GINECOESTETICA
GINECOESTETICA
GINECOESTETICA
ANATOMÍA GINECOLÓGICA
El monte del pubis es una eminencia redondeada que se encuentra por delante de la
sínfisis del pubis. Está formada por tejido adiposo recubierto de piel con vello pubiano.
LABIOS MAYORES
Los labios mayores son dos grandes pliegues de piel que contienen en su interior
tejido adiposo subcutáneo y que se dirigen hacia abajo y hacia atrás desde el monte
del pubis. Después de la pubertad, sus superficies externas quedan revestidas de piel
pigmentada que contiene glándulas sebáceas y sudoríparas y recubierta por vello. El
orificio entre los labios mayores se llama hendidura vulvar.
LABIOS MENORES
Los labios menores son dos delicados pliegues de piel que no contienen tejido adiposo
subcutáneo ni están cubiertos por vello pero que poseen glándulas sebáceas y
sudoríparas. Los labios menores se encuentran entre los labios mayores y rodean el
vestíbulo de la vagina. En mujeres jóvenes sin hijos, habitualmente los labios menores
están cubiertos por los labios mayores. En mujeres que han tenido hijos, los labios
menores pueden protruir a través de los labios mayores.
VESTÍBULO DE LA VAGINA
CLÍTORIS
El clítoris es un pequeño órgano cilíndrico compuesto por tejido eréctil que se agranda
al rellenarse con sangre durante la excitación sexual.
Tiene 2 - 3 cm. de longitud y está localizado entre los extremos anteriores de los labios
menores. Consiste en: dos pilares, dos cuerpos cavernosos y un glande y se mantiene
en su lugar por la acción de varios ligamentos. El glande del clítoris es la parte
expuesta del mismo y es muy sensitivo igual que sucede con el glande del pene. La
porción de los labios menores que rodea al clítoris recibe el nombre de prepucio del
clítoris.
Los bulbos del vestíbulo son dos masas alargadas de tejido eréctil de unos 3 cm de
longitud que se encuentran a ambos lados del orificio vaginal. Estos bulbos están
conectados con el glande del clítoris por unas venas. Durante la excitación sexual se
agrandan, al rellenarse con sangre, y estrechan el orificio vaginal produciendo presión
sobre el pene durante el acto sexual.
VAGINA
ÚTERO O MATRIZ
El útero es un órgano muscular hueco con forma de pera que constituye parte del
camino que siguen los espermatozoides depositados en la vagina hasta alcanzar las
trompas de Falopio. Tiene unos 7-8 cm. de longitud, 5 - 7 cm de ancho y 2 - 3 cm. de
espesor ya que sus paredes son gruesas. Su tamaño es mayor después de
embarazos recientes y más pequeño cuando los niveles hormonales son bajos como
sucede en la menopausia. Está situado entre la vejiga de la orina por delante y el recto
por detrás y consiste en dos porciones: los 2/3 superiores constituyen el cuerpo y el
1/3 inferior, el cuello o cérvix que protruye al interior de la parte superior de la vagina y
en donde se encuentra el orificio uterino por el que se comunica el interior del útero
con la vagina. La porción superior redondeada del cuerpo se llama fondo del útero y a
los extremos del mismo o cuernos del útero se unen las trompas de Falopio, cuyas
cavidades quedan así comunicadas con el interior del útero. Varios ligamentos
mantienen al útero en posición.
Las células secretoras de la mucosa del cuello uterino producen una secreción
llamada moco cervical, mezcla de agua, glucoproteínas, lípidos, enzimas y sales
inorgánicas. A lo largo de sus años reproductores, las mujeres secretan de 20-60 ml
de este líquido cada día que es menos viscoso y más alcalino durante el tiempo de la
ovulación, favoreciendo así el paso de los espermatozoides a los que aporta nutrientes
y protege de los fagocitos y del ambiente hostil de la vagina y del útero. Parece,
además, que podría tener un papel en el proceso de capacitación de los
espermatozoides. Durante el resto del tiempo, es más viscoso y forma un tapón
cervical que impide físicamente el paso de los espermatozoides.
