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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 2062/2012

Sucre, 8 de noviembre 2012

SALA TERCERA
Magistrada Relatora: Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
Acción de amparo constitucional

Expediente: 01582-2012-04-AAC
Departamento: Santa Cruz

En revisión la Resolución 114 de 10 de agosto de 2012, cursante de fs. 230 a


233, pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta
por Sergio Antonio Zalles Ahern en representación legal de Gonzalo Molina
Sardán contra Leonardo Armando Gonzalo Salinas Baldiviezo, Emilio
Guzmán, María Justiniano Vargas, Víctor Hugo Egüez Carreño, Carola
Gómez Ribera y otros no identificados.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda

El representante legal mediante memoriales de 19 y 22 de marzo de 2012,


cursante de fs. 114 a 122 y 124 y vta., manifestó que:

I.1.1. Hechos que motivan la acción

Por escritura pública 1223/2010, otorgado por la Notaria de Fe Pública 34 a


cargo de Maryha Ariane Antelo Cabruja de 14 de julio de 2010, el Banco Nacional
de Bolivia S.A. transfirió a Gonzalo Molina Sardán, un inmueble que según títulos
tiene la extensión de 87.682,60 m2, que fue registrado en Derechos Reales
DD.RR. el 23 de octubre del mencionado año, con matrícula 7.01.1.06.0097952,
teniendo planos expedidos por el Instituto Geográfico Militar, predio que se
encuentra delimitado por los respectivos mojones.

Añade que se poseyó dicho inmueble desde la adquisición del mismo en forma
ininterrumpida realizando faenas agrícolas sin que nadie le hubiese interrumpido
su quieta y pacífica posesión, sin embargo, desde el mes de diciembre del
pasado año (2011), más precisamente desde que procedió a realizar los trámites
de urbanización para la implementación de un parque agroindustrial, aparecieron
supuestos dueños, como la Cooperativa Integral La Ramada Ltda. y otras
personas que tienen fama de loteadores en Santa Cruz a la cabeza de los ahora
demandados, el 17 de febrero de 2012, en horas de la noche procedieron a
avasallar su propiedad privada haciendo uso de machetes, palos, hachas,
petardos y hasta armas de fuego, destrozando las plantas del vivero, so pretexto
de que pertenecen al Estado.

A finales de febrero, hubo una serie de enfrentamientos entre loteadores y


vecinos de la Urbanización PATUJU y en esa situación su apoderado fue
secuestrado por los primeros con el objetivo de obligarle a firmar una serie de
documentos, hecho que se encuentra en etapa de investigación en la Fuerza
Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de la localidad de Cotoca. Asimismo,
los loteadores robaron los enseres y maquinarias agrícolas que tenía en su
propiedad violentando las cerraduras y candados de la casa y específicamente
Víctor Hugo Eguez Carreño, agredió y amenazó al casero de su propiedad Jorge
Vaca Cabau, señalándole que debía dejar su casa bajo amenaza de que si no lo
hacía la quemarían con su familia al interior, personas que ahora viven en
constante zozobra.

Por otro lado, indica que advirtiendo que se está induciendo a gente humilde de
la Urbanización PATUJU y otras que son traídas en camiones de otros lados de la
ciudad, a quienes ofertan la venta de los terrenos a razón de $us3 500.- (tres mil
quinientos dólares estadounidenses) el lote, además de solicitarles cuotas diarias
y semanales, decidió urbanizar su propiedad para su comercialización de acuerdo
a las normas legales y a las normas urbanas dictadas por el Plan Regulador.

I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados

El representante denuncia la vulneración de los derechos a la propiedad, a la


pacífica posesión, al debido proceso, a la tutela judicial efectiva, a la
inviolabilidad de domicilio de su representado, citando al efecto entre otros los
arts. 115.I, 117.I y 410 de la Constitución Política del Estado (CPE), 14 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos.

I.1.3. Petitorio

Solicita se le conceda la acción de amparo constitucional y en consecuencia se


disponga que por medio de la Fiscalía de Distrito con el auxilio del Comando
Departamental de la Policía se ordene a dicha Institución el cumplimiento de la
Resolución de la acción de amparo constitucional, so pena de aplicar lo
establecido en el art. 179 Bis del Código Penal (CP), disponiendo que la policía se
constituya en el lugar de los hechos, además de disponer la guardia policial
permanente en este lugar.

