La Desnutricion Infantil-3
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(1430)
DESNUTRICIÓN INFANTIL
FASE INDAGADORA
PLAN DE INVESTIGACIÓN
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¿De qué manera afecta la desnutrición infantil en todo el mundo? Afecta su desarrollo físico e
intelectual y su estado de salud de por vida, indudablemente la desnutrición infantil está presente,
para reducir la situación se generaría estrategias y aplicarlas para reducir este impacto que en
primera instancia afecta a los niños. ¿Qué País de América latina obtuvo el mayor porcentaje de
mortalidad a causa de la desnutrición infantil? Al realizar un análisis estadístico para cada país
de Latinoamérica se descubrió que el mayor porcentaje de muertes por desnutrición en niños
menores de un año se presentó en Venezuela con el 23.9% en mujeres y el 25.4% en hombres.
¿cuál es el País con mayores casos de desnutrición en Centroamérica? Guatemala sigue siendo el
país centroamericano con peores cifras de desnutrición crónica y retraso del crecimiento con un
porcentaje del 44%
¿Por qué en los pueblos indígenas de Guatemala existe la tasa más alta de desnutrición infantil?
Porque esta población es la más desfavorable en todo el territorio guatemalteco. ¿En qué
departamentos se encuentran la mayoría de casos por desnutrición infantil? De acuerdo con el
informe de Salud pública y asistencia social (Mspas), la mayoría de casos se registran en los
departamentos de Guatemala con 529 casos, seguido de Escuintla con 367 casos, Alta Verapaz
con 352 casos y Huehuetenango con 231 casos. ¿Será un problema el capitalismo para erradicar
la desnutrición infantil a nivel municipal? El advenimiento del capitalismo no solo ha mantenido
los niveles de desnutrición infantil sino los a incrementado, ya que el capitalismo se enfoca en
las áreas más urbanizadas dejando por un lado las áreas rurales y evitando así el desarrollo de las
comunidades más afectadas.
Es un problema difícil de erradicar debido a las necesidades que hay en cada uno de los países
del mundo, por la falta de oportunidades laborales, e irresponsabilidad de algunos padres, desde
el vientre materno hasta los cinco años de edad, se considera la etapa más importante en la vida
de un ser humano, ya que es en esta etapa donde se determina su desarrollo físico y mental
posterior, en esta etapa se producen cambios definitivos e irreversibles para los infantes, la
desnutrición crónica en la madre , así como una alimentación deficiente en los primeros meses de
vida debido a un menor tiempo de lactancia materna y un destete precoz son factores que inciden
directamente en el estado nutricional de los niños, ¿De qué manera afecta la falta de información
sobre la planificación familiar en la desnutrición infantil? La falta de información sobre los
métodos anticonceptivos en las Aldeas y Caseríos de Guatemala, ya que los campesinos se basan
en la ideología (Los hijos que Dios mande) y los infantes tienen la menor atención y cuidados de
parte de los padres debido a las largas jornadas de trabajo en el campo. Es por ello que la
Universidad de San Carlos de Guatemala, en la Facultad de Ciencias Económicas. Campus
Central, salón 203 en el periodo del 2018 al 2023 de lo general a lo particular llego a este
planteamiento.
La
Desnutrición
La desnutrición infantil ha sido infantil a nivel unos de los problemas de salud
pública más importante en los
mundial países en desarrollo y afecta de
forma desproporcionada a la infancia.
Según la organización mundial de la salud (OMS) más de la mitad de toda la mortalidad infantil
se debe a problemas relacionados con la desnutrición. Además, cada niña o niño con desnutrición
leve tiene 2,5 veces más posibilidades de morir por una enfermedad infecciosa que uno bien
nutrido, 4,6 veces si la desnutrición es moderada y, al padecer desnutrición severa, la cifra se
eleva a 8,4 veces.
El primer estudio epidemiológico publicado en 1954, fue del Dr. Moisés Béhar (Director del
INCAP 1961-1974), quien determinó que estos tipos de padecimientos eran resultado de una
deficiencia grave de proteínas en relación con las calóricas, siendo un descubrimiento científico
novedoso de la época a nivel mundial.
Se estima que 26% de los niños a nivel mundial, menores de 5 años presentan un retraso del
crecimiento y el 8% presentan bajo peso para su esta- tura (es decir, emaciado) (UNICEF- OMS-
Banco Mundial, 2012).
Además, más de 550.000 niños adicionales cada mes están siendo afectados por lo que se llama
emaciación -desnutrición que se manifiesta en miembros delgados y estómagos distendidos-,
según la ONU. Eso representa un aumento anual de 6,7 millones, con relación al total de 47
millones del año pasado
Uno de los países más afectados por la hambruna durante la II Guerra Mundial fue Holanda,
donde murieron de hambre 10.000 personas. Lo sucedido en los campos de concentración nazis,
por otro lado, sobrepasa la imaginación humana.
Se estima que 26% de los niños a nivel mundial, menores de 5 años presentan un retraso del
crecimiento y el 8% presentan bajo peso para su esta- tura (es decir, emaciado) (UNICEF- OMS-
Banco Mundial, 2012).
Afectan su desarrollo físico e intelectual y a su estado de salud de por vida. Estos niños y niñas
serán adultos frágiles a los que les resultará difícil sacar adelante a su familia, perpetuando así el
círculo vicioso entre la pobreza y el hambre.
Según el informe de la FAO (2021), se estima que durante 2020 el 22% de las y los niños
menores de 5 años, alrededor de 149.2 millones a nivel mundial, sufrió retraso en su crecimiento,
es decir desnutrición crónica infantil (DCI)
El 45% de las muertes de los menores de 5 años tienen que ver con la desnutrición.
200 millones de niños menores de 5 años sufren desnutrición crónica. Cerca de dos terceras
partes de los niños entre 6 meses a 2 años no reciben los nutrientes que necesitan para su
crecimiento.
Cuando en 1938 llego yo a Sanare conocía bien estas referencias históricas. A los pocos días de
llegar a Sanare, al visitar en un rancho a una embarazada, observé que en una esquina estaba
agachado un niño de unos tres años, hinchado y unas lesiones en la piel, como quemaduras, y
que me miraba con una tristeza conmovedora. Le pedí a la madre que me lo llevara al
dispensario al día siguiente. Así fue, examiné al niño y aprecié que tenía el hígado grande. Pensé
en la pelagra infantil pero los edemas eran muy intensos y las lesiones de la piel se extendían por
todo el cuerpo, como una gran quemadura, además el hígado inmenso, Pregunté a mis ayudantes
enfermeros qué pensaban en el pueblo de esos casos
y me dijeron que la gente creía que era parásitos. A los pocos días vi otro caso más. Decidí
llevarme los dos niños a Barquisimeto, para que los viera el director del Hospital de Niños, Dr.
