Resolutivos A.D. Glagrancia 276

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AMPARO DIRECTO 14/2011

QUEJOSO: **********

PONENTE: MINISTRO JOSÉ RAMÓN COSSÍO DÍAZ

SECRETARIO: JULIO VEREDÍN SENA VELÁZQUEZ

México, Distrito Federal. Acuerdo de la Primera Sala de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación correspondiente al día nueve
de noviembre de dos mil once.

SENTENCIA

Mediante la que se resuelven el juicio de amparo directo 14/2011,


promovido por **********, contra actos de la Primera Sala Colegiada
Penal de Tlalnepantla del Tribunal Superior de Justicia del Estado de
México y el Director del Centro Preventivo y de Readaptación Social
de Chalco, Estado de México, consistentes en el dictado y la
ejecución, respectivamente, de la sentencia definitiva de veintiséis de
junio de dos mil nueve, en el toca **********.

I. ANTECEDENTES

1. Las acciones de interés jurídico penal. De manera preliminar, es


importante conocer los antecedentes fácticos que dieron origen a la
instrucción del proceso penal contra el demandante de amparo.

2. En la madrugada del treinta y uno de marzo de dos mil siete, en el


cruce de **********, fue lesionado **********, cuando estaba a bordo del
vehículo Chrevrolet, tipo S-10, verde, con número de placas de
circulación ********** del Distrito Federal.
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3. El hecho fue comunicado por una persona, que no fue identificada, al


oficial de seguridad pública **********, quien estaba en la base de
guardia cercana al lugar de los hechos. Ante el aviso el oficial ubicó el
vehículo y al apreciar que en el interior de la cabina estaba la víctima,
recostada sobre el asiento, de inmediato solicitó la asistencia de
paramédicos de una corporación de emergencia. Una vez que la
unidad de auxilio advirtió la magnitud de las heridas que presentaba
**********, lo trasladó a un nosocomio para que recibiera atención
médica. El suceso fue denunciado por ********** y motivó el inicio de la
averiguación previa **********.

4. A pesar del auxilio médico oportuno, ********** falleció el dos de abril


de dos mil siete. De acuerdo con los resultados de la necropsia, la
muerte fue provocada por una herida en el cuello, realizada con un
instrumento punzocortante, clasificada de mortal.

5. El veintitrés de octubre de dos mil siete, los oficiales de la policía


ministerial ********** y ********** (adscritos al primer grupo de
investigaciones de Naucalpan de Juárez, Estado de México)
presentaron a **********, ahora quejoso, ante el Agente del Ministerio
Público de la localidad, por estar vinculado con el homicidio referido y
le imputaron la comisión del ilícito de cohecho.

6. Los agentes policiales informaron que la detención derivó de las


circunstancias siguientes: al transitar por la avenida Estacas, de la
colonia San Bartolo Centro, en el municipio de Naucalpan de Juárez,
Estado de México, un taxista que se presentó como **********, los
interceptó para informarles que a la altura del Mercado de San Bartolo,
en esa avenida, estaba una persona que vestía pantalón de mezclilla y
chamarra blanca, al que identificaba como uno de tres individuos que
seis meses atrás agredieron a una persona que estaba a bordo de una
camioneta en la colonia Loma de Cartagena, municipio de Tultitlán,
Estado de México, de quien posteriormente se enteró que falleció. A

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continuación, los elementos de la policía ubicaron al individuo que les


era señalado, quien resultó ser el actual quejoso **********, al cual se
aproximaron y después de identificarse le preguntaron sobre su
relación con los hechos y ―según el informe― aceptó haber
participado en los mismos. Por tal motivo, los policías lo detuvieron.

7. El informe policiaco agregó que en el trayecto a las oficinas


ministeriales el detenido les ofreció entregarles la cantidad de **********
a cambio de que no lo presentaran al Ministerio Público. Propuesta
que fue rechazada por los policías, quienes le informaron que esa
conducta constituía un delito. La investigación policial arrojó como
resultado que la imputación tenía relación con el homicidio de
**********. Los agentes captores pusieron al detenido a disposición del
Ministerio Público, bajo la acusación de los delitos de homicidio y
cohecho.

8. La puesta a disposición de ********** motivó la integración de la


averiguación previa **********, que se relacionó con la investigación
inicial **********. Investigación ministerial que es el origen del proceso
penal del que deriva la sentencia definitiva reclamada.

9. Trayectoria de la causa penal **********. Concluida la indagatoria, el


veinticinco de octubre de dos mil siete el órgano ministerial estatal
ejerció acción penal contra el actual quejoso, como probable
responsable de los delitos de cohecho, cometido en agravio de la
administración pública, previsto y sancionado en el artículo 128,
párrafo primero y fracción II, del Código Penal del Estado de México, y
homicidio calificado, perpetrado en agravio de **********, descrito y
punible en términos de los numerales 241, párrafo primero, 242,
párrafo primero y fracción II, y 245, párrafo primero y fracción II, del
mismo ordenamiento penal.

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10. La indagatoria fue asignada para su conocimiento al Juez Segundo


Penal de Primera Instancia del Distrito Judicial de Cuautitlán, Estado
de México, quien le asignó el número de causa penal **********. El
proceso penal se instruyó por los dos delitos materia del ejercicio de la
acción penal.

11. El veintisiete de marzo de dos mil nueve, se dictó la sentencia de


primera instancia, en la cual se declaró a ********** penalmente
responsable de la comisión de los delitos por los que fue acusado. Por
tal motivo, se le impusieron las penas de cincuenta y un años, nueve
meses de prisión, la sanción económica equivalente a dos mil
cuatrocientos días de salario mínimo, cuya conversión ascendió a
**********, y la condena derivada de la reparación del daño material,
que ascendía a **********. Además, de aplicarle como consecuencia
jurídica del dictado de la sentencia condenatoria la suspensión de
derechos políticos y civiles, así como la amonestación.

12. Trámite del recurso de apelación. Inconformes con la sentencia de


primera instancia, ********** y su defensor interpusieron el recurso de
apelación, del cual correspondió conocer a la Primera Sala Colegiada
Penal de Tlalnepantla, del Tribunal Superior de Justicia del Estado de
México, bajo el número de toca **********.

13. El veintiséis de junio de dos mil nueve, se resolvió el citado medio de


impugnación, en el sentido de confirmar la sentencia condenatoria,
con la precisión de que la pena de prisión se computaría a partir de la
fecha en que el enjuiciado fue privado de la libertad personal.
Inconforme con esa determinación, promovió juicio de amparo directo.

II. TRÁMITE

14. Demanda de amparo. El quejoso **********, por escrito presentado el


catorce de diciembre de dos mil diez, presentó la demanda de amparo

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directo en la que solicitó el amparo y protección de la Justicia Federal,


contra las autoridades y por los actos que a continuación se precisan:

Autoridades responsables:

 Ordenadora: Primera Sala Colegiada Penal de Tlalnepantla del


Tribunal Superior de Justicia del Estado de México.

 Ejecutora: Director del Centro Preventivo y de Readaptación


Social de Chalco, Estado de México.

Actos reclamados:

 El dictado y la ejecución de la sentencia definitiva de veintiséis


de junio de dos mil nueve, en el toca **********.

15. En la demanda de amparo se afirma la violación a las garantías


individuales consagradas en los artículos 14, 16, 20 y 21 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Además, la
vulneración de los artículos 9 y 15 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos, 7 y 8 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos. El quejoso narró los antecedentes del asunto e hizo valer
los conceptos de violación que estimó pertinentes.

16. Por acuerdo de treinta y uno de enero de dos mil once, el Presidente
del Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Segundo Circuito
admitió la demanda de amparo y ordenó registrarla con el número
24/2011. En el mismo acuerdo tuvo por emplazados al juicio de
amparo a las autoridades señaladas como responsables y a los
terceros perjudicados1. Además, ordenó dar vista al Agente del
Ministerio Público adscrito a dicho Tribunal; quien mediante pedimento

1
El carácter de tercero perjudicado fue reconocido a ********** y **********, padres de la víctima del
ilícito de homicidio, a quienes se les designó en la sentencia definitiva reclamada como titulares del
derecho a recibir la reparación del daño material.

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presentado el catorce de febrero siguiente, solicitó que se declararan


infundados los conceptos de violación y se negara el amparo.

17. Facultad de atracción de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación. Por escrito de dieciocho de febrero de dos mil once,
presentado ante la Oficina de Certificación Judicial y Correspondencia
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los representantes
legales del quejoso **********, solicitaron que el asunto se pusiera a
consideración de los Ministros integrantes de la Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación para efectos de decidir si
ejercían la facultad de atracción para resolver el juicio amparo directo,
al estimar que reunía los requisitos de importancia y trascendencia,
por las siguientes razones:

 El Ministerio Público omitió darle a conocer de manera explícita


al inculpado los derechos y las garantías que en su favor
consagra el artículo 20, apartado A, de la Constitución Federal.

 Actualizar los criterios relativos respecto a la prueba testimonial


cuando se trata de un testigo singular, principalmente cuando es
el único medio probatorio que existe para emitir una sentencia
condenatoria.

18. El Presidente de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación, por auto de veintiocho de febrero de dos mil once, determinó
formar y registrar la solicitud de ejercicio de facultad de atracción bajo
el número 45/2011. Asimismo, ordenó que se sometiera a la
consideración de los Ministros integrantes de esta Primera Sala.

19. En sesión privada de nueve de marzo de dos mil once, el Ministro


Arturo Zaldívar Lelo de Larrea decidió, de oficio, hacer suyo el escrito
de solicitud de ejercicio de la facultad de atracción, respecto al amparo
directo 24/2011, del Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del

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Segundo Circuito. Por acuerdo de dieciséis de marzo de dos mil once,


el Presidente de esta Primera Sala admitió a trámite la solicitud de
facultad de atracción y la turnó al Ministro adoptante de la solicitud.

20. En sesión de once de mayo de dos mil once, se decidió ―por mayoría
de cuatro votos― ejercer su facultad de atracción para conocer del
asunto. Esto, tras considerar que se actualizaban los extremos de
importancia y trascendencia necesarios para atraer el juicio de amparo
directo.2

III. COMPETENCIA

21. Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es


competente para resolver el presente juicio de amparo directo, en
atención a que, si bien la competencia originaria para resolver las
demandas de esta naturaleza recae en los Tribunales Colegiados de
Circuito,3 en el caso se ejerció la facultad de atracción para conocer de
él, en términos de lo dispuesto en los artículos 107, fracción V, inciso

2
En la resolución de la solicitud de ejercicio de la facultad de atracción –páginas 25 y 26– se
precisa que la atracción del amparo directo implicaría:
 Fijar criterio en relación al modelo procesal del Estado mexicano.
 Fijar criterio respecto al dicho de un testigo único como única prueba en un procedimiento
penal. En relación al principio “testis unus, testis nullus” o “testigo único, testigo nulo” en la
materia penal.
 Constatar que a la persona imputada se le hagan saber los derechos que en su favor
consagra el artículo 20 de la Constitución Federal.
Lo cual se estimó que permitiría dar respuesta a las interrogantes siguientes:
1. ¿Determinar si el testigo de cargo tiene la característica de singular o de único?
2. ¿Debe un juez penal otorgarle valor probatorio pleno al dicho de un testigo único, en especial,
cuando no existen otros elementos probatorios para acreditar la responsabilidad penal de un
imputado?
3. ¿Debe un juez penal dar valor probatorio a dicho testimonio, cuando existe duda sobre la
identidad del testigo?
4. ¿Debe un juez penal dar valor probatorio a dicho testimonio, a pesar de que fue rendido ante
el Agente del Ministerio Público y nunca ante el juez de la causa penal?
5. ¿El hecho que un testigo no declare ante el juez de la causa penal viola el principio de
inmediatez?
6. ¿La búsqueda de la verdad histórica o real del evento que se reputa delictuoso está por
encima de los requisitos legales y constitucionales para recabar las pruebas?
3
Por disposición expresa de los artículos 107, fracciones V y VI, de la Constitución Federal y 158
de la Ley de Amparo.

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d), párrafo segundo, de la Constitución Política de los Estados Unidos


Mexicanos, 182, fracción III, de la Ley de Amparo, y 21, fracción III,
inciso b), de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación.

IV. OPORTUNIDAD Y PROCEDENCIA

22. El juicio de amparo directo que se resuelve fue promovido con


oportunidad y es procedente, al reclamarse una sentencia definitiva en
materia penal por quien tiene el carácter de enjuiciado, mediante la
cual se le impusieron diversas penas, entre ellas la de prisión que
representa un ataque a la libertad personal. En consecuencia, se trata
de un acto judicial definitivo respecto del que es procedente el medio
de control constitucional intentado y puede interponerse en cualquier
tiempo, en términos de lo dispuesto por los artículos 21, 22, fracción II,
y 158 de la Ley de Amparo.

V. EXISTENCIA DEL ACTO RECLAMADO

23. La existencia del acto reclamado a la Primera Sala Colegiada Penal de


Tlalnepantla del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México,
quedó legalmente acreditada a partir del informe justificado que rindió,
el cual fue presentado el veintisiete de enero de dos mil once, en la
Oficina de Correspondencia Común de los Tribunales Colegiados en
Materia Penal del Segundo Circuito en Toluca, Estado de México y
recibido al día siguiente por el Primer Tribunal Colegiado en Materia
Penal del Segundo Circuito. Informe en el que la autoridad judicial
señalada como responsable aceptó el acto reclamado consistente en
el dictado de la sentencia definitiva de veintiséis de junio de dos mil
nueve, en el toca **********, que resolvió el recurso de apelación
interpuesto por el quejoso contra la sentencia de primera instancia
dictada por el Juez Segundo Penal de Primera Instancia del Distrito
Judicial de Cuautitlán, Estado de México, en la causa penal **********.
Y anexó los autos originales que integran el proceso penal, entre las

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que obra la sentencia definitiva reclamada. Constancias a las cuales


se les confiere valor probatorio pleno, con fundamento en el artículo
202 del Código Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación
supletoria en términos de lo dispuesto en el numeral 2 de la Ley de
Amparo.

24. Por otra parte, respecto a la autoridad responsable Director del Centro
Preventivo y de Readaptación Social de Chalco, Estado de México, a
pesar de que no rindió informe justificado, el acto de ejecución que se
le atribuye se tiene por cierto. En virtud de que el demandante de
amparo sostiene que en dicha institución carcelaria está interno con
motivo de la ejecución de la sanción privativa de libertad impuesta en
la sentencia definitiva reclamada, cuya existencia aceptó la autoridad
judicial responsable y entre las facultades de la autoridad penitenciaria
referida se encuentra la ejecución de sanciones penales en la entidad,
como se desprende de los artículos 1, 2, 4, fracción I, 5, 6, fracción I,
10, fracción I, y 19, fracción IV, de la Ley de Ejecución de Penas
Privativas y Restrictivas de la Libertad del Estado de México 4 y 1 y 7
4
“Artículo 1. Las disposiciones de esta Ley son de orden público, regirán en el Estado de México y
su aplicación corresponde al Ejecutivo del Estado a través de la Agencia de Seguridad Estatal, por
conducto de la Dirección General de Prevención y Readaptación Social.”
“Artículo 2. Este Ordenamiento tiene como objetivo:
I. Establecer las bases para la Ejecución de las Penas Privativas y Restrictivas de la Libertad,
previstas en el Código Penal y otras Leyes.
II. Facultar a las Autoridades correspondientes para que ejerzan el control y vigilancia de cualquier
privación de libertad impuesta en los términos de las Leyes de la materia.
III. Establecer las bases para la prevención y readaptación social a través del tratamiento
penitenciario.
“Artículo 4. El tratamiento debe asegurar el respeto a los derechos humanos y debe tender a la
readaptación social de los internos, con base en los siguientes lineamientos:
I. En relación a los sentenciados, debe ser aplicado un tratamiento de readaptación de los mismos.
[…].”
“Artículo 5. Los establecimientos de internación serán denominados Centros Preventivos y de
Readaptación Social y para los efectos de esta Ley se mencionarán como Centros.”
“Artículo 6. Los Centros dependerán de la Dirección General de Prevención y Readaptación Social
y contarán con las secciones siguientes:
I. De Ingreso, Observación, Custodia Preventiva, Ejecución de Penas e Instituciones Abiertas. […].”
“Artículo 10. La Dirección General de Prevención y Readaptación Social, es la unidad
administrativa de la Agencia de Seguridad Estatal responsable de la administración y la seguridad
de los Centros, procedimientos y directrices para conseguir la readaptación social y tendrá las
atribuciones siguientes:

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del Reglamento de los Centros Preventivos y de Readaptación Social


del Estado de México5.

VI. ELEMENTOS DE ESTUDIO

25. La sentencia definitiva reclamada. La Primera Sala Colegiada Penal


de Tlalnepantla, del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México
al dictar la resolución reclamada sostuvo, en síntesis, los argumentos
siguientes6:

25.1 Metodología de análisis adoptada. La autoridad judicial


responsable precisó que el estudio de los presupuestos jurídicos que
sustentan la sentencia condenatoria se sujetaría a lo establecido en el
artículo 256, en relación a los diversos 121, 124 y 128 del Código de
Procedimientos Penales para el Estado de México. 7 En consecuencia,

I. Crear, organizar, dirigir y administrar los Centros Preventivos y de Readaptación Social en el


Estado. […].”
“Artículo 19. El Sistema de Centros Preventivos y de Readaptación Social del Estado, estará
formado por las siguientes secciones: […]
IV. De Ejecución de Penas. […].”
5
“Artículo 1. Las dispociones (sic) de este Reglamento, regirán en los Centros Preventivos y de
Readaptación Social del Estado, correspondiendo su aplicación a la Dirección de Prevención y
Readaptación Social, a través del personal directivo de los Centros, teniendo como objetivo, la
normatividad del internamiento, custodia y tratamiento de los internos, procurándose, tanto la
readaptación de los sentenciados, como la no desadaptación de indiciados, procesados y
detenidos en virtud de una petición de extradición.”
“Artículo 7. Los Centros albergarán únicamente a aquellas personas cuya internación ha sido
decretada por la autoridad competente, sea con el carácter de indiciado o sentenciado.”
6
La síntesis se apega a la estructura que la propia Sala responsable siguió.
7
“Artículo 256. Sólo se condenará al acusado cuando se compruebe la existencia del cuerpo del
delito y su responsabilidad. En caso de duda debe absolverse.”
“Artículo 121.El cuerpo del delito se tendrá por comprobado cuando se justifique la existencia de
los elementos objetivos del tipo; así como los normativos y los subjetivos, cuando aparezcan
descritos en éste. La probable responsabilidad penal del inculpado, se tendrá por acreditada
cuando de los medios probatorios existentes se pruebe directa o indirectamente su participación
dolosa o culposa y no exista acreditada en su favor alguna otra causa de exclusión del delito.
Respecto de los tipos que se señalan podrán acreditarse los elementos objetivos que se refieren
en la forma que se indica.”
“Artículo 124. En caso de homicidio, el cadáver será objeto de inspección mediante descripción
detallada, y se recabará el dictamen de perito médico oficial, quien practicará la necropsia,
expresando con minuciosidad el estado que guarda el cadáver y las causas que originaron la
muerte. Si hubiere sido sepultado, se procederá, a su exhumación.
Solamente podrá dejarse de practicar la necropsia cuando el agente del Ministerio Público, vista la
opinión del médico legista, estime que no es necesaria, y siempre y cuando el procurador general
de justicia o el subprocurador que corresponda lo autoricen para ello.”

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los parámetros a colmar se basarían en la comprobación del “cuerpo


de los delitos” materia de la acusación y la responsabilidad del
acusado.

Además, estableció que la verificación de la apreciación de los


principios reguladores de valoración de la prueba se realizaría en
atención a lo dispuesto por los artículos 254 y 255 del Código de
Procedimientos Penales para el Estado de México 8.

25.2. Análisis del cuerpo del delito de homicidio previsto en el


artículo 241 del Código Penal del Estado de México 9, cometido en
agravio de **********.

 En la resolución reclamada se sostiene que el juez de primera


instancia no vulneró los principios reguladores de la valoración
de pruebas, pues el estudio refleja una adecuada apreciación del
caudal probatorio. Los medios de convicción considerados para
sostener la comprobación de los elementos objetivos del delito
se ponderaron al tenor de los argumentos que enseguida se
exponen:

 Tiene eficacia jurídica probatoria el dictamen de necropsia


practicado en el cadáver del occiso, en el cual se concluye que
el fallecimiento derivó de las alteraciones provocadas por una
herida inferida en el cuello, por un instrumento punzocortante,

“Artículo 128. Para la comprobación del cuerpo del delito y la responsabilidad penal, el Ministerio
Público y los tribunales gozarán de la acción más amplia para disponer las medidas de
investigación que estimen conducentes con apego a las disposiciones legales.
Para la comprobación del estado de ebriedad, en los casos a que se refiere el artículo 61 del
Código Penal, los peritos médicos legistas oficiales podrán hacer uso del alcoholímetro para
apoyar su dictamen.”
8
“Artículo 254. Las pruebas serán valoradas, en su conjunto, por los tribunales, siempre que se
hayan practicado con los requisitos señalados en este código.”
“Artículo 255. El órgano jurisdiccional razonará en sus resoluciones lógica y jurídicamente la
prueba, tomando en cuenta tanto los hechos a cuyo conocimiento haya llegado por los medios
enumerados en este título, como los desconocidos que haya inferido, inductiva o deductivamente,
de aquéllos.”
9
“Artículo 241. Comete el delito de homicidio el que priva de la vida a otro.”

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clasificada de mortal. Al cual se eslabona el acta médica de tres


de abril de dos mil siete, donde se describen las lesiones al
exterior y la media filiación del cadáver; y, la pericial en materia
de criminalística de campo y fotografía. Opiniones técnicas
que ―a consideración de dicho órgano― alcanzaban idoneidad
jurídica al demostrar la privación de la vida del ofendido y la
causa generadora.

 Además, la Sala estimó que los anteriores medios de prueba se


vinculaban lógica y jurídicamente con los testimonios de
********** y **********, quienes identificaron el cadáver de quien
respondía al nombre de **********.

 Luego, para definir las circunstancias en las cuales se suscitaron


los hechos que desencadenaron en la muerte de la víctima,
asignó eficacia jurídico demostrativa al testimonio del oficial de
seguridad pública **********, en cuanto expresó que el treinta y
uno de marzo de dos mil siete, alrededor de la una horas con
treinta minutos, estaba en la base de guardia ubicada en la
colonia Lomas de Cartagena, municipio de Tultitlán, Estado de
México, hasta donde llegó un individuo –que no proporcionó su
nombre– y le informó que sobre el Boulevard Ciudad Labor y
Boulevard Cartagena, de la misma colonia, estaba un sujeto
herido, a bordo de una camioneta verde, con placas de
circulación ********** del Distrito Federal. Acudió al lugar indicado
y al observar que en la cabina del vehículo estaba un individuo
recostado sobre el asiento, sin heridas visibles, solicitó apoyo a
personal de protección civil. Los paramédicos que lo auxiliaron
revisaron a la persona hallada y decidieron trasladarlo a un
hospital porque estaba lesionada. Resaltó que al lugar del
hallazgo se presentó **********, quien le informó que era suegra
de la víctima, pero ignoraba la manera en que fue herido.

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 Para corroborar esta premisa de análisis, la Sala responsable


otorgó pleno valor probatorio al testimonio de **********, quien
coincidió en expresar que el treinta y uno de marzo de dos mil
siete su hermano fue lesionado con una arma blanca en el
cuello, razón por la que recibió atención médica en diversos
hospitales. Y agregó que el lesionado pudo hablar con **********,
a quien textualmente le dijo “**********y el de la tienda saben lo
que sucedió, no conozco al que me agredió”; con ello **********
se refirió a su expareja y a una persona que estaba en una
tienda, a quien la testigo no conocía.

 El mismo rango demostrativo ubicó la autoridad judicial


responsable al testimonio de ********** –citado por segunda
ocasión–. La testigo sostuvo haber acudido al hospital al cual fue
trasladado **********, porque estaba lesionado, a quien le
preguntó por lo sucedido y éste le informó que no sabía quién lo
había herido, pero que todo había pasado porque acudió a ver a
su expareja **********, por lo que ella y un individuo al que refirió
como “el de la tienda” si sabían quién lo agredió.

 A criterio de la Sala, los anteriores testimonios tenían eficacia


jurídica probatoria al aportar datos de las personas que sabían
quién había sido el agresor y la dinámica en que se desarrolló el
hecho delictivo, en el cual el pasivo perdió la vida por una lesión
inferida con un instrumento punzocortante a la altura del cuello.
Aunado a que por la edad, instrucción y capacidad psicofísica de
los testificantes, se advertía que tenían el criterio necesario para
narrar lo que sustentaron. Además, por su probidad,
independencia de posición y antecedentes personales
denotaban total imparcialidad, objetividad, congruencia y el
deseo de que se investigara la verdad para castigar al
responsable de la agresión. Adicionalmente, porque la narrativa

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se refería a hechos susceptibles de apreciarse por los sentidos y


no por inducciones ni referencias de otros; la cual también era
precisa y clara, sin dudas ni reticencias sobre la sustancia del
hecho y las circunstancias esenciales; sin que existieran datos
para afirmar que los testimonios se obtuvieron por fuerza, miedo,
engaño, error o soborno. Y las declaraciones se emitieron en
términos de lo dispuesto por los artículos 98, 110, 193, 196 y 202
del Código de Procedimientos Penales para el Estado de
México.

 En este tenor, también se otorgó valor probatorio a la


inspección ministerial del vehículo Chevrolet, tipo S10, verde
metálico, placas de circulación ********** del Distrito Federal. Al
respecto se afirmó que se trata de una prueba objetiva que
demuestra la existencia del vehículo en el cual se encontró
herido al sujeto pasivo, misma que fue realizada por la institución
ministerial en ejercicio de la facultades de investigación
conferidas en términos de los artículos 21 de la Constitución
Federal, 120 y 157, fracción IV, del Código de Procedimientos
Penales para el Estado de México

 Por otra parte, la Sala responsable consideró que el Juez de


primer grado se ajustó a los principios reguladores de la
valoración de pruebas para otorgar eficacia jurídica al
testimonio ministerial de **********, para efecto de establecer la
forma en que fue privado de la vida **********. El testigo afirmó
que presenció las circunstancias en las que fue lesionado el
sujeto pasivo, al expresar textualmente lo siguiente:

“[…] al inicio de la segunda semana de marzo de dos mil


siete, empezó a trabajar en el sitio de taxis ubicado en el
asta bandera de Tultitlán que se pone nada más en las
noches y los fines de semana; y al estar laborando en
ese sitio, un día a finales del mes de marzo, realizó como

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a las cero horas con treinta minutos aproximadamente,


un servicio llevando a una pareja a un domicilio en la
colonia Lomas de Cartagena, en el municipio de Tultitlán,
después de haber realizado dicho servicio y al venir por
el Boulevard Cartagena con dirección a la avenida López
Portillo, se paró en una tienda ubicada sobre el
Boulevard Cartagena que está cerca de un módulo de
policía, ya que tenía que comprar unos cigarros y al
dirigirse hacia la unidad que traía siendo un vehículo
Volkswagen, Derby, color blanco, se percató que a una
distancia de aproximadamente ocho metros sobre el
mismo Boulevard Cartagena y con la misma dirección
hacia la avenida López Portillo, se encontraba una
camioneta de color verde, tipo Pick-Up, siendo la S10 de
la marca Chevrolet, y en las afueras de dicha camioneta
estaban tres sujetos, a quienes veía claramente ya que
la luz artificial que existe en el lugar es buena, mismos
sujetos que estaban en la ventanilla del lado del chofer y
le estaban gritando y manoteando a una persona que se
encontraba a bordo de dicha unidad del mismo lado del
piloto, y al manotearles también el piloto de la camioneta,
alcanzó a escuchar que el piloto les gritó “no les voy a
dar nada”, en eso estos tres sujetos empezaron a
golpear insistentemente al piloto de la camioneta y uno
de ellos rompe una botella de vidrio y con lo que se
quedó en la mano le empezó a dar de golpes al piloto de
la camioneta, y que cuando terminaron de golpearlo
estos sujetos salieron corriendo y pasaron junto a su
unidad, que los vio perfectamente, y es el caso que el
día de hoy al estar por el estacionamiento del mercado
de San Bartolo en este municipio de Naucalpan de
Juárez, México, vio a uno de los sujetos que ese día
habían intervenido en la golpiza del sujeto que estaba a
bordo de la unidad de la marcha Chevrolet S10, color
verde, siendo precisamente el que había tomado la
botella y la había roto y con los filos que le habían
quedado en la mano le había propinado golpes a dicho
piloto, por lo que se dio a la tarea de buscar una patrulla,
percatándose de un vehículo que venía y les hizo
señales y se identificaron como judiciales y les dijo lo
que sabía y le consta, por lo que fueron en busca de este
sujeto, regresando con el sujeto a bordo a quien enfrente
de ellos lo reconoció plena y legalmente como el que
había golpeado con una botella rota al sujeto que estaba
a bordo de la camioneta Chevrolet, color verde […].”

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Al respecto, la Sala dijo que ―indudablemente y como lo había


afirmado el Juzgador― con el dicho de ese testigo se ubicaba al
actual quejoso en el lugar donde fue agredida la víctima. Agregó
que la declaración se vertió con las formalidades legales
establecidas en los artículos 193, 196, 200, 201 y 204 del Código
de Procedimientos Penales para el Estado de México.

 A continuación, la Sala contestó el argumento planteado por la


defensa en el sentido de que no debía otorgarse valor probatorio
al testimonio del taxista, pues a su juicio no se había recabado
de acuerdo a lo dispuesto por los artículos 16, 202 y 203 del
Código de Procedimientos Penales para el Estado de México, 10
toda vez que el testigo no había rendido la protesta de ley antes
de declarar. Aclara que no obstante se asienta en la diligencia
que se le hizo saber en la protesta no se asentó la contestación
del testigo, en sentido positivo o negativo, antes de proceder al
declarar. Respecto a esta irregularidad la Sala señaló:

10
“Artículo 16. Los agentes del Ministerio Público, en la averiguación previa, y los titulares del
órgano jurisdiccional, en el proceso, recabarán del denunciante, del querellante o de sus
representantes legales, de los peritos, de los testigos y de quienes intervengan en alguna
diligencia, la protesta de decir verdad.
Colocado el declarante de pie, frente a la Bandera Nacional, y con la mano derecha sobre la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se le tomará la protesta bajo la siguiente
fórmula:
‘Los artículos 154 y 156 del código penal, castigan con penas hasta de seis y quince años de
prisión, respectivamente, y de setecientos cincuenta días multa a quienes declaren falsamente.
Enterado de ello, pregunto a usted en nombre de la ley, si protesta solemnemente y bajo palabra
de honor, conducirse con verdad en las diligencias en que va a intervenir’.
Al contestar en sentido afirmativo se hará constar y se procederá a recibir la declaración que
corresponda.
A los servidores públicos de que habla este artículo, que omitan formular la protesta en los
términos referidos, se les impondrán por el superior jerárquico las correcciones disciplinarias a que
se refiere el artículo 34 de este código.”
“Artículo 202. Antes de que los testigos comiencen a declarar, se les recibirá la protesta de decir
verdad, en los términos a que se refiere el artículo 16 de este código.
Esto se podrá hacer hallándose reunidos todos los testigos.
A los menores de dieciocho años, se les exhortará para que se conduzcan con verdad.”
“Artículo 203. Después de tomarle la protesta de decir verdad, se preguntará al testigo su nombre,
apellido, edad, lugar de origen, habitación, estado civil, profesión u ocupación, si se halla ligado
con el indiciado o el ofendido por parentesco, amistad o cualesquiera otros y si tiene motivo de odio
o rencor en contra de alguno de ellos, así como si tiene interés en que el proceso se resuelva a
favor del indiciado u ofendido.”

16
AMPARO DIRECTO 14/2011

“[…] no es dable sostener que tal incumplimiento anule la


fuerza probatoria de dicho testimonio, pues es criterio
jurisprudencial que una de las finalidades específicas del
procedimiento punitivo es la búsqueda de la verdad
histórica o real del evento que se reputa delictuoso, y por
otra parte, en razón de que la ausencia de una
formalidad de ese tipo, no desvirtúa lo asentado ante
autoridad legalmente facultada para realizar este tipo de
actuaciones […].”

 A continuación, la autoridad judicial responsable declaró


infundada la impugnación de la defensa contra el testimonio de
**********, quien consideró que debía negársele valor probatorio
porque no fue identificado con documento idóneo al practicarse
la diligencia. En contraposición, la sentencia reclamada señala:

“Símil circunstancia acontece, con la omisión de identificar


al citado testigo ********** mediante documento idóneo,
pues no se debe perder de vista que la valoración de la
prueba testimonial queda a prudente arbitrio del Juzgador,
y si bien ello no significa que lo haga de manera arbitraria,
sin embargo, se advierte que el Juzgador en la causa
penal que nos ocupa, atendió a la circunstancia de que en
el testigo de mérito concurrieron los siguientes requisitos,
como fueron; la edad del testigo, capacidad e instrucción,
que tenga el criterio necesario para juzgar; que por su
probidad, la independencia de su posición y sus
antecedentes personales, tenga completa imparcialidad;
que el hecho de que se trate sea susceptible de
conocerse por medio de los sentidos y que el testigo lo
conozca por sí mismo y no por inducciones ni referencias
de otro; que la declaración sea precisa y clara, sin dudas
ni reticencias, ya sea sobre la sustancia del hecho, o bien
sobre sus circunstancias esenciales, y que no haya sido
obligado por fuerza o miedo, ni impulsado por engaño,
error o soborno. Acorde con lo expuesto, se concluye que
sí (sic) un testigo no fue identificado en la diligencia
respectiva, esta circunstancia no es suficiente, en sí
misma, para restarle eficacia probatoria a su dicho pues,
por una parte, tal exigencia de conformidad con la
legislación procesal vigente en nuestro estado, no
constituye una condición sustancial para la valoración de
la prueba testimonial y, por otra, la ponderación de ese
deposado se deberá efectuar en concordancia con los

17
AMPARO DIRECTO 14/2011

requisitos antes expuestos, los cuales como ya se


encuentran satisfechos […].”11

 A continuación, respecto de ese mismo testimonio, la Sala


agregó que no existía motivo para dudar de su autenticidad o
veracidad, pues en autos no obraban datos para presumir que
con el mismo se pretendía perjudicar al sentenciado y menos
aún para afirmar, como lo hizo la defensa, que la declaración era
prefabricada. Afirmación de la defensa que la Sala calificó de
temeraria por carecer de pruebas que la justificaran.

 Admitió que, como lo señalaba la defensa, resultaba


cuestionable que el testigo se presentara a denunciar seis
meses después de los hechos y no inmediatamente, sobre todo
si cerca del lugar donde ocurrió el delito estaba un módulo de
policía. Sin embargo ―consideró― esos sucesos de ninguna
manera debían influir para demeritar las afirmaciones del
denunciante en cuanto a la dinámica de los hechos, pues no se
debe olvidar que al tratarse de un ser humano éste piensa y
actúa de manera diversa a otros, lo que para unos es irracional
para otros es razonable. De ahí, que a su parecer resultaron
infundadas todas las argumentaciones y elucubraciones del
defensor en cuanto a lo ilógico del actuar del testigo.

 Por otro lado, la Sala responsable consideró infundado el


argumento del quejoso en el sentido de que el testigo **********
había falseado los datos de su identidad y localización. Al
respecto, la Sala argumentó que, pese a que se agotaron todos
los medios que el Juzgador tuvo a su alcance para lograr la

11
Para sustentar su dicho, aplicó las tesis de tribunales colegiados que llevan los siguientes
rubros: “PRUEBAS, RECEPCIÓN DE LAS. LA FALTA DE FORMALIDADES EN
PROCEDIMIENTO PENAL, NO ANULA TOTALMENTE SU FUERZA PROBATORIA.” “PRUEBA
TESTIMONIAL EN EL PROCEDIMIENTO PENAL. LA OMISIÓN DE IDENTIFICAR A LOS
TESTIGOS MEDIANTE DOCUMENTO IDÓNEO, EN SÍ MISMA, NO ES SUFICIENTE PARA
RESTAR VALOR PROBATORIO A SU TESTIMONIO (LEGISLACIÓN PROCESAL DE LOS
ESTADOS DE JALISCO Y PUEBLA)”.

18
AMPARO DIRECTO 14/2011

comparecencia del testigo, no fue posible localizarlo; y que, sin


embargo, ello de ninguna manera demostraba que hubiese
falseado los datos referidos, en virtud de que el domicilio
proporcionado efectivamente existía, tal y como se podía
comprobar con los diversos oficios que obran en autos. Incluso
―continuó la Sala― se demostró que el testigo efectivamente
vivía en dicho domicilio, pues de acuerdo a la razón asentada
por el notificador judicial el veintiséis de abril de dos mil ocho, el
domicilio ubicado en la **********, existe. Además, la Sala tomó
en cuenta que una vecina del número ********** había
manifestado que el mencionado testigo era dueño del inmueble
marcado con el número ********** de la citada colonia y que era
vecino de muchos años, aunque había dicho que no sabía si
habitaba en esa casa.

 Adicionalmente, la Sala estimó que si bien era verdad que el


testimonio de ********** se había emitido seis meses después de
acontecidos los hechos, esa circunstancia no le restaba valor
probatorio, dado que la ley no contemplaba, como impedimento
para valorar un testimonio, el hecho de que éste fuera vertido
con meses posteriores a los hechos.

 Los Magistrados agregaron que si bien, en otros casos, dicha


circunstancia podía llevar a presumir aleccionamiento, ello no
acontecía en el presente asunto porque se trataba de un testigo
ajeno a las partes y no existían datos para afirmar que se
introdujo al caso por los familiares de la víctima.

 Por otro lado ―agregó la Sala― por absurdo que le parezca a la


defensa, es posible que el testigo, después de haber
presenciado la agresión de la víctima y enterarse con
posterioridad de su fallecimiento, al ubicar y reconocer a uno de

19
AMPARO DIRECTO 14/2011

los agresores decidiera cooperar con la administración de


justicia y denunciar el hecho delictivo, aportando los datos que
pudo advertir en la dinámica del hecho apreciado a través de
sus sentidos.

 A continuación, la Sala se pronunció sobre el argumento a


través del cual la defensa particular solicitó que se ordenara la
reposición del procedimiento, en virtud de que el juzgador de
primera instancia omitió girar exhorto a la ciudad de Tijuana,
Baja California, para citar a una de las personas que tienen el
nombre de **********, de acuerdo a los registros del Instituto
Federal Electoral –a fin de agotar la búsqueda del testigo–. Al
respecto señaló, pese a que efectivamente el juez natural omitió
girar el exhorto de referencia, la defensa y el procesado en
audiencia de desahogo de pruebas se desistieron de todas
aquellas que estaban pendientes de desahogar e incluso de las
que se tuvieran por enunciadas. En esas condiciones
―agregaron los magistrados― es evidente que no se dejó en
estado de indefensión al procesado, como lo señala su
defensor, quien por cierto asistió al ahora justiciable durante la
secuela del procedimiento, por tanto, era improcedente la
solicitud de ordenar la reposición del procedimiento.

 A mayor abundamiento ―agregó la Sala― el dicho del testigo


********** no estaba aislado, pues encontraba apoyo con la
declaración ministerial del sentenciado **********, quien
manifestó:

“[…] a las cero horas con diez minutos del día treinta y
uno de enero del año dos mil siete, aproximadamente a
las cero horas con diez minutos, regresaba del bar
denominado **********, el cual se ubica en la colonia
Chilpan, de Tultitlán, Estado de México, en compañía de
********** alias **********, ********** alias ********** y

20
AMPARO DIRECTO 14/2011

**********, a bordo de un taxi, para lo cual nos bajamos


en Lomas de Cartagena de este municipio, ya que
íbamos a ir a otra fiesta en el eje nueve del mismo lugar,
pero al ver que no había ninguna fiesta decidimos
regresar caminando por la calle eje nueve para dirigirnos
de nueva cuenta a Lomas de Cartagena, pero en la
esquina del eje seis se encontraba una camioneta
estacionada de color verde de la marca Chevrolet Pick-
Up S10, y en el interior se encontraba un sujeto sentado
en el asiento del conductor con la ventanilla abajo y con
el radio prendido, de esto nos percatamos al pasar por el
lado de la banqueta, siguiéndonos de frente hasta llegar
a la esquina, es decir, el final del eje seis, momento en el
cual ********** me comentó a mí y a ********** que le
dieran en la madre, por lo que ********** le dijo ‘pues
órale, qué perdemos’, y de igual forma yo les dije que sí,
regresándonos en ese momento, pero ********** agarró
de la calle una botella de cerveza la cual rompió en la
banqueta quedándose con la parte de la boquilla misma
que guardó en su chamarra, caminando hacia donde
estaba la camioneta los cuatro, pero al llegar al frente
********** me dijo que me esperara, quedándome con ella
enfrente de la camioneta, por lo que ********** y **********
lo abordaron por la ventanilla diciéndole ‘cámara puto, ya
valió verga’, momento en que se despertó dicha persona,
dándole un golpe a ********** en la cara, pero al ver esto
********** se fue corriendo hacia el sentido contrario, pero
********** estaba forcejeando con esta persona y al ver
esto me acerqué para sujetar a dicho sujeto ya que no
soltaba a **********, momento en el cual le di dos golpes
con la mano cerrada en la cara, diciéndole en ese
momento a ********** ‘ya dale en su madre o nos va a
ganar’, momento en el que cual ********** sacó de su
chamarra la botella que estaba rota y lo picó con ésta en
el cuello, pero que éste no lo soltaba, por lo que de
nueva cuenta le di unos golpes en la cara para decirle
‘ya mátalo y vámonos de aquí si no va a valer madre’,
pero como estaba sangrando del cuello dicha persona
movió la palanca de velocidad y la camioneta se empezó
a ir para atrás, pero que aún así no soltaba a **********,
motivo por el cual le volvió a pegar en la cara hasta que
lo soltó ya que la camioneta se estampó en la banqueta
y una vez que nos soltamos nos fuimos corriendo hacia
el eje uno junto con **********, pero este ********** se fue
corriendo hacia Cartagena, y yo me fui a mi domicilio
citado en mis generales, sin saber nada más de **********

21
AMPARO DIRECTO 14/2011

alias **********, ********** alias ********** y **********, pero


que fue al día siguiente que me enteré que dicha
persona había muerto, por lo que de inmediato me fui a
esconder a la casa de mi abuela en Naucalpan, Estado
de México, ya que yo les dije a mis papás que había
participado en una riña, lugar hasta donde estuve el día
de ayer que me detuvieron […].”

 Para la Sala fue correcto que el Juzgador diera a esta


declaración el carácter de confesión calificada divisible, esto
―según argumentó― toda vez que el quejoso se pronunció
sobre hechos propios, constitutivos del delito de homicidio, “al
narrar de manera cronológica y pormenorizada los detalles del
evento típico, alegando a manera exculpatoria que fue uno de
los diversos activos quien lesionó en el cuello al ofendido con
una botella rota, tratando de justificar su actuar al manifestar que
él únicamente intervino en el evento para ayudar a un diverso
activo”.

 A juicio de la Sala responsable, tal manifestación exculpatoria


estaba contradicha con el dictamen de criminalística, pues de
éste se advertía que el occiso no había tenido oportunidad de
realizar maniobras de defensa. A lo cual se adicionaba el
testimonio de ********** quien señaló de forma firme y directa al
sentenciado como el que rompió la botella con la cual fue
lesionado el sujeto pasivo; tal como los describen la nota
médica del Instituto Mexicano del Seguro Social y el
dictamen de necropsia, al referir que la víctima presentó una
lesión en el cuello, inferida por un objeto punzocortante. Así, era
correcto que el juzgador considerara la declaración del
enjuiciado como una confesión calificada divisible y, en
consecuencia, únicamente debería tomarse lo que le
perjudicaba.

22
AMPARO DIRECTO 14/2011

 Por otro lado, la Sala concluyó que era correcto darle valor
probatorio a la declaración del quejoso porque había sido
realizada ante una autoridad competente, como invariablemente
lo es el agente del Ministerio Público Investigador, quien resulta
ser el órgano constitucional legalmente autorizado para practicar
toda clase de diligencias en materia de investigación y
persecución de delitos. Aunado a que dicha declaración
ministerial se verificó en presencia de persona de su confianza,
por lo cual se infiere que no fue obligado, ni coaccionado para
declarar en la forma como aparece. Al respecto, la Sala agregó:

“ubicándose perfectamente en tiempo, lugar y


circunstancias de ejecución; además, con el material
probatorio aportado en autos y los hechos narrados por
el justiciable con inmediatez al momento del
aseguramiento, sin tiempo suficiente de aleccionamiento
y alegatos defensivos, resultan verosímiles, pues
corrobora en lo sustancial la información referida por el
testigo presencial de los hechos **********, respecto de la
dinámica en que se llevó a cabo el hecho delictuoso
denunciado.”

 Por tanto ―concluyó― en la recepción de la declaración


ministerial del sentenciado se observaron las formalidades y
requisitos establecidos en los artículos 20, apartado A, fracción
II, –de la Constitución Federal– 145, 167, 168, 169, 170, 171 y
172 del Código de Procedimientos Penales vigente en el Estado
de México12.

12
El contexto del razonamiento plasmado en el acto reclamado permite advertir que la autoridad
judicial responsable se refiere al artículo 20, apartado A, fracción II, de la Constitución Federal, con
el texto vigente con anterioridad a la reforma constitucional de 18 de junio de 2008, el cual
señalaba:
“Artículo 20. En todo proceso de orden penal, el inculpado, la víctima o el ofendido, tendrán las
siguientes garantías: […]
II. No podrá ser obligado a declarar. Queda prohibida y será sancionada por la ley penal, toda
incomunicación, intimidación o tortura. La confesión rendida ante cualquier autoridad distinta del
Ministerio Público o del Juez, o ante éstos sin la asistencia de su defensor carecerá de todo valor
probatorio. […].”
Y las restantes disposiciones normativas establecían:

23
AMPARO DIRECTO 14/2011

 A juicio de la Sala responsable, tales declaraciones no se veían


demeritadas por el hecho de que la dinámica narrada por el
testigo ********** y la declaración ministerial del apelante fueran
diversas. En primer lugar ―señaló― porque es lógico que el
inculpado, al enterarse de que había un testigo que había
presenciado los hechos y lo estaba denunciando, decidiera
hacer una narrativa distinta a como acontecieron en realidad, a
efecto de resultar lo menos perjudicado.

“Artículo 145. Cuando el indiciado sea detenido o se presente voluntariamente, ante el Ministerio
Público, se procederá de inmediato en la siguiente forma:
I. Se hará constar por quien haya realizado la detención o ante quién aquél haya comparecido, el
día, hora, y lugar de la detención o de la comparecencia, así como, en su caso, el nombre y cargo
de quien la haya ordenado. Cuando la detención se hubiese practicado por una autoridad no
dependiente del Ministerio Público, se asentará o se agregará, en su caso, la información
circunstanciada suscrita por quien la hubiere realizado o haya recibido al detenido;
II. Se le hará saber la imputación que existe en su contra y el nombre del denunciante, acusador o
querellante;
III. Será informado de los derechos que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
consigna en su favor.
Estos derechos son:
a) Que se le permita comunicarse con quien lo desee, por teléfono o por cualquier otro medio
disponible;
b) Que debe tener una defensa adecuada por sí, por abogado o por persona de confianza, o si no
quiere o no puede designar defensor, se le designará uno de oficio;
c) Que debe estar presente su defensor cuando declare;
d) Que no podrá ser obligado a declarar;
e) Que se le designe traductor, si se trata de persona que no hable o entienda lo suficiente el
español;
f) Que se le conceda inmediatamente su libertad bajo caución, si procede conforme al artículo 146
de este código;
g) Que su defensor comparezca en todos los actos de desahogo de pruebas dentro de la
averiguación previa, y éste tendrá obligación de hacerlo cuantas veces se le requiera;
h) Que se le faciliten todos los datos que solicite para su defensa y para lo cual se permitirá a él y a
su defensor, consultar en la oficina del Ministerio Público y en presencia del personal, dicha
averiguación;
i) Que se le reciban los testigos y las demás pruebas que tengan relación directa con el hecho que
se investiga, siempre que no constituya dilación o entorpecimiento de la averiguación previa;
j) Cuando no sea posible desahogar las pruebas ofrecidas por el inculpado y su defensor, el juez
de la causa resolverá, en su oportunidad, sobre la admisión y práctica de las mismas.
Se hará constar en la averiguación previa la información que se le dé sobre todos los derechos
mencionados.”
“Artículo 167. La declaración preparatoria del inculpado deberá recibirse dentro del término de
********** y ocho horas, el que se computará a partir de que sea puesto a disposición del juez o del
momento que comparezca ante éste.
El órgano jurisdiccional tendrá la obligación de recibir inmediatamente la declaración preparatoria
del inculpado cuando se presente voluntariamente.”

24
AMPARO DIRECTO 14/2011

 Por otro lado ―señalaron los Magistrados― la confesión


ministerial del justiciable tenía apoyo en lo manifestado por los
oficiales de la policía ministerial remitentes ********** y **********,
el veintitrés de octubre de dos mil siete, quienes expresaron que
al momento en que abordaron al ahora justiciable, éste les refirió
que efectivamente había participado en el homicidio del occiso.
Al respecto, la Sala argumentó que sus manifestaciones
adquirían eficacia jurídica probatoria para comprobar la
conducta atribuida al sentenciado, al revelar los pormenores de
su detención ante el señalamiento que le realizó el testigo
**********. Ello en virtud de que fueron vertidas por funcionarios
públicos en pleno ejercicio de sus atribuciones; asimismo, que la
independencia de su posición y sus antecedentes personales,

“Artículo 168. La declaración preparatoria se recibirá en un local al que tenga acceso el público, sin
que puedan estar presentes los testigos que deban ser examinados con relación a los hechos que
se averigüen.”
“Artículo 169. En ningún caso y por ningún motivo podrá el juez emplear la incomunicación ni otro
medio coercitivo para lograr la declaración del inculpado.”
“Artículo 170. El juez tendrá la obligación de hacer saber al inculpado, en ese acto:
I. El nombre de su acusador, el de los testigos que declaren en su contra y la naturaleza y causa
de la acusación, a fin de que conozca bien la conducta o hecho punible que se le atribuye y pueda
contestar el cargo;
II. La garantía de libertad bajo caución y el procedimiento para obtenerla, así como en forma
expresa ponerle en su conocimiento que en caso de que se evada, la garantía por la reparación del
daño será entregada inmediatamente a la víctima u ofendido mediante el acuerdo de revocación o
aprehensión respectivo;
III. El derecho que le concede el párrafo segundo del artículo 58 del código penal;
IV. El derecho que tiene de defenderse por sí mismo, o para nombrar abogado o persona de su
confianza que lo defienda, advirtiéndole que si no lo hiciere, el juez le nombrará un defensor de
oficio.
Si fueren varios los defensores, están obligados a nombrar un representante común o, en su
defecto, lo hará el juez si éstos o el inculpado no lo verificaren dentro del término de tres días.
Si la persona designada defensor no es abogado con título legalmente registrado, se le requerirá
para que designe además, a quien lo sea, para que asesore técnicamente al defensor no abogado.
Si no lo hace, el juez le designará al de oficio para tal efecto, quien siempre deberá tener título.”
“Artículo 171. No se podrá recibir la declaración preparatoria del inculpado si no está presente el
defensor. Si el inculpado designare defensor a una persona que no estuviere presente en el acto,
el juez aceptará la designación, observando en lo conducente lo dispuesto en el artículo anterior,
pero designará al de oficio para que asista al inculpado en la diligencia.”
“Artículo 172. En caso de que el inculpado desee declarar en preparatoria, comenzará por sus
datos generales, incluyendo los apodos que tuviere. Será examinado sobre la conducta o hechos
que se le impute, para lo cual el juez adoptará la forma, términos y demás circunstancias que
estime convenientes y adecuadas al caso, a fin de esclarecer el delito y las circunstancias de
tiempo y lugar en que se concibió y ejecutó.”

25
AMPARO DIRECTO 14/2011

denotaban que tenían completa imparcialidad. Y destacó la


autoridad judicial responsable que la imputación de los agentes
se había sostenido durante la secuela procesal. 13

 Por otro lado, la Sala calificó de inoperante el agravio a través


del cual el quejoso combatió la validez de las declaraciones
rendidas por los agentes aprehensores bajo el argumento de
que no habían expresado su aceptación a la protesta legal, en
los términos que exige el artículo 16 del Código de
Procedimientos Penales para el Estado de México. Al respecto,
señaló que ese incumplimiento no anulaba la fuerza probatoria
del testimonio. Para ello argumentó que una de las finalidades
del procedimiento punitivo es la búsqueda de la verdad histórica
o real del evento que se reputa delictuoso. De ahí que la
ausencia de la formalidad destacada no desvirtuaba lo asentado
ante la autoridad legalmente facultada para realizar este tipo de
actuaciones; máxime que los policías ratificaron su declaración
ministerial al comparecer ante el órgano jurisdiccional.

 En otro orden de ideas, la Sala también calificó de inoperante el


agravio de la defensa a través del cual argumentó que las
declaraciones de los oficiales remitentes eran mera copia una de
la otra. Al respecto determinó que no advertía la existencia de tal
circunstancia, porque cada uno de los policías había relatado la
forma en la que conocieron los hechos manifestados en su
declaración. Advirtió que si bien existían algunas coincidencias
en sus respectivas versiones, ello únicamente se debía a la

13
Para apoyar su razonamiento, la Sala acudió al criterio de esta Suprema Corte de Justicia de la
Nación cuyo rubro y texto dice: “POLICÍAS APREHENSORES, VALOR PROBATORIO DE
TESTIMONIOS. Por cuanto hace a las declaraciones de los agentes aprehensores del acusado de
un delito, lejos de estimarse que carecen de independencia para atestiguar en un proceso penal,
debe darse a sus declaraciones el valor probatorio que la ley les atribuye, como testigos de los
hechos ilícitos que conocieron.”

26
AMPARO DIRECTO 14/2011

forma y estilo en que fueron recibidas por parte del funcionario


que llevó a cabo la recepción de dicho testimonio. 14

 Al tenor del análisis precedente, la autoridad judicial responsable


afirmó la existencia de la conducta delictiva, mediante la cual se
afectó el bien jurídico tutelado por la ley, consistente en la vida,
al existir un nexo de causalidad entre la acción desplegada y el
resultado causado, consistente en la muerte del sujeto pasivo.
Por ello, se colmaban los elementos integradores del cuerpo del
delito de homicidio.

25.3. Agravante del delito de homicidio. Por otro lado, la Sala


señaló que compartía el criterio del Juzgador al establecer que en
el caso se actualizaba la circunstancia modificativa agravante
prevista en la fracción II del artículo 245 del Código Penal del
Estado de México.15

 Al respecto, sostuvo que de las constancias que emergían de la


averiguación previa se desprendía que los activos del delito,
entre ellos el apelante, tenían perfecto conocimiento de una
situación favorable que implicaba no correr riesgo alguno de ser
muertos o heridos por la víctima, es decir, que actuaron con la
seguridad absoluta de que su persona no corría peligro alguno,
al ser notoria su superioridad de fuerza física sobre la víctima.

 Los magistrados recalcaron que incluso el testigo presencial


********** había referido que fueron tres sujetos del sexo
masculino quienes se encontraban agrediendo al pasivo y,

14
Argumento que robusteció con la cita del criterio jurisprudencial dictado por un Tribunal
Colegiado, con el rubro: “TESTIGOS DE CARGO. LA CIRCUNSTANCIA DE QUE LOS
TESTIMONIOS ESTÉN REDACTADOS EN TÉRMINOS SIMILARES, ES INSUFICIENTE PARA
DECLARARLOS NULOS DE PLENO DERECHO”.
15
“Artículo 245. Las lesiones y el homicidio serán calificados, cuando se cometan con alguna de
las siguientes circunstancias: […]
Fracción II. Ventaja, cuando el inculpado no corra riesgo alguno de ser muerto o lesionado por el
ofendido. […].”

27
AMPARO DIRECTO 14/2011

además, había señalado al justiciable cómo la persona que, con


una botella de vidrio, lesionó al pasivo. Con esto ―concluyó la
Sala― se probaba que los agresores estaban seguros de su
situación de invulnerabilidad en relación con la víctima; y, por
tanto, actuaron con ventaja sobre la misma.

 Y, en torno a la declaración de **********, quien expresó que el


pasivo antes de morir le manifestó que no conocía a la persona
que lo lesionó; expresión de la cual podía interpretarse que
solamente existió un agresor, la Sala responsable consideró que
tal circunstancia no excluía la participación de tres individuos en
los hechos, únicamente revelaba que el occiso no conoció al
sujeto que materialmente lo agredió.

25.4. Análisis de la responsabilidad penal del sentenciado


respecto al delito de homicidio.

 La Sala responsable anunció que debía probarse si se


justificaban los supuestos legales contenidos en los artículos 8,
fracción I, y 11, fracción I, inciso d) del Código Penal del Estado
de México.16 A continuación reiteró que, del estudio y valoración
de los datos que emergían de la causa principal y conforme a lo
dispuesto por los artículos 254 y 255 del Código Adjetivo Penal
del Estado de México, la imputación del testigo **********
adquiría eficacia jurídica probatoria. Y recalcó que había sido
correcto que el Juzgador natural otorgara valor probatorio
preponderante a dicho testimonio para tener por acreditada la
intervención del sentenciado.

16
"Artículo 8. Los delitos pueden ser: I. Dolosos. El delito es doloso cuando se obra conociendo los
elementos del tipo penal o previniendo como posible el resultado típico queriendo o aceptando la
realización del hecho descrito por la ley."
“Artículo 11. La responsabilidad penal se produce bajo las siguientes formas de intervención en el
hecho delictuoso: I. La autoría;... d) Los que en conjunto y con dominio del hecho delictuoso
intervengan en su realización; y…”

28
AMPARO DIRECTO 14/2011

 Agregó que dicha versión no estaba sola ni aislada, sino que se


adminiculaba en lo sustancial con la propia versión ministerial
del justiciable **********. Reiteró que había sido correcto que el
Juez natural hubiera otorgado a su declaración el carácter de
confesión calificada divisible.

 Además, sostuvo que la aseveración del sentenciado de


ubicarse en las circunstancias de ejecución del delito, tenía
sustento con lo argumentado por los policías captores **********
y **********. Así, otorgó eficacia demostrativa a la referencia en
el sentido de que al detener al sentenciado, basados en el
señalamiento del testigo **********, reconoció haber participado
en el homicidio de **********.

 Por otro lado, la Sala señaló que le asistía razón a la defensa


cuando afirmaba que el dicho de los oficiales era de oídas; sin
embargo, precisó que no por ello debía desestimarse su
testimonio, pues su versión tenía sustento con la propia
manifestación que sobre los hechos narrados por los captores,
realizara el propio justiciable al momento de verter su deposado
con inmediatez a su aseguramiento.

 En este orden de ideas, desestimó la versión de los hechos


aportada por el sentenciado en declaración preparatoria, al
estimar que su retractación y argumentos defensivos no se
vieron fortalecidos con prueba idónea que la hicieran verosímil.
Destacó que la versión ministerial aportaba un dato importante
que hacía innegable la confesión, al referir que después del
suceso informó a sus familiares que había participado en una
riña y se fue a esconder a la casa de su abuela ubicada en el
municipio de Naucalpan; y casualmente fue en dicho municipio
en donde fue detenido. Por tanto, la autoridad responsable

29
AMPARO DIRECTO 14/2011

reiteró que la inicial versión del sentenciado tenía mayor apego


a la realidad histórica.

 Posteriormente, la Sala responsable desestimó los testimonios


de **********, ********** y ********** como elementos presentados
para probar la versión defensiva del sentenciado. Literalmente
señaló: “resultan inoperantes para apoyar el dicho del enjuiciado
[…] se contraponen con las pruebas ya antes analizadas y
valoradas en líneas anteriores que hacen más creíble lo
manifestado por el justiciable en su primigenia declaración.”

 Además ―agregó la Sala― las versiones de los testigos de


descargo son discordantes con lo manifestado por el
sentenciado, pues éste siempre sostuvo que el día en que
sucedieron los hechos regresaban de un antro de Satélite y se
bajaron en Lomas de Cartagena porque tenían una fiesta; pero
después de ver la riña entre dos sujetos y uno que estaba a
bordo de una camioneta se retiraron a la fiesta que tenían en eje
nueve, pero como no encontraron nada decidieron irse cada
quien a su domicilio. Sin embargo, aunque los testigos **********,
********** y ********** trataron de corroborar lo manifestado por el
apelante, lo contradicen al decir que después de haberse
percatado de la riña se retiraron del lugar y cada quien se fue a
su domicilio. Es decir, no apoyan la versión del activo en cuanto a
que todavía se fueron a la fiesta en eje nueve.

 En esas condiciones ―manifestó la Sala― asistió la razón al


Juzgador cuando señaló que ninguno de los testimonios relata,
de momento a momento, las actividades que llevó a cabo el
justiciable, pues pudo haberse dado el caso de que aquél
cometiera el ilícito en un lapso no cubierto por sus testimonios.
Por tanto ―aseguró― en contra de lo que sostiene la defensa

30
AMPARO DIRECTO 14/2011

particular del ahora sentenciado, dichos testimonios son


insuficientes para poder desvirtuar la imputación que existe en
contra de **********.

 La Sala también concluyó que advertía el aleccionamiento de los


testigos para favorecer la situación jurídica del justiciable; esto,
por la manera en cómo fueron introducidos. Señaló:

“pues efectivamente dichos testigos no fueron mencionados en


su primigenia declaración por parte del ahora apelante, sino que
surgieron en una segunda declaración rendida ante el órgano
jurisdiccional, a mayor abundamiento, no justificaron el por qué
dichos testigos recuerden con tanto detalle lo que dijeron haber
presenciado meses atrás; y aunque la ley no menciona como
invalidez de un testigo de descargo ''la extemporaneidad'', de
cualquier manera, esta circunstancia se presta a suponer que
hubo un aleccionamiento de la defensa sobre los mismos; y en
esas condiciones, deviene infundado el agravio de la defensa en
cuanto a no haberles concedido valor probatorio a dichas
testificales”.17

 Por otro lado, los Magistrados consideraron que la acción


atribuida a ********** era a título de dolo directo, ya que el
resultado coincidió con el propósito de afectar el bien jurídico
protegido por este delito, con conocimiento de que esto era
antijurídico; lo anterior ―señaló― en términos del artículo 8,
fracción I, del Código Penal vigente en la entidad.

 Además, los magistrados arribaron a la determinación de que el


acusado intervino con el carácter de coautor con dominio del
hecho delictivo, el cual “presupone acuerdo previo y cada uno
de los autores desempeñan una determinada función en la
obtención del resultado querido y aceptado, que en conjunto
tuvieron el domicilio de la ejecución y consumación, al haber
intervenido en su ejecución con tareas específicas”.

17
En apoyo al argumento citó la tesis dictada por el Tercer Tribunal Colegiado del Segundo
Circuito, con el rubro: “TESTIGOS. DECLARACIONES EXTEMPORÁNEAS DE LOS. CARECEN
DE VALOR PROBATORIO”.

31
AMPARO DIRECTO 14/2011

 La Sala calificó de acertada la postura del Juez de tener por


justificada la autoría de los incriminados, de acuerdo al inciso d)
de la fracción I del artículo 11 del Código Penal en vigor, pues
en conjunto y con dominio del hecho delictuoso intervinieron en
su realización. A continuación, la Sala introdujo consideraciones
acerca del significado del concepto “coautoría por codominio del
hecho”.18

 En los hechos ―estimó la Sala― existió un acuerdo previo entre


todos y cada uno de los activos del delito, pues, a decir del
justiciable, el sujeto al que identifica con el nombre de **********,
fue quien comentó que le dieran en la “madre” al conductor de
una camioneta estacionada en la esquina del eje seis. Motivo
por el cual los intervinientes se regresaron, abordaron al sujeto y
comenzaron a golpearlo hasta lesionarlo mortalmente, teniendo

18
Literalmente manifestó: “doctrinalmente es la fusión de la autoría material (quien realiza la
conducta núcleo del tipo) y la participación primaria (cooperación previa y simultánea), que se
presenta cuando dos o más sujetos intervienen en el momento ejecutivo del hecho, teniendo el
dominio del mismo. Según se desprende del precepto mencionado, para acreditar esta forma de
autoría, se debe de demostrar: 1. Que en el hecho delictuoso intervienen dos o más personas.
Esto se entiende por sí mismo, puesto que se trata de una forma coautorial; 2. Deben de intervenir
en el momento ejecutivo o consumativo. Es decir, su intervención debe vincularse necesariamente
al momento en que se despliegue la conducta que ha de consumar el hecho o tenerlo por
ejecutado; 3. Las personas que intervienen en el momento ejecutivo o consumativo, deben de
actuar en conjunto. Esto es, deben de intervenir por virtud de un acuerdo (incluso rudimentario)
previo, coetáneo o adhesivo, porque lo importante es que su conducta se encuentre ligada; 4. En
la actuación conjunta, por lo menos uno de los que intervinieron ejecuta materialmente la conducta
típica (núcleo del tipo) y los demás actos cooperativos. En realidad en este elemento es en donde
esta forma de autoría fija su naturaleza, porque resulta de la fusión de la autoría material y la
participación primaria (cooperación previa o simultánea) y su valor práctico se obtiene de que
permite resolver los problemas de magnitud de reproche, ante la intervención de los activos en el
momento consumativo o ejecutivo que aunque realicen conductas cooperadoras, por su
proximidad al momento consumativo y por su posibilidad de impulsar o frustrar el hecho, pueden
ser considerados como coautores. Cabe señalar que dentro de los intervinientes uno de ellos
realice conducta material, incluso que todos o parte de ellos lo hagan y otros, conductas
cooperadoras, en las condiciones que se apuntan, para ser considerados como coautores por
codominio del hecho. Señalándose que cuando los que intervienen en la consumación del hecho
realicen conducta material, serán considerados como coautores por codominio del hecho, pues la
pluralidad de participantes y su finalidad común denota que su conducta material sería
cooperadora a la vez, respecto de los otros autores materiales, porque propiciaría esa forma de
actuación que el hecho se consume o se tenga por ejecutado sin resistencia. 5. Los que
intervienen tienen dominio del hecho delictivo, porque pueden impulsarlo o hacerlo cesar; 6.
Todos los que intervienen realizan un aporte conductual al momento ejecutivo o consumativo,
incluso la actitud pasiva de alguno puede ser eficiente como aporte, si ello fue lo acordado o es la
forma en que se adhiere. […] Cuando se integra esta forma de autoría, todos los que intervienen
son responsables de la conducta típica.

32
AMPARO DIRECTO 14/2011

todos los intervinientes un dominio del hecho delictivo, dado que


pudieron hacerlo cesar y no lo hicieron.

 Los magistrados concluyeron que no se advertía existencia de


alguna causa excluyente responsabilidad que operara a favor
del sentenciado **********. Finalizaron este apartado con la
reiteración de que las pruebas fueron correctamente analizadas
por el juez de primera instancia, las cuales no solamente eran
suficientes para acreditar el cuerpo del delito de homicidio, sino
para demostrar la responsabilidad penal del enjuiciado en su
comisión. En consecuencia, no resultaba aplicable la
jurisprudencia invocada por la defensa que respalda el criterio
de prueba insuficiente.

25.5. Análisis del cuerpo del delito de cohecho, previsto en el


artículos 128, fracción II, del Código Penal cometido en agravio
de la administración pública.

 En primer lugar, la Sala señaló que procedería a analizar si se


había acreditado el delito descrito por la fracción II, del artículo
128 del Código Penal del Estado de México.19

 A continuación consideró que, habiendo realizado un estudio


minucioso de las constancias que integran los autos de la causa
penal **********, confrontándolas con la resolución y los agravios,
llegaba a la firme convicción de calificarlos infundados e
inoperantes, al advertir exacta aplicación de la ley y la
inexistencia de violación a los principios reguladores de la
valoración de las pruebas.

19
“Artículo 128. Al particular que ofrezca, prometa o entregue dinero o cualquier dádiva a algún
servidor público. Que lo anterior sea para que realice u omita un acto o actos lícitos o ilícitos
relacionados con sus funciones.”

33
AMPARO DIRECTO 14/2011

 Advirtió que los extremos del delito en cuestión se acreditaron


con los dichos de los oficiales ********** y **********, quienes
remitieron al quejoso y manifestaron que éste les había ofrecido
dinero a cambio de no ser presentado ante el Ministerio Público,
ya que estaba relacionado con la muerte de una persona.

 Para la Sala fue correcto que el juzgador concediera a su


declaración el valor de indicio, al haber sido recabada por la
autoridad facultada para ello y con las formalidades de ley de
conformidad con lo establecido por los artículos 196, 200, 201,
202, 203 y 204 del Código de Procedimientos Penales vigente
en la entidad. Además ―advirtió― los sujetos aprehensores
declararon circunstancias que pudieron apreciar a través de sus
sentidos, existiendo inmediatez a los hechos, sin que se advierta
que tuvieran algún interés en perjudicar al apelante, aunado a
que los mismos fueron debidamente protestados para
conducirse con la verdad y actuaron en cumplimiento de su
deber como agentes de la policía judicial ministerial del Estado
de México.

 Destacó la sentencia reclamada, como elemento de prueba


adicional, la inspección ministerial de las identificaciones de
los agentes captores, las cuales acreditaron que tenían el
carácter de agentes de la policía ministerial de la Procuraduría
General de Justicia del Estado de México. Prueba que alcanza
valor probatorio en términos de los artículos 196, 202, 203, 204,
254 y 255 del Código de Procedimientos Penales para el Estado
de México.

 Agregó –la Sala responsable– el testimonio de los oficiales


remitentes no está aislado, se adminicula con el deposado del
testigo de cargo **********, quien señaló al enjuiciado como uno

34
AMPARO DIRECTO 14/2011

de tres sujetos que meses atrás vio agredir y lesionar al pasivo


con una botella de cristal, de quien se enteró días después de
que falleció. Ello, porque en torno a las circunstancias del
aseguramiento del justiciable, agregó: “me dijeron los judiciales
que subiera a la unidad, estando adentro este sujeto quien dijo
llamarse ********** les dijo a los judiciales que le ayudaran a salir
del problema, que su familia estaba enterada y estaban
dispuestos a dar ********** para que no lo presentaran ante el
Ministerio Público”. Circunstancia que consideró la autoridad
responsable para otorgar confiabilidad al dicho del testigo,
respecto al ofrecimiento económico que les hizo a los policías
captores, para que omitieran realizar sus funciones como
policías ministeriales de ponerlo a disposición del Ministerio
Público investigador.

 Así ―afirmó― a los anteriores medios de prueba se adminiculó,


en forma adecuada, legal y correcta, la propia declaración
ministerial que vertiera el ahora justiciable, quien en lo
sustancial señaló: que una vez que lo detuvieron los policías les
contó que efectivamente había participado en la muerte de una
persona en Tultitlán, Estado de México, ofreciéndoles la
cantidad de ********** para que lo dejaran ir, pero éstos se
negaron llevándolo al centro de justicia de Naucalpan Estado de
México […]”

 Señaló que tal declaración merecía valor probatorio para


corroborar la información referida por los oficiales remitentes;
esto, por ser emitida ante el Ministerio Público, con las
formalidades de ley, en términos de lo dispuesto por el artículo
20, apartado A, fracción II, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, así como de los numerales 194 y
195 del Código de Procedimientos Penales para el Estado de

35
AMPARO DIRECTO 14/2011

México. Agregó que la declaración fue recabada por una


autoridad facultada para tal efecto, en la etapa indagatoria y
ante la presencia de persona de confianza; consecuentemente,
se percibe que su dicho se emitió de manera libre y espontánea,
sin coacción ni intimidación, de lo que se advierte una confesión,
al admitir los hechos que le fueron imputados, pues se ubicó en
las circunstancias de lugar, tiempo y de ejecución de manera
coincidente con los medios de prueba anteriormente valorados.

 Asímismo, la Sala señaló que no obstaba a lo anterior que el


acusado hubiera negado los hechos imputados al rendir
declaración preparatoria, porque no aportó prueba alguna que
justificara su retractación. Así ―concluyó la Sala― su primera
declaración tiene mayor fuerza probatoria porque fue producida
sin tiempo suficiente de aleccionamiento o reflexiones
defensivas.

 Además consideró creíble que el sentenciado hubiese ofrecido a


los policías ministeriales la cantidad de ********** a efecto de
verse deslindado de cualquier responsabilidad, por el simple
hecho de que haber reconocido su intervención en el homicidio
de la persona que respondía al nombre de **********. En
consecuencia –sostuvo la autoridad responsable– la confesión
del sentenciado adquiría el carácter de prueba plena al
adminicularse con los testimonios de los agentes captores y del
testigo de cargo.

 Adicionalmente, la autoridad responsable otorgó relevancia


demostrativa al oficio de puesta a disposición, ratificado por
los agentes de la policía judicial remitentes, al considerar que
correctamente el juzgador del proceso le concedió valor
probatorio por tratarse de una documental oficial expedida por

36
AMPARO DIRECTO 14/2011

autoridades en ejercicio de sus funciones y no fue objetada por


ninguna de las partes; lo cual respaldó en términos del artículo
238, párrafo segundo, del Código de Procedimientos Penales
para el Estado de México.

 También se acreditó ―a juicio de la Sala― el segundo de los


elementos del delito consistente en la calidad que debe tener el
sujeto pasivo en el presente delito; a saber: que sea un servidor
público. Esta calidad se tuvo debidamente demostrada con la fe
que realizó el personal de actuación del Ministerio Público
investigador al haber tenido a la vista las identificaciones de los
oficiales remitentes, las cuales los acreditan como servidores
públicos al ser elementos de la policía ministerial, de acuerdo a
lo que se infiere de lo establecido en el artículo 3 de la Ley
Orgánica de la Procuraduría General de Justicia del Estado de
México.

 Asimismo ―aseguró la Sala― quedó debidamente acreditado el


elemento relativo en la “omisión de un acto lícito”, consistente en
poner al activo del delito a disposición del Ministerio Público
investigador, lo que se acreditó con el informe de puesta a
disposición y las respectivas declaraciones de los oficiales.

 De igual forma ―concluyó― existe un nexo de atribuibilidad


entre la conducta realizada por el sujeto activo y el resultado
dañosamente ocasionado, en virtud de que se trata de un delito
que vulnera la integridad de la Administración Pública. Y, en
consecuencia, el juez de la causa estuvo en lo correcto al
estimar comprobado el cuerpo del delito de cohecho, previsto en
el párrafo primero del artículo 128 del Código Penal del Estado
de México.

37
AMPARO DIRECTO 14/2011

25.6 Análisis de la responsabilidad penal del sentenciado


respecto al delito de homicidio.

 Al respecto, la Sala estimó que debía analizarse si se


justificaban o no los supuestos legales contenidos en los
artículos 8, fracción I, y 11, fracción I, inciso c) del Código Penal
vigente.20

 Para argumentar este apartado, nuevamente afirmó que los


dichos de los oficiales remitentes adquirían eficacia probatoria,
quienes lo denunciaron por haberles ofrecido la entrega de la
cantidad de ********** a cambio de que omitieran cumplir con una
de sus funciones que tenían como agentes de la policía
ministerial, consistente en presentarlo ante el Ministerio Público.

 La Sala calificó como una apreciación meramente subjetiva la


afirmación de la defensa de que los policías ministeriales nunca
han gozado de una buena reputación como investigadores de los
delitos y que resulta fácil decir que se les ofreció la dádiva sin
ningún elemento de prueba. Al respecto, la Sala consideró que
no existía ningún indicio que permitiera aseverar que los policías
ministeriales habían falseando su dicho. Agregó que era verdad
que las declaraciones ampliadas por los oficiales remitentes eran
divergentes en cuanto al lugar y las personas que escucharon el
ofrecimiento del numerario, sin embargo que ello no permitía
restarle valor probatorio a su dicho, toda vez que la contradicción
era meramente accidental, porque de acuerdo a las
circunstancias en que se encontraba el sentenciado, no sólo al
momento de la detención les ofreció la cantidad de dinero

20
"Artículo 8. Los delitos pueden ser: I. Dolosos. El delito es doloso cuando se obra conociendo los
elementos del tipo penal o previendo como posible el resultado típico queriendo o aceptando la
realización del hecho descrito por la ley.
“Artículo 11. La responsabilidad penal se produce bajo las siguientes formas de intervención en el
hecho delictuoso: I. La autoría;... c) Los que lo ejecuten materialmente;

38
AMPARO DIRECTO 14/2011

especificada, sino también en el trayecto a las oficinas del


Ministerio Público, sin que exista variación en las declaraciones
de los captores del ofrecimiento de dinero que les realizó el
sentenciado a cambio de que no fuera presentado ante la
representación social, por estar involucrado en la comisión de un
homicidio.

 La imputación de los policías ministeriales, a juicio de la


autoridad responsable se vio robustecida con el testimonio de
**********, al corroborar el señalamiento de que al estar a bordo
de la unidad de la policía el detenido les pidió que lo ayudaran a
salir del problema, diciéndoles que su familia estaba enterada
del problema y estaban dispuestos a dar ********** para que no lo
presentaran ante el Ministerio Público.

 En atención a lo anterior, la autoridad judicial responsable


consideró que el citado testimonio robustecía la denuncia de los
oficiales remitentes, porque en las condiciones en que fue
detenido el sentenciado y ante la imputación que le formuló el
testigo, aunado a la plena consciencia del detenido de estar
involucrado en el homicidio, resultaba confiable y verosímil la
denuncia contra el sentenciado, como la persona que ofreció
********** a los remitentes para que omitieran sus funciones de
policías judiciales de ponerlo a disposición del Ministerio Público.

 La Sala precisó que el acusado intervino como autor material y


tuvo por demostrado el dolo, como elemento subjetivo del delito,
pues conocía y sabía el resultado previsto por la ley, el cual
realizó de manera consciente y voluntaria para alcanzar su
actualización.

25.7 Individualización judicial de la pena.

39
AMPARO DIRECTO 14/2011

 El tribunal de alzada consideró correcto el actuar del juez del


proceso al evaluar los factores que lo llevaron a determinar al
quejoso un grado de culpabilidad “equidistante bajo”. En estos
términos, confirmó las penas impuestas, de acuerdo al principio
de acumulación, por los delitos de homicidio y cohecho, 21
consistentes en cincuenta y un años, nueve meses de prisión y
multa de dos mil cuatrocientos días de salario mínimo vigente en
la entidad al momento de la comisión de los delitos –ascendente
a **********, susceptible de sustituirse por dos mil cuatrocientas
jornadas de trabajo no remunerado a favor de la comunidad–.

 Aclaró que el juzgador de primera instancia omitió señalar la


fecha a partir de la que debería empezar a computarse la pena
privativa de libertad personal; en consecuencia, de conformidad
con el artículo 20, apartado A, fracción X, de la Constitución
Federal –con anterioridad a la reforma constitucional de
dieciocho de junio de dos mil ocho–, debería quedar precisado
que el cómputo debería contarse desde el veintitrés de octubre
de dos mil siete, fecha en la cual fue detenido el sentenciado.

 Además, confirmó las medidas de amonestación para evitar la


reincidencia, así como la suspensión de derechos políticos y
civiles del sentenciado.

 También estimó correcta la condena impuesta al encausado, por


concepto de reparación del daño material derivada de la
comisión del delito de homicidio calificado. La sanción fue
determinada, en términos de los artículos 26, fracción III, y 30 del
Código Penal del Estado de México, 500 y 502 de la Ley Federal
del Trabajo, en un mil quinientos veinte días de salario mínimo,

21
La autoridad responsable consideró, para efectos de la punición, los parámetros establecidos en
el artículo 241, fracción II, del Código Penal del Estado de México, para el delito de homicidio
agravado, y en el numeral 128, fracción II, del referido ordenamiento punitivo.

40
AMPARO DIRECTO 14/2011

equivalentes a **********, que deberían entregarse a ********** y


**********, padres de la víctima.

Las consideraciones precedentes sirvieron de base a la Primera Sala


Colegiada Penal de Tlalnepantla, del Tribunal Superior de Justicia del
Estado de México, para confirmar la sentencia condenatoria dictada
contra el actual quejoso **********, por considerarlo penalmente
responsable de los delitos de homicidio calificado y cohecho.

26. Conceptos de violación. En general, el quejoso adujo que se violaron


en su perjuicio los derechos contenidos en los artículos 14, 16, 20 y 21
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 9 y 15
del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, 7 y 8 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, estos últimos en
relación al artículo 133 Constitucional. También combatió la inexacta
aplicación de diversos artículos del Código Penal del Estado de
México y el Código de Procedimientos Penales para el Estado de
México. A continuación sintetizaremos los principales argumentos
hechos valer por el quejoso en el escrito de demanda de amparo:

26.1 En el primer concepto de violación el quejoso adujo que la


autoridad responsable violó en su perjuicio los principios de legalidad y
seguridad jurídica establecidos en los artículos 14 y 16 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, según los
cuales nadie puede ser molestado o, en su caso, privado de la libertad
sin que el acto de autoridad cumpla con el conjunto de modalidades
jurídicas que condicionan su validez.


El principio de estricta legalidad. Al respecto precisó que los
órganos públicos no sólo deben sujetar su actuar al principio de
mera legalidad sino también al principio de estricta legalidad, de
acuerdo con el cual todos los actos de autoridad están
subordinados a los derechos humanos fundamentales. Apoyó

41
AMPARO DIRECTO 14/2011

este argumento en la Opinión Consultiva 06/86 solicitada por el


gobierno de la República Oriental de Uruguay a la Corte
Interamericana de Derechos Humanos en la que se estableció
que “los derechos fundamentales sólo pueden ser restringidos
por ley en cuanto expresión legítima de la voluntad de la
nación”.22

22
“En relación con el concepto y alcance de la garantía de legalidad, la Corte Interamericana de
Derechos Humanos al emitir la Opinión Consultiva solicitada por el Gobierno de la República
Oriental del Uruguay “acerca del alcance de la expresión leyes empleada por el artículo 30 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos”. La Corte señaló “que el principio de legalidad
se encuentra contemplado en casi todas las constituciones americanas elaboradas desde finales
del siglo XVIII y que es consubstancial con la idea y el desarrollo del derecho en el mundo
democrático y que tiene como corolario la aceptación de la llamada reserva de ley” de acuerdo con
la cual “los derechos fundamentales sólo pueden ser restringidos por ley en cuanto expresión
legítima de la voluntad de la nación.”(OC.06/86:06). La trascendencia de la opinión consultiva está
circunscrita al alcance del artículo 30 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos el
cual habla de “restricciones permitidas” a los derechos allí consagrados. En realidad, la
Convención Americana sobre Derechos Humanos en muy pocos de sus artículos permite
limitaciones -inclusive por legislación promulgada por el poder legislativo-, por ejemplo, no se
puede restringir el derecho a la vida, ni el derecho a la integridad personal (permitiendo la tortura),
en cambio sí se pueden restringir los derechos a la reunión pacífica; el derecho de asociación y el
derecho a la libre circulación”. (http://conocimientoabierto.flacso.edu.mx/medios/tesis/rivero_lg.pdf)

42
AMPARO DIRECTO 14/2011


Por otro lado, el quejoso considera que el contenido de los
artículos 7923, 8024, 11925, 12026, 12127 y 25628 del Código de
Procedimientos Penales del Estado de México, publicado en la
Gaceta de Gobierno el veinte de marzo del dos mil, le fue
aplicado inexactamente. Esto porque el procedimiento penal
iniciado en su contra fue anterior a la entrada en vigor del actual
Código de Procedimientos Penales para el Estado de México,
publicado el nueve de febrero de dos mil nueve).


Acreditamiento del delito de cohecho. La autoridad
responsable, al estudiar el cuerpo del delito de cohecho,
establecido en el artículo 128 del Código Penal del Estado de
México29, incorrectamente consideró que habían quedado

23
Artículo 79. Las resoluciones judiciales son: sentencias, si terminan la instancia resolviendo el
asunto en lo principal; y autos, en cualquier otro caso.
Toda resolución contendrá el lugar y la fecha en que se pronuncie, deberá ser fundada y motivada,
se redactará en forma clara, precisa y congruente con las constancias que la originen
24
Artículo 80. La sentencia contendrá:
I. Lugar y fecha en que se pronuncie;
II. La designación del órgano jurisdiccional que la dicte;
III. El nombre y apellidos del acusado, su sobrenombre si lo tuviere, el lugar de nacimiento, su
edad, estado civil, residencia o domicilio y ocupación, oficio o profesión;
IV. Un extracto de los hechos conducentes a la resolución;
V. Las consideraciones que las motiven y fundamentos legales que las sustenten; y
VI. La condenación o absolución que proceda, y los demás puntos resolutivos correspondientes.
25
Artículo 119. El agente del Ministerio Público deberá, ante todo, comprobar los elementos del
cuerpo del delito y la probable o plena responsabilidad del indiciado como motivación y fundamento
del ejercicio de la acción penal y del proceso.
26
Artículo 120. El Ministerio Público y el órgano jurisdiccional podrán tener por comprobado el
cuerpo del delito y la probable responsabilidad penal por cualquier medio probatorio nominado o
innominado no reprobado por la ley.
27
Artículo 121. El cuerpo del delito se tendrá por comprobado cuando se justifique la existencia de
los elementos objetivos del tipo; así como los normativos y los subjetivos, cuando aparezcan
descritos en éste. La probable responsabilidad penal del inculpado, se tendrá por acreditada
cuando de los medios probatorios existentes se pruebe directa o indirectamente su participación
dolosa o culposa y no exista acreditada en su favor alguna otra causa de exclusión del delito.
Respecto de los tipos que se señalan podrán acreditarse los elementos objetivos que se refieren
en la forma que se indica.
28
Artículo 256. Sólo se condenará al acusado cuando se compruebe la existencia del cuerpo del
delito y su responsabilidad. En caso de duda debe absolverse.
29
Artículo 128. Comete el delito de cohecho, el particular que ofrezca, prometa o entregue dinero o
cualquier dádiva, a algún servidor público para que realice u omita un acto, o actos lícitos o ilícitos
relacionados con sus funciones.

43
AMPARO DIRECTO 14/2011

colmados todos y cada uno de los elementos que lo integran y


no realizó un análisis técnico jurídico de los elementos que
integraban el cuerpo del delito (elementos objetivos, subjetivos y
normativos).


La autoridad responsable no advirtió que el tipo penal de
cohecho requiere de un elemento subjetivo específico y un
elemento normativo de valoración jurídica, ambos íntimamente
relacionados entre sí. Esto es, que la finalidad del particular que
ofrezca, prometa o entregue dinero o cualquier dádiva sea para
que éste realice un acto lícito o ilícito relacionado con sus
funciones. Si la finalidad de dar el dinero no tiene nada que ver
con las funciones del servidor público, no se tipifica la conducta.
En el caso ―advirtió el quejoso― esto fue lo que ocurrió, pues
aun suponiendo que él hubiera ofrecido el dinero, aceptar la
dádiva no hubiera significado un acto ilícito relacionado con el
ejercicio de las funciones a cargo de los policías, pues dentro de
sus atribuciones no está la de detener a alguien sin orden
judicial. Dentro de las funciones de la policía ministerial existen
límites constitucionales, como no ejecutar un acto de molestia
sin la debida fundamentación y motivación. 30 En conclusión, ante
el supuesto si la finalidad –elemento subjetivo– no tiene relación
con las funciones –elemento normativo de valoración jurídica–
de la persona encargada de un servicio público, no se
materializa la tipicidad.

30
Para el quejoso, la detención no deriva de una actuación lícita de los agentes de la policía
judicial. De acuerdo a los hechos, el “supuesto” señalamiento contra el enjuiciado, por el testigo
********** de haber sido una de las personas que participó en un homicidio, dio pauta a la ejecución
de un acto de molestia por parte de los policías que es violatorio de la garantía de seguridad
jurídica prevista en el artículo 16 Constitucional.
Incluso –agrega el demandante de amparo–, en el supuesto de que haya aceptado ante los
captores que participó en un homicidio, esta expresión no constituye delito ni confesión. En
consecuencia, no existió flagrancia ni orden de detención, caso urgente u orden de aprehensión
judicial que justificara su detención. Por tanto, se trata de un acto de autoridad que ilegal y
arbitrario, el cual no está dentro de las funciones de los aprehensores.

44
AMPARO DIRECTO 14/2011


El quejoso apoyó dicho argumento en las siguientes tesis de
tribunales colegiados de circuito: “COHECHO ACTIVO,
ELEMENTOS QUE INTEGRAN EL TIPO PREVISTO EN LOS
ARTÍCULOS 222, FRACCIÓN II, DEL CÓDIGO PENAL
FEDERAL Y 174, FRACCIÓN II, DEL CÓDIGO PENAL PARA
EL ESTADO DE MICHOACÁN.”,31 “COHECHO, DELITO DE, NO
CONFIGURADO.32”, “COHECHO. CASOS EN LOS QUE NO SE

31
Jurisprudencia 99/2001 dictada por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, publicada en la página 7, del Tomo XIV, correspondiente a diciembre de 2001, materia
penal, Novena Época, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, con el contenido
siguiente:
“COHECHO ACTIVO, ELEMENTOS QUE INTEGRAN EL TIPO PREVISTO EN LOS ARTÍCULOS
222, FRACCIÓN II, DEL CÓDIGO PENAL FEDERAL Y 174, FRACCIÓN II, DEL CÓDIGO PENAL
PARA EL ESTADO DE MICHOACÁN. De la descripción típica de cohecho activo, que hacen los
mencionados preceptos legales, en el sentido de que comete tal ilícito el que dé u ofrezca dinero o
cualquier otra dádiva o ventaja pecuniaria a un funcionario o servidor público, para que haga u
omita hacer un acto justo o injusto relacionado con sus funciones, se obtienen los siguientes
elementos: el dar u ofrecer dinero o cualquier otra dádiva o ventaja pecuniaria a un servidor público
y que el propósito de tal entrega u ofrecimiento debe consistir en que el funcionario público haga o
deje de hacer un acto, justo o injusto, relacionado con sus funciones. Al respecto es conveniente
precisar que el tipo penal no requiere de la aceptación del servidor o funcionario público; además,
para la configuración del delito, por lo que hace al primer elemento, basta con demostrar que se
entregó u ofreció dinero o cualquier otra dádiva o ventaja pecuniaria al servidor público y para tener
por acreditado el elemento consistente en el propósito de tal entrega u ofrecimiento al servidor
público, es indispensable que se demuestre que la acción u omisión que se le pidió realizar tiene
conexión con las funciones con que está investido por el cargo público que le fue conferido, pues
sólo en este caso se pone en peligro el debido funcionamiento de la administración pública, bien
jurídico que tutela el delito de cohecho.
32
Tesis aislada III.2o.P.98 P, emitida por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Tercer Circuito, visible en la página 1062, del tomo XVII, correspondiente a abril de 2003, materia
penal, Novena Época, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, con el contenido
siguiente:
“COHECHO, DELITO DE, NO CONFIGURADO. Las detenciones sólo pueden efectuarse cuando
se trata de flagrante delito, supuesto en que cualquier persona puede aprehender al indiciado, o en
casos de urgencia, conforme a lo previsto por el artículo 16 de la Constitución General de la
República, pero fuera de esos casos, sólo con orden judicial puede detenerse a alguien; entonces,
al no mediar estas circunstancias, es claro que si agentes de policía tratan de conducir a una
persona a los separos policiacos, ello no resulta una función justa de los investigadores. En esas
condiciones, el hecho de que el acusado hubiera ofrecido dinero o su equivalente en especie a los
referidos agentes a cambio de su libertad, esto no puede considerarse que hubiera sido para que
dichos agentes de la autoridad dejaran de hacer algo justo o injusto de acuerdo con sus funciones,
ya que obviamente actuaron en forma arbitraria y, en esa tesitura, no puede decirse que se haya
configurado el delito de cohecho.”

45
AMPARO DIRECTO 14/2011

COMETE EL DELITO DE.”33, “COHECHO, CASO EN QUE NO


SE CONFIGURA EL DELITO DE.”34


Por otro lado, el quejoso combatió la legalidad de su detención y,
al respecto, adujo que cuando fue detenido y privado de la
libertad, los oficiales remitentes no contaban con una orden de
aprehensión librada por un Juez; que tampoco se trataba de un
caso de flagrancia o de una orden de detención por caso
urgente. Por ello, la detención realizada a partir del “supuesto”
señalamiento en contra del quejoso, viola la garantía de
seguridad jurídica prevista en el artículo 16 Constitucional.


Se efectuó un acto de molestia que no cumplía con dicha
garantía ni con lo dispuesto en el artículo 28 de la Ley Orgánica
de la Procuraduría General de Justicia del Estado México, 35 en la
que se establecen las obligaciones de la Policía Ministerial y en
33
Tesis aislada VII.P.12 P, pronunciada por el Tribunal Colegiado en Materia Penal del Séptimo
Circuito, publicada en la página 223, del tomo II, correspondiente a julio de 1995, materia penal,
Novena Época, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, con el contenido siguiente:
“COHECHO. CASOS EN LOS QUE NO SE COMETE EL DELITO DE. Si los servidores públicos
involucrados actúan en forma arbitraria al llevar al cabo la conducta que observaron, es claro que
el hecho de que el inculpado les ofrezca dinero o dádivas para que cesen en esa conducta no
puede considerarse que persiga el fin de que los mismos dejen de hacer algo lícito o ilícito
relacionado con sus funciones, lo que implica que no puede válidamente sostenerse que en las
condiciones apuntadas se configure el delito de cohecho.”
34
Tesis aislada del Primer Tribunal Colegiado del Décimo Quinto Circuito, publicada en la página
136, del tomo VIII, correspondiente a julio de 1991, materia penal, Octava Época, del Semanario
Judicial de la Federación, con el contenido siguiente:
“COHECHO, CASO EN QUE NO SE CONFIGURA EL DELITO DE. Si no medió ilícito que
justificara la detención de los quejosos, ésta resultó ilegal y por tanto el que le hayan ofrecido
dinero o cualquier otra dádiva a algún servidor público, para que los ayudara a detener y trasladar
a la vía internacional a dos sujetos, quienes dijeron obraba orden de aprehensión en el vecino país
del norte, y asimismo, para que dejaran en libertad a los mismos oferentes, no configura el delito
de cohecho, por no estar dentro las funciones de dicho servidor público, llevar a cabo detenciones
ilegalmente ni tampoco se está en presencia de un flagrante delito ni de una orden de aprehensión
que justificara la detención de los mencionados sujetos.”
35
“Artículo 28. Son obligaciones de los Agentes de la Policía Ministerial, las siguientes: […]
III. Ejecutar las órdenes de aprehensión, los cateos y otros mandamientos que emita la autoridad
judicial;
IV. Ejecutar las órdenes de detención y retensión emitidas por el Ministerio Público, en los términos
del artículo 16 de la Constitución Federal; así como las órdenes de comparecencia y presentación
dictadas por la propia autoridad; […]
VIII. Observar en el desempeño de sus funciones, respeto absoluto a los derechos humanos;
IX. Llevar a cabo el desarrollo de sus funciones exclusivamente en vehículos oficiales debidamente
identificados; y […].”

46
AMPARO DIRECTO 14/2011

la cual no se prevé que las detenciones efectuadas de esa


manera se encuentren dentro de sus funciones. Asimismo, a
juicio del quejoso, esto se relaciona con el artículo 7 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos y el 9 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.


El quejoso agregó que su detención fue violatoria de la garantía
de seguridad jurídica pues, aun suponiendo sin conceder, si él
les hubiera referido que efectivamente había participado en el
homicidio, esa expresión no constituye delito alguno. Y tampoco
puede considerarse como una confesión debido a que no cumple
los requisitos necesarios para que se considere tal, pues ésta no
se hizo frente al representante social, el juez o con la presencia
de su defensor. Por ello ―insistió― no existió flagrancia, ni se
trataba de un caso urgente y tampoco existió alguna orden de
aprehensión librada por un juez.


Posteriormente el quejoso adujo que, en cuanto a los elementos
objetivos del cohecho, la autoridad incurrió en un error al
establecer que existía un nexo de causalidad. Esto es incorrecto,
a juicio del quejoso, porque en los delitos de resultado formal no
hay nexo de causalidad entre la conducta y el resultado. Esta
consideración del Ad quem vulnera el artículo 16, primer párrafo,
de la Constitución.


Problemática de la confesión. A continuación, el quejoso se
enfocó en combatir las razones a partir de las cuales se
consideró que él había confesado y que ese elemento de prueba
tenía pleno valor al adminicularse con las imputaciones de los
denunciantes y el supuesto testigo de cargo.


En este sentido señaló que, al momento en el que fue puesto a
disposición del agente del Ministerio Público, con residencia en

47
AMPARO DIRECTO 14/2011

el Municipio de Naucalpan de Juárez, no se le dieron a conocer


de manera expresa el nombre de su acusador, naturaleza y
causa de su acusación, tal como lo dispone el artículo 20,
apartado A, fracción III, de la Constitución Federal –texto anterior
a la reforma de dieciocho de junio de dos mil ocho–, 36 y los
artículos 14537 y 14638 del Código de Procedimientos Penales
para el Estado de México.

36
“Artículo 20. En todo proceso de orden penal, el inculpado, la víctima o el ofendido, tendrán las
siguientes garantías:
A. Del inculpado: […]
III. Se le hará saber en audiencia pública, y dentro de las ********** y ocho horas siguientes a su
consignación a la justicia, el nombre de su acusador y la naturaleza y causa de la acusación, a fin
de que conozca bien el hecho punible que se le atribuye y pueda contestar el cargo, rindiendo en
este acto su declaración preparatoria. […].”
37
“Artículo 145. Cuando el indiciado sea detenido o se presente voluntariamente, ante el Ministerio
Público, se procederá de inmediato en la siguiente forma:
I. Se hará constar por quien haya realizado la detención o ante quien aquél haya comparecido, el
día, hora, y lugar de la detención o de la comparecencia, así como, en su caso, el nombre y cargo
de quien la haya ordenado. Cuando la detención se hubiese practicado por una autoridad no
dependiente del Ministerio Público, se asentará o se agregará, en su caso, la información
circunstanciada suscrita por quien la hubiere realizado o haya recibido al detenido;
II. Se le hará saber la imputación que existe en su contra y el nombre del denunciante, acusador o
querellante;
III. Será informado de los derechos que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
consigna en su favor.
Estos derechos son:
a) Que se le permita comunicarse con quien lo desee, por teléfono o por cualquier otro medio
disponible;
b) Que debe tener una defensa adecuada por sí, por abogado o por persona de confianza, o si no
quiere o no puede designar defensor, se le designará uno de oficio;
c) Que debe estar presente su defensor cuando declare;
d) Que no podrá ser obligado a declarar;
e) Que se le designe traductor, si se trata de persona que no hable o entienda lo suficiente el
español;
f) Que se le conceda inmediatamente su libertad bajo caución, si procede conforme al artículo 146
de este código;
g) Que su defensor comparezca en todos los actos de desahogo de pruebas dentro de la
averiguación previa, y éste tendrá obligación de hacerlo cuantas veces se le requiera;
h) Que se le faciliten todos los datos que solicite para su defensa y para lo cual se permitirá a él y a
su defensor, consultar en la oficina del Ministerio Público y en presencia del personal, dicha
averiguación;
i) Que se le reciban los testigos y las demás pruebas que tengan relación directa con el hecho que
se investiga, siempre que no constituya dilación o entorpecimiento de la averiguación previa;
j) Cuando no sea posible desahogar las pruebas ofrecidas por el inculpado y su defensor, el juez
de la causa resolverá, en su oportunidad, sobre la admisión y práctica de las mismas.
Se hará constar en la averiguación previa la información que se le dé sobre todos los derechos
mencionados.”

48
AMPARO DIRECTO 14/2011


Si bien en la constancia de notificación de derechos de
veinticuatro de octubre de dos mil siete aparece que se le
hicieron saber los derechos y beneficios que le concede el
artículo 20 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, esta diligencia fue realizada por el Ministerio Público
de Naucalpan de Juárez, Estado de México, quien no le hizo
saber al quejoso el nombre del acusador, así como la naturaleza
y causa de la acusación.


En tanto que, la declaración ministerial la rindió el sentenciado
ante el Ministerio Público del Municipio de Tultitlán, Estado de
México, quien a la inversa, no le informó de manera expresa y
detallada los derechos constitucionales y procesales que
operaban en su beneficio.


Es por esto que, para el quejoso, su declaración ministerial
carece de valor probatorio, porque las actuaciones de los
órganos investigadores no se ajustaron al debido proceso legal.
Sin que lo anterior pueda dar lugar a la reposición del
procedimiento, sino que produce la invalidez de la supuesta
confesión al haber sido recabada ilegalmente.


Apoya su argumento en las siguientes tesis jurisprudenciales
“AVERIGUACIÓN PREVIA. LAS TRANSGRESIONES
COMETIDAS DURANTE ESTA FASE CONSTITUYEN
VIOLACIONES PROCESALES EN TÉRMINOS DEL ARTÍCULO

38
“Artículo 146. El Ministerio Público, durante la averiguación previa deberá conceder al indiciado
inmediatamente que lo solicite, su libertad provisional bajo caución; siempre y cuando no se trate
de delitos en que por su gravedad la ley expresamente prohíba conceder este beneficio; pudiendo
negársele cuando el indiciado haya sido condenado con anterioridad por algún delito calificado por
la ley como grave o cuando existan datos fehacientes para establecer que la libertad del indiciado
representa por su conducta precedente, por las circunstancias o características del delito cometido,
un riesgo para el ofendido o para la sociedad. El monto y la forma de la caución se fijarán conforme
a lo dispuesto por el artículo 319 de este código.
Al consignar los hechos al órgano jurisdiccional, se notificará personalmente al indiciado para que
comparezca ante aquél dentro de los tres días siguientes a la consignación, haciéndole saber la
fecha de la misma, y que de no comparecer dentro de este término, el juez revocará la libertad,
ordenará su aprehensión y hará efectiva la garantía.”

49
AMPARO DIRECTO 14/2011

160 DE LA LEY DE AMPARO”,39 “PRUEBA ILÍCITA. EL


DERECHO A UN DEBIDO PROCESO COMPRENDE EL
DERECHO A NO SER JUZGADO A PARTIR DE PRUEBAS
OBTENIDAS AL MARGEN DE LAS EXIGENCIAS
CONSTITUCIONALES Y LEGALES”,40 “PRUEBAS EN EL
PROCEDIMIENTO PENAL. SUPUESTOS EN QUE DEBE

39
Tesis Jurisprudencial 138/2011 de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
pendiente de publicación en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. El texto es el
siguiente: AVERIGUACIÓN PREVIA. LAS TRANSGRESIONES COMETIDAS DURANTE ESTA
FASE CONSTITUYEN VIOLACIONES PROCESALES EN TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 160 DE
LA LEY DE AMPARO. Para determinar si la categoría de "violaciones procesales" contenida en el
artículo 160 de la Ley de Amparo es aplicable a las cometidas durante la averiguación previa, es
necesario interpretar tal disposición a la luz de las reformas constitucionales publicadas en el Diario
Oficial de la Federación el 3 de septiembre de 1993 y el 3 de julio de 1996; de las que se colige
que la intención del Poder Reformador de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
fue que dentro de la indicada categoría se comprendieran las violaciones cometidas durante la fase
de averiguación previa. Ello es así, toda vez que dicho órgano hizo alusión a un concepto amplio
de juicio de orden penal para efectos de las garantías contenidas en el artículo 20 constitucional,
señalando que éste prevé tanto la fase jurisdiccional (ante el juez) como la previa (ante el
Ministerio Público). Por lo anterior, algunas de las garantías antes reservadas para la etapa
jurisdiccional ahora deben observarse en la averiguación previa, criterio que se refuerza si se toma
en cuenta que el indicado artículo 160 tiene como finalidad reparar, en el amparo directo, la
violación a las garantías individuales contenidas en los artículos 14 y 20 constitucionales, pues
todo el listado de violaciones se traduce en la vulneración de aquéllas. Además, no debe pasarse
por alto la intención garantista del legislador federal, al establecer como violaciones procesales en
la fracción XVII del citado artículo 160, los casos análogos precisados por la Suprema Corte de
Justicia de la Nación o por los tribunales colegiados de circuito, supuesto en el que pueden
ubicarse las violaciones a las garantías individuales observables en la averiguación previa,
consistentes en la obtención de pruebas ilícitas, la negativa para facilitar al inculpado los datos que
solicite para su defensa y que consten en el proceso, así como la transgresión a la garantía de
defensa adecuada, violaciones que no ameritarían la reposición del procedimiento, sino la invalidez
de la declaración obtenida en su perjuicio o la de la prueba recabada ilegalmente, en tanto que su
estudio necesariamente implicaría la interpretación directa de preceptos constitucionales.

Precedentes: Amparo directo 9/2008. 12 de agosto de 2009. Mayoría de cuatro votos. Disidente:
Sergio A. Valls Hernández. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique
Sánchez Frías.
Amparo directo 16/2008. 12 de agosto de 2009. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Sergio A.
Valls Hernández. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique Sánchez Frías.
Amparo directo 10/2008. 12 de agosto de 2009. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Sergio A.
Valls Hernández. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: Carmina Cortés Rodríguez.
Amparo directo 8/2008. 12 de agosto de 2009. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Sergio A. Valls
Hernández. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Rosalía Argumosa
López.
Amparo directo 33/2008. 4 de noviembre de 2009. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Sergio A.
Valls Hernández. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique Sánchez Frías.

LICENCIADO HERIBERTO PÉREZ REYES, SECRETARIO DE ACUERDOS DE LA PRIMERA


SALA DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN,- - - - - C E R T I F I C A:- - - - - -

Que el rubro y texto de la anterior tesis jurisprudencial fueron aprobados por la Primera Sala
de este alto tribunal, en sesión privada de cuatro de noviembre de dos mil once. México,
Distrito Federal, siete de noviembre de dos mil once. Doy fe.
MSN/rfr.

50
AMPARO DIRECTO 14/2011

NULIFICARSE SU EFICACIA”,41 “DEFENSA ADECUADA.


FORMA EN QUE EL JUEZ DE LA CAUSA GARANTIZA SU
VIGENCIA”,42 “DEBIDO PROCESO LEGAL”,43 y “CONFESIÓN
ANTE EL MINISTERIO PÚBLICO. SOLO TIENE PLENO VALOR
PROBATORIO SI LAS DILIGENCIAS RELATIVAS SE AJUSTAN
A LAS REGLAS ESTABLECIDAS EN EL CÓDIGO DE

40
Tesis Jurisprudencial 139/2011 de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
pendiente de publicación en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. El texto es el
siguiente: PRUEBA ILÍCITA. EL DERECHO A UN DEBIDO PROCESO COMPRENDE EL
DERECHO A NO SER JUZGADO A PARTIR DE PRUEBAS OBTENIDAS AL MARGEN DE LAS
EXIGENCIAS CONSTITUCIONALES Y LEGALES. Exigir la nulidad de la prueba ilícita es una
garantía que le asiste al inculpado durante todo el proceso y cuya protección puede hacer valer
frente a los tribunales alegando como fundamento: (i) el artículo 14 constitucional, al establecer
como condición de validez de una sentencia penal, el respeto a las formalidades esenciales del
procedimiento, (ii) el derecho de que los jueces se conduzcan con imparcialidad, en términos del
artículo 17 constitucional y (iii) el derecho a una defensa adecuada que asiste a todo inculpado de
acuerdo con el artículo 20, fracción IX de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
En este sentido, si se pretende el respeto al derecho de ser juzgado por tribunales imparciales y el
derecho a una defensa adecuada, es claro que una prueba cuya obtención ha sido irregular (ya
sea por contravenir el orden constitucional o el legal), no puede sino ser considerada inválida. De
otra forma, es claro que el inculpado estaría en condición de desventaja para hacer valer su
defensa. Por ello, la regla de exclusión de la prueba ilícita se encuentra implícitamente prevista en
nuestro orden constitucional. Asimismo, el artículo 206 del Código Federal de Procedimientos
Penales establece, a contrario sensu, que ninguna prueba que vaya contra el derecho debe ser
admitida. Esto deriva de la posición preferente de los derechos fundamentales en el ordenamiento
y de su afirmada condición de inviolables.
Precedentes: Amparo directo 9/2008. 12 de agosto de 2009. Mayoría de cuatro votos. Disidente:
Sergio A. Valls Hernández. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique
Sánchez Frías.
Amparo directo 16/2008. 12 de agosto de 2009. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Sergio A.
Valls Hernández. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique Sánchez Frías.
Amparo directo 10/2008. 12 de agosto de 2009. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Sergio A.
Valls Hernández. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: Carmina Cortés Rodríguez.
Amparo directo 8/2008. 12 de agosto de 2009. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Sergio A. Valls
Hernández. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Rosalía Argumosa
López.
Amparo directo 33/2008. 4 de noviembre de 2009. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Sergio A.
Valls Hernández. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique Sánchez Frías.
LICENCIADO HERIBERTO PÉREZ REYES, SECRETARIO DE ACUERDOS DE LA PRIMERA
SALA DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN,- -- - - - - C E R T I F I C A:- - - - -
Que el rubro y texto de la anterior tesis jurisprudencial fueron aprobados por la Primera Sala
de este alto tribunal, en sesión privada de cuatro de noviembre de dos mil once. México,
Distrito Federal, siete de noviembre de dos mil once. Doy fe.
MSN/rfr.
41
Registro No. 165928; localización: Novena Época; instancia: Primera Sala; fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta; XXX, Noviembre de 2009; página: 415; tesis: 1a.
CLXXXVII/2009; tesis aislada; materia(s): Penal. PRUEBAS EN EL PROCEDIMIENTO PENAL.
SUPUESTOS EN QUE DEBE NULIFICARSE SU EFICACIA. La eficacia de las pruebas en el
procedimiento penal debe nulificarse en los casos en que la norma transgredida establezca: (i)
garantías procesales, (ii) la forma en que se practica la diligencia, o bien, (iii) derechos sustantivos

51
AMPARO DIRECTO 14/2011

PROCEDIMIENTOS EN MATERIA DE DEFENSA SOCIAL


PARA EL ESTADO DE PUEBLA”.44


En su segundo concepto de violación el quejoso adujo que le
fueron violadas las garantías de legalidad y seguridad jurídica,
contenidas en los artículos 14 y 16 de la Constitución Federal,
las garantías de protección judicial plasmadas en los artículos 14

en favor de la persona. Por su parte, las pruebas derivadas (aunque lícitas en sí mismas) deben
anularse cuando aquellas de las que son fruto resultan inconstitucionales. Así, los medios de
prueba que deriven de la vulneración de derechos fundamentales, no deben tener eficacia
probatoria, pues de lo contrario se trastocaría la garantía de presunción de inocencia, la cual
implica que nadie puede ser condenado si no se comprueba plenamente el delito que se le imputa
y la responsabilidad penal en su comisión, circunstancia que necesariamente implica que las
pruebas con las cuales se acreditan tales extremos, deben haber sido obtenidas lícitamente.
Precedentes: Amparo directo 9/2008. 12 de agosto de 2009. Mayoría de cuatro votos. Disidente:
Sergio A. Valls Hernández. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique
Sánchez Frías.
Amparo directo 16/2008. 12 de agosto de 2009. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Sergio A.
Valls Hernández. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique Sánchez Frías.
Amparo directo 10/2008. 12 de agosto de 2009. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Sergio A.
Valls Hernández. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: Carmina Cortés Rodríguez.
Amparo directo 8/2008. 12 de agosto de 2009. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Sergio A. Valls
Hernández. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Rosalía Argumosa
López.
Amparo directo 33/2008. 4 de noviembre de 2009. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Sergio A.
Valls Hernández. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique Sánchez Frías.
LICENCIADO HERIBERTO PÉREZ REYES, SECRETARIO DE ACUERDOS DE LA PRIMERA
SALA DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN,- - - - - - C E R T I F I C A:- - - - -
Que el rubro y texto de la anterior tesis jurisprudencial fueron aprobados por la Primera Sala
de este alto tribunal, en sesión privada de cuatro de noviembre de dos mil once. México,
Distrito Federal, siete de noviembre de dos mil once. Doy fe.
MSN/rfr.
42
Tesis Jurisprudencial 140/2011 de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
pendiente de publicación en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. El texto es el
siguiente: PRUEBAS EN EL PROCEDIMIENTO PENAL. SUPUESTOS EN QUE DEBE
NULIFICARSE SU EFICACIA. La eficacia de las pruebas en el procedimiento penal debe
nulificarse en los casos en que la norma transgredida establezca: (i) garantías procesales, (ii) la
forma en que se practica la diligencia, o bien, (iii) derechos sustantivos en favor de la persona. Por
su parte, las pruebas derivadas (aunque lícitas en sí mismas) deben anularse cuando aquellas de
las que son fruto resultan inconstitucionales. Así, los medios de prueba que deriven de la
vulneración de derechos fundamentales no deben tener eficacia probatoria, pues de lo contrario se
trastocaría la garantía de presunción de inocencia, la cual implica que nadie puede ser condenado
si no se comprueba plenamente el delito que se le imputa y la responsabilidad penal en su
comisión, circunstancia que necesariamente implica que las pruebas con las cuales se acreditan
tales extremos, deben haber sido obtenidas lícitamente.
Precedentes: Amparo directo 9/2008. 12 de agosto de 2009. Mayoría de cuatro votos. Disidente:
Sergio A. Valls Hernández. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique
Sánchez Frías.
Amparo directo 16/2008. 12 de agosto de 2009. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Sergio A.
Valls Hernández. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique Sánchez Frías.

52
AMPARO DIRECTO 14/2011

del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos 45 y 8 de la


Convención Americana Sobre Derechos Humanos, el principio
de presunción de inocencia, contenido en los artículos 20 de la
Carta Magna, 14.2 del mismo Pacto 46 y 8.2 de la Convención 47,
así como los artículos 119 48, 12049 y 12150 e indebida aplicación
de los numerales 25451, 25552 y 25653, todos del Código de
Procedimientos Penales para el Estado de México, por violación

Amparo directo 10/2008. 12 de agosto de 2009. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Sergio A.
Valls Hernández. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: Carmina Cortés Rodríguez.
Amparo directo 8/2008. 12 de agosto de 2009. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Sergio A. Valls
Hernández. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Rosalía Argumosa
López.
Amparo directo 33/2008. 4 de noviembre de 2009. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Sergio A.
Valls Hernández. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique Sánchez Frías.
LICENCIADO HERIBERTO PÉREZ REYES, SECRETARIO DE ACUERDOS DE LA PRIMERA
SALA DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN,- - - - -- C E R T I F I C A:- - - - - -
Que el rubro y texto de la anterior tesis jurisprudencial fueron aprobados por la Primera Sala
de este alto tribunal, en sesión privada de cuatro de noviembre de dos mil once. México,
Distrito Federal, siete de noviembre de dos mil once. Doy fe.
MSN/rfr.
43
Registro No. 254197; localización: Séptima Época; instancia: Tribunales Colegiados de Circuito;
fuente: Semanario Judicial de la Federación; 82 Sexta Parte; página: 32; tesis aislada; materia(s):
Común. DEBIDO PROCESO LEGAL. El debido proceso legal, que está consagrado como garantía
individual en los artículos 14 y 16 constitucionales, consiste básicamente en que para que una
autoridad pueda afectar a un particular en su persona o en sus derechos, tal acto de afectación en
principio debe estar precedido de un procedimiento en el que se oiga previamente al afectado, en
defensa de sus derechos, dándole a conocer todos los elementos del caso en forma completa,
clara y abierta y dándole también una oportunidad razonable, según las circunstancias del caso,
para probar y alegar lo que a su derecho convenga; y el acto de afectación, en sí mismo, debe
constar por escrito y emanar de autoridad legalmente facultada para dictarlo, y en dicho acto o
mandamiento deben hacerse constar los preceptos legales que funden materialmente la afectación
al individuo, así como los hechos que hagan que el caso actualice las hipótesis normativas y den
lugar a la aplicación de los preceptos aplicados.
44
Registro No. 216323; localización: Octava Época; instancia: Tribunales Colegiados de Circuito;
fuente: Semanario Judicial de la Federación; XI, Mayo de 1993; página: 307; tesis aislada;
materia(s): Penal. CONFESION ANTE EL MINISTERIO PUBLICO. SOLO TIENE PLENO VALOR
PROBATORIO SI LAS DILIGENCIAS RELATIVAS SE AJUSTAN A LAS REGLAS ESTABLECIDAS
EN EL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS EN MATERIA DE DEFENSA SOCIAL PARA EL ESTADO
DE PUEBLA. Si las diligencias en las que se rinden las confesiones ministeriales de los inculpados,
no cumplen con los requisitos previstos por los artículos del 66 al 73 del Código de Procedimientos
en Materia de Defensa Social para el Estado; no puede otorgarse a éstas pleno valor acreditativo,
pues debe tenerse presente que las normas procesales son de orden público, por lo que las
autoridades deben practicar sus actuaciones y diligencias sujetándose y respetando dichas normas
procesales, ya que de no ser así se propiciaría que la policía judicial y el Ministerio Público
actuaran arbitrariamente en la investigación de los ilícitos. Tales prácticas podrían tener como
consecuencia, el que las autoridades judiciales condenaran a personas inocentes. Por tanto resulta
imprescindible que las actuaciones de la policía judicial y el Ministerio Público se ajusten a los
lineamientos establecidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y el Código
de Procedimientos en Materia de Defensa Social para el Estado, y si no es así, no podrá
otorgárseles pleno valor acreditativo. Lo anterior se corrobora por lo que establece el artículo 73 de
dicho código adjetivo penal que dice: "Las diligencias que practique el Ministerio Público tendrán
pleno valor probatorio si se ajustan a las reglas relativas de este Código". TERCER TRIBUNAL

53
AMPARO DIRECTO 14/2011

a los principios reguladores de la prueba y el principio de in


dubio pro reo.


A juicio del quejoso no se acreditó el cuerpo del delito de
cohecho por lo que no habría razón para entrar al análisis de la
responsabilidad penal, sin embargo señala que su intención es

COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO.


45
“Artículo 14
1. Todas las personas son iguales ante los tribunales y cortes de justicia. Toda persona tendrá
derecho a ser oída públicamente y con las debidas garantías por un tribunal competente,
independiente e imparcial, establecido por la ley, en la substanciación de cualquier acusación de
carácter penal formulada contra ella o para la determinación de sus derechos u obligaciones de
carácter civil. La prensa y el público podrán ser excluidos de la totalidad o parte de los juicios por
consideraciones de moral, orden público o seguridad nacional en una sociedad democrática, o
cuando lo exija el interés de la vida privada de las partes o, en la medida estrictamente necesaria
en opinión del tribunal, cuando por circunstancias especiales del asunto la publicidad pudiera
perjudicar a los intereses de la justicia; pero toda sentencia en materia penal o contenciosa será
pública, excepto en los casos en que el interés de menores de edad exija lo contrario, o en las
acusaciones referentes a pleitos matrimoniales o a la tutela de menores.
2. Toda persona acusada de un delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se
pruebe su culpabilidad conforme a la ley.
3. Durante el proceso, toda persona acusada de un delito tendrá derecho, en plena igualdad, a las
siguientes garantías mínimas:
a) A ser informada sin demora, en un idioma que comprenda y en forma detallada, de la naturaleza
y causas de la acusación formulada contra ella;
b) A disponer del tiempo y de los medios adecuados para la preparación de su defensa y a
comunicarse con un defensor de su elección;
c) A ser juzgado sin dilaciones indebidas;
d) A hallarse presente en el proceso y a defenderse personalmente o ser asistida por un defensor
de su elección; a ser informada, si no tuviera defensor, del derecho que le asiste a tenerlo, y,
siempre que el interés de la justicia lo exija, a que se le nombre defensor de oficio, gratuitamente,
si careciere de medios suficientes para pagarlo;
e) A interrogar o hacer interrogar a los testigos de cargo y a obtener la comparecencia de los
testigos de descargo y que éstos sean interrogados en las mismas condiciones que los testigos de
cargo;
f) A ser asistida gratuitamente por un intérprete, si no comprende o no habla el idioma empleado en
el tribunal;
g) A no ser obligada a declarar contra sí misma ni a confesarse culpable.
4. En el procedimiento aplicable a los menores de edad a efectos penales se tendrá en cuenta esta
circunstancia y la importancia de estimular su readaptación social.
5. Toda persona declarada culpable de un delito tendrá derecho a que el fallo condenatorio y la
pena que se le haya impuesto sean sometidos a un tribunal superior, conforme a lo prescrito por la
ley.
6. Cuando una sentencia condenatoria firme haya sido ulteriormente revocada, o el condenado
haya sido indultado por haberse producido o descubierto un hecho plenamente probatorio de la
comisión de un error judicial, la persona que haya sufrido una pena como resultado de tal sentencia
deberá ser indemnizada, conforme a la ley, a menos que se demuestre que le es imputable en todo

54
AMPARO DIRECTO 14/2011

evidenciar la ilógica e ilícita valoración de las pruebas


desahogadas.54


Testimonios contradictorios. A continuación el quejoso
anunció el ejercicio comparativo de las declaraciones de los
policías remitentes y el supuesto testigo de cargo, a fin de
evidenciar contradicciones. Argumentó que en la audiencia de
desahogo de pruebas se presentaron diversas incongruencias
que a su juicio demostraban la inexistencia de la conducta
típica―. Listó las siguientes:

o en parte el no haberse revelado oportunamente el hecho desconocido.


7. Nadie podrá ser juzgado ni sancionado por un delito por el cual haya sido ya condenado o
absuelto por una sentencia firme de acuerdo con la ley y el procedimiento penal de cada país.”
46
“Artículo 14 [...]
2. Toda persona acusada de un delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se
pruebe su culpabilidad conforme a la ley. […].”
47
Artículo 8. Garantías Judiciales
2. Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se
establezca legalmente su culpabilidad. […].”
48
“Artículo 119. El agente del Ministerio Público deberá, ante todo, comprobar los elementos del
cuerpo del delito y la probable o plena responsabilidad del indiciado como motivación y fundamento
del ejercicio de la acción penal y del proceso.”
49
“Artículo 120. El Ministerio Público y el órgano jurisdiccional podrán tener por comprobado el
cuerpo del delito y la probable responsabilidad penal por cualquier medio probatorio nominado o
innominado no reprobado por la ley.”
50
“Artículo 121. El cuerpo del delito se tendrá por comprobado cuando se justifique la existencia de
los elementos objetivos del tipo; así como los normativos y los subjetivos, cuando aparezcan
descritos en éste. La probable responsabilidad penal del inculpado, se tendrá por acreditada
cuando de los medios probatorios existentes se pruebe directa o indirectamente su participación
dolosa o culposa y no exista acreditada en su favor alguna otra causa de exclusión del delito.
Respecto de los tipos que se señalan podrán acreditarse los elementos objetivos que se refieren
en la forma que se indica.”
51
“Artículo 254. Las pruebas serán valoradas, en su conjunto, por los tribunales, siempre que se
hayan practicado con los requisitos señalados en este código.”
52
“Artículo 255. El órgano jurisdiccional razonará en sus resoluciones lógica y jurídicamente la
prueba, tomando en cuenta tanto los hechos a cuyo conocimiento haya llegado por los medios
enumerados en este título, como los desconocidos que haya inferido, inductiva o deductivamente,
de aquellos.”
53
“Artículo 256. Sólo se condenará al acusado cuando se compruebe la existencia del cuerpo del
delito y su responsabilidad. En caso de duda debe absolverse.”
54
En refuerzo al argumento reitera la cita de la tesis CLXXXVI/2009, dictada por esta Primera Sala
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, intitulada “PRUEBA ILÍCITA. EL DERECHO A UN
DEBIDO PROCESO COMPRENDE EL DERECHO A NO SER JUZGADO A PARTIR DE
PRUEBAS OBTENIDAS AL MARGEN DE LAS EXIGENCIAS CONSTITUCIONALES Y LEGALES.”

55
AMPARO DIRECTO 14/2011


Respecto a la pregunta tres que el Representante Social formuló
al policía ministerial **********, sobre el lugar en el cual el quejoso
les ofreció la cantidad de **********; el agente contestó que había
sido en el lugar donde estaban con él; cuando en su declaración
ministerial contestó que sucedió en la patrulla, durante el
trayecto a la agencia ministerial.


Respecto a la pregunta cinco formulada por el defensor, en
relación a si el taxista los había acompañado hasta donde el
quejoso se encontraba, ********** contestó en su ampliación de
declaración que sí, pero que no había llegado con ellos y no
sabía a qué distancia se había quedado. En cambio de la
declaración de ********** (el presunto testigo) constaba que los
policías le habían dicho que no se moviera, que los policías
fueron en busca del sujeto y regresaron unos instantes después
a donde él se encontraba, con el sujeto a bordo del vehículo.


Respecto a la pregunta nueve formulada por el defensor
particular, en relación a quién o quiénes oyeron el ofrecimiento
del dinero, ********** contestó en su ampliación de declaración
que su compañero y él, pero que había más gente en el lugar
caminando y no podía decir si oyeron o no. A pesar de que, en
su declaración ministerial, el mismo policía contestó que el
ofrecimiento se había realizado en el trayecto a las oficinas al
estar a bordo del vehículo.


Respecto a la pregunta catorce, formulada por el defensor
particular del quejoso, sobre cómo se trasladó el taxista a la
oficina del Ministerio Público, ********** contestó en su ampliación
de declaración que él se había trasladado al Ministerio Público,
pero que no sabía si en su unidad o en un camión. Mientras el

56
AMPARO DIRECTO 14/2011

taxista testigo precisó ante el Ministerio Público que él se había


subido a la patrulla y fue trasladado a las oficinas.


En relación a la pregunta uno, formulada por el órgano de
acusación al remitente **********, sobre la distancia a la que el
taxista señaló al sentenciado, respondió que a tres metros. Lo
que se opone con las declaraciones ministeriales de los
remitentes y el testigo, porque no pudieron haberse trasladado
en automóvil hasta el quejoso, si solamente estaba a tres metros
de ellos.


A la pregunta cuatro del Ministerio Público, el policía **********
respondió que el ofrecimiento del dinero se realizó a bordo
durante el trayecto a las oficinas ministeriales. En cambio, el
policía **********, sostiene que no sabía quien más escuchó el
ofrecimiento del dinero, porque había más gente en el lugar
caminando.


En torno a la pregunta cinco, el policía ********** le respondió a la
defensa que el testigo sí los acompañó hasta el lugar en el que
estaba el procesado, que incluso lo señaló. Afirmación
contradictoria con lo referido por el testigo, al señalar que los
policías le dijeron que no se moviera, mientras ellos se dirigieron
a buscar el sujeto, luego regresaron con el detenido a quien
llevaban a bordo de la patrulla.


Respecto la pregunta once, formulada por el defensor particular
del quejoso, sobre la distancia que habían recorrido al momento
en que el quejoso les había ofrecido dinero, ********** contestó
en su ampliación de declaración que no lo podía decir ya que el
trayecto había sido muy breve, lo que sí puede decir es que
había mucho tráfico en San Bartolo ya que es el centro de
Naucalpan. Mientras que en la ampliación de declaración de

57
AMPARO DIRECTO 14/2011

********** constaba que había sido en el lugar donde estaban con


él. Según el quejoso esto demuestra que ********** aceptó
implícitamente el ofrecimiento se había realizado en el trayecto
recorrido y no en la calle.


Sobre la pregunta doce, formulada por el defensor, en relación a
quién o quiénes oyeron el ofrecimiento del dinero, **********
contestó en su ampliación de declaración que ********** y
**********, cuando **********, en su ampliación de declaración,
señaló que su compañero y él, pero que había más gente en el
lugar caminando y no podía decir si oyeron o no. El quejoso
señaló que la persona que supuestamente escuchó el
ofrecimiento de dinero nunca antes había sido mencionada.


Respecto a la pregunta dieciséis, formulada por el defensor
particular del quejoso, en relación a cómo se trasladó el taxista a
la oficina del Ministerio Público, ********** contestó que ignoraba
cómo se había traslado al Ministerio Público y no recordaba si se
fue detrás de ellos o si alguno de ellos se había ido con él.
Mientras que en la declaración del taxista constaba que los
policías le habían dicho que se subiera a la unidad y después se
trasladaron a las oficinas.


Por todo lo anterior ―adujo el quejoso― existe una innegable
contradicción en cuanto a las circunstancias de lugar y modo en
que acontecieron los hechos. Situación que, a su modo de ver,
evidentemente restaba valor probatorio a las declaraciones, por
lo que la autoridad responsable debió haber considerado la
declaración que le resultara más favorable al quejoso, apoyando
dicho argumento en la tesis “TESTIGOS EN EL PROCESO,
DECLARACIONES CONTRADICTORIAS DE LOS”.55

55
Registro No. 806233; localización: Quinta Época; instancia: Primera Sala; fuente: Semanario
Judicial de la Federación, XCVI; página: 2206; tesis aislada; materia(s): Penal. TESTIGOS EN EL

58
AMPARO DIRECTO 14/2011


Identidad y existencia del testigo de cargo. Asimismo, el
quejoso argumentó que existían dudas fundadas acerca de la
identidad y existencia del testigo **********, pues únicamente
existía una declaración ministerial en el procedimiento penal, en
la que nunca se le identificó y en la cual prometió presentar su
identificación posteriormente, hecho que no sucedió. Además, en
el momento en que se presentó un individuo llamado **********,
éste declaró no saber nada de los hechos, que era un homónimo
y desconoció la firma asentada en la declaración ministerial.


Prueba insuficiente. Por lo anterior, el quejoso aseguró que el
acervo probatorio aportado por la Representación Social fue
escaso y deficiente. Apoyó su argumento en la tesis: “PRUEBA
INSUFICIENTE EN MATERIA PENAL”.56


Asimismo, el quejoso señaló que, con base en el artículo 28,
fracción IX, de la Ley Orgánica de la Procuraduría General de
Justicia del Estado de México57 los policías ministeriales tienen la
obligación de llevar a cabo sus funciones en vehículos oficiales
debidamente identificados, lo cual no sucedió en el caso, debido
a que al momento de la detención o los policías se trasladaban
en un vehículo sin balizar y sin rótulos ni números. Con ello se

PROCESO, DECLARACIONES CONTRADICTORIAS DE LOS. Se debe estar, cuando las


declaraciones de una misma persona sean contradictorias, a la más favorable al procesado.
56
No. Registro: 176,494; jurisprudencia; materia(s): Penal; Novena Época; instancia: Tribunales
Colegiados de Circuito; fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; XXII, Diciembre
de 2005; tesis: II.2o.P. J/17; página: 2462. “PRUEBA INSUFICIENTE EN MATERIA PENAL. La
mayor o menor exigencia de datos probatorios para tener por demostrado un hecho delictuoso, y
atribuirle su comisión a una persona, sobre todo, cuando ésta la niega, se encuentra en relación
directa con la cantidad de medios de prueba que, según la experiencia y naturaleza de ese hecho,
pudieran haberse aportado para ese efecto, desde luego, con las limitaciones numéricas que
señala la ley adjetiva. Ello es así, porque si no se allegaron estas probanzas, ello sólo puede
obedecer a que el hecho no existió, o que siendo cierto, el órgano de acusación no cumplió con su
deber de aportarlas; por tanto, un argumento adicional que pueda apoyar el por qué las pruebas
aportadas son insuficientes, puede ser el de que pudiendo haberse allegado otras, de ser cierto el
hecho delictivo, no se aportaron.” Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Segundo
Circuito.
57
“Artículo 28. Son obligaciones de los Agentes de la Policía Ministerial, las siguientes: […]
IX. Llevar a cabo el desarrollo de sus funciones exclusivamente en vehículos oficiales debidamente
identificados; y […].”

59
AMPARO DIRECTO 14/2011

muestra una nueva violación a las garantías de seguridad


jurídica y legalidad.


En su tercer concepto de violación el quejoso adujo que le
fueron violadas las garantías de legalidad, seguridad jurídica y
protección judicial, así como los principios de presunción de
inocencia, reguladores de valoración de la prueba e in dubio pro
reo.


Para apoyar su posición citó las tesis jurisprudenciales de rubro:
“PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. EL PRINCIPIO RELATIVO SE
CONTIENE DE MANERA IMPLÍCITA EN LA CONSTITUCIÓN
FEDERAL”,58 “PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. ESTE
PRINCIPIO SE CONSTITUYE EN EL DERECHO DEL
ACUSADO A NO SUFRIR UNA CONDENA A MENOS QUE SU
RESPONSABILIDAD PENAL HAYA QUEDADO DEMOSTRADA
PLENAMENTE, A TRAVÉS DE UNA ACTIVIDAD PROBATORIA
DE CARGO, OBTENIDA DE MANERA ILÍCITA, CONFORME A
58
Registro No. 921523; localización: Novena Época; instancia: Pleno; fuente: Apéndice
(actualización 2002); Tomo II, Penal, P.R. SCJN; página: 133; tesis: 34; tesis aislada; materia(s):
Constitucional, Penal; Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XVI,
agosto de 2002, página 14, Pleno, tesis P. XXXV/2002. PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. EL
PRINCIPIO RELATIVO SE CONTIENE DE MANERA IMPLÍCITA EN LA CONSTITUCIÓN
FEDERAL.- De la interpretación armónica y sistemática de los artículos 14, párrafo segundo, 16,
párrafo primero, 19, párrafo primero, 21, párrafo primero, y 102, apartado A, párrafo segundo, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se desprenden, por una parte, el principio
del debido proceso legal que implica que al inculpado se le reconozca el derecho a su libertad, y
que el Estado sólo podrá privarlo del mismo cuando, existiendo suficientes elementos
incriminatorios, y seguido un proceso penal en su contra en el que se respeten las formalidades
esenciales del procedimiento, las garantías de audiencia y la de ofrecer pruebas para desvirtuar la
imputación correspondiente, el Juez pronuncie sentencia definitiva declarándolo culpable; y por
otra, el principio acusatorio, mediante el cual corresponde al Ministerio Público la función
persecutoria de los delitos y la obligación (carga) de buscar y presentar las pruebas que acrediten
la existencia de éstos, tal y como se desprende de lo dispuesto en el artículo 19, párrafo primero,
particularmente cuando previene que el auto de formal prisión deberá expresar "los datos que
arroje la averiguación previa, los que deben ser bastantes para comprobar el cuerpo del delito y
hacer probable la responsabilidad del acusado"; en el artículo 21, al disponer que "la investigación
y persecución de los delitos incumbe al Ministerio Público"; así como en el artículo 102, al disponer
que corresponde al Ministerio Público de la Federación la persecución de todos los delitos del
orden federal, correspondiéndole "buscar y presentar las pruebas que acrediten la responsabilidad
de éstos". En ese tenor, debe estimarse que los principios constitucionales del debido proceso
legal y el acusatorio resguardan en forma implícita el diverso principio de presunción de inocencia,
dando lugar a que el gobernado no esté obligado a probar la licitud de su conducta cuando se le
imputa la comisión de un delito, en tanto que el acusado no tiene la carga de probar su inocencia,
puesto que el sistema previsto por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos le
reconoce, a priori, tal estado, al disponer expresamente que es al Ministerio Público a quien
incumbe probar los elementos constitutivos del delito y de la culpabilidad del imputado.

60
AMPARO DIRECTO 14/2011

LAS CORRESPONDIENTES REGLAS PROCESALES”, 59


“CULPABILIDAD. DEBE PROBARLA EL MINISTERIO
PÚBLICO”60 y “CULPABILIDAD DEL ACUSADO”.61


El principio de presunción de inocencia. Señaló que ―con
motivo de las reformas de dieciocho de junio del año dos mil
ocho a los artículos 16, 17, 18, 19, 20, 21 y 22, 73, fracciones
XXI y XXIII, 115, fracción VII, 123, apartado B, fracción XIII, de la
Constitución Federal― el principio de presunción de inocencia
adquirió rango de garantía constitucional y por lo tanto configura
59
No. Registro: 173,507; tesis aislada; materia(s): Penal; Novena Época; instancia: Tribunales
Colegiados de Circuito; fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; XXV, Enero de
2007; tesis: I.4o.P.36 P; página: 2295. PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. ESTE PRINCIPIO SE
CONSTITUYE EN EL DERECHO DEL ACUSADO A NO SUFRIR UNA CONDENA A MENOS QUE
SU RESPONSABILIDAD PENAL HAYA QUEDADO DEMOSTRADA PLENAMENTE, A TRAVÉS
DE UNA ACTIVIDAD PROBATORIA DE CARGO, OBTENIDA DE MANERA LÍCITA, CONFORME
A LAS CORRESPONDIENTES REGLAS PROCESALES. De acuerdo con la tesis P. XXXV/2002,
publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XVI,
agosto de 2002, página 14, de rubro: "PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. EL PRINCIPIO RELATIVO
SE CONTIENE DE MANERA IMPLÍCITA EN LA CONSTITUCIÓN FEDERAL.", este principio
aparece implícito en los artículos 14, párrafo segundo, 16, párrafo primero, 19, párrafo primero, 21,
párrafo primero y 102 apartado A, párrafo segundo, de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, así como en los diversos principios de debido proceso legal y el acusatorio
dando lugar a que el acusado no esté obligado a probar la licitud de su conducta cuando se le
imputa la comisión de un delito, en tanto que no tiene la carga de probar su inocencia, sino que
incumbe al Ministerio Público acreditar la existencia de los elementos constitutivos del delito y la
culpabilidad del inculpado. Al tenor de estos lineamientos se colige que el principio de inocencia se
constituye por dos exigencias: a) El supuesto fundamental de que el acusado no sea considerado
culpable hasta que así se declare en sentencia condenatoria; lo que excluye, desde luego, la
presunción inversa de culpabilidad durante el desarrollo del proceso; y, b) La acusación debe lograr
el convencimiento del juzgador sobre la realidad de los hechos que afirma como subsumibles en la
prevención normativa y la atribución al sujeto, lo que determina necesariamente la prohibición de
inversión de la carga de la prueba. Ahora bien, el primer aspecto representa más que una simple
presunción legal a favor del inculpado, pues al guardar relación estrecha con la garantía de
audiencia, su respeto impone a las autoridades, entre otras obligaciones, que en el juicio que se
siga, se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento, para garantizar al acusado la
oportunidad de defensa previa al acto privativo concreto; mientras que el segundo se traduce en
una regla en materia probatoria, conforme a la cual la prueba completa de la responsabilidad penal
del inculpado debe ser suministrada por el órgano de acusación, imponiéndose la absolución si
ésta no queda suficientemente demostrada, lo que implica, además, que deben respetarse los
lineamientos generales que rigen para la prueba en el proceso penal y su correcta justipreciación,
pues los elementos de convicción que se consideren para fundar una sentencia de condena, deben
tener precisamente el carácter de pruebas y haber sido obtenidos de manera lícita. Así, la
presunción de inocencia se constituye en el derecho del acusado a no sufrir una condena a menos
que su responsabilidad penal haya quedado demostrada plenamente, a través de una actividad
probatoria de cargo, obtenida de manera lícita, conforme a las correspondientes reglas procesales
y que sea capaz de enervar al propio principio.
60
Registro No. 260518; localización: Sexta Época; instancia: Primera Sala; fuente: Semanario
Judicial de la Federación; Segunda Parte, LV; página: 21; tesis aislada; materia(s): Penal.
CULPABILIDAD, DEBE PROBARLA EL MINISTERIO PÚBLICO. Debe partirse del principio jurídico
y legal de que no es el acusado quien debe probar su inocencia, sino el Ministerio Público
demostrar la culpabilidad que atribuye a alguien.
61
El quejoso cita dos criterios de tesis en el mismo rubro, las cuales no se transcriben por carecer
de datos de localización que permitan verificar su existencia.

61
AMPARO DIRECTO 14/2011

un derecho humano fundamental que también es reconocido


universalmente. Apoyando dicho argumento en el artículo 11.1
de la Declaración Universal de Derechos Humanos 62, el 14.2 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos 63, el 8.2 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos 64, el 84 de las
Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos 65, el
conjunto de principios para la protección de todas las personas
sometidas a cualquier forma de detención o prisión 66 y los
criterios de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
en torno al principio de presunción de inocencia. 67

62
Artículo 11.1. Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia
mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan
asegurado todas las garantías necesarias para su defensa.
Artículo 14.2. Toda persona acusada de un delito tiene derecho a que se presuma su inocencia
63

mientras no se pruebe su culpabilidad conforme a la ley.


64
Artículo 8.2. Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia
mientras no se establezca legalmente su culpabilidad. (…)
65
Artículo 84. 1) A los efectos de las disposiciones siguientes es denominado "acusado" toda
persona arrestada o encarcelada por imputársele una infracción a la ley penal, detenida en un local
de policía o en prisión, pero que todavía no ha sido juzgada. 2) El acusado gozará de una
presunción de inocencia y deberá ser tratado en consecuencia. 3) Sin perjuicio de las disposiciones
legales relativas a la protección de la libertad individual o de las que fijen el procedimiento que se
deberá seguir respecto a los acusados, estos últimos gozarán de un régimen especial cuyos
puntos esenciales solamente se determinan en las reglas que figuran a continuación.
66
Destaca los puntos siguientes:
“Principio 8
Las personas detenidas recibirán un trato apropiado a su condición de personas que no han sido
condenadas. En consecuencia, siempre que sea posible se las mantendrá separadas de las
personas presas.”
“Principio 36
1. Se presumirá la inocencia de toda persona sospechosa o acusada de un delito y se la tratará
como tal mientras no haya sido probada su culpabilidad conforme al derecho en un juicio público
en el que haya gozado de todas las garantías necesarias para su defensa. […].”
67
El demandante de amparo destaca las precisiones siguientes:
“El principio de inocencia construye una presunción en favor del acusado de un delito, según el
cual éste es considerado inocente mientras no se haya establecido su responsabilidad penal
mediante una sentencia firme. De este modo, para establecer la responsabilidad penal de un
imputado, el Estado debe probar su culpabilidad más allá de toda duda razonable.
La presunción de inocencia se relaciona, en primer lugar, con el ánimo y actitud del juez que debe
conocer de la acusación penal. El juez debe abordar la causa sin prejuicios y bajo ninguna
circunstancia debe suponer que el acusado es culpable. Por el contrario, su responsabilidad reside
en construir la responsabilidad penal de un imputado a partir de la valoración de los elementos de
prueba con los que cuenta.
En este contexto, otro concepto elemental del derecho procesal penal, cuyo objeto es preservar el
principio de inocencia, es la carga de la prueba. En el procedimiento penal, el onus probandi de la
inocencia no le corresponde al imputado; por el contrario, es el Estado quien tiene la carga de
demostrar la culpabilidad del procesado. Así, la moderna doctrina sostiene que "el imputado no

62
AMPARO DIRECTO 14/2011


La exigencia de dicho principio es impedir que una persona sea
tratada como culpable cuando sólo se sospecha que cometió
una conducta delictiva. Asimismo tal principio impone al órgano
acusador la obligación de probar la responsabilidad penal del
imputado más allá de toda duda razonable y, para el juzgador,
el deber de fundar la responsabilidad penal de un imputado a
partir de la valoración de los elementos de prueba con los que
cuenta, los cuales necesariamente deben ser recabados de
manera legal.


A continuación, el quejoso refirió a la posición del Comité de
Derechos Humanos de Naciones Unidas respecto del principio
de presunción de inocencia contenido en el Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos, así como la posición de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos.


Posteriormente, el quejoso cita los puntos de vista de diversos
autores al respecto. Comienza desarrollando la posición de Julio
Maier en su libro de Derecho Procesal Penal, quien sostiene que
el principio de presunción de inocencia tiene diversas
consecuencias, la primera que exige la realización de un juicio
penal de determinadas características, tomando como base el
artículo 11.1 de la Declaración Universal de Derechos
Humanos68, la segunda requiere que el tribunal que resuelva el
caso tenga fundada la certeza acerca de la responsabilidad
penal del imputado o como bien es conocido el principio in dubio
pro reo, la tercera es la atribución de la carga de la prueba del
órgano acusador o el onus probando y la tercera que el imputado

tiene necesidad de probar su inocencia, construida de antemano por la presunción que lo ampara,
sino que, quien condena debe construir completamente esa posición, arribando a la certeza sobre
la comisión de un hecho punible". [En este sentido véase Comisión Europea de Derechos
Humanos, Caso 9037/80, X.v/Switzerland, decisión del 5 de mayo de 1981, D.R. 24, pág. 224.]
68
“Artículo 11.1 Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia
mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan
asegurado todas las garantías necesarias para su defensa.”

63
AMPARO DIRECTO 14/2011

sea tratado como inocente durante la sustanciación del proceso,


reconociendo el derecho a permanecer en libertad durante el
proceso.


Asimismo, buscó apoyar su argumento en lo que ha señalado la
Corte Americana de Derechos Humanos en los casos
“Velázquez Rodríguez” y “Godínez Cruz”. También agregó que
el artículo 5.2 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos69 establece que las normas de derechos humanos no
deben interpretarse nunca en forma restrictiva. Asimismo
destacó el carácter obligatorio de ciertos instrumentos que
obligan directa e indirectamente al Estado parte de un tratado de
derechos humanos a su cumplimiento. El artículo 31 de la
Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados 70 exige a
los Estados la interpretación de buena fe de los mismos y el
artículo siguiente (32)71, permite recurrir a medios suplementarios

69
Artículo 5.2. No podrá admitirse restricción o menoscabo de ninguno de los derechos humanos
fundamentales reconocidos o vigentes en un Estado Parte en virtud de leyes, convenciones,
reglamentos o costumbres, so pretexto de que el presente Pacto no los reconoce o los reconoce en
menor grado.
70
Artículo 31. Regla general de interpretación.
I. Un tratado deberá interpretarse de buena fe conforme al sentido corriente que haya de atribuirse
a los términos del tratado en el contexto de éstos y teniendo en cuenta su objeto y fin.
2. Para los efectos de la interpretación de un tratado. el contexto comprenderá, además del texto,
incluidos su preámbulo y anexos:
a) todo acuerdo que se refiera al tratado y haya sido concertado entre todas las partes con motivo
de la celebración del tratado:
b) todo instrumento formulado por una o más partes con motivo de la celebración del tratado y
aceptado por las demás como instrumento referente al tratado;
3. Juntamente con el contexto, habrá de tenerse en cuenta:
a) todo acuerdo ulterior entre las partes acerca de la interpretación del tratado o de la aplicación de
sus disposiciones:
b) toda práctica ulteriormente seguida en la aplicación del tratado por la cual conste el acuerdo de
las partes acerca de la interpretación del tratado:
c) toda forma pertinente de derecho internacional aplicable en las relaciones entre las partes.
4. Se dará a un término un sentido especial si consta que tal fue la intención de las partes.
71
Artículo 32. Medios de interpretación complementarios. Se podrán acudir a medios de
interpretación complementarios, en particular a los trabajos preparatorios del tratado y a las
circunstancias de su celebración, para confirmar el sentido resultante de la aplicación del artículo
31, o para determinar el sentido cuando la interpretación dada de conformidad con el artículo 31:
a) deje ambiguo u oscuro el sentido; o

64
AMPARO DIRECTO 14/2011

de interpretación, por lo tanto se puede decir que la Corte


Interamericana de Derechos Humanos establece un método
particular de interpretación y aplicación de las disposiciones
contenidas en los instrumentos de derechos humanos. De igual
manera la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha
establecido jurisprudencia respecto del principio de presunción
de inocencia en los casos de Cantoral Benavides vs Perú, Lori
Berenson Mejía Vs. Perú, Acosta Calderón vs Ecuador,
Chaparro Álvarez y Lapo Íñiguez vs Ecuador.


El quejoso manifestó que la Suprema Corte de Justicia de la
Nación ha establecido diversos criterios sobre la obligatoriedad
de los Tratados Internacionales suscritos y ratificados por
México, entre ellos: “TRATADOS INTERNACIONALES. SE
UBICAN JERÁRQUICAMENTE POR ENCIMA DE LAS LEYES
FEDERALES Y EN UN SEGUNDO PLANO RESPECTO DE LA
CONSTITUCIÓN FEDERAL”72 y “TRATADOS

b) conduzca a un resultado manifiestamente absurdo o irrazonable.


72
No. Registro: 192,867; tesis aislada; materia(s): Constitucional; Novena Época; instancia: Pleno;
fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; X, Noviembre de 1999; Tesis: P.
LXXVII/99; página: 46. TRATADOS INTERNACIONALES. SE UBICAN JERÁRQUICAMENTE POR
ENCIMA DE LAS LEYES FEDERALES Y EN UN SEGUNDO PLANO RESPECTO DE LA
CONSTITUCIÓN FEDERAL. Persistentemente en la doctrina se ha formulado la interrogante
respecto a la jerarquía de normas en nuestro derecho. Existe unanimidad respecto de que la
Constitución Federal es la norma fundamental y que aunque en principio la expresión "... serán la
Ley Suprema de toda la Unión ..." parece indicar que no sólo la Carta Magna es la suprema, la
objeción es superada por el hecho de que las leyes deben emanar de la Constitución y ser
aprobadas por un órgano constituido, como lo es el Congreso de la Unión y de que los tratados
deben estar de acuerdo con la Ley Fundamental, lo que claramente indica que sólo la Constitución
es la Ley Suprema. El problema respecto a la jerarquía de las demás normas del sistema, ha
encontrado en la jurisprudencia y en la doctrina distintas soluciones, entre las que destacan:
supremacía del derecho federal frente al local y misma jerarquía de los dos, en sus variantes lisa y
llana, y con la existencia de "leyes constitucionales", y la de que será ley suprema la que sea
calificada de constitucional. No obstante, esta Suprema Corte de Justicia considera que los
tratados internacionales se encuentran en un segundo plano inmediatamente debajo de la Ley
Fundamental y por encima del derecho federal y el local. Esta interpretación del artículo 133
constitucional, deriva de que estos compromisos internacionales son asumidos por el Estado
mexicano en su conjunto y comprometen a todas sus autoridades frente a la comunidad
internacional; por ello se explica que el Constituyente haya facultado al presidente de la República
a suscribir los tratados internacionales en su calidad de jefe de Estado y, de la misma manera, el
Senado interviene como representante de la voluntad de las entidades federativas y, por medio de
su ratificación, obliga a sus autoridades. Otro aspecto importante para considerar esta jerarquía de
los tratados, es la relativa a que en esta materia no existe limitación competencial entre la
Federación y las entidades federativas, esto es, no se toma en cuenta la competencia federal o
local del contenido del tratado, sino que por mandato expreso del propio artículo 133 el presidente
de la República y el Senado pueden obligar al Estado mexicano en cualquier materia,

65
AMPARO DIRECTO 14/2011

INTERNACIONALES. SON PARTE INTEGRANTE DE LA LEY


SUPREMA DE LA UNIÓN Y SE UBICAN JERÁRQUICAMENTE
POR ENCIMA DE LAS LEYES GENERALES, FEDERALES Y
LOCALES. INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 133
CONSTITUCIONAL”.73


Valoración probatoria. Posteriormente consideró importante
establecer algunos conceptos sobre la valoración de la prueba
en el proceso penal, a saber: concepto y definiciones de
pruebas, cuáles son los medios de prueba, qué son las pruebas
lícitas e ilícitas, cuáles son las pruebas de carácter directo e
indirecto, qué es y a quién corresponde la carga de la prueba,
cuál es la finalidad de la prueba, el concepto de establecimiento
de la verdad, la fijación de los hechos del proceso y la obtención
de la certeza. El quejoso buscó fundamentar toda su explicación
acerca de este tema en diversos libros y autores, como son el
Tomo II del Compendio de Derecho Procesal de Devis Echandía,

independientemente de que para otros efectos ésta sea competencia de las entidades federativas.
Como consecuencia de lo anterior, la interpretación del artículo 133 lleva a considerar en un tercer
lugar al derecho federal y al local en una misma jerarquía en virtud de lo dispuesto en el artículo
124 de la Ley Fundamental, el cual ordena que "Las facultades que no están expresamente
concedidas por esta Constitución a los funcionarios federales, se entienden reservadas a los
Estados.". No se pierde de vista que en su anterior conformación, este Máximo Tribunal había
adoptado una posición diversa en la tesis P. C/92, publicada en la Gaceta del Semanario Judicial
de la Federación, Número 60, correspondiente a diciembre de 1992, página 27, de rubro: "LEYES
FEDERALES Y TRATADOS INTERNACIONALES. TIENEN LA MISMA JERARQUÍA
NORMATIVA."; sin embargo, este Tribunal Pleno considera oportuno abandonar tal criterio y
asumir el que considera la jerarquía superior de los tratados incluso frente al derecho federal.
73
No. Registro: 172,650; tesis aislada; materia(s): Constitucional; Novena Época; instancia: Pleno;
fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; XV, Abril de 2007; tesis: P. IX/2007;
página: 6. TRATADOS INTERNACIONALES. SON PARTE INTEGRANTE DE LA LEY SUPREMA
DE LA UNIÓN Y SE UBICAN JERÁRQUICAMENTE POR ENCIMA DE LAS LEYES GENERALES,
FEDERALES Y LOCALES. INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 133 CONSTITUCIONAL. La
interpretación sistemática del artículo 133 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos permite identificar la existencia de un orden jurídico superior, de carácter nacional,
integrado por la Constitución Federal, los tratados internacionales y las leyes generales. Asimismo,
a partir de dicha interpretación, armonizada con los principios de derecho internacional dispersos
en el texto constitucional, así como con las normas y premisas fundamentales de esa rama del
derecho, se concluye que los tratados internacionales se ubican jerárquicamente abajo de la
Constitución Federal y por encima de las leyes generales, federales y locales, en la medida en que
el Estado Mexicano al suscribirlos, de conformidad con lo dispuesto en la Convención de Viena
Sobre el Derecho de los Tratados entre los Estados y Organizaciones Internacionales o entre
Organizaciones Internacionales y, además, atendiendo al principio fundamental de derecho
internacional consuetudinario "pacta sunt servanda", contrae libremente obligaciones frente a la
comunidad internacional que no pueden ser desconocidas invocando normas de derecho interno y
cuyo incumplimiento supone, por lo demás, una responsabilidad de carácter internacional.

66
AMPARO DIRECTO 14/2011

la Apreciación Judicial de las Pruebas de Francisco Gorphe, el


Manual de Derecho Procesal Penal de Ricardo Vaca A.,
Procedimientos Penales de Máximo Castro, Derecho Procesal
Civil y Penal de Francisco Carnelutti y La Valoración de la
Prueba en el Proceso Penal Ecuatoriano de J. Javier de la Torre
Prado.


A continuación, el quejoso describió y citó diversas
consideraciones doctrinales sobre el concepto y la naturaleza de
la prueba testimonial. Cita el Tratado de las Pruebas Judiciales
de Jeremías Bentham, Programa del curso de Derecho Criminial
de Franchesco Carrara, Sociología Criminal de Enrico Ferri. Hizo
referencia a las clases de testigos que existen, desde el punto de
vista jurídico, desde el punto de vista psicológico, presencial del
hecho, indirecto o de oídas, de abono o de conducta,
instrumental, descriptivo, observador, erudito, imaginativo,
emocional. Mencionó que los Tribunales del Poder Judicial de la
Federación han desarrollado jurisprudencia en la que sostienen
que, para que un testimonio sea válido, requiere reunir diversas
características, a saber, tener capacidad memorativa normal en
el momento de presenciar los hechos o en el instante de
evocación, que aporte la ciencia o razón de su dicho y que el
testimonio recibido fuera del proceso sea ratificado. Por último,
citó la tesis aislada sostenida por la Primera Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación que dice “TESTIGOS,
APRECIACIÓN DE SUS DECLARACIONES”.74
74
No. Registro: 801,285; tesis aislada; materia(s): Penal; Sexta Época; instancia: Primera Sala;
Fuente: Semanario Judicial de la Federación; Segunda Parte, XLII; página: 235. TESTIGOS,
APRECIACIÓN DE SUS DECLARACIONES. La prueba testimonial, si no es la principal, si es la
más común de las pruebas en el procedimiento penal, y en su análisis debe campear la más
elemental precaución, pues una ligera valoración puede llevar a peligrosos resultados. Sabido es
que, por lo general, el hombre se inclina a la verdad y sólo falta a ella cuando lo guía un
determinado interés o bien se encuentra en estado de error que lo hace tener un concepto falso de
la realidad; por eso se dice, dentro de la doctrina procesalista, que en el examen de esta prueba
debe cuidarse, esencialmente, del testimonio mentiroso o errado, pues muchas veces se miente
defendiendo un interés propio o ajeno, o bien se cree deponer sobre un hecho cierto cuando en
realidad, y en forma subjetiva, estamos en error sobre el mismo. Por eso, el error y la mentira son

67
AMPARO DIRECTO 14/2011


Responsabilidad penal en la comisión del delito de
homicidio. A continuación, el quejoso buscó combatir los
elementos de convicción en los que se basó la autoridad
responsable para tener por acreditada su responsabilidad penal,
a saber, la imputación del testigo **********, su supuesta
confesión calificada divisible y las declaraciones de los policías
municipales ********** y **********.


Respecto al testimonio de **********, el quejoso señaló que
carece de eficacia jurídica, por las siguientes razones:


No cumplió con la formalidad exigida en el artículo 204 del
Código de Procedimientos Penales para el Estado de México.


Se rindió en la etapa de indagatoria y se incorporó como medio
de prueba al proceso, sin que fuera desahogado en esa
instancia. Aspecto que limitó a la defensa para interrogar al
testigo. Por tanto, es ineficaz para valorarlo de acuerdo al
artículo 254 del Código de Procedimientos Penales para el
Estado de México. Aspecto que no se matiza con el
desistimiento de la prueba por parte de la defensa y el
procesado, porque de acuerdo al principio de presunción de
inocencia correspondía al Ministerio Público probar la
culpabilidad del quejoso.


Por el transcurso del tiempo que existió entre la fecha en que se
suscitó el hecho punible y la fecha en que fue detenido, aunado
a la insólita capacidad memorativa del testigo en el momento de
presenciar los hechos y después evocarlos al rendir su
declaración, es inaudito y poco creíble que luego de más de

los dos vicios que nulifican el testimonio humano y resulta lógico extremar las precauciones cuando
del análisis de tal prueba se trata. Para Ellero, la credibilidad del testigo depende de tres motivos
básicos: I. Del carácter de las personas mismas; II. De sus relaciones con los hechos que refieren,
y III. De la índole de los hechos mismos.

68
AMPARO DIRECTO 14/2011

doscientos días de haber transcurrido los hechos, el testigo


recordara de manera clara y precisa los hechos ocurridos.


Cuestiona el quejoso que el testigo aportara datos específicos
como, las palabras que la víctima profirió a sus agresores, las
características del vehículo del sujeto pasivo, las características
fisonómicas de los agresores y la hora en la que realizó el
servicio a la colonia Lomas de Cartagena.


Afirma que el testigo incurrió en reticencias al expresar la razón
de su dicho, pues no recordó el día de la semana ni la fecha en
que ocurrieron los hechos, sino que sólo se concretó a señalar
que fue “un día a finales del mes de marzo de dos mil siete”.


Calificó de ambivalente valor cívico del testigo, ya que después
de la agresión que presenció no denunció inmediatamente los
hechos (a pocos metros del lugar de los hechos se encontraba
un módulo de policía) y tampoco auxilió o pidió ayuda para la
víctima.


El testigo incurrió en una falsedad al declarar que antes de la
agresión con los restos de la botella de cristal, los tres sujetos
habían golpeado de manera insistente a la víctima; de ser cierto
lo afirmado por el testigo, el occiso necesariamente hubiera
presentado lesiones típicas de defensa causadas por los golpes
recibidos, contusiones que no fueron registradas en la hoja de
ingreso al servicio de urgencias ni en el dictamen en
criminalística, por el simple hecho de que la víctima no
presentaba ese tipo de lesiones o moretones.


Agregó que el testigo ********** debe considerarse como un
testimonio singular, en virtud de que los hechos sobre los que
versó su declaración fueron conocidos por al menos otras dos

69
AMPARO DIRECTO 14/2011

personas, las cuales no fueron objeto de la investigación ni


tampoco fueron citadas por el Ministerio Público para que
rindieran su declaración en torno a la investigación que estaba
realizando, ni desahogadas durante la preinstrucción e
instrucción del juicio.


En esas condiciones el testimonio de ********** adolece de
eficacia probatoria plena para sustentar la condena, ya que no
se encuentra corroborado con otra declaración u otro elemento
de convicción que lo haga creíble.


Agregó que de la declaración ministerial de **********, hermana
de la víctima, se deduce que el testigo **********, no fue el único
que presenció los hechos, sino que por lo menos existieron dos
personas más (la ex pareja de la víctima y el señor de la tienda).
El Ministerio Público tenía la obligación de investigar, la versión
de los hechos que la víctima le relató a su hermana. Sin
embargo, en la indagatoria no existe ningún tipo de actuación del
Ministerio Público o de la policía judicial encaminada a localizar e
interrogar a la ex pareja de la víctima y al señor de la tienda.


Por otro lado señaló que la testimonial de ********** no fue
recabada conforme a lo dispuesto por el artículo 204 del código
adjetivo. La narración del testigo y la falta de inmediatez
denotaron su aleccionamiento. Finalmente al tratarse de un
testimonio singular carece de valor probatorio pleno para
sustentar la condena de homicidio. Incluso si al testimonio se le
otorgara el valor de indicio, éste no se encuentra corroborado
con otro elemento de convicción.

70
AMPARO DIRECTO 14/2011


Buscó apoyar su argumento en las tesis aisladas de rubro:
“TESTIGOS EN MATERIA PENAL”, 75 “TESTIGOS, SUS
DECLARACIONES EN ACTOS PREJUDICIALES”,76
“TESTIGOS, APRECIACIÓN DE SUS DECLARACIONES”, 77
“TESTIGOS, APRECIACIÓN DE SUS DECLARACIONES”, 78
“TESTIGOS. DECLARACIONES DE LOS. RENDIDAS SOBRE
HECHOS REMOTOS79” y “TESTIGOS EN MATERIA PENAL.
APRECIACIÓN DE SUS DECLARACIONES”.80


“Confesión” del sentenciado. El quejoso también alegó que
carecía de valor probatorio la confesión que le fue atribuida al
rendir su declaración ministerial, relacionada con el delito de
75
No. Registro: 298,038; tesis aislada; materia(s): Penal; Quinta Época; instancia: Primera Sala;
fuente: Semanario Judicial de la Federación; CXI; página: 1787. TESTIGOS EN MATERIA PENAL.
Un testigo no es idóneo, si se aparta del principio procesal de no contradicción.
76
No. Registro: 231,861; tesis aislada; materia(s): Civil; Octava Época; instancia: Tribunales
Colegiados de Circuito; fuente: Semanario Judicial de la Federación; I, Segunda Parte-2, Enero a
Junio de 1988; Tesis; página: 729. TESTIGOS, SUS DECLARACIONES EN ACTOS
PREJUDICIALES. Si los testigos rinden sus declaraciones como actos prejudiciales sin que tuviera
ocasión de intervenir la parte contraria, sus testimonios carecen de validez al no llenar las
condiciones exigidas por la Ley y no son aptas para acreditar los elementos a que se refieren.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL SÉPTIMO CIRCUITO.
77
No. Registro: 263,264; Tesis aislada; materia(s): Penal; Sexta Época; instancia: Primera Sala;
fuente: Semanario Judicial de la Federación; Segunda Parte, XVIII; tesis; página: 119.TESTIGOS,
APRECIACIÓN DE SUS DECLARACIONES. Si el que se dice testigo presencial del evento rindió
su testimonio, con relación a tiempo y lugar de la acción criminosa, mucho tiempo después, resulta
sospechoso de mendacidad, si se atiende a la circunstancia de que, aun suponiendo en el testigo
memoria fiel, aun en ese extremo, bien hizo la autoridad responsable al no concederle eficacia
probatoria, en razón de que, quien relata un acontecimiento en tiempo próximo al día en que éste
se realiza, tiene mayores probabilidades de ser veraz, de acuerdo con las reglas que rigen la
psicología del testimonio.
78
No. Registro: 263,421; Tesis aislada; materia(s): Común; Sexta Época; instancia: Primera Sala;
fuente: Semanario Judicial de la Federación; Segunda Parte, XVII; Tesis; página: 285. TESTIGOS,
APRECIACIÓN DE SUS DECLARACIONES. Es bien conocido el principio jurídico procesal de que
resulta más susceptible de veracidad, el testimonio que se vierte en el momento próximo a la
realización del acontecimiento percibido, que aquel que se relata mucho después de que el hecho
se llevó a cabo.
79
No. Registro: 904,714; jurisprudencia; materia(s): Penal; Octava Época; instancia: Tribunales
Colegiados de Circuito; fuente: Apéndice 2000; Tomo II, Penal, Jurisprudencia TCC; tesis: 733;
página: 614.Genealogía: GACETA 78: TESIS VI.2o.J/283 PG. 69 APÉNDICE '95: TESIS 748 PG.
481. TESTIGOS. DECLARACIONES DE LOS. RENDIDAS SOBRE HECHOS REMOTOS.- Las
declaraciones de los testigos que coinciden en la forma y términos de exposición, ya que señalan
con exactitud fechas, horas y lugares, no obstante que haya transcurrido un periodo de meses
entre aquéllas en que se dice ocurrieron los hechos y la de su declaración, conducen a estimar que
existió aleccionamiento de los deponentes por parte de la defensa y que, por ende, éstos sólo son
testigos de coartada.
80
No. Registro: 295,037; tesis aislada; materia(s): Penal; Quinta Época; instancia: Primera Sala;
fuente: Semanario Judicial de la Federación; XXII; tesis; página: 94. TESTIGOS EN MATERIA
PENAL, APRECIACIÓN DE SUS DECLARACIONES. Es bien sabido, conforme a las reglas que
rigen la apreciación de la prueba, que quien miente en un punto es capaz de mentir en otro.

71
AMPARO DIRECTO 14/2011

homicidio, ya que fue obtenida de manera ilegal, pues el


representante social al momento de recabarla, se abstuvo de
darle a conocer al quejoso de manera expresa los derechos que
le otorgan el artículo 20 constitucional, apartado A) y el artículo
145 del Código de Procedimientos Penales para el Estado de
México. Los preceptos anteriores constriñen al Ministerio Público
a darle a conocer al inculpado, de manera explícita, clara y
precisa, los derechos que le confiere la Constitución Política y la
citada ley secundaria, pues de no hacerse así se estaría
vulnerando las garantías de debido proceso y defensa
adecuada. Asimismo, la omisión del Ministerio Público, conlleva
a que la declaración ministerial del quejoso carezca de valor
probatorio, ya que fue obtenida de manera ilícita.


Afirmó que el alcance tutelar del artículo 145 del Código de
Procedimientos Penales para el Estado de México, rebasa
algunas de las disposiciones contenidas en el artículo 20
constitucional, apartado A) y se asemeja a las disposiciones
contenidas en el corpus normativo de protección de los derechos
humanos, sobre todo en lo relacionado con la obligación que
tiene la autoridad de darle a conocer al inculpado de manera
detallada, los delitos que se le imputan y el nombre de su
acusador.


Declaración del inculpado ante la policía. El quejoso estima
incorrecto el valor otorgado a las declaraciones de los policías
remitentes. Evoca que toda declaración del inculpado rendida sin
presencia de su defensor o persona de confianza carece de
eficacia probatoria.


Testigos de oídas. Además mencionó que los policías son, en
cuanto al delito de homicidio, “declarantes por referencia de

72
AMPARO DIRECTO 14/2011

terceros” (testigos de oídas) y que no pueden considerarse


testigos de aquello que no presenciaron. Por lo tanto, el órgano
acusador no cumplió con su obligación de acreditar de manera
indubitable, la responsabilidad del quejoso. Esto quiere decir que
es necesario que las pruebas de cargo sean necesarias e
idóneas para acreditar la responsabilidad penal del quejoso,
pues de lo contrario, se estaría violando en su perjuicio el
principio de presunción de inocencia, al considerarlo penalmente
responsable de una conducta que no fue acreditada de manera
absoluta.


Finalmente el quejoso indicó que para conseguir una
interpretación sobre los verdaderos alcances del debido proceso
y la defensa adecuada se deben analizar en forma conjunta las
fracciones II, V, VII, IX y X del artículo 20 Constitucional.
Asimismo citó la iniciativa, el dictamen de las Comisiones Unidas
de Gobernación y de Puntos Constitucionales y de Justicia, la
opinión del diputado Cuauhtémoc López Sánchez Coello, del
diputado José Octavio Alaniz Alaniz, el dictamen legislativo de la
Cámara de Senadores y la opinión del senador Ernesto Luque
Feregrino, de la reforma del artículo 20 Constitucional publicada
en el Diario Oficial de la Federación el tres de septiembre de mil
novecientos noventa y tres, que en conjunto, muestran la
intención del Poder Revisor de dar oportunidad a los presuntos
responsables de un delito de aportar oportunamente pruebas
idóneas, promover medios de impugnación contra actos de
autoridad que afecten los intereses legítimos de la defensa,
argumenten sistemáticamente del derecho aplicable al caso
concreto y utilizar todos los beneficios que la legislación procesal
establece para la defensa a fin de evitar los riesgos de error
judicial y la injusta condena.

73
AMPARO DIRECTO 14/2011


Consideró que la defensa adecuada en la averiguación previa
debe hacerse extensiva a las garantías del procesado, por lo que
el órgano investigador debe de darle a conocer al inculpado de
manera explícita, clara y precisa, los derechos conferidos por el
artículo 20 Constitucional.

En vista de los argumentos expuestos, el quejoso concluyó que no se


acreditaron de manera plena y suficiente el cuerpo del delito de
cohecho ni su plena responsabilidad penal respecto a dicho ilícito y el
de homicidio.

VII. ESTUDIO DE FONDO

27. Los conceptos de violación expresados en la demanda de amparo,


son fundados y, suplidos en la deficiencia de su expresión, 81
suficientes para concederle al quejoso ********** el amparo y
protección de la Justicia Federal.

28. Es importante anotar que el demandante de protección constitucional


sostiene la calificación de inconstitucionalidad del acto reclamado 82 en
un conjunto de argumentos que generan consecuencias jurídicas

81
La suplencia de la deficiencia es procedente en el presente caso, en términos de lo prescrito en
el artículo 76 bis, fracción II, de la Ley de Amparo, en virtud de que el demandante de amparo tiene
la calidad de sentenciado en el proceso penal del que deriva el acto reclamado. La norma
establece:
“Artículo 76 Bis. Las autoridades que conozcan del juicio de amparo deberán suplir la deficiencia
de los conceptos de violación de la demanda, así como la de los agravios formulados en los
recursos que esta ley establece, conforme a lo siguiente:
I. En cualquier materia, cuando el acto reclamado se funde en leyes declaradas inconstitucionales
por la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia.
II. En materia penal, la suplencia operará aun ante la ausencia de conceptos de violación o de
agravios del reo.
III. En materia agraria, conforme a lo dispuesto por el artículo 227 de esta Ley.
IV. En materia laboral, la suplencia sólo se aplicará en favor del trabajador.
V. En favor de los menores de edad o incapaces.
VI. En otras materias, cuando se advierta que ha habido en contra del quejoso o del particular
recurrente una violación manifiesta de la ley que lo haya dejado sin defensa.”
82
Recordemos que el acto reclamado en la demanda de amparo directo consiste en la sentencia
definitiva dictada por la Primera Sala Colegiada Penal de Tlalnepantla, del Tribunal Superior de
Justicia del Estado de México, el veintiséis de junio de dos mil nueve, en el toca de apelación
**********.

74
AMPARO DIRECTO 14/2011

distintas. Por ello, la diversidad de planteamientos obliga a realizar un


análisis jurídico heterogéneo a fin de observar el principio de
exhaustividad que rige en el dictado de las ejecutorias de amparo.

29. A. Esquema de análisis. La importancia de los bienes jurídicos que


son susceptibles de afectación por los efectos que genera una
sentencia definitiva en materia penal –en particular la restricción de la
libertad personal como pena–, exige que el medio de control
constitucional que se ejerce a través del amparo directo adopte un
método de revisión rígido, multicomprensivo y exhaustivo para evaluar
la legalidad del acto reclamado.

30. La definición del esquema de análisis que debe aplicar el órgano de


control constitucional al estudiar los cuestionamientos que se realizan
a la legalidad de la sentencia definitiva reclamada necesita atender al
presupuesto de graduación del beneficio que pudiera obtenerse,
siempre que exista una pugna entre dos o más posibilidades que
permitan conceder la protección constitucional solicitada.

31. Una ponderación en este sentido permite otorgar mayor alcance de


protección constitucional frente a la existencia de diversas violaciones
a derechos fundamentales, de tal manera que la elección de aquella
que refleje un beneficio superior al quejoso, al grado de nulificar los
efectos jurídicos generados por el acto reclamado, dota de contenido
al propósito existencial del medio de control constitucional. Y al mismo
tiempo, impulsa la erradicación de la tramitación reiterada de juicios de
garantías, que tiene como fuente de origen un mismo acto de
autoridad en particular, mediante los cuales se subsanen de manera
secuencial las violaciones detectadas, hasta culminar con una
declaratoria de inconstitucionalidad de gran intensidad cuyo análisis
podía realizarse desde la primera promoción del juicio de amparo.

75
AMPARO DIRECTO 14/2011

32. El análisis amplio del acto reclamado que admita identificar a priori el
motivo que determina la inconstitucionalidad del acto reclamado y el
mayor alcance en la concesión la protección de la Justicia Federal, por
su importancia, ha sido motivo de pronunciamiento por el Pleno de
esta Suprema Corte de Justicia de la Nación. Así se aprecia en la
ejecutoria dictada con motivo de la resolución de la contradicción de
tesis 37/2003-PL, en la cual se precisó que la preeminencia en el
estudio de los conceptos de violación que deban declararse fundados,
basada en el criterio de mayor beneficio, es congruente con los fines
intrínsecos de la garantía de acceso a la justicia, consagrada en el
artículo 17, segundo párrafo, de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos.83

33. De ahí la necesidad de estructurar un esquema que refleje los


elementos que deben analizarse por los órganos judiciales de control
constitucional al resolver un juicio de amparo directo promovido por
quien tiene el carácter de enjuiciado, en el que se reclama la sentencia
definitiva que concluyó un proceso penal, que básicamente se ciña al
orden secuencial siguiente:

83
El criterio se refleja en la jurisprudencia P./J. 3/2005, publicada en la página 5, del tomo XXI,
correspondiente a febrero de 2005, Materia Común, Novena Época, del Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, con el contenido siguiente:
“CONCEPTOS DE VIOLACIÓN EN AMPARO DIRECTO. EL ESTUDIO DE LOS QUE
DETERMINEN SU CONCESIÓN DEBE ATENDER AL PRINCIPIO DE MAYOR BENEFICIO,
PUDIÉNDOSE OMITIR EL DE AQUELLOS QUE AUNQUE RESULTEN FUNDADOS, NO
MEJOREN LO YA ALCANZADO POR EL QUEJOSO, INCLUSIVE LOS QUE SE REFIEREN A
CONSTITUCIONALIDAD DE LEYES. De acuerdo con la técnica para resolver los juicios de
amparo directo del conocimiento de los Tribunales Colegiados de Circuito, con independencia de la
materia de que se trate, el estudio de los conceptos de violación que determinen su concesión
debe atender al principio de mayor beneficio, pudiéndose omitir el de aquellos que, aunque
resulten fundados, no mejoren lo ya alcanzado por el quejoso, inclusive los que se refieren a
constitucionalidad de leyes. Por tanto, deberá quedar al prudente arbitrio del órgano de control
constitucional determinar la preeminencia en el estudio de los conceptos de violación, atendiendo a
la consecuencia que para el quejoso tuviera el que se declararan fundados. Con lo anterior se
pretende privilegiar el derecho contenido en el artículo 17, segundo párrafo, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, consistente en garantizar a los ciudadanos el acceso
real, completo y efectivo a la administración de justicia, esto es, que en los diversos asuntos
sometidos al conocimiento de los tribunales de amparo se diluciden de manera preferente aquellas
cuestiones que originen un mayor beneficio jurídico para el gobernado, afectado con un acto de
autoridad que al final deberá ser declarado inconstitucional.”
La resolución derivó de la contradicción de criterios que sostenían la Primera y la Segunda Salas
de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, y se resolvió el 31 de agosto de 2004, por
unanimidad de diez votos.

76
AMPARO DIRECTO 14/2011

 Los conceptos de violación que plantean la inconstitucionalidad de


una norma en la cual se sustentó la sentencia definitiva
reclamada, cuyo planteamiento es aceptable en vía de
excepción, tienen un orden de prelación en el estudio, por regla
general, porque de estimarse fundados la protección
constitucional tendría el efecto de generar la insubsistencia del
acto reclamado e impedir que la norma declarada
inconstitucional se vuelva aplicar al quejoso. Supuesto en el que
la concesión del amparo representa el mayor beneficio que
puede obtener el quejoso.

En caso de no actualizarse este supuesto, entonces el órgano de


control constitucional deberá continuar con el análisis del acto
reclamado bajo la premisa de constatar el respeto al derecho
fundamental de debido proceso.84

 Verificar que en el proceso penal se hayan cumplido las


formalidades esenciales del procedimiento.

 Constatar que el acto reclamado cumpla con los presupuestos de


fundamentación y motivación que le son constitucionalmente
exigibles.

 Examinar que la valoración de las pruebas, en las que se sustenta


la afirmación de la existencia del delito y la demostración de la
plena responsabilidad penal del sentenciado, se encuentre apegada
a legalidad. Lo cual exige una rígida revisión del cumplimiento a las
reglas de valoración de la prueba.

84
El debido proceso penal constituye un derecho humano universalmente reconocido, cuyo
concepto ha sido definido por la Corte Interamericana de los Derechos Humanos como el conjunto
de requisitos que deben observarse en las instancias procesales a fin de que las personas puedan
defenderse adecuadamente ante cualquier tipo de acto emanado del Estado que pueda afectar sus
derechos. Concepto retomado de los precedentes: Garantías Judiciales en Estados de
Emergencia. Opinión Consultiva OC-9/87, del 6 de octubre de 1987, párrafo 27; y, Caso Tribunal
Constitucional, sentencia del 31 de enero del 2001, párrafo 69.

77
AMPARO DIRECTO 14/2011

 Ante la afirmación de la legalidad de los presupuestos que justifican


el dictado de una sentencia condenatoria, entonces corresponde
revisar que esté correcta la imposición de las penas y las restantes
consecuencias jurídicas aplicables.

34. ¿Cuál es la razón para destacar este método de análisis? La


presentación de un esquema de estudio tiene la finalidad de evidenciar
la importancia de realizar un estudio amplio, completo y exhaustivo del
acto reclamado, que cumple con el derecho de acceso pleno a la
justicia en términos del artículo 17, párrafo segundo, de la Constitución
Federal, el cual deberá quedar claramente reflejado en la sentencia de
amparo.

35. Propósito que de ninguna manera es ocioso, por el contrario, tiene


sustento en la observancia al principio de exhaustividad de la
resolución judicial y con ello otorgar certeza a la parte quejosa de que
no solamente fue materia de análisis la resolución reclamada, sino que
todo el proceso penal es sometido al examen exhaustivo que
confronta el cumplimiento al derecho fundamental de debido proceso,
sin lo cual podría afirmarse la inexistencia de violaciones
constitucionales. Máxime que la comprensión amplia del estudio se
justifica en atención a que la ejecutoria con la cual se resuelve el juicio
de amparo directo es el último pronunciamiento en el orden jurídico
nacional que se va a emitir en relación al caso penal en particular.

36. En consecuencia, el análisis de la sentencia definitiva reclamada en el


juicio de garantías que se resuelve se someterá al esquema ilustrado.
Y bajo la premisa de que los conceptos de violación expresados son
fundados se privilegiará el estudio de los planteamientos que
representen mayor beneficio para el quejoso. Lo cual no significa la
exclusión de la oportunidad que permite el caso para realizar algunos

78
AMPARO DIRECTO 14/2011

apuntamientos que demuestran la existencia de violaciones


trascendentales al debido proceso.

37. B. Inexistencia de planteamientos de inconstitucionalidad. Ahora


bien, en virtud de que el demandante de protección constitucional no
hizo valer argumentos que impliquen cuestionamientos de
constitucionalidad de leyes, el estudio del acto reclamado únicamente
comprenderá la revisión de los apartados vinculados con la legalidad
de la sentencia definitiva reclamada.

38. Una revisión general de la demanda de amparo permite advertir que


los conceptos de violación expresados por el quejoso están dirigidos a
cuestionar básicamente a las garantías de legalidad, seguridad jurídica
y protección judicial, en concatenación a los principios de presunción
de inocencia, in dubio pro reo y reguladores de valoración de las
pruebas, cuya tutela relaciona con los artículos 14, 16, 20 y 21 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como con
los artículos 9, 14, 15 del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y
Políticos, 7 y 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos
y 84 de las Reglas Mínimas para el Tratamiento de Reclusos.

39. En opinión del demandante de amparo, las pruebas evaluadas por la


autoridad judicial responsable analizadas, bajo el tamiz de las normas
que invoca como vulneradas, son ineficaces para acreditar el delito de
cohecho y demostrar en definitiva que es penalmente responsable de
la comisión de los ilícitos por los cuales lo acusó el Ministerio
Público –cohecho y homicidio calificado–.85

40. Por tanto, al no plantearse tópicos que impliquen realizar un estudio de


constitucionalidad, la presente ejecutoria se constreñirá al análisis de
85
La acusación se fincó por los ilícitos de cohecho, previsto y sancionado en el artículo 128,
párrafo primero y fracción II, del Código Penal del Estado de México, y homicidio, descrito y punible
en términos de los numerales 241, párrafo primero, 242, párrafo primero y fracción II, y 245, párrafo
primero y fracción II, del mismo ordenamiento punitivo.

79
AMPARO DIRECTO 14/2011

los cuestionamientos destacados por la parte quejosa contra la


sentencia definitiva reclamada, los cuales recaen en aspectos
estrictamente de legalidad.

41. C. Formalidades esenciales del procedimiento. Del análisis


realizado a las constancias judiciales, 86 esta Primera Sala advierte que
en el proceso penal instruido al demandante de amparo existieron
violaciones esenciales al procedimiento que lo colocaron en estado de
indefensión. Sin embargo, en atención a la metodología adoptada
únicamente serán resaltadas con la finalidad de destacar su
importancia y trascendencia, pero no constituirán el eje que determina
el sentido de la presente ejecutoria, en virtud de que al concurrir
violaciones trascendentales de fondo es preferible optar por el alcance
de protección constitucional que mayor beneficio refleje para el
quejoso.

42. Es necesario hacer la aclaración que el análisis de legalidad


relacionado con el cumplimiento de las formalidades esenciales del
procedimiento debe realizarse de conformidad con el Código de
Procedimientos Penales para el Estado de México, publicado en la
Gaceta de Gobierno del Estado de México el veinte de marzo de dos
mil, correspondiente al decreto ciento sesenta y seis de la LIII
Legislatura de esa entidad federativa, y las reformas de las cuales fue
objeto.

43. La delimitación es oportuna en virtud de que el nueve de febrero de


dos mil nueve, se publicó en la Gaceta de Gobierno del Estado de
México, el decreto 266 de la LVI Legislatura de dicha entidad, por el
que se expidió el nuevo ordenamiento adjetivo que regiría a futuro con
la misma denominación que el anterior. Legislación cuya estructura

86
El proceso penal instruido al demandante de amparo consta en la causa causa penal **********
del índice del Juzgado Segundo Penal de Primera Instancia del Distrito Judicial de Cuautitlán,
Estado de México, y el toca ********** tramitado por la Primera Sala Colegiada Penal de
Tlalnepantla, del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México.

80
AMPARO DIRECTO 14/2011

comprende la implementación de las reglas procesales aplicables para


el sistema penal acusatorio y oral de esa localidad, acorde a las
reformas a la Constitución Federal de dieciocho de junio de dos mil
ocho. Sin embargo, esta legislación no resultaba observable en el
procedimiento penal instruido al quejoso, en atención a los
lineamientos de entrada en vigor establecidos en los artículos
transitorios del nuevo ordenamiento procesal penal estatal, de los que
se reformaron los artículos transitorios segundo y sexto el treinta de
julio de dos mil nueve, en los cuales se establece:

“Artículo Primero. Publíquese el presente Código en el


Periódico Oficial "Gaceta del Gobierno".
Artículo Segundo. Este Código entrará en vigor el día
uno de octubre del año dos mil nueve.
Artículo Tercero. Al entrar en vigor el nuevo sistema de
justicia penal, quedará abrogado el Código de
Procedimientos Penales para el Estado de México
publicado en el Periódico Oficial "Gaceta del Gobierno",
el veinte de marzo del año dos mil.
Artículo Cuarto. Todos los procesos y recursos que ante
los órganos jurisdiccionales se encuentren radicados al
iniciar su vigencia el nuevo sistema de justicia penal, se
sujetarán hasta su conclusión definitiva a las
disposiciones del Código de Procedimientos Penales que
se abroga.
Artículo Quinto. Al entrar en vigor el nuevo sistema de
justicia penal, quedan derogadas todas las disposiciones
que se opongan a lo preceptuado en este código.
Artículo Sexto. El nuevo Sistema de justicia Penal
entrará en vigor el día uno de octubre del año dos mil
nueve en los Distritos judiciales de Toluca, Lerma,
Tenancingo y Tenango del Valle.
El día uno de abril del año dos mil diez entrará en vigor
en los Distritos judiciales de Chalco, Otumba y Texcoco.
El día uno de octubre del año dos mil diez entrará en
vigor en los Distritos judiciales de Nezahualcoyótl, El
Oro, Ixtlahuaca, Sultepec y Temascaltepec.
El día uno de abril del año dos mil once entrará en vigor
en los Distritos judiciales de Tlalnepantla, Cuautitlán y

81
AMPARO DIRECTO 14/2011

Zumpango.
El día uno de octubre del año dos mil once entrará en
vigor en los Distritos judiciales de Ecatepec de Morelos,
Jilotepec y Valle de Bravo.
Artículo Séptimo. Durante la vacatio legis deberán
reformarse las leyes que regulen la competencia y
estructura de los órganos judiciales, de la defensoría de
oficio, del ministerio público, de la policía, así como la
legislación penitenciaria.
Artículo Octavo. La Legislatura Local proveerá lo
conducente en la asignación de recursos presupuestales
anuales a favor de las instancias que deben operar el
nuevo sistema de justicia penal, a fin de que cuenten con
los recursos humanos materiales y financieros
necesarios para dar cumplimiento a este Decreto.”

44. Las prescripciones normativas transcritas claramente especifican que


no obstante el nuevo ordenamiento procesal entró en vigor el uno de
octubre de dos mil nueve, con lo cual quedaría derogado el anterior
código procesal penal, los procesos penales y recursos que estuvieran
radicados se sujetarían hasta su conclusión definitiva a las
disposiciones del ordenamiento que se deroga. Hipótesis de aplicación
concreta que se actualizó en el proceso penal instruido al demandante
de amparo, al haberse radicado ante la autoridad judicial el veinticinco
de octubre de dos mil siete y concluido con el dictado de la sentencia
definitiva de segunda instancia el veintiséis de junio de dos mil nueve
–inicio que concluyó antes de la entrada en vigor del nuevo
ordenamiento procesal–.

45. Cabe añadir que la implementación del nuevo sistema de justicia penal
en el Estado de México asumió el sistema de vigencia progresivo de
acuerdo a los distritos judiciales en los cuales está dividida la entidad
federativa. Y, tratándose de los circuitos de Cuautitlán, al que
corresponde el juzgado de primera instancia, y Tlalnepantla, en el que
se encuentra el tribunal de segundo grado, las normas de tránsito son

82
AMPARO DIRECTO 14/2011

claras en especificar que entraría en vigor hasta el uno de abril de dos


mil once.

46. Ahora bien, en lo relativo al apartado que nos ocupa, tal como se
anunció en el preámbulo introductorio de la presente ejecutoria, con
motivo de la integración de las averiguaciones previas relacionadas
********** y **********, el veinticinco de octubre de dos mil siete, el
Ministerio Público del Estado de México ejerció acción penal contra el
actual demandante de amparo **********, como probable responsable
de la comisión de los delitos de cohecho, cometido en agravio de la
administración pública, previsto y sancionado en el artículo 128,
párrafo primero y fracción II, del Código Penal del Estado de México, y
homicidio calificado, perpetrado en agravio de **********, descrito y
punible en términos de los numerales 241, párrafo primero, 242,
párrafo primero y fracción II, y 245, párrafo primero y fracción II, del
mismo ordenamiento penal.

47. La consignación se asignó al Juzgado Segundo Penal de Primera


Instancia del Distrito Judicial de Cuautitlán, Estado de México, quien la
radicó como causa penal **********. En atención al planteamiento
ministerial, el juzgador por acuerdo de veinticinco de octubre de dos
mil siete ratificó la detención del entonces inculpado únicamente por el
delito de cohecho, al estimar actualizada la figura jurídica de
flagrancia.87 Y respecto al ilícito de homicidio reservó el
pronunciamiento judicial para atender la petición de ordenar la
aprehensión del imputado.

48. Bajo esta línea de prosecución en la misma fecha la autoridad judicial


practicó la diligencia de declaración preparatoria a fin de hacerle saber
al inculpado las circunstancias particulares de la imputación por el
87
El demandante de amparo fue capturado por elementos de la policía ministerial el veintitrés de
octubre de dos mil siete. Y fue puesto a disposición del Ministerio Público local a las veintidós
horas con treinta minutos de ese día. Por tanto, la presentación del detenido ante la autoridad
judicial se realizó dentro del plazo de cuarenta y ocho horas a que se refiere el artículo 16 de la
Constitución Federal.

83
AMPARO DIRECTO 14/2011

delito de cohecho y le comunicó los derechos contenidos en el artículo


20 de la Constitución Federal a favor de toda persona sujeta a un
proceso penal. Diligencia en la cual el imputado designó para que lo
representara al defensor público. Enterado de la imputación el
inculpado la negó y afirmó que en ningún momento ofreció dinero para
que lo liberaran; por el contrario, personal ministerial y de la policía lo
obligaron a firmar una declaración que no rindió y le pidieron dinero a
cambio de dejarlo en libertad. Ante las manifestaciones del inculpado,
el defensor solicitó la duplicidad del plazo constitucional y solicitó el
desahogo de las ampliaciones de declaración de los policías captores
********** y **********, así como la práctica de los careos
constitucionales procedentes. Petición que fue acordada de
conformidad por el juzgador.

49. Paralelamente, el veintinueve de octubre de dos mil siete, el juzgador


del conocimiento dictó orden de aprehensión contra el inculpado, por
considerarlo probable responsable de la comisión de ilícito de
homicidio calificado (hipótesis de ventaja), cometido en agravio de
**********.

50. El treinta de octubre del mismo año, tuvo verificativo la audiencia de


desahogo de pruebas ofrecidas por la defensa para desvirtuar la
imputación de cohecho. Sin embargo, ante la inasistencia de las
personas llamadas a rendir testimonio el inculpado y la defensa
desistieron de su desahogo. Al día siguiente, el juez de instancia dictó
auto de plazo constitucional, en el que decretó la formal prisión de
**********, por considerarlo probable responsable de la comisión del
delito de cohecho, cometido en agravio de la administración pública,
previsto y sancionado en términos del artículo 128, párrafo primero y
fracción II, del Código Penal del Estado de México.

51. En la misma fecha, tuvo por cumplida la orden de captura del


inculpado y procedió a practicar la diligencia de declaración

84
AMPARO DIRECTO 14/2011

preparatoria para informarle las circunstancias particulares de la


imputación formulada por el delito de homicidio. Una vez que fue
informado de los derechos que tienen las personas sujetas a cualquier
procedimiento penal, en términos de lo prescrito en el artículo 20 de la
Constitución Federal, el imputado designó para que lo asistiera a un
defensor particular, quien después de acreditar que contaba con la
patente para ejercer la profesión de licenciado en derecho aceptó el
cargo asignado. Enterado de la imputación ********** negó la
imputación, precisó que la declaración ministerial que se le presentaba
como propia no la había rendido, a pesar de reconocer que sí asentó
la firma que aparece en la constancia respectiva; además, aportó su
versión de lo acontecido el día de los hechos. Ante la postura del
imputado, el defensor solicitó la duplicidad del plazo constitucional y
solicitó el desahogo de los testimonios de los policías ********** y
**********, del testigo de cargo **********, así como de **********,
********** y **********, con quienes afirmó el quejoso que lo
acompañaban el día de los hechos, así como las careos
constitucionales procedentes entre el inculpado y quienes depusieron
en su contra. El juzgador de la causa acordó favorablemente la
petición de la defensa.

52. En este periodo de preinstrucción, aperturado con motivo de la


imputación por el delito de homicidio, se actualizó una violación
esencial al procedimiento que claramente dejó sin defensa al actual
quejoso. ¿Qué sucedió? A pesar de que el juzgador acordó duplicar el
plazo constitucional para resolver la situación jurídica del imputado,
con la finalidad de desahogar las pruebas que ofreció, esta última
circunstancia no se concretó en su totalidad.

53. La temporalidad en que subsistía el periodo de preinstrucción debía


computarse de las dieciséis horas con treinta minutos del treinta y uno
de octubre de dos mil siete, a las dieciséis horas con treinta minutos

85
AMPARO DIRECTO 14/2011

del seis de noviembre siguiente. Plazo en el que se desahogó la


diligencia de declaración preparatoria pero no se realizaron las
gestiones judiciales necesarias y suficientes para asegurar la
comparecencia de las personas que formularon imputaciones contra el
inculpado y de quienes la defensa solicitó que ampliaran su
declaración ministerial.

54. En efecto, respecto al requerimiento de presentación de los elementos


de la policía ministerial ********** y **********, únicamente consta el
oficio presentado ante el juzgado de origen a las diez horas con veinte
minutos del cinco de noviembre de dos mil siete, 88 suscrito por el
policía ministerial comisionado **********, quien informó que no fue
posible notificar el requerimiento porque el mandato judicial no
especificó el área de adscripción de los elementos. Circunstancia que
denota la falta de implementación de medidas idóneas y conducentes
por parte de la autoridad judicial para asegurar la comparecencia de
los policías requeridos, así como una colaboración subestimada por la
institución policial al no agotar la búsqueda exhaustiva de registros
para notificar el requerimiento.

55. Por cuanto corresponde a la búsqueda y localización del testigo


**********, a pesar de que la autoridad judicial ordenó requerirlo a
través de la Dirección de Seguridad Pública Municipal en Naucalpan,
Estado de México, como consta en el oficio respectivo que se entregó
a las nueve horas del treinta y uno de octubre de dos mil siete. 89 El
juzgador de instancia no le dio seguimiento a su petición.

56. La importancia restada a la solicitud de la defensa para que se


desahogaran los medios de prueba señalados quedó evidenciada en
la audiencia de preinstrucción que se verificó el cinco de noviembre de
dos mil siete, en la que únicamente se desahogaron los testimonios de

88
Foja 153 de la causa penal.
89
Foja 153 de la causa penal.

86
AMPARO DIRECTO 14/2011

descargo ofrecidos por la defensa, a quien se responsabilizó para


presentarlos, sin hacer pronunciamientos respecto a las restantes
pruebas pendientes de desahogo.

57. Circunstancia de facto que constituye una clara violación


procedimental que dejó sin defensa al quejoso en la etapa de
preinstrucción, ante la omisión injustificada de la autoridad judicial de
procurar los medios y mecanismos necesarios y eficaces para
alcanzar el desahogo de las pruebas ofrecidas por la defensa, el cual
era materialmente posible. Violación que evidentemente tuvo efectos
trascendentes en la esfera jurídica del imputado, pues ante la
imposibilidad de refutar directamente los testimonios en los cuales se
sustentó el ejercicio de la acción penal y de materializar el derecho de
defensa adecuada en la etapa de preinstrucción, se vio obligado a
sujetarse el proceso penal que se le instruyó por el delito de
homicidio.90
90
La trascendencia de la violación ha sido destacada con antelación por esta Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, como se advierte en la jurisprudencia 13/2001, con el
contenido siguiente: “PRUEBAS OFRECIDAS Y ADMITIDAS POR LA AUTORIDAD JUDICIAL EN
LA PREINSTRUCCIÓN. CUANDO SU DESAHOGO ES MATERIAL Y TEMPORALMENTE
POSIBLE DURANTE EL PLAZO CONSTITUCIONAL, EXISTE OMISIÓN INJUSTIFICADA DE
ÉSTA DE HACERLO Y ELLO TRASCIENDE AL DICTADO DE LA RESOLUCIÓN DE PLAZO
CONSTITUCIONAL, PROCEDE CONCEDER EL AMPARO PARA EFECTO DE DEJARLA
INSUBSISTENTE Y REPONER EL PROCEDIMIENTO. Conforme al artículo 19 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, anterior a la reforma publicada en el Diario Oficial de la
Federación el 18 de junio de 2008, ninguna detención debe exceder del término de setenta y dos
horas desde que el indiciado quede a disposición del tribunal de la causa, sin que se justifique con
un auto de formal prisión. Dicho plazo únicamente podrá prorrogarse cuando aquél lo solicite en la
forma que señale la ley, a fin de brindarle una oportunidad de defensa mayor con la posibilidad de
ofrecer pruebas durante el plazo constitucional, en relación con la garantía de defensa contenida
en el artículo 20, apartado A, fracción V, de la Constitución General de la República, en su texto
anterior a la citada reforma. De manera que si se advierte que la autoridad judicial no tomó las
medidas necesarias para desahogar durante el indicado plazo constitucional las pruebas ofrecidas
por el inculpado o su defensa y admitidas por aquélla -tendientes a desvirtuar el acreditamiento del
cuerpo del delito y su probable responsabilidad-, ni se aprecia imposibilidad material o temporal
alguna para desahogarlas en dicho periodo, ni consta justificación de las causas que
imposibilitaron al juzgador para su desahogo, esa omisión conlleva una transgresión de imposible
reparación a la garantía de defensa, en términos del artículo 114, fracción IV, de la Ley de Amparo.
Lo anterior es así, ya que no se desahogarán y menos aún se valorarán las pruebas de descargo
tendientes a desvirtuar su probable responsabilidad, obligando al inculpado a sujetarse a un
proceso penal sin habérsele dado oportunidad de desvirtuar las pruebas de cargo durante la
preinstrucción. Ello porque aun en el supuesto de que durante el proceso fueran desahogadas
tales probanzas e influyeran en una sentencia absolutoria, quedarían irreparablemente
consumados los perjuicios ocasionados en el procedimiento penal y su prisión preventiva. De ahí
que en las hipótesis indicadas, en las que se omite injustificadamente el desahogo de las pruebas
ofrecidas por el inculpado o su defensa y admitidas por la autoridad judicial, lo que trasciende al
dictado de la resolución de plazo constitucional, procede conceder el amparo para el efecto de que
aquella autoridad responsable la deje insubsistente y reponga el procedimiento, a fin de que

87
AMPARO DIRECTO 14/2011

58. No obstante, como se anunció en el preámbulo del presente apartado


de análisis relacionado con la observancia a las formalidades
esenciales del procedimiento, destacar esta violación tiene el propósito
de plasmar el estudio exhaustivo que exige la resolución de un amparo
directo, a pesar de que el sentido de la ejecutoria está determinado
por violaciones de fondo que ameritan la concesión del amparo.

59. Regresemos a la trayectoria de la causa penal. Una vez concluido el


periodo de preinstrucción, el juez de instancia el seis de noviembre de
dos mil siete dictó auto de plazo constitucional, mediante el cual
decretó formal prisión al actual quejoso **********, por considerarlo
penalmente responsable de la comisión del delito de homicidio
calificado, previsto y sancionado en los artículos 241, párrafo primero,
242, párrafo primero y fracción II, y 245, párrafo primero y fracción II,
del Código Penal del Estado de México, cometido en agravio de
**********.

60. Con las determinaciones de plazo constitucional se fijó fecha de


audiencia para ofrecimiento de pruebas. Diligencia que tuvo
verificativo el quince de noviembre de dos mil siete. La defensa y el
procesado propusieron el desahogo de los interrogatorios de los
policías ministeriales ********** y **********, el testigo de cargo **********,
los testigos **********, **********, ********** y **********, así como de los
testigos de descargo **********, ********** y **********, y el perteneciente
al propio imputado. Además, solicitaron la práctica de los careos
constitucionales con las personas que depusieron contra el procesado.
Ofrecieron presentar documentales que avalaran la conducta del

durante el término constitucional que debe otorgarse nuevamente al quejoso -aun ampliado, si así
fue solicitado- se desahoguen dichas pruebas y, hecho lo anterior, resuelva su situación jurídica
conforme a derecho.”
Tesis publicada en la página 246, del tomo XXXIII, correspondiente a abril de dos mil once,
materias penal y común, del Semanario Judicial de la Federación. Criterio que derivó de la
resolución a la contradicción de tesis 229/2010.

88
AMPARO DIRECTO 14/2011

encausado y la inspección judicial a practicarse en el lugar de los


hechos.

61. Del conjunto de pruebas únicamente se desahogaron el interrogatorio


del procesado,91 de los policías ministeriales ********** y **********, 92 así
como de los testigos de descargo ********** y **********, 93 así como se
recibieron diversas constancias educativas y cartas de
recomendación94 a favor del procesado. En tanto que de las restantes
pruebas la defensa conjunta95 se desistió expresamente.

62. Concluida la etapa probatoria el juez de instancia decretó el cierre de


instrucción.96 A continuación, el Ministerio Público presentó
conclusiones acusatorias contra el procesado, en el término concedido
para tal efecto, por los delitos materia del proceso y solicitó la
aplicación de las penas respectivas. 97 Por otra parte, la defensa del
encausado presentó conclusiones de inculpabilidad. 98 En este estado
de la causa penal el juez instructor declaró visto el proceso,
declarándolo en estado de resolución.

63. Así, el veintisiete de marzo de dos mil nueve, el Juez Segundo Penal
de Primera Instancia del Distrito Judicial de Cuautitlán, Estado de
México, dictó sentencia de primera instancia en la que declaró
penalmente responsable al enjuiciado ********** de la comisión de los
delitos por los cuales lo acusó la representación social. 99 El
sentenciado y su defensor impugnaron la determinación a través del
recurso de apelación.
91
Foja 313 de la causa penal.
92
Fojas 199 a 201 de la causa penal.
93
Fojas 337 a 417 de la causa penal.
94
Fojas 330 a 339 de la causa penal.
95
Vocablo empleado para referirnos a la dualidad de actuación del procesado y su defensor.
96
Foja 419 de la causa penal.
97
Fojas 422 a 471 de la causa penal.
98
Fojas 474 a 497 de la causa penal.
99
Fojas 500 a 552 de la causa penal.

89
AMPARO DIRECTO 14/2011

64. La Primera Sala Colegiada Penal de Tlalnepantla, del Tribunal


Superior de Justicia del Estado de México, bajo el número de toca
**********, conoció del medio de impugnación y por sentencia definitiva
dictada el veintiséis de junio de dos mil nueve, resolvió confirmar el
fallo de primera instancia. En estas condiciones tuvo origen el acto
definitivo de autoridad judicial que se reclama en amparo directo.

65. D. Fundamentación y motivación. A fin de cumplir con el imperativo


establecido en el primer párrafo del artículo 16 de la Constitución
Federal, la Sala penal responsable asentó en la sentencia definitiva
reclamada las normas jurídicas que consideró aplicables al caso y
expresó los razonamientos jurídicos que justifican la determinación
que asumió, estableciendo un esquema de adecuación entre ambos
presupuestos.100
100
El criterio de análisis se puede verificar al tenor de los criterios establecidos por esta Suprema
Corte de Justicia de la Nación, entre ellos la jurisprudencia 139/2005, que es del contenido
siguiente:
“FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN DE LAS RESOLUCIONES JURISDICCIONALES, DEBEN
ANALIZARSE A LA LUZ DE LOS ARTÍCULOS 14 Y 16 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE
LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, RESPECTIVAMENTE. Entre las diversas garantías
contenidas en el segundo párrafo del artículo 14 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, sustento de la garantía de audiencia, está la relativa al respeto de las formalidades
esenciales del procedimiento, también conocida como de debido proceso legal, la cual se refiere al
cumplimiento de las condiciones fundamentales que deben satisfacerse en el procedimiento
jurisdiccional que concluye con el dictado de una resolución que dirime las cuestiones debatidas.
Esta garantía obliga al juzgador a decidir las controversias sometidas a su conocimiento,
considerando todos y cada uno de los argumentos aducidos en la demanda, en su contestación,
así como las demás pretensiones deducidas oportunamente en el pleito, de tal forma que se
condene o absuelva al demandado, resolviendo sobre todos los puntos litigiosos materia del
debate. Sin embargo, esta determinación del juzgador no debe desvincularse de lo dispuesto por el
primer párrafo del artículo 16 constitucional, que impone a las autoridades la obligación de fundar y
motivar debidamente los actos que emitan, esto es, que se expresen las razones de derecho y los
motivos de hecho considerados para su dictado, los cuales deberán ser reales, ciertos e investidos
de la fuerza legal suficiente para provocar el acto de autoridad. Ahora bien, como a las garantías
individuales previstas en la Carta Magna les son aplicables las consideraciones sobre la
supremacía constitucional en términos de su artículo 133, es indudable que las resoluciones que
emitan deben cumplir con las garantías de debido proceso legal y de legalidad contenidas en los
artículos 14 y 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Así, la
fundamentación y motivación de una resolución jurisdiccional se encuentra en el análisis
exhaustivo de los puntos que integran la litis, es decir, en el estudio de las acciones y excepciones
del debate, apoyándose en el o los preceptos jurídicos que permiten expedirla y que establezcan la
hipótesis que genere su emisión, así como en la exposición concreta de las circunstancias
especiales, razones particulares o causas inmediatas tomadas en consideración para la emisión
del acto, siendo necesario, además, que exista adecuación entre los motivos aducidos y las
normas aplicables al caso.”
Criterio que derivó de la resolución la contradicción de tesis 133/2004-PS, por unanimidad de cinco
votos. La tesis aparece publicada en la página 162, del tomo XXII, correspondiente a diciembre de
2005, materia común, Primera Sala, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta.
Y la jurisprudencia dictada por la Segunda Sala, con el texto:

90
AMPARO DIRECTO 14/2011

66. Así, afirmó el acreditamiento de las figuras delictivas materia de la


acusación ministerial y la demostración de la plena responsabilidad
penal del actual quejoso en su comisión, en términos de la
fundamentación siguiente:

 Homicidio calificado, perpetrado en agravio de **********,


descrito y punible en los numerales 241, párrafo primero, 242,
párrafo primero y fracción II, y 245, párrafo primero y fracción II,
del Código Penal del Estado de México. Reprochable penalmente
al sentenciado en términos de coautoría material y dolo directo, de
conformidad con los numerales 8, fracción I, y 11, fracción I, inciso
d), del mismo código sustantivo.

 Cohecho, cometido en agravio de la administración pública,


previsto y sancionado en el artículo 128, párrafo primero y
fracción II, del Código Penal del Estado de México. Del que se
adjudicó plena responsabilidad penal al enjuiciado, por
considerarlo autor material, quien desplegó una acción dolosa, al
tenor de lo prescrito en los artículos 8, fracción I, y 11, fracción I,
inciso c), del citado ordenamiento punitivo.

67. Además, justificó la aplicación del principio de acumulación de penas,


al validar la actualización de un concurso real de delitos, la aplicación
de medidas de amonestación y suspensión de derechos políticos y
civiles, así como la condena a la reparación del daño, de conformidad
con los numerales 18, párrafo segundo, 22, inciso b), fracción V, 26,

“FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN. De acuerdo con el artículo 16 de la Constitución Federal,


todo acto de autoridad debe estar adecuada y suficientemente fundado y motivado, entendiéndose
por lo primero que ha de expresarse con precisión el precepto legal aplicable al caso y, por lo
segundo, que también deben señalarse, con precisión, las circunstancias especiales, razones
particulares o causas inmediatas que se hayan tenido en consideración para la emisión del acto;
siendo necesario, además, que exista adecuación entre los motivos aducidos y las normas
aplicables, es decir, que en el caso concreto se configuren las hipótesis normativas.”
Publicada en la página 143 del tomo 97-102, tercera parte, materia común, séptima época, del
Semanario Judicial de la Federación.

91
AMPARO DIRECTO 14/2011

fracción III, 30, 55 y 68 del Código Penal del Estado de México, 500 y
502 de la Ley Federal del Trabajo.

68. Adicionalmente sustentó normativamente la legalidad en la obtención y


de la valoración de las pruebas que consideró para afirmar su
determinación en los artículos 98, 100, 120, 121, 124, 128, 145, 154,
156, 157, fracción IV, 167, 168, 169, 170, 171, 172, 193, 194, 195,
196, 200, 201, 202, 203, 204, 238, párrafo segundo, 241, 242, fracción
II, 254, 255 y 256 del Código de Procedimientos Penales para el
Estado de México.

69. Luego, para cumplir con el parámetro de motivación del acto


reclamado destacó la importancia de los elementos de prueba a partir
de los cuales afirmó los presupuestos que justifican el dictado de la
sentencia condenatoria y expresó las razones por las cuales les otorgó
valor probatorio, así como precisó los motivos de desestimación de las
pruebas y argumentos que derivaban de la defensa, por considerarlos
infundados e inoperantes para revocar la sentencia recurrida. El
mismo ejercicio de razonabilidad operó al justificar la aplicación de las
consecuencias jurídicas de los delitos. Aspectos de motivación que
serán objeto de análisis y cuestionamiento en el siguiente apartado.

70. Lo que lleva a concluir, que en el acto reclamado se expusieron las


razones particulares por las cuales se concedió o negó valor
probatorio a los medios de convicción afectos a los hechos; por tanto,
es inconcuso que la autoridad responsable fundó y motivó el acto
reclamado.

71. E. Análisis de legalidad en la resolución de fondo. La justificación


jurídica racional del acto definitivo que es materia de estudio en el
amparo directo en materia penal representa el eje que sustenta las
consecuencias de las que pudiera derivar una afectación a la esfera
jurídica del quejoso por violar derechos fundamentales. Un paradigma

92
AMPARO DIRECTO 14/2011

de tan amplia magnitud exige que todas las razones expresadas en la


resolución judicial mantengan una congruencia argumentativa de tal
solidez a fin de sostener la conclusión que generará consecuencias
jurídicas para el gobernado. Razonabilidad que a fin de alcanzar el
rango de validación jurídicamente requiere tener soporte en la
legalidad.

72. Apuntado lo anterior, recordemos que previamente se ha realizado el


pronunciamiento en el sentido de que los conceptos de violación
expresados en la demanda de amparo son fundados y, suplidos en la
deficiencia de su expresión, suficientes para conceder al quejoso
********** el amparo y protección de la Justicia Federal.

73. Una revisión temática de los aspectos resaltados por el quejoso en la


demanda de amparo conduce a señalar que, en lo sustancial, se
traducen en cuestionamientos a la sentencia definitiva por violación a
las reglas de valoración de los medios de prueba, por qué en su
opinión los elementos existentes en actuaciones son insuficientes para
acreditar los presupuestos de delito y responsabilidad penal por los
cuales se le dictó sentencia condenatoria.

74. Afirmación de la que le asiste plena razón al demandante de amparo.


La sentencia definitiva reclamada comprende una serie de violaciones
a las reglas de valoración probatoria que, por su trascendencia,
generan su inconstitucionalidad. El punto medular recae en la
ilegalidad o ineficacia individual de los elementos ponderados y, por
ende, de su valoración en conjunto, para afirmar la legalidad de la
condena de carácter penal.

75. En congruencia, el esquema a seguir en el presente análisis se basará


en demostrar la violación a las reglas legales de valoración de las
pruebas y la ineficacia de los elementos ponderados para afirmar la
legalidad de los presupuestos jurídicos necesarios para sustentar una

93
AMPARO DIRECTO 14/2011

sentencia de condena. Lo cual conducirá a afirmar la actualización de


un caso de insuficiencia probatoria.

76. Partimos del estudio de la sentencia reclamada, mediante el cual se


confirma que, efectivamente, la autoridad responsable ordenadora
violó los principios reguladores de valoración de las pruebas, lo que se
traduce en una trasgresión a los derechos humanos del accionante de
amparo, que trascendió en su perjuicio en el fallo constitutivo del acto
reclamado por esta vía constitucional; ya que si bien las autoridades
judiciales tienen facultades para apreciar las pruebas, el arbitrio con el
que cuentan para ello no es absoluto sino restringido por determinadas
reglas basadas en los principios del sistema razonado de la sana
crítica, que se conjuga con la lógica y las máximas de la experiencia,
las cuales no deben separarse, pues al hacerlo, su apreciación,
aunque no infrinja directamente la ley, sí vulnera los principios en que
estas reglas descansan.

77. Veamos cuáles son las normas jurídicas que le eran observables a la
autoridad judicial responsable que dictó el acto reclamado. El proceso
penal instruido al demandante de amparo se ubicó en el ámbito de
aplicación local del sistema judicial penal del Estado de México. En
esta medida, el ordenamiento legal aplicable era el Código de
Procedimientos Penales para el Estado de México, que corresponde al
decreto legislativo 166, publicado el veinte de marzo de dos mil en la
Gaceta de Gobierno de dicha entidad federativa, con las reformas y
adiciones de las que fue objeto.

78. En lo concerniente a las directrices de valoración probatoria el citado


ordenamiento adjetivo establece:

“Artículo 254. Las pruebas serán valoradas, en su


conjunto, por los tribunales, siempre que se hayan
practicado con los requisitos señalados en este código.”

94
AMPARO DIRECTO 14/2011

“Artículo 255. El órgano jurisdiccional razonará en sus


resoluciones lógica y jurídicamente la prueba, tomando
en cuenta tanto los hechos a cuyo conocimiento haya
llegado por los medios enumerados en este título, como
los desconocidos que haya inferido, inductiva o
deductivamente, de aquellos.”

“Artículo 256. Sólo se condenará al acusado cuando se


compruebe la existencia del cuerpo del delito y su
responsabilidad. En caso de duda debe absolverse.”

79. Apreciar el contenido de las normas adjetivas transcritas permite


determinar el sistema de evaluación demostrativa aplicable a los
procedimientos penales sujetos a la regulación del ordenamiento
jurídico al que pertenecen. Entre los sistemas de apreciación de la
prueba doctrinalmente y en la práctica judicial se han detectado tres
formas que son elementales, las cuales van desde el que reconoce
únicamente una valoración tasada, es decir, la que determina el
legislador en atención únicamente al medio de prueba del que se trata;
el sistema de libre apreciación, que otorga plena autonomía y arbitrio
al juzgador para determinar el valor a conferir a los elementos de
convicción; y, el de sana crítica, que está delimitada por la exigencia
de razonabilidad jurídica.

80. En atención a la directriz dada en la resolución de la solicitud de


atracción que motivó el conocimiento del presente asunto por esta
Primera Sala, para fijar el modelo procesal, en lo relativo al método de
valoración probatoria, se advierte: el texto del artículo 255 del Código
de Procedimientos Penales para el Estado de México, deja clara la
adopción del sistema de apreciación de sana crítica. Es decir, no
contiene una estructura de valoración normada ni adopta un sistema
de libertad de ponderación libre de razonabilidad. Adopta el sistema de
sana crítica al exigir a la autoridad judicial razonar la valoración de las
pruebas en términos lógicos jurídicos; lo cual significa la conformación

95
AMPARO DIRECTO 14/2011

estructural de un sistema de valoración probatorio que complementa la


exigencia de emisión de juicios conclusivos razonados, que observen
las reglas de la lógica y a lo determinado por las máximas de la
experiencia.

81. Establecido el sistema de apreciación valorativo por el que se


decantan las reglas procesales aplicables al proceso penal instruido al
demandante de amparo, es necesario puntualizar que el parámetro de
demostración probatoria que asumió la autoridad judicial responsable
al dictar la sentencia definitiva reclamada se basó en el concepto de
“cuerpo del delito”. ¿Cuál es la problemática que genera el empleo de
este parámetro de exigencia demostrativa en una sentencia definitiva
de carácter penal?

82. Retomemos el contenido del artículo 256 del Código de Procedimientos


Penales para el Estado de México. La norma es específica al señalar
que únicamente podrá condenarse al acusado –mediante sentencia
judicial– cuando se compruebe el “cuerpo del delito” y su
responsabilidad. El contexto de la norma nos coloca de forma primaria
ante un cuestionamiento crucial: definir los parámetros de exigencia
probatoria para justificar la legalidad de una sentencia condenatoria.

83. La determinación del contenido y ámbito de aplicación del concepto


“cuerpo del delito” es de crucial trascendencia, máxime cuando se
introduce como parte del lenguaje en el proceso judicial en un contexto
genérico, sin establecer su naturaleza y finalidad como parámetro
mínimo de exigencia probatoria en el proceso penal; y, no diferenciado
de los componentes propios de la configuración del delito, en sentido
amplio.

84. Si revisamos la legislación procesal que rigió el proceso penal instruido


al demandante de amparo podemos encontrar en el artículo 121 el
contenido que se le otorga al vocablo procesal “cuerpo del delito”. La

96
AMPARO DIRECTO 14/2011

norma es clara en señalar que se tendrá por comprobado cuando se


justifique la existencia de los elementos objetivos, normativos y
subjetivos contenidos en el tipo penal respectivo. 101 Sin embargo, cabe
agregar que la norma procesal referida está inserta en el capítulo I que
se refiere a la “comprobación del cuerpo del delito”, del título tercero
del ordenamiento adjetivo, que contiene las “Disposiciones comunes a
la averiguación previa y la instrucción”.

85. La ubicación normativa en la estructura del ordenamiento adjetivo que


la contiene, la cual otorga contenido al concepto “cuerpo del delito”
como parámetro de exigencia demostrativa genera cuestionamientos
precisos que requieren responderse, a saber: ¿el mismo criterio de
exigencia probatoria es aceptable para las resoluciones de
determinación jurídica provisional –entre ellos: el ejercicio de la acción
penal, el dictado de orden de aprehensión y auto de plazo
constitucional– es aplicable para la resolución definitiva del caso al
dictarse sentencia? una respuesta superflua a esta primera
interrogante llevaría a desestimar la necesidad de instruir un proceso
penal cuando el parámetro de exigencia probatoria es igual para
imputar y someter a proceso penal que para sentenciar; ¿cuál es la
necesidad de diferenciar los conceptos procesales de probable y plena
responsabilidad penal? ¿el contenido asignado al vocablo “cuerpo del
delito” exigible para las diligencias de averiguación previa e
instrucción, de acuerdo a la ley procesal analizada, está dotado del
mismo parámetro contenido de exigencia probatoria al que se refiere
el artículo 256 cuando alude a la demostración de los presupuestos
que justifican jurídicamente el dictado de una sentencia condenatoria?

101
“Artículo 121. El cuerpo del delito se tendrá por comprobado cuando se justifique la existencia
de los elementos objetivos del tipo; así como los normativos y los subjetivos, cuando aparezcan
descritos en éste. La probable responsabilidad penal del inculpado, se tendrá por acreditada
cuando de los medios probatorios existentes se pruebe directa o indirectamente su participación
dolosa o culposa y no exista acreditada en su favor alguna otra causa de exclusión del delito.
Respecto de los tipos que se señalan podrán acreditarse los elementos objetivos que se refieren
en la forma que se indica.”

97
AMPARO DIRECTO 14/2011

86. Veamos algunos conceptos básicos que permite diferenciar los


términos jurídicos de “delito” –en sentido amplio– y “cuerpo del delito”
desde la perspectiva constitucional.

87. Antes de la reforma penal del dieciocho de junio de dos mil ocho, el
texto constitucional, en sus artículos 16 y 19, fijaba las condiciones de
validez que debían cumplir la orden de aprehensión y el auto de formal
prisión, respectivamente, en los términos siguientes:

“Artículo 16: […] No podrá librarse orden de aprehensión sino


por la autoridad judicial y sin que preceda denuncia o querella
de un hecho que la ley señale como delito, sancionado cuando
menos con pena privativa de libertad y existan datos que
acrediten el cuerpo del delito y que hagan probable la
responsabilidad del indiciado.”

Artículo 19. Ninguna detención ante autoridad judicial podrá


exceder del plazo de setenta y dos horas, a partir de que el
indiciado sea puesto a su disposición, sin que se justifique con
un auto de formal prisión en el que se expresarán: el delito que
se impute al acusado; el lugar, tiempo y circunstancias de
ejecución, así como los datos que arroje la averiguación previa,
los que deberán ser bastantes para comprobar el cuerpo del
delito y hacer probable la responsabilidad del indiciado.”

88. La vigencia de los parámetros constitucionales transcritos rigieron en


la época en que se tramitó la causa penal instruida al demandante de
amparo. Cabe aclarar que el actual texto constitucional abandonó la
expresión “cuerpo del delito” y lo sustituyó por la expresión “datos” que
establezcan la comisión de un delito y la probabilidad de que el
inculpado lo haya cometido. Así, a la luz de las reformas
constitucionales de dieciocho de junio de dos mil ocho, como
condición de validez de la orden de aprehensión, se requiere que
obren “datos” que establezcan que se ha cometido ese hecho y que
exista la probabilidad de que el indiciado lo cometió o participó en su

98
AMPARO DIRECTO 14/2011

comisión. Mientras que, para la emisión del auto de vinculación a


proceso ―ya no auto de formal prisión o de plazo constitucional― es
necesario que éste refiera el lugar, tiempo y circunstancias de
ejecución, así como los “datos” que establezcan que se ha cometido
un hecho que la ley señale como delito y que exista la probabilidad de
que el indiciado lo cometió o participó en su comisión.

89. Sin embargo, dado que el proceso del cual conoce esta Sala fue
instruido bajo la vigencia del texto anterior, es necesario profundizar
acerca de las diferencias conceptuales que existen entre “cuerpo del
delito” y “delito” en el sentido amplio de definición en la dogmática
penal.102

90. Al resolver el juicio de amparo directo 9/2008, esta Primera Sala


realizó un acercamiento al análisis de la diferenciación conceptual que
se plantea, por lo que será importante retomar algunas de las razones
que en esa ocasión se plantearon a la luz del problema jurídico que
ahora se resuelve.

91. En principio debe decirse que el análisis del cuerpo del delito se
caracteriza por ser exclusivo de las resoluciones previas al dictado de
una sentencia, cuyo único fin es justificar la detención o vinculación al
proceso penal del inculpado. De modo específico estamos hablando
de la orden de aprehensión y del auto de formal prisión. Por tanto, es
claro que el análisis mediante el cual se motiva la comprobación de la
existencia cuerpo del delito, necesariamente debe ser distinto de la
motivación que ha de caracterizar a la sentencia definitiva.

102
Además resulta observable el artículo tercero transitorio publicado el dos de septiembre de dos
mil once en la Gaceta de Gobierno, según el cual: “El concepto del cuerpo del delito y las
disposiciones que le resulten compatibles, seguirán aplicándose para la vigencia del sistema de
justicia penal anterior al sistema acusatorio penal; en los términos de los artículos Segundo y Sexto
Transitorios del Código de Procedimientos Penales para el Estado, contenido en el Decreto 266,
publicado en el Periódico Oficial "Gaceta del Gobierno" del Estado de México, el nueve de febrero
de 2009, modificados mediante Decretos 289 y 3 de fecha treinta de julio y treinta de septiembre
del dos mil nueve.”

99
AMPARO DIRECTO 14/2011

92. De lo anterior se obtiene que cuando, en el ejercicio de la acción penal


el Ministerio Público debe, por un lado, acreditar el cuerpo del delito y
por el otro, la probable responsabilidad del inculpado, tiene que
motivar que en la causa en cuestión se advierte la probable existencia
del conjunto de los elementos objetivos o externos que constituyen la
materialidad del hecho delictivo. Y en el supuesto de que la norma
adjetiva se lo exija, también los elementos normativos y subjetivos
específicos cuando la descripción típica lo requiera. Aspectos que se
rigen bajo un esquema de exigibilidad flexible y no de acreditamiento
definitivo.

93. El acreditamiento en este nivel de exigencia probatoria está inmersa


en un marco de presunción, es decir, el parámetro de demostración
está basado a lo que “hasta ese momento” se advierte, la existencia
del “cuerpo del delito”.

94. ¿Por qué no puede ser definitiva la acreditación del cuerpo del delito
en el auto de término constitucional? La respuesta es que el proceso
no tendría sentido alguno si se considerara que la acreditación del
cuerpo del delito indica que, en definitiva, se ha cometido un delito.
Así, el análisis del cuerpo del delito se caracteriza por ser provisional:
todo lo que ahí está dicho tiene un alcance limitado que no puede ser
automáticamente traspolado a la sentencia.

95. Lo anterior no quiere decir que el Juez, en el auto de término


constitucional, y el Ministerio Público, en el ejercicio de la acción
penal, no deban argumentar sólidamente por qué, prima facie, se
acredita la comisión del delito en cuestión, analizando si se acredita la
tipicidad a partir de la reunión de los elementos objetivos y normativos
del delito. Solamente significa que el concepto de “cuerpo del delito”
no puede estar dotado del mismo nivel argumentativo para establecer
el parámetro de exigencia probatoria que en el análisis aplicable sobre

100
AMPARO DIRECTO 14/2011

la acreditación de la comisión de un “delito”, como concepto de


dogmática penal.

96. Éste exige analizar la causa a la luz de un estándar probatorio mucho


más estricto. La determinación de la existencia de delito, ―que sólo
puede darse en sentencia definitiva―, implica la corroboración de que,
en los hechos, existió una conducta (acción u omisión) típica,
antijurídica y culpable.

97. El principio de presunción de inocencia tiene pertinencia en este


análisis porque es la máxima a partir de la cual se exige al juzgador
que distinga entre la motivación requerida para vincular a alguien a un
proceso y para condenarlo. El nivel argumentativo que se requiere en
uno y otro momento es completamente distinto, pues en la fase de
sentencia, no puede caber duda razonable acerca de la culpabilidad
de alguien; en caso de que la hubiera, el inculpado debe ser
absuelto.103

103
Al respecto, resulta observable el criterio emitido por el Pleno de esta Suprema Corte, visible en
la tesis P. XXXV/2002, publicada en la página 14, del tomo XVI, correspondiente a agosto de 2002,
materias constitucional y penal, Novena Época, del Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, con el contenido siguiente:
“PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. EL PRINCIPIO RELATIVO SE CONTIENE DE MANERA
IMPLÍCITA EN LA CONSTITUCIÓN FEDERAL. De la interpretación armónica y sistemática de los
artículos 14, párrafo segundo, 16, párrafo primero, 19, párrafo primero, 21, párrafo primero, y 102,
apartado A, párrafo segundo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se
desprenden, por una parte, el principio del debido proceso legal que implica que al inculpado se le
reconozca el derecho a su libertad, y que el Estado sólo podrá privarlo del mismo cuando,
existiendo suficientes elementos incriminatorios, y seguido un proceso penal en su contra en el que
se respeten las formalidades esenciales del procedimiento, las garantías de audiencia y la de
ofrecer pruebas para desvirtuar la imputación correspondiente, el Juez pronuncie sentencia
definitiva declarándolo culpable; y por otra, el principio acusatorio, mediante el cual corresponde al
Ministerio Público la función persecutoria de los delitos y la obligación (carga) de buscar y
presentar las pruebas que acrediten la existencia de éstos, tal y como se desprende de lo
dispuesto en el artículo 19, párrafo primero, particularmente cuando previene que el auto de formal
prisión deberá expresar "los datos que arroje la averiguación previa, los que deben ser bastantes
para comprobar el cuerpo del delito y hacer probable la responsabilidad del acusado"; en el artículo
21, al disponer que "la investigación y persecución de los delitos incumbe al Ministerio Público"; así
como en el artículo 102, al disponer que corresponde al Ministerio Público de la Federación la
persecución de todos los delitos del orden federal, correspondiéndole "buscar y presentar las
pruebas que acrediten la responsabilidad de éstos". En ese tenor, debe estimarse que los
principios constitucionales del debido proceso legal y el acusatorio resguardan en forma implícita el
diverso principio de presunción de inocencia, dando lugar a que el gobernado no esté obligado a
probar la licitud de su conducta cuando se le imputa la comisión de un delito, en tanto que el
acusado no tiene la carga de probar su inocencia, puesto que el sistema previsto por la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos le reconoce, a priori, tal estado, al disponer
expresamente que es al Ministerio Público a quien incumbe probar los elementos constitutivos del
delito y de la culpabilidad del imputado.”

101
AMPARO DIRECTO 14/2011

98. Mientras que, tanto en la orden de aprehensión como el auto de


término constitucional, la duda no sólo es perfectamente admisible
sino que es la base de las mismas. Dado que existe una duda
fundada, pero que otorga un margen potencial de probabilidad, es
posible aprehender a la persona o sujetarla a proceso. Por tanto, el
dictado de dichas resoluciones sólo justifica la sujeción de la persona
a determinadas restricciones; sin embargo, ellas no cambian su
calidad de inocente y, consecuentemente, el trato que por virtud de
ello debe recibir por parte de la autoridad. Así, la función de las
mismas es preeminentemente dar seguridad jurídica al inculpado con
el fin de que conozca por qué está siendo detenido (en el caso de la
orden de aprehensión) y cuál es la motivación concreta que da inicio al
proceso ―misma que debe basarse en valoración de los indicios que
obran hasta ese momento, sin que los mismos tengan el carácter de
prueba―.

99. La base de las consideraciones precedentes conformó el criterio


plasmado en la jurisprudencia 143/2011, con el rubro:
"ACREDITACIÓN DEL CUERPO DEL DELITO Y DEL DELITO EN SÍ.
SUS DIFERENCIAS”.104
104
Tesis pendiente de publicación en el Semanario, Judicial de la Federación y su Gaceta. El texto
es el siguiente: ACREDITACIÓN DEL CUERPO DEL DELITO Y DEL DELITO EN SÍ. SUS
DIFERENCIAS. Conforme a los artículos 134 y 168 del Código Federal de Procedimientos
Penales, en el ejercicio de la acción penal el Ministerio Público debe acreditar el cuerpo del delito y
la probable responsabilidad del inculpado, lo cual significa que debe justificar por qué en la causa
en cuestión se advierte la probable existencia del conjunto de los elementos objetivos o externos
que constituyen la materialidad del hecho delictivo. Así, el análisis del cuerpo del delito sólo tiene
un carácter presuntivo. El proceso no tendría sentido si se considerara que la acreditación del
cuerpo del delito indica que, e n de f in it iva , se h a co me t ido u n ilícito. Por tanto, durante el
proceso –fase preparatoria para el dictado de la sentencia– el juez cuenta con la facultad de
revocar esa acreditación prima facie, esto es, el juzgador, al dictar el auto de término
constitucional, y el Ministerio Público, en el ejercicio de la acción penal, deben argumentar
sólidamente por qué, prima facie, se acredita la comisión de determinado delito, analizando si se
acredita la tipicidad a partir de la reunión de sus elementos objetivos y normativos. Por su parte, el
estudio relativo a la acreditación del delito comprende un estándar probatorio mucho más estricto,
pues tal acreditación –que sólo puede darse en sentencia definitiva– implica la corroboración de
que en los hechos existió una conducta (acción u omisión) típica, antijurídica y culpable. El principio
de presunción de inocencia implica que el juzgador, al dictar el auto de término constitucional,
únicamente puede señalar la presencia de condiciones suficientes para, en su caso, iniciar un
proceso, pero no confirmar la actualización de un delito. La verdad que pretende alcanzarse sólo
puede ser producto de un proceso donde la vigencia de la garantía de defensa adecuada permite
refutar las pruebas aportadas por ambas partes. En efecto, antes del dictado de la sentencia el
inculpado debe considerarse inocente, por tanto, la emisión del auto de término constitucional, en
lo que se refiere a la acreditación del cuerpo del delito, es el acto que justifica que el Estado inicie

102
AMPARO DIRECTO 14/2011

100. La precisión que permite diferenciar el alto nivel de exigencia


probatoria que es aplicable en la sentencia definitiva, frente a las
resoluciones preliminares que se actualizan en el proceso penal,
constituye la base sobre la cual deberá realizarse el análisis de
legalidad en el caso concreto. Es decir, al margen del concepto
empleado por la autoridad judicial responsable al referirse a los
parámetros de comprobación de la conducta ilícita–cuerpo del delito–,
el análisis de legalidad se establecerá bajo la directriz estricta de
demostración del delito en el sentido amplio del concepto de
dogmática jurídico penal –conducta, típica, antijurídica y culpable– y
de la plena responsabilidad penal del sentenciado.

101. Aunado a lo anterior, es pertinente recordar que esta Primera Sala ha


sido consistente en refrendar el criterio en el sentido de que la
potestad para valorar pruebas es propia de la autoridad judicial, al
derivar de las facultades que le confiere el ordenamiento adjetivo
aplicable al proceso penal que resuelve. De ahí que a los órganos
federales de control constitucional únicamente les corresponda
verificar la legalidad del juicio valorativo realizado por la autoridad

un proceso contra una persona aún considerada inocente, y el propio acto tiene el objeto de dar
seguridad jurídica al inculpado, a fin de que conozca que el proceso iniciado en su contra tiene una
motivación concreta, lo cual sólo se logra a través de los indicios que obran en el momento, sin que
tengan el carácter de prueba.
Amparo directo 9/2008. 12 de agosto de 2009. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Sergio A. Valls
Hernández. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique Sánchez Frías.
Amparo directo 16/2008. 12 de agosto de 2009. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Sergio A.
Valls Hernández. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique Sánchez Frías.
Amparo directo 33/2008. 4 de noviembre de 2009. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Sergio A.
Valls Hernández. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique Sánchez Frías.
Amparo directo 8/2010. 30 de junio de 2010. Mayoría de cuatro votos. Disidente: José de Jesús
Gudiño Pelayo. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Jaime Flores Cruz.
Amparo directo 7/2010. 30 de junio de 2010. Mayoría de cuatro votos. Disidente: José de Jesús
Gudiño Pelayo. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Javier Mijangos y González.
LICENCIADO HERIBERTO PÉREZ REYES, SECRETARIO DE ACUERDOS DE LA PRIMERA
SALA DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN,- - - - - - C E R T I F I C A:- - - - -
Que el rubro y texto de la anterior tesis jurisprudencial fueron aprobados por la Primera Sala
de este alto tribunal, en sesión privada de cuatro de noviembre de dos mil once. México,
Distrito Federal, siete de noviembre de dos mil once. Doy fe.
MSN/rfr.

103
AMPARO DIRECTO 14/2011

judicial a fin de determinar si el acto es constitucional. En otras


palabras, apreciar la estructura racional del discurso valorativo, a fin de
censurar las razones que resulten ilegales por ilógicas, irracionales,
absurdas o arbitrarias. Por tanto, la actuación de los órganos de
control constitucional para evaluar la legalidad del análisis de medios
de prueba está sujeta o condicionada a que la autoridad judicial la
haya realizado.

102. En caso contrario, no se estaría en un supuesto de confrontación de


razones vinculadas con el juicio de valoración de medios de prueba,
sino de violación al artículo 16, párrafo primero, de la Constitución
Federal, por ausencia de fundamentación y motivación del acto
reclamado. Siendo así, resulta innecesario adentrar un análisis de
fondo en el caso concreto porque se requiere pronunciamiento de la
autoridad judicial para estar en condiciones de evaluar la legalidad del
discurso valorativo. En otras palabras, ante un acto que carece de
fundamentación y motivación es procedente conceder la protección de
la Justicia Federal, a fin de que sea subsanada la omisión que se
identifica como una violación de carácter formal.

103. La situación es diferente cuando la autoridad judicial expresa las


razones jurídicas y fundamentos legales en las que sustenta la
determinación del acto reclamado; sin embargo, las mismas son
contrarias a legalidad y, por tanto, generan la declaratoria de
inconstitucionalidad del acto reclamado. En este caso nos ubicamos
en un supuesto en el que existe fundamentación y motivación, pero el
punto de cuestionamiento no se centra en la existencia o no de dichos
imperativos que debe cumplir la autoridad judicial al dictar una
resolución, sino que refuta el acierto del juicio de valoración de los
medios de prueba que realizó la autoridad responsable en ejercicio de
la facultad que le es propia.

104
AMPARO DIRECTO 14/2011

104. Únicamente la violación a las reglas esenciales de valoración


probatoria, por estar en contraposición de las normas legales que
rigen la elaboración del juicio respectivo y del debido proceso penal, el
cual constituye un derecho humano constitucionalmente protegido, es
el supuesto que actualiza la condición de facultar al órgano de control
constitucional, al evaluar el juicio de prueba llevado a cabo por la
autoridad judicial y resolver respecto de la constitucionalidad o
inconstitucionalidad de dicho acto, para llevar a cabo un ejercicio
concreto de valoración de las pruebas existentes en el expediente del
que deriva el acto reclamado. De no ser así, se impediría realizar un
efectivo control de la legalidad en la valoración probatoria y se limitaría
al órgano que resuelve el amparo establecer las condiciones y razones
por las cuales no debió asignarse determinado valor a un medio de
prueba sino otro en estricto apego a las reglas legales de valoración
probatoria que rechaza el discurso valorativo –ilógico, irracional,
absurdo o arbitrario–. Condición esta última que se actualiza en el
caso concreto como se abundará en los apartados subsecuentes.

105. El criterio remembrado se refleja explícitamente en las jurisprudencias


dictadas por esta Primera Sala, con los contenidos siguientes:

“PRUEBAS, APRECIACIÓN DE LAS, EN EL AMPARO. El


tribunal constitucional no puede válidamente sustituirse al Juez
natural en la apreciación de los elementos de convicción, a
menos que advierta alteración de los hechos, infracción a los
dispositivos que norman el ejercicio del arbitrio judicial sobre el
valor jurídico de la prueba, o infracción a las reglas
fundamentales de la lógica.”105

“AUTO DE FORMAL PRISIÓN. CUANDO A TRAVÉS DEL


JUICIO DE AMPARO SE COMBATE LA FALTA DE DEBIDA
FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN EN LA VALORACIÓN
DE LAS PRUEBAS, EL ÓRGANO DE CONTROL

Criterio que aparece publicado con el número de tesis 280, en la página 204, del tomo II,
105

materia penal, parte Jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Sexta Época, del
Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 2000.

105
AMPARO DIRECTO 14/2011

CONSTITUCIONAL DEBE CIRCUNSCRIBIRSE A LA


VALORACIÓN DEL JUICIO DE PRUEBA LLEVADO A CABO
POR EL JUZGADOR NATURAL. El artículo 19 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (en su
texto vigente antes de la reforma publicada en el Diario Oficial
de la Federación el 18 de junio de 2008) establece que el auto
de formal prisión debe contener: el delito que se imputa al
acusado; el lugar, tiempo y circunstancias de ejecución, así
como los datos que arroje la averiguación previa, los que
deberán ser bastantes para comprobar el cuerpo del delito y
hacer probable la responsabilidad del indiciado. Ahora bien, la
Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido que la
valoración de los elementos de convicción es una facultad
exclusiva del juez de la causa que no pueden ejercitar los
jueces de distrito, salvo que se comprueben alteraciones que
afecten la actividad intelectual que aquél debe llevar a cabo
para otorgar valor determinado a las pruebas; sin embargo, si
bien es cierto que el juez de distrito no puede sustituirse al juez
natural en la apreciación de los elementos de convicción,
también lo es que ello no implica que no pueda revisar el juicio
de valoración de la prueba desarrollado por la autoridad
responsable, en tanto que el juicio de garantías se circunscribe
a analizar la legalidad y consecuente constitucionalidad del
acto reclamado, no del medio de prueba en sí. Por tanto, se
concluye que cuando a través del juicio de amparo se combate
la falta de debida fundamentación y motivación en la valoración
de las pruebas relacionadas con los requisitos de fondo del
auto de formal prisión –cuerpo del delito y presunta
responsabilidad–, el órgano de control constitucional debe
circunscribirse a la valoración del juicio de prueba llevado a
cabo por el juzgador y resolver respecto de la
constitucionalidad o inconstitucionalidad de dicho auto. Sin que
lo anterior signifique que el tribunal constitucional sustituye al
juez natural en la apreciación de los elementos de convicción,
ya que en el caso aludido, aquél únicamente analiza la
legalidad de la valoración efectuada por la autoridad
responsable para determinar si se ajustó o no a los principios
que rigen el debido proceso legal.”106
106
Tesis publicada con el número 74/2009, en la página 51, del tomo XXX, correspondiente a
diciembre de 2009, materias constitucional y penal, Novena Época, del Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta. Derivó de la contradicción de tesis 156/2008-PS resuelta el 10 de junio de

106
AMPARO DIRECTO 14/2011

106. Con la acotación anterior, se procederá a analizar la legalidad de los


pronunciamientos vertidos por la autoridad judicial responsable para
validar la comprobación de las figuras delictivas y la responsabilidad
penal atribuida al quejoso.

107. F. Acreditamiento del tipo penal de homicidio. En la sentencia


definitiva reclamada se afirma la comprobación del ilícito de homicidio,
cuya descripción típica está contenida en el artículo 241, párrafo
primero, del Código Penal del Estado de México, en la cual se afirma:

“Artículo 241. Comete el delito de homicidio el que priva de la


vida a otro.”

108. La estructuración de la norma penal, en términos de la dogmática


jurídica penal, exige que la actualización hipotética considerada como
delictiva satisfaga los elementos del tipo siguientes:

o La existencia de una conducta humana de acción en virtud de la


cual se prive de la vida a otro.

o Se trate de una conducta generadora de lesión al bien jurídico


tutelado por la norma penal, consistente en la vida humana.

o Provocar un resultado de carácter material, representado en la


producción de la muerte de la víctima de la acción ilícita. Y se
verifique su atribuibilidad con la acción típica.

o Identificar como objeto material el cuerpo de la persona a quien se


le privó de la vida, por ser éste en quien recayó la acción criminal.

o Colmar los conceptos normativos insertos en la descripción típica,


en el caso, de carácter cultural, referidos a la acción de “privar” 107

2009.
107
El vocablo “privar” está definido en el Diccionario de la Real Academia Española –vigésimo
segunda versión–, en los términos siguientes: (Del lat. privāre) 1. tr. Despojar a alguien de algo que
poseía.

107
AMPARO DIRECTO 14/2011

de la “vida”108. Acción típica que necesariamente recae en “otro”,


expresión que se refiere a un ser humano como víctima.

o Precisar las circunstancias de lugar, tiempo, modo y ocasión en


las que se actualizó la acción criminal.

109. Adicionalmente se precisa que el tipo penal analizado no requiere la


demostración de calidades en los sujetos activo y pasivo, por tratarse
de una descripción impersonal; la definición del medio empleado,
porque es un tipo penal de comisión abierta; la comprobación de
elementos subjetivos específicos diversos a los genéricos –conceptualizados
como los ánimos, propósitos, deseos o intenciones del sujeto activo al
concretar la acción delictiva–; ni de cualquier otra circunstancia de
previsión legal –como podrían ser la exigencia de una antijuridicidad
específica–.

110. En la especie, esta Primera Sala advierte que es legal la


determinación de la autoridad judicial responsable mediante la cual
afirma la comprobación del ilícito de homicidio, cometido en agravio de
**********. Tópico que inclusive no fue objeto de cuestionamiento en la
demanda de amparo. Al respecto, en la sentencia reclamada
correctamente se analizan los medios de prueba existentes en la
causa penal determinantes para demostrar los elementos constitutivos
del tipo penal en cuestión.

111. En este sentido, la Sala Penal responsable identificó los medios de


pruebas que, a su consideración, resultaban no solamente idóneos
sino eficaces para acreditar los componentes de la descripción
normativa. Específicamente destacó:

108
El vocablo “vida” está definido en el Diccionario de la Real Academia Española –vigésimo
segunda versión–, en los términos siguientes: (Del lat. vita). 1. f. Fuerza o actividad interna
sustancial, mediante la que obra el ser que la posee. 2. f. Estado de actividad de los seres
orgánicos. 3. f. Unión del alma y del cuerpo. 4. f. Espacio de tiempo que transcurre desde el
nacimiento de un animal o un vegetal hasta su muerte.

108
AMPARO DIRECTO 14/2011

 La notificación de lesionado, elaborada el treinta y uno de marzo


de dos mil siete, por personal médico del Instituto Mexicano del
Seguro Social, mediante la cual se informa al Ministerio Público
el ingreso al Hospital de Especialidades Centro Médico La Raza
del **********, por presentar una herida punzocortante en el
cuello.109

 La pericial en materia de criminalística, elaborado el dos de abril


de dos mil siete, por personal pericial de la Procuraduría General
de Justicia del Distrito Federal, que contiene la descripción del
cadáver y las lesiones apreciadas al sujeto pasivo, a fin de
determinar que por los signos tanatológicos apreciados el
fallecimiento aconteció entre cinco y siete horas antes de las
veinte horas de ese día.110

 El dictamen de necropsia, suscrito el tres de abril de dos mil


siete, por galenos del Servicio Médico del Distrito Federal, en el
cual se concluye que ********** falleció con motivo de las
alteraciones que le ocasionó una herida por instrumento
punzocortante en el cuello, clasificada de mortal. 111

 El acta médica, de tres de abril de dos mil siete, elaborado por


un perito médico forense de la Procuraduría General de Justicia
del Distrito Federal, que describe la media filiación y lesiones
apreciadas en el cuerpo de la víctima.112

109
Foja 42 de la causa penal.
110
Fojas 88 a 93 de la causa penal.
111
Foja 74 de la causa penal.
Anexo al dictamen de necropsia consta el formato para el control y registro de defunciones por
causa médico legal, elaborado en el Hospital de Especialidades Centro Médico La Raza –foja 75
de la causa penal–. La constancia informa que ********** era atendido en ese nosocomio por una
lesión punzocortante en cuello y falleció a las 14:45 horas del 2 de abril.
112
Foja 60 de la causa penal.

109
AMPARO DIRECTO 14/2011

 Los testimonios de ********** y **********, rendidos ante el


Ministerio Público, quienes identificaron el cadáver relacionado
con la investigación ministerial como el perteneciente a su
hermano **********.113

 El testimonio del oficial de seguridad pública **********, vertido el


treinta y uno de marzo de dos mil siete, quien denunció ante la
autoridad ministerial que aproximadamente a la una hora con
treinta minutos de ese día, sobre **********, encontró a **********,
recostado sobre el asiento de la cabina de la camioneta
Chevrolet, tipo S1, verde metálico, placas de circulación **********
del Distrito Federal. Actuación que estuvo motivada por el aviso
de un ciudadano quien le informó que dicho individuo estaba
lesionado. Enseguida solicitó el apoyo de paramédicos, quienes
al corroborar que la persona auxiliada estaba lesionado le
informaron que lo trasladarían al Hospital General La Quebrada
en esa entidad. 114

 El testimonio de **********, quien el dos de abril de dos mil siete


informó al Ministerio Público que su hermano **********, fue
lesionado en el cuello el treinta de marzo anterior y trasladado al
Hospital General La Quebrada, luego al Hospital Lomas Verdes y
finalmente al Hospital La Raza, en donde recibía atención
médica hasta ese momento. Agregó que la víctima, previo a
entrar al quirófano, le informó que lo agredió una persona a
quien no conocía.115

112. Los elementos de prueba reseñados fueron legalmente apreciados por


la autoridad judicial responsable. Destacó, no solamente su obtención

113
Fojas 63 a 67 de la causa penal.
114
Foja 19 de la causa penal.
115
Foja 29 de la causa penal.

110
AMPARO DIRECTO 14/2011

de conformidad con las formalidades procedimentales aplicables, sino


también el carácter vinculatorio de indicios para demostrar el hecho
típico y la eficacia demostrativa que adquirían para tal efecto.
Valoración probatoria que, en atención a los parámetros de validación
establecidos en los artículos 254 y 255 del Código de Procedimientos
Penales para el Estado de México, sustentó en la expresión de las
razones lógicas jurídicas que la llevaron a esta convicción.

113. La Sala penal responsable sostuvo que los documentos y periciales


médicas seleccionadas permitían demostrar que la víctima **********
recibió una lesión en el cuello con un instrumento punzocortante el
treinta y uno de marzo de dos mil siete. Por este motivo se le
proporcionó atención médica hospitalaria, pero falleció el dos de abril
siguiente. Acontecimiento material que –en conclusión de la autoridad
judicial– tenía respaldo demostrativo con las testimoniales extractadas,
al coincidir en la especificación de las circunstancias temporales y
causales tanto de alteración en la salud de la víctima como de su
deceso. Puntualizó en la demostración de las razones que motivaron
la intervención de un elemento de seguridad pública, quien solicitó
auxilio médico para la atención del sujeto pasivo, al enterarse que
estaba lesionado. Además, las manifestaciones de los testigos
familiares de la víctima, quienes comunicaron al Ministerio Público la
forma tuvieron conocimiento de la agresión recibida por la víctima –por
una persona de la que desconocían su identidad–, y de su posterior
deceso.

114. Juicio de valoración probatoria que, evidentemente, le permitía a la


autoridad judicial responsable afirmar la comprobación de los
elementos constitutivos del tipo penal de homicidio. Ello, al probarse
que el treinta y uno de marzo de dos mil siete, sobre **********, cuando
**********, estaba a bordo de la camioneta Chevrolet, tipo S1, verde
metálico, placas de circulación ********** del Distrito Federal,

111
AMPARO DIRECTO 14/2011

alguien lo agredió –evidentemente un ser humano, a quienes está


dirigido el imperativo normativo penal–, infiriéndole una lesión en el
cuello con un instrumento punzocortante, que por su grado de
afectación a la salud del pasivo al estar clasificada de mortal, a pesar
de la atención hospitalaria que se le proporcionó, fue la causa que
provocó su muerte, acontecida dos días después. Extracto fáctico que
demuestra la existencia de una conducta humana de acción,
lesionante del bien jurídico tutelado por la norma penal, reflejado en la
privación de la vida de **********. Resultado material que es
plenamente atribuible a la acción desplegada por el sujeto activo,
quien lo lesionó en el cuello con un instrumento punzocortante,
provocándole una herida clasificada de mortal, que a la postre fue la
causa generadora del deceso de la víctima.

115. Al margen de la legalidad evaluada, cabe aclarar que la selección de


medios de prueba realizada por la Sala penal responsable al acreditar
la conducta típica también incluyó los testimonios del denunciante
**********, de los policías ministeriales ********** y **********, así como la
declaración ministerial del quejoso **********. Elementos de los que
esencialmente se extrae como hecho demostrado –en opinión de la
autoridad responsable– la condición de que la conducta se realizó por
tres individuos, los cuales agredieron a la víctima y uno de ellos lo
lesionó en el cuello con una botella –herida que fue el factor
desencadenante de las consecuencias que determinaron el deceso–.
No obstante, por metodología de análisis en este momento no se
adentra al examen de legalidad relacionado con la valoración de estos
medios de pruebas y las consideraciones vertidas en torno a las
mismas, por vincularse con la comprobación de la imputación contra el
sentenciado, a quien se señala como coautor de la acción ilícita penal,
aspecto que será analizado con exhaustividad en líneas
subsecuentes. La exclusión de análisis del tema también se soporta
en virtud de que los medios de convicción sobre los que si se han

112
AMPARO DIRECTO 14/2011

realizado pronunciamientos de legalidad, bajo un criterio de


apreciación objetivo, demuestran la existencia de la acción material
humana que privó de la vida al pasivo **********, con la cual se
acreditan los elementos de conducta y tipicidad del delito.

116. Por otra parte, destaca que la sentencia definitiva reclamada no


contiene pronunciamiento en torno a la antijuridicidad de la conducta
típica, en el contexto de la formulación del injusto penal. Omisión que
constituye una cuestión de formalidad factible de subsanarse mediante
la exigibilidad de pronunciamiento que se realizara a la autoridad
judicial responsable. Sin embargo, como en el caso se han detectado
violaciones de fondo, las cuales se analizarán más adelante, aspecto
que refleja un mayor beneficio en la protección constitucional que se
otorgará al quejoso, la falta de pronunciamiento resaltada únicamente
se destaca como parte de la exhaustividad en el estudio del acto
reclamado.

117. G. Agravante de ventaja. La autoridad responsable estimó


actualizada la circunstancia complementaria del tipo penal básico
descrita en el artículo 245, párrafo primero y fracción II, del Código
Penal del Estado de México, que establece:

“Artículo 245. Las lesiones y el homicidio serán calificados


cuando se cometan con alguna de las siguientes
circunstancias: […]
II. Ventaja: cuando el inculpado no corra riesgo alguno de ser
muerto o lesionado por el ofendido; […]

118. La actualización del presupuesto normativo se sustentó en dos


premisas: a) El quejoso tenía pleno conocimiento de la notoria
superioridad de fuerza física que tenía sobre la víctima. b) La
actuación con conocimiento de superioridad numérica de los activos
sobre la víctima. Afirmaciones en las que se sostuvo la condición de

113
AMPARO DIRECTO 14/2011

ventaja, que implicaba para el sujeto activo no correr riesgo alguno de


ser muerto o herido por el ofendido.

119. Las premisas aseveradas por la autoridad responsable se apoyaron en


los elementos de prueba siguientes: la declaración ministerial del
sentenciado **********; el testimonio de **********, en cuanto sostuvo
que tres individuos agredieron al sujeto pasivo del delito y uno de ellos
lo lesionó con una botella de vidrio rota; el dictamen de necropsia que
determina como causa del deceso las alteraciones ocasionadas por la
lesión en el cuello por instrumento punzocortante, clasificada como
mortal; y el dictamen de criminalística del cual se desprende que la
víctima no realizó maniobras de defensa previo a su muerte, en
atención a la ausencia de lesiones que reflejaran tal circunstancia.

120. Tal como se adelantó en el apartado de tipicidad, existe un grave


problema en la validación del valor probatorio otorgado a
determinados elementos demostrativos, entre los que se encuentran la
declaración ministerial del quejoso y el testimonio de **********.
Circunstancia que genera un conflicto en la estructuración
argumentativa para validar la legalidad de los pronunciamientos que
se realizan en el acto reclamado, como acontece con el tema de la
agravante del delito por ventaja.

121. Por una parte, no puede negarse el hecho material demostrado por los
dictámenes de necropsia y criminalística: la muerte de la víctima fue
consecuencia de alteraciones derivadas de una lesión inferida en el
cuello, con un instrumento punzocortante, clasificada de mortal; y, la
víctima no realizó maniobras de defensa previo a que lo hirieran.
Conclusiones materiales que podrían ser viables para construir la
hipótesis normativa de ventaja. Es decir, permiten estructurar un juicio
deliberativo para demostrar que la lesión inferida a la víctima, por otra
persona, se realizó en condiciones de ventaja, por el empleo de un

114
AMPARO DIRECTO 14/2011

instrumento punzocortante y en condiciones tales que la víctima no


pudo repeler la agresión ni realizó actos de defensa para impedirla.

122. Sin embargo, deberá considerarse que si bien los elementos periciales
pudieran resultar idóneos para sostener la condición de ventaja del
sujeto activo respecto de la víctima, en el marco objetivo del resultado;
no lo son a plenitud cuando se carece de datos probados que permitan
determinar las circunstancias concretas en las que tuvo lugar la acción
criminal.

123. Así, la problemática en el caso se centra en intentar definir las


condiciones concretas en las cuales fue lesionada la víctima. El juicio
de tipicidad, en un nivel de demostración objetivo, es útil para
establecer la existencia de la acción antinormativa que produjo el
resultado material lesivo del bien jurídico tutelado por la norma penal,
verificable con la muerte del pasivo. El problema es que los medios de
prueba que hasta este momento se han considerado legalmente
valorados no permiten responder el cuestionamiento que sigue a este
estado de comprobación. ¿cuáles fueron las circunstancias concretas
en las que ********** fue privado de la vida?

124. Y al carecer de una respuesta a la interrogante planteada, basada en


hechos probados en sede jurídica, entonces no es posible sostener la
legalidad en el acreditamiento de la agravante de ventaja sobre la que
se pronunció la sentencia definitiva reclamada.

125. Esta deficiencia probatoria, que imposibilita tener conocimiento de las


circunstancias en las que se cometió el delito, ya la había advertido la
defensa. Uno de los agravios expresados en el recurso de apelación
resuelto por la Sala penal responsable se ocupa del tema. La defensa
otorgó un peso considerable al testimonio de **********, quien
manifestó que su hermano, víctima del delito, le dijo que no sabía
quién lo había herido. En cambio, la autoridad responsable lo

115
AMPARO DIRECTO 14/2011

desestimó. Precisó que la referencia de la testigo únicamente revelaba


que la víctima no conocía al agresor –vinculó la referencia a la
identidad– pero no era indicativo de la intervención de una sola
persona en lugar de tres.

126. La argumentación de la defensa no se basó en la determinación de la


identidad del agresor, sino que de los datos proporcionados por la
víctima a la testigo no se desprendía que hubiera sido víctima de un
ataque grupal, pues solamente aludió a una persona. Por más que
pudiera cuestionarse la referencia como proveniente de un testigo de
oídas, no deja de tener peso la ausencia de un dato relevante para
estar en posibilidad de comprobar la premisa de superioridad numérica
de sujetos activos de la que se hace depender la ventaja sobre la
víctima.

127. H. Ilegal acreditación de la responsabilidad penal del quejoso en


la comisión del delito de homicidio. En la demanda de amparo se
hacen valer diversas consideraciones que cuestionan la legalidad en la
demostración del presupuesto de responsabilidad penal.
Argumentación que es esencialmente fundada. Esta Primera Sala
advierte que en el presente caso se actualiza un estado de
insuficiencia de pruebas para afirmar, con exclusión de toda duda
razonable, la responsabilidad penal ********** en la comisión del delito
de homicidio perpetrado en agravio de **********.

128. Analicemos el apartado del acto reclamado referido a la demostración


de la responsabilidad penal del quejoso en el delito de homicidio. La
autoridad responsable señaló que este presupuesto se acreditó en
términos de los artículos 8, párrafo primero y fracción I, 11, párrafo
primero, fracción I, inciso d), del Código Penal del Estado de México, 116
116
“Artículo 8. Los delitos pueden ser:
I. Dolosos;
El delito es doloso cuando se obra conociendo los elementos del tipo penal o previendo como
posible el resultado típico queriendo o aceptando la realización del hecho descrito por la ley. […].”

116
AMPARO DIRECTO 14/2011

al probarse que el demandante de amparo realizó la acción típica


dolosa, en el cual intervino con el carácter de coautor.

129. El juicio de reproche se afirma en el acto reclamado en los términos


siguientes:

“De tal manera que los elementos de juicio analizados, en


contra de lo que sostiene la defensa particular del apelante, a
criterio de este tribunal colegiado, permiten concluir que el
justiciable **********, en compañía de dos sujetos, desplegó una
conducta típica, antijurídica, imputable y punible, consistente
en llevar a cabo la privación de la vida de **********, el treinta y
uno de marzo de dos mil siete, a las cero horas con treinta
minutos aproximadamente, sobre el **********, cuando el
ofendido ********** se encontraba a bordo de la camioneta
marca Chevrolet, tipo S-10, color verde metálico, placas de
circulación ********** del Distrito Federal, precisamente en el
asiento del conductor con la ventanilla de la puerta abajo, se
acercaron a él tres sujetos del sexo masculino, entre ellos el
ahora justiciable **********, quien con una botella de vidrio rota
lesionó el cuello del pasivo, lesión que a la postre lo privó de la
vida Lo que revela como lo justiprecia el juez de primer grado
la conducta desplegada por el implicado, denota la voluntad de
afectar el bien jurídico protegido por este delito, con
conocimiento de que esto era antijurídico; de tal suerte que la
acción que se le atribuye es a título de dolo directo, ya que el
resultado coincidió con el propósito de los activos en términos
del artículo 8, fracción I, del Código Penal vigente en la
entidad. Por otra parte, también se considera correcto el criterio
del juez natural, al sostener que cada uno de los activos
desplegó actos simultáneos para llevar a cabo el ilícito,
teniendo en todo momento el dominio del hecho, pues bien
pudieron hacerlo cesar y sin embargo no lo impidieron, luego
se debe considerar que su forma de intervención de ahora

“Artículo 11. La responsabilidad penal se produce bajo las siguientes formas de intervención en el
hecho delictuoso:
I. La autoría; y
II. La participación.
Son autores: […]
d) Los que en conjunto y con dominio del hecho delictuoso intervengan en su realización; y […].”

117
AMPARO DIRECTO 14/2011

justiciable lo fue como coautor con dominio del hecho delictivo;


pues presupone acuerdo previo y cada uno de los autores
desempeña una determinada función en la obtención del
resultado querido y aceptado que en conjunto tuvieron el
dominio de la ejecución y consumación al haber intervenido en
su ejecución de tareas específica.”117

130. Los medios de prueba que se estimaron eficaces para comprobar el


presupuesto anotado se destacaron como a continuación se expone:

 La autoridad responsable privilegió el testimonio de **********,


quien señaló al sentenciado como la persona que, de manera
conjunta con dos individuos, agredió al sujeto pasivo. En
particular, el quejoso fue quien lo golpeó con una botella que
previamente rompió.

 Imputación que estimó plenamente corroborada con la


declaración ministerial del quejoso **********. Le otorgó el carácter
de confesión calificada divisible y desestimó la versión que aportó
el imputado en declaración preparatoria, al considerarla una
retractación inverosímil.

 A lo anterior adicionó los testimonios de los policías ministeriales


********** y **********. Recordó que ambos refirieron en términos
similares que el sentenciado, al enterarse del señalamiento del
testigo **********, les refirió que efectivamente había participado
en el homicidio de **********.

131. La ponderación y asignación de valor prevaleciente a los anteriores


elementos de prueba condujo a la autoridad responsable a desestimar
los testimonios de **********, ********** y **********, presentados por la
defensa para corroborar la versión del sentenciado, en cuanto a que
no participó en la comisión del delito pero sí presenció el momento en

117
Páginas 35 y 36 de la sentencia reclamada.

118
AMPARO DIRECTO 14/2011

que tres individuos agredieron a la víctima. La autoridad responsable


sostuvo que, no obstante los testimonios cumplían con las
formalidades legales de recepción, su contenido era contrario a las
pruebas que ya había valorado, las cuales otorgaban credibilidad a la
primera declaración del sentenciado en la que aceptó haber cometido
el delito. Precisó que la versión inicial del acusado era discordante con
lo afirmado por los testigos de descargo, quienes además omitieron
relatar momento a momento las actividades que aquél realizó y pudo
darse el caso que el delito lo cometiera en un lapso no cubierto por los
testimonios. También, los calificó como testimonios aleccionados y
extemporáneos.

132. En este punto de la revisión del acto reclamado esta Primera Sala
reitera que es correcta la afirmación del quejoso al señalar que la
sentencia definitiva reclamada es inconstitucional. ¿La razón? Porque
viola los principios generales de valoración de las pruebas que son
observables en el contexto de la tutela del derecho humano de debido
proceso legal, que ha sido interpretado por la Corte Interamericana de
Derechos Humanos como las condiciones que deben cumplirse para
asegurar la adecuada defensa de aquéllos cuyos derechos u
obligaciones están bajo consideración judicial, a fin de garantizar, en la
mayor medida posible, la solución justa de la controversia.

133. Los elementos de prueba en los que se sustenta la afirmación de


responsabilidad penal del quejoso, fueron apreciados en contradicción
con los principios de presunción de inocencia, no autoincriminación, in
dubio pro reo, defensa adecuada y contradicción que operan en marco
del debido proceso legal.

134. Revisaremos de manera individual cada una de las pruebas


destacadas por la autoridad responsable a fin de corroborar si tienen
algún alcance demostrativo que resulte eficaz para justificar la

119
AMPARO DIRECTO 14/2011

condena penal impuesta al quejoso, en atención a los


cuestionamientos que realiza el quejoso en la demanda de amparo.

135. La imputación del testigo **********. En atención a las


consideraciones precisadas en el apartado relativo a la demostración
material de la conducta típica de homicidio, las pruebas existentes en
actuaciones, legalmente valoradas, permitieron afirmar que el sujeto
pasivo ********** fue agredido el treinta y uno de marzo de dos mil
siete; como resultado de este hecho la víctima recibió una lesión en el
cuello con un instrumento punzocortante, clasificada de mortal; la
herida provocó alteraciones que produjeron su muerte, acaecida el dos
de abril del mismo año.

136. Es necesario mencionar que los elementos trascendentales de un


testimonio debe analizarse en una perspectiva que tiene dos niveles,
para legitimarlo o acreditarlo: La verificación de credibilidad del testigo,
que exige tener información sobre ¿quién es el testigo? ¿qué
capacidad tiene o por qué está facultado para emitir una opinión
respecto al objeto de investigación? La otra vertiente a considerar es
la claridad del testimonio para conocer ¿de dónde surgió? ¿por qué
interviene en la causa? ¿cuándo y cómo conoció de los hechos?

137. El testimonio de ********** fue recibido por el Ministerio Público del


Estado de México el veinticuatro de octubre de dos mil siete. 118 ¿Con
qué datos se cuenta para acreditar o legitimar al testigo? es decir, para
evaluar ¿Quién es? y con ello su credibilidad. El testigo declaró que
era originario del Distrito Federal, con domicilio en el inmueble
**********, tener treinta y seis años de edad, estado civil soltero, religión
católica, instrucción educativa primaria concluida, ocupación chofer.
Agregó que al comparecer ante la autoridad ministerial no tenía
identificación pero la presentaría posteriormente.

118
Fojas 12 y 13 de la causa penal de origen.

120
AMPARO DIRECTO 14/2011

138. Ahora, ¿qué manifestó el testigo que resultó tan relevante para la
autoridad responsable?

“[…] labora como chofer de taxi desde hacía seis años,


actualmente como chofer en las noches […] al inicio de la
segunda semana de marzo de dos mil siete, empezó a trabajar
en el sitio de taxis ubicado en el asta bandera de Tultitlán que
se pone nada más en las noches y los fines de semana; y al
estar laborando en ese sitio, un día a finales del mes de marzo,
realizó como a las cero horas con treinta minutos
aproximadamente, un servicio llevando a una pareja a un
domicilio en la colonia Lomas de Cartagena, en el municipio de
Tultitlán, después de haber realizado dicho servicio y al venir
por el Boulevard Cartagena con dirección a la avenida López
Portillo, se paró en una tienda ubicada sobre el Boulevard
Cartagena que está cerca de un módulo de policía, ya que
tenía que comprar unos cigarros y al dirigirse hacia la unidad
que traía siendo un vehículo Volkswagen, Derby, color blanco,
se percató que a una distancia de aproximadamente ocho
metros sobre el mismo Boulevard Cartagena y con la misma
dirección hacia la avenida López Portillo, se encontraba una
camioneta de color verde, tipo Pick-Up, siendo una S10 de la
marca Chevrolet, y en las afueras de dicha camioneta estaban
tres sujetos, a quienes veía claramente ya que la luz artificial
que existe en el lugar es buena, mismos sujetos que estaban
en la ventanilla del lado del chofer y le estaban gritando y
manoteando a una persona que se encontraba a bordo de
dicha unidad del mismo lado del piloto, y al manotearles
también el piloto de la camioneta, alcanzó a escuchar que el
piloto les gritó “no les voy a dar nada”, en eso estos tres
sujetos empezaron a golpear insistentemente al piloto de la
camioneta y uno de ellos rompe una botella de vidrio y con lo
que se quedó en la mano le empezó a dar de golpes al piloto
de la camioneta, y que cuando terminaron de golpearlo estos
sujetos salieron corriendo y pasaron junto a su unidad, que los
vio perfectamente, y es el caso que el día de hoy al estar por el
estacionamiento del mercado de San Bartolo en este municipio
de Naucalpan de Juárez, México, vio a uno de los sujetos que
ese día habían intervenido en la golpiza del sujeto que estaba
a bordo de la unidad de la marcha Chevrolet S10, color verde,

121
AMPARO DIRECTO 14/2011

siendo precisamente el que había tomado la botella y la había


roto y con los filos que le habían quedado en la mano le había
propinado golpes a dicho piloto, por lo que se dio a la tarea de
buscar una patrulla, percatándose de un vehículo que venía y
les hizo señalas y se identificaron como judiciales y les dijo lo
que sabía y le consta, por lo que fueron en busca de este
sujeto, regresando con el sujeto a bordo a quien enfrente de
ellos lo reconoció plena y legalmente como el que había
golpeado con una botella rota al sujeto que estaba a bordo de
la camioneta Chevrolet, color verde […] días después de la
golpiza que me percaté en Lomas de Cartagena, Municipio de
Tultitlán, Estado de México, me enteré que dicho sujeto había
fallecido en el Hospital de la Raza.”

139. Los datos de individualización del testigo y la narrativa que vierte,


como lo destaca el quejoso, no son suficientes para legitimarlo o
acreditarlo, es decir, no tienen el peso necesario para otorgarle
credibilidad. En realidad se coloca en posición de un testimonio
singular del que deriva una imputación pero no está respaldado de
otros medios de prueba que permitan aseverar, fuera de toda duda
razonable, la responsabilidad penal del quejoso en la comisión del
delito de homicidio de **********. Además, no fue examinado por la
partes, bajo el principio de contradicción, ante el juez del proceso.

140. Tal como fue narrado en los antecedentes, la imputación y eventual


condena del quejoso estuvieron esencialmente basadas en el dicho
del testigo de nombre **********, quien alegó haber presenciado el
homicidio de ********** y la participación directa del quejoso en la
agresión.

141. En efecto, como ya ha sido explicado, la Sala penal responsable


consideró que este testimonio tenía valor probatorio en la medida en
que no había motivo alguno para dudar de su veracidad o de su
imparcialidad. Vale la pena citar uno de los párrafos de la sentencia
que mejor sintetizan su idea central:

122
AMPARO DIRECTO 14/2011

“…no existe un solo motivo para dudar de la autenticidad


de dicho testimonio y para sospechar de la veracidad de
lo expuesto por el mismo, pues de autos no obra dato
alguno para presumir que se pretendiera con su dicho
perjudicar al ahora sentenciado, tan es así que no se
conocían, y menos aún para afirmar que dicha
declaración fue prefabricada, como lo asevera la
defensa, la cual por cierto resulta temeraria al no contar
con prueba alguna que justifique tal afirmación.”

142. Ahora bien, mediante la demanda de amparo el inculpado combate el


conjunto de consideraciones que llevaron a validar el testimonio del
taxista ********** y, en esencia, busca demostrar que ese dicho no
podía ser tomado en cuenta porque el testigo nunca ratificó su
declaración frente al juez al no haber sido localizado en el domicilio
que supuestamente había aportado en su declaración frente al
Ministerio Público. Esto es ―para el quejoso― el testimonio sobre el
que se basó su condena estuvo “prefabricado”.

143. En gran medida, la decisión de esta Primera Sala de atraer el


conocimiento del presente asunto de basó en la necesidad de dilucidar
la fuerza probatoria que debe tener un testimonio vertido ante el
Ministerio Público, no ratificado ante el juez, bajo las condiciones
descritas. Incluso, en la solicitud de facultad de atracción 45/2011, a
manera de guía, se precisaron algunas de las interrogantes o
cuestiones que debían ser resueltas; a saber:

 Determinar si el testigo de cargo tiene la característica de


singular o de único.
 ¿Debe un juez penal otorgarle valor probatorio pleno al dicho de
un testigo singular, en especial, cuando no existen otros
elementos probatorios para acreditar la responsabilidad penal de
un imputado?

123
AMPARO DIRECTO 14/2011

 ¿Debe un juez penal dar valor probatorio a dicho testimonio,


cuando existe duda sobre la identidad del testigo?
 ¿Debe un juez penal dar valor probatorio a dicho testimonio, a
pesar de que fue rendido ante el agente del Ministerio Público y
nunca ante el juez de la causa penal?
 ¿El hecho que un testigo no declare ante el juez de la causa
penal viola el principio de inmediatez?
 ¿La búsqueda de la verdad histórica o real del evento que se
reputa delictuoso está por encima de los requisitos legales y
constitucionales para recabar las pruebas?

144. A la luz de tales interrogantes se requieren analizar las condiciones


mínimas bajo las cuales debe rendirse un testimonio para poder ser
tomado en consideración en la sentencia. Asimismo, dado que para el
estudio del presente caso es crucial definir la fuerza probatoria que
puede o no tener el dicho de un testigo singular, se examinará este
concepto y se le distinguirá de otros. Veamos:

145. Testigo singular y testigo único: diferencias conceptuales y requisitos


de validez. Como refirió, al resolver la solicitud de facultad de atracción
concerniente a este asunto, la Suprema Corte ya ha construido, a lo
largo de sus diferentes épocas, criterios jurisprudenciales y aislados
respecto a las figuras del testigo único y singular, así como de su
alcance probatorio en el proceso penal; sin embargo, resulta
conveniente que esta Primera Sala actualice o aclare el alcance de
estos criterios, pues éstos requieren ser armonizados con la
interpretación progresiva que ha emitido en los últimos años en
materia de debido proceso.

146. La revisión detallada de los criterios contenidos en las tesis aisladas y


jurisprudencias más relevantes sobre la materia nos lleva a la
conclusión de que hay una lógica común presente en todos ellos; a

124
AMPARO DIRECTO 14/2011

saber: que la declaración de un solo testigo, no corroborada con


ninguna otra prueba aportada, es insuficiente para sustentar por sí
misma una sentencia condenatoria. Vale la pena hacer un recuento de
los mismos:

“TESTIGO ÚNICO. Si bien el testimonio de un solo testigo


debe tener validez cuando está vinculado con otros hechos
comprobados de la demanda, o con pruebas concurrentes
que hagan fe, en el caso de que no existan las circunstancias
indicadas, debe prevalecer el axioma procesal de "testis
unus, testis nulus", cuando la declaración de un solo testigo
no esté corroborada ni la declaración de otros testigos ni con
ninguna otra prueba aportada que en concepto del juzgador,
haga prueba plena.”119

“TESTIGO SINGULAR. NO ES PRUEBA BASTANTE PARA


FUNDAR SENTENCIA CONDENATORIA. La declaración de
testigo singular en el proceso penal, por sí sola, es
insuficiente para fundamentar sentencia condenatoria.” 120

“TESTIGO SINGULAR. La imputación singularmente hecha,


no es suficiente para fincar la responsabilidad penal de un
inculpado.”121

“TESTIGO SINGULAR EN MATERIA PENAL. Si solamente


existe la declaración de un testigo, por respetable que sea,
sostenida con firmeza en los careos; ella sólo constituye un
indicio, insuficiente para fundar sentencia condenatoria contra
quien o quienes niegan haber tomado participación en los
hechos delictuosos.”122

“TESTIGOS EN MATERIA PENAL. El dicho singular de un


testigo es insuficiente, lógica y jurídicamente, para fincar la
responsabilidad del acusado en el delito que se le imputa;
dicho aquél al cual en nada refuerza la afirmación de un
Agente, en el sentido de haber oído del testigo que el
acusado le había ofrecido dinero por su silencio.” 123

No. Registro: 368,553, Tesis aislada, Materia(s): Común, Quinta Época, Instancia: Cuarta Sala,
119

Fuente: Semanario Judicial de la Federación, CVIII, Tesis: página: 233


No. Registro: 245,629, Tesis aislada, Materia(s): Penal, Séptima Época, Instancia: Sala Auxiliar,
120

Fuente: Semanario Judicial de la Federación, 169-174 Séptima Parte, Tesis: Página: 301
No. Registro: 801,994, Tesis aislada, Materia(s): Penal, Sexta Época, Instancia: Primera Sala,
121

Fuente: Semanario Judicial de la Federación, Segunda Parte, XXV, Tesis: Página: 115
No. Registro: 804,082, Tesis aislada, Materia(s): Penal, Quinta Época, Instancia: Primera Sala,
122

Fuente: Semanario Judicial de la Federación, CXXIV, Tesis: Página: 829

125
AMPARO DIRECTO 14/2011

“TESTIGO SINGULAR EN EL PROCESO PENAL. La


afirmación de un testigo presencial constituye un indicio de su
culpabilidad, pero si no se halla adminiculado con ningún otro
que, por su enlace natural, lleve a la convicción de que el
acusado fue autor de los hechos que se reprimen, en sí
mismo, resulta insuficiente para dictar una sentencia
condenatoria en contra del acusado.”124

“TESTIGO SINGULAR EN MATERIA PENAL. Un testimonio


de cargo no es suficiente para fincar legalmente la
responsabilidad del reo en el delito que se le atribuye.” 125

“TESTIGO SINGULAR EN MATERIA PENAL. El testimonio


aislado de una persona, no adminiculado con otras
probanzas, es insuficiente para determinar la culpabilidad de
un acusado.”126

“TESTIGO SINGULAR, EN MATERIA PENAL. La declaración


de un testigo si fuera única, no sería suficiente para
determinar la existencia del delito, pero tiene validez si se
relaciona íntimamente con otros datos que, junto con ella,
constituyen prueba plena, que es la que se exige para la
comprobación del cuerpo del delito.”127

“TESTIGO SINGULAR EN EL PROCESO PENAL. Un sólo


testimonio, por caracterizado que sea su autor, no es prueba
bastante para fundar una sentencia condenatoria.” 128

“TESTIGO SINGULAR EN EL PROCESO PENAL. El dicho


de un testigo constituye presunción.”129

No. Registro: 295,978, Tesis aislada, Materia(s): Penal, Quinta Época, Instancia: Primera Sala,
123

Fuente: Semanario Judicial de la Federación, CXX, Tesis: Página: 1751


No. Registro: 296,237, Tesis aislada, Materia(s): Penal, Quinta Época, Instancia: Primera Sala,
124

Fuente: Semanario Judicial de la Federación, CXIX, Tesis: , Página: 1471


No. Registro: 296,865, Tesis aislada, Materia(s): Penal, Quinta Época, Instancia: Primera Sala,,
125

Fuente: Semanario Judicial de la Federación, CXVII, Tesis: Página: 1343


No. Registro: 296,932, Tesis aislada, Materia(s): Penal, Quinta Época, Instancia: Primera Sala,
126

Fuente: Semanario Judicial de la Federación, CXVII, Tesis: , Página: 1525


No. Registro: 297,608, Tesis aislada, Materia(s): Penal, Quinta Época, Instancia: Primera Sala,
127

Fuente: Semanario Judicial de la Federación, CXII, Tesis: Página: 547


No. Registro: 298,569, Tesis aislada, Materia(s): Penal, Quinta Época, Instancia: Primera Sala
128

Fuente: Semanario Judicial de la Federación, CIX, Tesis: Página: 2399


No. Registro: 298,889, Tesis aislada, Materia(s): Penal, Quinta Época, Instancia: Primera Sala,
129

Fuente: Semanario Judicial de la Federación, CVIII, Tesis: Página: 2306.

126
AMPARO DIRECTO 14/2011

“TESTIGO SINGULAR EN EL PROCESO PENAL. No se


comprobó un hecho, si al respecto sólo existe una
declaración aislada.”130

“TESTIGOS SINGULARES EN MATERIA PENAL. Si bien es


cierto que un solo testigo no puede constituir prueba plena,
también debe tenerse en cuenta que si el testimonio fue
rendido por un coacusado que admite su responsabilidad,
como este testimonio no es rendido con el objeto de eludirla,
acusando a otro, no se le puede considerar interesado. Por
otra parte, si bien en algunas legislaciones locales la ley
descalifica la prueba de un solo testigo, en el sistema
procesal penal federal, no existe disposición alguna al
respecto. En esos preceptos, la prueba testimonial queda
completamente al arbitrio del Juez, hasta el punto de que
éste puede dar valor probatorio pleno a un solo testigo, dadas
las circunstancias de su declaración, los detalles que
comprenda, las que rodean al declarante y los demás datos
del proceso que convenzan al juzgador, de que el testigo
singular expresa la verdad. Por otra parte, en el artículo 285
del Código Federal de Procedimientos Penales, se estatuye
que los medios de prueba que enumeran los artículos
siguientes, constituyen meros indicios, y según el artículo 286
del mismo código, los tribunales valorizarán estos indicios,
hasta poder considerarlos como prueba plena.” 131

147. Como puede apreciarse, los criterios antes citados efectivamente


coinciden en un punto central: el dicho aislado de un testigo –en
términos de unidad– no puede ser idóneo para acreditar la
responsabilidad penal de una persona. Sin embargo, esta idea
general, presente en todos los pronunciamientos citados, debe ser
analizada con más detalle y, como decíamos, armonizarse con
nuestros actuales criterios en materia de debido proceso.

148. En primer lugar, es necesario introducir una distinción crucial entre los
conceptos “testigo único” y “testigo singular”. El criterio que los
distingue está en función del número de personas que presencian el

No. Registro: 804,990, Tesis aislada, Materia(s): Penal, Quinta Época, Instancia: Primera Sala,
130

Fuente: Semanario Judicial de la Federación, CIII, Tesis: Página: 178


131
No. Registro: 307,067,Tesis aislada, Materia(s): Penal, Quinta Época, Instancia: Primera Sala,
Fuente: Semanario Judicial de la Federación, LXXVIII, Tesis: Página: 617

127
AMPARO DIRECTO 14/2011

hecho delictivo y el número de personas que, habiéndolo presenciado,


testifican en contra del acusado.

149. Así, debemos utilizar el concepto “testigo único” para referirnos al


supuesto de hecho en el cual sólo una persona presencia el hecho
delictuoso y testifica contra el acusado en el proceso. El testimonio de
un testigo único es sin duda válido cuando se encuentra corroborado
con otros elementos probatorios. Lo que implica que a pesar de la
preponderancia del testimonio, por sí no tiene el alcance de valor
probatorio pleno e irrefutable; es un indicio que requiere reforzarse con
otros medios de prueba para poder construir un razonamiento que
constituya verdad legal. Esta definición es particularmente importante
para los delitos que suelen clasificarse como “de realización oculta”
―el ejemplo del delito de violación es paradigmático, pues es
frecuente que en su comisión sólo estén presentes el autor del delito y
la víctima―.

150. Es válido tomar en cuenta, como un elemento más dentro de la causa,


el dicho de aquella persona que aisladamente presencia el hecho
criminal, a fin de sustentar una sentencia condenatoria en materia
penal. Pero eso sólo estará ajustado a legalidad en la medida en que
existan otras pruebas que acrediten, no sólo la existencia de los
elementos del tipo penal en cuestión, sino la responsabilidad directa
del sentenciado. En otras palabras, este tipo de testimonio puede ser
incluido al material probatorio que fundamenta una sentencia
condenatoria siempre y cuando no sea el único elemento de prueba
con el que se cuente para hacer la imputación de responsabilidad.

151. En cambio, debemos hablar de “testigo singular” cuando, habiendo


más de un testigo del acto delictivo, la imputación penal se pretende
probar con el dicho de uno, de entre el conjunto de personas que lo
presenciaron, porque los demás no comparecen al proceso –las

128
AMPARO DIRECTO 14/2011

razones pueden ser resultado de una ineficaz investigación e impulso


de aporte de elementos de prueba para robustecer la imputación.

152. Sin embargo, dada la dificultad circunstancial que naturalmente


presenta probar un hecho con el dicho de un solo testigo, el testimonio
singular es un elemento prácticamente ineficaz en sí mismo o, dicho
de otra manera, por sí solo, pues necesariamente debe estar
acompañado de otros datos cualitativa y cuantitativamente suficientes
para fincar responsabilidad penal.

153. De este modo, cuando el juez concede valor probatorio a un


testimonio singular debe hacerlo con suma cautela y con absoluto rigor
argumentativo. Y, sobre todo, su decisión debe descansar
fundamentalmente en una cantidad significativa de datos no refutados
independientes al dicho del testigo singular, pero que vienen a
corroborarlo.

154. Como puede verse, ambas clases de testimonios no son por su propia
posición individual y de facto inconstitucionales o inválidas; sin
embargo tomadas como único elemento de soporte de los
presupuestos de delito y responsabilidad penal son insuficientes para
sustentar una condena. Es decir, el juicio de reproche no puede estar
basado únicamente en tales declaraciones. Por ello, en todo caso, es
la valoración que el juez hace de esos testimonios ―el peso que les
otorga y bajo qué consideraciones― lo que puede resultar válido o
inválido y lo que puede someterse a eventual impugnación.

155. De esta forma, resulta válido concluir que si el juez otorga un valor
preponderante o desproporcionado al dicho de un testigo singular o al
de un testigo único, sin adicionar otros medios de prueba que soporte
la credibilidad de la imputación que de ellos emerge, claramente
estamos frente a una violación a los principios de la debida valoración
de la prueba. Ese dicho debe ser entendido como un indicio entre

129
AMPARO DIRECTO 14/2011

varios; requiere ser adminiculado con más elementos, de lo contrario


es insuficiente para legitimar una condena.

156. Como ha resuelto esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia


de la Nación, las pruebas aportadas por ambas partes deben ser
ponderadas en términos iguales. De tal manera, es inadmisible que el
juez, valiéndose del argumento de que sólo existe un testigo
compareciendo ante él, otorgue valor preponderante a su dicho con el
fin de resolver una duda sobre la responsabilidad penal, sin evaluar el
soporte de credibilidad con otros medios de prueba. El criterio es
visible en la tesis aislada con el texto citado a continuación:

“PRINCIPIO DE IGUALDAD EN EL PROCESO PENAL.


SU ALCANCE. En el proceso penal, el equilibrio de los
sujetos procesales es de suma importancia, pues deben
concedérseles iguales condiciones procesales de
manera que ninguno quede en estado de indefensión, y
si bien es cierto que este principio no está previsto
expresamente en algún numeral concreto del Código
Federal de Procedimientos Penales, también lo es que
se consigna implícitamente en su artículo 206, en cuanto
prevé que todo aquello que se ofrezca como prueba -en
términos del artículo 20, apartado A, fracción V, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
en su texto anterior a la reforma publicada en el Diario
Oficial de la Federación el 18 de junio de 2008- debe
admitirse, siempre y cuando sea conducente y no vaya
contra derecho a juicio del juez o del tribunal, lo que
significa que los medios probatorios ofrecidos por ambas
partes procesales deben valorarse con el mismo
estándar o idénticas exigencias de juicio para generar
convicción. Así, cuando la información que brinda un
medio probatorio es imprecisa, parcial o genera duda
porque adolece de claridad y da lugar a que el juez le
reste valor, no es válido que tal estándar sólo aplique
para una de las partes, ya que el mérito o valor de
convicción del medio probatorio está sujeto a la libre
apreciación del juez, pero es inadmisible que los medios
de prueba de la misma índole -ofrecidos por ambas
partes- tengan un estándar de valoración distinto, según
se trate del actor o del demandado, del órgano
ministerial o del acusado, pues ello atentaría contra las

130
AMPARO DIRECTO 14/2011

garantías de justicia imparcial, de equidad procesal y de


correcta fundamentación y motivación.132

157. Por ello, en casos en los cuales el material probatorio no sea apto para
generar una respuesta contundente, certera y sólidamente apoyada en
aserciones sobre hechos, procede resolver conforme al principio de
presunción de inocencia, en su vertiente, in dubio pro reo; es decir,
absolviendo.

158. Así, el valor probatorio de los testimonios vertidos por testigos únicos o
singulares debe ser idéntico al que se otorgue a otra clase de indicios,
con la condición adicional de que, para tener validez, no pueden estar
aislados, sino que deben estar corroborados por otros datos. Cualquier
juicio explícito o implícito a través del cual se pretenda dar
preponderancia a esta clase de testimonios, en las condiciones
destacadas, es inválido.

159. Es cierto que respecto al tópico examinado no puede proveer una


solución para todos los tipos de valoración probatoria que pueden
darse en la práctica; es decir, no pueden agotarse todos los casos
posibles y asignarles una calificación de válido o inválido. Tan sólo
puede desentrañar o discurrir acerca de la racionalidad detrás de los
principios que rigen la valoración de las pruebas para, de esta forma,
orientar a los juzgadores que deben revisar la debida valoración de la
prueba.

160. Lo que entonces debe destacarse es que la racionalidad subyacente a


los principios que rigen la debida valoración de las pruebas busca,
ante todo, evitar el castigo de un inocente. De este modo, la actividad
valorativa del juez se encuentra limitada por el respeto a las garantías

132
Sus datos de localización son: Novena Época, registro: 165943, instancia: Primera Sala, tesis
Aislada, fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, XXX, noviembre de 2009,
materia(s): constitucional, penal, tesis: 1a. CC/2009, página: 410
Amparo directo 9/2008. 12 de agosto de 2009. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Sergio A. Valls
Hernández. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique Sánchez Frías.

131
AMPARO DIRECTO 14/2011

de debido proceso, entre ellas, la adecuada y razonable valoración de


las pruebas, que es la esencia del método de valoración denominado
sana crítica –por el que se decanta el ordenamiento procesal aplicado
por la autoridad responsable al juzgar al quejoso–.

161. Retomemos el análisis sobre la valoración. En el caso que ahora nos


concierne, la autoridad judicial responsable confirió valor probatorio
preponderante al dicho de un testigo singular, no corroborado por
ningún otro elemento. Esta condición es suficiente para invalidar la
sentencia, pues como se ha analizado un dicho aislado, no sustentado
en otros elementos, no puede ser tomado en cuenta como prueba
suficiente y eficaz para sustentar una condena penal.

162. No obstante, el problema con la valoración de este testimonio –


**********, no se reduce a lo anterior. Como se narró en el apartado de
antecedentes, la declaración del único testigo de cargo fue rendida,
única y exclusivamente, ante el Ministerio Público. El siguiente
problema que debemos resolver es si resulta válido que el juzgador
otorgue valor probatorio al dicho de un testigo (con independencia de
si es único o singular) cuando es rendido exclusivamente ante el
Ministerio Público.

163. Sometimiento del testimonio al juicio del contradictorio: condición de


su validez. Esta Primera Sala ya se ha pronunciado, en otras
ocasiones, en el sentido de que el Ministerio Público es una parte en el
proceso penal. Como tal, puede y debe impulsar la acusación
haciendo valer argumentos de los que tenga conocimiento como
resultado de las indagatorias realizadas en la averiguación previa
vinculada al proceso sometido a jurisdicción. Sin embargo, dado que el
Ministerio Público tiene ese carácter de parte en el proceso, todos los
resultados de sus diligencias deben ser sometidos al matiz del juicio
contradictorio; es decir, deben ser llevadas ante el juez directamente,
para que éste aprecie el cuestionamiento de la prueba en

132
AMPARO DIRECTO 14/2011

contradictorio y esté en condiciones de formular un juicio en ejercicio


de la potestad única y exclusiva para valorarlas.

164. Ninguna diligencia que sea resultado de una fase donde el juez no
interviene ―la averiguación previa― puede ser tomada en el proceso
como un acto proveniente de una autoridad de la cual por presuponer
buena fe que no admita cuestionamiento en el contradictorio. El
Ministerio Público es una parte más, cuyos datos están tan sujetos a
refutación como los del inculpado.

165. Esta Sala ya ha señalado también que el juez es el único sujeto


facultado para determinar la culpabilidad de una persona, atento a que
está obligado a actuar de conformidad con los principios de
imparcialidad e independencia en términos del artículo 17, párrafo
segundo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Todas las pruebas deben estar sujetas al análisis de un juzgador
imparcial y al escrutinio de la defensa.

166. Además, para que se cumpla con el principio de inmediatez, las


pruebas deben ser directamente desahogadas frente al juez. 133 La
oportunidad de alegar en contra de una probanza es lo que da al
proceso penal el carácter de debido. Sólo cuando esta condición es
respetada resulta válido considerar que, tal como lo exige el artículo
14, párrafo segundo, de la Constitución Federal, la persona en
cuestión fue privada de su derecho (la libertad) habiendo sido vencida
y oída en juicio.

167. El principio de inmediatez obliga a que sea ante un tercero imparcial


que las contrapartes se enfrenten. Esto es especialmente importante
tratándose de los testimonios rendidos por terceros ―tanto de cargo
133
La “inmediatez” como principio característica de un proceso penal adversarial claramente exige
que el juzgador presencie directamente el desahogo de las pruebas que presentan las partes y el
examen de contradictorio al que son sometidas mutuamente. Lo que no debe confundirse con el
parámetro de apreciación de la prueba al que se ha denominado inmediatez procesal en la
obtención. Concepto este último que requiere revisión a la luz de los principios de los parámetros
de debido proceso legal.

133
AMPARO DIRECTO 14/2011

como de descargo―. Una declaración que no puede estar sujeta a


cuestionamientos por la contraparte, no puede ser tomada en cuenta;
máxime cuando el testimonio es rendido sólo frente a quien
eventualmente fungirá como contraparte. A menos de que se actualice
una circunstancia que imposibilite su contradictorio en juicio, ya sea
por la naturaleza de la prueba o porque la persona interrogada no
puede rendir testimonio –como podría ser el caso de un testigo que
muere después de aportar información al Ministerio Público o entra en
un estado de salud que le impide tener contacto con la realidad, como
el estado de coma–; pero estas circunstancias tan particulares, no
entran en la generalidad, por lo que deberán ser objeto de análisis
individualizado por el juzgador.

168. Así, esta Suprema Corte de Justicia de la Nación considera que un


proceso penal respetuoso de la garantía de defensa del inculpado
supone que la exposición de las hipótesis acusatorias debe poder ser
refutada en contradictorio.134 La plena defensa del inculpado se
obstaculiza cuando el juez determina que el acervo probatorio se
integra con diligencias provenientes de la averiguación previa que no
son refutadas o contradichas en el juicio.

169. En ese contexto de opacidad, el inculpado carece de la posibilidad de


conocer los posibles vicios de la prueba que habrá de afectar su
situación jurídica de manera definitiva. Por tanto, se le niega la
oportunidad para combatirla, refutarla e impugnar su contenido. Tal
limitación es contraria a las exigencias que debe reunir el juicio, en el
cual, ninguna de las dos partes (imputado y acusador) debe contar con
ventajas procesales frente al otro. Considerar que las diligencias
recabadas por el Ministerio Público ―órgano que cuenta con plenas
facultades para allegarse de información durante la fase de
averiguación previa― pueden ser automáticamente trasladadas al

134
Ferrajoli, Luigi. Derecho y Razón. Teoría del Garantismo Penal. Editorial Trotta. p. 610

134
AMPARO DIRECTO 14/2011

terreno del juicio y tener alcance probatorio per se, resulta inadmisible
constitucionalmente.

170. Se insiste: los actos que realiza el Ministerio Público durante la fase de
la averiguación previa están dotados de la fuerza propia de un acto de
autoridad. Esta fuerza es incompatible con el carácter de parte que
obtiene una vez que está ante el juez. En el terreno del juicio, la
igualdad de condiciones entre las partes es un presupuesto de su
validez. El desequilibrio procesal es contrario al debido proceso y, en
lo particular, al derecho de defensa adecuada.

171. Así, una declaración trasladada simplemente no puede formar parte


del acervo probatorio que obre en la causa a menos que la misma sea
ratificada ante el juez; es decir, hasta en tanto la prueba pueda
someterse al contradictorio de las partes. A menos que se actualice
una condición de extrema excepcionalidad real que imposibilite el
desahogo –destrucción de una evidencia que no puede presentarse a
juicio, muerte de un testigo, imposibilidad física del testigo, por estado
de salud grave, para emitir testimonio, etcétera–.

172. El único sujeto facultado para dirimir la causa es el juez. Por tanto,
exclusivamente en él recae la libre (que nunca arbitraria) decisión de
determinar el peso con el que habrá de valorar las afirmaciones de las
partes, siempre y cuando, lo haga con respeto a la condición de
igualdad.

173. En conclusión, esta Primera Sala considera que es una exigencia del
debido proceso el que los testimonios ofrecidos por el Ministerio
Público deban desahogarse frente a un juzgador que dirime,
imparcialmente, la controversia sometida a su jurisdicción. Las
pruebas que deben dar sustento a una sentencia condenatoria, en su
caso, deben ser desahogados ante un juez con el fin de que la

135
AMPARO DIRECTO 14/2011

contraparte tenga la oportunidad de contradecirlos y alegar en su


contra para su defensa.

174. Ahora bien, revisemos por qué el testigo no compareció ante el juez de
la causa. Este es un punto relevante porque en él cimienta el quejoso
el cuestionamiento no solamente de la credibilidad del dicho del testigo
sino también de su existencia o prefabricación. El testimonio fue
ofrecido por las partes –Ministerio Público y defensa– una vez
aperturada la instrucción del proceso. La localización del testigo el juez
del proceso –Segundo Penal de Primera Instancia del Distrito Judicial
de Cuautitlán, Estado de México, ordenó en diversas ocasiones
notificaciones personales vía exhorto judicial, por conducto de
Juzgados de Primera Instancia del Distrito Judicial de Tlalnepantla,
Estado de México, al que correspondía el domicilio aportado por el
testigo.

175. ¿Qué sucedió con estas diligencias?

 El exhorto desahogado el trece de abril de dos mil ocho, por la


notificadora adscrita al Juzgado Séptimo Penal de Primera
Instancia de Tlalnepantla, dio cuenta de la localización del
domicilio –describe el inmueble y la existencia de vehículos en el
interior–. En virtud de que nadie acudió a abrir la puerta ante el
llamado de la funcionaria, la cédula se colocó visiblemente en la
puerta.135

 En el exhorto desahogado el veintiséis de abril de dos mil ocho,


por el notificador del Juzgado Segundo Penal de Primera
Instancia de Tlalnepantla, informó que sí localizó el inmueble pero
no encontró a alguna persona para atender la diligencia. Agrega
que recibió información de una habitante de un inmueble vecino

135
Foja 143 de la causa penal.

136
AMPARO DIRECTO 14/2011

quien confirmó que el testigo era dueño del domicilio en el que se


le buscaba pero ignoraba si lo habitaba. Por tal motivo, el
notificador colocó la cédula de forma visible en la puerta. 136

 Una situación similar se reprodujo en la diligencia practicada el


veinte de mayo de dos mil ocho. Personal del Juzgado Segundo
Penal de Primera Instancia de Tlalnepantla, localizó el domicilio
aportado por el testigo y colocó la cédula en un lugar visible de la
puerta, después de llamar a la puerta sin recibir respuesta. En
esta ocasión los vecinos no le proporcionaron información que
corroborara que el requerido habitada en el inmueble en el cual se
le buscó.137

 Sin embargo, en la diligencia practicada el catorce de junio de dos


mil ocho, el notificador del Juzgado Tercero Penal de Primera
Instancia de Tlalnepantla, informó que después de localizar el
domicilio atendió a su llamado una persona de nombre **********,
quien enterado del motivo de su presencia le comunicó que el
requerido no habitaba en ese inmueble y desconocía por qué
proporcionó ese domicilio, pues él era el propietario. 138

 El veintiocho de junio de dos mil ocho, la diligencia de búsqueda


fue realizada por la notificadora del Juzgado Primero Penal de
Primera Instancia de Tlalnepantla. Asentó en el acta que fue
atendida en el domicilio por un hombre que no le quiso
proporcionar su nombre, pero ante el requerimiento le dijo que ahí
no vivía el testigo que buscaba. La misma respuesta obtuvo de
algunos vecinos.139

136
Foja 261 de la causa penal.
137
Foja 277 de la causa penal.
138
Foja 289 de la causa penal.
139
Foja 309 de la causa penal.

137
AMPARO DIRECTO 14/2011

 La situación fue diferente cuando la diligencia fue practicada por


el notificador del Juzgado Sexto Penal de Primera Instancia de
Tlalnepantla, el dos de agosto de dos mil ocho. Informó que
existía imposibilidad de practicar la notificación porque en la
colonia y municipio proporcionados no existía la calle treinta y dos
–señalada por el testigo–.140

176. Ante el resultado negativo de las diligencias de notificación por


exhorto, el juez del proceso ordenó la búsqueda del domicilio por
medio de elementos de la policía ministerial. Mediante informe
presentado el nueve de mayo de dos mil ocho, el policía comisionado
informó que no existía registro del requerido en las oficinas de
catastro, agua y luz del municipio de Naucalpan. Y en el Instituto
Federal Electoral no obtuvo información por tener el carácter de
confidencial. En seguimiento, el juez requirió directamente la
información al instituto electoral. La respuesta fue recibida el tres de
noviembre de dos mil ocho, con dos registros homónimos, uno con
dirección en el municipio de Tijuana, Baja California, y el otro en la
delegación Gustavo A. Madero, de la ciudad de México. 141

177. El juzgador de la causa únicamente requirió la presentación de la


persona, con nombre idéntico al del testigo buscado, habitante de la
ciudad de México. La persona citada compareció en el juicio el dos de
diciembre de dos mil ocho, informó que se trataba de un homónimo y
no tenía conocimiento de los hechos por los cuales se procesaba al
quejoso.142 Ante esta situación el defensor y el procesado se
desistieron de la prueba.143

140
Foja 321 de la causa penal.
141
Foja 346 de la causa penal.
142
Foja 354 de la causa penal.
143
Foja 418 de la causa penal.

138
AMPARO DIRECTO 14/2011

178. La propia defensa hizo notar esta circunstancia a la Sala penal


responsable, quien en la sentencia definitiva reclamada con
desacierto, porque no observó la totalidad de las constancias
actuariales, afirmó que quedó demostrado plenamente que en el
domicilio al que se acudió, efectivamente vivía el testigo requerido,
porque así fue manifestado por vecinos del lugar. Conclusión de la
autoridad responsable, que como se ha visto en la constancia de
notificación admite una clara refutación.

179. La razón por la cual se destaca la anterior reseña, aunque pareciera


ociosa no lo es. Tiene un propósito esencial, mostrar que la falta de
desahogo del testimonio ante el juez de la causa no está justificada,
en virtud de que la búsqueda del testigo no fue exhaustiva y no está
probada la imposibilidad jurídica de desahogar esta prueba en debido
contradictorio. El tema también fue planteado por la defensa en
segunda instancia y la autoridad responsable respondió que no
obstante el juez de la causa no requirió a comparecer a una de las
personas que registra ante el Instituto Federal Electoral nombre
homónimo al del testigo requerido, lo cierto es que existió
desistimiento de la prueba por parte del procesado y el defensor.
Argumento en el que justificó la inexistencia de una violación procesal.
No obstante que la afirmación de la autoridad responsable, en un
esquema meramente formalista, resulte acertada, valdría la pena
cuestionar si el desistimiento de la defensa para insistir en el
desahogo de la prueba tuvo como impulsa encontrar una definición a
la situación jurídica del procesado ante lo infructuoso de las medidas
implementadas para localizar al testigo. Sin embargo, no nos
centraremos en este punto, porque ante el sentido de la presente
ejecutoria esta Primera Sala estima de mayor trascendencia destacar
la ineficacia de las medidas para localizar al testigo.

139
AMPARO DIRECTO 14/2011

180. Primero conviene mencionar que en términos del artículo 20, apartado
A, fracción V, de la Constitución Federal, es derecho de toda persona
sujeta a proceso penal a que se le reciban los testigos y demás
pruebas que ofrezca, concediéndole el tiempo que la ley estime
necesario al efecto y se le auxiliará para obtener la comparecencia de
las personas cuyo testimonio solicite, siempre que se encuentren en el
lugar del proceso. La pregunta siguiente sería ¿en realidad el juzgador
cumplió con la prescripción constitucional? La respuesta no puede
darse en sentido afirmativo, pero ello no deriva solamente del actuar
del juzgador quien limitó la búsqueda al domicilio del quejoso y requirió
la comparecencia de una persona homómina, habitante de una
entidad cercana al lugar en el que se llevó el juicio. Particularmente
constituía una obligación del órgano de acusación, quien también
había solicitado el desahogo del testimonio en sede judicial, de
proporcionar mayores datos para la localización del testigo.

181. Aclaremos este último punto. La obligación del Ministerio Público de


comunicar los datos que permitan localizar al testigo de cargo no
devienen de una extensión del imperativo constitucional dirigido al
juzgador, sino de la responsabilidad que tiene de sustentar la
imputación, y posterior acusación, en elementos de prueba eficaces e
idóneos de manera que permitan sostener el ejercicio de la acción
penal que es de interés público. No se trata de presentar pruebas que
él mismo desahogó sin el aporte de elementos que permitan su
posterior contradicción, esta forma de operar no es admisible en un
estado democrático de derecho que se decanta por el respeto a los
derechos humanos, como el debido proceso legal, la presunción de
inocencia, defensa adecuada y el principio contradictorio de las partes.

182. En el caso, por eso se hizo referencia en esta ejecutoria de los datos
que permitían la legitimación o acreditamiento del testigo, es necesario
saber quién es. La declaración ministerial de ********** da pauta a

140
AMPARO DIRECTO 14/2011

conocer algunos de estos aspectos. El testigo refirió que era chofer y


trabajaba como taxista en un sitio, del cual proporcionó la ubicación,
también proporcionó las características generales del vehículo que
conducía, aunque no el número de placas. Entonces, no existen
respuestas en la causa penal que permitan justificar la razón por la
que el órgano acusador no proporcionó mayores datos para localizar
al testigo en el que se sustentaba la imputación que formuló contra el
quejoso, y el juez de la causa, porque no implementó medidas que
condujeran obtener mayores datos sobre el testigo, como la búsqueda
en los registros públicos de vehículos de transporte de pasajeros,
expedición de licencias vehiculares, o la investigación en el sitio de
taxis precisado por el testigo. Cabe agregar que la temporalidad
existente entre la emisión de la declaración ministerial del testigo y la
tramitación del proceso penal no evidencia, por sí, una causa por la
que se dificultara la localización del testigo, pues la instrucción de la
causa siguió inmediatamente al ejercicio de la acción penal.

183. De manera complementaria a lo anterior, ahondemos en el análisis


particular del testimonio y las razones por las que esta Primera Sala
considera que carece de credibilidad. Al respecto el quejoso solicita
que se revise lo que calificó como “insólita capacidad memorativa” del
testigo, al proporcionar datos claros y precisos del día de los hechos,
como las palabras que expresó la víctima, las características del
vehículo en el que éste se encontraba, la fisonomía de los agresores y
la hora en que ocurrió el suceso; pero no recordó el día de la semana
ni la fecha. Además, cuestionó el ambivalente valor cívico del testigo,
pues le formuló la imputación tiempo después de sucedido el hecho,
pero al momento en que éstos acontecieron no los denunció ni pidió
ayuda o auxilió a la víctima, a pesar de reconocer que a pocos metros
del lugar estaba un módulo de la policía. Y por otro lado, sostiene que
los agresores golpearon insistentemente a la víctima, antes de

141
AMPARO DIRECTO 14/2011

lesionarla con el cristal de una botella rota; sin embargo, la víctima no


presentó lesiones típicas de maniobras de defensa ni contusiones que
reflejaran los golpes referidos por el testigo, como se advierte de la
hoja de ingresos al servicio de urgencias y dictamen de criminalística.
Afirmaciones que resultan trascendentes. Veamos:

 En relación a la agresión de la víctima, suscitada el treinta y uno


de marzo de dos mil siete. El testigo sostuvo que a las cero horas
con treinta minutos, conducía un taxi y se detuvo en la avenida
Cartagena, donde está una tienda que está cerca a un módulo de
la policía. Después de comprar unos cigarros, se dirigió a su
automóvil y observó una camioneta que estaba a ocho metros de
distancia de él. Precisa que tres individuos le gritaban y
manoteaban con el conductor de la camioneta, por lo que éste
también contestaba los manoteos y les gritó “no les voy a dar
nada”. Enseguida los agresores comenzaron a golpear
insistentemente al conductor. Uno de ellos –a quien después
identificó como el quejoso– rompió una botella de vidrio y con el
resto que tenía en la mano golpeó a la víctima. Afirmó que la luz
artificial del lugar le permitió ver perfectamente a los agresores y
grabarse su rostro, pues cuando huyeron pasaron junto a él, pues
estaba abriendo su taxi. Aclaró que días después se enteró que la
víctima falleció.

 La detención del quejoso, realizada el veintitrés de octubre de


dos mil siete. Estaba en el estacionamiento del mercado San
Bartolo, en el municipio de Naucalpan de Juárez, cuando vio al
quejoso y lo reconoció como uno de los agresores de la víctima.
De inmediato solicitó ayuda a unos policías que viajaban en un
vehículo que llevaba encendidos los estrobos, a quienes les
informó lo que le constaba, proporcionándoles las características

142
AMPARO DIRECTO 14/2011

del actual sentenciado. Afirmó que los policías le indicaron que no


se moviera y fueron en busca del inculpado. Luego regresaron
con el detenido, a quien llevaban a bordo de la patrulla, a la cual
los agentes le pidieron que subiera y se trasladaron a las oficinas
ministeriales.

 En el trayecto, el detenido les pidió a los policías que lo ayudaran


a salir del problema que su familia estaba enterada y dispuesta a
dar ********** a cambio de que no lo presentaran ante el Ministerio
Público. Los policías no aceptaron y le dijeron al inculpado que
esa propuesta constituía delito y lo presentarían por esa conducta.

184. El problema que genera la falta de interrogatorio del testigo ante el


juez de instancia. Más allá de interrogantes que formula el quejoso
respecto al amplio aporte de datos concretos de los hechos que afirmó
haber presenciado, a pesar del tiempo transcurrido entre el día del
suceso y la fecha en que declaró, pues la capacidad de retención de
un suceso es totalmente variable en cada persona y es posible
mantener un recuerdo bastante exacto frente a un suceso que le
genera un gran impacto al receptor, destacaremos algunas preguntas
que no encuentran respuesta en las constancias de la causa penal.

185. Mucho hubiera ayudado saber, como lo destaca el quejoso, cuál fue la
actitud que asumió el testigo después de que los agresores –que
afirma- huyeron del lugar de los hechos. Está claro que sostiene haber
presenciado una agresión que con un alto grado de probabilidad había
dejado fuertemente lesionado al agraviado. Entonces, ¿qué sucedió o
le impidió o lo inhibió de solicitar ayuda o prestarle auxilio a la víctima?
¿por qué no acudió al módulo de la policía para reportar el suceso?
claro está que si presenció un hecho que le causó gran impacto, de tal
manera que podía reconocer a los agresores, ¿por qué no denunció
los hechos de forma inmediata? ¿cómo y quién lo enteró de que el

143
AMPARO DIRECTO 14/2011

pasivo había muerto días después de la agresión? ¿por qué a pesar


de conocer el resultado no se motivó a denunciar? a pesar de que es
obligación legal de toda persona que tiene conocimiento de un hecho
delictivo de denunciarlo,144 y al mismo tiempo existe el deber de auxilio
al tener al frente a una persona que lo requiere. 145

186. Al margen de las interrogantes anteriores, el testimonio de **********


presenta contradicciones sustanciales con otros elementos de prueba
que obran en la causa. Efectivamente, como lo refiere el quejoso, las
notas elaboradas con motivo de la atención médica proporcionada a la
víctima y las periciales en torno a su deceso, no informan datos que
permitan tener como un hecho demostrado que la víctima hubiera
recibido diversos golpes contusos en el cuerpo, los cuales pudieran
relacionarse con la aseveración del testigo en el sentido de que los
agresores golpearon insistentemente a la víctima antes de que el
sentenciado lo lesionara con el cristal de una botella rota.

187. La notificación de lesionado elaborada por el Instituto Mexicano del


Seguro Social, el acta médica de la Procuraduría General de Justicia
del Distrito Federal y los dictámenes de criminalística de campo y
necropsia, no refieren la existencia de lesiones múltiples, provocadas
por golpes contusos, que evidenciaran lo aseverado por el testigo,
respecto a que la víctima fue golpeada intensamente por sus

144
Al respecto, véanse las normas siguientes del Código de Procedimientos Penales para el
Estado de México, vigente al momento de acontecer el hecho ilícito analizado en la presente
ejecutoria:
“Artículo 98. Toda persona que tenga conocimiento de la comisión de hechos posiblemente
constitutivos de delito perseguible de oficio, está obligada a denunciarlos de inmediato al Ministerio
Público. […].”
“Artículo 101. La omisión de denunciar el delito será sancionada por el procurador general de
justicia con una multa de cinco a veinticinco días de salario general vigente en la zona, sin perjuicio
de que se proceda penalmente contra el omiso, si su omisión constituyera otro delito.”
Para aclarar este punto, resulta ilustrativo la previsión en el Código Penal del Estado de México,
145

con el carácter de conducta delictiva, la omisión de auxilio a terceros.


“Artículo 256. Al que omita auxiliar a una persona que por cualquier circunstancia, estuviese
amenazada de un peligro, cuando pudiera hacerlo sin riesgo alguno, o al que no estando en
condiciones de llevarlo a cabo, no diere inmediato aviso a la autoridad, se le impondrán de tres a
seis meses de prisión y de treinta a sesenta días multa.”

144
AMPARO DIRECTO 14/2011

agresores y tampoco se le apreciaron huellas de lesiones


características a maniobras de defensa. Estos puntos dan la razón al
quejoso respecto al cuestionamiento de credibilidad del dicho del
testigo de cargo.

188. Las razones expuestas se ven robustecidas en cuanto se revisa el


testimonio del oficial de seguridad pública **********, quien auxilió a la
víctima el día del suceso, después de que una persona –o dos
adolescentes de aproximadamente catorce años, como aclaró ante el
juez de proceso– le informó que el pasivo estaba lesionado a bordo de
una camioneta. El testimonio excluye la posibilidad de que haya sido el
testigo ********** quien le comunicó el suceso, pues éste afirmó que
tenía treinta y seis años de edad. Además, el testimonio de **********
no contiene información respecto al auxilio prestado a la víctima por la
policía u otra persona. La única persona que refiere el policía
**********, que se acercó al lugar de los hechos, fue **********, de quien
señaló lo siguiente: “manifestó ser suegra del ofendido y no saber de
qué manera le fueron provocadas las lesiones a su yerno, persona que
se retiró del lugar manifestando que se trasladaría al nosocomio La
Quebrada para estar al pendiente de la salud de su familiar”.

189. Por todo lo anterior, es claro que el testimonio de ********** no podía


tener la fuerza probatoria que le concedió la autoridad judicial
responsable, con el rango de preponderante, cuando no está
soportada por otros medios de prueba y su credibilidad gravemente
cuestionada. Éste no sólo fue un testimonio singular no corroborado
―lo que en sí mismo bastaría para invalidarlo― sino que únicamente
fue vertido ante el Ministerio Público. Tal persona tampoco compareció
ante el juez por lo que su versión nunca pudo ser refutada por la
defensa: circunstancia que claramente viola la garantía de defensa
adecuada así como diversos principios rectores del proceso penal; a
saber: el principio del contradictorio, de inmediatez y de imparcialidad.

145
AMPARO DIRECTO 14/2011

Y, sin dejar de considerar que no constituye un testimonio único, pues


de acuerdo a los elementos de prueba existentes en la causa, no fue
la única persona que tuvo la oportunidad de presenciar los hechos;
existen otras personas que bien podrían aportar información para
dilucidar lo que aconteció el día de los hechos, pero no fueron
investigados por el órgano de acusación en líneas posteriores
abundaremos sobre este tema.

190. La declaración ministerial del quejoso: ¿confesión? ¿confesión


calificada divisible? ¿retractación inverosímil? Ya que hemos
concluido que el testimonio de ********** no cumplió con los requisitos
de validez necesarios para tener alcance probatorio ―por no haber
sido desahogado ante el juez, por no estar corroborado con otros
elementos, por no haberse confirmado su legitimidad o acreditamiento
que implica credibilidad― procede analizar la validez del resto de los
elementos probatorios en los que se basó la sentencia reclamada.

191. Así, es necesario analizar si son legales los pronunciamientos de la


autoridad judicial responsable por los cuales: califica la declaración
ministerial del quejoso como confesión; le da el carácter de confesión
calificada; y, sostiene que la declaración preparatoria constituye una
retractación inverosímil.

192. A continuación, analicemos las conclusiones de la sentencia en esta


materia:

“Declaración a la que correctamente como lo hizo valer


el juzgador, se le concediera el carácter de confesión
calificada divisible, toda vez que se pronuncia sobre
hechos propios que a la vez son constitutivos del delito
de Homicidio que nos ocupa, esto es, al narrar de
manera cronológica y pormenorizada los detalles del
evento típico, alegando a manera exculpatoria que fue
uno de los diversos activos quien lesionó en el cuello al
ofendido con una botella rota, tratando de justificar su
actuar al manifestar que él únicamente intervino en el

146
AMPARO DIRECTO 14/2011

evento para ayudar a un diverso activo, sin embargo,


como lo hace valer el de origen dicha manifestación se
encuentra contradicha con el dictamen de criminalística,
pues del mismo se advierte que el ahora occiso no tuvo
oportunidad de realizar maniobras de defensa, así como
con la versión del testigo de cargo **********, quien
señala de forma firme y directa al inculpado como el
mismo que rompió la botella y con lo que le quedara
lesionara al ofendido; tal y como lo describió la nota
médica remitida por el Instituto Mexicano del Seguro
Social, y en el dictamen de necropsia practicado sobre el
cuerpo del ofendido y ahora occiso **********, en los que
se señala que éste presentó una lesión en el cuello
provocada por un objeto punzo cortante; circunstancias
por las cuales, es correcto por parte del Juzgador
considerar dicha confesión como calificada divisible, en
donde deberá tomarse en cuenta lo que le perjudique.
Asimismo, se determina que fue correcto concederle
eficacia jurídica y valor probatorio a dicha declaración, en
virtud de haber sido realizada ante una autoridad
competente como invariablemente lo es el agente del
Ministerio Público Investigador, que tomó conocimiento
de los hechos y quien además resulta ser el órgano
constitucional legalmente autorizado para practicar toda
clase de diligencias en materia de investigación y
persecución de delitos, aunado a que dicha declaración
ministerial se verificó en presencia de persona de su
confianza, por lo cual se infiere que no fue obligado, ni
coaccionado para declarar en la forma como aparece,
tan es así, que se aprecia su rúbrica y de la persona que
lo asistió, al calce y al margen de dicha actuación;
ubicándose perfectamente en tiempo, lugar y
circunstancias de ejecución; además, con el material
probatorio aportado en autos y los hechos narrados por
el justiciable con inmediatez al momento del
aseguramiento, sin tiempo suficiente de aleccionamiento
y alegatos defensivos, resultan verosímiles, pues
corrobora en lo sustancial la información referida por el
testigo presencial de los hechos **********, respecto de la
dinámica en que se llevó a cabo el hecho delictuoso
denunciado.
Coligiéndose de lo anterior, que en la obtención de dicha
declaración se observaron las formalidades y requisitos
que para ese efecto se establecen en los artículos 20,
apartado A, fracción II [sic] 145, 167, 168, 169, 170, 171

147
AMPARO DIRECTO 14/2011

y 172 del Código de Procedimientos Penales vigente en


el Estado de México. En esas condiciones, devienen
infundados los agravios de los defensores del apelante,
cuando afirman los que la anterior declaración no fue
rendida en términos de ley, pues contrariamente a lo
afirmado, al momento de que fue emitida se cumplieron
todas y cada una de las formalidades de ley. Aunado a
que de la misma se desprende que efectivamente el
ahora pasivo fue agredido con una botella rota, lo que le
originó la lesión que finalmente lo privara de la vida; en
esas condiciones, la declaración del justiciable constituye
una confesión calificada, aunado a que fue emitida por
persona mayor de dieciocho años de edad, en pleno uso
de sus facultades mentales, sin que mediara algún tipo
de violencia o intimidación para que el activo del delito
emitiera esa confesión, por tal motivo, la misma,
adquiere el carácter de prueba plena al adminicularse a
los diversos medios de prueba hasta aquí valorados,
como lo son los testimonios del presencial **********, el
dictamen de necropsia practicada en el cadáver de quien
en vida respondiera al nombre de **********, así como
con el oficio de notificación del lesionado, suscrito por la
médico tratante doctora **********, del Instituto Mexicano
del Seguro Social, de fecha treinta y uno de marzo de
dos mil siete, dirigido al Agente del Ministerio Público de
la Quincuagésima Delegación, en el cual se hace constar
que el lesionado ********** presenta: herida de
continuidad de la piel por herida punzocortante en cuello
derecho, abierta que se extiende supraclavicular
ipsolateral (sic) con lesión vascular de carótida derecha y
pinzamiento de la misma (tras ‘pinzas’), así como AVM,
ya que éstas la robustecen y la hacen verosímil.
Coligiéndose de lo anterior, que en la obtención de
dichas declaraciones se observaron las formalidades y
requisitos que para ese efecto establecen los artículos
20, apartado A, fracción II [sic] 145, 167, 168, 169, 170,
171 y 172 del Código de Procedimientos Penales vigente
en el Estado de México.”146
“A mayor abundamiento, la aseveración del justiciable de
haber estado en la hora, lugar y ejecución de los hechos
delictuosos que nos ocupan, encuentra sustento con lo
argumentado por los oficiales remitentes ********** y
**********, quienes en términos similares en lo que
interesa expresaron: que al momento en que abordaron

146
Páginas 19, 20 y 21 de la sentencia reclamada.

148
AMPARO DIRECTO 14/2011

al ahora justiciable **********, en base al señalamiento


que en su contra realizara la persona que les
manifestara haber presenciado los hechos que nos
ocupan, de nombre **********; éste les refirió que
efectivamente había participado en el homicidio del
occiso.
Le asiste razón a la defensa particular del justiciable
**********, cuando afirma que el dicho de los oficiales es
de oídas, sin embargo, no por ello se debe desestimar su
testimonio, máxime cuando su versión de oídas
encuentra sustento con la propia manifestación que
sobre los hechos narrados por los captores, realizara el
propio justiciable al momento de verter su deposado con
inmediatez a su aseguramiento.
Y si bien como lo puntualizó el juzgador, al declarar en
preparatoria ********** niega la imputación en su contra
[…]. Sin embargo, como ya se sostuvo en el apartado
precedente su retractación y argumentos defensivos no
se vieron fortalecidos con prueba idónea que la hagan
verosímil. Por el contrario, en dicha declaración
ministerial se aporta un dato importante que hace
innegable su confesión, pues señala que después de los
hechos como le dijo a su familia que había participado en
una riña se fue a la casa de su abuela que vive en el
municipio de Naucalpan a esconderse, y curiosamente
fue asegurado en ese municipio por la noche, cuando el
testigo de cargo ********** lo viera y reconociera como
uno de los sujetos que habían agredido y lesionado al
ahora occiso; circunstancias por las cuales a criterio de
este Tribunal de Apelación considera con más apego a la
realidad histórica de los hechos su primigenia
declaración.”147

193. ¿Cuáles son los problemas que se identifican de las consideraciones


transcritas? La declaración ministerial del quejoso no constituye una
confesión en términos constitucionales. El imputado no introduce una
causa excluyente de responsabilidad en la declaración ministerial. Si la
declaración ante el representante social no constituye confesión, no
tienen soporte las afirmaciones relacionadas con la retractación no
justificada vertida en declaración preparatoria. La aceptación del

147
Páginas 32 y 33 de la sentencia reclamada.

149
AMPARO DIRECTO 14/2011

hecho ante elementos de la policía en ningún caso podrá considerarse


confesión.

194. A fin de entrar al análisis de este medio de prueba conviene recordar


que la declaración ministerial que se le atribuye con el carácter de
confesión al actual demandante de amparo, fue rendida el veinticuatro
de octubre de dos mil siete. En este sentido, resulta necesario revisar
las disposiciones normativas que reglamentaban la obtención de la
confesión como medio de prueba para efectos de un proceso penal.

195. El artículo 20, apartado A, fracciones II, IX y X, último párrafo, de la


Constitución Federal, anterior a la reforma trascendental al sistema de
justicia penal de dieciocho de junio de dos mil ocho, establecía:

“Artículo 20. En todo proceso de orden penal, el


inculpado, la víctima o el ofendido, tendrán las siguientes
garantías:
A. Del Inculpado: […]
II. No podrá ser obligado a declarar. Queda prohibida y
será sancionada por la ley penal, toda incomunicación,
intimidación o tortura. La confesión rendida ante
cualquier autoridad distinta del Ministerio Público o del
Juez, o ante éstos si la asistencia de su defensor
carecerá de todo valor probatorio. […]
IX. Desde el inicio del proceso será informado de los
derechos que en su favor consigna esta Constitución y
tendrá derecho a una defensa adecuada, por sí, por
abogado, o por persona de su confianza. Si no quiere o
no puede nombrar defensor, después de haber sido
requerido para hacerlo, el juez le designará un defensor
de oficio. También tendrá derecho a que su defensor
comparezca en todos los actos del proceso y éste tendrá
obligación de hacerlo cuantas veces se le requiera; y,
X. […]
Las garantías previstas en las fracciones I, V, VII y IX
también serán observadas durante la averiguación
previa, en los términos y con los requisitos y límites que

150
AMPARO DIRECTO 14/2011

las leyes establezcan; lo previsto en la fracción II no


estará sujeto a condición alguna. […].”

196. Por otra parte, los artículos 145, fracción III, incisos b) y c), 194 y 195
del Código de Procedimientos Penales para el Estado de México,
precisan:

“Artículo 145. Cuando el indiciado sea detenido o se


presente voluntariamente, ante el Ministerio Público, se
procederá de inmediato en la siguiente forma: […]
III. Será informado de los derechos que la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos consigna en
su favor.
Estos derechos son: […]
b) Que debe tener una defensa adecuada por sí, por
abogado o por persona de confianza, o si no quiere o no
puede designar defensor, se le designará uno de oficio;
c) Que debe estar presente su defensor cuando
declare; […].”
“Artículo 194. La confesión podrá recibirse por el
Ministerio Público que practique la averiguación previa o
por el órgano jurisdiccional en cualquier estado del
procedimiento hasta antes de pronunciarse sentencia.”
“Artículo 195. La confesión no dispensará al Ministerio
Público ni al órgano jurisdiccional de practicar las
diligencias necesarias para la comprobación del cuerpo
del delito y la responsabilidad del inculpado.”

197. Las disposiciones transcritas dejan claro el derecho


constitucionalmente protegido para todo inculpado, relacionado con un
proceso penal, a una defensa adecuada, la cual deberá ejercerse por
un defensor, quien lo asistirá al momento en que declare. La confesión
–aceptación de hecho ilícito como propio, debidamente enterado de
las consecuencias jurídicas– carece de todo valor probatorio si no
cumple con dos presupuestos: a) se rinda ante el Ministerio Público o
el juez; y, b) el imputado esté asistido de defensor.

151
AMPARO DIRECTO 14/2011

198. ¿Qué sucedió en el caso concreto? La autoridad judicial responsable


le otorgó valor probatorio a la declaración del quejoso, rendida ante el
Ministerio Público, quien estuvo asistido de una “persona de
confianza”. La diligencia previa de protesta de cargo señala lo
siguiente:

“Aceptación y protesta de cargo conferido. En Tultitlán


Estado de México, siendo las diecinueve horas con
cuarenta minutos del día veinticuatro de octubre del año
dos mil siete, presente ante el suscrito quien en su
estado normal dice llamarse **********, mismo que es
protestado en términos del artículo 154 y 156 del Código
Penal para el Estado de México y 16 del Código de
Procedimientos Penales en la entidad para conducirse
con verdad en las presentes diligencias en las que va a
intervenir, y quien por sus generales manifestó llamarse
como ha quedado escrito, ser originario del Estado de
México, con domicilio en calle **********, ser de cuarenta
y un años de edad, estado civil casado, de religión
católica, de instrucción profesional, de ocupación actual
litigante, de número telefónico ********** y en relación a
los hechos que se investigan declaró: que me presentó
de forma voluntaria en el interior de estas oficinas de
representación social y que por el momento no cuento
con que identificarme pero me comprometo a
presentarla con posterioridad ante éstas u otras
autoridades que sigan conociendo de los hechos y en
relación con los mismos los señaló de la siguiente
manera; que me encuentro presente toda vez que el
señor ********** me ha nombrado como su persona de
confianza a efecto de que lo asista en el momento de
que rinda su declaración ante esta representación social,
nombramiento que acepto por única vez y protesto mi fiel
desempeño, comprometiéndome a estar presente en el
momento en que mi nombrante rinda su declaración.
Siendo todo lo que tengo que declarar, leída que me es
la presente la ratifico en todas y cada una de sus partes,
firmando al margen y al calce para debida constancia
legal de mi dicho.”148

199. A continuación se recibió la declaración ministerial del quejoso


**********, quien manifestó:
148
Fojas 17 y 18 de la causa penal.

152
AMPARO DIRECTO 14/2011

“Que en este acto he sido enterado de los hechos que se


me imputan los cuales acepto, agregando que la
presente la rindo en presencia de mi persona [sic],
refiriendo lo siguiente: efectivamente el día treinta y uno
de enero del año dos mil siete, siendo aproximadamente
a las cero horas con diez minutos, regresaba del bar
denominado **********, el cual se ubica en la colonia
Chilpan, de Tultitlán, Estado de México, en compañía de
********** alias **********, ********** alias ********** y
**********, a bordo de un taxi, para lo cual nos bajamos
en Lomas de Cartagena de este municipio, ya que
íbamos a ir a otra fiesta en el eje nueve del mismo lugar,
pero al ver que no había ninguna fiesta decidimos
regresar caminando por la calle eje nueve para dirigirnos
de nueva cuenta a Lomas de Cartagena, pero en la
esquina del eje seis se encontraba una camioneta
estacionada de color verde de la marca Chevrolet Pick-
Up S10, y en el interior se encontraba un sujeto sentado
en el asiento del conductor con la ventanilla abajo y con
el radio prendido, de esto nos percatamos al pasar por el
lado de la banqueta, siguiéndonos de frente hasta llegar
a la esquina, es decir, el final del eje seis, momento en el
cual ********** me comentó a mí y a ********** que le
dieran en la madre, por lo que ********** le dijo ‘pues
órale, qué perdemos’, y de igual forma yo les dije que sí,
regresándonos en ese momento, pero ********** agarró
de la calle una botella de cerveza la cual rompió en la
banqueta quedándose con la parte de la boquilla misma
que guardó en su chamarra, caminando hacia donde
estaba la camioneta los cuatro, pero al llegar al frente
********** me dijo que me esperara, quedándome con ella
enfrente de la camioneta, por lo que ********** y **********
lo abordaron por la ventanilla diciéndole ‘cámara puto, ya
valió verga’, momento en que se despertó dicha persona,
dándole un golpe a ********** en la cara, pero al ver esto
********** se fue corriendo hacia el sentido contrario, pero
********** estaba forcejeando con esta persona y al ver
esto me acerqué para sujetar a dicho sujeto ya que no
soltaba a **********, momento en el cual le di dos golpes
con la mano cerrada en la cara, diciéndole en ese
momento a ********** ‘ya dale en su madre o nos va a
ganar’, momento en el que cual ********** sacó de su
chamarra la botella que estaba rota y lo picó con ésta en
el cuello, pero que éste no lo soltaba, por lo que de
nueva cuenta le di unos golpes en la cara para decirle
‘ya mátalo y vámonos de aquí si no va a valer madre’,

153
AMPARO DIRECTO 14/2011

pero como estaba sangrando del cuello dicha persona


movió la palanca de velocidad y la camioneta se empezó
a ir para atrás, pero que aún así no soltaba a **********,
motivo por el cual le volvió a pegar en la cara hasta que
lo soltó ya que la camioneta se estampó en la banqueta
y una vez que nos soltamos nos fuimos corriendo hacia
el eje uno junto con **********, pero este ********** se fue
corriendo hacia Cartagena, y yo me fui a mi domicilio
citado en mis generales, sin saber nada más de **********
alias **********, ********** alias ********** y **********, pero
que fue al día siguiente que me enteré que dicha
persona había muerto, por lo que de inmediato me fui a
esconder a la casa de mi abuela en Naucalpan, Estado
de México, ya que yo les dije a mis papás que había
participado en una riña, lugar hasta donde estuve el día
de ayer que me detuvieron. Agregando que una vez que
me detuvieron a los policías les conté que efectivamente
había participado en la muerte de una persona en
Tultitlán, Estado de México, ofreciéndoles la cantidad de
********** para que me dejaran ir, pero que éstos se
negaron llevándome al Centro de Justicia de Naucalpan,
Estado de México. Siendo todo lo que desea manifestar,
previa lectura de mi dicho lo ratifico en todas y cada una
de sus partes, firmando al calce y al margen, lo que se
asienta para la debida constancia legal […].”

200. De lo anterior debe destacarse que el actual quejoso rindió la


declaración ministerial transcrita sin estar asistido de un defensor,
entendido éste como un profesional que cuente con la patente para
ejercer la licenciatura en derecho, a fin de salvaguardar el derecho
de no autoincriminación, presunción de inocencia y defensa
adecuada. El demandante de amparo estuvo asistido por quien es
señalado como persona de confianza. Es cierto que en la diligencia
se afirma que la “persona de confianza” –**********– precisó al
momento de protestar el cargo que tenía instrucción profesional y
su actividad era la de litigante; lo cierto es que ello es insuficiente
para comprobar que contara con la patente para ejercer legalmente
la licenciatura en derecho y poder fungir con el carácter de
defensor de un imputado en un proceso penal. ********** protestó el
cargo no como defensor sino con el cargo de persona de confianza

154
AMPARO DIRECTO 14/2011

y refirió que no contaba con un documento de identificación. Por


tanto, el carácter presuntivo de que podía fungir como defensor
queda desvirtuado ante la inexistencia de elementos idóneos que
demuestren lo contrario. Y en atención a la relevancia de los
derechos constitucionales que protegen el debido proceso legal es
incuestionable que debe considerarse que la declaración rendida
por el imputado en averiguación previa no fue en presencia de su
defensor.149

201. Inclusive, resulta trascendente que no obstante la persona que asistió


al quejoso al momento de rendir la declaración ministerial, afirmó que
no tenía identificación pero que la presentaría posteriormente ante la
autoridad que continuara con el conocimiento del asunto, no especifica
que se refiere a la presentación de la cédula profesional respectiva,
para acreditar que es licenciado en derecho. Y llama más la atención
el hecho de que líneas adelante refiere aceptar el nombramiento por
“única vez”; lo cual es contradictorio con el compromiso asumido
previamente y potencializa la indeterminación de comprobar que el
detenido realmente estuvo asistido jurídicamente por un defensor.

149
La violación constitucional de esta naturaleza ha sido claramente identificada por esta Primera
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación como una vulneración a la garantía de defensa
adecuada, como se advierte del contenido de la jurisprudencia por reiteración 23/2006, publicada
en la página 132, del tomo XXIII, correspondiente a mayo de 2006, materias constitucional y penal,
Novena Época, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, con el contenido siguiente:
“DEFENSA ADECUADA. ALCANCE DE DICHA GARANTÍA EN LA AVERIGUACIÓN PREVIA
(INTERPRETACIÓN DE LA FRACCIÓN II, EN RELACIÓN CON LAS DIVERSAS IX Y X DEL
ARTÍCULO 20, APARTADO A, DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL). Esta Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación ha interpretado, en relación a los alcances de la garantía
de defensa adecuada en la averiguación previa a que se refieren las fracciones IX y X del artículo
20 apartado A de la Constitución Federal, que aquélla se actualiza desde el momento en que el
detenido es puesto a disposición del Ministerio Público. Lo anterior implica que ninguna de las
garantías del detenido durante el proceso penal puede ser concebida como un mero requisito
formal, y para que pueda hacerse efectiva y permitir su instrumentación requiere de la participación
efectiva en el procedimiento por parte del imputado desde que es puesto a disposición del
representante social. Por tanto, en lo que se refiere a la fracción II del dispositivo citado, que
establece que la confesión rendida ante el Ministerio Público o Juez sin la asistencia de su
defensor carecerá de todo valor probatorio, esta Primera Sala considera que la "asistencia" no sólo
debe estar relacionada con la presencia física del defensor ante o en la actuación de la autoridad
ministerial, sino que la misma debe interpretarse en el sentido de que la persona que es puesta a
disposición de la autoridad ministerial cuente con la ayuda efectiva del asesor legal. En este
sentido, el detenido en flagrancia, en caso de que así lo decida, podrá entrevistarse con quien vaya
a fungir como su defensor inmediatamente que lo solicite y antes de rendir su declaración
ministerial. En consecuencia, la primera declaración rendida ante el Ministerio Público, estará
viciada y será ilegal cuando no se haya permitido la entrevista previa y en privado con el defensor.”

155
AMPARO DIRECTO 14/2011

202. En este orden de ideas, la declaración ministerial que se afirma como


rendida por el inculpado, en estricto rigor a la prescripción establecida
en la fracción II del apartado A del artículo 20 de la Constitución
Federal, carece de todo valor probatorio y constituye una prueba ilícita.
En consecuencia, la sentencia definitiva reclamada es violatoria de los
principios constitucionales de no autoincriminación, presunción de
inocencia y defensa adecuada, por sustentar la determinación de
acreditación de responsabilidad penal del sentenciado en una prueba
ilícita obtenida en contravención a los criterios constitucionales y
legales.150
150
Respecto al tema analizado resultan ilustrativos los criterios que ha emitido esta Primera Sala
en relación a la prueba ilícita:
Jurisprudencia 1a./J. 121/2009, publicada en la página 36, del tomo XXXI, correspondiente a mayo
de 2010, materias constitucional y penal, Novena Época, del Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta, con el contenido:
“AMPARO DIRECTO. PROCEDE QUE EN ÉL SE ANALICEN COMO VIOLACIONES AL
PROCEDIMIENTO LAS COMETIDAS EN LA AVERIGUACIÓN PREVIA, CUANDO AFECTEN LAS
GARANTÍAS CONTENIDAS EN LOS ARTÍCULOS 14 Y 20 DE LA CONSTITUCIÓN GENERAL DE
LA REPÚBLICA, EN TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 160, FRACCIÓN XVII, DE LA LEY DE
AMPARO. Acorde con las reformas al artículo 20 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, publicadas en el Diario Oficial de la Federación el 3 de septiembre de 1993 y el 3 de
julio de 1996, además de ampliar el espectro de la garantía de defensa adecuada que debe operar
en todo proceso penal, el Poder Reformador determinó que las garantías contenidas en las
fracciones I, V, VII y IX de dicho precepto también se observarían durante la averiguación previa.
Por tanto, para efectos de las garantías contenidas en el referido numeral, el juicio de orden penal
incluye tanto la fase jurisdiccional (ante el juez) como la previa (ante el Ministerio Público); de ahí
que algunas de las garantías antes reservadas para la etapa jurisdiccional, ahora deben
observarse en la averiguación previa. En ese sentido, se concluye que es procedente que en el
amparo directo se analicen como violaciones al procedimiento las cometidas en la averiguación
previa, cuando afecten las garantías contenidas en los artículos 14 y 20 constitucionales, en
términos del artículo 160, fracción XVII, de la Ley de Amparo, que establece como violaciones
procesales los casos análogos precisados por la Suprema Corte de Justicia de la Nación o por los
tribunales colegiados de circuito. Así, en tales supuestos pueden ubicarse las violaciones a las
garantías observables en la averiguación previa, consistentes en la obtención de pruebas ilícitas, la
negativa para facilitar los datos solicitados por la defensa y que consten en el proceso, así como la
transgresión a la garantía de defensa adecuada, violaciones que no ameritarían la reposición del
procedimiento sino la invalidez de la declaración obtenida en su perjuicio o de la prueba recabada
ilegalmente, en atención a que su estudio necesariamente implicaría la interpretación directa de
preceptos constitucionales; toda vez que el indicado artículo 160 tiene como finalidad reparar en el
amparo directo las violaciones a las garantías individuales.”
Contradicción de tesis 68/2009. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en Materias
Penal y Administrativa del Vigésimo Primer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia
Penal del Segundo Circuito. 4 de noviembre de 2009. Mayoría de tres votos. Disidentes: Juan N.
Silva Meza y Sergio A. Valls Hernández. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretaria: Rosalba
Rodríguez Mireles.
Tesis 1a. CLXII/2011, visible en la página 226, del tomo XXXIV, correspondiente a agosto de 2011,
materia constitucional, Novena Época, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, con el
contenido:
“PRUEBA ILÍCITA. LAS PRUEBAS OBTENIDAS, DIRECTA O INDIRECTAMENTE, VIOLANDO
DERECHOS FUNDAMENTALES, NO SURTEN EFECTO ALGUNO. La fuerza normativa de la
Constitución y el carácter inviolable de los derechos fundamentales se proyectan sobre todos los
integrantes de la colectividad, de tal modo que todos los sujetos del ordenamiento, sin

156
AMPARO DIRECTO 14/2011

203. No sobra precisar la incorrección en que incurre la sala penal


responsable al señalar que la declaración ministerial tiene el carácter
de calificada divisible. Al margen de las razones que pudieran
esgrimirse en torno a este tipo de calificaciones que se adjudican a las
declaraciones de los imputados, lo cierto es que de haber sido legal la
declaración en comento, en ella el inculpado no estaría introduciendo
una causa excluyente de responsabilidad, que es la condición con la
que –en opinión de una vertiente ideológica– se ha considerado que
se actualiza la llamada “confesión calificada”. La expresión en el
sentido de que el declarante no lesionó a la víctima con el cristal de
una botella previamente rota, de ninguna manera hubiera podido

excepciones, están obligados a respetar los derechos fundamentales de la persona en todas sus
actuaciones, incluyendo la de búsqueda y ofrecimiento de pruebas, es decir, de aquellos elementos
o datos de la realidad con los cuales poder defender posteriormente sus pretensiones ante los
órganos jurisdiccionales. Así, a juicio de esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, las pruebas obtenidas, directa o indirectamente violando derechos fundamentales, no
surtirán efecto alguno. Esta afirmación afecta tanto a las pruebas obtenidas por los poderes
públicos, como a aquéllas obtenidas, por su cuenta y riesgo, por un particular. Asimismo, la
ineficacia de la prueba no sólo afecta a las pruebas obtenidas directamente en el acto constitutivo
de la violación de un derecho fundamental, sino también a las adquiridas a partir o a resultas de
aquéllas, aunque en su consecución se hayan cumplido todos los requisitos constitucionales. Tanto
unas como otras han sido conseguidas gracias a la violación de un derecho fundamental -las
primeras de forma directa y las segundas de modo indirecto-, por lo que, en pura lógica, de
acuerdo con la regla de exclusión, no pueden ser utilizadas en un proceso judicial.”
Amparo directo en revisión 1621/2010. 15 de junio de 2011. Cinco votos. Ponente: Arturo Zaldívar
Lelo de Larrea. Secretario: Javier Mijangos y González.
Tesis 1a. CLXXXVI/2009, publicada en la página 413, del tomo XXX, correspondiente a noviembre
de 2009, materias constitucional y penal, Novena Época, del Semanario Judicial de la Federación,
con el contenido:
“PRUEBA ILÍCITA. EL DERECHO A UN DEBIDO PROCESO COMPRENDE EL DERECHO A NO
SER JUZGADO A PARTIR DE PRUEBAS OBTENIDAS AL MARGEN DE LAS EXIGENCIAS
CONSTITUCIONALES Y LEGALES. Exigir la nulidad de la prueba ilícita es una garantía que le
asiste al inculpado durante todo el proceso y cuya protección puede hacer valer frente a los
tribunales alegando como fundamento: (i) el artículo 14 constitucional, al establecer como
condición de validez de una sentencia penal, el respeto a las formalidades esenciales del
procedimiento, (ii) el derecho de que los jueces se conduzcan con imparcialidad, en términos del
artículo 17 constitucional y (iii) el derecho a una defensa adecuada que asiste a todo inculpado de
acuerdo con el artículo 20, fracción IX de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Si se pretende el respeto al derecho de ser juzgado por tribunales imparciales y el derecho a una
defensa adecuada, es claro que una prueba cuya obtención ha sido irregular (ya sea por
contravenir el orden constitucional o el legal), no puede sino ser considerada inválida. De otra
forma, es claro que el inculpado estaría en condición de desventaja para hacer valer su defensa.
Por ello, la regla de exclusión de la prueba ilícita se encuentra implícitamente prevista en nuestro
orden constitucional. Así mismo, el artículo 206 del Código Federal de Procedimientos Penales
establece, a contrario sensu, que ninguna prueba que vaya contra el derecho debe ser admitida.
Esto deriva de la posición preferente de los derechos fundamentales en el ordenamiento y de su
afirmada condición de inviolables.
Amparo directo 9/2008. 12 de agosto de 2009. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Sergio A. Valls
Hernández. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique Sánchez Frías.

157
AMPARO DIRECTO 14/2011

considerarse –se insiste, de haber resultado legal la confesión– como


argumento que tuviera el propósito de excluir su responsabilidad, sino
de delimitar los roles de intervención de quienes participan en la
acción, pues del texto de la declaración se desprende el señalamiento
de quien declara de haberle dicho a quien finalmente le infirió la lesión
letal a la víctima que lo matara. Por tanto, la argumentación que en
ese sentido expresó la autoridad responsable es incorrecta.

204. En vía de consecuencia, la desestimación de la versión de hechos


aportada por el quejoso al rendir la declaración preparatoria en la que
contestó la imputación sobre el delito de homicidio, bajo el argumento
de que es inverosímil por no existir elementos que la corroboren, es
inaceptable. La nulidad de la declaración ministerial deja incólume el
inicial atestado del imputado ante el juez del proceso, y con ello, la
apreciación de los testigos presentados por la defensa, con la finalidad
de corroborar la versión del imputado, requería un análisis desde una
perspectiva diversa.

205. Finalmente, también carece de razón jurídica la apreciación de la Sala


responsable en el sentido de que el quejoso confesó el crimen ante los
elementos de la policía que lo detuvieron. Es evidente que cualquier
afirmación del quejoso vertida en esas condiciones carece de absoluta
validez en la medida en que el acto no revistió formalidades básicas:
no fue rendido ante autoridad competente y no estaba debidamente
asistido por un defensor.

206. En la línea de violación a los derechos del imputado en el


procedimiento de averiguación previa, recordemos uno de los tópicos
que fueron resaltados por esta Primera Sala: la necesidad de resolver
el planteamiento del quejoso relativo a hacer constar que a la persona
imputada se le dieron a conocer los derechos que en su favor
consagra el artículo 20 constitucional y el artículo 145 del Código de

158
AMPARO DIRECTO 14/2011

Procedimientos Penales para el Estado de México, siendo uno de los


puntos medulares de las garantías penales de las que goza el
inculpado en nuestro ordenamiento jurídico.

207. El tema es francamente destacado para el quejoso y lo ilustra en la


demanda de amparo. Veamos a qué se refiere:

 En la causa penal se advierte que el Ministerio Público de la


Segunda Mesa de Detenidos de Naucalpan de Juárez, Estado de
México inició la averiguación previa **********, el veintitrés de
octubre de dos mil siete, con motivo de la detención y puesta a
disposición del encausado.151

 Al día siguiente, el Ministerio Público, después de recibir la


denuncia del testigo de cargo y los policías ministeriales
remitentes, decretó la detención real, formal y material del
demandante de amparo, además ordenó que se hicieran saber los
derechos legales que le correspondían. Enseguida, asentó una
constancia en la cual se menciona que se le hicieron saber al
detenido los derechos listados en los artículos 20 de la
Constitución Federal, 145 y 146 del Código de Procedimientos
Penales para el Estado de México, quien respondió que no era su
deseo declarar por no contar con un familiar que lo asistiera. La
constancia únicamente está firmada por el agente del Ministerio
Público y el secretario. En la misma fecha, el funcionario actuante
remitió la indagatoria por razón de competencia territorial a la
autoridad que conocía de la averiguación previa **********, iniciada
con motivo del fallecimiento de la víctima **********. 152

151
Foja 3 de la causa penal.
152
Fojas 13 a 15 de la causa penal.

159
AMPARO DIRECTO 14/2011

 El veinticuatro de octubre de dos mil siete, el Agente del Ministerio


Público adscrito al Tercer Turno de Tultitlán, Estado de México,
recibió la indagatoria y asentó una constancia en la que asentó
literalmente: “[…] una vez que se le hicieron saber los derechos
que a su favor consagra la ley al inculpado **********, el cual
manifestó que es su deseo nombrar como persona de confianza
por única vez a **********, para que lo asista en su declaración, lo
que se asienta para debida constancia legal.” 153 Sigue a lo anterior
la diligencia de declaración ministerial del quejoso, referida en
esta ejecutoria como carente de valor probatorio.

208. La importancia de destacar los anteriores antecedentes radica en que


le asiste razón al demandante de amparo. A pesar de que en las
constancias ministeriales se afirma que se le hicieron saber los
derechos legales consagrados a favor de toda persona involucrada en
un proceso penal, incluso en la primera constancia se transcriben, ello
no demuestra que se haya cumplido con lo que se afirma. La
comunicación de los derechos constitucionales consagrados en el
artículo 20 de la Constitución Federal, observables en la etapa de
averiguación previa, a favor de todo inculpado sujeto a un
procedimiento penal, no se cumple cuando se realiza en términos
meramente formales que no reflejan ninguna consecuencia jurídica
para el imputado. En otras palabras no se trata de un listado que deba
comunicarse para cumplir con un formalismo, sin importar que el
inculpado comprenda el alcance de las prescripciones normativas que
se hacen de su conocimiento.

209. La manera de asegurar la eficacia de la comunicabilidad es aquélla


que se asegura de que el detenido desde ese momento pueda
nombrar a un defensor que lo asista o se le asigne alguno en caso de
no tener o negarse a hacerlo; ello garantiza que pueda tener acceso a

153
Fojas 17 a 18 de la causa penal.

160
AMPARO DIRECTO 14/2011

la asistencia jurídica necesaria para entender el alcance de la


protección legal y la trascendencia de la posición que guarda frente a
una imputación de carácter penal, lo que de suyo implica interacción
del inculpado y su defensor a fin de estar en oportunidad de establecer
una posición frente a la acusación de la que es objeto. En el caso
concreto, el alcance del derecho de defensa adecuada que se ha
definido no se actualizó. Las diligencias ministeriales en las que se
refiere que al detenido se le hicieron saber los derechos que
legalmente podía ejercer, representan solamente una constancia de la
autoridad ministerial que no refleja la mínima intervención del
detenido.154

210. En ambas constancias no se advierte la intervención del detenido ni de


un defensor que lo asistiera, a efecto de evidenciar que los derechos
constitucionales y legales le eran comprensibles, menos aún que
tuvieran la oportunidad de dialogar previo a que el imputado declarara.
Y, como se ha destacado, la única asistencia de carácter formal que
se advierte en actuaciones es el nombramiento de una persona de
confianza, figura que no tiene el alcance de asistencia jurídica que se

154
Al respecto, esta Primera Sala en la jurisprudencia 23/2006 ha señalado:
“DEFENSA ADECUADA. ALCANCE DE DICHA GARANTÍA EN LA AVERIGUACIÓN PREVIA
(INTERPRETACIÓN DE LA FRACCIÓN II, EN RELACIÓN CON LAS DIVERSAS IX Y X DEL
ARTÍCULO 20, APARTADO A, DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL). Esta Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación ha interpretado, en relación a los alcances de la garantía
de defensa adecuada en la averiguación previa a que se refieren las fracciones IX y X del artículo
20 apartado A de la Constitución Federal, que aquélla se actualiza desde el momento en que el
detenido es puesto a disposición del Ministerio Público. Lo anterior implica que ninguna de las
garantías del detenido durante el proceso penal puede ser concebida como un mero requisito
formal, y para que pueda hacerse efectiva y permitir su instrumentación requiere de la participación
efectiva en el procedimiento por parte del imputado desde que es puesto a disposición del
representante social. Por tanto, en lo que se refiere a la fracción II del dispositivo citado, que
establece que la confesión rendida ante el Ministerio Público o Juez sin la asistencia de su
defensor carecerá de todo valor probatorio, esta Primera Sala considera que la "asistencia" no sólo
debe estar relacionada con la presencia física del defensor ante o en la actuación de la autoridad
ministerial, sino que la misma debe interpretarse en el sentido de que la persona que es puesta a
disposición de la autoridad ministerial cuente con la ayuda efectiva del asesor legal. En este
sentido, el detenido en flagrancia, en caso de que así lo decida, podrá entrevistarse con quien vaya
a fungir como su defensor inmediatamente que lo solicite y antes de rendir su declaración
ministerial. En consecuencia, la primera declaración rendida ante el Ministerio Público, estará
viciada y será ilegal cuando no se haya permitido la entrevista previa y en privado con el defensor.”
Publicada en la página 132, del tomo XXIII, correspondiente a mayo de 2006, materias
constitucional y penal, Novena Época, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta.

161
AMPARO DIRECTO 14/2011

exige para validar la declaración de un inculpado en la que acepta la


acusación.155 Violación que indudablemente contribuye, como un factor
adicional, a la declaratoria de ilegalidad de la declaración ministerial
del quejoso.

211. Invalidez del testimonio de oídas. A continuación es necesario


analizar la validez de la conclusión de la Sala responsable en el
sentido de que el testimonio de los policías aprehensores fue válido, a
pesar de que eran testigos de oídas. La consideración sujeta a análisis
es, esencialmente, la siguiente:

“Le asiste la razón a la defensa particular del justiciable


**********, cuando afirma que el dicho de los oficiales es
de oídas, sin embargo, no por ello se debe desestimar su
testimonio, máxime cuando su versión de oídas
encuentra sustento con la propia manifestación que
sobre los hechos narrados por los captores, realizara el

155
Resulta ilustrativa al tema analizado la tesis 1a. CLXXXV/200 dictada por esta Primera Sala,
publicada en la página 402, del tomo XXX, correspondiente a noviembre de 2009, materias
constitucional y penal, Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, con el
contenido:
“AVERIGUACIÓN PREVIA. LAS TRANSGRESIONES COMETIDAS DURANTE ESTA FASE
CONSTITUYEN VIOLACIONES PROCESALES EN TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 160 DE LA LEY
DE AMPARO. Para determinar si la categoría de "violaciones procesales" contenida en el artículo
160 de la Ley de Amparo es aplicable a las cometidas durante la averiguación previa, es necesario
interpretar tal disposición a la luz de las reformas constitucionales publicadas en el Diario Oficial de
la Federación el 3 de septiembre de 1993 y el 3 de julio de 1996; de las que se colige que la
intención del Poder Reformador de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos fue
que dentro de la indicada categoría se comprendieran las violaciones cometidas durante la fase de
averiguación previa, toda vez que dicho órgano hizo alusión a un concepto amplio de juicio de
orden penal para efectos de las garantías contenidas en el artículo 20 constitucional, señalando
que éste prevé tanto la fase jurisdiccional (ante el juez) como la previa (ante el Ministerio Público);
de ahí que algunas de las garantías antes reservadas para la etapa jurisdiccional ahora deben
observarse en la averiguación previa, criterio que se refuerza si se toma en cuenta que el indicado
artículo 160 tiene como finalidad reparar, en el amparo directo, la violación a las garantías
individuales contenidas en los artículos 14 y 20 constitucionales, pues todo el listado de violaciones
se traduce en la vulneración de aquéllas. Además, no debe pasarse por alto la intención garantista
del legislador federal, al establecer como violaciones procesales en la fracción XVII del citado
artículo 160, los casos análogos precisados por la Suprema Corte de Justicia de la Nación o por los
Tribunales Colegiados de Circuito, supuesto en el que pueden ubicarse las violaciones a las
garantías individuales observables en la averiguación previa, consistentes en la obtención de
pruebas ilícitas, la negativa para facilitar al inculpado los datos que solicite para su defensa y que
consten en el proceso, así como la transgresión a la garantía de defensa adecuada, violaciones
que no ameritarían la reposición del procedimiento, sino la invalidez de la declaración obtenida en
su perjuicio o la de la prueba recabada ilegalmente, en tanto que su estudio necesariamente
implicaría la interpretación directa de preceptos constitucionales.
Amparo directo 9/2008. 12 de agosto de 2009. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Sergio A. Valls
Hernández. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique Sánchez Frías.

162
AMPARO DIRECTO 14/2011

propio justiciable al momento de verter su deposado con


inmediatez a su aseguramiento.

212. Esta consideración es contraria a legalidad porque presenta los


siguientes problemas:

213. En primer lugar, la Sala responsable omitió introducir algún


razonamiento que justificara por qué debía tener valor el dicho de dos
personas que solamente oyeron la acusación que en su contra formuló
un desconocido. Ser un mero receptor de la versión acusatoria de una
persona que por azar manifiesta reconocer al delincuente, es
claramente insuficiente para convertir el testimonio de oídas en un
medio eficaz para sustentar la imputación, cuando se trata de un
hecho que no fue presenciado de forma directa por el emisor de la
declaración.

214. En ese sentido, esta Suprema Corte de Justicia de la Nación ha


considerado que no puede afirmarse que exista prueba en sentido
procesal ―entendiendo por tal algo que sea apto para producir
convicción― si el dicho de los testigos tiene como fuente de
información un tercero, cuya comparecencia nunca se logró. 156

215. Este es el supuesto que da origen al “testigo de oídas” respecto del


cual esta Suprema Corte de Justicia de la Nación ha especificado que
no tiene validez probatoria, precisamente porque no reúne los
requisitos de conocimiento directo del hecho que está testificando. Y
con mayor razón cuando, como acontece en la especie, las
afirmaciones que no presenciaron los policías ministeriales que
aprehendieron al quejoso, constituyeron elementos base del dictado
de la sentencia condenatoria reclamada.157
156
Véase el criterio aislado de rubro: “TESTIGO DE OÍDAS”. Sus datos de localización son:
Séptima Época, registro: 235536, instancia: Primera Sala, tesis Aislada, fuente: Semanario Judicial
de la Federación, 78 Segunda Parte, Materia(s): Penal, tesis: Página: 37
157
El criterio está reflejado en la jurisprudencia 81/2006, dictada por esta Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en la página 356, del tomo XXV,
correspondiente a enero de 2007, materia penal, Novena Época, del Semanario Judicial de la

163
AMPARO DIRECTO 14/2011

216. Así, el dicho de los policías captores no podía ser tomado en cuenta
porque ellos no presenciaron el hecho, no vieron a la persona acusada
participar en el mismo, no estuvieron presentes cuando la víctima
perdió la vida o cuando fue atacada. Su única fuente de información
fue un testigo singular. Afirmar lo que alguien más sostiene no es una
forma válida de comprobar la certeza de los hechos sobre los cuales
se investiga. Por ende, el juzgador viola los principios de la valoración
de la prueba cuando toma en cuenta como testimonio una opinión no
fundada en apreciaciones directas a través de los sentidos.

217. De nuevo, dado que el testimonio de ********** ―el singular testigo de


cargo en la causa― carece de solidez para fundamentar una
sentencia condenatoria, por más razón el dicho de las personas que
fungieron como meros receptores de este testimonio –policías
ministeriales ********** y **********– también carecen de suficiencia
demostrativa para la acusación.

218. Adicional a la línea de análisis expuesta, esta Primera Sala considera


necesario revisar el razonamiento a través del cual la Sala
responsable llegó a la consideración de que resultaba irrelevante que
el testigo de cargo y los policías captores no contestaran la pregunta
que se le formuló al rendir protesta en términos del artículo 16 del

Federación y su Gaceta, con el contenido siguiente:


“PRUEBA TESTIMONIAL EN EL PROCESO PENAL CUANDO LOS HECHOS SE CONOCEN
POR REFERENCIA DE TERCEROS. SU VALORACIÓN. El artículo 289 del Código Federal de
Procedimientos Penales establece que para apreciar la prueba testimonial, el juzgador debe
considerar que el testigo: a) tenga el criterio necesario para juzgar el acto; b) tenga completa
imparcialidad; c) atestigüe respecto a un hecho susceptible de conocerse por medio de los
sentidos, y que lo conozca por sí mismo y no por inducciones o referencias de otro sujeto; d)
efectúe la declaración de forma clara y precisa, sin dudas ni reticencias sobre la sustancia del
hecho ni sobre las circunstancias esenciales; y, e) no haya sido obligado por fuerza o miedo, ni
impulsado por engaño, error o soborno. En congruencia con lo anterior, se concluye que cuando en
una declaración testimonial se aportan datos relevantes para el proceso penal, unos que son
conocidos directa o sensorialmente por el deponente y otros por referencia de terceros -y que, en
consecuencia, no le constan-, el relato de los primeros, en caso de cumplir con los demás
requisitos legalmente establecidos, tendrá valor indiciario, y podrá constituir prueba plena derivado
de la valoración del juzgador, cuando se encuentren reforzados con otros medios de convicción,
mientras que la declaración de los segundos carecerá de eficacia probatoria, por no satisfacer el
requisito referente al conocimiento directo que prevé el citado numeral.”
El criterio derivó de la resolución a la contradicción de tesis 133/2005-PS.

164
AMPARO DIRECTO 14/2011

Código de Procedimientos Penales vigente en el Estado de México. 158


Al respecto, la Sala consideró literalmente lo siguiente:

“Contrariamente a lo afirmado por la defensa no es dable


sostener que tal incumplimiento anule la fuerza probatoria de
dicho testimonio, pues es criterio jurisprudencial que una de
las finalidades específicas del procedimiento punitivo es la
búsqueda de la verdad histórica o real del evento que se
reputa delictuoso, y por otra parte, en razón de que la
ausencia de una formalidad de ese tipo, no desvirtúa lo
asentado ante autoridad legalmente facultada para realizar
este tipo de actuaciones.”159

“Ahora bien, la defensa particular del apelante hace valer


como agravio el hecho de que dichos testimonios de los
oficiales remitentes no se recabaron conforme a lo dispuesto
por los artículos 202 y 203 del Código de Procedimientos
Penales vigente,160 pues no rindieron la protesta de ley antes
de declaración con relación a los hechos que declararon […]
al no constar la manifestación en sentido positivo o negativo
antes de proceder a recabar los mismos.
158
“Artículo 16. Los agentes del Ministerio Público, en la averiguación previa, y los titulares del
órgano jurisdiccional, en el proceso, recabarán del denunciante, del querellante o de sus
representantes legales, de los peritos, de los testigos y de quienes intervengan en alguna
diligencia, la protesta de decir verdad.
Colocado el declarante de pie, frente a la Bandera Nacional, y con la mano derecha sobre la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se le tomará la protesta bajo la siguiente
fórmula:
"Los artículos 154 y 156 del código penal, castigan con penas hasta de seis y quince años de
prisión, respectivamente, y de setecientos cincuenta días multa a quienes declaren falsamente.
Enterado de ello, pregunto a usted en nombre de la ley, si protesta solemnemente y bajo palabra
de honor, conducirse con verdad en las diligencias en que va a intervenir".
Al contestar en sentido afirmativo se hará constar y se procederá a recibir la declaración que
corresponda.
A los servidores públicos de que habla este artículo, que omitan formular la protesta en los
términos referidos, se les impondrán por el superior jerárquico las correcciones disciplinarias a que
se refiere el artículo 34 de este código.”
159
Página 14 de la sentencia reclamada.
160
“Artículo 202.- Antes de que los testigos comiencen a declarar, se les recibirá la protesta de
decir verdad, en los términos a que se refiere el artículo 16 de este código.
Esto se podrá hacer hallándose reunidos todos los testigos.
A los menores de dieciocho años, se les exhortará para que se conduzcan con verdad.”
“Artículo 203. Después de tomarle la protesta de decir verdad, se preguntará al testigo su nombre,
apellido, edad, lugar de origen, habitación, estado civil, profesión u ocupación, si se halla ligado
con el indiciado o el ofendido por parentesco, amistad o cualesquiera otros y si tiene motivo de odio
o rencor en contra de alguno de ellos, así como si tiene interés en que el proceso se resuelva a
favor del indiciado u ofendido.”

165
AMPARO DIRECTO 14/2011

Agravio que deviene inoperante, en virtud de que como ya se


hizo valer en líneas anteriores con el deposado del testigo de
cargo **********, ese incumplimiento no anula la fuerza
probatoria de dicho testimonio, pues es criterio jurisprudencial
que una de las finalidades específicas del procedimiento
punitivo es la búsqueda de la verdad histórica o real del
evento que se reputa delictuoso, y por otra parte, en razón de
que la ausencia de una formalidad de ese tipo, no desvirtúa lo
asentado ante autoridad legalmente facultada para realizar
este tipo de actuaciones. Máxime cuando dichos oficiales
remitentes al comparecer ante el órgano jurisdiccional y
previa protesta de ley, ratificaron su declaración primigenia y
la siguen sosteniendo al momento de ser interrogados.” 161

219. A continuación, citó criterios aislado de tribunales colegiados, cuyo


contenido vale la pena reproducir:

“PRUEBAS, RECEPCIÓN DE LAS. LA FALTA DE


FORMALIDADES EN PROCEDIMIENTO PENAL, NO ANULA
TOTALMENTE SU FUERZA PROBATORIA. Aun
apareciendo que al recibirse la declaración de testigos se
hubiera omitido hacerles la protesta a que se contrae el
artículo 247 del Código Federal de Procedimientos Penales,
no es dable sostener que tal incumplimiento anule totalmente
la fuerza probatoria, porque una de las finalidades específicas
del procedimiento punitivo es la búsqueda de la verdad
histórica o real del evento que se reputa delictuoso, y por otra
parte, en razón de que la ausencia de una formalidad de ese
tipo, no desvirtúa lo asentado ante una autoridad legalmente
facultada para realizar este tipo de actuaciones.” 162

220. La problemática que genera el criterio sostenido por la autoridad


judicial responsable está en la argumentación que utiliza para justificar
el incumplimiento de una de las formalidades del procedimiento –
actualizado éste en la etapa de investigación ministerial–. Afirmar que
todo proceso penal busca la verdad histórica y que por ese hecho es
válido eximir el cumplimiento de las normas que rigen el proceso
161
Páginas 23 y 24 de la causa penal.
162
Séptima Época .No. Registro: 248055. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tesis
Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación.205-216 Sexta Parte. Materia(s): Penal.
Tesis: Página: 399. Genealogía: Informe 1986, Tercera Parte, Tribunales Colegiados de Circuito,
tesis 9, página 550. TRIBUNAL COLEGIADO DEL DÉCIMO SEGUNDO CIRCUITO.

166
AMPARO DIRECTO 14/2011

significa desconocer la importancia del debido proceso y su auténtica


finalidad: encontrar la verdad pero dentro de los cauces y límites
formales que establece tanto la ley como la Constitución.

221. Lo que la Sala omite con este razonamiento es que detrás de las
reglas esenciales del proceso penal subyacen un conjunto de
principios coherentes entre sí que buscan maximizar las condiciones
que evitan la formación arbitraria de juicios de verdad. Es decir, todas
las reglas procedimentales están en función de un fin que se está
apreciando parcialmente: sin duda, el derecho penal tiene entre sus
propósitos castigar al culpable, pero dado que la forma de arribar a la
verdad es siempre limitada (como lo es cualquier forma de
conocimiento humano), el proceso introduce reglas que disminuyen la
posibilidad de que se cometa un error en la comprobación de esa
verdad.

222. Es evidente que el error que se busca evitar es que se condene a un


inocente. Y es por eso que en nuestro sistema, por los principios de
debido proceso que se encuentran consagrados en la Constitución
Federal, con el rango de derecho humano, se establecen límites
epistemológicos (límites al método para arribar al conocimiento) de
esa verdad.

223. Para diferenciar estos conceptos, la doctrina penal ha distinguido entre


la “verdad histórica o sustancial” y la “verdad procesal”: la primera
acepción entiende que aquellos que puede calificarse como lo
verdadero guarda una correspondencia absoluta y fiel a los hechos
cuyo conocimiento se pretende. Los modelos procesales penales
basados en esta premisa ―y que históricamente han existido―
justifican que se implemente cualquier método con tal de que permita
arribar al conocimiento de lo que realmente ocurrió, de la verdad fiel.

167
AMPARO DIRECTO 14/2011

224. Un proceso diseñado en función de la verdad procesal también busca


conocer los hechos acontecidos, sin embargo, no busca ese objetivo a
costa de lo que sea. Es decir, no implementa métodos contrarios a la
dignidad o la honra de la persona, no acepta tratamientos crueles o
inhumanos y, sobre todo, reconoce que cualquier método diseñado
para el conocimiento de la verdad es falible. Por tanto, con la intención
de reducir al mínimo posible el margen de error, afirmación basada en
la probabilidad de los enunciados de hechos y la arbitrariedad, se
diseñan reglas que permitan contener el juicio de formación de la
verdad dentro del cauce de la razonabilidad. Este modelo fija sus
reglas ex ante, en ley o en la Constitución. El juez es su aplicador y
también es quien procura su respeto.

225. Al respecto es necesario destacar que desde el punto de vista lógico


toda decisión acerca de la culpabilidad o no culpabilidad de una
persona está basado en algún método de comprobación de la verdad,
cualquiera que éste sea. Es decir, cuando un juez condena a alguien
necesariamente arriba a su determinación por virtud de la aplicación
de alguna metodología. Sin embargo, por virtud de las reglas y
principios que rigen el debido proceso, no cualquier método de los
posibles es jurídicamente admisible. Sólo lo es aquel que: 1. respeta
los derechos fundamentales de los cuales son titulares todos los
inculpados; y 2. se sustenta en una base ordenada racionalmente que
no deja espacio para la intuición y la subjetividad.

226. Es decir, para fundamentar la culpabilidad de alguien debe haber una


demostración argumentativa que además sea comprensible para
cualquiera. El juicio de reproche no puede sustentarse en inclinaciones
personales o propias del fuero interno del juzgador, no susceptibles de
ser explicadas. Todas y cada una de las reglas establecidas tanto en
la legislación secundaria, como los principios de debido proceso
reconocidos por la Constitución, son restricciones que buscan

168
AMPARO DIRECTO 14/2011

mantener los juicios de formación de la verdad del juez dentro del


cauce de lo demostrable.

227. En suma, las formalidades del procedimiento no son superfluas. Están


ahí para reducir el margen de error y evitar que un inocente sea
condenado. Es por esta misma razón que a todo juzgador se le exige
que motive adecuadamente las sentencias que dicta: la finalidad de
esto es que el juicio de reproche, en su caso, se construya a partir de
aserciones verificables, congruentes y lógicamente estructuradas (es
decir, no falaces).

228. Si las reglas del proceso son entendidas como un entramado lógico
que configura el método de conocimiento de la verdad, entonces su
incumplimiento necesariamente debe tener algún impacto en el
proceso, es decir, debe significar algo. De lo contrario, el juicio de
culpabilidad termina fundándose en un reproche subjetivo, donde el
poder y no la razón es el que termina gobernando la lógica del proceso
penal.

229. Congruente con lo analizado, la destacada insuficiencia de pruebas en


la causa penal, es determinante para que esta Primera Sala sostenga
que no existe conocimiento cierto de las circunstancias concretas en
que acontecieron los hechos en los cuales al agraviado ********** le fue
inferida una lesión en el cuello, con un instrumento punzo cortante,
clasificada de mortal, que produjo alteraciones en la salud de la
víctima que desencadenaron en su muerte, y tampoco es posible
afirmar la plena responsabilidad penal del quejoso **********, al
respecto.

230. A la conclusión a que arriba esta Primera Sala no escapa el


cuestionamiento que se realiza al sistema de impartición de justicia
ante la aparente generación de impunidad frente a casos que se
aprecian como resoluciones que obedecen a la exclusión de la

169
AMPARO DIRECTO 14/2011

acusación por formalismos legales. Éste es un falso enunciado, en


cuanto se generaliza sin advertir los casos en particular. La dicotomía
entre la eficacia del sistema de persecución penal y los derechos de
los imputados no tiene por qué terminar en confrontación. La evolución
del sistema jurídico penal mexicano –sustantivo y procesal- en los
últimos años ha permitido la construcción de una estructura de tutela y
observancia de los derechos de las partes en el proceso penal –víctima
u ofendido e imputado–. Sin embargo, ante este panorama no debe
permanecer estático el sistema de persecución penal, es necesario
que desarrollen los impulsos necesarios para alcanzar la eficacia que
socialmente le es demandada. La acción persecutoria del delito no
puede estimarse como culminada al momento en que se logra detener
a una persona y llevarla a los tribunales; se requiere un trabajo que
eslabone la actividad de investigación, impulse producción de la
prueba a juicio y asegure la condena de los culpables.

231. Ante la demanda social de eficacia del sistema jurídico, en ningún


Estado Democrático de Derecho es aceptable la reducción de
derechos humanos de las personas sujetas a un proceso penal. La
eficacia depende del compromiso que asuma cada uno de los
intervinientes y operadores del sistema para actuar dentro del marco
jurídico vigente. En la causa penal de la que deriva el acto reclamado
es palpable que la insuficiencia de prueba, ante la ilegalidad de las
que se aportaron, no permite definir si al quejoso le es o no atribuible
la acción delictiva de homicidio, de ahí que la posición legal sea
resolver en su beneficio, pues habiéndose concluido el proceso penal
instruido en su contra debe resolverse su situación jurídica en
definitiva. Y si los elementos existentes en autos no son suficientes y
eficaces para sustentar legalmente la sentencia condenatoria
reclamada, el resultado no puede ser otro que ordenar su libertad.

170
AMPARO DIRECTO 14/2011

232. Las propias constancias arrojan que en la etapa ministerial no se


agotaron líneas de investigación que pudieran ser viables para
conocer las circunstancias más cercanas a la realidad respecto a
cómo aconteció la agresión de la víctima que desencadenó en su
muerte. Tan es así que se omitió obtener el testimonio de otras
personas que podían aportar datos trascendentales de lo que
aconteció el día de los hechos. Esto se muestra con la declaración del
oficial de seguridad pública **********, quien auxilió a la víctima para
que recibiera atención médica, en la cual menciona que al lugar de los
hechos acudió **********, quien le informó que era suegra del
lesionado.163 Y también se cuenta con el testimonio de **********, quien
declaró que en el hospital pudo hablar con el pasivo, el cual le dijo que
no sabía quién lo había lesionado, pero existían dos personas que
podían aportar información, refiriéndose a su ex esposa ********** y
una persona que estaba en una tienda. 164 El nombre completo de la ex
esposa de la víctima, correspondiente a **********, lo proporcionó la
testigo de **********.165 Sin embargo, en la indagatoria no se
desprenden los datos de la investigación que se haya realizado al
respecto.

233. I. Ilegal acreditación del tipo penal de cohecho. En un rubro aparte,


la autoridad judicial señalada como responsable afirma en la sentencia
definitiva reclamada que las pruebas existentes en autos son eficaces
para tener por comprobado el ilícito de cohecho, cuya descripción
típica está contenida en el artículo 128, párrafo primero, del Código
Penal del Estado de México. La norma punitiva prescribe:

“Artículo 128. Comete el delito de cohecho, el particular que


ofrezca, prometa o entregue dinero o cualquier dádiva, a algún

163
Foja19 de la causa penal.
164
Foja 55 de la causa penal.
165
Foja 29 de la causa penal.

171
AMPARO DIRECTO 14/2011

servidor público para que realice u omita un acto, o actos lícitos


o ilícitos relacionados con sus funciones.”

234. La estructuración de la norma penal, en términos de la dogmática


jurídico penal, exige que la actualización hipotética considerada como
delictiva satisfaga los elementos del tipo siguientes:

o La existencia de una conducta humana de acción, mediante la


que se ofrezca, prometa o entregue dinero o cualquier dádiva.

o La acción sea realizada por una persona que actúe con el


carácter de particular.

o Los medios de concreción de la acción se dirijan a un servidor


público.

o La acción se realice con una finalidad específica: el servidor


público realice u omita un acto o actos lícitos o ilícitos.

o Los actos que involucren la finalidad de realizar u omitir estén


relacionados con las funciones del servidor público a quien se
dirige la conducta típica.

o La conducta genere la puesta en peligro o lesión del bien jurídico


tutelado por la norma penal, consistente en el correcto desarrollo
de las actividades que comprenden la administración pública.

o Provocar un resultado de carácter formal, porque no se requiere la


causación de un resultado material de apreciación sensorial.

o Colmar los conceptos normativos insertos en la descripción típica,


en el caso: “dádiva”,166 “servidor público”, “funciones” inherentes
a aquél.

166
El vocablo “privar” está definido en el Diccionario de la Real Academia Española –vigésimo
segunda versión–, en los términos siguientes: (Del lat. privāre) 1. tr. Despojar a alguien de algo que
poseía.

172
AMPARO DIRECTO 14/2011

o Precisar las circunstancias de lugar, tiempo, modo y ocasión en


las que se actualizó la acción criminal.

235. Adicionalmente se precisa que el tipo penal analizado no requiere la


demostración de calidades en los sujetos activo y pasivo, por tratarse
de una descripción impersonal; la definición del medio empleado,
porque es un tipo penal de comisión abierta; ni de cualquier otra
circunstancia de previsión legal –como podrían ser la exigencia de una
antijuridicidad específica–.

236. Ahora bien, congruente con el análisis de legalidad respecto a los


medios de prueba existentes en la causa penal y, en particular, de
aquéllos considerados por la autoridad judicial responsable para
sustentar el acto reclamado, esta Primera Sala concluye que es
violatorio de los derechos del quejoso la acreditación del delito de
cohecho.

237. En efecto, la Sala penal responsable afirmó la existencia del ilícito de


cohecho en las declaraciones de los policías ministeriales ********** y
**********, quienes afirmaron que después de detener al quejoso
********** e informarle que lo acusaban de la comisión del delito de
homicidio aceptó la imputación y les informó que su familia estaba
enterada de la situación y estaban dispuestos a entregar ********** a
cambio de que no lo pusieran a disposición del Ministerio Público.

238. Imputación que robusteció con el testimonio de **********, en cuanto


expresó que el veintitrés de octubre de dos mil siete, después de
informarle a los policías ministeriales que había presenciado la
agresión de la que fue víctima **********, quien murió días después, les
proporcionó las características del quejoso, quien estaba en las
inmediaciones del Mercado San Bartolo, municipio de Naucalpan de
Juárez, Estado de México. Ante ello, los policías detuvieron al quejoso
y le pidieron a él que abordara la patrulla en la cual viajaban para

173
AMPARO DIRECTO 14/2011

dirigirse a las oficinas del Ministerio Público. Sostiene que en el


trayecto, el imputado les ofreció a los agentes la entrega de ********** a
cambio de que no lo pusieran a disposición del órgano acusador.

239. Elementos de prueba que respaldó con la declaración ministerial del


propio sentenciado, en la cual aceptó haber cometido el delito de
homicidio de ********** y ofrecerles a los policías que lo aprehendieron
la cantidad de ********** para que no lo presentaran ante el Ministerio
Público.

240. ¿Cuál es el problema de la selección de los citados medios de prueba


y su valoración? El ejercicio de justipreciación que realizó la autoridad
judicial responsable viola las reglas de valoración de las pruebas y, por
tanto, es ilegal. Las razones son las siguientes:

 La declaración ministerial del quejoso, como se precisó con


anterioridad, carece de valor probatorio porque es una prueba
ilícita. Se trata de una confesión rendida ante el Ministerio Público,
sin la asistencia de un defensor y sin que se hicieran constar
claramente la comunicación de los derechos constitucionales y
legales consagrados a favor del imputado sujeto al procedimiento
de investigación ministerial. Lo cual constituye una clara muestra
de transgresión a los parámetros constitucionales y legales de
protección a los derechos de defensa adecuada y no
autoincriminación.

 La declaración ministerial de **********, no cubre los elementos


necesarios para otorgarle el rango de credibilidad, pues el testigo
no está claramente identificado ni fue presentado ante el juez del
proceso para someterlo a contradicción probatoria, sin que se
advierta justificación legal alguna.

174
AMPARO DIRECTO 14/2011

 Y, tal como lo destaca el demandante de amparo en los


conceptos de violación, las declaraciones de los agentes
captores, presentan claras inconsistencias entre sí y con lo
depuesto por el testigo **********, respecto a las circunstancias
esenciales en las que afirman que se cometió el delito de
cohecho. Por una parte, mientras el testigo sostiene que el
ofrecimiento se realizó en la patrulla. En forma inexplicable, los
agentes no asumen una postura coincidente. **********, en
declaración ministerial sostuvo que fue a bordo de la patrulla, pero
ante el juez aclara– que sucedió al momento de interceptarlo en la
vía pública. Aclaración que es contraria con lo referido por el
policía **********, quien señaló que el ofrecimiento se realizó a
bordo de la patrulla.

 Un punto crucial en la indeterminación de los hechos se presenta


cuando, ante el juez de la causa, los policías ministeriales
sostuvieron que no sabían qué medio de transporte utilizó el
testigo para trasladarse ante el Ministerio Público, pero excluyeron
que lo hiciera a bordo de la patrulla en la que llevaban al detenido.
En tanto que el testigo sostuvo que el ofrecimiento se realizó a
bordo de la patrulla, en el trayecto a la oficina del Ministerio
Público.

241. Aspectos que indudablemente son factores trascendentales que


inciden en el demérito de credibilidad de los testificantes en relación a
lo que aconteció.

242. Requisitos de validez de las detenciones. Sin embargo, un punto


central de la discusión, más allá de las imputaciones radica en
cuestionar el acreditamiento del elemento de la descripción típica que
se refiere a que el ofrecimiento de dinero se realizó a servidores
públicos para que omitieran un acto lícito relacionado con sus

175
AMPARO DIRECTO 14/2011

funciones. La pregunta que surge, en las circunstancias detalladas en


realidad los agentes aprehensores realizaron una detención en
cumplimiento de un acto lícito relacionado con sus funciones, como lo
afirma la autoridad judicial responsable en el acto reclamado.

243. A efecto de dilucidar el cuestionamiento realizado es necesario


analizar los supuestos en los que resulta válido detener a una
persona, privarla de su libertad deambulatoria, a fin de someterla a
cualquier clase de indagatoria. De este modo, se analizará el
significado constitucional de las detenciones no autorizadas
judicialmente: la flagrancia y el caso urgente.

244. El estatus de las detenciones no autorizadas judicialmente en el orden


constitucional. El artículo 16 de la Constitución Federal consagra un
régimen general de libertades a favor de la persona, entre las cuales
está ―por supuesto― el derecho a la libertad personal. 167

245. La estructura de este precepto constitucional se traduce en dos


distintas formas de proteger los derechos: los dos primeros párrafos de
dicho artículo los consagran positivamente, 168 y los párrafos
subsecuentes señalan las posibles restricciones a las mismas; es
decir, en qué supuestos el Estado puede generar afectaciones válidas
a este derecho y bajo qué condiciones.

167
“Libertad personal” es entendida aquí ―al igual que en un amplio sector de la doctrina y los
órganos del derecho internacional― como una categoría específica equivalente a la libertad de
movimiento o libertad deambulatoria.
168
(REFORMADO, D.O.F. 18 DE JUNIO DE 2008)
“Art. 16.- Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino
en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del
procedimiento.
(ADICIONADO, D.O.F. 1 DE JUNIO DE 2009)
Toda persona tiene derecho a la protección de sus datos personales, al acceso, rectificación y
cancelación de los mismos, así como a manifestar su oposición, en los términos que fije la ley, la
cual establecerá los supuestos de excepción a los principios que rijan el tratamiento de datos, por
razones de seguridad nacional, disposiciones de orden público, seguridad y salud públicas o para
proteger los derechos de terceros.”

176
AMPARO DIRECTO 14/2011

246. Decimos que son dos formas de proteger los derechos porque la
pretensión que subyace al hecho de que las limitaciones estén
establecidas en la Constitución, es que funcionen como garantías de
legalidad a favor de la persona, pues ordenan al Estado a que ciña su
actuar a los confines de las atribuciones allí establecidas. Es decir, el
Estado no puede limitar tales derechos en supuestos distintos a los
previstos por la Constitución.

247. En el mismo sentido, el artículo 7.2 de la Convención Americana sobre


Derechos Humanos, prohíbe las afectaciones al derecho a la libertad
personal salvo por las condiciones y causas fijadas de antemano por
la Constitución. Literalmente dispone:

“Nadie puede ser privado de su libertad física, salvo por las


causas y en las condiciones fijadas de antemano por las
Constituciones Políticas de los Estados Partes o por las leyes
dictadas conforme a ellas.”

248. En materia de libertad personal, la norma fundamental también


delimita exhaustivamente los supuestos que permiten su afectación
(la orden de aprehensión, las detenciones en flagrancia y caso
urgente). Éstos y las formalidades que deben respetar se prevén del
tercer al séptimo párrafo de artículo 16 de la Constitución Federal:

“[…]
No podrá librarse orden de aprehensión sino por la
autoridad judicial y sin que preceda denuncia o querella de un
hecho que la ley señale como delito, sancionado con pena
privativa de libertad y obren datos que establezcan que se ha
cometido ese hecho y que exista la probabilidad de que el
indiciado lo cometió o participó en su comisión. 169
169
El texto de este párrafo anterior a la reforma de dieciocho de junio de dos mil ocho ―texto
aplicable a este asunto por no haber entrado en vigor al momento en que se dictó sentencia al
inculpado― decía: “No podrá librarse orden de aprehensión sino por la autoridad judicial y sin que
preceda denuncia o querella de un hecho que la ley señale como delito, sancionado cuando menos
con pena privativa de libertad y existan datos que acrediten el cuerpo del delito y que hagan
probable la responsabilidad del indiciado.” Vale la pena recalcar que éste es el único párrafo
constitucional materia de análisis en este apartado que, para efectos de este caso, no puede
tomarse como vigente, pues en términos del artículo segundo transitorio del decreto de reforma de
dieciocho de junio de dos mil ocho, este párrafo forma parte del régimen acusatorio cuya entrada
en vigor depende de la adecuación por parte de las legislaturas locales, con el tope de ocho años.

177
AMPARO DIRECTO 14/2011

La autoridad que ejecute una orden judicial de aprehensión,


deberá poner al inculpado a disposición del juez, sin dilación
alguna y bajo su más estricta responsabilidad. La
contravención a lo anterior será sancionada por la ley penal.
Cualquier persona puede detener al indiciado en el momento
en que esté cometiendo un delito o inmediatamente después
de haberlo cometido, poniéndolo sin demora a disposición de
la autoridad más cercana y ésta con la misma prontitud, a la
del Ministerio Público. Existirá un registro inmediato de la
detención.
Sólo en casos urgentes, cuando se trate de delito grave así
calificado por la ley y ante el riesgo fundado de que el
indiciado pueda sustraerse a la acción de la justicia, siempre
y cuando no se pueda ocurrir ante la autoridad judicial por
razón de la hora, lugar o circunstancia, el Ministerio Público
podrá, bajo su responsabilidad, ordenar su detención,
fundando y expresando los indicios que motiven su proceder.
En casos de urgencia o flagrancia, el juez que reciba la
consignación del detenido deberá inmediatamente ratificar la
detención o decretar la libertad con las reservas de ley. […].”

249. A juicio de esta Sala, el orden en que el constituyente permanente


situó estos supuestos no es casual. Por regla general, las detenciones
deben estar precedidas por una orden de aprehensión. Los casos de
flagrancia y urgencia son excepcionales; el primero porque, como se
verá más adelante, para su configuración se requiere que, de facto,
ocurra una situación particular y atípica; el segundo porque también
requiere la actualización de condiciones apartadas de lo ordinario
implicadas en la expresión: “ante el riesgo fundado de que el indiciado
pueda sustraerse a la acción de la justicia, siempre y cuando no se
pueda ocurrir ante la autoridad judicial por razón de la hora, lugar o
circunstancia”.

250. Así, el escrutinio de la autoridad judicial debe ser la condición rectora y


preferente en el régimen de detenciones. Es decir, en principio, toda
detención debe estar precedida por una autorización emitida por un

No obstante esto, para efectos del análisis concerniente al derecho de libertad personal, es
irrelevante el cambio en virtud de que este párrafo, tanto en su versión previa a la reforma como en
su versión posterior, exige que sea la autoridad judicial quien emita la respectiva orden de
aprehensión ―punto esencial del desarrollo que se hará a continuación―.

178
AMPARO DIRECTO 14/2011

juez tras analizar si la solicitud de la autoridad ministerial para


aprehender a un individuo, cumple con las formalidades requeridas por
la Constitución.

251. ¿A qué obedece la posición preferente del escrutinio judicial en


materia de detenciones? A que es el juez ―por su posición de
independencia orgánica y su función de contrapeso con respecto a los
demás poderes del Estado― quien mejor puede cumplir con la
encomienda de anteponer el respeto de los derechos humanos de los
gobernados y dar eficacia a la Constitución Federal. Mientras el
Ministerio Público tiene el deber de perseguir el delito y, por tanto,
tiene interés en que las detenciones se ejecuten, la autoridad judicial
tiene el llamado institucional de fungir como un contrapeso, esto es,
como un tercero imparcial, capaz de invalidar detenciones contrarias a
los derechos recogidos por la Constitución.

252. Esta deferencia al juez no es superflua. La función jurisdiccional es


ejercida por servidores públicos cuyo ingreso, permanencia y ascenso
está condicionado por los principios de excelencia, objetividad,
imparcialidad, profesionalismo e independencia. En efecto, la
formación del juez (integrante tanto del Poder Judicial de la
Federación, como de la judicatura de los Estados de la República)
está orientada a maximizar un perfil que reúna tales características. 170

170
Al respecto, el artículo 100 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
establece que la carrera judicial se debe regir por los principios de excelencia, objetividad,
imparcialidad, profesionalismo e independencia. Así mismo, el artículo 116, fracción III del mismo
ordenamiento nos establece que la independencia de los magistrados y jueces (pertenecientes al
Poder Judicial de los Estados) deberá estar garantizada, en el ejercicio de sus funciones, por las
Constituciones y las Leyes Orgánicas de los Estados. Refuerzan estos criterios las jurisprudencias
de rubro: “PODERES JUDICIALES DE LOS ESTADOS. MARCO JURÍDICO DE GARANTÍAS
ESTABLECIDO EN EL ARTÍCULO 116, FRACCIÓN III, DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL”. (P./J.
101/2000 , Pleno, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta XII, Octubre de 2000, Página:
32); “MAGISTRADOS DE LOS PODERES JUDICIALES DE LOS ESTADOS. EN LA
INTERPRETACIÓN DE SUS CONSTITUCIONES, EN LA PARTE RELATIVA A SU
DESIGNACIÓN, DEBE OPTARSE POR LA QUE RESPETE LOS PRINCIPIOS CONSAGRADOS
EN EL ARTÍCULO 116, FRACCIÓN III, DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL”. (P./J. 108/2000,
Pleno, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta XII, Octubre de 2000, Página: 13); y
“PODERES JUDICIALES LOCALES. LA VULNERACIÓN A SU AUTONOMÍA O A SU
INDEPENDENCIA IMPLICA VIOLACIÓN AL PRINCIPIO DE DIVISIÓN DE PODERES”. (P./J.
79/2004, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta XX, Septiembre de 2004, Página: 1188).

179
AMPARO DIRECTO 14/2011

253. Ahora bien, la exigencia de que toda medida restrictiva del derecho a
la libertad personal esté primordialmente autorizada por una autoridad
judicial, no sólo está contemplada por la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, sino también por la Convención
Americana de Derechos Humanos, concretamente por su artículo 7º,
disposición a la cual hay que atender con motivo de la reforma al
artículo 1º constitucional, de nueve de junio de dos mil once que obliga
a todas las autoridades del país, incluida por supuesto esta Primera
Sala a regir su actuar de conformidad con los derechos humanos
garantizados tanto en la Constitución como en los tratados
internacionales de los que México forma parte. Dicho artículo señala
literalmente lo siguiente:

“Artículo 7. Derecho a la Libertad Personal


1. Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad
personales.
2. Nadie puede ser privado de su libertad física, salvo por las
causas y en las condiciones fijadas de antemano por las
Constituciones Políticas de los Estados Partes o por las leyes
dictadas conforme a ellas.
3. Nadie puede ser sometido a detención o encarcelamiento
arbitrarios.
4. Toda persona detenida o retenida debe ser informada de
las razones de su detención y notificada, sin demora, del
cargo o cargos formulados contra ella.
5. Toda persona detenida o retenida debe ser llevada sin
demora, ante un juez u otro funcionario autorizado por la ley
para ejercer funciones judiciales, y tendrá derecho a ser
juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta en
libertad, sin perjuicio de que continúe el proceso. Su libertad
podrá estar condicionada a garantías que aseguren su
comparecencia en el juicio.
6. Toda persona privada de libertad tiene derecho a recurrir
ante un juez o tribunal competente, a fin de que éste decida,
sin demora, sobre la legalidad de su arresto o detención y
ordene su libertad si el arresto o la detención fueran ilegales.
En los Estados Partes cuyas leyes prevén que toda persona
que se viera amenazada de ser privada de su libertad tiene
derecho a recurrir a un juez o tribunal competente a fin de
que éste decida sobre la legalidad de tal amenaza, dicho

180
AMPARO DIRECTO 14/2011

recurso no puede ser restringido ni abolido. Los recursos


podrán interponerse por sí o por otra persona.
7. Nadie será detenido por deudas. Este principio no limita los
mandatos de autoridad judicial competente dictados por
incumplimientos de deberes alimentarios.”

254. Así, el escrutinio judicial en materia de detenciones es, por tanto, una
especie de regla primaria, cuya ejecución debe ser privilegiada
siempre que sea posible. No existe tal posibilidad cuando se
actualizan los supuestos excepcionales previstos por el mismo artículo
16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Como
ya se advertía, uno de de ellos es el caso de detenciones en
flagrancia.

255. Por la relevancia que, para efectos de este análisis tiene dicha figura,
es conveniente analizar si de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos podemos desprender un concepto claro y
orientador.

256. El significado constitucional de la flagrancia. Al revisar el


reconocimiento histórico del concepto ―como supuesto que autoriza
la “detención ciudadana” esto es, la detención ejecutada por cualquier
particular― descubrimos que ha estado inmerso en el texto
constitucional desde su redacción original e incluso lo estuvo en la
Constitución histórica de mil ochocientos cincuenta y siete. Su artículo
16 establecía:

“Artículo 16. Nadie puede ser molestado en su persona,


familia, domicilio, papeles y posesiones, sino en virtud de
mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y
motive la causa legal del procedimiento. En el caso de delito
infraganti, toda persona puede aprehender al delincuente y a
sus cómplices, poniéndolos sin demora a disposición de la
autoridad inmediata.”

181
AMPARO DIRECTO 14/2011

257. Desde el texto original del constituyente del mil novecientos diecisiete,
hasta la reforma del tres de septiembre de mil novecientos noventa y
tres, el artículo 16, en lo relativo, establecía:

"Artículo 16.- Nadie puede ser molestado en su persona,


familia, domicilio, papeles y posesiones, sino en virtud de
mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y
motive la causa legal del procedimiento. No podrá librarse
ninguna orden de aprehensión o detención, sino por la
autoridad judicial, sin que preceda denuncia, acusación o
querella de un hecho determinado que la ley castigue con
pena corporal, y sin que estén apoyadas aquéllas por
declaración, bajo protesta, de persona digna de fe o por otros
datos que hagan probable la responsabilidad del inculpado,
hecha excepción de los casos de flagrante delito en que
cualquiera persona puede aprehender al delincuente y a
sus cómplices, poniéndolos sin demora a disposición de
la autoridad inmediata.”

258. De septiembre de mil novecientos noventa y tres, hasta antes de la


reforma de dieciocho de junio de dos mil ocho, el cuarto párrafo del
artículo 16 disponía:

“[…] En los casos de delito flagrante, cualquier persona


puede detener al indiciado poniéndolo sin demora a
disposición de la autoridad inmediata y ésta, con la misma
prontitud, a la del Ministerio Público. […].”

259. Actualmente, el quinto párrafo del artículo 16 constitucional ―apenas


reformado en junio de dos mil ocho― prevé la siguiente descripción:

“[…] Cualquier persona puede detener al indiciado en el


momento en que esté cometiendo un delito o inmediatamente
después de haberlo cometido, poniéndolo sin demora a
disposición de la autoridad más cercana y ésta con la misma
prontitud, a la del Ministerio Público. Existirá un registro
inmediato de la detención. […].”171

171
Cabe anotar que este párrafo ya se encuentra en vigor, pues no se encuentra entre las
excepciones a que se refiere el régimen transitorio de la reforma del dos mil ocho. Las únicas
excepciones sobre el artículo 16 constitucional a la regla general de entrada en vigor (al día
siguiente de la publicación del decreto) se encuentran contenidas en los artículos que a
continuación se trascriben:

182
AMPARO DIRECTO 14/2011

260. Como se ve, la razón por la cual se reconoce a la flagrancia como


supuesto que admite la detención sin orden judicial, no ha variado:
resultaría absurdo impedir que los ciudadanos comunes pudieran
detener a quien a todas luces está ejecutando un delito frente a ellos,
perfectamente apreciable por los sentidos.

261. Aunque la figura siempre ha estado recogida por el texto


constitucional, fue hasta la última reforma del dos mil ocho que el
órgano reformador de la Constitución introdujo por primera vez una
definición del concepto. Anteriormente sólo se preveía una especie de
prerrogativa a favor del ciudadano y de la autoridad (de cualquiera, en
realidad) para aprehender al autor de un delito en el caso de
flagrancia. Fue la Suprema Corte de Justicia de la Nación quien, en su
Quinta Época, comenzó a generar interpretaciones sobre el alcance
de su significado. Como se verá a continuación, ellas favorecieron un

“D.O.F. 18 DE JUNIO DE 2008.


Primero. El presente Decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial
de la Federación, con excepción de lo dispuesto en los artículos transitorios siguientes.
Segundo. El sistema procesal penal acusatorio previsto en los artículos 16, párrafos segundo y
decimotercero; 17, párrafos tercero, cuarto y sexto; 19; 20 y 21, párrafo séptimo, de la Constitución,
entrará en vigor cuando lo establezca la legislación secundaria correspondiente, sin exceder el
plazo de ocho años, contado a partir del día siguiente de la publicación de este Decreto.
En consecuencia, la Federación, los Estados y el Distrito Federal, en el ámbito de sus respectivas
competencias, deberán expedir y poner en vigor las modificaciones u ordenamientos legales que
sean necesarios a fin de incorporar el sistema procesal penal acusatorio. La Federación, los
Estados y el Distrito Federal adoptarán el sistema penal acusatorio en la modalidad que
determinen, sea regional o por tipo de delito.
En el momento en que se publiquen los ordenamientos legales a que se refiere el párrafo anterior,
los poderes u órgano legislativos competentes deberán emitir, asimismo, una declaratoria que se
publicará en los órganos de difusión oficiales, en la que señale expresamente que el sistema
procesal penal acusatorio ha sido incorporado en dichos ordenamientos y, en consecuencia, que
las garantías que consagra esta Constitución empezarán a regular la forma y términos en que se
substanciarán los procedimientos penales.
Tercero. No obstante lo previsto en el artículo transitorio segundo, el sistema procesal penal
acusatorio previsto en los artículos 16, párrafos segundo y decimotercero; 17, párrafos tercero,
cuarto y sexto; 19, 20 y 21, párrafo séptimo, de la Constitución, entrará en vigor al día siguiente de
la publicación del presente Decreto en el Diario Oficial de la Federación, en las entidades
federativas que ya lo hubieren incorporado en sus ordenamientos legales vigentes, siendo
plenamente válidas las actuaciones procesales que se hubieren practicado con fundamento en
tales ordenamientos, independientemente de la fecha en que éstos entraron en vigor. Para tal
efecto, deberán hacer la declaratoria prevista en el artículo transitorio Segundo.
Cuarto. Los procedimientos penales iniciados con anterioridad a la entrada en vigor del nuevo
sistema procesal penal acusatorio previsto en los artículos 16, párrafos segundo y decimotercero;
17, párrafos tercero, cuarto y sexto; 19; 20 y 21, párrafo séptimo, de la Constitución, serán
concluidos conforme a las disposiciones vigentes con anterioridad a dicho acto.”

183
AMPARO DIRECTO 14/2011

sentido restrictivo y literal del concepto. Destacan los siguientes


criterios:

FLAGRANTE DELITO. No debe confundirse el delito con las


consecuencias del mismo; delito flagrante es el que se está
cometiendo actualmente, sin que el autor haya podido huir:
"el que comete públicamente y cuyo perpetrador ha sido visto
por muchos testigos, al tiempo mismo en que lo consumaba";
por tanto, considerar flagrante un delito porque se miren sus
consecuencias, constituye un grave error jurídico, y la orden
de aprehensión que se libre por las autoridades
administrativas, contra el autor probable del hecho que
ocasiona esas consecuencias, constituye una violación al
artículo 16 constitucional.172

FLAGRANTE DELITO. Las autoridades administrativas sólo


pueden librar órdenes de aprehensión, en los casos de
flagrante delito, y no puede considerarse tal, si ha
transcurrido ya un tiempo cualquiera, desde su comisión, y
las autoridades tienen noticias de él por los informes de sus
inferiores.173

FLAGRANTE DELITO, CASO EN QUE NO PUEDE


CONSIDERARSE QUE EXISTE. Si el presidente municipal y
el inspector de policía de determinado lugar, informan que la
detención del quejoso se debió a que recibieron una llamada
telefónica para detener al quejoso, quien trataba de cometer
un delito y, que por eso fue detenido, es claro que aquél no
fue aprehendido en flagrante delito y que la detención es
violatoria de los artículos 14 y 21 constitucionales. 174

LIBERTAD, PRIVACIÓN ILEGAL DE LA. Aun cuando es


verdad que conforme lo dispone el artículo 117 del Código
Federal de Procedimientos Penales, toda persona que, en
ejercicio de sus funciones públicas tenga conocimiento de la

No. Registro: 283,732, Tesis aislada, Materia(s): Penal, Quinta Época, Instancia: Pleno, Fuente:
172

Semanario Judicial de la Federación, XVII, Página: 478, Genealogía: Apéndice 1917-1985, Novena
Parte, segunda tesis relacionada con la jurisprudencia 85, página 131. Su precedente es el Amparo
penal en revisión 163bis/25. **********. 21 de agosto de 1925. Mayoría de siete votos. Disidentes:
Salvador Urbina y Jesús Guzmán Vaca. La publicación no menciona el nombre del ponente.
173
Sus datos de localización son: No. Registro: 281,940, Tesis aislada, Materia(s): Penal, Quinta
Época, Instancia: Pleno, Fuente: Semanario Judicial de la Federación, XX, Página: 175. Su
precedente es el Amparo administrativo en revisión 1817/26. **********. 19 de enero de 1927.
Unanimidad de nueve votos. La publicación no menciona el nombre del ponente.
174
Sus datos de localización son: No. Registro: 310,519, Tesis aislada, Materia(s): Penal, Quinta
Época, Instancia: Primera Sala, Fuente: Semanario Judicial de la Federación, LV, Página: 231. Su
precedente es el Amparo penal en revisión 7128/37. **********. 12 de enero de 1938. Unanimidad
de cuatro votos. La publicación no menciona el nombre del ponente.

184
AMPARO DIRECTO 14/2011

probable existencia de un delito que deba perseguirse de


oficio, está obligada a participarlo inmediatamente al
Ministerio Público, trasmitiéndole todos los datos que tuviere,
poniendo a su disposición, desde luego a los inculpados, si
hubieron sido detenidos, también es cierto que la parte final
de este precepto, presupone incuestionablemente la
existencia de un caso de flagrante delito, cometido
públicamente y cuyo perpetrador ha sido visto y sorprendido
por testigos, al tiempo mismo en que lo consumaba, pues de
lo contrario, una detención en diversas condiciones violaría
los derechos consignados en el artículo 16 constitucional. 175

262. En síntesis, de acuerdo con la connotación acogida por la Suprema


Corte de Justicia de la Nación en la Quinta Época, un delito flagrante
se configura cuando (y sólo cuando) se está cometiendo actual y
públicamente, esto es, cuando el autor es visto y sorprendido por
muchos testigos mientras consuma la acción, sin que pueda huir.
Como criterio negativo tenemos que, de acuerdo con esa
interpretación de la Corte, una detención en flagrancia no es aquella
en la que se detiene con fundamento en una simple sospecha sobre la
posible comisión de un delito.

263. Así, para la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la connotación


del término flagrancia tenía un sentido realmente restringido y acotado,
en un claro favorecimiento del alcance del derecho a la libertad
personal. No obstante, con el paso del tiempo, algunos órganos
legislativos locales y el Congreso de la Unión adscribieron al concepto
una connotación de mucha mayor amplitud que tuvo reflejo en los
ordenamientos procesales penales ―una que eventualmente dio lugar
a la incorporación de la figura ampliamente conocida en la doctrina y la
praxis como “flagrancia equiparada”―.

Sus datos de localización son: No. Registro: 305,235, Tesis aislada, Materia(s): Penal, Quinta
175

Época, Instancia: Primera Sala, Fuente: Semanario Judicial de la Federación, LXXXIV, Tesis:
Página: 1733. Su precedente es el Amparo penal directo 2041/45. **********. 10 de mayo de 1945.
Unanimidad de cinco votos. La publicación no menciona el nombre del ponente.

185
AMPARO DIRECTO 14/2011

264. Esta acepción se distingue por admitir que el momento de la flagrancia


comprende un número de horas completamente desvinculado con la
inmediatez a la que originalmente apelaba el concepto, al menos
según las primeras interpretaciones realizadas por la Suprema Corte
de Justicia de la Nación. A modo de ejemplo conviene citar que en el
caso de la legislación federal ese plazo equivalía, hasta antes de una
reforma al Código Federal de Procedimientos Penales de veintidós de
enero de dos mil nueve, a ********** y ocho horas después de cometido
el delito. La acepción encontraba sustento en el artículo 193, fracción
III, de dicho código, en los siguientes términos:

“Artículo 193. Se entiende que existe flagrancia cuando:


I. El inculpado es detenido en el momento de estar
cometiendo el delito;
II. Inmediatamente después de ejecutado el delito, el
inculpado es perseguido materialmente, o
III. El inculpado es señalado como responsable por la
víctima, algún testigo presencial de los hechos o quien
hubiere participado con él en la comisión del delito, o se
encuentre en su poder el objeto, instrumento o producto
del delito, o bien aparezcan huellas o indicios que hagan
presumir fundadamente su participación en el delito;
siempre y cuando se trate de un delito grave, así
calificado por la ley, no haya transcurrido un plazo de
********** y ocho horas desde el momento de la comisión
de los hechos delictivos, se haya iniciado la averiguación
previa respectiva y no se hubiera interrumpido la
persecución del delito.
[…].”176

265. Es crucial referir que el último cambio constitucional (el de la


reforma de dos mil ocho) obedeció a la intención expresa de delimitar
un concepto de flagrancia, erradicar la posibilidad de que en la
legislación secundaria se introdujera la “flagrancia equiparada” y, con
176
Actualmente, dicha fracción III establece:
Articulo 193.- Cualquier persona podrá detener al indiciado: […]
III. Inmediatamente después de cometer el delito, cuando la persona sea señalada por la víctima,
algún testigo presencial de los hechos o quien hubiere intervenido con ella en la comisión del
delito, o cuando existan objetos o indicios que hagan presumir fundadamente que intervino en el
delito. Además de estos indicios se considerarán otros elementos técnicos.

186
AMPARO DIRECTO 14/2011

ello, evitar abusos contra la libertad deambulatoria de los individuos.


La falta de especificidad en la descripción constitucional había
generado un contexto que, durante el proceso de reforma, fue
calificado como laxo o permisivo y expresamente se optó por su
modificación.

266. Así lo manifestaron los distintos actores que impulsaron esta última
reforma constitucional de junio de dos mil ocho. El consenso fue claro
y amplio. Al respecto resulta útil referir algunas de las expresiones más
evidentes de dicha voluntad.

267. El once de diciembre de dos mil siete, en la Cámara de Diputados, las


Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales y de Justicia
presentaron el dictamen que contenía el decreto de reforma
constitucional con las siguientes consideraciones:

Honorable Asamblea:
Estas Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales y de
Justicia […] someten a la consideración de los integrantes de
esta honorable asamblea el presente dictamen, basándose
en las siguientes:
Consideraciones
[…]
Definición de flagrancia
El concepto de flagrancia en el delito, como justificación de la
detención de una persona, sin mandato judicial, es
universalmente utilizado, sólo que el alcance de ese concepto
es lo que encuentra divergencias en las diversas
legislaciones. Es aceptado internacionalmente que la
flagrancia no sólo consiste en el momento de la comisión del
delito, sino también el inmediato posterior, cuando se genera
una persecución material del sujeto señalado como
interviniente en el delito, de manera que si es detenido en su
huida física u ocultamiento inmediato, se considera que aplica
la flagrancia y por tanto, se justifica la detención.
Este alcance de la flagrancia no genera mayores debates,
pero existe otra visión de la citada figura, que es la
conocida como flagrancia equiparada, consistente en la
extensión de la oportunidad de detención para la autoridad
durante un plazo de ********** y ocho o hasta setenta y dos
horas siguientes a la comisión de un delito calificado como

187
AMPARO DIRECTO 14/2011

grave por la ley, y una vez que formalmente se ha iniciado la


investigación del mismo, cuando por señalamiento de la
víctima, algún testigo o participante del delito, se ubica a
algún sujeto señalado como participante en el ilícito penal, o
se encuentran en su rango de disposición objetos materiales
del delito u otros indicios o huellas del mismo, situación que
los legisladores secundarios han considerado como
justificante para detener a la persona sin orden judicial, y
retenerlo para investigación hasta ********** y ocho horas,
antes de decidir si se le consigna al juez competente o se le
libera con las reservas de ley.
Si bien se entiende que la alta incidencia delictiva que
aqueja a nuestro país ha generado la necesidad de
nuevas herramientas legales para la autoridad, de
manera que pueda incrementar su efectividad en la
investigación y persecución de los delitos, se estima que
se ha incurrido en excesos en la regulación del concepto
de flagrancia, al permitir la referida flagrancia equiparada,
toda vez que posibilita detenciones arbitrarias por parte de
las autoridades policiales, cuando el espíritu de nuestra
Constitución es que la flagrancia sólo tiene el alcance al
momento de la comisión del hecho y el inmediato
siguiente, cuando se persigue al indiciado.
Bajo esta premisa, se juzga adecuado explicitar el concepto
de flagrancia, señalando su alcance, que comprendería
desde el momento de la comisión del delito, es decir el iter
críminis, hasta el período inmediato posterior en que haya
persecución física del involucrado. Consecuentemente, el
objetivo es limitar la flagrancia hasta lo que doctrinariamente
se conoce como "cuasiflagrancia", a fin de cerrar la puerta a
posibles excesos legislativos que han creado la flagrancia
equiparada, que no es conforme con el alcance
internacionalmente reconocido de esta figura.
Lo expuesto se justifica si consideramos que el espíritu de la
reforma es precisar a todos los habitantes del país los casos
en que pueden ser detenidos por cualquier persona, sin tener
una orden judicial y sin una orden de detención por caso de
urgencia expedida por la autoridad administrativa, con la
finalidad de no dejar resquicios para posibles arbitrariedades,
más aun cuando se ha incrementado la posibilidad de
obtener una orden judicial de aprehensión al reducir el nivel
probatorio del hecho y de la incriminación.
En ese orden de ideas, se determina procedente delimitar el
alcance de la flagrancia como justificante de la detención del
involucrado en un hecho posiblemente delictivo, de forma que
sólo abarque hasta la persecución física del indiciado

188
AMPARO DIRECTO 14/2011

inmediatamente después de la comisión del hecho con


apariencia delictiva.

268. En el dictamen aprobado por la Cámara de Diputados ―enviado para


su discusión y aprobación a la Cámara de Senadores― ya se incluía
la descripción de la flagrancia que hoy está contenida en el quinto
párrafo del artículo 16 constitucional.

269. El trece de diciembre, en la Cámara de Senadores, se sometió a


aprobación el dictamen aprobado por la Cámara de Diputados; ahí
literalmente se reiteraron las consideraciones enviadas por ésta y se
concluyó que se coincidía con el concepto de flagrancia propuesto.

270. Posteriormente, en el contexto de la discusión sobre los allanamientos


policiales al domicilio, en la Cámara de Senadores, el Senador Ulises
Ramírez Núñez reiteró que era necesario abandonar toda posibilidad
de que en las legislaciones secundarias se incluyera la descripción de
“flagrancia equiparada”. Sus palabras literales fueron:

“Sólo para aclarar aún más respecto de la flagrancia, de


la flagrancia que se refiere en la segunda parte del
artículo que estamos discutiendo, es lo que se llama
cuasiflagrancia, inmediatamente que se está
cometiendo, se tiene conocimiento y se persigue y se
puede detener, existe una categoría adicional que se
está limitando y que se está dando en el país y es la
flagrancia equiparada, con este artículo estamos
limitando que esta flagrancia equiparada esté operando
en varios estados del país, ¿qué significa? Que existe
un plazo diferente en cada estado entre 42 y 70 horas
para que después de que se cometió un delito, si aún
perseguido se le encuentra algún objeto que utilizó
producto de lo robado, pueda ser detenido. Eso se está
limitando en este artículo…”

271. Un importante retrato de la práctica que se pretendió erradicar está


expuesto en el Informe del Grupo de Trabajo de la Comisión de
Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas sobre la

189
AMPARO DIRECTO 14/2011

Detención Arbitraria, acerca de su visita a México en noviembre de


dos mil dos (informe publicado el diecisiete de diciembre de dos mil
dos).177 En él se analizaron las condiciones en las que México acataba
la prohibición contenida en el artículo 9.1 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos según la cual: “Nadie podrá ser sometido
a detención o prisión arbitrarias. Nadie podrá ser privado de su
libertad, salvo por causas fijadas por la ley y con arreglo al
procedimiento establecido en ésta”.

272. Pues bien, en el informe el Grupo señaló que si bien se había


encontrado en las autoridades una apertura y un deseo de mejorar el
control de las detenciones, persistían dificultades para poner en
práctica los medios para combatir la arbitrariedad. Al respecto, citó dos
ejemplos: “la presunción de inocencia que no está expresamente
establecida en la legislación, y la figura de la "flagrancia equiparada"
que otorga una suerte de "cheque en blanco" para detener a las
personas.”

273. En el capítulo relativo a “temas de preocupación” advirtió literalmente


lo siguiente:

“[…] B. Relación entre flagrancia equiparada y detención


arbitraria.

39. La "flagrancia equiparada" reposa sobre una concepción


extensiva del concepto de "flagrancia" que permite detener a
una persona no sólo cuando la comisión del delito es actual y
en esa circunstancia su autor es descubierto, o cuando el
delito acaba de cometerse, sino cuando la persona, durante
el período de 72 horas que sigue a la comisión del delito, es
sorprendida con objetos, huellas o indicios que revelan que
acaba de ejecutar el delito. El delito ha sido cometido y la
persona es detenida después de ser descubierta y
perseguida. La consecuencia de la "flagrancia
equiparada" es que permite arrestos sin orden judicial

177
El Informe puede ser consultado en la siguiente dirección electrónica http://daccess-dds-
ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/G02/160/10/PDF/G0216010.pdf?OpenElement (última fecha de
consulta: 17 de octubre de dos mil once).

190
AMPARO DIRECTO 14/2011

sobre la base de simples denuncias o declaraciones


testimoniales, tal como el Grupo de Trabajo pudo
comprobar en sus entrevistas con numerosos detenidos.
Este supuesto de flagrancia es incompatible con el principio
de la presunción de inocencia y genera tanto riesgos de
detenciones arbitrarias como de extorsiones. […]”

274. Como se puede apreciar, los actores del proceso de reforma


constitucional dieron cuenta de este contexto y determinaron limitar la
posibilidad de legitimar detenciones no autorizadas judicialmente, bajo
la excusa de que se trata de detenciones en flagrancia.

275. A partir de esta reforma, la flagrancia vuelve a aludir a la inmediatez a


la que se refería la Suprema Corte de Justicia de la Nación en sus
primeras interpretaciones de la Quinta Época. Y de esta forma, su
significado readquiere un sentido literal y restringido, donde lo que
flagra es lo que arde o resplandece como fuego o llama. 178

276. Un delito flagrante es aquél (y sólo aquél) que brilla a todas luces. Es
tan evidente e inconfundible que cualquiera es capaz de apreciarlo por
los sentidos y llegar a la convicción de que se está en presencia de
una conducta prohibida por la ley. Para reconocerlo no se necesita ser
juez, perito en derecho o siquiera estar especialmente capacitado: la
obviedad inherente a la flagrancia tiene una correspondencia directa
con la irrelevancia de la calidad que ostenta el sujeto aprehensor.

277. Esta nueva interpretación (obligada por la reforma de dos mil ocho)
vuelve a dar sentido a la idea de que, ante un delito flagrante,
cualquiera puede detener al sujeto activo del delito, pues ―como se
ha insistido― tanto particulares como autoridades pueden apreciar la
comisión del delito sin que para ello tenga relevancia si alguno de ellos
cuenta con una investidura determinada.

178
De acuerdo con el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, el verbo flagrar
significa arder o resplandecer como fuego o llama.

191
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278. De este modo, la flagrancia siempre es una condición que se configura


a la detención. Esto implica que la policía no tiene facultades para
detener ante la sola sospecha de que alguien pudiera estar
cometiendo un delito o de que estuviera por cometerlo. Tampoco
puede detener para investigar.

279. Tratándose de delitos permanentes, la anterior precisión es


especialmente importante. Si la persona no es sorprendida al
momento de estar cometiendo el delito o inmediatamente después de
ello, no es admisible que la autoridad aprehensora detenga, sorprenda
al inculpado y después intente justificar esa acción bajo el argumento
de que la persona fue detenida mientras cometía el delito. La
flagrancia resplandece, no se escudriña.

280. Por otro lado, la referencia a una actitud sospechosa, nerviosa o a


cualquier motivo relacionado con la apariencia de una persona, no es
una causa válida para impulsar una detención amparada bajo el
concepto “flagrancia”. Ésta siempre tiene implícito un elemento
sorpresa (tanto para los particulares que son testigos como para la
autoridad aprehensora). En contraste, cuando no hay ese elemento
sorpresa ―porque ya se ha iniciado una investigación que arroja datos
sobre la probable responsabilidad de una persona― la detención
requiere estar precedida por el dictado de una orden de aprehensión.

281. La relevancia de la denuncia de un delito flagrante para efectos de la


ratificación de la detención. A partir de toda la información anterior,
podemos identificar cuál es el proceder que, a la luz de la
Constitución, debe seguirse para efectuar una detención cuando la
autoridad tiene conocimiento, mediante una denuncia, de que en un
determinado lugar se está cometiendo un delito.

282. Aquí sólo interesa analizar la clase de denuncias informales que


versan sobre delitos cometidos en flagrancia (es decir, aquellos que se

192
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están cometiendo o bien que se acaban de cometer). En otras


palabras, sólo nos referiremos a todas aquellas denuncias que no se
rinden ante el Ministerio Público en las condiciones de regularidad
formal que deben operar ordinariamente. Esto, por la urgencia
implícita al concepto de flagrancia. Como ejemplos de denuncias
informales tenemos: llamadas a la policía (anónimas o no) de
particulares que son víctimas o testigos del delito; o aquellas
denuncias de testigos o víctimas que se realizan directa y
presencialmente ante la policía y que también versan sobre hechos
delictivos recién cometidos o que se están cometiendo.

283. Así, los lineamientos generales que han de acatarse son:

283.1 Una vez que la policía recibe información de que en un lugar


público se está cometiendo o se acaba de cometer un delito, debe
―inmediatamente y de ser posible― informar a la autoridad ministerial
a efecto de que ésta, con los elementos de información que tenga
disponibles, solicite a la autoridad judicial que libre una orden de
aprehensión contra quienes sean señalados como probables
responsables. El agotamiento de esta acción siempre debe ser
favorecido, en virtud del principio de excepcionalidad de las
detenciones no autorizadas judicialmente.179

283.2 De cualquier forma, por la urgencia que caracteriza a las


circunstancias descritas, no es necesario que la policía espere a

179
Al respecto, el artículo 274 del Código Federal de Procedimientos Penales dice:
Artículo 274. Cuando la Policía Judicial tenga conocimiento de la comisión de un delito que se
persiga de oficio, sólo cuando por las circunstancias del caso, la denuncia no puede ser formulada
directamente ante el Ministerio Público, levantará una (sic) acta, de la cual informará
inmediatamente al Ministerio Público, en la que consignará:
I.- El parte de la policía, o en su caso, la denuncia que ante ella se haga, asentando
minuciosamente todos los datos proporcionados por uno u otra;
(REFORMADA, G.O. 3 DE MAYO DE 1999)
II.- Las pruebas que suministren las personas que rindan el parte o hagan la denuncia, así como
las que se recojan en el lugar de los hechos, ya sea que se refieran al cuerpo del delito o a la
probable responsabilidad de sus autores; cómplices o encubridores, y
III.- Las medidas que dictaren para completar la investigación.

193
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recibir la autorización judicial para desplegarse hasta el lugar de los


hechos a fin de detener la comisión del delito y aprehender al sujeto
activo. Esto, con fundamento en el quinto párrafo del artículo 16
constitucional.180

284. Sin embargo, para que la detención en flagrancia pueda ser válida (es
decir, guardar correspondencia formal y material con la normativa que
rige el actuar de la policía) tiene que ceñirse al concepto constitucional
de flagrancia que fue delimitado en la última reforma a la que se ha
venido haciendo referencia; esto es, tiene que darse alguno de los
siguientes supuestos:

 La autoridad puede aprehender al aparente autor del delito si


observa directamente que la acción se está cometiendo en ese
preciso instante, esto es, en el iter criminis.

 La autoridad puede iniciar la persecución del aparente autor del


delito a fin de aprehenderlo si, mediante elementos objetivos, le es
posible identificarlo y corroborar que, apenas en el momento
inmediato anterior, se encontraba cometiendo el delito
denunciado.

285. El juez que ratifica una detención en la que no es necesario esperar


una orden de aprehensión (flagrancia y caso urgente) debe conducirse
de acuerdo con el espíritu de la reforma constitucional a la que hemos
hecho referencia. Como se ha dicho, éste consistió en otorgar al
gobernado la seguridad de que no será aprehendido a manos del
Estado por el solo hecho de que alguien lo ha señalado como
delincuente, sin aportar datos concretos que pudieran corroborar esa
acusación.

180
Esto no torna irrelevante el deber de informar, cuando sea posible, al Ministerio Público de los
datos denunciados, pues a partir de ese momento éste puede iniciar una investigación, relacionar
datos y empezar a investigar de modo eficiente y veloz.

194
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286. Ya narramos cómo es que la delimitación del concepto flagrancia


obedeció a la intención de favorecer el derecho a la libertad personal.
Por tanto, el control judicial ex post a la privación de la libertad en
flagrancia debe ser especialmente cuidadoso. El juez debe ponderar si
la autoridad aprehensora contaba con datos suficientes que le
permitieran identificar con certeza a la persona acusada. Y debe
evaluar el margen de error que pudo haberse producido tomando
como base la exactitud y precisión de los datos aportados por la
denuncia.

287. En suma, a juicio de esta Sala, quien afirma la legalidad y


constitucionalidad de la aprehensión debe poderla defender ante el
juez. El principio de presunción de inocencia se proyecta hasta esta
etapa del proceso (hasta la detención) y, por tanto, quien afirma que la
persona aprehendida fue sorprendida en flagrancia, tiene la carga de
la prueba.

288. El escrutinio posterior a la detención es de suma importancia, pues el


descubrimiento de que se está ante una situación de ilegal privación
de la libertad debe desencadenar el reproche y la exigencia de
responsabilidad que jurídicamente correspondan.

289. Una vez aclarados los conceptos sobre la materia, es necesario


analizar si en el caso sometido a nuestra consideración se cumplieron
los requisitos que condicionan la validez constitucional de la detención.

290. Como se recordará, en el caso del quejoso, ni siquiera hubo una


denuncia formalmente planteada en su contra antes de la detención.
De acuerdo con los informes de los policías remitentes ―a los cuales
la Sala responsable concedió pleno valor probatorio― la razón por la
cual procedieran a detenerlo fue porque, ―según afirman los
aprehensores― al preguntarle sobre su responsabilidad en la
comisión del delito de homicidio, él simplemente lo aceptó. Con motivo

195
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de ese reconocimiento, el quejoso supuestamente subió a la patrulla


de los oficiales donde les ofreció dinero a fin de no ser presentado
frente al Ministerio Público. Con base en este hecho se tuvo por
acreditado el delito flagrante (respecto al cohecho) y
consecuentemente se validó su detención.

291. A juicio de esta Sala, este proceder es inadmisible a la luz de los


estándares que han sido delineados en párrafos anteriores. El primer
problema que es posible identificar respecto a la utilización de la
flagrancia como elemento justificador de la detención es el siguiente:
la aprehensión del quejoso ocurrió antes de la supuesta oferta de
dinero a la cual se refirieron los policías ―hecho que fue calificado
como delito flagrante―; es decir, la detención ocurrió a la comisión del
delito flagrante. Como se afirmó en los párrafos precedentes, para que
la flagrancia esté justificada como supuesto excepcional que autoriza
la detención, el hecho flagrante tiene que cometerse antes de la
detención; en otras palabras, ésta no puede ser causa de la flagrancia,
sino la flagrancia la causa de la detención. Por tanto, la flagrancia que
se buscó justificar nunca se actualizó.

292. Por otro lado, el informe de los policías remitentes señalaba que el
quejoso fue aprehendido tras haber aceptado estar involucrado en la
comisión del delito de homicidio. El principal problema que enfrenta
este dato es que, aun suponiendo que las afirmaciones de los policías
fueran veraces, lo cierto es que ellos no contaban con la investidura ni
las facultades para interrogar al quejoso acerca de su supuesta
participación en el delito. Además, el señalamiento informal de una
persona que, por el azar, se reencontró con quien identificaba como
un homicida, es claramente un elemento insuficiente para actualizar
una detención. Un señalamiento con un grado de imprecisión
semejante no puede ser considerado un elemento apto en sí mismo
para justificar una detención.

196
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293. Validar detenciones basadas en datos tan inciertos como los que
dieron fundamento a la aprehensión del quejoso, crearía un terreno
fértil para la ejecución de detenciones arbitrarias. Una acusación
planteada en los términos en que lo hizo el taxista, tan sólo podría ser
considerado un elemento apto para desencadenar el actuar de la
autoridad; esto es: el inicio de una averiguación previa, lo que
eventualmente tendría que dar lugar, en su caso, a una orden de
aprehensión.

294. En este orden de ideas, al no colmarse el supuesto de detención por


flagrancia, la detención del impetrante de amparo era ilícita, lo que
evidentemente tiene un reflejo en la configuración de los elementos del
delito de cohecho, porque entonces, aún en el supuesto de que se
actualizara el ofrecimiento de dinero –lo que ya se ha afirmado por
esta Primera Sala que no aconteció– no es posible sostener que con
ello se tratara de impedir que los servidores públicos –policías
ministeriales– dejaran de cumplir con algo lícito relacionado con sus
funciones. La remisión de una persona ante el Ministerio Público, que
no son detenidas bajo los supuestos constitucionales que justifican la
detención de una persona acusada de la comisión de un delito en
flagrancia y por orden de aprehensión judicial, es decir, detenida de
forma ilegal no es un acto lícito relacionado con las funciones propias
de dichos agentes.

295. Aspectos que evidencian la atipicidad de la acción de cohecho porque


no se acreditan los elementos constitutivos del tipo penal que la
describe. Lo cual hace innecesario el análisis del siguiente
presupuesto relativo a la responsabilidad penal del sentenciado.

VIII. DECISIÓN

Con apoyo en las consideraciones expuestas en la presente


ejecutoria, al advertirse que los conceptos de violación expresados

197
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son esencialmente fundados –los cuales fueron suplidos en su


deficiencia–, esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, concluye que el acto reclamado, es violatorio de los artículos
14, párrafo segundo, 16 y 20, apartado A, de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos –texto anterior a la reforma de
dieciocho de junio de dos mil ocho–, en lo concerniente al derecho
humano de debido proceso, garantizado por los principios de
presunción de inocencia, no autoincriminación, defensa adecuada,
contradictorio y de las reglas de valoración de la prueba; y, en
consecuencia, a fin de restituir el goce de las garantías individuales
vulneradas, lo procedente es conceder al quejoso **********, el
amparo y protección de la Justicia de la Unión, de manera lisa y
llana, contra la sentencia definitiva de veintiséis de junio de dos mil
nueve, dictada por la Primera Sala Colegiada Penal de Tlalnepantla
del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México, en el toca
**********; en virtud de que con los medios de prueba que tomó en
cuenta la autoridad judicial responsable no se acreditó su
responsabilidad penal en la comisión del delito de homicidio y los
elementos constitutivos del delito de cohecho, por los cuales se le
instruyó proceso penal.

Protección constitucional que tiene efectos extensivos hacia el acto de


ejecución de la sentencia definitiva declarada inconstitucional,
atribuido al Director del Centro Preventivo y de Readaptación Social
de Chalco, Estado de México.

Concesión de protección constitucional que obliga a ordenar la


inmediata y absoluta libertad del quejoso ********** por lo que a
dichos ilícitos se refiere. En consecuencia, se instruye a la Secretaría
de Acuerdos de esta Primera Sala para que comunique la presente
resolución a las autoridades responsables, por la vía de comunicación
que garantice el cumplimiento inmediato de la sentencia de amparo.

198
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PUNTOS RESOLUTIVOS

PRIMERO. La Justicia de la Unión ampara y protege a **********, en


contra de los actos y por las autoridades reclamadas, en términos del
último apartado de esta ejecutoria.

SEGUNDO. Se ordena la inmediata y absoluta libertad del quejoso


********** por los delitos a que se refiere la presente ejecutoria,
instruyéndose a la Secretaría de Acuerdos de esta Primera Sala para
que comunique la presente resolución a las autoridades responsables,
por la vía de comunicación que garantice el cumplimiento inmediato de
la sentencia de amparo.

Notifíquese; con testimonio de esta resolución, devuélvanse los autos


a la Sala Colegiada Penal de origen y, con fundamento en el artículo
106 de la Ley de Amparo, requiérasele para que a la brevedad informe
sobre el cumplimiento que dé a esta ejecutoria; así como, en su
oportunidad, archívese el toca como asunto concluido.

Así, lo resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia


de la Nación, por unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros:
Jorge Mario Pardo Rebolledo, José Ramón Cossío Díaz (Ponente),
Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Presidente Arturo Zaldívar
Lelo de Larrea. Ausente el señor ministro Guillermo I. Ortiz Mayagoitia.

Firman el Presidente de la Sala y el Ministro Ponente, con el


Secretario de Acuerdos, quien autoriza y da fe.

PRESIDENTE:

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MINISTRO ARTURO ZALDÍVAR LELO DE LARREA.

PONENTE:

MINISTRO JOSÉ RAMÓN COSSÍO DÍAZ.

EL SECRETARIO DE ACUERDOS
DE LA PRIMERA SALA:

LIC. HERIBERTO PÉREZ REYES.

En términos de lo previsto en los artículos 3°, fracción II, 13, 14 y 18


de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública
Gubernamental, en esta versión pública se suprime la información
considerada legalmente como reservada o confidencial que encuadra en
esos supuestos normativos.

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