OCHOA DE ALDA Cap 8 y 13

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Inmaculada Ochoa de Alda

La familia constituye cada vez más un elemento central en el trata-


miento de muchas psicopatologías. De ahí que se hable tan a menudo
de «terapia familiar». Entre las diversas terapias de este tipo sobresale ENFOQUES EN
la llamada «sistémica», la cual postula que ni las personas ni sus pro-
blemas existen en el vacío, sino que ambos están íntimamente ligados
a sistemas recíprocos más amplios, de los cuales el principal es la
TERAPIA FAMILIAR
familia.

Este libro pretende ofrecer un análisis de algunos de los enfoques más SISTÉMICA
importantes dentro del amplio movimiento de la terapia familiar sisté-
mica. En ningún momento se intenta efectuar un estudio comparativo
ni, mucho menos, abogar por una perspectiva ecléctica. Lo que la
autora desea es contribuir a formar terapeutas capaces de adaptarse
con versatilidad a las diversas situaciones clínicas que se les planteen.

Cada capítulo incluye la transcripción de un caso, en la que se interca-


lan comentarios que ilustran los puntos más destacados en el texto. De
este modo los aspectos teóricos de cada enfoque quedan ejemplifica-
dos en la praxis terapéutica. Diversos apéndices completan el conteni-
do de la obra, entre los que descuella un glosario de los términos
técnicos más utilizados.

Inmaculada Ochoa de Alda es profesora de terapia familiar en la


Facultad de psicología de la Universidad de Salamanca.

ISBN 84-254-1891-7

Herder 9
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TERAPIA ESTRUCTURAL

Minuchin entre los años 1965 y 1970, desarrollando su trabajo


como director en la Clínica de orientación infantil de Filadelfia,
crea un enfoque terapéutico centrado en la estructura* familiar, de-
fendiendo que los procesos del sistema familiar se reflejan tempo-
ralmente en sus estructuras. Las variables estructurales específicas
en las que se centra son los límites, que implican reglas de partici-
pación, y las jerarquías, que encierran reglas de poder. El acento re-
cae en la organización jerárquica del sistema familiar y en la des-
cripción de las distintas estructuras de comunicación que conllevan
los tipos de límites. La terapia estructural asume que la modifica-
ción de las reglas concernientes a los límites y las jerarquías im-
pacta profundamente las transacciones familiares, produciendo un
desequilibrio en los patrones de interacción que contienen y man-
tienen el síntoma. Tales alteraciones obligan a la familia a reestruc-
turarse sobre unas bases menos patológicas.
Con fines estrictamente pedagógicos podemos considerar que
el proceso terapéutico se desarrolla fundamentalmente en tres eta-
pas: en la primera el terapeuta se «une» a la familia desde una posi-
ción de liderazgo; en la segunda se «desliga» y evalúa la estructura
familiar subyacente, y, en la tercera, crea las circunstancias que
permitirán transformar dicha estructura.

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Terapia estructural Evaluación

A. Evaluación cambio; las fuentes de apoyo y estrés dentro y fuera del grupo fa-
miliar, y, finalmente, la forma en que el síntoma es aprovechado
La terapia estructural se fundamenta en el concepto de «estruc- por la familia para mantener sus pautas transaccionales.
tura», que alude al conjunto de demandas de los miembros de una Las conductas sintomáticas se explican en términos de ciclo vi-
familia reflejo de los procesos de interacción familiar en un mo- tal y de acuerdo con un retraso o detención en el desarrollo del sis-
mento dado (Minuchin, 1977). tema familiar. A ello se añade -especialmente en los pacientes cró-
Minuchin defiende que no se puede evaluar el sistema familiar nicos- la intervención de las instituciones que se erigen como
como si se tratara de una entidad estática, sino que el centro de la ex- expertos. La familia se concibe como un sistema sociocultural
periencia diagnóstica debe ser el proceso de interacción de la familia abierto y en transformación, que afronta una serie de tareas evoluti-
con el terapeuta como agente del cambio, de modo que en ese pro- vas (ver etapas del ciclo vital en el capítulo 1). La reestructuración
ceso se susciten las estructuras, tanto manifiestas como latentes, que familiar propia de los períodos de transición de una etapa del ciclo
gobiernan la vida familiar. Por ello, la evaluación parte de una serie a otra puede producir un alto nivel de estrés. Aunque la mayoría de
de hipótesis sobre la interacción sistémica entre el contexto familiar las familias cambian sus pautas de conducta de forma adaptativa,
total y las conductas sintomáticas de sus miembros individuales y algunas responden al estrés de un modo disfuncional aferrándose a
continúa poniendo a prueba dichas hipótesis mediante un proceso in- las antiguas, debido a lo cual en numerosas ocasiones las tensiones
teraccional del terapeuta con la familia denominado «coparticipa- transicionales se asocian a la aparición de síntomas, que crean mo-
ción», que permite además crear una fuerte relación terapéutica. vimientos centrípetos en el sistema familiar e impiden la evolución
La coparticipación se inicia tomando contacto con los miem- normativa (Minuchin, 1985). Por consiguiente, se considera que un
bros individuales. En este proceso los integrantes del grupo fami- patrón de interacción es funcional cuando la organización estructu-
liar responden al contacto de acuerdo a sus pautas de conducta ha- ral de un sistema se adecúa a las exigencias de los contextos evolu-
bituales, aceptando o resistiendo la aproximación del clínico. De tivos y sociales que le corresponden. Una de las vías para determi-
esta forma, el terapeuta puede percibir y experimentar las modali- nar la adecuación es observar si las conductas, tareas o privilegios
dades particulares con que la familia admite la novedad - e l cam- existentes son acordes a las edades cronológicas de los integrantes
b i o - en su vida, pudiendo identificar cómo los componentes del de la familia. Otro elemento esencial para evaluar la disfunción es
sistema contribuyen a mantener los patrones disfuncionales, el po- el ritmo de cambio durante las transiciones. Si es demasiado lento
der relativo de los diferentes subsistemas y los límites existentes o demasiado rápido, la adaptación será problemática. Por ejemplo,
entre los mismos. La coparticipación implica que, más avanzada las reorganizaciones posteriores a un divorcio no pueden acele-
la entrevista, el terapeuta intente alterar las reglas familiares y ob- rarse, pero tampoco pueden prolongarse indefinidamente.
serve las reacciones de cada una de las personas a la modificación Las disfunciones estructurales pueden adoptar la forma de lími-
(Minuchin, 1984a). tes porosos o rígidos, que se manifiestan respectivamente en una
Las variables que el terapeuta evalúa son: el momento del ciclo proximidad excesiva o insuficiente entre los miembros del sistema
evolutivo que está atravesando el sistema familiar y su rendimiento familiar (Minuchin, 1984a). Cuando los límites son porosos priman
en las tareas apropiadas a ese estadio; las interacciones que sus in- los valores del grupo familiar sobre los individuos que lo forman y
tegrantes despliegan en la entrevista; las alianzas y coaliciones fa- existe una excesiva intrusión de unos miembros con otros que im-
miliares; los problemas de la distribución jerárquica del poder; el pide el crecimiento personal y familiar. Si son rígidos predominan
tipo de límites intra y extrafamiliares; las pautas de transacción al- los valores individuales sobre el grupo y hay muy poco contacto en-
ternativas disponibles de acuerdo a la flexibilidad del sistema al tre las personas y los subsistemas, con lo cual no existe un apoyo

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Terapia estructural Intervención
c

adecuado que permita el buen desarrollo psicosocial de los compo- corresponde. El objetivo terapéutico es cambiar la organización fa-
nentes del sistema. Como contrapartida a ambos, los límites norma- miliar, los límites entre subsistemas y las jerarquías, introduciendo
les funcionan como membrana permeable que facilita el paso de la novedad y diversidad en las estrategias de la vida de la familia que
comunicación y crea un ámbito propio a individuos y a subsistemas. sustituyan a las pautas de rigidez y rutina crónicas que caracterizan
Las relaciones familiares se consideran patológicas cuando un sistema patológico.
existe un patrón de desviación del conflicto y cuando se crean coa- Conceptuado el síntoma como una falta de adecuación entre la
liciones intergeneracionales permanentes (Minuchin, 1984a). En el estructura que presenta la familia y el requerimiento de su desarro-
primer caso se observa una triangulación de desviación, de forma llo, la intervención se dirige a provocar una crisis, un desequilibrio,
que los dos padres manifiestan ausencia de conflicto entre ellos y en la estructura familiar. Se supone que la consiguiente transforma-
se muestran sólidamente unidos contra un hijo individual o una sub- ción estructural permitirá un funcionamiento distinto que posibilite
unidad de hijos a los que utilizan como «chivo expiatorio». En el la superación del problema, es decir, la adaptación a las nuevas exi-
segundo caso, se observa una triangulación en la que dos miembros gencias evolutivas o contextúales. La crisis inducida terapéutica-
de distintas generaciones se unen en contra de un tercer compo- mente se consigue a través de la técnica del desafío, mediante la
nente de la familia; así, por ejemplo, dos progenitores en conflicto cual el terapeuta cuestiona la estructura exhibida por la familia,
manifiesto o encubierto pueden intentar ganar la simpatía o el obligándola a buscar nuevos patrones conductuales que sustituyan
apoyo del hijo en contra del otro cónyuge. a los antiguos disfuncionales.
Finalmente, la terapia estructural postula que el síntoma se
mantiene por la tendencia homeostática del sistema familiar a
permanecer en el statu quo. Esto no quiere decir que los estados ho- B.2. Metas y estrategias terapéuticas
meostáticos sean nocivos en sí mismos, sino que empiezan a serlo
cuando no dejan espacio para el crecimiento y el cambio necesarios Para que el proceso terapéutico tenga éxito, el terapeuta y la fa-
en el devenir vital de personas y familias. milia deben llegar a un acuerdo sobre los objetivos que desean al-
canzar con el tratamiento. Por otro lado, las metas terapéuticas no
sólo se dirigen a disminuir o hacer desaparecer los síntomas del pa-
B. Intervención ciente identificado, sino también a cambiar la estructura y la cos-
movisión familiar*. El acento se sitúa más en los problemas estruc-
La intervención tiene lugar a lo largo de toda la sesión, hacién- turales que en el problema presentado, salvo en situaciones que
dose difícil distinguir los momentos de evaluación de los momen- ponen en peligro la vida de alguien como sucede en los casos de
tos de intervención. En este sentido, es notorio que el terapeuta se anorexia y de coma diabético (Minuchin, 1978).
interesa desde un principio por conocer la disposición de la familia El terapeuta emplea estrategias de coparticipación que le posibi-
para efectuar un cambio. litan establecer una fuerte alianza terapéutica, algo de capital impor-
tancia ya que las técnicas de intervención se basan principalmente
en el desafío. Con la finalidad de aumentar su capacidad de manio-
B.l. Teoría del cambio bra puede adoptar una posición cercana, intermedia o distante con la
familia. En la posición de cercanía se convierte en fuente de autoes-
El cambio se produce cuando la familia se «reequilibra» sobre tima y apoyo cuando confirma algún aspecto positivo de las perso-
una nueva estructura adecuada a la etapa del ciclo evolutivo que le nas o cuando detecta el sufrimiento y la tensión familiar y transmite

