Rayito Salas) desde lo más alto del cerro de la Cruz: JThl:2NEZ
-Ya no se apuren .. . ya no se apuren, ya van corriendo lOS
bandidos... ya van corriendo. 1918
Y nosotros, asomándonos por el balcón de la casa de una
familia Domfnguez, en la calle Angel Trfas, que en esa oca· En septiembre, entra Villa a Jiménez, en donde ordena
c¡uemar a la familia González, incidente éste que lo pinta tal
270 CELIA BERRERA FRANCISCO VILLA ANTE LA lfiSTORIA 271
cu3:1 era. poi la cir�tancia de haberle aparentado sieni 'l' adas tambiéñ. Refugiada se encontraba doña María Aún de
amistad, correspondiendo a las atenciones que por pane p� �ún, con sus cuatro niños, a quienes en el momento de la ba­
_
ella recibía, hospedándose en su casa y siendo tratado Con Jacer a sólo tuvo tiempo de juntar apretadamente en un nn�ón
grandes consideraciones. y cubrirlos con una colc�a. También se encontraba el s:nor
_
A Antonia González le insinuaba con frecuencia que Ign acio Serritos, quien, 1unto con un hermano de la senora
� con él, pero nunca se dieron cuenta de sus verdade� c;onzález recibió orden de Villa de dar sepultura a los ca­
_
intencione s, suponiéndolo indinado a bromear sobre dáveres:
asunto, por la confiama qua le tenían. El matrimonio de es� -Pero rápido, muévanse, les doy de plazo una hora... si
muchacha con un ex carrancista, Jesús Bazán. lo indujo pr: no quieren que también a ustedes se los lleve ...
bablemente Fue difícil sujetar a los caballos que estaban en el corral
� tomar esa venganza, no obstante que para cele­
brar el matnmonio la familia le pidió permiso a Villa y éste de la casa, porque estaban encabritados debido a la balacera;
lo dio con la condición de que Bazán se retirara del ejér cito parecía que quisieran brincar las paredes. En una calesa vieja
'
cosa que se hizo. de la casa fueron colocados precipitadamente los cadáveres y
Cuando los hombres de Villa se acercaron a prender fu o )levados con toda prisa al panteón, acomodados como si fuesen
eg
a la casa, y penetraron para maniatar a la familia, Antonia se muñecos.
dio cuenta de sus intenciones y les disparó a los hombres A la hora de los disp,u-os pudo escapar, brincando por una
varios tiros. A los disparos llegó Villa encolerizado, creyendo ,·enuu1a, uua muchacha "pilmama'1 que atendía a la niñita
que no habían podido cumplir su orden, y encontró con vida de 9 meses, hija de Antonia (Toncha se le decía como dimi­
solamente a la eñora González, a Sara, una de las hijas nutfro). Se dijo entonces que esta "pilmama" pudo huir y
menores, y a una pequeña de 9 meses, hija de Antonia. Mata salvar Ja vida, aunque su razón sufrió desequilibrio.
a la señora, y per onalmente estreHa a la niña contra el suelo. En la casa tan sólo el perro de la familia quedó aullando ...
Sara Je entrega aJ gunas cantidades de dinero y barras de plata Cuando las hordas villistas salieron de Jiménez, unos a otros
que le tenían gu· trdadas, y Villa le ofrece dejarla con vida si se preguntaban si sería cierto que "el general" había asesi­
accede a irse cor1 él. A su negativa, ordena al que está junto nado a la familia González, lo que comprueba que propia­
a él, un "teniente" Quiñonez, que la mate y cae Sara sin vida mente se escondió de sus hombres para consumar su felonía.
contra una higuera, en el patio de su casa. pues a esta familia la querían los hombres de Villa, porque
ñta familia González era huérfana del coronel Miguel habían recibido de ella infinidad de atenciones. Villa dejó
González, que había muerto cerca de Villa en el combate de a sus hombres en la estación y se regresó a consumar su ne­
Paredón, y por su antigu a amistad siempre lo reconocier on fa ndo crimen.
como UD::!. especie de "segundo padre". Jesús Bazán, e.l marido El saquco, crímenes y todos los excesos, rematan la entra­
de Antonia, cayó asesinado a puñaladas una noche, Po'° da de los villistas a J iménez. Emre las victimas se pueden
tiempo después de su matrimonio, cuando estaba sentado en cont ar a Don Elías Aún, asesinado después de que le fueron
una banca en la calzada que une la estación de Jiménez co 11 ro ba das todas las mercancías de su casa comercial. Doña c.etsa
la ciudad. Caba llero viuda de Chávez fue quemada viva; esta honorable
Era tanta la confianza que en Jiménez tenían de la a111is­ S<:fiora había logrado poner a salvo a su hija María, envián­
tad de la familia González con Villa, que el mismo día de dol a lejos de Jiménez, por la persecución constante que Villa
estos acontecimientos se encontraban refugiadas en esa � tenía sobre aquella joven. También fueron asesinados en esta
muchas personas perseguidas, las cuales escaparon de ser ases •
1 oc as ión, después de vejarlos en forma espeluznante: Don Ti-
272 FRA�f.lSCO VILl�\ A:'.IITf. I.A HISTOIU \ 273
CELIA HERRERA
burdo Baca y Don Darío Acosta; Don Jesús Joaquín Agu tosamcute, pues a pesar de los años transcu,rridos, aún hace
fue también su víctima.
iler a P5 eccr al espíritu más templado esa org1a de sangre en
En Jiménez se guarda grato recuerdo de la familia C n. ;,irem
oe
hundieron él y todos los que lo seguían. Sus victimas
zález, por sus actos de generosidad. El 3 de febrero de 19¡
o 4fuerosen hombres del campo · modestos campesinos en su ma·
.
estando defendida esta plaza por un grupo de voluntario 6 parte, gente sencilla, que no cometió otro del1Lo que
s ;
aproximadamente 50 hombres, al mando del mayor Pas d :�er quedado a merced de los instintos bestiales de aquellas
cu
de Anda, una partida de 800 villistas, al mando <le Nic al cJiusroas.
olás A uellos que aún duden de lo que fue realmente Francisco
Fernández atacó la plaza. Los voluntarios se reunían todas
Villa, lean las siguientes páginas . Aq uellos que, por e! contra-
l q
noch�s en casa del mayor de Anda para recibir órdenes as
y . , vivieron o supieron de todos sus desmanes, evitcnse el
nombrar comisiones, pero como carecían de haberes, dura rao •
nte
el día se distribuían en sus casas para Lomar sus alimentos. recuerdo doloroso, el vérugo que produce la evocac,"ón de esos
En fantas mas sangrantes, con las espaldas despedazadas poi el
los precisos momentos en que Pascual de Anda se desayunab
a, litigo O la espada, con las facciones contraídas por el d��or,
principió el tiroteo; salió pronto a la calle, creyendo que serí
a con los nervios destrozados por el terror de todos sus suphc10s.
una confusión, por no haber recibido noticia de la proximidad
del enemigo; pronto un herrero lo denunció con un grupo
de villistas apostados en una esquina, que le hicieron fuego
y cayó muerlo.
ASESINATOS EN UN CORTO PERIODO
La señorita Sara González recogió su cadáver y lo llevó a
su casa, en donde lo tendieron para velarlo; pero el jefe
El 8 de enero de 1917 asesinó a los señores Gcnaro, Rafael
villista Nicolás Fernández, ordenó que lo sacaran y el cuerpo
y Procopio Alvídrez y a Don Ismael G. de las Casas, h�bién­
fue colgado y allí balaceado, desoyendo las súplicas de innu•
doles hecho caminar a pie hasta el rancho El Velduque, siendo
merablcs personas de Jiménez que pedían les fuera entregado
esto un suplicio horrible para Don Rafael, debido a que aca­
para darle sepultura. Poco después, a la misma familia De
baba de ser operado de una hernia, y a quien c?n el esfuerzo
Anda, trataban de venderle en $500.00 el reloj que traía Don .
de la caminata tan larga los intestinos se le vameron fuera.
Pascual cuando fue muerto. Del jefe de la familia Gonzílez,
Asesinados después de ser obligados a cavar su fosa.
Don Miguel, hay en Jiménez un obsequio a la iglesia de dicho
Debido a esto, la familia Alvídrez tuvo que abandonar el
lugar: el enrejado en el atrio del templo. lugar, habiendo hecho el viaje a pie a Parral, aquel grupo
for mado por niños y señoras de edad, poseídos t�os del terror
más espantoso 1 con peligro de caer en e� cammo en man? s
DEVASTAClóN de los bandoleros, por lo que al menor ruido que oían se d1s•_
gregaban y corrían a ocultarse entre los gatuñales y peñas• • •
Era el mes de enero, el invierno crudís1mo, .
Querido lector: si debo a tu benevolencia el haber seguido las temperaturas
mi relato, pobre y torpe, hasta este punto, muy justo es que bajo cero a campo descubierto hadan penosísima la m�rcha
te sugiera evitar el tormento que a tu espíritu va a ocasionar durante el día, y cuando la oscuridad de la noche los o�l •�aba
a deteneise, los miembros entumecidos se negaban a remicaar _
el relato de los siguientes hechos . . . Si no fuera indispensable
la marcha después de la obligada pausa.
para mi relato y si pudiera yo salvar ese lapso de la vida de
Francisco Villa en que el horror de verdaderas carnicerías El pueblo de Conchos quedó en tal abandono, que l�s
de gente indefensa marcó la etapa más cruel de su vida, lo harfll Yerbas silvcstree ..1·ecieron en las calles, sobrepasando la altma
275
274 CELIA HERREJtA FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA

eo, periódico de la ciudad �e


de los muros de las construcciones que, abandonadas, se .1 nes del río Conchos. (El Corr
nieron abajo, quedando convertido Jo que fuera un pueh¡�tto• �ihuahua, en su número ,sss
, de 4 de mayo de 1910, dio
. .
a 1 cgre, 1.1mp10 y pmtoresco, con su gran río Conchos que ric cuenta de este asunto).
toda esa zona agrlcola, en un conjunto de ruinas en donaª
sólo los coyotes entraban y salían aullando, como espantad e
de aquella soledad. Conchos, igual que Río Florido (\'¡¡fs EN SANTA MARtA DEL ORO, MAGISTRAL Y
Coronado) y muchos otros pequeños pueblos de toda esa rcg1/1 PUEBLOS CERCANOS, DURANGO
azotada por el villismo, jamás han vuelto a recuperarse; ru ina�
hambre, soledad, es el espect,iculo que aún observa el viajcr� En el rancho "El Refugio'' asesinó a Don Fiacro R. Cel is.
que re<.orre Ja comarca; parace como si un aliento de esp ,uito En abril de 1918, a Don Catarino Smit� y a Do.n Prisciliano
_
soplara de todos sus ámbitos, o como si los lamentos de ta nto Sauceda, el primero gerente de la negoc�ac161_1 romera de Ma­
inocente sacrificado se hubieran quedado flotando e mre el gistral, y, por último, fue volada. con dinamita la Pla�ta ge•
. . _
viento de toda esa región. neradora de energía eléctrica, dejando en la miseria, sm tra­
bajo, a centenares de humildes trabajadores que prestaban
En 1918, Santiago López, mayordomo de la hacienda de .
,us servicios a la empresa. En 1918, con lu10 de crueldad,
Bella vista, y los señores Manuel Portillo y el padre de éste, fue asesinado el señor Miguel Anaya, ganadero, hombre hon
Don Antonio, fueron asesinados después de entrega1 le a Villa rado a carta cabal.
el dinero que pedía por su rescate.
José Eduardo y Santos Giner (padre e hijo), asesinados en
el rancho de "La Varita", municipalidad de Valle de ZaragoLa EN. TEPEHUANES
(Conchos), e igualmente asesinado fue el señor Jesí1s Verdugo.
Lo mismo sucedió con Teódulo González y un hijo de Al no poder tomar esta plaza, hiz prisionero � un ?1jo
ésLe que había andado con Villa mucho tiempo, y a quien el del general Miguel Aguirre, a qui: n le propuso deprl: hbre
padre pretendía que se quedase, proponiéndole a Villa que si evacuaba dicha plaza, y no habiéndolo logrado, asesm6 de
se llevara a otro de sus hijos. la manera más brutal a aquel joven y a un compañero; fueron
lgual fin tuvo Perfecto Juárez, de 90 años de edad, hombre mutilados y por último despedazados a cabeza de silla. En
de las confianzas de Villa, quien fue colgado en la Alameda de Bustillos fueron asesinados doscientos dos mexicanos que habían
Conchos. sido hecho prisioneros en San Andrés. También íue asesinado
�n 1919, eu San José del Sitio (cerca de Conchos) fueron el estudiante de medicina apellidado Comadurán, después de
asesrnados Guadalupe Velasco, Emiliano, Gertrudis y Teódul o que había recibido Francisco Villa l?s $2, 000. 00 que pedía
.
. por su rescate, cantidad que fue reuruda entre los habitantes
Gonz,üez y 30 personas más; además de los señores Sabás Y
Rosario Chávez y sus hijos Rosario, Ramón y Sabás y Eva.1isto de Bachimba.
Chavira. En Satevó fue quemada viva Ja señora Lugarda Ruiz, abue­
En 1919, también fue asesinada en el rancho ''El Cáña mo'' la ele uno de los que habían sido generales de Villa Uosé
la :.eñorita Eufrasia Domínguez y su hermano Pedro ; era11 Rodríguez), quien, con un valor inaudito, cuando se pe� cató
descendientes de aq�ellos ser1ores Domínguez quienes ames d e de la muerte que le iban a dar y de que no encontraban cerillos,
estallar la Revolución, habían logrado detener una parti da sacando estos de su delantal se los aventó a los bandoleros
de ganado robado, que arreaba Doroteo Arango por las 111áf· gritándoles: "toma, bandido, no te detengas".
276 CELI<\ HEl<HEltA
I· R \N CISCO VILL.\ ANTE 1,.\ 111!-1OIUA 277
En Santa Gertrudis (Saucillo, Chihuahua), asesinó personal.
mente a un músico, señor Gonzalo Hernández, que había sido
soldado de VilJa y uno de los de su mayor conlianza, que se EN CANUTILLO
exru'íaba a seguirlo nuevamente diciéndole que ya estaba viejo,
que }ª no servía más que para estorbo, pero que, en cambio, ali{ El día 29 de julio de 1916 asc\inó a Don :'\(igucl Jmado
andaban con él sus dos hijos; lo asesinó en presencia de sus dos quien había ido a did1a hacienda a recoger a sus hijos Con•
hijos, sin que éstos protestaran, sino que siguiendo C<'n él por !iuelo, Carmen } Bernahé Ju1 aclo. <\ntes de ser asesinado, Don
muchos años. Miguel había sido torturado tan cruelmente, que al momento
En Namiquipa, río Sestín, en Agostadero, La Bellota, Palo de morir p había perdido la razón.
Quemado, Santa Cruz, fueron entregadas por orden de Villa En mismo Canutillo, el 19 de octubre de 1917, asesinó a
a sus chusmas, todas las mujeres que fueron ultrajadas salva. Julia Morales y a Juana viuda ele ! .azos, después de ultrajarlas
jemente, entre ellas hubo niñas de I 3 } 14 años, muchas de y mart11 itarlas horriblemente. A pesar de haber prometido a
las cuales, a consecuencia de ese salvajismo, murieron. Jos hombres <lcl rancho que las dejaría libres, fueron encon­
trados sus c.ue1 pos desnudos en el panteón, una mañana.
En San Javier lazaron y arrastraron hasta la Ciénega de
Olivos a una señora apellidada l\Iolina. En la Cueva (hoy
pueblo Juan l\fendo1a) encerró en un cuarto a todos los hom­
bres v de allí estuvo mandando sacar a uno por uno y fueron MARGARITA GUERRA
colgados <le un mezquite; quedaban unos cuantos con v1da
cuando llegó Martín López, coronel o general de Villa, y pis­ Maestra en Parral <le muchas generaciones; allí se le re­
tola en mano suspendió aquella matanta. cuerda aún c.on respeto y cariño sin límites. Al entrar Villa a
En 1918, estando de guarniciém en Parral las fuerzas al Parral el 5 de noviembre de 1916, habló con una persona
mando del entonces coronel Gonzalo Escobar, asaltó Villa el amiga de la señorita Guerra y le dijo:
Pichagüe, iancho a dos horas de Parral, y allí asesinó a un hijo -Usted que es comadre de Margarita, mándele dec1r que
de Faustino Holguín, amarrándolo a un fresno y atravesándolo voy a Chihuahua, y que voy a quemarla ...
con el puñal; ultrajó a las dos señoritas Holguín y ordenó a La ciudad <le Chihuahua estaba guarnecida por todas las
Cipriano, otro hijo de Faustino, que fuera a avisarle al padre fuerzas (artillería, caballería e infantería) del general Jacinto
quien estaba en I a Sauceda. B. Treviño, mismo que en 1915 había detendido El J::bano
En 1920, poco antes de amnistiarse, cayó una noche en Ia con mucho éxito; pe10 en Chihuahua la suelte le fue adversa,
Estancia, Dmango. v también allí encerró a todos los hombres y el 27 de noviembre <le 1916 Villa tomó la plaza y en ella
indefensos que pudo coger, pues gran número de lamilias, 1 cometió todas las dep1edaciones inimaginables.
darse cuenta de Ja proximidad de V1lla, salieron a pasa1 11
noche al monte. Uno a uno fue ordenando sacarlos a su pre· El 23 de noviembre de 1916, la señorita Margarita Guerra
sencia y eran asesinados por él. .\lguno de aquellos infelic es vivía en compañía de la señora Guadalupe García viuda de
al salir y darse cuenta de lo que estaba sucediendo, sin tener Rodríguez, esposa del que fue general villista Trinidad Ro­
más a1 ma que suc; propiac; manos, se atrevió a darle un golpe dríguez, muerto en la famosa batalla de Zacatecas; ambas
a \'illa en la <:ara éste al momento ordenó que entraran ,u, fueron asesinadas en forma inenarrable, así como la "pilma­
secuaces } mataran a todos los que quedaban dentro del cuarto. tna" del niño de Guadalupe. Se 1esiste el ánimo para entrar
en detalle de los tormentos a que fueron sometidas éstas, por
FRANCISCO VJLLA. ANTE LA HISTORIA 279
278 CELIA. HERRERA
t,1errera, y su hermana ��lores, quie� sal�ó �n su defensa, fue
todos conceptos, respetabilísimas damas . . . finalmente sus nmgun parentesco ton
IPan<lada ahorcar. (FamLha Herrera sm
cuerpos fueron destrozados en el cerro de Santa Rosa, deján­
Ja familia de los generales Luis y Maclovio).
dolos insepultos. Alguien ha querido hacer aparecer como
autor de estos crímenes bestiales a uno de los que acompaña­
ban a Villa; pero la advertencia que éste hizo en Parral a
una amiga de la señorita Guerra, no deja lugar a dudas. DICIEMBRE, 1916
(Samuel Rodríguez, el entonces muy pequeño hijo de Gua­
dalupe García viuda de Rodríguez, vivió muchos años después La matanza de soldaderas en Camargo es un hcd10 a...
en la ciudad de Chihuahua.) Villa de los más conocidos, porque sobre él han escrito cola­
Después de saquear la población y de incendiar cuadras boradores de diversos periódicos y revistas. Era11 soldados del
enteras del comercio, cuyas llamaradas iluminaron noches en­
general l\Iurguía, que entonces se les llamaban "changos"
teras la aterrorizada ciudad, las chusmas villistas se retiraron parque eran hombres de co�ta estatura, _ débiles, según . p_arccc
al noroeste, y entonces fue cuando tomó posesión de la zona cogidos en redadas en la capital; gente n11serablc, mal v1v1emc,
militar el general Francisco Murguía, en cuyo valor Chihua­ sin ninguna costumbre de combatir y sin conocimiento del
hua cifró sus esperanzas de la completa exterminación del clima del norte del país, que precisamente cuando cayeron en
villismo. manos de Villa estaban ateridos de frío.
Después de la matanza de hombres quedaban las soldadcras,
En 1918 caen los bandoleros sobre la plaza de Jiménez, las cuales, cerrando el furgón del ferrocarril en donde se. en­
hacen prisionero a Don Ignacio Rentería para forzarlo a que contraban, fueron asesin.tdas por Villa y por Baudelio Uribe,
entregara a su hija Austreberta, no habiéndolo logrado sino pc1:;onalmcntc, quedando al último medio oprimido por el
�uando Baudelio Uribe el "mocha-orejas", encontró a la cuerpo <le su madre un pequefiito de meses de edad; riéndose
Joven en casa de Jesús García y la entregó a Villa; tenía ViJla y bromeando con Uribe, con su propia pistola dejó sin
Uribe cierto disgusto personal con la familia Rentería. A D()n vida a aquel inocenLe.
Ignacio lo atormentaron quemándole los pies, y como conse­ Parece que en este hecho estuvo presente Rodrigo Quevedo,
cuencia sufrió para el resto de su vida y caminaba con dificul­ que pretendía formar un panido valiéndose de Villa. pero
tad, apoyando lentamente los pies. Así lo vimos en Parral en ante esta realidad desistió de su propóc;ito.
sus últimos años.
En el rancho "El Negro" encontró sembrando a Leandro En Santa María del Oro, Durango, el 4 de fehrero de
y Francisco García, originarios de Rancho Primero; les pre­ 1917 asesinó entre Jo<; mavores tormentm a Don Tcúdulo Pe­
guntó qué hacían, le contestaron que sembrando como medie­ rcyra, ancia110 <le 80 ai1o; de edad, veterano de las Guerras
de Reforma: después de golpearlo fue amarrado a "rnbcza de
ros; por contesaci6n los asesinó.
silla•· y a1 ra�trado hasta el pueblito de San Bernardo. en donde
!n Villa Coronado queme'> los pies al sefior Melchor Meza, fue abandonado el cuerpo en la placita de dicho pucblu, des•
quien a consecuencia_ de este martirio, murió poco después. puc;s de atravc!>arlo a puiíaladas.
Este tormento Jo dio delante de sus hijas Rosenda, Refug
io Carlota Bastida, originaria de San Juan <lcl Río, l)ur;mgo,
y Soledad.
En est� _ misma Villa Coronado (antes Río Florido), un a donde llegó Villa , on sus chusmas dcirotad,1s al haber pre·
general vilhsta, José Meza, ultrajó a una señori tendido toma1 la ciudad de Durango, en 1917. Se aloje'> "el
ta Beatriz
280 CELIA HERREH \
jcf�·: en una casa de un señor Ponce. De la casa
vecina h •
pnsiouci a a la scñoriLa Bastida, que fue cmrcgada o
a las ch•l
us.
mas, habiendo sido ullrajada por no menos de
300 malhceh .
res� Y por u'l LJmo,
· estacada, IJevada a Menores de Abaj o
dc1ada allí abandonada, circundada por una valla
de ra��
e� �Je�10 monte, ha ta que un pastor la enco
� ntró y horroriLa do
? 1 º ª 1so a la autoridad de
:_ San Juan del Río, Durango, i,icndo
1 dent11Jcada solamente por
un escapulario que colgaba de· s
cuello. u
GENERAL JOAQU1N AMARO
(1918)

Uega a Parral el general Joaquín Amaro y como en cada


·ón en que fuerzas gobiernistas ocupan esta región, renace
esperanza en todos los pechos de que "ahora sí . . . ¡Ahora
terminará este bandolerismo y volverá el Estado de Chi•
ua a tener paz y volverán sus habitantes a entregarse al
ajo.
El general Amaro tuvo la gran idea de reconcentrar a
los campesinos de la zona con sus familias, con sus pro­
des, con todos sus semovientes e instalarlos en las princi­
plazas del Estado. De esta manera quedó privado ya el
o del concurso de muchos de aquellos que simulaban
• agricultores, pero que sólo esperaban el paso de Villa para
a él, sabedores de que en todas las plazas en que logra-
entrar tendrían manos libres en el saqueo, y para la rea­
ión de sus venganzas personales con toda impunidad.
Se obedeció con exactitud la orden del general Amaro )
�lli smo se debilitó notablemente; los campos quedaron aban-
_ados, no hubo cosechas de ninguna especie. De Estados
dos se recibieron durante muchos años enormes cantida­
de toda clase de granos, sobre todo de los más usados en
alimentación mexicana..
!>ero el villismo, positivamente ya debilitado, empezó a
en "su rendición", cosa que logró en 1920, porque el
rzo que había recibido al unírsele Felipe Angeles, duró
tiempo, ya que éste fue capturado y muerto en 1919.
(281]
LA INFLUENZA ESPAAOLA
(Octubre, 1918)

El mundo em-::ro se vio azotado por esta extraña enfer­


medad a la que se le dio el nombre de "influenza española".
Una mañana de octubre llegó el doctor Quiroz a mi casa,
muy temprano, por:¡ue yo estaba enferma, con fiebre altí­
sima ...
-Ya nos llegó la epidemia -dijo el doctor, y frunció el
ceño.
Seguramente él ya tendría noticia de aquella enfermedad
tan rara que azotaba al mundo. Para el anochecer de ese
mismo día todos los miembros de mi familia estaban en cama.
Yo tuve una ligera hemorragia nasal, que, según dijo el doctor,
me había favorecido. La mortandad fue incalculable; en Parral
se llevaban al panteón los cadáveres en "carruchas", a mon­
tones. Todos los centros de reunión fueron cerrados, iglesias,
escuelas, todo cerrado; las gentes ocurrían a las boticas car­
gando canastas porque los frascos con medicinas los llevaban
por docenas; familias enteras en cama y los en ermos ayudán­
do se unos a otros; ca11es y plazas de Parral regadas a toda
ho ra del día con desinfectantes, olor fuerte a <reolina y yo­
dof ormo; las gentes se colocaban en oídos y fosts nasales al­
godones con alcanfor. Pa;-ecc que aquella "gripa" daba con
una tremenda congestión pulmonar, porque apenas unas horas
o minutos duraban los enfermos, luego caían como heridos por
el rayo; las gentes más humildes abandonaban sus viv,endas
dejando las puertas abiertas y los cadáveres de sus familiares
[283]
284 C E L J ,\ 11 E R R J:: R A
también abandonados; huían sin rumbo pret
endiendo pone
a salvo del contagio. El nombre de "infl rse
uenza española" se
dijo que se le había asignado a tal epid
emia porque llegó
.E uropa a consecuencia de la Primera de
cierto fue que llenó de angustia a millones
Guerra M undial;
lo CUATRO AROS VERGONZOSOS
de hogares; tOd
esto añadido al drama sangriento de E u o
ropa y a la situación Es vergonzoso el hecho de que durante más de 4 años (de
de hambre, de ruina y de espanto en que
se encontraba aquel de 1916 a julio de 1920), ya aniquilado par el general
México, que parecía que jamás habría de reco
brarse.
Quien presenció aquelJa " ipa" y cuarenta ón, Villa haya asolado al Estado de Ol�huahua, cayendo
gr años después tantemente s obre rancherías y aldeas mdefensas, come­
ve que los periódicos capitalinos con gran
des caracteres dicen do incontables crímenes y dando la impresión de que en
que la capital están siendo azotada por
una gripa tal, que so. · uahua no había hombres capaces de enfrentársele. Ante
lamente p uede comparársele la "influenza
de 1918" ... y re­
sulta que sólo se trata de un hecho, la reputación de los militares chihuahuenses al
simple catarro llorón, no
puede del gobierno riel señor Carranza queda m uy maltrecha,
menos que asombrarse de la ligereza de las infor
maciones,
del aplomo de los reporteros para asentar ment 00 se menciona su actuación en aquellos días, aunque sea
iras de toda
índole con enormes caracteres . . . y echando atrá emente.
s el recuerdo
hasta 1918, ensombrecerse con la presencia
en la mente en La prolongada inquietud en qu� vivió Chihuahua de�p ués
aquellas escenas de espanto . . . (Según se ha oído la derrota del villismo en el BaJfo y combates posteriores ,
decir, aque­
lla "influenza espa iola" se llevó de este m u tos -ya los revolucionarios Maclovio y Luis Herrera, se
ndo al bandolero
que tenía asolado !l Estado de Michoacán, el ió a que no había entonces otros militares chihuahuen 5:s
inhumano José
Iné s Chávez Gard ). estu vieran capacitados para hacerse cargo de una c�P:111ª
verdaderos propósitos de pacificar el Estado. Los umcos
se des tacaron al lado del señor Carranza f ueron los hoy
rales Lorenzo Muñoz Merino e Ignacio C. Enríquez. El
• ero llegó a Chihuahua en 1917, ron el grado de teniente
el con las f uerzas del general Francisco Murguía Y se
inguió por el valor que demostró e t los combates con c_ra
villistas, pero no tení a. la jerarquía ni la edad neces�1as
hacerse cargo de aquella campaña. Enriquez llegó a fines
1915, a los 26 años de edad, con el grado de coronel; nom·
do gobernador provisional del E stado y desde luego comen­
a organizar las defensas sociales para resta'1lecer el orden.
r 'lQ4 1
286 CEL IA HERRER A FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 287
Pero conviene conocer 1a situación cie estos chihuahue� ue se trasladase a México en tren especial y escoltado por los
durante aqueJlos liempos difíciles para su Estado: !ra le �. Días después, .Murguía fue removido de la Jefatura
Al asaltar Francisco Villa el desprevenido pueblo de Co. de Op eraciones de Chihuahua.
lumbus en marzo de 1916, el general Obregón fue a Ciud Hasta mediado� de 1919 consiguió Enríquez volver a Chi­
Juárez a conferenciar con el general Scott y llevó en su c ad. bu ahu a en misión exclusivamente militar, comisionado para
pañía al coronel Enríquez, y a su regreso también le ordorn ,eguir organizando las De(ensas Sociales y regim1entos que se
que lo a�om.pañara a la Ciudad de �éxico, donde lo asee n�:� Uan1 aro11 Fuerzas Auxiliares del Estado, los que cooperaron
ron a bngad1er y lo nombraron Ofiaal Mayor de la Secret a . eficazmente con las tropas del General Diéguez y pronto Villa
,e \'ÍO obligado a internarse al Estado de Durango. En no­
de Guerra, al lado del mismo general Obregón. Después r;:
nombraron Jefe del Departamento de .Establecimientos Fabril viembre de ese año uno de esos regimientos combatió y per­
Militares y hasta mediados de 1918 logró volver a Chihuahu� siguió de cerca al General Felipe Angeles, por el rumbo de
nombrado por segunda vez gobernador provisional y en segu¡. San .Jo�é del Sitio y Conchos, y finalmente fue aprehendido
da reanudó la organización de las defensas y además iormó e ste aliado importante de Villa en la Estación de la Mora,
por la Defensa Social de Valle de Olivos, a las órdenes del Ca­
un 1·egimiento de rurales con chihuahuenses deseosos de coope­
pitán Gabino Sandoval. Angeles fue llevado a la Ciudad de
rar a Ja pacificación del Estado. Para esas fechas estaba en
Oiihual1ua, juzgado y ejecutado.
Chihuahua como jefe de operaciones el general Murguía, quien
en vez de aceptar la cooperación que Enríquez le ofreda, lo A principios de 1920, habiéndose logrado restablecer el
hostilizó en tal forma que éste tuvo que salir de la ciudad de orden en el Estado, bajo la jefatura del general de división
Chihuahua, a organizar su gobierno en un pueblo del noroeste Manuel M. Diéguez y acercándose las elecciones para Presi­
en donde tuvo el apoyo de los serranos organizados en "De• dente <le la República y para Gobernador del Estado, el briga•
fensas". Murguía mandó tropas tras él como si se tratara de dier Enríquez pidió licencia y entregó el mando de los Tegi­
un rebelde, por lo que Enríquez tuvo que llamar a los rurales mientos que había organizado, según dijo, para quedar a.sí
y a las Defensas; inmediata y rápidamente reunió suficientes desligado y en libertad de obrar al estallar el conflicto político
hombres armados para enfrentarse a las tropas de Murgula, que entonces se preveía. En efecto, en abril de 1920, se inició
las cuales, una madrugada ca}'eron en una emboscada en la en Sonora el movimiento contra el señor Carranza, con el
sierra entre el pueblo de Carretas y la hacienda de BustillOS, "Plan de Agua Prieta", encabezado por el general Plutarco
Felizmente no hubo víctimas, porque el general Eduardo Her· Ilías Calles, protestando por la imposición que pretendía ha­
nández, que comandaba la tropa de Murguía, al verse rode a· cerse de un candidato oficial. Enríquez secundó este movimien­
do por los serranos, pidió que no se hiciese fuego y aceptó to en Chihuahua y nuevamente los senanos le prestaron su
dejar su tropa en la situación en que se hallaba y trasladarse apoyo, lo que resultó muy oportuno, porque precisamente en
él con una pequeña escolta de 25 hombres a la estación de taos últimos días del mes de mayo de 1920, Francisco Villa
Bustillos, en donde se había conseguido la comunicación te· regresaba de Durango a Chihuahua. Enríquez salió luego en
legráfica con el señor Presidente Carranza, por la línea de IU busca al sur del Estado, encontrándose en una planicie entre
Sonora al Sur, así como con la jefatura militar en la ciudad Ciudad Jiménez y Valle de Allende. Ya dispuestos a combalfr,
de Chihuahua. Villa, mandó emisarios proponiendo tener una conferencia, lo
Enríquez enteró de la situación al señor Carranza, quie
ll que Emíquez aceptó, reuniéndose en pleno campo a igual
dio orden terminante a Murguía para que diera garantí as ª distancia de sus tropas, colocadas en tiradores y conversaron
le
Enríq uez y su gente, y a éste lo llamó a informar, ordenándo lln largo rato.
288 CELI\ JI E R R E H ,\

Con anterioridad Enríquez y el general Calles habían 289


.
tado sobre la necesidad de pacificar lotalmcnle el Estado ttstra
FRANCISCO VILLA ANTE LA lllSTOIUA

do para ello cualquier medio, aunque fuera el de tra ta r uan. sidencia de la República. De entre los numer
osos descen­
amnistía, ofreciendo al bandolero y a sus facinerosos ampJ�•a as de sus horrendos crímenes, un grupo de
. · •s i)ientes de las víctim
' pen,ona 1 es, e1 darI es tierras de cultivo, 1mple ment a en Parral, la mañana del 20
garant1as
. . os �ueve hombres Je dieron muerte
y d mero para encauzar sus trabªJOS, etcé teta. Esto se le hi o � julio de 1923.
vol-
saber a Villa, pero éste pretendió que lo nombraran Jefe � Pero a finales de ese mismo año de 1923 nuevamente
la región de Parral , porqu e
Operaciones Militares de O1ihuahua y Dmango, con un ni{/ ,ió el terror a los habitantes de
secund ando la re­
mo de siete mil hombres a sus órdenes. El general Calles rehus:· Dumerosos villistas se levantaron en armas
ía de la_s
rápida y terminantemente estas pretensiones de Villa y orden� t,elión de Adolfo de la Huerta cuando la mayor
Sur a apo)'at al Presi-
a Enríquez que con toda energía procediera a batido, inicián. tuerzas del gobierno habían salido al
<lose una campaña en la que no le dieron reposo ni de día dente Obregón. Pero entonces Enr ique,, que era el Go�erna•
r, pr�ed1endo
ni de noche. Pronto llegaron al Estado nume1 osas íuet zas a las dor, dejó su cargo y asumió la jefatu milita
ra
comba tir a los
órdenes de los generales Amaro y Escobar, activándos e. más otra vez a organizar fuerzas auxiliares para
serran�s
la persecución con tropas descansadas y en unos cuanto. días tillislas y dar garantías a la sociedad. !'. uevamente los_
1taron reg�-
Villa se vió obligado a refugiarse en el desierto de Mapimf. respondieron a su llamado y rápidamente se organ
de donde fue a rendirse a Sabinas, Coahuila, en el mes de JUiio 111ientos que rechazaron al enemigo hacia el Sur, hasta obh•
ante el general Eugenio Martínez. garlo a internarse a Durango. Por algú� tiemp o Enríquez
tuvo su cuartel en la hacienda de Canut11lo, en la casa del
Por fin, como resultado de una campaña eficaz, el Estado
o en el
de Chihuahua quedó pacificado, como pudo haberse hecho propio Villa. Esta fue la última aventura del villism
desde cuatro años atrás. Pasaron las elecciones y Alvaro Obre­ Estado de Chihuahua.
di-
gón se hizo cargo de la Presidencia de la República y Emíquez Como resultado de eslas campañas, Enríquez fue ascen
del Gobierno del Estado y el orden se restableció con plenas do a General de B1 igada. . . de
garantías para todo ciudadano. Sin embargo, a pesar de qu e Los jefes que más se distinguieron en la orga01zac1ón
el Gobierno proporcionaba a Villa abundantes elementos c on la s Defensas Sociales y las fuerzas auxiliares, que combatieron
que se le diera garantías por medio de una escolta personal, al villismo, fueron los coroneles Jesús Antonio Almeida, Her•
todas las numerosas personas ofendidas por sus horrendos crí­ mógenes Ortega, '1 ereso \Iedina; los tenientes coroneles Atenó­
menes ocupaban la atención del criminal, quien jamás desis. tió genes Mendoza, Cruz Villlalba y Fernando Gonzálcz; los ma­
de sus prop6sitos de deshacerse a mansalva de todos aquellos yores Francisco Antillón, Anastasio Tena, Jesús María Ríos y
Julián Pérez. Estos dos últimos fueron jefes de las fuerzas lla­
que él bien comprendía que no omitirían esfueno alguno
madas "Dorados de Villa", con grados de coronel.
para eliminarlo, ya no con idea de venganza ni de resenti·
miento, sino simple y llanamente como "defensa personal'',
que tal fue la posición real de infinidad de ciudadanos, al
quedar los Estados de Chihuahua, Durango y Coahuila, princi·
palmente, sometidos al Señor Feudal de Canutillo, puesto que
éste no quedó sometido al Gobierno, sino simplemente lo colocó
.\dolfo de la Huerta allí para contar con "sus servicios" en el
llomento en que él se lanzara a la lucha para alcanzar l:1
úLTIMO ATAQUE A IDDALGO DEL PARRAL
' (Semana Santa de 1919)

Al traer al papel esLo') recuerdos que acongojan aún mi


vida, como un anillo de pesadas y horrorosas remembranzas,
siento la impresión tomo si de mí se alejara un gran remordi­
miento. Durante Lodos los aíios ele mi vida, desde aquel enton­
ces, la impresión de aquellas e!><Cll,t!> de tr.,ge<lia, de sangre, de
profundo dolor, ha sido < omo una somb1 a negra <¡uc naci6
en mi existencia en la éporn en que la inocencia de la niíkz
hace de la incomcieme vida inlantil el m,ís hc;rmoso paraíso
de los recuerdos, sombra que oscmeti<'> mi juventud y amarga
aún mi vida, ya que el rcc:ue1do ,e clava en mi corazc'>n como
garra ... y siento que el eMribir es arrancarla.
Fue el Viernes Santo, 18 de abril de 1919, la hora en que
las gentes católicas concunian a sus templos porque se cele­
braha la cc1 cmonia del "pésame" a la Vitgc;n \!arfa. Pa1Tal
había puesto un paréntcsi!> a la angustia desesperante del que
piensa que quizá mañana el o<lio de un bandolero puede arran­
car la vida al padre, a la madre o al hijo. So11ahan las ocho
de la noche, soplaba un viento tihio imp1 eguado dc cera y de
plegarias; grupos compactos de gente recorrían los templo<i
rez ando el "Vía-Crucis"; la iglesia panoquial estaba pletórica
de fieles.
Vestida de blanco, en compañía de otias niñas de ini edad,
tocadas nuestras cabezas con velos sostenidos en las sienes por
cor onas de flores naturales, asistía yo a la ceremonia en la que
habríamos de cargar en andas sobre nuesuos hombros, y pa­
lear en procesión en la amplia nave del templo la imagen de
{291]
292 CELIA HEltRER .\ FR<\'\CISCO VILL.\ A'IITE L,\ lllSTOltlA 293
María de la Soledad, madre del Dios-Hombre, que veinte si tiemro. Así
ames entregata su alma clavado en una cruz, para sell.1t os
gl da<l eramente exterminado al villismo en poco
D1egucz, Esrobar,
rn sangre una doctrina de amor. Por la tarde había ttan
con eonocimos a los jefes Amaro, I·abela, Acosta, .
· sC\l. l-furguía, etcétera ... y la espernnLa de que hov con �ste Je . t e,
111"d o 1 a ceremonia que recuerda las últimas siete palabras d
Jllai1ana con el otro, aquella �ituación in1crnal termmara en
Aq��l Predicado1 inolvidable. La multitud elevaba su esp
írit� panal, hizo que muchos civiles siguieran rad 1cando allí, para
u111f1cado en aquellos momentos en una suprema oración d
paz y tranquilidad.
e desgrada de muchos.
A los miembros de la Defensa <iocial formada en Pan al
Francisco Villa, lejos de respetar aquella hora en que J
población entera se impregnaba de fervor y recogimiento,
a se Je:, de:,ignaba como "los socialistas" o "los sociales"; por
Balleza les decían "los def ensos". Los socialistas tenían iorti­
acechaba.
nes en los templos del Rayo, la Parroquia, San Juan de Dios, en
Villa no podía desaprovechar aquella ocasión en que el
las a,oteas <le las casas númet0s 7 y 9 e.Je la a,·enida Inde­
espíritu colectivo del pueblo recordaba las doctrinas de paz y pcn<l encia, así como en las a/Oteas <le la ho) "(..asa Rodrí­
amor de Cristo, que chocaban visiblemente con preparativos guez", que entonces se conocía por la "Casa Redonda". flnal­
guerreros de defensa. Un grupo de miembros pertenecientes a mente, un conjunto más numeroso ocupaba un lortín de
la Defensa Social solicitó del señor cura párroco, que lo era piedras ubirado en el cerro de la Crnz (hoy de la Prieta),
entonces don José \tirquez, con urgencia, el templo, para montículo alrededor del cual se enrosca Parral como una ser­
defender la ciudad desde sus azoteas y su campanario; esto piente Como a las diez de la noche se escucharon 'los primeros
hizo que la ceremonia se interrumpiera; en un momento, el tiros por el rumbo del Parque Infantil y por el Mesún de
conocimiento de la proximidad del bandolero se esparció con Jesús. Las hordas villistas alcanzaban un total aproximado
1 apidez increíble enue los asistentes, el templo fue abandona­ de J 600 hombres, estimulados en la luc.ha por la esperanza de
do con rapidez, el te1ror se pintaba en las fisonomías, las per• entregarse al saqueo y saciar sus venganzas; dirigía el combate
sonas sa)ían precipitadamente murmuiando oraciones, las Felipe Ángeles.
madres recogían a sus hijos y emprendían vertiginoso regreso tstc, militar <le carrera, gran artillero, militar de un tipo
a casa. ''hasta hoy desconocido en nuestro medio, hombre ele talento
En poco tiempo, las calles quedaron desiertas, las familia� y de completa cultura" (así lo califica el señor Manuel Bonilla
se refugiaron en sus habitaciones y el silencio sepulcral era en :,u libro); este Felipe Angeles (la traición hecha individuo),
c;ólo interrumpido por el llanto de una madre que despedía se había retirado de Villa a raíz de las derrotas del Bajío y había
al moLalbete de dieciséis años que se acomodaba precipita· residido desde entonces en \\'ashington, en compañía del señor
<lamente la cartuchera y corría a reunirse con los compañer os Calero; parce.e que allá se founó una junta que se llamó Li­
en los sitios estratégicos. beral y algo más, ) :,e le <lió a Angeles el nombramiento de
Las "Defensas Sociales" se habían formado en diversos Presidente de 11éxico, y vino a reunirse con Villa, quien mandó
puntos del Estado de Chihuahua por iniciativa del ingeniero a su gente a recibirlo a un punto llamado "Tres Castillos",
Ignac10 C. Enríquez, ante la cruel realidad de que las fuerza s cerca de Villa Ahumada, Cluhuahua. De alli pasaron a San
del Gobierno no habían tomado la campaña contra Villa sino An drés, cerca de Rí" Flondo, sin llegar a este úlumo puebhto.
como una farsa; muchos generales habían desfilado por Parral
_ Consideró Angeles, sin duda, que al lado de Villa iba a volver
comandando miles de hombres; en diversas ocasiones la tropa a reunir 40 mil hombres, como cuando al frente de la Di­
se componía de indios yaquis, llevaban hombres de caballería , Visión del Norte se lanzaron a la conquista de la Presidencia
ejército, en fin, que de haber querido sus jefes, hubieran ver· de la República en 1914. Los defensores de Parral eran jó-
291. CELIA 295
HERRERA FRANCISCO VJLLA ANTE LA ffiSTORIA
venes has ta de 15 a ños
ad ul ul a dos a su v por la calle de don Ign acio Muñoz, salió u n soldado de los
sagra?o deber de defen de r a s�:• r:: � e z por ¡

ultraJes, o sus bienes del .