Agustín Zubillaga.
Me dijo que era un síndrome carencial, el cual había sido descrito por primera vez en Venezuela
en 1937 por Pastor Oropeza y Carlos Castillo. Dejé los niños en el hospital y a los dos o tres
meses los recogí sonrientes y sanos. Durante unos meses seguí enviando algunos casos más. Pero
al llegar las lluvias la carretera quedó intransitable y no pude enviar más casos a Barquisimeto.
En unas colchonetas organicé en el patio del Dispensario, un Centro de Recuperación Nutricional
donde les daba a los niños 4 a 5 comidas diarias y educaba a las madres que colaboraban en el
centro. Así nació el primer Centro de Recuperación Nutricional que, después se extendieron
por todo el mundo.
En las décadas de los 40 y 50 del siglo pasado se habían multiplicado los trabajos en Venezuela
sobre el síndrome pluricarencial y el mejor fue el de Armando Zubillaga y Barrera Moncada. En
el año 1949 se crea el instituto nacional de nutrición, fue el mayor interés porque fue hacia las
mujeres embarazadas, quienes fueron dedicados por los doctores, Páez Pumar y el Dr. Rafael. En
realidad, cada país se dio la tarea de investigar y buscar su propia fórmula para en vista de la
suficiencia leche en todo el mundo. Se habían formado misiones de pediatras y nutricionista para
investigar cual era la causa del problema y por ello llegaron a la conclusión de que el problema
era grave.
Otro problema de la deficiencia de los menos de niños de 3 años fue la deficiencia de hierro, que
en Venezuela aún no han resuelto el problema, por lo cual es el porcentaje alto. En 1991, sobre el
Hambre Oculta, se inició una fuerte reacción del mundo científico a favor de una intensa
campaña de lucha contra las deficiencias del hierro, yodo y vitamina A. Estas tres deficiencias
afectan a 2 mil millones de personas en el mundo, es decir un tercio de la población total.
Grave Moderada
A.L 700.000 8.600.000
Más tarde a fines de siglo XX los datos más fiables son los de Mercedes de Onis, funcionaria de
la OMS, en Ginebra. Esta autora logra obtener datos fiables con el índice de peso para la talla.
Según esta autora, la prevalencia a nivel mundial a fines del siglo XX, de niños con pérdida de
peso, de dos desviaciones estándar de la norma, que aproximadamente supone una pérdida de
peso del 20% del peso normal, era a nivel mundial del 8,4%, que supone 50,2 millones de niños
afectados con desnutrición grave. Ahora bien, lo que domina hoy en el mundo, en relación con la
deficiencia calórico-proteínica es la desnutrición crónica, siendo el déficit de talla el indicador,
más utilizado. A fines del siglo pasado (1995) según Mercedes de Onís (OMS) el porcentaje de
niños menores de 5 años, con talla baja era del 34,9%, lo que representa 213 millones de niños.
Para las Américas, la Dra. De Onís estima en 10 millones.
La
Desnutrición
infantil en
Latinoamérica
La desnutrición infantil en América Latina es un problema persistente y preocupante. Según
datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO),
en la región, alrededor del 20% de los niños menores de cinco años sufren desnutrición crónica.
Esto puede causar una serie de problemas de salud a largo plazo, como retraso en el crecimiento
y desarrollo cognitivo. La falta de acceso a alimentos nutritivos y a una atención médica
adecuada son algunas de las causas principales de la desnutrición infantil en la región. Es
importante que se tomen medidas para abordar este problema y garantizar que todos los niños
tengan acceso a una alimentación adecuada y a la atención médica necesaria para un crecimiento
saludable.
Para combatir la desnutrición, primero debe identificar el problema, en este caso, que muchos
niños están desnutridos. El siguiente paso es desarrollar e implementar estrategias para combatir
el problema en cuestión. Muchos programas abordan la inseguridad alimentaria brindando
asistencia financiera directa a las familias pobres. Estos incluyen el Fondo Latinoamericano de
Seguridad Social (anteriormente conocido como Integración Social Lanzado por el FMI), que
proporciona alimentos a familias desnutridas a precios bajos a través de programas de bienestar
social en 18 países de América Latina. Las organizaciones benéficas dedicadas dirigidas por
voluntarios recolectan alimentos para estos programas y los distribuyen a las familias
necesitadas. Estos esfuerzos caritativos funcionan bien cuando se combinan con los programas
de asistencia del gobierno.
Para combatir la desnutrición, primero debe identificar el problema, en este caso, muchos niños
desnutridos que experimentan problemas de crecimiento físico, antes de implementar estrategias
para combatir el problema en cuestión. Luego, redirija la asistencia del gobierno hacia programas
efectivos que aborden la inseguridad alimentaria en lugar de gastar dinero en programas
ineficaces. Y, por último, recaudar fondos y organizar campañas benéficas dirigidas a la
inseguridad alimentaria entre los niños desnutridos para que puedan recuperarse y reanudar sus
vidas normales y saludables.
La desnutrición infantil es un problema grave en América Latina, con millones de niños que
sufren los efectos del hambre y la pobreza. El impacto de la desnutrición puede tener
consecuencias de por vida, por lo que es esencial que los gobiernos y otras partes interesadas
clave trabajen juntos para abordar este problema. Este documento explorará las causas y los
efectos de la desnutrición infantil en América Latina, así como las posibles soluciones para
aliviar la situación. También llamará la atención sobre la necesidad de un mejor acceso a los
servicios de salud, una mejor educación nutricional y políticas de protección social específicas
para ayudar a combatir este problema creciente.
