6.medidas Cautelares, Precautoria y Prejudiciales.

Descargar como doc, pdf o txt
Descargar como doc, pdf o txt
Está en la página 1de 24

MEDIDAS CAUTELARES

Para preservar la convivencia pacífica, las sociedades políticamente organizadas han debido
crear un instrumento que resulte eficaz para dirimir los conflictos jurídicos ante la
prohibición de la autotutela, este instrumento es el proceso. Sin embargo, la tutela
jurisdiccional por regla general no puede obtenerse inmediatamente después de pedida. Los
procedimientos judiciales exigen un lapso de tiempo lo que entraña un riesgo que el
ordenamiento jurídico está en la necesidad y en el deber de precaver y evitar. Este peligro
implica la posibilidad que a la hora de cumplir lo ordenado por la sentencia, el mandato que
ella conlleva quede vacío por no existir posibilidad alguna de ejecutar aprovechando el
demandado en algunos casos ese tiempo de demora en la decisión para realizar actos que
produzcan la ineficacia real de la sentencia, a saber:
- Riesgos que afectan la posibilidad practica de la ejecución considerada en
absoluto. Ejemplo: La insolvencia sobreviniente del demandado que puede frustrar
una ejecución genérica.
- Riesgos que afectan la posibilidad práctica de una ejecución específica .
Ejemplo: La pérdida de la cosa mueble objeto del litigio.
- Riesgos que amenazan la utilidad práctica de los efectos no ejecutivos de la
sentencia. Ejemplo: Declaración del derecho de dominio se vuelve inútil si durante
el desarrollo del proceso el titular vende el inmueble a un tercero de buena fe y ese
inmueble se inscribe en su favor.

Tales riesgos derivan de la conducta voluntaria del demandado tendiente a tornar ineficaz
lo ordenado por una sentencia. Las sentencias judiciales necesitan de la colaboración de las
partes, en concreto del demandado, para su total efectividad.

Las sentencias meramente declaratorias, aquellas que se limitan a declarar la existencia


de un derecho sin importar condena de alguna de las partes a favor de la otra, se bastan a sí
mismas por el solo hecho de quedar ejecutoriadas. Igual ocurre con las sentencias
constitutivas. En consecuencia solo las sentencias de condena requieren para ser eficaces,
de la colaboración, aunque sea mínima del demandado por cuanto ni la Constitución
Política del Estado ni la legislación procesal pueden garantizarle al actor la existencia de
bienes concretos del deudor para hacer efectiva la sentencia judicial. En efecto, no puede el
Estado garantizar al actor la solvencia del deudor o la existencia a la hora de la ejecución de
la cosa mueble debida, tan solo puede garantizar que la declaración judicial de su derecho y
la condena, moverán al aparato judicial para forzar al patrimonio del deudor a cumplir el
derecho declarado en la sentencia.

Lo que sí puede garantizar el Estado, y que debe hacerlo, es que la situación


patrimonial del demandado al momento de la demanda, quede sustancialmente igual
al momento de la sentencia, de modo que de dictarse una sentencia declarativa de
condena, su ejecución sea una realidad posible.

Así entonces es como nace la normativa de las medidas cautelares que son precisamente los
medios jurídico procesales que tienen por objeto evitar las diversas hipótesis de
ineficacia de las sentencias de condena.

1
Para la doctrina nacional, la medida cautelar es una resolución judicial que busca
salvaguardar la actividad jurisdiccional por la vía de crear las condiciones fácticas y
jurídicas que permitan cumplir lo resuelto en el proceso.

DEFINICIONES
- José Quezada M: “Aquellos actos procesales que tienen por objeto asegurar los
resultados de la acción deducida o que se va a deducir si la medida precautoria se
solicita como prejudicial”.
- Mario Casarino V: “Son los medios que la ley franquea al demandante para que
asegure el resultado de la acción que ha interpuesto”.

Discusión acerca de la autonomía del proceso cautelar.

Debemos dejar en claro que el proceso entendido como el instrumento de solución de un


conflicto jurídico no es susceptible de clasificación alguna, no obstante lo cual y casi con
puros fines pedagógicos se lo ha clasificado en proceso de declaración y proceso de
ejecución.

En verdad, lo que debe clasificarse son los procedimientos y no el proceso.

Criterios acerca de la autonomía del proceso cautelar.

Para algunos autores la actividad cautelar puede considerarse como un proceso por sí
mismo y diferente de los procesos de declaración y de ejecución (Chiovenda, Carnelutti
y Lichmann).

Otros, como Calamandrei, Serra Domínguez y Ramos Méndez, el proceso cautelar no sería
autónomo en cuanto a ellos se opone la forzosa dependencia y subordinación del proceso
cautelar respecto del proceso principal del cual tan solo es un incidente. Pensar lo
contrario sería confundir proceso con procedimiento.

En nuestra legislación no cabe diferenciar la autonomía del proceso cautelar ya que si bien
estas medidas pueden solicitarse y decretarse como prejudiciales, la regla general es que se
soliciten una vez comenzado el proceso principal. En todo caso en ambos eventos la
medida se tramita al interior de un proceso principal ya sea a su inicio o durante su
tramitación. En definitiva, nunca tienen una tramitación separada distinta o independiente
respecto del proceso principal en que inciden.

Presupuestos de las Medidas Cautelares

Los presupuestos básicos de toda medida cautelar son el “Fumus Boni Iuris”, “periculum
in mora” y “Contra Cautela”, aún cuando en Chile solo los dos primeros son presupuestos
en tanto que la contra cautela es excepcional.

1. Fumus Boni Iuris.

2
Esta expresión significa “Humo del buen derecho”. Se refiere a la apariencia de derecho.
Se trata de un cierto grado de convicción del juez acerca de la posibilidad de dictarse en
definitiva una resolución de mérito favorable al sujeto que impetra la actividad
jurisdiccional. Sin embargo la controversia se inicia a la hora de precisar cual es el grado de
convicción necesaria. La opinión predominante discurre sobre la idea que para decretar una
medida cautelar, el juez no requiere tener certeza sobre la existencia del derecho subjetivo
alegado por el demandante en el proceso principal. Pensar lo contrario sería un absurdo ya
que el proceso principal en que la medida incidiría carecería de razón de ser, es decir, ¿Para
qué continuar el proceso si la convicción sobre el fondo ya ha sido alcanzada por el juez?
En definitiva, se indica que las medidas cautelares aparecen como un término medio entre
la certeza que solo se establecerá en la resolución final del proceso principal y la
incertidumbre base de la iniciación de este proceso. Para tal efecto, ver artículo 298 del
Código que para decretar las medidas de que trata este título, el demandante deberá
acompañar comprobantes que “constituyan a lo menos presunción grave del derecho que
se reclama…”.