TROMPAS DE FALOPIO
infundíbulo presenta numerosos pliegues o fimbrias que atrapan al ovocito
cuando se produce la ovulación para llevarlo al orificio abdominal de la trompa
e introducirlo en el interior de la misma. Una de las fimbrias está sujeta al
ovario correspondiente.
• La ampolla que es la parte más ancha y larga de la trompa y la que recibe al
ovocito desde el infundíbulo. Es el lugar en donde tiene lugar la fertilización del
ovocito por el espermatozoide
• El istmo que es una porción corta, estrecha y de paredes gruesas. Se une con
el cuerno del útero en cada lado
• La porción uterina que es el segmento de la trompa que atraviesa la pared del
útero y por donde el ovocito es introducido en el útero. La pared de las trompas
tiene una capa interna o mucosa con un epitelio simple columnar ciliado que
ayuda a transportar el ovocito hasta el útero junto a células secretoras que
producen nutrientes para el mismo, una capa intermedia de músculo liso cuyas
contracciones peristálticas ayudan también, junto con los cilios de la mucosa, a
transportar el ovocito, y una capa externa o serosa.
OVARIOS
PROCEDIMIENTOS COSMÉTICOS EN GINECOLOGÍA
Desde los años sesenta, la labioplastia y vaginoplastia han sido practicadas. No fue
sino hasta 1983, que Hodgkinson publicó uno de los primeros procedimientos
vaginales cosméticos.
Posterior a esto, los reportes de desarrollo y mejoras a las técnicas han sido muchos.
Tanto la labioplastia como el rejuvenecimiento vaginal son dos procedimientos que
generalmente son confundidos entre sí y que son distintos.
Todo esto, con el fin de conseguir una vagina más estrecha. Quienes se beneficiarán
de esos procedimientos son las pacientes con defectos congénitos, multíparas o con
lesiones deformantes.
• Atrofia vaginal
• Sequedad vaginal
• Pérdida de elasticidad
• Disminución de la capacidad de compresión
Las paredes de la vagina se vuelven delgadas, poco elásticas y poco resistentes a
traumas, lo que afecta a la vida sexual.
Durante la fase de excitación se puede producir en la mujer una laxitud muscular con
falta de tumescencia en los genitales externos y falta de lubricación vaginal con
disminución de la sensibilidad propia y de la pareja. Aumentan también las
posibilidades de que las relaciones sean dolorosas en la penetración y el riesgo de
vulvovaginitis atrófica e incontinencia urinaria.
Indicaciones
Precauciones y contraindicaciones
• Embarazo
• Tumores
• Epilepsia
• Diabetes mellitus insulino dependiente
• Infección urinaria o Hematuria
• Infección activa del área a tratar
• Fotosensibilidad a drogas
• Condiciones neurológicas severas asociadas con incontinencia
Cuidados posteriores al tratamiento médico
LABIOPLASTIA
• Hipertrofia verdadera severa. Labios menores de 4 cm o más con o sin zonas
de mucho crecimiento.
Indicaciones
Precauciones y contraindicaciones
• Embarazo
• Lactancia
• Tumores
• Epilepsia
• Diabetes mellitus insulino dependiente
• Infección urinaria o Hematuria
• Infección activa del área a tratar
• Fotosensibilidad a drogas
• Condiciones neurológicas severas
• Infecciones en la zona a tratar
• Antibioticoterapia por 7 días
• Controles médicos obligatorios para un adecuado seguimiento
Indicaciones
Precauciones y contraindicaciones
• Embarazo
• Lactancia
• Tumores
• Epilepsia
• Diabetes mellitus insulino dependiente
• Infección activa del área a tratar
• Alergia a los rellenos
• Condiciones neurológicas severas
• Alteraciones en la coagulación
Indicaciones previas al tratamiento labioplastia con rellenos
equilibrio entre la destrucción y neo formación de componentes dermoepidérmicos.
Múltiples causas derivadas del envejecimiento intrínseco y extrínseco, hacen que los
fibroblastos vayan disminuyendo en número y perdiendo progresivamente su
capacidad de reparar los daños y regenerar los componentes normales de la piel.
