Capitulo 1
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Capítulo 1: Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
El Derecho del Trabajo parte del principio de que no existe una situación de equilibrio
entre el empresario y el trabajador. Debido a la consideración de una posición de
«superioridad» del empresario frente a la parte más «débil», se han instrumentado una
serie de mecanismos por los que se pretende proteger los derechos reconocidos
en el ordenamiento jurídico a los trabajadores.
Por ello, debe tenerse un conocimiento de cuáles son estos mecanismos, para lo cual se
analizará la relación laboral «ordinaria» integrada en el Régimen General de la
Seguridad Social.
Fuente del derecho: designaremos con las palabras «fuente del Derecho» a los
procesos o medios en virtud de los cuales las normas jurídicas se positivizan con fuerza
legítima obligatoria, esto es, con vigencia y eficacia (Reale).
El artículo 1.1 del Real Decreto de 24 de julio de 1889 por el que se publica el Código
Civil establece que «las fuentes del ordenamiento jurídico español son la ley, la
costumbre y los principios generales del derecho».
Además, este término de fuente se puede subdividir entre fuentes materiales y fuentes
formales:
Una vez realizada la indicación sobre las fuentes del Derecho, se pasará a analizar las
fuentes del Derecho del Trabajo. Se repite el esquema de ley, costumbre y principios
generales del Derecho, aunque encontraremos alguna peculiaridad al respecto.
No obstante, cabe matizar que, tal y como indica el artículo 3.1 del Estatuto de los
Trabajadores, los derechos y obligaciones concernientes a la relación laboral se
regulan:
Derecho de la UE
Por último, la UE, sin constituir fuentes del Derecho, puesto que no vinculan, elabora
las Recomendaciones o Dictámenes, que constituyen un medio para que las
instituciones comunitarias puedan obtener de su destinatario una conducta a seguir
(recomendación) o expresar una opinión o valoración sobre un asunto concreto
(dictamen). Al carecer de fuerza vinculante, no pueden ser objeto de control de
legalidad por parte del TJUE (Tribunal de Justicia de la Unión Europea).
Constitución Española
En definitiva:
Normas internacionales
Por otro lado, también es importante la Carta Social Europea, elaborada por el
Consejo de Europa. El Consejo de Europa es una organización internacional que
tiene como objetivo principal la defensa, protección y promoción de los derechos
humanos (en particular los civiles y políticos), la democracia y el Estado de Derecho.
Creado el 5 de mayo de 1949, se trata de la institución de este tipo más antigua de
nuestro continente y engloba las 47 naciones europeas con la sola excepción de
Bielorrusia. En 1950 se redactó el Convenio Europeo para la Protección de los
Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, donde se garantiza la
protección de los derechos humanos y que creó el Tribunal Europeo de Derechos
Humanos. El Consejo de Europa tiene su sede en la ciudad francesa de Estrasburgo,
que hace visible su relación con la reconciliación europea tras una historia jalonada por
enfrentamientos.
La primera versión de la Carta Social Europea fue elaborada en el año 1961 por el
Consejo de Europa. España ratificó esta versión, pero no la carta actual, que data del
año 1996. La Carta Social Europea presenta derechos relacionados con el empleo, la
vivienda, la salud, la educación, la protección social y el bienestar. También
tiene preceptos para proteger a los ciudadanos más mayores, más jóvenes y a todos
aquellos en una situación de precariedad. Por ello, hay quien la califica como «la
Constitución social de Europa».
Las normas con rango de ley pueden ser elaboradas por el poder legislativo, que lo
ostentan las Cortes Generales −formadas por el Congreso de los Diputados y el
Senado (artículo 66 CE)−, o bien por el poder ejecutivo constituido por el Consejo de
Ministros.
» Leyes Orgánicas. Son normas elaboradas por las Cortes Generales; en virtud de la
Constitución Española, se establece que determinadas materias están reservadas
para ser reguladas a través de Leyes Orgánicas. Por la peculiaridad de dichas
materias se exige que sean aprobadas por mayoría absoluta del Congreso de los
Diputados en una votación final a la totalidad del proyecto. En materia laboral se
reservan a este tipo de leyes los derechos de libertad sindical y de huelga.
(artículo 81 CE).
» Leyes Ordinarias. Son también elaboradas por las Cortes Generales y no
necesitan ser aprobadas en votación final por mayoría absoluta del Congreso,
bastando la mayoría simple.
