Comentario de La Película

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COMENTARIO DE LA PELÍCULA: ¡AY,

CARMELA!

Índice
Sinopsis:.............................................................................2
El director y contexto del por qué de esta película:...........2
Análisis comparativo de la película:..................................5
Premios y banda sonora:..................................................10
Bibliografía:.....................................................................10

Sergio Martín Cacho

Sinopsis:
La película ¡Ay, Carmela! Se trata de una versión de la obra de teatro que lleva
el mismo nombre, pero posee un estilo propio para mostrarnos el espacio y el tiempo,

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dirigida por el cineasta español Carlos Saura y con una coproducción España-Italia.
Narra la historia de tres monologuistas españoles que se encuentran realizando números
cómicos a la primera línea republicana en Aragón. Los cómicos se encuentran yendo
dirección Valencia cuándo de pronto, son capturados por el bando nacional. Para
librarse de la cárcel o la muerte deberán realizar un número a un grupo de militares de
diferentes nacionalidades (alemana, española e italiana).

El director y contexto del porqué de esta película:


Carlos Saura (Huesca, 1932) es un director de cine español que, debido a su
confusa infancia en el periodo de la Guerra Civil (1936-1939) se amparaba en las
ciudades de las zonas republicanas como Madrid, Barcelona y Valencia junto a su
familia. Todo esto es importante ya que influye notoriamente en su vida posterior y
mostrándose en su carrera como director. Tras terminarse la guerra volvió a su ciudad
natal para años más tarde empezar a estudiar fotografía en la capital del país, llegando a
destacar y participar en exposiciones.

A la edad de 20 años entró en el Instituto de Investigaciones y Experiencias


Cinematográficas en que consiguió el diploma de director en el año 1957 gracias a la
película Tarde de domingo. Tras un año como director, el IIEC le nombró profesor. Los
golfos (1957) trata sobre la juventud marginal que había en España en aquella época.
Este tema intrigó en Cannes y fue seleccionada para su festival, hecho que le puso en el
punto de mira de la censura franquista siendo su primera aparición como director y
guionista.

En el festival de Cannes se encontró con el cineasta Luis Buñuel, personaje que


le impulsó a que finalizase su trabajo de Simón del desierto y con el que también
mantuvo una relación de amistad. A raíz de este pasaje en la vida de Saura, Buñuel le
ayudó realizando el papel del verdugo (el cual está muy censurado) en la película
dedicada al famoso bandolero El Tempranillo, titulada Llanto por un bandido (1964).

Mientras tanto, no cesó su trabajo como profesor en la Escuela Oficial de


Cinematografía, comenzando una duradera colaboración con el productor Elías
Querejeta que durará unos dieciséis años. El primer trabajo de ambos como equipo fue
el largometraje de La caza (1965) un símbolo de lo que fue la guerra civil con la que
ganó su primer premio fuera de España, el Oso de Oro recibido en el festival de Berlín.
Gracias a este hecho consiguió crear, junto al guionista Rafael Azcona, el músico Luis

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de Pablo, como director artístico Emilio Sanz de Soto, de montador Pablo del Amo y
operadores Luis cuadrado y Teo Escamilla un gran grupo de trabajo.

Dos años más tarde volvería a llevarse el Oso de Oro de Berlín gracias a su
película Peppermint frappé, una película que nos muestra su ácida visión de la
burguesía española, junto a su pareja del momento Geraldine Chaplin. La actriz y pareja
de Saura también estuvo presente en los filmes El jardín de las delicias (1970), Ana y
los lobos (1972) o Cría cuervos (1975) con el que Geraldine Chaplin consiguió el
Premio Especial del Jurado en el Festival de Cannes. Se trató de un momento de
grandes éxitos, pero también de jugarse mucho, con su lenguaje propio capaz de crear
nuevas piezas, Saura recibió el mismo precio que Geraldine entre otros por el
largometraje de La prima Angélica (1974).

En los años 70’s ganó cierta habilidad para mostrar los defectos nacionales, de
una manera personal y fantástica. Como ejemplo de esto podemos ver la simbología
racial que emplea en la película anteriormente mencionada Ana y los lobos (1972) y más
tarde la secuela titulada Mamá cumple 100 años (1979), siendo nominada en los Oscar
cómo Mejor Película Extranjera. La colaboración mencionada anteriormente con el
productor Querejeta va a llegar a su fin tras el film de Dulces horas (1981), al igual que
cesarán también los trabajos con la que había sido hasta este momento su musa,
Geraldine Chaplin. En 1980 volvió a llevarse el Oso de Oro del Festival de Berlín
gracias a su gran trabajo Deprisa, deprisa (1980) película que nos habla sobre la
juventud conflictiva, delictiva y marginal que hay en los suburbios. Fue al comenzar la
década de los años 80’s cuando ganó el Premio Nacional de Cinematografía.

