Tema 6 Derecho Financiero Ii
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BASE IMPONIBLE
El legislador español desde la ley del año 1995, ha optado por la segunda de las
opciones, lo cual no quiere decir que acepte sin discusión el beneficio contable, sino que
la ley regula como determinar la base imponible partiendo del resultado contable y
aplicando sobre él los ajustes necesarios, estos ajustes son los que se llaman ajustes
extracontables.
Tal y como hemos señalado el legislador partirá del resultado contable u sobre el
aplicará los ajustes extracontables que sean necesarios.
Serán ajustes positivos aquellos que integran en la base imponible cantidades que se
consideran rentas positivas a pesar de que no han sido considerados como ingresos
contables o bien gastos que han sido deducidos para hallar el resultado contable pero
que tienen la consideración de no deducibles fiscalmente.
Por el contrario, serán ajustes negativos aquellos que minoren el resultado contable
para hallar la base imponible.
1. Amortizaciones
2. Existen bienes que por su propia naturaleza no son amortizables (es el caso de los
terrenos) por lo que cuando se adquieran edificaciones, no será amortizable la parte del
precio de adquisición correspondiente al valor del suelo.
Para que la cuota de amortización pueda ser considerada gasto fiscalmente deducible es
necesario que cumpla dos requisitos:
89.100 : 66 = 1.350 €
El sistema consiste en asignar a cada ejercicio un número del 1 al que
represente el número de años de vida útil (11), asignándole el número
más alto al primer ejercicio.
La ley tan solo regula algunas de ellas, esto no quiere decir que el resto de las
permitidas según la contabilidad no sean deducibles a efectos del impuesto, sino que, en
ausencia de regulación tributaria, se admite a efectos fiscales la provisión de acuerdo
con los principios contables.
Esta corrección de valor se recoge en el art. 13 en el que se señala que serán deducibles
las dotaciones para la cobertura de riesgo derivado de las posibles insolvencias de los
deudores, cuando en el momento del devengo del impuesto concurra alguna de las
siguientes circunstancias:
4. Que las obligaciones hayan sido reclamadas judicialmente o sean objeto de un litigio
judicial o procedimiento arbitral de cuya solución dependa su cobro.
1.º Las correspondientes a créditos adeudados por entidades de derecho público, excepto
que sean objeto de un procedimiento arbitral o judicial que verse sobre su existencia o
cuantía.
El artículo 14 de la ley admite la deducibilidad de todas las provisiones que hayan sido
realizadas e inscritas en la cuenta de pérdidas y ganancias de la empresa, excepto las
que señala expresamente, por lo que si existen en la contabilidad estas últimas deberá
realizarse un ajuste extracontable positivo (menos gasto) para determinar la base
imponible. Se intenta así evitar que un exceso de prudencia de la empresa pueda vaciar
la base imponible del impuesto o diferir la tributación.
4. Gastos no deducibles
Con carácter general para que un gasto sea deducible debe estar recogido en la
contabilidad (salvo excepciones expresas como la libertad de amortización o la
amortización acelerada), debe estar imputado en el ejercicio al que corresponde y debe
estar justificado (con factura o cualquier otro medio de prueba).
i) Los gastos por indemnizaciones por despido pueden deducirse como gastos de
personal, pero se establece un límite máximo determinado por la mayor de las
siguientes cantidades:
1. 1 millón de euros.
l) Las disminuciones de valor originadas por aplicación del criterio del valor
razonable correspondientes a valores representativos de las participaciones en el
capital o en los fondos propios de entidades a que se refiere la letra anterior, que
se imputen en la cuenta de pérdidas y ganancias, salvo que, con carácter previo,
se haya integrado en la base imponible, en su caso, un incremento de valor
correspondiente a valores homogéneos del mismo importe.
n) Los que sean objeto de la deducción por inversiones realizadas por las
autoridades portuarias, incluidos los correspondientes a la amortización de los
activos cuya inversión haya generado el derecho a la mencionada deducción.
La Ley 5/2022 incorpora a la normativa del IS un precepto que trata de neutralizar los
efectos fiscales de las asimetrías generadas en operaciones con diferente calificación
fiscal, realizadas, principalmente, con entidades vinculadas no residentes, con la
particularidad de que de esas operaciones se derivan gastos fiscales que no van
acompañados de la correlativa inclusión de un ingreso fiscal en la otra parte (deducción
sin inclusión) o bien, se produce una doble deducción del mismo gasto en dos entidades
(doble deducción). En otras ocasiones tales asimetrías se manifiestan por la existencia
de entidades híbridas o establecimientos permanentes.
