Guerra Fria
Guerra Fria
Guerra Fria
Objetivos
Analizar el concepto de Guerra Fría y
sus alcances.
Analizar el concepto de “equilibrio del
terror”.
Introducir las características
ideológicas, políticas y económicas de
los bloques y sus zonas de influencia.
Dar un panorama de las etapas del
conflicto y el desarrollo de los
principales conflictos localizados en el
mundo.
Analizar el despliegue por parte de las “Es hora de salvar la brecha”, caricatura de Los Angeles Times,
30 de noviembre de 1945
potencias de estrategias de lucha de la
Además de sintetizar muy bien las causas contingentes del
llamada “guerra fría cultural”.
enfriamiento de las relaciones entre la URSS y Estados Unidos,
muestra cómo los contemporáneos no veían el proceso como
irreversible. Se utilizan el águila y el oso como alegorías de
ambas potencias, recurso habitual durante la Guerra Fría.
Sitios web:
Historia de Medio Siglo (ANEP):
http://www.anep.edu.uy/historia/clases/clase02/programa_c02.html
Historiasiglo20:
http://www.historiasiglo20.org/HM/6-index.htm
Carpetas docentes de la Universidad de la Plata (Argentina):
http://carpetashistoria.fahce.unlp.edu.ar/carpeta-3/la-guerra-fria
Fuentes
En esta unidad trabajaremos con una multiplicidad de fuentes: fuentes escritas, fuentes
iconográficas (imágenes) y fuentes audiovisuales. Cada fuente debe ser leída y analizada de forma
distinta y específica.
Para la mejor compresión del tema es preciso analizar algunos documentos escritos seleccionados.
Para ello deberían recurrir a la pauta dada para dicho análisis.
Ejercicios
En esta unidad les proponemos practicar algunos ejercicios que pueden aparecer en los parciales y
exámenes.
Luego, les proponemos analizar las siguientes imágenes, y llevar sus conclusiones a la clase, donde
las fuentes serán comentadas.
2. Análisis de fuentes audiovisuales
Les proponemos un modelo de análisis de una de las películas sugeridas, La cortina de hierro de
1948, que pueden ver en el EVA.
El film La cortina de hierro, inspirado en un libro homónimo escrito por el desertor soviético Igor
Gouzenko, constituyó un caso icónico de la estrategia estadounidense en la guerra fría cultural.
Busca favorecer la sedimentación de una asociación del comunismo con el espionaje, la insidia, el
sabotaje y la conspiración, utilizando para ello el cine de masas. Durante los primeros años de la
Guerra Fría, y continuando una tendencia iniciada durante la Segunda Guerra Mundial, los grandes
estudios cinematográficos estadounidenses –como Columbia, Paramount y principalmente RKO
Radio Pictures– utilizaron el género de las películas de espionaje como medio de difusión
propagandística, ya que gozaba de buena recepción en el público. Esto cambió en la década de 1950,
donde otros géneros, como la ciencia ficción, gozaron de mayor popularidad, aunque las películas
de espionaje, con nuevas estructuras y argumentos, coexistieron con otros géneros durante las
décadas siguientes, no desaparecieron.
La cortina de hierro cuenta la historia de la llegada del agente de inteligencia soviético Igor
Gouzenko y su esposa a Canadá en los primeros años de la Guerra Fría, su descubrimiento de las
bondades del “mundo libre” y el desencantamiento con la Unión Soviética y sus métodos de
injerencia fuera de fronteras, y tras esta “conversión” la posterior deserción y confesión de Igor
Gouzenko ante las autoridades canadienses, no sin antes ser perseguido por sus compatriotas. La
película está narrada por una aleccionadora voz en off que advierte sobre la infiltración del
espionaje comunista –en este caso con el objetivo de robar secretos nucleares– a los niveles más
altos de ministerios, cámaras parlamentarias y unidades militares.
Los personajes del filme fueron construidos de forma estereotipada. El primer estereotipo notable
que el film reproduce es el de los espías soviéticos como individuos siniestros, mostrados con
semblantes serios y hoscos, desprovistos de humanidad. Sus oficinas son sobrias en la decoración,
grises, únicamente adornadas por retratos de Stalin, sus puertas metálicas. El segundo estereotipo
a destacar es el de la seducción de Occidente. La familia Gouzenko, en el trascurso del film es
deslumbrada por lo que se experimentaba en Occidente: la prosperidad material, el libre ejercicio
de la fe religiosa, la democracia y la solidaridad desinteresada y afable de sus habitantes. Todo esto
va minando sus convicciones comunistas y es la esposa el eslabón más débil en ese proceso. La
conversión de Igor Gouzenko, determinado a asegurar una vida libre a su recién nacido hijo, produce
la progresiva humanización del personaje, observable en sus gestos y palabras.
La película cierra con una moraleja que explica la deserción de los Gouzenko: “saben que la única
seguridad para ellos y para sus hijos depende de la supervivencia del sistema democrático”. Tanto
el libro de Gouzenko como la película gozaron de una amplia difusión global y en el caso de Uruguay
esta última motivó una reacción de los comunistas uruguayos, que protagonizaron un sonado
disturbio el día de su estreno en el cine Trocadero, al irrumpir en la sala y tirar bombas de alquitrán
a la pantalla para manifestar su rechazo a la visión que de la Unión Soviética se daba en la película.1
El filme demuestra cómo, para la consolidación de una asociación del comunismo con el espionaje,
la insidia, el sabotaje y la conspiración, fue especialmente relevante el papel del cine masivo.
Para ello cuentan con una pauta para el análisis de este tipo de fuentes en el EVA.
Bibliografía citada
Engerman, David. “Ideology and the origins of the Cold War, 1917-1962”. Leffler, Melvyn; Westad,
Odd Arne (ed.). The Cambridge History of the Cold War. Volume I: Origins. Nueva York: Cambridge
University Press, 2009.
1
Fernando Aparicio y Roberto García Ferreira, “El Cine Trocadero, un testigo de la Guerra Fría”, Contemporánea,
Historia y problemas del siglo XX, vol. 1, año 1, 2010, pp. 27-49.
Leffler, Melvyn. La guerra después de la guerra: Estados Unidos, la Unión Soviética y la Guerra Fría.
Barcelona: Crítica, 2008, pp. 15-22.
Stonor Saunders, Frances. La CIA y la guerra fría cultural. Madrid: Debate, 2001.