2. Periculum In Mora.

Si la respuesta jurisdiccional al reclamo de tutela por el justiciable fuera inmediata, la


actividad cautelar no existiría porque sería innecesaria. Lo que las medidas cautelares
buscan reparar es el daño marginal que podría derivar del retraso en la dictación de la
sentencia definitiva. Ante la imposibilidad practica de acelerar la dictación de la sentencia
definitiva lo que se busca es tornar inocuo el peligro de ese retraso mediante una medida
cautelar que anticipe provisoriamente los efectos de la sentencia. De lo expuesto, se colige
como un “Peligro del ulterior daño marginal que podría derivar del retardo en el
pronunciamiento de la sentencia definitiva”.

Desde el punto de vista de la técnica legislativa el periculum in mora puede tratarse de:
- Periculum tipificado
o El legislador puede tipificar determinadas situaciones y conductas del
demandado como generadoras de periculum in mora. En tal caso el juez se
limitará a verificar la concurrencia del supuesto típico. No tiene aplicación
en Chile. En España existe el embargo preventivo.
- Periculum de apreciación judicial.
o El legislador confía al juez las circunstancias determinantes para la
valoración del periculum en el caso concreto. Por consiguiente de algún
modo le exige al juez a recurrir a la presunción dado que el peligro no es un
hecho susceptible de ser directamente probado. En nuestra ley procesal civil
este presupuesto no está tratado, sin embargo está siempre presente como
principio rector en las medidas precautorias ordinarias del artículo 290.
 Secuestro judicial: Habrá lugar a esta medida cuando haya
“motivo de temer que la cosa se pierda o deteriore en manos de
quien la tenga en su poder” (Art. 291).
 Interventor: Se le nombra siempre que haya justo motivo de temer
que se destruyan o deteriore la cosa o que los derechos del
demandante pueden quedar burlados (Art. 293 Nº 4).

3
 Retención de dineros o cosas muebles: Se decreta cuando haya
motivo “racional” para creer que el demandado procurará ocultar
sus bienes (Art. 295).
 Prohibición de celebrar actos o contratos: Cuando esta medida
recae sobre los bienes litigiosos el periculum in mora es connatural a
tal circunstancia, es decir, no se requiere supuesto alguno para pedir
la prohibición de celebrar acto o contrato. En cambio cuando esta
medida precautoria recae sobre bienes no litigiosos el periculum está
determinado por la circunstancia de no ofrecer las facultades del
demandado suficiente garantía para asegurar los resultados del
juicio (Art. 296).

De todo lo anterior se desprende que en Chile la concurrencia o no de periculum in mora


deberá ser apreciada en cada caso por el juez de acuerdo a los antecedentes del proceso.

3. Contra Cautela.

Al final del proceso el demandado puede obtener una sentencia absolutoria con lo cual
resulta evidente que la medida cautelar decretada, la que anticipaba en forma provisoria los
efectos de una probable sentencia de condena, no estaba justificada. Este resultado
favorable para el demandado, unido a la circunstancia que las medidas cautelares se
decretan por lo general sin audiencia de la parte contraria y a la necesidad de resguardar la
igualdad de las partes en el proceso, han determinado que los ordenamientos procesales
hayan previsto la necesidad de reclamar de quien impetra la cautela, una garantía que
resguarde los intereses del afectado por la medida cautelar con lo cual se evita
además, que el actor solicite estas medidas como un medio de coacción incluso
psicológico en contra del demandado para forzar a un arreglo no deseado por éste.
Sobre este punto Calamandrei sostiene que con la contra cautela se busca que el
peticionario garantice el pago de los daños y perjuicios que la medida decretada pudiera
ocasionarle al demandado cuando la sentencia no resulta favorable al actor, o cuando en
ella se dictó sentencia absolutoria. Esta exigencia es frecuente en derecho comparado pero
en Chile está reservada a los siguientes casos excepcionales.
- En forma facultativa:
o El juez puede exigir caución al actor en el evento de una medida cautelar no
prevista en la ley. Las llamadas medidas precautorias extraordinarias (Art.
298 CPC).
- Obligatoria:
o Medidas precautorias que se solicitan sin acompañar comprobantes de
derecho, es decir, aquellos que constituyen presunción grave del derecho que
se reclama (Art. 299).
o Medidas precautorias preparatorias: Art. 279 – 280 CPC.

En Chile no es posible hablar de la contra cautela como presupuesto de toda medida


cautelar dado que ella solo se exige en casos excepcionales.

4
Características
1. Instrumentalidad.
a. Esta característica, al decir de Calamandrei, significa que las medidas
cautelares lejos de constituir un fin por sí mismas, están preordenadas a la
dictación de una ulterior resolución definitiva cuyo resultado practico
aseguran preventivamente. En tal sentido, se formula que la
instrumentalidad de las medidas cautelares es cuadrificada, es decir, elevada
al cuadrado dado que son el instrumento del instrumento.
b. El instrumento tutelar del derecho es el proceso jurisdiccional y el
instrumento tutelar de los resultados prácticos de la sentencia definitiva son
las providencias o medidas cautelares.
2. Provisionalidad
a. Sus efectos han de expirar indefectiblemente e ipso iure cuando la sentencia
definitiva que pone fin al proceso principal queda ejecutoriada. Ello por
cuanto en ese momento la medida pierde su razón de ser, sea porque los
efectos que anticipaba provisoriamente han quedado firmes (Sentencia de
condena), sea porque la medida no era justificada (Sentencia absolutoria).
b. Son provisionales porque implican un juicio de precariedad en tanto su
permanencia en el proceso está sujeta al cambio o mantención de las
circunstancias que motivaron su dictación fundamentalmente el periculum in
mora que han procurado evitar.
c. Así, el artículo 301 del CPC, al disponer que estas medidas “son
esencialmente provisionales, en consecuencia deberán hacerse cesar siempre
que desaparezca el peligro que se ha procurado evitar.”
3. Idoneidad
a. Se refiere a la necesidad de que la medida solicitada y decretada sea apta
para caucionar o alcanzar el fin cautelar que se persigue. Así por ejemplo,
sería una medida idónea solicitar la retención de bienes determinados en un
juicio que versa sobre la entrega de un cuerpo cierto, y no sería idóneo
solicitar el arraigo del demandado en un juicio reivindicatorio.
4. Unilateralidad
a. Apunta más bien al procedimiento para la concesión de estas medidas en
cuanto a que por regla general se decretan “in audita altera pars” esto es,
sin oír a la parte contraria, con lo que se modifica el principio de la
bilateralidad de la audiencia.
b. En verdad no se trata de una vulneración al principio de la contradicción
sino que simplemente de una postergación de la posibilidad de
contradicción, lo cual se justifica por razones de efectividad de estas
medidas.

Otras características.
La doctrina nacional agrega otras características con fines pedagógicos.

1. José Quezada:
a. Acumulables: Se desprende de lo señalado en el artículo 290 el que expresa
“el demandante puede pedir una o más de las siguientes medidas”.