El artículo 17.1 LIS establece que los elementos patrimoniales se valorarán de acuerdo
con los criterios establecidos por el Código de Comercio, corregidos por la aplicación
de los preceptos establecidos en la propia ley del IS.
Como regla general todos los bienes adquiridos a terceros son valorados en el momento
de su adquisición por su precio de adquisición; y los bienes que son producidos por la
propia entidad se valoran por su coste de producción. La normativa contable desarrolla
detenidamente ambos conceptos.
Esta regla general afecta a todos los bienes del inmovilizado material, los intangibles y a
las inversiones inmobiliarias. Este precio de adquisición o coste de producción es el que
se utiliza a efectos fiscales para el cálculo de amortizaciones, cálculo de ganancias…
Por tanto, como regla general el Impuesto sobre Sociedades acepta en bloque la
valoración contable de los elementos patrimoniales.
Sin embargo, esta valoración inicial de los bienes podría aumentarse posteriormente si
la sociedad estimara que el valor que figura en la contabilidad es inferior a su valor de
mercado. En estos supuestos las sociedades pueden elevar el valor originario mediante
revalorizaciones contables. Con ello lo que está haciendo es incorporar a dicho valor
una plusvalía latente, o lo que es lo mismo una plusvalía no obtenida realmente pues la
misma solo se obtendrá cuando se venda el bien.
El artículo 17.4 enumera una serie de operaciones en las que difiere el tratamiento fiscal
y el contable obligando a realizar los oportunos ajustes fiscales en el resultado contable.
Así determinadas transmisiones de bienes deben ser valoradas por su valor de mercado,
con independencia de como las mismas se hayan consignado en la contabilidad. El valor
de mercado se entiende que es aquel que hubiera sido acordado en condiciones
normales de mercado entre partes independientes. Y en estos casos la norma exige la
integración en la base imponible de la diferencia entre el valor de mercado y el valor
contable de los elementos transmitidos, dando unas normas precisas en relación con
cada una de las operaciones.
Las operaciones en las que se exige esta integración de la diferencia son las siguientes:
Las operaciones vinculadas son aquellas que se caracterizan por ser realizadas entre
personas a las que les unen ciertos vínculos que determinan la aplicación de un régimen
tributario específico.
Se consideran personas o entidades vinculadas, tal y como señala el artículo 18.2 LIS,
las siguientes:
e. Una entidad y los socios o partícipes de otra entidad, cuando ambas entidades
pertenezcan a un grupo.
i. Dos entidades en las cuales los mismos socios partícipes o sus cónyuges, o
personas unidas por relaciones de parentesco, en línea directa o colateral, por
consanguinidad o afinidad hasta el tercer grado, participen, directa o
indirectamente, en, al menos, el 25 % del capital social o de los fondos propios.
l. Dos entidades que formen parte de un grupo que tribute en el régimen de los
grupos de sociedades cooperativas.
El artículo 18.1 señala que las operaciones efectuadas entre personas o entidades
vinculadas se valorarán por su valor normal de mercado. Este valor normal de mercado
será el que se hubiese acordado entre personas independientes en condiciones de libre
competencia. La valoración la realizarán los propios sujetos pasivos, no la
Administración Tributaria, si bien se realizará por esta última, en los supuestos de
incumplimiento del mandato por parte de los contribuyentes.
El mayor problema de estas operaciones es determinar correctamente el valor de
mercado de la operación. El artículo enumera distintos métodos, sin establecer
preferencia alguna entre ellos: método del precio libre comparable, método del coste
incrementado, método del precio de reventa, método de la distribución del resultado,
método del margen neto operacional, ….
1) Los que sean propiedad de una entidad residente en territorio español que
traslada su residencia habitual al extranjero, salvo que los citados elementos
queden afectos a un establecimiento permanente sito en España.
