Perozosos o Fervientes en Espiritu

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 7

Tem Perezosos o fervientes en espíritu

a:
Dinámica de apertura
Iniciar con dos videos:
Video 1. Tony Meléndez
Video 2. Nick Vujicic

Texto “En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes


en espíritu, sirviendo al Señor”
: Romanos 12:11

Introducción
La apatía es un sello distintivo de nuestra generación. La gente
vive inmersa en una comunicación superficial, alucinando con
sus teléfonos inteligentes y perdiendo efectivamente la
comunicación con su familia, con los demás y con Dios.

Desarrollo
En Romanos 12:11 nos dice que: “En lo que requiere
diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al
Señor”, el apóstol Pablo nos da tres orientaciones oportunas para
vivir intensamente.
1. Diligencia
2. Fervientes en espíritu
3. Sirviendo al señor

I. Debemos vivir movidos por la diligencia.


 Diligencia con Dios, significa cumplir con los
compromisos con él (oraciones, promesas, mandamientos,
etc.).
 Diligencia con uno mismo, significa ser activo, no caer en
la pereza, con metas fijas y cumpliéndolas a tiempo.
 Diligencia con los demás, significa poner entusiasmo en
las acciones que se realizan con y para ellos.

Una persona diligencia es aquella que abraza una causa con


profundidad, integridad e intensidad. Nadie hace nada bien a
1
menos que ponga todo su ser, toda su energía, todo su talento en
esa causa.
En Eclesiastés 9:10, “Todo lo que te viniere a la mano para
hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas,
no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría”.
Sheol o Seol, según el Antiguo Testamento, es un lugar de
oscuridad al que van los muertos. Sheol también es llamado
Hades en griego. En texto nos dan el consejo que debemos tomar
lo mejor de una mala situación en estos momentos de la vida
porque después ya no hay oportunidad.

Hay una frase que dice: “Solamente das una vuelta en la vida, así
que debes de tomar todo el gusto que puedas.”, pero con mucho
cuidado lo que eliges, Dios nos dio la oportunidad de que
podamos elegir, él no nos obliga. Por ejemplo: Hoy te asignan un
puesto de trabajo donde te toca realizar una actividad donde vas
a manejar dinero, una cantidad de dinero suficiente que si lo
llegaras a tomar nadien se daría cuenta, tanto que no te pedirían
en que se ha utilizado, sin pedirte cuanto entro o cuanto se gastó,
solo te piden entrégalo, ¿Qué harías? ¿Tomarías de ese dinero?,
La respuesta es no, porque te han confiado algo. Algunos dicen:
Señor no me des, solo ponme donde hay, yo solo me sirvo. Lo
que hagamos deben ser cosas le agraden a Dios. El hombre no
fue creado para estar sin hacer nada, no fue elegido para no hacer
nada, no fue redimido para no hacer nada, no fue vivificado para
no hacer nada, y no es santificado por la gracia de Dios para no
hacer nada.

En Colosenses 3:23 - 24, “Y todo lo que hagáis, hacedlo de


corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo
que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque
a Cristo el Señor servís”. Es fácil comenzar a vivir una vida
"ante los ojos de otros." Pero, ¿qué hay con los ojos de Dios?
¿He tomado en cuenta Su voluntad? Pablo nos exhorta a ser
vigilantes, de modo que sirvamos a Dios y no a los hombres.

Así que, si te piden que participes en algo, no digas no puedo,


quita el pensamiento de decir si lo hago lo demás se van a burlar,
si me equivoco, tal vez la primera vez te cause temor, pero
2
conforme participes te darás cuenta que ese miedo se ha pasado,
siempre recordando que el Señor nos observa en todo lo que
hacemos. ¡Todo asunto del Señor requiere urgencia!

