Cuentos Con Valores

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Transmitir y educar en valores a los hijos

Un niño que conoce el límite del otro, podrá vivir una vida sana y saludable, sea en su entorno familiar o escolar. Un
niño que sabe respetar a los demás, será más fácilmente respetado, y así con todo.

Los valores son las reglas de conducta y actitudes según las cuales nos comportarnos y que están de acuerdo con
aquello que consideramos correcto. Al nacer, los niños no son ni buenos ni malos. Con la ayuda de sus padres,
educadores y de los que conviven con ellos, aprenderán lo que está bien y lo que está mal decir, hacer, actuar, vivir.

Pero, ¿cómo educar a los hijos en valores? Primero, conociendo cada uno de los valores. GuiaInfantil.com hizo una
selección de los principales valores para que los padres hagan un repaso y luego se los enseñen en el día a día a sus
hijos, y con ejemplos.

También es preciso recordaros que los niños aprenden con el ejemplo. El ejemplo que dan sus padres en su forma de
relacionarse con los demás, de pedir las cosas, de compartir mesa, asiento, de cooperar, de ayudar a los demás, de
defender, de reclamar, de tolerar y aceptar. Si los padres no tienen paciencia con su hijo, ¿qué creen que el niño va a
aprender? La responsabilidad que tienen los padres en la transmisión de los valores a sus hijos es crucial.
Valores para educar a los niños

Amabilidad. La amabilidad en la educación de los niños.


Los valores deben ser una prioridad en la educación de los
niños, desde el momento de su nacimiento. Los padres deben
ser el modelo para sus hijos a la hora de educarlos en los
valores. La paciencia, la tolerancia, el respeto y la
comprensión, son algunos de los importantes valores que
debemos introducir en la vida de nuestros hijos.

El respeto a la diversidad. Los niños deben aprender a amar


a sus compañeros y a los demás, independientemente de su
color de piel, de sus rasgos, de cómo es su pelo, si es chino,
árabe o indígena, si habla otro idioma, y a respetar su cultura
y sus tradiciones. Valores para educar en GuiaInfantil.com
Obediencia. El aprender a ser obediente consiste también que se explique el por qué es necesario que se haga las
cosas que se le pida al niño. Los niños necesitan saber qué esperamos de ellos. No se puede pretender que los niños
sean obedientes de un día para otro, ellos tardarán más o menos tiempo en función de su carácter.

Amor a la Naturaleza. Los niños y el respeto al medio ambiente.


Para conseguir que los niños tengan amor por la naturaleza el mejor
camino es enriquecer sus vivencias, planificar actividades con el
objetivo de enseñarlos a amar el medio ambiente.

Amistad. ¿Se puede enseñar la amistad a tus hijos? Se puede y se


debe, porque se trata de un valor que les aportará grandes beneficios.
Y es que la educación en valores empieza por el ejemplo, por lo que
los padres les transmiten a través de sus vivencias, experiencias, y
acciones, a sus hijos.
Tolerancia. Te explicamos qué es exactamente la tolerancia y cómo educar en valores a tu hijo para que sea más
tolerante. Ser tolerante es ser condescendientes y permisivo con alguien, es no impedir que haga lo que éste desee, es
aceptar y admitir la diferencia o la diversidad.Tú puedes enseñar a tu hijo a ser más tolerante con los demás.

Bondad. Niños bondadosos. El valor de la bondad. Para conseguir


que los niños sepan qué es la bondad, el ejemplo es la mejor
herramienta. El modelo que le ofrece el adulto le dirá mucho más
que mil palabras.

Perseverancia. Es muy importante que los niños aprendan a ser


perseverantes. Les brindará de estabilidad, confianza en si mismos, y
madurez. Cómo educar en perseverancia a los hijos, para que su
esfuerzo sea continuo. Educar a los niños en el valor de la
perseverancia, les hará sentir más felices, más trabajadores y
realizados.

Respeto al bien común. La naturaleza, así como las calles,


plazas, lagos y fuentes, son bienes comunes. Como tal deben ser
respetados. Los niños deben saber que no es correcto que se tire
basura ni restos suelo, que no se debe bañar en las fuentes, ni
hacer ruido en los museos, ni romper asientos de los teatros o
cines.
Generosidad. Para conseguir que los niños sean generosos, es
necesario educarlos en este valor poco a poco. Si los padres
aprueban sus pequeños esfuerzos, les estarán motivando a seguir
con estos actos generosos. Enseñar a los niños a prestar sus cosas
no es el único gesto de generosidad que pueden aprender.

Solidaridad. El valor de la solidaridad en la educación de los


niños. Consejos para educar a los hijos para que sean solidarios.
¿Qué es la solidaridad? ¿Cuándo se dice que una persona es
solidaria? 10 consejos para enseñar la solidaridad a los niños. Para
que nuestros hijos sean solidarios tenemos que practicar la
solidaridad en casa.

Honestidad. La honestidad es uno de los valores más importantes a


la hora de educar la personalidad y el carácter de los niños.
Guiainfantil.com nos ofrece 10 ideas para educar la honestidad en
los niños. Ser honesto es una actitud que siembra confianza en uno mismo y lo hace actuar siempre con base en la
verdad y en la auténtica justicia.

Gratitud. Enseña a tu hijo a dar las gracias. Se puede enseñar a los


niños a practicar la gratitud de distintas maneras y en diferentes
ocasiones. Educar en valores a los niños es una forma de hacerles
crecer sano y feliz. Dar las gracias o agradecer es una de las
enseñanzas más importantes en la educación de los niños.

Confianza. Educar en valores a los niños. La confianza, un valor


para los niños. Consejos para educar a los niños en la confianza.
Consejos para educar a los niños en la confianza. ¿Qué es la
confianza? Consejos para enseñar la confianza a los niños.

Compartir. Una de las habilidades más difíciles de enseñar es la de


compartir. Aunque puedan aprender a compartir desde muy pequeños,
la mayoría de los niños sólo estarán preparados para compartir juguetes
y otros materiales a partir de los cuatro o cinco años de edad. Antes de eso puede que no estén listos para compartir.
¿Qué hacer para lograr que los niños compartan?

Colaboración. La cooperación o colaboración es una de las tareas más


dignificantes que los padres y los educadores pueden enseñar a los
niños. GuiaInfantil.com les ofrece 10 consejos para educar en la
cooperación a los niños.

Coherencia. Cómo enseñar a los niños a ser coherentes. ¿Qué es la


coherencia? Educar en valores a los niños, educar en la coherencia.
Ayudar a los niños a ser coherentes.

El ejemplo. El ejemplo es una de los más valiosos instrumentos


educativos con los que cuentan los padres. Es en casa donde los
niños encuentran su mejor escuela, y es que la familia proporciona al
niño todos los estímulos para su desarrollo y crecimiento.
Responsabilidad. Cómo educar niños responsables consigo mismos,
con los demás, con sus deberes, obligaciones y compromisos. La
responsabilidad es un valor esencial para los niños. Educar en la
responsabilidad a los niños. Pautas para que los niños aprendan a ser
responsables.

Compasión. La compasión y los niños. Cómo educar a los niños en la


empatía, comprensión y compasión. Consejos para despertar
sentimientos de compasión en los niños ante los problemas de los
demás. GuiaInfantil.com ofrece consejos sobre la compasión a los
padres y educadores.

