Subsidio Adviento 2018
Subsidio Adviento 2018
Subsidio Adviento 2018
A r z o b i s pa d o de Santiago
Contenidos
1. Presentación 3
2. Adviento 4
3. Creer y esperar en tiempos de crisis 11
4. Domingos de Adviento 16
• Primer Domingo de Adviento 16
• Solemnidad de la Inmaculada Concepción 35
• Segundo Domingo de Adviento 42
• Tercer Domingo de Adviento 57
• Cuarto Domingo de Adviento 71
• Retiro de Adviento 83
Adviento - Navidad 2018 5. Tiempo de Navidad 93
© Arzobispado de Santiago a. Una Navidad cristiana 93
Vicaría para la Pastoral
Departamento de Liturgia b. Lectio divina 96
Departamento de Espiritualidad c. Celebración Eucarística de Navidad 101
www.iglesiadesantiago.cl
Primera edición:
Noviembre 2018
Diseño y diagramación
Soledad Vargas
Imprenta
Gráfica Nueva
1. Presentación
T ienen en sus manos el subsidio de Adviento que quiere acompañarlos en este tiempo
para mejor celebrar la venida del Señor. Señor que viene en cada encuentro con nuestros
hermanos, Señor que vendrá en su segunda venida y que celebraremos en su nacimiento
en Belén.
Estamos en tiempos difíciles, dolorosos, pero vivimos la esperanza de un Señor siempre
presente que nos invita a levantarnos y caminar.
Un Señor que hace de este adviento un tiempo de preparación para salir al encuentro del
hermano, para hacer de nuestra Iglesia una comunidad acogedora.
El adviento nos invita a incorporarnos a esa peregrinación de la historia de la Salvación,
del antiguo y nuevo testamento, que esperaban la Salvación, prometida en un Mesías,
que viene a restaurar a su Pueblo.
Este caminar lo hacemos de la mano de los oráculos, de los profetas y de otros
protagonistas, que encarnan los “gritos y las esperanzas”, del Pueblo de Israel y de
hombres y mujeres de todos los tiempos.
Subsidio de Adviento
Que la presencia de los profetas, Isaías, del Bautista, de San José, de María y del Espíritu
Santo, nos ayuden para preparar nuestros corazones a la venida del Señor.
Que tengan un bendecido Adviento y una plena y gozosa fiesta de Navidad.
3.
2. Adviento
El mismo Señor nos concede ahora preparar con alegría el misterio de su nacimiento, para
que su llegada nos encuentre perseverantes en la oración y proclamando gozosamente
su alabanza. (Prefacio III Adviento)
Subsidio de Adviento
Con la Iglesia, decimos que el Adviento celebra la triple venida del Señor: en primer
lugar, la histórica, cuando asumió nuestra misma carne para hacer presente en el
4.
mundo la Buena Noticia de Dios; en segundo lugar, la que se realiza ahora, cada día,
a través de la Eucaristía y de los demás sacramentos, y a través de tantos signos de su
presencia, comenzando por el signo de los hermanos y de los hermanos pobres, como
nos recordará la liturgia: “…el mismo que viene a nuestro encuentro en cada hombre y
en cada acontecimiento, para que lo recibamos con fe…”; y ,finalmente, en tercer lugar,
la venida definitiva al final de los tiempos cuando llegue a plenitud el Reino de Dios y
nos abra a la vida eterna.
Distinguimos dos momentos en este camino de Adviento: el que iniciamos con el primer
Domingo hasta el 16 de diciembre, invitándonos a preparar nuestros corazones para
cuando venga el Señor “por segunda vez en el esplendor de su grandeza…” y del 17 al
24 de diciembre, invitándonos “…a preparar con alegría el misterio de su nacimiento…”.
El tiempo de adviento es un tiempo propicio para dar gracias a Dios por su misericordia,
por la atenta escucha a los clamores de su pueblo.
Hoy como ayer seguimos clamando “Ven Señor Jesús”, “Ven Señor Jesús cuando
experimentamos la injusticia y el dolor” “Ven Señor Jesús cuando experimentamos en
nuestra propia vida la fragilidad”.
El tiempo de Adviento nos invita a implorar la venida del Salvador, invitados vivir en una
permanente actitud de conversión.
Subsidio de Adviento
Merece la pena aprovechar y vivir este tiempo en comunidad, como pueblo de Dios
peregrino, preparándonos a celebrar la Navidad. Que esta experiencia de esperar, de
clamar y celebrar su venida fortalezca nuestra experiencia de fe.
5.
2.1 LOS SIGNOS DEL ADVIENTO:
El adviento es uno de los tiempos litúrgicos que se ve enriquecido por varios signos
litúrgicos que lo hacen atrayente, cercano y pedagógico, ellos alientan la fe del pueblo
cristiano y transmiten, de generación en generación, la conciencia de algunos valores de
este tiempo litúrgico.
A. EL Color de adviento
Para vivir este tiempo la Iglesia nos presenta como color litúrgico, al igual que en
Cuaresma, el morado. No hemos de olvidar que el Adviento es también un tiempo
penitencial, es decir, de conversión y de purificación interior de nuestra fe para acoger
con un corazón renovado a Cristo que ha venido, viene y vendrá.
Nuestra penitencia de Adviento la podemos traducir en ayuda para que aquellos que
menos tienen puedan celebrar de manera adecuada la navidad.
B. La Corona de Adviento
La Corona de Adviento, o “Corona de las luces de Adviento”, como la llama el Bendicional,
es un signo que expresa la alegría del tiempo de preparación a la Navidad.
revestido de ramas verdes, sobre la cual se colocan cuatro velas y el conjunto se sitúa
cerca del altar o del ambón de la Palabra.
6.
Las velas se van encendiendo gradualmente en las cuatro semanas de Adviento: el
primer domingo se enciende una, el segundo dos y así sucesivamente. De esta manera
la Corona se va iluminando a medida que van pasando los días y se va acercando el día
de la Navidad.
La Corona procede del hemisferio Norte, representa la Luz como salvación, el verde
como signo de vida y esperanza, la forma redonda de la Corona, como eternidad. Este
signo expresa de una manera visual y pedagógica la espera de Jesús, el Señor, el Mesías
Salvador, junto a otros ciertamente más importantes, como son la Palabra de Dios, los
textos de las oraciones, y los cantos de Adviento.
Subsidio de Adviento
Cuenta la historia que, mientras predicaba por la campiña, en navidad de 1223. En una
humilde ermita, mientras oraba, rodeado de aquella paz y silencio, tuvo la inspiración de
reproducir en vivo el misterio del nacimiento de Jesús en Belén.
7.
Construyo una pequeña casita, a modo de portal, puso un pesebre en medio, trajo, un
buey, un asno e invito a algunos campesinos de la zona a sumarse a su idea haciendo las
veces de los pastores en adoración, según el relato de San Lucas.
D. El árbol de Navidad
Otro de los signos, muy populares además, que acompañan las Fiestas de Navidad, es el
Árbol de Navidad, que podemos ubicar su origen en Alemania, hacia el siglo XVI. El árbol
puede tener muchas y variadas significaciones, de todo tipo: vida, fertilidad, genealogía,
frutos, etc. Como en el hemisferio norte, en ese tiempo de diciembre, es invierno, no hay
frutos, se le adorna con luces, velas, y otros elementos que anunciaban la presencia de
los futuros frutos, de ahí su significado de fertilidad, de vida nueva.
El árbol navideño puede tener una doble intención simbólica: por un lado el árbol del
Paraíso, y la luz que acompaña al nacimiento del Mesías.
Subsidio de Adviento
El árbol de paraíso nos recuerda el inicio, el primer Adán, ahora el nacimiento del segundo
Adán, Cristo, se simboliza con el árbol de la auténtica vida, como nuevo inicio.
8.
De esta manera el árbol de navidad no aparece opuesto al pesebre, sino como
complemento simbólico y pedagógico de la teología de Navidad.
Porque el motivo del regalo, para que se convierta en obsequio, tiene el carácter de
comunicar, lo que siento por el otro, se convierte en un gesto, por el que yo quiero
expresar algo de mí. Es eso lo fundamental, no tanto, el que sea “caro” o “barato”, sino
que expreso que el otro es importante y quiero manifestárselo de alguna manera.
Nos regalamos porque hemos sido regalados y nosotros hemos recibido un gran regalo
de parte de Dios, su propio Hijo, el Emmanuel, el Dios con nosotros. Como los saludos
o tarjetas. Hoy que todo es escrito, por correo o redes sociales , en que la escritura de
propia mano se va perdiendo, nos dan una oportunidad, para hacer el esfuerzo de, crear
o comprar, la tarjeta de saludo y escribirla, con mi propia letra “gastando” algo de mi
tiempo, en aquellos que deseo felicitar y desear, mis mejores anhelos y bendiciones.
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9.
F. La Virgen María en el Adviento.
Durante este tiempo, la Liturgia celebra con frecuencia y de modo ejemplar a la Virgen,
pero la valoración del Adviento como tiempo particularmente apto para el culto de la
Madre del Señor, no quiere decir que este tiempo se deba presentar como un “mes de
María”. La solemnidad de la Inmaculada, profundamente sentida por los fieles, da lugar
a muchas manifestaciones de piedad popular, cuya expresión principal es la NOVENA
DE LA INMACULADA. El contenido de la fiesta de la Concepción purísima y sin mancha
de María, en cuanto preparación fontal al nacimiento de Jesús, se armoniza bien con
algunos temas principales del Adviento. Donde se celebre la Novena de la Inmaculada
se deberían destacar los textos proféticos que partiendo del vaticinio de Génesis 3,15,
desembocan en el saludo de Gabriel a la “llena de gracia” (Lc.1, 28 y en el anuncio del
nacimiento del Salvador (Lc. 1, 31-33).
