Ciclo Del Agua
Ciclo Del Agua
Ciclo Del Agua
Obras Hidráulicas.
El ciclo del agua no se inicia en un lugar específico pero, para esta explicación, asumimos que
comienza en los océanos. El sol, que dirige el ciclo del agua, calienta el agua de los océanos, la cual
sube hacia la atmósfera como vapor de agua. Corrientes ascendentes de aire llevan el vapor a las
capas superiores de la atmósfera, donde la menor temperatura causa que el vapor de agua se
condense y forme las nubes. Las corrientes de aire mueven las nubes sobre el globo, las partículas
de nube colisionan, crecen y caen en forma de precipitación. Parte de esta precipitación cae en
forma de nieve, que se llega a acumular en capas de hielo y en los glaciares -que pueden almacenar
agua congelada por millones de años. En los climas más cálidos, la nieve acumulada se funde y
derrite cuando llega la primavera. La nieve derretida corre sobre la superficie del terreno como agua
de deshielo. La mayor parte de la precipitación cae en los océanos o sobre la tierra donde, debido a
la gravedad, corre sobre la superficie como escorrentía superficial. Una parte de esta escorrentía
alcanza los ríos en las depresiones del terreno; en la corriente de los ríos el agua se transporta de
vuelta a los océanos. El agua de escorrentía y el agua subterránea que brota hacia la superficie se
acumula y almacena en los lagos de agua dulce.
No toda el agua de lluvia fluye hacia los ríos, una gran parte es absorbida por el suelo
como infiltración. Parte de esta agua permanece en las capas superiores del suelo y vuelve a los
cuerpos de agua y a los océanos como descarga de agua subterránea. Otra parte del agua
subterránea encuentra aperturas en la superficie terrestre y emerge como manantiales de agua
dulce. El agua subterránea que se encuentra a poca profundidad es tomada por las raíces de las
plantas y transpirada a través de la superficie de las hojas, regresando a la atmósfera. Otra parte del
agua infiltrada alcanza las capas más profundas de suelo y recarga los acuíferos (roca subsuperficial
saturada), que almacenan grandes cantidades de agua dulce por largos períodos. A lo largo del
tiempo, esta agua continua moviéndose, y parte de ella retornará a los océanos, donde el ciclo del
agua se cierra… para comenzar de nuevo.
El U.S. Geological Survey (USGS) ha identificado 15 componentes en el ciclo del agua : agua
almacenada en los océanos, evaporación, agua en la atmósfera, condensación, precipitación, agua
almacenada en hielos y en la nieve, agua de deshielo, escorrentía superficial, corriente de agua,
agua dulce almacenada, infiltración, descarga de agua subterránea, manantiales, transpiración, agua
subterránea almacenada y distribución global del agua.
A G U A E N L O S O C É AN O S
La cantidad de agua “almacenada” en los océanos por largos períodos de tiempo es mucho mayor a
la que actualmente se encuentra en movimiento en el ciclo del agua. Se estima que, de los
1,380,000,000 kilómetros cúbicos de agua en la Tierra, alrededor de un 96.5% está almacenado en
los océanos. También se estima que éstos proveen un 90% del agua que se evapora hacia la
atmósfera.
Durante los períodos de clima más frío se forman grandes capas de hielo y glaciares; mientras
mayor sea la cantidad de agua que se acumula en forma de hielo, menor será el agua disponible en
las otras componentes del ciclo. Lo contrario sucede durante los períodos más cálidos. Durante las
últimas glaciaciones, los glaciares cubrieron casi un tercio de la superficie terrestre y los océanos
eran aproximadamente 120 metros más bajos de lo que son hoy día. Alrededor de 3 millones de
años atrás, cuando la Tierra era más cálida, los océanos podrían haber estado 50 metros por encima
del nivel medio actual.
Existen corrientes en los océanos que mueven grandes masas de agua alrededor de la Tierra. Estos
movimientos tienen una gran influencia en el ciclo del agua y el clima. La Corriente del Golfo es una
corriente cálida del Océano Atlántico que mueve agua desde el Golfo de México, a través del
Océano Atlántico, hacia Gran Bretaña. A una velocidad de 97 kilómetros por día, la Corriente del
Golfo mueve 100 veces más agua que todos los ríos sobre la Tierra. Proveniente de climas más
cálidos, la Corriente del Golfo mueve agua cálida hacia el Atlántico Norte, lo cual afecta el clima de
algunas áreas, por ejemplo, el oeste de Inglaterra.
