Psicopatas Integrados

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José Manuel Pozueco Romero

José Manuel
Pozueco Romero

Es Licenciado en Psicología por la Universi-


lad de Valencia. Realizó su Tesina de licen-
iatura durante once meses en el Estableci-
liento Penitenciario de Picassent (Valencia).
Es Diplomado en Psicología Jurídica y
:orense por la Universidad Complutense de
Aadrid. Su trabajo de investigación consis-
ó en la valoración del riesgo de peligrosi-
Psicópatas Integrados
lad y reincidencia.
Ha estudiado Graduado en Criminología
in la Universidad de Valencia, yactualmen- Perfil psicológico y personalidad
e finaliza los estudios oficiales de Licencia-
lo en Criminología.
Obtuvo el Diplomado en Formador de
:ormadores (Título Oficial de la rama profe-
ional de Docencia e Investigación Presen-
:ial y On-Line), expedido por la Consejería
le Cultura de la Junta de Extremadura. Es
ormador especialista en temas de Psicolo-
lía, Sociología y Criminología.
Tras presentar una memoria para optar a un
)uesto de Psicólogo interino, ha trabajado en
)1 Centro Social"fl Gurugú" de Badajoz, con
nenores con problemática psico-social y fa-
niliar y con menores con medidas judiciales.
En la actualidad trabaja en el ámbito de la
nvestigación sobre la psicopatía, dentro del
lrograma de Doctorando en Psicología
"Desarrollo e Intervención Psicológica" yen la
ínea de investigación "Intervención Clínica:
Dsicopatología y Psicosomática", (Facultad de
:ducación, Universidad de Extremadura).
Desde 2003, ejerce como profesional EDITORIAL -
ibre de Psicólogo Forense. Actualmente,
~O:7
ambién es Profesor del portal internacional
~e Edusalud.com (Campus Virtual Edusalud Avda. Reina Victoria, 8, 2 9 Planta - 28003 MADRID
f Psiquiatria.com, Intersalud, S.L., Mallor- Telf: 91 554 12 04 - [email protected] - www.eos.es
:a), donde imparte cursos on-line de forma-
:ión y actualización dirigidos a profesiona-
es del sistema de salud mental y del sistema
~e justicia criminal.
Nunca es tarde si la dicha es buena. Ya te lo había pro-
metido hace años. Y como lo prometido es deuda, la
presente obra, escrita con inmenso cariño e ilusión, es
toda entera para ti, para mi madre:

ISABEl ROMERO lÓPEZ

Colección: EOS Psicología Jurídica


Director: Javier Urra Portillo

© José Manuel Pozueco Romero


© Editorial EOS
Avda. Reina Victoria, 8 - 2º Planta
28003 MADRID
Tel.: +3491 554 1204
[email protected] - www.eos.es

I.S.B.N.: 978-84-9727-368-8
Depósito legal: M-20900-201 O

Preimpresión: Ubica-t Soluciones Creativas


Impresión: ""OI1lli!l
~'PN$5
www..cimapress.com

Impreso en España - Printed in Spain


..

Indice

Prólogo. El inquietante mundo de los psicópatas que nos rodean


por JosÉ SANMARTíN ESPLUGUES ........................................................................ 11

Presentación. La mitad de su máscara: ¿psicópatas e integrados? .... 15

PRIMERA PARTE
Retrato robot e identidad del psicópata:
¿qué, cómo, quién y dónde?
; I ;
CapItulo J. RETRATO ROBOT DEL PSICOPATA ........................................ 23
1. Introducción: El vizconde demediado y la esencia humana ...................... 23
• Controversia y debate 1.
Nuestros antepasados y nuestros ahoras: El vizconde demediado ......... 23
2. los orígenes del término: un viaje histórico sobre los psicópatas ................ 27
2.1. Philippe Pinel y la manía sin delirio ................................................ 28
2.2. James Cowles Prichard y la locura moral ........................................ 30
2.3. Emil Kraepelin y los estados y personalidades psicopáticas ................. 32
2.4. Kurt Schneider y las personalidades psicopáticas ............................. 35
2.5. Una intrusión molesta: la ASOCIACIÓN PSIQUIÁTRICA AMERICANA, su
compendio de trastornos mentales y sus personalidades antisociales ....... 36
2.6. Hervey Milton Cleckley y los psicópatas clínicos .............................. 41
2.7. Robert D. Hare y los psicópatas puros ............................................ 44
3. El diagnóstico y evaluación de la psicopatía ........................................... 45
3.1. Una herramienta útil para identificar psicópatas .............................. 45
3.2. las 20 características o rasgos exactos del psicópata ....................... 47
4. la transformación de un psicópata "integrado" en criminal ....................... 60
• Caso de estudio 1.
Donald S.: una historia clínico-forense de psicopatía .......................... 61
5. A modo de conclusión: viejos y nuevos conceptos ................................... 65

© Editorial EOS
6 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad índice 7

Capítulo 2. LA IDENTIDAD DEL PSICÓPATA ............................................ 71 • La realidad psico-social 2.


1. Introducción: ¿de todas clases, sexos y edades, y por todas partes? ......... 71 El arsenal lingüístico de los psicópatas ............................... 115
2. El sexo y la edad de los psicópatas ....................................................... 72 2.2.4. En suma: palabras sacadas del bolsillo ............................... 118
2.1. Mujeres psicópatas: una realidad edulcorada ................................. 72 3. Encanto superficial: falsas apariencias ................................................. 120
• Caso de estudio 2. 3.1. ¿Cuál es ese gancho que tanto nos atrae de los psicópatas? ............ 120
Eugenio y una psicópata de las "de andar por casa" ................... 73 • La realidad psico-social 3.
• Caso de estudio 3. la hora del espectáculo: máster en teatralidad .......................... 121
Aileen Wuornos. Monster: la doncella de la muerte .................... 75 3.2. las estrategias básicas de los psicópatas: cara y cruz de
2.2. Niños y jóvenes psicópatas: una realidad muy dura ......................... 82 una misma moneda .... , .............................................................. 124
• Controversia y debate 2. 3.2.1. la cara de la moneda: causar buena impresión ................... 124
Mala semilla: Rhoda y otros niños psicópatas ............................ 84 • Caso de estudio 5. José Rabadán Pardo:
• Caso de estudio 4. "el asesino de la catana" ............................................. 126
John Venables y Robert Thompson (10 años): los dos niños 3.2.2. la cruz de la moneda: achantar e intimidar a sus rivales ....... 128
británicos asesinos de James Bulger (2 años) .............................. 86 3.3. Tres versiones de una misma persona:
3. la clase o estatus socio-cultural de los psicópatas ................................. 89 ¿personalidad múltiple o múltiples caras? ..................................... 129
3.1. Psicópatas de todas las clases ....................................................... 89 • La realidad psico-social 4.
3.2. Psicópatas por todas partes, por todo el mondo ............................... 92 las tres caras de Eva y las múltiples caretas del Psicópata ........... 130
4. El camuflaje del psicópata: la "integridad" social y lo de "integrado" ........ 95 3.3.1. El pseudo-intelectual ......................................................... 132
5. A modo de conclusión: el cuadro completo, las piezas del puzle ............... 97 3.3.2. El super-guay .................................................................. 134
3.3.3. la mosquita-muerta .......................................................... 135
• La realidad psico-social 5. Pepito Grillo: ni esto ni lo otro .. 136
SEGUNDA PARTE
4. la mente y pensamiento del psicópata ................................................. 139
La personalidad del psicópata: su fachada exterior
4.1. Mente simple y superficial: no todo lo que reluce es oro .................. 139
4.2. El pensamiento del psicópata ....................................................... 141
Capítulo 3. FALSAS APARIENCIAS Y UNA LOGORREA DESCOMUNAL .. 103
4.2.1. ¿Afasia semántica, déficit cognitivo o mera racionalización? .. 141
1. Introducción: el factor 1 y la mente del psicópata .................................. 103
4.2.2. En suma: los psicópatas simulan la realidad ........................ 144
1.1. El factor 1: la personalidad y mundo afectivo-emocional del psicópata .. 103
5. A modo de conclusión: la palabrería y mascarada del psicópata ............ 146
1.2. la mente del psicópata: su fachada exterior como reflejo
de su mundo interior .................................................................. 105
2. locuacidad: una verborrea imparable y sin sentido ............................... 107 Capítulo 4. COMPLEJOS SUTILMENTE ENMASCARADOS ..................... 149
2.1. El lenguaje: un arma muy poderosa en sus bocas .......................... 107 1. Introducción: la fanfarronería del psicópata .......................................... 149
• La realidad psico-social 1. 2. Egocentrismo patológico .................................................................... 150
El arte de hablar y el arte de aparentar .................................... 107 2.1. El mundo gira en torno a mí: ¡Yo, yo, yo ... y después, yo! ............... 152
2.2. la palabrería psicopática .......................................................... 111 • Caso de estudio 6. Elisabeth Diane Downs:
2.2.1. Se saben la letra, pero no la música .................................. 111 "Lady Muerte", una madre egocéntrica y parásita ................... 153
2.2.2. Palabras encantadoras y engatusadoras, pero huecas ......... 113 2.2. Suspicaces y vanidosos: ¡Narciso no me llega ni a la suela
2.2.3. Palabras extrañas, vanas y maquilladas, pero convincentes .. 115 de los zapatos! .......................................................................... 165

© Editorial EOS © Editorial EOS

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8 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad índice 9

• Caso de estudio 7. Capítulo 6. MANIPULADORES Y TITIRITEROS ....................................... 235


Jack: un delincuente "de poca monta" y fanfarrón ..................... 166 1. Introducción: engañabobos y manipuladores en potencia ...................... 235
2.3. ¿Megalómanos, límites o histriónicos? .......................................... 168 1.1. los psicópatas "de cuello blanco", los psicópatas nómadas
3. Sentido grandilocuente de autovalía .................................................... 174 y otros impostores ...................................................................... 238
3.1. Mitómanos recalcitrantes ............................................................ 174 • Caso de estudio 10.
• La realidad psico-social 6. John Grambling: un psicópata "de cuello blanco" ..................... 239
El ocaso del mito "me he hecho a mí mismo/a" ......................... 177 1.2. lobos con piel de cordero: expertos en ganarse la
3.2. Misántropos, psic~frikies introvertidos, acomplejados y confianza de los demás .............................................................. 244
fracasados, a fin de cuentas ........................................................ 182 • Caso de estudio 11.
4. A modo de conclusión: la arrogancia y soberbia del psicópata ............... 188 Brad: un abogado y delincuente "de cuello blanco" más ............ 246
• La realidad psic~sociaI7. Un aire de superioridad 2. los manipuladores psicopáticos: ¿cómo son? ........................................ 247
enmascarando un auténtico complejo de inferioridad ................... 188 2.1. Detectores infalibles de los puntos débiles de los demás .................. 248
2.1.1. ¿Cuáles son nuestros puntos débiles frente al psicópata? ....... 250
TERCERA PARTE • La realidad psic~social 11. Algunas experiencias
El lenguaie del psicópata: un arma muy poderosa de víctimas de psicópatas integrados ............................. 253

Capítulo S. EMBUSTEROS y ENGAÑADORES ....................................... 195 2.1.2. Radares mentales y pseudO<lntropólogos del gesto ajeno ..... 260
1. Introducción: la superchería psicopática .............................................. 195 • La realidad psico-social 12.
Objetivo: el más vulnerable ......................................... 264
• Caso de estudio 8.
Ray: un psicópata "reinsertado" que engañó a todos ........................ 197
2.1.3. ¿Por qué es más hábil el psicópata para manipularnos?:
maquinadores y maquiavélicos ......................................... 266
2. Mentira patológica ........................................................................... 200
2.1. Mentiroso compulsivo: un discurso fragmentado ............................ 200 • La realidad psic~social 13.
Sin escrúpulos: aprovecharse de las debilidades ajenas ... 270
• La realidad psic~social 8.
los nuevos lubricantes: signos, títulos e historietas que vender ... 202 2.2. Expertos en maquillar nuestras luces y sus sombras ........................ 274
2.2. Darle vueltas a la tortilla hasta que se queme: irse por las ramas ...... 208 • La realidad psico-social 14.
• La realidad psic~social 9. El espejo de Narciso y el púlpito del cual viene la prédica ....... 276
El arte de crear laberintos paradójicos ................................... 209 3. El brutal ciclo de la manipulación psicopática ....................................... 277
3. Engaño: decepciones y fraudes .......................................................... 216 3.1. Acecho y seducción: En busca de víctimas propiciatorias ................ 278
3.1. Simuladores natos de enfermedades mentales y estados de ánimo ... 217 3.2. Aislar y cosificar a las víctimas: el psicópata se quita la máscara ..... 280
• La realidad psico-social 10. 3.3. Explotación, ataque y derribo: la revelación del horror ................... 284
Simulación, engaño e indicadores de la mentira ....................... 218 3.4. liberación, acoso y abandono: una desmoralización duradera ....... 287
3.2. Impostores y psicópatas: diferencias muy sutiles ............................ 225 4. A modo de conclusión: todavía sigue habiendo demasiada
• Caso de estudio 9. Jean-Claude Romand: un psicópata gente incrédula ................................................................................. 291
parásito, impostor y multicida familiar que vivía del cuento ......... 228
4. A modo de conclusión: vivir para mentir y mentir para vivir .................... 230 A modo de conclusión final: si es que la hay ................................... 293
4.1. En suma: locuaces, superficiales, fanfarrones y mentirosos .............. 230
Epílogo. La otra mitad de su máscara: más sobre los psicópatas
4.2. Un consejo acertado: por ahora, déjese llevar por su intuición ......... 234
por LEOPOLDO LÓPEz CACENAVE ..•..•.•••..•.......................................................... 295

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10 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad
,
PROLOGO:
Bibliografía de Consulta ....................................................................... 297
El inquietante mundo de
Agradecimientos ................................................................................... 301
los psicópatas que nos rodean
Correspondencia con el Autor ......................................................... 303

Me pide JOSÉ MANUEl POZUECO que le escriba, para este libro suyo, el
Prólogo bajo el título de El inquietante mundo de los psicópatas que nos rode-
an, que, a su vez, es el subtítulo de un famosísimo libro del maestro de maes-
tros en estos temas: ROBERT D. HARE. Lo haría encantado, pero: ¿para qué
hacerlo yo, desde una perspectiva aburridamente científica, cuando bien lo
podría escribir un psicópata que, es verdad, me rodea e inquieta, aunque no
hasta el punto de haber vuelto mi vida imposible? Hace poco recibí una carta
de este personaje, al que me referiré, en lo sucesivo, con las iniciales de su
nombre y apellidos: JAGS. Dice así:

«Querido profesor:
Espero que sigas siendo tan cabrón como siempre. No pienses que, porque ha
pasado el tiempo -para mí, demasiado tiempo-, te he olvidado. ¡Ni por un
momento! Mentiste sobre mí; hablaste de mí como se habla de un perro; te reís-
te de mí, yeso, profesor, se paga.
Déjame que te cvente lo que voy a hacerte en cuanto abandone este cuartucho
de mierda en el que me tienen recluido hace ya tantos años que he perdido la
cuenta. Veamos.
Has de saber, ante todo, que no pienso matarte de buenas a primeras. ¡Ni mucho
menos! Mi mayor placer ha sido siempre dilatar ese momento con mis víctimas, ¡mis
necias víctimas!, que mueren creyendo que acabaré por apiadarme de ellas si me
lloran un poquito. Su dolor es mi vida. No es cierto que los vampiros nos alimente-
mos de sangre; lo hacemos del miedo ajeno. De ese miedo que se refleja en las
pupilas de nuestras víctimas y que se entremezcla, a partes iguales, con la esperan-
za de sobrevivir y con el más profundo de los sufrimientos. Y ya sabes, porque tú
dijiste que yo lo era, que soy un chupa-sangre, aunque, de verdad, de verdad, no
me gusta su sabor. Lo que me vuelve loco es morder hasta arrancar trozos de carne
¡Eso es lo que me gusta! ¿ Y qué? ¿No tienen otros gustos peores?
Lo tengo todo perfectamente organizado. Te cazaré cuando menos te lo esperes.
Mira alrededor tuyo cuanto quieras y puedas. Te cazaré. Serás mi presa. Yo aguar-
daré sin nervios, a sangre fría, el momento oportuno. ¡Y te cazaré! No lo dudes.
No me temblará el pulso. ¿Has visto alguna vez a un gato abalanzándose sobre

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12 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Prólogo 13

una rata -que eso eres tú, rata más que rata- y clavándole los dientes en la cabe- (el gran valor) por mis acciones. Yo he hecho del asesinato un arte. Ni siquiera
za la de;an seca? Dime, ¿lo has visto? Pues eso mismo te haré yo, cabrón. eso me has reconocido. Y te has burlado de mí. Por eso, has de morir viéndote
Pero, no temas -o, meior dicho, téme/o-: no te mataré enseguida. ¿Recuerdas y oyéndote. Así sabrás por qué mueres.
mi habitación predilecta? Diiiste en la televisión que era mi sala de trofeos. ¡Pues Tu amigo que te espera,
sí, lo es! Pero me falta un trofeo: la piel de tu cara, que te arrancaré despacio, JAGS».
despacio, para que salga entera y que, luego, endureceré con aceite usado de
coche. Me haré una máscara y así podré pasearme por mi sala de trofeos con- Inquietante, sí, desde luego. Mi amigo (dejo a los lectores saber si es un
vertido en ti: ¡a, ¡a, ¡a. ¿Te me imaginas? Lo vaya pasar pipa. personaje real, o no) fue diagnosticado como un agresor sexual hiperviolento
Que ¿cómo te arrancaré la piel? Por supuesto, ¡sin anestesia! No gasto esas con marcados rasgos psicopáticos: era (y es) un manipulador nato (conmigo
cosas. Pero no te mataré, no te preocupes. Quiero, sobre todo, oírte. Quiero que lo intentó y falló, yeso es lo que realmente no perdona), miente tanto como
tus gritos y gimoteos (seguro que lo haces, nenaza) me resarzan de tus burlas. habla, es un megalómano que considera que el mundo no ha sabido recono-
Porque tú te burlaste de mí: que si un psicópata, que si un asesino organizado, cer sus muchos méritos y, sobre todo, carece de empatía afectiva. La relación
que si no tiene ninguna empatía, que si es un manipulador nato, que si tiene un
con él me ha puesto de manifiesto que es capaz de entender lo que es poner-
marcado sentido de la grandiosidad, que ... ¡Pues no di¡iste cosas de mí y ningu-
se en el lugar del otro, de entender qué emociones tiene el otro; también me
na buena! ¿Por qué no di¡iste que cada cual es el refle¡o de la sociedad de su
tiempo, que es la verdad fetén en mi caso? ¿Cómo iba a ser yo con una madre ha mostrado la imposibilidad que tiene de sentirlas. Una cosa es entender;
que no me hacía ni puñetero caso y un padre que me violaba cada vez que venía otra, bien diferente, es compartir o vivir la emoción ajena. Mi amigo tiene, en
borracho a casa yeso era casi todas las semanas? definitiva, empatía cognitiva, pero carece de empatía afectiva.
y quiero verte. Quiero ver cómo te retuerces en la silla a la que te vaya atar, Por suerte, no hay mucha gente como JAGS. Pero, haberlos, los hay. Y
pero no tanto que te impida todo movimiento. Lo ¡usto. Lo ¡usto. De chaval (sabes son los seres que pueblan nuestras peores pesadillas. Por eso mismo, como
que vivía ¡unto a la playa, en una casucha de vigilante de unas instalaciones de se intenta en este libro profundizar científicamente sobre ellos, su mente, sus
baño que me dicen que ahora son un vertedero, por culpa de la especulación. emociones y su conducta, es clave. Lo es para encontrar los medios más ade-
¡Dedícate a estudiar a esos, a los especuladores, que esos -y no yo- son los que cuados para desarrollar intervenciones psicoterapéuticas adecuadas. Lo es
acabarán por matarnos a todos!), de chaval, digo, me levantaba temprano para
para promover, en definitiva, medidas que protejan la sociedad frente a estos
ver cómo los pescadores sacaban la red tirando de ella. Sobre la arena, se forma-
depredadores, hoy por hoy de difícil tratamiento que, además, tienen la con-
ba entonces una montaña de plata de colas desesperadas. Los pescados abrían y
cerraban la boca, asfixiándose, buscando el oxígeno. No sé si sabían que esta- sideración legal de personas normales, porque entienden la diferencia entre
ban muriéndose, pero a mí me parecían el más maravilloso de los espectáculos. lo bueno y lo malo.
Algunos reclusos dicen que tengo o¡os de pez. Quizá. Pero yo no moriré como Algo no va bien en nuestro tiempo cuando seguimos inmersos en discu-
aquellos pescados que, por la noche, antes de dormirme, venían una y otra vez siones bizantinas. Personas normales, desde luego, no lo son: entienden la
a mi mente. Pues, ¡te garantizo que tú vas a ser mi pescado en la silla! Te retor- diferencia entre el bien y el mal, pero disfrutan haciendo el mal, viven para
cerás, buscando una salida a tu dolor, tratando de agarrarte a una vida que, hacer el mal, yeso no es muy normal que digamos. Algo tendremos que
como el agua, se te irá escapando de entre los dedos. hacer también desde el punto de vista legal, ¿no les parece?
Te cortaré las ore¡as y las pondré en formol. Te cortaré la nariz y la pondré en
formol. Y luego, te cortaré las venas de las muñecas para que te vayas desan-
JOSÉ SANMARTíN ESPLUGUES
grando gota a gota. Yo me sentaré delante de ti y te leeré algunos pasa¡es de
Catedrático de Lógica y Filosofía de la Ciencia. Univ. de Valencia
tus libros. Más tarde, te pondré la cinta de televisión en la que peroras sobre mí, Director del Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia. Genera/itat Valenciana
sobre las intenciones que han animado mis crímenes (¡Qué sabrás tú!), sobre mi Rector de la Universidad Internacional Valenciana
cerebro y no sé cuántas zaranda¡as más. Todo, menos reconocerme algún valor Valencia, septiembre de 2009

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Presentación 15

PRESENTACiÓN.
La mitad de su máscara,
¿psicópatas e integrados?

Necesitamos escuchar algunas ideas nuevas y


más arriesgadas acerca de este problema
ROBERT OPPENHEIMER

Conocido coloquialmente como "El padre de la bomba atómica", JULlUS


ROBERT OPPENHEIMER (1904-1967) fue un físico estadounidense y el director
científico del Proyecto Manhaffan, un proyecto de investigación llevado a
cabo durante la Segunda Guerra Mundial por los Estados Unidos para ser de
los primeros en desarrollar el primer arma nuclear en el Laboratorio Nacional
de Los Álamos, en Nuevo México, Estados Unidos.
Pero no, no se acojan: no vamos a hablar aquí ni de los desacertados
logros de OPPENHEIMER ni de la bomba atómica, a pesar de que el tema que
tratamos en este libro sea verdaderamente explosivo.
Este libro trata, sin dudas, de psicópatas. Pero no de los psicópatas que
constantemente vemos en la gran pantalla a través de ese bombardeo de pelí-
culas norteamericanas exportadas a todo el mundo. El eje central de este
libro son ésos que modernamente se denominan psicópatas integrados o
psicópatas con éxito; yo prefiero denominarlos psicópatas "de andar por
casa", ya que haberlos, haylos, ya puñados. Se trata de los sociópatas de
nuestros tiempos modernos. Antiguamente se les conocía con el nombre de
imbéciles morales, pero ahora se emplean los términos "psicópata" y "soció-
pata" como sinónimos, toda vez que se trata de personalidades que se sola-
pan pero que no son la misma entidad.
Al hilo de la cita célebre de OPPENHEIMER: yo también creo que necesitamos
escuchar algunas ideas nuevas y más arriesgadas acerca de este problema.

© Editorial EOS
16 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Presentación 17

¿Que por qué son arriesgadas? Porque, al igual que le sucede al profesor niones y experiencias personales. Al ser éste un tema de gran calado social,
JosÉ SANMARTíN con ese psicópata criminal UAGS) que lo sigue acosando, considero que la vox populi es de suma importancia, y quiero subrayar que
nadie, ni siquiera los profesionales que trabajan con este tipo de individuos, ésto no es ningún reclamo de corte político con carácter demagógico: a estas
está exento de sus embestidas. Quizás el riesgo esté en que a estas personas alturas, como ya veremos a lo largo de estas páginas, no es exactamente la
les molesta sobremanera que no las retratemos tal como ellas pretenden. Y me política lo que más debería preocuparnos a los ciudadanos, sino, más bien,
pregunto yo: ¿y qué de bueno tiene que una persona te acose brutalmente, sus salmistas. Como decía el genial pintor PABLO PICASSO: «Los ordenadores
reviente todos tus proyectos e ilusiones o te amenace gravemente con las más son inútiles. Sólo dan respuestas». Así, he trasladado a los lectores algunos
absurdas pero inquietantes palabras?; ¿cómo vamos a hablar bien de unas interrogantes de interés que quizá debieran servir a los investigadores intere-
personas para las que su único objetivo en la vida radica en hacer daño, sados para que enfocasen el problema desde otra óptica.
mucho daño, a los demás? Y para más colmo: ¿cómo vamos (tal como ellos En cuanto al diagnóstico de "psicopatía", y como bien nos advierte
pretenden) a alabar sus execrables conductas, absolutamente viles, e incluso el doctor ROBERT D. HARE (experto de reconocido prestigio mundial en psico-
reconocérselas como si de obras maestras se trataran? ¡Hay que ser especial- patía), es importante recalcar que «diagnosticar a un suieto de psicópata no
mente fatuo para tratar de autoretratarse con tan burdas caricaturas! es un asunto banal. El sujeto debe cumplir los criterios mínimos que definen
En cualquier caso, habremos de seguir las directrices de nuestra deonto- el síndrome». De esta matización se deriva la siguiente, que estriba en mi
logía. Oportunistas hay por doquier. A pesar de esto, y al igual que JOSÉ firme posicionamiento personal sobre la no generalización de la etique-
SAN MARTíN con JAGS, yo también correré el riesgo. A lo largo del libro he ta de "psicópata" a todas las personas que reúnan algunos rasgos psico-
incluido varios casos reales que tienen un valor especial y que servirán para páticos aquí explicados. Hay que reconocer con humildad que es práctica-
ejemplificar la personalidad y conducta de los distintos tipos (o, más bien, mente imposible determinar con exactitud que los sujetos que figuran en los
variantes) de psicópatas que existen en la actualidad, de los cuales las nue- casos aquí empleados sean psicópatas en el sentido estricto del término. Por
vas líneas de investigación vienen aportando multitud de pruebas que ponen ello, y asimismo lo recalca HARE, «aunque el tópico de este libro sea la psi-
de manifiesto esta inquietante realidad social. Huelga decir que aquí he dis- copatía, no todas las personas incluidas aquí son psicópatas. El lector no
frazado aquellos datos que pudieran ser directamente identificativos o pudie- debería asumir que un suieto es un psicópata simplemente por el hecho de
ran lastimar la imagen de las personas de las cuales se narran unos hechos que su contexto sea similar al que se describe en este libro».
que, por lo demás, son absolutamente ciertos e inalterados. Es bastante probable que tanto las características o rasgos esenciales de
Es importante aclarar que la psicopatía no se ciñe, en exclusiva, al análisis la psicopatía como los contextos y casos de estudio que aquí exponemos
sensacionalista de la casuística mediática de una de serie de casos criminales pudieran resultarles a algunos lectores tremendamente cercanos, e incluso
que han generado gran alarma social. Como veremos a lo largo del libro, la psi- muy familiares. Aunque es cierto que muchos de los rasgos de la psicopatía
copatía se extiende mucho más allá del complejo submundo de la delincuencia. pueden verse reflejados en ciertos comportamientos y personalidades de
De especial importancia he considerado la opinión que tiene la gente en nuestra actual sociedad, el problema no es tan sencillo como pudiera pare-
general respecto al tema que aquí nos ocupa, y se hace notar en varios de cer a primera vista, pues, desde luego, va mucho más allá de la mera espe-
los casos que personalmente me han confiado algunas víctimas de psicópa- culación "de si/lón".
tas. Más concretamente, en este áspero tema sobre los psicópatas integra- Por otro lado, coincido de pleno con los investigadores que sostienen que
dos, quién mejor que la propia sociedad, que es la que sufre directamente no es sano hacer ver a la gente psicópatas por todas partes; así, mi intención
las envestidas de este tipo de personas, para poder ofrecer sus valiosas opi- aquí es perfilarlos, no hacérselos ver adrede ni convencerles de nada. Sin

© Editorial EOS © Editorial EOS


I
18 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Presentación 19

embargo, estos individuos existen y, aunque suene mediótico, muchas veces muy importante compartir criterios: desde luego, la opinión popular en este
nos cruzamos con ellos por la misma acera, subimos en el mismo ascensor, asunto es de suma importancia, «la investigación es de todos» (como bien
nos dan los buenos días todas las mañanas e incluso dormimos con ellos en remarcaba el profesor GUALBERTO BUELA-CASAL en un artículo publicado en la
la misma cama. Mediático o no, la psicopatía es un grave problema social revista Papeles del Psicólogo) y la especulación también.
que va en aumento y para el cual aún no tenemos una solución. Hay algunos Finalmente, quiero formular aquí una asunción personal de responsabili-
caminos para la prevención, pero la inquietud permanece: el paisaje respec- dad que estimo importante. Así, independientemente de las inestimables y
to al tratamiento es tremendamente desolador. enriquecedoras orientaciones y sugerencias profesionales recibidas, y sin
¿Psicópatas e integrados? Sí, sin duda, pero integrados entre y con olvidar las valiosas perspectivas de mis familiares, amigos y personas que me
nosotros, como ya veremos. Las artimañas que muchos de estos sujetos emple- han confiado sus propias vivencias, quiero asumir que cualquier error que
an para pasar más o menos desapercibidos son múltiples y muy variopintas. aparezca en este trabajo, a pesar de los esfuerzos realizados, del cariño con
En este libro, en particular, he querido trasladar solamente una parte de un que lo he escrito y de los consejos recibidos, es exclusivamente responsabili-
problema más amplio: la mitad de su máscara. Si bien la psicopatía se dad de su autor.
caracteriza por muchos otros rasgos, en este ensayo se ahonda específica-
mente en la personalidad y lenguaje de este tipo de individuos como parte
¡Qué disfruten con la lectura de este libro!
de un perfil psicológico mucho más amplio que, sin duda, debería ser trata-
do con mayor profundidad.
En el presente libro analizo la atrayente y electrizante personalidad de los
psicópatas, una forma de ser verdaderamente inquietante y para la cual estos
sujetos emplean un lenguaje no menos apabullante y peculiar que les hace
enmascarar buena parte de su personalidad, emociones, sentimientos y con-
ductas. Pero aquí sólo nos vamos a ocupar de escudriñar los rasgos más
sobresalientes de esa electrizante personalidad, así como del peculiar uso y
manipulación del lenguaje que hacen para presentarse ante los demás como
lo que realmente no son: personas normales. Sin la correcta comprensión de
estos rasgos de la personalidad y del lenguaje, lo cierto es que resultaría tre-
mendamente complicado entender la otra mitad de la máscara que
caracteriza a los psicópatas (sus emociones, sentimientos y conductas), mitad
sin la cual sería difícil comprender el cuadro completo, todas las piezas de
este extraño puzle.
Ante todo, y siendo plenamente consciente de lo polémico que resulta el
tema de los psicópatas integrados, quiero matizar que este el libro surge
como una integración de saberes psicológicos, jurídicos, criminológicos, psi-
quiátricos, sociológicos, etc., siendo mi propósito principal ofrecer una invi-
tación al diálogo entre diversos profesionales para hacer frente a un proble-
ma que tiene raíces complejas y que requiere soluciones multidisciplinares. Es

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PRIMERA PARTE
Retrato robot e identidad del psicópata:
¿qué, cómo, quién y dónde?

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J
Retrato robot
del psicópata

«La historia es el meior antídoto contra la nostalgia»


LUIS ROJAS MARCOS (1998)

CONTROVERSIA Y DEBATE 1.
NUESTROS ANTEPASADOS Y NUESTROS AHORAS: EL VIZCONDE DENlEDIADO

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24 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Retrato robot del psicópata 25

Esta historia filosófica sobre Medardo de Terralba (caricaturizado) no es


más que un reflejo adicional, una esencia más, de las múltiples formas y
caras que adoptan los psicópatas que viven entre y con nosotros: una autén-
tica mezcla de maldad y "bondad". Bondad así, entrecomillada, porque ésta
la enmascaran los psicópatas para salir del paso, para ganarse la confianza
de las personas hasta que ya no les sirven y las dejan echas polvo. Los psi-
cópatas, quitándoles esa máscara de falsa bondad, son, por tanto, sólo pura
y dura maldad. Siguiendo con la analogía del vizconde demediado, los psi-
cópatas sólo serían la parte mala de Medardo.
¿Pero quién es el o la psicópata? ¿Y cómo es? Con esta historia
sobre el vizconde demediado, extraída de un texto filosófico de ITALO
CALVINO, se nos invita a reflexionar sobre una parte de la esencia del ser
humano. Esta desgarradora historia nos ayudará a desengranar el enigmá-
tico retrato robot que posteriormente realizaremos para conocer cómo son
estos que algunos han calificado como monstruos sociales y que viven entre
y con nosotros, a los cuales damos el apelativo (más que merecido) de psi-
cópatas. El mismo texto de CALVINO contiene parte de la respuesta al enig-
ma en torno a la esencia del ser humano:

Demediado, mutilado, incompleto, enemigo de sí mismo, es el hombre contempo-


ráneo; MARX lo llamó alienado llamó "alienado", FREUD, "reprimido"; se ha perdi-
do un estado de antigua armonía, se aspira a una nueva plenitud. El meollo ideo-
lógico-moral
, que quería conscientemente dar a la historia era éste.

Así pues, podríamos empezar por aquí, preguntándonos: ¿es la persona


actual un ser dividido, escindido, incompleto? La respuesta a esta cuestión
sería afirmativa si tuviéramos en cuenta una de las formas del actual estilo
de vida de nuestra denominada "moderna" sociedad: vivir de cara a la
galería o aparentar lo que no se es ni se tiene; relaciones "líquidas", breves,
intensas, superfluas e impersonales; un egoísmo, individualismo y egocentris-
mo descomunales y desmesurados; un patético sufrimiento constante, casi his-
térico y compulsivo, por minucias y banalidades cotidianas; y así, un larguí-
simo etcétera.
Sin lugar a dudas, no parece que esta parte de nuestra "moderna" socie-
FUENTE: Elaboración propia a partir de: CAlVINO, 1. (1977). Nuestros antepasados: El vizcon- dad refleje un cuadro muy bonito: ¡esto no pinta muy bien que digamos! Para
de demediado. Madrid: Alianza Tres.

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los menos pesimistas (que los habrá) con respecto a esta visión o parte nega- sus máximas: «El todo es más que la suma de sus partes». Y sin estas partes,
tiva de la sociedad actual, CALVINO añade uno pregunto más inquietante aún el todo queda incompleto: por tanto, somos seres divididos.
si cabe: el ser humano "total", ¿no es un mito inalcanzable?; y el ser humano
dividido, ¿no será el más "humano" y real? Ahí quedan esas cuestiones.
De hecho, podríamos abordar el tema desde otro punto de vista, quizás
menos negativista, pero igual de irresponsable debido a esa consustancial
manía del ser humano por echar las culpas de todo lo que nos pasa a todo lo l
que no seamos nosotros mismos, por buscar siempre explicaciones causales r
externas que nos dejen a nosotros mismos como parte fuera del problema, ni ¡¡re
¿Seres divididos? Sí, divididos, incompletos, por más que nos empeñemos
siquiera parte de él. Es algo parecido a lo que decía JEAN-PdJ\ul SARTRE len su afo- .. en lo contrario. Y si nosotros somos seres divididos, ¿cómo es el psicópata?
rismo desolador: «El infierno son los demás». Siempre "los emás"," os otros", El psicópata, en este punto, es un ser escindido, pero no dividido: nuestra
pero nunca nosotros: ¿cuándo llegará el día en que seamos capaces de hacer- división como personas normales estriba en que todos tenemos aspectos
nos responsables absolutos de nuestras penas, fracasos, mentiras, etc.? Porque negativos y positivos que conviven entre sí. Sin embargo, por el contrario, el
cuando tenemos éxitos, bien que nos lanzamos ávidamente a atribuirnos los psicópata solamente tiene aspectos negativos, y por eso no es un ser dividi-
méritos y a colgarnos las medallas en exclusiva, ¿verdad? do como nosotros, sino un ser escindido, pero escindido de la sociedad, de
Pero vamos a seguir planteándonos cuestiones desde dentro que no las normas sociales, de todo lo que no tenga implicaciones emocionales,
hacen más que exculparnos y buscar pretextos en el afuera: ¿no serán nues- separado de todo aquello que no comporte lazos o ataduras ni responsabili-
tros mismos intentos de explicarnos lo que es el ser humano los que le divi- dades de ningún tipo.
den y fraccionan?; ¿no será que toda teoría acerca del ser humano es sólo Así es el psicópata: un individuo escindido (disgregado de la sociedad)
capaz de comprender una parte suya, y no al ser humano por entero? Si e irresponsable. la escisión del psicópata no es una idea baladí: para que
esto es así, entonces rápidamente encontraremos al "culpable": es a las "teo- nos entendamos todos, el psicópata tiene dos caras, pero no dos partes. El
rías del ser humano" a las que habría que achacar, al menos en parte, el frac- psicópata es, coloquialmente hablando, maldad en estado puro, y no existen
cionamiento del ser humano. más pdrtes en este tipo de individuos. Nosotros también podemos tener dos
¡Somos unos hipócritas, así de claro! Y también unos irresponsables: ¿qué caras (distintas formas de ser y comportarnosL e incluso muchas más, pero
parte de nosotros es la que deseamos contar y que se vea? ¿Y cuál preten- jamás dejaremos de tener asimismo dos partes: la buena y la mala (o "la
demos ocultar? la auto-trampa (auto-engaño, para que nos entendamos) de menos buena", según los más optimistas), porque, como dice el dicho,
todo este asunto es ostensible: cuando no vemos (o, mejor dicho, no quere- «Quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra»: no conozco a nadie
mos ver) más posibles alternativas (otras explicaciones menos románticas, que pueda presumir de no haberse avergonzado jamás de haber hecho algo
menos agradables, sobre nosotros mismosL preferimos pensar que no exis- reprochable; si ustedes lo conocen, miente (y, además, se vanogloria). la
ten. Por eso digo que somos unos hipócritas, y también unos irresponsables. diferencia es ostensible, ¿no creen?
Sólo cuando las personas toman las riendas de su propia vida y con un sen- Esta escisión de la que adolece el psicópata nos hace volver a retomar
tido pleno de responsabilidad, sólo entonces es cuando podemos hablar de dos cuestiones que antes planteamos: ¿quién es el o la psicópata?; ¿y cómo
seres humanos más completos, que no "totales". la totalidad no nos hace más es este tipo de individuo? la primera pregunta la responderemos más adelan-
humanos; ya lo decían los teóricos de la Psicología de la Gestalt en una de te, en el Capítulo 2, cuando estemos Identificando al Psicópata. la segunda

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cuestión la vamos a responder en este capítulo, a través de las 20 caracte- No me sorprendió en absoluto encontrar a muchos locos que no evidenciaban
rísticas o ras805 esenciale• • , psicópata. Se trata de una serie de ninguna lesión de la capacidad de comprensión pero que estaban bajo el domi-
características de la personalidad, las emociones y el estilo de vida muy nio de una furia abstracta e instintiva, como si únicamente las facultades del afec-
to hubiesen sufrido daño.
peculiares que han sido reiteradamente encontradas en las diversas investi-
gaciones que han estudiado a los sujetos psicópatas, tanto criminales como
la manie sans délire fue, pues, el concepto más aproximado que empleó
no criminales. Pero, antes de esto, vamos a pasar a revisar brevemente el
pasado de estos sujetos, a los cuales se los denominó de muy diversas for- PINEl para caracterizar a los psicópatas de su época. Con el término locura
mas, aunque, en el fondo, ya antaño se identificaron muchas de las caracte- sin delirio, PINEL hablaba de personas que tienen todas las características de
rísticas esenciales de la psicopatía. la manía pero que carecen del delirio. Él llamaba manía a los estados de
furor persistentes y psicosis florida, muy distinto del concepto actual de manía
que manejamos en Psicopatología. Veamos a continuación otro fragmento de
2. 1. Philippe Pinel y la manía sin delirio cómo describía PINEL lo que hoy (con algunos datos adicionales) podríamos
calificar como 'Psicopatía. Se trata del "Caso de una especie de furor maní-
Desde que en 1 801, el médico-psiquiatra francés PHILlPPE PINEL publicara
aco sin delirio", recogido en su Tratado Médico-Filosófico:
su obra cumbre Traité Médico-Philosophique sur L'aliénation Mentale ou la
Manie (" Tratado Médico-Filosófico de la Alienación Mental o la Manía") y
La falta de educación o una educación mal dirigida, o bien un perverso nato
comenzara a interesarse por el estudio de este tipo de sujetos, de los que
e indómito, puede ser la primera causa de esta especie de enajenación como lo
decía que sufrían una man;e sans dél;re ("manía/locura sin delirio"), los manifiesta el siguiente caso. Un hijo único criado por una madre pusilánime e
términos que se han venido empleando desde antaño para calificar al psicó- indulgente dio a entregarse a todos sus caprichos y a todos los impulsos de un
pata han sido tan variopintos como la especulación lo ha permitido. alma fogosa y desordenada. La violencia de sus inclinaciones aumentó y se forti-
ficó con la edad; yel mucho dinero que le daban parecía desvanecer todo obstá-
Se comenzó a prestar atención a las características clínicas de la perso-
culo que pudiera oponerse a su voluntad absoluta ¿Querían contradecirle? Se
nalidad antisocial cuando los psiquiatras de finales del siglo XVIII se interesa-
ensoberbecía, hacía frente a todos con audacia, procuraba vencer con la fuerza,
ron por los argumentos arcaicos referentes a la libre voluntad, ya que ciertos y continuamente se veía enredado en disputas y quimeras. Si un perro, un carne-
transgresores morales eran capaces de "comprender" las consecuencias de ro, un caballo u otro cualquiera animal le daban motivo de disgusto, inmediata-
sus actos. mente los mataba sin remedio. En cualquier tertulia o función se enfurecía, anda-
ba a los golpes y por lo regular salía con las manos en la cabeza. Por otra parte
Fue PHILlPPE PINEL, refiriéndose a una forma de locura conocida en esa
era un hombre de mucha razón cuando estaba sosegado y, habiendo llegado a
época como la folie raisonnante ("locura razonan te") , quien subrayó que
poseer en su edad adulta una herencia considerable, la gobernaba con pruden-
algunos pacientes realizaban actos impulsivos y auto-punitivos, aunque su cia, cumplía con las demás obligaciones de la sociedad y hasta se daba a cono-
capacidad de razonamiento estaba intacta y se daban cuenta de la irracio- cer por actos de beneficencia para con los pobres. Lo que sacó de su funesta incli-
nalidad de lo que estaban haciendo. Como decimos, PINEL describió estos nación a meterse en pendencias fueron heridas, pleitos y multas; hasta que un
casos bajo el nombre de manie san s délire, y sus descripciones se cuentan hecho público puso término a sus actos de violencia. Cierto día se enfureció con
entre las primeras en reconocer que la "locura" no implica necesariamente la una mujer que le insultó, y la arrojó a un pozo. El proceso se siguió y formó en los
tribunales y, en virtud de las declaraciones de muchos testigos que comprobaron
presencia de un déficit de/en el razonamiento. Tal como lo describió el
los desórdenes que le impelía su cólera, se le condenó a una reclusión perpetua
mismo PINEL en 1801: en el hospicio de Bicetre.

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Asimismo, PINEl aclaraba lo siguiente con respecto 01 carácter específico También amplió lo perspectivo del síndrome original, incluyendo bajo la
de lo manía sin delirio: calificación de locura moral una gran variedad de trastornos mentales y emo-
cionales anteriores. Todos estos pacientes compartían un defecto común de la
o es continuo o se caracteriza por accesos o paroxismos periódicos. No se capacidad para guiarse o sí mismos según los "sentimientos naturales", es
advierte ninguna alteración en las funciones del entendimiento, en la percepción, en
decir, un sentido intrínseco y espontáneo de rectitud, bondad y responsabili-
el juicio, en la imaginación, en la memoria, pero sí cierta perversión en las funcio-
nes afectivas, un ciego impulso a cometer actos de violencia, o también un furor san-
dad. Las personas con este trastorno estaban como poseídas, a pesar de que
guinario, y esto sin que se pueda señalar ninguna idea dominante, ni ninguna ilusión eran capaces de entender, desde el punto de visto intelectual, las diferentes
de la imaginación que sea la causa determinante de estas funestas inclinaciones. elecciones posibles, pero otorgaban un mayor poder a los "afectos" que les
impulsaban o llevar o cabo comportamientos socialmente reprobables. Los
Desde antaño hasta PINEL se argumentó con fuerzo lo legitimidad de esto siguientes fueron los palabras textuales con las que PRICHARD describió a la
entidad psicopatológica, yo que era universalmente sabido que los trastornos moral insanity en 1835:
mentoles eran, lógicamente, trastornos de la mente. Como lo mente era equi-
valente o la rozón, sólo uno desintegración de las facultades de la razón y Existe una forma de trastorno mental en el que las funciones intelectuales pare-
del intelecto podía considerarse locura. No obstante, o partir de PINEL surgió cen estar intactas, mientras que el trastorno se manifiesta básica o únicamente por
el estado de los sentimientos, temperamento o hábitos. En los casos de este tipo,
la creencia de que se podía estor loco (manie) sin que existiese una confu-
los principios morales o activos de la mente están pervertidos o depravados; el
sión de lo mente (sans délire)_
poder de autodominio se ha perdido o está muy alterado, yel individuo es inca-
Así pues, parece cloro que, aunque PINEL no empleó expresamente el tér- paz no sólo de hablar o razonar sobre los temas que se le proponen, sino de con-
mino psicopatía, su ya clásico concepto de manía sin delirio fue uno autéti- ducirse con decencia y propiedad en los asuntos de la vida.
ca revolución conceptual adelantada a sus tiempos y que sentó las verdade-
ras bases teóricas de lo que actualmente entendemos por "psicópata". Los La separación entre lo locura debido o defectos del "razonamiento" y lo
vívidos descripciones de este autor, huelgo decirlo, han tenido su seguimien- debida o defectos de los "afectos naturales" expuesta por PRICHARD dio lugar
to desde entonces hasta ahora, y con pocos matices. a una controversia muy importante que se prolongó durante muchos años en
los campos médico y legal. Lo entidad de PRICHARD de locura moral tenía
poco en común como síndrome clínico con los ideos contemporáneos de psi-
2.2. James Cowles Prichard y la locura moral copatía o personalidad antisocial. Un grupo ton diverso de trastornos fue sub-
Treinta y cuatro años más tarde, en 1835, el médico-psiquiatra británico sumido en lo categoría de PRICHARD, de formo que casi todos los alteraciones
JAMES COWLES PRICHARD publico su obra clave A Treatise on Insanity and Other mentales, distintas del retraso mental y la esquizofrenia, se diagnosticarían
Disorders Affecting the Mind (" Un Tratado sobre la Insania y Otros Trastornos así en lo actualidad.
de la Mente"), en la que habla de la moral insanity ("insania/locura Tonto P,NEL como PRICHARD luchaban contra lo idea, imperante en esos
mora/") para referirse a estos sujetos (a los psicópatas). tiempos, del filósofo JOHN LOCKE, quien decía que no podía haber manía
Aunque PRICHARD aceptaba la idea de P,NEL de la locura sin delirio, disen- (furor, psicosis) sin delirio (es decir sin compromiso del intelecto). Por lo tonto,
tía de lo actitud moralmente neutra de PINEL hacia estos trastornos, y se con- los jueces no declaraban insano a ninguno persono que no tuviera un com-
virtió en el principal exponente de lo idea de que estos comportamientos sig- promiso intelectual manifiesto (delirio), y sólo hoce falta echar un pequeño
nificaban un defecto del carácter que había que reprender y merecía conde- vistazo a lo historio del Derecho Penal y de lo Criminología (concretamente
no social. en lo referente al conocido tópico sobre la Teoría de la Pena) poro conocer

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,
t
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la tremenda influencia que los ideas de lOCKE ejercieron sobre los juristas de cuando exactamente usa el término personalidad psicopática para referirse,
la época, influencio que se extiende hasta nuestros días. precisamente, a este tipo de personas que no son ni neuróticos ni psicóticos,
PINEL y PRICHARD trataron de imponer el concepto de que existían insanias sin que no están en el esquema de manía-depresión, pero que sí tienen un cho-
compromiso intelectual, pero sí afectivo y volitivo. Es decir que las funciones men- que en cuanto a los parámetros sociales imperantes. Incluye en ellos a los cri-
tales (intelecto, afectividad, voluntad) se podían enfermar independientemente. minales congénitos, la homosexualidad, los estados obsesivos, la locura
El gran historiador de la Psicopatología y de las enfermedades mentales impulsiva, los inconstantes, los embusteros y farsantes y los pseudo-litigantes.
GERMAN E. BERRIOS disiente de la conceptualización de la insania moral como Para KRAEPELlN, las personalidades psicopáticas eran formas frustra-
equivalente a nuestro concepto de psicopatía. Según escribió BERRIOS en su das de psicosis, por lo que postuló, en primera instancia, en 1896, la exis-
libro History of Mental Symptoms (" Historia de los Síntomas Mentales") de tencia de diversos estados psicopáticos. A las personalidades psicopáticas
1993 (traducido al castellano en 1996), PRICHARD crea el término para referir- las definió siguiendo un criterio fundamentalmente genético y consideró que
se a trastornos del comportamiento cuya insania característica común era la sus defectos se limitaban esencialmente a la vida afectiva yola voluntad.
ausencia de delirio. Y lo hace con una finalidad forense, para poder ubicar las sucesivas ediciones del texto principal de EMIL KRAEPELlN reflejan el
dentro de las insanias a enfermedades como la maníaco-depresiva sin carac- énfasis puesto en el cambio del síndrome psicopático. En la segunda edi-
terísticas psicóticas. Así, describe como insanias morales típicas a casos ... : ción de su obra (de 1887), KRAEPELlN identificó la locura moral como los
defectos de la capacidad para contener la «imprudente gratificación de ... los
[ ... ] donde la tendencia hacia la melancolía y la pena es el rasgo característico.
El individuo rodeado de todas las comodidades de la existencia, se trasforma en tris-
deseos egoístas inmediatos». la quinta edición, de 1896, se refería por pri-
te y abatido, sin esperanzas. Este estado de tristeza y melancolía da paso a un perí- mera vez a estos trastornos como ((estados psicopáticos», afirmando que
odo de condición opuesta de excitación preternatural. En esta forma de desarreglo estos trastornos constitucionales se manifiestan como personalidades mórbi-
moral la mente genera una necesidad de autodominio con continua excitación, una das. la siguiente y sexta edición, publicada en 1899, se refería a los esta-
inusual expresión de sentimientos fuertes. Así, una mujer modesta y discreta se tras- dos psicopáticos como una de las diferentes formas de degeneración de sín-
forma en violenta y abrupta en sus maneras, locuaz, impetuosa y gritona.
dromes como las obsesiones, la locura impulsiva y las perversiones sexuales.
Retomando el tema de la degeneración en su séptima edición, de 1904,
Queda claro, pues, que PRICHARD no hablaba exactamente de lo que hoy
KRAEPELlN ya sí que se refirió concretamente a estos estados como ((perso-
consideraríamos una personalidad psicopática. Tampoco lo hicieron ni PINEL
nalidades psicopáticas», y lo hizo del siguiente modo:
ni BENJAMIN RUSH, este último un médico-psiquiatra alemán que había pro-
puesto el término de inferioridad psicopática en 1812. Aquellas peculiares formas mórbidas de desarrollo de la personalidad que con-
sideramos degenerativas. La característica de la degeneración es una reacción
mórbida prolongada a los problemas de la vida.
2.3. Emil Kraepelin y los estados y personalidades
psicopáticas En 1905, KRAEPELlN identificó a cuatro tipos de personas, cuyas
características eran parecidas a lo que actualmente consideramos como per-
Fue otro médico-psiquiatra alemán quien, entre 1896 y 1915, se refirió
estrictamente al concepto empleando el de personalidad psicopática. Se
sonalidades antisociales:
trata de EMIL KRAEPELlN, quien escribe su obra principal, Psychiatrie: fin
Lehrbuch ("Psiquiatría: Un Manual"), en 1896, y la va re-editando. Cuando • El primer tipo lo constituían los «timadores y mentirosos patológicos»,
hace la clasificación de las enfermedades mentales en 1904 (79 edición), es encantadores y con gran capacidad de persuasión, pero que carecían de

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moralidad interna y de sentido de responsabilidad hacia los demás; con [ ... ] los enemigos de la sociedad ... caracterizados por una falta de elementos
morales. Suelen ser destructivos y amenazadores ... carecen de una reactividad emo-
frecuencia utilizaban otros nombres¡ eran propensos a las actividades
cional profunda; poseen poca capacidad de comprensión y afecto. Es muy proba-
fraudulentas y solían acumular grandes deudas que nunca pagaban.
ble que hayan tenido problemas en la escuela, siendo proclives al absentismo.
• El segundo tipo incluía a los «criminales por impulso»¡ donde se incluía Suelen empezar a robar desde muy jóvenes y cometen crímenes de varios tipos.
a aquellos individuos que realizaban actos criminales como incendios¡
violaciones y cleptomanía¡ y que eran incapaces de controlar sus instin-
2.4. Kurt Schneider y las personalidades psicopáticas
tos; rara vez obtenían beneficios materiales de sus actos criminales.
• El tercer tipo lo componían esencialmente los «criminales profesiona- El principal discípulo de KRAEPElIN dentro de la Psiquiatría alemana fue el
les»¡ que no eran impulsivos ni poco disciplinados; de hecho¡ a menu- doctor y psiquiatra KURT SCHNEIDER (1887-1967L quien reforzó la tesis de su
do parecían personas bien educadas y se comportaban de un modo mentor¡ poniendo de relieve la observación de que muchos eran delincuentes
socialmente adecuado¡ pero eran calculadores y manipuladores¡ y desde jóvenes y¡ además¡ incorregibles.
actuaban siempre según su conveniencia. No obstante¡ SCHNEIDER creía que se debía ser sensato y tener en cuenta
• Finalmente¡ el cuarto tipo son los <<vagabundos mórbidos»¡ y lo consti- que¡ aparte los que acababan involucrados en acciones criminales¡ también
tuían personas fuertemente proclives a vagar durante toda su vida¡ sin se podía encontrar a individuos de este tipo viviendo en sociedad de una
arraigar en sitio alguno¡ ya quienes les faltaba confianza en sí mismos forma normal (los que modernamente denominamos como psicópatas inte-
y capacidad para asumir responsabilidades adultas. grados). Asimismo¡ SCHNEIDER observó que muchos de estos individuos tení-
an un éxito inusual en los mundos político o económico (los denominados por
En la octava edición de su trabajo (1909-1915L KRAEPElIN describió a los los doctores PAUl BABIAK y ROBERT D. HARE como psicópatas con éxito).
psicópatas como personas con déficit de los afectos o de la voluntad. Los Con su obra principal de 1923¡ Dies Psychopathischen Personlichkeiten
dividió en dos grupos amplios: quienes poseían una disposición mórbida nas Personalidades PsicopáticasllL SCHNEIDER anticipó ciertos problemas
(que eran obsesivos¡ impulsivos y desviados sexualmente) y quienes manifes- contemporáneos relacionados con estos II psicópatas ll ¡ y se refirió a las ideas
taban peculiaridades en su personalidad. El último grupo fue dividido en de los especialistas que le habían precedido muchas décadas antes y que se
siete clases: los excitables (Erregbaren)¡ los inestables (HaltlosenL los impul- enfrentaron a los mismos problemas. A este respecto¡ escribió lo siguiente:
sivos (Triebmenschen)¡ los excéntricos (VerschobenenL los mentirosos y tima-
dores (Luegner und SchwindlerL los antisociales (Gessellschaftsfeinde) y los [ ... ] que el término locura moral era probablemente el más utilizado en la medi-
cina forense y urgía a todas las personas que trabajaban en el mundo legal a tener
pendencieros (Streitsuechtige).
cuidado para que el pretexto de la locura moral no les arrebatase de las manos
Sólo los tres últimos subgrupos de personalidades psicopáticas tenían la espada de la justicia.
características similares a lo que se entiende actualmente por antisocial. No nos parece apropiado, en los casos legales, promover el pretexto de una
Como ya hemos mencionado¡ los mentirosos y timadores son «tramposos responsabilidad disminuida en estas personalidades sólo porque puede ser la
naturales y ladrones ocasionales»; las agresiones sexuales son frecuentes en única forma de ingresarlos en una institución. Nos parece una cuestión de princi-
estas personas¡ que son «imprevisibles y caprichosas en todos los aspectos». pio que los juicios sobre la culpabilidad no residan únicamente en consideracio-
nes legales.
Las personalidades pendencieras tienen «problemas constantes»; piensan
que los demás siempre están en su contra y su juicio suele ser «retorcido y
poco fiable». Finalmente¡ las personalidades antisociales¡ el primer antece-
dente explícito de nuestra nomenclatura contemporánea¡ son:

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También es de destocar lo división que realizó SCHNEIDER entre uno varie- entre otros cosos, destoco por lo publicación de su Diagnostic and Statistical
dad más pasivo de falto de afecto (más cercano o lo que hoy denominamos Manual of Mental Disorders (Manual Diagnóstico y Estadístico de los
tipo esquizoide) y el tipo antisocial más activo. Al describir estos peculiarida- Trastornos Mentales), más conocido con el acrónimo DSM. En 1952 publica-
des sobre sus denominados personalidades psicopáticas, SCHNEIDER ron lo primera edición de este Manual, el cual se conoció como DSM-I. Allí
hoce un retrato de estos sujetos como sigue: propusieron el término de trastorno sociopótico de la personalidad o
reacción antisocial poro describir los característicos de los sujetos que los
Nos referimos a personalidades que se caracterizan principalmente por un
investigadores de lo psicopatía estaban pretendiendo aclarar después de ton-
marcado embotamiento emocional que no aparece exclusivamente en relación con
tos años de confusión. Y en 1968, con lo segundo edición o DSM-II, abolie-
las personas de su entorno. Su carácter es despiadado y carecen de la capacidad
para sentir vergüenza, remordimiento, ser conscientes de las cosas y comportarse ron el anterior término paro sustituirlo por el más general y ambiguo de per-
de un modo decente. Son fríos, hoscos, desagradables y brutales en sus crímenes. sonalidad antisocial. Aquí, bajo este término (y por eso sostenemos que
Conocen y comprenden el código moral, pero no lo incorporan, y, por tanto, estas la APA cometió uno intrusión molesto), se incluyeron o todos aquellos sujetos
personalidades son indiferentes a él. que presentaran conductos antisociales y desviados, con lo que los muestras
de personas así calificados engrosaban los listos de este tipo de sujetos.
De cualquier formo, o pesar de los notables aportaciones de SCHNEIDER,
Sin entrar en los pormenores en los que insistió el doctor THEODORE MlllON
lo cierto es que este autor terminó concibiendo o todos sus 10 tipos de per-
cuando aseguró que los trastornos de la personalidad no eran verda-
sonalidades psicopáticas como meras psicopatologías, es decir, como enfer-
deras enfermedades mentoles y que, por tonto, no deberían estar recogidos
medades mentales,y no parece ser casualidad que estos de 10 tipos de per-
en los manuales diagnósticos de lo Psiquiatría, ciertamente se puede intuir
sonalidades psicopáticas que postulara SCHNEIDER en 1923 se parezcan tre-
que lo APA, desde su perspectivo de lo Psicología Clínico o Psicopatología y
mendamente o los 10 tipos de trastornos de la personalidad que actualmen-
con su amplio e impreciso concepto de personalidad antisocial, se entrome-
te lo Psiquiatría concibe dentro de su Manual de Trastornos Mentales.
tió en el campo de lo Psicología Criminal y de lo Psicología Forense no por
el hecho en sí de proponer este concepto para luego derivarlo o unos 10
2.5. Una intrusión molesta: la AsOCIACiÓN PSIQUIÁTRICA tipos de trastornos de lo personalidad (que, curiosamente, se parecían -y se
AMERICANA, su compendio de trastornos mentales y parecen- sobremanera o los 10 tipos de personalidades psicopáticas de
SCHNEIDER), sino por el hecho de trato de acotar un concepto (el de psicopa-
sus personalidades antisociales
tía) que, en realidad, nunca le perteneció. Sin entrar de lleno tampoco en lo
Yo lo dejaba entrever el mismo CLECKlEY cuando aseveraba que los psicó- evidente tendencia o patologizar o los personas que acuden o consulto y de
patas no son para los clínicos. Decía que «rora vez un psicólogo clínico o un los que se comparan sus síntomas con los de un mero listado de rasgos con-
psiquiatra se encuentran con un psicópata en sus consultas privados»; de ahí ductuales que pretenden resumir uno personalidad o personalidades más
que, cuando se lo encontraban, terminaron concluyendo, lo gran mayoría, amplias, es por este motivo por el que, fundamentalmente, los psicólogos
que estos sujetos eran intratables, 01 menos con los métodos terapéuticos con- forenses y criminalistas salieron en defensa y reclamo del término psicopatía.
vencionales de lo Psicología y de lo Psiquiatría. «Así, ni lo restructuración Tras los diversos intentos fallidos desde 1928 hasta 1968 de la APA por
cognitivo ni mucho menos el psicoanálisis podían hacer nodo poro cambiar definir la psicopatía, o principios de lo década de los 70 se inició uno
01 psicópata». corriente crítico contra la aproximación clínica tradicional de lo psicopa-
Lo AMERICAN PSYCHIATRIC ASSOCIATION (ASOCIACiÓN PSIQUIÁTRICA AMERICANA tía, dirigida fundamentalmente contra el alto grado de inferencia que reque-
--en adelante APA-) es uno institución oficial de reconocido prestigio que, rían los criterios basados en rasgos de personalidad y la consiguiente

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38 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Retrato robot del psicópata 39

dificultad paro medirlos de formo fiable. Como alternativo, los defensores de TAP que aparecían en el DSM-1I1 (APA, 1980) e incluir nuevos criterios refe-
lo aproximación conductual propusieron operativizar el síndrome en tér- ridos a actos antisociales más agresivos. El diagnóstico de TAP ofreci-
minos de los conductos concretos que lo tipificaban (los indicadores del do por el DSM-III, y caracterizado por un patrón disfuncional de conductas
comportamiento antisocial, de carácter objetivo y de fácil cuantificación), en interpersonales, se transformaba, de esta manera, en otro patrón de conduc-
lugar de los motivos por los que ocurrían. tas criminales. Resulta obvio, pues, que la APA no sólo estaba "rizando el
Sin embargo, esta forma conductual de aproximarse al diagnóstico de la rizo", sino que además no sabía ni lo que estaba proponiendo por el simple
psicopatía no era nueva. En 1927 y 1930, el psicólogo estadounidense hecho de estar rechazando el concepto de psicopatía.
GEORGE EVERETT PARTRIDGE, con la propuesta de su concepto de sociopatía, Tampoco la cuarta edición del Manual (DSM-IV; APA, 1994, 2000), ni su
ya había sugerido la necesidad de centrar la atención en las manifestaciones texto revisado (DSM-IV-TR; APA, 2000), incluyó los síntomas tradicionales de
antisociales y criminales de la psicopatía para evitar la controversia y la hete- la psicopatía entre los criterios diagnósticos del TAP, a pesar de haber-
rogeneidad en los diagnósticos de esta anomalía de la personalidad. se demostrado empíricamente que la evaluación de aquellas características
Esta perspectiva quedó plasmada en dos clasificaciones psiquiátricas en de personalidad era tan fiable como los criterios conductuales específicos del
aquel momento (el Sto Louis Criteria y el Research Diagnostic Criteria o RDCj, DSM-III-R de 1987. El DSM-IV siguió definiendo el TAP como un síndrome
en las cuales se adoptó el criterio de conducta antisocial crónica como caracterizado por el inicio temprano de conductas delictivas o irresponsables
piedra angular del diagnóstico de la psicopatía. Esta misma idea también que continúan en la edad adulta, como se observa en los criterios diagnósti-
guió la edición del DSM-1I1 (APA, 1980), donde apareció por primera vez el cos que la APA establece para el TAP y que exponemos en el Cuadro 1.
término Trastorno Antisocial de la Personalidad (TAP, en adelante)
para sustituir anteriores categorías diagnósticas como psicopatía, sociopatía CUADRO 1. Criterios elel DSM-IV (APA, 1994) para el eliagnóstico ele TAP
o trastorno disocial de la personalidad. Tal y como se pretendía, la introduc-
ción de un listado de criterios explícitos para el TAP supuso un incremento sus-
tancial en la fiabilidad de los diagnósticos. No obstante, también contribuyó
a empeorar la polémica en torno al concepto de la psicopatía, ya que los cri-
terios hacían referencia casi exclusivamente a violaciones repetidas de las
normas sociales y no incluían las características afectivas e interpersonales
que tradicionalmente se habían considerado centrales en esta anomalía de
la personalidad.
En suma, los indicadores conductuales del TAP recogidos en el
DSM-1I1 (APA, 1980) no proporcionaban una cobertura adecuada del cons-
tructo que, supuestamente, tenían que medir, es decir, que la validez de
contenido del TAP no era la apropiada para equipararlo con el constructo
de psicopatía. Por si fuera poco, el problema acerca de la validez de esta
categoría diagnóstica (la psicopatía) se agravó en la revisión de la tercera
edición del Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM-III-R;
APA, 1987), al eliminar los indicadores evolutivos de disfunción del

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40 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Retrato robot del psicópata 41

refleian categorías diagnósticas diferentes. Así, mientras que el 90%


de los psicópatas que se encuentran en las cárceles cumple los criterios para
el TAP, sólo entre un 20% y un 30% de los sujetos diagnosticados con un TAP
son psicópatas. Por tanto, no es de extrañar que, tal y como ha puesto de
manifiesto la evidencia empírica en relación a distintos aspectos de la con-
ducta criminal (la respuesta al tratamiento, el ajuste institucional, la predic-
ción del comportamiento violento, la reincidencia, etc.), los diagnósticos de
TAP hayan demostrado tener una utilidad mucho menor para el sistema peni-
tenciario que la evaluación cuidadosa de la psicopatía basada en la inferen-
cia de los rasgos de personalidad prototípicos.
Además, según escribió MlllON en 1998, tampoco podemos pasar por alto
el hecho de que sólo un pequeño su"grupo del patrón de Ilpersona-
FUENTE: Elaboración propia a partir de: AMERICAN PSYCHIATRIC ASSOClATION lAPA) (2000).
Diagnostic and statistical manual of mental disorders (DSM-IV-TR) (Text Revised). Washington, lidad antisocial" entra en conflicto con la ley. Refiriéndose a los moder-
DC: Author. namente denominados psicópatas integrados, MlllON dice que muchos de
estos sujetos se ven elogiados y reforzados en nuestra sociedad competitiva, en
Como puede observarse, los criterios del enfoque conductual a la la que el individualismo se considera un atributo necesario para la superviven-
cia. La mayoría de estos individuos hallan un hueco socialmente valorado en el
psicopatía se encuentran tan asociados con la criminalidad que incluso
duro mundo de los negocios, la política o el ejército, por poner sólo algunos
algunos autores (por ejemplo, HARE, MlllON y LYKKEN), argumentan que TAP y
ejemplos de los variados contextos en los que se mueven los psicópatas.
psicopatía se han convertido en conceptos sinónimos. La evaluación/aproxi-
mación conductual también ha sido criticada por ser demasiado restringida,
ya que difícilmente identifica a los individuos que se ajustan a la descripción 2.6. Hervey Milton Cleckey y los psicópatas clínicos
clínica del psicópata pero que, por diversos motivos (elevada inteligencia o
El penúltimo exponente en este recorrido histórico del término, y, sin duda,
astucia, adecuada socialización, u otros), han evitado el contacto temprano,
el más importante y pionero en el verdadero estudio de la psicopatía (tanto
formal o frecuente con el sistema judicial.
criminal como clínica o no criminal) fue el médico-psiquiatra norteamericano
Además, la utilidad del diagnóstico de TAP queda en entredicho si se con- HERVEY MITON CLECKlEY, quien en 1941 escribió su obra clave The Mask of
sidera que entre un 50% y un 80% de los internos en centros penitenciarios Sanity: An Affempt to Clarify Some Issues of the so-called Psychopathic
satisfacen los criterios para este trastorno; la etiqueta de TAP se aplica, en Personality (" La Máscara de la Cordura: Un Intento por Clarificar Algunos
consecuencia, a sujetos con características heterogéneas en cuanto a perso- Aspectos de la Denominada Personalidad Psicopática"), donde ofreció una
nalidad, actitud y motivación hacia la conducta criminal. En otras palabras, caracterización clínica no analítica del 11antisociall l.
la aproximación estrictamente conductual a la psicopatía se revela incapaz
En un intento por clarificar el problema de las terminologías y contrarres-
de discriminar entre el delincuente ordinario y el psicópata prototípico descri-
tar la tendencia a incluir trastornos muy diferentes bajo la rúbrica de psico-
to por CLECKlEY.
patía, propuso sustituir el término por el de «demencia semántica)) para
De todo lo anterior se deduce que (y esto es importantísimo no obviarlo) resaltar lo que él consideraba la característica principal del síndrome, es
105 términos psicopatía y trastorno antisocial de la personalidad decir, la tendencia a decir una cosa y hacer otra.