I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías

A la audiencia pública de amparo, las personas ahora demandadas fueron


citadas legalmente (fs. 220 y vta.), sin embargo, únicamente asistió Víctor Hugo
Vallejos Torrico en representación del demandado Leonardo Armando Gonzalo
Salinas Baldiviezo, -supuestamente presentando título de propiedad sobre los
terrenos motivo de la presente acción de amparo constitucional- (fs. 226).

Celebrada la audiencia pública el 10 de agosto de 2012, según consta en el acta


cursante de fs. 226 a 230, se produjeron los siguientes actuados:

I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción

El abogado de la parte accionante ratificó la acción de amparo constitucional


presentada.

I.2.2. Informe de las personas demandadas

De todas las personas demandadas y citadas legalmente en esta acción


constitucional, asistió únicamente Víctor Hugo Vallejos Torrico en representación
del demandado Leonardo Armando Gonzalo Salinas Baldiviezo, sin emitir un
informe sobre los actos lesivos denunciados en esta acción de amparo
constitucional, conforme se advierte de la lectura del contenido del acta de la
audiencia.

I.2.3. Resolución

La Sala Civil Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz,


constituida en Tribunal de garantías, por Resolución 114 de 10 de agosto de
2012, cursante de fs. 230 a 233, concedió la tutela solicitada y dispuso la
inmediata desocupación de los terrenos ocupados arbitrariamente por los
demandados y otras personas no identificadas explícitamente que se encuentren
en los terrenos del Gonzalo Molina Sardan, debiendo librarse el mandamiento de
desapoderamiento a ejecutarse por el Oficial de Diligencias con el auxilio de la
Fuerza Pública. Los argumentos de la resolución son los siguientes: a) Se ha
demostrado que se ha vulnerado el derecho a la propiedad privada que tiene el
Gonzalo Molina Sardan, debido a que tiene título de derecho propietario de los
terrenos ubicados en la zona Este, km 11 carretera a Cotoca, Barrio Guapilo, de
la Jurisdicción del Municipio de Santa Cruz de la Sierra, transferencia que fue
realizada mediante Escritura Pública 1233/2010, otorgado por ante la Notario de
Fe Pública 34 a cargo de Martha Ariane Antelo Cabruja, el 14 de julio de 2010,
por el Banco Nacional de Bolivia S. A., entidad que le transfirió el saldo restante
de 79.814,14 m2 según títulos y la extensión de 87.682,69 m2 según mensura,
transferencia que fue registrada en DD.RR. Reales el 23 de igual año, habiéndole
correspondido la matrícula 7.01.1.06.0097952, por lo mismo, oponible conforme
dispone el art. 1538 del Código Civil (CC); b) Que el derecho propietario del
ahora representado, no se encuentra cuestionado; c) Existen pruebas sobre los
hechos delictivos de 18 de febrero de 2012, informe de investigación de 2 de
marzo del referido año, informe de investigación de 13 de abril del citado año,
que dan cuenta de que cuando se constituyeron en la Comunidad Guapilo,
jurisdicción de la ciudad de Cotoca en los terrenos denominados “El Vivero”, de
propiedad de Gonzalo Molina Sardán, pudieron observar la presencia de
veinticinco a treinta personas entre hombres y mujeres armados con machetes,
palos y otros en dicho predio y al ver la presencia policial trataron de alejarse del
lugar. Se observaron casuchas rústicas construidas de palos, hules y otros, así
como daños forestales. Lo que significa que hasta antes de la demanda de
amparo no tenían ninguna posesión sobre los terrenos de propiedad de Gonzalo
Molina Sardan, demostrándose con ello que los avasalladores procedieron a
asentarse sobre los terrenos; y, d) El representado acreditó su posesión tanto
civil como natural, no habiendo demostrado los demandados tener posesión
pacífica, libre y continuada sobre los terrenos en cuestión.

