TA 1 - D. Procesal Constitucional
TA 1 - D. Procesal Constitucional
TA 1 - D. Procesal Constitucional
Tarea Académica 1
Principios constitucionales
Integrantes:
Ethan Fernández Gamarra…………….U20225298
Erik David Ponce Miranda……………U20226732
Max Hardy Quiro Tacca………………U20225409
Cristian Salas Ortega………………….U21201989
Valery Gabriela Chota Chipana………U19205284
Camila Úrsula Charrez Mercado……..U18212791
Kevin Josué Parque Pari……………...U20245926
Joel Ángel Cruz Soto…………………U20227258
Perú
ÍNDICE
I. INTRODUCCIÓN .................................................................................................... 3
Es por esto que los principios procesales, tienen la función de suplir algunas lagunas o
ambigüedades que pueden darse en el derecho procesal y se consideran normas jurídico
as semejantes a las normas que integran el ordenamiento, llegando a constituir el vértice
o columna vertebral de una estructura procesal.
II. PRINCIPIOS PROCESALES
A. EL PRINCIPIO DE DIRECCIÓN JUDICIAL
Lo jueces disponen de una variedad de medios y herramientas para lograr los fines
esenciales de los procesos constitucionales, asegurando la supremacía de la Constitución
y garantizar la vigencia efectiva de los derechos fundamentales. Por esta razón, es que no
sólo se utilizarán esos canales, ni se utilizarán las herramientas adecuadas, sino que se
perderán las consecuencias de los propios fines si no se reconoce a la corte constitucional
como partícipe, responsable de la adecuada y oportuna progresión del proceso. Por esta
razón que el Tribunal Constitucional ha señalado que el principio de dirección judicial
del proceso está encarnado en la figura del juez constitucional, el poder y deber de
controlar racionalmente la actividad de las partes, para sí evitar la obstrucción procesal,
y promoviendo la ejecución eficiente y oportuna de las metas del proceso. Por eso, es que
en este sentido corresponde al juez constitucional detectar y desvirtuar cualquier conducta
procesal que con o sin intención pretenda convertir el proceso en un ritualismo de formas
más que en una efectiva salvaguarda de los derechos fundamentales y del respeto por la
supremacía normativa de la Constitución. (Castillo, 2002, p. 4)
“En virtud de este principio el juez constitucional debe desempeñar un rol activo
con el propósito de que el proceso sea idóneo y eficaz en la protección de derechos
fundamentales. Implica evitar transcurrir en formalismos innecesarios;
asimismo, disponer de las herramientas procesales a fin de lograr un proceso
expeditivo.” (p.4)
B. PRINCIPIO DE GRATUIDAD
El inicio de gratuidad en la actuación del demandante supone que no debería ser oneroso
ni una actuación procesal para el que se cuenta agraviado en su derecho constitucional o
para el que se comenta afectado por una regla inconstitucional, ilegal o sencillamente por
la renuencia de un funcionario a obedecer una regla o llevar a cabo con un acto
administrativo firme. No es el Código Procesal Constitucional, la primera o exclusiva
regla que recoge este inicio. Está por igual recogido en el Código Procesal Civil y en la
regla constitucional al instante en que se dispone que es un inicio de la gestión de justicia,
el inicio de la gratuidad de la gestión de justicia y de la custodia gratuita para los
individuos de escasos recursos; y para todos, en los casos que la ley muestra (artículo
139.16 CP). Comentando este dispositivo dijo el Tribunal Constitucional que “en el
entorno judicial aquel precepto se traduce en afirmar, a los individuos de escasos
recursos, la entrada, el planteamiento y la obtención de un fallo judicial que resuelva sus
diferencias en un proceso judicial gratuito” (Córdova, 2005)
El primordial efecto de este inicio es el no pago de las tasas para entrar al artefacto
judicial, o sea, de las costas que se logren entablar por las posiciones administrativas del
Poder Judicial. De otra forma se estarían alentando situaciones de verdadera injusticia y
diferencia material. No obstante, y en una suerte de matización del inicio, está establecido
en la parte final del artículo III CPC, que este comienzo de gratuidad no obsta el
cumplimiento de la resolución judicial firme que disponga la condena de costas y precios
según los supuestos que prevea el Código Procesal Constitucional para el demandante
(artículos 16, 56 y 97) (Valenzuela, 2018). Este inicio está plenamente justificado en el
hecho de que es fundamental que no exista ningún tipo de componente que obstruya la
entrada a los medios de salvación de los derechos constitucionales o de los medios que
tienden a hacer realmente vigente el orden constitucional. Y es que, dicho inicio tiene, un
precepto constitucional que pide la remoción de los obstáculos que impidan el ejercicio
pleno de los derechos primordiales.
