"San Juan Bautista": Universidad Privada

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Universidad Privada

“SAN JUAN BAUTISTA”

Tema : CAPITULO XIV – PROCEDIMIENTOS


ESPECIALES.
AUTOR : PEDRO PATRON FAURA
Alumno :
 BELTRAN VILCHEZ JESUS

Ciclo : IV ciclo de Derecho PEA.


Curso : Derecho Administrativo I
Docente : Dr. LUIS PALMA

Lima – Perú

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CAPITULO XIV
PROCEDIMIENTOS ESPECIALES

INDICE
PAG

1. INTRODUCCION ………………………………………………… 02
2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA………………………….. 03
3. HIPOTESIS …………………………………………………….….. 03
4. MARCO TEÓRICO ……………………………………………….. 04
3.1 Historia del Contrato de Fideicomiso…………………………… 04
3.2 Importancia…………………………………………………….….. 06
3.3 Definición………………………………………………………….. 06
3.4 Naturaleza jurídica……………………………………………….. 07
3.5 Sujetos y capacidad……………………………………………… 08
3.6 Caracteres jurídicos……………………………………………… 09
3.7 Objeto……………………………………………………………… 10
3.8 Plazo………………………………………………………………. 10
3.9 Propiedad…………………………………………………………. 11
3.10 Derechos y obligaciones………………………………………… 12
3.11 Fideicomiso Universal…………………………………………… 15
3.12 Prohibiciones……………………………………………….…….. 15
3.13 Responsabilidad de la empresa fiduciaria………………….…. 16
3.14 Terminación del fideicomiso……………………………….……. 16
3.15 Nulidad del fideicomiso…………………………………….……. 17
3.16 Vigilancia……………………………………………………….…. 17
3.17 Fideicomiso en garantía…………………………………….…… 18
3.18 El fideicomiso, alcances, alternativas y perspectivas………... 19
3.19 Otras características y elementos del fideicomiso ……….….. 20

5. CONCLUSIONES………………………………………………….. 36
6. BIBLIOGRAFIA…………………………………........................... 38

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INTRODUCCIÓN

El presente trabajo trata de LOS PROCEDIMIENTOS ESPECIALES


RELACIONADOS CON LA ADMINISTRACION PUBLICA.

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2. LICITACION PUBLICA

La Licitación Pública, es el procedimiento administrativo especial, cuya finalidad


consiste en seleccionar a la persona que será el contratante del ente gubernamental
convocante en ejercicio de la función administrativa, que además de ajustarse a los
requerimientos formulados por el segundo, mediante convocatoria pública y pliego de
condiciones; el oferente deberá presentar propuesta secreta, proponiendo las
condiciones de mercado más ventajosas para el Estado. El cual se substancia
fundamentalmente, bajo los principios jurídicos de legalidad, oficiosidad, publicidad,
igualdad, y competencia y/o concurrencia, economía, eficiencia, eficacia, honradez, y
demás principios aplicables.

La licitación es un procedimiento utilizado para dos tipos de operaciones grosso


modo: 1) para que el Estado adquiera bienes o servicios de los particulares, y 2) para
que el propio Estado concesione a los particulares el uso de un bien del dominio
público de la Nación o la prestación de un servicio público.

Por su parte, el artículo 76° constitucional, en su Capitulo IV, al referirse a la licitación


pública, hace una descripción de la forma en que ha de ser substanciada, pero no
aporta ninguna definición de éste procedimiento, ya que sólo se limitó a señalar que:
Las obras y la adquisicion de suministros con utilización de fondos o recursos publicos
se ejecutan obligatoriamente por contrata y licitacion publica, asi como también la
adquisición o la enajenación de bienes. LA contratación de servicios y proyectos cuya
importancia y cuyo monto señala la Ley de presupuesto se hace por concurso publico.
La ley establece el procedimiento , las excepciones y las respectivas responsabilidade.

Hago mención del presente articulo por que es muy importante señalar que en la
constitucion se encuentra tipificado esta norma, la cual señala y establece que toda
licitación publica esta permitida siempre en cuando se someta a las condiciones y
cumpla con los requisitos que la ley señala.

Como señala el presente articulo, las licitaciones pueden ser entendidas como la
contratación de personas particulares, por parte del Estado, con el fin de que puedan
ejecutar obras,para el uso y beneficio de una Nacion.

Por ejemplo, en el caso de la contratación de un particular para llevar a cabo una obra
pública como la construcción de una carretera, resulta incuestionable que es necesario
que esa contratación se realice con la persona o grupo de personas que garanticen al
Estado y, por lo tanto, a los ciudadanos que se verán beneficiados por la construcción
de la carretera, las mejores condiciones en cuanto a precio (no debemos olvidar que
se trata de manejo de recursos públicos), pero también en cuanto a calidad, ya que no
basta que se trate de un contratista que ofrezca cobrar menos por la construcción de
la carretera si ésta se vendrá abajo con la primera tormenta que sufra, además de
otros factores que deben tenerse en cuenta, como la capacidad de los participantes
para realizar la obra en los plazos y con las condiciones requeridas, entre otros.

3. FINALIDAD DE LA LICITACION PUBLICA

3.1. La finalidad inmediata del procedimiento de licitación pública, consiste en ser el


medio a través del cual un órgano estatal en ejercicio de la función administrativa,
selecciona a la persona que será su contratante en algún contrato administrativo, que
como ya quedó indicado tiene una intención, la de lograr el interés público, en forma

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mediata o inmediata, la cual se materializa en la prestación de un servicio público, la
construcción de una obra pública, la realización de un suministro durante el plazo
previsto, etc

4. PASOS PARA EL PROCEDIMIENTO DE LICITACION

La licitación pública es un proceso de selección convocado por las entidades de la


administración pública para la contratación de bienes, servicios y obras. Si reúne los
requisitos necesarios, podría ser la oportunidad para que un nuevo empresario haga
un buen negocio.

La Ley de Presupuesto del Sector Público establece anualmente los montos a partir de


los cuales las entidades deben convocar a licitación pública para realizar sus
contrataciones. Una licitación pública pasa por las siguientes etapas.
 
1. Convocatoria.-
2. Registro de participantes.-
3. Formulación y absolución de consultas y/u observaciones.-
4. Presentación de propuestas.-
5. Evaluación de propuestas.-
6. Otorgamiento de la buena pro.--
7. Luego de que la buena pro ha sido aceptada por todos los participantes, se
procede a la firma del contrato.

5. ETAPAS DE LOSPROCESOS DE SELECCIÓN

El proceso de selección es una fase dentro del proceso de contratación que tiene


como finalidad que la Entidad seleccione a la persona natural o jurídica que presente
la mejor propuesta para la satisfacción de sus necesidades; con la cual las Entidades
del Estado van a celebrar un contrato para la contratación de bienes, servicios o la
ejecución de una obra. Para ello deberá seguirse el procedimiento establecido en la
normativa sobre contratación pública.

Al respecto, debe indicarse que todo proceso de contratación regulado por la


normativa de contrataciones del Estado se desarrolla en ciertas etapas, que pueden
ser agrupadas en tres fases:

1) Fase de Programación y actos preparatorios, la cual comprende: i) la definición


de necesidades y la aprobación del respectivo Plan Anual de Contrataciones (PAC), ii)
la realización de un estudio de posibilidades que ofrece el mercado y la determinación
del tipo de proceso de selección a convocarse; iii) la designación del Comité Especial
encargado de llevar a cabo la contratación; y, iv) la elaboración y aprobación de las
Bases del proceso de selección.

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2) Fase de Selección, se desarrolla en ocho etapas 1: i) convocatoria; ii) registro de
participantes; iii) formulación y absolución de consultas; iv) formulación y absolución
de observaciones; v) integración de Bases; vi) presentación de propuestas; vii)
calificación y evaluación de propuestas; y, viii) otorgamiento de la Buena Pro.

3) Fase de Ejecución contractual, que comprende desde la celebración del contrato


respectivo hasta la conformidad y pago de las prestaciones ejecutadas, en el caso de
los contratos de bienes y servicios, y con la liquidación y pago correspondiente,
tratándose de contratos de ejecución o consultoría de obras.

6. PROCESOS DE SELECCION

La normativa de contratación pública ha previsto los siguientes procesos de selección:

6.1. Licitación Pública: Se convoca para la contratación de bienes y obras, según los
márgenes establecidos en las normas presupuestarias.

6.2. Concurso Público: Se convoca para la contratación de servicios, según los


parámetros establecidos en las normas presupuestarias.

6.3. Adjudicación Directa: Se convoca para la contratación de bienes, servicios y


ejecución de obras, según los márgenes establecidos en las normas presupuestarias.
Puede ser pública o selectiva.

6.4. Adjudicación de Menor Cuantía: Proceso que se aplica a las contrataciones que


realice la Entidad, cuyo monto sea inferior a la décima parte del límite mínimo
establecido por la Ley de Presupuesto del Sector Público para los casos de Licitación
Pública y Concurso Público.

6.5. Métodos especiales de contratación: Las entidades podrán contratar, sin


realizar procedimiento de selección, los bienes y servicios que se incorporen en los
Catálogos Electrónicos de Acuerdo Marco como producto de la formalización de
Acuerdos Marco. Se establece que el reglamento fijará los procedimientos para
implementar o mantener Catálogos Electrónicos de Acuerdos Marco.

7. PRINCIPIOS JURIDICOS DE LA LICITACION PUBLICA

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7
OBJETO
El objeto de la prestación se contrae a toda clase de recursos líquidos y bienes
y derechos enajenables o transmisibles de acuerdo a ley.
No pueden entregarse en fideicomiso los bienes de uso público, o por ejemplo,
los derechos de uso y habitación, que no admiten otro acto jurídico que no sea
la consolidación (art. 1029 el Cód. Civil).
La emisión de valores mobiliarios respecto de un patrimonio fideicometido se
sujeta a lo establecido en la Ley del Mercado de Valores (art. 260 de la Ley).