1 as _de la muerte y l e que había n estado en e l cerro de Los Aburridos, que fue de­
. . saque o e incend
c1 a1ist as en tot al sería de io. El grupo d 0� ¡en ido por el grupo de sociales , y quien informó que ya todos
250 m1. em bros. Como e So
sus compañ eros habían abandon ado sus fortifica ciones. Como
g uarnición de 1a plaza je les de 1.
estaban e J llama do gen a
.
Me dma ve 1t1a. .
y e l coronel Ríos Gómez e r a ¡ Ma
nuel a las once y media, este grupo de sociales atravesó la a ve nida
En el templo de l Ray • • . . · Jodepcndencia y se apostó en la e squina de la calle de El
ig l
grupo de soc ia lis tas sería • � �� es1� colonial de una torre el
º 1e pueblo, de sde donde tirnt earon e hicieron huir a un grupo de
er villistas que, montados a cab allo, estaban en est a cal le bajo
dados por el jo ven A rist : � : cuarenta y eran Ol�n­
e
eo Flor s . n e este gr upo se en una morera . Después de esto, el güero y sus compañeros se
traban los hermanos Al co11.
vídre-z' cuyos padres ha re gresaron al templo.
sinados p or Villa bían sido
. h ac1'a dos anos en ConeJios ase· Como a l a un a de la m añan a, l a lu z e léctrica fue a pagada
Antonio Bejarano, José . Estaban t an1bién
de l a Luz Re yes, José Ma y la ciu dad quedó complet am ente a oscuras.
ría Muiioz.,
Jorge H. Maul ' Alfredo
-
Baca .B e rnardo G�z �á
n, Al amanecer del sáb ado, los viJlist as ya habían logrado
Ba ca, Joa quín Ponce, I
sandro Pr ie to, Ser
gio M� ul J é María B
M
nacio unoz, Max1m .
d1 a no
Jes ús G.
Baca, E.Ji. ocupar las casas contiguas al templo, las que claraboyaron y
º otello , Adolfo desde donde les fué fácil tirot ear a los sociales, que ya para
11?, etcéte ra. Este gru o
ntños, inició la de fe nsf
hombre s, se desprendía�
Lo:
d 1
vi s
��
bres , muc os d
h
e n gru pos de 50
e e llo
Carri­
s casi
a 100
esas horas ha bían agot ado totalme nte el pa rq ue . Los villistas
trataron de colocar una enorme bomba e n lo s muros del
del cerr� �:• La Ig uana templo, lo que fue e vit ado por un a pequeña bomba de mano
taban en las bocacalles y y se parapc­
puert as, pero er an red1aza qu e arro jó el güe ro Mu ño z, sin sacar la ca beza del fortín, tan
valientes defensores. dos por lo,;
pronto como escuchó los primeros barrazos.
También se oyeron un
as des eargas e n Como a l as ocho de l a mañana, el general Ernesto García ,
Aburridos, en donde yes el c erro de Los
Labª u� �rupo de solda último jefe de la Brig a da Juárez , que se encontraba entonces
pronto cesaron éstas dos federales;
1 os soc1 al1st as de 1 R en Parral, acompafi ado de 50 hombres, entre ellos Julio Reyes,
que ocurr ía, sup usieron . �yo, sm saber lo
que había s 1do v encido aquel grupo pistola en m ano, entr aron por los callejones Relámpago y
estan,an en la a vem.d a
y que l os villistas ya
Independencia. Jabonero y desalo jaron a los villist as de aquellos sitios. Julio
El jefe del fortín de l
R ayo, sen_ or Aristeo Flor Reyes salió muy mal herido y f ue r ecogido por los defe nsores
un grupo de 6 I1ombr es es, ordenó a
. , entre e 1Ios al gue •· del templo, e n donde le aplicaron los medic amentos que t enían
Jaran hasta la a venib ro Muno _ z, que ba-
da In de�el . a su alcance ; pero poco despu és murió. El domingo, cuando
la situación. Tirados
i
<lencia p ara ce
rci orarse de
. oca abªJº en la esqm.�� los villistas prendie ron fuego al templo parroquial y a l del
avenida Indepe
ndencia y la calle de Jo q ue hacen la

mane cieron el güe ro y s é Ehg10 Mui1


oz, pe r·
Rayo, e l cadáver del señor Reyes quedó que mado.
sus comp afieros alguno Cuando los sociales del te mplo del Ra yo agotaron hasta el
pronto vieron un grup s mi nutos. De
o corno de �ch ú ltimo cartu cho. solicitaron parque al cuartel del general Me­
o hombres q ue
la calle de la cárcel Y q s alia de
ue se aprox1mab .
a , pronto reconocieron
. dinaveitia, y habiéndose los negado, desalojaron el templo y
que eran los vigilante •
despu és d e haber aseg
s de 1 ªcar ee !; la habían abandonado se reconcentraron algunos de ellos en la Parroquia y los otros
� rado en �os calabozo en el cerro de la Cr u z. Los del te mplo parroquial se sostuvie­
este grupo iba s a los r eos. E ntre
un capltán a p ron como hast a l as cinco de la ta rde de ese mismo sábado.
. . ellJdado .�n A • as Y un esp a
borit· ' iban ta ' mb·é1 n u nos gend arm
ñol Za·
Villalobos. e s Y el subalc
aide , a pellidado
En los viejos muros del te mplo parroquial pueden aún
\'erse huellas de aquella he roica ha1aña de un grupo de parra-
296 CELIA HERRERA FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORJA 297
lenses, entre los que se encontraban Melitón y Manuel Lo20 grupo de viJlistas que estaba en el callejón de la "casa de los
licenciado Alberto de 1a Peña Borja, Manuel y Filemón AJ�• perros"
huyó al sentir la proximidad de los sociales; éstos
. Ct-
mega, j erÓmmo · Jurado rorres, Luis Hernández, Manu el E J)egaron hasta espaldas de la Villa de Grado, de cuyos calle­
Rosas, Osear Chávez �fonles, i\Januel Saldaña, Jes�s Aizpur-u: ;oues, un villista, de los que ya andaban saqueando esas tiendas
José de la Luz, Cefenno y Melchor Herrera, y el Joven de lG y que no tuvo tiempo de vestirse, salió en "paños menores" y
�ños ?arios Herrcra_ �n;íquez. Era� jefes de la defensa so cial: prccipiladamente montó su caballo, pero ambos fueron muer­
ingeniero Francisco Chavcz Holgurn, José l\Iurillo y José �fa. tos inmediatamente. También como a las cinco de la tarde,
ría Jurado (Chato Jurado), y otros miembros: Aurelio, lgna ci otro grupo bajó por el lado de la Peña Pobre, entre ellos
y Agustín Páez; Narciso, Gustavo y Alfonso Talamantes; Al� Melitón Losoya, quien desalojó a los '1i1Jistas de la calle 15
Lre �o Chá;ez Amparán; Ignacio, Jesús y Ramiro .I\Iontoya; de Mayo, a donde iba Melitón con la idea de sacar a su familia,
Jesus Mana Gómez, Rafael Sagredo, José María Aizpuru; a quien había dejado en una de esas casas, pero ésta ya había
. .
Ignacio y Miguel Posadas; Francisco, Pablo y Rodolfo Alva. logrado salir y se refugiaba con otra familia.
rad?; Ismael Gutiérrez, Pascual Galo, Guadalupe Poblano, Más tarde, cuando los yillistas enu·aron a la casa de los
Jesus Gamboa; Nepomuceno, Jesús José y Joaquín Salcido· Losoya y la saquearon, dejaron allí sus ropas, que la familia
Juan Antonio y Antonio Shaar, Julián T. Ríos, Gabriel Chá'. al volver encontró completamente llenas de "piojos blancos ".
vez, Pompeyo Ochoa, Dionisio Arras, Ascensión Almanzán,
De estos parásitos también nos llenamos mis hermanos y yo
doc�or Ernesto Quiroz, Vicente y Francisco Almanzán (el doctor
en alguna ocasión, cuando tuvimos que abandonar nuestras
Quiroz estuvo atendiendo a los heridos en el cerro de la
casas y refugiarnos donde se nos presentaba la oportunidad.
Cruz), Jesús Quiroz, Jesús Meléndez, Eduardo Rincón, Fortu­
nato C!távez, �r �ncisco Rueda Quijano, Inocente Vélez, Julio Este grupo de sociales tiroteó y echó en corrida a los vi­
Ronqmllo, �asiliso Morales, Jesús Reza Ochoa; Avelino, Jesus llistas que andaban saqueando el mercado, desalojándolos de
José y Avelmo Hernández hijo; licenciado Manuel Gómez Sa­ toda esa región, de la avenida Independencia, de la Loma del
las, J?aniel Aldrete, José MuriJlo, Salvador Murillo; Juan, Ju• Rayo, hasta echarlos en huida por el panteón; Felipe Ángeles
y Villa, sin riesgo, en lugar a p1·ueba de balas, detrás del cerro
venc10 y Pedro Po1ras; Alberto Benítez; Manuel, Baltasar }
de La Iguana. llamaban a los suyos agitando en el aire sus
�elchor _ Carrasco; Santiago Méndez, Cesáreo Garza, José \fa· IOmbreros . . . Pero la traición y la des'\'ergüenza ya habían
na Gutiérrez (padre e hijo). Aristeo Flores, Jerónimo Soto,
Arturo Baca, Elisandro Prieto, Rodrigo Chávez Máynez, Ca· debilitado la defensa: el llamado general Manuel Medinaveitia,
que tenía su cuartel en la Quinta Verde, desapareció la tarde
merino Día �, Le�degario Losoya y otros muchos, cuyos 110111·
bres no sena posible traer a la memoria. del sábado rumbo a la Loma de Whatley; desde el cerro de
la Cruz Jo minuon los defensores sin imaginarse a qué se
Como a las cinco de la tarde de aquel Sábado de G loi ia.
debería aquel movimiento; iba en su caballo alazán; regresó
los sociales del templo parroquial se reconcentraron en el ce1ro
al ralo sumamente nervioso, montó un caballo prieto, tal vez
de la Cruz; de este úllimo fo1 tín, como a las tres de la tarde,
habían bajado 35 o 40 defensores al mando del capitán ,-\rias P<>r error, porque en las cantinas del suyo dejó gran cantidad
de dinero en monedas de oro; al oscurecer emprendió la huida,
(momentos antes había tratado de capitanear este grupo el
haci endo salir parte de su gente, sin avisar a los civiles, dejan­
seiíor
_ José María Sánchez Celis, pero fue herido en Jas dos
do a éstos a merced del enemigo. Se dijo entonces que en el
p i ernas). Este grupo bajó por "El Mercadito" y luego por el
ltroy o de "El Negro" se entrevistó con un enviado de Villa
c�llejón Veintiuno de Noviembre, y después por toda la
nbera del río, hasta el antiguo puente ·'Antonio Mena"; u 11 ,o de Angeles, pactando entregar la plaza.
298 FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 299
CELIA HERRERA
(Man uel Medinaveitia hasta después doña Lu pe estaban ya las familias Daranco u , Moli�ar
de las derrotas en �;es Molinar. Doña Lu pe nos recibió con los brazos abter-
nora se separó de Villa acogiéndos _
e a la amnistía; sorpt S o. 1 � ún miro la expresión de horror en sus OJOS, aún escuch o
por lo tanto que siguiera con el end e
despu és, ya en la capital f u e nom
grado de "General"
· · · años
brado Jefe Mililar del sPSPª
ª
&05• Jabras la alteración del timbre de su voz:
'
de México ... ¡Un miserable!) Va lle -S í, pase, pase, Doña Arcadia ... aq u í todas Juntas .. •
. ás nos podremos ayu dar ... quizás logremos salvarnos .. •
uaz
q Dios mío!, qué va a ser de nosotras, qué va a ser de
:!r:»s nuestros hijos ... qué va a ser de Parral. • •
¿ Y LAS FAMILIAS? (La balacera se escuchaba allf cerca ... a u nos cu antos
111etros de nuestras casas ... allí en el mercado, en la plaza de
Yo llegué a mi casa la noche del Viernes Sauto, fatigada. armas ... )
De la parroquia habíamos salido por la puerta de la sacristía. Pronto el grupo aquel reunido con Loña L u pe i:i-os d1spu-
A muchas señoras amigas ya las esperaban sus familiares, muy • os a rezar y arrodillándonos ante una he osa pintura de
alarmados todos; solamente mi tia Lola se mostraba optimista
y q uería tranqu ilizar los ánimos diciendo:
:° �
Virgen de Guadalu pe, principiamos a decir en voz alta la�
letanías mayores, dirigía la Chata Darancou , contest�bamos
-No, no se alarmen, ya verán cómo es u na falsa alarma, todas. Sedan las nu eve de la mañana cuando oímos ru1do de
va a res ultar mentira ... precipitados y voces en la calle: eran parte de los defen•
En mi casa encontré a mi hermano mayor q ue contaba = del templo del Rayo qu e iban a reconcentrarse al cerro
entonces 16 años y se ponía precipitadamente las cartucheras de la Cruz ...
pesadas de parque; mi madre lo despidió llorando; yo no ad•
De improviso, pasos en la azotea y gritos qu e n ,?s llamaron
vertí en la fisonomía de mi hermano, flaco y alto, ninguna
la atención: era el Chato Ju rado, joven de 26 anos, uno de
muestra de ang ustia ... ¡Tan grande debe haber sido la con­
los jefes de la Defensa Social, que gritaba:
vicción qu e Je hada enfrentarse al peligro! Aquell as noches
de amargura son, sin du da, las más terribles de mi vida; los -Vénganse todas, vénganse; súbanse con nosotros al cerro,
.
gritos de los combatientes, el fragor de los disparos, el silbar que las maten con nosotros. . . pero que no las ultraJen • · ·
intermitente de l as bal as sobre las azoteas, el recu erdo de vénganse. .. mamá, vénganse ... vénganse t�as • • .
n uestro combatiente adolescente y las oraciones de mi madre, y el gr u po aquel de m ujeres y niños, sal�os por la puerta
_
que ponía cr uces de palma bendita en las p uertas y ventanas. falsa a la calle del Cerro. Llevaba yo, haaendo �opio �
están imborrables en mi mente. En la mafíana del sáb ad o fuerzas, un bote grande lechero, llen o de ªS:Uª•nnsmo qu
ninguna familia se sentía segura en su casa: 1a sensación de horas antes había mandado mi madre con IIll hermano a los
soledad nos hada pensar a quién recurrir, c uando recibirnos defensores de la Parroqu ia; y mi hermano José de l� Lu z
el llamado de Doña L u pe To1Tes viuda de J urado, para que cargaba en sus brazos a los dos hermanitos m � peq�enos · ·
nos re uniésemos con ella en su casa, a unos c uantos metros d e ·
¡Y pretendimos subir al cerro! Pero pront o fuimos uroteados
la n uestra. Abandonamos n uestra casa rápidamente, en for· por los villistas q ue estaban ya en el p�ente de Cal Y
mación caminamos por la banqueta pegándonos a las parede� s , c.;- to,
res ultando herido el señor La u reano Molinar, de n �estro g : po
p asando de un solo brinco el callejón de la escu ela de la seno­ y q u emada por una bala la falda de una de las senoras .. : �n­
rita Meléndez. A n uestra espalda la balacera se esc uchaba JI1UY tonces nos vimos forzadas a replegarnos Y meternos reci ta­
cerca., por la plaz u ela Meoqu i o por la casa de don E01il10 �. b�
darneme en las casitas formadas por "cuartos redondos ha ita-
Arroyo.
FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 301
300 <.:ELJA HERRERA

dos por familias miserables, sobre las faldas, casi , del Ce


tro EL SABAllO
de la Cr uz. Nosotros tomamos por asalto la v ivienda de Dor
Car �en, n uestra lavandera, mad �e �� siete hijos ... En aqu��
cuarto nos encerram?s como v�mt,cmco personas, quericncto La noche d( l sábado transcurrió para los defensores del
todas encontrar refugio en los rincones, como sucedía siempre cerro de la Cruz como u na horrible pesadilla. El cerro de Los
la hora de los combates, en que como medida precautoria )l.efogos, q ue ha1>ía estado todo el día oc u pado por soldados
� de Ríos Gómez pero q ue habían huído, f ue ocupado de
as ventanas y p uertas eran cubiertas con los colchones de ¡
casa para evitar, decían, qu e u na "bala perdida" penetrase. ª pronto por villi tas; la confusión (u e horrible mientr�s los
,aciales se percal iban de la ca usa por la que de aquel fortín
Así transcurrieron horas y horas, si n q ue el tiroteo cesara
n! un momento. De alimentos caredamos en lo absoluto, los que consideraban suyo, eran tiroteados. El bombardeo era tan
_ cer ca, que alcam 1ban a devolverse las m i smas bombas.
mnos más peq u eños habían mitigado su hambre devorand
ráp idamente los frijoles q ue hirvientes tenía en un jarrito e� El cerro de la Jruz guarda en sus entrañas una de las minas
su escaso fogón la anci ana dueña de la casa. Mi hem1ano más ricas del m mdo, por la vasta ampl itud de su s vetas;
aprovechando un momento en qu e el f u ego dismin uyó, atra'. nuJes de tonelada: del rico metal han sido arrancadas de su
vesó_ la calle y entró .ª la casa de Don Andrés Duarte y allí fecundo vientre. Ei ella, el minero durante siglos se ha jugado
. fa vida diariamentt En Parral,, los cerros, con sus enormes
cons1g u16 que le vendieran unos tres litros de leche de cabra y
u n pedazo de c�n � d � cabr ito que, a medio cocer (leña no
peñascos parecen i n�ccesibles; a unq ue enu·e aquellas peñas
_ amenazantes el v i ento ha formado sobre las anchas vetas, junto
temamos) fue d1stnb u1do en pequeiias porciones entre todos
los refugiados. Como a las cinco de la tarde, pasaron los socia­ al hilo de plata, de oro, o de la galena resplandeciente como
les del templo parroquial a re unirse con los del cerro de la espejuelos, pequ eños jardines q u e en primavera ostentan las
Cr u z; al sentir s u proximidad, abrimos la p uerta y hablamos más variadas flores, de multi tu d de colores y formas y ¡oh,
asombrosa y magnífica obra de la nat uraleza!, sin perder su
�on ellos; nos pidieron agua. Venían agotados, tristes, ¡ay, ya
sm esperanza!... Tengo presente, como si ahora Je viera, el grandiosa severidad el paisaje, los cerros hostiles, se visten a
rostro _serio y viril de óscar Chávez Montes; le preg untamos retazos hasta donde es posible, dado lo mineralizado del te­
cóm� iba el combate, q ué s ucedería, y le mirábamos fijamente, rreno, de verde pasto, y las cumbres de las mismas peñas
queriendo encontrar e n su estoico semblante una señal de e:.· Qltentan algo así como un gorro primaveral caprichoso y ar­
per�nza ... nada n�s contestó en firme ni nos miró siquier a, tfaticamente confeccionado, con el verde del musgo, el gris
bebió el ag ua, dos prros grandes, y siguió su camino. .. ¡Le fe las peñas sobresalientes y el lila fuerte de las t u nas y las
dolería mucho tener que confesar que estábamos perdidos!, o J'itahayas . . .
. .
presentirla, quuás, q ue lo acechaba ya la muerte ... momentos Y sobre la riqueza maravillosa qu e esconden esas rocas, un
antes a una señora de su familia había hecho entrega de su u
&t po de heroicos hombres, en un supremo esruerzo de de­
cartera y algún otro objeto personal en donde traia consigo �. exponían s us vidas en un rasgo quijotesco de inaudito
retratos de familia. Rec uerdo también a Alfredo Chávez AJll· hlor; pero de ese sano y sincero valor que sólo 1.1 defensa de
p�án y a Au !·elio Paéz, todos bebieron agua y mi madre Je:; 1o lllás sagrado que el hombre posee sobre la t i ern sabe dar:
dio unas tortillas para q ue se las Jlevasen a mi hermano Car· • honor y la vida de sus familias.. . el cielo eucapuchado,
los qu e, según nos dijeron, ya había subido al cerro por otra los negros nu barrones que se retorcían sobre sus cabezas, como
vereda. serpientes prisioneras, los vendavales que en ocasiones arras­
trab an el aroma de tierra mojada, llevando el humo de la
302 CELIA HEltRERA FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA· 303
pólvora que impregnaba el aire, constituían en aquella noch DOMINGO
un escenario ad-hoc para la lucha. Noble bravura alim entabe
a los defensores, no se escuchaba ya el estampido de las arma: Amaneció el Domingo de Resurrección; seguía el tronar
tan intenso era el combate, que parecía el ruido continuad� de la fusilería, aunque ya no nutrido, y fue disminuyendo;
de una enorme máquina, un solo siniestro murmullo, de lllil
ya sóJo una que otra detonación aislada se escuchaba. . . Y
explosiones simultáneas. Al brillar por un instante el fu ego una indefinible incertidumbre nos destrozaba el espíritu ...
que se escapaba de los fusiles, el forún se rodeaba de un pe. ¿Qué había sucedido con nuestro hermano Carlos y el abue­
nacho luminoso como el que adorna las testas de los s antos· lito José de la Luz y con los tíos Zeíerino y Melchor ... ? ¿Qué
se apuntaba al bulto que se había dibujado al estallar la Ju; bahía sucedido con los componentes de la Defensa Social,
del fusil enemigo, mil luciérnagas macabras encendían ell hermanos, padres, esposos de las mujeres que en nuestra com­
derredor de los defensores sus luces de muerte ... pañía habían pasado aquellos d.ías de espanto .. .? ¿A quién
Un villista de altos "méritos" en su historia del bandid aje, volver los ojos en demanda de noticias consoladoras si en
un tal Chon Lucero, le había prometido a su Jefe el desalojar todos los corazones se alojaba la misma pena, la misma duda,
a los defensores; ascendió, seguido de un grupo numeroso, por el mismo sinsabor?
las escarpadas faldas de la montaña, en medio del fragor de Al medio día del domingo ya se había esparcido la noticia
la lucha, y acompafiado de blasfemias, se oía su voz ronca que de la rendición por falta de parque, de los defensores civiles.
gritaba: Nosotros entreabrfamos tímidamente la puerta de la choza
-Ora lo verán curros desgraciados . . . aquí está su padre, que nos albergaba y veíamos grupos de villistas, unos monta•
Chon Lucero ... ,engo a colgarlos ... dos a caballo, otros a pie, vistiendo trajes nuevos, robados du­
En aquellos in: tantes, como si el cielo se hubiese compade­ rante el saqueo a los establecimientos comerciales, y subian al
cido de la tragedi: , una ráfaga de aire desgarró las nubes y el cerro, en donde tan heroicamente habían resistido Jos defen­
disco brillante de la luna (luna de Semana Santa), apareció sores en un desigual combate.
iluminando con ··esplandor de plata el horizonte. Los defen· El jefe de la Defensa Social, ingeniero Francisco Chávez
sores pudieron <,istinguir algo los bultos blancos que se ilu• Holguín, recibió un recado firmado por un coronel Tabares,
minaban a intervalos frecuentes y apuntaron con todo cuidado en representación de Villa, que fue enviado por conducto de
sus armas; Chon Lucero y sus secuaces rodaron muertos sobre una mujer, en la que les proponían Ja rendición, prometién­
las faldas ensangrentadas de la montaña. doles respetar sus vidas y el honor de sus familias. Fue rehusada
Alimentando con las vibrantes notas de su corneta el espí· eata proposición, pidiendo que fuese firmada precisamente por
ritu heroico de los sociales, dominando el estruendo del coIJJ• Francisco Villa y enseguida llegó el recado con la firma del
bate, escuchábanse de vez en cuando las voces de "diana'' Y "general en jefe". Se aceptó la rendición y subió un grupo de
us
"toro fuera". Este clarín era el capitán Arias, que co n s Yillistas, que rodearon a los sociales y a quienes éstos entrega­
notas había estado entusiasmando a los defensores hasta JOS ron sus armas. Luego subió Villa, montando una yegua colo­
en tad a.
últimos momentos sobre la azotea del templo parroquial,
donde se escuchaban sus toques al principio muy fuer te Y s Así fue como cayeron indefensos en sus manos, los señores
. JOSé de la Luz Herrera (71 años) y sus hijos Zeferino y Melchor,
1 a que l 3
35
luego d 1smmu1
· 'dos . . . y dismmu1
· ·dos . . . a med'd
1 de 34 y 32 años respectivamente,, que fueron separados de sus
fuerzas le iban faltando... ¡a medida que se le escapaba
vida.. .1 Cornpañeros y atadas las manos a la espalda, bajados del cerro
l Uevados a la casa de Don José María Gutiérrez, que en esa
304 CELIA HERRERA 305
FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA
ocasió� puso Villa de cuartel. (El gran corralón de esta
fue abierto y el populacho pudo saquear gran cantida tasa (Ernesto García formaba parte de la Brigada Benito
d
leña que allí había.) El resto de los defensores rendidos fde Juárez en 1914, y fu� el �l�imo jefe de ella :) D�spués.
encerrado por horas en la escuela oficial de niñas número OOue de unos instantes de mmovihdad y de tenso s1lenc10, los
l hombres retiraron los rifles. Villa cogió apretadamente a:
Allí llegaron Villa y Miguel Trillo; Villa, aficionado a
deci; García por el brazo, en el que éste decía que sentía
discursos, les dirigió uno derramando abundantes lágrimas
que movimientos de la mano de Villa, como quien quiere
se enjugaba con un paliacate colorado ...
-Me han mata<lo a lo mejor de mi gente ... ¿qué haré desgarrar algo; lentamente caminaron y entraron a la
con ustedes ... ? casa de la sefiora Maclovia Ceniceros de Esparza, en donde
El jefe de los sociales enarboló el papel que conten ía Villa se hospedaba; éste ordenó a Trillo y a otro que
el estuvieran de guardia en la puerta, y él y García se
recado enviado por Villa, en el que se comprometía a respetar
sentaron en el patio. Allí empezó a hablu Villa muy
sus vidas ...
lentamente, haciendo recuerdos de tiempos pasados, pero
-Los voy a dejar libres ... pero no vuelvan a juntarse con
pronto la voz se le empezó a ahogar y el torrente de
los "changos" ... váyanse ...
lágrimas le bañaba la cara ... Decía García: "Yo me
Y fuera de la escuela esperaban casi enloquecidas de angus­ crucé de brazos en absoluto silencio y lo vi llorar d u­
tia y de ansiedad, las madres de todos aquellos luchadores que ran te muchos minutos.. .'')
dudaban mucho de volver a tener entre sus brazos a sus hijos
idolatrados ... Mientras en la escuela N9 100 se desarrollaban los sucesos­
antes relatados, aquel Domingo de Resurrección de 1919, los
(Recuérdese cuando ante Obregón, en la ciudad de Chi­ refugiados en aquel jacalito en las faldas del cerro de la Cruz
huahua Villa derramó tan abundantes lágrimas que Obre­ nos enteramos de que los sociales se habían rendido. .. Mi
gón consideró sincera aqueUa actitud; y en realidad era madre envió a una mujer a investigar si Carlos mi hermano,
que Villa pensó inconveniente para él asesinar allí a Obr e­ formaba parte de aquel grupo de prisionerol> ... pronto volvió
gón al mismo tiempo que pensó ordenarle a su gener al la enviada diciendo que Carlos no estaba, y que a tres o cuatro
Almanza que lo asesinara en su camino de regreso a de los Herrera los habían bajado atados de las manos y esta­
México.) ban presos en lugar diferente ... Aquella noticia causó a mi
A Francisco Villa, en su larga vida muchos lo vier on madre tan tremendo choq ue que parecía que hubiese perdido
llorar, cosa que sucedía siempre que las circunstancias la razón: con la mirada descompuesta, pálida como un cadá­
le impedían cometer algún asesinato. Años despu és de ver, con un temblor que le sacudía todo el cuerpo, pronun­
estos sucesos aquí narrados, cuando ya estaba amnistiado ciando palabras incoherentes, de pronto caía de hinojos, para
y vivía en Canutillo en 1921, llegó una tarde a Las luego pretender salir a las calles en busca de su hijo; no es-­
Cuevas (Villa Matamoros ); allí se encontraba el general t\Jchaba lo que las señoras allí presentes discurrían decirle,
Ernesto García, solo, de pie, recargado en los codos so bre Pues en realidad no había palabra ni razonamiento alguno
la parte trasera de un carro; Villa descendió de su auto­ que pudiera proporcionarle alivio a su tormento ... de pronto,
móvil con cuatro de sus hombres, rifle en mano, cortaro n lllirando hacia afuera por las rendijas de Ja puerta, vemos que
cartucho y apuntaron con los cañones sobre el pecho d el
.Pasa, caminando con extraordinaria lentitud, una buena mu­
general García; éste no se movió. jer "Doña Concha", así Je nombrábamos nosotros, que había­
-De todos los que me chaquetearon, usted es el único .trabajado en mi casa; de reojo miraba hacia las casitas en
que no me ha saludado ... donde se suponía que nos habríamos refugiado; pronto alguna
306 FRANCISCO \1LL \ ANTE L.\ HISTORIA 307
CELIA HERRERA
observó q ue Je hilo comp encendían un cerillo y otro, y otro. Mi madre salfa a
::: � 1ender que, efectivamc tehuela y nos decía en voz baj a.
á amos, y entonces, co n n__te,
�oz sumamente ba · a
Carlos estaba a salvo, qu dtJo :Ulf -Entren, hijos, hag an por dormir -pero ni ell a ni nosotros
e ella sabía en dónde!.'. �;: que creíamos posible.
madr� paleda que perm f p
o b r c cit11
aneda sin sentid
sus . º ºs de� su·aron que o sin as Era media noche, oíamos el estruendo de las puertas a l
J � l c lm a re nacía �n su � :: z , Ptro derribadas por el pueblo entregado al saqueo, es timulado
espmtu; qu1zas pueda de a me1llé1
a a

• cirse' a pesar de lo a ci.a dCJ las hordas villistas; bl asfemias de los que se disputaban
cunstanc1as, que de aquella . go de ¡ as c
la felicidad ... ¡e1a su hij
am argura m imta nac1 r. ,
a par1
ir mejores botines; ruidos } aullidos susutuían ahora el mo­
o...! ella no atronar de la fusilería. Con los hijos de la mujer dueña
Aquella buena mujer Do
ña Concha .. ª n la la casa, seríamos como diei niños; la expectación y el terrot
Ju lio �hoy Jesú s Ga rcía), fren a e
te al cer;/�: 1: c t uz,r_ � 11 de "bían cualquier actividad y descansába mos en s ilencio,
corralon había divisado "-·· esde su
y reconocido a vd.l los. c os, absortos nue stros pensamientos en la contemplación
des cen
- d'ia, q ue fue precisa nd o t•stc
mente e aquel espectáculo: Ja luna , como ángel ele paz, dominando
u
I
a

su bía aJ ceno por


me n_ en que i
el Jado oriente �a�ie:;o l� V lla cielo y el fragor explosh-o de la bestialidad hu mana, do•
donado el forún por presio ' º m1 c1mano aban.
n .
' que 1 e h1c1eron mis ú . ando l a tierr a . U na idea, un sentimiento, una emoción, no:;
os z�efe nn .
y Mclchor, contra la onini o inaba a mis hermanos y a mí, haciendo enmu decer nuestros
. r ón de m1. abuelo José de
quien también había rec l a L uz, ios secos y ha mbrientos: la idea de ver a nuestro abuelito
hazado la sugestión que _
Jos demás socia les de que . . les hac1a a nuestros tíos Zeferino y �1elchor, amarrados los brazos con
e]Jos no se rm d1eran ,• pe1 o m1· a1)UcJo
11
haa bía contestado que ello• . esas sogas a la espalda, apretados y amoratados, desce n ­
., suf nrIan con todos u
l suene que les ocara: - ndo por los peñascos del cerro de la C1 u z, seguidos de un
� Melchor estaba herid: �/
y el dolor Jo hab1a hecho �:�t,�r;: po de villistas a caballo, que los i nsulLaban cuando ellos
quej arse toda la noche, y J •
tenía una herida en 1a f. Zefc11110 podían defenderse, en aquellos momentos en que prisio­
icnte hecha por un pech
desprcndi6 del for tín a. con u zco que se os, reducidos a l a impotencia, insultados quizás por Villa,
, . secuenci.a de u n disp a 10, . . p oi. •11
tra1a un pari uelo aJreded e o o esperaban el dictado inexorable de la fiera . . . Así acabó
o1· de 1 a ca beza.
uel Domingo de Resurrección. . . Y sobre aquella azotehuela
templábamos nosotros p aso a paso el curso de la noche,
dormir absoluta mente nada... Con los ojos abiertos des­
EL DOMINGO EN LA uradamente, c asi sin articular palabra nos preguntábamos
NOCHE sólo con la mirada... ¿qué irá a suceder... ? Pero no nos
L1 noche del domi ngo, eu amos ni a musitar... "¿los asesinará .. .?" Y momento
an do 1 a 1una en
- .
ni-1un10 .
dumma ba maravillosame n completo ple- momento volteábamos a mirarnos, queriendo uno encontrar
te en derredor (luna de Se· el semblante del otro una contestación optimista, e impen­
mana Sama) y cuando
l 'a p az_ ª
1 trnnquilidad llen aban, mente, nuestra débil naturaleza se asía a la idea de que
quizás e n plenitud � anto Y
' !) e s pintus antes a
tormentados p<>r gún remedio habría. . . que tal vez mediante dinero saldrían
ª
l eluda Y el desconc1
. ert 0, mis · h erm ano s y yo descansáb:i' roos los con vida... y vení a a nuestra mente la noticia que tanta.,
• amentc
fmc inmóviles ' ui, · _a· s como espectros de
tatuas, sob;c la b·,uda -i ( dolientes es· rsonas nos habían dado du rante la tarde: "Que la amni'itia
ummada por la
l u z de la l una en l a había pactado porque Francisco Villa h abía enviado un
a1oteli ue que era tambié
n la azotea de l
·Tu.tado ;oues. Otros de a casa de la 1·a1nília ado firmado por él, ofrecie ndo respetar las vidas de todos
1 los allí refugi ados se com a' b socia les ..."
< entro de los rincones, od an
quen· endo dormir; para
a
iluminar Ja
FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 309
308 CELIA HERRERA
eon el deseo de darles sepult ura a los cu erpos, mi tía María
En la madru gada del l unes dejaron de
de J a plebe entregada al saqueo y el
escucharse los
. grtt0s .Galin< lo (viu da del general Maclovio), en un acto de valo1
1�ts p�ertas de las casas comerciales al
ruido prod.u d partano, salió <le su "escondite" y en compañía de Otilia
caer; Parral q�e; Por �Jguín, llegaron rápidamente � la c�asa de do,�a :\Iercc�c,
s, lenc10; tan sólo de mu y lejos se esc 6 e
<le los perros...
uchaba entonces el
1a ll
drar _franco, frente � la cárcel, con mtenc1ón de ¡�cdlfle permiso
vil la, que alh estaba, porque era casa que siempre frec:.:ueu­
�ba; al llegar las dos señora� _a la puerta, salía Fel!pe �ngeles;
espondió 5lll darle
JPÍ tía le exp1es6 su propos1to y aquél r
"PERDED TODA ESPERANZA" 111ayor importancia:
-Vaya, sepúltelos... hágalo...
Amaneció el lunes de Pascua
sol bañó de claridad n uestra ci
21 d abn·1 y cuando
el En el acto, en una "carrucha" (pequeño carro tirado por
ud�d, y e� descanso
Ya en 1 os semblantes de todos se p int ab·ª un caballo), en tres ataúdes de pino rústicos, sin pintura, con
n ue�tras almas se hizo la má
nuestros compañeros .
. . ne suma precitación f ueron conducidos a la tu mba los tres ca•
s honda tiniebla ..... m1. ma cJávcres. Cu ando regresaban del panteón las dos señoras, hom­
envió a u na mujer a que o dre
Yera "lo que se decía cerca de bres de Villa que andaban por allí cerca, o gente del pueblo,
cuartel de V-11 .
J a. .. pronto volvió con
l
a las seis de la mafiana· entre
• • la noticia: más o menos propalar on la noticia de que Villa estaba enfurecido cuando
, . la chusma vt·11·1sta y gente del se enteró de ese acto, que estaba dando gritos y echando es­
pueblo, hab1an s1�0 conducidos, con los brazos
por toda �a avemda Independencia aún ata dos, puma por la boca ... La noticia era repetida por toda la gente
J os tres senores Herrera . · · A co
hasta cerca del panteo'n que se encontraban, por lo qu e un terror que no habían sen­
r ta distancia atrás iba tido antes se apoderó luego de ellas, y años después, al narrar
montado a caballo · · · él con su - .' ' Villa•
pr opia pistola los asesinó a esto, recordaban que las fuerzas las abandonaban, al grado
�:�:arropa,_ a u ? metro de distancia, primero a los jóvenes de que no podían subir la empinada cuesta de la Estación.
l � or y Zefcnno, aJ último al
anciano padre (71 años) Momentos después de enterados nosotros de aquellos suce­
u1en ha ta el último
� � momento estuvo echándole en car�
cobardia, en alta voz Y con pala sos, mudos, azorados ante aquella realidad, permaneciendo
bras tuenes. Acto seguido siempre en nuest ro escondite, oímos ruido en casa de la familia
s u� cuerpos fueron colgados en
un mezquite. Quizás a la
m1s�a hora llegaban hasta nue , Jurado Torres; por la azotea nos ac;omamos al patio; estaba
stro "escondite" Lola mi . tía
� ?ª
est1 de negro con largo chal medio
c ubriéndole el rostr o:
allí Jer ónimo J urado, solo, dando descanso a su espírit u ,
dando pábulo a su dolor: lloraba; le hablamos; creyéndose
etras. con sus pasos lentos, iba mi
ab uelita Florencia·1 con el lolo se sorprendió; volvió hacia nosotros su rostro enrojecido,
semblante descompuesto y la ans
iedad en la mirada· Lola Je quemado por el sol de aquello'> tres clías ele refriega:
preguntó a mi mamá:
-¿Qué sabe usted de Carlos, dón
de está? -Chato murió, mam,í a1'111 no lo sahc ... -nos dijo.
-En cas�_de Don Refu gio Reyna
-se le contestó. Transcurrió el día, el paroxismo de nuestra angustia en•
Luego d110, precipitadamente: ltludeció n uestros labios y secó nuesuos ojos; no anicuUbamos
-¿Q ué haremos, Arcadita... ? ¿Ha }a una palabra, ni formulábamos una pregunta más. . ni u11
brá que conseguir di•
ner o ...?
Comentario ... ni una oración ... En la meme, conlu11tli<los
¡Ay, era quizás el mismo momento en lodos los ru idos escuchados la noche a 11terior, tocios lo, wq uc�
que los t res caían
asesinados!.. . �e clarín, todas las voces, los gritos que con perfecta clandad
* * •
FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 311
310 CELIA
IU:ROES ANóNIMOS
HERRERA
habíamos escuchado en n uestro escon
dite' al pie del cerr
1a Cruz, y mezclada entre aquella o
que nos ha bía tra ído l a noticia espan
confusión de sonidos ª
1 "<ie Me es imposible mencionar todos los actos de heroísmo de
tosa . .. ºt Jos traicionados defensores: al v aliente Jo� Mari� J urado
-Sí... asesinados. .. asesina dos los
cuerpos pendiendo de un árbol. . .
tres... allá están s"- (Chato Jur a do), batiéndose en retirada y muriendo sm des�a-
..., ar en el momento en que los bandoleros que lo segu1a n
Era verdad ... sí... ¡ Er a verda d ... �ontados a caballos, ondeaban la reata par a laz arlo... �Al
. 1 Villa con su pro .
P 1stola · · · no ha bía mediado form Pta Chato J ur ado, su ma dre, al momento de empezar el combat�,
ulismo de f usilamien
él · • • él • . • v·11 to
i a lo h abía hecho personalmente.
. . ¡Era ;�; le habí a insinuado qu e se pusiera a salvo, puesto q�e tema
dad• • .1 ¡Era verdad. ..! Pa saron la
· s horas' nuestra .·
ang UStia
allí su caballo; pero esto tue p ara él una ofensa, y d110:
creci'a , por mtervalos nos vencí a el -¡Quién supone que pueda yo dejar a mis compa ñeros ...1
cansancio y dormitáb
c uando llega ba la noche, pero pro A óscar Chávez Montes, muerto de b ala certera en pleno
_ nto despertábamos co:rn��
mm�o esp anto, y los mismos r uido combate; a Inocente Vélez; herido en los brazos, pero feliz,
s q ue repetía la men
la mis�a voz, y los toques de clar te
ín mezclados en la mis�! porque ya creía en el triunfo con la o�ensiva del sábado en l a
confusión. Y n uestra �esolación, n u tarde; a José Dolores Hernández, hendo en el cu ello; al ca­
_ estro abandono. .. tan sólo
nos acompanab a la mirada llena de tristez a de mi pitán Arias, que tomó la causa de los civiles y murió peleando
más q ue nosotros, comprendía el peli madre'que
. gro de m uerte que no� corno un león; a Don R amón García, a Don Sixto Macia s,
ased1aba... m uertos también; a José de la Luz Reyes, de quien dijeron
Y e� los dí as que siguieron nos los militares que era v aliente ha sta la temerid ad; al profesor
llegaban las noticias de
J�s asesmatos que se seg uía n com
etiendo: Pascual Galo, ita­ José M aría Sánchez Celis, herido en las piernas y atravesa do
liano, comerci nte r adicado n Par
� ral hacía poco tiempo, en el pecho, que rodándose por el cerro pudo llegar hast a cer.::a

donde se hab a g an ado la sun
� patfa de qu ienes lo trataban, de una casita, a donde lo llevó en br azos un hombre muy po•
hombre trabaj ador, de hogar, dedic
ado de lleno a su familia;
pular en Parral, conocido por "Gurbias"; a Don Jesús Aizpur_u
fue sacado de su casa, e la calle
del Licenciado Verda d, gol­ Salas, herido de un br azo. .. y tantos .. . y t antos que sena
?
peado brutalmente y obligado a cam imposible en umerar.
inar, con la sog a al cuello,
que �ostenía en sus manos el verd
ugo mont ado a caballo. Así
lo vieron p asar infinidad de per
son as por toda la calle de
�ercaderes, la Plaza Principal, l a avenida Ind
ependencia , su­ DESESPERANZA
biendo la garit a hasta el panteón.
Don Ignacio Loy a, anciano de mu
y avanzada edad fue El aspecto de la pequeña, heroica y mártir ciudad de Hi­
s acado de su casa , asesinado y sepu dal go del Pa rral, en los días subsecuentes er� espanto�o,
ltado a flor de tierra �n el
panteón de Panal; sus hijos tuv tétrico: las puert as de todos sus a lmacenes comerciales colRn11-
ieron que andar tras de las
chusmas vi� list as durante dí as,
preguntando por s u padre. do en pedazos. hecha s trizas a punt a de h ach a; l as c_all_ es llenas
� ra .este senor Loya, padre de Ign acio, u no de estiércol y de montones de papeles y desperd1c10s, como
de los je[es que
siguieron a Villa al "voltea rse" éste
en 1914. exponentes de la obra del populacho a la hora del pilla¡c Y
dcstrucciól'l; el templo pa rroquial freme a la pla n de :irn1as
aún humeante, convertidas en tizones sus puertas } aJtan;s ...
312 CEI.TA HERRERA 313
FRAISCISCO YILLA ANTt LA HISTORIA
Por las callecit as de Pa rral, angostas v, solitarias, 1urtiv •·trnente,
. . enlutadas, con el horror marcado en el rostro José �faría Gutiénez, su cuancl en eso,; días, y en h glorieta
ntt1Jc1cs
ª Plf:. ºHidalgo que est.í frente a dich a casa se detenía entonces para
suradameme cargando humildes ataí1 des en que dar sep'u 1 tur-
)latct su ejercicio acostumbraclo: a carrera abierta daba inco1�­
a 1 IllJO,· · al 1 1c1mano, al vecino ... y otra vez ... ¡una '-''d
, ,nbles vueltas a la glot icta hasta bañarse en ,;udor, ante l a n11-
mas • ..! la escen a propia y fouada al final de cad a combc1 te. e�
rada de los curio\os que lo contemplaban en silencio, miemras
el aca1 reo en los <a rros de basura de cientos de cada·
• < �� e.los o tres músico� callejeros m altoca ban sones popufare�. .
homurcs de trabajo, hombres de bien civiles' J'efcs de fam1.1;¡ ,. '
' ) de entre los observadore!> de t ales activida des surgió 1� con­
mueho� d� ellos . .. hérocs _ anónimos caídos en la lucha a quc
M:ja: "Tiene J a magia nc:gra . -decían en tono rn1stenoso •
los cmpu ¡ aba el suulm1e deber de defender el honor de sus
· . pot eso no le entran las balas... "
f am,·¡ 1as as1 ca )eron muchos... Y mientr as algunas des.
.
ventu1 ad.is víctimas de a quelJas matanza s' con a margura In · 1l·-