E V AP O R AC I Ó N
La evaporación desde los océanos es el principal proceso por el cual el agua ingresa a la atmósfera.
La gran superficie de los océanos (alrededor del 70% de la superficie terrestre esta cubierta por
océanos) propicia la ocurrencia de la evaporación a gran escala. A escala global, la misma cantidad
de agua que es evaporada vuelve a la Tierra como precipitación. Esto, sin embargo, varia
geográficamente. Sobre los océanos, la evaporación es más común que la precipitación, mientras
que sobre la tierra, la precipitación supera a la evaporación. La mayor parte del agua que se evapora
de los océanos cae de vuelta sobre los mismos. Solamente un 10% del agua evaporada desde los
océanos es transportada hacia tierra firme y cae como precipitación. Una vez evaporada, una
molécula de agua permanece alrededor de diez días en el aire.
A L M A C E N AM I E N T O D E AG U A E N L A A T M Ó S F E R A
Si bien la atmósfera no es un importante almacenador de agua, sí es una vía rápida que el agua
utiliza para moverse por el globo terráqueo. Siempre hay agua en la atmósfera. Las nubes son la
forma más visible del agua en la atmósfera, pero hasta el aire contiene partículas de agua
demasiado pequeñas para ser visibles. El volumen de agua en la atmósfera en cualquier momento
es alrededor de 12,900 kilómetros cúbicos. Si toda el agua de la atmósfera cayera como lluvia al
mismo tiempo, cubriría la superficie terrestre con una capa de agua de 2.5 cm de espesor.
C O N D E N S AC I Ó N
La condensación es el proceso por el cual el vapor de agua del aire se transforma en agua líquida.
La condensación es importante para el ciclo del agua, ya que forma las nubes. Estas nubes pueden
producir precipitación, la cual es la principal forma en que el agua regresa a la Tierra. La
condensación es lo opuesto a la evaporación.
La condensación es responsable también de la niebla, de que se empañen tus lentes cuando pasas
de un cuarto frío a uno más cálido, de la humedad del día, de las gotas que escurren por el lado de
afuera de tu vaso y de las gotas que se forman del lado de dentro de las ventanas cuando el día esta
frío.
Condensación en el aire
Incluso en aquellos días en que el cielo esta completamente despejado de nubes, el agua sigue
presente en forma de vapor de agua y gotas demasiado pequeñas como para ser vistas. Las
moléculas de agua se combinan con diminutas partículas de polvo, sales y humo para formar gotas
de nube, que crecen y forman las nubes. Cuando las gotas de nube se juntan entre sí crecen en
tamaño, formándose las nubes, y es cuando la precipitación puede ocurrir.
¿Por qué hace más frío a medida que nos desplazamos hacia arriba en la atmósfera?
Las nubes se forman en la atmósfera porque el aire que contiene el vapor de agua se eleva y enfría.
Lo crucial de este proceso es que el aire cercano a la Tierra es calentado por la radiación solar. La
razón por la que el aire se enfría sobre la superficie terrestre es la presión de aire. El aire tiene peso;
a nivel del mar, el peso de la columna de aire que esta encima de nuestra cabeza es de alrededor de
32 kilogramos por pulgada cuadrada. La presión, llamada presión barométrica, es resultado de la
densidad del aire que está por encima nuestro. A mayores altitudes hay una menor cantidad de aire
y, por eso, una menor cantidad de aire ejerciendo presión. A mayores altitudes, la presión
barométrica es menor, y el aire es menos denso. Esto provoca el enfriamiento del aire.
P R E C I P I T AC I Ó N
La precipitación es agua liberada desde las nubes en forma de lluvia, aguanieve, nieve o granizo. Es
el principal proceso por el cual el agua retorna a la Tierra. La mayor parte de la precipitación cae
como lluvia.
El siguiente mapa muestra la precipitación anual promedio del mundo. Las áreas verde claro pueden
ser consideradas “desiertos”. Seguramente esperabas que el Sahara en África fuese un desierto
pero, ¿pensaste que gran parte de Groenlandia y la Antártida fuesen desiertos?
AG U A AL M A C E N A D A E N L O S H I E L O S Y L A N I E V E
E S C O R R E N T Í A S U P E R F I C I AL
La escorrentía superficial es la lluvia que corre sobre el terreno hacia la corriente de agua más
cercana.
