Capitalismo
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Capitalismo
Susana Gil
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Aunque tanto los mercaderes como el comercio existen desde que nace la civilización, el
capitalismo como sistema económico no apareció hasta el siglo XIII en Europa, sustituyendo
al feudalismo.
Capitalismo y socialismo
Con el paso de los años, las posturas socialistas han ido evolucionando desde sus premisas más
clásicas hasta una postura más abierta y aceptante del libre comercio. Bajo ciertas premisas
básicas como el control de los gobiernos en el ámbito económico y financiero y la protección
del ciudadano para evitar situaciones de desigualdad o abuso social. Se trata de sistemas
económicos mixtos conocidos como socialismo de mercado o socialdemocracia.
Las ideas del capitalismo, que iniciaron a partir del siglo XIII como ya mencionamos,
desplazaron a las que predominaban en la Edad Media. Luego, se vieron reforzadas por el
proceso de colonización del continente americano por parte de las potencias europeas a partir
del siglo XV. Esto, debido al intercambio comercial que se generó entre las metrópolis y sus
colonias en el nuevo continente.
Posteriormente, en el siglo XVIII, fue relevante el aporte de Adam Smith quien publicó “La
riqueza de las naciones” donde defendía los principios del libre mercado. Smith podría ser
considerado creador del capitalismo, aunque esto es debatible.
Mediante la metáfora de “la mano invisible”, Smith sostuvo que una sociedad alcanzaría un
mayor bienestar si el Estado deja funcionar por sí mismo el mercado, mediante la ley de la
oferta y la demanda. De ese modo, aseguró el pensador escocés, si cada persona persigue su
propio beneficio, la comunidad en su conjunto también llegará a la mejor situación posible.
Las ideas del capitalismo fueron apuntaladas, además, por el renacimiento y la ilustración, que
desplazaron el sistema conocido como Antiguo Régimen y dieron lugar a los estados
modernos.
El capitalismo fue luego cuestionado por uno de los pensadores más emblemáticos del siglo
XIX, Karl Marx, quien sostenía que el sistema capitalista propiciaba la explotación de un grupo
de la población, el proletariado, por parte de los dueños de los medios de producción, los
capitalistas. De ese modo, nace una corriente de pensamiento socialista que fue llevado al
extremo con el sistema comunista de Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en el
siglo XX. Sin embargo, el modelo que planteaba, de una economía totalmente centralizada
desde el Estado, no obtuvo los resultados esperados.
En ese contexto, se dio un punto de quiebre muy importante en la historia, la caída del muro
de Berlín en 1989 que significó en cierto modo la victoria de la libertad económica sobre el
modelo comunista. No obstante, el capitalismo tuvo que admitir la intervención del Estado en
ciertos aspectos o sectores como la educación y la salud.
Cabe señalar que en cada crisis económica (como la subprime del 2008 o el Gran
Confinamiento por la pandemia del coronavirus) se cuestiona el sistema capitalista, y los
economistas van planteando nuevas medidas para asegurar que los beneficios del libre
mercado puedan llegar a toda (o casi toda) la población. Pero es un debate que seguirá en pie,
y sobre el cual al parecer nunca habrá un acuerdo unánime.
De acuerdo a estas bases los miembros del espectro económico operan de acuerdo a la
búsqueda de su propio interés y la maximización de sus beneficios acumulando y empleando
capital para ello. Alternativamente, los trabajadores que participan en el sistema aportando
mano de obra reciben en contraprestación un salario u otros tipos de retribución que satisfaga
su utilidad y les permita hacerse con los bienes o servicios que requieran.
En ese sentido, la escasa presencia e influencia del poder político en el mercado destaca
especialmente, pues permite a propietarios o empresarios operar con un alto grado de
libertad e independencia para la consecución de beneficios. Con estos, los empleadores logran
la reinversión en las empresas y el pago a los trabajadores. Al mismo tiempo, supone la
reducción de poder que el estado tiene en el día a día financiero y empresarial. Dando, de este
modo, mayor peso a los agentes privados y ocupándose de la supervisión de los mercados.
Los liberales defienden que en un mercado en el que hay competencia, las empresas
son capaces de mejorar los productos y servicios, cambiando la estructura de costes para
poder ofrecer más calidad a precios más reducidos. Reducir el papel del estado y su injerencia
en los mercados es una de las bases del capitalismo y de la economía occidental más reciente.
Ejemplos de capitalismo
Algunos ejemplos de capitalismo pueden ser:
Estados Unidos es el país al que más se le identifica con el capitalismo, esto resaltó
particularmente en la época de la Guerra Fría, cuando se caracterizó por ser
antagonista de la URSSS donde se implantó un sistema comunista.
