Riesgos Maternos Asociados A La Prematuridad

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Riesgos maternos asociados a la prematuridad

¿Qué puede causar la prematuridad?


La prematuridad y las situaciones en las que no llega adecuadamente el oxígeno
al cerebro, pueden producir alteraciones en el desarrollo neurológico. Estos
problemas neurológicos pueden surgir durante el embarazo, en el momento del
parto o en los primeros días de vida y, a veces, pueden persistir a largo plazo.
Por qué se produce el parto prematuro
Entre las causas más frecuentes del parto prematuro figuran los embarazos
múltiples, las infecciones y las enfermedades crónicas, como la diabetes y la
hipertensión; ahora bien, a menudo no se identifica la causa

Causas y factores de riesgo de la Prematuridad

Aproximadamente, 1 de cada 10 mujeres gestantes presenta un parto prematuro.


En nuestro entorno la prevalencia es del 6-7%, pero en países como EEUU
supera el 12% de los partos.
A pesar de los cuidados antenatales,  estos porcentajes se han mantenido
invariables en las últimas décadas e incluso han aumentado discretamente a
causa, principalmente, del aumento de las técnicas de reproducción asistida así
como de la edad materna de las gestantes. Esto provoca que haya un mayor
porcentaje de gestaciones múltiples y un mayor número de inducciones del parto
antes de las 37 semanas por complicaciones maternas o fetales.

Uno de los principales desafíos en el manejo de cualquier gestación es la


identificación de aquellas mujeres con mayor riesgo de presentar un parto
prematuro y poder aplicar estrategias terapéuticas específicas que han mostrado
su utilidad en reducir el parto prematuro. Los principales factores de riesgo de
parto prematuro son

Mujeres con historia de parto prematuro anterior antes de las 34 semanas.


Es el factor de riesgo más importante. El número de partos prematuros y la edad
gestacional en la que nacieron estos prematuros marcan el riesgo en la nueva
estación

Factores uterinos. Cirugía uterina como la conización o traquelectomía;


malformaciones uterinas como el útero septo o bicorne; miomas que deforman la
cavidad endometrial.
Complicaciones de la gestación actual. Gestación múltiple; sangrado en el 2º y
3º trimestre; alteraciones del volumen del líquido amniótico (por exceso o
defecto); amenaza de parto prematuro; rotura prematura de membranas; infección
sistémica como la pielonefritis, neumonía y apendicitis.

Las mujeres de origen afroamericano o afrocaribeño tienen el doble de riesgo


de presentar un parto prematuro que las de origen caucásico. 

Nutrición definida por el Índice de Masa Corporal (IMC). Las mujeres muy


delgadas con un IMC inferior a 19 tienen más riesgo de prematuridad,
posiblemente, en relación a la disminución del flujo uterino por mal nutrición. De
igual modo, la obesidad también es considerada factor de riesgo, ya que el tejido
adiposo produce proteínas inflamatorias que desencadenan el parto espontáneo.
Además, estas mujeres tienen más riesgo de complicaciones maternas, como
la hipertensión y diabetes, que pueden provocar que el parto se deba inducir de
forma prematura.

Período entre parto y nueva gestación inferior a 6 meses duplica el riesgo de


parto prematuro.

Tabaco y consumo otros tóxicos. Las mujeres fumadoras tienen más riesgo de
parto prematuro y de retraso de crecimiento intrauterino fetal.
Factores sociales. El nivel socioeconómico y educacional bajo y factores
psicosociales como el estrés o la depresión, aumentan discretamente el riesgo de
prematuridad.¿Cuándo acudir al médico?
Los síntomas clínicos que deben alertar del riesgo de parto prematuro son:
Sangrado en el 2º y 3º trimestre. Excluyendo la causa placentaria (por ejemplo
por placenta previa), la presencia de sangrado predispone a complicaciones como
la rotura prematura de membranas o la amenaza de parto prematuro.
Aparición de contracciones uterinas. Síntomas como el endurecimiento de la
barriga acompañado de dolor tipo menstruación, deben alertar de la posibilidad
de amenaza de parto prematuro.
Pérdida de líquido amniótico. Descartada la pérdida de orina involuntaria o
flujo vaginal o semen, la pérdida de líquido vaginal alerta de la posibilidad de
rotura prematura de membranas.Además de la exploración física, en la consulta
médica se realizarán diferentes procedimientos diagnósticos como
una ecografía vaginal, registro cardiotocográfico o analítica sanguínea, entre
otros, para descartar cualquier complicación relacionada con la prematuridad.
¿Cómo evitar la Prematuridad?
Aunque en la mayoría de ocasiones se desconoce la causa última del parto
prematuro, existen una serie de recomendaciones que pueden ayudar a disminuir
el riesgo de presentar un parto prematuro en una nueva gestación.

