Sociología - Mólulo 4
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Sociología - Mólulo 4
sociales actuales
Este módulo identifica distintos temas caracterizados por la sociedad como problemáticos y que se convirtieron en
objeto de estudio de la sociología argentina.
En este sentido, procura presentar producciones locales sobre temas de agenda: inseguridad, corrupción y cuestiones
de género. Se espera que los estudiantes puedan rastrear las categorías analíticas de las teorías clásicas y
contemporáneas -trabajadas en los módulos anteriores- en las producciones locales sobre los temas señalados más
arriba.
Unidad 8- ¿Qué estudian los sociólogos argentinos? Pistas y ejemplos de temas relevantes en la investigación
contemporánea.
Es un grave problema pensar que las reglas de la política son las de la moral
En este video Sebastián Pereyra explica las bases de su investigación para estudiar la corrupción como problema
público. Su exposición nos permite reconocer el eje central sobre el que se sostienen los estudios de este tipo de
fenómenos en los que no necesariamente el crecimiento cuantitativo de casos o eventos, son la expresión de la
construcción pública de los problemas. Sino que estos son el resultado de procesos sociales de tematización y
definición que reconocen cuáles son sus características y se movilizan para instalarlo como objeto de atención social.
Este mismo proceso es transversal a todos los casos que les acercamos en el módulo. Ejemplos de actores movilizados
para señalar el carácter de los problemas que nos afectan y demandar posibles soluciones.
Agencia CTyS, (2013) Sebastián Pereyra: "Es un grave problema pensar que las reglas de la política son las de la
moral". Recuperado el 26/02/2019 de: https://www.youtube.com/watch?v=w4DsMMwtBZs
Introducción a la unidad
¿Cómo se construye un problema social de carácter público? ¿Qué dimensiones son
relevantes en el estudio de cada uno de ellos?
Contenidos de la unidad
El campo de producción de las Ciencias Sociales en general y de la Sociología en particular lleva varios años de
desarrollo en nuestro país; 62 años si tomamos la fundación de la carrera de Sociología en la Universidad de Buenos
Aires.
En este trayecto, una diversidad de temas han sido abordados, partiendo desde los preceptos teóricos fundamentales
que conocimos a lo largo de nuestro recorrido por la materia. También, como la lógica del campo científico lo indica,
la producción teórica contemporánea se fue actualizando y redefiniendo; complejizando los prismas analíticos.
Derivados del surgimiento de nuevos problemas conformes a la transformación de nuestra sociedad.
No es la intención de esta unidad presentar la totalidad de la producción sociológica local, sin que seleccionamos
algunos temas y abordajes representativos de la misma. Les acercamos entonces elaboraciones locales que abordan
problemas actuales que están en nuestros días presentes en la opinión pública.
De acuerdo a este criterio de selección, identificamos temas que estuviesen incluidos en la agenda mediática y sean
hoy foco de discusión generalizada en distintos ámbitos y objeto problemático de la acción pública. Entendemos que
la inseguridad (temor al delito); la corrupción y la Interrupción Voluntaria del Embarazo son temas que atraviesan los
debates contemporáneos locales.
Antes de adentrarnos en algunas producciones sociológicas que los abordan, necesitamos instalar dos alertas. La
primera es que esta selección temática es arbitraria de acuerdo a los criterios que expusimos. Tampoco es exhaustiva,
acercándoles una de las variadas formas de estudiar dichos fenómenos de acuerdo a la mirada conceptual y
metodológica. La segunda advertencia, consiste en poner a funcionar el radar sociológico. Existe hoy frente a estos
temas, una multiplicidad de representaciones que circulan para caracterizarlos y definirlos. Es por ello que requerimos
vigilar nuestro propio tipo de acercamiento y apegarnos a las reglas que el método científico nos provee para abordar,
estos y muchos otros casos, de manera crítica y fundamentada.
Avanzaremos, en estas páginas, con las siguientes producciones: fragmentos del libro “El sentimiento de inseguridad.
Sociología del temor al delito” de Gabriel Kessler; “Política y Transparencia. La corrupción como problema público”
de Sebastián Pereyra y dos artículos, de Blas Radi y Claudia López Barros, sobre el saldo del año 2018 respecto de las
movilizaciones en torno al tratamiento en el Congreso de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.