PLAZO
El fideicomiso usualmente se establece a lo que podríamos considerar mediano
plazo, pues el artículo 251 de la Ley dispone un plazo máximo de 30 años con
las excepciones indicadas en el mismo artículo incisos 1, 2 Y 3. Cualquier
exceso de plazo máximo se tiene por no puesto, salvo las excepciones
referidos (art. 268 de la Ley).
Esas excepciones son:

a) Cuando fue constituido a titulo vitalicio en beneficio de fideicomisarios


determinados que hubieran nacido o estuviesen concebidos al momento de
su constitución, el plazo se extenderá hasta la muerte del último de los
fideicomisarios.
b) En el llamado fideicomiso cultural, cuyo objeto sea el establecimiento de
museos, bibliotecas, institutos de Investigación arqueológicos, históricos o
artísticos, el plazo puede ser Indefinido y el fideicomiso subsiste en tanto
sea factible cumplir el propósito para el que se le hubiere constituido.
c) En el fideicomiso filantrópico, cuyo objeto sea aliviar la situación de los
privados de razón, los huérfanos, los ancianos abandonados y personas
menesterosas, el plazo puede ser indefinido y el fideicomiso subsiste en
tanto sea factible cumplir el propósito para el que se le hubiere constituido.
En los casos en que el plazo deba ser necesariamente extendido más allá
del máximo, la Superintendencia lo autorizará a fin de que se logren los
fines previstos.

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PROPIEDAD
Como lo hemos adelantado, el fideicomiso tiene como presupuesto la
transferencia de dominio del bien o derecho del fideiconstituyente. Por lo tanto,
hay en el fideicomiso un derecho real de propiedad de los bienes a favor del
banco fiduciario (dominio fiduciario), pero sujeto al cargo de atender con ellos el
cumplimiento de las finalidades señaladas en el instrumento constitutivo, lo que
supone que para el fiduciario (el banco) tenga un efecto obligacional.

Lo dicho supone la existencia de una clase de propiedad imperfecta, distinta a


la que consagra el Código Civil en sus artículos 881 y siguientes. Establece el
artículo 252 de la Ley que el banco fiduciario sólo tiene un derecho de
disposición disminuido, ius abutendi), ya que no puede disponer de los bienes y
derechos con arreglo a las disposiciones establecidas en el instrumento
constitutivo y por otro lado: existe reversión al finalizar el plazo. Los actos de
disposición que realice apartándose de lo convenido en el contrato o en el
testamento son anulados, si el adquirente no actuó de buena fe, salvo que la
transferencia se hubiese efectuado en bolsa. La acción puede ser interpuesta
por cualquiera de los fideicomisarios, el fideicomitente y aun por la propia
empresa fiduciaria.

Al constituirse el fideicomiso se crea un patrimonio especial, que no responde


por las obligaciones del fiduciario o del fideicomitente ni de sus
causahabientes. El fiduciario está en el deber de cuidar los bienes y derechos
asignados con la diligencia y dedicación de un ordenado comerciante y leal
administrador, así como defender el patrimonio del o fideicomiso y en caso de
que el fiduciario no se oponga a las medidas que afecten dicho patrimonio,
podrán hacerla el fideicomitente o cualquier fideicomisario. Además, los citados
podrán coadyuvar a la defensa si el banco fiduciario hubiese hecho valer su
derecho y obligación de oponerse.

La misma Ley dispone que el patrimonio en fideicomiso garantiza las


obligaciones y responsabilidades que el fiduciario contraiga en el ejercicio del
encargo para cumplir las finalidades que le fueron encomendadas y en general,
de acuerdo con las estipulaciones del instrumento constitutivo (art. 254 de la
Ley). Contrario sensu no existirá ni funcionará esta garantía en cuanto haya
exceso en las facultades que la ley establece para el banco fiduciario.
El fiduciario está obligado a llevar el Inventario y una contabilidad separada por
cada fideicomiso en libros legalizados y cumplir las obligaciones tributarias del
patrimonio fideicometido (art. 256. inciso 5).

DERECHOS Y OBLIGACIONES
1. DERECHOS DEL FIDEICOMITENTE.

a) Designar a la empresa fiduciaria y señalar cuales son los objetivos y


destinos del fideicomiso
b) Exigir al fiduciario el cumplimiento de los encargos asumidos en el
instrumento de constitución.
c) Ser titular de un derecho de crédito personal contra el fiduciario.

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d) Convenir con el fiduciario la modificación o modificaciones que estime
adecuadas al instrumento de constitución y aun la resolución del
fideicomiso, salvo que con ello lesione derechos adquiridos. Estas
facultades no podrán ejercitarse si en la constitución interviene el
fideicomisario a título propio, salvo que preste su consentimiento.
Las modificaciones deberán ser hechas en la misma forma que el
instrumento constitutivo, de acuerdo con el principio de unidad
establecido por el art. 1413 del Cód. Civil.
e) Señalar los bienes, derechos y recursos identificables, así como integrar
en el patrimonio del fideicomiso los bienes y derechos (art. 262 de la
Ley).
f) Exigir los remanentes del patrimonio fideicometido al término del
fideicomiso, salvo que de acuerdo con la finalidad de la transmisión
fideicomisaria corresponda la entrega a los fideicomisarios o a otras
personas.
El mismo derecho tendrán los causahabientes del fideicomitente.
g) Exigir el derecho de identificar y rescatar los bienes y derechos
existentes que pertenezcan al patrimonio fideicometido, en caso de
liquidación del fiduciario. Este derecho, por lo demás asiste a todos
quienes tengan legítimo interés y puede ser ejercitado en cualquier
estado del proceso. Asimismo, por el valor de los bienes, recursos
líquidos y derechos perdidos o no identificabas del fideicomiso. El
fideicomitente tiene sobre la masa, hasta por el importe de la
responsabilidad del fiduciario, un crédito amparado con privilegio general
de primer orden.
h) Puede revocar el fideicomiso, conforme a lo señalado en el inciso 9 del
art. 269 de la Ley.
i) Reservarse derechos específicos, los que necesariamente deberán
fijarse en el instrumento constitutivo.
j) Los demás derechos que consten en el instrumento constitutivo.

2. OBLIGACIONES DEL FIDEICOMITENTE.

a) Integrar en el patrimonio del fideicomiso los bienes y derechos


señalados en el instrumento constitutivo, en el tiempo y lugar estipulados
(art. 262 de la Ley).
b) Pagar al fiduciario la retribución convenida.
c) Rembolsar al fiduciario los gastos incurridos en la administración del
fideicomiso.
d) Las demás que consten en el instrumento constitutivo.

3. DERECHOS DE LA EMPRESA FIDUCIARIA


a) Cobrar la retribución de sus servicios, de conformidad con lo estipulado
en el instrumento constitutivo o en su defecto, una no mayor al uno por
ciento del valor de mercado de los bienes fideicometidos. Por cierto, que
esto último nunca llega a producirse, dada la forma como están
organizadas las empresas fiduciarias.
b) Resarcirse con recursos del fideicomiso de los gastos en que incurriese
en la administración del patrimonio fideicometido y en la ejecución de su
finalidad.

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c) Designar por cada fideicomiso que reciba un factor fiduciario, quien
asume personalmente su conducción, así como la responsabilidad por
los actos, contratos y operaciones que se relacionen con dicho
fideicomiso. Una misma persona puede ser factor de varios fideicomisos.
Desde luego el factor seguramente será un funcionario del fiduciario y en
todo caso el fiduciario será solidariamente responsable de los actos que,
respecto al fideicomiso, practiquen el factor y sus demás trabajadores.
Esta responsabilidad será la que contempla el Código Civil en sus
artículos 1183 a 1204. La designación del factor tiene tanta importancia
que la ley exige sea puesta en conocimiento de la Superintendencia de
Banca y Seguros, la que puede disponer su remoción en cualquier
tiempo, pero por resolución fundamentada (art. 271 de la Ley). Al
producirse la remoción el banco designará un nuevo factor. Hacemos
presente que la designación del factor no sólo es un derecho sino
también una obligación para el banco fiduciario.
d) Es un derecho y también una obligación del banco, designar una
comisión administradora del fideicomiso, si la índole o el número de las
operaciones, actos y contratos relativos a los bienes de un fideicomiso o
que sean requeridos para el cumplimiento de su finalidad así lo
justifican. Esta comisión está compuesta de no menos de tres ni más de
siete miembros y reglamentará su funcionamiento y facultades, todo ello
con sujeción a las regias contempladas en el instrumento constitutivo del
fideicomiso. Nada dice la Ley sobre el posterior destino del factor, pero
en nuestra opinión cesará en sus funciones pues de otro modo se
produciría una duplicidad no sólo innecesaria sino contraproducente.
e) En caso de ser necesario y por las mismas razones expuestas en el
inciso anterior el banco fiduciario podrá contratar personal ad-hoc para
cada fideicomiso. Este personal sólo puede ejercer sus derechos contra
los bienes del respectivo fideicomiso y la vigencia de su relación laboral
está subordinada a la subsistencia del fideicomiso que determinó su
empleo. Los contratos que se celebren deberán constar por escrito y
serán aprobados por la autoridad administrativa de trabajo. Aun cuando
no lo señale la Ley este personal estará directamente sujeto a la
legislación laboral con el banco, el cual, desde luego, cargará tales
gastos al fideicomiso (art. 272 de la Ley).
f) Efectuar las operaciones, actos, transacciones y contratos destinados a
cumplir la finalidad del fideicomiso, para lo cual si tendrá facultades de
disposición (ius abutendi).
g) Los demás que señale el instrumento constitutivo del fideicomiso.

4. OBLIGACIONES DE LA EMPRESA FIDUCIARIA.


a. Cuidar y administrar los bienes y derechos que constituyen el patrimonio
fideicometido con la diligencia y dedicación de un ordenado comerciante
y leal administrador. La Ley no precisa que se entiende por esta
diligencia y a nuestro entender es la que tradicionalmente se conoce
como la del buen padre de familia y se extendería al dolo, la culpa grave
y la culpa leve. (art. 1318,1319, 1320.1321 Y 322 del Cód. Civil).
b. Defender el patrimonio del fideicomiso, preservándolo tanto de daños
físicos cuanto de acciones judiciales o acciones extrajudiciales que
pudieran afectar o mermar su integridad.

