Qué Es Actitud
Qué Es Actitud
Qué Es Actitud
La actitud (del latín actitūdo), puede ser definida como la manifestación de un estado de ánimo o
bien como una tendencia a actuar de un modo determinado.
Definiciones de otros autores:
C. M. Judd. “Las actitudes son evaluaciones duraderas de diversos aspectos del mundo social,
evaluaciones que se almacenan en la memoria”.
R. Jeffress. «La actitud es nuestra respuesta emocional y mental a las circunstancias de la
vida».
El concepto de actitud es muy utilizado en el ámbito de la psicología, en el que las actitudes no
pueden ser consideradas como cuestiones particulares, sino que más bien deben ser entendidos
dentro de un contexto social y temporal.
Las actitudes son adquiridas y aprendidas a lo largo de la vida y adquieren una dirección hacia un
determinado fin. Esto lo diferencia de caracteres biológicos, como el sueño o el hambre.
La actitud se conforma de tres componentes esenciales:
Elemento conductual. En primer lugar, este elemento refiere al modo en que son expresados
las emociones o pensamientos.
Elemento emocional. En segundo lugar, este elemento refiere a los sentimientos que cada
persona tiene.
Elemento cognitivo. Por último, este elemento hace referencia a lo que el individuo piensa.
Tipos de actitudes
Las actitudes que adquieren los individuos son influidas por diversas causas, como relaciones,
creencias y experiencias que hayan sido vividas a lo lago de la existencia de cada persona. Estas
variantes impulsan a los individuos a actuar de distintas formas ante situaciones muy similares.
Es por ello que es común oír términos como actitud positiva o actitud negativa, lo cual puede
determinar el éxito o fracaso de lo que se intente realizar. Por otro lado, especialistas han
realizado ciertas clasificaciones determinando los tipos de actitudes en:
Actitud egoísta. Las personas que actúan con este tipo de actitudes se caracterizan por
interesarse en conseguir satisfacer sus propias necesidades sin interesarse en las necesidades
ajenas. En este caso se utiliza cualquier medio, incluso las otras personas pueden resultar un
medio para alcanzar lo deseado.
Actitud manipuladora. Los individuos que poseen estas actitudes suelen tener características
en común al caso anterior, a diferencia que realmente utilizan a los demás como el
instrumento para alcanzar satisfacer sus propias necesidades, es decir que efectivamente
utilizan a otras personas como herramientas.
Actitud altruista. Las personas que adoptan este tipo de actitudes resultan completamente
opuestas a los dos casos mencionados anteriormente ya que no se interesan por el beneficio
propio, si no en el de los demás. Las otras personas no son utilizadas como un medio o
herramienta si no que son entendidas como fines en sí mismos. Las personas con actitud
altruista suelen ser comprensivas y atentas.
Actitud emocional. Las personas que adquieren actitudes de este tipo suelen interesarse en
los sentimientos y estado emocional de las otras personas. Al igual que el caso anterior no
buscan satisfacer de manera exclusiva sus necesidades si no que son considerados con los
demás. Muchas veces estas personas son afectivas y sensibles para con los demás.
Qué es Usuario:
Por otro lado, los tipos de usuario relacionados con el uso de Internet se pueden dividir por: el uso
y el tiempo que navega y por la interacción en las plataformas en Internet.
Los tipos de usuario que se clasifican por el uso y el tiempo que navega son:
Simplifiers: usan Internet para tornar sus vidas más simples, siendo principalmente compradores
en línea.
Surfers: navegan a todas horas por la web en busca de contenidos nuevos.
Connectors: son nuevos usuarios de Internet.
Bargainers: son compradores en línea con experiencia en la búsqueda de descuentos como, por
ejemplo, acostumbra comprar en los Black Friday.
Routiners: su rutina diaria es navegar por Internet en busca de contenidos temáticos,
especialmente en diarios virtuales, Twitter, entre otros.
Sporters: navega buscando noticias relacionadas con el deporte y la entretención.
Los tipos de usuario por la interacción en las plataformas virtuales se pueden dividir en:
Espectador: navega, busca y lee contenidos sin hacer comentarios ni interactuar.
Creador: crea contenidos en la web.
Hiperconectado: usuario activo en las redes sociales, participando además en todos los foros de
discusión.
Meme machine: cómicos e irónicos, les encanta publicar memes, GIFs, videos e imágenes.
Geek: conoce cómo funcionan las plataformas que usa y los dispositivos por las cuales accede a
Internet.
Conectores: les gusta compartir información y publicitar productos y eventos.
Spambot: acostumbran a bombardear de información personal en las redes sociales.
Qué es un fenómeno
Es una manifestación percibida por el hombre que puede provenir de cualquier fuente, en el que
se involucran sus sentidos. Normalmente, se le denomina “fenómeno” a algún suceso
extraordinario, que sale del orden convencional y que resulta sorprendente para el ser humano,
aun cuando dicho fenómeno corresponda a un evento natural.