» Decretos-Leyes (artículo 86 CE). Se trata de disposiciones legislativas
provisionales, que se dictan por el gobierno en casos de extraordinaria y
urgente necesidad. Deben ser derogados o convalidados por el Congreso de los
Diputados a los 30 días de su promulgación.
» Decretos Legislativos (artículo 82 CE). En este caso las Cortes Generales, a través
de una ley de delegación, encomiendan al Gobierno regular una determinada
materia, por lo que le conceden la potestad de dictar una norma con rango de Ley.
Esta delegación puede tener como fin elaborar un texto refundido (sintetizar o
reunir en un único texto legal una pluralidad de normas) o un texto articulado
(elaborar una ley ex novo a partir de una ley de bases aprobada por el Parlamento).
Los reglamentos ocupan un rango, dentro de la jerarquía de las fuentes del Derecho,
inferior a las leyes. Desarrollan y complementan lo dispuesto en alguna ley.
Convenios colectivos
En el Derecho del Trabajo existe una fuente que no aparece en ninguna otra rama del
Derecho, y constituye además la fuente por excelencia del Derecho del Trabajo, la cual
es el convenio colectivo, tal y como así lo declara expresamente el artículo 3.1. ET.
Dentro del respeto a las leyes, los convenios colectivos pueden regular materias de
índole económica, laboral, sindical y, en general, cuantas otras afecten a las
condiciones de empleo y al ámbito de relaciones de los trabajadores y sus
organizaciones representativas con el empresario y las asociaciones empresariales,
incluidos los procedimientos para resolver discrepancias.
Como indica la STC 280/2006, de 9 de octubre, los convenios colectivos tienen carácter
de norma jurídica, y, por tanto, forman parte del sistema de fuentes, pero sometiéndose
a las normas de mayor rango jerárquico, como son las normas con rango de ley.
El artículo 1.3 del Código Civil establece que la costumbre será fuente del derecho,
siempre que sea probada, que sea lícita y que tenga el carácter de local y
profesional.
El artículo 3.4 del Real Decreto Legislativo 2/2015, de 23 de octubre, por el que se
aprueba el texto refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores, indica que «los
usos y costumbres solo se aplicarán en defecto de disposiciones legales, convencionales
o contractuales, a no ser que cuenten con una recepción o remisión expresa».
Contrato de trabajo
Cabe indicar que el contrato de trabajo no constituye fuente del Derecho del Trabajo,
pero sí vincula y obliga a ambas partes individualmente.
Una vez expuestos brevemente los elementos que regulan la relación entre empresario
y trabajador, es necesario tener en cuenta los principios del Derecho, especialmente los
aplicables al Derecho del Trabajo, enumerados a continuación.
2. Principio de norma más favorable. Según el artículo 3.3 del Estatuto de los
Trabajadores:
3. Principio pro operario: en virtud de este principio, cuando exista duda entre dos
o más sentidos de la norma, ha de acogerse aquel que, en cada caso, resulte más
conveniente para el trabajador.
«Los principios sociales han de imperar todavía con más fuerza que en el
Derecho Civil (lo que justificaría interpretaciones «matizadas» respecto de las
que hubiera llevado a cabo la propia jurisdicción civil, aun a pesar de ser ésta
[sic] la genuina intérprete de las disposiciones del Código), sino que los
intereses en juego −afectantes a valores de singular trascendencia− imponen
una interpretación pro operario, contraria al tradicional favor debitoris que
informa la práctica civil».
Por ejemplo, el ET establece en su artículo 38.1 que: «El período de vacaciones anuales
retribuidas, no susceptible de compensación económica, será el pactado en convenio
colectivo o contrato individual. En ningún caso la duración será inferior a 30 días
naturales». Se trata de un derecho (el disfrute de las vacaciones) necesario que no está
sujeto a disponibilidad.
El artículo 35.2 de la Constitución contiene una redacción que supone un mandato: «La
ley regulará un estatuto de los trabajadores».
No obstante, antes de iniciar el estudio de los títulos I y II del ET, se debe hacer
referencia al contenido de sus artículos 1 y 2. En ellos encontraremos lo expuesto a
continuación.
2. Por cuenta ajena: se caracteriza por atribuir a un tercero los beneficios del
trabajo. Esta ajenidad puede ser en los riesgos, en los frutos o en la utilidad
patrimonial, de tal forma que, el trabajador no corre el riesgo y ventura, ni se
apropia de los frutos o del beneficio, sino que todo ello se traslada al empresario.