Asimismo los queratinocitos ven alterada su tasa de reproducción y capacidad de
protección y los vasos sanguíneos van siendo más escasos y finos. Todas estas
células responden a factores de crecimiento, que con el envejecimiento van
disminuyendo en cantidad y calidad La consecuencia es la pérdida de elasticidad y
firmeza, el afinamiento de la dermis, la aparición de arrugas y su descenso con
aspecto flácido, notable sobre todo en el rostro a nivel de las mejillas y el mentón.
• Autólogo
• Libre de cuidados sobre enfermedades transmisibles (HIV, hepatitis, etc.)
• Útil para promover cicatrización, relleno o rejuvenecimiento
• Actúa como adhesivo biológico
• Hemostático
• No induce fibrosis en exceso
• Fácil de aplicar
Se produce como derivado animal o por síntesis bacteriana en laboratorios para ser
usado en estética. Es biocompatible. No necesita test de sensibilidad, aunque se han
comunicado alrededor de 1% de alergias en la población.
menos vulnerable a las enzimas hialuronidasas de la piel, por lo que su
duración puede extenderse de 4 meses a 1 año, según variantes de cada
marca, siendo el promedio de alrededor de 6 meses de duración.
Los labios mayores se constituyen por una capa rellena de una sutil malla de tejido
celular subcutáneo. A partir de los 35 años y con la menopausia, la zona labial genital
puede perder parte de su turgencia, bien por atrofia del tejido graso o bien por
hiperlaxitud de la piel, si bien, por lo general, se presenta una combinación de ambos
problemas.
Una opción no invasiva de rejuvenecer los labios mayores y el introito vaginal de forma
sencilla y sin cirugía, mediante la aplicación de radiofrecuencia.
La radiofrecuencia produce, por tanto, dos efectos simultáneos en los labios mayores:
El tratamiento suele ser confortable, tan solo produce una discreta sensación de calor
en la zona tratada.
Debido a que el proceso de envejecimiento es continuo, se recomiendan sesiones de
mantenimiento.
Efectos colaterales
• Sensación de piernas pesadas por algunas horas cuando se usan grandes
volúmenes
Contraindicaciones
Embarazo y lactancia
• Peeling
• Mesoterapia
• Radiofrecuencia
• Fotorejuvenecimiento con láser o IPL
• Plasma rico en plaquetas. En general la carboxiterapia se realiza una a dos
veces por semana y de 10 a 20 sesiones. Luego se puede realizar una sesión
cada 15 días durante 3 meses, seguido de un período de descanso de 3
meses.
Algunas de las causas por las que produce el oscurecimiento del área anal, vaginal o
vulvar son:
• Desajustes hormonales
• Ropa interior muy ajustada
• Edad
• Genética
• Embarazos
• Contacto con apósitos durante la menstruación
Para lograr que la zona vulvar y anal tengan un color homogéneo parejo, con el
objetivo de despigmentarlas, se utilizan métodos como los peelings, luz intensa
pulsada (IPL) y el láser, CO2 ó Diodo 980 nm.
Peeling
Clasificación de peeling
B) Según la profundidad
• Muy superficiales: Se aplican cada 7 a 15 días. Producen descamación de la
epidermis superficial, eliminando el estrato corneo.
ü Resorcina al 10 y 20%.
ü Ácido salicílico al 10, 20 y 30%.
ü Solución de Jessner: (a. salicílico al 14+ resorcina al 14+ a. láctico al
14%).
ü Ácido glicólico al 15, 30, 35%( uso cosmético) y al 50 y 70% (uso
médico).
ü Ácido mandélico al 15, 30 y 35%( uso cosmético) y al 50%( uso
médico).
ü Ácido láctico al 15 y 30%( uso cosmético) y al 50% (uso médico).
ü Ácidos Fítico y Cítrico al 20 y 30% son los llamados peeling de verano.
ü Ácido tricloroacético al 15 y 25% (hay máscaras para estrías).