El término es amplio, pues puede referirse a algún acontecimiento natural o espiritual. De acuerdo
a su etimología, esta palabra proviene del latín phaenomenom, y que se refiere a una
manifestación real que percibe un individuo a través de sus sentidos.
Por otro lado, la palabra fenómeno se refiere a cosas extraordinarias o sorprendentes, por
ejemplo: “tu nuevo aparato electrónico es un fenómeno”. También, alude a una persona
sobresaliente en su línea, como: “mi jefe es un fenómeno en publicidad y mercadeo”.
Tipos de fenómeno
Dentro de los fenómenos, existen dos grandes grupos, que son los antrópicos (por intervención
humana) y los naturales (por ciclos de la naturaleza, que no pueden ser controladas por el
hombre). Pese a ello, existen fenómenos naturales que han sido producto de acciones del hombre,
y fenómenos antrópicos que han sido producto del aprovechamiento de los naturales.
Fenómeno científico
Son aquellos que pueden ser estudiados, medidos y analizados, para los cuales existe alguna
magnitud que sirve para definir un fenómeno físico. Dentro de este tipo se incluyen los fenómenos
naturales, como por ejemplo pueden mencionarse:
Fenómeno social
Esta categoría es de carácter antrópico, ya que es todo aquello que ocurre por acción e
intervención directa del ser humano, su conducta y cómo afecta a la sociedad, sus relaciones e,
incluso, su impacto en la naturaleza. Se entiende también como las formas de expresión del
mismo para exigir un cambio social ante situaciones que atentan contra el bienestar; es decir,
situaciones que se originan ante el desequilibrio social producto de conductas desordenadas.
Entre los principales fenómenos sociales se pueden destacar:
Fenómenos psicológicos: Que son aquellos asociados a la mente del ser humano, en los
que intervienen procesos físico-químicos.
Fenómenos sociológicos: Estos se refieren a la interacción del ser humano con sus
semejantes, de grupos sociales con otros, o fenómenos que tienen impacto sobre las
masas.
Fenómenos económicos: Serán descritos más adelante.
Fenómenos biológicos
Se le llama fenómeno biológico a todas aquellas transformaciones que se dan en los seres vivos y
tienen influencia sobre el medio ambiente. Estos cambios pueden ocurrir en el organismo del ser
vivo, y además están relacionadas a sus rituales en la naturaleza.
Igualmente, un fenómeno biológico es aquél que, teniendo su origen en un ser vivo, tiene
implicaciones desastrosas, lo que también se le conoce como desastre biológico, cuyo alcance
puede afectar a la humanidad.
Adaptaciones: Ajuste a los cambios en el entorno del ser vivo para su supervivencia
(aclimatación, camuflaje, mimetismo).
Biogénesis: Cuando un ser vivo produce otro ser vivo; es decir, se reproduce.
Biosíntesis: Es el proceso mediante el cual algunos sustratos presentes en los seres vivos
se transforman en sustancias más complejas.
Ciclo celular: Cuando las células crecen y se dividen en dos células hijas.
Comportamiento: Es la conducta que presentan en su entorno respecto a los de su misma
especie y otras (colectiva, grupal, reproductivo, canibalismo, depredación, desove).
Degeneración y muerte: El proceso natural de envejecimiento hasta su deceso.
Desarrollo biológico: Es el crecimiento natural de los seres vivos (crecimiento, desarrollo
embrionario y estacional, diferenciación celular, maduración, metamorfosis).
Enfermedades: Alguna alteración del bienestar y salud del organismo.
Evolución: Los cambios fenotípicos y genotípicos que se dan en las especies de una
generación a otra, y son de carácter adaptativo.
Fenómenos genéticos: Determinan la información genética del ser vivo, que afectará su
apariencia, transmisión a sus descendientes y su supervivencia.
Funciones fisiológicas: Los procesos básicos, como respirar, comer, defecar o reproducirse.
Mutaciones: Transformaciones genéticas que se dan por factores ambientales o algún
otro.
2. Desastres
Fenómenos geológicos
Estos son ejemplos de fenómenos físicos, ya que se refiere a los sucesos que tienen relación a la
parte sólida del planeta, sus transformaciones, procesos naturales y desastres naturales, y son
estudiados por la geología. Estos son producidos por los movimientos de las capas que forman la
Tierra y la interacción de los componentes internos del planeta con la corteza terrestre y la
energía que resulta de los mismos.
Los principales fenómenos físicos que describe la geología son:
Fenómenos eléctricos
Los fenómenos eléctricos son aquellos que involucran una transformación a través de la energía
eléctrica y de su transporte. Estos se dan en la naturaleza y son utilizados por el hombre para
actividades de la vida cotidiana, que influyen en el bienestar de la humanidad.
