RESUMEN HUMANOS Agustina

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Agustina Lena

RESUMEN HUMANOS
UNIDAD 1
CONCEPTO DE DERECHOS HUMANOS:
Los derechos humanos configuran una disciplina científica, con teorías o visiones diversas,
dependiendo desde la perspectiva de análisis y estudio; por consecuencia podemos encontrarnos
con varias definiciones de derechos humanos.
Los derechos humanos son derechos intrínsecos e indispensables de las personas, que les
corresponden a estas por el solo hecho de serlo. Son fundamentales ya que sin ellos no podríamos
vivir ni desarrollarnos como humanos en sociedad; son necesarios para gozar de una vida digna
conforme al proyecto de vida que cada quien adopte. Le corresponde al Estado proporcionar las
condiciones para que sus habitantes tengan acceso y posibilidades reales para lograr esos
objetivos, y también, la sanción cuando se vean vulnerados. Deben ser incorporados y
positivizados por los Estados y la comunidad internacional para transformarse en facultades
legales que constituyan principios y límites necesarios del poder y soberanía de los Estados.

Origen de los Derechos Humanos y del concepto de protección internacional de


Derechos Humanos.
Los DDHH primero fueron reconocidos por los ordenamientos jurídicos internos de cada Estado a
partir del siglo XVIII (18), donde encontramos los llamados derechos de primera generación,
derechos básicos e indispensables como la vida, la libertad, la igualdad. Sin embargo, no se había
hablado concretamente de derechos humanos.
Podemos ver que es luego de la Segunda Guerra Mundial donde comienzan a surgir estos
derechos. Los Estados comenzaron a reflexionar sobre consecuencias de la Guerra,
fundamentalmente se habló de impedir que estos horribles sucesos no volvieran a repetirse. Así,
la comunidad internacional tomo conciencia de que este tema tan importante no podía seguir
reservado a las jurisdicciones internas de cada Estado, dando inicio así a la universalidad de los
DD.HH.
Con la creación de las Naciones Unidas la idea de derechos humanos obtuvo reconocimiento
formal y universal. En la Conferencia de San Francisco de 1945 se aprobó la Carta de las Naciones
Unidas, la cual fue el primer documento de derecho internacional en referirse expresamente a los
derechos humanos. En sus Propósitos promueve el respeto hacia ellos , alcanzando una
cooperación internacional en su desarrollo y estimulo sin hacer distinción por motivos de raza,
sexo, idioma o religión. La Carta es un tratado y documento vinculante donde todos los estados
miembros deben cumplir de buena fe las obligaciones que han contraído.
Sin embargo, el 1er. instrumento jurídico que se dedica y regula específicamente los derechos
humanos es la Declaración Universal de Derechos Humanos, aprobada en 1948 por la Asamblea
General de las Naciones Unidas en Paris. Constituye el "pilar" de la legislación del siglo XX sobre
derechos humanos. Los países con la práctica han tornado en obligatoria esta declaración,
convirtiéndola en costumbre internacional.
Lo importante entonces es que exista una regulación jurídica que proteja adecuada y
completamente estos derechos. Actualmente hay numerosos tratados de la materia.

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EVOLUCION DE LOS DERECHOS HUMANOS.


El cristianismo: Algunos autores encuentran el origen de los derechos humanos en la versión
bíblica de la creación del hombre a imagen y semejanza de Dios. Sostienen que con los
mandamientos “no mataras”, “no robaras, “no levantaras falso testimonio” se reconocen
derechos fundamentales como el derecho a la vida, propiedad, a la honra y dignidad.
Inglaterra: El primer antecedente documentado lo encontramos en la Carta Magna en 1215, que
se genera como consecuencia de la derrota del Rey Juan sin Tierra, en Inglaterra. Los nobles le
exigieron una serie de libertades y derechos que se plasmaron en este documento. Podemos
encontrar, otras cosas, que ni el rey o sus funcionarios incautarán tierras para el pago de deudas,
que la ciudad de Londres disfrutara de todas sus libertades y costumbres, que las penas serán
proporcionales a los delitos. En esta época también comienza a desarrollarse el Parlamento para
limitar la autoridad del rey. Y algunos años después, en 1679 se sanciona el Acta de Habeas
Corpus, a favor de los detenidos, donde el funcionario que la recibía debía expresar motivos de
detención y poner al detenido en disposición del juez.
Contractualistas: Los contractualistas (Hobbes, Locke, Rosseau) coinciden en que se debe analizar
el estado de naturaleza del hombre, que genera la necesidad de este de vivir en sociedad, la cual
se ordena a través del pacto social, donde todos los hombres son iguales por naturaleza. El pacto
social da origen a la sociedad civil y al Estado moderno o constitucional, el cual garantiza el orden,
la seguridad, la paz, la protección del derecho de propiedad; los individuos elegirán a sus
gobernantes quienes deben proteger los derechos naturales de los individuos y gobernar
conforme los mandatos expresados en leyes.
Revolución norteamericana y francesa: Durante el siglo XVIII, se dan estas dos revoluciones donde
surge el Estado liberal. Estados Unidos sanciona su Constitución, mientras que en Francia se dicta
La declaración de los derechos del hombre y del ciudadano de 1789, la cual consagra derechos
naturales, inalienables y sagrados del hombre, reconociendo que estos nacen y permanecen libres
e iguales en derechos y que el origen de la soberanía radica esencialmente en la nación.
Evolución durante siglo XIX: luego de estos dos hechos comienzan a surgir constituciones escritas
en diferentes países que implementan ideas liberales y democráticas.
A comienzos del siglo se desarrollan las Guerras de la Independencia en América, y con ellas, la
necesidad de elaborar un régimen de gobierno propio para la sanción de las constituciones.
Nuestro país, en 1853, sanciona su Constitución con una gran influencia en las ideas liberales
norteamericanas.
Surgen las ideas marxistas anarquistas, que consideraban que el Estado sirve para justificar los
privilegios sociales, la existencia de la explotación y del capitalismo. La cuestión social comienza a
abordarse a finales de siglo.
Evolución durante siglo XX: se pasó del constitucionalismo clásico al constitucionalismo social
donde se incorporan derechos Económicos, Culturales y Sociales.
Otra característica de la primera mitad del siglo es la mundialización de la guerra y su poder
destructor. La primera guerra mundial, por ejemplo, modifico de manera trascendente el mapa
político. Entre guerras, se desarrolló el primer intento de organización supranacional con la
Sociedad de Naciones, creada como consecuencia del Tratado de Versalles con la finalización de la
primera guerra mundial, que no logro una definida universalidad, y dio origen a una Segunda
Guerra Mundial, que represento un holocausto humano sin precedentes. Luego de este hecho,
surgió la ONU y la necesidad de una normativización de los derechos humanos.

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El final del siglo se caracterizó por la culminación del periodo de la guerra fría, con el
desmantelamiento del socialismo real, simbolizado históricamente con la Caída del Muro de
Berlín. También, se suma la sociedad global generando nuevas reglas en las relaciones económicas
y políticas.

Evolución normativa de los derechos humanos.


Nuestra Constitución Nacional de 1853 se encuadra en el constitucionalismo clásico, reconociendo
derechos individuales de la persona humana, los conocidos derechos de primera generación como
la vida, la libertad, la igualdad, aquellos que derivan de las ideas liberales.
Posteriormente, con la reforma del 1949 (luego derogada por decreto) y la reforma de 1957, se
incorporó el constitucionalismo social, y los derechos de segunda generación, los derechos
sociales, económicos y culturales, plasmados específicamente en el artículo 14 bis, que refiere a
derechos de trabajadores, a la seguridad social, de la vivienda digna, la protección de la familia,
etc. Finalmente, en la reforma de 1994 se consagran los llamados derechos de tercera generación,
aquellos que se dirigen a toda la colectividad y no pertenecen a un titular en específico, como el
derecho al ambiente sano, a los consumidores y usuarios. Simultáneamente a estas cuestiones
referidas, a nivel internacional y con la finalización de la segunda guerra mundial, se da un
segundo intento de asociación internacional de Estados, con la Organización de las Naciones
Unidas (universal) y la Organización de Estados Americanos (regional). Expresaron su interés por el
reconocimiento de los derechos fundamentales mediante instrumentos, como declaraciones y
pactos. Con relación a los tratados internacionales sobre derechos humanos, que fueron
constitucionalmente jerarquizados con la última reforma, cabe aclarar que hay algunos
pertenecientes al sistema universal de protección y otros pertenecientes al sistema regional. La
consagración normativa de los DDHH y un sistema destinado a su protección efectiva fue una de
las principales contribuciones del derecho internacional.

Desde los derechos del ciudadano a los derechos de las personas. El Estado frente a
los Derechos Humanos.
Hasta el surgimiento del Derecho Internacional de los Derechos Humanos, antes de la finalización
de la segunda guerra mundial, el problema de los derechos humanos era una jurisdicción exclusiva
de los Estados, ya que era al derecho interno a quien le tocaba resolver estas cuestiones sobre sus
ciudadanos.
Actualmente esto no es así, ya que hace algunos años atrás, los derechos humanos comenzaron a
mirarse y analizarse desde una perspectiva internacional, compartiendo con el derecho interno de
cada Estado el problema de estos derechos y su solución efectiva. Los tratados internacionales de
DDHH surgen para respetar, proteger, y hacerlos cumplir, y reconociendo derechos a todos los
hombres y personas del mundo.

CARACTERISTICAS DE LOS DERECHOS HUMANOS.


Universalidad: Los derechos humanos les corresponden a todas las personas humanas del
mundo por el solo hecho de serlo. Son comunes y significan lo mismo para todos.
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Indivisibilidad: Esta característica significa que cada persona es titular de los derechos con
carácter pleno, entendido cada derecho como una totalidad única, que no es posible fragmentar.
Para dar una aproximación en términos vulgares, no hay un derecho a la vida a medias, sino que se
posee la titularidad plena de un derecho plenamente considerado.
Interdependencia: Esta característica hace referencia a la relación entre derechos, en la medida
en que la existencia de uno, depende de la existencia de otro u otros, dentro del campo de los
derechos humanos. Existe así una interrelación y dependencia entre estos, rechazando la
consideración aislada de los Derechos Humanos.
Integralidad: Se vincula con el contenido. La diversidad de derechos que componen los DDHH se
encuentran integrados en una totalidad única y homogénea, sin distinciones de jerarquía ni de
valor, y teniendo como referente común la dignidad de la persona humana y sus valores como la
libertad e igualdad.
Transnacionales: Los DDHH son inherentes a la persona como tal, no dependen de la
nacionalidad de esta o del territorio donde se encuentra. No reconocen limites ni fronteras, no se
encuentran dentro de un territorio determinado, si no que corresponden a todos los habitantes
del mundo por igual.
Irreversibles: Una vez que un derecho ha sido reconocido como inherente a la persona humana
queda definitiva e irrevocablemente integrado a ella y debe ser respetado y garantizado.
Irrenunciable: no se puede renunciar a ellos.
Imprescriptibles: desde que la persona nace le pertenecen a ella durante toda su vida, no tienen
fecha de caducidad.
Progresividad: El régimen de derechos humanos es susceptible de ampliación, más no de
restricción.
Efectividad: Establece que los DDHH, explícita o implícitamente reconocidos, deben ser
materialmente gozados, a través de su pleno acceso y ejercicio, por toda persona humana .
Pro hominem o pro persona: al momento de reconocer derechos humanos, se debe acudir a
la norma más amplia, o a la interpretación más extensiva de su protección, y, a la norma o la
interpretación más restringida cuando se trata de establecer restricciones a su ejercicio.

Obligaciones que se generan para los Estados.


El Estado es el responsable de garantizar y proteger los derechos esenciales de las personas que se
encuentren en su territorio (no solo de sus nacionales, sino de todos sus habitantes). Involucra la
realización de acciones positivas como organizar los aparatos sociales y judiciales, así como la
abstención de realizar determinados actos. El incumplimiento de esa obligación, genera
responsabilidad estatal por los medios previstos en el ordenamiento interno y, de manera
complementaria, por el Derecho Internacional de los Derechos Humanos.
El Estado actúa por medio de sus funcionarios, quienes comprometen con su acción u omisión al
Estado, debido a que su actividad siempre implica un riesgo de provocar algún daño o perjuicio a
la esfera de los derechos de las personas. Ello se conoce como “responsabilidad objetiva” del
Estado. Mientras estos actúen en su nombre deberá responder por las violaciones a los derechos
humanos en que aquellos incurran.
De manera excepcional, un particular puede violar derechos humanos y generarle responsabilidad
al Estado. Lo que se conoce como “funcionario de hecho”, cuando el Estado, por acción u omisión,
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permite la existencia de grupos o de actividades que son propias de su competencia y no toma las
medidas adecuadas para desarticularlos. Por ejemplo, la existencia de grupos paramilitares o de
grupos que realicen tareas de vigilancia y afecten la seguridad del país.
Para el resto de los casos, cuando los particulares no tienen injerencia en la función pública y sus
actos privados afectan o lesionan derechos, se consideran delitos o faltas y no propiamente
violaciones a los derechos humanos, pueden ser crímenes gravísimos, pero si es mera obra de
particulares no será violación de derechos humanos. Los particulares asumen su responsabilidad
de carácter individual.
Los derechos humanos implican obligaciones a cargo del gobierno, quien es responsable de
respetarlos, protegerlos y garantizarlos. La falta de recursos puede impedir la realización de estos
derechos, por lo que cada Estado tiene la obligación de satisfacer su mínimo nivel esencial,
utilizando todos los recursos disponibles.

CLASIFICACION DE LOS DERECHOS HUMANOS.


En relación a la materia: describiendo los derechos contenidos en categorías jurídicas:
- Derechos Civiles Y Políticos: en los derechos civiles podemos encontrar a la dignidad, a la vida, a
la intimidad, a la información, a la asociación, a la propiedad, etc. Dentro de los derechos políticos
podemos encontrar: derechos al sufragio, a asociarse a un partido político, a ser candidato, etc.
- Derechos Económicos, Sociales y Culturales: incluye, entre otros, el derecho a la salud, el derecho
a la educación, a trabajar y los derechos en el trabajo, el derecho a una alimentación básica sana y
equilibrada, el derecho a la seguridad social, etc.
- Derechos De Incidencia Colectiva: incluye el derecho a un medio ambiente sano, el derecho de
los consumidores y usuarios, el derecho al desarrollo, el derecho a la paz, etc.
2) En relación al momento histórico en que tuvieron origen:
Derechos de primera generación: surgen en la segunda mitad del siglo XVIII. Correspondiente a los
derechos civiles y políticos. Nacen con el advenimiento de la Revolución Americana y la Revolución
Francesa, y el constitucionalismo clásico. Derechos de segunda generación: aparecen en la primera
mitad del siglo XX. Corresponden a los derechos económicos, sociales y culturales. Surgen de
movilizaciones, protestas y reclamos sociales.
Derechos de tercera generación: nacen en la segunda mitad del siglo XX, luego de la segunda
guerra. Corresponden a los derechos de incidencia colectiva, donde sus titulares no son
exclusivamente individuos, sino la sociedad en su totalidad.
3) En relación con el sujeto activo:
• Los que reconocen un sujeto activo general: que involucra los derechos reconocidos con carácter
general a toda persona. Como resultan ser los derechos y garantías en la convención americana
sobre ddhh.
• Los que reconocen un sujeto activo particular: que involucra a los derechos para determinados
sujetos en especial: derechos de poblaciones indígenas, derechos de los niños, derechos de las
personas con discapacidad, etc.
• O aquellos que refieren a un sujeto activo de carácter colectivo: como ser todo el pueblo, todos
los integrantes de una sociedad o comunidad determinada, o de una asociación gremial,
profesional, o vinculado con los derechos de incidencia colectiva.
4) En relación con la norma que los consagra: algunos autores distinguen entre derecho
constitucional: derechos que tienen su fundamento en la normativa constitucional; y derechos

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humanos: derechos que tienen su fundamento en los instrumentos de derechos humanos de


carácter supranacional.

Las fuentes universales de DDHH.


La doctrina: son los pronunciamientos realizados por un órgano competente a fin de interpretar o
aclarar un contenido o determinar el alcance de una disposición, regla o principio. Esta elaborada
por comités de expertos como, por ejemplo: El Comité de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales, El Comité para la eliminación de la discriminación racial, entre otros. Estos examinan y
realizan observaciones generales que representan una síntesis de años de experiencia con
respecto a un determinado tema.
La jurisprudencia: esta deriva de las sentencias. Hasta la fecha, solo cuatro comités del sistema
universal han desarrollado jurisprudencia sobre derechos: el Comité de Derechos Humanos, el
Comité para la Eliminación de la Discriminación, el Comité contra la Tortura y el Comité sobre la
Eliminación de Discriminación contra la Mujer.
Fuentes auxiliares: Desde hace un tiempo, los comités de expertos han adoptado la práctica de
aprobar, al final de cada informe de un Estado Parte, un documento denominado Observaciones
Finales, que contiene conclusiones y recomendaciones sobre la situación del país y los esfuerzos
realizados por el Estado para cumplir las obligaciones de derechos humanos. Estas Observaciones
son una fuente auxiliar de interpretación ya que contienen conclusiones sobre la compatibilidad
de leyes o prácticas de un país con la normativa internacional pertinente. Esta fuente puede ser
valiosa cuando se refiere a cuestiones que todavía no han sido abordadas por las Observaciones
Generales ni la jurisprudencia de un comité.
Los mecanismos temáticos y las relatorías sobre países específicos: son grupos de trabajos que
tienen competencia para examinar casos o situaciones de derechos humanos, con algún tipo de
violación, tema transversal. Por lo general son establecidos por el Consejo de Derechos Humanos,
tiene un mandato limitado en el tiempo. La competencia se extiende a todos los Estados
miembros de la ONU. Algunos visitan los países y publican informes sobre los resultados de la
misma, con recomendaciones y conclusiones. También reciben información sobre casos concretos.
Los mecanismos se dedican esencialmente al monitoreo en forma permanente de la vigencia y
goce efectivo de los derechos en el mundo entero; las relatorías, se encargan de la situación de un
país determinado.
Otras fuentes universales: nos referimos a varios pronunciamientos de algunas instituciones u
organizaciones, que, si bien no forman parte del sistema de derechos humanos de las naciones
unidas, son universales porque tienen composición y competencia supra-regionales. Ej.: La Corte
Internacional de Justicia: es un órgano de la organización de las naciones unidas. No obstante, no
forma parte del sistema de derechos humanos de esta organización, por carecer de competencia
especifica en la materia.

Las fuentes regionales de DDHH.


La estructura del sistema interamericano de protección de los derechos humanos es mucho más
sencilla que la del sistema universal. Sus órganos principales son la Corte Interamericana de
Derechos Humanos y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
La Corte Interamericana de DDHH: Sus competencias más relevantes son la adopción de opiniones
consultivas, y el examen de casos contenciosos. En las opiniones consultivas, la Corte emite
opiniones sobre la interpretación y alcance de normas de derechos humanos, que se encuentren
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en instrumentos internacionales donde un Estado; u opiniones sobre la compatibilidad de la


legislación interna de un país y los instrumentos internacionales. En la competencia contenciosa, la
Corte examina casos contra Estados, y juzgar si éstos han violado alguna disposición de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos.
La Comisión Interamericana de DDHH: es un órgano compuesto por expertos independientes. Los
informes de la CIDH sobre la situación de derechos humanos en países determinados contienen
observaciones y conclusiones relevantes para la interpretación de la normativa interamericana.
Tales observaciones y conclusiones no pueden considerarse jurisprudencia, porque no son
decisiones sobre casos. Tampoco expresiones de doctrina pues, si bien hacen un aporte a la
doctrina, se refieren a situaciones concretas. La CIDH ha establecido relatorías sobre ciertos
temas, en particular sobre los derechos de la mujer, los derechos de la niñez, los derechos de los
pueblos indígenas, entre otros. Son una fuente valiosa de interpretación complementaria

El Corpus Iuris del Derecho Internacional.


La Corte Interamericana manifestó que el corpus iuris del Derecho Internacional de los Derechos
Humanos está formado por un conjunto de instrumentos internacionales variados como tratados,
convenios, resoluciones, declaraciones. Lo manifestó en determinadas sentencias como en el caso
de los Niños de la Calle, al declarar que: “Tanto la Convención Americana como la Convención
sobre los Derechos del Niño forman parte de un corpus iuris internacional de protección de los
niños (…)”.
Interpretación autorizada: hace referencia a el uso de un instrumento para la interpretar el
contenido de una norma de otro instrumento diferente. Estas normas deben estar destinadas a
proteger el mismo bien jurídico. El Preámbulo de la Convención Americana, por ejemplo, reconoce
que esta reafirmar y desarrollar los derechos consagrados en la Declaración Americana.
Los instrumentos internacionales sobre DDHH pueden dividirse en 3 categorías:
La primera consiste en las grandes declaraciones de 1948: la Declaración Universal de Derechos
Humanos y la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre. Dichos instrumentos
reconocen una amplia gama de derechos fundamentales, incluidos los de carácter civil, político,
social, económico y cultural; no son tratados internacionales y en el momento de su elaboración
carecían de carácter vinculante. Hoy día, si se consideran vinculantes para todos los Estados Partes
en las Naciones Unidas y la OEA.
La segunda categoría consiste en los grandes tratados universales y regionales en materia de
derechos humanos, en particular el PIDCP (Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos) y
PIDESC (Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales) en el sistema
universal, y la Convención Americana y el Protocolo Adicional a la Convención Americana en
materia de derechos económicos, sociales y culturales, en el sistema interamericano. Estos
instrumentos consagran los mismos derechos plasmados en las declaraciones de 1948. No
obstante, como fueron elaborados con el propósito de ser vinculantes, definen el contenido, el
alcance y los límites de estos derechos en forma más precisa. En el sistema universal, los dos
Pactos Internacionales (el PIDCP y el PIDESC) y la Declaración Universal son conocidos como la
Carta Internacional de Derechos Humanos.
La tercera categoría consiste en los demás instrumentos sobre derechos humanos, dedicados a
derechos o principios específicos, o derechos de determinados sectores de la sociedad, como

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niños, indígenas, personas con discapacidad, entre otros. En esta categoría es posible distinguir
muchas subcategorías distintas.

El derecho consuetudinario: Fue, tradicionalmente, la principal fuente del derecho internacional.


Debido a la inexistencia de un legislador internacional y del principio de la igualdad de los estados,
las relaciones ente estos se regían por reglas no aceptadas por todos.
A pesar de la codificación del Derecho Internacional, el Derecho Consuetudinario sigue siendo muy
importante. Dos elementos son imprescindibles para el Derecho Consuetudinario: la práctica y la
opinio juris. En la actualidad, gran parte del Derecho Internacional Consuetudinario ha sido
codificado, sobre todo en el campo del Derecho Internacional de los Derechos Humanos.
Jus cogens: Son las normas de máxima jerarquía del Derecho Internacional. Una norma imperativa
de derecho internacional general es una norma aceptada y reconocida por la comunidad
internacional de naciones como una norma que no admite acuerdo en contrario y que sólo puede
ser modificada por otra norma ulterior de derecho internacional general posterior que tenga el
mismo carácter.

La democracia y los derechos humanos


La democracia es indispensable para el ejercicio efectivo de las libertades fundamentales y los
derechos humanos, consagrados en las respectivas constituciones de los Estados y en los
instrumentos interamericanos e internacionales de derechos humanos.
En 2001 se sanciono, en el ámbito de la OEA, la Carta Democrática Interamericana. Establece que
los pueblos de América tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de
promoverla y defenderla. La democracia es esencial para el desarrollo social, político y económico
de estos pueblos. Su objetivo es promover la democracia representativa basada en la división de
poderes del Estado para lograr la paz, la estabilidad, y el desarrollo de la región.
En un ámbito democrático, cualquier persona o grupo de personas que consideren que sus
derechos humanos han sido violados pueden interponer denuncias o peticiones ante el sistema
interamericano.
La eliminación de toda forma de discriminación y de intolerancia, así como la promoción y
protección de los derechos humanos de los pueblos indígenas y los migrantes y el respeto a la
diversidad étnica, cultural y religiosa en las Américas, contribuyen al fortalecimiento de la
democracia y la participación ciudadana.
La OEA continuará desarrollando programas y actividades dirigidos a promover los principios y
prácticas democráticas y fortalecer la cultura democrática en el hemisferio, considerando que la
democracia es un sistema de vida fundado en la libertad y el mejoramiento económico, social y
cultural de los pueblos.

Educación y derechos humanos.


Texto de: Abraham Magendzo K.: “EDUCACIÓN EN DERECHOS HUMANOS: requisito impostergable
para el nunca más”.
La Educación en Derechos Humanos se desarrolla en un contexto político, económico, social y
cultural que la condiciona, la proyecta y en ocasiones la obstaculiza. Comprender y analizar este
contexto es un requisito básico para penetrar en la educación en derechos humanos.

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Los derechos humanos están hoy siendo objeto de propuestas de diversos sectores de la opinión
pública, incluso por aquellos que por años negaron que hubieran sido violados y que participaron
directa o indirectamente en estas violaciones.
Luego del oscuro periodo de la Dictadura militar en Argentina, la sociedad comenzó a velar el
principio “nunca más”, para evitar que estos actos atroces vuelvan a repetirse. Para lograr que se
cumple este principio, se requiere principal y específicamente de un Proceso educativo que sea
capaz de proporcionar en las nuevas generaciones conocimientos, habilidades, actitudes y valores
conducentes a una profunda toma de conciencia sobre la violación a los derechos humanos.
Se exige realizar una educación en derechos humanos que situé a la dignidad humana como valor
fundamental, y que se protejan valores como la libertad, justicia, igualdad, democracia y respeto.
Se deben formar sujetos de derechos y responsabilidades que hagan valer sus propios derechos y
los derechos de los demás; un ser crítico, capaz de hacer propuestas que contribuyan a erradicar
las injusticias y de hacer vigente los derechos humanos.
La educación en derechos humanos ha sido incluida en la reforma educacional de nuestro país. Los
derechos humanos se han incorporado a la educación formal junto con otros temas importantes el
medio ambiente, la multiculturalidad, la tolerancia y la no-discriminación y el respeto a la
diversidad social y cultural. No obstante, la educación en derechos humanos debe ser entendida
como parte integral de la democratización de nuestra sociedad. Para “ingresar” y “transitar” hacia
una sociedad democrática hay que reconocer que la dignidad humana es central y que se debe
tratar de transmitir a través de esta educación, una ética para que las jóvenes generaciones sean
más atentas. La educación en derechos humanos se convierte en un vigilante para el "nunca más".

UNIDAD 2
TRATAMIENTO DE LOS DERECHOS HUMANOS EN LA CONSTITUCION.
Operatividad y programaticidad de los derechos.
En el derecho constitucional se han distinguido entre clausulas constitucionales operativas y
clausulas constitucionales programáticas.
Las cláusulas constitucionales son operativas cuando: pueden operar automática e
inmediatamente, sin necesidad de instituciones o reglamentaciones que deba establecer el
Congreso. Generalmente se las identifica con las normas que generan obligaciones de no hacer. Ej.
derecho a huelga (art.14).
Las normas programáticas son aquellas que necesariamente requieren de una norma para obtener
la operatividad derivada. Se las identifica con normas que ordenan dar o hacer. Requieren de una
reglamentación para su aplicación. Se señala a los derechos incluidos en el art. 14 bis (no en su
totalidad) y 118 (juicio por jurados), como programáticos.
En principio, las normas de CN y Tratados Internacionales que consagran derechos humanos son
OPERATIVAS. Los derechos declarados en convenciones, pactos o tratados sobre d. humanos
invisten directamente de titularidad a los habitantes del estado que se hace parte en el acuerdo,
cuando las cláusulas que contienen aquellos derechos son operativas. Si son programáticas, hacen

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recaer en el estado la obligación de adoptar las medidas de derecho interno que permitan su
funcionamiento.

Derechos implícitos y explícitos.


Derechos explícitos: son aquellos que están expresamente reconocidos y enumerados en el texto
constitucional. (Ej.: art. 14, 14 bis, 17, 20 de la CN).
Derechos implícitos: son los no enumerados o reconocidos expresamente. (Ej.: art. 33 de la CN).
Ambos son reconocidos a todos los habitantes (y extranjeros), obligan como sujeto pasivo tanto al
estado federal como a las provincias.

Generación de derechos.
Derechos de primera generación: surgen en la segunda mitad del siglo XVIII. Correspondiente a los
derechos civiles y políticos. Nacen con el advenimiento de la Revolución Americana y la Revolución
Francesa, y el constitucionalismo clásico. Derechos de segunda generación: aparecen en la primera
mitad del siglo XX. Corresponden a los derechos económicos, sociales y culturales. Surgen de
movilizaciones, protestas y reclamos sociales.
Derechos de tercera generación: nacen en la segunda mitad del siglo XX, luego de la segunda
guerra. Corresponden a los derechos de incidencia colectiva, donde sus titulares no son
exclusivamente individuos, sino la sociedad en su totalidad.

DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS (de primera generación):


Nacen luego de la Revolución Americana, la Revolución Francesa y el Constitucionalismo Clásico
(Constitución Norteamericana y Constitución de la República Francesa), en la segunda mitad del
Siglo XVIII. Son caracterizados en general, como derechos operativos, es decir autoejecutables,
ante los cuales la conducta Estatal debe ser abstencionista, es decir, no intervenir. Estos derechos
tienen por objeto la libertad, seguridad, la dignidad, la integridad, entre otros, así como el derecho
a participar en la vida política. Tales derechos expresan una dimensión más individualista, cuyo
propósito es evitar que el Estado agreda ciertos atributos del ser humano, la actuación de sus
órganos no puede traspasar los límites de estos derechos. Todo ciudadano debe disponer de
medios judiciales sencillos y eficaces para protegerlos. Está a cargo del Estado prevenir
razonablemente situaciones lesivas a los derechos humanos y en el supuesto de que estas se
produzcan, procurar lo requerido para el restablecimiento del derecho.
Estos derechos Civiles y Políticos a su vez pueden admitir subcategorías:
Derechos Civiles: - Derechos Personalísimos: Derecho a la vida, a la intimidad, a la integridad física,
a la libertad de conciencia y de religión, al nombre, etc.
- Derechos Personales: Derecho a la información, a la asociación, derecho de petición, de
locomoción, a la libre circulación.
- Derechos Patrimoniales: derecho de propiedad, derecho de ejercer toda industria licita.
Derechos Políticos: - Derechos de las Personas: derecho al sufragio, a asociarse en un partido
político, derecho a ser candidato.
- Derechos de los Partidos Políticos: derecho de acceso a la información pública, derecho a
divulgar sus ideas.
DERECHOS ECONÓMICOS, SOCIALES Y CULTURALES (derechos de segunda generación): Nacen en
la primera mitad del Siglo XX a partir de movimientos políticos y sociales. Surgen desde una

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perspectiva menos individualista, considerando al hombre en su vida familiar y social . La


exigibilidad de los derechos económicos, sociales y culturales está condicionada a que existan
recursos apropiados para su satisfacción, de modo que las obligaciones que asumen los estados
son de comportamiento. Requieren para su realización una conducta activa, entendida como
medidas concretas que faciliten el acceso a los mismos; para establecer que un gobierno violo
estos derechos no basta con demostrar que no se han satisfecho, sino que el comportamiento del
poder público para alcanzar ese fin no se adecuo a los standards apropiados. Encontramos el
derecho a la salud, a la educación, a trabajar y los derechos del trabajo, a una alimentación básica
sana y equilibrada, a la seguridad social, a una vivienda digna, la cultura, la religión, etc.
DERECHOS COLECTIVOS (derechos de tercera generación): Aparecen en la segunda mitad del Siglo
XX, luego de la Segunda Guerra. Incluye el derecho a un medio ambiente sano, derecho de los
consumidores, a la paz, a la libre determinación de los pueblos. Estos derechos le pertenecen a
toda la sociedad, son de titularidad colectiva. Para su efectiva realización se requiere una conducta
de cooperación internacional entre Estados. La sujeción del poder público es mixta. Es decir, el
Estado realizara obligaciones de comportamiento, al ordenar su acción para satisfacer estos
derechos. Y también deberá realizar obligaciones de resultado.

PROGRESIVIDAD Y NO REGRESIVIDAD:
Texto de Courtis y Abramovich
Estos son principios y pautas de interpretación de DDHH.
Principio de no regresividad: los Estados no deben adoptar medidas que limiten, restrinjan o
eliminen los derechos vigentes o existentes. Los poderes políticos tienen prohibido elegir
supuestos que importen un retroceso en el goce de los derechos, de lo contrario, esto sería
invalido o inconstitucional. Procesalmente, corresponde al demandante demostrar el carácter
regresivo de la norma, si es que el grado de protección ofrecido por la nueva norma conlleva un
retroceso. Probado esto, la norma se presume inválida, y el Estado debe acreditar que, pese a ser
regresiva, la norma es justificable para proteger otros derechos.
Principio De Progresividad: los estados Partes se compromete a adoptar medidas, hasta el máximo
de los recursos que dispongan, para lograr progresivamente, por todos los medios apropiados, la
plena efectividad de los derechos aquí reconocidos, en la medida de los recursos disponibles, por
vía legislativa u otros medios apropiados.

LOS DDHH EN NUESTRO ACTUAL DERECHO CONSTITUCIONAL:


En la constitución tenemos dos partes: la dogmática y la orgánica, ambas tienen una misma
jerarquía. La dogmática define el fin, los objetivos, principios y valores de la constitución. La parte
orgánica desarrolla las instituciones del Estado
En la parte dogmática encontramos declaraciones, derechos y garantías. La Constitución original
incorporo, en un principio, derechos políticos del hombre contra el estado; donde la obligación
fundamental era la omisión del Estado para poder satisfacerlos. Luego, el constitucionalismo
social, con la reforma de 1957, amplia el constitucionalismo clásico, agregando los derechos
sociales, que se desglosan en económicos, sociales y culturales. Los derechos ya no van a quedar
satisfechos solo con la abstención del sujeto pasivo, sino que deberá promover estos derechos. Y
con la reforma de 1994 se incorporan derechos colectivos.
La constitución se ha ampliado y enriquecido a través del articulo 75 inc. 22, que confiere jerarquía
constitucional a tratados de derechos humanos, y prevé para el futuro un procedimiento especial
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Agustina Lena

para que otros adquieran la misma jerarquía. Así, nuestro derecho constitucional acogió una doble
fuente: interna y la internacional.
El actual derecho internacional de los derechos humanos sintoniza muy bien con la constitución
democrática. Los derechos contenidos en la constitución se deben interpretar conforme el
derecho internacional de derechos humanos, para compatibilizar y coordinar. Los tratados
internacionales son superiores a las leyes, y están en el mismo vértice que la constitución.
Todos los derechos fundamentales del hombre deben considerarse incluidos en la constitución.
Estos son derechos del hombre y pertenece a todos nacionales y extranjeros, ya que la
constitución habla de habitantes.
Todas las normas constitucionales gozan del mismo rango y jerarquía.
Para nuestro derecho los titulares de los derechos son los habitantes, quienes integran la
población. El Estado debe respetarlos, no violar, no impedir su goce ni ejercicio, no crear
restricciones arbitrarias.

Los derechos económicos, sociales y culturales como derechos exigibles:


Texto Wlasic.
Uno de los puntos que fomentan la distinción entre derechos civiles y políticos respecto los
económicos, sociales y culturales, radica en que los primeros generan, según los autores,
exclusivamente obligaciones negativas o de abstención, mientras que los derechos económicos,
sociales y culturales implicarían obligaciones positivas, que en la mayoría de los casos deberían
solventarse de recursos públicos. De acuerdo con esta posición, las obligaciones negativas serian
un no hacer por parte del Estado: no detener arbitrariamente a las personas, no aplicar penas sin
juicio previo, etc. Por el contrario, los positivas se caracterizarían por obligar al Estado a brindar
prestaciones: proveer servicios de salud, asegurar educación, etc.
Wlasic, sin embargo, sostiene que estas distinciones están basadas en una visión “pacifica” del rol
y funcionamiento del aparato estatal. Así, podemos sostener, por ej., que, en muchos derechos
civiles y políticos como el debido proceso, el acceso a la justicia, el derecho a casarse, el derecho
de elegir y ser elegido, suponen la creación de condiciones institucionales por parte del Estado
(existencia y mantenimiento de tribunales, establecimiento de normas y registros para la decisión
nupcial, convocatoria a elecciones, organización de un sistema de partidos políticos, etc.). En estos
casos, la obligación del Estado está vinculada con la utilización de fondos, sino a establecer normas
que concedan relevancia a una situación determinada, u organizar una estructura que se encargue
de poner en práctica una actividad.
Aun aquellos derechos que parecen ajustarse más fácilmente a la caracterización de “obligación
negativa”, aquellos que requieren una limitación en la actividad del Estado de no interferir la
libertad de los particulares –por ejemplo, la prohibición de detención arbitraria, la prohibición del
establecimiento de censura previa a la prensa, o la prohibición de violar la correspondencia–,
conllevan una intensa actividad estatal destinada a que otros particulares no interfieran en esa
libertad y a restablecer el perjuicio una vez producido, de modo tal que la contracara del ejercicio
de estos derechos está dada por el cumplimiento de funciones de policía, seguridad, defensa y
justicia por parte del Estado; reclamando así, obligaciones positivas, caracterizadas por la
erogación de recursos, y no la mera abstención del Estado. En síntesis, la estructura de los
derechos civiles y políticos es un complejo de obligaciones negativas y positivas de parte del
Estado: obligación de abstenerse de actuar en ciertos ámbitos y de realizar funciones en otros.

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Agustina Lena

En suma, los derechos económicos, sociales y culturales también pueden ser caracterizados por
obligaciones positivas y negativas por parte del Estado. Estas obligaciones positivas no siempre
requieren de erogaciones económicas, ya que existen casos donde se exige una regulación del
Estado que limite o restrinja las facultades de las personas privadas, o les imponga obligaciones de
algún tipo, como los derechos laborales y sindicales, la defensa del consumidor o la protección del
medio ambiente. Así, por ej. establecer un salario mínimo, la obligatoriedad de los descansos, la
jornada de trabajo limitada y de vacaciones pagas, la protección contra el despido arbitrario, etc.
Algunos autores sostienen que habría diferentes tipos de obligaciones comunes por parte de los
estados para garantizar los derechos: obligaciones de respetar, proteger, garantizar. Las
obligaciones de respetar se definen por el deber del Estado de no obstaculizar o impedir el acceso
o goce de los bienes que constituyen el objeto de derecho. Las obligaciones de proteger consisten
en impedir que terceros obstaculicen o impidan el acceso a esos bienes. Las de garantizar suponen
asegurar que el titular del derecho acceda al bien cuando no puede hacerlo por sí mismo. Estas
obligaciones pueden ser tanto positivas como negativas, y encontrarse en los derechos civiles y
políticos y los derechos económicos, sociales y culturales, lo que reforzaría su unidad.
Si bien los principales derechos económicos, sociales y culturales han sido consagrados en diversas
constituciones e instrumentos internacionales, el reconocimiento universal de los DESC como
derechos plenos no se alcanzará hasta superar los obstáculos que impiden su adecuada
justiciabilidad y exigibilidad, entendida como la posibilidad de reclamar ante un juez o tribunal de
justicia el cumplimiento de estos
Aunque un Estado cumpla habitualmente con la satisfacción de determinadas necesidades o
intereses tutelados por un derecho social, no se podría afirmar que los beneficiados por la
conducta estatal gozan de ese derecho como derecho subjetivo, hasta tanto verificar se encuentra
realmente en condiciones de demandar judicialmente la prestación del Estado ante un eventual
incumplimiento. Así, lo que calificará a un derecho social como derecho pleno no es simplemente
la conducta cumplida del Estado, sino la existencia de algún poder jurídico de actuar, de producir
demanda o queja por parte del titular del derecho en caso de incumplimiento de la obligación.
Existen varias razones que dificultan el desarrollo de la justiciabilidad de los derechos económicos,
sociales y culturales. Una de ellas, por ejemplo, es la vaguedad de los textos normativos donde se
formulan los derechos, otros señalan la falta de acciones o garantías procesales concretas
destinadas a tutelar los DESC. En muchos casos las violaciones de derechos económicos, sociales y
culturales provienen del incumplimiento de obligaciones negativas por parte del Estado.
Una obligación negativa del Estado es no discriminar el ejercicio de los DESC. Cuando el Estado
incumple esta obligación, se abre un enorme campo de justiciabilidad y exigibilidad. En algunos
casos resultan perfectamente viables muchas de las acciones judiciales tradicionales, como
acciones de inconstitucionalidad, nulidad de actos, acciones de amparo o reclamo de daños y
perjuicios.
La actividad del Estado violatoria de un derecho económico, social o cultural resulta cuestionable
judicialmente y, verificada esta vulneración, el juez decidirá obligar al estado a respetar el derecho
afectado. Es importante establecer mecanismos de comunicación, debate y diálogo donde se
recuerde a los poderes públicos los compromisos asumidos, forzándolos a incorporar dentro de las
prioridades de gobierno la toma de medidas para que cumplen sus obligaciones en materia de
derechos económicos, sociales y culturales. Ahora bien, la falta de mecanismos o garantías
judiciales adecuadas no es excusa para hacer justiciables estos derechos, sino que más bien exige
imaginar instrumentos procesales aptos para llevar a cabo estos reclamos. No existe derecho
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Agustina Lena

económico, social o cultural que no presente al menos alguna característica que permita su
exigibilidad judicial en caso de violación.

LOS TRATADOS DE DDHH EN EL REGIMEN CONSTITUCIONAL ARGENTINO.


Jerarquía constitucional de los tratados.
En 1994 se llevó a cabo la última reforma de nuestra Constitución Nacional. La ley de Declaración
de Necesidad de la Reforma aprobada por el Congreso Nacional, impuso la prohibición de
modificar los primeros 35 artículos de la constitución vigente hasta entonces, a excepción de
temas expresamente habilitados, que constituyen el capítulo de nuevos derechos y garantías. En la
parte orgánica, se trabajó con especial cuidado su rediseño, y se incorporaron institutos
fundamentales. La reforma marco un antes y un después.
Luego de varios años de discusión en la doctrina, la reforma modifico el plexo normativo de
nuestra constitución, otorgándole jerarquía constitucional a los tratados internacionales de
derechos humanos incorporados en el art. 75 inc. 22, ubicándolos en el mismo nivel que la CN y
consagrándolos con superioridad jerárquica respecto de las leyes.
Podemos apreciar, como en un primer periodo, anterior a la reforma, la CSJN hizo caso omiso a los
instrumentos internacionales de Derechos Humanos, subordinando su vigencia a la existencia de
una ley reglamentaria específica, como es el caso Sanchez Abelenda c/ Ediciones de La Urraca,
donde rechazan un recurso de réplica por falta de reglamentación expresa en nuestro
ordenamiento.
Es en 1992, cuando con el caso Ekmekdjian c. Sofovich La Corte establece que las normas del
derecho internacional son operativas, por lo que cuando se ratifica un tratado por el Estado
argentino, este es aplicable en el derecho interno, aun cuando no exista una norma específica que
lo reglamente. La Corte considera el art. 27 de la convención de Viena, que establece que ningún
estado parte puede fundar el incumplimiento de un tratado en disposiciones de su derecho
interno. Afirma que a partir de la entrada en vigencia de la Convención de Viena estos
instrumentos tenían prevalencia sobre las leyes. Otorga prevalencia a los tratados internacionales
sobre el ordenamiento interno.
Luego de que la reforma consagre la superioridad jerárquica de los tratados y hasta el 2005 la
Corte aplica los tratados de derechos humanos con la misma jerarquía que la CN, no admite
diferencias de jerarquía normativa dentro del bloque de constitucionalidad y considera que sus
normas deben interpretarse armónicamente. Los fallos y opiniones de la Corte IDH deben ser
tenidos en cuenta por los tribunales argentinos, son obligatorios, mientras que los informes de la
CIDH sirven de guía, pero no son obligatorios.
A partir del caso Simón para una parte de la doctrina la Corte hizo abuso de del D. Internacional de
los Derechos Humanos con una visión errada e inconstitucional, ya que erróneamente aplico las
reglas del derecho internacional público.
Con el último fallo sobre Fontevecchia se inició una nueva etapa de la Corte. En síntesis, la posición
mayoritaria desde la doctrina y la jurisprudencia es la integración armónica del derecho
internacional constitucionalizado con la Constitución. Y la minoritaria es que en ciertos supuestos
tal armonización podría ser violatoria de la Constitución Nacional.

Examen del art. 75 inc. 22.


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Agustina Lena

Artículo 75 inc. 22: “Aprobar o desechar tratados concluidos con las demás naciones y con las
organizaciones internacionales y los concordatos con la Santa Sede. Los tratados y concordatos
tienen jerarquía superior a las leyes. La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del
Hombre; la Declaración Universal de Derechos Humanos; la Convención Americana sobre
Derechos Humanos; el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo Facultativo; la Convención sobre la
Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio; la Convención Internacional sobre la Eliminación
de todas las Formas de Discriminación Racial; la Convención sobre la Eliminación de todas las
Formas de Discriminación contra la Mujer; la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas
Crueles, Inhumanos o Degradantes; la Convención sobre los Derechos del Niño; en las condiciones
de su vigencia, tienen jerarquía constitucional, no derogan artículo alguno de la primera parte de
esta Constitución y deben entenderse complementarios de los derechos y garantías. Sólo podrán
ser denunciados, en su caso, por el Poder Ejecutivo Nacional, previa aprobación de las dos terceras
partes de la totalidad de los miembros de cada Cámara. Los demás tratados y convenciones sobre
derechos humanos, luego de ser aprobados por el Congreso, requerirán del voto de las dos
terceras partes de la totalidad de los miembros de cada Cámara para gozar de la jerarquía
constitucional.”
El contenido del art. 75 inc. 22 puede desgranarse en tres partes: 1) la primera, referida a la
atribución del congreso nacional de aprobar o descartar tratados concluidos con las demás
naciones y con las organizaciones internacionales y los concordatos con la Santa Sede. Y la
estipulación de que tales tratados y concordatos tienen jerarquía superior a las leyes. Antes de la
reforma, conforme a la doctrina y la jurisprudencia predominante, se interpretó el art. 31 en el
sentido de dar igual jerarquía normativa a los tratados y a las leyes, siguiéndose la tradición
dualista de que el orden jurídico internacional y el orden jurídico nacional, constituyen dos
órdenes independientes de igual jerarquía. A partir del caso “Ekmekdjian c/ Sofovich”, la corte
consagro la supremacía de los tratados sobre las leyes. Este criterio encuentra su fundamento en
el art. 27 de la convención de Viena, que establece que ningún estado parte puede fundar el
incumplimiento de un tratado en disposiciones de su derecho interno.
2) La segunda parte del artículo está vinculado con la jerarquización constitucional de
instrumentos internacionales sobre DDHH. Estos son obligatorios, tienen carácter coactivo, y
prevén instancias de control internacional. Las declaraciones, en cambio, constituyen un
compromiso ético de los estados miembros de la comunidad internacional, regional o universal,
frente a tales derechos. El artículo 75 in. 22 establece una serie de instrumentos internacionales
que enumera expresamente, y sostiene que, los mismos, en las condiciones de su vigencia, tienen
jerarquía constitucional, no derogan articulo alguno de la primera parte de la constitución y deben
entenderse complementarios de derechos y garantías. Estos tratados junto a la constitución
constituyen el bloque constitucional. En las condiciones de su vigencia: la doctrina considera que
esta frase significa determinar en qué condiciones el tratado se encuentra en vigor para la
Argentina, en que forma ha sido aprobado o ratificado por esta, debiendo tenerse en cuenta,
conjuntamente con el texto del tratado, las reservas, y aclaraciones formuladas al momento de su
ratificación.
3) Finalmente, la tercera parte del articulo hace referencia a los mecanismos de jerarquización
constitucional futura de otros tratados de DH, como a su posible desjerarquizacion, a través de la
aprobación legislativa. A tales fines se exigen el voto afirmativo de las dos terceras partes del total
de los miembros de cada cámara. Asimismo, hay posiciones doctrinarias que han sostenido que, a
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Agustina Lena

pesar de no estar expresamente contemplado, si se produjera la modificación o reforma de un


tratado ya jerarquizado, debería recurrirse a este mecanismo para volver a jerarquizarlo.
¿Qué sucede cuando se modifica o se reforma un tratado de derechos humanos con jerarquía
constitucional? La práctica internacional indica que tales modificaciones se producen a través de
nuevos tratados denominados protocolos facultativos, y exige, en el caso de nuestro país, la previa
aprobación del congreso nacional, la posterior ratificación del ejecutivo, conforme el mecanismo
dispuesto por la CN, y finalmente podrá ser jerarquizado constitucionalmente, por una nueva ley.
Es decir que, la aprobación de un protocolo de reforma o ampliación del tratado original, no
genera automáticamente obligación alguna al estado, hasta tanto no resuelva hacerse parte en él,
según los recaudos constitucionales nacionales. Las reservas, si bien no pueden ser ampliadas con
posterioridad a la ratificación, sí pueden ser retiradas en el futuro.

Creación de órganos supraestatales:


El art.75 inc. 24 establece que es una atribución del Congreso aprobar tratados de integración que
deleguen competencia y jurisdicción a órganos supraestatales que respeten el orden democrático
y los derechos humanos. Las normas dictadas en su consecuencia tienen jerarquía superior a las
leyes.
Ej. A la Corte Interamericana de DDHH. Este art habilita la incorporación y vigencia jerárquica de la
Corte IDH, y consagra, además, la posibilidad de que el Estado Nacional delegue funciones
jurisdiccionales en estos organismos.

Repercusión en nuestro régimen jurídico interno. Omisión del estado de legislar


internamente.
La CSJN en 1947, sostuvo mediante su jurisprudencia que “los tratados internacionales deben
respetar las disposiciones de la CN, la cual tiene supremacía sobre todas las normas de derecho
positivo”. En esta época la CN era totalmente superior a los Tratados internacionales, los cuales
tenían igual jerarquía que las leyes. En 1963, la CSJN declara que “ningún art. de la CN atribuyen
superioridad a los tratados con las potencias extranjeras respecto de las leyes dictadas por el
Congreso de la Nación. Ambos –leyes y tratados- son igualmente calificados y no existe
fundamento normativo de rango superior”.
En 1980 entró en vigencia en Argentina, la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados,
cuyo art. 27 dispone que: "Los Estados no podrán invocar las disposiciones de su derecho interno
como justificación del incumplimiento de un tratado”.
Todo cambió definitivamente en 1992, con el caso "Ekmekdjian c/ Sofovich". La CSJN establece
que las normas del derecho internacional son operativas, por lo que cuando se ratifica un tratado
por el Estado argentino, este es aplicable en el derecho interno, aun cuando no exista una norma
específica que lo reglamente; el tratado es de operación automática y ya forma parte del orden
estatal por lo que el Estado argentino se encuentra obligado. La Corte considera el art. 27 de la
convención de Viena, que establece que ningún estado parte puede fundar el incumplimiento de
un tratado en disposiciones de su derecho interno. Afirma que a partir de la entrada en vigencia de
la Convención de Viena estos instrumentos tenían prevalencia sobre las leyes.

Integración de las normas de los tratados a el derecho interno:

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Agustina Lena

Los tratados internacionales ingresan al D. Interno de un estado cuando este los ratifica o adhiere.
A partir de la ratificación o la adhesión, el derecho interno recibe al derecho internacional.
La integración de normas internacionales al Estado argentino ha evolucionado de una posición
dualista a un monismo con supremacía constitucional, según la letra actual de la CN argentina. Y,
según los fallos de la CSJN, se adopta jurisprudencialmente un monismo con supremacía
internacional absoluta (es decir sobre la CN argentina).
El dualismo en el Derecho argentino: Si bien no existió una norma expresa en la CN que
estableciera el dualismo, la reiterada jurisprudencia de la CSJN consideró que para que un tratado
tuviera vigencia debía ser incorporado al ordenamiento a través de una ley del Congreso u acto
normativo del PEN. La teoría de la incorporación de un tratado, tenía además otro efecto: que esa
norma se transformara en una norma interna.
La Corte Suprema, durante más de un siglo interpretó que existía una paridad de rango entre la ley
nacional y un tratado incorporado, por lo que una ley posterior podría modificarlo o derogarlo. Lo
cierto es que el tema no prestaría complicación si el tratado modificaba una ley anterior. Pero
cuando una ley posterior derogara o modificara un tratado vigente, la cuestión se agrava
enormemente.
Con esto se producía una situación dual donde el juez estatal siempre debía aplicar la ley nacional,
aunque modificara o derogara un tratado previo. Se adoptó el principio del “lex posteriori derogat
lege priori”, sin que tuviera relevancia, si en el orden internacional subsistía el tratado en su
redacción original. En tal caso, surgía la responsabilidad del Estado por el incumplimiento de un
tratado.
Una de las consecuencias de la posición dualista es la “duplicación” de normas. Por un lado, existe
la norma internacional (tratado) respecto de la cual se le aplica el régimen internacional, y por
otro la norma del derecho estatal.
El monismo en el derecho argentino
El monismo en el derecho argentino fue inicialmente introducido a partir de 1992 por la CSJN,
luego de tantos años de la tradicional posición dualista y de equiparar los tratados internacionales
a una ley de la nación, en la causa: Ekmekdjian, c/ Sofovich. La Corte establece que las normas del
derecho internacional son operativas, por lo que cuando se ratifica un tratado por el Estado
argentino, este es aplicable en el derecho interno, aun cuando no exista una norma específica que
lo reglamente; el tratado ya forma parte del orden estatal por lo que el Estado argentino se
encuentra obligado. La Corte considera el art. 27 de la convención de Viena, que establece que
ningún estado parte puede fundar el incumplimiento de un tratado en disposiciones de su derecho
interno. Afirma que a partir de la entrada en vigencia de la Convención de Viena estos
instrumentos tenían prevalencia sobre las leyes.
Hoy día, el Tribunal aplica no solo los tratados ratificados por el Estado argentino, sino también el
derecho consuetudinario internacional, estableciendo un grado de prelación de estos sobre las
normas nacionales e incluso constitucionales, cuando se trata de derechos humanos.
La Corte considera que las cláusulas de los tratados internacionales modernos gozan de
operatividad por ser, en su mayoría, claras y completas para su aplicación, sin necesidad de una
implementación directa.
El primer efecto de un sistema monista, es considerar que la norma internacional integrara el
orden jurídico interno desde el momento de su vigencia internacional.

