FIBROMIALGIA

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La fibromialgia es un trastorno caracterizado por dolor musculo esquelético crónico

generalizado que se asocia a otros síntomas somáticos y alteraciones cognitivas, que tiene un
impacto significativo en la calidad de vida de los pacientes afectados y es una causa potencial
de discapacidad.

l término fibromialgia
proviene del latín fibro -, que
significa "fibra o tejido
fibroso",
mi deriva del griego myo
- “músculo” y -algia
representa “dolor”. Por lo
que,
etimológicamente, quiere
decir dolor en el músculo y
tejido fibroso.
La fibromialgia (FM)
constituye un desorden
crónico, complejo y
doloroso, que afecta a
las personas física, mental
y socialmente. También se
han referido a ella con
otros
términos como síndrome de
fibromialgia, fibromiositis y
fibrositis. Se caracteriza por
la
presencia de un dolor
músculo-esquelético de
origen desconocido, para el
que no existen
otras enfermedades que lo
justifiquen. Aparte del
dolor, la sintomatología más
común
incluye la presencia de
alteraciones del sueño,
fatiga, rigidez articular,
cefaleas, ansiedad
y depresión. La intensidad
de los síntomas es
variable, pudiendo llegar a
ser muy
invalidantes e interferir en el
desarrollo de las actividades
diarias.
De acuerdo a los datos
obtenidos por el estudio
EPISER, la prevalencia de la
FM en la
población española es del
2,4 %, siendo el número
de mujeres afectadas
(4,2%) muy
superior al de los hombres
(0,2 %).
En numerosas ocasiones se
ha cuestionado si se podía
considerar una enfermedad.
Finalmente, en el año
1992 fue reconocida, por
la Organización Mundial
de la Salud
(OMS) y por la Asociación
Internacional para el Estudio
del Dolor (IASO), no
obstante,
hoy en día existen médicos y
científicos que siguen
manteniendo una postura
escéptica
ante la misma.
l término fibromialgia
proviene del latín fibro -, que
significa "fibra o tejido
fibroso",
mi deriva del griego myo
- “músculo” y -algia
representa “dolor”. Por lo
que,
etimológicamente, quiere
decir dolor en el músculo y
tejido fibroso.
La fibromialgia (FM)
constituye un desorden
crónico, complejo y
doloroso, que afecta a
las personas física, mental
y socialmente. También se
han referido a ella con
otros
términos como síndrome de
fibromialgia, fibromiositis y
fibrositis. Se caracteriza por
la
presencia de un dolor
músculo-esquelético de
origen desconocido, para el
que no existen
otras enfermedades que lo
justifiquen. Aparte del
dolor, la sintomatología más
común
incluye la presencia de
alteraciones del sueño,
fatiga, rigidez articular,
cefaleas, ansiedad
y depresión. La intensidad
de los síntomas es
variable, pudiendo llegar a
ser muy
invalidantes e interferir en el
desarrollo de las actividades
diarias.
De acuerdo a los datos
obtenidos por el estudio
EPISER, la prevalencia de la
FM en la
población española es del
2,4 %, siendo el número
de mujeres afectadas
(4,2%) muy
superior al de los hombres
(0,2 %).
En numerosas ocasiones se
ha cuestionado si se podía
considerar una enfermedad.
Finalmente, en el año
1992 fue reconocida, por
la Organización Mundial
de la Salud
(OMS) y por la Asociación
Internacional para el Estudio
del Dolor (IASO), no
obstante,
hoy en día existen médicos y
científicos que siguen
manteniendo una postura
escéptica
ante la misma.
El término fibromialgia proviene del latín fibro -, que significa "fibra o tejido fibroso", mi deriva
del griego myo - “músculo” y -algia representa “dolor”. Por lo que, etimológicamente,
quiere decir dolor en el músculo y tejido fibroso.

La fibromialgia (FM) constituye un desorden crónico, complejo y doloroso, que afecta a las
personas física, mental y socialmente. También se han referido a ella con otros términos
como síndrome de fibromialgia, fibromiositis y fibrositis. Se caracteriza por la presencia de un
dolor músculo-esquelético de origen desconocido, para el que no existen otras enfermedades
que lo justifiquen. Aparte del dolor, la sintomatología más común incluye la presencia de
alteraciones del sueño, fatiga, rigidez articular, cefaleas, ansiedad y depresión. La intensidad
de los síntomas es variable, pudiendo llegar a ser muy invalidantes e interferir en el
desarrollo de las actividades diarias. De acuerdo a los datos obtenidos por el estudio EPISER, la
prevalencia de la FM en la población española es del 2,4 %, siendo el número de mujeres
afectadas (4,2%) muy superior al de los hombres (0,2 %). En numerosas ocasiones se ha
cuestionado si se podía considerar una enfermedad. Finalmente, en el año 1992 fue
reconocida, por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por la Asociación
Internacional para el Estudio del Dolor (IASO), no obstante, hoy en día existen médicos y
científicos que siguen manteniendo una postura escéptica ante la misma.