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c. Proteger con pólizas de seguro los riesgos que corran los bienes
fideicometidos, de acuerdo a lo pactado en el instrumento constitutivo.
d. Cumplir los encargos que constituyen la finalidad del fideicomiso,
realizando para ello los actos, contratos, operaciones, inversiones o
negocios que se requiera, con la misma diligencia que la propia empresa
fiduciaria pone en sus asuntos.
e. Llevar el inventario y la contabilidad de cada fideicomiso, con arreglo a
ley y cumplir sus obligaciones tributarias, sustantivas y formales.
f. Preparar balances y estados financieros de cada fideicomiso, cuando
menos una vez al semestre, así como un informe o memoria anual. y
poner tales documentos a disposición de los fideicomitentes y
fideicomisarios, sin perjuicio de .su presentación a la Superintendencia
de Banca y Seguros.
g. Guardar reserva respecto de las operaciones, actos, contratos,
documentos e información que se relacionen con los fideicomisos, con
los mismos alcances que la Ley establece para el secreto bancario.
h. Notificar a los fideicomisarios de la existencia de bienes y servicios
disponibles a su favor, dentro del término de diez días de que el
beneficio está expedito.
i. Devolver al fideicomitente o a sus causahabientes, al término del
fideicomiso, los remanentes del patrimonio fideicometido, salvo que,
atendida la finalidad de la transmisión fideicomisaria, corresponda la
entrega a los fideicomisarios, o a otras personas.
j. Transmitir al nuevo fiduciario, en los casos de subrogación, los recursos,
bienes y derechos del fideicomiso.
k. Rendir cuenta a los fideicomitentes y a la Superintendencia al término
del fideicomiso o de su intervención en él.
Las obligaciones mencionadas están comprendidas en el art. 256 de la
Ley.
Además, conforme al art. 244 de la Ley, los herederos forzosos del
fideicomitente pueden exigir la devolución de los bienes fideicometidos
por su causante a título gratuito, en la parte que hubiera perjudicado la
legitima. La empresa fiduciaria puede elegir los bienes que serán
materia de devolución.

5. DERECHOS DEL FIDEICOMISARIO.


a. Recibir todas las prestaciones que le correspondan conforme al
instrumento constitutivo.
b. Exigir al fideicomitente que integre en el patrimonio del fideicomiso los
bienes que ofreció.

6. DERECHOS DE TERCEROS.
La Ley contempla también determinados derechos en favor de terceros.
Vemos así que la acción de los acreedores para anular la transmisión
fideicomisaria realizada con fraude caduca a los seis meses de publicado
en el Diario Oficial, por tres días consecutivos un aviso que dé cuenta de la
enajenación. En todo caso esa caducidad opera a los dos meses de la
fecha en que el acreedor haya sido notificado personalmente de la
constitución del fideicomiso (art. 245 de la Ley).

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Otro caso es el de los herederos forzosos del fideicomitente, quienes
pueden exigir la devolución de bienes enajenados por su causante a título
de fideicomiso en la parte que hubiere perjudicado sus legítimas. El
fiduciario tiene la facultad de elegir entre los bienes fideicometidos, aquellos
que han de ser objeto de la devolución. Empero, puede el fideicomitente
constituir en fideicomiso los bienes que toquen a la legitima de algunos de
sus herederos menores o incapaces en beneficio de ellos mismos y
mientras subsista la minoridad o la incapacidad (art. 244 de la Ley).

Señala la Ley en el mismo precepto (art. 244) que la prodigalidad se califica


por el propio constituyente del fideicomiso. En este caso el fideicomiso dura
hasta cinco años después del fallecimiento del causante, salvo que el
presunto pródigo acredite ante el juez estar capacitado para administrar sus
bienes, El fiduciario en todo caso debe atender al mantenimiento del menor
o del incapaz. con cargo a las rentas o frutos del fideicomiso.

Todo lo dispuesto anteriormente está relacionado con las normas


sucesorias y de familia que sean pertinentes.

FIDEICOMISO UNIVERSAL
Conforme al art. 330 del Decreto Legislativo Nº 770, el fiduciario podía aceptar
un fideicomiso a titulo universal, mortis causa. Esto conllevaba la asunción de
las cargas obligaciones y deudas de la sucesión con beneficio de inventario
esto es hasta donde alcance el valor de la masa hereditaria (art. 661 del Cód.
Civil). La Ley N° 26702 no ha conservado el fideicomiso universal.

PROHIBICIONES
La Ley establece determinadas prohibiciones al fiduciario. Ellas son:
1. El fiduciario no puede afianzar, avalar o garantizar en forma alguna ante el
fideicomitente o los fideicomisarios los resultados del fidecomiso o de las
operaciones, actos y contratos que realice con los bienes fideicometidos
(art. 257 .de la ley).
2. Tampoco puede realizar operaciones, actos y contratos con los fondos y
bienes de los fideicomisos en beneficio de: a. El propio fiduciario.
b. Sus directores y trabajadores y los miembros del comité a cargo del
fideicomiso.
c. El factor o factores fiduciarios.
d. Los trabajadores de su departamento fiduciario y los contratados para el
fideicomiso de que se trate. La alusión a los trabajadores es una
repetición del inciso b).
e. Sus auditores externos, incluidos los profesionales socios que integran
la firma y los profesionales que participen en las labores de auditoria del
propio banco.
Los impedimentos a que se refiere el art. 258 de la Ley alcanzan al
cónyuge y a los parientes de las personas indicadas, así como a las
personas jurídicas en que el conyugue y sus parientes en conjunto
tengan personalmente una participación superior al 50 por ciento. La ley
es deficiente al no señalar el grado de parentesco de los Impedidos.

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Agrega la Ley que son nulas las operaciones que se realicen en
contravención de estas prohibiciones.

RESPONSABILIDAD DE LA EMPRESA FIDUCIARIA


La responsabilidad del fiduciario está contemplada en el art. 259 de la Ley
cuando señala que al incumplir sus obligaciones por dolo o culpa grave debe
reintegrar al patrimonio del fideicomiso el valor de lo perdido más una
indemnización por los daños y perjuicios irrogados, sin desconocer la
responsabilidad a que hubiere lugar, tanto civil como penal, como es obvio.
Aquí encontramos una contradicción con lo que la ley establece al señalar que
el fiduciario debe cuidar y administrar los bienes y derechos con la diligencia y
dedicación de un ordenado comerciante y leal administrador.

La norma en primer término nos remite a las reglas que sobre responsabilidad
existen en el Titulo IX, Inejecución de obligaciones, Capítulo Primero,
Disposiciones Generales del Código Civil. Art. 1314 a 1332.

Es interesante recalcar de medo especial el art. 1318, sobre dolo; y el art.


1319, sobre culpa grave o inexcusable. La Ley ha excluido de responsabilidad
al banco por culpa leve, incurriendo en la contradicción señalada con
anterioridad.

TERMINACION DEL FIDEICOMISO


Conforme al artículo 269 de la Ley el fideicomiso termina por:
1. Renuncia de la empresa fiduciaria con causa justificada, aceptada por la
Superintendencia de Banca y Seguros.
2. Liquidación del fiduciario
3. Remoción del fiduciario.
4. Renuncia expresa de todos los fideicomisarios a los beneficies que les
concede el fideicomiso.
5. Pérdida de los bienes que lo integran o de parte sustancial de ellos a juicio
del fiduciario.
6. Haberse cumplido la finalidad para la cual fue constituido.
7. Haber devenido imposible la realización de su objeto.
8. Resolución convenida entre el fideicomitente y el fiduciario, con aprobación
de los fideicomisarios en el caso del primer párrafo del art. 250 de la Ley.
9. Revocación efectuada por el fideicomitente, antes de la entrega de los
bienes al fiduciario, o previo cumplimiento de los requisitos legales, salvo lo
previsto en el primer párrafo del art. 250 de la Ley.
10. Vencimiento del plazo.
En los casos de los numerales 1, 2 y 3 del art. 269 de la Ley las causales
operan si en el término de seis meses no se encuentra otra empresa que
asuma el cargo.
Si la revocación a que se refiere el numeral 9 fuese parcial, subsiste el
fideicomiso con los bienes que se integren en el patrimonio.
Dispone el art. 270 de la Ley, que si el convenio constitutivo no contiene
indicación de la persona a la que al término del fideicomiso debe entregarse

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los bienes se devuelve éstos al fideicomitente o a sus causahabientes y en
su defecto se hace entrega de ellos al Fondo.
Se exceptúa de lo dispuesto en este artículo a los fideicomisos de que trata
el art. 244 de la Ley en los cuales los bienes en la parte que afectó la
legítima de algún heredero, se entregan a éste o a sus sucesores.
En caso de liquidación de la empresa fiduciaria en cualquier estado del
proceso, quienes tengan legítimo interés, gozan del derecho de identificar y
rescatar los bienes y derechos que pertenezcan al patrimonio fideicometido,
por no formar parte de la masa (art. 255 de la Ley).
Aun cuando no lo diga la Ley, es obvio que el contrato de fideicomiso se
extinguirá en los demás casos de resolución o rescisión que señala el
Código Civil y que también le serán aplicables las normas sobre ineficacia y
nulidad.

NULIDAD EL FIDEICOMISO
De acuerdo con lo que dispone el artículo 265 de la Ley el fideicomiso es nulo:
1. Si contraviene el requisito establecido en el art. 243.
2. Si su objeto fuese ilícito o imposible.
3. Si se designa como fideicomisario al propio fiduciario, salvo en los casos del
fideicomiso de titulización. El fideicomiso de titulización ha sido incorporado
en esta obra en el Capítulo XXI.
4. Si todos los fideicomisarios son personas legítimamente impedidas de
recibir los beneficios del fideicomiso.
5. Si todos los bienes que lo deben integrar están fuera del comercio.
Si el impedimento a que se refiere el numeral 4 sólo recae sobre parte de los
fideicomisarios, el fideicomiso es válido respecto de las restantes.
En el caso de que uno o más de los bienes que deben integrar el fideicomiso
se encuentren fuera del comercio, el fideicomiso es válido y subsiste con los
bienes remanentes.
Desde luego son también nulos los casos previstos en el artículo 219 del
Código Civil, habida cuenta que se trata de un acto jurídico unilateral
(testamento) o bilateral (contrato).
Igualmente son aplicables las normas sobre anulabilidad del acto jurídico o
sea las causases previstas por el artículo 221 del Código Civil.
Por último, serán también susceptibles de aplicación las demás reglas que
sobre el acto jurídico están contempladas en el referido Código Civil.