II. CONCLUSIONES

De la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones


que se señalan seguidamente:

II.1. Según testimonio 1223/2010 de 14 de julio de 2010, otorgado por ante


Notario de Fe Pública de Primera Clase 34 del Distrito Judicial de Santa
Cruz, Martha Ariane Antelo Cabruja, el Banco Nacional de Bolivia S.A.,
transfirió en calidad de compra-venta a Gonzalo Molina Sardán -ahora
representado- el inmueble (fundo rústico) ubicado en km 15 Carretera a
Cotoca del departamento de Santa Cruz, con una superficie total de
89.841.14 m2 según título y 97.682.60 m2 según mensura (fs.2 a 10); título
de propiedad registrado en DD.RR. bajo la matrícula 7.01.1.06.0097952,
según el folio real (a fs. 11).

II.2. Cursan denuncias ante la FELCC, con el caso: FELCC-COTOCA 045/2012,


contra algunas de las personas demandadas en la presente acción de
amparo constitucional como son: Emilio Guzmán, María Justiniano
Vargas, Marcos Parada y Hugo Egüez, por los supuestos delitos de
asociación delictuosa y otros, con un muestrario fotográfico que
donde se advierte asentamientos rústicos y algunos destrozos en
el fundo rústico descrito en la Conclusión II.1 (fs. 38 a 112).

II.3. Según Informe técnico DDSC.UC.INF 1435/2010 de 14 de septiembre,


emitido por el Coordinador de Catastro del Instituto Nacional de Reforma
Agraria (INRA) de la ciudad de Santa Cruz, se informó que “La propiedad,
con superficie de 79.841.14 m2., de Gonzalo Molina Sardán con C.I.
2874500 Cbba., se encuentra al INTERIOR del Area Urbana del Municipio
de Santa Cruz de la Sierra” (fs. 23)

II.4. Consta un testimonio público relativo a la adjudicación definitiva que hace


la Alcaldía Municipal de Cotoca a favor de Ramiro Salinas Castro,
respecto lote de 9,170.3604 m2, con matrícula inscrita en Derechos Reales
7.01.2.01.0002312 (fs. 221 a 224)

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

El representante considera que las personas demandadas -con fama de


loteadores-, vulneraron sus derechos a la propiedad privada, a la pacífica
posesión, al debido proceso, a la tutela judicial efectiva y a la inviolabilidad de
domicilio, en razón a que el 17 de febrero, en horas de la noche ingresaron a su
predio -que cuenta con título de propiedad inscrito en Derechos Reales y planos
expedidos por el Instituto Geográfico Militar, delimitado con los respectivos
mojones- con medidas de hecho y haciendo uso de violencia ocasionando
destrozos en su propiedad donde tiene un vivero y tuvo hasta el avasallamiento
una pacífica posesión. Que sumados a esos hechos ilegales, también se
apropiaron de las herramientas y maquinarias agrícolas, además de lotear y
ofertar en venta los terrenos a razón de $us3 500.- (tres mil quinientos dólares
estadounidenses). En consecuencia, se analizará si en el presente caso,
corresponde conceder o denegar la tutela solicitada.

III.1. Jurisprudencia reiterada sobre la protección constitucional vía


amparo ante medidas o vías de hecho

La SCP 1478/2012 de 24 de septiembre, sentó las bases constitucionales


que posibilitan la protección constitucional vía amparo ante cualesquier
acto que implique medidas o vías de hecho.

1) El Estado Constitucional de Derecho como fundamento

Así, dicha sentencia constitucional en principio, enfatizó que el Estado


constitucional de derecho asumido en la Constitución supone
la proscripción de las medidas de hecho o vías de hecho, en
razón a que produce consecuencias jurídicas para el poder público y la
convivencia social de los ciudadanos, así como el rol de la justicia,
señalando lo siguiente:

“...la afortunada concepción de 'Estado de derecho' o 'Estado bajo el


régimen de derecho' cuya base ideológica es 'un gobierno de leyes y
no de hombres', nace sepultando el modelo de 'Estado bajo el régimen
de la fuerza', el que no obstante haber sido llenado de diversos
contenidos en diferentes épocas históricas (Estado de Derecho
legislativo y actualmente Estado Constitucional de Derecho) tuvo una
trascendencia unívoca: La proscripción de la arbitrariedad pública y
privada en las reglas de convivencia social y contención del poder,
garantizando con ello, el respeto a la ley.