Organización. Cómo enseñar a los niños a guardar y organizar sus


juguetes. Cómo educar a los niños en el orden y la organización.
Consejos para educar en valores. Niños desordenados. El
ejemplo de los padres sobre los hijos.
Paciencia. La paciencia es uno de las enseñanzas que más cuestan
enseñar a los niños, y es que además de ser impacientes por naturaleza y
querer algo de forma inmediata, les cuesta entender el concepto del
tiempo.

Empatía. Educar en el valor de la empatía a los niños. Cómo educar


en valores a los hijos. El valor de la perseverancia y de la empatía en
el día a día de la familia. La psicóloga Alicia Banderas nos cuenta
cómo podemos enseñar a nuestros hijos a que se pongan en el lugar
del otro, una capacidad que les hará empáticos y respetuosos con los
demás.

Optimismo. El optimismo. Cómo inculcar el optimismo en los niños.


Cómo y por qué educar a niños optimistas. Guiainfantil.com les ofrece
oportunos consejos para enseñar el optimismo a los niños y revela los
beneficios así como la importancia de este valor en la vida de todos.
Caridad. Qué es la caridad y cómo podemos educar a nuestros hijos
para que aprendan a ser caritativos con los demás. Cómo conseguir que
entiendan el significado de la caridad.

Perdón. Pedir perdón y perdonar. Cómo enseñar este valor a los niños.


Uno de los valores fundamentales con los que debe contar un niño es el
perdón. Educar en valores a los niños. Enseñar a los niños a pedir
perdón y a perdonar.

Piedad. La piedad o la compasión en la educación de los niños. Una virtud


que pone de manifiesto la voluntad de ayudar ante los problemas de otra
persona. Actualmente vivimos en una sociedad en la que se ha perdido el
respeto por el prójimo o lo ajeno, y que representa una falta de afecto entre iguales, en el cual el fin justifica los
medios.

Fidelidad. Educar a los niños con el valor de la fidelidad. Enseñar a los


niños a ser fieles. El valor de la fidelidad es uno de los más importantes. La
fidelidad se inculca con el ejemplo de los padres.

Puntualidad. El valor de la puntualidad es algo que se aprende y que en un


futuro le será muy útil al niño. En la mayoría de sociedades la no
puntualidad está vista como una falta de respeto y tiene consecuencias
negativas.

Coraje. El valor del coraje. Guiainfantil.com revela algunas formas para


enseñar a los niños acerca del concepto de coraje. Es importante que los
niños aprendan a tener coraje ya que es un valor que les ayudará a
enfrentarse a diferentes situaciones a lo largo de sus vidas.
Comprensión. Es muy importante educar a los niños para que sean
comprensivos y puedan ponerse en el lugar de otra persona, para que
pueda empatizar con los demás. El valor de la comprensión, por lo tanto,
es muy importante desde la infancia

Prudencia. ¿Cómo se puede educar en la prudencia a tus hijos sin que le


lleguen a coger miedo a todo? Con estos consejos conseguirás transmitir
valores a los niños para que sean más prudentes. A través del ejemplo y de
los cuentos que a continuación te proponemos podrás educar en valores a
tus hijos.
Cómo los niños pueden aprender a ser amables

La amabilidad no nace con el niño, éste es impulsivo por naturaleza, y a ser amable y cortés se aprende en las más
diversas actividades de la vida cotidiana. Los niños asimilan las normas de comportamiento social en la medida que
los adultos los entrenan y enseñan a comportarse de acuerdo con esas normas.

La amabilidad implica a su vez la igualdad, el tratamiento por igual a niños y niñas, y la delicada cortesía de unos a
otros, por lo que han de aprender a ser corteses con todos los compañeros y compañeras, y ayudarles en todo
momento.

El juego de roles, en el que es posible modelar las más diversas situaciones en las que esté implícito el ser amable y
cortés, es una de las vías más importantes para que los niños interioricen este valor. Pero no hay nada más efectivo
que el ejemplo del adulto para enseñar las normas de la amabilidad; por eso los padres deben ser modelos a imitar de
estas cualidades.

14 ideas para enseñar a ser amables a los niños

- Cómo ser amable, cuidando de su cuerpo y de su imagen

- Lavándose las manos antes de comer;

- Cepillando los dientes después de cada comida;

- Alimentándose bien; etc.

- Cómo ser amable, considerando a los demás:

- Saludando a las personas conocidas;

- Demostrando afecto a los compañeros de la escuela y a los amigos;

- Llevando algún regalo a la profesora;

- Compartiendo su material escolar;

- Jugando sin peleas con sus compañeros;

- Dando de comer a su mascota;

- Agradeciendo a su madre por la deliciosa comida;


- Ayudando y acompañando a sus padres a la compra;

- Ofreciendo ayuda cuando alguien la necesita.

Cómo lograr que los niños respeten las diferencias

Los niños deben recibir una educación que favorezca su cultura general y le permita, en condiciones de igualdad, la
oportunidad de desarrollar sus aptitudes, su juicio individual, su sentido de responsabilidad moral y social, y llegar a
ser un miembro útil y participativo de la sociedad.

El niño debe ser protegido contra todas las prácticas que puedan fomentar la discriminación. Debe ser educado
en un espíritu de comprensión, solidaridad, tolerancia, amistad, paz y fraternidad. Son derechos fundamentales para la
vida de los niños.

La discriminación del niño puede ocurrir en cualquier ámbito. Por ello, es sumamente importante que los niños
aprendan a no discriminar ni ver el racismo como algo normal. El niño debe comprender que la diversidad existe
y como tal se debe respetar. Los niños deben aprender a hacer amigos y respetar a los demás, independientemente de
su color de piel, de sus rasgos, de cómo es su pelo, si es chino, árabe o indígena, si habla otro idioma, y a respetar su
cultura y sus tradiciones.

Los niños deben saber que la diversidad nos trae riquezas de informaciones y de experiencias. Que podemos aprender
mucho con las diferencias. En lugar de criticarla, debemos aprender con ella y darle su real valor. Esa es una tarea
importante principalmente en los días actuales en que cada día son más las familias que emigran e imigran de un lugar
a otro.

Consejos para que los niños sean tolerantes con la diversidad

Cuando se enseña a los niños a respetar las diferencias, ya sean de raza, cultura, religión o incluso discapacidades, no
solamente es importante para el desarrollo del mundo, sino que prepara a los niños para ser tolerantes, solidarios,
respetuosos, y a valorar y aprender de los demás. Los niños deben saber que lo distinto nos permite aprender más
unos de los otros y a que no tomemos decisiones basadas en prejuicios. Un niño es respetuoso con las diferencias:

- Cuando sus padres también lo son. Son un ejemplo.

- Cuando leen cuentos e historias de otras culturas


- En la escuela y colegios. Los niños deben aprender a amar a sus compañeros

- Cuando valoran los idiomas

- Cuando se les junta a niños diferentes en los parques, en los campamentos de verano, en las colonias de verano, en el
colegio, etc.

- Cuando visitan exposiciones sobre distintos países

- En los viajes, conociendo otras tradiciones y costumbres.

- Cuando les animan a hacer excursiones

- Jugando y compartiendo momentos y juguetes con todos

Cuentos para niños que hablan de la tolerancia y el respeto

Los cuentos infantiles son una herramienta muy válida y motivadora para enseñar valores como la tolerancia y el
respeto a los niños. En Guiainfantil.com hemos seleccionado algunos cuentos para niños que hablan y tratan de esos
valores. Elige un cuento con tu hijo, léelo con él y luego habláis sobre lo que habéis leído. Así, la lectura es más
productiva.

