Bloque 9
Bloque 9
Bloque 9
9.0 Introducción
9.1. Alfonso XIII y la crisis del sistema político de la Restauración: los partidos dinásticos.
Las fuerzas políticas de oposición: republicanos, nacionalistas,socialistas y
anarcosindicalistas.
9.0 INTRODUCCIÓN
Será esta corriente la que finalmente predomine, y de ella saldrán dos partidos que
mantendrán el sistema bipartidista anterior: Conservadores liderados por Antonio Maura y
progresistas liderados por José Canalejas. Se mantiene así el turno de partidos y la
Constitución de 1876
La derrota ante EEUU y la pérdida de las últimas colonias dió a la población española un
sentimiento de derrotismo. La situación política requería un cambio y los sectores más
críticos pedían una regeneración dentro de la vida pública y política.
La muerte prematura de Alfonso XII y la Regencia de María Cristina, dan paso al reinado de
Alfonso XIII (en 1902 con 16 años) de carácter conservador y autoritario, cuyo reinado será
muy controvertido, que culminará en una dictadura militar con su respaldo.
Alfonso XIII accede al trono en 1902, después de 17 años de regencia de su madre (María
Cristina de Habsburgo-Lorena) y los partidos del turno (tras la muerte de sus líderes,
Cánovas y Sagasta) viven sus propias crisis internas. La inestabilidad sigue siendo una
constante en la política y economía españolas durante este periodo.
El reinado de Alfonso XIII va a tener dos grandes etapas (aunque se pueden subdividir en
más): un primer periodo denominado “constitucional” y un segundo periodo bajo la dictadura
de Miguel Primo de Rivera.
Cuando Alfonso XIII accede al trono, en el contexto de la crisis del sistema canovista, los
partidos llamados “dinásticos” deciden reforzarse y renovarse asumiendo nuevos líderes y
remodelando sus ideologías.
1
Así tenemos dos renovados partidos y corrientes ideológicas:
Desde que en 1902 comenzó el reinado de Alfonso XIII los partidos dinásticos se
propusieron reformar el sistema canovista, pero manteniendo el turnismo (por eso decimos
que la corriente dominante es la primera antes mencionada). Los grandes proyectos
regeneracionistas fueron obra de Maura y Canalejas.
La 1ª crisis del reinado de Alfonso XIII llegará en 1905 (bajo el gobierno de Montero
Ríos, progresista): El detonante será la publicación de una viñeta satírica que se
burlaba de la situación del ejército en la revista catalana Cu-Cut.
2
Miembros del ejército asaltaron la redacción de la revista y los altos mandos
presionan al gobierno hasta la aprobación de la Ley de jurisdicciones (daba
jurisdicción a los tribunales militares sobre cualquier ofensa al ejército).
3
se había establecido un protectorado). A España le corresponderá la zona norte
(también llamada del Rif).
4
El gobierno reprimirá con gran dureza estos hechos, que tendrán como resultado casi 500
heridos, más de 1500 personas arrestadas y unos 150 muertos entre militares y civiles.
Después de estos hechos, se celebran juicios en busca de responsabilidades con 17
condenas a muerte, de las cuales se ejecutaron 5, entre ellas la de Francisco Ferrer
Guardia, fundador de la Escuela Moderna, acusado sin pruebas de ser el causante de la
rebelión. Su fusilamiento fue un escándalo internacional, y esto forzó la dimisión de Antonio
Maura, y un cambio de gobierno liderado por José Canalejas.
5
- Periodo de 1910-1912: Con Canalejas llega un gobierno conocido como liberal
regeneracionista con idea de establecer la democratización de manera progresiva.
Este gobierno intenta también modernizar el país, el apaciguamiento social y
establecer una separación clara entre Iglesia y Estado (y con ello establecer la
libertad religiosa y la secularización de la educación).
Durante este periodo se aprueba la llamada Ley del candado (1910) que limita la
creación de nuevas órdenes religiosas (cosa que le valió muchos opositores).
En cuanto a reformas sociales se hacen mejoras en tema laboral (reducción de
jornada laboral, etc.) y se suprime el impuesto de consumos.
También se promulgó la Ley de reclutamiento ( que establece un servicio militar
obligatorio generalizado) y la Ley de mancomunidades de 1912.
A medida que iban sucediéndose los hechos antes narrados y el reinado de Alfonso XIII
entraba en crisis, la oposición iba creciendo. En cuanto a las fuerzas políticas de oposición,
nos encontramos las siguientes situaciones:
6
elecciones a las diputaciones, convirtiéndose así en una fuerza de primer orden en
el País Vasco.
7
Por lo todo lo visto anteriormente, podemos afirmar que el reinado de Alfonso XIII vive en
una situación de permanente crisis debido a:
- Las luchas internas de los partidos dinásticos divididos y sin líderes indiscutibles tras
la muerte de Cánovas y Sagasta.