A partir de estos años, comenzó una colaboración con el bailarín Antonio Gades,
la cual hizo que dirigiese tres películas musicales a modo de una trilogía en las que se
encuentran: Bodas de Sangre (1981), Carmen (1983), y El amor brujo (1986) que
provienen de las obras de los grandes artistas como Federico García Lorca, Georges
Bizet o Manuel de Falla. Gracias a esta trilogía, Carlos Saura ganó un reconocimiento y
se llevó un homenaje y tributo de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de
Hollywood.

Mientras tanto, el director estuvo en México llevando a cabo otro proyecto


llamado Antonieta (1982) y más adelante se marchó a Costa Rica donde grabó la
película El Dorado (1987) junto al productor Andrés Vicente Gómez, realizando así una

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ambiciosa superproducción. Este film trata sobre un viaje por el Amazonas y como
protagonista se encontraba el capitán español Lope de Aguirre. No dejando de lado las
fuentes españolas, ya que la figura del poeta San Juan de la Cruz le inspiró para realiza
La noche oscura (1989).

Al año siguiente dirige la película por la cual estoy realizando este trabajo. Me
gusta realizar el trabajo de esta película ya que batió los récords españoles al ganar trece
premios Goya de la Academia española por su interesante versión de la comedia
dramática de José Luis Sanchís Sinisterra, ¡Ay, Carmela! (1990). Ganadora de diversos
premios como por ejemplo el premio del Festival de Montreal, y la interpretación de
Carmen Maura también se llevó premios como el Premio Europa. Por otro lado, en el
mismo año también grabó una versión del cuento El Sur, de Jorge Luis Borges.
Mientras que el film Marathon (1992) grabado durante los Juegos Olímpicos, no tuvo
un gran éxito mientras que sus obras de cine policíaco tuvieron mejor suerte. Por
ejemplo, las películas de ¡Dispara! (1993) o Taxi (1996).

A partir de este momento, salvo la adaptación que realizó a su propia novela,


Pajarico (1997) y Goya en Burdeos (1999) dónde el artista de Paco Rabal se hizo pasar
por Francisco de Goya, el resto son una serie de películas de cine musical que posee
orígenes latinos. Realizando Sevillanas (1992), Flamenco (1995), Tango (1998) grabada
en el país argentino y Salomé (2002). Dejando un poco de lado el cine musical, realizó
otra película basada en la España violenta y sanguinaria al igual que en sus comienzos,
titulada El séptimo día (2004) basada en los combates situados en Puerto Hurraco. Este
trabajo le hizo volver a conseguir el premio de mejor director en el festival de Montreal.

Para terminar de hablar de su carrera, cabe decir que ha continuado haciendo


películas musicales como Iberia (2005) un homenaje al compositor Isaac Albéniz y por
otro lado el largometraje Fados (2007) una coproducción realizada con Portugal,
tratando el tema de los fados, la expresión más conocida de la música portuguesa. Io,
Don Giovanni (2009) se trata de la película que narra la vida del libretista Lorenzo da
Ponte, personaje que trabajó con músicos importantes como Mozart. Las últimas obras
que vemos del director son Flamenco, flamenco (2010) la segunda parte de otra película
suya mencionada anteriormente. Zonda, folclore argentino (2015) y Jota de Saura
(2016).

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Análisis comparativo de la película:
¡Ay, Carmela! Es una película que como he mencionado anteriormente es del
director Carlos Saura, cuyo guion es una mezcla de Saura con Rafael Azcona. También
mencioné que se trata de una versión de la obra de teatro que lleva el mismo nombre de
José Sanchis Sinisterra que publicó en el año 1986.

Desde hace muchísimos años, grandes obras literarias se han llegado a


representar de una manera audiovisual. El teatro lleva haciendo esto desde hace siglos y
tiene ciertas características que hacen que una visualización de una obra sea única,
mientras que, por parte del cine, posee ciertas características que le dotan de habilidades
como que la representación parezca más realista.

