Sin Dios Ni Patrones
Sin Dios Ni Patrones
Sin Dios Ni Patrones
Estn en todas partes y desde hace mucho. Las hay de todas las formas,
edades y finalidades. Y aunque las vivimos todos los das, de tan cotidianas
se nos pasan inadvertidas. En cada ciudad del mundo y a cada palmo se
disemina la obra inagotable, diversa e inabarcable de generaciones y gene-
raciones de trabajadores de la construccin. Casas, edificios, hospitales y
teatros, cuarteles, bibliotecas, crceles y escuelas se levantaron y levantan
da a da por el amor y el odio, la solidaridad y la dominacin, para el
saber y el adoctrinamiento, para controlar el espacio y la humanidad. No
hay edificaciones inocentes. Ideas hubo entre quienes las proyectaron y
financiaron. Pero ideas tambin hubo entre quienes entregaron sus das
construyndolas. Ideas que les inquietaron e hicieron cuestionar la razn
de su obra y de sus vidas. Ideas que como el anarquismo les provocaron a
pensar un mundo completamente distinto en donde ya no se construira
para otros o para el odio, sino para la libertad522.
El rbol de la Anarqua
Diversidad de intereses y conflictos del
movimiento libertario
Otro espacio relacionado con la salud del cuerpo y en donde los li-
bertarios se inmiscuyeron es el deporte. Las primeras dcadas del siglo
XX fueron testigos del auge del deporte a nivel masivo, siendo el box y el
ftbol los ms populares. Los pocos relatos que la prensa libertaria dedic
en aquel tiempo a estas disciplinas son en su mayora crticas. En el box se
observaba el embrutecimiento de la humanidad, mientras que el ftbol se
atacaba por la alienacin que provocada en las masas, e incluso porque las
desviaba de la organizacin sindical794.
No obstante y a pesar de algunas objeciones el deporte fue ganando
terreno en las organizaciones sindicalistas y libertarias795. El 3 de enero de
1915, por ejemplo, se realiz en Santiago un picnic familiar entre anar-
quistas en donde se disput la copa La Batalla796. Es un caso puntual en
todo caso, puesto que solo a partir de la dcada del veinte comenzaron a
proliferar clubes de ftbol ligados a los sindicatos libertarios. Entidades
como la Federacin de Obreros de Imprenta y la Unin en Resistencia de
Estucadores no escaparon al fenmeno y peridicamente realizaban ligas
y torneos en donde se encontraban los equipos de cada empresa o faena,
que por lo general tomaban el nombre de las mismas.
El deporte tena finalidades libertarias. De hecho, desde la propia
FOIC se indicaba que en la hora actual no se debe hacer el deporte por
el deporte, que muchas veces es aprovechado por elementos reaccionarios
o confucionistas, sino que por el contrario el deporte debe estar al servicio
de nuestra causa de mejoramiento econmico y de redencin de nosotros
mismos797. Y haciendo eco del mismo pensamiento advertan:
Los deportes obreros no solo estn llamados a ser un almcigo pu-
rificador de nuestra salud, sino que tambin ellos deben ser una
luminosa antorcha de nuestra mutua y sincera unin798.
A Pedro Bravo-Elizondo.
Pocos son los temas especficos sobre el anarquismo criollo que han
concitado mayor inters historiogrfico que el teatro. Un par de libros y
varios artculos en revistas acadmicas dan testimonio de ello814. Cul es
el sentido entonces de volver sobre este asunto aparentemente tan trabaja-
do? Hay varias razones. La primera y ms grave es la constatacin de que
a pesar de las muchas pginas dedicadas a la cuestin, poco sabemos de
la actividad concreta de los grupos de teatro anarquista. Poco conocemos
de sus caractersticas orgnicas, de su financiamiento, o sus motivaciones,
de sus circuitos de accin, o sobre las obras que representaban, o de la
recepcin que tuvieron815. Esto se debe principalmente a que el inters
sobre el teatro anarquista se ha centrado en las obras dramticas (y solo
una minscula porcin) y su carcter discursivo-poltico, antes que en los
individuos, espacios y situaciones que lo hicieron posible.
Se ha hecho hincapi en su retrica rupturista e innovadora816. Pero el
teatro anarquista, no es solo la obra, que perfectamente puede tener o no
contenido peculiar de esas ideas en su argumento, sino tambin un espacio
de relaciones sociales nicas. Este captulo aborda el teatro anarquista
entendindolo sobre todo como una amalgama dinmica pero no siempre
armnica de situaciones, actores, nexos y espacios. Pues una historia del
teatro anarquista, no puede olvidar a sus protagonistas, ni a sus pblicos,
ni a sus gestores, ni las tensiones que en su ejecucin pudieron germinar.
El teatro anarquista, como manifestacin peculiar dentro del llamado
teatro obrero817, lo entendemos como el espacio en donde el campo li-
bertario y la poblacin en general se encuentran con las representaciones
Me contradigo?