- El fracaso de los intentos regeneracionistas de liquidar el caciquismo, atraer a las
clases medias urbanas y reducir la influencia de la Iglesia para acabar con el
creciente anticlericalismo.
- La intromisión política del ejército: ley de jurisdicciones (1906), Juntas de Defensa
(1917).
- La fuerte conflictividad social debido a la incapacidad del Régimen de integrar a las
fuerzas de oposición (republicanismo, nacionalismos periféricos, movimiento obrero)
que se materializó en las crisis de 1909 y 1917 y en la crisis final de la Restauración.
La presencia colonial de España en Marruecos tuvo dos objetivos: uno era asegurar las
posesiones españolas de Ceuta y Melilla ante el aumento de los ataques de los indígenas y
el otro, y otro recuperar el prestigio de la monarquía y del ejército tras el Desastre del 98.
8
Primera Guerra Mundial: Paralelamente al desarrollo de la política con Marruecos, entre
1912 y 1917 tras el asesinato de Canalejas y la destitución de Maura, se sucedieron
gobiernos del liberal Romanones y del Conservador Eduardo Dato (no apoyado por Maura,
hecho que divide al P. Conservador).
En este periodo coincide con el estallido de la IGM y España se declara neutra, cosa que es
un reflejo de la falta de peso político de España a nivel internacional, que acrecentará su
aislacionismo. Pero a su vez, esta neutralidad supuso una estimulación económica durante
la guerra, las exportaciones hicieron que los beneficios empresariales crecieran
espectacularmente.
Cuando llegó la paz, el cierre de fábricas y minas, supuso un aumento del paro y de la
conflictividad. El malestar social fue inevitable y acentuó la crisis que vivía el país en 1917
con la convocatoria de una huelga general.
La violencia contra los huelguistas hace que la Asamblea de Parlamentarios acepte una
solución de compromiso con Alfonso XIII: la formación de un gobierno de concentración
formado por conservadores, liberales o nacionalista (Cambó). Así, finaliza el turnismo,
siendo el último intento político revisionista de salvar la Restauración. Su fracaso es
absoluto, como lo demuestra la sucesión de 13 gobiernos hasta 1923.
9
La crisis económica tras la finalización de la Primera Guerra Mundial, más la agitada
situación social avivada por las noticias que venían de la revolución bolchevique en Rusia,
aumentan los temores a una insurrección popular.
Se aprueban leyes de contenido social para calmar los ánimos: se crea un sistema público
de pensiones, se establece la jornada laboral de 8 horas en las industrias, etc. Sin embargo,
el clima de crispación aumentaba.
Las mayores tensiones se producen entre 1918 y 1921, conocido como Trienio bolchevique.
En el campo andaluz y en la industria de Barcelona se producen múltiples acciones
violentas (sabotajes, pistolerismo, ley de fugas...). Se asesinan a líderes anarquistas como
Salvador Seguí o políticos como Eduardo Dato.
Finalmente, el capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera (con el beneplácito del
rey), aprovecha el caos, el descrédito de los partidos y del gobierno para declarar el “estado
de guerra” en 1923. Provoca la dimisión del gobierno y Alfonso XIII entrega el poder a Primo
de Rivera, consumándose un pronunciamiento pactado y dando comienzo a la dictadura
apoyada por el rey.
La Constitución de 1876 queda anulada y se pone fin a la Restauración.
10
Junto con el golpe de estado Primo de Rivera publica un manifiesto. En él, justifica la acción
como un intento regeneracionista: el nuevo régimen militar se establecerá con carácter
temporal para resolver los problemas de España, y acusa a los políticos liberales de los
males del país.
«Al país y al Ejército: Españoles: Ha llegado para nosotros el momento más temido que
esperado (porque hubiéramos querido vivir siempre en la legalidad y que ella rigiera sin
interrupción la vida española) de recoger las ansias, de atender el clamoroso requerimiento
de cuantos amando la Patria no ven para ella otra salvación que libertarla de los
profesionales de la política, de los que por una u otra razón nos ofrecen el cuadro de
desdichas e inmoralidades que empezaron el año 98 y amenazan a España con un próximo
fin trágico y deshonroso. La tupida red de la política de concupiscencias ha cogido en sus
mallas, secuestrándola, hasta la voluntad real. Con frecuencia parecen pedir que gobiernen
los que ellos dicen no dejan gobernar, aludiendo a los que han sido su único —aunque
débil— freno, y llevaron a las leyes y costumbres la poca ética sana, el tenue tinte de moral
y equidad que aún tienen; pero en la realidad se avienen fáciles y contentos al turno y al
reparto, y entre ellos mismos designan la sucesión. Pues bien, ahora vamos a recabar todas
las responsabilidades y a gobernar nosotros u hombres civiles que representen nuestra
moral y doctrina. Basta ya de rebeldías mansas, que, sin poner remedio a nada, dañan
tanto y más a la disciplina que está recia y viril a que nos lancemos por España y por el Rey.