nita <Jaban 1>cpultur a a su, deudos, ott os Jóvenes, quizás en
.
deso 1ac-1011 . aun
. ma.yor, recorrían uno .y otro los cerros que
. FELIPE ÁNGELES
c 1· rcunda n Pa rral, bapban por cafi adas ) anovos, removían �-
to1 �1hro-. en una búsqueda angu,tiosa, p ara e·ucontrar ¡05 des­
A Felipe Angeles recurrían muchas de la s personas exLOr•
PO JOS clcl ser amado, cuyo regreso a cas a inútilmente espera-
sionadas por Villa, cre)endo erróneamente en esa ocasión que
1011 cli a tra� dta . 11i un,1 noticia que les Jlegaia por algún
_ . Angtlcs aboga rí a por tilas. t:'na de esas personas fue Don An­
dcsco11ondo mensa Jeto... nada. .. día s y noc:hes de espera...
tonio Sha ar quien se acercó a hablar con Angeles est ando ésre
horas muy lent a s de amargura indcfrnible. tal lue cJ caso �atado en una de l as bancas de la plaz a de armas; pero
en el hoga r ele <lon Ramón García, cuyo hijo, el entonces
_ éste ni siquiera se dignó conte�tarle; también Doña María
adolc,c c11Lc Rogclto, después ele una semana de buscar a su
loya de ArmendáriL le pidió ayuda; pero éste solamente le
p adre t:montr6 uno \ despojos hum anos ) cort ando un pedazo
, dio un recado clit igido .1 \'illa )' ,;e excuse> de a tenderla per­
del ll;qc ,e lo llevo a su mad1c, quien lo identiticó inmedi;i­ sonalmente porque, dijo, en ese momento estaba con mucha
t,u11c11tc ..
prisa ya que al frente de unos hombres salía a la estación del
. • - Y e11 aquel escenario de muerte y desesperanza... ferrocarril a proceder al lev antamiento de la vía férrea En
sob, e :t(J ucl mar de dolor. . . el "general victouoso"... el
� ocasión los 80 o 90 kilómetros de yfa de Parral a Jiménez
'"General en Jefe", tarde tr a s ta1 de se encaram ab a en el kiosko fueron levantados, utiliz ando una máquina <le ferrocarril )
de la plét1.i p• inc,pa l p a ra ejercita r su a lición a decir discursos
los durmientes fueron amontonados a los lados e incendiados,
en los que ·•exhort aba al pueblo a l a unión de todos Jos mexí•
solamente quedó el tenaplén; también el gr an timco en la
ca uos y sol icJtab a donativos p ara la s escuela s .. ." Lo escu·
estarión de Parr al fue echa do abajo por el grupo de Angeles
ch.iba un pequeño grupo de curiosos siempre que entraba a
Y de�truido. Er a el fenoc-an1I la únic a comuuicación en aque­
Panal; pero en e,e mes ele abril ele 1919 ... en esa Seman a de: l los años entre Parral , Jiménez, la única �ali<la que tení a
Pa,cua de Re-.uncrc:ión. . . lo escuchaba también Felipe ,w· Panal hacia el l\one, por lo que en esa ora siün Pan a l quedó
geles, de pie, a poyado i,obre una banca de Ja plaza. . . Tcrmi· incomunicado por muy largo tiempo y sus desolados moradores
nando �u orat �•i �. 1odcado <le su más fieles guarcl a espaJda�.
Y escaseces hasla de lo más indispens able.
dc�<end1a el tnmmal del kiosko y a pie, rengueando, con el
1 engueo que Je produjo siempre la única herida que recibió Felipe Angeles se incorporó a Villa desde 1914 y con él
_ estu�o cuando la División del Norte, traicionando al Consti•
en su larga ,. ,da de bandolerismo, se dirigía a J a cnsa de 0011
tucionalismo, av anzó hacia el Su1. Estuvo Ángeles en las bat a-
FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 315
314 CELIA HERRERA

llas del Bajío y fue después de las derrotas de Trini dad


León, cuando se tue a los Estados Unidos' en donde duranteY
MEUTóN LOSOYA
su larga permanencia estuvo siempre en contacto con tO(f
Un grupo f>rmado más o menos por veintiónco civiles, de
los elementos contrarios a la Revolución, con todos los "ismo��
Jos que peleab n en el cerro de la Cruz, no hizo confianza
derrotados, a los que por fin reunió formando la "Alianz L"
de la promesa e e Villa de dejarlos con vida si se rendían y, de
beral Mexicana", la cual con fecha 9 de septiembre de �9!�·
entregó un largo memorándumo a la Casa Blanca en el ue acuerdo con lm jefes, decidieron huir, habiéndoseles entregado
expone todo su ideario contrario al Constitucionalismo d_ las mejores arn as y los pocos cartuchos que quedaban; brin­
caron el fortín y emprendieron la huida rumbo a la mina La
conociendo la Constitución de 1917 y presentando al 'señ:�:
Palmilla; entre ellos iban: l\Ielitón Losoya, José María Gu­
Carranza como a un ser inepto, hipócrita y traidor.
tiérrez, Leodega ·io Losoya, José María Jurado Torres (El Cha­
Este memorándum I<;> suscribieron: por la Liberación del
_ to Jurado, que allí encontró la muerte, lo que con dolor
S�r, a nombre de Emilrano Zapata (ya muerto éste), el jete contemplaron st., compañeros sin poder siquiera detenerse a
Gildardo Magaña U- Amezcua, apoderado). Por el Estado Libre recoger su cad,ív �r ... ) y otros cuyos nombres se escapan a la
Y Sobe�a�o de Oaxaca, Guille1mo Meixuero (Samuel G. Meixu e­ memoria. . . Cua ,do caía la tarde llegaron a 1a mina, casi
r�, '\iy1111am Cates, apoderado). "Constitución de 1857". El descalzos, sus vestl fos hechos jirones, pues se habían deslizado
Ejército Revolucionario, que controla la parte Nororiental de sobre montones de piedras filosas, recién cortadas, preparadas
la República, General en Jefe: Manuel Peláez, doctor Moisés
para trabajos de la U1ina, a donde bajaron porque los veladores.
López, apoderado. Comandante en je(e del Ejércilo Nacional se mostraron generosos con ellos; les proporcionaron también
Reorgaruzador, general Félix Dial; Pedro del Villar, apoderado.
alimentos durante el tiempo que permanecieron en aquel
refugio.
El 23 de octubre de 1918 Felipe Angeles dirige una carta
a J?�é María Maytorena, residente en Los Angeles, California, Melitón Losoya recibió a los dos días un recado que por
hac1endose saber la formación de la "Alianza", y el 10 de medio de su hermano Manuel, éste sí rendido entre el grupo
enero de 1919, nuevamente la escribe desde el rancho La Ma­ de sociales, le mandaba Villa, pidiéndole que se presentara
jada, participándole que ya se interna en territorio mexicano, ante él, asegµrándole respeto de su vida.. . Melitón reconsi­
con objeto de reunirse con Villa y con los representantes de deró el asunto largas horas, al cabo de las cuales se decidió
Zapata y de Félix Díaz. a salir e ir a ver qué pretendía Villa, a quien encontró en la
Se reune con Villa en Río Florido (Villa Coronado) Y casa de Don José María Gutiérrez, en la avenida Independen­
luego aparecen juntos atacando la plaza de Parral, en la Se· cia, contigua al teatro Hidalgo, casa que en esa ocasión tomó
mana Santa de 1919, de la cual se posesionan, porque el Jla· de cuartel (y de donde indudablemente tomó P"ra sí la ropa de
mado general Manuel Medinaveitia y el coronel Ríos Gó­ Don José María, porque cuando murió Villa, uno de ''sus viudas"
.
mez, Jefes gobiernistas, traicionando a los defensores civiles ocurrió con la familia Gutiérrez, solicitando un traje de los
(Defensa Social), huyeron con su caballería la noche del Sábado de Don José María, que porque Villa siempr,, había dicho
de Glo i:ia, sin dar aviso a los civiles. Medinaveitia, en su prisa que dichos trajes le quedaban perfectamente, quP. eran de sus
,
por huir, tomó otro caballo dejando en la montura del suyo rnedidas exactas ... )
una gran cantidad de monedas de oro ..., como se dice e o
Villa quiso en esa ocasión hablar con Melitón para propo­
páginas anteriores. nerle que se diera de alta con él. . . que le daba desde luego
el nombramiento de Jefe de su Estado Mayor, con el número
316 CELIA IlCRHERA
de hom �1cs qut. quisiera bajo su mando, con
_ las facultad
extr�?rdmaraas ue tamb ién quisi era, etcét era ... Melitón n�

le dJJO m que s, m. que no, y años después, platic
ando sobr,e
este detalle, decía Losoya:
-Yo estaba enton<.:cs recién casado }' nad·t• difíci
l hub•·era
s1·do que s1· le hub1.e1a dicho que no lo seguí
a por no deJ·a
a �u· f-�m,·1·1a, J1u b1era
º tl procedido a asesinar a mi mujer y ar
rrus h1J�• pues tal bestialidad sabíamos que estab EL REGRESO
a poniendo
,en práctica en las cercanías de Parral ...
Y después de tantas impresiones y sulrim1entos, el regreso
a la casa que habíamos abandonado tan precipitameote días
antes; el regreso el jueves, después de que Francisco Villa como
una bestia apocalíptica había pasado sobre Parral, destrozan­
do vidas inocentes.
Con el alma oprimida, con temor de mis propios pasos, cou
el recuerdo clavado como un puñal, temprano del día bajé
corriendo sobre las puntas de mis pies la callecita de la escuela.
En la esquina me detuve un momento para mirar hacia los.
lados cautelosamente ; todo estaba solo, imponentementc, en
silencio profundo; las puertas perfectamente cerradas , ventanali
y postigos cerrados herméticamente en las hileras de las casas.
que forman las callecitas tortuosas del barrio de la Peña Pobre�
de reojo miraba los postigos temerosa de que alguien me mi­
rase... Seguí caminando y penetré en mi casa , en donde habia
un ambiente angustioso de soledad, donde me pareda que
todos los objetos familiares y queridos lloraban en silencio
conmigo; el patio impregnado de un perfume de madreselva,
inolvidable, mezclado al olor de la pólvora (ya que la casa
está situada al pie del cerro de la Cruz), de una madreselva
que extendía su manto floreciente de plata desde la azotea�
aquel patio, lleno de hojarasca, iluminado por un sol triste.
como sol de invierno, y la gran jaula en forma de catedral P.n
donde días antes revoloteaban multitud de canario s. ahora sus.
cuerpecitos rígidos se extendían sobre el piso de la pajarera,
y sólo dos o tres pajarillos supervivientes, silenciosos, como
respetando nuestro dolor, revoloteaban aún. . . ¡como espe­
ranza .. . 1
[:·H7]
:na CELI \ 11 ERRER \
LA HlSTORlA
319
FR\SCISCO VII.LA ,\. íf.
Por la noche nos reunimos todos en la casa' hast · ·a C•arlos s mol-
. recibimos atencione
m1 hermano, po1 t11 ue dcscábam o!) b·ana rnos y era ur ge nte . la fam ilia D aranco u, de quienes
. das villi stas de­
. able,, y allí perJJ\anecimos hasta que las hor
- .
ba 1 1nos de ropa porq ue nos habiam os llenad o de p ar 1tS
11
-<�tn­
1tos del g o­
la proximidad d e las lw.rzas
blancos. ron Pa nal. al sentil que ent nc llegó "
el nombre del j e fe
Las h ord_as villistas habían !ialido rumbo a I orreón· pero ¡erno. '\ o 1ecue1 do
o es
soc iales el
. gtnera l Qniroga, pues los
pi omo ,·olv1e1on a replcga1se a Parral. A s u lle ada ' e ,arra!: nl vez f uc un a de c¡ue llegaran en su
co.mra1011 con una fracción de la gente del llama!o "co�:n_e�: d e Glo 1 i a tenían )a espc1am
l Ab an q ue l lcg;i
que con g ente ele este j ef e veí
o d

au�ilio los uenc s


a
R1os G ómcz, q ue a band onados por sus je fes se habían reunido
orita, d h·isab:m la
humaiell d e las loco
a las 61dcnes de o ficiales sumamente jóvenes. ban hasta estación M
a
e bido a
lleg ó el auxilio y ello lue d
El llamado general Manuel Mcdinaveitia, al h ui r n o ensó fl)Otoras ... pero nunca r y de ja r
no se lir�itaron � hui
más . q ue en ponerse a salvo. H ubo
en la mañan-t de ese _1 rne
p que: �Icdina veitia , Ríos Góme� zona
e di eron a ,1so a la
un pcquctio tiroteo q ue duró unos cuantos minutos, y' tue�o� pro m tidos a l os nules . sm o qu
com
sido tomado por loe; bandole·
milit.H de que· Pa rral ya había
e

c�traron e n tratos de 1 enditi ón.. que s e llevó a f egó a Parra l,


su a uxi lio y a no ll
ros. po1 lo que Qui roga con
1
nmguna_ dific ultad : todos aquello:, jóvenes fueron :;:��ª��s
t it,l (Fl general Giner, actual­
en el ml'llno ceno de la Cruz. I:ste tiroteo "nos cog1·ó" en nues- únirnmenl c ha\ta esta c:i ón �Io
de Chihuahua, formaba parte
tra p rop1· a casa, a <londe habímnos llegado el dí a
.
te 1or , y tncntc Gobcrna<lo1 del Lstado ta l
qui1ás él pueda recorda r y rela
en donde esta ha. como digo a mes ta mbién Cailos :-1 �erma- de la gent e de �lcdinavcitia ; tec e c.l q
.) En esoc; días
.' ma,01 cs detalles ele este suceso
u r o ue
no nucm . 0 comb"'t " ie· nte que m1lag1 osamente había esc · apado o cargo de la guarnición.
df'as an tes. un jefe apellidado Amarillas
se hiz
de este libi o,
lan cé la p rim era ed ición
N uestro espanto no podía ser mayor, la escuela fu e tomada r.11 l os días en que al"
n Ricardo \Iitchel, un "g ener
ot1a . \ez como cuartel, y mientras la abrían, los v1 ,·11·istas a ca- en 1939. hablé largamente co uó c n él, )'
ataqu e a Par ral en
dt· Villa, que en c!)te ú ltimo ·
o
ba 11o 11ena ban to da la calle Ojinaga, las pe zuñas de los caballo)
s ona ban e_n nuestra banqueta y nosotros en un silencio abso- me d q o :
corneta ya había tocado a
1 ,t�, quenen�o que lo!) bandidos supusieran que la casa estaba -\',\ estábamos perdi dos; mi e ría ele

, ac1 a, no articulábam os palabra• hincadas , con los bralos en r etirada, )ª no'> íbamo
s, cuando divisamos la caball
e,•uz, la p uertas y ven ta nas cen ad as c on alda bas, trancas, ) M edinavcitia que huía ... nguados co -
do r elat os d e me
Con c uanto pod íamos encontrar a• n1ano - • • De pronto empe Refiero es to, p orque he leí ...
los hechos dicen. por ej emplo
.
z.1�0s a o_tr que caí an peq ueñ as pi edras en el co rral y en el mentar i stas que sin inv estigar y.f go
Centauro Lomó a sang
"En abri l de 1919, c uand o el
ue
pau o y m1 mamá se desliz ó suponiendo que alguien ve nia en
re

. erdad que sólo toma


ba p
la pl aLa de Parral. . .'' siendo la v
laza s
nue stro a ux1·1·10; efect1vam · e me, e ra "Dofi a C.oncha " d _ o
_ jefes hada entrega de ellas,
v111 ando nuestra situación, venía a convencernos de q�::•al:.e�­ cuando la desvergüenza de los madora·
• s so brepasaba abru
do Carlos por la p uert a falsa, m edio disfrazado ella I o vigt ·
. cuando el número de bandolero fáci l, siem­
.. Par a Villa fue
lada hasta que llegara otra "·ez a casa de Don R'efug10 Reyna, mente el número de de(ensorcs.
mbres que él había dispersado
y asI lo h icnnos.
· · Cuand o l os villistas a caballo dcsalo 'aron la pre, \'Olver a r eunir a los h o
ierra, así como a lo:. que se ha-
alle, empez amos a oír en nues tra banq ue ta el rui do q�e h ada -cuando se internó solo en la s q ue siempre
a los m alvivientes
� a rrastr� �us huarachitos un niñ
o, hijo de "Doñ a Carmen" bían acogido a la amnistía y
siempre c on vol untarios
en cuya v1V1 enda habíamos estado refugiadas· Cas tsm
·
. mo ver fueron sus aliad os; contó t ambién s,
é condiciones estaban las plaza
Joslabº10s, el nm -- o nos di.o recados que lle va ba ara n�estr ,1 "espías" que le avisaban en qu
r es o no; por eso, cuando en
ayuda. Más tarde fuim os saliendo de una en una, ! re fug1arnos si t enian municiones los de [enso
Parral, anunci ó que iba a Chi-
no viembre 5 de 1916 entró a
FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA
321
320 CELIA HERRER A
os a quellos héroes que habían
sucum­
huahua a que mar a l a profesora Margarita Guerra: sa bí a d conoeido y tratado a tod us almas
ello su fervor al rogar por s
antemano que iba a entrar a Chihuahua. En Parral conoc;,.� �o en l a batalla, y por l padre Már quez de
mos perfectame nt e qu i'énes eran sus ..espí as voluntarios". profundamente sincero ; era amigo e
y con ellos se uní a en
'fP deudos de todas aquellas víctimas
mente,_ el grupo de enlutados
:timiento de dolor. . . _Diaria
n Réquiem, de Responso en Res­
DOBLAR DE CAMPANAS igos caminaba de Réquiem e
e n el Altar del Perdón;
f/ll so. . . La ceremonia era si empre
instalaba la "tu m­
S: alejaron de Parral los bandoleros y n uevamente lo.\ � metros hacia el centro de la igle sia se
ndo en el 3:1to
la b ori osos parralenses volvieron a entregarse a s us traba·O!). :.. y era consolador el momento solemne cua
J cio perfecto y un _ins­
c�tI'd'1 anos ... y nosotras, l as desoladas víctimas en aquel am. fl>'CO callaba el órgano, se had a el silen
ambos bra zo s extendidos
b1ente de dolor que a cada momento se palpaba, tris tes, hon­ t111te después, el sacerdo te de pie, con
ada en actit ud de
damente trist es., con la mente entorpecida todavía por fa 111Cia los lados, l a cabeza levemente levant
voz lentamente, cant aba en
m�zcla de multitud de ;ruidos que persistían en el cerebro, im plora ción, dejaba escuchar s u
ía :
mirábamos al cielo queriendo encontrar, quizás, allá arriba. latín palabras que nuestro oído re cog
e l mundo de l as alma s. . . silencio en todas p a rtes. . . desfalle­
"Miseréri semper, te súppl ices exorámus
cimiento, angustia.. . La ciudad en ruinas, los viejos muro!>
pro ánima fámuli tui ..."
de las igles � as ennegrecidos por el humo del incendio que
estros familiare.\
l�abía destnudo por completo las enormes, gruesas y antiquí­ Enseguida escuchábamos el nombre de nu
por encarg o de
simas puertas de madera, en l as que man os de artistas ha bían auertos, o de nuestros amigos. S i la Misa era
lo s n ombre s que
esculpido, siglos atrás , diver sos mo uvos religiosos. .. El sol llli familia las tumbas eran tre s y tres eran
ión tan sin
de aquel mes de abril, al que mirábamos, inexplicablemente, 1e ..."lezclab�n a las palabras en l atín... ¡qué emoc
J o� de la Luz.:.
con una especie de resentimiento, nos parecía desteñido, débil. 1Ual era para n osotros escuchar los nombres:
a , el in­
como el sol del invi erno ... Cua ndo en eso s días las campana� Zeferino... Melchor. . . etcétera ! La ceremonia tod
hablaba
del viejo te mplo parro quial, temprano de la mañan a, empeza­ cienso los acordes sol emnes del órgano, todo nos
ron a doblar, pres urosamente, de to dos los rumbos de Pa1Tal, del al� a, del alma de nuestro s sacrificados, y d e n ue str � pr�p ia
noso
grupos numerosos de amigos nos encamináb amos para estar alm a, que en su desconcierto encontraba allí un m1ste
pres entes en l a Misa de Réquiem, que para roga r po r el alma alivio, algo que parecía de sprenderla, a\lnque fuer� momen­
de un amigo hoy, de otro mañana. celebraba el padre Márquez, tbteamente, de su dolor, y tomaba fu erza aquel r esptro con el
de
con ornamentos negros, con suma devoción, cada mañana; lllurmullo de la oración de todos los presentes que, puestos
fodillast cont estaban fervorosame ntte : " ue Q p a r a e llos luzc a
porque era e l padre Márquez el sacerdo te que estaba dirigien­
� eterna luz... que en paz descansen... Así sea...
u

do la ceremonia del Pésame a la Virg en la noche del Viernes ,_

Santo , cuando los civiles de fensores de Parral fue ron a pedirle


el templ o para ocuparl o como fortín, porque los malh ech ores.
se aproxima ban; el padre MárqueL, el Sáb ado de Glo ria, entre EN EL ATRIO PARROQUIAL
la es pesa humare da que llenaba la iglesi a por e l incendio que
i�n de tod�s
l a semidestruyó, entró y rápidamente tomó en s us brazos la Al salir de Misa había diariamente u na rcun
111te rcamb10
bella estatua de la Virgen de la Soledad, tan quer ida de los �Ucl las amistades, un intercambio de saludos, un
arse . ¿q ué ha-
parralenses, para pone rl a a salvo . El padre Márq uez había � id eas ,;obr e pr oyectos que pudieran realiz
FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 323
322 CELIA HERRERA
íU1sos se nivelaran y pudieran terminar el año escolar debida­
<:er...? ¿Qué esperamos ya en Parral?.. . La situación ésta "
_.enLe. En la ciudad incomunicada por muchos días (pues
a seguir · der·m1·damente... si vienen otras fuerzas mil• ·a
· rn
ª.ªres i,,stal>a con que levantaran la vía a Jiménez y Parral quedaba
ya nadie les.va a confiar... ya lo vimos' los militares tra1c
. io ,¡slada) escaseaba en sumo grado el material escolar... no
naron a nucsLros defensores... ya los bandoleros se pr epara.
JJabía ni l o más necesario: tinta, lápices, gises. La comunica­
1 >an· a h uir. -
· .. nunca hub1eran tomado Parral si los m1·1 Ha
· re�
• • cación con la capital del Estado casi nula y los gobiernos es­
no tra1c1onan... ¡Ali, qué situación ...1 Tendremos que h ui. c,tales también tropezando con mil dificultades, de donde
tod as las familias... l ejos, muy l ejos. .. pero... ¿a dónde . ;
¡pdudablemente resultaba que los sueldos a los maestros se
¿con qué elementos .. . ? ¿quién nos ayuda ...? ¡Ay ... ! ¿ Q··� uc ¡etrasaran o no llegaban... y sin embargo, l as escuelas marcha•
"ª a ser de nosou·os ... ? 1,an y se llenaban los programas correctamente; cuán grande
En las calles, los c�·aicionados defensores formaban corrillos
es nuestra deuda de gratitud para aquellas maestras: Concep­
coi:�entando Jo sucedido, con l a mirada adusta, cerrando los áón i\leléndez, Narcisa Hernández, Concha Navarro, María
punos aprcLad.amente, murmuraban: Méndez, Raquel Martínez., Soledad Ornelas, Solía Me l éndez,
Pero l\�edinaveitia... canalla... ¡cobarde ...! Medina­
.� no codas normalistas, pero todas entregadas a su divina labor
,·e1tta ... ¡Miserab le ...!
con devoción profunda, como a un verdader-0 apostolado, He•
· EJ primer viernes que siguió al último combate, la calle
nando su corazón con el gozo al contemplar, al final de cursos,
de l\Icrcadc,·es se vio Jlena de gentes que iban a visitar el tem­
Jos rnnocimieutos bien cimentados en el entendimiento de sus
pl o de l a So ledad: mujeres enlutadas, familias enteras de ro•
_ discípulas.
<l11Ja � o !Jcrsonas mayores caminando desca l zas (caso único en
Con qué veneración se recuerda aquella escuela primaria
la h s�ona de P�n-a l ), y en la pequeña iglesia una infinidad
'. en la que tal vez por la aplicación del sistema pedagógico de
de <:Jnos encendidos, el humo ocultaba Jas imágenes, los fieles
Ja época resultaba que quienes de ella egresaban lo hacían con
lloraban r re1.aban viacrucis, 'en grupos rezaban oraciones Cll
conocimiento excelenLe de nuestro bello idioma; escribían con
':º 7 ª!ta, nnploraba11 � l atL-xilio divino que so l ucionara aquella
. _ una forma de letra perfectamente legible, conocían las cuatro
:.'.Luanon; cla �·1an grauas ponJtte habían quedado sus seres que- operaciones fundamenta l es de la aritmética a la perfección, y
_ _ _
1 ido� con vida... qu1za, de entre aquella mul titud, alguna
, la ortografía, con Ladas sus reglas, las aplicaban al escribir, de
orac1011 se elevaría por los desamparados... por los espír itus
donde resultaba una escritura magnífica.
<1ue en la horrenda hecatombe sintieron e l abandono de la
Je,- .- por los sin esperanza ... por las mujeres que, jóven es El espacio sideral result.cu·ía pequeño para contener mi
tnorme gratitud para aquella admirable, ejemplar escuela
auu, quedaban con sus hijos expuestas a la iniquidad hu•
primaria ...
maua ...
Todo lo anterior se hace más notable en los tiempos pre­
sentes, en la capital mexicana que de hecho ha estado siempre
bien satw·ada de cultura y en donde .. . ¡ Oh, asombro!, se en­
A Li\ ESCUELA
cuentran personas (en un porcentaje enorme), que han tenid<.1
escuelas superiores, y hasta escuelas profesionales, que dicen,
Y ap ��as mejorab�� las cir �unstancias, las escue las públicas
amor Por ejemplo:
��an �b1e1 tas y los mnos volv1an a sus c lases. Con qué
1 ccordamos todas l as egresadas de mi generación aquella es·
en vez de "completar"
cuela Y a aquellas maestras que con un gran sentido de res· "acomplet�1r"
Cll \'CZ ele "hoy"
ponsabilidac.J, allanaban todos los obstácul os para que Jos ''a hoy"
32+ CELIA HERRERA FRANCISCO VILLA A:\Tt: l.A lIISTORIA 125
"cada que voy" 111adre de pueblo en pueblo ��scando el sustento diario ...
en vez de "cada vez que voy''
"neva" ucvarncnt e aquel grupo de mnas comentábamos los sucesos
en vez de "nieva"
"a ver qué Dios di<:c" en vez de "a ver q ué dice Dios" ,eacntcs, con en tendimiento demasiad o maduro pata nuestr:i
"si Dios mediante" en vez de "Dios mediante" edad. Principiaron las clases y entramos a ellas con gran en­
"salió fueras" en vez de "safió fuera" de ... tusiasmo, quizás porque era nuestra escuela el mejor pa liatiYo
"zacate" que encontrábamos a nuestra desgracia.
en vez de "estropajo"
"babero" en vez de "mandil"
"zócalo" en vez de "plaza"
"que lo solden" en vez de "que Jo suelden" UN LENTO RENACER
"que lo Iorcen" en vez de "que lo fuercen"
"limonada de pifia"... "quesadilla de Los templos de Parral que habían incendiado los villistas
sesos··... empezaron a ser reparados; se reunieron las señoras más acti­
Al fontanero le d icen "plomero".
vas del lugar y cada domingo o rganizaban festivales para
Si planta n un árbol dicen que "lo allegarse fondos: " tómbolas", en donde rifaban preciosas obras
. siembran". Dicen tam. de costu ra hechas a mano, o bien piezas de fina porcelana, u
bién: é! desayu 1a". . en v z de "él
. � _ 1� se desayun a" (se supone otros objetos que obsequiaban las familias; eran especie de
q ue d1ran ta mbién: ;,el suic dó, él arrepin tió" ... ) Dicen· voy "remates", porque se ponía en rifa una pieza en de terminad o
a "�d ir
.• · ¡ pa (cuando deben "dar" una disc ·
· 1�" u?a d 1scu
precio, y se iba oCreciendo más y m�ís, principalmente cuando
.
S1 lloran , d icen que "chillan", etcé ulpa.)
t era. era uná labor de mano realizada por determinada señ orita de
Si leen en voz alta nadie les entiend
e, ni ellos mismo:,, la localidad, cuando su admirador o prometido era persona
porque �o le dan la entonación de acue
rdo con la puntuación de dinero, el lujo era dar por aquella obra un precio n u nca
o el senti do de lo que
leen, y si de escribir se trata, lo hace imaginado . . . Después de la (iest a eran los comentarios de
con faltas a las más rudiment arias regl n
� as de ortografía ... todo admiración por aquel desprendimiento, originado por el afee•
lo c u al, e_n el obser\'ador causa depresió
, n, porque no es ale· to h acia tal o cual joven de la sociedad. . . Presentaban taro•
gn a pos,.tin la del tuerto que se siente
rey en tierra de ciegos. bién obras de teau·o, juguetes cómicos muy bien realizados; en
• ellos solían tomar parte mis compañetas de escuela, Sabina
• • Arciniega. Chole Tinoco, que coo máscaras, pelucas, etcét era,
lograban verse de lá edad requerida. Los lunes eran días de
En 1?19 �ta nu quinto ano ; entonces se denominaba e:,­ comentarios en mi escuela, por el éxito que habían alcanzado;
c uela ynmana elemental hasta el cuar to, y quinto y sex to eran yo contemplaba aquella alegda y oía aqu ellos comentarios
llupeuo r. (La escuela secund aria fue totalmente desconocida le lices con admiración o sorpresa, pues comrastaban marca•
en _ Pan al hasta en 1942, en que el gob i erno federal i ilSlaló el damen te con la n-isteza en que yo vivía, ) Ja que había sen•
P1 imcr plantel de tal n.1tu1 ale1a.) , olvimos a reunirnos en mi tado sus reales, qu izás para siempre, en mi pob1 e casa, en donde
<:�ucla d grnpo de nirias a la, que nos uni a un com(1n senl!· la escasez de todo aumentaba día con día, y en donde la
11: iemo · ;el dolor ...! Pilar Ahíd1e1, q u e había llegado a desolación iba también en aumcnlO, ahora con la ausencia
_ también de mis dos hermanos may ores, que desp u és de Ja
1 :u 1 ·ti, t p i e, de.�de Conchos, h u;endo de la mue1 Le; Ca nncla
J t'.t ado, 'll) a .ram ilia había suhido todos los 11orrores y cuyos hecatombe se habían ido en compaiiía de mi mamá Horencia
htt 111,mllo� C.on�uclo y lic1 nahé hu 1 an en compafiía ele s11 (mi abuela paterna) ; de m1 tia Lola, en automó\ il, por rn1c1.1
.
326 CELIA HERREHA FRANCISCO VILLA ANTE LA mSTORIA 327
tiva del señor Gabriel Chávez, quien los acompaña ba h Deshilvanados, y entrecortados en mi recuerdo, apeo.is
Pan as de la Fue��e, CoahuiJa, en donde radicaba mi tí¿ 1:�
_ _ flo tan otros versos que parece decían:
Herrera, umco hijo varón que quedaba a mi abuelita. Us
Mi tío Jesús los esperó en Torreón ... Un rugido de dolo "Oh, tit;ín soberbio . .. yo te' auguro la ruina,
. es tu grande,a un opulento roble de ramas luertcs y rotundas
saltó de su pecho al encontrarse con su anciana madre aq 1 r
.
muJer cuya entereza y serenidad había asombrado mu h
, �4 p(')'O un gusano ha puesto en tus raíces la justicia de Dios ..."
veces a quienes la observaban, pero que ahora había sid o e <13
fin vencida por aquella tonura tan superior a sus tuerzpo� Pero sobre todo cuando leía. lo hacía en íonna Lan amena,
. as
ta extraordinaria, que di{ícilmente pueda ell(ontrarse en
n
�b�u'da, casi. .s �n pode1 tene ��e en pie, iba a reunirse con ei
un1co superv1v1ente de sus h1JOS varones; en su corazón enc o personas que hayan cursado escuela� supct iores Ionna ele leer
traría un apoyo para proseguir Jos días que su destino � a.an hermosa; igual era su conversación: hombres de letras, de
deparara. cicnc.ia, le prestaban toda su atención y lo trataban alablemen­
tc y con respeto. . . ¡ Qué sola estaba nuestra casa sin él, y
�n mi casa, a Ja triste za que en aquellos siete niños había ,ómo lloraba nuestra alma al meditar sobre sus últimos mo­
ocasionado durante dos �ños la total ausencia de mi papá, se
unía ahora la desapanaón <le Jos dos tíos que a toda hora mentos! ¡ Qué fijo teníamos en la mente su recuerdo ...1 S11
deJ día habían acostumbrado frecuentar mi casa, y la ausencia sa('rosanta presencia parecía quc aún estuviera entre nos­
ouos ... A cada momento, la menor circumtancia ocasionaba
des �ladora de mi papá José de la Luz, aquel abuelo ejemplar,
anciano con alma de niño, presencia respetable; aquel abuelo el comentario lleno de amargura de lo que había sucedido, y
cuyo mayor encanto era pasarse horas y horas rodeado de sus <le la realidad que estábamos viviCJ�lo; por ello, la alegría de
nietos; ¡cómo extraiíábamos el embeleso de su lectura .. l mis condiscípulas me causaba asombro, sus comentarios jub1-
lo,os me desconcertaban, me ponían pensauva y l.1-. tiestas ele
En aquel amplio sillón de dos brazos aún nos parecía verlo <¡ue ellas hablaban eran algo enteramente vedado para mi.
cuando cada tarde, descansadamente, tomando un libro precio­ poi mil motivos...
so q uc teníamos con cuentos encantadores como "El Persa
Verídico ", "Reptiles y Diamantes", principiaba su lectura para
la que ya sabía que tenía dispuesto el auditorio de sus nietos
y de muchos niiios del barrio, amiguitos de los más pequeños, INEFABLE ENCUENTRO ... ¡AMADO NERVO!
para todos tenía entretenimientos, ya con "adivinanzas", ya
con_ la recitació� de �encillos poemas o fábulas, que r epetía Un lunes fueron mis rnmpalie1as con la nov<"clad de qu<.
pac1enlemente, s1 alguien quería memorizarlos ... Aún so naba un joven m(•dico que acababa de llegar <le Méxi<o. cu la fiesta.
en nuestros oídos su voz, de claridad excepcional, cuando ha· corno núme10 inesperado había dicho uuos vc,so, de un poeta
cien<lo alarde de su buena memoria, y con una expresión en Amado Ncrvo... ("debe ser un scu<ló111mo", dq1111os).. . >'
b mirada de quien saborea algo inefable, decía pausad.unente: con encanto trataban de re< onsll uir el poema 11ue recorda­
ban, decí,t algo así c-omo. . "1:.1 cli,t que me 4u1c1as. .. lo!.
"Sobre el flanco del monte meridional ll rholes".. , etcétera, pero pot 111;i, csl uc1 'º" que hirieron
cuya cime1 a umbrfa parece que interroga el horizonte, < 011 la memoria 110 lograron re< omu uir ni una Ji ase <¡ ue la-.
ensayaba un polluelo cJ plumon de sus alas Sitt1,íiciera . . Deudidac; a ohu·11L1 cl pocma. 111d.1ga1 on el
para el vuelo débiles e inexpertas, todavía." hospedaje del m<'.·dico v1aje10. y a fl ocurric,on con gran
suene, pues uo solamente rnmiguieron lo que hmrahan, sino
330 Ct:l,I.\ HJ:HRER\
331
de ser 1� del primer lugar en su clase, porque Ja aritrné tt. . FRANCISCO VILLA ANTE LA
IUSTORIA
;a
con sus cifras de "quebrados·· y con · tocias sus reglas las etltend1· obra que llevaba bajo el brazo
de Cristo (de Renán), misma
<
a· med"d 1 a qu� Ja maestra !ªs expl '.rnba, pi estigio por su clara ,t do hacer peosa1 que t1ataba de
. al llegar a Chihuahua, querien
conecta escritura, prest1g10, en fin... porque dos afios antes,Y leyendo esta ob �a.
regenerar a Villa � se inspiraba
al llegar a Parral, a pie, desde Concho�• hu}endo de la muene sionero a Fehpe Angeles a
. una tarea que para hacerla en casa dejó la m El mismo día que llevaron pri
cumpl16 ae t o diez cañones muy largos, tal
Panal, llevaron también ocho
c�nsistcrne �º- �� carta dirigida "al PªI?á" . . �ilar escnbi� :: alcance"; dic.hos cañones no
_ : vez de los llamados de "largo
c,rrta. } _ la dmg10 a su padre como s1 aun ex1st1era (acababa de esta artillería iue la que_ cay
llevaban cerrojo. Segmamcnte
ó

s�r asesmado en Conchos) y en ella se expresó con tra�es tau cuando estos ocuparon _ la ciu dad
en poder del villismo en 1916,
tiernas, tan vehem ntes... com� que eran frases que nacían el jele carranosta Jacmto_ B.
� tle Chihuahua, evacuada. por ra
de su dolor tan , n·o.: . q uc hilo ponerse de pie a toda la rse que_ tal ar�iJlería pertenecie
. · 1 reviiio, pues no es de supone An gel es,
clase } llorando la fel1c1tamos codas, la maestra, inclusi"e.. . Fue rnexphcable que
a la Defensa Social de Balleza e
S�n embargo, no _ fu� Pilar la que con más elcct1vidad Chihuahua, después del desastr
'.

al separarse de Villa, cerca de


ataco a �:s contranas, sino la más pcquefia de las a tac mtes, pletamente los aniquilaron _la�
de San Andrés., en que com
la más ntna: Carmela Jurado, quien, c:on sus hermanitos Con­ l Diégu�z, en donde también
Iuerzas, según parece, del genera .
suelo y Bcrnabé, sufrían la órtandad desde 1916. . . Carmela resultó me�pl _acable, d�ClDlOS,
se utilizaron algunos aviones, ,
con aquella su sonrisa burlesca ) su aplomo. se abrió p�� ara en el Distrito de H1dalg�
que Felipe Angeles se intern los Est ado s Un i­
emte el grupo de "contendientes" ) le gritó a la más encar• l regresar a
solo, cuando le hubiera sido fáci
ni,ada delensora: ".
dos en donde tenia "vaia alta
-Oye, �,illate >:ª· ..
e�túpida..o vete a Chihuahua par., mbros de la Defensa Social
En una cueva lo enconLraron mie s
que te fusilen a u también, por andar defendien<lo traidores eaba Gabino Sandoval, q�ien�
de Valle de Olivos, que capitan d aru llen a
de levita . .. ncionadas piezas �
Jo hideron prisionero. Las me por
Días después tuve que acompañar a mi mamá, a hab!at pación, éstas fueron uradas r
deben haber sido su preocu eo
con Ja se1io �ita �felénde, con mou,·o de la tiesta escolar que las has ta llegar a Parral y, enfiladas a lo la�go de la
mu de
estaba pr6x1ma; y como el su< eso de · Angeles era tema obli­ llegaron � la Estac1ó�, en _don
pinada avenida Centenario, s1o ero ,
ahua. Felipe Angeles, pr� �
gado de conversación, oí la opiní<'>n de la Directora, que dijo: lueron embarcadas a Chihu ron
-El otro.. . -se refería a Villa-, nació de la inmundicia as en Parral; en tren s1gu1e
pe• maneció unas cuantas hor ele Gu err a
} en la inmundicia creció. . . Pero Angeles . .. Director del le fom16 un Consejo
hasta Chihuahua, en donde se nza lo
Colegio Militar . . . discípulo de Saint Cyr.. . ¿qué no sa be Gabriel Gavira y José Go
presidido por los generales a.
que es la lealtad la primerísima virtud de un militar . ? ando Peraldi y Silvino <?ard
Escobar, Miguel Acosta, Fern Un as. El
El mismo día en que fue aprehendido fue llevado Fe lipe Día, de León y Franco
así como por los licenciados lo5
Angeles a Parral, a quien arompaliaba el JOven Antonio Trill o, s días en el gran teatro de
consejo se reunió durante tre e
�gún pa1ece hermano de ;'\figuel, el "seoetado" de Villa y ahua, que se vio lleno de bot
Héroes de la ciudad de Chihu deb at
un mayor apellidado fncíso; éste ) Angeles cal1.1ban "hua· eresado en escuchar los �:
en bote, por el público int nto " y "su cul tur a
raches", sombrero (gorra) tejana y pantalón y d1aqucta dr. sí, "su tale
Felipe Angeles demostró, allí ndo en for ma
cactu1, todo de mu) viCJO aspecto. Bajo del furg<'.m \ng ek� le hacían, comesta
al desviar las preguntas que se re•
un cono I ato, y repartió íotografi.1s de él con una dcdic,1w1 ia nte fuera de lo que se le p
de "cátedra", puntos en terame tor
que algo deda de "su causa"; luego se puso a Icc1 la Uiswria onó � �iserables (de Víc
guntaba, por ejemplo: menci pol eón , etc é•
ba el e1érc1to de Na
Hugo), los uniformes que usa
328 C f: L J A ll l R R E R A FR \'ICISCO \'ILLA ANTE J.A IIISTORIA 329
tod� un fib ro �nteniendo muchos poemas del mismo auto -Pobrecito ... tan culto... tan fino. . ojalá que lo in­
e1 1 I bro en 1os d1as posteriores sólo andaba en nuestras ma r• dulten ...
nos
Y en grupo, a la hora del recreo y antes de entrar a clase, tod' La profesora guardaba silencio, observaba ... Cundió la
era leer }' rel�er los versos exquisitos del gran poeta, sobre �
. 1 noticia por la escuela, se centuplicaron los comentarios ...
hendas de rn1 alma la suavidad de su lectura ca1a como -¡ 1 o, no! -decíamos las más pocas-. 'o merece perdón ...
bálsamo ... No faltaban los suspiros enternecedores poi �� H aber venido a juntarse con Villa en su bandolerismo, a darle
·•
"Amada Inmóvil", con aquello de... fuerza, a traerle municiones ... él fue el culpable de Ja muerte
de todos los "sociales" en la Semana Santa ...
"Seis meses ya de muerta Y sigu ieion las discusiones entre más y más subidas de tono,
y en vano he pretendido un beso, más acaloradas.
una palabra, un hálito, un gemido �o hubo clases, llegó la hora del recreo, en el patio se
. . y a pesar de mi fe cada día evidencio form.tron grupos dando a gritos todas sus opiniones... La
que detrás de la tumba ... -señorita Meléndcz salió de la Dirección y se mezclaba lenta­
;ya no hay más que silencio ...I" mcme entre los grupos, ella no opinaba, con su habitual se­
Debe haber �stado "de m�da" la obra de Nervo, porque renidad observaba 1 escuchaba sin esforzarse en sofocar "la
acababa de monr, cosa que t iempo después entendimos, pue5 rebelión" ...; en aquel ambiente de Hidalgo del Parral de
en el Parral de aquellos años no se tenían pcrióclicos ni noti­ .aquellos días, bien comprendía la Directora que cm inevitable
cias de nada, por lo que sólo una racha de buena s�ertc nos la discusión sobre ese tópico, o sobre otro que se relacionara
deparó aquel encuentro precioso, casi en los momentos de con la situación imperante. Y llegó la hora de salir, al medio
abandonar la escuela primaria, aquel grupo de estud iantes, y día, } al regresar a las clases de la tarde ya iban con mayores
en los momentos en que nos alejábamos también de la niiiei. bríos las defensoras, ya habían oído en sus casas las alabanzas
.a Angeles, el gran artillero, el soldado extraordinario... ¡Ah ...
pero también las que lo culpábamos regresábamos con nue-
,·os bríos! ...
NOVffiMBRE 1919 -¡Ah ... 1 -decía Pilar Alvídrez, con los ojos abrillantados
por la emoción-. El gran soldado ... ¡El gran traidor! Cerca
Fue en el momento en que yo repartía los libros para IJ de todos los partidos no ha hecho más que traicionarlos, em­
clase de lectura a las 9 de la mañana del día 22 (aproximada· pezando por el señor Madero ... ¡Miserable!... ;Es la hi po­
mente), cuando una condiscípula, Adela Cá.zares, dijo en alta cresía hecha ser humano ...1 ¿Por qué apareció aquí al lado
voz: de Villa? ¿Por qué después de la Convención no se unió a
-;Ay, señorita! ¿�a sabe la noticia ...? que hicieron piisio -ésta, sino a Villa?.. . ¿Por qué se echó en contra de Don Ve-
nero al gencial Fehpe Angeles y que lo van a fusilar en nustiano, verdadero jefe del Constitucionalismo ...? ¿Por qué?
Chihuahua ... ¡Ah ... 1 Porque al lado de Villa, y seguidos de 40 mil bandid06
Un g, ito. .. un estaUido, fue la contestación de todo el creía tener asegurada la Presidencia de México ...
grupo; mac!ltra } alumn.1s se pusieron de pie .. se mezclal>aJJ Y era Pilar Alvídrez la niña que con mayor éxito discutía
los coment.trios ... el punto con las adversarias. por la energía de sus conceptos,
-¿C'.ómo? ... ¿Dónde? ... ¿Es cierto? por Ja prestancia de su persona, por su fácil palabra y el claro
-Ay, si, es cieno ... timbre de su voz; también porque la respaldaba el prestigio
EMILIANO ZAPATA
Cayó abatido a tiros en Chinameca, l\lorelos, eJ día 10 de
abril de 1919. Con la muerte de Zapata vino la pacificación
del Estado de i\Iorelos que había permanecido en estado anár­
quico desde principios de la Revolución, en noviembre de
1910, en que Emiliano Zapata se alzó en armas con el grupo
capitaneado por Pablo Torres Burgos, en cuyo grupo no fi.
guraron peones de hacienda. Estos jefes alzados abrían las
puertas de las prisiones y con reos de todos los delitos aumen­
taban aquellas hordas que entraban a poblaciones indefensas,
saqueaban, imendiaban y cometían todo género de abusos y
de inlmnias, Yiolando mujeres de tocias las condiciones y de
todas eda<les aún niñas, y cometiendo toda clase de depreda­
ciones. Con Emilíano Zapata jamás se pudo llegar a un enten­
dimiento, ni al firmarse los tratados de Ciudad Juárel logró
el propio señor l\Iadero que los alzados de Morelos depusieran
las arn1as (el scfior Madero hüo viaje a entrevistarse personal­
mente con Zapat;1), porque no eran esos insunectos hombres
de trabajo, ni menos de ideales; eran presidiarios, forajidos,
\'e1 cl.tderos bandoleros, como en el caso de uno de ellos muy
destarnclo por su ferocidad, apellidado Tepepa, que muy pronto
fue hecho prisionero y fusilado por órdenes del revolucionario
Fig ueroa.
En Jojutla, en Cuernavaca, en Cuautla, aún residen vícti­
mas de aquellas infamias que relatan todos los horrores que
presenciaron y recuerdan a Don José Carmen García a quien
E:miliano Zapata le disparó dos tiros "a boca de jarro", en la
cabeza, sin que hubiera para ello explicación ni siquiera pre­
texto alguno: todavía en agonía García,, ordenó Zapata que