El volcán enfadado. Cuento sobre igualdad y tolerancia. No te pierdas este


cuento de El volcán enfadado, una historia que hará con que los niños reflexionen
sobre la igualdad y la tolerancia. Habla sobre unas piedras negras que no aceptan a
una piedra blanca. Ayudará a tu hijo a pensar sobre cómo tratamos a personas con
un color diferente de nuestra. ¡No te lo pierdas!

Un chocolate muy especial. Cuento sobre la tolerancia. Un chocolate muy


especial es un precioso cuento para educar en tolerancia a los niños. Este relato
corto hace especial hincapié en la igualdad entre todos los seres humanos y de la
valentía y el coraje para la defensa del bien común. La autora, Eva María Riber, fue
la ganadora del Concurso de Cuentos Cortos de AMEI.
Anna, la niña de los ojos de fuego. Cuento sobre el respeto. Anna, la niña de los ojos
de fuego, es un cuento infantil corto sobre el valor de la tolerancia y el respeto hacia las
diferencias. Fantástico cuento para niños sobre el respeto de las diferencias. Cuentos
con valores para niños. Educar a lo niños en valores. El valor de la tolerancia.

Un ratón de cuerdas entre ratones. Cuento sobre el respeto. Te has preguntado


alguna vez si tus propios deseos son los mismos que los de los demás. Puede que
tú hagas algo que piensas que a otra persona le va a gustar porque a ti te gusta, pero no
es así. Este es el cuento de un ratoncito que tenía un sueño. Cuento sobre el respeto
hacia los demás.

Itzelina y los rayos de sol. Cuento que enseña a respetar. Los valores son las reglas
de conducta y actitudes según las cuales nos comportarnos y que están de acuerdo con
aquello que consideramos correcto. Este cuento de Itzelina y los rayos de sol, estimula a
los niños a que respeten al bien común, y a compartir todo en el mundo, incluido el sol.
Un bonito cuento sobre el respeto y la necesidad de no ser egoísta.

Cuento sobre la igualdad y la tolerancia para niños - El volcán enfadado

Las olas del mar arrastraron a la piedra blanca a esa playa.

Era una piedra muy hermosa, blanca y reluciente. Cuando amaneció descubrió que estaba en un entorno oscuro,
rodeado de grandes piedras negras, pero no le importó demasiado.

Estaba feliz, dejándose acariciar por las olas del mar cuando escuchó a su espalda:

- ¿Qué hace esa aquí?

La piedra blanca se volvió y vio allí una gran piedra negra que la miraba muy enfadada.

- ¿Se puede saber qué haces en nuestra isla? Aquí no hay lugar para piedras como tú. - Le espetó.

- ¿Acaso no lo ves? - Le dijo señalando a su alrededor.


Y observó como todas las demás piedras asentían y la miraban con cara de pocos amigos.

- ¿Qué os molesta que esté aquí? - dijo, con valor, - No os he hecho mal a ninguna.

- ¡No te queremos aquí! ¿Es que no lo entiendes? ¡Fuera! - gritaron, amenazándola.

Cerca de allí el volcán de la isla, que estaba presenciando todo, bramó con fuerza:

- ¡Yo soy vuestro padre! ¡Jamás os he enseñado eso!

- ¿Acaso pensáis que por ser de diferente color no siente como vosotras? - continuó, enojado por la actitud de sus
hijos.

- Entre vosotros hay piedras grandes, gordas, pequeñas, finas, con aristas y redondas. ¿Por qué no puede haber
piedras blancas?

Las piedras negras, pensativas, se fueron alejando por diferentes lugares de la isla para reflexionar.

Esa misma tarde, el volcán echó por su cráter nuevas piedras, y las recién nacidas, enseguida empezaron a jugar con la
piedra blanca sin importarles su color.

Al ver aquello, las piedras negras se dieron cuenta de que no habían visto en su vida una blanca y, simplemente, la
repudiaron por ser diferente a ellas. Pesarosas por su actitud, se acercaron a pedirla perdón.

Algunas preguntas sobre el cuento para tu hijo

A continuación te proponemos algunas preguntas de comprensión lectora que te servirán para comprobar si tus


hijos han entendido el mensaje verdadero que transmite este cuento infantil. Esta historia, además de hacer reflexionar
a tu hijo sobre la igualdad, puede servirle para practicar su capacidad de comprensión lectora. Se trata de una
habilidad que los niños deben practicar para apoyar sus estudios en el colegio.

Plantéales estas preguntas a tus hijos y pregúntales por su opinión sobre el cuento.

1. ¿Cómo llegó la piedra blanca hasta la playa?

2. ¿En qué era diferente esta piedra a las demás de su alrededor?

3. ¿Por qué miraban enfadadas las piedras negras a la blanca?

4. ¿Qué les dijo el volcán a las piedras negras?

5. ¿Las piedras recién nacidas quisieron jugar con la piedra blanca?


6. ¿Por qué pidieron perdón las piedras negras a la blanca?

Cuentos y poemas para niños sobre la tolerancia, igualdad y respeto

1. El sol y la nube
Enseña a los niños a tolerar y respetar a los demás con este bonito poema infantil de El sol y la nube, que trata de
valores como la tolerancia y la igualdad.

2. La piel no tiene color


Poema corto para niños sobre el racismo. Este poema de La piel no tiene color tiene el propósito de educar a los niños
en el respeto, la tolerancia o la empatía. Un recurso educativo muy útil para hablar con los niños sobre racismo y la
discriminación

3. El orejón
Un cuento infantil para enseñar valores de tolerancia a los niños. Con este cuento de El orejón los niños pueden
aprender sobre la tolerancia y la igualdad. También les enseñará a tener empatía y ser respetuoso con los que son
diferentes.

4. Anna, la niña de los ojos de fuego


Un cuento para inculcar en los niños el valor de la tolerancia hacia las diferencias. El cuento Anna, la niña de los ojos
de fuego es una peculiar historia sobre una niña con extraños poderes y cómo sus compañeros de clase podrán valorar
estas diferencias.

Educar en tolerancia a los niños con el cuento 'Un chocolate muy especial'

Una niña habla con tu madre tras el regreso a casa después de una jornada en el colegio:

- Mami, mami, hoy llegó una niña nueva a la escuela.

- Qué bien cariño, ¿Jugaste con ella?

- No mami, la mordí.
- ¿La mordiste? pero, ¿por qué lo hiciste? ¡La niña nueva estará muy triste!

- Mami, yo quería probarla.

- ¿Probarla?

- Sí mami, la niña nueva es de chocolate y otros niños la llamaron negra.

- ¿De chocolate? ¿Negra? ¡Oh! Cariño, ¡ya entiendo! Ven, acércate, siéntate junto a mí, quiero contarte una historia...

Mira, hace muchos años, en un país muy lejano, existía una pequeña aldea en la que sus habitantes vivían muy
tristes porque el Sol cada día brillaba tan fuerte que solo les quedaba la noche para poder salir fuera de sus casas. Los
niños no podían ir a la escuela, los papás no podían ir al trabajo...

- Pero mami, hoy también brillaba el Sol fuerte y fuimos a la escuela...

- Tienes razón cariño, pero fíjate, escucha...

