La Anarquía, Manuel Gonzales Prada
La Anarquía, Manuel Gonzales Prada
La Anarquía, Manuel Gonzales Prada
P.T.C.M.
m p r e o e n e P e r Ú
P r i n e d n P e r Ú
La primera edición de este libro, lanzada por la Editorial "Er-
cilla" de Santiago de Chile, en 1936, baio la dirección de Alfredo
Gonzá/ez Prada y .Luis Alberto Sánchez, fué' rápidamente consu-
mida por el público.
La segI!Jnda apareció en Barcelona, en los días de la Guerra
Española, y también se agotó velozmente.
La tercera, hecha de nuevo por "Ercilla", contenía algunas a-
diciones y notables correcciones, de acuerdo con los textos ori-
ginales, debidas al vigilante celo de Alfredo Gonzá/ez Prado, hi-
io del autor y editor de la obra postuma del creador de "Páiinas
Libres" y "Horas de Lucha"
El prólogo que aparece más adelante nos exime de mayores
consideraciones acerca del autor.
González Prada figura entre los "próceres intelectuales" del
Nuevo Mundo, en la mism.a categoría que Sarmiento, Lastarria,
Montalvo, Martí, Hostos, Alberdi, hombres que, al mismo tiempo
que escribían con pulcritud, vivían sus ideas y combatían tenaz-
mente por ellas.
P. T. C. M.
DEL MISMO AUTOR
PROSA
Páginas Libres.- París, 1894 (1" edición); Madrid, 1915 (29 edición,
con un estudio crítico de Rufino Blanco-Fombona); lima, 1946,
Talleres P.T.C.M., (3" edición, totalmente modificada por su
autor).
Horas de Lucha.- lima, 1908 l1" edición); Lima, 1924 (29 edición);
Buenos Aires, 1946 (39 edición).
Bajo el oprobio.- París, 1933.
Anarquía.- Santiago, 1936; Barcelona, 1938; Santiago,' 1940; li-
ma,1948.
Nuevas páginas libres.- Santiago, 1937.
Figuras y figurones.- París 1938.
Propaganda y ataque.- Buenos Aires, 1938.
Prosa menuda.- Buenos Aires, 1941.
El ToneJ de Diógenes.- México, 1945.
VERSOS
Minúscu/as.- lima, 1901 (1" edición); lima, 1909 (29 edición); lima, ~
1928 (39 edición); lima, 1947 (49 edición).
Presbiterianas.- lima, 1909 (19 edición); Lima, 1928 (29 edición).
ExótJcas.- lima, 1911.
Trozos de Vida.- París, 1933.
Baladas Peruanas.- Santiago, 1935 (Prólogo de luis Alberto Sán·
chez).
Grafitos.- París, 1937.
Libertarias.- París, 1938.
Baladas.- París, 1939.
Adoración.- lima, 1947.
OBRAS COMPLETAS DE GONZALEZ-PRADA - 111
MANUEL G. PRADA
ANARQUIA
Cuarta Edición
L I M A 1 948 P E R U
GONZALEZ PRADA
(De la primera edici6nl
s.
ADVERTENCIA
A. G. P.
LA ANARQUIA
surgir ella sola y sobreponerse a las otras, no sería más que una
parodia de las antiguas convulsiones políticas.
Se ha dicho y diariamente sigue repitiéndose: La emanci-
pación de los obreros tiene que venir de los obreros mismos. Nos-
otros agregaremos para en"sanchar las miras de la revolución so-
cial, para humanizarla y universalizarla: la emancipación de la
clase obrera debe ser simultánea con la emancipación de las de-
más clases. No sólo el trabajador sufre la iniquidad de las leyes,
las vejaciones del poder y la tiranía del capital¡ todos somos, más
o menos, escarnecidos y explotados, todos nos vemos cogidos por
el inmenso pulpo del Estado. Excluyendo a la nube de parásitos
que nadan en la opulencia y gozan hoy sin sentir la angustia del
mañana, la muchedumbre lucha desesperadamente para cubrir la
desnudez y matar el hambre.
A todos nos cumple dar nuestro contingente de luz y de
fuerza para que el obrero sacuda el yugo del capitalista¡ pero al
obrero le cumple, también, ayudar a los demás oprimidos para
que destrocen las cadenas de otros amos y señores.
Los instintos de los hombres no se transforman súbitamente,
merced a convulsiones violentas: con la guillotina se suprimen
las cabezas de algunos malos¡ con las leyes y discursos o con
tempestuosos cambios de autoridades, no se improvisan buenos
corazones. Hay que sanearse y educarse a sí mismo, para quedar
libre de dos plagas igualmente abominables: la costumbre de obe-
decer y el deseo de mandar. Con almas de esclavos o de man-
dones, no se va sino a la esclavitud o a la tiranía.
