Nocturno III

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Nocturno III

Una noche
 Una noche toda llena de perfumes, de
murmullos y de músicas de alas,
Una noche
 En que ardían en la sombra nupcial y
húmeda las luciérnagas fantásticas, 
A mi lado lentamente, contra mí ceñida,
toda, 
Muda y pálida
 Como si un presentimiento de
amarguras infinitas,
 Hasta el más secreto fondo de las
fibras te agitara,
 Por la senda florecida que atraviesa la
llanura florecida
Caminabas,
Y la luna llena
 Por los cielos azulosos, infinitos y
profundos esparcía su luz blanca,
Y tu sombra
Fina y lánguida,
Y mi sombra
 Por los rayos de la luna proyectada
 Sobre las arenas tristes
 De la senda se juntaban
Y eran una
Y eran una
 Y eran una sola sombra larga!
 Y eran una sola sombra larga!
 Y eran una sola sombra larga!

Esta noche
Solo, el alma
 Llena de las infinitas amarguras y
agonías de tu muerte,
 Separado de ti misma, por la sombra,
por el tiempo y la distancia,
Por el infinito negro
Donde nuestra voz no alcanza,
Solo y mudo
Por la senda caminaba,
 Y se oían los ladridos de los perros a la
luna,
A la luna pálida,
Y el chillido
De las ranas,
 Sentí frío, era el frío que tenían en la
alcoba
 Tus mejillas y tus sienes y tus manos
adoradas,
Entre las blancuras níveas
De las mortuorias sábanas!
 Era el frío del sepulcro, era el frío de la
muerte
Era el frío de la nada...
Y mi sombra
 Por los rayos de la luna proyectada,
Iba sola,
Iba sola
¡Iba sola por la estepa solitaria!
Y tu sombra esbelta y ágil
Fina y lánguida,
 Como en esa noche tibia de la muerta
primavera,
 Como en esa noche llena de murmullos
de perfumes y de músicas de alas,
Se acercó y marchó con ella
Se acercó y marchó con ella,
 Se acercó y marchó con ella... ¡Oh las
sombras enlazadas!
 ¡Oh las sombras que se buscan en las
noches de negruras y de lágrimas!...
El cuento del aceite de oliva

Érase una vez una semilla de olivo que viajó miles de kilómetros
empujada por el viento. Volaba y volaba sin parar durante el día y la
noche. Atravesó mares, sobrevoló montañas y ríos... hasta que un día,
el viento paró. La semilla cayó en el suelo húmedo y fértil de un bonito
Valle. Allí nació el primer olivo. De este olivo nacieron sus primeros
frutos: las aceitunas.
El hombre, que ya andaba por allí, no tardó mucho en darse cuenta de
que el olivo y él serían grandes amigos, y que su amistad duraría para
siempre. Si el hombre aprendía a cuidarle cada año, el árbol le regalaría
un montón de Aceitunas.

Los viejos libros cuentan que pronto el hombre aprendió a extraer aceite
de las aceitunas que recolectaba cada año. Pero además también
aprendió a usar el aceite para encender sus lámparas, para cuidar la
piel... pero sobre todo, sobre todo... para usarlo como alimento.

Los primeros cultivos de olivar se desarrollaron en una región entre


Palestina, Creta y Egipto. ¿Sabéis dónde está eso? Allí, poco a poco,
perfeccionaron las técnicas para extraer el aceite de las aceitunas. Más
tarde, el aceite de oliva se convierte en un producto muy importante
para la antigua Grecia y claro, los griegos que era muy viajeros,
extendieron el cultivo del olivo por toda Europa.

Como les gustaba además comer siempre con su aceite de oliva allá
donde fueran, lo transportaban en unas grandes vasijas de barro
llamadas ánforas.

Los romanos heredaron de los griegos estas buenas costumbres. Y en


época del Imperio Romano, la Bética (que era como se conocía entonces
a la Península Ibérica) enviaba a Roma en barcos sus mejores aceites,
en vasijas de barro que se hacían en la cuenca del río Guadalquivir. Eran
muchísimas las vasijas españolas, con aceite español, que recibían en
Roma. Como por aquel entonces no existía lo de reciclar envases, se
dedicaron a amontonar las vasijas a medida que consumían el aceite.
Tanto consumieron que con los restos de las vasijas se formó un monte
que todavía hoy existe en Roma: monte Testaccio.

Bueno, pero volvamos a nuestra historia. Al principio, el aceite se


extraía aplastando las aceitunas con grandes molinos de piedra que eran
empujados por humanos y animales. Pero claro, el hombre que es muy
listo, como vosotros... aprendió a generar energía, así que empezó a
usar máquinas mucho más modernas para poder extraer mejor el aceite
sin tener que empujar los pesados molinos de piedra.

Hoy en día, como todos ya sabéis, el hombre ha evolucionado mucho y


tenemos técnicas más modernas para obtener aceite de las aceitunas.

En otoño comienza la recolección. Se puede hacer de tres maneras:

 A mano. A lo que llamamos coloquialmente ordeño.


