Cambio de Paradigma Mineduc PDF
Cambio de Paradigma Mineduc PDF
Cambio de Paradigma Mineduc PDF
EL CAMBIO DE
PARADIGMA
Horizontes de transformación
educativa para el Chile del siglo XXI
Septiembre, 2022
Estimadas y estimados funcionarios,
Para avanzar, no partimos de cero. Es importante rescatar aquellas tradiciones educativas que se
han cultivado en el sistema, reconocerlas, darles continuidad y renovarlas. En este sentido tengo
la convicción de que debemos reconocer la inteligencia colectiva y el saber acumulado de las
comunidades educativas y de ustedes como funcionarios y funcionarias.
Tengo la certeza también que las y los trabajadores de la educación en todos sus niveles guardan
un saber que ha impulsado nuevas formas de ejercer la labor educativa. No obstante, también
sé, que no siempre han encontrado los espacios de autonomía para hacerlo.
En este sentido el cambio de paradigma que proponemos, más que ser el programa de gobierno, es una
propuesta sobre cómo hacemos la política pública y como el Estado se relaciona con las comunidades.
Es reconocer el saber que cultiva el sistema y potenciarlo, porque tenemos la convicción de que es
ahí donde se anidan las respuestas y el potencial de innovación de nuestro sistema.
Debemos hacer la política educativa desde dentro hacia afuera, y no desde fuera hacia adentro.
Con mayor participación, para mayor democracia.
Nuestra labor como gobierno es facilitar y acompañar para que este saber pueda desplegarse.
Para ello, hemos identificado 4 claves que creemos, nos permitirán abrir camino. Estas claves
pueden revisarlas con mayor detalle en el documento.
La pandemia empujó al Estado a reorientar su relación con las comunidades educativas, que
hasta el momento se centraba en tareas de apoyo, pero esencialmente de altas demandas y
rendición de cuentas. Al reducir la presión a los centros educativos, las comunidades lograron
entregar respuestas innovadoras para responder a la coyuntura, apelando a su saber colectivo y
juicio técnico y profesional como trabajadores de la educación.
Para reactivar los sistemas educativos se requiere renovar enfoques, y en esa línea, para reactivar los
aprendizajes no podemos hacer como si nada hubiese pasado. Debemos recoger los aprendizajes
que nos dejó la pandemia, como también reparar aquellas fracturas de nuestro sistema que se
visibilizaron durante la crisis.
Uno de los grandes aprendizajes que nos deja esta crisis es que el sistema educacional necesita
seguir avanzando en garantizar el derecho a la educación de todos y todas; necesita de más
colaboración, de aprendizajes integrales, de pertinencia territorial; necesita de apoyo y confianza en
las comunidades y, sobre todo, necesita de fortalecer y reconocer el rol innovador y transformador
de las y los trabajadores de la educación.
Son enfoques que requieren traducirse en un conjunto de acciones en los distintos niveles del
sistema que permitan transformar la experiencia educativa para así desarrollar aprendizajes
integrales y significativos.
El cambio de paradigma que proponemos no comienza con este gobierno, ni tampoco termina con
este. Ha comenzado a construirse desde hace muchos años en el sistema y se ha manifestado en
sus distintos niveles. Se ha cimentado en las nuevas formas de participación de las y los estudiantes,
en los nuevos enfoques de ejercer la labor que han impulsado trabajadores y trabajadoras de la
educación en sus comunidades educativas, en las innovadoras formas que han tenido los niveles
intermedios de ejercer relación y acompañamiento con los centros educativos y en las direcciones
que comenzaron a tomar las políticas educativas en el país.
Como se ha hecho mención, este cambio de enfoques requiere un conjunto de acciones transformadoras
en todos sus niveles, por lo que, el cambio que queremos impulsar desde nuestro rol como Ministerio, se
traduce concretamente en promover una nueva forma de relación entre el Estado y el sistema educativo.
Esta relación debe caracterizarse por la garantía, el apoyo y acompañamiento, la participación y la confianza.
Por un lado, sostenemos que el Estado debe profundizar su rol en garantizar las condiciones
básicas de aprendizaje para todas las comunidades educativas del país, con el propósito de terminar
de instalar la educación como un derecho con justicia social para todas las y los estudiantes.
También creemos que el Estado debe apoyar al sistema, y este debe centrarse en entregar
condiciones y oportunidades para desarrollar capacidades, con el objetivo de promover la
innovación educativa en todos sus niveles. Debe también fomentar la participación para que
la política sea construida en conjunto con las y los distintos agentes educativos, para que esta
pueda llegar con sentido a los distintos contextos, como también para que todas las comunidades
educativas sean espacios de participación democrática y construcción de cohesión social.
Finalmente, sostenemos que el Estado, debe apostar y confiar más en el juicio técnico, profesional y
territorial de las y los trabajadores de la educación, para fortalecer su rol transformador e innovador
(UNESCO 2021). Esto se logra fortaleciendo las oportunidades de formación y desarrollo como
también entregando más espacios de autonomía, para que como sistema educativo podamos
promover aprendizajes centrados en las necesidades, desafíos e intereses personales, sociales y
culturales de las y los estudiantes.
1. Reforzar la garantía de la educación como un derecho social, para la justicia educativa, con
la educación pública en su centro.
2. Reconocer, fortalecer y valorar el rol transformador e innovador de trabajadores y trabajadoras
de la educación.
3. Impulsar un sistema de acompañamiento y evaluación que promueva la mejora continua de
las comunidades educativas, a través del desarrollo de capacidades de las y los actores de los
distintos niveles del sistema, con el objetivo de desarrollar aprendizajes integrales centrados
en las y los estudiantes.
4. Transitar hacia un currículum flexible, integral y contextualizado para el desarrollo de
aprendizajes que respondan a los desafíos del siglo XXI.
Para impulsar el cambio de paradigma educativo, desde nuestro gobierno
proponemos los siguientes ejes de política:
• Proyecto de ley para modificar efectos de deuda educativa por educación superior: se modifican
efectos tales como; imprescriptibilidad del CAE, facultad de aplicar deducciones al sueldo,
requisito de “estar al día” para acceder a rebajas de tasa de interés, imposibilidad de entregar
financiamiento por parte del Estado, y terminar con la exigencia de un mandato especial,
delegable e irrevocable para aplicar descuentos a las remuneraciones.
• Proyecto de ley para la inclusión y atención integral de personas en el espectro autista: tiene
como objeto promover en igualdad de condiciones la inclusión social de personas en el espectro
autista, desde una perspectiva integral e interdisciplinaria. En educación, esto implica hacer
los ajustes necesarios para que los establecimientos e instituciones educativas entreguen una
formación inclusiva, así como también, brindar formación y acompañamiento a las comunidades
para que orienten su gestión educativa hacia la atención a la diversidad y a las particularidades
de los/as estudiantes en esta condición.
• Proyecto de ley para asegurar conectividad a los/as estudiantes y acceso a internet: define el
derecho a la equidad educativa y conectividad digital de los/as estudiantes, responsabilizando
al Estado de garantizar condiciones y alfabetización digital a las comunidades educativa.
Índice
A. Introducción...............................................................................................................1
F. Referencias bibliográficas...................................................................................... 42
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
A.
Introducción
1
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
2
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
B.
El sistema educativo
chileno en contexto
de emergencia
sanitaria: reflexiones y
aprendizajes.
3
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
La pandemia provocó una crisis socioeducativa que tuvo entre sus principales implicancias la
interrupción de la asistencia presencial a los establecimientos educacionales. América Latina fue
el continente que más interrumpió sus clases presenciales en el mundo, y uno de los que presenta
mayores indicadores de pérdidas de aprendizaje, solo después de África (Banco Mundial, UNESCO,
et al., 2022; Banco Mundial, UNICEF, et al., 2022; UNESCO et al., 2021) .
La crisis no sólo provocó el aumento de brechas de aprendizajes, sino que también el deterioro
de la salud mental, la agudización de la violencia intrafamiliar, la deserción, el trabajo infantil y
la profundización la violencia de género, que se expresaron de manera más cruda en aquellos
estudiantes más vulnerables (UNESCO, UNICEF, Banco Mundial, 2021).
Chile no fue la excepción. La pandemia no sólo provocó diversas y profundas consecuencias, sino
que también visibilizó aún más las fracturas del sistema (España, 2022). Nuestro sistema educativo,
tuvo dificultades para poder desplegar sus capacidades para garantizar la educación de manera
justa a todas las y los estudiantes del país. Esto significó un llamado a repensar nuestro rol como
Estado en garantizar el derecho a la educación.
Todo esto lo lograron con autonomía profesional y trabajo colaborativo (Figueroa et al., 2021)
con foco en la evaluación formativa, con mayor flexibilidad, y menor presión de las instituciones
del sistema. Educadores/as, profesores/as, académicos/as, funcionarios/as y directivos/as son y
serán los pilares y agentes fundamentales del sistema, y fue desde ellos y ellas y su juicio experto
desde donde se sostuvo esta crisis.
El sistema educacional durante estos últimos dos años de pandemia de Covid-19 (2020-2021)
tomó medidas que, en principio, se diseñaron para responder a la emergencia sanitaria, pero que
permitieron reducir la presión a las comunidades educativas. Esto mostró la gran capacidad que
tienen las y los trabajadores de la educación, para poder reorientar e innovar en sus prácticas en
pos de entregar una mejor educación.
En primer lugar, tal como en varios sistemas del mundo, se realizaron ajustes y flexibilizaciones
al curriculum en el contexto de pandemia (CEPAL & UNESCO, 2020; UNESCO, 2020). Frente a la
alta saturación y fragmentación de contenidos, habilidades y áreas disciplinares, se impulsó una
priorización curricular que seleccionó objetivos de aprendizaje, priorizando aquellos aprendizajes
considerados imprescindibles. Esta política ha sido valorada por las comunidades educativas
por disminuir la sobrecarga de contenidos y permitir planificar clases acotadas y con mayor
sentido. Esto nos ha llevado a reflexionar sobre cómo debiese ser un currículum para promover
la innovación pedagógica y el desarrollo de aprendizajes integrales.
4
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
Hemos aprendido que la mejora y los aprendizajes se logran diversificando las estrategias de
evaluación, atendiendo a intereses y necesidades educativas específicas de las y los estudiantes;
pero, sobre todo, se logran con apoyos y acompañamientos significativos de equipos directivos y
liderazgos intermedios comprometidos con la labor educativa (Dirección de Educación Pública, 2018).