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Terapia estructural Intervención

que no pretende evitarlos, pero que responderá a ellos con delica- 1. Escenificación de una pauta disfuncional. Permite alcan-
deza. Existen tres modos de confirmar (Minuchin, 1984a): a) cons- zar tres objetivos: a) establecer una fuerte alianza terapéutica; b)
tatar un estado afectivo («se le ve preocupado»); b) describir una in- definir a toda la familia como un sistema disfuncional; c) el clí-
teracción familiar («cuando usted habla, él permanece callado»), y nico puede tomar distancia, observar y recuperar capacidad tera-
c) enunciar un rasgo negativo de un miembro, al tiempo que «se le péutica.
absuelve» de responsabilidad por esa conducta («pareces dema- El procedimiento requiere que el terapeuta observe primera-
siado infantil, ¿cómo hacen tus padres para conservarte tan peque- mente las interacciones espontáneas de la familia y decida qué as-
ñito?»). En esta posición, el terapeuta corre el riesgo de quedar pectos del patrón disfuncional observado intentará cambiar. Des-
preso en las reglas de la familia, por lo que deberá tener la capaci- pués pide a los integrantes del sistema familiar que escenifiquen
dad de «desasirse» de ellas con rapidez. En la posición intermedia, una determinada secuencia en su presencia, e interviene aumen-
denominada «rastreo», el terapeuta escucha de manera activa y neu- tando su intensidad y/o duración. Finalmente, propone modalida-
tral, ayudando con su atención a que la familia cuente lo que pasa, al des diferentes de interacción con objeto de obtener información
mismo tiempo que redefine las interacciones penosas como fruto de predictiva sobre la flexibilidad de la estructura familiar para el
una actitud de consideración recíproca. En tercer lugar, cuando cambio y con objeto de alterar las pautas disfuncionales.
asume una posición distante adopta una postura de neutralidad emo- 2. Focalización. La focalización implica prestar atención a una
cional. Así se convierte en observador de la cosmovisión familiar y información e ignorar otra, de forma que durante la entrevista se re-
del modo en que cada persona encuadra su experiencia, lo cual le salta un tema sobre el que trabajar. El tema que el terapeuta consi-
permitirá «ajustarse» a estos constructos cognitivos para promover dera importante, termina siéndolo también para la familia.
el cambio apoyándose en ellos («como ustedes son padres solícitos, 3. Intensificación. En ocasiones, puede ocurrir que los miem-
dejarán a su hijo espacio para crecer»). bros de la familia oigan el mensaje del terapeuta, pero no lo consi-
deren información nueva, porque no tienen en cuenta las diferen-
cias inherentes en él con respecto a su forma habitual de ver las
B.3. Técnicas de intervención cosas. Es necesario, por tanto, dotar al mensaje de la intensidad su-
ficiente para ser algo nuevo y distinto, evitando que sea absorbido
La terapia estructural no sitúa la intención de intervenir exclusi- por las reglas del sistema.
vamente al final de la entrevista. El cambio se efectúa en la propia El mensaje que el terapeuta necesita introducir en el sistema fa-
sesión, empleando técnicas como el desafío - l a exageración, ridi- miliar para provocar la crisis gana intensidad si se recurre al hu-
culización y desautorización de patrones transaccionales-, la re- mor, la exageración y al cambio in situ*. Normalmente, se hace ne-
estructuración y la modificación cognitiva, y se consolida mediante cesario repetir muchas veces el mensaje en el plano estructural y en
tareas para casa. Se utilizan redefiniciones, connotaciones positivas el del contenido, como por ejemplo cuando el clínico insiste reite-
y tareas directas, y sólo ocasionalmente intervenciones paradójicas. radamente en que los padres se pongan de acuerdo (estructura) para
llegar a una decisión con respecto a la hora en que su hijo se debe
acostar (contenido). La necesidad de recurrir a la repetición se
B.3.1. Desafío debe a la inercia de los sistemas familiares que les hace resistirse al
cambio. Por ello, generalmente, se requiere interrumpir con insis-
Es una técnica compleja que se despliega en tres fases: escenifi- tencia determinadas secuencias críticas hasta que surjan nuevas
cación, focalización e intensificación (Minuchin, 1984a). conductas para solucionar el problema.

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Terapia estructural Intervención
i

B.3.2. Técnicas reestructurantes del síntoma, aportando datos de que la conducta sintomática sólo
se puede producir en el contexto de otras conductas a las que la fa-
Son recursos técnicos que tratan de cambiar la estructura fami- milia globalmente contribuye.
liar, de los cuales los más importantes son la fijación de límites, el
desequilibrio y la enseñanza de la complementariedad.
B.3.2.1. Fijación de límites. Con esta intervención se regula la B.3.3. Técnicas de cambio de visión
permeabilidad de los Kmites entre subsistemas, de manera que los
límites excesivamente rígidos se hacen más permeables, y los lími- Afectan la percepción de todos los miembros con respecto al
tes muy porosos se fortalecen. Al cambiar los límites cambian las síntoma, para lo cual es preciso configurar nuevas modalidades de
reglas que rigen las relaciones, posibilitando que el sistema fami- interacción entre ellos mediante técnicas como: la modificación de
liar ayude al crecimiento psicosocial de sus miembros. los constructos cognitivos, las intervenciones paradójicas y la iden-
El terapeuta puede cambiar los límites del sistema familiar ha- tificación de las facetas fuertes o competentes de la familia.
ciendo que exista mayor acercamiento y contacto entre individuos B.3.3.1. Modificación de los constructos cognitivos. El tera-
y/o subsistemas, o aumentando la distancia existente entre los mis- peuta altera los constructos cognitivos familiares, presentando una
mos. La distancia puede ser tanto física como relativa al grado de visión del mundo diferente. Se trata, por tanto, de una intervención
implicación entre los miembros de la familia. cognitiva tendente a alterar la epistemología familiar que se res-
B.3.2.2. Desequilibrio. Su finalidad es modificar la jerarquía fa- palda en una institución o en la condición de experto y mayor co-
miliar, para lo cual el terapeuta se alia con miembros de la familia, nocimiento del clínico. Se presume que la modificación del sistema
ignora a determinados integrantes del sistema o se coaliga con una familiar de creencias facilitará el necesario cambio conductual.
persona o con un subsistema en contra de otras personas o subsiste- B.3.3.2. Intervenciones paradójicas. Se trata de técnicas basa-
mas. En el primer caso, el terapeuta puede apoyar a un miembro pe- das en una postura de oposición por parte de la familia, puesto que
riférico o de posición inferior o aliarse con un miembro dominante se espera que ésta se oponga al componente del mensaje referido a
para crear un desequilibrio que extreme la posición y provoque una su imposibilidad de cambiar, conteniendo implícitamente una al-
respuesta cuestionadora del resto de la familia. En la segunda situa- ternativa que señala en la dirección del cambio.
ción, las personas ignoradas pueden rebelarse y reclamar una coali- Para elaborar una intervención paradójica el terapeuta pone en
ción de los demás componentes de la familia contra el clínico, favo- relación la conducta sintomática con su contexto relacional, enu-
reciendo un realineamiento de las jerarquías familiares. Por último, mera las consecuencias negativas que tendría para el sistema la eli-
por ejemplo, el terapeuta puede coaligarse con el subsistema paren- minación del síntoma y, finalmente, recomienda a la familia que
tai en contra del subsistema filial, con lo que estimula la unión de siga recurriendo al mismo para evitarlas. Por tanto, podemos afir-
los padres entre sí y la destriangulación de los hijos. mar que una prescripción paradójica se compone de tres técnicas:
B.3.2.3. El aprendizaje de la complementariedad. La «comple- la redefinición, la prescripción de la secuencia sintomática y la res-
mentariedad» se define como la capacidad de ver el problema for- tricción. Una vez redefinido en términos positivos, el síntoma deja
mando parte de un todo más amplio y de mostrar puntos de vista al- de ser un elemento ajeno al sistema para convertirse en parte esen-
ternativos a la forma habitual de concebir el síntoma y a la creencia cial de él. En segundo lugar, se considera que cuando la secuencia
de que el paciente identificado puede controlar el sistema mediante sintomática se escenifica de manera consciente, obedeciendo a la
su conducta (Minuchin, 1984a). Esta técnica cuestiona la defini- prescripción terapéutica, pierde el poder que tenía para producir el
ción familiar del problema y su creencia en una causalidad lineal síntoma porque implica la posibilidad de un control voluntario. Por

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Terapia estructural Ejemplo clínico

último, después de los dos pasos anteriores, el terapeuta pide a la que socorre a la familia en sus dificultades. El terapeuta para des-
familia que por el momento no cambie, con la intención de que lo equilibrar a la familia, se coaligó con Milt en contra de la madre,
haga. Si ésta reacciona rebelándose contra la prescripción terapéu- bloqueando el apoyo que la hija daba a esta última, y señalando la
tica, en lo que se conoce como respuesta de «retirada», bien cues- complementariedad de los cónyuges en el mantenimiento de una
tionándola o bien negándose a cumplirla, en realidad está comen- distancia disfuncional en la relación de pareja. Su primera inter-
zando a poner en entredicho su forma habitual de manejar el vención, que inicia el apoyo al padre, es cuestionar la definición
problema (Minuchin, 1984a). que dan al problema.
B.3.3.3. Las facetas fuertes. Es una forma de utilizar la con-
notación positiva y se basa en que en la familia existe una parte Terapeuta: ¿Cuál es la razón que les ha traído aquí?
potencial de cambio que no vemos, lo que vemos es el síntoma. Padre: Para responder a su pregunta sobre la razón que nos trajo... bueno,
nuestra relación no es muy buena y como consecuencia, o quizás independiente-
El terapeuta debe activar las áreas o facetas dormidas -enfati- mente, hemos tenido algunos problemas con los hijos.
zando la fortaleza familiar- para que sus miembros las apliquen Terapeuta: ¿Por ejemplo?
en la resolución del problema (Minuchin, 1984b). El objetivo te- Padre: Por ejemplo... bueno, para hablar de mí, no soy muy afectivo o no lo
rapéutico es lograr lo mejor que cada familia pueda dar y no que demuestro, y muchas veces los demás lo toman como si no tuviera interés, y esto
sus miembros se ajusten a una familia «ideal», lo cual crearía una se ha convertido en un problema.
Terapeuta: ¿Cómo ve la respuesta de los hijos a los problemas del hogar?
mayor dependencia del terapeuta, impidiéndoles generar sus pro-
Padre: Bueno, la reacción de Doris es alejarse de la familia. Ha descubierto
pios recursos y estableciendo un juego de poder y resistencias en intereses fuera. Dan prefiere refugiarse en sus propias cosas, de ese modo parece
la terapia. tomar distancia, pero una distancia menor; se ha interesado por el ciclismo. Creo
que reacciona contra su madre. Discuten por pequeneces, por ejemplo sobre los
pequeños menesteres que podría hacer en casa o la hora a que debe estar en el ho-
gar.
Ejemplo clínico
Terapeuta: (a la madre) ¿Cómo lo ve usted?
Madre: Dan toma como modelo a su padre; hace exactamente lo mismo que
La transcripción que presentamos se ha extraído del libro de su padre. Una no conoce sus sentimientos -no tiene sentimientos-, lo que para mí
Minuchin y Fishman, Técnicas de terapia familiar, p. 184-191. La es algo terrible. Milt dice que no demuestra sus sentimientos, pero yo no sé si los
familia está compuesta por el padre, Milt, la madre llamada Bea, tiene.
ambos en torno a los sesenta años, una hija de 19 años de nombre Terapeuta: Lo que usted dice no tiene sentido para mí.
Madre: ¿Por qué dice eso?
Doris, y Dan, un hijo de 17 años, que era el paciente identificado.
Terapeuta: Lo que usted dice es que su estilo de ver el mundo es diferente del
La madre se quejaba del fracaso escolar de Dan y de su desobe- estilo con que lo ve su marido y que (al marido) a ella no le gusta su estilo. No
diencia hacia ella. tiene sentido que usted no tenga sentimientos. Lo que ocurre es que usted es dife-
En la primera entrevista el padre se colocó en la posición de pa- rente, y tiene sus enojos, sus rencores, sus placeres en un estilo que es diferente
(dirigiéndose a la esposa) del suyo, y que a usted no le gusta.
ciente, manifestando que él era el problema; afirmación que un
poco más adelante corrobora la madre. Si el terapeuta hubiera
aceptado la definición familiar de que el principal problema era el El terapeuta se alia con el padre en contra de la madre y rede-
padre, habría apoyado la homeostasis del sistema considerándolo fine las atribuciones negativas - e n términos de problemas de per-
culpable de la situación y a la madre víctima, impotente, pero solí- sonalidad- que hace la madre acerca de la conducta de su marido,
cita. Así se mantendría al hijo como el «portador» del síntoma por en términos de diferencias interpersonales, algo habitual entre dos
delegación de los conflictos paternos y a la hija como la persona personas.