VIGILANCIA
La Superintendencia de Banca y Seguros debe establecer un sistema especial
de vigilancia de las operaciones de fideicomiso y del manejo, administración y
conservación de los patrimonios fideicometidos. Le corresponde dictar las
pautas para la contabilización y control de los fideicomisos, así como para la
seguridad de los patrimonios confiados al banco fiduciario.
En caso de dolo o culpa grave, la Superintendencia puede disponer la
remoción del banco fiduciario y designar a quien ha de sustituirlo, si el
fideicomitente no lo hiciere dentro del plazo que se le señale.

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FIDEICOMISO EN GARANTIA
Una de las diversas maneras como se aplica el fideicomiso es la de funcionar
como garantía hipotecaria. En virtud de la misma el banco fiduciario asume la
función de garantía de un inmueble con la finalidad de cubrir una obligación
pendiente de pago a un tercero acreedor. En el convenio que se celebra, queda
estipulado que si el deudor no paga la deuda el banco fiduciario sacara a
remate el bien, en la forma convenida en la escritura pública de constitución del
gravamen, de modo tal que con el producto de la referida venta se pagaran las
acreencias existentes.

En el convenio intervienen como partes el fideicomitente, esto es, el deudor de


la obligación que entrega la propiedad a fin de que sirva como garantía
hipotecaria frente a un acreedor o acreedores: el fiduciario, o sea el banco que
recibe los bienes fideicometidos y las indicaciones respecto al remate y otras
condiciones convenidas; y el fideicomisario, que no es otro que el acreedor de
la obligación existente.
Desde luego son aplicables a este convenio las disposiciones relativas a la
capacidad de las partes, así como el derecho de dominio que tiene el
constituyente.

Si se tiene en cuenta lo que señala la ley para la hipoteca común y corriente, se


advierte que en el fideicomiso en garantía no se castiga el bien al momento de
sacarlo en venta, ya que se remata por el valor de tasación, siempre y cuando
ello fluya del instrumento constitutivo. Además, en el fideicomiso existe
desposesión del bien y "pari pasu" la obligación que asume el banco fiduciario
como depositario.

Se ha objetado el fideicomiso hipotecario sosteniendo que hay en él una


violación de la seguridad del proceso de ejecución, pero en respuesta se dice
con acierto que la ejecución de la garantía se lleva a cabo siguiendo las
indicaciones previstas en el acto constitutivo, actuando el banco fiduciario de
acuerdo con esas indicaciones recibidas del fideicomitente.

Por Resolución de la Superintendencia de Banca y Seguros Nº 838-97-SBS, de


28 de noviembre de 1997, se aprobó el Reglamento del Título de Crédito
Hipotecario Negociable, según el cual se establece un marco operativo para
que las empresas puedan conceder créditos con la hipoteca sobre títulos
valores, incluyendo medidas de seguridad que alimenten la confianza de los
que adquieren esa clase de títulos en el mercado secundario o que compren
los inmuebles afectados como consecuencia de su venta por incumplimiento de
pago del crédito representado por el título valor, con lo que se favorece la
concesión de créditos a los propietarios de predios inscritos en los Registros
Públicos, todo ello de conformidad con lo dispuesto en la Ley N° 26702.

Son importantes, para lograr dicho objetivo, el artículo 4 por exigir al propietario
del inmueble afectado el requisito de la escritura pública, con la inserción de la
valuación pericial del bien. Dicho valor se consignará en el título y cuando el
tomador del mismo considere que ha existido sobrevaloración lo comunicará a
la entidad respectiva (REPET) para su estudio y la aplicación de sanciones, de
ser el caso. Otro artículo de importancia es el 5, que exige que la hipoteca sea

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de primer rango y señala otras condiciones sobre la preferencia que otorga
este sistema.

El artículo 6 se refiere a la utilización del bloqueo registral, también con obvios


fines de seguridad. Conforme al artículo 8 del Reglamento el endoso y
negociación secundaria del título será libre, esto es, a la orden de cualquier
persona natural o jurídica, salvo cláusula que lo prohíba. Conforme al artículo
10, el obligado principal asume la obligación de pagar el monto total del crédito
señalado en el título a favor del tenedor, en las condiciones indicadas en el
mismo.

El mismo dispositivo se contrae a la correspondiente acción de cobro del


crédito. Señala el artículo 12 que con el endoso del título se transmite
simultáneamente a favor del endosatario tanto el crédito dinerario como la
hipoteca que lo garantiza. Tiene gran significación el artículo 16, ya que permite
el convenio entre el deudor hipotecario y el acreedor para ir a la venta directa
del inmueble afectado por la garantía, previo poder expreso en este sentido. De
no producirse la venta directa, se procederá de conformidad con lo dispuesto
por el Código Procesal Civil en lo que concierne a la ejecución de garantías
reales. De existir saldo no pagado, el artículo 18 dispone que el tenedor pueda
exigir su pago mediante proceso ejecutivo.

Finalmente, el artículo 21 permite que, en los casos de pérdida, extravió,


sustracción, deterioro o cualquier afectación de la integridad física del título, el
Registro Público podrá expedir nuevo título en sustitución del perjudicado,
previa resolución judicial.

En exacto, tal como lo manifiesta Juan Antonio Castro Molina en) su


monografía "El contrato de Fideicomiso" (Ius et Veritas. Nº IX) Que, si bien la
figura del fideicomiso requiere de mayor reglamentación y difusión legal en
nuestro país para que su uso se generalice, constituye un mecanismo eficiente
en lo que a asignación de recursos en garantía corresponde, teniendo amplia
utilización en diversos países de Latinoamérica, tales como México. Argentina.
Colombia. Panamá. etc.

EL FIDEICOMISO, ALCANCES, ALTERNATIVAS Y PERSPECTIVAS


El fideicomiso es una institución jurídica muy antigua que tiene sus orígenes en
el “trust anglosajón”. No obstante, la antigüedad del fideicomiso, así como el
hecho de que ha tenido una difusión y utilización importante en otros países de
Latinoamérica como es el caso de México, Colombia y Argentina, esta
institución recién ha sido objeto de regulación específica dentro de nuestro
ordenamiento jurídico a partir de la promulgación del Decreto Legislativo 770.
Ley General de Instituciones Bancarias. Financieras y de Seguros.

Posteriormente, el fideicomiso ha sido regulado por las siguientes disposiciones


legales, las cuales se encuentran vigentes en la actualidad. La primera de ellas
es la Ley 26702. Ley del Sistema Financiero y del Sistema de Seguros y
Orgánica de la Superintendencia de Banca y Seguros (en adelante "La Ley
General”) que se refiere al fideicomiso como una de las operaciones que

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pueden ser desarrolladas por las empresas del Sistema Financiero y, en
determinados supuestos, del Sistema de Seguros. La segunda se encuentra
constituida por el Decreto Legislativo 861, Ley del Mercado de valores (en
adelante "la Ley del Mercado de Valores”), que contiene disposiciones referidas
al fideicomiso de titulación.

La finalidad del presente artículo es la de exponer, en forma general, los


conceptos y elementos básicos relacionados con el fideicomiso, establecer sus
alcances, así como efectuar una breve descripción de las principales
modalidades de fideicomiso que vienen siendo utilizadas en la actualidad en
nuestro país y en otros países del mundo.

OTRAS CARACTERISTICAS Y ELEMENTOS DEL FIDEICOMISO

1. DEFINICION:
De acuerdo a lo establecido por el artículo 241 de la Ley General, el
fideicomiso es una relación jurídica por la cual el fideicomitente transfiere
bienes en fideicomiso a otra persona, denominada fiduciario, para la
constitución de un patrimonio fideicometido, sujeto al dominio fiduciario
de este último y afecto al cumplimiento de un fin específico a favor del
fideicomitente o un tercero denominado fideicomisario.

Para analizar esta definición, en primer lugar, debemos indicar que en el


fideicomiso pueden intervenir las siguientes partes:
a) El Fideicomitente: Que es el propietario de los bienes o el titular de los
derechos que serán transferidos en fideicomiso, quien para efectos de
poder celebrar esta operación requiere contar necesariamente con la
facultad de disposición de los bienes o derechos que transmita en
fideicomiso 2.
b) El Fiduciario: que es la sociedad especializada que cuenta con
autorización de la autoridad competente para desempeñarse como titular
de los bienes que se transfieren, así como la responsable de llevar a
cabo todos los actos y operaciones necesarios para cumplir la finalidad
del fideicomiso.

Conforme a lo señalado por la Ley General, pueden desempeñarse como


fiduciarios (i) la Corporación Financiera de Desarrollo S.A. (COFIDE), (ii) las
empresas de operaciones múltiples, (iii) las empresas de servicios
fiduciarios, y (iv) las empresas de seguros y reaseguros que hubiesen
obtenido la autorización de funcionamiento para llevar a cabo este tipo de
operaciones.

Adicionalmente, también pueden ser fiduciarios las sociedades agentes de


bolsa en los casos de fideicomisos de titulación.

Una característica importante respecto a las fiduciarias se encuentra


referida al hecho de que el desarrollo de sus operaciones y actividades se
encuentra supervisado y controlado, según sea el caso, por la Comisión
Nacional Supervisora de Empresas y Valores (CONASEV) o por la
Superintendencia de Banca y Seguros. Esta situación, creemos, incorpora

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un elemento de seguridad y solvencia en el desarrollo de las operaciones y
actividades a cargo de estas sociedades, circunstancia que debe contribuir
en una buena medida a lograr su desarrollo futuro.

a) Beneficiario del Fideicomiso: que es la persona o personas a quienes va


a beneficiar el cumplimiento de la finalidad establecida en el fideicomiso.
De acuerdo a la definición contenida en la Ley General, el mismo
fideicomitente puede ser beneficiario del fideicomiso, o una tercera
persona, en cuyo caso, esta última será denominada "fideicomisario".
b) Asimismo, se dispone que el fideicomiso puede ser establecido a favor
de personas indeterminadas que reúnan ciertas condiciones o requisitos,
o del público en general. Para ello, se exige que en el documento de
constitución del fideicomiso se indiquen los medios adecuados, así como
las demás disposiciones que resulten necesarias para poder establecer
con certeza, llegado el caso, a los beneficiarios del fideicomiso.