5
b. Limitadas: El artículo 298 dispone que “las medidas de que trata este título
se limitarán a los bienes necesarios para responder a los resultados del
juicio”. Quiere decir que debe existir una cierta equivalencia o
proporcionalidad entre el monto de lo demandado y los bienes objeto de las
medidas con lo cual se ampara el derecho de propiedad del demandado sobre
sus bienes y se evita un ejercicio abusivo de los derechos del actor.
c. De aplicación general: No obstante que se encuentran tratadas en el Libro
II del CPC, que trata del juicio ordinario de mayor cuantía, son de aplicación
general por aplicación del artículo 3º del CPC.

Clasificación:
- SEGÚN NUESTRO DERECHO POSITIVO PROCESA
o Medidas Precautorias Ordinarias: Son las que enumera el artículo 290 y
que sistemáticamente regula el título V del libro II del CPC.
o Medidas Precautorias Especiales: Son aquellas autorizadas por las leyes y
a las que hace referencia el artículo 300. Ej: El derecho legal de retención
(artículo 545); Los alimentos provisorios en el juicio de alimentos (artículo
327 CC)
o Medidas Precautorias Extraordinarias: Son las demás que puede solicitar
el actor y que no están expresamente contempladas en las leyes, es por ello
que se les denomina medidas cautelares atípicas. (Artículo 298 CPC).
o La importancia de esta clasificación radica en los distintos requisitos que
deben concurrir para decretar una y otra clase de una medida precautoria.
- SEGÚN SOBRE QUÉ RECAEN
o Cautela personal: Se trata de medidas que recaen o afectan a la persona
físicamente considerada. La cautela personal tiene aplicación mayor en el
proceso penal. El título V del libro I del nuevo Código Procesal Penal
denominado “Medidas cautelares personales”, se refiere a la citación,
detención y prisión preventiva. El artículo 155 de dicho código contempla
otras medidas cautelares personales conocidos como alternativas, por Ej: el
no acercarse a la víctima.
o Cautela real: se refiere a aquellas medidas que afectan el patrimonio de una
persona natural o jurídica. Constituyen la regla general en materia civil, pero
también los contempla el código procesal penal en el título VI de su libro I.
- SEGÚN LA OPORTUNIDAD EN QUE SE SOLICITAN
o Medidas Cautelares prejudiciales: Son aquellas que se decretan antes de la
notificación de la demanda. Se encuentran regulados en los artículos 279 y
280.
o Medidas Cautelares judiciales: Son las que puede solicitar el actor durante
el juicio y una vez notificada la demanda.
- SEGÚN SU TRAMITACIÓN
o Con conocimiento: La regla general es que las medidas precautorias se
decretan con conocimiento, lo que significa que ellas se pueden llevar a
efecto desde la notificación del contendor. La tramitación incidental tendrá

6
lugar sólo si la persona contra la cual se interpone la medida deduce el
incidente dentro de 3º día.
o Sin conocimiento: Esta forma de decretar una medida precautoria es
excepcional puesto que el inciso 2º del artículo 302 autoriza que estas
medidas puedan llevarse a efecto antes de ser notificada a la persona contra
quien se dicta bajo 2 condiciones:
 Que existan motivos o razones graves para ello y el tribunal así lo
ordene.
 Que la notificación se efectúe dentro de 5º día desde la fecha de la
resolución que la ordene so pena de quedar sin efecto la medida.
Cabe hacer presente que este plazo de 5 días puede ser ampliado por
motivos fundados.
- SEGÚN LA EXIGENCIA DE “CAUCIÓN”
o No requieren caución: Es la regla general de las medidas precautorias
ordinarias y especiales.
o Las que pueden exigir caución: Se trata de las medidas precautorias
extraordinarias, siempre que el tribunal lo estime necesario.
o Las que exigen siempre caución: Es la situación excepcional del artículo
299 respecto de aquellas medidas que se solicitan sin acompañar
comprobantes de derecho. De allí se concluye que la contra cautela no es un
presupuesto de la medida cautelar en Chile dado que su exigencia es
excepcional.

RESUMEN:
1. Según nuestro derecho procesal civil
a) Ordinarias (Artículo 290)
b) Especiales (Artículo 300)
c) Extraordinarias (Art. 298)

2. Sobre qué recaen


a) Cautela personal (Penal)
b) Cautela real o patrimonial (Civil)

3. Oportunidad en que se piden


a) Prejudiciales
b) Judiciales

4. Según su tramitación
a) Con conocimiento
b) Sin conocimiento

5. Por la caución
a) No requieren caución
b) Pueden exigir caución
c) Caución obligatoria.

7
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCEDIMIENTO CIVIL CHILENO

Nuestro CPC las denomina medidas precautorias en el título V del libro II, artículo 290 al
302 que trata de ellas y las concibe como:

“Los medios que tiene el demandante para asegurar el resultado de su acción.” (Art.
290).

El Código Procesal Penal le da su nombre técnico de medidas cautelares. De acuerdo a la


regulación del CPC, las medidas precautorias se clasifican en ordinarias, especiales y
extraordinarias.

ANÁLISIS DE LAS MEDIDAS PRECAUTORIAS

1. Medidas Precautorias Ordinarias

También llamadas nominadas o típicas, son las contempladas en el artículo 290:

El secuestro de la cosa que es objeto de la demanda.

Secuestro es el depósito de una cosa, que se disputan dos o más individuos, en manos de
otro, que debe restituirla al que obtenga una decisión en su favor (artículo 2249 CC)
conforme al artículo 2252 del Código Civil el secuestro puede ser judicial o convencional.

El Secuestro Judicial, se constituye por decreto del juez y no ha de requerir otra prueba, en
consecuencia para el derecho procesal el secuestro es el depósito de una cosa mueble
litigiosa en poder de un tercero que debe entregarla a la parte que obtenga una sentencia
favorable.

Características:

1. El secuestro es una especie de depósito.


2. Esta medida sólo puede recaer en la cosa mueble que se litiga.
3. Como todo depósito la cosa debe ser entregada a un 3º distinto de las
partes, que se denomina secuestre.
4. El secuestre tiene la obligación de conservar y mantener la cosa, solo
tiene facultades administrativas y no dispositivas, vale decir, que tiene las facultades del
depositario de los bienes embargadas en juicio ejecutivo (artículo 292 complementado
por los artículo 479 y siguientes)

Procedencia

8
El secuestro como medida precautoria procede en los 2 casos que indica el artículo 291,
vale decir:
a. Cuando se reivindica una cosa corporal mueble, situación a lo que se refiere el
artículo 901 del C. Civil.
b. Cuando se entablen otras acciones con relación a la cosa mueble determinada.

Semejanzas
En ambos casos la medida recae sobre cosa mueble y el fundamento del secuestro es el
temor que se pierda o deteriore la cosa.

Diferencias
a. En cuanto a la naturaleza de la acción:
 En el primer caso se refiere a la acción reivindicatoria.
 En el segundo caso es una acción distinta a la reivindicatoria.
b. En cuanto a la calidad del sujeto pasivo.
 En el primer caso el sujeto pasivo es el poseedor no dueño.
 En el segundo, el sujeto pasivo será quien tiene la cosa sin ser
necesariamente el poseedor.