Contraindicaciones de peeling
Se define a la próstata femenina como las glándulas uretrales, periuretrales y sus
conductos. El punto G forma parte de este conjunto de glándulas, nombrado así, en
honor del ginecólogo alemán Ernest Gräfenberg. Este punto se encuentra situado en
la cara anterior del canal vaginal, a tres centímetros del exterior de la vagina entre el
hueso del pubis y el cuello del útero.
La existencia de este punto ha estado teñida por la polémica, existen grupos que
niegan su existencia, y otros que la afirman. Se ha demostrado mediante biopsias de
la zona, un tejido que es similar al de la próstata masculina y lo han denominado
“próstata femenina”, lo cual es en realidad una colección de glándulas que rodean la
uretra y, de igual manera que la próstata masculina, puede verse afectada por
diversos procesos como carcinoma o prostatitis. La secreción de estas glándulas
contiene antígeno prostático específico y se presenta durante el orgasmo femenino en
el vestíbulo vaginal a través del meato uretral y de los orificios del ducto parauretral.
El primer estudio realmente científico realizado que profundizó en el misterio de la
eyaculación femenina, fue proporcionado por el ginecólogo Reinjier de Graaf, quien
describió a los genitales femeninos y la ovulación en su trabajo Tractatus de Virorum
Organis Generationi Inservientibus. En éste, define a la próstata femenina como la
uretra rodeada por una sustancia membranosa, que produce un líquido expulsado
desde el ducto ubicado en la salida de la uretra.
Años más tarde, muchos otros científicos como Williams Mellie y William Horner se
refieren a la expulsión de fluido a través de la próstata femenina y de su probable
etiología glandular.
No fue sino hasta el siglo X que Rudolf Virchow describió a la próstata femenina como
las glándulas parauretrales, siendo Alexanders Kene quien obtiene el crédito por su
descripción. Ya durante el siglo XX, en Nueva York, es en donde el Dr. Gräfenberg
basado en las observaciones de mujeres durante el orgasmo, publicó en 1953 un
importante artículo titulado “El rol de la uretra en el orgasmo femenino”.
Fueron los hallazgos reportados en este artículo los que guiaron a los doctores John
Perry y Whipple a nombrar a esta área “punto-G” en honor al Dr. Gräfenberg.
Lla ampliación del punto G es una técnica que se realiza mediante la inyección de
submucosa en la pared anterior del canal vaginal, específicamente en el punto medio,
entre el borde posterior del pubis y el labio anterior del cuello uterino (en caso de no
existir cuello uterino, de 2 a 3 cm detrás del pubis).
Esta técnica ha sido practicada con distintos productos como son: tejido celular
subcutáneo, el ácido hialurónico de baja densidad y colágenos. Actualmente, la
inyección de ácido hialurónico de alto peso molecular es la mejor opción para
procedimientos realizados en esta zona y no es una técnica nueva, ya que este
componente también es usado en la cirugía urológica con el fin de tratar la
incontinencia urinaria de esfuerzo.
Es una moderna técnica no quirúrgica que consiste en extraer grasa, a través de
pequeñas incisiones en la piel, mediante una cánula de punta roma con orificios en su
extremo, y conectada a una jeringa con la que se genera el vacío necesario para
aspirar o succionar el tejido adiposo excedente.
Cuidados Posteriores
Precauciones
Protocolo
Materiales necesarios:
• Cánulas de 2 a 4,5 mm
• Cánula de klein
• Trabas para jeringa de 60 cc
• Ultrasonido de 3 MHZ
• Jeringas de 60 cc y 5 cc
• Antisépticos
• Campos estériles
• Solución Fisiológica
• Agujas 30 y 21 G
• Lidocaína 2% con epinefrina
• Adrenalina
• Guantes estériles
• Gasas
• Cinta adhesiva
• Esterilizador (para cánulas)
Metodología
Complicaciones
• Hematomas
• Dolor en la zona tratada
• Edema y eritema
• Infecciones
• Hemorragia
LIPOTRANSFERENCIA
La grasa se extrae de la zona donante mediante liposucción con una cánula a través
de pequeñas incisiones y se somete a una preparación específica (lavado, filtración
y/o centrifugado) previa a su reinfiltración en la zona deseada mediante agujas
específicas. Se puede hacer utilizando anestesia local, una sedación o anestesia
general, lo que depende de las características del paciente y de la extensión del
procedimiento.
