Estatuto Juricio Del Laico PDF

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UNIVERSIDAD

PONTIFICIA DE MEXICO
Estatuto jurídico del laico
El laico por pertenecer a una sociedad tiene u doble vertiente de situaciones jurídicas una por
parte de la sociedad civil y otra, por el bautismo que le hace pertenecer a la iglesia, y pueda
desarrollar su misión, pero lo no significa que sea todo depositado en ellos. Ellos viven en el
mundo y poder vivir su santificación. Y al estar más incluidos en el mundo son también más
influenciados por normas civiles que eclesiales, pero no quiere decir que no existan en el
nuevo código, donde la jerarquía deba proporcionar los auxilios necesarios para que el laico
puedan tener claros los estatutos jurídicos o las normas canónicas que se refieren
directamente a los fieles que tienen en la iglesia una función propia
En un primer momento de los derechos y deberes en la actuación temporal el laico al estar
en el mundo puede dar con su vida un ejemplo de fe y viveza por Cristo resucitado, la iglesia
va a reconocer que necesita de ellos en el mundo para llevar el orden en lo temporal y la
misma misión por ello la jerarquía debe ayudar a que todos los fieles reciban los auxilios
espirituales para que el laico adquiera una libertad de en la actuación temporal, y se configure
jurídicamente en el derecho a recibir los auxilios para que pueda actuar con la debida
preparación profesión y conciencia formada con responsabilidades propias de su acción sin
pretender nunca trasgredir o querer imponer a quienes por disposición divina gobiernan la
iglesia, y a la jerarquía se pide el respeto de esa libertad para no caer en abuso de autoridad,
si esto se lleva acabado se verá pues en la parroquia un incremento de testimonio por Cristo
siempre que se respete esa libertad el laico sabrá que tiene una autonomía a la autoridad
eclesiástica, seguir su propia opinión ante otros que no opinen así, y el de no vincular su
propia opinión al evangelio
ene l derecho a la propia espiritualidad un camino ascético dentro de la unidad con Jesucristo
para alcanzar la santidad y se rompa la barrera de decir que el laico solo debe ocuparse de
oraciones y rezos sintiéndola en un reduccionismo a solo actos de piedad, porque no solo es
como lo dijo un solo padre de tal o cual fundación o comunidad, o simplemente en “esta
parroquia” la encontraras asiendo que el laico se obligue, no; es más bien la búsqueda de una
espiritualidad que más le guaste agrade para su santificación y que se incluya en todos los
aspectos laborales de su propia vida.
El derecho al propio apostolado es sin dudas de los más grandes que se tiene para la vida del
fiel laico, pues dentro de la iglesia hay muchos ministerios y uno de los laicos ese la misma
relación con el apostolado en el participando en el evangelización sea el claro testimonio no
de forma como la jerarquía sino como actividad personal y privada, pues no pueden darse
funciones propias si la jerarquía no las ha delegado, pero tampoco la jerarquía puede impedir
el cumplimiento de su misión, lo mismo que asociarse y tener sus iniciativas apostólicas sin
olvidad el principio de subsidiaridad, en sus facetas como el testimonio de vida dentro de la
sociedad humana, hacer visible la Iglesia de Cristo, ayudar a la jerarquía y a los demás fieles,
la santificación de la familia estos son sin duda los protagonistas de la historia actual de la
iglesia. en esta misma línea el laico tiene la cooperación con la jerarquía pues tienen la
capacidad no el derecho a prestar su colaboración, pero también llamados a una colaboración
más inmediata en el apostolado en la jerarquía
La facultad de consejo es esa capacidad en todos los planos de la organización de la iglesia,
pues cada fiel puede exponer sus necesidades sus deseos a la jerarquía, como puede ser un
laico en el órgano consultivo puedan ayudar a la jerarquía; pero no por sus propias
ambiciones, o sus fines, sino para bien de todo el pueblo de Dios, tomando en cuanta algunos
aspectos como que la función de dar consejo descansa en la virtud de la prudencia y la pericia
del consejero, pues no es una facultad de control, pues al manifestar su opinión lo hace por
sus propias convicciones, y tampoco por todos los laicos o solo por ellos, es en vistas a la
Iglesia fundada por Cristo pues no se comprende que se falte a la autoridad de los instituidos
por cristo por mera manera autoritativa
La facultad de administrar los bienes eclesiásticos si se habla de un derecho es cuando se
habla de personas morales y si el derecho lo prescribe. Como el derecho de asociación pues
entonces si se haría administradores. Ahora en día es si el laico puede administrar bienes de
la iglesia, la respuesta es si, no se trata de sustituir a los presbíteros por laicos, pero si su
ayuda en materias propias, ya no es el medievo, una lucha con el feudo por tierras, por eso
ahora una responsabilidad de administración es la búsqueda de laicos idóneos y sin dejar de
mirar las necesarias cautelas jurídicas, es decir laicos administrando bajo la vigilancia del
presbítero. Lo que se dijo aquí tanto para la parroquia como para la diócesis
El deber de ayudar a las necesidades temporales de la Iglesia se ha dicho que es un deber del
fiel ayudar a la iglesia en sus necesidades, también se ha dicho que el laico al participar de la