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Agustina Lena

Los precedentes de la CSJN provocaron en la reforma constitucional de 1994 que el Estado


argentino adopte finalmente un sistema monista con un orden jerárquico determinado y en
función a la categoría de los tratados de que se trate.
Para los tratados formales, la incorporación en el ordenamiento se da primeramente con la
negociación, adopción del texto y la firma; que la realiza el PEN, por lo general, a través de su
Cancillería. Luego, continua con la aprobación o rechazo del texto del tratado por parte del
Congreso, a través de una ley. La aprobación de un tratado no implica su incorporación al derecho
argentino, sino una autorización para que el Ejecutivo continúe con el proceso de formación. Así,
el proceso finalizara con la ratificación del tratado por parte del Ejecutivo.

Jurisprudencia reciente de la CSJN:


En 1963, en el caso “Martin y Cía.” la CSJN declara que “ningún art. de la CN atribuyen
superioridad a los tratados con las potencias extranjeras respecto de las leyes dictadas por el
Congreso de la Nación. Ambos –leyes y tratados- son igualmente calificados y no existe
fundamento normativo de rango superior”.
En el caso “Eusebio F s/ Sucesión”, en 1987, la Corte sostuvo que los derechos y libertades
reconocidos en el Pacto San José de Costa Rica deben ser específicamente incorporados al
Derecho interno de los Estados, a través de las disposiciones legislativas pertinentes.
Luego, en el famoso caso “Sanchez Abelenda c/ Ediciones de La Urraca” la Corte rechaza el
derecho de réplica al considerar que no era operativo y que debía sancionarse una ley expresa
reglamentándolo.
En 1992 se produce un gran cambio con el caso “Ekmekdjian c. Sofovich” cuando la Corte afirmar,
primeramente, que a partir de la entrada en vigencia de la Convención de Viena los instrumentos
internacionales tenían prevalencia sobre las leyes. Y establece que cuando el Estado argentino
ratifica un tratado, este es aplicable en el derecho interno, aun cuando no exista una norma
específica que lo reglamente.
En el fallo “Café La Virginia S.A c. Administración Nacional de Aduanas” de 1994, la Corte continua
con el precedente del caso Ekmekdjian, pero aclara que los tratados no tienen jerarquía superior a
la C.N.

EL CONTROL DE CONVENCIONALIDAD.
En la Corte Interamericana surgió el concepto “Control de Convencionalidad “para denominar a
aquella herramienta que permite verificar que los Estados concretan la obligación de garantizar los
derechos humanos establecidos en la Convención Americana de DDHH, en su ámbito interno,
conforme a las normas y prácticas nacionales.
El control de convencionalidad aparece por primera vez en la jurisprudencia contenciosa de la
Corte en el caso “Almonacid Arellano vs. Chile”, al considerar que los jueces y tribunales internos
están sujetos al imperio de la ley y, por ello, están obligados a aplicar las disposiciones vigentes en
el ordenamiento jurídico. Pero cuando un Estado ha ratificado un tratado internacional como la
Convención Americana, sus jueces, también están sometidos a ella, lo que les obliga a velar
porque las disposiciones de la Convención no se vean mermadas por la aplicación de leyes
contrarias.
Así, el Poder Judicial debe ejercer una especie de control entre las normas jurídicas del derecho
interno y la Convención Americana sobre Derechos Humanos. En esta tarea, debe tener en cuenta
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Agustina Lena

no solamente el tratado, sino también la interpretación que del mismo ha hecho la Corte
Interamericana, la cual es intérprete última de la Convención Americana.
En el caso “Boyce y otros Vs Barbados”, la Corte IDH explica de manera concreta de qué forma
debe ser implementado el control de convencionalidad en el ámbito interno. Expresa que los
tribunales nacionales no deben limitarse solo a un examen de constitucionalidad de sus
resoluciones, sino también de la convencionalidad.
El art.27 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados (1969) establece que un
Estado Parte no podrá invocar las disposiciones de su derecho interno como justificación para el
incumplimiento de un tratado. Por esta razón, el Estado tiene la responsabilidad de crear normas o
tomar medidas que se ajusten al compromiso asumido y derogar aquellas incompatibles.
Los Estados Parte están obligados a armonizar su ordenamiento jurídico interno con la normativa
de protección de la Convención. Los tribunales nacionales, de oficio deben realizar tanto el control
de convencionalidad (controlar actos del Estado con Tratados internacionales en los que sea parte)
y de constitucionalidad (controlar la conformidad de actos del Estado con la CN). Mientras que la
Comisión y la Corte Interamericana de DDHH sólo realizan control de convencionalidad en casos
concretos, siendo que su fin es interpretar y aplicar los Tratados. Ejercen este control de la
siguiente manera: La CIDH inspecciona a los estados miembros p/elaborar informes sobre la
situación de los derechos humanos en los mismos y de tal forma presentarlos a la OEA
(Organización de Estados Americanos); y actúan frente denuncias recibidas de personas y ONGs
por violaciones a los derechos humanos de un estado miembro de la OEA. La Corte Interamericana
de Derechos humanos lo hace a través de su función contenciosa o consultiva.

Evolución de la jurisprudencia de la CIDH:


La Corte IDH ha ido precisando este concepto a través de su jurisprudencia, llegando así a un
concepto complejo, que comprende las siguientes características:
1. Consiste en verificar la compatibilidad de las normas y practicas internas con la CADH, la
jurisprudencia de la Corte IDH y los demás tratados interamericanos donde el Estados sea parte:
Cuando existe una sentencia internacional dictada con carácter de cosa juzgada respecto de un
estado que ha sido parte en el caso, todos sus órganos, incluidos jueces y órganos vinculados a la
administración de justicia, están sometidos al Tratado y sentencia de la Corte, lo cual obliga a velar
para que los efectos no se vean mermados por la aplicación de normas contrarias a su fin, o por
decisiones judiciales o administrativas que hagan el incumplimiento de la sentencia. Igualmente,
cuando el Estado no ha sido parte en el proceso, solo por el hecho de integrar la Convención,
todas sus autoridades, órganos e instancias democráticas están obligados por el tratado.
2. Es una obligación que corresponde a toda autoridad pública en el ámbito de sus competencias,
y debe ser realizado de oficio: corresponde a los jueces y todos los órganos vinculados a la
administración de justicia en todos sus niveles
3. Su ejecución puede implicar la supresión de normas contrarias a la CADH o bien su
interpretación conforme a la CADH, dependiendo de las facultades de cada autoridad pública: no
solo la supresión o expedición de normas en el derecho interno garantizan los derechos
contenidos en la CADH. También se requiere el desarrollo de prácticas estatales. Esto en
concordancia con el art.2 de la Convención. Es necesario que las interpretaciones judiciales y
administrativas y las garantías judiciales se apliquen adecuándose a los principios establecidos en
la jurisprudencia de la Corte IDH
4. La CADH no impone un determinado modelo de control de convencionalidad.
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Agustina Lena

5. La responsabilidad estatal por el control solo puede ser exigida a nivel internacional después
que el Estado haya tenido la oportunidad de declarar la violación y reparar el daño ocasionado por
sus propios medios. El Estado es el principal garante de los Derechos Humanos de las personas, de
modo que, si se produce un acto violatorio de dichos derechos, es el quien tiene el deber de
resolver el asunto a nivel interno y reparar, antes de tener que responder ante instancias
internacionales. Se ha generado así un control dinámico y complementario de las obligaciones de
los Estados de respetar y garantizar los derechos humanos, entre las autoridades internas y las
internacionales. Los estados son los primeros llamados a cumplir con la protección de los derechos
humanos.

JURISPRUDENCIA DE ALTOS TRIBUNALES DE LA REGION:


Texto de Antoni: “Duelo de cortes”.
Tribunales de la más alta jerarquía de la región han referido y han aplicado el Control de
Convencionalidad teniendo en cuenta interpretaciones efectuadas por la Corte IDH. La CSJN ha
referido, en numerosas sentencias, que las decisiones de la Corte IDH resultan de cumplimiento
obligatorio por parte del Estado Argentino, ha dicho que en principio debe subordinar el contenido
de sus decisiones a las de dicho tribunal internacional.
Sin embargo, esta posición se modifica en el caso “Ministerio”, también conocido como fallo
“Fontevecchia”. Este caso surge de la solicitud de la Dirección de Derechos Humanos del
Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que deje
sin efecto una sentencia firme de la CSJN de 2001, como consecuencia del fallo de la Corte IDH
dictado en el año 2011 en la causa “Fontevecchia c/ República Argentina”. La orden del tribunal
Internacional recae sobre la decisión tomada por la CSJN, donde confirmó una indemnización por
daños y perjuicios contra los periodistas Fontevecchia y D’Amico por violación a la vida privada del
ex presidente Menem, a raíz de una publicación en la revista “Noticias” en la que se contaba
acerca de un hijo no reconocido de este.
En 2017, la CSJN dictó el fallo “Ministerio”, donde desestima el pedido del Ministerio, y considera,
primeramente, que las sentencias de la Corte son “obligatorias” y “vinculantes”, siempre y cuando
sean dictadas dentro de sus potestades y funciones; aclara que dichos tribunales no constituyen
una cuarta instancia, por lo que no cuentan con la facultad de “revocar” una sentencia anterior, lo
que es jurídicamente improcedente.
Los representantes de la víctima denunciaron el incumplimiento del Estado argentino, y la Corte
IDH convocó a una audiencia. La Corte IDH emitió su sentencia en 2017, y consideró que el Estado
no había cumplido con las medidas de reparación y ordenó cumplirlas, aclarando que el fallo de la
Corte es definitivo e inapelable y produce los efectos de “cosa juzgada internacional”, de no
cumplirse se incurre en ilícito internacional. “Dejar sin efecto” no es sinónimo de “revocar”,
agregando que el estado podría adoptar otro tipo de acto jurídico, diferente a la revisión de la
sentencia, para dar cumplimiento a la medida ordenada (ej. eliminar de páginas web el fallo).
Finalmente, el Ejecutivo ordenó el pago en efectivo de la sentencia. En este pequeño resumen del
caso, podemos ver un diálogo entre el máximo tribunal argentino y tribunales internacionales.

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UNIDAD 3
REGIMEN DE GARANTIA DE LOS DDHH EN LA CONSTITUCION NACIONAL.
Las garantías constitucionales constituyen la contracara de los derechos, a fin de que éstos no
tengan solo valor enunciativo. Son el conjunto de seguridades jurídico-institucionales deparadas al
hombre, ya que son medios o procedimientos que otorga la CN para aseguran la vigencia y el
ejercicio de los derechos ante una amenaza o lesión de los mismos por el Estado o un particular,
ej. amparo, hábeas corpus, etc.
El derecho una vez reconocido, para poder ser ejercido amplia y libremente, necesita de
protección y las garantías son el instrumento para que esto suceda. Se las suele clasificar como:
• Judiciales: Habeas corpus, habeas data, amparo.
• No judiciales: Huelga.
• Genéricas: Para proteger variados derechos: “el debido proceso legal “
• Específicas: Cuando tutelan un derecho concreto (habeas corpus).
• Personales como por ejemplo un habeas corpus determinado.
• Institucionales: Para el correcto funcionamiento de una actividad.

La seguridad individual:
Es el derecho sagrado que tiene todo ciudadano a la protección de su vida, de su honor, de su
libertad, de su dignidad. Y a la vez la garantía de que no se vea impedido el ejercicio y goce de
estos derechos; si esto ocurriera la persona contara con un conjunto de garantías constitucionales
que tendrán la finalidad de impedir las privaciones o restricciones que sean antijurídicas, es decir,
contrarias a la ley, la Constitución, tratados internacionales, entre otros.

Derecho a la libertad y seguridad personal.


El derecho a la libertad y seguridad personal es un derecho humano fundamental y un elemento
esencial de los sistemas jurídicos que aplican el estado de derecho. Al igual que todos los derechos
humanos, en principio, se aplica a todos los seres humanos.
Podemos verlo regulado en algunos instrumentos internacionales como Declaración Universal de
Derechos Humano, que consagra, en su art. 3, el derecho de todas las personas de la vida, libertad
y seguridad personal.
Y también PIDCP que otorga estos derechos a todos los individuos. Establece que nadie podrá ser
sometido a detención o prisión arbitrarias, ni privado de su libertad, salvo por las causas fijadas
por ley y con arreglo al procedimiento establecido en ésta.
Por lo tanto, este derecho consagra la garantía de que los arrestos o privaciones a la libertad que
se realicen a los individuos no sean arbitrarios y sean conforme a la ley y autorizados por ella.
Cuando se vulneren estos derechos, el individuo deberá contar con garantías adecuadas para
hacer valer y defenderlos.

ARTÍCULO 18 DE LA CN: Garantías.


“Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al
hecho del proceso, ni juzgado por comisiones especiales, o sacado de los jueces designados. Nadie
puede ser obligado a declarar contra sí mismo. Es inviolable la defensa en juicio de la persona y de

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los derechos. El domicilio es inviolable, como también la correspondencia epistolar y los papeles
privados; y una ley determinará en qué casos y con qué justificativos podrá procederse a su
allanamiento y ocupación. Quedan abolidos para siempre la pena de muerte por causas políticas,
toda especie de tormento y los azotes. Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para
seguridad y no para castigo de los reos”.
El art. 18 es una de las garantías más importantes de la libertad personal frente a los abusos de
poder. Contiene una serie de garantías procesales, y de límites a la actividad represiva del Estado.
Este articulo proviene de la Constitución histórica del 1853 /60. La reforma del 94 con la jerarquía
constitucional de algunos tratados de Derechos Humanos, favoreció una interpretación más
garantista de la vida, la libertad y la dignidad humana, e incorporo protecciones concretas.

Las garantías procesales del art. 43.


Principio de legalidad:
Ley y juicio previo: “Ningún habitante puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al
hecho del proceso”
Es una garantía reservada al proceso penal exclusivamente, “nullum crimen, nulla poena sine
lege”: no hay delito ni pena sin ley penal anterior. Considera que debe existir una ley dictada por el
congreso antes del “hecho delictuoso”. La ley debe: a) describir el tipo delictivo; b) contener la
pena o sanción. Así, nadie puede ser condenado sin una ley incriminatoria que cree el tipo
delictivo y adjudique la pena correspondiente; si hay descripción del delito, pero no hay pena
atribuida legalmente, no puede haber condena. Esta la ley debe ser previa “al hecho del proceso”,
es decir a la “conducta humana” que coincide con la figura legal de la incriminación.
Además, nadie puede ser penado o condenado sin la tramitación de un juicio en donde se cumplan
las etapas fundamentales requeridas por el “debido proceso” legal. Esas etapas son: acusación,
defensa, prueba y sentencia. La Corte Suprema ha dado jerarquía constitucional al principio de
que no puede haber condena penal sin acusación fiscal. La sentencia en el juicio penal debe estar
fundada en ley. Hasta tanto no se dicte sentencia firme de condena, toda persona tiene derecho a
la presunción de inocencia. Es éste un derecho implícito que, aún no formulado en la constitución
formal, sí en algunas constituciones provinciales, merece reconocimiento. Actualmente, está
incorporado a nuestro derecho por varias Convenciones de DDHH. El derecho a la presunción de la
inocencia se viola por el indulto anticipado, porque si el indulto debe recaer sobre una “pena”
impuesta a persona determinada, mientras no hay sentencia no hay ni puede haber pena.
Debido proceso y defensa en juicio:
El debido proceso legal es una garantía constitucional amplia.
“Es inviolable la defensa en juicio de la persona y de los derechos.” Nadie puede ser penado o
condenado sin la tramitación de un juicio donde se cumplan las etapas fundamentales requeridas
por el “debido proceso” legal. Esas etapas son: acusación, defensa, prueba y sentencia. El debido
proceso implica que: nadie puede ser privado de un derecho sin que se cumpla un procedimiento
fijado por la ley; ese procedimiento no puede ser cualquiera, sino que tiene que ser “debido”,
debiendo dar suficiente oportunidad al justiciable de participar en el proceso; se requiere tener
noticia o conocimiento del proceso y de sus actos y etapas, poder ofrecer y producir prueba, gozar
de audiencia (ser oído); el proceso debe tener una duración razonable, cuando la pretensión es
urgente, el proceso debe durar menos.
Cuando en el proceso hay controversia o disputa entre partes se habla de proceso contradictorio,
donde cada parte debe tener conocimiento de la pretensión de su opuesta, gozar del derecho de
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Agustina Lena

defensa, y poder controlar los actos procesales propios y ajenos. En todo proceso rige también el
principio de congruencia, en virtud del cual la sentencia no puede apartarse de las pretensiones
articuladas por las partes, es decir no exceder ni omitir en la decisión nada respecto de las
pretensiones elaboradas por las partes. El derecho a la defensa legal, a contar con un abogado
defensor el derecho, es un punto central. La defensa en juicio, como garantía del debido proceso,
exige que no se prive a nadie arbitrariamente de la adecuada y oportuna tutela de los derechos
que pudieran asistirle.
Además, la sentencia debe ser útil, imparcial, fundada, justa y oportuna; y resolver las
pretensiones en un tiempo oportuno y razonable.
La garantía de juez natural o imparcial:
“Ningún habitante puede ser juzgado por comisiones especiales, o sacado de los jueces
designados”
Este derecho implica la posibilidad de acceder a un órgano judicial, el cual debe ser el juez natural
para la causa, es decir, el tribunal judicial cuya creación y competencia provienen de una ley
anterior al hecho. Esta garantía tiene el nombre tradicional de garantía de los “jueces naturales”.
Abarca a toda materia, penal, civil, laboral, comercial. Juez natural es el tribunal creado y dotado
de jurisdicción y competencia por una ley dictada antes del hecho que origino el proceso, también
hay que tener en claro que el artículo establece una doble prohibición, nadie puede ser juzgado
por comisiones especiales, y tampoco sacado de los jueces designados por la ley. Los fueros reales,
de materia o de causa no vulneran la garantía de juez natural, el artículo 16 de la constitución
suprime los fueros personales, pero no así los militares que se dedican a la aplicación del Código
militar, pero sus sentencias quedan sujetas a revisión judicial. Se exige que el juez -o tribunal- sea
imparciales, es decir, que sea extraño a los intereses de las partes y ajeno a toda proyección
personal. Además, debe ser competente, la competencia del juez o tribunal por materia, lugar o
persona, debe estar establecida por ley anterior al hecho que motiva su intervención.
La prueba:
La teoría del fruto del árbol venenoso.
Los apremios ilegales o tortura para alcanzar una confesión de un delito, o por violación de un
domicilio o de papeles privados, deriva en la invalidez del procedimiento e inhabilita la prueba. Se
excluye la prueba obtenida ilegalmente. Conforme a la teoría del fruto del árbol venenoso la
ilegalidad inicial en la obtención de la prueba contamina cualquier otro acto probatorio que derive
de esta. Así, se impide tener en cuenta pruebas obtenidas ilegalmente o ilegítimamente, o en
violación a los derechos personales, y sirve para invalidar actos que sean consecuencia de este
Inmunidad de declaración y de arresto:
“Nadie puede ser obligado a declarar contra sí mismo; ni arrestado sin orden escrita de autoridad
competente”
El art. 18 no hace distinción por lo que se entiende que esta inmunidad corresponde a todo tipo de
causas (penales, civiles, administrativas, etc.). Se prohíbe todo método y técnica que, antes o
durante el proceso, tienda a obtener por coacción física, psíquica o moral, una declaración o
confesión. La confesión del inculpado es válida si se presenta sin coacción de ninguna naturaleza y
si se obtiene por medios legales. No pueden emplearse castigos corporales como métodos de
investigación.
Además, nadie puede ser arrestado sino en virtud de orden escrita de autoridad competente, por
medio de la autoridad judicial. Toda persona detenida o retenida debe ser informada de las
razones de su detención y notificada sin demora del cargo formulado contra ella. Es una garantía
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Agustina Lena

que busca asegurar la inviolabilidad de la defensa en juicio, y resguardar la integridad física


psíquica del detenido, asegurando la defensa en juicio. Tampoco podrá ser privado de su libertad
física salvo por las causas y condiciones fijadas en la Constitución de los Estados o por leyes. Por
otra parte, el principio de inocencia limita la prisión preventiva, la cual debe ser excepcional.
Garantías mínimas durante el proceso (derecho a un proceso justo):
Articulo 8 CADH, formula una serie de garantías mínimas: derecho del imputado a ser asistido
gratuitamente por un traductor o interprete, si no comprende o no habla el idioma del juzgado
tribunal; derecho de ser asistido por un defensor proporcionado por el Estado; Derecho de la
defensa de interrogar a los testigos o peritos.
Carácter público del proceso penal:
Se considera que este carácter público constituye una garantía complementaria al derecho de
defensa, ya que implica el conocimiento del público e impide el manipulamiento del proceso.
Prohibición del doble juzgamiento por los mismos hechos:
El artículo 8 de la CADH establece que el imputado no puede ser sometido a un nuevo juicio por
los mismos hechos.
Garantías fuera del proceso penal:
Conforme al artículo 18: se encuentran abolidos los tormentos y los azotes. Se prohíben las
torturas, tratos crueles, inhumanos degradantes. Toda persona privada de su libertad debe ser
tratada con respeto debido a la dignidad inherente al ser humano. En los países donde no se haya
abolido la pena de muerte solo podrá ser impuesta en delitos graves, de conformidad con ley,
además, no se establece pena de muerte en los estados que la han abolido, no se aplica pena de
muerte a personas menores de 18 años o mayores de 60 años.
Finalidad de las Cárceles:
“Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos
detenidos en ellas, y toda medida que a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más allá
de lo que aquélla exija, hará responsable al juez que la autorice.” El alcance de esta garantía
corresponde a los detenidos bajo proceso y también a los condenados por sentencia firme.

ACCESO A LA JUSTICIA:
Texto Gustavo Maurino.
Este derecho, también conocido como el derecho a la jurisdicción, se encuentra implícito en el art.
18 de la CN, y precisado en el artículo 8 de la CADH como el derecho a ser oído por un juez o
tribunal competente, y se completa con el artículo 25 de la CADH que afirma que toda persona
tiene derecho a un recurso sencillo, rápido y efectivo ante un juez competente, contra actos que
violen sus derechos fundamentales.
El constitucionalismo argentino tradicional no mencionaba textualmente al “acceso a la justicia”
como un derecho o garantía fundamental. Sin embargo, la CSJN desde mediados del siglo XX, fue
estableciendo, en diferentes sentencias, que los derechos o garantías constitucionales expresos
incluían también, la existencia de otra garantía: acudir y acceder efectivamente a un órgano judicial.
La CSJN determino que es fundamental la posibilidad de que los ciudadanos tengan acceso a una
instancia judicial.
A partir de 1983, Argentina ratifico varios Pactos internacionales donde consagro, entre otras
cosas, el derecho de que todas las personas son iguales ante tribunales; el derecho a ser oídas
públicamente por un tribunal independiente e imparcial, mediante un recurso sencillo y rápido; el
derecho a ampararlas contra actos que violen sus derechos fundamentales.
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Agustina Lena

La Corte IDH establece que se debe respetar, promover y garantizar el acceso a la justicia. Es un
derecho amplio que se debe brindar a toda persona en todas las etapas del proceso, fundamental
para el desarrollo de este y la efectiva tutela de los derechos.
Provee protección frente a injustificados o irrazonables obstáculos legales o fácticos que impiden o
restringen de alguna manera la posibilidad efectiva de acudir a los tribunales de justicia para
reclamar su protección o respeto. Además, también es fundamental para participación de la
democracia constitucional, siendo una garantía esencial para todo Estado de derecho, un pilar del
sistema democrático.
El acceso a la justicia es un principio de igualdad y no discriminación, ya que ha sido la base para
proteger efectivamente derechos de individuos y grupos en situación de desventaja, marginación
o desamparo, como los pueblos originarios, personas con discapacidad, los niños, etc.
Los Estados no deben interponer trabas a personas que acuden al tribunal para que sus derechos
sean protegidos, caso contrario, estaría transgrediendo la Convención. Este recurso debe ser
efectivo, accesible, rápido, económico, útil, sencillo y no susceptible de suspensión.
Entre los obstáculos que tiene el acceso a la justicia se identifican: falta de conocimiento e
información sobre los derechos y recurso para protegerlos, falta de asesoramiento, falta de
adecuación geográfica, cultural, desigualdad, excesiva duración de los procesos, falta de
cumplimiento de las decisiones. Esto afecta a los grupos vulnerables y su remedio podrá ser
efectivo a través de políticas generales o diferenciadas que se aborden de manera sistemática.

Las garantías jurisdiccionales del art. 43.


“Toda persona puede interponer acción expedita y rápida de amparo, siempre que no exista otro
medio judicial más idóneo, contra todo acto u omisión de autoridades públicas o de particulares,
que en forma actual o inminente lesione, restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad o
ilegalidad manifiesta, derechos y garantías reconocidos por esta Constitución, un tratado o una
ley. En el caso, el juez podrá declarar la inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u
omisión lesiva. Podrán interponer esta acción contra cualquier forma de discriminación y en lo
relativo a los derechos que protegen al ambiente, a la competencia, al usuario y al consumidor, así
como a los derechos de incidencia colectiva en general, el afectado, el defensor del pueblo y las
asociaciones que propendan a esos fines, registradas conforme a la ley, la que determinará los
requisitos y formas de su organización.
Toda persona podrá interponer esta acción para tomar conocimiento de los datos a ella referidos y
de su finalidad, que consten en registros o bancos de datos públicos, o los privados destinados a
proveer informes, y en caso de falsedad o discriminación, para exigir la supresión, rectificación,
confidencialidad o actualización de aquéllos. No podrá afectarse el secreto de las fuentes de
información periodística.
Cuando el derecho lesionado, restringido, alterado o amenazado fuera la libertad física, o en caso
de agravamiento ilegítimo en la forma o condiciones de detención, o en el de desaparición forzada
de personas, la acción de hábeas corpus podrá ser interpuesta por el afectado o por cualquiera en
su favor y el juez resolverá de inmediato, aun durante la vigencia del estado de sitio.”

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Agustina Lena

EL AMPARO:
Es una garantía judicial que actualmente podemos ubicarla en el art. 43 de nuestra CN.
Es una acción destinada a tutelar derechos y libertades que, por ser diferentes de la libertad
corporal o física, escapan de la protección judicial por vía de habeas corpus.

Evolución del amparo:


- Etapa anterior a la reforma constitucional de 1994: El amparo aparece por primera vez en
América Latina en la Constitución Mexicana de Yucatán de 1840. Y la Convención Americana sobre
DDHH lo previo en su art. 25. Hasta la reforma del 94, la constitución formal careció de normas de
amparo, no obstante, el constitucionalismo provincial ya lo había tomado.
- El amparo en nuestro país tuvo su origen en la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de
la Nación, en los famosos Siri y Kot en 1958, que admitieron la existencia de una acción destinada
a la protección de aquellos derechos no alcanzados por el hábeas corpus. En el caso Siri se
protegía la libertad de prensa frente a una violación del poder público. Mientras que en Kot se
admitió la acción respecto de una violación proveniente de particulares. La corte, en ambos fallos,
determina una característica fundamental del amparo al considerar esta acción como excepcional.
- La reforma de 1994: La última reforma de la constitución nacional incorpora a las garantías
individuales a su texto. La constitución prevé dos formas de amparo: contra actos del Estado y
contra actos de particulares, y exige la inexistencia de otro medio judicial “más idóneo” para hacer
cesar esta violación o restricción de derechos.
La ley fundamental expresa que esta acción expedita y rápida puede ser introducida no solo para
garantizar los derechos de la Constitución, sino también tratados o leyes comunes. Sólo es factible
hacer lugar a esta acción ante la inexistencia de otro medio judicial.

El amparo colectivo:
Se trata de una ampliación del amparo individual o clásico. En primer lugar, se ampliarán los
derechos afectados, incluyéndose a aquellos llamados derechos de incidencia colectiva, donde su
violación afecta a la ciudadanía en conjunto, como el medio ambiente, los consumidores, la
discriminación.
Además, la reforma reconoce la legitimación a 3 sujetos:
1-El afectado: Hay distintas visiones, por una parte, la visión restringida, dice que afectado es
aquel titular de derechos subjetivos, y por otro la posición amplia piensa que una interpretación
conjunta del término afectado y derechos de incidencia colectiva, permitiendo que cualquier
afectado actué ante un reclamo de derechos colectivos (Bidart Campos se debe acreditar un
mínimo de interés razonable).
2-Defensor del pueblo.
3-Asociaciones registradas: La norma las habilita, pero con la condición de que estén registradas
conforme a la ley.

CREACIÓN DEL AMPARO POR VÍA PRETORIANA:


Como mencionamos anteriormente, el amparo en nuestro país tuvo su origen en la jurisprudencia
de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en los famosos Siri y Kot en 1958, que admitieron la
existencia de una acción destinada a la protección de aquellos derechos no alcanzados por el
hábeas corpus.

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Agustina Lena

CASO SIRI:
Ángel Siri era director y administrador de un diario el cual, la policía de la Pcia. de Bs. As., lo
clausura sin orden de autoridad competente y sin aclarar por qué. Siri se presentó ante la justicia
alegando la violación de sus derechos de libertad de imprenta y trabajo consagrados en la
Constitución Nacional. El director del diario pretendía, que se retirara la custodia policial del local y
que se levantara la clausura. El juez, interpretando el pedido de Siri como un recurso de Hábeas
corpus y no hizo lugar ya que no se había violado la libertad física de ninguna persona. La Cámara
de Apelaciones confirmó la sentencia, por lo que el afectado invocó un recurso extraordinario
dejando en claro que no había interpuesto un recurso de Habeas Corpus, sino que se trataba de
una petición por la violación de garantías constitucionales. La Corte revocó la sentencia ordenando
a la autoridad policial “cesar con la restricción impuesta” exponiendo que, las garantías
constitucionales invocadas por Siri se hallaban restringidas sin orden de autoridad competente ni
causa justificada y que estos motivos bastaban para que fueran restablecidas íntegramente por los
jueces; “las garantías existen y protegen a los individuos por el sólo hecho de estar consagradas en
la Constitución Nacional”. Se crea el recurso de Acción de Amparo como remedio judicial para
proteger todos los derechos enumerados por la constitución Nacional, a excepción de los ya
protegidos por el recurso de Habeas Corpus.
CASO KOT:
Hay un conflicto entre la empresa Kot y sus empleados. Estos últimos decidieron llevar a cabo una
Huelga en la fábrica textil. El Departamento provincial del trabajo consideró a la huelga como
ilegal, por lo que Kot ordena a los empleados a que se reincorporen dentro de las 24 hs, los cuales
se negaron y Kot los despidió. Los empleados decidieron tomar la fábrica, por lo que Kot hace una
denuncia por usurpación, solicitando la desocupación. El juez de primera instancia no hace lugar al
pedido de desocupación alegando que se trataba de un conflicto gremial. La Cámara de
Apelaciones confirmó esto. Kot interpuso recurso extraordinario, y la Corte lo declaró
improcedente. Kot se presentó ante la misma Cámara interponiendo recurso de amparo para
obtener la desocupación de la fábrica, tomando como base lo resuelto por la Corte en el caso Siri;
la libertad de trabajo, el derecho a la propiedad y el derecho a la libre actividad; todos estos
amparados por la Constitución Nacional. La Cámara no hizo lugar al recurso interpretando que se
trataba de un recurso de habeas corpus; contra esta sentencia interpuso recurso extraordinario. La
Corte falló a favor de Kot, haciendo lugar al recurso de amparo y revoca la sentencia. Ordenó que
se entregara a kot el establecimiento, y ratifico lo resuelto en el caso Siri, indicando que el
interesado interpuso acción de amparo invocando los derechos constitucionales de la libertad de
trabajo; de la propiedad y de la libre actividad, en este caso la restricción ilegítima es causada por
actos de particulares.
FALLO HALABI:
Ernesto Halabi, abogado argentino, interpuso acción de amparo contra el Estado Nacional,
solicitando se declarase la inconstitucionalidad de los artículos de la Ley 25.873, y su decreto
reglamentario. Dicha normativa incorporaba a la Ley Nacional de Telecomunicaciones la obligación
a los prestadores de servicios de telecomunicaciones de captar y derivar las comunicaciones para
su observación remota. Se estableció un amplio margen de intervención dado que los prestadores
de servicios tenían la obligación de registrar y sistematizar los datos filiatorios y domiciliarios de
sus usuarios y clientes y los registros de comunicaciones sin consulta por parte del Poder Judicial o
del Ministerio Público, debiendo conservar la información por el plazo de 10 años.

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Agustina Lena

La Ley 25.873 y su decreto reglamentario vulneran las garantías de la Constitución Nacional, en


cuanto autorizan la intervención de comunicaciones telefónicas y por Internet sin que se
determine en qué casos y con qué justificativos. Asimismo, el Sr. Halabi sostenía que era una clara
intromisión a la esfera de privacidad de su persona, lo cual constituía una violación a sus derechos
a la privacidad y a la intimidad en su condición de usuario, y también, una vulneración a su
privilegio de confidencialidad que, como abogado, ostenta en las comunicaciones con sus clientes.
Primer y segunda instancia hacen lugar al amparo y otorgan el beneficio a todos los perjudicados.
El Estado Nacional interpone recurso extraordinario federal, el cual es concedido y ataca
exclusivamente el efecto erga omnes que la Cámara, sosteniendo que la pretensión fue deducida
exclusivamente por un particular.
La CSJN estableció en 2009 la inconstitucionalidad de la Ley 25.873, sosteniendo, a grandes rasgos,
que dicha normativa constituye una violación al derecho a la intimidad y una injerencia arbitraria y
abusiva en la vida privada de los afectados. Delimita tres categorías de derechos: individuales, de
incidencia colectiva que tienen por objeto bienes colectivos, y de incidencia colectiva referentes a
intereses individuales homogéneos.

HABEAS CORPUS:
Es una garantía que protege la libertad física, corporal o de locomoción de una persona, a través
de un proceso sumario, en el cual el juez comprueba si la perturbación a la libertad es legítima. Si
es ilegítima, el juez debe ordenar el cese inmediato de dicha perturbación.
Se podrá interponer cuando se lesione, restringa, altere o amenace la libertad física. Hasta la
reforma de 1994 el instituto se deducía del Art 18 que establece que nadie puede ser arrestado sin
orden escrita de autoridad competente, pero a partir de dicha reforma se encuentra regulado
específicamente en el Art 43.
Todo habitante puede interponer este recurso, por sí o por medio de otros, ante la autoridad
judicial competente, para que se analicen los antecedentes de la restricción de la libertad, la
competencia y la legalidad del acto, aun en estado de sitio.
También se encuentra establecido en la Convención como el derecho de recurrir ante un juez o
tribunal competente, a fin de que éste decida, sin demora, sobre la legalidad de un arresto o
detención y ordene su libertad si el arresto o la detención fueran ilegales.
CLASES DE HABEAS CORPUS:
* Clásico o reparador: Cuyo fin es hacer cesar la privación ilegal de la libertad de una persona. Ej.:
el arresto de una persona sin una orden judicial.
* Preventivo: Aquél cuyo fin es hacer cesar las amenazas ciertas e inminentes a la libertad física de
una persona. Ej.: una orden de arresto ilegal que se va a ejecutar pronto.
* Hábeas Corpus Correctivo: cuyo fin es hacer cesar las condiciones de detención irregulares de
una detención legal. Ej.: un preso puede plantear un hábeas corpus para que la prisión le otorgue
comida o tratamientos médicos.
* Hábeas Corpus Restringido: cuyo fin es hacer cesar molestias que perturban la libertad de
locomoción de una persona sin llegar a la privación de la libertad. Ej.: seguimientos, vigilancias,
etc.
* De oficio: Procede sin promoción de demanda cuando el tribunal tiene conocimiento por sí
mismo de la afectación grave de la libertad padecida de una persona, con riesgo de sufrir
perjuicios irreparables.

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Agustina Lena

* Colectivo: Se reconoció su legitimidad frente a la protección de la vida y la seguridad de las


personas detenidas en riesgo, no se interpone en relación a una persona determinada, sino en
relación a una situación en general de las personas detenidas en una jurisdicción.
* Hábeas corpus por Desaparición forzada de personas: cuyo fin es hacer cesar el estado de
desaparición forzada de una persona. La Constitución incorpora esta clase de Hábeas Corpus,
basándose en la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas.
* Hábeas corpus durante el estado de sitio: Cuando una persona es arrestada durante el estado
de sitio se puede plantear el hábeas corpus para que el juez compruebe la legitimidad del estado
de sitio que suspende las garantías constitucionales. El presidente puede arrestar personas, pero
no puede aplicarles penas. La relación entre el arresto, y los motivos del estado de sitio.

LEGISLACION DE HABEAS CORPUS:


Encontramos esta figura regulada en:
- Art. 43 de la CN
- Ley 23098 de Habeas Corpus (se menciona por primera vez en la Ley 48 de 1863).
- Lo podemos encontrar regulado en muchos instrumentos internacionales como la CADH, el
Pacto de Derechos Sociales y Políticos, la Declaración Universal de DDHH, la Convención del
Niño, la Declaración Americana de Derechos y Deberes del hombre, entre otros.
Así, la Declaración Americana de Derechos y Deberes del hombre de 1948 fue el primer
documento internacional en consagrarlo expresamente en su art. 15, señalándolo como el
derecho de protección a la detención arbitraria.
A nivel internacional también fue regulado, ese mismo año, por la Declaración Universal de DDHH.

Ley de Habeas Corpus 23.098:


-Procedencia: Corresponderá el procedimiento de habeas corpus cuando se denuncie un acto u
omisión de autoridad pública que implique: limitación o amenaza a la libertad ambulatoria sin
orden escrita de autoridad competente, o una agravación ilegitima en la forma y condiciones de la
privación de la libertad.
-Estado de Sitio: Cuando sea limitada la libertad de una persona en un estado de sitio, el
procedimiento de hábeas corpus podrá comprobar: la legitimidad del estado de sitio; la
correlación entre la orden de privación de la libertad y la situación que dio origen a la declaración
del estado de sitio; y la agravación ilegitima de la forma y condiciones en que se cumple la
privación de la libertad que en ningún caso podrá hacerse efectiva en establecimientos destinados
a la ejecución de penas.
-Legitimados o facultados a denunciar: La denuncia de hábeas corpus podrá ser interpuesta por la
persona cuyo derecho fue vulnerado o por cualquier otra en su favor.
-Inconstitucionalidad: Los jueces podrán declarar de oficio en el caso concreto la
inconstitucionalidad, cuando la limitación de la libertad se lleve a cabo por orden escrita de una
autoridad que obra en virtud de un precepto legal contrario a la Constitución Nacional.
-Procedimiento: La denuncia debe contener nombre y domicilio del denunciante y así también de
la persona que denuncia, de que autoridad emana, la causa y la ilegitimidad. Si el juez lo rechaza
se manda a la Cámara de apelaciones dentro de 24hrs.

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Agustina Lena

- Declaración de oficio: cuando el juez tenga conocimiento por prueba satisfactoria de que alguna
persona está en custodia o detención por funcionarios y teme que sea transportada fuera de su
jurisdicción o sufra algún perjuicio, puede declararla de oficio, ordenando que se le traiga la
persona ante el para resolver.
-La autoridad debe cumplir de inmediato, si hay impedimento físico del detenido la autoridad
debe detallar las causas, o el juez constituirse en el lugar
-Se debe citar a la autoridad, puede ir a representarla algún funcionario. El amparado será
representado por el defensor y lo cita al primero si no está detenido u otra cosa
-Prueba: si de oficio o pedido se estima necesario la realización de diligencias probatorias, el juez
determinara su admisibilidad o rechazo de acuerdo a la utilidad.
-Contra la decisión puede interponerse el recurso de apelación ante la Cámara en un plazo de
24hrs, podrá interponerlo el amparado, el defensor, la autoridad o su representante.

HABEAS DATA:
El habeas data es una especie de amparo, que puede ejercer cualquier persona, para tomar
conocimiento de sus datos y la finalidad de estos, que se encuentren en registros o bancos de
datos públicos o privados. Habeas data significa “tiene sus datos”.
El objeto tutelado coincide con la intimidad o privacidad de la persona, ya que todos los datos a
ella referidos que no tienen como destino la publicidad, o la información a terceros, necesitan
preservarse. Si una persona desconoce cuáles son los datos existentes y cuál es la finalidad para la
que son almacenados, el habeas data tiene el fin primario de abrir su conocimiento a la persona de
cuyos datos se trata.
- Legitimados: Para el caso particular de habeas data, la persona habilitada a interponer esta
acción es, exclusivamente, aquella cuyos datos la refieren personalmente. Puede interponer la
acción toda persona, con el objeto de: conocer los datos a ella referidos y la finalidad de su
almacenamiento; exigir la supresión, rectificación, confidencialidad o actualización de esos datos.
Los datos susceptibles de dar lugar a la acción de habeas data han de ser los que constan en
registros o bancos públicos, y también privados, cuando éstos están destinados a proveer
informes. En los registros privados la norma habilita la acción solamente cuando ellos están
destinados a proveer informes, dejando fuera, por ejemplo, los archivos históricos o periodísticos,
y todos los que se limitan a coleccionar o recopilar documentación, porque en este caso su destino
no es el uso público. Sin embargo, cuando acaso un banco de datos que no tiene como finalidad el
uso público provee información a terceros acerca de esos datos, el habeas data queda habilitado.
CLASES DE HABEAS DATA:
1-Informativo: Para ver que datos personales se encuentran registrados, con que finalidad se han
obtenido, y de que fuente se han obtenido los datos.
2-Ratificador: Para corregir datos falsos o inexactos, actualizar datos atrasados o incompletos.
3-De Prevención: Para excluir datos que integran información personal denominada “información
sensible”, por ejemplo: orientación sexual, religión, ideales políticos. Reservar la confidencialidad
de ciertos datos archivados que pueden ser susceptibles de originar daño si se conocen
4-Mixto: que sería una combinación de los nombrados anteriormente.

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Agustina Lena

Régimen Legal:
Está regulado en: *Art. 43 CN.
*Leyes especiales: -Ley 25326 -año 2000- y el decreto ley 16.986 de Amparo (año 1966)
*En la provincia de Santa Fe el Hábeas Data no tiene una ley especial, por lo que se rige por la ley
provincial del Amparo

Ley de habeas data: En el año 2000 se dictó la ley 25.326 de protección de datos personales. Tiene
por objeto proteger datos personales que estén en registros, bancos, públicos o privados,
destinados a dar informes. Pretende garantizar el derecho al honor, intimidad, acceso a
información, de conformidad con artículo 43. Esta ley también se aplica a las personas jurídicas.
La Ley entiende por: datos personales: información referida a personas humanas y/o jurídicas.
Datos sensibles: datos personales que revelen origen racial y étnico, opiniones políticas, religión,
afiliación sindical, vida sexual, etc.
Archivo, registro, banco de datos: conjunto de datos personales que tengan tratamiento
electrónico o no, almacenamiento, organización o acceso.
Tratamiento de datos: operaciones y procedimientos que permiten la recolección de datos
personales.
La ley considera que la formación de archivos de datos será licita cuando se encuentre
debidamente inscriptos, y sean contrarios a la ley ni a la moral pública. Estos datos deben ser
ciertos, adecuados, pertinentes y no excesivos. La recolección de datos no puede hacerse por
medios desleales, fraudulentos, o contrarios a la ley, ni tener una finalidad distinta por la que
fueron recogidos. Deberán actualizarse cuando sea necesario. Los datos parciales o totalmente
inexactos, deben ser suprimidos, sustituidos o completados por el responsable del registro cuando
se conociese, sin perjuicio de la acción del titular.
El tratamiento es ilícito cuando el titular no presta su consentimiento libre, expreso e informado,
por escrito o por medio de acuerdo a las circunstancias. No se necesita consentimiento cuando,
sean obtenidos de fuentes de acceso público, o por el ejercicio de funciones del Estados. Cuando
se obtengan datos se debe informar a su titular de forma expresa y clara, la finalidad, quienes son
los destinatarios, la existencia del archivo identidad del responsable, las consecuencias.
Ninguna persona puede ser obligada a proporcionar datos sensibles, solo podrán ser recolectados
cuando sean de interés general o finalidades de estadísticas o científicas sin revelar la identidad.
Se prohíbe la formación de archivo que almacenen información de datos sensibles, sin prejuicio la
Iglesia Católica y los sindicatos pueden llevar un registro de sus miembros. Los datos relativos a
antecedentes penales solo pueden ser objeto de tratamiento por parte de autoridades públicas
competentes. Los establecimientos sanitarios, públicos o privados, y los profesionales vinculados a
la ciencia de la salud pueden recolectar y tratar datos personales relativos a la salud física o mental
de los pacientes que acuden al mismo o que hayan ido, respetando el secreto profesional.
El responsable de archivos de datos debe tomar las medidas técnicas para garantizar la seguridad y
confidencialidad de los datos, evitando su adulteración o perdida. El responsable y la persona que
investigan están obligados al secreto profesional.
Está prohibida la transferencia de datos cualquier país u organismo internacional que no tenga
protección adecuada; si se podrá cuando: sea para colaboración judicial, intercambios de datos
médicos investigación científica, transferencias bancarias, cuando se hubiera acordado en tratados
que Argentina sea parte, cuando tenga por objeto la cooperación internacional ente organismos
de inteligencia contra un crimen, terrorismo, narcotráfico.
31
Agustina Lena

Derechos del titular:


*Derecho de información: puede solicitar la información al organismo de control, el registro es
público y gratuito.
*Derecho de acceso: le deberán proporcionar la información en un plazo de 10 días. Cuando se
trata de personas fallecidas podrán ejercerlos sus sucesores universales.
*La información debe ser clara, exacta, explicaciones y lenguaje accesible. Puede ser suministrada
a través de medios electrónicos, escritos, imagen, etc.
*Derecho de ratificación, actualización o supresión: toda persona tiene el derecho a que sean
ratificado, actualizados y cuando corresponda suprimidos o sometidos a confidencialidad, el
responsable deberá hacerlo en el plazo de 5 días hábiles.
*Excepciones, se puede negar la ratificación o supresión, mediante decisión fundada, para la
protección de la Nación, orden y seguridad pública, o derechos de terceros.
Responsables:
Todo archivo debe inscribirse en el Registro que efectué el organismo de control, el cual debe
tener: nombre y domicilio del responsable, finalidad, forma y destino de los datos, medios
utilizados, formas y condiciones para acceder. Las normas sobre creación, modificación, o
supresión de archivos pertenecientes a organismos públicos deben hacerse por medio de
disposiciones generales publicadas en el Boletín Oficial de la Nación. Deberán indicar:
características y finalidad, personas que obtengan los datos, procedimientos, etc.
Los servicios de información crediticia solo pueden tratar datos personales de carácter patrimonial
relativos a la solvencia económica y al crédito, obtenido de fuentes accesibles al público.
En la recopilación de domicilio, reparto de documentos, publicidad o venta u otra actividad, se
pueden tratar datos para establecer perfiles determinados con fines promocionales, comerciales o
publicitarios.

-Control:
El órgano de control deberá realizar todas las acciones necesarias para el cumplimiento de los
objetivos, tiene la siguientes funciones y atribuciones:
Asistir y asesorar a las personas; dictar normas y reglamentaciones, realizar un censo de archivos;
solicitar información a las entidades que deberán proporcionar los antecedentes, documentos y
todo lo que se le requiera; garantizar la seguridad y confidencia de la información; imponer
sanciones cuando no se cumplan las reglamentaciones.

Sanciones:
*Sanción administrativa, cuando no se ajuste a la ley el organismo puede aplicar sanción de
apercibimiento, suspensión, multa de mil a cien mil pesos, clausura y cancelación del archivo
*Sanciones penales: Artículo 117 bis del Código Penal: será reprimido con la pena de prisión quien
inserte datos falsos a un archivo de datos personales, quien proporcione a un tercero información
falsa de un archivo. Cuando el autor sea un funcionario público, se aplica la inhabilitación para el
desempeño de cargos públicos por el doble de tiempo de su condena.
Artículo 157 del Código Penal: Tendrá pena a más de 1 año quien ilegalmente, o viole la
confidencialidad y seguridad, acceda a un banco de registros, a quien también revele información
registrada, cuando estaba obligado a secreto, cuando sea funcionario público será inhabilitado.
Acción de protección de los datos personales:
32
Agustina Lena

La acción procede, para tomar conocimiento de datos personales almacenados en archivos,


destinados a proporcionar informes, y conocer la finalidad de estos, cuando se presuma falsedad,
inexactitud, desactualización se puede exigir ratificación, supresión, confidencialidad o
actualización. Podrá ser ejercida por el afectado, sus tutores o curadores y sucesores. Cuando sean
personas jurídicas lo ejercen sus responsables legales o apoderados, la legitimación procesal
pasiva procede hacia los responsables y usuarios de bancos públicos y privado destinados a
proveer informes. Sera competente el juez del domicilio del titular. Tiene competencia federal
cuando: sea contra archivos de datos público de organismos nacionales, y cuando los archivos se
encuentren interconectados por interjurisdiccciones nacionales o internacionales.

UNIDAD 4
LOS DERECHOS HUMANOS EN EL DERECHO INTERNACIONAL

Autodeterminación de los pueblos.


Implica que los pueblos tienen el derecho a la libre elección de su sistema político, económico y
social, y los Estados tienen el deber de respetarlo. Es un principio del derecho internacional que
implica reglas de conducta por parte los Estados miembros. Está consagrado en distintos
instrumentos internacionales.
Se aplica también a los pueblos originarios. Entendido como el derecho a controlar sus
instituciones, territorios, recursos, orden social y culturas, sin interferencias o dominación externa
y su derecho a establecer su relación con la sociedad dominante y el Estado sobre la base del
consenso, sin discriminación por motivos de raza, religión o color. Todo pueblo sometido a
cualquier forma o tipo de dominación colonial o extranjera posee el derecho a la libre
determinación, garantizando así la posibilidad de manejar sus propios recursos, elegir sus cursos
de acción, gobernar sus comunidades y lograr que los otros respeten su modo de vida como
condición para su supervivencia como pueblos.
Este derecho podemos verlo regulado en documentos internacionales como en la Carta de la ONU,
que fomenta relaciones de amistad para poder lograr este derecho; el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos y el de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que consagran el al
art. 1 el derecho de los pueblos de su autodeterminación.
En 1960, la Asamblea General ONU emitió una resolución sobre la concesión de la independencia a
países y pueblos coloniales. Estableció, entre otras cosas, que la sujeción de los pueblos a una
nación y explotación extranjeras constituye una denegación de derechos humanos fundamentales
y es contraria a la Carta de las Naciones Unidas. Todos los pueblos tienen el derecho de libre
determinación, y a determinar libremente su condición política, económico, social y cultural. A fin
de que los pueblos dependientes puedan ejercer pacífica y libremente su derecho se deberá cesar
toda acción armada o medida represiva.

Los derechos de las minorías étnicas y los derechos de las poblaciones indígenas.
33
Agustina Lena

Las minorías étnicas son aquellos los grupos que comparten una misma cultura, religión y/o
idioma, pero que no son necesariamente una nación. El Estado tiene la obligación de no tomar
medidas que debiliten u obstaculicen la participación de estas personas en sus actividades
tradicionales y en las actividades comunes, como también la obligación positiva de proteger su
existencia e identidad, permitiéndoles disfrutar su cultura, practicar y profesar su religión, utilizar
su propio idioma, tanto en público como en privad, y gozar sin distinción de todos los DDHH.
Las poblaciones indígenas, son los pueblos en países independientes, considerados indígenas por
descender de poblaciones que habitaban el país o la región en la época de la conquista o
colonización y que conservan sus propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas
o parte de ellas. Estos poseen derechos a la personería jurídica y a ser sujetos de derechos; a la
propiedad y posesión de la tierra que tradicionalmente ocupan, y a no ser obligados a
abandonarlas; a la libre determinación de su desarrollo social, político y económico. A la
autonomía y autogobierno de sus asuntos internos y locales; a ser consultados en toma de
decisiones que les afecten; a que sea respetada su cultura y sus valores religiosos, sobre todo por
parte del Estado; a conservar sus costumbres y tradiciones; a gozar de todos los DDHH y libertades
garantizadas en todo el ordenamiento jurídico; a contar con la protección del Estado contra todo
tipo de acto que pretenda disminuirlo o agraviarlo de alguna manera, o que implique
discriminación.

Marco normativo básico.


El derecho de estos grupos lo encontramos regulado en diversos instrumentos y normas.
• El PIDCP establece que en los Estados en que existan minorías étnicas, religiosas o
lingüísticas, no se les negará el derecho que les corresponde a tener su propia vida cultural,
a profesar y practicar su propia religión y a emplear su propio idioma.
• En 2007 la ONU dicto una Declaración sobre los derechos de los pueblos indígena, en
donde estableció que los indígenas tienen derecho, como pueblos o individuos, al disfrute
pleno de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales reconocidos en la
Carta de las Naciones Unidas, la Declaración Universal de Derechos Humanos y las normas
internacionales de derechos humanos. Los pueblos y los individuos indígenas son libres e
iguales a todos los demás pueblos y personas y tienen derecho a no ser objeto de ningún
tipo de discriminación y derecho a la libre determinación de su desarrollo económico,
social y cultural, tienen derecho a la autonomía de sus asuntos internos y locales, así como
a disponer de medios para financiar sus funciones autónomas. Los pueblos indígenas
tienen derecho a conservar y reforzar sus propias instituciones políticas, jurídicas,
económicas, sociales y culturales, manteniendo a la vez su derecho a participar en la vida
política, económica, social y cultural del Estado.
• Constitución Nacional, el art. 75, inc. 17: es una facultad del Congreso reconocer la
preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos. Garantizar el respeto a
su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural; reconocer la personería
jurídica de sus comunidades, y la propiedad comunitaria de las tierras que
tradicionalmente ocupan; y regular la entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo
humano.

