Untitled
Untitled
Untitled
-1-
J
-2-
{colección autores puntaltenses}
Punto Alto
poetas rosaleñas
antología
editorial artesanal
Primera edición, 2020
Scarpaci, Pablo S. (comp.); García Peyrott, Abigail (ilustración); Acevedo, María del
Rosario; Acha, María Emma; Altamirano, Annie; Ardisone, Irina ; Arias, Leonor;
Ávalos, Luján; Barrionuevo, Carmen; Becker, Zulema; Blanco Rodríguez, Jose na;
Caldeney, Mara; Castro, Marta Victoria; Coldeira, María Rosa; Depetris, Melisa;
Díaz, Roxana E.; Di Paolo, Mirta Susana; Fernández, Camila del Milagro; Ferrer,
Beatriz; Ferreyra, Milagros; Figueroa, Melissa; Yésica Freespirit; García, Belén;
González, Ariana; González, Fabiana; Gorla, Graciela B.; Gorosito, Ivana; Grigera
Moreno, Ángela; Gutierrez Rubio, Adela; Horni, María Teresa; Lazarte, Floren-
cia; Marconetto, Analía V.; Marconi, Leticia; Mayer, María Luisa; Monje, Belén;
Montero, Marta; Mosqueira, Melanie Ailín; Navarro, Rocío; Navarro, Sol; Ojeda,
Martina; Orlandini, Claudia B.; Peters, Liliana; Rivera, Vio; Rodríguez, María José;
Rojo, Gloria; San Martín, Claudia; Suárez, Vanina; Tomassini, Eliana; Torres Bri-
zuela, Evelyn; Yampa, Yamila; Zurdo, Silvia B.
P A . Poetas rosaleñas. Antología — Punta Alta: Una pálida idea,
2020. 72 pp.; 14,8 x 21 cm.
y
Annie Altamirano, 10 María L. Mayer, 41
María del R. Acevedo, 11 Luján Ávalos, 42
Yami Yampa, 12 Susana Di Paolo, 43
Eliana Tomassini, 13 Leonor Arias, 44
Betty Ferrer, 14 J. Blanco Rodríguez, 45
Melisa Depetris, 15 Ariana González, 46
Katuka, 16 Gloria Rojo, 48
María R. Coldeira, 18 María T. Horni, 49
Marta Montero, 20 Leticia Marconi, 50
Claudia Orlandini, 21 Roxana Díaz, 51
Silvia Zurdo, 22 Claudia San Martín, 52
Analía Marconetto, 23 Belén García, 53
Belén Monje, 24 Vio Rivera, 54
Ivana Gorosito, 25 Marta Castro, 55
Sol Navarro, 27 Graciela Gorla, 56
Carmen Barrionuevo, 29 Fabiana González, 57
Martina Ojeda, 31 Florencia Lazarte, 58
Milagros Ferreyra, 32 Melissa Figueroa, 59
María J. Rodríguez, 33 Mel Lies, 60
Mara Caldentey, 34 Ángela G. Moreno, 61
María E. Acha, 35 Liliana Peters, 62
Vanina Suárez, 36 Evelyn T. Brizuela, 63
Zulema Becquer, 38 Rocío Navarro, 65
Yésica Freespirit, 39 Irina Ardisone, 66
Adela Gutierrez Rubio, 40 Biografías, 68
Para Carina M.;
porque cada vez que atravieso el
parque, aquello que cantaba Billie
de «blood on the leaves and blood
at the root» se hace carne.
Tu cuadro no tiene senos de mujer
tiene tan solo manos
manos que señalan o que rechazan o que lastiman
también hay una mano que comprende
Elvira Amado
Punta Alta, 1922 - Buenos Aires, 2001
En mayo de 1961 se lanzaba el primer número de El esca-
rabajo de oro1; luego de Sur, tal vez sea la revista literaria más
reconocida del género. En la cuarta página aparece el poema
Abstracto, de Elvira Amado. Nacida y criada en Punta Alta, el
suceso casi no ha trascendido a nivel local. La mayoría recuer-
da a su hijo, el mundialmente reconocido coreógrafo Oscar
Araiz.
Cuando me preguntan el porqué de una antología de poe-
tas rosaleñas, pienso en ella y en algunas de las autoras más
jóvenes que han enviado sus escritos.