También se permite que se constituyan fideicomisos a favor o en beneficio


de varias personas que se vayan sustituyendo en forma sucesiva, ya sea
por muerte de la anterior o por cualquier otra causa o evento, siempre que
la sustitución se dé en favor de personas que existan cuando quede
expedito el derecho del primer designado.

Finalmente, debe tenerse en consideración que cuando el fideicomisario


interviene en el documento constitutivo del fideicomiso que se celebre,
adquiere a título propio los derechos que en el mismo se establezcan a su
favor, por lo que en estos casos.

El contenido y alcances de los documentos de constitución del mismo no


pueden ser modificados o dejados sin efecto sin contar con su
consentimiento.

Por otro lado, en la definición de fideicomiso se establece que el


fideicomitente transfiere al fiduciario los bienes fideicometidos en
fideicomiso (en fiducia), los que quedan sometidos a su dominio fiduciario.
En tal sentido, debemos tener en consideración este elemento típico del
fideicomiso, referido al hecho de que la transferencia de los bienes se
efectúa como uno de los medios requeridos por la sociedad fiduciaria para
poder cumplir con la finalidad establecida en el documento constitutivo del
fideicomiso, y no como un fin mismo de la operación.

Ahora bien, en lo que respecta a la finalidad del fideicomiso, debemos


indicar que la misma puede encontrarse referida a cualquier supuesto que
podamos imaginar o requerir, con la única limitación de que dicha finalidad
debe ser lícita". Esta característica del fideicomiso, consideramos, ofrece un
elemento que puede determinar el interés de los agentes económicos y de
las personas en general para efectos de decidir su utilización, ya que el
fideicomiso puede establecerse con la finalidad "de satisfacer cualquier
necesidad que pudiesen tener los agentes económicos y las personas en
general. De acuerdo a ello, esta figura podrá ser utilizada en cualquier
situación o evento que podamos imaginamos.

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Finalmente, queremos referimos a un elemento contenido en la definición
del fideicomiso referido al hecho de que sólo pueden intervenir en ellos
como fiduciarios, las sociedades autorizadas por la autoridad competente
para ello. En tal sentido, para efectos de lograr su desarrollo y difusión
resulta necesario que, además de contar con disposiciones regulatorias
adecuadas, se constituyan departamentos o sociedades especializadas que
desarrollen y ofrezcan este tipo de productos en condiciones ventajosas y
atractivas para los agentes económicos y permitan reemplazar en forma
adecuada a las modalidades contractuales que, en la actualidad, vienen
siendo utilizadas.

2. RÉGIMEN DE PROTECCIÓN DE LOS BIENES QUE CONFORMAN EL


PATRIMONIO FIDEICOMETIDO

La Ley General efectúa una precisión importante respecto a la titularidad de


los bienes que son objeto de un fideicomiso. Señala que los bienes que son
transmitidos en fideicomiso constituyen un patrimonio autónomo, el cual es
distinto del patrimonio del fideicomitente, del fiduciario, del fideicomisario y
en su caso, del destinatario de los bienes remanentes.

De acuerdo a ello, debemos tener en cuenta que el bien o los derechos que
se transfieren en fideicomiso constituyen un patrimonio autónomo y
diferente del patrimonio general del fiduciario.

En este contexto, el patrimonio fideicometido no responde ni podrá


encontrarse afectado por las obligaciones del fiduciario, del fideicomitente o,
de ser el caso, de sus herederos. Respecto a los fideicomisarios, tal
responsabilidad tampoco se podrá extender sobre los bienes del
fideicomiso, sino sólo respecto de los frutos o las prestaciones que se
encuentren a su disposición derivadas del fideicomiso, pero en ningún caso,
al patrimonio fideicometido mismo.

Así, la única afectación que puede recaer sobre los bienes o derechos que
integran el patrimonio fideicometido se puede encontrar referida a las
obligaciones y responsabilidades que el fiduciario contraiga en ejercicio del
dominio fiduciario, derivadas de los actos que éste realice para el
cumplimiento de la finalidad para la que fue constituido el fideicomiso, así
como respecto de todas aquellas obligaciones y responsabilidades que
hubiesen sido previstas en su documento constitutivo.

En consecuencia, resulta claro que los bienes o derechos o que forman


parte del patrimonio fideicometido no pueden ser objeto de ninguna medida
judicial o extrajudicial en relación a las obligaciones y responsabilidades de
ninguna de las partes intervinientes en el contrato, salvo en los siguientes
casos:
Cuando las obligaciones o las responsabilidades de las que se trate se
refieran a aquellas asumidas por el fiduciario en el ejercicio del dominio
fiduciario y se deriven de los actos que efectúe para el cumplimiento de la
finalidad para la cual se ha constituido el fideicomiso.

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Cuando se trate de obligaciones y responsabilidades que hubiesen sido
previstas en el documento constitutivo del mismo: y Cuando se trate del
fideicomisario, respecto a los frutos o las prestaciones que se encuentran a
su disposición derivados del fideicomiso.

3. FORMAS DE CONSTITUCIÓN DEL FIDEICOMISO

El fideicomiso puede ser constituido a través de dos formas:

a) FIDEICOMISO CONTRACTUAL - CONVENCIONAL:

En este caso, el fideicomiso proviene de un acuerdo de voluntades entre


las partes que intervienen en la celebración del mismo.

En el fideicomiso podrá intervenir solamente el fideicomitente y la


sociedad fiduciaria, en cuyo caso será bilateral. Si es que también
interviene el fideicomisario cuya intervención no constituye un elemento
indispensable para su validez, el fideicomiso contará con la intervención
de tres partes.

En cuanto a la forma del contrato, el fideicomiso podrá formalizarse


mediante (i) documento privado, o (ii) documento protocolizado ante
notario público.

Dentro de ello, consideramos que para determinar la formalidad que las


partes pueden usar para celebrar un fideicomiso contractual o
convencional, se debe tener en consideración, principalmente, la
naturaleza de los bienes a transferirse, la necesidad de proceder a la
inscripción registral o no del fideicomiso, la modalidad de fideicomiso de
la que se trate, entre otros elementos. Por ejemplo, tratándose de un
fideicomiso en garantía referido a un inmueble, resulta necesario contar
con un documento público para proceder a la inscripción registral de este
contrato en el Registro Público correspondiente.

b) FIDEICOMISO TESTAMENTARIO

Para efecto de establecer la forma de otorgamiento de esta forma de


fideicomiso deben tenerse en cuenta las formalidades y exigencias para
otorgar testamentos contenidas en el Libro de Sucesiones del Código
Civil.
Esta modalidad de fideicomiso es muy utilizada en otros países y se da
con la finalidad de que la administración y disposición de los bienes del
causante sea realizada por entidades que manejen dichos procesos
sucesorios con cierta autonomía e independencia respecto a los
herederos o legatarios designados, así como de acuerdo a las
instrucciones que hubiese otorgado el fideicomitente en el testamento.

4. PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LOS ACREEDORES


DEL FIDEICOMITENTE

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Teniendo en consideración los efectos traslativos que tiene el fideicomiso,
que determinan que los bienes que son objeto del mismo no puedan verse
afectados por las acciones de los acreedores del fideicomitente, la Ley
General ha establecido un mecanismo mediante el cual tiende a eliminar,
como sucede en la mayor parte de las legislaciones de otros países, la
celebración de fideicomisos secretos.

El fundamento de ello radica en el hecho de que se pretende otorgar las


garantías y seguridades necesarias a los acreedores para evitar que, a
través de la celebración de fideicomisos, los fideicomitentes puedan realizar
actos de disposición de la totalidad o una parte de su patrimonio en fraude
de sus acreedores.

La Ley General ha establecido la obligación de los fideicomitentes de


efectuar una Publicación en el Diario Oficial El Peruano por tres días
consecutivos con el objeto de hacer de conocimiento del público en general,
la celebración del fideicomiso. Asimismo, también establece que los
fideicomitentes podrán notificar personalmente a sus acreedores
entendemos por escrito sobre la celebración del fideicomiso.

Dentro de este contexto, los acreedores que consideren que la transferencia


en fideicomiso podría perjudicarlos en alguna forma en el cobro de sus
acreencias, podrían accionar para solicitar que se anule la transmisión
fideicomisaria. El plazo para interponer la acción judicial mencionada
caduca en los siguientes términos:

A los seis meses de la última fecha en que se publicó el aviso en el Diario


Oficial El Peruano mediante el cual se dio cuenta de la enajenación.

A los dos meses siguientes computados desde que se hubiese notificado


personalmente al acreedor sobre la celebración del fideicomiso.

Por otro lado, entendemos que también resultan aplicables a los


fideicomisos las disposiciones referidas a los periodos o términos de
sospecha que se encuentran contenidos en las normas concúrsales
aprobadas mediante Decreto Legislativo 845. Ley de Reestructuración
Patrimonial.

El artículo 19 de la Ley de Reestructuración Patrimonial establece que son


nulos y carecen de efectos legales determinados actos y contratos
realizados o celebrados por el insolvente a partir de la presentación de su
solicitud de declaración de insolvencia o la fecha en que ésta es puesta en
su conocimiento. Y la fecha en que la Junta de Acreedores designe o
ratifique, según sea el caso, al Administrador o liquidador. Entre ellos se
tienen a los actos y contratos que importen la transferencia realizada por el
insolvente, ya sea a título gratuito u oneroso. de bienes de su propiedad.

Asimismo, en los casos en los que se adoptase el acuerdo de liquidación


del insolvente, el artículo 59 de la Ley Reestructuración Patrimonial dispone

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que también podría solicitarse la nulidad de las transferencias, así como la
de los demás actos y contratos, ya sea a título gratuito u oneroso, que
afecten el patrimonio del insolvente, que hubiesen sido celebrados dentro
de los seis meses anteriores a la fecha de inscripción registral del Convenio
de Liquidación que se hubiese suscrito.

Por otro lado, no debemos olvidar que resultan reprimibles penalmente los
actos realizados por los comerciantes declarados en quiebra que, en fraude
de sus acreedores, simulen, supongan o contraigan efectivamente
enajenaciones, sustraigan u oculten bienes que corresponden a la masa o
no justifiquen su salida o existencia.