Estos son posibles gracias a la propiedad de carga eléctrica (positiva y negativa) presente en la
materia. Por ejemplo, uno de estos fenómenos es cuando dos objetos con una misma carga se
repelen y con las opuestas, se atraen, aunque por lo general, la materia tiene carga neutra.
Fenómenos económicos
Son aquellos asociados a las actividades de manufactura de bienes y su consumo, es decir, a la
actividad económica. Se caracterizan por generar los medios que permitan dar cumplimiento a los
requerimientos de la sociedad, medir la realidad económica, e involucrar las actividades básicas de
la economía, que son la producción, distribución, intercambio y consumo.
Otros fenómenos en este campo, son la inflación, la escasez, el desempleo, el capitalismo y la
globalización.
Tipos de creencias
De acuerdo a su origen, las creencias pueden ser de dos tipos:
Externas. Cuando provienen de fuera del individuo, ya sea porque aceptamos las de nuestro
entorno social para encajar mejor, o porque recibimos una herencia o educación informal al
respecto. Es el caso de las creencias religiosas (concernientes a Dios y a lo divino), culturales
(relacionadas con la propia tradición y la ajena), sociales (relacionadas con el trato hacia los
demás) o políticas (que tienen que ver con el ejercicio del poder).
Internas. Cuando provienen de la propia mente del individuo, como fruto de su experiencia
directa con el mundo, o de la interpretación (errada o no) que pueda hacerse una persona de
algún evento. Es el caso de muchas creencias personales, especialmente durante la infancia.
También existen otras formas de clasificar las creencias, distinguiendo entre opiniones (que se
sostienen sobre algún tipo de interpretación o elucubración a partir de lo real), las ideologías (que
nacen a partir del sentido mismo de identidad del grupo al que se pertenece) o las religiones (que
no poseen ningún vínculo apreciable con el conocimiento del mundo).
En muchos casos, las creencias compartidas permiten una interacción social más amable,
otorgan sentido de pertenencia. Pueden incluso servir para establecer cierta idea de
la norma dentro de un colectivo, tal y como hicieron muchas religiones en las civilizaciones
antiguas.
Toda creencia es, en el fondo, un intento por calmar la angustia que nos produce vivir en un
mundo desprovisto de más sentido que aquél que nosotros mismos le otorguemos.
Creencias populares
Se conoce como creencias populares a aquellas que pertenecen al colectivo, que se heredan de
generaciones anteriores y carecen de autores o defensores singulares, sino que simplemente “se
dicen”. Pueden deberse a restos de religiones extintas o tradiciones culturales perdidas en
el tiempo, o bien pueden ser fruto del modo que tiene el inconsciente colectivo de encarar
alguna realidad puntual.
Ocurre lo mismo con las creencias supersticiosas, como que barrer de noche atrae al demonio o
que abrir el refrigerador luego de planchar, cocinar o alguna actividad próxima al calor, ocasiona
pasmos o desmayos.
Creencias limitantes
Se llama creencia limitante a una percepción de uno mismo que, a pesar de no tener mayor
fundamento, nos impide llevar a cabo alguna acción que querríamos hacer, y nos ocasiona, por
ende, sufrimiento. Es decir, se trata de creencias personales que nunca nos animamos a poner a
prueba, porque estamos convencidos de su certeza.
Por ejemplo: un adolescente tiene la creencia de que su físico es desagradable y de que nunca
podría interesar románticamente a una muchacha. Ello no es cierto, puesto que se trata de un
joven promedio, ni muy guapo ni muy feo, pero que está tan convencido de su fealdad, que nunca
se atreve a aproximarse a una muchacha ni mucho menos a invitarla a salir, lo cual eventualmente
le haría darse cuenta de la verdad.
Los valores tienen una connotación positiva y guían el actuar de individuos o grupos ya que
definen la manera en la que una persona se relaciona consigo misma, con un tercero y con el
entorno. Algunos de los valores más destacados son la responsabilidad, la justicia, la lealtad y
la paz.
Existen diferentes tipos de valores que se relacionan con diversos aspectos de la persona, muchos
son cualidades innatas al ser humano que pueden practicarse hasta convertirse en hábito. Además
de los valores universales (que se busca que sean respetados por todos), cada individuo tiene su
propia escala de valores, ya que por su personalidad o experiencia de vida puede tender a buscar
o actuar en base a valores determinados.
Los valores tienen propiedades comunes que es posible detallar, tales como:
Son trascendentes. Le otorgan sentido a la existencia humana y por ende se tienen como
cometidos de la misma.
Son abstractos y mentales. No se trata de objetos concretos y comprobables, sino que
interpretaciones mentales o culturales de cosas y acciones.
Son individuales y colectivos. Dependiendo del caso, los valores se manifestarán más o
menos colectivamente: algunos dependerán del modo de pensar de cada quien, mientras
que otros serán bastante universales.