Evaluación inicial en Unidades especializadas de Prematuridad para


mejorar el resultado obstétrico en la siguiente gestación. Cualquier gestante
con antecedente de pérdida gestacional más allá de las 17 semanas de gestación o
antecedente de parto prematuro o rotura prematura de membranas antes de las 34
semanas debería ser derivada a Unidades de Prematuridad específicas. En estas
unidades se sigue la evolución de estas pacientes con un control ecográfico
seriado, valorando la influencia infecciosa en la prematuridad y ofreciendo la
posibilidad de un tratamiento específico según la situación clínica (ejemplo
progesterona, cerclaje uterino, pesario, antibióticos).
Período de al menos 12 meses entre el parto y una nueva gestación. En el
caso que existan antecedentes de prematuridad.
Dejar de fumar y evitar el consumo de tóxicos antes o en cualquier momento
de la gestación. Abandonar el tabaco durante la gestación reduce el riesgo de
parto prematuro hasta un 20%.
Corregir déficit nutricional y anemia. Es muy importante mantener unos
niveles correctos de hierro, ya que la anemia en el 1º o 2º trimestre puede
incrementar el riesgo de parto prematuro. Se aconseja un suplemento con hierro
solo en caso de anemia.
Suplementos de ácidos grasos omega-3. Es saludable seguir una dieta baja en
grasas y rica en ácidos grasos omega-3, presentes en el aceite de oliva y el
pescado azul, así como el consumo de frutas y verduras. Si existen antecedentes
de parto prematuro se puede recomendar la administración de suplementos de
ácidos grasos omega-3.
Descripción general

Un parto prematuro es el que ocurre más de tres semanas antes de la fecha de


parto estimada. En otras palabras, un parto prematuro es el que ocurre antes de la
semana 37 de embarazo. Los bebés prematuros, en especial, los que nacieron
con mucha anterioridad, suelen tener problemas médicos complicados. Por lo
general, las complicaciones por el nacimiento prematuro varían. Sin embargo,
cuanto más temprano nazca un bebé, el riesgo de tener complicaciones será más
alto.

Según qué tan temprano nazca un bebé, puede ser:

 Prematuro tardío, si nació entre la semana 34 y la semana 36 completas de


embarazo

 Prematuro moderado, si nació entre la semana 32 y la semana 34 de embarazo

 Muy prematuro, si nació antes de las 32 semanas de embarazo

 Prematuro extremo, si nació antes de las 25 semanas de embarazo

Productos y servicios

El bebé puede tener síntomas muy leves de nacimiento prematuro o


puede tener complicaciones más evidentes.

Algunos signos de nacimiento prematuro son los siguientes:

 Tamaño pequeño con cabeza desproporcionadamente grande

 Apariencia más delgada con rasgos menos redondeados que los de un bebé que
nació a término, debido a la falta de reservas de grasa

 Cabello fino (lanugo) en casi todo el cuerpo

 Temperatura corporal baja, en especial, inmediatamente después del nacimiento en


la sala de parto debido a la falta de grasa corporal almacenada

 Respiración fatigosa o dificultad para respirar

 Falta de reflejos para succionar y tragar, lo que provoca dificultades para


alimentarse

Tu bebé puede necesitar ayuda adicional para alimentarse y adaptarse


inmediatamente después del parto. El equipo de atención médica puede brindarte
información sobre qué se necesita y cuál será el plan de cuidado para tu bebé.

Muchas veces, la causa específica del parto prematuro no es clara. No obstante,


existen factores de riesgo para el parto prematuro, entre ellos:
 Haber tenido otro parto prematuro

 Embarazo de mellizos, trillizos o más

 Un intervalo de menos de seis meses entre embarazos

 Concepción a través de una fertilización in vitro

 Problemas en el útero, el cuello uterino o la placenta

 Tabaquismo o consumo de drogas ilegales

 Algunas infecciones, especialmente del líquido amniótico y de aparato genital inferior

 Algunas afecciones crónicas, como presión arterial alta y diabetes

 Estar por debajo del peso o tener obesidad durante el embarazo

 Sucesos estresantes, como la muerte de un ser querido o sufrir violencia doméstica

 Múltiples abortos espontáneos o voluntarios

 Lesiones físicas o traumatismos

Por causas desconocidas, las mujeres afroamericanas son más propensas a tener
partos prematuros que las mujeres de otras razas. Sin embargo, cualquiera puede
tener partos prematuros. De hecho, muchas mujeres que han tenido un parto
prematuro no tienen factores de riesgo conocidos. Tu bebé puede necesitar ayuda
adicional para alimentarse y adaptarse inmediatamente después del parto. El
equipo de atención médica puede brindarte información sobre qué se necesita y
cuál será el plan de cuidado para tu bebé.