Subsidio de Adviento
10.
3. Creer y esperar en
tiempos de crisis
El camino espiritual de la liturgia de adviento
Estamos en adviento. Uno de los grandes tiempos penitenciales de la liturgia católica.
Un momento en el cual somos invitados a conversión. En adviento este llamado a la
conversión se da con una modalidad muy especial. Somos invitados a salir del letargo,
a despertar del sueño, a sacudirnos las rutinas y volver a sintonizar el corazón con la
novedad de Dios. «Dios todopoderoso, aviva en tus fieles el deseo de salir al encuentro
de Cristo que viene…»1.
Subsidio de Adviento
sino del encuentro personal, íntimo, intenso, con el Señor de
11.
1. Oración Colecta del Primer domingo de adviento.
la vida. De un encuentro que siempre tiene algo de novedoso y sorpresivo; porque
es encuentro con la grandeza y el señorío de Dios. La rutina nos encierra en nosotros
mismos y nos aleja del Dios que siempre nos lleva la delantera; nos aleja del único capaz
de vivificarnos.
Como dice el Papa Francisco: algunos «caen en la acedia por no saber esperar y querer
dominar el ritmo de la vida. El inmediatismo ansioso de estos tiempos hace que los
agentes pastorales no toleren fácilmente lo que signifique alguna contradicción, un
aparente fracaso, una crítica, una cruz. Así se gesta la mayor amenaza, que “es el gris
pragmatismo de la vida cotidiana de la Iglesia en el cual aparentemente todo procede
con normalidad, pero en realidad la fe se va desgastando y degenerando en mezquindad”.
Se desarrolla la psicología de la tumba, que poco
a poco convierte a los cristianos en momias de
museo. Desilusionados con la realidad, con la
Iglesia o consigo mismos, viven la constante
tentación de apegarse a una tristeza dulzona,
sin esperanza, que se apodera del corazón como
el más preciado de los elixires del demonio»
(Evangelii gaudium 82-83, citando Aparecida 12).
Este año 2018 ha sido un año duro para la Iglesia chilena. Nos ha estado sacudiendo
intensa e interiormente, con un dolor muy hondo; con una molestia y un desconcierto
profundos por nuestro modo de actuar como cuerpo eclesial. Estamos adoloridos y
avergonzados; quizá amenazados por el desaliento y la desesperanza. Es desde esta
realidad humana que estamos desafiados a vivir el adviento. La esperanza propia del
adviento no es una expectativa que se fundamente en el buen resultado de nuestros
esfuerzos personales o colectivos. El adviento nos desafía a vivir una esperanza fundada
en el don de Dios, capaz de revertir nuestras fragilidades y pecados. Es lo que diariamente
nos van recordando los textos de Isaías: «Si ustedes no creen, no subsistirán» (Isaías 7, 9).
Este año la liturgia de los cuatro domingos de adviento nos invita a caminar tomados de
la mano del evangelista san Lucas.
El Primer Domingo nos advierte que los tiempos son difíciles, pero señalando que la
respuesta del creyente debe ser esperanzada y capaz de superar los miedos paralizantes:
«Los hombres desfallecerán de miedo porque sobrevendrá al mundo, porque los astros
se conmoverán. Entonces se verá al Hijo del hombre venir sobre una nube, lleno de
poder y de gloria. Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza,
porque está por llegarles la liberación» (Lucas 21, 26-28). Es el tiempo de poner nombre
Subsidio de Adviento
a nuestros grandes miedos e inseguridades. Es el momento para levantar la cabeza en
medio del torbellino de dolores de este tiempo y reconocer la salvación de Dios que se
está haciendo presente en medio nuestro.
13.
El Segundo Domingo nos propone a figura del precursor, de Juan Bautista predicando
un mensaje de conversión para el perdón de los pecados, apoyándose en el texto del
profeta Isaías: «Una voz grita en desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus
senderos. Los valles serán rellenados, las montañas y las colinas serán aplanadas. Serán
enderezados los senderos sinuosos y nivelados los caminos disparejos. Entonces, todos
los hombres verán la Salvación de Dios» (Lucas 3, 4-6). La meta del anuncio es que toda
la humanidad vea la salvación de Dios. Pero antes es necesario allanar los senderos,
enderezar los caminos torcidos. De aquí surge la pregunta por cuáles son las montañas
que impiden a mucha gente encontrar la salvación de Dios. Cuáles son los caminos
torcidos que desencaminan a muchos.
El Tercer Domingo vuelve a ponernos frente a la figura del Bautista. Esta vez no habla
de modo genérico, apoyándose en el profeta, sino que «la gente le preguntaba: “¿Qué
debemos hacer entonces?”» (Lucas 3, 10) y él respondía con recomendaciones apropiadas
a cada grupo humano. Pero al mismo tiempo supo no ponerse en primer plano, sino
situar en el centro a aquel que es el único que puede darnos la salvación: «Como el
pueblo estaba a la expectativa y todos se preguntaban si Juan no sería el Mesías, él
tomó la palabra y les dijo: “Yo los bautizo con agua, pero viene uno que es más poderoso
que yo… él los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego» (Lucas 3,15-16). ¿Cuáles
son grandes expectativas de nuestro pueblo chileno y de nuestra comunidad eclesial?
¿Sabemos encaminar dichas expectativas hacia el encuentro con Jesús, o nos metemos
entremedio ocultando la presencia salvífica del Señor?
Subsidio de Adviento
El Cuarto Domingo nos pone ante la otra figura central del adviento: María, la mujer
que con su disponibilidad y asumiendo muchos riesgos dio un «sí» que hizo posible la
encarnación del Verbo. Tal como le dice su prima Isabel: «Feliz de ti por haber creído
14.
que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor» (Lucas 1, 45). María es la
mujer de fe intrépida, capaz de confiarse plenamente en la palabra de sus Dios; de creer
y esperar más allá de toda esperanza (cf. Romanos 4, 18). Porque fue capaz de confiarse
totalmente en Dios, María fue la madre de la vida nueva; y la compañera de camino de
la Iglesia en su misión de proclamar el evangelio de la vida nueva a toda la humanidad
(cf. Hechos de los Apóstoles 1, 14).
En cuanto este es un tiempo que nos invita a acoger la novedad y a cambiar, es momento
propicio para reconocer nuestros vacíos interiores y nuestros errores, que son el aguijón
que nos desafía a cambiar, que nos exige cambiar… y cambiar es posible… Y, desde este
horizonte, convencernos que tener necesidad de cambiar no es sufrir una humillación,
sino el resultado del encuentro con la acción de Dios; es una gracia de Dios, una renovada
presencia suya en nuestra vida…
Subsidio de Adviento
Eduardo Pérez-Cotapos L. ss.cc.
15.
4. Domingos de Adviento
com/watch?v=SHOzlb3BX9k
16.
“Canten con gozo con ilusión, ya se acerca el Señor”
Os anunciamos el gozo de Adviento
con la primera llama ardiendo;
se acerca ya el tiempo de salvación,
disponed, pues, la senda al Señor.
Subsidio de Adviento
1. Encontraras las letras en el siguiente sitio: www.coro9.com
www.iglesia.cl cancionero- cancioneros para bajar- cancionero de adviento departamento de
liturgia.
17.
Este domingo tendremos especial cuidado con la bendición de las mujeres
embarazadas, animando a la comunidad en las semanas previas a invitarlas y a
participar junto a sus familias. Prever oraciones para todas.
2. “Navidad con el Hermano” lleva por nombre la tradicional campaña que la iglesia de Santiago
impulsa en el tiempo de adviento y que consiste en regalar una cena de navidad a una familia
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que, por la vulnerabilidad de su situación, no tiene otra posibilidad de contar con lo mínimo
para celebrar dignamente el nacimiento de Jesús. Todos: parroquias, colegios, fundaciones,
familias, personas particulares, estamos llamados a hacer brillar la luz de la solidaridad
18.
ORACIÓN DE LA MADRE EMBARAZADA
María, de la dulce espera,
de los sueños tiernos y la esperanza larga;
bendigo tu maternidad divina
Maravilla de Dios, en tu cuerpo de mujer.
Subsidio de Adviento
Amén
19.
LECTIO DIVINA
“TENGAN ÁNIMO Y LEVANTEN LA CABEZA”.
Domingo primero del Tiempo de Adviento
2 DE DICIEMBRE DE 2018- Ciclo C
a. LECTURA (Lectio). ¿Qué dice la Palabra? Comienza el adviento con este texto
que nos lleva a meditar el discurso de Jesús sobre el fin del mundo.
Subsidio de Adviento
ocurrir. Así podrán comparecer seguros ante el Hijo del hombre.
21.
b. Algunas preguntas que nos ayuden a reflexionar el Evangelio: No es necesario
que las respondas todas, y si el Espíritu Santo te propone otras interrogantes, sigue su
moción.
= El texto del Evangelio de este domingo es parte del así llamado “discurso escatológico”
(enseñanza bíblica respecto al final de los tiempos, en particular del período
relacionado con la Parusía o segunda venida de Jesucristo y los acontecimientos
vinculados), que se encuentra entre los capítulos 28 y 36 del Evangelio de Lucas. Este
discurso está presentado como respuesta de Jesús a una pregunta de los discípulos,
ante la belleza y grandeza del templo de la ciudad de Jerusalén.
pareciera ser terrible, sin embargo, estas señales indican el inicio de un nuevo tiempo,
donde una nueva creación surgirá.
22.
= En contraste con esto se relata la señal más importante: la manifestación del Hijo del
Hombre: Jesús. Esta es una imagen tomada del libro de Daniel (cfr. Dn 7, 1-14), allí
se relata que luego de las desgracias causadas por los reinos de este mundo vendrá
el Reino de Dios con el Hijo del Hombre, es decir, con aspecto humano pero siendo
verdaderamente Dios, con todo el poder y la gloria.