Otro tipo de capitalismo es el aplicado por China, que ha optado por una apertura
comercial, a pesar de tener, en lo político, un sistema de partido único.
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Aunque lógicamente, la diferencia entre capitalismo y socialismo va mucho más allá de estos
dos factores, estos son los principales. Estos son, la propiedad de los medios de producción y el
mecanismo a través del cual se asignan los recursos.
Claro que, estas diferencias no son las únicas, ambos sistemas económicos tienen muchos más
aspectos en los que son diferentes.
Propiedad de los
Privada Social
medios de producción
Principales factor de
Capital Trabajo
producción
Otro asunto polémico bien podría ser las clases. En realidad el capitalismo no cree en las
clases, pero admite que podrían surgir. En contraste, el socialismo cree en las clases pero
propone la convivencia entre ellas e incluso la eliminación en su vertiente más pura.
Origen del capitalismo
Otros nombres con los que se denomina al capitalismo desde su origen son «economía de libre
mercado» o «economía libre».
Aunque tanto los mercaderes y el comercio existen desde que surgieron las primeras
civilizaciones, el sistema capitalista no apareció hasta el siglo XIII en Europa. El capitalismo fue
el sistema económico que sustituyó al feudalismo en gran parte del mundo. Antes del
capitalismo, el trabajo era una obligación que derivaba de vínculos de servidumbre señorial, de
la esclavitud o como obligación socio-moral de uno mismo hacia su comunidad. El capitalismo
surgió para proponer el trabajo a cambio de capital (sueldos), en vez de por servidumbre o
esclavitud, de ahí su nombre.
Las etapas del capitalismo son muchas y diversas. Es por eso que en lo que sigue iremos
pasando etapa a etapa. Es decir, desde su origen hasta el siglo XXI.
Muchos historiadores sitúan el origen del capitalismo un poco antes, en las pequeñas ciudades
comerciantes de Europa, como las de la liga hanseática. El camino hacia el capitalismo a partir
del siglo XIII fue allanado gracias a la filosofía del Renacimiento y de la Reforma, movimientos
que facilitaron la aparición de los modernos estados nacionales.
Del mismo modo, las expediciones de los siglos XV y XVI fomentaron el comercio, sobre todo
tras el descubrimiento del Nuevo Mundo. Como resultado, desde el siglo XV y hasta el siglo
XVIII, el capitalismo dio lugar a una nueva forma de comerciar denominada mercantilismo que
alcanzó su máximo desarrollo en Inglaterra y Francia, y en la que el Gobierno ejercía el control
de la producción y el consumo.
Las inhumanas condiciones de trabajo que caracterizaron este periodo llevaron a que
surgieran numerosos críticos del sistema; sin embargo, el primero en desarrollar una teoría
coherente en contra fue Karl Marx, quien atacaba la propiedad privada de los medios de
producción. No obstante, el capitalismo siguió prosperando para convertirse en el principal
sistema socioeconómico mundial de la época.
La mayor prueba que tuvo que superar el capitalismo se produjo a partir de la década de 1930,
con la Gran Depresión. A raíz de ella, los gobiernos europeos y estadounidenses empezaron a
intervenir en sus economías para mitigar las contrapartidas propias del capitalismo.
La combinación de las ideas keynesianas con el capitalismo generaron una enorme expansión
económica; sin embargo, a principios de la década de 1960 la inflación y
el desempleo empezaron a crecer en todas las economías capitalistas. Los crecientes costes de
la energía -en especial del petróleo- fueron la principal causa del cambio.
Con el cambio de siglo, la burbuja de las punto-com; en 2001 y en 2007, la Gran Recesión, una
de las cuatro crisis mayores del capitalismo junto a la Gran Depresión.
Pese a las crisis que generan los ciclos económicos, el capitalismo ha demostrado ser un
sistema económico efectivo, que gracias a la iniciativa privada, el impulso de la productividad y
la competencia ha llevado el bienestar a muchos países, que se han adaptado a su sistema y
generado riqueza, la cual ha permitido establecer multitud de medidas sociales.
Marxismo
Susana Gil
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De acuerdo con Marx, el problema clave del capitalismo es que genera la explotación de los
trabajadores. De ahí que Marx para fundamentar su teoría se apoye, entre otras cosas, en su
conocida tasa de plusvalía.
En resumen, según el marxismo el capitalismo debe terminar porque es nocivo para los
trabajadores y el sistema debe cambiar.