Por eso creemos que una revolución puramente obrera, en
beneficio único de los obreros, produciría los mismos resultados
que las sediciones de los pretorianos y los movimientos de los po-
líticos. Triunfante la clase obrera y en posesión de los medios o-
presores, al punto se convertiría en un mandarinato de burgueses
tan opresores y egoístas como los señores feudales y los patrones
modernos. Se consumaría una regresión al régimen de castas, con
una sola diferencia: la inversión en el orden de los oprimidos.
Braceros y no braceros, todos clamamos por una redención,
que no pudo venir con el individualismo enseñado por los eco no-
ANARQUIA 17
(1905)
A.-2
EL DEBER ANARQU ICO
I1
-¿Entonces ... ?
-Soy de la oposición; siempre contra el Gobierno.
Este dialoguillo resume los sentimientos de un alma libre, re-
chazando el principio de autoridad y declarándole guerra donde
le encuentra. ¡Ojalá todos pensaran como él!
Porque, si en opinión de los fanáticos, el principio de la sa-
biduría es el temor de Jehovah, en concepto de los hombres libres
la cordura de un pueblo estriba en el menosprecio a la autoridad.
Eso que llaman desacato y lesa majestad carece' de sentido para
gentes emancipadas, sólo tiene significación para el enjambre de
palaciegos y cortesanos.
¡Qué náuseas sentiríamos si conociéramos el número de crí-
menes y bajezas que simbolizan la banda de un presidente, la mi-
tra de un obispo, la medalla de un magistrado y las charreteras
de un general! ¡Cuántas genuflexiones y curvaturas! ¡Cuántos em-
peños y chismes! ¡Cuántos perjurios y cohechos! i Cuántas prostitu-
ciones de las madres, de las hermanas, de las esposas y de las hi-
jas! A mayor encumbramiento, mayor ignominia, pues hubo que
arrastrarse más para subir más alto.
Los muchedumbres no deben alucinarse con títulos pomposos
ni dejarse deslumbrar con uniformes o vestiduras churrigverescas.
Se hallan en la obligación de repetirse noche y día que el mando
no implica superioridad 50bre la obediencia, que la blusa del jor-
nalero no tiene por qué humillarse al frac del Presidente. Si cabe
alguna diferencia entre el Jefe Supremo y el simple ciudadano, e-
lla redunda en honor del segundo: el ciudadano paga; el Jefe Su-
premo recibe la remuneración: uno es el amo; el otro es el domés-
tico. Los pequeños y los grandes dignatarios de la nación no pa-
san de lacayos más o menos serviles; todo uniforme es librea, co-
mo todo sueldo es propina.
Odiemos, pues, a las autoridades por la única razón de ser-
Io: con el solo hecho de solicitar o ejercer mando, se denuncia la
perversidad en los instintos. El que se figura tener alma de rey, po-
see corazón de esclavo¡ el que piensa haber sido creado para el
señorío, nació para la servidumbre. El hombre verdaderamente
32 MANUEL GONZAlEZ PRADA
(l)-EI respeto a la personalidad y al estilo del autor obligan a los editores a no 01·
terar este artículo, explicable además por la campaña no contra el militar, sino con-
tra el militarismo absorbente en la política de entonces en el país.- Los Editores.
CAMBIO DE TACTICA
A.-4
50 MANUEL GONZALEZ PRADA
11
II1
(1)-1906.
ANARQUIA 61
A.-5
66 MANUEL GONZALEZ PRADA
(l}-1907.
ANARQUIA 75
pen las líneas de una ópticá convencional. Nada tan útil como los
gritos de alarma; por exagerados que parezcan, ellos arrancan a
la Humanidad de su letargo, la vuelven al sentimiento de su mi-
sión, la obligan a proseguir su marcha secular.
Verdad, la mayoría resiste al llamamiento subversivo, no pres-
ta mucha fe a las palabras de absoluta denigración y se mantie-
ne en guardia contra los sistemas preconizado res de una súbita re-
novación social; mas discute a los reformadores, les combate y de
la controversia misma hace nacer la duda, duda traducida muy
pronto por la necesidad o la conveniencia de efectuar algunas re-
formas. Gracias a la acción de los rebeldes, resulta, pues, una in-
filtración incesante de elementos dinámicos en un mundo con visos
de inercia, una amalgama de temeridad y prudencia, de quietud
y movimiento, lo que constituye la vida y la esencia de las socie-
dades.
