Canaan
Canaan
Canaan
INVIERNO 2014
Nº 84
Asociación
Bíblica Española VERBO DIVINO
INVIERNO 2014 • Nº 84
CANAÁN
Coordinador: Francesc Ramis Darder
Israel, ante los cultos locales Una tierra para comérsela ....................... Pág. 62
y familiares de Canáan ............................ Pág. 25 José Luis ALBARES
Francisco VARO
SECCIÓN INFORMATIVA
Los cananeos en la historia
de la salvación .............................................. Pág. 35 Boletín bibliográfico ................................ Pág. 70
Pedro FRAILE Noticias .................................................... Pág. 71
Editorial
E
l buen entendimiento de la Escritura requiere la familiaridad con el marco
geográfico, histórico, social y teológico del escenario donde acontecen los re-
latos bíblicos. El arco del Antiguo Testamento abraza básicamente tres zonas
geográficas y culturales: Mesopotamia, Egipto y Canaán. En líneas generales, Me-
sopotamia contempla el origen de Abrahán y el crisol del exilio; Egipto fue testigo de
la gesta de Moisés, el libertador de los hebreos esclavizados por el faraón; Canaán
albergó a la comunidad israelita durante el dilatado curso de la historia, contempló
la presencia de jueces y reyes, y sufrió sumisión al dominio extranjero, Asiria, Ba-
bilonia, Persia, Grecia y Roma.
Durante muchos siglos, los escritos bíblicos fueron casi la única fuente para
acceder al conocimiento de la cultura cananea. Sin embargo, desde 1929, las
excavaciones de Ras Shamra (Ugarit) han aportado una copiosa información sobre
la ideología cananea. La tenaz paciencia de los filólogos para descifrar las tablillas
cuneiformes y la continua paleta de los arqueólogos para desentrañar la historia
han esbozado la mejor panorámica de Canaán. Cuando los hebreos poblaron la
tierra palestina, asumieron algunos aspectos significativos de la cultura cananea,
rechazaron otros y se relacionaron con todos; por eso, el mensaje de la Escritura se
confronta con la cultura cananea, acepta algunos valores, rechaza otros y confiere
un nuevo sentido a varios motivos del pensamiento cananeo.
La relación entre los hebreos y los cananeos, reflejada en el cañamazo de la
Escritura, constituye el mejor acicate para que el lector de Biblia se adentre en los
entresijos del país de Canaán, llamado también la tierra prometida y la tierra que
mana leche y miel.
2
El presente número de Reseña Bíblica comienza con un artículo de Andrés Piquer
sobre el mundo de los cananeos, sus textos y sus creencias; ofrece una panorámica
general sobre la cultura cananea. A continuación, Francesc Ramis ahonda en la
mitología cananea, según la tradición de Ugarit; ofrece una visión panorámica de
la mitología cananea, centrándose en el ciclo de Ba’lu/Anatu. Después, Francisco
Varo analiza la posición de Israel ante los cultos cananeos, tal como figura en
la Escritura. Acto seguido, Pedro Fraile comenta la relación entre los hebreos y
los cananeos en el marco de la historia de la salvación. Seguidamente, Carmen
Yebra contempla el papel de la mujer en la sociedad cananea y su reflejo en el
Antiguo Testamento. La sección abierta ofrece el trabajo de Felipe Sen sobre
la relación entre el salmo 29 y la teología cananea. Un sucinto boletín biblio-
gráfico orienta el interés del lector que desee profundizar en la relación entre
Canaán y la Biblia.
Esperamos que este número de Reseña Bíblica dedicado al país de Canaán contri-
buya al mejor conocimiento del marco teológico en el que discurren los relatos de la
Escritura, la Palabra de Dios a la humanidad entera.
3
Sección monográfica
4
Los textos literarios descubiertos en Ugarit
presentan una variedad de tradiciones y
creencias que influirán en Siria y Palestina.