La desnutrición infantil es un problema crítico en América Latina, con un estimado de 27
millones de niños que viven en inseguridad alimentaria y sujetos a formas severas de
desnutrición. Los efectos de la desnutrición pueden ser de gran alcance y provocar más
problemas de salud y retraso en el desarrollo. Para combatir este problema creciente, es
importante comprender las causas fundamentales e identificar posibles soluciones que puedan
ayudar a garantizar que los niños reciban la nutrición que necesitan para un desarrollo físico y
mental saludable. La desnutrición infantil es uno de los problemas de salud más apremiantes en
América Latina. Afecta a millones de niños, socava su salud y le niega el derecho a una infancia
saludable. Desafortunadamente, la desnutrición infantil sigue siendo un problema generalizado
en toda América Latina, y la región enfrenta algunas de las tasas más altas del mundo. Factores
como la pobreza, el acceso limitado a alimentos ricos en nutrientes y la atención preventiva
inadecuada están contribuyendo a esta tendencia alarmante. Como resultado, existe una
necesidad urgente de intervenciones efectivas que puedan ayudar a revertir esta preocupante
tendencia y mejorar la vida de los niños. En América Latina, con millones de niños que sufren de
desnutrición. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que más de 20 millones de
niños menores de 5 años en América Latina se ven afectados por este problema. La desnutrición
infantil en América Latina es causada por múltiples factores que incluyen la pobreza, la falta de
acceso a alimentos nutritivos, servicios de salud deficientes y conocimiento limitado sobre una
buena nutrición. Tiene consecuencias devastadoras para el desarrollo físico y cognitivo, y a
menudo genera problemas de salud a largo plazo para los niños y un retraso en el crecimiento
económico de los países de la región. Por lo tanto, es importante abordar este problema a través
de políticas e iniciativas específicas destinadas a mejorar la nutrición entre los niños pequeños en
América Latina.
La falta de acceso a alimentos nutritivos y agua limpia son los principales factores que
contribuyen a esta crisis. La pobreza, el saneamiento inadecuado y los sistemas de salud
deficientes han contribuido al creciente número de niños desnutridos en América Latina. Para
combatir este problema, los gobiernos, las organizaciones internacionales y las organizaciones
benéficas locales deben trabajar juntos para crear políticas que se centren en mejorar la nutrición
de estos niños vulnerables. Se deben tomar medidas económicas más fuertes para garantizar que
las familias puedan pagar los alimentos necesarios para la salud de sus hijos. Además, se deben
implementar programas educativos para sensibilizar a la población sobre hábitos alimentarios
saludables. Solo tomando medidas significativas podemos esperar reducir los efectos
devastadores de la desnutrición infantil en América Latina.
Desnutrición
Infantil a Nivel
Los
Centroamerica niños centroamericanos siguen siendo los que más
no desnutrición crónica sufren en América Latina y el
Caribe, un problema que no siempre se detecta bien pese
a lo mucho que condiciona el desarrollo de sus países.
Se dan retrasos cuando la altura de un niño es baja para la edad que tiene por la falta prolongada
de nutrientes, las infecciones recurrentes o la carencia de infraestructuras de agua y saneamiento.
Guatemala
María Gabriela Lima, gerente de incidencia de World Visión Guatemala y representante de las
oenegés ante la Instancia de Consulta y Participación Social (Incopas), expuso que los resultados
del informe de FAO, lamentablemente, se esperaban por los estragos económicos que ha dejado
la pandemia que viene sumando más casos de desnutrición aguda y crónica.
La crisis sanitaria ha golpeado con fuerza a Centroamérica, pero en especial a Guatemala, donde
se ubican cuatro de cada 10 personas que sufren desnutrición, el 44%, seguido de Nicaragua y
Honduras, con el 19.6% cada uno; y El Salvador, 7.57%.
El salvador
En El Salvador, donde el 13,6 % de los niños padece ese problema, la Universidad Complutense
de Madrid (UCM) participa en un proyecto de cooperación con la intención de mejorar la
información de la malnutrición en la zona de San Vicente (centro).
Una evaluación del estado nutricional de 119.754 niños, realizada por la dirección del CEN-
CINAI en 2019, reveló que un 13,6% de esa población infantil presenta malnutrición, un 6,7%
sobrepeso y obesidad y un 6,9% desnutrición.
Honduras
Según cifras del Banco Mundial, en Honduras un 66% de la población vive en situación de
pobreza, mientras que la malnutrición afecta a uno de cada cuatro niños. En el Corredor Seco la
situación es más crítica: 60% de los niños menores de cinco años sufren desnutrición crónica.
Honduras se encuentra en la lista como el tercer país con un 22.6% del porcentaje de la
población infantil de menores de 5 años.
Según la FAO, más de la mitad de los pequeños que viven en el campo no comen lo suficiente en
los países de Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y Perú.
Nicaragua
La vicepresidenta de Nicaragua, compañera Rosario Murillo informó acerca de las estadísticas
nutricionales en la niñez en el 2021, en comparación con el 2016.
"El Ministerio de Salud nos da a conocer que a través de los censos nutricionales que realizamos
año con año en todas las escuelas de primaria en el 2021 constatamos que la desnutrición crónica
se ha reducido gracias a Dios en un 32% en comparación con el 2016 y la aguda en un 25%;
2021 comparándose con el 2016, una buena noticia que nos anima y fortalece nuestro camino de
bien común, garantizar que cada día estemos más libres de desnutrición porque vivamos en
seguridad alimentaria, una de las metas de bien común en esta Nicaragua, bendita y siempre
digna, libre y soberana", aseguró.
Costa Rica
Una evaluación del estado nutricional de 119.754 niños y niñas, realizada por la dirección del
CEN-CINAI en 2019, reveló que un 13,6% de esa población infantil presenta malnutrición, un
6,7% sobrepeso y obesidad y un 6,9% desnutrición.
Panamá
La desnutrición grave alcanza a uno de cada seis niños en Panamá, donde del 2008 al 2019 por
esa causa reportaron 488 fallecimientos de menores de cinco años de edad, según cifras oficiales
divulgadas hoy.
Un informe de la FAO ubicó a Panamá con una tasa de desnutrición infantil de 19,1 por ciento
en 2018, o sea, en números absolutos son 68 mil niños menores de cinco años, solo superado en
Latinoamérica y el Caribe por Guatemala, Ecuador y Honduras.
Estadísticas
El último informe de la ONU sobre la seguridad alimentaria en la región confirma que la tasa de
retraso en el crecimiento de los menores de cinco años en Centroamérica, aunque a la baja,
continuó siendo la más elevada en 2017, del 14,1 % frente al 8 % del Caribe y al 7,5 % de
Sudamérica.
Para hacer los cálculos se toman como referencia los patrones de crecimiento infantil de la
Organización Mundial de la Salud (OMS), aprobados en 2006 a partir de datos de múltiples
países, en sustitución del anterior patrón, elaborado solo con los de Estados Unidos.
La coordinadora de esa iniciativa en la UCM, Cristina Herrero, detalló a Efe por teléfono que
están ayudando a los pequeños productores a enriquecer sus parcelas con bambú, capaz de
absorber agua en época de lluvias, y ver cómo eso repercute en la seguridad alimentaria.