[Leer más: Conductas intolerantes de los niños que los padres no pueden dejar pasar por alto]

En aquella aldea además de brillar muy fuerte el Sol, quemaba tanto, que los campos estaban sin flores, los ríos se
secaban y si sus rayos tocaban en la piel de los aldeanos les producía unas quemaduras terribles. Entonces un
día una niña pequeña como tú, le dijo a su mamá:

- Mami, esta noche buscaré al Señor Sol y le pediré por favor que deje de quemar nuestros campos, de secar nuestros
ríos y de dañar nuestra piel. Él no me da miedo, la noche me protegerá y yo me cubriré muy bien.

La niña subió muy despacito una gran montaña esperando sin miedo a que el Señor Sol apareciera en el
horizonte.

- ¡Señor Sol, Señor Sol!

- ¿Quién me despierta tan temprano? Aún no ha amanecido - la voz del Señor Sol era un poco ronca pero la niña no se
asustó y continúo llamándole...

- ¡Señor Sol, Señor Sol, por favor deje de quemar a mi pueblo!

Entonces el Señor Sol abrió sus brillantes y grandes ojos sorprendiéndose al ver a una niña pequeña envuelta en telas
de muchos colores despertándole tan temprano.

- ¿Qué haces aquí pequeña?, ¿Por qué llevas esas telas? Apenas puedo verte. ¿No tendrías que estar en la escuela? - le
preguntó el Señor Sol un poco disgustado.

Entonces la niña le explicó con todo detalle el motivo de su visita.

- Si me quito estas telas, quemarás mi piel clara y me dolerá mucho.

El Señor Sol se quedó muy pensativo y transcurridos unos minutos a los que la niña esperó pacientemente le dijo:

- Eres muy valiente, y tienes un gran corazón porque no solo has venido por ti, así que voy a hacerte un regalo. 

Buscó en un bolsillo de su gran bola radiante, sacando de él unos saquitos que entregó a la niña diciéndole:
- Mira, dentro de estos saquitos hay unos pequeños escudos mágicos que protegerán tu piel y a todos los
habitantes de tu aldea. Tu piel se oscurecerá y estará siempre protegida contra mis fuertes rayos. Para tus campos
y tus ríos, mandaré a mis amigas las nubes para que preparen las estaciones de las lluvias y no se olviden de tu aldea.

La pequeña agradeció al Señor Sol todos sus regalos y marchó rápido hacia la aldea.

Al día siguiente, todos los habitantes de la aldea habían puesto ya en su piel los pequeños escudos mágicos que les
protegerían de los fuertes rayos solares. Su piel se oscureció, ¡estaban radiantes! Y la aldea volvió a la normalidad.

- Mami, entonces, ¿mi amiguita viene de un país lejano?

- Seguramente cariño, sus abuelitos o sus antepasados vinieron de lugares donde el Señor Sol quema mucho y una
fina capa de su piel se oscurece para protegerles. Por eso tú pensaste que tu amiguita era de chocolate.

- Gracias mami, mañana le daré muchos besitos a mi nueva amiga, le pediré perdón y jugaremos juntas. Sabes
mami, su cara estaba radiante.

FIN

Preguntas para la comprensión de este cuento sobre la tolerancia para los niños

¿Te ha gustado este cuento? ¡Seguro que tanto como a nosotros! La historia está contada de manera muy sencilla, es
muy fácil de seguir por los niños y, además, es una excelente herramienta para enseñar a los niños a ser tolerantes y a
respetar las diferencias.

Para asegurarnos de que el mensaje les ha llegado, a continuación te proponemos una serie de actividades
de comprensión lectora que podrás realizar con tus hijos. Recuerda adaptarlas según la edad de tu retoño.

1. Preguntas sobre este cuento corto


¡Empecemos con algo suave! Cuestiones sobre el contenido de este relato. Si los niños han captado bien la moraleja
de la historia o si son mayores, podemos establecer con ellos un debate para conocer más en profundidad su opinión.

- ¿Por qué una niña ha mordido a otra en el colegio?


- ¿Qué has entendido de la historia que contó su madre a su hija?
- ¿Qué ha aprendido la niña con el cuento de su madre?
- ¿Qué decisión ha tomado la niña tras el cuento?
- ¿Sabrías definir qué es la tolerancia?

2. To be continued... 
La niña ha aprendido que lo ha hecho en la escuela no ha estado bien y le ha prometido a su madre que al día
siguiente le dará muchos besos a su nueva compañera de clase, le pedirá perdón y jugará con ella. ¿Cómo crees que
será ese encuentro? Te proponemos que les pidas a tus hijos una pequeña redacción de cómo se imaginan este
encuentro. ¡Les puedes ayudar tú y saber su faceta de escritora de cuentos infantiles! Y si os animáis podéis hacer
también las ilustraciones. ¡Todo completo solo para mandar a imprimir!

3. Verdadero y falso
¡Vamos a poner las cosas más difíciles! En esta ocasión, los niños tendrán que estar muy atentos a las siguientes
afirmaciones sobre 'Un chocolate especial' para decidir si son ciertas o, por el contrario, les hemos querido engañar,
je, je, je.

- La niña habla con su madre porque está nerviosa: es su primer día de colegio
- Al colegio de nuestra protagonista, ha llegado un niño procedente de Asia. 
- La madre le cuenta a su hija la historia de un pueblo en el que quemaba mucho el Sol.
- Los habitantes de ese pueblo, para evitar el efecto del Sol, se pusieron unos escudos mágicos que les protegían.

[Leer más: Diferencias entre tolerancia, empatía y resiliencia para los niños]

Más cuentos y poemas infantiles para educar en la tolerancia

Como explican en el informe 'Educar para la tolerancia: una labor en conjunto', elaborado por Ingrid Hernández y
publicado en la Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, 'de una u otra forma, el primer encuentro que tiene
un niño con el aprendizaje de actitudes tolerantes se da en el hogar. Esto es, los niños se enfrentan a situaciones en las
que tienen que compartir con sus hermanos juguetes, ropa, videojuegos, una habitación'.

Con el propósito de evitar conflictos y vivir en armonía, los padres deben enseñar a sus hijos a respetarse mutuamente
así como a comprender que cada persona cuenta con una personalidad distinta y una excelente manera de hacerlo es a
través de los cuentos y las poesías. Aquí tienes más historias que hablan de tolerancia pero también de respeto a los
demás.

- El orejón. Cuento por la tolerancia


Henry llega nuevo a la escuela. Sin haber hablado con él ni haber mostrado la mayor intención de conocerle un
poquito, un grupo de niños se ríe de él porque tiene un pequeño defecto físico. Una situación inesperada para todos les
hará entender que las personas somos algo más que el físico.

- El volcán enfadado. Cuento sobre la igualdad y la tolerancia


Este bonito cuento infantil sobre la igualdad y la tolerancia habla sobre unas piedras negras que no aceptan a una
piedra blanca. Un relato que ayudará a tu hijo a reflexionar sobre cómo tratamos a personas con un color de piel
diferente de la nuestra.

[Leer más: Películas de Netflix sobre el valor de la tolerancia]

- Anna, la niña de los ojos de fuego. Cuento infantil sobre la tolerancia


Te hablamos ahora de una peculiar historia sobre una niña con 'extraños' poderes, pero parecer ser que no es la única
porque pronto conoce a otro niño con un don un tanto especial. Juntos descubrirán la importancia del trabajo en
equipo y que siempre podemos buscar a alguien que nos ayude cuando nosotros no somos capaces de hacer algo.