= Entre ambos tiempos hay una espera, pero no una cualquiera: una espera vigilante,
activa; una actitud de verdaderos discípulos que sin embargo no se queda en la
dimensión espiritual. Es un llamado a centrar la vida según el evangelio y a com-
prometernos con el Reino de Dios. Adviento es, así, una preparación para ese nuevo
comienzo.
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23.
ORACIÓN (Oratio): ¿Qué le digo a Dios con esta Palabra?
Señor, hoy nos muestras lo importante que es vivir en espera de tu persona. Que nues-
tros pensamientos y acciones sean expresiones de atención a la menor indicación de que
Tú estás por llegar; que nuestros pensamientos estén completamente marcados por Ti y
por tu pronta venida.
Con espíritu filial agradecido y sintiéndonos hermanos en el amor del Padre, les invito a
comenzar nuestra celebración.
RITOS INICIALES
Inmediatamente después del saludo quien preside bendice la Corona de Adviento.
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25.
BENDICIÓN DE LA CORONA DE ADVIENTO
Guía
Al comenzar este nuevo Año Litúrgico, bendecimos, como comunidad, esta
Corona con que inauguramos también el tiempo de Adviento. Significamos
nuestro deseo de prepararnos para recibir a Jesucristo que viene al mundo para
salvarnos.
Quien preside
Señor, Dios Padre Todopoderoso + bendice con tu poder
nuestra corona de adviento para que, al encenderla,
despierte en nosotros el deseo de esperar la venida de Cristo
practicando las buenas obras, y para que así, cuando Él llegue,
seamos admitidos al Reino de los Cielos.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén.
2ª Tú que regalas a las madres la capacidad de amar con generosidad acogiendo a un hijo
en sus entrañas. Cristo ten piedad.
3ª Tú que nos regalas la dicha de ser padres a través del fruto de nuestro amor. Señor
ten piedad.
Quien preside
“Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros.....”
R/: Amén
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, te rogamos que la práctica de las buenas obras nos permita
salir al encuentro de tu Hijo que viene hacia nosotros, para que merezcamos estar en el
Reino de los cielos junto a Él. Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y
es Dios, por los siglos de los siglos.
Subsidio de Adviento
27.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Dispongamos nuestra mente y corazón para acoger la Palabra de Dios que llega
hasta nosotros a través del profeta Jeremías, que nos regala esa buena noticia
de esperanza y alegría para el pueblo de Israel, pero para nosotros también: “En
aquellos días haré brotar para David un germen justo”
Lectura del libro de Jeremías 33, 14-16
Llegarán los días -oráculo del Señor- en que Yo cumpliré la promesa que pronuncié
acerca de la casa de Israel y la casa de Judá:
En aquellos días y en aquel tiempo, haré brotar para David un germen justo, y él practicará
la justicia y el derecho en el país.
En aquellos días, estará a salvo Judá y Jerusalén habitará segura.
Y la llamarán así:
“El Señor es nuestra justicia”.
Muéstrame, Señor, tus caminos, enséñame tus senderos. Guíame por el camino de tu
Subsidio de Adviento
El Señor es bondadoso y recto: por eso muestra el camino a los extraviados; Él guía a los
humildes para que obren rectamente y enseña su camino a los pobres.
28.
Todos los senderos del Señor son amor y fidelidad, para los que observan los preceptos
de su alianza. El Señor da su amistad a los que lo temen y les hace conocer su alianza.
SEGUNDA LECTURA
En la segunda lectura San Pablo nos recuerda que debemos esforzarnos en el amor
ante la venida de nuestro Señor, para que nos encuentre actuando según el querer
de Dios.
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Tesalónica 3, 12—4, 2
Hermanos:
Que el Señor los haga crecer cada vez más en el amor mutuo y hacia todos los demás,
semejante al que nosotros tenemos por ustedes. Que Él fortalezca sus corazones en la
santidad y los haga irreprochables delante de Dios, nuestro Padre, el Día de la Venida del
Señor Jesús con todos sus santos. Amén.
Por lo demás, hermanos, les rogamos y les
exhortamos en el Señor Jesús, que vivan
conforme a lo que han aprendido de nosotros
sobre la manera de comportarse para agradar
a Dios. De hecho, ustedes ya viven así: hagan
mayores progresos todavía. Ya conocen las
instrucciones que les he dado en nombre del
Señor Jesús.
Subsidio de Adviento
29.
EVANGELIO
En el Evangelio, San Lucas nos exhorta a no tener temor frente a los acontecimientos
futuros, sino más bien, a llevar una vida sobria, sostenidos en la oración constante,
a fin de que el Señor nos encuentre preparados para recibirle.
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 21, 25-28. 34-36
CREDO
Subsidio de Adviento
2ª Oremos por nuestra Iglesia para que seamos abiertos y dóciles para hacer de nuestras
comunidades lugares que estén libres de todo tipo de abusos. Con María roguemos
al Señor.
3ª Oremos hermanos por nuestro país, por quienes dirigen su destino, a fin de que en su
servició busquen siempre la justicia, la equidad y la preocupación por el Bien Común
y los más necesitados y desposeídos. Con María, roguemos al Señor.
4ª Oremos hermanos por todas las madres que llevan un hijo en su seno y esperan el
día de su nacimiento. Que el Santo Espíritu las fortalezca en su espera y acreciente
su amor por el hijo que se desarrolla en sus entrañas. Con María roguemos al Señor.
5ª Oremos hermanos por los padres que no han podido engendrar un hijo. Que el Señor
derrame en sus corazones el bálsamo de su consuelo y les haga generosos para
acoger la vida desamparada y que necesita protección. Con María roguemos al Señor.
6ª Por todos nosotros y nuestras familias, para que este tiempo de Adviento nos ayude
a despertar de lo que nos adormece en este mundo. Con María roguemos al Señor.
Subsidio de Adviento
Todo esto te lo pedimos, Padre misericordioso, con confianza de hijos porque sabemos
que Tú, que tienes el poder, nos escuchas, eres misericordioso y vives y reinas por los
siglos de los siglos.
31.
LITURGIA EUCARÍSTICA
Ofertorio.
Guía
Un matrimonio trae al altar el pan y vino que han de ser consagrados, junto a ellos
ofrecemos nuestra propia vida al Señor.
PREFACIO
Subsidio de Adviento
Acompáñame, fortaléceme y al tiempo de decir ¡Ya nace!
pueda ofrecerte como regalo nuevo
el primer llanto de mi bebe nacido
33.
y mi gozo grande de mamá feliz. Amén
Bendición de las madres embarazadas
(Quien preside con las manos extendidas ora por los niños y sus madres)
Señor Dios, creador del género humano, cuyo Hijo, por obra del Espíritu Santo, quiso
nacer de la Virgen María, para redimir y salvar a los hombres, librándolos de la deuda
del antiguo pecado, atiende los deseos de esta hija tuya, que te suplica por el hijo que
espera, y concédele un parto feliz; que su hijo se agregue a la comunidad de los fieles, te
sirva en todo y alcance finalmente la vida eterna. Por Jesucristo nuestro Señor.
R: Amén.
Coro
Guía
Inclinemos nuestras cabezas para recibir la bendición del celebrante.
(Una vez recibida la bendición y concluido el envío del diácono, el Guía continúa)
Subsidio de Adviento
Agradecidos del amor de Dios que nos ha reunido en esta Eucaristía, vayamos confiados
en que Él nos acompaña y está con nosotros. Saludamos a la Santísima Virgen en este
Adviento pidiéndole que ella sea parte de esa compañía cercana que necesitamos para
servir al Señor. Lo hacemos cantando…
34.
L A INMACULADA CONCEPCIÓN
DE LA VIRGEN MARÍA
Sábado 8 de diciembre
• Cántico de Maria
• Salmo 97 Cantemos al Señor un canto nuevo
• Quiero decir que si
• Madre del Amor
• Dulce doncella
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• Magnificat
35.
CELEBRACIÓN EUCARISTICA
Motivación inicial
En nuestro viaje de Adviento celebramos la Solemnidad de la Inmaculada concepción.
María, limpia de pecado y concebida sin pecado original, es preservada del pecado desde
el momento de su concepción.
Dios no quiso dejar a la humanidad en soledad y a merced del mal. Por esto pensó y
quiso a María santa e inmaculada en el amor (ver Ef 1, 4), para que fuese la Madre del
Redentor del hombre.
En Maria empieza a realizarse el misterio de la encarnación del Hijo, y por eso nos ale-
gramos con ella y la celebramos esperando vigilantes la venida del Señor.
GLORIA
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, por la Concepción Inmaculada de la Virgen María preservada de todo
Subsidio de Adviento
pecado, preparaste a tu Hijo una digna morada en atención a los méritos de la muerte
redentora de Cristo; concédenos, por su intercesión, que también nosotros lleguemos a
ti purificados de todas nuestras culpas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y
reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
36.
LITURGIA DE LA PALABRA
Frente a las consecuencias del pecado, Dios ayuda a la naturaleza humana a volver
a Él. La inmaculada es la puesta en marcha, de ese anunciado plan divino. Con el
pecado, el hombre reniega de su condición de hijo de Dios, pero en Cristo, Hijo de
María, el Padre nos destina de nuevo, a ser hijos suyos. El anuncio del ángel Gabriel
es una alegre y gran noticia para la humanidad.
PRIMERA LECTURA
Pondré enemistad entre tu descendencia y la de la mujer.
Subsidio de Adviento
tú le acecharás el talón”. El hombre dio a su mujer el nombre de Eva, por ser ella la madre
de todos los vivientes.
37.