La cultura gestiona el pasado y sus logros sin perder de
vista la idea de que eso implica proyectar hacia dónde vamos.
Con este trabajo, espero abrir un sendero hacia un futuro que
contemple una integridad de voces, en colaboración, bajo for-
matos acordes con un nuevo paradigma, en épocas de tecno-
logías numéricas.
El libro digital nos brinda la posibilidad de difundir una
obra de manera gratuita, y en su diseño podemos incluir pro-
ducciones de todos los talleres y talleristas, a escritoras de en-
tre 9 y 92 años, y tanto a autoras con varios libros publicados
como a otras que lo hacen por primera vez, en un orden alea-
torio —y no alfabético— que me parece de lo más ecuánime.
Espero que esta publicación obtenga la repercusión que
merece. Porque cuando las poetas agradecen a la editorial el
haberlas convocado, les contestamos que, en realidad, el méri-
to es suyo por haber enviado sus producciones. Está cumplido
el objetivo de listar un corpus de escritoras locales, para que
no se nos pase de largo otra Elvira Amado.
P S. S
1
https://www.ahira.com.ar/wp-content/uploads/2018/07/escarabajo01.pdf
|Annie Altamirano|
Envuelta en la penumbra,
devana el frágil hilo de los sueños.
La sombra de la pesadilla y los despojos
uye
desde el túnel
donde la eternidad toma un nombre.
Recala
su álgebra inútil
que se hunde en el silencio
sin encontrar el rastro
fugitivo de quien fuera.
J
El vuelo sosegado de la brisa
no concede tregua
a los instantes que recuerda,
a los nombres que la rondan
desprovistos de materia.
Lo que amó es cosa del pasado,
vigilia o sueño
o memoria en ruinas,
ausencia viscosa
que busca un consuelo extraño
mas allá
de la puerta de Tannhaüser.
-10-
|María del Rosario Acevedo|
Reflejo
-11-
|Yamila Yampa|
Renací
J
O lo olvidable que me encontraba.
Servía para poner una bomba de tiempo en mi pecho.
tictactictactictac
Hasta que en julio pasó lo que tenía que pasar. Ya saben.
Eso. Lo que a la gente le incómoda decir o pensar.
En julio me violaron.
Y ahí entendí que sí iba a sufrir más.
Que sí iba a querer morirme de verdad.
Que ahí sí que no iba a olvidar.
Su peso oscuro y su aroma a tabaco. Sus palabras y sus
anteojos. Su blablabla sobre el feminismo.
Esta vez no estaba el río ancho ni los árboles atrapados
por la corriente para consolarme.
Pero de alguna manera acomode mi útero de vuelta,
lo mimé, lo acobijé, le dije cosas lindas y las terminé
creyendo.
Esta vez me miraba al espejo y me veía bonita.
Así que acá estoy. No me lastimé. Me reconstruí, me
armé de vuelta y me encontré.
-12-
|Eliana Tomassini|
Telarañas
Se peina
con el cepillo de trazo grueso.
Entre los dientes nota
líneas de pelo
con nudos
sin desenredar.
No le importa.
J
otra forma.
-13-
|Betty Ferrer|
Cobardía
Sacarme el corazón
tirárselo a los perros
hacerme un tajo en el pecho
y sacármelo
chorreante, latiente,
hirviendo, pegajoso.
Sacarme los ojos
enterrarlos en el barro
clavar mis uñas en las cuencas
y sacármelos
asombrados, llorosos,
temblando, ciegos.
J
Sacarme la lengua
arrancarla de cuajo
arrojarla al fuego
tierna, jugosa,
pecadora, muda.
¿Y qué hacer con mis manos
izquierdas, las dos?
¿Con qué tapar mis pechos
avergonzados?
Mi reloj adelanta medio siglo
y late más que mi corazón.
Mis ojos saben
Lo que mi lengua calla
Y mis izquierdas manos
siguen cobardes.