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42 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Retrato robot del psicópata 43

Aún más importante que su propuesto de uno nuevo nomenclatura, que En las sucesivas revisiones de su obra, y o partir del estudio de casos clí-
no se extendió demasiado, fue lo claridad con lo que describió los princi- nicos, CLECKLEY fue depurando progresivamente el concepto de psicopatía,
pales rasgos de • .ttos .tujetos HanlÍ.tociales H: ausencia de sentimien- hasta que, en 1976, con su quinta y última edición, lo consiguió enumeran-
tos de culpo, incapacidad poro amar, impulsividad, superficialidad emocio- do un listado concreto de 16 rasgos o características, que son las que
nal, trato social aparentemente agradable e incapacidad para aprender de listamos en el Cuadro 2.
la experiencia. En la mismo línea que SCHNEIDER, muy significativo fue tam-
bién lo ideo de CLECKLEY de que estos personalidades no se encontraban úni- CUADRO 2. Los 16 criterios diagnósticos o rasgos de la psicopatía según
camente en los instituciones penitenciarias, sino también en un amplio abani- CLECKLEY (1 976}
co de muchos de los posiciones sociales más respetados.
En lo primera edición de su obro, en 1941, CLECKLEY ilustró su tesis con
varios ejemplos de científicos, médicos, psiquiatras, profesores y hombres de
negocios de gran éxito. A este respecto, escribió lo siguiente:

En estas personalidades ... suele existir un trastorno profundamente arraigado.


la verdadera diferencia entre estos individuos y los psicópatas que continuamente
entran y salen de las prisiones o de los hospitales psiquiátricos consiste en que su
apariencia de normalidad es mucho más firme.
la diferencia principaL .. reside tal vez en que la fachada de salud se extiende
al aspecto material superficial.

El doctor CLECKLEY estableció uno clara diferenciación entre el Hpsi-


cópala" y el "delincuente ordinario/común", señalando que lo moti-
vación de la conducta, la consideración de sus consecuencias y la lealtad a
los miembros de su grupo por porte del delincuente común son las caracterís-
ticos más diferenciadoras con respecto al psicópata, quien, por supuesto, es
incapaz de establecer ningún tipo de vínculo emocional ni con personas ni FUENTE: Elaboración propia a partir de: CLECKLEY, H. M. (1976). The mask of sanity: An
con grupos, así como tampoco tiene en cuento las consecuencias de sus attempf to c1arify sorne issues of the so-called psychopathic persona/ity (5 th Ed.). Saint Louis,
actos, estando su motivación fundamentalmente impelida por sus propios MO: Mosby.
deseos y satisfacciones inmediatos y egoístas.
Paro CLECKLEY, lo que define fundamentalmente al psicópata es la falla Por tonto, fue en su edición de 1976 donde el doctor CLECKLEY proporcio-
de emocionabilidad que subyace a todo su conducta personal e interper- nó uno delimitación preciso del concepto de psicopatía que ha sido amplia-
sonal, hecho que sugiere la existencia de algún tipo de demencia semántica, mente aceptado y ha ejercido una notable influencia en la investigación
es decir, una incapacidad paro reaccionar apropiadamente al contenido ver- empírico posterior, tanto que estos fundamentales y definitoric:is características
bal que suele elicitar reacciones emocionales ajustadas en las personas nor- de la psicopatía dieron lugar a que investigadores como el doctor HARE
males. Así, según este autor, los psicópatas padecen una especie de analfa- comenzasen a operacional izar de manero adecuada, válida y fiable su con-
betismo emocional. ceptualización a través de procedimientos empíricos.

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44 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Retrato robot del psicópata 45

los p.icópatas clínicos de CLECKLEY no es que fueran "clínicos" en el Ante tanta especulación personalista o "de butaca" y tanta confusión ter-
sentido estricto del término. Se trata, simplemente, de una forma de adjetivar- minológica, tuvo que ser el psicólogo y profesor emérito canadiense ROBERT
los que cobra su sentido si nos paramos a pensar en que este autor, como D. HARE quien viniera al auxilio y rescate del larga y duramente apaleado
psiquiatra de práctica privada, tenía su propia consulta de pacientes, y a tra- concepto de psicopatía. Parecía que ya estaba superado ese sinfín de sustan-
vés del estudio de muchos de ellos pudo ofrecernos estas descripciones de tivos obsoletos que venían arrastrándose desde antaño (manía sin deliro,
corte clínico que él consideró centrales de la esencia de la psicopatía. insania moral, locura de degenerados, criminal nato, delincuentes "socializa-
Es verdad que fue CLECKLEY quien, precisamente, insinuó que en la consul- dos", etc.), pero sólo lo parecía, y, por esta misma razón, el doctor HARE lo
ta de los clínicos rara vez se colaba algún psicópata. Sin embargo, a él pare- que hizo fue recoger los 16 criterios de CLECKLEY para pulirlos y reciclarlos,
ce que se le colaron muchos, y gracias a las observaciones tan detalladas y sometiéndolos a constantes comprobaciones empíricas. Fue de esta forma
rigurosas que realizó y estudió podemos hoy día estar hablando sobre esta como, finalmente, y tras más de diez años de intensas e incesantes investiga-
problemática social. Hay, sin embargo, un problema de fondo importante (al ciones científicas, el profesor HARE terminó por elaborar, en 1991, el PCL-R
menos para los que gustan intensamente de las estadísticas, y de ese tan recu- (Psychopathy Checklist-Revised _" Listado de Psicopatía Revisado"-), constitu-
rrido empirismo) en el que CLECKLEY, al igual que el padre del psicoanálisis yéndose en un instrumento de evaluación fiable y válido de la psicopatía en
. (SIGMUND FREUD), incurrió: nunca publicó ningún artículo científico de investi- diversas poblaciones.
gación (y sí varios de revisión) en el cual expusiera con datos sus observacio-
nes, tesis e hipótesis. Como era de esperar, fue precisamente a este "descui-
do" matemático al que se agarraron tanto los escépticos y detractores del
concepto de psicopatía como sus seguidores.

2.7. Robert D. Hare y los psicópatas puros


3. 1. Una herramienta útil para identificar psicópatas
Exceptuando a la APA y a su Comité de Expertos (que, en realidad, fue-
ron los auténticos detractores del incipiente concepto de psicopatía), los cri- En 1975, DAISY SCHALLlNG y ROBERT D. HARE recibieron fondos de la OTAN
terios delineados por primera vez y de forma clara por el doctor HERVEY M. (NATO en inglés) para organizar un Instituto de Estudio Avanzado (ASI:
CLECKLEY tuvieron una pronta y muy buena acogida. El problema residía Advanced Study Institute) de la psicopatía. Sostenido sobre un período de 10
ahora en que incluso muchos clínicos comenzaban a especular con la posibi- días en Les Arcs (Francia), este ASI generó muchos debates candentes pero
lidad de que hubiera psicópatas por todas partes, lo cual no hizo sino empe- pocas compenetraciones y poco consenso acerca de la naturaleza de la psi-
orar aún más la situación que desde hacía ya unos 200 años de historia copatía. Aunque, como admitió el mismo HARE en un muy recurrido artículo
venía arrastrando este viejo concepto, y no sólo a nivel etimológico (que es publicado en 1996, encontró la experiencia «frustrante», lo cierto es que «el
donde parece ser que se han ensimismado sobremanera los más nostálgicos ASI fue, de hecho, un microcosmos del mundo verdaderamente académico y
teóricos e historicistas procedentes de diversas disciplinas de estudio, de ahí clínico, un mundo que en 1975 produjo mucha especulación "de sillón" y
que -y con razón- el profesor SANMARTíN diga con sumo acierto --como bien mucho debate sin conocimientos, aunque muy poca investigación relativa-
lo ha establecido en el prólogo de este libro- que aún «seguimos inmersos en mente empírica, acerca de la naturaleza de la psicopatía».
discusiones bizantinas»). Los psicólogos, psiquiatras, sociólogos, antropólogos, criminólogos, etc.
(todos los que representaron al AS~, trabajaban desde una variedad de siste-

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46 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Retrato robot del psicópata 47

mas conceptuales y asuntos a tratar. Mientras que algunos lo hacían desde una 3.2. Las 20 características o rasgos exactos del psicópata
perspectiva ideológica o política¡ otros estaban más preocupados con teorías
de la personalidad o con la criminalidad y desviación social que con la psico- Permítanme empezar con un marco de referencia que me ayude a dar
patía. Este estado de cosas¡ con muchos asuntos llenos de recovecos¡ fue ade- sentido a lo que a menudo parece un comportamiento sin sentido:
cuadamente ilustrado por los contenidos de un libro editado por HARE y
Los psicópatas pueden ser descritos como depredadores de su propia especie
SCHAlLlNG en 1978 (Psychopathic Behaviour: Approaches to Research que utilizan el encanto, la manipulación, la intimidación y la violencia para con-
-l/Conducta Psicopática: Perspectivas para la Investigaciónl/-) y basado en los trolar a los demás y satisfacer sus propias necesidades egoístas. Faltos de concien-
actos del congreso. Aunque muchos de los capítulos de este texto tenían sólo cia y de sentimientos hacia los demás, toman con extraordinaria sangre fría lo que
una relación indirecta o tenue con la psicopatía¡ lo cierto es que supuso un gran les viene en gana y cuando lo desean, violando las normas y expectativas socia-
avance en la comprensión de este controvertido concepto y problema social. les sin el menor sentimiento de culpa ni remordimiento alguno.

La situación es bastante diferente actualmente. DAVID J. COOKE¡ ADEllE E. Esta cita magistral pertenece a un artículo muy recurrido que en 1996 publi-
FORTH¡ JOSEPH P. NEWMAN y ROBERT D. HARE dirigieron otro ASI sobre la psico- có el doctor ROBERT D. HARE en la pretsigiosa revista Criminal Justice and Behavior
patía en Alvor (PortugalL en diciembre de 1995¡ el 20 aniversario de su pri- (IIJusticia y Conducta Criminan. En esta cita se describe la esencia misma de la
mer ASI. Esta vez no hubo escasez de investigadores internacionales capa- psicopatía¡ recogiendo casi todas sus características definitorias y¡ lo más impor-
ces y dispuestos a discutir sobre la psicopatía y sus implicaciones para la tante¡ sin mencionar en absoluto los términos IIcriminalidad ll o IIdelincuencia ll • Sin
sociedad¡ tal como lo pusieron de manifiesto sus autores¡ que fueron el embargo¡ la realidad es mucho más compleja. Aquí¡ en esta cita¡ el profesor
Comité Organizador y que posteriormente también editaron las distintas HARE describe y perfila a un tipo de persona que reúne una serie de rasgos o
ponencias (35 en total) de cada experto en dos formatos: en 1996 los características que bien usted mismo pudiera ya haber identificado o asociado a
Abstracts o Resúmenes del ASI de Alvor¡ bajo el sello de la British alguien de su alrededor o a alguien que conoce¡ e incluso¡ quizá¡ a usted mismo.
Psychological Society¡ y en 1998 un libro titulado Psychopathy: Theory, No obstante¡ de nuevo¡ la realidad es mucho más compleja.
Research, and Implications for Society (l/Psicopatía: Teoría, Investigación e
Desde que en 1999 se celebrara en Valencia la IV Reunión Internacional
Implicaciones para la Sociedadl/).
de Psicópatas y Asesinos en Serie¡ en el transcurso de mis investigaciones y
Sea como fuere¡ lo más importante es que este nuevo ASI de 1995¡ cele- revisiones sobre la literatura de la delincuencia violenta y la psicopatía me he
brado en Portugal¡ supuso¡ entre otras cosas¡ el hecho de potenciar el uso de percatado de que cuanto más defines un concepto, mucho más lo limitas.
una herramienta útil de evaluación de la psicopatía que¡ ya desde 1980¡ Quizás más que ningún otro¡ al concepto de I/psicopatíal/ también es preci-
HARE y sus colaboradores venían desarrollando con fines de investigación¡ so acotarlo o delimitarlo a una serie de rasgos o características concretas y
una herramienta¡ el PCL-R¡ que en 1991 cristalizó para su uso internacional específicas¡ aun a riesgo de caer en esa IIlimitación ll que inevitablemente
hasta nuestros días. Es precisamente este instrumento de evaluación de la psi- conlleva toda acotación terminológica.
copatía el que contiene los 20 rasgos o características esenciales que
Aunque en la Segunda Parte de este libro nos detendremos a definir deta-
definen al psicópata.
lladamente buena parte del perfil del psicópata¡ en el siguiente Cuadro 3
exponemos el listado concreto de las 20 características esenciales de la psi-
copatía. Nótese que los hemos separado en función de las dos dimensio-
nes o factores principales en que se subdivide la psicopatía¡ dejando
fuera de estos dos factores aquellos rasgos que no parecen encajar ni en uno
ni en otro.

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CUADRO 3. los 20 rasgos ° caracterí.ticas . . . .ia..s definitorias extiende mucho más allá del complejo submundo delincuencial. Para cada
de lo psicopofÍCl según HMI (J99I, 2003) tipo de población concreta y edades se han elaborado específicos instrumen-
tos de evaluación que no son más que derivados del original de 1991.
Con el fin de facilitar una compresión global del significado más profun-
do de cada una de estas 20 características del psicópata, en el Cuadro 4 las
delimitamos descriptiva mente.

CUADRO 4. Descripción de los 20 rasgos de la psicopatía


según HARE (1991, 2003)

Este rasgo describe a una persona locuaz, voluble, con facilidad verbal (con
mucha labia), que destila rasgos de, seducción insincera y superficial. Es frecuente-
mente divertido y un conversador entretenido, está siempre dispuesto para saltar con
una rápida e inteligente respuesta, y es capaz de narrar increíbles pero convincen-
tes historias que le colocan en un buen lugar.
Se trata de un sujeto que logra presentarse a sí mismo muy bien y puede ser com-
pletamente falso. No obstante, generalmente parece muy adulador y cortés y puede
ser enteramente creíble. Se presenta como teniendo conocimientos de muchas áreas
(Psicología, Filosofía, Derecho, Medicina, Historia, etc.) y puede casualmente utili-
zar términos técnicos y jergas que, efectivamente, impresionan bastante a la mayo-
ría de la gente. Sin embargo, un detenido análisis revelará que sólo tiene conoci-
FUENTE: Elaboración propia a partir de: HARE, R. D. (2003). The Hare Psychopathy Checklist- mientos superficiales, que todo lo que habla es "de parrafada" y que es una perso-
Revised (Manual) (2º Edición). Toronto, Ontario (Canadá): Multi-Health Systems. na, en definitiva, pseudo-intelectual.

Esos 20 rasgos son los que definen actualmente a la psicopatía. Aunque


en 1991 solamente se operacionalizó con muestras de varones encarcela- Se trata de una persona con una visión vulgarmente inflada de sus habilidades
y autovalía. Normalmente se muestra muy seguro de sí mismo, obstinado y fanfarrón
dos, recientemente, en 2003, también ha probado ser un concepto válido en
durante la entrevista o conversaciones, comportándose como si estuviera delante de
la población femenina, incluyendo, esta vez, datos sobre muieres encarcela-
una cámara. No se considera a sí mismo como un fracasado o proscrito social, no
das. Esta escala de evaluación de la psicopatía se creó, en primera instan- está molesto, o sensible, por su situación actual. Está plenamente convencido de que
cia, entre 1980 y 1985, para medir los rasgos psicopáticos dentro la las circunstancias presentes son el resultado de la mala suerte, de amigos y parejas
población penitenciaria (delincuentes). Sin embargo, con el tiempo, la infieles (dirán, por ejemplo, "La vida me ha tratado fatal", "¿Qué he hecho yo para
necesidad y los nuevos cambios sociales, así como el prolífico y sucesivo merecer esto?", "El infierno son los demás", etc.) o de un sistema de justicia crimi-
cuerpo de investigaciones científicas, todo ello ha provocado que la investi- nal injusto e incompetente.
En el caso de ser un delincuente, puede también verse a sí mismo como la víctima
gación más reciente sobre la psicopatía haya tenido que derivar este instru-
real del crimen, ya que ha sido forzado a permanecer durante un tiempo en prisión.
mento tanto a la población forense (pacientes psiquiátricos) como a la
población civil (nosotros), ya que se ha comprobado que la psicopatía se

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No ve su 'futuro como afectado negativamente por su contacto con la justicia y, de


hecho, puede expresar una intención de ejercer una profesión de estatus.
Frecuentemente expresa la visión de que sus habilidades mostradas en tiempos ante- Con ello se describe a un individuo para el cual la mentira y el engaño constitu-
riores no tienen valor, que carecen de importancia, y que es capaz de hacer mucho yen una parte integral de sus interacciones con los otros. Sus aclaraciones contunden-
más de lo que ha logrado hasta el momento presente; esta actitud es inconsistente tes, excusas y promesas son usualmente inconsistentes con su conducta actual. Su faci-
con sus acoplamientos pasados, porque no ha ejercido concienzuda o exitosamen- lidad para mentir y el aparente desenfado con que lo sobrelleva (incluso con gente
te cualquier ocupación aceptable socialmente u obtenido metas profesionales real- que le conoce muy bien) puede ser bastante remarcable. Como resultado, aquellos
mente visibles, lo cual casa perfectamente con su estilo de vida parásito con el que que entran en contacto con él son alternativamente confiados y decepcionados.
se conduce en su vida, trabajando en algunos períodos para obtener algún dinero El psicópata es capaz de fabricar elaboradas relaciones de su pasado incluso
que cubra sus caprichos y necesidades inmediatas, o bien "sangrando" económica- aunque conozca que su historia puede fácilmente ser revisada. Cuando se le atrapa
mente a los demás. en una mentira o cuando es desafiado con la verdad, raramente se queda perplejo
Su egocentrismo es descomunal: algunos sujetos lo hacen notar más que otros, o abochornado; puede simplemente cambiar su historia o intentar reconstruir los
pero siempre sus conductas y expresiones destilan ese cierto aire de "superioridad", hechos de modo que parezca ser consistente con lo que ha dicho.
de pensarse más listos que los demás, ya que éstos, a su juicio, son el ombligo del Además, incluso después de romper repetidamente sus promesas y compromisos
mundo a su lado. Es precisamente su ego inflado y exagerado lo que hace que vea con alguien, todavía encuentra fácil construir otros sobre su "palabra de honor", y este
erróneamente sus propias habilidades como remarcadas. patrón lo va a repetir en todas aquellas relaciones que trate de comenzar. Todo está,
como puede comprobarse, estrechamente relacionado: se aburren, seducen, mienten,
se estimulan y regustan, degradan y vejan a los demás, y vuelta a empezar.

Con este rasgo se describe a un individuo que demuestra una necesidad cróni-
ca y excesiva por la estimulación nueva y excitante, y una inusual propensión al abu-
rrimiento. Expresará usualmente un fuerte interés por aprovechar las oportunidades,
Aunque es similar en algunos aspectos con el rasgo "Mentira Patológica", éste
"vivir la vida en el camino rápido" o "al límite", estando "donde está la acción", y
es más concreto con el uso del engaño y la decepción, trampear, defraudar o mani-
haciendo aquello que es excitante, arriesgado o un reto. Aunque algunos psicópa-
pular a los demás. El uso de proyectos o manipulaciones motivadas por un deseo de
tas pueden probar y utilizar muchos tipos de drogas, prefieren usualmente, en el
ganancias personales (dinero, sexo, estatus, poder, etc.) y realizarlos sin valorar sus
caso de que lo hagan, aquellas con un efecto estimulante. Otros, sin embargo, pre-
efectos sobre la víctima garantiza una puntuación de 2 (la máxima) en este rasgo o
fieren montar espectáculos a los demás para subir su arrastrado nivel de estimula-
característica psicopática.
ción: les pone "montar pollos" al cien por cien; les hace sentirse vivos.
Algunas de estas operaciones están muy elaboradas y estructuradas, mientras
Frecuentemente es incapaz o reacio a tolerar las actividades rutinarias o mante-
que otras son bastantes simples; en cada caso, el individuo despliega un considera-
ner la atención sobre aquello que no tiene un interés inherente para él. Describirá
ble grado de frialdad, auto-seguridad y autocontrol, aunque bien es cierto que, al
usualmente el colegio, muchos trabajos y muchas actividades ordinarias como abu-
menos al principio, se nos pueda presentar como la víctima de la situación, como
rridas y tediosas. Puede comentar que se ha sentido picado, que necesita estar en
"el pobrecito" (la "mosquita-muerta" que estudiaremos en el Capítulo 3) a quien le
el ojo del huracán y que no puede imaginarse trabajando en el mismo trabajo
ha ido muy mal en la vida y sólo necesita un poquito de comprensión y cariño.
durante mucho tiempo ni permaneciendo en un lugar concreto de manera estable.
Todas estas tretas psicológicas (dar pena/lástima, darse un auto-bombo exage-
En este sentido, frecuentemente rechazará intentar, o pronto abandonará, una
rado, etc.) forman parte de su ciclo persuasivo y manipulador que, posteriormente,
tarea que encuentre rutinaria, monótona o no interesante, y se marchará sin más
pasará a una dura e insoportable fase de control acérrimo de la situación y de la
explicaciones que las que hayan propiciado su propia impulsividad e impaciencia
persona a quien esté victimizando, hasta que, de nuevo, se aburra, se marche y vuel-
para demorar la gratificación y/o sobrellevar "el temporal". Son como "nómadas
ta a empezar. En el engaño del psicópata, su tipo de mentira (de carácter patológi-
emocionales" en los que su sentido de estabilidad es nulo porque, precisamente,
ca) juega un papel muy importante, ya que, unido a su labia superficial, le provee-
depende de su impulsividad, de los "prontos" que a cada momento le vayan dando
rá del lenguaje necesario para seguir manipulando y controlando a los demás.
en la cabeza.

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52 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Retrato robot del psicópata 53

Por más que el psicópata sepa fingir o imitar algunos sentimientos genuinamente
Describe o uno persono que muestro uno falto general de interés por los conse- humanos, lo cierto es que frecuentemente será incapaz de describir la subjetividad
cuencias de sus actos y que no ofrece demostraciones convincentes de culpabilidad (connotaciones) de distintos estados afectivos, y si lo hace será "de parrafada", "de
y remordimiento por su conducto o los efectos' que ésto tiene sobre los demás. Por guión", pues, como ya establecieran JOHNS y QUAY, el psicópata «se sabe la letra,
un lodo, puede ser completamente directo sobre la cuestión, casualmente declaran- pero no la música» (saben lo que tienen que decir, pero no lo sienten en absoluto).
do (sin emoción) que no se siente culpable, que no está arrepentido por lo que ha
hecho y que no existe ninguna rozón por lo que debería estar interesado en los
hechos actuales: "La culpo siempre la tienen los demás", dirá. Por otro lado, tam-
bién puede verbalizar algo de culpa, pero sus acciones no confirman sus palabras. Describe a un individuo que consistentemente muestra una insensibilidad, que
Lo ausencia de culpabilidad es evidente por el fracaso en la apreciación de la gra- prescinde de los sentimientos, los derechos y la felicidad de los demás. Su falta de
vedad de sus hechos (por ejemplo, sintiendo que su condeno es demasiado severo empatía es profunda (parece completamente incapaz de ponerse a sí mismo en el
o que fue juzgado injustamente, o que los demás le han "traicionado ... ") o por argu- lugar -en la piel- de otra persona -en un sentido emocional- y de imaginar lo que
mentar que sus víctimas, otros, lo sociedad o las circunstancias fueron los verdade- otros sienten), con el resultado de que es capaz de manipular y utilizar a los demás
ros culpables cuando, en codo caso, los hechos claramente indican otra coso. como si fueran meros objetos (cosificación). Si consigue apreciar que sus acciones
El psicópata está también mucho más interesado por los efectos que sus críme- causan dolor, angustia y desazón en otros, será una apreciación meramente abstrac-
nes y/o actos antisociales tienen poro sí mismo, más que por lo experiencia de sufri- ta e intelectual, más que afectiva.
miento de sus víctimas o el daño que ha causado o lo sociedad. Por ejemplo, no es Es egoísta y sólo le interesa ser el "Número 1". Es completamente indiferente ante
nodo roro que culpe 01 sistema de justicia criminal o a los medios de dañar su repu- los sentimientos de los demás y el efecto que su conducta ha tenido sobre ellos. No
tación y por impedirle el desarrollo de su "potencial". En el caso de los psicópatas tiene escrúpulos en burlarse de aquellos que han experimentado infortunio o sufren
no delincuentes, la culpa, según ellos, es de sus familiares, de algún amor frustrado, una minusvalía mental o física. Su desprecio y falta de interés por los demás puede
de la incompetencia de la sociedad en general, de algún arrendador malvado que conducirle a describirse a sí mismo como un "solitario elector". Es algo así como que
quiere cobrarle excesos por desahucio, de algún profesor que le tiene "manía", de si tú estás mal, él/ella estará bien.
sus jefes que son unos ineptos, etc. En suma, que la culpa de que estas personas
actúen de esta forma siempre es de todos los demás, y nuca de ellas mismas.

Se trata de un individuo para el cual la dependencia económica de otros es una


Se trata de una persona que se muestra incapaz de expresar emociones inten- parte intencional de su estilo de vida. Es capaz de no realizar esfuerzos para obte-
sas. Sus despliegues emocionales generalmente dejan a los observadores atentos ner empleo remunerado o realizará empleos fiscalmente no declarados; continua-
con la impresión de que está actuando y que poca de la real significación está deba- mente confía en el bienestar de la familia, conocidos o amigos, o en el subsidio
jo de la superficie. Sus estados afectivos son dramáticos, superficiales, de breve por desempleo.
duración y despreciables, más que profundamente sentidos y maduros. Obtiene lo que quiere sangrando parásitamente a otros, frecuentemente apare-
Como CLECKLEY manifestó, «la vejación, el rencor, los flashes rápidos y lábiles de ciendo como desvalido y necesitado de simpatía y apoyo, utilizando amenazas y
cuasi-afección, el resentimiento malhumorado, los humores superficiales de autocom- coerción o explotando la debilidad de sus víctimas. Su utilización de los demás a lo
pasión, actitudes infantiles de vanidad y posturas absurdas y teatrales de indignación largo de su vida no es simplemente el resultado de circunstancias temporales que le
son todos los sentimientos incluidos en su escala emocional». Pero su repertorio emo- impiden trabajar o subsistir por sí mismo. Al contrario, refleja un patrón persistente
cional no incluye «madurez, ira sincera, indignación verdadera o consistente, hones- de conducta en el cual los demás son utilizados como apoyo egoísta y proveedores
tidad, dolor sólido, orgullo sostenible, alegría profunda y desesperación genuina ... ». de sus necesidades, sin valorar el coste económico y emocional para ellos.

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Este rasgos está muy relacionado con los de "Propensión al aburrimiento / Este rasgo nos informa sobre un individuo que tuvo o pudo tener problemas de
Necesidad de estimulación", "Impulsividad" e "Irresponsabilidad", pero tiene su pro- conducta serios antes de los 12 años. Estos problemas incluyen mentiras persisten-
pia idiosincrasia. Esta característica, en concreto, describe un individuo que tiene tes, trampas, hurtos, robos, incendios, fugas del hogar, problemas en las activida-
unos inadecuados y paupérrimos controles comporta mentales y emocionales. El suje- des escolares, abuso de sustancias (incluyendo el alcohol, el hachís y la cola), van-
to, según este rasgo, puede ser descrito como una persona de mal genio o colérica
dalismo, violencia (agresión a su grupo de iguales y divertirse maltratando anima-
(casi siempre con "cara de perro", enervada) y puede tender a responder a la frus-
les), fanfarronería y actividades sexuales precoces.
tración, fracaso, disciplina o crítica con conductas violentas, vejaciones y humillacio-
Hay que tener en cuenta que todas estas conductas, en caso de que las desple-
nes, o con amenazas y abusos verbales. Muestra una tendencia a sentirse fácilmen-
gara, son más serias que aquellas exhibidas por la mayoría de los niños que pre-
te ofendido (todo le parece mal y/o discutible) y a enfurecerse por trivialidades
(hasta por las cosas más absurdas e inimaginables). sentan comportamientos disruptivos. los psicólogos infantiles denominan a estas con-
A los ojos de los demás, su repentina ira parecerá inapropiada y descompensada ductas antisociales como trastornos de conducta, y frecuentemente culminan con la
o exagerada, sobre todo dado el contexto en que ocurre. Estas conductas son frecuen- expulsión de la escuela, con contactos o problemas con la policía y/o con los servi-
temente breves (por ejemplo, "montar pollos, circos o espectáculos" de lo más absur- cios sociales y de menores, etc.
do e infantiles, como si fueran -pero sin serlo- personas histéricas), y puede rápida- Aunque no es un ítem estrictamente necesario para el caso de la mayoría de los
mente actuar como si nada fuera de lo normal hubiera ocurrido (posteriormente dirán, psicópatas integrados o no delincuentes, tampoco es aconsejable pasarlo desaperci-
falsamente, que lo sienten, que no era para tanto, que se les ha ido la cabeza, que bido, sobre todo de cara a poder aceptar o descartar un posible diagnóstico diferen-
se les ha ido de las manos, que todos los humanos cometemos errores, etc.). cial con respecto a simples o serias conductas antisociales y/o delictivas pasajeras.
los controles conductuales del psicópata sólo se muestran "fuertes" cuando, por
su tenacidad y sagacidad, pretenden obtener cualquier tipo de beneficio (por ejem-
plo: económico, una cierta compañía emocional de corte superficial, temporal y sin
mayores ataduras, un intercambio sexual superfluo y banal sin lazos afectivos, etc.).
Normalmente, estos controles comportamentales no son fuertes cuando se trata de El psicópata es un individuo que ha demostrado una inhabilidad o repugnancia
ejercitarlos en situaciones triviales, tediosas y/o convencionales de la vida cotidia- para formular y cumplir de forma realista planes o metas a largo plazo. Tiende a
na, los cuales, además, pueden parecer estar debilitados por el consumo de alcohol vivir el día a día y a cambiar sus planes frecuente y constantemente. No se plantea
y/o por ese histerismo infantiloide del que hablábamos.
pensamientos ni proyectos serios de futuro, ni tampoco se preocupa mucho por ello,
y si lo hace será para regalarle los oídos a los demás y para demostrarles que ellos
valen mucho (en realidad, simplemente se trata de una forma sutil de que los dejen
en paz -no toleran las criticas ni las frustraciones-).
Aquí se describe a un individuo sexualmente activo, en el cual sus relaciones con
Raramente se muestra molesto por saber lo poco que ha hecho con su vida y que
los demás son impersonales, frías, desinteresadas, esporádicas y casuales, triviales
no está yendo a ninguna parte. Puede decir que no está interesado en tener un traba-
e indiscriminadas, sin reparar con quién, por qué, cómo, dónde y cuándo. Aunque
no es un rasgo psicopático estrictamente definitorio y esencial para el diagnóstico jo seguro o que realmente no ha pensado mucho en ello. Alternativamente, puede
de psicopatía, conviene no pasarlo por alto, pues es parte de su estilo de vida pará- expresar que confía en convertirse en abogado, escritor, neurocirujano, trabajador
sito, asocial y/o antisocial. social, psicólogo, piloto de aerolíneas, etc., y todo esto a pesar de que incluso pueda
Su promiscuidad puede estar reflejada en frecuentes relaciones casuales (por tener un registro criminal (antecedentes) y haya mostrado siempre un bajo interés por
ejemplo, "de una noche", "un desliz", "un descuido", etc.), una selección indiscrimi- la educación formal y no pueda describir cómo planea lograr todas esas metas.
nada de compañeros sexuales, un mantenimiento de varias relaciones sexuales al Tiene dificultad para lograr empleo y puede mantener una existencia nómada
mismo tiempo, frecuentes infidelidades, prostitución o disposición a participar en con sólo planes y metas a corto plazo. Frecuentemente habla de conseguir bastante
una amplia variedad de actividades sexuales (muchas de las cuales comportan evi- dinero, pero no tiene planes específicos y realistas para hacerlo: siempre parece
dentes muestras de desviación o preferencia por concretas parafilias -desviaciones haber un "pero" que justifique de alguna manera todos esos logros de los que pre-
sexuales, como sadomasoquismo, fetichismo, etc.-). sume y que no tiene realmente.

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Se trota de uno persono que habitualmente falta 01 cumplimiento de sus obliga- En el caso de los psicópatas criminales/delincuentes, este rasgo describe un indi-
ciones y acuerdos con los demás. lógicamente, este rasgo está estrechamente en viduo que ha cometido delitos graves antes de los 17 años, resultando en un con-
relación con el anterior (la impulsividad). Se trata, pues, de una persona que tiene tacto formal con el sistema de justicia criminal (acusaciones o delitos, aunque no
un pequeño, o no tiene en absoluto, sentido de la responsabilidad ni de la lealtad necesariamente encarcelamiento).
hacia la familia, los amigos, sus superiores laborales (a los que incluso puede llegar Ejemplos de delitos graves son: asesinato, intento de asesinato, homicidio inten-
a insultar y hablar muy mal de ellos), la sociedad, las ideas u opiniones ajenas, o cionado, violación, agresión causando daños corporales, robo, robo de coches,
las causas de lo que le sucede. Su irresponsabilidad se hace evidente en una gran delitos de conducción graves (por ejemplo, conducción temeraria, darse a la fuga
variedad de áreas, incluyendo, por resumir, las siguientes: tras un atropello, etc.), robos de más de 180 €, secuestro, incendio intencionado,
- transacciones financieras fraudulentas o anómalas (dificultades en la evaluación fraude y tráfico de drogas. los delitos menores o menos graves incluyen la posesión
de créditos, negligencia en los préstamos, fracaso en la descarga de deudas, etc.); de drogas, robos de menos de 180 €, posesión de artículos robados, agresión, tra-
- conductas que sitúan a otros en riesgo (conducir borracho, exceso de velocidad, etc.); vesuras, alborotos callejeros.
- conducta laboral inapropiado (absentismo, actuación chapucera o descuidada no
atribuible a falta de habilidad, etc.);
- relaciones comerciales interesadas y antisociales (violación de acuerdos contrac-
tuales, falta de respeto por las leyes, etc.);
- conducta perniciosa hacia familiares y amigos (causándoles innecesarias penu- En el caso de los psicópatas delincuentes, este rasgo caracteriza a una persona
rias, poniéndolos en peligro, disminuyendo o fracasando en proporcionar apoyo que tiene revocada por las autoridades una libertad condicional mayor o condena
financiero para los padres, la esposa o los hijos, etc.). o que ha fracasado en el cumplimiento de las condiciones de probation bajo fian-
za. Un fallo grave de libertad condicional incluye la revocación de la libertad tem-
poral, parole y otros formas de libertad supervisada antes de finalizar la condena
de la sentencia.
También estrechamente vinculado al anterior, este rasgo caracteriza a un indivi- las razones por las que se produce la revocación pueden ser el fracaso en el
duo que es incapaz o renuente a la hora de aceptar la responsabilidad personal de cumplimiento de las condiciones impuestas por los tribunales u otras autoridades
sus propias acciones. Usualmente tiene alguna excusa para su conducta, tal como legales, o la comisión de nuevos delitos o de delitos ya cometidos antes (lo que lla-
la justificación y/o racionalización o situar la culpa en los demás (sociedad, fami- mamos reincidencia; la reincidencia no es la comisión de nuevos delitos, sino la de
lia, cómplices, víctimas, el sistema judicial, etc.). los mismos delitos previos).
Con tal de no asumir ni siquiera la parte de culpa que les pertenece, es muy fre- los fracasos menores en la satisfacción de las obligaciones legales o judiciales
cuente que expresen frases auto-justificadoras o auto-exculpatorias tales como las incluyen: violación de los términos de una libertad condicional que no resulte en una
siguientes: "la cosa se me ha ido de las manos", "No era mi intención", "No pen- revocación formal, ruptura de la propia obligación, faltar a la comparecencia e ile-
saba que la cosa fuera a llegar a estos extremos", "lo he hecho porque te quiero", galidad en libertad. Estos hechos reciben una puntuación menor que las revocacio-
etc. Después de toda esta representación teatral y fingida de pesar/malestar por sus nes de una libertad condicional mayor (ver el siguiente ítem). Este ítem no se puntúa
conductas, es casi habitual que posteriormente, de nuevo, vuelvan a presentar nue- en los individuos que nunca han disfrutado de libertad condicional, bajo fianza o
vos y más absurdos proyectos que en nada coinciden con los execrables y patéticos una orden judicial.
comportamientos que ya han exhibido antes sin ningún tipo de escrúpulos ni pudor.

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Esta vez, el nuevo instrumento ya no sólo servía como un indicador que


podría apuntar a una posible psicopatía aplicado en contextos correccio-
De nuevo, en el coso concreto de los psicópatas delincuentes, esto característico nales o penitenciarios, sino también como un instrumento concreto y
describe a un individuo con una carrera criminal/delictiva que incluye acusaciones
específico de evaluación de la psicopatía en contextos clínicos y foren-
o condenas por distintos tipos (versatilidad) de delitos. Aunque no son exhaustivas,
las siguientes categorías son útiles a la hora de puntuar el ítem:
ses (con pacientes psiquiátricos) yen contextos civiles (para la selección
1. Hurto, robo en locales, robo con armas, robo con violencia, extorsión. de personal y en estudios de la comunidad social de personas no delincuen-
2. Delitos relacionados con la droga (posesión y tráfico). tes). Así, pues, la nueva escala de psicopatía es una versión reducida a 12
3. Agresión, agresión causando lesiones corporales, etc. rasgos de los 20 originales. En el Cuadro 5 listamos esos 12 rasgos psicopá-
4. Asesinato, intento de asesinato, homicidio intencionado, delitos sexuales. ticos transformados.
5. Posesión de armas o explosivos, incendio intencionado.
6. Negligencia criminal, incluidos delitos de seguridad vial (conducción temeraria,
atropello y fuga). CUADRO 5. Los J2 rasgos de 'a psicopatía no crimina'
7. Fraude fiscal, falsificación de documentos, timo/estafa, desahucio, usurpación según HART, Cox y HARE (J995)
de personalidad.
8. Fuga, ilegalidad en libertad, saltarse la fianza, faltar a la confesión.
9. Secuestro, detención ilegal, retención por la fuerza, secuestro de vehículo.
10. Obstrucción a la justicia, perjurio.
11 . Crímenes contra el estado, incluyendo traición, espionaje, contrabando y eva-
sión de impuestos.
12. Delitos menores mezclados, incluyendo: vandalismo, causar disturbios, daños,
destrozos intencionados y delitos de seguridad vial leves (por ejemplo, conducir
con la licencia suspendida).

FUENTE: Elaboración propia a partir de: HARE, R. D. (2003). The Hare Psychopathy Checklist-
Revised (Manual) (2º Edición). Toronto, Ontario (Canadá): Multi-Health Systems.
FUENTE: Elaboración propia a partir de: HART, S. D., Cox, D. N. y HARE, R. D. (1995). The
Hare Psychopathy Ckecklist: Screening Version (PCL: SV). Toronto, Ontario (Canadá): Multi-
Health Systems.
Este extenso análisis sobre los rasgos psicopáticos es, a la vez, muy
importante y necesario para los objetivos de este libro, ya que esas 20 carac-
terísticas de la psicopatía son las que actualmente definen el moderno con- Todos estos rasgos de personalidad, emociones y conductas de
cepto de psicopatía, integrando tanto a la psicopatía criminal como la psicopatía se dan, de manera omnipresente, tanto en los psicópatas cri-
a la psicopatía no criminal. Respecto a esta última, simplemente obvian- minales como en los psicópatas no criminales o integrados (en estos
do algunos rasgos que comportan conductas delictivas se terminaría crean- últimos sin la presencia de las conductas delictivas). La importancia de esta
do, en 1995, un instrumento de evaluación de la psicopatía no criminal o etiqueta diagnóstica nunca fue baladí; de hecho, llegó a alcanzar tremenda
integrada derivado del original de 1991 y elaborado por los doctores repercusión en conflictos bélicos tan despiadados y sanguinarios como la 11
STEPHEN D. HART, DAVID N. Cox Y ROBERT D. HARE con muestras de psicópatas Guerra Mundial, donde, paradójicamente, se intentaba reclutar, por un lado,
no necesariamente delincuentes. a sujetos con la cabeza bien sentada y, por otro, a sujetos camicaces que fue-

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ran capaces de sentir el menor miedo posible y no mostraran ningún reparo CASO DE ESTUDIO 1
en portar y usar armas de manera indiscriminada. DONALD S.: UNA HISTORIA CÚNICO-FORENSE DE PSICOPATíA
Es evidente, en suma, que el uso de esta categoría diagnóstica tiene sus
repercusiones en muchos campos de estudios y aplicación. Por este motivo,
no es casualidad que los profesionales que estudian la psicopatía recalquen
la prudencia, y con razón, del uso profesional y no indiscriminado de esta
etiqueta diagnóstica, ya que los fines para los cuales puede ser empleada
podrían ser tan variados como las pretensiones de quienes la usen.

Además de este poco halagüeño retrato robot del psicópata, tam-


bién hay que sumar el hecho de que la psicopatía siempre ha tenido muy
mala prensa: ha venido siendo una categoría diagnóstica "papelera" o cajón
de sastre donde "todo cabe", una categoría en la que las constantes ambi-
güedades y confusiones respecto a sus características definitorias, su etiolo-
gía y su tratamiento siguen siendo especialmente frecuentes y notorias, obs-
taculizando así, en cierta manera, el avance del conocimiento científico. Es
por ello que antes decíamos que, desde antaño, muchos clínicos que no podí-
an tratar a sus pacientes los calificaban, simplemente, de "psicópatas".
La siguiente historia clínico-forense sobre Donald S. (un antiguo paciente
del doctor HARE) nos ayudará a comprender algunas de esas 20 característi-
cas esenciales que componen el retrato robot del psicópata. Asimismo, este
caso también nos proprociona una idea de cómo un psicópata integrado
llega a convertirse, progresivamente, en un psicópata criminal.
Adviértase que Donald S., como cualquier otro individuo, antes que nada fue
una persona "de andar por casa", relativamente integrada en la sociedad.

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FUENTE: Elaboración propia a partir de: HARE, R. D. (1970). Psychopathy: Theory and re-
search. New York, NY: John Wiley & Sonso

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Esta historia clínico-forense ha sido tomada del primer libro sobre la psi- Pero no adelantemos acontecimientos, ya que antes tendremos que parar-
copatía que escribió el doctor HARE, hace ya 40 años, en 1970. Se trata de nos a desvelar cómo son las personas psicópatas: ¿son sólo hombres, o
un caso real que el autor extrajo de sus propios archivos personales. Puede también hay mujeres psicópatas?; ¿son sólo personas adultas, o también exis-
que la historia de Donald S. sólo sea un caso individual y particular más de ten psicópatas en la niñez, en la adolescencia y en la juventud? Aunque
entre tantos otros que existen en la actualidad. Pero, aunque sólo sea así, podría intuirse que estas cuestiones se responden a sí mismas, será necesa-
aunque sólo refleje una conducta individual, este caso nos ilustra sobre algu- rio aportar una serie de matices adicionales que nos ayudarán a comprender
nas de las características clínico-forenses de la psicopatía tal y como la enten- estas inquietudes sociales y las diversas implicaciones que comporta la eti-
demos hoy. queta de "psicópata". Antes de pasar a ello, vamos a cerrar el presente capí-
Sin embargo, llegados a este punto, hay que ser preciso y no faltar a la tulo con una serie de reflexiones.
verdad: no todos los casos de psicopatía son casos "de libro", así como
tampoco es cierto que todas las personas que cumplan o reúnan algunos ras-
gos psicopáticos son como Donald S. De acuerdo con el doctor HARE, la
puntuación de corte que debe obtenerse en su escala de psicopatía para
diagnosticar de psicópata a un concreto sujeto evaluado tiene que ser de
al menos 30 puntos, y dicha escala contempla una puntuación máxima de la existencia de dos tradiciones o perspectivas clásicas de la psicopatía,
hasta 40. De esta guisa, esos 20 rasgos que definen al psicópata no son más así como el hecho de que cada una se centre en universos de discurso dife-
que un listado de características psicopáticas que, para su correcto diagnós- rentes, ha conducido a un sinfín de polémicas sobre la naturaleza del
tico, es imprescindible realizar un concienzudo estudio, mucho más global, diagnóstico. Tal es la amplitud de estas polémicas que algunos autores han
que abarque, sin duda, prácticamente todo su ciclo vital, y no concretas pun- llegado a cuestionar que la psicopatía constituya un concepto unitario, y se
tualizaciones o experiencias aisladas. inclinan más bien por considerar que los usos europeo y norteamericano
A pesar de las sugerencias profesionales, parece ser práctica común el designan dos conceptos diferentes.
hecho de que mucha gente se aventura rápidamente a conjeturar libremente En primer lugar, y como ya señalaron WllllAM McCoRD y JOAN McCoRD
ya plantearse cuestiones como las siguientes: " ¡Vaya ! Pues leyendo la histo- en 1964, la principal fuente de confusión en esta área de investigación se
ria del tal Donald S., lo cierto es que yo tengo una hermana que cumple algu- deriva de equiparar "psicopático" y "antisocial". A pesar de haber-
nos de esos rasgos psicopáticos"; "¡Madre mía, pero si mi amigo Juan es cla- se demostrado que no todos los delincuentes reincidentes y/o violentos exhi-
vadito al perfil del psicópata, cumple casi todos esos rasgos!", etc. ben características de personalidad psicopática y de que hay psicópatas que
Ante todo, quiero subrayar que el hecho de haber expuesto y descrito los nunca llegan a entrar en contacto con el sistema de justicia, todavía hoy,
20 rasgos esenciales que definen a la psicopatía únicamente tiene un propó- incomprensiblemente, se establecen como criterios de identificación casi
sito para el resto de estas páginas: conocer dichas características específicas exclusivos del diagnóstico de psicopatía la persistencia y peligrosidad de la
debe servir para aprender a diferenciar entre el moderno constructo de psi- conducta antisocial.
copatía y los diferentes y múltiples términos que se han venido empleando El peso de la tradición americana en el conjunto de la investigación ha
erróneamente y de manera intercambiable, como si fueran sinónimos. El reco- contribuido a que el sentido literal del término, que ponía el énfasis en la
rrido histórico-terminológico que hemos realizado en otro apartado pone de anormalidad o el trastorno psicológico, se haya transformado de tal forma
manifiesto la necesidad de conocer este listado de rasgos para no caer en que gran parte de las definiciones actuales se limitan a describir los síntomas
confusiones sobre qué es un psicópata. de esta anomalía de la personalidad.