Pues muy bien me contradigo;
Soy inmenso contengo multitudes.
Walt Whitman, Hojas de Hierba, 1855.
Con todo hay que sealar que la unidad de los anarquistas no siempre
fue un tema trascendental para el heterogneo movimiento libertario. Ms
bien apareci al tiempo en que su actividad iba en retroceso frente a los
partidos polticos que con sus estructuras centralizadas tenan ms xito
que los anarquistas para mantener posturas uniformes. Las divergencias
de opinin y accin son propias al anarquismo. Ello les dio dinamismo
en varios contextos, puesto que al ser cada esfuerzo autnomo haba ms
espacio para la libre iniciativa, por ejemplo. Pero eso mismo les jug en
contra para sostener su influencia en los sindicatos, puesto que no posean
una organizacin duradera que les sirviera de apoyo frente a las disputas
con los partidos polticos de izquierda.
En definitiva, las historias narradas anteriormente nos confirman que
jams hubo un movimiento anarquista unificado totalmente. Y que de esa
forma, diverso y hasta contradictorio, el pensamiento y la prctica liberta-
ria hicieron carne en el movimiento social chileno.
1 Max Nettlau, La Anarqua a travs de los tiempos, Ediciones Sin Nombre, Con-
cepcin, 2011.
2 Varios mitos sobre la presencia anarquista anterior a 1890 son derribados en Ser-
gio Grez, Los anarquistas y el movimiento obrero. La alborada de la Idea en Chile.
1893-1915, LOM, Santiago, 2007, p. 25-28.
3 En 1889 enviaron una carta a sus afines en Barcelona. Firmaban la epstola Car-
los Vidal, Gregorio Chamorro, Manuel Garca, Pedro Junco y Juan Albert. Car-
ta de Chile, El Productor, Barcelona, 1 noviembre de 1889. Otras aparecieron
en las ediciones del 22 de abril de 1890.
4 Esos grupos estaban estrechamente comunicados con la prensa anarquista ar-
gentina. Sobre esta experiencia ver nuestro trabajo El Oprimido, los extranjeros
y la prehistoria del anarquismo chileno (1889 1897), disponible en http://
archivohistoricolarevuelta.wordpress.com.
5 Chile, El Perseguido, Buenos Aires, 29 enero 1893.
6 Otras lneas de investigacin sugieren la relacin de los obreros de imprenta
con los primeros difusores libertarios en esta regin. Sobre este punto revisar el
captulo sobre los obreros tipgrafos en la segunda parte de este libro.
7 Este grupo se reuna en Avenida Portales n251 a discutir sobre la cuestin
social. Chile, El Perseguido, Buenos Aires, 21 de abril de 1895.
8 Sobre el Liberalismo popular, el Partido Democrtico y el movimiento mu-
tualista del siglo XIX ver Sergio Grez, De la regeneracin del pueblo a la huelga
general. Gnesis y evolucin histrica del movimiento popular en Chile (1810-1890),
Ediciones RIL, Santiago, 1998.
9 Sobre la modernidad y sus contradicciones en la sociedad chilena y en el mundo
popular, ver Julio Pinto De proyectos y desarraigos: la sociedad latinoamericana
frente a la experiencia de la modernidad (1780-1914), 19th. International Con-
gress of Historical Sciences, University of Oslo, 6-13 August, 2000.
10 Los orgenes de uno de los grupos anarquistas ms activos de Santiago en esos
das, vinculados al Centro Social Obrero y a la Agrupacin Fraternal Obrera en
1896, y a la Unin Socialista en 1897, han sido bien estudiados por Sergio Grez
en Los Anarquistas, op. Cit., p. 29-42.
11 Eduardo Godoy, Pietro Gori: Biografa de un Tribuno Libertario y su paso por
la Regin chilena (1901) (Indito).
12 Ver por ejemplo Contra el anarquismo, la propaganda infame, El crata, San-
tiago, 11 noviembre 1900, 9 de diciembre 1900, 23 de diciembre 1900, 29 enero
1901; El doctor Gori y sus difamadores, El crata, Santiago, segunda quincena
de mayo de 1901; Actualidades, La Campaa, Santiago, primera quincena sep-
tiembre 1899; Extracto de la refutacin al artculo de A. Dester, que bajo el ru-
blo La religin de un cobarde, public La Tarde del 11 de febrero, La Tromba,
Santiago, 6 de marzo 1898; Anarquistas de nuevo cuo, El Policial, Santiago, 12
junio 1899.
Arica:
Diversos sindicatos libertarios(1925-1940).
Iquique:
Centro de Estudios Sociales La Redencin (1907-1908), Centro Mixto Instructivo Traba-
jo (1913), CES La Brecha (1915-1927), Cuadro Dramtico Jos Domingo Gmez Rojas
(1921-1934), CES Ukrania (1922), Centro musical Los Bohemios (1926-1934), Agrupa-
cin Anarquista (1940), Grupo Anarquista (1944), Ateneo Louise Michel (1947). Diversos
sindicatos libertarios(1915-1940). Diversos peridicos anarquistas y anarcosindicalistas (1898-
1940).