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Terapia estructural Ejemplo clínico

Madre: Pero yo no me doy cuenta de ello. alianza del terapeuta con Milt le era favorable, cuestionó a la madre
Terapeuta: (al marido) Ella insiste en que usted debería ser como ella. (Diri- en favor del padre. Entonces la hija intentó eliminar el aspecto acu-
giéndose a la esposa.) Recuerde que hay muchas personas que no son como usted.
sador del cuestionamiento del terapeuta a la madre.
Modelos diferentes, estilos diferentes.
Madre: No. Bueno, me suena como si me dijera que hay una solución muy
simple para todo el asunto. Cuanto tengo que hacer es aceptar a mi marido como Madre: Está bien. Es entonces una responsabilidad grande y no me siento con
es y se resolverán todos los problemas de la familia. fuerzas para sobrellevarla.
Doris: Yo no creo que el problema sea la insensibilidad, la falta de sentimien- Terapeuta: (al marido) Muy bien, entonces me parece que podemos obtener
tos de mi padre. Todos los días cuando regreso encuentro a mi hermano y a mi un apoyo. Me pregunto cómo podría usted ayudar a Bea cuando ella desea que las
cosas sean como ella cree que deben ser.
madre discutiendo, y lo siguen haciendo a la hora de cenar, y todavía a la noche
discuten y discuten sobre pequeneces. Padre: Bueno, en definitiva, las cosas se hacen como ella quiere, con poca o
ninguna resistencia por mi parte. Quizá la ayudara una mayor franqueza de mi
Terapeuta: (al hijo) ¿Se deben esas discusiones a que tu mamá desearía que
parte en lugar de limitarme a decir que está bien, o que yo expresara con más vera-
no fueras como eres y que te parecieras a ella?
cidad lo que pienso sobre las cosas.
Dan: Siempre me dice «eres como tu padre».
Terapeuta: Quizá lo mejor sería que usted se lo preguntara a ella y averiguara
su punto de vista.
Hasta ahora el diálogo permite establecer dos alianzas, una ma- Madre: No sé, no comprendo lo que sucede. Lo que te digo es que una de las
dre-hija y otra padre-hijo. A continuación se obtiene más informa- razones por las que estamos aquí es que ya no tolero más vivir en esta situación.
ción de la triangulación existente en esta familia, es decir, de cómo Necesito ayuda porque de mí se trata, porque soy la que necesita ayuda y alguien
tendrá que decirme dónde tengo que recurrir para obtenerla.
el conflicto entre los padres se desvía a la persona del hijo en térmi-
nos de un conflicto madre-hijo que impide" que los cónyuges se
Mientras ocurría esta interacción entre la madre y el padre, la
acerquen para solucionar sus problemas como pareja.
hija acercó su silla a la de su madre y le tomó una mano en actitud
Terapeuta: (al padre) ¿Me pregunto si usted también lo ve de esa manera? protectora para reorganizar el sistema, de forma que el padre per-
Padre: Bueno, él es más locuaz que yo. En mi relación con Bea no me gusta maneciera periférico. El terapeuta cuestionó la alianza de la hija
discutir, y desisto de hacerlo. Hago cualquier cosa para evitar la discusión. Pero criticando su ayuda a la madre, reforzó así los límites en tomo al
Dan discute. subsistema parental y seguidamente pidió al marido que apoyara a
Madre: Sí, y yo realmente siento como si me dijeras: «Mira, mujer, el pro-
su esposa, intentando un cambio in situ.
blema es cosa tuya.» Es sólo que yo deseo que Milt se parezca a mí, ése es el
problema.
Doris: Eso es algo que todas las personas desean. Todos creen tener algo Terapeuta: Doris, ésa no es tu función. No es tu función asistir a tu madre por-
bueno, del que pueden hacer partícipes a los demás. Lo que él (terapeuta) dice no que de ese modo le transmites el mensaje de que no puede superar las cosas por sí
misma, lo que no es cierto. Si tomas la mano de tu madre dejas vacío ese lugar en-
es que ése sea tu rótulo ni que eso sea defectuoso en ti, ni que todo lo demás sea
tre tus padres, porque tu madre toma tu mano en lugar de tomar la de tu padre. Po-
malo, por causa de ese rótulo. Sabes, eres una persona rica, y sólo una parte de ti
dría hacerlo si quisiera porque las manos de tu padre están disponibles.
es de esa manera.
Madre: Pero ella me la alcanzó...
Terapeuta: (ala hija) Desde el comienzo te pusiste cerca de tu madre obstacu-
La intervención del terapeuta de apoyar al padre en contra de la lizando la capacidad de tu padre para acercarse a ella, y la de tu madre para apro-
madre alteró la posición recíproca de los miembros de la familia. ximarse a tu padre. Hay una silla vacía entre ellos. No te sientes en ella.
La madre respondió cuestionando primero al terapeuta y después
su propia posición. La hija desplazó el problema del conflicto pa- El terapeuta establece un límite entre el subsistema parental y la
rental al más cómodo conflicto intergeneracional madre-hijo, man- hija impidiendo su contacto físico con la madre durante el resto de
teniendo su posición de apoyo a la madre. Dan, sintiendo que la la sesión.

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Terapia estructural Ejemplo clínico

Doris: Bueno, yo me acercaba y a menudo mi madre me decía: «Muy bien, se La presión del terapeuta hacia el cambio hizo que la esposa em-
supone que tu padre debería hacerlo.» Pero yo me imagino que hay una necesidad, pezara a asumir la posición de paciente. Aceptar esta posición po-
mi madre la tiene y yo debo obrar, y ésa es una de las razones por las que creí que dría liberarla de la necesidad de explorar modos diferentes de res-
debía volver a casa, para ver por mí misma cómo estaban las cosas.
ponder a su esposo, restringiendo la unidad de intervención a ella
Padre: Y eso es lo que sucede a menudo. Me doy cuenta de que permanezco
inmóvil cuando ella necesita ayuda. sola, excluyendo al marido y manteniendo el distanciamiento exis-
Terapeuta: (al marido) ¿Puede usted sentarse en esa silla ahora? tente en el subsistema conyugal. Si el terapeuta no hubiera seguido
Padre: Si nadie me lo hubiera dicho, no lo habría hecho. (Se sienta en la silla presionando para acortar la distancia entre ella y su esposo, habría
junto a su esposa.) Lo que no sé es si serviré como muleta o ella será capaz de su-
contribuido a mantener la homeostasis familiar.
perarlo sola.
Terapeuta: (ala esposa que permanece sentada con los brazos cruzados y los
Madre: Pero después él me clavará un puñal en la espalda. (Al marido.) Si yo
puños cerrados mientras su marido le ha acercado su brazo poniendo una mano,
bajo mis defensas cuando tú tienes esos sentimientos, después te retirarás y empe-
con la palma hacia arriba, sobre el brazo de la silla de ella) Mire cómo tiene us-
zarás a arrojarme...
ted las manos, y mire las manos de él. Le está alargando una a usted.
Terapeuta: Milt, ella arroja sobre usted una cantidad de disparates. Lo que
dice es: «Ámame, pero no lo hagas porque te daré una patada en los testículos.»
El terapeuta mediante la disminución de la distancia física pri- Ella le dice a usted: «Tómame», y le da un empujón. No le haga caso.
mero y el establecimiento de un contacto físico después hace me- Madre: ¿Es eso verdad? ¿Es lo que he estado haciendo todos estos años?
nos rígido el límite existente entre ambos cónyuges. Padre: Bueno, creo que antes lo hacías.
Madre: ¿Por qué no me lo dijiste?
Padre: No soy muy hablador, pero tú te apartabas. Sé que en el pasado me pa-
Madre: Tengo un miedo terrible, no sé cómo reaccionar.
reció que preferías ser desdichada.
Terapeuta: (Se pone de pie, toma el puño de ella y se lo abre.) ¿Qué tal si abre
Madre: No sé qué decir. Ahora no sé qué hacer. No deseo sentirme así de des-
este puño y coge su mano?
dichada.
Madre: Es extraño.
Padre: Bueno, en el pasado el problema, el por qué no te dije las cosas, era
Terapeuta: Usted decía que él debía caminar, y lo ha hecho. Ahora es el tumo que te enojabas cuando te criticaban. Cualquier crítica sobre tu modo de ser o so-
de usted. Milt vino a esta silla, se sentó y alargó su mano y ¿qué hizo usted? Le- bre lo que haces produce en ti una fuerte reacción.
vantó una pared aquí. No diga entonces que él no se mueve, usted es quien perma-
nece inmóvil. El abrió su mano, haga algo como respuesta. Él la miró, pero usted
no lo ha mirado. Mientras los padres hablaban, los hijos abandonaron la sala en
Madre: No lo puedo soportar. silencio. El terapeuta aceptó esta salida porque representaba que se
Terapeuta: Oh, no diga entonces que él no cambia. Considere lo que usted no habían trazado los límites entre el subsistema parental y el filial, lo
hace. cual permitió que los cónyuges empezaran a utilizar una parte de
Madre: Tengo miedo. No sé qué hacer con esto. Es como si estuviera sentada
sus respectivos repertorios conductuales que permanecían inmovi-
en el cine y un extraño pusiera el brazo sobre el respaldo de mi butaca, usted sabe,
uno de esos individuos repugnantes. Ellos vienen y le tocan a una, y una no sabe si lizados. Sólo así podrán resolver sus dificultades sin triangular con
levantarse y llamar al acomodador o quedarse sentada. Es como si no lo cono- sus hijos, ello posibilitará además una adecuada emancipación
ciera. dada la etapa del ciclo vital en que se encuentra esta familia, permi-
Terapeuta: Usted dijo que deseaba más interacción de su marido y de su hijo, tiendo que los hijos comiencen a irse del hogar y que los padres re-
y es cómico el sentimiento que usted tiene cuando Milt se acerca. tomen su relación como pareja sin la constante presencia de sus hi-
Madre: Es duro cuando alguien se te acerca. Lo normal sería responder, pero
jos.
me encuentro con que de ningún modo soy capaz de hacerlo. Me ocurría antes: él
me tocaba y yo no sabía qué hacer.
Terapeuta: Eso equivale a decir que usted prefiere regodearse en su propio
desperdicio.