[335]
332 CELIA HERRER A
, A HlSTORIA
FRANCISCO VILLA ANTE L 333
tera, contestando en forma vaga cuanto más podía. Esto e1a
. •
con obJeto de que sus gestiones ante el señor Carranza dieran
el resultado que él deseaba: el indulto. Pero no le concedieron
por ser un rreo "melitar".
:ero no fue así, se le conde�ó a la última pena, y és ta se
Jlevo a efecto a las 6 de la manana del día 26 de noviemb les dijo a sus compañeros
de 1919, en el mismo cuartel de Caballería, en donde estu:.: ya me van a fusilar.
pnswnero. Murió con entereza.
(D�spués �e la toma de Parral, en abril de 1919, Angeles Le leyeron la sentencia
_ :le la pena que alcanzó
condujo al vilhsmo a atacar Ciudad Juárez, con objeto cte
llamar la atención en Estados Unidos, capturando esta impor­ r allí en "presiencia" de todos
. con sus labios la besó ... !
ta �te pl�za frontenz3v que les daría resonancia en el poderoso
pais vecmo, pues cuando regresó a México, venia de hacer
tratos con los "petroleros" que en mil formas obstruccionaron Y así, con to1 atlas tristes se subrayan siempre los sucesos
al Constitucionalismo, porque veían venir la nueva Constitu­ de México ...
ción del país, con sus artículos relacionados a la nacionaliza­
ción del subsuelo. Antes de llegar a Ciudad Juárez, asaltaron
un tren en Villa Ahumada.)
Muchos años después, en unas inolvidables, encantadoras
vacaciones que tuve en el rancho "El Pichagüe", escuché en
las ll anuras, cantado a todo pulmón por los rancheros, con
_
el deJo tan especial de tristeza que dan ellos a todas las can­
ciones, apoyándose en una nota y luego descendiendo "una
octava" lo que simula el acompañamiento de una cuerda
musical, el corrido de Felipe Angeles, que decía algo así:

.En estación de la Mora


el capitán Sandoval
supo que Felipe Angeles
acababa de pasar ...

Angeles puso un escrito


al Congreso de la Unión
a ver si de la Alta Cámara
alcanzaba salvación.
El gobierno americano
y la viuda de Madero
pedían perdón y clemencia
para el pobre prisionero.
336 CELIA HERRERA FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 337
ados todo s
fuera arr ojad o a un p ozo. Para tomar la plaza de C uautla -Québrate a esos ... -y allí mismo f�e�on asesin
medió el c ompromis o de respeta r la vida del jefe vencido• oneros.
rn iemhros del ejército que cayer on pnsi
apellid ado Andóneg ui y, no obstante ello, el prisionero fu� fue el reahzado perso-
lo& un acto de lo s más espeluznantes
fusilado por orden de Zapata. C uautla fue totalmente sa­ iano Zapata en las personas de los tres
quead a, no únicamen te las casas de comerci o, sino to das las, nalrnen te por Emil del zapaus°:10 y
se habían separad
hermanos Bárcenas, que _ �
s, y obligán­
casas particulares, de las que sacaron todos los muebles y cuanto a quienes alcanzó el jefe, ha_ciéndolos prisionero
en ellas e ncontraron, habiendo tenido que sali r precipitada. les di o muerte a machetazos, él, per-
mente las familias en co ndiciones angusti osas a buscar refugio dolos a cavar una fosa,
50oalmente.
lejos de sus hogares. Se dio el cas o de que, para pone r a salvo
ª. las jóvenes de las infamias que con ellas cometían lo s zapa • • •
listas, algunas fueron co locadas en ataúdes y simulando cot
tej os fúnebres l ograr on p onerlas a salvo. En C uautla, d espué.. El ideal agrar io r enació con la Revolución de �� 10, sien�o
del saqueo, prendiero n fu eg o a la ciudad. De est os saq ueo s e el propio señor Madero quien estableció la Com1s1ón Nac10•
incendi os no se libraron ni los bienes de pers onas abierta­ nal Agraria, integrada por los señor es Roberto � ayol, Leopol­
mente maderistas, como sucedió en la hacienda de Tenango ... do Palacios, Manuel Marroquín Rivera, licenoado Fernando
Asalto s a tren es co mo en La Cima y Ticumán en l os que Duret, licenciado Carlos Ro bles, óscar Braniff, Manuel Araoz,
viajaban indefensos civiles, en quienes saciaro n los asaltante� Nicolás del Moral y Antonio V. Hernández. Ig ualmeo�e, ordenó
sus más h orren do s apetito s. En la Ciud ad de Méxic o, las fa el señor Madero en 1912 que una comisión de ingemeros agr ó­
milias n o eran libres ni para ir a Xochimilco, porque en este nomos se trasladara al Estado de Chihuahua, y otn al Estado
punto eran frecuentes las irntpciones de l os zapatistas (cal-zón de Sonora a estudiar la manera de efectuar el repa rto de los
blanco y h uaraches) y en donde comedan toda clase de atro­ grandes lat ifundios. En Chihuahua, la propied ad de uerras
cidades. Uno de los últimos asaltos a u·enes fue el conocido de 12 personas, sumaban 102 466 kilómetros cuadrad�, o sea
co n el nombre de "Asalto de Mu ñoz" que llevaron a etecto un poco más de las dos quintas partes de la superhc1e total
más o menos 400 zapatistas el día 14 de j ulio de 1915. El tren del Estado, de l os cuales 4 t 601 kilómetros cuadrados pe rtene­
iniciaba el tránsit o, hasta entonces intenumpido, entre Puebla cían al general Luis Terrazas y sus familiares.
y la capital y en él viajaban muchas familias felices de r egre La Reforma Agraria data de mucho uempo �trás, desde
sar a s us hogares; el tren pas ó por Apizaco co n felicidad, pero la Colonia; luego, en plena guerra de lndepen dencia en 1819,
_
un sacerdote católico de ideas liberales (Francisco Rivera Mal­
_,
al llegar al kilómetr o 132, el convoy se paró en seco y una
d:scarga cerrada de fus1lerfa cayó sobre el pasaje, pero prin dona<lo), proponía la f ormación de un Códig o ,Agrario ; años
c1palmente s obre la escolta que iba en l os primeros carr os, Io-. después el emperador Maximiliano, en su decreto del 16 de
septiembre de 1866, mandó establecer f undos legales, eJ_ ld?s Y
cuales se volcaron a uno y otro la do de la vía, por lo que I.1
organizaci ón de comunidades agrarias, y aun durante la dicta­
escolta no pudo defenderse... la coniusión fue enorme y
gr �de el n úmero de muerto s y de herido s. Entre los pasaje­ d ura porfirista, el propi o dictador propugnaba por una equi­
_ tativa distribución de la tierra. y si no lo logró fue parque
ros 1ba el sen or Amador Lozan o , Director General de Rentas en
el Dist rito Federal, c on cinco de sus hijos, eres de los cualel> en su época, como en la nuestra, y desgraciadamente es pro­
bable que en épocas venideras, la falta de � oral de las �u�o ­
resultaro n muertos. Los cabecillas zapatistas en esta matanza
tidad es inferiores nulifica todo acuerdo que uenda a benef1c1ar
e�an Emilio Márq uez y José Trinid ad . Sá.nchez, quien�s pu­
siero n en práctica el sistema p1 opio de ellos: a las clases humildes. La carta que en seguida se transcribe
CXhibe elocuentemente el ideal agrario del general Día1:
338 CEI.IA llCHHER/1. f'RAJliCISCO \ ILLA ANTE LA HISTORIA 339
"Méxiw, septiembre 10 de 1889. por estas razones, y por otras más, qu e no se ocultarán
Sr. 1,ic. Benigno F1 ías y Camac:h a su rectitud y j ustificación, le r ecomiendo de la manera
o.
Paso del Norte, Chih. más espe cial se sirva no sól o vigilar las operaci ones q ue
se hagan sobre la división y reparto de terrenos , cuyos
"Estimado amigo : tít ulos pe1 sonalrne nt e usted entregará a los inte res ad os,
"Para prevenir la consumación sin o que cuide al intervenir ofici almente en ellas , de q ue
de un abuso que >u . dichas auto ridad es políticas y municipales hayan obs er­
ra tener lugar_ en ese Estado
, c.omo ya ha s uccd 1-� die. vado con tod a escr up ulosidad las disposicion es de la cir­
otros, al aphc.;ar la
cfrcul.11 del 7\linisterio de l 0 en cular a q ue me refiero, cuya mente, repito, e s bcne lic1ar
fecha JO de diciembre de iO ome nto
· . ' diiiJ· o a usted esta ca1 a la clase desher edada de los pu eblos; en el concepto
s1e mp re en J a c.on . f rauta de c111e m . • . ta
spir ándose en de que e l Ministerio por su pa1t e enviará a los Estados,
sent1m · t os de eq .
· 1cn S U\
uidad ) justicia pro
cure en la esfc1 visitad ores ad-hoc, que con pr esencia de las r elaciones a
de s u·s atn· t, uci·ones c¡ue se c ump a
. la con ella exactament q ue me-refiero, vean a todos y cada uno de los individuos
eJecutando con lealtad y verdad e
• ero patriotismo sus p1 cuyos títul os de pro piedad se extiendan, a fin de cercio­
vcnc1011es, cuyo obJe . . .
to unt Co es beneiic:iar con s u práct" -
c
honrada a los pobres. ir.1 rarse si eslán o no en posesión d e la parte qu e les corres­
"� circula r a q ue m e refiero p onde . De usted af ectísimo amigo y servid or ..
dispone q ue se dividan
los �J•dos de los pueblos en los Porfirio Díaz."
c abezas de familia siendo
s u frn altameme benéfico para
la cl as e indígena, porque
1

les ascgu�a una pequcii a ropie J osé T\faría Morelos y Pavón, decía el 2 d e noviembre
� dad; pero repito, que u
ha sucedido qu �as autori dad de 1813:
� __ es polilicas y municipales
q ue hace� la <l1v1s10n de l os e jidos en l otes,
una relac10 . pr oduu.:n "Deben también inutilizar se todas las haciendas gran­
_ � �e Jo s individ uos supuestos, entre qmencs des, d e cuyos terr en os labo r ío s pasen de do s leguas c uando
de ben dm nbmrse, siendo ést
_ os en realidad los hac nda m ucho� porqu e el beneficio positivo d e la agricultura
d� que t1en e ­
�n predios colindantes con los ejidos y con consiste en que m uchos se dediquen con separación a
quienes, prev1arneme a l a divisió
n, se ponen de acuerdo beneficiar un corto terren o que puedan asistir con su
p ara vendérselos, recibiendo
m uchas veces dinero antici• t rabajo e industria, y no en que un s olo partic u lar tenga
pad o, cuya operación., los qu
e v erdaderame nte
quedar co mo poseedores la debían mucha extensión de tierras infr uctíferas, esclavizando a
ignoran siempre toda vci millares de gentes par a que las cultiven por fuerza en la
que n o �ben tampoco qu
_ e eJ gobierno los ' ha
propietano_ s. Este sistema inc hed10 cl ase de gaiia..a.es o esclavos. cuando pueden hace rle wmo
alificable q ue hace inefic.11 propietario s de un terreno limitado con 1:benad y bene­
!l _ I?ropósito del mismo G obi
ern o para mejorar las con·
d icioncs de los p ueblos, es ad ficio suyo y de l público ..."
emás de vaal tt asce
por ndencia,
_ q ue con<:><:ida la mente del Ministerio, las •
cio�es de incon�onnidad manifesta·
_
v�ct i �a s de semeptnte engan � disg usto por parte de J¡1s • •
o, pudieran alterar
publico, presentándose ve el ord ell
rgonzosos litigios q ue descubr i· Fu e en el Estado de Durango (no en 1\forelos), en la Revo­
r!an con meng ua de la justici lución de 1910, donde por primera vez se presentaro n gru pos
a el mal m anejo
tienen el deber de administ ra de quienes
rla cumplidamente. Asi pues, d e labradores rústicos demandando la restitución de sus tie 1Tas
:no CELIA HERRERA
FRANCISCO VTLLA ANH, LA HISTOJUA '.Hl
de las qu e habían sido despo jado s. El ento nces empleado de
la Compariía de T, anvías Eléctricos, Jesús Agu stín Cast ro, cap¡. to el respeto de la Propiedad Privada, pued_a la C,\m3 ra
taneó a esto s campesin os, con quienes estaba compr ometido a
de Diputados acometer este problema agrario , esta patte
levantar se en armas el 20 de noviembre de 1910 y march ar del problema que es una de las m_ás importantes. Y o n�
sobre la plan de Gómez Palaci o . Otros de l o s revolucionari os había pensado que fuera neces:m o llega r hasta la ex­
propiación. . . Pero si nos tard'.1mos más en abordar _el
eran 0rest es Pereyra con su s d os hijos: Gabriel y Orestes, En­
riqu e Adame G arcía, Anuro Barrera, etcétera. El ataque a pr oblema, no tendrá o tra solt1c1ón
_ que t,ta que h� J->1 º:
Gómez Palaci o fracasó, per o días después, el 3 de diciembre pu esto : la expr opiación de tierras para recons��uir l os
de 1910, hubo otro levantamiento y éste sí l ogró poner en fuga ejidos po r causa de u tilidad púb lica ... La cucsuon agra­
al administrad or de Sombreretillos, Durango , y recuperaro n ri a es de tan alta impo1 tancia, que considero deb� e�t�
estos lab riegos las tierras qu e les pertenecían y de las que por enrima de la alta justicia, por encima de esa J USt1Cia
hab1an sido despo jados, mism as que ocuparo n definitivamente de reivindicaciones ) de averiguaciones de l o que haya
al caer el gobierno podirist a. El Est ad o de Morelos vivió en
en el lond o de los despoj os cometidos c�ntra los pueblos.
completa anarquía hasta 1919, en que desapareció 7..apata, a Ya en ocasión memorable dije en esta tribuna : que hab la
qu ien en aquell os añ os se le di o el calificativo de "Atila del que tomai la tierra de donde la hubiera . . . La �econs­
Sur"; al m01ir és te, el villismo perdió a su más imp01 tante trucdón de los ejidos es indudablemente una medida de
aliado con quien siempre abrigó la espe ranza de volver a tener
utilidad pública."
contacto. Porqu e fuero n aliados que coincidieron siempre en
los mismos procedimientos, h asta el final, cuand o inin ten-um­ Vemos pues, que el Plan de San Luis, del señor �ladero,
pidamentc derrotado Villa , reu· ocedía hasta el Es tado de no fue únicamente plan polític o, c om o algunos equiv ocada­
Chihuahua iba matando a sus propios hombres (0rnelas, Del­ mente l o han hecho aparecer.
gad o, Aspiroz, para mencionar unos cuantos) y entre los muer­ El 5 de febrero de 1917 había. sido promulgada la Nu�va
tos p or Zapa ta, entre l os más conocidos: 0rozco, padre de Comtituci6n en la que <¡uedaron plasmadas. todas las asp ua­
cí o nes <le la Revolución (la Reforma agraria, par _la. que se
Pascual, a qu ien éste envió como mensa1ero ante Zapata, y , éc;te
hasta el mismo profesor Montaño, que según se sabe fue el decía que peleaba Zapata), per o la rnatanta que. dmg•�
en 'Ii� ore¡ os , y Vill a en Ch i huahua, continua
ba mte1 n11nable
principal o el verdadero formulador del Plan de Ayala, cayó 'é
'11 Podr·ía acabar
crndclisima y nadie anticipaba cóm o y qui
abatido a tiros por orden del jefe.
con aquella situación.
• Como co mccuencia de tan largo período ele terror en e1
• • Es tado de M orel os (nueve afi o<;) l� mi<;eria Y el espclnto__se
a,
adueñaro n ele toda esa región : C1t1dade,¡ romo Cue1 navac
, El 3 de d1ciem bre de 1912, basandose en el artículo 39 del Cuautla, etcétera, quedaro n a,;olaclas, ahancl o nacl a'i, en tot�I
Plan de San Luis Po tosí, del señ or Madero, 65 representantes n e lo'> p blem as
destrucción y muerte. 1- ue el up:_ti,m� u o � r

federales maderistas presentan el proyecto de Ley Agraria, que más 'iCIÍO'> que tuv o ante sí el scnor Can anu ) q u el lrnb �
_� _
1 ,\\edad de
toma en la t1 i buna el licenciado Luis Cabrera, diciendo: �
de rc o h-e1 p i medi o'> dr{1'iti c oc; SC\C � o,, dada la g
o :
aquella ,it u a< ir'>n de horr or, de 1nían11a.
"Por eso es p or Jo que yo creo que todavía en los
momenLos actuales es tiempo de que p or los medi�
Cons titucionales, p or medí os legales que ll aigan impllc 1·
342 CELIA HERRERA

¡CONOCió LA SITUACióNI

(El vate opina: Ramón López


Velarde .. . )

"El Populacho, incapaz de dis


. . c urrir sobre temas esp
su�patlza con Zapata, porque ecula(ivos,
éste representa el pillaJ·e CAE ASESINADO EN TLAXCALANTONGO EL
saciar el hambre." para
PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, DON
;El populacho es zapatista. Aquí mismo en la capital VENUSTIANO CARRANZA
1ª epubhca, cuenta el Atila con
centenares de prosél
d
(20 de mayo de 1920)
todas las barricadas, listos par · , ene
ltos
a la hora del saqueo."
"�ap�ta aparece a los ojos de Su enorme error, al querer imponer como su sustituto en
las multitudes agobiadas
1 11se
� : �1a, con el prestigio del volador de trenes que les d1;� la Presidencia a un desconocido en el país, el ingeniero Ign a­
e oca o opíparo del dinero cio Bonillas, ocasionó aquella escisión entre el ejército, en e l
y la honra ajena ... .,
cual la personalidad y simpatía hacia el general Obregón era
arrolladora. Sintiéndose perdido, el sefior Carranza disp uso
salir rumbo a Veracruz, a donde no pudo llegar porque los
jefes militares en ese trayecto también se habían adherido al
pm tido obregonistn, entonces la comitiva del seiior Carranza
cometió otro gravísimo error: internarse en la sierra de Puebla
dando por alojamiento e n la noche un jacal en el poblado
de Tlaxcalalwngo para el seiior Carranza y, ¡algo inexp lica­
ble ... ! dejar sin resguardo ninguno el lugar donde descansaba
el Prc!iidentc de la República, contando con la tropa del ge•
neral Francisrn :\Iurguía, quien permaneció leal al se ñor Ca­
rranza. l.11 tales circunstanóas fue fácil para ]os asesinos �on­
sumar su traición. Hubo otra circumt ancia: el terreno q ue
pisaba la comitiva presidencial eran nimpos petroleros, q ue
habían '>O'>Lcnido sus propias guardias durante todos los años
del movimiento a1 mado de la Revolución y cuyos dirigentes
extranjeros obstaculizaron cuanto más pudieron la promulga­
ción de la Constitución de 1917 por sus artículos sobre naciona­
lización del subsuelo; los dirigentes petroleros odiaban a Don
Venustíano, metieron la mano cuanto más pudieron en contra
de la Revolución; pagaron la prensa a lo largo de la frontera pro-
1 :\ 1:q
345
FRA;';CISCO \'lLLA ANTE LA JITSTORJA
344 CELIA HERRERA
elemento obrero, el ora­
hijando la idea de intervención del . Gobierno de \Vashin gt on de bote en bote, principalmente del
o Soto y Gama), princi­
por la menor causa en nuestro pais; proporcionaron d Iner · 0 dor obregonista (ingeniero Luis León
(1) lo que causó
)' armamento a l v1·1 hsmo en 1914 y 1915 J·ugándose con éSte pió su discurso: "Ladies and gentlemen". . .
· aplausos y risas entre el
su u'J urna carta en favor de sus propios intereses· Pero at'in sin una conmoción prolongadísima de
. a hacia el candidato de
. . .
las c1rcunstanc1as antenores, era la época en que los disp aros auditorio, porque se entendió la burl
se hablaba en su
de armas de fuego era cos_a de todos los días; de noche y de Ja imposición, de quien se ded a que más
todas sus cos­
.
día en las ciudades el pehgr? era constante, los asesinatos s hogar el inglés que el castellano y que, en fin,
das del medio de
contaban por centenares, y s1 hasta la intrincada serranía d
e tumbres ) su ideología estaban desconecta
Tlaxcalaltongo se advirtió la fuerza del obregonísmo, los ase.
e aquel momento: mexicano-revolucionario.
aquellos que cometieron
Lamentabilísima serie de errores
. �
smos del senor Carranza encontraron su oportunidad ' par
• ª· os, que se epilogaron con la
con _ su fel onÍa,_ considerarse aptos para ser admitidos en el el señor Carranza y sus allegad
respetabilísimo señor Carran­
parado que triunfaba, era el momento para ellos de entrar muerte del por todos conceptos
a de la legalidad, siendo go­
"a la carga �a"_ (tal pudo haber sido sus discernimiento). za, aquel que enarboló la bander
y que no desmayó hasta dar a
No �ra �mcamente entre el ejército en donde dominaban ,bernador de Coahuila en 1913,
nzada de su época, Constitu­
los parudar1os del ?fan_co de Celaya", también entre el pueblo su Patria la Constitución más ava
a pesar de lo entnstec1do y de lo empobrecido, después de ción fundadora del México actual.
tantos afios �e matama y de lucha; en el pueblo y en todas
. es, con la aparición de Alvaro Obregón en el
las clas �s soc1�
escenario poliuco, renació la esperanza... hasta en Hidalgo
del Pa':al: pequeña ciudad casi aislada, atormentada por tan­ OBCECACION
t?s sufrimientos, renació también la esperanza con la persona­
o de aquel triste suceso y los
lidad de O_bregón. En pequefios círculos los ciudadanos empe­ Ha pasado más de medio sigl s­
otro confin del p�ís, �emos �u
zai:on _ a opmar del cambio de poderes ... Recuerdo en la plaza que nos enteramos de él, en el osa
s diversos un a exphcac1ón vah
p1 mc1pal, cuyo lugar era entonces una especie de "Casino al cado posteriormente en relato ; hem os bu s­
les de aquellos hechos
Aire Libre··, una noche, de una banca en donde habían estado que den los testigos presencia no
decisión del Primer Jef� para
co�versando de política varios parralenses, se desprendió el cado el por qué de aquella ca­
al g�neral Obregón, smo ter
senor Abelardo Casas, parralense de talento reconocido, ) solamente negar toda ayuda ¡En
al pueblo mexicano . ..
. aq
mente insisLir en imponerle
ue­
tomando por tnbuna la propia banca, empezó a desarrollar
encia de la República a un
en alLa voz una arenga-discurso con bellas frases y cálidas llos momentos. . !, en la Presid
. El general Plutarco Elías
palabr�, en favor de la candidatura de Alvaro Obregón ... ciudadano desconocido en México
Comercio en el Gabinete del
.El candidato de� señor Carranza, ingeniero Bonillas, era total· Calles Ministro de Industria y
en diciembre de 1919, diri­
mente desc?noc1do en el país, había sido embajador en los señor' Carranza, en carta fechada
en uno de sus párrafos:
Estados Umdos y se deda que su esposa era ciudadana norte· gida a Adolfo <le la Huella, dice
americana. Lo cierto fue que la propaganda política a favor de a Don Venustiano lo
Obregón cundió rápidamente por todo el país y los mitines "El reducido círculo que rodea
rompidos que hay en el
eran concun·idísimos, principalmente por las organizaciones consutuyen los hombres más cor
arán volver al camino
obreras, que con Obregón empezaron a tener fuerza. En uno país y éstos son los que no lo dej
de tamos mitines, me parece que en un teatro de Saltillo, lleno de la honradez ... "
CELIA HERRER A
FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 347
¿Que el general Obregón era el caudillo que con su s ol·
presencia sacudía a las multitudes ... ? ¡Cierto .. 1 era el!ª de su candidato ...? ¿Quién. puede haber _olvi•
tolªr a favor aplicado al candidato
parte de su popularidad, y .. . ¿No había sido el pueblo e� dJ<lo el 1icaresco mote de flor de té ?
que acababa de ofrendar su vida en una lucha titánica , ten¡. • Ja im�osición, tomado de una canción de la época ...
ble, cruel, para conquistar el Sufragio Efectivo ...? Los obre . ¿Quién puc o haber imaginado (enton ces), qu � al correr de
ro.s y campesinos rodeaban a Obregón porque a su lado hab ían político iba a queda r desaira do, muert o?
l&JI años el pa 1orama s sola•
empezado a tener personalidad, habían empezado a tener sen. Pero en te. dos los relatos acerca de aquellos suceso
tido de sus derechos y de sus deberes ... Obregón había puesto oaente se advi •rten estallidos de viejos rencores, �nv�días mal
haber perdido sitµa-
a favor del Constitucionalismo su gran talento, su gi-an si m. disimuladas, ii conformidad, tal vez. por
paúa, su masculinidad sin límites, su propia Yida, para lograr dones privilcg adas. _ .
en una lucha tremenda el éxito más asombroso en la camp�ña El Plan de Agua Prieta {ue respaldado por casi la totah•
con nuevos
contra el villismo, cuando este bandolerismo dominaba a todo dad del ejércitc y en 2·1- o 48 horas la nación guedó
lo largo y a todo lo ancho del suelo mexicano. Mutil,1do volvi,', gobernantes; fa, ciudades, el puebl o no sufrió .
el Gran Sonorense de una serie ininterrumpida de victorias en Y el pueblo, ese pueblo que en todas sus luchas y en todas
ar
igual sucesión de combates feroces. En el Gabinete del señor 1115 uagedias, si,·mprc ha encontrado la gracia para acomod
a
Carranza desempeñó brevemente la Cartera de Guerra, a la la canción de L,oda al personaje del momento, en aquell
que renunció espontáneamente y se retiró a su Estado natal, ocasión dio el mme de "flor de té" al ingeni ero Bonill as, y con
alejándose de toda actividad política durante tres años, en los ese nombre se le rnnoció de uno a otro extremo del país por�
que no recibió emolumento alguno de la nación. Al iniciar que había una canción en boga que decía:
su viaje de retiro, el señor Carranza lo despidió, hondamemc
emocionado en la estación de los Ferrocarriles. Después \;Oh i.1 "Flor de te es una linda zagala
Alvaro Obregón democráticamente a la lucha política y sahfa que hace poco a estos valles llegó;
que contaba de antemano con el sufragio libre de l•;<: ciuda· nadie sabe de dónde ha venido
danos. Llega Obregón a la capital a tratar de tener una exp li­ ni cuál es su nombre ni dónde nació ..."
cación con el señor C.'\rranza, pero a tal grado peligra su vicia
que se ve forzado a huir de la metrópoli y disfrazado de. fe­ •
rrocarrilero, logra escapar de la muerte. * *
El señor Carran1a, el hombre de más edad y el de mayor
experiencia de todos los revolucionarios, debe haber compren·
dido que era Obregón el ciudadano en quien todos los mé1 icos
concurrían, para alcanzar, por la sacrosanta voluntad del
pueblo la Primera Magistratura. El señor Carranza, que habta
presenciado las sacudidas mortales que la patria acababa d e
padecer, debió haber evitado cualquier fricción que procltlJera
nuevas catástrofes ... ¿Por qué aquella obcecación cuando la
nación apenas convalecía de heridas tan recientes?. . ¿Quii�n.
que haya observado el ambiente polític-o de 1920, puede h ahcr
olvidado la alegría con que los ciudadanos lih1e,; esperab;ut
'
RUMO� DE RENDICIÓN
Cuando se empezó a oír que Villa pedía rendirse al Go­
Merno, varios residentes en los Estados de Olihuahua y Coahui­
i te reunieron en Torreón con Don Jesús Herrera Cano, para
farmular un escrito y enviarlo a Don Adolfo de la Huerta, en
1105 días Presidente Provisional de la República. Dicho escrito,
fue con fecha 10 de julio de 1920 y en seguida se extractan
1111 partes principales. Dice:

"Los que suscribimos, ciudadanos mexicanos origma­


rios del Estado de Chihuahua y en pleno goce de nuestros
derechos, nos dirigimos a usted para exponerle:
"Por la prensa capitalina que ha llegado a nuestras
manos, nos hemos enterado de que un señor ingeniero
de apellido Torres, desconocido para nosotros y quizás
para muchos de los habitantes del Estado de Chihuahua,
está tratando de tener, o ha tenido ya, una conferencia
con el vándalo Francisco Villa, encaminada a que éste
se rinda al Gobierno que usted dignamente preside, bajo
las condiciones que el propio Villa, al parecer, y por
conducto del aludido ingeniero Torres, propone al Go­
bierno General de la República..

"Las condiciones, según la prensa son:


"lra.-Que se le dé una propiedad rural en el Estado
de Chihuahua, para repartirla entre sus soldados, las viu­
das y los huérfanos de aquellos que han sido víctimas de
la Revolución.

[349]
350 CELIA II ERRERA
FR \:-if.lSCO \'ILLA ANTE LA HISTORIA 351
"2a.-Que se le deje ostentar su grado militar y s
e
den las garantías necesarias para dedicarse al f e le
l l l nto
de la agricultura; estas garantías serán en forma � ADOLFO DE LA HUERTA
o más hombres que estarán bajo su mando, depend�;too
e\ Al desaparecer el sefior Carranza, Presidente de la Rcpú­
del Estado o de la Secretaría de Guerra y Marin a.
bli< a, ,e nombró ptesidcntc interino al señor Adolfo de la
"3a.-Qu� se le nom?re gobernad�r provisional del ffucna, y uno ele sus p1 imeros actos fue la pacilicación total
- Es.
tado de Chihuahua, mientras se venhcan las eleccion
es. del pab, por Jo que se vio la manera de pactar la amnisúa
"4a.-Que el C. general Alvaro Obregón, exprese que• dt' Francisrn Villa.
caso de escalai la Primera Magistratura, perdonará a t · Co11 este objeto se logró una conferencia efectuada en "El
�os_ s�s enemigos, oh idando antig��s agravios y, p:. Pueblito", ¡,unto entre Jiménez y Valle de Allende, entre
ultuno. que al aceptarse estas cond1c1ones por el ��ñor el ingeniero y general Ignacio C. Enríquez y Villa. Se aceptó que
de la Huerta, en su carácter de Presidente de la Repú­ ambos acudirían con 10 hombres y la entrevista tuvo lugar el
_
blica, las hagan suyas también, bajo su firma, los generales día 2-1 de mayo de 19�0, pero llevando Villa 14 hombres en
Alvaro Obregón, Plutarco EJías Calles y Benjamín Hill. ve, <lcl número convenido que e1 a de 1O.
Dice el ingenieio Enríquez:
* • •
"Nos separamos Villa y yo de nuestros hombres y nos
retiramos un poco, sentándonos sobre un pequefio mon­
"Nosotros ignoramos, señor Presidente, quién sea ese
ingeniero Torres, que parece desconocer en lo absoluto tículo de tierra, de esos que el viento forma en aquellas
quién es Francisco Villa, sus antecedentes, su historia de regiones desérticas. Yo procuré dejar libre mi brazo iz­
crímenes, crímenes propios sólo de un bestiario amoral, quierdo para que en el caso «no dudable» de que Villa
(etcétera); ... no podemos ni siquiera imaginar que el Go­ intentase sacai- la pistola, tener yo cierta posibilidad de
bierno a su digno cargo pueda aceptar lo que el bandido «echarle el agarrón>. Le expliqué a Villa que el Gobierno
propone, pues no sería el criminal ouie!?. se rindiera al estaba dispuesto a amnistiarlo y que le darían tierras para
él y los suyos, les pagarian haberes, y, desde luego, la
Gobierno, sino el Gobierno a1 crimi�al, (etcétera)."
absoluta seguridad que tendrían ele respeto para sus
vidas."
Y años más tarde, cuando se supo que Villa iba a instalar
un banco en Parral y que ya había recibido el dinero necesario,
enviado por Adolfo de la Huerta, los hombres de trabajo no Primeramente había dado el ingeniero Enríquez a Villa la
encontraban qué camino tomar y nuevamente se dirigieron noticia de la muerte del señor Carranza, lo que le causó sor•
al Gobierno exponiendo su situación; pero como decía Jesú s presa .. .
Agustín Castro, entonces gobernador de Durango: -Si -le decía el ingeniero-: ya murió el señor Carranza ...
(En 1914, la causa que dizque tuvo Villa para lanzarse
"Nada podemos hacer, porque Villa es el niño con· sobre el país en contra del Constitucionalismo, había sido que
sentido de Adolfo de la Huerta y aquí estuvo en Duran· el señor Cananza "Jo había ofendido". Por esa ofensa, la Di­
,
go en la Oficina de Hacienda, insultando a los emplead os visión del Norte, con 40 mil hombres y todos sus generales,
porque le cobraban las contribuciones." había desconocido la autoridad de la Primera Jefatura. Se
consideraba, pues, que "el pleito" era contra el señor Ca-
FRANCISCO VILLA A'{TE LA HISTORIA 353
352 CELIA HERRERA
an daban en condiciones de miseria, deben haber hecho presión
rranza, por lo que muerto éste, se le hacía ver a Villa qu e
era so brc su jefe para que aceptara la rendición ... (Pero por el
hora de que "se contentara").
Se quedó un rato silencioso y pensativo Villa, y lueg0 .. m ornento continuó el bandolerismo).
d1Jo No fue sino hasta julio de 1920 cuando se pactó la rendi­
a .Ennquez:
f( ión de Villa, en Sabinas, Coahuila, para la que fue comisio­
-Bueno. .. Ajj... mira Enríquez ... AJ·J·... Mira
· · , me ;pdo el general Eugenio Marúnez. Se aceptó la rendición.
amnistiar é s1· me la dan de Jefe de las Operaciones Milita
en el Estado de Durango . .. Ajj .. . Mira ... Enriqucz, tú e:� Su ideal como agrarista: pidió que se le regalara la hacien-
_
tu�_Defensas Sociales y yo de Jefe de Operaciones en Durango · 43 de Canutillo, Durango; que se le entregaran 300 mil pesos
· ·
AJJ • • • 1· En�1quez
• 1 . .. asma 9-ué nos hacen .. más que se n� ( ¡de aquellos pesos!). y que se le pagara una escolta de 50
vengan encima todos ... asma... Ajj ... Enriquez ... asina ¡l¡ombres }' él se comprometía a no actuar en política en ningún
qué nos hacen... par tado.
� hiz� ver el ._Ingeniero cuánto se había prolongado aque. De Sabinas, fue Villa a San Pedro de las Colonias, en donde
lla s1tuac1ón, y dtJO Villa: muchos curiosos y reporteros de los periódicos metropolitanos
-Sí, ya sé, Mur�fa me pudo haber acabado ... pero ya sé est uvieron presentes, en la estación, a su llegada, por lo que
que me he convertido en la "gallina de los huevos de oro" Jprovcchando el momento, Villa les dirigió la palabra exci­
para todos. "f"1doJos a la unión para salvar a la patria.
Largo rato estuvo insistiendo el Ingeniero sobre la propo­
. _
� �°: que él llevaba, pero no habiendo convenido Villa, sino
1c1 Su primer paso, estando en San Pedro: dirigió al señor
ms1st1do en sus propias proposiciones, no hubo más remedio Jesús Herrera Cano, el mensaje que a continuación se transcribe:
que retirarse, prometiendo el Ingeniero pasar tales proposi­
_ . "Rept'.1blica Mexicana, Tel. Nacionales. Número 31.­
ciones al Gobierno, lo cual se hizo telegráficamente, habiendo
en el acto contestado el general Plutarco Elías Calles negati• De San Pedro, Coah.. el 10 de agosto de 1920. Recibido
vamente, en forma enérgica y terminante. en Torreón Coah. II. R. 9.20 p.. m. T. F. R R.:
Dice el ingeniero Enníquez: "Señor don Jesús Herrera Cano. A usted he conside­
rado como hombre de honor. y como yo sé tratar a cada
"Al terminar la entrevista, montamos todos nuestro,;
quien como se merece, le suplico a usted en nombre de
caballos y nos decíamos con el brazo, adiós ... adiós ..
mi patria, que sea más prudente en sus apreciaciones,
que les vaya bien. .. adiós.. . adiós... y muchos «adio­
pues .solamente la unión de todos los mexicanos salvará
ses», p�ro �adie se resolvía a voltear la espalda... Ah,
a la nación. Sea usted tan bondadoso que olvide todos
¡qué s1tuac1ones! ... la propia vida sostenida por un hilo
los rencores. Usted comprenderá que por el mucho
a cada momento ... "
pueblo que tengo de mi parte, ha sobrado quien me diga
Ya para separarse, el ingeniero Enríquez tuvo especial cui· que no omitirá ningún sacrificio ni dinero pára perju­
dado de decir en voz alta, para que lo oyesen los hombres de dicarme. Espero que sea usted tan digno que no piense
Villa: así. Espero su contestación.-Francisco Villa."
-Ya saben, muchachos; se les darán tierras y se les pagarán
Acompa1iaban a Villa cerca de mil hombres en el momento
haberes ... !leI end irse, y después de que todos ellos entregaron sus armas
(Esto causó disgusto a Villa que se manifestó en su sern· en Tepehuanes, Durango, Villa pasó a tomar posesión de la
blante), pero es de suponerse que los hombres de Villa, que ya
354 FRANCISCO VJLLA A"< l'E L.\ IIJSTOHIA 355
CELIA JIEllHERA
,,.-e, iera a prote:,tar ... 1 Desaparecie1 on peones que mandaba
hacienda de Ga11ulillo. Así fue cómo, de asesino contumaz
Jlcvar de San Juan del Río, Durango, que, según dicen. ow­
sanguinario, se translormó en señor feudal de horca y cuchiHJ
<;auutillo es su íeuclo, y allí caen, víctimas de su insac:iabJ� paha en que Je enLerraran sus tesoros, y un cuatro de otlllb1 e,
fecha en que celebraba Villa su onomástico, mandó a ascsina1 a
deseo de matar, sus propios peones.
un os pobres vendedores de sotol y alguna otra bebida cmb1 ia­
De Tepchuancs, ames de llegar a Canutillo, llegó a Parral gante que bebieron sus veones de Canutillo.
para depm,iwr su dinero (300 mil de aquellos pesos) en lugar
:.eguro. Ya amnistiado:
Fue don Quirino .Baca el depositario, -.in mediar ningún María Arreola (originaria de Rincón de Ramos, Durango),
documento de gara11tía; cm don Quirino de "los neutrales", Jl)adre de Miguel, hijo de Villa, es asesinada por VilJa personal­
hac endado acomodado de lo� que, usando a sus arrieros como Jllente, en los peñascos de Las Nieves, trente al rancho El Cristo,
mcnsajcros, informaban al villismo de la situación ele la plaza adonde la llevó en su automóvil, en el que también iba el
y de i11fi11idad de detalles, que permitían a aquellas honlas verdugo. Con objeto de que no se oye, an las <leLOnaciones en
<.'acr opbn1111amcmc, alcanzando sus objetiYOS Ja mayoría de Canutillo, ordenó echar a vuelo las campanas de la hacienda,
las veces. cumpliendo esta orden, sin comprender su objeto, el seJior Cres­
cencio Leyva Soto, que estaba en esos días empleado por Villa
fundiendo barras de plata. El cadáver de esta mujer fue metido
SU VIDA EN CANUTILLO a una cueva. Tiempo después, un arriero encontró un pedazo
de vestido de seda color azul y un choclo y llegó a Canutillo.
Entre sus peones asesinados por él en Canutillo estu• creyendo que debía dar aviso y que se procedería a hacer al­
vieron el caporal sef1or Sabino \'illalha ) u11 yerno ele este, guna investigación; al oírlo Villa, que estaba denlro de su
fusilados en el pame<'Jn el día 16 de se¡Hiembre de 1922. casa, salió furioso, maltratando a voz en cuello al arriero y
¿Hahn\ alguien. de los que rn11 Villa estaban ya amnis· ordená\_1dole se largara y no volviera a pararse por allí. El
tiados e11 Canulillo. que pueda dar una explicación , una mí· niño de esta mujer, l\Jiguel, fue entregado a otra de las mu­
11i111a ra,ún para wles hedws ...? jeres de ViJla, aJH mismo en Canutillo.
Miguel o-eció en PaITal y después parece que pasó a l\Iéxi­
Aristeo V,hquez era peón en la hacienda: fue cintar eado, co a e§tudiar aviación y también parece que mw-ió en un
y con _la espnlda sangrante. pa,c:-rlo desnudo por todo el rancho , accidente aéreo, aunque en los peri<>dicos apareció con el nom­
.11 lado del verdugo. Los m:is humildes peones, castigad os, bre de Manuel.
aw1 mentados durameme y encerrados en la rnpill;i, que sen fa
de c.irccl. por meras intrigas, o potque se perdiera cual quier A tres de las jóvenes por él ulu·ajadas las tenía en Canu­
cos.�. porque decía Villa que no quería ladronee; en su haciend3· tillo; pe,:o Luz Corral, ateniendo a su instinto de conservación
le puso a "buena distancia". . . se refugió en Cuha mientras
Manuel E.:;pana, otro de suc; peones. por no haht•i lo en· Villa vivió ...
contraclo una noche (.'ll el pucMo en l) ue le había 01dc11,1�l?,
l11c· encerrado por do, c;e111a11as en un n1a1 to y no pcrin1LI� En Hidalgo del Parral, a Villa se le veía muy a lo lejos,
Villa que su lamili,t le llc\'asc ni ali111c11Lo� ni agua; de ;illt durante los pi imeros meses de amnistiado; entraba ron muchas
!-la;ió moribumlo. precauciones; primero llegaban sus .,n-,111zadas y luego d. en
l..o<, rnballo�. mula� o \'aras que entraran a los terreno:, d e el asiento trase1 o de su automóvil Dodgc, que todo Parral CO·
Canutillo, crnn herrados con su fierro, y !a) de aquel que se nocía desde lejos, con su escolta y sus hombres de ronfian-
356 Cf"LI\ IIEKRtR\ FRANCISCO VJLL,\ ANTE: J.A JJISTORI \ 357
,a: J\liguel Trillo. Alfonso Góme1. Morentín, José Jaunie ta, -Ah, caramba ... ya verán, cuando )O sea Gobernado,, no
Cl< étet a. ,·olver,l a 1 etrasar\e .. . entren
")u escolta de "dorados", perfectamente bien trajeados, co, 1
-Ah ... <locto1, ,a trajo usted pa1rcra. pero no había ne­
sombreros vistosos, haciendo ostentación· de lujo y llenos de
fC!lidacl; aquí en la hacienda hay una mujer que a e!)o se de-
ca, LUcheras, e.le pistolas, de armas de todas clases, como que dica ... ) al fjn que la (•nre11na es mujer de muy buena sa-
había pasado a ser "el niño mimado" del presidente inten110 lud ... como yo ... yo nunca he necesitado de mat,t'i,lll0S ...
Adolfo de la Huerta, bastaba con un telegrama a "Fito" (así ,-0 nunca me enfermo ... ruando me hirieron es�a !>ic1 na me
llamaba Vi11a al Presidente ) y su boca era medida. fregaba mucho la bala. pero una vel llegué a J1m<:nc:r. y ali(
Precisamente a "Fito" le puso un telegrama pidiéndole togí a un matasanos ) le dije, ándele, sáqueme esta bala .. .
:100 mil pesos para establecer una casa de cambio ... y llegó pe10 pronto ... y el maLasanos metía las pm1,1s y la cogía ...
la 'it11na requerida, y se enteraron de ello los hombres de pcrn la fregada bala se le volvía a ir ... ándde . . pronto .. .
trabajo de Parral y. sumameme contrariados, no hadan má5 saque la bala ... no sea jijo de ... ándele ... promo_y rnmo
que fruncir el ceño; pero no sabían qué camino tomar, ni no salía, entonces yo saqué mi pistola y se la amartillé y le
hasta qué punto iban a tenet la inrrombión del hacendado grité ... ;índele, o saca la bala, o aqul se lo 11eva a usté ...
de Canutillo en sus asuntos. Cuando le decían al general y hasta que por fin salió la bala ... pero luego v,ene e� chorro
Obregón de las concesiones dadas a Villa, se sorprendía y de sangre... y ya no hay tiempo para hacer curaciones ...
decía malhumorado: porque ,cmos "quihay" vienen Jª esos changos malditos ..·
-faas son cosas de Adolfo ... .
jijos de ... )' ,·ámonos ya no hay más qué hacer ... pero m
,\demás ele armamento de todas cl.1ses, le llegaban carros rnraciones necesité .. después con hojas de maguey y ya ...
de lcrrornnil llenos de maquinaria agdcola ... al terminar
--Sí -le comentaron el doctor y la enfermera por contestar
el período presidencial del gene1 al Obregón, ya se vería en algo-. Realmente tiene usted muy buena salud ... y ¿cuántos
qué quedaban los juramentos de paz de Francisco Villa.
aiios cree usted q uc vivirá ...?
De Parral, inespe1:adamente, una tarde fueron llevados a
-Ajj ... Ajj ... yo voy a vivir 110 años, porque yo soy
Canutillo el doctor Ernesto HcrfLer y la partera señora Sole·
muy fuerte, yo me levanto muy tempr_ano, yo hago mucho
dad Pastrano de Figueroa, para atender el nacimiento de un
ejetcicio, yo me baño en agua [ría ...
hijo ele \',lla. :'\lucho� iliios después, todavía sobrecogida d�
teno1, platicaba la señora Figueroa de -su estancia en Canut•· -Pues es usted un hombre feliz -comentaron los visitan•
llo. viaje al que le fue impo.,ible negarse, porque al llegar a tes ...
su rnsa se ene onu 6 con la desagradable sorpresa de la pre scn· ("No hallábamos ni qué hablar", comentaba años después
tia de T1 illo y de oll os en el automóvil de Villa, urgiendo la enfermera, señora Figucroa.)
Mt presencia en Canutillo. -Ajj ... sí... yo soy muy fuerte ... por eso creo que mi
tata Diosito me va a dar J 10 años de vida .. yo soy muy
fuerte ... yo con la mano derecha he levantado cien mil !>C�e­
VILLA SE PI NTA A St MISMO ras humanas ... y no cuento las que he levantado rnn la 1Z·
quierda . . porque también con la izquierda sé maneja�· la
Platicaha (Jwle Pa-,tra110 que al llegar a Cam1til10 salió pistola . . cien mil seseras humanas con esta ma�� -<lcoa, Y
Villa a recibi1 los personalmente, pregunt:índoles por qué lle· abría y cerraba el puño de la mano derecha-. AJJ-_ .. Yo soy
gal,;1:1 tan larde ... rnuy fuette ... yo en tal año ... yo en tal época hice esto ...
Porque el tren !IC rctrav'> -contestaron. hice aque11o ... -y refería sus proe1a.s.
358 359
CELTA HERRERA FIU�CISCO \'ILL-\ ANTE LA TIISTORlA