Caleta Buena:
Diversos sindicatos libertarios(1920-1925).
Tocopilla:
CES Spartacus (1921). Diversos sindicatos libertarios(1920-1925).
Oficinas Salitreras: CES Nueva Aurora (Alto San Antonio, 1924), Centro libertario Luz
y Libertad (Estacin Dolores, 1904-1905), Grupo Libertario Ajitacin (Estacin Dolo-
res, 1905), CES Instruccin libertaria (Oficina Negreiros, 1905), Grupo Pardias (Ofici-
na Coya, Tocopilla, 1913), Grupo Los Parias (Oficina Pampa Unin, 1924), Agrupacin
Pascual Vuotto (Oficina Pedro de Valdivia, 1941-1942), Agrupacin Anarquista (Oficina
Alianza, 1941). Diversos peridicos anarquistas y anarcosindicalistas (1904-1906).
Chuquicamata:
Grupo El Pampino (1914-1915), Agrupacin Anarquista (1940-1942), Grupo Tierra y
Libertad (1941-1942).
Siglas:
URE, Unin en Resistencia de Estucadores; CGT, Confederacin General de Trabajado-
res; FOIC, Federacin de Obreros de Imprenta de Chile; FOC, Federacin Obrera del
Calzado; FNC, Federacin Nacional del Cuero.
Fuente y advertencias:
Prensa anarquista y anarcosindicalista. La mayora de los peridicos son de Santiago y
otras grandes ciudades y pertenecieron a los principales gremios libertarios, por lo mismo
se desconocen muchos conflictos en sindicatos y localidades pequeas. De igual forma, la
censura y la persecucin policial interrumpen las publicaciones en varios momentos. Por
ltimo, en esta lista solo se consideran huelgas efectivas. En innumerables ocasiones la sola
amenaza de paralizacin obligaba a los industriales a ceder.
1931
Por organizacin: URE, 4; Pintores CGT, 1; Gremios de la Construccin CGT, 1; Mue-
blistas CGT, 1.
Por ciudad: Santiago, 6; Talca, 1.
Total: 7.
*Causas principales: aumento de sueldos, reduccin de jornada laboral a 6 horas, abolicin
de trabajo a pieza, despido de jefes indeseados.
1932
Por organizacin: URE, 5; Empajadores CGT; 1; Zapateros CGT, 1; Metalrgicos CGT,
1; Baldosistas CGT, 1.
Por ciudad: Santiago, 6; Osorno, 3;
Paros contra el gobierno, nacionales y locales; 3.
Total: 12
*Causas: aumento de sueldos, reapertura de obras fiscales.
1933
Por organizacin: URE, 1; FOIC, 2.
Por ciudad: Santiago, 3.
Total: 3
*Causas: aumento de sueldos, tarifado.
** Las paralizaciones de la FOIC involucraron 45 talleres.
1934
Por organizacin: URE, 9.
Por ciudad: Santiago, 8; Via del Mar, 1;
Total: 9.
*Causas: aumento de sueldos, reapertura de obras fiscales, jornada laboral de 8 horas.
PARTE I 11
Un hilo negro en el relato nacional (1890-1990)
I.- Llegan los anrquicos (1889-1897). 13
II.- Germinal de la Idea (1898-1907). 16
III.- Resurgir y bsquedas (1908-1916). 21
IV.- Del esplendor a las disputas internas 30
(1917-1924). 30
Ofensiva patronal, sindicalismo libertario y movimiento 37
anarquista especfico.
La anarqua entre estudiantes y profesores 39
V.- La ofensiva estatal: legislacin social y Dictadura 44
(1924-1931).
La encrucijada civil y militar: 1924-1927. 45
El Estado se transforma. Leyes sociales y resistencia 49
La Dictadura de Ibez y los anarquistas. 53
VI.- Auge hacia dentro y crisis hacia afuera. El anarquismo en 57
los das del antifascismo (1931-1943).
El anarcosindicalismo y la Repblica Socialista de 1932 61
Del retorno de Alessandri al Frente Popular. La expansin de 68
los partidos de izquierda (1932-1943).
VII.- Consolidacin del Estado de Bienestar y crisis del campo 75
anrquico (1942-1960).
VIII.- Travesa en el desierto (1961-1987). 78
cratas en la Unidad Popular 80
Bajo la bota militar 82
IX.- Rearme, reinvencin, resurgir (1988-1990). 87
Colofn 235
Notas 237
Anexos 313
Anexo I 315
Presencia anarquista y anarcosindicalista en la Regin chilena
(1892-1973)
Anexo II 322
Publicaciones anarquistas, anarcosindicalistas y afines.
1893-1973.
Anexo III 325
Resumen Parcial de Huelgas y paralizaciones orientadas por el
anarcosindicalismo en Chile (1931-1947)