Nombramiento de uno o más interventores

Interventor es la persona designada por el juez con el objeto que controle la administración
de los bienes materia del juicio y que se hallen en poder del demandado.

El fundamento de esta medida lo encontramos en la regla general de procedencia


establecida en el artículo 293 Nº 4 esto es, “siempre que haya justo motivo de temer que se
destruya o deteriore la cosa litigiosa o que los derechos del demandante puedan quedar
burlados”.

Características
1. La medida puede recaer sobre cosa mueble o inmueble.
2. La medida puede recaer sobre las cosas litigiosas o sobre otros
bienes del demandado.
3. El demandado conserva la administración de los bienes, la cual
solo es fiscalizada por el interventor.
4. Se puede nombrar uno o más interventores, lo que dependerá de
la cantidad e importancia de los bienes intervenidos.
5. La persona del interventor es nombrada por el juez, ya que, el
artículo 290 solo autoriza al demandante para pedir el nombramiento.

Procedencia

El artículo 293 señala los distintos casos en que procede el nombramiento del interventor y
estos casos son:

9
1. En el caso del inciso 2º del artículo 902 CC.
Art. 902 C.C.: “Si se demanda el dominio u otro derecho real constituido sobre un
inmueble, el poseedor seguirá gozando de él, hasta la sentencia definitiva pasada en
autoridad de cosa juzgada.
Pero el actor tendrá derecho de provocar las providencias necesarias para evitar todo
deterioro de la cosa, y de los muebles y semovientes anexos a ella y comprendidos en la
reivindicación, si hubiere justo motivo de temerlo, o las facultades del demandado no
ofrecieren suficiente garantía.”

En este caso se necesita la concurrencia de 2 requisitos:


- Que la reivindicación se refiera al dominio u otro derecho real sobre inmueble.
- Que exista justo motivo de temer el deterioro de la cosa o de los muebles o
semovientes anexos a ella, o que las facultades del demandado no ofrezcan
suficiente garantía.

2. En el del que reclama una herencia ocupada por otro, si hay el justo
motivo de temer ya indicado, esto es el deterioro de la cosa o que las facultades de la
demandada no ofrezcan suficientes garantías.
Este caso se refiere a la acción de petición de herencia que regulan los Artículos 1264 y
siguientes del CC.
3. En el del comunero o socio que demanda la cosa común, o que
pide cuenta al comunero o socio que administra. En ambos casos hay que remitirse al
CC, saber en que casos el socio o comunero puede demandar la cosa común o pedir
cuenta al administrador.

4. Siempre que haya justo motivo de temer que se destruya o


deteriore la cosa sobre que versa el juicio o que los derechos del demandante puedan
quedar burlados. Se trata de un caso de aplicación genérica.
5. En los demás casos expresamente señalados por las leyes. De aquí
se concluye que la numeración del artículo 293 no es taxativa. Ej.: En el juicio
ejecutivo, si se embarga una industria o sus utilidades, el depositario tendrá las
facultades de un interventor judicial, artículo 444 inc. 2º.

Facultades
El artículo 294 indica las facultades del interventor, ellas son:
a. Llevar la cuenta de entradas y gastos de los bienes sujetos a intervención.
Por lo tanto el interventor puede imponerse de los libros, papeles y operaciones del
demandado;
b. Dar cuenta al interesado o tribunal de toda malversación o abuso que note de
los bienes sujetos a intervención. “El interventor da cuenta porque él no administra
solo fiscaliza”.

RETENCIÓN DE BIENES DETERMINADOS

Entendemos por retención el depósito de dinero o de alguna cosa mueble en poder del
demandado, demandante o de un tercero en los casos previstos por la ley.
10
Características
1. La medida puede recaer sobre dinero u otra cosa
mueble determinada, sea o no litigiosa.
2. El retenedor puede ser el actor, el demandado o un
tercero, porque tal calidad depende de quien tenga el bien, ya que, retener significa
guardar o conservar. Por excepción la conservación de la cosa queda en poder de una
persona distinta de quien la tenga, ya que, el inciso 2º del artículo 295, faculta al
tribunal para ordenar que los valores retenidos se trasladen a un establecimiento de
crédito o de una persona que el tribunal designe cuando lo estime conveniente para
seguridad de dichos valores.
3. La retención produce la indisposición del bien porque
los bienes retenidos son considerados por la jurisprudencia en igual condición jurídica
que los bienes embargados.

Procedencia

Según el artículo 295 inciso 1º esta medida procede en 2 casos:


1. Respecto de los bienes que son materia del juicio.
2. Respecto de otros bienes del demandado siempre que concurra alguna de las
siguientes circunstancias:
a. Que las facultades del demandado no ofrezcan suficiente garantía.
b. Cuando haya motivo para creer que el demandado procura ocultar sus
bienes.
c. En los demás casos determinados por la ley.

Finalidades

1. Velar por la integridad material de la cosa sobre la cual recae la medida, por
eso el retenedor tiene las facultades de un depositario civil propiamente dicho, vale
decir no administra, solo custodia la cosa y evita un posible traslado, pérdida o
deterioro.
2. Evita la disponibilidad de la cosa por el demandado, o sea impide su
enajenación o disposición.

La opinión unánime de la doctrina y de la jurisprudencia es que la expresión “embargo”


del artículo 1464 Nº 3 C.C. es amplia y genérica, comprensiva no sólo del embargo
ejecutivo sino de otras medidas que paralizan la disposición del propietario o poseedor
salvo autorización judicial o consentimiento del acreedor. Sin embargo, ello no obsta para
que los bienes retenidos sean embargables, y ello en razón de que la expresión
“enajenación” del artículo 1464 C.C. es también amplia y comprende la enajenación
forzada que se hace por intermedio de la justicia.

Efectos de la retención judicial después de ejecutoriada la sentencia

11
Aquí se aplica el Artículo 235 del CPC, esto significa que si no ha habido oposición de
cumplimiento de la sentencia o bien la oposición ha sido rechazada por sentencia de 1ª o 2ª
instancia, se procede a cumplirla según las reglas que esa norma establece, así tenemos:
- Si la sentencia ordena entregar las especies o cuerpo cierto retenido se lleva a efecto
tal entrega, con el auxilio de la fuerza pública si es necesario.
- Si la sentencia ordena pagar una suma de dinero, se pueden producir 2
posibilidades:
o El bien retenido es dinero, se ordena hacer el pago al vencedor sin más
trámites previa liquidación del crédito y las costas.
o El bien retenido no es dinero, sino una cosa mueble, se dispondrá la
realización del bien retenido de conformidad al juicio ejecutivo por tanto no
es necesario el embargo del bien.

PROHIBICIÓN DE CELEBRAR ACTOS O CONTRATOS SOBRE BIENES


DETERMINADOS. (Art. 290 Nº 4).