INCONTINENCIA URINARIA
Las cifras de prevalencia que aparecen en los diferentes estudios son muy variables,
dependiendo de una serie de factores como concepto de incontinencia, método de
estudio, nivel asistencial estudiado y otras características de la muestra. En estudios
epidemiológicos entre mujeres adultas de todas las edades las tasas de prevalencia
de IU oscilan entre 20 y 50%.
• Incontinencia urinaria de urgencia. La IU de urgencia (IUU) es la pérdida
involuntaria de orina acompañada o inmediatamente precedida de urgencia.
Por urgencia se entiende cuando el paciente se queja de la aparición súbita de
un deseo miccional claro e intenso, difícil de demorar. Esta sensación de
urgencia es consecuencia de una contracción involuntaria del detrusor vesical.
Cuando estas contracciones involuntarias se ponen de manifiesto en un
estudio urodinámico se denomina “detrusor hiperactivo”, cuya causa puede ser
una enfermedad neurológica (hiperactividad del detrusor neurogénica) o sin
causa detectable (hiperactividad del detrusor idiopática). Puede además
deberse a otras causas, como estenosis uretral, hipercorrección quirúrgica, etc.
Es la forma más común de IU en mayores de 75 años, sobre todo en los
hombres (40-80%). En los grandes estudios epidemiológicos citados entre 11 y
20% de las mujeres incontinentes tenían síntomas de IUU.
• Incontinencia urinaria mixta. La incontinencia urinaria mixta (IUM) es la
percepción de pérdida involuntaria de orina asociada tanto a urgencia como al
esfuerzo. Se estiman en 30-40% las mujeres con IU que tienen síntomas de
IUM. Estos datos confirman previos estudios en los que se concluía que la IUE
es un problema frecuente en mujeres jóvenes y premenopáusicas, mientras
que los síntomas de urgencia y la IUU se hacen más predominantes en el
rango de edad postmenopáusica.
• Incontinencia urinaria continua. IU continua (IUC) es la pérdida involuntaria y
continua de orina. Puede ser debida a una fístula, desembocadura ectópica
ureteral o a un déficit intrínseco uretral grave.
• Enuresis nocturna. Enuresis nocturna es la pérdida involuntaria de orina
durante el sueño.
• Incontinencia urinaria inconsciente. La incontinencia urinaria inconsciente
(IUI) se define como la pérdida involuntaria de orina sin deseo miccional e
independientemente de cualquier aumento de la presión abdominal. Este tipo
de IU se presenta sólo con grandes volúmenes de orina dentro de la vejiga y
aunque poco frecuente es de interés reconocerla entre la población geriátrica.
Desde el punto de vista etiológico es una forma extrema de disfunción de
vaciado vesical, bien por una obstrucción en el tracto urinario inferior
(crecimiento prostático, esclerosis del cuello vesical) o por un detrusor
acontráctil (neurológico o por otros factores).
• Otras incontinencias urinarias. Otras formas de IU se pueden presentar de
forma ocasional, como la IU durante el coito o la IU con la risa (giggle
incontinence). Inmediatamente después de la micción la IU se describe con el
término goteo postmiccional, que es la pérdida de orina que se percibe justo
tras finalizar la micción, generalmente después de salir del baño.
Existen en la literatura varios estudios acerca de los putativos factores de riesgo que
pudieran incrementar el riesgo individual de desarrollar IU.
Ø Género. Varias razones (longitud uretral, diferencias anatómicas en el suelo
pelviano, efectos del parto) intentan justificar la diferencia de que las mujeres
tengan un mayor riesgo de desarrollar IU. Sin embargo, esta razón de riesgo
varía con la edad: en menores de 60 años las mujeres tienen cuatro veces más
probabilidades que los hombres de padecer IU, pero en mayores de 60 años
sólo dos veces más.