La diferencia entre los problemas sociales y los públicos, reside en que los primeros no necesariamente se transforman
en epicentro de conflicto o controversia en el ámbito público, ni objeto de debates que apunten a la generación de
políticas públicas para mitigarlos, ni de movimientos que demanden por una solución o de otros que trabajen para
resolverlo. Para que esto suceda, determinadas circunstancias deben convertirse en asuntos de reflexión y objeto de
protesta, al tiempo que, a través de su instalación en la esfera pública, tienen el propósito de lograr la intervención
gubernamental.
Entonces, las investigaciones que les acercamos abordan diferentes problemas públicos que adquieren este rango al ser
visualizados como un problema social pero que se convirtieron en objeto de debate en los medios de comunicación, en
la justicia, en el parlamento, la política y que motivaron la actuación de una multiplicidad de agentes dispuestos a
abonar un tipo de lectura particular sobre los fenómenos tratados. Avancemos brevemente en los distintos ejemplos de
investigación.
Gabriel Kessler, es Dr. en Sociología -pueden tener un breve acercamiento a su trayectoria en:
http://bit.ly/GabrielKessler. En la investigación que les acercamos se propone comprender y explicar el sentimiento de
inseguridad en relación con el delito en la Argentina actual. Entendiéndolo como un fenómeno complejo que puede
ser trabajado multidimensionalmente en función de su sentido, su historia, sus elementos explicativos, las
representaciones y acciones ocurridas en torno a él (P.9).
El autor llama la atención en que este tipo particular de inseguridad, se convirtió en un tópico central de la
preocupación social y pública actual, posicionándose como objeto de debate en los medios de comunicación, de las
demandas sociales y de los horizontes gubernamentales, entre otros ámbitos.
En nuestro contexto local, sitúa la emergencia paulatina de la temática en el ranking de los problemas públicos luego
de estabilizado el régimen democrático. En una dimensión más acotada, lo inscribe tras la salida de la crisis de 2001 y
la recuperación general de la economía. Aunque en el top ten de las preocupaciones, el autor nos advierte que la
inseguridad es una categoría controvertida al ser generalmente utilizada para referir a una porción reducida de
fenómenos vinculada a la delincuencia y grupos particulares socialmente construidos como amenaza para el conjunto
social.
Otro elemento problemático que trae el autor a cuenta, es aquel que nos planteaban los principales referentes de la
Teoría Social Contemporánea ¿Qué debe estudiarse al abordar este tipo de fenómenos: su dimensión subjetiva y
experiencial o su dimensión objetiva y estructural? Al respecto el autor nos señala que ni lo uno, ni lo otro, sino que en
su definición ambas dimensiones no pueden separarse. Para comprender el fenómeno social en su complejidad es
necesario hacerse de ambas dimensiones de análisis:
Algunos autores distinguen también hoy entre la inseguridad objetiva y la subjetiva; a nuestro entender si la seguridad
es una sensación o si es real, si hay una realidad objetiva y otra subjetiva, no tiene resolución posible: en su definición
misma ambas dimensiones están presentes de forma indisociable (Kessler, 2009. P.12).
Esta tarea la emprende mediante la combinación analítica de dos campos de trabajo que abordaron la problemática. El
primero proveniente de la criminología y la sociología del delito, preocupada por la objetivación del temor al crimen y
su mensurabilidad. La segunda de las producciones realizadas desde la Sociología, Antropología y las Ciencias
Políticas que estudiaron los miedos sociales y las tramas de sentidos a ellos asociada. Desde este enfoque Kessler
construye su objeto: el sentimiento de inseguridad, definido a partir de la trama de representaciones, emociones y
acciones que lo configuran. De este modo su investigación aporta a cuestionar los relatos corrientes y las formas en
que el sentimiento de seguridad emerge en el espacio público (Kessler, 2009).
El segundo ejemplo de investigación que les acercamos es el de Sebastián Pereyra, Dr. en Sociología, que escribió el
libro “Política y Transparencia. La corrupción como problema público” (2013).
En su caso, Pereyra se propone estudiar el vínculo entre corrupción y política. Está preocupado por identificar y
analizar los elementos y factores que contribuyeron a producir y reproducir las vinculaciones del mundo político con
actos de apropiación privada de intereses públicos.
