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337
TABLEROS METALICOS Y MIXTOS 2.2.pdf

Tableros metálicos y mixtos
1º Tipología Estructural y Puentes
Master en Ingenieria de Caminos, Canales y Puertos
Escuela Técnica Superior de Ingeniería

Universidad de Sevilla
Reservados todos los derechos. No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su
totalidad.
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TEMA VII. Tableros metálicos mixtos Irene García Vinagre
ÍNDICE
TEMA VII. TABLEROS METÁLICOS MIXTOS ................................................................................... 2
1. Tableros mixtos.............................................................................................................................. 3
2. Vigas doble T ................................................................................................................................... 4
3. Vigas cajón ..................................................................................................................................... 12
4. Tableros metálicos..................................................................................................................... 14
Reservados todos los derechos. No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
1
TEMA VII. TABLEROS METÁLICOS MIXTOS
La clasificación de luces cortas y largas de

los puentes de hormigón no es aplicable a
los puentes metálicos y mixtos. Tienen un
ámbito de aplicación mayor. Las luces que
se pueden alcanzar son mayores. Se puede
hacer un puente de vigas doble T con luces
de 100 m, que sería poco realista en
hormigón pretensado.
En hormigón pretensado las grandes luces
están asociadas a secciones cajón continuas
construidas en voladizos sucesivos y de canto variable, pero en acero no hay
problema en hacer continua una viga doble T con sección variable, con refuerzos en
los apoyos o donde los necesite …
… siendo los medios auxiliares mucho más sencillos por su menor peso.
Los tableros doble T son más económicos que los cajones en luces medias, porque la
deformación por cortante del ala inferior provoca que se desperdicie mucho acero,
no se puede tensionar la zona que se encuentra lejos de las almas
Sólo tienen ventajas las secciones cajón en luces medias, cuando los puentes son
curvos.
2
Para grandes luces se usan cajones porque se aprovecha todo el material y funcionan
mejor con carga excéntrica.
La cabeza superior puede ser de hormigón o metálica (losa ortótropa). La losa
superior que constituye la base de la rodadura es bastante más barata si es de
hormigón, siendo completamente metálico el puente cuando necesita reducir el
peso, como en puentes móviles (cuando el puente tiene que abrirse, que todos los
sistemas de control se encarecen mucho con el precio ) o de grandes luces.
1. Tableros mixtos
Figura 1. Doble T Figura 2. Sección U (Cajón)
Los tableros mixtos están formados por una o varias vigas metálicas con sección en
doble T o en U (cajón) , que se cubren con una losa de hormigón armado formando
cajón a la que están conectadas a través de conectadores (habitualmente pernos).
Los elementos constitutivos son:
• La losa superior que suele dimensionarse con flexión transversal.
• La rigidización longitudinal y vertical de almas y losas inferiores que con las
vigas (espesor de las chapas) caracterizan la resistencia a flexión y torsión
del tablero.
• El arriostramiento transversal que sirve para resistir la flexión transversal,
así como la distorsión producida por la solicitación excéntrica, evitar el
pandeo fuera del plano de las cabezas de compresión de las vigas
longitudinales y ayudar a impedir la inestabilidad del alma.
Básicamente hay dos tipos de arriostramientos (Figura 1), el primero está formado
por una H en vigas doble T que controla la distorsión en montaje y servicio y (Figura
2) el clásico de las vigas cajón que también se usa en vigas doble T. NO es exclusiva
la triangulación en vigas doble T.
Entre los cordones superiores de las vigas se dispone una triangulación horizontal
para soportar el viento que actúa sobre la viga (Figura 1). El torsor que provoca la
excentricidad de la carga de viento respecto de la rigidización superior se equilibra
con un par de fuerzas verticales que necesitan para desarrollarse la rigidez del
marco.
3
En el caso de tratarse de vigas cajón ese arriostramiento proporciona rigidez a