Decía Chole Pastrano: Poco hablaron los reporteros, más bien se concretaron a
tse charlo porque habló de moralidad, de práuicas de agri­
u
" ...<.uando oímos aquello de las seseras humanas, n1
. ct· , cultw·a, de cómo redimir a las masas, etcétera.
e 1 �1 octor ni yo 1scurnamos ya qué comentar, ni qué
_ _ Hidalgo del Parral estaba, de hecho, y l o estaba también
actnud tomar ... a mí me cogió un temblor en el interior
de todo mi cuerpo que sentía que me sacudía toda y s e ,o<la la comarca, bajo la omnipotente voluntad de Villa, quien
aumentaba con el temor de pensar que mi nerviosismo desde el momento de amnistiarse tuvo su atención puesta en
se ma111·restara a l extenor ... con espanto esperab a la
· )os familiares supervivientes de aquella ola de crímenes del
h?r.it del pano de la enferma, porque temía que alguna villismo, dmanLe los cuatro aiios anteriores a su rendición.
d1(1culrnd se presentara y aquel monstruo, con la pistola Pr uel>a de ello es el mensaje que en el momento de amnis­
en la mano querría que nosotros la soluci9ná:ramos ... Liarse ditigió a <lon Jesús Herrera Cano. (Ver página 353.)
Ay ... Después nos pasaron a cenar, nos sirvieron «carne
seca». . . yo tenía que esforzarme por comerla, pero me
parecía que eran las «seseras humanas» las que tenía ante
ASt COMO UN MILAGRO
mí en el plato ... ¡ Qué eternamente largos fueron para
mí aqueJJos cüas en Canutillo ...! Cuando regresé a mi
casa me sentía como aletargada ... no acataba a hacer A princ1pws de 1923 (enero o febrero), estando en Canu­
nada, m entendía lo que me hablaban ... ni tenia fuerzas tillo el scilor Felipe Santiesteba11, hombre de mucha experien­
cia, observador y astuto, se dio cuenta de ciertos movimientos
para nada ... Como si acabara de salir de una enfermedad
sospechosos, y pudo aclarar que ese día salían para Torreón
con fiebre muy alta ... ni la respiración me parecía tener
los "generales" <le Villa, José García y Rosalio Jiménez, con
completa ..."
la comisión de asesinar a Don .Jesús Herrera, quien en esa
época era Administrador del Timbre en Torreón, C..oahuila.
Loo primeros años de radicar Villa en Canutillo, ocurría
Don Felipe abandonó el asunto que lo había JlevacJo a Canu­
� Parral muy a lo lejos; si el miedo era en él inseparable compa­
tillo, y r:.ípidamente llegó a Parral y avisó a los sobrinos de
uero, el temor mezclado con disgusto de los sufridos habitan­
tes de Parral no era menor, porque sentían la constante ame• tlon Jc:,ús (Cu los ) José de la Luz Herrera Enríquez), de lo
naza del señor feudal, de quien se tenia la seguridad de qu e que sucedía. Carlos acudió presurosamente al señor Gabriel
cualquier día avanzaría armado y seguido de muchos hombres, Ch;'Lvez, soc io coma11clita1 io clcl sciior Herrera , a quien le par­
lucra de Canutillo, ya que allí se fabricaban bombas con gran tic.ip6 lo que sabía. Gabriel no lo creyó y se connet6 a rcspon­
cantidad de pedacería de fierro que tenía almacenada, 'y se d_cr que no se preocupara, que aquello scrfa 'i<'1lo un;i meu­
!>abía también que en cuevas cercanas a Canutillo había alin a· t1ra ... C:u lo�. lejos de t1a11quili1arse, tek·g-raíii', a su tío
cc11ado annamemo. Con c1aridad lo había expresado el mismo U rgentemente, <licié11clolc que· 110 saliera ele su rn¡,a par;i nada y
Villa cuando hicieron viaje desde México reporteros del pe· que esperara carta explicativa. ,\! recibir Don Jesús la anuncia­
1 ic'idico El Universal, cuyo director era FéJix Palavicini, a da carta, mamlr'I a unos hombres de conliaAza que fueran a
c¡uiencs lec; dijo que su "compromiso" para estarse pad{ic o la estación tal clia y ohservara11 si bajaban del tren Lales indi­
tenninaría al dejar el poder el general Obregón. Hablaba con vi duos, de tales scrin'i ... Efcctivamemc, llegaron dichos hom­
sumo encomio de "Fito" (de la Huerta) aunque con mayo r h1c,;, ) el "general" .Jo'ié Carda se di1 igi6 a Ciudad Lcnlo,
encomio hablaba de sí mismo: l) urnngo. en donde lc11fa c:-i,a para ho,;pedarse. M:11- tarde,
-Si todos los mexicanos fueran como yo ... envíe'> Don Jesús a un hombre a que p1cg11nt:-ira en dicha casa
FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 361
360 CE LIA HERRER A
si así lo de­
en Lerdo, si allí vivía el general Garda; al llamar a la puer arones les hizo ver lo que se aproximaba y que,
ta rario allí tenía cada
a bnºó el prop10· Ga rc1a,
· a quien· e 1 enviado le preguntó �¡ él ;aban también se retiraran, o que de lo c�nt
armar se; ráp1dam ente opt��on por
venía de Canutillo, y si sabía si habría trabajo allá que él )U.
1 uno una pistola si deseaban _
o os comm�nados
d.1era conseguir. García contestó en tono golpeado y fuerte: Ja segunda proposición. .. Pronto aparec1er r_i �
nte a la Oficina del_ Trmbre,
-Si, vengo de Canutillo; pero ningún trabajo hay allá par· par Villa, en la acer a de enfre
vando y luego dieron una
usted... -y de spidió al solicitante cerrando con fuerza 1: permanecieron unos instantes obser la Alfonso
puerta. vuelta a la manzana, en donde está ubicada la escue
encami­
Enterados todos de la situación, el señor Herrera puso Rodríguez... volvieron a aparecer, y por último e s
a.. . ap�nas
pe rsonas armadas de absoluta confianza, dentro de la oiicina naron resueltamente para penetr ar en la oficin
dos grupo s de pohcias
del timbre, de la cual era administrador, y desde ese momen to estuvieron dentro cayeron sobre ellos
a quienes tenía prevenidos el señor Herrera, y los apresaron,
estuvieron vigilando. rme. sobre
Sucedió como milagro que el día destinado para cumplir desarmándolos ... La sorpresa y el disgusto fue eno
coraje
s us órdenes estuvo en Ciudad Lerdo el señor Santos Mendoza
todo para "el general" García, quien con rebeldía y
(concuño del señor Her rer a), observando los movimientos en preguntaba
la. casa en donde se hospedaba García, hasta que vio que éste -¿Por qué me detiene usted ...? Yo milito a las ór denes
s alía acompañado de dos individuos, tomando los tre s el del general Villa ...
tranvía eléctrico, carro de segunda, para dirigirse a Torreón. -Yo lo detengo a usted por órdenes de Don Jesús Herrera
Don Santos tomó el mismo tranvía, pero en carro de primera, y -le contestó el policía.
los fue observando; al llegar a Torreón, todos descendieron (Los frustrados mensajeros de Villa fueron puestos en
y lo s tres villistas se dirigieron a pie hacia la Administración prisión y allí se le s recogier on diversos papeles entre los que
del Timbre, por la avenida Morelos, en donde entraron a una estaba una "larga lista de nombr es", encabezada por Don Jesús
cantina, a donde también entró el señor Mendoza; tomaron Herrera y seguida por Jesús Salas Barraza. El señor Herrera
una copa y bromeando con el cantinero le preguntaron algo, dió inmediato aviso a Salas Barraza y éste se trasladó a Parral,
según observó don Santos, quien, cuando aquellos salieron, en donde ya Melitón Lozoya tenía organizados a sus hombres.)
dando una propina de cinco pesos le preguntó al cantinero
Los periódicos locales daban cuenta detallada del .suceso
qué habían inquirido los que acababan de salir:
en esos días; al escribir este libro sólo se tiene a la vista un
-Que dónde está la Administración del Timbr � y que dónde recorte de periódico que dice
vive Don Jesús Herre ra ... -contestó el cantinero.
Rápido abandonó la cantina don Santos, y continuó su "El general Garda, que portaba una pistola calibre
disimulada vigilancia sobr e los tres individuos, quienes rno 38 y el coronel Jiménez. que traía una pistola Mausser.
mentos después detuvieron a un bolero a quien también le "En la Inspección de Policía se les recogie ron algunos
preguntaron algo ... al bolero también interrogó el señor documentos, los cuales fuer on agregados al expediente
Mendoza, quien le <lió la misma respuesta que le había dado que se les ha formado, previa acusación del señor Herre­
el cantinero ... ra, viniendo algunos de dichos documentos firmados por
Ya muy cerca de la Adminstración del Timbre, Don Sant os Fr ancisco Villa y fechados en Canutillo."
llamó por teléfono a don Jesús, a quien enteró de tod as sus
observaciones. Don Jesús suplicó a las señorita s empleada s que
abandonaran la oficina y se retiraran a sus domicilios, y a }os
J.,\ lllSTORIA
36�
362 CELIA HE:RRERA FRANCISCO VILLA A�TE

y en las orillas de la hac


ien da asesinó a balazos a
LAS AVERIGUACIONES EN EL JUZGADO au t mó vil de ­
e aquel lo habrí a
ent e so spechand o qu
o

,u cho fer , egu ram tro poli­


se dirigió Villa al diar io me
s

"El asunto fue consigna do al Jl11 ad o ele -��ras nunciado ... Días des pués ús
del rzo de 1923), asegurando e Jesqu
Ramo Penal, donde se ha estado u a1!"-ando }tt\a mcn tano El Universal (21 de marlo y que a de más le estaba cncar•
tc ina
pata es cl arecer el asunto, estando sig ui�ndose actualmc11. Herrera preten d ía ases ías del
._ . a n o "a u h omb r ", por lo cual solicitaba gar:mt
te el proceso contra José C• Ganta y R o:nn .. - o .1·m1ene, cel s s es
.
d
1 gobierno ... i-
quiene s han negado trata , r de ase.s111tt1
. a sen. 'o, Herre, él,. J esús Herrera también se dir
aunqu e de las declaraciones de los de tenido�. se e1es)Jrenck• Ante caso tan insólito·, Don n l
e marzo de 1923,
ive rsa l, en carta de 24 d
a
Un
e
que el encarga do de comete1 tal 3(.CJº6n era el g e11c1 al gió a El
García. que dice :
n es e
. lo que fue publicado e
"Rosario Jiménez en sus dedarac1 on es dice haber .e "Con motivo del artícu carta
al íue suscitado por una
nido a cobiar . la suma $800 00 a un s•en- o1. (,a1 , ·za, cuyo , . res petable dialio, y e l cu , r ég a
. lero Francisco Villa
documento o bra en odc1 - del J tllg él do , así como una que le dirigió el bando
u ole

presen t , n
sirva insertar la
catta de Villa p ara di�1o senor, en que le orden e· 1 a usted muy atentamente se
e e

1 . , a fin d que el pú­


e 1}ª8º c orresp ondiente. Agrega Jiméne 1 q ue , ese
.ªs d mc1iag0 sm a f rm qu e lo lue aquella
mi
e
la ar que
. dejar las cosas en el lug
a

blico pueda enterarse y


o
lo iba a emplear e n la compta de se mi lla de alg· · ,t.
• od o11, mi deseos
dome indicar a u sted
rtn de ateu der sus labo1 e'i en San S lvado1 de Horta. les corresponde, permitién
s

ea encabezada e
n esta forma:
cu,a s iembra debe ría haber comenza�o e11 la prc�cutc a fin de que la noticia s
semana.
-
"Dice que hace u n ano que no ve al general Garch v
ue e Jo q�e toca a E1 1carn ación B l anco lo había c�1;�.
IÉN PIDE GARANT1AS
¿ido �ace tiemp o, habiéndole . 1 l" d u JESúS HERRERA TAMB A
PARA FRANCISCO VILL
a o
rte había venid o a co brarJ:� �¡�11�0 �:t; �;- ��t��-�
�:;� c aba_ba de rc�nir con ll, sin tener conoci-
C
arle este deseo de
mi parte ,
mien ;o <!�: a •:/.,tad con Garna. "Y no debe a u sted extrañ
año; pe10 cons ide
rando que e se criminal
al parecer extr
"Como quedara co,1 ip1·0 .>a 1 da la m o cencia ele B!a mo en su calenturie
nta imaginación
.
éste fu e puesto anuer en libe1·tad• <¡ Jctan • dosc auto de ha per dido el juicio y sido ob•
cución de que jamás ha
formal p1 ISlon · • • c.ontra J osé García J1. mc11
. CL, tiene impresa una perse eado
• } R.osauo. .. n de que se encuentra rod
.
quien es nombraion_ su s defensores a los se1i o1es lícenua• jeto; por la sencilla I azó
s d e desear se que
a fin de que encuentre
do.. Pue mc Y Frannsco L· Rod1 ígue,. qu1· e11e, d c� de lueg o e f raji os , e
ucido a 1111 ma111comio en
donde
la calma perdida, sea I ed
d
. .
d o

han procedid o a g esti onar la lt be1 tad baJ· o I i 'tilla de su'> .


d eren sos . ,. se considere más seguro gos
"N o trataré en la prcl>en te de d e fender me de los car
e el ase sino d e
mi familia , y de
Cualquiera que ha}a con� c'1.d0 v1·i la � e cerca puede ima·
ª que públicamente me hac l país
ca entera, porque todo e
ginarse cómo de be h b•·e t ei cibi�lo 1� nouna de In frustración
.ª- tantas otras de la Repúbli or ese inf ame;
• on ge mes de Canutillo,
• o · · · anos des puc s d 1Jci
de es te ases inat está manchado
c on la sangre vertida p g ió a
conocer el móvil que le
qu e po,¡eído tic co•¡ ern • ia pasac1o ho1 ,1., sm que
. • nfernal ' hab. básteme tan sólo dar a
u
sus he r-
nadie se at1 evie1 a a ha bl arl e·' que por la no che subió en l>ll ensatas declara< iones a «
hacer tan ridículas e ins
364 CELIA HEnnEnA
FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA 365
m anos el � r��a», y que no fue otro que la herida profun.
con ese criminal.
da que s �nt10 al ver frustrado
_ el plan que había frag uado
_ l a sa tis(acción de jamás haber transigido
ado por Villa ,
para quaarme la vida, pues cogidos prisioneros dos d A pt.,ar de la incoherencia de lo public
afán de congr a­
los hombres que ha �ía - enviado co ? dicho objeto, quis: puede entreverse una sola intención: el
ante que ést a sólo
hacerse p asa r com � victim a y, cual fiera herida que brama cia rse ant, la opinión públic a , no obst
o por sus in­
de ?olor y de rabia, busca ansioso a quien manchar con le presta ttención porque es bien conocid
sí pret ende hacer
su inmunda �aba, lanzando calumnias que sólo son acep­ famias, íu ica causa de su celebridad; a
al darme muerte,
t ad�s por qu1e11es como él piens an y obran. Y gozando
. creer que tl realizar sus perversos fines,
un gran número
de 1mpurudad -�ara responder de los múltiples críme­ con lo qu: dejaría en la desolación a
sagrados de
nes que comet10 y que a {m comete; y encontrándose de seres p ra quien soy apoyo, por los lazos
cía en defensa
fuera de la acción de l a justicia para responder de sus l a fa milia , pudieran suponerse que lo ha
lejos de propor­
actos, es imposible exigir que pruebe codo ese mam a rra­ propia y 1 or proteger la vida de quien
sucede todo lo
cho que ha publicado, y lo único práctico en este caso cionar alg• .n bien a los que le rode an,
rían ni mor al
sería calmar su agit ación febril ba jo los altos muros d� contrario, pues ni sus hijos bastardos sufri
que a todos in­
una casa de locos, y aún allí no serí a remoto que las ni materiah'lente su eterna ausencia , y a
sombras de sus víctima s le persiguieran a cada momento funde el p a, '>r propio de seres como él.
y entre esas aluci_naciones, sin dud a se destacaría mi per� de que no
_ "Termino, señor Director, con la esper anza
sona, de quien piensa le persigue const antemente. a llev a para el
omitirá ningu1 a de las expresiones que ést
estoy exento de
"Las garantías así proporcionadas a quien a gritos las que tanto mal ha caus ado, y como no _ _
b ndid o, q .uero dar
pide, podrían devolverle l a r azón y y a en est ado normal, caer bajo l a s armas tr aicioneras del a �
volver a Canutillo a entregarse de una m anera efectiva a de lo muc ho que podrí a decr rse; pero
a conocer parte
lo, hoy he to­
sentir todos los remordimientos de que pueda ser cap az que pareciéndome siempre inútil publicar
poco en claro
un hombre en pleno conocimiento de su vida , llena de mado esta determinación para poner un
crímenes horrendos, y esto sería más eficaz que la perse­ l as cos as.
que se sirva
cución de esos quince hombres que dice tengo pagados "Dando a usted l as gracias por la atención
e de uste d afmo.
para que le den muerte, y que sólo existen en su mente prestarme, me es satisf�ctorio suscribirm
anormal. atto. amigo y s. s.
"Es evidente que Villa no habl a ni piensa como debie­ Jesús Herrera Cano.''
ra, porque no puede concebirse que contando con una
poderosa escolta , y pudiendo disponer a la primera m· Portavoz, el periódico de La Laguna, en su número de
dicación suy a de mil hombres, entre los que con él lueron 31 de marzo de 1923, sábado, Año U, Tom0 IV, se ocupa
amnistiados, pueda imagina rse que mi sombra lo persiga. de este a sunto, y
No pas a otro tanto con quienes en realidad somos el La Opinión, de Torreón, Coahuila, del 23 de m a rzo del
punto de vist a de sus rencores, pues no obstante la segu• mismo año. Año VI, Tomo XVI, publica una enrrevist a hecha
rid a d de que quien, como yo, soy por él acechado, vivo Y a Don Jesús Herrera, que dice:
_
trabajo despreocupado y sólo sé que llegado el ca so ten·
dré que defenderme como se presente el moment o, y si "México, marzo 22. Fr ancisco Villa se acaba de dirigir
sucumbo como los míos, también me llevaré como el lo s ala prens a de esta capit al, m anifest ando que desde hace
un año y medio está siendo perseguido por su enemigo
366 CELIA HERRERA FRA'>C'ISCO \"JLLA ANT� LA llISTORJA 367
el sefío r Jesús Henera Cano, act ual AdminisLrador del un telegra­
. "En seguida el scño1 Herrera nos mostró
T1 ��bre en Torreón, de quien <lice que trata de asesinarlo. el que queda de­
_ ma, que (Opi,unos más adelante, con
pc1secuciones de
�grcga V11Ja que en la a(t ualidad está dedicándose mostraJ.o -nos e.lijo-, que Villa teme
act ual Gobierno,
padf1cameme a _ s us labores de campo, y res ulta inj usto lo mi pane desde que se amnistió con el
a tomar vengan­
que se está haaendo con él, por lo que solicita que se le
, crqendo que yo, tarde o temprano, voy
familiares, que él
den garanuas. za en su contra, por la m uerte de mis
•:conside ran do de palpitante interés periodístico el con­
_ per!)onalme11te asesinó.
L�mdo del preinserto telegrama, nos apres uramos a cntre­
página 353)
VJstar sobre el particular al señor Don Jesús Herrera Cano, ([l mencionado telegrama aparece en la
_ _ r Herre­
actual Admm1strador del Timbre en esta ciudad, habién­ Juzgo ridíc ulo -si_g uió diciendo el seño
con cinc ue.11ta
donos hecho las sig uientes declaraciones texLuales: ra- que un. hombre que cuenta
ario s cent ena­
'hombtes de escolla, y q ue vh·e entre ,
nes y que se
"Yo creo q ue Villa quiere contrarrestar el efecto res de los que militaron a s u s órde
al Gobierno,
que ha ca usado entre el público Ja noticia de que enc uentran amnistiados, pida ga rantías
que el que habla
yo aprehendí en esta ci udad a dos sujetos q ue se m,is cuando sabe perfectamente
encuentran a s�s órdenes, "! que vinieron expresa­ nunca ha imentado ni intentará nada
en s u contra.
po, porque
me�t� a esta audad a asesmarme, según opo rtunas p ues he pensado dejar las cosas al tiem
especLr os de
not1c1as que tuve por varios conductos, habiéndose­ juzgo que Villa tiene bastante con los
les rece pdo, al ser capturados por las autoridades, los que probable­
s us inocentes víctimas, que son
ntos de que
d�ume 1tos �on los cuales q uedó demostrado que mente le ca usan los atroces remordimie
V11Ja les ha b1a mandado a esta ci udad con tal ob­ ha demostrado estar poseído.
jeto, Y ahora �ch � mano del recurso de dirigirse a
la pre1:sa capILalma y a las autoridades, pidiendo "Para temlinar, el señor Herrera nos dijo que en igual
garant,as, con el fin de vindicarse ante los que aún sentido que a nosotros ha hecho aclaraciones a los co­
creen que excl usiva y pacíficamente se dedica al rresponsales de la prensa capitalina, en la cual han apa­
trabajo hon rado. recido las quejas de Villa, diciendo que se quiere atentar
No me explico de otra manera este asunto contra su vida por el señor Herre ra, agregando que lo
-agregó nuestro enLrevistado-, pues no resulta que acontece, es precis amente lo contrario, como quedó
_ tenía desde hace bastante tiempo,
creíble �ue Vill�, si plenamente comprobado con la aprehensión de sus en­
como dice, notJCtas de que yo quería perjudicarlo, viados."
h�biese permanecido caJJado, hasta que se descu­
brieron por m1 y las autoridades los planes siniestros
que se proponían lleva r a delante s us enviados, que
como ya el pt'1blico Jo s:-ihe, r ueron el general José
Gard �, d � Ci udad Lerdo, D urango, y el coronel
Rosano J1ménez, q uienes fueron declarados for:rnal­
meme pr_esos, por el delito que pretendieron come·
ter en m1 persona.
POLITICA. . . TODO POLITICA
El periódico El Universal publicaba las cartas y quejas de
Villa; pero se negó a publicar la carta de Don Jesús Herrera;
en cambio, Félix Palavicini, el Director, envió hasta Canutillo
a sus reporteros, como ya se ha dicho en páginas anteriores,
para publicar unciosamente las declaraciones de Villa; la
realidad era que Palavicini, enemigo jurado de Obregón, veía
con simpatía la ya muy próxima alianza de Villa con Adolfo
de la Huerta, para pelear en contra de Alvaro Obregón, a Ja
hora del cambio de poderes... así es en nuestro México...
0

política ... todo política, palabra fatídica que sirve en nuestra


patria para disimular todas las vilezas... por política, con
miras futuristas, Adolfo de la Huerta "amamantaba" en Ca­
nutillo al que pronto iba a ser su "caudillo" en el Norte,
seguido inmediatamente por los miles de facinerosos que con
él se habían amnistiado, y por los miles de "desheredados"
que h�cía cuatro años no recibían el beneficio de los saqueos,
máximo atractivo con que se habían sostenido sus hordas du­
rante años. .. Al estallar el delahuertismo los jinetes de Ca­
nutillo habrían caído como aluvión sobre la siguiente gene­
ración de sus víctimas; la sangre inocente de millares de
nifio s, de mujeres y de hombres indefensos, habría nuevamente
empapado las más humildes rancherías y pequefias ciuda4es
chihuahuenses... verdugos e intelectuales habrían justificado
la matanza: "enemigos de la causa ... " y nada más... Una
nueva hecatombe se avecinaba para la sufrida provincia mexi­
cana para diciembre de 1923.
En la estación de Panal, una tarde Villa había externado
el gozo que llenaba su ánimo:

[369]
370 CELIA HERRERA FRANCISCO VILLA ANTE LA ffiSTORIA 371
mexicanos fuesen como yo!... ¿Y las víctimas del anti­
q· ·
-Me siento ya volviendo a comandar 40 mil hombres
-y en Canutillo se fabricaban millares de bombas, sólo ue guo Doroteo Arango?, ¿qué sentirán cuando palpen en
el destino resolvió de otra manera aquella situación: lugar del castigo, una insolencia descarada que se atreve
En auténtica y estricta defensa personal Melitón Losoy a gritarles: lmítenme, porque yo soy la pureza y la vir­
Jesús Salas Barraza y sus hombres, cambiaron el curs o deªj tud?. .. Apenas se concibe que un delincuente, no con­
destino en la mañana del 20 de julio de ese mismo año. forme con la impunidad de que disfruta, lleve la impu
A propósito de la entrevista que obtuvo El Universal en dicia al extremo de presentarse como modelo al mismo
Canutillo, el licenciado Nemesio García Naranjo, entonce· pueblo que sumió en la abyección y en la ruina.
director del diario La Prensa, en San Antonio, Texas, escribi� "¡Y el Gobierno!... ¿Hasta cuándo pone en el hocico
el artículo que a continuación se transcribe, y del cuai el de ese orangután la mordaza que exige el decoro de la
s�ñor Jesús Herrera ma�dó a imprimir miles de copias y nación? ... ¿Hasta cuándo se va a tolerar que ese descali­
. ficado internacional vierta el descrédito e impudor sobre
cientos de ellas se las env1ó a V1lla, a Canutillo:
la Patria? Las declaraciones de Villa salen de México y
provocan por donde quiera los más sórdidos e infaman­
tes comentarios. Lo menos que un extranjero puede pen­
"Julio de 1922. sar es lo que sigue: «¿Cómo es posible que los mexicanos,
"EL COLMO DEL CINISMO no conformes con no tener amarrada y enjaulada a esa
b�stia de circo, le permitan actitudes de altruista y evan-
"El Universal tuvo la ocuuencia de enviar un reportero ,gelizador? ... ¿Qué clase de pueblo es el que tolera que
a Canutillo, con el objeto exclusivo de entrevistar a un pájaro de cuenta le dé cátedra de justicia y moralidad?
Francisco Villa,. y el connotado bandolero se dignó hace r Y luego ... ¡Cómo habla Villa de su personalidad polí­
declaraciones sobre asuntos militares y políticos, sobre el tica, del amor que le tiene al pueblo, de su fuerza, de
cultivo de la papa y el cacahuate, sobre la educación del su prestigio para llegar a donde quiera!... No lo con.tie­
pueblo y el problema agrario. El asesino de Benton habló ne su humildad, sino la palabra que le dio a Fito de h1
con orgullo de sí mismo como caudillo, como constru cto r Huerta, de no moverse mientras dure el periodo presi­
y hasta como moralista. El Universal recogió unci osa­ dencial de Obregón. ¿Y después? ... Ah, ¡después estará
mente las palabras del empedernido criminal y las publi­ listo para ir a donde sus amigos lo quieran llevarl. . . En
có con grande escándalo. He aquí la ex;hibición de do s otros términos, el bandolero anuncia con desvergüenza
colmos: en Villa, el colmo del cinismo y en el diario d e inaudita su próxima resurrección.
Palavicini, el colmo de la estulticia e imbecilidad. A "Y Villa enseña con orgullo los caballos, los rifles, las
cada instante el forajido dice sentenciosamente: así se r e· ametralladoras que le ha dado el Gobierno. Con dinero
suelve el problema de la tierra; así se obliga a las gen Les del pueblo se ha estado alimentando desde hace dos años
que sean aseadas; así se defiende la Patria. Y luego, corno a una partida de trogloditas que en plazo no muy lejano
si el t?no jactancioso que emplea para hablar de arduas van a caer como turbión maldito sobre la sociedad. La
y difíciles cuestiones no fuese suficiente para provocar hacienda de Canutillo no es el premio de una sumisión
náuseas, el bandido se presenta a la sociedad mexicana perpetua sino de una espera de cuatro años. Después de
como un apóstol inmaculado, digno de ser imitado p0r este término, el bandolero se volverá a presentar con
el pueblo. Con la mayor desfachatez exclama: ¡Si todos IOS nuevas exigencias a l� nación. ¿Tendremos para entonce�
372 CELIA IIERREI\A FMNCJSCO VILLA ANTE I \ ln$TOIUA 373
otro «Fito» de la Huerta que le regale un nuevo Canutillo responda lo que sigue: «Bandido, no entras en política
para obtener el refrendo de su tranquilidad? La sociedad porque no mereces entrar siquiera en un presidio, lo que
debe llenarse de alarma: el bandido está condensando en te corresponde es el patlbulo, que te está aguardando
Canutillo las fuerzas destructoras del futuro de México. desde hace veinticinco años ...»."
Hoy no roba, porque el Gobierno se encarga de cubrir
sus necesidades. En lugar de tenerle que decir a indivi­
duo por individuo: «La bolsa o la vida», es más fácil en­
frentarse con el Gobierno y exigirle: «Tus fondos o la MELITóN LOSOYA
revolución» ... La vida en la (su) hacienda no ha suavi­
zado sus modales ni su vocabulario. El reportero que lo La hacienda "La Cochinera", propiedad de Melitón Losoya,
«entrevistó» dice que sus ojos continúan inyectados de colinda en una parte con "El Porvenir", propiedad de Ramiro
sangre y que camina rengueando como animal herido. Reyes quien estaba invadiendo terrenos de la primera,
Habla con desprecio de todos aquell05 que no son tan por lo que había un serio disgusto entre ambos propíeLarios.
brutos como él. Dice, por ejemplo, de los militares que Reyes, queriendo intimidar a Losoya, puso el raso en conoci­
no son «Dorados» que son «soldaditos de plomo» y llama miento de Villa, quien invitó a los rijosos a que pasaran a
«políticos de petate» a los que se atreven a anunciar sus Canulillo a "hablar con él", dizque Lratando de que llegaran
próximos e inevitables estallidos. Las fotogralías de él a un entendimiento. Ya allí, les propuso que utilizaran los
son elocuentes: en ellas exhibe su mirada torva de siem­ servicios de un ingeniero para que les hiciera el "desJinde" ...
pre, y su misma jeta suelta que es un desbordamiento de Melitón contestó que él no necesitaba que Je deslindaran
impudor, osa hoy hablar de paz y de fraternidad, a las tierras que siempre había poseído y que tampoco tenía dinero
víctimas a quienes debería pedir perdón. para pagar ingenieros . .. Entonces Villa le ofreció prestarle
"Allí está el bandido, lleva en el alma el volcán presto dinero, a lo que enérgicamente se opuso MeliLón; pero sm
a. hacer erupción: Don Adolfo de la Huerta no apagó el insistencias fueron tantas y tan marcadas que acabaron por
cráter: lo dejó preparado cándidamente para próximo,; despertar la malicia de Melitt'ln. Todo lo más meloso posible se
estallidos. No liquidó las exigencias de la insurrección, expresaba Villa para lograr que Losoya aceptara su oícrta, y por
las dejó latentes con réditos acumulados para el futuro. último, lo hizo pasar a una de las habitaciones de la hacienda en
No salvó al pueblo del bandolerismo: amamantó a los donde, levantando un colchón que tenía sobre una cama de
facinerosos amorosamente, para que cayeran sobre la "mala muerte" le mostró el dinero que alJí tenía; luego, Lo­
próxima generación. No puso a Villa debajo de la socie· mando una bolsa de lona puso dentro mil pesos y se los en­
dad, sino a la sociedad debajo de Villa. Por eso el bandido tregó.. . Losoya tomó Ja bolsa y serenamente, disimulando
toma actitudes de protector, se yergue altaneramente toda sospecha, se despidió de Villa, quien salió con él hasta
sobre su impunidad y habla con desenfado de su porvenir. la puerta en el momento en que acababan de llegar los se­
ñores Alfredo Chávez Amparán y Rodrigo Chávez Máynez.
Está soberbio, crecido y listo para lanzarse de nuevo a su
a quienes también salud6 Melitbn, quienes le dijeron:
vida devastada de crímenes y tropelías. Y no se resolverá
el problema de Villa, sino cuando el Gobierno reaccione -1Ahl ... Cómo lleva dinero don Meli ...
hacia el sentido común. Que cuando él diga jactanciosa· -Sí, mucho dinero -les contestó éste y partió, pero ya con
a
�ente: «No entro en política porque así se lo prometí la decisión hecha en su mente de no regresarse a "La Cochinera"
Fito de la Huerta», haya un verdadero Gobierno que e l por el camino ordinario, sino que, haciendo un rodeo por la
374 CELIA HERRERA FRANCISCO VILLA ANTE LA IIISTORJA 375
sierra del Oso (o sierra Candela) tomó el camino para su ro,, pero marcándole el alto a la manera como lo trataba y
casa. . . En una cuesta, entre Rosario, Durango y "La Cochi, deslizando su mano rumbo a la pistola.. . La entrevista lue
nera" se quedaron esperando a Melitón los hombres que Villa breve y Melitón salió de la casa mirando de reojo a ambos
habí � ma �dado para que lo asesinaran con el plan de que en las lados, porque suponía que alguna trampa le tenía preparada
avenguac1ones que habrían de venir se hiciera aparecer como VilJa y siempre creyó que la presencia del señor Rueda Qui­
"robo" el móvil del asalto. jano había cambiado los planes. Al salir a la calle y tener
Días después confirmó Losoya sus sospechas, cuando una que dar la espalda a la casa, platicaba años después Mclitón,
l,�rde, esLando en la estación de Parral, se acercó a él un capi­ al caminar tenía la sensación de que no tocaban el piso sus
tan de los de Villa, quien le dijo que ese mismo día tomaba pies ... allí, mentalmente y con decisión inconmovihle, decidió
el tren para Estados Unidos, que iba prófugo de Canutillo en
1
'lo que iba a hacer"
donde ya no podía permanecer por la "ojeriza" que Villa tenia Salió a Durango, habló con el general Jesús Agustín Castro,
hacia él desde el frustrado asalto, uno de cuyos "asaltantes" Gobernador del Estado, le habló de "su proyecto". .. Castro le
iba a ser el propio capitán . . . Pasaron uno o dos meses después contestó gue él no podía ayudarlo porque Villa era "el niño
de aquello y fue entonces Don Felipe Santiesteban, quien se­ mimado" de Adolfo de la Huerta, que la semana anLerior
guramente tendría asuntos o negocios con Villa, porque habla­ había estado el propio Villa en la ciudad de Durango maltra­
ba mucho con él e iba a Canutillo frecuentemente, quien dijo tando a los empleados, porque le cobraban las contribuciones
a Melitón que Villa quería hablar nuevamente con él, allí de la hacienda ...
en Panal. Melitón se hizo el desentendido pero Villa, que Tremendamente contrariado Melitón se regresó a Parral,
con tanta frecuencia estaba en Parral, insistió ante Don Felipe allí trató su asunto con el licenciado Antonio Sar:1hia, hombre
y éste ante Melitón, a quien por último le dijo que "ya el de talento y ele valor que siempre había repudiado a Villa; el
general" estaba enojado porque no lo atendía ... A la última licenciado le tendió ambos brazos y lo estrech ó emocionado y
insistencia le respondió: afectuoso, le ofreció toda su ayuda, y aún le obsequió 801)
-Muy bien, ahorita mismo voy a ver a "su general", ¿dón­ pesos para que hiciera el viaje a México que Melit6n tenia en
de está...? perspectiva para exponer su proyecto al general Obregón, con
quien logró entrevistarse, después de vencer un sinnúmero de
-En la barbería de Monárrez; en este momento se está obstáculos ... Obregón le dijo "que no"... y luertemente
afeitando ...
disgustad9 quiso entonces recurrir a ¡Adolfo de la Huerta! El
Rápido se regresó Losoya a su casa y "se fajó su pistola ". primer día que se presentó en la oficina de este Ministro no
S� dirigió a la mencionada barbería a donde entró golpeando ocurrió Don Adolfo a sus labores. Desesperado MeliL<'>n se paseó
1 rgeramente el hombro de Villa al mismo tiempo que lo salu• durante horas a lo largo de su oficina y observándolo la se­
daba y le decía que estaba a sus órdenes para hablar ... Villa cretaria le decía:
se sorprendió y se malhumoró y citó a Melitón a su casa (en -Dígame a mí, señor, qué asunto trae con el señor de la
la calle Juárez, casi en las afueras de Parral). Allá fue Losoya liu erta. .. yo le paso a él su recado .. .
unas horas después, en donde lo encontró platicando con Don
-¡ No señorita, a usted no tengo nada que decirle ... yo
Francisco Rueda Quijano, de quien se separó para hablar con ten go que hablar con el Ministro! ...
Melitón, a quien se dirigió de mala manera, enojado, medio re­
gañándolo y exigiéndole que le pagara los mil pesos (aquello s Terminadas las horas laborables Melitón se retiró, pero
al día siguiente regresó de manera de ser el primer solicitante
mil pesos del frustrado asalto). También ásperamente le con·
de entrevista y para mayor asegurarse de lograrla se plantó en
testó Melitón, asegurándole que pronto le devolverla su dine·
376 CELIA HERRERA FRANCISCO \'ILLA ANTE LA HISTORIA 377