de ánimo (por ejemplo,


norepinefrina y serotonina).
Entre las personas con
fibromialgia,
la función de este sistema de
inhibición del dolor
endógeno puede verse
afectada por las
deficiencias en los niveles de
estos neurotransmisores en el
SNC. Russell y sus colegas
encontraron que, en
comparación con los
controles sanos, los pacientes
con fibromialgia
se caracterizan por bajos
niveles séricos de
serotonina y bajos niveles
en el líquido
cefalorraquídeo de
metabolitos de la serotonina,
norepinefrina y dopamina.
Los pacientes con
fibromialgia a menudo
tienen problemas con el
sueño, incluyendo
sueño no reparador,
insomnio, despertar
temprano por la mañana, y
mala calidad de
sueño. En un estudio
realizado por Roizenblatt y
col, la calidad del sueño
fue
significativamente menor en
los pacientes con
fibromialgia que en los
controles y los
pacientes reportaron un
empeoramiento de los
síntomas de dolor después de
la falta de
sueño. En estudios de
polisomnografía, los
patrones alfa-delta
asociados con sueño
interrumpido y no reparador
se observan con frecuencia
en pacientes con fibromialgia
Implica una serie de factores, incluidas anomalías en el sistema nervioso autónomo y
neuroendocrino, factores genéticos, variables psicosociales y estrés medioambiental. Estos
factores están implicados en otros trastornos que frecuentemente coexisten con
fibromialgia y también se caracterizan por un dolor persistente o recurrente, como el
Síndrome de Intestino Irritable, trastorno temporomandibular, trastorno afectivo mayor o
trastornos de ansiedad. La fibromialgia también puede ocurrir simultáneamente con
enfermedades inflamatorias crónicas tales como la artritis reumatoide (AR), osteoartritis y
lupus eritematoso sistémico. La presencia de una o más de estas condiciones
coexistentes pueden complicar el diagnóstico y el tratamiento de la fibromialgia. Los estudios
realizados por Russell et al, indican que los síntomas de dolor de la fibromialgia también
pueden implicar aberraciones en las vías descendentes de inhibición del dolor. La transmisión
de información sensorial al cerebro es inhibida por la activación de las fibras que descienden
del tronco cerebral al asta dorsal, principalmente a través de la liberación de
neurotransmisores asociados con las variaciones en el dolor y el estado de ánimo (por
ejemplo, norepinefrina y serotonina). Entre las personas con fibromialgia, la función de este
sistema de inhibición del dolor endógeno puede verse afectada por las deficiencias en los
niveles de estos neurotransmisores en el SNC. Russell y sus colegas encontraron que, en
comparación con los controles sanos, los pacientes con fibromialgia se caracterizan por bajos
niveles séricos de serotonina y bajos niveles en el líquido cefalorraquídeo de metabolitos
de la serotonina, norepinefrina y dopamina. Los pacientes con fibromialgia a menudo
tienen problemas con el sueño, incluyendo sueño no reparador, insomnio, despertar
temprano por la mañana, y mala calidad de sueño. En un estudio realizado por
Roizenblatt y col, la calidad del sueño fue significativamente menor en los pacientes con
fibromialgia que en los controles y los pacientes reportaron un empeoramiento de los
síntomas de dolor después de la falta de sueño. En estudios de polisomonografía, los
patrones alfa-delta asociados con sueño interrumpido y no reparador se observan con
frecuencia en pacientes con fibromialgia. Las alteraciones del sueño están relacionadas con la
falta de energía y la fatiga que se observan con frecuencia en estos pacientes. La observación
de ondas alfa durante el sueño de ondas delta se ha asociado con reducción de la producción
de GH e IGF 1. Dado que la GH y el IGF 1 son necesarias para la reparación de los micro
traumas musculares, los trastornos del sueño pueden afectar la curación de las lesiones
del tejido muscular, prolongando de este modo la transmisión de los estímulos sensoriales del
tejido muscular dañado al SNC y mejora la percepción del dolor muscular. A su vez, esta
percepción aumentada del dolor contribuye al aumento en la alteración del sueño,
manteniendo de ese modo la fatiga del paciente y la insuficiente reparación del tejido
muscular.