Para esto último han capacitado a alumnos de la Universidad de El Salvador en la medición de
los indicadores de malnutrición y la realización de encuestas a las familias sobre su percepción
de la seguridad alimentaria, que servirán para recopilar los datos y compararlos en el contexto
local.
«No está tan claro que allí estuvieran bien establecidos los indicadores», apuntó Herrero.
Desde el Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá (INCAP), que ha trabajado con la
OMS en homologar las referencias de medición, niegan que se estén utilizando parámetros
antiguos.
«Tenemos evidencia de que todas las encuestas nacionales están empleando los nuevos», aseguró
Paul Melgar, médico investigador de esa institución del Sistema de la Integración
Centroamericana (SICA), que integran El Salvador, Costa Rica, Guatemala, Honduras,
Nicaragua, Panamá, Belice y la República Dominicana.
Melgar destacó los esfuerzos realizados en la última década con el fin de convencer a los
ministerios de salud para que cambiaran de parámetros y ajustaran sus estadísticas.
Si se toma como referencia la talla para la edad, Guatemala es el país centroamericano con
mayor desnutrición infantil, con el 46,5 % de los menores sufriendo retrasos en el crecimiento.
«El desarrollo del país está detenido por estas cifras. La talla de esos niños indica un crecimiento
cerebral disminuido y un desarrollo cognitivo afectado. No van a desarrollar todo su potencial de
crecimiento, van a tener un bajo rendimiento escolar. El capital humano se verá afectado y con él
la productividad», argumentó el doctor.
El especialista de la FAO Israel Ríos aseguró que «en algunas comunidades rurales más
apartadas persisten copias de tarjetas de crecimiento con el indicador anterior porque venían en
las tarjetas de vacuna de control de los niños».
Lo pudo ver hace cinco años en un centro de salud en Honduras, donde seguían empleando las
tablas de peso (no de talla) para la edad, indicador que fue excluido para la medición de los
Objetivos de Desarrollo Sostenible a nivel global.
«Existen otros indicadores que también se emplean en estos contextos centroamericanos, pero el
personal de salud debería usar los de retraso de crecimiento, emaciación (bajo peso para la
estatura) y exceso de peso», aclaró Ríos.
Según la ONU, Centroamérica es la subregión con menor sobrepeso infantil, con una tasa del 6,4
%, inferior a la media del 7,3 %, pero su constante aumento preocupa a los expertos.
Ríos explicó que, en contextos de inseguridad alimentaria, por falta de dinero o recursos, las
familias optan por alimentos ricos en grasas, sal y azúcar que reemplazan a los alimentos más
sanos y costosos, lo que abre la puerta a enfermedades no transmisibles de las que no se libran.
Desnutrición
Infantil en
Desnutrición hace referencia a Guatemala un estado patológico
ocasionado por la falta de ingestión o absorción de nutrientes. De acuerdo a la gravedad del
cuadro, dicha enfermedad puede ser dividida en primer, segundo y hasta tercer grado. En
ocasiones, el trastorno puede ser leve y presentarse, sin síntomas, por una dieta inadecuada o mal
balanceada. Sin embargo, hay otros casos más graves, en los que las consecuencias pueden llegar
a ser irreversible y alertar sobre un posible cuadro de desnutrición. Por lo general, esta afección
vinculada a la nutrición se puede corregir con la reposición de los nutrientes que faltan y, si está
ocasionado por un problema específico del organismo, con un tratamiento adecuado que
contrarreste la deficiencia nutricional. Si no se detecta a tiempo o no se recibe la atención médica
necesaria, la desnutrición puede llegar a ocasionar discapacidad, tanto mental como física,
enfermedades y hasta incluso puede resultar mortal.
La desnutrición es, según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la principal
causa de la muerte de lactantes y niños pequeños en países en vía de desarrollo. Por eso prevenir
esta enfermedad se ha convertido en una prioridad para la Organización Mundial de la Salud
(OMS).
Guatemala es actualmente el sexto país del mundo con peores índices de malnutrición infantil.
En algunas regiones del área rural, donde la mayor parte de la población es de origen maya,
los índices de malnutrición infantil alcanzan el 80%. Una dieta basada casi exclusivamente en
tortillas de maíz causa unos daños con efectos permanentes en los niños y niñas. Los datos de
desnutrición más alarmantes provienen de la región semiárida del este de Guatemala, donde
hay una escasez recurrente de lluvias, el terreno es poco fértil y las familias cultivan en
terrenos de montaña. Los casos de desnutrición severa han aumentado, especialmente en la
provincia de Jalapa. La escasez de ingresos de las familias, la falta de recursos, la baja
productividad agrícola, el aumento del desempleo y el incremento del precio de los
combustibles y alimentos han contribuido a empeorar la situación. Las causas estructurales y
socioeconómicas de la pobreza en Guatemala son complejas y tienen sus raíces en problemas
profundos como la escasez de fondos públicos para fines sociales, educación y salud, la
discriminación que sufren las poblaciones indígenas o la dependencia económica del exterior.
La pobreza y las dificultades de acceso a una educación son consecuencias claras de los
problemas nutricionales, pero también son sus causas. El resultado es una espiral descendente
que limita cada vez más las posibilidades de desarrollo de la población guatemalteca. El
problema nutricional se debe a las condiciones de pobreza y extrema pobreza en que viven las
familias, a la falta de educación y la poca preparación de los padres, lo que incide en la
calidad del cuidado que les brindan a sus niños en la etapa temprana del desarrollo
La desnutrición infantil compromete el futuro del aspecto más importante para el desarrollo de
un país: su capital humano, las personas. Al afectar sus conocimientos, sus habilidades y su salud
no pueden desarrollar su potencial como miembros productivos de la sociedad debido a la
desnutrición infantil.
En Guatemala, donde la pobreza afecta a la mitad de la población, esta lucha es más importante y
urgente, pues el país presenta las tasas más elevadas de América Latina y el Caribe. Más de un
millón de niños menores de 5 años sufre desnutrición crónica en Guatemala. Esto compromete
no solo su futuro, sino el de la sociedad entera. ¿La razón? La desnutrición infantil deja enormes
secuelas para el resto de la vida de los niños y para Guatemala.