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66 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Retrato robot del psicópata 67

Todas estas fuentes de confusión que emanan del diagnóstico de per- conducta antisocial crónica y persistente. Este punto de vista es el que sub-
sonalidad psicopática han determinado que algunos autores lo conside- yace en los conceptos de sociopatía y TAP, identificados por el DSM-III. La
ren como una categoría "papelera" o ca;ón de sastre en la que entra cual- otra, que recoge la tradición europea y asume que la psicopatía es una
quier individuo antisocial para el que no se encuentra otra clasificación psi- desviación de la personalidad, se refleja en la CIE-10, donde el TDP se
quiátrica o psicológica más adecuada. De esta manera, no faltan quienes define exclusivamente en función de rasgos de personalidad.
denuncian que el término psicópata no es, a pesar del amplio volumen de 2. Las aproximaciones más actuales, representadas por el trabajo del doc-
investigaciones, suficientemente preciso para propósitos científicos, y, ade- tor HARE y por la revisión que se ha llevado a cabo de los criterios de
más, recomiendan abandonar su empleo. la APA (en el DSM-IVy en el DSM-IV-TR), suponen la confluencia de estas
Por su parte, los psicólogos forenses y criminalistas no muestran la menor dos tradiciones. Desde este punto de vista, se considera que tanto la
intención de entrar en este debate sobre la utilidad/inutilidad del término. conducta antisocial como las características de personalidad y emocio-
Desde la Psicología Criminal y Forense se parte de la base de que, al menos nes deben ser, en conjunto (y nunca por separado), definitorias del
en ciertos sistemas de justicia criminal, el concepto de psicopatía tiene impor- moderno concepto psicológico-forense de psicopatía.
tantes implicaciones prácticas por el hecho de ser un punto de confluencia de 3. Laconsideración de estos dos componentes principales (personalidad /
perspectivas médicas y legales. No olvidemos que el Derecho acepta el punto emociones anormales y conducta / estilo de vida desviado) tiene su
de vista médico de que la conducta antisocial puede ser el resultado de una máxima expresión en la operacionalización científica del constructo de
anormalidad psicológica y de que el diagnóstico de psicopatía sirve para deri- psicopatía. En concreto, la evaluación de la psicopatía permite identifi-
var a los delincuentes que no sufren esta anomalía al sistema de salud mental. car dos factores centrales, que son esos dos componentes. Uno de ellos,
El concepto de psicopatía, en sus diferentes denominaciones (socio- que puede ser definido como desapego emocional, refleja un grupo de
patía, trastorno antisocial de la personalidad -TAP- o trastorno disocial de la características interpersonales y afectivas, tales como egocentrismo,
personalidad -TDP-), se ha utilizado para definir de forma genérica a un tras- falta de empatía, y ausencia de sentimientos de remordimiento y/o
torno de personalidad que supone un comportamiento en conflicto con las culpa. El otro representa más bien un estilo de vida de carácter impulsi-
normas sociales, morales o legales de un determinado sistema social. Sin vo, inestable y crónicamente antisocial. La amplia utilización de esta
embargo, el problema de esto es que simplemente se está caracterizando a medida en la investigación actual está contribuyendo a homogeneizar
la mitad del síndrome. En un curso on-line, titulado Psicópatas, Gente los criterios diagnósticos empleados en los diferentes estudios.
Corriente, Enfermos Mentales y Delincuentes, que impartí reciente- 4. Un punto de vista diferente es el aportado por el psicólogo británico
mente analizamos en detalle cómo surgen las diferentes conceptualizaciones RONALD BLACKBURN, quien parte de la consideración de que los psicópa-
de la psicopatía, los principales criterios diagnósticos que permiten identifi- tas no son un grupo homogéneo y de la necesidad de un análisis dimen-
car el síndrome y el estado actual de la investigación en torno al tema. Un sional del concepto de psicopatía. Basándose en el empleo de autoin-
resumen muy general de todos estos aspectos que tratamos se centraron -y formes (tests), identifica dos dimensiones básicas de personalidad. La
se centran- en los siguientes puntos principales: primera de ellas, definida por altas puntuaciones en impulsividad y
agresión, sería necesaria para diferenciar al psicópata de otras catego-
1. Gran parte de la confusión actual en torno a la psicopatía parece derivar-
rías de delincuentes. La otra, relacionada con ansiedad y evitación en
se de la existencia de dos tendencias distintas en el desarrollo histórico del
las relaciones sociales, serviría para diferenciar a distintos grupos de
concepto. Una de ellas, que corresponde a la tradición angloamericana,
psicópatas (primarios y secundarios).
se centra en las manifestaciones conductuales y define el trastorno por una

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68 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Retrato robot del psicópata 69

5. A pesar de la gran cantidad de investigación generada en torno a la sean específicas o únicas del psicópata, sino que, más bien, parecen
psicopatía, no se cuenta con un modelo explicativo concreto y fiable indicar que son variables asociadas a la conducta delictiva en general.
que dé cuenta de todas las características conductuales y de personali- Desde este punto de vista, parecería más adecuado dejar de tratar al
dad asociadas a la etiología de este fenómeno. De todas las propues- psicópata como un individuo aparte y abandonar la equiparación de la
tas explicativas, quizá el modelo de psicopatología de la des inhibición psicopatía como un trastorno mental.
de JOSEPH P. NEWMAN y sus colaboradores parece ser uno de los más 8. Una posible alternativa en el estudio de este fenómeno sería, como nos
adecuados, pues permite integrar los hallazgos derivados de estudios sugiere BLACKBURN, adoptar una perspectiva dimensional, tanto en el
neurofisiológicos, bioquímicos y conductuales. Según este modelo, la análisis de la conducta delictiva como de los rasgos de personalidad
psicopatía representa un déficit en la modulación de respuestas, que se asociados a ella. En esta perspectiva se hablaría de personas más o
manifiesta en el fracaso para suprimir o modificar conductas, previa- menos psicópatas, ya que la inclusión de una dimensión supone estable-
mente reforzadas, que han dejado de ser adaptativas para el sujeto. cer dos polos o extremos de un continuo, donde el continuo sería el de
Esto ofrece una mejor explicación de los últimos hallazgos de los estu- "psicópata" y donde los polos serían ser "más" o "menos" psicópata.
dios sobre aprendizaje de evitación pasiva con psicópatas. Además, Aunque sugerente esta alternativa, lo cierto es que sería un error tomar-
permite comprender la importancia del rasgo de impulsividad, que en la como la única posible, ya que, de un modo u otro, sí que estaríamos
la teoría de JOHN A. GRAY se conceptual iza como susceptibilidad a la patologizando y/o criminalizando (estigmatizando, en definitiva) a
recompensa y que ha sido señalado como una característica esencial muchas personas que si bien reúnen algunos rasgos psicopáticos no
para definir la psicopatía en estudios clínicos y psicométricos. son, en esencia, psicópatas en sentido estricto.
6. También a pesar de la importancia que algunas variables psicosociales
(como los procesos de interacción familiar o las prácticas educativas)
Es evidente que esta propuesta de BLACKBURN sobre la dimensionalidad
puedan tener en el desarrollo de la psicopatía, apenas existen estudios
ele la psicopatía es la que, de una u otra forma, se adopta en la mayoría
bien guiados y controlados con psicópatas en los que se analicen estas
de los libros (incluido éste) que tratan el áspero tópico de los psicópatas inte-
variables. Sin embargo, algunos autores, como el doctor DAVID
grados. En este sentido, quizás se nos podría recriminar que con ellos pode-
THORESON LYKKEN, han postulado que las prácticas de socialización, en
mos estar engrosando el "saco" de psicópatas. Sin embargo, ¿qué es lo que
cuanto historias de condicionamiento y refuerzo, modulan las diferen-
representa, precisamente, una escala de medición de la psicopatía en la que
cias en los procesos de activación y en el aprendizaje de evitación pasi-
la puntuación oscila en un rango de entre O y 40 puntos: una categoría real-
va encontradas en psicópatas, hecho que apoya la necesidad de inte-
mente continua o realmente discreta? En mi opinión, o bien los conceptos
grar, sin fisuras, variables biológicas y psico-sociales en la explicación
metodológico-estadísticos no parecen tan claros, o bien cada autor enfoca la
general de la conducta psicopática.
investigacion desde su propio criterio.
7. Los estudios psicométricos existentes hasta la fecha, los cuales emplean Las tesis y cuestio~amientos que acabamos de reseñar son las que están
tests psicológicos y otras pruebas afines, confirman las clásicas descrip-
actualmente presentes en la investigación sobre la psicopatía, y bien pueden
ciones clínicas del psicópata (las que ya ofreciera CLECKlEY) como un
servirnos como marco de referencia para encuadrar los distintos tópicos que
individuo caracterizado, principalmente, por la impulsividad, la necesi-
iremos analizando en los capítulos siguientes. Como puede anticiparse, a
dad de nuevas y variadas sensaciones, la falta de empatía y los déficits
pesar de la larga tradición del concepto de psicopatía en la Psiquiatría yen la
en el desarrollo moral. No obstante, las limitaciones metodológicas de
Psicología Clínica, así como de sus implicaciones desde un punto de vista
la mayoría de los trabajos no permiten afirmar que estas características

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70 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad

La identidad
médico-Iegal, lo cierto es que, hoy por hoy, la investigación en psicopatía es
más bien un campo sembrado de dudas. y sí, de dudas, porque el estudio de
del psicópata
la psicopatía (que en la práctica ha sido -y continúa siendo-- muchas veces
equiparado con la conducta delictiva) plantea una serie de cuestiones que la
investigación no parece haber resuelto aún de manera satisfactoria y unánime: «El hábito no hace al monie».
PROVERBIO ESPAÑOl
• ¿Pueden ser diagnosticados como psicópatas todos los sujetos que presen-
tan un patrón persistente de conducta antisocial, independientemente de
que dicho patrón no desenvoque necesariamente en conductas delictivas?
• ¿Es la presencia o no de determinados comportamientos anti-normativos
el único criterio para categorizar a un individuo como psicópata?
• ¿Todos los sujetos a los que se aplica esta categoría constituyen real-
mente un grupo homogéneo?
• ¿Existen otros principios comunes que no sean los contenidos estricta-
mente en la escala de psicopatía y que, aun así, expliquen sus caracte-
rísticas de conducta y personalidad?
• ¿Es la psicopatía una categoría diagnóstica discreta o debe entender- ¡Qué duda cabe! los psicópatas pueden pertenecer a cualquier clase
se como una dimensión presente, en mayor o menor grado, en todos social; asimismo, pueden ser niños, jóvenes, adultos y ancianos; y, por
los sujetos? supuesto, pueden estar "por todas partes", es decir, en todas las naciones y
culturas del mundo. Resultaría un tanto paradójico tratar de negar toda esta
Es evidente que, a pesar de los notables avances, aún nos queda mucho inquietante realidad psicosocial.
camino por recorrer, y los distintos enfoques son igualmente viables.
En este libro abordamos ambos tipos de psicópatas, tanto los criminales
como, fundamentalmente, los integrados, es decir, tanto aquellos psicópatas
que delinquen como aquéllos que o bien no delinquen o bien están bordean-
do la línea de la criminalidad pero que, sin embargo, se encuentran asom-
brosamente bien integrados entre nosotros.
Éste es parte del enigma que vamos a tratar de descifrar a lo largo del
resto de estas páginas, pero, antes de ello, tendremos que reparar en otras
importantes cuestiones de identificación de los psicópatas: ¿existen mujeres
psicópatas?; ¿y niños psicópatas?; ¿en qué posición social se encuentran este
tipo de personas?; ¿los hay en todas las culturas? Como veremos a continua-
ción, la realidad es dura e inquietante, pero tan incuestionable como las
investigaciones que la han puesto reiteradamente de relieve.

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72 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad La identidad del psicópata 73

andar por casa" o integradas, las cuales no necesariamente se impli-


can en actividades criminales muy llamativas, aunque sí, frecuentemente, en
conductas antisociales y/o delictivas de menor calado.
2. 1. Muieres psicópatas: una realidad edulcorada
El siguiente ejemplo, extraído del libro Cara a Cara con el Psicópata, de
Mucha gente se pregunta si existen las mujeres psicópatas. Sin duda VICENTE GARRIDO, es el de un caso de una víctima varón, español, de sus pro-
que sí, pero la realidad quizá esté excesivamente edulcorada. Mi propia pios archivos que vamos a exponer aquí, ya que resulta muy revelador sobre
experiencia personal y profesional, como la de tantas otras personas, no este respecto de las mujeres psicópatas integradas.
dejan lugar a dudas. No trato de solicitarle ni que airé los posibles recove-
cos de su propia vida personal ni que mire a su alrededor con otros ojos; sim- CASO DE ESTUDIO 2.
plemente le invito a que contemple esta opción, pues las recientes investiga- EUGENIO Y UNA PSICÓPATA DE LAS "DE ANDAR POR CASA"
ciones científicas y los casos reales que aquí vamos a exponer han constata-
do fehacientemente esta realidad social.
Aunque probablemente, como mucha gente, pueda tener asociada la
idea mediática y popularmente generalizada de que la psicopatía es cosa de
hombres y que los psicópatas son aquellos sujetos del tipo Hannibal Lecter, a
lo largo de este libro podrá ir comprobando que ni la psicopatía es sólo cosa
de hombres ni tampoco se da exclusivamente en la población de sujetos
delincuentes (mal caracterizados, por cierto, por el cine). A través de los dis-
tintos estudios de investigación y de los casos de estudio analizados aquí,
usted podrá ir cambiando el "chip" al que hasta ahora le han tenido subyu-
gado los medios de comunicación yel pandémico contagio de la opinión de
la mayoría de la gente. La realidad ha sido tremendamente edulcorada:
¡claro que existen mujeres psicópatas!
De cualquier forma, es imposible negar la auténtica realidad: la mayoría
de los psicópatas no son mujeres: son varones. La prevalencia, incidencia o
proporción de la psicopatía femenina es relativamente baja (el profesor
GARRIDO GENOVÉS la situó, en 2004, en una proporción de 1 a 7), pero no
menos importante: ya veremos por qué.
¿Existen, pues, mujeres psicópatas? Por supuesto que sí, independiente-
mente de que éstas sean menos numerosas que los varones psicópatas. De
cualquier forma, lo que no hay que pasar por alto es que las mujeres psicó-
patas son igual de dañinas que sus contrapartes varones, aunque su recurso
a la violencia extrema y cruel sea bastante menor que la de éstos; pero ya
hablaremos más adelante sobre las mujeres psicópatas y, además, también fUENTE: Elaboración propia a partir de: GARRIDO GENOVÉS, V. J. (2004). Cara a cara con el
delincuentes. Por otro lado, asimismo existen las mujeres psicópatas "de psicópata. Barcelona: Ariel.

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No sabemos qué pasó al final con toda esta historia sobre Eugenio y la
CASO DE ESTUDIO 3.
psicópata que lo amargó y que casi lo mata. Es importante matizar ahora
AILEEN WUORNOS. MONSTER: LA DONCELLA DE LA MUERTE
que el caso que el profesor VICENTE GARRIDO nos relata sobre Eugenio no es
un caso aislado, aunque, sin duda, son muchos más los casos inversos, es
decir, los casos de mujeres víctimas de hombres psicópatas integrados que se
comportan de la misma manera que esta mujer psicópata.
¿y qué hay de las mujeres psicópatas delincuentes? ¿También exis-
ten? ¡Desde luego que sí!: ya lo adelantábamos antes cuando dijimos que las
mujeres psicópatas pueden ser igual de dañinas que los hombres psicópatas,
aunque su recurso a la violencia extrema y letal sea menor que la de éstos.
Se puede decir que ellas, cuando los emplean, tienen también sus propios
métodos agresivo-violentos, y compararlos con los de los varones es lo que
menos importa ahora (salvo que el objetivo prioritario fuera realizar un per-
fil criminal en aras de una investigación policial concreta).
En este sentido, desde la Psicología Criminal conocemos una pluralidad de
casos de mujeres asesinas en serie que, además, son psicópatas, las cua-
les suelen emplear, generalmente, el veneno para acometer sus fechorías delic-
tivas; otras emplean armas de fuego o armas blancas, y raras veces se dan
casos de mujeres que empleen sus propias manos para acabar con alguien; tal
como han señalado en diversas ocasiones los criminólogos, parece ser que el
contacto físico directo con final mortal es más propio de los varones.
En el siguiente caso de estudio exponemos otro caso real
que ilustra a fondo esta problemática de las mujeres asesi-
nas en serie y psicópatas. Se trata del popular caso de la
asesina en serie norteamericana Aileen Carol Wuornos,
una prostituta que asesinó a sangre fría a siete hombres en
las autopistas del estado de Florida (Estados Unidos).
Sobre este caso, la bella actriz Charlize Theron reencar-
nó su personaje, en 2003, en la taquillera película
Monster, 2003 Monster. Además de la intensa carrera criminal que fue
acumulando a lo largo de su vida, como anécdota curiosa
adelantamos la escalofriante frase que le espetó al juez que la condenó a la
pena capital mediante inyección letal: "¡Nos vemos en el infierno!".

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importar lo que la sociedad diga de ellos. De hecho, este tipo de enfermos, están
completamente seguros de que actuar es completamente coherente y lleno de una
falsa moralidad constituida por ellos mismos.

Es evidente que este perfil no sólo es erróneo, sino, además, absolutamen-


te contradictorio. En primer lugar, resulta desatinado mezclar las palabras
"esquizofrenia" y "psicosis" cuando nos referimos o hablamos de normali-
FUENTE: Elaboración propia: http://www.trutv.com/library/crime/notorious_murders/ dad: las psicosis son un grupo amplio de enfermedades mentales (dentro de
women/wuornos/l.html. las cuales se incardina la esquizofrenia, por ejemplo) oficialmente reconoci-
das por la Psiquiatría, por lo que más que de normalidad tenemos que hablar
¡Todo un cuadro, verdad? ¡Menuda pieza! Una mujer psicópata y, ade- de anormalidad. Por otra parte, si bien es cierto que "no encontrar límites
más, criminal, y, para más colmo, asesina en serie: vamos, todos los ingre- entre lo bueno y lo malo" es un rasgo muy característico de los psicópatas,
dientes necesarios de la típica película mediante la cual la sociedad siga con- no lo es así en el caso de los pacientes que padecen gravísimas enfermeda-
tagiada y regocijándose en el imparable sensacionalismo mediático de estos des mentales como la esquizofrenia o la psicosis paranoide, los cuales no es
casos y, por ende, albergando la errónea creencia de que todos los psicópa- que nos los "encuentren", sino que simplemente son incapaces de percibirlos
tas son, por definición, delincuentes. porque su propia enfermedad mental los incapacita para ello. Es muy impor-
Por cierto: ¿y qué piensan ustedes de Moore, la compañera sentimental tante tener claro que los psicópatas perciben perfectamente estos límites, e
de Wuornos? Recapitulemos. Mientras Wuornos estaba siendo buscada por incluso los establecen y saben diferenciarlos con absoluta nitidez, sólo que
la policía y recibió la llamada de su compañera para decirle que la iba a les importan muy poco a la hora de acometer sus diversas conductas, ya sean
delatar, Tyria Moore había firmado ya varios libros y contratos cinematográ- éstas de índole delictiva o no.
ficos vendiendo su historia. ¿Podríamos decir que Moore era una psicópa- Por tanto, es relevante subrayar, en este punto, que Aileen Wuornos no es
ta no criminal y, también, una oportunista? ¡Desde luego que sí! Y esta psi- una asesina en serie psicótica, como sí lo fue, por ejemplo, William
cópata (Moore) forma parte de los numerosos ejemplos que acreditan la irre- Heirens, otro tristemente famoso criminal estadounidense bautizado por los
futable existencia de los denominados psicópatas integrados, los que yo medios de comunicación como The Lipstick Killer ("El Asesino del Pintalabios"),
califico como "de andar por casa", que no son más que la contraparte psi- ya que dejó escrito con el pintalabios de una de sus víctimas en el cristal del
copática de aquellos que sí son criminales y psicópatas al mismo tiempo. cuarto de baño esa ya famosa frase de "No me cazaréis". Aileen Wuornos es,
Una puntualización más: al contrario de algunas opiniones sobre este caso, sin ninguna duda, una asesina en serie, pero psicópata.
lo cierto es que Aileen Wuornos no es una asesina en serie psicótica. Por Para aquellos interesados en la lectura de este tipo de asesinas, pueden
ejemplo, uno de los desacertados perfiles psicológicos que se han realiza- encontrar casos similares y muy bien documentados de mujeres delincuentes,
do sobre esta tristemente célebre asesina en serie ha sido el siguiente: algunas de ellas psicópatas, en libros tan interesantes como Muieres Asesinas
(de ClNZIA TANI, 2003), Muieres Letales (de MARlASCA y RENDUElES, 2003) o
El perfil psicológico de Wuornos es similar al de otros asesinos esquizofréni- Muieres Asesinas (de DIEGO ÁVILA, 2005), entre otros muchos.
cos y psicóticos, dentro de los cuales, la primera sintomatología criminal es la de
¿Está, pues, edulcorada la realidad? ¡Sí lo está, y muchísimo! Las muieres
no encontrar límites reales entre lo bueno y lo malo, lo cual denota una clara con-
ducta psicópata. Sin embargo, al unirlas con la esquizofrenia y los límites psicóti- psicópatas también existen, y ya no importa si éstas son o no criminales. La
cos, éstos vierten en modos de vida que para estos enfermos son aceptables, sin problemática que vamos tratar a continuación resulta aún más lamentable si

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cabe, mucho más polémica, más inquietante, más descorazonadora: me estoy expresión conductual de esta grave anomalía de la personalidad para frenar
refiriendo a la triste y dura realidad de los niíNM psicópatas. Veámoslos. su curso evolutivo hacia la juventud y evitar su cronificación en la edad adul-
ta. El problema, sin embargo, es complicado, y lo es por el hecho general de
diferenciar al psicópata en ciernes de otros niños que exhiben serios proble-
2.2. Niños y ióvenes psicópatas: una realidad muy dura
mas emocionales y conductuales, particularmente aquellos niños diagnostica-
Con respecto a la edad de los psicópatas sucede algo bastante similar dos con los tres trastornos más estudiados en esta etapa vital: el trastorno
que con respecto al tema del sexo: causa polémica, pero, en este caso, las ele conducta o trastorno disocial, el trastorno con déficit de aten-
cosas están mucho más claras. Hay una triste realidad que es necesario ción e hiperactividad y el trastorno negativista desafiante. Sin
poner de manifiesto: los niños psicópatas también existen. duda alguna, todos estos comportamientos anómalos no son la misma enti-
Esta triste realidad ya la puso esclarecedora mente de manifiesto el genial dad, no son el mismo problema.
escritor WILLlAM MARCH a través de una reflexión contenida en su inquietante Hace ya unos quince años, en 1994, FRICK, Q'BRIEN, WOOTION y McBuRNETI
novela de The Bad Seed ("Mala Semilla"). Vamos a traer a colación aquella modificaron los ítems o rasgos de la escala de psicopatía adulta con el fin de
reflexión, ya que ilustra sobremanera buena parte del problema que tratamos adecuarlos a los niños y que pudieran ser evaluados por padres y maestros. En
de esclarecer aquí: una muestra de niños remitidos clínicamente de edades comprendidas entre los
6 y los 13 años, los rasgos se identificaban mucho con la misma estructura de
La buena gente no suele sospechar de los demás: no pueden imaginarse al
los dos factores para los adultos psicópatas. Se halló que una dimensión se rela-
prójimo haciendo cosas que ellos son incapaces de hacer; normalmente aceptan
como explicación lo menos extraordinario y ahí se acaba todo. Por otro lado, la cionaba con la impulsividad y con los problemas de conducta (similar al Factor
gente normal se inclina por ver al [psicópata] con un aspecto tan monstruoso como 2), mientras que la otra estaba relacionada con los aspectos interpersonales y
su mente, pero no hay nada más lejos de la realidad. [ ... ] Estos monstruos de la motivacionales de la psicopatía, tales como la ausencia de culpabilidad, la falta
vida real suelen tener un aspecto y un comportamiento más corriente que sus her- de empatía y la locuacidad/encanto superficial (similar al Factor 1). Estas dos
manos y hermanas normales; presentan una imagen virtuosa más convincente que dimensiones tenían patrones diferentes de relaciones con una variedad de fac-
la virtud misma, de la misma manera que una rosa de cera o un melocotón de plás-
tores externos, incluido el trastorno de conducta.
tico parecen más perfectos alojo que el original que les ha servido de modelo.
Una implicación importante de estos descubrimientos es que los niños con
Ciertamente, la realidad asusta; pero es injusto, a la vez que imprudente, trastornos de conducta constituyen un subconjunto pequeño con las
no querer reconocerla. Nos cuesta creer que nuestros propios hijos, sobrinos, características psicopáticas y un subconjunto mayor sin ellas. Probablemente,
nietos ... , en suma, nuestros menores más queridos, evolucionen hacia formas cada subconjunto tenga una historia o un curso de desarrollo distinto y
anómalas de personalidad tan graves como la psicopatía. Aunque la mayo- requiera estrategias de tratamiento diferentes. La psicopatía y los diversos
ría de los clínicos e investigadores se resisten a hablar de niños psicópa- trastornos relacionados con la conducta antisocial en los niños es una eviden-
tas, lo cierto es que la investigación psicológico-forense y criminológica ha cia científica, pero la distinción entre psicopatía infantil y trastornos de
encontrado que los rasgos de personalidad y los comportamientos que defi- conducta infantiles es preciso realizarla si pretendemos una intervención
nen la psicopatía adulta (tal como queda definida en los 20 rasgos estudia- más concreta y adecuada a esta particular realidad. Mientras que la mayo-
dos) comienzan ya a manifestarse en la misma infancia. ría de los síntomas o rasgos de los trastornos de conducta infantiles suelen
Esta realidad inquieta, pero, siendo así, la intervención temprana es esen- pasarse con la edad, los de la psicopatía perduran.
cial si aún albergamos alguna esperanza de interferir en el desarrollo y la Niños, adolescentes y jóvenes psicópatas: ésa es la tremenda e inquietan-
te realidad, nos guste más o nos guste menos, y son precisamente las inves-

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tigaciones científicas las que así lo atestiguan, independientemente de los


posicionamientos de cada profesional. Aunque ciertamente una novela, el
personaje femenino de The Bad Seed encarna y refleja perfectamente un
ejemplo típico de la psicopatía inlanto-juvenil. Será ilustrativo que nos
detengamos en analizar el perfil de esta psicópata infantil, tal como se expo-
ne en la siguiente controversia y debate.

CONTROVERSIA Y DEBATE 2.
MALA SEMILLA: RHODA y OTROS NIÑOS PSICÓPATAS

FUENTE: Elaboración propia a partir de: MARCH, W. (1954). The bad seed. New York, NY:
Rinehart & Co.

Por cierto, el caso ficticio de Rhoda sí que tiene parangón, y, desgracia-


da y tristemente, muy superable: ¿recuerdan aquel suceso en Gran Bretaña
de los dos niños de 10 años que mataron a un niño de tan sólo 2 añitos?
¡Pues este caso es real, existió! Soy plenamente consciente de que (parafra-
seando al gran especialista en la psicología de los menores, JAVIER URRA
PORTILLO) «el encuentro con la verdad cruda escuece, pero poda circunlo-
quios». De esta suerte, vamos a acercarnos a la realidad de este concreto
caso británico exponiendo los hechos tal y como acontecieron, de modo que
así podaremos circunloquios de la cruda realidad y podrán opinar ustedes
mismos. Se trata del sonado y polémico caso de John Vena bies y Robert
Thompson, los dos niños británicos de 10 años de edad que en 1993 mata-
ron a James Bulger, de tan sólo 2 añitos, los cuales fueron puestos en liber-
tad en junio de 2001 tras haber cumplido ocho años y cuatro meses de pri-
sión, como anunció el por entonces Ministro del Interior, David Blunkett.

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Sin duda alguna, este caso real es como para llevarse las manos a la cabe-
za: los dos niños tenían solamente jj 1O años!! cuando cometieron el crimen,
uno de los más aberrantes de lo historio del Reino Unido que dejó perpleja
y muy conmocionada a la sociedad británica y al resto del mundo, sobre
todo por la corta edad de los autores y la saña con que torturaron a su vícti-
ma antes de matarla.

CASO DE ESTUDIO 4.
JOHN VENASLES y ROSERT THOMPSON (lO AÑOS):
LOS DOS NIÑOS SRITÁNICOS ASESINOS DE JAMES SULGER (2 AÑOS)

FUENTE: Elaboración propia.

Los datos y sucesos de niños psicópatas son verdaderamente inquietantes,


pero incuestionables. Afortunadamente, son muchos más los casos opuestos,
pero no son casos aislados. Casos aislados, es así como los encasillan, con
esta falseada etiqueta e imagen, todas aquellas personas que no parecen que-
rer ver la realidad tal y como es. Si la realidad sobre las mujeres psicópatas
está tremendamente edulcorada, la de los menores psicópatas ya ni les cuento.
Opinen ustedes mismos. Yo, a mi modo de verlo, creo que los hechos
hablan por sí solos: no se trata de crear una cierta alarma social ni de trans-
mitir un pesimismo generalizado con respecto a nuestros menores, pero tam-
poco me parece adecuado, como el otro día le oí decir en televisión a un alto
cargo del Consejo General del Poder Judicial, que no podemos endurecer las
penas de la Ley del Menor cada vez que salgan "casos aislados" como los
de "El Rafita", sí, ese que todos conocéis de sobra porque, últimamente, sale
en los periódicos y telediarios un día sí y otro también. Después de más de
700 denuncias por diversos delitos "menores" y, sobre todo, después del exe-
crable asesinato que perpetró sobre la persona de Sandra Palo, este indivi-

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88 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad La identidad del psicópata 89

duo, tras haber estado encerrado poco más o menos que cuatro años en un
centro de menores, ahora vuelve o estar en libertad, y desde entonces yo acu-
mulo, de nuevo, hasta siete delitos más por robos: ¿qué más tiene que hacer
este individuo poro que los encargados que se ocupan de su coso se den
cuento del tremendo riesgo de peligrosidad y reincidencia que comporto su Cuando los investigadores decimos que los psicópatas provienen de todas
personalidad y estilo de vida crónicamente antisocial? No es mi intención fri- las clases y que están por todas partes no pretendemos causar ni alarma social
volizar 01 respecto, pero: ¿tendremos que esperar o que este sujeto se cobre ni sensacionalismo mediático. Nos estamos refiriendo a que la clase o esta-
uno nuevo víctima mortal poro que los responsables de su caso se den cuen- tus social y cultural de los psicópatas puede ser (y de hecho es) cualquie-
ta de ello? Este chaval, es evidente, necesita intervención urgente, porque su ra, así como que los psicópatas no se concentran, como las películas intentan
reintegración a la sociedad es, a todas luces, inexistente. hacernos ver a través de los casos particulares más llamativos de asesinos en
serie, en un país concreto (que, por lo general, suele ser Estados Unidos).
¿Casos aislados? ¿Cuántos Venables, Thompsons, "Rafitas", Rabadán,
V.S.R., etc., hacen falta para dejar de calificar a estos casos como "aisla- La psicopatía, como bien establece el doctor HARE, nos toca prácticamente
dos", como si fueran "enfermedades raras"? Estoy seguro de que la mayoría a todos. No existen clases sociales específicas en las que se condensen este
de los profesionales que trabajan con estos menores no coinciden con esta tipo de individuos; además, no podemos (ni debemos) caer en la tentación de
falacia. Si bien no se trata de endurecer aún más las penas de la reparche- seguir equiparando a los sujetos antisociales con los psicópatas, porque, aun-
oda Ley del Menor (LO 5/2000), ésta requiere una revisión urgente y con- que muchas veces estén estrechamente relacionados, no son la misma entidad.
templar la necesaria incorporación y formación de profesionales específica- El estatus sociocultural de los psicópatas es tan variado como variopintas son
mente especializados en delincuencia juvenil y conducta antisocial, ya que las múltiples variantes de este síndrome anormal de la personalidad.
los métodos actuales de la Psicología Clínica son insuficientes (y nótese que
no digo "malos", sino insuficientes) para abordar esta compleja problemáti- 3. 1. Psicópatas de todas las clases
ca que comienza ya a sufrirse incluso en los mismos centros educativos. ¿A
Junto a su grupo de investigación, DAVID J. COOKE, profesor escocés del
ustedes les parece normal que haya menores que disfruten grabando en sus
Glasgow Centre for the 5tudy of Vio/ence (Centro de Glasgow para el Estudio
móvil~s las agresiones a sus profesores para luego difundirlas por Internet,
de la Violencia), es quien se ha encargado específicamente, desde hace ya
por elemplo?
más de dos décadas, de estudiar el interesante aspecto de la transcultura-
Al margen de las resistencias clínicas, los psicólogos criminalistas y foren-
lidad de los psicópatas, es decir, la incidencia o proporción de la psico-
ses que han estudiado a fondo la problemática con jóvenes en riesgo han
patía en los diferentes países y clases sociales. Como bien se ha puesto de
hallado que los primeros signos y síntomas de la psicopatía comienzan a
manifiesto a través de diversos estudios, la psicopatía tiene una incidencia en
manifestarse ya a una edad muy temprana, incluso, como señala el doctor
todas partes, es decir, en la práctica totalidad de los países y culturas. Los resul-
HARE, a partir de los 3-5 años de edad. ¡Qué duda cabe!: algo está pasan-
tados pueden extrapolarse sin ningún género de dudas, aunque, ciertamente,
do y algo habrá que hacer.
con algunas diferencias entre las culturas que será preciso que maticemos.
¿Por qué nos interesan los aspectos transculturales de la psicopa-
tía? Por razones teóricas y prácticas. Desde el punto de vista teórico, porque
si logramos entender mejor cómo la cultura de los distintos países moldea la
incidencia y manifestación de esta anomalía de la personalidad, también

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90 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad La identidad del psicópata 91

comprenderemos meior el entramado de procesos que la produce. Pero, qui- muestras norteamericanas a un anólisis de TRI: el total combinado de la mues-
zós, la meior razón para estudiar los aspectos transculturales de la psicopa- tra fue de 2.067 sujetos psicópatas. Los resultados revelaron que los rasgos
tía sea el impacto que tiene su diagnóstico. "Insensibilidad/Ausencia de empatía", "Falta de remordimientos y de senti-
Cada vez hay mós instrumentos para la valoración del riesgo de reinci- mientos de culpabilidad"y" Escasa profundización en los afectos" discrimina-
dencia y peligrosidad que incluyen la evaluación de la psicopatía. ban o diferenciaban mucho mejor entre niveles de psicopatía altos y bajos
Concretamente, la escala de psicopatía se emplea, por decreto administrati- que los rasgos de "Delincuencia iuvenil", "Muchas relaciones maritales de
vo, para evaluar a los reclusos de las prisiones y hospitales forenses federa- poca duración" o "Revocación de la libertad condicional".
les en Canadó yen buena parte de los Estados Unidos antes de su salida en En otro estudio posterior, cuando compararon estos resultados con las
libertad condicional. Su uso en el Reino Unido y en otros países europeos puntuaciones de una muestra escocesa de 307 prisioneros, encontraron que
(España incluida) va en aumento. Hace unos 14 años, en 1996, SAlEKIN, los rasgos psicopóticos tenían, esencialmente, la misma capacidad para dis-
ROGERS y SEWEll llevaron a cabo un meta-análisis (una revisión de los estudios) criminar que en el primer estudio. Sin embargo, aparecieron algunas diferen-
sobre la validez de las predicciones de esta escala de evaluación de la psi- cias en el nivel de psicopatía necesario para que ciertas puntuaciones se
copatía, y demostraron que ésta es un buen indicador de la reincidencia futu- hicieran positivas. Los ítems como "Mentiras patológicas", "Falta de metas
ra, en general, y de la reincidencia violenta, en particular. realistas a largo plazo"y "Versatilidad criminal" funcionaban igual en los dos
El interés por las diferencias transculturales de la psicopatía comenzó entornos (Escocia y Norteamérica), pero hubo importantes diferencias en ras-
cuando COOKE y su grupo tuvieron la oportunidad de comparar una muestra gos como "Locuacidad/Encanto superficial" e" Insensibilidad/Falta de empa-
representativa de reclusos escoceses con una muestra de reclusos norteameri- tía". Según los autores, resultaba que «tenía que haber altos niveles de psi-
canos. Así, constataron que la incidencia de la psicopatía estaba en el 3% copatía en los individuos escoceses antes de que estas características salie-
entre los reclusos escoceses, mientras que era del 23% entre los prisioneros ran a la luz». Esto concuerda también con la experiencia clínica de estos
norteamericanos. En un principio, estos resultados parecían indicar que la psi- autores: «el encanto superficial, aunque lo tengan algunos reclusos escoce-
copatía no resultaba ser una medida discriminadora tan vólida como se venía ses, es muy raro que aparezca». Es posible que, como advirtieron los inves-
postulado. Sin embargo, lo cierto es que, por aquel entonces, se utilizaban los tigadores, «la presión cultural milite contra la locuacidad y el encanto super-
métodos psicométricos tradicionales. Al examinar la estructura de los dos fac- ficial en el contexto escocés».
tores principales de la psicopatía, la fiabilidad interna y las correlaciones Así, los anólisis basados en la TRI confirmaron que los métodos psicomé-
corregidas de la muestra escocesa, descubrieron que estos procedimientos tie- tricos tradicionales encubrían diferencias en el comportamiento de los ítems
nen sus inconvenientes y que pueden enmascarar diferencias mós sutiles en la o rasgos entre Norteamérica y Escocia. Afortunadamente, se consiguieron
puntuación de los ítems o rasgos de la psicopatía. Para resolver este proble- hacer ajustes para que las puntuaciones consideradas como la frontera entre
ma, las técnicas psicométricas modernas, basadas en la Item Response Theory la psicopatía y la no psicopatía fueran comparables. De ese modo, se pudo
(Teoría de la Respuesta al Ítem o TRI), son mucho mós eficaces. Los modelos estimar las tasas de incidencia utilizando la misma métrica bósica en ambos
de la TRI tienen dos ventajas principales en la exploración de las diferencias entornos. Pero, incluso después de tener en cuenta las diferencias en la pun-
transculturales: la primera es que pueden efectuar un anólisis mós detallado tuación, la tasa de incidencia estimada todavía era distinta: «en las muestras
de los ítems o rasgos individuales; la segunda es que pueden determinar si las norteamericanas había un 29% de psicópatas, mientras que en Escocia sólo
puntuaciones en la misma escala se dan en diferentes entornos. un 8%».
¿Qué ocurre, pues, cuando se combina el método de la TRI con la esca-
la de psicopatía? COOKE y su grupo sometieron los datos obtenidos con diez

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92 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad La identidad del psicópata 93

1,,: 3.2. Psicópatas por todas partes, por todo el mundo Unidos que en Taiwán. Pero, como ya hemos dicho, TAP y psicopatía no son
la misma entidad. A pesar de esto, los autores continuaron con sus prediccio-
¿Por qué la incidencia. la p.icopalia es dilerenle? Es decir: ¿por
nes. Por ejemplo, dentro de los Estados Unidos, los datos del Epidemiological
qué los psicópatas escoceses parecen ser distintos de los psicópatas norteame-
Catchment Areas 5tudy ("Estudio Epidemiológico de las Zonas de
ricanos, de los canadienses y también de los españoles y de los de otras nacio-
Captación") fueron utilizados para hacer una estimación de los cambios tem-
nalidades? Para responder adecuadamente a esto examinaremos dos explica-
porales probables en la incidencia del TAP. Por su parte, ROBINS, TIPp y
ciones: primero, el impacto de la socialización y la cultura, y, segundo, el
PRZYBECK, en 1991, estimaron que la incidencia del TAP en los Estados Unidos
impacto de la movilidad geográfica de los psicópatas. Sin lugar a dudas, ade-
cambiará sustancialmente, del 3,7% al 6,4%, para cuando los más jóvenes
lantamos ya que los resultados son sorprendentes: los psicópatas comparten
de la actualidad tuvieran 30 años.
características en todos los países del mundo, pero difieren en algo.
Finalmente, en cuanto a la movilidad geográfica de los psicópa-
En cuanto a los procesos culturales y sociales y su particular impac-
tas, la experiencia clínico-forense de COOKE y su grupo les lleva a pensar que
to, es poco probable que los trastornos de la personalidad y otras variantes
«no es algo inusual que los reclusos escoceses más violentos se vayan al sur
tengan una etiología sencilla. Más probable es, en cambio, que se tenga que
de Inglaterra, quizás en busca de la excitación, las oportunidades y el ano-
producir una concatenación de factores de riesgo (biológicos, psicológicos y
nimato de las grandes urbes». Afortunadamente, podemos ir más allá de las
sociales) para que aparezca la anomalía. En 1993, el doctor PARIS propuso
anécdotas clínicas y presentar algunas cifras. En el marco de un estudio de
un modelo biopsicosocial para apoyar el desarrollo de los trastornos de la predicción de reincidencia se hizo un seguimiento de la muestra de prisione-
personalidad; en un modelo semejante, la socialización y la cultura son varia- ros escoceses antes mencionada, a través de sus archivos criminales. Se obtu-
bles centrales. vo que el 33% de la muestra tenía una o más condenas en Inglaterra y en
Respecto a la socialización, en 1995, el doctor DAVID THORESON lYKKEN Gales. los reclusos sobre los que pesaba una o más condenas en Inglaterra
argumentó que las aptitudes de los padres interactúan con el temperamento o Gales tenían puntuaciones marcadamente superiores en la escala de psico-
del niño (sobre todo en la impulsividad) para producir un trastorno de índo- patía. El de tamaño del efecto fue de 0'46, resultado que corroboraba la
le antisocial. De este modo, las diferencias en la estructura familiar pueden hipótesis de la movilidad geográfica de los psicópatas.
tener un impacto importante en el desarrollo de la psicopatía. En cuanto a la A lo largo de la historia, y en todas las culturas, ha habido claros ejem-
cultura, también en 1995, FISKE señaló que las diferencias en las normas y plos de psic6patas. ROBINS, TIPp y PRZYBECK dijeron, en relación al TAP, que
los valores morales son probablemente transmitidos culturalmente. El doctor todas las sociedades conocen el concepto, sea cual sea su nivel de desarro-
ROBERT D. HARE ya lo había expresado gráficamente en 1993 al afirmar que llo económico-social o el punto histórico-temporal en el que se encuentren.
la sociedad norteamericana « ... se está moviendo en la dirección de la per- Mientras que estos autores subrayaron que la incidencia del TAP varía depen-
misividad, el refuerzo y, en algunos casos, incluso la valoración de algunos diendo del tiempo y el lugar, la antropóloga JANE M. MURPHY, en 1976 (en
de los rasgos incluidos en la escala de psicopatía, como son la impulsividad, su importante estudio observacional sobre la enfermedad mental en las socie-
la irresponsabilidad, la falta de remordimientos, etcétera ... ». dades no occidentales y primitivas, publicado en la prestigiosa revista
Science), ya había enfatizado que los psicópatas son omnipresentes al cons-
Hay pruebas de que la transmisión social puede tener un impacto en el
tatar que grupos tan distintos entre sí como los Inuit del noroeste de Alaska y
Trastorno Antisocial de la Personalidad (TAP). Por ejemplo, en 1991,
los Yoruba de Nigeria sabían identificar a los psicópatas y distinguirlos de
COMPTON y su grupo de investigación realizaron una comparación epidemio-
los que sufrían una enfermedad mental en sentido estricto. Cabe destacar que
lógica entre Taiwán y los Estados Unidos, llegando a la conclusión de que la
la incidencia de la psicopatía en estas tribus es muy baja. Cuando se les des-
incidencia del TAP era, como mínimo, diez veces mayor en los Estados
cribió a estos indígenas los rasgos del psicópata, los Inuit empleaban el tér-

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94 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad La identidad del psicópata 95

mino kunlangeta para caracterizarlo, mientras que los Yoruba utilizaban el dencia los meta-análisis realizados, lo que parece claro es que la psicopatía
término aranJean. MURPHY lo describió así en su artículo: tiene su incidencia en cualquier parte del mundo, dado que los patrones y
normas sociales por los cuales nos movemos casi todos los individuos son,
(... ) hombre que, por ejemplo, miente, hace trampas, roba repetidamente y no sale
en muchos casos, prácticamente similares, independientemente de las eviden-
a cazar y, cuando los demás hombres no están en el poblado, abusa sexualmen-
te de las mujeres; es alguien que no hace caso a las reprimendas y al que siem-
tes diferencias culturales por las que cada país se caracteriza, que,
pre conducen ante los ancianos para que lo castiguen. Entre los 499 habitantes desde luego, existen.
de la isla, había un esquimal al que llamaban kunlangeta. Cuando se le preguntó
qué le habría ocurrido a una persona así tradicionalmente, un esquimal contestó
que seguramente «alguien lo habría tirado al agua helada cuando nadie lo viera».

Sobre este respecto, y más reciente, el lector puede ampliar información


a través del interesante artículo What "Psychopath" Means ("Lo Que Significa
«Psicópata»"), de otro especialista en psicopatía, el profesor Scon O. Pero, ¿cómo es posible que, aun viviendo en países social y culturalmen-
LllIENFIELD, y del psicólogo clínico HAL ARKOWITZ, publicado en 2008 por la te diferentes, existan patrones de conductas y normas sociales tan
prestigiosa revista Scientific American Mind. comunes y generales por las cuales nos regimos la mayoría de las personas?
Los resultados de diversos estudios de investigación sostienen que es muy Es como si "nos cortásemos todos por el mismo rasero/patrón", como colo-
posible que sea la cultura la que da forma o moldea la naturaleza y expre- quialmente suele decirse. ¡Claro que las variaciones culturales existen! Esto
sión de los síntomas, señales o comportamientos que caracterizan a la psico- nadie lo niega.
patía: no podemos evitar el influjo de nuestro propio entorno. Por un lado, Sin embargo, el patrón de conductas por el que la mayoría nos movemos
DRAGUNS argumentó en 1973 que, en general, la psicopatía puede ser «una en esta sociedad, la verdad sea dicha, difiere bastante poco: lo de "innovar"
exageración o caricatura de los patrones de adaptación socialmente compar- o "ser diferente", esos mensajes de "estilos de vida" imposibles a los que nos
tidos y predominantes». Por su parte, HARE concluyó en 1998 que «las expre- invitan (o, mejor dicho, nos venden) los fabulistas spots publicitarios, parece
siones comporta mentales de la psicopatía, al igual que su divergencia de los claro que cada cual los hace suyo a su manera, a su propio gusto. A nivel
comportamientos de los demás, están influidas por las estructuras y normas individual, diferimos bastante menos de lo que solemos pensarnos: se nota
de la sociedad y de la cultura». que diferimos en la forma en cómo nos integramos con el grupo con el cual
La conclusión que podemos sacar de todo esto, por un lado, es que los nos sentimos identificados. He aquí las más sutiles diferencias, y los rasgos
estudios de las variaciones transculturales de la psicopatía son muy de la psicopatía se hacen mucho más patentes en esta forma individual de
necesarios para mejorar tanto nuestro entendimiento y comprensión de esta interactuar con los demás que realizando sofisticadas comparaciones estadís-
anomalía de la personalidad como la evaluación y el trato con los individuos ticas con las tradiciones y costumbres de otros países, sociedades o culturas.
que la portan. Así, si tratamos con sujetos psicópatas (ya sean éstos delin- El concepto clave aquí, por tanto, es el de "integridad", y, más concreta-
cuentes o no) que tienen patrones de personalidad distintos (variantes de per- mente, el de "integridad" social. El profesor VICENTE GARRIDO, haciendo
sonalidad, como las que veremos en el Capítulo 3), entonces la intervención referencia al concepto de integridad personal de la teoría de BATKIN, ha expli-
también ha de ser necesariamente diferente. cado magistralmente este concepto clave de la "integridad", así como la
Por otra parte, y dejando a un lado los frecuentes defectos metodológicos manera de adquirirla:
de muchos estudios de investigación que posteriormente suelen poner en evi-

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96 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad La identidad del psicópata 97

la integridad es el concepto clave en la teoría de BATKIN. Por supuesto, es nece- ¿De todas las clases? ¿Por todas partes? Opinen ustedes mismos. Ya lo deja-
sario aprender las normas morales de la sociedad para convertirse en un ser mos entrever con el célebre proverbio español con que empezamos este segundo
moral; nadie nace con esas normas, pero sirve de poco aprender esas normas si
capítulo: «el hábito no hace al monje». Y precisamente los psicópatas, con esa
no desarrollamos el sentido de la integridad personal, la cual es necesaria para
inquietante habilidad para enmascararse e intregrarse entre las personas norma-
que aceptemos que somos responsables del valor moral de nuestras acciones.
les, "cuelgan los hábitos" a su antojo, cada vez que les viene en ganas. Así, pare-
aCómo se logra la integridad? Mediante la práctica del actuar virtuoso. La
acción moral es más un hábito que un conocimiento. Y ese hábito ha de adquirir- ce ser que la integridad social que se les supone a los psicópatas debe estar pre-
se durante el desarrollo de la persona, en su infancia y juventud. El niño va adqui- viamente enfocada por su propia integridad personal. En este sentido, si los psi-
riendo una imagen de sí mismo mediante los cuidados que va recibiendo de los cópatas son, efectivamente, tan encantadores, superficiales y manipuladores,
adultos que le quieren. Estos adultos nos responden de un modo consistente, así resulta lógico que su integridad en la sociedad esté más que asegurada, pues
que vamos aprendiendo a valorar nuestras acciones Iy a nosotros mismos) de irán ajustándose a los patrones que cada grupo social le marque en la medida
acuerdo a lo que se nos dice que está bien o mal. Buscamos el cariño y las ala-
en que perciban que del grupo pueden sacar beneficios personales egoístas; si
banzas de nuestros padres. Si estos mensajes positivos se asocian a un actuar
no les interesa, simplemente mudarán de grupo. Aunque esta "integridad" es rela-
moralmente positivo, aprendermos a valorarnos cuando, por ejemplo, comparta-
mos cosas con los demás, ayudemos a nuestros amigos o seamos responsables en tiva, será conveniente estar atentos, ya que «no todo lo que reluce es oro».
nuestras tareas.
Ahora bien, aqué sucede si no existe esa consistencia en el aprendizaje de lo
que está bien o mal? O, peor aún, aqué ocurre si somos alabados por ser crueles
e insensibles? En el primer caso, nuestro "yo moral" será muy débil, nuestra capa-
cidad para reconocernos como autores y responsables morales de lo que hagamos
influirá muy poco en corregir nuestro comportamiento, ya que nuestro sentido de
la integridad se habrá infradesarrollado. Sencillamente, el que hagamos algo
Ante tanta inquietud, parece como si la psicopatía fuera incluso un con-
"bueno" o "malo" no tendrá gran importancia, porque el sentido moral de nuestra
conducta no será un elemento esencial de nuestro autoconcepto. Y, en el segundo cepto tabú. Sin embargo, a mi entender, la psicopatía es uno de los proble-
caso, el problema se agravará, porque nos solazaremos con la manipulación, el mas que la sociedad actual acucia a diario y, por tanto, merece tanta impor-
engaño y el abuso de los demás. Nos habremos, literalmente, embrutecido: actua- tancia (quizás incluso más) como cualquier otro problema social: se trata de
remos como brutos en vez de seres humanos, porque se nos ha enseñado que inquietud, sí, pero no de alarmismo. Al igual que puso de relieve el profesor
somos algo sólo en la medida en que abusemos y utilicemos a los demás. JosÉ SANMARTíN en su libro La Violencia y sus Claves, yo tampoco soy parti-
dario de hacer ver a la gente «psicópatas por todas partes», ya que ello
Los psicópatas integrados son personas que cumplen todos aquellos
«sólo puede conducir a la devaluación del concepto», como viene sucedien-
rasgos de la psicopatía ya estudiados, exceptuando los que se refieren a las
do durante hace ya más de 200 años, un término que ha llegado a rozar,
conductas delictivas. Pero maticemos un poco más. Aun en el caso de que como asevera el psiquiatra JOHN GUNN, incluso lo moral y lo meta-físico. De
estos individuos se vieran involucrados en algunos tipos de conductas o acti-
cualquier modo, muchos de los casos que observamos a diario y buena parte
vidades delictivas, debe tenerse en cuenta que éstas no serán siempre de
del tren de vida estilado en nuestra moderna sociedad no dejan lugar a
gran calado social o legal, es decir, que podrán seguir pasando relativamen- dudas: los comportamientos psicopáticos están a la orden del día".
11

te desapercibidos entre nosotros y nuestro sistema de justicia criminal, al


Bien es cierto, por otra parte, que la etiqueta diagnóstica de "psicópata"
menos hasta que les quitemos la máscara o sean convenientemente apresa-
se aplica con excesiva frecuencia, facilidad y mano libre (a veces hasta con
dos por los supuestos delitos en los que incurrieren.
cierto entusiasmo, diría yo) a individuos que tienen o parecen tener algunos

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98 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad La identidad del psicópata 99

rasgos psicopáticos (por ejemplo, a individuos fríos y manipuladores), pero no se es estrictamente un psicópata: los rasgos de la psicopatía hay
no menos cierto es que «tener algunos r05gos p5icopóticos no es ser un psi- que valorarlos en función de su severidad y temporalidad. En este sentido, no
cópata» (SANMARTíN ESPLUGUES, 2000, p. 30). "Ser" y "parecer" son cosas dis- es lo mismo desplegar algunos rasgos psicopáticos en ciertas situaciones con-
tintas: no es lo mismo ser un psicópata que parecerlo (es decir, comportarse cretas que mantenerlos y llevarlos en el fuero interno de por vida, ya que, y
como un psicópata); sobre este respecto ya volveremos más adelante. esto es muy importante (tal y como lo han puesto de manifiesto los estudios
Diríamos, pues, que el cuadro completo de la psicopatía lo constituyen longitudinales), la psicopatía no se pasa con la edad: disminuye la frecuen-
esas piezas (rasgos o características) que ya estudiamos. En este sentido, la cia de los comportamientos antisociales, pero los rasgos de personalidad y
psicopatía es como un puz/e, que consta de una serie de piezas que deben emociones permanecen intactos.
reunirse para formar el cuadro completo. Reunir todas las piezas de este A pesar de lo dicho, mucho me temo que el panorama mediático sobre
puzle implica, lógicamente, que nos encontraríamos ante un auténtico psicó- la psicopatía no parece que vaya a cambiar in ictu oculi, al menos por
pata o psicópata puro (como lo denomina el mismo doctor HARE). Pero, ¿qué ahora. De cualquier modo, el propósito de este libro es quedar manifestada
sucede si, como en el caso de otras personas, solamente se reúnen algunas una realidad psicológica, social y criminológica que el lector, a través de las
de las piezas del puzle y no todas? ¿Eres por ello un psicópata, un poco psi- páginas que siguen, tendrá ocasión de comprobar. A saber: que los psicópa-
copático o simplemente no lo eres? tas (delincuentes y no delincuentes) no son una mera invención mediótica pro-
Son éstas, desde luego, preguntas interesantes, quizás difíciles de respon- cedente de películas y novelas. Hay una pluralidad de términos al uso; lIá-
der en cierto sentido. En cualquier caso, conviene tener en cuenta dos pun- menles como ustedes prefieran: psicópatas pre-delincuentes, subcrimina/es,
tualizaciones claves. Por un lado, hay que dejar claro que ni todos los integrados, con éxito, de andar por casa, o sociópatas. Se los denomine
delincuentes son psicópatas, ni todos los psicópatas son delin- como se los denomine, estos sujetos existen, están ahí, e insistiendo una vez
cuentes. Independientemente de que la psicopatía pueda comportar algu- más en lo que ya subrayaba HARE, lo cierto es que, caiga mejor o peor, «la
nos rasgos de conducta delictivos o antisociales, lo cierto es que no necesa- psicopatía nos toca prácticamente a todos».
riamente se han de exhibir este tipo de comportamientos para mostrar rasgos
de personalidad, de emociones y de relaciones interpersonales que son, tam-
bién, claramente psicopáticos. Además de estos rasgos básicos del perfil psi-
cológico y emocional del psicópata, lo importante en la psicopatía, como
cuadro o síndrome de un conjunto de síntomas (los rasgos), no son precisa-
mente las conductas antisociales y delictivas sino, más bien, las conductas
asociales, es decir, aquellas que, aun no contraviniendo exactamente las nor-
mas de la sociedad, les disgregan de éstas. Así, si bien los psicópatas
podrán comportarse como usted o como yo, de manera más o menos normal,
lo que resulta evidente es que éstos no serán como nosotros durante mucho
tiempo, porque no podrán sostener la máscara que los encubre y disfraza:
ésa es la verdadera y auténtica genuidad de los seres humanos normales, la
que precisamente nos separa de los psicópatas.
por el mero
Por otro lado, es preciso insistir de nuevo en la idea de que
hecho de agrupar o reunir ciertas características psicopáticas,

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SEGUNDA PARTE
La personalidad del psicópata:
su fachada exterior

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Falsas apariencias y
una logorrea descomunal

«Todos ven lo que aparentas, pocos advierten lo que eres».


MAQUIAVElO

(11 Principe, 1537)

1.1. El factor J: la personalidad y mundo afectivo·


emocional del psicópata
El Factor 1 de la psicopatía engloba un conjunto de 8 rasgos descripti-
vos que nos dan un perfil psicológico sobre un tipo de sujeto concreto. Se
trata de rasgos que tienen que ver con la personalidad, con las sensa-
ciones y con las emociones y afectos. El hecho de que las ocho carac-
terísticas de este factor estén redactadas en su extremo no es casual, pues
están describiendo la personalidad y vida emocional de aquellas personas
que han sido estudiadas y calificadas como psicópatas. Evidentemente, todas
aquellas personas que no oscilen entre esos rasgos extremos no son psicópa-
tas, si bien podría dar la sensación de que lo son por el mero hecho de cum-
plir algunos de los mismos, para lo cual entenderemos que estos sujetos no
son psicópatas pero sí pueden comportarse como tal.
En el Cuadro 6 exponemos el listado de dichos 8 rasgos que dan esen-
cia a la definición de psicopatía. Dichas características ya han sido descri-
tas, por lo que aquí sólo extraemos aquéllas que se engloban bajo el presen-
te Factor 1.

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104 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Falsas apariencias y una logorrea descomunal 105

CUADRO 6. 11 'CKIor J: 'os rasgos ele perSOIHIIidad y emoeiones ele, psicópata JOHN REID MELOY en su espléndido libro de 1988 The Psychopathic Mind -" La
Mente Psicopática"-) , entonces parece como si los psicópatas integrados
hubieran cursado una especie de Máster para aprender a desenvolverse con
"normalidad" entre el resto de la gente. Y éste debe ser un Máster en
Teatralidad, ya que si bien han aprendido a fingir e imitar los sentimientos y
las emociones genuinamente humanas, lo cierto es que esta clase de perso-
nas no las tienen integradas de manera natural tal y como las tenemos el resto
de personas. Así, cuando les quitamos esa mascarada, vemos exactamente
cómo son, lo que en realidad son.
Como decimos, el Factor 1 es el que mayor importancia tiene en la y lo que decía antes: que los psicópatas son sólo diferentes a nosotros en
caracterización esencial de la psicopatía. Los rasgos que se incluyen en este este aspecto y sólo en algunos sentidos. Así, dada su alta capacidad y faci-
factor tienen que ver con la personalidad y con el mundo afectivo- lidad para detectar los puntos débiles de los demás, es inquietante saber que
emocional. Sin lugar a dudas, se trata de las características más difíciles este tipo de personas son mucho más diestras que nosotros en esta capaci-
de evaluar no sólo en los sujetos psicópatas, sino también en el resto de per- dad intuitiva de la que venimos hablando. No es que tengan un "sexto senti-
sonas normales, ya que sabemos que están ahí pero no las podemos ver do", sino que simplemente son muy hábiles en sondear a los demás, sobre
directamente, es decir, las podemos intuir pero sólo las vemos cuando se todo cuando nos encontramos en momentos emocionalmente bajos: es preci-
transforman en conductas observables o en omisiones que, de un modo u samente en estos momentos en los que el psicópata estima más oportuno
otro, contradicen lo que piensan, sienten y dicen. entrar en acción.

Muchas veces, cuando entramos en interacción con los demás, somos


capaces de intuir relativamente bien tanto las intenciones como los estados 1.2. La mente del psicópata: su fachada exterior
emocionales de nuestros interlocutores, sobre todo si se trata de personas como refleio de su mundo interior
que pertenecen a nuestro círculo de amistades y familiares. La Sociobiología
sostiene que esta capacidad la hemos ido desarrollando y puliendo a lo Pero la mente del psicópata es mucho más complicada que lo que acaba-
largo de los siglos como una estrategia de vida y de adaptación a nuestro mos de decir. Si bien es cierto que cuando les quitamos la máscara caemos
entorno social y ambiental. Esta tesis resulta comprensible, ya que sin esta en la cuenta de la clase de personas que son, no menos cierto es que desco-
capacidad de intuición sería harto difícil que muchas veces llegáramos al nocemos, paradójicamente, por qué hace lo que hacen. Me estoy refiriendo
consenso y respetáramos esas mismas normas sociales de civismo que no a los motivos. Así pues, sabemos cómo son, pero no sabemos por qué son
están escritas en ninguna parte pero que todos las intuimos de una u otra así, y mucho más nos desconcierta el hecho de que no sabemos para qué
forma y las aceptamos e integramos en nuestro sistema de valores para una hacen lo que hacen. La mayoría de los psicópatas, cuando los entrevistamos,
mejor convivencia. ofrecen una serie de motivaciones y explicaciones a cual más absurda e
incomprensible sobre el por qué y el para qué de lo que hacen. En este sen-
El caso de los psicópatas es diferente al nuestro, aunque sólo en algunos
tido, el mismo doctor HARE vuelve a recordarnos que, si tenemos en cuenta
aspectos. Si, como se ha sugerido desde la Neurobiología, los psicópatas tie-
esas dos características esenciales de la psicopatía definidas como tendencia
nen un cerebro reptiliano, confeccionado con armas neurobiológicas y psico-
al aburrimiento y búsqueda constante de nuevas sensaciones, quizás así
fisiológicas básicas para la supervivencia (como ya estableciera el doctor

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106 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Falsas apariencias y una logorrea descomunal 107

podamos entender mejor esos comportamientos sin sentido en los que fre-
cuentemente se involucran los psicópatas, sean criminales o integrados.
Sin duda alguna, la mente del psicópata forma parte de su estructura de
personalidad. Al ser esto así, a su vez, la personalidad nos está dibujan-
Si de algo entienden los psicópatas, no lo duden en absoluto: es de
do un esbozo sobre la fachada exferior de este tipo de personas, lo que,
hablar por los codos (Iogorrea descomuna~ y de aparentar lo que no son en
a su vez, también nos está perfilando una silueta que refleja lo que llevan
realidad (falsas apariencias). Resulta que, como otros estilos de vida, ésta es
dentro, sobre su mundo inferior. Los psicópatas, a nivel de personalidad,
su forma de moverse por el mundo y, a diferencia de otras personas que actú-
de forma de ser, no difieren de nosotros en la forma sino en el fondo; es
an igual pero que no son psicópatas, no la van a cambiar bajo ningún con-
decir, difieren en la mecánica y contenido de su personalidad, pero no en su
cepto porque, entre otras cosas, parece reportarles ciertos beneficios.
estructura. Es por esto por lo que los estudiosos insisten en que nos podemos
encontrar ante sujetos que parecen ser psicópatas pero que, en realidad, Los psicópatas necesitan ser y actuar así para sentirse bien consigo mis-
solamente se comportan como tales. La personalidad del psicópata los hace mos. Las apariencias falsas no necesariamente se exhiben, como se suele
ser como son excepto cuando tienen que cambiarse la máscara, pero su pensar, a través de la imagen física y de la estética. Las palabras dan para
mundo interior, tarde o temprano, acaba delatándolos. mucho, y puede que, al final, incluso resulte que una imagen no valga más
que mil palabras.
La fachada inferior de los psicópatas tampoco tiene la misma estructu-
ra que la nuestra. A pesar de la dudosa habilidad de la que presumen algu-
nos mentalistas, es imposible meterse en la mente del psicópata; es imposible 2.1. El lenguaie: un arma muy poderosa en sus bocas
siquiera tratar de intuir qué se le está pasando por la cabeza. Sin embargo,
¿Cómo consigue una persona colarle a alguien una historia poco proba-
inquietantemente, los psicópatas, como decíamos, han desarrollado la rápi-
ble pero convincente? Sin duda alguna, la manipulación del lenguaie,
da habilidad de averiguar los puntos débiles de los demás, y en este sentido
junto a esa falsa y encantadora apariencia, son dos de las armas clá-
juegan con ventaja respecto de nosotros. Ya que son imprevisibles, es sobre
sicas del lenguaje tanto de los psicópatas integrados como de otras muchas
todo su fachada exterior la que los delata; sólo cuando ésta reluce es
personas manipuladoras que no son psicópatas sensu strictissimo. Pero pro-
cuando realmente salta ese botón de nuestro sistema de alerta que nos empie-
fundicemos en ello, a modo de reflexión, con la siguiente realidad sobre el
za a avisar de los peligros que están por venir y nos da una idea sobre el
arte de hablar y el arte de aparentar.
tipo de persona que tenemos delante.
A través de las descripciones que vamos a realizar sobre algunos de los
LA REALIDAD PSICO-SOCIAL 1.
8 rasgos psicopáticos del Factor 1, se podrá entender con mayor claridad
EL ARTE DE HABLAR Y EL ARTE DE APARENTAR
cómo es la mente del psicópata: su fachada exterior como refleio de su
mundo interior.

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108 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Falsas apariencias y una logorrea descomunal 109

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110 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Falsas apariencias y una logorrea descomunal 111

FUENTE: Elaboración propia a partir de: RAMPIN, M. (2008). Vender la moto: Trucos de la
manipulación del lenguaje. Madrid: Alianza.