En efecto, el Estado de derecho en principio tuvo una versión particular


configurada como 'Estado de derecho legislativo' o 'Estado legal de
Derecho', empero, esta concepción reducía a un simple sistema de
dominación mediante el instrumento de la ley, pues todo Estado era de
Derecho, por el sólo hecho de que la actividad estatal se desarrolle
bajo cánones legales (del legislador), siendo irrelevante si las leyes
fueran opresoras o autoritarias, concepción que se sustentaba en que
la ley (con características de generalidad y abstracción) era la más alta
expresión de la soberanía y, por ello, quedaba al margen de cualquier
límite o control, con lo cual, las constituciones terminaron siendo meras
cartas políticas, afianzándose el imperio de la ley y el principio de
legalidad.

Actualmente, el Estado de derecho, se configura como 'Estado


constitucional de Derecho', que es '…un estadio más de la idea de
Estado de Derecho, o mejor, su culminación', o en palabras de Prieto
Sanchís '…no cabe duda que el Estado constitucional representa una
fórmula del Estado de Derecho, acaso su más cabal realización'.

Este modelo, supone una profunda transformación en la concepción


general de 'Estado de derecho', debido a que en esta última fórmula
'Estado Constitucional de Derecho': a) El poder público
(órganos ejecutivo, legislativo, judicial y electoral); y, b) La
convivencia social de los ciudadanos están sometidos a la
Constitución a través del principio de constitucionalidad que
viene a sustituir el principio de legalidad y, por ende, -en el
tema que ocupa a esta sentencia constitucional-, supone la
proscripción de las acciones vinculadas a medidas de hecho o
vías de hecho por el propio Estado o los particulares en
cualesquiera de sus formas”.

2) El derecho a la jurisdicción como primer y común derecho


vulnerado

La misma sentencia (SCP 1478/2012 de 24 de septiembre, después de


analizar una multiplicidad de casos en los que se activó la justicia
constitucional vía amparo y se verificó que de manera recurrente se
denunciaban: i) Avasallamientos u ocupaciones por medidas o vías de
hecho de predios urbanos o rurales privados o públicos con limitación
arbitraria del derecho a la propiedad, la perturbación o pérdida de la
posesión o tenencia del bien inmueble; ii) Cortes de servicios públicos
(agua, energía eléctrica, etc.); y, iii) Desalojos extrajudiciales de
viviendas; entre otros supuestos, que propician, con un solo hecho
(vías de hecho) la repetición crónica de violaciones de una serie de
derechos humanos de afectación directa e indirecta, concluyó que
cualesquiera de esas acciones vinculadas a medidas o vías de
hecho, al desconocer la existencia de mecanismos legales y
autoridades competentes en el orden constitucional para la
solución de sus conflictos, lo que hacen en esencia es excluir
el derecho a la jurisdicción o acceso a la justicia del afectado,
quien tiene la seguridad jurídica y certeza (art. 178.I de la
CPE) que para la solución de cualquier diferencia, interés o
derecho en conflicto que se presenten en las relaciones entre
el ciudadano y el poder público o las que emergen de la
convivencia social de los ciudadanos será resuelto por una de
las jurisdicciones reconocidas por la Constitución.

En efecto, señaló que:

“…es la Constitución, la que determina cuáles son los órganos


que tienen la potestad de impartir justicia (art. 179.I, II y III
de la CPE) para la oponibilidad de derechos no solamente vertical
sino también horizontal, entonces, es reprochable y censurable acudir
a acciones vinculadas a medidas de hecho, so pena de excluir
arbitrariamente el ejercicio del derecho a la jurisdicción o
acceso a la justicia de la otra parte, quien tiene la seguridad
jurídica y certeza (art. 178.I de la CPE) que para la solución
de cualquier diferencia, interés o derecho en conflicto, éste
será resuelto por una de las jurisdicciones reconocidas por la
Constitución.

En ese entendido, la potestad de impartir justicia, por mandato de la


Constitución y desde su propia concepción plural (pluralismo jurídico)
es la facultad del Estado Plurinacional a administrar justicia emanada
del pueblo boliviano (art. 178 de la CPE) a través de los órganos
formales competentes (jurisdicción ordinaria, jurisdicción
agroambiental y jurisdicciones especializadas: en materia
administrativa, coactiva, tributaria, fiscal, conforme a la Disposición
Transitoria Décima de la LOJ) y también de las naciones y pueblos
indígenas originario campesinos a través de sus autoridades naturales
(jurisdicción indígena originaria campesina).