34
Agustina Lena

• Ley Nacional Nº 23.302 - Comunidades Aborígenes: declara de interés nacional la atención


y apoyo a los aborígenes y comunidades indígenas del país, y su defensa y desarrollo para
su plena participación procesos socioeconómicos y culturales. Se implementarán planes
que permitan su acceso a la propiedad de la tierra y el fomento de su producción
agropecuaria, forestal, minera, industrial o artesanal. Se les reconocerse personería jurídica
a las comunidades indígenas del país: aquellos conjuntos de familias que se reconozcan
como tales por el hecho de descender de poblaciones que habitaban el territorio nacional
en la época de la conquista o colonización. La personería jurídica se adquirirá mediante la
inscripción en el Registro de Comunidades Indígenas y se extinguirá mediante su
cancelación. La inscripción será solicitada haciendo constar el nombre y domicilio de la
comunidad, los miembros que la integran y su actividad principal, las pautas de su
organización, entre otros.

Jurisprudencia.
- Comité de Derechos Humanos del PIDCyP: podemos mencionar el caso “Poma Poma vs.
Perú” (2009), donde el derecho de realizar una actividad económica por parte del Estado,
diseco las tierras y la perdió el ganado de una comunidad indigena. La actuación del Estado
Peruano comprometió el modo de vida y el goce de cultura de la autora.
- Corte Interamericana: encontramos el caso “Pueblo Indígena Kiwcha de Sarayaku vs.
Ecuador” (2012), donde el Estado otorgo un permiso a una empresa petrolera para realizar
actividades de exploración y explotación en territorio del Pueblo Sarayaku, violando los
derechos a la consulta, a la propiedad indígena y a la identidad cultural.
- CSJN: en nuestra jurisdicción tenemos el caso “Comunidad Indígena Eben Ezer c/ Provincia
de Salta” (2008), donde normas locales desafectado como reservas naturales determinados
lotes fiscales para ponerlos en venta, afectando los medios de supervivencia de la
comunidad indígena. Y el caso “Neuquén c/ Estado Nacional” (2018), donde la provincia
demanda al Estado por inscribir a 6 comunidades en Registro Nacional de Comunidades
Indígenas otorgándoles personería jurídica, sin requerimiento o consulta previa a la
provincia.

Jus cogen.
Una norma de Jus Cogens es una norma imperativa de derecho internacional, general, aceptada y
reconocida por la comunidad internacional de Estados como norma que no admite acuerdo en
contrario y que sólo puede ser modificada por una norma posterior de derecho internacional
general que tenga el mismo carácter. Esto se encuentra regulado en la Convención de Viena sobre
el Derecho de los Tratados en el art. 53, además, establecer que es nulo todo tratado que, al
momento de su celebración, esté en oposición con una norma imperativa de derecho
internacional general. En el art 63 considera que, si surge una nueva norma imperativa de derecho
internacional general, todo tratado existente que esté en oposición con esa norma se convertirá
en nulo y terminará.

SISTEMA UNIVERSAL.
Las Naciones Unidas y el rol jurídico internacional.

35
Agustina Lena

Con el fin de la 1º Guerra Mundial y el Tratado de Versalles del año 1919, surgió la Sociedad de las
Naciones, integrada los Estados que firmaron el Tratado de Versalles, su fin era mantener la paz y
la seguridad internacional. Sin embargo, no logro los objetivos pensados ya que no pudo evitar el
desarrollo de la 2º Guerra Mundial.
Por este motivo surge, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el año 1945, con el
propósito de respetar y observar los derechos humanos y las garantías fundamentales, con la
intención de que los hechos atroces de la primer y segunda guerra mundial vuelvan a repetirse. La
labor de las Naciones Unidas afecta a las personas de todo el mundo en cuestiones relacionadas con la
consolidación de la paz y la seguridad, el desarrollo y los derechos humanos.
Su evolución permanente ha logrado la definición de un programa de derechos humanos de las
Naciones Unidas, caracterizado por ser abierto, progresivo y escasamente estructurado

Carta de Organización las Naciones Unidas.


Esta Carta surgió en 1945 con la firma de varios países en San Francisco. La ONU se rige por esta
Carta, la cual es la primera manifestación expresa de derecho internacional en referirse a los
derechos humanos. La Carta contiene dos tipos de normas:
*En un primer grupo encontramos los propósitos y principios: el art. 1, por ej., establece los
objetivos de la ONU: mantener la paz y la seguridad internacional, y tomar medidas colectivas para
prevenir y eliminar amenazas o actos de agresión a la paz; arreglar situaciones internacionales
susceptibles de resquebrajar la paz. Se debe fomentar entre las naciones relaciones de amistad
basadas en la igualdad de derechos, la libre determinación de los pueblos, y el fortalecimiento de
la paz universal. Cooperar internacionalmente para la solución de problemas internacionales de
carácter económico, social, cultural o humanitario, y para; promover y proteger los derechos
humanos y las libertades fundamentales, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o
religión.
*La segunda categoría de normas responden a un carácter institucional, definiendo la estructura
orgánica, aquellos órganos competentes a la materia. Comienza en el artículo 7 de la Carta.

Asamblea General de la ONU.


La Asamblea es el principal órgano deliberativo de la ONU. Está integrada por todos los Estados
miembros, donde cada uno tiene un voto, y su fin es dictar Resoluciones, es decir,
recomendaciones no obligatorias sobre decisiones importantes para los Estados, o el Consejo de
Seguridad. También puede decidir sobre la admisión de nuevos miembros.
Se encuentra consagrada en el artículo 7 como órgano principal de la ONU.
La Asamblea General estará integrada por todos los Miembros de las Naciones Unidas. Ningún
Miembro podrá tener más de cinco representantes en la Asamblea General.
La Asamblea se reunirá anualmente en sesiones ordinarias y, cada vez que las circunstancias lo
exijan, en sesiones extraordinarias. El Secretario General convocará a sesiones extraordinarias a
solicitud del Consejo de Seguridad o de la mayoría de los Miembros de la ONU.
La Asamblea General tendrá sede en New York, y es el encargado de formular políticas para la
ONU.

Control de las Naciones Unidas en la protección de los Derechos Humanos.

36
Agustina Lena

Para la protección internacional de los DDHH, se estableció un sistema jurídico que realizara un
control internacional sobre la forma en la que los Estados cumplen sus obligaciones
internacionales y proporcionan una protección --directa o indirecta- a los individuos.
Esta función de control se realiza en el seno de la Organización de las Naciones Unidas a través de
dos tipos de procedimientos:
a) Mecanismos convencionales: Los mecanismos convencionales son aquellos que se han
establecido en tratados, convenciones o pactos internacionales y obligan a los Estados que
voluntariamente prestaron consentimiento. El principal y el primer mecanismo lo constituye el
Comité de DDHH, creado en el Pacto de Derechos Civiles y Políticos. Sin embargo, existen tantos
sistemas de control como instrumentos convencionales ya que en cada uno de ellos se fijará un
Comité de fiscalización que supervisará la aplicación de estos tratados de los derechos humanos.
El Comité cuenta con la facultad de analizar los informes presentados por los Estados, y entender
las denuncias que se realicen contra los Estado partes referida a una presunta violación de las
obligaciones que le impone el Pacto.
b) Mecanismos extraconvencionales: Frente a los procedimientos convencionales, los
procedimientos extraconvencionales son aquellos que tienen su origen en fuentes distintas de los
tratados internacionales, emanan de mandatos de la carta de la ONU (ecosoc, comité). Así,
encontramos el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, creado en el año 2006 mediante
resolución de la Asamblea General, para reemplazar a la Comisión de DDHH. Este tiene sede en
Ginebra y es ahora el principal órgano intergubernamental de la ONU encargado de los derechos
humanos. Los miembros del Consejo desempeñarán sus funciones durante tres años
Es un órgano político, integrado por 47 Estados miembros de la ONU divididos por grupos
regionales, que serán elegidos de forma directa e individual en votación secreta. Es responsable de
promover el respeto universal para la protección de los derechos humanos y libertades
fundamentales de las personas, sin distinción de ningún tipo y de una manera justa y equitativa.
Deberá ocuparse de las situaciones donde se violen los derechos humanos. Realizar un Examen
Periódico Universal de los DDHH en los Estados el cual es analizado por los Estados miembros.
Actuar ante denuncias recibidas de personas y ONGs por violaciones a los DDHH de un Estado
miembro.

Aparición del reconocimiento de derechos humanos en distintas regiones.


SISTEMA EUROPEO:
Luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial, se estableció el Consejo de Europa. Su propósito
era agrupar y promover a las naciones comprometidas con el respeto, protección y defensa de
derechos humanos fundamentales y con la democracia como forma de gobierno.
En 1950 se adoptó el Convenio Europeo de Derechos y Libertades fundamentales, que estableció
el primer sistema de peticiones y el primer tribunal internacional para la proteger derechos
humanos y establecer la responsabilidad estatal frente a violaciones de derechos. Esta Convención
fue redactada y aprobada, en su mayoría, por democracias liberales y genuinas con un poder
judicial fuerte e independiente.
Se instituyo un Tribunal Europeo de Derechos Humanos, el cual tiene competencia en todas las
disposiciones del Convenio y sus protocolos. Todo Estado podrá someter al Tribunal cualquier
incumplimiento de lo dispuesto en el Convenio y sus protocolos que pueda ser imputado a otra
Parte Contratante. El Tribunal podrá conocer de una demanda presentada por cualquier persona
37
Agustina Lena

física, organización no gubernamental o grupo de particulares que se considere víctima de una


violación. Al Tribunal no podrá recurrirse sino después de agotar las vías internas.
En 1998, se introdujeron modificaciones en el trámite de peticiones individuales ante el Tribunal,
debido al aumento de denuncias recibidas. Se fortaleció el Tribunal, permitiendo que los
peticionantes puedan ser tanto, personas, grupos, u organizaciones no gubernamentales.
Lo que respecta a los derechos económicos, sociales y culturales, se adoptó la Carta Social
Europea, que consagra una serie de derechos y principios relativos a las condiciones laborales y
prevé un sistema de monitoreo del cumplimiento de estos, basado en informes que deben
presentar los Estados. La supervisión de esto estará a cargo el Comité de Ministros del Consejo de
Europa.

SISTEMA AMERICANO:
Este sistema también se estableció durante la segunda mitad del siglo XX, tuvo su punto de partida
en la sanción de la Carta de la Organización de Estados Americanos (1948) y la Declaración
Americana de Derechos y Deberes del Hombre (1948).
La OEA es una organización que reúne a 35 países independientes de las Américas y que tiene
como propósito: afianzar la paz y seguridad del continente, promover y consolidar la democracia
representativa, prevenir dificultades, entre otros, y utiliza 4 pilares fundamentales para alcanzar
sus objetivos: democracia, derechos humanos, seguridad, y respeto a los derechos fundamentales.
El sistema regional de promoción y protección de derechos humanos y está compuesto por dos
órganos: Comisión y la Corte, los cuales monitorean el cumplimiento por parte de los Estados
miembros de la OEA.
La carta de la OEA establece que los Estados partes de esta Carta se encuentran comprometidos a
respetar los derechos plasmado en ella.
-Obligación de respeto: no dañar: los Estados miembros se obligan a respetar y garantizar el pleno
y libre ejercicio de los derechos y libertades a toda persona que habite su territorio sin
discriminación (ejemplo: torturas).
-Obligación de garantía: los Estados tienen el deber de organizar todas las estructuras del poder
público para que sean capaces de asegurar jurídicamente el ejercicio de los derechos. También
deben prevenir, investigar y sancionar toda violación de los derechos reconocidos en la
Convención, reparando los daños y restableciendo el derecho.
-Obligación de adecuar disposiciones del ordenamiento interno: los estados deberán tomar las
medidas legislativas necesarias para hacer efectivo los derechos y libertades.
Suspensión: se podrá suspender a un estado miembro de la OEA cuando se constate que se ha
producido la ruptura del orden democrático en un Estado Miembro. Se realizará en Asamblea con
el voto afirmativo de los dos tercios de los Estados Miembros, y se suspende su ejercicio de
participación en la Asamblea General, Reuniones de consulta, comisiones, grupos de trabajo, etc.
El Estado Miembro que hubiera sido objeto de suspensión deberá continuar observando el
cumplimiento de sus obligaciones como miembro de la Organización, en particular en materia de
derechos humanos. La Organización mantendrá sus gestiones diplomáticas para el
restablecimiento de la democracia en el Estado Miembro afectado.
Una vez superada la situación que motivó la suspensión, cualquier Estado Miembro o el Secretario
General podrá proponer a la Asamblea General el levantamiento de la suspensión. Esta decisión se
adoptará por el voto de los dos tercios de los Estados Miembros, de acuerdo con la Carta de la
OEA.
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Agustina Lena

Comisión Interamericana de DDHH.


La ComisiónIDH es uno de los dos órganos del Sistema Interamericano, el cual entró en funciones
en 1960, una vez que se aprobó su Estatuto.
La Comisión de encuentra regulada en la Carta de la OEA y en la CADH.
La Comisión presenta una serie de atribuciones consagradas en la CADH como promover la
observancia y defensa de los derechos humanos; servir como órgano consultivo de la OEA en
materia de derechos humanos; recibe, analiza e investiga peticiones donde se alegue que estados
miembros han violado ddhh; analiza las peticiones para determinar responsabilidad de un estado;
realiza visitas in loco a los países para monitorear la situación de ddh y luego emite informe;
estimula la conciencia pública sobre ddhh; organiza y celebra conferencias, seminarios y reuniones
con representante de los gobiernos, instituciones, ONG, para divulgar información y fomentar el
conocimiento del sistema; presenta ante la Corte y comparece ante ella durante la tramitación y
consideración de estos.
MEDIDAS CAUTELARES Y PROVISIONALES: La Comisión puede solicitar a los Estados la adopción de
medidas cautelares para evitar un daño irreparable a los derechos humanos, también puede
solicitar que la Corte ordene la adopción de medidas provisionales en casos graves y urgentes que
causen un daño irreversible, aunque no se haya presentado ante el Tribunal.
Se compone de 7 expertos, que deben ser nacionales de los Estados partes, no es necesario que
sean abogados y son elegido a título individual entre personas de la alta autoridad moral y
reconocida competencia en derechos humanos. A los miembros los proponen los gobiernos de los
Estados y no podrá haber 2 de la misma nación. El Secretario General de la OEA, debe publicar 6
meses antes de la sesión ordinaria la convocatoria, y los Estados tienen 90 días para presentar sus
candidatos. Serán elegidos por los Estados miembros de la OEA. Duran 4 años en el cargo y son
reelegibles por una única vez. Sesionan en la sede en Washington. Estos se comprometen a no
representar a víctimas o sus familiares, ni a Estados en medidas cautelares, peticiones, casos
individuales ante la CIDH, en su mandato.
En la Comisión podemos encontrarnos con la secretaria ejecutiva. Esta se encarga del buen
funcionamiento, lideradas por un Secretario/a, que organiza y ejecuta el trabajo. Las personas que
ocupan este cargo deben tener versaciones en derechos humanos y alta autoridad moral, si bien
deben tener conocimientos jurídicos no es necesario el título de abogado.
Relatorías: la CIDH empezó a crear relatorías temáticas con el objeto de brindar atención a ciertos
grupos, comunidades y pueblos que se encuentran especialmente expuestos a violaciones de
DDHH
Peticionar ante la Comisión: La Comisión es competente para recibir y procesar denuncias sobre
casos específicos donde se alegan violaciones a los derechos humanos formuladas por cualquier
persona afectada, sus familiares, grupos de personas, organizaciones no gubernamentales, o
cualquier Estado miembro de la OEA que sufra un derecho protegido por la Declaración o la
Convención.
Con la presentación de una denuncia, la Comisión da inicio a un proceso semi judicial de
investigación. En esta tarea, tiene el rol de procurar que se alcance una solución amistosa entre los
denunciantes y los representantes del Estado y evitar así acudir a la Corte Interamericana. La
Comisión es un primer filtro que asegura que sólo lleguen denuncias fundadas a la Corte y donde
las partes no han logrado un acuerdo.

39
Agustina Lena

La petición formulada no debe haber sido ya examinada por la comisión u otro organismo
internacional o estar pendiente de resolución por otro órgano.
Deben agotarse primeramente los recursos internos, es un requisito de admisibilidad habitual en
los instrumentos internacionales de protección de derechos humanos, basándose en el carácter
subsidiario de estos. La petición debe presentarse dentro de los seis meses de notificada la
resolución judicial que agota los mecanismos internos. Solo deberán agotarse los recursos de
jurisdicción interna, quedando excluidos los de carácter administrativo o político. Existen ciertas
excepciones que se darán cuando no exista en la legislación del Estado el debido proceso legal
para proteger el derecho en juego; cuando no se le haya permitido al lesionado acceder a recursos
internos; cuando haya retardo injustificado en la decisión. Estas situaciones deben argumentarse
en la petición.
La Comisión no exige la representación de un/a abogado/a en la presentación y trámite de la
petición, ni tampoco tendrá un costo económico.
Posteriormente, la Comisión, luego de determinar que la denuncia reúne los requisitos necesarios,
notificará al Estado al respecto. El Estado deberá presentar sus alegatos dentro del plazo de dos
meses. De manera excepcional la Comisión evaluará una solicitud de prórroga del plazo que esté
debidamente fundada y no exceda de tres meses. La Comisión trasladará la respuesta del Estado al
peticionario y verificará si subsisten los motivos que fundamentan la petición. Si estos cesaron,
podrá archivar la petición y notificar a las partes de esta decisión. En caso contrario la CIDH
preparará un informe de admisibilidad.
El informe se inicia con el registro y apertura del caso, donde los peticionarios y el Estado
realizaran alegatos al asunto, para así poder mediar entre las partes con la finalidad de alcanzar un
arreglo amistoso. La Comisión mediante la decisión sobre el fondo determina si el Estado
denunciado es responsable de violaciones de derechos humanos y elaborar un informe con
recomendaciones para él, o concluir que no ha podido constatar violaciones de derechos humanos
o que estas fueron reparadas oportunamente.
Si el Estado no cumple las observaciones, la Comisión someterá el caso a la Corte.

Corte Interamericana de DDHH.


Es uno de los dos órganos del sistema americano. La Corte es un tribunal regional internacional de
protección de derechos humanos establecidos en la CADH en 1979, y de todos aquellos
instrumentos que integran el Sistema interamericano de DDHH; es un órgano de carácter
jurisdiccional con el objeto de supervisar el cumplimiento de las obligaciones asumidas por los
Estados.
La Corte tiene una doble competencia: contenciosa y consultiva. La función contenciosa otorga, a
la Comisión y los Estados partes que reconocieron la competencia de la Corte, la posibilidad de
someter ante esta un caso donde se aleguen violaciones de ddhh. Para que pueda presentarse un
caso contra un Estado éste debe reconocer la competencia de la Corte. La función consultiva, hace
referencia a la capacidad de la Corte para interpretar la Convención y otros instrumentos
concernientes a la protección de los derechos humanos por cualquier Estado miembro de la OEA.
La Corte, al igual que la Comisión, se encuentra regulada en la Carta de la OEA y en la CADH. Se
compone de 7 miembros, que deben ser nacionales de los Estados, y elegidos a título individual
entre personas de alta autoridad moral y competencia en derechos humanos, se exige que sean
abogados y reúnan las condiciones requeridas para el ejercicio de funciones judiciales conforme a
la ley de cada país. Son propuestos por los gobiernos de cada estado y no puede haber 2
40
Agustina Lena

miembros de la misma nacionalidad. Tiene jurisdicción en los Estados que hayan ratificado la
Convención Americana. Las elecciones son llevadas a cabo por la Asamblea General. Su mandato
dura 6 años y son relectos solo una vez. Tiene sede en San José de Costa Rica.
La Corte solicita que las personas propuestas no desempeñen otras actividades que le impidan
cumplir sus obligaciones poniendo en peligro su independencia o imparcialidad. Además, deben
presentar y preservar competencia e idoneidad para el desempeño del cargo. Se impide la
participación cuando en el asunto estén involucrados sus familiares o cuando tengan un interés
directo.
Si la corte decide que hubo violación de un derecho de la convención, dispondrá que se garantice
el goce del derecho a la persona, asimismo, establecerá que se reparen las consecuencias y el pago
de una indemnización a la parte lesionada.
La secretaria de la Corte tiene raigambre convencional, la Corte designará a la persona que estará
a cargo. Su función es exclusiva y tiene su oficina en la sede del Tribunal. Su mandato tiene un
plazo de 5 años y con posibilidad de reelección indefinida. Sobre ella recae la tarea de organizar la
agenda institucional; notificar las sentencias, opiniones consultivas, resoluciones y demás
decisiones; llevar actas de las sesiones; asistir a las reuniones que celebre la corte; certificar
autenticidad de los documentos. Es requisito que sean abogados.
El procedimiento ante la Corte se divide en la actualidad en tres etapas: escrita, oral, deliberación.
La evaluación de un caso se divide en tres etapas: A- establecimiento de competencia del Tribunal,
esta etapa es activada cuando un Estado demandado interpone excepciones, con la finalidad de
que la Corte pueda conocer el caso ya que puede verse impedida por el ejercicio de su
competencia. B- Análisis de fondo del asunto, se trata supuestas violaciones a la Convención y/o
cualquier instrumento internacional que la corte tenga competencia, C-determinación de las
reparaciones que el estado debe cumplir para compensar y/o evitar la recurrencia de la violación.
Una vez que la Comisión somete demanda a la Corte, las víctimas tienen participación autónoma
independiente en todas las etapas. Las víctimas pueden alegar directamente, con argumentos
diferentes a los de la Comisión, incluso presentar pruebas nuevas. Para llegar a esto, se solicita el
escrito de demanda, donde las partes expresan sus pretensiones, sobre reparaciones y costas.

Similitudes y diferencias.

SISTEMA EUROPEO SISTEMA AMERICANO


Existe un órgano: Tribunal Permanente Existen 2 órganos: Comisión
de los DDHH. Interamericana de DDHH, y Corte
Interamericana de DDHH
Tiene una función contenciosa y Tiene una función contenciosa y
consultiva. consultiva.
Plantean derechos inderogables en sus Plantean derechos inderogables en sus
convenciones. convenciones.
Pueden acceder: Los Estados, los Pueden acceder: Los Estados, La
particulares, y Las ONGs Comisión, que representa a los
particulares. El particular no puede
iniciar por sí mismo el procedimiento
sino es con la ayuda de un asistente en
41
Agustina Lena

derecho y con la Comisión -si estima que


cumple con todos los requisitos de forma
y fondo para que sea elevada a la Corte-.
Requisito de admisibilidad: el Requisito de admisibilidad: el
agotamiento de las vías internas y agotamiento de las vías internas y
excepciones. excepciones.
Las sentencias son ejecutadas y Las sentencias son supervisadas
controladas por un Comité de Ministros. diariamente por la propia corte a través
Dicho órgano supervisa de forma de diversas formas. La supervisión de
constante que las resoluciones se cumplimiento es clave para la vigencia y
cumplan y, de no ser así, envía un eficacia del Sistema interamericano
informe al Consejo de Europa para que
éste realice la necesaria presión moral y
adopte, incluso, las sanciones
económicas oportunas. No son
directamente ejecutables

COMISION INTERAMERICANA CORTE INTERAMERICANA


Se compondrá de siete miembros, que Se compondrá de siete jueces de los
deberán ser personas de alta autoridad Estados miembros, elegidos a título
moral y reconocida versación en materia personal entre juristas de la más alta
de derechos humanos. Duran 4 años en autoridad moral, de competencia en
el cargo materia de DDHH, que reúnan las
condiciones requeridas para el ejercicio
de las más elevadas funciones judiciales
conforme a la ley del país que los
proponga. Duran 6 años.

Los miembros serán elegidos a título Los jueces de la Corte serán elegidos, en
personal por la Asamblea General de la votación secreta y por mayoría absoluta
Organización de una lista de candidatos de votos de los Estados Partes en la
propuestos por los Estados miembros. Convención, en la Asamblea General de
la Organización, de una lista de
candidatos propuestos por esos mismos
Estados.
Tiene la función principal de promover la Corte tiene competencia para analizar,
observancia y la defensa de los derechos conocer y condenar sobre cualquier caso
humanos. Estimular los DDHH, formular relativo a la interpretación y aplicación
recomendaciones, preparar y exigir de las disposiciones de esta Convención.
informes, entre otras funciones El fallo de la Corte será definitivo e
inapelable.
Cualquier persona/s o entidad no Sólo los Estados Partes y la Comisión
gubernamental legalmente reconocida, tienen derecho a someter un caso a la
puede presentar peticiones que decisión de la Corte. Para que esta pueda

42
Agustina Lena

contengan denuncias o quejas de conocer de cualquier caso, es necesario


violación de esta Convención por un que sean agotados los procedimientos
Estado parte previstos.

UNIDAD 5
TRATADOS INTERNACIONALES DE DDHH.
Declaración Universal de Derechos Humanos.
Es un documento que marca un hito en la historia de los derechos humanos. Fue elaborada por
representantes de todas las regiones del mundo, y proclamada por la Asamblea General de las
Naciones Unidas en París, en 1948, como un ideal común para todos los pueblos y naciones.
Consagra, por primera vez, los derechos humanos fundamentales que deben protegerse en el
mundo y ha sido traducida en más de 500 idiomas. Reconoce sus antecedentes en la Declaración
de Derechos Inglesa de 1689 y en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.
Después de la Segunda Guerra Mundial y la creación de la ONU, la comunidad internacional se
comprometió a no permitir nunca más esas atrocidades. Tal es así, que los líderes del mundo
decidieron complementar la Carta de las Naciones Unidas con una hoja de ruta para garantizar los
derechos de todas las personas.
La Comisión de DDHH, en su primer período de sesiones, en 1947, autorizó a sus miembros a
formular "un anteproyecto de Carta Internacional de Derechos Humanos". Posteriormente, esta
labor fue asumida oficialmente por un Comité de Redacción integrado por miembros de ocho
Estados, elegidos teniendo en cuenta la distribución geográfica. El primer proyecto de la
Declaración se propuso en 1948 y más de 50 Estados Miembros participaron en la redacción final.
En su resolución meses después la Asamblea General, reunida en París, aprobó la Declaración
Universal de Derechos Humanos. Ocho naciones se abstuvieron de votar, pero ninguna votó en
contra. El texto completo fue elaborado en menos de 2 años. En un momento en que el mundo
estaba dividido en un bloque oriental y occidental, encontrar un terreno común para el
documento resultó ser una tarea a destacar.
La Asamblea General proclamó a la Declaración como ideal común en el que todos los pueblos y
naciones deben esforzarse para promover el respeto a los ddhh, y que, a través de medidas
progresivas de carácter nacional e internacional, aseguren su reconocimiento.
La Declaración Universal de Derechos Humanos está estructurada en base a un preámbulo y
treinta artículos, que recogen derechos fundamentales de carácter civil, político, social, económico
y cultural. El preámbulo no forma parte de la norma, ni es obligatoria, pero constituye una
importante fuente interpretativa y síntesis de la Declaración. La primera parte está compuesta por
los artículos 1 y 2, donde se establece que toda persona tiene los derechos y libertades
proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión,
opinión política, origen nacional o social, posición económica, nacimiento y no se hará distinción
fundada en la condición política, jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción
dependa una persona. La segunda parte -artículos 3 al 27- enuncia derechos de carácter personal;
del individuo en relación con la comunidad, derechos de pensamiento, de conciencia, de religión,

43
Agustina Lena

derechos económicos, sociales y culturales, derecho a la educación. Los artículos 28, 29 y 30


recogen las condiciones y límites con que estos derechos deben ejercerse.

Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre.


La organización regional americana nación con el surgimiento de la Organización de los Estados
Americanos. Esta, en 1948 en Bogotá, sanciono la Declaración Americana de Derechos y Deberes
del Hombre, consagrando universal e integralmente los derechos humanos de todas las personas,
en todo momento y lugar. Históricamente, fue el primer acuerdo internacional sobre derechos
humanos, anticipando la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Consagra un conjunto de ddhh y deberes del hombre, que se comprometen a respetar los Estados
miembros de la OEA. El proyecto de la Declaración Americana preparado por el Comité Jurídico
Interamericano fue presentado y aprobado en la Conferencia Americana.
Tanto la Corte como la CIDH han dictaminado que, a pesar de haber sido adoptada como una
declaración y no como un tratado, en la actualidad constituye una fuente de obligaciones
internacionales para los Estados miembros de la OEA.
Ha sido el primer paso dentro de la OEA para un desarrollo progresivo del sistema interamericano
de protección de los ddhh, y ha inspirado a los instrumentos jurídicos posteriores del Sistema
interamericano de Protección.
El texto de la Declaración Americana consagra derechos humanos fundamentales desde una
perspectiva universal e integral. Encontramos derechos tanto civiles, políticos, económicos,
sociales y culturales: el derecho a la vida, la libertad y la seguridad de las personas; la personalidad
jurídica; el derecho de igualdad ante la ley y a no ser discriminado; el derecho de libertad religiosa
y de culto; el derecho a la nacionalidad; el derecho a la honra, la reputación personal, la vida
privada, y a la inviolabilidad del domicilio y la correspondencia; a constituir y a recibir protección
para la familia; el derecho a la propiedad; el derecho a la protección de la maternidad y la infancia;
el derecho de residencia y tránsito; el derecho de asilo y el derecho a peticionar a las autoridades.
Contempla el derecho a la justicia o igualdad ante la ley; la protección contra la detención
arbitraria y la presunción de inocencia. Respecto a los derechos políticos, destaca el derecho al
sufragio y a la participación en el gobierno; el derecho de reunión y de asociación pacíficas. Los
derechos humanos derivados de la relación laboral: el derecho al trabajo, a una justa retribución,
al descanso y tiempo libre. Por último, encontramos otros derechos económicos y sociales, como
el derecho a la salud y bienestar social; a la educación; y a la cultura.
Posee, además, todo un capítulo referido a los deberes del hombre, que se dirigen a obligaciones
de las personas con la sociedad; los hijos y los padres; de sufragio; de obediencia a la ley; de servir
a la comunidad y a la Nación; de pagar impuestos, entre otras.

Análisis comparativo entre ambos instrumentos:


Es posible mencionar que en ambas declaraciones encontramos ciertas similitudes en el
contenido, como el resaltan o destacar los mismos, o similares, derechos humanos fundamentales
o buscar una mejora del Estado con los individuos, y viceversa. Además, las dos están incorporadas
en el Art. 75 inc. 22 C.N. que consagra los Tratados de DDHH con jerarquía constitucional.
Ambas son contemporáneas y han sido adoptadas con pocos meses de diferencia, por lo que no es
extraño que varios de los debates que se llevaron a cabo en una de ellas, se hayan repetido en el
momento de la aprobación de la otra.

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Agustina Lena

La Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre y su contemporánea de las Naciones


Unidas, se limitan a enunciar una serie de derechos y garantías de los individuos, que los Estados
están obligados a respetar y proteger. Ninguna define qué son los derechos humanos, ni tampoco
proceden a la creación de órganos de tutela, ni de mecanismos para la defensa de los derechos.
Las dos declaraciones, consagran derechos tanto civiles, políticos, económicos, sociales y
culturales.
En cuanto a las diferencias o características propias de cada una vemos que la resolución que da
nacimiento a la Declaración Americana, señala que «... en repetidas ocasiones, los Estados
Americanos han reconocido que los derechos esenciales del hombre no nacen por ser nacionales
de un Estado, sino que son fundamento los atributos de la persona humana». Esta afirmación
considerar a los derechos humanos como atributos inherentes a la persona, marcando una barrera
que ningún Estado puede atravesar. La Declaración Americana posee todo un capítulo referido a
los deberes. En este aspecto, la Declaración Universal sólo señala en el artículo 29 que toda
persona tiene deberes respecto de la comunidad. Finalmente, la Declaración Americana
contempla el derecho a peticionar a las autoridades, el cual no aparece mencionado en la
Declaración Universal. En cuanto a la Declaración Universal de Derechos Humanos, ésta parte de la
premisa que postula que todos los seres humanos nacen libres e iguales, en dignidad y derechos; y
como consecuencia de ello, consagra el derecho a gozar de todos los derechos establecidos, sin
discriminación alguna por ningún motivo o condición. La Declaración Universal, asimismo,
contiene expresamente el derecho a no ser sometido a esclavitud o servidumbre; y el derecho a
no ser sometido a torturas o a penas crueles, inhumanas o degradantes.

Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo Facultativo.


Como sabemos, en 1948 se aprobó por la Asamblea General de Naciones Unidas, la Declaración
Universal de Derechos Humanos. Esta era una enumeración de principios poderosos, pero que no
tenían ningún respaldo legal. Por lo que la Asamblea General pidió al Comité de Derechos
Humanos preparar un proyecto que tuviera fuerza jurídica para completar y reforzar la
Declaración, la cual solo tenía un valor declaratorio. Este texto debería reunir todos los derechos
humanos (económicos, civiles, políticos, sociales y culturales) y la igualdad de género para estos
derechos.
En 1951, la Comisión de Derechos Humanos de la ONU comenzó los trabajos para redactar un
tratado internacional de derechos humanos. Sin embargo, el desarrollo del proyecto se caracterizó
por un profundo desacuerdo entre los Estados, reflejando los debates ideológicos de la época;
mientras que los Estados capitalistas promovían los derechos de libertad, los Estados comunistas
insistieron en los derechos económicos, sociales y culturales.
Esto obligó a que la Asamblea General pidiera la redacción de dos pactos diferentes.
Seguidamente, la comisión elaboró un pacto de Derechos Civiles y Políticos y otro sobre los
Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Ambos pactos fueron aprobados en 1966.
Así, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos consagra dos de los cinco bloques de
derechos de la Declaración Universal (derechos civiles, políticos, económicos, sociales y
culturales), dotando de fuerza jurídica y reforzando de este modo el contenido de la Declaración.
Los derechos civiles y políticos se refieren a los derechos individuales y libertades fundamentales
que poseen las personas en una sociedad democrática, las cuales conllevan la obligación del
Estados de respetarlos y garantizarlos sin discriminación.

45
Agustina Lena

La lucha por el reconocimiento de estos derechos se remonta a los siglos XVIII y XIX, en el contexto
histórico de las revoluciones burguesas. Donde las sociedades reaccionan contra el poder absoluto
del Estado, reclamando el ejercicio de los derechos liberales.
Este pacto, finalmente entró en vigencia diez años después, en 1976, y fue ratificado por nuestro
país en el año 1986.
El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos consta de un Preámbulo y se estructura en
varias partes. La primera parte – artículo 1- hace referencia al derecho a la libre determinación de
los pueblos. La segunda parte –artículos 2 a 5- consagra las obligaciones de los estados de
garantizar a hombres y mujeres la igualdad en el goce de todos los derechos civiles y políticos y de
respetarlos sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política, origen
nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social. También
consagra la prohibición del ejercicio abusivo de derechos por parte de los Estados. La tercera parte
–artículos 6 a 27- contiene la enunciación de los diferentes derechos regulados en dicho
instrumento, como ser el derecho a la vida -y sus derivaciones en la prohibición de sometimiento a
torturas, penas o tratos crueles y de la esclavitud-, el derecho a la libertad y a la seguridad, a
circular libremente, a la intimidad, a la libertad de pensamiento, conciencia y religión, derecho de
reunión pacífica y a la participación política, consagra también la igualdad ante la ley y las
garantías del proceso penal. La cuarta parte –artículos 28 a 45- contiene disposiciones sobre el
establecimiento del Comité de Derechos Humanos y los mecanismos empleados para rendir
informes y presentar examen ante el Comité, así como los procedimientos para la resolución de
controversias surgidas, entre Estados Partes, por el incumplimiento de este instrumento
internacional. El Comité de Derechos Humanos está integrado por 18 miembros de gran integridad
moral y competencia en materia de ddhh, son elegidos y desempeñan sus funciones a título
personal, en calidad de expertos. La elección de los mismos se produce en el seno de una reunión
de los Estados Partes en el pacto, sobre la base de una lista de candidatos elaborada por el
Secretario General. El mandato de cada miembro del Comité dura 4 años y se renueva por
mitades. El Comité es el órgano con máxima competencia para interpretar el PIDCP y sus
Protocolos Facultativos. Su función interpretativa la realiza a través de “comentarios generales”.
Dentro de su actividad de control y supervisión se diferencian tres tipos de procedimientos:
- Los informes periódicos: es la obligación genérica que el Pacto impone a los Estados de presentar
informes sobre las disposiciones que hayan adoptado y que den efecto a los derechos reconocidos
en el Pacto y sobre el progreso que hayan realizado en cuanto al goce de esos derechos. Es el
mecanismo más general y es automático ya que una vez que un Estado ratifique el Pacto, debe
cumplir con estos informes.
- Denuncias intergubernamentales: Permite al Comité entender una denuncia presentada por un
Estado parte contra otro Estado parte referida a una presunta violación de este de las obligaciones
que impone el Pacto. Es un mecanismo de naturaleza contenciosa. Busca concretar una posible
solución amistosa.
- Las denuncias individuales: cualquier individuo puede denunciar ante el Comité una presunta
violación. Es un mecanismo que otorga mayor protección al individuo. La competencia del Comité
se aplica únicamente a aquellos Estados que han ratificado tanto el Pacto y el Protocolo
Facultativo. Para que el Comité admita la denuncia esta no debe haberse sometida con
anterioridad a otro sistema internacional de control en materia de ddhh, y se deben haber
agotado los recursos internos. No hay un plazo determinado para la presentación de la denuncia.

46
Agustina Lena

El examen del asunto finaliza con una decisión del Comité pudiendo formular sus observaciones al
Estado interesado y al particular.
La quinta parte –artículos 46 y 47- refieren a la forma de interpretación de las disposiciones
contenidas en el mismo. Por último, la sexta parte –artículos 48 a 53- hace referencia a los
procedimientos de firma, ratificación, adhesión y enmienda que determinan la forma en la que
entra en vigor el Pacto para los Estados Partes.
Además del Pacto existen dos Protocolos facultativos que lo complementan. El primero surgió en
1966, y se refiere a la función del Comité de recibir y examinar comunicaciones individuales de
personas que denuncien a un Estado parte de haber violado alguno de sus derechos civiles y
políticos. El Art 1 establece que todo Estado Parte del Pacto reconoce la competencia del Comité
para recibir y considerar comunicaciones de individuos que aleguen ser víctimas de una violación,
por ese Estado Parte, de cualquiera de los derechos enunciados en el Pacto. El Comité no recibirá
ninguna comunicación sobre un Estado que sea parte del Pacto, pero no del presente Protocolo. El
Comité tomará la denuncia si se han agotado todos los recursos internos disponibles, y
considerara inadmisible toda comunicación presentada que sea anónima. Si se cumplen todos los
requisitos, el mismo examinara las comunicaciones recibidas tomando en cuenta la información
facilitada por el individuo y el Estado Parte interesado.
El segundo Protocolo facultativo del año 1989 se refiere a la pena de muerte, y los Estados que lo
ratifican se comprometen a abolir la misma. Consagra que el derecho a la vida es inherente a la
persona humana y nadie podrá ser privado de ella. En los países que no hayan abolido esta pena,
sólo podrá imponerse por los más graves delitos y de conformidad con leyes que estén en vigor en
el momento de cometerse el delito. Esta pena sólo podrá imponerse en cumplimiento de
sentencia definitiva de un tribunal competente. Toda persona condenada a muerte tendrá
derecho a solicitar el indulto o la conmutación de la pena de muerte. No se impondrá la pena de
muerte por delitos cometidos por personas de menos de 18 años de edad, ni mayores de 60, ni a
mujeres en estado de gravidez.
Nuestro país ratificó ambos protocolos.

Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y su Protocolo


Facultativo.
Este instrumento, al igual que su gemelo, el PIDCP, fue adoptado por la Asamblea General de
Naciones Unidas como mecanismo para completar y reforzar la Declaración Universal, en 1966 y
entró en vigencia en 1976. Fue ratificado por nuestro país en el año 1986 por Ley 23.313.
Son derechos humanos socioeconómicos, que buscan garantizar el bienestar económico,
asegurando el desarrollo integral de los seres humanos y de los pueblos. Estos derechos nacieron
en el siglo XX, producto de numerosas manifestaciones y movimientos, contemplando al hombre
no solo como un sujeto individual, si no en conjunto con el grupo social donde se desarrolla
(trabajo, familia, etc.). La obligación que tienen los Estados partes, es, por lo tanto, permitir que
estos derechos se garanticen gradualmente hasta alcanzar su cumplimiento.
El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales consta de un Preámbulo y se
encuentra estructurado en cinco partes. La primera parte –art 1- reconoce el derecho de libre
determinación de los pueblos, incluido el derecho a determinar su condición política, desarrollo
económico, social y cultural, y gestionar y disponer de sus propios recursos. La segunda parte –
artículos 2 a 5- regula el principio de “realización progresiva”, donde en ocasiones, los Estados
pueden estar sujetos a limitaciones en sus recursos, lo que los obliga a actuar lo mejor posible
47
Agustina Lena

dentro de sus medios y alcance. También consagra el reconocimiento de los derechos sin
discriminación y que éstos sólo pueden ser limitados por la ley con el fin de promover el bienestar
general de una sociedad democrática. La tercera parte –artículos 6 a 15- consagra los derechos a
trabajo en condiciones equitativas y satisfactorias, a fundar y afiliarse a sindicatos, derechos de la
seguridad social, la vida familiar incluida la licencia parental remunerada y la protección de los
niños, derecho a un nivel de vida adecuado abarcando alimentación, vestido y vivienda y la mejora
continua de las condiciones de existencia, derecho a la salud, específicamente al más alto nivel
posible de salud física y mental, derecho a la educación, incluida la enseñanza primaria universal y
gratuita, la enseñanza secundaria, e igualmente accesible la educación superior, todo ello
encaminado al pleno desarrollo de la personalidad humana y de su dignidad, debiendo fortalecer
el respeto por los derechos humanos y libertades fundamentales, por último, derecho a la
participación en la vida cultural. La cuarta parte –artículos 16 a 25- regula el procedimiento para la
presentación de informes y seguimiento del Pacto y las medidas adoptadas por los Estados partes
para su aplicación. Además, permite que el órgano de vigilancia –Comité de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales-, realice recomendaciones generales a la Asamblea de la ONU sobre las
medidas adecuadas para la realización de los derechos. La quinta parte –artículos 26 a 31- regula
lo atinente a la ratificación, entrada en vigor, y la modificación del Pacto.
Este Pacto establece que los Estados deben respetar, proteger y garantizar los derechos, y se
comprometen a adoptar medidas especialmente económicas y técnicas hasta el máximo de los
recursos de que disponga, para lograr progresivamente, por todos los medios apropiados la plena
efectividad de los derechos.
En el caso de los países en vías de desarrollo les brinda la posibilidad de determinar en qué medida
garantizarán los derechos económicos reconocidos en el pacto, teniendo en cuenta los ddhh y su
economía nacional. Los Estados no deben adoptar medidas que limiten o eliminen estos derechos.
Los Estados también se comprometen a asegurar a los hombres y a las mujeres igualdad a gozar de
todos los derechos económicos, sociales y culturales.
Por último, el Pacto brinda la facultad al Consejo Económico y Social de la ONU -ECOSOC-, de crear
el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, como el órgano de control y ejecución
de dicho Pacto y su Protocolo facultativo. Sus funciones principales son: analizar los informes de
los Estados miembros -cada 4 años-, sobre las medidas adoptadas para aplicar los derechos de
dicho Pacto; actuar ante las denuncias recibidas de personas y ONGs por violaciones a los DDHH
de un Estado miembro de dicho Pacto; dictar un dictamen no vinculante sobre las denuncias
recibidas.
Este Pacto además cuenta con un Protocolo facultativo del año 2008, que permite a los Estados
partes reconocer la competencia del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, para
examinar las denuncias de particulares. Fue ratificado por nuestro país en 2011. Todo Estado Parte
del Protocolo reconoce la competencia del Comité para recibir y examinar comunicaciones. Dichas
comunicaciones podrán ser presentadas por personas o grupos de personas que se hallen bajo la
jurisdicción de un Estado Parte y que aleguen ser víctimas de una violación por ese Estado Parte de
cualquiera de los derechos económicos, sociales y culturales enunciados en el Pacto. El Comité no
examinará una comunicación sin antes haberse cerciorado de que se han agotado todos los
recursos disponibles en la jurisdicción interna. Cada Estado Parte adoptará todas las medidas
necesarias para que las personas bajo su jurisdicción no sean sometidas a malos tratos o
intimidación de ningún tipo. El Comité incluirá en su informe anual un resumen de sus actividades
relacionadas con el presente Protocolo.
48
Agustina Lena

La Convención América sobre Derechos Humanos y su Protocolo Facultativo.


La adopción de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH) fue un hecho histórico
para el desarrollo de la institucionalidad del sistema de protección de los derechos humanos en el
continente americano.
Con anterioridad existía, en términos de instrumento, la Declaración Americana sobre los
Derechos y Deberes del Hombre de 1948, y en términos de órganos, la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos en 1959. La Convención estableció derechos humanos con un contenido
definido, detallando obligaciones para los Estados.
La Convención se diseñó siguiendo el PIDCP y al Convenio Europeo sobre Derechos y Libertades
Fundamentales.
Luego de la Segunda Guerra Mundial, a diferencia de Europa, ni Estados Unidos, ni Latinoamérica
poseían un interés real y genuino por los derechos humanos y por el perfeccionamiento de la
democracia existente en la época. Latinoamérica estaba conformada por países con grandes
diferencias económicas, sociales y políticas, con rígidas distinciones de clase, analfabetismo y con
una sociedad excluyente de personas con menos recursos y de las mujeres. En aquellos países con
una tendencia a las dictaduras, los derechos políticos y civiles no eran respetados y existían
períodos de larga duración de violaciones del derecho a la vida, a la integridad. No había tampoco
una real cultura de derechos humanos tampoco en países donde no existían dictaduras; las
normas se aplicaban discriminatoriamente a mujeres, pobres, homosexuales e indígenas. En ese
contexto se desarrolló el sistema interamericano. La Declaración Americana no cumplió papel
alguno entre los años 1948 y 1959, fecha en que se creó la Comisión Interamericana. No existía en
el continente un tratado que estableciera obligaciones jurídicas vinculantes para los Estados en
materia de derechos humanos.
En el año 1959 las actividades de la Comisión se inauguraron con la represión política y las
circunstancias de dictadura en diversos países. Las facultades de la Comisión no parecían muy
prometedoras, pero su existencia fue percibida por aquellas víctimas de violaciones como su
oportunidad para pedir amparo. En ese sentido, la Comisión no los defraudó y tomo en sus manos
la tarea de defenderlas, adaptando sus actividades a lo que la situación requería: investigar,
intervenir como mediadora y promover soluciones amistosas. Sus recursos humanos y financieros
escasos, eran destinados a lidiar con situaciones donde el Estado de Derecho no existía o era
extremadamente débil, desarrollando como mecanismo y tarea más importante informes sobre
países que documentaban la situación general de derechos humanos. Los Estados afectados, en
general, no respondían a sus requerimientos, pero la ilusión de la Comisión era que, viniendo estos
informes de un órgano establecido por los Estados, serían tomados en consideración. La ilusión
fue vana y la OEA no respondió.
En 1945 comenzaron los esfuerzos para elaborar un tratado de derechos y obligaciones para los
Estados. Recién en el año 1959, se decidió que el ambiente para la elaboración era favorable. La
elaboración de la Convención duró desde entonces hasta que fue suscripta en 1969 en San José de
Costa Rica y su vigencia se dio en 1978.
La entrada en vigencia de la Convención Interamericana dio base legal internacional a los derechos
humanos de los individuos y a las obligaciones de los Estados, estableciendo dos órganos de
control: la Comisión, que siguió siendo la misma de 1959, y la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, que comenzó a operar en 1978, cuando la Convención entró en vigor.

49
Agustina Lena

La Convención Americana sobre Derechos Humanos constituyó un paso fundamental en el


fortalecimiento del sistema de protección y permitió incrementar la efectividad de la Comisión,
estableciendo una Corte y modificando la naturaleza jurídica de los instrumentos. Tiene como
propósito consolidar un régimen de libertad personal y justicia social, fundado en el respeto de los
derechos esenciales del hombre.
La Convención consta de 82 artículos, agrupados en tres partes. En la primera parte se encuentran
los cinco primeros capítulos donde se regula el compromiso de los Estados a respetar lo estipulado
en la Convención y los insta a crear leyes que deriven de las normas contenidas en la Carta de
organización de la OEA. También se enumeran derechos civiles y políticos, deberes de las personas
y el procedimiento de suspensión de garantías, interpretación y la aplicación de lo regulado en la
Convención. La segunda parte consta de cuatro capítulos, donde se regula la creación de los
órganos responsables de velar por la protección y promoción de los Derechos Humanos: la
Comisión Interamericana y la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Consagra además lo
atinente a la organización, funciones, competencia y procedimiento estas, mencionando las
disposiciones generales de ambas instituciones, como la inmunidad diplomática a los miembros de
ambos organismos. Por último, la tercera parte, contiene dos capítulos en los que se regulan los
procedimientos de firma, ratificación, reserva, enmienda, protocolo y denuncia.
En el caso de nuestro país, el instrumento de ratificación se recibió en 1984 con una reserva y
declaraciones interpretativas. Se procedió al trámite de notificación de la reserva de conformidad
con la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados. Los textos de la reserva y
declaraciones interpretativas son:
I. Reserva: El artículo 21: "El Gobierno argentino establece que no quedarán sujetas a revisión de
un Tribunal Internacional cuestiones inherentes a la política económica del Gobierno. Tampoco
considerará revisable lo que los Tribunales nacionales determinen como causas de 'utilidad
pública' e `interés social', ni lo que éstos entiendan por `indemnización justa'".
II. Declaraciones Interpretativas: El artículo 5, inciso 3, debe interpretarse en el sentido que la
pena no puede trascender directamente de la persona del delincuente, esto es, no cabrán
sanciones penales vicariantes. El artículo 7, inciso 7, debe interpretarse en el sentido que la
prohibición de la "detención por deudas" no comporta vedar al Estado la posibilidad de supeditar
la imposición de penas a la condición de que ciertas deudas no sean satisfechas, cuando la pena no
se imponga por el incumplimiento mismo de la deuda sino por un hecho penalmente ilícito
anterior independiente. El artículo 10 debe interpretarse en el sentido de que el "error judicial"
sea establecido por un Tribunal Nacional.
Reconocimiento de Competencia: En el instrumento de ratificación de 1984, el Gobierno de
Argentina reconoce la competencia de la Comisión Interamericana y de la Corte Interamericana
por tiempo indefinido y bajo condición de estricta reciprocidad, sobre los casos relativos a la
interpretación o aplicación de la citada Convención, con la reserva parcial y teniendo en cuenta las
declaraciones interpretativas que se consignan en el instrumento de ratificación. Se deja
constancia, asimismo, que las obligaciones contraídas en virtud de la Convención sólo tendrán
efectos con relación a hechos acaecidos con posterioridad a la ratificación del mencionado
instrumento.
Por último, cabe destacar, que la Convención cuenta con dos Protocolos, “Protocolo Adicional a la
Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales (Protocolo de San Salvador)” y el “El Protocolo a la Convención Americana sobre
Derechos Humanos relativo a la Abolición de la Pena de Muerte”.
50
Agustina Lena

Durante su decimoctavo período ordinario de sesiones celebrado en 1988, la Asamblea General


abrió a la firma el Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en
materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Protocolo de San Salvador). Señala que los
Estados partes de la Convención reconocen la estrecha relación existente entre los derechos civiles
y políticos y los derechos económicos, sociales y culturales, por cuanto las diferentes categorías de
derechos constituyen un todo indisoluble que encuentra su base en el reconocimiento de la
dignidad de la persona humana, por lo que exige una tutela y promoción permanente. Los Estados
partes recuerdan que sólo puede realizarse el ideal del ser humano libre, si se crean las
condiciones que permitan a cada persona gozar de sus derechos económicos, sociales y culturales,
civiles y políticos. Al ratificar el Protocolo, los Estados partes se comprometen a adoptar las
medidas necesarias hasta el máximo de los recursos disponibles y tomando en cuenta su grado de
desarrollo, para lograr progresivamente la plena efectividad de los derechos del presente
Protocolo. Este instrumento reconoce el derecho al trabajo y a las condiciones laborales, los
derechos sindicales, al derecho a la seguridad social, salud, un medio ambiente sano,
alimentación, educación, a los beneficios de la cultura, al derecho a la familia y de los niños, los
ancianos y discapacitados.
El Protocolo a la Convención Americana sobre Derechos Humanos relativo a la Abolición de la
Pena de Muerte fue aprobado en el vigésimo período ordinario de sesiones de la Asamblea
General de la OEA (Asunción, Paraguay, 1990). Los esfuerzos concertados para incluir la abolición
absoluta de la pena capital en la Convención Americana sobre Derechos Humanos no tuvieron
éxito en el contexto de la adopción de este instrumento en 1969. Sin embargo, una vez ratificado
por los Estados partes de la Convención, este Protocolo asegurará la abolición de la pena de
muerte a lo largo de todo el hemisferio. Nuestro país, adhirió a ambos protocolos.

Obligaciones comunes del Estado a ambos tipos de derechos.