La mayor parte de las personas piensan que la lluvia cae sobre la tierra, fluye sobre ella y corre
hacía los ríos, los cuales se descargan a los océanos. Esto es algo simplificado, ya que los ríos
también ganan y pierden agua a través del suelo. Sin embargo, la mayor parte del agua de los ríos
proviene directamente de la escorrentía que fluye por la superficie, que es denominada escorrentía
superficial.
Parte de la lluvia que cae es absorbida por el suelo pero, cuando cae sobre suelo saturado
o impermeable, comienza a correr sobre la superficie siguiendo la pendiente de la misma. El agua
corre por canales a medida que se dirige a los grandes ríos. Esta imagen muestra un ejemplo de
cómo la escorrentía superficial entra en una pequeña cañada; en este caso, la escorrentía corre
sobre suelo desnudo, arrastrando consigo gran cantidad de sedimento que es depositado en el río.
El agua de escorrentía que está ingresando a esta cañada está comenzando su viaje de retorno al
océano.
Como sucede en todas las partes del ciclo del agua, la relación entre precipitación y escorrentía
superficial varía de acuerdo al tiempo y a la geografía. Tormentas similares en la selva Amazónica y
en el desierto del suroeste de Estados Unidos tendrán distintos efectos. La escorrentía superficial es
afectada por factores meteorológicos y por la geología física y topografía del lugar. Únicamente un
tercio de la lluvia que cae corre en forma de escorrentía hacia los océanos; la fracción restante se
evapora o es absorbida por el suelo pasando a formar parte del agua subterránea.
CORRIENTE DE AGUA
La Corriente de agua es el movimiento de agua en su canal natural, como un río. El U.S. Geological
Survey utiliza el término para referirse a la cantidad de agua que corre en un río, arroyo o cañada.
El tamaño de un río depende del tamaño de su cuenca. Los grandes ríos presentan cuencas grandes
y los pequeños, cuencas pequeñas. De la misma forma, ríos de distintos tamaños reaccionan de
manera distinta frente a las tormentas y las lluvias. El nivel de los grandes ríos aumenta y disminuye
de una forma más lenta que el de los de menor tamaño. En una cuenca pequeña, la crecida y la
vuelta al nivel normal del agua se produce posiblemente en cuestión de horas o minutos. A los
grandes ríos les llevará muchas horas este proceso, por lo que las inundaciones pueden durar varios
días.
A L M A C E N AM I E N T O D E AG U A D U L C E
El agua superficial incluye los arroyos, estanques, lagos, reservorios (lagos creados por el hombre)
y humedales de agua dulce.
La cantidad de agua en los ríos y lagos está permanentemente cambiando debido a las entradas y
salidas del agua al sistema. El agua que entra proviene de las precipitaciones, de la escorrentía
superficial, del agua subterránea que se filtra hacia la superficie y de los ríos tributarios. La pérdida
de agua de los lagos y ríos se debe a la evaporación y a la descarga hacia aguas subterráneas. Los
seres humanos también usan el agua superficial para satisfacer sus necesidades. La cantidad y
localización del agua superficial varía en el tiempo y el espacio, ya sea por causas naturales o
debido a la acción del hombre.
I N F I L T R AC I Ó N
Parte del agua que se infiltra permanece en las capas más superficiales del suelo y puede volver a
entrar a un curso de agua debido a que se filtra hacia el mismo. Otra parte del agua puede infiltrarse
a mayor profundidad, recargando así los acuíferos subterráneos. Si los acuíferos son lo
suficientemente porosos y poco profundos como para permitir que el agua se mueva libremente a
través de ellos, pueden realizaser perforaciones en el suelo y utilizar el agua para satisfacer las
necesidades de las personas. El agua puede viajar largas distancias o permanecer por largos
períodos como agua subterránea antes de retornar a la superficie o filtrarse hacia otros cuerpos de
agua, como océanos o arroyos.
Agua subsuperficial
El agua, al infiltrarse en el suelo subsuperficial, generalmente va formando una zona no saturada y
otra saturada. En la zona de no saturación hay algo de agua presente en las aperturas del material
subsuperficial, pero el suelo no se encuentra saturado. La parte superior de la zona no saturada es la
zona del suelo. La zona del suelo presenta espacios creados por las raíces de las plantas que
permiten que la precipitación se infiltre dentro del suelo. Por debajo de la zona no saturada se
encuentra una zona saturada, donde el agua ocupa por completo los espacios que se encuentran
entre las partículas del suelo y las rocas. Las personas pueden realizar perforaciones para extraer el
agua que se localiza en esta zona.