Ahora bien, bajo el principio de unidad de la función judicial previsto


en el art. 179.I de la CPE, que estipula que “La función judicial es
única…” todas las jurisdicciones previstas en la Constitución y la
justicia constitucional (ejercida por el Tribunal Constitucional
Plurinacional y los jueces y tribunales de garantías) tienen la misma
autoridad para ejercer la función judicial, están sometidas a la
Constitución y al bloque de constitucionalidad (art. 410.II de la CPE) y
deben velar por el respeto a los derechos (art. 178 CPE). Esto, debido
a que el modelo de justicia plural diseñado por la Constitución se
articula y forma una unidad a partir de la posibilidad de que las
resoluciones de las diferentes jurisdicciones sean revisadas por el
Tribunal Constitucional, a través del control de constitucionalidad en
sus tres ámbitos: a) Control normativo, que precautela la
compatibilidad de las normas con la CPE y el bloque de
constitucionalidad; b) Control tutelar, que resguarda el respeto de los
derechos y garantías reconocidas en la Constitución; y c) El control
competencial, sobre las competencias asignadas a los órganos del
poder público, a las entidades territoriales autónomas y a las
jurisdicciones.

En ese orden de ideas, siguiendo la normativa señalada, corresponde


señalar que el derecho a la jurisdicción o de acceso a la justicia -sin
pretender agotar todas las perspectivas de este derecho tan
ampliamente concebido y desarrollado- contiene: 1) El acceso
propiamente dicho a la jurisdicción, es decir, la posibilidad de llegar a
la pluralidad de jurisdicciones reconocidas por la Constitución, sin que
existan obstáculos, elementos de exclusión, limitación, que dificulten el
ejercicio de dicho derecho tanto por el Estado como por los
particulares; 2) Lograr un pronunciamiento judicial proveniente de las
autoridades judiciales formales o las autoridades naturales de las
naciones y pueblos indígena originario campesinos, que solucione el
conflicto o tutele el derecho, siempre que se hubieran cumplido los
requisitos establecidos en la norma; y 3) Lograr que la Resolución
emitida sea cumplida y ejecutada, debido a que si se entiende que se
acude a un proceso para que se reestablezca o proteja un derecho,
un interés o un bien, en la medida que el fallo no se ejecute, el
derecho a la jurisdicción o de acceso a la justicia no estará satisfecho.

Entonces, si el reconocimiento del derecho a la jurisdicción o acceso a


la justicia, supone una concreción del Estado constitucional de
derecho, como instrumento para promover que la solución de
conflictos se realice a través de la jurisdicción (sin desconocer otros
medios alternativos de solución de conflictos reconocidos por el orden
constitucional y legal, como son: la conciliación, la mediación, el
arbitraje, entre otros), para evitar la justicia por mano propia, su
exclusión, supone que el primer derecho fundamental común
vulnerado en acciones vinculadas a medidas o vías de hecho, es
precisamente el derecho a la jurisdicción o acceso a la justicia, que no
es infrecuente acarree consigo la lesión a otros derechos conexos a
partir de su supresión.

En efecto, dada la interdependencia de los derechos fundamentales


(art. 13.I de la CPE) dependerá de la conducta adoptada configurada
como medida o vía de hecho para que a la par de la vulneración del
derecho a la jurisdicción o acceso a la justicia del afectado también se
lesionen otros derechos fundamentales, que corresponderá evaluar en
cada caso”.

3) La protección concurrente de derechos fundamentales por el


principio de interdependencia (art. 13.I de la CPE)

La mencionada sentencia (SCP 1478/2012 ), subrayó que a la par del


primer y común derecho fundamental vulnerado con acciones
vinculadas a medidas o vías de hecho en cualesquiera de sus
formas, como es el derecho a la jurisdicción o acceso a la
justicia también eventualmente pueden ser vulnerados los
derechos a la propiedad, a la vivienda, a los servicios básicos
de agua y luz, etc., que serán protegidos vía amparo
constitucional cumpliendo los presupuestos y cargas
probatorias procesales exigidos por la jurisprudencia
constitucional.