En consecuencia y dependiendo de las circunstancias en las que se celebre


el fideicomiso, podemos afirmar que la ley establece diversos mecanismos
de protección para los acreedores del fideicomitente, con el objeto de evitar
que a través de la utilización del fideicomiso se pudiesen encubrir actos de
disposición de bienes de los deudores que, en cualquier forma, fuesen en
contra del derecho y las posibilidades de cobro de sus acreencias.

5. PLAZO MÁXIMO DE DURACIÓN DEL FIDEICOMISO

Otras de las características de los fideicomisos radican en el hecho de que


tienen un plazo máximo de duración, el cual, en principio, es de treinta años.
Por excepción, podrán convenirse fideicomisos por plazas mayores al
indicado, en las siguientes modalidades:

a) El fideicomiso vitalicio: que se hubiese establecido en beneficio de


fideicomisarios determinados que hubieren nacido o estuviesen
concebidos al momento de constituirse el mismo. En este caso, el plazo
máximo se extiende hasta la muerte del último de los fideicomisarios.
b) El fideicomiso cultural: que tiene por objeto el establecimiento de
museos. Bibliotecas, institutos de investigación arqueológicos, históricos
o artísticos. En esta modalidad, el fideicomiso puede ser indefinido y
subsiste en tanto sea factible cumplir con la finalidad para el que se
hubiese constituido.
c) El fideicomiso filantrópico: que tiene por finalidad aliviar la situación de
los privados de razón, los huérfanos, los ancianos, abandonados y
personas menesterosas. En este supuesto, al igual que en la modalidad
anterior, el fideicomiso será indefinido y subsistirá en tanto sea posible
cumplir con la finalidad para el que se hubiese constituido.
Como podemos advertir, las modalidades de fideicomiso cultural y de
fideicomiso
Filantrópico contienen elementos y notas características similares a las
de las fundaciones reguladas por el Código Civil, diferenciándose,
principalmente, en la forma de administración del patrimonio
fideicometido, así como por la responsabilidad que asume el fiduciario
en el cumplimiento de la finalidad para la cual se constituyó éste.
Por otro lado, en el supuesto de que un fideicomiso se constituya por un
plazo mayor al permitido, la Ley General establece que el exceso del

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plazo se deberá tener como no puesto, debiendo reducirse el mismo al
plazo máximo establecido por ley.

6. CAUSALES DE TERMINACIÓN DEL FIDEICOMISO


De acuerdo a la ley General, el fideicomiso termina, entre otros supuestos,
en los siguientes casos:
 Por renuncia de la sociedad fiduciaria sustentada en causa justificada.
Esta renuncia deberá ser aceptada por la Superintendencia de Banca y
Seguros.
 Por remoción de la sociedad fiduciaria.
 Por la pérdida de los bienes que integran el fideicomiso. o de una parte
sustancial de ellos, a juicio de la sociedad fiduciaria.
 Por el cumplimiento de la finalidad para la cual fue constituido el
fideicomiso.
 Por haber devenido en imposible la realización de su objeto.
 Por acuerdo entre el fideicomitente y el fiduciario, contando con el
consentimiento del fideicomisario, en el supuesto de- que este último
hubiese intervenido en el documento mediante el cual se constituyó el
fideicomiso.
 Por revocación del fideicomiso por parte del fideicomitente.
 Por vencimiento del plazo convencional establecido o. en su defecto, del
plazo legal señalado en la Ley General.

7. CAUSALES DE NULIDAD DEL FIDEICOMISO


Asimismo, la Ley General sanciona con nulidad la celebración de
fideicomisos en los casos en los que se incurra en cualquiera de las
siguientes causales:
 Si el fideicomitente carece de facultades de disposición de los bienes y/o
derechos transferidos en fideicomiso.
 Si el objeto del fideicomiso fuese ilícito o imposible.
 Si se designa como sociedad fiduciaria a la misma empresa, salvo en,
los casos de fideicomiso de titulación regulados por la Ley del Mercado
de 'Valores.
 Si todos los fideicomisarios fuesen personas que, de acuerdo a ley, se
encontrasen impedidas de recibir los beneficios del fideicomiso.
 Si todos los bienes que integran el fideicomiso se encuentran fuera del
comercio.

8. NORMAS REGULATORIAS DEL FIDEICOMISO


Finalmente, corresponde a la Superintendencia de Banca y Seguros ya la
Comisión Nacional Supervisora de Empresas y Valores (CONASEV),
dependiendo de la modalidad de fideicomiso de que se trate, dictar las
normas regulatorias que resultarán aplicables y regularán el fideicomiso. En
tal sentido, creemos que las normas que dicten estos organismos públicos
responsables de la supervisión, control y regulación de las actividades, de
las empresas que desarrollen estas operaciones como sociedades
fiduciarias. Deberán ser claras, tener por objeto la promoción de la
utilización de este tipo de mecanismos, y no establecer restricciones o
limitaciones sin fundamentos para que los agentes económicos en general
puedan proceder a su celebración. Dentro de ello, tenemos que la

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CONASEV ha dictado con fecha 8 de enero del presente año la Resolución
CONASEV No. 001-97-EF/94.10mediante la cual se ha aprobado el
Reglamento de los Procesos de Titulación de Activos, dentro del cual se
contempla el tratamiento del fideicomiso de titulación (Título).

9. PRINCIPALES MODALIDADES DE FIDEICOMISO.


Una vez expuestas las características y elementos más importantes
relacionados con el fideicomiso, creemos que resulta conveniente dar a
conocer las principales modalidades de fideicomiso que se vienen utilizando,
en la actualidad, en el Perú y en otros países de Latinoamérica donde esta
modalidad contractual ha alcanzado un desarrollo importante.

a) FIDEICOMISO INMOBILIARIO

Esta modalidad de fideicomiso supone la transferencia de un inmueble


determinado a favor de una sociedad fiduciaria con el objeto de que ésta
10'administre, desarrolle un proyecto de construcción y, luego de ello,
transfiera las unidades inmobiliarias construidas a favor de los
fideicomisarios (beneficiarios del fideicomiso). La ventaja que ofrece esta
modalidad de fideicomiso radica en el hecho de que la intervención de la
sociedad fiduciaria otorga a los inversionistas interesados en adquirir
determinadas unidades inmobiliarias que forman parte del proyecto, mayor
seguridad que se desarrollara el proyecto de construcción que se ha
planificado sobre el terreno transferido, así como que los recursos y montos
que hubiesen entregado serán destinados en forma efectiva a la
construcción y desarrollo del mismo. Por otro lado, la intervención de la
sociedad fiduciaria también otorga mayor confianza y respaldo a las
entidades que podrían financiar el proyecto, a los contratistas y
profesionales que interviniesen en el mismo, a los proveedores de bienes y
servicios en general, a las autoridades municipales, y a las demás personas
que se vinculasen al proyecto. En tal sentido, debemos ver que la
intervención de una sociedad fiduciaria en el desarrollo y ejecución del
proyecto genera confianza en los diferentes agentes económicos para
poder reducir sus riesgos propios de este tipo de negocios. Adicionalmente,
esa confianza podría determinar la reducción de costos derivados del
proyecto. Ello originado por la solvencia de la sociedad fiduciaria
interviniente en el proyecto , la experiencia que la misma pudiese tener en
el desarrollo de este tipo de fideicomisos, la constitución de un patrimonio
autónomo referido a los bienes fideicometidos, la posibilidad de obtener
mejores condiciones de financiamiento por parte de la entidades
financieras, la constitución de un patrimonio autónomo referido a los bienes
fideicometidos, la posibilidad de obtener mejores condiciones de
financiamiento por parte de las entidades financieras, la reducción de los
costos adicionales derivados de la intervención de intermediarios en las
construcciones, entre los aspectos que determinan , en alguna forma, la
reducción de costos en los que se incurren cuando se utilizan otro tipo de
figuras o modalidades para la ejecución y desarrollo de proyectos de
construcción.

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b) FIDEICOMISO EN GARANTÍA.

A través de esta modalidad de fideicomisos, el fideicomitente, quien tiene la


calidad de deudor o garante de un deudor, transfiere un inmueble a favor de
una sociedad fiduciaria con el objeto de garantizar el cumplimiento de una
obligación u obligaciones que se encuentran pendientes de pago, en
beneficio de uno o varios acreedores (beneficiarios).

Con ello, se sustraen los bienes del patrimonio del deudor o del tercero
garante, constituyéndose un patrimonio autónomo que deberá ser
administrado y conservado por la sociedad fiduciaria.

En esta modalidad, según se establezca en el documento constitutivo del


fideicomiso, el fideicomitente podría mantener la posesión del bien, así
como continuar usando y explorando los bienes entregados en garantía,
pero siempre bajo el control y supervisión de la sociedad fiduciaria.

En el caso del Perú, la Ley General en su artículo 274 regula en forma


específica el tratamiento del fideicomiso en garantía. Este artículo contiene
dos disposiciones que creemos merecen un comentario especial:

La primera de ellas se refiere al hecho de que según lo establecido en


forma literal por el articulo 274 mencionado, solamente las “empresas” se
encontrarían facultadas para tener la calidad de acreedores en los
fideicomisos en garantía.

Esta podría ser una primera interpretación de esta parte del artículo 174 de
la Ley General.

Sin embargo, consideramos qua la amplitud de la definición del fideicomiso


contenida en el artículo 241 de la Ley General nos permite concluir que no
sólo las “empresas” –dentro de los alcances que tiene este término en la
Ley General- podrían tener la calidad de fideicomisarios (beneficiarios) en
los fideicomisos en garantía, en su calidad de acreedores, sino que también
podría serlo cualquier acreedor, aunque no fuese una empresa que forme
parte del Sistema Financiero:
De acuerdo a lo que tenemos entendido, la Superintendencia de Banca y
Seguros también tendría la misma opinión al respecto, habiendo precisado,
sin embargo, que en los únicos casos en los que las sociedades fiduciarias
no podrían celebrar fideicomisos en garantía con terceras personas ajenas
al Sistema Financiero, serían en aquéllos supuestos en los que las
obligaciones garantizadas se refieren a operaciones de mutuo dinerario.
La segunda disposición se refiere a que la calidad de sociedad fiduciaria y
la de acreedor (fideicomisario o beneficiario) tienen carácter excluyente.
De acuerdo a ello, en ningún caso el fideicomitente deudor podrá transferir
en fideicomiso a su acreedor los bienes fideicometidos. Esta disposición
pretende evitar, como resulta claro, que pudiesen darse determinados
excesos en cuanto a la forma y la oportunidad de ejecución de la garantía,
en perjuicio del fideicomitente.