SALMO RESPONSORIAL 97, 1-4
R/. Canten al Señor un canto nuevo, porque Él hizo maravillas.
Canten al Señor un canto nuevo, porque Él hizo maravillas: su mano derecha y su santo
brazo le obtuvieron la victoria. El Señor manifestó su victoria, reveló su justicia a los ojos
de las naciones: se acordó de su amor y su fidelidad en favor del pueblo de Israel. Los
confines de la tierra han contemplado el triunfo de nuestro Dios. Aclame al Señor toda
la tierra, prorrumpan en cantos jubilosos.
SEGUNDA LECTURA
Dios nos ha elegido en Cristo, antes de la creación del mundo.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Éfeso 1, 3-6. 11-12
Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo
con toda clase de bienes espirituales en el cielo, y nos ha elegido en Él, antes de la
creación del mundo, para que fuéramos santos e irreprochables en su presencia, por el
amor. Él nos predestinó a ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, conforme al
beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, que nos dio en su
Hijo muy querido. En Él, nosotros, los que hemos puesto nuestra esperanza en Él, hemos
sido constituidos herederos y destinados de antemano, para ser alabanza de su gloria,
según el previo designio del que realiza todas las cosas conforme a su voluntad.
Aleluya.
Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo, bendita tú entre las mujeres.
Aleluya.
38.
EVANGELIO
¡Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo!
CREDO
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ORACIÓN DE LOS FIELES
Oremos, hermanos, al Señor, que en María ha empezado el buen trabajo de la
santificación de los hombres, y pidámosle que lo haga progresar hasta el día de la
manifestación de su Hijo, Jesucristo, nuestro Señor:
39.
- Para que María, en este tiempo de Adviento, sea un estímulo de renovación para la
Iglesia; para que acoja de corazón la Palabra del Señor y nos experimentemos como
Pueblo de Dios. roguemos al Señor.
- Para que el Espíritu Santo, que engendró en las entrañas de María al Verbo eterno del
Padre, impregne el mundo con su fuerza y haga nacer en todos los hombres un vivo
deseo de la venida del reino de Dios, roguemos al Señor.
- Para que todos nosotros, fija nuestra mirada en María, nos preparemos como ella a
recibir a Jesucristo y nos dispongamos a celebrar santamente las próximas fiestas de
su nacimiento, roguemos al Señor.
Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y
en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Purísima debía ser la Virgen que nos diera a tu Hijo, el Cordero inocente que quita
el pecado del mundo. Purísima la que, para todos los hombres, es ahora abogada de
gracia y modelo de santidad.
Por eso, unidos a los coros de los ángeles, cantamos un himno a tu gloria, diciendo
sin cesar:
Subsidio de Adviento
Señor, Dios nuestro, que el sacramento recibido repare en nosotros las consecuencias de
aquella culpa de la que preservaste a la Virgen María en su Concepción Inmaculada. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
41.
SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO
Domingo 9 de diciembre
Como signo, ofrecer cajas de navidad e invitar a una colecta especial para:
ancianos, enfermos, etc., es decir los más pobres de la comunidad o barrio.
Se puede hacer una bendición y un envío especial a las personas que genero-
samente ayudan a que muchas familias puedan contar con lo necesario para
celebrar dignamente el nacimiento de Jesús, el Salvador (cajas de Navidad),
invitarlos previamente.
Al finalizar la misa invitar a las familias para que traigan, el domingo siguiente
(3° de adviento) las imágenes de María y José para ser bendecidos.
galletas, etc. Como signo de esta espera gozosa al finalizar la misa. O invitarlos
a salir misioneramente a compartir esta alegría , llevando un pequeño presente
a personas solas, enfermas o ancianas de la comunidad.
42.
Es oportuno organizar con la comunidad el rezo de la Novena de Navidad (16
de diciembre) sobre todo con los niños y jóvenes. También ofrecer el Retiro de
adviento como instancia comunitaria para prepararnos a la venida del Señor.
(Página 82)
LECTIO DIVINA
“PREPAREN EL CAMINO DEL SEÑOR, ALLANEN SUS SENDEROS”.
Domingo segundo del Tiempo de Adviento
9 DE DICIEMBRE DE 2018- Ciclo C
Subsidio de Adviento
personal y comunitaria. Y para volver a emprender nuestra peregrinación. ¿Dejamos
entrar en nuestra vida al Señor para que nos prepare?
43.
b. Oración Inicial:
Oración al Espíritu Santo
Resplandezca sobre nosotros,
Padre omnipotente,
el esplendor de tu gloria,
Cristo, luz de luz,
y el don de tu Espíritu Santo
confirme los corazones de tus fieles,
nacidos a la vida nueva en tu amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor,
Amén.
a. LECTURA (Lectio). ¿Qué dice la Palabra? Este y el próximo domingo del tiempo
de Adviento están dominados por la figura de Juan Bautista. Primero lo vemos como un
profeta que entra en el complejo escenario de la historia para darnos esperanza, y luego
Subsidio de Adviento
Lucas 3, 1-6.
44.
El año decimoquinto del reinado del emperador Tiberio, cuando Poncio Pilato gobernaba
la Judea, siendo Herodes tetrarca de Galilea, su hermano Filipo tetrarca de Iturea y
Traconítide, y Lísanias tetrarca de Abilene, bajo el pontificado de Anás y Caifás, Dios
dirigió su palabra a Juan, hijo de Zacarías, que estaba en el desierto.
Este comenzó entonces a recorrer toda la región del río Jordán, anunciando un bautismo
de conversión para el perdón de los pecados, como está escrito en el libro del profeta
Isaías: “Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos.
Los valles serán rellenados, las montañas y las colinas serán aplanadas. Serán enderezados
los senderos sinuosos y nivelados los caminos disparejos. Entonces, todos los hombres
verán la Salvación de Dios”.
Subsidio de Adviento
45.
c. Claves del texto:
= (2) Vocación del profeta: “Dios dirigió su palabra a Juan, hijo de Zacarías, que
estaba en el desierto”. Gracias a él, se escucha de nuevo la voz profética que se había
apagado en la tierra. Juan recibe su vocación de manera similar a la de los grandes
profetas del Antiguo Testamento (ver Jeremías 1,1). El evangelista Lucas nos cuenta
que desde los orígenes él fue escogido para esta tarea y para ello fue dotado por el
Subsidio de Adviento
Subsidio de Adviento
cesantemente, casi con terquedad, porque nos quiere a todos libres de la esclavitud del
pecado.
47.
CONTEMPLACIÓN (Contemplatio): Gusta a Dios internamente en tu corazón:
Permanece en silencio, recuerda que es el momento en que Dios se hace presente y te
quiere amar con toda su potencia, para ayudar a este momento, repite en tu corazón
la frase del texto bíblico que más ha calado en ti y luego, contempla a Aquel que es la
Palabra viva.
Hoy, no es simple proclamar la venida de Jesús, pero la figura de Juan nos interpela a
dar pasos decididos, radicales en la vivencia del Evangelio. ¿Cómo puedo ser una voz que
grita en el desierto?
Subsidio de Adviento
…siendo presencia de Dios para los demás
…mirando al otro con los ojos y el corazón de Dios
49.
CELEBRACIÓN EUCARISTICA
Motivación inicial
El mensaje de este domingo, es un llamado a preparar el camino a la venida del Señor.
Y para ello la liturgia nos pone en la escuela de Juan el Bautista, que predicaba «un
bautismo de conversión para perdón de los pecados» (Lc 3, 3) Preparemos con nuestras
obras diarias un camino recto para recibirlo, en nuestro corazón, en nuestras familias y
comunidad.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y rico en misericordia, que nuestras ocupaciones cotidianas no nos
impidan acudir presurosos al encuentro de tu Hijo, para que, guiados por tu sabiduría
divina, podamos gozar siempre de su compañía. Que vive y reina contigo en la unidad
del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
Subsidio de Adviento
50.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
El libro de Baruc nos anuncia palabras de esperanza y consuelo para el pueblo de
Israel. Dios conducirá a su Pueblo hacia la plenitud de la justicia
Lectura del libro de Baruc 5, 1-9
Quítate tu ropa de duelo y de aflicción, Jerusalén, vístete para siempre con el esplendor
de la gloria de Dios, cúbrete con el manto de la justicia de Dios, coloca sobre tu cabeza
la diadema de gloria del Eterno.
Porque Dios mostrará tu resplandor a todo lo que existe bajo el cielo.
Porque recibirás de Dios para siempre este nombre:
“Paz en la justicia” y “Gloria en la piedad”.
Levántate, Jerusalén, sube a lo alto y dirige tu mirada hacia el Oriente: mira a tus hijos
reunidos desde el oriente al occidente por la palabra del Santo, llenos de gozo, porque
Dios se acordó de ellos. Ellos salieron de ti a pie, llevados por enemigos, pero Dios te los
devuelve, traídos gloriosamente como en un trono real.
Porque Dios dispuso que sean aplanadas las altas montañas y las colinas seculares, y que
se rellenen los valles hasta nivelar la tierra, para que Israel camine seguro bajo la gloria
de Dios.
También los bosques y todas las plantas aromáticas darán sombra a Israel por orden de
Dios, porque Dios conducirá a Israel en la alegría, a la luz de su gloria, acompañándolo
Subsidio de Adviento
con su misericordia y su justicia.
51.
SALMO RESPONSORIAL 24, 4-5. 8-10. 14
El salmista refleja su alegría y proclama con gozo, el anuncio: “los que siembran
entre lágrimas, cosechan entre canciones”
R/. ¡Grandes cosas hizo el Señor por nosotros!
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, nos parecía que soñábamos: nuestra boca se
llenó de risas y nuestros labios, de canciones.
Hasta los mismos paganos decían: “¡El Señor hizo por ellos grandes cosas!” ¡Grandes
cosas hizo el Señor por nosotros y estamos rebosantes de alegría!