Así, en el caso de supuestos de avasallamientos u ocupaciones


por vías de hecho de predios urbanos o rurales privados
cuando se denuncie afectación al derecho a la propiedad y
este derecho sea demostrado por el peticionante de la tutela con el
registro de propiedad en mérito del cual se genera el derecho de
oponibilidad frente a terceros (SCP 0998/2012 de 5 de
septiembre, entre otros casos; además de tutelarse el derecho a la
jurisdicción o acceso a la justicia del afectado, por su exclusión
arbitraria por particulares o el Estado producto de medidas o vías de
hecho, también y a la par, se tutelará el derecho a la propiedad. Y si
su afectación recae además en la morada del afectado, también podrá
ser objeto de tutela el derecho a la vivienda (art. 19.I de la CPE).
En efecto, la SCP 0998/2012, en un caso en el que se denunció
avasallamiento de un predio y se demostró derecho propietario, a
partir de la técnica del contenido esencial de los derechos
fundamentales, señaló, como precedente constitucional
vinculante obligatorio y en vigor que:

“La teoría constitucional ha desarrollado la técnica del contenido


esencial de los derechos fundamentales, a partir de la cual, la
aplicación directa de los mismos debe asegurar el respeto y eficacia
plena de los elementos constitutivos de ese contenido esencial o
núcleo duro de derechos. En el marco de lo indicado, corresponde
precisar que el derecho a la propiedad es un derecho fundamental
expresamente reconocido por el bloque de constitucionalidad, así, el
art. 56.1 de la CPE, indica que: “Toda persona tiene derecho a la
propiedad privada individual o colectiva, siempre que esta cumpla una
función social”; asimismo, el art. 17.1 y 2 de la Declaración Universal
de Derechos Humanos (DUDH), indica: “Toda persona tiene derecho a
la propiedad, individual y colectivamente”; de la misma forma, el
segundo parágrafo de esta disposición, establece y: “…nadie será
privado arbitrariamente de su propiedad”; también, la Convención
Americana de Derechos Humanos, en su art. 21.1 y 2 consagra el
derecho a la propiedad privada, estableciendo en su primer parágrafo
lo siguiente: “Toda persona tiene derecho al uso y goce de sus
bienes…”. Además, el segundo numeral de esta disposición dispone
que: “Ninguna persona puede ser privada de sus bienes, excepto
mediante el pago de indemnización justa…”. A partir de estas
disposiciones que forman parte del bloque de constitucionalidad
boliviano de acuerdo al art. 410.I de la Constitución, para efectos de
una coherente argumentación jurídica, deben establecerse los
elementos constitutivos del contenido esencial del derecho de
propiedad, en ese sentido, este derecho fundamental, cuya génesis se
encuentra no solamente en el texto constitucional sino también en el
bloque de convencionalidad, en su núcleo duro se identifican tres
elementos esenciales: a) El derecho de uso; b) El derecho de
goce; y, c) El derecho de disfrute. Asimismo, estos tres
elementos tienen un sustento axiológico que refuerza dicho
contenido esencial, basado en los valores libertad, igualdad,
solidaridad y justicia. Por su parte, es imperante además
precisar que este núcleo esencial del derecho fundamental de
propiedad, genera a su vez obligaciones negativas tanto para
el Estado como para particulares que se traducen en las
siguientes: 1) Prohibición de privación arbitraria de
propiedad; y, 2) Prohibición de limitación arbitraria de
propiedad.

A partir de los aspectos precedentemente contemplados, debe


señalarse que en el Estado Constitucional de Derecho, en el cual el
derecho de propiedad debe estar plenamente asegurado, todo acto o
medida de hecho que implique privación o limitación
arbitraria e ilegal de la propiedad, implican una directa
afectación al contenido esencial del derecho de propiedad en
sus tres elementos esenciales: uso, goce y disfrute, motivo
por el cual, la justicia constitucional, en el marco del ejercicio
de los roles propios del control de constitucionalidad, una vez
activada por el o los afectados, deberá tutelar de manera
directa dicho derecho fundamental” (las negrillas son añadidas).