Este carácter multidimensional de la fibromialgia ha hecho que sea difícil de definir y evaluar
su severidad. La etiología indeterminada y la falta de marcadores específicos de la enfermedad
exacerban el problema de evaluación de la gravedad de la fibromialgia. Mientras que varios
estudios investigaron el uso potencial de marcadores biológicos, la correlación de estos
marcadores con los síntomas fue equívoca, lo que los vuelve ineficaces como indicadores
de gravedad.

FACTORES DE RIESGO
La historia del paciente
puede revelar factores de
riesgo para la FM, como
la
predisposición familiar. Los
familiares de las personas
con FM tienen un riesgo más
alto
de padecerla. En un
estudio reciente, parientes
de primer grado de
pacientes con FM
fueron 8 veces más
susceptibles de tener FM
que los familiares del
grupo control de
pacientes con artritis
reumatoide (AR).
Los factores ambientales,
como traumatismos o
lesiones físicas, infecciones
(por
ejemplo, enfermedad de
Lyme y la hepatitis C), y
otros factores de estrés (por
ejemplo,
trabajo, vida familiar e
historia de abuso), plantean
un riesgo adicional. Por
último, el
sexo es un factor de riesgo.
Las mujeres son
diagnosticadas con FM
aproximadamente 7
veces más a menudo que los
hombres
FACTORES DE RIESGO

La historia del paciente puede revelar factores de riesgo para la FM, como la
predisposición familiar. Los familiares de las personas con FM tienen un riesgo más alto de
padecerla. En un estudio reciente, parientes de primer grado de pacientes con FM
fueron 8 veces más susceptibles de tener FM que los familiares del grupo control de
pacientes con artritis reumatoide (AR). Los factores ambientales, como traumatismos o
lesiones físicas, infecciones (por ejemplo, enfermedad de Lyme y la hepatitis C), y otros
factores de estrés (por ejemplo, trabajo, vida familiar e historia de abuso), plantean un
riesgo adicional. Por último, el sexo es un factor de riesgo. Las mujeres son diagnosticadas
con FM aproximadamente 7 veces más a menudo que los hombres.

SINTOMAS
Además de dolor y
agotamiento, hay una
cantidad de
síntomas/síndromes
generalmente
relacionados con la FM.
Igual que el dolor y el
agotamiento, la severidad
de estos
síntomas/síndromes tiende a
acrecentar y disminuir y por
eso, la molestia que les
ocasionan
a los pacientes varía de
acuerdo con la severidad.
Típicamente, los pacientes
de la FM
sufren de uno o más de los
siguientes síntomas típicos:
Anquilosamiento: Además
del dolor, la rigidez del
cuerpo puede representar
un
problema agobiador para
las personas con
fibromialgia. Esta rigidez
puede notarse
particularmente temprano en
la mañana, después de
permanecer sentado por
períodos
prolongados o de estar de
pie sin moverse, o por
cambios de la temperatura
o de la
humedad relativa.
Incremento de dolores de
cabeza o de la cara: El
dolor de cabeza/en la cara
frecuentemente resulta de
músculos del cuello o de
los hombros
extremadamente
anquilosados o sensibles,
transmitiendo el dolor
hacia arriba. También
puede
acompañar una disfunción
de la articulación
temporomandibular
(conocida por las
siglas en inglés «TMJ»), una
condición que afecta a
aproximadamente una
tercera parte
de los pacientes con
fibromialgia, que afecta las
articulaciones de las
mandíbulas y los
músculos correspondientes.
Trastornos del sueño: A
pesar de dormir las horas
suficientes, los pacientes que
sufren
de la FM pueden
despertarse y sentirse
todavía cansados, como si
hubieran dormido
apenas. Por otra parte,
pueden experimentar
dificultades al tratar de
dormirse o en
mantenerse dormidos. Se
desconocen las razones por
las que la fibromialgia causa
que
el sueño no sea reparador
y otras dificultades del
sueño. Sin embargo, las
primeras
investigaciones que se
hicieron en laboratorios de
sueño sobre la FM
documentaron
interrupciones en la etapa
más profunda del sueño (la
etapa delta) de algunos
pacientes
con fibromialgia.
Trastornos cognoscitivos:
Las personas que tienen
fibromialgia informan sobre
una
variedad de síntomas
cognoscitivos que tienden a
cambiar de día en día. Estos
incluyen
dificultad para
concentrarse, «lentitud
mental», «fibro-neblina»,
lapsos de memoria,
dificultad para recordar
palabras/nombres y un
sentirse fácilmente
abrumada al
enfrentarse con varias cosas
que hacer a la vez.
Malestar abdominal:
Muchas personas con la FM
experimentan trastornos
digestivos,
dolores abdominales,
meteorismo, estreñimiento
y/o diarrea. Estos síntomas
se conocen
colectivamente como el
«síndrome del colon
irritable» o por las siglas
en inglés IBS
(«irritable bowel
syndrome»). Además,
algunos pacientes tienen
dificultad para pasar
alimentos, lo que según la
investigación es un resultado
de anormalidades objetivas
en
el músculo liso que funciona
en el esófago.
Problemas genitourinarios:
Es posible que los pacientes
con la FM se quejen de un
aumento en la frecuencia o
de mayor urgencia para
orinar, típicamente, sin una
infección de la vejiga.
Algunos pacientes pueden
presentar una condición más
crónica
que es la inflamación
dolorosa de la pared de la
vejiga, lo cual se conoce
como “cistitis
intersticial” (CI). En las
mujeres, la FM puede
ocasionar que los períodos
menstruales
sean más dolorosos o que los
síntomas de la FM se
vuelvan peores durante ese
tiempo.
SINTOMAS