-14-
|Melisa Depetris|
J
lleva a otrx en el cuerpo
la boca llena de
los gritos de la música
en el suelo tus pasos
lejos de mis versos lejos de mí
solx nadie en el mundo hay:
el amor todo lo llena está
entre los yuyos
vuelve en la noche
desciende de los hombros
aceptá la luz: aceptá cómo esa luz /
pasa el canal / trasluce desde el cuerpo
entre ores azules
un pájaro
entre nubes
ramas sobre los ojos
las noches te rodean y giran
el n del mundo las manos sostenidas:
el movimiento de
unamontaña
adentro.
-15-
|Katuka|
Disolverse
Cuando se me explota
el alma por dentro
Cuando el último trago de birra
no es el ultimo
Cuando cargo la panza
de pensamientos
Me hincha pensar
lo que soy desde afuera,
desde la mirada de un ojo externo
que me quiere patear la cabeza
J
[Algo tenso se cae]
-16-
Inquietante
re ejo
sobre
el que
danzan
los patos
De a cuatro forman
una geometría especial
Cada pato es la esquina
de un rombo invisible
pero real
J
Es más hermoso que mirar
solamente con las pupilas
de mis ojos
-17-
|María Rosa Coldeira|
La noticia dice
que
en la Argentina
hubo 32 femicidios
en cuarentena
El covid-19 no las mató
¿Quién cuida de nosotras en casa?
J
32 femicidios en cuarentena obligatoria
32 entre marzo y abril
32 sin salir a la calle
No las mató el covid-19
¿Quién cuida de nosotras en casa?
32 en este otoño
Ya no hay abrigo
Afuera hace dos días que llueve
Quedate en casa
En la calle el miedo al contagio
el barbijo
el distanciamiento
el portador asintomático puede ser cualquiera
el rechazo social al que sale
El cemento huele a sangre seca
Adentro
las gotas se deslizan por el vidrio de la ventana
el peligro no es el covid-19
¿Quién cuida de nosotras en casa?
-18-
Quedate en casa
escucho en la tv
en la radio
una voz en un parlante aconseja
Evitá el contagio
Lavandina
alcohol al 70 por ciento
Lavate las manos
No salgas
cociná
leé
aprendé cosas nuevas
jugá con tus hijos
Seamos solidarios
cuidate
cuidanos
Ellas obedecieron
J
No las mató el Covid-19
¿Quién cuida de nosotras en casa?
Quedate en casa
Afuera sigue lloviendo
Adentro sigue el espanto
-19-
|Marta Montero|
La poesía
de estos tiempos
consiste en volver a mirar
en quedarme quieta
mientras el aire
llena y vacía
los lugares de siempre
y advierto lo nueva
que puedo ser
J
para mí
Ahora
sonrío y me levanto con amor
de las vueltas de mi mente
suelto las huellas y las fechas
bailo en el viento - sigo - me deshago
-20-
|Claudia Bernabella Orlandini|
Lucía
—te odio—
dispara en tiempos
de abstinencia de pantallas
y sin embargo
soy como el agua
J
que muere
paciente
en la espera
mientras el mate
mientras la tarde
mientras la vida
-21-
|Silvia B. Zurdo|
Tankas espontáneos
Tan paradójicos
pensamientos alados
me han enjaulado
entre dos horizontes
perfumados de azahar.
La palidez
del silencio otoñal
es sólo gris
cuando la soledad
imagina veranos.
Nubes livianas
insisten en poblar
mi pensamiento
J
con cientos de palabras
capaces de volar.
La sombra fresca
perfumada de frutos
es todo el aire
necesario para mí
en una tarde de sol.
-22-
|Analía Marconetto|
Cuando, en el ocaso
de las tempestades,
la mirada se pierda
entre la gente
sea, casi seguro, la hora
de entregarnos a los ruegos
para poder seguir viviendo.
Al encuentro tardío,
a los soñados abrazos,
cuando la peste quiera arrasar
con la vida
y sea tiempo de recuperar
J
alguna esperanza
o el peor lamento sea
no vernos a los ojos,
ni poder, como hermanos, sentir
desde el deseoso abrazo o
el pensamiento cruzado.
cuando en el ocaso
de las tempestades,
la mirada se encuentre
y seamos otros.
-23-
|Belén Monje|
Identidad
¡Qué difícil explicar qué o quiénes somos!
No somos números,
ni estadísticas.
Somos lejanos y extraños.
No elegimos este camino,
pero lo transitamos.
¡Qué difícil explicar qué o quiénes somos!
