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Tres siglos transcurrieron entre la conquista y las inquietudes revolucionarias del siglo XIX. Los principios de la
nacionalidad florecieron y se despertó el viejo clamor independentista, el pensamiento revolucionario se difundió en la
clandestinidad. Que panamá se separa de España fue muy importante por su posición geográfica actualmente ofrece al
mundo una amplia plataforma de servicios marítimos comerciales, inmobiliarios y financieros, entre ellos la zona libre de
colon, la zona franca más grande del continente y la segunda del mundo.
R: A diferencia de las demás colonias, Panamá fue una colonia fiel a la Corona Española debido al comercio. A comienzos
del siglo XIX, la postrada economía del Istmo se reactivó, a causa de las medidas tomadas por España, la cual le dio
autorización al comercio con posesiones extranjeras en el Caribe. En 1808 el gobernador Juan Antonio de la Mata abrió
el río Chagres a las transacciones mercantiles con Jamaica y pronto Portobelo se sumó a tales actividades. No se hizo
esperar el aumento del contrabando y la rápida obtención de ganancias por parte de los comerciantes locales. Estos
ante la invasión de Napoleón Bonaparte en la Península Ibérica, enviaron fuertes donativos en dinero y especias a las
juntas que luchaban contra tal imposición en el trono español. Tales gestos de lealtad de los criollos panameños hacia la
Corona Española y a Fernando VII, no se circunscribieron en el ámbito europeo; también existieron los donativos
patrióticos para contribuir a la sofocación de las revueltas independentistas en Hispanoamérica y en especial con el
restablecimiento del virreinato en Panamá.
R: Inicialmente el proceso de la independencia de Panamá no fue planificado por los istmeños, sino por los libertadores
del Sur de América quienes veían en Panamá un punto estratégico, tanto político como militar. El primero de ellos fue
Francisco de Miranda, quien en 1790 propuso al ministro británico William Pitt amplias facilidades de tránsito por
Panamá a través de un futuro canal interoceánico a cambio del apoyo militar de Inglaterra para la independencia de
América del Sur. A juicio de Miranda, esto beneficiaría a Inglaterra ya que abría la posibilidad de la expansión del
comercio ingles hasta China, Japón, entre otros territorios. Desde el punto de vista militar, Miranda también le dio
especial importancia a Panamá, ya que la mayor parte de las tropas expedicionarias para la emancipación podrían
concentrarse en el río Chagres como en la Bahía de Panamá. Sin embargo, estos proyectos no prosperaron, a pesar de
que aun en 1801 Miranda y otros conspiradores en Londres pretendían apoderarse de puntos estratégicos en Panamá
para así fomentar actividades mercantiles; así como para atraer a más criollos del continente para que levantaran las
armas contra el Imperio Español.
R: José Domingo De Obaldía sería nombrado gobernador del Istmo, este cargo ya lo había desempeñado con
anterioridad; pero él se sentía inclinado hacia la idea de la separación. José Agustín Arango, político istmeño, empezó a
trabajar en secreto en la preparación del movimiento separatista. Una junta revolucionaria clandestina se formó en
torno suyo para planificar una revolución destinada a consolidar la separación del Istmo de la soberanía colombiana,
para negociar directamente con Estados Unidos la construcción del canal. La red conspirativa estaba conformada aparte
del propio Arango, por Manuel Amador Guerrero, médico; Nicanor de Obarrio, militar y general del ejército colombiano
y por otros como Ricardo Arias, Federico Boyd, Carlos Constantino Arosemena, Tomás Arias y Manuel Espinosa Batista.
Pero la parte operativa, la de mayor riesgo, le tocó a Amador Guerrero, quien viajó a Estados Unidos en busca de apoyo
para el plan, ya que las fuerzas norteamericanas habían ayudado en el pasado al ejército colombiano. También obtuvo
en Panamá el apoyo de importantes jefes liberales y el apoyo del comandante militar Esteban Huertas.
Conclusión
El 3 de noviembre de aquel feliz día en 1903, un grupo de panameños decidieron que nuestro país tomara sus propias
riendas y comenzara a forjarse su propio destino y el de todos los panameños.
En este mes de la patria son importantes estas fechas para festejar con fervor patriótico, con mucho amor y alegría y
reafirmar de manera cívica, nuestra vocación de país libre, independiente, soberano y democrático, en honor a nuestros
próceres y quienes continuaron su labor en estos años de República.
Tenemos el compromiso de engrandecer esta Nación que nos cobija bajo una sola bandera, lo que nos impone el deber
de construir una Patria Nueva pensando el bienestar colectivo con bases firmes para beneficio de las futuras
generaciones.