la puerta de entrada del privado y se asió de la perilla de la -Ah... pues muchas graciac; -dijo el señor Herrera, pre­
cerradura: t e ndiendo sacar la cartera para gralificar con dinero aq uella
-Ahora sí hablo con Don Adolfo -le decía a la secretaria­ acci ón.
Aq uí me voy a estar y en llegando el Ministro, yo entro aunqu� -No -volvió a decir el mismo hombre-. No necesito di­
ni usted ni él me autoricen ... nero, Mire -y sacó un fajo de billetes-. Nada más he venido
a prevenirlo a usted, porque yo no puedo olvidar a mi general
Sonreía la secretaría seguramente sorprendida de aqueUos
Maclovio; su hombría, s u ejemplo, etcétera.
��aJes_ desusados en el medio metropolitano ... pero ya no
Los dos individuos se fueron y según dijeron pretendían
ms1st1ó en saber cuál era el asunto de tan empeñoso solici-
cruzar la frontera y pasar a los E�tados U nidos, pero uno o
t�nte ... Pero el Ministro tampoco ocurrió ese día a su ofi- dos días después, al hacer alto en Villa Ahumada (cerca de
cina ... ¡Y aq uí es c uando se dice que se operó un milagro ... Ciudad Juárez, Chihuahua), cayeron asesinados ...
porq ue si logra Melitón hablar con De la H uerta, no sola­
r_neme _se hubiera deshec?o el proyecto de Losoya, sino que las
.
mtenc10nes de Villa hacia Melitón se hubieran precipitado ... 1
Contrariado en extremo y con pésimo humor se regresó a J.ESúS SALAS BARRAZA
Parral, y � quienes estaban en s u secreto con su mo disg usto les
deda que Obregón no lo había autorizado, y no bastaban a .t'ste, cuyo nombre estaba en la "lista" que les fue recogida
convencerlo las razones que sus amigos le daban de que siendo a los enviados de Villa para asesinar al señor Herrera, se tras­
Obregón Presidente de México no podía haberlo a utorizado. ladó a Parral y se reunió al grupo de Melitón, cuando el ánimo
de éstos había decaído por la larga espera y por las muchas
dificultades que habían tenido que vencer ... Salas Barraza
llegó y les infundió ánimo. La semana anterior al 20 de julio
OTRA VEZ DON JESUS.HERRERA CANO de 1923 Je f ue entregado un rifle nuevecito, americano, q ue
inmediatamente "caló"; ese rifle lo disparó el dia 20 y a los
Mientras tanto, en Torreón, un día en que estaba comien• primeros disparos se encasquilló.
do Don Jesús Herrera Cano, le avisan q ue dos hombres lo bus­ -1Sigue con la pistola! ... -le gritó Melitón que se percató
can; baja y recibe a los dos individuos en s u oficina pri­ del suceso-. ¡Pronto, ánimo!. .. sin desmayar .. . Adelante ...
vada, empiezan a hablar y uno de ellos, de cu yo nombre la· Adelante ...
mentablemente jamás pudo acordarse y del q ue únicamente Así f ue como aquella mañana del 20 de julio de 1923, a
recordaba que tenla una gran cicatriz en toda la mejilla iz­ las 8:20 de la mañana, Parral se estremeció con la noticia (que
q uierda, le dijo: ya medio Parral esperaba), de que Villa con tres de sus hom­
bres había caído abatido a tiros, allí mismo en Parral; voló
-Don Jesús, venimos a matarlo por orden de ViJla ... la noticia de boca en boca y la gente ocurrió al lugar del s u­
-Bien -les dijo el señor Herrera, que tenía su pistola deJl· ceso, para cerciorarse de la veracidad de tal nueva.
tro de 1a caja fuerte-, procedan ... Efectivamente, yerto, dentro de su automóvil Dodge, yacía
-¡Nol -dijo el mismo hombre-; sólo hemos venido a decir· el cuerpo de Francisco Villa y a su lado, medio cuerpo hacia
le que se c uide usted, porq ue ese asesino de Canu tillo no des· afuera, pues parece q u e al oir los disparos trató de salir del
cansa . . . no tiene c uándo llenarse de sangre; cuídese usted, Vehículo, estaba m uerto también s u secretario Miguel Trillo;
Don Jesús ... nada más a eso hemos venido ... en el asiento trasero, sin vida también, tres de su escolta ...
378 CELIA HERRERA 379
FRANCISCO VILLA ANTE LA HISTORIA
5<: habría escap �do u no, precisamente el verdugo qu e tenía
os años, estaba
V1Ha en Can utillo en esos días, apellidado Contreras. Añ Había sido Parral tan atormentado por tant
s sus habitantes tan excitable, que
después platicaba Melit�n que aqu el 20 de julio de 192.:l, ;: el sistema 1.ervioso de todo
hizo que nuevamente la
e � los m?mentos de retirarse él y s u gente del l ugar de los Ja noticia de e u e Villa desaparecía
_ _ o en los días en qu e se
acontec1m1entos, vio él ir a Contreras rumbo a los árboles de1 iozobra y el t, mor renacieran com
· ieron por una noche
no' y entonces, d ecí a Mehtón: senúa la proxix,lidad de un combate: volv
0 más la angu: tia
y el horror; se deda, se esperaba, se creía
-Me hinq ué a media calle, apoy� el rifle sobre mi brazo rían sobre Parral a hacer
firme sobre mi rodilla; Contreras iba despacio, herido; con que los hombre . de Canu�lo se vend
...
toda la calma de mis años mozos apu nté... disparé... un a nuevas matanza , de gente inocente
sólo los abuelitos
vez... otra ... ou·a vez... ¡y no le dí...! Sólo las gem es más viejas, los más sabios,
d:
decían con la 11 ás absoluta serenida
Entre los incontables obstác ulos que se presentaron a Meli­
-No, hij�; -a no se aflijan más... se acabó el perro...
tón y a sus hombres para organizarse convenientemente, est uvo
te acabó la rabi 1 . . .
e! de la escasez de rifles adecuados para el hecho q ue iban a
eJecutar... ayudándolos en esto el señor Gabriel Cbávez (y
otr�s c:omo don Eduardo Rica ud, los señores Barraza, etcétera),
_
e�v1ó el senor �ávez u n recado a los jóvenes Tinajero soli­ SE l ES PONCHARON TODAS
c,tán �oles s us rifles americanos (de los que usaba el ejército
amencano en esos años), diciéndoles que los necesitaba para La autora de estos relatos recibió la noticia de labios de
u na �acería... los jóv�nes Tinajero (Salvador y Guadalupe), Enrique Muñoz Mora, qu ien con el color de su cara comple­
acced �eron con la meJor b uena volu ntad a la petición de tamente descompuesto llegó y habló por u na ventana... Se
Gabriel y cuando el 20 de j u lio de 1923, entre los curiosos al resistía el ánimo a creer noticia de tal magnitu d y para con­
lado del automóvil lleuo de cadáveres, estu vieron ellos también, vencernos deda Enriqu e casi a gritos:
les ca u só extrañeza encontrar a los lados cart u chos "ig u ales a -Ya lo mataron. .. yo lo vi... te digo que lo vi... venía­
los q ue ellos usaban con su s rifles..." mos Marta Gómez Salas, María Dolores Esperón y yo de la
Con el asombro pintado en el semblante Lupe Tinajero huerta de Botello, cuando vimos pasar un automóvil y di­
jixnos: "Allí va ViUa..." l uego se escuchó un disparo y dijo
externó u nas palabras mientras recogía los cart uchos qu ema­
Marta: "Bah... se les ponchó una llanta..." luego muchos,
dos; pero pronto Salvador con ademán violento lo hizo callar,
Y mirá �do�e fijamente uno a otro, en silencio, comprendieron muchos disparos más, y añadió Marta: "Bah, se les ponch.aron
Lodai..."
la explicación q ue en aquellos momentos entendían de la sol i­
No es necesario tratar de describir la tensión electrizante,
cit ud q ue para facilitar s u s rmes habían recibido del señor
así podría decirse, de toda la pequeña ci udad <.'.e �� dalgo � el
Gabriel Chá:ez: Días depués, al devolver las armas prestadas,
Parral, y después, de toda la región cuando la n :>t1c1a cundió;
Don José TmaJero entre carcajadas, gritos y ademanes, decía
"VILLA HAB1A SIDO EJECUTADO POR UN GRUPO DE
con fuerte voz:
VALENI TES", horas después comentaban los parralenses:
-Ah... qué cacería... ah.. . qué cacería tan efectiva .. •
q u ién nos hu biera dicho, c uando trajimos nuestros ritles de ar su fin
"abrió tamaños ojos cuando vio él lleg
El Paso, para qué cacería iban a servir... ¡Ah, pero qué ca­ les a boc a de jarro...
frente a los cañones de los fusi
cua ndo
cería ... 1 porque no es lo mismo ver morir que
a uno le toca... "
HISTORIA 381
380 CELIA HERRERA FRANCISCO VILLA ANTE LA

1;:I primer impuls�. de quien esLas líne�s.esn ibe, al regresar


del lugar del suceso , lue lle,·ar la nouc1a a Doña Joser SALAS BARRAZA
SoHs de Loso ya. Corrí a su casa, vecina de la n uestra. Por•��
de Parral por un lado de
vent :3-11a 1� llamé a media voz, pero alarmantemente. .. (lp�.
_ Melitón y sus hombres salieron la
ían sus caballos en el corral de
brec1ta senoral), su tensión nerviosa contenida por tan largos la huerta de Botello; ten o a unos cuantos m etro s del
meses de angustio sa espera, hizo que en aquel momento esta. sa del señor Guillermo Gallard
hombr es. Jesús Salas Barraza
llara en lágrimas ... �:gar en donde yacían Villa y sus lo Y
, apenas después de cruzar el �
-3?éme razón de :Melitón, ¿cómo e stá, cómo salió...? -lue se regresó inmediatamente óvi de
l
eron al lado del aut om
s u pnmera pregunta. fue de los "curiosos" que estuvi
raza tomó del brazo a una
--Pe rfectamente -le contesté-, todos salieron en sus ca. Villa minutos después ... Salas Bar
áveres, persona que estaba en
ballos por el rumbo de la huerta de Botello, solamente Jesú l) persona que observaba los cad
Salas Banaza se devolvió y allí está en estos momentos aJ Jado "el secreto" y le decía:
.. los hicieron pedazos...
del au t omóvil de Villa, entre los curiosos ... -Mire n ada más. . . pobrecitos.
Melitón, yern o de Doña Josefita, era en realidad, uno de pobrecito s ...
a palabra ).
sus h�j os por el enorme cariño que siempre le tuvo; era Doña (El resto de curiosos no articulab 2
erpos �sa no che del dí� �
Josehta m o delo de madre mexican a, tierna y cariñosa y a la La autopsia se les practicó a los cu n el al m si­
el se?eho e �
y al día siguiente en la tarde [ue
u
vez enérgica; su excepcional buen carácter fue sin duda la ba­
ó, m �ubo contmgen te al­
se para que la faniilia Losoya fuese un modelo de unión y quiera la gente del pueblo partici�
cin co mil hombres q ue esta­
de armonía. A casa de Doña Josefita llegaban frecuentemente guno de todos aquellos cuatro o
levantarse en �as con et
familiares lejanos � amigos que tenía en gran número por la ban listos para haberlo seguido al
Ni los agrade�1dos d:, 1°�
rica región de Gu macevi, de Río Sestín, Durango , etcétera. delahuertismo, meses más tarde.
po strer homena1 e a su pro­
Su casa siempre es .uvo abierta para todos ellos y su mano y "saqueo s" se presentaron a rendir
s soldados de la gente del
consejo siempre lü tos para brindar genero sa ay uda... Aquella tector".. . En el sepelio iban uno
n de Parral en esos_ días,
mañana del 20 de julio de 1923, Doña Josefita no podía domi­ coronel Lara jefe de la guarnició
· del día 20 "estaban haciendo
nar su alteración nerviosa y llo ra ba.. . y apenas con monosí­ quienes a 1a 'hora de los suce sos
da � aturana, rumb� a 1·1-
labos com entábamo s el suceso. .. ella y yo teníamos el mis mo gimnasia" en una estación llama
corrieron a cargo de.
�nsamiento... : "Si la ejecución h ubiese fallado... qué habría ménez... Las oraciones fúnebres
sido de t odos noso tro s... qué habría sido de tantas familias...
qué habría sido de tantos niño s... de tantos i nocen tes..."
Pero n o; hada ya unos minuto s que el alma (¿el alma?) de
aquel ser extraño, cuyas infamias llenaron de un confín a otr o DON J0AQUtN VILLALVA
el suel o mexicano, había salido ya de este mun do y camin aba
e simpático, gerente
d�l
por regiones desconocidas... ¿hacia dónde ...? ¡Sólo Dio s lo Hombre ya de edad sumament las acti­
en esas f echas. Entre
sabe... ! 'dnico cine que había en Parral
tu des que le abonaba la opinión pública a
Don Joa q uín ! estaba
eos que le p rodiga ba .
ª
la que tomó con motivo de los galant c
nte perverso, una espe_ 1e
una de sus 1újas un individ uo sumame ó l a atenoón
n
de Don Juan, casado, a quien Don Joaqu.í �
HIST ORIA 383
382 CELIA HERRERA FRANCISCO VlLLA ANTE L A
s ante-
quedado r ela tado en página
en forma enérgica pre viniéndolo q ue de ms1St1r . . . e n su actituo golp e s d e sable, según ha ciento
. pático, campesino cien por
hacia su hiJ a proc'ederí a él en otra f orma. El gal t d no 1 iores ... Don J erónimo, sim itud
a In de pendencia en una alt
m ó en s erio la advertencia, seg uramente consid:á�d�� norteño, se apostó en la avenid plaza
�: J . oven Y ª Don Joaquín, de pr e sencia ende ble y casi· v · • él dal o, rumbo a la antigua
.. 1eJo, frente al monume nto a Hi g igu l qu e el
. . l sepelio también él
Zaragoza, y cuando pas aba e
a
mcapaz de nmguna d ef ensa drástica para su hiJ a ; por lo que ntó los
s rur ales y gru esas aume
una noche, al aproximarse a ron dar su casa el e namorad señor Villalva, con palabra
ue rr a ej e cutaban.
Don J q in · o su pistola, de scargándola de sde cier� honore s qu e las bandas de g
distan�: �o q�: i:;i!: siquiera r esu1.
::��: :
t�a h erido el pre tendie �t:: �:
g
n ' ro s f puso
pie s e � polvorosa, huyó como gamo y hasta de p � se a�sentó O
para siempre. Era Don Joaquín hombre d e id:: muy libera. EN LA CIUDAD DE MÉXIC
les, muy r evolucionario y anticlen·ca1 e n. grad o sumo, y como que de la
are ció la opinión·
e ¡ em · e está pre cis ament e frente a Ja 1gles1a . parroquial, coo En los pe riódicos diar ios ap al
. la daba e l Pr esidente gener
mucha íre cu enc1a mientras iba Y ven íª por la banqueta del noticia de la mu erte de Vil
cine co n asos 1 encos' y acompas ados, con los brazos cruzados Obr egón: !
o todo se r esuelva a balas ...
en la es � º ª a ja criticando los a ctos qui; -¡Qué pena, que en Méxic ltar
�\:�� ;f� i:�s::�.� ninguna ne cesidad d e ocu
se lleva.tan ¡El genera l Calle s no sintió l día.
. riente com entó el caso todo e
Un 'Miércole s de Ceniza" mientras entr . aban y salían aen- su alegr,ía por el suceso y son según com nt aba,
a "col gó e l pico"
• Sólo Adolfo de la Huert
e
tos d e mujeres con la mar d l c en la ente Don
a.
n Losoy
J��quín se pasó horas y ho:s, ��o :: a e n su tanqueta y e ntr e carcajada y
can;ajada, días después Melító
un
r extraño. Rara historia de
dici endo con un sonsonete : Así acabó su vida aquel se pu ebl o
- A mí no me tima e l cura ... ni e n Miércoles de '-'CllJZa . .• ias libertarias de todo un
criminal que se une a las ans con la
olucionarios, ru e l contacto
r,_

A m.í no me .. .
y que ni el Lrato con los rev ci nc a d la si­
La tarde en que pas aron rumb o al pante ón con e l sepelio r sus instintos. La
naturale za lo hace n modifica
e i e
. rá enc ont rar
de Villa, con motivo de qu e unas bandas militare s iban tocan la actualidad, pod
quiatría, tan adelantada en apl ica rán el
do las m archas acostumbr adas. Don Joaq uín montó en cólera horr endos actos; l e
la explicación quizás, de sus zca ...
Y con el rostro ence ndid d dª ;0 � ase �� _m a ldiciones y izofrénico, o el qu e les par
calificativo de e piléptico, e squ
e
ta
a ccionaba e n su deses r�ció: po :: nnposib1hdad para sus­ sus tiernos años, con su comple
pero lo cierto fue que desde o
pender aquel formulis!: que en su conce pto y e n el concepto s, en su e spantosa vida no hiz
lucid ez, o con lucid ez a me dia s, v lién dos e n
d e todo Parral' ade más de no corre spo nder e n ta l sepelio, era todos los órden
otra cosa más que delinquir en
e a e

innece sario. s som brosa y r ef inada hipocresía


muchas ocasiones de la má
a
s en sus garras.
para hac er caer a sus victima me tie ron a
e ños que se compro
El grupo de hombre s nort "la mano ar­
e so fue solament e
llevar hasta el final aquel suc
que d e h e cho al m enos m edio
DON JERóNIMO SOTO
mada ", "l a mano e jecutora", por a­
día e se r e sultado: en el alm
Había sido uno de los parralenses cuYas espaldas ha bían Parral estaba esper ando día con do
. a", propiedad de Don Eduar
s1do de strozal.Li:ls e n noviembre de 1916 por los ve rdu os de cén "Las Fábric as d e Franci nte a fin d tom ar
fre cue ntem
Ricaud, celebraban sus juntas
..1-
e e
V-illa que se suc e dían uno y otro sobre la misma vfctfma, ¡¡
384 CELIA HERRERA

decisiones; muchos parralenses observaban los muchos viaj es de


ida y regreso a estación Rosario, Durango, de Melitón Losoya
y de sus compañeros, llamando también la atención este grupo
que ocupaba frecuentemente los diversos mesones para guardar
sus caballos; pero cua.ndo alguien en voz baja trataba de in.
sinuar "algo" su interlocutor inmediatamente murmuraba: APENDICE
-Ssssssiht -poniendo su dedo sobre los labios en se ñal de:
-¡¡Cállate ...11
¡Héroes ... 1 (porque expusieron sus vidas y las vidas de
Slls familiares ... ) Melitón Losoya, Jesús Salas Banaza, José
Barra.za, Juan López Sáenz Pardo, José Sáenz Pardo, Librado
Martlnez, Ruperto Vara, Román Guerra, José Guerra...
¡Benefactores de Parral. .. ! Sus nombres deberían quedar gra.
hados en una modesta placa y colocada ésta en lugar principal
en Parral, con una sencilla, pero elocuente leyenda que dijera
más o menos así: "Humildes héroes, hombres completos, que
expusieron sus vidas y las de sus familia.res, en noble impulso
de heroísmo que libró a Hidalgo del Panal y a s u comarca,
libró a cientos de humildes campesinos de la región, libró a
la Patria Mexicana de los impulsos sanguinarios, jamás satis­
fechos, de un monstruo." (La Patria agradecida.)

Este libro será publicado en inglés


próximamente en los Estados Unidos.
En el mes de marzo de 1984 tuve el honor de ser invitada
a participar en un programa de televisión en la ciudad de Mé­
xico, intitulado "Contrapunto". El tema a tratar fue ¿Villa,
bandido o caudillo?
Creo que sinceramente fue la mía la única voz íntegramen­
te veraz, concretándome a decir "la verdad" y nada más que
"la verdad" acerca de la vida de Doroteo Arango (a/) Fran­
cisco Villa. El resto de los participantes opinaron influidos
por el cúmulo de mentiras, de fantasías y de demagogia
que por aflos y en diversas publicaciones han propalado indivi­
duos carentes de moral que prostituyen la libertad de expre­
sión que la Constitución les garantiza, falseando por comple­
to la realidad de acontecimientos revolucionarios y haciendo
aparecer como seres de valer a monstruos que destrozaron a
la Patria. Ha contribuido mucho· también a derramar tales
mentiras el cine nacional que califica de "películas históri­
cas" a filmes en los que se invierten completamente los
hechos y la conducta de individuos que por malhadada cir­
dinstancia tomaron parte en la lucha armada de 191 O; y esas
presentaciones filmadas hacen muy fuerte impacto en la
mente, sobre todo de la niñez que considera que al contem­
plarlas ha recibido "una lección fidedigna de nuestra his­
toria". Esto constituye un crimen de lesa Patria.
En esta propaganda de los ayer vencidos y hoy surgidos
cínicamente de la derrota, se cuentan desde las fantasías de
un novelista cursi y andrófilo, hasta las así llamadas "pelícu­
las históricas".
De las otras seis personas que completaron el grupo de
participantes en dicho programa cinco fueron seleccionadas
[387]
388 APENDICE 389
.\PENDICE
entre la gente a dicta o engaña da por la terrible i. e í da
nfluen cia Luis Garfias M .. pese a su desl
de la propagan d a desala d a precisamente desde que s Por �u parte. el general calid ad de
. 1: fr agt1ó sonaj e, dio con su innegable
la aberrante . "unidad revolucionaria" . Io que const1tu o. .,actitud para d per pru ebas de la
ostosa equivocación. Por esta puerta abierta, los} haUna o ria do r y per ito acad émico castrense las
h ist la. al hacer un análisis exacto
�ntonces acobarda d os o avergonza dos villistas sta ¡ 0,apacid ad estratégica d e Vil e en las
ar on e
n e éste participó, principalment
tropel a m�ncillar a la Revolución ConstitucÍo��:rsta co de las batallas en qu los ele mentos
llas de Celaya", que por
res�lta_d os insultantes para degradar la importancia de , !osn co nocidas como "bata o donado por el impcria­
dinero y el armament
autent1cos solda dos de la causa y enaltecer a los reacc. h t11n ano s, el et, y aun
1_ on a nos unos banqu eros de Wall Stre
contra los que se había combati d o para ha e eª da d lo lislllO yanqui o por alg nto s Villa
s petencia. con tales elem
p_ost�!ados_ que consagra la Constitución de � ;l ; /ta Cons - co nsiderando su incom r una sola batalla.P ero
e

o ebi ó per d er. Vil la no d ebió perde


n
htuc1on mas avanza . da en el mun do de aque 11os d ias) , . personalmente. La suma de sus
Villa per d ió cuantas dirigió
d

. N o �v e a m1 propósito más que un arma f e a éxitos obtenidos por sus me­


nis te�t1monios. Hechos vivos Y p alpitantes ¿u���a/:u: j:� r derrotas es muy superior a los
� ara s1em�re graba d os en mi recuer do. Contra la fanta s gen era les . ¿Có mo pu ede uno explicarse la imagen favo­
jor ­
, . . · .º
s1 a pericia militar de Villa? La res
i�:���. ��� rable que la gente tie ne de la
e
o la mentira, la Verd a d con to d 1 1��- En e William Randolph H ars t
�� a y ­ puesta está en la campaña qu
e
c?ntrast�, el_ resto d,e los particip;t:� él una figura legendaria. La
na, �artl danos de Villa, con excepción de uno que 110 f ue ta!o1 hizo para exaltarlo. haciend o de
e d el mundo, la corresponsalia
parcial como el resto (general Luis G·arf·tas M • ). Aun asi cadena periodística más grand n mane­
· d e la tierra, estuviero
no o bstante la ª ?1·erta parciali dad al escoger a los participan� absoluta de los mejores diarios
Ran dolph He arst, latifun d ista
tes, el res_ulta d ? !ue a dverso a la glorificación d e .Villa: jados por el nefasto William
.,
el balan- puso toda su fuerza publici­

dec1d 1d amente a· fa vor d e 1m expos1c1011. La misma y banquero quien, d es d e1914,
ce apunto , dar a conocer por todo eJ
taria, su influencia política en
telev ision
· · y canal correspon diente ha esta do exhibiendo en rable" que llevó el nombre.
sus pantallas la gran can u·d ad d.e cartas y mensaJ·es teleorá· orbe la me ntira de un "ente a dmi ginación y su ma ld ad
.,
fi1cos rec1b1dos ' así eorno tamb ie• n repro d uciend o los tele- d e Francisco Vil la, fabricad o por su ima en­
en unión <le sus repres
0

Este extranjero anti-mexicano, que


fonemas, que con . sólo 1 � gunas lame ntables excepciones n del ejército norteame­
la vulgari d a d to dos han sido tan tes abogó siempre por la invasió
don de c�mpea l_a ignorancia Y absoluta de Villa como
declaran do en muchos casos ricano a México, ante la derrota
1au datonos a mi . p<l:f1c1pac1on,
· ·· fraguó la entrada de los
soldado de la reacción, fue quien
lumbus, a d onde el cobar­
. te la �v1 denc1a de mi aserto, "han salid o de la confu-
;i�� : villistas al ind efenso pueblito de Co
1an_te_ni da por lecturas Y pantallas, con los más indig· o envió a sus "muchachi­
s r o�1tos_ de �ngaño Y mistificación". La ver da d es que de Villa no se atrevió a entrar y sól
Carranza convirtió lo
�� ! �,Pabian 1 1!1agrna do ni los promotores ni el público la tos". Una maniobra diplomática de
isimulado paseo vacacio­
· ·, 1es iba a causar De esta copiosa que iba a ser la gue rra total en un d
sorpresa que m1 exp os1c1on West Point sin, en forma
1 an· d a d moral, sólo unas cuantas
'1al de Pershing y sus estudiantes de
respuesta
.. .pública d e so 1·ct con el bandido.
opm1on�s i nserto en esta ocasión, como la vehemente lúcida Jeliberada , tener jamás contacto
o este caos, esta matanza,
.
Y __magi iifi�a _ colaboración perio d ística que en Excél�ior, el Y sin embargo. el que originó tod
s. Su cobardía lo protegió.
· · escritora mexicana salió siempre ikso d e las batalla
d 1 9 de Juho
ª d.e1984, tuvo 1a eximia (Fierro, López. el "mocha­
. To dos sus d esalmad os "puntales"
dona - M arganta M1chelena. to d os fueron muriendo, Y
orejas" Bauddio Uribc, etcétera),
390 APENDICE
391
,\PENDI C�
los Jefes Constitucionalistas mal heridos: los generales Mur­ el
gía y Hill, el general Obregón mu tila do, Diéguez atravesado . zurdo . y es que estas persona� ignoran qu_e
por muchas balas. . . solamente el originador de aquella si Villa se�1a ..
y
n�
e al specto uando
c , en Canutillo,
pio Vi lla los ins tru , señora
matanza no recibió jamás en las batallas ni un rasguño porque pro
do ctor Em est� Herfter y a la enfermera
al reci bir al fuerte era
por "precaución" jamás se acercaba a las balaceras y por lo Villa les com enl o a1 hacerles saber cuán do cien
mismo no se expuso a entrar personalmente a Columbus, no Pastrano. mano la derecha he
levanta
él que : "Yo , con esla antado con
siendo sino cuando huía por San Andrés o Guerrero que una
ra s hum ana s , sin �.ontar las que he lev anejar la
mil sese ierda s� m
bala le tocó una pierna, cuando la gente de José Cavazos ib a
a
. uie
1zq . rd a, por que tamb1en . con la izqu cerraba 1 a man . o
en su persecución. l , el, doctor. "Y abría y
pis. tola. . . ". Dec 1 a .. ron
Los insurrectos que compusieron el primer brote anti­ im agm . an<l que di-; araba un arma.... Y f w.:,
derecha co mo l.'
Revolucionario en Chihualrna, capitaneados por Pascual do c�or � erft r �n valioso testimo nio. Pued
las palabras del � era "ambidext ro" ...
Orozco, exhibían en sas sombreros una cinta roja en donde quil o el scr� ? r escul r·. Villa
estar tran puertas
se leían las palabras: "Tierra y Justicia", y algo igual o seme­ pañí a del Jme lc, l a �mmor talidad abre sus
jan te exhibían los zapatistas, los que por años constituyeron Y en com
tor ..
en el sufrido estctdo de Morelos un problema que parecía también al genial escul
sin solución, pero la traición de Villa a Ja Revolución no tuvo
ni eso, ni tan siquiera un lema que exhibir: su objetivo fue
sólo el de asesinar y robar, el mismo que tuvo desde antes
de la Revolución.
La traición de Villa a la Revolución costó un millón de
vidas y hogares desolados, país en ruinas, miseria, abandono,
dolor. En el programa de televisión exhibí la situación dan te�
ca de nuestro país: la crueldad de Villa lo destrozó, lo llenó
de tumbas y orfanatorios, dejó miles de viudas, saturó de
sangre y lágrimas campos y ciudades, asesinó sacerdotes,
gente inocente, mujeres y niños. Todo esto no obstante los
Tratados de Teoloyucan de 1914 que habían puesto fin al
movimiento armado revolucionario y el país reclamaba paz
y justicia Como consecuencia, la nueva Constitución que
debió promulgarse en 1914 tuvo que posponerse hasta 1917.
FI doctor Arturo Langle Ramírez, participante en el pro­
grama "Contrapunto'', con manifiesta alegría se refirió a la
escultura en que el artista Julián Martínez "inmortalizó"
(así dijo el doctor) a Villa , y en la entrevista que al esculto r
hizo Televisa, tanto el entrevistado como los entrevistadores
se manifestaron preocupados porque las riendas de la mon­
tura se le colocaron al jinete en la mano derecha, dudando
APENDICE S9S

traidor a todo principio, a la Revolución Y a 1� Patri�. Si�?,


allí está Columbus, un acto igual al de Ampu_d1a que mvad10,
éste sí. territorio americano, matando amenc�nos para qu�
se desataran los sucesos trágicos de 1847 perdiendo el �ern­
torio. Carranza, y en documento haJlad_o ?e 18�8, obliga.ª
CARTAS QUE APARECIERON Pershing a hacer las escaramuzas gimnasticas srn perseguir
EN LAS PANTALLAS: a Villa, en vez de entrar como Scott y Taylor � poner la
"RECONTRAPUNTO"
bandera de las barras y las estrellas sobre eJ mástil del pala­
cio nacional". Y concluye el señor Luján: "No sospecha�on
Marzo �6, l 984. El señor Ern ustedes el resultado. Dios y México se lo paguen._ Ha c�1�?
esto Luján Carpio, de la ciu la bestia , como la Biblia lo llama. ¡Que acabe su 1mpeno ..
dad de Chihuahua, nos escribe: ­
"Ha �ido evidente la simpatía Mayo 29, 1984. El sefior .Felipe Ortega Macías de la ciudad
que sienten ustedes por Ja
fi�ura pintoresca, o aparentem de México nos escribe: . . ,
ente pintoresca, de Francisc
VilJa. Es el natural cultivo de o "Para aclarar la verdad sobre Francisco Villa ¡cuanto ha
_ la escuela y la influencia del
?1ed10 que ustedes y tantos servido este programa!, porque decir la verdad y p�oclamarla
mexicanos han tenido desde
rnfancia. Es dif!cil desprenders la a los cuatro vientos es lo único que puede beneficiar a nues­
e de prejuicios tan arraigados
ue
;. � mueven t�cluso a la pasión'', y añade el señ tro desdichado pueblo siempre engañado. Doroteo Arango
Villa es el ser inhumano, el suj or Luján: -añade el señor Ortega- debía ya muchas vidas antes de la
eto criatura de la suerte, el
hombre al que se le hace en Revolución de 191O, y si se metió a ella fue para salvarse de
ocasiones y que surge en un
momento oportuno. Es así que la justicia que ya lo perseguía por innumerables robos de ga­
la circunstancia obra en darle
significación, pero su moral, nado, principalmente en el pueblo de C�nchos con c���s
su íntimo concepto de humani­ .
dad, �j:ga _ su calidad de homb habitantes cogió tal odio que, ya siendo Jefe de la D1v1�1on
re. Lo seduce el mal. y en for­
ma !upocnta aparenta cierta pie del Norte, se ocupó de mandar a asesinar a algunos agnc ul­
_ _
e! bien, Y a veces hasta cierta terdad , cierta inclinación hacia
nur a. Acaso ustedes no pre­
tores. civiles, hombres de trabajo y de bien que se hab1an
vieron el giro maravilloso que atrevido a denunciarlo y a perseguirlo por el robo que les
ha tomado su programa. Mu­
chos años de perversión educat había hecho de sus ganados. ¡ Y a este criminal se ha puesto
iva caen por tierra. Evidente­ de ejemplo en los libros de texto de los niños de estas gene­
mente se ha mostrado sobre los
ditirambos vacíos y las ficciones
sob�epuestas a la realidad, raciones! ¡Pobres niños y pobre México!, cuando hay -ya
que fue un torpe militar, un
asesino de sus propias tropas lo creo que hay- tantos hombres valiosos hechos a un lado
: que no supo siquiera aprove­ de la política por los bribones que se han_ colado en pues­
char la fuerza telúrica que
los americanos pusieron en sus tos de importancia", concluye su comentano el señor Ortega
ma�o� Y que sólo William
Hearst hizo propaganda de su Macias.
g�maJ1dad a través de su do
minio en la prensa mund ial.
Villa es una ficción que aho Mayo 4, 1984. El señor Acosta Silva de la ciudad de Méxi­
ra se desprende, gracias a Dios,
de un pedestal de estatuas qu co nos escribe:
e han servido para sobornar a
un pueblo de gran sensibilidad, "Los que escuchaban a Jesús de Nazaret según la Biblia
creándole un héroe no sólo
falso, sino enemigo de los po decían: 'Se oye que dice la verdad', y esto mismo nos sucede
bres, azote de los indefensos,
cuando oímos a la señorita Celia Herrera a quienes ustedes
f3 92]
• 394 APEN DICE 395
tan atinadame nte invitaron para este pr
APENDICF.
ograma de V Díaz I n fan te,
porque gra c ias a ella, de quien 'se oye illa
la verdad', salimo� Marzo 14, 1984. El señ or R oberto García
17 8 0. piso, escribe:
de nuestra con fusión por tan ta mentira que
a cerc a de est con domicilio en Plaza d_e la R p , blica ideal a1gu­
c rimi nal habíamos lefdo, y
si no ha si do por ella n o hab e "Vill a n o fue rev oluc 1onan. o�, :o albergó jamás
e1 pacto de Teoloyucan. dab
h abido ' Contrapunto', porque todos los ría no. Un a vez que c ayó Huerta , ·
a
demás, equivoca dos 1 Revolu ción Const1tuc10-
o de mala fe, o por no sabemos
qué complejo, han construi­ fin a la rebelión ar m ada. Nac'1 a
� el holoc austo de 50,000
do una figura de valer de un criminal sola
mente superada Por nalista que hasta entonces en trega ª
Hitler", dice en su c arta el señor Acosta Silva muertos. No hab , ya dere c10 l a un tiro más ni a un ho. gar
,
.
más de lut o. ElC 13onst1• tu c1o li mo, es dec ir la Revoluc1on,
• n a_�
. Y desd� 1914 a 1917
Abril 24, 1984. El señor Serapio Alarcón , tnu
habia n f ado. y illa la tra1c 1ona . .
Huerta de M éx i­ de gen oc1d1os bruta1es
co, D. F., nos escribe: no ceja, de a c uerdo con Wall Street,
"Algún come n tarista de este programa opin con saldo de un � 1·u·n y med'10 de muertos . Hogares •de
a que no deb1e­
. o
. c c ió n y los reacc10-:
ron ustedes haber i nvitado a la seño rita luto· Odio irre concihable. V1 lla es, la rea
habiendo ella sufrido directamente desg
Herrera porque,
narios de entonces y d
e hoy estan con él· " Conc luye as1
racias en su familia, , D' I
no puede ni debe opinar.
Yo pienso que no ser fa justo su comentari o-el señ or Garcia iaz n fante
que, encima d e haber sufrido ta n to como . .
la señorita Herrera González,
lo ha expresado, se le negara el derecho de Abril 11, 1984. El mge111:: Raúl Márquez
hablar." Y añade 1 1 , depto 29, de la c iudad
el señor Alar c ón: "Lo que ella dijo de sus
familiares fue lo que vive en Insur�en�es ur
mínimo. Todos los otros datos que expresó de México, nos escnbe. .
con tan ta clari­ que fu e
dad y con tanta seguridad n o fueron rela "Pare c e inc reíble que al_guien pueda dudar de lo
tivos a sus familia­ de las solda­
res. Al contrario, debió haber tenido más Francisco Villa: sería suficiente �0�1 1 mat anza
oportu n idad de ;or ese supu esto adalid
hablar la seflorita Herrera porque fue la deras en CiudadCamargo, �
ú n ic a que habló os en Torreón ,
con la verdad, con pleno cono
c imiento de los años horribles del pueblo, o la m ata za d; �tino�e ntes chin
e la azotea de un
que le tocó vivir. El resto de los participan
tes más parec ían a los que él persona�ment e lanzaba desd
iden tificarlo como
estudiantes de mitología que conocedores hotel de dicha ciudad, uno por � no par a
del crimi nal al a duda, basta
que trataban de dar a conocer, porque hast
a ahora lo estamos el más perverso asesino. Per� !1 :: � deja algun ña Lugarda
conociendo en realidad, po con que el m u� do con�zca o esinatos de do
rque la señorita Herrera habló con o, en Jiménez; º de
la verdad y n ada más". Ruiz e n Satebo; de donaCelsaCaballer su
.
met
. p o rtill v . u d a de Gar cía Y de
la oc' tagen an� L uz
a
, de Olivos, a t d�_ s
o 1

Marzo 12, 1984 (parte de una opinión Luz García vIUda de Sanchez , en Ciénaga
o
en "Recontra­ óleo Y les prend10
punto"). las c uales él personal mente ªñ,o co.n petr res
FinaJiza el señor Té!lez: "El extermi nio de fuego estandº. viva· s y consc ientes. "Quién de los defenso
?
este bandolero uno solo d e ta 1es
en 1923 está muy justific ado; se necesitab de la hiena Villa sen, a capaz de justifi c ar
la patria y co nsumación de la Revolución. N
a para el bien de
críme nes? ¿ Al gun de ell.os se atreven'a a esc uchar los ayes de
o existen méritos . o rd1end o en vi·cta?· · · · Nulo como estra -
que lo acrediten como 'héroe', y sí muchas raz
ones para consi­
una de esas muJeres a t , , su
' ontrapun
C
derarlo como bandoler o y asesino". tega, como _ha qued:�� de%o� t: ado en
o

i ert d que otorga? para �l


carisma de hder se d ó a ª
rand a gntos en J1-
a

pillaje. Cobarde, como lo demostró llo


o
396 APEN DICt 397
i Ce­
APENDICE
f
ménez. cuand o iba a ser us·1 d Fal�a sól? identificarlo h be r in vi ta do a l a se ño r ta
te po r
pJe�amente com o traid or al se:.:• ?· _ del_ unpenalismo norte· tos felicito dobl emen ha aclarado con la verdad en cada una
a

rr!i n s
mencano, lo cual habría sido c1 a su progr am: lia Hern.. ra, quien inal. y que la for­
/ rnvit ndo .ª a fue un crim
o
ci ne s qu e V ill
al_ señor R odrigo Alons o Cort s, au_to r del lib ro Francisco de sus intLrven a l ún ic a en que lo podían hacer,
o
r n e
. _. ..Que· pena • qu e sólo ma en que lo mat ra que l o defend
ieran y a ellos
o r a
pa
a
Villa, EJ Quinto Jinete del Ap oca li ps1s
50 ho m br es
· Herrera, de todos l os artic1pan tes en el program a.
1 a sen- onta ya que él te ni 1
s m u ch o temí a por
haber cometi­
: a qu ie ne
te�ga el valo r para llama r a Vill P�; su.no:111 bre : ¡asesino Y enviaba a ases nar su s fa m iliares. ¿Qui én n o hu el
biera
ir t'am ias en
trrud_or, �unca héroe n i ca udillo'. .Finaliza su come ntario do muchas
ar l ha bi en do su fr id o tanto?", pregunta
el senor ingeniero Má rquez Gonz ál��- pensado en n at o
y c onc lu ye su co
mentario: "Villa sí
rh R j s, e le
señor Sant es de la R evo lución, la qu
a
nt
o
sd e
o
· el se�- or Ca rlos A:nd a, e fue un crimil al de l a justicia
Ab ril 12' 1984 ''Hoy -dJce d a ella pa ra salva rse de s past or­
a
· l pe l '. y se m et ió
cayó 'a ocente
Chihua l1�a- no se trata de un h,eroe smo de un traido r No
. muchos asesinatos a in que se cono­
que lo perscgu ia por
o
· ya
de una idea iluminada e11 camrn o del destino Y ¡ a grande- la región de Durango ,
ª
z de un puebl o naciente s·1_n de un monstru o u úlizado c ana­ citos y campesinos de antes de 191 O. ¡Bien por la señorita
llescamente por el imp'eriafism o yanqui." y co ncluye el c í a com o ases
in-:> desde
ont rapunto'!".
seño r Anda·· ''Este ser que ustedes están empenad
.,... os en digni- Herrera y bien p\,r 'C
fi .
icar, Jo hacen todos los extra. Jero� Y los descendicntes de Pe dr o Archundia Ba
eza, del apar­
SI se ño r
los reaccionarios porfiristas ;1 : stas que, desde hace ya May o 3, 1984. ud ad de México, nos esc rib gala
e para
13 84 , de la ci
much o tiempo, gobi ernan a Jéxi�� � tado postal V ill a es distinguid
o y se le re
re a ci na ri ndista más
comenta r: "El ro. Es el latifu
o
oba o tras cuat
c o
da ; se r algo
Nos esc ribe el mayo r de caballe na,
.
. ya reti rado, Fernando una ha ci en
M éx ic , en Ca nu til l o.Compra el hotel Hid un
Orozco Lina res' qt'"'
...., v1·ve en Ext engo n·um.20, Col.Azcapot- po deroso de o
plata de AJva rado.Qui Canutillo,
ere fundar
cc i ne s de la m in a de
y a a? En
za1c o , de la ciudad d e Méx�• c ?: para c omenta rnos: "Me permi­ voluciona rio? ¿Agrarist on acierto es
banc o: ¿e st o es ser re
o

ciegamen te y c
to decirles que Ja prop c1 n está mal plan tea da, porque
pe sin qu e n o lo obedece .Pregun­
se puede ser caudillo de°�an� oIe ro�: Villa fue un bandolero ca m
a? ¿L eg isl ad or del trabajo?"
asesinado... ¿Obr er ist
o