2.2. La palabrería psicopática


2.2.7. Se saben la letra, pero no la música
Ya lo expresaron muy gráficamente, en 1962, los sociólogos JOHNS y
QUAY al decir que los psicópatas «se saben la letra, pero no la música», es
decir, saben lo que tienen que decir, pero no lo sienten en absoluto. CLECKlEY
describía esta caracterización aseverando que el psicópata «puede estar
diciéndote "Te quiero" y, al mismo tiempo, sentirse como si se estuviera
bebiendo un vaso de agua».
Los psicópatas saben perfectamente lo que los demás quieren y necesitan
oír, y por eso nos van a intentar regalar los oídos con un sinfín de halagos y
buenas palabras, al menos hasta que se aburran de ello o se den cuenta de
que los hemos pillado y se dispongan a cambiar de estrategia. Como decía-
mos antes, el Máster en Teatralidad que los psicópatas deben haber cursado
a lo largo de sus vidas parece estar rentándoles.

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112 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Falsas apariencias y una logorrea descomunal 113

De forma breve, la locuacidad es la facilidad de palabra, mientras que políticos de hoy en día, al igual que los psicópatas, deben estar representan-
el encanID .uperlicial es el aparentar lo que en realidad no se es. Dicho do un papel, actuando, leyendo mecánicamente "un guión". No hemos des-
esto, el mismo doctor ROBERT D. HARE describe de manera resumida este rasgo cubierto nada nuevo con esto, pero había que recordarlo. Probablemente,
psicopático en el siguiente fragmento de su obra Sin Conciencia: como decían los ingeniosos miembros de ese grupo vallisoletano, se trate de
gente impresentable, al menos coloquialmente hablando, ya que resulta fácil-
los psicópatas son, a menudo, ingeniosos y se expresan muy bien. Pueden ser mente comprobable la manera tan brillante con la que los psicópatas (y ya
conversadores amenos y divertidos, con respuestas rápidas e inteligentes.
no importa si éstos son políticos, profesores, médicos, psicólogos, abogados,
Frecuentemente cuentan historias poco probables, pero de alguna manera nos con-
vencen de su veracidad. Ellos siempre quedan bajo la mejor luz. Pueden ser muy
etc.) suelen presentarse ante los demás, con esa labia tan superficial pero, al
efectivos a la hora de presentarse a los demás, encantadores y amables. Para mismo tiempo, convincente, al menos al principio.
algunas personas, sin embargo, son demasiado mañosos, se les nota poca since- En suma, parece que los dos sociólogos norteamericanos no se equivocaban
ridad. los observadores más astutos suelen tener la impresión de que los psicópa- cuando aseveraron que los psicópatas «se saben la letra, pero no la música».
tas actúan, como si mecánicamente estuvieran "Ieyendo un guión".

Quizás, tras esta descripción del profesor HARE, más de uno ya habrá 2.2.2. Palabras encantadoras y engatusadoras, pero huecas
caído en la cuenta de que esta palabrería de la que hacen gala los psicópa- Una de las evaluadoras del grupo de investigación de HARE, en la
tas es un recurso del que frecuentemente echan mano muchos de esos políti- Universidad de British Columbia (Vancouver, Canadá), describió así una
cos que se califican a sí mismos de "demócratas", pero también muchos de entrevista que tuvo con un recluso:
esos altos cargos o mandatarios que albergan, aún hoy día, ideas de índole
fascista. No se alejan ustedes, en absoluto, si ésta es la impresión que han Me senté y saqué mi libreta de apuntes y la primera cosa que dijo Fue qué ojos
sacado. A este respecto, ahora me viene a la memoria un pequeño fragmen- tan bonitos tenía. Durante la entrevista se las ingenió para colar algunos piropos:
to que el grupo de música pop-rock español Celtas Cortos manifestó abierta- por ejemplo, que mi pelo le parecía increíble. De manera que cuando acabé con
la sesión, me sentía excepcionalmente ... bien, muy guapa. Yo soy una persona sus-
mente y sin tapujos al público en uno de sus magistrales conciertos; decían
picaz, especialmente en el trabajo, y normalmente puedo detectar un tejemaneje.
lo siguiente: Cuando salí de allí, no podía creer la Facilidad con que me había manipulado.

Ante la ración del descalabro que habitualmente nos brindan nuestros políticos, En realidad (seamos más humildes), no siempre es fácil determinar si un
politicuchos, gobernantes que se creen que somos y nos hablan cual conejo de
individuo es sincero o un engañador/manipulador, especialmente cuando no
Indias incauto que nunca sabe de dónde le viene el aire: ¡este es el muestrario del
escaparate de naciones!
lo conocemos. Por ejemplo, supongamos que una mujer conoce a un hombre
atractivo en un bar y, mientras se están tomando una copa de vino, él le dice
Casualmente, este fragmento es de una canción que daba el mismo título lo siguiente:
a uno de sus álbumes, Gente Impresentable, sacado allá por 1990, en el que
Creo que he malgastado mucho tiempo en mi vida. Y es que no se puede vol-
despertaron sus espíritus críticos e inquietos que cuestionan al poder, las ins- ver atrás. He tenido épocas en las que he intentado hacer más cosas para vivir
tituciones, la injusticia y el abuso hacia los menos favorecidos y excluidos. más, pero lo que sucede es que la vida pasa más rápido, no mejor. Ahora quiero
Si desde luego es esta la perspectiva con la que los psicópatas se mue- vivir más lentamente, dar a los demás cosas que yo no he podido tener. Hacer que
ven por la vida (la de que «cada uno por su lado se lo monte como pueda», disFruten de la vida. No quiero decir darles emociones Fuertes, sino sentido a su
vida. Seguramente es algo que le daré a una mujer, aunque no tiene por qué ser
como también dice el grupo en esa canción), entonces parece claro que los

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114 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Falsas apariencias y una logorrea descomunal 115

necesariamente una mujer. Pueden ser los hijos de una mujer, o un anciano. Creo a pesar de ello, este tipo de individuos siguen convenciéndonos yenganchán-
que ... No, no creo, estoy seguro de que eso me haría muy feliz, me haría sentir
donos con su labia y presentación superficial, y esto es algo que nos inquie-
que mi vida tiene mucho más sentido.
ta realmente. Algunos autores han hipotetizado que los psicópatas tienen una
¿Le parece sincero alguien capaz de pronunciar estas palabras? ¿Las ha mirada especial, a través de la cual nos encandilan, mienten y manipulan,
dicho convencido? Pues bien, las dijo un hombre de 45 años con una horri- pero paradójicamente nos convencen.
pilante carrera criminal, un sujeto que estudió el doctor HARE y que sacó la
puntuación más alta en la escala de psicopatía. Por cierto, entre sus delitos y 2.2.3. Palabras extrañas, vanas y maquilladas, pero convincentes
faltas estaba haber maltratado reiteradamente a su mujer y abandonado a
Las peculiaridades verbales del psicópata son, en muchas ocasiones, real-
sus hijos.
mente imperceptibles. Es como si se sacaran las palabras del bolsillo: dicen
En su libro Fatal Vis ion, de 1989 y traducido al español en 1997 (Visión
lo que tienen que decir en el momento oportuno. Aunque muchas veces pare-
Fatan, el escritor JOE MCGINNISS describió así su relación con Jeffrey MacDonald,
cen palabras muy raras, envueltas en cierto aroma de duda/sospecha, lo
un médico psicópata condenado por matar a su mujer y a sus hijos:
cierto es que no sabemos por qué extraña razón nos resultan tan convincen-
Durante los seis meses que siguieron a su arresto definitivo (quizá fueron siete
tes. En la siguiente realidad psico-social, vamos a seguir desenmascarando
u ocho meses), me debatía no sólo con la pregunta de si era o no culpable, sino la palabrería psicopática.
también con otra que era todavía más preocupante: si realmente lo había hecho
él, ¿cómo podía caerme bien? Pasé por la época más terrible que he vivido como LA REALIDAD PSICO-SOCIAL 2.
escritor, porque él no paraba de rogarme que creyese en él, y era un hombre
EL ARSENAL LINGüíSTICO DE LOS PSICÓPATAS
encantador y muy persuasivo.

Jeffrey MacDonald llevó a los tribunales a MCGINNISS por varias causas,


incluido "por infligirme intencionalmente gran malestar emocional". El escri-
tor JOSEPH WAMBAUGH (1987) testificó en el juicio y dijo lo siguiente de
MacDonald, a quien consideraba un psicópata:

Tenía una gran facilidad de palabra. [ ... ] Creo que nunca he conocido a nadie
con más facilidad de palabra. Me asombré por la manera en que contaba la his-
toria. Describía hechos horrorosos con un detalle gráfico impresionante [ ... ] con
facilidad y soltura. [ ... ] He entrevistado a docenas de personas que han sobrevivi-
do a crímenes horribles, algunos inmediatamente después de los hechos y otros
años después, incluidos padres de niños asesinados, pero nunca me he encontra-
do a alguien que pudiese describir algo así de una manera tan sosegada como el
doctor MacDonald.

Desde luego, como vemos en todos estos relatos, los psicópatas son muy
capaces de pronunciar palabras encantadoras y engatusadoras, pero pala-
bras que, al fin y al cabo, están huecas, carecen del más mínimo tono emo-
cional que las acompañe. Sin embargo, aún no sabemos muy bien por qué,

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118 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Falsas apariencias y una logorrea descomunal 119

Esto es justamente lo que hacen los psicópatas con las palabras: se las
sacan del bolsillo, porque las tienen a pares, a puñados. Los psicópatas,
como bien señala el doctor HARE, incurren frecuente y reiteradamente en afir-
maciones contradictorias e incoherentes. Es precisamente de su lenguaje
anormal del cual se deriva la creencia de que los psicópatas están muy por
debajo de la pobreza emocional semántica. Pero esto no quiere decir, en
absoluto, que los psicópatas estén mentalmente perturbados, en el sentido psi-
copatológico del término.
El lenguaie incoherente del psicópata no es como el lenguaie descarrila-
do de los esquizofrénicos. Los psicópatas, como ya dijimos, «se saben la
letra, pero no la música»; esto implica que en muchas ocasiones, yen tanto
que seres humanos, los psicópatas también, como nosotros, meten la pata, y,
además, hasta el fondo. Si bien en la mayoría de las ocasiones saben per-
fectamente lo que tienen que decir (lo que sus interlocutores quieren y dese-
an escuchar), no menos cierto es que en muchas otras ocasiones sus propias
ansias de impresionar les juegan una mala pasada: puesto que la impulsivi-
dad y los pobres controles conductua/es son dos de sus características esen-
ciales, la aparente virtud o genialidad con que muchas veces convencen a
los demás con su tremenda labia, en otras ocasiones, se vuelve contra ellos
mismos. Es su propia arrogancia, mal canalizada a través de su encanto
superficial, lo que hace saltar las alarmas mentales de algunos de los que le
escuchan con atención.
Los psicópatas, egocéntricos patológicos puros, son muchas veces incapa-
ces de controlar los sentimientos con que falsamente presentan sus proyectos
FUENTE: Elaboración propia a partir de: HARE, R. D. (1993). Without conscience: The disfur· e ideas ante los demás. Como ignoran o no les importa en absoluto contem-
bing world of the psychopaths among uso New York, NY: Pocket Books. plar la posibilidad de que existan personas que no serán tan ingenuas como
para creerles, subestiman de esta forma la capacidad que tienen muchas
otras personas para pensar algo así como" i pero y éste de qué va!". y el pro-
2.2.4. En suma: palabras sacadas del bolsillo
blema no se acaba aquí, porque si algo virtuoso, aunque mal dirigido y enfo-
El escritor CHARLES PEGUY, en un ingenioso artículo titulado The Honest cado, tienen los psicópatas es, precisamente, su tenacidad y perseverancia.
People (La Gente Honesta) y publicado en 1943 en Basic Verities (Verdades El problema aparece cuando su sentido desmesurado de autovaloración
Básicas), también lo expresó tan magistralmente como los clínicos de antaño: alcanza unas cotas tan desorbitadas e inverosímiles que ni la persona más
ingenua se atrevería a tragarse las palabras que los psicópatas se sacan del
Una misma palabra significa cosas diferentes para un escritor y para otro. Uno
bolsillo, ¿o quizás sí?
la destila de sus entrañas. El otro simplemente la toma del diccionario.

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120 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Falsas apariencias y una logorrea descomunal 121

nadas y utilizados por muchas otras personas que no son psicópatas y que,
sin embargo, asimismo nos engancharon a ellas.
3. 1. ¿Cuál es ese gancho que tanto nos atrae de los No obstante, estamos hablando de interacciones con personas más o
psicópatas? menos normales, independientemente del mal sabor de boca que nos dejen.
Pero, ¿qué sucede cuando en esta interacción aparece en escena un psicó-
¿Qué es exactamente eso que nos engancha de los psicópatas, que nos pata? El resultado, sin duda, puede ser catastrófico, insoportable, demencial.
convence aunque sepamos que no están siendo sinceros? ¿Por qué nos de¡a- los psicópatas, dada su característica esencial de parasitismo, tienden a per-
mas engañar de una forma tan absurda e incomprensible? Es como si los psi- cibir cualquier interacción o intercambio social como una oportunidad para
cópatas tuvieran un gancho "especial", una especie de aurea que, paradóji- alimentarse (paras itar) , como una contienda o desafío de voluntades en
camente, nos atrae y nos repele al mismo tiempo. Pero, ¡no se engañen! donde sólo puede quedar uno, en donde sólo puede haber un ganador. Los
Como venimos diciendo, y parafraseando una famosa canción, lo suyo es únicos propósitos del psicópata son manipular y conquistar, y lo harán des-
puro teatro.
piadadamente y sin remordimientos.
Másteres en teatralidad, especialistas en aparentar: así es como ven los Insistimos: ¡puro teatro, puro espectáculo! Éste es su gancho, su único gan-
investigadores a este tipo de personas. En realidad no son ellas en sí mismas cho: unas veces lo exhibirá de forma amable y atractiva; otras, no. Siguiendo
quienes nos atraen de manera inexplicable, sino más bien el espectáculo con la línea argumental del profesor HARE, en la siguiente realidad psico-social
que se nos presentan, la pantomima con la que nos tratan de representar una vamos a ver en qué están específicamente especializados los psicópatas.
realidad a todas luces inverosímil. Y hablando de teatro y escenificación, vie-
nen al caso unas significativas palabras con las que MOLIERE se dio cuenta de
LA REALIDAD PSICO-SOCIAL 3.
la existencia de esta locuacidad y encanto superficial prototípicas de los psi-
LA HORA DEL ESPECTÁCULO: MÁSTER EN TEATRALIDAD
cópatas cuando, en 1668, en el 1er acto de El Ávaro, escribió con acierto lo
siguiente: «Las personas pueden ser inducidas a creer cualquier cosa con tal
de que se lo sazonen con alabanzas». En este sentido, cortas se quedarían
todas aquellas advertencias que pudiéramos hacerles a aquellas personas
que les encanta que le regalen los oídos.
Como bien señala el doctor HARE, la mayoría de la gente acepta las
reglas del ¡uego, las reglas de la interacción humana. Sin embargo, ¿para
qué vamos a engañarnos?: desgraciadamente, hay muchas otras personas
que utilizan su aspecto exterior y su encanto (natural o adquirido) para llevar-
se a los demás a su terreno y así conseguir que hagan lo que ellos desean.
Posteriormente, pasada la tempestad no llegará la calma, quedando muy
claro que las necesidades y vulnerabilidades de cada víctima determinarán
el resultado de tal intercambio. Generalmente, los resultados suelen ser rela-
tivamente inofensivos, ya que forman parte de las interacciones cotidianas
entre las personas normales. Por tanto, también podremos sentirnos decepcio-

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122 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Falsas apariencias y una logorrea descomunal 123

FUENTE: Elaboración propia a partir de: HARE, R. D. (1993). Without conscience: The distur-
bing world of the psychopaths among uso New York, NY: Pocket Books.

Como venimos diciendo, la peculiar especialidad del psicópata es el tea-


tro, la representación de la realidad, y todo ese espectáculo es lo que realmen-
te nos atrae y nos engancha a ellos, al menos hasta que los desenmascaramos.
Ciertamente, nos inquieta no poder detectar a tiempo ese gancho que
hace tan atractivos a los psicópatas y por los que incluso somos capaces
hasta de perder la cabeza. Como plantea HARE con la anécdota de su amigo,
ese gancho no es más que pura apariencia, actuación o teatro, pero engan-
cha, al fin y al cabo. No sabemos cómo detectar ese gancho porque, sin
duda, la gente normal tendemos a confiar de manera más o menos generali-
zada en los demás: no podemos pararnos a pensar en que todo el mundo
nos va a engatusar para luego engañarnos; sería de locos estar analizando
al detalle todos los pormenores de nuestros interlocutores.
Pero lo que sí sabemos es cómo dejan los psicópatas a sus víctimas una
vez que han conseguido los objetivos que se marcaron con ellas desde el
principio. Quién mejor que otro psicópata para ilustrarnos sobre el modo en
que nos enganchan y el estado final en el que nos dejan tan pertrechos; su
reflexión es verdaderamente inquietante:

Te cogerá de entre la multitud, te desarmará con sus palabras y te controlará


con su presencia. A ti te encantarán su ingenio y sus planes. Te lo hará pasar bien,
pero piensa que después te pasará factura. Te sonreirá y te engañará y, luego, te
atemorizará con su mirada. Y cuando haya acabado contigo, y ten por seguro que
lo hará, te abandonará llevándose consigo tu inocencia y tu orgullo. Te dejará más

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124 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Falsas apariencias y una logorrea descomunal 125

triste, pero no más sabio, y durante mucho tiempo te preguntarás qué paso y qué ¿Cuáles son, entonces, esas estrategias básicas que emplean los psicópa-
hiciste mal. V, después, si otra persona así llama a tu puerta, aobrirás? tas para causarnos, al menos al principio, una buena impresión, una buena
imagen de sí mismos? Se trata, precisamente, de algunas de las estratagemas
Realmente, una narración abrumadora. Se trataba de un escrito firmado por que también emplean como parte del más amplio y desconcertante ciclo de
un psicópata en la cárcel al que había entrevistado y evaluado el doctor HARE. A manipulación al que someten a sus víctimas cuando, por las razones que
la luz de lo que posteriormente suele pasar con los psicópatas, luego no damos sean, deciden entablar una cierta relación. Basándose en las observaciones
crédito a cómo es posible que una persona así, con tanto encanto superficial, se realizadas por HARE, el profesor GARRIDO ha sintetizado esas estrategias bási-
nos pueda haber presentado como la mejor persona del mundo y, finalmente, cas en las siguientes:
resulte ser la peor escoria del universo. Como bien señala el profesor VICENTE
La primera es simular emociones que no tiene, que no puede sentir (amor,
GARRIDO en su libro Cara a Cara con el Psicópata, «el psicópata parece un tipo
amistad sincera o sentimiento de culpa). La segunda es contando historias
normal, pero es porque nos fijamos en lo que dice, porque tenemos la voluntad
que le dejan en buen lugar, aunque sean notablemente falsas o exageradas.
de creer a la mayoría de los que forman parte de nuestro entorno, de modo tran-
La tercera estrategia es hallando excusas fáciles que le pongan al abrigo de
sitorio o permanente, salvo que tengamos razones poderosas para no hacerlo».
reprobaciones o sanciones. La más habitual de todas es, quizás, en casos
Sin duda, estos sujetos tienen que emplear algún tipo de estrategias para penales donde la opinión pública ha sido noqueado por la brutalidad del cri-
que les salgan las cosas tan redondas. Veamos cuáles son algunas de las men, la de que el autor está enfermo y por ello no es responsable de nada.
estrategias con las que los psicópatas nos enganchan de una forma tan fácil
Como ejemplo, VICENTE nos trae a colación el sonado caso de José
como desconcertante.
Rabadán Pardo, más conocido como" El Asesino de la Catana", que mató a
sus propios padres y hermana con una espada samurái; algunos, especulan-
3.2. Las estrategias básicas de los psicópatas: cara y do sobre la influencia de video-juegos tan conocidos como el Final Fantasy
cruz de una misma moneda VIII, atribuyeron a esta influencia los potenciales instintos o, mejor dicho,
necesidades criminales de este brutal y despiadado parricida y fratricida.
3.2.7. La cara de la modeda: causar buena impresión
Nos interesa seguir este caso porque, como bien advierte GARRIDO,
El profesor VICENTE GARRIDO lo ha puesto de relieve en su libro Cara a Rabadán no sólo es un psicópata (a pesar de que lo diagnosticaron de "psi-
Cara con el Psicópata: el rasgo superficial nos indica que el psicópata busca cótico epiléptico"), sino que, además, como tal, es un auténtico máster en tea-
encandilar y seducir a la persona a la cual tiene delante; este encanto, sin tralidad: sabe manejar la palabrería fácil y el sentimentalismo falso como
embargo, es artificioso para un observador precavido. O tal vez no lo es parte de su plan de acción. Siguiendo varias fuentes de interés y algunos
tanto, ya que hay que reconocer que el psicópata puede causar muy buena periódicos, trataremos de desvelar, con el análisis de la personalidad de
impresión en los demás, y quizás pase desapercibido. Rabadán, esa superficialidad y locuacidad del psicópata: algunas de las car-
Se trata, sin duda, de la cara más amable del psicópata, por llamarla de tas personales que él mismo manuscribió a la jueza responsable de su caso
alguna manera. Salvo excepciones, no suele ser normal que la gente corrien- penal son verdaderamente reveladoras.
te se presente ante los demás como poco favorables. En este sentido, si tene-
mos en cuenta otra de las características esenciales de la psicopatía, el ego-
centrismo patológico o sentido desmesurado de autovalía, comprenderemos
que el psicópata es el candidato menos oportuno para tratar de venderse mal
ante los demás.

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126 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Falsas apariencias y una logorrea descomunal 127

CASO DE ESTUDIO 5.
JOSÉ RAIJADÁN PARDO: Mil ASlSlNO DI LA ('AfANAN

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128 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Falsas apariencias y una logorrea descomunal 129

¿Qué sucede, pues, cuando ponemos al psicópata entre la espada y la


pared? Es decir: ¿qué ocurre si confrontamos al psicópata con sus propias
mentiras o le ponemos en entredicho por las inconsistencias de sus historias?
Dado su extremado carácter manipulador, intentará zafarse de la situación
embarazosa, cambiar la conversación o interrumpirla, o quizás buscará
minar la credibilidad de su adversario, vilipendiándole y calumniándole. Y
en este intento de achantar e intimidar a sus rivales, tampoco cambia su
forma de ser y actuar básica: en esta situación también montará espectácu-
los, de tal modo que, ante los ojos de los demás, procure quedar siempre
como "el bueno de la película". Pero como "la película ya está muy vista",
es muy probable que el observador atento, y que ya esté cansado de sopor-
tar sus constantes "numeritos", termine por dejar de creerle.
En el siguiente apartado vamos a estudiar tres versiones de una
misma persona, es decir, tres maneras de ser y de actuar que pueden
darse, por separado o al mismo tiempo, en una única persona. Ni que decir
tiene que estas tres variantes de personalidad suponen, en ningún caso, que
quienes las representan sean, a su vez, psicópatas. Simplemente se trata de
algunas de las máscaras que suelen emplear los psicópatas para engatusar
y ganarse la confianza de sus víctimas: no olvidemos que la imitación y el fin-
fUENTE: Elaboración propia a partir de los autores citados y algunos periódicos. gimiento son características de estos sujetos.

3.2.2. La cara de la moneda: achantar e intimidar a sus rivales 3.3. Tres versiones de una misma persona:
Qué duda cabe que Rabadán es, en realidad, el reverso de la moneda, la ¿personalidad múltiple o múltiples caras?
cruz de ésta, sólo que pretendió encandilar y convencer a los que se pusieron Si antes decíamos que el psicópata puede adoptar tanto el anverso como
en su camino con tal de obtener los beneficios que, por sus absurdas conduc· el reverso de una moneda, lo cierto es que la variedad de caretas o másca-
tas, le iban retirando aun estando recluido en el centro de menores infractores. ras con que pueden presentársenos este tipo de personas es, al mismo tiem-
Cuando ni la seducción ni el lamento, ni ninguna otra de las estrategias po, insondable e inquietante. Buena parte de ello dependerá de la estrategia
básicas antes citadas, les funcionan, entonces es más que probable que los que tenga montada el psicópata en su mente, y en muchos casos les acom-
psicópatas muestren su cara menos amable. Si las circunstancias lo requie- paña la fortuna, ya que terminan saliéndose con la suya.
ren, el psicópata no dudará ni un solo instante en pretender ser alguien muy En ca-autoría con el psiquiatra HERVEY M. CLECKlEY, el mismo autor de La
"duro" y hostil. ¿Con qué finalidad? Con el fin de achantar, amedrentar o inti- Máscara de la Cordura y gran estudioso de la psicopatía, el también psiquia-
midar a todos aquellos a los que crea que no puede seducir o convertir en tra CORBETT H. THIGPEN escribió en 1957 un interesante libro de no-ficción que
sus aliados, entre otras cosas porque tampoco puede tolerar que nadie sea le valió un gran éxito y popularidad internacional y que posteriormente fue
más que él. llevado a la gran pantalla: me estoy refiriendo a The Three Faces of Eve (Las

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130 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Falsas apariencias y una logorrea descomunal 131

Tres Caras de Eva). En este libro describe a su paciente, Eva, como una mujer
que padecía -como técnicamente se denomina en Psiquiatría- un fra.torno
di5ociolivo de identidad, más popular o comúnmente conocido como
personalidad múltiple. Curiosamente, y como suele pasarles a los suje-
tos que dicen padecer este extraño síndrome, años después, a Eva le desa-
pareció la dolencia como por arte de magia.
En la siguiente realidad psico-social estudiamos este caso y lo ponemos
posteriormente en relación con la psicopatía no por lo de "trastorno", sino
más bien por la capacidad que tienen la mayoría de los psicópatas no sólo
para simular la realidad, sino también para simular ante los tribunales inclu-
so trastornos mentales que nunca padecieron.

LA REALIDAD PSICO-SOCIAL 4.
LAS TRES CARAS DE EVA Y LAS MÚLTIPLES CARETAS DEL PSICÓPATA

FUENTE: Elaboración propia a partir de:


• SHIRlEY, J. (1954). The bird's nest. New York, NY: Farrar, Straus and Young.
• THIGPEN, C. H. y ClECKlEY, H. M. (1954). A case of multiple personality. Journal of Abnormal
and Social Psychology, 49, 135-151.
• THIGPEN, C. H. y ClECKlEY, H. M. (1957). The three faces of Eve. New York, NY: McGraw-
Hill Book Company.

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¡ •

132 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Falsas apariencias y una logorrea descomunal 133

Considerar a la psicopatía como un trastorno mental es un craso error, y siguiente pareado: «Fulanito es como el doctor "Liendre", que de todo sabe
mucho menos como una especie de personalidad múltiple. Hemos traído aquí pero de nada entiende». Poniendo un ejemplo que ilustre de forma gráfica
a colación este controvertido y no oficialmente reconocido trastorno mental esta variante de personalidad (sea o no psicópata), seguro que les sonará la
por lo dicho antes: porque muchos procesados lo emplean con frecuencia típica escena de una película francesa en la que aparece un grupo de comen-
para zafarse de las potenciales condenas o para que se les reduzcan las mis- sales sentados en la mesa y donde uno de ellos parece ser el lis tillo de turno,
mas. El problema para los psicópatas es que los psicólogos forenses cuentan el que lleva la voz cantante. Todos lo escuchan anonadados; la verdad es
con muy buenos instrumentos de evaluación que permiten distinguir a los que ninguno tiene ni la menor idea de lo que está hablando, pero, curiosa-
pacientes psiquiátricos que simulan trastornos mentales de las personas nor- mente, "suena bien": parece un tipo interesante y que engancha.
males que también hacen lo propio (sobre todo en procesos civiles para con- Como ya señaló el doctor HARE, los psicópatas suelen contarnos todo tipo
seguir la tan deseada y frecuente baja laboral por "problemas psicológicos"). de historias que nos sorprenden a la luz de lo que sabemos de ellos. Es típi-
No sabemos si realmente Eva tenía esas tres caras o personalidades, pero co que intenten parecer que saben de sociología, psiquiatría, medicina, psi-
lo que sí sabemos es que los psicópatas, en interacción con los demás, se cología, filosofía, poesía, literatura, arte, derecho, etc. Una característica de
pueden presentar con tantas caras, caretas o máscaras como lo requiera la este rasgo es que muchas veces se muestran como si no les importase que les
situación y las víctimas a quienes pretenden engañar, manipular y sacar par- descubran. En uno de sus informes, HARE y su grupo de investigación descri-
tido de ellas. bían a un recluso psicópata que afirmaba tener títulos de postgrado en
Pero, ¿por qué? ¿Por qué con este perfil de personalidad tan falso pode- Sociología y Psicología, cuando lo cierto es que no había acabado ni la
mos seguir cayendo en las garras y tretas de estos sujetos? ¿Tan encantado- Secundaria. La mentira surgió durante la entrevista con una de sus estudian-
ras nos resultan este tipo de personas como para llegar a perder el norte? tes, que estaba realizando un Doctorado en Psicología; posteriormente, su
Parece ser que así es. En un intento por explicar este encanto superficial que colaboradora les informó de que el interno parecía tan seguro de sí mismo a
tanto nos atrae de los psicópatas y las innumerables máscaras con que se pre- la hora de usar la terminología y los conceptos de la Psicología que cualquie-
sentan ante nosotros con el mayor desparpajo del mundo, en los tres siguien- ra no familiarizado con esta disciplina hubiese quedado impresionado.
tes apartados vamos a reflexionar sobre lo que yo considero las tres versio- Así, según el profesor HARE, «es bastante común encontrar entre los psicó-
nes de un mismo tipo de persona: el encantador psicopático. Estas tres patas variaciones sobre ese tipo de engaño: el del "experto"», el que aquí
variantes las denomino, utilizando un lenguaje coloquial, el pseudo-intelec- hemos denominado como pseudo-pedante, pseudo-intelectual o"doctor
tual, el super-guay y la mosquita-muerta, ya que son tres formas de ser que, Liendre". En su libro Echoes in the Darkness, JOSEPH WAMBAUGH describe con
sobre todo hoy día, parecen estilarse con bastante frecuencia y con el fin de habilidad a un profesor psicópata, William Bladfield, capaz de engatusar a
causar una cierta impresión (siempre superficial) ante los ojos de los demás. todo el mundo con su aparente erudición. A casi todo el mundo, en realidad.
Algunos ejemplos y casos de estudio nos ayudarán a entenderlas. Aquellas personas con algún conocimiento en las disciplinas que Bradfield
decía dominar le descubrían rápidamente. Una de esas personas decía de
él: "Sus dos primeras frases sobre cualquier tema son buenas, pero ya no da
3.3.7. El pseudo-intelectual
para más".
En España, dentro de nuestro lenguaje coloquial, hay una frase que suele
Por supuesto, esto no quiere decir que todos los eruditos en su materia de
emplearse cuando tratamos de describir concisamente al pseudo-pedante o
estudio encajen con el perfil del psicópata, ya que, de ser así, estaríamos
pseudointelectual, es decir, alguien que parece saber muchas cosas pero colocando injustamente a mucha gente en la "cuerda floja", en esa delgada
que en realidad no sabe de nada; se trata de esa frase expresada con el

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134 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Falsas apariencias y una logorrea descomunal 135

línea roía que separa a los psicópatas integrados de la gente corriente que el psiquiatra forense ROBERT SIMON tituló a su libro, por alguna razón, Los
exhibe algunos rasgos psicopáticos. Al psicópata pseudo-pecJante se le ve Hombres Buenos Hacen lo que los Hombres Malos Sueñan. Cuando la gente
venir, ya que, a diferencia de la persona realmente erudita, aquél no para valora positivamente (e incluso envidia) en otras personas rasgos que son cla-
de hablar pasando de un tema a otro, como dando a entender que sabe de ramente superciales pero que atraen, lo cierto es que no se están haciendo
muchas cosas, y sólo con el fin de causar una gran impresión en sus oyentes: ningún bien. Este tipo de personas, según el psiquiatra HUGO RUBÉN MARIETÁN,
los psicópatas no saben comedirse. son las que tienen mayores probabilidades de convertirse en lo que él deno-
mina el complementario del psicópata, es decir, en las parejas y títeres de los
3.3.2. El super-guay psicópatas a quienes manejan a su antojo porque hacen "cosas" que a algu-
nas personas les gustaría hacer pero no se atreven.
Como "contraparte" de la variante del pseudo-intelectual tenemos al
superguay, o al que "va de guay", al que coloquialmente hoy día denomi-
nan como "el flipao" o "el sobrao". Se trata de un tipo de persona que es 3.3.3. La mosquita-muerta
mucho más superficial que el pseudo-pedante, aunque mucho menos elabo- Otra variante de personalidad o máscara con que pueden presentársenos
rado (teórico) que éste. El super-guay tampoco se preocupa por lo inverosími- los psicópatas es la que, coloquialmente, se denomina como la mosquita-
les que puedan ser sus historietas, por la duda que puedan despertar sus muerta, un tipo de personas que la gente suele describir como que" ni comen
palabras en los oyentes. Está tan convencido de lo que dice que, parafrase- ni de;an comer", que quieren "estar en misa y replicando". Se trata de un tipo
ando a un conocido anuncio de televisión, lo que dice es así "porque yo lo de personas que aparentemente van de panolis pero que, en realidad, saben
valgo", o "porque yo lo digo y punto". No da siquiera lugar a réplica: lo que mucho más de lo que a través de su imagen de imbecilidad quieren darnos a
dice es incuestionable y universal, te lo creas o no. entender. En su genial libro Ética Para Amador, el gran filósofo FERNANDO
Por supuesto, este tipo de personas (psicópatas, psicopáticas o simple- SAVATER da nombre y apellidos a esta clase de individuos: Pepito Grillo.
mente grandilocuentes) se piensan mejor que los demás: no hay nadie mejor Alejándonos del falso personaje benévolo (ya que, en realidad yen sus
en el mundo que ellos mismos, y guárdate de no llevarles la contraria. A orígenes, era malévolo) que dio nombre a Pepito Grillo como tal por su cre-
pesar de que la gente que los conoce más de cerca sabe perfectamente cómo . ador WAlT DISNEY, nosotros, en España, lo concebimos tal y como lo descri-
son y los definen como "mequetrececes", estos individuos siempre estarán be el mismo SAVATER en su libro. Para nosotros, y coloquialmente hablando,
prestos a demostrar lo contrario: se piensan tan super-guays que, dado que un Pepito Grillo sería aquella persona que nunca está conforme con nada,
no tienen el menor sentido del rídiculo, no dejan de hacer frecuentemente el incluso aunque tenga de todo; es decir, se trata de una persona que se que;a
bufón y de representar burdas parodias de cómo, en realidad, les gustaría de vicio, que no tiene mayor objetivo en la vida que sacar de quicio a los
que fuera su vida. demás por mero gusto.
Es precisamente el encanto superficial con el que se nos suelen presentar Con objeto de llegar al fondo de las características esenciales de esta
lo que más nos llama la atención; es como su tarjeta tanto de visita como de peculiar variante de personalidad, veremos unos fragmentos del capítulo
despedida, y forma parte no sólo de su forma de ser sino también de su esti- sexto del libro de SAVATER, titulado Aparece Pepito Grillo. A través de la
lo de vida, eternamente condenado al histerismo, al narcisismo y a las apa- siguiente realidad psico-social trasladamos sus agudas descripciones sobre lo
riencias. Sin embargo, muchas personas, paradójicamente, aprecian y pro- que es un Pepito Grillo, o, como el mismo autor los denomina, «imbéciles de
yectan en otras precisamente aquellos rasgos que parecen reclamar para sí varios modelos».
mismas, como el desparpajo o la "caradura". Como vimos en el Capítulo 2,

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136 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Falsas apariencias y una logorrea descomunal 137

LA REALIDAD PSICo-SOCIAL 5
I'IJ111O ."'0: M 15TO NILO tnIIO

FUENTE: Elaboración propia a partir de: SAVATER, F. (1991 l. Ética para Amador. Barcelona: Ariel.

Como acertadamente establece SAVATER, el imbécil necesita un baculus


para caminar, pero para caminar en y por la vida, claro está. Y en estrecha
conexión con aquellos antiguos conceptos psiquiátrico-moralistas del siglo XIX
sobre los imbéciles o idiotas morales, el psicópata, sin duda, lo es, y además
de pleno. Pero, ¿cuál es ese "bastón" que necesita (y de hecho utiliza) el psi-
cópata para apoyarse y así poder caminar correctamente? El "bastón" es
cualquier hándicap que este tipo de personas estimen oportuno simular en

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138 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Falsas apariencias y una logorrea descomunal 139

función de la situación y víctimas de quienes pretenden sacar tajada. Como Pepitos y Pepitas Grillo que reúnan algunos rasgos psicopáticos pero que no
ya dijimos en el Capítulo 1, no existen psicópatas "de libro" ("puros"), y, en necesariamente son psicópatas "puros" (en el sentido estricto del término).
este sentido, cualquiera puede adoptar una u otra modalidad de imbecilidad Quizás habrá intuido el lector que, para representar todos estos papeles
de las que nos habla SAYAlER. (caretas, máscaras, personalidades, etc.), el psicópata debe tener una mente,
Los bastones o "muletillas" que emplean los psicópatas son, pues, muy un tipo de pensamiento, que deba salirse de "lo normal". En mi opinión, yo
diversos: como hemos visto en los dos apartados anteriores, dos de esos hán- creo que no: en realidad, como veremos a continuación, la suma de todas
dicaps muy recurridos son el de "ir de pseudo-intelectual" y el de "ir de super- estas representaciones teatrales y caretas de los psicópatas no son más que
guay"; otro más es el que aquí estamos tratando, el de "ir de mosquita-muer- el reflejo de una mente tremendamente simple y superficial.
ta". Si bien es cierto que los psicópatas se saben la letra, no menos cierto es
que siempre necesitarán de ese baculus para apoyarse en algo que al menos
trate de dejarlos en muy buen lugar: así, el encanto superficial, la arrogan-
cia, la palabrería y tantas otras características psicopáticas no son más que
"muletillas" que necesitan emplear para ser como realmente son y para poder
funcionar de una u otra forma en la vida. Por tanto, los psicópatas son, ade- 4.1. Mente simple y superficial: no todo lo que reluce
más de imbéciles, amorales. es oro
El tipo de personalidad denominada mosquita-muerta que aquí propone- Realmente existen personas que se devanan los sesos elaborando sus his-
mos pueden ser tan psicopática como el pseudo-inte/ectual y el super-guay: torias, las que le van a contar a los demás para causarles cierta impresión y
todos ellos son manipuladores en potencia y, sin duda, imbéciles (en el senti- así comenzar con el complejo y retorcido ciclo de la manipulación psicopá-
do que nos ha descrito SAYAlER). El estilo de personalidad tipo Pepito Grillo tica, donde el primer paso estriba en engatusar/enganchar a sus víctimas.
es otra forma de actuar en sociedad para obtener los fines anhelados, yen Sin embargo, y a pesar de su aparente sofisticación discursiva, lo cierto es
ningún caso, por esa representación "pobrecita-víctima", son menos maqui- que los psicópatas no dejan de tener una mente simple y superficial.
nativas este tipo de personas. Ir de pobrecita o de víctima también requiere Como reza el dicho: «no todo lo que reluce es oro». Yen el caso de los psi-
una cierta elaboración mental a base de tretas y apariencias, y vaya si les cópatas, menos que menos.
renta en algunos/muchos casos.
Los psicópatas suelen ser locuaces (de palabra fácil), expresarse con
No es mi intención sacarles a ustedes de dudas porque estoy plenamen- encanto, tener respuestas vivaces, así como contarnos historias muy improba-
te convencido de que habrán conocido, conocen y conocerán a este tipo de bles, pero convincentes, que les dejan en un pedestal. Cuando, posteriormen-
personas que van de mosquitas-muertas, y no importan ni el sexo que tengan te (y no resulta nada sencillo), el observador se da cuenta de toda la farsa
ni la prevalencia (proporción) que representan, porque lo estilan tanto muje- que hay detrás, es como si el mundo imaginario que nos han vendido estas
res como hombres. personas con bonitas palabras, grandes proyectos e ilusiones se viniera
Sin embargo, ¿quiere decir esto que todas las mosquitas-muertas sean psi- abajo en un pis-pos. Pero esto es sólo una sensación, una ilusión pasajera,
cópatas? No, en absoluto: nada más lejos de mi intención pretender hacer ver más o menos la misma falsa sensación que este tipo de personas provocan
esto así al lector. Existe una multitud de psicópatas (integrados o criminales) en sus víctimas al principio. Todas estas falsas representaciones de sí mismos
que van de mosquitas-muertas para dar pena o causar lástima en sus víctimas, dejan muy a las claras que, por muy elaboradas que tengan sus pautas de
pero no mosquitas-muertas que sean psicópatas; es decir, que habrán ciertos engaño o guiones para atraer a sus víctimas, en el fondo, los psicópatas tie-

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140 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad . Falsas apariencias y una logorrea descomunal 141

nen una mentalidad paupérrima, muy simple, centrada en concreciones infan- los demás), ¿lo será también su proceso de pensamiento? Esto dependerá, en
tiloides, y absolutamente superficial. buena parte, de la cultura de cada persona, por lo que en algunos casos
Pero, ¿por qué? ¿Cómo es posible que al final tengan una mente tan sim- coincidirán mente y pensamiento y en otros no.
ple si al principio parecían tan "listos"? En este punto, no nos podemos olvi-
dar de otra de las características esenciales de la psicopatía: la incapacidad
4.2. El pensamiento del psicópata
para establecer metas a largo plazo. Si alguna vez usted sospecha de que
alguien le está intentando vender la moto de la misma forma en que lo hacen 4.2.7. ¿Afasia semántica, déficit cognitivo o mera racionalización?
los psicópatas, trate, sutilmente, de pedirle explicaciones. Por ejemplo, pre- Ni los psicópatas viven en otro mundo, ni tampoco están desorientados,
gúntele qué planes tiene exactamente para lograr todo lo que le está propo- ni nada por el estilo. Cuando los estudiosos aseveran que el psicópata care-
niendo de manera tan increíble, porque no dude ni un solo instante en que ce de conciencia no se refieren al hecho de que les falte ni ésta ni el pensa-
es increíble, y también improbable. miento que la sustenta. Solamente se trata de una frase hecha. A los psicópa-
Dado que los psicópatas siguen un "guión", dado que «se saben la letra, tas les falta un sentido o conciencia moral de los actos que llevan a cabo. No
pero no la música», es frecuentemente demostrable que no tienen ni la menor son unos necios mentales, aunque sí, según algunos autores, unos imbéciles
idea de los pasos que hay que seguir para conseguir todas aquellas ilusiones emocionales y morales.
que les están regalando a los oídos de sus víctimas. En caso de que no sepa Llegados a este punto, se hace necesario distinguir en los psicópatas entre
cómo explicitarte en pocos pasos o en actos, más o menos plausibles, todo una conciencia intelectual y una conciencia moral, y siempre en refe-
aquello que te "vende", lo siguiente que hará será tratar de "vendértelo" pre- rencia a las conductas que ejecutan. En pocas palabras, esta distinción se
sentándotelo de otra forma, con otras palabras y, por supuesto, con muchas basaría en lo siguiente: saben lo que hacen, pero no les importan en absolu-
emociones aparentemente intensas, pero falsas. to las cicatrices psicológicas y/o emocionales que deian con sus actos.
Es ésta, en definitiva, la superficialidad tan recalcitrante que distingue Entonces, ¿podemos decir que falla algo dentro de la conciencia del psicó-
la mente del psicópata de la de aquellas personas soñadoras e ilusionadas pata? Y en el caso de que fallare algo, ¿de qué se trataría? ¿Se tratará de
que sí saben qué han de hacer y cómo han de proceder para ir consiguien- un déficit cognitivo? ¿Se tratará de una especie de demencia o afasia semán-
do sus pequeños sueños, paso a paso, ya esto, de toda la vida, más que pla- tica? ¿Es posible que los psicópatas no piensen en voz alta? ¿Yen voz baja?
nificación (que también les falta a los psicópatas), se le llama sentido Esta última es la verdadera conciencia, esa que todos conocemos y describi-
común o, más coloquialmente hablando, tener dos dedos de frente (de lo mos generalmente como "una voz interior que nos dice lo que está bien y lo
que también carece el psicópata). Sin embargo, estará el lector conmigo en que está mal", algo así como "el diablillo bueno y el malo", el centinela de
que el sentido común es para la gente común, y el psicópata, por supuesto, nuestra conciencia.
no es común, aunque sí muy "corriente y moliente", por más que se empeñe En los psicópatas, la lógica del razonar sensatamente y de la conversa-
en tratar de demostrarnos (aparentar) lo contrario. ción interior o en voz baja permanecen ausentes. Incluso las conversaciones
Finalmente, huelga decir que para tener una cierta mentalidad (ya sea exteriores, dirigidas a los demás, de estos individuos encierran una gran mul-
ésta superficial o de cualquier otro tipo) es imprescindible tener también un titud de incongruencias y de saltos inopinados de un tema a otro, como si
cierto procesamiento y curso de pensamiento o pensamientos, los cuales, a parecieran esquizofrénicos, con un lenguaie aparentemente descarrilado.
la postre, son los que sin duda guían nuestras acciones, nuestras conductas. Pero los psicópatas, insistamos una vez más, ni deliran ni "se les va la cabe-
Así, si la mente del psicópata es, en general, simple y superficial (de cara a za": viven en el mismo mundo que el nuestro. El psiquiatra HERVEY CLECKlEY,

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142 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Falsas apariencias y una logorrea descomunal 143

en su archicitado libro La Máscara de la Cordura, describía la mente y bras las emociones. los alexitímicos son personas que, a diferencia de los psi-
pen..,miento del psicópata del siguiente modo: cópatas, se activan emocionalmente, pero que no saben cualificar lo que
sienten y tienden a malinterpretar las señales biológicas (por ejemplo, no dis-
Cuando examinamos a un psicópata, los procesos lógicos del pensamiento funcio- tinguen bien si una contracción gástrica "señala" entusiasmo, dolor, vértigo,
nan perfectamente (... ) En un análisis de su discurso verbal, todos los juicios de valor
miedo o hambre). Estos pacientes psiquiátricos también son más propensos a
y las apreciaciones emocionales son correctos (... ) Sin embargo, esa capacidad apa-
rente es incapaz de guiar de modo efectivo el comportamiento del sujeto: sólo cuan-
presentar síntomas y disfunciones en respuesta a la activación emocional
do el sujeto conduce su vida podemos encontrar evidencia de lo poco que esa com- (activación que, según han hallado algunos estudios de investigación, está
prensión teórica que posee significa para él (... ) Lo que tomamos como evidencia de muy mermada -por no decir casi ausente- en los psicópatas).
su cordura no influirá de modo sustancial o consistente en su comportamiento. Cuando ClECKlEY hipotetizaba que quizás lo que padecían los psicópatas
era una afasia semántica, lo que quiso decir era lo siguiente:
Sin embargo, y como acertadamente señala el profesor GARRIDO en su libro
El Psicópata, el problema en todo esto es que el psicópata puede enmascarar Tales sujetos son capaces de generar palabras, frases y de seguir las reglas de
fácilmente esas disonancias o incongruencias lingüísticas mediante sus espec- la gramática, pero su lenguaje no representa o expresa nada significativo ... Se
taculares dotes de manipulador y por su gran encanto superficial. Ahora, eso parece al habla real, pero es sólo un simulacro de la intención humana profunda,
sí: se le puede acabar el "chollo" si seguimos y estamos atentos a un principio del pensamiento o de la emoción.

básico, esencial, con el que podemos pillarlo y desenmascararlo: se trata, sim-


ple y llanamente, de comparar lo que dice con lo que hace. Este déficit que ClECKlEY denominó con el término de afasia semántica, el
doctor VICENTE GARRIDO lo entiende mejor como un mecanismo de raciona-
Hay que tener en cuenta que los psicópatas presentan una enorme discre-
lización, expresándolo en los siguientes términos:
pancia entre su discurso verbal y sus actos. Esto es precisamente lo que llevó al
doctor ClECKlEY a formular su conocida y difundida hipótesis de que el psicópa-
ta pudiera sufrir una especie de demencia o afasia semántica, postulan- Con este déficit, su aparente brillante razonamiento no es sino racionalización,
ya que aquél exige la contribución del sentido del valor, de lo que es verdadero,
do la existencia de «una anormalidad o defecto en un nivel profundo que per-
y de los sentimientos. De ahí que defina el déficit fundamental del psicópata como
turba la integración y la apreciación normal de la experiencia». Tras formular
«semántico», ya que lo que falla es la integración y apreciación normales de la
su hipótesis, no tardaron mucho los científicos de laboratorio en tratar de pro- experiencia, del «significado de la vida».
bar la verosimilitud de la misma a través de una pluralidad de técnicas yestu-
dios de investigación, pero siempre con psicópatas encarcelados (delincuentes). Por tanto, volvemos de nuevo a la tesis principal: parece haber un défi-
Como especifica el profesor GARRIDO, el término afasia es un concepto cit cognitivo o un déficit en el pensamiento del psicópata, algún problema
que se reserva para aquellas personas que sufren un trastorno dellenguaie en su cognición o pensamiento. Parafraseando a ClECKlEY, «el psicópata
consistente en no entender lo que leen o escuchan, o bien (en otra modali- parece que piensa bien, pero sólo es un simulacro; parece que tiene emocio-
dad) no pueden expresar verbalmente o por escrito lo que sí han sido capa- nes, pero únicamente intenta imitarlas, o bien reconoce algunas emociones
ces de comprender anteriormente. Sin embargo, no hay que olvidar que la pálidamente, pero desconoce otras».
afasia es un trastorno (del lenguaje, pero trastorno), y la psicopatía no lo es. A pesar del inmenso valor de las investigaciones que han tratado de pro-
En un sentido similar, existen otros pacientes psiquiátricos que padecen lo bar científicamente este defecto del psicópata, lo más que podemos hipoteti-
que se conoce como alexitimia, un concepto de origen psicoanalítico que zar por el momento es que los psicópatas parecen tener un déficit básico
hace referencia a la incapacidad de algunas personas para traducir en pala- en el pensamiento; quizás el mayor problema (o, al menos, el más criti-

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144 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Falsas apariencias y una logorrea descomunal 145

cable) resida en que todos estos resultados de investigación se han obtenido ejemplos de un buen razonamiento, sino también simulaciones de emociones
con muestras de delincuentes encarcelados, por lo que no podemos (no es humanas normales en respuesta a muchos y variados estímulos de la vida. Parece
que se trata de un hombre "real", pero el examen cuidadoso revela que la reali-
ético, ni científico) generalizar estos resultados a la población "normal" de
dad, en el sentido de una plena y saludable experiencia de la vida, no se encuen-
sujetos que se ajustan al perfil del psicópata integrado. Quizás sea más sen-
tra donde está el psicópata.
sato asumir, como bien establece GARRIDO, que los psicópatas (criminales e
integrados) tienen ... : Por lo general, las personas normales que conocen o han conocido a suje-
tos psicópatas, ya sean éstos criminales o integrados, suelen coincidir en la
(... ) dificultades para asimilar la información emocional que viene del mundo,
misma sensación de malestar psicológico y emocional que les causan, es
y puede ocurrir que esa menor capacidad sea más profunda ante estímulos nega-
tivos (que provocarían ansiedad en personas normales) que positivos. En todo decir, en la misma sensación de "¡me han engañado!". Ciertamente, es un
caso, su lenguaje y su comportamiento revelan que hay dos profundas disociacio- duro golpe tener que aceptar que existen personas que simulan la realidad
nes. En primer lugar, cuando el psicópata se expresa, sus opiniones carecen del para llevarnos a su terreno, y los psicópatas son de este tipo de personas.
fundamento de la experiencia emocional. Hablan «de oído». Su razonamiento Pero la acción los delata, es decir, sus conductas desenmascaran el verdade-
carece del fondo emocional que produce un juicio veraz: el sentido está disocia- ro funcionamiento mental (algunas veces un tanto retorcido) de estos sujetos,
do del razonamiento. En segundo lugar, su juicio está disociado de su conducta;
como nos sigue ilustrando CLECKLEY en estos otros fragmentos de su Máscara
esto es, lo que hacen muchas veces no guarda ninguna relación con la valoración
que han hecho previamente de la situación. de la Cordura:
Los psicópatas se saben «la teoría» de la vida. Pero cuando han de demostrar
La acción es lo que le delata. Su total incapacidad para comprender emocional-
«la práctica», su profunda insensibilidad emocional les hace fracasar.
mente los componentes más relevantes del significado o del sentimiento implícitos en
los pensamientos que él expresa o en las experiencias en las que se halla inmerso.
4.2.2. En suma: los psicópatas simulan la realidad Al no poder experimentar los sentimientos de sufrimiento o de alegría que se
derivan de una vida emocional integrada, el psicópata no aprende de sus expe-
Los psicópatas, en cierto modo, son como los camaleones: cambian de riencias, y no puede, por consiguiente, modificar y dirigir sus actos como lo hacen
semblante cuando les apetece para poder adaptarse al medio y a las circuns- las personas sanas. Carece de los impulsos motivacionales que son necesarios
tancias, al menos hasta que se cansan y vuelven a sentir la imperiosa nece- para impelirnos a lograr diferentes metas (... ) La opinión que mantenemos es que
sidad de una nueva aventura, de nuevas y más fuertes estimulaciones. Dado no puede conocer los estados emocionales y afectivos profundos que constituyen
que el psicópata tiene varias caras o máscaras, no es de extrañar su gran la tragedia y el triunfo de la vida ordinaria.
habilidad y facilidad para simular la realidad una y otra vez. Mi concepto del funcionamiento del psicópata postula un defecto selectivo que
impide integrar determinados componentes esenciales de la experiencia normal,
Aunque sería oportuno profundizar en otro ensayo más específico sobre
en particular los componentes afectivos que usualmente se concitan en los asuntos
el análisis de los sentimientos y emociones del psicópata, resultará útil aquí personales y sociales más significativos.
traer a colación las siguientes reflexiones del doctor CLECKLEY, a través de las
cuales realiza un retrato o perfil muy preciso sobre esa mascarada que tie- No insistiremos lo suficiente cuando decimos que los psicópatas nos cuen-
nen estos sujetos y la facilidad con que simulan la realidad: tan una retahíla de historias improbables a la luz del sentido común general.
Salvo lo que podemos observar directamente de sus conductas, el resto no
(... ) No estamos tratando con un hombre sano, sino con alguien que sugiere
hay por donde cogerlo: se trata de una mezcla de medias verdades y de fal-
una máquina refleja, sutilmente construida, que puede imitar la personalidad
sedades totales. Cuando alguien trata de explicar o relatar los hechos en los
humana perfectamente. Este aparato psíquico reproduce consistentemente no sólo

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146 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Falsas apariencias y una logorrea descomunal 147

que los psicópatas les han dicho que han intervenido, y comparándolos sobre es baladí. No pretendemos generar en el público una cierta alarma social o
la base de lo que realmente son en la actualidad, la gente no deja de que- paranoia colectiva (como la denominan los medios de comunicación), sino
darse perpleja, y no es para menos. Otras víctimas que también conocieron más bien una alarma personal, un toque de aviso sobre uno de los tipos de
a estas personas nos hablan de su gran don de gentes, de su innata capaci- personas que podemos encontrarnos a lo largo de nuestra vida, en cualquier
dad de suscitar simpatía y confianza, algo que les ha debido de servir de momento, en cualquier contexto, de cualquier sexo y estatus, y con las eda-
mucha utilidad cuando, por unas razones u otras, siguen saliendo indemnes des más impensables.
y beneficiados de todas aquellas relaciones en las que han estado parasitan- Aunque muchas personas se empeñan en emplear diversos calificativos
do desde el comienzo. coloquiales para etiquetar a estos individuos (tales como "raros", "excéntri-
Independientemente del real fracaso de vida en el que se encuentran per- cos", "narcisistas", "paranoicos", "malas personas", "monstruos", etc.), quizá
manentemente inmersos, lo cierto es que, para los psicópatas, es como si se no convenga ridiculizar el concepto de psicopatía con conceptos tabués de
conformaran con sólo esto, pues no parecen necesitar mucho más, no aspi- esta índole, los cuales podrían enmascarar aún más a los psicópatas.
ran a mucho más, quizás porque, de algún modo, son conscientes de lo que
son, de lo que tienen y de lo que no pueden llegar a conseguir. Aun así, con
tal de conseguir sus fines, los psicópatas van a intentarlo todo "por activa y
por pasiva", sin tener en cuenta las consecuencias de todo aquello que pro-
voquen. ¡Qué duda cabe que los psicópatas se saben la teoría de la vida,
hablan de oídas!

Llegados a este punto, podemos establecer que la palabrería de


muchos individuos, más o menos locuaces, podría estar enmascarando,
bajo un potente y sutil encanto superficial, a un tipo de persona como la que
aquí estamos caracterizando. En este sentido, la representación teatral que
los psicópatas hacen respecto de su falsa apariencia es su carnet social de
identidad. Siendo de este modo, no hace falta decir que hay que estar aten-
tos a este tipo de personas, las cuales se cuelan por doquier y de la forma
más inimaginable.
El psicópata parece un tipo normal, pero es porque sólo nos fijamos en
lo que dice, porque tenemos la voluntad de creer a la mayoría de los que for-
man parte de nuestro entorno. Si bien uno no puede dar crédito a que exis-
ta gente así, está claro que el perfil psicológico que venimos ofreciendo no

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Complejos sutilmente
enmascarados

«Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces».


PROVERBIO ESPAÑOL

Si hay alguna característica en la que el psicópata pueda explayarse con


esa ametralladora locuacidad y encanto superficial de los que venimos
hablando, esa característica es, sin duda, el egocentrismo patológico
y/o el sentido grandilocuente de autovaloración en el que se encuen-
tra enfrascado como si fuera un crío caprichoso. Pero, sobre todo, el psicó-
pata es un fanfarrón recalcitrante, de los pies a la cabeza.
El rasgo de sentirse superior a los demás se aprecia porque el sujeto que
lo porta destila una fanfarronería que echa para atrás, una cháchara fácil,
una seguridad a prueba de bombas. Tanto en las conversaciones cotidianas
informales como en las formales, parece que sabe de todo con total certeza
(recuerden al pseudo-inte/ectua~. Si el individuo está en la cárcel sorprende-
rá al interlocutor su gran ego y sensación de éxito; considerando que está
entre rejas, pronto le explica que tal situación es algo transitorio y que cuan-
do salga tendrá una vida excepcionalmente brillante, tal y como se merece.
Es evidente que alguien que se cree por encima de los demás no va a
tener reparos en engañarlos y manipularlos, pues los demás no son más que
ciudadanos inferiores a él. Según los psicópatas, ninguno de nosotros les lle-
gamos ni a la suela de los zapatos: somos muy poquita cosa para ellos. Sin
embargo, tanta arrogancia, tanta soberbia, no puede ser normal: ¿habrá
algo que estén enmascarando para perfilarse de este modo?