 Vareando. Con unos palos largos se golpean las ramas.
 Con máquinas vibradoras, que agitan las ramas o incluso el tronco
de los olivos para hacer caer las aceitunas.

Se recogen directamente del árbol, sobre redes llamadas "mantos", se


llaman "aceitunas de vuelo", a diferencia de la "aceituna de suelo" que,
como su propio nombre indica, se recogen después de que la aceituna
haya caído sobre el terreno. Una vez que tenemos las aceitunas, se
transportan hasta la Almazara o Molino, donde vienen clasificadas antes
de entrar en el proceso de producción.

Y ¿Qué creéis que se hace luego? Pues limpiarlas. Se separan las hojas,
los tallos... se mira que no tengan polvo... y a veces se les da un
lavadito con agua. A continuación pasamos a la molienda. ¿Quién se
imagina qué es? Pues consiste en aplastar las aceitunas con unos
molinos (generalmente de martillos) para poder sacarles el aceite.

De esta forma se consigue una pasta de aceituna. Pero todavía no


hemos separado el aceite. Batimos todo para que, poco a poco, se
vayan juntando las gotitas de aceite. Gota a gota se consigue juntar el
aceite. Pero ahora hace falta separarlo del agua (Alpechín) y de la parte
sólida (Orujo) que componen la pasta de aceituna.

Para separar el aceite centrifugamos la pasta. Que no es otra cosa que


meterlo todo en una máquina que, igual que una lavadora, da vueltas a
toda velocidad y conseguimos separar el aceite, que pesa menos, del
resto de la pasta (agua y sólidos) que es mucho más pesado.

Y amigos... ¡ya tenemos el aceite! Como veis el aceite de oliva virgen


que se obtiene mediante este proceso es auténtico zumo de aceituna. Lo
clasificamos por calidades, lo conservamos de la mejor manera y,
llegado el momento lo metemos en botellas... y directo hasta vuestras
casas, ensaladas, frituras y muuuuucho más.
En España, el aceite es todo un símbolo. Es uno de los elementos más
importantes de nuestra dieta mediterránea. Lo utilizamos para
desayunar, comer y cenar... claro es que está riquiiiiisimo. Hay mucha
gente que se lo come con un trocito de pan.

Pero lo curioso de esta historia... es que en España como hay días de


mucho viento... la semilla viajó por toooodo el territorio. Y hoy en día si
os fijáis al viajar... os daréis cuenta de que hay olivos por todas partes.
Pero no todos son iguales. No todos dan las mismas aceitunas y por lo
tanto los aceites que se consiguen son diferentes.

Hay variedades para todos los gustos: picual, hojiblanca, arbequina y


muchos más...

Está rico de cualquier forma... en las ensaladas, con un chorrito en los


bocadillos, frito con carne, pescado, pollo... ummmmmm,,, ¡me está
entrando hambre a mi también!

Así que ya sabéis niños... si queréis comer sano y crecer fuertes, no


olvidéis usar siempre aceite de oliva porque, además, está para
chuparse los dedos.

Y fueron felices... y comieron...

Con aceite de oliva

Cuento enviado por Elena, Maestra de primaria - Su fuente: Ministerio


de Medio Ambiente
Libros: Resumen de Ojos de Perro Azul, del autor Gabriel García
Márquez

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Ojos de Perro Azul
Autor: Gabriel García Márquez
Género: Ficción y Literatura / Literatura Latinoamericana / Novelas
Idioma: Español
Resumen:
Otra faz en la narrativa de Gabriel García Márquez. Casi todas las obras de este gran
autor se caracterizan por la presencia simultánea de ámbitos aparentemente alejados
entre sí.
'Además de lo onírico y de la rareza individual -escribe Mario Vargas Llosa a propósito de
García Márquez- en este mundo en que lo social, lo político y otros niveles objetivos
(como el sexo) parecen arrolladores, tienen cabida hechos y situaciones que por su
carácter insólito y pintoresco contrastan con los hechos opresivos, obvios y monótonos
que constituye en la vida cotidiana... y sugieren la existencia de "otra" realidad, menos
previsible, en la que reinan la fantasía, la extravagancia, cierto tipo de humor'.
"En ojos de perro azul" el buceo de García Márquez en esa "otra" realidad es hondo y
vertiginoso. Ya no se trata de revelarnos un aspecto de realidad placentero y risueño.
García Márquez nos enfrenta con esa presencia inevitable que es la muerte,
descubriéndola como una parte gemela de nuestro vivir. La muerte vislumbrada en los
sueños y luego conocida como experiencia total del alma y del cuerpo la muerte como
una constante inminencia que nos revela hasta qué punto nuestro propio ser está formado
por aspectos distintos y nunca imaginados.
En este libro se incluye, además, su primer cuento célebre, el 'Monólogo de Isabel viendo
llover en Macondo', escenario de sus obras posteriores. El personaje de Isabel
reaparecerá en su primera novela, y el tema de la lluvia cayendo interminablemente, en
su personal versión del diluvio universal, acabaría integrándose suave y flexiblemente en
"Cien años de soledad". Este relato, incluido en todas las antologías del cuento
latinoamericano de nuestros días, fue la primera piedra de ese gigantesco edificio, tan
imaginario como real, que terminaría fundando el espacio literario más poderoso de las
letras universales de nuestro tiempo: Macondo.