ª
siempre, que aprove chó J·a R evo.l uc1 on pa r· sa 1 tar a la pales-
ta el señor Archundia
Baeza.
tra, pues se trataba de destrutr Y de mata r, Y ése e ra su la señori­
a mbjente". y concluye su comehta rio el mayo r 0 rozco : 84 . De Ja la pa , Veracruz, nos esc ribe
.. .Junio 14 , 19
a la se ñ rit a Ce lia H errera por inteligente,
Hay muchísim o que liablar de este tema, Y fe licito a 'Con- ta Valle: "Felicit o de l a mujer mexicana
todavía
o

e, un pre sti gi o os
trapunto' po rque s e ocupa de a sunt_o s tan imp o rta ntes.
· .. SaJu- veraz y va lie nt
es in o de m ujeres y de campesin
dos al general Garfias por su brillante expo s1 c1on, y un V ill a, as
. . · tan manipulada. rd e, llorón y femino
ide. Villa inicia
J o a su ext raordinana mem ona
a Paus . Es t amigo Y fue mi
m· s, es un c ba puñaladas
,, indefenso o
l s 13 añ os, cuand0 a
a, ¡ umn o en el Colegio Militar . nd id aj e
su carrera de ba a a huir enc ont
r:-ndose con el
a o

ca rn ic er o y em pi ez se
m at a a un
Pa rra , a qu ie n se une. ¿No t asta? Que
Abril 25 1984 El s or Su_nto rio R ojas, co n te léfono fa mos o bandid o ra
i �: Méxic o, n os escribe: "Los felici­ ie n n o quiera ver ,
los oídos quien n o quie
557-24-43, 'de la c u dad tape lo s j s qu ce en su c m en­
qu ien quiera mentir". Di
o
to po r aclara r quién fue verdaderamente Francisco Villa, y
o o
oí r, y la c nc ie nc ia
Jalapa, Veracruz.
tario la set'i o ra V a lle, de
o
399
APf NDICE
398 .\PENDICJ.:
Revolu-
, . pue do de los temas de la
Julio 4, 1984. El se ñor Elías Le gorre ta, edificio Ler do de cntonces he lei do . cuanto co. n . ,in-
., emos s1"do todavía tratada mi
s
ptle la mu Jer es h
Tejada, depto. 3, Taltclolco, ciudad de México, nos escribe· c1o n, cipacion y op on.
s s
d, ap _ a rtá nd on o s d e toda parti
"Mucho nos ha intere sado su programa en todos su s temas. ; feriorida me nte
nqu e como hombre , fís ica
en el de Villa nos hemos quedado e n cier to modo satisfechos Villa me er. a ·indiferente, au se nt'1a obligada a aceptar qu e
porque al me nos salimos de la confusión qu e nos hab ía� repugn�nte.•s1� emb a rgo m e ,
, r'·H or ' ro r ''' Dice la señorit
a Garc1a Isaac
ocasionado tantos elogios a un crimina� ya que desde muy era cas i un l!, e r? .
· il o de los Estados Unidos, y
e
un u�
p equeños oímos a nuestros abuelos relatar tanta infamia y conc luy�: Villa ue lu� del sol cu ando provoca en Co­
que cometió e se individuo desd e antes de la Revolución , y esto es mas claro que la a, pu es derrotado
pa ra qu e n? s d ectare la guerr
no se explicaban ellos cómo fu e que nadie le pu so remedio lumbu con
,�tra manera de vivir sino
s se

antes de qu e las come ti era, sobre todo e n el estado de Chi­ por Obregón ya no ti.ene
a
huahua". Y concluye el señor Elías: "Gracias a Televisa la p r otección nor tearne ncan
gracias a 'Contrapunto' y g racia s a quienes se han ocupado a
F ran cisco Rivera llamó a nuestr
de escribir la verdad sobre aquelJos años que a Dios agradece­ E ner o ..,- 1, 1985· El señor . • te · "Es el colmo que
lo s1��•��
mos que no nos tocara vivir, porque verdad erame nte con redacción para coment�r e Villa. Hay mfls
burla
bien de un esmo
esos relatos quedamos pe rfectame nte enter ados d e que aque­ hable n �� ;i� que tenía una hacienda de
u
llo fue horrible y , por muy doloroso, verdad eramente inol­ en lo de la Revoluc1on. P , una tienda de raya. E s
h ctá ea do nd e hasta hab/.ª
vidable". 25,000 e r s
u no mb r e es e e n la Cá
mar a de Dipu­
una v,e rgüe nz a qu e s

Julio 25, 1984. El scflor Hilario Othón Sauceda, con apdo. tados- '.
l 05298, de la e u dad de México, nos escrib e diciendo: -
. . os come ntario del señor Fran
"Me tocó estar e 1 es ta capital cuando pasaron usted es el Marzo 1 9, 1985. Rec1b1� �c� 11 3, de la
n om 1 \O en Pitágoras
capítulo del progr 1ma 'Contrapunto', e n dond e entrevistar on cisco Muñoz Var gas , _co señor Muñoz· . "N o pu do me no . ,
s
a algunos cronist; s de nuestras ciuda des ; uno de ellos de la . dad d. � Mé xic o · Di c el e
' ,
cm e
. Celia Herrera, porque bar no �
ta
ciudad de Chiht ahua. Alfonso Escárcega; ést e ahora e stá que febc1t�r a 1 � señ on itados, quie nes m
ert ac .
ion tan v era z, con sus inv
dedicado a ensa.zar a Villa y quema incie nso e n su honor con un a d1 muy
r on razonamientos
s
l po r lo qu oy eron tuv1e ·
constanteme nt e. ¡Pobre d e nuestro México y pobres de vi. eron Y so · o e
dam1en-
d , c dillo' A mayor abun
nuestros estudiantes !, a qui en es lJegan esta s informaciones y pobres en def e�� del llarn� º :�do p�fs p roductor de petró­
e seg
los inclinan a admirar a un criminal insaciabl e, porque ya to· cuando Mex1co era petrole ras
le pagaron las compañ,1'as
hasta dizque pacífico e n Canutillo seguía matando (a sus leo. se dijo que a V"1lla bus , en Nuev México,
o
qu e atacara Colum ,
peones) y enviando a sus 50 hombres a asesinar a quienes de Tam p1c· o pa r a
m .
d o s inv ad i ran la franja pe trolera , .
Y entonce s los Es tados U or Muñ oz ' de la ciudad de México.
e
él tanto temía y qu e , e fectivamente , fueron quien es lo
ej ecutaron". Come nta el seflor Hilarío Othón Sauceda. Concluyó as í su carta el señ
5 E
-
sen r Hil ª o Fu en
. tes V aldés , de Priva­
Septi embre 4, 1984. La señorita García Isaac, d e Gabriel Marzo 29, 198 . � no ? 4, �e la ciudad de México, nos
da de Contr·er . as 18 , m t
Mancera 53, Col. del Valle , México, D. F., nos dice : "Yo . , la t ransmisión del tem a,
e r

s1g• u1 n t . "C ua nd o te rmino


creo que deb erían de volver a pasar el programa referente dic e lo e e
o opm • ábamos que se de be
añe o d e grup o y y
a Villa. Nos ha abierto los ojos y el ente ndimiento. De sde mis comp r s
APENDJCE 401
400 APl:.N DICE

exigir la limpieza de la historia. porque seguramente sibk relatarlos todos. Solamente yendo a los pueblitos
como ahora han pretendido hacer aparecer a este crun¡.
as¡ �� Chihuahua y de Durango todavía encuen�ra un� gentes
nal como un 'revolucionario', así habrá muchas mentiras uc relatan cosas espantosísimas del llamado Villa. quien quc­
los anteriores movimientos, tales como la Independencia y
1.n �ó muerto cuando iba a pelear con De la Huerta cuando
la '•stc preparaba su levantamiento. Pero ya el Ser Supre�o tu­
Reforma".
:0 compasión de nuestra región y de, toda ,'ªPa_tna .. No
lo llamen asesinato: fue liberación. T�dav1a habna temdo tiem­
Agosto 11, 1986. Sobre el programa en que analizaron la po para asesinar a mucha gente inoce�te, porque n� te-
personalidad histórica de Francisco Villa. con la pregunta: ía de buen grado a sus peone� de Canutillo. como lo 01m�s
'' ¿Caudillo o bandolero?" nos escribe el señor Procopio :n su programa". Concluye su comentario el señor Procop10
Omelas Craso. Dice el señor Omelas: "Qué satisfactorio fue Omclas.
ver en vivo. en su programa, a esa señorita Herrera que st
sabe lo que habla, que no lo hace por cuentos, ya que ella Septiembre 2, t 986. El señor Gustavo �- Máynez. con
vivió esos al1os de terror que tanto oí yo contar a mi abuelo,
teléfono 540-21-85, nos escribe con relac1on al pro�rama
quien detallaba muchos de los hechos que hoy hemos oído
de Villa: •·Es obvio que Francisco Villa fue un bandido Y
de boca de esa señorita Herrera. Qué bien que se aclare la
cabecilla a la vez (caudillo de bandidos desde antes de la
historia -agrega el señor Omelas-. porque es una ignominia Revolución) y contumaz temible asesino, antes, durante Y
que quieran hacer aparecer a aquel verdadero monstruo como después de la Revolución. cuando el movimiento armado ya
un 're\olucionario', si desde antes de la Revolución fue un había triunfado. Su época de ·caudillo' se limita a los do_s
asesino de campesinos inermes, cuyos relatos serían intermi­ años en que comandó la División del Norte, con la que las di­
nables. Yo -añade el señor Procopio Omclas . no tuve la versas brigadas que la componían lograron sorprendcnte_s
suerte de ver todos los episodios de su interesante programa, triunfos; pero durante los siguientes cinco _año� compre�d1-
pero sí vi el último, y verdaderamente sentí satisfacción de dos entre su derrota en Celaya y su rendicion vive otra epo­
que alguien diga la verdad cuando tan tos escritos, cine y ca en ta que muere su fama de caudillo, degradándose a un
periódicos han propalado tanta mentira. Todo lo que dijo la vulgar cabecilla de bandoleros. Fueron tan turbulentos
señorita Herrera concuerda exactamente con lo que noso­ estos cinco años que sus partidarios pretende� malévolamcn­
tros escuchamos de labios de mi abuelo, quien nunca pudo te ignorarlos o confundirlos con l?s dos pnmero� años de
olvidar tantos horrores, pero lo que todavía nos deja asom­ triunfos, pero los crímenes comeudos_en estos cmco años
brados son las opiniones de los otros que estaban en el pro­ fueron deme\,ciales e históricamente imperdonables. A�e­
grama, porque oyendo narrar con la veracidad que lo hizo la más agrega el señor Máyncz-, ya no peleaba por los pnn­
señorita Herrera. todavía un general que estaba allí nombra­ _
cipios de la Revolución, puesto q�e_ est� se encontraba ya
ba 'guerrillero' al que solamente fue asesino de gente pobre, _ _
constituida en gobierno y sus pnnc1p1os mclu1dos en la nue­
de campesinos sin armas, desde antes de la Revolución, a la va Constitución del 5 de febrero de 1917, de _esta manera,
que se metió para salvarse de la justicia que lo perseguía al frenk de sus secuaces luchaba sólo para saciar venganzas
Gracias -añade el seflor Procopio Ornclas-. por haber puesto personales que realizaba en las familias de los que ya lo ha­
este programa que yo pienso habrá sido de los más notables _
bían abandonado. Por lo tanto concluye el señor Maynez,
que han tratado, pues la verdad brilló aunque le hayan fal­ de la ciudad de México , aquello era solamente una ban-
tado muchos datos a la señorita Herrera, porque no era
t\PtNDICL 403
402 APENDJCE

da de malhechores sin ideales ni justificación alguna. Lo s Marzo 26, 1984. El señor Jorge Prieto Laun:n::;, quien tiene
ex presidentes de la República y los legisladores carent es de sus oficinas en la Av. Lázaro Cárdenas No. 1 L (kspacho 1 O l .
sentido analítico. cayeron en el error de aceptar esta falacia". d e la ciudad de México. nos escribe para coml'ntar lo :.i­
guiente: "En su anáUsis sobre Pancho Villa se hizo mención
a un manifiesto de él que fue publicado luego de innumL'ra­
Marzo 14, 1984. El doctor Carlos González Reyna, con
bles derrotas a manos de las tropas constitucionalistas en
consultorio en Tíber 13-405, de la ciudad de México nos
Cclaya. Jrapuato. Aguascalientcs. etcétera, cuando los villistas
escribe: "Yo fui admirador de Villa en mi ju ventud, pue s lo
fracasaron en su invasión al estado dl' Sonora y se estrellaron
único que sabía de él eran las fantasías creadas por la leyen­
an tc los defensores de las fuerzas fronterizas de Naco, Agua
da Y la publicidad, pero al dedicanne a estudiarlo descubrí _
detalles espeluznantes. Luego, en 30 años en el Hospital Pn�ta y Nogales. En dicho manifiesto -añade el señor Prie­
Colonia, me pennitieron conocer a ferrocarrileros que presen­ to- Villa calumnia burdu y cínicamente a don Venustiano
ciaron sus crímenes; por ello cambié de opinión. Los que Carranza. acusándolo de haberse vendido al gobi1:rno ameri­
ensalzan a Villa -aña de el señor González Reyna-. preten­ cano Y, entre otras mentiras. afirmó que d Primer Jefe del
den que nos olvidemos de su lado sombrío y que sólo nos Ejército Consti tucionulista recibió 500 millones de dólares
dd tesoro yanqu i a cambio de las concesiones para usar
fijemos en sus 'pre tendidas cualidades', pero eso va contra
la Bahía Magdalena y el Istmo de Tehuantcpec durante 99
la lógica y la justicia. En las reglas del método sociológico
ai'ios y como condición para el reconocimiento de su gobier­
Durgen señala que para opinar sobre una persona o una raza o
g!1-1po hay que tomar en cuenta todo: lo positivo y lo nega­ no. Adujo Villa entonces que la prueba de sus afirmaciones
tivo, pues de lo contrario se tendrá una idea falsa y se llegará era el permiso concedido por Washington a las tropas cons­
a una conclusión errónea". Y finaliza su carta el doctor titucionalistas para que pasaran por el lado americano a re­
González Reyna: "Como conclusión quisiera agregar que, forzar a los defensores Lle las plazas rron te rizas Lle Sonora.
en mi opinión, las personas que admiran a Villa con sinceri­ amagadas por villistas y maytorenistas que pusieron en pdi­
dad Y sin consignas deberían estudiar y aprender más sobre gro las vidas de los americanos residentes en las poblaciones
gemelas de Arizona. También auujo Villa que la Casa Blanca
'el centauro', pues su admiración sólo puede estar basada en
el desconocimiento de la realidad".
reconoció como gobierno de facto al presidido por Carranza
como prueba de sus afirmaciones culumniosas. Lo:,, que vivi­
mos entonces podemos afirmar que Carranza jam[t!> recurrió
Marzo 20, 1984. La señorita Barbecho, de Presa Santa a empréstitos extranjeros. y menos aún pudo aceptar las
Teresa No. 177 de la ciudad de México, nos escribe: "C'on prctension<:s yanquis que datan dc:-,dc los tkmpos de la famo­
mucho interés hemos escuchado su programa 'Contrapunto', sa entrevista Díaz-Tart en Ciudud Juárt.'Z. que igualmente
decepcionados al ver casi puras personas del lado de su fueron rechazadas por el caudillo dd 2 tk abril. anidauas en
caudillo, no se diga de los 'pagados' de la caJJe e ignorantes la cah:nturirnta memoria tkl rabioso y Jcrrotado Pancho
100%. Nuestras má5 sinceras y efusivas felicitaciones a la úni­ Villa. Basta kcr la l'Xll'nsa y verídica uocurncnt:.ición reuni­
ca persona digna de su programa, la señorita Herrera, quien da por el licenciado Isidro FJbcla en su obra Historia de
_
vahentemente y con escueta verdad narra algo de tanto que la ·Poi ítica In temacional de la Revolución Constitucionalis­
vio'', concluye su comentario la señorita Barbecho. ta para convencerse del patriotismo y sincero nacionalismo tk
don Vcnustiano Carranza", cont:luye el sci'lor Pril.!to Laurl·ns.
404 APENDICE \PLN DICE 40!•

Abril 19. 1984. La señora Leonor González, que Por señor Martínez Becerril: •·creo que los fai1áticos <le Villa
razones obvias no nos proporciona su dirección. nos escri­ deben dejar las cosas como están: ya tienen monumen­
be lo siguiente: "Villa fue un monstruo, y para muestra basta tos de su héroe en todas partes. y han hecho películas de
con un botón: un día del aiio 1913 en Zacatecas una niña su caudillo llenas de falsedades. Qué, ¿quieren más?".
<le 1 1 mios salia de la t.>scuela al mediodía. Tres heroicos
dorados la violentaron. Su padre, desesperado, fue a pedir Mayo 24, I 984. El contador público Ot1lto Gama y \lzatc.
justicia al general. El salvaje por poco lo cuelga de un árbol. Privada Contreras 1 o. 81 bis, de la cm<lad de México. no::,
Ignoro por qué circunstancia el pobre hombre pudo salvar escribe: ''Ha sido de sumo beneficio para los mexicanos este
la vida. Esa niña era mi madre. Ese padre era mi abuelo. programa en lo referente al juicio que se tiene de Francisco
¡Mal<lita sea su memoria!". Añade la señora González: "Y Villa. porque después de haber oído tanto elogio para los que
es una verdadera afrenta para los mexicanos que su nom­ tuvimos la dicha de no vivir esos años de la Revolución.
bre esté inscrito en no sé qué recinto. Los hombres están que ahora entendemos fueron terribles. también es 1?rat1f1-
hechos a imagen y semejanza de Dios, y es por esta razón que cante conocer la Verdad, porque ésta nos hará libres. y ha
sas actos, palabras y hasta pensamientos deben estar regidos quedado aemostrado -dice el señor Gama que esa figura
por este pJtrón. Villa concluye la señora González-, era un smiestra que fue francisco Villa nos la habían prec;,cntado
primitivo feroz criminal. sanguinario. Lo menos que se puede envuelta en mentiras. Fue un criminal. como parece que no
decir de él es que era un psicópata, un enfermo pehgro­ había habido otro ni parecido en la h1stona mexicana. a
so que debía haber estado encerrado". menos que en las guerras de Independencia o de Reforma
haya apJrecido algo igual, y nos lo hayan hecho tragar
\bril, 1984. El señor Miguel Martínez Becernl, que vive como un héroe.
en la Av. 9 No. 125, Col. Independencia de la ciudad de
México. nos escribe: "La Revolución Mexicana es una cosa, Junio 5, 1984. El señor Ernesto Heredia ChávLZ, calk
y los hombres que se aprovecharon de ella para consumar Morelos No. 5, In t. 2, Ciudad Jiméncz, Chihuahua, nos
sus vengan1as son otra cosa. La Revolución mexicana nació escribe: "Me tocó estar en la capital cuando pasaban su pr<r
dd dolor y de la miseria de la mayoría de los mexicanos, grama referente a Villa, y lamento que únicamente dos
y fue confirmada por tres grandes hombres que son: Madero, presentaciones pude presenciar porque en verdad estaba
Carranza } Zapata, y esta Revolución, nacida del pueblo Y interesante en el sentido de que a uno lo dejan confundido
sostemda por el pueblo, tenía que triunfar con Villa o sin las opiniones que ex ternan señores con tan la escuela. c<r
Villa. Villa añade el scfior Martínez Becerril-. no fue el mo los que allí opinaron. porque uno no se espera que tengJn
gran estratega que sus apologistas nos quieren presentar. esos criterios tratándose de un bandido en toda la txt�n­
porque el ejército con que se enfrentó se constituía con hom­ sión de la palabra. Y añade el senor Heredia Esos señores
bre::, reclu lados a la fuerza. es decir, de leva, y por consiguien­ tan cultos. que tienen a un criminal tan insaciable como a
te, no peleaban, sólo se amontonaban para ver s1 se libraban un personaje que valga la pena. . . ¡ qué asombro nos cau::,an
de las balas, y para corroborar esto, cuando Villa se entre ntó esos en teríos a los que conocimos tan de cerca su crueldad!
a un verdadero estratega como Obregón, aquel fue derrofádo Me duele no haberlos visto todos, pero con los que v1, me di
con suma facilidad en tres batallas, porque el genio mih tar de cuenta de tanto error que hay en Mt!xico". conclu� e su
Villa brilló por ::,u inex 1stencia". Y conclu} e su comentano el comentario el ,eñor Ernesto 1 Icred1a ChaH:z.
APENDICE 407

Porque Villa nunca amó a México ni le dedicó ninguno de


sus actos. El "valiente" Villa, para más. es originalmente un
invento yanqui; fue un peón -mitificado en primer lugar por
la prensa sensacionalista de allende el Bravo-. de la política
¿QUE PASA ALLI'?
imperialista de Estados Unidos de aquel entonces, cuando el
triunfo del constitucionalismo -por obvias razones- no
EL MITO VILLA
convenía para nada al gobierno de nuestro poderoso vecino.
Villa, por lo demás, se prestó siempre de muy buen� gana ?
Por Margarita Michelena aquel papel de traidor: lo único que siempre le 1111porto
fueron sus insaciables ambiciones personales.
En pocos sitios de este mundo habrá, como en México. tal
Francisco Villa ante la historia, el notable libro de Celia
propensión a fabricar lo mismo mitos que mitotes. (A veces.
Herrera, acaba de ver su cuarta edición -Costa-Amic Editores,
ambas cosas son una y la misma.) Hacemos mitos del bien y
S. A.-, y constituye una referencia de primera mano. un tes­
mitos del mal. E:.s decir. divinizamos y satanizamos con igual
timonio de visu, para el estudio histórico de Francisco
e irresponsable facilidad. De un hombre bueno y limpio hace­
Villa, el resentido. sanguinario salteador de caminos metido
mos un monstruo de perversidad, capaz de todos los críme­
nes. gozándonos morbosamcnte en el proceso de su vilipen­ a "revolucionario", el "Napoleón bandido". cual lo llamaba
dio y su destrucción. Caso Díaz Serrano. Y de un monstruo la prensa estadunidense, el monstruo de crueldad que, sólo
de perversidad hacemos un santo, recreándonos sin freno en por propio interés, logró prolongar nuestra lucha_ ar�ad_a
el proceso e.le su canonización. Pocas se nos hacen las cul­ cuando todo estaba dispuesto para la paz. para la vida msti­
pas para acumularla:i sobre el primero. Y pocas se nos hacen las tucional, para la etapa reconstructiva de la revolución.
gracias para adornar al segundo. No importa que el bueno Porque en efecto, como lo refiere documentada�ente
Celia Herrera, los motivos para persistir en el desangramiento
haya sido hasta útil y necesario a su patria. Y no importa
y la violencia habían dejado ya de existir al triun�o del cons­
que el segundo resultara una alimaña cuyo único acto de cari­
titucionalismo, la única causa válida para los mexicanos que,
dad haya sic.lo el de morirse. inclusive contra toda su vo­
luntad. Tal l'S el caso. arquetípico. de Francisco Villa. por la justicia y la ley, renunciaron a todo interés personal,
aun el de conservar la vida.
Sí. De ese Francisco Villa. ése cuyo nombre -tan falso
como nefando brilla con letras de oro en la Cámara de * * *
Diputados, al lado de otros que. efectivamente, se ganaron
con vida y muerti! ese honor: ése a quien se le han levantado
En su libro -sacudido por el terror, por unos recuerdos de
estatuas. una de las cuales se L'rwió en nombre del pobre pue­
infancia colmados de espanto, de incertidumbre, de lágrimas­
blo de México a Columbus. sitio en el que Villa jamás penetró
Celia Herrera resume con lucidez y conocimiento de causa la
personalmente: se contentó con mandar al saqueo y al asesi­
historia de nuestra Revolución y está siempre de parte de los
nato a sus ··muchachitos'' para provocar -así era de patriota­
libertadores como el apóstol Madero, de los progresistas que
un incidente internacional y la invasora incursión punitiva de
acabaron derrotando al usurpador Victoriano Huerta, Y en
Pershing.
contra de los remanentes de la reacción que, cuando ya don
* * * Venustiano Carranza había sentado las bases jurídicas Y socia-

(4 06]
408 APENDICt
.\PE:--i DlCI-. 409
les de un México nuevo, se aliaron con Villa aprovechando
s�s sórdidas ambiciones y su patológica crueldad para imp e­ reconciliarnos con la verdad histórica. C'omo lo cita precisa­
dir, en el momento en que ya se habían conquistado, que mente Celia Herrera en su libro. todos los sucesm, históricos
maduraran los frutos de la paz. Francisco Villa ¿o sería que desconocemos o -que mitifi_camos está� dest_ inado� a
mejor Jlamarlo Doroteo Arango? es reo ante la historia repetirse. Lea usted Francisco Villa ante la historia. amigo
digan lo que dijeren los seguidores de su leyenda, no sólo d� mío. si aspira a sentir que, siquiera por un momento, se
una infinidad de crímenes atroces perpetrados personal­ libera de la asfixia de la ficción.
mente y a sangre fría, sino de que México viviera ·unos años
más de espantosa carnicería, ya completamente innecesaria.
Así lo demuestra irrefutablemente Celia Herrera en su México. D. F., abril 27 de 1984.
libro, que yo he releído con la alegría que siempre me produ­
cen los actos de un ser humano que sale a campo abierto a
pelear por una verdad, en este caso una verdad histónca.
¡Necesitamos de toda urgencia una historia desmitificada,
una historia que nos diga en verdad qué hemos sido, qué
somos Y qué tenemos que ser! De acuerdo con las probanzas
de Celia Herrera, Villa no fue ni un hombre sediento de jus­
ticia, ni un valiente, ni un guerrillero genial, ni un caudillo
Y mucho menos un estratego. En una memorable secuencia
de programas de la serie "Contrapunto". de Jacobo y Abra­
ham Zabludovsky, un erudito historiador militar hizo un
profundo análisis de las grandes batallas en que tomó parte
Villa Y demostró, con tanta pericia como imparcialidad.
que el llamado "centauro del norte" es también en eso una
leyenda. Cobarde por naturaleza, más de u na vez salto huyen­
do del escenario de la lucha y, de paso, lloró también más de
una vez por miedo y por hipocresía.

* * *
Villa -a tantos años de muerto y enterrado y aun de
desenterrado, si recordarnos la reinhumación de sus supues­
tos huesos en el monumento a la Revolución, merced a don
Luis Echeverría- sigue siendo un mi to con m illarcs de indoc­
tos o interesados seguidores. Por eso la cuarta edición de
Francisco ViJla ante la historia se antoja necesaria, como
necesario resulta todo aquello cuyo propósito sea el de
APENDlCE 411

Carácter variable. Llora ante la tumba de Madero; en cam­


bio, en Satevó, personalmente quema viva a doña _Lugarda
Caballero por la simple sospecha de que ella pod1a darles
informes a los federales de sus actividades Y en lugar de llo­
VILLA, "INCULTO, COBARDE, rar, se ríe y b 1rla de ella, cuando ésta se encuentra envuelta
LUJURIOSO Y CRUEL" en llamas. .
Cobardía. Cuando Huerta, en Jiménez, ordena su fusila­
núcnto por la. \rón, llora. se desmaya tres vece�_Y se le a braza
_
a los pies pdiéndole perdón. (La Revoluc1on Mexicana,
Señor Director: la distinguida escritora Margarita Miche­ Bernardo J. Gi stélum, 1966.).
lena. con su natural donosura y talento, publicó el día 9 de Oesenfrenac :1 lujuria. Aparte de las muchas mujeres que
los corrientes, en nuestro diario Excélsior un artículo inti­ violó e hijos q1 e dejó, se relata que en el hotel Palacio, duran­
tulado ''El mito Villa". Nada podemos restarle, pero sí te una convern ión pistola en mano sacó de su recámara a la
queremos agregar lo siguiente: tomando en consideración fugitiva espo,a ctei dueño del hotel y se la llevó porque le
algunas características físicas y sicológicas de Francisco había gustado.
Villa, nos es posible hacer un esquema patográfico de él de .
Cruel. El 12 de agosto de 1918, entre las estaciones de
la sigui en te manera: Bachimba y Horlasitas, vuela un convoy ferrocarrilero. Una
Constitución física. Villa era de tipo atlético: fornido, señora le pide de rodillas que no mate a sus hijos porque eran
musculoso, alto y grueso. Estas características se semejan a su sosten; Villa "generoso" le deja uno vivo para que la
las de los individuos encontrados en las cárceles de Inglaterra soste nga, como se lo pide.
por el genetista C. Brown en 1963 y por Jacobs y colabora­ .
Conducta antisocial. El 14 de julio de 1918, en Pilar de
dores en Edimburgo cuatro o cinco años después, muy agre­ Conchos, recoge la cosecha de trigo; a quien se niega a
sivos y peligrosos, con un trastorno genético consistente en entregarla lo fusila o cuelga.
tener tres cromosomas (XYY) en lugar de dos (XY) que es lo El 27 de julio de ese año. cerca de Parral, fusila a cuarenta
habitual en el hombre normal. ancianos.
Mentalidad. Desde sus primeros años de bandolero, admira El 16 de septiembre de 1922. Villa ya hacendado. cele?ra
al jefe de la gavilla en la que anda, por lo que cuando éste ese fasto patrio, fusilando a varios peones y al capo�al Sabmo
muere toma su nombre. el de Francisco Villa y abandona el VillaJva Aparte de otras tropelías, destaca el asesinato que
suyo, de Doroteo Arango. come te con María Arreola.
Incultura. No sabía leer ni escribir, hasta que un profesor Traidor. Al desocupar los estadunidense-; Veracruz el 23
zapatista, preso como él, le enseña en la penitenciaría del .
de noviembre de 1914, Villa protesta ante Wilson, pues quiere
D. F. mientras ambos purgan sus sentencias. que éstos permanezcan allí para sus propios firies
En Samalayuca, cuando los estadun idenses inician su pe:­ En Toe Royal Book of List por D. Walle.:hinsk� y c?la­
_-
secución, le dice a Angeles: "Ya vido, mi general, ya sab ia boradores, 1978, se refiere que en 1914 una lompan1a cine­
que no perdonarían lo de CoJumbus". matográfica de Hollywood lirmó un c?ntrat..> por 25,000
dólares para que Villa realizara en ��x 1co y con su� tropas
[41 O]
un combate verdadero bajo las cond1c1ones de camarografos,
412 APEN DICE
directores, iluminadores, etcétera. El com
bate result,0
rea 1, con mu ertos y hen·dos, que despué �n
• s de revelarse la cint
se almace no• en H ollywood por increíble . a

Resumen VILLA, "ESE BARBA AZUL RURAL"

De los hechos relatado�, que son unos cua Vl-28-1986


t�s ��e se pue� en re ordar y juzgándolos ntos de los cie� S eñor Director: ha sido ya acogido con liberalidad y
� desde un punto
b10Jog1co, Francisco Villa fue un sujeto
. parc ialme nte esqu1- d emocrático espíritu algún otro e·scrito mío. Esto me hace
zo fré me · � ( resquebraJadu ra de las funciones me ntales, que confiar en que e n esta ocasión la voz d e una vieja lectora se
� esorganiz�) con muchos rasgos paranoides (sicosis Ja s
cara ctt}­ escuch e en e se foro abi erto a la opinión pública, anticipando
nzada por ilusion es persistentes, generalm mi reconocimiento a est e gran diario, leído en toda mi vida.
e nte de pers ecució
o grandeza) que como apropiada terapia El t ema sigue siendo el mismo: mi oposición de gent e e ntera­
_ _ merecía eJ manic:
m10 de por vida ; estos padecimientos no se curan y los da y de amante de la verdad, sobre la personalidad de Pancho
suje tos
que los sufren son un constante y grave peli Villa. Cre o que esta debe ser la posición de toda muj er me xi­
gro social.
�om? colo�ón transcribiremos el pensamiento del extra­ cana ante la historia y el mito que le han fabricado dolosa­
ordmano escritor Rubén Marín cuando
. Y dice: "Así ll relata cómo lleg'o eJ me nte , legitimando las humillaciones y los críme nes de ese
pan a MéXlco gó el pan Barba Azul rural, contra las muj eres d e las tierras de Chihua­
_ e a México. Cuando
uno mira que hace, 1 estatuas para re cordar a ciertas hua y Durango. Esta debe ser la posición y la oposición de las
que tsdltaron sobre Ja patria oleadas d e gentes
sangre y barbarie, muj eres que d etestan ese machismo que e nge ndra tipos he te­
uno se pregunta: ) d e aquel pobre negro rosexuales como el héroe qu e hoy es ce lebrado.
que nos trajo el
pan d e cada día ¿qu.én se acuerda?". Hemos le ído e n la columna Distrito Federal, con e ncomio
de una muj er acaso no ent erada de la condición moral de
Dr. Luis Benit ez Soto, aquel personaje, qu e se �e lebra el aniversario del nacimie nto
Marsella No. 14. de Doroteo Arango. Cuánta sangre derramada, cuántas lá­
grimas, cuánta pobre za, orfandad y trastornos se hubieran
evitado, si no nace el que hoy celebran con sospechosa admi­
ración bélica unos cuantos que llevados en leva cívica, y otros
que come rcian con los caprichos d e sus amos, le rind e n ho­
me naje a unos cuantos huesos d e aquel d ecapitado e squele to.
La scñori ta Nidia Marín dice que Villa fu e el organizador
de la División del Norte. Ignora que la División de l Nort e
fue creada en la Nueva Es pruia. Que fue su organizador el

(413]
APENDICE 415
1-14 .\PENOICE

generalísimo Félix CaJleja y del Rey. Que muchos años ban co que iba a fundar días después de su muerte; para usar
después, !ª co_mandó el general Miguel Miramón y luego el la pisto la contra el aval de las sienes de sus deudores?
. Es esto REVOLUCION (así, con mayúsculas), o simple­
�eneral V_1ctonano Huerta. Que al traicionar al Constituciona­
hsmo, Villa, se desmembró del ejército que sostenía esa rne�te los episodios más s1111estros del dolor de México?
ban�era que posterionnente se convirtió en Revolución ·Ha pasado la señorita Marín por el pueblo de San Pedro de
Mexicana: Por 1? tanto, no era División alguna, sino ejército 1� cueva, y mirado las tumbas de sus habitantes masculinos
de Francisco Villa y su lugarteniente, Felipe Angeles, am­ incluyendo al cura del lugar. el re\erendo padre don Andrés
bos desertores del Constitucionalismo, o sea de la Revolución Avelino flores. que en ese apartado lugar de Sonora hicieron
¿I:1e _de decir la señorita M arín, cuáles son los más puro� sólo inútil resistencia al generalísimo Villa y su artillería
. americana? ¿Ha visto ese rosario de dolor de madres. esposas
pnnc1p1os de la Revolución del Ejército rcivindicador'>
c?m? _ella . dice a manera de preámbulo de su noticia. R¿ e hijos'?
,Conoce los documentos antirrevolucionarios y antimcxi­
v1r1<.11�0. V�la al campesinado cuyo programa agrario no <,

figuro �1qu1era en el movimiento del norte, en virtud de que canos que firmara Villa con su "filósofo" Felipe Angeles?
Todo es cosa de leer. De leer no la historia de sus cómplices
no_ teman pr �blema agrario. sino mucha, mucha tierra y 110 y seguidores de una consigna extranjera. El libro de R. Alon­
solo la de Luis Terrazas. ¿Sería el problema resuelto con la
so Cortés. el de Cdia Herrera. el de Mena Brito. el de Per1;;yra,
captura de la mejor hacienda de Durango, llamada Canutillo. los de Vasconcdos, incluso las "novelas'' del imaginario
para que el general Villa, único agrarista. existiera rodeado de
Martín Luis Guzmán. cuando se desprende de su mitoma­
peones Y esclavos, castigados por nimias desobediencias
nía y escribe claramente lo que era este "bruto" -como lo
con la muerte? ¿El agrarista que se hizo de cinco haciendas llamara Eric Fromm . y los del mismo Mw1oz con igual
más: que el gobierno .?e CalJes, protegido por un amparo, se empeño del colorante novdesco, es para dar a la señorita
ncgo ? pagar, �evolv1endolas mejor a sus legítimos dueños? Marín, mucho que rl!ctific1r. pues al cabo es mujer, rntelec­
¿Aqu1 no funcionaba el artículo 27 de la Constitución ni la tual. decente y mexicana.
Carta del 6 d� enero de Venustiano Carranza, producto socrnl
de los enemigos que combatió con un holocausto de un .
Gracias, señor director
millón de mexicanos muertos? ¿Será la esclavitud de los
peones Y sus castigos y muerte, una inspiración del Artículo Profra. María Luisa Diaz Ortega
123? Apartado Postal 1384, México, D. F.
¿Será acaso la reivindicación de la mujer el establccimicn­
t? del se�:allo de CanutiUo de siete mujeres cautivas produ­
ciendo h1Jos en el ambiente de la más brutal obscenidad?
¿Será de las mujeres violadas. de las asesinadas fusiladas o
qucmadas vivas, un principio de la Revolución'�
¿Legitimar todos los abusos por los oropeles y d folclon·
de la leyenda. cuanuo todavía el tiempo no h a march1tJd<.>
e! �olor de tanta gente y los recucrtlos todavía producen
lagnmas amargas? ¿Es principio de la Revolución acumular
dinero enterrándolo en veces o iniciando 111ver<;iones como d
,\PF.NDICE 4l7

ge eral Ama o,
Mi padre, que anduvo en las fuerzas del � presenci� a­
él hab1a
nos platicaba infinidad de detalles que
y de todos
do; él era originario de Balleza (Chihuahua) cometidos
jismos
aquellos rumbos sabía de verdaderos salva
los más cspeluznantes
VILLA, ASESINATOS ESPELUZNANTES* por Villa. recordando como uno de a de Por
_
tillo
anciana doñ a Luz Gar cía viud
el asesinato de la
on sacadas de su_
que, junto con su 111eta. la joven �uz, fuer
b�adas con petro­
vivienda de adobe, en Ciénega <le Ollvos y.
movía a mi padre
Señor Director: leo fueron quemadas vivas. caso que con
s datos q�e en
cada vez que lo recordaba. Y así tan tos otro
ahora considera­
En la edición deJ martes 25 de febrero de ese importante mi familia siempre oímos decir, por lo que
individuo como
diario metropolitano, he leído una carta que dirige una perso­ mos un contrasentido querer presentar a este
a grupos de cam­
"un revolucionario". siendo que asesinó
na apellidada Saldaña a un doctor don Enrique Coloma, de a y el d� Duran­
pesinos inermes: todo el estado de Ch ih �allll
la cantidad _ de
JiJotepec, México, sobre Villa Lamento no haberme enterado go quedaron convertidos en cementen�s:
o en ases111ar
de lo que eJ mencionado doctor haya expresado, pero por la huérfanos y de viudas era incontable: se dio gust ón entera.
luto a la naci
contestación que da este señor Sal daña sobre Vtila, deduzco mientras le duró la vida, cubrió de
la atención
que el doctor ha dicho la verdad. porque referente aJ llamado Excélsior. anticipo mis agradecimientos por
Francisco Villa ( o sea Doroteo A rango), ya no nos queda la que den a mis pobres letras.
menor duda de que fue desde antes de la Revolución no Felipe Amparán Domínguez
simplemente roba vacas, sino asesino de muchos pastores y Calle Negrete 25-8
campesinos en Ja región de Durango. por Jo que se le persc­ Cuernavaca. Morelos.
guía. así como al resto de la banda de asesinos que él capi­
taneaba.
Pero estalló la Revolución y fue para Arango la salvación:
se dio de alta y logró conseguir la dirección de la División
del Norte, con tal ahínco, que estuvo a punto de fus1Jar a
Manuel Chao en Chihuahua, porque sospechaba que el tal
Chao le iba a ganar la mencionada dirección. Ya de jefe de
dicha División del Norte se ocupó de mandar asesinar en
Conchos a los que antes de la Revolución habían tenido el
valor de perseguirlo para quitarle sus ganados que arreaba
robados, Y que entregaba a don Luis Terrazas, el famoso
ganadero consentido de don Porfirio.
• Foro Excélsior, marzo 23, 1986.