¡Cambia, Señor, nuestra suerte como los torrentes del Négueb! Los que siembran entre
lágrimas cosecharán entre canciones.
El sembrador va llorando cuando esparce la semilla, pero vuelve cantando cuando trae
las gavillas.
SEGUNDA LECTURA
Esta segunda lectura es una invitación de San Pablo a crecer en el amor y en la
comprensión para ser encontrados irreprochables en el Día del Señor.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Filipos 1, 4-11
Subsidio de Adviento
Hermanos:
Siempre y en todas mis oraciones pido con alegría por todos ustedes, pensando en la
colaboración que prestaron a la difusión del Evangelio, desde el comienzo hasta ahora.
52.
Estoy firmemente convencido de que Aquél que comenzó en ustedes la buena obra la
irá completando hasta el Día de Cristo Jesús. Y es justo que tenga estos sentimientos
hacia todos ustedes, porque los llevo en mi corazón, ya que ustedes, sea cuando estoy
prisionero, sea cuando trabajo en la defensa y en la confirmación del Evangelio, participan
de la gracia que he recibido.
Dios es testigo de que los quiero tiernamente a todos en el corazón de Cristo Jesús. Y en
mi oración pido que el amor de ustedes crezca cada vez más en el conocimiento y en la
plena comprensión, a fin de que puedan discernir lo que es mejor. Así serán encontrados
puros e irreprochables en el Día de Cristo, llenos del fruto de justicia que proviene de
Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.
ANTÍFONA DE ADVIENTO
Canten con gozo, con ilusión, ya se acerca el Señor: /
Subsidio de Adviento
53.
EVANGELIO
San Lucas, nos presenta a uno de los personajes propios del Adviento: Juan Bautista,
que nos hace la invitación a preparar el camino al Señor, que viene para darnos la
salvación.
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 3, 1-6
El año decimoquinto del reinado del emperador Tiberio, cuando Poncio Pilato gobernaba
la Judea, siendo Herodes tetrarca de Galilea, su hermano Filipo tetrarca de Iturea y
Traconítide, y Lísanias tetrarca de Abilene, bajo el pontificado de Anás y Caifás, Dios
dirigió su palabra a Juan, hijo de Zacarías, que estaba en el desierto. Este comenzó
entonces a recorrer toda la región del río Jordán, anunciando un bautismo de conversión
para el perdón de los pecados, como está escrito en el libro del profeta Isaías:
“Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos.
Los valles serán rellenados, las montañas y las colinas serán aplanadas. Serán enderezados
los senderos sinuosos y nivelados los caminos desparejos. Entonces, todos los hombres
verán la Salvación de Dios”.
CREDO
- Por la Iglesia, para que al igual que Juan Bautista, prepare el camino al Señor y todos
puedan ver la salvación de Dios, roguemos al Señor.
54.
- Por el Papa Francisco y todos los Pastores de la Iglesia, para que puedan animar
siempre la esperanza de los que están más cansados y agobiados, roguemos al Señor.
- Por nuestra comunidad, para que seamos un signo de esperanza en medio de los
cansancios y las desesperanzas de tanta gente que conocemos, roguemos al Señor
- Por todos nosotros, que hemos escuchado: “Preparenle el camino al Señor”, para
que tomemos en serio nuestra vida de cristianos y ayudemos a preparar el camino al
Señor, en medio de nuestras familias y amistades, roguemos al Señor
LITURGIA EUCARÍSTICA
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos, Dios nuestro, que te agraden nuestras humildes oraciones y ofrendas, y
ya que carecemos de méritos propios socórrenos con tu misericordia. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Subsidio de Adviento
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Bar 5, 5; 4, 36
Levántate, Jerusalén, sube a lo alto, y contempla la alegría que te viene de Dios.
55.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Saciados con el alimento espiritual, te rogamos, Padre, que por la participación en este
santo misterio, nos enseñes a valorar sabiamente las realidades terrenas con el corazón
puesto en las celestiales. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Subsidio de Adviento
Nos preparamos con la Lectio
57.
LECTIO DIVINA
“VIENE UNO QUE ES MÁS PODEROSO QUE YO”
Domingo tercero del Tiempo de Adviento
16 DE DICIEMBRE DE 2018- Ciclo C
de nuestro camino
el lugar del Adviento,
58.
en el que se asome ya desde ahora,
en los gestos del amor
y en el rendimiento de la fe,
el alba del Reino
prometido y esperado en la esperanza.
Amén
a. LECTURA (Lectio). ¿Qué dice la Palabra? El pasaje que leemos hoy hace parte del
conjunto de pasajes que Lucas agrupó para describir de la manera más completa posible
el ministerio del precursor del Señor.
Dios dirigió su palabra a Juan Bautista, el hijo de Zacarías, que estaba en el desierto.
Este comenzó a recorrer toda la región del río Jordán, anunciando un bautismo de
conversión para el perdón de los pecados. La gente le preguntaba:
“¿Qué debemos hacer entonces?”
Subsidio de Adviento
Él les respondía:
“El que tenga dos túnicas, dé una al que no tiene; y el que tenga qué comer, haga otro
tanto”.
Algunos publicanos vinieron también a hacerse bautizar y le preguntaron:
59.
“Maestro, ¿qué debemos hacer?”
Él les respondió:
“No exijan más de lo estipulado”.
A su vez, unos soldados le preguntaron:
“Y nosotros, ¿qué debemos hacer?”
Juan les respondió:
“No extorsionen a nadie, no hagan falsas denuncias y conténtense con su sueldo”.
Como el pueblo estaba a la expectativa y todos se preguntaban si Juan no sería el Mesías,
él tomó la palabra y les dijo a todos:
“Yo los bautizo con agua, pero viene uno que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera
soy digno de desatar la correa de sus sandalias; Él los bautizará en el Espíritu Santo y
en el fuego. Tiene en su mano la horquilla para limpiar su era y recoger el trigo en su
granero. Pero consumirá la paja en el fuego inextinguible”.
Y por medio de muchas otras exhortaciones, anunciaba al pueblo la Buena Noticia.
= El precursor del Señor predica sin medias tintas ni atenuantes la conversión y pide a
todos: “¡Den frutos dignos de conversión!”. La gente que le escucha es de condición
y profesiones diferentes y demuestra haber comprendido que tiene que cambiar algo
en su vida. Y es aleccionador el ejemplo de Juan: no excluye a nadie de la posibilidad
de la conversión, de la salvación. Acoge la petición, aprecia la buena voluntad de
cambio de todos: la gente, los publicanos, los soldados...
Subsidio de Adviento
significar el punto de partida de una auténtica conversión; parece presuponer, en
efecto, la renuncia a la propia seguridad y autosuficiencia y el reconocimiento de que
la Palabra escuchada contiene un mensaje, una llamada para mí, para cada uno, hoy,
en la situación concreta que esté viviendo.
61.
= Finalmente, Juan anuncia a Cristo. “Como el pueblo estaba a la expectativa y todos se
preguntaban si Juan no sería el Mesías”. Juan practica la justicia y lo demuestra con su
humilde respuesta: no quiere tomar para sí lo que no le pertenece. Él no es el Mesías.
Juan anuncia la venida de un Dios de misericordia.
b. Oración final: Siendo conscientes que la Navidad es mucho más que una fiesta de
luces y comida, sabiendo que el sentido de la Navidad es el Señor, y que solo Él es la
razón de ser de la Navidad, pidámosle que nos ayude a vivir su Navidad con alegría, gozo
y paz por eso te invitamos a decir:
Subsidio de Adviento
63.
CELEBRACIÓN EUCARISTICA
Motivación inicial
Hoy, la liturgia es una invitación a alegrarnos en el Señor. Él viene, está cerca y se hace
presente en medio de la comunidad. Renovemos nuestro espíritu y nuestro corazón,
celebremos con fe su presencia en medio de nosotros.
ORACIÓN COLECTA
Dios y Padre nuestro, que acompañas
bondadosamente a tu pueblo en la fiel espera
del nacimiento de tu Hijo, concédenos festejar
con alegría su venida y alcanzar el gozo que nos
da su salvación. Por nuestro Señor Jesucristo,
tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad
del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los
siglos.
Subsidio de Adviento
64.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
La primera lectura rebosa de alegría, reacción propia de los que saben que la
salvación de Dios está en marcha. En ello insiste el profeta Sofonías.
Lectura de la profecía de Sofonías 3, 14-18a.
¡Grita de alegría, hija de Sión! ¡Aclama, Israel! ¡Alégrate y regocíjate de todo corazón,
hija de Jerusalén!
El Señor ha retirado las sentencias que pesaban sobre ti y ha expulsado a tus enemigos.
El Rey de Israel, el Señor, está en medio de ti: ya no temerás ningún mal.
Aquel día, se dirá a Jerusalén: ¡No temas, Sión, que no desfallezcan tus manos! ¡El Señor,
tu Dios, está en medio de ti, es un guerrero victorioso!
Él exulta de alegría a causa de ti, te renueva con su amor y lanza por ti gritos de alegría,
como en los días de fiesta.
Ustedes sacarán agua con alegría de las fuentes de la salvación. Den gracias al Señor,
Subsidio de Adviento
invoquen su Nombre, anuncien entre los pueblos sus proezas, proclamen qué sublime es
su Nombre.
65.
Canten al Señor porque ha hecho algo grandioso: ¡que sea conocido en toda la tierra!
¡Aclama y grita de alegría, habitante de Sión, porque es grande en medio de ti el Santo
de Israel!