Los niños que la sufren experimentan limitaciones físicas y cognitivas. Pueden tener hasta un
40% menos de desarrollo estructural del cerebro una vez que han cumplido sus primeros mil
días. Esto, a su vez, se traduce en que a menudo aprenden más lento y más adelante reciben
menores ingresos laborales. Además, tienen mayor riesgo de padecer enfermedades crónicas a
largo plazo.
La desnutrición infantil compromete el futuro del aspecto más importante para el desarrollo de
un país principalmente en Guatemala: en su capital humano, las personas. Al afectar sus
conocimientos, sus habilidades y su salud no pueden desarrollar su potencial como miembros
productivos de la sociedad. En Guatemala, el índice de capital humano es del 0.46, lo que
significa que la productividad como futuro trabajador de un niño nacido hoy es 54% inferior a lo
que podría ser con educación y salud completas. Esto, además, desencadena otras consecuencias.
Sin capital humano preparado, Guatemala no pueden mantener su crecimiento económico porque
no cuentan con una fuerza laboral lista para empleos calificados y no son capaces de competir en
la economía global.
Guatemala es un país de ingresos medios rico en recursos naturales. Sin embargo, las cifras
macroeconómicas esconden una realidad que mina las posibilidades de desarrollo del país: las
desigualdades sociales y económicas son extremas y condenan a gran parte de la infancia del
país a una vida limitada por los efectos de la malnutrición.
La primaria: Que se debe a la ingestión insuficiente de alimentos, causada por los escasos
recursos económicos, la ignorancia y la alimentación inconveniente.
La secundaria: Se debe a una enfermedad debilitante como el cáncer que consume al paciente.
La mixta: Se debe a que el individuo padece una enfermedad debilitante y al mismo tiempo se
alimenta inadecuadamente.
Cuando el niño se alimenta de manera adecuada aumenta de peso y talla conforme avanza la
edad, de ahí que la desnutrición se identifica relacionando esas variables.
Desnutrición
Infantil por Guatemala es un país de ingresos medios rico en recursos
naturales. Sin embargo, las cifras macroeconómicas
departamentos esconden una realidad que mina las posibilidades de
de Guatemala desarrollo del país: las desigualdades sociales y económicas
son extremas y condenan a gran parte de la infancia del país a una vida limitada por los efectos
de la malnutrición. UNICEF trabaja para solucionar este problema desde sus causas profundas
El problema nutricional se debe a las condiciones de pobreza y extrema pobreza en que viven las
familias, a la falta de educación y la poca preparación de los padres, lo que incide en la calidad
del cuidado que les brindan a sus niños en la etapa temprana del desarrollo.
Definiremos los escenarios del problema de la desnutrición infantil en Guatemala durante los
últimos diez años.
Año 2012-2013
La cantidad de niños con desnutrición se ha incrementado en Sololá este año respecto del 2012.
Según datos de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesán) y del Ministerio de
Desarrollo (Mides), Sololá ocupa el segundo lugar del país, detrás de Totonicapán, en
porcentajes de población infantil afectados desde el 2008 por la desnutrición, según el Tercer
Censo de Talla, llevó a cabo ese año por el Ministerio de Educación.
Durante todo el 2012, de acuerdo con el ministro de Salud Jorge Villavicencio, se registraron
146 muertes infantiles por desnutrición en Guatemala, donde 1 de cada 2 niños padecen ese
problema en algún grado.
En febrero del año 2012 el presidente Otto Pérez Molina puso en marcha el pacto Hambre Cero
con el que busca reducir en un 10 % las víctimas de la desnutrición en sus cuatro años de su
Gobierno.
Al 30 de septiembre del 2013 Las autoridades de Salud de Guatemala informaron que en lo que
va del año 73 niños han muerto por desnutrición y dijeron que esperan que la cifra de 2013 sea
menor a la de 2012, cuando murieron 146 niños.
Saúl Batz, del Proyecto para el Desarrollo Sostenible de las Comunidades Aq'abal
(PRODESCA), dijo que, según los datos que ellos manejan, Sololá ocupa el segundo lugar
crónico de desnutrición a escala nacional, con el 72.3 por ciento de su población infantil
afectada, después de Totonicapán, que ocupa el primero, con 82.2 por ciento.
En todo el país los más altos índices de desnutrición se concentran en el área rural del occidente,
donde se encuentra el mayor porcentaje de la población indígena.
En el tercer censo nacional de talla Por población afectada, Totonicapán ocupaba el primer lugar
de desnutrición, con 15 mil 560 niños; es decir, 69.4 por ciento, según tercer censo nacional de
talla, en el 2008. Sololá se sitúa en el segundo puesto, con 13 mil 716 niños, el 65.2 por ciento.
El ministro de Salud, Jorge Villavicencio indicó que entre enero y septiembre fallecieron 73
menores por desnutrición, pero otros 12.496 fueron salvados al recibir asistencia a tiempo.
Año 2014
De los 22 departamentos existen tres que han tenido una diferencia hacia arriba. El más llamativo
es Guatemala, donde está arriba de 200 casos el incremento. En Suchitepéquez, que tiene
incremento, aunque la diferencia no está tan marcada, detectaron que hay áreas donde influye el
desempleo, y eso es lo que afecta.
Se afirmó que al hacer una medición global se registró una reducción de 22.5 por ciento de
pacientes, pues hasta el 16 de agosto hubo 10 mil 510 menores con desnutrición aguda, mientras
que en el 2013 fueron 13 mil 556 los afectados.
La lista de departamentos con más casos de menores afectados la cabeza Guatemala, con mil 353
niños que padecen desnutrición aguda. Le siguen Escuintla, Huehuetenango, Quiché y
Chiquimula. En la parte contraria, los lugares que reportan menos niños afectados son El
Progreso, Totonicapán, Sololá e Izabal.
Año 2015
Las acciones implementadas para reducir los índices de desnutrición crónica en el país, a través
del Sistema Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SINASAN) han sido valiosas. El
resultado del Cuarto Censo Nacional de Talla en Escolares de Primer Grado de Educación
Primaria del Sector Público de la República de Guatemala 2015, indica que la prevalencia de
desnutrición crónica es de 37.6% en niños de 6 a 9 años con 11 meses. En comparación con el
Censo realizado en 2008 (45.6%), se redujo 8 puntos porcentuales. Del 37.6% el 28.2%
(108,765) reporta retardo en talla moderado y el 9.4% (36,164) reporta retardo de talla severo, el
62.4% (240,441) fue clasificado como normal.
