A061221 Rosas
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The Carmichael Volcanic Succession of the Jalisco Block, Mexico: Magnetostratigraphy and tectonic
implications
RESUMEN
José Rosas-Elguera1,*, Miguel Ángel Cervantes-Solano2, Avto Goguitchaichvili 2,
Juan Morales Contreras 2, Ángel Martínez-Godínez2, Jaime Urrutia-Fucugauchi 3
1
Centro Universitario de los Valles, km 45 Ca- RESUMEN ABSTRACT
rretera Guadalajara-Ameca Universidad de
Guadalajara, 46600, Ameca, Jalisco, México.
Se reportan los resultados del estudio paleomag- We report new paleomagnetic and rock magnetic
2
Laboratorio Interinstitucional de Magnetis- nético y de magnetismo de rocas provenientes data from 12 sites belonging to the Carmichael
mo Natural, ENES e Instituto de Geofísica de 12 sitios de la Sucesión Volcánica Carmichael silicic ash-flow tuff volcanic succession. The base
Unidad Morelia-UNAM, Morelia, Michoa- localizada en el bloque Jalisco, cuya base está of this succession consists of volcanic breccias,
cán, México. formada por brecha, lava, toba lítica de com- lavas, and lithic tuffs of andesitic composition
posición andesítica y tobas de composición while the upper unit is composed of crystalline
6
Instituto de Geofísica, UNAM, Ciudad Uni- riolítica. La unidad superior está compuesta por tuffs and welded tuffs both of rhyolitic composi-
versitaria, Coyoacán, CDMX, México. toba cristalina y toba soldada de composición tion, distributed in the northern central part of the
riolítica. La región estudiada se distribuye en la Jalisco block. Their isotopic ages range between
*Autor para correspondencia:(J.Rosas Elguera) parte centro norte del bloque Jalisco (BJ), con 61 and 83 Ma. The rock-magnetic experiments
[email protected] edades isotópicas entre 61 y 83 Ma. Los resul- indicate to titanomagnetites with low titanium
tados de magnetismo de rocas sugieren que la content as the main magnetic carrier, as well as the
titanomagnetita de bajo contenido en titanio es presence of titanomaghemites with minor magne-
el principal mineral portador de la remanencia tic contribution. Paleomagnetic directions were
magnética, así como presencia de titanoma- determined for eleven sites yielding eight normal
ghemitas con una influencia magnética menor. and three reverse polarity magnetization. Consi-
Se determinaron las direcciones paleomagnéticas dering all sites, the calculated average address is
en 11 de los sitios estudiados, y se encontraron 8 Dec = 344.7°, Inc = 43.2°, α95 = 13.2, and N
de polaridad normal y 3 de polaridad inversa. = 11, with a corresponding virtual geomagnetic
Las edades isotópicas permiten establecer una pole of VGPlat, = 75.2°N, VGPlong = 186.6°E,
correlación con la escala de polaridades geo- A95 = 11.7°. The paleomagnetic directions agree
magnéticas de referencia para el periodo entre el fits with expected ones and available mean paleo-
Cretácico Tardío y el Paleoceno. Considerando directions from nearby sites. Our results indicate
a los sitios de polaridad inversa como antipo- the stability of the Jalisco block. The occurrence
dales, la dirección media calculada es de Dec = of rotational movements around a vertical axis is
alle el comportamiento del campo magnético de del margen S-SW de México, concluyendo que
la Tierra. Particularmente, los datos del periodo éste no ha experimentado rotaciones significati-
Cretácico son escasos y tienen una distribución vas desde el Albiano-Cenomaniano. Maillol et al.
temporal y geográfica no homogéneas, lo que (1997) estudiaron rocas volcánicas cuaternarias
dificulta el análisis de las características de la vari- de los campos volcánicos de Mascota y Talpa sin
ación del campo magnético de la Tierra. En Méx- encontrar rotaciones; no obstante, estos autores
ico, la mayoría de los estudios paleomagnéticos se sugieren que los grabens en este sector del BJ están
concentran en la Faja Volcánica Transmexicana asociados a movimientos con desplazamiento dex-
(FVTM), teniendo algunos resultados contradicto- tral lo cual podría explicarse si se considera que el
rios desde el punto de vista paleomagnético y sus BJ se movió hacia el NW. Igualmente, García-Ruiz
implicaciones tectónicas, p.e. Goguitchaichvili et al. et al. (2017) también estudiaron el campo volcánico
(2004), Michalk et al. (2013) y Cervantes-Solano et de Mascota sin encontrar evidencia de rotación.