SEGUNDA LECTURA
Los cristianos deberían estar siempre alegres, dice San Pablo. Su alegría debe ser
contagiosa, porque el Señor está siempre cerca de ellos.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Filipos 4, 4-7
Hermanos:
Alégrense siempre en el Señor. Vuelvo a insistir, alégrense. Que la bondad de ustedes
sea conocida por todos los hombres. El Señor está cerca. No se angustien por nada y, en
cualquier circunstancia, recurran a la oración y a la súplica, acompañadas de acción de
gracias, para presentar sus peticiones a Dios.
Entonces la paz de Dios, que supera todo lo que podemos pensar, tomará bajo su cuidado
los corazones y los pensamientos de ustedes en Cristo Jesús.
ANTÍFONA DE ADVIENTO
Canten con gozo, con ilusión, ya se acerca el Señor:/
Subsidio de Adviento
soy digno de desatar la correa de sus sandalias; Él los bautizará en el Espíritu Santo y
en el fuego. Tiene en su mano la horquilla para limpiar su era y recoger el trigo en su
granero. Pero consumirá la paja en el fuego inextinguible”.
67.
Y por medio de muchas otras exhortaciones, anunciaba al pueblo la Buena Noticia.
CREDO
- Para que Dios visite a la santa Iglesia con su venida y la gobierne de tal manera, que
siempre nos experimentemos como Pueblo de Dios., roguemos al Señor.
- Para que con la tutela divina nuestros tiempos sean tranquilos y nuestra vida feliz,
roguemos al Señor.
- Para que el Señor con su venida cure los dolores de los enfermos, dé paz y alegría a
los que no la tienen y libre al mundo de todos los males, roguemos al Señor.
- Para que quienes ahora recordamos con piedad la primera venida del Señor en la
carne merezcamos participar también con gozo en su gloriosa aparición en el fin de
los tiempos, roguemos al Señor.
Subsidio de Adviento
69.
BENDICIÓN DEL PESEBRE
Se invita a quienes han traído sus figuras a acercarse o levantarlas para la bendición.
- Cantos sugeridos “toda la tierra espera al salvador” “Santa María del camino”.
Subsidio de Adviento
71.
LECTIO DIVINA
“BENDITO ES EL FRUTO DE TU VIENTRE”
Domingo cuarto del Tiempo de Adviento
23 DE DICIEMBRE DE 2018- Ciclo C
c. Petición: Te pedimos Señor, que siempre seamos acogedores y serviciales con nuestros
hermanos.
a. LECTURA (Lectio). ¿Qué dice la Palabra? El evangelio de este domingo nos invita
a ponerle atención al acontecimiento histórico del nacimiento de Jesús, cuya preparación
próxima se contempla con la ayuda del Evangelio de la Visitación.
Lucas 1, 39-45.
María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de
Zacarías y saludó a Isabel. Apenas ésta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en
su vientre, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó:
“¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién
soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño
saltó de alegría en mi vientre. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue
Subsidio de Adviento
anunciado de parte del Señor”.
73.
b. Algunas preguntas que nos ayuden a reflexionar el Evangelio:
• ¿Por qué el texto comienza: “María partió y fue sin demora…”? ¿A qué está haciendo
referencia?
• ¿Qué dice de María el evangelista en este texto?
• ¿Qué pasa con Isabel al ver a su prima María? ¿Qué experimenta interiormente?
• ¿Por qué Isabel expresa esas palabras de alabanza a María?
• ¿Qué ha creído María? ¿cómo lo sabe su prima Isabel?
= El evangelio de hoy describe la visita de María a su prima Isabel. Las dos se conocían.
Eran parientes. Pero en este encuentro descubren, la una en la otra, un misterio que no
conocían todavía y que les llena de mucho gozo. Una división del texto para ayudarnos
en su lectura: (1) María sale de su casa para visitar a su prima Isabel (1, 39-40), (2)
Oyendo el saludo de María, Isabel experimenta la presencia de Dios (1, 41), (3) Saludo
de Isabel a María (1, 42-44), (4) El elogio de Isabel a María (1, 45), (4) El Magnificat, el
Cántico de María (1, 46-56).
= María, la mujer que ha creído, entra en la casa de Zacarías que no había creído en
la acción de Dios y por eso había quedado mudo. Este hombre tiene ante sus ojos
dos grandes signos de la acción poderosa de Dios y es más, presencia la acción del
Subsidio de Adviento
Espíritu Santo tras el saludo de María a su esposa Isabel, incluso el niño salta de
alegría en su vientre, pues María porta a Aquel que nos trae la verdadera alegría.
74.
= Isabel tiene claridad, porque está llena del Espíritu Santo, de lo que Dios ha hecho
en María y de la fe con que ella ha actuado, por eso la alaba y anuncia a viva voz
lo que hasta entonces estaba guardado en el corazón de su prima. Isabel no solo se
siente favorecida por la visita de María, sino que en su expresión: “¿Quién soy yo, para
que la madre de mi Señor venga a visitarme?”, realiza también una confesión de fe:
“la madre de mi Señor”; ella, de manera misteriosa, sabe que el niño que María ha
concebido es el Mesías y que la promesa de Dios al pueblo de Israel se ha cumplido.
= Con las palabras “bendita” y “feliz de ti…” que Isabel le dice a María, expresa su
admiración porque ha creído y porque ha aceptado ser portadora de la Vida, porque
su confianza en Dios es fuente de alegría, no solo para ella, sino para todo el que se
encuentre con el Hijo que lleva en su seno: Jesús el Señor.
Subsidio de Adviento
la encarnación del hijo de Dios. En este mismo dinamismo ofrezcamos al Señor lo que
hay en nuestro corazón.
75.
CONTEMPLACIÓN (Contemplatio): Gusta a Dios internamente en tu corazón:
Isabel tiene claridad, porque está llena del Espíritu Santo, de lo que Dios ha hecho en
María y de la fe con que ella ha actuado, por eso la alaba y anuncia a viva voz lo que
hasta entonces estaba guardado en el corazón de su prima. Pongamos nuestro corazón
en las manos de Dios.
ORACIÓN COLECTA
Señor, derrama tu gracia en nuestros corazones, y ya que hemos conocido por el anuncio
del Ángel la encarnación de tu Hijo Jesucristo, condúcenos por su Pasión y su Cruz, a la
gloria de la resurrección. Él que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es
Dios, por los siglos de los siglos.
Subsidio de Adviento
77.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
En la primera lectura escucharemos el canto jubiloso del profeta Miqueas que anun-
cia la restauración de Jerusalén. El profeta ve a Jerusalén libre de su condenación.
Escuchemos.
Lectura de la profecía de Miqueas 5, 1-4a.
Escucha, Pastor de Israel, Tú que tienes el trono sobre los querubines, resplandece,
Subsidio de Adviento
Que tu mano sostenga al que está a tu derecha, al hombre que Tú fortaleciste, y nunca
nos apartaremos de ti: devuélvenos la vida e invocaremos tu Nombre.
SEGUNDA LECTURA
Esta palabra de la carta a los Hebreos une el pesebre de Belén con la cruz del Gólgota,
une el nacimiento y la muerte. Jesús viene a nosotros como el siervo obediente. Hacer
la voluntad del Padre es lo único que le importa. Escuchemos la proclamación de la
Palabra de Dios.
Lectura de la carta a los Hebreos 10, 5-10
Hermanos:
Cristo, al entrar en el mundo, dijo: “Tú no has querido sacrificio ni oblación; en cambio,
me has dado un cuerpo. No has mirado con agrado los holocaustos ni los sacrificios
expiatorios.
Entonces dije: Dios, aquí estoy, yo vengo -como está escrito de mi en el libro de la Ley-
para hacer tu voluntad”.
Él comienza diciendo: “Tú no has querido ni has mirado con agrado los sacrificios, los
holocaustos, ni los sacrificios expiatorios, a pesar de que están prescritos por la Ley”. Y
luego añade: “Aquí estoy, yo vengo para hacer tu voluntad”. Así declara abolido el primer
Subsidio de Adviento
régimen para establecer el segundo. Y en virtud de esta voluntad quedamos santificados
por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha de una vez para siempre.
79.
ANTÍFONA DE ADVIENTO
Canten con gozo, con ilusión, ya se acerca el Señor:/
EVANGELIO
Bendita eres María entre las mujeres. Bendito el fruto de tu vientre. Bendita eres
porque has creído. A través de María, Dios se hizo presente en el mundo. Nosotros
los creyentes estamos llamados como María a albergar la presencia de Dios en
nuestros corazones.
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 1, 39-45
María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de
Zacarías y saludó a Isabel. Apenas ésta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en
su vientre, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó:
“¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién
soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño
Subsidio de Adviento
saltó de alegría en mi vientre. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue
anunciado de parte del Señor”.
80.
CREDO
- Para que todos los fieles se dispongan a recibir a Cristo como lo recibió María y como
ella conserven sus palabras en el corazón, roguemos al Señor.
- Para que aquellos hermanos nuestros que han abandonado las prácticas cristianas
pero acudirán a la iglesia en las próximas fiestas de Navidad descubran la buena
noticia del Evangelio, no como un rayo fugaz en la noche, sino como luz permanente
que ilumina y alegra toda la vida, roguemos al Señor.
- Para que las fiestas del nacimiento del Señor alejen las tinieblas de quienes viven
sumergidos en dudas e incertidumbres y colmen los deseos de quienes se sienten
descorazonados y tristes, roguemos al Señor.
- Para que el nacimiento de Cristo nos ayude a renunciar a los deseos mundanos y a
vivir sobria y honradamente esperando la aparición definitiva del Señor, roguemos al
Señor.