Por lo tanto, los requisitos indispensables para que se aplique la Ley del Estatuto de los
Trabajadores son: voluntariedad, ajenidad, dependencia, remuneración y personal.
Trabajador Empresario
¿Qué se entiende por empresario? El artículo 1.2 del ET lo define de esta forma:
«A los efectos de esta Ley, serán empresarios todas las personas, físicas o jurídicas, o
comunidades de bienes que reciban la prestación de los servicios de las personas
referidas en el apartado anterior, así como de las personas contratadas para ser cedidas
a empresas usuarias por empresas de trabajo temporal legalmente constituidas».
A continuación, en el artículo 1.3, se enumeran las relaciones que están excluidas del
ámbito de aplicación del ET, por faltar alguno o algunos de los requisitos señalados
anteriormente, salvo la relación de servicio de los funcionarios públicos que se regulan
por el Estatuto de la Función Pública por declaración expresa a pesar de cumplir todos
los requisitos para considerarse como laboral, esto es, libre y voluntario, dependencia,
por cuenta ajena, remunerado y personal.
Por otro lado, el artículo 2.1 contiene las denominadas «relaciones laborales
especiales», de carácter especial. Se trata de una serie de relaciones laborales con
importantes peculiaridades en cuanto al trabajo que constituye su objeto. Es una lista
cerrada, ya que hace falta una ley para aumentarla. Entre ellas: personal de alta
dirección, servicio del hogar familiar, penados en instituciones penitenciarias,
deportistas profesionales, artistas en espectáculos públicos…
¿Por qué se consideran estas relaciones laborales como «de carácter especial»? La
respuesta se obtiene al tener en cuenta las propias características de cada una de las
relaciones laborales: por la naturaleza del vínculo personal que une a ambas partes, por
el tipo de jornada, etc.
Una vez analizados los elementos definitorios de la relación laboral común, se pasa a
analizar muy brevemente su régimen jurídico, regulado en el título I del ET.
«Deberán constar por escrito los contratos de trabajo cuando así lo exija una
disposición legal y, en todo caso, los de prácticas y para la formación y el
aprendizaje, los contratos a tiempo parcial, fijos-discontinuos y de relevo, los
contratos para la realización de una obra o servicio determinado, los de los
trabajadores que trabajen a distancia y los contratados en España al servicio
de empresas españolas en el extranjero. Igualmente constarán por escrito los
contratos por tiempo determinado cuya duración sea superior a cuatro
semanas».
Los derechos y deberes del trabajador están establecidos en el artículo 4 del ET,
donde se enumeran sus derechos laborales diferenciando entre:
A diferencia de lo que ocurre con los derechos y deberes de los trabajadores, que
aparecen enumerados en los artículos 4 y 5 del ET, no existe una relación
específica sobre los derechos y deberes correspondientes al empresario. Tal
D) Período de prueba:
La suspensión del contrato deja sin efectos las obligaciones de ambas partes:
trabajar y remunerar el trabajo (artículo 45.2 ET).
En el artículo 49 del ET se indican las causas por las que se extinguirá el contrato de
trabajo. A continuación, se enumeran:
La diferencia entre ambos es que los delegados de personal y miembros de los comités
de empresa son elegidos democráticamente en el centro de trabajo o la empresa,
representando, por ello, a todos los trabajadores del centro/empresa, mientras que los
representantes sindicales representan a los trabajadores afiliados a su sindicato siendo
elegidos por ellos y no por todos los trabajadores, como sucede en los órganos de
representación unitaria.
a) Representación sindical:
b) Representación unitaria:
Todos (los delegados de personal y miembros del comité de empresa) son elegidos
mediante sufragio libre, personal, secreto y directo.
Los delegados de personal, los miembros del comité de empresa y los expertos que les
asistan deberán observar el deber de sigilo con respecto a la información que se les
haya podido comunicar con carácter reservado (arts. 65.2 y 62. 2 ET).
Para ciertos supuestos existen también unos tipos de comités de empresa especiales:
De forma que, cuando el representante legal de los trabajadores actúa con el carácter de
delegado de prevención, «deberá olvidar» las posibles reivindicaciones que pueda tener
frente al empresario por otras cuestiones. Las diferencias o conflictos sobre salarios,
jornada, tipos de contratación, etc., deben quedar al margen mientras el representante
de los trabajadores realiza funciones de delegado de prevención.