ANTlPOLlTlCOS
(1907)
JOSE NAKENS
del reo con los libertarios no deben suponerse ni creemos que na-
die las haya supuesto.
Si hubo en España un enemigo de los anarquistas ese enemi-
go fué Nakens. Por largo tiempo mantuvo en las columnas de El
(1)-1908.
88 MAHUEL GOHZALEZ PRADA
11)-Este artículo fué escrito en las horas más álgidas del fenecido entredicho
chileno-peruano. y es bueno recordar que el autor encará la protesta de la ju-
ventud peruana a rafz de la guerra del 79. la proceridad de González Prado y
el significado de la obra total hacen indispensable conservar la integridad de
su pensamiento, haciendo presente las circunstancias mencionados. INota de los
editores.)
EL PRIMERO DE MAYO (1")
(1)-1908.
ANARQUIA 111
pitalista y entre el buey que por unas cuantas libras de heno su-
da y se derrenga para concluir de engordar al hacendado.
Felizmente, la Humanidad no se compone hoy de una muche-
dumbre humilde y resignada que de luz a luz se dobla sobre el
terruño y sólo levanta la cabeza para besar la mano de sus ca-
porales. Un gran ejército de proletarios, esparcido en todo el mun-
do, comprende ya la ironía de conmemorar la fie'sta del trabaio
y ve en el 19 de mayo e'l día simbólico en que 'los oprimidos y los
explotados se juntan para contarse, unificar sus aspiraciones y pre-
pararse a la acción demoledora y definitiva.
El obrero consciente celebra hoy la fiesta de la Revolución.
FERMIN SALVOCHEA
mero Lacomo
vida republicano
de Salvocheaparase derribar
reduce a Id~na continua delucha,
monarquía Isabel pri-
11,
del francés o del inglés varias obras, entre las que citaremos las
Memorias de Luisa Michel y Campos¡ fábricas y talleres de Kro-
potkin.
Amalia Carvia dice en Las Dominicales de Madrid al hablar
de Salvochea, poniéndole frente al célebre autor de Ana Kareni-
no:
''Tolstoi, con toda su alma de regenerador, no puede compa-
"rarse con Fermín. Tolstoi vivió la vida del hombre; disfrutó de to-
"dos los placeres de la existencia; se recreó en los goces de la fa-
"milia, y cuando tomó sobre sus hombros 'la cruz de·l redentor, fué
"cuando había agotado las dichas que el mundo ofrece.
"En cambio, Salvochea no vivió desde niño más que para la
"piedad humana; los juegos de su infancia, los amores de su ju-
"ventud, las alegrías de la edad viril, no fueron más que un cons-
"tante trabajo de redención; sus sufrimientos han sido infinitos, tan
"grandes como su amor por la humanidad.
"El apostolado de Salvochea no fué inspirado por los desen-
"gaños de la vida, por la vista de las injusticias sociales, por la lec-
"tura de libros revolucionarios, no, ese apostolado fué inspirado
"por los besos maternales ... "
Si el fragmento de Amalia Carvia nos pinta a Salvochea en
el curso de la vida, la siguiente anécdota nos le retrata en la ho-
ra del gran viaje, cuando las máscaras se desprenden de los sem-
blantes y dejan ver a los hombres en toda su belleza o en toda su
deformidad. La víspera del fallecimiento hablaba con su madre y
algunos amigos; la vida, el más allá, la religión, el porvenir de la
Humanidad, la anarquía, etc., eran los temas de la conversación,
que nos recuerda el último diálogo de Sócrates con sus discípu-
los. Alguien -quizá la excelente señora que le había dado el ser
- mencionó a Jesús, encareciendo su bondad, su amor al prójimo
y recordando la resurrección de Lázaro. Salvochea fijó los ojos en
su madre y dijo con la mayor serenidad:
-De ser cierto ese milagro, él te prueba que Jesús no era
bueno ... Sí, no era bueno, porque debió haber resucitado a to-
dos los muertos del pueblo.
(1908)
A.-8
EL INDIVIDUO
-_/
PRIMERO DE MAYO (1)
(1)-1909.
122 MANUEL GONZALEZ PRADA
Madrid.
González, Carfos Alberto.- "Epónimos", la Paz, 1922, pp. 43 a 53.
Haya de la Torre, V. R.- "la nueva y la vieja generación de intelectuales
del Perú", en "Par la Emancipación de la América l.atina", B. Ai-
res, 1927, p. 137.
Haya de la Torre, V. ,R.- "Nuestro frente intelectual", en el mismo libro,
ed. cit., pág. 167.
Hoya de /0 Torre, V. R.- "Mis recuerdos de González Prado", en "Sagi-
tario","1l..uenos Aires, 1925 y en "Repertorio Americano", 13 de a-
gosto de 1927.