Asimismo, el financiamiento fue otro de los componentes del sistema escolar que fue obligado a
repensarse. Se entendió rápidamente que la lógica de financiamiento por asistencia significaba un
agobio impertinente e improductivo para los establecimientos en contexto de pandemia, en tanto
esta constituye un fenómeno que depende de muchas variables sociales y culturales. La estrategia
para abordar de manera efectiva la matrícula, la retención, y la asistencia no puede reducirse en
la presión a las comunidades educativas a cumplir con ellas, se aborda más efectivamente con
apoyos y con políticas integrales que logren articular distintas instituciones y agentes sociales.
Para abordar desafíos educacionales tan complejos como la garantía de trayectorias educativas,
debemos rodear de apoyos a las comunidades educativas y no sólo demandar rendición de
cuentas de ellas. En educación superior, por el contrario, no se ha producido un desplazamiento
paradigmático similar, en tanto el financiamiento basado en el subsidio a la demanda (voucher)
ha seguido siendo el componente fundamental y la pandemia solamente ha reforzado aquello.
5
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
La pandemia empujó al Estado a reorientar su relación con las comunidades educativas, que hasta
el momento se centraba en demandarlas a rendir cuentas. Al descomprimir y quitar la presión, las
comunidades lograron entregar respuestas innovadoras para responder a la coyuntura, apelando
a su saber colectivo y acumulado. Nuestra intención es seguir avanzando en esa senda, para
poder garantizar una educación que pueda responder a los retos de la sociedad actual y sus
acelerados cambios.
Los grandes aprendizajes que nos deja esta crisis es que el sistema educacional necesita seguir
avanzando en garantizar el derecho a la educación de todos y todas; necesita promover más
la colaboración, tanto entre estudiantes, educadores como entre establecimientos; necesita
de más apoyo y confianza en sus comunidades; necesita promover aprendizajes integrales
centrados en las necesidades de las y los estudiantes; y sobre todo necesita de reconocer y
fortalecer el rol transformador de las y los trabajadores de la educación.
6
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
C.
¿Cuál es el cambio
de paradigma que
proponemos en
educación?: Enfoques
para la transformación
de la experiencia
educativa.
7
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
de enseñanza (Almeida & Simoes, 2019; Ayala, 2009; Barrera et al., 2018).
Por otro lado, existe otro conjunto de estudios que aborda el cambio de paradigma educativo,
desde una perspectiva más sistémica con respecto a cuáles son las políticas, enfoques, principios
y sentidos de la educación para las sociedades del siglo XXI. En esta línea se señala que el cambio
de paradigma en educación se lleva a cabo en las formas de renovar la noción de lo público en la
educación para que efectivamente sea un derecho social (Atria, 2014). Por otro lado, se sostiene
que el cambio de paradigma se define en la posibilidad de transformar la organización industrial
de la educación basada la estandarización, la privatización y la competencia hacia una que ponga
en el centro la diversidad, la colaboración, la innovación y la creatividad, para el desarrollo de la
ciudadanía (Severin, 2017). También se conceptualiza este cambio como la forma de repensar
el enfoque de capital humano de la educación para pasar a uno que se centre en aprendizajes
para la vida (Moon, 2007).
Son enfoques que requieren traducirse en un conjunto de acciones en los distintos niveles del
sistema que permitan transformar la experiencia educativa para así desarrollar aprendizajes
integrales y significativos que se centren en las necesidades e intereses de las y los estudiantes.
8
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
El cambio de paradigma en este sentido no comienza ni termina con este gobierno. Ha comenzado
a construirse desde hace muchos años en el sistema y se ha manifestado en sus distintos niveles.
Se ha cimentado en las nuevas formas de participación de las y los estudiantes, en los nuevos
enfoques de ejercer la labor que han impulsado trabajadores y trabajadoras de la educación en
sus comunidades educativas, en las innovadoras formas que han tenido los niveles intermedios
de ejercer relación y acompañamiento con los centros educativos y en las direcciones que
comenzaron a tomar las políticas educativas en el país.
En este contexto, el rol que tiene el Ministerio de Educación es el de abrir los caminos para seguir
impulsando ese cambio. En este contexto, el rol que tiene el Ministerio de Educación es el de abrir
los caminos para seguir impulsando ese cambio. De esta manera, el nivel central en coordinación
con sus servicios asociados, son quienes lo facilitan y posibilitan a través de sus políticas; las
instituciones de nivel intermedio son quienes acompañan y apoyan a las comunidades educativas;
el entorno territorial y local lo contextualiza, y son las y los trabajadores de la educación quienes
lo desarrollan en interrelación con sus estudiantes en las comunidades educativas.
Por un lado, sostenemos que el Estado debe profundizar su rol en garantizar las condiciones básicas
de aprendizaje para todas las comunidades educativas del país, con el propósito de terminar de
instalar la educación como un derecho con justicia social para todas las y los estudiantes.
También creemos que el Estado debe apoyar al sistema, y este debe centrarse en entregar condiciones
y oportunidades para desarrollar capacidades, con el objetivo de promover la innovación educativa
en todos sus niveles. Debe también fomentar la participación para que la política sea construida
en conjunto con las y los distintos agentes educativos, para que esta pueda llegar con sentido a
los distintos contextos, como también para que todas las comunidades educativas sean espacios
de participación democrática y construcción de cohesión social.
Finalmente, sostenemos que el Estado, debe apostar y confiar más en el juicio técnico, profesional y
territorial de las y los trabajadores de la educación, para fortalecer su rol transformador e innovador
(UNESCO 2021). Esto se logra fortaleciendo las oportunidades de formación y desarrollo como
también entregando más espacios de autonomía, para que como sistema educativo podamos
promover aprendizajes centrados en las necesidades, desafíos e intereses personales, sociales y
culturales de las y los estudiantes.
En gran parte entendemos también que este cambio de paradigma significa redefinir los enfoques
sobre cómo se lleva a cabo el aprendizaje y quienes son capaces de desarrollarlos, y para esto es
fundamental entender que todos y todas tienen una agencia activa en la producción y transformación
de la educación. Esto implica asumir también que tanto trabajadores de la educación como
alumnos se transforman y aprenden unos de otros en el encuentro pedagógico (UNESCO, 2021).
9
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
conocimiento, habilidades, actitudes y valores para poder transitar hacia mayores niveles de
autonomía, y desarrollar aprendizajes que les permitan enfrentar los desafíos de la sociedad
contemporánea (OCDE, 2019).
De esta manera, es importante entender que este cambio sucede en todos los niveles del sistema,
y requiere de roles distintos. Todos los esfuerzos que supone este camino tienen como último
propósito transformar la experiencia educativa para desarrollar en cada estudiante que participa
del sistema educativo, aprendizajes significativos y las herramientas suficientes para generarlos.
Es ese el motor de esta propuesta: impulsar un cambio de paradigma es avanzar hacia aprendizajes
integrales y significativos, que se centren tanto en las necesidades sociales y culturales a nivel global,
local y comunitario; como en los desafíos, intereses y necesidades personales de las y los estudiantes.
Figura 1. Cambio de paradigma. Definiciones, acciones y roles de los distintos niveles del sistema.
10
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
De esta manera, la agenda internacional va delineando los focos con respecto a cuales deben
ser los nuevos sentidos de la educación bajo el prisma del siglo XXI.
• Las escuelas deberían ser lugares educativos protegidos, donde se promueva la inclusión,
equidad y el bienestar individual y colectivo, así como debiera reimaginarse para facilitar la
transformación del mundo hacia un futuro más justo, equitativo y sostenible.
Como ya se hizo mención en nuestro país se llevó recientemente a cabo un proceso de consulta
a nivel nacional donde se preguntó a más de 7.800 representantes de comunidades educativas,
entre ellos estudiantes, párvulos, profesionales y asistentes de la educación, y padres, madres y
apoderados, sobre cuáles eran sus anhelos para la educación chilena. En ella se destacó (Acción
Colectiva, 2021b):
11
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
• Desarrollar aprendizajes integrales centrados en las y los estudiantes, donde se sugiere repensar
la jornada escolar completa y el curriculum de modo que sea contextualizado y centrado en
el bienestar socioemocional.
• Promover comunidades educativas con cultura inclusiva y colaborativa. Donde se valore la
diversidad, y se promuevan mayores niveles de participación.
• Construir una matriz institucional equitativa y contextualizada. En el que se propone fortalecer
la educación pública, eliminar el financiamiento por asistencia y modificar el sistema de
aseguramiento para avanzar hacia una evaluación integral y contextualizada.
• Valorar a docentes, educadores y asistentes de la educación como el corazón del sistema.
Mejorando sus condiciones laborales, aumentando sus rentas, y entregando tiempo adecuado
para el proceso de enseñanza-aprendizaje.
A propósito del llamado que hacen distintos organismos internacionales a darle centralidad a la
opinión de las y los estudiantes, en los últimos años se han realizado varios procesos participativos
en el país para escuchar particularmente las voces de niñas, niños, adolescentes y jóvenes de
nuestro país, con respecto a que piensan y esperan sobre la educación. En estos se observan
amplios acuerdos: (Acción Colectiva, 2021; Subsecretaría de la Niñez & Defensoría de la Niñez,
2019; UNESCO et al., 2017; UNICEF, 2022; Universidad Católica Silva Henríquez & Fundación
Scholas Ocurrentes, 2022):
• Quieren que la educación sea equitativa, y para ello es importante que sea gratuita e igualmente
buena para todos y todas, sin importar su condición social.
• Creen que es fundamental contar con climas de aprendizaje que sean seguros, acogedores,
y libres de violencia y discriminación para mantenerse motivados y motivadas por aprender.
• Piensan que la jornada escolar es muy extensa y agotadora, por lo tanto, sugieren repensarla.
• Creen que es importante valorar y respetar a las y los profesores, y junto con ello es fundamental
mejorar sus condiciones laborales y oportunidades de desarrollo profesional.
• Les gustarían nuevas metodologías de enseñanza que sean más didácticas, interactivas y
dinámicas, para hacer clases más divertidas y motivadoras.
• Quieren y creen que es importante aprender más sobre distintas áreas, como las artes, el
deporte, el medioambiente, educación socioemocional, educación sexual, finanzas, ciudadanía,
entre otros.