Además de dolor y agotamiento, hay una cantidad de síntomas/síndromes generalmente


relacionados con la FM. Igual que el dolor y el agotamiento, la severidad de estos
síntomas/síndromes tiende a acrecentar y disminuir y por eso, la molestia que les ocasionan a
los pacientes varía de acuerdo con la severidad. Típicamente, los pacientes de la FM
sufren de uno o más de los siguientes síntomas típicos:

Anquilosamiento: Además del dolor, la rigidez del cuerpo puede representar un problema
agobiador para las personas con fibromialgia. Esta rigidez puede notarse
particularmente temprano en la mañana, después de permanecer sentado por períodos
prolongados o de estar de pie sin moverse, o por cambios de la temperatura o de la
humedad relativa.

Incremento de dolores de cabeza o de la cara: El dolor de cabeza/en la cara


frecuentemente resulta de músculos del cuello o de los hombros extremadamente
anquilosados o sensibles, transmitiendo el dolor hacia arriba. También puede acompañar
una disfunción de la articulación temporomandibular (conocida por las siglas en inglés
«TMJ»), una condición que afecta a aproximadamente una tercera parte de los pacientes con
fibromialgia, que afecta las articulaciones de las mandíbulas y los músculos correspondientes.

Trastornos del sueño: A pesar de dormir las horas suficientes, los pacientes que sufren de la
FM pueden despertarse y sentirse todavía cansados, como si hubieran dormido apenas.
Por otra parte, pueden experimentar dificultades al tratar de dormirse o en mantenerse
dormidos. Se desconocen las razones por las que la fibromialgia causa que el sueño no sea
reparador y otras dificultades del sueño. Sin embargo, las primeras investigaciones que
se hicieron en laboratorios de sueño sobre la FM documentaron interrupciones en la
etapa más profunda del sueño (la etapa delta) de algunos pacientes con fibromialgia.

Trastornos cognoscitivos: Las personas que tienen fibromialgia informan sobre una
variedad de síntomas cognoscitivos que tienden a cambiar de día en día. Estos incluyen
dificultad para concentrarse, «lentitud mental», «fibro-neblina», lapsos de memoria,
dificultad para recordar palabras/nombres y un sentirse fácilmente abrumada al
enfrentarse con varias cosas que hacer a la vez.

Malestar abdominal: Muchas personas con la FM experimentan trastornos digestivos, dolores


abdominales, meteorismo, estreñimiento y/o diarrea. Estos síntomas se conocen
colectivamente como el «síndrome del colon irritable» o por las siglas en inglés IBS
(«irritable bowel syndrome»). Además, algunos pacientes tienen dificultad para pasar
alimentos, lo que según la investigación es un resultado de anormalidades objetivas en el
músculo liso que funciona en el esófago.

Problemas genitourinarios: Es posible que los pacientes con la FM se quejen de un


aumento en la frecuencia o de mayor urgencia para orinar, típicamente, sin una
infección de la vejiga. Algunos pacientes pueden presentar una condición más crónica que es la
inflamación dolorosa de la pared de la vejiga, lo cual se conoce como “cistitis intersticial” (CI).
En las mujeres, la FM puede ocasionar que los períodos menstruales sean más dolorosos o que
los síntomas de la FM se vuelvan peores durante ese tiempo.