Henríquez Ureña, Max.- "El ocaso del dogmatismo literario", en "Revista
Chilena". Santiago, 1920, tomo XI, pás. 186-187.
Hida/go, Alberto.- "Manuel González Prado", en "Inter América", 1920,
tomo 111, pág. 171-172. "Hombres y bestias", Arequipa, 1919; "Muer-
tos, heridos y contusos", Buenos Aires, 1920.
Ju/io, Sy/vio.- "Estudias hispanoamericanos", "Gonzálei Prado", pp. 305 a
319, Río de Janeira, 1924.
Lora y Lora, José E.- "Anunciacián", París, 1908.
Mariátegui, José Carfos.- González Prado, en "Siete ensayos de interpre-
tacián de lo realidad peruano", lima, 1928.
Mackay, John A.- "Rebels", en "The Other Spanish Christ". New York,
1933, pág. 164.
Mackey, John A.- "That Other America", Nuevo York, 1935, pp. 105, 106
Y 118.
Melian Lafinur, Alvaro.- "literatura Contemporáneo", Buenos Aires, 1918;
. 'Figuras americanas", París.
A.-9
NOTAS
González Prada 7
Advertencia " 10
La anarquía , 11
Fiesta universal 15
El deber anárquico 18
El Estado , 28
La autoridad 30
El comienzo , 33
El sable , 35
Cambio de táctica ; 39
Cosechando el fruto " 43
En Barcelona .. " 46
El intelectual y el obrero 49
Ferocidad teutónica " .. 57
El Primero de Mayo (1906) 60
Necedades " 62
En la libre Inglaterra 65
Socialismo y anarquía 67
Las huelgas , " 70'
Rebelión del soldado 72
Primero de Mayo (1907) .....•.......... 74
Utilidad de los rebeldes 77
Antipolíticos , 79
La revolución " 81
José Nakens 84
Primero de Mayo (1908) " 87
La acción individual 90
)
\ Pág.
En España . 95
El crimen de Chicago . 97
La policía . 100
Luisa Michel ., , .. 104
Las dos patrias , . 107
El Primero de Mayo (1908) . 110
Fermín Salvochea .. " . 112
El individuo , . 114
La Comuna de París . 118
Primero de Mayo .(1909) . 121
La fuerza " .. " . 123
Algunas referencias bibliográficas sobre D.
Manuel González Prado " . 127
Notas ..............•...... , . 131
Se terminó de imprimir este libro el
4 de Enero de 1948, en los
Talleres de la Editorial
P.T.C.M. Soco Anón.
limo· Perú
OBRAS EDITADAS POR P. T. C. M.
Moneda
Peruana
Slo.
Pájinas Libres - Manuel Ganzález Prado " .. 14.S0
La Tierra de los Niños - Julio Garrido Molover 4.80
La Literatura Peruano - LuisMA1berto Sónchez .... 15.80
y Después de la Guerra ¿Qué? - V. R. Haya de
la Torre .....•.••••.......... 14.50
Rebeliones Indígenas - Daniel Va1córcel o ••••• 13.60
Una lima que se Va - José Gáfvez .. o ••••• o. 14.50
Redes para Captar la Nube - Alfreda González Prado 9.80
Natación, Saltos y Salvata;e - Miguel Alegre Velarde 4.80
Minúsculas - Adoración - Manuel González Prado 9.80
Los Poetas de la Colonia y de la Revolución - Luis
Alberto Sánchez ...•....••..••.••• 16.20
Vicies por el Perú - Centro y Sur - Luis J. Senoi, 92.00
La Cris'iada • Fray Diego de Hojeda (2 tomos) ••.•• 19.BO
Derecho Civil (Los Derechos Reales) - E/eodora Ro-
mero Romaña .. o ••••••••••••••• 36.00
Doctrinas Económicas - Karl Marx . 16.80
Código de Procedimientos Civiles {Concordancias de
Legis1ación} - Germán Aparicio y Gómez 56n-
chez . 35.00
Anarquía - Manuel Gonzó/ez Prado . 10.50
OBRAS EN PRENSA
El Sr. Segura, Hombre de Teatro - Luis-Alberto
Sánchez
La Emancipación de la Muier o El Testamento de
una Paria - Obra póstuma de Mme. Flora
Tristón
Exóticas-Trozos de Vida - Manuel Gonzólez Prado
Cocina y Repostería - Francisca Baylón
Gimnasia para toda Edad· Miguel Alegre V.
Negros en el Nuevo Mundo - Roberto Mac-Lean y
Estenós
Digitalizado por