Resumen de La pobre viejecita


► Libros y literatura
La pobre viejecita es uno de los mejores cuentos de Rafael Pombo en el que
se hace una ironía con respecto a una viejecita que lo tiene todo, todas las
comodidades, todos los lujos. Sin embargo, se le presenta como “pobre”
para dar a entender todo lo contrario. En este resumen de la pobre viejecita
no vamos a tomar apartes de este cuento poema en rima, sino que vamos a
sintetizarlos en la idea principal.
Resumen de la pobre viejecita

La pobre viejecita tenía todos los manjares, tenía todo para comer.
La pobre viejecita tenía una hermosa casa.
La pobre viejecita tenía cuidados de muchas personas.
La pobre viejecita tenía los mejores sofás, la mejor cama,
La pobre viejecita tenía los mejores trajes para vestir, los mejores zapatos, y
todo ello en cantidad.
Al final le pobre viejecilla muere de vejez y deja una gran herencia.
A todo ello Pombo le antepone el contrario a comienzo de verso. Por ej… no
tenía qué comer, sino…
En fin. Eso es todo, como podéis ver, es algo muy corto. Inclusive, más que
resumen podríamos más bien hablar de las ideas principales en torno a las
cuales gira este hermoso poema del ecritor colombiano Rafael Pombo.

RESUMEN DE LA OBRA:

La hojarasca, trata de la historia del entierro de un hombre, un médico misterioso y


odiado, al que sus vecinos quieren dejar insepulto. Al mismo tiempo es la historia del
odio acumulado durante veinticinco años en Macondo, un lugar llamado a ser, pocos
años después, famoso en el mundo entero.

La obra comienza con la muerte de un médico innominado, que cayó en desgracia con el
pueblo de Macondo y que un buen día decidió ahorcarse, para mostrarse por primera vez,
como dice Gabo, "cómodamente muerto", en el velatorio del doctor del pueblo.

La historia es narrada a través de los monólogos de tres personajes de una misma familia: un
viejo coronel (el abuelo), Isabel (hija del coronel), y el hijo de Isabel.

A través de los ojos del niño, te puedes pasear por los fríos y tristes alrededores de la muerte
y del velatorio (la muerte de una persona y su cortejo, la muerte del pueblo y su procesión);
los mismos ojos te cuentan el ocaso del pueblo; fundidas sus riquezas y apagado su
esplendor por las guerras y las crisis; esas mismas que llenaron las calles y las casas de "una
hojarasca formada de desperdicios naturales y humanos". 
 De pronto, llegó la compañía bananera perseguida por “la hojarasca”(era una hojarasca
revuelta, alborotada, formada por los desperdicios humanos y materiales de los otros pueblos:
rastrojos de una guerra civil que cada vez parecía más remota e inverosímil.) La hojarasca era
implacable, contaminando todo de su revuelto olor multitudinario, olor de secreción a flor de
piel y de recóndita muerte.

        En el texto coexisten dos fuerzas antagónicas e irreconciliables que presentan dos


visiones del mundo, igualmente opuestas.  "Nosotros", paradigma del orden (conformado por
las familias fundadoras de Macondo y representado por la figura mítica del Coronel), tiene
como oponente al cantante "hojarasca" (formado por los desplazados de las guerras civiles
alentados por la oportunidad de trabajo que abre la llegada de la compañía extranjera a
Macondo), paradigma de lo entrópico que instituye nuevos héroes contradictores de los
valores occidentales y lleva a cabo un proceso de organización desintegradota.

        Todo enmarcado dentro de un proceso de evolución histórica de la región del norte-


costera de Colombia, basado en la "eliminación del elemento autóctono y en la importación de
población nueva.  Como resultado obtenemos una sociedad básicamente compuesta por
gente recién llegada “ los recién llegados” ( expresión aparece en el prólogo de la novela) y un
sincretismo cultural y racial que genera esa visión del mundo completamente nueva y original.
    La Hojarasca nos muestra, la ideología de un patriciado liberal en crisis es, en apariencia, el
punto de vista ideológico que organiza el desarrollo del relato, pues el verdadero propósito de
la novela es la "representación-evaluación" del advenimiento (¿de la postergación?) de la
modernidad en Colombia.

    El elemento responsable del sentido en el texto de la novela, es una formación social que
enmarca el desarrollo histórico de la región caribeña colombiana dentro de la caracterización
de Pueblo Nuevo y la opone a la de los "Pueblos Testimonios" de la región Andina.  Esta
formación social implica, como ya se dijo, la eliminación-obliteración de la población autóctona
y la importación de mano de obra esclava, en primera instancia, y luego, asalariada, producto
de los flujos migratorios tan importantes en la conformación de todas las sociedades del
Caribe.

        En la novela, esta formación social se ve a través de tres articuladores semióticos: la


figura del extranjero, la desaparición de Meme y la deshumanización de los guajiros, y a
través de la técnica del metarrelato o relato espejo.

        Macondo, pueblo reciente conformado por recién llegados (solo tiene unos 30 años, la
edad de Isabel) y el propósito último de la novela es precisamente mostrar ese origen
cercano, esa "novedad" y su evolución.  La intención del autor probablemente es buscar su
origen, escudriñar su identidad, responderse a la pregunta: ¿De donde vengo?  "De
extranjeros, de recién llegados", parece ser la respuesta.  Por eso son ellos los dinamizadores
de la trama de la novela.  El relato gira en torno al extranjero médico; el liderazgo en el pueblo
es ejercido por el cachorro, otro recién llegado; Martín ejerce singular atracción sobre las
mujeres de Macondo, e incluso, sobre el coronel; el coronel mismo es un recién llegado.  Las
uniones en el pueblo de las que tenemos conocimiento se dan siempre con extranjeros:
Meme-Médico, Isabel-Martín, Genoveva-Titiriteros, signo inequívoco de la tendencia
integracionista y de la tendencia al sincretismo de las sociedades caribeñas.

En el texto aparece una semiótica referida a lo foráneo como elemento integral y constitutivo
de Macondo: "La hojarasca volteó y salió a recibirlo y con la vuelta perdió el impulso, pero
logró unidad y solidez; y sufrió el natural proceso de fermentación y se incorporó a los
gérmenes de la tierra."

        Si uno de los rasgos de los pueblos contiguos al mar Caribe fue el extermino casi total de
la población autóctona, nos preguntamos por qué aparecen indígenas en un texto que
pretende erigirse como imagen especular de la región donde se desarrolla; y, adicionalmente,
y aún más intrigante: ¿Por qué guajiros?  Cabe recordar, señalar que "el contacto de los
españoles con la población indígena, tuvo drásticos efectos sobre ésta" y como el mismo autor
continúa diciendo "los indígenas fueron reemplazados por negros traídos de las antillas y del
Africa, con lo cual se incidía en la modificación de la encomienda como sistema de producción
ante la impresionante desaparición de los indígenas."

En el texto se convierte este proceso de exterminio a partir de un articulador semiótico: la


desaparición de la india Meme y su descendencia.  Este, a su vez, se articula discursivamente
a través de la oposición del discurso oficial del extranjero "causante del exterminio": "en
cuanto a Meme nos dio una explicación que habría podido parecer pueril, pero que fue dicha
por él con el mismo acento con que habría dicho su verdad.  Dijo que Meme se había ido, eso
era todo". Así,  a través del discurso no-oficial portado por un pasquín: "Pero en el pasquín
que apareció en esta esquina se decía que el médico asesinó a su concubina y le dio
sepultura en el huerto"
      En la obra se utiliza la técnica del dato escondido, en cuanto a la descendencia indígena,
es decir, "narración por omisión o por omisiones significativas, silenciando temporal o
definitivamente ciertos datos de la historia para dar más relieve o fuerza narrativa a esos
mismos datos que han sido momentánea o totalmente suprimidos", principio de organización
narrativa muy apropiado para este caso, pues el discurso oficial, el del extranjero, es el que
oculta y omite el dato: "Dígame una cosa, doctor: ¿Qué fue de la criatura?  El no modificó la
expresión: ¿Qué criatura, coronel?", "Tiene razón, coronel.  Hasta me había olvidado de eso",
con esto, el autor y su región, se explican, se piensan.  Sin embargo, aún queda por resolver
el hecho más intrigante en este sentido: ¿Por qué guajiros? La respuesta parece residir, en mi
opinión, en una formación social mucho más específica que se presenta en el departamento
del Gran Magdalena, una de las subregiones de la costa Caribe colombiana, compuesta hasta
los años sesenta por las regiones del Magdalena, La Guajira y El Cesar, territorios sobre los
cuales la ciudad de Santa Marta ejercía importante influencia como capital.  Según Adriana
Mercedes Corso, "las actividades administrativas de la gobernación, las sesiones de la
Asamblea Departamental, la oferta de servicios financieros (v. gr. la Caja Agraria) para esos
territorios se realizaban en Santa Marta y se ofrecía educación de calidad en el Liceo Celedón,
claustro en el cual se formaron muchos cesarenses y guajiros." Producto de esa situación de
primacía, encontramos una formación ideológica que señala la superioridad de los samarios y
la inferioridad de los guajiros, tendencia xenofóbica que señala la categorización de vasallos
para los últimos y señores para los primeros.  Es por eso que el pueblo ve con 'malos ojos' la
actitud de Meme de pretender ser una señora y está a punto de apedrearla: "Meme se había
presentado a la iglesia, adornada como una cualquiera elevada a la categoría de señora".  Y
por eso Isabel la ve "vestida más como un pesebre de navidad que como una señora"

La estructura ideológica se refleja en la obra a partir de la deshumanización de los guajiros


vasallos del Coronel.  Así, para Isabel son "animales amaestrados en un circo" , para el niño
"cuatro cuervos en un caballete" y para el Coronel, una posesión, por eso los llama "mis
hombres" .  Como señala Vargas Llosa, los guajiros "apenas son personas: meras presencias,
se confunden con las vigas, con el catre solitario, con el ataúd."

García Márquez traza la historia de un amor que no ha sido correspondido


por medio siglo. Aunque nunca parece estar propiamente contenido, el amor
fluye a través de la novela de mil maneras: alegre, melancólico,
enriquecedor, siempre sorprendente.

Sinopsis
La historia de amor entre Fermina Daza y Florentino Ariza, en el escenario de un
pueblecito portuario del Caribe y a lo largo de más de sesenta años, podría parecer un
melodrama de amantes contrariados que al final vencen por la gracia del tiempo y la fuerza
de sus propios sentimientos, ya que García Márquez se complace en utilizar los más
clásicos recursos de los folletines tradiciones. Pero este tiempo -por una vez sucesivo, y no
circular-, este escenario y estos personajes son como una mezcla tropical de plantas y
arcilla que la mano del maestro moldea y con las que fantasea a su placer, para al final ir a
desembocar en los territorios del mito y la leyenda. Los jugos, olores y sabores del trópico
alimentan una prosa alucinatoria que en esta ocasión llega al puerto oscilante del final feliz.
«Era inevitable: el olor de las almendras amargas le recordaba siempre el destino de
los amores contrariados. El doctor Juvenal Urbino lo percibió desde que entró en la
casa todavía en penumbras, adonde había acudido de urgencia a ocuparse de un caso
que para él había dejado de ser urgente desde hacía muchos años. El refugiado
antillano Jeremiah de Saint-Amour, inválido de guerra, fotógrafo de niños y su
adversario de ajedrez más compasivo, se había puesto a salvo de los tormentos de la
memoria con un sahumerio de cianuro de oro.
» Encontró el cadáver cubierto con una manta en el catre de campaña donde había
dormido siempre, cerca de un taburete con la cubeta que había servido para
vaporizar el veneno.»
La crítica dijo...
«La voz garciamarquiana alcanza aquí un nivel en el que resulta a la vez clásica y
coloquial, opalescente y pura, capaz de alabar y maldecir, de reír y llorar, de fabular y
cantar, de despegar y volar cuando es necesario.»
Thomas Pynchon, The New York Times

Resumen En la diestra de Dios Padre


La historia trata de un hombre llamado Peralta, era un hombre muy generoso, y caritativo el
cual ayudaba al que se ponía enfrente, aunque el se quedara sin comer pero a los demás les
daba lo que tenia sus hermanas le decían que no fuera tan tonto que se pasaba de bueno
pero él, como buen hombre que era no le interesaba y al contrario les daba mas y mas y
sucedió que un día, por la noche llegaron unos peregrinos, uno de avanzada edad y el otro
mas joven con el pelo muy largo, Peralta como buen hombre que era les dio posada en su
casa y los invito a cenar aunque no tenia que ofrecerles, su hermana los superviso con una
mirada que casi los desnudaba. Los dos peregrinos eras muy buenos y desprendían un olor
muy bonito de rosas, la hermana les ofreció de comer y se dirigió a la cocina pero ya sabia
que no había ni un grano de sal ahí pero su sorpresa fue que la despensa estaba llena, ella
decía que era un milagro, y una recompensa que Dios le había enviado a su hermano por ser
tan bueno. Al siguiente día despertó Peralta, y vio una mochila llena de onzas del Rey, muy
asombrado, le dijo a su hermana y esta corrió la voz por todo el pueblo, pero como Peralta era
un hombre muy honrado se dio a la tarea de alcanzar a los dos peregrino y al cabo de mucho
camino los encontró y les devolvió el dinero, fue entonces cuando los peregrinos le dijeron que
el mas viejo era San Pedro el que tenia las llaves del cielo y el mas joven era Jesús el
Nazareno. Que le dijeron que habían dejado esa mochila a propósito para probar la honradez
de Peralta, y por ello Jesús le dio cinco deseos.
Su primer deseo fue que el ganara el juego cada vez que quisiera, el segundo fue que quería
que le mandara por adelante a la muerte, el tercero fue que el tuviera a quien quisiera y donde
quisiera y el tiempo que fuera hasta que el quisiera, el cuarto fue que se hiciera chiquito como
una hormiga, y el ultimo fue que el diablo no le hiciera trampa.
El primer deseo le sirvió ya que les ganaba toda la plata a los ladrones y aprovechados que lo
querían estafar viendo que tenia muchas onzas del Rey. Con esto compro casa para asistir a
los enfermos y el pagaba las medicinas y curaba a los leprosos y él ni si quiera se compraba
ropas nuevas en cambio su hermana vivía con todo el lujo. El segundo y el tercero le
resultaron a la perfección ya que la muerte un día llego y toco a su puerta pero Peralta, le dijo
que se subiera a un aguacate que tenia para que divisara el pueblo pero le dijo que no se
bajara hasta que le diera la gana así que pasaron años y epidemias y nadie se moría, hasta
que tuvieron que bajar San Pedro y Jesús para pedirle a Peralta que dejara a la muerte y este
accedió, con la condición de que la muerte no le hiciera nada. El primero también lo puso en
practica con el diablo y le gano todas las almas del infierno, por lo cual el diablo se quedo
llorando de ahí se dirigió al cielo y San Pedro al ver esa multitud, atranco las puertas del cielo.
Tuvo que hablar con el Padre y después de llegar a un acuerdo de que las almas no podían
entrar al cielo, las mando a la tierra pero esas almas no iban a tener salvación por lo que por
siempre se quedarían en la tierra, al final Dios le dio a escoger uno de los tres lugares de la
Santísima Trinidad y Peralta se hizo chiquito como una hormiga y se abrazo a la cruz.