Artículo 290 Nº 4: “La prohibición de celebrar actos o contratos sobre bienes


determinados”.

Características:

1. La prohibición puede referirse a cualquiera o a todas las


categorías de actos jurídicos sean unilaterales o bilaterales, contratos o convenciones.
a) El demandante al solicitar la medida puede especificar los actos o contratos que
quiere que se prohíban, por ejemplo: Compraventa, arrendamiento. Sin embargo,
la modalidad más utilizada en la práctica es la prohibición de grava y enajenar
pero, si en la solicitud solo se dice “prohibición de celebrar actos y contratos”, se
infiere que pretende atribuirle a la medida el alcance más amplio posible, o sea,
todo acto jurídico.
2. La conjunción “o” utilizada por el artículo 290 Nº 4 no debe
entenderse como disyuntiva sino como copulativa, lo que se desprende de la historia
fidedigna del Código puesto que el proyecto Lira hablaba de contratos para luego ser
cambiada y dejada tal como aparece en el texto actual, lo que indica la intención del
legislador de darle la mayor amplitud posible.
3. La prohibición se refiere a bienes determinados del
demandado, lo que se desprende de los artículos 290 Nº 4 y 296. Esto significa que el
demandante debe especificar detalladamente él o los bienes sobre los cuales requiere que
la medida recaiga. En consecuencia, no podría pedir el demandante que la medida
recayera sobre todos los bienes inmuebles de propiedad del demandado.
4. Los bienes determinados del demandado pueden ser muebles
o inmuebles lo cual tiene importancia para determinar los efectos de la medida respecto
de terceros.
5. Estos bienes determinados del demandado pueden ser
litigiosos o no, es decir, objeto del juicio en que recae la medida o no, lo cual tiene
importancia para los efectos de determinar los requisitos de procedencia de la medida.

12
Procedencia de esta medida.
a) Recae sobre bienes materia del juicio.
b) Recae sobre otros bienes del demandado.

Art. 296 Inciso 1º: La prohibición de celebrar actos o contratos podrá decretarse con
relación a los bienes que son materia del juicio, y también respecto de otros bienes
determinados del demandado, cuando sus facultades no ofrezcan suficiente garantía para
asegurar el resultado del juicio.

La distinción cobra importancia en cuanto a los requisitos de procedencia. En efecto, en el


primer caso basta que el demandante invoque la circunstancia de tratarse del mismo bien
materia del juicio cuya prohibición solicita.

En el segundo caso es necesario que las facultades del demandado no ofrezcan suficiente
garantía para asegurar el resultado de la acción como lo establece el artículo 296 Inciso 1º.

De acuerdo con el inciso 2º del artículo 296, para que los objetos que son materia del juicio
se consideren comprendidos en el Nº 4 del artículo 1464 del Código Civil, esto es para que
haya objeto ilícito en su enajenación, será necesario que el tribunal decrete prohibición
respecto de ellos.

Artículo 296 Inciso 2º: Para que los objetos materia del juicio se consideren comprendidos
en el número 4º del artículo 1464 del Código Civil, será necesario que el tribunal decrete
prohibición respecto de ellos.

Efectos:

Hay que distinguir los efectos que se producen respecto de las partes y de terceros y en este
último caso si se trata de muebles o inmuebles:

1. Respecto de las partes.

Produce efecto desde la notificación de la resolución judicial que la decreta.

2. Respecto de terceros:
Conforme al artículo 297 hay que distinguir si son muebles o inmuebles.

Art. 297: cuando la prohibición recaiga sobre bienes raíces se inscribirá en el registro del
Conservador respectivo, y sin este requisito no producirá efecto respecto de terceros.
Cuando verse sobre cosas muebles, sólo producirá efecto respecto de los terceros que
tengan conocimiento de ella al tiempo del contrato; pero el demandado será en todo caso
responsable de fraude, si ha procedido a sabiendas.

13
a) Si se trata de los bienes inmuebles o raíces, la medida producirá efectos desde que se
inscriba en el Registro de Prohibiciones e Interdicciones del Conservador respectivo. Si no
se inscribe la medida, para los terceros es inoponible.

b) Si se trata de bienes muebles, la medida sólo producirá efecto respecto de terceros que
tengan conocimiento de ella al tiempo del contrato, pero el demandado será en todo caso
responsable de fraude si ha procedido a sabiendas, esto es, cuando ya ha sido notificado.
(¿delito de estafa?).

REQUISITOS PARA LA CONCESIÓN DE LAS MEDIDAS PRECAUTORIAS.

1. Medidas precautorias ordinarias.

Requisitos generales:

a) Lo llamaremos requisito de proporcionalidad o equivalencia.

Significa que la medida precautoria se limita a los bienes necesarios para responder a los
resultados del juicio, según el artículo 298. En consecuencia debe existir una cierta
proporcionalidad entre el valor de los bienes objeto de la medida precautoria y el monto de
lo demandado.

¿En qué casos no opera?


- Cuando el demandado no tiene otros bienes que se le conozcan.
- Cuando la medida precautoria recae sobre el bien que es objeto del litigio.

b) Refleja el humo del buen derecho.

El demandante debe acompañar comprobantes que constituyan a los menos presunción


grave del derecho que se reclama (Art. 298).

Requisitos Especiales.

Se refiere a los casos en que la ley autoriza la medida precautoria que consistirá en
examinar si efectivamente la ley concede la medida.
En otras oportunidades el requisito especial consiste en el justo temor que la cosa materia
del juicio se pierda o deteriore en manos del demandado, que las facultades económicas del
demandado no sean suficientes, o que exista motivo racional para creer que el demandado
tratará de ocultar sus bienes.
Todas estas son cuestiones de hecho que determinará el juez en cada caso particular.

2.- Medidas Precautorias Especiales.

Son aquellas que autoriza la ley que contempla una medida de esa especie. (Art. 300
CPC).

14
Requisitos Generales.

Son los mismo de las medidas precautorias ordinarias y que precisamente señala el
artículo 298.

Requisitos Especiales.

El actor debe otorgar caución para responder de los perjuicios que se originen siempre
que el tribunal lo estime necesario (Art. 298 CPC).

OPORTUNIDAD PARA SOLICITARLAS.


Las medidas precautorias pueden solicitarse “en cualquier estado del juicio” aún cuando
no esté contestada la demanda (Art. 290).
Esto significa que la demanda debe encontrarse notificada al demandante, incluso el
demandante puede solicitar las medidas precautorias después de citadas las partes para oír
sentencia según lo citado en el artículo 433.

PROCEDIMIENTO PARA SOLICITAR LAS MEDIDAS PRECAUTORIAS.