Señor Dios, que has mostrado la gratuidad y la fuerza de tu amor eligiendo las
Subsidio de Adviento
entrañas purísimas de María para revestir de carne mortal a tu Hijo, escucha nuestras
plegarias y haz que también nosotros sepamos acoger y engendrar espiritualmente
tu Verbo, escuchando tu palabra y obedeciendo a la fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
81.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos, Padre, que el mismo Espíritu que fecundó con su poder el seno de María, la
Virgen Madre, santifique estos dones que hemos depositado sobre tu altar. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Is 7, 14
La Virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamará con el nombre de Emmanuel. .
ORACIÓN
Para que celebrando la venida en el tiempo de nuestro
Redentor, cuya imagen tenemos aquí presente, sean
recompensados con el don de la Vida eterna. Cuando Él venga
por segunda vez en la gloria.
Subsidio de Adviento
R. Amén
82.
RETIRO DE ADVIENTO
NOTAS METODOLOGICAS:
• ADVIENTO es el tiempo litúrgico que nos prepara para celebrar el triunfo de la luz
sobre la oscuridad. Muchas veces estamos envueltos en tinieblas y se nos acaba
la esperanza. Las profecías nos prometen que esas situaciones no son definitivas
porque Cristo, luz del mundo, vino a esta tierra y está siempre viniendo a nuestro
encuentro. Sólo necesitamos prepararnos para recibirlo.
• Jesús viene en el silencio y en la pobreza de Belén, por eso sólo pueden descubrirlo
aquéllos capaces de hacer silencio y tener corazón de pobre. Este retiro quiere
ser una oportunidad para pacificarnos, callar, reconocernos necesitados de la luz
del Salvador y exclamar desde el fondo del alma: ¡Ven Señor Jesús, ven Salvador!
Y, como Juan el Bautista, ayudar a otros a reconocer su presencia cercana y
liberadora. Será la mejor preparación para vivir una Navidad cristiana.
Subsidio de Adviento
• Desde el punto de vista metodológico, el retiro tiene momentos de oración
personal, oración comunitaria y oración grupal.
83.
• Es recomendable que sea realizado por un Equipo de Monitores, convenientemente
capacitados y asesorados por un sacerdote, una religiosa o un diácono. Esto
permitirá que los participantes puedan trabajar en grupos no superiores a 6 o 7
personas.
• Los puntos de cada meditación los puede dar un sacerdote, religiosa, diácono o
laico capacitado, a todos los participantes en conjunto, o bien, cada monitor a su
grupo pequeño.
09:15 ORACIÓN INICIAL (en el templo): “YO SOY LA LUZ DEL MUNDO” (buscar
textos y cantos propios de Adviento)
09:30 INTRODUCCION:
• OBJETIVO Y METODO DEL RETIRO (importancia del silencio)
• DISTRIBUCION DE GRUPOS (se nombran y presentan los monitores y
se llama por su nombre a los integrantes de los grupos)
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11:15 COMPARTIR GRUPAL
85.
12:00 DESCANSO
12:15 SEGUNDA MEDITACION: CONTEMPLACION DEL PESEBRE
o Puntos de meditación
o Pistas para la oración personal
14:00 FIN
Subsidio de Adviento
86.
PRIMERA MEDITACION:
“EL PUEBLO QUE CAMINABA EN TINIEBLAS VIO UNA GRAN LUZ”.
1. “El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz; habitaban tierras de
sombras, y una luz les brilló” (Isaías 9, 1). Todos pasamos por momentos de
oscuridad en nuestra vida personal, familiar, social y eclesial. Una enfermedad
grave o prolongada, la muerte repentina de un ser querido, una infidelidad o una
separación matrimonial, una cesantía inesperada, nuestro propio pecado repetido
una y otra vez, el escándalo de los abusos sexuales.
2. Pareciera que la oscuridad nos envuelve, nos encontramos sin salida y nos sentimos
deprimidos, tristes, desanimados, solos. Tendemos a encerrarnos en nosotros
mismos y “rumiar la desolación” como decía el Papa Francisco a los sacerdotes y
religiosas en la catedral de Santiago, durante su visita a Chile1.
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en un festival de compra-venta, de endeudamiento, de regalos caros o de cenas
suculentas. Todo muy lejos de la sencillez de Belén.
87.
1. Meditación del Papa Francisco, 16 enero 2018.
5. Sin embargo, Juan Bautista que preparó el camino del Señor, nos ofrece pistas
para una preparación cristiana de la Navidad, para vivir un auténtico Adviento.
Su principal llamado es a la conversión, al cambio de vida. Esto implica ponernos
sinceramente delante de Dios y pedir la gracia de reconocer nuestros pecados. Sin
este reconocimiento es imposible la conversión y para ello es necesario pasar por
el desierto. Es decir, por momentos de soledad y silencio en los cuales, en un clima
de oración, revisamos nuestras vidas y a la luz del Evangelio descubrimos nuestras
fallas y acogemos la oferta de perdón que Dios nos hace.
10. Haz tú algo semejante: abre tus ojos y deja que se despierten en ti los sentimientos
más nobles que mi padre Dios ha puesto en tu corazón: la ternura, la solidaridad, el
cariño, la delicadeza, la preocupación activa por el otro, la alegría, el perdón. Así vas
preparando verdaderamente la navidad. Déjame nacer en tu corazón y la claridad
de esa noche santa envolverá tu vida y podrás ser tú también uno de esos ángeles
que anuncian con alegría la buena noticia: sí, nos ha nacido el Salvador, el Mesías,
el Señor. La luz ha vencido a la oscuridad.
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¿Qué paso de conversión me pide el Señor Jesús hoy?
89.
2. Papa Francisco, “Carta al Pueblo de Dios que peregrina en Chile”, párrafo final, 31 de mayo de 2018.
SEGUNDA MEDITACIÓN:
CONTEMPLACION DEL PESEBRE
3. Belén estaba repleta de gente que había venido de distintas partes del país y José
no encontró un lugar para su esposa y su hijo que estaba por nacer. Tuvo que
colocarlos en un establo. No es fácil que Jesús nazca en nuestros corazones. No le
dejamos espacio. María da a luz, envuelve al niño en los pañales que había traído y
lo acuesta en un pesebre, donde comen los animales. No había cuna. ¿Será posible
reconocer en este niño tan pobre al Hijo de Dios, al Salvador? Sólo en la fe podemos
hacerlo: creemos en un Dios que se despoja de su poder y de su gloria para hacerse
uno de nosotros (Fil 2,6-11) y “entrar en este mundo por la puerta de los pobres”
(Obispo Enrique Alvear).
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4. Y son precisamente los pastores, pobres entre los pobres del tiempo de Jesús, los
primeros que reciben el anuncio de este nacimiento. Era de noche, hacía frío, estaban
al aire libre cuidando sus rebaños. Y esa oscuridad, repentinamente, se empieza
a disipar: “Un ángel del Señor se les presentó: la gloria del Señor los envolvió
90.
de claridad y se llenaron de gran temor” (Lc, 2,9). Así es Dios: en el momento
menos pensado, cuando estamos sumidos en las tinieblas, El envía su ángel y su
luz empieza a envolvernos y recibimos la buena noticia, la gran alegría para todo
el pueblo: “Hoy les ha nacido el Salvador”. Dios siempre viene a nuestro encuentro
porque somos sus hijos amados. Es la certeza que atraviesa el Adviento.
5. Los pastores se ponen en movimiento, a toda prisa: “Vamos a Belén a ver lo que ha
sucedido, eso que el Señor nos ha manifestado” (Lc 2, 15). Y no quedan defraudados.
Ahí están María y José, mirando con inmensa ternura a su hijo recién nacido.
Acogen a las visitas con cariño. Los pastores cuentan lo que habían escuchado del
ángel y vuelven “glorificando y alabando a Dios” (Lc. 2, 20).
6. También nosotros somos invitados durante este Adviento a acercarnos a Jesús con
nuestras oscuridades, nuestras ambigüedades, nuestros pecados y decirle al Señor:
no puedo más, toma mis cargas, corta mis cadenas, ilumina mi noche, perdona
mis pecados. El Niño-Dios nos sonríe y nos dice: por ti he venido, soy tu salvador y
extendiendo sus bracitos hacia nosotros nos hace una petición: tómame y hazme
un lugar en tu vida: yo la llenaré de luz. Tómame: estoy en el más pobre, ése que
todos desprecian; en el enfermo que nadie atiende, en el preso que no es visitado,
en el inmigrante que no tiene donde vivir, en la familia que llora a un ser querido
que ha partido. Siempre estoy cerca de ti porque mi nombre es Emmanuel- Dios
con nosotros-
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7. En Adviento nos preparamos espiritualmente para este encuentro: nos ayudan las
profecías de Isaías, el testimonio de Juan Bautista, la disponibilidad de María, la
madurez de fe de José, su joven esposo. Leamos y meditemos los textos en que
ellos aparecen. La Palabra de Dios también quiere hacerse carne en cada uno de
91.
nosotros. Vivamos la Eucaristía con más inten-
sidad: en ella está la fuerza para acercarse a Dios,
derrotar nuestros miedos, mirar de frente nuestras
oscuridades para superarlas, entrar en un camino
de conversión profunda, con la gracia de Dios.
Algunos conocen la fuente de donde surge este espíritu nuevo: el nacimiento de Jesús,
el Hijo de Dios, en Belén. Este es el regalo más grande que Dios, nuestro Padre nos ha
Subsidio de Adviento
hecho: su Hijo Único quien se despoja de su poder y de su gloria divina y se hace uno
de nosotros en el vientre purísimo de la Virgen María, acompañada de San José. Es un
gran gesto de humildad que puede cuestionar nuestras actitudes arrogantes, nuestros
egoísmos, nuestros abusos y la dureza de nuestros corazones.
93.