- El sol y la nube. Poema infantil sobre la tolerancia


Y terminamos nuestra selección con una poesía que nos deja una gran lección a niños y mayores. ¿Por qué hay que
pelearse por ver quién es el mejor o quién llega antes o quién ocupa un mejor lugar si podemos hacer las cosas juntas
y disfrutarlas todos?

Anna, la niña de los ojos de fuego, un cuento sobre la tolerancia a las diferencias

Toda la familia de Anna le decía que tenía un don. Pero ella, más que un don pensaba que tenía un problema. Y es
que, todo aquello que miraba se calentaba. Incluso, si detenía su mirada mucho rato sobre un objeto, éste acababa
ardiendo. Sus ojos escupían fuego. Había sido así desde su nacimiento. Su mamá le contaba que a los tres días de
nacer vio un hada posada sobre su cuna y desde entonces sus ojos se habían vuelto especiales.

Anna tenía pocos amigos, ya que éstos cuando jugaban con ella acababan pasando mucho calor. En verano, si miraba
a la piscina calentaba su agua y sus amiguitos no podían refrescarse en ella. Cuando salían por las tardes en bicicleta y
estaba ella, todos acababan agotados pronto por el calor y aunque buscaban pasear bajo la sombra de los árboles, ésta
parecía quemar. Sin embargo, en invierno todos quería estar cerca de ella. Ella les calentaba las manos cuando
ponían fin a la batalla de bolas de nieve y siempre mantenía la clase del colegio bien calentita.

Un día llegó un niño nuevo al colegio. Se llamaba Teo y también era un niño especial. Al igual que a Anna, a él
también le había visitado un hada cuando era bebé. Y desde ese momento su mirada helaba. Podía congelar
cualquier cosa que mirara. Así fue como Teo y Anna se convirtieron en los mejores amigos del mundo. Siempre
estaban juntos. Y juntos tuvieron una gran idea. Anna construiría unas gafas calentitas para Teo y éste fabricaría unas
gafas frías para Anna. Así, con el calor de una y el frío del otro compensaría su mirada especial y podrían estar
todo el tiempo que quisieran con el resto de amigos porque ya no causarían problemas, ni de frío, ni de calor.

Anna y Teo continuaron siendo grandes amigos. Los dos habían descubierto que el trabajo en equipo nos hace
mejores y que para las cosas que nosotros no podemos hacer siempre hay alguien que nos puede ayudar.

Preguntas de comprensión lectora para tu hijo

Comprueba si tu hijo permaneció atento a la lectura de este cuento corto mediante algunas preguntas de
comprensión lectora. Por ejemplo, puedes ayudarte de todas estas: 

1. ¿Qué le sucedía a Anna? ¿Qué problema tenía?

2. ¿Era en realidad un problema o una virtud?

3. ¿Qué podía hacer Anna con la mirada que gustaba a los otros niños?

4. ¿Qué otro niño especial llegó al colegio?

5. ¿Qué poder tenía?

6. ¿Qué hicieron Anna y el niño nuevo para complementar sus poderes?

Cuento infantil sobre el respeto a los demás. Un ratón de cuerda entre ratones
La granja de la familia Thompson se encontraba en el sur de Londres. En ella convivían personas y animales en
perfecta armonía. Una simpática comunidad de pequeños ratones compartía la casa de la familia Thompson. Todos
estaban perfectamente organizados. Los ratones no debían aparecer por las habitaciones cuando hubiera invitados y
podían acudir a la despensa de la granja siempre que estuvieran hambrientos. Incluso, el gato, al que todos llamaban
señor Miaumiau, pasaba las tardes entretenido jugando en el pajar con los juguetones ratoncillos.

Peter era el pequeño de los hijos de la familia Thompson. Al salir de la escuela le gustaba ayudar en las tareas de la
granja, sobre todo, si había que montar en el viejo tractor. Y es que, al niño le gustaban mucho los motores y las
pequeñas máquinas.

Al cumplir Peter cinco años le regalaron un pequeño ratón de cuerda. De todos los regalos que recibió ése fue su
favorito. Siempre lo llevaba consigo. Pero los pequeños ratones de la granja quedaron horrorizados. Veían la cuerda y
pensaban que seguro que ese invento desearía ser de carne y huesecillos, como lo eran ellos.

Fue entonces cuando al ratón Mouselin se le ocurrió una idea. Llamarían a Pepito Grillo para que éste convirtiera al
pequeño ratón de cuerda en uno de verdad, tal y como había hecho en el pasado con Pinocho, el hijo de Gepeto. Tras
una larga negociación, y mucha magia y encantamiento, el pequeño ratón de cuerda cobró vida.

Hubo sorpresa y alegría en la comunidad de ratones, pero el ratón que antes tenía cuerda no cesaba de llorar. Quería
seguir siendo un ratón de cuerda, porque lo que a él le hacía feliz era ir en el bolsillo del pantalón de Peter y las
cosquillas que éste le hacía cuando le daba cuerda. Peter también se entristeció, ya que ratones había muchos por la
granja, pero el que antes era de cuerda era la máquina con la que él soñaba.

Pepito Grillo, que todo lo veía desde el país de la Magia, deshizo el hechizo, no sin antes explicar a la comunidad de
ratoncillos que hay que respetar a las personas, animales, cosas… y no pensar ni soñar por ellas. Y es que a veces las
cosas no salen como nosotros queríamos y no podemos imponer nuestros deseos.

Ejercicios de comprensión lectora

Descubre si el niño ha entendido el cuento con estas preguntas de comprensión lectora.

 ¿Qué trato tenían los ratones con las personas que habitaban la granja?
 ¿Qué le regalaron a Peter al cumplir 5 años?
 ¿A quién llamaron para que convirtiese al pequeño ratón de cuerda?
 ¿Por qué deshicieron el hechizo del ratón?
 ¿Te gustaría que alguno de tus muñecos se volviese de carne y hueso?

Itzelina y los rayos de sol. Cuento para niños sobre el respeto


Itzelina Bellas Chapas era una niña muy curiosa que se levantó temprano una mañana con la firme intención de
atrapar, para ella sola, todos los rayos del sol.

Una ardilla voladora que brincaba entre árbol y árbol le gritaba desde lo alto:

- ¿A dónde vas, Itzelina?

Y la niña respondió:

- Voy a la alta montaña, a pescar con mi malla de hilos todos los rayos del sol y así tenerlos para mí solita.
- No seas mala, bella Itzelina - le dijo la ardilla - Deja algunos pocos para que me iluminen el camino y yo pueda
encontrar mi alimento.
- Está bien, amiga ardilla - le contestó Itzelina -, no te preocupes. Tendrás como todos los días rayos del sol para ti.

Siguió caminando Itzelina, pensando en los rayos del sol, cuando un inmenso árbol le preguntó:

- ¿Por qué vas tan contenta, Itzelina?


- Voy a la alta montaña, a pescar con mi malla de hilos todos los rayos del sol y así tenerlos para mí solita, y poder
compartir algunos con mi amiga, la ardilla voladora.

El árbol, muy triste, le dijo:

- También yo te pido que compartas conmigo un poco de sol, porque con sus rayos seguiré creciendo, y más pajaritos
podrán vivir en mis ramas.
- Claro que sí, amigo árbol, no estés triste. También guardaré unos rayos de sol para ti.