- Concurren los requisitos generales y los requisitos especiales.
a. Ante la solicitud del demandante de concesión de una medida precautoria, el
tribunal ordena la formación de cuaderno separado y puede decretar o
denegar la medida solicitada.
- Si la concede, la medida se lleva a efecto inmediatamente después
de notificada al demandado.
- Si el demandado se opone se produce un incidente que se tramita
conforma a las reglas generales. La resolución que falla el
incidente y acoge la oposición del demandado ordenará el
alzamiento de la medida precautoria, resolución que es apelable en
el solo efecto devolutivo por expresa disposición del artículo 194.
- Concurren los requisitos generales y los requisitos especiales de la medida
precautoria pero el demandante pide que se lleve a efecto la medida antes de
notificar al demandado porque existen razones graves para ello (Art. 302 Inc.
2º).
a. En este caso el demandante debe hacer notificar la resolución que conceda la
medida precautoria al demandado dentro del término de cinco días contados
desde la fecha de la resolución, plazo ampliable por el tribunal por motivos
fundados. Además puede pedir que la notificación se practique por cédula.
b. Si la notificación no se practica dentro de plazo, la diligencia queda sin valor
alguno (Art. 302 Inciso 2º y 3º).
- El demandante solicita una medida precautoria pero le faltan los
comprobantes que constituyen a lo menos presunción grave del derecho que
reclama (Fumus Boni Iuris).
a. En casos graves y urgentes el tribunal puede conceder la medida precautoria
ordenada por un término que no exceda de 10 días mientras se presentan
dichos comprobantes exigiendo caución al demandante para responder de
los perjuicios que causare. Si el demandante no renueva la solicitud de

15
mantención de las medidas precautorias provisoriamente decretadas en el
citado plazo, las medidas quedan de hecho canceladas (Art. 299 CPC).
b. Si el demandante renueva su solicitud el tribunal podrá rechazarlas o
mantenerlas. Si la mantiene nace para el demandado el derecho a oponerse y
se procede conforme a las reglas generales aplicables a los incidentes. Hay
que recordar que por regla general las medidas precautorias se decretan In
Audita Altera Pars.

Práctica de algunos tribunales.


1. El tribunal, ante la solicitud de una medida precautoria, da traslado por tres días al
demandado ordenando la formación de cuaderno separado.
2. El tribunal concede la medida precautoria y da traslado al demandado al igual que el
caso anterior. Si acoge la oposición del demandado ordenará alzar la medida
precautoria.
3. El tribunal previa caución concede la medida solicitada. Si el demandante dentro de
plazo acompaña los comprobantes y solicita la mantención de la medida el tribunal
da traslado al demandado.

ALZAMIENTO DE LAS MEDIDAS PRECAUTORIAS.

Las medidas precautorias son esencialmente provisionales, en consecuencia deben hacerse


cesar siempre que desaparezca el peligro que han procurado evitar.
Además, las medidas precautorias son sustituibles de modo que tanto el demandante como
el demandado pueden solicitar su reemplazo:
1. El demandante optando por una caución mayor.
2. El demandado ofreciendo una garantía superior que no altere la petición del actor.

De algún modo se refiere a esta situación el artículo 301 al disponer que las medidas
precautorias deberán hacerse cesar siempre que se otorguen cauciones suficientes.

En ambos casos, deberá solicitarse el alzamiento sea porque el demandado alega hechos
nuevos que hacen variar la situación, por ejemplo ha adquirido una buena situación
económica que hace desaparecer el peligro, sea porque la medida precautoria ya no es
idónea para el fin cautelar y se necesita una mayor, o porque el demandado ofrece una
garantía superior.

La petición de alzamiento está sujeta a las normas generales de tramitación de los


incidentes.

Caducidad.

La caducidad es una verdadera sanción procesal que opera en los casos siguientes:
- Medida prejudicial precautoria: Concedida caduca cuando el demandante no deduce
su demanda dentro del plazo de 10 días (ampliables hasta 30) contados desde la
aceptación de su solicitud, o cuando al deducir la demanda dentro de plazo no
16
solicita la mantención de la medida, o cuando el tribunal deniega la solicitud de
mantención de la medida precautoria (Art. 280 CPC).
- Precautoria concedida sin acompañar comprobantes de derecho. (Art. 299 – 300
CPC). En efecto, caduca si el actor no acompaña comprobantes de derecho dentro
del término de 10 días o si los acompaña dentro de plazo no pide mantener la
medida precautoria o si el tribunal deniega la mantención.
- Medida precautoria ejecutada o practicada antes de notificada al demandado. Si la
notificación no se practica dentro del plazo de cinco días (prorrogables),
simplemente caduca (Art. 302 Inciso 2º).

MEDIDAS PREJUDICIALES

1. Cuestiones prejudiciales: Corresponden al sentido específico de la Prejudicialidad y


se refieren a aquellas cuestiones jurídicas que deben servir de antecedente para la dictación
de una sentencia definitiva. Se dan preferentemente en el derecho procesal penal. Están
tratadas en los artículos 173 y 174 del COT y art. 171 del Código Procesal Penal.

2. Medidas prejudiciales: Su objetivo mira el procedimiento. Son aquellas que se


formalizan antes del juicio con el objeto de prepararlo o de obtener un resultado eficaz. La
acepción “medida”, nos da la idea de diligencia o de acto procesal y el vocablo
“prejudicial” indican que se deben proponer “antes del juicio”.

Fundamento:

Las medidas prejudiciales encuentran su fundamento en la idea de evitar demandas


infundadas que a la larga perjudican tanto a las partes como al Estado.
Por otra parte, tienden a obtener la igualdad procesal.

Naturaleza jurídica y diferencia con las medidas precautorias.

En doctrina las medidas prejudiciales tienen una naturaleza precautoria. En nuestra


legislación difieren de las medidas precautorias en los siguientes aspectos:

En cuanto al titular:
- Las medidas prejudiciales corresponden tanto al futuro demandante como al futuro
demandado.
- Las medidas precautorias corresponden solo al demandante.

En cuanto a los objetivos.


- El objetivo fundamental de las medidas prejudiciales es preparar la entrada al juicio.
- El objetivo de las medidas precautorias es asegurar el resultado de la acción.

En cuanto a la oportunidad para solicitarla.


- Las medidas prejudiciales deben solicitarse antes de entrar al juicio.
- Las medidas precautorias pueden impetrarse en cualquier estado del juicio.

17
Fuente legal: Las medidas prejudiciales están tratadas en el título IV, Libro II artículos 273
y siguientes.

En cuanto a su aplicación:

Para algunos estas medidas solo son aplicables al juicio ordinario por estar reguladas dentro
del libro II que trata de ese juicio.
Para la mayoría es aplicable a cualquier clase de procedimiento por aplicación del artículo
3º del CPC.

Clasificación:
1. Según la parte que pueda solicitarla.
- Medidas prejudiciales del futuro demandante
- Medidas prejudiciales del futuro demandado.
2. Según su finalidad.
- Medida prejudicial preparatoria: Aquellas destinadas a preparar la demanda.
Ejemplo: Declaración jurada sobre la personería del demandado.
- Medida prejudicial probatoria: Aquellas destinadas preparar pruebas que puedan
desaparecer: Ejemplo, Informe de Peritos.
- Medida prejudicial precautoria: Aquellas destinadas a asegurar el resultado de la
acción. Se trata de las medidas prejudiciales precautorias.