C. PRINCIPIO DE ECONOMÍA
En este orden, las ideas sobre la acción estatal deben estar asociadas a fomentar, motivar,
coordinar, complementar, integrar o sustituir, una imagen adicional, complementaria o
alternativa de una iniciativa privada liberal. Las subvenciones se manifiestan como un
efecto secundario o justificación en materia económica, justificadas por la falta de acción
o la negativa de la iniciativa privada.
Cabe recalcar que “la intervención de los organismos estatales en el campo económico,
por amplia y profunda que sea, no sólo no limita la autonomía y autonomía de los
individuos, sino por el contrario, es necesaria para asegurar la extensión de esta libertad.
iniciativa." iniciativa y derechos humanos fundamentales. Entre ellos debemos incluir el
derecho y el deber -de cada individuo- de asumir, por regla general, la responsabilidad
primaria del mantenimiento de sí mismo y de su familia, es decir, sistemas económicos
que permitan y faciliten el uso libre y provechoso de la actividad productiva de todos.
(Mensaje Mater et Magistra. Tengo 55)».
Por tanto, es necesario explicar el papel del estado en la economía y el papel del estado
en las actividades empresariales, porque no son sinónimos. Si bien la propuesta se refiere
al rol dependiente del Estado en la economía, en la práctica debe entenderse en términos
del rol dependiente del Estado en la actividad económica mencionado en este artículo. 60
de la Constitución. El concepto y alcance del principio de subvención debe limitarse a las
empresas del Estado, no a todas las actividades económicas, de conformidad con lo
dispuesto en este artículo. 60 de la Constitución: “(…) por ley, el Estado puede directa o
indirectamente realizar actividades económicas en aras de representar un alto interés
público o un claro interés nacional (…)”.
Según lo establecido en el artículo 384 del Código Procesal Civil modificado por el
artículo 1 de la Ley 29364, el recurso de casación tiene por fines esenciales la adecuada
aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de la jurisprudencia
nacional por la Corte Suprema de Justicia (finalidad nomofiláctica y uniformizadora,
respectivamente); finalidad que se ha precisado en la Casación N° 4197-2007/La Libertad
y la Casación N° 615-2008 /Arequipa. Por tanto, este Tribunal Supremo sin constituirse
en una tercera instancia procesal, debe cumplir su deber de pronunciarse acerca de los
fundamentos del recurso, por las causales declaradas procedentes.
Por las razones expuestas, si bien cuando se trata de una causal de infracción normativa
de naturaleza procesal, al declararse fundado el recurso debe reenviarse el proceso a la
Sala de origen a fin que se emita nuevo pronunciamiento conforme a lo preceptuado por
el artículo 396 inciso 1) del Código Procesal Civil; sin embargo, en aplicación de los
principios de economía y celeridad procesal contemplados en el artículo V del Título
Preliminar del texto legal acotado, es menester resolver en sede de instancia la presente
controversia a efecto de poner fin a la litis.
Por otra parte, una de las cuestiones que hay que abordar en relación con el artículo 23 de
la sentencia 0008-2003-AI/TC es cómo define el subsidio, pues no parece haber
establecido una jerarquía de aplicación y más bien, muestra en general cómo debería
funcionar.
D. PRINCIPIO CELERIDAD PROCESAL
Finalmente, para agilizar el proceso de hábeas corpus, se establece expresamente que los
jueces constitucionales no deben negarse a ejercer sus funciones jurisdiccionales. Por lo
tanto, en el presente caso, es improcedente aplicar el Código Procesal Civil con orden de
destitución del juez -o, pido disculpas, para usar los términos del Código Procesal
Constitucional- para revisar maletas consistentes, inconsistentes. Por lo tanto, la decisión
del juez al respecto es importante. No está permitido aplicar las reglas especificadas en
su propuesta. Los recursos explícitos se utilizan en el juicio de amparo o en el juicio civil,
lo cual es inadmisible por el habeas colectivo, como proceso constitucional y por su
carácter de tutela de extrema urgencia, tiene disposiciones especiales específicas y plazos
muy breves. claramente definida por el legislador. En consecuencia, la solicitud de
garantía debe ser declarada inaceptable. (Cosculluela Montaner, 2011)
Finalmente, cabe resaltar que este Tribunal Supremo evidencia que se ha transgredido el
principio de celeridad procesal, por cuanto lo que se busca en el nuevo proceso laboral es
la protección de los derechos laborales, en el menor tiempo posible, lo cual ha sido
minimizado por los Jueces en sede de instancia. Más aún cuando se ha invocado la
vulneración al derecho al trabajo del actor, fuente de sustento personal y de su familia.
Además, como ha precisado este Colegiado Supremo, en reiterada jurisprudencia, la
celeridad procesal está muy ligada a la realización de la justicia, resaltándose una vez más
que la dilación de un proceso laboral acentúa la desigualdad entre el trabajador y
empleador.
E. PRINCIPIO DE INMEDIACIÓN
Por este principio, se exige que haya una relación directa entre las partes y el juzgador,
es decir, que entre ellos exista una interacción personal e inmediata, en donde el juez
reciba directamente la actuación de las pruebas aportadas por las partes, por los terceros
u ordenadas de oficio, en su calidad de director del proceso. Así, las audiencias y la
actuación de medios probatorios se realizan ante el juez, siendo indelegables bajo sanción
de nulidad. Se exceptúan las actuaciones procesales por comisión.
Para el CPC: En virtud de este principio se exige que haya una relación directa entre las
partes y el juzgador, es decir, que entre ellos exista una interacción personal e inmediata,
en donde el juez reciba di rectamente la actuación de las pruebas aportadas por 1as partes,
por los terceros u ordenadas de oficio, en su calidad de director del proceso. Este principio
consiste en que el juez dirige todos los actos del proceso, tratando de eliminar la
delegación de actos procesales en auxiliares, cuyo resultado es de mucha importancia,
con la precisión de que si no cumpliese producirá la nulidad insalvable.
F. EL PRINCIPIO DE SOCIALIZACIÓN
Este principio está vinculado con el principio derecho de igualdad, en el sentido en que
el juez constitucional, en el marco de los procesos constitucionales, no debe dejar que
ninguna de las diferencias materiales de las partes impida el desarrollo del proceso. De
este modo se hace efectiva la igualdad de las partes, a fin de que las diferencias
económicas y de poder entre el demandante y el demandado no determinan el sentido de
la decisión judicial. De ahí que este principio exige que se diseñen los mecanismos
procesales idóneos para hacer realidad la igualdad de las partes del proceso; por ejemplo,
en el caso de los amparos difusos o medioambientales, colectivos, laborales.
Principios Generales del Derecho, comúnmente suele considerársele como a los pilares
básicos sobre los cuales se asienta una determinada concepción del Derecho; por otro
lado, los Principios Procesales no son otra cosa que la especie que conforman los
Principios Generales del Derecho, y sirven para poner de manifiesto el sistema procesal
por el cual el legislador ha optado; y es por ella la razón por la que se encuentran
consignadas en un Título Preliminar.
“El proceso civil se rige estrictamente por el principio de igualdad procesa de las
partes, que exige que las partes tengan dentro del proceso el mismo trato
encontrándose en la misma situación procesal. Es decir, en igual situación, igual
derecho u obligación. Este principio deriva de un principio más genérico: el
principio de la igualdad jurídica ante la Ley.” (Paredes, A.)
Es importante y trascendente este criterio del Juez para la aplicación de los principios del
proceso, ya que ayudara que el proceso siga en su curso sin impedimentos. Este criterio
convierte de la igualdad ante la ley en la igualdad de las partes en el proceso.
Villalobos afirma que el principio de oficio representa uno de los sujetos (las partes y los
tercios incorporados) del impulso procesal. Precisamente, este principio actúa sin
intervención de las partes, sino es iniciativa propia del órgano judicial quien dicta
resoluciones judiciales precisas para que el proceso continúe.
Este principio obliga a los jueces a impulsar los procesos cuando la norma lo establece.
Ya que no se puede abandonar un proceso constitucional. Así lo especifica el Expediente
162-97, lima.