No somos amenaza,
ni sinónimo de desgracia.
Somos olvidados e ignorados.
No nos gusta la guerra,
pero la experimentamos.
-24-
|Ivana Gorosito|
Ella y el espejo
J
Unos que la encontraran a ella,
a quien fue en el pasado.
-25-
Necesitaba ser ella
y el espejo no estaba dispuesto a ceder.
Una pulseada sin n
cada mañana
Ella no aceptaba
él no mentía
-26-
|Sol Navarro|
Nominal
J
Costumbres y cultura
normalizan basura
que a cientos de mujeres
llevan a sepultura.
Víctima, callada,
sometimiento muestran
esclavitud del habla
que en la acción penetran.
Ningún término enunciado
inocente es
todos van delatando
el mundo del revés.
Detrás de las sentencias
se esconde la injusticia,
decir «buena conducta»
es actuar con malicia.
Con el tiempo las causas
forman un libro errante
que une a olvidadas
en espacios vacantes.
-27-
Todas dejaron huella
de un pasado oscuro
que entre propias mujeres
han levantado muros.
El patriarcado, cruel,
de hombre se fabrica;
pero muchas mujeres,
en hábitos, practican.
Por eso la palabra,
la nómina, el concepto,
más que una abstracción,
es sentir, es precepto.
Tiempo de romper
las cadenas del yugo,
criar a nuestras hijas
sin miedo a los verdugos.
Decir es importante,
callar nunca es la opción,
J
del sustantivo al verbo,
ponernos en acción.
-28-
|María del Carmen Barrionuevo|
Semillas y pasiones
Esta ciudad
de corazones divididos,
de escondido mar
y esposados barcos.
Esta ciudad
cobijó a mi abuelo siciliano,
a mi madre —siempreviva
en la memoria de sus afectos—,
J
a mi padre,
que vino por siemprejamás
desde su barranco cordobés.
Esta ciudad
de sentimientos desarraigados,
en la diversidad
de sus hijos adoptivos
y en el interrogante
de sus propios hijos.
Esta ciudad
con el alma de este lado,
mirándose en el espejo
del otro lado del muro.
-29-
Esta ciudad…
esta ciudad…
¡es la mía!
Me di cuenta
en el momento de la partida.
Por eso una y otra vez
vuelvo
vuelvo
para quedarme inmersa
en las contradicciones
del amorodio que genera.
Porque es mi lugar
—mi pequeño mundo—
que me alienta
a volar en libertad
J
cuando me siento as xiada.
Cuando regreso
y desciendo lentamente,
veo su sonrisa
de madretierra nostalgiosa,
que a veces sepulta
a sus hijos en el mar
y esparce ores
en la playa de los mates
y de las letanías.
Esta ciudad
—principio y n de mi sendero—
insiste en orecer en la oscuridad;
ella,
que siempre
recibió semillas
y despidió pasiones.
Esta ciudad…
esta ciudad…
¡es la mía!
-30-
|Martina Ojeda|
Tus ojos
-31-
|Milagros Ferreyra|
Libertad en cuarentena
Acurrucada en mi almohada
abro los ojos suavemente.
Me asomo a la ventana;
el sol está brillando,
ilumina toda la ciudad
y los pájaros cantan a su alrededor.
J
abro la puerta
y soy libre.
-32-
|María José Rodríguez|
Cegueras
-33-
|Mara Caldentey|
Cristales
J
cadáveres ganados.
-34-
|María Emma Acha|
Arenas Movedizas
para Andrea Esnaola
J
Las arenas cobardes no atacan
cuando reina la sororidad
y estamos unidas.
Ellas…
¿dónde están los encargados de buscarlas?
¿dónde están los encargados de encontrarlas?
¿dónde están los que debieran protegerlas?
¿dónde están los que deberían impartir justicia?
¿dónde están los responsables?
El mundo gira sobre su eje y
luego gira alrededor del sol.
Todo gira en torno a ellas.
Tanto gira que marea los sentidos,
muchos pierden el objetivo y
se vuelven desidia…
continúan con sus vidas
mientras las impunes arenas movedizas
nos siguen devorando.