Para que la Navidad produzca este cambio profundo en cada uno de nosotros, hay que
prepararse espiritualmente. Este es un gran desafío ya que las casas comerciales tienden
a transformar la Navidad en un festival del consumo y del endeudamiento y podemos
caer en la tentación de comprar regalos caros o gastar sumas considerables en cenas de
noche buena. Se da así la paradoja de que cuando el Hijo de Dios se encarna en un niño
pobre y nace en un establo, nosotros gastamos más dinero que en otras épocas del año.
“Navidad eres tú, cuando decides nacer de nuevo cada día y dejar entrar a Dios en tu
alma...El regalo de Navidad eres tú, cuando eres de verdad amigo y hermano de todo
ser humano”.3
También en esa ocasión se puede entregar la ESTRELLA DE NAVIDAD, hecha por los
mismos niños y en la cual se pone un regalo inmaterial que cada uno quiere hacer a los
demás miembros de la familia: “Haré mi cama cada día”; “lavaré los platos una vez por
semana”; “me despediré de todos con un beso”; “me sentaré a la mesa con toda la familia
para almorzar juntos los domingos”; “pondremos música en vez de encender la tele y así
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de la noche al Salvador del mundo… tú eres sonrisa de confianza y de ternura, en la paz
interior de una Navidad perenne que establece el Reino dentro de ti”.5
4. Idem
95.
5. Idem
LECTIO DIVINA
Dios de bondad,
que iluminaste está noche santa
Subsidio de Adviento
a. LECTURA (Lectio). ¿Qué dice la Palabra? El Evangelio de esta noche nos invita a
ponerle atención al acontecimiento histórico del nacimiento de Jesús, cuya preparación
próxima se contempla con la ayuda del Evangelio de la natividad.
Lucas 2, 1-14.
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Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a
su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque donde se
alojaban no había lugar para ellos.
En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus rebaños durante la
97.
noche. De pronto, se les apareció el Ángel del Señor y la gloria del Señor los envolvió con
su luz. Ellos sintieron un gran temor, pero el Ángel les dijo: “No teman, porque les traigo
una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les
ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Y esto les servirá de señal: encontrarán
a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre”. Y junto con
el Ángel, apareció de pronto una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios,
diciendo: “¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los hombres amados por Él!”
= La liturgia nos habla, en esta noche, de una iluminación: Dios ha iluminado esta
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santísima noche con el esplendor de Cristo, verdadera luz del mundo. El texto de Lucas
lo podemos dividir en tres partes: (1) El marco histórico (2, 1-3) (2) El nacimiento de
Jesús (2, 4-7) (3) El relato de los pastores (2, 8-14).
98.
= José y María viajan a Belén presionados por el edicto del emperador romano Augusto;
de esa manera, y por una providencia histórica (conducida por Dios), el nacimiento
de Jesús se realiza en la ciudad de David, lo que inmediatamente nos lleva a pensar
en la realización de la promesa mesiánica. La mención de personajes (el emperador
Augusto, el gobernador Cirino) y de eventos conocidos por todos, (el censo, el viaje a
la ciudad de origen) nos dicen que el Mesías vino al mundo en un momento concreto
de la historia universal.
= Con una frase muy corta y sin ninguna solemnidad, el evangelista nos informa
que Jesús nació. En cambio se preocupa por describir finamente las circunstancias
del nacimiento. Jesús comienza su camino en la tierra como ser débil y pobre. El
alumbramiento se da en las condiciones más bajas posibles: María y José son pobres,
se las arreglan como pueden e improvisan una cuna. Estando en una casa donde no
hay lugar para el hospedaje, se van al lugar donde se guarda el ganado, y la cuna del
niño sólo podrá ser el pesebre donde comen los animales.
= Los destinatarios de la gran noticia son los pastores, representantes del mundo pobre
y marginado. El Ángel los invita a la alegría desbordante y anuncia que se trata del
nacimiento de Jesús, quien es el “Salvador”, “Mesías” y “Señor”. Ésa es la gran dignidad
del recién nacido: Jesús es el “Salvador”. Es un título de Jesús que encontramos sólo
en este Evangelio (excepto Juan 4, 42). Quiere decir que la obra que Jesús va a realizar
tiene como resultado la “salvación”.
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99.
MEDITACIÓN (Meditatio): ¿Qué me dice el texto? Meditemos la riqueza de este
texto.
1. ¿Quién es Jesús para mí?
2. ¿Qué me enseñan las actitudes de María y de los pastores en la noche de la Navidad?
3. ¿Cuál es la mejor manera de celebrar el misterio del nacimiento de Jesús en mi
vida?
ORACIÓN (Oratio): ¿Qué le digo a Dios con esta Palabra? Abrámosle el corazón
al Señor para expresarle todo lo que sentimos y lo que esta fiesta significa para nuestra
vida. Que sea un encuentro de corazón a corazón, buscando conocer siempre más al
Señor.
enviado a su propio Hijo, para hacernos hijos en Él?, ¿qué voy a hacer para vivir más
plenamente mi fe?
GLORIA
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que has iluminado esta santísima noche con la claridad de Cristo, luz
verdadera, concédenos que, después de haber conocido en la tierra los misterios de esa
luz, podamos también gozar de ella en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que
vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
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101.
LITURGIA DE LA PALABRA
Las lecturas de esta noche nos introducen en el misterio de la Navidad. El recorrido
se inicia con el profeta Isaías, que anuncia jubiloso el fin de la dominación
enemiga gracias al nacimiento del “príncipe de la paz”. La segunda lectura
proclama esperanzada una salvación universal y señala a Jesús como aquel que
ha venido a mostrarnos el camino del bien. Por último, el evangelio según san
Lucas narra en clave teológica el nacimiento del salvador esperado, del príncipe
de la paz anunciado. Acojamos esta palabra en nuestros corazones.
PRIMERA LECTURA
Un hijo nos ha sido dado.
Lectura del libro de Isaías 9, 1-6
El pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto una gran luz; sobre los que habitaban en
el país de la oscuridad ha brillado una luz. Tú has multiplicado la alegría, has acrecentado
el gozo; ellos se regocijan en tu presencia, como se goza en la cosecha, como cuando
reina la alegría por el reparto del botín. Porque el yugo que pesaba sobre él, la barra
sobre su espalda y el palo de su carcelero, todo eso lo has destrozado como en el día
de Madián. Porque las botas usadas en la refriega y las túnicas manchadas de sangre,
serán presa de las llamas, pasto del fuego. Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos
ha sido dado. La soberanía reposa sobre sus hombros y se le da por nombre: “Consejero
maravilloso, Dios fuerte, Padre para siempre, Príncipe de la paz”. Su soberanía será
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grande, y habrá una paz sin fin para el trono de David y para su reino; él lo establecerá
y lo sostendrá por el derecho y la justicia, desde ahora y para siempre. El celo del Señor
de los ejércitos hará todo esto.
102.
SALMO RESPONSORIAL 95, 1-3. 11-13
R/. Hoy nos ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor.
Canten al Señor un canto nuevo, cante al Señor toda la tierra; canten al Señor, bendigan
su Nombre.
Día tras día, proclamen su victoria, anuncien su gloria entre las naciones, y sus maravillas
entre los pueblos.
Alégrese el cielo y exulte la tierra, resuene el mar y todo lo que hay en él; regocíjese el
campo con todos sus frutos, griten de gozo los árboles del bosque.
Griten de gozo delante del Señor, porque Él viene a gobernar la tierra: Él gobernará al
mundo con justicia, y a los pueblos con su verdad.
SEGUNDA LECTURA
La gracia de Dios se ha manifestado para todos los hombres.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a Tito 2, 11-14
La gracia de Dios, que es fuente de salvación para todos los hombres, se ha manifestado.
Ella nos enseña a rechazar la impiedad y los deseos mundanos, para vivir en la vida
presente con sobriedad, justicia y piedad, mientras aguardamos la feliz esperanza y la
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Manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador, Cristo Jesús. Él se entregó
por nosotros, a fin de librarnos de toda iniquidad, purificarnos y crear para sí un Pueblo
elegido y lleno de celo en la práctica del bien.
103.
ACLAMACIÓN AL EVANGELIO Lc 2, 10-11
Aleluya.
Les traigo una buena noticia, una gran alegría: hoy les ha nacido un Salvador, el Mesías,
el Señor. Aleluya.
EVANGELIO
Hoy les ha nacido un Salvador.
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 2, 1-14
- Por la santa Iglesia, para que todos sus fieles vivan con alegría y anuncien con valentía
el misterio del Hijo de Dios, único Señor y Salvador de todos los hombres, roguemos al
Señor.
- Para que los que buscan la verdad descubran el Evangelio y acojan con alegría la
buena nueva del nacimiento del Salvador, roguemos al Señor.
- Por los que en estos días de Navidad lloran la ausencia de los seres queridos, para que
no pierdan la esperanza de reencontrarlos en el reino de Dios, roguemos al Señor.
- Por los que otros en años celebraban con nosotros las fiestas de Navidad (esta noche
santa) y han dejado ya este mundo, para que contemplen en el reino eterno la faz
gloriosa de Cristo, el Señor, roguemos al Señor.
Muestra, Señor, tu bondad al pueblo que te implora, y haz que los que celebramos
con gozo el nacimiento de tu Hijo consigamos los bienes que te hemos pedido.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
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105.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Padre, recibe nuestra ofrenda en esta fiesta, para que, por este sagrado intercambio,
lleguemos a ser semejantes a aquél que unió a ti nuestra humanidad, Jesucristo nuestro
Señor. Que vive y reina por los siglos de los siglos.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y
en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno:
Porque gracias al misterio de la Palabra hecha carne, la luz de tu gloria brilló ante
nuestros ojos con nuevo resplandor, para que, conociendo a Dios visiblemente,
lleguemos al amor de lo invisible.
Por eso con los ángeles y los arcángeles, y con todos los coros celestiales, cantamos
un himno a tu gloria, diciendo sin cesar: