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Etiología de la estomatitis
La estomatitis puede ser causada por una infección local, una enfermedad
sistémica, un irritante físico o químico, o una reacción alérgica muchos casos
son idiopáticos. Como el flujo normal de saliva protege la mucosa contra
muchas agresiones, la xerostomía predispone a la estomatitis de cualquier
causa.
La xerostomía es la sequedad de la boca causada por la reducción o ausencia
de flujo de saliva.
Traumatismo
Tabaco o alimentos o productos químicos irritantes
Quimioterapia y radioterapia
Trastor
Signos de alarma
Los siguientes hallazgos son de particular importancia:
Fiebre
Ampollas cutáneas
Inflamación ocular
Inmunodeficiencia
Estudios complementarios
Cultivo bacteriano y viral
Pruebas de laboratorio
Biopsia
Los pacientes con estomatitis aguda y sin signos y síntomas o factores de
riesgo para enfermedad sistémica probablemente no requieran estudios.
Si la estomatitis es recurrente, deben realizarse cultivos virales y bacterianos,
hemograma completo, evaluación del hierro sérico, ferritina, vitamina B12,
folato, cinc y anticuerpos endomisiales (para la enfermedad celíaca). Puede
tomarse una biopsia del borde entre el tejido normal y el anormal en el caso
de lesiones persistentes que no tienen una etiología evidente.
Puede ser útil la eliminación sistemática de algunas comidas, y el cambio de
la pasta dental, goma de mascar o enjuague bucal.
Tipos de estomatitis
Estomatitis aftosa: Se caracteriza por la presencia de úlceras blancas o
amarillentas con un anillo externo rojo.
Médidas tópicas
Se usan varios tratamientos tópicos, solos o en combinación, para aliviar los
síntomas. Estos tratamientos incluyen
Anestésicos
Coberturas protectoras
Corticosteroides
Medidas físicas (p. ej., cauterización)
Para la anestesia tópica del malestar que puede interferir en las comidas y las
bebidas, puede ser útil:
Enjuagues con lidocaína
Sucralfato más enjuagues con antiácidos de aluminio-magnesio
Se realiza un enjuague de 2 minutos se realiza con 15 mL de lidocaína viscosa
al 2% cada 3 horas según sea necesario; una vez realizado, el paciente debe
escupir (no enjuagar con agua y no tragar el producto a menos que la faringe
esté comprometida). Puede prepararse una solución balsámica con
sucralfato (comprimidos de 1 g en 15 mL de agua) más 30 mL de antiácido
líquido con aluminio-magnesio; el paciente debe enjuagar, no importa si
traga o no el producto. Muchas instituciones y farmacias tienen su propia
variación de la fórmula (enjuague bucal mágico), que a veces también
contiene un antihistamínico.