Ellas, nosotras, todas…
-35-
|Vanina Suárez|
J
Y me frenan en el abismo,
me llevan a dar vueltas por la plaza,
me anidan en la infancia
para no regresarme
a la lluvia de este cuerpoalma.
Tengo hijos
que en el mientras tanto del mate cocido
(y la torta de las cinco de la tarde)
preguntan por el pez que vuela
o el pájaro que nada.
Y entre que mis palabras acampan
ellos se sublevan (para volar hacia otras almohadas).
Tengo hijos de pieles erosionadas
que no miran para otro lado
cuando la injusticia gana las calles,
se visten de superhéroes
y salen a cazar al villano.
-36-
Yo tengo hijos
furiaandante de esta madre,
y son ellos lo que me enseñan
el por qué
quiero
levantarme
mañana.
-37-
|Zulema Becker|
Déjame soñar
J
que yo he reencarnado a Margot Gauthier.
Si a veces me encierro en hondo mutismo
y sola en penumbras me ves meditar,
no te extrañes mucho, de recuerdos vivos
y al pasado, a veces, quiero retornar…
-38-
|Yésica Freespirit|
Big Bang
J
punto de placer extremo.
Nuestras heridas, al juntarse, forman constelaciones.
Vivimos muchas vidas, morimos muchas veces en esas
cuatro paredes.
Reencarnamos en este presente y en estas sábanas de
seda, nos abrazamos a este ahora que es lo único que te-
nemos y nos llena los ojos.
-39-
|Adela Gutierrez Rubio|
Vuelo
J
cuando oyen que el vuelo ya ha partido
llevando en su vientre a sus amadas.
Y, a la noche, todo queda muy callado.
Las luces se atenúan y descansan.
Hay silencio y tal vez, en los hangares,
roncan aviones que saldrán mañana.
-40-
|María Luisa Mayer|
Jilgueros
J
para hermanarse con su historia.
Río para bendecir su futuro.
-41-
|Luján Ávalos|
J
porque en él podemos ser.
-42-
|Susana Di Paolo|
Plegarias
-43-
|Leonor Arias|
Noche
Fría, helada, oscura.
Solo las estrellas
con su parpadeo
dan cuenta de que existe.
Mientras, la helada
que cae
J
formando la escarcha
lo devora todo.
-44-
|Jose na Blanco Rodríguez|
Desolación
La plaza vacía,
sin trinos, sin colores.
Árboles despojados,
¡soledad!
El huracán arrasó la ciudad.
La garganta de la tierra
ávida, famélica se alimentó.
Las almas no lloran, no aman.
Son brisas energéticas que
se encuentran.
Huele la sangre derramada.
Ciega de vida.
J
Todo es sombrío, negruzco,
sin esperanza.
-45-
|Ariana González|
No hay tiempo
J
Solo uyo con él sin arrepentirme por ello,
porque he sabido aprovecharlo al máximo.
-46-
Por eso, no hay tiempo.
No depende de nosotros lograr extenderlo;
por eso, que no nos falten los días para cumplir los sueños
ni para dejar huellas de cada uno de los pasos,
derrochando ocasiones al preocuparnos por despropósitos.
No hay tiempo.
Ya no nos espera más este reloj,
aunque sintamos que una temporada nos faltó,
y quisiéramos hacer más por este mundo.
No esperemos a que la hora vaya llegando
y solo nos resten los últimos segundos.
No hay tiempo.
No esperemos hasta el nal del trecho
para preguntarnos que hemos hecho,
si hemos disfrutado con intensidad cada minuto,
J
si hemos descubierto cuál fue nuestra misión,
y si de nuestra existencia encontramos la razón.
Ya no hay tiempo.
Por eso, vivamos cada segundo como si fuera el último.
Valoremos a cada ser que pasó por nuestro camino
como una oportunidad que no tendrá repetición.
Para que luego no tengamos que lamentarnos
ni decirnos que nos quedamos cortos con el tiempo.
-47-
|Gloria Rojo|
J
Yo te maquillo para que
no se vean las marcas.
Mamá, cuando yo
sea grande, ¿también
tendré esos golpes?
Mamá…
¿Por qué llorás?
-48-
|María Teresa Horni|
J
En la hoguera del tiempo, cual madero encendido,
brilla ardiente la imagen de los buenos amigos
y me digo, anhelante; ¡la amistad no es olvido!