al. (2017). Nieto-Obregón et al. (1992) estudiaron paleomag-
El área de estudio forma parte del Terreno néticamente el campo volcánico de Amatlán de
Guerrero (Campa y Coney, 1983; Centeno et al., Cañas; sus resultados muestran una discordancia
2008) que en esta parte de México se conoce como angular con las direcciones de referencia espera-
el bloque Jalisco (BJ) (Mooser 1972; Johnson y Har- das, que fue interpretada como consecuencia de
rison, 1990; Ferrari y Rosas-Elguera, 2000) cuyas una falla lístrica, con 12° a 20° de inclinación del
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INTRODUCCIÓN/ CONTEXTO
GEOLÓGICO Y MUESTREO
bloque hundido hacia la falla, caracterizada por 2. Contexto geológico y muestreo
un escarpe pronunciado con facetas triangulares
y geometría curva. La depresión tectónica de El BJ está delimitado por la zona de subducción
Amatlán, junto con la de Ameca y Zacoalco, pacífica de México, donde las placas de Rivera
constituyen la parte sur del rift Tepic-Zacoalco y Cocos se hunden por debajo de la placa de
(Rosas-Elguera et al., 1993) y evidencian una Norteamérica para dar origen a la FVTM (e.g.
tectónica extensional en el sector norte del BJ Gómez-Tuena et al., 2018); por su parte los rifts
(Ferrari y Rosas-Elguera, 2000). de Colima, en el oriente, y el de Tepic-Zacoalco
En la región de Autlán, la unidad andesítica de en el norte, son las fronteras continentales del
la SVC subyace a ignimbritas de 67 Ma (Valencia BJ (Figura 1) (Rosas-Elguera et al., 1996; Ferrari
et al., 2013). Goguitchaichvili et al., (2003, 2004) y Rosas-Elguera, 2000). La evolución tectónica
a partir de estudios paleomagnéticos en flujos de estas cuencas ha sido tema de debate. Luhr
de lavas andesíticas con edades isotópicas de ~ et al. (1985) sugirieron que durante el Plio-Cua-
67 Ma del área de la Sierra Cacoma reportaron ternario el BJ se movería hacia el NW a través
evidencia de una rotación tectónica cercana a de un sistema de fallas laterales derechas a lo
los 20° en sentido antihorario para esta región. largo del rift Tepic-Zacoalco debido a que la
Cervantes-Solano et al. (2017) con nuevos datos Dorsal del Pacífico Oriental habría migrado
paleomagnéticos provenientes de lavas andesíti- hacia el continente y formado el rift de Colima.
cas cretácicas, reportan también evidencia de Sin embargo, estudios de geología estructural y
una posible rotación tectónica vertical antiho- cartografía geológica posteriores (Ferrari, 1994;
raria de entre 10° y 14° para el BJ. Como puede Ferrari, 1995; Rosas-Elguera et al., 1996; Fer-
notarse, las secuencias volcánicas Cretácicas-Pa- rari y Rosas-Elguera, 2000) demostraron que
leoceno del occidente de México representan un la tectónica Plio-Cuaternaria a lo largo del rift
buen objeto de estudio para las investigaciones Tepic-Zacoalco estaba asociada a una extensión
paleomagnéticas sistemáticas, enfocadas a pro- N-NE por lo que, entonces, el BJ se movería
porcionar datos de calidad que permitan estudiar hacia el SW, lo que coincide con los resultados
detalladamente el comportamiento del campo de los desplazamientos co-sísmicos del sismo
magnético de la Tierra en este periodo y explorar de octubre 1995 detectados por una red de 11
de depresiones tectónicas que bordean el BJ, el los pliegues es N-S (Figura 1), orientación esperada
estudio de la deformación en el interior del BJ es considerando una dirección de compresión E-W
MUESTREO
escaso. Los resultados de estudios paleomagnéticos quizá provocada por la interacción de las placas
en rocas plutónicas de la costa occidental del BJ y oceánica y continental involucradas.