1. MEDIDAS PREJUDICIALES PREPARATORIAS.

Según el artículo 273 del CPC, el juicio ordinario puede prepararse exigiendo, el que
pretende demandar contra quien se propone dirigir la demanda, alguna de las siguientes
medidas:

Declaración jurada acerca de algún hecho relativo a su capacidad para parecer en


juicio.
Art. 273 Nº 1º Declaración jurada acerca de algún hecho relativo a su capacidad para
parecer en juicio, o a su personería o al nombre y domicilio de sus representantes;

Se encuentran en armonía con los requisitos de la demanda (Art. 254 2º y 3º).


El CPC en el artículo 274 establece sanciones para el futuro demandado que se rehúsa a
prestar declaración o ésta no es categórica: Multas y arrestos.

La exhibición de la cosa que haya de ser objeto de la acción que se trata de entablar
Art. 273 Nº 2º: “La exhibición de la cosa que haya de ser objeto de la acción que se trata
de entablar”

La exhibición se hace en la forma descrita en el artículo 275.


El artículo 276 establece sanciones para la persona obligada a la exhibición y que se rehúsa
a hacerlo: Multas y arresto.

18
La exhibición de sentencias, testamentos, inventarios, tasaciones, títulos de propiedad
u otros instrumentos públicos o privados.

En caso que estos documentos se encuentren en poder de terceros, el demandante deberá


pedir su exhibición durante el curso del juicio. (En relación con este artículo se encuentra el
artículo 349).

Artículo 349 inciso 1º: “Podrá decretarse, a solicitud de parte, la exhibición de


instrumentos que existan en poder de la otra parte o de un tercero, con tal que tengan
relación directa con la cuestión debatida y que no revistan el carácter de secretos o
confidenciales”.

La exhibición de los libros de contabilidad relativos al negocio en que tenga parte el


solicitante, sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos 42 y 43 del Código de
Comercio.

El artículo 42 del Código de Comercio solo admite la exhibición parcial de los libros y la
forma en que debe efectuarse. El artículo 43 prohíbe el reconocimiento general de los
libros, salvo en los casos de sucesión universal, comunidad de bienes, liquidación de
sociedades legales y convencionales y quiebras.

Las cuatro medidas señaladas tienen dos características comunes:

a) Competen solo al futuro demandante.


b) Solo se decretan cuando a juicio del tribunal sean necesarias para que el demandante
pueda entrar en el juicio (Art. 273 Inciso final).

En la práctica se da con más frecuencia la medida Nº 1.

El reconocimiento de firma puesta en instrumento privado.

A diferencia de las anteriores, esta medida compete al futuro demandante y al futuro


demandado (Ver art. 288 y 273 Nº 5). Asimismo, esta medida se decreta en todo caso, a
diferencia de las cuatro anteriores. Solicitada debe concederse, o sea, es obligatorio para el
juez.

Según el artículo 278 del CPC si se rehúsa el reconocimiento de firma se procederá en


conformidad a las reglas establecidas para el reconocimiento judicial de documentos en el
juicio ejecutivo. Esto significa que si el citado a la presencia judicial para el reconocimiento
de firma no comparece o bien comparece y da respuestas evasivas, se dará por reconocida
la firma según el artículo 435 inciso 2º.

Artículo 435 inciso 2º: “Y, si el citado no comparece, o sólo da respuestas evasivas, se
dará por reconocida la firma o por confesada la deuda.”

19
Declaración jurada o exhibición del título de simple tenedor de la cosa de que procede
la acción o es objeto de ella.

Esta medida prejudicial se encuentra en el artículo 282 y corresponde solo al futuro


demandado. Los objetivos son:

a) Declaración jurada del tenedor respecto del nombre y residencia de la persona a cuyo
nombre tiene la cosa.

b) Exhibición del título de su tenencia, por ejemplo: Arriendo, comodato. Respecto de


éste objetivo, en caso de expresar el tenedor que no tiene título escrito, estará obligado a
declarar bajo juramento que carece de él. En caso de negativa del mero tenedor para
practicar cualquiera de las diligencias indicadas, se le puede apremiar con multa o arresto
en la forma señalada en el artículo 274.

Artículo 282: “Si aquel a quien se intenta demandar expone ser simple tenedor de la cosa
de que procede la acción o que es objeto de ella, podrá también ser obligado:
1º A declarar bajo juramento el nombre y residencia de la persona en cuyo nombre la
tiene; y
2º A exhibir el título de su tenencia; y si expresa no tener título escrito, a declarar bajo
juramento que carece de él.
En caso de negativa para practicar cualquiera de las diligencias mencionadas en este
artículo, se le podrá apremiar con multa o arresto en la forma dispuesta por el artículo
274.”

La constitución de apoderado especial.

A esta medida se refiere el artículo 285 y compete al futuro demandante.

Procede cuando haya motivo fundado para temer que una persona se ausente en breve
tiempo del país. El objetivo es que el apoderado represente al futuro demandado y responde
de las posibles multas y costas en que sea condenada la persona cuya ausencia se teme. Si
la persona rehúsa nombrar apoderado, se le apercibe con el nombramiento de un curador de
bienes.

Artículo 285: “En el caso del inciso 1º del artículo anterior, podrá también pedirse que
aquel cuya ausencia se teme, constituya en el lugar donde va a entablarse el juicio
apoderado que le represente y que responda por las costas y multas en que sea condenado,
bajo apercibimiento de nombrársele un curador de bienes.”

2. MEDIDAS PREJUDICIALES PROBATORIAS (ART. 288).

Art. 288: “Toda persona que fundadamente tema ser demandada podrá solicitar las
medidas que mencionan el número 5º del artículo 273 y los artículos 281, 284 y 286, para
preparar su defensa.”

20
Son actos procesales que se pueden solicitar antes de la formalización del juicio con la
finalidad de probar un hecho pertinente al futuro juicio, el cual puede desaparecer, o bien
producir una prueba que más adelante será difícil o imposible de obtener.

El fundamento genérico de estas medidas: Es la necesidad de anticipar la prueba en


razón del peligro inminente de desaparecer el hecho que se pretende probar o la prueba
misma que se intenta producir. En particular:

Inspección personal del tribunal, informe de peritos, certificado de un ministro de fe

Esta medida se encuentra contemplada en el artículo 281 y corresponde tanto al futuro


demandante como al futuro demandado.

Procede cuando existe peligro inminente de daño o perjuicio o se trate de hechos que
puedan fácilmente desaparecer. Agrega el inciso 2º del artículo 281, que para la ejecución
de estas medidas se dará previamente conocimiento a la persona que se trata de demandar si
se encuentra en el lugar de asiento del tribunal que la decreta, o donde deban ejecutarse. En
los demás casos se procederá con intervención del defensor de ausentes (Defensor Público).