12
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
La pandemia ha abierto un espacio para reconocer los nuevos enfoques que han ido emergiendo
desde distintos espacios. Existen importantes convergencias en lo que han venido demandando
las y los estudiantes, lo que señalan las comunidades educativas, la investigación educativa, y los
enfoques que vienen promoviendo tanto los organismos internacionales como las instituciones
de la sociedad civil.
Como se ha señalado, el cambio de paradigma que proponemos no comienza ni termina con
este gobierno, es un cambio cultural, que se debe traducir en un conjunto de acciones en todos
los niveles, y que ya se encuentra desplegado en los territorios, en distintas experiencias locales
(Eroles, 2020; Saez & Soto, 2020).
En este sentido, nuestro rol como gobierno, es dotar de condiciones al sistema para que pueda
seguir avanzando en este cambio, para que las y los estudiantes de nuestro país, puedan recibir
una educación transformadora, y enriquecedora.
En Chile se edificó un modelo de mercado educacional con el Estado como subsidiario (Bellei,
2015; Corvalán & García-Huidobro, 2016; Orellana et al., 2018; Ruiz Schneider et al., 2018; Zarate,
2021), en donde se le entregó tanta libertad al mercado que se posibilitó hacer negocios con
la educación, sin tener que reinvertir las utilidades que generaban para el mejoramiento de las
condiciones educativas y el trabajo pedagógico.
Este modelo de mercado se encontró años después con regulaciones de rendición de cuenta, lo que
fue conocido como un “Estado evaluador” incrustado en el mercado educacional (Bellei & Muñoz,
2021; Ruiz Schneider et al.). Esto ha tenido como lamentable efecto no solo la estandarización
de la educación, sino que también la sanción a establecimientos que más necesitan apoyos, y
por consiguiente a la población estudiantil más vulnerable (López, 2018).
Han existido en el país políticas regulatorias que han significado importantes avances en abordar
esta problemática, como lo fue en el contexto de la reforma educacional, la Ley de Inclusión
(20.845), y la Nueva Educación Pública (21.040), que tuvieron el propósito de controlar los efectos
perversos del mercado y a la vez fortalecer la educación pública (Bellei & Muñoz, 2021; MINEDUC,
2016). Estas políticas reflejan la dirección que ha venido tomando el sistema en los últimos años,
y la pandemia ha reafirmado la necesidad de seguir profundizando en este horizonte, pues nos ha
mostrado de manera muy clara aquellas fracturas del sistema que aun no terminamos de reparar.
13
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
Así, hemos identificado 4 nudos críticos que nos han distanciado del cambio de paradigma en Chile:
4. Un sistema sin una definición clara acerca de los horizontes y objetivos de la educación. En
educación escolar, aquello se expresa en un currículum extenso, rígido y fragmentado, que
desvincula la enseñanza de contextos y territorios, y que dificulta la integración de aprendizajes
y disciplinas. Esto termina siendo una fuente de presión para las comunidades educativas,
en tanto estas se ven demandadas a cubrir un alto número de objetivos de aprendizaje. Por
su parte, en educación superior, la falta de horizontes en educación, se ha visto reflejada en
un mercado de credenciales sin dirección clara, cuyas consecuencias se expresan en bajos
salarios, subempleo y precarización laboral.
Para responder a estos 4 nudos hemos identificado 4 claves que nos permitirán seguir avanzando
en el cambio de paradigma, para edificar un sistema educativo que pueda entregar más y mejores
aprendizajes a todos y todas las estudiantes del país:
1. Reforzar la garantía de la educación como un derecho social, para la justicia educativa, con
la educación pública en su centro.
Estas 4 claves no son una novedad para los distintos niveles del sistema, y menos para el nivel de
la política educativa. Por lo tanto, reconocemos aquellas políticas que se inspiraron en asegurar el
derecho a la educación, en el reconocimiento y valoración de directivos/as, docentes, educadores
y asistentes, en la confianza, apoyo y desarrollo de capacidades internas de las comunidades
educativas, y también en aquellas políticas con foco en desarrollar aprendizajes integrales. Todas
estas son importantes avances y son consideradas como referencias para continuar en este camino.
14
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
A partir de los años 80, la dictadura militar edificó en Chile un modelo que es conocido como
regulación mercantil, caracterizado por: 1) la subsidiariedad del rol del Estado en educación, 2) la
libertad de emprendimiento, 3) el subsidio a la demanda, 4) la valoración de la educación privada,
5) el abandono de la educación pública y 6) la asignación de recursos con criterios economicistas
como la rentabilidad y las tasas de retorno (Corvalán & García-Huidobro, 2016; Orellana et al.,
2018; Ruiz Schneider, 2010; Zarate, 2021).
Asimismo, el modelo sobre el que se construyó el sistema provocó una importante desarticulación,
lo que es conocido como “atomización”, al existir una alta dispersión de administradores de
establecimientos que, sumado a las lógicas de competencia, ha inhibido la posibilidad de generar
cohesión interna y relaciones entre establecimientos (Bellei & Muñoz, 2021).
Otra de las consecuencias que provocó el modelo de mercado en el sistema, es que al debilitar
la educación pública se generó una importante desigualdad en infraestructura y entornos de
aprendizaje. Es importante subrayar que las transformaciones que requiere el sistema para avanzar
hacia un nuevo paradigma no pueden suceder si no existen condiciones básicas de infraestructura.
Asegurar la educación como un derecho social, implica garantizar igualdad de disponibilidad de
entornos de aprendizaje. Esto comprende desde condiciones infraestructurales básicas de los
establecimientos, hasta condiciones de conectividad y equipamiento digital para los entornos
de aprendizaje del siglo XXI.
15
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
Si bien desde los años 90 se han llevado a cabo múltiples políticas e iniciativas para paliar estos
efectos, el sistema aún muestra un alto grado de segregación y desigualdad (Bellei, 2013). Por
ello, para continuar avanzando en un nuevo paradigma se hace necesario transitar a un sistema en
donde exista una educación pública fortalecida en todos sus niveles educativos, como un espacio
de garantía para una educación justa, que garantice igualdad de condiciones de aprendizaje, sin
tener que endeudarse por ello, para que las y los ciudadanos puedan participar en su plenitud
en la sociedad de acuerdo con sus proyectos de vida.
Para asegurar el derecho a la educación, se necesita un rol activo y articulador del Estado,
poniendo a la educación pública en el centro como eje articulador y motor de la transformación
educativa y social, e impulsando una política afirmativa de promoción del acceso y permanencia
en el sistema de los sectores más postergados de la sociedad.
Otro de los componentes que ha erosionado el derecho a la educación y la justicia educativa, han sido
las persistentes dinámicas de exclusión educativa. Esta no solo se expresa a través de poder acceder
a un establecimiento educativo en particular, sino también a través de la participación, el sentido de
pertenencia, el reconocimiento de la diferencia y la igualdad de trato (Qvortrup & Qvortrup, 2018).
Avanzar hacia un sistema educativo inclusivo implica cambios en la gestión curricular, en las formas
de gestionar la convivencia y en las prácticas pedagógicas, con especial énfasis en estudiantes
extranjeros, pertenecientes a pueblos originarios y en situación de discapacidad. La evidencia
acumulada ha señalado que tenemos importantes desafíos para ello, y debemos construir entornos
de aprendizaje que sean inclusivos, equitativos, sanos y libres de discriminación y violencia (Rojas
et al., 2019; Rojas Pedemonte & Vásquez Rencoret, 2015; Tijoux, 2013; Valoyes-Chávez, 2018).
Para avanzar es necesario situarse en un nuevo paradigma, inclusivo con enfoque intercultural e
interseccional, abordando las desigualdades que han vivido en el sistema y en las comunidades
educativas estudiantes pertenecientes a pueblos originarios, migrantes, en situación de discapacidad,
mujeres y disidencias. Para ello es fundamental promover entornos de aprendizaje seguros, sanos
y libres de violencia y discriminación (UNESCO, 2021) para que todas y todos los estudiantes de
nuestro país puedan tener las mismas oportunidades en el acceso, la participación, la permanencia,
el progreso en su trayectoria educativa.
Otro componente central para resguardar el derecho a la educación con foco en la justicia social
tiene que ver con la garantía de trayectorias educativas. Durante la pandemia y en el retorno a la
presencialidad, hemos observado cifras de inasistencia preocupantes, un leve incremento en la
deserción educativa, y aún miles de estudiantes que se encuentran fuera del sistema. Creemos
que el Estado debe tomar un rol activo en desarrollar y evaluar las estrategias más efectivas para
16
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
En el marco de los recientes enfoques internacionales ya presentados, que señalan el rol central
que tienen niñas, niños y adolescentes en la transformación de la educación y la producción de
conocimiento (OCDE, 2019; UNESCO, 2021) es importante destacar que, en nuestro país, han
sido las y los estudiantes, los que históricamente han impulsado la necesidad de cambios en la
educación para la justicia social.
En esta línea, el año 2016 se dicta la ley 20.911 que crea el Plan de Formación Ciudadana para
todos los establecimientos del país. Estos planes son importantes oportunidades para promover la
ciudadanía activa de las y los estudiantes, través de la formación en temáticas como el pluralismo,
el respeto por la diversidad social y cultural, el conocimiento de los derechos humanos, la ética,
entre otros.
En este marco considerando particularmente que hoy en día la ley 21.430 de garantía y protección
de la niñez reconoce la participación de niñas, niños y adolescentes (Biblioteca del Congreso
Nacional, 2022) y a propósito del llamado de UNESCO con respecto a la urgencia de desarrollar
capacidades críticas en estudiantes en contexto mundial de desinformación (UNESCO, 2021)
es más importante que nunca reforzar el protagonismo de niñas, niños y adolescentes en las
transformaciones sociales que requiere nuestro país. Para esto es imprescindible ampliar sus
conocimientos, herramientas y espacios para la participación democrática y ciudadanía, que
permee desde las aulas y la gestión educativa hasta las diversas instituciones sociales, de modo
que podamos como sociedad en su conjunto enfrentar los desafíos que nos impone el siglo XXI
(UNESCO, 2021).
17
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
Una nueva noción del rol de las y los trabajadores de la educación, implica, por tanto, reconocer su
labor como una que es técnicamente compleja, y que continuamente aprende y reflexiona sobre
sus prácticas, contextos, estudiantes y colegas (Hargreaves & Fullan, 2012; Lave & Wenger, 1991;
Montecinos, 2003; National Academy of Science National, 1998). Es importante entender que las
y los trabajadores de la educación son agentes activos, que producen y reproducen conocimiento
y, por lo tanto, agentes que aportan innovación continua al sistema (UNESCO, 2021).