La persona que trabajaba el apartado de la fotografía en la película fue Alcaine,


consiguió gracias a la iluminación que vemos en las escenas, transmitir ciertas
sensaciones que sería imposible de emular con exactitud con los focos de un teatro. En
la mayor parte de la película podemos ver una especie de iluminación tono azul grisáceo
que quiere representar la tristeza y angustia que viven los protagonistas. Dicha
iluminación choca contra la luz cálida que vemos en las primeras escenas de la película,
luz que se cuela por los recovecos y ventanas del escenario dónde realizan su show a los
soldados del frente republicano, significando la felicidad de estos. La película cuenta
con una historia bastante lineal que empieza en el frente republicano sin realizar saltos
en el tiempo de flashbacks o flashforward mientras que en el teatro sí.

Pese a que veamos ciertos elementos humorísticos, equivocaciones divertidas y


algunas partes con doble sentido, no son más que interesantes escondites para un drama
que está presente en las guerras. También está presente en la visión que tiene el
espectador sobre la película todo el dramatismo y agonía que viven los protagonistas,
bien sea en la película como en la obra de teatro. Los personajes nos hacen reír, pero
nos encontramos envueltos en una sensación de angustia y pesimismo.

El principio del largometraje empieza con los protagonistas: Paulino, Carmela y


Gustavete, realizando una de sus funciones para entretener a los soldados republicanos,
pero la pieza teatral comienza con Carmela muerta dirigiéndose a Paulino. Después en
la película deciden irse a Valencia puesto que no se encuentran muy bien en la primera
línea de la república. Mientras están viajando acaban topándose con tropas de la España
nacional y son capturados como prisioneros. Es a raíz de aquí dónde vemos una

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evolución, dos caminos distintos que toman los protagonistas. Por un lado, vemos la
personalidad de Paulino, que tiene miedo a morir y tiene un carácter bastante
pragmático. Por otro lado, Carmela se muestra con una espontánea sinceridad y una
sensibilidad hacia las desgracias que están sucediendo alrededor. En la obra de teatro lo
podemos ver sobre todo en una conversación que mantienen los dos personajes cuando
están ensayando la obra que les hace representar el teniente, mientras que, en la película
de Saura, se aprecia la muestra de estas dos personalidades en el primer tramo de la
película.

En la película podemos ver dos personajes que en la obra de teatro solamente se


les mencionan, pero nunca aparecen en la escena, estos son Gustavete y el teniente. Este
hecho es una forma en la que Saura se involucra con el guion, haciéndolo parte de él
junto a Azcona. A partir de esto, cabe destacar que trataron de adaptarlo para la película.
En la película decidieron que Carmela viviese de verdad los recuerdos que en la obra de
teatro son situaciones que rememora. El hecho de que se viesen los momentos que
Carmela recuerda genera una necesidad o bien de crear personajes nuevos o bien de
mostrarlos en imágenes algunos que se mencionaban.

La película tiene la capacidad de enseñarnos dos realidades que están opuestas,


por una parte, vemos el entusiasmo o júbilo y solidaridad que poseen las tropas
republicanas, pese a todo el tormento que le acompaña vemos que lo que predomina es
el humor natural, mientras que las tropas del bando nacional son serias, queriendo ver
un espectáculo limitado, llegando a se ridículos como por ejemplo el cambio que
realizan a la canción “Mi jaca”. Por ejemplo, el espectáculo que realizan a las tropas
republicanas termina con una escena en la que representan a la república, junto a un
soldado y un león mientras aguantan la bandera tricolor como muestra de los ideales
políticos republicanos. Sin embargo, la dependencia de la cultura de los ideales políticos
queda más que presente cuando de camino a Valencia son interceptados por los
nacionales. Pensando que se encontraban todavía en zona republicana, Paulino saludó a
los nacionales con el brazo izquierdo en alto y el puño cerrado recibiendo tras este gesto
un tortazo, entendió que estaba frente al bando equivocado y al momento realizó el
saludo fascista. Con esta escena entiendo que nos quiere mostrar el importante valor de
saber adaptarse para sobrevivir en cada momento y más durante la guerra.

A su vez, el director hace que veamos a los prisioneros internacionales de una


forma cercana, felices, incluso estando en esa situación en la que ves muy próxima la

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muerte, como si lo próximo que les fuese a pasar sea volver a sus casas o al paraíso.
Estos personajes tienen una gran importancia en la película ya que son los encargados
del cambio en la personalidad de Carmela. Mientras que en la película los conoce y les
pone caras, sabiendo quienes son e intercambiando palabras con ellos, en la función de
teatro no les llega a conocer, simplemente escucha que les va a ocurrir.

En la película se nos dan ciertos detalles que indican quien será el ganador de la
guerra, por ejemplo, en las escenas cuando están comiendo en ambos bandos. En el
bando republicano tenían pequeñas porciones mientras que en el bando nacional eran
platos repletos hasta arriba. Incluso Carmela comentaba que, si comían así siempre,
habrían perdido la guerra contra los nacionales.