Parestesia: A veces, el SMF se asocia con un entumecimiento u hormigueo (por ejemplo,


en las manos o los pies). También conocida como parestesia, la sensación se puede describir
como picazón o ardor.

Puntos miofasciales hipersensibles: Un número significativo de pacientes con la FM tienen una


condición neuromuscular conocida como el «síndrome del dolor miofascial» en el que se
forman unos puntos extremadamente dolorosos (puntos hipersensibles) distribuidas en
bandas encogidas en los músculos u otros tejidos conectivos, muchas veces a
consecuencia de una herida resultando de movimientos repetitivos, postura incorrecta
durante períodos largos o enfermedad. No son solamente muy dolorosos sino que transmiten
el dolor a otras partes del cuerpo en maneras fáciles de predecir. A diferencia de las
maneras en que la FM afecta todo el cuerpo, el síndrome del dolor miofascial es una
condición localizada en áreas muy específicas, típicamente en el cuello, los hombros o en
la cintura. El TMJ se considera una forma de este síndrome.

Desequilibrio: Los pacientes con la FM pueden experimentar problemas de desequilibrio


por una variedad de razones. Ya que se cree que la fibromialgia afecta los músculos
esqueléticos de seguimiento de los ojos, pueden experimentarse náuseas o “confusión
visual” al conducir un carro, al leer un libro o ya sea al seguir objetos con la vista. (Las
dificultades con los músculos lisos del ojo también pueden ocasionar otros problemas de
foco.) Puede ser también que el tener músculos débiles, o puntos hipersensibles en el
cuello o una disfunción de TMJ pueden producir desequilibrio. Los investigadores del Johns
Hopkins Medical Center también han demostrado que algunos pacientes con la FM tienen
una condición conocida como “hipotensión de origen neurológico” lo que causa, al
ponerse de pie, un bajón en la presión arterial y en la frecuencia cardíaca, produciendo
mareos, náuseas y dificultad para pensar con claridad.

Sensaciones en las piernas: A veces, algunos pacientes de la FM presentan un trastorno


neurológico conocido como el “síndrome de las piernas inquietas”. Esta condición es
caracterizada por un impulso incontrolable de mover las piernas, sobre todo cuando se
está descansando o reposando. El síndrome también puede ocasionar movimientos
periódicos de las extremidades durante el sueño, lo que puede ser muy molesto al
paciente y a su pareja.
Hipersensibilidad sensorial/síntomas alérgicos: La hipersensibilidad a luz, a sonidos, toques y
olores ocurre frecuentemente con los pacientes con la FM y se cree que resulta de una
hipervigilancia del sistema nervioso. Además algunas personas con la FM pueden tener
escalofríos o frío mientras que otros cerca se sienten a gusto; o puede que tengan calor
mientras que otros no. Pueden tener reacciones parecidas a las alérgicas a una variedad de
sustancias acompañadas de la comezón o el sarpullido, o los pacientes tal vez experimenten
una forma de rinitis no alérgica caracterizada por la constipación o excreciones de la nariz y
dolor en los senos nasales, pero sin las reacciones inmunológicas que se dan en las
condiciones alérgicas. Sin embargo, cuando se presentan tales síntomas, por lo general
no se nota ninguna respuesta del sistema inmune como la que se puede medir en las
reacciones verdaderamente alérgicas.

Problemas de la piel: Síntomas molestos, como prurito, resequedad o manchas, pueden


acompañar la FM. Los pacientes con fibromialgia también pueden experimentar una
sensación de hinchazón, particularmente en las extremidades, como en los dedos. Una queja
común es que el anillo ya no le cabe. Sin embargo, este tipo de hinchazón no es equivalente a
la inflamación asociada con la artritis; más bien, es una anomalía localizada de la
fibromialgia cuya causa es desconocida actualmente.

Depresión y ansiedad: Aunque con frecuencia, los pacientes con la FM son


diagnosticados incorrectamente con trastornos de depresión o ansiedad, (“estás
imaginándolo todo”), la investigación ha mostrado repetidas veces que la fibromialgia no es
una forma de depresión ni de hipocondría. Sin embargo, siempre que la depresión o la
ansiedad ocurran con la fibromialgia, es importante su tratamiento ya que estas
condiciones pueden exacerbar la FM e interferir con el manejo exitoso de los síntomas.

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