Grupo 3 La Venida Del Señor
Grupo 3 La Venida Del Señor
Grupo 3 La Venida Del Señor
PANAJACHEL SOLOLA
GRADO:
5to Grado.
MATERIA:
Corintios y Tesalonicenses.
MESTRO:
Salvador Tzina.
TEMA:
La Segunda Venida de Cristo.
FECHA: 22/02/2023
Introducción:
Algunas veces, amamos a las personas y nos gustaría verlas. Pero las
circunstancias nos impiden permanecer cerca de ellas. Este fue el caso con Pablo
y los nuevos creyentes de Tesalónica. Hechos 17:1-9 nos ofrece el trasfondo de
sus cartas a los tesalonicenses. Durante su segundo viaje misionero Pablo llegó a
Tesalónica, una gran ciudad de aproximadamente 200 000 habitantes. Lo
acompañaban Silas y Timoteo. Las cosas iban bien para estos tres misioneros
hasta que algunos judíos se pusieron celosos y enfadados. Alzando la voz,
acusaron a Pablo y a sus amigos.
Viva preparado: imparta ánimo mientras espera al Señor
(1 Tesalonicenses 1:1-10)
Persecución física, tal como palizas y prisión (Mt 25:36-40; Hch 16:16-
24; 1 Ts 2:2).
Insultos sociales/emocionales/mentales (1 Ts 2:2); ser rechazados,
menospreciados, ridiculizados; excluidos (rechazo familiar, Mt 10:34-36).
Guerra espiritual (1 Ts 2:18); Satanás nos estorbó.
Pérdidas financieras. (Hch 17:9). En la iglesia primitiva y en muchas
partes del mundo hoy, optar por Cristo conlleva la pérdida de dinero y
propiedades, e incluso en ocasiones hasta la vida (Hch 8:1; Heb 10:32-
34; Stg 5:1-6).
Pablo declara que su visita a Tesalónica “no resultó vana” (1 Ts 2:1). Él fue exitoso
y fructífero. El apóstol menciona tres compromisos relacionados con ser un siervo
fructífero de Cristo.
El día del Señor traerá juicio repentino sobre los desobedientes, los que
vivan en tinieblas.
Como la esposa de Lot, ellos se convirtieron en monumentos de personas no
preparadas para el día del juicio. Jesús prometió que regresaría a la tierra
fuego ardiente, para tomar venganza sobre los que no conocen a Dios.
El día del Señor traerá salvación al obediente, los hijos de luz. (1 Ts. 5:4,9).
Vivir en paz unos con otros (1 Ts.5:13,26).
Ser paciente con todos (1 Ts.5:14).
Nunca pagar mal por mal (1 Ts.5:15).
Estar siempre gozosos (1 Ts.5:16).
Orar sin cesar. (1Ts.5:17).
Dar gracias en todas las circunstancias (1 Ts.5:18).
Estimular los dones espirituales a la luz de las Escrituras (1 Ts.5:19-22).
Permitirle a Dios que lo santifique, en cuerpo, alma y espíritu (1 Ts.5:23).
Gran parte de 2 Tesalonicenses es acerca del día del Señor, que incluye la venida
de Cristo y la del Anticristo.
Además de los poderes, las señales y los falsos prodigios, Pablo menciona que el
Anticristo usa “todo engaño de iniquidad para los que se pierden” (2 Ts 2:10).
Dios traerá alivio y el Reino a los creyentes. El alivio llega cuando Jesús se
presenta. “Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os
atribulan, 7y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando
se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder…” (2 Ts
1:6-7).
La paciencia de Dios es de alto precio. “…es paciente… no queriendo que ninguno
perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2 P 3:9). Aun así, aunque
Dios es paciente con los pecadores, muchos lo insultan, blasfeman su nombre y
abusan de su gracia; y mientras que es paciente con el desobediente, los
creyentes sufren. Cuando
Caín está libre, Abel es asesinado. Mientras que el impío prospera, los profetas
son asesinados. Cuando hombres impíos gobiernan, ellos se engordan de los
salarios que le roban al pobre (Stg 5:1-6). Cada año que Dios es paciente con los
pecadores, estos martirizan cerca de 160 000 creyentes.3
Cuando el quinto sello se abrió en Apocalipsis
6:9, Juan tuvo una visión de las almas asesinadas por su testimonio acerca de
Cristo y por su justicia; Él los escuchó preguntar: “¿Hasta cuándo, Señor, santo y
verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra?” Y la
respuesta de Dios fue: “hasta que se completara el número de sus consiervos y
sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos” (Ap 6:10-11). La
paciencia de Dios cuesta.
El alivio demorado significa sufrimiento continuo. Aun así, estamos seguros de que
el alivio llegará cuando Jesús regrese (2 Ts 1:7). Así que, cuando suframos por
Cristo, animémonos a nosotros mismos con la seguridad de que el alivio llegará.
“Porque un momento será su ira, Pero su favor dura toda la vida. Por la noche
durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría” (Sal 30:5).
2. Dios decretará destrucción eterna para los que les causan problemas a los
creyentes.
“Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan, 7y a
vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el
Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, 8 en llama de fuego, para
dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de
nuestro Señor Jesucristo; 9los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos
de la presencia del Señor y de la gloria de su poder, 10cuando venga en aquel día
para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron (por
cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros)” (2 Ts 1:6-10).
Vendrá el tiempo cuando Dios les pagará a los desobedientes con los salarios que
ellos hayan devengado. Esta doctrina de juicio para los malvados es llamada
*retribución (castigo). Dios es justo. Él debe castigar al malvado (2 P 2:13).
Cuando Cristo regrese,
Dios derramará su ira sobre 8
“…los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor
Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia
del Señor y de la gloria de su poder,” (2 Ts 1:8-9). Esta terrible verdad nos trae
gran tristeza y lágrimas. Todos nosotros hemos sufrido dificultades. Algunos han
sido excluidos, ridiculizados, engañados, traicionados, calumniados, golpeados,
robados y hasta martirizados. Sin embargo, en nuestro peor día, no le deseamos
ni a nuestro peor enemigo que sufra en el fuego eterno del infierno. Y Dios no
desea esto. Él no se deleita en la muerte del impío (Ez 33:11). La mitad del mundo
se está perdiendo del cielo sin haber tenido la oportunidad de escuchar y
obedecer el evangelio. Muchos irán al infierno, no solamente por su pecado (pues
todos hemos pecado), sino más bien, irán al infierno porque, al final, ellos
rechazaron los brazos abiertos de nuestro amante Salvador.
La retribución, el castigo de los impíos, es una doctrina terrible pero necesaria.
Nuestra canción bíblica de esperanza debe incluir un versículo acerca del juicio.4
Para que la paz y la santidad inunden la tierra, Dios debe separar de su Reino
todo lo que cause pecado y todo lo que ofenda (Mt 13:41). Un poco de levadura se
propaga en la totalidad. No puede haber paz entre las ovejas mientras los lobos
atacan. Y el Reino de Dios no puede llegar en su plenitud hasta que Él juzgue a
los perversos y los separe de los justos.5
Por lo tanto, conociendo el terror del Señor, intentamos persuadir a las personas
a volverse de su pecado hacia el Salvador (2 Co 5:11). Es terrible para los
desobedientes “¡…caer en manos del Dios vivo!” (Heb 10:31).
Julián, un emperador romano, fue cristiano por un tiempo. Pero él volvió a servirle
a Satanás. Su amor por el pecado lo llenó de odio hacia los piadosos. Así que, se
pasó el resto de su vida tratando de eliminar la cristiandad del imperio romano. Un
soldado romano se burlaba de un cristiano y le preguntó: “¿Dónde está tu
carpintero ahora?”
Tristemente, el cristiano respondió: “Él está haciendo un ataúd para tu
emperador”.6
La justicia puede demorarse, pero es tan cierta como la muerte. Lo que
sembremos debemos cosecharlo, a menos que nosotros aceptemos el
misericordioso plan de perdón de Dios.
C. Recuerde que Dios anhela nuestro éxito espiritual, sin importar lo que
enfrentemos (2 Tesalonicenses 1:11-12).
11“Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os
tenga por dignos de su llamamiento, y cumpla todo propósito de bondad y toda
obra de fe con su poder, 12 para que el nombre de nuestro Señor Jesucristo sea
glorificado en vosotros, y vosotros en él, por la gracia de nuestro Dios y del
Señor Jesucristo” (2 Ts 1:11-12).
A partir del Edén, vemos a Dios alentando a los pecadores a cambiar de rumbo.
Cuando la ofrenda de Caín no fue aceptada, Dios trató de animarlo diciéndole:
6“Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído
tu semblante? 7 Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el
pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de
él” (Gn 4:6-7).
Dios siempre nos alienta, incluso cuando nos equivocamos por primera vez. Para
Dios, la siguiente decisión es más importante que la anterior. Él siempre se
preocupa más por nuestras acciones futuras que por las pasadas.
Así como el profeta le dijo al rey Asa, Dios siempre está de nuestro lado cuando
nosotros estamos de su lado (2 Cr 15:2; 16:9). Él siempre está con nosotros
cuando buscamos su voluntad y su Reino. Algunas personas se enojan y envidian
el triunfo de otros. Caín asesinó a Abel porque sus propias acciones eran malignas
y las de su hermano eran justas
(1 Jn 3:11-12). El rey Saúl odió a David por su éxito y popularidad (1 S 18:6-9).
Los fariseos envidiaron a Jesús porque Él era más popular que ellos (Mt 27:18). Y
a Satanás le gustaría ver fracasar a cada creyente. Por el contrario, Dios quiere
que triunfemos en cada propósito piadoso y noble (2 Ts 1:11). Él siempre nos
anima para que tengamos éxito en los deseos que Él nos da y está deseoso de
darnos la victoria por medio de
Jesucristo (1 Co 15:57). Dios desea que seamos vencedores espirituales de
manera que Él sea glorificado. Él desea que llevemos mucho fruto para su Reino
(Jn 15:1-8). Así que, no importa cuán pedregoso sea su camino o cuán empinada
sea la montaña por escalar, recuerde que Dios está de su lado. Cuando usted
anhela agradar a Dios, nunca está solo. “Si Dios es por nosotros, ¿quién contra
nosotros?” (Ro 8:31).