Es muy interesante ver como se muestra las libertades, el desenfado y la


espontaneidad que podían mostrar en la actuación que realizan al bando republicano,
mientras que, la función para el bando nacional se encontraba ya planificada,
encorsetando el número. Aunque el detonante de esta escena es la humillación a las
brigadas internacionales capturadas. Carmela no quiere formar parte de este
espectáculo, por lo que termina emborrachándose, hecho que junto a su menstruación y
a los problemas intestinales de Paulino ya que se comió un gato pensando que era
conejo, hace que toda la puesta en escena resulte grotesca, haciendo más visibles sus
rasgos extravagantes y absurdos, mostrando su indignación ante el número que se
encuentran obligados a realizar. Pese a todo esto, ambos protagonistas salen al escenario
para realizar el número, aunque ambos tendrán caminos separados en su conciencia.

Es muy interesante ver el tratamiento de la película ya que empieza y termina


con un número, una actuación simétricamente igual, en el que el pasodoble de Suspiros
de España se convierte en un adiós, una expresión de sufrimiento, una forma de amar.

El número final de la actuación que deben realizar frente a las tropas franquistas,
alemanas e italianas es una representación muy basta que va en contra de los ideales de
ambos protagonistas. Titulado “La República va al doctor”, es la creación del teniente
italiano hecha para reírse de los prisioneros internacionales, prisioneros que no saben
que después serán asesinados. En el número podemos ver el símbolo del bando
republicano, Carmela disfrazada de República española con un mono de miliciana,
acompañada por un soldado soviético, Gustavete. La República va a la consulta de un
doctor muy afeminado, interpretado por Paulino. Con el paso del tiempo, tras estar

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realizando el número, la paciencia de Carmela comienza a agotarse y empieza a entrar
en rabia. Después, Carmela debe quitarse el mono y aparecer desnuda envuelta de la
bandera de la República a la inversa, hecho que genera una revolución dentro de los
rebeldes y los soldados capturados y los polacos. En este momento cantan una canción
“Paso del Ebro” y Carmela se les une hasta que es asesinada. Es una escena que nos
muestra más que el final de la película con la muerte de Candela, nos muestra un
descontento general cuya causa tanto psicológica como social no es más que la llegada
del régimen franquista a España.

Tanto el director de la obra de teatro, como el de la película han plasmado la


difícil situación que vivía el país en estos momentos, sin entrar en detalles a lo que fue
el enfrentamiento, sino la sensación de miedo y de dudas hacia un futuro que no sabían
que color tendría. El personaje de Carmela es una alegoría a la República y su muerte va
a ser tratada como metáfora de eso, de que la República ha muerto junto a sus ideales, el
valor a las personas. Mientras que el personaje de Paulino trata de mimetizarse y
adaptarse a la nueva vida que le espera, en la obra de teatro lleva unas ropas falangistas,
mostrando como da la espalda a sus ideales para sobrevivir en esa España. Que
Gustavete sea mudo no es ninguna casualidad. Se trata de la representación del pueblo
ante esta catástrofe, indeciso, sin saber que pensar, siendo golpeado por ambos bandos y
aguantando en silencio hasta que encuentra fuerzas para alzar la voz ante una injusticia
(la muerte de Carmela) dando la última palabra, señalando que la última palabra la tiene
el pueblo, el mudo que sufre en silencio.

Saura realiza una adaptación de muy buena calidad, siendo capaz de mostrarnos
los valores y sentimientos que aparecen en la obra de Sinisterra, aportando risas en un
drama continuo, los dos nos han mostrado un humor atrapado en una vida mísera. Hay
que agradecer el papel de los interpretes ya que lo hacen con una calidad difícil de
superar. El humor entre el drama es una de las características que puede parecer poco
habitual dentro del trabajo de Saura.

La escena final en la que se encuentran Paulino y Gustavete en frente de la


tumba de Carmela aporta la pincelada final a la película, con un final triste pero
imposible de evitar ya que de esta forma nos muestra la brutalidad y las injusticias de la
guerra y sus ganadores. La iluminación de la escena es muy interesante ya que parece
que el sol se encuentra tras los personajes un poco a la izquierda, llegando a iluminar la
cara de los personajes para que podamos observar sus rasgos de emoción. En este

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momento se centra en los objetos que ambos personajes portan en sus manos, Paulino
lleva un ramo de flores de flores marchitas, indicando que lo que se aproxima no será
bueno y Gustavete deja su pizarra en la que escribía cuando era mudo con el nombre de
Carmela y la fecha de nacimiento y muerte. Su pizarra no la necesitará más ya que
recuperó su voz en el momento en el que Carmela fue asesinada al grito de “¡Ay,
Carmela!, una forma de expresar tanto su dolor, como rabia. La muerte de Carmela nos
muestra de lo que era capaz de hacer el régimen franquista, pero también nos muestra
que Carmela no quiso perder lo más importante como artista, su libertad de expresión.