140 141
Terapia estructural Fuentes

Comentario gún miembro por la contraria. Los síntomas del paciente identifi-
cado se desafían subrayando que se está sacrificando por la cohe-
La terapia estructural es un tratamiento breve, que se suele des- sión de la familia. La estructura familiar, que se concreta en el
arrollar a lo largo de tres o seis meses con entrevistas semanales. Se grado de proximidad-lejanía de sus miembros, se altera mediante
centra en variables estructurales como son los límites y las jerar- técnicas reestructurantes cambiando los límites, desequilibrando
quías. Su evaluación encuadra los síntomas dentro del ciclo vital de las jerarquías y enseñando la complementariedad dentro del sis-
la familia, considerando que debido al estrés provocado por las tema. Finalmente, cuando la percepción familiar de la realidad no
transiciones evolutivas, el sistema familiar se adhiere a pautas an- sea operativa porque imposibilite el cambio, se hace necesario re-
teriores de conducta que no se adaptan a las exigencias de la etapa currir a técnicas cognitivas que desequilibren sus constructos cog-
actual. Por lo tanto, el terapeuta debe atender al momento evolutivo nitivos*. Minuchin recurre también a la técnica del coro griego,
familiar y comprobar si las tareas, interacciones, límites y jerar- que utiliza al equipo ubicado detrás del espejo unidireccional, para
quías corresponden a los requisitos del nuevo estadio. El objetivo apoyar, enfrentar, confundir, desafiar o provocar a la familia, que-
terapéutico es adecuar las pautas transaccionales a las necesidades dando el terapeuta en libertad de concordar o discrepar con la posi-
de los contextos evolutivo y social, para lo cual se induce una crisis ción del grupo. Todas estas técnicas inducen cambios en la forma
que obligue a la familia a reequilibrarse sobre otra estructura más de pensar, sentir y actuar de los integrantes del sistema familiar,
adecuada. Cuando provoca la crisis, el terapeuta tiene que brindar permitiendo iniciar y posteriormente consolidar los cambios susci-
un fuerte apoyo y promover las nuevas conductas, en desarrollo, tados.
para solucionar el problema. En conjunto, la finalidad del tratamiento es ayudar a la familia a
Se asumen conceptos de anormalidad-normalidad en relación a desarrollar sus propios recursos -valiéndose, si es necesario, del
las variables estructurales: los sistemas patológicos son rígidos en apoyo de otros sistemas privados o públicos- para enfrentar con
sus alianzas y coaliciones; los límites entre subsistemas son dema- éxito las exigencias de la etapa del ciclo evolutivo que esté atrave-
siado porosos o demasiado rígidos; las personas se ven forzadas a sando. De esta forma el síntoma, que no se considera como una so-
entrar en ordenamientos triangulares, de forma que las jerarquías lución protectora sino como una reacción del sistema familiar ante
contienen alianzas intergeneracionales permanentes. la tensión del desarrollo vital, desaparecerá cuando sus miembros
El terapeuta resulta muy directivo en su tarea de desequilibrar sean capaces de adaptarse a un contexto necesariamente cambiante.
las pautas disfuncionales y conducir a la familia hacia otras nuevas
más adaptativas. Al mismo tiempo que evalúa coparticipando con
la familia, también redefine el problema y observa cuál es la dispo- Fuentes
sición del sistema hacia el cambio. Las metas del tratamiento se de-
terminan en cooperación con los clientes, de manera que exista un Minuchin, S. (1977), Familias y terapia familiar, Granica, Barcelona.
acuerdo colectivo sobre los resultados deseados. Minuchin, S., Roseman, B.L. y Baker, L. (1978), Psychosomatic families: Anore-
Las técnicas de intervención comprenden redefiniciones, con- xia nervosa in context, Harward University Press, Cambridge.

Minuchin, S. y Fishman, H.Ch. (1984a), Técnicas de terapia familiar, Paidós,


notaciones positivas y tareas conductuales, ocasionalmente para-
Barcelona.
dójicas - e n caso de observarse que los componentes del sistema Minuchin, S. (1984¿>), Calidoscopio familiar, Paidós, Buenos Aires; Barcelona
familiar se «resisten» al cambio- y fundamentalmente directas 2
1991.
-basadas en la cooperación con el terapeuta- como ocurre en las Minuchin, S. (1985), Families and individual development: Provocations from
denominadas «inversiones» en las que se cambia la conducta de al- thefield of family therapy, «Child Development» 56, 289-302.

142 143
Terapia psicoeducativa para la esquizofrenia

sus síntomas y sus necesidades, dar un respiro a sus familiares en 13


su lucha contra la enfermedad y llegar a un consenso inicial sobre
las condiciones del tratamiento cuando tenga el alta. Las metas a TERAPIA DE PAREJA
largo plazo son reducir el nivel de estrés, establecer reglas claras
que regulen el funcionamiento cotidiano en el hogar y reintegrar al
paciente a su vida familiar y social. Tras la firma del contrato se rea-
liza una evaluación completa para obtener información sobre la
gravedad de la enfermedad y su impacto en la familia a corto y
largo plazo, la respuesta a anteriores tratamientos y el estado de va-
riables familiares generales.
La finalidad de la segunda etapa es informar sobre la enferme-
dad y la forma más idónea de manejarla mediante un seminario,
que adopta un formato de terapia familiar múltiple. Esta reunión Autores como PH. Bornstein y M.T Bornstein (1988) han hecho
informativa complementa el esfuerzo que el equipo terapéutico ha posible cierta confluencia entre la terapia familiar sistémica y la mo-
realizado en la etapa de conexión para motivar a la familia. dificación de conducta en el tratamiento de los problemas de pareja.
La tercera etapa se orienta a la consecución de las metas a largo Al igual que Liberman (1987) aportan un enfoque muy sistemati-
plazo. El objetivo terapéutico es establecer un ambiente hogareño, zado, sometido a una revisión continua de sus métodos de tratamiento
social y laboral sosegado e integrar gradualmente al paciente en sus a través de una minuciosa investigación. En el apéndice V incluimos,
roles familiares, sociales y profesionales, para lo cual con frecuen- para consulta del lector interesado, un elenco de los instrumentos de
cia es necesario entrenarle en habilidades de comunicación y em- evaluación más empleados en los ámbitos experimental y clínico.
patia. Una vez que se logra alcanzar las metas, las entrevistas se es- Los resultados de las investigaciones muestran que las parejas^
pacian y se dirigen a mantener la mejoría. Aunque el tratamiento en conflicto emiten unafrecuencia mayor de .conductas negativas,
haya terminado, el equipo seguirá teniendo contacto telefónico con és decir, una tasa menor de refuerzos y mayor número de críticas e
la familia, en forma de seguimientos para evitar recaídas. interacciones hostiles que las parejas bien avenidas. Dado que este
hecho no aparece cuando cada uno de sus integrantes se relaciona
con otras personas, los autores concluyen que los problemas de co-
Fuentes municación, falta de habilidades de negociación y de solución de
problemas son específicos de la pareja y no déficit de cada uno de
Anderson, C.M. (1989a), Esquizofrenia y familia, Amorrortu, Buenos Aires. sus miembros (Bornstein y Bornstein, 1988).
Anderson, C.M. (19896), Para dominar la resistencia, Amorrortu, Buenos Aires.
El tratamiento se centra principalmente en entrenar a los cónyu-
Hogarty, G. E., Schooler, N.R., Ulrich, R.F., Mussare, F., Herrón, E. y Ferro, P.
(1979), Fluphenazine and social therapy in the aftercare of schizophrenic pa- ges para que desarrollen habilidades adecuadas de comunicación,
tients: Relapse analyses of a two year controlled study of fluphenazine deca- negociación y solución de problemas, mediante técnicas de mode-
noate and fluphenazine hydrochloride, «Archives of General Psychiatry» 36, lado gradual. Se comienza con ensayos realizados en la entrevista
1283-1294. bajo la supervisión del terapeuta, quien actúa como modelo y
Vaughn, CE., Snyder, K.S., Jones, K.S., Freeman, W.B. y Fallón, I.R.H. (1984), fuente de refuerzo, y se completan con tareas para casa -muchas
Family factor in schizophrenic relapse: Replication in California of British

research on expressed emotion, «Archives of General Psychiatry» 41, 1169- veces concretadas en registros conductuales- algunas de las cuales
1177. se describen en el apéndice VI del libro.

