42593-Texto Del Artículo-128241-1-10-20220207 PDF
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RESEÑAS
Ianire ANGULO ORDORIKA, «¿No habéis leído esta Escritura?» (Mc 12,10).
El trasfondo veterotestamentario como clave hermenéutica de Mc 12,1-12,
Roma: Gregorian & Biblical Press, 2019, 389 pp., 16,5 x 23,
ISBN 978-88-7653-718-9.
Esta publicación es, con algunas varia- – clave hermenéutica de la parábola de los vi-
ciones, la disertación que la autora, actual- ñadores homicidas (Mc 12,1-9). La razón
mente profesora de la Facultad de Teología de este trabajo se encuentra en la respuesta
de la Universidad Loyola (Andalucía), de- insuficiente que han dado los estudios pre-
fendió en la Universidad Pontificia Comi- cedentes al aparente insalvable abismo se-
llas (Madrid) en 2018. La cuestión aborda- mántico entre el relato propiamente dicho
da hace referencia, en concreto, al sentido (imagen agrícola) y los versículos conclusi-
de Mc 12,10-11 –versículos que contienen vos (imagen arquitectónica; sentido cristo-
una cita de Sal 118,22-23–, como conclusión lógico). Las propuestas de estos trabajos
RESEÑAS
son agrupadas por la autora en tres grandes rábola (capítulo 1, pp. 23-85), para llegar a
bloques: a) la parábola sería una alegoría la conclusión de que este camino no arroja
elaborada por la primera comunidad cris- luz suficiente para comprender el uso de
tiana; b) la parábola sería una ficción realis- Sal 118,22-23 en este pasaje de Marcos
ta que refleja las costumbres agrícolas del y para opinar sobre la posible alusión a
siglo I; c) la parábola sería un texto com- Is 5,1-2. Para avanzar en el estudio, el si-
prensible para el judaísmo de la época de guiente paso consiste en poner las bases de
Jesús. El problema con estas propuestas es la metodología que se quiere seguir, estu-
que muchos de los que las propugnan fun- diando la presencia del Antiguo Testamen-
cionan con conjeturas sociológicas que lle- to en todo el Evangelio de Marcos (capítu-
van a reconstrucciones sin fundamento o lo 2, pp. 87-164). Los capítulos siguientes
con diversas precomprensiones que desem- (3-5), partiendo de lo visto en los anterio-
bocan en opiniones poco fundadas y muy res, estudian las constelaciones de referen-
cuestionables: que la parábola «originaria» cias bíblicas que en Marcos hacen refe-
no podía tener significación teológica (cris- rencia a la viña, al hijo y a la piedra
tológica); que la alusión a la viña de Isaías 5 (pp. 165-304). El último capítulo es de ca-
y la cita final del Sal 118 no podrían perte- rácter conclusivo (pp. 305-313). El libro in-
necer al relato original; etc. cluye una extensa bibliografía (pp. 325-361)
Vistas estas limitaciones, Ianire Angulo y diversos índices (pp. 363-389).
ha optado por explorar una metodología Al final de cada capítulo se van ofre-
que pudiese arrojar luz sobre el sentido del ciendo las conclusiones parciales. El capí-
texto partiendo del texto mismo. La idea tulo sexto ofrece una visión conclusiva más
rectora de fondo es que en todo el pasaje general, dividida en tres apartados. Por lo
hay una «pertinaz» presencia del Antiguo que respecta propiamente a Mc 12,1-11,
Testamento, pero que esa presencia no en su contexto más inmediato y en el con-
puede reducirse, como muchos hacen, a la texto general del evangelio, la autora
literalidad de una cita. Es así que la autora concluye que la continuidad semántica en-
funciona con esta clave hermenéutica: los tre los vv. 1-9 y los vv. 10-11 es mucho más
relatos y las imágenes del Antiguo Testa- estrecha de lo que pueda parecer a prime-
mento reciben, a lo largo del tiempo, un ra vista. El estudio muestra cómo la asocia-
«incremento» de sentido respecto a los ción entre las imágenes agrícola y arqui-
textos originales, debido a su recepción y tectónica no es anacrónica en el siglo I. En
uso en las diferentes épocas y contextos. la literatura intertestamentaria tienen re-
No es posible rastrear la presencia del sonancia todos los elementos que aparecen
Antiguo Testamento en el Nuevo sin tener en Mc 12,1-11; asimismo, es posible ras-
en cuenta esa historia de la recepción y, en trear el carácter primitivo de la cristología
concreto, la literatura intertestamentaria, que se expresa a través del esquema descen-
en la que se incluyen también las obras en- so – ascenso (en Sal 118,22-23 late la estruc-
contradas en Qumrán. Solo sabiendo con tura rechazo humano – aprecio divino) (cfr.
qué sentido eran recibidos y entendidos Mc 9,37; 11,27-33); la tradición ampliada
esos textos en la época en la que vivió Jesús sobre el sacrificio de Isaac y la entrega de
y en la que fueron escritos los evangelios Abrahán apunta ya a una cristología com-
podremos entender con más exactitud y prendida en clave de expiación; en torno a
profundidad los relatos de los hagiógrafos la tríada viña – hijo – piedra se interrelacio-
cristianos. na un imaginario que comparte repetidas
La autora parte del análisis exegético de referencias al carácter relacional de la
Mc 12,1-11 y del estudio sinóptico de la pa- Alianza entre YHWH y su pueblo, Alianza
RESEÑAS
dibujada con los rasgos afectivos del matri- su estudio ha permitido poner de relieve la
monio y en riesgo constante de quebrarse cuidada labor redaccional de Marcos, con
por el repetido deseo de usurpar aquello una dinámica literaria y teológica propia.
que solo puede acogerse como don divino, Todas las realidades que aparecen en ella,
como herencia; el empeño constante de un dentro del esquema Galilea – desierto – Je-
Dios que no claudica a la hora de restaurar rusalén (Edén – desierto – entrada en la tie-
unos vínculos que amenazan romperse; los rra), están estrechamente relacionadas en-
hijos amados (como Isaac, José o David) que tre sí, dando una gran coherencia y unidad
sufren en esa dinámica de apropiación, y de sentido a todo el relato. La metodolo-
que son vistos como piedras (frutos del gía, por su parte, ha servido para redimen-
vientre), elementos de construcción y de sionar tantas precomprensiones negativas
acusación: la piedra desechada realiza un jui- sobre el carácter y el uso de la Septuagin-
cio, mientras que la piedra angular es pun- ta, en absoluto usada simplemente por per-
to de arranque de una edificación renova- sonas ajenas a la mentalidad bíblica, y so-
da. Estos elementos hacen ver hasta qué bre la relación entre el Antiguo y el Nuevo
punto Mc 12,1-11 sigue el modelo del Testamento, mediada por la literatura
pleito o proceso judicial (rîb) propio de los intertestamentaria, muy dialógica y muy
libros proféticos, con el que se pretende presente en la obra de Marcos. El estudio
restablecer los vínculos dañados a través de de Ianire Angulo se ofrece, así, como una
un careo en el que la víctima toma siempre aportación iluminadora, seria y abierta,
la iniciativa (pp. 307-309). que muestra lo imprescindible de tomarse
La autora, en todo caso, no se limita a en serio el estudio de la relación entre el
concluir sobre Mc 12,1-11, sino que apor- Antiguo y el Nuevo Testamento.
ta otro tipo de conclusiones a las que da in-
cluso más importancia. Una de ellas es que Juan Luis CABALLERO