 “El Almohadón de plumas”


Resumen
            “El almohadón de plumas” narración escrita por el mayor cuentista latinoamericano,
Horacio Quiroga, narra la historia de  Alicia una mujer rubia, angelical y tímida, quien
recientemente se había casado, sin embargo no se sentía feliz. Su marido la amaba
profundamente pero nunca lo demostraba. Alicia viva en una casa grande con sirvientas y
todos los lujos que cualquier mujer podría desear, pero se sentía sola, falta de afecto y cariño
por parte de su esposo. De repente a Alicia la ataca la enfermedad de la influenza, esto la llevo
a estar días y días postrada en una cama.  Los días pasaron y Alicia, nunca se recuperaba, al
contrario cada vez estaba peor. Tuvo varias consultas con el médico, quien no podía explicar el
porqué de la gravedad de Alicia. Comenzaron los delirios, las alucinaciones y Alicia no
mostraba señales de mejoría. En su última consulta el médico le dice a Jordán, su esposo, que
ya no hay nada que hacer, este estalla en coraje, debido a la impotencia que sentía en no poder
aliviar a su esposa. El tiempo transcurría y Alicia hacia su desfile hacia la muerte, tan grave era
su estado, que ya no podía levantar su cabeza, le prohibió a las sirvientas que la tocaran y se
negó a que le cambiaran la almohada. Un buen día, Alicia fallece, la sirvienta se encarga de
recoger el cuarto donde esta falleció, al levantar la almohada, pega un grito llamando a Jordán.
Jordán busca un cuchillo y abre un agujero en la almohada y para su sorpresa, allí anidaba un
monstruoso animal, que desde el día en que Alicia había caído en cama, se había encargado de
extraerle la sangre hasta causarle la muerte.
La otra raya del tigre
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La otra raya del tigre

de Pedro Gómez Valderrama

Género Novela 

Tema(s) Biografía

Edición original en español

Ciudad Bogotá

País Colombia

Fecha de publicación 1977

Páginas 277 páginas

Cronología de Pedro Gómez Valderrama

Los ojos del burgués: un Los infiernos del Jerarca


La otra raya del tigre
año en la Unión Soviética Brawn y otros textos

(1977)
(1971) (1984)

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La otra raya del tigre es una novela del escritor colombiano Pedro Gómez Valderrama (1923-
1992). Ambientada en la segunda mitad del siglo XIX, narra la vida de un colonizador y
aventurero alemán, Geo von Lengerke, quien emigró al entonces estado soberano
de Santander, en Colombia, buscando fortuna. Recrea de una manera un tanto barroca, las
extravagancias del protagonista y sus compañeros alemanes, que vivieron cual señores
feudales en medio de montañas selváticas semiexploradas.
Publicada por primera vez en 1977, es considerada por los críticos como un ejemplo de novela
histórica. Como tal, es además un importante testimonio de las guerras civiles del siglo XIX.
También se refiere a la historia de la quina, uno de los principales productos de exportación en
la Colombia de la época.
La novela fue convertida en serie de televisión en 1993 por RCN Televisión. Fue
protagonizada por el actor brasilero Guy Ecker y la actriz colombiana Danna García.

Resumen y sinópsis de La tejedora de coronas de Germán Espinosa


Además de lúcida y subyugante, La tejedora de coronas, centrada en el personaje
de Genoveva Alcocer, es un viaje a través de un lenguaje magnífico y pleno de
sorpresas, vigor y sugerencias, que al guiar al lector por un pasaje de la historia
de Cartagena y su presencia en el siglo XVIII, lo ubica entre las coordenadas que
han integrado la mentalidad, el espíritu y la realidad del hombre actual.
  
