Autoconocimiento y Autocrítica
Autoconocimiento y Autocrítica
Autoconocimiento y Autocrítica
La zona oculta es aquella información sobre mí que yo conozco y que otros no también
conocen.
Si por algún motivo me parece oportuno, puedo pasar esta información a la zona abierta
y comunicarlo a los demás.
La zona inconsciente es aquella información sobre mí que no es conocida por mí ni por los
demás.
La zona ciega es aquella información sobre mí que otros conocen, pero yo no.
Hay mucha más información de la que aparece en la zona ciega de las personas. La
autocrítica, como hemos indicado, facilita pasar información de la zona ciega a la abierta.
Podemos distinguir dos tipos de autocrítica: pasiva y activa. La autocrítica pasiva consiste
en escuchar y acoger el feedback. Como hemos apuntado antes, la autosuficiencia disminuye la
capacidad de autocrítica pasiva. La autocrítica activa consiste en buscar activamente el feedback
sobre uno mismo, pensando en las personas más adecuadas para darlos en cada momento.
Los directivos tienen doble peligro a la hora de recibir feedback; por un lado, el pasivo ‒
especialmente el que viene de los subordinados‒ puede estar alterado. Esto es escialmente así
cuando la autosuficiencia del jefe es conocida y nadie está dispuesto a decir la verdad porque
saben que no serán escuchados. Por otro lado, cuesta más pedir feedback honestos sobre uno
mismo cuando ese uno es el jefe. De hecho, es muy preocupante constatar que, en muchas
organizaciones, el peor informado de cómo hace las cosas es el propio general. Esto es
peligroso, puesto que cuanto más arriba está la persona en la estructura jerárquica, más
importante es que disminuya su ventana ciega para tomar mejores decisiones.