Son históricos. Es decir, no se originan de golpe, ni por decisión arbitraria, sino como
resultado de un proceso o un devenir histórico de las sociedades. Además, cada momento
histórico puede tener valores diferentes.
Son jerárquicos. No todos tienen la misma predominancia: unos serán más centrales o
principales, mientras que otros son secundarios.
Tipos de valores
Los distintos valores se clasifican según criterios específicos en:
Valores personales. Son los que guían el actuar de una persona en su vida. Muchas veces,
provienen de la experiencia directa que tiene cada individuo. Por ejemplo: la lealtad.
Valores socio-culturales. Son los cánones generales que funcionan dentro de una sociedad y
guían el comportamiento de sus miembros. Se debe tener en cuenta que coexisten una
variedad de valores en una sociedad y momento histórico dado. Por ejemplo: la solidaridad.
Valores familiares. Son los que se desarrollan dentro de una familia en particular y suelen ser
transmitidos de generación en generación. Por ejemplo: la perseverancia.
Valores materiales. Son depositados sobre los objetos y bienes que utiliza el ser humano para
subsistir. Por ejemplo: la vestimenta.
Valores intelectuales. Son aquellos que potencian al individuo desde el ámbito
del conocimiento. Por ejemplo: la sabiduría.
Valores espirituales. Son aquellos que se basan en aspectos inmateriales y aluden a la
importancia que el sujeto les da a aspectos como la expresión artística o religiosa. Por
ejemplo: la fe.
Valores profesionales. Son los que se llevan adelante en un contexto laboral. Por ejemplo:
la puntualidad.
Valores políticos. Son aquellos que se relacionan con el ámbito político. Por ejemplo:
la honestidad.
Valores morales. Son las conductas que una sociedad acepta y entiende que son
indispensables para mantener el orden social. Por ejemplo: la justicia.
Ejemplos de valores
Los valores éticos son las pautas de comportamiento que buscan regular la conducta de las
personas. Son valores de carácter universal y se adquieren durante el desarrollo individual de cada
persona. Por ejemplo, en la vida profesional valores como la responsabilidad o la justicia son
claves.
Por su parte, los valores morales son aquellos transmitidos por la sociedad, de una generación a
otra, y pueden variar a lo largo del tiempo. En algunos casos, pueden estar determinados por una
doctrina religiosa. Por ejemplo, valores como la solidaridad o la honestidad son muy importantes
en entornos sociales.
En primer lugar, porque se relacionan con nuestros comportamientos y con la forma en que
desarrollamos nuestras vidas desde el punto de vista personal, familiar, laboral y social, aunque su
jerarquía de importancia varíe en cada uno de estos aspectos.
Por ejemplo, en nuestros hogares aplicamos ciertos valores como el amor, la comunicación y la
gratitud con nuestros padres, hermanos, abuelos o pareja, para establecer una sana convivencia y
el respeto mutuo.
¿Qué es un mito?
Un mito es un relato tradicional, sagrado, dotado de carácter simbólico, que narra, como si
fueran reales, acontecimientos extraordinarios y trascendentes, asociados a la cosmogonía de un
pueblo, es decir, a su concepción del universo.
Los mitos ofrecen respuestas a preguntas tales como: ¿cuál es el origen del mundo?, ¿cómo
surgieron los seres humanos?, ¿por qué existe el mal?, ¿qué ocurre después de la muerte? Sus
historias involucran a seres sobrenaturales o fantásticos (como dioses y semidioses, sirenas,
faunos, ninfas, etc.) y transcurren en un tiempo primordial, anterior al tiempo histórico. A través
de estas historias, una cultura transmite sus valores y creencias a las generaciones venideras.
De manera más general, mito es usado muchas veces como sinónimo de invento,
ficción o falsedad. Al mismo tiempo, en un sentido positivo, el término se emplea para referirse a
los relatos centrales e importantes de una comunidad determinada y a las personas y los hechos
sobresalientes que se erigen en modelos o arquetipos.
Origen de los mitos
Los mitos tienen un origen oral y anónimo, y se transmiten de generación en generación también
de manera oral. En los pueblos antiguos, que carecían de escritura, era habitual que los mitos
adquirieran la forma de poemas o canciones, y que se recurriera a la repetición de ciertas frases o
fórmulas fijas, con el fin de recordarlos más fácilmente.
Los mitos no son fijos ni inmutables. Por el contrario, a medida que pasa de una generación a
otra, se modifica en función de las experiencias y necesidades de cada época. De esta manera, los
mitos evolucionan a lo largo del tiempo y, por lo general, existen distintas versiones de un mismo
mito.
Narran historias relacionadas con el origen de las cosas, la creación del hombre, la existencia
del bien y del mal, etc.
Están protagonizados por dioses, semidioses, otros seres sobrenaturales, y en algunos,
también por los primeros seres humanos.