El censo indica que la prevalencia de desnutrición crónica es mayor para los niños y niñas de 8 y
9 años con 45.7% y 54.2% respectivamente, en comparación con los niños de 6 y 7 años las
prevalencias encontradas fueron de 30.9% y 32.7%, lo que evidencia que entre mayor es la edad
de los menores que asistieron al primer grado, el daño nutricional es más grave.
El objetivo del censo fue elaborar un diagnóstico para contar con información actualizada para
conocer a través del indicador de talla para la edad, el estado nutricional de los niños
guatemaltecos. Este indicador mide el retardo de crecimiento en talla, establece el grado de
severidad de la desnutrición crónica y permite relacionar el nivel de desarrollo social y
económico de las familias y comunidades.
Año 2016
En Guatemala existen por lo menos un millón 67 mil 907 menores de 5 años con algún tipo de
desnutrición y que representan a la mitad de la población de esa edad, según proyecciones del
Instituto Nacional de Estadística (INE) y de la Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil
2014-2015 (ENSMI).
Otros 111 niños han muerto como consecuencia del hambre. El INE proyectó para los 2015 dos
millones 262 mil 514 menores de entre 0 y 4 años, y de este grupo, según la ENSMI, el 46.5%
sufre desnutrición crónica, lo que representa un millón 52 mil 69.
La ENSMI señala que la desnutrición aguda afecta al 0.7% de niños menores de 5 años; es decir
que existen otros 15 mil 838 enfermos, aunque el Ministerio de Salud reporta que el año pasado
se localizaron 14 mil 657, y este año, hasta el 12 de noviembre, fueron 12 mil 450 niños.
Los niños muertos por desnutrición aguda suman 111, de los cuales, el 55% —62— se ubican en
cinco departamentos: San Marcos, Huehuetenango, Alta Verapaz, Escuintla y Chiquimula, y el
84% —93 niños— tenían menos de 2 años de edad.
Julio, abril y mayo son, en ese orden, los meses en que se han registrado más muertes, y el 70%
de los decesos —78 casos— ocurrieron en hospitales públicos, otro 27% —30— en la vivienda
de los afectados y un caso en la vía pública.
De acuerdo con datos provistos por Sistema de Información Gerencial de Salud, -SIGSA-, que se
registran y que son de consulta pública en el Sistema de Información Nacional de Seguridad
Alimentaria y Nutricional –SIINSAN-, la desnutrición aguda presenta una reducción importante
durante el presente año, comparado a registros de años anteriores.
Hasta la semana epidemiológica número 48, (periodo del 27 de noviembre al 3 de diciembre
2016), la sala situacional de desnutrición aguda reporta un total de 12 mil 948 casos en niños
menores de 5 años, mil 414 casos menos que el 2015, cuando el SIINSAN contabilizó, 14 mil
362, esto equivale a una reducción del 9,8% de desnutrición aguda a nivel nacional.
Los casos de desnutrición aguda se redujeron en Guatemala en un 9,6 por ciento durante 2016
con relación al 2015, según las últimas estadísticas oficiales divulgadas. De acuerdo con los
datos del Sistema de Información Nacional de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y
Nutricional (SIINSAN), hasta diciembre se han registrado 13.095 casos de desnutrición aguda en
menores de 5 años.
Esa cantidad fue menor en 1.399 casos (9,6 por ciento) a los 14.494 que se contabilizaron en el
mismo periodo del año pasado.
Según la SIINSAN, el 73 por ciento de los casos reportados este año corresponde a desnutrición
aguada moderada y el resto a aguda severa.
Año 2017-2019
En el 2017, 111 niños guatemaltecos murieron debido a la falta de alimentos, el 80% de los niños
lo hizo antes de los 2 años de vida.
Año 2020-2022
Para esa fecha, los registros también alertaron sobre un incremento de casos en Sololá, El
Progreso, Santa Rosa, Chimaltenango, Jutiapa, Escuintla y Jalapa. Este aumento va del 9.1 por
ciento al 220 %, en comparación con la misma fecha del 2019. Además, se advierte que en 11
áreas de Salud hay mayor riesgo de encontrar casos de niños con desnutrición aguda severa, ya
que están por encima de la tasa de casos de todo el país. Se trata de Escuintla, Sacatepéquez,
Chiquimula, Zacapa, San Marcos, Petén suroccidental, Izabal, Santa Rosa, El Progreso, Alta
Verapaz y Chimaltenango.
El 2019 terminó con 15 mil 332 menores de 5 años afectados por la desnutrición aguda, un
número superior a los localizados durante los cinco años previos -2014 al 2018-, según datos del
Sistema de Información Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SIINSAN).
La falta de atención durante ese periodo de parte de las autoridades anteriores provocó que en
algunas comunidades las familias comieran tortilla con sal una vez al día.
Según UNICEF, un niño con desnutrición aguda tiene 9 veces más probabilidades de morir que
un niño con un estado de salud normal. Guatemala reportó en 2020 26,959 casos y en 2021
22,416 casos de desnutrición aguda, estos dos años de emergencia sanitaria el país experimentó
un incremento de casos respecto a los años pre pandemia. En 2021 se registraron 61
fallecimientos de niños por desnutrición aguda, el doble de lo reportado en 2020.
El 2020 cerró con la muerte de 36 niños menores de cinco años debido a la desnutrición aguda.
Según el Sistema de Información Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional en Guatemala
(Siinsan), hasta el 19 de diciembre de 2020 se reportaron 27 mil 842 casos de desnutrición aguda
en niños menores de cinco años. Casi el doble de los reportados en 2019.
La pandemia del covid-19 que llegó sorpresivamente al mundo en diciembre de 2019, provocó
que en Guatemala se generara una crisis alimentaria que dejó durante semanas a miles de
familias sin alimento y, por ende, a miles de niños que cayeron en desnutrición aguda.
Año 2021
Por su parte, los datos de los boletines de Situación epidemiológica de la Desnutrición Aguda
(DA) que presenta la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesán), muestran que al
2020 se registraron 27,913 casos de DA en menores de 5 años, con un incremento del 79.5%
respecto al 2019 que registró 15,547 casos. En mayor proporción estos casos ocurren en menores
de entre 2 a 24 meses y lamentablemente, 50 menores fallecieron por causas relacionadas a la
DA, es decir, el hambre condicionó muertes prematuras que pudieron ser evitadas.
Cifras más recientes muestran que a julio de 2021, se lleva registro de 17,453 casos de DA,
13.4% más comparado con el año 2020, con un total de 20 niños y niñas fallecidos, que en el
100% de los casos fueron menores de 2 años. Esto se traduce en una tragedia dentro de un
contexto que además del caos por la pandemia, se suma un escenario en donde miles de familias
siguen sin tener acceso a una alimentación mínima que les permita el contenido calórico y
proteico para sobrevivir, siendo los hijos más pequeños las víctimas del hambre.