221
Terapia de pareja Evaluación

A. Evaluación y la infidelidad, sino alcanzar una buena comunicación. Poseer


tbuenas-habilidades de comumcación constituye un requisito previo
La primera entrevista se centra en la creación de la relación de para lograr que los cónyuges sean capaces de resolver satisfactoria-
trabajo y de expectativas terapéuticas favorables. El objetivo es mente sus problemas.
motivar a los integrantes de la pareja para que colaboren con el te-
rapeuta y entre sí en el esfuerzo conjunto por mejorar su relación.
Para ello, se permite que expresen sus emociones negativas acer- A.4. Evaluación de la historia y la relación matrimonial
ca de los problemas conyugales y se ¿valúa la motivación de cada.
uno para salvar el matrimonio. Posteriormente, se adquiere infor- El terapeuta recoge información sobre los mitos heredados de
mación de la historia de relación matrimonial y del grado de sa- las familias de origen respectivas, los patrones de interacción pre-
tisfacción de cada uno con respecto a su matrimonio. dominantes y los tipos de respuestas emocionales negativas en la
pareja.
Los patrones de interacción pueden basarse en la reciprocidad o
A.l. Evaluar la motivación para salvar el matrimonio
en la coerción. En el primer caso se caracterizan por la sensibilidad
a las peticiones del otro y el refuerzo mutuo de las conductas de-
Se pide a cada miembro por separado que puntúe en una escala
seadas. Por el contrario, la coerción comprende acciones aversivas
de 0 a 10 su grado de motivación para «salvar» su matrimonio.
mutuas que intentan controlar la conducta de la otra persona. Las
TambiéíTse les pregunta individualmente si existen relaciones ex-
acciones aversivas se encadenan en una secuencia en la que cada
tramatrimoniales, en cuyo caso es preciso conseguir un compro-
petición adopta la forma de una demanda exigente, incluso amena-
miso de fidelidad mientras dure el tratamiento. Algunas veces, un
zadora, y su incumplimiento se castiga con el aumento de conduc-
entrenamiento en asertividad hace al cónyuge más atractivo y de-
tas aversivas. La sensación desagradable, producida por las cons-
seable para su esposo/a, llevando al abandono de la relación extra-
tantes amenazas, aumenta hasta que se consigue la sumisión de uno
matrimonial (Liberman, 1987).
de los cónyuges. La conducta sumisa, al obtener un alivio momen-
táneo, se convierte en un refuerzo de la conducta coercitiva y apa-
J A.2. Catarsis emocional
rece una espiral, en la que por tumos cada esposo adopta el papel
de víctima o de triunfador (Bornstein y Bornstein, 1988).
Al inicio de la primera entrevista se permite la expresión de Las respuestas emocionales negativas comprenden palabras,
emociones y comentarios negativos - e n tomo a los problemaníe ' - expresiones y actos desagradables que, aparentemente, son un cas-
relación de pareja- írídividual y conjuntamente. Más adelante, el tigo que distancia a la pareja y destruye su relación. Sin embargo,
terapeuta no admitirá expresiones de este tipo y centrará la terapia obtener esas respuestas es mejor que nada, por lo que constituyen
en el logro de las metas terapéuticas. un factor importante para mantener la unión de la pareja.

V A.3. Creación de expectativas terapéuticas favorables A.5. Evaluación de la satisfacción matrimonial


Se debe dejar muy claro que el objetivo del tratamiento no es Para recabar información sobre el grado de satisfacción matri-
preservar el matrimonio o ayud^raja^pareja a soportar eLconflicto monial, se pregunta por el grado de complacencia para realizar ac-

222 223
Terapia de pareja Intervención

tividades de ocio elegidas por el otro cónyuge; por el apoyo mutuo Elementos del proceso de comunicación. Una buena comunica-
que se prestan en la educación de sus hijos o en presencia de otras ción implica recibir el mensaje, procesarlo y dar una respuesta.
personas; y por la frecuencia, iniciativa, sensaciones y capacidad Para recibir el mensaje es necesario escuchar y determinar los sen-
de manifestar deseos en el área sexual. timientos y la intención del emisor. El procesamiento implica con-
textualizar el mensaje, pensar en las opciones de respuesta y sope-
sar las consecuencias de cada opción. Por último, emitir una
B. Intervención respuesta requiere escoger el momento adecuado y utilizar habili-
dades de comunicación verbales y no verbales.
El trabajo de las sesiones se dirige fundamentalmente a conse- Dimensiones del envío y recepción de mensajes. Estas dimen-
guir una buena comunicación verbal y no verbal entre los miem- siones comprenden describir las conductas (yo no sugerí ir a cenar
bros de la pareja; aumentar los intercambios mutuamente reforzan- la última noche porque me dolía la cabeza, ¿qué tal si vamos
tes; disminuir las interacciones aversivas, y utilizar contratos para hoy?), intenciones (me gustaría salir a cenar esta noche), emocio-
negociar la solución de problemas. nes (estoy contento/a y me gustaría salir a cenar), interpretaciones
El procedimiento que debe seguir el terapeuta se inicia con una (pareció contrariarte que no saliéramos a cenar) y percepciones
definición operativa de las metas que los clientes persiguen con el propias (¿no quieres salir a cenar, pareces indeciso/a?) (Liberman,
tratamiento. Las técnicas de intervención consisten en un mode- 1987).
lado gradual* que permite ensayar las conductas deseadas, en el
cual el terapeuta actúa como modelo y a su vez refuerza los progre-
sos alcanzados. Más adelante, se pretende generalizar las adquisi- B . l . l . Entrenamiento en comunicación no verbal
ciones logradas al ambiente cotidiano, mediante tareas directas
para practicar en casa. El entrenamiento para la adquisión de habilidades de comuni-
cación no verbal se basa principalmente en conseguir el tono y vo-
lumen de voz y el tipo de contacto visual con los que cada inte-
B.l. Lograr una comunicación eficaz grante de la pareja se encuentre cómodo.
B.l. 1.1. Tono y volumen de voz. El procedimiento consiste en
La comunicación entre los miembros de la pareja abarca tres ni- seleccionar un mensaje neutral e instruir a los cónyuges, mediante
veles: verbal, emocional y sexual. Se asume que a medida que me- la técnica de modelado gradual, para que se miren y digan el men-
jore la comunicación verbal se producirán cambios positivos en los saje de diversas formas. Así por ejemplo, el terapeuta les pide que
otros niveles (Liberman, 1987). transformen la afirmación en pregunta, en demanda, en reproche,
Dentro de este enfoque se considera que una comunicación es en preocupación, en una invitación, o que lo digan con voz fuerte,
adecuada cuando los efectos reales sobre el receptor coinciden con con miedo, etc. Cuando un esposo dice la frase, se pregunta al otro
los efectos deseados por el emisor, razón por la cual es importante sobre el mensaje no verbal recibido. Después se invierten los roles
que la pareja comprenda que han de recibirse correctamente tanto de emisor y receptor. Al finalizar se les pregunta con qué tono de
los contenidos de fondo como también los sentimientos asociados voz se encuentran más a gusto y por qué.
al mensaje. B.l. 1.2. Contacto visual. Para entrenarlos en lograr un buen
A continuación hablaremos brevemente de los elementos y di- contacto visual se selecciona una afirmación neutral y se les ins-
mensiones implicados en cualquier comunicación: truye para que digan -por tumos- el mensaje con voz neutral, va-

224 225
Terapia de pareja Intervención

riando el contacto visual. El terapeuta pide a cada uno que mire a que resultó agradable. Posteriormente, el terapeuta pregunta a cada
los ojos del otro, que inicie un contacto ocular y después lo rompa; esposo si el suceso agradable fue agradecido y cómo.
que no haga contacto y después lo inicie; que suavice la intensidad 4. Se tienen en cuentan ocho áreas en las que las parejas pue-
de la mirada; que mire levemente por encima del nivel de los ojos den tener problemas: sexualidad, comunicación, educación de los
de su pareja, etc. hijos, dinero, actividades sociales y de tiempo libre, responsabili-
dades domésticas, trabajo e independencia-dependencia. Los cón-
yuges deben anotar, por separado, aquellos deseos fantaseados para
B.1.2. Entrenamiento en comunicación verbal mejorar su relación en todas las áreas. Después, cada uno escoge y
pide en voz alta un deseo. El terapeuta ayuda a transformar y apro-
El objetivo es ayudar a la pareja a conversar libremente sobre ximar la fantasía a una acción real que pueda producir sentimientos
temas neutrales, positivos, peticiones de cambio y temas deücados positivos, concretando la frecuencia, duración, el tiempo y el lugar.
y negativos. El entrenamiento sigue el orden mencionado, es decir, Cuando se ha alcanzado un acuerdo, prescribe la tarea de intercam-
se inicia con temas neutrales y finaliza con los más delicados y ne- biar las fantasías.
gativos. En cada ensayo, una vez que un cónyuge expresa un breve
mensaje de cinco o seis frases, el terapeuta pide al otro que lo repita
hasta que el emisor quede satisfecho. A continuación deben expre- B.3. Disminuir las interacciones aversivas
sarse directamente los sentimientos y confesarse sus emociones.
Se ha observado que las parejas con éxito tienden a permitir
una cierta cantidad de hostilidad sin tener que «devolvérsela» al
B.2. Incrementar los intercambios mutuamente reforzantes otro (Bornstein y Bornstein, 1988). Cuando se necesite expresar los
sentimientos negativos hay que explicar qué conducta los ha pro-
La meta es conseguir que los componentes de la pareja sean ca- ducido, y describir esos sentimientos para terminar haciendo una
paces de dar, agradecer y pedir gratificaciones. petición que mejore la situación y los sentimientos (por ejemplo,
El procedimiento comienza adiestrándolos para que reconozcan cambiar palabras o conductas, o pedir tiempo para llegar a un com-
palabras y acciones placenteras, es decir, gratificaciones. Nueva- promiso o clarificación).
mente, el terapeuta actúa como modelo y pide a cada esposo por Se sugiere a la pareja que cuando el otro se muestre hostil o de
tumo que ensaye. Cuando el ensayo es satisfactorio se asignan ta- mal humor, en lugar de responder como habitualmente han venido
reas para casa. haciendo, elijan entre las siguientes posibilidades:
Las tareas para cada cónyuge incluyen: 1. Ignorarlo. Sin embargo, cuando el clima emocional es muy
1. Hacer individualmente una lista de las gratificaciones que intenso, ignorar a la otra persona se convierte en una provocación
cada uno da y una lista de las gratificaciones que recibe, para des- adicional, por lo que - e n dicha situación- no es conveniente utili-
pués leerlas en alto. zar esta opción.
2. Mencionar dos o tres gratificaciones importantes que están 2. Desarmar al otro con gratificaciones, en vez de emplear las
ocurriendo. conductas aversivas esperadas.
3. Efectuar un registro diario de las gratificaciones recibidas 3. Intentar poner en práctica una gratificación mutua.
que se muestra al cónyuge al final del día, lo cual sirve como re- 4. Introducir el humor en la situación.
fuerzo. Al principio de cada sesión, leen lo que el otro dijo o hizo 5. Ser empático y ponerse en el lugar del otro.