Ø Edad. Existen indicios para pensar que la edad pudiera jugar un papel en el
desarrollo de la IUU más que de la IUE. Los cambios relacionados con la edad
que pudieran contribuir al desarrollo de IU seían:
de los parámetros estudiados (edad gestacional, instrumentación del parto,
etc.) no mostraron asociación significativa.
Ø Histerectomía. El impacto de la histerectomía en el desarrollo de la IUE no
está demostrado. Un ya clásico metaanálisis publicaba una asociación entre
histerectomía e IU a largo plazo, es decir, muchos años tras la cirugía sobre
todo en mujeres mayores de 60 años en las que el riesgo de IU se
incrementaba hasta 60%. Otros estudios, no encuentran esta asociación.
Ø Factores uroginecológicos. Los prolapsos de la pared vaginal y de los
órganos pélvicos, la debilidad de los músculos del suelo pelviano, la cirugía
uroginecológica previa, el estreñimiento, las cistitis y otras infecciones del
tracto urinario son los factores uroginecológicos más importantes asociados a
IU.
Ø Otros factores. Incluyendo cardiopatías, diabetes mellitus, enfermedad de
Parkinson, demencia, accidentes cerebrovasculares, varios fármacos,
tabaquismo, abuso del alcohol, etc., se ha relacionado con IU. Un estudio
reciente ha encontrado una prevalencia de 71 y 24% de IUE entre madres y
hermanas de mujeres operadas por IU, frente a 40 y 11% de madres y
hermanas de mujeres no operadas, hallándose además un inicio de los
síntomas en edad más joven entre las primeras. Además, datos extraídos del
estudio EPINCONT ponen de manifiesto que las mujeres son proclives a
desarrollar IU si sus madres o hermanas mayores son incontinentes. Todo ello
hace pensar que la herencia puede jugar algún papel en la IUE.
Varios estudios han tratado de medir la calidad de vida relacionada con la salud
(CVRS) en las mujeres incontinentes. Estos estudios varían en su diseño,
metodología, criterios de diagnóstico de IU e incluso definición de calidad de vida. Sin
embargo, en todos ellos se expone que la IU tiene un impacto negativo notable sobre
múltiples aspectos de la vida diaria, tanto en el entorno social (menor interacción
social o mayor aislamiento, abandono de algunas aficiones, etc.), como en el físico
(limitaciones a la práctica deportiva), sexual (pérdida de la actividad sexual, evitación
de la pareja), psicológico (pérdida de la autoestima, apatía, depresión, sentimientos de
culpabilidad, etc.), laboral (absentismo, menos relación) y doméstico (precauciones
especiales con la ropa, protección de la cama, etc.).
de la International Consultation on Incontinence Short Form (ICIQ-SF), que es el
primer cuestionario breve que permite no sólo detectar la IU sino además categorizar
las pacientes de acuerdo con la gravedad de los síntomas y el grado de preocupación
que éstos les generan. Así se termina poniendo de manifiesto que el impacto sobre
CVRS depende del estilo de vida, la edad, el nivel sociocultural, y las experiencias
personales no tanto por la gravedad de los síntomas.
Los métodos básicos disponibles en todos los niveles asistenciales para el correcto
diagnóstico de la IU son la anamnesis, la exploración física y el diario miccional.
La exploración física debe hacerse con la vejiga llena, con la paciente en posición de
litotomía dorsal. Incluye la evaluación de los prolapsos genitales asociados, una
exploración neurológica básica de la zona lumbosacra para valorar el tono muscular
del suelo pelviano y los reflejos bulbocavernoso y anocutáneo. La demostración del
escape de orina debe hacerse primero en decúbito, haciendo toser a la paciente y
observando el escape de orina por la uretra. Si no hay escapes debe repetirse en
bipedestación.
Pocas pruebas de laboratorio son necesarias. Es imprescindible descartar infección
urinaria mediante la realización de un cultivo de orina. No obstante, se consideran de
utilidad como cribado las tiras reactivas, que tienen una elevada especificidad (92-
100%) pero variable sensibilidad (35-85%) en el caso de la bacteriuria.