torsión durante la construcción.
En vigas cajón se puede conseguir doble acción mixta en la zona de los apoyos,
hormigonando sobre la chapa inferior… (consiste en hormigonar encima en la losa
inferior, encima de los apoyos)
Aunque es menos frecuente también se puede hacer con vigas doble T.
2. Vigas doble T
La relación B/L y el tipo de carga son los parámetros más relevantes, aunque no los
únicos, que determinan la configuración más adecuada del tablero, es decir, su canto,
la separación de las vigas y el espesor de la losa.
Para luces menores de 30 o 40 m la separación de las vigas puede oscilar entre 3 y
7 m.
La solución más barata son perfiles laminados compactos (clases 1 y 2). Cuando las
luces son pequeñas, un perfil COMPACTO. No necesitan rigidizacion ni longitudinal
ni transversal, por ello necesitan menos mano de obra y es su gran ventaja. Solo para
luces cortas, porque no hacen luces IPE de 3 m de canto.
Es típica la solución bi-jácena para las anchuras típicas de 12 ó 14 m con voladizos
a en torno a 0.4 b (igual que en los puentes de hormigón, debido a la flexión
transversal del tráfico).
4
Con esta separación la torsión queda bien resistida por torsión no uniforme, sin un
aumento muy grande de la flexión. Voladizos más grandes y vigas más juntas
resuelven peor el problema.
Para que la torsión no uniforme se desarrolle adecuadamente la sección debe ser
“indeformable” o debe intentarse que lo sea en la medida de lo posible, para lo que
se ponen riostras transversales, que además sirven para soportar el viento en
construcción junto con la triangulación. Es necesario intentar que la sección sea
INDEFORABLE, para que no se produzca la distorsión.
La separación de las riostras suele ser de unos 10 m o cada dos o tres
arriostramientos verticales.
Si la triangulación se pone arriba mejora el comportamiento frente a pandeo del
cordón superior en la fase de construcción. Es lo habitual, pero si se pone entre las
cabezas inferiores le confiere rigidez a torsión una vez ejecutada la losa.
Triangulando el rectángulo que forman las vigas longitudinales se consigue un

arriostramiento más eficaz. Si se separan mucho las vigas se pueden disponer vigas
transversales para evitar una flexión de la losa excesiva. De su separación depende
el espesor de la losa y se suelen separar en torno a 3 o 4 m.
Los espesores de la losa dependen de su luz a flexión y en general no deben superar
los 32 cm en apoyos de vigas y 25 o 28 cm en el centro. Si las luces de la losa
producen esfuerzos no soportables se debe disponer una viga intermedia (b). Lo
contrario, espesores mayores, penaliza la flexión longitudinal. NO SE DEBE
AUMENTAR EL ESPESOR DE LA LOSA.
5
En la zona de momentos negativos (sobre los apoyos) en la flexión longitudinal se

producen fuertes tracciones en la losa, para los que tradicionalmente se ha
pretensado la losa, unas veces antes de conectarla a las vigas, otras después y otras
simplemente se ha dispuesto armadura pasiva.
La opción de pretensar (la losa superior) antes de la conexión tiene como
inconveniente que, a pesar de todos los esfuerzos por no traspasar la fuerza de
pretensado a la viga metálica, la retracción y la fluencia terminan provocando ese
efecto, aunque claramente menos que si se pretensa después de que el hormigón sea
solidario con la viga.
Ese es el motivo por el que en muchos casos únicamente se dispone armadura pasiva
que controle el agotamiento y la fisuración.
La doble acción mixta no era muy frecuente por la dificultad de hacer la losa inferior.
Pero se van imponiendo incluso como…
dos losas de hormigón conectadas por un armazón metálico.

La forma de hacerlo es la siguiente:
6
Se monta en primer lugar la parte metálica mediante grúas o…
(se fabrica primero la sección metálica) empujados y luego se hormigona sobre
prelosas o con carro de avance que rueda sobre las vigas.
La relación canto luz suele oscilar en torno a 1/20.
Se pueden hacer más esbeltos 1/25 o incluso 1/30 cuando se emplean secciones
compactas (luces pequeñas).
Con secciones no compactas es más económico aumentar el canto que produce
menores cuantías de acero y secciones más rígidas.
Para luces mayores de 35 m se mantiene la sección bi-jácena pero se abandonan las
secciones compactas, manteniéndose las separaciones de vigas y espesores de la
losa.
Si aumenta la anchura se ponen más vigas, pero de más canto, con cantos de L/15
para anchuras de 20 m o más. En estos casos también se recurre a vigas
transversales.
7
Las vigas pueden ser compactas o no.
Las vigas compactas (clase 1) son aquellas que sus alas y almas tienen suficiente
rigidez como para que se pueda desarrollar la plastificación completa, incluso una
suficiente capacidad de rotación, antes de que se produzcan fenómenos de
inestabilidad (abolladura), y por tanto sin pérdida de resistencia.
Los momentos debidos a las deformaciones impuestas (temperatura, retracción,
fluencia) pueden no considerarse porque el giro plástico los elimina. Tampoco es
necesario sumar separadamente los esfuerzos de las distintas fases, es la suma
mayorada la que plastifica la sección.
La conexión acero hormigón debe diseñarse para el cortante último máximo si
queremos que toda la sección plastifique.
La sección de hormigón a utilizar es la correspondiente a la anchura eficaz, que es
mayor que la elástica porque la plastificación y su deformación activa zonas más
alejadas de las almas.
La falta de capacidad de redistribución de los esfuerzos de las secciones no