Itzelina empezó a caminar más rápido, porque llegaba la hora en la que el sol se levantaba y ella quería estar a tiempo
para atrapar los primeros rayos que lanzara. Pasaba por un corral cuando un gallo que estaba parado sobre la cerca le
saludó:

- Hola, bella Itzelina. ¿Dónde vas con tanta prisa?


- Voy a la alta montaña, a pescar con mi malla de hilos todos los rayos del sol y así poder compartir algunos con mi
amiga la ardilla voladora, para que encuentre su alimento; y con mi amigo el árbol, para que siga creciendo y le dé
hospedaje a muchos pajaritos.
- Yo también te pido algunos rayos de sol para que pueda saber en las mañanas a qué hora debo cantar para que los
adultos lleguen temprano al trabajo y los niños no vayan tarde a la escuela.
- Claro que sí, amigo gallo, también a ti te daré algunos rayos de sol – le contestó Itzelina.

Itzelina siguió caminando, pensando en lo importante que eran los rayos del sol para las ardillas y para los pájaros;
para las plantas y para los hombres; para los gallos y para los niños.
Entendió que si algo le sirve a todos, no es correcto que una persona lo quiera guardar para ella solita, porque eso
es egoísmo. Llegó a la alta montaña, dejó su malla de hilos a un lado y se sentó a esperar al sol.

Ahí, sentadita y sin moverse, le dio los buenos días, viendo como lentamente los árboles, los animales, las casas, los
lagos y los niños se iluminaban y se llenaban de colores gracias a los rayos del sol.

Este cuento quiere enseñarnos lo importante que es el respeto al bien común.

Cuento de la autoría de Luis Antonio Rincón García (México)

Ejercicios de comprensión lectora para niños sobre el cuento

Entender el mensaje del cuento es importante a la hora de inducir al niño a la lectura. Por eso te dejamos algunas
preguntas para saber si tu hijo ha entendido el significado del cuento.

La comprensión lectora es uno de los primeros pasos de iniciación a la lectura.

- ¿Por qué quería Itzelina coger los rayos de sol?

- ¿A quién se encontró en un árbol?

- ¿Qué le pidió el gallo?

- ¿Dónde fue Itzelina a coger los rayos del sol según este cuento infantil?

- ¿Cogió la niña los rayos de sol?

- ¿Por qué no los cogió?

Poema infantil sobre la tolerancia. Poesías con valores

A continuación te presentamos este bonito poema escrito por Marisa Alonso que hemos acompañado con actividades
de comprensión lectora e información sobre otros valores que los padres (y los profesores en la escuela o el instituto
también) debemos transmitir a nuestros hijos.

A la misma hora,
por el mismo lugar
el sol y la nube
van a pasear.

¡Quítate de en medio!
Ponte aquí detrás
deja que mis rayos
puedan calentar.
¡Igual que estás tú
puedo estar yo!
Protesta la nube
delante del sol.

Un niño en la Tierra
juega con la arena
ve cómo discuten
y dice con pena:

El cielo es hogar
del sol y planetas,
estrellas y nubes
la luna y los cometas.

¿Por qué peleáis?


El cielo es muy grande
uno con el otro
debéis ser tolerantes

El niño los mira


esperando respuesta,
el sol y la nube
ahora se avergüenzan

Aprenden del niño


la nube y el sol
que el mundo es de todos
¡Una gran lección!

Actividades de comprensión lectora sobre el poema corto de 'El sol y la nube' 

Ayuda a tus hijos a comprender el sentido del poema a través de las distintas actividades de comprensión lectora que
te proponemos a continuación. Y es que un poema tan bonito como este se merece saborearlo por mucho más tiempo.

1. Preguntas sobre el cuento


Por la cara que han puesto tus hijos mientras tú leías este poema, puedes intuir si han estado más o menos atentos,
pero para terminarnos de asegurar que han entendido bien la historia y, sobre todo, que se han quedado con el mensaje
principal, te proponemos esta actividad. ¿Serán capaces de responder correctamente a estas cuestiones? ¡Seguro que
sí!

¿Qué dos elementos/personajes protagonizan este poema?


¿Qué les ocurría?
¿Quién les enseña que no han de pelear?
¿Qué lección aprenden? ¿Qué es la tolerancia?
2. Deja que los niños reciten el poema
Si la primera lectura de este poema la ha hecho tú, te sugerimos que les digas a los niños que ahora es su turno y que
deben ser ellos los que demuestren su capacidad oratoria. Si solo tienes un hijo, lo puede hacer él solo del tirón y si
tienes varios que cada uno lea una estrofa. Y, un segundo reto, ¿serán capaces de aprendérsela de memoria para
después recitar en clase o en el próximo evento familiar?

3. Transformar el poema en cuento


¡Vamos ahora con una propuesta lúdica que gusta mucho a los niños! ¿Qué tal si, para estimular la creatividad y la
imaginación de los niños, les sugerimos hacer esta historia un poquito más larga? Para ello te proponemos que
transforméis este poema en un precioso cuento con valores o que hable de emociones. ¿Os gusta la idea?

4. Establecer un debate sobre qué es la tolerancia


Este valor está muy presente en la sociedad y nos permite crear un mundo mejor entre todos, por eso siempre que
tengas oportunidad habla con tus hijos de la tolerancia. Puedes aprovechar una película que estéis viendo y donde
salga una situación denunciable, algo que haya ocurrido en el colegio, unas determinadas frases que hayáis leído en la
calle de camino a comprar o de vuelta de las clases extraescolares de ese día..

Chito y Chitón es un poema infantil sobre la tolerancia

En la orilla del río


nadan dos patitos,
uno negro y grande
otro blanco y chiquitito.
 
En la orilla del río
juegan los dos,
el negro se llama Chito,
el más blanquito Chitón.
 
Meten la cabeza
en el agua helada,
y pequeñas gotas
por sus plumas resbalan.
 
Chito sigue a Chitón,
Chitón sigue a Chito,
siempre juegan juntos
desde pequeñitos.
 
Chito es más grande,
Chitón más pequeño,
aunque a la vez
salieron del huevo.
 
A ninguno de ellos
importa su tamaño,
siempre van juntos
como dos hermanos.
 
A ninguno de ellos
importa su color,
en el río nadan
contentos los dos.
 
Estos dos patitos
juegan divertidos,
Chito con Chitón
y Chitón con Chito.
Poema infantil sobre el respeto a las diferencias

 
Un caracol con sombrilla
por mi jardín se pasea,
yo me río divertida
y al verle, mi gato bizquea.
 
«Pero caracol» -le hablo-
¿dónde vas con la sombrilla?
Tú siempre tomas el sol
por los caminos y orillas.
 
Si sacas siempre los cuernos
y disfrutas con el sol…
«Yo no soy como los otros»
-me responde el caracol-
 
Yo siempre busco la sombra
y el frescor cerca del río,
¡porque no me gusta el sooool!
Con el calor me resfrío.
 
Pero he caído al instante
que a mí no me gusta el frío.
Todos no somos iguales
¡Caracol!, ya no me río.
Poema infantil sobre el respeto a las diferencias: El gigante y el enano
 
Un gigante muy gigante
y un enano muy enano
se hicieron buenos amigos
una tarde de verano.
 
Si salían de paseo
en la nariz del gigante
el enanito subía
sin pensarlo ni un instante.
 