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150 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad complejos sutilmente enmascarados 151

Como bien señala JUAN FRANCISCO ROMERO RODRíGUEZ en su libro Nuestros La idea de TOLDMAN no es baladí. Según las tesis de este autor, siempre
Presos, «la mayoría de los maltratadores no son psicópatas, pero al9unos, en hacemos algo por (debido a) algo, por alguna razón, yeso razón viene
los niveles más graves, sí lo son: no sólo maltratan física y psíquicamente a determinada por nuestras intenciones o propósitos, incluidas en nuestros pen-
su pareja, a veces también a los hijos, se producen violaciones y también samientos, todo lo cual dirige nuestras conductas. Si no somos causalistas
pueden acabar con la muerte de su pareja maltratada. Se destacan rasgos externos (es decir, si todo lo que nos ocurre no es "por culpa de" o "a causa
como impulsividad, escasa profundidad de afectos, ausencia de remordi- de" factores externos), convendrá usted conmigo en que la vida se realiza
mientos, escasos controles del comportamiento, etc.» (ROMERO RODRíGUEZ, positivamente o se perjudica según sea nuestra habitual manera de pensar,
2006, p. 55). porque las personas somos el fiel reflejo de nuestros pensamientos, la suma
Así, pues, algunos maltratadores de mujeres son psicópatas o mantiene total de todos ellos. Aunque se pueda intuir, no está escrito expresa y literal-
evidentes comportamientos psicopáticos con sus parejas. Muchos de estos mente en ningún código legislativo, pero casi todos lo hemos aprendido
execrables maridos (y también algunas mujeres) tratan de minar la autoesti- desde que éramos niños: si se cometen errores, se paga por ellos.
ma de sus parejas con el único fin de demostrarles que ellos son los únicos Sin duda alguna, las cosas a las que se les da cabida en el corazón y en
que valen en la relación, mientras que las víctimas no son más que bultos u la vida son una semilla que dará su fruto de acuerdo con las acciones, y éstas
obstáculos que les están impidiendo que triunfen en la vida como se habían vienen muy determinadas por nuestros pensamientos. En este sentido, ¿cómo
propuesto. Se trata de socavar incluso la identidad de sus víctimas, no ya podríamos hacerles llegar este mensaje a esas personas inaprensivas que se
para sentirse superior en sí mismo, sino sobre todo para sentirse mejor a tra- jactan y se aprovechan de las debilidades de los demás porque, por alguna
vés de la percepción de que los otros se sienten mal. Ciertamente es un pen- razón incomprensible para nosotros, se piensan meiores que cualquiera? Si
samiento y juego un tanto retorcidos, pero funcionan, ya que forman parte nos encontramos ante este tipo de personas para las que, según ellas mismas,
del ciclo de manipulación que muchos psicópatas emplean con sus víctimas. el mundo gira sólo en torno a ellas, difícilmente podremos hacerles llegar ese
Por supuesto, ni mucho menos estoy diciendo que, expuestas estas razones, mensaje: el egoísmo férreo y el egocentrismo patológico que portan se cons-
todos los maltratadores de mujeres son psicópatas. tituyen en un muro realmente infranqueable que les tapona los oídos, pero los
oídos del alma.
Sin embargo, es difícil hablar de alma en los psicópatas. Algunos clínicos
de antaño ya nos hablaban de la existencia de los denominados psicópatas
desalmados. El psiquiatra alemán KURT SCHNEIDER los consideraba una de las
diez variantes de psicópatas que propuso en su clasificación, empleando la
Aquello de que las personas siempre recogerán lo que siembren es la
nomenclatura de psicópatas anéticos. Los denominaba así por carecer de
esencia de la inexorable Ley de Causa y Efecto, siendo ésta una ley eterna e
ética; se trata de una personalidad totalmente asocial, que conoce los valo-
irrevocable de la naturaleza, al igual que la ley de la gravedad. Salvo aque-
res pero no los siente, por lo que su vida nunca estará regida por el mundo
llos casos en que los acontecimientos no dependen de uno mismo, las casua-
de los valores; algunos suelen comenzar a delinquir a una edad muy precoz,
lidades no existen, como muchos creen; en la vida real, lo que acontece suele
pero muchos otros no delinquen; además, muchas veces incluso sus juegos en
producirse como resultado de determinadas ideas y acciones previas. Ya lo
el colegio ya tienen una especial crueldad, tanto con sus compañeros como
decía ingeniosamente el gran psicólogo social EDWARD TOLDMAN: «La conduc-
con los animales. Por su parte, el psiquiatra español exiliado en Argentina
ta apesta a intención».
EMILIO MIRA y LÓPEZ, en su libro de 1939 Manual de Psicología Jurídica, los

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denominaba amorales o psicópatas perversos. Para este autor, estos indivi-


CASO DE ESTUDIO 6.
duos carecían, prócticamente, de alma.
ELlSABETH DIANE DOWNS: "LADY MUERTE",
Lo cierto es que resulta complicado tratar de encasillar a todos los indivi- UNA MADRE EGOCÉNTRICA Y PARÁSITA
duos egocéntricos en una misma categoría, y mucho más complejo, además
de probablemente injusto, lo es etiquetarlos bajo el diagnóstico de psicopa-
tía. Hay muchas personas faltas de ética, de escrúpulos y sinvergüenzas que
quizá no encajen bien en esta etiqueta que, como ya advertimos en otra oca-
sión, aunque sea muy general, no debemos caer en la tentación de conside-
rarla como una categoría papelera donde todo cabe.
En cualquier caso, psicópatas o no psicópatas, las personas con un ego-
centrismo desmesurado, con una imagen mega-inflada de sí mismas, son
igualmente arrogantes, poco les importa el bienestar de los demás y tampo-
co mostrarán reparo alguno en exhibirse de la forma que sea necesaria si
con ello estiman que pueden obtener lo que desean.

2. 1. El mundo gira en torno a mi: ¡yo, yo, yo... y


después, yol
«Yo. Yo. Yo ... Para ella el mundo tenía que girar a su alrededor; no le bas-
taba con ser la estrella más brillante, sino que debía ser la única estrella».
Este es uno de los fragmentos que escribió la novelista ANN RULE (1988,
1993), en su inquietante y controvertido libro Small Sacrificies (Pequeños
Sacrificios), sobre Elisabeth Diane Downs, una madre norteamericana que en
1984 fue condenada por disparar a sus tres hijos pequeños: uno murió y los
otros dos quedaron lesionados de por vida.
En el siguiente caso de estudio realizamos un análisis sobre la personali-
dad, vida y fechorías de esta incalificable madre, a la que los medios de
comunicación bautizaron con el apodo de "Lady Muerte".

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supuesto ataque

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Este extenso caso sobre Diane Downs, sobre sus circunstancias personales
y familiares, y sobre el crimen que cometió contra sus propios hijos, no tiene
otro valor que el de extraer del mismo los rasgos de personalidad psicopáticos
que estamos estudiando. Sin duda alguna que habríamos de ponernos delan-
te de esta delincuente y entrevistarla para poder extraer una información más
cercana y de rigor. Uno de esos rasgos psicopáticos que, sin duda, aparece
como una constante en la personalidad de Diane es su egocentrismo patológi-
co y la grandiosidad con que se ha desenvuelto a lo largo de su vida y con
que asume las circunstancias criminales de sus hechos delictivos.
Tanta era la necesidad de aprobación y de hacerse
notar que tenía Diane que, incluso estando en la cárcel, y
viendo que ya los medios de comunicación no le hacían el
caso de antes, decidió, entonces, publicar su propio libro
sobre los hechos, al que tituló: Diane Downs: Los Mejores
Secretos Guardados. Su Propia Verdadera Historia.
Aunque tampoco dice en el mismo nada del otro mundo,
simplemente se dedica a seguir defendiendo su inocencia,
aportando algunos documentos oficiales y otras transcrip-
ciones y cartas del supuesto autor confeso del crimen, que para ella misma
tienen el valor de l/pruebas" que jamás se les otorgó en el juicio.
Por ejemplo, en otro de sus alardes megalómanos e histriónicos velados,
por tratar de parecer una buena persona, una vez, en 1983, Diane Downs
escribió lo siguiente a ese amante que supuestamente tan l/loca" la volvió:
«Cuando leas esto, acuérdate de mí y tenme presente en tus pensamientos.
Que el mundo diga lo que quiera. Habla de mí tal como tú me ves».
Aunque la promiscuidad y las relaciones maritales breves y frecuentes son
dos· rasgos bastante controvertidos de la psicopatía, ya que incluso caen
fuera de los dos factores principales, muchas veces configuran, en determina-
das personas, una forma de ser y un estilo de vida que conduce a uno de los
FUENTE: Elaboración propia a partir de: RUlE, A. (1988). Small sacrifies. New York, NY:
Farrar, Straus & Young. rasgos más prominentes e importantes de la psicopatía: el estilo de vida pará-
sito. Y Diane Downs, sin duda, ha hecho gala del mismo durante toda su
vida; el trabajo que tenía como repartidora de correos era, como suele suce-
der en estos casos, una tapadera bajo la cual enmascarar el verdadero sem-
blante, expectativas, motivaciones e intenciones de este tipo de sujetos (el

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caso del asesino en serie ruso Andrei Chikatilo, profesor de secundaria y opiniones válidas. Pese a todo, algunas personas creen que son individuos caris-
padre de familia, ejemplifica mucho mós claramente este aspecto de enmas- máticos o "electrizantes".
caramiento o pseudo-integración social que acabamos de citar).
Con esta percepción de sí mismos, se comprende que los psicópatas sean
Por ejemplo, uno de los agresores sexuales de menores (pedófilos) a los
incapaces de aceptar que también hay otras personas con opiniones diferen-
que entrevistó mi compañera Rocío cuando estábamos realizando la tesina
tes. El problema es que están tremendamente ensimismados, encapsulados en
fin de carrera decía que él era "un fenómeno", que "nadie se había dado
ese aire de superioridad, y quizás ello pueda hacer creer ingenuamente a sus
cuenta de mi doble vida hasta el que puto niño ése me delató".
interlocutores que en realidad sólo se trata de "una persona con mucha segu-
Los psicópatas tienen una visión narcisista de la vida, una autoestima muy ridad en sí misma".
elevada y un egocentrismo descomunal. Se creen el centro del universo, seres
Por otra parte, los psicópatas raramente se avergüenzan de sus problemas
superiores con una sensación de que todo les está permitido, de que son per-
legales, financieros o personales. Más bien los ven como baches temporales,
sonas a quienes se les debiera permitir vivir según sus propias normas. "No
resultado de la mala suerte, de amigos traicioneros o de una sociedad injusta
es que no cumpla la ley -decía uno de los sujetos ~ los que ha investigado
e incompetente. A este respecto, permítanme traerles a colación una anécdo-
el doctor HARE-. Es que yo sigo mis propias leyes. Estas nunca las he viola-
ta que me sucedió a mí mismo. Hace ya tiempo, en una ocasión conocí a una
do". Acto seguido, el delincuente describía sus normas como estrategias para
mujer con la que traté de establecer una relación que, según ella, era "la his-
"intentar ser a toda costa el número uno".
toria de amor más bonita del mundo, ni siquiera superable por el cine".
Como decíamos en el Capítulo 3, en un intento de aparentar ser ingenio- Cuando esta mujer salió de mi vida con la misma rapidez con la que entró,
sos e incluso graciosos, los psicópatas muchas veces dicen expresiones absur- días después me enteré de que la habían denunciado por desahucio a razón
das y sin sentido, según lo que les viene a la mente en el momento. Por ejem- de un piso compartido en el que estuvo residiendo previamente en el norte de
plo, a otro psicópata condenado por robo, fraude y violación de los que estu- España. Según ella, la culpa era "del dueño, que tiene unos 80 años, está ya
dió HARE le preguntaron si tenía alguna debilidad y contestó: "No tengo nin- muy mayor y se le va la olla". Según lo expuesto en la notificación iudicial que
guna, excepto que soy muy cariñoso". En una escala de O a lOse daba a llegó a mi domicilio, donde se empadronó unas semanas después de instalar-
sí mismo un 10 rotundo: "Hubiese dicho 12, pero eso habría sido fanfarro- se, no la requerían ante los tribunales precisamente por las razones que ella
neo. Si hubiera tenido una educación mejor habría sido un tipo brillante". trató de contarme, sino por una indemnización de 3.000 € para el arrenda-
Este mismo delincuente lo expresó claramente: fanfarroneo. Justamente de lo dor (por no haberle pagado seis meses de alquiler) y una multa judicial que
que le sobra, y mucho, a los psicópatas: ascendía a 55.000 €. También me contó que uno de sus compañeros de piso
solía robarles el dinero recaudado del alquiler, que tenían guardado en un
la grandiosidad y pomposidad de algunos psicópatas emerge, a veces de
sobre, y que éste se marchaba de viaje y no aparecía en días. Irónicamente,
manera espectacular, ante el mismo juez. Por ejemplo, no es inusual que critiquen
a su propio abogado y se quieran hacer cargo de su defensa, normalmente con aunque era de esperar, cuando salió huyendo de aquí ni se dignó siquiera a
resultados desastrosos. "A mi socio le cayó un año y a mí, por culpa del mierda dejar el dinero que le correspondía pagar por el consumo doméstico que
de mi abogado, me cayeron dos", nos confesaba uno de nuestros sujetos. Más había ocasionado, por no mentar la factura de las llamadas de teléfono que
tarde, él mismo dirigió su apelación y vio cómo le aumentaban la condena en tres hacía a su país mientras yo estaba trabajando.
años. Ted Bundy también quiso hacer de sí mismo su abogado.
Aunque los psicópatas frecuentemente dicen tener unos objetivos especí-
los psicópatas se presentan muchas veces de manera arrogante y fanfarro-
ficos, no parecen comprender bien qué tendrían que hacer para alcanzarlos:
na, seguros de sí mismos, dogmáticos, dominantes y chulos. les encanta tener
poder y control sobre los demás y son incapaces de creer que los otros tienen no saben cómo llevar a cabo sus planes y, de hecho, tienen pocas posibili-

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dades de éxito debido a su poco interés por la educación, a su frecuente con- 2.2. Suspicaces y vanidosos: ¡Narciso no me llega ni
ducta antisocial o a su pasado delictivo. Ejemplos de esto haya puñados, en
a la suela de los zapatos!
función de si la persona en cuestión es o no delincuente. Por ejemplo, en el
caso del psicópata delincuente, el doctor HARE nos ilustra con el siguien- Los psicópatas se valoran a sí mismos como "los mejores del mundo", y
te ejemplo: ¡ay de aquél que ose decirles lo contrario! A pesar de que con esta descrip-
ción desmesurada, grandilocuente y megalómana de sí mismos no están
El recluso psicópata, cuando piensa en la libertad condicional, puede llegar a haciendo otra cosa que intentar ocultar su evidente vulgaridad y su insorpor-
trazar unos planes vagos, como convertirse en un magnate de la construcción o en table cotidianeidad, lo cierto es que los psicópatas, mediante su despampa-
el abogado de los pobres. Un interno con pocos estudios consiguió registrar el títu- nante locuacidad y encanto superficial, serían capaz, sin duda, hasta de con-
lo de la autobiografía que planeaba escribir y hacía castillos en el aire con la for-
vencer a un ateo para que se convirtiera en creyente.
tuna que ello le iba a reportar.
El egocentrismo de los psicópatas es un egocentrismo patológico: es tan
En el caso del psicópata integrado, haya o no rayado ya la línea de la acusado que incluso les molesta la más mínima "guerrilla de comparacio-
ilegalidad con delitos "menores" (menos graves), retomemos como ejemplo el nes", la cual suelen percibir cuando los demás hablamos de nosotros mismos
caso de la mujer desahuciada de la que acabamos de hablar. Según ella, su o de otras personas. Es como si no pudiera hablarse de nadie más que de
máxima aspiración era ser profesora de secundaria de su idioma de origen; de ellos mismos.
hecho, incluso llegó a ser lectora/invitada por el Ministerio de Educación espa- La extremada suspicacia con la que se manejan a través de las diversas
ñol. Sin embargo, la realidad es que llevaba años diciendo a los demás siem- situaciones y con distintas personas les hace leer entre líneas cosas que jamás
pre lo mismo, con unas ilusiones muy intensas pero sin ningún plan de actua- han salido por boca de los demás: perciben dobles mensaies en nuestras pala-
ción específico que verificase la verosimilitud de sus intenciones. A lo más que bras, están totalmente convencidos de que decimos las cosas con doble inten-
ha podido aspirar es a impartir, de manera clandestina, clases particulares de ción y son incapaces de dejar de pensar que los demás sólo queremos aprove-
su idioma durante unos cinco años, sin darse de alta como autónoma, ya que charnos de ellos. Es en este sentido, y sólo en este sentido, en el que los psicó-
pensaba que ello "no me viene bien en estos momentos" y que prefería "no patas comparten el pensamiento paranoide más típico del paciente psiquiátrico
declararlo a Hacienda hasta que homologue mis títulos en España". Habiendo diagnosticado con un trastorno paranoide de la personalidad. Sin embargo, a
transcurrido varios años aquí, lo cierto es que esa homologación nunca se hizo diferencia de estos pacientes, al psicópata no le viene a la mente la suspicacia
efectiva; de hecho, cuando le plenteé la posibilidad de que los homologara, me por medio de una especie de delirio, de ideas de autoreferencia imaginadas,
dijo que "es que cuestan mucho dinero", a lo que le contesté que no era cierto sino que simplemente se trata de un ostensible reflejo o proyección de la des-
y que yo mismo me prestaba a pagárselos, ante lo cual no respondió y jamás confianza con la que ellos mismos tratan a los demás, por más que intenten
volvió a sacar el tema. Según parece, todo el dinero que recaudaba de sus cIa- enmascararla con sutiles justificaciones que no sostienen por ninguna parte.
ses particulares lo invertía en sus constantes viajes y huidas de España a su país Es por todo esto que les molesta tanto que los demás hablemos de nosotros
y de comunidad en comunidad dentro de España. Efectivamente, como ya mismos y no de ellos, lo cual se llegan a tomar hasta como una auténtica ofen-
habrá intuido el lector, un posible contrato legal de trabajo aquí le habría sa. Aunque realmente no la tienen, se conceden tanta importancia que son
supuesto unos ciertos lazos que, de un modo u otro, le atarían a un lugar en incapaces de transigir otras historias que no sean las suyas propias. Sean o no
concreto, yeso era algo que ella no estaba "dispuesta a aceptar", porque su conscientes de ello, lo que verdaderamente están reflejando al leernos entre
"mayor ilusión" era, en realidad, "seguir viajando por todas partes, porque via- líneas, interpretar dobles mensaies o pensar que nos queremos beneficiar de
jar te da mundo y conoces a mucha gente interesante". ellos es, precisamente, su propio pensamiento y forma de actuar.

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Así, por ejemplo, cuando perciben cierta suspicacia en los demás, ¡mal
asunto, muy molo!: si les contornos alguno anécdota y les da por pensar que
estamos intentando decirles algo "oculto", rápidamente se van a sentir "heri-
dos" y van a contraatacar con una de las suyas. Quizá sea éste el único
punto vulnerable más o menos visible de los psicópatas: que perciban un
"ataque" contra su preciada imagen mega-inflada de sí mismos y, además,
se den cuenta de que su interlocutor los ha pillado y sepa ya por donde "ata-
carlos". Si así lo perciben, es bastante probable que su cara amable con la
que al principio se nos presentaron se torne ahora mucho más desagradable
de lo que cabríamos esperar.
Pero es precisamente la vanidad lo que realmente le pierde al psicópata.
Como acertadamente señala el doctor HARE, los psicópatas piensan que sus
habilidades les permitirán alcanzar cualquier objetivo que se propongan. Si se
dan las circunstancias necesarias (oportunidad, suerte y víctimas propiciatorias
-según la teoría de la oportunidad, procedente de la Criminología-), su pom-
posidad (grandiosidad) les suele dar buenos resultados.
Por ejemplo, es un hecho que el psicópata empresario (y cualquier otro
psicópata de tipo parásito) suele pensar "a lo grande", pero con el dinero de
los demás. El seguimiento del siguiente caso de estudio nos servirá para ejem-
plificar el tremendo egocentrismo y la vanidad de los psicópatas. Se trata del
re,cluso Jack, un delincuente canadiense al que HARE y su equipo de investi-
gación estudiaron concienzudamente.

CASO DE ESTUDIO 7.
JACK: UN DELINCUENTE ""DE POCA MONTA'" Y FANFARRÓN

FUENTE: Elaboración propia a partir de: HARE, R. D. (1993). Without conscience: The distur-
bing world of the psychopaths among uso New York, NY: Pocket Books.

Sin duda alguna, esa vanidad de la que hacen gala los psicópatas es
un rasgo muy importante dentro de su anómala personalidad. Estas personas
son hueras, faltas de realismo, muy presuntuosas.

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Siguiendo con la anécdota personal sobre aquella mujer desahuciada en su Capítulo V, destaca la prácticamente nula capacidad de planificación de
España, curioMlmente (ironías de la vida) criticó en otra ocasión que una estos sujetos, siendo habitual que sus frecuentes arrebatos de ira conduzcan
amiga suya era "una vividora que no le da un palo al agua porque vive de sus a reacciones violentas originadas por motivos nimios (por ejemplo, críticas
padres y de las ayudas que le da el gobierno" de su país. Según esta mujer, irrelevantes o frustraciones de escasa intensidad). Este trastorno de la perso-
en una ocasión, su amiga "le pidió 2.000 € a otro amigo para comprarse un nalidad incluye, a su vez, dos variantes o subtipos muy específicos: una de
coche de segunda mano, cuando había tenido dinero suficiente que se gasta- tipo impulsivo y otra de tipo límite. Tal como lo han recogido magistralmente
ba en ropas y en salir". Como si nada fuera con ella, irónicamente de su dos profesoras de Derecho Penal en su estudio científico y jurisprudencial de
amiga dijo también que era "una garrapata económica y una megalómana los trastornos de la personalidad UIMÉNEZ DíAZ y FONSECA MORALES, 2006),
que sólo quería aparentar". Es curioso, en este sentido, saber que esta mujer estas dos variantes se caracterizan por los siguientes rasgos:
acababa siempre en casa de sus padres, en su país, cada vez que las cosas
se le "torcían". Por otra parte, esta vez hablando de ella misma, además de a) Trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad de
decir que asentaría la cabeza tras aprobar su oposición y ejercer de profeso- tipo impulsivo.
ra de instituto, también decía que tenía "un don en las manos", que tenía "unas Sería una categoría clínica homóloga al "psicópata explosivo" de
manos que podrían dar para mucho", pues hacía "collares, pulseras, ador- SCHNEIDER, que el DSM-IV-TR traslada a la categoría de los "trastornos
nos ... " y que "si abriera un negocio, tendría mucho éxito y me reportaría bas- del control de los impulsos". La CIE-10 entiende que se trata de sujetos
tante dinero". También creía que tenía "grandes dotes como vedette", ya que cuyo comportamiento no puede predecirse, que no son capaces de con-
había estado "muchos años practicando aerobic y baile;' y se sentía " ... con trolarse y que lo mismo se muestran violentos y coléricos que afectuosos
ánimos de ir más allá". De hecho, aseguraba que "si volviera a retomar mis y dulces. Presentan como características una gran inestabilidad emocio-
clases, seguro que volvería a estar en forma". En fin, lo que decíamos antes: nal y la ausencia del control de los impulsos. Son frecuentes las explo-
mucho "yo, yo, yo ... ", muchos "proyectos, ilusiones y promesas", pero nada siones de violencia o un comportamiento amenazante, en especial ante
concretado; o sea, vanidad en estado puro. las críticas de terceros. Son o parecen actos l/en cortocircuito", ejecuta-
dos sin reflexión y que no son corregibles desde experiencias anteriores
2.3. ¿Megalómanos, límites o histriónicos? o por la previsión de consecuencias futuras.
b) Trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad de
Ni exactamente límites, ni exactamente histriónicos: los psicópatas son,
tipo límite. Este subtipo coincide con el "trastorno límite de la perso-
por encima de todo, megalómanos de cabo a rabo. En Psicopatología, las
nalidad" del DSM-IV-TR, y tiene como diagnóstico equivalentes los de
personalidades límite e histriónica (histérica) son dos de los diez tras- "personalidad borderline" o l/trastorno borderline de la personalidad".
tornos de la personalidad que la ASOCIACiÓN PSIQUIÁTRICA AMERICANA (APA)
La CIE-10, con esta denominación, remarca la más y principal caracte-
recoge en su vademécum de trastornos mentales (el conocido y más actual
rística de sus manifestaciones clínicas, es decir, la facilidad para verse
DSM-IV-TR).
implicado en relaciones intensas e inestables que pueden generar crisis
El trastorno límite de la personalidad (también denominado border- emocionales repetidas, acompañándose de una sucesión de amenazas
line por la APA; TLP en adelante) o trastorno de inestabilidad emocional de la suicidas o de actos auto-agresivos.
personalidad (según lo llama la ORGANIZACiÓN MUNDIAL DE LA SALUD -OMS- en
su CIE-10) se caracteriza porque el paciente exhibe una marcada tendencia Conviene matizar, antes de seguir, que, en algunos rasgos, psicópatas y
a la impulsividad y una inestabilidad del ánimo muy marcada. La CIE-10, en borderlines sí que coinciden, pero nada más que eso: coinciden. Lo único

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que quiere decir esto es que puede haber tanto sujetos psicópatas que ten- un verdadero cajón de sastre y, sin duda, también de desastre. Al igual que
gan algunos rasgos del TlP ¡por ejemplo, la impulsividad y la falta de auto- muchos otros psicólogos forenses, personalmente también coincido con la opi-
control) como sujetos con un TLP que tengan algunos rasgos psicopáticos. En nión de THEODORE MlllON, profesor emérito de Psicología de la Personalidad en
ninguno de los dos casos se estaría hablando ni del psicópata "puro" de la Universidad de Miami y la máxima autoridad en el estudio de los trastornos
HARE ni del psicópata subclínico de CLECKlEY que venimos analizando en este de personalidad, en que los trastornos de la personalidad no son verdaderas
libro, si bien las variantes, dentro de cualquier tipo de personalidad, tanto enfermedades mentales sino variantes anormales del carácter.
normal como anormal, son siempre posibles y múltiples, aunque no exentas Siguiendo con lo nuestro, el trastorno de inestabilidad emocional
de una constante confusión tanto por el público en general como por ciertos de la personalidad es un desorden mental en el que aparece una marca-
sectores del sistema de la salud mental, del ámbito académico y, sobre todo, da predisposición a actuar de un modo impulsivo y sin tener en cuenta las
del sistema judicial.
consecuencias, junto a un ánimo inestable y caprichoso y una ausencia total
Como bien advirtió en 1993 el psiquiatra forense JUAN JOSÉ CARRASCO -a veces incluso fatal- de auto-control. Consiste en una inestabilidad respec-
GÓMEZ, en un artículo publicado en los conocidos Cuadernos de Derecho to a la vivencia de la propia imagen, de las relaciones interpersonales y del
Judicial, desde hace muchos años viene siendo muy discutida la entidad clí- estado de ánimo. Hay también una notable alteración de la identidad que les
nica de la personalidad borderline, ya que se ha empleado para englobar a conduce a una sensación de vacío y aburrimiento. Como ya hemos dicho,
una serie de trastornos psiquiátricos que son fronterizos y difícilmente enmar- pueden presentar manifestaciones explosivas e incluso violentas al recibir crí-
cables entre las neurosis, las psicosis o el resto de trastornos de la personali- ticas o al ser frustrados en sus actos impulsivos, además de la rara implica-
dad y las alteraciones afectivas atípicas. ción con que se involucran en relaciones intensas e inestables. Tanto el caso
En este punto, quizá el lector ya haya intuido que sucede exactamente lo de la madre psicópata Diane Downs como el caso de la mujer desahuciada
mismo que con la categoría que la APA, en su DSM-IV-TR, denomina como de mi anécdota responderían, en cierto grado, a estas características border-
"otros trastornos inespecíficos" o "trastorno de personalidad no especifica- fine de la personalidad, pero, eso sí, sin dejar al lado, en absoluto, la esen-
do", es decir, que se incluyen aquí, por ejemplo, los trastornos de la perso- cia de su verdadero síndrome: la psicopatía.
nalidad que no satisfacen las pautas de los 1O tipos específicos de trastornos Por otra parte, y al igual que muchos psicópatas, los borderlines realizan
de la personalidad oficialmente reconocidos. Sin duda alguna, esta catego- continuos intentos y amenazas suicidas que rara vez -si es que alguna- llevan
ría es un auténtico cajón de sastre donde todo cabe, donde todas las varian- a término, y sus relaciones interpersonales (de amistad, de amor, de simple
tes o subtipos de personalidades anormales son posibles, al igual que suce- sexo, etc.) pasan de la idealización a la devaluación. En algunos casos, con-
de con el denominado ¡y actualmente muy utilizado en el sistema de salud) sumen sustancias psicoactivas como mecanismo de huida bien su por su ansie-
"trastorno mixto de ansiedad-depresión", un trastorno del estado de ánimo dad (caso de los borderlities, pero no de los psicópatas), bien por su tremen-
que tampoco está oficialmente reconocido pero que algunos psicólogos clíni- da y constante tendencia al aburrimiento ¡caso de los borderlines y también de
cos y psiquiatras de las alas o unidades psiquiátricas hospitalarias firman los psicópatas), padecen frecuentes y rápidos cambios de humor (de ahí su
muy a menudo en sus informes. inestabilidad emocional), ideación paranoide transitoria y, además, descom-
Sin duda alguna, si la psicopatía decíamos que es utilizada entre algunos pensaciones de tipo psicótico de presentación atípica y de corta duración.
profesionales como una especie de categoría "papelera" (sobre todo cuando Si confuso y difuso resulta el TLP con respecto a la psicopatía, no menos
se trata de los peyorativamente llamados pacientes "resistentes" o "difíciles"), lo resulta el denominado por la APA como trastorno histriónico de la
las combinaciones de rasgos de los distintos trastornos de la personalidad son personalidad (THP, en adelante). Ahora bien, equiparar "histérico" con

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"megalómano", sobre todo por las similitudes que existen entre ambos, es, guno. Por lo general, en realidad la vida social de los THP está constituida por
sin duda, un error de bulto que puede y debe ser apreciado por los psicólo- muchos conocidos y muy pocos -si es que alguno- amigos. Sin duda, tanto
gos y psiquiatras llevando a cabo el correspondiente diagnóstico diferencial. Diane Downs como la mujer desahuciada en España, además de psicópatas,
Además, en este mismo sentido, también podría darse cierta confusión entre también cumplen muchos de estos rasgos característicos del THP.
el THP y el trastorno narcisista de la personalidad. Es evidente que, al reali- Finalmente, los THP presentan una inadecuada diferenciación entre el
zar un juicio clínico, el profesional debe contextua/izar al slJjeto de estudio mundo real lógico y el imaginario o fantástico, lo cual les produce una ten-
en el ambiente en el que su potencial trastorno (o cualquier otro tipo de ano- dencia a la disgregación de la personalidad, así como a una exageración o
malía psíquica o anormalidad de la personalidad) se haya originado, desa- dramatismo de las reacciones psíquicas, pudiendo producir en situaciones
rrollado y mantenido, y esta tarea no es nada sencilla. estresantes una cierta alteración de la valoración de la realidad, una intensa
El THP se corresponde con el psicópata "necesitado de estimación" des- producción fantástica (fantasiosa) y creencias pseudo-delirantes sobre las
crito por SCHNEIDER, también denominado "personalidad filotímica", y que motivaciones de los actos o palabras de terceros.
subclasificó en excéntricos, fanfarrones y pseudó/ogos. El sujeto con un THP Como venimos diciendo, a veces puede parecer que algunos psicópatas
se caracteriza por presentar un patrón de emotividad generalizada y excesi- se comportan como estos tipos de pacientes con esos dos trastornos de la per-
va, así como por la ejecución de conductas orientadas a buscar la atención sonalidad (límite e histriónico), pero es sólo eso: sólo /0 parecen. Además,
de los demás. De predominio en el sexo femenino, estos sujetos tienen ten- hay que tener en cuenta que la psicopatía no está reñida con el hecho de
dencia a la representación de un papel, a la teatralidad yola expresión exa- portar, al mismo tiempo, algunos rasgos o síntomas prototípicos de varios de
gerada de las emociones. A diferencia de los psicópatas, los THP son alta- los trastornos de personalidad postulados por la APA, dado que, en realidad,
mente sugestionables y tienen gran facilidad para dejarse influir por los tampoco son verdaderas enfermedades mentales. Así, es probable encontrar-
demás. Su afectividad es lábil (inestable) y superficial. Realizan una búsque- se con psicópatas que parecen o son un poco histéricos o que les gusta lla-
da imperiosa de emociones, necesitan ser continuamente apreciados por los mar la atención como a los límites, sólo que detrás de todas estas exhibicio-
demás y desarrollan actividades en las que buscan ser el centro de atención. nes conductuales subyace un rasgo fundamental y definitorio de la psicopa-
Su comportamiento y su aspecto están marcados por un deseo inapropiado tía: el tremendo egocentrismo y sentido grandilocuente de auto-valoración
de seducir (yen este punto coinciden con los psicópatas) y por una preocu- con que se dan a conocer ante los demás.
pación excesiva por el aspecto físico.
A diferencia, por ejemplo del histérico, el psicópata necesita llamar la
El temor a la pérdida del amor hace a los THP sujetos inconstantes, insegu- atención no precisamente porque carezca de ella o porque necesite un cier-
ros, indecisos y poco fiables. Exageran con tendencia a la mentira y a no con- to reconocimiento para elevar su autoestima, ya que de ésta le sobra.
formarse nunca con las posibilidades dadas, aparentando ante los demás y Tampoco muestran los psicópatas un comportamiento extravagante con el fin
ante sí mismos más de lo que son y más de lo que pueden ser, luchando cons- último de llamar la atención buscando un cierto reconocimiento social.
tantemente, según el gran psicopatólogo y fenomenólogo KARl JASPER, por agra- Cuando los psicópatas están llamando la atención, lo hacen porque no pue-
dar en una forma excesivamente optimista, rígida y no poco seductora y mani- den dejar de ser así, porque forma parte de ese encanto superficial con el
puladora, siendo, a su vez, víctimas fáciles de la adulación, dando a todo ello que tratan de ganarse a sus víctimas: en realidad, no necesitan mayores reco-
un carácter dramático y exhibicionista con afectos rápidamente cambiante. nocimientos que los que ellos mismos se auto-otorgan. No necesitan que
Mientras que el estilo de una persona normal está constituido por personas sim- nadie les reconozca nada, sino simplemente exhibirse tal y como son, con el
páticas, cordiales y encantadoras que disfrutan de la vida, los THP tratan de único objetivo de sentirse bien consigo mismos y, en coherencia con otras
imitar este estilo normal, a veces con cierto éxito y otras muchas veces sin nin-

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características suyas, para potenciarse a sí mismos ese auto-bombo y encan- Mientras que los megalómanos son personas que se creen más impor-
to superficial del que tanto presumen y hacen gala. tantes de lo que son, que tienen un deseo excesivo de grandeza, los mitó-
Que algunos psicópatas presenten ciertas descompensaciones emociona- manos, por su parte, son personas con una tendencia a mitificar, es decir,
les, cambios de tono emocional o cambios en su estado de ánimo no quiere una inclinación patológica que hace que la persona mienta o transforme/ter-
decir, ni mucho menos, ni que estén desorientados ni que estén trastornados. giverse la realidad al explicar o narrar un hecho. En los psicópatas, su mito-
Otra diferencia esencial estriba, por ejemplo, en que mientras que los sujetos manía, por así decirlo, es una metástasis de su megalomanía.
con THP y con TLP son constantes a lo largo del tiempo con sus manifestacio- Pero ¿por qué? ¿Por qué necesita el psicópata recrear una historia sobre
nes psicopatológicas (anormales), los psicópatas cambiarán la estrategia sí mismo si, por otro lado, tiene tanto encanto superficial y tanta labia o
cuando noten que con ella ya no obtienen beneficios o se de cuenta de que poder de convicción? En realidad, teniendo en cuenta esos rasgos, los psicó-
han sido pillados. Así, por ejemplo, mientras que el THP puede montar un patas no necesitan fabular ninguna historia sobre sí mismos, pero no pode-
"pollo" simplemente para llamar nuestra atención, el psicópata lo hará sólo mos olvidar el hecho de que, en el fondo, son egocéntricos patológicos, por
para hacer daño y ridiculizar a los demás. lo que se comprenden que traten de llamar aún más la atención recurriendo
a una recreación de su propia vida, y sobre todo de su propio pasado (que
muchas veces toman copiado de los pasados de otras personas o los mez-
clan con acontecimientos vistos o leídos, pero nunca vividos o experiencia-
dos por ellos mismos).
3. 1. Mitómanos recalcitrantes ¿Cuál es la intención de los psicópatas que supuestamente hay detrás de
El otro día hablaba con una amiga mía y nos preguntábamos por qué a toda esta farsa sobre alguna parte de o sobre toda su vida? Tampoco convie-
la gente de hoy en día, en términos generales, le gusta tanto describirse a sí ne olvidar que otra característica del psicópata es la mentira reiterada y
misma.Y no se trata de una descripción normal y corriente; parece ser que absurda, con lo cual también podemos entender parte del "problema". La
hay personas que necesitan imperiosamente contar de sí mismas una historia intención principal que tienen los psicópatas por auto-mitificarse es osten-
mezclada de medias verdades y multitud de mentiras. Es como si, por algu- sible: se trata de una artimaña más para embaucar a los demás bien dando
na razón, tratasen de rellenar ciertas lagunas o vacíos de su propia vida bien pena sobre sí mismos, bien intentando hacernos creer que todo lo que son y
porque no les gusta lo suficiente, bien porque no se sienten cómodos con cier- todo lo que tienen les ha costado mucho conseguirlo. Los perfiles que en el
tos aspectos de su propio pasado. Aunque es cierto que, como decía un clá- Capítulo 3 dimos sobre el pseudo-intelectual y sobre la mosquita-muerta se
sico, «quien olvida el pasado está condenado a repetirlo», no menos cierto entremezclan aquí para fusionarse en mitomanía.
es que quien está constantemente rememorándolo quizás es porque su pre- Pero volvamos de nuevo a la conversación que antes comentaba y que
sente y su futuro sean prácticamente inexistentes. Al igual que les sucede, mantuvimos una amiga mía y yo. ¿Por qué esa imperiosa necesidad de
como ya veremos al final de este capítulo, a las personas que respiran un muchas personas por describirse a sí mismas? Es más, seamos aún más direc-
imaginario aire de superioridad ante los demás, las personas que necesitan tos: ¿por qué tanta necesidad de aparentar lo que ni se es ni se tiene y lo que
la aprobación constante de los demás responden más o menos al mismo ni se será ni se tendrá jamás? Aunque aparentemente convincente, ¿qué moti-
patrón: ambas necesitan que los demás las reconozcan "casi a la fuerza", y vos hay para que una persona se refugie en un pasado que o bien no le ha
para ello, si es necesario, incluso llegarán a crearse o elaborar un esperpén- sucedido tal como lo cuenta, o bien lo ha reformulado de tal manera que apa-
tico mito de sí mismas. rezca ante los ojos de los demás como una especie de mito?

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Sin duda alguna, y como suele decirse, cada persona es un mundo, cada nalidad, aunque a veces tienden a recrear ciertas parcelas de su vida con las
cual tiene unos motivos que dirigen su vida. Sin embargo, sólo Jos fantasmas cuales no parecen sentirse muy cómodos que digamos. Al ser megalómanos,
se revuelcan en el pasado, explicándose a sí mismos con descripciones basa- se entenderá que los psicópatas recrearán un mito de sí mismos que, por
das en sus vidas ya pasadas. Esos "fantasmas" suelen ser bien los mitos que descontado, es comprobablemente falso a la luz de los hechos y circunstan-
cada cual se crea sobre sí mismo, bien los miedos (y deseos frustrados) que cias actuales que le rodean, tanto por la forma de ser con la que se plantan
cada cual alberga en su fuero interno. ante los demás como por las conductas que actualmente manifiestan y que
Imaginemos el siguiente ejercicio mental, muy sencillo, pero que ayudará son el único y verdadero reflejo de lo que son y de lo que tienen, y nunca de
a entender parte de lo que estamos tratando de decir aquí. ¿Quién eres? lo que dicen que son y que tienen.
¿Cómo te describes a ti mismo/a? Para contestar a estas dos preguntas, sin Quizás ahora, tras estas reflexiones, quede más aclarado lo que preten-
duda tendrás que referirte a tu propia historia, a un pasado ya vivido, pero dimos decir sobre las tres variantes del encantador psicopático: el pseu-
al que también, sin duda, sigues ligado y del que te parece difícil escapar. do-intelectual, el super-guay y la mosquita-muerta. En la siguiente realidad
Pero insistamos. ¿Cómo te describes a ti mismo/a? ¿Son pequeñas etiquetas psico-social vamos a reflexionar un poco más sobre la forma en que algunas
muy ordenaditas que has ido acumulando durante toda la vida? ¿O tienes personas (sean o no psicópatas) tienden a mitificarse a sí mismas.
acaso un cajón lleno de auto-definiciones que usas regularmente? ¿Puedes
aplaudirte por las actividades en las que estás operando eficientemente?
LA REALIDAD PSICO-SOCIAL 6.
¿Serías capaz también de auto-reprobarte por alguna o algunas acciones
EL OCASO DEL MITO lIME HE HECHO A Mí MISMO/A II
que hayas cometido y que ahora las veas como malas, inadecuadas, etc.?
Si eres un/a psicópata, que ojalá no sea el caso, no sólo no serás capaz
de auto-reprenderte por tus malas conductas y pensamientos, sino que, ade-
más, te jactarás de ellos. Por supuesto, no sólo tendrás un cajón lleno de auto-
definiciones para ofrecerlas según sea el caso y las personas con quien tra-
tes, sino un armario completo de las mismas y, también, de múltiples y vario-
pintas etiquetas con las cuales sueles adjetivar, clasificar, encasillar y enjui-
ciar a los demás. Seguro que, en caso de ser psicópata, pocas probabilida-
des van a haber de que emplees las mismas etiquetas que te auto-impones
que las que impones sobre los demás.
Entendido el trasfondo de la cuestión, sigamos con nuestro ejercicio men-
tal. ¿Te gusta tu personalidad o, por contra, cambiarías algo de la misma?
¿Te sientes satisfecho/a contigo mismo/a o necesitas recrear un mito que te
ayude a superar tus puntos débiles para que los demás te vean como una per-
sona menos vulnerable?
Sin duda alguna, todas estas preguntas no calarían ni en lo más hondo
del psicópata: este tipo de individuos se gustan a sí mismos tal y como son,
en estado puro; no creen que necesiten cambiar ningún aspecto de su perso-

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FUENTE: Elaboración propia a partir de: PÉREZ-ORIVE, J. F. (2008). Proyecto Yo: Cómo ser
director general de su propia vida. Madrid: Pirámide.

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Yo creo que la moraleja es bastante obvia: los proyectos hay que liquidar- cobarde y miedica que, desde que tuvo aquel accidente de coche con mi padre
los tan pronto como tengamos claro que su ciclo ha terminado, porque, de lo biológico, no se atreve a coger el coche ella sola y depende de su actual pareja
contrario, terminaremos sintiéndolo. Tirando otra vez del refranero popular, (... J. [Aunque criticando a la madre, a quien conocí personalmente cuando fui a
su país y fue una estupenda persona conmigo, en realidad ahora empieza a retra-
debe ser cierto aquello de que" quien escupe al cielo, a la cara le cae". Una
tarse a sí misma] No sabe valorar lo que tiene, pues se pasa todo el día en casa
idea que ha perdido su lógica, o es un riesgo o un mal ejemplo, o termina sin hacer nada y está siempre quejándose de todo sin ningún motivo, todo el día
costando dinero y salud. Situación hostil que, sin duda, está pidiendo a gri- enganchada al messenger para hablar con mi hermana y que le enseñe a su nieta
tos un rápido carpetazo. Sus daños, ya lo sabemos, no son de los que se por la web-cam; es como si estuviera enviciada con su nieta y fuera lo único que
curan con un beso. le preocupara. Ya les gustaría a muchas mujeres estar en la situación en la que ella
se encuentra [parece que tratara a la madre como si fuera una extraña, ya que le
El proyecto no cerrado sigue teniendo un turbulento e inesperado recorri-
cuesta pronunciar con habitualidad su nombre o, simplemente, la expresión "mi
do, y, en el caso, de los mitómanos, es más que seguro que termine desem- madre"]. Además, es una caprichosa: un día se le antojó tener una auto-caravana
bocando en otro auto-mito más de esos que tanto gustan contar a los demás y "X" [su actual pareja] se metió en un préstamo para comprar una con el fin de
para que se les escuche y atienda: ¡ojo, pues, con los mitómanos! que ella siguiera contenta; pocas veces la emplean para irse de viaje porque ella
siempre le monta un pollo al pobre hombre y al final no van a ninguna parte.
A mí, la verdad, la vida no me ha sonreído demasiado [ahora es el turno de
3.2. Misántropos, psico-Irikies introvertidos, "dar pena", cambiando radicalmente de asunto]. No pretendo ir de víctima ni
acompleiados y fracasados, a fin de cuentas nada de eso, y sólo pido un poco de cariño y de comprensión, pero la vida ha
sido injusta conmigo porque nunca me han tratado bien [ésta, según parece, era
Los psicópatas son misántropos. Permanezca atento y fíjese bien en un la historia que iba contándoles a todas sus parejas-víctimas]. Mi padre biológico
detalle: no hablarán prácticamente nada sobre su propia familia, y cuando lo fue encarcelado por atracar el banco en el que trabajaba, ya mi hermana ya mí
hagan será bien para contarte otras anécdotas poco más o menos que increí- nunca nos hizo ni puto caso. A mi madre le daba palizas constantemente. Nunca
bles y que, por supuestísimo, les dejen en una buena posición, o bien para pre- más volveré a permitir que otro hombre me abandone (... J. Yo creo que mi herma-
sentarte una queia informal que, con el transcurso de la narración, al final lle- na tiene mucha envidia de mí porque, desde que éramos pequeñas, yo he sido
gará incluso a contener los más repudiables improperios y hasta una serie de siempre la preferida de mi padre biológico. [De nuevo, vuelve a autoretratarse] Tal
como es ella [su hermana], yo prefiero no llevarle la contraria porque se pone muy
graves vilipendios y acusaciones contra sus propios seres queridos.
agresiva, como pasó una vez en Navidades (... J. De hecho, una vez que mi madre
Como ya se podrán imaginar, esas son, en parte, otras dos caretas más del fue a visitarla al pueblo en el que ahora reside con su marido, mi hermana se
psicópata. Volviendo a traer aquí el caso de mi anécdota personal que conté cogió un cabreo repentino, le puso las maletas en la puerta y le dijo que cogiera
sobre aquella mujer a la que denunciaron por desahucio, las siguientes mani- el tren y que se largara.
festaciones que en otra ocasión me comentó son bastante significativas en rela-
ción a lo que acabamos de exponer (los corchetes en cursivas son míosJ: No sé si esta historia que me contó esta mujer fue o no verdadera, pero,
habiendo conocido a su madre (una persona muy educada y atenta, y una
Quizás lo que te voy a contar ahora te parezca increíble, pero te juro que no abuela de lo más normal del mundo, entregada a su nieta como correspon-
se lo he contado ni a mi mejor amiga [a la que, en otra ocasión en la que disfru- de -a pesar de que ella se lo echara en cara una y otra vez y de que no
taba de uno de sus constantes viajes para "conocer mundo", calificó de "rata taca- pareciera acordarse de las muchas veces que su madre la recogía en su casa
ña", entre otras cosas], así que espero sepas guardar el secreto [una vez más, cada vez que algo le salía malo la fastidiaba-J, y teniendo en cuenta tam-
jugaba a darse importancia]. Cuando éramos pequeñas, mi madre nos metió a mí
bién sus conductas con otras víctimas anteriores, poco más o menos que inve-
y a mi hermana con ella en una habitación a oscuras y dejó abierto el gas. No es
la primera vez que intentó matarnos queriendo suicidarse ella misma. Es una rosímil sí que resulta la historia que me contó (no sé que pensaría su madre

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al respecto si conociera este dato que a mí me contó como si fuera top arán en tu contra cuando lo estimen oportuno, sobre todo cuando perciban
secre~, sobre todo si tenemos en cuenta el innumerable despliegue de con- que su valiosísima e importantísima autoimagen que tanto les ha costado re-
ductas (incluso agresivas y violentas) tan variadas como insensatas e incom- crear ha sido menoscabada, adulterada o menospreciada.
prensibles que, al parecer, también mantuvo en otras de sus frecuentes y bre- Siendo del pensamiento de que "las personas buenas van al cielo y las
ves relaciones de pareia. malas a cualquier parte", los psicópatas se mueven por la vida con un despar-
Como establece el doctor HARE, es imposible pensar en los psicópatas pajo que amedrentaría a cualquiera, con un descaro que es imposible descri-
como personas originales y bienintencionadas: las historias que nos cuentan bir mediante adjetivos convencionales. Pero es que precisamente en esto con-
son más cercanas a una especie de novela tipo thrillery que huelen a "guión" siste ese/su inflado sentido de autovaloración: se creen los mejores y, como
que a una realidad constatable. Su originalidad reside, precisamente, en ese también son bastante obsesivo-compulsivos, además tienen que demostrárnoslo.
sentido de a utova lía grandilocuente, megalómano, del que venimos hablan- No les importa en absoluto lo que pensemos de ellos: tienen que actuar
do, mezclado en otras ocasiones y variantes con unas sutiles dosis de "dar como actúan porque si no se sienten no mal, sino incompletos. Lo que ellos
pena" para causar lástima en los demás. Los psicópatas son tan fatuos que digan "va a misa", y pobre de aquél que se aventure a contradecirlos. Así,
hasta pretenden vendernos una historia a través de una estela de duras críti- dada su completa ausencia de vergüenza, no se retractarán de decirte todo
cas contra los culpables de su pasado. lo que se les pase por la cabeza cuando, sobre todo, estén enervados; como
Un misántropo, en sentido literal, es aquella persona que huye del trato saben perfectamente que siempre habrá tiempo para presentar unas meras
con otras personas o siente gran aversión hacia ellas. Y los psicópatas, sin disculpas (que, por supuesto, jamás sentirán de manera genuina), entonces
duda, son misántropos. Muchas veces se presentan como personas misera- no tendrán reparo alguno para lanzarse a proferir a su interlocutor las bar-
bles, es decir, como desgraciados e infelices. Sin embargo, en realidad, ésta baridades más inimaginables.
no es más que otra de sus caretas y tretas psicológicas para ganarse la con- Es curioso observar cómo algunas de estas personas osan calificar a los
fianza de los demás, a los que luego van a ultrajar cuando ya se los hayan demás de psico-frikies cuando, realmente, son ellas mismas quienes nunca
llevado a su terreno. Los psicópatas también son sujetos muy envidiosos. han dejado de hacer de o actuar como auténticas panolis. Sin embargo,
Si, por ejemplo, consigues algún logro, por cortesía, y sólo al principio, dada la ausencia de vergüenza social y de escrúpulos personales, esto es
puede que se congratulen contigo. El caso es que en realidad no lo sienten algo que a los psicópatas le trae realmente sin cuidado: si para conseguir sus
así: es como si estuvieran diciéndote y pensando por dentro algo así como fines egoístas es preciso hacer el ridículo, sin duda que lo harán. Se sienten
"Te diría que me alegro por tí, pero ya sabes que, en realidad, no". mejor que nadie, y, además, hasta se lo creen. Lo que suelen hacer es restar
Los psicópatas también son personas criticonas. Proyectan en los demás valor e importancia a los esfuerzos y logros de los demás para así ellos sen-
precisamente todas aquellas faltas o defectos de los que ellos mismos hacen tirse mejor, aunque no sean, a fin de cuentas, más que unos donnadies,
buena gala; se trata de individuos carentes de empatía, carentes de concien- acomplejados y fracasados.
cia pro-social y social, y con una acusadísima ausencia de sentido de la res- Las respuestas que en la vida cotidiana nos van a dar los psicópatas a
ponsabilidad de sus propios actos, y esta última siempre acompañada de través de su sentido grandilocuente de autovaloración van a depender mucho
una falta descomunal de remordimientos y de sentimientos de vergüenza y de del tipo de personalidad o carácter más o menos "normal" que posean:
desazón. Vistos así, no es sorprendente que todo lo que digan y hagan gire introvertidos o extravertidos, y los hay. La introversión y la extraversión
siempre en torno a ellos y sólo a ellos: son egocéntricos patológicos. Así, lo son dos rasgos de personalidad completamente normales que tenemos todas
que los demás digan o hagan les trae sin cuidado, aunque, eso sí, lo emple- las personas; el carácter anormal de los mismos se sitúa, como siempre, en
los extremos: o muy introvertidos o muy extravertidos.

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Por lo general, los psicópatas, dado de su encanto superficial y su ame- que olvidar que las descompensaciones emocionales de los psicópatas están
tralladora locuacidad, dan la imagen de que ~on per~onas extremadamente originadas, precisamente, por la falta de naturalidad que tanto acusan.
extravertidas. Sin embargo, esto no es del todo cierto: en realidad, los psicó- Por tanto, de vez en cuando a los psicópatas les dan esas llamadas colo-
patas son extremadamente introvertidos, sólo que al principio nos intentan quialmente neuras y se ponen tan juguetones y extravertidos. Sin embargo,
"colar", a través de su exagerada pomposidad, una imagen falsa de sí mis- todo es cuestión de tiempo, y los psicópatas odian el tiempo, ya que se abu-
mos como personas divertidas y alegres, falsedad que se corresponde, pre- rren si no hacen nada: entonces, ¿qué suelen hacer, cuando se callan, en sus-
cisamente, con ese encanto superficial y con esas emociones poco profundas titución de esos juegos u otras situaciones más o menos divertidas o para lla-
tan características en ellos. Si te plantean actividades divertidas, no creas que mar y acaparar nuestra atención? Rumiar, y mucho, de ahí el verdadero
lo hacen para que te lo pases bien, sino simplemente como forma de llamar carácter introvertido de estos sujetos.
tu atención para engatusarte (no olvidemos que los psicópatas dicen y hacen
Así pues, los psicópatas son, en realidad, sujetos introvertidos: rumian
las cosas "de guión") y de que en ningún momento sospechemos del agrio
compulsivamente todo aquello que se les va pasando por la mente o, mejor
carácter que en realidad les define.
dicho, por su imaginación, la cual es impronosticable y ciertamente ilimitada.
Por todo ello digo que los psicópatas son, en el fondo, unos psico-fri- Así, en lo que ahora, cuando callan, están pensando es en lo próximo que
Icies introvertidos. Es evidente que las situaciones de "diversión" y los nos van a decir o con lo próximo que van a intentar sorprendernos para que-
"pollos" que suelen montar no son más que una parte de las múltiples situa- darnos boquiabiertos. Si osamos interrumpir en esos momentos sus maquina-
ciones espasmódicas y representaciones teatrales que los psicópatas "de ciones (pensamientos rumiantes), entonces podremos comprobar in situ (está
andar por casa" suelen desplegar ante sus víctimas, pero nos servirán de atento y fíjate bien) cómo se molestan y se van enervando progresivamente
ejemplo para desenmascarárlos un poco más y llegar a entender cómo son por entrometernos en sus asuntos.
en puridad, ya que no es nada fácil.
En suma: un psicópata aparentemente extravertido te hará reír, al menos
Formulemos, por ejemplo, la siguiente cuestión: ¿por qué primero se mues- al principio, con un montón de frases ingeniosas y de bonitas y halagadoras
tran tan sagaces, muy risueños y extrovertidos con sus llamadas de atención y palabras. Pero una advertencia: no te olvides nunca de que este tipo de per-
luego son capaces de estar sin mediar palabra durante prolongados intervalos? sonas piensan que tú no eres mejor que ellas. Como son envidiosas, suspica-
Lo primero que suele pensar el psicópata, paradójica e irónicamente, es que ces y no aceptan que se hable mucho rato de los demás, contradecirán todo
quizás te estés aburriendo: es como si se preocuparan por ti, pero lo único que lo que les digas con otras ocurrencias que bien se les pase por la cabeza en
pretenden es llamarnos la atención. Así, por ejemplo, el psicópata intentará esos momentos o bien ya se las tengan aprendidas "de guión". Sin duda
encandilarte con juegos más o menos infantiles o que llamen tu atención para alguna, aquí comenzará la guerrilla psicológica que tanto les pone, y se trata
que "no pierdas el hilo": simplemente se trata de una más de sus tretas psicoló- de una guerrilla en la que van a intentar demostrarte, precisamente, el perfil
gicas para tenerte en sus manos. Sin embargo, ya hemos mencionado que una de lo que son en realidad: en un intento sutil de enmascarar su propia perso-
de las características esenciales de la psicopatía es, precisamente, la acusadí- nalidad, tratarán de hacerte ver que los acomplejados y fracasados son los
sima tendencia al aburrimiento, de ahí que antes dijera que paradójica e iróni- demás, incluído tú, y no ellos.
camente se preocupan por "nosotros". Es fácil deducir, tras esto, que sus diver-
tidos juegos y/o espectáculos no duren más que unos instantes: luego se lanza-
rán directa e incomprensiblemente a un silencio aséptico, muy característico en
ellos, propio de su carácter realmente introvertido. En este sentido, tampoco hay

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188 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Complejos sutilmente enmascarados 189

Es bastante probable que los psicópatas, con tanta fanfarronería y arro-


gancia con las que hacen gala, estén tratando de enmascarar alguna defi-
ciencia/defecto personal que no quieren que vean los demás.
Mi opinión es que tanto los psicópatas como algunos pacientes psicológi-
cos que padecen el denominado trastorno narcisista de la personalidad tratan
de ocultar a los demás lo que no es sino un auténtico complejo de inferio-
ridad, y lo hacen, paradójicamente, dando a entender que lo que podrían
padecer es su contrario: un complejo de superioridad. Con la siguiente reali-
dad psico-social trataré de aclarar esta hipótesis, dando asimismo por finaliza-
do este Capítulo 4.

LA REALIDAD PSICO-SOCIAL 7.
UN AIRE DE SUPERIORIDAD ENMASCARANDO UN AUTÉNTICO
COMPWO DE INFERIORIDAD

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190 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Complejos sutilmente enmascarados 191

FUENTE: Elaboración propia a partir de: VAllEJo-NÁGERA, J. A. (Dir.) (1988). Guía práctica de
psicología. Madrid: Temas de Hoy.

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TERCERA PARTE
El lenguaie del psicópata:
un arma muy poderosa

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Embusteros y
engañadores

«La primera vez que me engañes, la culpa es tuya;


la segunda, la culpa es mía».
PROVERBIO ÁRABE

Ese arte de hablar del que hemos hablado ampliamente en el Capítulo 3


no es ajeno a todos aquellos manipuladores del lenguaje. Como establecía
RAMPIN, recordemos, se trata de ... :

[ ... ] numerosos trucos, más o menos sutiles, más o menos sucios, a los que la
copiosa caterva de charlatanes y encantadores de serpientes que pululan a nues-
tro alrededor y que nos quieren vender la moto nos someten cotidianamente. El
asunto no es especialmente nuevo. De siempre el hombre ha tenido afán por mani-
pular a sus semejantes, si bien esto ha crecido de forma exponencial en la "socie-
dad de la información". No hay condicionamiento más eficaz que el invisible, por-
que la víctima no advierte los recursos que el otro utiliza para manipular su volun-
tad y limitar su libertad de decisión. El instrumento principal de esta forma de con-
trol de la mente ajena es el lenguaje [ ... ], el mágico poder del lenguaje, que es
capaz de condicionar la mente y, sin necesidad de recurrir a otros artificios, de
engañar, seducir, estafar y algunas otras cosas.