de la región de Los Cabos, en la parte sur de la El muestreo paleomagnético se basó en las
península de Baja California, no indican rotación dataciones isotópicas disponibles (Frey et al., 2007)
de los polos paleomagnéticos, pero sí movimientos para la sucesión volcánica Carmichael (Tabla 1).
latitudinales menores (Böhnel et al., 1992). Righter Se recolectaron 110 muestras (de 8 a 10 muestras
y Rosas-Elguera (2001) reportan resultados asocia- estándar por sitio) provenientes de 12 unidades
dos con el sistema Cacoma (Figura 1), que eviden- ígneas, distribuidas en los estados de Jalisco y
cian fallamiento transpresivo. Nayarit con edades isotópicas entre los 61 y los 83
Por otro lado, en las areniscas y calizas mesozo- Ma que comprenden desde el final del Cretácico
icas, localizadas al oeste del rift de Colima, el eje de Superior y el principio del Paleoceno.
La Sucesión Volcánica Carmichael del Bloque Jalisco, México
Figura 1 Contexto tectónico y ubicación de los sitios de muestreo. Los sitios de muestreo (círculos amarillos) pertenecen a la SVC,
cuyas edades están entre 83.3 y 60.9 Ma. La flecha doble es un anticlinal. Las líneas negras continuas representan sistemas de fallas
que delimitan al bloque Jalisco (BJ), en el norte, el rift Tepic Zacoalco (RTZ); en el oriente, el rift de Colima (RC). RCh, rift de Chapala. Las
líneas grises representan el sistema de fallas Cacoma. LP, caldera La Primavera; C, volcán Ceboruco; VC, volcán Colima; G, Guadalajara;
PV, Puerto Vallarta; FVTM, Faja Volcánica Transmexicana.
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EXPERIMENTALES
TRATAMIENTOS
Tabla 1. Edad y localización de los sitios muestreados de la sucesión volcánica Carmichael (para más detalles sobre la determinación de
las edades ver las referencias citadas).
Ubicación
Edad
Sitio Tipo de Roca Ref.
Lat. Long. [Ma]
[°N] [°O]
TPZ-12 20.9918 104.4656 Toba silícica 60.9 ± 0.4 2
TPZ-11 20.7535 104.4917 Toba silícica 65.3 ± 0.2 2
TPZ-05 20.3683 104.5937 Andesita basáltica 67.3 ± 0.3 4
TPZ-06 20.4988 104.7677 Andesita 67.6 ± 0.2 4
TPZ-08 20.4976 104.7666 Andesita basáltica 68.6 ± 0.2 4
TPZ-09 20.4968 104.7655 Andesita basáltica 69.0 ± 0.2 4
TPZ-02 20.1881 104.3743 Toba silícica 70.6 ± 0.2 2
TPZ-10 20.4986 104.7675 Andesita 70.8 ± 0.2 4
TPZ-07 20.5001 104.7689 Andesita 73.1 ± 0.3 4
TPZ-01 20.3108 103.8994 Toba silícica 78.0 ± 2.0 3
TPZ-03 20.4432 104.4110 Toba silícica 80.7 ± 0.4 1
TPZ-04 20.4307 104.4836 Toba silícica 83.3 ± 0.3 1
Referencias. 1) Wallace y Carmichael (1989), 2) Righter et al., (1995), 3) Rosas-Elguera et al., (1997), 4) GSA data (2007).
C) En dos muestras, se observan dos fases ferro- Con la finalidad de obtener las componentes
magnéticas durante el calentamiento (Figura 2, direccionales de la magnetización natural rema-
TPZ-05). La primera de ellas es más significativa nente característica, las muestras se sometieron a
con una temperatura de Curie de 340°C y la un tratamiento de desmagnetización progresiva
segunda a una temperatura de 560°C; este com- mediante campos magnéticos alternos, aplicando
portamiento se debe posiblemente a la coexistencia de 8 a 15 pasos en incrementos de 5 y 2 mT hasta
de titanomaghemitas y titanomagnetitas. Durante alcanzar una intensidad máxima de 90 mT utili-
el enfriamiento, se observa una sola fase magnética zando un desmagnetizador AGICO LDA-3.