En palabras de Juan Monroy Gálvez, este principio representa “la manifestación concreta
del principio de dirección, y por tanto de la orientación publicista” (1993, Pág. 38).
Monroy sostiene que este principio está referido específicamente a la aptitud que tiene el
juez para conducir autónomamente el proceso a la consecución de sus fines sin la
intervención de las partes.
Cabe mencionar que el deber de impulsar el oficio, por parte del juez, se agota en la
imposibilidad de aplicarse, cuando la actuación procesal dependa exclusivamente de la o
las partes. Como menciona Saúl Coca Guzmán En caso el proceso este paralizado por
algún error de la parte demandante, operaria el supuesto de abandono pasado el plazo
legal de 4 meses, puesto que el deber de la actuación procesal dependía del
diligenciamiento de la parte actora.
Es necesario especificar que el juez no puede impulsar el oficio si las partes no muestran
interés en el proceso e incurren a la audiencia de prueba lo que generara la conclusión del
proceso sin un pronunciamiento de fondo según la Casación 1196-2010, Lima.
H. PRINCIPIO DE ELASTICIDAD
EL principio de elasticidad, según nuestro Articulo III del CPC (Código Procesal
Constitucional), nos indica que: “Asimismo, el Juez y el Tribunal Constitucional deben
adecuar la exigencia de las formalidades previstas en este Código al logro de los fines
de los procesos constitucionales.”
Quiere decir que, los jueces exigir la adecuación de las formalidades y esto es para poder
asegurar la supremacía de la constitución y de los derechos constitucionales vigentes.
“Debemos tomar en cuenta que el principio del formalismo requiere que la forma
de todo acto procesal se determine a priori y por ello se excluya el arbitrio de los
sujetos procesales, en la elección del orden de los actos procesales, el tiempo en
que deben realizarse, los medios a usarse, para manifestar el pensamiento y
voluntad de los sujetos particulares, así como el objeto sobre el cual deben
pronunciarse.” (pág. 124)
Por lo que, es que en dicho caso podemos apreciar la exigencia a los jueces de la
adecuación de la formalidad por lo que se le aprobó esta intervención pasiva, siendo que
ello no impide que dicha regla procesal sea aplicable al caso, pero con base a este
principio es que se incorporó en sede del tribunal constitucional.
El principio pro actione, está relacionado con el derecho a la tutela judicial efectiva, el
cual exige que el poder judicial excluya ciertas aplicaciones o interpretaciones de
supuestos procesales que eliminan o impiden injustificadamente el derecho de un litigante
a que el poder judicial tiene comprenda y resuelva las demandas presentadas en su contra.
Por otro lado, este principio opera bajo el supuesto de acceso al proceso judicial
establecido por la ley y evita que ciertas interpretaciones y aplicaciones del mismo
eliminen u obstaculicen injustificadamente el derecho del acusado a ser informado por el
poder judicial y a resolver las demandas en su contra de conformidad con la ley, ya que
somete, pero no implica que, deba elegirse la interpretación más favorable de la admisión
entre todas las normas posibles que la regulan, pues este requisito llevaría a la Corte
Constitucional a entrar en cuestiones de legalidad procesal, que corresponden a tribunal
ordinario
Según Edwin Alvarenga, el principio pro actione exige que se empleen favorablemente
que se interpreten los requisitos procesales de forma legal, ya que se debe evitar que los
formalismos y entendimientos no razonables, afecten el enjuiciamiento del asunto. Por
ello, el criterio de interpretación del principio pro actione, obliga a los jueces a deformar
los requisitos del proceso. Debido a ello, la Sala Primera del Tribunal Constitucional
menciona que:
Específicamente, este principio está referido a que el juez debe conocer el derecho para
poder aplicarlo, por lo que su deber es aplicar la norma jurídica que corresponde a la
situación concreta. Tal como menciona Luis castillo Córdova (2005):
Castillo Córdova expone que el juez, mediante la aplicación de este principio, está
obligado a aplicar correctamente el derecho objetivo e involucrar, simultáneamente, el
derecho subjetivo no reconocido. Ya que, los derechos subjetivos constitucionales están
reconocidos por dispociones constitucionales, por lo que, a pesar de no estar invocados o
identificados correctamente, le corresponde decidir al juez de la constitucionalidad. Sin
embargo, “el juez constitucional puede amparar la pretensión sobre la base de un
fundamento jurídico distinto al alegado. El límite al que se encuentra sujeta la aplicación
de dicha institución procesal son los hechos alegados por las partes y el petitorio, los
cuales no pueden ser modificados” (Castillo, L. 2005).