Guatemala registra durante 2021 un incremento del 100 por ciento en las muertes de menores de
cinco años por desnutrición aguda en comparación con 2020, según estadísticas de la estatal
Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesán).
De acuerdo con datos divulgados por la institución, entre el 1 de enero y 21 de agosto de 2020 se
registraron en el país centroamericano 13 menores fallecidos por dicha causa, mientras que en el
mismo período de 2021 fueron 26 muertos.
Mientras que las 26 muertes del 2021 han ocurrido en su mayoría (12) en el departamento
norteño de Alta Verapaz, mientras que el resto fueron contabilizadas en Jutiapa, Huehuetenango,
Suchitepéquez, Baja Verapaz, Guatemala, Escuintla y Quiché.
La Sesán precisó que la mayor parte (25) de fallecidos en 2021 tenían entre 6 y 24 meses de edad
y solo uno sobrepasaba los dos años. En 2020, los 13 menores fallecidos tenían menos de 24
meses al momento de perder la vida por desnutrición aguda.
Además, de los 26 fallecidos este año, 16 pertenecían al sexo masculino y el resto al femenino.
De igual forma, 13 del ellos fallecieron en hospitales, 11 en domicilios y dos en la vía pública.
Los datos de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional indican que los casos de
desnutrición aguda se incrementaron en un 16,4 por ciento con relación a 2020.
Las estadísticas oficiales dan cuenta que entre el 1 de enero y el 21 de agosto de 2020 se
contabilizaron 18.260 casos de menores de 5 años con desnutrición aguda, mientras que en el
mismo período de 2021 fueron 21.262 (es decir, 3.002 más en este año).
La tasa de menores con desnutrición aguda aumentó de 79,1 casos por cada 10.000 niños en
2020 a 92,1 casos por cada 10.000 niños en 2021, de acuerdo con la misma fuente.
Año 2022
De acuerdo a datos divulgados por la cartera sanitaria guatemalteca, los casos de menores
desnutridos se incrementaron en un 0,7 % en comparación con el mismo periodo de 2021,
cuando se contabilizaron 3.206 niños en situaciones similares.
Guatemala cerró 2021 con 61 menores de cinco años fallecidos por desnutrición, lo que equivale
a 11 muertes más en comparación con 2020. Según las estadísticas oficiales, de los 3.230 casos
de menores desnutridos este año, la mayoría se registró en los departamentos de Guatemala, que
incluye la capital, con 529, seguido de Escuintla (sur), con 367; Alta Verapaz (norte), con 352; y
Huehuetenango (noroeste), con 231.
El 58 por ciento de los casos de desnutrición recién divulgados fue detectado en niños de entre 6
y 24 meses de edad. La tasa de desnutrición en el país centroamericano es de 17,2 por cada
10.000 niños, de acuerdo los datos publicados por la Secretaría de Seguridad Alimentaria y
Nutricional (Sesán), de la Presidencia de Guatemala.
La mayoría de las muertes por desnutrición en 2021 se registraron en los departamentos de Alta
Verapaz y Huehuetenango con 23 y 11 casos, respectivamente. El año pasado se registraron en el
territorio guatemalteco un total de 22.416 casos de niños desnutridos, contra los 27.913 de 2020.
Los gobiernos de turno han prometido combatir la desnutrición en Guatemala, pero esta
enfermedad todavía afecta a uno de cada dos niños en el país, donde el 59 por ciento de su
población de 18 millones de habitantes viven bajo el umbral de la pobreza, según datos oficiales.
El análisis de 338 municipios muestra que 138 municipios presentan prevalencias mayores al
promedio nacional (37.6%).
El análisis permitió identificar a 10 municipios con mayores prevalencias de desnutrición
crónica, categorizados de muy alta vulnerabilidad. Estos se encuentran en el noroccidente del
país, siendo Huehuetenango el que tiene la mayor cantidad de municipios entre los primeros
diez.
El censo se efectuó del 20 al 24 de julio de 2018, con 385 mil 635 escolares del área urbana y
rural, de un total de 396 mil 889 niños y niñas con edades comprendidas entre 6 años con cero
meses a 9 años con 11 meses, para una cobertura de 97.1%.
El objetivo del censo fue elaborar un diagnóstico para contar con información actualizada para
conocer a través del indicador de talla para la edad, el estado nutricional de los niños
guatemaltecos. Este indicador mide el retardo de crecimiento en talla, establece el grado de
severidad de la desnutrición crónica y permite relacionar el nivel de desarrollo social y
económico de las familias y comunidades.
En tres departamentos se ha incrementado el número de niños menores de 5 años que padecen
desnutrición aguda, en comparación con los localizados en el 2013, según datos de la Secretaría
de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesán), mientras en todo el país suman 10 mil 510
menores afectados.
“En Suchitepéquez, que tiene incremento, aunque la diferencia no es tan marcada, detectamos
que hay áreas donde influye el desempleo, y eso es lo que afecta”, añadió.
Por tasa de incidencia de desnutrición aguda se estableció el siguiente listado:
Cuyotenango
San Gabriel
Santa Bárbara
San Miguel Panán
San Antonio Suchitepéquez
Los datos son del Cuarto Censo Nacional de Talla en Escolares de Educación Primaria del Sector
Público, levantado en julio del presente año y cuyos resultados serán dados a conocer
oficialmente hoy por la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesán), el Ministerio
de Educación (Mineduc) y el Instituto Nacional de Estadística (INE).
La trágica historia nutricional de esta comunidad es solo un reflejo de lo que ocurre en el país, ya
que el promedio nacional de desnutrición crónica es de 37.6% entre los 385,370 niños censados,
muy por arriba del 2.5% que es lo esperado en una “población normal”, según la recomendación
de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Entre los principales hallazgos en prevalencia de desnutrición crónica o retardo de la talla por
edad, figura que un 62.4% de los niños de la muestra fue clasificado como normal en su relación
de talla para la edad, un 28.2% con retardo moderado y un 9.4% con retardo severo.
En relación con el área de residencia, destaca que en áreas urbanas y rurales las prevalencias
reportadas son de 20.9% y de 41.7%, respectivamente. Asimismo, según el idioma materno, un
26.4% de los niños y niñas que hablan español como idioma materno sufren desnutrición
crónica, mientras quienes no lo hablan son un 51%.
En el 2021 se han reportado doce niños fallecidos a nivel nacional siendo el 75 por ciento de
estos casos provenientes de Alta Verapaz de acuerdo al SIINSAN. Fray Bartolomé de las Casas,
Raxruhá, San Cristóbal Verapaz, Cobán, Santa María Cahabón y La Tinta han sido los
municipios de Alta Verapaz en los cuales se ha llegado a reportar un fallecimiento por niño en
cada lugar.
Los municipios del Corredor Seco son los más golpeados por la escasez de alimentos, debido a
que los agricultores ya no tienen reservas de granos básicos para comer, y no hay fuentes de
trabajo para obtener un jornal y comprar alimentos, situación que se ensaña principalmente con
la niñez.
Por ejemplo, los departamentos de Chiquimula y Zacapa, que son parte de este territorio,
reportan 435 y 249 casos, respectivamente.
Un informe del Programa Mundial de Alimentos (PMA) señala que alrededor de 2.3 millones
guatemaltecos estarían en riesgo de inseguridad alimentaria este año, pero podrían ser más los
alcanzado por esta crisis, debido a la aparición del covid-19 en el país.
La desnutrición infantil se vuelve una constante a nivel nacional al punto de topar el índice
marcado por años anteriores, llegando a ser una problemática que ha sido muy difícil de
controlar a lo largo de los años y tomando en cuenta que diferentes gobiernos asumieron este
problema social tratando de combatir este flagelo que azota a nuestro país por medio de
programas contra la desnutrición infantil, con el apoyo de diferentes organizaciones sin fines de
lucro, más sin embargo los bajos nieles de educación e información, así como falta de
oportunidades laborales serian la causa principal de este problema nacional complicado de
erradicar.
Desnutrición
Infantil en
Se conoce con el nombre de Aldeas y aldea o caserío al conjunto
pequeño de viviendas y edificaciones que toman lugar
Caseríos
en el ámbito rural. Donde hay personas con posibilidades
económicas, que poseen cosechas, ganado pero también en muchas ocasiones se ha podido
visualizar las necesidades de las personas que habitan en ellas en el mundo y en nuestro país, tal
es el caso de la Aldea Llano de Animas y el Caserío el Rincón en el Municipio de Amatitlán,
departamento de Guatemala, donde muchas personas deben salir a trabajar en el campo, en el
cultivo, a cortar café, frijol entre otros, situaciones en las cuales deben llevarse consigo a sus
hijos a trabajar donde muchos niños no se alimentan bien, se mantienen bajo el sol, aguantando
hambre y sed, si bien les va comen algo que engaña su hambre, pero más sin embargo no les da
los nutrientes ni las proteínas, ni vitaminas que el cuerpo de un niño necesita para crecer y
desarrollarse sanamente.
también las personas que habitan en la Aldea el Guajarat en la India, donde la ocupación principal es la
agricultura, pero el suelo es pobre y el rendimiento de las cosechas no es suficiente para cubrir las
necesidades básicas de las familias, lo que obliga a las personas a emigrar la mitad del año en busca de
trabajo. Estos factores limitan su seguridad económica y, como consecuencia, su seguridad
alimentaria, lo que da lugar a malnutrición y otras enfermedades. El principal problema es el alarmante
incremento de la desnutrición entre niños de 0-6 años, que afecta seriamente a su salud y desarrollo.
En el Estado de Gujarat, el 55% de la mortalidad infantil se debe a problemas relacionados con la
desnutrición. En zonas rurales y tribales, estos índices se incrementan aún más, y se agravan por la
falta de conocimiento y concienciación de sus familias, y, además, la falta de acceso a programas
oficiales. Casi el 70% de las madres de niños severamente desnutridos, ni siquiera son conscientes del
problema.
El socio local, Servicios Sociales de la Archidiócesis de Gandhinagar, inició hace tres años un
programa en 39 aldeas, para reducir estos índices de desnutrición. El proyecto tuvo un gran impacto
positivo: los indicadores de salud han mejorado mucho y las mujeres están cambiando su actitud y sus
hábitos sanitarios.
Otras 45 aldeas
Por ello, solicitan la colaboración de Manos Unidas para replicar el trabajo en 45 aldeas nuevas. Se
apoyarán en cuatro centros rurales o misiones, coordinados por sacerdotes que se involucrarán de lleno
en el programa. Pretenden reducir el índice de malnutrición en un 32%, a través de la sensibilización y
concienciación de las mujeres junto con los grupos de autoayuda como vehículo de apoyo.
Se formará en las aldeas a trabajadores de salud, que ejercerán de efecto multiplicador, y capacitarán a
las mujeres en el cuidado nutricional de sus hijos:
Facilitar el acceso de mujeres y niños al sistema oficial de salud y a los cuidados pre y
postnatales.
Al final de los dos años de duración del proyecto se espera reducir la tasa de malnutrición al 11%,
frente al 43% actual. El proyecto, que se enmarca en el tercer ODS, “Salud y Bienestar”,
beneficiará directamente a 1.995 niños y niñas de 0 a 6 años.
Cada año, la desnutrición causa la muerte de tres a cinco millones de niños menores de 5 años. Las
imágenes de niños hambrientos en contextos de emergencia son ya parte de la conciencia pública,
pero la realidad es que la inmensa mayoría de los pequeños que sufren desnutrición lo hacen en
silencio, muy lejos de los ojos del resto del mundo. Las dietas carenciales suponen un problema
cotidiano para millones de niños. Los signos de la desnutrición son tan comunes (un niño de poca
estatura o un niño que ha perdido un peso considerable) que no los solemos ver como una
enfermedad o un sufrimiento. Pero lo son. Cuando la dieta de un niño no ofrece todos los nutrientes
que su cuerpo necesita para mantener su funcionamiento normal, no sólo merma su crecimiento,
sino que aumenta su vulnerabilidad ante enfermedades comunes. Por esta razón, un simple
resfriado o una diarrea aguda pueden acabar con la vida de un niño desnutrido. La desnutrición
infantil es una emergencia médica.
La anemia
Es una enfermedad en donde la sangre no contiene suficiente hemoglobina –rica en hierro– que
vuelve frágil a la persona. En otras palabras, es un déficit de absorción de los nutrientes de los
alimentos, sobretodo del mineral.
El bocio:
La diabetes:
Es una elevación de la glucemia –la azúcar– en la sangre. Estos altos niveles pueden llevar a
daños en las arterias, afectando eventualmente al corazón, los riñones y demás órganos.