Texto de Wlasic y Courtis.
Algunos autores sostienen que habría diferentes tipos de obligaciones comunes por parte de los
estados para garantizar los derechos: obligaciones de respetar, proteger, garantizar. Las
obligaciones de respetar se definen por el deber del Estado de no obstaculizar o impedir el acceso
o goce de los bienes que constituyen el objeto de derecho. Las obligaciones de proteger consisten
en impedir que terceros obstaculicen o impidan el acceso a esos bienes. Las de garantizar suponen
asegurar que el titular del derecho acceda al bien cuando no puede hacerlo por sí mismo. Estas
obligaciones pueden ser tanto positivas como negativas, y encontrarse en los derechos civiles y
políticos y los derechos económicos, sociales y culturales, lo que reforzaría su unidad.
El Estado puede cumplir con su obligación al proveer servicios a la población, en forma exclusiva, o
a través de cobertura mixta que incluyan. Las formas que pueden adoptar las medidas estatales de
cumplimiento de las obligaciones positivas son múltiples: la organización de un servicio público –
por ejemplo, el funcionamiento de los tribunales, la defensa en juicio de quienes no pueden pagar
un abogado particular, o la organización del sistema educativo público–, la oferta de programas de
desarrollo y capacitación –por ejemplo, organizar formas privadas para el mantenimiento de obras
sociales que cubran el derecho a la salud de las personas empleadas y sus familias–, la entrega de
subsidios, la realización de obras públicas, etc.

Obligaciones especificas en materia de derechos económicos y sociales.


51
Agustina Lena

- Adoptar medidas: el art. 2 del PIDESC establece que los Estados "se comprometen a adoptar
medidas hasta el máximo de los recursos disponibles, para lograr progresivamente por todos los
medios apropiados, inclusive en particular la adopción de medidas legislativas, la plena efectividad
de los derechos reconocidos en el Pacto".
Cuando el pacto habla de “adoptar medidas”, se refiere a que los estados deben implementar, en
un plazo relativamente breve desde su ratificación, actos concretos y orientados a satisfacer la
totalidad de las obligaciones, como, por ejemplo: derogar normas jurídicas que resulten contrarias
a sus obligaciones. También eliminar cualquier norma, regulación o práctica que afecten el goce de
los derechos económicos, sociales y culturales. Además de derogar normas, deben proveer en
forma inmediata recursos judiciales efectivos contra cualquier forma de discriminación de
derechos económicos, sociales y culturales.
El Comité ha sostenido que, si bien el logro de la plena efectividad de los derechos puede ser
realizado progresivamente, existen obligaciones con "efecto inmediato", como garantizar que los
derechos se ejercerán sin discriminación.
Con respecto a las personas que integran grupos vulnerables o susceptibles de ser discriminados
en sus derechos económicos, sociales y culturales, el Estado tiene la obligación fundamental de
sancionar normas que los protejan.
Deben los Estados realizar un relevamiento de información y formulación de un plan, ej.: el
derecho a la vivienda adecuada, reconoce expresamente la obligación del Estado de implementar,
en forma inmediata, una vigilancia eficaz de la situación de la vivienda en su jurisdicción, para lo
cual debe realizar un relevamiento del problema y de los grupos que se encuentran en situación
vulnerable o desventajosa. En relación al derecho a la educación primaria obligatoria y gratuita,
aquellos Estados que no la hubiera implementado al momento de la ratificación asumen el
compromiso de elaborar y adoptar, dentro de un plazo de dos años, un plan de acción para su
implementación progresiva.
Además, deben proveer recursos judiciales efectivos para poder exigir el cumplimiento de estos
derechos: los Estados deben asegurar la satisfacción esencial de cada uno de estos derechos. Esto
dependerá del nivel de desarrollo de cada país donde en algunos casos significará implementar
acciones positivas (cuando el grado de satisfacción del derecho se encuentre en niveles que no
alcancen los mínimos exigibles) mientras que en otros solo conservar la situación actual (no
retroceder). Para que un Estado pueda atribuir su falta de cumplimiento a la falta de recursos
debe demostrar que ha hecho todo el esfuerzo a su alcance para cumplir prioritariamente estos
derechos. También se exige al Estado garantizarlos al menos a aquel sector de la población que,
por su vulnerabilidad, debe prestarles especial y mayor atención.
Se impone la obligación al Estado de garantizar estos derechos de forma progresiva, pero
moviéndose tan rápido y efectivo como sea posible para lograrlos. Se le prohíbe adoptar políticas y
medidas que limiten, restrinjan o reduzcan la situación de los derechos económicos, sociales y
culturales de los que gozaba la población una vez adoptado el tratado internacional respectivo. Es
una limitación que la Constitución y los tratados de derechos humanos pertinentes imponen sobre
los Poderes Legislativo y Ejecutivo a las posibilidades de reglamentación de los derechos
económicos, sociales y culturales.

Exigibilidad de los derechos económicos, sociales y culturales.


Si bien los principales derechos económicos, sociales y culturales han sido consagrados en diversas
constituciones e instrumentos internacionales, el reconocimiento universal de los DESC como
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Agustina Lena

derechos plenos no se alcanzará hasta superar los obstáculos que impiden su adecuada
justiciabilidad y exigibilidad, entendida como la posibilidad de reclamar ante un juez o tribunal de
justicia el cumplimiento de estos
Aunque un Estado cumpla habitualmente con la satisfacción de determinadas necesidades o
intereses tutelados por un derecho social, no se podría afirmar que los beneficiados por la
conducta estatal gozan de ese derecho como derecho subjetivo, hasta tanto verificar se encuentra
realmente en condiciones de demandar judicialmente la prestación del Estado ante un eventual
incumplimiento. Así, lo que calificará a un derecho social como derecho pleno no es simplemente
la conducta cumplida del Estado, sino la existencia de algún poder jurídico de actuar, de producir
demanda o queja por parte del titular del derecho en caso de incumplimiento de la obligación.
Existen varias razones que dificultan el desarrollo de la justiciabilidad de los derechos económicos,
sociales y culturales. Una de ellas, por ejemplo, es la vaguedad de los textos normativos donde se
formulan los derechos, otros señalan la falta de acciones o garantías procesales concretas
destinadas a tutelar los DESC. En muchos casos las violaciones de derechos económicos, sociales y
culturales provienen del incumplimiento de obligaciones negativas por parte del Estado.
Una obligación negativa del Estado es no discriminar el ejercicio de los DESC. Cuando el Estado
incumple esta obligación, se abre un enorme campo de justiciabilidad y exigibilidad. En algunos
casos resultan perfectamente viables muchas de las acciones judiciales tradicionales, como
acciones de inconstitucionalidad, nulidad de actos, acciones de amparo o reclamo de daños y
perjuicios.
La actividad del Estado violatoria de un derecho económico, social o cultural resulta cuestionable
judicialmente y, verificada esta vulneración, el juez decidirá obligar al estado a respetar el derecho
afectado. Es importante establecer mecanismos de comunicación, debate y diálogo donde se
recuerde a los poderes públicos los compromisos asumidos, forzándolos a incorporar dentro de las
prioridades de gobierno la toma de medidas para que cumplen sus obligaciones en materia de
derechos económicos, sociales y culturales. Ahora bien, la falta de mecanismos o garantías
judiciales adecuadas no es excusa para hacer justiciables estos derechos, sino que más bien exige
imaginar instrumentos procesales aptos para llevar a cabo estos reclamos. No existe derecho
económico, social o cultural que no presente al menos alguna característica que permita su
exigibilidad judicial en caso de violación.

Estándares internacionales en materia de derechos económicos, sociales y culturales


a los que se ha sometido el Estado Argentino.
Los DESC incluyen consagran numerosos derechos fundamentales. Podemos mencionar el derecho
a un nivel de vida adecuado, a la alimentación, a la vivienda digna, al agua y saneamiento, a la
educación, a la salud, al trabajo, a la libertad sindical, a la seguridad social y a la protección
familiar, etc.
La Constitucional Nacional de nuestro país consagra, en su cuerpo normativo estos derechos. Por
su parte, algunos instrumentos con jerarquía constitucional que los contemplan son: Declaración
Universal de Derechos Humanos, la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre,
CADH, el PIDESC, la Convención de Derechos del Niño, entre otros.
Sin lugar a dudas es en el PIDESC donde esta categoría de derechos encuentra su previsión más
amplia; y su órgano de supervisión es el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. El
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales asume que la plena efectividad
de estos derechos no podrá lograrse, en general, en un período de tiempo breve. Lo que define la
53
Agustina Lena

violación del tratado no es el contenido de la política pública, sino precisamente el retroceso


injustificado de la situación de protección social alcanzada.
El Comité DESC ha señalado que para que el Estado pueda atribuir su incumplimiento de las
obligaciones mínimas a una falta de recursos disponibles, debe demostrar que realizo todos los
esfuerzos posibles para utilizar los recursos a su disposición para satisfacer las obligaciones
mínimas. Hace referencia tanto a los recursos existentes dentro de un Estado como a los que pone
a su disposición la comunidad internacional mediante la cooperación y la asistencia
internacionales.
No obstante, hay algunas obligaciones que no son de cumplimiento progresivo sino inmediato,
tales como el deber de adoptar ciertas medidas: producir información, adoptar políticas públicas,
realizar monitoreo y evaluación de los progresos y proveer recursos judiciales efectivos; la
prohibición de regresividad.
En nuestro país, los DESC fueron incorporados primeramente en la Constitución de 1949, sin
embargo, esta reforma fue derogada, sancionándose una nueva en 1957, en donde consagra
finalmente estos derechos en el art. 14 bis.
El PIDESC establece la obligación de los Estados de garantizar su ejercicio sin discriminación alguna
por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional
o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social.
-Nuestro país reconoce que se debe garantizar a toda persona el derecho a trabajar, el goce de
condiciones de trabajo equitativas, dignas y satisfactorias; respetar el derecho a fundar sindicatos
y a afiliarse; jornadas limitadas y descansos. Se deberá sancionar leyes de reglamentación de
trabajo con respecto a niños y mujeres, la trata de blancas, la protección y regulación en
accidentes de trabajo, entre otras
-El Estado debe garantizar el derecho a la vivienda; a un adecuado nivel de vida, que incluya el
derecho a la alimentación, vestimenta y vivienda adecuadas, y a una mejora continua de las
condiciones de existencia. Deberá tomar las medidas necesarias y adecuadas para asegurar la
efectividad del mismo.
-La población debe gozar del derecho a la salud; acceso al agua limpia potable y a condiciones
sanitarias adecuadas, una nutrición adecuada, acceso a la educación e información sobre
cuestiones relacionadas con la salud, incluida la salud sexual y reproductiva. La salud sexual y
reproductiva en las mujeres es esencial e indispensable para garantizar sus derechos humanos.
-Se debe brindar de manera fundamental un derecho a la educación, siendo necesario la sanción
de leyes de educación específicas. El Estado es responsable de construir un seguimiento y
programas de educación, de otorgar libertad a los padres para elegir la educación de los/as
hijos/as, de lograr una igualdad de oportunidades y posibilidades sin discriminación. Este derecho
debe ser garantizado en todas sus formas y en todos los niveles
-Deberá brindarse derecho a la seguridad social: prestaciones que brindará el sistema frente a
ciertos hechos o circunstancias. Ej.: el seguro social obligatorio; las jubilaciones y pensiones
móviles; la protección integral de la familia; el acceso a la vivienda digna.
- Derecho al agua: este derecho ocupa un lugar primordial el derecho a la vida y a la dignidad
humana. Debe tratarse como un bien social y cultural, y no como un bien económico.
- Derechos culturales: se debe fomentar el desarrollo de las ciencias y las bellas artes; proteger las
riquezas históricas y artísticas, el paisaje natural, y patrimonio cultural de la Nación. Los derechos
culturales de las personas aparecen consagrados en la CN de diversos modos: como el derecho

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Agustina Lena

colectivo a preservar el patrimonio cultural y natural; la preexistencia étnica y cultural de los


pueblos indígenas y su derecho a una educación bilingüe e intercultural; etc.
Los Estados tienen el compromiso de prohibir y eliminar toda forma de discriminación racial y
garantizar los derechos a todas las personas, con un disfrute del más alto nivel posible de salud
física y mental. Si el Estado no adopta medidas para respetar estos derechos incurre en
responsabilidad internacional.

UNIDAD 6
GENOCIDIO. CRIMENES DE LESA HUMANIDAD.
La jurisdicción Penal Internacional.
Desde la Segunda Guerra Mundial, la comunidad internacional despertó y tomo conciencia de los
hechos atroces ocurridos, por lo que comenzó a promover el desarrollo de un sistema de
jurisdicciones internacionales penales para los casos de genocidio, crímenes de guerra y crímenes
contra la humanidad. Este sistema tiene dos vertientes: por un lado, establece tribunales ad hoc y
otros tribunales penales que se establecen luego de un conflicto; por otro, encontramos la
recientemente creada Corte Penal Internacional.
Lo cierto es que la soberanía estatal encuentra un límite en el principio de jurisdicción penal
universal, donde ante la existencia de hechos particularmente graves, cualquiera haya sido el sitio
de comisión y la nacionalidad de autores o víctimas, todo Estado tiene la obligación de perseguir
penalmente esos hechos, juzgando o extraditando a las personas acusadas.
Todo crimen internacional hace nacer la obligación, para la comunidad internacional y los Estados,
de combatirlo. Debido a ello, se exige a los Estados su debida diligencia en la investigación y el
agotamiento de los medios necesarios para capturar a los autores y juzgarlos.
Las categorías de los delitos de “lesa humanidad” y “genocidio” se fueron construyendo a lo largo
de la segunda mitad del siglo XX, son delitos definidas por el derecho internacional que pueden
generar responsabilidad penal. Fue la experiencia del nazismo lo que impulsó su surgimiento en la
escena internacional al constatarse la posibilidad de que el Estado se volviera contra sus propios
ciudadanos. Así, vemos que la jurisdicción internacional penal encuentra sus antecedentes en los
Tribunales constituidos tras la Segunda Guerra, Nuremberg y Tokio.
Los Tribunales Penales Internacionales se han creado por aplicación de la Carta de Naciones
Unidas, que excluye la necesidad de obtener el consentimiento previo de los Estados afectados
para atribuir competencia a tales jurisdicciones, lo que se justifica por la especial gravedad de las
situaciones, que ponen en peligro la paz y seguridad internacionales. Ambos, los Tribunales
Penales y ad hoc han constituido el modelo para la Corte Penal Internacional.

El Estatuto de Roma.
Mediante el Estatuto de Roma, firmado en 1998, se creó la Corte Penal Internacional.
Esta es la primera jurisdicción internacional de carácter permanente con competencia para juzgar
a individuos por la comisión de crímenes de grave trascendencia internacional, que constituyen
graves violaciones a valores esenciales de la Comunidad Internacional. Esta tiene carácter
complementario con las jurisdicciones penales nacionales.

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Agustina Lena

Se trata de la primer Organización Internacional Penal de naturaleza eminentemente judicial. La


competencia de la Corte es automática, con la única condición de que el Estado del que sea
nacional el imputado o en cuyo territorio se haya cometido el crimen sea parte del Estatuto de
Roma. Esta condición no opera, sin embargo, si la denuncia de los crímenes sea remitida a la Corte
por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en este caso, aunque el Estado no sea parte del
Estatuto, la competencia es automática.
Son órganos de la Corte: la Presidencia; las Secciones Judiciales: una Sección de Apelaciones, una
Sección de Primera Instancia y una Sección de Cuestiones Preliminares; la Fiscalía y la Secretaría.
Para que la Corte pueda ejercer su jurisdicción, es preciso que la misma se inicie por un Estado,
por el Consejo de Seguridad de la ONU o el Fiscal de la misma Corte, esta no puede hacerlo de
oficio. Los particulares carecen de legitimación para presentar una denuncia.
La función de investigación le corresponde al Fiscal y la de enjuiciamiento a la Sala de Primera
Instancia. El enjuiciamiento sólo podrá tener lugar si el acusado está a disposición de la Corte, ya
que el Estatuto prohíbe los juicios en rebeldía. El juicio se desarrollará en forma pública y con las
debidas garantías del proceso exigidas para toda acción penal. Tras el juicio, la Corte dicta
sentencia exculpatoria o condenatoria, e impondrá una pena privativa de la libertad y,
complementariamente pena económica. Las sentencias pueden ser recurridas a la Sala de
Apelaciones.
La Corte sólo podrá actuar cuando la jurisdicción nacional no esté dispuesta o no sea capaz de
perseguir un delito que caiga en la esfera de su competencia. No estará permitido un
procedimiento ante la Corte cuando haya estado o esté en marcha en un procedimiento nacional,
o el asunto en cuestión no sea lo suficientemente grave como para justificar la intervención de la
Corte. También, cuando se verifique falta de voluntad del Estado en la persecución penal, ej.:
cuando la decisión fue adoptada con el propósito de sustraer a la persona de su responsabilidad;
cuando haya demora injustificada en el juicio; cuando el proceso no haya sido o esté siendo
independiente o imparcial; cuando debido al colapso total o sustancial de la administración de
justicia o si carece de ella, no puede hacer comparecer al acusado, no dispone de pruebas y
testimonios necesarios o no está en condiciones de llevar a cabo el juicio.
Existen reglas que otorgan a la Corte la facultad de pronunciarse sobre su competencia en caso de
duda y que le permiten revocar el valor de cosa juzgada de una sentencia nacional para ocuparse
de un asunto, en aquellos casos donde se estime que la jurisdicción nacional no actuó conforme la
justicia.
La Corte puede enjuiciar los crímenes de genocidio, crímenes de lesa humanidad, crímenes de
guerra y al crimen de agresión. Esta competencia no puede ser alterada unilateralmente por los
Estados Partes, no pueden excluir la actuación de la Corte respecto de ninguna de las categorías
de crímenes anteriormente enunciados. Esta regla general admite, sin embargo, una excepción
donde cualquier Estado Parte puede declarar en el momento de ratificar o adherirse al Estatuto
que la Corte no será competente para enjuiciar los crímenes de guerra cometidos en sus
territorios o por sus nacionales durante los primeros siete años contados a partir de la entrada en
vigor del Estatuto para dicho Estado.
La Corte tiene competencia automática para este tipo de delito, respecto de aquellos que hayan
sido cometidos en el territorio o por nacionales de cualquier Estado que haya ratificado el
Estatuto. Se entenderá por "genocidio" a cualquier acto perpetrado con la intención de destruir
total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso realizando matanza de
miembros del grupo; lesiones graves a la integridad física o mental de los miembros del grupo;
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Agustina Lena

sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que acarreen su destrucción física,
total o parcial; entre otros.
El Estatuto de Roma dio una definición específica de crímenes de lesa humanidad, considerando a
aquellos actos que se cometa como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una
población civil, tales como asesinatos; exterminios; esclavitud; deportación o traslado forzoso de
población; encarcelación u otra privación grave de la libertad física; tortura; violación, prostitución
forzada, embarazo forzado, esterilización forzada, entre otros; persecución de un grupo con
identidad propia fundada en motivos políticos, raciales, étnicos, culturales, religiosos, de género;
desaparición forzada de personas; y todo acto inhumano que cause grandes sufrimientos o
atenten gravemente contra la integridad física o la salud mental o física. Por "ataque contra una
población civil" se entenderá aquella conducta que implique la comisión múltiple de estos actos
contra toda una población civil de un Estado. El "exterminio" comprende la imposición intencional
de condiciones de vida o privación del acceso a alimentos o medicinas, entre otras, encaminadas a
causar la destrucción de parte de una población.
La Corte tiene jurisdicción sobre personas naturales. Puede enjuiciar a cualquier individuo mayor
de dieciocho años, sin exclusión alguna por la posición o cargo que éste puede ocupar en el
sistema jurídico-político del Estado o en algunos de sus órganos. Solo tiene competencia respecto
de los crímenes cometidos con posterioridad a la entrada en vigor del Estatuto.

Tribunales penales ad-hoc.


Estos Tribunales constituyen el antecedente primordial para la creación de la Corte Penal
Internacional. Han sido establecidos en la segunda mitad de los años 80, por el Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas. Fueron creados exclusivamente para juzgar crímenes cometidos
en conflictos específicos, cuyas competencias están restringidas a un periodo de tiempo y lugar
determinados, de modo que están llamados a desaparecer una vez que hayan cumplido
definitivamente su mandato. Se conforman como órganos subsidiarios, aunque autónomos
funcionalmente, del Consejo de Seguridad.
Los únicos Tribunales ad hoc constituidos en la historia de la ONU hasta la fecha, son el Tribunal
para la Ex Yugoslavia (1993) y el Tribunal para Ruanda (1994).
El Tribunal Internacional para la Ex Yugoslavia está habilitado para juzgar a los presuntos
responsables de violaciones del derecho internacional humanitario cometidas a partir de 1991 en
este territorio. El Tribunal Internacional para Ruanda tendrá competencia para enjuiciar a los
presuntos responsables de violaciones graves del derecho internacional humanitario cometidas en
Ruanda y a ciudadanos de Ruanda, entre el 1° de enero de 1994 y el 31 diciembre de 1994.
Estos tribunales fueron creados por aplicación del Capítulo VII de la Carta de la ONU, lo que
excluye la necesidad de obtener el consentimiento previo de los Estados afectados para atribuir
competencia a tales jurisdicciones. Ello se justifica por razón de la especial gravedad de las
situaciones sobre las que se proyecta la competencia de ambos Tribunales, calificadas como
situaciones que ponen en peligro la paz y la seguridad internacionales.

Convención sobre la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio.


Esta Convención fue aprobada por la Asamblea General de la ONU en 1948, y abarca hechos
delictivos que atentan contra reglas jurídico-humanitarias que tutelan intereses individuales y
colectivos esenciales, constituyendo crímenes contra la humanidad. El genocidio fue incluido

57
Agustina Lena

posteriormente entre los crímenes de competencia de los Tribunales Penales Internacionales para
la ex Yugoslavia y Ruanda, y de la Corte Penal Internacional.
En la presente Convención, se entiende por genocidio a cualquier acto perpetrado con la intención
de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, como matanza de
miembros del grupo; lesiones graves a la integridad física o mental de los miembros del grupo;
sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su
destrucción física, total o parcial; entro otros. La Convención obliga a las Partes a adoptar medidas
legislativas necesarias para asegurar la aplicación de sus disposiciones, y especialmente establecer
sanciones penales eficaces para castigar a las personas culpables de genocidio o de cualquier otro
acto como ser tentativa de genocidio.
Las personas acusadas de genocidio o cualquier otro acto serán juzgadas por un tribunal
competente del Estado en cuyo territorio el acto fue cometido, o ante la Corte Penal Internacional
que sea competente de las partes que han reconocido su jurisdicción. Además, las Partes se
comprometen a conceder la extradición conforme a su legislación y tratados vigentes.

Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o


degradantes.
Se adopto en 1984 por la Asamblea General de las ONU y goza de jerarquía constitucional en
nuestro país. Su objetivo fundante radica en hacer más eficaz la lucha contra la tortura y otros
tratos o penas crueles inhumanos o degradantes en el mundo, estableciendo obligaciones para los
Estados parte tanto respecto de quienes han cometido el delito, su juzgamiento y extradición,
como con la actuación respecto de personas que puedan correr peligro de ser sometidas a
torturas.
Además, exige de los Estados parte una legislación que garantice a la víctima de un acto de tortura
la reparación y el derecho a una indemnización justa y adecuada, incluidos los medios para lograr
una rehabilitación lo más completa posible.
La Convención entenderá por "tortura" a todo acto donde se inflija intencionadamente a una
persona dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, con el fin de obtener de ella o
de un tercero información o una confesión; castigarla por un acto que haya cometido, o se
sospeche que ha cometido; o intimidar o coaccionar a esa persona u otras; o por cualquier razón
basada en discriminación, cuando dichos dolores o sufrimientos sean infligidos por un funcionario
público u otra persona en el ejercicio de funciones públicas, a instigación suya, o con su
consentimiento. No se considerarán torturas los dolores o sufrimientos que sean consecuencias
únicamente de sanciones legítimas, o que sean inherentes o incidentales a éstas.
Ningún Estado parte procederá a expulsar extraditar una persona a otro Estado cuando haya
razones fundadas para creer que estaría en peligro de ser sometida a tortura.
Todo Estado parte velará por que todos los actos de tortura constituyan delitos en su legislación
penal. Lo mismo se aplicará a toda tentativa de cometer tortura o acto de cualquier persona que
constituya complicidad o participación en la tortura. Todo Estado parte castigará esos delitos con
penas adecuadas en las que se tenga en cuenta su gravedad.
Se obliga a los Estados Parte, a juzgar a un imputado de torturas o de algún otro delito previsto en
la Convención en caso de que se hubiere resuelto no hacer lugar a su extradición; aunque el único
punto de conexidad entre el Estado y el imputado sea la presencia de este en el territorio donde
se lleva a cabo el proceso judicial.

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Agustina Lena

Todo Estado parte dispondrá lo que sea necesario para instituir su jurisdicción sobre los delitos
que se cometan en cualquier territorio bajo su jurisdicción o a bordo de una aeronave o un buque
matriculados en ese Estado; cuando el presunto delincuente sea nacional de ese Estado; cuando la
víctima sea nacional del Estado.
La convención establece la creación de un Comité, donde los Estados parte se comprometen a
presentar los informes relativos a las medidas que hayan adoptado para dar efectividad a los
compromisos que han contraído en virtud de la Convención, supervisando su actuación mediante
observaciones a los mencionados informes. Para tomar conocimiento de casos de tortura y
violaciones de la Convención, establece:
* Informes periódicos de los Estados Parte
* Investigaciones a iniciativa propia: si el Comité, si recibe información fiable que indique que se
practica tortura en el territorio de un Estado parte, invitará a ese Estado a cooperar en el examen
de la información y a presentar observaciones de esta. Teniendo en cuenta las observaciones
presentadas, el Comité podrá designar a uno o varios de sus miembros para que realicen una
investigación confidencial e informen urgentemente al Comité.
* Denuncias entre los Estados: todo Estado parte en la presente Convención podrá declarar en
cualquier momento que otro Estado parte no cumple las obligaciones que le impone la
Convención.
* Denuncias de particulares: La Convención podrá recibir y examinar comunicaciones enviadas por
personas que aleguen ser víctimas de una violación de un Estado parte de las disposiciones de la
Convención. El Comité no admitirá ninguna comunicación relativa a un Estado parte que no haya
hecho esa declaración. El Comité considerará inadmisible toda comunicación recibida de
conformidad con el presente artículo que sea anónima, o que sea incompatible con las
disposiciones de la presente Convención.

Convención Interamericana sobre la desaparición forzada de personas.


Esta Convención fue Aprobada durante la Asamblea General de la OEA, en 1994, en la ciudad de
Belém do Pará, en Brasil, con el objeto de prevenir, sancionar y suprimir la desaparición forzada de
personas dentro de los Estados de la OEA, considerando al delito como continuado o permanente
mientras no se establezca el destino o paradero de la víctima.
Define a la desaparición forzada como la privación de la libertad de una o más personas,
cualquiera que fuere su forma, cometida por agentes del Estado o por personas o grupos de
personas que actúen con la autorización o apoyo del Estado, seguida de la falta de información o
de la negativa de informar sobre el paradero de la persona, con lo cual se impide el ejercicio de los
recursos legales y de las garantías procesales pertinentes.
No se admitirá la eximente de la obediencia debida a órdenes o instrucciones que dispongan,
autoricen o alienten la desaparición forzada. Toda persona que reciba tales órdenes tiene el
derecho y el deber de no obedecerlas.
Los presuntos responsables de los hechos constitutivos del delito de desaparición forzada de
personas sólo podrán ser juzgados por las jurisdicciones de derecho común competentes en cada
Estado, con exclusión de toda jurisdicción especial, en particular la militar. Los hechos
constitutivos de la desaparición forzada no podrán considerarse como cometidos en el ejercicio de
las funciones militares. No se admitirán privilegios, inmunidades, ni dispensas especiales en tales
procesos, sin perjuicio de las disposiciones que figuran en la Convención de Viena sobre Relaciones
Diplomáticas.
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Agustina Lena

En ningún caso podrán invocarse circunstancias excepcionales, como estado o amenaza de guerra,
inestabilidad política interna o cualquier otra emergencia pública, como justificación de la
desaparición forzada de personas. En tales casos, el derecho a procedimiento o recursos judiciales
rápidos y eficaces se conservará como medio para determinar el paradero de las personas
privadas de libertad o su estado de salud o para individualizar a la autoridad que ordenó la
privación de libertad o la hizo efectiva. En la tramitación de estos procedimientos o recursos y
conforme al derecho interno respectivo, las autoridades judiciales competentes tendrán libre e
inmediato acceso a todo centro de detención y a cada una de sus dependencias, así como a todo
lugar donde haya motivo para creer que se puede encontrar a la persona desaparecida, incluso
lugares sujetos a la jurisdicción militar.
La desaparición forzada de personas será considerada delito en cualquier Estado Parte. En
consecuencia, cada Estado adoptará las medidas para establecer su jurisdicción sobre la causa:
cuando la desaparición forzada de personas haya sido cometida en el ámbito de su jurisdicción;
cuando el imputado sea nacional de ese Estado; cuando la víctima sea nacional de ese Estado y
este lo considere apropiado, todo Estado Parte tomará, además, las medidas necesarias para
establecer su jurisdicción sobre el delito descrito en la presente Convención cuando el presunto
delincuente se encuentre dentro de su territorio y no proceda a extraditarlo. La Convención no
faculta a un Estado Parte para emprender en el territorio de otro Estado Parte el ejercicio de la
jurisdicción ni el desempeño de sus funciones.
La desaparición forzada se considera incluida en los delitos que dan lugar a la extradición. Cuando
un Estado Parte no conceda la extradición, someterá el caso a sus autoridades competentes como
si el delito se hubiere cometido en el ámbito de su jurisdicción. La decisión que adopten dichas
autoridades será comunicada al Estado que haya solicitado la extradición.

Convención sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y Lesa


Humanidad.
Esta Convención fue sancionada por la Asamblea de la ONU en 1968.
El art. 69 de nuestro Código Penal establece que todas las penas pueden prescribirse salvo los
casos comprendidos en esta Convención.
Esta Convención establece que serán imprescriptibles los crímenes de lesa humanidad, cometidos
en tiempos de guerra y paz, la expulsión por ataque armado y los delitos de genocidio. Se aplicará
pena a los representantes de la autoridad del Estado y a los particulares que participen como
autores o cómplices o que inciten directamente a la perpetración de alguno de estos crímenes, o
que conspiren para cometerlos, cualquiera que sea su grado de desarrollo, así como a los
representantes de la autoridad del Estado que toleren su perpetración, cualquiera que sea la fecha
en que se hayan cometido.

Nuremberg y Tokio.
Luego del nazismo y la Segunda Guerra Mundial, y debido al horror producido por los hechos
cometidos, las potencias vencedoras establecieron mediante el “Acuerdo de Londres” de 1945,
crear un Tribunal Militar Internacional encargado del juicio y castigo de los principales criminales
de guerra del Eje europeo. Así, entre 1945 y 1956 se desarrolló el juicio de Nuremberg

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Agustina Lena

Por otro lado, en 1948, se llevó a cabo el Juicio de Tokio, donde un Tribunal Militar Internacional
juzgó y condenó a muerte a responsables políticos y militares japoneses acusados de cometer
crímenes contra la humanidad durante la Segunda Guerra Mundial. El Tribunal se creó por una
Declaración del Comandante Supremo de las Fuerzas Aliadas en el extremo Oriente, y no por un
tratado internacional.
Estos fueron los primeros Tribunales Penales Internacionales de la historia. Fueron creados para
resolver crímenes contra la paz, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. Es la primera
vez que se realizaba una distinción entre estos crímenes, y que las personas eran acusadas aun
cuando alegaban haber actuado como funcionarios del Estado.
Ambos juicios elaboraron sus Estatutos que sirvieron de base para la posterior Corte internacional
Penal y para la elaboración de principios de derecho internacional. Establecieron reglas básicas de
persecución de criminales de guerra y la determinación de tales delitos.
La sentencia del Tribunal de Nuremberg, por ej., establecía que los funcionarios alemanes y los
hombres y miembros del partido Nazi que hayan sido responsables de crímenes y atrocidades o
hayan participado en los mismos serán entregados a los países donde cometieron sus abominables
actos para que puedan ser juzgados y condenados. Se considero que toda persona que cometa un
delito de derecho internacional es responsable y está sujeta a sanción. Si el derecho interno no
impone pena alguna por este acto, no exime de responsabilidad internacional a quien lo haya
cometido. Si persona que cometió el delito de derecho internacional haya actuado como jefe de
Estado o como autoridad del Estado, no la exime de responsabilidad conforme al derecho
internacional, tampoco si la persona actuó en cumplimiento de una orden de su Gobierno o de un
superior jerárquico.
Serán punibles como delitos de derecho internacional: a. Delitos contra la paz: incluyen planear,
preparar, iniciar o hacer una guerra; b. Delitos de guerra: las violaciones de leyes de guerra, que
comprendan asesinato o el maltrato de prisioneros de guerra o de personas que se hallen en el
mar, la ejecución de rehenes, el saqueo de la propiedad pública o privada, la destrucción
injustificable de ciudades, villas o aldeas, etc. c. Delitos contra la humanidad: El asesinato, el
exterminio, la esclavización, la deportación y otros actos inhumanos cometidos contra cualquier
población civil.
El Tribunal de Tokio contó con la ventaja de haberse iniciado con posterioridad al juicio alemán,
por lo que se pudo corregir parte de los errores que se cometieron en Europa. El Estatuto de dicho
Tribunal fue redactado solamente por los norteamericanos y era muy similar al Estatuto de
Nüremberg.

Ex Yugoslavia y Ruanda.
Las guerras de Yugoslavia fueron una serie de conflictos en el territorio de la antigua Yugoslavia,
entre 1991 y 2001. Comprendieron dos grupos de guerras sucesivas que afectaron a las seis ex
repúblicas yugoslavas. Las guerras se caracterizaron por causas políticas, económicas y culturales,
así como a la tensión religiosa y étnica entre los pueblos, principalmente los serbios, por un lado, y
los croatas, bosnios y albaneses, por el otro.
El genocidio de Ruanda fue una lucha genocida entre los hutus y los tutsis en 1994. En dicho país
se distinguen dos estamentos: la mayoría hutu y el grupo minoritario de los tutsis. Desde la
independencia de Ruanda de Bélgica, los líderes siempre han sido hutus. Durante el genocidio de
1994 en Ruanda, cerca de un millón de personas perecieron y unas 250.000 mujeres fueron
violadas.
61
Agustina Lena

Las atrocidades a gran escala cometidas en la ex Yugoslavia y Ruanda llevaron a la necesidad de las
Naciones Unidas de establecer dos tribunales ad hoc, en 1993 y en 1994. En 1993 el Consejo de
Seguridad de la ONU creó el Tribunal Internacional en lo criminal para la Ex Yugoslavia, para el
enjuiciamiento de los responsables de crímenes de guerra, genocidio y crímenes contra la
humanidad ocurridos en el conflicto desarrollado en ese territorio a partir de 1991, donde
murieron más de 8.000 personas de etnia bosnio-musulmana a manos de militares serbios. El
Tribunal Penal Internacional para Ruanda fue establecido por el Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas en 1994. Tuvo el mandato de enjuiciar a las personas de mayor responsabilidad
por el genocidio y otras violaciones graves del derecho internacional humanitario cometidas en
Ruanda.
Los crímenes definidos en los Estatutos de los juicios penales internacionales anteriores,
Nuremberg y Tokio, son recogidos por estos Tribunales ad hoc. Se les critica, a los primeros
Tribunales, el haberse creado ex post facto, luego de la guerra y de producirse los efectos dañosos,
y, además ser imparcial ni independiente ya que estuvo integrado por las potencias vencedoras.
Estos Tribunales ad hoc fueron importantes para la definitiva creación de la Corte Penal
Internacional, ya que años atrás se había llevado adelante un proyecto de Convención a la ONU
para su creación. La situación de la Ex Yugoslavia y Ruanda llevo a que finalmente se inicie con la
redacción del texto.

El caso argentino.
El 24 de marzo de 1976 un golpe militar derrocó al gobierno civil de María Estela Martínez de
Perón e instauró el régimen autoritario más represivo en la historia argentina. Realizado por la
Junta Militar se convirtió en la principal entidad política del Estado y se arrogó una amplia gama de
facultades gubernamentales que la Constitución Nacional atribuía al Poder Ejecutivo y Legislativo.
La dictadura recibió el nombre de “Proceso de reorganización nacional” implicó la desaparición del
estado de derecho y de los derechos humanos más trascendentes. Estableció que todo aquel que
no estuviera de acuerdo a las pautas de los golpistas era subversivo. Elaboraron un plan de
exterminio y persecución, donde secuestraron, torturaron y asesinaron, realizaron una
desaparición forzada de personas y la supresión de las huellas del crimen, por razones políticas.
La secuencia sistematizada consistía en secuestrar, torturar y asesinar sobre una matriz cuya
finalidad era la sustracción de la identidad de la víctima. Para conseguir estos propósitos, los
militares establecieron una red de centros clandestinos de detención. En esos campos de
concentración las personas desaparecidas eran sometidas a interrogatorios, mediante torturas
feroces que en muchos casos llevaban a la muerte de las víctimas. Se dividió al país en 5 zonas, 19
subzonas y 117 áreas. En cada una de las zonas, el comandante regional tenía plena autonomía
sobre las operaciones clandestinas.

El informe del año 1979 de la CIDH.


La Comisión Interamericana de Derechos Humanos comenzó a recibir denuncias de graves
violaciones de derechos humanos en Argentina. Ante esta situación, elaboro un informe
solicitando al Gobierno argentino autorización para practicar una observación in loco, y establecer
con la mayor precisión y objetividad la situación de los derechos humanos.

62
Agustina Lena

Ésta visita se efectuó en definitiva entre en 1979. Así, la Comisión formuló al Gobierno argentino
recomendaciones preliminares:
- Desaparecidos: La Comisión estima que el problema de los desaparecidos es uno de los más
graves de los derechos humanos que confronta la República Argentina y recomienda: a) Que se
informe circunstancialmente sobre la situación de personas desaparecidas. b) Que se impartan las
instrucciones necesarias a las autoridades competentes a fin de que los menores de edad
desaparecidos a raíz de la detención de sus padres y familiares y los nacidos en centros de
detención, cuyo paradero se desconoce, sean entregados a sus ascendientes naturales u otros
familiares cercanos. c) Que se adopten las medidas pertinentes a efecto de que no continúen los
procedimientos de desaparición de personas. La Comisión observa que se han producido
recientemente casos de esta naturaleza y que deben ser esclarecidos lo antes posible.
- Detenidos a disposición del Poder Ejecutivo Nacional y derecho de opción para salir del país: La
Comisión ha podido enterarse de la situación de los detenidos a disposición del Poder Ejecutivo
Nacional, así como de los mecanismos para hacer uso del derecho de opción para salir del país, y
recomienda: a) Que la facultad que la Constitución otorga al Jefe de Estado para detener personas
bajo el régimen de Estado de Sitio, se sujete a un criterio de razonabilidad y no se extiendan las
detenciones indefinidamente en tiempo. b) Que se ponga en libertad a las personas detenidas a
disposición del Poder Ejecutivo Nacional que sin causa razonable y por tiempo prolongado se
encuentran detenidas para que esto no se convierta en pena, que sólo el Poder Judicial puede
imponer; los que han sido absueltos o que ya han cumplido sus penas; Los que son elegibles para
gozar de libertad condicional. c) Que se restablezca a plenitud el ejercicio del derecho de opción
para salir del país, a efecto de que el trámite de las solicitudes no sufra dilaciones que entorpezcan
la efectividad del ejercicio de dicho derecho.

La democracia argentina de 1983, la transición. La conformación de la Comisión


Nacional sobre la Desaparición de Personas. El informe .
En 1983 el gobierno de facto se vio obligado a convocar a elecciones libres, decisión que se debió a
un cúmulo de razones, entre otras, el creciente número de historias de violaciones a los derechos
humanos.
El candidato de la Unión Cívica Radical, Raúl Ricardo Alfonsín, resultó vencedor en la contienda
electoral y asumió en 1983. Ya en democracia, se decidió investigar y llevar a juicio a los jefes
militares, con exclusión de aquellos que hubieran cometido delitos siguiendo órdenes de sus
superiores. Sin embargo, antes de que fuera posible llevar a juicio a los presuntos responsables,
fue necesario superar ciertos obstáculos. En primer lugar, se encontraba vigente la ley de
autoamnistía, aprobada por el gobierno militar para escudarse de su responsabilidad por los
crímenes cometidos. El gobierno elegido democráticamente declaró nula la ley y la dejó sin efecto,
lo cual fue confirmado posteriormente por la CSJN. En segundo lugar, la jurisdicción militar
constituía un impedimento para que los miembros de sus fuerzas fueran juzgados ante los
tribunales civiles, dado que los delitos que se les imputaban se habían cometido durante el
ejercicio de funciones militares y en lugares militares.
Una de las primeras decisiones del presidente, consistió en enviar una serie de proyectos de ley al
Congreso, con medidas que fueron aprobadas y que incluyeron el castigo del delito de tortura con
la misma pena que homicidio, la ratificación de las principales convenciones internacionales de
derechos humanos y la supresión de la jurisdicción militar por delitos cometidos en el futuro por
parte de los miembros de las Fuerzas Armadas en relación con los actos de servicio. Con el
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Agustina Lena

objetivo de aclarar los trágicos acontecimientos donde miles de personas desaparecieron, Alfonsín
creó la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) que contaba con plenos
poderes de investigación, ý tenía por misión: a) recibir denuncias y pruebas sobre hechos y
remitirlas inmediatamente a la justicia en caso de estar relacionadas con la presunta comisión de
delitos; b) averiguar el destino o paradero de las personas desaparecidas y toda otra circunstancia
relacionada con su localización; c) determinar la ubicación de niños sustraídos de la tutela de sus
padres o guardadores, y dar intervención a los organismos y tribunales de protección de menores;
d) denunciar a la justicia cualquier intento de ocultamiento, sustracción o destrucción de
elementos probatorios; e) emitir un informe final.
La Comisión produjo un detallado informe –Nunca Más- presentado en 1984 y donde se concluyó
que, durante los años del régimen militar, se habían producido casi nueve mil desapariciones
documentadas, como resultado de la represión institucionalizada llevada a cabo por las Fuerzas
Armadas. Identificó 365 centros clandestinos de detención y tortura, que funcionaron en la
Argentina entre 1976 y 1983, y elaboró una lista de más de 1.300 nombres, en su mayoría
militares y policías, de las personas directamente implicadas en la comisión de violaciones a los
derechos humanos.

El juicio a las Juntas Militares.


El 4 de octubre de 1984, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal
de la Capital Federal llevó a cabo procesos judiciales a los comandantes de las Fuerzas Armadas. El
Juicio a las Juntas militares se inició el 22 de abril de 1985 y duró ocho meses. Fueron procesados
los comandantes de las tres armas (Ejército, Marina y Aeronáutica) que habían integrado el
gobierno de facto.
El 9 de diciembre de 1985, la Cámara Federal de la Capital en lo Criminal Correccional dictó la
sentencia definitiva. Se pronunció sobre 700 casos emblemáticos de desaparecidos, previamente
seleccionados por los fiscales de acuerdo con las pruebas que los respaldaban. De los nueve
comandantes juzgados, cinco fueron condenados por decisión unánime de los seis jueces de la
Cámara por la privación de libertad calificada por violencia y amenazas y por la comisión de
múltiples delitos que iban desde el robo hasta el homicidio agravado. A los fines de la atribución
de la autoría a los comandantes de las Juntas Militares, la Cámara se basó en el principio que alude
al dominio del hecho por tratarse de un supuesto de autoría mediata por aparatos de poder
organizado, puesto que ninguno de los hechos había sido realizados personalmente por ellos. Pero
para sustentar la responsabilidad penal individual, el Tribunal se basó en la comprobación de que
los imputados, en todo momento, habían tenido control sobre la organización que había cometido
los crímenes. Los jueces sostuvieron que, dado que los acusados habían tenido siempre el control
sobre los actos de sus subordinaos, debían ser considerados como los autores de los delitos, es
decir que para establecer el modo de participación de los procesados carecía de importancia la
eventual responsabilidad de los ejecutores.
El 30 de diciembre de 1986, la Corte Suprema –con distintos fundamentos- confirmó la sentencia y
las condenas dictadas por la Cámara, excepto por un período de seis meses de reducción de la
condena de Viola y por una reducción de nueve meses en la pena de Agosti.

La amnistía y el indulto. Leyes de punto final y obediencia debida.


Un sector importante de los militares se oponía persistentemente a los juicios; estos todavía con
cierta fortaleza, protestaban acompañados de amenazas y explosiones de bombas en todo el país.
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Agustina Lena

Bajo presión, el gobierno presentó un proyecto de ley al Congreso, conocido como “Punto Final”,
que fue aprobado por la ley 23.492 y que fijó un plazo de sesenta días para la presentación de
nuevas denuncias por delitos cometidos durante la dictadura militar. En cuanto a las denuncias ya
existentes, se las consideró desestimadas a menos que el tribunal competente tomara medidas
durante ese lapso. Era un texto pensado para descomprimir la presión de los militares que se
negaban a ser juzgados, pero fue muy resistido por todos los organismos de derechos humanos,
que veían en la ley una claudicación y un retroceso en la lucha por la memoria. Por otra parte, el
tiempo de prescripción era muy breve y obligó a las víctimas a una rápida y concentrada actividad,
que produjo como resultado la presentación de más de 300 nuevas causas contra represores.
Además, los tribunales en las provincias comenzaron a procesar a varios militares: en el plazo
establecido por la ley de Punto Final, fueron procesadas alrededor de 450 personas. Esto dio lugar
a nuevos disturbios, de hecho, en 1987, el Teniente Coronel Aldo Rico, encabezó una revuelta y
tomó la Escuela de Infantería de Campo de Mayo, protegiendo a un oficial, que había buscado
refugio allí después de haber sido acusado ante un tribunal. La rebelión fue sofocada por el
gobierno, y unos meses más tarde el Congreso aprobó la ley de Obediencia Debida, adoptada bajo
el n° 23.521, la que estableció una presunción iuris et de iure respecto de ciertos oficiales de
mediano y bajo rango que habían actuado siguiendo órdenes y que, por lo tanto, no serían
castigados. Estipulaba que se presume que quienes a la fecha de comisión del hecho revistaban
como oficiales jefes, oficiales subalternos, suboficiales y personal de tropa de las Fuerzas Armadas,
de seguridad, policiales y penitenciarias, no son punibles de los delitos por haber obrado en virtud
de obediencia debida. La misma presunción será aplicada a los oficiales superiores que no
hubieran revistado como comandante en jefe, jefe de zona, jefe de subzona o jefe de fuerza de
seguridad, policial o penitenciaria si no se resuelve judicialmente, antes de los treinta días de
promulgación de esta ley, que tuvieron capacidad decisoria o participaron en la elaboración de las
órdenes. En tales casos se considerará de pleno derecho que las personas mencionadas obraron
en estado de coerción bajo subordinación a la autoridad superior y en cumplimiento de órdenes,
sin facultad o posibilidad de oposición o resistencia a ellas.
Algunos autores consideran estas dos normas como leyes de amnistía que impidieron una mayor
investigación de los hechos. En esa misma dirección, pero durante la presidencia de Carlos Saúl
Menem (1989/1999), éste emitió un total de diez decretos de concesión de indultos a militares y
civiles que habían sido condenados o eran juzgados en ese momento por los hechos ocurridos
durante la dictadura militar y las rebeliones militares que se produjeron entre 1987/1988.

Reclamo judicial por derecho a la verdad.


El primer paso en el proceso para terminar con la impunidad, fue el reconocimiento por parte de
los tribunales del derecho de la víctima a conocer la verdad, mediante la realización de los “Juicios
por la Verdad”.
En aquellos años, cuando tenían plena vigencia los indultos y las leyes de Punto Final y Obediencia
Debida, al no poder condenar penalmente a los responsables de los delitos de lesa humanidad en
nuestro país, los “Juicios por la Verdad” tenían como objetivo hallar el destino de los
desaparecidos y recuperar los cuerpos. El protagonismo que había tenido la justicia en los
primeros años de la democracia se diluyó frente a las leyes y los decretos de impunidad. A pesar
de ello, el derecho de los familiares a conocer las circunstancias de la desaparición de sus seres
queridos y el destino de sus cuerpos continuaba vigente y debía ser tutelado por el Estado.
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Agustina Lena

Este derecho no solo pertenecía a los familiares, sino que, además, le correspondía a la sociedad
conocer con detalle la metodología ilegal utilizada por la dictadura para evitar que estos hechos
puedan repetirse en el futuro. Tanto el derecho internacional humanitario como los instrumentos
y órganos de protección internacional de derechos humanos han reconocido expresamente la
existencia de este derecho, las dimensiones de su titularidad y sus alcances. Se alegó la protección
de derechos implícitos del artículo 33 de la Constitución Nacional y la íntima vinculación existente
entre las instituciones republicanas y el derecho de la sociedad a conocer toda la verdad sobre su
pasado reciente, así como en la necesidad de proteger el derecho de los familiares a conocer el
destino final de los desaparecidos.

La derogación y la nulidad de las leyes por el Congreso.


En septiembre de 2003 se dictó la ley 25.779 que declaró la nulidad de las leyes de Obediencia
Debida y Punto Final y habilitó al sistema judicial a poner fin a esta arbitrariedad que rigió durante
tanto tiempo. Ello impulsó la instrucción y continuación de los procesos contra personas
imputadas por estos crímenes en todo el país. Siguiendo dicho texto legal, varios jueces declararon
la inconstitucionalidad de los indultos a favor de los represores, y en otros casos establecieron la
inexistencia de la cosa juzgada. La CSJN, decidió también que los crímenes de lesa humanidad son
imprescriptibles y que sus partícipes deben ser sancionados.

Opinión Consultiva nº 6 CIDH.


Se trata de una consulta realizada por el Gobierno de Uruguay a la Corte Interamericana de
Derechos Humanos, que busca la interpretación de una norma de especial interés referente a la
aplicación de las posibles restricciones al goce y ejercicio de los derechos y libertades reconocidos
por la Convención.
“Artículo 30.- Alcance de las Restricciones. Las restricciones permitidas, de acuerdo con esta
Convención, al goce y ejercicio de los derechos y libertades reconocidas en la misma, no pueden
ser aplicadas sino conforme a leyes que se dictaren por razones de interés general y con el
propósito para el cual han sido establecidas.”
Así, en respuesta a la pregunta de Uruguay respecto a la interpretación de la palabra “leyes” del
artículo 30 de la Convención, la Corte consideró por unanimidad que la palabra cuestionada
conlleva el significado de norma jurídica de carácter general, de bien común, emanada de órganos
legislativos constitucionalmente previstos y democráticamente elegidos, y elaborada según el
procedimiento establecido por las constituciones de los Estados Partes para la formación de las
leyes. El sentido de la palabra leyes dentro del contexto de un régimen de protección a los
derechos humanos no puede desvincularse de la naturaleza y del origen de tal régimen. En efecto,
la protección a los derechos humanos, en especial los derechos civiles y políticos recogidos en la
Convención, parte de la afirmación de la existencia de ciertos atributos inviolables de la persona
humana que no pueden ser legítimamente menoscabados por el ejercicio del poder público. Se
trata de esferas individuales que el Estado no puede vulnerar o en las que sólo puede penetrar
limitadamente. Así, en la protección a los derechos humanos, está necesariamente comprendida la
noción de la restricción al ejercicio del poder estatal.
Agrega que, “al leer el artículo 30 en concordancia con otros en que la Convención autoriza la
imposición de limitaciones o restricciones a determinados derechos y libertades, se observa que
exige: a. Que se trate de una restricción expresamente autorizada por la Convención y en las

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Agustina Lena

condiciones particulares en que la misma ha sido permitida; b. Que los fines para los cuales se
establece la restricción sean legítimos, es decir, que obedezcan a razones de interés general y no
se aparten del propósito para el cual han sido establecidas; y c. Que tales restricciones estén
dispuestas por las leyes y se apliquen de conformidad con ellas.

El informe 28/92 de la Comisión Interamericana.


A partir de 1987, la Comisión comenzó a recibir denuncias contra el Gobierno de la República
Argentina de que ciertas leyes, Nº 23.492 y Nº 23.521, y su aplicación por el Poder Judicial, violaban,
entre otros, el derecho de protección judicial (artículo 25) y las garantías judiciales.
En 1991 la Comisión elaboro un informe donde estableció la incompatibilidad de las leyes de
Obediencia Debida y de Punto Final y de los indultos presidenciales con las obligaciones
internacionales asumidas por Argentina en virtud de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos y de la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre. Dispuso, además que
estas medidas se oponían a la obligación del Estado de investigar, juzgar y sancionar a los
responsables de graves violaciones a los derechos humanos y afectaban el derecho de las víctimas
a un recurso judicial.

Los fallos de la CSJN en relación a las leyes 23.492 y 23521, y los indultos
presidenciales decreto 100021/89 y 91.
Pasó mucho tiempo, desde el Informe de la Comisión Interamericana, hasta que el poder judicial
argentino dictara fallos trascendentes que permitieran avanzar en la protección efectiva de los
derechos humanos mediante el respeto no sólo de las obligaciones de los tratados de los que
Argentina era parte, sino también de las decisiones y recomendaciones de los órganos
internacionales de protección de los derechos humanos. (fallo Simón).

Derecho a la identidad y dictadura.


El derecho a la identidad es un derecho humano, fundamental para el desarrollo de toda persona y
sociedad. Comprende el derecho a un nombre propio, a conocer la propia historia filial, al
reconocimiento de la personalidad jurídica y a la nacionalidad. Como todos los derechos humanos,
el derecho a la identidad se deriva de la dignidad del ser humano, razón por la cual le pertenece a
todas las personas sin discriminación y, el Estado está obligado a garantizarlo mediante la
ejecución de todos los medios de los que disponga para hacerlo efectivo.
El derecho a la identidad personal es interdependiente de los demás derechos, el menoscabo de
este conlleva la vulneración de otros derechos fundamentales, especialmente derechos políticos.
La Corte IDH sostuvo que: “el derecho a la identidad puede ser conceptualizado, en general, como
el conjunto de atributos y características que permiten la individualización de la persona en
sociedad y, en tal sentido, comprende varios otros derechos.” Por otro lado, el artículo 7 de la
Convención sobre los Derechos del Niño indica que “el niño será inscripto inmediatamente
después de su nacimiento y tendrá derecho desde que nace a un nombre, a adquirir una
nacionalidad y, en la medida de los posible, a conocer a sus padres y a ser cuidado por ellos”, y
“los Estados Partes se comprometen a respetar el derecho del niño a preservar su identidad,
incluidos la nacionalidad, el nombre y las relaciones familiares (…)”.