Llegados a este punto, sin embargo, el lector podría recriminarme, y con


razón, que no hace falta ser psicópata para poseer este arte de hablar, de
embaucar y de engañar del que estamos hablando, puesto que mucha gente
lo ejercita a diario por diversas razones y con diferentes fines. Sin embargo,
el arte de hablar y manipular del psicópata es mucho más sibilino y elabora-
do que el de todos esos charlatanes y encantadores de serpientes de los que
nos habla RAMPIN.
Todos sabemos perfectamente lo que es una mentira. Igualmente, todos
sabemos qué significa eso de las mentiras piadosas, y también eso de men-

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196 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Embusteros y engañadores 197

tir para salir del paso, que, a fin de cuentas, viene a ser lo mismo que lo ante- obsesivamente dichos "indicadores" de que ello es así, raro será (como se
rior. Hubo· una vez un político, de cuyo nombre no quiero acordarme, que desprende de la conocida profecía auto-cumplida o efecto Pigmalión) que no
decía que "incluso para mentir hay que tener clase". Qué duda cabe que este encontremos "algo" que efectivamente confirme nuestras sospechas. Pero lo
político, por sus diversas felonías y fechorías, poseía de todo menos clase. Y peor de todo no es eso: lo peor de todo es, como bien advierte SOBRAl, que
es que yaC se lo aconsejaba el mismo MAQUIAVElO, en una carta escrita en desconfiar de todo el mundo, cuestionarlo todo, observar todo y a todos
mayo de i 521, precisamente por las conductas reprobables de los políticos incluso en el más mínimo detalle, lo único que nos estaría asegurando es un
y gobernantes de su época, a Francesco Guicciardini (filósofo, historiador y pasaporte a la locura.
político italiano) tras comprobar que era mejor no decir lo que pensaba por Para ir desengranando la superchería y charlatanería de los psicópatas, a
lo que pudiera pasar. Así, y con un cierto tono irónico, en esa carta le expre- continuación vamos a exponer un caso de estudio con el que precisamente debu-
saba lo siguiente: «desde hace un tiempo a esta parte, yo no digo nunca lo tó el doctor HARE como psicólogo. Se trata de un preso común llamado Ray, un
que creo, ni creo nunca lo que digo, y si se me escapa alguna verdad de vez ejemplo evidente de mentira patológica y manipulación que es interesante por la
en cuando, la escondo entre tantas mentiras que es difícil reconocerla». espectacularidad con que este sujeto logró engañar a todo el mundo y, sobre
Independientemente de la imagen estereotipada que suele tenerse de todo, por los diversos ardices que empleó para llevar a cabo sus actos.
MAQUIAVFlO, lo que no hay que olvidar es que este florentino fue un grandísi-
mo an<;Jlista de la conducta política y del comportamiento ético que estudió CASO DE ESTUDIO 8.
observando a sus gobernantes y reyes, de ahí que su obra principal de RAY: UN PSICÓPATA "REINSERTADO" QUE ENGAÑÓ A TODOS
1513, El Príncipe, estuviera destinada a estos mismos. Y otra mentira históri-
co-popular más sobre este personaje: no fue él, a pesar de la creencia gene-
ralizada en la sociedad, quien dijo aquello de que «El fin justifica los
medios». Esta frase célebre, como bien han puesto de manifiesto actualmen-
te los historiadores, la escribió un auténtico sátrapa francés, uno de esos
acomplejados y megalómanos que se auto-nombró Emperador y que también
tristemente ha quedado para la posteridad en la huella de la memoria histó-
rica: NAPOlEÓN BONAPARTE.
Claro que es difícil detectar la mentira no sólo de los psicópatas, sino tam-
bién de la gente normal que no es psicópata y asimismo mienten hasta cuando
están durmiendo. Aún estamos lejos de poseer el perfecto test de Pinocho, pero
la voluminosa investigación ha puesto reiteradamente de manifiesto que existen
algunas "claves" que pueden ayudarnos, más que a identificar a los mentiro-
sos, a sospechar de aquellas patrañas que ya se vienen viendo de lejos.
Al igual que decíamos en el Capítulo 2 que no se trata de ver psicópatas
por todas partes, tampoco se trata aquí de procurar detectar mentirosos por
doquier ni de buscar "indicadores" de que ello es así, tal como bien nos
sugieren el catedrático JORGE SOBRAl en uno de sus capítulos del libro La
Investigación Criminal. Si creemos que alguien puede mentirnos y buscamos

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198 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Embusteros y engañadores 199

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200 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Embusteros y engañadores 201

pósito desvirtuar la credibilidad de los demás, llevarlos a una especie de "ena-


jenación" y presentarse ante los demás como muy seguros de sí mi~mos. Tal, e.s
la fuerza con la que imprimen sus conatos de convencer a los demas y la facd
habilidad con que tergiversan los hechos que, muchas veces, no es infrecuente
encontrarse con víctimas que nos cuentan que no entienden cómo es posible que
les hayan podido convencer de unos hechos de los cuales estaban completamen-
te seguros y, peor aún, se hayan dejado influenciar hasta el punto de haberse
FUENTE: Elaboración propia a partir de: HARE, R. D. (1993). Without conscience: The distur- llegado a poner en confrontación incluso con sus propios amigos y familiares.
bing world of the psychopaths among uso New York, NY: Pocket Books. los psicópatas parecen estar incluso orgullosos de su habilidad para men-
tir. Por ejemplo, HARE nos cuenta que cuando se le preguntó a una mujer con
una puntuación muy alta en psicopatía si mentía con facilidad, ésta rió y con-
testó: "Soy la mejor. Y soy tan buena mintiendo porque a veces admito algo
malo sobre mí misma. Todo el mundo piensa, entonces, que si admito esto o lo
otro, el resto debe de ser verdad". También decía que algunas veces" añado
2. 1. Mentiroso compulsivo: un discurso fragmentado
un poco de sal" a la historia, un poco de verdad. "Si la gente piensa que algo
Mentir, engañar y manipular son talentos naturales para los psicópatas. de lo que dices es cierto, normalmente piensan que todo es cierto".
Como hemos visto con el caso de Ray, estos sujetos no muestran reparo ni
la declaración que hizo esta mujer al doctor HARE es particularmente sig-
vergüenza alguna cuando son descubiertos en su mentira; dotados de una
nificativa en relación a la siguiente realidad psico-social que vamos a expo-
gran imaginación y centrados en sí mismos, los psicópatas permanecen incre-
ner, ya que se trata precisamente de eso: de las historietas y descripciones
íblemente impasibles ante sus propias farsas. Pero hay más aún: cuando se
de sí mismos que muchos psicópatas suelen contarle a sus víctimas bien para
les pilla con una mentira y, además, se les inquiere con la verdad en la mano,
dar lástima, bien como parte de su ciclo manipulador para ganarse su con-
casi nunca se muestran perplejos y parecen como si no fuera con ellos, como
fianza. Aunque dichas historietas pueden versar sobre cualquier tema, lo nor-
si les diera lo mismo. Ante la evidencia, lo más frecuente es que cambien su
mal es que, dado su tremendo egocentrismo y mitomanía, los psicópatas sue-
historia o retuerzan los hechos para que encajen de nuevo, tratando de reor-
lan intentar colarnos una historieta sobre su propio pasado, un pasado que
denarios y narrarlos de tal manera que parezcan consistentes con la mentira.
pueden haber recreado de una manera espectacular y que ya se lo tienen
Por otra parte, y dentro del ciclo de manipulación que suelen llevar a aprendido "de guión" para todas sus víctimas. También pueden darse un
cabo con sus víctimas, también es frecuente que manipulen los hechos que los auto-bombo que en realidad no tienen. Todas estas formas de presentarse
demás le han contado, los reordene a su gusto y haga parecer que los demás ante los demás no sólo forman parte de los psicópatas, sino también de
son los mentirosos, y no ellos, intentando poner por "locos" a los demás e muchos otros mitómanos y megalómanos que no son psicópatas.
incluso haciendo tambalear la cordura de sus propias víctimas; hay algunos
A todos estos ardices y presunciones de sí mismos, el escritor JOSÉ FÉLIx
psicópatas que hasta disfrutan inventándose incluso fechas exactas sobre
PÉREZ-ORIVE CARCEllER los ha denominado como "los nuevos lubricantes" en su
acontecimientos y vivencias que nunca tuvieron lugar: se trata de minar psi-
ingenioso libro de 2008 Proyecto Yo. Vamos a tomar aquí algunas de sus
cológicamente a sus víctimas.
reflexiones sobre dos de esos nuevos lubricantes: los signos y los títulos, como
El resultado de toda esta maquinativa retorcida de sus mentiras es una larga ejemplo para entender de qué múltiples formas "se venden" ante los demás
serie de contradicciones y un cada vez más confuso oyente, siendo el único pro- tanto los psicópatas como muchas otras personas simplemente arrogantes.

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202 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Embusteros y engañadores 203

LA REALIDAD PSICo-SOCIAL 8.
lOS NUEVOS lUlllKANl'l51 SIGNOS, JÍnIlos • HlS1ORlf1AS GIl. VlNDlR

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204 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Embusteros y engañadores 205

de Licenciatura en Psicología. Junto a la tutorización interna del psicólogo de


la prisión, y tras haber conseguido mi compañera ELENA y yo que 25 delin-
cuentes violentos se apuntaran voluntariamente a nuestro programa sobre el
Control de la Ira, el primer día lo dedicamos a grabar un vídeo que se supo-
ne era de presentación de los internos en este nuevo programa que había-
mos ideado y diseñado nosotros mismos, un vídeo que, según nos explicaron
los funcionarios, tenía que mandarse a la central de la Dirección General de
Instituciones Penitenciarias para dar parte de las actividades y evolución de
los internos violentos. La verdad es que ya en la misma presentación, las
cosas no comenzaron bien. Ante la pregunta que les hicimos a los internos
instándoles a que se presentaran uno a uno (también había una mujer) dicien-
do sus nombres y apellidos y las causas (delitos) por las que estaban allí,
curiosamente ninguno comenzó a dar cuenta de los delitos por los que habí-
an sido condenados. Tuvimos, pues, que instarles directamente con la frase
explícita de "¿cuál es el delito o delitos por los que estás aquí?". Y comenza-
FUENTE: Elaboración propia a partir de: PÉREZ-ORIVE, J. F. (2008). Proyecto Yo: Cómo ser
director general de su propia vida. Madrid: Pirámide.
ron a explicarse.
En aquella primera sesión, es como si pareciera que todos quisieran pre-
sentarse ante las cámaras como buenas personas, como si estuvieran en pri-
En esta realidad psico-social hemos expuesto algunas de las múltiples for- sión "por error". Aunque más tarde, en grupo, expusieron cada uno los deli-
mas o modos de manipulación que pueden adoptar los psicópatas para ganar- tos por los que estaban allí, no dejaron en ningún momento de presentar al
se la confianza de los demás y así podérselos llevar más fácilmente a su terre- mismo tiempo una infinidad de justificaciones y pretextos que los dejaran en
no. Aunque no son exclusividad de los psicópatas, las maquinaciones de éstos buen lugar y que, además, los exculparan de un modo u otro. Curiosamente,
son mucho más elaboradas que las de cualquier persona mentirosa. Tratar de cuando uno por uno, por separado y en privado, nos contaba sus actos y su
ponerse una venda en los ojos ante tan sutiles artimañas por el mero hecho de vida, la cosa cambiaba: eran más sinceros, se ajustaba exactamente a la
pensar que estas tretas puede elaborarlas cualquiera, lo cierto es que podría información contenida en los distintos archivos oficiales, pero no dejaban por
ser contraproducente y desembocar en consecuencias nada agradables. ello de seguir auto-justificando sus delitos y recreando partes de su vida que
Aunque los psicópatas son unos mentirosos compulsivos, no siempre son no eran ciertas, ya que no se correspondían con lo que sabíamos de ellos a
los mentirosos habilidosos que creemos que son. Como decíamos antes, su nivel oficial.
discurso está lleno de incoherencias y de contradicciones. El doctor HARE lo Ahora, cuando echo un pequeño vistazo a las diversas cartas que nos
explica de forma gráfica al decir que los psicópatas juegan a una especie de manuscribían como parte de las actividades del programa y que aún conser-
Scrabble mental, pero a veces lo hacen tan mal que fracasan en integrar las vo entre mis archivos, y cuando las comparo con las contestaciones que die-
piezas en un todo coherente y su discurso resulta fragmentado e incom- ron a los tests que les pasamos, me doy cuenta de que siempre ocultaron
pleto en el mejor de los casos. algo, y ese algo no es otra cosa que su verdadera personalidad. Por ejem-
Aún recuerdo una de las anécdotas de cuando estuve durante diez meses plo, el STAXI es un cuestionario que mide la ira, al igual que el test de hosti-
en la cárcel de Picassent (Valencia) para realizar mi estudio de Tesina de Fin lidad de Buss-DuRKEE (el BDHI), y las puntuaciones que obtuvieron nuestros

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206 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Embusteros y engañadores 207

internos eran considerablemente altas. Teniendo en cuenta la información que te, pero los psicópatas (sobre todo los que están en prisión y, además, tienen
de ellos existía en los archivos oficiales y las entrevistas que mantuvimos con un bajo nivel socio-cultural) tienen muchas dificultades para hacerlo. En
ellos durante los diez meses que estuvimos realizando nuestras prácticas, die- buena parte, esto explica el porqué de las enormes incoherencias y contra-
cisiete de los veinticinco delincuentes violentos de nuestro incipiente progra- dicciones que frecuentemente caracterizan su discurso o diálogo.
ma de rehabilitación parecían puntuar con más de 30 en la escala de psico- En otro caso de nuestra intervención en Picassent, significativo fue que
patía, es decir, que eran psicópatas "puros". Otra anécdota es aquel día que J.Y.V. (a quien le llevábamos la revista Sport Ufe, por la sección de contactos)
el Establecimiento Penitenciario organizó una salida programada a La nos dijera, en un primer momento, que "quiero reintegrarme en la sociedad"
Albufera de Valencia, en un casal o caseta cercana a la playa de El Soler. y, por otro lado, que "yo no puedo vivir sin delincuencia". El sabía perfecta-
No sé si era porque afuera nos acompañaba (escoltaba) una unidad de la mente qué era lo que nosotros queríamos oír. Sin embargo, cuando le recor-
Policía Nacional o porque tenían que mostrar buena conducta durante el fin damos el estatus socio-económico del que disfrutaban sus hermanos actual-
de semana que duraba la salida programa, pero el caso es que no dejaban mente (chalets en la playa, coches deportivos ... ) por la venta de drogas y la
de presentarse a sí mismos como personas espléndidas, como si no hubieran extorsión de múltiples personas, es como si se reformulara sus propias ideas
hecho nada malo y estuvieran en prisión por causas ajenas a ellos. o esquemas mentales y añorara todo aquello de lo que ahora estaba priva-
No me cabe la menor duda de que no todos los internos son ni unos men- do por estar en prisión. De este modo, lo que hacía era cambiar su diálogo
tirosos compulsivos ni tampoco es su único propósito el de querer dar una inicial de "querer reinsertarse" por el más atractivo de "¡Joder, mis hermanos
buena imagen ante los terapeutas u otros especialistas, quizás pensando que viven a tutiplén y yo aquí por cuatro papelas de mierda!". O sea que todos
así de ellos pudiéramos formular redacciones o informes positivos que el Juez sus buenos pero falsos argumentos, que apoyaban el circuito que debía
de Vigilancia Penitenciaria pudiera tener en cuenta en el momento en que les seguir de vida normal para reintegrarse en sociedad y vivir con esfuerzos, los
llegase solicitar la libertad condicional o algunos otros permisos de salida o cambiaba rápidamente cuando sus esquemas mentales chocaban entre sí.
de fin de semana. Sin embargo, los que daban el perfil de psicópata no sólo Según HARE, esta hipótesis también explicaría el uso de neologismos
es que se les notara las ansias de dar una buena imagen (lo que no se corres- por parte de los psicópatas, es decir, una combinación de componentes bási-
pondía con varios de los partes penitenciarios que recientemente les habían cos de las palabras (sílabas) con una lógica personal que los demás entien-
abierto por mala conducta), sino que, además, mentían sobre sus propias cir- den como inapropiado. Gráficamente, se trataría de algo similar a grabar
cunstancias, tanto personales como delictivas, a través de un más o menos dos escenas contiguas de una película: en una llueve y en la siguiente, que
elaborado discurso que, al final, era ostensiblemente incoherente y contradic- se supone sucede unos minutos más tarde, brilla un sol radiante. Si el direc-
torio. En suma, querían "quedar bien", pero no sabían cómo hacerlo. tor no se da cuenta de la incongruencia y el montador ensambla la película
Siguiendo al hilo del discurso fragmentado que frecuentemente mues- con esas dos escenas, la historia será poco creíble. En este sentido, algunos
tran los psicópatas, pensemos, por ejemplo, en el caso de un interno que estu- espectadores, como algunas víctimas de los psicópatas, pueden no darse
dió el doctor HARE y que decía que nunca había sido violento, pero que una cuenta de la discrepancia, especialmente si están implicados en la acción. Es
vez tuvo que matar a alguien. Entendemos que esto es una afirmación con- por esta concreta razón por la que insistimos en que de los psicópatas no hay
tradictoria porque la tratamos como una sola unidad de pensamiento. Sin que escuchar lo que dicen, sino observar lo que hacen.
embargo, el recluso puede haber estado manejando dos unidades de pensa- Vamos a plantear otro experimento ya clásico: cuando te encuentres ante
miento independientes: "Nunca he llevado a cabo un delito violento" y "En una persona con la que ya en los mismos inicios albergas ciertas dudas, en
una ocasión, maté a una persona". La mayor parte de la gente es capaz de lo sucesivo tápate los ojos (haz como si no lo estuvieras mirando, distráete,
combinar ideas de manera que sean coherentes con un argumento subyacen-

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208 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Embusteros y engañadores 209

hazte "el sueco"} y limítate a escucharle; no va a hacer falta que prestes


LA REALIDAD PSICO-SOCIAL 9.
mucha atención a lo que está contándote para que rápidamente caigas en la
EL ARTE DE CREAR LABERINTOS PARADÓJICOS
cuenta de la cantidad de estupideces, incoherencias o incongruencias que
salen por su boca. Y ojo, también, con los juegos de seducción, sobre todo
si eres de esas personas que inevitablemente se dejan convencer fácilmente
por las apariencias o disfrutas con que los demás te estén constantemente
regalando los oídos. Como seguro ya habrás comprobado en varias ocasio-
nes, hay personas a las que les encanta seducir con los típicos jueguecitos de
miradas, posturas y otras "panoladas" de esas que están hartas de ver en las
películas y spots publicitarios. Aunque ninguno de estos gestos e insinuacio-
nes sea perjudicial, lo cierto es que tampoco es necesario que alguien a
quien le gustes de verdad necesite llamar tu atención con tan ridículos juegos.
Si, por otro lado, la persona que tienes delante es más hábil de lo común,
entonces otra opción es, si sigues albergando dudas sobre ella, que la con-
frontes directamente con hechos fácilmente constatables: recuerda que, con
los psicópatas, eso de la buena voluntad y el "dejar pasar las cosas" ni fun-
ciona ni es una conducta prudente. En cuanto caigas en el primer conato de
mentiras y seducción de estas personas, no te quepa la menor duda de que
las probabilidades de que ya estés dentro del posterior ciclo de la manipula-
ción ascienden considerablemente, y en este punto al psicópata le va a resul-
tar muy fácil engañarte cuantas veces quiera. Por tanto, procura permanecer
atento y no dejes "pasar las cosas", por muy nimias que te puedan parecer.
Los psicópatas son auténticos sibaritas en "irse por las ramas" y en "darle la
vuelta a la tortilla" hasta que cuele o se queme.

2.2. Darle vueltas a la tortilla hasta que se queme:


irse por las ramas
Antes de entrar en materia, presta atención a la siguiente realidad psico-
social, en la que exponemos la habilidad que tienen muchas personas, sean
o no psicópatas, para crear auténticos laberintos paradójicos a través de
un particular uso y manipulación del lenguaje.

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210 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Embusteros y engañadores 211

FUENTE: Elaboración propia a partir de: RAMPIN, M. (2008). Vender la moto: Trucos de la
manipulación dellenguaie. Madrid: Alianza.

Los psicópatas se mofan de todo el mundo; les encanta mentir y engañar.


De esta guisa, por la vida se conducen con la siguiente máxima que, ade-
más, defienden a capa y espada: "¡tú a mí no me la pegas!". Por esta razón,
muchos clínicos y forenses no coinciden con esa "notable inteligencia" que
algunos autores le han atribuido al psicópata; mayoritariamente, pensamos
que se trata más de astucia que de inteligencia. La suspicacia con que los psi-
cópatas se conducen por la vida les hace ser aún más crueles y mentirosos si
cabe, porque desconfían de todo el mundo y, además, no tienen el menor
reparo en hacértelo saber directamente.
Otro aspecto relevante sobre la manera en que los psicópatas usan el len-
guaje es el de su "software" mental. Como bien establece HARE, no sólo éste
es pequeño sino unidimensional, carente de significado emocional. Para la
mayor parte de la gente, la elección de las palabras está determinada por
dos factores: el diccionario de significados y sus connotaciones emocionales.
Sin embargo, los psicópatas no necesitan ser selectivos; sus palabras no tie-
nen carga emocional y, en cierto sentido, pueden usarlas con mucha mayor
libertad. Pero el resultado es un discurso extraño.
Pongamos el caso de muchos maltratadores de mujeres. Por ejemplo, un
psicópata puede no ver nada malo en decirle a una mujer "Te quiero" des-
pués de haberle propinado una paliza, ni tampoco en expresar: "Tuve que
darle fuerte para mantenerla a raya, pero ella sabe que la quiero". Para la
mayoría de la gente, esos dos elementos (las expresiones de amor y las de

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212 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Embusteros y engañadores 213

ira o ataque) son lógica y emocionalmente incongruentes. Sin embargo, cual- No tenía dinero "para nada" excepto para viajar continuamente de un
quier maltratador es plenamente consciente del daño que produce, ya que, lugar a otro, ya que éste era el único objetivo de su vida que más o menos
sin duda, quiere hacerlo. tenía medio planificado. Curiosamente, también decía que, cuando aproba-
Veamos las siguientes afirmaciones de un hombre con una puntuación ra su oposición de profesora, reuniría un poco de dinero para traerse a su
muy alta en psicopatía de los que estudió el doctor HARE y el cual pasó tres madre a vivir con ella y para que nunca más trabajase en nada, sino que
años en prisión por fraude y robo, conductas que mantuvo incluso con su pro- dependiese económicamente de ella. Estas manifestaciones eran claramente
pia madre: contradictorias con otra parte de su pasado que previamente me había
comentado, ya que, según ella, su madre había trabajado duramente para
En una ocasión, convenció a su madre viuda para que hipotecase su casa por sacarla a ella ya su hermana de los apuros en los que su padre biológico
25.000 dólares, robó el dinero y le dejó la deuda pendiente con el banco cuan- les había puesto, habiendo trabajado su madre incluso en discotecas, bares,
do ella cobraba sólo una pequeña paga como dependienta: l/Mi madre es una
etc. Paradójicamente, en otro momento de cierta ofuscación y cabreo, la
gran persona, pero me preocupa. Trabaja demasiado. Realmente me preocupa y
voy a intentar que las cosas le sean más fáciles a partir de ahoral/. Cuando se le
mujer manifestó que su madre se quejaba de todo cuando ahora estaba
preguntó por el dinero que había robado, dijo: l/Todavía tengo una parte de la "viviendo de puta madre con mi padrastro, sin dar ni un palo al agua, pero
pasta. ¡Cuando salga de aquí, menuda fiesta me voy a dadl/. Sus expresiones de siempre inconformista y con cara de perro por cualquier cosa". Añadió, ade-
preocupación por su madre eran incoherentes no sólo con los informes que tenía- más, que su madre "ni siquiera se digna a buscar alguna asociación en la
mos de su conducta, sino también con los planes futuros que tenía para el dinero. que pueda aportar algo y así se mantenga mentalmente ocupada para dejar
Cuando se le indicó esa incongruencia, dijo: l/Bien, sí, quiero a mi madre, pero
de pensar en tonterías".
ella es bastante vieja y si yo no miro por mí, ¿quién lo hará?l/.
Es impresionante, pero volvemos a insistir en la frase gráfica de JOHNS y
El caso de este interno que estudió el doctor HARE presenta algunas simi- QUAY: «Se saben la letra, pero no la música». Tomándolo todo en conjunto,
litudes con otras manifestaciones que me realizó la mujer desahuciada de la resulta cuanto menos paradójico el bienintencionado interés y preocupación
que hablamos en páginas anteriores. En una ocasión me comentó que su que esta hija decía tener con respecto a su madre. Es curioso cómo esta mujer
madre "es lo más importante que tengo". La relación entre ambas, a decir del tenía buenos consejos y sugerencias para ofrecer a los demás (incluida su
caso, la verdad es que era un poco ambigua: las dos se apoyaban mutua- madre), pero los cuales era incapaz de aplicarse a sí misma para mejorar su
mente cuando trataban de salir de una situación embarazosa pero, al mismo, condición de vida y el estilo parásito con que iba purgando sus penas de una
tiempo se lo echaban en cara cuando les convenía, sobre todo cuando entra- pareja a otra, de una víctima a otra. Como era de esperar, ni la oposición
ban en disputa. Si bien ella decía que su madre era "lo más importante" que la aprobó (de hecho, jamás rellenó ninguna solicitud) ni su madre pudo irse
tenía, otras veces no dudaba en ponerla como un trapo. Así, en otra ocasión nunca a vivir con ella, ya que parecía estar mucho más preocupada por pro-
en la que ella, aun teniéndolo, precisaba de un cierto dinero para comprar- curarse su propio bienestar, eso sí, siempre a costa de los demás (a pesar de
se unos billetes de tren para ir a su país en Navidades, se lo intentó pedir a que presumía de ser autosuficiente).
su madre como su regalo anticipado de cumpleaños (que era en marzo). Ante La doctora canadiense SHERRIE WILLlAMSON, una de las habituales colabo-
la negativa de su madre, la hija montó en cólera y comenzó a proferir una radas en los estudios del doctor HARE, demostró en 1991, en su tesis docto-
serie de improperios y vilipendios contra su propia madre que parecían no ral titulada Cohesion and Coherence in the Speech of Psychopaths
tener fin: "Encima de que voy a ir a visitarla y que en unos días es mi cum- ("Cohesión y Coherencia en el Lenguaje de los Psicópatas"), que las comuni-
pleaños, ni siquiera se digna a mandarme dinero para los billetes sabiendo caciones de los psicópatas son, a veces, sutilmente extrañas y con una ten-
que yo no tengo dinero para nada. Es una tacaña ... ". dencia general a "irse por las ramas". Así, en su estudio, la doctora

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214 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Embusteros y engañadores 215

WllLlAMSON comprobó que los psicópatas cambian frecuentemente de tema, todo lo que nos tienen que contar. Por eso, muchas veces nos da la sensación
se salen por la tangente y fracasan a la hora de conector los frases de una de que su lenguaje es un tanto descarrilado.
manera coherente. El argumento principal de sus conversaciones, aunque un Por supuesto, muchas personas normales también tienen momentos de
poco inconexo, puede parecer aceptable al oyente normal. Sin embargo, no mala comunicación, pero en la mayoría de los casos no representan más que
lo es. Obsérvese el descarrilamiento del lenguaje del que en páginas anterio- pequeños lapsos de concentración. Sin embargo, en los psicópatas, esos
res hablábamos a través del siguiente caso real, el de otro interno estudiado momentos son más frecuentes, más notables y posiblemente son indicativos
por HARE y sus colaboradores al que se le pidió que describiese un hecho de de un problema subyacente relacionado con una organización de la activi-
mucha intensidad emocional: dad mental (no de su contenido) defectuosa. La manera que tienen de unir las
palabras y las frases (no qué dicen en la realidad) sugiere que hay alguna
Bueno, es difícil. Tengo tantos. Recuerdo una vez ... eh ... que me pasé un semá-
foro en rojo y no había tráfico. Bueno, no era gran cosa, ¿no? Pues el policía anormalidad, quizás aquella demencia semántica que ya en 1941 postulara
empezó a fastidiarme por tonterías y me cabreó de verdad. Si es que además no el doctor CLECKlEY. Los psicólogos clínicos conocen bien que los diálogos de
me pasé el semáforo en rojo. Probablemente estaba en ámbar. [ ... ] Así que ¿cuál los esquizofrénicos son también bastante extraños, pero los de los psicópatas
era eL .. eh ... problema? El problema con los policías es que a la mayoría ... eh ... son diferentes. Por ejemplo, otro de los sujetos de investigación de los estu-
les gusta alardear de poder. Hacerse el macho. Yo paso de eso. Yo soy un aman- dios de HARE, al que más tarde se le diagnosticó una esquizofrenia, contestó
te, no un macho. ¿Qué piensas tú? Quiero decir si no estuviese en la cárcel. [ ... ]
lo siguiente a la pregunta " ¿Tienes muchos cambios de humor?":
Digamos que nos conocemos en una fiesta ... eh ... y te pido salir conmigo. Me
juego lo que quieras que me dirías que sí, ¿verdad?
Yo creo que la vida es tan corta y que estamos aquí por tan poco tiempo ...
vamos a morir de todas formas ... eh, sí. .. pasamos a un nuevo estrato y todos los
Además de su ostensible narcisismo, arrogancia y egocentrismo, el discur-
problemas de este mundo se solucionan y entonces tenemos una nueva serie de
so de este interno estaba acompañado de abundantes movimientos con las problemas y de maneras de disfrutar también ... cada una de ellas ... eh ... no es
manos y expresiones faciales exageradas, una actividad teatral que distrajo algo que pueda decir que entiendo.
a una de las investigadoras del grupo del doctor HARE de lo que estaba suce-
diendo. Sin embargo, el vídeo de la entrevista reveló claramente a todo el Sin duda alguna, esta conversación es extraña tanto en cuanto a la forma
mundo (incluida esta avergonzada investigadora) que el sujeto no sólo había como en cuanto al contenido. La respuesta del psicópata a la misma pregun-·
eludido hablar del tema principal, sino que además había empujado sutil- ta, aunque tangencial y un poco extraña, puede interpretarse como evasiva
mente a su interlocutora a un intercambio de coqueteos. o insustancial. La verdad es que podemos inferir alguna clase de significado
Ya lo advertíamos antes: ¡ojo con los juegos de seducción que emplean con más facilidad que de la contestación del esquizofrénico.
los psicópatas cuando notan que las cosas no cuelan o que la han vuelto a En cualquier caso, insistamos en lo dicho. Como bien ha establecido el pro-
fastidiar con sus víctimas! Los psicópatas tienen un modo muy particular de fesor GARRIDO en su libro El Psicópata, en buena medida, las mentiras del psi-
responder a las preguntas: nunca dejan clara la respuesta (recuerden la cópata no pretenden ningún objetivo concreto, sólo demostrar su habilidad
ambigüedad de la que hablamos antes, en la realidad psico-social 9). En para engañar. La gente suele creer, cuando escucha al psicópata, que éste no
otras ocasiones, simplemente ni contestan. En muchos de sus discursos, lo se da cuenta de sus mentiras y, en ocasiones, duda de su estado mental. Sin
cierto es que resulta tremendamente difícil seguir parte de lo que cuentan: es embargo, muy frecuentemente, el interlocutor resulta "cazado" por la historia
como si quisieran contar muchas cosas de un golpe y de manera muy resu- que aquél le presenta. La convicción con la que cuenta su historia se acompa-
mida, como si no quisieran que su interlocutor se perdiera detalle alguno de ña de la creencia de que el mundo se encuentra dividido en dos bandos: los

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216 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Embusteros y engañadores 217

que ganan y los que pierden. Con esta visión de la vida y de las personas, al que en estos sujetos no existe nada que señale que vayan a cambiar para
psicópata se le antoja absurdo no aprovecharse de las debilidades ajenas. mejor, y, por supuesto, sus falsos o simulados intentos de arrepentimiento, sus
Cuando estudiemos el ciclo de la manipulación psicopática, observare- constantes ruegos de que les otorguemos otra oportunidad y sus innumerables
mos que, en muchas ocasiones, el psicópata desarrolla una buena capacidad e inconclusas promesas de cambio no son, en absoluto, ningún indicador fia-
para determinar cuáles son los puntos débiles de aquellas personas con las ble de que con ellos las cosas van a mejorar. Por tanto, es conveniente insis-
que se relaciona. Algunas de sus triquiñuelas están bien elaboradas, mientras tir en permanecer atentos y procurar no subestimar la tremenda capacidad
que otras son bastante evidentes. Pero cualquiera que sea la que ponga en de estos sujetos para mentir con facilidad, engañar y manipular a los demás.
práctica, siempre emplea un estilo frío y desvergonzado.
3. 1. Simuladores natos de enfermedades mentales y
estados de ánimo
A veces parece como si los psicópatas hubiesen cogido el Manual de los
Trastornos Mentales y se hubiesen estudiado a fondo y a conciencia algunos
Todas estas características que venimos pergeñando sobre el psicópata le de ellos para posteriormente simularlos con propósitos que ya iremos viendo
hacen especialmente apto para perpetrar fraudes, estafas y suplantaciones a lo largo de este apartado. Pero es sólo eso: sólo lo parece. Los psicólogos
de personalidad. En esto consiste el verdadero engaño psicopático. Así, clínicos conocen perfectamente las características de las distintas categorías
si están en prisión, saben ingeniárselas muy bien para convencer a las auto- de enfermedades mentales contenidas en ese Manual oficial, y también
ridades de que se están rehabilitando; para ello se apuntan a clases, exhi- saben que el período que ha de transcurrir para que un determinado trastor-
ben una "profunda" religiosidad y participan en numerosos programas de no mental quede convenientemente acreditado tiene una duración igualmen-
tratamiento con el objetivo primordial de que se les clasifique cuanto antes en te estipulada y concretada en dicho Manual. Por esta razón, si no prestára-
regímenes o grados penitenciarios que estén próximos a la libertad condicio- mos atención a los diversos criterios diagnósticos reseñados para las distin-
nal. Si no están en prisión, los psicópatas integrados también se las ingenian tas enfermedades mentales, quizás tendríamos casos de esos que llaman "de
para convencer a todos aquellos de quienes estiman que pueden sacar bene- libro"; es más, incluso le tendríamos que dar la razón al padre del psicoaná-
ficio propio. lisis cuando aseveraba aquello de que todos tenemos una cierta tara mental,
En cualquier caso, ya sea delincuente o integrado, el psicópata está con- es decir, que todos estamos un poco "locos".
denado al fracaso, ya que es incapaz de mantener cualquier plan de vida Afortunadamente, y como en otras tantas de sus hipótesis nunca contras-
que dure largo tiempo, de ahí que la posterior decepción que provoca haga tadas empíricamente, el padre del psicoanálisis se equivocó también en esta
aparecer en sus convencidos/engañados/manipulados un cierto sentimiento severa afirmación: ni todos estamos más o menos tarados (mentalmente), ni
del tipo "me la han pegado", "cómo he podido ser tan ingenuo teniendo en tampoco todos seríamos capaces ni tan hábiles de simular una verdadera
cuenta lo que ha venido haciendo durante toda su vida", etc. enfermedad mental durante largo período de tiempo, y menos aún los psicó-
Aunque muchas veces nos empecinemos en no querer conocer el pasado patas (a los cuales lo del" a largo plazo" les da hasta grima). Y sino que se
de aquellas personas en quienes depositamos nuestros votos de confianza sin lo digan a José Rabadán Pardo ("El Asesino de la Catana"), quien él mismo
más, lo cierto es que el background de la mayoría de los psicópatas no sólo incluso se atrevió a hacer de su propio psiquiatra para terminar diciendo que
es necesario conocerlo y escrutarlo en detalles, sino que, además, es uno de su psicosis epiléptica había desaparecido como por arte de magia, a ver si
los mejores indicadores de su conducta posterior, pues se ha comprobado así le dejaban ya en libertad.

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218 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Embusteros y engañadores 219

Como veremos en la siguiente realidad psico-social, es impresionante


cómo los psicópatas frecuentemente intentan simular tonto enfermedades
mentoles como diversos estados de ánimo. Aunque los estudios de investiga-
ción no son muchos, los que se han realizado hasta la fecha con sujetos psi-
cópatas han comprobado que éstos" mienten más que corren", simulan hasta
lo más esperpéntico (quizá por aquello de su destacada excentricidad) y
engatusan y engañan a todo aquél que se le cruce en su camino. Las investi-
gaciones han hallado algunos indicadores de la mentira, la simula-
ción y/o el engaño que nos ponen en alerta sobre la gran capacidad de
los psicópatas para fingir todo aquello que se propongan siempre que perci-
ban que les reportará algún beneficio más o menos inmediato o, también,
simplemente por el mero placer de fingir por fingir. Repasemos los resultados
de dichos estudios de investigación.

LA REALIDAD PSICO-SOCIAL 10.


SIMULACIÓN, ENGAÑO E INDICADORES DE LA MENTIRA

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Indicadores (Verbales y No Verbales) de Sinceridad y Engaño

Indicadores de Sinceridad Indicadores de Engaño

- Respuestas largas - labios apretados


- Detalles numerosos - Discrepancias en lo que se dice
- Uso de ilustraciones de lo que se dice - Repetición de palabras y frases
- Cooperación - Nerviosismo
- Expresión relajada en el rostro - Tensión en la voz, tono elevado
- Dilatación de las pupilas
- Jugar con los dedos al hablar o tocarse el cabello

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222 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Embusteros y engañadores 223

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224 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Embusteros y engañadores 225

Como veníamos diciendo, en muchas ocasiones, los psicópatas pretenden


simular tanto enfermedades mentales como estados de ánimo que en absolu-
to se corresponden ni con su manera de ser habitual ni con su estilo de com-
portarse pasado y presente. Es bien sabido que los psicópatas también fre-
cuentemente fingen enfermedades mentales cuando con ello pueden conse-
guir beneficios personales. Por ejemplo, retomando el caso del recluso que
HARE investigó y que presentó una extraña explicación ante la pregunta
"¿Tienes muchos cambios de humor?", éste fue capaz de engañar a la uni-
dad psiquiátrica del hospital en el que fue recluido porque sabía cómo res-
ponder a las pruebas psicológicas que le administraban.
Y, por cierto, esta última observación no es baladí, ya que, según HARE,
algunos psicópatas suelen memorizar buena parte de los tests psicológicos
para tratar de encajar en los perfiles que tendrían que dar con el fin de pare-
cer enfermos mentales. Del mismo modo, sobradamente es de muchos cono-
cido (sobre todo por funcionarios de prisiones) el hecho de que muchos inter-
nos conocen el Código Penal y el Reglamento Penitenciario (sobre todo la
parte de los beneficios penitenciarios) como la palma de su mano.

3.2. Impostores y psicópatas: diferencias muy sutiles


Parece razonable pensar que la impostura es un caldo de cultivo para la
aparición de potenciales y diversos psicópatas. Préstese atención a la siguiente
anécdota y reflexiones que nos cuenta el doctor HARE de cuando un guionista
de Hollywood le solicitó asesoramiento para caracterizar al personaje de una
pelicula al que el director ya le había otorgado el calificativo de psicópata:

Hace unos cuantos años me pidieron que asesorase a un guionista de


Hollywood. La película trataba sobre un asesino en serie psicópata. Los productores
querían ser fieles a la realidad y habían llevado a cabo una buena investigación al
respecto. Pero el guionista me llamó un día por teléfono desesperado: "gCómo pode-
mos hacer que el personaje sea interesante?", preguntó. "Cuando intento ponerme
en su piel, adivinar sus motivaciones, deseos y traumas para que la cosa tenga cier-
to interés, me quedo en blanco. Estos tipos [los dos psicópatas de su historia] son
iguales y debajo de la superficie no parece haber nada interesante".
fUENTE: Elaboración propia a partir de: GARRIDO GENOVÉS, V. J. y SOBRAl FERNÁNDEZ, J.
En cierto sentido, el guionista había dado en el clavo: los psicópatas, como se
(2008). La investigación criminal: La psicología aplicada al descubrimiento, captura y conde-
na de los criminales. Barcelona: Nabla. los representa en el cine, tienden a ser personajes de una sola dimensión, sin la pro-

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226 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Embusteros y engañadores 227

fundidad emocional y los impulsos y conflictos que tiene lo gente corriente. Carecen lo verdad; aunque, en lo práctico, estaba más que dispuesto o difundir falsedades
de lo que nos hoce ser interesantes, aunque complejos y confusos. Invariablemente, siempre que fuesen beneficiosos». Sería prolijo --e innecesario- sacar o colación
o los psicópatas se les pinto como personajes espectaculares. Se presto mucho aten- aquí otros antecedentes de falsedad notorio entre los intelectuales, ¡tontos hoy!
ción o lo que hocen, o lo sangriento o fascinante -Hannibal Lecter, en El Silencio de «Los cinco hijos abandonados por el autor del Émile [JEAN-JACQUES ROUSEAU], bellí-
los Corderos, se caracterizo por abrumar o lo gente con su pomposo erudición y, si simo trotado sobre lo educación de los hijos, nunca supieron que su podre era un
puede, comérsela-, pero sobemos muy poco de cómo son. eximio adalid de lo mejor pedagogía», escribe con ironía el antropólogo español
En cierto medido, estos descripciones de los medios de comunicación pueden JOSÉ ANTONIO JÁUREGUI.
reflejar lo realidad. Prácticamente todos los investigaciones sobre el mundo inte-
rior de los psicópatas nos pintan un cuadro muy árido. Lo filosofía de vida de estos ¡Y tanto que «tantos hay»!¡ como bien nos advierte GARRIDO. A primera
individuos es banal, inmaduro y carente de los detalles que enriquecen los vidas vista¡ podría parecer que la impostura y la psicopatía debieran ir de la mano¡
de los adultos normales.
al menos si tenemos en cuenta los rasgos que hasta ahora hemos estudiado
sobre estos individuos. Sin embargo¡ y aunque las diferencias entre imposto-
Si tomamos las definiciones de diccionario¡ observaremos que la palabra
res y psicópatas parecen muy sutiles¡ lo cierto es que se hace necesario dife-
impostor cuenta con dos acepciones. La primera lo considera como alguien
renciar al impostor "profesionaf' (que hace de su vida algo nuevo a través
I/mentirosol/¡ mientras que la segunda lo define como un suplantador¡ es
de la impostura) del psicópata que emplea la impostura para lograr sus fines.
decir¡ l/el que engaña haciéndose pasar por lo que no se es o por alguien
que no esl/. Resulta evidente que la segunda acepción incluye a la primera¡ Uno de los casos más espectaculares y sobrecogedores de crimen múltiple de
los últimos años es el narrado en el libro El Adversario¡ escrito en 2000 por
ya que para hacerse pasar por lo que no se es resulta necesario mentir¡ enga-
ñar¡ convencer a otros de que aquello que alguien aparenta es¡ al mismo Emmanuel Carrare. Se trata del caso de Jean-Claude Romand¡ un francés que
tiempo¡ lo cierto¡ algo que responde a una realidad. en 1993 mató a su mujer (Florence)¡ a sus dos hijos de corta edad (Antoine
y Caroline) y a sus padres¡ y que luego intentó¡ aparentemente¡ suicidarse¡
En su libro Cara a Cara con el Psicópata¡ el profesor GARRIDO ha recogi-
sin que llegara a conseguirlo.
do algunas ideas de otros autores sobre la impostura que resultan muy reve-
ladoras¡ sintetizándolas en los siguientes términos:
CASO DE ESTUDIO 9.
Lo impostura no es algo extraordinario en lo vida de los personas, sino que, JEAN~LAUDE ROMAND: UN PSICÓPATA PARÁSITO, IMPOSTOR Y
más bien, todos deseamos ofrecer uno imagen que aumente, ante los ojos de quie- MULTlCIDA fAMILIAR QUE VIvíA DEL CUENTO
nes nos contemplan, nuestro valor y competencia. Estos pequeños trampas persi-
guen que nos podamos mostrar como lo que no somos, y ni siquiera los intelectua-
les y sesudos profesores de universidad están libres de esto pretensión, ton huma-
no, como nos enseñó el investigador ALAN SOKAL 01 poner 01 descubierto los men-
tiros y argumentos chapuceros esgrimidos por supuestos grandes hombres de lo
culturo poro consolidar su prestigio, grandes hombres de lo culturo tenidos como
foros de opinión especialmente en Europa, coso de JACQUES LACAN, GILLES DELEUZE
oJEAN BAUDRILLARD.
V, como cualquier otra conducto que proveo beneficios, es fácil hollar antece-
dentes en lo historio de los hombres ilustres. Por ejemplo, uno de los más recientes
biógrafos del gran filósofo RENÉE DESCARTES ha descrito que «DESCARTES proclamó
piadosamente y, sí, religiosamente, que su objetivo en lo vida ero lo búsqueda de

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228 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Embusteros y engañadores 229

FUENTE: Elaboración propia a partir de: CARRÉRE, E. (2000). El adversario. Barcelona: Anagrama.

El caso de Romand no es un caso aislado, aunque bien es cierto que este


caso pasó a ser conocido mucho más por el quíntuple crimen que cometió
contra su propia familia que por las frecuentes mentiras, imposturas y líos
amorosos que mantuvo durante tantos años. Huelga decir que existen muchos
y muchas Romand que llevan o perfilan el mismo estilo de vida parásito y
nunca llegan a cometer tales atrocidades (quizá por ello son menos notorios
y resultan menos atractivos para el público ávido de sensacionalismo). Al
igual que Romand, muchos otros psicópatas integrados (ya fueran luego cri-
minales o nunca lo fueran) han de "prepararse" previamente para saber
cómo han de actuar y ,sentir en las nuevas circunstancias, de ahí que, creyen-
do que actuaba bien, no se percatara Romand de que dejaba estupefactos a
los psiquiatras al presentarles una narración perfectamente articulada de su
impostura. Ya señaló este aspecto con notable claridad el doctor HERVEY
CLECKlEY en su obra La Máscara de la Cordura:

No estamos tratando con un hombre sano, sino con alguien que sugiere una
máquina refleja sutilmente construida que puede imitar la personalidad humana
perfectamente. Este aparato psíquico reproduce constantemente no sólo ejemplos
de un buen razonamiento, sino también simulaciones de emociones humanas nor-
males en respuesta a muchos y variados estímulos de la vida.

Como venimos insistiendo, tanto Romand como muchos otros psicópatas


«se saben la letra, pero no la música»: sabrán siempre lo que tienen que decir
para causar buena impresión, pero jamás podrán sentirlo en su fuero interno
como las personas normales. Los embustes y engaños de estos sujetos son la

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230 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Embusteros y engañadores 231

tónica general de su estilo de vida. la impostura es una de las estrategias que de este Capítulo 5. Sin duda alguna, los psicópatas viven para mentir (es como
frecuentemente adoptan para salir del paso y causar buena imagen, pero su pequeña dosis para paliar su prolongado y crónico aburrimiento) y mienten
nada más que eso. Sin embargo, la gran o sutil (según se mire) diferencia entre para vivir (impostores y megalómanos que viven de cara a la galería).
un psicópata impostor y un impostor de "vocación" o "profesional" es obvia, Aunque disponemos de instrumentos que han probado su utilidad para
tal como nos los aclara el profesor GARRIDO en el siguiente fragmento: detectar a los sujetos que fingen enfermedades mentales, estados de ánimos y
estilos de vida, o, más ampliamente, simulan durante una evaluación
[El impostor de "vocación" o "profesional"] persigue una ilusión, convertirse en
alguien diferente al que se es para escapar de una vida que no le gusta, pero el
psicológicoforense, los resultados de las investigaciones realizadas hasta la
precio no incluye matar o aniquilar, sólo pasar apuros para lograr finalmente ser fecha no permiten que podamos aseverar que sea fácil dicha detección en
respetado y admirado. todos los casos, y mucho menos en el caso de los psicópatas, para los cuales
no existe ningún instrumento concreto de evaluación del engaño o simulación.
Ésta es la cuestión de fondo y la diferencia puede resultar muy sutil, ya que los psicópatas son locuaces, superficiales, fanfarrones y mentirosos. Con
muchos psicópatas adoptan una impostura pero, por el contrario, no todos los este perfil de personalidad, la verdad es que se hace tremendamente difícil tra-
impostores son puramente psicópatas. Por esto mismo es conveniente estable- tar de "cazar" a un mentiroso tan sumamente patológico, compulsivo y reitera-
cer diferencias, para no encasillar todos los casos en el mismo cajón. tivo como lo es el psicópata. A nivel de investigación, muy probablemente, y
Sin duda alguna, el mundo del psicópata produce vértigo, porque se si no deseamos incurrir sobre todo en el error conocido como falso positivo
extiende desde los delitos y actos de violencia masivos más deleznables (decir que alguien está simulando cuando en realidad no lo hace), habremos
hasta los casos más espectaculares y sensacionalistas de la Criminología coti- de abrir nuestra predicción y permitir que un número indeterminado de sujetos
diana, pasando por los casos más "suaves" de los psicópatas integrados que que miente se introduzcan en el grupo de sujetos a investigar y que calificamos
hacen de su vida y de la de los demás su propio antojo y sin el menor atis- de honestos. Como ya aconsejaron ROGERS y SAlEKIN en un artículo científico
bo de escrúpulos ni de vergüenza que los del criminal más repudiable. de 1998, puede que esto sea una sabia decisión, al menos en la medida en
Sin embargo, parece ser que cuesta una barbaridad creer que existe gente que entendamos que vale la pena dejarse engañar por un sujeto antes que defi-
así, gente como Romand y tantos otros que, si no hubieran cometido esos bru- nir a alguien como simulador cuando no lo es, lo que le privaría de recibir la
tales crímenes, hubieran seguido pasando desapercibidos y nadie se hubie- ayuda psiquiátrica o psicológica que realmente podría estar necesitando.
ra interesado por ellos, excepto sus sufridas víctimas. El caso de los psicópatas tiene mucho más que ver con los denominados
falsos negativos, es decir: determinar que alguien no está mintiendo o
simulando, cuando en realidad sí lo está haciendo. Si bien las situaciones
que los científicos plantean en sus laboratorios para tratar de comprobar sus
hipótesis simulan las situaciones de la vida cotidiana, lo cierto es que no
debemos dejarnos arrastrar por un cientifismo tal para posteriormente reali-
zar generalizaciones a partir de una concreta muestra de estudio. Insistimos
4. 1. En suma: locuaces, superficiales, fanfarrones y
en ello: las situaciones de laboratorio se parecen a las situaciones de la vida
mentirosos
real, pero son las mismas. Por esta razón, y haciendo un poco de auto-críti-
El dicho popular que reza aquello de «Dime de lo que presumes y te diré de ca, los casos que venimos exponiendo en este libro sobre sujetos de este tipo
lo que careces» vuelve a tomar mucho mayor sentido en esta concreta faceta de han de tomarse con notable cautela, ya que si bien pueden reflejar buena
la personalidad anormal del psicópata que hemos tratado de esgrimir a lo largo parte de la realidad acontecida, es probable que también los análisis que

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232 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Embusteros y engañadores 233

hacemos contengan este sesgo de cientifismo que venimos advirtiendo, por tos) no tengan en cuenta las consecuencias de sus actos: huelga decir que no
lo que debe quedar claro que, bajo ningún concepto, pretendemos enfroscar- querer pensar en ellas no es lo mismo que no tenerlas en cuenta o conocerlas e
los aquí en ese tan recurrido aire de cientificidad. Como ya advertimos en imaginarlas, y éste es precisamente uno de los aspectos psicológicos (la intelec-
una ocasión anterior, el lector debe procurar contrastar la información que se tividacl¡ que suelen valorar los jueces ante este tipo de casos y sujetos.
le proporciona y, ni mucho menos, existen en puridad los casos "de libro". Por tanto, la recomendación, a nivel general, resulta comprensible: caute-
Por otro lado, también es imprescindible no pasar por alto que el enga- la con lo que se dice y con cómo se dice. Ante estos casos, y como ya acon-
ño no se mantiene constante en todos los escenarios, por lo que el evalua- sejábamos antes, los profesores GARRIDO GENOVÉS y SOBRAL FERNÁNDEZ, en su
dor deberá considerar cuáles son las circunstancias que, en términos de libro La Investigación Criminal, nos emplazan al siguiente procedimiento (los
costes y beneficios, está involucradas para poder incentivar o desanimar corchetes son míos):
una estrategia de simulación de un sujeto en particular. Como ya decía el
mismo UNAMUNO: «Yo soy yo, y mis circunstancias». Sabemos que, en la El forense [psicólogo y/o psiquiatra] debería esforzarse por triangular la informa-
ción obtenida, en especial mediante el acopio de informaciones fidedignas provenien-
mayoría de las ocasiones, las circunstancias de las personas son muy deter-
tes de documentación existente o de entrevistas con personas allegadas al individuo
minantes en las conductas que mantienen y en las decisiones que toman. examinado. De este modo, los resultados de la prueba empleada para detectar la
Incluso en los más execrables casos que muchas veces no logramos expli- simulación pueden [y deben] complementarse con esa información externa. En caso
carnos siempre existe un móvil, un motivo: que no podamos entenderlo, de coincidencia en la improbabilidad de los síntomas que presenta el sujeto, nuestra
sobre todo porque no entra en nuestros normales esquemas mentales, no decisión se verá más sólidamente establecida. Y en caso de discrepancia, tal hecho
quiere decir que no exista un motivo para que algunas personas se vean debería motivarnos a esforzarnos más para llegar a una conclusión razonada.
impelidas a acometer tales o cuales acciones. Por muy nimio y absurdo que
Según los estudios de investigación que hemos revisado aquí, parece que
pueda parecer un motivo, no es de recibo desdeñarlo si realmente preten-
los psicópatas no son tan diestros, como tradicionalmente se cree, a la hora
demos llegar a entender el trasfondo de las conductas más irracionales e
de engañar a los demás. Es cierto que en sus rasgos definitorios figura la
impensables. Como solemos decir coloquialmente, "cada persona es un
mentira y la manipulación persistentes, pero tendríamos que distinguir el tipo
mundo" y, por tanto, con unas circunstancias concretas, por lo que no con-
de persona a la que quiere engañar para hablar de destreza en este asunto.
vendría olvidar, como bien subrayó el psicólogo conductista EDWARD
Sin embargo, y puesto que la mayoría de los forenses están atentos frente a
TOLMAN, que «la conducta apesta a intención»: siempre hacemos algo por
la posibilidad frecuente de simulación por parte de los individuos que son
"algo", y ese "algo" es el motivo, y ese motivo está determinado por las
examinados, los psicópatas no parecen tener más éxito que los no psicópa-
circunstancias de cada persona en particular.
tas si pretenden hacerse pasar por enfermos mentales.
En este sentido, si, por ejemplo, un delincuente estima que su futuro será más
Otra cuestión, bien distinta, es si las personas afectadas por sus manio-
cómodo si simula problemas mentales (como resultaría si tuviera una condena
bras o triquiñuelas son gente de su entorno, que no esperan en absoluto el
más reducida o pudiera cumplir la pena en un establecimiento menos severo -un
engaño, porque desconocen, en primer lugar, que su compañero de trabajo,
psiquiátrico-), sus incentivos/motivos para fingir serán poderosos y vendrán
marido, pareja o vecino tiene los rasgos de la psicopatía. El punto de vista
determinados por las circunstancias que ya se imagina (cumplir la pena en una
común compartido por la mayoría de los investigadores es que la ausencia
prisión), por lo que se arriesgará a simular lo que haga falta siempre que el des-
de miedo y de empatía de los psicópatas es lo que les da credibilidad a sus
cubrimiento del engaño no sea, en sus consecuencias negativas, particularmen-
acciones equívocas, ya que una persona normal no espera, dentro de sus
te oneroso. Y en este sentido también resulta cuanto menos discutible esa tan
esquemas de cómo se relaciona la gente, que exista alguien así y, por tanto,
extendida hipótesis teórica de que algunos delincuentes (sobre todo los psicópa-
que haga ese tipo de cosas. Lógicamente, ese binomio psicópata-víctima ino-

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234 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Manipuladores y titiriteros

Man ipU ladores


cente no podemos examinarlo en ellaboratorio¡ así como tampoco podemos
ir por la calle¡ con la escala de psicopatía en la mano¡ importunando a la
y titi riteros
gente¡ de modo que su descripción es siempre algo difícil de realizar.
Nuestra información sobre estos psicópatas integrados procede¡ sobre todo¡
de descripciones dínicas y de estudios con víctimas. « Te escogerá de entre la multitud, te desarmará con sus palabras
y te controlará con su presencia. A ti te encantarán su ingenio y
sus planes. Te lo hará pasar bien, pero piensa que después te
4.2. Un conseio acertado: por ahora, déiese llevar por pasará factura. Te sonreirá y te engañará y, luego, te atemoriza-
su intuición rá con su mirada. Y cuando haya acabado contigo, y ten por
seguro que lo hará, te abandonará llevándose consigo tu inocen-
Es muy probable que la ausencia de conductas no verbales como claramen- cia y tu orgullo. Te dejará más triste, pero no más sabio, y duran-
te características del obrar engañoso del psicópata (aunque existen ciertos indi- te mucho tiempo te preguntarás qué paso y qué hiciste mal. y,
cios particulares¡ como indican los estudios revisados) sea el resultado de que después, si otra persona así llama a tu puerta, ¿abrirás?».
este individuo¡ en la vida real, sabe a quién elegir para engañar (como vere- (De un escrito firmado por un psicópata en la cárcel)

mos en el siguiente capítulo)¡ cosa que tampoco podemos examinar en nues- ROBERT D. HARE (1993)
tros laboratorios. Es decir, si bien parece que los indicadores de la mentira en
psicópatas y no psicópatas no son muy diferentes¡ no deberíamos restar impor-
tancia al hecho de que los primeros tienen mayor voluntad y confianza para
desarrollar las estratagemas que les llevarán a obtener lo que codician.
Hasta ahora¡ como señalan GARRIDO GENOVÉS y SOBRAl FERNÁNDEZ¡ con
nuestros estudios en el ámbito de la Psicología Forense y de los microelemen-
tos de la conducta no podemos marcar con una raya una clara distinción entre
Esa cita de arriba que también recogimos en el Capítulo 3 y que nos pro-
la habilidad de engañar de los psicópatas y el resto de la gente¡ pero la vida
porciona el doctor Hare sobre uno de los psicópatas que él ha estudiado es
real, donde habitan personas desprevenidas¡ puede relatar una historia bien
desgarradora¡ pero muy reveladora: los psicópatas funcionan así¡ tal y como
diferente. Fuera del contexto judiciat la gravosidad de las consecuencias que
ese mismo psicópata lo ha descrito fielmente en su escrito. Nos manejan
pueden derivarse¡ y¡ de hecho¡ muchas veces se derivan¡ de fiarnos alegremen-
como a títeres: nos acechan¡ nos escogen¡ nos estudian¡ nos mienten¡ nos
te de todo el mundo no son menos triviales que las acontecidas dentro de la
engañan ... ¡ yel resto es manipulación pura y dura. Se darán cuenta rápida-
sala de justicia: la sala de la vida es mucho más importante que ésta.
mente de nuestros puntos débiles¡ y precisamente a través de los mismos nos
Por tanto¡ y ante la incompleta eficacia de las distintas pruebas más o
atacarán, maquillarán nuestras luces (éxitos y virtudes) y procurarán, al
menos científicas que han tratado de averiguar cómo podríamos cazar al men-
menos al principio, ocultar sus propias sombras (defectos, manías, obsesio-
tiroso¡ así como ante todo el arsenal de tácticas manipuladoras que emplean
nes, etc.); la manipulación a que nos someterán será sencilla, pero muy sutil:
los psicópatas y todas aquellas personas mentirosas no psicópatas¡ quizás
si alguna vez le reprochas algo, se lanzará rápidamente a recriminarte que
sería más conveniente para nuestra vida (a diferencia de los contextos judicia-
él/ella antes (de conocerte a ti) no era así. Como decíamos en el capítulo
les) seguir un consejo muy acertado y sensato que también nos proporciona el
anterior, el mundo interior del psicópata da vértigo, pero es que su mundo
profesor JORGE SOBRAl en el libro La Investigación Criminal¡ un consejo que¡ sin
exterior es insufrible.
duda¡ bien debería aplicarse en otros muchos aspectos de la vida: «Por ahora,
cuando su chico/a le diga que le quiere¡ déjese llevar por su intuición».