Poseen un carácter sagrado, que los vincula con la religión y que se consolida cuando se
asocian a un ritual (por ejemplo, los mitos que explican el origen de una celebración).
Ocurren en una temporalidad imprecisa, fuera de la historia humana.
Tipos de mitos
Si bien cada cultura ha creado sus propios mitos, existen marcadas similitudes entre los mitos de
diferentes culturas, lejanas en el tiempo y el espacio. Por ejemplo, en muchos pueblos es popular
el mito del diluvio universal. Sobre la base de estas coincidencias, es posible establecer algunos
tipos de mitos:
Mitos cosmogónicos. Narran la creación del mundo. Por ejemplo: el mito egipcio de la
creación, en el que el mundo es creado por voluntad de Atum-Ra.
Mitos teogónicos. Relatan el origen de los dioses. Por ejemplo: el nacimiento de los dioses
nórdicos, como Odín y sus descendientes, según se narra en las Eddas.
Mitos antropogónicos. Cuentan el origen de la humanidad. Por ejemplo: el mito maya de la
creación de los hombres a partir del maíz, recogido en el Popol Vuh.
Mitos fundacionales. Relatan la fundación de una ciudad o de una comunidad. Por ejemplo: el
mito de la fundación de Roma por los gemelos Rómulo y Remo.
Mitos escatológicos. Explican cómo terminará el mundo. Por ejemplo: el mito nórdico del
Ragnarök, la batalla del fin del mundo en la que combatirán los dioses y en la que todo el
universo será destruido.
Mitos del cataclismo. Narran la destrucción del mundo por un diluvio u otra catástrofe, y su
posterior regeneración. Por ejemplo: el mito chino de la gran inundación, que fue controlado
por el dragón Yu.
Mitos de la aparición de la enfermedad y la muerte. Explican cómo la humanidad pasó de una
situación dichosa a un estado desdichado. Por ejemplo: el mito griego de las tres edades (oro,
metal, hierro) o de Pandora, que abrió la caja que contenía todos los males.
¿Qué es un estereotipo?
En psicología social, los estereotipos son construcciones culturales creadas en torno a
un grupo humano, que se basan en generalizaciones, prejuicios, mitologías urbanas
o percepciones simplificadas y exageradas del mismo. Generalmente, le atribuyen características,
propiedades o intereses a dicha comunidad, de los cuales se hacen eco terceros y a menudo
terminan por consolidar un prejuicio social.
Incluso si se tiene acceso racional a información que los desmiente, los estereotipos pueden
sostenerse. Esa es la razón por la cual continúan transmitiéndose.
Clases de estereotipos
Los estereotipos pueden clasificarse dependiendo del tipo de población sobre la cual tratan, por
ejemplo:
Estereotipos de clase. Aquellos que tienen que ver con alguna clase social, comprendida como
un conjunto homogéneo de individuos. Por ejemplo: “Los ricos no roban”, “A los pobres no les
gusta trabajar”.
Estereotipos religiosos. Aquellos que se aplican a una feligresía o a los practicantes de
una religión, a menudo en combinación con criterios étnicos o culturales. Por ejemplo: “Los
musulmanes son retrógrados”, “Los budistas son apacibles y sabios”.
Estereotipos raciales. Aquellos que tienen que ver con alguna etnia o raza humana
determinada, a la que se le atribuyen rasgos específicos de tipo físico, mental o moral. Por
ejemplo: “Los negros saben bailar”, “Los asiáticos son buenos en matemáticas”, “Los latinos
son apasionados y violentos”.
Estereotipos de género. Aquellos que asignan determinados roles, conductas y características
a los dos sexos biológicos, o a las comunidades sexodiversas. Por ejemplo: “Las mujeres no son
muy racionales”, “Los hombres son infieles”, “Los homosexuales son promiscuos”.
Estereotipos culturales. Aquellos que tienen que ver con una nacionalidad o proveniencia
cultural determinada. Por ejemplo: “Los alemanes son racistas”, “Los colombianos son
delincuentes”, “Los africanos son pobres”.
Los prejuicios forman parte de los procesos mentales inconscientes del ser humano, que modifican
subjetivamente su capacidad de percibir la realidad. Han sido estudiados ampliamente por
la psicología, dada su importancia en la formación de
movimientos, políticas y personalidades extremistas, fanáticas e intolerantes a lo largo de
la historia.
Ello se debe a que, a diferencia de otras formas de razonamiento, los prejuicios suelen tener raíces
en lo afectivo y a través de ellas refuerzan ideas infundadas, que poco o nada tienen que ver con lo
que puede experimentarse en la vida real.
Es frecuente que traigan consigo sensaciones de miedo, desprecio, aversión u hostilidad, que a
menudo conducen a acciones del mismo tipo. No obstante, es posible también que se trate de lo
contrario: de actitudes de favoritismo y aceptación previa.