Artículo 281: “Puede pedirse prejudicialmente la inspección personal del tribunal, informe
de peritos nombrados por el mismo tribunal, o certificado del ministro de fe, cuando exista
peligro inminente de un daño o perjuicio, o se trate de hechos que pueden fácilmente
desaparecer.
Para la ejecución de estas medidas se dará previamente conocimiento a la persona a quien
se trata de demandar, si se encuentra en el lugar de asiento del tribunal que las decreta, o
donde deban ejecutarse. En los demás casos se procederá con intervención del defensor de
ausentes.”

Confesión judicial

Se encuentra en el artículo 284 y le compete al demandante y demandado. Procede cuando


haya motivo fundado para temer que una persona se ausente en breve tiempo del país.

Los hechos motivo de la confesión deben ser previamente calificados de conducentes por el
tribunal, el cual fijará día y hora para la práctica de la diligencia.El inciso 2º del artículo
284 establece la sanción que consiste en dar por confesa en el juicio a la persona que citada
a absolver posiciones (art. 7º inciso 2º, prestar confesión judicial) se ausenta del país dentro
de los treinta días siguientes a su notificación sin absolver posiciones o sin dejar un
apoderado con autorización e instrucciones suficientes para hacerlo durante la secuela del
juicio, a menos que aparezca suficientemente justificada su ausencia.

Artículo 284: “Si hay motivo fundado para temer que una persona se ausente en breve
tiempo del país, podrá exigírsele como medida prejudicial que absuelva posiciones sobre
hechos calificados previamente de conducentes por el tribunal, el que, sin ulterior recurso,
señalará día y hora para la práctica de la diligencia.
21
Si se ausenta dicha persona dentro de los treinta días subsiguientes al de la notificación sin
absolver posiciones, o sin dejar apoderado con autorización e instrucciones bastantes para
hacerlo durante la secuela del juicio, se le dará por confesa en el curso de éste, salvo que
aparezca suficientemente justificada la ausencia sin haber cumplido la orden del tribunal.”

Prueba testimonial (Ver artículo 341)

Se encuentra establecida en el artículo 286 y al igual que las anteriores corresponde al


futuro demandante y al futuro demandado.

Procede respecto de aquellos testigos cuya declaración por razón de impedimento grave
haya fundado temor de que no pueden recibirse oportunamente. Las declaraciones versarán
sobre los puntos que indique el actor, calificados de conducentes por el tribunal.Para
practicar esta diligencia, se dará previamente conocimiento a la persona a quien se trata de
demandar.

Artículo 286: “Se podrá, asimismo, solicitar antes de la demanda el examen de aquellos
testigos cuyas declaraciones, por razón de impedimento graves, haya fundado temor de que
no puedan recibirse oportunamente. Las declaraciones versarán sobre los puntos que
indique el actor, calificados de conducentes por el tribunal.
Para practicar esta diligencia, se dará previamente conocimiento a la persona a quien se
trata de demandar, sólo cuando se halle en el lugar donde se expidió la orden o donde
deba tomarse la declaración; y en los demás casos se procederá con intervención del
defensor de ausentes.”

3. MEDIDAS PREJUDICIALES PRECAUTORIAS (ART. 279 – 280)

Artículo 279: “Podrán solicitarse como medidas prejudiciales las precautorias de que
trata el Título V de este libro, existiendo para ello motivos graves y calificados, y
concurriendo las circunstancias siguientes:
1ª Que se determine el monto de los bienes sobre que deben recaer las medidas
precautorias; y
2ª Que se rinda fianza u otra garantía suficiente, a juicio del tribunal, para responder por
los perjuicios que se originen y multas que se impongan.”

Artículo 280: “Aceptada la solicitud a que se refiere el artículo anterior, deberá el


solicitante presentar su demanda en el término de diez días y pedir que se mantengan las
medidas decretadas. Este plazo podrá ampliarse hasta treinta días por motivos fundados.
Si no se deduce demanda oportunamente, o no se pide en ella que continúen en vigor las
medidas precautorias decretadas, o al resolver sobre esta petición el tribunal no mantiene
dichas medidas, por este solo hecho quedará responsable el que las haya solicitado de los
perjuicios causados, considerándose doloso su procedimiento.”

Son las mismas medidas que señala el artículo 290 como medidas precautorias ordinarias,
vale decir:
1. Secuestro de la cosa que es objeto de la demanda.
22
2. Nombramiento de uno o más interventores.
3. Retención de bienes determinados.
4. Prohibición de celebrar actos o contratos sobre bienes determinados.

Requisitos copulativos: Según el artículo 279 CPC:


- Que existan motivos graves y calificados para solicitarlos. Estos motivos los
demostrará al juez la persona que solicita la medida y será el juez quien determinará
si realmente existen esos motivos.
- Que se determine el monto de los bienes sobre los cuales deben recaer las
medidas precautorias.
- Que se rinda fianza u otra garantía suficiente a juicio del tribunal para responder
por los perjuicios que se originen y multas que se impongan.

Corresponden solo al futuro demandante sobre quien pesan dos obligaciones:


1. Debe presentar demanda en el término de 10 días contados desde la aceptación de su
solicitud, plazo ampliable a 30 días por motivos fundados.
2. Debe pedir, al entablar la demanda, que se mantengan las medidas decretadas y tal
petición debe formularse en el cuaderno de medidas prejudiciales.

Es conveniente hacerlo presente en el escrito de demanda que se solicita la mantención de


la medida decretada.

Una vez presentada la demanda y solicitado que la medida prejudicial se mantenga ahora
como medida precautoria, el tribunal resolverá si la mantiene o la rechaza. Si el tribunal la
mantiene, nace la posibilidad para el demandado de oponerse con lo cual se traba un
incidente de alzamiento de la medida, incidente que debe tratarse como un incidente
ordinario. Sin embargo, suele suceder que en la práctica los tribunales ante la petición de
mantención de una medida precautoria, le dan tramitación incidental de inmediato
proveyendo “Traslado y autos”.

Según el artículo 280 inciso 2º, el que haya solicitado una medida prejudicial precautoria se
hace responsable de los perjuicios causados y se considera doloso su comportamiento en
los siguientes casos:
- Si no deduce demanda oportunamente.
- Si no pide en ella que continúen en vigor las medidas decretadas.
- Si el tribunal al resolver sobre la petición no mantiene la citada medida.

Requisitos para decretar las medidas prejudiciales.

I. Generales:
1. Que el solicitante exprese la acción que se propone deducir y someramente
sus fundamentos (Art. 287).
2. Que se dicte sin audiencia de la persona contra la cual se pide, salvo los
casos en que expresamente se exija su intervención (Art. 289).
II. Especiales o específicos: Son aquellos que deben concurrir para decretar una
medida prejudicial determinada, por ejemplo: Exhibición de inventario requiere que
interese a varias personas.
23
24

También podría gustarte