Muchas veces, la causa específica del parto prematuro no es clara. No obstante,


existen factores de riesgo para el parto prematuro, entre ellos:

 Haber tenido otro parto prematuro

 Embarazo de mellizos, trillizos o más

 Un intervalo de menos de seis meses entre embarazos

 Concepción a través de una fertilización in vitro

 Problemas en el útero, el cuello uterino o la placenta


 Tabaquismo o consumo de drogas ilegales

 Algunas infecciones, especialmente del líquido amniótico y de aparato genital inferior

 Algunas afecciones crónicas, como presión arterial alta y diabetes

 Estar por debajo del peso o tener obesidad durante el embarazo

 Sucesos estresantes, como la muerte de un ser querido o sufrir violencia doméstica

 Múltiples abortos espontáneos o voluntarios

 Lesiones físicas o traumatismos

Por causas desconocidas, las mujeres afroamericanas son más propensas a tener
partos prematuros que las mujeres de otras razas. Sin embargo, cualquiera puede
tener partos prematuros. De hecho, muchas mujeres que han tenido un parto
prematuro no tienen factores de riesgo conocidos.

Muchas veces, la causa específica del parto prematuro no es clara. No obstante,


existen factores de riesgo para el parto prematuro, entre ellos:

 Haber tenido otro parto prematuro

 Embarazo de mellizos, trillizos o más

 Un intervalo de menos de seis meses entre embarazos

 Concepción a través de una fertilización in vitro

 Problemas en el útero, el cuello uterino o la placenta

 Tabaquismo o consumo de drogas ilegales

 Algunas infecciones, especialmente del líquido amniótico y de aparato genital inferior


 Algunas afecciones crónicas, como presión arterial alta y diabetes

 Estar por debajo del peso o tener obesidad durante el embarazo

 Sucesos estresantes, como la muerte de un ser querido o sufrir violencia doméstica

 Múltiples abortos espontáneos o voluntarios

 Lesiones físicas o traumatismos

Por causas desconocidas, las mujeres afroamericanas son más propensas a tener
partos prematuros que las mujeres de otras razas. Sin embargo, cualquiera puede
tener partos prematuros. De hecho, muchas mujeres que han tenido un parto
prematuro no tienen factores de riesgo conocidos.

Algunos problemas pueden manifestarse al momento del nacimiento mientras que


otros pueden desarrollarse más adelante.

Complicaciones a corto plazo

Durante las primeras semanas, las complicaciones de un parto prematuro pueden


incluir lo siguiente:

 Problemas respiratorios. Un bebé prematuro puede tener dificultad para


respirar, ya que su sistema respiratorio es inmaduro. Si a los pulmones del
bebé les falta surfactante (una sustancia que permite que estos se
expandan), el bebé puede padecer el síndrome de dificultad respiratoria, ya
que los pulmones no pueden expandirse y contraerse con normalidad.

Los bebés prematuros también pueden tener un trastorno pulmonar llamado


displasia broncopulmonar. Además, algunos bebés prematuros sufren
pausas prolongadas en la respiración, lo que se conoce como apnea.

 Problemas cardíacos. Los problemas cardíacos más frecuentes que tienen los


bebés prematuros son el conducto arterioso persistente y la presión arterial baja
(hipotensión). El conducto arterioso persistente es una abertura persistente que se
encuentra entre la aorta y la arteria pulmonar. Si bien este defecto del corazón a
menudo se cierra solo, si no se trata, se puede producir un soplo cardíaco,
insuficiencia cardíaca u otras complicaciones. Para la hipotensión arterial, es posible
que se deba hacer un ajuste en los líquidos intravenosos, los medicamentos y, a
veces, las transfusiones sanguíneas.

 Problemas cerebrales. Cuanto más temprano nace un bebé, mayor es el riesgo de


sangrado en el cerebro, lo que se conoce como hemorragia intraventricular. La
mayoría de las hemorragias son leves y se resuelven con pocos efectos a corto
plazo. Sin embargo, algunos bebés pueden tener un mayor sangrado cerebral que
causa una lesión cerebral permanente.

 Problemas de control de temperatura. Los bebés prematuros pueden


perder calor rápidamente. No tienen la misma grasa corporal almacenada
que un bebé que nació a término y no pueden generar el calor suficiente
como para contrarrestar lo que se pierde a través de la superficie corporal. Si
la temperatura corporal baja demasiado, la temperatura central puede ser
más baja de lo normal, lo que se conoce como hipotermia.