En 2 Pedro 1:5-7, “Vosotros también, poniendo toda


diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la
virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al
dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la
piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor”.
Poniendo toda diligencia: Somos participantes de la naturaleza
divina, pero una vez que somos hechos hijos espirituales,
crecimiento en la vida cristiana no simplemente nos sucede.
Debemos de poner toda diligencia en nuestro caminar con el
Señor.
Añadid a vuestra fe, virtud: Comenzamos a caminar con el Señor
con fe, pero la fe prosigue en virtud, conocimiento, dominio
propio, paciencia, piedad, afecto fraternal, y amor – siendo el
amor la piedra principal de la obra de Dios en nosotros. La
extensión de la lista demuestra que Dios quiere que nosotros
tengamos una vida cristiana completa, completa en todo sentido.
Nosotros no podemos estar contentos con una vida cristiana
incompleta. Por ejemplo: cuando una pareja de novios decide
anda juntos, eso significa que buscaran momentos para convivir,
para relacionarse, pero resulta que uno de ellos no se acerca, la
otra persona dice ¿Que sucede somos o no somos novios? Aquí
nos muestra que debemos llevar una vida cristiana en todo o
nada, es decir somos no somos.

Y ahora más abajo en 2 Pedro 1:10, nos dice “Por lo cual,


hermanos, tanto más procurad (procurad = hacer diligencias
o esfuerzos) hacer firme vuestra vocación y elección; porque
haciendo estas cosas, no caeréis jamás”. ¿Cómo podemos estar
seguros de que Dios nos ha llamado y que somos elegidos?
Haciendo estas cosas las que se hablaron en 1 Pedro 1: 5 – 7 (fe,
virtud, conocimiento, dominio propio, paciencia, piedad, afecto
fraternal, y amor). Al ver estas cosas en nuestras vidas, sabemos
que nuestras vidas se están haciendo más como la naturaleza de
Jesús. Demuestra que estamos siendo conformados a la imagen
de Su Hijo
3
¿Por cuánto tiempo?
1 Corintios 15:58, “Así que, hermanos míos amados, estad
firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre,
sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano”, el
crecimiento debe ser constante, siempre hacer las cosas para el
Señor y no para el hombre, tal vez no le agrades a la gente
porque siempre dirán si lo hace bien hablaran y si lo haces mal
también hablaran, recuerda que la recompensa viene de Dios y
no de los hombres.

En Mateo 25:26, “Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo


y negligente (perezoso), sabias que siego donde no sembré, y
que recojo donde no esparcí”. La negligencia también es
denominada culpa, la ausencia de un comportamiento adecuado,
la imprudencia o la falta de diligencia en un caso concreto que
requería una atención superior. Porque lo hizo se hace un
perezoso, este evita la tarea difícil. Siempre la pospone, diciendo
“mañana”.

En Hebreos 6:12, “a fin de que no os hagáis perezosos, sino


imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan
las promesas”, cuando hablamos del termino está a la moda, eso
hace referencia porque se repite muchas veces, es decir hay
repeticiones, asi dice la palabra ser imitadores que han por la fe,
imitemos lo que es bueno. Y ¿Cómo sabemos lo que es bueno?
Es bueno cuando se trata que a Dios le agrada.

II. Debemos ser fervientes en espíritu.


El significado de “fervere” es hervir o entrar en ebullición, y es
por eso que ferviente es alguien que se muestra muy
entusiasmado por algo o alguien, que lo mueve a actuar y a
expresar su arrebato pasional. El que es ferviente muestra
entusiasmo, devoción y una incondicionalidad directamente
proporcional a su fervor.

Nuestro espíritu debe ser un altar donde el fuego nunca se apaga.


Las cenizas deben ser removidas cada día, y las brasas deben ser
sopladas constantemente, para que este fuego nunca pierda su
4
calor. Debemos arder por Dios. Necesitamos ser inflamados por
el fuego divino. Por ejemplo, cuando enciendes tu leña inicia con
fuego intenso, pasado el tiempo la intensidad del fuego ha
disminuido, sigue con calor, pero la intensidad ha bajado, ¿Qué
hace usted? Pues prácticamente, lo que hace es mover la leña,
echar más y el fuego vuelve a revivir.