misión de la iglesia y vivir en el mundo está llamado a la ayuda de administración de los
bines, entonces sin afán de pensar que es una imposición o en un mal supuesto, la iglesia
necesita de bienes temporales para el cumplimiento de esos fines, y que sus miembros las
aporten pues es propio de los laicos el subvenir a as necesidades temporales de la iglesia y
solventar esas mismas necesidades, muchas veces se piensa que la iglesia tiene bienes por un
intercambio o abuso, pero no se mira como una necesidad de su propia naturaleza pues si
está en el mundo.
Derechos y deberes en cuanto a la formación y a la enseñanza, el derecho que los laicos tiene
a aprender y enseñar ciencias sagradas esta ya recocido en el ordenamiento actual, por eso
los laicos pueden acceder a los estudios superiores de las universidades en ciencias sagradas,
y no a un simple curso adaptado a laicos, sino que con la capacidad intelectual de cada cual
pueda si así lo quiere a una máxima formación, y así poder ser también profesores, algunos
en el seminario en materias profanas, o en universidad, también si algún laico desempeñara
un función pública determinada en nombre de la Iglesia en este caso el de profesor tendrá
que recibir del gran canciller las facultades después de su profesión de fe por eso ahora
ayudaran a participar del apostolado jerárquico.
Los laicos en las universidades de inspiración católica, el autor nos pone en claro que un una
universidad católica y universidad de la iglesia no son sinónimos, y como los laicos les
corresponde conseguir que estas instituciones cumplan con su misión. El carácter católico de
una universidad no bien determinado por su dependencia a la jerarquía su visión es que
contribuya con su ciencia al mundo inspirada en la fe católica; y la universidad de la iglesia
erigida por la santa Sede. Y la participación del laico es activa en esta formación superior
profesional tanto doctrinal como espiritual.
En la capacidad de los laicos en cuanto la transmisión de la Palabra de Dios, ya no meramente
pasivos sino activos ya no privada sino públicamente, una catequética bien realizada que
mueva la fe del oyente, pero no confundir con un profesor de religión, ya que el profesor
transite conocimiento y la del catequista una fe viva donde la enseñanza es un medio, así el
catequista puede recibir una misión canónica en una celebración pública. Lo mismo sucede
con la capacidad para la realización de determinados ministerios litúrgicos por los laicos
cuando los sagrados ministros estén impedidos o en persecución podrán suplirles en ciertos
oficios sagrados como el c. 230 dispone
La situación jurídica de la mujer no se confunda que al explicar fiel o laico se refiere
solamente a los varones, la palabra encierra a hombre y mujeres que poseen la misma
dignidad de persona y la libertad de hijos de Dios por eso la mujer en la iglesia goza de una
verdadera igualdad jurídica la única diferencia será a la cuestión de ordenes sagradas, pero
no es diferencia jurídica sino de funciones
En definitiva, el autor va a aclarando el deber y la capacidad de los laicos como fermento
dentro de la Iglesia de Dios y con ello pensando llevar a todo el pueblo a la única realidad la
Vida con Cristo pero en ello, nos ayudara al orden, como este que muchas veces el deber de
ayudar en lo temporal, quien más para realizarlo que los que viven embullados en lo temporal,
en el cada día, aquellos y lo realizaran con el derecho a un apropia espiritualidad para vivir
su misión en el mundo con el apostolado e ir encontrando su lugar en el mundo su propia
santificación ayudados y guiados por los sagrados ministros, pero no cohibidos y relegados
menos con abusos o autoritarismo, otro punto importante que resalto es la administración de
los bienes que tiene la iglesia y que necesita para su realizaciones el mundo con las cosas del
mundo, no pelear incansable por el territorio material de parte de los ministros, sino el alcance
espiritual y la salvación y ahora en día los laicos con sus capacidades con su inteligencia y
especialidades ayudar a la Iglesia en sus necesidades en el administrar proteger y procurar lo
necesario, no para enriquecerse o buscar puesto de renombre sino entender la misión y deber
con para la Iglesia: cuando se habla de facultad del laico de dar consejo es algo interesante,
donde los sagrados ministros tienen que escuchar a los laicos que opinan en e sus
necesidades, y entender y sobre todo escuchar para poder empatar con el pueblo de Dios, un
buen momento para decir que el sagrado ministro y el laico se necesitan mutuamente, todo
esto será mejor si el laico tiene el interés y el gusto por seguirse superando de manera
profesional y desempeñar dentro de su Iglesia ese apostolado de profesorado de catequesis,
ya no como se entendía un cursito para laicos, donde se digan con que conozcan este poquito
o un platiquita con su oración pietista, no ahora como fermentos impulsadores de lo propio
cada cual con su propia capacidad, tanto en ciencias eclesiásticas como en la palabra de Dios,
más aun en día que se habla de hacer a un lado a la mujer la iglesia recuerda que nunca la
hecho un lado que esta incluida en todo de igual dignidad en este estatuto. Sorprende que aun
en día nos falte por recorrer y saber apreciar este valioso papel del laico, su deber y su facultad
como una piedra sólida en la salvación de todos.

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