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Agustina Lena

Durante la dictadura, quedó comprobado que, dentro del accionar delictivo de los militares, se
encontraba también la apropiación de hijos e hijas de las víctimas. Esto se llevaba a cabo de
diferentes maneras: algunos fueron secuestrados junto a sus padres, otros nacieron durante el
cautiverio de sus madres que fueron secuestradas embarazadas y obligadas a parir en
maternidades clandestinas. Recién nacidos los hijos eran separados de sus madres y eran
entregados a familias de militares que estaban en listas de "espera" de un nacimiento en esos
centros clandestinos. Los niños y niñas robados fueron inscriptos como hijos propios por los
miembros de las fuerzas de represión, dejados en cualquier lugar, vendidos o abandonados en
institutos como seres sin nombre N.N, con la complicidad de jueces y funcionarios públicos. De esa
manera los hicieron desaparecer al anular su identidad, privándolos de vivir con su legítima
familia, de todos sus derechos y de su libertad.

El impacto las organizaciones de derechos humanos.


La cantidad de secuestros de niños y niñas, y de jóvenes embarazadas, el funcionamiento de
maternidades clandestinas (Campo de Mayo, Escuela de Mecánica de la Armada, Pozo de Banfield
y otros), las declaraciones de los mismos militares y las declaraciones de testigos de los
nacimientos en cautiverio, demuestran la existencia de un plan preconcebido no sólo de secuestro
de adultos sino también de un plan sistemático de sustracción de la identidad de los niños.
Respecto a ello, tuvo una gran influencia la actuación de organizaciones como Abuelas de Plaza de
Mayo. Dentro de sus aportes se pueden mencionar: a) En 1981, Abuelas logra que un equipo de
científicos norteamericanos desarrollara una herramienta para ayudar a la determinación de la
verdadera identidad de los niños apropiados. Ante la ausencia de los padres este estudio utiliza la
sangre de los abuelos y la familia para poder reconstruir el mapa genético de los hijos
desaparecidos, conocido como "Índice de Abuelidad". b) A solicitud de Abuelas de Plaza de Mayo,
fue creado en 1987 el Banco Nacional de Datos Genéticos -Ley 23.511- cuyo objetivo es garantizar
a los niños secuestrados por la dictadura militar la posibilidad de recuperar su identidad, aunque
sus abuelas ya no estén. Este Banco almacena y la conserva la muestra de sangre de cada uno de
los miembros de los grupos familiares hasta el año 2050 aproximadamente. c) La creación de la
Comisión Nacional de Identidad (CONADI), que constituye un paso institucional en la creación de
instrumentos, medios y órganos de protección de ese derecho fundamental.

UNIDAD 7
La igualdad de las personas y la prohibición de discriminación.

La igualdad.
Es un derecho humano fundamental y un principio básico y general.
En nuestra Constitución Nacional nos encontramos con varios artículos referidos a la igualdad; el
art. 16, por ej., establece que todas las personas tienen derecho a ser tratadas, por el Estado y por
los particulares, con igual consideración y respeto en cuanto a su dignidad y al ejercicio de sus
derechos.

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Agustina Lena

La reforma del 94 ha ampliado el alcance de igualdad, por lo que podemos encontrar Igualdad
electoral art.37; Igualdad de calidad de vida y oportunidades entre provincias Art.75 inc.2 y 19; En
materia Educativa art.75 inc. 19. También ciertas normas que procuran resolver desigualdades de
hecho, en relación a determinados a grupos: trabajadores (art.14bis); pueblos originarios (art.75
inc.17); consumidores y usuarios (art.42); niños, mujeres, ancianos, personas con discapacidad
(art.75 inc. 23). Se incorpora la incorpora la igualdad real de oportunidades, donde el Estado debe
promover acciones positivas para remover obstáculos de desigualdad en todas las áreas entre sus
habitantes
Sin dudas el principio de Igualdad se ha renovado en su significado jurídico, político, y en sus
efectos desde la Constitución histórica de 1853 /60 a la actualidad. Los instrumentos de Derechos
Humanos del 75 inc. 22, han ampliado y fortalecido el derecho y principio de Igualdad.
La garantía constitucional de igualdad implica que no se puede tratar en forma distinta a lo que es
igual. Y, fundamentalmente el género, la orientación sexual, la nacionalidad, el idioma, la religión,
el origen étnico, la posición social o económica o la filiación y las opiniones políticas no pueden ser
utilizados para impedir o restringir a una persona el acceso o el disfrute de un derecho. Tampoco
no se deberá hacer distinción por la condición política, jurídica o internacional del país o territorio
de la persona.
Del principio de igualdad se desprenden dos conceptos. El primero es el principio de no
discriminación, que como suele decirse, es el principio negativo de igualdad, y prohíbe
diferenciaciones sobre fundamentos irrelevantes, arbitrarios, o irrazonables. El segundo es el
principio de protección, diseñado para imponer y lograr una igualdad positiva a través de la
“discriminación inversa” y “acción positiva”, donde en ciertos casos será razonable establecer
medidas especiales para favorecer y asegurar el adecuado progreso de ciertos grupos o personas
vulnerable para garantizarles el goce o el disfrute de derechos humanos y libertades
fundamentales. El legislador no debe “cerrar los ojos” ante la diversidad de circunstancias,
condiciones o diferencias que puedan presentarse.

Clases de Igualdad.
Bidart Campos considera que existen dos tipos de igualdad:
*IGUALDAD JURIDICA O FORMAL: es aquella en la que todos somos considerados como iguales
ante la ley, todos somos sujetos de derecho con idénticos derechos civiles.
*IGUALDAD REAL: como se nombre lo indica, hace referencia a la realidad de que, a pesar de
hallarse varias normas que consagren la igualdad, no todos tenemos las mismas circunstancias.
Ante esto, para garantizar una base igualitaria adecuada, al Estado no le basta solo con no dictar
normas discriminatorias, sino que debe actuar efectivamente realizando políticas y acciones en
todas las áreas para beneficiar a grupos o personas tradicionalmente desventajados.

Principio de Igualdad.
En el texto de Saba, el autor comenta que el Derecho o el Principio de igualdad ante la ley no
implica la obligación legal de tratar a todas las personas del mismo modo. Desde 1875, la CSJN ha
interpretado que la igualdad de trato ante la ley implica la obligación del Estado de tratar igual a
aquellas personas que se encuentren en igualdad de circunstancias; afirmado que la igualdad ante
la ley establecida en el artículo 16 de la Constitución, no es otra cosa que el derecho a que no se
establezcan excepciones o privilegios que excluyan a unos de lo que en iguales circunstancias se
concede a otros. La Corte, consideraba que garantía del artículo 16 no impone una rígida igualdad,
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Agustina Lena

pues entrega al Legislativo facultades para ordenar y agrupar, siempre que las distinciones o
clasificaciones se basen en diferencias razonables y no en propósitos de hostilidad contra
determinadas clases o personas.
Saba hace un aporte fundamental al principio de la Igualdad. Nos hace reflexionar acerca de la
igualdad como no discriminación y la igualdad como no sometimiento, y considera que no existen
razones morales para que nadie, ningún grupo, someta a otras personas o a otro grupo. Incluso
cuando las normas positivas nada establezcan acerca de la posibilidad de que un grupo someta a
otro.
Desmantelar este sistema de opresión y sometimiento es una obligación estatal fundada en el
derecho de igualdad ante la ley entendido como expresión del principio de no sometimiento.
Roberto Saba interpreta que el art. 75 inc. es un implícito reconocimiento a la igualdad como no
sometimiento, y que en la misma sintonía comienza a dictar jurisprudencia la CSJN.

Las desigualdades de hecho, grupos vulnerables y su remedio.


Todas las personas tienen derecho a ser tratadas, por el Estado y por los particulares, con igual
consideración y en su dignidad y ejercicio de sus derechos. Ante esto, no se puede tratar ––ya sea
por ley, acciones u omisiones–– en forma distinta a lo que es igual. Y, fundamentalmente, el
género, la orientación sexual, la nacionalidad, el idioma, la religión, el origen étnico, la posición
social o económica o la filiación y las opiniones políticas no pueden ser utilizados para impedir o
restringir a una persona el acceso o el disfrute de un derecho.
Históricamente, a lo largo de los años, estas categorías sirvieron para someter a diversos grupos
de personas, discriminarlos, maltratarlos, menoscabar su dignidad y privarlos del acceso a
derechos básicos, dando lugar así a los grupos vulnerables. Los grupos vulnerables son aquellos
grupos que por sus condiciones sociales, económicas, culturales o psicológicas se encuentran en
condición de riesgo y sufren maltratos en sus derechos humanos.
La mayoría de las veces, la discriminación es consecuencia de la falta de implementación de las
normas en los ordenamientos que garantizan la igualdad o la no eliminación de normas
discriminatorias. El Estado es el encargado de garantizar a estos grupos el adecuado respeto y
protección de sus derechos humanos. Está obligado a remover los obstáculos de tipo social,
cultural, político y económico, que limiten de hecho la igualdad entre todos los hombres; a
promover un orden social y económico justo, donde se igualen las posibilidades de los hombres
para el desarrollo de su personalidad; también, promover el acceso efectivo al goce de todos los
derechos; y finalmente, sancionar medidas que garanticen la igualdad real de oportunidades.

Deber del Estado con relación al dictado de normas antidiscriminatorias.


Las Acciones Positivas del Estado.
En el art. 75 inc. 23 se encuentran reguladas las Medidas de Acción Positiva. Esta es una facultad y
obligación que se le confiere al congreso de garantizar la igualdad real de oportunidades y de
trato, y el pleno goce y ejercicio de los derechos reconocidos por esta CN y por los tratados
internacionales vigentes sobre ddhh, a personas o grupos que requieren urgentes medidas, que,
por factores de edad, físicos o de género, son víctimas de prejuicios o sufren impedimentos para
disfrutar del ejercicio de los derechos fundamentales: los niños, mujeres, ancianos y personas con
discapacidad.
Las acciones positivas pueden son programas, políticas o acciones, públicas o privadas diseñado
para igualar las oportunidades de admisión para los grupos históricamente desaventajados. El
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Agustina Lena

objetivo de este tipo de medidas es generar una sociedad en la cual cada sujeto reciba igual
respeto y se reduzca la discriminación; tratando de equilibrar y nivelar a aquellos sectores que se
hallan desprotegidos y sometidos a tratamiento inequitativo.
El principio de igualdad está consagrado en nuestra CN, en diferentes artículos: Art 15 (no hay
esclavos); Art 16; Art 20 (extranjeros).
A su vez, distintos instrumentos internacionales de ddhh con jerarquía constitucional recogen este
mismo principio: Declaración Universal de Derechos Humanos, La Convención Americana, La
Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer, el PIDCP,
entre otros.

Normas jurídicas internas. Legislación antidiscriminatoria


La Constitución Nacional y los pactos internacionales de derechos humanos brindan una tutela
amplia al derecho de las personas a ser tratadas igualitariamente.
Esta protección fue favorecida con la sanción, en 1988, de la ley 23.952 conocida comúnmente
como “ley antidiscriminatoria”.
Esta norma ofrece, a quien es víctima de un tratamiento desigualitario, una serie de acciones
judiciales para poner fin a esa situación; como la obligación de quien arbitrariamente impida,
obstruya, restrinja o menoscabe el pleno ejercicio de derechos y garantías fundamentales de la
Constitución Nacional, de cesar este acto y reparar el daño ocasionado
Además, sanciona penalmente ciertas conductas discriminatorias. En primer lugar, agrava la pena,
de un tercio a un medio, de cualquier delito si es cometido por persecución u odio a una raza,
religión o nacionalidad o con el objeto de destruir en todo o en parte a un grupo nacional, étnico,
racial o religioso. En segundo lugar, sanciona a quienes participen de una organización o realicen
propaganda basados en ideas de superioridad de un grupo respecto de otro y busquen promover
la discriminación; o inciten esta persecución.
Del deber del Estado de proteger el derecho de toda persona a ser tratada igualitariamente, se
deriva el de enjuiciar y castigar penalmente estas conductas.
En un caso penal puede evaluarse si corresponde aplicar la ley que agrava los delitos cometidos
con motivos discriminatorios. Aquí se está decidiendo una cuestión más importante que la sanción
de un hecho criminal, el proteger el derecho fundamental de trato igualitario. Por ello, la
aplicación o no de esta ley trasciende el interés de las partes involucradas y afecta a toda la
sociedad, pues está en juego la consolidación del principio de igualdad.

La Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las formas de


discriminación Racial.
Adoptada por la Asamblea General de la ONU en 1965, entro en vigor en 1969. Y en nuestro país
goza de jerarquía constitucional.
Establece la necesidad de eliminar rápidamente la discriminación racial en todas sus formas y
manifestaciones y asegurar la comprensión y el respeto de la dignidad de la persona humana.
La Convención establece que la discriminación racial son aquellas distinciones, exclusiones,
restricciones o preferencias basadas en motivos de raza, color, linaje u origen nacional o étnico
que anulen o menoscaben el reconocimiento, goce o ejercicio, de los derechos humanos y
libertades fundamentales de la vida pública.

71
Agustina Lena

Los Estados Partes tienen la obligación de condenar la discriminación racial y eliminarla en todas
sus formas; de no realizar actos o prácticas discriminatorios contra personas o grupos, y garantizar
que ninguna autoridad o institución pública lo haga; de no fomentar, defender o apoyar la
discriminación racial; de revisar las políticas estatales, modificar, derogar o anular leyes de
discriminación; de promover organizaciones y movimientos que favorezcan la integración racial y
multicultural. Se deberá condenar propagandas y organizaciones que se inspiren en ideas basadas
en la superioridad de raza o grupo de personas o que pretendan promover el odio y discriminación
racial. Y asegurar a todas las personas que se hallen bajo su jurisdicción, protección recursos
efectivos ante los tribunales nacionales competentes y otras instituciones del Estado, contra todo
acto de discriminación racial
Se crea un Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial, compuesto por 18 expertos
imparciales que ejercen sus funciones por 4 años. Los Estados deben presentar un informe sobre
las medidas que adoptaron sirvan para hacer efectiva las disposiciones de la Convención. El comité
puede hacer recomendaciones.
Todo Estado parte podrá declarar en cualquier momento que reconoce la competencia del Comité
para recibir y examinar comunicaciones de personas o grupos de personas dentro de su
jurisdicción, que alegaren ser víctimas de violaciones de cualquiera de los derechos de la presente
Convención. El Comité no recibirá ninguna comunicación referente a un Estado parte que no
hubiere hecho tal declaración. Si un Estado parte considera que otro Estado parte no cumple las
disposiciones de la presente Convención, podrá señalarlo ante la Comité.

Instituciones nacionales de derechos humanos.


*El defensor del pueblo:
Se encuentra regulado en el Art 86 de la CN. Es un órgano independiente instituido en el ámbito
del Congreso de la Nación, que actuará con plena autonomía funcional, sin recibir instrucciones de
ninguna autoridad. Su misión y finalidad es defender y proteger los ddhh y demás derechos,
garantías e intereses de las personas, tutelados en la CN y leyes, ante hechos, actos u omisiones de
la Administración.
El defensor del Pueblo tiene legitimación procesal. Es designado y removido por el Congreso con el
voto de las 2/3 partes de los miembros presentes de cada Cámara. Goza de las inmunidades y
privilegios de los legisladores y dura en su cargo 5 años, pudiendo ser reelecto una vez.
Puede realizar informes, proponer modificaciones de normas, y plantear demandas ante los
órganos judiciales.
*Secretaria de Derechos Humanos:
Es un órgano dependiente del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación.
Su fin es promover y proteger los ddhh.
La Secretaria puede recibir denuncias y seguir casos de violaciones a los derechos humanos junto
con los organismos de DDHH; elaborar, ejecutar y realizar un seguimiento de programas de ddhh;
planificar, coordinar y supervisar las actividades de formación y fortalecimiento de derechos
humanos.
*Instituto nacional contra la discriminación, la xenofobia y el racismo (INADI):
El INADI fue creado por ley en 1995. Y fue modificado, también por ley, en 2002.
Hasta 2005, el INADI fue un organismo del Ministerio del Interior, hasta que un decreto lo
transfiere a la órbita del Ministerio de Justicia, Seguridad y DDHH de la Nación.

72
Agustina Lena

El INADI es una entidad descentralizada del PE, que tiene por objetivo elaborar políticas nacionales
y medidas concretas para combatir la discriminación, la xenofobia y el racismo, impulsando y
llevando a cabo acciones para esto.
Entre sus funciones principales, se encuentran: recibir denuncias sobre conductas discriminatorias,
xenófobas o racistas, y llevar un registro; brindar asesoramiento integral y gratuito para víctimas;
proporcionar al Ministerio Público Fiscal y a los tribunales asesoramiento técnico especializado;
proporcionar patrocinio gratuito.
Estará dirigido y administrado por un Directorio, asistido por un Consejo Asesor con funciones
consultivas.

Los derechos de niños, niñas y adolescentes.


Texto O Donell.
De acuerdo con el PIDCP y con la Convención Americana, el deber de proteger la familia le
incumbe al Estado y a la sociedad y el deber de proteger los derechos del niño, le corresponde al
Estado, la sociedad y la familia.
El derecho de la niñez es un derecho fundamental, que se encuentra incluido en numerosos
instrumentos internacionales a lo largo de los años. Fue reconocido por la normativa internacional
social al inicio del siglo XX. En 1919 se adoptaron seis convenios adoptados durante la primera
Conferencia Internacional de Trabajo, donde en dos se establecía una edad mínima para distintos
tipos de empleo y otro se dedicó a la protección de la maternidad. En 1924, la Sociedad de
Naciones adoptó la primera Declaración sobre los Derechos del Niño, conocida como la
Declaración de Ginebra. No obstante, fue a finales del siglo XX cuando se reconoció plenamente al
niño como sujeto de derechos en instrumentos como la Declaración Americana de DDHH; la
Universal de DDHH; los pactos de DCP y DESC; y la Segunda Declaración de Derechos del niño.
El derecho de los niños, niñas y adolescentes requiere de una protección muy especial,
expresamente reconocida en estos instrumentos. Se debe brindarles cuidados, ayuda y asistencia
especial por su condición de menor.

La Convención sobre los Derechos del Niño.


Fue sancionada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1989.
La Convención establece que se entiende por niño a toda persona menor de 18 años, salvo que, en
virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado antes la mayoría de edad.
Los Estados Partes deben asegurar los derechos establecidos en la Convención a cada niño, sin
discriminación ni distinción alguna. Además, el niño no puede estar desprotegido contra la
discriminación o castigo por las actividades, opiniones o creencias de sus padres; tutores o
familiares. Se debe asegurar al niño la protección y el cuidado necesarios para su bienestar,
teniendo en cuenta los derechos y deberes de sus responsables. Se deben adoptar medidas para
luchar contra los traslados ilícitos de niños al extranjero y la retención ilícita de niños en el
extranjero.
Además, deben asegurarse de que las instituciones, servicios y establecimientos encargados del
cuidado o la protección de los niños cumplan las normas establecidas por las autoridades
competentes, especialmente en materia de seguridad, sanidad, número y competencia de su
personal, realizando una supervisión adecuada
Los Estados Partes garantizan al niño que esté en condiciones de participar en un juicio, el derecho
de expresar su opinión libremente en todos los asuntos que lo afecten, teniéndose debidamente
73
Agustina Lena

en cuenta su opinión en función de la edad y madurez. Se dará la oportunidad al niño de ser


escuchado en todo procedimiento judicial o administrativo ya sea directamente o por medio de un
representante o de un órgano apropiado.
Se debe alentar a los medios de comunicación a difundir información y materiales de interés social
y cultural para el niño, alentar la producción y distribución de libros para estos.
La Convención reconoce el principio de que ambos padres tienen obligaciones comunes en lo que
respecta a la crianza y el desarrollo del niño. Incumbe a los padres o, a los representantes legales
la responsabilidad primordial de la crianza y el desarrollo del niño, su preocupación fundamental
será su interés superior. Además, deben proporcionar, dentro de sus posibilidades y medios
económicos, las condiciones de vida que sean necesarias para el desarrollo del niño. Los Estados
Partes adoptarán medidas para ayudar a los padres y a otras personas a dar efectividad a este
derecho. La crianza de los hijos corresponde a los padres o representantes legales. La intervención
del Estado es subsidiaria, siempre que así lo requiera el interés superior del niño
El Estado deberá adoptar medidas para proteger al niño contra toda forma de abuso físico o
mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, mientras el niño se encuentre
bajo sus responsables. Debe esforzarse para asegurar que ningún niño sea privado de su dh al
disfrute de los servicios sanitarios.
En caso de conflictos de intereses, se tendrá en cuenta el interés superior del niño, se debe aplicar
la mejor solución para la defensa o satisfacción de los intereses del niño. Si hay contraposición de
intereses entre el niño y los adultos, prevalecen los intereses del niño.
La Convención establece el Comité de los derechos del niño, integrado por 10 personas de gran
integridad moral y con reconocida competencia en la materia, los cuales ejercen sus funciones por
4 años. Los Estados presentan informes sobre las medidas que adoptaron para cumplir con las
disposiciones de la Convención. El Comité puede formular observaciones de estos.

Sistema protectorio en el ámbito americano.


Podemos encontrarnos con un marco normativo básico de protección a estos derechos, donde
encontramos:
-Declaración Universal de Derechos Humanos, que consagra que los hombres y mujeres, a partir
de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción alguna por motivos de raza, nacionalidad o
religión, a casarse y fundar una familia; podrán contraer matrimonio mediante el libre y pleno
consentimiento; la familia tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado; establece que
la maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales; los niños, nacidos de
matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección social.
-Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre: consagra que toda persona tiene
derecho a constituir familia y a recibir protección para ella. Que toda mujer en estado de gravidez
o en época de lactancia, y todo niño, tienen derecho a protección, cuidados y ayuda especiales.
-Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos: todo niño tiene derecho, sin discriminación
alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, origen nacional o social, posición
económica o nacimiento, a las medidas de protección que su condición de menor requiere, tanto
por su familia, la sociedad y el Estado. Todo niño será inscrito inmediatamente después de su
nacimiento y deberá tener un nombre. Todo niño tiene derecho a adquirir una nacionalidad.
-Convención Americana sobre Derechos Humanos: Los Estados partes deben tomar medidas
apropiadas para asegurar igualdad de derechos y equivalencia de responsabilidades de los
74
Agustina Lena

cónyuges en cuanto al matrimonio. En caso de disolución, se adoptarán disposiciones que


aseguren la protección necesaria de los hijos, sobre la base única del interés y conveniencia de
ellos. La ley reconocer iguales derechos a los hijos nacidos fuera y dentro del matrimonio. Todo
niño tiene derecho a las medidas de protección que su condición de menor requiere por parte de
su familia, la sociedad y el Estado.
También, existe un marco normativo complementario:
-Declaración de los Derechos del Niño de 1959; Convención sobre los Derechos del Niño de 1989;
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC); Protocolo adicional a
la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de derechos económicos, sociales
y culturales (Protocolo de San Salvador); etc.

EL DERECHO A LA SALUD.
Texto Rinconi
El derecho a la salud se encuentra consagrado en distintos instrumentos internacionales que
gozan jerarquía constitucional. Consiste en el derecho de toda persona de disfrutar del más alto
nivel posible de salud física y mental.
Los Estados Partes deben adoptar medidas para asegurar la plena efectividad de este derecho, en
todos los ámbitos de la sociedad y para todas las personas.
La OMS considera que la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no
solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.
El derecho a la salud debe disfrutarse en condiciones de igualdad estructural de oportunidades. Es
un derecho humano fundamental e indispensable para el ejercicio de los demás derechos
humanos: el derecho a la alimentación, la vivienda, al trabajo, la educación, la dignidad humana, la
vida, entre otros. Todo ser humano tiene derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud
que le permita vivir dignamente.
El derecho a la salud abarca una amplia gama de factores socioeconómicos para que las personas
pueden llevar una vida sana, como la alimentación y la nutrición, la vivienda, el acceso a agua
limpia potable y a condiciones sanitarias adecuadas, y acceso a la educación e información sobre
cuestiones relacionadas con la salud, incluida la salud sexual y reproductiva.
Cada estado parte deberá contar con un número suficiente de establecimientos, bienes y servicios
públicos de salud y centros de atención de la salud, así como de programas. Estos deben ser
accesibles a todos, sin discriminación alguna: deberán estar al alcance geográfico de todos los
sectores de la población, deberá existir un acceso adecuado a los edificios para las personas con
discapacidades, deberán estar al alcance económico de todos.
Todos los establecimientos, bienes y servicios de salud deberán ser respetuosos de la ética médica
y culturalmente apropiados, es decir respetuosos de la cultura de las personas, las minorías, los
pueblos y las comunidades, y deberán estar concebidos para respetar la confidencialidad y
mejorar la salud de las personas.
El personal médico deberá estar capacitado; y los medicamentos y equipo hospitalario
científicamente aprobados y en buen estado, se deberá contar con agua limpia potable y
condiciones sanitarias adecuadas.

75
Agustina Lena

Integridad personal y trato humano.


Se prohíbe toda discriminación en lo referente al acceso a la salud y los factores determinantes
básicos de esta, por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política, origen nacional,
situación económica, lugar de nacimiento, impedimentos físicos o mentales, estado de salud
(incluidos el VIH/SIDA), orientación sexual y situación política, etc.
Se recomienda que los Estados incorporen la perspectiva de género en sus políticas, planificación,
programas e investigaciones para promover mejor la salud de la mujer y el hombre. Reconociendo
que los factores biológicos y socioculturales ejercen una influencia importante en la salud del
hombre y la mujer.
Se debe adoptar medidas para reducir la mortinatalidad y la mortalidad infantil y promover el sano
desarrollo de los niños. Los estados deben garantizar el acceso a los servicios esenciales de salud
para el niño y su familia. Tanto niñas como niños deben tener igual acceso a una alimentación
adecuada, un entorno seguro y servicios de salud física y mental. Es preciso adoptar medidas
eficaces y apropiadas para dar eliminar el matrimonio precoz, las mutilaciones sexuales femeninas
y la alimentación y el cuidado preferentes de los niños varones. También, dar a los niños con
discapacidades la oportunidad de disfrutar de una vida satisfactoria y decente y participar en las
actividades de su comunidad. Los Estados Partes deben proporcionar a los adolescentes un
entorno seguro y propicio que les permita participar en la adopción de decisiones que afectan a su
salud, adquirir experiencia, tener acceso a la información adecuada, recibir consejos, etc.-
Se debe implementar un enfoque integrado de la salud que abarque la prevención, la curación y la
rehabilitación. Esas medidas deben basarse en reconocimientos para ambos sexos; medidas de
rehabilitación física y psicológica destinadas a mantener la funcionalidad y la autonomía de las
personas mayores; y la prestación de atenciones y cuidados a los enfermos crónicos y en fase
terminal, ahorrándoles dolores evitables y permitiéndoles morir con dignidad.
Los establecimientos privados también deberán proporcionan servicios de salud que cumplan el
principio de no discriminación en el caso de las personas con discapacidades. En cuanto a los
pueblos indígenas, estos tienen derecho a medidas específicas que les permitan mejorar su acceso
a los servicios de salud y a las atenciones de la salud. Los Estados deben proporcionar recursos
para que los pueblos indígenas establezcan, organicen y controlen esos servicios de suerte que
puedan disfrutar del más alto nivel posible de salud física y mental. También deberán protegerse
las plantas medicinales, los animales y los minerales que resultan necesarios para el pleno disfrute
de la salud de los pueblos indígenas.

Reseña normativa pendiente.


En este ámbito de la salud, Argentina ha desarrollado su legislación interna, en cumplimiento con
los mandatos a los que se ha comprometido internacionalmente:
1-En 2009 se promulgo la Ley de Derechos del Paciente, que regula sus derechos en cuanto a la
autonomía de la voluntad, legisla sobre la información que el médico debe dar y el paciente recibir
y respecto de la documentación clínica. Los derechos esenciales que se le garantizan al paciente
son: la asistencia (sin discriminación alguna); trato digno y respetuoso; intimidad y
confidencialidad; autonomía de la voluntad (el paciente puede aceptar o rechazar determinadas
terapias o procedimientos médicos o biológicos). En 2012 dicha ley es modificada
2-En 2010 se dicta la Ley de Salud Mental que tiene como objeto asegurar la protección de la salud
mental de todas las personas y el pleno goce de los derechos humanos de aquellas con
padecimiento mental que se encuentren en el territorio nacional. La ley enumera una serie de
76
Agustina Lena

derechos que asisten a las personas que sufren padecimiento mental: a la información; a no ser
objeto de investigaciones clínicas ni tratamientos experimentales sin consentimiento; a no ser
discriminado; en caso de intervención voluntaria, las condiciones de estas deben ser controladas
por un órgano de revisión; a ser atendido, entre otros.

DISCAPACIDAD Y DERECHOS HUMANOS.


Las personas con discapacidad conforman un grupo minoritario en situación de vulnerabilidad.
Estas han sido discriminadas y han sufrido una vulneración en sus derechos desde hace varios
siglos atrás.
Las personas con discapacidad son aquellas que tienen deficiencias físicas, mentales, intelectuales
o sensoriales a largo plazo que, al interactuar con diferentes barreras, pueden impedir su
participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con los demás.
En los últimos años, se ha venido gestando diferentes modos de ofrecer respuestas a las
necesidades de las personas con discapacidad, basándose en los valores intrínsecos que
fundamentan a los derechos humanos. Ello ha generado una mirada diferente hacia la persona con
discapacidad, centrada en primer término en su condición de ser humano en igualdad de derechos
y dignidad, y en segundo lugar en una condición que le acompaña, y que requiere en determinadas
circunstancias de medidas específicas para garantizar el goce y ejercicio de los derechos.

La Convención de las Personas con Discapacidad.


Se 2006 en aprobó por la Asamblea de las Naciones Unidas. En esta, los países se comprometen
elaborar y poner en práctica políticas, leyes y medidas para asegurar los derechos reconocidos en
la convención a personas con discapacidad, y abolir leyes, costumbres y prácticas que constituyen
discriminación.
La Convención establece que los países deben reconocer que todas las personas son iguales ante
la ley, deben prohibir la discriminación basada en discapacidades y garantizar igual protección de
la ley.
Establece que los niños con discapacidad tendrán igualdad de derechos, no serán separados de sus
padres contra su voluntad, excepto cuando las autoridades determinen que es en el interés
superior del niño, y en ningún caso serán separados de sus padres por discapacidad del niño o los
padres.
Se debe garantizar un acceso a la justicia y asegurar que estas personas disfruten del derecho a la
libertad y seguridad y no sean privadas de su libertad.
Los Estados deben proteger la integridad física y mental de las personas con discapacidad,
garantizar que no sean sometidas a tortura, tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes o a
castigos, y prohibir los experimentos médicos o científicos sin el consentimiento de la persona
interesada. Deben garantizar que no sean explotados o sometidos a violencia o abusos. En caso de
abuso, los países deben promover la recuperación física y psicológica, rehabilitación de la víctima e
investigar el abuso.
La convención requiere que los países identifiquen y eliminen obstáculos y barreras y aseguren
que las personas con discapacidad puedan tener acceso a su entorno, al transporte, las
instalaciones y los servicios públicos, y tecnologías de la información y las comunicaciones. Deben
tener la opción de vivir de forma independiente, ser incluidas en la comunidad, elegir dónde y con

77
Agustina Lena

quién vivir. Deben promover el acceso a la información, proporcionando formatos y tecnologías


accesibles, facilitando el uso del Braille o el lenguaje por señas, y alentando a los medios de
comunicación y a Internet a ofrecer información en formatos accesibles.
Se deberá eliminar la discriminación relacionada con el matrimonio, la familia y las relaciones
personales. Las personas con discapacidad disfrutarán de igualdad de oportunidades de tener
relaciones sexuales e íntimas, experimentar la procreación, contraer matrimonio y fundar una
familia, decidir el número de sus hijos, tener acceso a educación, etc.
Los Estados deben asegurar la igualdad de acceso a la educación primaria y secundaria, la
formación profesional, la enseñanza de adultos y el aprendizaje permanente. La educación debe
emplear materiales, técnicas y formas de comunicación adecuados. Los alumnos que las necesiten
deben recibir las medidas de apoyo pertinentes, y los alumnos ciegos o sordos deben recibir su
educación de forma apropiadas, en lenguaje de señas y el Braille.
Las personas con discapacidad tienen el derecho al más alto nivel posible de salud sin
discriminación por su discapacidad. Deben recibir la misma gama, calidad y nivel de servicios de
salud gratuitos o asequibles que se proporcionan a otras personas y los servicios de salud que
necesiten debido a su discapacidad.
Para que las personas con discapacidad logren la máxima independencia y capacidad, los países
deben proporcionar servicios amplios de habilitación en las esferas del empleo y educación. Las
personas con discapacidad tienen igualdad de derechos a trabajar y a ganarse la vida. Los países
deben prohibir discriminación en cuestiones relacionadas con el empleo, y, deberán emplear a
personas con discapacidad en el sector público, promover su empleo en el sector privado y
asegurar que se proporcione una comodidad en el lugar de trabajo.
Los países deben garantizar igualdad de participación en la vida política y pública, incluso el
derecho al voto, a ser candidato a elecciones y ocupar puestos públicos.
Se crea un Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, compuesto de expertos
independientes, que recibirá informes periódicos de los Estados Partes sobre las medidas que
estos hayan adoptado para cumplir sus obligaciones conforme a la convención. Y se establece un
Protocolo Facultativo que permite a personas o grupos de personas presentar peticiones al Comité
una vez que esos hayan agotado todos los recursos internos disponibles.

UNIDAD 8
La igualdad de las personas y la prohibición de discriminación.
Equidad y género.
Desde tiempos históricos se han realizado diferencias y discriminaciones en base al género, las
mujeres, niñas y adolescentes han sufrido sometimientos y vulneraciones a sus derechos básicos.
Estas conforman un grupo vulnerable que ha sufrido innumerables desigualdades historias y
estructurales.
Tanto en el sistema universal, como el regional, la vida libre de discriminación y violencia es un
principio fundamental, Los estados deben asumir los deberes necesarios para erradicar estas
distinciones y garantizar derechos básicos.
78
Agustina Lena

Deben distinguirse entre equidad e igualdad de género:


IGUALDAD contempla que hombres y mujeres tienen los mismos derechos, en tanto son iguales
ante la ley. Por tanto, no deberían existir brechas o diferencias basadas en el género para tener
acceso a las oportunidades. La EQUIDAD se refiere al trato imparcial entre hombres y mujeres y la
injusta retribución que existe entre ambos géneros, en cuanto a los derechos, beneficios y
obligaciones.
Se deben plantean acciones concretas para subsanar estas desventajas. Por ejemplo, las medidas
de acción positiva como la ley de paridad son medidas contribuyen a la equidad de género. La
diferencia entre igualdad de género y equidad de género es que la primera es una disposición que
deriva de un derecho humano, mientras que la equidad de género es una consideración de
carácter ético con la que se intenta aplicar medidas que corrijan el desequilibrio histórico entre los
géneros.

Desigualdad de género y derechos sociales.


Texto de Wlasic.
Lo que denominamos culturalmente “sociedad machista” se ha caracterizado por generar modelos
estereotipados de hombre y de mujer, reservando para ésta actividades tales como maternidad,
crianza y educación de los hijos, tareas propias del hogar, etc.; destacando su inferioridad frente al
hombre, quedando el reservado al mundo de la política, la profesionalización, las ciencias, etc.;
vulnerando así su dignidad y sus derechos y libertades fundamentales.
La agenda internacional de promoción y protección de los DDHH de las mujeres se ha desarrollado
en 2 grandes momentos: 1) Primeramente las mujeres se encargaron de analizar esta realidad y
advirtieron sus padecimientos frente a las reglas sociales dominantes, por lo que comenzaron a
desarrollar su propia autonomía y a adentrarse en la vida universitaria, política y profesional. Se
comienzan a sancionar leyes y diferentes instrumentos
2) Una segunda etapa de evolución en el ordenamiento internacional con respecto a los derechos
de las mujeres, se inició en la primera mitad de los años 90. Se entendió que los instrumentos
específicos por si solo eran insuficientes para garantizar la igualdad de los derechos de las mujeres,
ya que continuaban vulnerándose sus derechos sociales de igual manera: educación, trabajo y
salud, y se comienza a analizar el derecho desde una perspectiva de género. Esta perspectiva
busca examinar el impacto del género en la vida de las personas, sus oportunidades, sus roles
sociales y las interacciones que llevan a cabo con otros, y pretende desnaturalizar el carácter
jerárquico entre los géneros. Este cambio de paradigma se produce para superar la división entre
los derechos de las mujeres y el resto de la humanidad.
En este sentido, la OEA articula que frente a los desafíos sociales afrontados históricamente por las
mujeres es necesaria la definición de mecanismos específicos de protección de sus derechos,
debiendo integrar sistemáticamente la perspectiva de género en la formulación de políticas, la
gestión de programas y la elaboración e implementación de proyectos de la OEA.
La comisión interamericana de DDHH, a partir de la mitad de la década de los 90, comenzó a
dedicar atención a los derechos de las mujeres. Se comenzó a incluir la perspectiva de género en el
SIDH, se tomaron medidas especiales de carácter temporal para acelerar la igualdad de facto entre
el hombre y la mujer y eliminar las formas discriminatorias en razón del género. La ComisiónIDH se
ha ocupado del acceso a las mujeres a los servicios de salud materna y reproductiva, la garantía de
derechos laborales y la participación en la vida pública.

79
Agustina Lena

Indicadores de género y políticas sociales.


La legislación que prohíbe la discriminación contra las mujeres no ha sido suficiente para asegurar
una presencia y participación efectiva en el ámbito político, económico y social, ya que las mujeres
continúan siendo discriminadas, oprimidas y vulnerándose sus derechos y libertades
fundamentales.
Ante esto, en el ámbito internacional ha nacido una nueva estrategia para corregir y superar la
discriminación histórica hacia las mujeres: las medidas de acción positiva.
Estas medidas reconocen la existencia de la discriminación de género y los derechos sociales, y
proponen superarla promoviendo de forma efectiva la igualdad. Son medidas intervencionistas
que procuran modificar la estructura social, resolviendo obstáculos específicos en distintos
ámbitos bajo acciones, políticas y programas, públicos y privados diseñado para igualar las
oportunidades de admisión para las mujeres.
Estas medidas tienen carácter temporal y se utilizan mientras existan situaciones de desigualdad.
Las acciones positivas responden al principio de igualdad que obliga a los poderes públicos a tratar
igual a todos, pero también a tratar desigual a quienes son desiguales de forma que estos
obtengan los mismos derechos. Para conseguir la Igualdad de Oportunidades entre mujeres y
hombres es necesario primero compensar las desigualdades.
Las medidas tienen como objetivos: - Superar los obstáculos específicos que dificultan los
derechos de las mujeres y garantizar los mismos resultados para hombres y mujeres. - Equiparar
las oportunidades de hombres y mujeres en la esfera pública y privada. -Transformar las relaciones
de jerarquía entre los hombres y las mujeres modificando roles y estereotipos.
La CN de nuestro país las consagra en el art. 75 inc. 23 como una facultad del Congreso.
Algunos ejemplos de acciones positivas son:
• Políticas. La aplicación de la ley de paridad en la provincia de santa fe que fue aprobada
recientemente. “La norma aprobada garantiza la participación equitativa de hombres y mujeres
para acceder a cargos públicos, estableciendo que la conformación de las listas de los partidos
políticos para elecciones provinciales, municipales, comunales y de convencionales constituyentes
de la provincia de Santa Fe deberá contener un 50 por ciento de cada género, ubicando de manera
intercalada y consecutiva a mujeres y varones desde la primera candidatura hasta la última.
• Económicas. Subvenciones que favorecen la contratación de mujeres en los espacios en los que
no tienen la misma representación que los hombres.
• Culturales o educativas. Campañas de sensibilización de orientación no sexista. Fomento de
eventos artísticos y culturales donde se visibilice las aportaciones de las mujeres. Concesión de
premios a los medios de comunicación que favorezcan una imagen de igualdad entre hombres y
mujeres.
• Legales. Iniciativas judiciales para que no se discrimine a las mujeres o para prevenir las
situaciones de discriminación y violencia. Por ejemplo, la Ley Micaela  “La normativa establece la
capacitación obligatoria en la temática de género y violencia contra las mujeres, para todas las
personas que se desempeñen en la función pública en todos sus niveles y jerarquías en los
poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la Nación”.
• Sociales. Programas dirigidos a mujeres en el campo de la salud, la participación social, la
integración de minorías étnicas o inmigrantes. Programas de sensibilización en la prevención de la
violencia, etc.

80
Agustina Lena

Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la


Mujer.
Fue adoptada por la Asamblea General de Naciones Unidas en 1979; y aprobada por el Congreso
Nacional 1985. Este tratado internacional en nuestro país goza de jerarquía constitucional.
En esta Convención los Estados partes reafirman el principio de la no discriminación proclamando
que todos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y que cualquier persona puede invocar sus
derechos sin distinción alguna.
Se recuerda que la discriminación contra la mujer viola los principios de igualdad de derechos y el
respeto a la dignidad humana, dificultando su participación en iguales condiciones en la vida
política, social, económica y cultural.
Los Estados condenan este tipo de discriminación y proponen eliminarla, comprometiéndose a:
consagrar en sus CN y en la legislación el principio de igualdad entre hombres y mujeres; adoptar
medidas y sanciones correspondientes para prohibir esta discriminación; proteger los Derechos de
la mujer; garantizar mediante tribunales nacionales y otras instituciones públicas la protección
efectiva de la mujer contra todo acto de discriminación; modificar leyes, reglamentos, usos y
prácticas y derogar disposiciones penales que constituya discriminación; tomar todas las medidas
necesarias para el pleno goce de derechos y libertades fundamentales en igualdad de condiciones.
Se debe suprimir todas las formas de trata y explotación de mujeres; garantizar que las mujeres
puedan: ser elegidas en elecciones; participar en la formación de políticas gubernamentales;
participación en asociaciones y organizaciones no gubernamentales; representar al gobierno en el
plano internacional.
Debe tener Igualdad de derechos que el hombre con respecto a la nacionalidad, garantizando que
ni el matrimonio con un extranjero ni el cambio de nacionalidad del marido cambie
automáticamente su nacionalidad; el mismo acceso a programas de estudios, exámenes y
oportunidades para la obtención de becas; mismas oportunidades para participar activamente en
el deporte que los hombres; derecho al trabajo y mismas oportunidades de empleo; derecho al
ascenso, estabilidad, formación profesional y elegir ésta libremente; derecho a igual remuneración
y trato, seguridad social y vacaciones pagas; prohibición del despido por embarazo o licencia de
maternidad e implantación de la maternidad con sueldo pagado.
La mujer tendrá protección especial durante el embarazo. Deberá contar con acceso a los
servicios, especialmente respecto al embarazo y al período posterior al parto proporcionándose
servicios gratuitos cuando fueren necesarios y asegurando nutrición adecuada durante embarazo y
lactancia.
Los Estados se comprometen a asegurar la aplicación de estas garantías a las mujeres de zonas
rurales, asegurando su igualdad respecto al hombre en el desarrollo rural y en sus beneficios.
Podrán beneficiarse de programas de seguridad social; acceso a créditos y préstamos agrícolas;
obtener todo tipo de educación y formación; participar en actividades comunitarias.
Los Estados reconocen la IGUALDAD CON EL HOMBRE ANTE LA LEY, que implica: misma capacidad
jurídica; iguales derechos para firmar contratos y administrar bienes; trato equivalente en todas
las instancias en tribunales de justicia. Se considerará NULO todo contrato que limitar o anular la
capacidad jurídica de una mujer. Tienen los mismos derechos para circular libremente; contraer
matrimonio; elegir cónyuge mediante libre albedrío y pleno consentimiento; elegir el número de
sus hijos y respecto la tutela, curatela, custodia o adopción.

81
Agustina Lena

Se crea el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, formado por 23


expertos de prestigio moral elegidos por los estados partes y con una distribución geográfica
equitativa, con mandatos por 4 años.
Las personas y ONGs pueden denunciar a un Estado, por violación de derechos consagrados en la
Convención. Los Estados se comprometen a someter un informe sobre las medidas adoptadas
para hacer efectivas las disposiciones de la convención, al menos cada cuatro años y cuando el
Comité lo solicite, y este formulara sus observaciones pertinentes.

Convención de Belem do Para o Convención Interamericana para prevenir, sancionar


y erradicar la violencia contra la mujer.
Durante su vigésimo cuarto período ordinario de sesiones celebrado en Belém do Pará, Brasil, la
Asamblea General de la OEA aprobó la Convención de Belém do Pará; entró en vigor el 5 de marzo
de 1995.
Establece que la violencia contra la mujer trasciende todos los sectores de la sociedad
independientemente de su clase, raza, nivel de ingresos, cultura, edad o religión. La violencia
contra la mujer es cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o
sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público o privado, incluye
violencia física, sexual y psicológica. Puede darse dentro de la familia, dentro de un domicilio en
común; darse dentro de la comunidad por cualquier persona; en el lugar de trabajo, instituciones
educativas, establecimientos de salud; puede ser perpetrada o tolerada por el Estado o sus
agentes.
Toda mujer puede ejercer sus Derechos civiles, políticos, económicos y culturales. Su DD a vivir
una vida libre de violencia incluye a) ser libre de toda forma de discriminación b) ser valorada y
educada libre de patrones estereotipados de comportamiento y prácticas sociales y culturales
basadas en conceptos de inferioridad o subordinación.
Obligaciones generales de los Estados: condenar todas las formas de violencia contra la mujer e
investigar, enjuiciar y sancionar tales actos con la debida diligencia; abstenerse de cualquier acción
o práctica de violencia contra la mujer; adoptar medidas jurídicas para que el agresor se abstenga
de hostigar, intimidar, amenazar, dañar o poner en peligro la vida de la mujer; modificar o abolir
leyes, reglamentos o prácticas que respalden o toleren la violencia contra la mujer; establecer
procedimientos legales, justos y eficaces para la mujer que haya sido sometida a violencia, que
incluyan medidas de protección, juicio oportuno y el acceso efectivo a tales procedimientos; y
asegurar que la mujer objeto de violencia tenga acceso al resarcimiento y reparación del daño.
Los Estados deberán adoptar, en forma progresiva, medidas específicas para: fomentar el derecho
de la mujer a una vida libre de violencia; fomentar la educación y capacitación del personal de
justicia, policial, etc.; fomentar programas de educación para concientizar los problemas
relacionados con la violencia contra la mujer; alentar a los medios de comunicación a elaborar
directrices de difusión que contribuyan a erradicar la violencia contra la mujer; promover la
cooperación internacional para el intercambio de experiencias y la ejecución de programas
encaminados a proteger a la mujer; ofrecer a la mujer acceso a programas que le permitan
participar plenamente en la vida pública, privada y social.
Para la adopción de las medidas los Estados Partes tendrán en cuenta la situación de violencia que
pueda sufrir la mujer en razón de su raza o de su condición étnica, de emigrante, refugiada o
desplazada. Se considerará que la mujer es objeto de violencia cuando está embarazada, es

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Agustina Lena

discapacitada, menor de edad, anciana, en situación socioeconómica desfavorable o afectada por


situaciones de conflictos armados o privación de su libertad.
Los Estados Partes deberán incluir información sobre las medidas adoptadas para prevenir y
erradicar la violencia contra la mujer y las dificultades que observen en su aplicación y los factores
que contribuyan a la violencia contra la mujer, pudiendo requerir opiniones a la CIDH sobre la
interpretación de ésta. Cualquier persona o grupo de personas, o entidad no gubernamental
legalmente reconocida en uno o más Estados miembros de la Organización, puede presentar a la
Comisión Interamericana peticiones que contengan denuncias o quejas de violación por un Estado
Parte.

NORMATIVA EN EL ÁMBITO NACIONAL:


En la CN: *Art 75 inc. 23 *Art 37 consagran igualdad real de oportunidades entre hombres y
mujeres, para el acceso a cargos políticos a través de la regulación del régimen electoral y los
partidos políticos.
Leyes nacionales: se han sancionado diversas leyes tales como: Ley de Trata de Personas (2008)
Ley Antidiscriminatoria.
Protección Integral de los derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes. (2005)
Ley de Protección Integral de la Mujer: Esta Ley previene, sanciona y erradica la violencia contra
las mujeres. Fue promulgada en 2009. Promueve y garantiza el dh de las mujeres a una vida sin
violencia. La ley define a la violencia contra las mujeres como: “toda conducta, acción u omisión,
que, de manera directa o indirecta, en el ámbito público o privado, afecte su vida, libertad,
dignidad, integridad física, psicológica, sexual, patrimonial, seguridad personal. Se considera
violencia indirecta, a toda conducta, acción, omisión discriminatoria que ponga a la mujer en
desventaja con respecto al varón.”
Consagra diferentes tipos de violencia: Física: se emplea contra el cuerpo de la mujer produciendo
dolor, daño o riesgo de producirlo afectando su integridad física. Psicológica: causa daño
emocional y disminución de la autoestima, busca controlar sus acciones, comportamientos,
decisiones, mediante amenaza, acoso, hostigamiento, restricción, humillación, manipulación.
Incluye también culpabilización, vigilancia constante, exigencia de obediencia, coerción verbal,
insulto, indiferencia, celos excesivos, ridiculización, entre otros. Sexual: Cualquier acción que
implique la vulneración en todas sus formas, con o sin acceso genital, del derecho de la mujer de
decidir voluntariamente acerca de su vida sexual o reproductiva a través de amenazas, coerción,
uso de la fuerza o intimidación. Económica y patrimonial: ocasiona un menoscabo en los recursos
económicos o patrimoniales de la mujer, a través de: perturbación de la posesión, tenencia o
propiedad de sus bienes; pérdida, destrucción, retención de objetos, etc.; limitación de recursos
económicos destinados a satisfacer sus necesidades o privación de medios indispensables para
vivir una vida digna; limitación o control de sus ingresos. Simbólica: a través de patrones,
mensajes, íconos o signos transmita y reproduzca dominación, desigualdad y discriminación en las
relaciones sociales, naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad.
a) Violencia doméstica: ejercida por un integrante del grupo familiar. b) Violencia institucional:
realizada por funcionarios, profesionales, personal y agentes pertenecientes a cualquier órgano,
ente o institución pública, que tenga como fin obstaculizar o impedir que las mujeres tengan
acceso a políticas públicas y ejerzan sus derechos. c) Violencia laboral: discrimina a las mujeres en
los ámbitos de trabajo públicos o privados y obstaculiza su acceso al empleo, contratación,
ascenso o permanencia en el mismo, exigiendo requisitos sobre estado civil, maternidad, edad,
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apariencia física. d) Violencia contra la libertad reproductiva: vulnera el derecho a decidir libre y
responsablemente el número de embarazos o el intervalo entre los nacimientos. e) Violencia
obstétrica: la ejerce el personal de salud sobre el cuerpo y los procesos reproductivos de las
mujeres, mediante un trato deshumanizado, abuso de medicalización, etc. f) Violencia mediática:
publicación o difusión de mensajes e imágenes a través de cualquier de comunicación, que
promueva la explotación de mujeres o discrimine, humille o atente contra su dignidad, también la
utilización de mujeres, adolescentes y niñas en mensajes e imágenes pornográficas.
El Consejo Nacional de la Mujer es un Organismo que se encarga de diseñar políticas públicas para
hacer efectiva las disposiciones de la ley. Además, asiste gratuitamente a las víctimas de violencia
de género, realiza programas sociales y campañas de concientización; y garantiza el acceso a los
servicios de atención específica para mujeres privadas de libertad. El Organismo es competente
para implementar una línea telefónica gratuita para dar contención, información y brindar
asesoramiento sobre recursos existentes en materia de violencia contra las mujeres y asistencia a
quienes la padecen.