La corrupción se ha convertido en un rasgo ineludible de nuestro vocabulario político actual. Las denuncias de
corrupción están presentes en diferentes contextos y de modo diverso en la evaluación que hacen los ciudadanos de la
política. En este sentido, la corrupción constituye una de las principales críticas, generalmente realizadas desde fuera,
pero también por quienes se dedican a diario a este tipo de actividad (Pereyra, 2013. P. 15)
El autor identifica tres aspectos que coadyuvaron a la intensificación del vínculo actual entre la corrupción y la
política. Éstos son: la emergencia de movimientos anti-corrupción; la multiplicación de escándalos en la prensa; y la
incorporación de la corrupción como parte del campo político. De acuerdo con el autor, la intersección de estas tres
dimensiones llevó a que la corrupción se convirtiese en un problema público a partir de los años noventa en Argentina.
El tipo de corrupción al que hace referencia puede definirse como la apropiación privada de lo público, sea para la
política o para el enriquecimiento personal, con implicancias negativas sobre el ámbito público. Caracterizada así por
las reglas morales, culturales, económicas etc., socialmente constituidas y que juegan en su definición. En tanto
problema consolidado, permea la concepción social sobre la actividad política, pasando a estar estrechamente
vinculada a quienes ejercen cargos políticos y de función pública. Pereyra, en particular, se preocupa por entender
cómo socialmente se construye las definiciones compartidas sobre este fenómeno y como van cambiando y
transformándose. En particular, interesa el autor el período temporal que va desde finales de los años ochenta hasta
comienzos de la década del 2000. Observa que el problema de la corrupción, no necesariamente se construyó sobre el
aumento cuantitativo de casos públicamente conocidos, sino que el entramado social que lo jerarquizó como eje de la
preocupación hizo que se volviera una práctica intolerable y se transformara en objeto de movilización de una amplia
gama de actores sociales. En especial rescata como protagonistas de dichas acciones a profesionales del derecho
organizados en Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) y periodistas. Pereyra, a los fines propuestos, desarrolló
una estrategia teórico metodológica que integra las teorías de los problemas públicos al análisis de las trayectorias de
los actores organizados y movilizados a causa de la corrupción y las distintas formas en que el problema de la
corrupción fue públicamente definido.
Finalmente, recuperamos dos artículos (Radi y López Barros, 2018) para conocer cómo se expresó y difundió en los
principales medios de comunicación el debate respecto de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.
Como señala López Barros (2018), la presentación de la problemática se dio en una dicotomización que resumió la
complejidad de las cuestiones en torno al género en dos polos opuestos cuya representación y símbolo de pertenencia
se daba por portar un pañuelo verde y uno azul. Los medios de comunicación no modificaron por este tema su perfil
habitual, más bien se recostaron en este último para hacer el tratamiento y comunicar periodísticamente. Así, las
construcciones discursivas fueron previsibles, si se las comparaba con el perfil de cada diario.
En este sentido, las significaciones dadas a cada una de las posiciones, dicen mucho de las proposiciones y normas
morales que organizan los discursos sociales de los distintos grupos que conforman la sociedad.
En este sentido, desde quienes defienden la IVE se asigna un carácter de moderno y de avanzada a la Ley IVE, entre
los que se muestran a favor de la sanción de la ley. “El motivo temático como sinónimo de avance, de progreso… Es
interesante notar la vigencia del término “modernidad” y los significados que aún conserva con la fuerza de la
metáfora del avance en tiempos que suponemos posmodernos” (López, 2018. P. 3). De hecho, a pesar de que ley no
fue votada en Senadores, para el grupo social que promovía su aprobación ya se ha producido una victoria “en
términos sociales y culturales” al dejar instalado el debate en la sociedad (López, 2018, P. 4). En este sentido,
encontramos determinadas normas, valores y preceptos que son puestos en juego por estas personas para accionar
respecto del tema. Aquí, la capacidad del agente como alguien con capacidad de razonamiento en términos de medios
y fines prevalece a otros preceptos, siendo la libertad individual un valor que adquiere preeminencia.