Desde el retorno a la democracia, han existido diversas políticas para fomentar el desarrollo
profesional docente. En los años 90 se destacan los programas MECE, en los cuales se llevaron
a cabo iniciativas de desarrollo profesional docente a través de estrategias colaborativas como
lo fueron los Programas de Escuelas P-900, los microcentros rurales y los Grupos Profesionales
de Trabajo (Avalos, 1998; Sotomayor & Walker, 2009; Villena, 2005). Estos se caracterizaron por
impulsar el diálogo, el intercambio de experiencias pedagógicas, discusiones disciplinarias y grupos
de estudio para promover la innovación pedagógica. Particularmente los grupos profesionales
de trabajo siguen existiendo en algunas comunidades educativas, pero según la evidencia con
el tiempo tendieron a perder su identidad y naturaleza, debido principalmente a la prioridad y
exigencia de labores administrativas (Villena, 2005). Creemos que es importante recuperar estos
espacios, para promover la discusión pedagógica.
En la segunda mitad de los 90 se desprendieron políticas y estrategias de desarrollo profesional,
más centradas en incentivos económicos a las y los docentes de acuerdo con su desempeño
individual. Esto descansó sobre la noción de que, al entregarle mayores incentivos individuales
a la profesión, la enseñanza mejoraría (Acuña, 2015). Estas políticas demostraron no solo
estandarizar la profesión, y centrar su desarrollo en el cumplimiento de indicadores, sino que
además promovieron una visión de la profesionalidad individual, desincentivando la construcción
de una profesionalidad colectiva (Acuña, 2013; Ruffinelli, 2017).
La Ley de Carrera Profesional Docente (Ministerio de Educación de Chile, 2016) fue un importante
avance en la medida en que buscó enaltecer el estatus de la carrera profesional docente, apoyar
el ejercicio y mejorar el reconocimiento social de la profesión. La ley incrementó las exigencias
para entrar a estudiar pedagogía, introduce importantes cambios en condiciones laborales,
como el incremento de salarios y la introducción de mayores horas no lectivas, como también
propone lineamientos sobre cómo fortalecer y orientar a las carreras de pedagogía mediante los
estándares. Además, se reivindica el rol de los pares en el proceso, a través de las mentorías y las
evaluaciones comienzan a incorporar el trabajo colaborativo como uno de sus ejes. Sin embargo,
entendemos que, para promover una pedagogía centrada en la colaboración, y en su potencial
transformador e innovador, se requiere seguir avanzando.
Al respecto, es importante entregar señales desde el sistema de que los desafíos educacionales se
abordan mejor cuando son colectivos, dado que en las propias comunidades existe un potencial
enorme de desarrollo profesional en la relación con las y los colegas y su trabajo en conjunto. Por
lo tanto, para poder desarrollar una labor educativa que pueda ser transformadora e innovadora
es necesario reforzar una noción de profesionalismo colectivo (Marcelo, 2001; Montecinos, 2003)
en donde se promueva la colaboración y el ejercicio de comunidades de aprendizaje profesional
para promover la innovación en la enseñanza (Lave & Wenger, 1991).
Para una enseñanza transformadora, resulta fundamental fortalecer la formación inicial y continua,
con focos que se centren en las demandas del siglo XXI, como lo es la perspectiva de género,
el aprendizaje ecológico, la interculturalidad, la ciudadanía, el bienestar socioemocional, etc.
Para desarrollar nuevas perspectivas en educación, es central que las y los trabajadores de la
educación en general, puedan tener acceso a formación docente y continua que se encuentre a
18
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
Para que esta cualidad transformadora sea potenciada, es necesario también promover condiciones
pedagógicas y de bienestar. En este sentido es importante considerar aspectos como recursos
económicos e infraestructura, pero también aquellas condiciones relacionadas a el uso efectivo de
horas no lectivas para tareas pedagógicos y horas de libre disposición para desarrollo profesional,
para tener oportunidades de aprendizajes en función de una visión integral.
Asimismo, la pandemia nos reafirmó la importancia de que para que las y los trabajadores de la
educación puedan innovar, es necesario que cuenten con condiciones de bienestar socioemocional.
Los y las docentes y educadores en nuestro país históricamente han tenido que trabajar horas
extra semanales no remuneradas, las que en el escenario actual de la pandemia y el retorno a
clases presenciales se han incrementado significativamente (Elige Educar & Centro UC, 2022).
Esto en la actualidad ha provocado un importante aumento de licencias médicas docentes, y
un preocupante escenario de déficit docente, lo que nos recuerda la importancia de cultivar el
bienestar socioemocional de las y los trabajadores de la educación. Para un cambio de paradigma,
incorporar esta dimensión es fundamental, sobre todo considerando la desafiante y demandante
tarea que es educar en los establecimientos educacionales chilenos.
Una deuda pendiente del sistema, son aún las y los asistentes y técnicos de la educación. Para
que puedan realizar mejor su labor, deben contar con mejores condiciones laborales, y que se
les reconozca su trayectoria.
En síntesis, para que esta cualidad transformadora pueda profundizarse, se deben asegurar
condiciones que lo promuevan y que no lo inhiban. Para esto resulta fundamental fortalecer
la formación inicial docente, asegurar condiciones laborales dignas, ofrecer oportunidades de
formación docente continua, reconocer las trayectorias laborales, y garantizar espacios no lectivos
para cultivar desarrollo profesional para promover comunidades de aprendizaje.
Una nueva noción de la labor educativa, y un nuevo trato con todos los y las trabajadoras de la
educación es fundamental para la innovación continua de la enseñanza y para el cambio pedagógico,
y por lo tanto para la transformación educativa y social. Esto, pues son las y los trabajadores los
que tienen mayor contacto con la realidad de los establecimientos, las particularidades de sus
territorios, y las características socioculturales y emocionales de las y los estudiantes. A propósito
de su rol transformador, UNESCO (2021) ha sido claro en señalar la importancia de que trabajadores
y trabajadoras de la educación deban participar de manera protagónica en la discusión pública
y en la definición de los futuros de la educación. Esto es fundamental para que las políticas, no
19
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
les sean ajenas a su labor y se vean constreñidos solo a ejecutarlas. Deben tener mayores grados
de participación y voz para que ellos y ellas mismas puedan contribuir a elaborar políticas que
signifiquen un apoyo a su labor y no una limitación a su saber profesional.
Del mismo modo, es fundamental reconocer la labor de las y los trabajadores del conocimiento de
la educación superior, quienes han sido por años precarizados y relegados a lógicas mercantiles
en la producción y reproducción del conocimiento, siendo necesario generar las condiciones
para un desarrollo de la investigación e innovación en condiciones dignas.
Desde el año 2008 con la aprobación de la Ley de Subvención Escolar Preferencial, en Chile se
comienza a profundizar un tipo de política educativa donde los centros educativos son apoyados
a partir de la rendición de cuentas de sus resultados. En el marco de la ley de Subvención Escolar
Preferencial (20.248), los establecimientos reciben recursos adicionales para el mejoramiento
de los aprendizajes, son categorizados en función de sus resultados, y tienen mayor o menor
grado de autonomía dependiendo del resultado en dicha clasificación. Este sistema se asienta
definitivamente en la Ley N°20.529 que “Crea el Sistema de Aseguramiento de la Calidad de la
Educación” (en adelante, SAC).
20
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
En cuanto a las las externalidades o consecuencias negativas del SIMCE, y contrario al propósito de
mejorar los aprendizajes, existe abundante evidencia nacional de cómo esta medición produce un
estrechamiento o empobrecimiento curricular en las asignaturas evaluadas y no evaluadas, inhibe
procesos de innovación pedagógica, y fomenta prácticas de preparación para el test en aquellas
habilidades que son medidas en el SIMCE, afectando con ello las oportunidades para el desarrollo
integral de los y las estudiantes (Falabella & Opazo, 2014; Pascual Medina & Rodríguez Gómez,
2018; Pino et al., 2016). La evidencia muestra además que esta evaluación promueve prácticas de
exclusión de estudiantes con bajo desempeño (Cuesta et al., 2020; Hofflinger & von Hippel, 2020).
Pese a que este sistema fue creado con el propósito de impactar la calidad y equidad de la educación,
a diez años de su implementación la evidencia nacional e internacional muestra un estancamiento
sostenido en los resultados de aprendizaje, y en las brechas por nivel socioeconómico (Agencia
de Calidad de la Educación 2017, 2019; Bellei y Muñoz, 2021). Muy por el contrario, diez años de
implementación del SAC han evidenciado que la combinación de estándares, procesos de rendición
de cuentas y de responsabilización a nivel de escuela, no son suficientes para avanzar hacia el logro
de más y mejores aprendizajes, si es que estos instrumentos no se acompañan de estrategias robustas
de apoyo y de desarrollo de capacidades al interior de las comunidades educativas.
Aunque se aspira que estos mecanismos cumplan un papel importante en la orientación que tome
el sistema de educación superior, las principales amenazas para su funcionamiento provienen de
la regulación. En efecto, mientras más se han profundizado las consecuencias regulatorias y de
financiamiento asociadas a los procesos de acreditación, más debilitada se ha visto la capacidad
de estos de funcionar como herramientas efectivas de diagnóstico institucional e identificación
de posibilidades y acciones de mejoramiento. Paradójicamente, mientras mayor es el alcance de
los mecanismos de aseguramiento de la calidad, más desdibujada aparece la calidad en un sentido
sustantivo: como contribución al enriquecimiento de la esfera pública y el desarrollo del país a
través de un trabajo profesional comprometido, competente y con capacidad técnica y liderazgo.
Para avanzar hacia un nuevo paradigma es necesario transformar el enfoque del rol que debiese
tener el Estado para promover la mejora educativa. Para esto se necesita un sistema que acompañe,
que tenga un foco pedagógico por sobre lo administrativo, y que tenga una visión más integral
sobre el desempeño.