Diversidad sexual:
La diversidad sexual hace referencia al conjunto de orientaciones sexuales, identidades de género,
expresiones de género; y a la posibilidad que tiene una persona de desarrollarlos de una manera
libre y responsable.
La orientación sexual hace referencia a las atracciones que puede tener una persona hacia otra. La
identidad sexual hace referencia a como nos percibimos a nosotros mismos. Las expresiones de
genero son las formas en que nosotros manifestamos nuestro género.
Hablar de diversidad sexual permite reconocer que las sexualidades, junto con el género y la
corporalidad, no son realidades meramente biológicas y estáticas, sino que pueden variar,
encontrando con otras posibilidades.
Desde una dimensión política se utiliza este concepto para hacer referencia a aquellas
sexualidades consideradas no hegemónicas, invisibilizadas y estigmatizadas. Aquellas que no se
corresponden con el modelo heterosexual dominante o con el sexo asignado al nacer.
A lo largo de la historia, se han desarrollado numerosas discriminaciones por orientación sexual o
identidad de género. Estas son prácticas, caracterizadas por una actitud hostil hacia la diversidad
sexual, que concibe y marca las sexualidades no dominantes como contrarias, inferiores, no
deseables o anormales, produciendo así un estigma sobre estas personas, representándolas como
pecadoras, enfermas, peligrosas, delincuentes, criminales o desequilibradas.
La comunidad LGTBI ha sido sometida a esta discriminación, la cual se expresa en diferentes
formas activas de violencia física y verbal, el rechazo silencioso e institucionalizado hacia las
personas LGTBI o percibidas como tales. Estas prácticas muchas veces limitan, obstruyen o niegan
el acceso a derechos, espacios, reconocimiento, prestigio o poder.
Un ejemplo de esto son las personas trans: aquellos cuya identidad de género no coincide con el
sexo asignado al momento de su nacimiento. Se trata de una de las poblaciones más vulnerables y
vulneradas de nuestra sociedad, donde un alto porcentaje de sus integrantes vive en la pobreza o
en la extrema pobreza, posee un bajo nivel de educación y formación para el empleo y tiene un
escaso acceso a las instituciones de salud. Se deben adoptar medidas de acción positiva para esta
situación. Ej.: ley cupo laboral trans = Se establece que las personas travestis, transexuales y
transgénero, que reúnan las condiciones de idoneidad, deberán ocupar cargos en el sector público
nacional en una proporción no inferior al 1%. Se deberán establecer reservas de puestos de
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trabajo para personas travestis, transexuales o transgénero para garantizar el cumplimiento del
cupo laboral.
En 2012 se sanciono la Ley de identidad de género que establece el derecho de toda persona al
reconocimiento de su identidad de género; al libre desarrollo de su persona conforme a su
identidad de género; a ser tratada de acuerdo con su identidad de género y, en particular, a ser
identificada de ese modo.
Consagra que la identidad de género es la vivencia interna e individual del género tal como cada
persona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al momento del
nacimiento. Esto puede involucrar modificación de la apariencia o función corporal a través de
medios farmacológicos, quirúrgicos o de otra índole, siempre que ello sea libremente escogido.
También la vestimenta, el modo de hablar y los modales.
Toda persona podrá solicitar la rectificación registral del sexo, y el cambio de nombre de pila e
imagen, cuando no coincidan con su identidad de género auto percibida. Esta deberá tener
mínima dieciocho (18) años de edad; presentar ante el Registro Nacional de las Personas o sus
oficinas, una solicitud requiriendo la rectificación registral de la partida de nacimiento y el
documento nacional de identidad correspondiente; expresar el nuevo nombre de pila elegido con
el que solicita inscribirse. Para los menores de edad, se requiere que la solicitud del trámite sea
efectuada a través de sus representantes legales y con expresa conformidad del menor.
Cumplidos los requisitos, el/la oficial público procederá a notificar de oficio la rectificación de sexo
y cambio de nombre de pila al Registro Civil de la jurisdicción donde fue asentada el acta de
nacimiento para que proceda a emitir una nueva partida de nacimiento ajustándola a dichos
cambios, y a expedirle un nuevo documento nacional de identidad que refleje la rectificación
registral del sexo y el nuevo nombre de pila.
Los efectos de la rectificación del sexo y el/los nombre/s de pila, serán oponibles a terceros desde
el momento de su inscripción en el/los registro/s. La rectificación registral no alterará la titularidad
de los derechos y obligaciones jurídicas que pudieran corresponder a la persona, ni las
provenientes de las relaciones propias del derecho de familia, las que se mantendrán
inmodificables, incluida la adopción.
Sólo tendrán acceso al acta de nacimiento originaria quienes cuenten con autorización del/la
titular de la misma o con orden judicial por escrito y fundada. No se dará publicidad a la
rectificación registral de sexo y cambio de nombre de pila en ningún caso, salvo autorización del/la
titular de los datos.
Todas las personas mayores de dieciocho años de edad podrán, acceder a intervenciones
quirúrgicas totales y parciales y/o tratamientos integrales hormonales para adecuar su cuerpo,
incluida su genitalidad, a su identidad de género auto percibida, sin necesidad de requerir
autorización judicial o administrativa. Se requerirá, únicamente, el consentimiento informado de la
persona. El sistema público de salud, ya sean estatales, privados o del subsistema de obras
sociales, deberán garantizar los derechos de esta ley.
Deberá respetarse la identidad de género adoptada por las personas, en especial por niñas, niños y
adolescentes, que utilicen un nombre de pila distinto al consignado en su documento nacional de
identidad.
Toda norma, reglamentación o procedimiento deberá respetar el derecho humano a la identidad
de género de las personas. Nada podrá limitar, restringir, excluir o suprimir el ejercicio del derecho
a la identidad de género de las personas, debiendo interpretarse y aplicarse las normas siempre a
favor de este.
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Agustina Lena

Matrimonio igualitario.
Es el matrimonio constituido por dos personas del mismo sexo.
En nuestro país encontramos la ley 26.618 de Matrimonio Igualitario, sancionada por el Congreso
en 2010. Establece que todas las referencias a la institución del matrimonio que contiene nuestro
ordenamiento jurídico se entenderán aplicables tanto al matrimonio constituido por 2 personas
del mismo sexo o por 2 personas de distinto sexo. Los integrantes de las familias cuyo origen sea
un matrimonio constituido por 2 personas del mismo sexo, así como por personas de distinto sexo,
tendrán los mismos derechos y obligaciones.
Ninguna norma del ordenamiento jurídico argentino podrá ser interpretada ni aplicada en el
sentido de limitar, restringir, excluir o suprimir el ejercicio o goce de los mismos derechos y
obligaciones, tanto al matrimonio constituido por personas del mismo sexo como al formado por
personas de distinto sexo. Se permite a las personas del mismo sexo llevar a cabo trámites de
adopción.

LEGISLACIÓN INTERNACIONAL:
Los Principios de Yogyakarta: es un documento que recoge una serie de principios relativos a
la orientación sexual e identidad de género, con la finalidad de orientar la interpretación y
aplicación de las normas del Derecho internacional de los derechos humanos, estableciendo
estándares básicos, para evitar los abusos y dar protección a derechos humanos de
personas lesbianas, gays, bisexuales y transexuales.
Ratifican estándares legales internacionales vinculantes que los Estados deben cumplir. Prometen
un futuro diferente, donde todas las personas, habiendo nacido libres e iguales en dignidad y
derechos, podrán ejercer este derecho adquirido al momento de nacer.
La violación a los derechos humanos de las personas por su orientación sexual e identidad de
género constituye un patrón global que preocupa gravemente. Entre esas violaciones a los
derechos humanos podemos mencionar: los asesinatos extralegales, tortura y maltrato, ataques y
violaciones sexuales, invasión a la privacidad, detenciones arbitrarias, negar las oportunidades de
empleo y educación, etc.
Ante esto, los Principios de Yogyakarta consagran el principio de universalidad de los derechos
humanos y su aplicación a todas las personas sin discriminación.
Reconoce que hay una responsabilidad compartida entre una serie de actores de promover y
proteger los derechos humanos y de integrar estos estándares en su labor. Se insta al Consejo de
Derechos Humanos a “dar la debida atención a las violaciones de derechos humanos basadas en la
orientación sexual y la identidad de género” y hace un llamado a “todos los Procedimientos
Especiales y órganos de tratados a que continúen incluyendo las violaciones de derechos humanos
basadas en la orientación sexual y la identidad de género dentro de sus mandatos pertinentes”.

Reglas de Brasilia: son un conjunto de 100 reglas que consagran estándares básicos para garantizar
el acceso a la justicia a las personas en condición de vulnerabilidad, aprobadas en la XIV Cumbre
Judicial Iberoamericana realizada en Brasilia en 2008.
Establecen que el sistema judicial se debe configurar como un instrumento para la defensa
efectiva de los derechos de las personas en condición de vulnerabilidad.
Las Reglas tienen como objetivo garantizar las condiciones de acceso efectivo a la justicia de las
personas en condición de vulnerabilidad, sin discriminación alguna, englobando el conjunto de
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Agustina Lena

políticas, medidas, facilidades y apoyos que les permitan el pleno reconocimiento y goce de los
Derechos Humanos que les son inherentes ante los sistemas judiciales.
Establece que una persona o grupo se encuentran en condición de vulnerabilidad, cuando por
razones de su edad, género, orientación sexual e identidad de género, estado físico, o por
circunstancias sociales, económicas, étnicas, encuentran especiales dificultades para ejercitar con
plenitud ante el sistema de justicia los derechos reconocidos por el ordenamiento. Ej.: niños/as,
adolescentes y ancianos, comunidades indígenas, la pobreza, el género, la orientación sexual e
identidad de género, etc.
Se promover condiciones necesarias para que la tutela judicial de los derechos reconocidos por el
ordenamiento sea efectiva, adoptando medidas que mejor se adapten a cada condición de
vulnerabilidad. Se promoverán todos los apoyos necesarios destinados a proporcionar información
básica sobre sus derechos, procedimientos y lo relevante de su intervención. Los Estados
garantizarán la creación y desarrollo de oficinas de información.
Se promoverá asistencia técnico jurídica a la persona en condición de vulnerabilidad, sin retrasos
necesarios e incluso cuando aún no se haya iniciado un proceso judicial.
Se revisarán las reglas de procedimiento y se adoptarán medidas de organización y gestión judicial.
Se buscará una mayor agilidad, simplificando requisitos exigidos. Se adoptarán medidas necesarias
para evitar retrasos en la tramitación de las causas, garantizando la pronta resolución judicial, así
como una ejecución rápida de lo resuelto, etc.
Se impulsarán medios alternativos de resolución de conflictos en aquellos supuestos donde resulte
apropiado, tanto antes del inicio del Proceso como durante la tramitación del mismo. Se velará
para que, en todas las actuaciones judiciales se respete la dignidad de la persona, otorgándole un
trato diferenciado adecuado a las circunstancias propias de su situación.
Toda persona en condición de vulnerabilidad tiene el derecho a entender y ser entendida. Se
adoptarán las medidas necesarias para reducir las dificultades de comunicación que afecten la
comprensión de las actuaciones judiciales garantizando que ésta pueda comprender su alcance y
significado; utilizándose términos y estructuras gramaticales simples y comprensibles; se respetara
el uso del lenguaje inclusivo. Se garantizará la asistencia gratuita de una persona intérprete o
traductora, cuando alguien no conozca, hable o entienda el idioma utilizado. Este derecho será
también aplicable a personas con limitaciones auditivas o de expresión oral.
Se constituirá una Comisión de Seguimiento para elevar a cada Plenario de la Cumbre un informe
sobre la aplicación de las presentes Reglas; promoverá ante organismos internacionales la
elaboración, adopción y fortalecimiento de políticas públicas que mejoren las condiciones de
acceso a la justicia por parte de las personas en condición de vulnerabilidad; propondrá
modificaciones y actualizaciones al contenido de estas Reglas. La Comisión estará compuesta por
cinco miembros designados por la Cumbre Judicial Iberoamericana y tendrá un número máximo de
nueve miembros

DERECHOS HUMANOS DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS.


Los pueblos indígenas originarios, son un grupo en situación de vulnerabilidad que, desde el
momento de la “Conquista de América”, sufrieron padecimientos constantes. Fueron arrasados
por las enfermedades traídas por los conquistadores desde Europa, y hasta explotados
inhumanamente. Posteriormente, el rol económico de los países latinoamericanos por la provisión
de materia prima impuso la necesidad de ocupar estos territorios para explotar sus recursos
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Agustina Lena

naturales. Lo que implico que estos grupos sean desplazados de sus tierras. También, políticas
culturales hegemónicas tendieron a ir diluyendo su identidad como pueblos originarios,
portadores de una organización y una tradición propia e intransferible.
Hoy en día, estas comunidades se ven sometidos a prejuicios y discriminaciones injustas en varios
países de América latina. Se violan sus derechos humanos aprovechándose de su especial situación
de vulnerabilidad, consecuencia de la falta de protección en sus necesidades básicas, y la ausencia
de respuestas de los distintos estamentos públicos, encargados de reconocer y garantizar el libre y
pleno ejercicio de los derechos en condiciones de igualdad.
La carencia de recursos económicos, el no reconocimiento de aspectos esenciales a su identidad
cultural, la falta de acceso a condiciones mínimas para el desarrollo (acceso a vivienda, a la
educación), el no otorgamiento de condiciones básicas (salud, agua potable, higiene), sumado a
los patrones estereotipados hacia las comunidades indígenas, llevan a éstas a experimentar esta
vulnerabilidad.
Diariamente, en muchos países de nuestra región, miles de personas pertenecientes a
comunidades indígenas sufren en carne propia la persecución, la humillación, y la discriminación,
por el solo hecho de ser indígenas.

MARCO NORMATIVO:
Podemos encontrarnos con varios instrumentos internacionales que contemplan el derecho de los
pueblos originarios.
Convenio N° 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes: Es un
convenio adoptado por la Organización Internacional del Trabajo que se ha consagrado como el
principal instrumento internación de protección a los indígenas.
Se aplica a: pueblos tribales en países independientes, cuyas condiciones sociales, culturales y
económicas les distingan de otros sectores de la colectividad nacional, y que estén regidos total o
parcialmente por sus propias costumbres o tradiciones o por una legislación especial; pueblos en
países independientes, considerados indígenas por descender de poblaciones que habitaban en el
país y que conservan sus propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas.
Deberes del gobierno: Deberá asumir medidas que aseguren a los miembros de dichos pueblos
gozar, en pie de igualdad, de los derechos y oportunidades que la legislación nacional otorga a los
demás miembros de la población, y promover la plena efectividad de los derechos sociales,
económicos y culturales de esos pueblos, respetando su identidad social y cultural, sus
costumbres, tradiciones e instituciones ayudando a eliminar las diferencias socioeconómicas que
puedan existir entre.
Los pueblos deberán gozar plenamente de los derechos humanos y libertades fundamentales, sin
obstáculos ni discriminación, sean hombres o mujeres; decidir sobre sus vidas, creencias,
instituciones y bienestar espiritual y a las tierras que ocupan o utilizan, y controlar su propio
desarrollo económico, social y cultural; participar en la formulación, aplicación y evaluación de
planes y programas de desarrollo nacional y regional susceptibles de afectarles directamente.
Deberán adoptarse las medidas especiales que se precisen para salvaguardar las personas,
instituciones, bienes, el trabajo, las culturas y el medio ambiente de los pueblos interesados.
Deberán respetarse los métodos a los que los pueblos interesados recurren tradicionalmente para
la represión de los delitos cometidos por sus miembros; las autoridades y los tribunales llamados a
pronunciarse sobre cuestiones penales deberán tener en cuenta sus costumbres; cuando se
impongan sanciones penales deberán tenerse en cuenta sus características económicas, sociales y
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Agustina Lena

culturales, y deberá darse la preferencia a tipos de sanción distintos del encarcelamiento; deberán
tomarse medidas para garantizar que los miembros de dichos pueblos puedan comprender y
hacerse comprender en procedimientos legales, facilitándoles, si fuere necesario, intérpretes u
otros medios eficaces.
Se reconoce a los pueblos interesados el derecho de propiedad y de posesión sobre las tierras que
tradicionalmente ocupan. Además, en los casos apropiados, deberán tomarse medidas para
salvaguardar el derecho de los pueblos interesados a utilizar tierras que no estén exclusivamente
ocupadas por ellos, pero a las que hayan tenido tradicionalmente acceso para sus actividades
tradicionales y de subsistencia. Podrán participar en la utilización, administración y conservación
de los recursos naturales.
Cuando excepcionalmente el traslado y la reubicación de esos pueblos se consideren necesarios,
sólo deberán efectuarse con su consentimiento libre y con pleno conocimiento de causa. Y
tendrán derecho de regresar a sus tierras tradicionales en cuanto dejen de existir las causas que
motivaron su traslado y reubicación. Caso contrario, recibirán nuevas tierras o la correspondiente
indemnización.
Deberá impedirse que personas extrañas a esos pueblos puedan aprovecharse de sus costumbres
o de su desconocimiento de las leyes para arrogarse la propiedad, posesión o el uso de sus tierras.
Los gobiernos deberán adoptar medidas especiales para garantizar a los trabajadores de esos
pueblos una protección eficaz en materia de contratación y empleo, así como evitar cualquier
discriminación entre los trabajadores. Los gobiernos deben asegurarse de que no estén sometidos
a condiciones de trabajo peligrosas para su salud, ni sujetos a sistemas de contratación coercitivos.
La artesanía, las industrias rurales, y las actividades tradicionales relacionadas con la economía de
subsistencia de los pueblos interesados, como la caza, la pesca, la caza con trampas y la
recolección, deben reconocerse como factores importantes del mantenimiento de su cultura, su
autosuficiencia y desarrollo económicos.
Se deberá garantizar seguridad social y salud sin discriminación, garantizando que puedan gozar
del máximo nivel posible de estos. Además, garantizar la educación a todos los niveles, en pie de
igualdad con el resto de la comunidad nacional. Los programas y los servicios de educación
deberán desarrollarse y aplicarse en cooperación con éstos a fin de responder a sus necesidades
particulares, y deberán abarcar su historia, sus conocimientos y técnicas, sus valores. Se reconoce
el derecho de esos pueblos a crear sus propias instituciones y medios de educación. Se debe
facilitar los contactos y la cooperación entre pueblos indígenas y tribales a través de las fronteras,
incluidas las actividades en las esferas económica, social, cultural, espiritual y del medio ambiente.

Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas.
Fue aprobada por la Asamblea General de la ONU en 2007.
Se afirma que los pueblos indígenas son iguales a todos los demás pueblos y que tienen derecho a
ser respetados, a la diversidad y riqueza de las civilizaciones y culturas. Se afirma que todas las
doctrinas, políticas y prácticas basadas en la superioridad de determinados pueblos o individuos
son racistas, científicamente falsas, jurídicamente inválidas, moralmente condenables y
socialmente injustas.
Se reconoce la urgente necesidad de respetar y promover los derechos intrínsecos de los pueblos
indígenas, que derivan de sus estructuras políticas, económicas y sociales y de sus culturas,
especialmente los derechos a sus tierras, territorios y recursos.

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Agustina Lena

Se reconocen sus DD fundamentales, la igualdad, su libertad y su libre determinación, su derecho a


conservar sus instituciones políticas, jurídicas, económicas, sociales y culturales, su derecho a
participar plenamente en la vida política, económica, social y cultural del Estado.
Los Estados establecerán mecanismos eficaces para la prevención y el resarcimiento de todo acto
que los prive de su integridad como pueblos o de sus valores culturales o su identidad étnica; todo
acto que tenga por objeto desposeerlos de sus tierras, territorios o recursos; toda forma de
traslado forzado; toda forma de propaganda que tenga como fin promover o incitar a la
discriminación racial o étnica dirigida contra ellos.
Poseen derechos respecto el cadáver de sus habitantes; a establecer y controlar sus sistemas e
instituciones que impartan educación en sus propios idiomas, y métodos culturales de enseñanza y
aprendizaje; a la dignidad y a la diversidad cultural, al acceso a medios de información y a la
utilización de los propios; a no ser sometidas a condiciones discriminatorias de trabajo; al
mejoramiento de sus condiciones económicas y sociales; a determinar las medidas propias para su
desarrollo; al cuidado del medio ambiente y de la productividad de sus tierras; a mantener su
patrimonio y su vida cultural; a recibir asistencia financiera y técnica de los Estados; a
procedimientos equitativos y justos para el arreglo de conflictos y controversias.
No se desarrollarán actividades militares en su territorio.

ART. 75 INC. 17 DE LA CN: Corresponde al Congreso: reconocer la preexistencia étnica y cultural de


los pueblos indígenas argentinos; garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educación
bilingüe e intercultural; reconocer la personería jurídica de sus comunidades y la posesión y
propiedad comunitaria de las tierras que tradicionalmente ocupan y regular la entrega de otras
aptas para su desarrollo humano; Asegurar la participación en la gestión efectiva de sus recursos
naturales y demás intereses que los afectan. Además, se establece que las provincias pueden
ejercer concurrentemente estas atribuciones. En la provincia de SF existen leyes y decretos
referidas a la adjudicación de tierras fiscales a los pueblos originarios.

DERECHO A LA EXTRANJERIA. La política migratoria en Argentina.


Es el conjunto de normas jurídicas a través de las cuales un Estado regula las condiciones de
ingreso, permanencia y expulsión de las personas extranjeras en su jurisdicción; incluido el
derecho de protección diplomática (de un nacional bajo jurisdicción de un Estado extranjero).
Estas normas jurídicas regulan la situación del extranjero en relación al territorio argentino.

La política migratoria en Argentina.


Desde la Constitución originaria de 1853 se incorporaron diversos artículos que aluden al incentivo
de la inmigración.
Por ej: el Preámbulo, donde se admiten a todos los hombres del mundo que quieran habitar el
suelo argentino
El Art 20 propone que los extranjeros gozan en el territorio de la Nación los mismos derechos
civiles del ciudadano (no los políticos), pudiendo ejercer la industria, poseer bienes, testar y
casarse conforme a las leyes. Establece que la nacionalización se obtiene residiendo dos años
continuos en la Nación, pudiendo la autoridad acortarlos a favor de quien lo solicite.

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El Art 25 que establece que el Gobierno Federal fomentará la inmigración europea, no pudiendo
restringir la entrada de extranjeros que traigan por objeto labrar la tierra, mejorar las industrias e
introducir y enseñar las ciencias y artes.
El Art 125 establece que las Provincias pueden promover la inmigración.
El Art 75 inc. 12 establece que corresponde al Congreso promover la inmigración, dictando leyes
sobre nacionalización y seguridad de las fronteras.

La ley de migraciones 25871. Los derechos fundamentales de los migrantes.


Promulgada en el 2004, esta ley se aplica a la admisión, el ingreso, la permanencia y el egreso de
personas inmigrantes.
Se entiende por “inmigrantes” a los extranjeros que deseen ingresar, transitar, residir o
establecerse definitiva, temporaria o transitoriamente en el país. Se deberá facilitar la entrada de
visitantes a la República Argentina para los propósitos de impulsar el comercio, el turismo, las
actividades culturales, científicas, tecnológicas y las relaciones internacionales.
La ley reconoce a las personas extranjeras iguales derechos civiles y económicos, sociales y
culturales que a los nacionales; esto es, el derecho a la educación, al acceso a la salud, a trabajar, a
obtener asistencia jurídica gratuita y eficaz, a participar en la vida cultural, etc.
El derecho a la migración es esencial e inalienable de la persona y la República Argentina lo
garantiza sobre la base de los principios de igualdad y universalidad.
La ley instituye a la Dirección Nacional de Migraciones como autoridad competente, con la
asistencia de la Policía Migratoria. La primera está habilitada para otorgar permisos de residencia,
según las categorías: 1-Residentes permanentes: Es el caso de los extranjeros que pretenden
establecerse definitivamente en el país. Están facultados para trabajar. Este régimen es aplicable
también parientes (cónyuge, hijo/as, progenitores) de ciudadanos argentinos nativos o por opción.
2-Residentes temporarios: Extranjeros que se encuentran en el país durante un plazo prolongado.
Pueden trabajar durante dicho plazo. Aquí se encuentran distintas subcategorías, como
trabajadores migrantes; estudiantes; científicos; deportistas; refugiado; etc.
3-Residentes transitorios: Extranjeros que se encuentran en la subcategoría de turistas; pasajeros
en tránsito; los que ingresan por tratamiento médico; tripulantes del transporte internacional;
académicos; especiales.
Residencia precaria: Mientras se formalice el trámite correspondiente, la autoridad de aplicación
podrá conceder una autorización de "residencia precaria" (que será revocable cuando se
desnaturalicen los motivos que se tuvieron en cuenta para su otorgamiento). Su validez es hasta
180 días y habilita a sus titulares a permanecer, salir y reingresar al territorio nacional, trabajar y
estudiar durante ese tiempo.
La ley permite impedir el ingreso y permanencia de extranjeros al territorio Nacional cuando:
presenten documentación falsa o adulterada; haber sido expulsados; haber cometido crímenes de
genocidio, de guerra o de lesa humanidad; tener antecedentes por tráfico de armas; lavar dinero,
etc.; ingresar al territorio eludiendo los controles migratorios.

OPINION CONSULTIVA N° 18/03 DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DDHH:


Fue solicitada por el Estado de México en 2002, donde elaboro una serie de preguntas sobre los
migrantes en relación con sus derechos laborales, y de no discriminación y protección igualitaria y
efectiva de la ley.

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Agustina Lena

Lo que dijo la Corte: El principio de igualdad ante la ley, igual protección y no discriminación son
normas ius cogens del derecho internacional (son efectivamente imperativos). Es aplicable a todo
Estado, independientemente de que sea parte o no de un tratado internacional, y genera efectos
con respecto a terceros. El Estado no puede actuar en contra del principio de igualdad y no
discriminación en perjuicio de un determinado grupo de personas. La obligación general de
respetar y garantizar el ejercicio de los derechos tiene carácter erga omnes; se impone a los
Estados, en beneficio de los seres humanos bajo sus jurisdicciones, independientemente del
estatus migratorio; deben garantizarlo a sus ciudadanos y a toda persona extranjera que se
encuentre en su territorio, sin discriminación alguna por su regular o irregular estancia,
nacionalidad, raza, género o cualquier otra causa.
El Estado y los particulares no están obligados a brindar trabajo a los migrantes indocumentados.
Pero si los migrantes indocumentados son contratados para trabajar, inmediatamente se
convierten en titulares de los derechos laborales que corresponden a los trabajadores, sin que
exista posibilidad de discriminación por su situación irregular. La calidad migratoria de una
persona no puede usarse para privarla del goce y ejercicio de sus ddhh. Los trabajadores migrantes
indocumentados poseen los mismos derechos laborales que corresponden a los demás
trabajadores del Estado de empleo.

UNIDAD 9
El derecho a la libertad y seguridad personales.

Los derechos a la libertad en la Constitución Nacional.


Texto Bidart Campos.
La libertad es un derecho humano sagrado, fundamental e imprescriptible que todos los seres
humanos poseen. Es un derecho de primera generación, por lo que se encuentra regulado en
diversos instrumentos internacionales.
Este derecho dispone de una amplia normativa, ya que se encuentra en numerosos artículos de
nuestra Constitución Nacional.
-Preámbulo: primeramente, podemos encontrarlo en el preámbulo, que lo considera como uno de
los fines del Estado, una pauta genérica: “asegurar los beneficios de la libertad”.
-Art 15: hace referencia a la libertad jurídica, al hombre como sujeto capaz de derecho, al
consagrar la abolición de la esclavitud.
-Art 14: consagra varias libertades como la de locomoción o ambulatoria; de Religión, de
Expresión, y de Reunión.
-Art18: Refiere a la Libertad Física: a no ser arrestado sin causa justa y sin forma legal, para evitar
una privación ilegal de la libertad. Apareja, asimismo, la libertad de locomoción.
-Art 19: establece la Libertad de intimidad: consagra la tutela jurídica de la vida privada, y un
respeto hacia esta. Establece que las acciones privadas de las personas, que no afectan el orden, la
moral pública, ni perjudican a terceros, quedan reservadas a Dios, y están exentas de la actuación
de los órganos judiciales. Pueden comprenden conductas y situaciones que pueden ser conocidas
públicamente, y, aun así, se refugian en la intimidad cuando hacen esencialmente a la vida privada
libertad religiosa o de vestir.
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Agustina Lena

La seguridad.
La seguridad debe ser entendida como un valor. La Constitución se refiere a la seguridad desde el
preámbulo como en algunos artículos.
➢ Seguridad Personal: este derecho consagra la garantía de que los arrestos o privaciones a la
libertad que se realicen a los individuos no sean arbitrarios y sean conforme a la ley y
autorizados por ella. Cuando se vulneren estos derechos, el individuo deberá contar con
garantías adecuadas para hacer valer y defenderlos.
➢ Seguridad Jurídica: Tiene que ver con la expectativa de contar con decisiones estatales
predecibles, que respeten el plan constitucional de reparto de competencias, y que un
órgano no asuma funciones de otro. Se busca reducir el margen de incertidumbre y brindar
cierto espacio de tranquilidad al individuo respecto del contenido de sus derechos.
➢ Seguridad Pública: refiere a la tranquilidad de los habitantes, con el derecho a poder
disfrutar sin excesivo riesgo o temores de los demás derechos constitucionales, como los
de libre circulación, propiedad, vida, salud, integridad física, etc. Se imponen dos
obligaciones por parte del Estado para proteger esta expectativa de seguridad pública: la
preventiva y la represiva. Las fuerzas de seguridad -como la policía- deben mantener la paz
social, ya sea a través de: I. la Seguridad Preventiva que tiende a prevenir que se cometan
delitos; II. la Seguridad Represiva que tiende a reprimir los delitos cometidos.
Los Estados tienen la obligación de adoptar medidas razonables y adecuadas para proteger a las
personas, garantizando su seguridad personal. Esta protección incluye la defensa frente todo tipo
de amenaza, intimidación, hostigamiento o acoso que pueda violar este derecho, ya sea que
provengan de particulares o de funcionarios o autoridades estatales. La falta de investigación
adecuada y la ausencia de medidas de protección eficaces por parte de un Estado pueden causar
su responsabilidad internacional.

Derechos conexos con la persona humana.


Son aquellos derechos inherentes a la persona humana. Podemos encontrarlos en los arts. 14, 18 y
19.
Artículo 14.- Consagra numerosos derechos y libertades. Podemos mencionar el derecho de
locomoción: entrar, permanecer, transitar y salir del territorio; de Religión y profesar libremente el
culto; de Expresión y publicar sus ideas por la prensa sin censura previa; de Reunión; de trabajar y
ejercer toda industria lícita; navegar y comerciar; peticionar a las autoridades; disponer de su
propiedad; de enseñar y aprender.
Artículo 18.- establece los derechos a no ser arrestado sin causa o forma justa y legal; sin un juicio
previo fundado en ley anterior al hecho del proceso, no ser juzgado por comisiones especiales, o
sacado de los jueces designados. El derecho a no declarar contra sí mismo; a la defensa en juicio
de la persona y de los derechos; al domicilio, la correspondencia y los papeles privados.
Artículo 19.- Este articulo consagra el derecho a la intimidad y la privacidad al establecer que las
acciones privadas de los hombres que no ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a
un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los magistrados. Ningún
habitante de la Nación será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no
prohíbe.

93
Agustina Lena

Orden jerárquico de los derechos individuales.


La CSJN entiende que los derechos fundados en cualquier cláusula de la CN tienen igual jerarquía y
la interpretación debe armonizarlos, es decir, no existen derechos más importantes que otros.
Sin embargo, podemos mencionar que existen derechos que permiten el ejercicio y goce de
muchos otros, como por ej.: el derecho a la vida, a la libertad, el derecho a la dignidad, etc. La
CIDH en igual sentido sostiene lo mismo. Los ddhh presentan las características de
interdependencia e integralidad.

Derechos personalísimos.
Son una categoría de derechos de primera generación, una subcategoría de derechos civiles.
Son derechos inherentes a la persona, reconocen y garantizan su existencia, la privación de estos
aniquilaría su personalidad.
Son vitalicios, le corresponden desde su concepción hasta la muerte; son absolutos, irrenunciables
e imprescriptibles.

DERECHO A LA DIGNIDAD.
La dignidad es el fundamento de los derechos humanos, del cual se derivan los valores de igualdad
y libertad. Es el derecho que tiene cada persona de ser valorado como sujeto individual y social, en
igualdad de circunstancias, con sus características y condiciones particulares.
Su existencia es propia de la condición humana, es decir le corresponde a toda persona por el solo
hecho de ser persona. Es un derecho personalísimo. Comprende el respeto debido al ser humano,
el cual debe ser garantizado por el Estado y los particulares.

DERECHO A LA VIDA.
El derecho a la vida ocupa un lugar especial en los derechos fundamentales de la persona. Es el
derecho más esencial de todos, ya que su pleno goce es prerrequisito para el disfrute de todos los
demás derechos humanos o libertades; al no respetarse el derecho a la vida, todos los demás
derechos desaparecen, puesto que se extingue su titular.
La vigencia de este derecho no está sujeta a “suspensión”, ni siquiera en situaciones que pongan
en peligro a la nación, y es inderogable.
La Corte IDH ha manifestado en su jurisprudencia (Niños de la calle) que este derecho no solo
protege la vida “a secas”, sino que busca garantizar una vida digna, de calidad, para la persona y
para la familia, incluyendo una alimentación, vestimenta y vivienda adecuadas, y una mejora
continua de estas condiciones de existencia.
Este derecho es un derecho de primera generación, por lo que lo podemos encontrar consagrado
en numerosos instrumentos, tanto internacionales como nacionales, desde sus inicios de
sanciones. La CADH, por ej., establece que toda persona tiene derecho a que se respete su vida.
Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción.
Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente.

El alcance del derecho y la naturaleza de las obligaciones pertinentes.


Con respecto al derecho a la vida, el Estado tiene obligaciones tanto positivas como negativas. Es
por ello, que el cumplimiento de estas obligaciones no sólo presupone que ninguna persona sea
privada de su vida arbitrariamente (obligación negativa), sino que, además, a la luz de su
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Agustina Lena

obligación de garantizar el pleno y libre ejercicio de los derechos humanos, requiere que los
Estados adopten todas las medidas apropiadas para proteger y preservar el derecho a la vida
(obligación positiva).
Dentro de estas obligaciones positivas se encuentran: Prevenir la guerra; Proteger la salud pública;
Controlar la posesión de armas de fuego; Crear un marco normativo adecuado que disuada
cualquier amenaza al derecho de vida; Establecer un sistema jurídico efectivo; Asegurar el acceso a
condiciones que garanticen una vida digna, etc. Por otro lado, una violación del derecho a la vida
no se produce solamente cuando resulta en la muerte de la persona, ya que existen otros actos u
omisiones que amenazan o ponen en peligro la vida de una persona y pueden también constituir
una violación de las obligaciones del Estado en la materia. Sin embargo, estas obligaciones del
Estado deben interpretarse de forma que no se imponga a las autoridades una carga imposible o
desproporcionada.

Esclavitud, servidumbre, trata o tráfico de personas. Evolución histórica.


Texto O’donell.
La esclavitud, la servidumbre, la trata o el tráfico de personas se consideran formas extremas de
explotación del ser humano. Son llevadas a cabo desde hace numerosas décadas causando un
grave perjuicio y menoscabo en la dignidad, derechos humanos y libertades fundamentales de los
hombres.
Estas prácticas no están consagradas expresamente en la Declaración Universal de DDHH, ni en la
Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre. Por otro lado, el PIDCP y la
Convención Americana si las prohíben.
En la mitad del siglo XX, se promulgaron dos instrumentos que amplían la protección de estas
prácticas: el Convenio para la represión de la trata de personas y la explotación de 1949, y la
Convención sobre la abolición de la esclavitud, la trata de esclavos y las instituciones y prácticas
análogas de 1956
Hoy día, la mayor parte de estas son tipificadas como delitos de lesa humanidad. El proceso de
transformación de estas prácticas en delitos contra el orden penal internacional se consolidó con
la reciente adopción y entrada en vigor del Estatuto de la Corte Penal Internacional.
ESCLAVITUD: La esclavitud es una actividad que se ejerce desde hace tiempos muy remotos. El
Estatuto de Roma la define como el ejercicio, por parte de un individuo, de los atributos del
derecho de propiedad sobre una persona. Es un crimen de lesa humanidad.
La prohibición de la esclavitud puede considerarse el primer paso en la construcción del Derecho
Internacional de los Derechos Humanos. Durante el siglo XIX comenzó el proceso de abolición de la
esclavitud. A principios del siglo, en Arg., por ej., se decretó la libertad de vientres, y con ello el
carácter de hombres libres de todos los hijos de esclavos nacidos a partir de entonces. Además, el
Tratado de París y el Tratado de Viena reconocieron la necesidad de la cooperación internacional
para poner fin a esta práctica condenándola. La sanción de nuestra CN (1853) permitió que los
pocos hombres esclavos que quedaban fueran libres y, además, prohibió y sancionó la compra y
venta de personas.
Durante la primera mitad del siglo XX hubo avances importantes en la materia, se adoptó una
Convención contra la Esclavitud en 1926.
Se adoptaron grandes pactos de Derechos Humanos estableciendo el principio de que todos los
hombres del mundo serán libres. La Declaración Universal, por ej., expresa que nadie estará

95
Agustina Lena

sometido a esclavitud ni a servidumbre; las cuales están prohibidas en todas sus formas. También
podemos encontrarla en el PIDCS, en el PIDESC, en la CADH.
Actualmente se encuentra regulada en nuestra CN en el art 15 CN: Consagra la abolición de la
esclavitud en el país, y establece que la compra y venta de personas es un delito.
SERVIDUMBRE: Los instrumentos internacionales no han definido esta práctica, a pesar de
prohibirla. Sin embargo, la Convención de 1956 tipifica dos formas de servidumbre: a) La
servidumbre por deudas: cuando un deudor se compromete a prestar sus servicios personales
como garantía. b) La servidumbre de la gleba: condición de la persona que está obligada por la
costumbre, la ley o por un acuerdo a vivir y trabajar sobre una tierra que pertenece a otra persona
y a prestar a ésta, mediante remuneración o gratuitamente, determinados servicios, sin libertad
para cambiar su condición. La CIDH ha descripto una forma de servidumbre forzada por
contratación coercitiva en zonas rurales, consiste en: reclutar a los trabajadores, generalmente en
Estados donde existen condiciones extremas de pobreza y desempleo rural, y ofrecerles un salario
atractivo para trabajar en otro Estado. Al llegar, encuentran que ya son “deudores” de los
contratistas por el transporte y comida del traslado; tienen además que pagar su comida y
habitación en el establecimiento; y que las condiciones de trabajo son mucho peores de lo
prometido y en general ilegales. Asimismo, el salario real no alcanza para enfrentar las “deudas”
que se les imputan. Y, al mismo tiempo, se les amenaza que no pueden abandonar la hacienda sin
hacer efectivo previamente el pago. De intentarlo, su vida corre un grave peligro. Se ha definido a
esta práctica como una forma de semiesclavitud, la cual se ve favorecida por el analfabetismo e
incapacidad para hacer cálculos de los trabajadores.
TRATA O TRÁFICO DE PERSONAS: Estos dos conceptos muchas veces suelen ser utilizados como
sinónimos, cuando en realidad son diferentes.
La Trata: implica la captación, el transporte, el traslado de personas, por medio de la amenaza, uso
de la fuerza, formas de coacción, concesión de pagos o beneficios para obtener el consentimiento
de una persona con fines de explotación; no implica necesariamente el cruce de fronteras
internacionales, pero sí elementos de coacción, violencia física o psíquica, abuso y explotación
laboral o sexual violatorios de los derechos de la víctima.
→ Tráfico: supone un movimiento de personas para que lleven a cabo un trabajo, y muy
probablemente meterlas en actividades o empleos ilegales que se llevarán a cabo en unas
condiciones de trabajo inferiores a las normas establecidas por la ley. Es decir, consiste en la
facilitación por un tercero de la migración ilegal. Normalmente no conlleva violaciones de los
derechos humanos del migrante.
Los órganos internacionales han recalcado el deber de los Estados de adoptar medidas para luchar
contra estas prácticas. Algunas de ellas consisten en: Prohibir y tipificar penalmente estas
actividades; buscar y castigar a los delincuentes; velar por un ordenamiento jco. y administrativo
interno que proteja a las víctimas; asistir a las víctimas mediante programas de rehabilitación,
previendo su recuperación física, psicológica y social.
En los últimos años, los órganos del sistema universal e interamericano han demostrado una
preocupación creciente por la trata de mujeres para fines de explotación sexual. En 2003 se
sanciono el Protocolo de las Naciones Unidas para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de
Personas. Se encuentra prohibido en la Convención de D. del Niño. En 2008 se sanciono la Ley
26.364: Ley de Prevención y sanción de la trata de personas y asistencia a sus víctimas en nuestro
país. Tiene por objeto implementar medidas destinadas a prevenir y sancionar la trata de
personas, asistir y proteger a sus víctimas. La ley además establece un “Consejo Federal para la
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Agustina Lena

Lucha contra la Trata y Explotación de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas”
que funciona dentro del ámbito de la Jefatura de Gabinete de ministros, con el fin de constituir un
ámbito permanente de acción y coordinación institucional para el seguimiento de todos los temas
vinculados a esta ley, que contará con autonomía funcional.

LA PENA DE MUERTE EN EL SISTEMA INTERNACIONAL DE DDHH: De restricciones a la


abolición. La abolición de la pena de muerte.
La pena de muerte es la interrupción de la vida de un condenado ordenada por los tribunales del
Estado, como castigo por haber cometido un delito.
Se caracteriza por ser: la pena más grave de todas; por ser personal, ya que su aplicación recae
sobre el condenado; por ser irreparable (no es posible corregir la pena en caso de error judicial).
Nuestra CN presencia el criterio abolicionista en el Art 18: “…Quedan abolidos para siempre la
pena de muerte por causas políticas, toda especie de tormento y los azotes…”. Así mismo, en el
2008 Argentina ratificó el Protocolo Facultativo de la CADH sobre la abolición de la pena de
muerte, reafirmando el compromiso asumido internacionalmente.
El ppio. de progresividad abolicionista de la pena de muerte surge de diversas disposiciones
contenidas en determinados instrumentos internacionales. Uno de estos es la Convención
Americana de Derechos Humanos, el cual: prohíbe extender esta pena a otros delitos a los cuales
no se aplique actualmente o restablecerla en el caso de encontrarse abolida, limitando su
aplicación; solo podrá ser aplicada a los delitos más graves; prohíbe su aplicación a personas que,
al momento de su comisión, sean menores de 18 años o mayores de 70 años, y a las mujeres en
caso de gravidez; establece que toda persona tiene derecho a solicitar los beneficios de la
amnistía, el indulto o la conmutación de pena; entre otras disposiciones.
Las disposiciones relativas a la aplicación de la pena de muerte deben interpretarse conforme al
principio pro persona, es decir, a favor del individuo, en el sentido de ‘limitar definitivamente su
aplicación y su ámbito, de modo que ésta se vaya reduciendo hasta su supresión final’.
Se encuentra regulada y prohibida en varios instrumentos internacionales como la CADH; el PIDCP;
la Convención sobre los Derechos del Niño.
El Segundo Protocolo facultativo del PIDCP está destinado específicamente a abolir la pena de
muerte: No se ejecutará a ninguna persona sometida a la jurisdicción de un Estado Parte en el
presente Protocolo. Países que abolieron la pena de muerte completamente: Argentina, Bolivia,
Colombia, Ecuador, Paraguay, Uruguay, Venezuela, Canadá, Costa Rica, Haití, Guatemala,
Honduras, México, Nicaragua, Panamá. 2-Para Crímenes militares en tiempos de guerra: Brasil,
Chile, Perú. 3-Varios delitos graves, entre ellos el homicidio: Jamaica, EEUU, Cuba, Guyana.
La CIDH y la Corte Interamericana establecieron que la imposición automática de la pena de
muerte sin consideración de las circunstancias individuales del delito y del delincuente es
incompatible con los derechos a la vida, el trato humano y el debido proceso.

UNIDAD 10
97
Agustina Lena

Los demás derechos civiles y políticos.


Estos derechos humanos corresponden a la primera generación de derechos, surgen en la segunda
mitad del siglo XVIII, con el advenimiento de la Revolución Americana y la Revolución Francesa, y
el constitucionalismo clásico. Protegen las libertades individuales de los hombres, y garantizan su
capacidad para participar en la vida civil y política.
Como todos los derechos humanos son fundamentales, y le corresponden al hombre solo por el
hecho de ser persona. Son derechos importantísimos que se encuentran consagrados en un
sinnúmero de normas, tanto internacionales como nacionales. Todos podemos encontrarlos en la
Declaración Universal de DDHH, La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre,
La CADH, y los Pactos Internacionales de DCP y DESC; y en nuestro ordenamiento interno.

Derecho a la intimidad, honra, reputación.


- La Declaración Universal de los Derechos Humanos establece que nadie será objeto de
injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de
ataques a su honra o a su reputación.
- La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre consagra la protección de la Ley
contra ataques abusivos a estos derechos
- El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos también protege a los ciudadanos contra
ataques en su intimidad, honra y reputación.
-Podemos nombrar también a nuestra Constitución Nacional, que establece en su art. 19 aquel
ámbito de reserva, donde las acciones privadas de los hombres que no afecten a terceros, la moral
u orden público, estarán exentas de la autoridad de los magistrados.
- La Ley de Hábeas Data tiene por objeto la protección integral de los datos personales asentados
en archivos, registros, bancos de datos, públicos, o privados, para garantizar el honor e intimidad
de las personas, y también el acceso a la información.
- El Código Penal cuenta con artículos de Delitos contra el honor: La calumnia o injuria,
estableciendo penas de prisión o multa.
- El Código Civil y Comercial establece que la persona humana lesionada en su intimidad personal o
familiar, honra o reputación, imagen o identidad, o que se menoscabe su dignidad, puede
reclamar la prevención y reparación de los daños sufridos. La reparación debe ser plena y consistir
en la restitución de la situación del damnificado al estado anterior al hecho dañoso, sea por el
pago en dinero o en especie.

Personalidad jurídica:
- La Declaración Universal de los Derechos Humanos establece que todo ser humano tiene derecho
al reconocimiento de su personalidad jurídica.
- La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre manifiesta que se debe
reconocer a toda persona como sujeto de derechos y obligaciones, y a gozar de derechos civiles
fundamentales.
- El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos también otorga este derecho.
- La Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer:
registra la obligación de todos los Estados Partes de reconocer a la mujer en igualdad con el
hombre ante la ley, con capacidad jurídica idéntica y las mismas oportunidades para el ejercicio de
esa capacidad.

98
Agustina Lena

- El Código Civil y Comercial establece que toda persona humana goza de la aptitud para ser titular
de derechos y deberes jurídicos. La ley puede privar o limitar esta capacidad respecto de hechos,
simples actos, o actos jurídicos determinados.

Derecho a la intimidad vs Derecho a la información: Jurisprudencia


Ponzetti de Balbín c/Editorial Atlántida (1984)
Antecedentes: La revista Editorial Atlántida público en su portada una fotografía del señor Ricardo
Balbín cuando se encontraba internado en la sala de terapia intensiva de una clínica, en la víspera
de su muerte. Ante esto, la mujer y el hijo presentan demanda contra la editorial por daños y
perjuicios ocasionados por la violación del derecho a la intimidad del doctor Ricardo Balbín y la
familia. La Cámara de Primera Instancia y de Apelaciones dictan sentencia haciendo lugar a la
demanda que de reparación de daños. Contra ella la demandada dedujo recurso extraordinario,
que fue concedido. La Corte Suprema admitió el recurso extraordinario y establece que en el caso
de personajes célebres cuya vida tiene carácter público o personajes populares, su actuación
pública o privada puede divulgarse en lo que se relacione con la actividad que les confiere
prestigio o notoriedad y siempre que lo justifique el interés general; pero ese avance sobre la
intimidad no autoriza a dañar la imagen pública o el honor de estas personas, o sostener que no
tienen un sector o ámbito de vida privada protegida de toda intromisión. La Corte establece que la
editorial excede el límite legítimo y regular del derecho a la información, toda vez que la fotografía
fue tomada en la víspera de muerte en terapia intensiva. La fotografía, lejos de atraer el interés del
público, provocó sentimiento de rechazo y de ofensa a la sensibilidad de toda persona norma.
Ekmekdjian c/Sofovich (1992)
En 1988 en el programa de Sofovich se expresaron frases involucrando a Jesucristo y la Virgen
María. Miguel Ekmekdjian se sintió “profundamente lesionado en sus sentimientos religiosos” y
dedujo acción de amparo contra el conductor para que en el programa se diera lectura a una carta
documento que contestara estos agravios. Ante la negativa del conductor, el accionante inició un
juicio de amparo fundado en el derecho de réplica basándose en la CN y el Pacto de San José de
Costa Rica. El Supremo Tribunal resolvió de manera opuesta a como lo había hecho años atrás e
interpretó que no se necesita de una ley específica que establezca el derecho de réplica en el
derecho positivo interno, este existe e integra nuestro ordenamiento jurídico sin necesidad de
ninguna ley.
La Corte establece que el actor está legitimado a actuar por verse afectado profundamente en sus
sentimientos religiosos, ya que los dichos expresados en el programa interfirieron en el ámbito
privado de su vida, conmoviendo sus convicciones mas profundas, lo que implica un verdadero
agravio en su derecho subjetivo
La Corte hace lugar al derecho de réplica ordenando la aclaración inmediata y gratuita en el mismo
medio. Finalmente, este queda implementado sin necesidad de una ley que lo autorice, se evitan
abusos de la libertad de expresión, se reconoce prioridad al derecho internacional sobre el
derecho interno, se establece que “las garantías individuales existen y protegen a los individuos”.

Libertad de pensamiento, conciencia y religión.


Se encuentra regulado en numerosos artículos internacionales y nacionales.
La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre consagra el derecho de toda
persona de profesar libremente una creencia religiosa y de manifestarla y practicarla en público y
en privado.
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Agustina Lena

El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos establece que toda persona tiene derecho a
la libertad de pensamiento, conciencia y religión; incluye la libertad de tener o de adoptar una
religión y creencias a elección, así como la libertad de manifestar su religión o sus creencias, en
público o en privado, mediante el culto, celebración de ritos, prácticas y enseñanza. Nadie será
objeto de medidas coercitivas que puedan menoscabar su libertad de tener o adoptar la religión o
las creencias. Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a respetar la libertad de los
padres y, en su caso, de los tutores legales, para garantizar que los hijos reciban la educación
religiosa y moral de acuerdo a sus propias convicciones.
La Constitución Nacional en su art. 14 establece que todos los habitantes de la Nación gozan del
derecho de profesar libremente el culto.
Constitución Nacional el Artículo 20 establece que los extranjeros gozan en el territorio de la
Nación de todos los derechos civiles del ciudadano: ejercer libremente su culto.

Objeción de conciencia. Jurisprudencia


Caso Portillo (1989)
Alfredo Portillo fue condenado a un año de prisión en razón de no haberse presentado a realizar el
servicio militar cuando fue convocado. Contra esa sanción interpone recurso extraordinario
alegando que profesaba el culto católico apostólico romano que le impedía el uso de armas en
contra de otro ser humano por violar el quinto mandamiento del Evangelio, que estas normas
vulneraban la libertad de conciencia y la libertad de culto. La Corte resuelve que Portillo debe
cumplir el servicio militar, pero dispone que lo haga sin el empleo de armas con fundamento en la
libertad de cultos y de conciencia; que se puede servir a la patria de muchas otras maneras, no
solo haciendo el servicio militar, como el servicio sanitario, sociales, espirituales y cualquier otro
que no requiera el uso de armas. Especialmente se ocupa de aclarar que en el caso no existe
“peligro grave o inminente a los intereses protegidos por el Estado”, porque el servicio que se
exige debe ser cumplido en tiempo de paz.
Caso Bahamondez (1993)
Tuvo su origen cuando un paciente internado en el Hospital Regional de Ushuaia, con un cuadro de
hemorragia, se negó a que se le hicieran transfusiones sanguíneas. La Cámara Federal de
Apelaciones ordenó la transfusión argumentando que el rechazo del enfermo “es un suicido
lentificado, realizado por la omisión propia del suicida que no admite tratamiento y de ese modo
se deja morir”. Mientras el expediente estaba en estudio de la Corte el paciente mejoró y fue dado
de alta. Sin perjuicio de ello, en diversos votos se dan diferentes razones a favor de la objeción de
conciencia: el derecho a la disposición del propio cuerpo (Fayt y Barra); la libertad religiosa y de
conciencia (Cavagna Martínez y Boggiano), y la autonomía individual y la privacidad (Petracchi y
Belluscio), pero sin privilegiar el derecho a la vida, que es el bien supremo y el primero de los
derechos naturales.

Libertad de expresión y reunión. Marco normativo básico


Libertad de expresión.
Es un derecho civil de primera generación, regulado también en varias normativas.
- La Declaración Universal de los Derechos Humanos consagra que este derecho le corresponde a
todo individuo e incluye el no ser molestado a causa de sus opiniones, investigar y recibir

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Agustina Lena

informaciones y opiniones, y difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de


expresión.
- El PIDESC establece que los Estados Partes se comprometen a respetar la libertad para la
investigación científica y la actividad creadora.
- La Convención de los Derechos del Niño ordena a los Estados a garantizarán al niño que esté en
condiciones de formarse un juicio el derecho de expresar su opinión libremente en todos los
asuntos que lo afectan, teniéndose debidamente en cuenta sus opiniones, en función de la edad y
madurez del niño. Se dará al niño la oportunidad de ser escuchado en todo procedimiento.
- La Constitución Nacional lo consagra en su Artículo 14 como el derecho de publicar sus ideas por
la prensa sin censura previa.
Libertad de reunión.
También es un derecho civil de primera generación, regulado en diversas normativas.
- La Declaración Universal de Derechos Humanos reconoce que toda persona tiene derecho a la
libertad de reunión y de asociación pacíficas. Ninguna persona podrá ser obligado a pertenecer a
una asociación.
- La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre consagra el derecho de
reunirse pacíficamente en relación con sus intereses comunes.
- El PIDCP reconoce el derecho de reunión pacífica, solo podrá imponerse las restricciones
previstas por ley necesarias en una sociedad democrática, en interés de la seguridad nacional,
pública, orden público, o moral pública.
- La Convención de los Derechos del Niño establece que los Estados Partes reconocen los derechos
del niño a la libertad de asociación y la libertad de celebrar reuniones pacíficas.

Los demás derechos civiles.


Derecho de peticionar libremente a las autoridades.
-La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre consagra a toda persona el
derecho de presentar peticiones respetuosas a cualquiera autoridad competente, por interés
general o particular, obtener pronta resolución.
-La Constitución Nacional lo consagra en su art. 14.

Derecho de enseñar y aprender libremente.


- La Declaración Universal de los Derechos Humanos otorga el derecho de educación a toda
persona. Esta deberá ser gratuita y obligatoria, al menos la fundamental. El acceso a los estudios
superiores será igual para todos. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la
personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades
fundamentales; favorecerá la comprensión, tolerancia y amistad entre todas las naciones y todos
los grupos étnicos o religiosos. Los padres podrán escoger el tipo de educación para sus hijos.
- La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre establece que este derecho
deberá inspirarse en los principios de libertad, moralidad y solidaridad humana. Deberá capacitar a
las personas para una digna subsistencia y un mejoramiento del nivel de vida. Toda persona tiene
derecho y deber a recibir gratuitamente la educación primaria en igualdad de oportunidades.
- El PIDCP establece que los estados se comprometen a respetar la libertad de los padres o tutores
legales, para garantizar que los hijos reciban la educación religiosa y moral de acuerdo a sus
convicciones.
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Agustina Lena

- El PIDESC también consagra que los Estados reconocen el derecho de toda persona a la
educación. Establece que la enseñanza primaria debe ser obligatoria y asequible a todos
gratuitamente; la enseñanza secundaria y superior deben ser generalizada y hacerse accesible a
todos, implantándolas progresivamente. Se debe proseguir activamente el desarrollo del sistema
escolar en todos los ciclos de la enseñanza, implantar un sistema adecuado de becas, y mejorar
continuamente las condiciones materiales del cuerpo docente. Los padres o tutores tendrán
libertad de escoger para sus hijos escuelas distintas de las creadas por las autoridades públicas, de
acuerdo con sus convicciones.
-La Constitución Nacional regula este deber en el art. 14. Establece que cada provincia dictará para
sí una Constitución donde asegure educación primaria; que le corresponde al Congreso dictar
planes de instrucción general y universitaria, sancionar leyes de organización y base de la
educación que consoliden la unidad nacional; la participación de la familia y sociedad; la
promoción de los valores democráticos e igualdad de oportunidades y posibilidades sin
discriminación.

Derecho de propiedad.
- La Declaración Universal de los Derechos Humanos consagra el derecho de toda persona a la
propiedad; y que nadie será privado arbitrariamente de esta.
- La Convención Americana sobre Derechos Humanos establece que toda persona tiene derecho
usar y gozar de sus bienes. Ninguna persona puede ser privada de sus bienes, excepto mediante el
pago de indemnización justa, por razones de utilidad pública o interés social.
- La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre establece el derecho a la
propiedad privada correspondiente a las necesidades esenciales de una vida decorosa, que
mantener la dignidad de la persona y del hogar.
- La Constitución Nacional reconoce el derecho de usar y disponer de su propiedad. Manifiesta que
la propiedad es inviolable, y ningún habitante de la Nación puede ser privado de ella. La
expropiación por causa de utilidad pública, debe ser calificada por ley e indemnizada. Los
extranjeros también gozan de este derecho.

Los derechos políticos. La democracia como valor superior.


- La Declaración Universal de los Derechos Humanos establece que toda persona tiene derecho a
participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de representantes libremente
escogidos, en igualdad de condiciones. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder
público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse
periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente
que garantice la libertad del voto.
- La Convención Americana de Derechos Humanos reconoce que todos los ciudadanos deben
gozar: participar en la dirección de los asuntos públicos, directamente o por medio de
representantes libremente elegidos; votar y ser elegidos en elecciones realizadas por sufragio
universal, igual y secreto; tener acceso a las funciones públicas de su país. La ley puede
reglamentar el ejercicio de los derechos y oportunidades por razones de edad, nacionalidad,
residencia, idioma, capacidad, o condena, por juez competente, en proceso penal.
- La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre consagra que toda persona
tiene el derecho de tomar parte en el gobierno de su país y participar en elecciones populares, que

102
Agustina Lena

serán secretas, genuinas, periódicas y libres. Toda persona tiene el deber de no intervenir en las
actividades políticas que sean privativas de los ciudadanos del Estado en que sea extranjero.
- El PIDCP establece los mismos derechos y oportunidades que la CADH: participar en la dirección
de los asuntos públicos; votar y ser elegidos en elecciones universales iguales secretas; acceso a las
funciones públicas de su país.
- La Constitución Nacional establece que mantendrá su imperio aun cuando se interrumpiere su
observancia por actos de fuerza contra el orden institucional y el sistema democrático. Estos actos
serán nulos. Sus autores serán inhabilitados a perpetuidad para ocupar cargos públicos y excluidos
de los beneficios del indulto y la conmutación de penas. Las acciones respectivas serán
imprescriptibles. Todos los ciudadanos tienen el derecho de resistencia contra quienes ejecutaren
los actos de fuerza. La Constitución garantiza el pleno ejercicio de los derechos políticos; un
sufragio universal, igual, secreto y obligatorio; e igualdad real de oportunidades entre varones y
mujeres para el acceso a cargos electivos y partidarios.
La CN considera que los partidos políticos son instituciones fundamentales del sistema
democrático. Su creación y el ejercicio de sus actividades son libres dentro de la Constitución, que
garantiza su organización y funcionamiento democráticos, la representación de las minorías, la
competencia para la postulación de candidatos, el acceso a la información pública y la difusión de
sus ideas. El Estado contribuye al sostenimiento económico de sus actividades y de la capacitación
de sus dirigentes.
Otorga, además, el derecho a los ciudadanos de iniciativa para presentar proyectos de ley en la
Cámara de Diputados. El Congreso deberá darles expreso tratamiento. El Congreso, a iniciativa de
la Cámara de Diputados, podrá someter a consulta popular un proyecto de ley, podrá ser
vinculante o no.

103
Agustina Lena

FALLOS HUMANOS

UNIDAD 1:
CASO CIDH: “Niños de la calle” (Villagrán Morales y otros). (1999) (.)
HECHOS:
En 1990 en Guatemala los agentes de seguridad estatales llevaban a cabo acciones contra los
“niños de la calle”. Esto incluía amenazas, detenciones, tratos crueles, inhumanos y degradantes y
homicidios para contrarrestar la delincuencia y vagancia juvenil.
El 15 de junio de 1990, en la zona conocida como “Las Casetas”, una camioneta se acercó a 4
jóvenes de entre 15 y 20 años. De dicho vehículo descendieron hombres armados, miembros de la
policía, que los obligaron a subir al mismo. Luego de estar retenidos por unas horas, fueron
asesinados. Asimismo, 10 días después fue asesinado otro joven mediante un disparo de arma de
fuego, en el sector de “Las Casetas”. No se realizaron mayores investigaciones ni se sancionaron a
los responsables de los hechos.

RESUMEN:
La CIDH recibió una petición contra el Estado de Guatemala por el secuestro, tortura y muerte de
cuatro menores y por el asesinato de otro menor en 1990 en la ciudad de Guatemala por parte de
miembros de las fuerzas de seguridad y por la omisión estatal en brindar una adecuada protección
judicial a las familias de las víctimas.
La CIDH sometió el caso ante la Corte quien consideró al Estado responsable por la muerte de los
niños recalcando el carácter fundamental del derecho a la vida consagrado en la Convención
Americana. Establece que su goce es un prerrequisito para el disfrute de los demás derechos
humanos, si no se lo respeta los demás carecen de sentido. El derecho a la vida se entiende no
solo como la facultad que posee todo ser humano de no ser privado de su vida arbitrariamente, si
no también al derecho a que no se le impida acceder a condiciones de vida digna. Los Estados

104
Agustina Lena

tienen la obligación de crear las condiciones que se requieran para que no se produzcan
violaciones a este derecho básico.
La Corte declaró la violación de los derechos a la libertad e integridad personal y de algunas
normas de la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura como consecuencia
de los graves maltratos y torturas físicas y psicológicas que recibieron los jóvenes por parte
de agentes del Estado antes de sufrir la muerte. También afirmó que el Estado no había cumplido
con la obligación de adoptar medidas especiales de protección para los niños cuyos derechos se
encuentran amenazados o violados.
La Corte condenó al Estado a pagar una indemnización a los familiares de las víctimas, y le ordenó
adoptar en su derecho interno las disposiciones necesarias para asegurar el cumplimiento de esta
obligación; designar un centro educativo con un nombre alusivo a las víctimas; investigar los
hechos del caso; e identificar y sancionar a los responsables.

UNIDAD 2:

CASO CIDH: Fontevecchia y D’Amico vs. Argentina. (2011)


HECHOS:
En 1995, la Revista Noticias publico dos informes donde se vinculaba al entonces Presidente de
Argentina, Carlos Menem, con la existencia de un presunto hijo no reconocido por él. Jorge
Fontevecchia y Hector D’Amico eran editores de la revista.
Menem demandó a la editorial de la revista, y a Jorge Fontevecchia y Hector D’Amico. El objeto
era obtener un resarcimiento económico por daño moral causado por la supuesta violación del
derecho a la intimidad. Adicionalmente, se solicitó la publicación de la sentencia a cargo de los
demandados.
En 1997 un juez de primera instancia rechazó la demanda interpuesta por Menem. La sentencia
fue apelada y la Cámara revirtió la decisión condenando a la editorial y a Jorge Fontevecchia y
Hector D’Amico a pagar la suma de la suma de $150.000,00. Los demandados interpusieron un
recurso extraordinario federal. La Corte Suprema confirmó la sentencia, pero modifica el monto
indemnizatorio, reduciéndolo a $60.000,00.

SENTENCIA:
La Corte contempla el derecho la información como el buscar, recibir y difundir ideas e
informaciones, y el de recibir y conocer las difundidas por los demás. Prohíbe la censura previa, y
prevé la posibilidad de exigir responsabilidades posteriores por el ejercicio abusivo de este
derecho, siempre que no limite la libertad de expresión. Destaca, además, la importancia del
periodista, aquella actividad garantizada por la Convención, quien ejerce la libertad de expresión
de modo continuo, estable y remunerado.
Las personas también tienen derecho a la vida privada y prohibiendo toda injerencia arbitraria o
abusiva en ella. El ámbito de la privacidad queda exento a las invasiones o por parte de terceros o
de la autoridad pública.
105
Agustina Lena

Sin embargo, la Corte considera que el umbral de protección de la vida privada es diferente según
sean funcionarios públicos, más aún los elegidos popularmente. Ellos se exponen voluntariamente
al escrutinio de la sociedad, lo cual lo puede llevar a un mayor riesgo de sufrir afectaciones a su
derecho a la vida privada. Sus acciones salen de la esfera privada para insertarse en la esfera
pública.
En este caso se trataba del funcionario público que ostentaba el más alto cargo electivo del país,
sujeto así a mayor escrutinio social en sus actividades, el ejercicio de sus funciones y también
sobre aspectos que, en principio, podrían estar vinculados a su vida privada, pero se convierten en
asuntos de interés público.
Además, la Corte reafirmo la protección a la libertad de expresión respecto de opiniones
o informaciones sobre asuntos donde la sociedad tiene un legítimo interés de mantenerse
informada. En el presente caso, tanto la Comisión como los representantes señalaron que la
información era de interés público y ello justificaba su difusión.
La conducta de Menem no fue de resguardo de su vida privada. El adoptó, con anterioridad a las
publicaciones, comportamientos para dar a conocer esas relaciones personales, compartiendo
actos o situaciones públicas con supuesto hijo y la madre, las cuales aparecen registradas en varias
fotos, incluso los recibió en un lugar oficial como la Casa de Gobierno.
Con respecto a las imágenes presentadas, no fueron tomada por la revista, sino entregadas a
Noticias por la Oficina de Prensa de la Nación. La corte considera que no se requiere el
consentimiento de la persona, más aún cuando es el presidente, dado que no sería razonable
exigir que un medio de comunicación obtenga consentimiento en cada vez que pretenda
publicar una imagen de él.
El Tribunal considera que las publicaciones realizadas por la revista Noticias respecto del
funcionario público trataban asuntos de interés público, que los hechos al momento de ser
difundidos se encontraban en el dominio público y que el presunto afectado con su conducta no
contribuyo a resguardar la información. Por ello, no hubo injerencia arbitraria o abusiva en el
derecho a la vida privada de Menem. De tal modo, la medida de responsabilidad ulterior impuesta
fue innecesaria y afecto el derecho a la libertad de expresión de los señores Jorge Fontevecchia y
Héctor D’Amico.
El Estado debe dejar sin efecto la condena civil impuesta a los señores Jorge Fontevecchia y Hector
D’Amico así como todas sus consecuencias.

CSJ. Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto s/ informe sentencia dictada en el


caso “Fontevecchia y D’Amico vs. Argentina. (2017)
La Dirección de DDHH del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto solicitó a la Corte Suprema
de la Nación que, como consecuencia del fallo de la Corte Interamericana dictado en 2011,
“Fontevecchia y otros c/República Argentina”, dejara sin efecto una sentencia firme del año 2001
donde la CSJN confirmó una condena civil de indemnización por daños y perjuicios contra los
periodistas Fontevecchia y D’Amico por violación a la vida privada del presidente Menem.
La CIDH dictamino que el Estado Argentino violo el derecho a la libertad de expresión de los
periodistas y ordena, como una de las medidas, dejar sin efecto la sentencia donde contempla la
condena civil y sus consecuencias.

106
Agustina Lena

La CSJN desestima el pedido de revocación ya que considera que la Corte Interamericana no es


una “cuarta instancia”, esta no puede revisar o anular decisiones judiciales de la Corte Suprema ya
que provocaría una clara violación a los principios estructurales del Sistema Interamericano.
Considera que el tribunal interamericano se extralimitó en su función, ya que “revocar” una
sentencia local es un mecanismo que no se encuentra previsto por el texto convencional. No existe
la posibilidad de que la CIDH deje sin efecto una sentencia dictada en un tribunal nacional, si lo
hace implicaría privarla de su carácter de órgano supremo del Poder Judicial argentino y sustituirla
por un tribunal internacional.
Concluyó que la reparación encuentra satisfacción mediante la publicación del pronunciamiento
internacional y el pago de la indemnización ordenado por la Corte Interamericana, no resultando
posible la revocación formal del decisorio de la CSJN.

RESOLUCION DE LA CORTE. Supervisión de cumplimiento de sentencia caso


Fontevecchia y D’Amico vs. Argentina: (2020)
En 2015 la Corte declaró el incumplimiento del deber de informar de Argentina debido a que
habían transcurrido dos años y ocho meses desde el vencimiento del plazo de un año concedido
en la Sentencia, sin que hubiera presentado su primer informe sobre el cumplimiento de las
medidas de reparación ordenada. Recién en 2016 en Estado presento el primer informe de
cumplimiento, donde se cumplió la medida de publicación y difusión de la Sentencia, y se mantuvo
abierto el procedimiento de supervisión de cumplimiento respecto de las otras dos medidas de
reparación: dejar sin efecto la condena civil impuesta a Fontevecchia y D’Amico y pagar las
cantidades dispuestas por reintegro de costas y gastos.
Así, en 2017 la Corte considera que Argentina incumplió medidas de reparación, ya que el cumplir
con lo dispuesto en la sentencia es una obligación de los Estados que no está sujeta a condiciones
y no puede quedar al arbitrio de estos, de no hacerlo se incurre en ilícito internacional. Los Estados
Partes en la Convención no pueden invocar disposiciones del derecho constitucional u otros
aspectos del derecho interno para justificar una falta de cumplimiento de las obligaciones
contenidas en dicho tratado.
La Corte considera que el “dejar sin efecto una sentencia” no implica necesariamente el “revocar”.
Además, ese dejar sin efecto ha sido cumplido anteriormente por otros Estados y por Argentina en
otras situaciones.
Seguidamente, la Corte le demostró al Estado Argentino diferentes opciones que podría haber
llevado a cabo y que no involucran una revisión de la sentencia, como es el caso de eliminar la
sentencia de la página web de la CSJN y del Centro de Información Judicial o que la mantenga,
pero se realice algún tipo de anotación indicando que fue violatoria de la Convención Americana
de DDHH.
La CSJN, al rechazar la facultad de la Corte IDH prefiere dejar subsistente un acto jurisdiccional
violatorio de la Convención solo por ser un acto emitido por el más alto tribunal de Argentina. Con
ello, sugeriría que sus decisiones no pueden ser dejadas sin efecto a pesar de ser violatorias de
derechos humanos.
La Corte Interamericana, al pronunciarse sobre decisiones judiciales internas, no actúa como una
cuarta instancia revisora de sentencias dictadas por los tribunales internos, sino que determina si
éstos han incurrido en sus decisiones en alguna violación de derechos humanos u obligaciones
internacionales.
107
Agustina Lena

La Corte así mantiene abierto el procedimiento de supervisión de cumplimiento respecto a las


medidas de reparación, dispuso que el Estado presente un informe donde indique todas las
medidas adoptadas para cumplir con las reparaciones ordenadas que se encuentran pendientes de
cumplimiento.

UNIDAD 3:
CASO CIDH: Fernandez Prieto y Tumbeiro Vs. Argentino: (2020) (.)
HECHOS:
El caso se relacionó con dos restricciones de derechos por parte de la policía: la interceptación y
posterior registro del automóvil donde se transportaba el señor Fernández Prieto por parte de la
Policía de la Provincia de Buenos Aires en 1992, y la detención con fines de identificación y requisa
corporal del señor Tumbeiro por parte de la Policía Federal Argentina en 1998. Estos hechos
implicaron restricción a la libertad de movimiento y revisión de las pertenencias que llevaban
consigo. La Corte analizó los casos de manera separada debido a que ocurrieron en fechas
distintas, y a que existieron cambios en la legislación aplicable. Sin embargo, guardan estrecha
relación fáctica y jurídica.
Así en 1992, policías avistaron en una zona casi despoblada de Mar de Plata, un vehículo verde con
“tres sujetos en su interior en actitud sospechosa”, entre los cuales se encontraba el señor
Fernández Prieto. Estos interceptaron el vehículo, hicieron descender a los pasajeros y, en
presencia de dos testigos, realizaron una requisa. En el baúl del vehículo encontraron un ladrillo
envuelto en un papel plateado con cinta marrón el cual “podría ser marihuana”, y un revólver
calibre 32 con proyectiles. En el interior hallaron más ladrillos y otra pistola. En virtud de esto, los
agentes policiales secuestraron los objetos, detuvieron al señor Fernández Prieto y los demás
pasajeros. El Juez Federal dictó prisión preventiva contra Fernández Prieto en 1992. Días después,
fue condenado a cinco años de prisión y multa por transporte de estupefacientes, el Juez sostuvo
que estaba comprobado que el acusado se encontraba transportando marihuana. Apela esta
sentencia y tanto Segunda Instancia como la CSJN la confirman, por lo que Fernández Prieto
estuvo privado de su libertad casi tres años
En enero de 1998, alrededor del mediodía, el señor Tumbeiro, electricista de 44 años, fue
interceptado por la Policía Federal Argentina “con fines de identificación”, mientras transitaba una
calle de Bs As. Le preguntaron qué hacía en la zona, a lo que contestó que buscaba repuestos. Al
notarlo “sumamente nervioso”, uno de los agentes “lo invitó a subir” a la patrulla para su
comprobar identidad. Mientras esperaban la comprobación sobre la existencia de antecedentes,
los agentes se percataron que en medio de un diario portaba consigo una sustancia blanca similar
a cocaína, por lo que procedieron a su detención. Según la versión policial, la actitud Tumbeiro
resultaba sospechosa ya que su vestimenta era inusual para la zona y se mostraba evasivo ante la
presencia del patrullero. Tumbeiro declaró que ese día iba vestido con jean y camisa, que los
agentes policiales le metieron la droga en el patrullero y que nunca había tenido un
“antecedente”. Fue obligado a bajarse los pantalones y la ropa interior en el interior de la patrulla.
En agosto de ese año, condenaron a Tumbeiro a prisión por el delito de tenencia de
estupefacientes. Este recurrió en casación la sentencia donde lo absolvieron en 1999. El Fiscal
108
Agustina Lena

General interpuso recurso extraordinario y en 2002, la Corte Suprema revocó la decisión de la


Cámara de Casación ya que en el procedimiento “no se advierte ninguna irregularidad”. Debió
realizar servicios comunitarios en una fundación hasta 2006 donde el Juez dio por cumplida la
condena.

SENTENCIA:
La legislación procesal era distinta en ambos casos, por lo que la Corte planteó un análisis
separado de cada una de las detenciones.
Con respecto a Fernandez Prieto, la legislación establecía que la policía podía detener a un
individuo en los casos donde lo sorprendan infraganti o cuando haya indicios claros de
culpabilidad. Al analizar los hechos de la detención, se consideró que la presunta “actitud
sospechosa” que motivó la interceptación del vehículo no era un supuesto asimilable a un posible
“indicio de culpabilidad”.
En el caso del señor Tumbeiro, la Ley Orgánica de la Policía Federal se había modificado,
estableciendo que no se podría detener a las personas sin orden de juez salvo si: “existiesen
circunstancias debidamente fundadas que hagan presumir que alguien hubiese cometido o
pudiere cometer algún hecho delictivo o contravencional”. La CIDH constato que la detención de
Tumbeiro se basó en tres hechos: 1- se mostró nervioso ante los policías; 2- no estaba vestido
conforme al modo de vestir de la zona donde transitaba, y 3- contestó que buscaba un material
“totalmente extraño a lo que podía obtenerse en los comercios cercanos”. El Tribunal consideró
que estas razones no constituían hechos suficientes que permitieran comprobar que Tumbeiro
había cometido o estaba por cometer una infracción. Por el contrario, calificó que las razones se
basaron en estereotipos, y que las detenciones realizadas por razones discriminatorias son
manifiestamente irrazonables y arbitrarias.
Además, se prohíbe toda injerencia arbitraria o abusiva en la vida de las personas, por lo que la
Corte consideró que las pertenencias que una persona lleva consigo en la vía pública, incluso
dentro de un automóvil, son bienes que están incluidos dentro del ámbito de protección del
derecho a la vida privada y la intimidad. No puede ser objeto de interferencias arbitrarias por
parte de terceros o las autoridades. Así, la requisa del automóvil donde viajaba Fernández Prieto
constituyó una injerencia en la vida privada, ya que fue practicada sin cumplir con el requisito de
legalidad. La requisa corporal del señor Tumbeiro también incumplió el requisito de legalidad, ya
que las razones expuestas por los policías no constituyeron motivos suficientes. Adicionalmente,
esta requisa corporal fue arbitraria y desproporcionada, pues el señor Tumbeiro fue obligado a
desnudarse en el interior de la patrulla.
La Corte considera que el Estado Argentino era responsable por violar los derechos a la libertad
personal, garantas judiciales, a la honra y dignidad y la protección judicial, ordenando que
Argentina debía publicar un resumen de la sentencia, implementar un plan de capacitación de los
cuerpos policiales de la Provincia de Bs As y la Policía Federal, indemnizar por daño material e
inmaterial a las víctimas mientras supervisara el cumplimiento de la sentencia.

CSJN: Majul, Julio Jesús c/ Municipalidad de Pueblo General Belgrano y otros s/


acción de amparo ambiental. (2019) (.)
HECHOS:
109
Agustina Lena

Julio José Majul interpuso amparo colectivo, al que luego se sumaron otros vecinos, contra la
Municipalidad de Pueblo General Belgrano, la empresa “Altos de Unzué” y la Secretaría de
Ambiente de Entre Ríos, para prevenir un daño inminente y grave para la comunidad de
Gualeguaychú y de Pueblo General Belgrano y las zonas aledañas producido por las obras
vinculadas a un proyecto inmobiliario que se encuentra en el Municipio de Pueblo General
Belgrano, en frente de la ciudad de Gualeguaychú.
Dijo que la zona había sido declarada área natural protegida y que la empresa había comenzado a
actuar sin las autorizaciones necesarias, destruyendo montes nativos y causando daños a la flora y
al ambiente en la zona del Parque Unzué.
Así, solicito a la empresa “Altos de Unzué” que interrumpa la obra y repare los perjuicios
ocasionados, que constituyen "un mal irreversible para la comunidad”, responsabilizo a la
Municipalidad por autorizar la obra y solicito que la Secretaría de Ambiente de Entre ríos declare
nula la resolución que autoriza la continuación de la obra.
El juez de primera instancia sumo como tercero a la Municipalidad de Gualeguaychú e hizo lugar a
la acción colectiva de amparo, ordenando el cese de la obra, condenando solidariamente a la
empresa, la Municipalidad y la Provincia de ER a recomponer el daño ambiental.
Sin embargo, el Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos declaró nula la sentencia considerando
inadmisible el recurso de amparo, porque la Municipalidad de Gualeguaychú ya había realizado
denuncia en sede administrativa y esto provocaría una doble decisión de asuntos idénticos.

SENTENCIA:
El actor interpuso recurso extraordinario cuya denegación origino la queja aceptada por la Corte.
La CSJN considera que el Superior Tribunal, al rechazar el amparo, omitió dar respuesta a planteos
del actor para solucionar el caso, tendientes a demostrar que este recurso era la vía adecuada
para tutelar los derechos.
El tribunal local no valoro el principio indubio pro natura, el cual establece que, en caso de duda,
todos los procesos ante tribunales, órganos administrativos, etc. deberán ser resueltos de manera
tal que favorezcan la protección y conservación del medio ambiente, dando preferencia a las
alternativas menos perjudiciales. Tampoco el principio indubio pro aqua donde en caso de
incerteza, las controversias ambientales y de agua deberán ser resueltas en tribunales, y las leyes
de aplicación interpretadas del modo más favorable a la protección y preservación.
Este fallo es contrario a la Ley General del Medio Ambiente que establece que el acceso a la
jurisdicción por cuestiones ambientales no admitirá restricciones de ningún tipo y especie.
Lo resuelto por el superior tribunal afecta de modo directo e inmediato el derecho al debido
proceso al considerar que la acción de amparo no era la vía adecuada, y al no valorar que su
objeto era más amplio que el reclamo de la Municipalidad de Gualeguaychú (esta solo solicito el
cese de las obras, mientras que el amparo de Majul solicitaba la recomposición ambiental).
La Corte considero que es la provincia quien tiene a su cargo la gestión y el uso sustentable de las
cuencas hídricas y los sistemas de humedales por lo que da lugar al recurso interpuesto por Majul
y ordena al tribunal provincial a dictar una nueva resolución, atendiendo a principios de política
ambiental.

110
Agustina Lena

UNIDAD 4:

CASO CIDH: Comunidades indígenas miembros de la asociación Lhaka Honhat


(nuestra tierra) Vs. Argentina. (2020) (.)
HECHOS:
Los hechos del caso se refieren a un reclamo de comunidades indígenas por la propiedad de los
lotes fiscales 14 y 55. En esta zona salteña ha habido presencia de comunidades indígenas de
modo constante.
El reclamo fue formalizado en 1991, donde se le exigía a Salta que unificara los lotes y les asignara
parte de la propiedad a las comunidades indígenas. En 1992 se conformó formalmente la
“Asociación de Comunidades Aborígenes Lhaka Honhat” integrada por estas comunidades, con la
finalidad de obtener el título de propiedad de la tierra. En 1993 el Estado creó una “Comisión
Asesora”, que dos años más tarde, asigno dos terceras partes de la superficie de los lotes a
comunidades indígenas, lo que fue aceptado. Sin embargo, sin consultar con las comunidades
indígenas, el Estado construyó un puente internacional sobre las tierras de los pueblos indígenas.
En el año 2000, la provincia presentó una propuesta para otorgar el lote 55, pero Lhaka Honhat la
rechazó porque no incluía el lote 14. En respuesta a un amparo presentado, la Corte de Salta anuló
en 2007 un decreto provincial, ya que los pueblos indígenas no habían tenido oportunidad de
expresar su opinión. Así, Lhaka Honhat redujo su reclamo de 643.000 hectáreas a 400.000,
dándoles 243.000 hectáreas a las familias criollas de los lotes 14 y 55. En 2012, esto fue aceptado
por la provincia mediante decreto. Sin embargo, en 2014, Salta transfirió la propiedad como
compartida entre las comunidades indígenas y las familias criollas.
La comunidad alega primeramente que el Estado no ha entregado el título comunitario de la
propiedad. Mientras tanto, las actividades de los pobladores criollos, como la tala ilegal, la cría de
ganado y la instalación de alambrado, se han estado desarrollando en las tierras de las
comunidades indígenas y han causado la pérdida de recursos forestales y de biodiversidad,
afectando gravemente las maneras tradicionales de acceder a la alimentación y el agua de las
comunidades indígenas.
Ante la falta de respuesta del Estado argentino, en 1998 la Asociación Lhaka Honhat, presento
denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. En 2012 la Comisión dicto
informe de violación de los derechos de las comunidades y el caso llego finalmente a la Corte.

SENTENCIA:
La Corte afirmó que la Convención Americana incluye el derecho de los pueblos indígenas a su
propiedad comunitaria. El Estado debe otorgar un título legal de propiedad cuyo cumplimiento
puedan exigir las comunidades indígenas frente al gobierno y terceros. Aunque decretos
constituían actos de reconocimiento de la propiedad comunitaria, debido a la falta de un título
adecuado, el proceso no se había completado. La Corte concluyó que la normativa actual de
Argentina destinada a garantizar el derecho a la propiedad de la comunidad no era adecuada y,
que violaba el derecho a la propiedad. También señaló que, a pesar de la importancia del puente
111
Agustina Lena

internacional que construyó Argentina, el Estado violo derechos políticos al no consultar esto con
las comunidades indígenas.
Por primera vez, la Corte analizó los derechos a un medio ambiente sano, alimentación adecuada,
agua e identidad cultural bajo un desarrollo progresivo. La Corte sostuvo que las actividades
llevadas a cabo por los pobladores criollos tenían un efecto perjudicial sobre la forma de vida,
acceso al agua, alimentación y un medio ambiente sano de las comunidades indígenas. El Estado
estaba al tanto de dichas actividades perjudiciales y de su efecto sobre la vida indígena, pero no
las había frenado efectivamente. Debido a que las actividades perjudiciales no eran consensuadas,
dado que las comunidades indígenas no las habían permitido, Argentina había violado los
derechos a un medio ambiente sano, alimentación adecuada, agua e identidad cultural.
Respecto a la violación del derecho a garantías judiciales, la Corte concluyó que Argentina era
responsable al no proporcionarles garantías judiciales a las comunidades indígenas.
La Corte Interamericana le ordenó a Argentina, dentro seis años como máximo, llevar a cabo todas
las acciones necesarias para otorgarles el título a las comunidades indígenas y reubicar a las
poblaciones criollas, junto con sus alambrados y su ganado, fuera de las tierras indígenas. Ordenó
al Estado a abstenerse de hacer algo en propiedad indígena que pueda afectar la propiedad sin
consulta previa; entregar un estudio a la Corte identificando situaciones de falta de acceso a agua
potable o alimentación, y elaborar un plan de acción para solucionarlo; preparar un estudio sobre
medidas para preservar el agua, remediar la contaminación, y evitar la pérdida de recursos
forestales; publicar la sentencia de la Corte y un resumen, incluyendo su traducción a idiomas
indígenas; adoptar medidas legislativas para asegurar los derechos a la propiedad comunitaria
indígena y pagar un reembolso de gastos y costas.

CSJN: Comunidad Indígena Eben Ezer c/ Provincia de Salta. (2008)


HECHOS:
La Comunidad Indígena Eben Ezer inició acción de amparo contra Salta y el Ministerio de Empleo y
Producción, ya que con la Ley local 7274 fueron desafectados como reserva natural ciertos lotes a
los que el Poder Ejecutivo provincial los pondría en venta por vía de un proceso licitatorio. La
Comunidad sostuvo que sobrevivía gracias a los recursos naturales existentes en esas tierras y a su
corredor ecológico. Solicitaba la inconstitucionalidad del acto administrativo por ser violatorio del
derecho a la vida y a la propiedad comunitaria de la tierra.
El juez de Primera Instancia considera que esta acción no era de su competencia por lo que fue
remitida a la Corte provincial. Apelada la sentencia, la Corte Suprema de Salta rechazo el amparo
al sostener que este ya había caducado en los términos fijados por el Código Procesal Civil y
Comercial provincial.

SENTENCIA:
El caso llega a la Corte la cual sostuvo que la existencia de reglamentación no puede constituir
obstáculo para restablecer de forma inmediata a la persona, el goce de la garantía o derecho que
se le está siendo vulnerado.
El fallo del Tribual salteño es incompatible con el fin del amparo de tutelar de forma inmediata los
derechos humanos de la Constitución. Cuando las disposiciones de una ley, decreto u ordenanza
112
Agustina Lena

resulten violatorias de algún derecho, el amparo procura una protección expeditiva y rápida, por lo
que no puede recibir por vía reglamentaria ningún límite que destruyera su esencia.
Los pueblos indígenas guardan una estrecha relación con sus territorios y los recursos que allí se
encuentran, no sólo porque son su principal medio de subsistencia, sino además porque
constituyen un elemento integrante de su identidad cultural. La Corte considera que el derecho a
la propiedad de los pueblos indígenas es fundamental para ellos y que se debe tomar en cuenta
que la tierra está relacionada con sus tradiciones, sus costumbres, lenguas, sus artes, rituales, sus
conocimientos, derecho consuetudinario, vestimenta, entre otros.
Así, finalmente la Corte revoca la sentencia apelada para que fin se dicte una nueva que garantice
a la parte actora el pleno acceso al amparo.

CSJN: Neuquén, Provincia c/ Estado Nacional. (2018).


HECHOS:
La Provincia del Neuquén promueve acción contra el Estado Nacional con el propósito de que la
Corte deje sin efecto una resolución del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, dictada en
2006 que rechazó el recurso interpuesto por la provincia contra la resolución emitida por el
Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), y que se revoquen las resoluciones donde inscribió
a 6 comunidades en Registro Nacional de Comunidades Indígenas otorgándoles personería
jurídica, sin requerimiento o consulta previa a la provincia de Neuquén.
Además, solicito el dictado de una sentencia declarativa para poner fin a la incertidumbre sobre la
delimitación de las facultades concurrentes entre los Estados nacional y provincial en lo
concerniente al reconocimiento de la preexistencia étnica y cultural y a la inscripción de la
personería jurídica de las comunidades indígenas. Incluye declarar la inconstitucionalidad de
normas nacionales que atribuyen facultades al Estado nacional y/o al INAI que estarían reservadas
a la provincia.

SENTENCIA:
La CSJN hace lugar a la demanda al ser competencia originaria de esta, y declaro la nulidad de las
resoluciones dictadas por el INAI, principalmente por considerar que, al inscribir la personería
jurídica de las seis comunidades sin participación ni conocimiento previo de la provincia de
Neuquén, actuó sin el debido respeto a los poderes concurrentes de la provincia.
Existen facultades concurrentes en esta materia, sin embargo, esto no otorga poder al gobierno
federal para sustituir al provincial en actos de legislación y administración relacionados con
personas y cosas que caen en su jurisdicción territorial. Sostuvo así que las competencias de las
autoridades nacionales para otorgar personerías jurídicas sólo podrán ejercerse de manera directa
cuando las comunidades pidan inscriptas y cuando se cuente con pleno conocimiento y
conformidad de la provincia donde se encuentra asentada la comunidad, lo que, en este caso,
según la CSJN, no ocurrió ya que la provincia no fue informada ni consultada respecto a lo
solicitado por las comunidades y no participó en la conformación del conjunto de datos relevantes
para reconocer a una comunidad aborigen con personería jurídica.
113
Agustina Lena

Si bien la ley prevé el funcionamiento del Registro de Comunidades del INAI, lo hace con la
condición de que el organismo coordine su acción con los organismos provinciales. Así, la Corte
considero que el organismo nacional, en el marco del régimen constitucional vigente, no tiene el
poder de otorgar personería a las comunidades mientras subsistan objeciones de la Provincia.
La Corte hace lugar a la demanda presentada y declara la nulidad de las resoluciones dictadas por
el INAI ya que no respeto los poderes de la provincia.

Dictamen del Comité de DDHH: Caso Poma Poma c/ Perú. (2009).


HECHOS:
Angela Poma Poma y sus hijos son propietarios una estancia ubicada en Palca, en la región de
Tacna. Su único medio es subsistencia es la crianza de camélidos sudamericanos (alpacas, llamas).
En la estancia solamente hay praderas para el pastoreo y manantiales de agua subterránea que
nutren los llamados “bofedales” (praderas permanentemente húmedas). Está atravesada por un
bofedal, del que dependen más de ocho familias.
En los años ’50, el gobierno peruano desvió el cauce del río que abastecía a la zona de agua
superficial y hacía crecer los pastizales que alimentaba al ganado. A pesar de ello, el humedal
siguió manteniéndose con el agua subterránea. No obstante, en los ’70, el gobierno perforó pozos
para sacar agua subterránea, provocando un desecamiento de los pastizales.
En los años siguientes, el Estado continúo realizando estas obras que perjudicaban la humedad del
territorio y aceleraban el proceso de desecación y degradación del territorio y la muerte de gran
cantidad de ganado. Las obras se realizaron sin contar con aprobación del impacto ambiental. En
los ’90, se realizó el proyecto PET, bajo la dirección del Instituto Nacional del Desarrollo, que
consistía en la construcción de 12 nuevos pozos en la región, en miras de realizar más.
En 1994, varios miembros de la comunidad que se manifestaron en contra de estas medidas,
fueron reprimidos por policía y fuerzas armadas. El presidente de la comunidad fue asesinado en
Palca y su muerte nunca fue investigada.
Las protestas indígenas, incluyendo una queja colectiva enviada al gobierno en 1997, forzaron la
desactivación de seis de los doce pozos construidos. Sin embargo, en 2002 se reactivaron
nuevamente lo que motivo a la actora a presentar una denuncia penal, recurriendo al Fiscal
General. Este concluyo que había indicios de delito y formuló denuncia penal por delito contra la
ecología y alteración del paisaje.
En 2004 el juez del Primer Juzgado Penal se inhibió de la causa por ser esposo de la asesora legal
de la empresa, siendo remitido el expediente al Segundo Juzgado Penal, quien no hizo lugar.
El fiscal interpuso numerosos recursos los cuales todos fueron rechazados. La actora interpuso
queja ante el Instituto Nacional de Desarrollo, donde le comunicaron que no era posible iniciar una
investigación de la causa.
La autora alega que agoto todos los recursos internos disponibles en busca de solución.
La autora denuncio al Estado por desviar las aguas subterráneas de sus tierras, destruyendo el
ecosistema, degradando las tierras y disecando los humedales, provocando la muerte de miles de
cabezas de ganado y colapsando el único sistema de supervivencia de la comunidad.

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Agustina Lena

Alega, además, que se vio privada del derecho a interponer un recurso efectivo. Y que estos
hechos constituyen una injerencia en su vida y actividad familiar, ya que por falta de agua su único
medio de subsistencia se vio gravemente afectado.
Sostiene que las autoridades políticas y judiciales no tomaron en cuenta los argumentos de la
comunidad y sus representantes por el hecho de ser indígenas, por lo que se violó su derecho a la
igualdad ante los tribunales

SENTENCIA:
El Comité establece y reconoce un derecho conferido a aquellas personas que pertenecen a
grupos de minorías. El cual protege la cultura de estos grupos, que incluye su modo particular de
vida, el territorio y los usos de sus recursos. El goce de esos derechos requiere la adopción de
medidas jurídicas positivas para proteger estos grupos.
En el presente caso resulta indiscutible que la autora es miembro de una minoría étnica y que la
cría de camélidos constituye un elemento esencial de la cultura de la comunidad, siendo ésta una
forma de subsistencia y una práctica ancestral donde la autora misma participa de esa actividad. El
Comité reconoce que el Estado puede legítimamente tomar medidas para promover su desarrollo
económico, sin embargo, no puede menoscabar derechos.
El Comité toma nota de que miles de cabezas de ganado murieron por la degradación de tierras,
producida por el Proyecto Especial Tacna durante los años 1990s, arruinando así el modo de vida y
la economía de la comunidad, forzando a sus miembros a abandonar sus tierras y su actividad
económica tradicional. Observa que dichas afirmaciones no han sido contestadas por el Estado
Parte, que se limitó a justificar la presunta legalidad de la construcción de los pozos.
Los miembros de la comunidad deben tener oportunidad de participar en el proceso de adopción
de decisiones para la realización de la actividad económica. En el presente caso, el Comité observa
que ni la autora ni la comunidad de la que forma parte fueron consultadas en ningún momento
por el Estado Parte. Además, el Estado tampoco exigió la realización de estudios con miras a
determinar el impacto que la construcción de los pozos tendría en la actividad económica
tradicional.
La autora, no ha podido seguir beneficiándose de su actividad económica tradicional, debido a la
desecación de las tierras y la pérdida de su ganado. El Comité concluye que las actividades
realizadas por el Estado comprometen y violan de manera sustantiva el derecho de la autora a
gozar de su modo de vida y propia cultura en común con los demás miembros de su grupo.
El Estado Parte debe proporcionar a la autora un recurso efectivo, así como medidas de reparación
adecuadas al perjuicio sufrido. El Comité desea recibir del Estado Parte información sobre las
medidas adoptadas para aplicar el dictamen del Comité y se ruega que se publique el dictamen del
Comité.

CASO CIDH: Pueblo indígena Kichwa de Sarayaku Vs. Ecuador. (2009)


HECHOS:

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Agustina Lena

En la provincia de Pastaza se encuentra la comunidad indígena Kichwa de Sarayaku, con alrededor


de 1200 habitantes, subsiste de la agricultura familiar colectiva, la caza, la pesca y la recolección
dentro de su territorio de acuerdo con sus tradiciones y costumbres ancestrales.
En 1996 se realizó un contrato para la exploración de hidrocarburos y explotación de petróleo en
la Región Amazónica entre varias empresas. El espacio territorial otorgado comprendía una
superficie donde habitan varias comunidades y pueblos indígenas, como el pueblo Kichwa de
Sarayaku.
En numerosas ocasiones la empresa petrolera intentó gestionar la entrada al territorio del Pueblo
Sarayaku y conseguir el consentimiento para la exploración petrolera que fueron rechazadas. En
2002 la Asociación de Sarayaku envió una comunicación al Ministerio de Energía y Minas
manifestando su oposición a la entrada de las compañías petroleras en su territorio.
Ante el ingreso de la empresa al territorio en 2002 y 2003, la comunidad paralizó sus actividades
económicas, administrativas y escolares. La empresa abrió trochas sísmicas, habilitó helipuertos,
destruyó cuevas, fuentes de agua, y ríos subterráneos, necesarios para consumo de agua; taló
árboles y plantas de gran valor y, también sembraron casi una tonelada y media de explosivos.
Fueron denunciadas amenazas y hostigamientos realizados en perjuicio de líderes y miembros de
Sarayaku.
La Comisión Interamericana ordenó medidas cautelares a favor del pueblo en el 2003, pero la
Corte no emitió su fallo en el caso hasta el 2012, después de una visita histórica al pueblo en abril
del mismo año.

SENTENCIA:
La Convención Americana protege la vinculación que los pueblos indígenas guardan con sus tierras
y sus recursos naturales. Para que puedan continuar viviendo su modo de vida tradicional, el
Estado debe garantizar, respetar y proteger la propiedad, el uso y goce, su identidad cultural,
estructura social, sistema económico, costumbres, creencias y tradiciones.
La falta de acceso a los territorios impide que las comunidades indígenas usen y disfruten los
recursos naturales necesarios para su subsistencia, lo que perjudica la preservación de su forma de
vida, costumbres e idioma.
La Corte constata que no está en duda la propiedad comunal del Pueblo Sarayaku sobre su
territorio, cuya posesión ejerce en forma ancestral e inmemorial y destaca el profundo lazo que la
comunidad mantiene con su territorio.
Cuando los Estados imponen limitaciones o restricciones al ejercicio de derechos de los pueblos
indígenas sobre sus tierras y recursos naturales, deben respetar ciertas pautas: efectuar un
proceso adecuado y participativo que garantice el derecho a consulta de los pueblos; la realización
de un estudio de impacto ambiental; y compartir los beneficios que se produzcan de la explotación
de los recursos naturales.
La Corte estableció que el deber de consulta es fundamental y necesario. El Estado debía haber
garantizado la participación del Pueblo Sarayaku y, en consecuencia, que no se realizaran actos
dentro de su territorio sin consultarle previamente.
El Estado no realizó en ningún momento, consulta con Sarayaku a través de sus instituciones y
órganos de representación.
Es un deber del Estado que no puede delegarse en terceros o empresas privadas. La búsqueda de
un “entendimiento” con el Pueblo Sarayaku llevado a cabo por la empresa, no puede ser
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Agustina Lena

entendida como una consulta de buena fe ya que no consistió en un diálogo con miras a alcanzar
un acuerdo.
En 2001 el Ministerio de Defensa suscribió un convenio de cooperación militar con las empresas
petroleras que operaban en el país, donde el Estado se comprometió a “garantizar la seguridad de
las instalaciones petroleras y de las personas que laboren en ellas”. La Corte considera que el
Estado apoyó la actividad de exploración petrolera de la empresa CGC al proveerles seguridad con
miembros de sus fuerzas armadas.
El Tribunal estableció que el Estado debía garantizar que no se emitirá ninguna concesión dentro
del territorio de una comunidad indígena a menos que entidades independientes y técnicamente
capaces, bajo la supervisión del Estado, realicen un estudio previo de impacto social y ambiental.
Estos se deben realizar conforme a estándares internacionales respetando las tradiciones y cultura
de los pueblos indígenas. Este plan fue realizado sin la participación del Pueblo, por una entidad
privada subcontratada por la empresa petrolera, sin ser sometido a control estricto posterior por
parte de órganos estatales de fiscalización, y no tomó en cuenta la incidencia que las actividades
de desarrollo podían tener sobre la comunidad.
Por todo lo anterior, el Estado es responsable por el incumplimiento de su obligación de adoptar
disposiciones de derecho interno en relación con las violaciones a los derechos de consulta,
identidad cultural y propiedad.
La empresa petrolera realizó, con la aprobación y protección del Estado, la siembra cerca de 1400
kg. de explosivos en el territorio Sarayaku. Así, se lo declara responsable de haber puesto
gravemente en riesgo los derechos a la vida e integridad personal de los miembros del Pueblo
Sarayaku.
Además, la Corte considera que el Estado violo los derechos a las garantías judiciales y a la
protección judicial en perjuicio del Pueblo Sarayaku. Ya que no realizo las correctas investigaciones
sobre las violaciones sufridas y denunciadas por el pueblo; no tomo en cuenta el recurso de
amparo impuesto por la comunidad al considerarlo inadecuado e ineficaz ya que este no estaba
concebido para impugnar un contrato de concesión petrolera, que debía impugnarse a través de
un recurso contencioso-administrativo. La Corte sostuvo que el amparo reúne las características
necesarias para la tutela efectiva de los derechos fundamentales, esto es, la de ser sencilla y breve.
La Corte ordenó que Ecuador debe “retirar los explosivos del territorio”. Además, debe conducir
una consulta adecuada, efectiva antes de empezar proyectos de extracción de recursos naturales.
Debe realizar “cursos obligatorios” acerca de los derechos de los pueblos indígenas, dirigidos a
funcionarios involucrados con pueblos indígenas, y organizar “un acto público de reconocimiento
de responsabilidad” por las violaciones. Por fin, la Corte estableció que el Estado debe pagar
90.000 dólares en daños materiales y 1.250.000 de dólares en daños no materiales al pueblo de
Sarayaku.

UNIDAD 5:

CIDH: “Lagos del Campo vs Perú “. (2017) (.)


HECHOS:

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Agustina Lena

El presente caso se relaciona con el despido del señor Alfredo Lagos del Campo en 1989, como
consecuencia de las declaraciones realizadas durante una entrevista para la revista “La Razón”. La
entrevista fue realizada cuando era Presidente del Comité Electoral de la empresa Ceper-Pirelli,
empresa industrial donde había laborado como obrero por más de 13 años. En dicha entrevista
denunció que el directorio de la empresa presuntamente habría empleado el “chantaje y la
coerción” para llevar a cabo “fraudulentas elecciones al margen del Comité Electoral”. Las
elecciones se habían realizado en abril del 1989, y fueron posteriormente anuladas por el
Ministerio de Industria que instruyó convocar a un nuevo proceso. En 1998 la empresa formuló
cargo en su contra por falta laboral, indisciplina y “faltamiento grave de palabra”. Tras su despido,
el señor Lagos del Campo promovió demanda ante el Juzgado de Trabajo de Lima. En 1991 dicho
juzgado calificó el despido de “improcedente e injustificado”, al considerar que para proceder con
un despido la ley exige que la falta grave que se imputa a un empleado debiera estar debidamente
comprobada. La empresa interpuso un recurso de apelación y el Segundo Tribunal del Trabajo de
Lima revocó la sentencia de primera instancia y, calificó el despido como "legal y justificado”.
Posteriormente, Lagos del Campo interpuso diversos recursos ante ese mismo tribunal y tribunales
superiores, los cuales fueron todos denegados o declarados improcedentes. Como consecuencia,
Lagos del Campo se vio imposibilitado para acceder a los beneficios de seguridad social que
dependían de su empleo.

SENTENCIA:
La Corte sostuvo que Lagos del Campo actuaba en carácter de representante sindical y sus
declaraciones habían sido efectuadas en el marco de una disputa laboral sobre las condiciones de
trabajo, la finalidad era evidenciar un problema y no afectar la reputación de la empresa. Al no
proteger los derechos de Lagos del Campo, el Estado afectaba su capacidad para representar a los
trabajadores y privaba a los trabajadores de su representante. De esta manera, el Estado violaba los
derechos de Lagos del Campo a la libertad de expresión y asociación.
Mediante su despido arbitrario e injustificado, Lagos del Campo también quedó privado de su
derecho al trabajo y a la seguridad laboral. La Corte dictaminó que existe un derecho a la
estabilidad en el empleo y, por ende, los Estados de la Convención deberían tener reglas para: (a)
determinar los alcances de la estabilidad en el empleo y cuáles son las causales de terminación o
(b) en caso de no existir estabilidad, que haya indemnizaciones para los casos que se termine la
relación de empleo sin justificación. La Corte dejó en claro que las obligaciones del Estado
respecto del derecho al trabajo incluían la disposición de mecanismos legales donde sea posible
plantear reclamos de trabajadores frente a despidos injustificados en el sector y, de ser
confirmados, remediarlos. La Corte destacó que el derecho a la seguridad laboral no significaba
que un trabajador no pudiera ser despedido nunca, sino que significaba que los trabajadores
tenían derecho a conocer las razones de su despido y a gozar de la protección legal efectiva en
caso de que las razones esgrimidas por el empleador fueran arbitrarias o contrarias a la ley.
La Constitución del Perú reconoce tanto el derecho al trabajo como el derecho a la seguridad laboral.
Dado que los tribunales de apelación de ese país no estaban dispuestos a evaluar los reclamos de
Lagos del Campo respecto de estos derechos y ningún otro tribunal los iba a examinar, el Estado
también violó el derecho de Lagos del Campo a un juicio justo y a la tutela judicial.

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Agustina Lena

La Corte condeno al Estado de Perú y ordenó a que publique la decisión en su página web y en una
publicación de amplia circulación y, además, otorgarle a Lagos del Campo una indemnización por
los daños y perjuicios ocasionados.

UNIDAD 6:

CASO MIGNONE (1996).


En 1995 comenzaron a realizarse una serie de presentaciones llevadas a cabo por abogados del
CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales) en la búsqueda de verdad, justicia y reparación por las
desapariciones de las víctimas de la dictadura. La primera de estas presentaciones fue la de Emilio
Mignone en la causa ESMA. Mignone solicitaba conocer el destino de su hija Mónica, detenida por
las Fuerzas Armadas en 1976 y desaparecida desde entonces. El caso se había investigado
originariamente, debido a que existían indicios fuertes que permitían afirmar que Mónica había
estado detenida en la escuela mecánica de la armada. Sin embargo, la investigación había
quedado trunca por la Ley de Obediencia Debida.
La Cámara accedió a la petición y dispuso una serie de medidas destinadas a obtener información
de las Fuerzas Armadas para la reconstrucción de registros que permitieran esclarecer el destino
de las personas que estuvieron detenidas en la ESMA, en especial la identidad y el paradero de los
niños nacidos en cautiverio. La actuación judicial significaba el reconocimiento de que los
familiares podían exigir que se les brindara la información y que el Estado debía asegurarse de
cumplir con su obligación de investigar e informar. Ante la presión, la Armada finalmente
respondió que no contaba con información sobre el destino de las personas detenidas
desaparecidas ni existía modo de reconstruir esos archivos. Agregó además un dictamen en el que
se afirmaba que la justicia no tenía jurisdicción ni competencia para solicitar esa información y que
Fuerzas Armadas sólo tenían obligación de informar al Presidente de la Nación o, en su caso, a
algún organismo dependiente de aquel. El 18 de julio la Cámara adoptó una confusa resolución
que significó la virtual clausura de la investigación que se había reactivado. Sin embargo, el CELS
realizó posteriormente nuevas presentaciones solicitando distintas medidas de prueba que fueron
admitidas por el tribunal.

CASO CIDH: Lapaco vs. Argentina. (1999)


HECHOS:
Luego de la causa Mignone, el CELS a patrocino a Carmen Lapacó en una presentación ante la
Cámara Federal en la causa que se habían investigado hechos ocurridos en la escuela mecánica
Ejército. La actora reclamaba información sobre su hija, Alejandra Lapaco que se encontraba
desaparecida.

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Agustina Lena

La Cámara, en 1995, mediante resolución detuvo los avances que se habían logrado hasta ese
momento. Lapacó presentó un recurso extraordinario ante la Corte Suprema. En 1998, la Corte
declaró la improcedencia del recurso extraordinario, basó su dictamen en que el derecho de
acceso a la información se invocó en el marco de un proceso penal, donde las diligencias de
investigación tienen como objetivo comprobar la existencia de un hecho punible y determinar la
identidad de sus autores. Esto implicaría la apertura del proceso contra quienes habían sido
sobreseídos por las leyes de Obediencia Debido y Punto Final.
El fallo provocó la movilización de los familiares de víctimas para insistir en el reclamo de verdad y
se intentaron nuevas vías para reclamar tal derecho. Entre otras alternativas, se presentaron
habeas corpus, denuncias ante fiscales del fuero penal, y se enviaron numerosos pedidos a España
para lograr en ese país la respuesta que no encontraban en Argentina. Al mismo tiempo,
comenzaron a desarrollarse juicios por la verdad en diversas jurisdicciones del país ignorando el
precedente de la Corte Suprema.
Lapacó presento —con el patrocinio de todos los organismos de derechos humanos— una
denuncia ante la Comisión Interamericana por la violación al derecho a la verdad.
En esta instancia se logró un acuerdo de solución amistosa a partir del cual el Estado asumió una
serie de compromisos con respecto al derecho a la verdad:
1) “Derecho a la verdad: El Gobierno argentino acepta y garantiza el derecho a la verdad que
consiste en el agotamiento de todos los medios para alcanzar el esclarecimiento acerca de lo
sucedido con las personas desaparecidas.
2) Competencia exclusiva a las cámaras federales: El gobierno argentino gestionará la
normativa para que las Cámaras Nacionales en lo Criminal y Correccional Federal de todo el país
tengan competencia exclusiva en los casos de averiguación de la verdad sobre el destino de las
personas desaparecidas.
3) Fiscales especiales coadyuvantes: El gobierno argentino gestionará ante el Ministerio
Público Fiscal para que destine un cuerpo de fiscales ad hoc para que actúen en forma
coadyuvante sin desplazar a los naturales, en todas las causas de averiguación de la verdad y
destino de las personas desaparecidas, a fin de que se alcance una especialización en la búsqueda
e interpretación de datos y una mejor centralización y circulación de información.
4) La actora congela su acción internacional mientras se cumple el acuerdo.
El acuerdo se firmó en 1999 durante una visita de la CIDH al país. En los años posteriores existieron
numerosos intentos de paralizar las causas por derecho a la verdad.