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Las ventajas de esta modalidad de fideicomiso son básicamente las
siguientes:

Permite una rápida ejecución de los bienes entregados en garantía cuando


se da el incumplimiento de una determinada obligación por parte del
deudor, evitando que se tenga que recurrir al poder Judicial para solicitar la
ejecución y venta judicial de los bienes entregados sin garantía.
Éste constituye uno de los mecanismos que vienen siendo utilizados en
otros países con la finalidad de descongestionar la labor del Poder Judicial,
así como para brindar a los agentes económicos mecanismos más efectivos
y eficientes de ejecución de los bienes otorgados en garantía por parte de
los deudores o sus garantes.

Protege los bienes otorgados en garantía de los riesgos y efectos


relacionados con la declaratoria insolvencia conforme a las normas del
Decreto Legislativo 845. Ley de Reestructuración Patrimonial.

Con ello, independientemente de la situación patrimonial del deudor y


teniendo en consideración lo establecido en el documento constitutivo del
fideicomiso, el acreedor, podría lograr la recuperación de sus acreencias no
obstante que el deudor pudiese haber sido declarado insolvente por la
Comisión de Salida del Mercado del Instituto Nacional de Defensa de la
Competencia y Protección de la Propiedad Intelectual (INDECOPI) o por
cualquier entidad, gremio o colegio profesional con quien hubiese celebrado
un Convenio de Delegación de Funciones.

Establece la posibilidad de que se obtengan mejores condiciones de venta


de los bienes otorgados en garantía, hecho que beneficia tanto al acreedor
como al deudor o tercero ejecutado, ya que se reducen los riesgos de que
los bienes sean vendidos por debajo de su valor real, así como que las
operaciones de venta que se realicen a través de mecanismos que
garanticen la transparencia de la ejecución de los bienes.

Estos mecanismos de venta y valorización de los bienes deberán


establecerse en el documento constitutivo del fideicomiso.

c) FIDEICOMISO DE TITULIZACIÓN

Esta modalidad de fideicomiso se encuentra regulada por el Título XI de la


Ley del Mercado de Valores que contiene las normas referidas a los
procesos de titulación de activos.

La titulación, según la Ley del Mercado de Valores, es el proceso mediante


el cual se constituye un patrimonio cuyo propósito exclusivo es respaldar el
pago de los derechos conferidos a los titulares de valores emitidos con
cargo a dicho patrimonio. Comprende, asimismo, la transferencia de los
activos al referido patrimonio y la emisión de los respectivos valores.

Ahora bien, la titulación puede ser desarrollada a partir de los siguientes


patrimonios de propósito especial:

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 Patrimonios fideicometidos, mediante fideicomisos de titulación.
 Patrimonios de sociedades de propósito especial: y
Otros regímenes patrimoniales que resulten adecuados para ello según lo
establezca La CONASEV mediante disposiciones de carácter general.
Para efectos del presente trabajo nos interesa desarrollar solamente lo
referido a los fideicomisos de titulación.

En el fideicomiso de titulación, una persona denominada fideicomitente, se


obliga a efectuar la transferencia fiduciaria de un conjunto de activos en
favor de fiduciario para la constitución de un patrimonio autónomo,
denominado patrimonio fideicometido, sujeto al dominio fiduciario de este
último, y afecto a la finalidad especifica de servir de respaldo a los derechos
incorporados en valores, cuya suscripción o adquisición concede a su titular
la calidad de fideicomisario.

En esta modalidad de fideicomiso, únicamente las sociedades titulizadoras,


pueden ejercer las funciones propias del fiduciario.

El desarrollo de las operaciones de las sociedades titulizadoras se


encuentra sujeto al control y supervisión de la Comisión Nacional
Supervisora de Empresas y Valores (CONASEV), debiendo contar con
autorización de organización y de funcionamiento expedido por esta
Comisión, así como inscribirse en el registro Público del Mercado de
valores.

El acto constitutivo del fideicomiso deberá constar en escritura pública, en la


que deberá establecerse, por le menos, lo siguiente:
 La finalidad del fideicomiso, que no podrá ser una distinta que la de
servir de respaldo para la emisión de valores mobiliarios.
 Determinación de los activos que han de ser transferidos, así como su
calidad (bienes de propiedad del fideicomitente, ajena o futura) y su
situación (si están sujetos a gravámenes o si son objeto de controversia
o no).
 Modo y plazo de transferencia de los activos que integrarán el
patrimonio fideicometido.
 Denominación del patrimonio fideicometido.
 Los derechos, obligaciones y facultades del Fideicomitente, de la
sociedad titulizadora y del fideicomisario.
 Las garantías adicionales que hubiera establecido el fideicomitente, la
sociedad titulizadora o los terceros, o en su caso, las que se deberán
constituir en ejercicio del dominio fiduciario.
 Las condiciones o plazos del fideicomiso de titulación. El plazo, según lo
establecido por la Ley del Mercado de Valores, podría ser indefinido,
dependiendo de la naturaleza de los bienes y lo establecido en el acto
constitutivo del fideicomiso.
 El destino de los activos a la finalización del fideicomiso.

Conforme se indicó anteriormente al referimos a los elementos y


características principales del fideicomiso respecto a la titularidad del

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patrimonio fideicometido, la Ley del Mercado de Valores señala que el
fideicomiso de titulación genera un patrimonio autónomo que es distinto al
patrimonio propio de la sociedad titulizadora, del fideicomitente, del
fideicomisario y de la persona designada como destinataria de los activos
remanentes del fideicomiso.

Asimismo, precisa que dichos activos no se encuentran afectos al pago de


las obligaciones y responsabilidades de las personas mencionadas
anteriormente, salvo en lo que se refiere a los derechos expectaticios que
pudiesen tener cada una de ellas respecto a los bienes fideicometidos, así
como cuando los mismos hubiesen sido puestos a su disposición de
acuerdo al modo y plazo establecido en el acto constitutivo del fideicomiso.
Atendiendo a lo establecido en el acto constitutivo del fideicomiso, la
sociedad titulizadora deberá emitir valores mobiliarios, libremente
transferibles, que representan los derechos respaldados por el patrimonio
fideicometido. La suscripción o adquisición de estos valores confieren a su
titular la calidad de fideicomisario.

Los valores que se emitan podrán serlo al portador o en forma nominativa,


resultando aplicables a los mismos, en lo que sea pertinente, las
disposiciones de la Ley de Títulos Valores aprobada mediante Ley 16587.
En los casos en los que no existiesen títulos materiales y los valores se
encontrasen representados por anotaciones en cuenta, serán aplicables las
disposiciones contenidas sobre el particular en la Ley del Mercado de
Valores.

En lo que se refiere al manejo y adopción de decisiones respecto a los


actos y contratos que debe celebrar la sociedad titulizadora, la misma
deberá tener en consideración lo establecido en el documento constitutivo
del fideicomiso. Adicionalmente, existen las siguientes personas o cuerpos
colegiados vinculados con la administración del fideicomiso:

 El factor fiduciario, quien es la persona designada por la sociedad


titulizadora para asumir la conducción del fideicomiso.
 En los casos en los que las circunstancias lo recomienden, la sociedad
titulizadora podrá designar una Comisión Administradora a cuyas
decisiones se somete el factor fiduciario en el desarrollo de la
conducción del fideicomiso.
 La Junta de Fideicomisarios, quien adopta determinadas decisiones
respecto al manejo y conducción del fideicomiso.

Finalmente, debe tenerse presente que en los casos de insolvencia del


patrimonio fideicometido, en el supuesto que al momento de constituirse el
mismo no se hubiese previsto un mecanismo de salvaguarda de los
derechos de las partes intervinientes y los terceros para el cobro de sus
acreencias, se deberán seguir, en lo pertinente, las disposiciones
contenidas en el Decreto Legislativo 845, Ley de Reestructuración
Patrimonial.

d) FIDEICOMISO DE INVERSIÓN.

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Se encuentra referido a todas aquellas modalidades de fideicomiso en las que
el o los fideicomitentes transfieren en fideicomiso a favor del fiduciario una
suma de dinero, con la finalidad de que la sociedad fiduciaria lo invierta en
determinados valores y activos, y los beneficiarios del fideicomiso puedan
obtener con ello una rentabilidad determinada por su dinero.

Lo usual en este tipo de fideicomisos es que se designe a un factor fiduciario


que sea especialista: en la realización de inversiones, quien a través de!
análisis y la adquisición de distintos valores mobiliarios, la diversificación del
riesgo en las inversiones, la utilización de productos financieros derivados, así
como otras técnicas y mecanismos destinados a la obtención de rentabilidad y
cobertura de riesgos, pueda manejar los recursos transferidos en fideicomiso
con la finalidad de obtener la mayor rentabilidad posible en beneficio de los
fideicomisarios del fideicomiso.

En este caso, como hemos visto anteriormente al referimos al régimen


tributario aplicable al fideicomiso, existe un régimen legal claro que incentiva la
realización de determinadas inversiones en valores, situación que permitiría a
las sociedades fiduciarias obtener resultados convenientes para los
fideicomisarios de los fideicomisos que administran.

Por otro lado, resulta conveniente que la sociedad fiduciaria apruebe un


Reglamento Interno referido al manejo de las inversiones, el cual deberá
redactarse teniendo en consideración lo establecido en el documento
constitutivo del fideicomiso, así como la finalidad para la cual se ha establecido
el mismo. Por otro lado, también se estila que en el documento de constitución
de fideicomiso se establezca la existencia de un Comité de Administración de
Inversiones que tiene la función de señalar las políticas y directivas aplicables
para la administración de inversiones, normalmente, se encuentra conformado
por fideicomitentes o representantes elegidos por estos.

Debemos destacar que una nota característica de los fideicomisos en general,


pero que resulta especialmente aplicable a los fideicomisos de inversión se
encuentra referida al hecho de que, de acuerdo a lo establecido por la ley
general, los fiduciarios se encuentran prohibidos de garantizar en cualquier
forma los resultados del mismo.