y una disminución considerable en el valor inicial Después de cada paso, la magnetización
de la susceptibilidad (Figura 2, TPZ-05). remanente fue medida con el magnetómetro. Se
D) En la muestra del sitio TPZ-04 (Figura 2, TPZ- desmagnetizaron siete muestras por cada sitio. Las
04), no fue posible obtener una curva debido al direcciones de magnetización natural remanente
bajo valor inicial de la susceptibilidad. característica se determinaron mediante el análisis
Posteriormente, para obtener la dirección de la de componentes principales (Kirschvink, 1980),
magnetización se midió la magnetización natural mientras que las direcciones promedio fueron cal-
remanente (NRM por sus siglas en inglés) emple- culadas con media vectorial y estadística de Fisher
ando un magnetómetro de giro AGICO JR6. (1953).
La Sucesión Volcánica Carmichael del Bloque Jalisco, México
Figura 2 Curvas representativas de susceptibilidad vs temperatura (κ-T). La línea roja indica el comportamiento de la susceptibilidad
durante el calentamiento y la línea azul durante el enfriamiento. La susceptibilidad relativa se indica en unidades arbitrarias.
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EXPERIMENTALES
TRATAMIENTOS
La Sucesión Volcánica Carmichael del Bloque Jalisco, México
Figura 3 Diagramas vectoriales ortogonales de desmagnetización. Los números indican el valor máximo en mT del campo magnético
aplicado en cada paso de desmagnetización.
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Figura 4 Proyecciones de igual área de las paleodirecciones medias por sitio. A) Direcciones medias de todos los sitios; B) Direcciones
medias después de transformar las direcciones antipodales y descartando las polaridades intermedias. La dirección media se muestra
en rojo. En verde se muestra la dirección esperada para 70 Ma según la curva de deriva polar aparente obtenida por Besse y Courtillot
(2002) y en azul la obtenida por Torsvik et al., (2012).
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rocas donde se tomaron las muestras hayan sido VGPLong = 186.6°E, A95 = 11.7°, N = 11, Figura
RESULTADOS
afectadas por relámpagos (Cox, 1961) (Figura 3F). 5A. Esta posición del polo concuerda relativa-
mente bien, dentro de sus incertidumbres, con
4. Resultados las posiciones esperadas a partir de las curvas de
deriva polar aparente para América del Norte
Luego de obtener los promedios individuales, para (APWP) de Besse y Courtillot (2002) y Torsvik et
distinguir a las polaridades intermedias aplicado al., (2012) para 70 Ma (Figura 5B).
un ángulo de corte de 45° (Johnson et al., 2008) sin Para evaluar la existencia posibles rotaciones
considerar las incertidumbres, se observa que hay tectónicas, se comparó esta posición del VGP con
ocho sitios con polaridad normal y tres sitios de las posiciones esperadas de los polos para edades
polaridad inversa (Figura 4A). Al aplicar la prueba adyacentes de 60, 70, y 80 Ma obtenidos mediante
de inversión de McFadden y McElhinny (1990) las mismas curvas de referencia de Besse y Cour-
a los sitios con polaridad inversa, éste resultó tillot (2002) y Torsvik et al., (2012) y se calculan
indeterminado debido que solo son tres y a la dis- los parámetros de rotación vertical R ± ΔR y el
persión entre ellos. A pesar de esto, sus direcciones parámetro de flattenig de la inclinación F ± ΔF
se consideraron antipodales al promedio de los junto con sus límites de confianza (Demarest,
sitios con polaridad normal y se incluyeron para 1983) (Tabla 3).
el cálculo del promedio global Dec. = 344.7°, Inc. Al examinar los valores para R y F y sus cor-
= 43.2°, N = 11, α95 = 13.2° (Tabla 2, Figura 4B). respondientes incertidumbres ΔR y ΔF, según las
El polo geomagnético virtual correspondiente direcciones esperadas de Besse y Courtillot (2002),
(VGP) tiene una posición de VGPLat = 75.2°N, se observa que los valores de R varían entre -4.3°
Figura 5 Polos geomagnéticos virtuales. A) Polos geomagnéticos por sitio obtenidos en este estudio y en color rojo el promedio de este
estudio con su intervalo de confianza; B) Polos geomagnéticos de referencia y su intervalo de confianza calculados a partir de las curvas
sintéticas de deriva polar aparente de América del Norte para 70 Ma; el círculo rojo representa el promedio de este estudio, el círculo
verde es la posición del polo según Besse y Courtillot (2002) y el círculo negro es la posición según Torsvik et al. (2012).