Para Saura, la adaptación salió bien gracias a la ayuda de Rafael Azcona.


Podemos ver en la película algunos elementos que resaltan, tanto la amabilidad que
tiene el teniente italiano durante el film como el uso abusivo de tópicos italianos, esto
puede ser puesto que intentarían llegar también a un público italiano ya que se trata de
una coproducción hispano-italiana. Tanto el director de teatro como el de cine nos
enseñan su simpatía hacia la República, mostrándonos constantemente como era mejor
la moral que en el bando nacional.

En cuanto a los personajes de la obra, tienen un carácter que parece demasiado


vulgar, pero están repletos de sentimientos tal vez a flor de piel debido a la guerra como
son la pasión, el sufrimiento, dolor… tratando de mostrarnos la naturalidad que
poseemos los seres humanos y más en una situación en la que tu vida depende según
cómo estés hablando frente a la persona que tienes en frente y cómo lo entienda esta
persona.

No es una película convencional sobre la Guerra Civil española, comenzando


porque narra la historia de unos cómicos republicanos a los que Gustavete se les une por
Saura, ya que quiere representar lo que mencioné anteriormente de un pueblo mudo, en
silencio, viendo como los demás lo llevan de un lado para otro, esperando que en
cualquier momento comience a hablar. En la película podemos ver un desarrollo en
ambos protagonistas, Carmela, interpretada por Carmen Maura, siendo uno de sus
mejores papeles, llevándose el premio de mejor actriz protagonista en la V edición de
los Goya entre otros premios. Paulino, interpretado por Andrés Pajares dónde es quizá
su mejor interpretación que también le aportó el premio a mejor actor en la V edición de
los Goya entre otros premios. Los elementos a destacar o exclusivos ya que contamos
también con una obra de teatro son la puesta en escena o la formación de los distintos

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planos, la banda sonora y el montaje, pero aun así hacen que la película sea una muy
buena adaptación.

Premios y banda sonora:


Además de los premios mencionados anteriormente, ¡Ay, Carmela! Ha recibido
más premios en la misma gala de los Goya, tanto el de mejor película, mejor director,
mejor actor de reparto, mejor montaje, mejor dirección artística, mejor dirección de
producción, mejor diseño de vestuario, mejor maquillaje y peluquería, mejor sonido y
mejores efectos especiales.

La película consta con una variedad de números musicales, en cuanto a la banda


sonora, se compone de temas que existían en tiempos de la Guerra Civil española,
además de música con una clara función referencial y sintáctica. Por otro lado, aparece
una especie de leitmotiv de los personajes y de la República con la canción “Mi jaca”.
Hecho interesante es ver al bando nacional modificar las canciones tradicionales para
ensalzar la figura de Franco. La canción “¡Ay, Carmela! Compuesta a comienzos del
siglo XIX en la Guerra de la Independencia contra los franceses, fue recuperada por el
ejército republicano en la Batalla del Ebro. Además, el bando nacional no respeta ni las
tradiciones de sus aliados, insultándoles cuando están cantando los italianos.

Bibliografía:
- AULADELL PÉREZ, Miguel Ángel: “¡Ay, Carmela!”: antítesis de teatro
filmado, Universidad de Alcalá de Henares, 1994

- PILLADO-MILLER, Margarita: “La República va al doctor”: síntomas de la Guerra


Civil en tres películas de Carlos Saura, Grinnell College.

- TOBIN STANLEY, MAUREEN: El cuerpo femenino como emblema nacional en los


filmes ¡Ay, Carmela! y El espinazo del diablo, University of Minnesota, Duluth.

- Gubern, R., Monterde, J. E., & Perucha, J. P. (2005). Historia del cine espanol/
History of the Spanish Cinema (5.a ed.). Catedra.

- Deltell, L. (2013, 22 mayo). ¡Ay, Carmela! (Carlos Saura, 1990) | Sombras de Luna.
madrimasd.
https://www.madrimasd.org/blogs/imagen_cine_comunicacion_audiovisual/
2013/05/22/126326

2
- Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004). Biografia de Carlos Saura.
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea. Barcelona (España).
Recuperado de https://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/saura_carlos.htm el 3 de
mayo de 2021.

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