El origen del marxismo se sitúa a mediados del siglo XIX. Sin embargo, gana relevancia a finales
del XIX. Fecha en la que Karl Marx expandió y popularizó sus ideas a través de sus obras. Entre
ellas, se sitúa en un lugar muy relevante la obra de El Capital (1867).
Así, para el marxismo, dos defectos ocasionan tal sistema de desigualdad sobre los más
débiles:
El excedente de mano de obra: Bajo este concepto, la burguesía no se lucra por la
venta de su producto a un precio por encima del coste de materiales más la mano de
obra. Sino que, se lucran al pagarle al trabajador por debajo del valor de su labor.
Esta capacidad de la burguesía para manipular a los trabajadores, les permite devaluar la mano
de obra, creando así ganancias para sí misma. Es más, los marxistas ven al capitalismo como el
creador de un círculo vicioso que ocasiona que los trabajadores sean explotados cada vez más.
Entre las principales características del marxismo y que explican en qué consiste, podemos
destacar las siguientes:
La sociedad debe ser igualitaria: El marxismo quiere acabar con la lucha de clases. Es
decir, pretende que no existan clases sociales. Todos deben tener lo mismo.
Adaptación de las necesidades: Según el marxismo, cada uno debe aportar según sus
necesidades.
En resumen, los marxistas afirman que el comunismo —como supuesto estado dialéctico final
— proporciona más libertad que otros sistemas económicos y que la redistribución de la
riqueza resolverá muchos problemas. Es más, Marx propone el empleo de las instituciones del
Estado, como por ejemplo, el uso de los impuestos para financiar la compra y distribución de
los medios de producción a los trabajadores que, al paso del tiempo, formará un mercado
de competencia perfecta.
Además a nivel religioso, el marxismo originario se postula en contra. Según Karl Marx, la
religión es el opio del pueblo. En este sentido, afirma Marx, la salvación de la humanidad está
en la tierra no en el cielo.
Es decir, los autores de las obras que dan origen al marxismo. Pero, adicionalmente, podemos
encontrar los siguientes:
León Trotski (1879-1940): Dirigió al Ejército Rojo en la Guerra Civil rusa y fundó la IV
Internacional.
Capitalismo y marxismo
Capitalismo Marxismo
Defiende que los medios de producción, esto es, Propone la propiedad pública de los medios
fábricas, tierra, compañías, etc., deben ser de producción y que estos estén bajo el
propiedad privada. control de los trabajadores.
Sostiene que la libertad individual es esencial. El Critica las desigualdades. El poder debe ser
lugar de los individuos en la sociedad depende de tomado por la clase trabajadora (el
sus propias decisiones. proletariado) para suprimir las clases
sociales.
El liberalismo clásico declara que el capitalismo La teoría marxista señala que la sociedad
se desarrolló orgánicamente, es decir, de puede transformarse de acuerdo con la
acuerdo con el desenvolvimiento natural de la planificación económica programable por
sociedad. comunidades conscientes de sus decisiones.
Apoya que el sistema de precios dependa de la Los Estados socialistas de corte marxista
oferta y la demanda de los productos. Afirma que emplearon controles de precios. De la
las personas con sus decisiones diarias son las planificación estatal depende la distribución
que crean el balance en el mercado. de los productos necesarios para la
sociedad.
Adam Smith manifestó que las personas, al Karl Marx creía necesario organizar las
buscar su propio beneficio, producían bienes y fuerzas productivas de la sociedad para
servicios que favorecían al resto de la sociedad. tener un crecimiento económico
sistematizado.
Las principales ideas del marxismo pueden resumirse en sus cuatro postulados fundamentales,
que son:
La visión del marxismo de la sociedad capitalista supo discernir entre tres clases sociales,
enfrascadas en una lucha constante por ascender hacia las pirámides del poder
socioeconómico y hacerse con los medios de producción. Estas clases son:
Críticas al marxismo
No son pocos los críticos del marxismo, tanto desde un punto de vista académico y filosófico,
como político y práctico. Por un lado, su visión del capitalismo y su profecía sobre la llegada del
comunismo resultó ser mucho más cortoplacista de lo inicialmente pensado, ya que el sistema
capitalista se mantuvo en pie frente al derrumbe de los regímenes comunistas del siglo XX, y
continúa su marcha incierta, pero continua.
No sólo porque sus prácticas económicas pueden haber sido cuestionables, aún a pesar de sus
relativos éxitos en materia social, sino porque sus modelos políticos pasaron siempre por la
dictadura y el totalitarismo. Además, tuvieron un altísimo costo humano durante y después
de la Revolución.