-49-
|Leticia Marconi|
Retorno a mí
J
De a ratos
la nostalgia (pasajera eterna con atajos propios)
rueda en espejismos charqueados
y me dejo uir en su enigma
pincelado de rocío… a veces.
Entonces
allí
donde las paralelas fagocitan soles,
donde el per l mutable de la tierra
recorta el horizonte
y lo empuja más,
y más…
¡y más!
intento reencontrarme con mi yo
a solas
antes de sucumbir a mi noche.
-50-
|Roxana Díaz|
A mi abuelo
Mi abuelo que me llama con su voz calma,
que me hace tocar el techo cuando tan solo me levanta
es mi mejor compañero cuando entramos a la cancha;
es de esos que te alientan, poniéndole toda la garra.
J
él solo sabe tararear algún viejo tango.
-51-
|Claudia San Martín|
Abuelo
J
Los detectives de precipicios.
Los que corren con alas y con el viento.
Los de la primera mujer.
¡Y de pronto la mar!
La mar inmensa.
Los chicos que corren con alas no llegan.
La ilusión trunca.
Dolor, alegría, expectativa, desazón.
El llanto con oxímoron.
El Princesa Mafalda zozobró.
Los dieciocho años son pocos,
ya no son revoltosos.
Maduraron.
-52-
|Belén García|
Abuelo veterano
J
Abuelo querido, abuelo añorado
audaz joven de ojos aniñados
que a su tierra recuperada ha fotogra ado:
hoy quiero decirte gracias, abuelo veterano.
-53-
|Vio Rivera|
De condición, humilde
J
Vuelven
a reconciliarse con aquel simple acto
de llevar un cesto circular,
juntador de huevos y originales amaneceres,
y con el amasijo del oloroso afrechillo
que dejaba caer
como algo milagroso para las aves de corral..
Vuelven
como alas de pájaro que me ungen
y con campanadas silenciosas me recuerdan
mi condición.
-54-
|Marta Victoria Castro|
Pasos
Vagando, en la tarde
caldeada de abril.
Bajar sin prisa,
la loma empinada,
mirar a lo lejos
el horizonte irregular
de montes y cerros,
re ejos de luz
en el inmenso páramo.
Sonreír, al pasar
a la gente común
que mira extrañada
J
pensando…
¿Quién eres?
¿Adónde vas?
Seguir sin apuro,
contando los pasos que van
mientras se escapa
de los labios
un tarareo ocasional.
-55-
|Graciela Beatriz Gorla|
A mi mar
J
sos la lejanía que recibe siempre
mis ansias frecuentes de probar tu mar.
-56-
|Fabiana González|
Vivir la noche
J
Noche, esta de gala, música, gente.
Noche de guardia, cuidando a los más débiles.
Noche en la ruta, acortando distancias.
Noche en vela, charla con vino y amigos.
Noche de sueños, despierto.
Noche de sueños, dormido.
Nochebuena, noche de paz, noche de amor, de descanso,
de sueños, de sombras, de proyectos, de esta, de crea-
ción, de lectura, de alegría, de trabajo, de reunión…
¡Noche! ¡Cuánta vida hay en tus horas!
-57-
|Florencia Lazarte|
Soledad
El mundo está parado pero mi mente no, al igual que
mis sentimientos que siguen uyendo pero...
todo se cruza.
Mi soledad y mis pensamientos,
que a veces no se llevan tan bien y me terminan hundien-
do las más miserable de las tristezas o en una felicidad
vacía.
Tal vez sea el encierro, este aislamiento que me aleja de
las cosas que necesito y deseo,
que abre una brecha entre el rechazo y la soledad, por-
que rechazó lo que sucede para aplacar a la misma pero
no es su ciente.
Ya creo que nada es su ciente.
J
Tal vez hay algo malo en mí que no encaja dentro de los
paradigmas actuales; pero al carajo, no voy a gastar un
segundo más en querer buscarle un sentido a mi existen-
cia y a mi soledad.
Tal vez sea hora de abrazarla,
saber que jamás me va a soltar y tendremos que convivir,
juntas, en este envase.
Hasta el n de los tiempos.
-58-
|Melissa Figueroa|
Pedacito de cielo
J
en mi cuerpo y en mi alma no morirás.