En oposición, las imágenes, referencias y valores expuestos por quienes se ocupaban a la aprobación de la IVE se
centraban en la idea de un colectivo más amplio que tiene preeminencia sobre los individuos. Esto se expresaba en los
símbolos y las referencias utilizadas por estos grupos para comunicar sus posiciones: “flamear de banderas argentinas.
Aparece la apelación al nacionalismo. Se quedan con la palabra vida y con el símbolo patrio” (López, 2018, P.5). Se
toma el sentido de vida como algo positivo per se, una noción intangible que no puede ser sometida al debate. Como
señala la autora, se observa una apelación mística – religiosa, siendo preeminentes los valores trascendentales en sus
argumentos.
El trabajo de Blas Radi (2018), resulta por demás interesante al echar luz sobre lo que el debate sobre la IVE, en la
configuración que asumió, deja de lado. Quienes apoyaban la promulgación de la ley, también sustentaban sus
posiciones en ciertas definiciones de género que resultaban restrictivas respecto del heterogéneo mundo de lo social.
Así, Radi señala:
“las discusiones acerca de quiénes son los sujetos con capacidad de gestar, quiénes son los sujetos de derechos y
quiénes son lxs aliadxs tal vez hayan pasado desapercibidas para aquellxs que consideraron que el único debate en
curso era aquel entre verdes y celestes” (2018, P. 2)
Las opiniones y posiciones en torno al debate de la IVE se basaron en cierto recorte, incluso respecto del derecho ya
establecido en la legislación. Tal como señala Radi (2018) en el debate no se incluyó a otras personas con capacidad
de gestar conforme a la Ley de Identidad de Género.
La experiencia del debate sobre la Ley IVE, es un caso muy rico para observar el peso de la cultura, los valores, la
moral y los preceptos religiosos en la comprensión del origen y forma que asumen determinadas acciones y hechos
sociales.
Esta nota, Mariana Galvani, Investigadora del Instituto de Investigaciones Gino Germani, recupera distintos casos de
actualidad para indagar en los vínculos socialmente establecidos entre inseguridad y tipos de delito. La entrevista
permite visualizar cómo está dada actualmente dicha relación y de qué modo ésta actúa restrictivamente, delimitando
la definición que la opinión pública da a este tipo de fenómenos.
Scannone, L. (2019 ) Entrevista a la Dr. Mariana Galvani. La Nación Recuperado el 26/02/2029 de:
https://www.lanacion.com.ar/2223116-mariana-galvani-le-ensenan-a-no-disparar-porque-si-pero-la-gente-le-pide-
al-policia-que-tiremariana-galvani-le-ensenan-a-no-disparar-porque-si-pero-la-gente-le-pide-al-policia-que-tire
Cierre de la unidad
¿Cómo se construye un problema social de carácter público? ¿Qué dimensiones son
relevantes en el estudio de cada uno de ellos?
Los tres temas que acercamos (corrupción, inseguridad, IVE) presentan entre sí características muy disimiles. Ahora
bien, si nos corremos de los núcleos problemáticos a los que cada uno de ellos alude, existe una dimensión que los
atraviesa a todos. Esta es que tanto el delito, la corrupción como la interrupción voluntaria del embarazo son
problemas públicos.
Los enfoques para abordarlos pueden ser múltiples e incluso -respetando la rigurosidad metodológica- es posible
encontrar diversas dimensiones operando en las causas y sostenimiento de los mismos. La integración de los antiguos
antagonismos (subjetivismo/objetivismo; microsociología/macrosociología; comprensión/explicación) está presente en
las producciones sociológicas abordadas y se vuelve una premisa para una cabal comprensión de los movimientos en
las sociedades actuales.
De lectura obligatoria
Gabriel Kessler. El sentimiento de inseguridad. Sociología del temor al delito. Introducción Págs. 9-20.
Conclusiones Págs 260-271
Sebastián Pereyra. Política y Transparencia. La corrupción como problema público. Introducción Págs. 15-33.
Conclusión. La corrupción como problema público Págs. 277-301
Blas Radi. El reloj político de los derechos sexuales y reproductivos. Artículo completo
Claudia López Barros. Construcciones discursivas sobre la ley del aborto en la argentina durante los debates
parlamentarios en 2018. Artículo completo