La hipotermia en un bebé prematuro puede provocar problemas respiratorios


y niveles bajos de glucosa en la sangre. Además, un bebé prematuro suele
usar toda la energía que obtiene de la alimentación solo para mantener la
temperatura. Por eso, los bebés prematuros más pequeños necesitan calor
adicional de un calentador o una incubadora hasta que sean más grandes y
puedan mantener la temperatura corporal sin ayuda.

 Problemas gastrointestinales. Los bebés prematuros son más propensos a tener


el sistema gastrointestinal inmaduro, lo que les genera complicaciones como la
enterocolitis necrosante. Esta enfermedad, que puede llegar a ser grave y en la cual
se dañan las células que recubren la pared del intestino, puede aparecer en bebés
prematuros después de que comienzan a alimentarse. Los bebés prematuros que
solo reciben leche materna tienen un riesgo mucho más bajo de
padecer enterocolitis necrosante.

 Problemas sanguíneos. Los bebés prematuros corren riesgo de tener


problemas sanguíneos como anemia e ictericia del recién nacido. La anemia
es una afección frecuente que se produce cuando el cuerpo no tiene los
glóbulos rojos suficientes. Si bien todos los recién nacidos sufren una lenta
disminución de los glóbulos rojos durante el primer mes de vida, la
disminución puede ser mayor en los bebés prematuros.
La ictericia del recién nacido consiste en un cambio de color en la piel y los
ojos del bebé, que se tornan amarillos, y ocurre porque la sangre contiene un
exceso de bilirrubina, una sustancia de color amarillo proveniente del hígado
o los glóbulos rojos. Si bien la ictericia tiene muchas causas, es más común
en los bebés prematuros.

 Problemas metabólicos. Los bebés prematuros suelen tener problemas en el


metabolismo. Algunos bebés prematuros pueden tener un nivel anormalmente bajo
de glucosa sanguínea (hipoglucemia). Esto puede ocurrir porque generalmente
tienen reservas más reducidas de glucosa que los bebés nacidos a término. Los
bebés prematuros también tienen más dificultades para convertir la glucosa
almacenada en formas de glucosa más activas y utilizables.

 Problemas del sistema inmunitario. Un sistema inmunitario que no se desarrolló


por completo, lo que es frecuente en bebés prematuros, puede aumentar el riesgo
de contraer infecciones. En un bebé prematuro, una infección se puede extender
con rapidez a la sangre y provocar septicemia, una infección que se disemina por el
torrente sanguíneo.

Complicaciones a largo plazo

A largo plazo, el nacimiento prematuro puede generar las siguientes


complicaciones:

 Parálisis cerebral. La parálisis cerebral es un trastorno del movimiento, el tono


muscular o la postura que puede deberse a una infección, un flujo sanguíneo
inadecuado o una lesión en el cerebro en desarrollo de un recién nacido en una
etapa temprana del embarazo o cuando el bebé es pequeño e inmaduro.

 Dificultades en el aprendizaje. En varios hitos fundamentales del desarrollo, los


bebés prematuros son más propensos a retrasarse que los bebés que nacieron a
término. En la edad escolar, un niño que nació prematuro será más propenso a tener
problemas de aprendizaje.

 Problemas de visión. Los bebés prematuros pueden padecer retinopatía del


prematuro, una enfermedad que se produce cuando los vasos sanguíneos se
hinchan y crecen en exceso en la capa de nervios sensibles a la luz en la parte
posterior del ojo (retina). Algunas veces, los vasos anómalos generan gradualmente
cicatrices en la retina y la desplazan de su lugar. Cuando la retina se desplaza de la
parte posterior del ojo, se denomina "desprendimiento de retina", una afección que,
si no se detecta, puede deteriorar la visión y provocar ceguera. Problemas de
audición. Los bebés prematuros tienen un mayor riesgo de sufrir algún grado de
pérdida auditiva. A todos los bebés se les controla la audición antes del alta
hospitalaria.

 Problemas dentales. Los bebés prematuros que han estado gravemente enfermos


tienen un mayor riesgo de sufrir problemas en los dientes, como retraso en la salida
de los dientes, cambios de color en los dientes y mala alineación dental.

 Problemas psicológicos y de conducta. Los bebés que nacieron de manera


prematura son más propensos que los nacidos a término a tener ciertos problemas
psicológicos o de conducta, así como retraso en el desarrollo.

 Problemas de salud crónicos. Los bebés prematuros son más propensos a tener


problemas de salud crónicos (algunos de los cuales requieren atención hospitalaria)
que los niños nacidos a término. Hay más posibilidades de que se manifiesten
infecciones, asma y problemas de alimentación o de que estos persistan. Los bebés
prematuros también tienen un mayor riesgo de padecer el síndrome de muerte
infantil súbita.

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