Israel antiguo es deudor de las formas literarias,
Y CREENCIAS
Andrés Piquer
5
1. Introducción tura cuneiforme. En ellas, los escribas de Ugarit habían
plasmado en su propia lengua, un pariente cercano del
La cultura y las naciones semíticas de Siria y Pales- hebreo bíblico con algunos siglos más de antigüedad,
tina desde el segundo milenio antes de la era común no solo registros de carácter económico o las típicas
(a.e.c.) fueron hasta el pasado siglo una cultura muda. cartas jurídicas o diplomáticas, sino también una vasta
Nada conocíamos de ellos excepto por las abundantes cantidad de textos literarios: himnos, rituales y poe-
referencias bíblicas a los «cananeos», que aportaban, mas mitológicos de carácter narrativo que describen un
sin duda, una visión unidireccional y anacrónica desde rico mundo de dioses y héroes. Este hallazgo permitió,
el punto de vista hebreo y la intencionalidad teológica tras el desciframiento de la escritura y el estudio de la
de los redactores bíblicos. Con la excepción de algunas lengua y su adecuada difusión académica, una nueva
referencias en autores griegos de época helenística y visión de la cultura de Siria y Palestina. Por lo tanto,
posterior (como las citas de Filón de desde mediados del siglo XX, el hebreo
Biblos) y los materiales epigráficos en bíblico se ha de ubicar en un contexto
fenicio y púnico, de carácter estereoti- cultural mucho más amplio tanto en
pado y considerablemente repetitivo o
El pensamiento y la obra
el tiempo como en el espacio: el pen-
formulario, las obras literarias en he- del Israel antiguo son samiento y la obra del Israel antiguo
breo bíblico constituían hasta enton- deudores de las formas son deudores de las formas literarias,
ces la única gran manifestación textual literarias, la cosmovisión la cosmovisión y la mitología de este
y cultural del mundo semítico del no- y la mitología de este mundo cananeo o siro-palestinense an-
roeste (Siria y Palestina). Esto conlle- tiguo. Las lecturas del mismo llevadas
vó notables limitaciones de análisis mundo cananeo
a cabo por los hebreos lo transforma-
histórico, ligadas al largo proceso de o siro-palestinense rían, a veces desde la imitación, a veces
redacción, revisión y transmisión tex- antiguo. desde la polémica, hasta llegar a la reli-
tual de la Biblia, que implicaría tanto gión del Israel monárquico y, en fechas
un considerable lapso temporal entre posteriores, a las primeras formas de
la redacción de los distintos libros y judaísmo.
los hechos o motivos reflejados como un importante
factor ideológico: los redactores bíblicos escriben desde
unas coordenadas teológicas e ideológicas muy diferen- 2. Los textos
tes a las del Israel monárquico y, por supuesto, a las
del Canaán del segundo milenio, espacio y período en A) LENGUA Y ESCRITURA
cuya memoria arrancan buena parte de las narraciones Dejando a un lado los importantes textos de carác-
del imaginario patriarcal bíblico. ter administrativo, me centraré aquí en la producción
Por lo tanto, el descubrimiento en 1929 de la ciudad- de un cariz más literario, dado que es en ella donde
estado cananea de Ugarit, en la costa norte de Siria, se establecen notables puntos de comparación con los
implicó un cambio radical en el panorama y en la apro- materiales bíblicos del Antiguo Testamento. Antes de
ximación al contexto histórico-cultural de lo que en entrar en detalle, es importante comprender la singula-
muchas ocasiones se ha denominado «mundo bíblico». ridad de la literatura de Ugarit, al menos en el estado
Por primera vez, las excavaciones arqueológicas sacaron actual de los conocimientos brindados por la arqueo-
a la luz un gran número de tablillas de arcilla con escri- logía: mientras que en otros enclaves urbanos de Siria
6
y Palestina en la Edad del Bronce (aproximadamente bien por expresar la misma acción o realidad repetida-
hasta poco antes del primer milenio a.e.c.) era habitual mente (paralelismo sinonímico, el más frecuente), bien
escribir documentos en acadio, la lengua semítica ori- por establecer un contraste de opuestos (paralelismo
ginal de Mesopotamia y difundida por buena parte del antitético). Así, «hacia mí tus pies corran, hacia mí tus