4) Subreglas procesales de activación del amparo

En coherencia con lo anteriormente señalado, la SCP 0998/2012,


desarrolló jurisprudencialmente las siguientes subreglas procesales de
activación del amparo constitucional frente a acciones vinculadas a
medidas de hecho, que se pasan a sistematizar:

4.1) Flexibilización al principio de subsidiariedad

Las acciones vinculadas a medidas o vías de hecho, constituyen


una excepción a la aplicación del principio de subsidiariedad, por
tanto, el control tutelar de constitucionalidad, a través de la
acción de amparo constitucional, puede ser activado frente a
estas circunstancias sin necesidad de agotar previamente otros
mecanismos ordinarios de defensa (SCP 0998/2012, Fundamento
Jurídico III.3).

Flexibilización de las reglas de legitimación pasiva: Su


consecuencia es que para personas no expresamente
demandadas no opera la preclusión en la oportunidad
para presentar la prueba o hacer valer sus derechos
Por regla general para la activación de la acción de amparo
constitucional, el accionante deberá cumplir en primera
instancia con la identificación de los particulares o
autoridades demandadas (art. 77.2 de la Ley del Tribunal
Constitucional Plurinacional (LTCP) y el art. 33.2 del Código de
Procesal Constitucionales (CPCo); sin embargo, tratándose de
peticiones de tutela vinculadas con medidas o vías de hecho, la
parte accionante deberá cumplir con esta exigencia; sin
embargo, de manera excepcional y siempre y cuando no sea
posible, por las circunstancias particulares del caso, la
identificación de las personas demandadas, se deberán flexibilizar
las reglas de la legitimación pasiva (SCP 0998/2012, Fundamento
Jurídico III.5).

Ahora bien, en ese supuesto (cuando el peticionante de la tutela


no haya podido identificar expresamente a todos los demandados
o a los terceros interesados) en resguardo del derecho a la
defensa de éstos, no se les aplica el principio de preclusión
procesal para la presentación ulterior a la audiencia pública de
medios de defensa, por lo mismo, en cualquier etapa del proceso
de amparo constitucional, incluso en revisión ante el Tribunal
Constitucional Plurinacional, podrán hacer valer sus derechos,
debiendo en estos casos ser oídos de manera amplia y admitidos
sus medios probatorios en cualquier instancia procesal (SCP
0998/2012, Fundamento Jurídico III.5).

4.2) Carga de la prueba debe ser cumplida por el peticionante


de tutela

Regla general

La carga probatoria a ser realizada por el peticionante de tutela,


debe: i) Acreditar de manera objetiva la existencia de actos o
medidas, asumidas sin causa jurídica, es decir en prescindencia
absoluta de los mecanismos institucionales establecidos para la
definición de hechos o derechos; y, ii) Estar circunscrita a
aspectos que no impliquen la existencia de hechos controvertidos
a ser sustanciados por la jurisdicción ordinaria (SCP 0998/2012,
Fundamento Jurídico III.4).

Especificidades de la carga de la prueba en caso de


avasallamientos cuando se denuncia afectación al
derecho a la propiedad

Para los supuestos de avasallamientos u ocupaciones por vías de


hecho de predios urbanos o rurales privados o públicos cuando
se denuncie afectación al derecho a la propiedad, es decir,
que constituya una limitación arbitraria a la propiedad, la parte
accionante, al margen de la carga probatoria referida a la regla
general, tiene la carga probatoria específica de acreditar su
titularidad o dominialidad del bien en relación al cual se ejerció
vías de hecho, aspecto demostrado con el registro de
propiedad en mérito del cual se genera el derecho de
oponibilidad frente a terceros, es decir, no puede exigirse al
peticionante de tutela ninguna otra carga procesal adicional (SCP
0998/2012, Fundamento Jurídico III.4.1).

III.2. El caso de examen

Teniendo en cuenta que lo que denuncia como acto lesivo el


representante es el avasallamiento a la propiedad privada de Gonzalo
Molina Sardan, de los
antecedentes se tiene que éste demostró:

a) La titularidad o dominialidad del bien inmueble en relación al cual se


ejerció vías de hecho, con el registro de propiedad en mérito del cual
se genera el derecho de oponibilidad frente a terceros. En efecto,
adjuntó como prueba documental el testimonio 1223/2010 de 14 de
julio, otorgado por ante Notario de Fe Pública de Primera Clase 34 del
Distrito Judicial de Santa Cruz, Martha Ariane Antelo Cabruja, en el que
se evidencia que el Banco Nacional de Bolivia S.A transfirió en calidad
de compra-venta a Gonzalo Molina Sardán -ahora representado- el
inmueble (fundo rústico) ubicado en km 15 Carretera a Cotoca del
departamento de Santa Cruz, con una superficie total de 89.841.14 m2
según título y 97.682.60 m2 según mensura; título de propiedad
registrado en Derechos Reales bajo la matrícula 7.01.1.06.0097952,
según el folio real adjunto (Conclusión II.1).