CASO CSJN: Urteaga, Facundo vs. Estado Mayor de las fuerzas armadas. (1998) (.)
HECHOS:
Facundo Urteaga promovió una acción, basándose en el art. 43 de la CN, que denominó “amparo
de hábeas data “, contra el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas y Organismos de
Inteligencia del Ejército, Aeronáutica, Armada. Con esta acción pretendía obtener información
registrada en algún banco de datos estatales, acerca del probable fallecimiento y destino de los
restos de su hermano (desaparecido en 1976, supuestamente en un enfrentamiento con fuerzas
de seguridad en Bs. As.).

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Agustina Lena

El juez de primera instancia rechaza la demanda interpuesta por considerar que la herramienta
procesal del art. 43 solo puede ser utilizada por la persona a quien se refieren los datos, y que, por
ese procedimiento solamente se puede suprimir, actualizar o asegurar la confidencialidad de los
datos personales, lo que difiere con el objeto de la petición y afirma que la vía procesal correcta
era el Habeas Corpus. Apelada la sentencia, la Cámara de Apelaciones la confirma.

SENTENCIA:
La Corte hace lugar al Recurso Extraordinario Federal del actor y revoca la sentencia apelada, en
un fallo muy importante, pues arriba a soluciones no regladas por el artículo 43.
La Corte sostiene que el actor es damnificado en cuanto a su derecho de conocer el paradero de
su hermano o localizar sus restos, por lo que corresponde reconocer al apelante el derecho a la
información objetiva requerida, referida a datos relativos a su hermano, consistentes en conocer
cuál había sido su destino, qué había sucedido con él, dónde se encontraban sus restos y, si se
confirmaba que había sido asesinado, quiénes habían sido los responsables de esta decisión y qué
grado de responsabilidad le correspondía al Estado. Corresponde, además, garantizar la tutela a
través de la acción de hábeas data —sin que la ausencia de normas regulatorias de los aspectos
instrumentales de la misma sea óbice para su ejercicio—, en el marco de la cual debe admitirse la
legitimación del actor, basada en su calidad de hermano de quien habría sufrido desaparición
forzosa.

CASO CSJN: Hagelin (2003)


HECHOS:
La joven sueca Hagelin había sido secuestrada en Argentina en 1977, trasladada al centro de
detención de la ESMA y desaparecida hasta la fecha. Se inició una investigación penal para
identificar a los ejecutores directos de la muerte de Hagelin, que sin embargo debió ser clausurada
por las leyes de Punto Final y obediencia Debida y por la prescripción de la acción penal.
El padre de Hagelin, inició acción civil contra el Estado y obtuvo sentencia favorable en 1992. Sin
embargo, no pudo percibir la indemnización porque en 1993 la Corte dispuso la aplicación de la
Ley de Consolidación de la Deuda Pública, que establecía el pago en bonos públicos en vez de
dinero en efectivo. Hagelin recurrió entonces ante la Comisión IDH para denunciar al Estado
argentino por violación de la protección judicial. Su denuncia fue declarada admisible y,
finalmente, en el año 2000, se llegó a un acuerdo económico con el Estado argentino, resultado de
la solución amistosa del caso presentado ante la CIDH. En este acuerdo, el Estado se comprometió
a abonar en efectivo la indemnización y Hagelin renunció a realizar otro reclamo judicial,
administrativo o internacional “por cualquier concepto con motivo u ocasión de los mismos
hechos”.
Por otra parte, en 1995 Hagelin demandó la reapertura de la causa penal por la desaparición de su
hija. Solicitó que se investigara lo sucedido, la ubicación de sus restos y la identidad de los
responsables de su muerte y desaparición. Reclamó también el castigo a los culpables, por lo que
requirió la nulidad de las leyes de punto final y obediencia debida y de los decretos de indulto.

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Agustina Lena

El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas rechazó su pedido, considerando que ya existía
sentencia judicial firme con autoridad de cosa juzgada y que ellos no tenían competencia para
resolver los planteos de nulidad.
Hagelin recurrió la decisión y, en 1997, Cámara Nacional de Casación Penal resolvió que, como
Hagelin había firmado un convenio económico con el Estado argentino, había renunciado a la
acción penal y carecía de legitimación para solicitar la nulidad de las leyes de punto final y
obediencia debida y los decretos de indulto. El tribunal se basó en una norma del Código Civil que
establece que la renuncia a efectuar acciones civiles importa la renuncia a ejercer la acción penal.

SENTENCIA:
El caso llegó ante la Corte Suprema, que debió decidir si, pese a haber firmado un convenio
económico con el Estado argentino, Hagelin tenía derecho a solicitar la reapertura de la causa
penal y a pedir la nulidad de las leyes y decretos mencionados.
Finalmente, el máximo tribunal revocó la sentencia de Cámara y la obligó a resolver sobre los
pedidos de investigación y sanción efectuados por Hagelin.
Estimaron irrelevante que el padre de Hagelin hubiera firmado un convenio económico con el
Estado. Se violo el derecho a la protección judicial de los familiares de las víctimas al no investiga
ni sancionar por parte del Estado.
El derecho internacional de derechos humanos impone al Estado tres obligaciones independientes
entre sí: indemnizar a los familiares, identificar a los autores de la desaparición y muerte, y
sancionarlos penalmente. Dada esta independencia, afirmaron que era erróneo pretender que el
convenio de indemnización firmado con el Estado argentino implicara la extinción de los otros dos
deberes.
Entre los deberes del Estado dentro del marco de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos resulta necesario distinguir entre la reparación de las consecuencias de la situación
violatoria de los derechos o libertades (investigación de los hechos relativos a la desaparición
forzada, castigo de los responsables de estos hechos y declaración pública de la reprobación de
esta práctica) de la indemnización como compensación por los daños patrimoniales y
extrapatrimoniales incluyendo el daño moral, aspecto sobre el que versaba la pretensión que
constituyó el objeto de la denuncia efectuada ante la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos y la renuncia efectuada en el acuerdo amistoso.

CSJN: Simón, Julio Héctor y otros. (2005) (.)


HECHOS:
Un matrimonio y su hija de ocho meses fueron secuestrados por “fuerzas conjuntas” en 1978 y
enviados a un Centro Clandestino de Detención.
Años posteriores, Abuelas de Plaza de Mayo recibieron denuncias que señalaban que un militar
retirado tenía en su poder a la niña, anotada bajo otro nombre. En 1998, las Abuelas iniciaron un
proceso judicial por la apropiación, retención y ocultamiento de la niña. Por esos delitos, se
procesaron a Julio Héctor Simón y a Juan Antonio Del Cerro por haber secuestrado en 1978 al
matrimonio y la hija de ambos y torturar y desaparecer al matrimonio. También el CELS solicitó en
2000 que se declararan nulas las leyes de punto final y obediencia debida dictadas en 1986 y 1987

122
Agustina Lena

para beneficiar a centenares de miembros de las fuerzas armadas que estaban siendo juzgados en
distintas Cámaras federales.
En 2001 el juzgado federal que investigaba la causa declaró la inconstitucionalidad de las leyes y
procesó con prisión preventiva a Julio Héctor Simón por crímenes contra la humanidad. Este fallo
fue confirmado por el tribunal de alzada. La defensa interpuso un recurso extraordinario que, al
ser denegado, dio origen al recurso de queja ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación

SENTENCIA:
La Corte hace lugar parcialmente a la queja y al recurso extraordinario, y consideró finalmente que
las leyes de obediencia debida y punto final son inconstitucionales y se oponen a la Convención
Americana sobre Derechos Humanos y al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
porque obstaculizan el esclarecimiento y la efectiva sanción de actos contrarios a los derechos
reconocidos en tratados internacionales. Afirmo que las leyes eran inconstitucionales, en tanto los
tratados gozan de jerarquía constitucional (art. 75, inc. 22 de la Constitución Nacional). Asimismo,
declaró la validez de la ley por la cual el Poder Legislativo había declarado nulas las leyes de
obediencia debida y punto final, porque su sentido había sido el de intentar dar cumplimiento a
los tratados constitucionales en materia de derechos humanos eliminando todo aquello que
pudiera parecer un obstáculo para que la justicia argentina investigue debidamente los hechos.
Finalmente, resolvió declarar de ningún efecto las leyes de obediencia debida y punto final y
cualquier acto fundado en ellas que se oponga al juzgamiento y eventual condena de los
responsables u obstaculice las investigaciones llevadas a cabo por crímenes de lesa humanidad.

CASO CIDH: Velásquez Rodríguez Vs. Honduras. (1988)


HECHOS:
Durante 1981 y 1984, en Honduras, muchas personas desaparecieron sin que se haya vuelto a
tener noticia alguna de ellas. Las desapariciones solían iniciarse mediante el secuestro violento de
las víctimas, muchas veces a la luz del día y en lugares poblados, por parte de hombres armados,
en vehículos sin identificación oficial y con cristales polarizados, sin placas o con placas falsas.
Estos hechos constituían una práctica sistemática en contra de personas consideradas por las
autoridades hondureñas como peligrosas para la seguridad del Estado. Tanto las autoridades
militares y policiales como el Gobierno y el Poder Judicial se negaban o eran incapaces de
prevenir, investigar y sancionar los hechos y de auxiliar a quienes se interesaban en averiguar el
paradero y la suerte de las víctimas o de sus restos. En este escenario, Manfredo Velásquez,
estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, desapareció el 12 de septiembre
de 1981, entre las 16:30 y las 17:00 horas, secuestrado por personas vinculadas con las Fuerzas
Armadas o bajo su dirección.
Según testigos oculares, Velásquez fue sometido a duras interrogaciones, bajo fuertes torturas.

SENTENCIA:
Después de haber transmitido denuncia al Gobierno, la Comisión, en varias oportunidades, solicitó
información sobre los hechos denunciados. Ante la falta de respuesta del Gobierno, la Comisión
presumió "verdaderos los hechos denunciados relativos a la detención y posterior desaparición del
señor Velásquez Rodríguez en la República de Honduras" y observó al Gobierno que tales hechos
123
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constituyen gravísimas violaciones al derecho a la vida y al derecho de libertad personal.


Finalmente envió el caso a la Corte.
La Corte declara que Honduras ha violado en perjuicio de Ángel Manfredo Velásquez Rodríguez
los deberes de respeto y de garantía del derecho a la libertad personal, integridad personal y a la
vida. Y fija en indemnización compensatoria que el Estado de Honduras debe pagar a los familiares
de Velásquez Rodríguez, mientras que supervisará el cumplimiento del pago de la indemnización
acordada y que sólo después de su cancelación archivará el expediente.

CASO CIDH: Barrios altos Vs. Perú. (2001). (.)


HECHOS:
Los hechos del presente caso ocurrieron en 1991. Seis individuos del grupo Colina, compuesto por
miembros del Ejército, irrumpieron en un inmueble ubicado en el vecindario conocido como
Barrios Altos en Lima. Al producirse la irrupción, se estaba celebrando una “pollada”, es decir, una
fiesta para recaudar fondos con el objeto de hacer reparaciones en el edificio.
Los atacantes llegaron al sitio en dos vehículos y obligaron a las víctimas a arrojarse al suelo.
Seguidamente empezaron a dispararles por un período aproximado de dos minutos. 15 personas
fallecieron y 4 quedaron gravemente heridas.
El Congreso peruano promulgó una ley de amnistía, la cual exoneraba de responsabilidad a los
militares, policías, y también a civiles, que hubieran cometido, entre 1980 y 1995, violaciones a los
derechos humanos o participado en esas violaciones; frente a esto no se realizaron mayores
investigaciones ni se sancionaron a los responsables.

SENTENCIA:
La Corte considera que son inadmisibles las disposiciones de amnistía, de prescripción y el
establecimiento de excluyentes de responsabilidad que pretendan impedir la investigación y
sanción de responsables de violaciones de derechos humanos tales como tortura, ejecuciones
sumarias, extralegales o arbitrarias y las desapariciones forzadas, todas ellas prohibidas por ser
derechos inderogables reconocidos por el Derecho Internacional.
La Corte, considera que las leyes de amnistía adoptadas por Perú impidieron que los familiares de
las víctimas y las víctimas sobrevivientes en el presente caso fueran oídas por un juez, violando el
derecho a la protección judicial; impidieron la investigación, identificación, persecución, captura,
enjuiciamiento y sanción de los responsables de los hechos ocurridos en Barrios Altos. Finalmente,
la adopción de las leyes de autoamnistía es incompatibles con la Convención, por lo que Perú
incumplió la obligación de adecuar su derecho interno.
Los Estados Partes tienen el deber de tomar las providencias de toda índole para que nadie sea
sustraído de la protección judicial y del ejercicio del derecho a un recurso sencillo y eficaz. Es por
ello que los Estados Partes en la Convención que adopten leyes que tengan este efecto, como lo
son las leyes de autoamnistía, incurren en una violación de los artículos la Convención.

124
Agustina Lena

Las mencionadas leyes carecen de efectos jurídicos y no pueden seguir representando un


obstáculo para la investigación de los hechos, ni para la identificación y el castigo de los
responsables.
Ante esto, la Corte declara que el Estado violo: el derecho a la vida, el derecho a la integridad
personal, el derecho a las garantías judiciales y a la protección judicial. Considera que las leyes de
amnistía son incompatibles con la Convención Americana sobre Derechos Humanos y carecen de
efectos jurídicos. Declarar que Perú debe investigar los hechos para determinar las personas
responsables de las violaciones de los derechos humanos y divulgar públicamente los resultados
de dicha investigación y sancionar a los responsables. Además, debe pagar las indemnizaciones
correspondientes a las víctimas o sus familiares. Y finalmente publicar la sentencia de la Corte en
el Diario Oficial El Peruano, y difundir su contenido en otros medios de comunicación “que para tal
efecto se estimen apropiados, dentro de los 30 días de suscrito el acuerdo”.

UNIDAD 7

CASO CIDH: Atala Riffo y niñas Vs. Chile. (2012) (.)


HECHOS:
En 2002 Karen Atala Riffo decide finalizar su matrimonio con Ricardo Lopez Allendes, con quien
tenía 3 hijas. Establecieron que ella tendría la tutela y cuidado de las niñas. Ese mismo año, la
compañera sentimental de la señora Atala comenzó a convivir en la misma casa con ella y sus
hijas.
En 2003 el padre de las niñas interpuso demanda de custodia ante el Juzgado de menores, quien
rechazo la demanda. En 2004 la cámara de apelaciones confirma la sentencia. A fines de ese año la
Corte Suprema de Justicia de Chile acepta recurso de queja y estimó que las niñas se encontraban
en una "situación de riesgo", que las ubicaba en un "estado de vulnerabilidad en su medio social,
ya que su entorno familiar excepcional se diferenciaba significativamente del que tienen sus
compañeros de colegio y relaciones de la vecindad en que habitan, exponiéndolas a ser objeto de
aislamiento y discriminación que igualmente afectaría a su desarrollo personal”, lo que considero
suficiente para otorgar la tutela al padre.

SENTENCIA:
Ante la decisión del máximo tribunal del país, la jueza Atala decidió enviar su caso a la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos, donde se declaró admisible la petición en 2010,
sometiendo el caso a la Corte Interamericana.
La Corte ha establecido en múltiples casos que los Estados deben abstenerse de realizar acciones
que vayan dirigidas, directa o indirectamente, a crear situaciones de discriminación y, a su vez,
están obligados a adoptar medidas positivas para revertir situaciones discriminatorias existentes
en sus sociedades. Ante esto, el Tribunal constató que la Corte chilena invocó, en su sentencia,
razones discriminatorias al considerar por ejemplo al entorno donde se desenvolvían las menores
125
Agustina Lena

como un presunto deterioro; los efectos negativos que esto podía causar en las hijas; la supuesta
existencia de "un estado de vulnerabilidad en su medio social" por el presunto riesgo de una
estigmatización social”. Así, la Corte Suprema Chilena otorgó relevancia significativa a la
orientación sexual de la señora Atala al momento de la sentencia.
Es incompatible toda situación que, por considerar superior a un determinado grupo, conduzca a
tratarlo con privilegio; o que, a la inversa, por considerarlo inferior, lo trate con hostilidad o lo
discrimine en derechos. La Corte observó que se habían violentado derechos consagrados en la
Convención desprotegiendo los derechos de la señora Atala, realizando una discriminación basada
en argumentos moralistas más que jurídicos, que abogaban por una visión tradicional de familia, al
considerar que en "el contexto de una sociedad heterosexual y tradicional" el padre ofrecía una
mejor garantía del interés superior de las niñas.
Por otra parte, se constató que se generó también una injerencia arbitraria en la vida privada de
Atal, ya que la orientación sexual es parte de la intimidad de una persona y no tiene relevancia
para analizar aspectos relacionados con la buena o mala paternidad o maternidad.
Con respecto al interés del niño la Corte determinó, en el presente caso, que no puede ser
utilizado para amparar la discriminación en contra de cualquiera de los padres por su orientación
sexual, pues, el juzgador no puede tomar en consideración esta condición social como elemento
para decidir sobre una custodia. Por lo tanto, no son admisibles las consideraciones basadas en
estereotipos por la orientación sexual; es decir, pre-concepciones de las conductas o
características poseídas por las personas homosexuales o el impacto que estos presuntamente
puedan tener en las niñas y los niños.
Respecto al concepto de familia, como estableció la Corte, no existe un modelo único de familia,
por lo que éste puede variar. La Corte Suprema de Justicia del Estado de Chile señaló, que: "se
desconoció el derecho preferente de las menores a vivir y desarrollarse en el seno de una familia
estructurada normalmente y apreciada en el medio social, según el modelo tradicional que le es
propio". En el presente caso, la Corte estimó que el lenguaje utilizado por la Corte Suprema
relacionado con la supuesta necesidad de las niñas de crecer en una "familia estructurada
normalmente y apreciada en su medio social", y no en una "familia excepcional", refleja una
percepción limitada y estereotipada del concepto de familia que no tiene base en la Convención al
no existir un modelo específico de familia.
La CIDH constata que la Corte Suprema de Justicia no explicó en su sentencia cómo evaluó o tomó
en cuenta las declaraciones y preferencias hechas por las menores de edad que constaban en el
expediente. Por el contrario, la Corte Suprema se limitó a fundamentar su decisión en el supuesto
interés superior de las tres menores de edad, pero sin motivar o fundamentar la razón por la que
consideraba legítimo contradecir la voluntad expresada por las niñas durante el proceso de
tuición, más aún si se tiene en cuenta la interrelación entre el derecho a participar de los niños y
niñas y el objetivo de cumplir con el principio del interés superior del niño.
La Corte considera que existían prejuicios y estereotipos que fueron manifestados en la sentencia,
que demostraban que quienes realizaron y aprobaron dicho informe no fueron objetivos respecto
a este punto. Por el contrario, dejaron plasmada su posición personal respecto a la orientación
sexual de la señora Atala en un ámbito disciplinario en el que no era aceptable ni legítimo un
reproche jurídico por este hecho.
La Corte declara que el Estado es responsable por la violación del derecho a la igualdad y la no
discriminación en perjuicio de Karen Atala Riffo y las niñas M., V. y R. Es responsable por la violación

126
Agustina Lena

del derecho a la vida privada. Es responsable por la violación del derecho a ser oído en perjuicio de
las niñas M., V. y R. Y es responsable por la violación de la garantía de imparcialidad.
La Corte dispone: el Estado debe brindar atención médica y psicológica o psiquiátrica gratuita y de
forma inmediata, adecuada y efectiva, a través de sus instituciones públicas de salud especializadas
a las víctimas que así lo soliciten. Debe publicar un resumen de la Sentencia en el diario oficial y en
un diario de amplia circulación y realizar un acto público de reconocimiento de responsabilidad
internacional por los hechos. Debe implementar, en un plazo razonable, programas y cursos
permanentes de educación y capacitación dirigidos a funcionarios públicos a nivel regional y
nacional y particularmente a funcionarios judiciales. El Estado debe pagar las indemnizaciones
correspondientes a Karen Atala y a cada una de sus hijas. Y debe, dentro del plazo de un año rendir
al Tribunal un informe sobre las medidas adoptadas.

UNIDAD 8:

CASO Comisión IDH: Maria Da Penha Vs. Brasil. (2001) (.)


HECHOS:
En 1983 María da Penha, brasileña, fue víctima de doble intento de homicidio por su entonces
marido y padre de sus 3 hijas, dentro de su casa, en Fortaleza. El agresor, Marco Antonio Heredia
Viveiros, colombiano naturalizado brasileño, le disparó por la espalda mientras ella dormía,
causándole paraplejia irreversible, entre otros graves daños a su salud. En ocasión posterior,
intentó electrocutarla en el baño. Hasta 1998, más de 15 años después del crimen, pese a haber
dos condenas, aún no había una decisión definitiva en el proceso y el agresor permanecía en
libertad, razón por la cual Maria da Penha, CEJIL y CLADEM enviaron el caso a la Comisión
Interamericana. El Estado no respondió a la petición y permaneció silencioso durante todo el
procedimiento.

SENTENCIA:
En 2001, la Comisión responsabilizó al Estado por omisión, negligencia y tolerancia en relación con
la violencia doméstica contra las mujeres brasileñas. Consideró que en este caso se daban las
condiciones de violencia doméstica y de tolerancia por el Estado definidas en la Convención de
Belém do Pará y que existía responsabilidad por la falta de cumplimiento a los deberes de una vida
libre de violencia, a que se respete su vida, integridad física, psíquica y moral y seguridad personal;
dignidad personal, igual protección ante la ley y de la ley; y a un recurso sencillo y rápido ante los
tribunales competentes.
Además, estableció recomendaciones para el caso y también políticas públicas para el país. Como:
completar el procesamiento penal del responsable; proceder a una investigación y

127
Agustina Lena

responsabilización en relación con las irregularidades y retrasos injustificados en el proceso;


proveer una reparación simbólica y material a la víctima; promover la capacitación de funcionarios
judiciales y policiales especializados; simplificar procedimientos judiciales penales; promover
formas alternativas de solución de conflictos intrafamiliares; multiplicar el número de Comisarías
de la Mujer con recursos especiales y brindar apoyo al Ministerio Publico en sus informes
judiciales; incluir en los planes pedagógicos unidades curriculares sobre el respeto a la mujer, sus
derechos, la Convención de Belém do Pará y el manejo de conflictos intrafamiliares.
Se trata del primer caso en que se aplicó la Convención de Belém do Pará en el sistema
interamericano, con decisión en que se responsabiliza un país en materia de violencia doméstica
contra las mujeres. En marzo de 2002 el proceso penal fue concluido en ámbito interno y, en
octubre del mismo año, el agresor fue arrestado. En 2006, como resultado de una acción
conjunta de la sociedad civil y del Estado, se aprueba la Ley 11.340 (Ley Maria da Penha), que crea
mecanismos para frenar la violencia doméstica y familiar contra la mujer.
Luego de años de negociaciones entre la víctima, el Estado y las peticionarias, en 2008, en un
evento público llevado a cabo en Fortaleza, se hace efectiva la reparación a la víctima, mediante el
pago de la indemnización y un pedido de disculpas a Maria da Penha, ambos llevados a cabo por el
gobierno de Ceará, con reconocimiento del Estado brasileño de su responsabilidad internacional
ante las violaciones ocurridas, que tuvo gran repercusión en los medios informativos. En diciembre
de 2008, el Estado de Ceará adhirió al Pacto Nacional de Enfrentamiento a la Violencia contra la
Mujer, importante medida que promueve la adopción de políticas relacionadas con el
cumplimiento de las recomendaciones de la CIDH. Sigue pendiente, todavía, la investigación y
responsabilización relativas a las irregularidades y retrasos injustificados en el proceso en el
ámbito de la justicia interna.

Corte IDH: Caso González y otras (“Campo Algodonero”) Vs. México. (2009) (.)
HECHOS:
Los hechos del presente caso sucedieron en 2001, cuando tres jóvenes, dos de ellas menores de
edad, desaparecieron en ciudad de Juárez, lugar donde existe un gran numero de homicidios de
mujeres influenciado por una cultura de discriminación contra ellas. Sus familiares presentaron las
denuncias de desaparición; no obstante, no se iniciaron mayores investigaciones.
En noviembre de 2001 se encontraron los cuerpos en un Campo Algodonero. Los cuerpos
presentaban signos de violencia sexual, y se concluyó que las tres mujeres estuvieron privadas de
su libertad antes de su muerte. A pesar de los recursos interpuestos por sus familiares, no se
investigó ni se sancionó a los responsables
Ante la falta de investigación por parte del gobierno mexicano y la gravedad de los delitos, los
representantes de las víctimas se presentaron ante la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos en 2002 alegando violaciones a los tratados internacionales de Viena, Pacto de San José
de Costa Rica y Convención de Belem do Pará.

128
Agustina Lena

SENTENCIA:
La Corte estableció “que no toda violación de un derecho humano cometido en perjuicio de una
mujer conlleva necesariamente una violación de la Convención de Belém do Pará”; si no que “será
Feminicidio cuando se mata por razón de género”. En el presente caso, la Corte toma nota del
reconocimiento del Estado respecto a la situación de violencia contra la mujer en Ciudad Juárez, y
que los asesinatos “se encuentran influenciados por una cultura de discriminación contra la
mujer”. Lo que lleva a concluir que las jóvenes fueron víctimas de violencia contra la mujer según
la Convención Americana y la Convención Belém do Pará.
Los Estados deben adoptar medidas para cumplir con la debida diligencia en casos de violencia
contra las mujeres. Deben contar con un adecuado marco jurídico de protección, con una
aplicación efectiva del mismo y con políticas de prevención y prácticas que permitan actuar de una
manera eficaz y proporcionar una respuesta efectiva ante las denuncias de violencia contra la
mujer.
La Corte considera que surge un deber de debida diligencia estricta frente a denuncias de
desaparición de mujeres, que debe estar acompañada de una voluntad para actuar de inmediato
con respecto a la realización exhaustiva de actividades de búsqueda durante las primeras horas y
los primeros días. Es imprescindible la actuación pronta e inmediata de las autoridades policiales,
fiscales y judiciales para determinar el paradero de las víctimas.
La Corte considera que México tuvo conocimiento de que existía un riesgo real e inmediato de que
las víctimas fueran agredidas sexualmente y asesinadas, e igualmente no adopto medidas
razonables conforme la Convención Americana y la Convención Belém do Pará, para encontrar a
las víctimas con vida, para que las autoridades ofrezcan una respuesta inmediata y eficaz ante las
denuncias de desaparición y, tampoco para que los funcionarios responsables de recibir las
denuncias tuvieran la capacidad para entender la gravedad del fenómeno y la voluntad para actuar
de inmediato.
El Tribunal considera que el Estado violó los derechos a la vida, integridad personal y libertad
personal y la obligación de adoptar disposiciones de derecho interno en perjuicio de las mujeres.
La obligación del Estado de investigar debe cumplirse diligentemente para evitar la impunidad y
que este tipo de hechos vuelvan a repetirse. Las irregularidades en el manejo de evidencias, la
alegada fabricación de culpables, el retraso en las investigaciones, y la inexistencia de
investigaciones contra funcionarios públicos por su supuesta negligencia grave, vulneran el
derecho de acceso a la justicia, a una protección judicial eficaz y el derecho de los familiares y de la
sociedad a conocer la verdad de lo ocurrido. Además, denota un incumplimiento estatal de
garantizar, a través de una investigación seria y adecuada, los derechos de las tres víctimas. En el
presente caso existe impunidad y las medidas de derecho interno adoptadas han sido insuficientes
para enfrentar las graves violaciones de derechos humanos ocurridas.
La Corte ha establecido que los niños y niñas tienen derechos especiales a los que corresponden
deberes específicos. Su condición exige una protección especial y complementaria a los demás
derechos de la persona. La Corte resalta que las medidas tomadas por el Estado en protección de
la niñez, no fueron efectivas para activar recursos y mecanismos para obtener información que
permitiera localizar a las niñas con rapidez y, una vez encontrados los cuerpos,
realizar investigaciones y sancionar a los responsables. En definitiva, el Estado no demostró
políticas públicas para garantizar los derechos de las niñas.
Los familiares tuvieron que emprender diferentes actuaciones para buscar a las desaparecidas ante
la inactividad de las autoridades, las cuales al mismo tiempo emitían juicios reprochables en contra
129
Agustina Lena

de las jóvenes, causando con ello sufrimiento a los familiares. Estos además sufrieron en su salud
mental y emocional por la irregular y deficiente actuación de las autoridades del Estado a la hora de
localizar a las víctimas una vez reportada su desaparición, la mala diligencia en la determinación de
la identidad de los restos, de las circunstancias y causas de las muertes, el retraso en la entrega de
los cadáveres, la ausencia de información sobre el desarrollo de las investigaciones y el trato dado
a los familiares. Esto constituye una violación al derecho de la integridad de los familiares.
Así, finalmente la Corte encuentra al Estado culpable y le ordena a conducir eficazmente el
procedimiento penal que ya se tenía para identificar, procesa y sancionar a los autores materiales
de la desaparición, privación ilegal de la libertad, tortura, violación y muerte de las jóvenes. En un
plazo razonable deberá investigar a los funcionarios acusados de irregularidades y hostigamiento.
Debe publicar en el Diario Oficial la Sentencia, realizar un acto público de reconocimiento de
responsabilidad internacional, y levantar un monumento en memoria de las mujeres víctimas en
Ciudad Juárez. Crear un banco de datos y pagina web con información de las niñas y mujeres
desaparecidas. Implementar programas y cursos permanentes de educación y capacitación en
derechos humanos y género a funcionarios públicos y realizar un programa de educación
destinado a la población en general. Debe brindar atención médica, psicológica o psiquiátrica
gratuita, de forma inmediata, adecuada y efectiva e indemnizar a las víctimas.

CASO CSJN: Sisnero, Mirtha Graciela y otros c/ Taldelva SRL y otros. (2014) (.)
HECHOS:
Mirtha Graciela Sisnero interpone recurso de amparo contra varias empresas de transporte
público de pasajeros de la ciudad de Salta, alegando que se violaba el derecho a la igualdad y no
discriminación ante la imposibilidad de acceder al puesto de chofer, pese a cumplir con los
requisitos de idoneidad requeridos. Por su parte la Fundación entre Mujeres hizo una presentación
de carácter colectivo solicitando el cese de la discriminación por cuestión de género, la
incorporación de Sisnero en el puesto de chofer y que se establezca un cupo de puestos de trabajo
equitativo.
La Cámara de Apelaciones de Salta hizo lugar a la demanda de Sisnero, ordenó el cese de toda
discriminación y estableció que las empresas demandadas debían tener un cupo de 30% de
mujeres en el plantel de choferes. Además, le ordenó a la Autoridad Metropolitana de Transporte
que confeccione un listado de las postulantes mujeres que cumplieran con los requisitos legales
vigentes, ubicando a Sisnero en el primer lugar.
Sin embargo, las empresas demandadas apelaron y el fallo llegó a la Corte Suprema de Justicia de
Salta que revocó ese pronunciamiento, considerando que en la causa no se configuraba un caso de
discriminación y que la prueba presentada era insuficiente, ya que Sisnero debería haber
acreditado que, aun contando con la idoneidad requerida para ese puesto, y que, en igualdad de
condiciones, las empresas habían preferido a otro postulante por el hecho de ser hombre.

SENTENCIA:
Las actoras interponen recurso extraordinario, el cual les fue denegado. Presentan recurso de
queja ante la Corte la cual hizo lugar, declaró procedente el recurso extraordinario y, en
consecuencia, dejó sin efecto la sentencia apelada.

130
Agustina Lena

Destacó la Corte que los principios de igualdad y de prohibición de discriminación son elementos
estructurales del ordenamiento jurídico constitucional nacional e internacional.
En particular, subrayó que la Convención para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer
establece que los Estados parte deberán adoptar medidas en el ámbito laboral, para garantizar el
derecho a las mujeres a las mismas oportunidades de empleo y modificar o derogar leyes,
reglamentos, usos o prácticas que constituyan discriminación contra la mujer. Además, la CIDH ha
señalado que "en una relación laboral, se debe tener en cuenta que existe una obligación de
respeto de los derechos humanos entre particulares, Y asegurar la efectividad de los derechos
humanos protegidos, que existe en cabeza de los Estados, se derivan efectos en relación con
terceros”.
Además, consideró que la Corte de Salta no había valorado la prueba ya que la discriminación,
muchas veces, no suele manifestarse de forma abierta e identificable. Si el reclamante puede
acreditar la existencia de hechos de los que pueda presumirse su carácter discriminatorio,
corresponderá al demandado la prueba de su inexistencia, en este caso, se acreditaron diversos
hechos conducentes y suficientes para configurar un caso prima facie encuadrable en una
situación discriminatoria.
Así, la Corte hace lugar a la demanda y ordenó que se dicte un nuevo pronunciamiento.

UNIDAD 9:
CASO CIDH: Mendoza y otros Vs. Argentina (penitenciarias de Mendoza). (2015) (.)
HECHOS:
César Mendoza, Claudio Núñez, Lucas Mendoza, Saúl Roldán y Ricardo Videla crecieron en barrios
marginales, en una situación de exclusión y gran vulnerabilidad socioeconómica, con carencias
materiales que condicionaron su desarrollo. Entre 1999 y 2002 se condenaron a los jóvenes a
penas de privación perpetua de la libertad por delitos cometidos antes de haber alcanzado la
mayoría de edad. Los representantes de los condenados interpusieron, en diferentes fechas, una
serie de recursos de casación y quejas en los que solicitaban la revisión de las sentencias
condenatorias. Los recursos fueron desestimados.
En 1998, a los 17 años de edad, y durante su permanencia en el Instituto de Menores, Lucas
Mendoza recibió un “pelotazo” en el ojo izquierdo. A pesar de la gravedad de la lesión, no recibió
tratamiento médico oportuno lo que conllevó a que su lesión fuese irreversible. En 2005, Ricardo
Videla falleció a los 20 años de edad, fue encontrado colgado en su celda del Centro de Seguridad
de la Penitenciaría de Mendoza. El Estado no realizó las investigaciones pertinentes para
esclarecer los hechos. En 2007, Lucas Mendoza y Claudio Núñez fueron agredidos por integrantes
del cuerpo del Complejo Penitenciario Federal I, el Fiscal Federal solicitó archivar el caso, pues no
era posible identificar a los agresores.
Además de estos hechos de violencia que provocaron lesiones y hasta muertes en los internos, los
establecimientos contaban con pésimas condiciones de seguridad, salubridad y hacinamiento,
generando problemas de salud e higiene en los internos.
131
Agustina Lena

Fueron estos mismos quienes presentaron en reiteradas ocasiones acciones de habeas corpus al
sistema judicial de la Provincia de Mendoza y no obtuvieron respuesta.
Debido a las reiteradas situaciones de violencia que se produjeron en el sistema penitenciario de la
Provincia, la Comisión pidió la intervención del Estado en numerosas ocasiones. El estado informo
que se encontraba solucionando estas cuestiones.

SENTENCIA:
Argentina había reconocido su responsabilidad por las condiciones de detención en las que se
encontraba Ricardo Videla y por su muerte bajo custodia estatal, por lo que la Corte no se
pronunció respecto de estos hechos.
No obstante, estableció la responsabilidad internacional de Argentina por la violación de los
derechos a la integridad y libertad personal de los 5 hombres, al imponer penas de privación
perpetua de la libertad por la comisión de delitos cuando aún eran menores de edad. El Tribunal
consideró que dichas penas, por su propia naturaleza, no cumplen con la finalidad de la
reintegración social de los niños, ya que implican la máxima exclusión del niño de la sociedad, de
tal manera que operan en un sentido meramente retributivo, pues las expectativas de
resocialización se anulan a su grado mayor. Además, por su desproporcionalidad, la imposición de
dichas penas constituyó un trato cruel e inhumano para los jóvenes mencionados.
Adicionalmente, la Corte estableció que el recurso de casación previsto en los códigos procesales
penales de la Nación y de la provincia de Mendoza no garantizó una revisión íntegra de las
sentencias condenatorias de las personas mencionadas.
Por otro lado, el Tribunal declaró al Estado responsable por la violación del derecho a la integridad
personal de Lucas Mendoza y Claudio Núñez, por la falta de atención médica adecuada al primero,
y por las torturas infligidas a ambos por parte de personal penitenciario. Por violar los derechos a
la protección y las garantías judiciales consagrados en la Convención Americana, por la falta de
una adecuada investigación de la muerte de Ricardo Videla, así como de las torturas mencionadas.
El Tribunal también señaló que la falta de investigación de los hechos de tortura constituyó un
incumplimiento de las obligaciones de prevención y sanción establecidas en la Convención
Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura.
La Corte también declaró que Argentina incumplió su obligación de adoptar disposiciones de
derecho interno, por imponer a niños sanciones penales previstas para adultos, y por las
limitaciones al recurso de casación existentes.
Por último, la Corte ordenó al Estado, brindar gratuitamente el tratamiento médico y psicológico o
psiquiátrico necesario; asegurar a las víctimas las opciones educativas o de capacitación formales
que ellos deseen, incluyendo educación universitaria, a través del sistema penitenciario o, en caso
de que se encuentren en libertad, a través de sus instituciones públicas; implementar políticas
públicas para la prevención de la delincuencia juvenil; asegurar que no se vuelva a imponer la
prisión o reclusión perpetuas a quienes hayan cometido delitos siendo menores de edad;
investigar con debida diligencia, la muerte de Ricardo Videla y la tortura sufrida por Lucas Matías
Mendoza y Claudio David Núñez. La Corte Interamericana supervisará el cumplimiento íntegro de
la sentencia.

132
Agustina Lena

UNIDAD 10:
Caso CSJN: F., A. L. s/ Medida autosatisfactiva. (2012) (.)
HECHOS:
Una madre, en representación de su hija de 15 años de edad, solicitó a la justicia penal de Chubut
en 2010 que se dispusiera la interrupción del embarazo de la niña adolescente, víctima de un caso
de violación intrafamiliar, con base en el artículo 86, incisos 1º y 2º, del Código Penal.
Señaló que tiempo antes había denunciado la violación ante el Ministerio Fiscal de la Provincia de
Chubut y que luego, adjunto un certificado médico que daba cuenta de que aquella cursaba la
octava semana de gestación. En primera y segunda instancia rechazaron el pedido, sin embargo, el
Superior Tribunal revoco la decisión anterior e hizo lugar al pedido de la madre ya que encuadraba
en un caso de aborto no punible.
Contra esa decisión el Asesor General Subrogante interpuso, en representación del nasciturus,
recurso extraordinario no obstante haberse llevado a cabo ya la mencionada práctica médica, con
fundamento en la gravedad institucional que presentaba el caso.

SENTENCIA:
El caso llego a la Corte Suprema y esta sentó tres reglas claras.
La primera: que la Constitución y los tratados de derechos humanos no sólo no prohíben la
realización de esta clase de abortos, sino que, por el contrario, impiden castigarlos respecto de
toda víctima de una violación en atención a los principios de igualdad, dignidad de las personas y
de legalidad. De este modo, se puso fin a la incertidumbre relacionada con el alcance del artículo
86, inciso 2º, del Código Penal, ya que algunas instancias judiciales entendían que éste sólo se
aplica respecto de una víctima que posea alguna discapacidad mental.
La segunda: que los médicos en ningún caso deben requerir autorización judicial para realizar esta
clase de abortos, debiendo practicarlos requiriendo exclusivamente la declaración jurada de la
víctima, o de su representante legal, en la que manifieste que el embarazo es consecuencia de una
violación.
La tercera: los jueces tienen la obligación de garantizar derechos y su intervención no puede
convertirse en un obstáculo para ejercerlos, por lo que deben abstenerse de judicializar estas
intervenciones, que quedan exclusivamente reservadas a lo que decidan la paciente y su médico.
Así, la Corte confirma la sentencia del Tribunal Superior de Chubut, que autoriza la realización del
aborto por violación, rechazando el recurso extraordinario del Asesor General Subrogante. En la
decisión, se tuvieron en cuenta la posición de la OMS en la materia, y distintos pronunciamientos
del Comité de Derechos Humanos y del Comité de los Derechos del Niño, ambos de Naciones
Unidas.
La CSJN exhorto a las autoridades nacionales, provinciales y de CABA, a implementar protocolos
hospitalarios para atender los abortos no punibles con el fin de remover todas las barreras
administrativas, institucionales y judiciales al acceso a los servicios médicos y a disponer un
adecuado sistema que permita al personal sanitario ejercer su derecho de objeción de conciencia
sin que ello se traduzca en demoras para este servicio.
Asimismo, señalaron la necesidad de que tanto en el ámbito nacional como en los provinciales se
extremen los recaudos de brindar a las víctimas de violencia sexual, en forma inmediata y
133
Agustina Lena

expeditiva, la asistencia adecuada para resguardar su salud e integridad física, psíquica, sexual y
reproductiva y el asesoramiento legal del caso. También que se implementen campañas de
información pública, con especial foco en los sectores vulnerables, que hagan conocer los
derechos de las víctimas de violación y que se capacite a las autoridades sanitarias, policiales,
educativas para que brinden a toda víctima de violencia sexual la orientación del caso.

RESOLUCIONES / OPINIONES CONSULTIVAS / OBSERVACIONES GENERALES.

RESOLUCIÓN NO. 1/2020 PANDEMIA Y DERECHOS HUMANOS EN LAS AMÉRICAS,


adoptada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (2020).
La Resolución adoptada por la Comisión Interamericana en el marco de la emergencia sanitaria por
la propagación del COVID-19, formula recomendaciones a los Estados de la Convención
Americana, para que cumplan satisfactoriamente con su deber de abordar la pandemia en
cumplimiento de los mandatos desarrollados por el Derecho Internacional Humanitario y de los
Derechos Humanos.
Considera que América es una de las regiones mas desiguales del planeta, por lo que la pandemia
supone desafíos aun mayores. Los Estados tienen la obligación de respetar y garantizar los
derechos humanos, por lo que, en muchas ocasiones, para generar adecuada distancia social,
puede resultar la restricción o limitación de determinados derechos, como el de reunión y la
libertad de circulación que no sean indispensables
Resulta necesario el derecho a la información y libertad de prensa respecto a informar sobre la
pandemia y las medidas que se adoptan para contenerla y enfrentarla.
Al momento de emitir medidas de emergencia y contención frente a la pandemia, los Estados
deben brindar y aplicar medidas y prestar especial atención a las necesidades y al impacto de estas
medidas en los grupos históricamente excluidos o en especial riesgo, como: personas mayores,
personas enfermas, personas privadas de libertad, mujeres, pueblos indígenas, niñas, niños y
adolescentes, personas LGBTI, personas con discapacidad, personas trabajadoras, y personas que
viven en pobreza y pobreza extrema, etc.
Se debe realizar una coordinación regional y global para enfrentar la pandemia, donde toda
política para la prevención, atención y contención se desarrolle con un abordaje de cooperación
internacional entre Estados. Se necesita el apoyo, la participación y cooperación de personas y
grupos de la sociedad civil, organizaciones no gubernamentales, etc. para que los esfuerzos de los
Estados pandemia sean eficaces y oportunas.
La Comisión recomienda adoptar con la debida diligencia las medidas que sean adecuadas para
proteger los derechos a la vida, salud e integridad personal de las personas que se encuentren en
sus jurisdicciones frente al riesgo que representa la presente pandemia; y que estas medidas se
adopten enfocándose en los derechos humanos, respetando y protegiéndolos. Cualquier
restricción a derechos que se haga debe ser conforme a los principios de legalidad y no
discriminación, prestando especial atención a los grupos en situación de riesgo. Estas restricciones

134
Agustina Lena

deben tener sustento en una evidencia científica y deberán existir medios idóneos para
controlarlas.

Comité de los Derechos del Niño. Observación General Nro. 7: “Realización de los
derechos del Niño en la primera infancia “(2005).
Esta observación general es producto de las experiencias del Comité al examinar los informes de
los Estados Partes. En muchos casos se ha proporcionado muy poca información sobre la primera
infancia
El Comité consideró que era necesario estudiar la Convención sobre los Derechos del Niño en los
niños pequeños, por lo que, en 2004, dedicó su día de debate al tema "Realización de los derechos
del niño en la primera infancia".
La Convención sobre los Derechos del Niño define al niño como "todo ser humano menor de 18
años de edad, salvo que, en virtud de la ley, haya alcanzado antes la mayoría de edad" (art. 1). El
Comité considera que los niños pequeños son beneficiarios de todos los derechos consagrados en
la Convención, y tienen derecho a medidas especiales de protección. Los Estados Partes no han
prestado atención suficiente a los niños pequeños como portadores de derechos, ni a las leyes,
políticas y programas necesarios para hacer realidad sus derechos durante esta fase.
Por primera infancia el Comité incluye a todos los niños pequeños: desde el nacimiento y primer
año de vida, pasando por el período preescolar hasta la transición al período escolar. En
consecuencia, comprende el periodo hasta los 8 años de edad. La primera infancia es una etapa
esencial para la realización de los derechos del niño, ya que estos atraviesan el período más rápido
crecimiento y cambio de todo su ciclo vital; crean vínculos emocionales fuertes con sus padres u
otros cuidadores; establecen importantes relaciones con otros niños; estos años son la base de su
salud física y mental, de su seguridad emocional, de su identidad cultural y personal y del
desarrollo de sus aptitudes.
La Convención exige que los Estados elaboren un programa positivo para la primera infancia
donde los niños sean respetados como personas por derecho propio. Deben considerarse
miembros activos de las familias, comunidades y sociedades. Deben planificarse leyes, políticas y
programas donde se garantice sus derechos y necesidades; su adecuado desarrollo, crecimiento y
supervivencia; asegurando un trato no discriminativo.
Se debe proteger y prestar asistencia adecuada a los padres, representantes y a la familia en la
crianza de los niños. Estas relaciones son fundamentales, ya que ofrecen al niño seguridad física y
emocional, así como cuidado y atención constantes, los niños construyen una identidad personal,
y adquieren aptitudes, conocimientos y conductas.
Los Estados Partes deben velar por que todos los niños pequeños tengan garantizado el acceso a
servicios adecuados y efectivos. Deberá prestarse especial atención a los grupos más vulnerables
de niños pequeños y a quienes corren riesgo de discriminación (niñas, los niños que viven en la
pobreza, niños con discapacidades, niños indígenas, niños huérfanos, etc.). Deberán tener acceso
al más alto nivel posible de salud y nutrición durante sus primeros años, garantizando un acceso a
agua potable, a saneamiento, a una buena nutrición y a servicios médicos. Además de una
educación de calidad. Y garantizar el derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a
las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las
artes.
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Agustina Lena

Las estrategias adecuadas de prevención e intervención durante la primera infancia tienen el


potencial de influir positivamente en el bienestar y su futuro, ayudando a prevenir las dificultades
personales, sociales y educativas en la mitad de la infancia y en la adolescencia.

Corte Interamericana de Derechos Humanos: Resumen Opinión Consultiva “Identidad


de Género, e Igualdad y no discriminación a parejas del mismo sexo” (2017).
En 2017, la Corte adoptó una Opinión Consultiva sobre Identidad de Género e Igualdad y no
Discriminación a parejas del mismo sexo. Fue emitida en respuesta a una solicitud presentada por
Costa Rica que buscaba responder a cinco preguntas en torno temas relacionados con derechos de
personas LGTBI. El primero de ellos versa sobre el derecho a la identidad de género, en particular
los procedimientos de las solicitudes de cambio de nombre. El segundo tema se refiere a los
derechos patrimoniales de las parejas constituidas por personas del mismo sexo.
Las personas LGTBI constituyen una minoría que ha sido históricamente víctima de discriminación,
estigmatización, diversas formas de violencia y violaciones a sus derechos fundamentales.
El Tribunal considera que la orientación sexual, la identidad de género y la expresión de género
son categorías protegidas por la Convención. Por ello se prohíbe cualquier norma, acto o práctica
de derecho interno, sea por parte de autoridades estatales o por particulares que discrimine,
disminuya o restringa los derechos de una persona por su orientación sexual, identidad de género
y/o expresión de género.
En relación con la identidad de género y sexual, la Corte reiteró que la misma se encuentra ligada
al concepto de libertad y a la posibilidad de todo ser humano de autodeterminarse y escoger libre
y autónomamente. La identidad de género es un elemento de la identidad de las personas, por lo
que es fundamental su reconocimiento por parte del Estado para garantizar el pleno goce de los
derechos humanos de las personas transgénero, incluyendo la protección contra la violencia,
tortura, malos tratos, derecho a la salud, a la educación, empleo, vivienda, derecho a la libertad de
expresión, etc. El nombre es un elemento básico, indispensable y fundamental, con él se busca
lograr que cada persona posea un signo distintivo frente a los demás. El Tribunal argumentó que el
derecho de cada persona a definir de manera autónoma su identidad sexual y de género se
encuentra protegido por la Convención, por lo que los Estados deben respetar y garantizar a toda
persona, la posibilidad de registrar y/o de cambiar su nombre y los demás componentes esenciales
de su identidad como la imagen, o la referencia al sexo o género, sin interferencias por parte de las
autoridades públicas o por parte de terceros. Los Estados cuentan con la posibilidad de establecer
y decidir sobre el procedimiento más adecuado, conforme su derecho interno, para los trámites de
cambio de nombre, adecuación de la imagen o referencia al sexo o género, en los registros y en los
documentos de identidad.
La Convención Americana protege, en virtud del derecho a la protección de la vida privada y
familiar, y la protección de la familia, el vínculo familiar que puede derivar de una relación de una
pareja del mismo sexo. La Corte estima también que deben ser protegidos todos los derechos
patrimoniales que se derivan del vínculo familiar protegido entre personas del mismo sexo.
La Corte observó que existen medidas administrativas, judiciales y legislativas de diversa índole
que pueden ser adoptadas por los Estados para garantizar los derechos de las parejas del mismo
sexo. No es necesaria la creación de nuevas figuras jurídicas para garantizar estos derechos, si no
que basta con utilizar las instituciones existentes en los países, ej.: matrimonio. Finalmente, no se
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Agustina Lena

debe establecer un trato diferente entre las parejas heterosexuales y aquellas del mismo sexo al
momento de formar una familia. Tampoco es admisible la existencia de dos clases de uniones
solemnes para consolidar jurídicamente la convivencia heterosexual y homosexual.

Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Cultuales: Observación


General 3 del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1990)
En el art. 2 párrafo 1 se describe la índole de las obligaciones jurídicas contraídas por los Estados
Partes en el Pacto, incluyendo obligaciones de comportamiento y de resultado.
Así, primeramente, los estados deben adoptar medidas deliberadas y concretas, en un plazo
razonablemente breve, orientadas a satisfacer las obligaciones reconocidas en el Pacto. Estas
medidas deben ser particularmente legislativas, el Comité reconoce que en numerosos casos estas
son muy deseables y hasta indispensables. Por ejemplo, puede resultar difícil luchar con éxito
contra la discriminación si se carece de una base legislativa sólida.
La adopción de medidas legislativas no agota por sí misma las obligaciones de los Estados Partes, si
no que deben incorporar todas las que se consideren apropiadas. Así, cabría considerar
apropiadas, además de las legislativas, la de ofrecer recursos judiciales en lo que respecta a
derechos que puedan considerarse justiciables. Los Estados Partes están obligados a garantizar
que toda persona cuyos derechos o libertades reconocidos en el Pacto sean violados puedan
interponer un recurso efectivo.
En los casos donde la adopción de políticas encaminadas a hacer efectivos los derechos
reconocidos en el Pacto han tomado forma de disposiciones legislativas, el Comité desea ser
informado de si tales leyes protegen plenamente los derechos de las personas o grupos o si estas
han perdido fuerza o han sido modificadas.
El Comité observa que el compromiso de "adoptar medidas " no exige ni excluye un tipo específico
de gobierno o sistema económico. Así pues, el Pacto es neutral y los derechos reconocidos pueden
hacerse efectivos en una amplia variedad de sistemas económicos y políticos, a condición
únicamente que se respeten los derechos humanos.
El Pacto reconoce que la plena efectividad de los derechos económicos, sociales y culturales en
general no podrá lograrse en un breve período de tiempo. Sin embargo, impone una obligación de
proceder lo más expedita y eficazmente posible a su plena efectividad.
Le corresponde a cada Estado Parte asegurar la satisfacción esencial de estos derechos, hasta el
máximo recursos que disponga. Para que un Estado Parte pueda atribuir su falta de cumplimiento
de obligaciones mínimas por una falta de recursos disponibles, debe demostrar que realizo todo
esfuerzo para satisfacer estas obligaciones según los recursos a su disposición. El Comité considera
que, aunque se demuestre que los recursos son insuficientes, sigue en pie la obligación del Estado
Parte de asegurar el disfrute más amplio posible de los derechos, especialmente de los miembros
mas vulnerables de la sociedad.
Finalmente, el Comité considera que la efectividad de los derechos económicos, sociales y
culturales es una obligación de todos los Estados; y considera la obligación de los Estados que
están en mejores condiciones a ayudar a los demás.

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