El gigante que era sordo
la música no escuchaba
y el enanito al oído
melodías le cantaba.
 
Los miraban extrañados
pero ellos no lo veían,
porque era más el afecto
que entre los dos se tenían.
Poema para niños sobre el respeto a los demás

A los pies de unos arbustos


enrollada una culebra,
tomaba el sol encantada
con el calor de la tierra.
 
Estaba medio dormida
casi tocando la gloria
y apareció una serpiente
gritando con mucha euforia.
 
He aprendido esta canción:
¡Chimbel, chimbel, chimbel!
Dijo moviendo la cola
tocando su cascabel.
 
La culebra muy cansada,
solo quería dormir,
dijo que lo hacía bien
y que ya se podía ir.
 
Animada la serpiente
otra vez cantó el chimbel
y de nuevo entusiasmada
tocó fuerte el cascabel:
 
¡Chimbel, chimbel, chimbel!
 
Mira serpiente - le dijo -,
ve a cantar a otro lugar,
he venido a mi rincón
para poder descansar.
 
La serpiente era educada
y el mensaje comprendió
y a tocar el cascabel
con el chimbel se marchó.
 
Poema para niños sobre el respeto a la naturaleza - La Tierra está enferma

El sol y la luna
hablan de la Tierra,
la ven muy cansada
y parece enferma.
Su cielo está gris,
no es azul, ni claro,
su mar está sucio
y los peces pálidos.
Los ríos sin agua,
los campos muy secos
y se talan árboles
en pos del progreso.
Los osos no hibernan,
las aves no emigran,
bla, bla, bla, siguen
mientras que la miran.
Muy callado un niño
los escucha hablar,
no sabía nada,
¡él quiere ayudar!
Promete a los astros
cuidar de la Tierra,
ahorrar, reciclar,
siempre protegerla.
La desobediente tortuguita Ruby. Cuento infantil

Era una vez una tortuguita que se llamaba Ruby y que vivía con su mamá y sus dos hermanitas tortugas. Un día, la
mamá le dijo a Ruby que cuidara de sus hermanitas porque ella iba al campo en busca de unas hojas frescas para
comer.
Ruby le contestó que sí, que ella cuidaría de sus hermanas. Pero a lo lejos, Ruby, la tortuguita, escuchó una
música que le gustaba y se colocó una blusa de color rojo, un sombrero, una falda amplia y se puso sus tacones para ir
a bailar, porque decía que le gustaba esa música que estaba sonando.

Cuando llegó al lugar de dónde venía la música, se encontró que allí vivía un perro que se llamaba Franklin, el cual le
dijo que él tenía mucha hambre y que si ella no había pasado por algún lugar adonde hubiera comida abundante.
Ella le dijo:

- Tranquilo amigo, yo te voy a ayudar a conseguir comida. Cuando tu dueño se ponga a comer me avisas.
Así fue, cuando el señor José se iba a llevar un muslo de pollo a la boca, vino la tortuguita Ruby y le mordió el dedo
gordo del pie. Del dolor que le produjo la mordedura de la tortuga, soltó el muslo de pollo de inmediato, llegó el perro
y se lo llevó corriendo para comérselo lejos porque tenía mucha hambre.

El señor José se puso a llorar; de inmediato su esposa, la señora María le preguntó que por qué daba tantos gritos. Él
le mostró la herida que le había hecho la tortuguita y le pidió que llenara una olla grande con agua y la pusiera en el
fogón a calentar para meter a la tortuguita dentro del agua caliente y poderla comer.

Después llegó el perro y escuchó que la señora María buscaba afanada a la tortuguita porque el agua ya estaba
caliente, pero Franklin, el perro, sabía que matarían a su amiga la tortuguita Ruby por haberlo ayudado a conseguir
comida.
Olfateó dónde se encontraba la tortuguita que se encontraba debajo de una cama y le dijo:

- Sssssh..., no te preocupes, que cuando se acuesten yo te abro la puerta para que salgas.

Cuando oscureció la tortuguita Ruby salió y el perro se despidió de ella en la puerta.

La tortuguita tuvo mala suerte porque un señor que iba paseando por la calle la vio y la metió en un saco, pero como
el perro vio que Ruby la tortuguita estaba en peligro, corrió muy deprisa y mordió en la nalga al señor.
Luego el señor soltó el saco y el perro Franklin ayudó a salir a Ruby, la tortuguita, del saco, cuando de pronto vieron
que la mamá de la tortuguita venía, llamándola, junto con sus hermanitas.
La tortuguita Ruby, arrepentida, le prometió a su mamá que la obedecería, ya que casi pierde la vida por
desobedecerla. Y además, no había sido tan responsable dejando a sus hermanitas solitas.
FIN
(Este cuento nos ha sido enviado por Alcira Ruby Londoño Velez, Colombia).
Preguntas para la comprensión de texto para los niños
1. ¿Cuántas hermanas tenía la tortuguita Ruby?
2. ¿Qué le pidió su madre cuando tuvo que salir para conseguir comida?
3. ¿Qué hizo la tortuguita Ruby cuando escuchó una música a lo lejos?
4. ¿A quién se encontró en la entrada de una granja?
5. ¿Cómo logró comida al perro la tortuguita?
6. ¿Qué deseaban hacer el señor José y la señora María con la tortuguita?
7. ¿Quién ha salvado a la tortuguita de convertirse en un guiso?
8. ¿Qué has aprendido con este cuento?
6 claves de cómo corregir a un niño desobediente

Es necesario aclarar que no siempre un niño desobediente lo es porque quiere. Puede que a veces no sigan las
reglas de los padres porque no está de acuerdo con ella, siente que son injustas o que no tienen sentido. Otra cosa es
cuando los niños son desobedientes por rebeldía, tipo 'de aquí no me muevo', 'no lo haré nunca'.

Los padres deben educar con límites, pero también deben hacerlo poniendo límites a ellos mismos. Hay que reglas
que no se cambian por nada, como despertarse temprano para ir al colegio, cepillar los dientes al despertar, etc. Sin
embargo, hay otras de las que pueden llegar a un acuerdo entre padres e hijos.

Por ello, los padres pueden corregir la conducta rebelde y desobediente de los niños con estos consejos:

1. No enojarse ni gritarle al niño


Puede que lo que estás exigiendo a tu hijo sea lo correcto, pero pierdes la razón si le gritas o se enoja con él. Trata de
demostrarle que no estás en contra de él, que lo quieres, por ejemplo, es que laves las manos antes de venir a comer a
la mesa. Intenta ser amable pero firme, sin gritos.

2. Establece límites y reglas inmutables


A los niños desde muy pequeños deben seguir algunas reglas que no deben ser cambiadas de ninguna manera. Por
ejemplo, no escupir la comida, bañarse, cepillar los dientes, recoger los juguetes, hacer los deberes... Son reglas que
los niños deben tener muy claritas y que deben cumplirlas, sí o sí.

3. Elogia y refuerza la buena conducta


En lugar de solo poner el foco en los momentos en que los niños son desobedientes, no te olvides de reconocer
positivamente cuando ellos obedecen, con elogios y agradecimiento. Ejemplo: 'Gracias por hacer recogido tus
juguetes', 'Cómo me alegro de que hagas tus deberes solito'...