b) La inexistencia de hechos controvertidos sobre la titularidad del


derecho propietario, respecto de las personas ahora
demandadas, las que no obstante su legal notificación a la audiencia
de amparo, no asistieron a la misma ni emitieron el informe de ley.
Asimismo, si bien, Víctor Hugo Vallejos Torrico en representación del
demandado Leonardo Armando Gonzalo Salinas Baldiviezo
-codemandado-, supuestamente presentó título de propiedad sobre los
terrenos motivo de la presente acción de amparo constitucional en la
audiencia pública (fs. 226); sin embargo, del expediente remitido a
este Tribunal Constitucional únicamente consta un testimonio público
relativo a la adjudicación definitiva que hace la Alcaldía Municipal de
Cotoca a favor de Ramiro Salinas Castro, respecto al lote de
9,170.3604 m2, con matrícula inscrita en DD.RR. 7.01.2.01.0002312
(Conclusión II.4), que no es una persona demandada en la presente
acción y que su titularidad de dominio no se refiere al predio del ahora
representado.

c) La existencia de actos o medidas asumidas sin causa jurídica; es decir,


en prescindencia absoluta de los mecanismos institucionales
establecidos para la definición de hechos o derechos, o lo que es lo
mismo, actos vinculados a medidas de hecho que excluyen el derecho
a la jurisdicción o acceso a la justicia no obstante estar reconocidas
una pluralidad de jurisdicciones para la solución de conflictos. Ello, a
partir de las denuncias ante la FELCC, específicamente el caso:
FELCC-COTOCA 045/2012, abierto contra algunas de las personas
demandadas en la presente acción de amparo constitucional como
son: Emilio Guzmán, María Justiniano Vargas, Marcos Parada y Hugo
Egüez, por los supuestos delitos de asociación delictuosa y otros, con
un muestrario fotográfico donde se advierte asentamientos
rústicos y algunos destrozos en el fundo rústico descrito de
propiedad de Gonzalo Molina Sardan (Conclusión II.2).

Ahora bien, en razón a que el peticionante de la tutela también dirige


su acción contra otras personas que no pudo identificar, pero que
también se encuentran en su propiedad privada en forma de
asentamientos precarios como emergencia del avasallamiento, es
menester aplicar la jurisprudencia contenida en la SCP 0998/2012,
Fundamento Jurídico III.5, glosada anteriormente, por lo mismo, la
tutela también alcanza respecto de estas personas no identificadas, en
razón a que se ha demostrado fehacientemente el avasallamiento en
la propiedad de Gonzalo Molina Sardan.

De todo lo expuesto, se concluye que el Tribunal de garantías, al conceder la


tutela evaluó de manera correcta los antecedentes aportados.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en virtud de la autoridad que le confiere


la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y el art. 12.7 de la Ley
del Tribunal Constitucional Plurinacional, en revisión resuelve: CONFIRMAR la
Resolución 114 de 10 de agosto de 2012, cursante de fs. 230 a 233, pronunciada
por la Sala Civil Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz; y
en consecuencia determina:

1º CONCEDER la tutela solicitada, respecto a las personas demandadas y


también con relación a las no identificadas que estuvieren en posesión ilegal
y mediante vías de hecho de la propiedad de titularidad del accionante.

2º Ordenar al Tribunal de garantías que conoció la causa, que en mérito al


principio de justicia material, asegure el cumplimiento del presente fallo, para
que los efectos de la concesión de tutela sean materializados en relación a la
titularidad del derecho propietario de Gonzalo Molina Sardán, a cuyo efecto,
deberá efectivizar el cumplimiento de esta decisión en la superficie y de
acuerdo a los límites y colindancias establecidas en el registro oficial de
propiedad de Derechos Reales.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional


Plurinacional.

Fdo. Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez


MAGISTRADA

Fdo. Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños


MAGISTRADA

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