Por último, los prejuicios son axiomáticos: se aceptan o se rechazan, pero es difícil discutirlos
racionalmente, dado que carecen de argumentos de ningún tipo, basándose más bien en un
reacción emocional, irracional, subjetiva.
Esto, sin embargo, no significa que los prejuicios sean “naturales”, ni mucho menos. Si bien se
explican a través de una respuesta biológica, son enteramente culturales: normalmente tienen su
origen en la crianza, a menudo en la cultura que heredamos o aprendemos de
nuestros progenitores, o también en traumas personales, sociales o históricos.
Perjuicio y prejuicio
El término perjuicio y la palabra prejuicio son hoy en día totalmente distintas y poseen sentidos
diferentes: mientras un perjuicio es un daño legal, un prejuicio es un juicio previo, o sea, algo que
se asume respecto a algo o alguien antes de realmente tener la oportunidad de juzgarlo.
La confusión entre ambos términos es común, porque ambos provienen del latín praeiudicium,
traducible como “juicio previo” o “prejuzgar”. Pero mientras “prejuicio” se mantuvo similar a su
origen y a su significado primario, la otra cambió a periudicium, adquiriendo el sentido de un daño
ocasionado a alguien, quizá motivado por juicios previos en los que a un inocente se lo juzgaba
indebidamente, mancillando así su prestigio y ocasionándole un daño social
Enfermedad Desde el punto de vista antropológico parece más correcto utilizar la palabra
“dolencia”. Dolencia es una condición de falta de salud sentida por un individuo, grupo o
población, una dolencia no necesariamente tiene que estar acompañada por una
sintomatología como en el caso de una enfermedad. Es la percepción del individuo, la condición
"emic”, la que define la aparición de una dolencia y no la experticia del especialista.
Si bien al inicio, la antropología médica le hizo el juego al paradigma positivista propio de las
ciencias biológicas, poco a poco fue contribuyendo a mostrar la construcción cultural de la
corporeidad humana, y la variabilidad cultural de la universalidad del proceso salud-enfermedad-
atención. Por otro lado, fue transformando su interés sobre las “concepciones compartidas” hacia
las prácticas en salud y sus ejecutores, como expresiones concretas de dichas concepciones.4 La
antropología médica resultó una ciencia armonizadora que ha podido funcionar como
interlocutora entre sistemas y modos diversos de entender y conseguir el bienestar humano.6,7
Los enfoques más comunes de la antropología médica (el etnomédico y médico-crítico) han venido
a complementarse con una dimensión aplicada en la solución de problemas socioculturales
concretos, la llamada antropología médica aplicada a la salud, la que ha experimentado un notable
desarrollo a partir de la Segunda Guerra Mundial en la creación y aplicación de programas de
desarrollo en salud pública. Es cuando la antropología médica comienza a asumir un rol aplicado, y
logra perfilarse como una disciplina tanto teórica como práctica.8,9 La antropología aplicada
propone soluciones e intervenciones, y en el contexto cubano contemporáneo se dispone cuanto
menos, de dos tesis doctorales donde se expresa lo anterior.10,11
La salud humana y más específicamente los procesos personales, grupales y sociales que al interior
de esta dimensión se producen, son una realidad antropológica susceptible a ese tipo de mirada,
bajo la cual lo que interesa es la realidad vivida y sentida por los actores de los procesos, para a
través de ella llegar a la interpretación de los códigos culturales involucrados, donde lo que se
busca no es encontrar las respuestas correctas, sino más bien hallar las preguntas pertinentes.
Qué es Familia:
Se designa como familia al grupo de personas que poseen un grado de parentesco y conviven
como tal.
La palabra familia proviene del latín famulus que significa 'sirviente' o 'esclavo'. En efecto,
antiguamente la expresión incluía los parientes y sirvientes de la casa del amo.
En este sentido, la familia tiene al menos dos funciones, una referida a los niños y otra a los
adultos:
1. En cuanto a los niños, la familia tiene por función formarlos para que estos aprendan a salir de sí
mismos y a relacionarse con las demás personas en igualdad, respeto a las necesidades y
diversidad;
2. En cuanto a los adultos, brindar espacios para superar la instalación en sus rutinas y crear
actitudes de apertura, flexibilidad, solidaridad y encuentro mutuo.
Necesidad de tener: refiriéndose a lo material, son los aspectos económicos y educativos necesarios
para vivir
Necesidad de relación: la familia enseña a socializarse, comunicarse con los demás, querer, sentirse
querido, etcétera.
Necesidad de ser: la familia debe proporcionar al individuo un sentido de identidad y autonomía de
unos mismo
Una de las funciones que más peso tiene, de acuerdo con la literatura, es la vertiente socializadora
de la familia. Gracias a este proceso, las personas adquirimos los valores y las conductas o normas
que son más aceptables en la sociedad en que vivimos. En definitiva, la familia nos prepara para
vivir en sociedad desde el ambiente de seguridad que nos proporciona; es el primer entorno al que
los niños acceden para relacionarse y aprender, motivo por el cual es fundamental que la familia
pueda cubrir esta necesidad básica para que tengan buen ajuste psicosocial en la adultez.