4. Escucha a tu hijo. Una la empatía


Muchas veces cuando exigimos a los niños que sigan a una norma, no nos ponemos en su lugar. Puede que ellos no
quieran seguirla porque siente que podría hacer lo que le pides, de otra forma. Escuchar es respetar su derecho a
opinar. Escucha a tu hijo con atención, puede que él tenga la razón.

5. Permite que los niños hagan sus propias elecciones


Aparte de la disciplina que deben seguir los niños, ellos también deben tener derecho a elegir. Crea este espacio
también para tus hijos. Eso fortalecerá su confianza propia, su autoestima, y les será más fácil seguir tus reglas.
Ejemplo: Si vas a hacer un bizcocho, pregúntale de qué sabor, si de chocolate o de plátano; si vas a contarle un cuento
antes de dormir, pídele que elija el libro que más le guste, y así en adelante...

6. No controles a tu hijo. Controla la situación


Cuando el niño se pone rebelde y muy reticente a acatar una regla, no luches contra él, no hagas una batalla campal,
simplemente intenta controlar la situación. ¿Cómo? poniendo atención a otra cosa, dando la espalda a la situación y
volviendo tras algunos minutos... dile que le darás 5 minutos para pensar. Puede que este tiempo sea importante para
que él se dé cuenta de que estás muy segura de lo que le pides.

Cuento sobre la obediencia - Chiquitín y los elefantes desobedientes

Eran los dos elefantes más desobedientes de toda la manada. Siempre se estaban burlando de los elefantes mayores,
nunca hacían caso de sus advertencias de no alejarse del grupo y, para colmo. presumían de ello ante los más
pequeños.
Un día los jóvenes elefantes se alejaron por la selva hablando de lo hartos que estaban de aguantar a sus
padres y a la vieja matriarca de la manada.

Chiquitín, el elefante más pequeño de la familia vio como se alejaban y fue tras ellos.
Al llegar al río, el que iba primero tomó carrerilla y de un ágil salto cruzó a la otra orilla del río.
El segundo elefante saltó detrás y, aunque resbaló y a punto estuvo de caer al agua, logró llegar a la otra orilla.
Cuando llegó el turno de Chiquitín, imitando a sus hermanos y sin darse cuenta del peligro que corría, cogió
carrerilla y saltó con todas sus fuerzas, pero cayó al río armando un gran estruendo.

Cuando los jóvenes elefantes vieron que su hermano Chiquitín había caído al agua les dio un vuelco el corazón.
Regresaron barritando desesperadamente. Uno saltó al río para intentar salvar a Chiquitín que se hundía cada vez más,
tragaba agua y estaba a punto de ahogarse. El otro, agarrado con la trompa a la rama de un árbol resbalaba también
dentro del río sin poder hacer nada.

Al momento, llegaron corriendo los padres de los elefantes seguidos de toda la manada y, con gran habilidad, unos se
engancharon con la trompa a la cola de los otros formando una larga cadena, tiraron con mucha fuerza y sacaron
al bebé y a sus hermanos del agua. Cuando estaban a salvo, la matriarca de la manada acarició cariñosamente
con su trompa a los tres elefantes, que seguían muy asustados, para que se tranquilizaran.
Todos los miembros de la familia respiraron aliviados al ver que Chiquitín y sus hermanos estaban vivos.
Pesarosos y arrepentidos los dos jóvenes elefantes pidieron perdón. Sabían que no habían dado buen ejemplo a
Chiquitín, el pequeño sólo  había imitado su conducta y a punto estuvo de perder la vida por su culpa.
Los elefantes desobedientes aprendieron la lección y, sabiéndose muy queridos volvieron contentos a la seguridad de
la manada.
Preguntas de comprensión lectora sobre este cuento

Para saber si tu hijo comprendió correctamente el significado de este cuento o prestó atención mientras lo leías, te
proponemos que le realices estas preguntas:
- ¿Qué animales son los protagonistas de esta historia?
- ¿Eran obedientes y disciplinados?
- ¿Qué ocurrió por no hacer caso a sus padres?
- ¿Aprendieron la lección?
- ¿Qué te ha gustado más de este cuento?
Este cuento infantil, Micaela y el hada de la obediencia, es un precioso relato enviado por un lector de
Guiainfantil.com que trata de explicar a los niños a través de la fantasía qué significa la obediencia.
Cuento infantil sobre la obediencia

Éste es el país de los cuentos. Hoy Micaela ha llegado hasta aquí buscando algo, ¿qué será?
- ¡Hola, soy Micaela!
- Hola, respondió el ratón Brillo Dorado, mientras apuntaba en su libreta de notas con su gran lápiz también dorado.
- ¿Qué haces? - preguntó Micaela curiosa, acercándose al ratón.
- Tengo que anotar a todos los visitantes. Eres la visitante número 3.
- ¿Número 3?, pensé que aquí venían muchos niños y niñas de todo el mundo.
- Tienes razón, en realidad ese es mi número favorito, ji, ji, ji, se rió Brillo Dorado.
- ¿Y qué haces por aquí?, este es un lugar muy lejano.
- Mamá me ha enviado, estoy buscando al Hada de la Obediencia, necesito hablar con ella.
- Pues hoy es tu día de suerte, yo te llevaré - dijo Brillo Dorado.
Es así como juntos emprendieron el viaje. Subieron sobre unas nubes que los transportaron por el cielo y durante el
trayecto adoptaban diversas formas, ¡eran hermosas!
Luego bajaron cerca de un río con aguas cristalinas, treparon sobre una hoja de eucalipto se dejaron llevar por las
aguas hasta la próxima orilla, ¡Todo era muy divertido! Al final del camino había un castillo muy pequeñito, y Brillo
Dorado dijo:
- Aquí es, ya llegamos, yo puedo entrar porque soy pequeño, pero tú necesitas pasar por la prueba de la humildad.
- ¿Cómo es eso? – preguntó Micaela.
- Sólo párate frente a la puerta y si tu corazón tiene dentro el sentimiento de humildad te harás pequeña y
podrás entrar.
- ¿Y si no resulta?, tengo miedo Brillo Dorado –dijo Micaela.
- No te preocupes, eres una buena niña. Todo saldrá bien. Entonces Micaela se paró frente a la puerta del pequeño
castillo y de pronto, como por arte de magia, se hizo tan pequeña que pudo entrar fácilmente.
- Qué bueno, ya estamos adentro, -se alegró Micaela-, vamos a buscar al hada de la Obediencia, amigo ratoncillo. En
medio de un gran altar estaba el Hada, con una sonrisa hermosa.
- Hola, Micaela, ¿qué te trae por aquí?, -preguntó el Hada.

- ¿Cómo está usted, señora Hada?, necesito saber el secreto de la obediencia, pues me está resultando difícil ser
obediente con mamá. - Es fácil, querida amiga. ¿Recuerdas las nubes que te trajeron y el río en el que navegaste hasta
acá? Pues ser obediente es ser como las nubes que pasan adoptando la forma que el viento les da, son hermosas y
pueden ir fácilmente a cualquier lugar.
También ser obediente es ser como el agua que fluye, que corre hacia abajo y llega al océano. El que es obediente
tiene ventaja ante Dios, no es una tarea fácil pero te ayudará mucho a escuchar y aceptar las opiniones de los demás.
Luego le dio un abrazo a Micaela y salió por la ventana. Micaela en un abrir y cerrar de ojos ya estaba en su cuarto.
Ese día había aprendido mucho.
FIN

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