  A partir de una gestación primitiva, el mar y sus bestias legendarias, Espinosa
recrea un período en el cual saber, anticipar y crear constituían peligro; y corre
estadios en donde la astrología, las matemáticas, los mitos imperantes en el viejo
y nuevo mundo, la intolerancia y la guerra, se planteaban como aventuras de
envergadura y riesgo iguales. Asistimos al desmoronamiento de una época
dominada por la superstición, cuando la crueldad y los afanes de poder engullen
el nervio de los pueblos, pero también la afirmación, la inteligencia, la intuición y
proyección de los pensadores, inventores, revolucionarios y disidentes; esos
cultores del espíritu que ejercerán notable influencia sobre las generaciones
posteriores. Con su erudita y apasionada visión de Cartagena y de esa época, su
fervor por temas históricos y magistral empleo del lenguaje, una certera claridad
del pasado y del porvenir más allá del porvenir, el novelista predice que el lastre
de violencia, inquisición, horror, ignorancia y brutalidad no será permanente. A
la larga, la imaginación y la creatividad serán más fuertes que los engranajes de
los señores de la guerra y la estupidez. El espíritu y la inteligencia ganarán la
batalla de la oscuridad.

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Frans Mauricio Castro Barahona*
(Pontificia Universidad Javeriana)
Mito de la infancia.
Celia se pudre: mitos, aesthesis y lagos
Resumen
El presente escrito se encarga de revisar la novela de Héctor Rojas Herazo, Celia se pudre.
Novela que es el mito de la infancia, que es todo y es nada, que es la existencia, pero
también
la muerte. Es un mito, que más allá de ser una defensa para el hombre contra lo intangible y
amenazador, pone al ser humano en las fronteras del abismo, lo hace caminar en ellas y
sentir-
las como parientes, sus hermanas, una imagen de ellas. Con la conciencia de la muerte se
abre
la conciencia del habitar. Éste es la otra mitología de lo humano, es el punto que construye
el
recuerdo capaz de poseer el presente y ser pasado. La casa o la ciudad son el habitar y el
habitar es el ser. Un ser caótico, lleno de resignificaciones y nuevos sentidos. Esta termina
con
elhombre mismo y ella también acaba al hombre.
Palabras clave: existencia, ser humano, conciencia, mitología, Héctor Rojas Herazo

CASA DE VECINDAD DE JOSÉ ANTONIO OSORIO LIZARAZO

Como se pone de presente en las notas preliminares a la obra de José Antonio Osorio
Lizarazo, publicada por el instituto Colombiano de Cultura en 1978, el autor no aparece
entre las figuras destacadas de la novelística nacional, aunque se debe matizar la cuestión
cuando se observa que la crítica literaria contemporánea ha tornado su mirada hacia el autor
bogotano. Osorio fue un prolífico escritor que cuenta con 20 libros entre novelas y crónicas,
lo cual de por sí, genera la sospecha sobre el equilibrio de su obra. 

Casa de vecindad (1930) es su primera novela. En ella se narra la historia de un hombre de


50 años que se ha quedado sin trabajo en Bogotá y, ante la falta de vivienda propia, decide
alquilar un cuarto en una posada en el centro de la capital. Mientras sus ahorros se
extinguen conoce las vilezas de los ocupantes de la casa, aunque también lo sorprende la
actitud de Juana, una joven que, con un niño bajo su tutela, lucha por no naufragar en la
prostitución aún por encima del hambre. Una serie de eventos acercarán al cincuentón a
Juana y su hijo, quienes viven, paulatina pero certeramente, el estrangulamiento de la
pobreza. 

Precisamente es este último tema uno de los ejes en la narración. Oculta bajo la retórica de
una élite conservadora que había gobernado el país durante más de 40 años (1886-1930) la
pobreza se afincaba en las clases más desfavorecidas de Colombia. Los personajes de Casa
de vecindad son avasallados por la falta de dinero y empleo y se crea dentro de la novela
una dicotomía entre la virtud, que deriva en hambre y despojo, o el crimen y la
prostitución. 

Esa es la línea gruesa que separa al narrador de 50 años, Juana y su pequeño compañero, y
el resto de los habitantes, no sólo de la pensión sino de la ciudad. Los primeros tratan de
mantenerse al margen de la voracidad y el desinterés por los necesitados, mientras que en
los otros aparecen los vicios más desagradables: insensibilidad, calumnia, gusto por la
violencia, burla por los destinos malogrados y hasta proxenetismo, entre otros. En la
imposibilidad que tienen los personajes principales de alejarse de ese mundo en el que el
lumpen afila sus peores vergüenzas es donde se construye una de las tensiones de la novela.

Dicha tensión crece con el avistamiento de la miseria absoluta, en especial en el hombre de


50 años. La novela gana aquí en dramatismo y con mucha virtud va mostrando los pasos de
la caída hacia la mendicidad: de los 8 pesos con que cuenta una vez ha llegado a la casa, el
cincuentón pasa a empeñar sus pocos enseres y finalmente, cuando sólo le quedan los
tragos amargos del agua y es echado de la casa, decide salir a la calle a confiar en la caridad
de los transeúntes. No es sólo la pérdida de los ahorros y el hambre lo que agrava el
conflicto, sino el hecho de que el protagonista sabe que lo mismo padecerán Juana y el
infante, a quienes ha prometido ayudar. 