Tipos de familia
Familia nuclear: es aquella que está formada por padre, madre e hijos, ya sean unidos por
matrimonio o unión de hecho. En este punto se puede añadir a la familia compuesta se
caracteriza por ser una familia nuclear más las personas que poseen vínculos sanguíneos con solo
uno de los miembros de la pareja. Por ejemplo, hijos de otra pareja que se incorporan el núcleo
familiar.
Familia extendida: es aquella que se forma con los demás miembros de la familia como tíos,
abuelos y primos.
Familia monoparental: es aquella que está formada por uno de los dos progenitores (padre o
madre) y sus hijos. Esto suele ser consecuencia de muerte, divorcio, abandono o por decisión de
tener hijo de manera independiente.
Familia homoparental: es aquella en que los padres son una pareja de homosexual, bien sea de
hombres o de mujeres.
Familia poligámica: se caracteriza por la pluralidad simultánea de esposos o esposas dentro del
núcleo familiar. Presenta dos variantes: la del matrimonio basado en la poliginia (unión del
hombre con más de una mujer) o poliandria (unión de la mujer con varios hombres).
Como se deduce de esta introducción, las familias reconstituidas o compuestas son las que están
formadas por la fusión de varias familias biparentales: tras un divorcio, los hijos viven con su
madre o su padre y con su respectiva nueva pareja, que puede tener también sus propios hijos a
cargo. Además, el otro progenitor también puede tener una pareja con hijos, por lo que estos hijos
formarán parte de una gran familia compuesta.
5. FAMILIA MONOPARENTAL
Este tipo de familia, de igual forma que ocurre con la homoparental, no está exenta de crítica y
prejuicios, tanto en el caso de mujeres como de hombres, aunque estos últimos sean aún una
minoría.
Las familias monoparentales están formadas por un único adulto con hijos. Generalmente, son
más frecuentes las llamadas familias “monomarentales”, en las que el adulto presente es la
madre.
A pesar de que existe mucha gente que cree que las familias monoparentales están incompletas,
no es cierto que ese progenitor único necesite forzosamente la ayuda de otro adulto para tirar
adelante. Cada vez son más las familias monoparentales que están surgiendo en nuestro país. De
hecho, en 2017 ya representaban un 10% del total de hogares, como lo demuestran los datos de la
Encuesta Continua de Hogares que presenta anualmente el Instituto Nacional de Estadística (INE).
6. FAMILIA DE ACOGIDA
Las familias de acogida constan de una pareja o un único adulto que acoge a uno o más niños de
manera temporal mientras que no puedan vivir en su familia de origen o mientras no encuentren
un hogar permanente.
Son familias temporales que se encargan de ofrecer a menores en situación de necesidad el mejor
entorno posible hasta que sean adoptados definitivamente o hasta que su familia biológica pueda
ocuparse de ellos. El acogimiento puede ser de urgencia, de corta duración (hasta 2 años), de larga
duración (más de 2 años) o de fines de semana y vacaciones escolares.
7. FAMILIA ADOPTIVA
Las familias adoptivas constan de una pareja (o un adulto en solitario) con uno o más hijos
adoptados. Pese a no tener vínculos de sangre, son igualmente familias que pueden desempeñar
un rol parental igual de válido que las familias biológicas.
Muchas familias, por problemas de fertilidad, optan por adoptar como forma de acceder a la
parentalidad. Otras familias, por convicción personal, prefieren adoptar que concebir. Sin
embargo, es frecuente que las familias adoptivas se concentren en los países desarrollados, dado
que sus ciudadanos tienen más recursos económicos para poder adoptar.
8. FAMILIA EXTENSA
La familia extensa está formada por varios miembros de la misma familia que conviven bajo el
mismo techo. De este modo, pueden convivir padres, hijos y abuelos, o padres, hijos y tíos,
etcétera.
También es un ejemplo de familia extensa la situación en que uno de los hijos tiene su propio hijo
y conviven juntos, o cuando sobrinos se mudan con sus tíos y primos.
Este tipo de familia está tradicionalmente más extendido en países con menos recursos
económicos. También es frecuente en países donde culturalmente se valora la unidad del grupo
familiar, como es el ejemplo de Japón, donde es frecuente ver que los padres del padre de familia
conviven bajo el mismo techo que la familia nuclear de su hijo.
Según la OMS
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), podemos definir a la familia como el “conjunto
de personas que conviven bajo el mismo techo, organizadas en roles fijos (padre, madre,
hermanos, etc.) con vínculos consanguíneos o no, con un modo de existencia económico y social
comunes, con sentimientos afectivos que los unen y aglutinan”.