Marco normativo
» Regímenes:
Con carácter global, el régimen general comprende a los trabajadores por cuenta
ajena de las distintas ramas de la actividad económica o asimilados a ellos,
mayores de 16 años, sin distinción de sexo, estado civil o profesión y ya sean
trabajadores a domicilio, eventuales, de temporada o fijos, incluso discontinuos.
También son irrelevantes el grupo profesional y la forma y cuantía de la retribución.
De forma más concreta, la LGSS establece en su artículo 136 una enumeración más
detallada de colectivos de trabajadores incluidos.
Existen, no obstante, una serie de principios o medios legales que son comunes a
todos los regímenes:
1. Régimen jurídico común para todo el sistema. Son las normas que tratan
temas como afiliación, cotización, recaudación o acción protectora.
2. Afiliación única y vitalicia al sistema, con independencia del régimen en el que
se cause el alta.
3. La totalización de las permanencias en cada uno de los regímenes, siempre que
no se superpongan, cuando los trabajadores pasen de unos a otros regímenes.
4. El cómputo recíproco de cotizaciones con el régimen de clases pasivas del
Estado, para prestaciones comunes de los regímenes de que se trate.
En la relación laboral, a pesar de que con el contrato de trabajo se crea una relación
jurídica entre empresario y trabajador, existe un «tercero» que se va a involucrar en
esta relación:
De tal forma que surge una interrelación entre las tres partes:
» La empresa mantiene una relación laboral con el trabajador, con derechos y deberes
recíprocos.
» La empresa mantiene ciertas obligaciones frente al Sistema de la Seguridad Social.
» El trabajador mantiene derechos y deberes frente al Sistema de la Seguridad Social.
Las dos partes implicadas en la relación laboral son sujetos obligados al pago de lo que
se denomina Cotización al Sistema de la Seguridad Social. El responsable de
dicho pago, el que realiza efectivamente el ingreso, es el empresario, que
posteriormente descontará en el recibo de salario mensual la parte que corresponde al
trabajador. Las cuotas se ingresarán dentro del mes siguiente de su devengo.
La cantidad para cotizar por cada una de las partes se obtiene de aplicar, a la
denominada base de cotización, un porcentaje o tipo de cotización.
» Bases de cotización:
» Contingencias comunes.
» Resto de contingencias: accidentes de trabajo y enfermedades profesionales,
desempleo, Fondo de Garantía Salarial y Formación Profesional.
» Tipos de cotización:
Desempleo
Contrato de duración
determinada. Tiempo 6,70 1,60 8,30
completo
Contrato de duración
7,70 1,60 9,30
determinada. Tiempo parcial
Horas Extraordinarias
Horas Extraordinarias
12,00 2,00 14,00
Fuerza Mayor
Resto de Horas
23,60 4,70 28,30
extraordinarias
Tabla 8. Tipos de cotización.
» Reducciones y bonificaciones:
Concretamente, la cuantía del incentivo se fija en el 5 % del importe de las cuotas por
contingencias profesionales y en el 10 % si existe inversión en acciones
complementarias de prevención de riesgos laborales (con el límite máximo del importe
de la inversión realizada).
Para las empresas que incumplan sus obligaciones en materia de seguridad y salud
laboral y tengan altos índices de siniestralidad, el Ministerio de Empleo y Seguridad
Social estudiará la posibilidad de un incremento de las cotizaciones por contingencias
profesionales.
» Asistencia sanitaria
» Prestaciones económicas por:
o Incapacidad temporal.
o Nacimiento y cuidado del menor.
o Riesgo durante el embarazo.
o Riesgo durante la lactancia natural.
o Corresponsabilidad en el cuidado del lactante.
o Cuidado de menores afectados por cáncer y otra enfermedad grave.
o Incapacidad permanente.
o Lesiones permanentes no invalidantes.
o Jubilación, en sus modalidades contributiva y no contributiva.
o Desempleo, en sus niveles contributivo y asistencial.
o Protección por cese de actividad.
o Muerte y supervivencia.
o Prestaciones familiares.
Por ser la prestación económica más habitual, se explica únicamente la prestación por
incapacidad temporal.
Para las demás prestaciones puedes visitar la página web de la Seguridad Social:
http://www.seg-
social.es/wps/portal/wss/internet/Trabajadores/PrestacionesPensionesTrabajadores/1
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Al iniciar el estudio de las acciones protectoras se ha indicado que con ellas se pretende
asegurar la asistencia y prestaciones ante situaciones de necesidad. La situación de
necesidad surge ante la imposibilidad temporal o definitiva de la prestación de
servicios por parte del trabajador.