El encadenamiento de las acciones, las digresiones que retardan las acciones y


pensamientos extremos, y que llevan al lector detrás de la suerte de los afectados, es tal vez
una de las virtudes de esta obra. No cae ella en la ordinaria muestra de eventos extremos sin
mediar una reflexión, sino que evalúa la condición humana en el paso por varias etapas
hacia la inanición. Sin embargo, no deja de ser incómodo cierto tono melodramático que se
revela en algunas escenas con las cuales acaso le fue difícil lidiar al escritor, teniendo en
cuenta la profundidad de la tragedia. Tal vez esta afectación –que no se siente en todos los
momentos de la novela- sea lo que mancha un poco la obra que por momentos se llena de
una emotividad y encono nacidos del apasionamiento del propio autor. 

Pero esos bajones no alcanzan a devaluar la lectura del trasfondo realizada en la novela:
Bogotá en 1930, parece decir Osorio Lizarazo, crece caóticamente y no genera los empleos
suficientes para una clase trabajadora en ascenso. Contra el mito de la Atenas suramericana
–esa Bogotá de gramáticos y humanistas empotrados en sus gazaperas lingüísticas- el
escritor graba la situación real de legiones de desocupados capitalinos, en una suerte de
realismo lejano a la abstracción de la élite conservadora. En ese sentido, la novela se
convierte en un llamado de atención a un estado de cosas que estallaría posteriormente y
que en épocas recientes fue narrada por una novela como Los parientes de Ester de Luis
Fayad. 
Es en el fondo el problema de la modernización de las ciudades colombianas, que
tímidamente va apareciendo en la década del 30 y que Osorio Lizarazo evalúa desde la
prosa de ficción. El impacto que produce en el lector esa modernización enrevesada,
plasmada en esta novela corta, es tan fuerte como la solidez de los personajes y los ritmos
de la novela. Es el impacto ante el desequilibrio social porque con Casa de vecindad, la
anomia (ese estado en el que ante la ceguera de los dirigentes los lazos colectivos
comienzan a desbarajustarse y cada quien se crea su propia ley) se toma la novela
colombiana, acaso uno de los primeros campanazos de alerta frente a lo que sucedería casi
un siglo después en los barrios bajos de las ciudades. 

Leonardo Monroy Zuluaga

Libros: Resumen de Vivir Para Contarla, del autor Gabriel García


Márquez

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Vivir Para Contarla
Autor: Gabriel García Márquez
Género: Literatura Latinoamericana / Biografías
Idioma: Español
Resumen:
En este apasionante relato, el premio Nobel colombiano ofrece la memoria de sus años
de infancia y juventud, aquellos en los que se fundaría el imaginario que, con el tiempo,
daría lugar a algunos de los relatos y novelas fundamentales en la literatura en lengua
española.
Estamos ante la novela de la vida a través de cuyas páginas García Márquez va
descubriendo ecos de personajes e historias que han poblado obras como "Cien años de
soledad", "El amor en tiempos de cólera", "El coronel no tiene quien le escriba" o "Crónica
de una muerte anunciada" y que convierten "Vivir para contarla" en una guía de lectura
para toda su obra, en acompañante imprescindible para iluminar pasajes inolvidables que,
tras la lectura de estas memorias, adquieren una nueva perspectiva.
Pero también esta obra incluye muchas más sorpresas. Seguiremos los primeros pasos
de García Márquez en el mundo de la creación artística, el trabajo incansable en el
proceso de redacción y corrección de La hojarasca, los distintos escenarios de una
juventud bohemia plagada de burdeles, bailes y hoteluchos de mala muerte en
Barranquilla, Cartagena de Indias y Bogotá. Y todo aderezado con reflexiones sobre el
oficio de escritor, en un entramado que avanza y retrocede en el tiempo con la seguridad
que sólo pueden dar cincuenta años de oficio maestro.

La búsqueda de autonomía del campo literario El Mosaico,


Bogotá, 1858-1872
Gilberto Loaiza Cano

Resumen
Una anécdota se impone como el antecedente más genuino de la fundación del periódico literario El Mosaico. Según
el relato, que es un testimonio de parte, el 21 de diciembre de 1858, en Bogotá, llegó hasta el cuarto de estudio de
un prestigioso escritor un hombre vestido con ruana, con "pantalones de algodón, alpargatas i camisa limpia, pero
sin corbata i sin chaqueta". Aquel hombre, que vestía como los "hijos del pueblo", llevaba "unos veinte cuadernillos
de papel escritos" que constituían los borradores de una novela, venía de alguna hacienda de tierra caliente y
buscaba en la capital un "juez en materia literaria" que aprobara para la publicación sus manuscritos. El perplejo
escritor bogotano -tenía ante sí la visión poco convencional de un hombre pobremente vestido pero instruido- debió
de sentir alivio cuando notó que aquel recién llegado tenía "su piel blanca, sus manos finas, sus modales corteses,
sus palabras discretas" que le anunciaban que estaba ante un "hombre educado".

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