“ 7. -El iura novit curia constitucional, contemplado en el artículo VIII del Título
Preliminar del Código Procesal Constitucional, establece que «(…) el órgano
jurisdiccional competente debe aplicar el derecho que corresponda al proceso,
aunque no haya sido invocado por las partes o lo haya sido erróneamente».
Respecto a dicho principio y a sus relaciones con el principio de congruencia de
las sentencias o, a su tumo, con la necesidad de que se respete el contradictorio,
este Colegiado, en el fundamento N°4 de la STC N° 905-2001-ANTC, aplicable
mutatis mutandis al caso de autos, ha establecido que no considera que estos
resulten «( … ) afectados por el hecho de que el juez constitucional se pronuncie
por un derecho subjetivo no alegado por la demandante, pues una de las
particularidades de la aplicación del principio iura novit curia en el proceso
constitucional es que la obligación del juzgador de aplicar correctamente el
derecho objetivo involucra, simultáneamente, la correcta adecuación del derecho
subjetivo reconocido en aquel. Y ello es así, pues sucede que el derecho subjetivo
constitucional está, a su vez, reconocido en una norma constitucional, norma ésta,
como la del inciso 7) del artículo 2° de la Constitución, que es indisponible para
el Juez Constitucional y que, en consecuencia, aunque no haya sido invocada,
debe aplicarse. Además, no puede olvidarse que el contradictorio en el amparo,
por lo general, no se expresa de manera similar a lo que sucede en cualquier otro
ámbito del derecho procesal, en particular, si se tiene en cuenta la posición y el
significado de la participación de las partes (sobre todo, la demandada) en el
presente proceso; de manera que la comprensión y respeto del contradictorio en
el amparo ha de entenderse, no conforme a lo que se entiende por él en cualquier
otro proceso, sino en función de las características muy particulares del proceso
constitucional».”
"...la suplencia de la queja es una figura procesal del juicio de amparo, con
fundamento en la Constitución; que asume un carácter proteccionista, anti
formalista y discrecional; que debe estimarse como excepcionalmente
obligatoria, g que faculta a los tribunales de amparo para integrar las omisiones
totales o parciales de los conceptos de violación o de los agravios y para subsanar
los errores en que incurría el quejoso al expresarlos, así como de aquellos actos
procesales que la ley permite, siempre a favor y nunca en perjuicio del propio
quejoso, en la forma g términos que señala la ley de la materia...". (Santos, G.
1970)
Por lo que quiere decir que, se debe realizar el análisis del contenido de los derechos que
se están viendo afectados como indica este principio saber interpretar conforme a las
normas internacional de los Derechos Humanos.
III. CONCLUSIONES
Este principio ayuda a las partes que exista igualdad en el proceso, así descartando todo
tipo para llevar un proceso justo, este principio puede ser llevado como por ejemplo los
amparos difusos o medioambientales, colectivos, laborales, etc.
El principio de impulso del oficio obliga al juez a direccionar el proceso por el camino
determinado legalmente, sin embargo, este acto procedimental tiene su limite cuando la
acción procesal es exclusiva de la parte demandante.
El principio pro actione ha sido una norma útil para el Tribunal Constitucional, debido a
que se necesitaba fundamentar un plazo razonable para subsanar las deficiencias en que
ha incurrido el demandante al presentar la demanda. Por lo tanto, fue creado con el fin de
favorecer en el debido proceso judicial.
El principio Iura Novit Curia obliga al juez a actuar y aplicar el derecho en base a sus
conocimientos de forma correcta en las situaciones que lo ameriten. Así mismo, el juez
debe tutelar el derecho objetivo y subjetivo del proceso.
En otras palabras, lo que este principio importa es que, el juez debe calificarlos hechos
expuestos por las partes y la relación sustancial, prescindiendo de la calificación efectuada
por los litigantes. Debe determinar la causa pretendí y siempre que no se aparte de los
hechos afirmados ni modifique su objeto, puede otorgarlo pedido sobre la base de una
califican de la causa distinta a la que hicieron las partes.