En el supuesto de elementos patrimoniales transferidos a un Estado miembro
de la Unión Europea o del Espacio Económico Europeo que haya celebrado
un acuerdo con España o con la Unión Europea sobre asistencia mutua en
materia de cobro de créditos tributarios que sea equivalente a la asistencia
mutua prevista en la Directiva 2010/24/UE del Consejo, el contribuyente
podrá optar por fraccionar el pago de la deuda tributaria resultante de la
aplicación de lo dispuesto en el párrafo anterior por quintas partes anuales
iguales
¿Qué sucede con las operaciones a plazos? Son operaciones a plazos, o con precio
aplazado las ventas y ejecuciones de obras cuyo precio se perciba, total o parcialmente
mediante pagos sucesivos, o mediante un solo pago, siempre que el período transcurrido
entre la entrega y el vencimiento del último o único plazo sea superior al año.
3. Reducciones
Los contribuyentes que tributen al tipo de gravamen general del 25% o al 30% que se
establece para determinadas entidades tendrán derecho a una reducción en la base
imponible del 10 por ciento del importe del incremento de sus fondos propios, siempre
que se cumplan los siguientes requisitos:
b) Que se dote una reserva por el importe de la reducción, que deberá figurar en
el balance con absoluta separación y título apropiado y será indisponible durante
el plazo previsto en la letra anterior.
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Para la aplicación de la reducción prevista en el apartado 1 deberán cumplirse los siguientes requisitos:
a) Que el cesionario utilice los derechos de uso o de explotación en el desarrollo de una
actividad económica y que los resultados de esa utilización no se materialicen en la entrega de
bienes o prestación de servicios por el cesionario que generen gastos fiscalmente deducibles en
la entidad cedente, siempre que, en este último caso, dicha entidad esté vinculada con el
cesionario.
b) Que el cesionario no resida en un país o territorio de nula tributación o calificado como
paraíso fiscal, salvo que esté situado en un Estado miembro de la Unión Europea y el
contribuyente acredite que la operativa responde a motivos económicos válidos y que realice
actividades económicas.
c) Cuando un mismo contrato de cesión incluya prestaciones accesorias de bienes o servicios
deberá diferenciarse en dicho contrato la contraprestación correspondiente a los mismos.
d) Que la entidad disponga de los registros contables necesarios para poder determinar cada
uno de los ingresos y de los gastos directos a que se refiere este artículo, correspondientes a los
activos objeto de cesión.
El derecho a esta reducción no podrá superar el importe del 10 por ciento de la base
imponible positiva del período impositivo previa a esta reducción, a la integración de las
dotaciones por deterioro de los créditos u otros activos derivadas de las posibles
insolvencias de los deudores no vinculados con el contribuyente, no adeudados por
entidades de derecho público y cuya deducibilidad no se produzca, y a la compensación
de bases imponibles negativas.
Esta reducción sólo resulta aplicable a las sociedades incluidas en el régimen especial
de empresas de reducida dimensión. Los requisitos para la reserva de nivelación están
establecidos en el artículo 105 de la LIS, y son:
Ser una entidad de reducida dimensión, es decir que el importe neto de la cifra
de negocios habida en el período impositivo inmediato anterior sea inferior a 10
millones de euros.
Que las mismas apliquen el tipo general del 25%.
Las cantidades que hayan minorado la base imponible positiva se adicionarán a la base
de los cinco años inmediatos y sucesivos hasta el importe de las bases negativas que se
pongan de manifiesto en tales periodos y, en todo caso, la parte restante deberá
adicionarse al finalizar el citado plazo.
Por tanto, la reserva es indisponible durante un periodo máximo de cinco años ya que, a
medida que se vaya incorporando a la base imponible en los términos señalados, la
reserva será de libre disposición con posibilidad de su reparto a los socios.
Las bases imponibles negativas que hayan sido objeto de liquidación o autoliquidación
podrán ser compensadas con las rentas positivas de los períodos impositivos siguientes
con distinto límite según cual sea su cifra de negocios.
Existe un límite general que impide que se compense la totalidad de la renta positiva
obtenida. De esta manera, se evita que la base imponible del período impositivo sea
nula. Así, puede ocurrir que la base imponible a declarar sea positiva, aunque la entidad
tenga bases imponibles negativas pendientes de aplicar por importe igual o superior a
dicha base imponible positiva. El importe de la compensación está limitado al 70% de la
base imponible previa a la aplicación de la reserva de capitalización y a la propia
compensación de la base imponible negativa.