1416 J
APENDICE 419

decente de todas las condiciones sociales. Nuestro pueblo,


entendiendo desde el trabajador, artesano, campesino. clase
humilde igual que todas las clases económicas. con pocos,
medianos o grandes recursos, somos el pueblo.
De tal manera, los gobiernos de México, desde hace mu­
VILLA, "EL DEPORTE DE ASESrNAR''* cho, están ocupados en complacer a las chusmas. en hundir­
las más con adulaciones "populistas" postrá ndolas de tal
manera en el encarcelamiento de la inmoralidad y la ignoran­
cia ' de donde no los dejan evadirse. Este no es el pueblo
. de
Señor Director: ''La cobija de Pancho Villa" ha sido el México, de una gran categoría humana.No son los mexicanos
título de un regocijan te artículo de la señon ta Guadalupe estos sujetos de miseria moral. No somos así.
Appendini, publicado el 28 deJ mes de enero en la sección Esta peculiar campaña de vernaculismo, es una forma efi­
''B", que también obliga a pensar muy en seno respecto a la caz de prostitución ajena a toda virtud.Un pueblo eminente­
injuria de nuestros gobiernos y de personas de insospechada mente religioso, que por la satrapía de sus verdugos se ha de
cultura que juzgan a nuestro pueblo el más ruín y primitivo educar en una llamada moral laica, es llevado paso a paso y
del mundo. ¿Por qué razón dicen que sujetos como Villa enmedio de una noble resistencia, al más inicuo de los des­
están plenamente identificados con el pueblo') ¿Tan vil y tinos.
tan ignorante es todo el pueblo de México? Tenemos tipos pintorescos: pero no puede decirse que el
Mas vayamos por partes. El pueblo es todo el conglomera­ "Púas" Olivares sea ejemplo digno de la juventud mexicana,
do social. Ya no estamos en las épocas porfinstas de un eli­ como no puede ser Pancho Villa eJ paradigma del patriotismo
tismo absoluto. Nuestras clases baja y media han ascendido y la justicia. ¡Qué sabía de estas cosas semejante bárbaro!
en todos los órdenes decididamente, con revolución o sin Uno sería hábil en los rings y el otro en las escaramuzas Y
ella. f:.s fenómeno de evolución natural de acuerdo con el el deporte de asesinar y esclavizar mujeres; pero no son, nin­
desenvolvimiento económico y cultural del mundo.El pueblo guno de ellos, modelo de mexicanos... La muestra de esto
no es la hez, no el barri o ci tadino o pueblerino, rebelde a la nos la presenta el libro del doctor Arturo Langle Ramírez
educación y complacido en todas miserias, más que económi­ que anuncia la sef\orita Appendin� inspirado en morbosas
cas, morales. Así serían, en todos los entresijos de la sociedad ocupaciones. La visita que hace a un barrio de Torreón
humana, los pueblos del mundo que en otros lados sencilla­ albañales de la hez social- entre brebajes, amule tos, bruje­
mente se les llama "plebe": no en el sentido semántico rías' misas negras y toda clase de satánicas artes grotescas, .se
sino como populacho, gentuza o villanaje. Para el gobierno erige como eficaz intermediario de estos menesteres de ru1�1-
y los intelectuales irreflexivos. el pul·blo de México está _
dad a Pancho Villa. Precisamente a este hombre sangumano
medido con este rasero de brutal residuo humano. Una adornado de cuernos y evocador de espíritus malignos. Debe
"corte de los milagros". Pueblo somos todos; pero si nos ser cierto. Porque hasta ahora sólo los ignoran tes de los
atenemos a ese concepto generalizado, se elimina a la gente hechos históricos. los que guardan compleJos sumergidos en
• E>.célsior l O marzo, 1986. desvíos, los cómplices usufructuarios de sus saqueos. o
sus descendientes, ya se habrán de mezclar en ''mandas"
(4181 o procesiones con neo-ladrones, asaltantes, ma lignos enamo-
420 APt:NOICE

rados o proxenetas (recuérdese 'a la famosa bandida, com.


positora del corrido ·'El Siete Leguas"). Pero no el Pueblo
de México, limpio, enaltecido, no éste que merece respeto de
gobcman tes que lo ignoran y de intelectualoides cursis.
Creo en la calidad periodística de Excélsior y sus colabo­
radores, y no dudo que, como en tantas ocasiones, se de ten­
gan a publicar la punzante verdad, que por ello es Paladín AJ'ilOS TERRIBLES DE LA REVOLUCION
de la libertad de expresión. Tengo derecho a decir la sin
cobardía, en estas épocas en que debemos ser introspectivos Señor director J-agosto-87
y unidos contra negros augurios y conflictos presentes. Se n os
está dando "atole con el dedo·· santiltcando a un héroe
(?) como los ha habido en el promiscuo levantamiento de Animado por la carta que apareció en ese importante dia­
todas las rebddías populares. y que sólo aquí se le da catego­ ' suscnta por un sd'ior que dijo echar su cuarto a espadas.
ría notable y no oh ido profiláctico, cual reclama la vergüenza eré si puedo organizar mis recuerdos. pues algo tcnio yo
nacional. Se nos confunde con la miasma infeliz de toda fisio­ bién que decir de aquellos años terribles de nuestra
logía social, digna de redención y no de postergación e incu­ evolución.
bamiento político. Hay cosas que resolver y para ello se Felipe Angeles: ciudad de Chihuahua. afio de l 919, mes
requiere una sana conciencia nacional. Cosas urgentes, novjembrc. Aprehendido este famoso militar. lo llevaron a
angustiosa5, como las ha plasmado don Regino Oíaz Redondo ihuahua en donde hacía algunos afios mi padre se vio for­
en memorable artículo .. Límite de la Paciencia". y no caer en do a permanecer Yo era un mud1achillo me tic he en
la frivolidad de un entretenimiento nocivo. donde hubiera ruido" y no me iba u perder presenciar el
icio militar que le iban a hacer a aquel prisionero. Fue en
Atentamente Teatro de los Héroes que estuvo lleno de bote en bote
e gente interesada con diversas ideas. pero yo creo que los
Profra. María Luisa Oíaz Orteg a ás éramos curiosos. como yo. Alcancr un lugar cerca del
Tacuba No. 17 asillo y junto a mí tuve la suerte de que se acomodara con d1-
06600 México, O. F. ultades. un hombre que pronto empezó a in ·truim1c con
uchos dctallt!s que él cono<.:ÍH, pues había sido soldado en
s fuerzas de Maclovio Herrera, con el grado de capitán. Se
ellidaba Galindo y con su solo apellido lo seguí tratando
la buena amistad que de allí en adelante cultivamos.
Decía Galindo: Yo sé quién es este tniidor y vengo porque
11
quiero ni pensar que lo vayan a perdonar. Este (y aquí
ter calaba palabras rurales) estuvo con Villa cuando los grin­
lo respaldaron para que traicionando al Constituciona-

(421]
422 APENDICE APENDICE 423

lismo se echaran sobre la nación entera y la destruyeran con sido una carnicería humana porque fueron 20 mil los ata­
las matanzas más espantosas que se vieron entonces precisa� can tes contra 5 mil los lluertistas.
mente cuando había huido Huerta del país y se creía que se Galindo y yo conservamos nuestra amistad por algún
establecería la paz definitivamente. Parecía que se adueñaba tiempo, visitando los alrededores de la ciudad: Nombre de
Villa del país y sólo por un milagro pudo Obregón echar en Dios, la Junta, etcétera, y no obstante nuestra franca amistad
desbandada a la poderosa División del Norte, convertida ya nunca nos "tuteamos", el "usted"es muy frecuente en los
en villismo.Entre los gringos que los respaldaron estuvo uno estados del norte.Leyendo hoy relatos de aquellos años vie­
que era periodista apellidado Hearst, quien tenía interés nen a mi memo ria las alegrías de aquel muchacho "me ti­
en que Villa le protegiera su latifundio de Babícora che" .. . Ya mi buen amigo Galindo descansará en la otra
Decía Galindo: Y cuando se vio que Villa no tenía nada vida, pues era él mucho mayor que yo y pronto yo también
de militar, Felipe Angeles se fue a Estados Unidos para desde emprenderé el viaje sin regreso; pero por Jo pronto hoy aquí
allá estar reuniendo a todos los contrarrevolucionarios y descansando en mi silla de ruedas he podido dictarle a mi
atacando al gobierno de don Venustiano con escritos que nieta estos pocos recuerdos; ella los escribe en una vieja
publicaba en periódicos americanos. máquina sin acentos y sin "eñes'' y cuando voltea a mirarme
Decía Galindo: Y luego se vino a reunir otra vez con Villa con expresión de azoro me dice: "Aquello fue un caniba lis�
y cuando andaba buscando los cañones con que contaba para mo"...principalmente en otras ocasiones en que me ha oído
seguir matando mexicanos lo capturó el capitán Sandoval. relatos de los que presenciamos en todo el estado de Chihua­
El teatro entero se alebrestaba con el curso del proceso. Y hua, mientras no se "despachaban" a Villa, aquel asesino
Galindo se ponía de pie y amenazaba con los brazos y echaba jamás sa tisfecho.
palabrotas gruesas. .. en eso se oye un grito burlón de por Anticipo mis agradecimientos por el honor que será para
allá de galería; porque Angeles se puso a hablar de sus conoci­ mí que sean publicadas mis pobres frases.
mientos de la guerra luciendo que había estudiado hastá en
Francia, mencionaba a muchos autores notables cuando oí ­ Abundio Chávcz Ortiz
mos . .."Si no lo fusilan por traidor fusílenlo por cursi... !". Km.50, vieja carretera Cuernavaca,
Esto emocionó más a Galindo que se carcajeaba puesto de Granja Perla.
pie a todo pulmón ...
Decía Galindo: Aquí vino a ayudar a Villa a tomar la plaza
de Parral en la Semana Santa y allí a quemarropa asesinó al
padre y a dos hermanos de mi general Madovio aquel ancia­
no que fue expresamente a Chihuahua a querer convencer
a Villa de que no se "volteara" y se expresaba Galindo c?n
tal respeto del general Maclovio que hasta conmovía, dec1a_:
"Era la personificación de la lealtad y del valor". Allí estUVt­
mos hasta oír la sentencia del jurado, lo que tranquilizó ª
Galindo, quien ya fuera del teatro continuó relatándome sus
recuerdos horrorosos, como la toma de Zacatecas, la cu�
Angeles relataba como algo glorioso, pero que sólo hab13
APf:NOICE 425

canzó Villa porque a ella aspiró siempre a grado de que


estuvo a punto de fusilar a Manuel Chao porque "sospecha­
ba" que le ganaria dicho mando y fue gracias a la oportuna
mtenención del General Breceda quien llegó en el momento
en que Villa ordenaba aquella ejecución y Breceda dio aviso
al señor Carranza quien tenía su oficina en la Quinta Game­
Sr.don Manuel Roberto Montenegro
ros y allí fue llamado Villa. quien recibió muy fuerte repri­
Muy señor mío: X-31-1985 menda del sci1or Carranza.
Repito: la Brigada Juárez formaba parte de la División
Hace años leía yo diariamente Ultimas Noticias; pero tam­ del Norte, y ésta del EJ ército Constitucionalista: por lo tan­
bién hace arios que dejé de obtenerlo, por lo que la publica­ to, es un error decir que mis tíos lucharon con Villa, entonces
ción del artículo de usted del viernes 4 que hoy termina vino ¿Obregón, Carranza y todos los Jefes Constitucionalistas lu­
a mis manos con cierto retraso y gracias a una buer.a amistad charon personalmente con Villa?
mía. Al realizar Villa el más criminal de sus actos en su larga
"Deslices de pluma" encabeza el artículo a que me refiero vida de bandolerismo volteando a la División del Norte en
y no entiendo si así encabeza usted siempre sus publicaciones contra de la Revolución en el momento en que Victoriano
o s1 usted califica de "deslices" los calificativos que yo doy Huerta salía del país y cuando en toda la nación sólo había
al extraño ser que motivó la publicación de mi libro Francis­ el anhelo de paz, la División del Norte ya no perteneció al
co Villa ante la historia Dice usted: "una bestia cuya apari­ Ejército Constitucionalista y ninguna de las brigadas que
ción ya se preveía en las sagradas escrituras" la componían tenían razón de seguirlo; pero la única que per­
Que la autora del mencionado libro no es "ni con mucho" maneció leal a la Revolución fue la Brigada Juárez, cuyos
(como usted atinadamcnte opina) una "literata". ello ha que­ jefes en mcontabks mensa_,es trataron de detener aquel baño
dado claro en todos mis escritos que afortunadamente he de sangre, aquella destrucción total de la nación, aquella
logrado que hayan sido publicados en varios periódicos. entre mortandad de mexicanos. aquella carnicería que cubrió al
ellos en la revista Siempre, y "no peco de modesta" ya que país de extremo a extremo.
soy únicamente una egresada de un sexto de primaria y de Y la otra rectificación que con todo respeto hago a la opi­
ello ya hace muchos ai1os, solamente que en aquella inohi­ nión de usted es.que no fue el despecho ni el odio lo que me
dable escuela además de que nos enseñaron a leer nos desper· indujo a escnbir mi libro sino que ha sido úmcamente el
taron una inclinación firme hacia la lectura, y en mi larga recuerdo de horror, el más espantoso recuerdo que ha acom­
vida he leído cuanto ha caído en mis manos. pañado a mi larga vida. Motivo del libro fue también la de­
Y ahora ruego a usted admita una o dos rectificaciones a su sesperación que causó a los parralenses (sobre todo) cuando
escrito: la División del Norte formaoa parte del EJércitoCons· observamos que destacados elementos de la prensa se dedica­
titucionalista y estaba formada por muchas brigadas, entre ellas ban a lanzar himnos de alabanza } a invertir totalmente la
la Benito Juárez. de la que eran jefes mis tíos Luis y Ma· realidad de los hechos de aquel "ser extraño"...por eso me
clovio Herrera. La jefatura de la División del Norte la al- atreví a escribir aun sin tener conocimientos para hacerlo.
Por eso escribo, por eso msistiré con la esperanza de que
(424] algún día la "pluma honrada de un historiador consciente"
426 APl:�DICt

recoja los <latos que yo he consignado y que son reales, no


lo dude usted y tornados de entre las vícurnas de aquello s
"heroísmos".
Por si hubiese pasado inadvertida para usted mi carta en
Parte de la Proclama que lanzó el C. Gobernador del
Excélsior_ del 23 d� julio último adjunto hoy una copia y
_ _ estado de Chihuahua el día 13 de agosto de 1919.
usted aplicara el adJet1vo que le merezca a quien fue capaz
de cometer aquellos actos que en esa carta relato.
Y muy honrada y muy agradecida por haberse usted ocu­ ..A LOS HABITANTES DEL ESTADO:
pado de mis pobres letras, me es grato suscribirme como su "Es del conocimiento del público la vergonzosa historia de
segura servidora. crímenes, sin precedentes, perpetrados en las vidas, honras
e intereses de los habitantes del estado por el bandido Fran­
Celia Herrera cisco Villa, crímenes cuya gravedad extrema conmovieron a
e/o Costa-Amic Editores, S. A. todos los elementos sociales en grado tal, que unánime y
Calle Soto 62 espontáneamente, sin distinción de credos y opiniones, los
México 3. D. F. hombres de bien, distrayéndose de sus labores habituales
que les dan el sustento diario, se agruparon y armaron consti­
tuyéndose en Defensas Sociales para perseguir sin cuartel al
bandolero declarado 'Fuera de la Ley' por decreto de 14 de
enero de 1916, expedido con general aprobación por el C.
Venustiano Carranza, entonces Primer Jefe del Ejército Cons­
titucionalista y encargado del Poder Ejecutivo de la Unión.
"De entonces al presente, Villa ha continuado sus correrías
por territorio del estado, dejando señalado su paso con sangre
de inocentes víctimas, cuyas viudas y huérfanos claman jus­
ticia. Enumerar sus crímenes sería casi imposible, ya que son
incontables y cada vez han sido de mayor gravedad. Ha arra­
sado pueblos enteros como Satevó; las mujeres de Namiquipa
sufrieron el ultraje más abominable porque sus esposos no
quisieron ser cómp lices de él; en la hacienda del Fresno
ahorcó a siete campesin·os pacíficos y sus cadáveres fueron
arrojados a una mina; en Jiméncz asesinó personalmente a
toda la familia González, incluyendo a un niño de nueve
meses de edad; en Santa Rosalía asesinó dentro de un furgón
del ferrocarril a 200 mujeres soldaderas; en Saucillo ahorcó
[427]
APENDICE 429
428 API::NDICF:

al jefe de estación y en la Quinta Carolina asesinó a los her­ constituye un bochorno para el estado, puesto que tácita­
manos Cuéllar. mente se 1ia tolerado el que dicho bandido cometa las depre­
"Con lo antes expuesto queda demostrada. aunque some­ daciones y actos vejatorios que constan temen te lleva a cabo;
ramente,. la actuación del bandido Villa, pero ello baste para y siendo por otra parte una obligación imprescindible de las
que nadie pueda negar que tan nefando individuo es un cri­ autoridades el 1e procurar por todos los medios posibles el
min�l nato de cuya crueldad es urgente salvar al estado y a la exterminio del bandolerismo. he tenido a bien decretar lo
patna entera. siguiente:
"En atención a lo anterior. el gobierno del estado, coad­ "Artículo único. Se dará un premio de cien mil pesos al
yuvando al cumplimiento de las disposiciones dictadas por que entregue. v vo o muerto, a las autoridades, al bandolero
Francisco Villa con cuyo nombre se le conoce), cuya canti­
el Gobierno General de la República, se ha visto en la necesi­ dad será pagada Jor el Gobernador del Estado.
dad de estimular la captura del bandido Francisco Villa, y al
efecto ha depositado en la Jefatura de Hacienda de esta
capital $50,000.00 (cincuenta mil pesos, oro nacional), suma "Sufragio Efe. :tivo. No Reelección.
que se entregará al individuo o individuos, civiles o milita­ ''Chihuahua, a 20 de mayo de 1920.
res, que presenten a las autoridades en la ciudad de Chihua­ "El Gobernadl•r Provisional del Estado, Tomás Gameros.
hua, a como diere lugar, al referido bandido. El Oficial M. E., de la Secretaría de Gobernación, Jesús
Mucharraz."
"Constitución y Reformas. (En l 923, cuando Villa fue ejecutado, era gobernador del
"Chihuahua, 13 de agosto, l 9 l 9. estado de Chihuahua el ingeniero Ignacio C. Enríquez.)
"El Gobernador del Estado, ingeniero Andrés Ortiz. El El decreto de 14 de enero de 1916, expedido por don
Secretario General del Despacho, ingeniero Melquiades Venustiano Carranza, poniendo fuera de la ley a Francisco
Angulo." Villa, a Rafael Castro y a Pablo López con motivo del asesi­
nato de 18 ingenieros norteamericanos, asesinatos efectuados
El Gobernador electo del estado de Chihuahua era el inge­ en Santa Isabel, Chilrnahua. ha quedado ya mencionado en
niero Ignacio C. Enríquez, pero por tener que ausentarse la página 226.
de la dudad quedó como Gobernador interino el señor
Tomás Cameros. que era Tesorero General del Estado.
El Gobernador interino confimrn la proclama con fecha 20
de mayo{) 920), con el siguiente Decreto:
"Decreto del Estado Libre y Soberano de Chil1Uahua.
Poder Ejecutivo.
"Tomás Cameros, Gobernador Provisional del Estado de
Chihuahua, en uso de las facultades extraordinarias de que
me hallo investido y considerando:
. "Que siendo necesidad no sólo imperiosa, sino humanita­
na, el acabar de una vez para siempre con el bandido Francis­
co Villa (con cuyo nombre se le conoce), cuya existencia
,\PENDrcr� 431

tatua ecuestre al "Napoleón bandido", y también le atribuyó


a Villa el gran deseo de que todos los niños tuvieran escue­
la..., pero le recordé el "respeto" que le insptró la eximia
doña Margarita Guerra, directora de una escuela por muchos
años, a la que el "héroe" dio muerte en la ciudad de Chihua­
hua destrozándola a "cabeza de silla''. quedando porciones
Señor Melchor Herrera de su cuerpo insepultas en el cerro de Santa Rosa.
Ciudad Juárez, Chih. Había otro que adopto una actitud muy solemne, hablan­
do pausadamente como si fuera a revelar algo "descono­
Querido primo: IV-27-1984
cido'' ...y resultó que sólo fue a descubrir ''el café con leche"
mostrándose muy enterado de los nombres de quienes ejecu­
Grande ha sido mi gusto al recibir tus letras, aunque hayan taron a Villa , y mencionó a algunos, pero no a todos, y luego,
sido tan breves. Breve será también nti contestación (así lo con espectacularidad vulgar, pretendiendo estremecer a1
deseo) porque estoy sumamente ocupada, y me concretaré auditorio. relató una visita que hizo a una cantina que encon­
a decirte que, efectivamente, tuve el honor de ser invitada a tró tapizada con fotos del bandido... ¡qué cosa tan nota­
tomar parte en el programa de televisión "Contrapunto" y ble! Hondamente lamenta este individuo que su "héroe"
como comprendo tu gran interés por verlo te diré que aquí desapareciera. y llama "asesinos" a los valientes que ex pusie­
he oído decir qu< lo van a pasar "en forma diferida" (creo ron sus vidas por liberar a México de aquella alimaña Villa
así dicen) en dh ersas ciudades de los estados (que aquí tenía 50 hombres pagados por Adolfo de la Huerta para su
denominan "provi 1cias").
"seguridad", y los estaba utilizando como enviados para
Los nombres d< los participantes no los grabé en la memo­
asesinar a aquéllos que más miedo le inspiraban.Este parti­
ria, con excepciór, deJ diputado y general Garfias, porque lo
cipante está muy lejos de comprender que todos aquellos
asocié con el del poeta español Pedro Garfias, de cuya amis­
amenazados eran varones verticales, eran hombres "mascu­
tad tanto disfrutamos allá en Chihuahua hace ya muchos
linos" que en absoluta y limpia defensa personal consumaron
años, ¿te acuerdas? Pero quizás pueda relatarte algo de las
aquel acto liberador. Esta calidad de varones no puede ni
opiniones que allí se oyeron, ¡y que asombraron!, por venir
remotamente comprenderla este participante, que desde la
de individuos universitarios con maestrías en muchas disci­
negrura de su complejo interno se refocila, a nivel del hampa,
plinas.
con el relato de los tonnentos dados a las inermes víctimas.
Diariamente están saliendo en "Recontrapunto" algunas
Otro más. que estaba sentado a mi derecha (usaba lentes
opiniones de] público, y la verdad es que yo he sido la prime­ oscuros, allá lo verás). acabando de oír que Villa asesinó a
ra sorprendida, y así lo habrán sido los directores del pro­
200 mujeres dentro de un carro de ferrocarril en Ciudad
grama, pues imagino que ni ellos mismos supusieron el resul­
Camargo, y que el mismo "héroe" bañó con petróleo a varias
tado que iba a tener este evento. Con la presente te estoy
ancianas y les prendió fuego, y que también él personalmente
enviando algunas de esas opiniones.
asesinó a roda la familia González, en otro tiempo su aliada,
Uno de los participantes ("doctor", lo llamaban) se mostró dijo: "Yo amo a Villa porque fue un gran revolucionario".
eufórico porque el escultor había "inmortalizado" en la es- Tendría que e>.-plicamos en cuál universidad Je enseñaron el con­
{43 0] cepto tan extravagante de lo que es Revolución y amor viril.
432 APENDICE APENOICI:. 43�

El general Garfías sí explicó con clarid ad, por el conoci­ mor� I c? n � I


t odos enfermos del " complej o de complicidad_ la ps1q urntna
miento que él tiene de las artes mar ciales, que el mito de gran . . o creo n1
estratego que la prensa sensacionalista de Estados Unidos cnmmaI" , n1orbo contaminante que n s aco mp t eJ·•ados 1 os
est o
pueda ya contrarrestar. . . Y son
dio a Villa no fue más que eso : mito, puest o que el mismo po rque l ogran col�ca�
funest os propagandistas de la mentira
general explicó que en Celaya, teniendo Villa elementos pro vechan o portu_mda
se en la pre nsa na cio nal Y no desa
much o muy superio res a los que tení a Alvaro Obregón, fue hado pu:blo �c� 1cano.
para seguir engañando al noble Y desdic
hech o pedazos en o cho batallas consecutivas.El mismo gene­ untvers1lanos! ...
ral Garfia s explicó que la toma de Torreón se efectuó después Querido prim o , ya los verás a llá. ¡ todos e 1 ':"tal e 1
d qu_ � .? � �
de que tres días antes las tr opas huertistas habían abandona­ excepto yo que no tuve más universida d1f ictl lvid ar .
y que
Rev o1 uc1. o, n. ¡ Qt1e' dolor rec ordar · · ·
o
do la plaza. Felipe Angeles en sus memorias describe la . espera nd pr nto
Te abrazo c on el cariñ o de siempre
o o
batalla de Za catecas. que es bien sabid o fue atacad a por s pas ar gratos mo ment os
estar con ustedes para que nos hag a
fuerzas cinco veces más poderosas que las defensoras. como
con ese tu bendito cará
cter con que Dios te dotó. Recuer­
una carnicería que no honra ni a venc edores ni a vencidos.
dos mil. tu "atareada" prima, Celia.
Dijo el general Garfia s que Villa había sido un gran conductor
de hombres. per o se le pasó decir que l os co nducía a la ma ­
tan7 a (Celay a y tantas otras), y a nosotr os nos consta, co mo
cuando en la Semana Santa , en Parral, en 1919, entró p orque
el jefe gobiernista, Manuel Medinaveitia, huyó c on su caballe­
ría traicionando a la D efensa S ocial. Entonces sí, Felipe
Angeles y Villa se p osesionaron de Parral y asesinar on a
quienes quisieron asesinar, entre ell os al ancian o don Igna cio
L oya, padre de Igna cio , compañero de abigeato de D oroteo
Arango antes de l a Revolución. Cosa igual había sucedido en
Torreón en diciembre de 1916, cuando abandonaron la plaza
l os generales Severiano Tal amante y Fortun ato May cott; fue
ento nces cu ando posesionado de la plaza asesinó Villa a
cientos de chin os, lanzándolos desde lo alto de un edificio de
donde l o sostenían de los brazos dos de sus secuaces mientras
él, con el pie, lanzaba al vací o a los infortunados. Para
defender la pl aza se había quedado sola la Brigada Juárez, allí
murió nuestro tío Luis.
Y hasta aquí, querido prim o; ya resultó esta cart a co mo lo
que le dec ía Bemard Shaw a un amigo : "Te escribo largo
porque no tengo tiempo para escribirte cort o... ".Tú me
escribirás cuando hayan visto "C ontrapunto " allá, y observa­
rás que si no hubiera sido por mi partic ipación no habría
habido contrapunto, ya que el rest o de participantes eran
435
APENOICE

doctor Coloma le suplico


En esa carta que le dirijo al
libro, a fin de que se aclaren
agilice la public a ción de dicho
ón Mexicana y a s í deje de
muchos aspectos de la Revoluci ente privó de la vida a
am
ala barse al bandolero que injust rfandad a miles de niñ os .
ó en la
tanta gente inocente y dej
entarios de otra s cartas
o
Ingeniero Jaco bo Muc harrnz y ana
Hago constar también algunos com
Romero 152, esq. Bolíva r por usted y por otras per­
Col. Niños Héroes de Cha�ultepe c de Foro de Excélsior publicada s c ometidas por Francisco
s onas, en relación con
las infamia s
·C p. 03440.
Villa.
México 13, D. F. de su importante libro,
Me permití ha cer algun as citas
de felicita ción que, con fe cha
entre la s que destac a la carta
a u sted el seño r general e
a 22 de septiembre de 1986. 9 de ma rzo de 1940, le envió
, ex gobernador del estado

S ñorita Celia Her¡er a Enríquez ingeniero Ignacio C. Enríquez
de h C ihu ah ua .
rud
C �. libro Muerte de Villa, de
Asimismo, asi ento qu e en el
publica el Dec reto expedido
Antonio Vilanova Fuentes, se rranza,
Distingw·da señonta
· H errera: or d on Venu stian o Ca
con fec ha 14 de ener o de 1916 p
itucionalista, Enc arg o del
ad
Desde hace algun, tiempo tenía el propo, s1t_ · Primer Jefe del Ejército Const cual s e asienta que queda­
el
para patentizarle mi felicita c. ión p�r el contenid o de
o de e scribirle Poder Ejecutivo de la Unión, en cci onario ex gener al Fran­
rea
que lleva por título Fr
su libro ban fuer a de la ley el cabecilla y que cua lquier
V a an te
_ l a his tori a, per� o Vil la, Ra fae l Ca stro y Pabl o López
a�untos de trabajo me ,:�:fan � ped1d cis
aprehenderlos y ejecutarlos ,
o, por lo cual me ciudadano de la República podía o un acta en la que hicieran
c

discuJ�o Y apr ovecho la o ortumdad .


�ar a hacer le llega r mi sin fo rmación de cau
sa, levantand
más smcera felicitación por P la valentia que tuvo al tratar iento.
tema s tan escabrosos de la R oluc1o ., constar s u identidad y su fusilam pr oclama que hizo, el 13
y quitarle la másca r a de héro que po -�
:v n exicana de 1910, En es e libro consta también la del e stad o de Chihuahua,
or
le han oto rgado a Francisco Vill�. htico s sin escrúpulos de agosto de 1919, el gobernad la que declara fuera de la
en
señor ing eniero Andrés Ortiz,
Me tomo la libertad de d. a rle fo o opia de la
� � carta a Vill a y ma nif iesta qu e ha depos itado en la Jefatura de
que� con fec ha 9 de agos toª Í1�f� �• rem1h ley regaría
oro na c ional, que ent
al señor do ctor Ha cienda cincuenta mil pesos
E!1nque Coloma (de las Fl , J1lotepec, Estado de Mé- presentaran a la s a utorida-
x1co ), quien en Foro de Ex ce º:le�
s1or del 29 , de enero anterior al individ uo o individuos que
pubrica una carta titulada, "Vill des al bandido Francisco Villa. ha 20 de mayo de I 920,

. � � rovoco Pershing", en la
c�al proporciona interesante Ju1�� os r elaci onados con Fran Igualmente a s ienta que, con fe c
ado de Chihuahua, firmado
cisco Villa Y anuncia la pub�_1cac1on de un libro provisto de
­ fue public ado el Decreto del est carácter de Gobernador
su
testimonios documentaJes que por años ha reunido en su por don T omás Gameros, en ado también por mi tío, el
voluntario retiro. Provisional de dic ho es tado, firm Calderón, en su carácter
z
señ or licenciado Jes ús Mucharra bierno, en el cual o frecían
a de Go
(434] de OF.M.E. de la Secretarí
436 APENDICE APENDICt 43 7
un premio de cien mil pesos a la person
a que entregara vivo
o muerto a l bandolero Francisco Villa. pi. a _d_� la . ca rt. a que con fecha 3 d e octubre de 196�, n�e
De nifio, camino a mi escue la primaria, remit10 mi pnmo, y'a fallecid o, señor profesor B audeho Pe-
tuve oportunidad rez M uch arraz , en ' to' un r·ecorte del periódico
· .la que me, adJun
d e leer, peg ad o en las pare
d es de las esquina s d e las prin , sep tlem -
p ales calles de la ciudad de Chihuahua ci­ El Fronterizo de cmda d Jua rez, CI1 ihu ahua ' d el 4 .de
el citado Decreto, . -
expedid o por un gobiern bre del mismo ano d e 1966 que a compaño t amb1en en f oto-
o legitimamente constituid o y en o
el cual considera ban fuera de la ley a l cit
se a sienta ofrecían recompensa en efec
ad o asesino, y como
tivo por su captura.
c
���ho artí ulo ti tulad o "Luces Y. som b_ras.:\: ':e.
ción" contiene c declaraciones _
que hizo mi P
�::�)f;
Oficia lmente no hubo derog a ción del 0
me nciona do Decre­ cand� la versión equívoca que daban sobre e1 asesma . to d e
to, de fecha 20 de ma yo de 1920, y por
el contrario, el 11
de junio de ese mismo año, el Gob mi adre .
ierno del estado de Chi­ {sper o que el contenido de ese artículo se a de �tili�?d
huahua dirigió una circula r a todos
los presid entes munici­ , edican a la investlgacion
pales solicitándoles su coopera ción p
a ra el aniquil amiento
para personas que, como usted, se d
d e Villa . de la verda d histórica d e nuestro p a 1s.
Es a circular fue firmada también por º mu a tentame nte que, en caso de que �ubl'que 1
mi tío, señor lice n­ el tem _ � referenci a, me lo
ciad o Jesús Much arr a z Calderón (her a l�� :;� artíc�o o libro sobre a d
mano de mi pa dre),
en calidad de OF.M. E. de la Secreta ría de comuni ue oportun amente. a fin de adqumrlo.
Gobierno.
Por el contenido de los documentos Deseá�dole un a feliz conserva ción, me es gr ato suscn-
de referencia no birme como su Afmo. Atto. Y S. S.
se justifica que a l "héroe revolucionario"
, como burlonamen­
te lo calificó Salvador Novo (Ultimas Noti
cias del 1 de ene­
ro de 1940), se le atribuyan sobresalientes
hechos históricos, lng. Ja cobo Mucharra z Yarza
le rindan honores y hasta le erijan est
a tuas los polítJcos
convenencieros de nuestro sufrido país.
Ya es tiempo de rectificar mitos o inexa
ctitudes de orden
histórico, pues según afirman a lgunos
ilustres escritores:
"Villa ma ta ba a las personas que le hab
ían dado de comer,
para borra r huellas de su paso por ,1Jgún
lugar".
Se í'iorita Celia Herrera, en un a 1.:to de just
icia, y ad emás,
por considerar de suma importancia par
a l a historia de nues­
tro querid o estado de Chihua hua y con
cret amente en rela­
ción con el coba rde asesina to que los
villistas cometieron
el 12 de diciembre de 1913 en la persona
de mi padre, señor
ingeniero Jacobo Mucha rraz Calderón (que
na ció en Hidalgo
del Parral, Chihuahua en 1877), no obs
tante su preparación
y los va liosos servicios que prestaba a l pa
ís y de ha ber sido de
los fundadores del Club An tirreleccionist
a "Benito Juárez'',
de la ciudad de Chihuahua, me permito a
com pañarle fotoco-
APENDICE 439

He aquí la prueba de lo que digo: una planta eléctrica ha


sido recientemente inaugurada en la ciudad de Chihuahua Y
le han puesto el nombre de Pancho Villa. Ellos se dieron
mafia, o más bien, ellos pudieron usar el nombre del Presi­
dente, y un muy conocido y talentoso novelista se encar­
Hidalgo del Parral, Chihuahua gó de la ceremonia, la cual constituye la más grande ofensa al
Novjernbre, 1964.
pueblo de Chihuahua: ¡homenajear al más cruel atormenta­
dor, el más grande traidor de la nación, que atacó Columbus
Don José Pagés Llergo y provocó la intervención extranjera .. !
Director de Siempre Pero continuaré con mis pensamientos acerca de la histo­
México, D. F. ria y los historiadores. Tomaré a Renán como un ejemplo.
El, acompafiado por su hija, viajó por todos los caminos y
Muy señor mío: sendas por donde Jesús de Nazaret puso su pie, recogiendo
datos y comprobando su autenticidad Renán fue de sorpresa
La tarea de escribir historia es lab en sorpresa, y el resultado es de que de su famoso libro surge
tuve �I placer de enviar a usted oriosa y dolorosa y 0 la Divina Personalidad de El, quien, de acuerdo con las pala­
.
Francisco V1II� ante la historia, un ejemplar de mi libro bras de Renán, si no fue Dios, merece, sin embargo, ser
un humilde obsequio de mj
�odesto trabaJ? que ni siquiera pretende ser grande. llamado así.
sm embargo, ¡s1 usted tan sólo pud .. y Renán, un sincero racionalista, llega a esta convicción. su
iera imaginarse el tremen­ razonamiento demolido, y asombrado, y maravillado, ante la
do esfuerzo qu� tuve que hacer a
fin
carJo!, Y también el gran sufrimient de escribirlo y publi­ realidad de algo que su propio razonamiento no puede resol­
o, señor Pagés Llergo, ver ni explicar: los muchos hechos que él meticulosamente
pues trata de asuntos que son ext
_ _ rem adamente dolorosos, examinó de acuerdo con su mente racionalista, la cual no
Y _ es im �os1ble hacer a un lado del drama las emociones al
mismo tiempo que la mente recons puede aceptar ninguna cosa intangible o que no pueda ser
truye eventos pasados y
la Rem.ington escribe. probada. No obstante no tener testigos de esas escenas
Al momento de escribirle a usted la históricas, su gran talento pudo llegar a la fuente de los
la me_nte pen�amí ntos sobre histor presente me vienen a hechos, de los actos, de las actividades y de la conducta del
� ia y sobre histor res.
�e d�go a m1 misma que es más difícil escribir aceiado de Hombre-Dios cuya vida él investigaba.
histona contemp ránea que acerca rca Las biografías algunas veces dan más información y arrojan
_ � de hechos que tuvieron más luz sobre la verdadera situación y medio ambiente de su
lug�r h�ce vemt� siglos. En el primer
cas
está n vivas Y aun duelen. Muchos de o las pasiones todavía época que cualquier estudio general que de la historia se
e!, los hec hos a�, viven y a tualme los que tomaron parte hace. Con la actual comprensión de la psicología moderna, los
� � nte están man ndo los
�ilos . de l� polit1ca despues de haber sido ello ipula de
hábitos, padecimientos físicos, arrugas y marcas de cara
mdec1bles infamias. s actores y facciones son estudiados en las fotografías. De esta mane­
ra, al observar detenidamente una fotografía de Villa encontra­
mos una mirada salvaje huidiza en sus ojos, observamos la
[438]
form-a de su barba, sus labios gruesos y sueltos, y podemos
li

440 APENDICE

así establecer su personalidad paranoica tle persc


guido­
pcrscguidor, y de allí la lógica de sus actos. Acum
u lando
hechos sobre hechos desde su infancia ha�ta el
momento tle
su muerte, podemos obtener la idea exacta de 5U
personali­
dad y de sus scnt1mientos. Su capacidad para od1..1
r, su inte­
rés. o más bien su pasión de mando, su cgolatríu
y bestiali­
dad; su refinada hipocresía (muy refinada'. cuan
do lloró
ante Obregón en Ch 1h uahua) y su habtlJdJd para
tricionar:
su crueldad y carencia de escrúpulos. Su suscrptib
ilidad a la
influencia de los intelectuales oportunistas aduladore
s que
lo rodeaban, algunos de los cuales fueron más respo
nsables
y más repugnantes que él mismo. También su ex
traordina­
ria y constante actividad, lo cual, de acuerdo
con estu­
dios de caracteres de este tipo por investigad
ores cientí­
ficos, es anormalidad causada por sífilis hereditar
ia o con­
traída.
En la historia de la Revolución Mexicana algu
nos deslum­
brantes escritores de bella prosa y gran imag
inación. novelis­
tas de nacimiento. han falsificado y adulterado
los hechos. y
han forjado un héro e de un paranoico afortuna
do. No impor­
ta lo muy bello que estos novelistas puedan
escribir: éstos
deben ser llamados a cuenta por el crimen
de torcer la ver­
dad de la historia y exigírseles la responsa
bilidad de sus
mentiras y falsedades que con sus bellos escr
ilos han divulga­
do. En uno de esos relatos falseados acerca
de la toma de
Zacatecas se pueden leer hermosos diálogos
de héroes Homé­
ricos.
Intencionalmente he mencionado al gran escr
itor Renán,
y un libro sublime acerca de una Persona Divi
na para obtener
un contraste completo con mi hbro Francisco
Villa ante la
historia Un contraste, porque yo no mer
ezco siquiera el
título de escritora: mi libro no es más que
una colección de
notas para uso de historiadores, y mi personaj
e es verdader a­
mente un monstruo de crimen y viJcza. Pero
el sistema de
acumular hechos y comprobar hazañas, com
o lo hizo Rcnán,
es el mismo. El lector se enterará de esto
s hechos y formará
su propia opinión. Y, repito, este trab
ajo mt' ha cost.1do un

I,'
,\PI•.�OICF
441
enorme esfuer o. mucho do
� lor Y muchas lágrimas. ..
que sea de utilidad para mí Espero
patna.
Me complazco en saludarl
o respetuosamente v re
como su S. S. petirme

Celia Herrera. 1NDICE

l\f i dedicatoria ..................................... . 7


Prólogo ........ .................................... 39
Doroteo Arango (a) Francisco Villa .................. 41
Estalla la Rcvoluc:ón de 1910 ...................... . ·16
Contra Madero .. 19
1
Aficionado a decir Jiscursos ..... • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • 4!}
Pascual Orozco ... ... .. ....... . .... .......... 50
"El divino manoteo" ................................ 55
Victoriano Huerta .................................. . 58
Llora en presencia de Huerta, en Jiménez ............. 58
Viene el hundimiento del país ........................ 59
Victoriano Huerta, Presidente de México .............. 61
¡Como a Cristo ... Como a Cristo! ................... . 64
Una tempestad ...................................... 65
La Convención de Monclova, Coahuila ............... 69
La División del Norte ............................... 69
Sinfonía heroica ..................................... 70
L'l batalla de Torreón, Coahuila ...................... 75
La fuerza del ideal ................................... 77
Junio de 1914 .. ....................•............... 78
Alvaro Obregón ..... ............ ............. ...... 79
Zacatecas ......................................... • • 80
Crece el peligro . . . ............................ . 82
Triunfa la Revolución .............................. 82
444 INDICE INDlCE
445
Fiestas Patrias ......
Regocijo popular .................................... 83 ................···· ··
C harles Chapli� · ···· 217
Verbenas... música... júbilo desbordado ............ 84 ······················· ·
Rumbo .l\,féxic o · · · · · · 217
Se acerca la traición .................................. 85 "L af .; .....................·.. · ..
a GafalHCin�� · ·· · ·.. · ·· · 218
Un gallo pelón ...................................... 86 · ······ · ·· · ·· · ···· · ·· · · ·
Guillermo Benton ................................... 88 Torreón ... · . . ·; · · · · · · · · · · · · · · · · · · ·
· · • • • 220
Segunda visita de Obregón a Chihuahua .............. 91 Jiménez, Chil���-��. �����- cÍe
.Parral .....
9Í6
· · · · ·· ·· · · · · · · · • • •
221
La estrella de Obregón ..................... . ....... 95
El Santuario
........................·· · · ······ ·· · · · · · 221 222
El caos ............................................. 97 f · · ·· · · ·· · · · · · · · · · · · ···· · ·
Pro unda rai g�b ;� · · · · · · · · · 22�
En Mesa de Sandía, Durango ....................... . 104 · ·· · · · ·· · · · ··· · · · · ·· · ···
23 de octubre de 1914 ................................ 107 Santa Isabel .· · · · · · ···· · · · ·· 224
· · · · · · · ··· · ···· · · ··· ··· · · · ·· ·
Miguel Baca Valles ............................... 109 Columbus · · ··· 225
··· · · · ·· · · · · ····· · · · · · · · · · ·
Villa increpa a Carranza ............................. . 110 Tremendos �����-t�� .... · ·· · · · 227
...............· · ·· · · · •
Chili�-ah�� · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · ·
La Junta en Torreón ................................ llJ Parral, 1916 . 233
Años de augu sti� -�� · 235
0

Y todos fueron villistas .............................. 112


Y obraban por cuenta propia .........................
Concha del Hierro ..................................
114
l 15
Muere Luis Herrera, dic
a
P rral enjabonado ....
iembre 19Í6...................
······· · ··· · · · · · ·· 241
240

La convención de Aguascalientes .................... . 123 ...·· · ···· · · · ······ · ····


···· ··· 244
Francisco Murguía .........
Zapata y Villa .. ................................... 132 Los "neutrales"
.. ...
. ...... · · · · · · · · · ·· · · 244
Mi�ti��- 'ñ;�;��;:. · : : : : : : : _· : : : : : : · · · · · ·
Apuestas y auguríc is ................................. 1�5 h 245
va
Salida al norte .. ............................. , .... . 136 � � Al rado ··· · ·· 246
vid �n Parral· • • tenebros
Primera (:elaya .. ........ , ......................... . 136 L � a pesadilla · ··········· · ·
¡ os vdlt5las. • • los viUist · 247
Segunda Qlaya . ......... , ........................ . 137 as: ···· · · · · · · · · · · ·· · · · · ·
Un Quijote de verdad · ·· · · 255
"El Dictamen", periódico de Veracruz ................ . 144 .. .. . .. .. .. .. .. · · · · · · · · · · · · · ··
Más traiciones ...................................... 155 En Santa Ana ....
.......·¡�; ························ 257 256
Maclovio Herrera en Nuevo Laredo .................. . 158 Mw·gula derrotado, marzo ; ............
Muere Maclovio Herrera .............................. 161 Viernes de Dolores, abril 263
1917 .. : : : : · ..........· · ..· ..
"Muerte y funerales del general Maclovio Herrera" .... 163 Parral, 8 de julio de 1917 267
.· · · · ···· · ··· · · · ····· · ·· · ··
Emisión especial ..................................... 189 z
Jiméne , 1918 · · ·· · ···· · ····· · 268
· · ·· ···· · · ····· · · · ··· · · 269
El Presidente Eulalio ................................ 191 Devastación .
· _' _':: _' _· · · · · · · · · · · · · · · · 272
�sínatos en ���� -��;i ;d� ·:: _'::
Más derrotas ....................................... 195
El compadre Urbina ................................. 201 n Santa María del Or 273
Rumbo a Sonora ................................... . 203 .Durango
o, Ma gistral y p��b��� · ��;�a-��s�­
· ·· · ···· · ··· · ·· · · ·········
Se le cansó el dedo .................................. 204 En Tepeh uan�� ··· · ·· · ···· · · 275
..............................
Mis recuerdos personales ............................. 213 Etl Canutm ..... 275
o ········· · ·· · · · · · · ······· · · · · ·
Paludismo .......................................... . 214 Margarita Gue��� · · · ··· · 277
"¡Yo soy de Zacatecas... !" .....................•..... 215 ...... . ......................... 277
Diciembre, 91
1 6 .......................
Las apuestas .. , .. , .. , .. , , . , ........................ , . 216 .............. 279
446 INDICE
INDICE
General Joaquín Amaro . .... .. .... ...... ... . . .. . . .. .. 281 447
Otra vez don Jesús Herre
La Influenza Española, octubre 191 8 ....... ...... ... . . 283 ra Cano · · · · · · · · · · · · ·
Jesús Salas Barra.za · · · · · · · · · 376
Cuatro años vergonzosos . ....... .. ... .. .. ... ..... . . ... 281> · · · · · · · · · · · · ·· · · · ·· · · · · ·· · · ·
Se les poncharon tod�� · · · · · · · · · · · · 377
último ataque a Hidalgo del Parral (Semana Santa de 191Y) 291 · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 379
V· i ¡�·;;·..· :· ::_': ........ · ............ ·..
Salas Barraza
¿Y las familias? ...... ..... . . ... . .... . . .... ...... . .... 298
Don Joaquín l 381
El sábado . ...... ... ... .. .... . . ... . .............. . ... 301 · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · • • • • 381
Domingo . ........ .. ..... .. .... .... ..... ... ... ... .. . 30j Don Jerón imo Soto
· · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · ·· · · · · ·
En la ciudad de Méxi��-....... · · · 382
El domingo en la noche . ...... . .. .. .... ............. 306 · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · ·.. 383
.
"Perded toda esperanza" ........ .... . .... .. ...... ... .. 308
Héroes anónimos . .... ....... . ......... ....... ..... . . 31 1
Desesp�ranza .. ... ... .................. ... . ..... .... 311
Felipe Angeles .... ... .................. ... ... ....... 31 3
Melitón Losoya .... . .. . ............. .. .. ............ . 31 5
El �egreso .... . ........ ...... .... .... . .... ... ... ... . 317
?>oblar de campanas ....... ......... ............ . ..... 320
En el atrio parroquial .. . ...... .......... .. . .. .... ... 321
A la escuela ..... ........ ............ ...... .... ... .. 322
Un lento renacer . ... ......... .... .. .... .. . . ..... .... 325
Inefable encuentro... ¡Amado Nervo! . . ... . .......... 327
Noviembre 1919 .. .. ... .... . .. .......... . . .. ... ...... 328
Emiliano Zapata ..... ...... ... ........ .. ... ... ... .... 335
¡Conoció la shuaciónl ....... ............. ........... 342
Cae asesinado en Tlaxcalantongo el Presidente de la Repú-
blica, don Venustiano Carra1ua, 20 de marzo de 1920 343
Obcecación .......... .. . . . .... .. . . ........ . ... .. ..... 345
Rumores de rendición . . ...... .... ..... . ... ... ..... ... 3 49
Adolfo de la Huerta ....... ....... .. .. .... .. ...... ... 351
Su vida en Canutillo . .. . . ... .. ....... ....... ..... . ... 354
V·111 a se pmta
· a s1· mismo
· .............................356
A s1· como un m1·1 agro ....... ............... ... .... ... °59 ;,
. . ·
La s avenguac1ones en e1 Juzgad o ...................... . 362
Jesús Herrera también pide garantías para Francisco Villa 553
Política ... todo políúca .. ... .. . . ................... .. 369
El colmo del cinismo . ...... ................ ......... 370
Melitón Losoya ....................................... 373

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