Este movimiento es de hombres: el que no sienta la masculinidad completamente
caracterizada, que espere en un rincón, sin perturbar los días buenos que para la patria
preparamos. Españoles: ¡Viva España y viva el Rey! No tenemos que justificar nuestro acto,
que el pueblo sano demanda e impone. Asesinatos de prelados, ex gobernadores, agentes
de la autoridad, patronos, capataces y obreros; audaces e impunes atracos; depreciación de
la moneda; francachela de millones de gastos reservados; sospechosa política arancelaria
[...] porque quien la maneja hace alarde de descocada inmoralidad; rastreras intrigas
políticas tomando por pretexto la tragedia de Marruecos; incertidumbre ante este gravísimo
problema nacional; indisciplina social, que hace al trabajo ineficaz y nulo, precaria y ruinosa
la producción agraria e industrial; impune propaganda comunista; impiedad e incultura;
justicia influida por la política; descarada propaganda separatista [...].»
ABC, 14-IX-1923
Pese a sus primeras decisiones, no pretende un nuevo orden totalitario al estilo del
fascismo (Italia, Alemania), creía en el orden y valoraba los gobiernos fuertes, pero su
carácter era sin duda dictatorial. Para ello adopta las siguientes medidas: Disuelve las
Cortes y prohíbe la actividad de los partidos políticos y establece una rígida censura de
prensa.
11
◆ Represión de las libertades: Se declaró el estado de guerra permanente por
lo que se suspendieron Cortes e instituciones y garantías constitucionales.
Además se aplicó una férrea censura.
◆ Represión del movimiento obrero: se persiguieron anarquistas, comunistas y
todos los movimientos de agitación social.
◆ Represión de los nacionalismos: Se anuló la Ley de mancomunidades y se
prohibieron himnos, banderas y lenguas de zonas nacionalistas.
◆ Creación de un partido único, la Unión Patriótica.
◆ Resolución del problema marroquí: Primo de Rivera era en principio
partidario de abandonar Marruecos tras el desastre de Annual, pero luego
decidió ejercer acción militar en la zona, y con el apoyo de Francia, que
también había sido atacada por Abd El Krim, realizó el desembarco de
Alhucemas en 1925, con mucho éxito de ocupación efectiva de Marruecos,
dando mucho prestigio al dictador.
12
En oposición al régimen (oposición que acrecentó cuando se empezó a hacer patente que
la dictadura no era una medida de transición, sino que estaba dispuesta a quedarse) nos
encontramos las siguientes posturas:
Esta oposición que ganó fuerza, obliga a Primo de Rivera a dimitir en enero de 1930 y a
exiliarse a París. Alfonso XIII decide entonces encargar el gobierno al general Berenger
para que se restableciese poco a poco la normalidad constitucional, a este periodo se le
llamará la “dictablanda”.
Mientras el republicanismo fue avanzando posiciones entre los propios políticos, tanto
liberales como conservadores: Miguel Maura funda P. Republicano Conservador y Niceto
Alcalá Zamora el P. Republicano Progresista.
Los republicanos sin esperar a nuevas elecciones optaron por la conspiración y en 1930 se
firma el Pacto de San Sebastián, como principales componentes: Lerroux (P. Republicano
Radical), Manuel Azaña (P. Reformista e intelectual de prestigio), N. Alcalá Zamora (que
sería el presidente del comité revolucionario establecido en San Sebastián) y un manifiesto
revolucionario. Intentaron un levantamiento (Levantamiento de Jaca) pero fracasó por falta
de coordinación: los miembros del comité fueron perseguidos y encarcelados, ante lo que
se produjo una oleada de huelgas y protestas en todo el país que obligaron a Berenguer
presentó su dimisión en febrero de 1931.Además, un grupo de intelectuales (Ortega, Ramón
Pérez de Ayala y Gregorio Marañón) crean la Asociación al Servicio de la República.
Ante todo esto, Alfonso XIII encarga formar gobierno al almirante Juan Bautista Aznar:
Convoca elecciones municipales para que los nuevos ayuntamientos garantizasen las
posteriores elecciones constituyentes. Los resultados fueron sorprendentes: pese a que la
mayoría de los concejales elegidos eran monárquicos, en las ciudades (todas las capitales
de provincia), donde el sufragio era más limpio, habían ganado los republicanos.
Celebré será la frase “El país se ha acostado monárquico y se levanta republicano”,
pronunciada por Aznar.
El 13 de abril de 1931 Alfonso XIII por medio de un manifiesto, dejaba el trono: el 14 de abril
se proclamaba la II República Española.
13
14