No morirás, jamás.
-59-
|Mel Lies|
J
que me llena de calma.
Relámpagos y truenos,
¡luces que al cielo dan vida!
Como puedo ver en tus ojos
cada halo que brilla.
-60-
|Ángela Grigera Moreno|
J
en las islas de mi pecho estás perdido
sin brújula que te guíe ni sextante.
Suelta amarras en el ocaso de mi vientre
que mis ojos sean estrellas tutelares,
y emprende con pasión la travesía
buscando los misterios de mis mares.
Marinero, en mi mar de perlas y corales
te condeno a navegar sin otro rumbo
que buscar en mi cuerpo los puntos cardinales
y la Atlántida, en los límites de mis muslos.
-61-
|Liliana Elisa Peters|
J
¡Anímate!
Aunque en tu desesperanza no la veas,
aunque tus ojos tal vez no la divisen,
mi rada te espera.
Echa tu ancla en mi bahía.
Fondea tu barco en ella, aunque el agua estalle.
Conoces el camino a mi ensenada.
Puedes abrigarte del cruel viento que te azota.
Y aquí, yo estaré presta a recibirte.
A abrazarte.
A consolarte.
Y, si es necesario, a acunarte.
Como cuando eras niño.
-62-
|Evelyn Torres Brizuela|
Deseo
J
Deseo no perder mi luz
poder mover mis manos libremente sobre el agua
El miedo está invadiendo mi cabeza
Lo siento por las cosas que estoy dejando pasar por mi
tristeza
Ojalá pudiera ser una mejor persona para el futuro que
se avecina...
pero mis lágrimas no paran
y mi juventud se va a un lugar lejano
veo el viento soplar
las hojas caer
y sé que el tiempo se está yendo
sin que nadie pueda detenerlo…
me siento sola
y si solo pudiera mostrarle a las personas
que con el amor
podríamos ser felices todos en el mundo
lo haría
porque solo necesitamos amor…
amor detiene el odio que hay en este mundo
solo deseo tener mi mente en paz
-63-
porque soy una chica llena de sueños y
solo soy un pedazo de chica perdida
Desearía poder cambiar
pero solo hay una razón, simple;
No puedo.
-64-
|Rocío Navarro|
Porque yo sé
Sé que esta vez estás haciendo lo correcto.
Sé que te estás esforzando.
Sé que ahora, a pesar de que las condiciones
no son las mejores, estás siendo fuerte.
Sé que ahora podes saborear, en tu alma,
lo exquisito de una mente tranquila.
Lo sabés. Algo en lo recóndito de tu ser
te lo anuncia:
algo cambió, para siempre.
Estás simplemente siendo, y serás recompensado por eso.
Sé que me sentís.
J
Sé que sentís la protección
de algo que está más allá
de tu ser
de tu sentir
de tu voz.
Tus ojos brillan de otro modo;
más puro, más genuino.
Y en el espiral in nito de la vida
nos volveremos a encontrar.
¡Claro que sí!
Y esa vez será diferente
porque algo cambió
para siempre,
una vez más,
por toda la eternidad.
Mientras tanto,
nos conectamos a través de señales.
Señales que brillan en la oscuridad
más profunda.
Porque la almas trascienden
cualquier ecuación
espacio-tiempo.
-65-
|María Irina Ardisone|
Blanca
Me seguiste
con tus débiles re ejos
como la luna en mi recorrido a casa.
Tu brillo no era el de antes.
J
Ya no eras ese fuego que me quemaba y procuraba amar-
me.
Ibas volviéndote pequeña
y no podías abrazarme.
Tu brillo se apagaba
mientras yo te pedía que resplandecieras aún más.
Tenía frío, la luna ya no me seguía y nadie me esperaba.
Hiciste lo tuyo para abrigar mi soledad.
Simulaste ser la única entre las masas.
Me diste el calor que aquella noche me faltaba
y me iluminaste hasta donde quisiste.
-66-
Me dejaste al terminar la noche bajo el rojo sol.
Rojo, caliente, brillante como ninguno.
Juro que así eras vos.
Así, como yo.
No me quiero convertir como vos.
De rojo a blanco,
o de calor a frío,
de tanto buscar donde no me pueden amar.
-75-