226 227
Terapia de pareja Comentario

6. «Tiempo fuera». Se puede permanecer un tiempo apartado sión sobre el tipo de recompensas que cada uno va a recibir por ha-
para dejar que el cónyuge se calme y luego expresar los sentimien- ber realizado las conductas a las que se había comprometido. La
tos propios de manera asertiva, pero sin crítica. Es importante que obtención de recompensas obviamente actúa como refuerzo de los
el esposo que se marcha diga al otro dónde va y cuándo volverá. cambios adquiridos.
7. Intercambio de afecto físico. Por ejemplo, pueden empezar El procedimiento continúa de la misma forma hasta alcanzarse
acariciándose la mano con el dedo pulgar, jugando a que los dedos la última de las conductas deseadas. La finalización del tratamiento
son dos viejos amigos que se muestran su cariño. Más adelante se- incluye el establecimiento de metas a largo plazo, de modo que las
guirán con toda la mano. medidas de seguimiento incluyan una evaluación de su consecu-
ción. La utilización de los seguimientos va más allá del control del
éxito terapéutico, convirtiéndose en otra etapa más del tratamiento.
B.4. Contratos para negociar la solución de problemas En ellos el terapeuta revisa el cumplimiento de los objetivos pro-
puestos en la última sesión y planifica otros nuevos y formas de
El contrato se emplea como un instrumento de solución de pro- conseguirlos. En general, se observa una gran dificultad para man-
blemas y su finalidad es especificar qué quieren el uno del otro y tener y generalizar los aprendizajes efectuados durante el trata-
qué estarían dispuestos a dar. El paso final es la negociación, el miento en sí, muy vulnerables a acontecimientos ajenos a la propia
acuerdo y finalmente el compromiso con las respectivas peticiones. pareja. Por tanto, los seguimientos representan una forma de pro-
En una primera fase, cada cónyuge elige una serie de conductas longar la terapia, sin fomentar la dependencia hacia la misma (Ja-
que desea que manifesté su compañero. Después leen en voz alta cobson, 1986).
sus respectivas peticiones explicando por qué son importantes. Es
conveniente que expresen cómo se sentirían si su pareja realizase
las acciones descritas, y que se sitúen en el lugar del otro para com- Comentario
probar la dificultad del cambio.
La segunda fase comprende la negociación de acuerdos y co- El enfoque expuesto para el tratamiento de los problemas de
mienza estableciendo un orden de prioridades con respecto a las pareja considera que las parejas conflictivas presentan una tasa ele-
conductas que promuevan gratificaciones. Posteriormente, se pide vada de conductas negativas y escasos intercambios positivos. El
a los cónyuges que lleguen a un consenso sobre la fecha en que em- procedimiento terapéutico se centra en entrenar a los cónyuges en
pezarán a cumplir lo acordado. Es preciso subrayar que cada cón- habilidades de comunicación, de negociación y en la adquisición
yuge debe comprometerse personalmente a cumplir los términos de un modelo adecuado de solución de problemas, con la finalidad
de su contrato, independientemente de que el otro lo haga o no. de disminuir los intercambios aversivos y aumentar los mutua-
Cuando se consigue el compromiso sobre acuerdos claros se mente gratificantes, siendo uno de los programas de tratamiento
procede a la tercera fase, la ejecución de los mismos, para lo cual más estandarizados dentro de otras modalidades de terapia de pa-
es recomendable empezar con conductas fáciles y, sólo tras obtener reja (véase Navarro, 1992).
éxito en las mismas, continuar progresivamente hacia otras más di- Durante la primera entrevista el terapeuta realiza una definición
fíciles. del contexto de la terapia y motiva a los cónyuges para que colabo-
Una vez que se verifique una mejoría en la relación, consta- ren en el tratamiento. Después de una fase de evaluación tanto del
tando que han mantenido los acuerdos, el terapeuta inicia la cuarta grado de motivación y satisfacción con respecto a su matrimonio,
fase. Les pide que nuevamente se pongan de acuerdo, en esta oca- como de la historia y patrones de interacción de la pareja, el tera-

228 229
Terapia de pareja

peuta pide a sus integrantes que definan en términos operativos los Fuentes
objetivos que quieren conseguir con el tratamiento. A partir de ese
momento la terapia se dirigirá a la consecución de dichas metas. Bornstein, P.H. y Bornstein, M.T. (1988), Terapia de pareja. Enfoque conductual
Con objeto de posibilitar que los clientes logren los cambios sistémico, Pirámide, Madrid.

deseados es necesario que previamente desarrollen una comunica- Jacobson, N.S. y Gurman, A.S. (1986), Clinical handbook of marital therapy,
Guilford Press, Nueva York.
ción adecuada, aumenten los intercambios reforzantes basados en
Liberman, R.P., Wheeler, E.G. y colaboradores (1987), Manual de terapia de pa-
la reciprocidad, disminuyan sus interacciones aversivas basadas reja, Desclée de Brouwer, Bilbao.
en la coerción y aprendan a utilizar contratos para negociar la solu- • Navarro Góngora, J. (1992), Técnicas y programas en terapia familiar, Paidós,
ción de sus problemas. Para ello, el terapeuta emplea la técnica del Barcelona.
modelado gradual, reforzando cada pequeño logro. La prescripción
de tareas directas, que la pareja realiza fuera de la entrevista, ayuda
a la consolidación y generalización de los cambios.
El plan terapéutico comienza con el entrenamiento en comuni-
cación verbal y no verbal, suponiendo que el éxito conseguido se
extenderá a las áreas emocional y sexual. Después de que los cón-
yuges son capaces de emitir y recibir mensajes correctamente, de-
ben aprender primeramente a reconocer gratificaciones y después a
darlas y recibirlas. El terapeuta les pide que en casa elaboren una
lista de gratificaciones y elijan dos o tres que ya ocurran, llevando
cada uno un registro de las conductas positivas que obtiene del
otro. También les enseña cómo pueden reducir las interacciones
aversivas, ofreciéndoles un elenco de nuevas alternativas. Por úl-
timo, les entrena en habilidades de negociación para dotarles de un
buen modelo de solución de problemas. Es imprescindible que el
clínico siga el orden expuesto, ya que a medida que el tratamiento
avanza, se requiere dominar las habilidades incluidas en las fases
previas.
La insistencia de los autores en investigar sus resultados clíni-
cos, les llevó a observar que si bien existía un cambio cuando se
comparaban las medidas pretratamiento y postratamiento, éste des-
aparecía en la evaluación efectuada durante los seguimientos (Ja-
cobson, 1986). Tal hallazgo ha supuesto una aportación importante
que ha conducido a programar metas a largo plazo en la última se-
sión que se revisan en los seguimientos, en los cuales se efectúan
nuevos controles de los cambios y nuevas planificaciones de me-
tas. En este sentido, los seguimientos representan un recurso para
mantener y ampliar el cambio conseguido durante la terapia.

230 231
Instrumentos de evaluación en terapia de pareja

V bro de la pareja que registre los pensamientos agradables-desagradables que tiene


sobre el otro, así como las conductas de su pareja que motivan los pensamientos
INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN EN TERAPIA DE PAREJA agradables.
12. Técnicas para revelar diferencias (Keefe, 1978): Es un procedimiento de
observación de parejas realizado por observadores entrenados. La pareja rellena
1. Escala de ajuste marital (Locke y Wallace, 1955): El objetivo de la escala un cuestionario y después discute algún punto conflictivo provocado por láminas
es: medir, en una escala de 7 puntos, el acuerdo o desacuerdo de la pareja en ocho de TAT, Rorschach...
áreas de funcionamiento; determinar cómo finalizan los desacuerdos, y hacer una 13. Inventario de conflicto marital: Está compuesto por 12 escenas de con-
evaluación global de la satisfacción marital. flicto y 6 neutrales que han de evaluarse por observadores entrenados. Se mues-
2. Escala de ajuste diádico (Spanier, 1976): Se compone de 76 ítems que mi- tran las escenas a cada miembro de la pareja por separado y se les pide que hagan
den cuatro factores: satisfacción, cohesión, consenso y expresión del afecto. Dis- una atribución de las causas del conflicto. Finalmente, y de forma conjunta, deben
crimina entre parejas felices e infelices. discutir hasta llegar a una conclusión sobre la causa del conflicto.
3. Inventario del status marital (Weiss y Cerreto, 1975): Consta de 14 estadios 14. Sistema de codificación de la interacción marital y familiar (Gottman,
que reflejan la posibilidad de ruptura de la pareja. Recoge tanto conductas abiertas 1976): Emplea 33 categorías divididas en tres áreas: afirmaciones procesuales,
(visitar a un abogado) como encubiertas (pensar en el divorcio). afirmaciones asertivas y afirmaciones de apoyo. Discrimina entre parejas conflic-
4. Inventario de actividades maritales (Weiss, 1973): Se trata de una lista de tivas y no conflictivas.
100 ítems de actividades reforzantes. Cada miembro de la pareja tiene que infor- 15. Sistema de evaluación de la interacción de pareja: Mide la conducta ver-
mar en cuáles de ellas participó en las cuatro últimas semanas y, después, cuáles bal de la pareja en 8 categorías.
quisiera realizar con mayor frecuencia y con quién. Las parejas con mayores con- 16. Sistema de codificación de la interacción marital: Incluye 28 categorías,
flictos tienden a no realizar actividades conjuntas. 21 verbales y 7 no verbales que miden: conductas de solución de problemas, des-
5. Cuestionario de áreas de cambio (Weiss, 1973): Comprende 32 ítems para cripción del problema e intercambio de refuerzos. Discrimina entre parejas con y
detectar conflictos. Se pide que indiquen: a) si desean que su pareja cambie y en sin problemas.
qué dirección (aumentar o disminuir una conducta) y b) si creen que su pareja se
alegraría si (quien informa) cambiara una conducta. Se obtiene una puntuación
acuerdo-desacuerdo.
6. Cuestionario de comunicación de parejas (Zimmer, 1978): El cuestionario
contiene 22 ítems para medir la capacidad de comunicación de las parejas, esti-
mando sus reacciones ante cuatro áreas de funcionamiento: deberes del hogar,
tiempo libre, conducta frente a los amigos y situaciones conflictivas. El informe se
efectúa sobre las conductas más frecuentes.
7. Cuestionario de terapia de parejas (Mendel, 1975): Evalúa problemas di-
versos (enfermedad, religión, trabajo, tiempo libre...) y razones por las que no pa-
san más tiempo juntos.
8. Lista de problemas (Hahiweg, 1982): Como el cuestionario anterior.
9. Cuestionario de parejas (Hahiweg, 1977): Abarca 45 ítems distribuidos en
tres escalas: comportamiento durante un altercado, ternura y unión-comunicación.
10. Inventario de observación del cónyuge (Weiss, 1973): Es una lista de más
de 400 conductas puntuables como agradables-desagradables. Comprenden doce
áreas de interacción: compañerismo, afecto, consideración, sexo, comunicación,
actividades conjuntas, cuidado de los hijos, manejo del hogar, decisiones econó-
micas, trabajo-educación, hábitos, apariencia personal e independencia personal y
de la pareja. Sirve para planificar la terapia, evaluar el cambio y el éxito o fracaso
del tratamiento.
11. Pensamientos agradables (Patterson y Hop, 1972): Se pide a cada miem-

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, Registros conductuales en terapia de pareja

VI

REGISTROS CONDUCTUALES EN TERAPIA DE PAREJA VI¿>. GUÍA PARA PLANIFICAR EL TIEMPO LIBRE

Vía. GRATIFICACIONES RECIBIDAS Solo o Desearía


Desearía Dónde,
ACTIVIDAD con mis Con mi Con otras Desearía hacerlo Desearía cuándo,
En familia masa hacerlo
amigos cónyuge parejas hacerlo dejarlo menos porqué,
menudo frecuecia...

NOMBRE Salir a comer

Salir a cenar

Ir de vinos

Pasear
NOMBRE DEL CÓNYUGE
Ir al cine

Ir al teatro

Ir al campo

Ir a bailar
DÍA FECHA CONDUCTA PLACENTERA
Hacer deporte

Ir a la piscina
LUNES
Estar
con amigos
MARTES
Leer
MIÉRCOLES
Ver
la televisión
JUEVES
Ir de compras

VIERNES Viajar

Asistir a
SÁBADO un curso

Visitar
DOMINGO a la familia

Oír música

Hacer el amor

Jugar
alas cartas

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Apéndices ,

VIc. REGISTRO DE ASIGNACIÓN DE TAREAS GLOSARIO


Nombre.

Asignada el Realizada el Señale si la ha


TAREA ASIGNADA
día día cumplido

Esposo

Esposa

Alianza: Designa una afinidad positiva entre dos miembros del


Ambos
sistema familiar que comparten un interés del que no participa un
tercero. Una alianza es potencialmente neutra, pero es inherente a
Esposo ella la virtualidad de ir dirigida de manera efectiva contra un ter-
cero, en cuyo caso se puede hablar de coalición (véase Coalición).
Esposa Cambio 1 (Cambio de primer orden): Alude al cambio dentro
de la misma clase de solución intentada que no altera en absoluto la
conducta sintomática, sino que por el contrario contribuye a mante-
Ambos
nerla. Se trata de un cambio continuo, basado en una retroalimenta-
ción negativa, que tiene lugar dentro de un sistema que en sí mismo
Esposo permanece igual.
Cambio 2 (Cambio de segundo orden): Se trata de un cambio
Esposa discontinuo -cualitativo- hacia una clase diferente de solución in-
tentada, que implica nuevas reglas de organización en el sistema
familiar.
Ambos
Cambio «in situ»: Modificación del problema o de algún as-
pecto del funcionamiento familiar dentro de la propia entrevista.
Esposo Cambio pretratamiento: Mejoría de la conducta sintomática
producida en el intervalo entre el contacto telefónico con la familia
y la primera entrevista.
Esposa
Circularidad (principio de): Define la capacidad que debe po-
seer el terapeuta para confirmar o falsar sus hipótesis, estable-
Ambos ciendo diferencias y conexiones, a partir de la información elici-
tada en la familia como respuesta a sus preguntas.
Cisma: Estado de discordia y desequilibrio severo, crónico y re-

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Glosario Glosario

cúrrente que amenaza con la ruptura de la relación entre dos perso- minación adecuada de la situación, y un componente afectivo refe-
nas. Da lugar a una competitividad constante, pudiendo conside- rido a la hostilidad hacia las personas que ejecutan el doble vín-
rarse una relación patológica de desequilibrio. En el cisma marital, culo. Para que ocurra una situación de este tipo son necesarios
cada uno de los cónyuges trata de obligar al otro a ajustarse a sus cinco factores: 1) El individuo ha de estar involucrado en una rela-
expectativas, encontrando recíproca desconfianza y resistencia. ción intensa y perdurable en el tiempo con otra/s persona/s, es de-
Asimismo se produce una devaluación crónica de uno de los proge- cir, en una relación en la que sienta que es de vital importancia dis-
nitores ante los hijos por parte del otro. criminar con precisión qué clase de mensajes le son comunicados
Cliente: Persona que acude a terapia con un alto grado de moti- para poder responder adecuadamente. 2) El tema del doble vínculo
vación para resolver el problema, buscando activamente la ayuda es recurrente en las experiencias vitales de este grupo de personas,
del terapeuta. convirtiéndose en una expectativa habitual. 3) Un mandato nega-
Coalición: Ordenamiento en el que participan varios miembros tivo primario, es decir, la alusión a un castigo como la retirada de
de la familia, con una postura combativa de exclusión o de «chivo afecto o la expresión de odio. 4) Un mandato negativo secundario
expiatorio» en perjuicio de un tercero. comunicado a un nivel más abstracto, generalmente de tipo no ver-
Complementariedad rígida: Intercambio entre dos personas en bal, que entra en conflicto con cualquier elemento del mandato pri-
el que consistentemente una de ellas toma la iniciativa, adoptando mario. 5) Un mandato negativo terciario que prohibe al individuo
una posición jerárquica siempre dominante, y la otra le sigue siem- escapar de la situación. La persona sometida a una situación de do-
pre desde una posición inferior. ble vínculo no puede metacomunicarse sobre la incongruencia de
Connotación positiva: Intervención cognitiva orientada a resti- los mensajes; confunde dos niveles de comunicación, el literal y el
tuir en el paciente y en su farnilia una imagen de personas dotadas metafórico, siendo incapaz de discriminar entre ambos. Una vez
de recursos suficientes para afrontar y resolver el problema por el aprendida esta secuencia diacrónicamente, no será necesaria la pre-
que consultan. Para lograr dicho objetivo el terapeuta califica algu- sencia de los cinco componentes para que la persona se vea some-
nos aspectos que la familia considera patológicos o negativos como tida a definiciones conflictivas de la relación, que le conducen a
positivos, al servicio de la cohesión y estabilidad del sistema fami- una perturbación subjetiva.
liar. El cambio de atribuciones debe afectar no sólo a la conducta Emoción expresada: Medición de las actitudes de los miembros
del paciente identificado, sino también a la secuencia sintomática de la familia, evaluadas en entrevistas cuyo tema es el paciente.
en la que están involucrados otros miembros. En otras ocasiones Cuando la puntuación en emoción expresada es alta, predomina la
esta intervención consiste simplemente en citar aquellas estrategias actitud crítica, la sobreimplicación y la hostilidad entre los familia-
eficaces que poseen los clientes para solucionar sus problemas, de- res, lo cual dificulta la recuperación del paciente y aumenta la pro-
nominándose entonces «elogio». babilidad de recaídas.
Constructo cognitivo: Conjunto de percepciones y creencias Epistemología: Forma en que una familia o persona conoce y
que constituyen la cosmovisión de una familia, legitimando o vali- entiende el mundo en que vive. La epistemología, como modelo in-
dando su organización. terno del mundo, determina cómo piensan, sienten, actúan y orga-
Cosmovisión familiar: Modo en que la familia encuadra la ex- nizan su existencia los miembros del sistema familiar.
periencia en función de sus valores y creencias. Escalada simétrica: Consiste en una relación simétrica, basada
Doble vínculo: La etiología de la esquizofrenia se considera en en el esfuerzo por lograr la igualdad y la reducción al mínimo de
parte resultado de una comunicación parental al hijo. El doble vín- las diferencias, entre dos personas llevada a un grado tan extremo
culo comprende un componente cognitivo que impide una discri- que se considera patológico. Los interactuantes sólo se sienten se-

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Glosario Glosario

guros en la posición dominante, produciéndose una lucha constante Hipótesis: Suposición hecha para establecer un razonamiento
en la que cada uno trata de ser «un poco más igual» que el otro. sin referencia a su verdad, sirviendo de punto de partida para una
Estilo afectivo negativo: Medición basada en la conducta emo- investigación. Las hipótesis terapéuticas son formulaciones sobre
cional real observada durante la interacción directa de los miem- el funcionamiento familiar que el equipo elabora con objeto de se-
bros de la familia en presencia del paciente. El estilo afectivo nega- leccionar y ordenar, dentro del cúmulo posible, la recogida de in-
tivo se caracteriza por la abundancia de críticas benignas y formación durante la sesión.
personales, la inducción de culpa, la intromisión crítica y la falta de Hipótesis circular: Se trata de una hipótesis sistémica que ex-
apoyo positivo entre sus miembros. plica todos los elementos contenidos en una situación problema y
Estructura familiar: Pautas de interacción que ordenan a los el modo en que se vinculan entre sí.
subsistemas que componen una familia en relaciones que presentan «Impasse»: Posición de fuerzas equilibradas entre dos personas
algún grado de constancia. Las estructuras se distinguen en subsis- implicadas en un juego, de forma que ninguna gana ni pierde.
temas relativamente estables, en alianzas y jerarquías que caracte- Impulso básico: Clase de soluciones intentadas por los clientes
rizan el mapa de organización familiar. Las estructuras se pueden que no sirven para solucionar el problema. El terapeuta debe bus-
considerar también procesos lentos, de larga duración (véase Pro- car aquello que tienen en común los distintos intentos de solución,
ceso). lo que equivale a clasificarlos en su clase de pertenencia.
Excepciones deliberadas: Situaciones de ausencia de la con- Intervención cognitiva: Recurso técnico cuyo objetivo es cam-
ducta sintomática, que encierran soluciones eficaces para resolver biar la forma de pensar del paciente y de la familia con respecto al
el problema, en las cuales los clientes son conscientes de que hacen síntoma. Se recomienda emplearla en los casos en que se precise
algo voluntariamente para impedir que surja el síntoma y que con resaltar la competencia del paciente o familia y siempre que la so-
eso tienen éxito. lución del problema descanse en estrategias pasivas.
Excepciones espontáneas: Situaciones de ausencia de la con- Intervención contraparadójica: El Grupo de Milán denominó
ducta sintomática, que encierran soluciones eficaces, para las cua- «intervención contraparadójica» al «doble vínculo terapéutico» des-
les los clientes no encuentran una regla que presida su aparición, arrollado por Watzlawick, Jackson y Beavin. Se trata de una comuni-
percibiéndolas como ajenas a su control voluntario. cación terapéutica que en un principio se consideró la intervención
Expectativa de lugar de control interno del cambio: Creencia más poderosa y compleja por ser una imagen especular de la co-
que el cliente o la familia tienen de que con su conducta evitarán que municación patológica estimada en las familias esquizofrénicas.
el problema aparezca o de que si surge lo harán desaparecer. Esta Se suponía que estas familias se resistían al tratamiento, presentando
creencia se basa en el control de estrategias eficaces para superar el al terapeuta un mensaje paradójico que expresa simultáneamente:
problema. «Cambíenos con la terapia», y advierte al mismo tiempo: «No se
Expectativa normativa: Los procesos relaciónales de la familia atreva a cambiamos.» Obviamente el terapeuta es incapaz de respon-
como sistema pasan por etapas evolutivas, que se espera sean sin- der simultáneamente a las dos exigencias de la familia, y en ese sen-
crónicas con las entradas y salidas «estructurales» que marcan mo- tido está sometido a una comunicación de «doble vínculo», aunque
mentos de cambio en el ciclo vital familiar. no en sentido estricto, puesto que no depende vitalmente de la rela-
Familia extensa: Conjunto de personas formado por el padre, la ción con la familia. El objetivo de la intervención contraparadójica es
madre, los hijos, nietos, tíos, tías, sobrinos y sobrinas. anular el doble vínculo patológico, delegando en la familia la respon-
Familia nuclear: Conjunto de personas formado por el padre, la sabilidad y la actividad del cambio de un modo tal que haga lo que
madre y los hijos de ambos. haga siempre se logre un resultado terapéutico dirigido a alcanzarlo.