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236 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Manipuladores y titiriteros 237

En el inquietante libro Sto Joseph's Children: A True desviación sexual y que, durante las entre-
History of Terror ond Justice ("Los Hijos de Son José: Uno vistas, las afirmaciones de Gacy estaban
Historia Real de Terror y Justicia"), escrito en 1989 por llenas de contradicciones, evasivas, racio·
nalizaciones y excusas. Un psiquiatra
TERRY GANEY, se describen la anómalo personalidad y los
apuntó que lo único que sucedía es que a
hechos perpetrados por Charles Ray Hatcher, un asesino Gacy le gustaba hablar. Otros profesiona-
psicópata que motó o 16 personas entre 1969 y 1982, les le preguntaron a éste, a su vez, si "el
según él mismo confesó, "sólo por diversión". efusivo torrente expresivo de Gacy no
En esto historio real se pone de manifiesto eso habilidad John Woyne Gocy, disfrazado de UPayaso PogoU mostraba falta de asociación, una carac-
terística de la esquizofrenia. Cuando el
Charles Ray Hatcher del psicópata para manipular incluso o psiquiatras y psi-
señor Gacy dice, por un lado, que mató a alguien y, por otro lado, que no lo hizo,
cólogos muy experimentados. Mientras cumplía condeno ¿no es eso falta de asociación?". El psiquiatra replicó: "Creo que simplemente
por el asesinato de un niño de 6 años, Hatcher se los ingenió para que le miente. No se acuerda de lo que dijo ayer porque, sencillamente, miente mucho".
enviasen o un hospital psiquiátrico forense. Los psiquiatras designados por el El jurado rechazó la petición de que Gacy fuese declarado enfermo mental y reco-
juez determinaron que Hatcher estaba incapacitado paro asistir 01 juicio, mendó su ejecución.
pero los del hospital le consideraban perfectamente competente (uno historio
un tonto similar, en cuanto o discrepancias entre expertos, o lo que yo con- Pues bien. Que o Gacy le "gustaba hablar" es algo prototípico de muchos
tamos sobre "El Asesino de la Catana"). Después de interminables evaluacio- asesinos en serie psicópatas, yo que es el medio idóneo para que éstos se
nes, Hatcher se cansó del juego psiquiátrico y volcó su talento en manipular explayen en sus diálogos, inventivos y mentiros reiterados. Pero, como rezo
o abogados y jueces. un dicho, "por la boca muere el pez", y, muchos veces, los manifestaciones
arrogantes y soberbios de estos sujetos se vuelven en su propio contra, algo
En cualquier coso, lo evidencio científico sugiere que los dificultades para
que, por lo demás, también parece traerles sin cuidado: soben que pueden
evaluar 01 psicópata no se deben ton sólo o su hábil capacidad para mani-
ser perjudiciales para ellos, pero les puede más ese ánimo de megalomanía
pular. Los afirmaciones del psicópata, que frecuentemente son contradicto-
que cualquier otra coso. A este respecto, el conocido aforismo de que "los
rios, tangenciales y están mol conectados, tienden o influir en el juicio del clí-
pequeños detalles hacen mucho" no va con los psicópatas, yo que éstos, 01
nico, del evaluador, y muchos veces éste no se percato de ello.
ser megalómanos, piensan "o lo grande" (pero con uno mentalidad muy
Un ejemplo de esto mismo lo podemos encontrar en el coso de otro ase-
pobre, o pesar del encanto superficial que posean).
sino en serie norteamericano que se vestía de payaso para dar funciones
Si miramos esto megalomanía como uno especie de debilidad típico de
infantiles de cumpleaños y que es tristemente célebre por haber asesinado o
estos sujetos, en un coso policial incluso podría servir para aprovecharlo
unos 33 víctimas adolescentes: su nombre, John Wayne Gacy. Tomemos el
como método mediante el cual el criminal confiese todos los crímenes que ha
siguiente fragmento del libro Without Conscience del doctor HARE, quien nos
perpetrado en realidad, aunque no hoy que olvidar que lo mentira también
sintetizo esto problemático, o través de este coso, en estos términos:
va o estor presente en estos sujetos y que es muy frecuente que se atribuyan
El caso de John Wayne Gacy (el hombre de negocios de Chicago y asesino en más crímenes que los que realmente han cometido. Por tonto, si bien puede
serie que se disfrazaba de Pago, el payaso, para niños enfermos) estuvo plagado ser un recurso más o emplear en uno investigación criminal, los precauciones
de testimonios contradictorios. los expertos de la acusación defendían que Gacy con ellos serán siempre pocos.
era psicópata, pero que al mismo tiempo estaba en sus mentalmente perturbado.
Un psicólogo dijo que tenía una personalidad psicopática o antisocial con una

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238 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Manipuladores y titiriteros 239

1• 1. Los psicópatas 11 de cuello blanco", los psicópatas


CASO DE ESTUDIO 10.
nómadas y otros impostores JOHN GRAMBLlNG: UN PSICÓPATA ""DE CUELLO BLANCO""
Uno de los aspectos más inquietantes de los psicópatas es que son autén-
ticos expertos en ganarse la confianza de los demás. Esta es una de sus estra-
tagemas, ya clásicas, mediante la cual se llevarán a las víctimas a su terreno
para luego proceder a una manipulación que, como veremos a lo largo de
este capítulo, es al mismo tiempo sutil y espeluznante.
De particular interés en esta rara pericia resultan los innumerables casos
de los denominados psicópatas ""de cuello blanco"" (a nivel popular se
conocen más por la expresión delincuentes "de guante blanco'l Este tipo de
individuos están más cerca de los psicópatas integrados que de los crimina-
les más violentos. Además, como ya hemos visto, la impostura es otra de las
características frecuentes en estos psicópatas" de cuello blanco".
El escritor GEORGES BERNARD SHAW, en su novela La Comandante
Bárbara, dio en su Prefacio, a modo de frase célebre, la siguiente descrip-
ción sintética de lo que podemos entender por psicópatas y/o delincuentes
"de cuello blanco": «Los defectos del ladrón común son exactamente las
cualidades del financiero».
y de financieros va el asunto, ya que en el siguiente caso de estudio real
vamos a analizar a John A. Grambling, un financiero y psicópata "de cuello
blanco" que hizo sonar las alarmas del Departamento de Fraudes de la
Oficina del Fiscal del Estado de Nueva York. Corría el año 1987 cuando el
doctor HARE recibió una carta de BRIAN ROSNER, el ayudante del fiscal del dis-
trito, solicitándole asesoramiento especializado sobre Grambling, para lo
cual le adjuntó material oficial sobre el caso. En su libro, HARE nos proporcio-
na cierta información.

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240 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Manipuladores y titiriteros 241

más datos sobre estos dos impostores, ladrones y delincuentes españoles, ya


que aún permanecen en la memoria colectiva de todos nosotros.
Los psicópatas que tienen ansias emprendedoras (como Grambling,
Dioni, Roldán y tantos otros parecidos) son casos que nos han proporciona-
do, como mínimo, unas fantásticas fábulas sobre la moralidad: cómo todos
estos depredadores sociales con buenas maneras y una conciencia débil con-
siguen desplumar a cualquier persona e institución. Como dice HARE, los
delincuentes "de cuello blanco" tienen sonrisas encantadoras y un tono de
voz que inspira confianza, pero, al contrario de lo que sugería uno de los
banqueros entrevistados por el redactor del Journal, nunca (y esto está garan-
tizado) llevan campanillas de advertencia colgadas de sus cuellos. Este tipo
de delincuentes son un modelo de cómo utilizar la educación y las relaciones
sociales para separar de su dinero a las personas e instituciones sin emplear
ni el más mínimo signo de violencia.
fUENTE: Elaboración propia a partir de:
Sin embargo, a diferencia de los delincuentes "de cuello blanco" ordina-
• HARE, R. D. (1993). Without conscience. New York, NY: Pocket Books.
• THE ASSOCIATED PRESS (1985). Bankes faces fraud charges. The New York Times, 12 de abril de
rios, los psicópatas engañan y manipulan no sólo a aquellos que les pueden
1985 (http://www.nytimes.com/1985/04/12/business/banker-faces-fraud-charges.html) . proporcionar grandes sumas de dinero, sino también a sus amigos, a sus
familiares y al sistema judicial. Muchas veces, estas personas consiguen elu-
dir la cárcel; en otras ocasiones, incluso cuando los encarcelan, suelen reci-
bir una sentencia suave y una reducción de la pena, sólo para continuar
Como atestiguaron las transcripciones y los demás legajos del caso que
donde lo dejaron antes: ¿podría ser éste el caso de, por ejemplo, Mario
BRIAN ROSNER le facilitó al doctor HARE (por ejemplo, el Procedimiento "The
Conde, el conocido ex-director y multimillonario banquero de Banesto, ya
People of the State of New York Against John A. Grambling" ["El Pueblo del
sentenciado y encarcelado hace años? No lo podemos asegurar, así que,
Estado de Nueva York Contra John A. Grambling"], acusación nQ 2800/85),
quizás, habrá que esperar.
Grambling se ganaba la vida gracias a su encanto, al engaño y a la mani-
pulación. Así conseguía la confianza de sus víctimas. Aunque pudiera encon- Independientemente de que estos psicópatas no empleen la violencia
trar explicaciones a lo que hizo, es evidente (gracias a los documentos y a para conseguir sus fines, lo cierto es que también tienen un efecto muy devas-
un libro sobre el caso publicado en 1990 por BRIAN ROSNER [Swindle]) que la tador en la sociedad. Siguiendo con el caso del inquietante John Grambling,
conducta de John Grambling es compatible con el concepto de psicopatía prestemos atención a los siguientes comentarios que realizó el ayudante del
que venimos estudiando en este libro. fiscal del distrito, BRIAN ROSNER, en la vista oral del juicio:

Pero el caso de Grambling no es el único; hay cientos, miles. En España,


Los delitos de Grambling son fruto de las maquinaciones de un hombre codi·
por ejemplo, los casos de delincuentes "de cuello blanco" (quizás también cioso. Una persona guiada por el deseo de ejercer el poder sobre las vidas y for-
psicópatas en cierto grado) abundan, y son especialmente significativos dos tunas de las demás. Se trata de un deseo que frecuentemente vemos en los más
de ellos que levantaron gran alarma y expectación social: me estoy refirien- perversos criminales. [ ... ] El trabajo de un hombre de una maldad incalculable.
do a los casos de El Dioni y Luis Roldán. No creo que sea necesario aportar

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240 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Manipuladores y titiriteros 241

más datos sobre estos dos impostores, ladrones y delincuentes españoles, ya


que aún permanecen en la memoria colectiva de todos nosotros.
Los psicópatas que tienen ansias emprendedoras (como Grambling,
Dioni, Roldán y tantos otros parecidos) son casos que nos han proporciona-
do, como mínimo, unas fantásticas fábulas sobre la moralidad: cómo todos
estos depredadores sociales con buenas maneras y una conciencia débil con-
siguen desplumar a cualquier persona e institución. Como dice HARE, los
delincuentes "de cuello blanco" tienen sonrisas encantadoras y un tono de
voz que inspira confianza, pero, al contrario de lo que sugería uno de los
banqueros entrevistados por el redactor del Journal, nunca (y esto está garan-
tizado) llevan campanillas de advertencia colgadas de sus cuellos. Este tipo
de delincuentes son un modelo de cómo utilizar la educación y las relaciones
sociales para separar de su dinero a las personas e instituciones sin emplear
ni el más mínimo signo de violencia.
FUENTE: Elaboración propia a partir de:
Sin embargo, a diferencia de los delincuentes "de cuello blanco" ordina-
• HARE, R. D. (1993). Without conscience. New York, NY: Pocket Books.
• THE ASSOClATED PRESS (1985). Bankes faces fraud charges. The New York TImes, 12 de abril de
rios, los psicópatas engañan y manipulan no sólo a aquellos que les pueden
1985 (http://www.nytimes.com/1985/04/12/business/banker-faces-fraud-<:harges.html). proporcionar grandes sumas de dinero, sino también a sus amigos, a sus
familiares y al sistema judicial. Muchas veces, estas personas consiguen elu-
dir la cárcel; en otras ocasiones, incluso cuando los encarcelan, suelen reci-
bir una sentencia suave y una reducción de la pena, sólo para continuar
Como atestiguaron las transcripciones y los demás legajos del caso que
donde lo dejaron antes: ¿podría ser éste el caso de, por ejemplo, Mario
BRIAN ROSNER le facilitó al doctor HARE (por ejemplo, el Procedimiento "The
Conde, el conocido ex-director y multimillonario banquero de Banesto, ya
People of the State of New York Against John A. Grambling" ["El Pueblo del
sentenciado y encarcelado hace años? No lo podemos asegurar, así que,
Estado de Nueva York Contra John A. Grambling"], acusación nº 2800/85),
quizás, habrá que esperar.
Grambling se ganaba la vida gracias a su encanto, al engaño yola mani-
pulación. Así conseguía la confianza de sus víctimas. Aunque pudiera encon- Independientemente de que estos psicópatas no empleen la violencia
trar explicaciones a lo que hizo, es evidente (gracias a los documentos y a para conseguir sus fines, lo cierto es que también tienen un efecto muy devas-
un libro sobre el caso publicado en 1990 por BRIAN ROSNER [Swindle]) que la tador en la sociedad. Siguiendo con el caso del inquietante John Grambling,
conducta de John Grambling es compatible con el concepto de psicopatía prestemos atención a los siguientes comentarios que realizó el ayudante del
que venimos estudiando en este libro. fiscal del distrito, BRIAN ROSNER, en la vista oral del juicio:

Pero el caso de Grambling no es el único; hay cientos, miles. En España, Los delitos de Grambling son fruto de las maquinaciones de un hombre codi-
por ejemplo, los casos de delincuentes "de cuello blanco" (quizás también cioso. Una persona guiada por el deseo de ejercer el poder sobre las vidas y for-
psicópatas en cierto grado) abundan, y son especialmente significativos dos tunas de las demás. Se trata de un deseo que frecuentemente vemos en los más
de ellos que levantaron gran alarma y expectación social: me estoy refirien- perversos criminales. [ ... ] El trabajo de un hombre de una maldad incalculable.
do a los casos de El Oioni y Luis Roldán. No creo que sea necesario aportar

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Este hombre se ha recorrido el país destrozando carreras y aspiraciones profe- yectos, trabajo, etc.), la abandonan y se lanzan a por otra víctima, a por otra
sionales de gente honesta. Podemos calcular el quebranto económico, pero no el
nueva aventura. Sobre este estilo de vida parásito de los psicópatas nómadas,
sufrimiento y el dolor psicológico que ha causado.
lo cierto es que necesitaríamos otro libro en el cual pudiéramos explicar con
Aunque sus maneras son cultivadas, sus instintos son tan salvajes como la peor
exactitud en qué consiste y el modus operan di con que suelen llevarlo a cabo.
violencia callejera.
Es curioso observar, después de sus acometidas, cómo tanto los psicópa-
Entre estos comentarios, el mismo ROSNER señala un aspecto que es muy
tas "de cuello blanco" como los psicópatas nómadas tratan de justificar o
común entre los llamativos asesinos en serie, y más concretamente los del tipo racionalizar sus execrables comportamientos. Por supuesto, en ningún caso
transeúntes, tal como los concibe el doctor y criminólogo ERIC W. HlCKEY, pro- van a admitir que hayan manipulado, estafado, defraudado, etc., a nadie:
fesor de la California State University, en su libro Serial Murderers and Their siempre son los demás los culpables de todo el asunto, y no conforme con
Victims ("Los Asesinos en Serie y sus Víctimas"). En el mismo sentido, sobre esto, muchos de estos psicópatas incluso vuelven a contactar con sus víctimas ,
todo los psicópatas "de cuello blanco", algunos estafadores y muchos otros tiempo después, para intentar seguir mofándose de ellas, para recordarles
impostores, llevan una vida absolutamente nómada, es decir, yendo de un que ellas son las culpables de que la situación acabase como acabó. Sin
lugar a otro, pero nunca estableciéndose en un sitio concreto de forma per- duda, esto no es más que un nuevo conato de volver a intentar manipular a
manente. Yo los denomino psicópatas nómadas, y tienen exactamente las sus ya sufridas víctimas. Si éstas hacen caso omiso de esta nueva intentona
mismas características que los psicópatas integrados y las mismas habilida- el psicópata que trate de acecharles de nuevo terminará, y esto es seguro:
des básicas para mentir, engañar, defraudar, ser desahuciados y manipular aburriéndose: no hay que olvidar, a este respecto, esas dos características
a los demás. Se trata de personas mucho más frecuentes que los meros delin- esenciales de la psicopatía (la cróni~a tendencia al aburrimiento y la impe-
cuentes comunes. riosa necesidad de nuevas sensaciones).

Dos claros ejemplos de psicópatas nómadas son las dos mujeres de las que También es curioso observar cómo este tipo de psicópatas ("de cuello
ya hemos hablado en el Capítulo 4: la madre asesina Diane Downs y la mujer blanco", nómadas, "de andar por casa", "vestidos de traje" o como prefie-
desahuciada de mi anécdota personal (que aún parece seguir pernoctando por ran denominarlos, ya que todos caen dentro de la categoría más amplia de
nuestro país). Ambas necesitaban nuevas experiencias y sensaciones, además psicópatas integrados) intentan presentar, de nuevo en un conato de manipu-
de dinero fácil, aunque al menos Diane tenía un puesto de trabajo fijo en una lación, una especie de condolencias y arrepentimientos que, por lo demás,
oficina de correos. Lo de ir de un sitio a otro, incluso de Estado a Estado (USA) son absolutamente falsos, fingidos.
o de Comunidad en Comunidad (España), para captar víctimas no es ninguna Por ejemplo, en el caso de Grambling, es irónico cómo éste le escribió
molestia para este tipo de psicópatas, sino todo lo contrario: les supone una a su cuñado en una ocasión, ya en prisión, para hablarle de su "completa
dosis de acción que necesitan imperiosamente para tratar de calmar su cróni- rehabilitación" y de sus planes para pagar sus pecados anteriores, "mien-
co aburrimiento, al menos temporalmente, hasta que vuelvan a sentir la misma tras estaba planeando timar a otro banco", tal como fue recogido en el
necesidad multiplicada por dos, y así sucesivamente. Memorándum de la Sentencia que contra él se dictó en 1987. Y, efectiva-
En cuanto al frecuente contacto sexual que suelen mantener con sus vícti- mente, así fue: cuando Grambling salió libre bajo fianza, siguió cometien-
mas, por lo general se lo toman como algo secundario, ya que la motivación do fraudes, esta vez en "una espiral delictiva" de importantes proporciones.
primaria subyacente en estas personas es el lucro o, en su defecto, la mera Evidentemente, y esto ha de extenderse a todos los casos de psicópatas, las
diversión; huelga decir que en cuanto perciben que no van a sacar mucho expresiones de remordimiento y culpa de Grambling quedaban deslegitimi-
beneficio de su víctima o que ésta les está "atando" a un lugar (mediante pro- zadas por sus conductas.

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244 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Manipuladores y titiriteros 245

¿Y qué tienen que decir a este respecto los mismos psicópatas? Pues, la ver- estos sujetos, pero muchas veces hacemos caso omiso de nuestra intuición. Para
dad es que muy poco. Algunos de los comentarios de estos sujetos, también los denominados psicópatas integrados no disponemos de un radar infalible de
incluso después de haber fallado a los demás, son un claro ejemplo de una detección, aunque sí de numerosos casos que nos proporcionan sugerencias
característica muy común en todos los psicópatas: distorsionan falsamente la prácticas que dan algunos resultados y que están basadas en el incalculable
realidad (tergiversando las palabras de los demás y los hechos acontecidos) valor que tienen las experiencias de muchas de las víctimas de estos sujetos.
incluso cuando saben que los demás están al corriente de sus fechorías. Este Al hilo de lo que decíamos, la sensibilidad de los psicópatas no toca
descaro con que se manejan los psicópatas no les causa estrago ni vergüenza fondo nunca, precisamente porque carecen de la misma. Un amigo mío suele
alguna; es más, la mayoría de de estos sujetos incluso suelen molestarse en decir que "nunca sabes con quien te casas". Por ejemplo, en el caso de
demostrar a sus víctimas que son como son, caiga quien caiga, porque con Grambling, su propia mujer se percató del encanto superficial y de las bue-
que meramente perciban que les han atacado en su autoestima, sólo con eso nas maneras con que se nos presentan los psicópatas cuando aseveraba lo
ya van a tener un motivo para emprender nuevas y más sutiles y execrables siguiente: "Nunca conocí a mi marido: es como si me hubiese ido a dormir
intentonas de manipulación y ultraje hacia sus ya sufridas víctimas. con un boy-scout y me despertase con Jack El Destripador".
1.2. Lobos con piel de cordero: expertos en ganarse Es bastante probable que muchas parejas víctimas de psicópatas y también
la confianza de los demás muchas víctimas de algunos maltratadores se sientan identificadas con esta
idea, y no es para menos. ROSNER y sus colegas, a partir de un extenso y minu-
Hay otro aspecto que también hemos de evidenciar: en absoluto vayan a
cioso estudio de la familia de Grambling, concluyeron que no habían visto
pensar que los psicópatas tienen sensibilidad alguna. Aunque sería motivo de
jamás «un análisis más completo del delincuente de cuello blanco: su impulso
otro ensayo para extenderernos detalladamente en este aspecto, baste señalar
imparable de acumular riqueza; el uso de la gente para obtener sus fines; el
aquí algunos matices sobre el mundo emocional de los psicópatas, un mundo
abandono de toda emoción humana que no fuese el amor narcisista».
que, por lo demás, parece estar plagado de sombras, claroscuros y tenebrismo.
Al igual que la habilidad de muchos psicópatas para racionalizar sus con-
Como decíamos, estos individuos no son sensibles
ductas, la de Grambling también incluía ese deseo de "gustar a todo el
en absoluto, aunque a primera vista traten de hacer-
mundo", pero su visión eufemística de sí mismo como "arquitecto financiero"
nos ver lo contrario, pues no hemos de olvidar que se
y su "miedo a desprestigiarse" parece que le llevaron a considerar sus deli-
presentan ante nosotros como auténticos corderitos,
tos como respuestas lógicas a la frustración yola presión. Él incluso percibía
pero corderos disfrazados, ya que bajo este disfraz no
las consecuencias de sus actos más como errores de sus víctimas que suyos
hay más que lobos, al fin y al cabo. Su encanto super-
propios, y esto es una tónica general en este tipo de individuos.
ficial es el que nos hace caer en esta trampa sutil, iY
vaya si caemos! ¿Cómo podemos detectar alas psicó- Cualquier psicópata emplea su encanto, sus habilidades sociales y sus
patas integrados? Ésta, sin duda," es una de esas pre- relaciones familiares para ganarse la confianza de los demás. Los psi-
guntas que suelen denominarse "del millón". Ciertamente, es una pregunta cópatas se apoyan en la idea generalizada de que cierta clase de personas
inquietante para cualquier persona: ¿cómo podemos identificar a estos psicó- son de fiar debido a sus credenciales sociales o profesionales. Esta hipótesis
patas que, sin ser delincuentes, han entrado en nuestras vidas y están causán- la ha aclarado con mayor exactitud el doctor HARE en su libro Sin Conciencia:
donos o podrían causarnos serios estragos? Se trata de personas que parecen
Por ejemplo, generalmente, los abogados, médicos, profesores, políticos, orien-
ir disfrazadas de lobos con piel de cordero: como ya vimos en el capítulo ante-
tadores y demás, no tienen que esforzarse mucho para ganarse nuestra confianza;
rior, parecen haber algunas señales que nos avisan de la posible presencia de la tienen en virtud de su posición. Frecuentemente, confiamos nuestros bienes y bie-

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246 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Manipuladores y titiriteros 247

nestar a médicos, abogados o asesores de inversiones. Sin embargo, si quien nos


habla es un vendedor de coches, nuestras suspicacias se activan inmediatamente.
En la mayoría de los casos, estos profesionales no traicionan la confianza que
depositamos en ellos, pero esa misma confianza nos convierte en presa fácil para
cualquier tiburón que se nos ponga al paso. Los más peligrosos de todos esos tai-
mados seres son los psicópatas. Después de hacerse con nuestra confianza, la trai-
cionan con una insensibilidad asombrosa.

Si espectacular (además de mediático) fue el caso del "financiero" John


Grambling, no menos inquietante fue el de Brad, un abogado de 40 años
que el profesor HARE y su equipo de investigación estudiaron en prisión. En fUENTE: Elaboración propia a partir de: HARE, R. D. (1993). Without conscience: The distur-
bing world of the psychopaths among uso New York, NY: Pocket Books.
el siguiente caso de estudio exponemos los acontecimientos en detalle.

CASO DE ESTUDIO 11.


BRAD: UN ABOGADO Y DELINCUENTE IIDE CUELLO BLANC011 MÁs

Teniendo en cuenta todas estas características de personalidad del psicó-


pata, no debería sorprendernos el hecho de que éstos sean grandes impos-
tores, delincuentes "de cuello blanco", nómadas parásitos que van purgando
de una víctima a otra, etc. Y ya da lo mismo si este tipo de personas van
embutidas en trajes carísimos, en chándal, en pijama o con cualquier otro
tipo de disfraz que los haga parecer gente normal, e incluso buena gente.
El nomadismo, las máscaras y las estrategias camaleónicas que emplean
estos sujetos para pasar desapercibidos son muchas y muy variadas. El pro-
fesor HARE las ha resumido y caracterizado magistralmente, ya través de un
caso real, en los siguientes términos:

No dudan en falsificar y usar sus impresionantes credenciales para adoptar,


camaleónica mente, papeles que les dan prestigio y poder. Cuando las cosas se
ponen feas, como normalmente sucede, simplemente hacen las maletas y se trasla-
dan a otra ciudad.
En la mayoría de los casos, escogen profesiones en las que: es fácil falsificar el
currículum, no hay dificultad en aprender rápido la jerga profesional y no se suelen
pedir credenciales. Si la profesión puede reportar grandes beneficios a aquel que
posea la confianza de los demás, mucho mejor. Por eso, algunos psicópatas suelen

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hacerse pasar por asesores financieros, sacerdotes, orientadores y psicólogos, aun- "especializadas" en captar la vulnerabilidad de los demás: el psicópata, sin
que algunos de los papeles que adoptan son mucho mós difíciles que ésos. duda, es una de estas personas, pero no la única.
Hay psicópatas que se hacen pasar por médicos y diagnostican, recetan medi-
Como acertadamente señala el profesor VICENTE GARRIDO en su libro Cara
camentos e incluso llevan a cabo operaciones de cirugía. No les preocupa en
a Cara con el Psicópata, qué duda cabe que resulta muy fácil identificar a un
absoluto poner en peligro las vidas de sus pacientes. Hace treinta y tres años, en
Vancouver, vivía un hombre que se hizo pasar por cirujano ortopédico. Durante psicópata «a toro pasado», sobre todo cuando ya sabemos que es un criminal
casi un año llevó a cabo operaciones quirúrgicas (la mayoría de ellas fóciles, aun- o un sujeto muy peligroso, o, también, cuando ya nos la han jugado. Éste fue
que en algunos se atrevió con complicadas intervenciones). Llevaba un tren de el caso de, por ejemplo, Jean-Claude Romand, el multicida familiar del que ya
vida caro y participaba en proyectos de beneficencia. Cuando empezaron a apa- hablamos en el Capítulo 5, del que Luc, su mejor amigo, intentó convencer al
recer dudas acerca de su profesionalidad -relaciones sexuales con pacientes, pro- juez que le interrogó durante el juicio que era muy fácil calificar a Romand de
cedimientos médicos dudosos y varias operaciones chapuceras-, simplemente
"monstruo" ahora que ya había pasado todo; incluso este amigo insistió en
desapareció, y dejó en la estacada a una comunidad médica avergonzada y a
muchos pacientes perjudicados física y emocionalmente. Unos años después apa- que, a pesar de lo que había hecho Romand, eso no cambiaba las cosas, ya
reció en Inglaterra, donde fue arrestado por hacerse pasar por psiquiatra. En el que seguía sosteniendo que éste era un hombre profundamente amable.
juicio se supo que también había ejercido de trabajador social, policía, agente de y también es el caso, aquí en España, de Joaquín
aduanas secreto y psicólogo especialista en terapia de parejas. Cuando se le pre-
Ferrándiz Ventura, el asesino en serie de Castellón de
guntó cómo se las había arreglado para actuar en tantos papeles, contestó: "leo
La Plana del que nadie sospechó que tuviera pensado
mucho". Su condena no fue muy larga. Es posible que, en estos momentos, sea un
ciudadano más de su comunidad. hacer lo que hizo con aquellas cinco chicas a las que
asaltó sexual mente y estranguló con sus propias
Así son buena parte de los psicópatas integrados. Estos sujetos llevan un manos. De hecho, ante el primer delito por el que
tren de vida que, como su mundo interior, da vértigo. Pero para llevar ese Joaquín cumplió condena en prisión durante seis años
tren de vida, o bien hace falta contar con dinero propio (lo que no suele ser por atacar sexual mente a una joven de 17 años, nin-
frecuente en estos casos) o bien será necesario parasitar en los demás para guno de sus vecinos daba crédito a lo sucedido: inclu-
procurarse tal estilo de vida. Y para captar a este tipo de víctimas que les so, ante su declaración de inocencia, mucha gente se
proporcionen cierto tren de vida, los psicópatas parecen tener una especie Joaquín Ferrándiz Venturo solidarizó con él porque decían que una persona "tan
de sonar mental con el cual detectan con espasmosa facilidad y enorme rapi- buena" no podía haber atacado a una menor de 17
dez los puntos débiles de los demás, y es precisamente sobre los más años. Tampoco nadie en la cárcel, ni los psiquiatras ni los funcionarios, pensa-
débiles sobre los que van a atacar estos individuos. ba que era un delincuente peligroso que, tras esos seis años de reclusión, sal-
dría a la calle para cometer esa serie de asesinatos. ¿Podríamos haber reali-
zado una buena predicción del riesgo de peligrosidad y/o reincidencia de
2.1. Detectores infalibles de los puntos débiles de los demás Joaquín cuando cumplía su primera pena por ese asalto sexual? En principio,
¿Por qué somos tan vulnerables ante los psicópatas? Esta es una cuestión y sin faltar a la verdad, yo creo que con sólo mirar su breve pasado delictivo
interesante que suscita, al mismo tiempo, intriga y dudas, muchas dudas. no hubiéramos podido realizar tal predicción; quizá hubiera sido mucho más
Como decíamos, "cada persona es un mundo", y, del mismo modo, también acertado haber estudiado el tipo de ataque que cometió con aquella primera
podríamos decir que cada psicópata es un mundo. Nuestra vulnerabilidad joven para posteriormente extraer un perfil psicológico y criminológico más
ante cualquier persona (no sólo ante los psicópatas) va a depender mucho de preciso sobre el tipo de personalidad de este individuo y, quién sabe, también
nuestros propios puntos débiles, ya que hay personas que parecieran estar sobre sus potenciales motivaciones criminales.

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Pero lo dicho antes: que es muy fácil realizar juicios clínicos y forenses de En Cara a Cara con el Psicópata, el profesor VICENTE GARRIDO ha enume-
este tipo de sujetos "a toro pasado". Aquí, a lo largo de este libro, hemos rado dichos puntos débiles en 9 básicos, a los cuales yo añadiría otros dos
analizado ya varios casos de estudio concretos sobre la base de lo que ya más. En el Cuadro 7 sintetizamos esos puntos débiles.
conocíamos al respecto. Aun así, permanecen muchas dudas, y muchos
datos, seguramente, estén incompletos, e incluso otros muchos no sean exac- CUADRO 7. Los 9 puntos débiles básicos frente al psicópata y otros dos más
tamente tan fidedignos como los expedientes oficiales. Sin embargo, de un
modo u otro, se trata de casos que nos ayudan a entender buena parte del
problema que venimos analizando, y de ellos debemos tratar de extraer los
aspectos más esenciales para que el público en general entienda mejor cómo
son este tipo de sujetos, los psicópatas, tanto si son delincuentes como si no
lo son, ya que la estructura básica de personalidad en ambos tipos es prác-
ticamente la misma. Así, según parece, la única diferencia (o, mejor dicho,
la diferencia principal) quizá habría que situarla en la comisión u omisión de
un concreto delito, pero es que también habríamos de matizar sobre qué tipo
de delito estaríamos hablando en cada caso particular.
A lo largo de este gran apartado, dividido en otros subapartados, nos
interesa mucho más esgrimir un perfil vicfimológico que nos ayudará a cono-
cer por qué somos tan vulnerables ante los psicópatas, por qué estos sujetos
parecen tener una especie de radares mentales a través de los cuales se per-
catan de nuestras debilidades más o menos visibles, así como también qué
modus operan di suelen llevar a cabo con sus víctimas que los hacen tan hábi-
les para manipularnos. El conocimiento de estos aspectos esenciales será pri-
mordial para, posteriormente, poder entender mejor el brutal ciclo de la mani-
fUENTE: Elaboración propia a partir de: GARRIDO GENOVÉS, V. J. (2004). Cara a cara con el
pulación psicopática a que se ven sometidas sus potenciales víctimas. psicópata. Barcelona: Ariel.

2.7.7. ¿Cuáles son nuestros puntos débiles frente al psicópata? Es evidente que somos muy vulnerables. Pero continuemos ahondando un
Antes de entrar en detalles sobre las vías de acceso por las que el psicér poco más, a este respecto, con otras interesantes y acertadas apreciaciones
pata nos elige primero, nos manipula después y finalmente nos ataca yexplo- del profesor VICENTE GARRIDO:
ta (el ciclo de la manipulación), convendrá conocer cuáles son esos puntos
débiles que todos (sin exclusiones) tenemos frente al psicópata. Aunque, [ ... ] frente a los psicópatas, somos muy vulnerables. Ellos juegan con sus pro-
desde luego, no constituye un éxito garantizado que nos libre de estos suje- pia reglas, pero nosotros lo desconocemos, creemos que son leales porque nos lo
dicen y prometen, y cuando comienza el ataque (subrepticio, progresivo, pero en
tos, el conocimiento de estos/nuestros puntos débiles frente a ellos sí supone,
ocasiones sorprendente y brutal) buscamos antes excusas en otras circunstancias
de un modo u otro, una especie de medida preventiva con carácter general, que en la voluntad del sujeto que dice que es nuestro amigo o amante.
por lo que sería incluso conveniente no perderlos de vista.

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252 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Manipuladores y titiriteros 253

No nos podemos creer que exista gente así; no lo queremos creer, yen el man- demás? ¿Y si las cosas no les salen como ellos esperaban? Es sencillo: cogen
tenimiento de estas ideas y en nuestra lucha por no aceptar las evidencias, ellos sus maletas y se largan, o bien siguen acosando.
van obteniendo cada vez más ventaja; crecen en su poder y deseo de dominio, y
nosotros nos debilitamos. El psicópata, además, no tiene escrúpulos en amenazar Las siguientes manifestaciones de algunas mujeres y hombres víctimas de
y calumniar, o en extorsionar a otros que pudieran defendernos, contribuyendo así psicópatas integrados nos ayudarán a entender mejor el perfil psicológico de
a aislarnos de aliados y recursos potenciales con los que pelear. este tipo de personas.
[ ... ] Cuando somos conscientes, finalmente, del tipo de persona que está ata-
cándonos, cuando comprendemos de verdad que esa persona que decía que esta-
LA REALIDAD PSICO-SOCIAL 11.
ba de nuestra parte (como amigo, marido, novio, compañero de trabajo) nos está
ALGUNAS EXPERIENCIAS DE VíCTIMAS DE PSICÓPATAS INTEGRADOS
destruyendo, mucho de ese mal ya se ha producido, y ahora es cuestión ya de
luchar por la propia supervivencia. Una razón para no llegar a percibir antes que
somos víctimas de un psicópata es que no entendemos ese tipo de violencia, ya
sea psicológica (en la pareja, en el trabajo) o incluso física.

Es comprensible por qué queremos negar la realidad de la existencia del


psicópata: al no reconocer que esos sujetos son, de verdad, incapaces de
amar y de lealtad, protegemos nuestro mundo racional, el orden de las cosas
que hace que la tierra no se tambalee bajo nuestros pies. Por otra parte, tam-
bién evitamos con esta negación sentirnos culpables y estúpidos por haber
sido engañados de ese modo.
Sin duda, el tremendo poder de manipulación que tienen los psicópatas
es insondable y puede llegar hasta límites insospechables. Que todavía haya
personas que no quieran creerse esta cruda realidad, la de la existencia de
los psicópatas (sobre todo del tipo integrado), es, a mi juicio, el punto más
débil que puede presentar cualquier persona.
Los psicópatas no llegan a nuestras vidas ni para hacernos felices ni para
solucionarnos los problemas que ya teníamos antes de conocerles. Los psicó-
patas destrozan vidas, no las reconstruyen. Muchas veces, ni siquiera cuan-
do miramos atrás, después de que la tempestad ha pasado, seguimos sin
comprender cómo caímos en su trampa. Pero es que ésa es, precisamente, la
habilidad de estos sujetos: tejen la tela de araña y la víctima no sabe cómo
llegó allí. Aunque depende del tipo de psicópata con el que establezcamos
una cierta relación, por lo general, las trampas a las que nos someten suelen
ser muy sutiles, muy sibilinas, muy bien estudiadas y maquinadas. ¿Qué más
pueden perder estas personas cuando, en realidad, nunca se llegan a mar-
car un objetivo claro si quiera para tratar de aprender algo bueno de los

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mucho trabajo "de bota" y poco "de laboratorio"). Para crear este instrumen-
to, en mi opinión, debería llevarse a cabo un procedimiento en el que habrí-
amos de fijarnos en las propias experiencias y descripciones de las víctimas,
un procedimiento algo similar al que siguieron algunos agentes especiales
del FBI y algunos académicos para elaborar el conocido VICAP (Violent
Criminal Apprehension Program - "Programa de Captura del Delincuente
Violento"-), un programa auspiciado, desde los años 80, por el NCAVC
(National Center for the Analysis of Violent Crime -"Centro Nacional para el
Análisis del Crimen Violento"-) del Departamento de Justicia del gobierno
norteamericano y posteriormente ampliado por la Unidad de Ciencias de la
Conducta del FBI, ampliamente explicado en el conocido libro Crime
Classification Manual ("Manual de Clasificación del Crimen", escrito por
DOUGLAS, BURGESS, BURGESS Y RESSLER).
FUENTE: Elaboración propia a partir de varios autores y de mis archivos. Al igual que el VICAP ha sido elaborado a partir del estudio de múltiples
casos criminales y de innumerables testimonios de víctimas de asesinos en
serie, de maltratadores y homicidas de mujeres, de violadores, de pirómanos,
etc., el concreto instrumento para evaluar/detectar posibles indicadores de
Sin duda alguna, las propias vivencias y manifestaciones de todas estas
psicopatía integrada debería basarse también en este tipo de evidencias y
víctimas (incluido yo mismo) que acabamos de exponer son sólo una peque-
experiencias vitales. Como bien se acordarán, los 16 rasgos de la psicopa-
ña porción de un pastel muy agrio, la punta del iceberg de un problema
tía que en 1976 elaboró el doctor y psiquiatra HERVEY CLECKLEY estaban basa-
mucho mayor: la manipulación psicopática. Éstos son sólo unos cuantos ejem-
dos en las descripciones clínicas de los pacientes y víctimas que él atendió
plos del proceder típico de algunos psicópatas integrados con sus víctimas.
en su propia práctica privada. Asimismo, los 20 rasgos que componen la
Hay muchos más casos, pero no cabrían en un solo libro.
escala de psicopatía los operacional izó el doctor ROBERT HARE a partir del tra-
Aunque en el Capítulo 1 dijimos que los psicólogos forenses emplean bajo seminal de CLECKLEY y a partir de sus propias observaciones con muchí-
algunos instrumentos para evaluar y diagnosticar la psicopatía no criminal, simos delincuentes.
lo cierto es que los casos de la vida cotidiana que no llegan a los tribunales
En este sentido, resultaría un tanto cínico tratar de argumentar que no
incluyen muchos aspectos de capital importancia que estos instrumentos no
podría elaborarse un instrumento de evaluación de la psicopatía integrada
contienen y que no pueden llegar a valorarse con total exactitud. Sin duda
más concreto y basado específicamente en las propias experiencias de las
que estos instrumentos de crivado son buenísimos y fiables para la evaluación
víctimas, sobre todo si tenemos en cuenta que los actuales instrumentos de
de la psicopatía en contextos forenses-judiciales, pero no lo son tanto para su
evaluación de la psicopatía criminal se elaboraron, precisamente, tomando
empleo en el contexto civil más amplio de la vida cotidiana.
en cuenta los rasgos que caracterizan a estos sujetos, los cuales, a su vez,
Es evidente que se hace necesario crear un instrumento específico para vienen determinados sobremanera por las consecuencias que han provocado
evaluar y/o detectar a los psicópata integrados cuando están dentro de las en sus víctimas. Como suele decirse en Criminología, no hay delito sin vícti-
relaciones cotidianas (no cuando ya están siendo procesados ni cuando ha ma, pues, desde el punto de vista del Derecho Penal, para que haya delito
sido denunciados por cualquier causa), tarea que, lógicamente, conllevaría debe haberse dañado un bien iurídico protegido: la intimidad, la propia ima-

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gen, la vida, el hogar, el medio ambiente, etc., son bienes protegidos por mente señala el psicólogo XAVIER GUIX en su estimulante libro Pensar No Es
nuestro sistema jurídico. Gratis, nos pasamos la vida haciendo predicciones, buscando intenciones y
Por tanto, resulta lógico seguir un procedimiento similar a los anteriores presuponiendo la conducta del otro, y sería un contrasentido menospreciar lo
para poder elaborar un instrumento como el que aquí estamos sugiriendo: si que sabemos que es más difícil de ocultar: las señales emocionales. El
bien no es excesivamente complicado, desde luego requiere invertir mucho gran estudioso de estos temas, PAUL EKMAN, ya lo advirtió con suma claridad
tiempo y recopilar muchos caso~;/víctimas. Son los distintos modus operandi en su libro ¿Qué Dice Este Gesto?: «las señales emocionales de los demás a
de este tipo de psicópatas, descritos por sus propias víctimas, los que nos menudo determinan nuestra propia respuesta emocional, lo cual, a su vez,
facilitarían esos mismos indicadores de psicopatía integrada. Algunos de los influye en nuestra interpretación de lo que la persona dice y en lo que pen-
contextos en los cuales podría comenzar a desarrollarse este necesario pro- samos sobre sus intenciones».
yecto serían en las mismas Oficinas de Atención a las Víctimas, en los Pero, como veníamos diciendo, todo esto resulta normal con personas ver-
Institutos de la Mujer, en los Juzgados de Violencia de Género, en los daderamente normales. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando nos topamos con
Juzgados de lo Social, en las consultas clínicas (privadas y públicas) de los un psicópata, que aunque aparentemente normal, no lo es? Si tan bien sabe
terapeutas de familia, etc. Quizás el esfuerzo de coordinar todos estos ámbi- imitar o fingir las emociones y conductas humanas, ¿cómo vamos a ser noso-
tos sea tremendo, pero seguro que, de cara al futuro, valdría la pena, por- tros capaces de "detectar" las señales emocionales de este tipo de indivi-
que podríamos asesorar mucho mejor a las potenciales víctimas de estos ini- duos? Es más, si sabemos que los psicópatas de emociones van fatal, ¿en qué
maginables pero muy reales sujetos. emociones, supuestamente, deberíamos fijarnos? Por más que nos empeñe-
mos, paradójicamente el psicópata es mucho más rápido y hábil que cual-
2.7.2. Radares mentales y pseudo-antropólogos del gesto aieno quiera de nosotros en detectar dichas señales emocionales en los demás, y
ten por seguro que las va a escudriñar al milímetro para comenzar su juego:
Es como si lleváramos en la frente un cartel que anunciara: "Tengo proble-
la manipulación.
mas. Necesito ayuda". Es como, si a través de nuestra cara, algunas personas
Aunque sin duda el psicópata va a intentar "atacar" a cualquiera, por lo
tuvieran la increíble habilidad de darse cuenta de nuestros estados de ánimos,
general, su objetivo primordial suele ser el más vulnerable. Tomemos
algo parecido a ese sexto sentido del que habla todo el mundo y del cual sue-
como ejemplo el siguiente caso de estudio. Se trata del caso de Francisco, un
len presumir (y con razón) sobre todo las madres. ¿Quién no ha oído alguna
hombre que probablemente se fijó en la mujer menos adecuada con la que
vez esa frase maternal de "te conozco como si te hubiera parido"? ¡A ver si al
intentar establecer una relación tan seria como el matrimonio que él siempre
final va a ser verdad eso de que "el rostro es el espe¡o del alma"! En caso de
había deseado tener; y digo que se fijó en la mujer "menos adecuada" no
que fuera cierto, mal asunto, sobre todo si nos topamos con un psicópata.
precisa y exclusivamente por el turbulento pasado de ésta (todos tenemos un
Aunque no sabemos muy bien por qué, tal vez por esa tremenda habili-
pasado), sino por ... compruébenlo ustedes mismos:
dad de imitar los sentimientos genuinamente humanos, los psicópatas son
como pseudoantropó/ogos del gesto ajeno; es como si tuvieran una Conocí a Vanesa en sexto de primaria. La compadecía, pues sabía cuál era su
especie de radar mental a través del cual averiguaran, inexplicablemen- situación familiar. Venía de un entorno muy problemático: alcoholismo, consumo
de drogas (... J. Pero yo la consideraba una buena chica, confiaba en ella.
te, nuestros estados de ánimo. El sólo hecho de contemplar esta hipótesis ya
Vanesa había vivido siete años con un tipo antes de empezar a salir conmigo.
inquieta, pero, como suele decirse, "cuando el río suena, agua lleva".
Tuvieron una hija. Me contó que él la había violado, maltratado y humillado.
A veces, las cosas parecen e incluso resultan normales, pero sólo en con- Supuestamente, él no significaba nada en su vida por todo lo que le había hecho.
textos y ante personas normales, pero normales de verdad. Como acertada- Además, él no contribuía económicamente a la manutención de la niña, ni se ocu-

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262 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Manipuladores y titiriteros 263

pobo de ella en ningún aspecto. Cuando conocí a la pequeña, Marta, tenía dos reside en la ilusión que alberga desde hace tiempo con el hecho de tener una
años. Era a mí a quien llamaba "papá" ... yo ejercía de padre. Me lo encontré a relación estable y matrimonial, sino en la prisa que tiene de hacer esto efecti-
solas con Vanesa en nuestra casa unas cuantas veces; ella no pensaba que tuvie-
vo, y esta prisa no le permite ver más allá. Vanesa, sea o no psicópata, lo sabe
ra mayor importancia. Negó que hubiera nada entre ellos. Maldita sea, él la
perfectamente: sabe cuál es la ilusión de Francisco y parece importarle muy
había violado, se había aprovechado de ella; le dije que no le dejara entrar. Yo
no acaba de entender por qué lo hacía; se suponía que era por la niña, así que poco si a éste le molesta que su ex-novio, supuestamente un maltratador y vio-
lo dejé estar. Habría quedado como el malo de la película si le hubiera dicho que lador, entre en su propia casa cada dos por tres, quizá con el pretexto de que
el padre de la niña no podía estar ahí. Yo no era celoso, así que dejé que Vanesa viene a ver a su hija cuando, al final, termina acostándose con ella. Además
hiciera lo que le pareciera, básicamente porque confiaba en ella. Me llevó tiempo de la sinvergüencería de esta repudiable conducta, es evidente que Vanesa no
darme cuenta. tiene empatía alguna: es incapaz de ponerse en la piel de Francisco, de ima-
Mientras tanto, perdí contacto con mi familia y mis amigos. Ellos siempre me ginar cómo le puede afectar lo que hace con su ex-pareja. Independientemente
decían que Vanesa me crearía problemas, pero yo no les hacía caso. Quería creer
de si Vanesa usara o no el sexo como un arma, lo que está claro es que el
en ella, así que hice oídos sordos a lo que me decían.
único lastimado fue Francisco, pero, afortunadamente, tuvo el valor de romper
Entonces Vanesa se quedó embarazada. Y... en fin ... resultó que íbamos a
un ciclo que podría haberse agravado aún más.
tener un hijo. Un día, cuando volvíamos del hospital después de una visita médi-
ca, Vanesa me dijo que su ex-novio le había hecho algo y que creía que podría A menos que el psicópata sienta una necesidad muy poderosa de querer
ser el padre de la criatura. Yo creo que, en realidad, ella se ac?staba con él desde arriesgar hasta el máximo, lo bien cierto es que no se va a lanzar a la pri-
el principio. En ese momento, empecé a hacerle preguntas: ¿El había usado con- mera de cambio ante potenciales personas que ya, de antemano, ha estudia-
dón? No, no lo había hecho, y resulta que durante todo ese tiempo yo había teni-
do en detalles y ha estimado que son difíciles de embestir (engañar, estafar,
do relaciones sexuales con ella. En realidad, ella estaba poniendo mi vida en ries-
manipular. .. ). Es verdad, como ya hemos dicho que a los psicópatas les
go, sin importarle. Eso fue la gota que colmó el vaso. Dejé de verla.
encanta el riesgo, las situaciones movidas y que sienten una necesidad de
Habría hecho cualquier cosa por ella; bueno, por ella y por Marta. Yo las man-
tenía. Incluso pagué las letras del coche de Vanesa, ¡jolines! Así que ahora tengo
nuevas experiencias e intensas estimulaciones porque tienden frecuentemen-
que conformarme con un Seat Ibiza del 95 que es una porquería. Se aprovechó te al aburrimiento, todo lo cual no quiere decir que, en otras muchas ocasio-
de mí de lo lindo. nes, sean bastante más precavidos de lo que a priori solemos pensar.
El matrimonio es algo que me ha hecho siempre mucha ilusión, pasar el resto los psicópatas son arriesgados, sí, pero no estúpidos. Sólo cuando crean que
de mi vida con alguien. Siempre deseé tener eso, pero ahora no lo espero en nin- pueden sacar pingües beneficios de alguna concreta situación o persona,
gún momento por el riesgo emocional que conlleva. Sólo sé que si me volviera a
sólo entonces se pondrán a sí mismos en situaciones de mayor riesgo o peli-
ocurrir (lo que me ocurrió con Vanesa), me destrozaría. Cuando alguien a quien
quieres y que crees que te quiere hace algo así, te engaña, te manipula ... , eso
gro. Hasta tanto, como veremos en la siguiente realidad psico-social, les ven-
destroza toda esperanza y confianza. drá mejor el más vulnerable.
Podría decirse que el sexo es un arma, una de las armas más poderosa del
mundo, en lo que a lazos emocionales se refiere. Desde luego, Vanesa usó el sexo
como un arma, y yo salí lastimado, seriamente.

Como vemos, tras esta dura experiencia, al final Francisco se ha puesto un


armazón a sí mismo. No quiere ni oír hablar de relación seria, pues teme que
le vuelva a pasar lo que le pasó y no está dispuesto a asumir otro riesgo emo-
cional de este calibre. Sin embargo, el punto más vulnerable de Francisco no

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264 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Manipuladores y titiriteros 265

LA RIAUDAD PSICo-SOCIAL 12.


08J17NO: 11 MÁ5 VULNlRA8U

FUENTE: Elaboración propia a partir de: HARE, R. D. (1993). Without conscience: The distur-
bing world of the psychopaths among uso New York, NY: Pocket Books.

Es evidente que los psicópatas hacen 'o que 'es resu'ta más natu-
ra', ylo hacen porque saben qué botones apretar. Antes de ello, ya se han
percatado de todos los pros y los contras de sus potenciales víctimas. Aunque
en algunas ocasiones estos sujetos actúan improvisando sobre la marcha (que
son los momentos en que, quizá, sea más fácil "pillarlos"), es mucho más fre-
cuente que los psicópatas integrados actúen habiéndose "programado" un
plan de acción, y este plan normalmente ha sido elaborado después de
haber estudiado al detalle a sus potenciales víctimas.

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266 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Manipuladores y titiriteros 267

Como pasamos a ver a continuación, la mayoría de los psicópatas inte- Tanto unos como otros coinciden en un rasgo básico de personalidad más
grados son puros maquinadores, y en muchos casos rememoran ciertas o menos anormal: el maquiavelismo. Son tan maquiavélicos los unos
características de una auténtica personalidad maquiavélica. como los otros, independientemente de si son psicópatas o no, habida cuen-
ta de que la psicopatía incluye muchos de los rasgos de personalidad que
2.1.3. ¿Por que es más hábil el psicópata para manipularnos?: maqui- caracterizan al maquiavelismo. No obstante, como advierte el profesor
GARRIDO, existe una errónea creencia generalizada de que el maquiavelismo
nadores y maquiavélicos
es sinónimo de inteligencia. De igual modo, y como ya apuntamos en otra
En la siguiente figura esbozamos un esquema de los aspectos principales ocasión, tampoco la psicopatía es sinónimo de inteligencia: lo que se ha veni-
que le hacen ser al psicópata más hábil que cualquier otro tipo de persona do a denominar inteligencia en el psicópata es, muy al contrario, astucia, y
para manipularnos. poco más. La inteligencia que medimos con los tests psicológicos convencio-
nales creados al uso no implican la valoración de la astucia, y también se ha
FIGURA. ¿Por qué es más hábil el psicópata para manipularnos? comprobado que los psicópatas que han sido evaluados con este tipo de tests
son "malísimos": fallan en pruebas de aptitudes verbales (metáforas, por
ejemplo) y obtienen mejores (aunque no muy elevados) resultados en pruebas
como, por ejemplo, recreación de historias.
Cuando se fijan en Por tanto, ha de quedar claro que ni maquiavelismo ni astucia son sinóni-
- No sienten ansiedad:
un objetivo, los
estímulos ajenos al
no se ponen nerviosos mos de inteligencia; dicho de otro modo: no hace falta ser un lumbrera para
emociones cuando mienten y engañar y manipular a los demás, si bien la educación y la inteligencia ayu-
mismo se tornan
externas a sus manipulan.
irrelevantes, su dan sobremanera a destacar estas cuestionables habilidades porque enmas-
objetivos que - No se sienten culpables.
atención no los
percibe. les distraigan. - Sienten gran satisfacción. caran mucho más las verdaderas intenciones de quienes albergan propósitos
viles y deshonestos.
Como ha sucedido con otros muchos tópicos, el maquiavelismo también
ha sido estudiado a nivel académico. Al igual que la psicopatía, el maquia-
FUENTE: Elaboración propia a partir de: GARRIDO GENOVÉS, V. J. (2004). Cara a cara con el
psicópata. Barcelona: Arial. velismo es tanto una forma de ser como una forma de comportarse. Y, tam-
bién, el maquiavelismo se puede medir/evaluar. En 1970, los investigadores
RICHARD CHRISTIE y FLORENCE L. GEIS elaboraron un instrumento de evaluación
Como decíamos en el Capítulo S, la impostura del psicópata consiste en del maquiavelismo o personalidad maquiavélica que publicaron en su libro
una gran habilidad para ser una persona mejor de la que se es, y no tanto Studies in Machiavellianism ("Estudios sobre Maquiavelismo"). Denominaron
en fingir que se es otra persona o hacerse pasar por otro, que es lo habitual a tal instrumento Escala de Maquiavelismo (MAQ), y esta escala fue subdivi-
entre los que denominamos impostores "profesionales" o "vocacionales". Sin dida hasta en cinco, finalmente terminando de cristalizar la escala definitiva
embargo, como también dijimos, las diferencias entre unos y otros son, en la en la denominada MAQ-V. La escala MAQ es el resultado de operacionali-
mayoría de las ocasiones, excesivamente sutiles, casi imperceptibles. Hay zar científicamente una nueva -por aquel entonces- dimensión psicológica:
muchas otras personas que, sin ser psicópatas, han aprendido que mentir y el maquiavelismo. La estructura de la MAQ se fundamenta en la obra 11
manipular a los demás da, a veces, buenos resultados para favorecer su pro- Principe que el escritor y político NicoLÁs DE MAQUIAVELO publicó nada más y
greso en el trabajo o sacar ventaja en otros muchos ámbitos. nada menos que en 151 3.

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268 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Manipuladores y titiriteros 269

El maquiavelismo es una dimensión psicológica que alude a la forma en CUADRO 8. ítems/Rasgos elel maquiavelismo evaluaelos en la Escala MAQ
que algunas personas adquieren, mantienen y refuerzan la capacidad de influir
en los demás. Las personas maquiavélicas adoptan una postura racionalista
(que no racional) e instrumental en sus relaciones con los demás que les hace
no tener en cuenta las necesidades o aspiraciones de los demás, ni tampoco el
impacto que su conducta pueda tener en ellos. En este sentido, el maquiavelis-
mo va más allá de la mera descripción del líder político; como bien señalan los
profesores de la Universidad de Valencia ADELA GARZÓN PÉREZ (especialista en
Psicología Jurídica) y JULIO SEOANE REY (catedrático de Psicología Social y espe-
cialista en Psicología Política), el maquiavelismo caracteriza no sólo el desem-
peño de los roles políticos, sino también la forma de interaccionar con los
demás en cualquier ámbito de la vida social (en el mundo laboral, familiar,
interpersonal, afectivo, etc.). Aunque inicialmente caracterizaba a los políticos,
el maquiavelismo se ha generalizado a cualquier otra persona.
El maquiavélico (también denominado más popularmente como maquina-
dor o maquinativo) adopta una postura cínica ante los demás y busca el
poder por medio de la manipulación y la astucia, disociándolo de cualquier
planteamiento ético o moral. Se suele caracterizar al maquiavélico como
aquella persona que es fría y calculadora en sus relaciones con los demás,
que no manifiesta abiertamente sus intenciones ni sus ideas, que se vale de
la intuición y la astucia para conseguir lo que se propone, sin respetar nin-
gún principio moral o de lealtad.
Probablemente, con esta descripción, más de uno ya habrá identificado
FUENTE: Elaboración propia a partir de: CHRISTIE, R. y GEIS, F. L (1970). Studies in machiave-
intuitivamente a algún maquiavélico dentro de su mismo entorno o cercano al lIianism. New York, NY: Academic Press.
mismo. Aun así, prudencia, al igual que advertimos con la psicopatía, respec-
to a la tentación de endosar etiquetas diagnósticas y estigmatizadoras al libre
albedrío y por medio de una mera descripción de rasgos más o menos visibles.
En cualquier caso, lo que resulta evidente es que los rasgos maquiavélicos y Del mismo modo que la psicopatía, el maquiavelismo está relacionado
los rasgos psicopáticos convergen en muchos aspectos. Uno de los más esen- con la capacidad de engañar que tiene un individuo. Las personas maquia-
ciales es que en ambos tipos de personalidad se da una ausencia de rasgos vélicas están mucho más orientadas a tener éxito en sus propósitos que a pre-
psicopatológicos, es decir, ausencia de rasgos de cualquier tipo de enferme- ocuparse por la gente que les rodea, siendo también mucho más eficaces a
dad mental. Algunos de los ítems, enunciados o rasgos que evalúan el maquia- la hora de mentir y manipular en los encuentros cara a cara; es decir: son
velismo, según la escala MAQ, son los que exponemos en el Cuadro 8. mejores para hacer creíbles lo que dicen, independientemente de que sea
verdad o no eso que dicen.

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270 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Manipuladores y titiriteros 271

los rasgos de la personalidad maquiavélico, pues, confluyen y se cristali-


zan dentro de lo mismo personalidad psicopática, sobre todo en los psicópa-
tas del tipo integrado. Emplean el engaño y lo mentira porque consideran o
los demás como meros objetos o medios para conseguir sus fines. Así, mien-
tras que los psicópatas y los maquiavélicos adoptan esa perspectiva fría y
racional cuando se enfrentan o las distintas situaciones, buscando siempre lo
mejor estrategia que salvaguarde sus intereses, los personas normales nos
dejamos llevar por uno visión más personal y empática, donde los efectos de
nuestros conductos en los demás son un elemento muy importante que tene-
mos en cuento o lo hora de llevar a cabo uno determinada decisión o abste-
nernos de ella.
Como bien señalo el profesor VICENTE GARRIDO, las personas no maquia-
vélicas somos mucho más vulnerables que los que desean vencer a todo
costa. Ésta es uno razón muy importante para entender por qué somos ton
vulnerables frente o los psicópatas: éstos son mucho mejores que nosotros
mintiendo y engañando, incluso en encuentros íntimos y muy personales. En
la siguiente realidad psico-social, el profesor ROBERT HARE nos explico cómo
los psicópatas, sin mayores escrúpulos, se aprovechan, precisamente, de las
debilidades que captan en los demás.

LA REALIDAD PSICO-SOCIAL 13.


SIN ESCRÚPULOS: APROVECHARSE DE LAS DEBILIDADES AJENAS

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272 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Manipuladores y titiriteros 273

en 2002, en su libro Impostores: «lo más chocante en una sociedad que tien-
de al cinismo es que la gente sea increíblemente confiada. Pese a la impre-
sión de insolidaridad que transmite nuestra cultura, lo cierto es que espera-
mos que alguien nos mienta».
Si bien BURTON tiene toda la razón y hacemos bien cuando confiamos en
la idea de que la gente, salvo que se demuestre lo contrario, es digna de ser
creída, lo que tampoco podemos hacer es enfrascarnos en una pompa de
ingenuidad. Si bien tampoco se trata de ser ostensiblemente desconfiados
con todo el mundo, todo lo que venimos diciendo en este libro sobre los psi-
cópatas nos debería poner en cierto estado de "alerta" para cuando nos lle-
guen personas a las que a muchas se las ve venir incluso a distancia; y ante
las que no se las ve venir, pues mejor será estar pendiente de cómo nos
entran y cuáles son los propósitos específicos que buscan en nosotros, por-
que se entenderá fácilmente que en un encuentro con alguien desconocido,
incluso en esas famosas "citas a ciegas", alguno de los dos, o quizás los dos,
tienen propósitos (buenos o malos), ¿no creen? En fin, lo que decía TOLMAN:
que «la conducta apesta a intención».

