Tuberculosis Bacteria

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Es un bacilo 

alcohol-ácido resistente, frecuentemente incoloro, aeróbico estricta.3 Su


crecimiento está subordinado a presencia de oxígeno y al valor del pH circundante. Es
muy resistente a las condiciones de frío, congelación y desecación. Por el contrario, es
muy sensible a las de calor, luz solar y luz ultravioleta.24
Su multiplicación es muy lenta: se divide cada 16 a 20 h; y, ante circunstancias adversas
puede entrar en estado latente, y retrasar su multiplicación desde algunos días hasta
varios años. El reservorio natural de M. tuberculosis es el humano, tanto el sano infectado
como el enfermo.

Mycobacterium tuberculosis es una bacteria aerobia estricta1e


intracelular patógena responsable de la mayor cantidad de casos de tuberculosis en el
mundo

La tuberculosis es causada por Mycobacterium tuberculosis, una bacteria que


casi siempre afecta a los pulmones. Se trata de una enfermedad curable y
prevenible.

La infección se transmite de persona a persona a través del aire. Cuando un


enfermo de tuberculosis pulmonar tose, estornuda o escupe, expulsa bacilos
tuberculosos al aire. Basta con que una persona inhale unos pocos de estos
bacilos para quedar infectada.

Se calcula que una cuarta parte de la población mundial está infectada por el
bacilo de la tuberculosis, lo que significa que dichas personas están infectadas
por el bacilo pero (aún) no han enfermado ni pueden transmitir la infección.

Las personas infectadas por el bacilo tuberculoso tienen un riesgo de enfermar


de tuberculosis a lo largo de su vida de entre el 5% y el 10%. Las personas
inmunodeprimidas, por ejemplo las que viven con el VIH o padecen
desnutrición o diabetes, así como los consumidores de tabaco, corren un riesgo
mucho mayor de enfermar.

Cuando alguien desarrolla tuberculosis activa, los síntomas (tos, fiebre,


sudores nocturnos, pérdida de peso, etc.) pueden ser leves durante muchos
meses. Esto puede hacer que la persona afectada tarde en buscar atención
médica, con el consiguiente riesgo de que transmita el bacilo a otros sujetos.
Una persona con tuberculosis activa puede infectar a lo largo de un año a entre
5 y 15 personas por contacto estrecho. Sin un tratamiento adecuado, morirán
en término medio el 45% de las personas VIH-negativas con tuberculosis y la
práctica totalidad de las personas VIH-positivas con tuberculosis.

¿Quiénes presentan más riesgos?


La tuberculosis afecta principalmente a los adultos en sus años más
productivos. Sin embargo, todos los grupos de edad están en riesgo. Más del
95% de los casos y las muertes se concentran en los países en desarrollo.

Las personas infectadas por el VIH tienen 18 veces más probabilidades de


desarrollar tuberculosis activa (véase el apartado «Tuberculosis y VIH» más
abajo). Ese riesgo de desarrollar tuberculosis activa también es más elevado
en las personas que padecen otros trastornos que dañan el sistema
inmunitario. Las personas con desnutrición presentan un riesgo tres veces
mayor. A nivel mundial, en 2020 hubo 1,9 millones de nuevos casos de
tuberculosis atribuibles a la desnutrición.

El trastorno por consumo de alcohol y el tabaquismo aumentan el riesgo de


contraer tuberculosis en un factor de 3,3 y 1,6, respectivamente. En 2020, 0,74
millones de nuevos casos de tuberculosis en todo el mundo fueron atribuibles
al trastorno por consumo de alcohol y 0,73 millones al tabaquismo.

Síntomas y diagnóstico
Los síntomas comunes de la tuberculosis pulmonar activa son tos productiva (a
veces con sangre en el esputo), dolores torácicos, debilidad, pérdida de peso,
fiebre y sudores nocturnos. La OMS recomienda el uso de pruebas rápidas de
diagnóstico molecular como prueba diagnóstica inicial en todas las personas
con signos y síntomas de tuberculosis, ya que tienen una alta precisión
diagnóstica y conducirán a mejoras importantes en la detección precoz de la
tuberculosis y la tuberculosis farmacorresistente. Las pruebas rápidas
recomendadas por la OMS son Xpert MTB/RIF, Xpert Ultra y Truenat.

El diagnóstico de la tuberculosis multirresistente y otras formas resistentes de


la enfermedad (véase el apartado «Tuberculosis multirresistente» más abajo),
así como el de la tuberculosis asociada al VIH, puede ser complejo y caro.

La tuberculosis es especialmente difícil de diagnosticar en niños.


La tuberculosis que aparece fuera de los pulmones suele ser resultado de la
diseminación hematógena de la infección. A veces, se extiende
directamente de un órgano adyacente. Los síntomas varían según su
localización, pero en general incluyen fiebre, malestar general y pérdida de
peso. El diagnóstico generalmente se establece con frotis y cultivos de
esputo y, cada vez con mayor frecuencia, con pruebas moleculares de
diagnóstico rápido. El tratamiento requiere una serie de antibióticos,
administrados al menos durante 6 meses

La tuberculosis sólo designa en realidad a la enfermedad causada


por el Mycobacterium tuberculosis (cuyo principal reservorio es el
ser humano). Aunque los pulmones son el sitio inicial de la
infección, la enfermedad puede diseminarse a muchos órganos.
(Para obtener detalles sobre el microorganismo, la fisiopatología y
la enfermedad pulmonar, véase Tuberculosis).
Tuberculosis miliar
También conocida como tuberculosis hematógena, la tuberculosis miliar
aparece cuando una lesión tuberculosa erosiona un vaso sanguíneo y
disemina millones de bacilos tuberculosos a través de la corriente
sanguínea hacia todo el cuerpo. Puede producirse una diseminación
masiva sin control durante la infección primaria o después de la
reactivación de un foco latente. Los pulmones y la médula ósea se ven
comprometidos con mayor frecuencia, pero cualquier sitio puede estar
afectado.

La tuberculosis miliar es más común entre

 Niños < 4 años


 Personas inmunocomprometidas
 Personas mayores

Los síntomas de tuberculosis miliar incluyen fiebre, escalofríos, debilidad,


malestar general y, con frecuencia, disnea progresiva. La diseminación
intermitente de los bacilos tuberculosos puede causar fiebre de etiología
desconocida. El compromiso de la médula ósea puede causar anemia,
trombocitopenia o una reacción leucemoide.

Tuberculosis genitourinaria
La infección renal puede manifestarse como pielonefritis (p. ej., con fiebre,
dorsalgia y piuria) sin los microorganismos patógenos habituales en el
urocultivo convencional (piuria estéril). La infección suele diseminarse a la
vejiga y, en los hombres, a la próstata, las vesículas seminales o el
epidídimo, lo que produce un tumor escrotal expansivo. La infección
también puede extenderse al espacio perinéfrico y por debajo del músculo
psoas, en ocasiones con producción de un absceso sobre la cara anterior
del muslo.

Después de la menarca, cuando la vascularización de las trompas uterinas


aumenta, puede producirse una salpingooforitis. Sus síntomas incluyen
dolor pelviano crónico y esterilidad o embarazo ectópico provocado por la
fibrosis tubaria.

Tuberculosis meníngea (meningitis


tuberculosa)
La meningitis suele aparecer sin infección en otras áreas
extrapulmonares. En los Estados Unidos es más frecuente en los ancianos
y los inmunocomprometidos, pero en las áreas donde la prevalencia de
tuberculosis en la infancia es más alta, la meningitis tuberculosa suele
aparecer entre el nacimiento y los 5 años. A cualquier edad, la meningitis
es la forma más grave de tuberculosis y se asocia con una tasa elevada de
morbimortalidad. Es la única forma de tuberculosis que se previene en la
infancia mediante la vacunación con BCG.
Los síntomas son fiebre no muy elevada, cefalea constante, náuseas y
somnolencia, que pueden avanzar a estupor y coma. Los signos de Kernig
y Brudzinski pueden ser positivos. Debido a que los signos tempranos son
inespecíficos, es importante considerar el diagnóstico temprano en
cualquier paciente con exposición conocida a tuberculosis, infección o
enfermedad, incluido el antecedente de tuberculosis, y en todas las
personas con síntomas compatibles con infecciones en sitios con alta
carga de tuberculosis. Sus estadios son los siguientes

 1: Sensorio lúcido con líquido cefalorraquídeo anormal


 2: Somnolencia o estupor con signos neurológicos localizados
 3: Coma

La trombosis de un vaso cerebral mayor puede producir un accidente


cerebrovascular. Los síntomas neurológicos localizados sugieren la
presencia de un tuberculoma.

Tuberculosis peritoneal (peritonitis


tuberculosa)
La infección peritoneal se produce a partir de una siembra procedente de
los ganglios linfáticos abdominales o de una salpingooforitis. La peritonitis
es particularmente común entre las personas con trastorno por consumo
de alcohol que tienen cirrosis.

Los síntomas pueden ser leves, con cansancio, dolor abdominal e


hipersensibilidad, o bastante graves como para simular un abdomen
agudo.

Tuberculosis pericárdica (pericarditis


tuberculosa)
La infección pericárdica puede provenir de focos en los ganglios linfáticos
mediastínicos o de una tuberculosis pleural. En algunas áreas con
incidencia elevada de tuberculosis, la pericarditis tuberculosa es una causa
habitual de insuficiencia cardíaca.

Los pacientes pueden presentar un roce pericárdico, dolor torácico


pleurítico y con los cambios de posición o fiebre. Puede producirse
un taponamiento pericárdico , en cuyo caso el paciente presenta disnea,
distensión de las venas del cuello, pulso paradójico, amortiguación de los
ruidos cardíacos y, en ocasiones, hipotensión arterial.
Linfadenitis tuberculosa
La linfadenitis tuberculosa (escrófula) suele involucrar los ganglios
linfáticos de las cadenas cervicales y supraclaviculares posteriores. Se
considera que la infección de estas áreas se debe a la diseminación por
contigüidad desde los ganglios linfáticos intratorácicos o a partir de una
infección en las amígdalas y las adenoides. Los ganglios linfáticos del
mediastino también se observan con frecuencia agrandados, como parte
de la enfermedad pulmonar primaria.

La linfadenitis tuberculosa cervical se caracteriza por la hinchazón


progresiva de los ganglios afectados. En casos avanzados, los ganglios
pueden verse inflamados y sensibles al tacto; la piel que los recubre puede
romperse, lo que resulta en una fístula.

Tuberculosis cutánea
La tuberculosis cutánea (escrofuloderma) se debe a la extensión directa de
un foco de tuberculosis subyacente (p. ej., un ganglio linfático regional, un
hueso o una articulación infectado) a la piel suprayacente, que forma
úlceras y un trayecto fistuloso.

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