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Glosario Glosario

Jerarquía: El concepto de jerarquía define la función del poder fuerzo, de forma que éstos deben imitar la conducta que les de-
y sus estructuras en la familia, haciendo referencia a la existencia muestra. El entrenamiento es gradual, comenzando por reforzar
de roles diferentes para padres e hijos y de límites entre las genera- conductas que se asemejen a la deseada, para posteriormente refor-
ciones. zar sólo los ensayos correctos en los cuales las conductas coinciden
Jerarquía incongruente: Jerarquía basada en una definición si- con las deseadas.
multánea de dos posiciones incompatibles de poder dentro del sis- Neurolépticos: Medicamentos psicotrópicos caracterizados por
tema familiar. Así por ejemplo, cada cónyuge está al mismo tiempo su acción sobre los síntomas de las psicosis. Crean un estado espe-
por debajo y por encima del otro o un hijo mediante su coalición cial de indiferencia psicomotora, disminuyen la angustia y hacen
con uno de los padres traspasa los límites intergeneracionales, ocu- desaparecer las alucinaciones. Sus efectos secundarios más fre-
pando a la vez una posición inferior a sus progenitores por pertene- cuentes residen en provocar síndromes extrapiramidales.
cer al subsistema filial y una posición superior, fruto de su coali- Neutralidad (principio de): Actitud del terapeuta de respeto,
ción con el padre «aliado», minando la autoridad del otro. aceptación, curiosidad e incluso admiración hacia todos los miem-
Juego familiar: Conjunto de reglas que definen las conductas bros de la familia, sus creencias, valores y opiniones. No se trata
del sistema familiar. meramente de una actitud interna sino de una «maniobra técnica»
Línea base: Estado en el que se encuentra la conducta sintomá- que le permite alcanzar a lo largo de la entrevista el mismo grado
tica antes de iniciarse el tratamiento. de proximidad y distancia con todos ellos. Así impide ser arras-
Metáfora (Intervención metafórica): Técnica de intervención trado hacia el juego familiar, actuando de una manera determinada
que permite: evitar las estrategias de tipo racional que el cliente o dentro del sistema familiar, y evita entrar en coalición con uno o
la familia pueden oponer a la prescripción del terapeuta; revelarles más componentes de la familia. Con ello protege su capacidad para
un patrón de interacción; o hacer que ellos mismos descubran la so- introducir algo nuevo que altere la epistemología familiar, favore-
lución a su problema. Para configurar este tipo de intervención se ciendo un cambio, de juego. El terapeuta debe ser neutral incluso
escoge un tema aparentemente neutro en el que, a través de un len- con respecto al cambio mismo, ya que la finalidad del tratamiento
guaje analógico, se incluyen sugerencias que tienen que ver con el es ayudar a la familia a liberarse de una epistemología rígida que le
problema. Se espera que una parte no sujeta al control racional de impide ver el cambio.
los sujetos establecerá la relación analógica, facilitando la solu- Ordalía: Técnica de intervención empleada cuando existe una
ción. estrecha alianza terapéutica y el paciente está muy motivado para
Metarregla del cambio: Regla que indica cómo han de cam- el cambio, anhelando una rápida mejoría, pero que estando en eta-
biarse las reglas que rigen el funcionamiento del sistema familiar, pas avanzadas de tratamiento consigue poco o ningún cambio o ge-
posibilitando el cambio de la conducta sintomática. nera nuevos síntomas. Sólo se prescribe a personas que cumplen
Mito familiar: Conjunto de creencias sistematizadas y compar- las tareas. El terapeuta les da a escoger entre dos alternativas, una
tidas por todos los miembros de la familia respecto de sus roles de ellas es una tarea directa y la otra una tarea mucho más onerosa
mutuos y de la naturaleza de su relación. Las conductas, interaccio- que aquélla.
nes y rutinas familiares están determinadas por el mito. Paciente: Individuo definido como persona desviada o pertur-
Modelado gradual: Técnica diseñada por la modificación de bada, es en definitiva quien «porta» el síntoma.
conducta que emplea un refuerzo positivo contingente para des- Pautas triangulares: Patrones de relación entre tres personas,
arrollar una conducta que no está presente en el repertorio habitual que pueden incluir una coalición intergeneracional permanente, que
de los clientes. El terapeuta actúa como modelo y fuente de re- somete al hijo a un intenso conflicto de lealtades, o una desviación

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Glosario
Glosario

del conflicto entre dos personas a través de un tercero que actúa


zar el ciclo, de hecho una secuencia describe un despliegue circular
como chivo expiatorio.
y repetitivo de conductas conectadas ordenadamente entre sí.
Preguntas circulares: Preguntas que realiza el terapeuta con la
Secuencia sintomática: Se trata de una secuencia dentro de la
finalidad de reunir información para confirmar o falsar las hipóte-
cual aparece el síntoma y la regla que puede presidir el encadena-
sis formuladas acerca del juego familiar, poniendo de manifiesto
miento de conductas. En el enfoque del MRI la secuencia sintomá-
conexiones entre personas, acciones, percepciones, sentimientos y
tica está formada por el problema y los intentos de solución que
contextos siempre bajo los supuestos de causalidad circular y neu-
pretenden resolverlo sin éxito. En la terapia estratégica de Haley y
tralidad. Por ello, se pide a cada uno que exprese sus puntos de
Madanes la secuencia sintomática se compone de la conducta sin-
vista sobre las relaciones y las diferencias existentes entre otros
tomática y de las posiciones incongruentes del poder en la jerarquía
componentes del sistema. La comunicación propiciada por este
familiar que se constituyen en tomo al síntoma. Por ejemplo: Paso
tipo de interrogatorio adopta en gran medida la forma de una meta-
1: El padre se muestra incompetente, presentando una conducta de-
comunicación sobre la conducta de los demás.
primida. Paso 2: El hijo comienza a manifestar síntomas. Paso 3:
Preguntas lineales: Se emplean al comienzo de la entrevista La madre intenta controlar la conducta del hijo, sin éxito, y el padre
para conocer la definición y la explicación que la familia da al interviene. Paso 4: El padre controla eficazmente la conducta del
síntoma, ya que la epistemología familiar se construye en tomo a hijo y se recupera de su estado de incompetencia. Paso 5: El hijo
una causalidad lineal, en la que un determinado evento origina el presenta una conducta apropiada y se le define como normal. Paso
problema en un momento dado. Pueden generar actitudes críticas 6: La madre se muestra capaz de tratar a su hijo y espera más de él
en los miembros de la familia y en el terapeuta, ya que inevitable- y de su marido. Paso 1: El padre presenta una conducta alterada o
mente el problema - p o r definición- es algo negativo y no de- deprimida y el ciclo comienza de nuevo.
seado.
Subsistema: El sistema familiar se subdivide en unidades más
Proceso: Secuencia de conductas, discreta y limitada en el pequeñas denominadas subsistemas, regidas por algunas reglas de
tiempo, constituida por intercambios conductuales de duración interacción que no son válidas para el sistema en su conjunto. Así,
breve entre los integrantes del sistema. los padres -subsistema parental- interactúan entre sí de un modo
Redefinición: Intervención cognitiva que modifica el marco distinto a como lo hacen con sus hijos -subsistema filial- y los her-
conceptual desde el cual el paciente o la familia perciben el pro- manos poseen una serie de reglas interaccionales que no se aplican
blema. a los padres.
Retroalimentación negativa: Proceso que se desencadena auto- Tareas directas: Técnicas de intervención cuya finalidad es
máticamente después de una perturbación, con objeto de provocar cambiar las reglas y los roles del sistema familiar. Entre ellas se in-
una acción correctora en sentido contrario que reinstaure el equili- cluyen aleccionar a los padres sobre cómo controlar a sus hijos, es-
brio del sistema. tablecer reglas disciplinarias, establecer prioridades por edad, re-
Rutinas: Conductas básicas reiterativas que aportan forma y es- distribuir las tareas entre los miembros de la familia, regular la
tructura a la vida cotidiana, cuyo marco más importante es el hogar intimidad, fomentar una comunicación franca, informar y comen-
familiar. tar directamente los patrones interactivos de la familia.
Secuencia: Designa un ciclo repetitivo de conductas interco- Tareas paradójicas: Técnicas de intervención que contienen un
nectadas. Las secuencias se suelen analizar como sucesos lineales doble mensaje, por un lado se comunica a la familia que sería
en que cada paso del ciclo es seguido por otro. Sin embargo, como bueno que cambiara y por otro lado, que sería bueno que no lo hi-
el paso final de la progresión es siempre la ocasión para recomen- ciera. En ellas se prescribe la continuidad de la secuencia sintomá-
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Glosario f

tica -durante un tiempo limitado- por alguna razón que normal-


mente se explica, con la finalidad de intemimpir dicha secuencia.
La utilización que hizo el Grupo de Milán de este tipo de tareas BIBLIOGRAFÍA
permitía presentar una visión alternativa a las atribuciones habitua-
les en tomo al síntoma, sin connotarlo negativamente.
Técnicas de supervivencia: Recursos empleados por el tera-
peuta con la finalidad de ganar tiempo para dar una respuesta te-
rapéutica.
Tecnología del cambio: Postura de algunos enfoques de terapia
familiar tendente a promover cuanto antes el cambio de la conducta
problemática, lo que les lleva a centrar más la atención en aquellas
variables que permitan iniciarlo fácilmente y menos en las condi-
ciones de la unidad que encierra el síntoma. 1. Bibliografía de conocimiento imprescindible
Rituales: Intervenciones que proponen una secuencia de con-
ductas, definida con precisión, en la que se establece qué ha de ha- Anderson, A. y otros autores (1989), Esquizofrenia y familia, Amorrortu, Buenos
Aires.
cer cada miembro de la familia, dónde y en qué momento, sin recu-
Fisch, R., Weakland, J. y Segal, L. (1985), La táctica del cambio, Herder, Barcelona
rrir a explicaciones, críticas o cualquier otra intervención verbal. 3
1994.
La nueva secuencia no siempre tiene que pasar a formar parte de la Fishman, H.Ch. (1990), Tratamiento de adolescentes con problemas, Paidós, Bar-
vida diaria familiar, sino que simplemente puede contribuir a clari- celona.
ficar patrones de interacción caóticos y contradicciones inherentes Haley, J. (1985), Trastornos de la emancipación juvenil y terapia familiar, Amo-
al sistema de creencias que permanecían sin reconocer. Se emplean rrortu, Buenos Aires.
Haley, J. (1980), Terapia para resolver problemas, Amorrortu, Buenos Aires.
cuando la situación es confusa o ambigua para introducir orden y
Jackson, D.D. (1977), Comunicación, familia y matrimonio, Nueva Visión, Bue-
secuencialidad. Cuando las nuevas conductas y reglas se incorpo- nos Aires.
ran al sistema familiar, se supone que la familia necesariamente ha Minuchin, S. (1977), Familias y terapia familiar, Granica, Barcelona.
de responder a ese nuevo elemento creando un cambio. Minuchin, S. y Fishman, Ch. (1985), Técnicas de terapia familiar, Paidós, Barce-
lona.
Palazzoli, M.S. y otros autores (1981), Paradoja y contraparadoja, ACE, Mé-
xico.
Palazzoli, M.S. y otros autores (1990), Los juegos psicóticos en la familia, Paidós,
Barcelona.
Watzlawick, P. y otros autores (1981), Teoría de la comunicación humana, Her-
9
der, Barcelona 1993.

2. Bibliografía recomendada

Bateson, G. y otros autores (1971), Interacción familiar, Tiempo Contemporáneo,


Buenos Aires.
Boscolo, L., Cecchin, G. y otros autores (1989), Terapia familiar sistémica de Mi-
lán. Teoría y práctica, Amorrortu, Buenos Aires.

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