D E S C AR G A D E A G U A S U B T E R R Á N E A
El agua subterránea es, en muchos casos, el principal contribuyente de los cursos de agua. Las
personas han utilizado el agua subterránea por cientos de años y lo continúan haciendo hasta el día
de hoy, principalmente para beber y para riego. La vida en la Tierra depende del agua subterránea
tanto como depende del agua superficial.
Diagrama mostrando como la precipitación es absorbida por el suelo y se mueve dentro del mismo.
Una porción de la precipitación que cae sobre la tierra se infiltra en el suelo y pasa a formar parte del
agua subterránea. Una vez en el suelo, parte de esta agua se mueve cerca de la superficie de la
tierra y emerge rápidamente, siendo descargada en los lechos de las corrientes de agua pero,
debido a la gravedad, una gran parte de ésta continúa moviéndose hacia zonas más profundas.
Como muestra el diagrama superior, la dirección y velocidad del movimiento del agua subterránea
están determinadas por varias características del acuífero y de las capas confinadas del suelo
(donde el agua tiene dificultad en penetrar). El movimiento del agua por debajo de la superficie
depende de la permeabilidad (qué tan fácil o difícil es el movimiento del agua) y de la porosidad (la
cantidad de espacio abierto en el material) de la roca subsuperficial. Si la roca permite que el agua
se mueva de una forma relativamente libre dentro de ella, el agua puede moverse distancias
significativas en un corto período de tiempo. Pero el agua también puede moverse hacia acuíferos
más profundos, desde donde demorará años en volver a ser parte del ambiente.
M AN A N T I AL E S
Un manantial resulta cuando un acuífero se llena hasta el punto en que el agua se desborda hacia la
superficie de la tierra. Los manantiales varían en tamaño: hay desde pequeños manantiales -que
únicamente fluyen después de grandes lluvias- hasta grandes piscinas -donde fluyen millones de
litros de agua diariamente.
Los manantiales pueden formarse en cualquier tipo de roca pero se encuentran principalmente en las
calizas y dolomitas. Este tipo de roca se disuelve fácilmente con la lluvia y se fractura. El agua
resultante es ácida. A medida que la roca se disuelve y fractura, se forman espacios que permiten
que el agua fluya. Si el flujo es horizontal, éste puede alcanzar la superficie de la tierra, resultando en
un manantial.
El agua de un manantial no siempre es transparente
El agua de un manantial generalmente es transparente, aunque en algunos casos puede presentar
cierto color marrón que se debe a que el agua ha estado en contacto con minerales. En Florida
(Estados Unidos), muchas aguas superficiales contienen taninos ácidos naturales que provienen de
la materia orgánica de las rocas subterráneas: el agua se tiñe cuando entra en contacto con estas
rocas. La descarga de agua de un manantial fuertemente coloreado puede indicar que el agua está
fluyendo rápidamente por grandes canales dentro del acuífero sin estar siendo filtrada a través de la
roca caliza.
Manantiales termales
Los manantiales termales son manantiales comunes, salvo que el agua está tibia o en algunos casos
caliente, como en los lodos burbujeantes del Parque nacional de Yellowstone en Wyoming, Estados
Unidos. Muchos manantiales termales se encuentran en regiones con actividad volcánica reciente y
su agua es caliente debido a que ha estado en contacto con rocas que se encuentran a altas
temperaturas, ubicadas en las zonas más profundas. Las rocas se vuelven más calientes a medida
que aumenta la profundidad y, si el agua subterránea profunda alcanza una gran grieta que ofrece
un camino hacia la superficie, se puede producir un manantial termal. Los famosos Manantiales
Tibios de Georgia y los Manantiales Calientes de Arkansas son de este tipo. Los manantiales
termales se encuentran en todo el mundo, incluso pueden coexistir con los glaciares, como en
Groenlandia.
T R AN S P I R AC I Ó N Y L AS H O J AS D E L AS P L AN T AS
La transpiración es el proceso por el cual el agua es llevada desde las raíces hasta pequeños poros
que se encuentran en la cara inferior de las hojas, donde se transforma en vapor de agua y se libera
a la atmósfera. La transpiración es esencialmente la evaporación del agua desde las hojas de las
plantas. Se estima que alrededor de 10% de la humedad de la atmósfera proviene de la transpiración
de las plantas.
