Adviento
Adviento
Adviento
El término "Adviento" viene del latín adventus, que significa venida, llegada. El
color usado en la liturgia de la Iglesia durante este tiempo es el morado. Con el
Adviento comienza un nuevo año litúrgico en la Iglesia.
Primera Parte
Segunda Parte
Las lecturas bíblicas de este tiempo de Adviento están tomadas sobre todo del
profeta Isaías (primera lectura), también se recogen los pasajes más proféticos
del Antiguo Testamento señalando la llegada del Mesías. Isaías, Juan Bautista
y María de Nazaret son los modelos de creyentes que la Iglesias ofrece a los
fieles para preparar la venida del Señor Jesús.
2.- Adviento es el tiempo litúrgico compuesto por las cuatro semanas que
preceden a la Navidad como tiempo para la preparación al Nacimiento del
Señor.
3.- El adviento tiene como color litúrgico al morado que significa penitencia y
conversión, en este caso, transidas de esperanza ante la inminente venida del
Señor.
Sobre el origen del adviento es preciso remontarse al siglo IV. “El Concilio de
Zaragoza (año 380) habla de un tiempo preparatorio a la navidad, que
comprende desde el 17 de diciembre, es decir, ocho días antes de la gran
fiesta del nacimiento de Jesús, y obliga a los cristianos a asistir todos los días a
las reuniones eclesiales hasta en día 6 de enero.
De ahí que, con el paso del tiempo, el adviento en Roma revistiera esa doble
perspectiva y que se mantiene hasta el día de hoy: celebración de la parusía
del Señor que ha de venir y también celebración de aquel misterio de Cristo,
su salvífica encarnación, que culmina en el misterio pascual, realizado por la
muerte y resurrección del Señor. Así, pues, adviento que en cuanto vocablo
pagano no significa más que venida o llegada, o aniversario de una venida,
asume un nuevo valor semántico: el de espera y el de preparación”.
3.- Por ello, el adviento tiene una triple dimensión: histórica, en recuerdo,
celebración y actualización del nacimiento de Jesucristo en la historia;
presente, en la medida en que Jesús sigue naciendo en medio de nuestro
mundo y a través de la liturgia celebramos, de nuevo, su nacimiento; y
escatológica, en preparación y en espera de la segunda y definitiva venida del
Señor.
7.- A lo largo de las cuatro semanas del adviento debemos esforzarnos por
descubrir y desear eficazmente las promesas mesiánicas: la paz, la justicia, la
relación fraternal, el compromiso en pro del nacimiento de un nuevo mundo
desde la raíz.
8.- El adviento nos dice que la perspectiva de la vida humana está de cara al
futuro, con la esperanza puesta en la garantía del Dios de las promesas.
9.- Adviento es el camino hacia la luz. El camino del creyente y del pueblo que
caminaban entre tinieblas y encuentran la gran luz en la explosión de la luz del
alumbramiento de Jesucristo, luz de los pueblos.
Mateo 3