21
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
Un componente importante del cambio de enfoque de la mejora tiene que ver con cómo ésta se
hace más efectiva, contextualizada y continua. La lógica de rendición de cuentas ha provocado que
las comunidades educativas recurran a apoyos externos, lo que ha tendido a enfatizar programas
que no siempre se adaptan a las necesidades particulares de los establecimientos o no logran
generar mejoras a largo plazo (Bellei et al., 2010). La evidencia acumulada ha señalado que para
que la mejora suceda de manera más efectiva y continua en el tiempo, los apoyos tienen que
estar centrados en desarrollar las capacidades internas de las comunidades educativas (Falabella
& de la Vega, 2016; Harris, 2012). En este sentido, un cambio de enfoque fundamental para que un
sistema de acompañamiento logre que la mejora pueda sostenerse en el tiempo, es comprender
que las soluciones y el potencial de mejora se encuentran dentro de las comunidades educativas,
y no fuera de ellas.
El núcleo central de transformaciones que implica este cambio de enfoque, tiene un eje relevante
en las definiciones que se tengan sobre la evaluación y su rol en el desarrollo de los aprendizajes en
el aula. Las definiciones más contemporáneas de la educación han ido avanzando hacia la noción
de la evaluación formativa, entendiendo que el aprendizaje tiene mucho más de proceso que de
resultado, y que no alcanza a ser medido en una prueba de selección múltiple en un momento
determinado. El decreto 67 es un importante avance en le medida en que reconoce la importancia
de la evaluación formativa (Biblioteca del Congreso Nacional, 2018). En este sentido, la evaluación
siempre debe ser un insumo para el proceso de enseñanza-aprendizaje y no el resultado final.
• Evaluación formativa con sentido situado, significativo y profundo para apoyar trayectorias
educativas
Las lecciones compartidas en todos los niveles es que la evaluación tiene mayor riqueza para
los procesos educativos, cuando son un insumo para orientar y apoyar el desarrollo. Por esto
es importante comenzar a abandonar el enfoque punitivo para transitar hacia una noción de la
evaluación como una herramienta para orientar la formación, el acompañamiento y la toma de
decisiones pedagógicas. Al respecto UNESCO (2021) señala lo siguiente:
22
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
“La evaluación no debe utilizarse de forma punitiva ni para crear categorías de “ganadores”
y “perdedores”. La política educativa no debe verse indebidamente influenciada por
clasificaciones que dan excesiva prioridad a los exámenes descontextualizados y de alta
exigencia que, a su vez, han demostrado ejercer una presión desproporcionada para influir
en lo que ocurre en el tiempo y el espacio de las escuelas” (p.152)
Por estas razones estamos convencidos de que la evaluación debe estar al servicio del aprendizaje
y no de la sanción: evaluar para formar y no para sancionar.
Esta forma de comprender y gestionar el currículum ha tendido a asumir una noción particular
de las y los trabajadores de la educación como agentes pasivos que ejecutan un currículum,
acompañado de recursos educativos que tienden a dejar escaso margen de decisión. Esto ha
limitado la posibilidad de las y los profesores de desplegar su autonomía profesional docente y,
por lo tanto, su capacidad de producir innovación curricular.
En este sentido, para sentar las bases de un currículum que confíe en el juicio profesional docente y
ponga en el centro a las y los estudiantes, es necesario avanzar en la flexibilización y la nuclearización
del currículum, de manera que las y los profesores puedan integrar objetivos de aprendizaje,
impulsar iniciativas interdisciplinarias, desarrollar un currículum contextualizado y superar la mirada
fragmentada del conocimiento (Beane, 2005). Este cambio plantea importantes desafíos, entre ellos
desarrollar políticas educativas orientadas a una mayor descentralización curricular, un desarrollo
profesional docente coherente para la implementación curricular en equipos regionales y niveles
intermedios, y espacios para directivos y directivas para analizar prácticas pedagógica (Moreira-
Arenas et al., 2022). Las Bases Curriculares vigentes de educación parvularia funcionan como un
modelo pertinente para avanzar hacia la búsqueda de aprendizajes integrales.
23
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
Para esta discusión es necesario avanzar también hacia un entendimiento más complejo de la
relación entre educación y trabajo, y cómo ello impacta en el bienestar de estudiantes, trabajadores
y trabajadoras. Entender la educación exclusivamente como una inversión para la productividad y
el crecimiento económico ha sido una noción que ha calado profundamente, y particularmente
en la educación técnico profesional (Sen, 1998). El impacto de esta noción sobre los procesos
educativos es doblemente peligroso: por un lado, la discusión educativa pierde peso en tanto la
educación juega un rol instrumental para el crecimiento económico; por el otro, cuando no se
alcanza ese crecimiento se culpa a la educación sin considerar otros factores estructurales que
impactan directamente el crecimiento (Buchanan et al., 2020).
En esta línea, es importante reconceptualizar las nociones de trabajo. El trabajo, tal como la
educación, es una actividad inherentemente social, que no puede ni debe ser reducida a los espacios
remunerados. En el caso de la educación técnico profesional, ello implica generar un currículum
que se centre en la participación de los y las estudiantes en comunidades de práctica, donde
cuenten con los saberes necesarios para tomar decisiones y ser parte de discusiones profesionales
(Wheelahan, 2015). En el caso de la educación de corte académico, ello implica entender el valor
del trabajo como un espacio de transformación y creación de mundo. En el contexto actual del
currículum chileno para que los trabajadores y trabajadoras sean agentes sociales activos, con
juicio profesional y autonomía, debemos procurar el desarrollo de conocimientos y habilidades
cognitivas de orden superior, habilidades sociales y competencias intra e interpersonales (Bellei,
2020; Reimers & Chung, 2016).
Desde una perspectiva de género es crucial que el currículum comprenda que las personas son
sujetos que se afectan y a la vez afectan en su relación con otras personas. Es así como hablar
de educación en afectividad es avanzar hacia transformar los estereotipos y violencias que han
marcado la relación o afectación entre personas hasta el día de hoy en nuestra cultura (Armengol
& Araya, 2018; Santos Guerra, 1997).
Iluminar la relación del currículum y género es entender las afectividades que se mueven en
nuestra cultura y las afectividades que debiésemos promover como sistema educativo: es decir,
avanzar hacia una educación libre de todo tipo de violencias, una educación inclusiva que atienda
a la diversidad y que supere los estereotipos de género. Por otro lado, poner sobre la mesa la
dialéctica currículum/género permite también nutrir el diálogo que sostiene el currículum con el
trabajo. Como se señaló anteriormente, el mundo del trabajo trae consigo nociones como capital
humano que es necesario revisitar desde un nuevo paradigma. La perspectiva de género permitirá
sostener una relación entre educación y trabajo que cuide a las personas, que comprenda su
diversidad y sus necesidades, y que se asegure de garantizar espacios de desarrollo humano que
sean sostenibles, en términos afectivos y sociales, en el tiempo.
24
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
fundamental reconocer las distintas culturas y los grupos históricamente excluidos, pues es fuente
de riqueza cultural y cohesión social. Para esto, es fundamental que el currículum y la gestión
pedagógica reconozca e integre las culturas migrantes y originarias, así como la situación de
estudiantes en situación de discapacidad, que están en contextos de encierro, aulas hospitalarias,
zonas rurales, entre otras realidades que tienden a ser marginadas.
Para enfrentar los desafíos del mundo actual como lo es el cambio climático, las crisis políticas, las
transformaciones tecnológicas y las desigualdades sociales, debemos ser capaces de entender la
educación como una actividad social y de construcción de sentido, y por lo tanto una que puede
desarrollar herramientas para transformar nuestra realidad. Transformar nuestra realidad para
transformar nuestro entorno, a las y los que nos rodean y a nosotros mismos (UNESCO, 2021).
25
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
D.
Nuestro Gobierno de la
Educación 2022-2026:
seguir impulsando
el cambio paradigma
educativo.
26
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
Dado el hecho histórico que significó la pandemia, y el cambio de ciclo político a nuestro gobierno
le correspondío enfrentar las consecuencias de la pandemia.
Dado el escenario de crisis y las grietas históricas visibilizadas, entendimos rápidamente que el
sistema nos exigía agilizar varias respuestas que debían ser pensadas bajo el prisma del nuevo
paradigma educativo.
Así también, comprendimos prontamente que nuestras respuestas debían centrarse en recomponer
comunidades educativas, reactivar aprendizajes, revincular estudiantes y mejorar conectividad
e infraestructura; fortalecer la educación pública; proteger a las y los estudiantes de situaciones
de violencia y construir climas seguros y saludables; descomprimir la presión y acompañar a las
comunidades educativas; reconocer y fortalecer el rol transformador de las y los trabajadores de la
educación; y promover un currículum que promueva aprendizajes integrales en las y los estudiantes.
En una circunstancia tan particular como una pandemia, entendemos que todas estas respuestas
requieren de enfoques innovadores, y es en esta renovación en la que se enmarcan nuestra
objetivo y misión institucional como Ministerio de Educación: (UNESCO, 2021).
Avanzar hacia un sistema educativo que garantice las condiciones para que se desarrollen
aprendizajes integrales y significativos centrados en todas y todos los estudiantes, con el
objetivo de responder a los desafíos de las sociedades del siglo XXI. Y para ello debemos
impulsar aprendizajes con foco en la perspectiva de género, la transformación digital, la
interculturalidad, la ecología, la justicia social, la inclusión, la ciudadanía activa y participación
democrática, los derechos humanos, y el bienestar socioemocional.
Por ello, la agenda educativa transformadora del Ministerio de Educación se basa en un enfoque
pedagógico que reconoce a niñas, niños, adolescentes, jóvenes y personas adultas como sujetos
de derecho; promoviendo trayectorias educativas contextualizadas, con una visión de educación
integral y orientadas al desarrollo de aprendizajes para el siglo XXI, como la colaboración, la
creatividad y el pensamiento crítico, permitiéndoles libremente vivir en comunidad, desplegando
sus diversos proyectos de vida.
Para esto, tenemos un programa de medidas de largo plazo, que profundizan el rumbo que se
ha comenzado a tomar y que entendemos que nos van a acercar a un cambio profundo del
paradigma educacional, y este contempla los siguientes ejes de política:
27
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
• Educación técnico profesional para el desarrollo humano sostenible del país y sus territorios.
Políticas
Política Nacional
Política de
Fortalecimiento de Educación en
Reactivación
de la Educación Afectividad y
Educativa
Pública Sexualidad
Integral
Integral
Reconocimiento
Educación TP Nuevo Sistema de
de la diversidad
para el desarrollo Acompañamiento
y la inclusión
sostenible y Evaluación
sociocultural.
Nueva política de
Fortalecimiento acceso y Nuevo Trato en
de la Educación permanencia para la Educación
Parvularia la educación Superior
superior
Fortalecimiento,
Revisión del reparación y
Currículum desarrollo de las
Nacional y los trabajadores
de la Educación
28
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
Para abordar estas problemáticas, desde el Ministerio de Educación hemos tomado la decisión de
organizar una respuesta integral, que se haga cargo de los desafíos que surgen en el contexto de la
pandemia que aún estamos enfrentando y a la vez permita proyectar un desafío de transformación
mucho más profundo y de largo plazo. Para ello impulsamos una respuesta integral y estratégica a
las necesidades educativas y de bienestar socioemocional que han emergido en las comunidades
educativas durante la pandemia, articulando recursos y políticas en dimensiones prioritarias.
Desde esta política estamos tomando el punto de inflexión que ha generado la pandemia, como
una oportunidad para romper las tendencias de desigualdad educativa y avanzar hacia el cambio
del paradigma educativo, con un enfoque de articulación territorial e intersectorial y un fuerte
protagonismo de las comunidades educativas.
1. Convivencia, bienestar y salud mental que atiende integralmente a los aspectos socioemocionales,
de convivencia, equidad de género y salud mental en las comunidades educativas.
La Política de Reactivación Educativa Integral, lejos de ser una política meramente reactiva, es
profundamente transformadora, porque en el actual contexto social, para reactivar, debemos
transformar: no hay otro camino. En este sentido, esta política es la manifestación más inmediata
del cambio de paradigma, es la avanzada en la medida en que se inspira en garantizar el derecho
29
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
Asimismo, la educación pública busca tejer la integración y la cohesión social desde la enseñanza
de los valores de una sociedad, como lo son la democracia, los derechos humanos y la justicia
social. La educación es el espacio en donde la diversidad de niños, niñas, adolescentes, jóvenes
y adultos que componen la sociedad, se conocen, se vinculan y aprenden entre sí.
En ese marco es que una política de fortalecimiento a la educación pública es tan importante
para este país. Por esta y muchas otras razones hubo un amplio acuerdo. La ley 21.040 que crea el
nuevo sistema de educación pública es una de las transformaciones más estructurales y profundas
que ha tenido no solo nuestro sistema educacional, sino el estado en general
30
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
31
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
En este contexto, nos hemos planteado avanzar en la garantía del derecho a la educación. Un
derecho que debe estar, al mismo tiempo, estrechamente vinculado con el modelo de desarrollo y
de sociedad que buscamos como país. Para ello, resulta una tarea fundamental el fortalecimiento
y expansión de la educación pública, gratuita y de calidad integral, tanto a nivel universitario como
técnico-profesional, asegurando una base de recursos que permita el crecimiento y consolidación
de las instituciones estatales.
32
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
33
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
34
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
Reconocimiento • Política de Reactivación Educativa Integral (eje convivencia, bienestar y salud mental:
y desarrollo de la formación y cuidado en salud mental para docentes, asistentes de la educación,
profesionalidad de equipos multiprofesionales y directivos)
trabajadores de la •Fortalecimiento de la Educación Parvularia (avanzar en equiparar las condiciones
educación. laborales, salariales y pedagógicas de la red de establecimientos de educación
parvularia que reciben financiamiento público y fortalecer las competencias
profesionales de directoras, educadoras y técnicos)
• Política Nacional de Educación en Afectividad y Sexualidad Integral (formación inicial
y desarrollo profesional docente con enfoque de género)
35
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
36
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
• “Ley José Matías”: modifica normativa para otorgar más facultades de promoción, prevención,
sanción y reparación, a los establecimientos frente a cualquier tipo de discriminación, violencia y
abuso escolar. Se incluye la obligatoriedad de los Consejos Escolares en todos los establecimientos
con atribuciones para definir de forma participativa los protocolos internos de convivencia,
junto con normar sobre la multidisciplinariedad de los Equipos de Convivencia Escolar.
• Proyecto de ley para modificar efectos de deuda educativa por educación superior: se modifican
efectos tales como; imprescriptibilidad del CAE, facultad de aplicar deducciones al sueldo,
requisito de “estar al día” para acceder a rebajas de tasa de interés, imposibilidad de entregar
financiamiento por parte del Estado, y terminar con la exigencia de un mandato especial,
delegable e irrevocable para aplicar descuentos a las remuneraciones.
• Proyecto de ley para la inclusión y atención integral de personas en el espectro autista: tiene
como objeto promover en igualdad de condiciones la inclusión social de personas en el espectro
autista, desde una perspectiva integral e interdisciplinaria. En educación, esto implica hacer
los ajustes necesarios para que los establecimientos e instituciones educativas entreguen una
formación inclusiva, así como también, brindar formación y acompañamiento a las comunidades
para que orienten su gestión educativa hacia la atención a la diversidad y a las particularidades
de los/as estudiantes en esta condición.
• Proyecto de ley para asegurar conectividad a los/as estudiantes y acceso a internet: define el
derecho a la equidad educativa y conectividad digital de los/as estudiantes, responsabilizando
al Estado de garantizar condiciones y alfabetización digital a las comunidades educativa.
37
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
• Eliminación de la doble
evaluación docente
• Reparación deuda
histórica docente
• Boletín 14.151-04 • Boletín 14.310-35 Refundido con: 14.549-35 Establece,
Reconocimiento
Modifica los requisitos promueve y garantiza la atención médica, social y
y desarrollo de la
de ingreso a carreras de educativa, así como la protección e inclusión de las
profesionalidad de
pedagogía, establecidos en personas con la condición del espectro autista, u otra
trabajadores de la
el artículo 27 bis de la ley condición que afecte el neurodesarrollo (moción
educación.
N°20.129 y en el artículo intersectorial).
trigésimo sexto transitorio
de la ley N°20.903
• Boletín 15.153-00 “Ley
miscelánea”
38
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
Figura 8. Agenda legislativa-participativa bajo el paragua de las 4 claves del cambio de paradigma educativo
39
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
E.
Abriendo camino al
cambio de paradigma
40
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
El mundo de hoy demanda que nos relacionemos con fraternidad, para lograr acuerdos
ciudadanos, con el propósito de mejorar las condiciones de vida de todas las y los ciudadanos,
y fundamentalmente para poder seguir prolongando nuestra posibilidad de vivir en el planeta,
para el bienestar de todos y todas nosotros como seres humanos (UNESCO, 2021).
El actual escenario global y en particular el de nuestro país que se ha caracterizado por una
fuerte crisis de legitimidad de las instituciones, - y que fue agudizada por las consecuencias de
la pandemia- está exigiendo un cambio de paradigma educativo. Un paradigma educativo que
promueva la participación y el diálogo, que reconozca a las distintas culturas, que se enfoque en el
desarrollo humano y personal (socioemocional), que promueva la vida en comunidad, la empatía
y el respeto por los derechos humanos, que nos ayude a cuidar de nuestro medioambiente, que
fomente la igualdad de género y la erradicación de la violencia, y que nos ayude a promover la
justicia y la cohesión social. Fundamentalmente que nos haga pensar, sentir y actuar en colectivo,
para desarrollar una buena convivencia (Naranjo, 2014),
Necesitamos pensar colaborativamente los principios del sistema como también nuestras prácticas
en las comunidades educativas.
Necesitamos un nuevo tipo de relación del el Estado y sus instituciones con la ciudadanía, y en
educación particularmente necesitamos construir una relación con el sistema educativo que se
base en la garantía, el apoyo y acompañamiento, la participación y la confianza. Pero también
necesitamos nuevos enfoques educativos que impacten en las realidades técnico-pedagógicas y
humanas de las comunidades. Para esto las y los necesitamos a todos y todas, no solo para seguir
realizándonos preguntas, sino que sobre todo para llegar a respuestas en conjunto.
Estamos convencidos de que las 4 claves del cambio de paradigma educativo que proponemos
para el sistema educacional chileno, que se expresan en ejes de política educativa e iniciativas
legislativas, van en la dirección de poder dar respuesta a estas problemáticas que nos ha dibujado
naturalmente el siglo XXI.
La historia nos ha demostrado que las crisis se abordan logrando acuerdos amplios en colectivo,
y esto se logra escuchando y reconociendo al otro como un legítimo otro que guarda un saber
acumulado sobre la labor que desempeña . Esas serán nuestras brújulas para la educación que
queremos construir.
41
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
F.
Referencias
bibliográficas
42
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
Acción Colectiva. (2021a). Hacia una Revolución Pedagógica desde la sala de clases. Tenemos
que hablar de Educación.
Acción Colectiva. (2021b). La revolución educativa que las comunidades piden. Tenemos que
hablar de Educación.
Acción Colectiva. (2021c). Sueños y anhelos de las comunidades educativas para la educación en
Chile: Voces de las comunidades educativas. Tenemos que hablar de Educación.
Acuña, F. (2013). Trabajo y subjetividad docente en el Chile neoliberal : un diálogo entre la investigación
académica y los nuevos movimientos docentes. En R. Cornejo, L. Castañeda, W. Abarca, F. Acuña,
C. P. de Educacion, C. Diatriba, & M. por la unidad Docente (Eds.), Trabajo Subjetividad Docente
en el Chile Neoliberal (pp. 83–102). Facultad de Ciencias Sociales: Red Estrado.
Acuña, F. (2015). Incentivos al trabajo profesional docente y su relación con las políticas de
evaluación e incentivo económico individual. Estudios pedagógicos (Valdivia), 41(1), 7–26.
https://doi.org/10.4067/S0718-07052015000100001
Almeida, F., & Simoes, J. (2019). The Role of Serious Games , Gamification and Industry 4.0 Paradigm.
Contemporary Educational Technology, May. https://doi.org/hpps://doi.org/10.30935/cet.554469
Anderson, G., & Cohen, E. G. (2018). The New Democratic Professional in Education: Confronting
Markets, Metrics, and Managerialism. Teachers College Press.