Por otro lado, debemos tener en cuenta que las empresas fiduciarias, según
corresponda, deberán ser supervisadas (SiC) por la Comisión Nacional
Supervisora de Empresas y Valores o la Superintendencia de Banca y
Seguros, lo que le da mayor credibilidad y solvencia al sistema fiduciario que se
pretende establecer.

e) FIDEICOMISO DE ADMINISTRACIÓN.

Esta modalidad de fideicomiso se encuentra relacionada con todas aquellas


operaciones en las que el fideicomitente transfiere a la saciedad fiduciaria
cualquier clase de bienes distintos a dinero con la finalidad de que sean

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administrados o sean destinados al cumplimiento de una finalidad específica
establecida en el documento constitutivo del mismo.

Entre los tipos de fideicomiso que se encuentran comprendidos dentro de


esta modalidad se tienen, entre otros, los siguientes:
1. FIDEICOMISO DE ADMINISTRACIÓN DE EMISIONES DE
OBLIGACIONES, BONOS O PAPELES COMERCIALES.
En estos casos, los fideicomitentes transfieren los valores mobiliarios
emitidos a favor de la sociedad fiduciaria con la finalidad de que proceda
a su colocación a favor de los fideicomisarios de dichos valores.
Dependiendo de la característica de la emisión de los valores mobiliarios
mencionados, la intervención de la sociedad fiduciaria se deberá realizar
teniendo en consideración lo establecido sobre el particular por la Ley
General de Sociedades y la Ley del Mercado de Valores.

2. FIDEICOMISOS DE RECAUDACIÓN Y PAGOS.

Se refiere a los servicios prestados por diversas sociedades fiduciarias a


favor de entidades en relación a la recaudación y pago de obligaciones
de cualquier índole.

Este tipo de fideicomiso se da principalmente, en el caso de


determinadas entidades especialmente las públicas- que no tienen una
infraestructura adecuada para poder desarrollar estas operaciones, por
lo que optan por encargar a las sociedades fiduciarias para que, a través
de determinados mecanismos, cumpliendo con ciertas seguridades y
asumiendo determinadas responsabilidades, asuman la tarea de
recaudar y/o pagar dinero por cuenta y en interés del fideicomitente.

En estos casos, se tiene la experiencia de que los niveles de


recaudación se incrementan en forma considerable por las facilidades de
pago que se brindan a los usuarios. Por otro lado, se tiene que a través
del establecimiento de esta forma de pago de obligaciones se reducen
significativamente los reclamos y los riesgos por pagos indebidos o
efectuados por error.
Adicionalmente, con ellos se reducirá el monto de la inversión que
requeriría efectuar cada entidad para prestar directamente este servicio
a cambio del pago de una retribución convenida a la sociedad fiduciaria.

3. FIDEICOMISO DE ADMINISTRACIÓN DESTINADO A LA


TRANSFERENCIA DE VALORES MOBILIARIOS.

Este tipo de fideicomiso ha sido recientemente utilizado en nuestro país


con singular éxito dentro del marco del proceso de privatización iniciado
por el Estado peruano.

Mediante el mecanismo de Participación Ciudadana, por ejemplo, las


entidades estatales que eran titulares, en representación del estado, de
acciones de diversas incluidas dentro del proceso de privatización,
procedieron a transferir en fideicomiso a determinadas empresas

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bancarias -que actúan como sociedades fiduciarias paquetes de
acciones con la finalidad de que procediesen a organizar ofertas
públicas de venta de las mismas, teniendo en consideración los términos
y condiciones contenidos en el documento constitutivo de los
fideicomisos.

Creemos que, independientemente de algunos inconvenientes y


problemas presentados en estos procesos, nadie podrá negar que los
mismos han alcanzado un éxito que no había sido previsto al momento
de iniciarse este proceso.

Por otro lado, tenemos conocimiento de que también se vienen


estructurando procesos de privatización en donde la transferencia de las
acciones se efectúa a través de fideicomisos constituidos a favor de
entidades vinculadas al Estado, como es e! caso de COFIDE u otras
sociedades fiduciarias, a quienes se les encarga la labor de coordinación
referida principalmente a la verificación del cumplimiento de los
compromisos de inversión asumidos por los postores adjudicatarios de
las acciones, así como la posterior transferencia de las mismas a su
favor.

4. FIDEICOMISOS DESTINADOS AL MANEJO. SANEAMIENTO O


LIQUIDACIÓN DE EMPRESAS.

A través de esta modalidad de fideicomiso se puede encargar a


determinada sociedad fiduciaria la realización de las operaciones y demás
actos vinculados con las siguientes funciones:
El manejo de las empresas en sustitución de la administración anterior,
como condición establecida a los accionistas por sus acreedoras para evitar
con ello la declaración de insolvencia por parte de la Comisión de Salida del
Mercado del INDECOPI o el gremio o entidad con facultades para ello.
En estos casos, la sociedad fiduciaria deberá proceder a designar a un
factor fiduciario y de ser ello necesario, un Comité de Administración que se
encargue de la gestión directa de la empresa.
Tener a su cargo el proceso de saneamiento y reestructuración de
empresas que hubiesen sido declaradas insolventes.
En estos casos, la Junta de Acreedores de la sociedad al momento de
pronunciarse sobre el destino de la sociedad y la determinación del régimen
de administración de la misma, podría decidir que se encargue a una
sociedad fiduciaria la ejecución y desarrollo de las gestiones de
saneamiento y reestructuración de la sociedad.

Tener a su cargo el proceso de liquidación de sociedades en general.


Esta modalidad de fideicomiso permitiría que se liquidasen los activos de
las sociedades con la finalidad de cancelar sus pasivos, de acuerdo al
orden de preferencia establecido por la Ley de Reestructuración Patrimonial
o cualquier otra norma que pudiese resultar aplicable al proceso de
liquidación.

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En estos casos, la sociedad fiduciaria tendría la función y responsabilidad
de proceder a la recuperación, custodia y realización de los activos de la
sociedad declarada en liquidación, con la finalidad de pagar los pasivos de
ésta.

De acuerdo a lo expuesto, creemos que el fideicomiso una operación


sumamente práctica y útil, que luego de una conveniente y adecuada
regulación contenida en la Ley General y la Ley del Mercado de Valores, y
sujeta a la aprobación de una serie de disposiciones legales -principalmente
en materia tributaría-, podría adquirir un desarrollo y una difusión
importante. Consideramos que, tal como ha sucedido en otros países, el
fideicomiso puede constituir una forma interesante y adecuada de satisfacer
las diversas necesidades que tienen los agentes económicos y las personas
en general en nuestro país, a través de la constitución de patrimonios
fideicometidos de naturaleza autónoma para el cumplimiento de finalidades
especificas requeridas por éstos.

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CONCLUSIONES

1. el Fideicomiso, permite reducir la ineficiencia e ineficacia en las


transacciones financieras y contribuiría a mejorar las transacciones
financieras en el Perú, ya que un fideicomiso adecuadamente orientado
haría más difícil cometer irregularidades en relación con las
transacciones financieras dentro de un mercado competitivo.

2. El fideicomiso en la economía real garantiza la inversión y los resultados


emergentes que de ella se esperan a partir de un proceso transparente,
operaciones previsibles y pautas claras, considerando tanto intereses
particulares como generales, y relacionando de una manera
verdaderamente integradora el comercio con la tecnología, la mano de
obra y las finanzas.

3. Los emprendimientos deben ser categorizados. Los parámetros más


importantes son: la inversión, los plazos, los rendimientos y los riesgos
asociados a las actividades. La evaluación podrá ser individual para
cada emprendimiento y también para un conjunto de negocios (cada uno
con individualidad propia), que conformarán una cartera de inversiones.

4. La aplicación intensiva de los instrumentos financieros, como el


fideicomiso, facilitaría la producción de operaciones en la economía
productiva.

5. Las entidades financieras pueden tomar parte activa en la constitución


de los fondos fiduciarios, pero también otros entes, con la aprobación de
las respectivas autoridades de aplicación, podrán asumir el rol de
fiduciantes. De esta manera, se propiciarían los mecanismos de
generación de capital y un vínculo más estrecho de la actividad
productiva con las finanzas.

6. La utilización del fideicomiso debe partir de un diagnóstico de situación y


de un cuidadoso análisis de los mecanismos que se deseen incluir en el
contrato.

7. Los diseños encubren una equilibrada y precisa estructura de incentivos


para todos los participantes. Deben ser consistentes con los
antecedentes y la situación de cada uno de los participantes. Un buen
diseño no implica éxito.

8. El profesional en Ciencias Económicas debe jugar un rol integrador


frente a este instrumento identificando sus posibilidades de aplicación,
tanto en lo relativo a la concepción estratégica como respecto a la
operación de esquemas que puedan ser requeridos por corporaciones,
Pymes, asociaciones civiles, familias o personas.

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BIBLIOGRAFIA

1. Max arias schreiber – Operaciones neutras, op, cit.… páginas 211

2. De la flor matos, manual el fideicomiso modalidades y tratamientos


legislativos en el Perú. fondo editorial de la pontificia universidad de
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3. VILLEGAGAS, Carlos Gilberto, operaciones bancarias. rubinzal –culzoni,


buenos Aries, 1996

4. Acosta Romero Miguel. - Nuevo Derecho Bancario. - 7ed.- Editorial


Porrua. -1998

5. Joaquín Rodríguez Rodríguez. -Derecho Bancario. - 9ed.- Editorial


Porrua. -1999

6. Legislación de Banca, Crédito, Seguros y Actividades Conexas. - 1ed.-


Ediciones Delma. -2000.

7. Villaseca Marset José, La Banca Breve ojeada histórica.

8. Tratado de Derecho Mercantil, tomo II, Contratos Mercantiles y


Bancarios, Gaceta Jurídica 2008.

9. José Manuel Villalonga Lozano: “Doctrina general de Fideicomiso”,


páginas 18 y 19

10. Ley General del Sistema Financiero y del Sistema de Seguros y


Orgánica de la Superintendencia de Banca y Seguros, 9 de
Diciembre del 1996, Ley No 26702, artículos 241 a 274

11. Resolución SBS No 1010-99: Reglamento del fideicomiso y de las


Empresas de Servicios Fiduciarios (11 de Noviembre de 1999)

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