Durante la estación de crecimiento, una hoja transpirará una cantidad de agua mucho mayor a su
propio peso. Un acre plantado con maíz produce de 11,400 a 15,100 litros de agua por día y un roble
grande puede transpirar alrededor de 151,000 litros por año.
El agua almacenada forma parte del ciclo del agua; el agua debajo de la tierra ha estado ahí por
millones de años.
El suelo almacena grandes cantidades de agua. Esta agua sigue moviéndose, aunque de manera
muy lenta, y sigue siendo parte del ciclo del agua. La mayor parte del agua del suelo proviene de la
lluvia que se infiltra a través de la superficie del suelo. La capa superior del suelo es la zona no
saturada, donde las cantidades de agua varían con el tiempo pero no alcanzan a saturar el suelo.
Por debajo de esta capa se encuentra la zona de saturación, donde todos los poros, grietas y
espacios entre las partículas de roca se encuentran llenos de agua. El término agua subterránea se
utiliza para describir esta zona. Otro término para el agua subterránea es “acuífero”. Los acuíferos
son los grandes almacenes de agua en la Tierra: muchas personas alrededor de todo el mundo
dependen del agua subterránea en su diario vivir.
Nubes
Las nubes se forman por el enfriamiento del aire que provoca que el vapor de agua (invisible) se
condense en gotitas o partículas de hielo (visibles).
La primera fase del ciclo hidrológico es la evaporación, la cual tiene lugar principalmente en la
superficie del mar, en especial en las zonas cálidas. Esta agua, en forma de vapor, pasa a la
atmósfera y origina la formación de nubes, que serán las responsables de la precipitación. Las nubes
son la forma condensada de la humedad atmosférica, compuesta de pequeñas gotas de agua o
diminutos cristales de hielo. Son el principal fenómeno atmosférico visible y representan un paso
transitorio, aunque vital, en el ciclo del agua. Este ciclo incluye la evaporación de la humedad desde
la superficie de la Tierra, su transporte hasta niveles superiores de la atmósfera, la condensación del
vapor de agua en masas nubosas y el retorno final del agua a la tierra en forma de precipitaciones de
lluvia y nieve. La formación de nubes se debe al enfriamiento del aire que provoca la condensación
del vapor de agua en gotitas o partículas de hielo.
Las partículas que componen las nubes tienen un tamaño que varía entre 5 y 75 micras, (0.0005 cm
y 0.008 cm). Son tan pequeñas que las corrientes verticales leves las sostienen en el aire. Las
diferencias entre formaciones nubosas derivan, en parte, de las diferentes temperaturas de
condensación. Cuando ésta se produce a temperaturas inferiores a la de congelación, las nubes
suelen componerse de cristales de hielo. Las nubes que se forman en aire más cálido suelen estar
compuestas de gotitas de agua. Sin embargo, en ocasiones, nubes “superenfriadas” contienen
gotitas de agua a temperaturas inferiores a la de congelación.
El movimiento de aire asociado al desarrollo de las nubes también afecta su formación. Las nubes
que se crean en aire en reposo tienden a aparecer en capas o estratos, mientras que las que se
forman entre vientos o aire con fuertes corrientes verticales presentan un gran desarrollo vertical.
Las nubes desempeñan una función muy importante: modifican la distribución del calor solar sobre la
superficie terrestre y en la atmósfera. En general, ya que la reflexión de la parte superior de las
nubes es mayor que la de la superficie de la Tierra, la cantidad de energía solar reflejada al espacio
es mayor en días nublados. Aunque las capas superiores de las nubes reflejan la mayor parte de la
radiación solar, algo de ella penetra hasta la superficie terrestre, que la absorbe y la emite de nuevo.
La parte inferior de las nubes es opaca para esta radiación terrestre de onda larga, por lo que la
refleja de vuelta a la Tierra. El resultado es que la atmósfera inferior absorbe, en general, más
energía calorífica en días nublados por la presencia de esta radiación atrapada. Por el contrario, en
una día claro, la superficie de la Tierra absorbe inicialmente más radiación solar pero esta energía se
disipa muy rápido por la ausencia de nubes. Sin considerar otros efectos meteorológicos
relacionados, la atmósfera absorbe menos radiación en días claros que en días nublados.