Assaél, J., Acuña, F., Contreras, P., & Corbalán, F. (2014). Transformaciones en la cultura escolar
en el marco de la implementación de políticas de accountability en Chile: Un estudio etnográfico
en dos escuelas clasificadas en recuperación. Estudios pedagógicos (Valdivia), 40(2), 07–26.
https://doi.org/10.4067/S0718-07052014000300001
Armengol, G. M., & Araya, M. B. (2018). Hacia una educación no sexista: tensiones y
reflexiones desde la experiencia de escuelas en transformación. Revista Nomadías, 26, 45–67.
https://doi.org/https://doi.org/10.5354/no.v0i26.52440
Ávalos, B., & Bellei, C. (2019). Recent Education Reforms in Chile: How Much of a Departure from
Market and New Public Management Systems? En C. Ornelas (Ed.), Politics of Education in Latin
America: Reforms, Resistance and Persistence. Comparative and International Education: Diversity
of Voices. https://doi.org/10.1163/9789004413375
Ávalos, B., Flores, M. A., & Araneda, S. (2022). Battling to keep education going: Chilean and
Portuguese teacher experiences in COVID-19 Times. Teachers and Teaching: Theory and Practice,
28(2), 131–148. https://doi.org/10.1080/13540602.2021.2012758
Atria, F. (2014). Derechos sociales y educación: un nuevo paradigma de lo público. LOM Ediciones
43
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
Ayala, J. S. (2009). Blended learning as a new approach to social work education. Journal of Social
Work Education, January, 37–41. https://doi.org/http://dx.doi.org/10.5175/JSWE.2009.200700112
Banco Mundial, UNESCO, UNICEF, FCDO, USAID, & Gates, F. B. y M. (2022). El estado de la
pobreza de aprendizaje global: Actualización 2022. https://thedocs.worldbank.org/en/doc/
e52f55322528903b27f1b7e61238e416-0200022022/original/Learning-poverty-report-2022-06-
21-final-V7-0-conferenceEdition.pdf
Banco Mundial, UNICEF, & UNESCO. (2022). Dos años despues. Salvando a una generación. Banco
Internacional de Reconstrucción y Fomento/ Grupo Banco Mundial. https://documents1.worldbank.
org/curated/en/099519106222227657/pdf/IDU0ee485f500c82d042e60a8a80732ab3beacab.pdf
Barrera, J., Saura-mas, S., Blanco, A., & Saura-mas, S. (2018). Transperformative education: Toward
a new educational paradigm based on transdisciplinarity and artistic performativity. 4027(May).
https://doi.org/10.1080/02604027.2018.1463761
Beane, J. A. (2005). La Integración del currículum: el diseño del núcleo de la educación democrática.
En Educación infantil y primaria. Ediciones Morata.
Bellei, C. (2020). Educación para el siglo XXI, en el siglo XXI. ¿Tomamos el tren correcto? En
Biblioteca del Congreso Nacional de Chile / Colección Senado (Ed.), Horizontes y propuestas
para transformar el sistema educativo chileno.
Bellei, C., & Morawietz, L. (2016). Contenido fuerte, herramientas débiles. Las competencias del
siglo XXI en la reforma educativa chilena. En F. Reimers & C. Chung (Eds.), Enseñanza y Aprendizaje
en el Siglo XXI: Metas, políticas educativas y currículo en seis países. Harvard Educational Press.
Bellei, C., & Muñoz, G. (2021). Modelos de regulación , políticas educacionales y cambios en el
sistema educativo : un análisis de largo plazo del caso chileno . Journal of Educational Change,
1130430(August). https://doi.org/https://doi.org/10.1007/s10833-021-09435-1
Bellei, C., Osses, A., & Valenzuela, J. (2010). Asistencia técnica educativa: De la intuición a la
evidencia. Editorial Ocholibros.
Biblioteca del Congreso Nacional. (2022). Ley 21.430 Sobre garantías y protección integral de los
derechos de la niñez y adolescencia. https://bcn.cl/2yib
Biblioteca del Congreso Nacional. (2018). Decreto 67. Aprueba normas mínimas nacionales sobre
evaluación, calificación, y promoción y deroga todos los decretos exentos N°511 de 1997, n° 112 de
1999 y n° 83 de 2001, todos del ministerio de Educación. Ministerio de Educación, Subsecretaría
de Educación. https://www.bcn.cl/leychile/navegar?idNorma=1127255
Brunner, J. J., & Del Canto, C. (2018). Gobernanza y control de calidad en una variedad de
capitalismo académico de alto privatismo: El caso de Chile. En H. Monarca & M. Prieto (Eds.),
44
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
Buchanan, J., Allais, S., Anderson, M., Calvo, R. A., Peter, S., & Pietsch, T. (2020). The futures of
work: what education can and can’t do [Background paper for The Futures of Education initiativa].
UNESCO.
Cabalin, C. (2012). Neoliberal education and student movements in Chile: Inequalities and Malaise.
Policy Futures in Education, 10(2), 219–228. https://doi.org/10.2304/pfie.2012.10.2.219
Cairns, L. (2013). Professional Capital: Transforming Teaching in Every School. British Journal of
Educational Studies, 61(1), 121–123. https://doi.org/10.1080/00071005.2013.768826
Castillo, V., & Salgado, V. (2018). Un desarrollo curricular inclusivo: Justicia social y diferencias frente
a la idea del mínimo cultural común. En A. Arratia & L. Osandón (Eds.), Políticas para el desarrollo
del currículum. Reflexiones y propuestas. Unidad de Curriculum y Evaluación (MINEDUC) UNESCO.
CEPAL, & UNESCO. (2020). La educación en tiempos de la pandemia de COVID-19. Informe COVID-19,
CEPAL-UNESCO. https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/45904/1/S2000510_es.pdf
CIAE-UCHILE, CEPPE-UC, & Elige Educar. (2021). Situación de Docentes y Educadores en Contexto
de Pandemia: Necesidades y proyecciones para la labor docente en el marco del escenario sanitario
vigente. https://eligeeducar.cl/content/uploads/2020/08/Resultados_EncuestaEEcovid_web_rev-1.pdf
CIAE, Centro Eduinclusiva, & Eduglobal. (2020). COVID-19 Nuevos Contextos, Nuevas Demandas
y Experiencia Docente en Chile. La enseñanza vivida por 2.205 docentes de establecimientos
educacionales del país. http://eduinclusiva.cl/wp-content/uploads/2020/10/CIAE-COVID-VFinal-1.pdf
Comunidad Mujer. (2017). Mujer y trabajo: Brecha de género en STEM, la ausencia de mujeres en
Ingeniería y Matemáticas.
Corvalán, J., Carrasco, A., & García-huidobro, J. E. (2016). Mercado escolar y oportunidad
educacional. Libertad, diversidad y desigualdad. Centro UC, Estudios de Políticas y Prácticas en
Educación - CEPPE, Ediciones UC.
Corvalán, J., & García-Huidobro, J. E. (2016). Educación y Mercado: El caso Chileno. En J. Corvalán,
A. Carrasco, & J. E. García-Huidobro (Eds.), Mercado Escolar y Oportunidad Educacional: Libertad,
Diversidad y Desigualdad. Ediciones UC.
Cuesta, J. I., González, F., & Larroulet Philippi, C. (2020). Distorted quality signals in school markets.
Journal of Development Economics, 147 (October 2019), 102532. https://doi.org/10.1016/j.
jdeveco.2020.102532
Elige Educar. (2021). 15 propuestas de política pública para la profesión docente del Chile que
viene. Santiago de Chile.
Dirección de Educación Pública. (2018). Bases para un Modelo de Apoyo Técnico Pedagógico en
Educación Pública. https://educacionpublica.cl/wp-content/uploads/2018/11/18.11.22-Bases-
para-el-modelo-Apoyo-Técnico-Pedagógico.pdf
45
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
Elige Educar, & Centro UC. (2022). Voces Docentes: Quinta versión de la encuesta nacional a
profesores y profesoras de aula. https://eligeeducar.cl/content/uploads/2022/07/voces-docentes-
v.-elige-educar-y-cpp-uc.pdf
Elige Educar. (2021). 15 propuestas de política pública para la profesión docente del Chile que
viene. Santiago de Chile.
Equipo de Tarea para la Revisión del SIMCE. (2015). Hacia un sistema completo y equilibrado
de evaluación de los aprendizajes en Chile de evaluación de los aprendizajes en Chile. Informe
Equipo de Tarea para la revisión del SIMCE. 1–124. https://www.mineduc.cl/wp-content/uploads/
sites/19/2015/11/Informe-Equipo-de-Tarea-Revisión-Simce.pdf
España, A. (2022). Un terremoto educacional : estimación de la brecha que dejó el cierre de las
escuelas. Horizontal Chile, 27. https://horizontalchile.cl/assets/uploads/2022/04/Un-terremoto-
educacional-estimación-de-la-brecha-que-dejó-el-cierre-de-las-escuelas.pdf
Falabella, A. (2014). The Performing School: The Effects of Market & Accountability Policies.
Education Policy Analysis Archives, 22(70), 29. https://doi.org/10.14507/epaa.v22n70.2014
Falabella, A., & de la Vega, L. F. (2016). Políticas de responsabilización por desempeño escolar:
Un debate a partir de la literatura internacional y el caso chileno. Estudios pedagógicos (Valdivia),
42(2), 395–413. https://doi.org/10.4067/S0718-07052016000200023
Falabella, A., & Opazo, C. (2014). Sistema de Aseguramiento de la Calidad y Procesos de Mejoramiento:
una mirada desde la gestión educativa. Informe ejecutivo, 1–36. http://biblioteca.digital.gob.cl/
handle/123456789/330
Fernandez, B., & Madrid, R. (2020). Profesionalización desde una perspectiva democrática: nudos
críticos y propuestas para formación y desarrollo docente. En SENADO (Ed.), Horizontes y propuestas
para transformar el sistema educativo chileno. Biblioteca del Congreso Nacional de Chile.
Figueroa, C., Straub, C., Villalobos, C., Araneda, S., & González, R. (2021). Situación de Docentes
y Educadores en Contexto de Pandemia: Oportunidades para mejorar condiciones laborales y
aprendizajes pedagógicos. CEPPE Policy Brief N°29, CEPPE UC.
Hargreaves, A., & Fullan, M. (2012). Professional Capital. Transforming Teaching in Every School.
Teachers College & Toronto: Ontario Principals.
Hargreaves, A., & O’Connor, M. T. (2018). Collaborative professionalism: When teaching together
means learning for all. Corwin Press.
46
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
Hofflinger, A., & von Hippel, P. T. (2020). Missing children: how Chilean schools evaded accountability
by having low-performing students miss high-stakes tests. Educational Assessment, Evaluation
and Accountability, 32(2), 127–152. https://doi.org/10.1007/s11092-020-09318-8
Hogar de Cristo. (2019). Del dicho al derecho. Modelo de calidad de escuelas de reingreso para
Chile. Dirección Social Nacional
José Miguel, S., & Leihy, P. (2014). La poética del mejoramiento: ¿Hacia dónde nos han traído las
políticas de calidad de la educación superior? Estudios sociales, 122, 125–191.