compactas (clases 2,3 y 4) hace que se deba tener en cuenta el proceso constructivo
y las deformaciones impuestas.
Las alas son delgadas y hace falta rigidizarlas longitudinal y transversalmente para
evitar que se abollen. Se puede elegir entre almas más gruesas con menos
rigidización o almas más finas con más rigidizadores y más laboriosas.
8
La rigidización vertical por un solo lado del alma se puede usar para esbelteces de
entre 50 < d/t < 200.
Para esbelteces mayores que 200 se necesita también rigidización horizontal para
controlar la deformación de cortante y flexión. 200 < d/t < 400.
Son preferibles los rigidizadores cerrados por su rigidez a torsión.
Cuando sometemos a una sección a un momento flector creciente, llega un momento
en que las compresiones provocan la inestabilidad de una zona. Dicha zona pierde
la capacidad de transmitir tensiones y el estado tensional longitudinal debe
redistribuirse hacia los bordes de esa zona, siendo máximas las tensiones en esos
bordes rigidizados y mínimas en la zona pandeada.
La manera de evaluar el estado tensional tras la abolladura, (comportamiento post-
crítico) es eliminando de la sección las zonas pandeadas.
Los rigidizadores verticales se disponen cada 3 o 4 m o entre un canto y dos cantos
de la sección, mientras que los longitudinales se disponen cada 30 o 40 cm en la
parte comprimida de la sección. En su dimensionamiento deben cumplir
condiciones de rigidez, para conseguir que las almas se consideren indeformables
en los contornos rigidizados, y de resistencia para soportar los esfuerzos que se le
transmiten.
9
Los rigidizadores verticales generalmente no se sueldan al ala inferior traccionada.

Los diafragmas además de servir de rigidizadores controlan la deformación
transversal, tanto en construcción como en servicio, ayudan al reparto de cargas.
Generalmente son de dos tipos “pórticos” o “triangulaciones”.
Su separación suele ser del orden de 8 o 10 m y no mayor de 4 veces el canto.
Se les añade triangulación horizontal arriba para soportar las cargas transversales
(viento) durante la construcción, luego son “inútiles”.
Si se disponen en la cara inferior, poco habitual, proporcionan rigidez a torsión en
servicio, y son útiles para plantas curvas.
Las solicitaciones en los diafragamas son las mismas de cualquier rigidizador
vertical más la correspondiente a la flexión transversal. Es importante tener en
cuenta que esa flexión transversal produce tracciones verticales en los
conectadores. También ocurre en los rigidizadores verticales, pero en menor
medida.
En puentes curvos en planta se produce un aumento de la flexión de la viga exterior
(se obtiene del cálculo de esfuerzos habitual), y una carga transversal en los
rigidizadores verticales y diafragmas de valor N a / R, donde a es la distancia entre
ellos.
Si el cordón comprimido no se encuentra bien arriostrado puede pandear por efecto

del axil variable que lo solicita. Esto puede ocurrir en el cordón inferior cerca de los
apoyos en vigas continuas, o en el cordón superior durante las fases de construcción,
cuando el hormigón aún no ha endurecido, pero se encuentra sobre la estructura.
Los métodos computacionales han evolucionado mucho en los últimos años y
resulta poco complicado realizar un modelo de elementos finitos que represente
razonablemente las rigideces involucradas.
10
En realidad, no es un problema demasiado complejo que consiste en la

determinación de la carga crítica de pandeo de una barra de sección constante o
variable, sometida a un axil variable, con unos muelles transversales de rigidez
correspondiente al marco que es la sección transversal con diafragma o la rigidez
del rigidizador transversal (incluida la parte correspondiente del alma). Se
desprecia la rigidez transversal del alma cuando no hay rigidizadores verticales o
diafragmas.
En la figura se muestra el primer modo de pandeo.
La modelización se hace considerando por un lado la losa y por otro las vigas
metálicas.
Las barras A (hormigón) tienen el ancho eficaz elástico, si están comprimidas, y si
analizamos la rotura el doble (sin pasar del máximo), de ese modo se obtienen su
área y su inercia de eje horizontal. La inercia de eje vertical se obtiene del conjunto
de las barras A y las A-A’ que forman viga Vierendel cuya rigidez horizontal debe ser
igual a la de la losa. Por su parte las barras A-A’ deben tener la rigidez de la losa que
modelizan.
En el caso de que las barras A estén traccionadas (sobre apoyos en puente continuo)
hay que comprobar si se fisuran en fase elástica, en cuyo caso su área debe ser la de
la armadura que contiene el ancho elástico en una longitud correspondiente al 15%
del vano. O se puede calcular la zona que se fisura pero teniendo en cuenta el
“tension stiffening”.
Las barras B reproducen las rigideces de la viga metálica.
Las barras AB deben tener la rigidez transversal del rigidizador más el trozo de alma
que modelizan e “infinita” en la dirección longitudinal.
Las barras C-C’ reproducen las barras del diafragma (o arriostramiento horizontal).
Para la obtención del modelo de pandeo del cordón inferior sólo hay que dividir la
barra B en dos, una barra B que sólo modelice el alma y una barra D que modelice el
11
cordón inferior, extendiendo hasta ella las barras verticales. O aún mejor se puede
hacer un modelo de elementos finitos de placas que permita evaluar tanto los
problemas de la no linealidad geométrica como del material.
3. Vigas cajón
Las secciones en cajón se usan tanto en luces moderadas (L < 50 m) como en
grandes luces. Para luces pequeñas la chapa inferior no es óptima ya que con B/L
grandes también lo es la pérdida de eficacia por la deformación por cortante
(arrastre de cortante del alma inferior), pero se pueden ajustar los espesores.
En grandes luces y tableros curvos o fuertemente torsionados este tipo de sección
es imprescindible.
La doble acción mixta convierte a un tablero bi-jácena en cajón, solución que se