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Tabla 2. Resultados paleomagnéticos promedio obtenidos por sitio. Lat. y Long. son la latitud y longitud geográficas de los sitios
muestreados; la edad se muestra en millones de años; n es el número de especímenes utilizados para el cálculo del promedio; N es el
RESULTADOS
número total de especímenes tratados magnéticamente; Inc. es la inclinación magnética promedio; Dec. es la declinación magnética
promedio; α95 es el ángulo del 95% de confianza de la estadística de Fisher (1953); VGPLat. y VGPLong. son la latitud y longitud de la posición
del polo geomagnético virtual correspondiente. En negritas se muestran los sitios con polaridad inversa.
Tabla 3. Comparación de la posición del VGP promedio de este estudio con las posiciones esperadas de acuerdo con las curvas
sintéticas de deriva polar aparente (APWP). VGPLat. y VGPLong. son la latitud y longitud del polo geomagnético virtual respectivamente;
N es el número de determinaciones individuales utilizados en el cálculo del promedio; A95 es el ángulo del 95% de confianza de la
estadística de Fisher (1953); R es la cantidad de rotación del eje vertical y F es el aplanamiento de la inclinación; ΔR and ΔF son sus
correspondientes límites de confianza calculados según Demarest, (1983).
Tabla 4. Comparación de la posición del VGP promedio de este estudio con las posiciones esperadas de acuerdo con las curvas
RESULTADOS
sintéticas de deriva polar aparente (APWP). VGPLat. y VGPLong. (Véase Tabla 3).
a -1.1° con valores de ΔR entre 15.7 y 15.0, Vallarta y rocas volcánicas de la región del Encino,
respectivamente. con edades entre los 80 a 100 Ma, no apoyan la
En sentido estricto, los valores ΔR indican que hipótesis de rotaciones horarias o antihorarias
las rotaciones no son estadísticamente significati- que permitan afirmar la ocurrencia de fallas
vas, por lo que no es posible confirmar la existencia laterales dextrales o sinistrales, respectivamente
de una rotación vertical. Sin embargo, es notable (Böhnel et al., 1989), lo que puede interpretarse
que en los tres casos el signo de R es negativo, lo como una estabilidad del BJ. Sin embargo, los
cual es consistente con un movimiento rotacional resultados paleomagnéticos de la unidad inferior
antihorario. Ahora bien, si se comparan con las de la SVC muestran rotaciones antihorarias de
direcciones esperadas según Torsvik et al. (2012), 25° (Goguitchaichvili et al., 2003) y entre 10° y 14°
los valores de R son menores, entre 0.2° a 1.6°, (Cervantes-Solano et al., 2017). Con el propósito
5.1. EL BLOQUE JALISCO Y SU FRONTERA NORTE estable desde Cretácico superior-Paleoceno hasta
el Cuaternario. Estos resultados indican, además,
La región del actual rift Tepic-Zacoalco, que sep- que los movimientos laterales reportados para
ara la Sierra Madre Occidental del BJ, ha regis- la frontera norte del BJ, que separa la Sierra
trado diferentes tipos de movimientos tectónicos. Madre Occidental de la FVTM, asociados a la
Durante el Mioceno medio tardío, tuvo dos fases separación de Baja California, parecen no ser
de deformación asociadas a la separación de la significativos, aunque hay evidencias geológicas
península de Baja California de la placa de Nor- para argumentar a su favor. Esta aparente con-
teamérica (Ferrari, 1995). La primera de las fases tradicción se puede explicar si se asume que el
fue lateral izquierda asociada al movimiento hacia fallamiento lateral sinistral no fue lo suficiente-
el E-SE del BJ, mientras que la segunda fase cor- mente importante de tal manera que, estadísti-
responde a una transtensión lateral dextral en el camente, no es posible observarse a partir del
oriente, lo que provocó que el BJ se moviera hacia registro paleomagnético.
el W-NW. El movimiento del BJ hacia el NW en
el Plio-cuaternario, inducido por la migración de 5.2. MAGNETOESTRATIGRAFÍA
la East Pacific Rise hacia el oriente, que provocó la
apertura del rift de Colima (Luhr et al., 1985), fue Con base en las edades isotópicas publicadas
una idea que se mantuvo por 10 años, pero sin el para las unidades estudiadas, y con los VGP’s
trabajo geológico de campo que la soportara. Tra- de los 11 sitios, así como sus paleodirecciones,
bajos de cartografía geológica y microtectónica es posible establecer de forma preliminar una
subsecuentes (Rosas-Elguera et al., 1996; Ferrari secuencia de polaridades geomagnéticas (Figura
y Rosas-Elguera, 2000) demostraron que si el BJ 6). La secuencia comienza con una polaridad
se movió en los últimos 5 Ma debió ser hacia el invertida encontrada en dos sitios, TPZ-04 (83.3
S-SW, lo que coincide con la dirección hacia el ± 0.03 Ma) y TPZ-03 (80.7 ± 0.4 Ma). Según
SW de los desplazamientos co-sísmicos del sismo las edades, esta polaridad puede asociarse con el
de octubre 1995 (Melbourne et al., 1997). cron C33R de la escala de polaridades geomag-
La Sucesión Volcánica Carmichael del Bloque Jalisco, México
es compatible con sus bajas inclinaciones magnéti- polaridad normal, que se correlaciona con el cron
cas de 23.1° y 21.1°. Finalmente, los sitios TPZ-09 C30N, mientras que el sitio TPZ-11 (65.3 ± 0.2
DISCUSIÓN
(69.0 ± 0.2 Ma), TPZ-08 (68.6 ± 0.2 Ma), TPZ-06 Ma) tiene una polaridad inversa, que se ajusta con
(67.6 ± 0.2 Ma) y TPZ-05 (67.3 ± 0.3 Ma) tienen la polaridad del cron C29R (Figura 6).
Figura 6 Latitud del polo geomagnético virtual (VGPlat), declinación e inclinación y su correlación con la escala de polaridades
geomagnéticas según las edades de los sitios estudiados.
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con polaridad inversa. La dirección media calcu- tectónicas asociadas a fallas laterales, por lo que
lada de los sitios de polaridad normal es de Dec. = se puede concluir que el BJ se ha mantenido rel-
344.7°, Inc. = 43.2°, N = 11, α95 = 13.2°. Los sitios ativamente estable desde Cretácico Tardío-Pa-
con polaridad invertida se les considera antip- leoceno hasta el Cuaternario.
odales por lo que, luego de realizar la inversión
conveniente, fueron incluidos para el cálculo del
polo geomagnético virtual (VGP), al resultar una Contribuciones de los autores
posición de VGPLat = 75.2°N, VGPLong = 186.6°E,
A95 = 11.7°, N = 11. Si se compara esta posición Conceptualización e interpretación de resultados.
con los polos obtenidos a partir de las curvas de Redacción parcial del manuscrito original: José
deriva polar aparente para América del Norte Rosas-Elguera; Redacción parcial del manuscrito
(APWP) de Besse y Courtillot (2002) y Torsvik et original: Miguel Ángel Cervantes-Solano; Análi-
al. (2012), se observa que éste concuerda relativa- sis de datos y desarrollo metodológico/técnico: Avto
mente bien con lo esperado. Aunque debido al Goguitchaichvili; Trabajo de campo y análisis de
valor de A95=11.7° en nuestra determinación, esta datos: Juan Morales Contreras; Trabajo de campo:
posición del polo se traslapa con polos de edades Ángel Martínez-Godínez; Interpretación: Jaime
adyacentes. Urrutia-Fucugauchi
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AGRADECIMIENTOS/ CONFLICTOS
Boletín de la Sociedad Geológica Mexicana / 74 (2) / A061221 / 2022 / 15
DE INTERÉS/ REFERENCIAS
FINANCIAMIENTO/
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