Krajcik, J. S., & Blumenfeld, P. C. (2005). Project-Based Learning. En R. Sawyer (Ed.), The Cambridge
Handbook of the Learning Sciences (Cambridge Handbook of the Learning Sciences) (pp. 1–2).
Cambridge University Press. https://doi.org/doi:10.1017/CBO9780511816833.020
Kremerman, M., Páez, A., & Sáez, B. (2018). Endeudar para gobernar y mercantilizar: El caso del
CAE (2020). Fundación SOL. https://doi.org/https://fundacionsol.cl/cl_luzit_herramientas/static/
adjuntos/6773/CAE%202021.pdf
Lave, J., & Wenger, E. (1991). Situated Learning: Legitimate Peripheral Participation. Cambridge
University Press.
MINEDUC. (2022). Primer Informe Crédito con Aval del Estado: Características de la población
deudora e impactos. Ministerio de Educación, Subsecretaría de Educación Superior, Centro de
Estudios MINEDUC.
Ministerio de Educación de Chile. (2016). Ley N°20.903 El Sistema de Desarrollo Profesional Docente.
Moon, Y. (2007). Education Reform and Competency-Based Education. Asia Pacific Education
Review, 8(2), 337–341.
Moreira-Arenas, A., Ferreira-Pinto, I., Obregón-Reyes, J., & Quiero-Bastías, M. (2022). Claves
para transformar el currículo en el sistema escolar chileno tras la pandemia. Íconos - Revista de
Ciencias Sociales, XXVI(74), 53–72. https://doi.org/10.17141/iconos.74.2022.5310
Naranjo, C. (2014). Cambiar la educación para cambiar el mundo. Editorial Cuarto Propio. National
Academy of Science National. (1998). Science Education Standards (5a ed.). National Academy Press.
47
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
OCDE. (2019). Conceptual learning framework. Learning compass 2030. OECD Future of Education
and Skills 2030. Concept Note. www.oecd.org/education/2030-project
OECD. (2021). Schooling During a Pandemic. The experiencia and outcomes of Schoolchildren
during the first round COVID-19 lockdowns. (W. Thorn & S. Vincent (eds.)). OECD Publishing.
https://doi.org/10.1787/1c78681e-en
Opazo, C., & Villalobos, C. (2022). Trayectorias y transiciones educativas en América Latina y el
Caribe. Análisis desde un enfoque de género. En UNESCO (Ed.), Danzar en las Brumas: Género y
juventudes en entornos desiguales en América Latina y el Caribe. UNESCO
Orellana, V., Guzmán, C., Bellei, C., Gareca, B., & Torres, F. (2017). Elección de carrera y universidad
en Chile: sentido y utilidad de la acreditación. Cuadernos de Investigación: Aseguramiento de la
Calidad en Educación Superior. https://www.researchgate.net/publication/269107473_What_is_
governance/link/548173090cf22525dcb61443/download%0Ahttp://www.econ.upf.edu/~reynal/
Civil wars_12December2010.pdf%0Ahttps://think-asia.org/handle/11540/8282%0Ahttps://www.
jstor.org/stable/41857625
Orellana, V., Miranda, C., Guajardo, F., Jara, C., Sanhueza, J. M., & Carvallo, F. (2018). Entre el
mercado gratuito y la educación pública. Dilemas de la educación chilena actual. LOM Ediciones.
Pascual Medina, J., & Rodríguez Gómez, D. (2018). Accountability en Chile. Un Estudio Sociocrítico
sobre Innovación Educativa y Control de la Docencia. Revista Iberoamericana de Evaluación
Educativa, 11(2), 133–150. https://doi.org/10.15366/riee2018.11.2.007
Pino-Yancovic, M., & Ahumada, L. (2022). La indagación colaborativa. Perfiles educativos, 23,
153–168. https://doi.org/https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2022.175.60049
Pino, M., Oyárzun, G., & Salinas, I. (2016). Crítica a La Rendición De Cuentas: Narrativa De Resistencia
Al Sistema De Evaluación En Chile. Cadernos CEDES, 36(100), 337–354. https://doi.org/10.1590/
cc0101-32622016171362
Programa de Investigación de Género y Diversidad Sexual GEDIS. (2022). Mucho género que
cortar: estudios para contribuir al debate sobre género y diversidad sexual en Chile (F. Miranda,
C. Rojas, M. T. Rojas, M. Mandiola, N. Ríos, A. Eridani, L. Vivaldi, N. Ried, J. Aliste, A. Poillot, B.
Radi, J. Barrientos, X. Poblete, P. Astudillo, M. Catalán-Marshall, A. D’Marco, & S. Collado (eds.)).
Universidad Alberto Hurtado. https://www.researchgate.net/publication/362658696_GEDIS-
MUCHO_GENERO_QUE_CORTAR_Santiago_2022
Propuestas Educación Mesa Social Covid-19. (2021). Recomendación para una evaluación pertinente
en tiempos de crisis: Propuestas Educación Trabajo Interuniversitario Mesa Social 3B Covid-19.
Qvortrup, A., & Qvortrup, L. (2018). Inclusion: Dimensions of inclusion in education. International
Journal of Inclusive Education, 22(7), 803–817. https://doi.org/10.1080/13603116.2017.1412506
Reimers, F., & Chung, C. (2016). Enseñanza y Aprendizaje en el Siglo XXI: Metas, políticas educativas
y currículo en seis países (Vol. 1999, Número December). Harvard Educational Press.
Rojas, M. T., Fernández, M. B., Astudillo, P., Stefoni, C., Salinas, P., & Valdebenito, M. J. (2019).
The inclusion of LGTBI students in Chilean schools: Between invisibility and social recognition.
Pensamiento Educativo, 56(1), 1–14. https://doi.org/10.7764/PEL.56.1.2019.3
48
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
Rojas Pedemonte, N., & Vásquez Rencoret, J. (2015). Racismo y matrices de “ inclusión ” de la
migración haitiana en Chile : elementos conceptuales y contextuales para la discusión. Polis,
Revista Latinoamericana, 42, 217–245. https://doi.org/10.4067/S0718-65682015000300011
Ruiz Schneider, C., Reyes Jedlicki, L., & Herrera Jeldres, F. (2018). Privatización de lo público en
el sistema escolar: Chile y la agenda global de educación. LOM Ediciones.
Saez, S., & Soto, P. (2020). Evaluación para el Aprendizaje en el Modelo Educativo de la ciudad
de Valparaíso Silvana. En Biblioteca del Congreso Nacional (Ed.), Horizontes y propuestas para
transformar el sistema educativo chileno.
Santos Guerra, M. Á. (1997). Currículum oculto y construcción del género en la escuela. Kikiriki.
Cooperación educativa. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2344685
Sen, A. (1998). Capital humano y capacidad humana. Cuadernos de economía ( Santafé de Bogotá ),
17(29), 67–72. http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4934956&info=resumen&idioma=SPA
Severin, E. (2017). Un nuevo paradigma educativo. Revista Educación y Ciudad, 32, 75–82. https://
doi.org/10.36737/01230425.v0.n32.2017.1629
Sotomayor, C., & Walker, H. (2009). Políticas de formación continua docente en Chile. Panorama
y propuestas. En C. Sotomayor & H. Walker (Eds.), Formación Continua de Profesores. Editorial
Universitaria.
Subsecretaría de la Niñez, & Defensoría de la Niñez. (2019). Mi voz constituye cambio. https://
www.mivozconstituyecambio.cl/docs/MVCC Resumen Ejecutivo.pdf
Toro Villagra, E., Moya Rojas, P., & Poblete Melis, R. (2020). Representaciones Sociales de
Profesores y Estudiantes sobre las Personas LGBTI: Un Estudio de Caso en un Liceo Católico
y Laico. Revista latinoamericana de educación inclusiva, 14(1), 37–51. https://doi.org/10.4067/
s0718-73782020000100037
UNESCO, MINEDUC, MIDESO, Consejo Nacional de la Infancia, PNUD, UNICEF, & OEI. (2017).
Informe de resultados nacionales (Chile). Yo Opino, es mi derecho 2017. https://www.mineduc.
cl/wp-content/uploads/sites/19/2018/01/Informe-nacional-Yo-Opino-es-mi-derecho-2017.pdf
UNESCO. (2020). Crisis y currículo durante el COVID-19: Mantención de los resultados de calidad
49
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
en el contexto del aprendizaje remoto. Nota temática N° 4.2, Abril 2020. https://unesdoc.unesco.
org/ark:/48223/pf0000373273_spa
UNESCO. (2020b). ¿Qué se espera que aprendan los estudiantes de América Latina y el Caribe?
Análisis curricular del Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE 2019). OREALC/UNESCO.
https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000373982
UNESCO. (2021). Reimaginar juntos nuestros futuros: Un nuevo contrato social para la educación.
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. https://unesdoc.
unesco.org/ark:/48223/pf0000379381_spa
UNESCO, UNICEF, & BANCO MUNDIAL. (2021). Un estado de la crisis educativa mundial: Un
camino hacia la recuperación. UNESCO UNICEF Banco Mundial. unicef.org/media/112166/file/
The%20State%20of%20the%20Global%20Education%20Crisis.pdf
Universidad Católica Silva Henríquez, & Fundación Scholas Ocurrentes. (2022). Voces de Chile.
Jóvenes y proceso constituyente. El proyecto Voces de Chile es una iniciativa de la Universidad
Católica Silva Henríquez y de la Fundación Scholas Occurrentes. http://ww3.ucsh.cl/wp-content/
uploads/digital_vocesdechile.pdf
Villena, A. (2005). Los grupos profesionales de trabajo: una vivencia y comprensión desde la praxis
profesional. Revista de Estudios y Experiencias en Educación. http://www.rexe.cl/ojournal/index.
php/rexe/article/view/223
Wheelahan, L. (2015). Not just skills: what a focus on knowledge means for vocational education.
Journal of Curriculum Studies, 47(6), 750–762. https://doi.org/10.1080/00220272.2015.1089942
Zarate, M. (2021). La educación como actividad económica. Bases para una crítica al sistema
educacional escolar chileno. Ediciones DER. Instituto Chileno de Derecho Educacional.
50
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
51
Ministerio de Educación | Gobierno de Chile
52