2.2. Expertos en maquillar nuestras luces y sus sombras


Como suele decirse: "no hay mayor sordo que el que no quiere escu-
FUENTE: Elaboración propia a partir de: HARE, R. D. (1993). Without conscience: The distur- char". Mientras se siga considerando a la personalidad maquiavélica como
bing world of the psychopaths among uso New York, NY: Pocket Books. un rasgo característico de los "triunfadores", seremos más vulnerables aún
frente a los psicópatas, porque la gente tenderá a considerarlos sólo como
"tiburones" de los negocios o "narcisistas muy ambiciosos", y por ello estare-
mos prestos a disculparlos por sus actos, no queriéndonos creer las atrocida-
¡Es evidente!: los psicópatas saben cómo, cuándo y por dónde atacar, y des que pueden llegar a infligirnos: ¡allá cada cual con sus responsabilida-
su ausencia de escrúpulos, su falta de empatía, su pronunciada sinvergüen- des y su sentido común!
cería y sus tremendas dotes manipuladoras le facilitan el camino para aco-
En muchas ocasiones, ni siquiera hace falta que se nos presente un psicó-
meter sus fechorías. Por las razones que sean, lamentablemente todavía hoy
pata en nuestra vida para tratar de maquillar sus propias sombras (defectos,
muchas personas insisten en no creerse la existencia de este tipo de perso-
carencias, etc.) y de oscurecer nuestras propias luces (éxitos, virtudes, etc.).
nas; es más, incluso aún así, cuando alguien con estas características se les
Digo esto porque parece ser que hay algunas personas (quizás incluso más
presenta, no hace sino enmascarar aún más el problema de fondo, sobre
de las que imaginamos) que son auténticos expertos en maquillar sus propias
todo otorgándoles características o descripciones que los hacen parecer más
sombras. Atendamos a los siguientes fragmentos que al respecto nos propor-
normales en sociedad de lo que realmente son. Como escribía SARA BURTON,
ciona el psicólogo XAVIER GUIX en su ingenioso libro Pensar No Es Gratis:

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274 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Manipuladores y titiriteros 275

El peor enemigo no es nuestro inconsciente, sino justamente el uso que haga-


al menos se parecen mucho. A los psicópatas parece molestarles personal-
mos de lo mente consciente. Entre otros cosos, porque somos especialistas en
mente que los demás sobresalgan por encima de ellos; como ya dijimos, los
maquillar nuestras sombras, en ocultarnos incluso de nosotros mismos. JUNG llamó
o eso porte de nosotros que nos porte "lo sombro", aludiendo 01 hecho de que psicópatas son arrogantes, engreídos, soberbios, megalómanos y egocéntri-
convive con nosotros aunque de formo oculto. La sombra no es el total de la per- cos. Desde luego, con este perfil de personalidad, no es de extrañar que se
sonalidad inconsciente. Representa cualidades y atributos desconocidos o poco enojen ante los éxitos de los demás, y es por ello que van a intentar atacar-
conocidos del Ego, así como aspectos de los que nos avergonzamos, aunque que- nos por los puntos más débiles que presentemos con el objetivo de desacre-
dan opacos para nosotros mismos, pero que en cambio condenamos claramente ditarnos y hundirnos.
en los demás. Actitudes como el egoísmo, la pereza mental, los sensiblerías, negli-
gencias, cobardías o desórdenes económicos son una pajita en nuestros ojos y una Para los psicópatas no hay mayor éxito que regocijarse en las penurias y
viga en los de los demás. fracasos de los demás. Para estos sujetos, su único éxito es la ansiada derro-
Suele ocurrir que, al cabo de años de autoengaño, esa sombra maquillada ta de los demás. Sólo cuando perciben que sus detractores han perdido,
clama por aparecer en escena. Muchas crisis existenciales, o la famosa crisis de entonces lo celebran; mientras tanto, su objetivo es seguir ultrajando hasta
los cuarenta (ahora ya de los cincuenta), aluden a la lucha interior entre lo que que uno se dé por vencido. Este tipo de conductas son particularmente fre-
somos y lo que no nos hemos permitido ser. Por ahí también nos boicotea el incons- cuentes en muchos de los maltratadores de mujeres. También son frecuentes
ciente. Sabe que necesitamos ordenar e integrar todo lo que somos, sombra inclui-
en muchas de esas parejas aparentemente "neuróticas" (casi rozando el
da. El encuentro con nosotros mismos es una tarea ineludible que, de negarse sis-
sadomasoquismo) que se enzarzan en esa conocida y absurda, incomprensi-
temáticamente, acaba por encontrar mecanismos más duros de realización, como,
por ejemplo, una mala enfermedad. ble e interminable lucha de "haber quién aguanta más" (como decíamos en
otro capítulo, el doctor MARIETÁN suele denominar a estas párejas como "el
psicópata y su complementario").
Sin duda alguna, si Osiris y Anubis estuvieran presentes en el "día del jui-
Otra forma que los psicópatas tienen de maquillar sus sombras y nuestras
cio final" de este tipo de personas que nos describe GUIX, es bastante proba-
luces es la de emplear la manipulación del propio lenguaje, sobre todo cuan-
ble que los enviara de cabeza al purgatorio de DANTE, pues ninguna de ellas
pasaría con éxito el Juicio de Osiris. Curiosamente, la Psicología nos ha do se hace dirigiéndose a una amplia colectividad, como es el caso de muchos
políticos megalómanos y también de no pocos escritores, artistas y cantantes
demostrado que, en diversas ocasiones, muchas personas tienden a proyec-
egocéntricos. A este "nuevo" efecto o forma de maquillar lo dicho podríamos
tar sus propios defectos, inquietudes, anhelos, etc., en los demás, quizás en
denominarlo como el espeio de Narciso. Además de esto, por otro lado,
un intento de conseguir lo que a través de sí mismos son incapaces de lograr.
Efectivamente, en esto sí que tenía razón FREUD cuando propuso su tesis del deberíamos hacernos muchas veces (sino siempre) la siguiente cuestión: ·de
mecanismo de defensa psicológico llamado, precisamente, proyección. que; pu;1· .
pIto vIene 1a pre;d·lea? En Ia siguiente realidad psico-social preten-
.:.
demos realizar una pequeña reflexión sobre estos dos aspectos.
Seguramente, usted ya habrá visto ese anuncio de un coche caro en el que
se ve cómo un hombre desea volver a ser un niño y, luego, cuando está mon-
tado en el coche, desea volver a ser mayor; el mensaje final es muy revela-
dor: "¡cuidado con lo que deseas/".
Los psicópatas son expertos natos en maquillar no solamente sus propias
sombras, sino también nuestras propias luces. Bajo mi punto de vista, y en
relación con el mecanismo freudiano de la proyección, la lista de nuestras crí-
ticas y desprecios es, precisamente, la autobiografía de nuestros defectos, o

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276 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Manipuladores y titiriteros 277

llega a conocimiento, pues es evidente que la información también puede


LA REAUDAD PSlCo-SOCIAL 14.
11 ISPlJO DI NAllCISO y 11 PÚI.PI'fO Dll CUAL VlINE LA "'0IeA emplearse como método de desinformación, o incluso exponerse en función
de las hipótesis que cada cual baraje. Probablemente, ya se habrá percata-
do de que ese breve discurso-palabrería expuesto en el ejemplo de RAMPIN es
muy típico de los políticos, sobre todo cuando las elecciones están al caer o,
también, cuando las cosas no van demasiado bien en su mandato.
Pero no seamos injustos: no sólo los políticos "tiran" de este tipo de misi-
vas manipuladoras. El espeio de Narciso es tan amplio, como un pozo sin
fondo, que en él pueden reflejarse cientos y cientos de personas y personali-
dades de esas que tratan, por activa y por pasiva, de maquillar sus propios
defectos y anhelos, así como de ensombrecer nuestras luces, logros y éxitos.
En algunas personas, puede que la percepción de las palabras sea escan-
dalosamente subliminal, pero sus conductas, e incluso sus silencios más estre-
pitosos, "cantan a los cuatro vientos"; recuerden lo que decía TOLMAN. Y, por
cierto, si alguna vez alguien que usted no conoce le adula e incluso le santi-
fica "sin venir a cuento", antes de sentirse halagado/a, pregúntese en voz
baja a qué viene tanta cortesía: puede que detrás de esas bellas palabras
que a todos nos gusta oír haya un principio de manipulación, y también
puede que detrás esté un psicópata dispuesto a comenzar con el ciclo.

En el Capítulo 2 decíamos que la psicopatía no entiende de edades ni de


clases sociales. En el caso de las parejas que son maltratadas, esta misma
situación es igualmente extensible. Como acertadamente señalan NOElIA
fUENTE: Elaboración propia a partir de: RAMPIN, M. (2008). Vender la moto: Trucos de la GARcíA DIÉGUEZ Y VICTORIA NOGUEROl NOGUEROl en su libro Infancia Maltratada,
manipulación del lenguaje. Madrid: Alianza. «no hay un perfil único de maltratador, pertenecen a todos los grupos sociales
y niveles económicos. Sin embargo, sí existen determinados rasgos de perso-
nalidad comunes y comportamientos que pueden ayudar a reconocer a estas
El ingenio ácido contenido en las palabras de RAMPIN es abrumador, pero personas» (GARcíA DIÉGUEZ y NOGUEROl NOGUEROl, 2007, p. 17).
realmente muy acertado: en capítulos atrás ya aconsejamos sobre la pruden- En este sentido, muchos de esos rasgos de personalidad y de comporta-
cia (y responsabilidad) de contrastar por uno mismo la información que nos miento comunes responden al perfil del psicópata que hemos venido trazan-

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278 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Manipuladores y titiriteros 279

do, y es ostensible que suelen aparecer, fundamentalmente, cuando este tipo El plan del psicópata comienza siempre con una especie de acecho, en
de individuos se involucran en determinadas relaciones, ya sean de pareja, el sentido de que busca a conciencia la víctima más vulnerable. Hay
profesionales, de amistad, etc. muchas personas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad al
Por si aún no había quedado suficientemente explicitada la capacidad y dejar traslucir, de un modo u otro, sus propios problemas (económicos, emo-
habilidad de los psicópatas integrados para manipular a los demás, aquí cionales, personales, etc.), y los psicópatas, como ya advertimos, son exper-
vamos a tratar de desentrañar el enrevesado ciclo de la manipulación tos en detectar las debilidades de los demás. En una situación de "bajón"
psicopática. Para ello, y evitando hacer en adelante repeticiones de las emocional, es comprensible que cualquier persona sienta la necesidad de
citas que he seleccionado, nos vamos a valer de las tesis desarrolladas por que otra le ampare, le proteja, le mime, le apoye, le muestre cariño, etc., y
el profesor VICENTE GARRIDO en dos de sus libros: Amores Que Matan (de el psicópata sabe cómo hacerlo.
2001) y Cara a Cara con el Psicópata (de 2004). Asimismo, también nos val- Esta fase de acecho, pues, consiste en una especie de evaluación de las
dremos de las tesis del doctor PAUl BABIAK, esgrimidas en 2000 en un capítu- potenciales víctimas a las cuales van a manipular. Aunque la víctima desvali-
lo del libro del doctor CARl B. GACONO. da no necesita mucho que nadie la seduzca, habrá otras personas que se vic-
El ciclo manipulativo del psicópata integrado se compone de una timicen a sí mismas, es decir, que se pongan en situación de víctimas propi-
serie de fases o etapas que van a depender, en número, según dicho ciclo se ciatorias, consciente o inconscientemente, por la ingenuidad de algunos de
dé en las empresas u organizaciones o en la misma vida cotidiana (normal- sus comportamientos.
mente en las relaciones de pareja). Así, en las organizaciones, el ciclo Así, la seducción es otra de las fases y estratagemas que suelen emple-
manipulativo del psicópata incluye 5 etapas: ingreso en la organización, eva- ar los psicópatas para atraer a sus víctimas, a las que luego ya manipularán
luación, manipulación, confrontación y ascensión. Por su parte, en las rela- a su antojo. Hay personas que, sobre todo en ambientes distendidos o de
ciones de pareja, las etapas de este ciclo suelen ser más variadas: vulne- cierto relax (bares, discotecas, fiestas, vacaciones, etc.), están dispuestas a
rabilidad, seducción, captación, explotación, ataque, revelación y horror. dejarse seducir fácilmente por medio de palabras, gestos y conductas de lo
En los siguientes subapartados, yo he optado por dividir el ciclo de manipu- más variopintas, y el psicópata es como si se hubiera "dejado caer" en el
lación del psicópata en cuatro grandes fases, a modo de simplificar el pro- lugar exacto y en el momento preciso: allí estará para seducir a quien haga
ceso de "caza" de estos depredadores sociales en el concreto ámbito de falta, para regalarle los oídos a todas aquellas personas deseosas de ello.
las relaciones de pareja. Hay que reconocer que el psicópata es un verdadero espectáculo, ya que
emplea todo su potencial seductor (labia, encanto superficial, etc.) para reco-
ger la información precisa que necesitan para comenzar a llevarse a las
3.1. Acecho y seducción: en busca de víctimas propiciatorias
potenciales víctimas a su terreno. La captación ya ha comenzado.
Los psicópatas son sujetos maquiavélicos, maquinadores. Como tales, Esta fase de acecho y seducción podemos resumirla en los siguien-
siempre tienen un plan de acción más o menos elaborado que siguen como tes movimientos que ejecuta el psicópata integrado:
si fuera una especie de "guión" que ya se tienen muy bien aprendido por-
que, precisamente, no es la primera vez que lo emplean. Para llegar a mani- ACECHO I VULNERABILIDAD SEDUCCiÓN I CAPTACiÓN
pular a alguien se necesita, lógicamente, una víctima, y los psicópatas saben
muy bien dónde encontrar lo que en Victimología Forense se denominan víc- Estudia el escenario. Manipula y miente.
timas propiciatorias. Detecta a personas asequibles. Finge lo que no es.
Las clasifica según su utilidad. Imita sentimientos.

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280 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Manipuladores y titiriteros 281

3.2. Aislar y cosificar a las víctimas: el psicópata se Ella siempre alegaba que se sentía sola y me decía que mi obligación era estar
con ella todo el tiempo, que para eso había renunciado a muchas cosas y había
quita la máscara dejado atrás a sus amigos y familiares. Es como si yo tuviera que hacer lo mismo
Una vez que el psicópata ha seducido y captado a su víctima, lo siguiente que ella por el simple hecho de que ella también lo hiciera, pero es que fue ella
es un continuo y progresivo aislamiento y cosificación, una especie de "te quien tomó libremente la decisión de venirse a vivir conmigo, con todas las conse-
cuencias; nadie le presionó para que lo hiciera. Parece que sólo se sentía bien
amo-te odio, guapa-fea, vales mucho-eres una mierda, vamos allí-ahora vamos
cuando yo me quedaba en casa con ella, pero no por el hecho de hacerle com-
aquí", etc., y siempre de modo intermitente. Efectivamente, en esta fase del pañía, ya que estando en casa tampoco dejaba de montarme pollos cada dos por
ciclo, el psicópata ya no es lo que parecía ser: comienza a quitarse la másca- tres y por razones insignificantes.
ra, pues la seducción ya ha "pasado de moda"; lo que toca ahora es hacer Creo que lo que realmente le motivaba era verme encerrado en casa, sin poder
que la víctima dependa, sobre todo psicológica o emocionalmente, del psicó- contactar con nadie; incluso cuando me metía en Internet, se levantaba de la silla
pata. Se trata de una especie de absorción, y ésta es tremendamente rápida: para ver con quién estaba hablando. Cada vez que llegaba cinco minutos tarde a
consiste en que todos los pensamientos de la víctima versen o giren en torno al casa, después de trabajar, aquello parecía como un interrogatorio de la policía:
"¿Dónde has estado tanto tiempo?, ¿Con quién has estado?, ¿Y quién es ésa? .. ". Me
psicópata. Todo lo que tenga la víctima (trabajo, familia, amigos, hobbies,
decía que no me entretuviera al salir del trabajo ni para fumarme un cigarro con mis
etc.) pasará a un segundo plano; ahora la prioridad es el manipulador.
compañeros, que "las mujeres somos muy malas y buscamos lo que buscamos". Pero
En un libro inquietante y revelador sobre las víctimas de violencia de es que con mi familia también mantenía la misma actitud: no quería acompañarme
género, titulado La Voz de las Invisibles, las autoras BOSCH y FERRER recogen nunca cuando yo decidía ir a visitarles, y cuando lo hacía llevaba una cara de perro
el caso de Antonia, una mujer que representó, hasta su separación, esa que tiraba para atrás. Nunca estaba conforme con nada y sólo parecía divertirse
cuando me notaba triste, que es cuando cambiaba radicalmente de postura y me
dependencia emocional del maltratador de la que venimos hablando y que
decía que nos fuéramos a dar una vuelta, pero siempre solos, sin mis amigos.
muchas veces trae consecuencias fatales:

Antonia, de 30 años, diplomada y separada desde hace poco de un marido


Es evidente que la pareja de Luís era una controladora acérrima, y tam-
que no era bebedor ni consumía drogas, nos cuenta cuál era su reacción habitual bién una auténtica "come-cocos"; y esta situación de pareja no es un caso
ante los malos tratos que padecía: "Me parecía increíble, no sabía qué hacer, aislado, pues se da con frecuencia en muchas otras relaciones. Por lo gene-
seguía queriéndole y dependía emocionalmente de él. Cada vez le perdonaba. Él ral, el aislamiento suele conllevar, por supuesto, un auténtico lavado de
me decía que yo le sacaba de quicio, nunca se disculpaba. La situación más dra- cerebro. Con esto, el psicópata tratará de "demostrar" que su víctima está
mática que viví fue cuando, después de una paliza, me tuve que maquillar el ojo
"loca" y que "debería ir a un psiquiatra". Simplemente se trata de una lucha
y los labios para que la gente del trabajo no lo notara; me daba vergüenza".
para lograr disponer de su víctima a su antojo. Ana María, otra víctima de
violencia de género que estudiaron BOSCH y FERRER en La Voz de las Invisibles,
El aislamiento a que somete el psicópata a su víctima es escalofriante. es un ejemplo de esto mismo:
El propósito fundamental del aislamiento es el control: se trata de mantener
lejos del mundo exterior a su víctima, de modo que ésta dependa por com- Ana Mº tiene casi cuarenta años, dos hijos, un trabajo y un marido abogado
pleto del psicópata. Así, no podrá apoyarse en nadie porque el psicópata la que desde que se casaron la maltrata. "Pocas veces me ha puesto las manos enci-
ma, alguna bofetada, pero un día vi un programa en la televisión que hablaba
ha privado de contactar con familiares, amigos, etc. A este respecto, un
sobre mujeres maltratadas, ahí explicaban lo que son los malos tratos psíquicos, y
amigo (Luis) me contaba cómo su pareja consiguió, poco a poco, ir reducién-
pensé: Dios mío, eso es lo que me pasa a mí". De puertas para afuera, su marido
dole la frecuencia de sus contactos, primero con los amigos del trabajo y es un hombre encantador, que disfruta de un muy buen estatus social; dentro de la
luego con sus familiares: casa es otro. Como si de un Dr. Jekyll y Mr. Hyde se tratara, este hombre había

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conseguido engañar a todo el mundo. Bueno, a todos menos a la madre de Ana. Como vimos en otro capítulo, la variante de personalidad que definimos
Ella fue la que, desesperada viendo cómo su hiia se consumía, la arrastró hasta como el/la" mosquita-muerta" es uno de los tipos de persona candidata per-
un terapeuta. Pero, aún en la actualidad, le cuesta reconocer el problema, y mucho
fecta para emplear tanto la seducción como para crear en su víctima dicho
más tomar una decisión: "¿Para qué me voy a separar?, ¿quién me asegura a mí
estado de ansiedad. La estrategia consiste en "marear la perdiz", es decir,
que estaré meior si me separo? Él no me dejaría tranquila. Nadie creería mi histo-
ria y pasaría yo por la mala de la película".
en una especie de juego absurdo del tipo "quiero esto, ahora no lo quiero",
"me siento fenomenal contigo, qué poca variedad hay en nuestra vida", etc.
Estas preguntas que plantea Ana no son baladíes; son consecuencia, direc- Como puede apreciarse, estos mensajes contradictorios generan ansiedad: la
ta o indirecta, del lavado de cerebro al que la mayoría de los maltratadores víctima no sabrá, pues, qué hacer ni cómo comportarse. Las formas de lavar
someten a sus víctimas. Estos sujetos y otras personas análogas saben perfecta- el cerebro a los demás pueden ser tan bestiales como sutiles: en la mayoría
mente que insistiendo en las degradaciones se termina por conseguir que la víc- de las ocasiones, todo es cuestión del tipo de educación y pensamiento que
tima sucumba, precisamente porque la autoestima de ésta ha sido menoscaba tenga el psicópata que lo ejerce.
hasta el límite. Pero para soterrar la autoestima de las víctimas, los individuos Seguido del aislamiento viene la cosificación de la víctima, que consis-
manipuladores, psicopáticos y/o maltratadores no sólo emplean el aislamiento te, sencillamente, en hacer de la persona victimizada una "cosa", un objeto
o los insultos y humillaciones; también el control, como decíamos, es una forma al que manipular. Dentro de esta cosificación suele tener lugar la humilla-
de socavar el sentido de autovalía de las personas, ya que al ejercerlo, el agre- ción de la víctima, para lo cual empleará una infinidad de vilipendios: "no
sor sabe perfectamente que el mensaje (velado o no) que está intentando trans- vales para nada", "eres un fracasado", "eres una puta", "no eres más que
mitirle a la víctima es "aquí mando yo; tú eres unja inútil". En el interesante estu- otra más del montón", etc. Al igual que el lavado de cerebro, las formas de
dio criminológico de ANA ISABEL CEREZO DOMíNGUEZ sobre El Homicidio en la humillar son también múltiples y variadas, y los psicópatas saben muy bien
Pareja podemos encontrar un caso de control sibilino, es decir, un control que cómo hacerlo. De nuevo recurrimos al texto El Homicidio en la Pareja para
el mismo agresor hace ver a la víctima que es normal y que está justificado. exponer dos casos que son particularmente relevantes a este respecto:

Entrevista 11.- María le contaba a la Inspectora de Policía cómo su marido leía Entrevista 65.- Inmaculada hacía referencia a una conducta muy frecuente en su
todas las cartas que recibía de su familia y de sus amigas: "Además, ha cogido marido: "Esperaba a que estuviésemos de noche en la cama para contarme sus
en los últimos meses la manía de escuchar mis conversaciones por teléfono. Yo le aventuras sexuales con otras mujeres con pelos y señales. Me acomplejaba al com-
digo que eso no se hace y él contesta que entre una pareja no puede haber secre- parar mis atributos físicos con los que tenían las otras. Me decía que tenía que ense-
tos y que está en su derecho de saber todo lo que hago y lo que digo". ñarme a hacer ciertas cosas que hacía con las otras y que le gustaban mucho".
Entrevista 61.- Laura dice, al referirse a su marido, que es una persona muy
Es evidente que tanto para infundir el lavado de cerebro como para man- acomplejada y envidiosa: "Tiene envidia de todo el mundo hasta el punto de que
tener el aislamiento, las estrategias que puede emplear el psicópata son muy siempre está amargado y malhumorado, sin alegrarse de las cosas buenas que les
diversas. No solamente puede hacer uso de la violencia (como sucede en pasan a los demás. No fue al colegio y de ahí su complejo. Siempre ha procura-
do rodearse de personas incultas y más pobres que nosotros para de esta forma
muchos casos de maltratadores de mujeres), sino que también puede volver
no sentirse inferior".
a hacer uso de la seducción como parte de la manipulación y lavado de cere-
bro de su víctima; en este caso, el psicópata trata de convencer a la víctima
En el segundo caso, el de Laura, no vemos que el maltratador parezca
que no puede estar mejor con nadie que con él mismo, que los mejores
humillarla específicamente, pero se puede intuir que lo hace. La investigacion
momentos ha de pasarlos con él, etc. De lo que se trata, en definitiva, es de
del profesor ECHEBURÚA y su equipo del País Vasco ha puesto reiteradamente de
crear un auténtico estado de ansiedad en la víctima.

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manifiesto en diversos estudios que los maltratadores de mujeres, a pesar de En este punto de la relación, ya se han acabado las sutilezas: el psicópa-
las apariencias, suelen tener una autoestima tremendamente baja. Como vimos ta se dedica ya a la agresión/violencia abierta o encubierta, física y/o psí-
en la realidad psico-social 7, la arrogancia y soberbia de los psicópatas suele quica, de la víctima. Por lo general, ninguna persona, por muy execrable que
estar reflejada en un cierto aire de superioridad que, en realidad, no está sino sea quien le manipula, en ningún momento se imagina que las cosas puedan
enmascarando un auténtico complejo de inferioridad. laura lo ha intuido per- ir a peor; la víctima no espera nada de lo que le va a pasar, pues ahora el
fectamente al retratar a su marido: "siempre ha procurado rodearse de perso- psicópata va a ir actuando de manera sorpresivo e intermitente, algo así
nas incultas y más pobres que nosotros para de esta forma no sentirse inferior". como "una de cal y otra de arena". El único propósito de este juego sucio no
Decíamos que, en esta fase, el psicópata se quita la máscara: ya no le es otro que el de conducir a la víctima a un verdadero estado de shock emo-
importa el estado emocional de su víctima; si ésta ya estaba mal, ahora va a cional, de asombro, de "no entender nada de nada", en suma, de hacerla
estar peor todavía. la víctima, al no saber cómo responder o comportarse perder la conciencia de la realidad.
ante los supuestos mensajes subliminales que el psicópata le está lanzando Junto al estado de ansiedad que el psicópata ya le ha creado a su vícti-
con sus conductas contradictorias e incomprensibles, además de ansiedad, ma, las formas de infundirle ese estado de shock emocional y de pérdida de
también puede hundirse en un sentimiento de absoluta desesperanza que, si conciencia de la realidad son de lo más inimaginables. Si bien ahora las suti-
se prolonga, devendrá en depresión y, muchas veces, en depresión grave. El lezas se han acabado, el recurso a la seducción y al "dar pena" pueden vol-
desconcierto y la culpa que siente la víctima pueden llegar a ser tan intensos ver a surgir en cualquier momento con tal de seguir noqueando (desmorali-
que la única salida que queda parece ser el aferrarse (dependencia) al psi- zando) psicológicamente a la víctima. Puede que, en algún momento, el psi-
cópata; si esto sucede, lo cual suele ser lo frecuente, el psicópata habrá ven- cópata perciba que quizás su víctima podría salir huyendo de la relación,
cido: habrá conseguido subyugarla. que ya le ha dejado de gustar completamente su pareja porque, precisamen-
Esta fase de aislamiento y cosificación podemos resumirla en los te, se ha quitado la máscara: ya no es tan encantador/a como parecía. En
siguientes movimientos que ejecuta el psicópata integrado: este caso, la argucia del psicópata será de lo más simple: solamente tiene
que volver a fingir algunas emociones (culpa, arrepentimiento, vergüenza,
AISLAMIENTO COSIFICACiÓN etc.), y ya sabemos que es un auténtico experto en esto. Así, la víctima vol-
Le priva de todo contacto con el exterior. Humillaciones reiteradas mezcladas con fal- verá a caer en la trampa, y vuelta a empezar: cada vez se consolida más el
,Lavado de cerebro: lilas demás no te van a sos conatos de arrepentimiento. ciclo de la manipulación, la dependencia emocional de la víctima y el ego
dar tanto como yo". Control absoluto de la víctima. del psicópata. Es un auténtico círculo vicioso que nunca parece acabar.
Le priva de toda actividad que le guste. La víctima desarrolla dependencia emocional.
Es por todo ello por lo que decimos que, en este punto, se dan la reve-
lación y el horror. En esta etapa, la víctima comprende, finalmente, que
quedarse donde está, sin oponer resistencia efectiva, es un auténtico suicidio
psicológico. En la fase de explotación y ataque era el psicópata quien lleva-
3.3. Explotación, ataque y derribo: la revelación del horror ba la iniciativa, pero ahora la víctima parece revelarse: ya no aguanta ni un
Esta fase del ciclo manipulativo del psicópata se solapa prácticamente minuto más tanto horror, tanta ansiedad, tanto desconcierto, tanta vejación.
con la anterior, ya que no es más que una extensión o prolongación de la Así, la víctima parece ir saliendo poco a poco de su asombro y, en cierto
mismar: así, todo lo que el psicópata haya generado previamente, ahora se modo, muchos psicópatas (aunque no todos) tienden a reforzar esta creencia
va a intensificar exponencialmente. de sus víctimas y parecen mostrar el mismo "desencanto" que éstas.

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No es fácil ni de entender ni de explicar, pero sucede. Algunos veces, los EXPLOTACiÓN I ATAQUE I DERRIBO REVELACiÓN I HORROR
víctimas yo no quieren seguir soportando todo este infierno, todo este calva-
Arremete física y/o psíquicamente.
rio, de modo que toman lo decisión de "mondar o hacer vientos" 01 psicópa- Se consolida la explotación. Proyecta su hos-
Vuelve a manipularte. tilidad y alimenta su ego: se complace en el
ta. Parece como si éste hubiera "bajado lo guardia" o como si su ego y su
Te atribuye la culpa de lo que pasa. "deleite del desprecio".
necesidad de control se hubieran desinflado estrepitosamente y de manera
Te aísla de tus apoyos. Por fin comprendes que ya no es quien pare-
inexplicable. Sin embargo, lo coso no es así, no es lo que parece; lo que ocu-
Te devalúa y te humilla otra vez. cía ser, que no te quería tanto como te
rre es que 01 psicópata yo le ha dejado de "motivar" tal víctima, yo no decía, que aquellos proyectos de vida y de
Oculta, justifica o tergiversa sus "ataques"
encuentra más puntos débiles que explotar; se ha dado cuento de que lo víc- ilusión contigo no eran más que otras más
ante los ojos de los demás ("¡Mira lo que me
tima también se ha dado cuento (valgo lo redundancia) del tipo de persono ha hecho/dicho!", "Éste/a no está bien, es
de sus patrañas para mantenerte alerta y
que es en realidad y de los pocos posibilidades que existen para cambie de pendiente: por fin, se quitó la máscara.
muy raro/a", etc.).
actitud, de pensamiento, de comportamiento, etc.
Curiosamente, y por eso decíamos que sólo parecía como si el ego del
psicópata se hubiera evaporado "en un plis-plas", éste, antes de que todo se
acabe definitivamente, va o realizar su último actuación: le va o dar o enten- 3.4. Liberación, acoso y abandono: una desmoraliza-
der o lo víctima que quien realmente huye de todo esto es él y no lo víctima, ción duradera
que quien realmente ha posado por un auténtico infierno es él, que quien ha
Esto fose de liberación, acoso y abandono vuelve o ser uno conti-
provocado todo esto incomprensible situación es lo víctima, etc. Como yo diji-
nuación de lo anterior, y puede que sigo habiendo sorpresas y algún que otro
mos en capítulos anteriores, lo soberbio, lo arrogancia, el egocentrismo y lo
sobresalto, así que ojo con los nuevos mentiros y promesas del psicópata, así
megalomanía de los psicópatas son rasgos ton acusados que jamás darán
como también con los nuevos intentos de seducirte y manipularte.
por hecho que son ellos quienes precisamente originan todo este tipo de cir-
cunstancias. Es algo así como: "Puede que hoyos vencido, pero lo culpo de Pueden ocurrir dos cosos en cuanto o lo liberación. O bien que seo el
todo esto lo sigues teniendo tú". mismo psicópata quien te libere de su propio subyugo (como yo dijimos
antes, por ejemplo, porque yo se ha aburrido de tí), o bien que seos tú mismo
En cualquier coso, si es esto lo situación en lo que usted se encuentra, no
quien hoyo decidido librarse del psicópata porque necesitabas acabar con
dude en tomarlo como lo más favorable; como suele decirse coloquialmente,
todo esto "sí o sí", de uno vez por todos. El testimonio de Miriam, uno vícti-
"dale la razón como a los tontos", pues no te conviene en absoluto uno lucho
ma de psicópata que consultó 01 doctor GARRIDO, expresó muy claramente ese
de poder, por muchos deseos que tengas de "devolverle el golpe". No nece-
deseo de liberación que tenía con respecto o su verdugo: "Me levanté uno
sitas nodo más: sin dudo, si sigues ese sabio consejo popular que rezo que
moñona y me dije: ¡es mi vida o lo suyo! Y empecé o mirar en otra dirección.
«no hay mayor desprecio que no hacer aprecio», habrás vencido.
No tengo cloro que esté completamente o salvo ... ¿pero alguien lo está?".
Esto fase de explotación, ataque y derribo podemos resumirlo en
Sin dudo alguno, ésto, lo de Miriam, es lo actitud correcto, y así deberí-
los siguientes movimientos que ejecuto el psicópata integrado:
an proceder todos los víctimas (hombres y mujeres) de psicópatas. Este tipo
de reflexión surge cuando, precisamente, llego el momento en que uno per-
sono se cuestiono si es su propio vida lo que está viviendo o si es, por el con-
trario y realmente, lo vida de su manipulador lo que está viviendo yola que
está intentando adoptarse sin ninguno gano y sin ningún sentido. Si el o lo

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psicópata que está contigo quiere marcharse, pues incluso facilítale todo lo Como vemos, pasado el tiempo, muchos psicópatas vuelven a contactar
que haga falta poro que "pique billete" cuanto antes: a ti lo que realmente te con sus anteriores víctimas: es como si ya se les hubiera acabado el "chollo"
interesa es que desaparezca de tu vida cuanto antes, por lo que no es reco- con otras y quisieran volver a tu vida por alguna extraña razón, no importa
mendable que de nuevo caigas en la tentación de volver con tal persona por cuál. Imagínate que eres una de esas miles de personas que, como la mayo-
el mero hecho de estimar que ahora estás en condiciones de "devolverle el ría, creemos que las personas cambian. No estará mal que pienses y creas
golpe"; te puedo asegurar que si vuelves a entrar en esa "guerra de guerri- esto, pero no con los psicópatas, nunca jamás con una persona que te lo
lla", en esa "lucha de poder", en ese "tira y afloja", te vencerá y, como poco, haya hecho pasar tan mal. Por ejemplo, esta vez volverán con las mismas:
te dejará aún peor de lo que ya te haya dejado. Por tanto, usa el sentido "Ha pasado mucho tiempo y he reflexionado sobre lo que ha pasado".
común y evita posibles conflictos y situaciones absurdas: ya no tienes que Párate un momento a analizarlo: "lo que ha pasado" no es lo mismo que "lo
demostrarle que tú vales mucho más, ni que eres más fuerte, lista, etc. Tu que te he hecho pasar"; ya en esa misma frase se vislumbra que ese cambio
mayor triunfo, en este caso, será su marcha, y cuanto más lejos, mejor. que te anuncia es mentira otra vez. Cuando lo expresa de ese modo, te darás
Sin embargo, algunos psicópatas suelen estar pendientes de sus anteriores cuenta de que lo que está haciendo es evitar responsabilizarse de "lo que te
víctimas para "por si acaso". A esto se le llama acoso, y en absoluto tiene ha hecho", minimizándolo bajo un simple "lo que ha pasado". En estas oca-
otro nombre (no hagas caso a posibles conceptos tabúes); ni se trata de una siones, más que nunca, es cuando realmente sí que debes permanecer pen-
nueva persona que se ha "regenerado" por completo y que ha vuelto a tu vida diente y analizar casi en plan "psicótico" (ya me entiendes) todas las pala-
para darte lo que en la ocasión anterior no supo ni quiso darte, ni se trata tam- bras que provengan de esta persona que tanto daño te ha causado.
poco de que tú necesites a más personas de este tipo: recuerda que" segundas Si aún albergas dudas y vas a caer en la ingenuidad de volverle a creer,
partes nunca fueron buenas". El siguiente caso de Rosa, una víctima que estu- antes interrógate sobre la motivación específica que pueda tener. Ahora debes
dió el profesor GARRIDO y de la que nos informa en su libro Cara a Cara con ser tú quien muestre un poco de "frialdad" ante una posible y nueva intromi-
el Psicópata, es un ejemplo claro de acoso (y recuerda que no tiene otro nom- sión. En particular, analiza para qué te necesita ahora: ¿sexo, dinero, respeta-
bre, no existe otro concepto ni sinónimos ni nada por el estilo): bilidad e imagen social, una esclava del hogar, alguien trabajando que le
mantenga ... ? No olvides, ahora más que nunca, lo que decía TOLMAN: «La con-
Creo que sentía asco de mí misma por haber estado con ese monstruo. Quería ducta apesta a intención». Y la del psicópata, más que a intención, apesta a
olvidar. Empecé a rehacer mi vida, pero a los dos meses ya estaba llamándome
nueva traición, revancha, volver a reírse de ti, volver a tratar de jugar y tener
otra vez. Le colgaba sin hablar. Yo había terminado en ese empleo, así que él ya
no tenía posibilidad de verme. Un día estaba en casa y sonó una llamada con
el control intentando que caigas de nuevo en la trampa y "demostrarte" lo inge-
número oculto. Lo cogí. Era él. Mientras le decía por teléfono que me dejase, sonó nua/o que puedes ser otra vez siguiéndole "el rollo". Esta vez, sigue con tu
el timbre de la puerta insistentemente, abrí sin pensar y me encontré con que era vida: y si estás malo tienes los ánimos bajos, piensa que, seguro, segurísimo,
él, que estaba llamando al timbre y a la vez desde el móvil. Nada más entrar me no vas estar mejor que si decidieras volver a estar de nuevo con la persona
tiró a un sillón y empezó a besarme ... Yo lloraba a mares y le suplicaba que me que te hundió la vida en aquellos momentos. Ahora ya has vuelto a recuperar
dejase. Él no paraba de repetir "lo necesitaba, lo necesitaba ... ". Luego me dijo
a tus familiares y amigos: habla con ellos, apóyate en ellos y olvídate de vol-
que él era tonto, que "buscaba mortadela cuando en casa tenía jamón serrano",
ver a hipotecar tu vida emocional con unja donnadie.
y que todo había ocurrido porque era un poco inmaduro, pero que en esos tres
meses había "madurado muchísimo". Finalmente se fue. Creo que nunca había Aunque suene frío (más fríos y calculadores son los psicópatasL has de
sentido ese asco y ese desprecio que sentía por mí misma. Deseaba morirme. entenderlo así: cuando un "proyecto" no cuaja o no ha funcionado antes, lo
Deseaba matarme. más razonable es darle "carpetazo" y comenzar otro nuevo; como se dice en
el cine, «segundas partes nunca fueron mejores». No existe eso de las

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290 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad Manipuladores y titiriteros 291

"segundas oportunidades"; como decía un antiquísimo ex-jugador de fútbol,


«las ocasiones no se tienen, se marcan [se buscan]». Esto lo saben muy bien
los psicópatas, así que sería muy aconsejable que tú también hicieras lo
mismo pero con tu estilo de personalidad bondadoso y honrado. Sé que qui-
Por regla general, solemos confiar en la bondad y buenas intenciones de
zás me haya repetido mucho en estas sugerencias, pero cualquier insistencia
los demás, precisamente, porque los percibimos como si nos estuviéramos
es poca cuando hablamos de psicópatas.
viendo a nosotros mismos. En principio, hacemos bien: yo sigo pensando, a
La fase de liberación, acoso y abandono podemos resumirla en los
pesar del tema que nos ocupa, que es mejor encarar las adversidades y cono-
siguientes movimientos que ejecuta el psicópata integrado:
cer a las personas adoptando un enfoque positivo que un enfoque basado
LIBERACiÓN ABANDONO I DESMORALIZACiÓN casi por completo en la suspicacia yen la desconfianza.
El poderío que tienen los psicópatas integrados es muy amplio, y no creo
Aumenta la agresión y/o las amenazas. El psicópata "vence".
Utiliza a las víctimas para siempre o hasta
que convenga que desde ningún ámbito de estudio trate de ridiculizarse la
Aumenta el control.
Puede volver a contactarte. que les sean útiles. importancia que tienen sobre todo para la sociedad. Muchas personas que
Puede haber nuevos conatos de acoso, algu- la víctima está desmoralizada, pero se recu- han sido víctimas de esta clase de individuos, al principio, nunca pensaron
nos más prolongados e intensos que otros. perará pronto si se apoya en sus más allega- que les iba a tocar a ellas, hasta que el psicópata se quitó la máscara. Y, lo
Si no haces caso, terminará aburriéndose. dos (familiares y amigos). más inquietante, muchas de estas personas, como hemos visto a lo largo de
los casos expuestos, ni tenían problemas de autoestima ni parecían reflejar
puntos débiles; eran personas, al menos así lo creían ellas, fuertes de carác-
ter, pero al final también fueron sorprendidas, como es el siguiente caso de
Aunque ya lo hayamos dicho, insistamos de nuevo en las siguientes suge-
Eva, extraído del libro Cara a Cara con el Psicópata, quien no es capaz de
rencias generales y coloquiales para que las potenciales víctimas de psicópatas
dar crédito a que se le hayan pegado tan vilmente:
procuren evitar meterse en este insidioso y progresivo ciclo de manipulación:
¿Cómo permití que llegase ese momento? ¿Cómo permití que me humillara una
• Las conductas apestan a intenciones, y algunas no son buenas. y otra vez hasta convencerme que yo era escoria, de que era una inútil, de que
• Los estilos de vida tipo "películas" son sólo eso, de películas. Si alguien todos nuestros problemas, hasta el más mínimo, eran culpa mía? ¿Cómo permití
tantas y tantas palabras insultantes, tanto odio hacia mí? ¿CÓMO? ¿Cómo puede
pretende venderte un estilo de vida tipo "spot" publicitario, más te con-
una mujer normal, sin problemas de autoestima ni de valentía hacia la vida, per-
vendría bajar al mundo real: los cuentos de hadas y principitos son sólo mitir que la llevasen a la más deplorable situación de bajeza?
eso, cuentos.
• Las "segundas oportunidades" no existen; además, recuérdalo: segun- Y como Eva hay muchas otras más personas, hombres y mujeres, que tam-
das partes nunca fueron ni buenas ni mejores. bién han sido víctimas de estas alimañas humanas pero que, por las razones
• Los psicópatas no cambian ni aunque les pagues por ello, por más que que sean, no son capaces de reconocer el problema de fondo. Y, por cierto,
te empeñes y creas que tienes la solución. aquí también debemos incluirnos los mismos profesionales de la salud men-
• No se te ocurra meterte en su juego o guerrilla psicológica; recuerda tal y de la Criminología, ya que ninguno de nosotros, por muy preparado que
que no hay mayor desprecio que no hacer aprecio. esté, tiene una varita mágica o un escáner psicológico que le permita identi-
ficar con extraordinaria y asombrosa rapidez a estos individuos nada más
• Habla con tus familiares y amigos, y, si es el caso, denúnciale.

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292 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad
A modo de conclusión final:
si es que la hay
verlos. Siendo un poco más humildes, y dejando la arrogancia para los psi-
cópatas, ya lo advertía el mismo doctor HARE: «Jo psicopatía nos toca prácti-
camente a todos».
En algunas ocasiones, no queremos creernos que pueda existir gente así
porque no estamos acostumbrados a que nos ninguneen de formas tan viles, A pesar del perfil psicológico y de personalidad que hemos trazado sobre
y menos a admitir que nos la han pegado tan fácilmente; ante tal asombro, los psicópatas integrados, ni por asomo ha sido (ni es) mi intención la de pro-
y quizá influenciados por los estereotipos que nos facilitan los medios de vocar en la gente una especie de psicosis colectiva, de ésa de la que hablan
comunicación, recurrimos a adjetivos excesivamente convencionales para los medios de comunicación. Lejos de ello, mi propósito ha consistido en
. de personas: " monstruo,
ca Ii ficar a este tipo " " asqueroso,
" " pira
. d""
o, ma Ia poner de relieve una realidad preocupante que nos rodea a todos, que supo-
persona", etc. Como la misma palabra "psicópata" ya está asociada, a nivel ne una amenaza inquietante para nosotros como individuos y para el mode-
coloquial, a esos personajes televisivos que todos hemos visto, nos cuesta lo de sociedad que queremos legar a nuestros hijos, sobrinos ... , en suma, a
pensar que podríamos haber estado compartiendo o podríamos compartir en nuestros menores.
algún momento nuestra vida con personas de esta índole. Sin duda, el psicópata posee muchas más características que las que
En muchas otras ocasiones, las conductas de los psicópatas son tan esper- hemos descifrado en este ensayo; pero aquí sólo hemos abordado la mitad
pénticas y parecen tan convencionales que, de un modo u otro, cuando las víc- de su máscara, es decir: su personalidad y su lenguaie. Para conocer el
timas cuentan a los demás sus experiencias, la gente tiende a pensar que éstas cuadro completo también sería necesario abordar la otra mitad de su
(las víctimas) o bien están mentalmente desequilibradas, o bien se le deben máscara, es decir: sus emociones, sentimientos y conductas. Pero esto
estar inventando todo. No parece ser posible, a los ojos de quienes las escu- habrá que dejarlo para otra ocasión.
chan, que personas tan corrientes y molientes, o con tan altas posiciones socio- Mucha gente se pregunta cómo podríamos defendernos de estos indivi-
económicas y culturales, puedan comportarse como lo hacen, y se prefiere pen- duos que primero nos atraen y luego nos desconciertan. Estos que yo califi-
sar que las personas que lo sufren no deben estar muy bien de la cabeza, co como psicópatas "de andar por casa", en nada se diferencian de
como bien nos lo recuerda Yolanda, otra víctima de un psicópata integrado. los más modernamente llamados psicópatas integrados: son la misma clase
¿Cómo se puede vivir sabiendo que cualquiera puede ser un violador o de personas, camaleones sociales que aparecen en nuestras vidas por
un asesino? ¿Y sabiendo además que a nadie le interesa creerlo? ¿Acaso mi doquier y sin previo aviso, y que arruinan nuestras haciendas o tiran abajo
dolor no es real? Él dice que yo estoy loca y que me lo invento todo. La gente todas nuestras ilusiones, proyectos y ganas de vivir.
prefiere creer eso a creer lo que pasó. Quiero finalizar este libro resumiendo en cinco puntos básicos por qué
Es evidente que todavía sigue habiendo demasiada gente incrédula res- hay que preocuparse por e involucrase en el tema de la psicopatía y, sobre
pecto a la existencia de este tipo de personas: los psicópatas integrados. todo, por los sujetos que la portan. Para ello voy a emplear los cinco argu-
Todos los matices y sugerencias que pudiéramos seguir dando se quedarían mentos básicos que ofreció el doctor VICENTE GARRIDO en su libro El Psicópata:
cortos, por lo que allá cada cual con sus responsabilidades, y también con
su vida. 1. Muchos comportamientos que actualmente son calificados de "incomprensi-
bles" son obra de psicópatas. Y pretendemos explicar quiénes son y por qué
hacen lo que hacen.
2. Los psicópatas criminales son muy peligrosos. Constituyen los delincuentes más
violentos, y nutren muchos de los casos de maltratadores de mujeres y niños,

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PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad
294
Epílogo.
asesinos en serie, violadores sistemóticos, asesinos a sueldo y delincuentes mul-
La otra mitad de su máscara:
tirreincidentes. Es preciso llegar a identificarlos y hacer un esfuerzo para que
reciban una atención adecuada.
más sobre los psicópatas
3. Pero otras muchas personas son psicópatas y no se dedican al crimen. Viven
en nuestra escalera, son nuestros maridos o amantes, nuestros hijos, nuestros
compañeros de trabajo, nuestros políticos ... Es vital comprender este hecho,
darse cuenta de la magnitud de este problema.
4. Los psicópatas que no son delincuentes habituales se adaptan a muchas cir- Si yo tuviera que contar aquí la de psicópatas integrados que he conoci-
cunstancias, se camuflan, manipulan, desacreditan nuestras instituciones públi- do personalmente tras más de veinticinco años de abogacía, esto, más que
cas, socavan nuestra confianza en la gente, son capaces de llevarnos al infier- un epílogo, tendría que ser todo un libro. Así, pues, y emulando de algún
no en vida. Dado que estón especialmente preparados para desoír las necesi- modo una reciente película de Javier Bardem como protagonista oscarizado,
dades de los demós, dado que son capaces de dañar y maltratar sin reparar
ni es aquí lugar para vieios, ni tampoco tengo ganas de recordarlos: quizás
en nada, constituyen uno de los mayores desafíos que tiene la humanidad en
me anime a contárselos a JosÉ MANUEL para que los tenga en cuenta en su
el siglo XXI.
próximo libro.
5. Hay una predisposición hacia la psicopatía. Parece difícil rebatir esa opinión
con los datos científicos en la mano. Pero resulta igualmente importante recor- El hecho de que sea un jurista quien cierre con modesto epílogo este
dar que el medio social que entre todos levantamos para vivir nosotros y nues- inquietante pero interesantísimo libro, requiere una explicación previa. Por
tros hijos puede ser de vital importancia para inhibir de forma relevante este más que se siga discutiendo, tanto en la Doctrina como en la Jurisprudencia,
fenómeno, o bien para fomentarlo, para construir lo que algunos autores han
respecto a la valoración del estado mental de los psicópatas, al menos a mi
llamado "una sociedad psicopótica" (GARRIDO GENOVÉS, 2000, p. 14).
juicio, queda claro que estos sujetos, si bien se lo hacen, no están "locos". El
problema originado en torno a la psicopatía, a nivel jurídico, surge debido
Me despido esperando que este libro les haya resultado, sobre todo, útil.
al hecho de que tales personalidades presentan un déficit, más o menos pro-
Aunque no debemos ni tenemos por qué desconfiar de todo el mundo, al
fundo, que puede no afectar (y de hecho no afecta) ni a la inteligencia ni a
menos quizá convenga que tengamos en cuenta aquella frase célebre que
la voluntad, sino que radica en la esfera afectiva o caracteriológica. Y sobre
dijo un clásico: «No se fíen de la gente demasiado amable y simpática».
esta esfera afectiva, que es la otra mitad de su máscara, es sobre la que,
según me ha confiado JosÉ MANUEL, trata su próximo libro en el que ahora se
encuentra trabajando.
EL AUTOR Como bien establece el autor en el presente ensayo, la personalidad y el
Badaioz, marzo de 2010 lenguaje de los psicópatas es sólo una parte del más amplio perfil psicológi-
co y criminológico de estossujetos. Es sobre las dos primeras facetas (perso-
nalidad y lenguaie) sobre las que el autor nos ha ilustrado aquí tanto con
resultados de investigación como con el análisis de casos reales, pero las
emociones, sentimientos y conductas de los psicópatas también son importan-
tes conocerlas, ya que buena parte de la forma de ser y actuar de estos indi-
viduos viene fielmente configurada por la forma de sentir que tienen y que,
en absoluto, es normal.

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296 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad
Bibliografía de consulta
Me hubiera gustado extenderme más en este epílogo, pero seguro que
JosÉ MANUEl entiende que, desgraciadamente, todavía hay que seguir cono- AMERICAN PSYCHIATRIC ASSOCIATION lAPA) (2000). The diagnostic and statistical manual
of mental disorders (DSM-IV-TR) (Text Revised). Washington, DC: Author.
ciendo a más psicópatas en los juzgados, que es donde suelen desembocar
ARRIGO, B. A. Y SHIPlEY, S. (2001). The confusion over psychopathy (1): Historical con-
aquellos casos que pasan de la tipología de "integrados" a la de "crimina-
siderations. International Journal of Offender Therapy and Comparative
les". Por supuesto, coincido con el autor en que los investigadores deberían
Criminology, 45(3): 325-344.
seguir esforzándose por continuar puliendo y mejorando las actuales herra-
BABIAK, P. (1995). When psychopaths go to work: A case study of an industrial psy-
mientas de evaluación y detección de estos individuos antes de que sigan
chopath. Applied Psychology: An International Review, 44(2): 171-1 88.
pasando por las manos de nuestra justicia; quizás colapsarían el ya de por
BABIAK, P. (1996). Psychopathic manipulation in organizations: Pawns, patrons, and
sí en overbooking sistema judicial, pero también es seguro que se evitarían patsies. En D. J. Cooke, A. E. Forth, J. P. Newman y R. D. Hare IEds.), Issues in cri-
muchas desgracias y penurias de las cuales no deberíamos tener que estar minological and legal psychology: No. 24, International perspectives on psycho-
lamentándonos casi a diario: ¡qué duda cabe que buena falta nos hace al pathy Ipp. 12-17). leicester, UK: British Psychological Society.
resto de profesionales preocuparnos por aprender sobre este inquietante pro- BABIAK, P. (2000). Psychopathic manipulation at work. En C. B. Gacono IEd.), The c1i-
blema que nos acucia cada vez más! nical and forensic Assessment of Psychopathy: A practitioner's guide Ipp. 287-
Con la mayor sinceridad, también quiero expresar al final de estas líneas 311). Mahwah, NJ: lawrence Erlbaum Associates.
mis más sentidos agradecimientos a JosÉ MANUEL, por haberme invitado a BABIAK, P. Y HARE, R. D. (2006). Snakes in suits: When psychopaths go to work. New
cerrar su libro con este epílogo y por la relación profesional y de amistad que York, NY: Regan Books.
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desde hace ya tiempo nos une.
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Badajoz, febrero de 2010 CLECKlEY, H. M. (1976). The mask of sanify: An attempt to c1arify some issues of the
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300 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad

Agradecimientos
POZUECO ROMERO, J. M. (2008). Psicopatía infanto-iuvenil: Factores de riesgo, de pro-
tección y prevención. Trabajo de Investigación de la Asignatura de Doctorado
"Trabajo de Investigación". Badajoz: Departamento de Psicología y Sociología,
Facultad de Educación, Universidad de Extremadura [Inédito].
Gracias a todos mis maestros y profesores, tanto a los de EGB como a los
POZUECO ROMERO, J. M. (2009). Psicópatas, gente corriente, enfermos mentales y
delincuentes. Curso on-line impartido en la Plataforma Virtual de Edusalud.com. de instituto, universidades y otros muchos centros de formación, sin todos los
Mallorca: Campus Virtual Edusalud y Psiquiatria.com, Intersalud, S.L. (del 9 de cuales mi formación y especialización no hubiera sido posible.
noviembre al 7 de diciembre de 2009) [Inédito]. De manera específica, también quiero darles las gracias a los colabora-
POZUECO ROMERO, J. M. (2010). Psicópatas: Perfil, crimino-patología e intervención. dores que desinteresadamente me han aportado sus valiosas sugerencias y
Curso on-line impartido en la Plataforma Virtual de Edusalud.com. Mallorca: documentos que han sido considerablemente tenidos en cuenta para este
Campus Virtual Edusalud y Psiquiatria.com, Intersalud, S.L. (del 22 de marzo al 19 libro. Así, gracias al profesor José San martín Esplugues, no solamente por el
de abril de 2010) [Inédito].
Prólogo de esta obra, sino también por los ánimos iniciales que me dio en
RAINE, A. (1993). The psychopathology of crime: Criminal behavior as a c1inical algún que otro momento de abatimiento. Al profesor Florencio Vicente
disorder. San Diego, CA: Academic Press.
Castro, mi director de Tesis Doctoral, por haber confiado en mi proyecto de
RAINE, A. Y SANMARTíN, J. (Eds.) (2000). Violencia y psicopatía. Barcelona: Ariel.
investigación, por su inestimable ayuda, por sus valiosas sugerencias. A
RAMPIN, M. (2008). Vender la moto: Trucos de la manipulación dellenguaie. Madrid: Alianza.
leopoldo lópez Cacenave, gran amigo, gran persona, tremendo profesional,
ROJAS MARCOS, L. (1998). Antídotos de la nostalgia. Madrid: Espasa Calpe.
un jurista inclonable: gracias por el Epílogo, pero, sobre todo, gracias por tu
ROMERO RODRíGUEZ, J. F. (2006). Nuestros presos: Cómo son, qué delitos cometen y ., amistad, por tus consejos, por tus recomendaciones en los juzgados y tribu-
qué tratamientos se les aplica. Madrid: EOS (Colección de Psicología Jurídica). i nales. Gracias también al profesor Robert D. Hare, por haberme facilitado
RULE, A. (1988). Sma/l Sacrifices. New York, NY: New American library.
varios de sus trabajos de investigación y ponencias que me han ayudado a
SANMARTíN, J. (2000). La violencia y sus claves. Barcelona: Ariel.
dar cuerpo teórico y científico a este libro.
SCHNEIDER, K. (1923). Die psychopathischen personalichkeiten. Leipzig, Alemania: Thieme.
SHIPLEY, S. y ARRIGO, B. A. (2001). The confusion over psychopathy (11): Implications Especialmente gracias a Miguel Martínez García, Director General de la
for forensic (correctional) practice. International Journal of Offender Therapy and Editorial EOS y psicólogo, por haber confiado con ilusión en este proyecto,
Comparative Criminology, 45(4): 407-420. por sus ánimos y sugerencias. Gracias también a Javier Urra Portillo, Director
SHIRLEY, J. (1954). The bird's nest. New York, NY: Farrar, Straus and Young. de la colección Psicología Jurídica EOS, por su atención y amabilidad al
STOUT, M. (2002). The myth of sanity: Divided consciousness and the promise of awa- haberme recogido inicialmente este proyecto para trasladárselo a Miguel.
reness. New York, NY: Penguin Books. Gracias también a todo el Equipo Técnico del Centro Social "El Gurugú"
STOUT, M. (2005). The sociopath next door: The ruthless versus the rest of uso New de Badajoz (Alba, Raquel, Cata, Marta, Joselete ... ) ya su Director (Ricardo),
York, NY: Broadway Books. donde se enseña verdadera educación y valores tanto a menores" en riesgo"
THIGPEN, C. H. y CLECKLEY, H. M. (1954). A case of multiple personality. Journal of como a menores con medidas judiciales. Pero sobre todo gracias a sus meno-
Abnormal and Social Psychology, 49: 135-151. res, de quienes en mi trabajo con ellos aprendí aspectos tan valiosos y que
THIGPEN, C. H. y CLECKLEY, H. M. (1957). The three faces of Eve. New York, NY: difícilmente pueden adquirirse a lo largo de la formación académica. Sin
McGraw-Hill Book Company.
duda alguna, «la experiencia es la madre de la Ciencia».
URRA PORTILLO, F. J. (2003). Agresor sexual. Casos reales. Riesgo de reincidencia.
Madrid: EOS (Colección de Psicología Jurídica). Especiales agradecimientos también a todo el equipo humano y técnico de
WAMBAUGH, J. (1987). Echoes in the darkness. New York, NY: Bantam Books. la plataforma virtual internacional Psiquiatria.com / Edusalud.com (Mallorca),

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302 PSICÓPATAS INTEGRADOS. Perfil psicológico y personalidad

Correspondencia con el autor


especialmente a Margarita Pons (psicóloga y administradora de cursos) y a
Joana Ciar (psicóloga y colaboradora del órea de formaciónL por vuestro apoyo
y recomendaciones, por haberme dado la oportunidad y confiado la impartición
de enseñar a otros profesionales, las materias con las cuales me siento tan a Para compartir opiniones, sugerencias, experiencias y así mejorar siguien-
gusto y a las que tantos años de formación y esfuerzos llevo dedicados. tes publicaciones:
A Silvia y a Cristina, magistrales funcionarias del Instituto de la Juventud
de la Consejería de Jóvenes y Deportes de la Junta de Extremadura, por vues-
[email protected]
tra ayuda y buenhacer, por vuestro amable e incansable trato: muchas gra-
cias. Y también gracias a Mari Carmen, excelente funcionaria de la http://www.psiquiatria.com
Biblioteca Pública de Badajoz, gran amiga, gran persona. http://www.edusalud.com
Gracias también, por qué no, a todos los internos de prisión que he estu-
diado, por su atención y colaboración, así como a aquellas personas y vícti-
mas de psicópatas integrados que me han confiado sus anécdotas y viven-
cias personales. Sin todos ellos y ellas, sin duda, la teoría hubiera seguido
quedando en teoría.
Y, por supuestísimo, gracias a toda mi familia y amigos, que son la parte
mós importante de mi vida. Infinitas gracias a todos (mamó, hermanos, pri-
mos, sobrinos, tíos ... , no tengo mós espacio), por aguantar mis cambios de
humor y largas ausencias, por apoyarme y darme cariño siempre y en todo
momento, por compartir conmigo la ilusión en mis proyectos ... En suma: por
ser como sóis.
¡Gracias a todos!

El autor
Badajoz, marzo de 2070

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COLECCiÓN DE
PSICOLOGíA JURíDICA
1. El agresor sexual. Casos Reales.
Javier Urra.
y medios de comunicación.
2. Violencia
Miguel Clemente.
3. Síndrome de alienación parental.
Asunción Te;edor.
4. Nuestros Presos.
Juan Romero.
5. Violencia de género. Guía asistencial.
MO José Rodríguez.
6. Infancia maltratada. Manual de
intervención.
Noelia Garda / Victoria Noguerol.
7. Maltrato psicológico en la pareja.
Macarena Blázquez /Juan M. Moreno.
8. Casos prácticos en Psicología Forense.
Blanca Vázquez / MO José Catalán.
9. Psicópatas integrados.
José Manuel Pozueco Romero

DIRECTOR DE LA COLECCiÓN
D. Javier Urra Portillo
Parejas desconcertadas ante tanta palabrería, sueños de película y prome-
sas nunca llevadas a término; padres incrédulos ante la extraña conducta y
personalidad de sus hijos; profesionales que no dan crédito a la existencia
de este tipo personas o que simplemente no encuentran el calificativo y diag-
nóstico preciso.
los psicópatas son depredadores sociales de su propia especie que utilizan
el encanto, la manipulación, la intimidación y la violencia para controlar a
los demás y satisfacer sus propias necesidades egoístas. Faltos de conciencia
y de sentimientos hacia los demás, toman con extraordinaria sangre fría lo
que les viene en gana y cuando lo desean, violando las normas yexpectati-
vas sociales sin el menor sentimiento de culpa ni remordimiento alguno.
Este perfil psicológico no es nada halagüeño que digamos. En esta obra se
analiza la mitad de la máscara de los psicópatas integrados, de aque-
llas personas que, sin llegar técnicamente a delinquir, tienen la misma estruc-
tura de personalidad que los psicópatas criminales. Dejando a un lado
el sensacionalismo mediático derivado de los medios de comunicación, las
investigaciones han puesto de manifiesto que este perfil de personalidad
anormal se da tanto en hombres como en mujeres, tanto en niños como en
adolescentes y jóvenes, tanto en un país como en otro. la psicopatía nos toca
prácticamente a todos, y quizá sería conveniente conocer cómo son esta
clase de personas por si alguna vez se nos cruzaran en nuestros caminos.

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