La URSS, la China maoísta, la Cuba de Fidel Castro, la Camboya de los Jemeres Rojos son sólo
algunas de las naciones que vivieron regímenes comunistas y padecieron de pobreza,
represión y genocidio. Estos ejemplos constituyen, para sus detractores, el mayor argumento
moral en contra de la aplicación de los llamados “manuales marxistas”.
Neocolonialismo
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El neocolonialismo es la práctica que hacen algunas potencias coloniales, sobre otras economía
colonizadas. Así, a través de un selecto grupo de personas, se persigue ostentar el poder y el
control sobre dicho territorio.
mientras que el colonialismo busca la influencia directa de los países que son colonizados, el
neocolonialismo busca lo mismo, pero lo hace con otra práctica distinta. En este sentido,
cuando los países del nuevo mundo fueron colonizados, los colonialistas tomaron el poder
de dichos territorios. Todos ellos hasta que, con el paso del tiempo, fueron
independizándose y ostentando nuevas libertades.
Sin embargo, el neocolonialismo, dado que dichos países se independizaron y no sería legal
buscar el poder de forma legítima de dicho territorio, este busca hacerlo de otra forma. Esto
es, haciendo uso de la globalización y la integración económica, buscando la presencia de
capitales en el país para controlar el país, aunque en este caso de forma indirecta.
Es decir, mientras que en el colonialismo, era la propia corona la que gobernaba el país, en el
neocolonialismo, el poder lo ejercen otra serie de figuras -Lobbies o grupos de presión- que
emigran al país para ejercer su influencia en el mismo.
De esta forma, indirectamente, las economías desarrolladas que lo practiquen satisfacen sus
intereses mediante ese control indirecto que les aporta el capital.
El neocolonialismo no tiene una historia definida como tal, como sí lo tiene el colonialismo. No
obstante, sí se conocen los indicios claros de donde proviene el neocolonialismo, pues
evidentemente, casa con los claros principios que define el colonialismo. En este sentido, estas
ideas provienen de la época colonial. Pues, el desarrollo de las rutas comerciales permitió el
conocimiento, por parte de los países entonces desarrollados, de la existencia de nuevos
territorios. En esta línea, nuevos territorios que, tras someterlos al sistema económico y
político de las economías desarrolladas, se adhirieron a dichos países desarrollados. De esta
forma, pasando a estar gobernados por los mismos gobiernos.
Por tanto, el neocolonialismo reabre este deseo en aquellos que lo apoyan. Sin embargo, la
incapacidad de controlar dichos países por su independencia ha provocado una adaptación en
las formas, teniendo que hacerlo mediante la vía económica. En este sentido, a través de la
globalización económica y el mercantilismo, el Neocolonialismo trata de ejercer su influencia
en otras regiones. Así, mediante la llegada de empresas al país y la presión de grupos de
cabildeo que, teniendo la nacionalidad de dicha economía desarrollada, reside en aquel país
en el que se poseen intereses.
Así, el neocolonialismo se muestra como una nueva forma de ejercer el colonialismo, pero con
prácticas completamente renovadas para captar la influencia buscada de forma legal.
Criticas al término
El colonialismo, así como el neocolonialismo, han sido prácticas duramente criticadas por
muchos países y organizaciones. En este sentido, el neocolonialismo ha sido denominado por
muchos perfiles políticos en economías desarrolladas como una práctica para someter a las
economías que algún día fueron coloniales. Un sometimiento por la economía y por la
búsqueda de riquezas en estos países. Países, dicho sea de paso, muy ricos en materias primas,
así como otra serie de insumos que se precisan en otras economías desarrolladas.
Por esta razón, el neocolonialismo y la práctica directa del mismo no está muy bien calificado
públicamente entre la sociedad residente en las economías emergentes. La dura crítica hacia él
ha provocado un rechazo extremo a este tipo de prácticas, consideradas, en ocasiones, como
una falta a los derechos humanos.
Así, el neocolonialismo es una práctica que, en la vida pública de los Gobiernos, no suele estar
reconocida. Especialmente, tras la independencia de las principales economías
subdesarrolladas colonizadas.
No obstante, cabe añadir, existen ejemplos claros de países que todavía lo practican con
determinados territorios. Países que, como Marruecos, ejercen influencias en territorios que
no son de su pertenencia, como es el caso de este con el Sáhara.
Tipos de Neocolonialismo
Por su parte, el neocolonialismo externo es aquel que se aplica a potencias económicas que
extienden su rango de influencia sobre otras naciones en materia económica, política y cultural
fundamentalmente.
Neocolonialismo e imperialismo