Hechos 18:25, “Este había sido instruido en el camino del


Señor; y siendo de espíritu fervoroso, hablaba y enseñaba
diligentemente lo concerniente al Señor, aunque solamente
conocía el bautismo del señor”, cuando nos sentimos que
realmente hemos sentido la presencia de Dios buscamos la forma
de que lo demás lo sepan y lo sientan, lo demostramos de
diferente forma como: cantando alabanzas, predicando,
simplemente participando en sus actividades, lo que se hace debe
servir para edificación nuestra y de los demás. A la mejor hemos
padecido en algún tormento y de ahí hemos aprendido, entonces
para otros más no pasen por el mismo tormento se les predica, se
les comparte lo vivido para que no pasen por la misma situación,
pero como dice un dicho nadien experimenta en cabeza ajena, no
le creemos. No todos soportan el suceso, algunos continúan otro
se pierde. Pero eso sucede por no estar fortalecidos en el Señor.

Oración ferviente.
Hechos 12:5, “Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero
la iglesia hacía sin cesar (ferviente) oración a Dios por él”,
cuando tenemos una preocupación, una situación o problema, o
estamos pasado un padecimiento o tormento debemos orar con
intensidad con deseo de salir de lo que nos está afectando, pero a
veces solo no podemos por eso debemos comentar a alguien
como al pastor o líder para que nos acompañe a orar y entre más
seamos orando la oración se vuelve más intenso y eficaz. No te
lo guardes y quieras salir por ti solo, habla a la iglesia, no sientas
que eres causa de burla, no eres el único todos tenemos algo,
pero no todos lo reflejamos.

Ferviente amor.
En 1 Pedro 4:8, “Y ante todo, tened entre vosotros ferviente
amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados”, no vivamos
5
con amargura deseando lo que otros tienen, vivamos en amor, la
amargura nos hace sentir molestia, enojo, envidia, el amor nos
hace sentir satisfecho, completo, en paz.

1 Pedro 1:22, “Habiendo purificado vuestras almas por la


obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor
fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de
corazón puro”, debemos amarnos unos a otros con ese amor de
Cristo, Cristo nos ha amado tal y como somos, gordos, flacos,
altos, bajitos, moreno, güeritos, nos ama de todas formas, así
debemos tener amor entre nosotros mismos, porque el Propósito
de Dios es amarnos y que nosotros amemos al prójimo.

III. Debemos servir constantemente al Señor.


Servir al Señor, sin embargo, es la consecuencia de vivir
movidos por la diligencia y calentados por Su fuego de amor,
misericordia y cuidado.

¿Cómo le podemos servir a Dios?


1. Desarrollar una relación con Dios. Para comenzar a
servirle a Dios debes descubrir quién es Él para ti.
2. Ora a Dios. La oración es una manera de servirle a Dios
que puede beneficiarte mucho, ya que es una manera de
dejar que tu fe te guíe mientras aprendes a enfocarte en lo
que sucede en tu vida y manejar cualquier problema.
3. Estudia la Biblia. Leer la Biblia puede ofrecerte orientación
cuando te sientes perdido, puede inspirarte, e incluso darte
algunos consejos sobre cómo servir a Dios.
4. Da gracias a Dios. Recuerda tomarte algún momento y dar
gracias por lo que Dios te ha dado, o por haberte ayudado
cuando parecía que estabas solo.
5. Hazte fuerte a través de Dios. Servir a Dios puede darse al
permitirle transmitirte fuerza cuando más la necesitas, solo
con poner toda tu fe en Él.
6. Ora con tu familia. Una familia que ora unida, permanece
unida. Servir a Dios no siempre debe ser una cuestión
individual. Cuando tú y tu familia dan las gracias y tienen
fe, sirven a Dios todos juntos.

6
Conclusión
Señor, quiero vivir diligentemente y ferviente en espíritu, para
luego servirte con fidelidad, constantemente. Lléname de tu
presencia, y ayúdame a que mi fe aumente cada día más,
permite tener la oportunidad de participar en tu obra y dame el
conocimiento, la habilidad y el deseo de hacer con gozo. Con
humildad, pero con gozo, porque quiero agradarte a ti, y lo que
yo haga sea para edificación en mi vida en la vida de los demás.
Amen

También podría gustarte