La nubosidad tiene una influencia considerable en las actividades humanas. Por ejemplo, en los
primeros tiempos de la aviación las nubes afectaban la visibilidad. Con el desarrollo del vuelo con
instrumentos, que permite al piloto navegar en el interior de una nube grande, este obstáculo ha sido
mitigado.
El primer estudio científico de las nubes se hizo en 1803, cuando el meteorólogo británico Luke
Howard ideó un método para clasificarlas. Lo siguiente fue la publicación, en 1887, de un sistema de
clasificación que más tarde sirvió de fundamento del Atlas Internacional de las Nubes de 1896. Este
atlas se revisa y modifica regularmente, y se usa en todo el mundo. Las nubes suelen dividirse en
cuatro familias principales según su altura: nubes altas, nubes medias, nubes bajas y nubes de
desarrollo vertical (estas últimas se pueden extender a lo largo de todas las alturas). Estas cuatro
divisiones pueden subdividirse en género, especie y variedad, describiendo en detalle el aspecto y el
modo de formación de las nubes.
Se distinguen más de cien tipos diferentes de nubes. A continuación se describen sólo las familias
principales y los géneros más importantes.
N U B E S AL T AS
Compuestas por partículas de hielo, se ubican en altitudes medias de 8 kilómetros sobre la tierra.
Esta familia contiene tres géneros principales:
1. Los cirros están aislados, tienen aspecto plumoso y en hebras, a menudo con ganchos o
penachos y se disponen en bandas.
2. Los cirroestratos aparecen como un velo delgado y blanquecino; en ocasiones muestran una
estructura fibrosa y, cuando están situados entre el observador y la Luna, dan lugar a halos.
3. Los cirrocúmulos forman globos y mechones pequeños y blancos parecidos al algodón; se
colocan en grupos o filas.
N U B E S M E D I AS
Las nubes medias están compuestas por gotitas de agua, tienen una altitud que varía entre 3 y 6
kilómetros sobre la tierra. Esta familia incluye dos géneros principales:
1. Los altos estratos parecen velos gruesos grises o azules, a través de los cuales el Sol y la Luna
se ven como a través de un cristal traslúcido.
2. Los altocúmulos tienen el aspecto de globos densos, algodonosos y esponjosos un poco mayores
que los cirrocúmulos. El brillo del Sol y la Luna a través de ellos puede producir una corona, o
anillo coloreado, de diámetro mucho menor que un halo.
N U B E S B AJ AS
Las nubes bajas también están compuestas por gotitas de agua, suelen tener una altitud menor de
1.6 kilómetros. Este grupo comprende tres tipos principales:
1. Los estratocúmulos son grandes rollos de nubes de aspecto ligero y de color gris. Con frecuencia
cubren todo el cielo. Debido a que la masa nubosa no suele ser gruesa, a menudo aparecen
retazos de cielo azul entre el techo nuboso.
2. Los nimboestratos son gruesos, oscuros y sin forma. Son nubes de precipitación, desde las que
casi siempre llueve o nieva.
3. Los estratos son capas altas de niebla; aparecen como un manto plano y blanco a alturas por lo
general inferiores a los 600 metros. Cuando se fracturan por la acción del aire caliente en
ascensión, se ve un cielo azul y claro.
1. Los cúmulos tienen forma de cúpula o de madejas de lana. Suelen verse durante el medio y el
final del día, cuando el calor solar produce las corrientes verticales de aire necesarias para su
formación. La parte inferior es en general plana y la superior redondeada, parecida a una coliflor.
2. Los cumulonimbos son oscuros y de aspecto pesado. Se alzan a gran altura como montañas y
muestran a veces un velo de nubes de hielo, falsos cirros, con forma de yunque en su cumbre.
Estas nubes tormentosas suelen producir aguaceros violentos e intermitentes.
El grupo de nubes anómalas incluye las nubes nacaradas, o de madreperla, con altitudes entre 19 y
29 kilómetros, y las nubes noctilucentes, con altitudes entre 51 y 56 kilómetros. Estas nubes, muy
delgadas, pueden verse sólo entre el ocaso y el amanecer, en altas latitudes. El desarrollo de la
aviación a gran altura ha introducido un nuevo grupo de nubes artificiales llamadas estelas de
condensación, que están formadas por el vapor de agua condensado que es expulsado junto con
otros gases por los motores de los aviones.
Del mismo modo que ocurre con la energía, la cantidad de agua que existe en la naturaleza es
constante, lo que cambia es su forma.