puede extender a todo el tablero o mantener en la zona de apoyos.
En luces reducidas se puede sustituir la sección bi-
jácena por dos cajones. Es una solución mucho más
parecida en cuanto a su comportamiento y
dimensionamiento a la sección bi-jácena que a la
sección cajón, y participa de las ventajas e
inconvenientes de las vigas artesa respecto de las
doble T en tableros de vigas.
En (b) se representa la sección típica monocajón para
la que B/L no debe ser muy grande por la pérdida de
eficacia del ala inferior.
12
Las almas son más verticales, en general, que en las secciones de hormigón
pretensado.
Estas secciones pueden ser más esbeltas que las bi-jácenas, con relaciones canto /
luz del orden de 1/22 cuando son de canto constante y 1/25 en apoyos y 1/40 o
1/50 en centro de vano.
Como ya comentamos en las secciones cajón de hormigón, el canto, el espesor de las
cabezas y la resistencia están asociados a la resistencia y rigidez y se puede jugar
con ellos.
Si aumenta el ancho se pueden separar las almas e introducir una viga al centro, pero
esto perjudica el comportamiento del ala inferior y aumenta la distorsión. Si se
pretende mantener la distancia entre almas los voladizos saldrán grandes y se
pueden poner vigas transversales o apuntalar los voladizos. Todo menos aumentar
los espesores de la losa.
En el caso de disponer costillas el canto es del orden de 1 /20 la distancia entre
costillas.
En el ala inferior las vigas plantean el efecto asociado a la deformación tangencial,

que se puede mitigar poniendo menos material donde menos trabaja.
En los diafragmas es necesario dejar un hueco para el paso, que habrá que reforzar
y rigidizar.
13
4. Tableros metálicos
Lo único que diferencia a los tableros metálicos de los mixtos es la losa ortótropa
que sustituye a la losa de hormigón, con lo que desaparecen los problemas asociados
a las deformaciones diferidas del hormigón (retracción y fluencia) pero se
incrementan los problemas derivados de las deformaciones por cortante de modo
similar a lo que ocurre en el ala inferior, en este caso con cargas directamente
aplicadas sobre el ala superior.
Tienen mayor riesgo de inestabilidad asociado a la compresión longitudinal.
La losa ortótropa está compuesta por tres elementos:

• Chapa superior sobre la que se coloca el pavimento.
• Rigidización, siempre longitudinal.
• Vigas transversales que reparten las cargas a las almas.
Es la cabeza de compresión o tracción y también es el elemento destinado a soportar
la carga directa del tráfico.
14
En el eurocódigo 3 parte 2 en su anexo C hay unas recomendaciones para el

dimensionamiento de la losa ortótropa, de donde se deduce que, para puentes de
carretera, el espesor de la chapa superior (t) debe ser mayor o igual que 12 mm,
siempre que la capa de rodadura supere los 70 mm, o debe ser mayor o igual que 14
mm para espesores de pavimento comprendidos entre 40 y 70 mm.
En zonas donde no haya tráfico rodado el espesor de la chapa superior se debe
mantener por encima de los 10 mm.
La distancia entre rigidizadores (e) debe ser menor o igual a 300 mm o e/t menor o
igual a 25 en las zonas de rodadura, en el resto e debe ser menor o igual que 400 mm
o e/t menor que 40.
El espesor de los rigidizadores debe ser mayor que 6 mm y su inercia depende de la
distancia entre vigas transversales y la carga que reciben.
Las vigas transversales son vigas Vierendel por el hueco que hay que practicarles
para los rigidizadores longitudinales.
15

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TEMA VII. Tableros metálicos mixtos Irene García Vinagre

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