Los tipos de familia actuales son muy diferentes a las familias de 50 años atrás, así como esas
también lo eran respecto a las de 50 años más atrás. La evolución del concepto y los tipos de
familia ha variado progresivamente al igual que lo ha hecho la sociedad y la cultura, dando lugar a
una diversidad muy celebrable.
Donde antes solo se podía hablar de la familia nuclear (papá, mamá e hijo/s), actualmente
tenemos otros tipos de familia: las familias biparentales sin hijos, familias biparentales con hijos,
familias homoparentales, familias reconstituidas, familias monoparentales, familias de acogida,
familias adoptivas y familias extensas.
Este desdoblamiento del concepto de familia, además de caminar cada vez más hacia la
inclusividad, nos indica que la estructura familiar no es un factor determinante para decidir si una
familia es funcional o no. Poco o nada tiene que ver la forma que tenga una familia con su buen
funcionamiento: lo más importante son factores como la harmonía, el cuidado y ayuda mutuos, el
amor, el respeto y la unión. antes definida por la Organización Mundial de la Salus (OMS) como:
“grupo de personas del hogar que tienen cierto grado de parentesco por sangre, adopción o
matrimonio, limitado, por lo general a la cabeza de familia, su esposa y los hijos solteros que
conviven con ellos” (6), esta definición no tomaba en cuenta las diferentes estructuras familiares
(familia nuclear, extensa, matrimonio monogamica o poligamica, autoridad patriarcal o autoritaria,
parejas homosexuales, monoparenteralidad, familia reconstituidas, etc), es por ello que ahora se
define como, un grupo social, organizado como un sistema abierto(con interacción con otros
sietamas como el barrio, trabajo, escuela, grupos de amigos, etc), constituido por un número
variable de miembros, que en su mayoría conviven en un mismo lugar, unidos ya sea por lazos
legales, sanguíneos y/o afinidad. La estructura de la familia puede ser diversa y depende del
contexto en el que se ubique
¿Qué es la familia?
Una familia es un grupo de personas unidas por el parentesco. Esta unión se puede
conformar por vínculos consanguíneos o por un vínculo constituido y reconocido legal y
socialmente, como es el matrimonio o la adopción.
La familia es la organización social más importante para el hombre: el pertenecer a una agrupación
de este tipo es vital en el desarrollo psicológico y social del individuo.
Sin embargo, esta clasificación ha quedado desactualizada a los tiempos modernos, ya que
actualmente existen varios modelos de familia. Hoy la familia se entiende ampliamente como el
ámbito donde el individuo se siente cuidado, sin necesidad de tener vínculos o relación de
parentesco directa.
La relación de parentesco se puede dar en diferentes niveles. Esto lleva a que no todas
las personas que conforman una familia tengan la misma cercanía o tipo de relación. Por ejemplo:
la familia nuclear es el grupo conformado por una pareja y sus hijos, mientras que la familia
extensa incluye a los abuelos, los tíos, primos.
Tipos de familias
Familias monoparentales. Conformadas por uno o más hijos y la madre o el padre. Este tipo
de familia puede darse a raíz de una separación, de la decisión de ser padre o madre soltero/a
o de haber enviudado. Por lo general, con el tiempo estas familias dan lugar a la nueva unión
de los padres, formando así las familias ensambladas.
Familias biparentales. Conformadas por una pareja y su hijo o hijos. La unión de la pareja
puede darse por vínculo sentimental sin necesidad de contraer matrimonio. Pueden ser
heteroparentales (conformadas por parejas de distinto sexo y sus hijos) homoparentales
(conformadas por parejas del mismo sexo y sus hijos).
Familias ensambladas. Conformadas por dos personas que se unen y una de ellas (o ambas)
ya tiene hijos o hijas. Las familias ensambladas son dos familias monoparentales que, por
medio de una relación sentimental de la pareja, se unen dando lugar a la conformación de una
nueva familia.
Familia de acogida. Conformadas por menores que no son descendientes de los adultos, pero
han sido acogidos legalmente por ellos de forma urgente, temporal o permanente.
Características de la familia
Salud
En las diferentes culturas que existen el
concepto de salud es predominantemente
holístico. En la antropología el concepto de
salud es entendido como el funcionamiento
armónico de los aspectos físicos, mentales y
espirituales de una persona, el cual, además,
está en armonía con el medio ambiente,
sociocultural y natural.
Enfermedad
Desde el punto de vista antropológico parece más correcto utilizar la palabra “dolencia”.
Dolencia es una condición de falta de salud sentida por un individuo, grupo o población,
una dolencia no necesariamente tiene que estar acompañada por una sintomatología
como en el caso de una enfermedad. Es la percepción del individuo, la condición "emic",
la que define la aparición de una dolencia y no la experticia del especialist