Estudio urodinámico
• Flujometría
Ø Volumen miccional
Ø Flujo máximo
Ø Flujo medio
Ø Volumen residual
Ø Morfología
• Fase de llenado
Ø Sensación inicial
Ø Deseo miccional inicial
Ø Deseo miccional normal
Ø Deseo miccional fuerte
Ø Máxima capacidad vesical
Ø Acomodación vesical
Ø Contracciones involuntarias
• Función uretral
• Perfil uretral
En el caso de una IUE pura (poco frecuente pues se estima en sólo 5-10% IUE como
único síntoma) la exploración urodinámica debe confirmar la IUE y excluir la
hipoactividad del detrusor y la vejiga hiperactiva. Debe valorar la acomodación vesical
y evaluar el patrón de vaciado y si está alterado, diferenciar una obstrucción vesical de
una hipocontractilidad. Debe obtener una medida objetiva de la intensidad de la IUE
mediante los puntos de presión de fuga o la presión máxima de cierre uretral,
estableciendo, si lo hubiera, el diagnóstico de deficiencia esfinteriana intrínseca. Todo
lo anterior es determinante en la elección del tratamiento apropiado.
Pruebas de imagen
Tratamiento conservador de la incontinencia urinaria
Una ingesta hídrica abundante, sobre todo en las horas previas al descanso nocturno,
se relaciona con un mayor número de episodios de IU. Limitar esta ingesta a partir de
la merienda y reducir el consumo de sustancias excitantes (alcohol, café, té) puede
tener efectos beneficiosos sobre el número de escapes, aunque no hay datos
concluyentes.
Medidas paliativas
Los datos disponibles más recientes indican que la rehabilitación muscular del suelo
pelviano reduce los episodios de IU en 54-72% y las tasas de curación/mejoría en
ensayos aleatorizados varían entre 61 y 91. Con estos datos, es éste el tratamiento de
primera opción en mujeres con IUE leve y moderada adecuadamente motivadas.
En las fases de llenado y vaciado vesicales están involucradas una gran variedad de
vías neuronales aferentes y eferentes (somáticas, simpáticas y parasimpáticas),
reflejos y neurotransmisores centrales y periféricos (glutamato, serotonina,
noradrenalina, dopamina, ácido gamma-amino-butírico, encefalina y acetilcolina). Las
relaciones existentes entre todos estos factores no se conocen por completo, pero sí
es bien conocido que la acetilcolina es el neurotransmisor periférico predominante y
responsable de la contracción vesical.
Los antimuscarínicos son los fármacos más empleados, entre otros, en el tratamiento
de la IUU. De estos fármacos se puede esperar que eliminen la incontinencia en el 20-
30% de los casos y produzcan una mejora significativa de los síntomas en el 50% de
los pacientes. Los utilizados actualmente no muestran selectividad por los receptores
muscarínicos vesicales, aunque su efecto parece más pronunciado en la vejiga que en
otros órganos. Son estas reacciones las que limitan su utilización por los efectos
secundarios, fundamentalmente sequedad de boca, ojos secos, estreñimiento, reflujo
esofágico, visión borrosa, mareo y palpitaciones. Por ello, se están desarrollando
nuevos agentes más selectivos para la vejiga, los últimos de los cuales son la
darifenacina y la solifenacina, de reciente aparición en el mercado. Ambas han
demostrado ser eficaces y bien toleradas, reduciendo significativamente la urgencia y
los episodios de escape, con una baja incidencia de efectos secundarios,
acompañándose de una baja tasa de abandonos de tratamiento, mejorando el
cociente eficacia/tolerancia.
Existen en torno a 200 procedimientos quirúrgicos diferentes para tratar la IUE, pero,
pueden agruparse en tres tipos básicos: colposuspensiones, cabestrillos suburetrales
e inyectables uretrales.
Indicaciones
Precauciones y contraindicaciones
• Embarazo
• Tumores
• Epilepsia
• Diabetes mellitus insulino dependiente
• Infección urinaria o Hematuria
• Infección activa del área a tratar
• Fotosensibilidad a drogas
• Condiciones neurológicas severas asociadas con incontinencia
• Insuficiencia renal
• Incontinencia de orina de urgencia
• Incontinencia urinaria grave
• Incontinencia urinaria mixta
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