Próximo Oriente antiguo como vehículo de la cultura piernas se apresuren» (KTU 1.3 III 19-20) sería un
escrita, Ugarit presenta algo mucho más insólito. Aun- ejemplo de paralelismo sinonímico. Este rasgo es bien
que las bibliotecas de Ugarit contienen textos en acadio conocido por la poesía hebrea bíblica, y ambas tam-
y en otras lenguas del entorno, algo normal dada la si- bién parecen estar emparentadas en lo que se refiere
tuación estratégica de la ciudad y su notable actividad a métrica. Dentro de las dificultades de interpretación
comercial, gran parte de su producción escrita utiliza de los sistemas métricos hebreo y ugarítico, parece
lo que parece ser la lengua vernácula de la población establecido que ambos emplean una métrica de tipo
de Ugarit o, al menos, de sus élites gobernantes. Igual- acentual, donde cada parte de la unidad métrica en
mente, emplean con frecuencia un sistema de escritura paralelismo tendría un número determinado de acen-
nuevo, no el complejo sistema logo-silábico del acadio tos (o una relación más compleja entre los acentos y
y el sumerio, sino un protoalfabeto cuneiforme, muy el número total de sílabas). Otros aspectos estilísticos
similar a las primeras formas de escritura alfabética incluyen elementos del llamado estilo formulario, que
que estarían apareciendo desde Egipto y el sur de Pa- consiste en la recurrencia y uso sistemático de unida-
lestina hasta Siria desde los primeros siglos del segundo des literarias fijas, tanto en el nivel de la oración o
milenio a.e.c. Este deseo de crear un sistema propio y el verso como en unidades mayores. Por ejemplo, las
de usar la propia lengua puede entenderse, dentro de lo
escaso de la información a nuestro alcance, como una
estrategia de carácter político, un esfuerzo por afianzar
la identidad de la dinastía reinante en Ugarit. Dicho es-
fuerzo no se limita a la lengua y a la materialidad de la
escritura, sino que puede apreciarse en los contenidos
de la propia literatura.
B) FORMAS LITERARIAS
Antes de examinar estos contenidos y los distintos
géneros literarios, conviene presentar algunas ideas
básicas sobre la forma de la literatura ugarítica, espe-
cialmente dadas sus estrechas similitudes con algunos
géneros bíblicos. En principio, la mayor parte de las
composiciones ugaríticas de carácter narrativo o hím-
nico utilizan una forma poética determinada. Esta for-
ma puede definirse como un sistema de versificación
mediante paralelismo: una unidad métrica tiene una
Tablilla cuneiforme.
estructura bi o tripartita donde cada una de las partes
se relacionan en virtud de su significado o contenido,
7
menciones del dios Baal suelen ir acompañadas del epí- entre algunos poemas bíblicos y textos ugaríticos (por
teto «auriga de las nubes», mientras que la divinidad ejemplo, la fórmula de maldición o exhortación a la
marina Yam aparece descrita con gran frecuencia como sequía que aparece de manera prácticamente idéntica
«Príncipe Yam [Mar] / Gobernador Río». en 2 Sam 1,21 y en la tercera tablilla de la epopeya
En el nivel de la unidad literaria, los poemas narrati- ugarítica de Aqhat, KTU 1.19).
vos emplean recurrentemente los llamados esquemas-
tipo, presentaciones estereotipadas de un episodio re- C) GÉNEROS LITERARIOS
currente (narración de un viaje, de los preparativos del
En cuanto a los textos en sí, el mundo religioso-mito-
banquete, de la visita y saludo de un personaje a otro,
lógico ugarítico aparece representado por una serie de
del encargo y transmisión de un mensaje). Aunque los
composiciones que pueden agruparse
detalles cambian para personalizar los
en los distintos géneros.
contenidos al momento adecuado de
Los poemas ugaríticos 1) Himnos y rituales. Se han conser-
la trama, la composición de la fórmula
no varía en lo sustancial. Este recurso no son una mera puesta vado tanto indicaciones técnicas res-
parece ser propio de la poesía oral, ya por escrito de tradiciones pecto al número y tipo de sacrificios
que daría al rapsoda o recitador tiem- orales, sino composiciones animales que debían realizarse a las
po para improvisar e idear la resolución distintas divinidades como textos que
literarias complejas describen rituales más complejos, que
del episodio mientras utilizaba una
fórmula establecida y memorizada.
y claramente enmarcadas pueden incluir recitados de distinto
Aunque el estilo formulario es caracte- en el mundo de los tipo o incluso complejas puestas en
rístico de la creación poética con una escribas y de la corte real escena: distintos tipos de cantores,
base oral (como, por ejemplo, la poesía de Ugarit. suplicantes y sacerdotes que en oca-
homérica), otros rasgos apuntan a que siones recitarían o representarían poe-
los poemas ugaríticos no son una mera mas mitológicos relacionados con las
puesta por escrito de tradiciones ora- divinidades implicadas en el ritual. Es
les, sino composiciones literarias com- posible que haya una relación directa
plejas y claramente enmarcadas en el mundo de los entre los rituales religiosos y los poemas mitológicos
escribas y la corte real de Ugarit. Emplearían, no obs- (cf. más adelante el apartado 3) y que estas compo-
tante, los antiguos recursos de la tradición oral como siciones no fuesen meras narraciones, sino que su re-
un modelo estilístico tradicional y, como es habitual en citación o canto, o incluso alguna forma de puesta en
los estilos poéticos, arcaizante. En este sentido, la si- escena, funcionasen dentro del marco de la liturgia de
tuación es similar a buena parte de la literatura bíblica, Ugarit. Adicionalmente, existen testimonios de oracio-
donde distintas tradiciones y técnicas orales han sido nes similares en estructura y contenidos a los salmos
filtradas y recreadas por los redactores-compositores bíblicos y un importante conjunto de rituales o fórmu-
de los distintos libros. Es importante reseñar, en este las orientados a la curación de enfermedades o al re-
sentido, que la tradición literaria rebasaría el localis- medio de catástrofes personales o nacionales, algo que
mo más estricto y sería extensiva a toda la zona de revela una visión del mundo y de la interacción entre
Siria-Palestina. Esto se aprecia no solo en los rasgos hombres y dioses próxima tanto a las concepciones del
de estilo que ya se han comentado, sino también en la libro de los Salmos como a la tradición mesopotámica
presencia casi literal de fórmulas literarias compartidas de súplica y exorcismo médicos.
8
2) Epopeyas. Algunos poemas narrativos largos se en las características e interacciones en el panteón de
centran en el mundo de los seres humanos y abordan divinidades.
problemas asociados a la realeza. Las epopeyas de Kir-
ta y Aqhat presentan a reyes preocupados por engen-
drar herederos y garantizar la continuidad dinástica. 3. Panteón y mitos
Se ubican en los tiempos mítico-legendarios de la di- Las divinidades ugaríticas constituyen un sistema
nastía real de Ugarit (ya que algunos de ellos aparece- politeísta y presentan elementos comunes con otras
rán en los inicios de las listas reales) y presentan una culturas del mundo semítico occidental, incluida la re-
rica interacción entre el mundo de los dioses y el de ligión del Israel antiguo y su particular manifestación
los hombres. en los libros bíblicos. A continuación se pasará revista
3) Mitos. La mayor parte de los textos literarios con- a los principales dioses y sus rasgos y mitos asociados.
servados se centran en el reino de los dioses, sus rela-
ciones y conflictos. De nuevo, el motivo del gobierno y
la realeza resulta central en la temática de estos textos.
El poema ugarítico más largo, el Ciclo de Baal, en seis
tablillas, presenta la lucha del dios Baal por convertirse
en rey de los dioses, enfrentándose a distintos adversa-
rios y negociando la construcción de un palacio. Otros
poemas más breves cubren distintos episodios sobre
el propio dios Baal o sobre El, padre de los dioses, y
presentan notablemente relaciones amorosas de esos
dioses con distintas divinidades, un motivo cultural de
interés en el contexto del matrimonio sagrado de la
realeza antigua, atestiguado en Mesopotamia.
En resumen, los textos literarios producidos y reco-
gidos en las bibliotecas de Ugarit dan una importan-
cia destacada a la legitimación real y la continuidad
dinástica. Algo similar puede verse en los rituales de
coronación, donde juega un papel importante la invo-
cación de los antepasados (reyes difuntos). Este mar-
cado interés puede estar relacionado con la realidad
política del pequeño reino de Ugarit y la breve dinas-
tía que aparece registrada en las fuentes. Quizá habría
una situación de conflicto y rivalidad o al menos una
distancia de origen entre la mayoría de la población
y la casta dominante, tal vez venida de regiones más
orientales. En cualquier caso, la realeza humana y su
Detalle de la escritura de una tablilla cuneiforme.
trasunto en la realeza divina jugarán un papel prota-
gonista en los textos de Ugarit, algo que puede verse
9
A) DIOSES GOBERNANTES: BAAL Y EL
Los dioses El y Baal aparecen recurrentemente en
posiciones de liderazgo en el mundo divino. De hecho,
el asunto fundamental del Ciclo de Baal es el acceso de
Baal a la posición de soberano divino cuando, por mo-
tivos no conservados, el dios El parece no ocupar esa
posición, sino que se mantiene en un rol de padre de
los dioses, de divinidad suprema que goza de autoridad
sobre el resto de divinidades, pero que no ejerce el
gobierno. La correspondencia entre el dios El de Ugarit
y el dios bíblico (al que a veces se añade el nombre
de El como epíteto) resulta bastante clara, tanto en
el nombre como en su carácter de divinidad-padre del
mundo tribal patriarcal o como en atributos más con-
cretos. Baste pensar en la caracterización iconográfi-
ca del dios-padre judeocristiano como un anciano de
luengas barbas, rastreable en el «anciano de días» del
libro de Daniel (Dn 7,22), pero también visible en nu-
merosos textos ugaríticos, donde recibe el epíteto de
«padre de años». Este giro semítico significaría «abun-
dante en años, anciano». Numerosos fragmentos de la
literatura poética ugarítica también inciden en lo luen-
go y lo blanco de su barba. Al igual que la divinidad
bíblica, El es llamado, junto con su consorte Athirat,
«creador de las criaturas», lo que, dentro de lo frag-
mentario de la literatura ugarítica, apunta a un papel
de dios creador parejo al de dios-padre o dios supremo.
Por su parte, Baal es una divinidad de orígenes
misteriosos dentro de las genealogías del panteón de
Ugarit. Se afirma que es hijo del dios Dagán, divini-
dad relacionada con el grano y bien atestiguada entre
los semitas occidentales. Dagán aparece en la Biblia
como Dagón (Jos 19,27; Jue 16,23), lo que podría dar
testimonio de la adopción por parte de los pueblos fi-
listeos de divinidades locales semíticas a lo largo de la
Edad del Hierro. En cualquier caso, Baal se presenta
inicialmente en una situación precaria, sin morada ni
Escultura del dios Baal. Museo del Louvre, París. palacio, y no tiene el apoyo inicial de la pareja de dio-
ses supremos, El y Athirat, en sus esfuerzos por con-
10
vertirse en rey. Estos esfuerzos serán el motivo del Ciclo ma concluye con la proclamación «Yahvé reinará por
de Baal y comprenden algunos elementos mitológicos siempre» (Éx 15,18), lo que define el templo-santuario
constantes en el Próximo Oriente antiguo: el enfrenta- como íntimamente relacionado con un palacio o un es-
miento con un enemigo-aspirante al trono relacionado pacio de realeza divina, análogo al palacio de Baal. Su
con el agua y el mar (el dios Yam), la construcción de construcción, que ocupa las dos tablillas centrales del
un palacio-morada desde el que el dios pueda ejercer Ciclo de Baal, es igualmente requisito para el ejercicio
su autoridad de manera efectiva y el combate contra de la soberanía; una vez concluidas las obras del san-
una nueva encarnación del caos y la tuario, la divinidad puede proclamar
esterilidad cósmica (Mot, el dios de la su autoridad, manifestada como una
muerte). Estos tres motivos están estre- Baal es una divinidad voz (el rayo y el trueno), una forma de
chamente relacionados con la tipología de orígenes misteriosos teofanía que conmueve y abarca todo
divina de Baal, mucho más clara y de- el cosmos.
finida que su genealogía: se trata de un
dentro de las genealogías
Los estrechos paralelos entre el
dios de la tempestad, que cabalga las del panteón de Ugarit. Yahvé bíblico y las divinidades El y
nubes y domina el rayo y la lluvia, lo Baal han de afrontarse desde múlti-
que garantiza la fertilidad de los cam- ples puntos de vista. Por lo que res-
pos. Por lo tanto, en el modelo económico agropecuario pecta a la propia Biblia como literatura, resulta claro
de los pueblos de Siria y Palestina en la antigüedad, el deseo de apropiación o asimilación de los atributos
sería claramente una divinidad del ámbito de la ferti- de las divinidades del entorno cultural cananeo, junto
lidad y la vida. con algunos de los motivos mitológicos que las acom-
Con estas breves pinceladas, resulta evidente la es- pañan, al dios único Yahvé. Por otra parte, la situación
trecha similitud entre el Baal ugarítico y el Yahvé bíbli- de politeísmo del Israel histórico de la primera mitad
co, en títulos y atributos (el Baal «auriga de las nubes» del primer milenio a.e.c. incluía el culto a Baal y a
de la literatura ugarítica tiene claras correspondencias otras divinidades junto con el propio Yahvé, lo que
en Dt 33,26; Is 19,1 o 2 Sam 22,11 = Sal 18,11, entre hace probable este contacto directo entre ambos dio-
otros pasajes). La semejanza, no obstante, va más allá: ses y la configuración del Yahvé histórico de la religión
al igual que Baal, Yahvé aparece repetidamente ejer- de Israel como un dios de la tempestad con caracte-
ciendo su poder sobre criaturas acuáticas representan- rísticas análogas al Baal ugarítico y posteriormente
tes del mundo del caos que ha de ser dominado por el fenicio. En algún momento del período monárquico,
dios soberano. A lo largo del Ciclo se menciona la victo- probablemente en círculos de Judá, el movimiento
ria de Baal sobre Lotán, ni más ni menos que la versión yahvista estricto iniciaría la activa polémica con el
ugarítica del Leviatán bíblico (Sal 74; Job 41), cuya baalismo que recorre los libros proféticos de la Biblia y
destrucción o sumisión a Yahvé ratifica su poder como el relato de los héroes proféticos (Elías y Eliseo) de 1 y
soberano del universo. El poema de Éx 15, el Canto 2 Reyes. Esta polémica refleja un conocimiento de pri-
de Moisés, Canto de Míriam o Canto del mar, presenta el mera mano de la mitología y el ritual en torno al dios
relato del paso del mar Rojo desde un ángulo mítico, Baal, que mantendría su vigencia en la Siria-Palestina
con un Yahvé que derrota al faraón demostrando domi- del primer milenio a.e.c. y, como se ha mencionado,
nio absoluto sobre las aguas marinas, para luego vencer cohabitaría con el yahvismo en el reino de Israel. Por
a las naciones durante la entrada de Israel en Canaán ejemplo, el relato de 1 Re 18 presenta tanto elementos
y, finalmente, establecer un templo-santuario. El poe- rituales relacionados con la muerte de Baal y su espe-
11
rada resurrección (el duelo y la mutilación ritual de baálicos de tormenta, que en este caso son dones en
sus sacerdotes) como una aguda ironía sobre el mismo exclusiva de Yahvé.
puesta en boca del profeta Elías: el Baal cananeo es
un dios que muere y resucita, tras su primer enfren- B) LAS DIOSAS: ATHIRAT Y ANAT
tamiento contra Mot, el dios de la muerte; el profe-
ta bíblico, desde un ángulo ideológico cada vez más Igualmente notable (y especialmente compleja) es
próximo al monoteísmo, iguala la idea del dios muerto la tipología de las diosas que aparecen en la mitolo-
con un dios inexistente. No es tampoco casual que, en gía ugarítica, incluida su relación con los testimonios
el capítulo comentado, el «duelo» entre los profetas de israelitas y bíblicos de siglos posteriores. La diosa Athi-
Baal y Elías busque acabar con una sequía y culmine rat aparece repetidamente como consorte del dios pa-
con la descarga del rayo, precisamente los atributos triarca El y también recibe en ocasiones el apelativo
Ashera de Yahvé.
12
de «creadora de las criaturas». En otros casos se la fis, lo que podría apuntar a un influjo egipcio directo,
denomina «Athirat del mar», lo que parece apuntar ya que Ptah, la divinidad egipcia de Menfis, era un
a cierta relación con las divinidades acuáticas primi- dios artesano y alfarero asociado a la magia. La diosa
genias (como la Tiamat babilonia), antagonistas del solar Shapash nos dice mucho de la visión del mundo
dios heroico (Baal en el caso de Ugarit). La diosa de los ugaritas, puesto que su rol como rescatadora
Anat, hermana y consorte de Baal, se define como del cadáver de Baal tras su muerte en el submundo
divinidad del amor y de la guerra, y muestra claros implica una concepción del cosmos en la que el sol re-
paralelos con la mesopotámica Inanna/Ishtar tanto en correría el mundo subterráneo (territorio de los muer-
su duelo y búsqueda de su hermano perdido en el sub- tos) durante las horas nocturnas. En otras secciones,
mundo como en un carácter más celoso y vengativo Shapash actúa como juez o al menos como garante de
en su interacción con el héroe Aqhat la ley y los pactos, algo explicable por
en la epopeya del mismo nombre. La la capacidad del sol de ver todo lo que
continuidad de estas divinidades puede La arqueología nos ha transcurre en el universo.
apreciarse en el extendido culto a As- suministrado interesantes
tarté en el Mediterráneo oriental, pero inscripciones e iconografía D) SERES NEGATIVOS: YAM Y MOT
también en las múltiples referencias bí- rupestre del Israel antiguo
blicas (condenatorias) a las asheras a lo Como se ha mencionado más arriba,
largo de la literatura profética y los li- donde se representa el espacio de negatividad, el mundo del
bros de Reyes. La arqueología, por otra a Yahvé acompañado de caos hostil a la vida, queda simbolizado
parte, nos ha suministrado interesantes Ashera, su diosa consorte. especialmente en dos entidades: Yam,
inscripciones e iconografía rupestre del la divinidad acuática (con los paralelos
Israel antiguo donde se representa a bíblicos ya comentados), y Mot, el dios
Yahvé acompañado de Ashera, su diosa de la muerte, asociado tanto al mundo
consorte (yacimiento de Kuntillet Ajrud). La concep- subterráneo de la tumba como al ámbito estéril del de-
ción bíblica yahvista, no obstante, verá en la divinidad sierto. Baal combate a Mot y, tras morir en su reino y
femenina un modelo negativo, personificado en la figu- resucitar, se llega a un equilibrio de fuerzas, donde Mot
ra extranjera y antiyahvista de la construcción literaria permanece en su reino, pero Baal mantiene su trono
de la reina Jezabel de los libros de Reyes. En desarro- del universo y su rol de divinidad de la vida. La tradi-
llos futuros, algunos atributos de estas diosas jugarán ción bíblica se hace eco en parte de esta polaridad, con
un papel destacado en el modelado de figuras neotes- un Yahvé definido como ajeno al reino de los muertos
tamentarias, tanto la ramera de Babilonia de Ap 17–18 (Sal 6,6), en tanto que en ocasiones se presenta una
como la mujer vestida de sol de Ap 12. visión más marcada de la omnipotencia universal de
Yahvé, incluido el espacio de ultratumba (Am 9,2). Por
otra parte, la investigación ha visto un paralelo entre
C) OTROS DIOSES MENORES
la divinidad cananea Mot y el sacrificio del chivo ex-
Los textos mencionan recurrentemente a otras di- piatorio a Azazel recogido en Lv 16,8. La visión cós-
vinidades, entre las que destacan sin duda Kothar, el mica de mar y muerte como principios de negatividad
artesano de los dioses, y Shapash, la diosa del sol. El persiste en la tradición hebrea y bíblica hasta el Nuevo
primero es presentado como un hábil mago y artífice, Testamento, con la llamativa desaparición del mar de
y se le asigna un origen egipcio, con domicilio en Men- la tierra nueva en Ap 21,1.
13
4. Conclusiones: Is 14 (que, aunque dirigida al rey de Babilonia, refleja
un contexto cultural cananeo). Las epopeyas revelan
el mito, el mundo y los hombres actitudes de oración y súplica de los hombres hacia los
En Ugarit no se han conservado relatos de creación, dioses que no se alejan demasiado del modelo recogido
ni del mundo ni de los hombres; tan solo sabemos que en la narrativa bíblica o en las oraciones de los Salmos.
El y Athirat aparecen como «creadores de las criaturas» En resumen, Ugarit constituye un modelo de creen-
y que Baal es el encargado de «nutrir a las multitudes cias de la Edad del Bronce y resulta fundamental para
de la tierra» en su papel de dios de la vida. Los mitos entender Siria y Palestina en épocas posteriores. Se
arrojan una visión dualista del mundo: vida-muerte, trata de un sistema politeísta que, al mismo tiempo, de-
fertilidad-esterilidad, que podría tener un sentido es- sarrolla un discurso sobre la realeza basado en Baal que
tacional y agrario, pero también, como se ha apuntado llevaría al modelo de divinidades nacionales (como
arriba, claros tintes políticos. La vida tras la muerte se en el Israel monárquico), estado previo para el mono-
centra, dado que los textos reflejan el pensamiento y la teísmo cristalizado en el exilio de Judá. Esta muestra
vida de las élites, en una forma de subsistencia de los de tradiciones locales y creencias será recogida por
héroes y antepasados como seres divinizados o al me- el prisma ideológico de la Biblia desde una relación
nos exaltados (los rapiuma, base de los refaim bíblicos). de amor-odio que busca distancia para crear identi-
La Biblia presenta una visión irónica de esta creencia dad propia al tiempo que se ve incapaz de renunciar al
en el culto a los difuntos ilustres en la elegía satírica de acervo milenario de la cultura cananea. Q
14